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ISBN 84-7954-307-8

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Rafael Manrique

SEXO, EROTISMO
YAMOR
COMPLEJIDAD Y LffiERTAD
EN LA RELACIÓN AMOROSA

~ Ediciones Libertarias/Prodhufi
Amar es sufrir,
no amar es enfermar.
S. Freud

Conócete a tí mismo para saber amar


y soportar las penas del amor.
Ovidio

Todos Jos derechos reservados

Primera edición: Septiembre, 1996

Cubierta: Julia Manrique Sanz

Fotografía: Pedro F. Pazuelos

© Rafael Manrique
© Ediciones Libertarias/Prodhuti, S.A.
C. Lérida, 82
28020 Madrid
Telf.: 571 85 83 - 571 21 61
Fax: 571 84 83
I.S.B.N.: 84-7954-307-8
Depósito Legal: M-25.843-1996
Impreso en España/Printed in Spain
proceso homogeneizador de los intereses, deseos ~ ~alores ~e
los cónyuges, es que la relación se convierte en tnv1al. La tri-
vialidad es garantía de consumo y obediencia permanentes.
Es el residuo activo que le interesa al orden social. La trivia-
lización convierte a todas las parejas en sistemas de relación
iguales unos a otros, repetidos, no reflexivos y m~rcan~a­
dos. La trivialización de las relaciones de la pareJa consigue 7. VIAS DE RELACIÓN, VIAS DE INSUMISIÓN.
que todas sus acciones pierdan significado y singularidad Y se LA CONSTRUCCIÓN DE LAS RELACIONES
conviertan en acciones destinadas únicamente a insertarse en DE PAREJA
los procesos de consumo: comprar en un supermercado, salir
los sábados por la noche o comprar un piso o, en su última va-
riante, un chalet en las afueras. Como consecuencia, los Ha llegado el momento de hacer una cierta recapitulación.
miembros de las parejas -para entonces ya matrimonios- Mucho de lo que voy a tratar a continuación se encuentra dis-
sólo ven un mundo fragmentado, sincopado. No pueden ver perso en páginas anteriores. Mi propósito, ahora, es doble.
cómo la conexión de sus acciones describe el mundo que Por una parte quiero juntar las piezas para construir un dis-
ellos crean en su operar. La pasión, el sentimiento se trasla- \ curso coherente acerca de qué pueda ser un tipo de relación
dan a situaciones, relaciones u objetos. El trabajo, el fútbol, 1
de pareja que suponga una vía de ins~misión y de libertad.
el bricolaje o la moda pueden ser investidos de pasión. El Por otra, quiero añadir algunas ideas que avancen y concre-
mito o el tópico creado por los medios de comunicación sus- 1 ten este proyecto de relación intersubjetiva.
tituyen al pensamiento crítico. La apoteosis de la trivialidad 1
Sin duda, éste es el capítulo más espinoso de todo el libro. Voy
es la apoteosis del presente (Santa Marina et al., 1995; Pérez a analizar y a exponer en qué puede consistir una relación de pare-
1
Tornero, 1994). Es el "a vivir, que son dos días", fuera de ja, que sea coherente con el análisis que he venido realizando. Pero
todo proyecto, de toda autonomía. Sólo lo que está cargado no basta sólo con analizar; creo que es preciso avanzar alguna posi-
de futuro puede dirigirse; lo que nada más tiene presente sólo bilidad, alguna idea concreta respecto a las formas que puede adop-
1
puede consumirse. Relación trivial y personas triviales, supo- tar una relación de pareja ¿Con qué objetivo? Debo advertir que no
nen el más alto grado de alienación compatible con un alto es mi deseo caer en lo mismo que vengo criticando. No pretendo de-
grado consumo. Y todos contentos. Apoteosis del orden so- 1 finir, ni proponer una estriación de conductas para animar a otros a
cial. 1 seguirla Mi intención es, sólamente, arriesgar y comprometer una
reflexión que me ayude y ayude a otros a realizar la suya propia

