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ORIGEN FILOSÓFICO DE LA PRIMERA CIENCIA: ONTOLOGÍA

(Semana 2)

Fuente: Slideshare

¿QUÉ ES EL SER?
https://www.youtube.com/watch?v=oz9d6DtHP44
La filosofía se ocupa de dos grandes cuestiones, de la Ontología, que es la teoría del ser en general, no a un ser
concreto y de la Gnoseología que es la teoría del saber, del conocer.
¿Qué es el ser? Es la pregunta que se hace la Ontología, pero es imposible definirlo, porque implicaría reducirlo
a elementos más generales que el ser y un concepto más general que el ser no existe.
Hegel termina identificando el concepto de ser con el concepto de “nada” porque del ser no se puede predicar
nada y se puede predicar todo, que significa lo mismo que nada.
Lo único que puede hacer la Ontología es señalar al ser, o sea dirigir la intuición hacia donde se encuentra el
concepto de ser y preguntar ¿quién es el ser?

Señalar ¿quién es el ser? Supone distinguir el ser auténtico del ser inauténtico o falso, o sea entre el ser que es y
el ser que no es, como decían los filósofos griegos, entre ellos Platón.
El ser que no es de verdad es el que se puede descomponer en otros seres que no son él, en cambio el ser de
verdad no se puede definir ni reducirlo a otros seres.
Para aclarar este concepto se puede distinguir entre el ser en sí y el ser en otro.
El ser en sí es auténtico y no reductible, el ser en otro es inauténtico, porque ni bien lo examino me doy cuenta
que es el conjunto de otros seres, o sea que consiste en otra cosa, por lo tanto no puede ser un ser en sí mismo,
sino un ser en otro.

La palabra ser tiene entonces estos dos significados, ser en sí y ser en otro que son equivalentes a la existencia y
la consistencia.
La palabra ser significa por un lado existir, estar ahí y por otro consistir, ser esto o lo otro.
Cuando nos preguntamos ¿qué son las cosas?, nos referimos no a si existen o no, sino cuál es su esencia, en qué
consisten.
¿Qué es existir? ¿Quién existe? ¿Qué es consistir? Y ¿Quién consiste?
Para la primera pregunta no hay definición, porque definir es decir en qué consiste algo y consistir es diferente a
existir.
Por lo tanto, existir no consiste en nada, ya que la existencia no puede ser definida. Solamente cada uno de
nosotros lo sabe por experiencia propia.
La segunda pregunta: ¿quién existe? Se puede contestar de varias maneras, por ejemplo, yo existo, el mundo
existe, las cosas existen, Dios existe.
También se podría decir que yo existo pero las demás cosas son mis representaciones, cosas que percibo pero
que no son realidades verdaderas en sí mismas sino en mí.
O bien podríamos contestar ni yo ni las cosas existen, sólo Dios existe y todo lo demás, incluso nosotros mismos
existimos en Dios, o sea que somos un ser en Dios.
La tercera pregunta ¿Qué es consistir? Se puede decir en qué consiste la consistencia, porque unas cosas
pueden consistir en otras pero no todas consisten en la misma, de modo que hay varias maneras del consistir.
El estudio de todas esas formas de consistir constituye una parte importante de la ontología.
La cuarta pregunta ¿Quién consiste? Tampoco tiene respuesta alguna, porque si no sabemos quién existe
tampoco podemos saber quién consiste.

Por lo tanto, la ontología se reduce a dos preguntas: ¿quién existe? Y ¿qué es consistir?
Para la primera pregunta ¿quién existe?, hay muchas y variadas contestaciones filosóficas para responder
¿quién es el ser en sí que no se reduce a otro? Y todos los demás seres serán seres en ese en sí.
La metafísica es la parte de la ontología que se ocupa de contestar la pregunta ¿quién existe? O sea del
problema de la existencia en sí.
De la pregunta ¿qué es consistir? Se ocupa la teoría de la objetividad, es decir, la teoría de la consistencia de los
objetos en general.
La ontología entonces se divide en 1) la metafísica y 2) la teoría del objeto o teoría de la consistencia en general.
Lee todo en: ¿Qué es el Ser? Introducción a la Ontología | La guía de Filosofía
http://filosofia.laguia2000.com/filosofia-occidental/que-es-el-ser-introduccion-a-la-ontologia#ixzz4jKkKtTle

