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Los cuentos que integran esta publicación fueron seleccionados por la Dirección General de Cultura del Senado
y la Dirección de Cultura de la Cámara de Diputados de la Nación entre los participantes del Concurso
de Cuentos de El Congreso de los Chicos 2017. La edición general estuvo al cuidado del equipo de Contenidos
de la Dirección General de Comunicación Institucional del Senado y del equipo de Contenidos de la Dirección
de Prensa y Comunicación de la Cámara de Diputados, y el diseño gráfico fue realizado por el Departamento
de Diseño de la Dirección de Prensa y Comunicación de la Cámara de Diputados de la Nación.
Agradecemos a Celeste Volpe por las ilustraciones.
El Congreso,
contado por
los chicos
Selección del Concurso de Cuentos 2017

El Congreso de los Chicos


Prólogo
La infancia es el momento de la que deciden ir a conocer la ciudad
imaginación y el juego. Inventar de Buenos Aires. Pasadizos secretos
mundos de hadas y monstruos, y cajas misteriosas. Una leyenda que
convertir un palito en una varita asegura que en el Congreso está
mágica, un oso de peluche en el villano cifrado el destino del mundo entero.
de la historia, o transformar cajas viejas Un parlamento apocalíptico transitado
en un avión, son actividades cotidianas por el ánima de la República en pena.
en la vida de los chicos. A través de Una ley que enfrenta a una hija con
estos juegos empiezan a explorar la su madre. Esto encontrarán en esta
realidad que los rodea, expresan sus selección de cuentos, que sin duda los
sentimientos, crecen. Transforman hará empezar a ver con otros ojos a
lo que ven a su alrededor con su nuestro Congreso.
imaginación y lo hacen propio.
A veces, los adultos olvidamos todo lo
Cuando se nos ocurrió, desde el que podemos aprender a través de la
Congreso de los Chicos, convocar imaginación. La literatura es un juego
a un concurso de cuentos sentimos que podemos seguir de grandes, una
mucha curiosidad por saber qué era puerta que una vez que la descubrimos
lo que iban a ver los niños, en qué siempre queda abierta. Nos resta
podían transformar este espacio. Un aceptar esta invitación, de vez en
lugar propio “de grandes”, donde se cuando, y cruzar el umbral.
deciden “cosas importantes”. Recintos
y salones donde resuenan palabras Desde El Congreso de los Chicos
serias como “república” o “democracia” agradecemos a todos los jóvenes
y otras más difíciles como “quorum” escritores que nos hicieron llegar
o “institucionalidad”. Sin duda, sus relatos. Los 14 cuentos que aquí
puede resultar intimidante para un se publican representan a todas las
niño enfrentarse con este mundo categorías de edad y a diferentes
decididamente adulto. Sin embargo, ciudades y provincias de nuestro país.
nos encontramos con que los niños,
por suerte, siempre serán niños, y a Esperamos que los disfruten.
través de sus textos transformaron este
espacio serio y formal en un patio de
juegos literarios.

Teletransportaciones, portales mágicos,


fantasmas y espíritus que transitan los EL CONGRESO DE LOS CHICOS
pasillos y salones del Congreso de la
Nación. Encuentros fantásticos que
suceden en la Biblioteca del Congreso.
Constituyentes de 1853 hechizados
que necesitan ser liberados. Viajes en
el tiempo y encuentros con Domingo
Faustino Sarmiento y Justo José de
Urquiza. Visitas mágicas al Palacio
Legislativo, que no siempre terminan
bien. Familias de ratones viajeros
Índice
6 A 12 AÑOS 13 A 17 AÑOS
La historia de Lucas, El Salón de los Pasos Perdidos
el vampiro Brenda Abonizio.
Alma Eva Bellini. 14 años, Rosario, Santa Fe. 53
7 años. Esther, Santa Fe. 11
There is no democracy
El fantasma del Salón Camila Nair Neugebauer.
de los Pasos Perdidos
17 años. San Isidro, Buenos Aires. 59
Santino Martín Cassulo.
7 años. Ciudad de Buenos Aires. 15 La leyenda del Congreso
Leandro Guido Neyra.
Mi visita al Congreso
13 años, Ciudad de Buenos Aires. 63
Agustín Ezequiel Cerda Coria.
8 años. General Roca, Neuquén. 19
La caja misteriosa
Joaquín Sánchez.
El Congreso hechizado
13 años, Moreno, Buenos Aires. 69
Erika Cruz.
10 años. San Ramón de
23 Por una nueva vida
la Nueva Orán, Salta.
Luciana Sofía Villano.

Nico en la ciudad 16 años. Villa Adelina, Buenos Aires. 75


Abril Anahí Ferrari Gómez.
12 años. Ciudad de Santiago
del Estero, Santiago del Estero. 29

La Constitución, nuestro
escudo democrático
Lautaro Agustín Porcel Sabino.
9 años. Ciudad de Buenos Aires. 35

Una aventura con Sarmiento


Tiziana Estefanía Quattrini.
10 años. Guaymallén, Mendoza. 39

El diario de Felipe
Noelia Carolina Schmidt.
11 años. Ciudad de Santa Fe, Santa Fe. 43

Un viaje al pasado
Pilar Arietti, 11 años.
Tiziana Camila Barbero, 11 años.
Abril Issoglio, 12 años.
Victoria Ruffinatti, 12 años.
Las Varas, Córdoba. 49
El Congreso contado por los chicos. Selección.

10
La historia
de Lucas,
el vampiro
Alma Eva Bellini
7 años
Esther, provincia de Santa Fe

11
La historia comienza Lucas que era muy tímido y solitario.
Todos lo convocaban para hablar y él
cuando cobran vida no se acercaba a nadie.
los personajes de un
cuento, cuando pasa algo Un día, Manuel Belgrano decidió
imposible, cuando pasa buscar su libro para leerlo y
algo grandioso. encontrar la razón por la que siempre
estaba solo. Cuando empezó a leerlo,
se dio cuenta de que su historia
era muy triste. El vampiro tenía
En la antigua Biblioteca del una hermosa familia que había sido
Palacio del Congreso de la Nación capturada por unos cazadores y
Argentina, de noche, cuando todos llevada a un lugar presos de la luz y
los empleados se van a dormir, se solo él había podido escapar.
apagan las luces y se cierran las
puertas, algo sucede. La noche siguiente, todos los
personajes de los cuentos junto al
En ese lugar comenzaban a pasar guardián realizaron una sesión donde
cosas extrañas, se abrían libros, debatieron el problema del vampiro
se movían objetos, se prendían Lucas. Juntos decidieron escribir
las luces. Y cuando un cuento se una nueva historia en un libro nuevo,
abría, aparecía una luz blanca de su donde Lucas pudiera reencontrarse
interior, brillante, casi mágica. Digo con su familia y salvarlos, convertirlo
casi mágica porque lo que viene es en un héroe.
El Congreso contado por los chicos. Selección.

muy mágico. Con esa luz blanca se


abría un portal y aparecían distintos A partir de esa noche, cuando todo
personajes: princesas, guardianes, se apaga y los libros se abren con su
animales, historiadores y un vampiro. luz blanca, la que transporta magia,
Un solo vampiro. Cuando cobraban aparecen cientos de vampiros que
vida se juntaban todos y se dirigían al cuentan historias y acompañan a
recinto de diputados donde hablaban Lucas en nuevas aventuras. Gracias
y contaban historias. al trabajo en equipo, todos los
personajes pudieron regalarle al
Había muchas princesas: Helena, vampiro una nueva vida.
Sofía, Griselda y Ariel. Muchos
animales como tigres, conejos,
cabras, gallos, ponis que hablaban. El
guardián era Manuel Belgrano que se
encargaba de que todos se llevaran
bien, cumplieran las reglas y cuidaran
12 el lugar, también que pudieran
hablar y escucharse. El historiador
y encargado de escribir nuevas
historias era San Martín. San Martín y
Belgrano se llevaban muy bien.
Bueno, empiezo a contarles lo más
importante, el problema que se
presentó. Había un vampiro llamado
13
El Congreso contado por los chicos. Selección.

14
El fantasma
del Salón
de los Pasos
Perdidos
Santino Martín Cassulo
7 años
Ciudad de Buenos Aires

15
Había una vez cinco se chocaron con un muñeco color
blanco con forma de fantasma.
nenes que eran muy Por el terrible golpe, sin querer
amigos desde pequeños ya lo rompieron y saltaron tuercas y
que se conocieron en el resortes, se le veían motores y una
jardín “El Gato Garabato” antena que servía para
del Congreso de la Nación. manejarlo a control remoto.