7.1 No existen parejas, existen relaciones de pareja

A lo largo de todo este ensayo he insistido en el término

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tiempo. Se observan algunas formas nuevas de relación,
"relaciones de pareja" porque, aunque complicado de decir y como las parejas no institucionalizadas, los matrimonios de
quizá algo cursi, expresa la idea, muy importante para mi, de personas separadas, las familias uniparentales, o solteros Y
que la pareja no existe como tal. No hay algo que sea una "pa- solteras por convicción. Ya he adelantado antes que yo no
reja". Lo que denominamos pareja es una relación. Una rela- creo que supongan un modelo radicalmente distinto del que
ción que, con frecuencia, se transforma en una institución lla- necesita el orden social. Otra cosa hubiera sido revoluciona-
mada matrimonio. Es, además, una relación que varía enor- ria. Los nuevos modelos son más bien una adaptación de la
memente según las circunstancias históricas, sociales y/o cul- familia y el matrimonio tradicional a las actuales condiciones
turales en las que se desenvuelve y que, al mismo tiempo, de organización del mercado capitalista. Al tiempo, esas mis-
contribuye a crearlas. mas condiciones, ahora más peligrosas e inseguras que en los
Quiero ahora precisar algo más esta idea de que "la pare- años del " Estado del bienestar" , ayudan a que los lazos de la
ja" no tiene una entidad propia. Lo que se llama una "pareja" familia tradicional vuelvan a reforzarse (lo mismo ocurre con
no es algo que venga dado, que se pueda obtener de una ma- los nacionalismos o la religión, porque, en tiempos de crisis,
nera única. No tiene una entidad ontológica, sino que, es un la gente vuelve a creer en ideas trascendentales). Sin embar-
concepto que trata de describir una actividad relacional espe- go, mientras que las nuevas formas de institucionalizaci~n sí
cífica de dos sujetos. Es una posibilidad de variabilidad que, van cobrando importancia, la va adquiriendo también la t_dea
en la actualidad, presenta un cambio muy grande en las rela- de la pareja, entendida como una relaci~n, respetando su s~n­
ciones entre los hombres y las mujeres, comparado con lo que tido ontológico de intercambio entre un hombre y una muJer
existía en la primera mitad de siglo, y que observamos tanto en un contexto social específico.
en el matrimonio como en la.familia (Castells, 1994). Quizá, Como lo que quiero es hablar de lo que sería deseable, me
el cambio más notable ha sido consecuencia de la transfor- interesa volver a destacar que lo importante son los sujetos Y
mación de la posición de la mujer en el orden social, a través lo secundario los productos de su relación. Al decir que los
de su incorporación al trabajo y a la educación, y también al sujetos son lo importante, me refiero a dos cosas:
conjunto del pensamiento y actividad militante feminista. Sin 1.- La capacidad de crear pareja es una invariante de lo
olvidar el auge de lo local, de lo relativo y de lo individual, humano derivada de la necesidad de intercambio. Y sobre esa
de ese pensamiento actual que se ha dado en llamar "postmo- capacidad se construye la relación de pareja, que es una or-
dernista" (Jameson, 1991; Lyotard, 1987; Vattimo et al., ganización de tipo cultural de relación entre suj.etos. Per~ nin-
1991; Derrida, 1989; Rorty, 1989). guno de esos tipos de relación de pareja es ú:ruco, o meJor, o
El resultado de esos cambios sociales es que el matrimo- está determinado por alguna necesidad ontológica.
nio y la faniilia, ya no se conciben como un fin en sí (lo que 2.- Una vez que esa relación de pareja, creada por unos
suponía, en la práctica, unas instituciones dirigidas al servicio sujetos en un orden cultural específico, se pone en. mar~ha, s.e
del varón). Los sexos se separan, y su vinculación ya no se va configurando la naturaleza de esos mismos suJetos Impli-
establece a través de las relaciones familiares tradicionales. cados en ella. El tipo de relación de pareja crea realidades hu-
La familia y el matrimonio, entendido como algo secundario manas.
a una familia nuclear patriarcal, quizá no sobre~ivan mucho
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Por eso propongo que desde un punto de vista político, diversas maneras de vivir estos cuatro componentes, surgirá
personal y clínico (en el caso de la práctica de la psicotera- el estilo personal que se añade a las característicás generales
pia), hay que considerar la comprensión, análisis y utilidad de de toda pareja. Cuando alguno de estos componentes no exis-
una relación de pareja en función de los sujetos, no al revés. te, nos encontramos ante una situación de conflicto. Veamos
El pensamiento social y político de tipo conservador, como qué quiero dar a entender con estas cuatro bases:
también la Iglesia Católica, han puesto el acento en la insti- 1.- El primer aspecto que hemos de considerar ya lo he
tución y no en las personas. Incluso, cuando la relación entre mencionado: la necesidad de intercambio. El intercambio de
los sujetos estaba deteriorada, se insistía en salvaguardar la sujetos, objetos y mensajes constituye un "a priori" de los
institución a costa de cualquier sufrimiento personal (recor- seres humanos. Fue esa necesidad de intercambio la que nos
demos que ese es el mensaje clave del orden social: mañana hizo humanos, porque sobre ella se asienta lo social. Según
gozaréis). El divorcio se considera, en los casos de ordenes esta idea, la cultura puede ser entendida como el conjunto de
sociales extremistas, mal visto o prohibido. Así ocurrió en Es- reglas que especifican en cada momento cómo han de reali-
paña durante los años previos al restablecimiento de la de- zarse esos intercambios. La relación de pareja y el matrimo-
mocracia en 1978. nio son, por tanto, productos culturales en este último senti-
Todo lo anterior no significa que los sujetos y sus relacio- do. El intercambio supone disponer de otro, entregarse a otro.
nes de pareja sean iguales. No, son órdenes distintos. El todo · Supone ser para otro. Ser para otro, pero sin dejar de ser para
es diferente a las partes. Las partes son diferentes al todo. La uno. Estar muy cerca, mientras se está ~p.uy lejos. Una entre-
pareja, es decir, el emergente de la interacción entre dos suje- ga que limita y que da libertad. Ser objeto sin dejar de ser su-
tos, no se reduce a las cualidades de los sujetos. Es un pro- jeto. Estar en una relación de intercambio supone la posibili-
ducto de nueva creación, con características propias. Pero dad de construir distinciones consensuadas entre dos (o más)
siempre de un orden secundario al de sus miembros. personas respecto a lo que van a considerar bueno, bello o
verdadero (o malo, feo y falso). Y todo ello en un ámbito pri-
Los componentes básicos del estilo relacional de vado, de puertas para adentro, lo que va a tener mucha im-
una pareja. portancia en el desarrollo psicológico y en los conflictos de
relación que smjan, no sólo entre los miembros de la pareja,
Podemos, ahora, preguntarnos cuál es la base ontológica sino también con respecto al mundo ajeno a ellos. En una re-
en la que se apoya la creación de una relación de pareja. Me lación de pareja se constituyen distinciones fundamentales.
refiero a los elementos a los que, en definitiva, hay que refe- 2. - El bucle interactivo que produce el intercambio de
rirse para establecer el valor de esa relación. Son aquellas ca- sujetos, objetos y mensajes pone en marcha otro bucle. Pro-
racterísticas sobre las que se sustenta la comprensión de lo duce un bucle de intereses, deseos y valores que constituyen
que es el estilo de eso que he llamado una deseable relación las motivaciones de los seres humanos. El intercambio con
de pareja. Para poder afirmar que estamos ante una relación otro va a suponer tener motivaciones, y generar acciones vin-
de pareja, han de darse cuatro características: es intercambio, culadas a ellas. Esas acciones son las que producen un goce.
es motivo de acción, es interacción y es conversación. De las El anhelo del goce, la satisfacción del goce, y también la im-

