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El verdadero y grave problema nn ^

el-poeta-haya vueltera espSidá^^púbSn^^^^ 9*'


EL POETA Y EL PUaLICO
(Viene de -pá-g. RníerícTj
rio:, es- que-lo_ ha descubie^ E^^S^V ^'^"^S
Senta» n'o puede evitar, del todo- tener conciencLa d» producir ydesconcierto.
fuera.,
que tendrá otros aspectos para otros ojos. Poríju»- Peneque Ibs:miren. Otros
acechándolo: Naturali¿enfar ¿S^ ^^^^^5
Unos^TtSrS »*'^« ^3
quíeTen^S"/ P° m* <U€nto efe Yuri Kaxakov

OLOR A PAN
mosa ruptura cuando el poeta solía liacer gala de^' sabe que los suyos no son. todo. desde ^otra orilla. Hay tambla q^eí H'^'^Z menta
Solo unhabían
bancodesaparecMo
de al atardece*.
Ku superioridad sobre el 'vulgo" y- del poco aprecio El clásico' no sabían esto. Un poeta y un nobla- qjíien
en que lo tenía. eran en esencia Ib mismo. Un poetaeraxin noble quecuenta de nada, trata de mantenerse ai£o ^cS-^-í ^"^"Z
y hasfe quieS^SS S S J ^ ' ^^ ^ yago y
trás del distante quenubes sonrosadas
parecía
sol, permanecía en elestar de-tan
horizon-
El Romanticisino coincide precisamente con la hacía versos como un-ministro eie un noble que go- ^mirones". Hay Chateaubriand ha?^^^^^» es¿í te hacia eX cual caminaban Dusya y
aparición del público en el sentido Q.ue hoy tíamosbernaba, y no trataban de imaginar cómo escribiriaa:píioethe,_hayMusset Todos sablnqSe Misha.
a esta palabra^ Garcilaso no escribía- para "él pú- o cómo gobernarían, si no fueran nobles; Tampoca íe en panos- a el- prósper-o- banqueiS el Sí^ ^
no «ÍST''^^^ A una miUa del pueblo elríodoblaba
blico en general"; escribía para unos señores que había críticos profesionales, que, en cuanto delega- eos que tienen una. verdad: Qtden^dSptf^-í^
eran sus iguales^ y que nimca se imaginaba situados dos' del público, están obligados por definición- a- tiene que ser a-sabiendas. Ll.biS¿r¿2^¿/^^Uo,^^ bruscamente y el cementerio se asen-
taba en su recodo, en la margen dere-
del otro lado de las candilejas. Gasi todos los liora- mirar con Ibs ojos de este público. La- crítica,, las- siado que na- es una dase insmSidá pn??.'-'^^^-
bres de su clase hacían lo mismo que éi: guerrea- consagraciones, los prólogos a menudo^ los hacían una clase, que ha-despla^do'ar otra, luelS hS^'' "* • RecMeron el telegrama el primero^ de año. En ese momento u ca., in^«eioná.do„ ^ «3<« cha. El cementerio habla estado rodea-
**alguna
ban- coiQo él, componían soi^tos como él y pensa- unos nobles que no eran "críticos" profesio2iales- ar- Parecía que esta situación una vez- ZPT^' . JJUSya estaba en la cocina, poX eso su acostumbraron a la ns/.-a;n--íra -Rl tedio do con un
vez por ima pared de ladrillo,
ban sobre estas cosas apro3dxn.adaniente 16 mismo que no dejaban de ser nobles. Moliere, atacado por. debería,
que él. E-a única diferencia es que Garcilaso tenia sus enemigos, recurre a- un solo argumento, pero- el pubUco. provocar" un^ acercamiento entre eA S^^^ niarido íue a atender la puerta. En camiseta y sufriendo todavía f^i" era marrón osi.ro. •; o.„.v;aDespués h a b ía portón en arco ea su entrSfcía.
