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Dra.

UBERTI
1 - Revolución francesa.
2 - Definición de estado, hay que diferenciarlo del estado francés.

1 - Política, definición y otras acepciones.


2 - estado, concepto.
3 - soberanía.
4 - Aristóteles y las 4 causas.
5 - El mundo de Platón.
6 - Revolución Norteamericana y Francesa.
7 - Marxismo.
8 - Socialismo.

1 - Concepto de política.
2 - Ciclo de Polibio.
3 - Aristóteles. Teorías.
4 - Origen del estado.
5 - Prevalencia entre economía, política y ética.
6 - San Agustín/Santo tomas de Aquino.
7 - Realidad política feudalismo.

1 - Concepto de sociedad. acepciones.


2 - Política y ética. desarrollar.
3 - Relaciones sociales.
4 - Estado concepto y elementos.
5 - Comunidad y sociedad (tonnies).
6 - Atenas (clases sociales y forma de estado).
7 - Aristóteles pensamiento.
8 - Sofistas. pensamiento.
9 - Contruactualismo. Hobbes y Rousseau.
10 - Tomas moro.

Tema 1

1 - Concepto de sociedad. acepciones.


2 - Política y ética. desarrollar.
3 - Relaciones sociales.
4 - Estado concepto y elementos.
5 - Comunidad y sociedad (tonnies).
6 - Atenas (clases sociales y forma de estado).
7 - Aristóteles pensamiento.
8 - Sofistas. pensamiento.
9 - Contruactualismo. Hobbes y Rousseau.
10 - Tomas moro.
Tema 2

1 - Politica. concepto. acepciones.


2 - Realidad social y realidad política.
3 - Doctrinas acerca de la sociedad (nombre y explique).
4 - Nación concepto.
5 - Esparta (clases sociales y forma de gobierno).
6 - Política y economía.
7 - Platón. desarrolle su pensamiento.
8 - Feudalismo. características.
9 - Contruactualismo. pensamiento de Locke.
10 - Pensamiento judeocristiano.

Recuperatorio del 1º Parcial:

1 - ¿Qué enseñaban los Sofistas?


2 - ¿Cuál es el objetivo de las enseñanzas de Sócrates?
3 - ¿Cuál es el Método usado? ¿En qué Consistía?
4 - ¿Cuáles son las distintas acepciones del concepto de Política?
5 - ¿Qué es la Ciencia Política?
6 - ¿Qué es la Democracia, cuáles son sus características básicas?
7 - Tipos de Democracia.
8 - Identifique y explique alguna de las causas que pueden provocar la caída de un sistema
democrático y la caída de un sistema dictatorial.

1 - Fenómeno político concepto.


2 - Concepto de política.
3 - Comunidad y sociedad: tonnies.
4 - formas de gobierno de Aristóteles.
5 - Ciclo de Polibio.
6 - Feudalismo.
7 - Santo tomas.
8 - Cristianismo.
9 - .Doctrinas de la sociedad.
10 - .Ética y política.

Primer parcial:

1 - concepto d estado y elementos...


2 - fenomenos politicos...
3 - fines del estado... caracteristicas... conceptos.. algo d ordenes pero nose bien a q hacias
referencia...
4 - maquiavelo.. concepto del principado y del princepe segun su obra...
5 - voluntada general (es decir de contractualismo, rousseau..)
PRIMER PARCIAL
Teoría
1. Política, definición. Doctrina. Paralelismo entre doctrina y realización de políticas.
2. Diferencia de la definición de Nación entre Renan y Ortega y Gasset.
3. Fenómeno Político (Comunidad).
4. Definición de Estado, análisis.
Historia
5. Diferencia de formas de gobierno entre Platón y Aristóteles.
6. Feudalismo, causas. Características del contrato de vasallaje.
7. Tesis de Santo Tomás de Aquino.

preguntas para el segundo parcial


temas:
- estado y elementos
-reforma protestante
-unidad 5, formas de estado
-teorias de la justificacion de poder
-fines del estado
-formas de gobierno
-partidos politicos

historia:
-contractualismo
-rev francesa
-rev industrial
-filosofia marxista

SEGUNDO PARCIAL
Teoría
1. Teoría sobre la justificación del poder.
2. Relación entre poder y representación política.
3. Sistema republicano, características.
Historia
4. Marxismo, filosofía y economía.
5. Revolución Industrial, causas y consecuencias. Influencia en otras revoluciones.

feudalismo
contractualismo - hobbes o lockes
sociedad - acepciones
platon - aristoteles
individualismo - pluralismo
Tema 2 Goya-Primer Parcial

1) Doctrinas sobre el origen del Estado. Desarrolle cada una de ellas.


2) ¿Cuales son los elementos del Estado? explique suscitamente cada uno de ellos ¿Porque
el territorio resulta un elemento esencial?
3) Relaciones Sociales. Desarrolle.
4) Mencione cuales fueron los cambios en el Renacimiento ¿porque fueron importantes?
5) Pensamiento de Maquiavello ¿como describe al Principe? ¿porque escribió El Principe?
6) Contractualismo: pensamiento de Locke. ¿Cual era su ideologia?

Segundo Parcial-Goya
1) Diferencias entre soberanía, autonomía y autarquía.
2) Partidos políticos.
3) Revolución Francesa.
4) Marxismo, Revolución Industrial, Doctrina Social de la iglesia.
5) Teorías de origen del poder.

1 parcial
ciencia politica
potestas e imperium
politica y etica
mayeutica
formas puras e impuras de gobierno
sociedad y comunidad

tema 2- primer parcial. ext Alberti. 2011


1. politica y etica. politica y economia.
2. sistema electoral.
3. aristoteles.
4. estado y elementos.
5. contractualismo.

