Vous êtes sur la page 1sur 5

SAN MIGUEL FLORES, PETÉN.

HISTORIA.

FUNDACION DE TAYASAL

El territorio que hoy ocupa San Miguel, fue primero llamado Tayasal por los
Itzaes quienes fueron los primeros habitantes del lugar, la fundación del lugar
lo constituye una historia de amor entre dos príncipes que estaban
destinados a estar separados pero que por amor dejaron sus reinos.

Esta es su historia.

EL RAPTO DELA PRINCESA SAC-NICTE

Un apuesto joven y guerrero, príncipe descendiente de la dinastía del Gran


Canek, cuyo reino pertenecía a Chichén ltzá, se enamoró apasionadamente
de la bellísima sac-Nicté princesa del reino de uxmal y para quien el príncipe
no le era indiferente. Ella manifestaba interés y simpatía por él, a pesar de
haber sido prometida en matrimonio al rey de Uxmal.

El matrimonio del rey, se celebraría en la ciudad de Mayapán donde, desde


hacía días, reinaba la alegría por tan especial acontecimiento. Estaban en lo
mejor cuando de pronto irrumpió el príncipe Canek de chichén Itzá
acompañado de sus guerreros, que al escuchar el grito de guerra de los itzaes
¡Itzalam! ¡ltzalam! llegaron hasta el altar ceremonial. El príncipe tomó en sus
brazos a la princesa Sac Nicté e inmediatamente se dio a la fuga.

Los guerreros de Mayapán y de uxmal, al momento de la celebración de la


boda se hallaban desarmados. viéndose denigrados y ofendidos en su honor
juraron vengarse por tal afrenta.

El príncipe Canek, escapó con su amada hacia tierras del sur. Después de
muchos días de camino y padecer calamidades llegó a la tierra de sus
antepasados, al bello lago Chaltunhá.
En ese lugar mágico, los príncipes celebraron su boda, llamando al lugar
donde gobernarían Tayasal.

Desde entonces Tayasal (ahora San Miguel) fue la ciudad sede del gobierno
del Imperio de los Itzaes del sur y la isla Noj Petén era el centro religioso del
imperio.

La ciudad de Tayasal llego a gobernar todos los territorios aledaños y fue una
ciudad muy prospera y grande en riquezas, cultura y conocimiento, siendo el
centro de ceremonias y actividades religiosas la isla de Noj Petén.

VISITA DEL CONQUISTADOR HERNAN CORTEZ A TAYASAL.

Cortés tenía conocimiento de las riquezas que existían en Las


Hibueras, República de Honduras, así que envió en el año de 1524 al mando
de su capitán Cristóbal de Olid cinco navíos y un bergantín, a bordo de los
cuales iban 400 hombres, suficiente artillería, armas y municiones, además
de ocho mil pesos oro para comprar en Cuba caballos y bastimentos.
Simultáneamente, había partido una expedición por tierra al mando del
capitán Pedro de Alvarado para conquistar y explorar Centroamérica.

Enterado Cortés de la rebelión de Cristóbal de Olid, decidió viajar hacia


las Hibueras a pesar de tener pocos españoles en Tenochtitlan. Decidió llevar
con él en el viaje, como medida preventiva ante una posible sublevación,
a Cuauhtémoc y otros nobles mexicas.

El viaje continuó y la expedición tuvo contacto con los mayas itzáes en las
inmediaciones de Tayasal. Fueron bien recibidos y Cortés se entrevistó con
el Halach Uinik Ah Can Ek (Canek). Cortés explicó lo acontecido con el
poderío mexica, y el halach uinik no tenía aún las noticias de Tenochtitlan
pero le contó acerca de noticias de guerras acontecidas con los
mayas chontales de Centla con los dzules (hombres blancos). Cortés explicó
que él era el capitán de esas guerras y trato de convencerlos para su
conversión al cristianismo. Ante el resguardo de la ciudad y el número de
habitantes mayas, Cortés prefirió no llevar a cabo ninguna acción militar y se
despidió de los itzáes, dejando un caballo lastimado y moribundo que Ah Can
Ek prometió cuidar. En 1618 los misioneros franciscanos encontraron a los
descendientes mayas adorando a un caballo fabricado de madera.