En ese momento, Pedro vio unas


zapatillas atrás de una cortina y
Sus nombres eran: Juan, el más rápidamente se dio cuenta que
revoltoso; Norberto, el tímido; Matías, eran de Manolo, el nene que había
el más torpe; Pedro, el más gracioso desaparecido. Cuando se acercó a
y Manolo, el más inteligente del levantarlas hizo caer a Manolo y un
grupo. control remoto salió rodando por
el suelo. Era él el que manejaba al
El tiempo pasó y sus papás los fantasma tan temido.
llevaron a distintas escuelas, pero
ellos hicieron una promesa: juntarse Todos estaban muy contentos de
una vez al año para jugar y divertirse. verlo nuevamente y se rieron juntos
Un día, fueron a investigar las partes de la broma que les hizo.
que no conocían del Congreso y Pero una pregunta quedaba
encontraron una puerta secreta pendiente:
con un cartel que decía: “Salón
El Congreso contado por los chicos. Selección.

de los Pasos Perdidos”. La puerta —¿Y la sangre en el piso y en el


era grande, de madera oscura, mapa? —preguntó Juan.
con muchas telas de arañas y con
un mapa colgado de la puerta —Ah, es que estaba comiendo
manchado de sangre. mermelada de frutilla y manché todo
—dijo Manolo.
Matías corrió por atrás gritando:
“¡Cuidado, esa puerta no!”. De Se abrazaron, rieron de la broma
repente, se tropezó con un autito que les tendió Manolo y salieron
tirado en el piso y chocó con Juan, caminando fuera de ese lugar.
abriendo juntos la puerta sin querer. Cuando se dieron vuelta para ver,
Al abrirse vieron sangre en el piso y la puerta no estaba más, había una
Manolo desapareció del grupo. En pared en su lugar.
ese momento, la puerta se cerró sola
y un silencio aterrador los invadió.

16 Norberto temblaba de miedo y


vio una sombra que se movía en
la oscuridad, entonces gritó: “¡¡¡Un
fantasma….ahhhh!!!”. El fantasma se
fue a las sombras y no lo vieron más.

Todos muy asustados corrieron


muy rápido para el mismo lugar y
Cuando se dieron vuelta para ver,
la puerta no estaba más,
había una pared
en su lugar.

17
El Congreso contado por los chicos. Selección.

18
Mi visita al
Congreso
Agustín Ezequiel Cerda Coria
8 años
General Roca, Neuquén

19
Un día fui a visitar el A mí me dio miedo caerme otra vez
y no poder salir, porque un mundo
Congreso de la Nación con al revés del nuestro podía ser muy
mi papá, mi mamá y mi malo, así que me fui con mis papás y
abuela. mi abuela a terminar de conocer todo
el Congreso. Pero al salir del recinto
para irnos el hoyo ya no estaba más.
Había muchas personas que querían
Fue muy extraña mi visita al
conocer el lugar, así que un señor nos
Congreso.
iba llevando. Cuando entramos en el
recinto de senadores, vimos con mi
mamá un gran agujero cerca de la
pared, pero nadie más lo veía. Yo le
decía a la gente que no pisara porque
se podían caer, pero ellos pisaban y
no se caían. Entonces yo fui y pisé
el hoyo y casi me caí adentro. Me
agarré de algo que estaba clavado en
el piso y pude subir de nuevo. Como
quería ver qué había, entré despacito
y llegué a un lugar extraño.

Ese lugar era el Congreso pero al


revés, y yo estaba parado en el techo
El Congreso contado por los chicos. Selección.

y la gente en el piso. Todo era al


revés, hasta las leyes eran al revés, y
lo que estaba prohibido acá, allá no, y
lo que se podía hacer acá, allá no.

Yo me volví a mi mundo real y le dije


a mi mamá que viniera a mirar dentro
del hoyo.

Mi mamá me dijo: “no te vayas a caer


porque te podés lastimar”. Porque
ella lo veía como un simple agujero,
y no podía ver lo que había adentro.
Yo le dije: “mamá, ahí adentro hay un
mundo al revés”.
20
Pero ella me sonrió y me dijo que
no le hiciera esas bromas, porque la
asustaban. Entonces, ella pasó por el
agujero y no se cayó.
21

Fue muy
extraña mi
visita al
Congreso
El Congreso contado por los chicos. Selección.

22
El Congreso
hechizado
Erika Cruz
10 años
San Ramón de la Nueva Orán, Salta

23
Había una vez una —¡Soy el pensador! —le dijo la
estatua y le dio indicaciones para
hermosa niña de diez que fuera a un lugar. La niña le
años que se llamaba preguntó:
Marisa, ella vivía con su
padre Víctor y su madre —¿Dónde debo ir?
Laura, en una pequeña —Tienes que ir al Congreso que
ciudad de Salta. queda cruzando la calle. ¡Tú eres la
niña elegida para liberarnos a todos
de este hechizo!
En las vacaciones de verano, Marisa La nena quedó tan sorprendida que
con su padre se fueron de viaje, tuvo que aceptar ir al Congreso.
pero la madre no pudo ir porque ella Pero primero debía convencer a
debía trabajar diseñando un vestido su padre para entrar. La niña le
para entregar a una señora de París. dijo a la estatua que él también la
acompañara para guiarlos mejor.
Cuando la niña y el padre llegaron al
lugar, la nena le preguntó: —Cuando me levante de este
lugar el tiempo se detendrá, no te
—¿Dónde estamos, papá? preocupes por tu papá —dijo el
Pensador.
El padre respondió:
El Congreso contado por los chicos. Selección.

Camino al Congreso, Marisa escuchó


—¡Estamos en Buenos Aires! voces. Asustada, siguió caminando
junto a su nuevo amigo quien le dijo
—¡Wow! —La sorpresa asombró que esas voces provenían del Salón
a la niña. Juan Domingo Perón. Continuaron
oyendo aquellas voces que los
Al día siguiente, la niña despertó a llamaban, hasta llegar a un retrato
su padre para ir a recorrer la enorme enorme. Marisa escuchó que las
ciudad. Ambos fueron a la heladería personas que estaban en el cuadro
a comprar deliciosos helados y a hablaban, de repente le dijeron a la
disfrutarlos en la plaza más cercana. estatua:
Mientras el padre estaba entretenido
dibujando las palomas que veía —¡Ella es la niña de la que nos había
volar, Marisa brincaba de felicidad, hablado el Maestro!
pero a unos metros una estatua la
miró y le dijo: —¿Quiénes son y cómo terminaron
24 en el cuadro y en el Congreso? —les
—Veeen…—La niña quedó espantada, preguntó Marisa.
pensó que estaba alucinando,
pero se acercó lentamente hacia la —Hace muchos años, un enemigo, el
estatua. virrey, un hechicero muy poderoso
que nos dañó aunque intentamos puedes, no te des por vencida —le
enfrentarlo, nos lanzó un hechizo dijo Sarmiento.
que nos convirtió en estatuas,
nos encerró en cuadros y en Cuando llegó la hora del
diferentes cosas. La última vez que enfrentamiento, el virrey se
vi a Sarmiento, dijo que una niña encontró con Marisa en el recinto
vendría a enfrentar al virrey, que de diputados y dijo: “¡Tú no podrás
con sólo diez años y mucho valor vencerme nunca!”.
lo derrotaría, después el virrey nos
capturó y así terminamos en el El virrey empezó a lanzar magia,
Congreso. Marisa se protegió detrás de los
muros con mucho temor, luego
Marisa quedó sorprendida con lo salió de donde estaba escondida
que les había pasado y le preguntó y tomando valor fue a enfrentar al
a la estatua: virrey con gran coraje y valentía.
Sus poderes se despertaron,
—¿Por qué todavía no tengo los entonces lanzó un hechizo a su
poderes? No podré vencerlo. enemigo y lo encerró en un cofre
donde permanecería vigilado por
—Sí podrás, tus poderes siguen los mosqueteros, desde arriba de la
dormidos, cuando sea el momento chimenea para custodiarlo.
despertarán —respondió su amigo.
Una vez que el virrey fue encerrado
Las veinticinco personas del cuadro para siempre, las personas que
eran llamados Los Constituyentes de estaban atrapadas en el Congreso
1853 porque en esa época quedaron fueron liberadas, pero ellos
atrapados en la pintura. Le pidieron decidieron que vivirían en el
a Marisa que corriera y fuera a Congreso como estatuas y cuadros,
buscar el cuadro de Sarmiento. y que cada noche volverían a la vida
y, que de esta forma, no asustarían
—Él te dirá como vencerás al a nadie.
hechicero, corre y ve antes de que
te encuentre el virrey; ten cuidado, Sarmiento agradeció a Marisa y al
Marisa. Pensador por tanto coraje. La niña,
muy contenta con su triunfo, se
La niña, asustada y con pánico, fue corriendo de vuelta a la plaza
en compañía de la estatua, fue al porque el tiempo volvería a la
encuentro con el gran Maestro, al normalidad. Al día siguiente, Marisa
verlo, se emocionó: volvió a su ciudad junto a su padre,
feliz de saber que puede lograr todo
—¡Confía en ti y en tu gran coraje!, lo que se proponga. 25
eres la elegida para detener al virrey.
Para ganarle, debes encerrarlo
en un cofre ubicado debajo de la
chimenea. Recuerda que tú todo lo
El Congreso contado por los chicos. Selección.