Primer parcial
Tema 2:
1- Principios cristianos.
2- Polibio. Su régimen.
3- Doctrinas de la sociedad (nominalismo, realismo, pluralismo).
4- Sufragio. Sistema electoral. Formas de representación política.
Dr. Florio

1 - Grecia-Aristóteles y platón, sus formas de gobierno.


2 - contractualismo- no las se porque ni si quiera las lei..
3 - ciencia política-concepto, caract. Y tipos, modelos y subtipos.
4 - democracia-concepto, caract, y dos otras diferencias.(ej: entre represent. Y directas)
5 - legalidad y legitimidad.

Primer parcial:

1 - contractualismo, hobbe locke, rousseau, montesquieu y maquiavello,


2 - grecia, aristoteles, platon, ciceron, santo tomas de aquino y san agustin,
3 - cristianismo. parte politica, concepto de ciencia politica, politica, tres acepciones polity,
pilici, etc.
4 - evolucion de estado, comienzo y fin del sistema feudal, tipo de estado autoritario,
totalitario, democratico, etc.

segundo parcial:

1 - parte historica hanna arendt, participacion politica, "labor, trabajo y accion"desarrollar,


2 - foucault, panoptica, marx,
3 - tipo de estado, hegel,
4 - estado, diferencia entre pensamiento de ambos. ruws y su pensamiento,
5 - politica-estado.

Primer parcial:

1 - El poder del principe segun maquiavelo


2 - Comparacion de estado de anturaleza, posicion frente a la igles, y pensamiento de
propiedad, en hobbes, locke y rouussau
3 - Poder segun webber y foulcault
4 - Formas de gorbierno y criteros utilizados por platon. Compararlo con el de aristoteles
5 - Elegir uno de los pensadores estudiados.al.

Primer parcial:

- Las cuatro leyes de Santo Tomás de Aquino


- Contexto histórico y la obra de Thomas Hobbes (o Locke, etc. en otros temas)
- Relaciones entre la política y la economía
- Criterio de Impersonalidad del poder
- Autoritarismo
1º Parcial:

1)Desarrolle las formas de gobierno en Platon y caracterice la forma ideal de gobierno de la


polis.

2)Explique segun Maquiavello a)Como debe ser y que debe hacer el principe para
mantenerse en el poder. b) Cual es la relacion entre Politica y Etica. c) Que es el gobierno
mixto.

3)Explique las diferencias conceptuales del Estado de Naturaleza contenido de los pactos
en Hobbes, en Locke y En Rosseau. Señale sus referencias a la relacion y al derecho de
propiedad. Por que se los caracteriza como contraactuales?

4)Explique el concepto de Estado segun: a)Poggi (desarrollo de Bobbio) b) Weber. c) Fayt,


en este señale y explique los elementos constitutivos del Estado: Territorio su abordaje
desde la demografia y demologia, poder y derecho.

5)Explique el concepto de Estatidad de Oslak

6)Explique las formas descentralizadas de gobierno o de estado segun el criterio que ud.
prefiera

7)Caracterice al menos 2 de los siguientes tipos de Estado: Absolutista, Totalitario, Estado


Gendarme o minimo y Keynesiano.

INTEGRADOR:

-Guerra fría: Concepto y principales caracteristicas.


-Montesquieu: Ubicación histórica y análisis de su obra más trascendente.
-Presupuestos de lo político según Julien Freund.
-Los 3 criterios de legitimidad de dominación según Max Weber.
-Describa sistemas electorales minoritarios
-Calidad de población.
-Partido de masas.
- Categorías de los medios de presion.

Integrador

1)dif entre parlamentrismo y presidencialismo


2)marx contecto historico y su obra
3)sufragio minoritario
4)liderazgo
5)elementos de estado territorio
6) ciclos de polibio
7)multipartidismo polarizado
8)dif entre politica agonal plenaria y arquitectonica

FINAL:

-Guerra fría: Concepto y principales caracteristicas.


-Los 3 criterios de legitimidad de dominación según Max Weber.
-Karl Marx: Ubicación histórica y análisis de su obra más trascendente.
-Presupuestos de lo político según Julien Freund.
-Calidad de población.
-Naturaleza del sufragio
-Partido Profesional-Electoral.
-Tipos de medios de presión.

1er parcial 2011


1.- Platon, la polis ideal. Su concepto de justicia. Como se manifiesta la corrupcion.
2.- Maquiavelo: a)tipos de principados y b) formas de llegar al poder; como deben
gobernarse los estados. c) como se conserva el poder, su pensamiento acerca de los
ejercitos y el valor de la palabra. d)la razon de estado. formas de adquisicion.
3.- Estado de naturaleza en Hobbes, Locke y Rousseau, diferencias. Que tipo de estado se
requiere para cada situacion y en cada uno de los autores.
4.- Concepto de poder en Weber y en Foucault.
5.- Distinga una democracia consolidada con una democracia imperfecta. Como caracteriza
Bobbio a las formas particulares del regimen democratico. Cual es la diferencia entre un
regimen totalitario y uno autoritario.
6.- Caracterice al estado segun Weber y segun Gianfranco Poggi. Caracterizacion de los
poderes sociales.
7.- Señale tres diferencias entre parlamentarismo y presidencialismo
8.- Diferencie al estado o gobierno federal de concepto de confederacion.

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(Re)lectura de Maquiavelo
Luis Armando González

Opinión
22/05/2017
-
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“Los cimientos indispensables de todos los Estados, nuevos, antiguos o


mixtos, son las buenas leyes y las buenas tropas”.