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posibilidad del goce total nos vincula con nuestra dimensión lidades de nuevas conversaciones. Por eso se puede entender
biológica, de seres corporeizados. Nuestros motivos nos lle- que una de las quejas más sentidas de algunas personas en re-
van a la acción y por ello nos acercan al gozo. La relación de laciones de pareja sea: "Ya no me hablas". En una relación de
pareja supone la posibilidad de gozar de otro con total dispo- pareja se conversa.
nibilidad o acceso, como ocurre, por ejemplo, en las relacio- Naturalmente, las parejas son diferentes, pero lo son en la
nes sexuales. medida en que mezclan en diversas proporciones y formas
3.- La relación de pareja se establece con otro. Es casi estos cuatro componentes básicos. Y se produce una evolu-
una obviedad, pero es importante señalarlo. El trato constan- ción. Recordemos lo que denominamos entonces, siguiendo
te y con el otro es fundamental, y rara es la relación de pare- los trabajos de Wynne (Wynne et al., 1986), construcción de
ja que sobrevive ál trato escaso. La interacción nos pone en · la intimidad. Desde la capacidad de resolver problemas hasta
contacto con el otro como realidad diferente y no asimilable. la mutualidad y la intimidad, las parejas van cambiando su re-
Nos obliga a la simbolización, nos hace salir de lo puramen- lación, puesto que, adquieren progresivamente mayor habili-
te imaginario. Nos da límites, nos obliga al esfuerzo. El otro dad y personalidad para poner en marcha esos cuatro compo-
íntimo es el referente fundamental de nuestro ser social, de nentes. Pero siempre podemos diferenciar en cada estilo de
nuestra "socialidad". Utilizando la precisa definición de Na- intimidad esos componentes de intercambio, acción gozosa,
varro (1994), es necesario convertir la relación con el otro en conversación e interacción que he mencionado.
algo complejo, no fácil, problemático, cambiante, inestable, Tampoco debemos olvidar, que esas cuatro características
en lo que no quepa fácilmente la rutina. Se trata de una tarea constituyen unas condiciones irreales, ·imposibles (aunque
sobre la propia relación para transformarla en algo diferente necesarias) de completar. Por ello la relación de pareja es
de la actividad que, con respecto al matrimonio, propone el siempre inestable, nunca está completa, nunca es segura. De-
orden social. Aventura, cultura, relación, compromiso ... ma- seada, pero incompleta; grata e ingrata al mismo tiempo. Sólo
neras complejas de estar en el mundo junto a otro. Una mira- puede estabilizarse relativamente si los miembros de la pare-
da atenta y motivada cae rápidamente sobre acciones así ja aceptan esa imposibilidad. No hay manera de ser Dios y no
planteadas. Esto es especialmente importante en lo que se re- hay manera de tenerlo aliado.
fiere a las relaciones sexuales. Los gustos, ideas, "perversio- Se hace, pues, necesario un constante aporte de energía en
nes", fantasías han de ser complicadas y variadas. De esa ma- cada uno de esos elementos. Pero el tiempo todo lo degrada.
nera la atención de los cónyuges estará concentrada en esa re- También las construcciones humanas como la relación de pa-
lación de la que pueden sacar tanto partido. · reja. Poco a poco, las particularidades que se forjaron en una
4.- La relación, el intercambio y el gozo se produce en y relación de pareja van desapareciendo. Salvando las distan-
a través de la conversación. La conversación supone un in- cias, es lo mismo que ocurre en sistemas químicos o materia-
t:rc~bio verbal a través del cual se aportan significados y les. Sólo se mantiénen fijos en un orden creativo e inestable
stgmficantes con los que la pareja construye una realidad si se da un constante aporte de energía. Hay un umbral por
co~ún surgida de ese intercambio. Una realidad que supone debajo del cual la relación se empobrece y muere aun cuando
'-
acciOnes que transforman esa realidad, y cambian las posibi- se mantenga fosilizada dentro de una institución matrimonial.