26
27
El Congreso contado por los chicos. Selección.

28
Nico en
la ciudad
Abril Anahí Ferrari Gómez
12 años
Santiago del Estero

29
Las familias de ratones —Para allá —Nico se sonrojó y
empezó a tartamudear—, no sé.
viajan en colectivo del
campo a la ciudad de —¿Te pasa algo Nico?... —preguntó
Buenos Aires. Paulita.

—Dice allá, al Congreso —respondió


Mark.
Esta vez, iban tres familias: la familia
Queso, la familia Otto y la familia
—Gracias por salvarme, Mark —pensó
Ratonera, conformada por la mamá
Nico.
Florentina Ratonera, Anastasio
Ratonera y los hermanos Esperanza y
Los ratoncitos entraron al Congreso,
Nico, que es el protagonista de este
estaban de excursión allí unos niños
cuento.
de tercer grado, así que decidieron
esconderse. Después, empezaron
Llegaron al hotel y se alojaron en
a jugar en las arañas colgantes,
una habitación de tres rincones. A la
aprovechando que los chicos se
hora de comer iban a robar las sobras
fueron, y dejaron a los ratoncitos
de la cocina. Nico y Mark Queso se
pequeños durmiendo sobre las sillas.
hicieron mejores amigos, y a Nico le
gustaba Paulita Otto.
En esos momentos Paulita dijo:
Las familias dejaron a los jóvenes
—Chicos, podemos ir al Salón Rosado
ratoncitos pasear por las calles de
El Congreso contado por los chicos. Selección.

y después a la salida porque ya son


la ciudad, pero con la condición de
las seis de la tarde.
que cuidaran de sus hermanitos y
llevaran una mochila de emergencias.
—Claro, Pauli —respondió Nico
Los padres ratones les advirtieron
guardándose su amor por ella.
que no confiaran en los humanos, ni
en los ratones, ni en las ratas, y que
—¿Pudiste hacerlo? —susurró Mark
solamente le hicieran consultas a los
al oído de Nico—, ¿pudiste al fin
policías ratones, aunque no creían
hablar con ella sin sonrojarte ni
que hubiese casi ningún ratón en la
tartamudear?
ciudad.
Mark y Nico pudieron saltar desde la
Y así los ratoncitos partieron.
araña hasta la silla, pero Paulita no.
—¿Chicos, a dónde vamos primero?
Entonces, Nico saltó desde la silla y
—preguntó Nico.
pudo agarrarla.
30
—No tengo ni la menor idea…
—Gracias… —dijo Paulita,
—respondió Paulita—. ¿Tú sabes,
sonrojándose.
Nico?
—De nada... —respondió —Estos libros son muy valiosos,
sonrojándose, y bajó a Paulita. vigílenlos mejor —los sentenció el
policía mientras entregaba a los
Los amigos acordaron salir del niños.
Congreso e ir al cine, entonces fueron
a despertar a sus hermanos pero… —¡Cómo nos preocupamos, no
ellos no estaban ahí. Los buscaron en debían irse solos! —les reclamó
el Salón Rosado, en el Salón de las llorando Paulita a sus hermanos.
Banderas y en todos lados.
Mark le susurró a Nico:
—¡Chicos, nunca los encontraremos!
—dijo Paulita angustiada. —Vete a consolarla.

—Nos falta la biblioteca —dijo Mark. —¿Crees que es hora de que le diga
que yo gusto de ella y le pregunte si
Fueron hasta la biblioteca y se ella gusta de mí? —preguntó Nico.
encontraron con un lugar muy
grande. —Y, sí —dijo Mark mientras movía la
cabeza en forma de afirmación.
Luego de cinco minutos una ratita
anciana se acercó a los ratoncitos. Salieron todos juntos del Congreso y
se fueron caminando hasta el hotel.
—¡Paulita, mi nieta querida! —gritó la Mark no se dio cuenta de que Nico
anciana y aparecieron una pareja de y Paulita iban tomados de las manos.
ancianos y un viejo ratón.
—¡Abuela! —se alegró Paulita— ¿Qué
haces aquí? ¿No deberías estar en
el asilo?

—Sí, pero la Sra. Rita nos dejó pasear


por aquí —respondió la abuela.

—Bueno abuela nos vemos más


tarde —y Paulita se fue corriendo por
detrás de sus amigos.

Cuando llegaron a la planta alta de


la biblioteca, encontraron trocitos
de papel viejo y un ratón policía los
detuvo y les preguntó si los niños
que tenía atrapados andaban con 31
ellos. ¡Esos niños eran sus hermanos
perdidos!
El Congreso contado por los chicos. Selección.

32
33
El Congreso contado por los chicos. Selección.

34
La Constitución,
nuestro escudo
democrático
Lautaro Agustín Porcel Sabino
9 años
Ciudad de Buenos Aires

35
Había una vez un chico clase que tuvo con su señorita sobre los
derechos y se tranquilizó.
llamado Martín que
asistía a la escuela 13, Caminando hacia la biblioteca, se
situada en el barrio encontró con el monstruo de la Censura
porteño de Balvanera. en el Salón de los Pasos Perdidos que lo
venía a acechar. Rápidamente recordó
el derecho a la libertad de expresión,
Un día, fue junto a sus compañeros de lo gritó bien fuerte en su cara. Y éste
cuarto grado a visitar el Congreso de se desvaneció. Siguió su camino y al
la Nación. Algunos pensaban que iba pasar por el Salón Azul, desde una
a ser aburrido porque iban a ver gente araña gigante, saltó hacía él el monstruo
grande, asientos, cuadros antiguos y del Autoritarismo, para protegerse,
mucha pero mucha historia. Martín colocó sus manos hacia abajo y
gritó bien fuerte: “¡derecho a votar!”. El
Al llegar, los esperaba una guía, monstruo salió corriendo, sorprendido.
que se llamaba Marta, quien los
fue guiando por el edificio. Cuando Luego de caminar por el Salón Delia
llegaron al recinto de la Cámara de Parodi encontró una gran puerta. Al
Diputados, se sentaron en las butacas. abrirla cuidadosamente observó la
Martín, curioso, empezó a mirar y biblioteca. Sorpresivamente, apareció
tocó un botón de color rojo que el monstruo más grande y poderoso
llamó su atención. Mágicamente, se a vencer: la Represión. Recordó lo
teletransportó por el monitor al Salón estudiado y gritó fuerte dos veces
El Congreso contado por los chicos. Selección.

