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Volvemos al presente
La historia siempre nos enseña y si no aprendemos de ella, estamos condenados a
repetirla. Cuando uno ve el paquete de reformas previsional, laboral y tributaria del
macrismo se da cuenta que vienen por el resto. Lo que es peor es la forma en que lo
presentan, dicen que todos debemos ceder algo, ellos que son los que se benefician y
son causantes de las severas y terminales inconsistencias macroeconómicas
Reforma Previsional:
Desengancha el ajuste del haberes previsional (también las asignaciones familiares, la
AUH y las pensiones no contributivas) del salario, para atarlo al IPC, cada 3 meses (a
otorgarse en los meses de marzo, junio, septiembre y diciembre) más un 5% de la
variación porcentual real del PIB que se abonará en junio de cada año.
Según la estimación que hace el FMI, el cambio de coeficientes de la ley de Movilidad
de 2009 para actualizar la jubilación por la inflación oficial, le representará al Estado un
ahorro, para el primer año de aplicación, 2018, de $118.668 millones.
El proyecto antes de ser enviado al Congreso de la Nación fue acordado con la mayoría
de los gobernadores de las provincias (Menos Santa Cruz y San Luis que no firmaron el
acuerdo); recordemos que la jubilación mínima desde agosto de 2017 es de $ 7.246.-, y
en consenso con los gobernadores se crea una PBU (Prestación Básica Universal) que
es del 82% del salario mínimo, cuando el SMVyM de julio 2017 es de $ 8.860.- por
ende el 82% es $ 7.265,20 (lo que hace un incremento de menos de $ 20.-) y desde el
1/1/2018 de $ 9.500.- (cuyo 82% es $ 7.790)
Para peor, en una redacción confusa, imponen la edad para jubilarse para todos los que
trabajan en el sector privado (sean hombres o mujeres) a los 70 años, esto es, después
de contar con las condiciones mínimas exigidas para jubilarse, 30 años de aporte y 65
años de edad los hombres y 60 años las mujeres, el trabajador puede no aportar más al
sistema previsional y sólo abonar las contribuciones al régimen de riesgos del trabajo y
la obra social, y continuar trabajando. Recién cuando cumple 70 años el empleador “…
podrá intimarlo a que inicie los trámites pertinentes, extendiéndole los certificados de
servicios y demás documentación necesaria a esos fines. A partir de ese momento, el
empleador deberá mantener la relación de trabajo hasta que el trabajador obtenga el
beneficio y por el plazo máximo de un año” (Art. 7 del Proyecto modificatorio del Art.
252 de la LCT Nº 20.744).
Del nuevo régimen jubilatorio se eximen los trabajadores públicos, aún aquellos que se
rigen por la LCT, dado que lo que quieren es que dejen de serlo, entonces no le
extienden la edad para jubilarse.
El objetivo es claro; en el corriente año 2017 las proyecciones del gobierno de Macri
son de:
Ingreso previsional: $ 630.284 millones – Gastos previsionales: $ 992.859 millones.
Déficit Previsional: $ 362.575 (3,76% del PIB) de cambiar el coeficiente de actualización
el déficit previsional pasaría a ser del 2,75% del PIB para el año que viene.
Además desfinancian el sistema previsional, ya que el fallo de la CSJN a favor de las
provincias de Córdoba, Santa Fe y San Luis declarando inconstitucional la deducción del
15% de la masa de impuestos coparticipables que realiza el Estado Nacional para
financiar a la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) había hecho su
parte, que hizo a su vez que el resto de las sub jurisdicciones reclamaran y acuerden
una devolución en cuotas para lo que desisten de los juicios iniciados, con lo que se
priva al sistema previsional de esos ingresos.
A esto se le suma la eliminación del artículo 104 del Impuesto a las Ganancias que
detraía el 20% de la recaudación de ese impuesto (en este año la AFIP estima recaudar
$ 545.446 millones, el 20% es $ 109.089,2 millones) y en compensación al vencer este
año la ley del Impuesto a los Débitos y Créditos Bancarios, cuya recaudación estimada
para el 2017 por la AFIP es de $ 166.784 millones, de los cuales iba el 70% a la Nación,
que lo cedería al sistema previsional (estaríamos hablando de unos $ 116.748,8
millones, con lo que teóricamente estaría compensado), pero en la reforma impositiva
que remitieron al Congreso de la Nación el gobierno propone que se tome el pago de
dicho impuesto a cuenta del Impuesto a las Ganancias, con lo que con sólo el correr del
tiempo la disminución de los ingresos del gravamen va a ser notoria.