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fundirse con ese nicho. Nicho y sujeto son cosas separadas
Por eso, la relación de pareja es una relación que puede ser
pero en mutua interacción. Para que la pareja ~ea posible,
comparada con las formas vivas. Se cultiva; de lo contrario se
cada uno ha de ser el nicho en el que el otro VIVe. Eso no
destruye como relación intersubjetiva capaz de generar nue-
quiere decir que uno sea dependiente de otro, sino que cada
vas realidades. O es una relación singular o no merece la
uno vive en permanente relación con el otro, de tal manera
pena.
que sin él no existiría su actual forma de viv~. Si uno viv~
igual con o sin el amado, es que no son un rucho mutuo. SI
Las condiciones de posibilidad de una relación de pareja
así hubiera sido desde el principio, no se habría dado la rela-
ción. Si se da esa situación tiempo después, es que la relación
Los componentes que acabo de mencionar son los que
amorosa ha acabado. Cuando en una pareja el uno se con-
conforman el estilo, las características básicas cuya propor-
vierte en el nicho ecológico del otro, el otro es alguien con el
ción define esa particular relación humana que es la relación
que vivir de una manera singular y "feliz", pero no ~~ una
de pareja. Me interesa, ahora, centrarme en las condiciones
manera necesaria y dependiente. Dentro de estas condiciones
que hacen posible el suq;iiiniento de esa particular relación.
internas incluiría el conjunto de intereses, deseos y valores,
Para ello, situémonos en el paso de la relación de enamora-
concretados en unas acciones (prácticas y significados) espe-
miento a la de amor. Como hemos ido viendo, éste es un mo-
cíficas, que delimitan el nicho accesible al otro. Esas accio-
mento clave de una relación de pareja, y supone la posibili-
nes son todas aquellas que facilitan la creación de las carac-
dad de articular en una relación de una .forma permanente y
terísticas básicas de la relación, las que cónforman lo que he
realista las historias de dos personas· diferentes. ¿Qué se ne-
denominado "estilo de la relación".
cesita para que esa articulación progrese hasta la creación de
Las condiciones externas son más difíciles de precisar.
ese espacio íntimo que denominamos relación de pareja, para
Con el término externo me refiero a todas aquellas condicio-
que los cuatro componentes básicos de la relación puedan irse
nes que defmen lo que podemos considerar como nicho eco-
desarrollando? En definitiva, ¿cuáles son las condiciones de
lógico externo en el que una relación de pareja se desarrolla.
posibilidad de una relación de pareja? A lo largo de este tra-
Son todas aquellas que pueden ser definidas como no perte-
bajo he hablado de ello, pero ahora quiero hacer una síntesis
necientes al dominio de cada persona, aunque a veces esa ,per-
que nos ayude a comprender este fenómeno. Podemos desta-
sona sí puede cambiar de nicho ecológico en el que la rela-
car dos tipos de condiciones de posibilidad, unas internas a la
ción de la pareja tiene lugar. No es la mismo el nicho ecoló-
relación y otras externas. Son condiciones internas todas las
gico en el que una pareja se desarrolla, si vive _en California
que facilitan (o impiden) que cada uno se convierta en el
que si vive en una ciudad iraquí. No digo que uno sea mejor
nicho écológico en el que el devenir del otro se realiza. Es
que el otro, digo que son distintos los estilos que se producen
decir, los componentes básicos de una relación únicamente se
entre la pareja y su medio. La naturaleza de la relación que se
desarrollan si, y sólo si, el otro se convierte en aquello que
establece entre la pareja y el entorno condiciona su posibili-
uno no es, pero que le permite a ese uno vivir a través de su
dad de tal manera que la estimula o la impide. El ejemplo que
mutua vinculación. Un ser no puede concebirse sin su nicho,
he venido utilizando para comprender esto, ha sido la historia
ya que no existiría como tal ser vivo, aun~ue no debe con-