de la guerra, sin embargo, ha-
talento. Por 3o demás, se^ leían mutuamente, se cri- definitivo, en defensa- dé sus comedias: han^ gustado^ poema sabe-Desde ese momento, quiéS ^¿^'^
positivamente- que e^ poema^S*" ^ bían usado los ladrillos para construir
en otro
ticaban y se alababan mutuamente, y todo qu-edaba al Rey. Y a nadie se le ocurre pensar que el Rey visto- mn" muchas
como en familia. no' es un "especialista" y que- su juicio vale menos virtuaimenteconMtodas. diferentes- i^l^^XvírT^ los resultados de las copas de la noche anterior, no pudo reprimir ro iStrno^'f^S e==clpSl/deS '¿ tal.SS I lugar,
Ahora
dejando solamente el por-
había caminos por todos la-
Esta es la situación típicamente clásica: escribir que el de un crítico. Hoy hasta los rusos del IV" Con- Si. escoge, Por suTaile-S? dos, paáos
atravesando el cementerio.
desde dentro. Por eso el clásico acepta de buena greso de escritores saben, que el juicio de Jrusehov las- cosas con esta^ o la otra mikda. sabe nL^
para la confrontación: que:tíene-queslf^"5.* xai bostezo mientras firmaba el recibo y se preguntaba quién podría ?^'Jf'^'°¥™ desaparecido. Los Mientras caminaban Dusya interroga-
gana una- reglamentación estrecha de su arte y no vale menos que el de la crítica. vincente que otras: maneras de v5r. Pbí ^nSL" enviarles un saludo de Año Nuevo. Y estaba bostezando cuandobaúl Cuando
Iqv— óqub quedó
n^haasola,
?/olía bísu
£^ Dusya
leSS^abrió el
dyd?encon- ba a Misha
'^'^''^ *^" deacerca de la escuela, sobre
sC' libela nunca contra las convenciones formsles o Si -iin autbr francés del si^o XVH era condena- el. lector, cualQxiier lector. mdusG im> ehü^.^o^ el corto mensaje que les anunciaba que en el distante pueblito ha- e madre— la jomada trabajo, acerca del super-
temáticsis. Sencillamente no las ve, puesto' que no las por Boileau, no se le pasaba por la cabeza invo-mgeniero
siente como una imposición desde fuera. Del misrao do edtró algunas ropas oscuras, de vieja, fal-intendente de la granja colectiva, sobra
modo, nosotros no- sentimos (todavía, quizá) qxLs caraalDios, público, ni a la posteridad^ ni- d la- Historiai. poesía es o-un boxeador, no puede ignorar ou^^ bía UEmuemomento
rto la mad re deQD ueuocurra
sya, aPerolos setenta ydedomayo
s añorecibió
s de una ad .
dellines y vm gastado saco de piel delas cosechas. Así hablando, el viejo ce-
sea una imposición pedir la mano de una señ-orita ni ni mucho menos a su individualidad so- tor de la. para-- el. Menos incluso que un noble w
época clasica,, porque a éste el poeta- M" Q pensó, para
-temeroso de llamar a su
esto,
a principios ovej a. Dusya los sacó, los miró y caminó menterio apareció a la luz roja del sol
berana y creadora. lío tenía más remedio que sus- sico lo- confundía- vagamente con- un lector di Trí- mujer. Dusya no lloró. Sólo pali- carta había del hijo de su primo, Misha. La por la casa otra vez. Al mirar el vacíoponiente. En su borde, donde había es-
o comer en una mesa. Tendríam,os que ser marcia- cribir
nos^, o los Hurones de Voltaire, para ver esas cosas m.ía elsugusto propia condenación, porque Boileau resu^ mero, is^adie cree hoy
de la Cbrté, y no había más oi.os- que Cierto que hay una que- escribe^ para-Ai^istófelí
poesía, quizá no muy a^,^ deció ligeramente, volvió a la liabi-ta- carta sido dictada y la escritura
corría en líneas oblicuas a través de jardín de los fondos se le ocurrió que tado
había tenido un sueño acerca de eso, que
la pared y crecía ahora el escara-
mujo, estaban las tumbas más viejas
como lo que de veras-son: convenciones axbitrarias, los de la Corte. Lo más que podía hacer era' inten- dante.. que quiere conscientemente ser "para t«^ ción, alisó el mantel y se sentó. Su ma- la página. Misha enviaba saludos de va-hacía mucho tiempo, y que ahora ha- ya hasta habían perdido el aspec-
Pero entonces sin duda' no entenderíamos el signi- tar' demostrar- que en- ese- caso particular Boileau- die . Para- eUa- el- problema: no se plantea- siou-tt rido miró las botellas intactas sobre la rios pariente y decía que la casa de bía retornado a ese sueño. to de sepulcros. Muy cerca, las tum-
íicado de estos Bctos, y si los que piden manos xno interpretaba bien el gusto de la Corte; a esto y nada- hay que decir^ en-favor, de la--populápi¿3^ mesa. Se sirvió una copa y se la bebió. bas comunes podían ser vistas a través
comen en mesas fueran más fuertes y nxás priT,dle- entonces pensó un momento y sirvió de las ramas. Tenían cercas nuevas de-
giados que nosotros, los- miraríamos hacer estas co- se- le- liciniaba invocar la razón, patrimonio- común
todos los hora-bres, es decir- de todos los-nobles;, de unos textos- que habrían' fracasadí>: si comuni^ otra para Dusya. coradas y altos obeliscos de madera.
