Este método consiste en la percepción clara y exacta de los fenómenos tanto
internos como externos, propios y ajenos. Como la introspección es susceptible de error, debe utilizarse con precaución y hacerse un llamamiento al mundo exterior lo cual realizamos aplicando nuestros sentidos y nuestra inteligencia. La observación sistemática y constante, con mucha frecuencia se le denomina: Método descriptivo, porque supone una descripción de la consecuencia refleja en hechos somáticos. La observación depende de la introspección, porque una persona que no ha intentado nunca observar sus propios estados mentales no puede comprender a los demás.
División de la observación 1. Observación incidental. Es aquella en que no hay intento alguno de controlar los fenómenos que se estudian.
Así puede ser observada la conducta del niño cuando se va manifestando a
través de la vida familiar y escolar
A esta observación incidental corresponde el método biográfico por el que se
anotan diariamente sucesos que acontecen en la vida del niño; habitualmente se limitan estas observaciones a uno o a un grupo muy reducido de niños. Se anotan no sólo las reacciones infantiles, sino también las circunstancias en las que se produjeron.
El método anecdótico pertenece a la observación incidental, en él se anotan
en orden cronológico de los acontecimientos en que ha participado el niño.
Estos dos sistemas proporcionan datos útiles para la comprensión de la
personalidad.
2. Observación sistemática. En ella se realiza una observación metódica y
controlada de la conducta del niño. El control consiste en la selección que previamente se hace de todos los sucesos acaecidos dentro del crecimiento y desarrollo del niño. Su importancia descansa en la posibilidad de elaborar una técnica por medio de la cual las reacciones del sujeto sean anotadas sistemáticamente. La conducta observada es la que se realiza de forma natural.