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de Romeo y Julieta. El nicho ecológico que para ellos supo- ciendo. Su matrimonio resultaba humillante, no porque fuera
nían sus familias en el medio social de Verona impidió el de- "en sí mismo" malo, sino porque no encajaba en su nicho
sarrollo de la relación. ecológico. Las fiestas, el salir con amigos, la alegría, no en-
Hay una variable de posibilidad que destaca entre las otras cajaban con el carácter austero del marido. Ella no encajaba
porque influye tanto como condición externa como interna. en el mundo que a él le daba significación, y lo mismo le su-
Me refiero al dinero, o a lo económico si se quiere un térmi- cedía a él. Por sus características personales (lo que antes he
no más general. Frecuentemente, pasa desapercibida la im- llamado condiciones internas), no pudieron iniciar un proce-
portancia que tiene como condición de posibilidad de una re- so de ajuste entre sus intereses, deseos y valores. Me interesa
lación el standard de riqueza (económica, social o cultural) en señalar que, en este caso, (dejando de lado explicaciones in-
el que una pareja se desarrolla y al que, en teoría, de acuerdo dividuales de naturaleza con frecuencia inconsciente) se plan-
con su clase social, tiene acceso. Si, a través del matrimonio tea una situación muy ilustrativa.. Los factores económicos,
una pareja queda por debajo del status al que uno de su~ por su especial significación, muestran muy claramente la in-
miembros cree tener acceso, se producirán problemas cróni- teracción entre las condiciones internas y las externas. Los di-
cos en la relación que no la dejaran constituirse como tal re- versos nichos ecológicos externos en los que se desenvolvía
lación sólida. Si esos niveles standard no se consiguen, ocu- esta pareja se incorporaban a las necesidades y exigencias in-
rre una de estas dos cosas: o bien se encaja esa nueva situa- ternas que cada uno planteaba. Pero no se cumplieron y eso
ción en un proyecto sugerente para esas personas, o, de lo debilitó la relación. Como -las relaciones de pareja con fre-
contrario, se cuestiona la relación. Es lo que gráficamente cuencia están sesgadas hacia un mayor predominio de 11no de
dice la canción del grupo "El ultimo de la fila": "Cuando la los cqnyuges, en este caso hacia el marido, uno de ellos (el
pobreza entra por la puerta, el amor salta por la ventana". Yo marido) apenas nota estas dificultades. En este matrimonio
ampliaría el concepto de pobreza a cualquier pobreza, no sólo del que estoy hablando, se necesitaban dos condiciones para
la económica. que la relación se pudiera desarrollar, pero que no se dieron.
Veamos unas viñetas clínicas para ilustrar estos conceptos. Era necesaria una condición interna que, en el caso de la
Un paciente me contó que un buen día, sin que él lo espera- mujer, consistía en que el matrimonio le supusiera una vía de
se, su mujer le planteó que quería separarse. Tenían dos hijos. reparación y obtención de la base social y cultural de la que
Ambos eran profesionales viviendo en la típica posición de creía carecer. El matrimonio impedía su devenir. Eso mismo
clase media. El hombre provenía de un medio rural duro y le hubiera pasado a él si se hubiera inclinado hacia las posi-
exigente. Siempre llevó una vida austera y amaba la sobrie- ciones de ella. No hubo en este caso negociació~ ni acuerdo,
dad. Así continuó de casado. Ella provenía de la ciudad y de porque, al parecer, la cosas no se plantearon y ninguno detec-
familia humilde, y trabajaba en un medio en el que una cier- tó que la relación se deterioraba irremediablemente, al no
ta ostentación de riqueza era la norma para ser bien vista. El poder incorporar a su relación las necesidades que el vivir en
estilo sobrio del marido, ajeno a lujos y gastos, predominó. determinados nichos imponía, ni cambiar esos nichos. Esta
Ella, más joven y quizá más dependiente, se dejó llevar, pero, falta de acoplamiento hizo que su evolución personal y sexual
poco a poco, su resentimiento hacia su forma de vida fue ere- fueran muy distintas. Hasta que un día ella plantea que se se~