sas con ojos supersticiosos, como quien ve desarro- de' ran algo a- alguien. Se- podría,
puesto" que los otros no sabían leer. Equivocarse era-cho acerca^ de^ la. significación^, de esté.' en, cambio^ decir mí'
feíidm¿T —Bebe esto —dijo— Dios mío, la ca- Dusya y Misha atravesaron el portón,
doblaron a la derecha, después a la iz-
llarse un rito que no comprende pero supone supe- no' coincidir' con lá Corte. mciuso desde un punto- de vistan "SDcíai''; pero--ni beza se me revienta. Bueno, todos tene- quierda, pasaron junto a los florecidos
rior a éh ^I*reparada por el siglo de las Luces,, la; innova- el es ese el. tema^ de- estas-, líneas.-. Cierto también. oS* mos que irnos. ¿Piensas... ir más allá? abedules, junto al fragante escaramujo.
Tal era la actitud, ante el clásico, de eso que ción pubüco-virtual de-que hablábamos-antes
que" acaba por extenderse en el' Komanticisnio cide todavía con- el- público^ efectivo; y que HO^GOÍSL' Dusya no contestó, üeslizó su mano Dusya se iba poniendo cada vez más
iioy- Hamamos público. Estaba excluido del' rito; quees que ya no hay lina" sola manera de mir-ar. La hay to- Bobre el mantel y agarró la copa. En- pálida, tenia la boca entreabierta.
respetaba- supersticíosanienté. Pero no tenía' la- con- davía, clases, a- las- que se- les niega- el: acces3' a tod» tonces, moviéndose mecánicamente, fue
sistencia social necesaria para mirarlo con- ojos crí- mirada der hurón es tan lícita como ía- del europeo^. educación,,
la del burgués como lá del" aristócrata, la- del. obrero^mos-sólo y aun- a- la= sociedact en general Jteofei.- hasta la cama y se acostó. —^Ahí está abuelita — dijo Misha y
Dusya vio un montículo, escasamente
ticoSj lo cual- hubiera bastado para desíjaratkr la coroo por ahora^ que>el poeta,, aunque como-úiái-, —No sé — dijo tin minuto después.
convención, o' por lo menos su" buena conciencia. se estáladentro. del burgués. Ya ño hay imivocidad, ya no-viduo social:
Cualquiera puede,, aimque no siem- acceso, comoluche para^ que esas clases teng^^ esa- Su marido se acercó y miró su re- cubierto de hierba. La pequeña cruz
azul, desteñida por la lluvia» se había
Todo esto es hoy bien diferente. Digan í'o que digan,pre'lo haga, miirarse poeta no tiene más remedio que escri- donda figura,.
el escritor no escribe para otros escritores y esté es siempre lo" hace. ET desdé fuera; El-escritor casr bir exL el^ seno de la^ -vida^ social. Sólo- así, cuand» —Bueno, ¿qué puedes hacer? ¿Qué deslizado hacia-.un costado.
precisamente- el- problema-.- Cuando toma- la plum.a, escribe pero tampoco poeta ya- no es^ un noble que
burgués que acribe. Es untodos- hayan- llegado a- entrar en la^ vida social; ha- vas a hacer? Dusya se puso completamente blanca.