Finalmente impulsan una reducción generalizada de aportes patronales en base a lo
determinado por el artículo 162 del título IV del proyecto de reforma tributaria, que
propone partir directamente de un tope de $12.000 desde la sanción de la ley, y
ajustable por la inflación (variación anual del Índice de Precios al Consumidor Nacional)
desde el 1/1/2019, que lo combinan con la propuesta de “Blanqueo laboral” por el cual
si se declara a un trabajador no registrado, dentro del plazo de 180 días de vigencia de
la ley, se condonan todas las deudas por aportes, contribuciones, infracciones, multas y
recargos e, incluso, se produce la extinción de la acción penal. Si se toma el plazo de
360 días paga sólo el 30% de la multa. A los trabajadores "blanqueados" se les
reconocen 60 meses de aportes previsionales (5 años) en una suerte de moratoria,
pero con el haber mínimo.
Con el pretexto de reducir trabajo informal, las empresas se ven beneficiadas
aportando menos contribuciones en el futuro y además se le abre la puerta para la
evasión y elusión en el pago, dado que hasta $ 12.000.- no se ven obligados a aportar al
sistema previsional.
La Reforma Laboral
Después del borrador que el gobierno entregó a la CGT a principios de noviembre, al
consensuado y luego remitido como proyecto de ley al Congreso, parece un juego de
chicos, pero no es así. El anterior era aberrante, pero Jorge Triaca aprendió de su
padre, amaga primero para negociar después. La reforma busca fortalecer el poder
patronal, abaratar indemnizaciones, generar nuevas modalidades laborales con menos
protección que el trabajo en relación de dependencia, y cambiar la correlación de
fuerzas y la distribución del ingreso entre empresarios y trabajadores.
Se suman los cuestionados temas de:
a) La creación de “bancos de horas”, para eliminar las horas extras, pasa a depender de
cada convenio;
b) También pasa a discutirse por convenio la creación del “Fondo de cese laboral” para
financiar a los empleadores las indemnizaciones por despido, por lo que en general
continúan rigiendo obligaciones previstas en la Ley de Contrato de Trabajo.
c) En el cálculo de las indemnizaciones se propone tomar el mejor haber habitual de un
empleado que es despedido sin causa no sólo el salario y el promedio de las horas
extras corrientes, sino también el proporcional mensual del aguinaldo y el premio
anual, “en cuanto sea una práctica habitual de la empresa”;
d) Se desiste del artículo propuesto en el “borrador” de igualdad entre el empresario y
el trabajador, eliminando la propuesta de "la cooperación entre las partes para
promover esa actividad productiva y creadora que constituye un valor social
compartido, generador de derechos y deberes recíprocos, y una regla esencial de
ejecución del contrato", pero se acepta como válida la renuncia a derechos adquiridos
por los trabajadores, cuando la LCT estima que la renuncia es inválida porque el
trabajador no puede tener plena voluntad para renunciar y lo hace condicionado para,
por ejemplo, mantener el empleo.
e) También se modifica el artículo 66 de la LCT (de Ius Variandi) en el sentido que
actualmente si el empleador modifica la forma y la modalidad de trabajo selladas en el
contrato es causa de despido injustificada, con la reforma enviada al Congreso de la
Nación ahora el trabajador deberá presentar su caso ante la justicia laboral y hasta que
ésta resuelva deberá cumplir con las nuevas tareas asignadas
f) Se mantiene del “borrador” de principios de noviembre sobre la terciarización de los
trabajos de limpieza, seguridad, mantenimiento general, servicios médicos y de higiene
y seguridad en el trabajo, gastronomía e informática "que se efectúen en el
establecimiento de explotación", con lo que se rompe la solidaridad ante el trabajador,
de la empresa beneficiada por el servicio, ante la empresa que lo presta.
g) También se mantiene del “borrador” la creación de la Agencia Nacional de
Evaluación de Tecnologías de Salud. Se trata de un insistente reclamo de las obras
sociales sindicales y también de las prepagas, para poner un freno a los juicios iniciados
por afiliados para la obtención de prácticas médicas o remedios no contemplados en
las coberturas de esas prestadoras.
En síntesis, como era de prever, se le confiere “parte del poder” de las negociaciones a
los sindicatos, a sus federaciones y confederaciones, pero basta recordar el acuerdo de
“competitividad” en la provincia de Tierra del Fuego entre las terminales electrónicas y
la UOM que, entre otros puntos, congela los salarios hasta junio de 2020, a cambio de
poner freno a despidos y suspensiones en esa industria, para poder proyectar lo que
puede llegar a ocurrir.