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para Y muestra al otro cuál es su actual posición respecto a mujer, un desarrollo adecuado de su devenir personal. Acep-
sus ideas de vida en general, y sus preferencias sexuales en tar el matrimonio significaba renunciar a su historia, a sus
particular. El marido, sorprendido, intenta dar un salto hacia verdades e incluso a su futuro. Para él se había convertido en
las posiciones de su mujer. Pero era tarde. Sus intereses, de- la amenaza de una depresión tanto en lo personal como en lo
seos Y valores les habían convertido en dos extraños. Dolidos profesional. Desde esta perspectiva, su relación se presentaba
y sintiéndose injustamente tratados, se separaron. imposible en toda circunstancia. No se veían capaces de mo-
En este nuevo caso podemos ver la importancia del condi- dificar esas condiciones y lo que hacían, a cambio, era agre-
cionante interno, como condición deposibilidad para una re- dirse para lograr ganar en la batalla por el bienestar. En estos
lación. Una pareja contaba la siguiente historia. Ambos eran dos casos, la relación -y la posibilidad de hacer una terapia
profesionales liberales. Ella trabajaba en un puesto secunda- . marital- ha de plantearse que las condiciones externas e in-
rio una importante empresa, con el marido ocurría lo mismo temas de posibilidad se cumplan. Y, para ello, no hay más re-
pero en una empresa diferente. En un momento de su vida el medio que arriesgarse frente a los peligros que temen. Eso es
h~mbre recibe_ la propuesta de un importante ascenso que im- condición "sine qua non" para su viabilidad como pareja y
pli~a un_ cambio de ciudad. El quiere aceptar ese trabajo y la por ahí debe empezar su diálogo y cualquier posibilidad de
mujer di~e que no quiere abandonar el suyo propio, pero al realizar una terapia. Con frecuencia, estas condiciones se ol-
final decide hacerlo. Ella no aceptó nunca ser responsable de vidan y se organiza una relación o una terapia que no puede
u~a decisión que siente que le ha perjud~cado. Los siguientes apoyarse sólidamente, y se derrumba una y otra vez para de-
anos a su traslado, ella no trabajó o lo hizo en asuntos ajenos sesperación de todos los implicados.
a su profesión. Vivía pensando en lo que perdió y se lo re-
prochab~ a su marido, y también a sí misma por haberlo acep- Una relación deseable.
tad?. AII~al que ~n el caso anterior, no eran personas que pa-
recieran mcompatibles. Tenían cosas comunes, se entendían Podemos ahora preguntamos, después de todo lo dicho,
razonablemente bien a pesar de sus diferencias personales. cómo podríamos describir una relación de pareja que fuera
Lo que hacía imposible su convivencia era la inserción que deseable (deseable desde los presupuestos que se plantean en
cada uno tenía en el medio en el que se desenvolvía. Mientras este trabajo; obviamente no me refiero a que sea deseable en
él estaba muy satisfecho de su inserción, ella lo lamentaba sí misma y para todo el mundo). No es fácil dar descripcio-
cada día. El marido no aceptaba su parte de responsabilidad, . nes, sin que se conviertan en una mutilación excesiva del fe-
no en la decisión de ella, sino en el hecho de que la decisión nómeno o experiencia del que se está hablando, pero, a pesar
de su mujer tuviera que ver con él. Cada uno necesitaba sen- de ello, creo interesante precisar algo más estos conceptos.
tirse bien como primera prioridad y eso les hacía refractarios Quizá sea útil distinguir entre contenido deseable y una forma
~ otro. El marido rechazaba cualquier idea que pudiera cues- deseable en las relaciones de pareja.
tiOnar el derecho al tipo de vida que estaban llevando. La 1.- La forma deseable de una relación de pareja.
muj~r quería ternura y reconocimiento para crecer, y los En la sección anterior he descrito lo que podrían denomi-
ped1a de forma hostil. El matrimonio no permitía, a ojos de la narse condiciones de posibilidad para la relación de pareja.