trata sienipre de adop-tar una mirada ajena- para" elegido que ha tenido un lá. desdicha^ de nacer burgués. brá escrito par-a. todos: Si tratia deracribirfÜM?a', n» 17o sabiendo otra cosa que decir vol- Fue como -si un cuchillo hubiese en-
Juzgar sa- obra, una mirada- que ño es, o no- es sólo; O la' fortuna, da igual: lo importante para el- caso- habrá escrito para-- nadie. vió junto a la mesa y se sirvió otra trado súbitamente en su pecho. Su alma
de" escritor. A^ veces quiere tener los ojos del pueblo, es que es' 16" adjetivo. El clásico literalmente no- se^ Y sin- embargo^ el- poeta- y su lector" no- acaban dé copa —^El reino de los cielos... todos -fue traspasada por tan negra ¿esolación
o de' la alta sociedad^ o de la posteridad^ o bien la- explicaba "cómoi sé puede ser persa-' ---o cóino' se reconocerse- Hay que esperar- que-un^ día^ se réeono*. tenemos que Ir. que abrió la boca tembló y lanzó un
de un ser ideal que fuese pura inteligenciac incluso puede Todo el día vago D-usya por el apar- grito, se arrodilló y caminó de rodülas
los= ojos de Dios. Pero no le basta con los suyos o- tro" dé-ser plebeyo—-. Véanse los plebeyos en el-tea- cerón, puesto- que ninguna necesidad lo^ impíd<t
Lope (y eso que es Lope): un plebeyo "ex-- Mientras tamento. Le dolía la cabeza y no quiso hasta la tumba, sollozando y asustando
coií' los Que les son equivalentes. Quiero decir que"plicado" tanto; bien- podríar empezarse por disitiar
es un" noble qué sé ignora. Para Víctor Hugo -pequeños-malentendidos: salir. Quería llorar y sin enibargo por a Misha con-las palabras que de pron-
no" le- Vastan- socialmente: que • aiuique piense- —cosa"en cambio se" puede ser presidiario o miserable jo^ los que. detma-^y otca-T^-r- qué babría ds bscerlo? Era muy -triste to brotaron de "sus lañaos. "
que quizá es legítimo pensar—que el verdaderc-ser robado. te, contribuyen a- mantener la distancia, y a; "veces-' -pero Dusya liacía quince años que no —Oh — gemía suavemente, con la
le su obra ©s «X aspecto de ésta que a él se le pre- hasta el recelo-y la- animadversión. veía a su madre. Desde que había de- cara contra la tierra de la tumba, y
Jado el pueblo casi no liábía pensado clavaádo los dedos en 61 suelo húme-
en su vida pasaííá. Si ló liabía hecho do — mí preciosa mamá...' Mi encan-
él novelista mexicano reitera- las an- algima vez, había sido sgbre su tem- • YURI KASAKOV es uno de los jóvenes narradores soviéticos del -movi-remos tadora y amada mamá... Kunca volve-
tiguas' prácticas del chamanismo; prana niñez, o su adolescencia, o tal vez miento renovador de la literatura de la URSS. Como sus colegas- se dis- a vemos, nunca, nxnica, nunca!
# s: M: EISENSTEIÍS^-: QUE VIVA- BL ^mO &£ LAS LUCES
MEXrCO! 101 ps. Con uai^rólo- •^ En el número 19 dé "pueblo y Culíuror"', revista- del' GoJisejo^ Tfacional de Cnltiiri- tantáneas
en alguien que la había acompañado tingue por -un realismo seco, austero, enenñgo de Ijda grandilocuencia y toda
de su casa al club.
Dusya volvió a mirar sus viejas ins- comunes.
preocupación programática, con el cual analiza el comportamiento de seres me
¿Cómo podré seguir viviendo? ^Quién

cuidará, quién me amará? Mamá,
mamá, ¿qisá has hecho?
-
T i
a Dusya, tía Dusya — naurmura-
MSfa ^ vivaz e inteligente de Gíabriel
Itam.írez,- se publica, la- Introducción '~lhs de Coba, el" escritor Abelardo ííjñeiro- entrevista' «- Alii^'o Garpentier, con motivo Ja
dos'hechos 4jiie soBrexalen por'stt^ imporattcia-y~ proyección: mundial"'ert
y tanrpoco pudo Borar: todas
r^ostraban a suañnmadre cul- ^con "una espre- abuela y las cosas estabaái todavía Ai oír de la venta los vecinos empe-ba el asustado mucnáíbbito, tomándola
NANTíE^- ALQIírSO: AlNtA2ÍE-
CER LIKiCO I>E ESPAÑA. 72 ps. presenté de Fisenstein a su-- famoso- film. T ' El tural cubano 1963": son el premio - Sautira «jne- Rene F^brtocarrero oB w vo en la Siead' - síón extrañael y tensa, con bolsas de- la intactas, y que Dusya debía ir. zai'
o n a ir a ver a Dusya, revisaron
del brazo. Pero cuando Dusya se aga-
chó
to- nuevamente y empezó a golpear-
texto (hasta hoy desconoci- baj o de los ojos y manos rústicas y os-
Segunda- edición del estnidib dedi-
cado a las jarchyas de las muwas- acompañar do* en castellano) lo escribió para- . de Arte Moderno de Sao Paulo 7 la' publieacioa de- ''El siglo'-de las- íiíces"-. Sebee esla curas.