La crisis la genera el modelo de endeudamiento y altas tasas de interés, lo que hace
que sistemáticamente se retrase el tipo de cambio, con lo que al aumentar la oferta
presente de divisas, el salario convertido en dólares aparece como mayor que el de los
trabajadores de Brasil o México, pero es una irrealidad estimulada, por ejemplo, que la
tasa de corte de las LEBAC , del 14/11/2017, para 35 días fue de 28,75% ( a mayores
plazos fue de 29,6%) y en los mercados a futuro del país la divisa se cotiza a fines de
noviembre 2018 a $ 20,12 (coherente con el tipo de cambio promedio de $ 19,30 del
proyecto de ley de presupuesto de la Administración Nacional), lo que implica una
depreciación de nuestra moneda para un año del 13,5%, quiere decir que los capitales
especulativos que son los únicos que ingresan al país, ganarán en dólares una tasa del
15,25% anual (más de 12 veces la que ganarían en un país del OCDE), y este año 2017
ganaron, tomando noviembre contra noviembre, un 12% en dólares (La tasa de las
LEBAC fueron de 23,5% y la depreciación cambiaria del 11,5%). Esto sin contar lo que
ganaron en el 2016 cuando las LEBAC llegaron a pagar el 38% anual.
Todos los países que crecen productivamente (por ejemplo las naciones del este
asiático) combinan tasas de interés bajas con tipo de cambio competitivo (alto), es
obvio que para producir van a ir a esos países que ya de por sí tienen hace años una
flexibilización laboral acorde al modelo. Por más que flexibilicen y quiten derechos a los
trabajadores del país, por más que detraigan plata del sistema previsional, está roto el
equilibrio macroeconómico, que se refleja en un creciente déficit fiscal, acrecentado
por el pago de los servicios de la deuda externa (para este año el déficit fiscal de
Nación supera el equivalente a los u$s 32.000 millones y para 2018 ellos mismos
estiman que superará los u$s 35.000 millones) y en un creciente déficit comercial (El kg
de carne en gancho de exportación se cotiza a u$s 3,81 y el kg de asado en el país se
paga entre 7 y 8 u$s, ni carne se va a poder exportar, y contrario sensu se va a seguir
importando todo en desmedro de nuestras fuentes de trabajo y producción).
Reforma tributaria
El proyecto propone en un Art. sin número, gravar la renta financiera de:
“Títulos públicos, obligaciones negociables, títulos de deuda, cuota partes de fondos
comunes de inversión no comprendidos en el inciso c) siguiente, así como cualquier
otra clase de título o bono y demás valores, en todos los casos en moneda nacional sin
cláusula de ajuste: cinco por ciento (5%). El Poder Ejecutivo Nacional podrá
incrementar la alícuota dispuesta en el párrafo precedente, no pudiendo exceder de la
prevista en el inciso siguiente, siempre que medien informes técnicos fundados,
basados en variables económicas, que así lo justifiquen. b) Títulos públicos,
obligaciones negociables, títulos de deuda, cuota partes de fondos comunes de
inversión no comprendidos en el inciso c) siguiente, monedas digitales, así como
cualquier otra clase de título o bono y demás valores, en todos los casos en moneda
nacional con cláusula de ajuste o en moneda extranjera: quince por ciento (15%)”.
Los trascendidos plantean un mínimo no imponible del equivalente de renta financiera
(un activo financiero que genera ganancias al año de más de $65.700) por lo que recién
a partir de esa suma se grava si es en pesos con un 5% y si es en divisas un 15%, el
mismo gobierno estima que la recaudación esperada sería de sólo el 0,4% del PIB, pero
dado que no se tiene definido quienes serían los agentes de retención (los bancos se
quejan del mayor gasto administrativo), su instrumentación recién sería para el 2019.
Finalmente, el proyecto de marras y las medidas paralelas al respecto se propone:
a) Rebaja gradual del impuesto a las ganancias del 35% al 25% en 5 años. Si la empresa
reinvierte utilidades, se pagará a partir de 2019 una alícuota cada vez menor; si en
cambio no reinvierte y abona dividendos, se aplicará un gravamen adicional sobre
estos últimos para completar el 35%;
b) Se devolvería automáticamente el IVA pagado en la compra de equipos destinados a
la producción si en el término de 6 meses no pudo recuperarse con las ventas
normales;
c) El impuesto a los débitos y créditos bancarios sería computable hasta en un 100%
contra el impuesto a las ganancias;
d) Se puso en marcha un acuerdo con las provincias para la reducción de alícuotas en
ingresos brutos y de sellos, principales ingresos tributarios de las sub jurisdicciones
nacionales, ante lo ridículo del cobro del impuesto inmobiliario en general (menos del
1% del PIB) y del inmobiliario rural (menos del 0,5% del PIB);
e) Incrementa los impuestos a las bebidas con azúcar y la baja del precio al etanol de la
caña de azúcar y del maíz. Para las gaseosas y bebidas sin alcohol, cuyas alícuotas irán
de 4 (sin azúcar) y 8% (con azúcar) a 0 y 17% respectivamente.