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Ahora se trata de precisar la forma que podría tener esa rela- · bio. Eso supone que todos los acuerdos son provisionales en
ción deseable. Por lo tanto, la pregunta ha de ser ésta: ¿cuál su esencia. Duran tanto como dura el compromiso entre ellos.
es el tipo de relación coherente en unas relaciones de inter- No son eternos, ni tienen una legitimidad externa a la propia
subjetividad como las que vengo describiendo? Yo creo que pareja. Pero tambiél! implica que los acuerdos no se pueden
una primera respuesta puede darse analizando la manera en cambiar ni dar por supuestos si no se hablan antes. Es fre-
que una pareja, a partir de su relación, construye un mundo cuente comprobar que a veces una persona no comenta algo
de intercambio intersubjetiva y esta construcción puede ana- que ha pasado (es muy típico en las situaciones de infideli-
lizarse en la medida en que se formaliza alrededor de tres dad) con la disculpa de que "le haría mucho daño". Puede pa-
ideas o condiciones: intercambiabilidad, democracia y transi- recer una actitud muy noble, pero, ¿quién le ha autorizado o
tividad. Veámoslas con algún detalle. pedido que no diga ciertas cosas porque pueden ser doloro-
La intercambiabilidad supone que los intereses,' deseos y sas?
valores de los dos miembros de la pareja y, en consecuencia, La transitividad supone que las acciones, proyectos y, en
las acciones que implican, pueden ser totalmente reversibles. fin, el conjunto de la vida, se organizan desde la propia. indi-
Tras un tiempo, una posición, un rol, una acción, puede dejar vidualidad, pero con unas miras que sobrepasan a la propia
de ser efectuada por esa persona y ser asumida, en-las mismas persona y tratan de llegar al otro. Y aún más allá, tratan de lle-
condiciones (aunque quizá no de la misma manera) por la gar al mundo entero." Tener una relación de pareja significa
otra, o por ambos. Es decir, están implicados en acciones en aspirar·a pertenecer al otro y a pertenece~ al mundo, mientras
las que existe una situación de reversibilidad y de simetría. que uno se conserva como sujeto propio y autónomo. Se trata
Los elementos de significado y de práctica, que constituyen de hacerse solidario y comprometido en la práctica de la vida
las acciones, son intercambiables entre los miembros de la de uno con aquello que sea el devenir del otro y, por exten-
pareja. De esta manera, puede suceder en una pareja que, por sión, con el mundo entero. Es un concepto difícil de precisar.
ejemplo, durante un tiempo, el hombre sea quien gane dine- Trato, con él, de insistir en que la acción de vida de uno ha de
ro, mientras su mujer aumenta su formación, y tiempo más contribuir de una forma precisa a que la acción de vida del
tarde puede ser la mujer quien trabaje y aplique la formación otro pueda discurrir por caminos, que ese otro crea buenos
recibida, mientras que el marido no lo hace y se dedica a re- para desarrollar su camino personal. Quizá un pequeño ejem-
ciclarse, o a otra acción que le motive. plo aclare esto. Es frecuente ver en películas sobre la mafia
La democracia significa que los derechos, las oportunida- . norteamericana cómo un jefe mafioso, que es un despiadado
des y las responsabilidades son esencialmente iguales para asesino, mantiene unas tiernas relaciones con .su mujer, a la
los dos. Significa también que el "orden del día" de la rela- que aparta por completo del conocimiento y contacto del
ción y de las acciones en las que ambos se ven implicados mundo mafioso del que proviene la riqueza de la que disfru-
han de ser objeto de negociación y compromiso. Por lo tanto, tan. Se trata de una forma compleja de poner en práctica el
se exige una relación basada en la conversación, ya que la tradicional "come y calla". Pues bien, no considero que esta
conversación es el tipo de relación que mejor garantiza un relación sea formalmente deseable. No sé si contribuye al de-
sistema bueno de intercambio, análisis, entendimiento y cam- sarrollo personal del "gangster", pero, desde luego, no con-

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tribuye al enriquecimiento personal de su mujer (sólamente, capacidad de los seres humanos para el juego, la exploración
quizá, al enriquecimiento económico). y la curiosidad. La interrogatividad se origina corno resulta-
2 .-El contenido deseable de una relación de pareja. do del proceso de autorreflexión que se posibilita gracias al
Podernos, ahora, situarnos en el análisis del contenido de lenguaje. El conocimiento mágico, el mítico, el científico...
una relación de pareja que hace que se convierta en deseable todos los conocimientos surgen de esa interrogatividad. El ser
(a los ojos de observadores -que pueden ser los miembros humano se interroga sobre sí y se interroga sobre su medio, al
de la pareja- que compartan las tesis de este trabajo). Los tiempo que se interroga sobre ese mismo proceso de conoci-
contenidos deseables pueden ser muy variados según cada miento. El desarrollo de esa interrogatividad nos permite ale-
pareja, pero tienen que tener una cosa en común: su relación jarnos de la aceptación sumisa de lo que hay que considerar
exige progresos en lo que Arnau y Pino (1995) definen como bello, de lo que hay que considerar bueno, y de lo que hay que
las características ontológicas básicas. Arnau y Pino, en su considerar verdadero. Nos permite dudar y utilizarnos a no-
teoría de la intersubjetividad, definen corno características sotros mismos corno patrones fundamentales en la creación
ontológicas fundamentales la interrogatividad insaciable, la de nuestro mundo mental. La comunicación nos permite una
radicalidad libre y la comunicación simbólica. La libertad ra- relación dialógica intersubjetiva. Comunicarse es ser el gene-
dical (derivada del intercambio de sujetos) nos permite hacer rador de los significados que uno emite y ser dueño de ellos
distinciones entre lo que varrios a considerar bueno, bello y con el objetivo de que no sean utilizados para la explotación.
verdadero, frente a lo que vamos a considerar malo, feo y Gracias a la comunicación pertenecemos al otro y el otro nos
falso. Es la libertad para el diseño de un proyecto autónomo pertenece. Es una comunicación que nos permite hacer -a
a través del que las personas deciden cómo quieren ser y medida de nuestra historia y nu~stros proyectos-, distinguir,
cómo y en qué quieren gastar su vida. Los seres humanos y considerar qué es lo bueno, lo bello y lo verdadero.
pueden hacer muchas actividades sin utilidad alguna. Esta es Libertad, interrogación y comunicación son las caracterís-
una de las características que mejor definen a los seres hu- ticas de lo humano. Aunque aquí las he expuesto separadas
manos. Supone una ruptura con el carácter general de ia vida unas de otras (necesidades del lenguaje) no se pueden, ni se
que, hasta la aparición del "horno sapiens", ha venido siendo deben separar. No existe libertad sin interrogación. No existe
finalista (o teleonómico en la terminología de Monod interrogación sin comunicación. El conjunto de las tres con-
[1975]). En los seres humanos se produce una evolución cul- forman al hombre corno sujeto en un mundo intersubjetiva.
tural, no biológica. La evolución cultural permite que el hom- En contrapartida, la ignorancia, la alienación y la aceptación
bre se separe'de sus características neurobiológicas y qqe es- defmen al hombre corno un individuo, corno un objeto más de
coja sus propios fines. Sobre esa separación de lo genético y una serie destinada a la explotación. Las tres conforman un
lo. biológico, se constituye una libertad radical que nos per- hombre cuya característica principal es la sumisión. La capa-
rrute hacer esas distinciones acerca de la bondad, la belleza y cidad de hacer distinciones se pierde, cuando el hombre vive
la verdad que he mencionado. Nos permite elegir. La interro- en la ignorancia, la alienación y la aceptación.
gatividad se puede definir corno aquella característica huma- El hecho de que se desarrollen, a lo largo del devenir de
na que busca insaciablemente el conocimient_?. Surge de la una relación de pareja, esas tres capacidades de distinción