FUNDAMENTOS ONTOLÓGICOS DEL HOMBRE


Antes de entrar a estudiar el fundamento ontológico del hombre es preciso comprender que es ontología.
La ontología es aquello que estudia el ser en cuanto ser, el interés por estudiar el ser se origina en la historia de
la filosofía, cuando esta surge de la necesidad de dar explicaciones racionales, no mitológicas, a los fenómenos
del mundo físico, también debemos recordar que el carácter universal de la filosofía, tuvo su origen en la
necesidad de un conocimiento valido a todo fenómeno, y en las deficiencias de los conceptos inicialmente
desarrollados, para ser llevados a la práctica concreta en los fenómenos físicos, o sociales. Es por esto que
muchos pensadores se dedicaron a reflexionar sobre cuál podría ser el fundamento del mundo físico, pero qué
pasa, nosotros al observar a los objetos que percibimos en el mundo físico nos damos cuenta que existen
objetos líquidos, sólidos o gaseosos, que algunos se componen de materia inerte, como la piedra, y otros, de
materia viva. Es así como encontramos diferentes elementos físicos, pero la razón nos exige pensar en un solo
elemento constitutivo de los demás. Dicho elemento fue propuesto por algunos pensadores quienes suponían
que podría ser: el agua (Tales de Mileto), el fuego (Heráclito de Éfeso), el aire (Anaxímenes), y la combinación de
los cuatro (Empédocles), pero Anaximandro propuso una solución lógica, es decir que dicho elemento, debería
ser indeterminado (a lo que llamó Apeiron). Pero fue Parménides quien propuso la mejor solución, este
pensador sostuvo que existen dos caminos para llegar al conocer, que son los sentidos, y la razón, por los
sentidos se llega a lo cambiable, a lo inseguro, y a lo desconfiable en los objetos, y por la razón se llega a lo
universal, confiable e inmutable. Tomando el segundo camino Parménides encontró algo común e indispensable
a todo objeto: Que cualquier elemento natural antes de tener alguna característica específica, tiene una sin la
cual no existiría, la de Ser, este ser es un elemento fundamental y no una característica que tienen las cosas.
Desde entonces se constituye a la Ontología como Ontos = Ser y logos= estudio, en este caso lo real es igual al
ser, y el ser es igual al fundamento de toda realidad.

Para llegar al fundamento o principio ontológico debemos tener en cuenta varios aspectos, uno de ellos es que
muchos pensadores se han preocupado por resolver un problema planteado en la antigüedad ¿ tiene el ser,
propiedades comunes que lo caracterizan, en cuanto es ser?, si nosotros observamos por ejemplo la botánica,
allí la planta tiene la propiedad, atributo o característica de hacer fotosíntesis, por lo que la fotosíntesis, se
constituye en una característica de todas las plantas, pero por ejemplo tener hojas trilobadas, no es una
característica de la planta en cuanto es planta, sino de ciertas plantas que tienen esta característica, esto se
menciona por que la ontología no estudia seres particulares, por ejemplo las propiedades del oxígeno. Sino que
abarca un concepto de ser universal, y que para el objetivo de este trabajo lo podemos asociar
permanentemente con el hombre o el ser humano. Es claro que todo ser tiene propiedades, y que estas
propiedades se constituyen en elementos fundamentales, que son universal (porque son del ser en cuanto ser),
y de las cuales se derivan los principios del ser, que vienen a constituir el fundamento, la base y la esencia
misma de la ontología.
Las propiedades del ser son aquellas características o aspectos inteligibles que le podemos aplicar o predicar a
todo lo que es, por el mismo hecho de ser, estas se deducen de nuestra inteligencia comparando el ser con sus
aspectos, captamos ciertas relaciones que el ser posee, y que nuestra mente descubre, por lo que deducimos,
que los atributos o propiedades del ser son aquellas relaciones fundamentales, que afectan a todo ser en cuanto
es ser. De estas características, se derivan los principios, dichos principios son un juicio o afirmación que nos
sirven de punto de partida para otros conocimientos, que por tanto nos sirve de instrumento para conocer algo
que nos es menos claro. Estos principios tienen una característica, y es que son primeros principios; todos los
demás principios de las ciencias se basan en otros de ciencias más generales, y como ya sabemos la ontología es
la ciencia de las ciencias, la más general, porque trata del ser en cuanto ser; sus principios no se basan en otros,
y por eso son los primeros, lo anterior no quiere decir que nosotros vamos a postular los principios "porque sí",
los vamos a justificar, no demostrándolos o sacándolos, de otros superiores, porque así no serían los primeros,
sino mostrando que se deducen necesariamente de los atributos del ser en cuanto ser. Además los principios
son absolutos, necesarios, y universales. Absolutos por lo expuesto anteriormente, necesarios porque se
deducen de los atributos necesarios del ser, y universales porque valen para todo ser, porque son deducidos del
ser en cuanto ser (lo que incluye al ser humano).