Presidente Perón. “¡derechos humanos!” logrando así que


se esfumara la Represión. Al mismo
Realmente se encontraba muy tiempo, una luz iluminó la biblioteca y
asustado, estaba solo y en penumbra, mágicamente apareció la Constitución.
pero tomó coraje y empezó a
caminar, preguntando a la nada De esta manera, Martín, feliz de su
si había alguien que lo pudiese gran proeza, la tomó y se la entregó
ayudar. Hasta que desde un rincón al espíritu de la Democracia para
se presentó un espíritu. Se presentó que pudiera recuperar su cuerpo e
como la Democracia y le contó que integridad.
su cuerpo, la Constitución, se lo
había robado la Represión quien lo Asombrado y orgulloso, logró llegar a
tenía en la biblioteca y lo vigilaba la butaca donde nadie había notado
constantemente. También le contó su ausencia. Sintiendo que la historia
sobre dos monstruos llamados no era para nada aburrida, sino que
Censura y Autoritarismo, que era necesaria, y que una vida con
36 ayudaban a la Represión para que no autoritarismo, censura y represión
pudiera recobrar su cuerpo. genera una vida llena de oscuridad,
miedo y mata a la democracia.
Martín no pudo más que ofrecerle
su ayuda, aunque tenía un miedo Martín ansioso llegó a su casa y le contó
tremendo. El espíritu le comentó que a su padre lo vivido. Una vez más se
cada monstruo tenía una debilidad asombró, porque le creyeron sin dudar,
y consistía en hacerles recordar los debido a que ellos conocieron a esos
derechos. Entonces Martín recordó la monstruos en su juventud.
Había una vez un chico encontró con el monstruo de la censura
en el Salón de los Pasos Perdidos
llamado Martín que asistía
que lo venía a acechar. Rápidamente
a la escuela 13, situada en el recordó el derecho a la libertad de
barrio porteño de Balvanera. expresión, lo gritó bien fuerte en su
cara. Y éste se desvaneció. Siguió su
Un día, fue junto a sus compañeros de camino y al pasar por el Salón Azul,
cuarto grado a visitar el Congreso de desde una araña gigante, saltó hacía
la Nación. Algunos pensaban que iba él el monstruo del autoritarismo, para
a ser aburrido porque iban a ver gente protegerse, Martín colocó sus manos
grande asientos, cuadros antiguos y hacia abajo y gritó bien fuerte: ¡derecho
mucha pero mucha historia. a votar!...el monstruo salió sorprendido
corriendo.
Al llegar, los esperaba una guía, que se
llamaba Marta, quien los fue guiando Luego de caminar por el Salón Delia
por el edificio. Cuando llegaron al Parodi encontró una gran puerta. Al
recinto de la Cámara de Diputados, se abrirla cuidadosamente observó la
sentaron en las butacas. Martín curioso, biblioteca. Sorpresivamente, apareció
empezó a mirar y tocó un botón de el monstruo más grande y poderoso
color rojo que llamó su atención. a vencer: la represión. Recordó lo
Mágicamente se teletransportó por el estudiado y grito fuerte dos veces
monitor al Salón Presidente Perón. derechos humanos logrando así que
se esfume la represión. Al mismo
Realmente se encontraba muy
tiempo una luz iluminó la biblioteca y
asustado, estaba sólo y en penumbra,
mágicamente apareció la Constitución.
pero tomó coraje y empezó a caminar...
preguntando a la nada si había alguien De esta manera, Martín feliz de su
que lo pudiese ayudar. Hasta que desde gran proeza la tomó y se la entregó
un rincón, se presentó un espíritu. Se al espíritu de la democracia para
presentó como la democracia y le que pudiera recuperar su cuerpo e
contó que su cuerpo, la Constitución, integridad.
se lo había robado la represión…quien
Asombrado y orgulloso logró llegar
lo tenía en la biblioteca y lo vigilaba
a la butaca donde nadie había notado
constantemente. También le contó
su ausencia. Sintiendo que la historia
sobre dos monstruos, llamados censura
no era para nada aburrida, sino que
y autoritarismo, que ayudaban a la
era necesaria y que una vida con
represión para que no pudiera recobrar
autoritarismo, censura y represión
su cuerpo.
genera una vida llena de oscuridad,
Martín no pudo más que ofrecerle miedo y mata a la democracia.
su ayuda, aunque tenía un miedo
Martín ansioso llegó a su casa y le
tremendo. El espíritu le comentó que
contó a su padre lo vivido. Una vez
37
cada monstruo tenía una debilidad
más se asombró, porque le creyeron sin
y consistía en hacerles recordar los
dudar debido a que ellos conocieron a
derechos. Entonces Martín recordó la
esos monstruo en su juventud.
clase que tuvo con su señorita sobre los
derechos y se tranquilizó.

Caminando hacia la biblioteca, se


El Congreso contado por los chicos. Selección.

38
Una aventura
con Sarmiento
Tiziana Estefanía Quattrini
10 años
Guaymallén. Mendoza

39
En un barrio sencillo —Vine de paseo con la escuela y te
encontré —dijo Matías nervioso.
pero lindo, vivía un niño —Tengo un problema en mi barrio,
llamado Matías, que iba a ¿me ayudás? —comentó Matías con
una escuela de allí. preocupación.

—¿Cuál es tu problema? —preguntó


La mayoría de sus compañeros no
Sarmiento, muy serio.
quería estudiar, lo cual le preocupaba y
quería ayudarlos. —Casi ninguno de mis compañeros
quiere ir a la escuela a aprender.
Un día, la escuela los llevó de paseo al
Palacio del Congreso. Matías estaba —Es muy serio —dijo Sarmiento, y
muy asombrado con todo lo que veía agregó: —Es como en mi infancia, vení y
pero un determinado lugar capturó su te muestro, ya que estamos aquí.
atención. Sin que el resto del grupo
se diese cuenta, en puntas de pie se Mientras transcurría el viaje, Sarmiento
metió en la Biblioteca del Congreso. se arrepintió de haberle ofrecido ayuda
Sus ojos no sabían qué mirar, todo era a Matías, y le dijo:
deslumbrante. Caminó hacia los pasillos
más oscuros, donde estaban los libros —Mejor volvamos con tu maestra,
más viejos forrados en cuero. Uno que seguro están preocupados por vos.
llamó su atención, contaba las historias
de San Martín, de Sarmiento y otros —¿Por qué no me querés ayudar?
próceres. —dijo Matías enfurecido. —¿No sos el
El Congreso contado por los chicos. Selección.

padre del aula? ¿El que nunca faltó a la


Comenzó a leer la historia de Sarmiento. escuela?
De pronto, un humo envolvió la
habitación y detrás apareció la silueta Sarmiento se dio cuenta que el
de una persona, que Matías no lograba pedido del niño era sincero y se sintió
reconocer. Siguió a la persona, que cada identificado con él. Entonces creyó que
vez se alejaba más, hacia un sector sería bueno que Matías viese cómo eran
muy oscuro. Cuando encontró una llave las cosas en su época, le mostró como
de luz, la encendió y pudo reconocer hizo para aumentar la población escolar
que se trataba de Domingo Faustino y todas las tareas que desarrollaba en
Sarmiento que en sus manos llevaba su época. Luego de un largo recorrido,
una especie de máquina extraña. volvieron al Congreso. Antes de que
toda esta loca aventura terminase,
Matías lo espiaba desde lejos y pudo Sarmiento se acercó a Matías y le dijo al
darse cuenta que era una máquina oído:
40 del tiempo. Sarmiento la estaba
programando para volver a su época. —Nunca falté a la escuela, porque
Sin que se diese cuenta, Matías se siempre creí que todo lo que aprendía
escondió detrás de él y partieron juntos. iba a ser importante para defender mis
Ya en viaje, el hombre lo descubrió. ideales y luchar por los demás.

—¿Qué haces aquí, niño? —preguntó Matías le agradeció el consejo y les


muy serio Sarmiento. contó a todos sus compañeros la
aventura, eso los ayudó a cambiar su
actitud.
41
El Congreso contado por los chicos. Selección.

42
El diario
de Felipe
Noelia Carolina Schmidt
11 años
Ciudad de Santa Fe, Santa Fe

43
Querido diario: completamente en su resplandor, sin
saber adónde me dirigía.
¡Estoy emocionado!
Mañana es el viaje Mis ojos se empezaron a abrir a
medida que la luz se desvanecía, al
escolar a Buenos Aires y mirar alrededor supe dónde estaba:
visitaremos el Congreso en el Congreso.
de la Nación.
Recorrí el lugar a oscuras, subí las
¡Espero con ansias escaleras y llegué al hall de planta
ese día! alta, luego pasé por el Salón de
los Pasos Perdidos hasta llegar al
Recinto. Me acerqué al estrado,
debajo del lugar donde se sienta el
Querido diario: presidente de la Cámara noté una
pequeña palanca. La activé y de
pronto, el suelo se movió, formando
Regresé del viaje, no pude dormir en una escalera descendente. Con coraje
toda la noche, lo que sucedió en el bajé los peldaños hasta llegar a un
Congreso me hizo desear no volver gran salón blanco iluminado por
jamás a ese lugar. Tú, querido diario, antorchas. En sus paredes colgaban
eres mi único confidente, porque si finísimos retratos de próceres
contara lo que he experimentado, me argentinos. Sobre el suelo, una larga
creerían loco. alfombra roja guió mis lentos pasos
El Congreso contado por los chicos. Selección.

mientras observaba maravillado. Casi


El colectivo estacionó frente al al final de la misma, una especie de
Congreso, todos mis compañeros crujido rompió el silencio, la alfombra
bajaron emocionados a recorrer el se convirtió en un hueco por el que
histórico edificio. caí agitando los brazos y gritando.
Temí que mi destino fuera el peor de
Cenamos y volvimos al hotel para todos.
descansar y prepararnos para el
regreso. Luego de lavarme los Poco a poco empecé a distinguir
dientes y bañarme, me recosté en mi un rostro de mujer a la vez que
cama. recuperaba la conciencia. Era blanca
y celeste y flotaba sobre el suelo.
Un escalofrío me despertó. Me Ante mi sorpresa exclamó:
levanté y miré la hora: las 23:45. De
pronto, empecé a caminar hacia la —Hola, ¿estás bien? Tuviste una caída
puerta, como si alguien me estuviera muy fuerte.
44 dirigiendo, la abrí y una fuerte luz
me cegó, caminé hacia donde estaba Miré mi brazo, sangraba un poco,
la misteriosa luz hasta desaparecer pero no me importó, lo que estaba
pasando acaparaba toda mi atención. La noche de mi regreso a casa no
pude dormir pensando: ¿había sido
—Tú… ¿tú quién eres? —tartamudeé. un sueño?

