Vous êtes sur la page 1sur 11

LA FELICIDAD Y LA PEDAGOGIA DEL AMOR UNIVERSAL DESDE UNA

VISIÓN DE EDUCACIÓN HOLISTA

Dr. Fernando Vázquez García

Introducción
La condición humana por la cual está atravesando en este siglo XXI, reclama un
detenerse para reflexionar porque se está degenerando con efectos como la
violencia, el secuestro, la extorsión, el suicidio, el engaño, la mentira, el robo, en
fin se puede decir que hay ausencia de valores y nos preguntamos ¿Qué está
haciendo la escuela y la familia como instituciones encargadas en la formación de
los sujetos por ser mejores seres humanos o de plano nos estamos encontrando
con el claudicar de ciertos paradigmas que explican el proceder de la humanidad y
que en estos momentos históricos ya no responden a lo complejo, pero sobre todo
a la nueva visión de entender la educación holista.
Ante este escenario fenoménico lleno de caos y contradicciones humanas y
sociales en el cual existe una desarticulación entre el universo, el mundo, la
materia, el hombre se encuentra lejos para alcanzar la felicidad, cuando esta está
tan cerca y que está presente y que por su miopía no puede verla o mejor dicho
sentirla como esencia de su propio ser, porque puede más el sufrimiento y el
placer como actos externos que favorecen más el pensamiento utilitarista y
pragmático que la consciencia espiritual la cual debe de trascender para ser
felices.
El presente ensayo recupera la relación que guarda la educación holista como
pedagogía del amor universal y su relación con una serie de aspectos importantes
que favorecen la esencia de la integridad humana, rescatando por poner un
ejemplo; la importancia de visualizar la realidad como parte del todo, y el todo
como parte, es decir dentro de esta perspectiva interconectar aspectos de la
inteligencia espiritual como los estados del conocimiento, el ser interior
relacionado con la conciencia y la felicidad, la importancia de la observación y la
atención, la relación del Ser con el Tener. Todo este saber ser como común
denominador de la práctica educativa ya que en ella se puede manifestarse la
importancia de las comunidades de aprendizaje, la integridad educativa, el perfil
de un docente holista, los estilos d aprendizaje y la transdisciplinariedad como una
nueva forma de conocimiento.