¿Itimoi anota: —ye —le dijo su maiieio—. Ve, por do
favor, .'Ko hagas una cosa grande de
con gran cuidado, tanteando cada se lacorriendo
cosa, pero Dusya.no pedía,mucho, así salió
cabeza contra el suelo, el chico
hacia el pueblo.
chachai que publicara nuestreí Fa- a una síntesis publicada —^Ha sido el acontecimiento editorial del' áSoi Pero además sn resonancia intet^na- . "Esa noche en la cama, üusya habló esto. Véndelo todo lo antes que puedas. que pronto desaparecieron. Una hora después, cuando la noche
en Moscú en 19 1 7 del guión origi- clocar es tremenda. c on su marido durante un largo rato. I*a casa era lo más importante, Dusyabuscarla. casi había caído, llegaron del pueblo a
cultad^ de~ Humanidades. Una exce-
lente esposiciója^ de un ternas nuevot nal". —Así es. Xa Ealió la segunda edición- en- Estados- Unidos. Por cierto' que en- Íñgl«*_ —No iré —dijo al fin— ¿Por qué ha-ElYresto puede ir a la granja colecti-va,indagó
Dusya íue. Hacía mucho que no gró sobre precios de casas y se ale- Todavía yacía allí, casi incons-
de mucho interés. la novela se llama "Explosión en la Catedral^ Kaciendo referencia s vn cnadro del' bría de ir? Hace frío allá. Y las cosasviajaba el viaje le pareció largo. Perodad al notar que el valor de la propie-ciente, incapaz de llorar, gimiendo a tra-
ya habrán sido arrebatadas por los pa-trató deypasar
« REmA REVÉS: ÍX. DERECHO CoStiSt''J^ttÍ€ • V Í
C T O R ^-
A L B A : LOS SU B A M E-
<ine se habla en el libro. Parece <fti« los- editores' temían que el título original al úa-
ducirlo pudiera llevar i' los lectore»- a pensar en- un- ensayo" sobre el siglo 181 rientes. No, no iré. con los compañeros
entretenida conversando pradores
del tren.
había subido. Tres probables com-vés
aparecieron inmedia-taroente, negra
de los dientes apretados. Su cara,
de tierra, lucía terrible.
A EDUC-^R- Y EL DEKECHO RICANOS: 324 ps. Reunión de —¿Eetcfaasido tO' mayor éxito hásta^ ahora? Había en-viado un telegrama anun- dos del pueblo y "uno del poblado ve- La levantaron, frotaron sus sienes,
A LA EDUCAGIOK. 111^ ps. La se- ensayos- •—Podemos decir ^ne sí. Por ejeznplo, "Eos pasos perdidos" ha sido tradacidb- a 2^ Pasóacerca
el invierno Pero Dusya no vendió en segui- trataron de hablarle y tranquilizarla
gunda edición- dé- esté trabajo de * veinte-años,
una de nuestras- má» batalladora» americanos";consagrados
y artículos de los últimos idiomas
a,'los sub- acogida respecto pero no tuvo la acogida inicial de "El siglo*'. Yo creo que- 3á razón- para esta
a mis otros libros reslde^en que-ésta es una novela. líovela en el'
s entid» todo
nía un buen su y
detrabajo UusyaSulomarido
madre.
que les
olvidó te-
proporcio-
ciando su llegada, pero por alguna ra- cino.