Fuente: blogger
LAS CARACTERÍSTICAS ONTOLÓGICAS SON:
PRIMERA CARACTERÍSTICA: "EL SER ES DISTINTO O DETERMINADO"
Para llegar a esta conclusión debemos tener en cuenta que el ser no admite oposición, porque lo único que se
podría oponer al ser (que este fuera de él o que sea externo), sería el no – ser, y el no ser, equivale a la no
existencia, al vacío, y a la nada, es por simple lógica la nada lo que no se puede oponer a algo, entonces lo dicho
anteriormente significa, que el ser, no puede ser determinado o distinguido, por otro que no sea el mismo; esta
afirmación la hallamos de que si no fuera distinto o determinado no podríamos conocerlo, porque sería el
mismo no ser, y la nada de lo cual, no se distingue el no ser de la nada, debemos recordar igualmente, que el
estudio del ser en la ontología es universal y que dicho ser es el fundamento de la realidad. Entonces concluimos
que todo ser en cuanto ser es distinto o determinado por sí mismo.
SEGUNDA CARACTERÍSTICA: "EL SER ES UNO"
Cuando se habla de que el ser es uno, no se afirma que el ser es único, ya que sólo sería único si existiera un solo
ser, por ejemplo: cada persona tiene unidad, es una sola, pero no es única, porque hay muchas personas, lo
mismo ocurre con el ser, dentro de su naturaleza interior es uno, no se podría pensar en seres diferentes, pues
esto equivale a decir que habría un ser, y otro que no lo es, que sería la nada, con lo que se justifica esta
afirmación, y para hablar de esto tendríamos que pensar en una multiplicidad de seres, lo cual constituye un
error, dicha multiplicidad implica oposición, división, y diversidad, con esto no se está negando que el ser no se
pueda dividir, sino que no puede ser dividido por otro, pero cabe la posibilidad de que el mismo ser pueda
dividirse tal como una planta o cualquier objeto físico.
TERCERA CARACTERÍSTICA: "EL SER ES IDÉNTICO A SI MISMO"
De las dos características anteriores la de unidad, y la distinción, nos damos cuenta de que llegamos a ellas,
porque el ser no admite oposición, por una razón ampliamente expuesta, pero es a través, de esta afirmación
que llegamos a la conclusión, de que si el ser no tiene oposición, es porque es idéntico a sí mismo, en efecto por
ser idéntico, así mismo no admite que algo distinto a él se le oponga. De ahí que el ser en cuanto ser sea
absoluto, es decir, no se relaciona con otro pues fuera de él no concibe sino la nada.
CUARTA CARACTERÍSTICA: "EL SER ES SEMEJANTE"
Ya se habló de distinción, de unidad, y de identidad como posibles relaciones de oposición, con lo que ahora
hablaremos, de las tres propiedades, que pertenecen, a las relaciones de conveniencia, con todos los seres
(semejanza), con la inteligencia (inteligibilidad), y con la voluntad (bondad). El ser además de ser idéntico así
mismo, también es semejante ya que todos los seres, se asemejan en cuanto son seres; así como todas las
plantas se asemejan en cuanto que son plantas, es decir que el ser en cuanto ser es semejante, todas las
realidades se asemejan entre sí en cuanto son ser: el árbol es, la flor es, el ave es, y aquí surge el principio de
semejanza, el cual dice que todo ser en cuanto ser es semejante a los demás.
QUINTA CARACTERÍSTICA: "EL SER ES INTELIGIBLE O VERDADERO"
El ser es aquel que abarca toda la realidad, es por esto que se afirma que todo ser al menos en cuanto es ser, es
asimilable por la inteligencia, es decir que nuestra inteligencia lo capta, lo conoce, y lo entiende, por eso se
afirma que el ser es inteligible, esta inteligibilidad del ser es llamada verdad ontológica, entonces el ser, en
cuanto ser, es verdadero. La verdad ontológica es la conformidad del ser con la inteligencia, con esto no se
quiere decir que todo ser sea conocido por nosotros, sino que todo ser pueda captarse o ser conocido por la
inteligencia, precisamente por el hecho de que es. Además la idea de ser, tiene extensión ilimitada, abarca la
realidad, es trascendental, y también se piensa que la inteligencia tiene poder ilimitado.
SEXTA CARACTERÍSTICA: ‘’ EL SER ES AMABLE O BUENO’’
Para entender esta característica ponemos un ejemplo: cuando tenemos sed, y nos encontramos frente a una
bebida fresca, sentimos deseo o atracción por beberla, si la tomamos experimentaremos, una sensación
equivalente, a un gozo, porque logramos la posesión, de un ser que convenía al estado de deshidratación, en
que nos encontrábamos. Nuestro apetito sensible logro un bien, lo que le convenía.
Entonces a nivel ontológico definimos el bien como algo que le conviene, al apetito, y el mal como algo que no
le conviene, en el ejemplo anterior, un anillo no le conviene a nuestro apetito, el objetivo es demostrar que el
ser, es bueno, y amable, y esto se hace de dos maneras:
a. El ser es conveniente a sí mismo, porque siendo idéntico a sí mismo, no puede no ser, el ser es bueno pues es
conveniente para sí mismo, a su apetito de ser. Por otro lado, el ser es conveniente a otro, porque en cuanto
ser, presenta algo que corresponde al apetito de otro, ya que el apetito es una carencia de algo, por tanto este
ser, conviene al apetito de otros.
b. Para que haya libertad en el hombre es necesario e indispensable que el ser, en cuanto ser, sea bueno. Por
ejemplo si nos ponen a escoger, entre una manzana, y un libro ninguno de esos dos seres, ejerce influencia
alguna sobre nuestra voluntad, es decir que tiene una bondad limitada, y nuestra voluntad tiene que ser
ilimitada.
El mal no es ser, sino carencia de ser, ya que todo ser es bueno ontológicamente. Por ejemplo la enfermedad es
un mal, porque es carencia de bien, porque carece de perfección o de ser. Por tanto el mal absoluto sería
equivalente, a la total carencia del ser ósea el no ser, con lo que este mal no se puede dar.