Desarrollo
Es difícil de entender que la felicidad es un estado natural y es real cuando el
contexto en apariencia nos manifieste en sus formas fenoménicas y
pseudoconcretas, lo contrario a pesar de las múltiples evidencias en las cuales se
enfrenta la humanidad en el transcurso de su devenir histórico-social sin importar
la edad, “tal es el caso de Leonardo cuando a sus escasos dos años, cuando en
su CENDI (Centro Educativo de Desarrollo Infantil) es “castigado” por su docente
por no querer tocar el instrumento musical que se le decía, ya que a él siempre le
gusta tocar el “tambor”, pero a pesar de ello todavía la docente le reclama a su
mamá tal hecho para que a su regreso a casa le llame la atención por no querer
obedecer el que tiene que respetar a sus compañeros y que no puede tocar otro
instrumento sino el que se le indique”. Como este ejemplo hay muchos que
ilustran como el sufrimiento existe como algo imaginado y que de forma
permanente son ganchos para no disfrutar la verdadera felicidad a pesar de lo
complejo que parezca en su corta edad y cómo éste se transmite
generacionalmente y va pasando el mensaje reproduciendo patrones de una
sociedad alejada de cualquier indicio de manifestación que supere el sufrimiento y
se alcance a la felicidad.
Es importante reconocer que la contradicción para llegar a alcanzar la dicha de la
felicidad no es fácil lograrla cuando se transita en una sociedad fragmentada y
parcializada ya que se circunscribe la visión mecanicista, en la cual lo más
importante es el mundo de lo material y sus formas externas. Es decir retomando
el ejemplo de lo que vivió Leonardo, a su maestra no le intereso la felicidad de él,
priorizó que era más importante que tocará el instrumento de su interés y no del
interés del niño, en el caso de él, lo único que no logró fue sentir el placer de tocar
“el tambor”, desde una perspectiva sensorial y mental, luego entonces esperemos
que en lo sucesivo él no se apegue en aferrarse al placer de tocar un instrumento
porque en existencia se va encontrar con los sufrimientos como una constante en
su vida y aunado a ello con establecer relaciones con sujetos que tienen una
visión empirista que lo único que hace es seguir empañando nuestras relaciones
sociales y por ende las relaciones entre la enseñanza y el aprendizaje.
Después de este ejemplo y el cual ilustra el transito permanente que vivimos en
nuestro devenir, resulta de gran interés centrar la atención como factor de
aprendizaje en una serie de categorías que se encuentran relacionadas con la
felicidad y su relación con la educación holista. Esto implica que es necesario
estar despiertos ante los hechos que enfrentamos en hoy, en un presente que
debe ser entendido como una realidad de estudio que pasa desde un estado
consciente a través de la observación, esto implica seguramente hacer uso de los
procesos internos superiores como es la atención, el lenguaje, la percepción, el
interés, la memoria y el pensamiento.
Aprender a generar la atención ante los hechos que se encuentran relacionados
con la actividad del hombre es entonces generar prácticas conscientes que
puedan favorecer el saber diferencias cuando una acción puede o no ayudar a
sentirnos mejor y no caer en las percepciones que engañan la verdad y nos
ocasionan sufrimiento ya que se prioriza el estar en las formas, en las estructuras,
en lo superficial, en lo intrascendente o irrelevante. Si esto lo aplicamos de forma
consciente en cada una de las actividades estaríamos generando como efecto una
liberación de sentimientos que no ayudan a transitar hacia la búsqueda de un
estado de alegría y finalmente de felicidad.
En el caso de la práctica docente los actores principales docente-alumno, la
actividad de la observación y atención en el proceso de la enseñanza y del
aprendizaje viene a favorecer la esencia del significado educativo por que se
tendrá el cuidado de que con el más alto nivel de lo que implican estos dos
procesos como actividad interna para que el entendimiento en la asimilación de los
conocimientos pasen por un puente óntico entre lo sensorio-motor y llegar a la
trascendencia. Pero, como lograrlo cuando nuestra educación es materialista y
dualista la cual impide llegar a una formación en lo trascendente, es entonces
ahora el momento de generar un rompimiento paradigmático y crear condiciones
que integren la visión holística en educación y empezar a experimentar los nuevos
cambios de ascensión del conocimiento.
Ser más atentos y observadores ante las cosas que simulamos, ver entre los
objetos y cosas que interactúan de forma permanente es aprender a tener un
acercamiento a una realidad compleja que debe invitarnos a descubrir lo que está
en el interior de la materia, cuerpo y mente. Los modelos educativos en el trabajo
docente si practicaran estas acciones desde un punto de vista formativo y con una
perspectiva integral, entonces la formación que estarían posibilitando serían hacia
un modelo de sujeto armónico.
Es importante hacer un alto y detallar cuando se habla de la formación en su