zón no había na<¿e esperándola. Debió da; tenía miedo de que su madre hu- mientras entendía
la llevaban a la caisa, pero no
nada, miraba con ojos €n3r-
educacionistas,-en buena-parte con- de América Latina; "las gentes anónimas" más clásico de la palabra. naba las comodidades^ y Dusya se re- seguir a pie, pero la caminata íue -un Durante biese escondido dinero en alguna parte.'naemente hinchados. La vida, al pare-
sagrado al problema- de- la laicidad^. teaaas de la- lucha anticomunista. y referidos a los —Sabemos que la crítica europea- te Ka- sido mny favorable: ¿Como te ba tratado la d ondeó inés y se puso todavía másplacer tres días lo buscó,
para Dusya. A los lados de la paredes, tanteando los colchones, ba-cer, se había convertidogolpeando en noche. Cuan-
^ oportuna y necesariít critica norteamericaní) ? liada. angosta y trDlada ruta estaban los cam-las jando hasta el sótano y trepando hastaDusya do la llevaron a casa de sii herniaDa;
« FERNANDO AINSA: EL TESTT-
GO. 90 ps; Tras un' epígrafe- de
Camus, una novela, moníe-videana LA FRIVOLIDAD —^Ea general muy bien. En New Torfc Times en~ un mismo dia salieren dos- eome*-
tanos dé mi libro. Ambos favorables- aunque en- nno' de ellos sa pretendía qtie yo" iw.
estaba en Coba. Un escritor amigo "Warren^ Millcr, en seguida les envió mía carts-
pos de su nativa Snaolensko, y una es-
pesura de un
largo del horizonte.
azul verdoso corría
Llegó al pueblo al cabo de tres horas.
a lo' el desván, pero no encontró
Después de arreglar el precio con undurmió
conaprador, Dusya fue a la oficina re- para
nada. se tambaleó
instantáneamente^
hasta
Al día siguiente, con todo. empacado
la cama y se
en el estilo cpie-^ inaugurara Mai^o
C. Fernández-
N
I TELECTUAL
#' Ningaao,- -pero- aI»s6Jiitiunent« ulngano dodel -—
de protesta aclarando que seguía en Cuba- y qne trabajaba- para la Revolñción. X Is;
publicaron.
—¿Hay algnna anécdota intererante alrededor de la aparición del" Sislor
B&y varias. Con decir que tengo por «bí una carca de "uno de los desceiidienieí,
personaje principal del libro donde me- solicita datos sobre sn ilustre antecesor. APARECIÓ Se detuvo en un puente nuevo y miródinero.
a su. alrededor. El pueblo había creci-
do y se había extendido en granjas blan-regalos
cas, tanto que era difícil reconocerlo. empacar
gional. Inscribió la venta y depositó tí té conMoscú,

che su
Entonces regresó, compró
para su hermana y comenzó a blaba
para volver a Moscú. Esa no-enAsí
hermana regresó a la
más
granja pe-
su
tomando la última taza de
hermana, estaba
d¿l lindo apartamento que tenía
Moscú y de todas las comodidades.
partió, alegre y
alegre y ha-
tranquila, dando
Zig-Zag
% IXTLS ; " sonlo» BSimtos <jTt6 ni<nÍT3ron estaP^ro sigo insólito creo que es el becbo de' baber-se publicado ante« <n 3* traducción-. I^a polémica que sacude al Pero a Dusya no le importaban estos ro Du^^a decidió visitar la tumba de suamás Misha otros diez rublos. Dos semanas
mi UKRTA A
Pcondición DLEBexcelente
de-
ESALIDA.
RTO HE231 TREM ps.^tíNA
dramatur-
^S
polémica, tocados por «1 Sr. EKM en sa £rancesa-.
larga y coD&sa respuesta. Después de lia]>er
—,
— ¿Caál es la edición qne t« complace máí dé tod^ basta ahora?
m-undo comunista, vista y cambios.
oída en su escenario^ Caminó a lo largo de la calle mirandomadre. Misha fue a acompañarla. Atra-casa de
vesaron él prado a la caída de la tarde.llevaron
tarde, nuevas personas abrieron la
la anciana^ lavaron los pisos,
apeáreado fnvolameate' cosas digaa»; de rea- — Sin titubear te diré qoe la edición- cnhana publicada por Ediciones R. "or »•• ¿TJna discusión entre dirigen- con insistencia a las personas que en- cosas nuevas, y couíenzaron a
go ^eiremans
y de eficaz— cuentista agrega aho- pelo, apelando' m' faSsos'^testimoaioa 7- a la dis-"presentación tipográfica, la edición cubana es lá~ más- bermosa;** tes o un conflicto entre na- nocerlas. contraba a su paso tratando de reco- yLos "dientes de león" h^ibían florecido,vivir en eHa.
ra ^unchilena
a de las-d^figuras'
50^^ torsión nialiatccctoiisda. de IieclvM' qne cono- Pero casi no reconoció a na- Ja hierba estaba fresca y verde. La fTraducido de la versión inglesa
de
la la generación
condición de novelista que domi- ce bien, ' dé(ñd«- liacen*- ei distraído • cmia»- ciones?