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LOS PRINCIPIOS ONTOLÓGICOS SON:

PRIMER PRINCIPIO: "DE IDENTIDAD"


Proviene en consecuencia de forma indudable, necesaria, y evidente de la característica de identidad del ser,
¿porque? El ser es el ser, y quien negare esta afirmación estaría en contra de lo expuesto anteriormente, pero
decir "lo que es, es lo que es" pareciera como un juicio meramente analítico, (B = B) pero si nos damos cuenta,
en toda oración hay una relación directa, entre el predicado, y el sujeto, así decir: la tierra es redonda,
corresponde a una relación directa, entre el sujeto, y el predicado, llevando esto a la oración "el ser es el ser"
nos damos cuenta del principio de identidad que posee el ser.

SEGUNDO PRINCIPIO: "DE NO CONTRADICCIÓN"


Este principio no es más sino, la no negación de la identidad del ser, el negar la identidad del ser consigo mismo,
equivale a poner al no ser, dentro del terreno del ser, con lo que se destruiría el ser, por lo que el no ser es la
nada. Entonces si afirmamos esto, el ser no lo podríamos negar, ya que no podemos afirmar, y negar algo de un
mismo sujeto, en el mismo momento. Ejemplo: yo no puedo afirmar, de mí mismo que estoy sentado, y que no
estoy sentado durante el mismo momento. Además si alguien niega la identidad del ser, niega la misma
realidad.