En síntesis
El gobierno, avalado por el voto del 41%, avanza en la misma senda regresiva y
reaccionaria que lo hicieron en su momento la dictadura de Onganía y sucesores, de
Videla y sucesores, del menemismo y de De la Rua, pero con un nivel de elaboración y
consistencia menor. Con contradicciones y debilidades flagrantes, pero con el apoyo de
los grandes operadores económicos y los medios, ante una población que va de la
mayor indignación hacia la indiferencia, que se tornará violenta ante la desocupación,
caída del poder adquisitivo del salario, jubilaciones y pensiones, y con ello del menor
nivel de actividad, donde se retroalimentan 2 círculos regresivos, el de la tasa de
interés y revalorización cambiaria y el de menor nivel de actividad por menor C.
Esta historia ya la vivimos, terminó en el plan Conintes de Frondizi, en la represión del
onganiato y de los demás dictadores, en las aciagas jornadas del 19 y 20 de diciembre
de 2001. Hay una minoría que se enriquece y pretende que los que la pasan mal crean
que la única solución es que ellos vivan bien. Conforman una sociedad que como
afirma el Profesor Joseph Stiglitz va en contra de la meritocracia que dicen defender:
“El 90% de los que nacen pobres, mueren pobres por inteligentes y trabajadores que
sean y el 90% de los que nacen ricos mueren ricos, por idiotas y haraganes que sean.
Por ello, deducimos que “el mérito” no tiene ningún valor”.
Está en nosotros revertir ese camino de derrota y convertir la misma en una gran y
definitiva victoria, hacer un país para todos, que podamos vivir dignamente con trabajo
y con derechos y no que la pobreza de muchos sea la riqueza de unos pocos.
• Disminución del impuesto a las ganancias a las empresas que las reinviertan:
bajaría en 2019 del 35% al 30% y en 2021, al 25%. La alícuota actual es la más alta
entre los países latinoamericanos, mientras que entre los desarrollados sólo EEUU
cobra tanto. No se tocó la tasa de Ganancias para las personas con más ingresos, que
en Argentina sigue en 35%, mucho menos que en los países desarrollados, donde llega
hasta 57%. El presidente de la consultora First Capital Group, Miguel Arrigoni, advierte:
“Recién en 2021 habrá un fuerte incentivo para invertir y no llevarse la plata”. En
cambio, el tributarista César Litvin opina que es una señal para inversiones que se
hacen ahora y cuyos beneficios se verán en años. Se establecerían presunciones para
impedir distribuciones de utilidades encubiertas, como gastos personales de socios
pagados por la sociedad.
• ¿Reducción de Ingresos Brutos? Las alícuotas van del 0% al 8%, pero se aplica a cada
componente de la cadena productiva-comercial. La Nación quiere que las provincias lo
achiquen a la mitad y retoquen también el impuesto al sello y los que gravan productos
de otras provincias, en línea con un fallo de la Corte Suprema de este 1/11 contra las
llamadas “aduanas interiores”. Para presionar a los gobernadores, Macri tiene palo, no
zanahoria: 1) el posible fallo de la Corte a favor de que el Fondo del Conurbano sea
devuelto a Buenos Aires y deje de repartirse entre las demás, 2) el 31/12 próximo
vence la prórroga de un pacto fiscal de 1993; si eso ocurre, las provincias deberían
reducir Ingresos Brutos al 3% y aplicarlo sólo sobre la venta final de los productos y 3)
la amenaza de aplicar la incumplida ley de responsabilidad fiscal de 2004, que impone
restricciones más severas que la congelación del gasto corriente (no las obras públicas)
que establecería el proyecto de ley que ya pactaron Macri y 22 de los 24 distritos.
• Eliminación del tributo a autos y motos de gama media: los coches de $380.000 a
$800.000 dejarán de pagar un 10%, lo mismo que las motos de $70.000 a $140.000.
• Aumento del gravamen a aviones y a barcos de más de $430.000: del 10% al 20%.
• Creación del fondo de cese laboral, que financiará a los empleadores en las
indemnizaciones por despido.