¿Los chinos quieren la gue- die, aunque algunos se detavio-on parasegunda mosa y
mitad del dia habla sido bru-
húmeda, pero las nubes de tor- por María Berisso).
na una moderna- técnica de análi^s gxsndose a-su paáSir-íectetas Im aotoMograSa. rra? saludarla exclamando^ que cuánto ha-
Confeamos- nuestro-, desínieréa' por «se tema bía cretñdo.
psicológico,
* ELISA SEBRAKA: rT
ps. CASllegado-
Ha ADA, SIN a-
. TTTT
PROFESIÓN.
su tercera
. r?XA- se
edición
de dudosa delectación, máxünó^ mando cD' él
tos-
intenta resucitar polémicas' con uso de da-
& ls
o 9v tapar- el' desdén por
239 so(»al latinoamericaita c«n dosfrasesconven- la revohición Librería-Edílorial ALFA ¿Es stalinista el régimen de
Mao?
¿Por
China
qué
los
se
técnicos
retiraron de
soviéticos?
y
ta hermana de Dusya se alegró in-
mensamente de verla. Rompió a llorar
corrió a preparar el samovar. Diisya
desempacó los recios. Su herraana los ADOLFO LINARDI
vna.dede las nomás
veOasentretenida,
femeninas so- dñle--ñonales, olvidar; ya qne de foroK se trata^ lá-' miró, lloró un poco 3nás y abzazÓ at
tias lectora lección 4pie le propinara Volodia' 7eÍtelI>oim Dusya. Misha sentado en tm banco se
tobre qué es el imperialismo» incnrsionar- «a" preguntaba por qué Horaria. Mieatras
bre
ona
Afianfa
todo
muestramujer
en su
el procesoprimera parte donde
b-orguesa.de liberación de «i
el foDetin acnsáradome dé -verdng»
ya lo Üzo con Fíd^l Castro y con Aléjo-
Carpentier, ¿por qné 00 s^nir coir loa nnt-
guaros?) Y redamaF para tnr persone^ totíe-
exaetitnd- de^ dat» de «o» el carece' pan- la-
Canaqae-
cultura &t ef pcás China 1964 tomaban
cosas
cabra
él
vivas:
y un
té I>usya se enteró que los
parientes se habían dividido muchas
cosas. Su hermana había tomado las
un
pollo.
cerdo,
Dusya
tres
se
corderos,
sintió un
una
La l
á O
LIBRARÍA ANTICUARÍA AMERICANA
Juan 5Ua5f BIBLIOGRAFÍA
Zorrilla
Artigas.
^revolución
fTHTVIEEO
CaRde
X.OSSan
Montevideo
GOMEZ
Martín
- REPÍJBUCA
de 1811 en
1418A
la
—-R
ISIO,CEJEKTAE.
Banda
TET
LaLE
2 tomos DEC
IG U OIS9TM
Fepopeya
ON
1» ed.
OrientaL
A 49
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Junta
• IVSAIUA FLOHA VA-Í5EZ: OTRAIw
COMARCA. 149 BS. 'La arqui-
tectura noveIe£ca de 3vls=ría Flora re^pect»
crítica;" cona Iiemoa- demostrada- con respeet»-
al artículo sayo- &obrt- Carpentier y como «ca-
de-
Carreras^
détaostráiselo
C a^S * mís^
iUiceno
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M ^ W
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• so.- artíétiló- sobre^^ Bbbnvo d»- íxr
Xtrén' d«
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• La más coiaiS«t» s^ecd&S:
de editoriales; «c£ran|'eras
• La más ^^orlaate- pi<»n.oc»6i:
CRÓNICA DE poco molestada al prinapio pero des-
pués se sobrepuso, no tanto porque to-
davía
daba
quedaban
la casa.