Maquiavelo, El Príncipe.

Introducción
En 1983 leí por primera vez El Príncipe1 de Nicolas Maquiavelo (1469-
1527)2. Comenzaba apenas la licenciatura en filosofía y me las vi con
este texto fundamental de la filosofía política moderna. Aunque se trató
en aquel momento de una lectura detallada, línea por línea –bajo la guía
la querida y recordada profesora Crista Béneke— y con la intención de
encontrarle aplicación a las tesis de este autor, mi formación de
entonces no me permitió ni entender bien las lecciones de Maquiavelo ni
derivar de ellas las consecuencias pertinentes para la realidad nacional.
Por una parte, me faltaba que leer a otros autores esenciales –Karl Marx,
Antonio Gramsci, Norberto Bobbio, Max Weber, por ejemplo--, y por otro
lado me faltaba una mayor experiencia de vida y también política. Han
transcurrido más de treinta años desde entonces y, quizás mejor
preparado que en 1983, he vuelto a leer El Principe3. Y como las huellas
de mi primera lectura son casi inexistentes, bien puedo decir que he
hecho mi primera lectura concienzuda de ese clásico del pensamiento
político.

Recupero aquí algunas de las tesis de El Principe que, desde mi punto de


vista, revisten una enorme actualidad. Antes, sin embargo, salgo al paso
del prejucio que encierra la palabra “maquiavélico” 4 no sólo para
connotar “calculador”, “manipulador”, “cínico” o etiquetas parecidas (o
peores), sino para dar a entender que quienes son calculadores,
manipuladores o cínicos en la política lo que hacen es seguir los
preceptos de Maquiavelo.

Y es que si bien este autor pretendía que sus reflexiones sirvieran de


guía a los príncipes –es decir, a los gobernantes— su punto de partida es
el examen de las realidades políticas de su tiempo (y también de otras
épocas) con el fin de determinar las claves efectivas del éxito o fracaso
de los gobernantes, y desde ahí derivar lecciones para su presente. En
este sentido, los verdaderos maquivélicos serían los políticos realistas,
pragmáticos, que se atienen a la realidad en la que viven y que actúan
sin dar la espalda a las circunstancias en que ejercen el poder. En su
dedicatoria del libro a Lorenzo de Médicis, apunta Maquiavelo su
propósito realista:

“Deseando, pues, presentarme ante Su Majestad con algún


testimonio de mi sometimiento, no he encontrado entre lo poco
que poseo nada que me sea más claro o que estime tanto como el
conocimiento de las acciones de los hombres, adquirido gracias a
una larga experiencia de las cosas modernas y a un incesante
estudio de las antiguas, acciones que, tras examinar y meditar
durante mucho tiempo y con gran seriedad, he encerrado en un
corto volumen, que dirijo a usted”5.

1. El realismo político y felicidad

El realismo de Maquiavelo no está destinado a legitimar el “todo vale”


en la política. Más bien, las lecciones que él deriva de su “conocimiento
de las acciones de los hombres” buscan ser un punto de apoyo para que
un nuevo prícipe, en la situación concreta en la que él escribe, haga
felices a los italianos, siendo este el propósito ético que debe guiar a
aquél. No es casual que El Príncipe termine con la “exhortación a liberar
a Italia de los bárbaros” (Capítulo XXVI) y que Maquiavelo, con la
contudencia que loscaracteriza, anote lo siguiente:

“Después de meditar en todo lo expuesto, me preguntaba si en


Italia, en la actualidad, las circunstancias son propicias para que
un nuevo príncipe pueda adquiro gloria, y si se encuentra en ella,
dado que es necesario, un hombre prudente y virtuoso para
instaurar una nueva forma de gobierno, por la cual, honrándose a
sí mismo, hiciera la felicidad de los italianos. Y no pude menos que
responderme que eran tantas las circunstancias que concurrían a
favor de un prícipe nuevo que difícilemente podría hallarse un
momento más adecuado…. Si la ilustre casa de usted6 quiere
emular a aquellos eminentes varones que libertaron a sus países,
es preciso, ante todo, y como preparativo indispensable a toda
empresa, que se rodee de armas propias; porque no puede haber
soldados más fieles, sinceros y mejores que los de uno. Y si cada
uno de ellos es bueno, todos juntos, cuando vean que quien los
dirije, los honra y trata paternalmente es un prícipe en persona,
serán mejores”7.
Realismo político y felicidad de los gobernados: estos son los dos ejes de
El Príncipe. El uno es científico-político, el otro ético. Sin embargo, como
el examen realista de la política lo demuestra, no simpre la política
efectiva busca la felicidad de los súbditos, sino todo lo contrario:
abundan los malos príncipes que causas desgracias a sus pueblos.

Con todo, cualquier gobernante que busque la felicidad de aquéllos no


puede no ser realista acerca de lo que han hecho otros y que él mismo
tiene que hacer para lograr ese loable propósito. Y no siempre, tal como
lo enseña el examen histórico frío, los buenos príncipes –esos que
buscaron la felicidad de los gobernados— hicieron uso de medios nobles
y rectos. En este marco cobra sentido la tan llevada y traída afirmación
de que el “fin justifica los medios”. No es cualquier fin, sino uno que
apunte al bien común, cuya consecusión exije ser realista acerca de los
medios efectivos para alcanzarlo.