—Perdóname por no presentarme,


soy el espíritu de la Patria, soy la
República Argentina y habito en el
Congreso. Como yo, hay espíritus
buenos, pero también malignos, que
no quieren más que lo peor para
el país. Ahora debes marcharte,
vendrán aquí y no hay mucho tiempo.

Atónito, observé nuevamente mi reloj,


faltaban tan solo tres minutos para
las doce. Miré al espíritu y compartí
con él una cara de preocupación.

—Pronto vendrán, debes irte.

Sopló sobre mí y me sumí en un


sueño profundo, donde miles de
estrellitas blancas y celestes giraban
alrededor de mí.

—¡Felipe! Se va el colectivo y ni
siquiera tienes todo ordenado —dijo
Lio.

Me levanté de un salto, rápidamente


me alisté, sin pronunciar palabra.

—¿Estás bien? —preguntó Miguel.

Tomé mi mochila y salí, ignorando su


pregunta.

El resto del viaje, sólo miré por la


ventanilla pensativo. Observé mi
brazo, me sorprendí al ver que la
herida era real. 45
El Congreso contado por los chicos. Selección.

46
47
El Congreso contado por los chicos. Selección.

48
Un viaje
al pasado
Pilar Arietti, Tiziana Camila Barbero,
Abril Issoglio, Victoria Ruffinatti
11 y 12 años
Las Varas, Córdoba

49
Un grupo de egresados encontró una pluma para escribir,
parecía muy costosa, y de las que no se
de primaria visitaban el ven muy a menudo. El niño la tomó, y
Congreso de la Nación. Al al hacerlo lo envolvió una extraña nube.
ingresar, una maestra les De repente, cuando esta se disolvió se
advirtió: dio cuenta de que ya no estaba solo. Y
de lo que había pasado… había viajado
en el tiempo, estaba en el año 1853. Se
—Niños, permanezcan todos juntos, no
encontraba frente al director provisional
se separen, recuerden… este edificio es
de la Confederación Argentina, Don
inmenso y pueden perderse.
Justo José de Urquiza.
La mayoría de los alumnos escucharon;
Intentando no asustarlo, se presentó
solo uno, Martín, que estaba bastante
ante este prócer salido de los libros,
distraído contemplando el lugar, no
quien también se sorprendió al verlo.
escuchó las indicaciones.
Luego de intercambiar algunas palabras,
Iniciaron el recorrido junto con el guía
Martín decidió preguntarle a Urquiza
que les había sido asignado.
qué era lo que lo tenía tan preocupado,
y el hombre le respondió:
Martín continuaba observando
minuciosamente todas las habitaciones,
—Mira niño… hace muchos años que
hasta que en una de ella observó
estamos viviendo momentos muy
una misteriosa puerta que le llamó la
duros, no nos podemos organizar como
atención. Se acercó a ella intrigado,
país, no conseguimos la unión entre
estaba camuflada entre las paredes,
El Congreso contado por los chicos. Selección.

nuestras provincias, y esta situación es


no tenía picaporte y solo se podía
muy peligrosa. ¡No podemos soportar
abrir con una tarjeta de seguridad.
más esta situación! ¿Qué puedo hacer?
Eso pensó al ver una ranura a media
¿Cómo resuelven estas situaciones en el
altura. Sin embargo, lo más interesante
lugar del que tú vienes?
fue que la puerta se encontraba
apenas abierta. Inmediatamente
—¡Y, es muy fácil! Tiene que lograr un
entró, sin dudarlo y se encontró con
acuerdo con todas las provincias…
una habitación “rara”. Caminó hasta
convoque a los representantes de cada
una escalera de mármol en forma de
una de ellas y acuerden cómo gobernar
caracol.
este territorio, cuáles son sus objetivos…
hay que sentar las bases para esta
El niño subió y de repente se dio
Nación.
cuenta de que estaba en el interior
de la famosa cúpula, esa que
Mientras tanto, un compañero
había observado desde una de las
se dio cuenta que faltaba Martín,
50 esquinas de la Plaza de Mayo. Con su
rápidamente comenzaron a buscarlo
característico color verdoso del que
por todo el palacio, en pocos minutos
tanto le había hablado la seño, desde
lo encontraron dormido en un extremo
allí se veía la Plaza del Congreso.
de la galería de las banderas. El chico
quiso contarles todo lo sucedido, pero
Sobre una vieja mesa, encontró una
al ver las expresiones en las caras de sus
caja, bastante antigua y, sin pensarlo
compañeros, prefirió no mencionar nada
dos veces, decidió abrirla. En ella
de lo que había descubierto en aquel
cuarto.
51
El Congreso contado por los chicos. Selección.

52
El Salón
de los Pasos
Perdidos
Brenda Abonizio
14 años
Rosario, Santa Fe

53
–¿Sabes dónde estamos? Al final de la biblioteca, un antiguo
reloj dorado les llamó la atención.
–Supongo que aún Una indescriptible fuerza los obligó a
seguimos en el Congreso acercarse y casi sin quererlo o poder
negarse, las manos de ambos se
de la Nación. levantaron y se acercaron al antiguo
objeto.
–Estamos perdidos, ¿no?
–Y todavía lo preguntas... Los jóvenes se acercaron tan sumisa
y concentradamente al reloj, que no
se percataron de un libro abierto
sobre una mesa de la biblioteca.
El chico se encogió de hombros y Tampoco notaron que el libro
continuó caminando en silencio. contenía escrito en tinta lo que
Ella lo siguió y apuró el paso, el parecían ser nombres.
abrumador silencio del lugar lo
aterraba. Sentían que no debían tocarlo, ya
que el reloj no sólo parecía antiguo,
Todo comenzó debido a la sino también muy frágil, pero no
picardía adolescente de ambos podían hacer nada por evitarlo: sus
jóvenes de dieciséis años que, manos se movían como empujadas
queriendo escapar de las aburridas por vida propia, como miembros
explicaciones de la profesora y el aparte que no aceptaban recibir las
guía, decidieron alejarse del grupo órdenes que les daba su superior.
El Congreso contado por los chicos. Selección.

escolar y recorrer el Congreso por su


cuenta. Claro que no contaban con la Lo tocaron. Al acariciarlo con las
cantidad de corredores y salones ni yemas de los dedos ambos sintieron
con la amplitud de estos, y acabaron como si se despegaran del piso en
por perderse. el que estaban parados y, luego
de sumergirse en una absoluta
Lo que debía ser una entretenida oscuridad e indescriptible vacío,
visita guiada escolar, para ellos se volvieron a aterrizar.
convirtió en un misterioso laberinto
sin salida. Al sentirse observados, Abrieron los ojos que habían cerrado
apuraron el paso sin decir palabra por el susto y descubrieron con
alguna, hacia el salón más cercano. asombro que ya no se encontraban
en la biblioteca. El mágico objeto
Frente a ellos, se alzaban ocho los había transportado a otro salón,
grandes y altas estanterías repletas uno también muy grande y decorado
de libros, y se podía notar que con enormes cuadros que, ya sea
54 detrás había más. Un aire antiguo por su tamaño o el buen manejo del
y misterioso les puso los pelos de pincel del artista, los hacían sentirse
punta. Ambos percibían una extraña observados por los personajes de las
presencia que iba más allá de ser obras enmarcadas.
humana o incluso de estar viva.
Se miraron con temor, desconocían absoluta pero tranquila y dejaron de
con exactitud lo que había pasado, preocuparse por lo demás.
pero ambos coincidían en que debían Entonces ella, ignorando lo que le
salir de allí cuanto antes. pasaba a su compañero, sintió como
el extraño humo blanco descendía y
Se acercaron a la puerta abierta más se alejaba de ella dejándola en paz.
próxima y, cuando se encontraban
a escasos centímetros de tomar Suspiró y al posar una mano en su
el picaporte, la puerta se cerró de pecho sintió algo distinto: su corazón
repente, la luz dejó de entrar por no latía. Segura de seguir con vida
los vitrales del techo y las luces de comenzó a llamar a su compañero
las enormes lámparas de araña se pero, al no obtener respuesta y
apagaron. Un extraño humo comenzó tampoco encontrarlo a tientas en la
a aparecer en el piso, arrastrándose obscuridad, lágrimas empañaron sus
hacia ellos como una serpiente pálidas y frías mejillas.
hambrienta a punto de devorar a sus
presas. Las luces se encendieron. No
quedaban, a simple vista, rastros del
Gritaron. Sus pedidos de auxilio se extraño suceso de estos jóvenes,
escucharon por la sala en penumbras. excepto que, en la habitación donde
Pero no lograron traspasar las sólo había cuadros antiguos, un
paredes y hallar, en algún lugar atril con llaves y una larga bandera,
del enorme edificio, a alguien que ahora también había dos particulares
pudiese escucharlos. Nada de lo que decoraciones que nadie hubiera
hicieran parecía ser suficiente para reconocido de no prestarle atención.
alejar el misterioso humo blanco que
ya subía por las rodillas de ambos. En un rincón del cuadro, un
adolescente de cabello castaño y
Incluso sacudirse e intentar alcanzar ojos verdes mantiene su pintada
las demás puertas era en vano para mirada en el otro extremo del salón,
salvarse. Pero ninguno desistía y contrario al cuadro. Allí, en ese
hacían lo que estaba a su alcance, extremo, en un rincón, una muñeca
aunque eso significara que sus de porcelana de piel pálida, cabellos
gargantas comenzaban a doler por el negros, ojos grises y con forma de
esfuerzo de gritar pidiendo ayuda. adolescente mira al cuadro con
tristeza y mejillas que, si se las mira
El chico comenzó a sentir cómo detenidamente, podrían parecer
su garganta se cerraba: el humo bañadas por lágrimas.
le llegaba más allá del cuello y le
costaba respirar. Pero eso es imposible, las muñecas
de porcelana no lloran y los cuadros 55
Sus ojos se cerraron lentamente y no pueden mirar fijamente. ¿O sí?
lo siguiente que sintieron fue que se
sumergían en una obscuridad
Lejos de lo sucedido en el salón,
las páginas de un libro abierto en la
biblioteca se movieron solas, como
empujadas por un fuerte y certero
viento. Pasaron hasta llegar a una
que se encontraba vacía, y allí, de
forma desprolija y descuidada, una
mano invisible escribió algo.
Dos nombres y una fecha:

Nicolás Russo. Rocío Wagner.


01 / 07 / 2017

Y así, en el Salón de los Pasos


Perdidos, los pasos que se perdieron
fueron los de estos desafortunados
jóvenes.

¿Todavía se oyen pasos? Ve y


descúbrelo por ti mismo. Pero
cuidado, podrías perderte en el
camino…
El Congreso contado por los chicos. Selección.

56
57
El Congreso contado por los chicos. Selección.

58
There is no
democracy

Camila Nair Neugebauer


17 años
San Isidro, Buenos Aires

59
Tic-Tac, mis pasos suenan perfecta expresión de pánico. Puedo
leer sus mentes, están perdidas.
a tiempo. Camino por Veo los escudos a mi alrededor, se
el pavimento, esquivo tiñen gota a gota de un rojo carmesí.
escombros de lo que hace
tiempo fueron majestuosos Corro por el salón, las cortinas rosas
edificios. se desgarran. Los sillones se destiñen,
el rostro de las mujeres se rompe. Las
Levanto la vista, observo el gran banderas me rodean, están en llamas
palacio en ruinas. Sobre su cúpula un y las cenizas cubren mi lisa piel de
cielo gris en remolino, como el ojo de bronce.
un huracán. La imagen del desastre, un
cuadro digno de aborrecer. TIC-TAC, todo tiembla, TIC-TAC,
la cúpula se rompe, Tic-Tac, dicen
Tic-Tac, retumba en mis oídos, me suavemente sus labios, TIC-TAC, una
ensordece. Corro. No sé a donde voy. bella mujer encerrada en un reloj y a mi
Atravieso un pasillo tras otro, no puedo alrededor imponentes estanterías de
parar. Una sensación en mi pecho, el madera, desbordantes de libros. El olor
miedo me arrastra. Subo, bajo, doy añejo me da un corto y dulce momento
vueltas, me pierdo. Todo es igual. Un de paz. Pienso en cada maravilloso
alto techo, paredes blancas, pisos de momento que contienen. Mi historia,
mármol. tan bella y oscura a la vez. Tic-Tac dice
nuevamente.
Subo las escaleras, estoy frente a la
entrada principal del Congreso. Detrás Caigo en la realidad.
El Congreso contado por los chicos. Selección.

mío yacen, de nuevo, las ruinas de


la ciudad. Apoyo mi palma sobre la Estoy frente al gran reloj, Tic-Tac-Tic-
puerta, todo tiembla. Tac-Tic-Tac pronuncia cada vez más
rápido, hace que los latidos de mi
Tic-Tac, ese sonido me desespera. corazón se aceleren. Tic-Tac, pestañeo,
Aprieto fuerte mis ojos, mis oídos ahora estoy dentro de una enorme caja
duelen. Grito que pare… y para. Abro de madera, un dorado péndulo cuelga
poco a poco los ojos, todos me miran desde el techo y frente a mí, el cristal.
en silencio. 257 caras, otros cientos
en las galerías y algunas más en los Me muestra a aquella mujer al otro
palcos. Todos me miran, esperan que, lado. Puedo ver la pena en sus ojos. Me
de alguna forma, aún quede un rastro da la espalda y paso a paso se vuelve
de esperanza. Yo no los miro, no puedo hojas de papel que se desvanecen. Una
apartar la vista de una de las pantallas profunda tristeza inunda mi pecho.
a mi costado. Una sola palabra, la Tengo miedo, no quiero permanecer
tortura de mis ojos, es capaz de crear encadenada a los gritos ahogados y los
sollozos de los desaparecidos.
60 un irreparable y doloroso quiebre:
TIC-TAC.
dictadura.

Tic-Tac hacen mis pasos al caminar, se Tomo mi pequeña posición en lo


mueven inconscientemente hacia atrás. más alto de la araña de bronce, mi
Observo la escena de un cuadro, cada metálico cuerpo se endurece, mis
rostro, cada pequeña facción ubicada párpados pesan, no puedo contra ellos
estratégicamente para mostrar una y finalmente se cierran, mientras una
lágrima cae por mi mejilla.
61
El Congreso contado por los chicos. Selección.

62
La leyenda
del Congreso

Leandro Guido Neyra


13 años
Ciudad de Buenos Aires

63
Siempre he sido fanático Me senté frente al reloj, saqué
mi portátil y comencé a buscar
de la ciencia ficción y la información sobre el centro del
fantasía. Nunca he sido próximo caos. Encontré varias
bueno en historia, para leyendas sobre el reloj, pero ninguna
ser sincero, me aburre un real. Para comprobarlas esperaba a
poco la realidad. que el guardia se diera vuelta o yo
mismo debía crear una distracción,
ya que la cercanía al reloj se
encontraba limitada por una valla.
Los viernes por la noche no voy No encontré la historia que me había
a fiestas y prefiero quedarme contado mi abuelo, pero gracias
viendo una peli de superhéroes o a lo que recordaba sobre ella fui
de aventura, tal vez una futurista o armando las piezas y comprobando
de terror. Comencé a interesarme su veracidad.
en esto gracias a mi abuelo. El me
contaba todo tipo de historias que Según la leyenda, la caída del
la mayoría de la gente diría que son Imperio Romano de Occidente había
malas, debido a su falta de realismo. sucedido el 8 de junio del año 476,
si se suman los números de la fecha
Recuerdo especialmente la última 8+6+4+7+6, es igual a 31, a su vez
historia que me contó antes de 3+1=4.
morir: era sobre la Biblioteca del
Congreso Nacional. Normalmente, Asimismo, 488 años más tarde,
El Congreso contado por los chicos. Selección.