relación con el conocimiento, sobre todo en aquello que no se toca para favorecer
la atención y que es digno de analizar. Es decir, si desde la visión de la educación
holista se puede generar la iniciación de la práctica de la meditación e ir
desarrollando en nuestros alumnos un conocimiento consciente de que
coexistimos en un cuerpo y que guarda una estrecha relación con los sentidos al
igual que la mente. Esta actividad si el docente en sus espacios de la intimidad del
proceso de enseñanza-aprendizaje se trabajará ayudaría de forma trascendente a
la asimilación de los conocimientos buscando la integración de los mismo como un
todo y así tendría más sentido epistemológico la acción pedagógica del docente.
Es sin duda, entonces que quien tendría que generar de inicio este proceso de
búsqueda interna es el docente, entendiendo esto como el reconocimiento de una
exigencia histórica por cambiar las prácticas de enseñanza tradicionales,
mecanicistas, lineales, conductuales, verticales, impositivas, deterministas y
condicionadas por el cumplimiento de objetivos procedimentales, actitudinales y
cognitivos.
El despertar la conciencia, nos puede guiar en la práctica docente a generar una
serie de valores; paciencia, respeto, responsabilidad, tolerancia, pertinencia,
solidaridad, entre otros y que seguramente fortalecerían aún más la formación del
ser humano y que en este siglo XXI son exigencias sociales, pero ante todo ser
mejores personas que vayan buscando la consciencia espiritual. Es claro, que en
la cotidianidad del hacer y ser docente esto no se practica en su generalidad, sin
embargo es necesario emprender un rumbo diferente que rompa esquemas y
tradiciones y que sea un valor agregado a dichas prácticas y así conectar en la
profundidad del núcleo central del proceso de enseñanza-aprendizaje un germen
que puedo ayudar a trascender a interpretar el mundo, la sociedad, el universo y el
hombre como un todo interconectado, de tal forma que entonces las diversas
disciplinas pasarían a ser tratadas ya no desde la unidisciplina, multidisciplina,
interdisciplina, sino a través de la transdisciplinariedad, porque sólo con una visión
holista, la educación tendrá sentido y guardará una estrecha relación con el
paradigma de este milenio, dejando de lado lo dogmático y lo cientificista.
Ante estos planteamiento es interesante ver al docente y al alumno desde una
posición fuera de la búsqueda de la verdad a través de los sentidos y enfilarse a
una visión cuántica que le permita generar la transición hacia la no dualidad y
rompiendo el mundo causal, es decir dejaríamos de ejercer prácticas erróneas
pensando aún que lo más importante es la información que depositamos en el
cerebro del alumno y que sólo hay un método que explica el conocimiento de la
ciencia y que sólo el carácter instrumental tiene sentido en el proceso de la
enseñanza.
El despertar de una práctica educativa consciente es darnos cuenta que no
podemos seguir viviéndola de ilusiones porque estaremos cayendo en la una
falsedad de la realidad y no estaremos cumpliendo con la felicidad de favorecer la
naturaleza propia del significado de la verdad. Es decir, estaríamos aceptando el
sentido de la pertenencia ante una necesidad de ver la realidad desde una visión
de la educación holista que sea incluyente a través de la experiencia humana,
dejando de lado la ignorancia y el dogmatismo que empañan nuestros ojos para
ver la verdad con la acción pedagógica la cual no es única desarrollada por el
docente, sino por el hombre que quiere trascender en el compartir de la cultura
generada con su consciencia espiritual (humana), logrando ante todo el despertar
de una inteligencia de nuestra verdadera naturaleza.
Se trata entonces de estar ante el límite del conocimiento del nuevo paradigma
humano de educación que tenga como fin último buscar la integridad educativa,
que rescate la relación entre sujetos que dejen de lado el papel reduccionista y
mecánico de como concebir las realidades. Pero el cuestionamiento que nos
hacemos; ¿cómo trascender a ello, si las políticas educativas responden a los
intereses del gran capital, bajo la tendencia de un modelo económico hegemónico
llamado protoestado? Es sin duda un gran dilema el que se nos presenta en
nuestro accionar diario en lo personal y en lo profesional porque que la visión
planetaria de los grupos oligárquicos de poder político-económico está orientado
hacia el modelo de competencias y que finalmente pretenden un modelo de sujeto
competente en el aprender a aprender, aprender a hacer, aprender a ser y
aprender a convivir como pilares sustanciales desde un marco filosófico plateado
por Jacques Delors (1997), en su informe que preside en la UNESCO de la
Comisión Internacional sobre la Educación para el siglo XXI, y que es digno de
aclarar que a pesar de este tiempo poco se ha avanzado por la miopía en el
entendimiento de dichos encargos educativos dado que seguimos todavía
sumergidos en el intento de alcanzar la interpretación de la realidad desde el ojo
de la mente o simbólico como lo hace mención el Dr. Gallegos (2003), en cuanto