LA CONQUISTA DEL REINO ITZA.

En 1614, el Rey de los itzá, que vivían en la isla Tayasal, envía a Mérida —hoy
Yucatán— una delegación para expresar que querían someterse
pacíficamente a los conquistadores, pese a que durante un siglo habían
combatido con tal ferocidad que nadie había intentado apoderarse de su
territorio.

No sería sino hasta 1618 que llegarían dos misioneros, Bartolomé de


Fuensálida y Juan de Orbita, quienes habían trabajado en Yucatán y
decidieron ir a intentar la conversión al cristianismo de esta etnia.

Cuando empezaron a predicar, los indígenas les dijeron que, según sus
profecías, no había llegado aún el tiempo de convertirse. Pidieron a los
misioneros que se fueran, no sin antes darles permiso para pasear por el
poblado e incluso para ver los ídolos.

En el templo principal encontraron una gran estatua de cal con figura de


caballo: era el dios Tzimín Chac (tzimín significa caballo y Chac era el dios de
la tormenta y el rayo). Se sabe que Cortés, en 1525, había abandonado en la
isla un caballo herido, y que los españoles, montados y disparando, habían
causado una gran impresión. Por ello fue que los indios decidieran divinizar al
caballo.
El sacerdote Orbita cogió una gran piedra con la cual golpeó y rompió la
estatua, y por poco son ejecutados. Días después, de nuevo intentaron
persuadir a Canek de que se hiciera cristiano, pero este les repitió que, según
el calendario y las predicciones de los antiguos sacerdotes propios, el tiempo
de convertirse aún no había llegado.

El 13 de marzo de 1697, Martín de Urzúa, gobernador de Yucatán, ordena el


ataque a la ciudad itzá de Tayasal y Noj Petén. El cacique Canek había
ofrecido rendirse en paz, pero al parecer otros líderes se rehusaron a
someterse a los españoles.

Eran 150 soldados, que navegaron el lago en canoas, con sus arcabuces, para
asustar a los indígenas. Canek huyó durante el ataque, pero sería capturado y
devuelto a Tayasal.

Lo primero que hicieron los conquistadores fue destruir los templos, con
cuyas piedras erigieron una pequeña iglesia. El Rey Canek, el sacerdote Kin
Canek y otros caciques itzaes reconocieron públicamente la soberanía de
Carlos II, Rey de España, representado por Urzúa. Después fueron bautizados.
Los españoles dieron el nombre de Nuestra Señora de los Remedios a la Isla
de Noj Petén y el nombre de San Miguel a Tayasal.

SAN MIGUEL EN TIEMPOS DE LA COLONIA.

San Miguel fue abandonado por los españoles luego de la conquista, ellos se
concentraron en lo que hoy es la Isla de Flores y en San Miguel (antiguo
Tayasal) se refugiaron los últimos pobladores Itza.
No se tienen noticias de lo que fue Tayasal o San Miguel durante el periodo
colonial, pero se supone que fue un lugar que ofreció resistencia a los
invasores españoles.

En el año de 2002 arqueólogos que hacían las excavaciones previas a donde


se construiría el Museo del Mundo Maya en San Miguel descubrieron un
cementerio con características mayas en donde estaban enterradas familias
enteras de Itzaes, los cuales se cree fueron masacrados por los invasores.

SAN MIGUEL HOY.

En la actualidad San Miguel es una aldea pujante y camino a la modernidad,


cuenta con varios sitios de interés turístico y cultural.

Cuenta con servicios básicos para el turista, con tres hoteles, Chal Tun Ha,
Posada San Miguel y la Casa de Gretel, un Restáurate”Las Luciernagas” donde
el turista puede degustar el delicioso pez blanco (petenian esplenda),
servicios de transporte interno brindado por moto-taxis, Internet, Mini
Market y varias tiendas donde el turista puede adquirir lo básico para su
estancia.

SITIOS TURISTICOS O DE INTERES EN SAN MIGUEL

 El Caballo de Piedra.
 Museo del Mundo Maya.
 Playa del Chechenal
 ARCAS. Centro de Rescate de Vida Silvestre.
 Zoológico “Petencito”
 El Mirador.
 Sitio Arqueológico Tayasal.

Vous aimerez peut-être aussi