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CÓDIGO DE HAMMURABI

Los últimos acontecimientos relacionados con la


justicia han traído a mi mente uno de los primeros
códigos de leyes que se conoce de la humanidad,
hablo en concreto del Código de Hammurabi, escrito
alrededor del 1790 antes de Cristo en la antigua
Babilonia.

El código se conserva en el Museo del Louvre de Paris


grabado en una estela de basalto de más de dos
metros de altura. En la parte superior está
representado el rey Hammurabi junto con el rey del
Sol mesopotámico (Shamash). En la parte inferior se
encuentra el código en sí grabado en caracteres
cuneiformes acadios.

Procede de la antigua Mesopotamia y fue tallado en un bloque de basalto de casi


2’50 metros de altura, muy probablemente en el año 1760 a.C. Inicialmente recibió
cobijo en el templo de Sippar -actualmente Irak-, después viajó hasta Susa -ahora
Juzestán, en Irán- y desde principios del siglo XX descansa en el Museo Louvre de
París. ¿Qué es el Código de Hammurabi?

El Código de Hammurabi es uno de los conjuntos de leyes más antiguos y mejor


conservados que existen. Sus normas, basadas en la aplicación de la ley del Talión,
están talladas en piedra y, en su conjunto, son consideradas como la antesala de
algunos conceptos jurídicos modernos.

Las leyes del Código de Hammurabi eran de origen divino e inmutables. Eran reglas
fundamentales, escritas para regular el día a día de los pueblos mesopotámicos y
no sujetas a cambio ni por parte del mismísimo rey.

El Código de Hammurabi toma su nombre del monarca del mismo nombre que
impulsó su elaboración. Está grabado en una estela de diorita, en cuya parte
superior está representado el propio Hammurabi junto al dios Sol de Mesopotamia,
Shamash. Las leyes están escritas debajo, en caracteres cuneiformes acadios.
¿Qué clase de leyes recoge este código?

Pues básicamente se trata de una forma compleja de la Ley del Talión, es decir, el
famoso “ojo por ojo, diente por diente”. La Ley del Talión es un principio jurídico de
justicia retributiva en el que la norma impone un castigo que se identifica con el
crimen cometido.

Dicha ley aparece citada varias veces en la Biblia, por ejemplo en el Éxodo 21:23-
25 encontramos las famosas frases:

Pero si sucede una desgracia,


tendrás que dar vida por vida,
ojo por ojo, diente por diente,
mano por mano, pie por pie,
quemadura por quemadura,
herida por herida, contusión por
contusión.

El código de Hammurabi incluye


282 leyes algunas de las cuales
recogen casi literalmente las famosas sentencias de la Ley del Talión:

196. Si un hombre quita el ojo de otro hombre, su ojo será quitado.


200. Si un hombre extrae el diente de otro hombre, su diente será quitado.

Otras sentencias incluyen el concepto de justicia retributiva o, básicamente, que te


hagan a ti lo que tú has hecho a otros, a veces de una manera peculiar.

209. Si un hombre golpea a una mujer embarazada, lo que le provoca el aborto,


entonces deberá pagar 10 shekels por su pérdida
210. Pero si la mujer muere también entonces la hija del agresor será sentenciada
a muerte.

Pero también el código incluye compensaciones por los delitos, algunas veces eran
compensaciones monetarias pero otras veces eran condenas más brutales que
incluían mutilaciones y, como no, la pena capital:

6. Si alguien roba la propiedad de un templo o de la corte, será sentenciado a muerte


junto con el receptor del artículo robado.
195. Si un hijo golpea a su padre se le cortarán las manos

Sin embargo el código no se paraba sólo en los castigos, sino que también se ponía
a organizar la vida de las familias en aspectos como las relaciones conyugales, las
relaciones paterno-filiales, etc.

128. Si un hombre toma una mujer a la esposa, pero no tiene relaciones con ella,
esta mujer deja de ser su esposa.

168. Si un hombre desea expulsar a su hijo de su casa, y declara ante el juez:


“Quiero expulsar a mi hijo”, entonces el juez examinará en sus razones. Si el hijo no
es culpable de ninguna falta, por la cual se le pueda expulsar de forma justa,
entonces el padre se verá obligado a readmitirlo.

Regulaba también los servicios profesionales:

229. Si un constructor no construye una casa correctamente, y esta se derrumba


matando a su dueño entonces el constructor deberá ser condenado a muerte.