En su escrito Del arte de la guerra, usando la voz de Fabrizio Colonna,


sostiene Maquiavelo que se tiene que imitar a los antiguos en lo
siguiente:

“En honrar y premiar la virtud, no despreciar la pobreza, estimar el


régimen y la disciplina militar, oligar a los ciudadanos a amarse
unos a otros, y a no vivir divididos en bandos o partidos; preferir
los asuntos públicos a los intereses privados, y en otras cosas
semejantes que son compatibles con los tiempos actuales. No es
difícil persuadirse de la utilidad de tales reformas, cuando
seriamente se piensa en ellas, ni establecerlas aplicando los
medios oportunos, porque su utilidad es tan manifiesta que todos
los hombres la comprenden. Quien tales cosas hiciera, plantaría
árboles a cuya sombra se podría vivir más feliz y contento que en
esta que ahora nos defiende de los rayos del sol”8.

Conviene anotar que por “felicidad” Maquiavelo no se refiere algo


sentimental o afectivo, sino que se trata de una categoría amplia, que
admite diversos contenidos en su concreción histórica. A lo largo de El
Príncipe de destacan al menos tres situaciones que generan infelicidad
en los gobernados y que por tanto comprometen a un buen gobernante
en su solución: la amenaza de conquista (o la conquista efectiva) por
otra nación, con el riesgo de sometimiento y esclavitud que ello supone;
las divisiones internas y los odios entre facciones que impiden la unidad
de la república; y desigualdades excesivas en riqueza y pobreza, que
van en detrimento del pueblo.

2. Maquiavelo: lecciones para el presente

Entre ambos polos –el realismo político y las lecciones para un “nuevo
príncipe” que haga felices a los ciudadanos— se tejen los argumentos y
las tesis de El Príncipe. Anotaremos a continuación algunas de esas tesis
que son también lecciones prácticas para el presente.

a)Evolución de los problemas hacia una mayor complejidad. Con una


lucidez extraordinaria, Maquiavelo sostiene que cuando un problema
político –y también social o económico— está en germen o en sus inicios
de desarrollo es el mejor momento para atacarlo, pues a medida que
pasa el tiempo ello será mucho más difícil o incluso imposible. “Porque
previniéndolos a tiempo se pueden remediar con facilidad; pero si se
espera que progresen, la medicina llega a deshora, pues la enfermedad
se ha vuelto incurable… Así pasa con las cosas del Estado: los males que
nacen en él, cuando se los descubre a tiempo, lo que sólo le es dado al
hombre sagaz, se lo cura pronto; pero ya no tienen remedio cuando, por
no haberlo advertido, se los deja crecer hasta el punto que todo el
mundo los ve”9. Hay que ser prudentes, dice, no confiando en el lema
que dice “hay que esperarlo todo del tiempo”, pues “el tiempo puede
traer cuaquier cosa consigo, y… puede engendrar tanto el bien como el
mal, y tanto el mal como el bien”10.

b) El buen gobernante debe alejarse de los poderosos y acercarse al


pueblo. Realista como es, su análisis histórico le permite a Maquiavelo
concluir que los poderosos no están interesados en el bienestar del
pueblo, y por lo tanto se opondrán a un príncipe que busque la felicidad
de los gobernados, cuando aquél ataque las desigualdades económicas.
Los poderosos usarán su poder para atacarlo, por lo cual es absurdo que
se les otorguen beneficios que los fortalezcan más de lo debido. A partir
de ello Maquiavelo establece la siguiente “regla”: “el que ayuda a otro a
hacerse poderoso causa su propia ruina”11. Y en sintonía con ello, el
príncipe no sólo debe cuidarse de los poderosos sino que debe buscar
estar en sintonía con el pueblo, que es su mejor aliado. Veamos este
texto de Maquiavelo, de enorme riqueza conceptual y política:

“Pero el que llega al principado con la ayuda de los nobles se


mantiene con mayor dificultad que el que ha llegado mediante el
apoyo del pueblo porque los que le rodean se consideran sus
iguales y en tal caso se le hace difícil mandarlos y manejarlos
como quisiera. Mientras que el que llega por el favor popular es
única autoridad y no tiene en derredor a nadie o casi nadie que
esté dispuesto a desobedecer. Por otra parte, no puede
honradamente satisfacer a los grandes sin lesionar a los demás;
pero, en cambio, puede satisfacer al pueblo, porque la finalidad
del pueblo es más honesta que la de los grandes, queriendo estos
oprimir, y aquél no ser oprimido”12.

c) El pueblo es la mayor fortaleza política para el príncipe. Es decir, que


este último no debe acercarse al pueblo sólo por bondad o por razones
populistas, sino porque éste es capaz de sostenerlo en el poder. “El
príncipe jamás podrá dominar a un pueblo cuando lo tenga por enemigo,
porque son muchos los que lo forman; a los nobles, como se trata de
pocos, le será fácil. Lo peor que un príncipe puede esperar de un pueblo
que no lo ame es ser abandonado por él; de los nobles, si los tiene por
enemigos, no sólo debe temer que lo abandonen, sino que se rebelen
contra él; pues más astutos y clarividentes siempre están a tiempo para
ponerse a salvo, a la vez que no dejan nunca de congratularse con el
que esperan resultará ganador”13.