TERCER PRINCIPIO: "DE TERCERO EXCLUIDO"


En el párrafo anterior se hablaba de la afirmación, y la negación, pues bien el principio del tercero excluido, nos
dice que nosotros solamente, tenemos dos opciones en cuanto al ser, podemos afirmar o negar la identidad del
ser, pero nunca podemos pensar en una posición intermedia, dicha posición solo se admite en la mente como
duda, pero no es una posición posible entre la afirmación, y la negación del ser.

CUARTO PRINCIPIO: ’’DE RAZON SUFICIENTE’’


Esta se basa en la verdad o inteligibilidad del ser. El ser es idéntico e inteligible, en virtud de que es. (La
inteligibilidad es la identidad del ser, con la inteligencia) Aquello en virtud de lo cual el ser es inteligible, es
llamado la razón o fundamento de ser, tenemos el principio ontológico: ‘’Todo ser tiene razón suficiente’’, sin
esta razón suficiente, se perdería su identidad consigo mismo, se volvería no-ser ósea nada. Si un ser careciera
de razón suficiente, de explicación, no sería inteligible, se concebiría como un no ser, como un absurdo, como la
no-realidad.

QUINTO PRINCIPIO: "DE FINALIDAD"


El fin tiene una conexión necesaria con el bien, más aún el fin, es bien. Por ejemplo: para que estudiamos Física,
matemáticas, química, desarrollo humano, etc..., si nos preguntamos ¿porque? Encontramos que es para
conseguir un diploma, y de esta manera un mejor status, una posición laboral, etc. Ya que con ella vivimos
dignamente, y cumplimos nuestra misión. De aquí descubrimos que hay cosas que son medios para obtener
otras, que son fines, y estos a su vez se convierten en medios para otros fines superiores, hasta llegar a un fin
supremo. Por lo tanto el fin es un bien que mueve el apetito, y lo sacia. El apetito esta ordenado al ser en cuanto
ser, entonces podemos decir que todo agente obra por un fin, ósea por un bien. El ser por el solo hecho de ser,
está dotado de un apetito o deseo natural, así el deseo natural de todo ser es su propio fin, o bien no puede
frustrarse o ser vano.

POR ÚLTIMO, enfocando todo lo recopilado en este trabajo podemos decir que el hombre como ser humano,
es: Distinto o determinado, uno, idéntico a sí mismo, semejante, inteligible o verdadero, y amable o bueno. El
último punto se presta mucho para confusión, por lo que es preciso aclarar que cuando hablamos de ‘’bueno, y
de amable’’ decimos que se trate del ser, de la naturaleza interior, de la esencia misma de la vida, no del
hombre dentro de su conducta humana.

Referencias:
 RIVAS Eduardo. Ontología.
 PRETEL Gustavo. Ontología clásica.
 FREDUR skonovav. Tratado de ontología moderna.

Fuente: http://www.monografias.com/trabajos15/fundamento-ontologico/fundamento-
ontologico.shtml#ixzz4jKnB2HaB

SEGÚN EL ORIGEN FILOSÓFICO SE PUEDE DECIR QUE...


Los discípulos de Aristóteles utilizaron el término metafísica por primera vez (literalmente quiere decir "después
de la física") para referirse a lo que su maestro describió como "filosofía primera", posteriormente conocida
como ontología. La ontología es la investigación del ser en tanto que es, o del ser en general, más allá de
cualquier cosa en particular que es o existe. Algunos filósofos, sobre todo de la escuela de Platón, sostienen que
todos los sustantivos se refieren a entidades existentes. Otros afirman que los sustantivos no siempre nombran
entidades, sino que ofrecen una forma de referencia a una colección de objetos o sucesos. En este sentido, la
mente, en lugar de referirse a una entidad, se refiere a una colección de sucesos mentales experimentados por
una persona.