Y, como no, siempre hay clases y los esclavos también tienen sus derechos, aunque
un poco reducidos.

199. Si un hombre extrae el ojo de un esclavo, o rompe sus huesos, entonces


deberá pagar la mitad de su valor.

El código también incluía normas para controlar los juicios, así que se cuidara
mucho el Garzón de la época que la prevaricación ya estaba penada:

5. Si el juez de un caso llega a una decisión y la presenta por escrito, y luego se


descubre que hubo un error en la decisión y que fue por su culpa, entonces debe
pagar 20 veces la multa impuesta por él en el caso, será públicamente apartado de
su puesto y nunca más podrá dedicarse a la judicatura

¿Son civilizadas este tipo de leyes?

Uno de los problemas de leer hechos históricos es pretender juzgarlos con la moral
actual, es decir, no es la primera vez que leo artículos hablando de Julio César al
cual ponen a caldo por “lanzarse a conquistar otros países”. Vale que hoy en día
eso está mal visto, pero en la época de César o conquistabas o te conquistaban,
era ley de vida, y el mejor dirigente era aquel que expandía las fronteras de sus
dominios.
Con estas leyes pasan cosas similares, se las
juzga desde el punto de vista de los códigos de
leyes actuales y se las critica por salvajes:
mutilaciones, asesinatos, desprecio por la
integridad de los esclavos o de la mujer, etc. Sin
embargo, la gente no se da cuenta de que códigos
de leyes como el Código de Hammurabi son más
una muestra de civilización que de salvajismo y
que el “ojo por ojo, diente por diente” no es más
que el propósito de limitar la venganza de los
agraviados: si a ti te han quitado un ojo entonces
sólo tienes derecho a resarcirte quitándole un ojo a tu agresor, pero nunca podrás
mutilarlo de otra forma y mucho menos matarlo.

El código de leyes unifica los diferentes códigos existentes en las ciudades del
imperio babilónico. Pretende establecer leyes aplicables en todos los casos, e
impedir así que cada uno "tomara la justicia por su mano", pues sin ley escrita que
los jueces hubieran de aplicar obligatoriamente, era fácil que cada uno actuase
como más le conviniera.

"(...) entonces Anum y Enlil me designaron a mí, Hammurabi, príncipe piadoso,


temeroso de mi dios, para que proclamase en el País el orden justo, para destruir al
malvado y al perverso, para evitar que el fuerte oprima al débil, para que, como hace
Shamash Señor del Sol, me alce sobre los hombres, ilumine el País y asegure el
bienestar de las gentes.", se dice al principio del código.

"Cuando Marduk me encargó llevar el orden justo a las gentes y mostrar al País el
buen camino, puse en la lengua del País la ley y la justicia y así fomento el bienestar
de las gentes.

Por eso he dispuesto: (...)" El código de Hamurabi no distingue entre derecho civil y
derecho penal. En él hay leyes que regulan las relaciones comerciales,
patrimoniales, etc, y también leyes que determinan lo que es delito y la pena que
corresponde a cada delito. Sin embargo esto se hace sin ninguna sistematización,
simplemente se suceden leyes que enumeran los posibles casos y lo que se debe
obrar en consecuencia ("si ha pasado esto, se hará esto otro").

En el código no se distingue entre derecho civil y penal, es decir, se dan leyes que
regulan los asuntos de la vida cotidiana y leyes que castigan los delitos. Se regulan
el comercio, el trabajo asalariado los préstamos, los alquileres, las herencias, los
divorcios, la propiedad, las penas por delitos de robo, asesinato, etc.

El texto del código también nos sirve para saber cuales eran los delitos más
frecuentes en la época, pues un delito previsto será un hecho que acontece con
relativa frecuencia. En las penas aplicadas a cada delito se distingue si hay
intencionalidad o no, y cual es la "categoría de la víctima y la del agresor". Así la
pena es mayor si se ha hecho adrede y menor si ha sido un accidente; mayor si la
víctima es un hombre libre menor si es un esclavo.

La mayoría de las penas que aparecen en el código son pecuniarias (multas),


aunque también existe pena de mutilación e incluso pena de muerte. En algunos
casos la ley opta por aplicar talión, es decir, hacer al agresor lo mismo que él hizo
a su víctima siempre que ambos sean de la misma "categoría".

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