Los poderosos, pues, son peligrosos, pero no difíciles de doblegar o


contener, siempre y cuando el príncipe no los fortalezca excesivamente,
creyendo que de esa forma se gana su fidelidad. Esta última sólo la
puede esperar del pueblo, con el cual el príncipe debe vivir siempre por
necesidad; no así con los nobles, “supuesto que puede crear nuevos o
deshacerse de los que tenía, y quitarles o concederles autoridad a
capricho”14.
En fin, “el que llegue a príncipe mediante el favor del pueblo debe
esforzarse por conservar su afecto, cosa fácil pues el pueblo sólo pide no
ser oprimido. Pero el que se convierta en príncipe por el favor de los
nobles y contra el pueblo procederá bien si se empeña ante todo en
conquistarlo, lo que sólo le será fácil si lo toma bajo su protección” 15. Y
este vínculo del gobernante con sus ciudadanos, con el pueblo, es clave
en tiempos dificiles, pues “en tiempos adversos, cuando el Estado tiene
necesidad de los ciudadanos, hay pocos que quieran acudir en su ayuda.
Y esta experiencia es tanto más peligrosa cuanto que no puede
intentarse sino una vez. Por ello, un príncipe hábil debe hallar una
manera por la cual sus ciudadanos siempre y en toda ocasión tengan
necesidad del Estado y de él. Y así le serán siempre fieles”16.

d) Un gobernante –un príncipe— innovador debe saber que lo nuevo


siempre genera resistencias. Ante todo, un príncipe prudente sabe que
debe aprender del ejemplo de quienes le precedieron. “Los hombres
siguen casi siempre el camino abierto por otros y se empeñan en imitar
las acciones de los demás. Y aunque no es posible seguir exactamente
el mismo camino ni alcanzar la perfección del modelo, todo hombre
prudente debe entrar en el camino seguido por los grandes e imitar a los
que han sido excelsos, para que, si nos los iguala en virtud por los
menos se les acerque”17. Es imprudente, por tanto, no aprender de los
demás y pretender partir de cero en el ejercicio del poder. Ahora bien, el
gobernante que promueve un cambio en las leyes o las costumbres debe
prepararse hacer frente a quienes se opondrán al mismo, porque

“las dificultades nacen en parte de las nuevas leyes y


costumbres… pues debe considerarse que no hay nada más difícil
de emprender, ni más dudoso de hacer triunfar, ni más peligroso
de manejar, que el introducir nuevas leyes. Se explica: el
innovador se transforma en enemigo de todos los que se
beneficiaban de las leyes antiguas, y no se granjea sino la amistad
tibia de los que se beneficiarán con las nuevas… De donde resulta
que, cada vez que los que son enemigos tienen oportunidad para
atacar, lo hacen enérgicamente, y aquellos otros asumen la
defensa con tibieza, de modo que se expone a caer con ellos. Por
consiguiente… es preciso ver si esos innovadores lo son por sí
mismos, o si dependen de otros; es decir, si necesitan recurrir a la
súplica para realizar su obra, o si pueden imponerla por la fuerza.
En el primer caso, fracasan siempre, y nada queda de sus
intenciones, pero cuando sólo dependen de sí mismos y pueden
actuar con la ayuda de la fuerza, entonces no dejan de conseguir
sus propósitos. De donde se explica que todos los profetas
armados hayan triunfado y fracasado todos los que no tenían
armas”18.

e) Es importante para un gobernante distinguir entre el ser y el deber


ser, es decir, entre lo que se busca como fin de un ejercicio político y lo
que puede lograr (o está forzado a hacer) este ejercicio político en cada
situación concreta; debe distinguir entre lo ideal y lo real. “Porque
muchos se han imaginado como existentes de veras a repúblicas y
principados que nunca han sido vistos ni conocidos, porque hay tanta
diferencia entre cómo se vive y cómo de debería vivir, que aquel que
deja lo que se hace por lo que debería hacerse marcha a su ruina en vez
de beneficiarse, pues un hombre que en todas partes quiera hacer
profesión de bueno es inevitable que se pierda entre tantos que no lo
son. Por lo cual es necesario que todo príncipe que quiera mantenerse
aprenda a no ser bueno, y a practicarlo o no de acuerdo con la
necesidad”19.

El idealismo excesivo, alejado de la realidad, es una traba para un


ejercicio político que quiera ser exitoso. Ser realista supone hacerse
cargo de la maldad, las bajas pasiones y el egoísmo que imperan en las
relaciones efectivas entre los seres humanos, y que son una amenaza
para quien “quiera hacer hacer profesión de ser bueno”. El gobernante
debe conocer las artes y los secretos de la maldad (la manipulación, la
mentira, la crueldad, etc.) no para apicarlos en siempre y en todo lugar,
sino “de acuerdo o no con la necesidad”. Y esto vale también para las
grandes virtudes –la prudencia, la templanza, la rectitud, la prodigalidad,
la lealtad, la valentía, el honor, el valor, etc.— que el príncipe debe
hacer presentes según las circunstancias lo hagan necesario y sin perder
de vista de que “nada hace más estimable a un príncipe como las
grandes empresas y el ejemplo de raras virtudes”20.

“Dejando, pues, a un lado las fantasías, y preocupándonos sólo por


las cosas reales, digo que todos los hombres, cuando se habla de
ellos, y en particular los príncipes, por ocupar posiciones más
elevadas, son juzgados por algunas de las cualidades que las
valen o censura o elogio. Uno de llamado pródigo, otro tacaño…;
uno es considerado dadivoso, otro rapaz; uno cruel, otro clemente;
uno traidor, otro leal; uno afeminado y pusilánime, otro decidido y
animoso; uno humano, otro soberbio; uno lascivo, otro casto; uno
sincero, otro astuto; uno duro, otro débil; uno grave, otro frívolo;
uno religioso, otro incrédulo, y así sucesivamente. Sé que no
habría nadie que no opinase que sería muy loable que, entre todas
las cualidades nombradas, un príncipe poseyese las que son
consideradas buenas; pero como no es posible poseerlas todas, ni
observarlas siempre… le es preciso ser tan cuerdo que sepa evitar
la vergüenza de aquellas que le significarían la pérdida del Estado,
y, si puede, aún de las que no se lo haría perder, pero si no puede
no debe preocuparse gran cosa y mucho menos [debe
preocuparse] de incurrir en la infamia de los vicios sin los cuales
difícilmente podría salvar al Estado, porque si consideramos esto
con frialdad, hallaremos que, a veces, lo que parece virtud es
causa de ruina, y lo que parece vicio sólo acaba por traer
bienestar y seguridad”21.