Históricamente… Al parecer el primero en usar la expresión “ontología" en sentido filosófico fue el filósofo
alemán Jacob Lorhard en su obra Ogdoas Scholastica (1606) seguido de Rodolfo Goclenio en su obra Lexicon
philosophicum, (Léxico Filosófico, en idioma castellano), en el año 1613 con caracteres griegos. Se afirma allí que
la ontología es la filosofía del ente.
Después de diversos usos y su paso a caracteres latinos, el matemático y filósofo alemán Gottfried Leibniz usó la
expresión en su libro Introductio ad Encyclopaediam arcanam (1683) y la define como “ciencia de lo que es y de
la nada, del ente y del no ente, de las cosas y de sus modos, de la sustancia y del accidente”.
Ya como término técnico, es hallada en la obra Ontología sive de ente in genere de Jean Le Clerc publicada en
1692 y el filósofo alemán Christian Wolff la populariza definiéndola como “ciencia del ente en general, en
cuanto que ente”. Afirma que usa un método demostrativo o deductivo y analiza los predicados que
corresponden al ente en cuanto ente. Todos estos sentidos contribuyeron a identificarla en la práctica con la
metafísica.
Sin embargo, surge el problema ontológico así… El problema central de la ontología fue presentado muy
elocuentemente por Willard Van Orman Quine en su artículo «Sobre lo que hay»:
Un rasgo curioso del problema ontológico es su simplicidad. Puede formularse en dos monosílabos castellanos:
¿Qué hay? Puede además responderse en una sola palabra: «Todo», y todos aceptarán esta respuesta como
verdadera. Sin embargo, esto es sólo decir que hay lo que hay. Queda lugar para discrepancias en casos
particulares; y así la cuestión ha persistido a través de los siglos.
En general, cada uno de estos "casos particulares" presenta un problema distinto. Desde la segunda mitad del
siglo XX, el naturalismo imperante ha determinado que los debates metafísicos sean principalmente acerca de la
existencia o no de todo aquello que parece entrar en conflicto con la descripción del mundo provista por las
teorías científicas más exitosas.
Esto se refleja en la elección de algunos de los casos que se mencionan a continuación:
 Las entidades abstractas: Es ampliamente aceptado que las ideas se conciben según se articulan por la
cognición de cada individuo en una de dos categorías: como entidades abstractas, o como entidades concretas.
Los números, los conjuntos y los conceptos son algunos ejemplos de entidades que intuitivamente clasificamos
como abstractas, mientras que el planeta Venus, este árbol y aquella persona son ejemplos intuitivos de
entidades concretas. Sin embargo, todavía no existe un criterio aceptado para decidir cuándo una entidad es
abstracta y cuándo concreta, aparte de la intuición. Además, tampoco existe acuerdo sobre si las entidades
abstractas siquiera existen, y en caso de que existan, sobre cuáles existen.
 Las entidades del sentido común: Al encontrar una silla, ¿debemos decir que lo que hay en el mundo es una
silla? ¿O sería más correcto decir que lo que hay, estrictamente hablando, es un montón de moléculas? ¿O
quizás un montón de átomos? Y está claro que este argumento puede extenderse a muchas otras entidades del
sentido común.
 Los universales: Los universales (también llamados propiedades, atributos o cualidades) son los supuestos
referentes de los predicados como "verde", "áspero", "amigo" o "insecto". La existencia de los universales se
postula para justificar nuestra manera de hablar acerca de los individuos. Así por ejemplo, estamos justificados
en decir de una planta que "es verde", porque la planta posee el universal verde, o alternativamente porque el
universal verde está presente en la planta. Además, podemos decir de varias cosas que "son todas verdes",
porque el universal verde, siendo algo distinto de las cosas, está sin embargo presente en todas ellas. El
problema de los universales es acerca de si los universales existen, y en caso de que así sea, cuál es su
naturaleza: si existen en las cosas (in re), o independientemente de ellas (ante rem), o en nuestra mente, por
mencionar algunas posturas.
 La mente y lo mental: Al abrir una cabeza, lo que vemos no es una mente, con pensamientos, ideas y recuerdos,
sino materia. ¿Será que lo mental es una ilusión, y que todo lo que hoy describimos en términos mentales
puede reducirse a los procesos físicos que observa la ciencia? ¿O será que lo mental es algo efectivamente
existente, inmaterial e inobservable? Para un poco más de discusión, véase El problema mente-cuerpo.
 Los agujeros: A primera vista, los agujeros están "hechos de nada". ¿Cómo es posible, pues, referirnos a ellos
como si fueran objetos comunes? ¿Cómo es posible percibirlos? ¿Qué percibimos?
Tomado de: https://es.wikipedia.org/wiki/Ontologia