yo solía investigar sobre las historias y según las predicciones de la


que él me contaba, pero no lo había leyenda, debía producirse una
hecho con esta. Por alguna razón, nueva catástrofe, pero fue impedida
sentía que no debía hacerlo, pero por el emperador de Roma, que
hace un par de meses tomé valor y había descubierto esta extraña
me dirigí al Palacio del Congreso. repetición de números. Luego de
un sospechoso cambio de Papas,
Por casualidad elegí el mejor día incluyendo un asesinato, el 23 de
para ir ya que el presidente de la junio del año 964 el emperador
Nación daba una conferencia en el depuso a Benedicto V, impidiendo
Salón de los Pasos Perdidos. Pensé un nuevo desastre, y que el 24 de
en advertirle inmediatamente sobre junio del año 964, otra vez sumando
la leyenda, pero decidí que primero la fecha, da como resultado 31,
debía investigar y comprobar su 3+1=4.
veracidad.
Años después, 488 para ser exactos,
64 Me dirigí, entonces, a la sala de otra catástrofe se produjo. El 29
lectura de la biblioteca, y cuando de mayo de 1453 cayó el Imperio
llegué me centré en el objeto que, Romano de Oriente, pero el inicio de
según la leyenda, era el foco del este desastre comenzó el 5 de abril
próximo desastre mundial: el reloj de de 1453, fecha cuya suma vuelve a
Luis XIV. dar 4.
Así, años más tarde, Luis XIV En lugar de volver a la biblioteca,
también descifró el código numeral me senté en uno de los cómodos
y con el objeto de impedir otra sillones del Salón de las Provincias
catástrofe a producirse en 1941, y tomé nuevamente mi portátil para
mandó a construir el reloj que poder escribir el e-mail. Estuve
hoy está ante mi vista, con la pensando mucho en cómo redactar
modificación del número IV, que el correo.
casualmente es el único número que
se repite en todas las fechas: 476, Algo todavía no cerraba, y luego
964, 1453 y 1941. de investigar más, entendí que Luis
XIV no había detenido el proceso
Guardé mi portátil, y me estremecí al con la modificación del reloj, sino
descubrir que eran cuatro las mesas que lo había adelantado. Los últimos
de lectura que se encontraban frente números se invirtieron causando en
al reloj. Algo más había descubierto, 1914, la primera guerra mundial, cuyo
y me dirigí al Salón Azul para inicio, según algunos, fue en realidad
comprobarlo, y ahí, otra vez, en ese el 27 de julio de 1914, otra vez la
salón octogonal, el fatídico número suma da 4.
cuatro. Son cuatro los pilares que
sostienen la cúpula del Congreso, De pronto, pensé en la Cuadriga y en
son cuatro los nichos que hay en los cuatro Leones Alados, su fuerza
el Salón, uno en cada pilar; y son y significado, y lo entendí: no había
también cuatro los jarrones de que destruir el cuatro sino que
bronce, uno en cada nicho y, como había que darle nuevo valor a su
si fuese poco, son cuatro los salones significado. No debía significar furia,
que lo rodean. ira o sangre, sino protección, salud,
paz. Volví a concentrarme en el mail,
Salí del Salón Azul y me dirigí lo opté por decir la verdad con todo
más rápido que pude al Salón de detalle y lo envié.
los Pasos Pedidos; para mi suerte, la
conferencia seguía en pie y faltaban El único que podía salvarnos era
pocos minutos para su conclusión. el presidente, las anteriores veces
Esperé a que el presidente saliera fue así, el emperador de Roma y
por el Salón de los Bastones. Llegó luego el rey Luis XIV. Por alguna
y le pedí un momento para hablar razón, vino a mi mente una frase
de algo (no le mencioné que era que había leído de Borges cuando
importante, porque a veces los fui a una visita por “La noche de
adultos al escuchar esa palabra, no los museos”: “A unos trescientos o
toman en serio a los chicos). Pero no cuatrocientos metros de la Pirámide
había pensado en cómo decírselo, me incliné, tomé un puñado de
así que me quedé helado. Él debía arena, lo dejé caer silenciosamente 65
irse, entonces me dejó una dirección un poco más lejos y dije en voz
de correo electrónico y me dijo que baja: Estoy modificando el Sahara’’.
mandara un mail y que él lo leería. Yo, simplemente mandando un
e-mail, que espero sea leído, estoy
ayudando a cambiar el futuro del
mundo.
El Congreso contado por los chicos. Selección.

66
67
El Congreso contado por los chicos. Selección.

68
La caja
misteriosa

Joaquín Sánchez
13 años
Moreno, Buenos Aires

69
Era época navideña, —Sí, chau —se despidió.
la ciudad de Necochea —Chau papá —y colgó.
irradiaba luces de cada
pequeña casa. Una —¿Era mamá? —preguntaron sus
de ellas era la de don nietos.
Eusebio López, quien
—Sí, pero hubo un problema y no
junto a sus dos nietos, creo que puedan venir hasta dentro
esperaba la llegada de sus de unas horas.
padres que volaban esa
misma tarde hacia allí, —¡Horas! —exclamó Juan—. ¡Pero
de vuelta de un viaje de dentro de unas horas ya es Navidad!
negocios. —Lo sé, queridos, lo sé, pero no
podemos hacer nada, solo esperar
—dijo Eusebio.
Ya estaba oscureciendo, Juan y
—¿Y qué vamos a hacer hasta
Cristian, de 7 y 9 años, no veían la
entonces? —preguntó Cristian.
hora de que sus padres cruzaran por
la puerta. Mientras ellos jugaban, el
—¡Abuelo, contanos una historia!
teléfono comenzó a sonar. Eusebio
—gritaba Juan.
respondió:
—Sí, dale, contá algo, abuelo
El Congreso contado por los chicos. Selección.

—Hola. —coincidió Cristian.

—Hola papá, soy Diana. ¿Cómo están —Está bien, les contaré una historia.
los chicos? —preguntó su hija.
Los tres fueron a sentarse y cada
—Bien, querida, todo está perfecto. niño a un lado del abuelo escuchaba
¿Y ustedes? Pensé que ya estarían atentamente.
llegando. —Esta historia transcurrió hace
mucho tiempo, en el Congreso. Yo
—Sí, lo sé. Es que con la tormenta se tenía unos 13 años y solía acompañar
retrasó el vuelo —suspiró—. Dudo que a mi papá, que trabajaba ahí muy
podamos llegar antes de las 12. seguido. Cada vez que iba, pasaba
mucho tiempo con Tami, la hija de
—Bueno, ustedes no se hagan 13 años de uno de los colegas de
problema. Vos y Roberto solo mi padre. Siempre solíamos jugar a
concéntrense en poder llegar y que las escondidas, era uno de nuestros
70 todo esté bien, yo me encargo de los juegos favoritos. El Congreso era
chicos. tan grande y con tantos lugares
para esconderse que resultaba muy
—¡Gracias papá! Yo ya tengo que entretenido. Una tarde, mientras
colgar, mándales a Juan y a Cristian jugaba con Tami y era su turno de
un beso de nuestra parte. buscarme…
—Pero abuelo —interrumpió Juan— decir con la voz de Tami en mi
¿Tami no se llamaba la abuela? cabeza. La miré mal y le dije: “yo
no soy ningún tonto”. “Yo nunca
—Precisamente, Juan —sonrió su dije eso”, se defendió. “Sí, lo dijiste
abuelo—, la niña de la que estoy hace unos segundos”, respondí.
hablando es tu abuela. Continuemos. “No. Solamente lo pensé, lo siento”,
se disculpó y cuando ya se estaba
Era su turno de buscarme, yo siempre preparando para irse me di cuenta
fui muy ágil para esconderme, y por de algo. “¡Espera! ¿Cómo que lo
esta razón corrí hasta el despacho pensaste?”, pregunté. “Sí, solamente
de mi padre y me situé justo detrás lo pensé, no importa”. “Sí, sí que
de una biblioteca. Pasaron varios importa, yo lo escuché, escuché lo
minutos hasta que escuché los pasos que pensabas”. Y con sólo darnos
de Tami, acercándose de repente. cuenta de eso lo confirmamos.
Entonces ella gritó “te encontré” y,
en el momento en el que se abalanzó Los anillos podían hacer que quienes
sobre mí, la pared detrás nuestro los llevasen pudieran escuchar los
se movió y ambos, de repente, nos pensamientos del otro, y así fue
encontramos en un pequeño pasillo cómo nos los llevamos y al salir de
oscuro. “¿Dónde estamos?”, preguntó la habitación y llegar a nuestras
Tami. “No sé”, le respondí. “Seguime”. casas, nunca dejamos de estar
Agarré su mano y lentamente comunicados, en ningún momento
caminamos por un pasillo, hasta nos los quitábamos, incluso cuando
llegar a una habitación situada al por las tardes jugábamos a las
final, que estaba completamente escondidas en el Congreso y era más
vacía excepto por una caja en el fácil encontrarnos. Desde el día que
piso. “¿Qué es eso?”, preguntó Tami los hallamos prometimos que jamás
encaminándose hacia la caja. “No sé, nos los quitaríamos… y así pasaron
no lo toques”, le advertí. los años y todos vivieron felices para
siempre…
Sin temor alguno, ella se arrodilló y
abrió la caja, dentro había dos anillos —Wow, abuelo, ¡qué gran historia!
idénticos. Ella los tomó y se puso uno —sonrió Cristian— ¿Pasó en realidad?
y me tendió el otro a mí. Yo la miré
dudoso: “no creo que sea una buena —Eso es algo que no puedo
idea”. “Vamos, no le haremos ningún contestarte —dijo Eusebio.
mal a nadie”, me sonrió y yo no tuve
más remedio que ponerme el anillo. —No importa, abuelo —se oyó la voz
“Esto es una tontería”, pensé y de de Juan—. A mí me encantó.
repente escuché que Tami me decía
“no es ninguna tontería”. Impactado —Gracias, Juan —sonrió el abuelo. 71
la miré y le pregunté: “¿Cómo supiste
que pensé eso?” “No lo pensaste, En ese instante se escuchó sonar el
lo dijiste en voz alta”, aclaró. “Está timbre de la puerta principal: Eusebio
bien… qué chico más tonto”, escuché se levantó y abrió, frente a ellos
aparecieron los padres de Cristian y
Juan. Los niños saltaron sobre ellos
llenos de felicidad y en eso su padre
dijo:

—Niños, ya son las 12, ¡ya es Navidad!