f) El gobernante, aún reconocimiento la existencia del mal y asumiendo


que por necesidad quizás tenga que recurrir a sus trampas y vicios,
debe inclinarse por ser virtuoso, pero con realismo. “Declaro –escribe—
que todos los príncipes deben desear ser tenidos por clementes y no por
crueles. Y, sin embargo, deben cuidarse de emplear mal esa
clemencia”22. Lo mismo dígase de las otras virtudes: “debe ser cauto en
el creer y en el obrar, no tener miedo de sí mismo y proceder con
moderación, prudencia y humanidad, de modo que una excesiva
confianza no lo vuelva imprudente, y una desconfienza exagerada,
intolerable”23. El equilibrio ante todo, partiendo de las exigencias que
plantea la realidad, no las ilusiones o fantasías de un deber ser
inexistente.

“Surge de esto una cuestión: si vale más ser amado que temido, o
temido que amado. Nada mejor que ambas cosas a la vez; pero
puesto que es difícil reunirlas y que siempre ha de faltar una,
declaro que es más seguro ser temido que amado. Porque de la
generalidad de los hombres se puede decir esto: que son ingratos,
volubles, simuladores, cobardes ante el peligro y ávidos de lucro.
Mientras les haces bien, son completamente tuyos… pero cuando
la necesidad se presenta se rebelan. Y el príncipe que ha
descansado por entero en su palabra va a la ruina al no haber
tomado otras providencias; porque las amistades que se adquieren
con el dinero y no con la altura y nobleza de almas son amistades
merecidas, pero de las cuales no se dispone, y llegada la
oportunidad no se las puede utilizar. Y los hombres tiene menos
cuidado en ofender a uno que se haga amar que a uno que se
haga temer; porque el amor es un vínculo de gratitud que los
hombres, perversos por naturaleza, rompen cada vez que pueden
beneficiarse; pero el temor es miedo al castigo que no se pierde
nunca. No obstante lo cual, el príncipe debe hacerse temer de
modo que, si no se granjea el amor, evite el odio”24.

g) Un gobernante que pretende ser exitoso debe saber combinar en el


ejercicio de su poder la virtud y la bajeza, la ley y la fuerza, el consenso
y la coerción. Y es que “nadie deja de comprender cuán digno de
alabanza es el príncipe que cumple con la palabra dada, que obra con
rectitud y no con doblez; pero la experiencia nos demuestra, por lo que
sucede en nuestros tiempos, que son precisamente los príncipes que
han hecho menos caso a la fe jurada, envueto a los demás con su
astucia y reído de los que han confiado en su lealtad, los únicos que han
realizado grandes empresas”25.

“Digamos primero que hay dos maneras de combatir: una, con las
leyes; otra, con la fuerza. La primera es distintiva del hombre; la
segunda, de la bestia. Pero como a menudo la primera no basta,
es forzoso recurrir a la segunda. Un príncipe debe saber entonces
comportarse como bestia y como hombre… De manera que, ya
que se ve obligado a comportarse como bestia, conviene que el
príncipe se transforme en zorro y en león, porque el león no sabe
protegerse de las trampas ni el zorro protegerse de los lobos. Hay,
pues, que ser zorro para conocer las trampas y león para espantar
a los lobos”26.

h) Por último, el gobernante –el príncipe— debe saber elegir a sus


ministros, secretarios y consejeros, pues es desde ellos que se mide su
“buena o mala cordura”. Es decir, “la primera opinión que se tiene del
juicio de un príncipe se funda en los hombres que le rodean; si son
capaces y fieles, podrá tenérselo por sabio, pues supo hallarlos capaces
y mantenerlos fieles; pero cuando no lo son, no podrá considerarse
prudente a un príncipe que el primer error que comete lo comete en
esta elección”27. Aquí es esencial no sólo que los ministros sean capaces
de discernir y entender lo que otros disciernen, sino sean que honestos,
fieles y leales.
“Para conocer a un ministro hay un modo que no falla nunca.
Cuando se ve que un ministro piensa más en él que en uno y que
en todo no busca sino su provecho, estamos en presencia de un
ministro que nunca será bueno y en quien el príncipe nunca podrá
confiar. Porque el que tiene en sus manos el Estado de otro jamás
debe pensar en sí mismo, sino en el príncipe… Por su parte, el
príncipe, para mantenerlo constante en su fidelidad, debe pensar
en el ministro. Debe honrarlo, enriquecerlo y colmarlo de cargos,
de manera que… los muchos honores no lo hagan desear más
honores, las muchas riquezas no le hagan ansiar más riquezas y
los muchos cargos le hagan temer los cambios políticos”28.

En lo que se refiere a sus consejeros, el príncipe debe huir de los


aduladores para lo cual el remedio consiste “en hacer comprender a los
hombres que no ofenden al decir la verdad”. Por tanto, un príncipe
prudente debe “rodearse de los hombres de buen juicio de su Estado,
únicos a los que dará libertad para decirle la verdad, aunque en las
cosas sobre las cuales sean interrogados y sólo en ellas. Pero debe
interrogarlos sobre todos los tópicos, escuchar sus opiniones con
paciencia y después resolver por sí y a su albedrío. Y con estos
consejeros comportarse de tal manera que nadie ignore que será tanto
más estimado cuanto más libremente hable. Fuera de ellos, no escuchar
a ningún otro, poner en seguida en práctica lo resuelto y ser obstinado
en su complimiento”29.

