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Perdidos en el garaje

Capítulo 1

En una ciudad pequeña de Galicia vivían dos niños que eran muy amigos.
Se conocían desde que eran pequeños y siempre jugaban juntos en una
placita de su ciudad.

Se llamaban Pablo y Alejandro y sus padres y sus madres se juntaban en la


placita a tomar café y charlar.

Pablo era muy travieso, se metía en líos y siempre estaba inventando cosas
para pasarlo bien. Alejandro era pacífico y amable pero le gustaban
mucho los juegos y los líos de Pablo por eso eran tan amigos.

Capítulo 2

Un año durante las vacaciones de Navidad bajaron a jugar a la placita. Sus


padres se sentaron a tomar café y ellos cogieron la pelota y se fueron a
jugar.

Pablo le dio una patada muy fuerte Cuando estaban jugando y la pelota se
fue disparada dentro de un garaje. Les hizo mucha gracia y los dos se
fueron corriendo a cogerla aunque no la veían porque se fue rodando.

- Vamos Alejandro, corre vamos a buscarla.


- Ostras Pablo, me da un poco de miedo. Dijo Alejandro.
- No seas miedica, vamos.

Cuando entraron en el garaje la puerta se cerró automáticamente y los dos


se quedaron pasmados mirándola.

- Ostras Pablo, ¿ahora qué hacemos?


- Nada tranquilo esperamos que entre algún coche y salimos.

Pasó mucho tiempo y nadie entraba en el garaje.

Capítulo 3
Cuando se hizo tarde los padres de Pablo y Alejandro vieron que ya era
hora de ir a casa y empezaron a buscarlos, pero los niños no aparecían.

- ¡Alejandrooooo!
- ¡Pabloooo!
- ¿Visteis a Pablo y Alejandro? ¿Sabéis en qué dirección fueron?

Preguntaron a los otros niños pero nadie sabía dónde estaban. Todos
decían que los vieron jugando a la pelota pero que después se fueron a no
se sabe dónde.

Los padres de Pablo y Alejandro se preocuparon mucho y llamaron a la


policía.

- ¿Policía?¿ Pueden venir por favor? , se han perdido unos niños.


Estaban jugando en la plaza y no los encontramos.

La policía llegó corriendo para interrogar a todos los de la plaza pero nadie
sabía nada.

Capítulo 4

En el garaje los niños intentaron abrir un coche para ver si podían coger un
mando para abrir la puerta. Cogieron un clip que encontraron en el suelo y
no pudieron abrir el coche porque se necesitan dos. Estuvieron más de
media hora intentándolo pero nada.

Alejandro dijo que era imposible porque su padre era cerrajero y sabía las
técnicas para abrir cosas pero el coche no podían, porque un coche, o la
llave ¡o nada!

- ¡Le damos un codazo y rompemos el cristal!

- Vamos Pablo, no seas bestia, como se te ocurre. Déjalo ya no sigas


porque es imposible.

Pablo insistía cada vez mas asustado. Al final se quedaron dormidos en una
esquina del garaje muy asustados por los ruidos que oían y pensaban que
eran ratas.
Capítulo 5

A la mañana siguiente un señor bajó a coger su coche para ir a trabajar y


se encontró a los dos amigos durmiendo en el suelo.

- ¡Niños que hacéis aquí!

Pablo y Alejandro se despertaron y le dijeron que se habían quedado


cerrados cuando entraron a coger su pelota.

El señor que era muy amable los dejó llamar por su móvil a su casa y sus
padres se pusieron muy contentos al verlos bien

Pablo y Alejandro prometieron ser más buenos y no meterse en líos nunca


mas.

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