muchas
que —lo más importante de todo— que-
Cuando
cosas,
hubieron
sino por-
tonaado
Departamental de Montevideo 1964
Francisco Bauza — Historia de la dominación espa-
ñola en él Uruguay. Montevideo \922, 2 T. ... „ 30,00
Artigas. Cursos de Conferencias año 1950. Montevi-
deo 1952, Insüfaito Historie» y Geográfico
„ 110.00

„ 40.00
Yánez tiene esa simplicidad que bos^ £• ñiüc»; qn* noa- importaba crs reponer
tan los maestros", dijo alguna- v^
Eduardo Barrios. Y también 2a am.e-1«-
aidad íjue Sustifica es4a tercera edi- E
tíón de tma novela que en 1948' ob-reetamentvi
tetviera el premio Atenea
Terdád- de' ló«- badfoa^ E^ insistitiiTC, por^ae
KST tm tm sudoí ^a» que bnsca parMcrlo:
ni AStéo Carpemier^pnncadió, dircctv « indi-
atMar « Et^ rerolncivn: cubana «n
sa: norela; m poedv iMmoló^vn a ésta y «i»
persopajes- eos la- a^erieueia cubana para lia-
de autores uragaaToü'
• £ibrosder mundo-para elUnigQaTr
libros dd Urugaaxp*'* •ti>*<>^ ' <^°'
UN DESAFIO el té yfaab^^dode todas sus cosas, fue-
ron a dar un vistazo a la casa.
Dusya se sorprendió al encontrar
tierra arada, pero su hermana le estu-
có cpie les vecsnos habían arado el cam^-
po para que no se arruinase. Las ven-
la
Hugo D. Barbagelata — Artigas y la revolución
Pablo
americana. París 1930
Blanco Acevedo — El
Agustín Beraza — La revolución oriental ISIL
federalismo
y la Independencia nacional. Montevideo 19K) „ 40.00"
Ivíontevideo, Instituto Histórico y Geográfico _, 20.00
de
„ 5200
Artigas

Era cer de Fidel CaMr«^^^-''ate^ae al por maj-or"; por Eduardo Galeano tanas tenían cékffiías y un candado pen-
día, de la puerta. I*a casa no le pareció Agustín "B^isza — I^as banderas de Artigas. Mon-
tevideo. Instituto Histórico y Geográfico. 1957 „ 15.00
• FEENAIÍDO BEJSrrEZ: EOS ni
E- Igualmeiií* alutdnaate^ es el re- la
así lo pensaroírraa>etftieoa:^ • los dirigentes
cubanos; ni lar_ difiuimí- d« la obra, en Ame-
HONGOS ALUCINAiraES. 125 rica fue trabad jww vasones politieas;. ai aa
lia prohiliidtt déntrb
Sto de esta experiencia con. Ja cual £3 Sr. £RM pidir qv»^ cooebiTV Irpol&ulfta. de Caba.
Iil)rería" BáiUmáí ALEáfc ^ G E ALVABEZ. editor; Bue- su
tan grande como ella la recordaba. Su
hermana maninuló largo rato
dura, después Í>usya intentó abrirla por
parte, entonces su hermana volvió
la cerra- Eugenio Petit Muñoz — Artigas y su ideario a
-través
video 19
de seis - series documentales, Monte-
56
Clemente L. Fregeiro — Artigas. Estudio histórico.
„ 20-00
Cmdadd* 1389; - Tdl 98 lí 4* S^^Tf íf'^wy* en el Ura- &Casi probar yfinsünaentelogró abrir. Documentos jiistífácativos 1808-1814. Montevi
Concedido.. Kr A<par»ai«. ^ J^-^ Cindadela 1389. celosíasnoyentraba dentro
luz a través de las
estaba muy oscio-o. deo iaS6 , - r. ISOO .O
ÍAARCKA — P^ViA 30 MONTEVIDEO -Leletono: S3 12 44 Xa casa estaba húmeda y tenía un aira SISTÜIEITIDOKES ITK CL XISÁTFVIC
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ACIONES"Amí ÜEIJ^roSI2í-ÓC
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de vacío, pero olía a pan, un olor fami- EISTOHICO qiieologia", ^ G
Mnsso EOdeGRHíEtorla URUInsniruto
líatirral, de rnvestigacioaes 'BXs'-i
MARCHA - Pógi liar de su infancia. El corazón de Dusya (j^ctiltad <le SumsTiidades y Ciencias), Etc.
lina 31 empezó a latir, ñlientras caminaba por
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