3. Reflexión final

En conclusión, Maquiavelo hizo un examen minucioso de las tensiones


existentes en la realidad y los ideales políticos. Los dos polos de su obra
El príncipe son justamente el ser y el deber ser de la política, mismos
que no son planos separados, pues entre ambos es posible un tránsito,
pero que está condicionado por un ejercicio político real, tejido de
prácticas alimentadas por el egoísmo, las bajas pasiones y los intereses
particulares. Su obra tiene una finalidad práctica: contribuir al ascenso
de un príncipe virtuoso que lleve felicidad a los gobernados. Para que
ello sea posible, este es el empeño científico de Maquiavelo, hay que
investigar las realidades políticas del pasado y del presente, para
establecer cómo funciona la política, es decir, cuáles son sus
mecanismos efectivos de funcionamiento, y desde allí extraer las
consecuencias prácticas para un ejercicio de poder liberador. Saber
político y compromiso ético se dan la mano en este intelectual italiano
que, con su obra, dio inicio a una senda de análisis científico y búsqueda
de ordenamientos políticos mejores que en este siglo XXI sigue siendo la
nuestra.

San Salvador, 22 de mayo de 2017

1 Escrito en 1513 y publicado en 1532.

2 Para un análisis exahustivo de la vida y obra de Maquiavelo, ver M.


Viroli, La sonrisa de Maquiavelo. México, Tusquets, 2000.

3 N. Maquiavelo, El Príncipe. México, Editores Mexicanos Unidos, 2015.


Esta bonita edición recoge, además, dos textos de Maquiavelo de los
que poco se habla: Del arte de la guerra y Belfagor Archidiablo. Todas las
citas son de esta edición.

4 El mismo sonido de la palabra se presta a equívocos, pues su


sonoridad remite a “cadavérico”, “demoníaco” y “maléfico”.

5 Ibíd., p. 17

6 Se refiere a Lorenzo de Médicis.

7 Ibíd., pp. 135 y 139.

8Del arte de la guerra. Edición citada, p. 147.

9 El Principe, p. 27.

10 Ibíd., p. 28.

11 Ibíd., p. 31.

12 Ibíd., pp. 59-60.

13 Ibíd., p. 60.
14 Ibíd., p. 61.

15 Ibíd., pp. 61-62.

16 Ibíd., p. 63.

17 Ibíd., p. 37.

18 Ibíd., pp. 39-40

19 Ibíd., p. 84.

20 Ibíd., p. 117.

21 Ibíd., p. 85.

22 Ibíd., p. 89.

23 Ibíd., p. 90.

24 Ibíd., pp. 90-91.

25 Ibíd., pp. 93-94.

26 Ibíd., p. 94.

27 Ibíd., p. 123.

28 Ibíd., 124.

29 Ibíd., pp. 125-126.

https://www.alainet.org/es/articulo/185637
LA CUARTA PÁGINA

Leer hoy a Maquiavelo


No podemos entender al pensador italiano
si no nos liberamos de la influencia del
maquiavelismo de nuestra propia
historia. Su concepción de la política,
laica y autónoma, marca la transición a
la modernidad
Conéctate
Ramin Jahanbegloo
31 DIC 2013 - 00:01 CET

EDUARDO ESTRADA

El libro más famoso de Maquiavelo, El príncipe, fue escrito hace


exactamente 500 años, y desde entonces ha inspirado a dirigentes
políticos de todo el mundo. El libro se incluyó en el Índice de libros
prohibidos de 1559 y a su autor le denominaron “El malvado
Maquiavelo”. La ira no se ha disipado con el tiempo. Pero lo que
conviene preguntarse es: ¿Por qué molestarse hoy en leer a Maquiavelo?
¿Por qué leer El príncipe o Los discursos?Una respuesta fácil es que
Maquiavelo es el fundador de la filosofía política moderna. Otra es que
es el primer teórico político de un mundo desencantado en el que el
individuo está solo, sin Dios, sin más motivos ni propósitos que los que
le proporciona su propia subjetividad.
Esto se aproxima tal vez más a nuestras preocupaciones en el mundo
actual. Lo más relevante para nosotros en el pensamiento de Maquiavelo
es no solo su nueva ciencia del arte de gobernar, sino lo que podríamos
llamar el “Maquiavelo antimaquiavélico”. Precisamente ahí es donde
debería comenzar una lectura no maquiavélica de Maquiavelo.
Maquiavelo no era maquiavélico, y los maquiavélicos no son lectores
intensos ni perspicaces de Maquiavelo. Por supuesto, es difícil no juzgar
su figura a través de la obra de una larga línea de comentaristas o
atribuirle las teorías a las que se ha recurrido posteriormente para
explicar su pensamiento. Es esencial descubrir en qué consiste
exactamente su genio y en qué se asemeja su actitud a la nuestra en
relación con nuestras pasiones políticas. Maquiavelo es nuestro, sin
duda. Sus palabras no pasan de largo, ni proceden de otra época y otra
cultura. Nos desafía desde nuestro propio mundo, y ese reto que plantea
es total.

En realidad, lo que pone de relieve el análisis de Maquiavelo es la


condición política en sí misma. Si los seres humanos dejaran de ignorar
el papel de la Fortuna en sus asuntos y reconocieran sus limitaciones a
la hora de establecer instituciones políticas y blindarse contra los
caprichos del tiempo y el azar, podrían entrar en la vida política
animados por un espíritu cívico. La política se orienta hacia la acción, y,
para que la acción sea posible, los hombres deben desempeñar su
papel. Es posible empezar de nuevo siempre que los seres humanos
actúen unidos y en política, y esa es la convicción más profunda de
Maquiavelo.