la existencia de la reflexión de la cultura, en este caso si lo vemos desde la
perspectiva de la educación vemos que seguimos enganchados a pesar de los
esfuerzos en seguir transitando entre lo sensorio-motor y lo empírico analítico. Es
decir, sólo se aprende si existe un cambio de conducta porque sólo el estímulo y la
respuesta generan una simbiosis en el conocimiento, por otro lado también se
sigue favoreciendo una psicología cognitiva en donde sólo interesa el proceso
interno de cómo aprende o asimila la información el sujeto, en el cual sólo se
rescatan los conceptos de asimilación, acomodación y equilibrio.
En el sentido cómo se genera el entendimiento del modelo basado en las
competencias va orientado más hacia el Tener y no en el Ser. Ello representa una
reflexión interesante recuperando los planteamientos del Dr. Gallegos (2003)
porque está ligado por ejemplo el tener con el pilar de la preparación del sujeto
“para la vida” (aprender a convivir), es decir, centra la atención “soy por lo que
tengo”, de tal manera que si hacemos una analogía uno de los grandes desafíos
en el modelo en competencias es que el sujeto en formación se esté preocupando
por tener un cúmulo importante de habilidades intelectuales específicas y un
dominio de contenidos disciplinares que puedan en un momento dado ayudar a
interpretar ciertas parcelas del conocimiento ya sea desde lo natural, lo social y de
pensamiento, ello se ve evidente por ejemplo en la política educativa en la
formación inicial de los futuros docentes (SEP, 1999), lo lamentable es la
asincronía que se manifiesta en el estado actual de la necesidad de centrar la
atención en un paradigma educativo centrado en humanidad, como lo es la
educación holista y vemos el retraso formativo en el docente dado que éstos serán
los que estarán guiando esta nueva perspectiva global y consciencia plena por
favorecer otro tipo de entendimiento planetario, mundial y universal de lo que
realmente significa el Ser de la humanidad.
Siguiendo en el análisis del ámbito de la competencia dentro de la formación de
formadores podemos establecer la preocupación del dominio del Tener las
competencias didácticas necesarias para poder enfrentar una práctica educativa
asumiendo “el control” del proceso de aprendizaje con el sin número de
mediaciones que se establecen en un proceso didáctico, como lo son; las
actividades con una lógica procedimental e instrumental, los materiales y recursos
didácticos, estrategias de aprendizaje y un sistema de evaluación que mide y
valora los alcances obtenidos de los contenidos asimilados y que de alguna
manera determinan un desarrollo cognoscitivo alcanzado por los sujetos y así
definir “una calificación” de logro alcanzado que dentro de nuestro Sistema
Educativo Nacional Mexicano que ahora le llamamos “estándares de aprendizaje”,
que no es otra cosa que mostrar en el sujeto su nivel alcanzado.
En este orden de ideas desde la competencia y su relación con el Tener, vemos
como las habilidades intelectuales específicas, el dominio de contenido y las
competencias didácticas tienden a generar el carácter externo en la formación de
los sujetos pero lo interesante de esto que existen otras competencias como es la
identidad ética y profesional, así como la de tener la capacidad de percepción de
las condiciones del entorno social y las relacione con su ámbito de participación.
Estos dos campos de competencias son interesantes en su carácter interno
porque tocan fibras muy sensibles desde la óptica de la ontología y que finalmente
de lo que se pretende es que tanto el Ser como el Tener se incluyan. Cabe señalar
que a pesar que describieron de manera general los cinco campos de
competencia en la formación como un encargo social de las políticas educativas y
que están permeadas en los diversos diseños curriculares de educación normal en
la formación de formadores se reclama urgentemente un cambio de reforma
curricular que vaya de forma paralela con la educación holista, porque es la única
que rescata la naturaleza humana en todos sus dimensiones como es el Ser-
Conciencia-Felicidad.
La educación holista es un paradigma transdisciplinario e integral, recupera la
esencia del ser humano desde diferentes ángulos de ascensión pasando lo
sensorial empirista, lo mental racional hasta llegar a la contemplación y
consciencia espiritual. Sólo a partir de él se puede explicar la parte y el todo y el
todo y la parte, desde una perspectiva de interconectividad, además se establecen
redes sociales y se encuentra en el pensamiento de cada sujeto, sin llegar al
teoricismo que nos es otra casa más que la acumulación de un saber sin guardar
relación con la esencia humana. En cambio cuando se habla de relaciones,
contempla la ciencia, la autoconciencia, la contemplación, la inteligencia
espiritualidad y todas aquellas peculiaridades del ser.
El docente como formador desde la visión holista debe de tener una serie de
cualidades que como perfil puede favorecer los aprendizajes globales en los
alumnos. Entre los que se encuentra:

• Tolerante.
• Paciente.
• Conocedor de aprendizaje integral.
• Capacidad de autorregular.
• Solidario.
• Saber trabajar en comunidades de aprendizaje.
• Trabajo docente desde la integridad educativa.
• Poseer la atención como un valor.
• Ser observador.
• Favorecer la inteligencia espiritual.
• Poseer una conciencia kosmocentrica (servir a los demás).
• Ser solidarios, libres y fraternos.
• Tener una formación transdiciplinaria.
Los rasgo sólo son algunos que como podemos observar tenemos que trabajar
mucho en nuestra paz interior y generar prácticas conscientes para ir logrando
cada uno de ellos para ir trascendiendo e ir avanzando en ser un educador con
visión holista.
Profundizaré en algunos de ellos dado el interés que tengo porque se relacionan
mucho con la práctica educativa que actualmente genero a partir de la formación
de formadores y considero que es una de las preocupaciones de impacto como es
lo que tiene que ver con las comunidades de aprendizaje y lo transdiciplinario
porque el desarrollarlos desde una práctica consciente y plena puede a su vez e ir
trabajando la felicidad en cada uno de los alumnos que en devenir no muy lejano
asumirán sus responsabilidades como docentes en el servicio de la educación
básica, en particular en lo que se refiere a la personalidad del desarrollo evolutivo
de los adolescentes que a decir verdad, son muy vulnerables y corren riesgos
permanentes de la enajenación y alineación por los grandes impactos que tiene el
consumo y el placer mal orientados.
La visión mecanicista es sin duda una perspectiva que abonó mucho a la actual
situación planetaria que tenemos, un mundo transnacional y de política de
pensamiento neoliberal ha hecho que nuestro pensamiento actúe ante los
estímulos de las formas y estructuras del consumismo, del ego, del narcisismo, del
hedonismo, de lo parcial y miope del conocimiento, y lo peor de todo crear las
condiciones para formar un sujeto apto para la división internacional/transnacional
del trabajo. Esto último nos lleva reflexionar desde una posición contraria, es decir,
desde la visión holista entonces no priorizaremos el individualismo en las
instituciones educativas sino las comunidades de aprendizaje en donde se genera
una integración e interconexión bajo el respeto de la diversidad de los alumnos,
considerando que cada uno de ellos tiene su propia esencia humana, con sus
debilidades y potencialidades, así como con áreas de oportunidades para seguir
creciendo en su interior para proyectarse en la transformación y evolución con
aprendizajes significativos.
Para trabajar en comunidad de aprendizaje, es necesario considerar la pertinencia
de poseer un alto sentido de la cultura de la colaboración, en donde cada uno de
sus miembros se articula con sus valores, hábitos, capacidades, destrezas,
habilidades y potencialidades que formarán parte esencial de la inclusión que
tendrá el colectivo en estudio. Como se observa el papel del docente es
trascendental dado que sería el primero en ejercer y trabajar en la cultura de la
colaboración, porque sólo de esta forma puede derivar a partir de sus experiencias
el significado profundo de orientar y guiar a sus alumnos para que logren sus
objetivos y propósitos de manera común.
La comunidad de aprendizaje debe ir acorde a la visión holista de la educación, ya
que los miembros que son parte de ésta también deben de tener el entendimiento
del pensamiento global/total en donde todo está interconectado; cuerpo, mente e
inteligencia espiritual, si estos principios fundamentales lo poseen entonces el
tránsito hacia el conocimiento del ser y la autoconsciencia llegará. No es una tarea
pedagógica fácil, se requiere de mucha práctica de integridad educativa para que
todo esté conectado, sin olvidar que hablar de aprendizaje es descubrir que hay
una multidiversidad de formas de aprendizaje, por consecuencia también debe
haber una gran diversidad de estrategias de cómo aprenden los alumnos tal como
lo manifiestan la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner (2004),
inteligencia lingüística, inteligencia musical, inteligencia lógico-matemática.
Inteligencia espacial, inteligencia cinestesicocorporal, inteligencia interpersonal e
intrapersonal.
Como se puede manifestar la visión holista es transdiscipinar, proyectada en el
fenómeno educativo y de manera concreta en los procesos de enseñanza y de
aprendizaje, ya no prioriza la unidisciplina, la multidisciplina y la interdisciplina, por
que se reduciría su ámbito de trascendencia hacia la formación y desarrollo de la
personalidad del alumno, de tal forma que en los últimos años se está llevando
acabo intentos en estarla desarrollando en las instituciones, sobre todo de
educación superior, y han favorecido en su intervención a la investigación social
como puente metodológico fundamental hacia el logro de la transdisciplina.
En otras palabras se pretende para estudiar y practicar la transdisciplinariedad en
el trabajo docente de un gran esfuerzo de responsabilidad y compromiso en el
trabajo colaborativo a partir de las comunidades de aprendizaje o como lo llaman
en algunas de las instituciones de educación superior en Academias (colegio de
docentes, academias de grado, academias de líneas de formación). Por ejemplo,
en nuestra Escuela Normal Superior de Michoacán se hizo un gran intento de
trabajar la transdisciplina, la cual nos llevó muchas horas de trabajo de estudio
mediante un curso intensivo coordinado por la Dra. Rubio (2014) y colaboradores
muy cercanos, de entrada tuvimos que aprender a desaprender esquemas
mentales, pero sobre todo el paradigma educativo que no va a acorde a esta
nueva visión de trabajo, después el adentrarse al estudio profundo del curriculum
vigente a través del plan de estudio y programas de la SEP (1999), para descubrir
su estado ahistórico y darse cuenta que urge una reconstrucción curricular
cambiando ante todo el enfoque o visión holista, aunque aclarando no desde una
perspectiva de la filosofía perenne, que sería interesante ahora que estoy
descubriéndola el intentar experimentarla sobre la práctica educativa.
El intento mayor de inteligibilidad entre los participantes fue considerar ciertas
categorías para sustentar la transdisciplina y como resultado presento el siguiente
esquema como un intento de iniciación a este enfoque:
Esquema No1. La Formación Profesional Docente
(Archivo de la ENSM)