—El árbol está lleno de regalos,


vamos a abrirlos —dijo Cristian.

Todos se sentaron junto al árbol y, a


lo último, encontraron una pequeña
caja envuelta con el nombre de los
dos niños. Adentro encontraron nada
menos que un par de anillos. Los
niños se miraron y comenzaron a reír.
Los padres no comprendían por qué,
pero aun sin saberlo, todos pasaron
una estupenda navidad en familia.
El Congreso contado por los chicos. Selección.

72
73
El Congreso contado por los chicos. Selección.

74
Por una
nueva vida

Luciana Sofía Villano


16 años
Villa Adelina, Buenos Aires

75
Un día nublado, como Capital, uses el transporte que uses,
vas con demoras.
cualquier otro. Mi Llegué relativamente rápido,
guitarra, a un lado de la comparado a otras veces. Dejé la bici
cama, ese instrumento atada a un poste de luz en la cuadra
ruidoso, como suele del Congreso. Me paré a mirar la gran
llamarlo mamá. Ella edificación.
es una persona muy Recordé cuando mi papá me traía y
estructurada y rígida, nos quedábamos viendo esas grandes
cómo no serlo si pertenece esculturas que rodeaban la entrada
a la Cámara de Diputados principal, mientras esperábamos a
de la Nación. que mamá saliera de trabajar.

Desde chica que iba ahí y gran parte


de la gente que trabaja en ese lugar
Me levanté de la cama y me dirigí me conocía, gracias a eso pasé
a la cocina. Encontré sobre la mesa casi sin problemas. El guardia de
unos papeles de mamá, supuse que seguridad que vigilaba la entrada por
ya se había ido, tal vez se los olvidó avenida Rivadavia me conocía desde
y tendría que llevarlos, como alguna siempre, solo bastó decirle que tenía
que llevarle unos papeles a mi mamá,
vez hice. Mamá no suele contarme
pasé por el detector de metales y
las cosas que deciden allí, es un poco
entré directo.
reservada, pero, a mi parecer, desde
El Congreso contado por los chicos. Selección.

la otra vez que me contó y me puse


Esos pasillos los conocía tanto como
en contra de su decisión y de lo que
la palma de mi mano por lo que
planteaban ya no me dice más nada.
sabía cómo llegar al Salón Presidente
Debe ser eso. Perón o Pasos Perdidos, que daba a
Los agarré dispuesta a ver de qué la entrada del Recinto de Diputados.
se trataban. No lo podía creer. La sesión todavía no había iniciado y
mamá me estaba esperando afuera
Le querían quitar las tierras a las
del Recinto.
comunidades indígenas del norte del
país. Quedé en shock cuando leí el
Me acerqué decidida a encararla y a
discurso de mamá, esas palabras. No
llenarla de preguntas. ¿Cómo
se podía ser más dura con personas
se puede ser así sabiendo que mis
tan desprotegidas y abusadas. Sonó
abuelos pertenecen a comunidades
mi celular. Casualmente, era mamá.
indígenas?
Me dijo que le llevara los papeles
—Hola mamá —dije enojada y me
porque se los había olvidado, que no
pareció que se dio cuenta.
76 los viera, que solo se los llevara. Sabía
que me molestaría.
—Ay, gracias hija, ¿ya estabas
despierta? —me preguntó amable
Me cambié, agarré mis llaves, los
queriendo ignorar mi mal humor.
papeles de mamá, la bici y me dirigí al
Congreso. Menos mal que vivía a 20
—Sí —respondí cortante, confirmando
cuadras de allí porque a esa hora, en
mi enojo.
—Está bien, yo ahora… —No la dejé que ellos tenían. Los amaba con todo
terminar. el corazón y me pareció espantoso
—¿Por qué les quieren quitar las que mamá se separara de él para
tierras a las comunidades indígenas? que no tuviéramos que soportar
—Fui directa, ya no lo aguantaba más. momentos difíciles.

—Te dije que no los vieras. —Trató de A pesar de eso seguí viendo a mi
reprocharme, como si la que estuviera papá y a mis abuelos, quienes me
mal fuera yo. contaban la verdadera historia que
mamá me escondía. En ese momento,
—Lo vea o no, no pueden hacer eso, cuando las cosas andaban bien,
no podés decir esas cosas, sabiendo ocurrió lo que menos me esperaba,
que mis abuelos, los padres de papá, papá murió. Fue el acontecimiento
pertenecen a esas comunidades más duro que atravesé en mi corta
indígenas que quieren desalojar —lo vida. Mamá tuvo un duelo bastante
dije tranquila, aunque por dentro desinteresado y mis abuelos fueron
deseaba gritarle para que entendiera quienes lo sufrieron más, pero a
lo mal que estaba. pesar de todo pudimos salir adelante
y afrontar los hechos. Yo me seguí
—Tu papá ya no está, se murió, y lo viendo a escondidas con mis abuelos,
sabés —lo dijo tan crudamente sin ya que era la única manera de tener
darse cuenta del efecto que podrían presente a papá.
causar esas palabras.
Ahora que lo pienso, hace tiempo que
—¿Cómo podés ser tan cruel con no hablaba de él y menos con ella.
papá? ¿Cómo podés despreciar así a Desde su fallecimiento que dejó de
la persona que alguna vez amaste? hablar de él.
—En serio, no lo entendía.
Llegamos al gran Salón Azul.
Se quedó callada, miró su reloj y Sorprendentemente estaba vacío,
giró varias veces la cabeza como si ya que siempre estaba ocupado con
vigilara que no la estuvieran viendo. alguna conferencia cada vez que
pasaba por allí. Entramos sin ningún
—Vení, seguime. —Se fue rápido, sin problema, estaba lista para discutir
esperar respuesta. sin que nadie nos mirara.

La seguí a paso lento por los pasillos —¿Y? —pregunté impaciente.


del gran palacio. Aquel lugar me
traía tantos recuerdos con papá. —¿Y qué? —me dijo haciéndose la
Cómo lo extraño. Era una persona desentendida.
fantástica y humilde con la gente, 77
respetaba a todos por igual, aunque —¿Por qué hacés esto?
algunos tantos lo discriminaba por
su origen mapuche. Sé que mamá no —¿Hacer qué? —ya empezaba a
quería que yo pasase por esa horrible colmar mi paciencia.
situación, pero aún así, papá y mis
abuelos me contaban todo, y yo —Esto, sacarles las tierras a mis
estaba muy intrigada por esa cultura abuelos, ignorar todo lo relacionado
con papá y ocultarme la razón por la hacer. Ella, no muy conforme, aceptó
que lo dejaste. —No quería gritar pero alojarme en su casa. Empaqué todo lo
la ira me estaba ganando. mío y con dinero que tenía ahorrado
de trabajos, me encaminé a la
—Mira… sos una chica todavía para terminal de micros con la esperanza
entender estas cosas. —Listo, me de que hubiera alguno disponible en
cansó. el día con destino a Salta. Para mi
suerte, lo había. Nunca esperé este
—Ya tengo 19 años, estoy bastante final con mamá, en algún momento
mayor para entender cuál fue la causa pensé que estaríamos bien pero
por la que dejaste a papá y cómo vi que no iba a ser así. Me subí al
te desinteresa tanto su cultura —ya micro y me dirigí al lugar que me
había empezado a levantar la voz—. Y correspondía. Vi alejarse al que era
no creo que debas ser tan cruel con mi viejo hogar. Ya era hora de seguir
ellos si en realidad lo amaste. adelante y comenzar una nueva vida.

Se quedó callada, esperando qué más


tenía para decir yo, pero su sonrisa
maliciosa me puso los pelos de punta.

—No sé de qué te reís cuando


deberías estar diciendo por qué hacés
lo que hacés —se lo dije enfadada.
El Congreso contado por los chicos. Selección.

—No tengo que darte explicaciones


sobre mis decisiones —dijo soberbia.

—Si es así, entonces no me voy a


quedar con alguien como vos.
—Enojada o no, me dolía decir eso.

Lo siento, pero me voy de casa —le


dije decidida.

—Está bien, hacé como quieras, yo


tengo que ir a trabajar. —Sin más
expresión, se alejó por el pasillo
dirigiéndose al Recinto.

Yo sabía que no me creía, pero es


78 así. Lo iba a hacer. No podía seguir
viviendo con una persona como ella,
tan cruel y desconsiderada.

Salí del Congreso y fui hacia donde se


hallaba mi bici y me largué a casa. Me
comuniqué con mi abuela y le conté
todo lo sucedido, y lo que planeaba
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Se terminó de imprimir en la Imprenta del Congreso de la Nación.
En la Ciudad de Buenos Aires, febrero de 2018.
El Congreso contado por los chicos. Selección.

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