El pensamiento político se se emancipa con él de la autoridad religiosa y


la idea medieval del hombre

Evidentemente, la política así concebida está sujeta a todas las


ambigüedades de la acción política. Hoy, en una época en la que las
ideologías están desacreditadas y la globalización ha provocado el
deshielo de sistemas políticos anquilosados, muchos consideran que la
acción política es una carga desagradable. Otros, a través de ella, tratan
de inculcar en los ciudadanos un sentido unívoco y monolítico del bien
público. Por eso “lo público” está en constante peligro de ser aplastado
por los enemigos de la libertad o por los ciudadanos que se olvidan de
sus responsabilidades. La primera posibilidad es el destino político de los
fundamentalismos religiosos, y la segunda, se puede ejemplificar en la
experiencia occidental de la política “irresponsable”, desarrollada con
arreglo a una definición cada vez más privada y materialista de la
búsqueda de la felicidad.

Lo que distingue a Maquiavelo de los políticos de nuestro tiempo es que


no se presenta al frente de un partido que representa a una clase o una
raza universal ni en nombre de la humanidad. Para él, no existen
criterios por encima de la política. En otras palabras, el pensamiento
político de Maquiavelo, en principio, es hostil a las declaraciones
partidistas, que engañan a cualquier político o ciudadano que se las
tome en serio. Maquiavelo considera que el dato fundamental no está en
la pregunta “¿Quién gobierna?”, sino en “¿Cómo gobierna?”. Cuando un
gobernante funda un régimen totalmente nuevo a mayor gloria de sí
mismo, de paso cree que así prevalecen “la verdadera forma de vida y la
auténtica calma de una ciudad”.

El argumento de Maquiavelo es que las cosas humanas se mueven y,


por tanto, los asuntos humanos sufren altibajos. No se puede evitar el
cambio, pero los hombres deben dedicar su talento político a
mantenerse seguros dentro de él. Sin embargo, añade Maquiavelo, “los
hombres no pueden estar seguros sin el poder”. Por eso sugiere una
expansión del poder humano.

En vez de usar el modelo de los seis gobiernos clásicos para referirse al


ciclo inevitable de bien y mal en la política, Maquiavelo pide una
“república perpetua” como condición para el progreso de toda la
humanidad. Al decir “república perpetua”, se refiere a la expansión del
poder de actuar. Como la naturaleza otorga a los hombres el
conocimiento, pero no la facultad de actuar, los hombres deben actuar
por su cuenta, sin esperar la ayuda ni de Dios ni de la naturaleza. Dios y
la naturaleza no ayudan a los hombres a ejercer el poder, por lo que no
existe ninguna ley natural ni ningún derecho natural que sean el
fundamento de la política. En otras palabras, la doctrina moderna de la
soberanía comienza cuando Maquiavelo se apropia del poder que antes
los hombres ejercían, en teoría, para cumplir la voluntad de Dios.

Su convicción era que, para empezar de nuevo, los hombres deben


actuar unidos y en política

El Estado, pues, debe ser el dominio de la estabilidad en la caótica


esfera de los cambios naturales y las pasiones humanas. Por eso, a
diferencia de los clásicos, Maquiavelo cree que la política es una entidad
artificial creada por el talento humano. Para comprender este punto, hay
que recordar que la teoría política de Maquiavelo se presenta como una
teoría “laica” y mundana, y su aplicación práctica, además, entraña una
nueva dimensión ontológica. Esa nueva ontología política inaugurada
por Maquiavelo, por tanto, se puede considerar un momento de
transición hacia la modernidad.

Al reflexionar sobre el establecimiento de lo político desde el horizonte


final, Maquiavelo busca la forma de superar los dos límites teóricos
fundamentales de la lógica de lo teológico y lo político: la falta de una
teoría de lo político y que no se basa en una historia de hechos
ocurridos. Maquiavelo vuelve a los paganos, más allá de lo
ontoteológico, para hallar una manera de concebir la historia en función
de una teoría política de los acontecimientos, en la que dichos
acontecimientos se vean como el encuentro entre lo político y el
movimiento real de la sociedad.

No es ninguna exageración decir que, con Maquiavelo, el pensamiento


político europeo alcanza en ciertos aspectos una extraordinaria
emancipación de la autoridad religiosa y la concepción medieval del
hombre. Ahora bien, para liberar su mundo de la tiranía del pasado y del
dominio de los textos medievales, Maquiavelo acude al mundo antiguo.
Más aún, que Maquiavelo consulte a los clásicos no solo representa una
gran aventura intelectual, sino también una forma de igualar tal vez los
logros políticos y las hazañas filosóficas de los tiempos antiguos.

Estas ideas sobre el mundo clásico y el proceso histórico son el


trasfondo filosófico que da auténtica originalidad a la obra de
Maquiavelo. En vista de ellos y de las conclusiones a las que llega
Maquiavelo, resulta todavía más extraordinario que la lectura de sus
escritos nos pueda ayudar a comprender la idea maquiavélica de “entrar
en política” como forma de dejar atrás nuestro maquiavelismo. No
podemos entender el verdadero carácter del pensamiento de
Maquiavelo si no nos liberamos de la influencia del maquiavelismo en
nuestra propia historia. Para hacer justicia hoy a Maquiavelo y entender
mejor sus opiniones, debemos considerarle mucho más que un pensador
sobre la razón de Estado. Si lo hacemos, veremos que su interpretación
de la política y su insistencia en que es autónoma forman la aportación
más original a la historia de las ideas políticas.

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