Como se observa la necesidad por llevar a cabo la práctica educativa va en el


sentido de lograr una formación docente profesional que responda al encargo
social en la formación inicial preparando docentes en educación básica
(secundaria), tomando en cuenta en un primer momento el conocimiento de lo que
está pasando de lo global a lo local, ya que describir la contextualización de los
efectos de lo que se deriva de lo global hace entrar en un primer acercamiento
empírico analítico, para después pasar desde una lógica racional y así poderlo
conectar con los ámbitos de participación como lo son ; el respeto a la
interculturalidad, el manejo de las tecnologías de la información y comunicación
social, las habilidades diversas que deben de tener los alumnos durante su
formación inicial, todo ello mediante procesos de reflexión que regulen su
pensamiento ante su actuar y finalmente considerando el carácter de
sustentabilidad, porque es necesario incluir nuevas categorías y conceptos
ordenadores en el discurso y en las acciones tales como, el cuidado al medio
ambiente, el reciclado, la ecosustentabilidad, la ecología.
El modelo que se pretende es sin duda el buscar alcances de niveles de
conocimiento que autorregulen las actividades internas y externas en docentes y
alumnos y que lo complejo sería el cómo operar para tener alcances formativos
desde lo analítico, interpretativo, lo comprensivo y lo interviniente.
Desde su parte operativa se pensó que la transdiciplina se genere
metodológicamente a partir de nodos problemáticos tal como se muestra en el
siguiente esquema diseñado por la Dra. Rubio (2014);
Esquema No. 2 Nodos problemáticos
(Archivo de la ENSM)