Se puede agregar, además de lo anterior… La ontología, que también se conoce como teoría del ser, es
prácticamente idéntica a la metafísica, por lo que se suele confundir con ella; aunque, dependiendo del autor y
del periodo filosófico del que se trate, se pueden establecer ciertas distinciones sutiles.
En tanto que teoría del ser, la ontología se dedica al estudio de lo que es desde la más general de las
perspectivas, lo que incluye el análisis de los entes, que son los objetos, las personas, los conceptos, las ideas o
todo aquello que sea susceptible de ser considerado como real, incluyendo lo posible.
Entre las preguntas más importantes de la ontología destacan la pregunta por qué es el ser en tanto que tal, por
qué hay ser en lugar de no haber nada, cuál es el fundamento de lo que hay, cómo se establece la identidad de
un objeto, qué es la esencia o qué es la existencia.
Cada una de estas preguntas ha sido respondida de manera distinta a lo largo de la historia del pensamiento,
destacando cuatro periodos fundamentales:
La ontología clásica. La obra de Platón y Aristóteles constituye el origen de la ontología, a pesar de que ya los
presocráticos, como Heráclito o Parménides, plantearon en toda su radicalidad la pregunta por el ser.
La platónica es una ontología dualista, que concibe una realidad escindida por dos planos o dimensiones: el
mundo de las ideas y el mundo de las apariencias. El ser en tanto que tal se halla en el primero, y es el que le da
consistencia y fundamento a todo lo que existe.
Sin embargo, la ontología aristotélica define el ser dentro de un solo mundo, y se centra en el estudio de la
naturaleza a partir de las causas y las finalidades, el acto y la potencia, la sustancia y el accidente.
La obra de Aristóteles supone además la primera ontología sistemática, y señala a un dios conceptual, el motor
inmóvil, como el fundamento de todo lo existente.
La ontología medieval. Los filósofos medievales concibieron el ser de lo existente a partir de la interpretación
sesgada de la obra de los autores clásicos. Así, San Agustín hizo una lectura cristiana de la obra de Platón; y
santo Tomás de Aquino se adhirió a la filosofía aristotélica para establecer una escolástica ortodoxa, que hallaba
en Dios cristiano el origen, el fundamento y el ser de las cosas.
La ontología moderna. La edad moderna es el periodo en el que se desarrolla formalmente la ontología, gracias
a la distinción establecida por Christian Wolff entre las diversas ramas de la filosofía.
Los autores racionalistas, como Descartes y Leibniz, identificaron el fundamento de lo real a partir de la idea de
razón, encarnada en un sujeto puro y en un dios intelectual respectivamente. El primero mantuvo el dualismo
platónico al distinguir la res extensa, ser material, de la res cogitans, ser pensante; y el segundo hizo de la
realidad una emanación intelectual de la perfección ontológica divina.
Tras la crítica radical de los autores empiristas, Immanuel Kant estableció la necesidad de limitar el alcance de la
ontología, deslindando las fronteras que separan el conocimiento científico de otras formas de saber, como el
metafísico.
Así, para el pensador alemán, la ontología es completamente necesaria para determinar el conocimiento
humano, ya que tiene la función de delimitar los objetos del conocimiento; pero la metafísica en sí misma no es
una ciencia, ya que no trata objetos de los que se tenga una experiencia directa.
Posteriormente, el idealismo alemán rompió los límites establecidos por Kant e identificó el ser con la
racionalidad, con la idea, como se puede observar en la obra del idealista absoluto Hegel.
La ontología contemporánea. La ontología contemporánea parte de la crítica radical que Friedrich Nietzsche
hizo de la metafísica tradicional. Así, el pensador nihilista señaló que la ontología suponía una malversación de
la existencia, que es pura vitalidad, y no un concepto o una idea que se deje pensar.
El existencialismo de Martin Heidegger supone el desarrollo contemporáneo de esta visión del estudio del ser,
que según él ha sido olvidado por los pensadores modernos. Para el existencialista alemán, la ontología debe
volver a sus orígenes radicales, los planteados por Heráclito, y debe preguntarse por cómo la ausente se hace
presente a través de una dialéctica existencial, en la que el hombre, en tanto que ser dotado de palabra,
aparece comprendido como casa del ser.
Fuente: http://www.peybur.com/ontologia.html

Fuente: ontologia.weebly.com
VIDEO SÍNTESIS: https://www.youtube.com/watch?v=pw-J8yq5yHE

CUESTIONAMIENTO ARGUMENTADO.

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