Los nodos estarían interconectando los cuatro tipos de aprendizaje recuperados


desde los pilares que sustenta Jacques Delors (1997), puntualizando que cada
uno de los contenidos disciplinarios estaría favoreciendo la interdependencia
desde una visión global, considerando los grados de alcance de cada programa de
estudio y de los objetivos de aprendizaje planteados. Así mismo, para cumplir con
una formación más integral se diseñó las tutorías, cursos cocurriculares y talleres
complementarios para fortalecer ciertas debilidades y potenciaciones de los
estudiantes.
Todo este planteamiento de intento transdisciplinar está en proceso de que vaya
madurando. Aunque cabe aclarar, que ahora que se está teniendo esta coyuntura
formativa de visión holista desde la filosofía perenne podemos fortalecer este
trabajo colegiado compartiendo con los colegas y alumnos la importancia y
trascendencia incluir otros elementos que se encuentran inscritos desde la
Pedagogía del Amor Universal, porque es evidente que todo debe girar en el
sentido de la recuperación de una Pedagogía Humana, que búsquela integralidad
educativa, con valores y principios, con inteligencia espiritual para llegar a la
realización plena de la naturaleza humana, como lo es la felicidad.

Conclusiones
La educación holista es una nueva forma de descubrir las realidades, dejando de
lado las posiciones dogmáticas y cientificistas, porque en la actualidad no es
comprender la esencia humana desde las parcelas del conocimiento,
fragmentados éstos sin conexión alguna, en fin no responden al visión global/total
que el hombre en su devenir tiene como exigencia histórica buscar salir de los
procesos parcos y miopes que le ha heredado el paradigma cartesiano y hacer el
salto hacia la felicidad sin llegar a caer en los ganchos del sufrimiento y de los
egos, así como a los placeres que confunden la alegría momentánea por la
felicidad plena que siempre ha estado en nuestro interior, sólo que no nos damos
cuenta que existe en lo interno del Ser.
Si educación holista es la pedagogía del amor universal, entonces podemos
concluir que es una herramienta valiosa que debemos practicar en este siglo XXI
para estar preparados y llegar a niveles de la consciencia espiritual, aventurarnos
a desarrollar una serie de experiencias que nutran al hombre por sí mismo desde
la aprehensión en la formación y desarrollo de nuevos valores como la paciencia y
la atención, ya que estos son factores fundamentales para lograr los aprendizajes.
También es de gran importancia el considerar el trabajo transdisciplinar en
cualquier actividad que desarrolle el ser humano y en particular en las prácticas
educativas ya que debe ser una metodología de desarrollo pleno para alcanzar la
felicidad interna y la alegría y disfrute en el logro de los hábitos, los conocimientos,
las capacidades, destrezas y habilidades, así como de los valores, actitudes que
ayuden a ser una mejor persona en lo individual y en lo social.

Bibliografía
Delors Jacques (1997), La educación encierra un tesoro, Organización de las
Naciones Unidas, colección: educación y cultura para el nuevo milenio, editorial
Dower, México.
Gallegos Nava Ramón (2010), El Néctar de la Felicidad, Fundación Internacional
para la educación Holista, Primera Edición, México.
Gardner, Howard, estructuras dela mente, La teoría de las inteligencias múltiples,
segunda edición, Editorial Fondo de Cultura Económica, México
Gallegos Nava Ramón (2003), Pedagogía del amor universal, una visión holista
del mundo, Fundación Internacional para la educación Holista, Primera Edición,
México.
SEP (1999), Plan y programas de estudio de Educación Normal, México.

Vous aimerez peut-être aussi