390 1 391

1 _ _L_
En realidad, debería cuestionarme la posibilidad de estas es-
que acabo de enumerar es lo que nos permite decidir si esta pecificaciones y la respuesta sería negativa. Toda especifica-
merece la pena. El desarrollo de esas dimensiones nos permi- ción dice algo acerca de los intereses, deseos Y valores del
te decir si esa relación está incorporada a un proyecto de in- que la realiza, pero de un modo poco "objetivo". N~ se pue-
tersubjetividad liberador o, por el contrario, a uno sumiso. den especificar relaciones de pareja, sin caer en un Cierto acto
de imposición: Yo digo que lo que Yo pienso es como debe-
rían ser las cosas. A pesar de ese riesgo, voy a tratar de ser lo
7.2 Proyectos para sí mismo, proyectos para la relación más concreto y práctico posible, para que mi~ ideas sean su-
gerentes al lector. Decía antes que una rela~ión es des~able si
Podemos empezar a centrar este tema señalando una doble su contenido fomenta el desarrollo de la libertad, la mterro-
y recíproca afirmación que se puede deducir de lo dicho hasta gatividad y la capacidad de comunicación. Estos contenid~s
ahora. En la relación de pareja podemos distinguir dos di- abstractos se rellenan a través de lo que podríamos denorm-
mensiones separadas, pero no separables, ya que no pueden nar un proceso de desarrollo personal. La idea del_ desarrollo
existir la una sin la otra. Esas dos dimensiones, que han de personal quizá pueda ilustrarse a la luz de ~na mt~resante
darse simultáneamente, son: creación de los negros americanos (o, ¿es meJor decrr afroa-
1.- La relación de pareja ha de servir para potenciar el mericanos?). En América, los negros constituyen un grupo
desarrollo de los proyectos vitales de las personas compro- humano muy creativo y lleno de energía. En los últimos años
metidas en esa relación. han ideado una fiesta ritual denominada "kwanzaa", en la
2.-· La relación de pareja ha de constituir uno de esos que, a 1~ largo de una semana, se cel~~ran siete prin~cipios:
proyectos vitales, aunque no el único, para los dos miembros unidad, autodeterminación, ·responsabilidad, econorma coo-
de la pareja. perativa, voluntad, creatividad y fe. Me gustó la idea de esa
Es necesario destacar que ambas dimensiones son muy fiesta cuando lo leí, y me parece un buen programa de desa-
importantes para mantener una buena relación de pareja. De rrollo personal. Desde mi punto de vista, esa co?tribución de
tal manera, que pueden usarse para valorar la calidad y el fu- la relación de pareja al desarrollo personal consiste en su ca-
turo de una relación de pareja tanto desde el punto de vista pacidad de analizar y potenciar esos s!et~ conceptos .. Pode-
personal, como si se está realizando psicoterapia de pareja. mos prescindir de algunos de ellos y anadrr otr?s. Lo rrnpor-
La primera de estas dimensiones es la que acabo, de des- . tante es la existenCia ~e ideas sobre las que articular un pro-
cribir al hablar del contenido deseable de una relación de pa- yecto de sí. En algunas reuniones y confe:~ncias e~ las que ~e
reja, que, como ya he dicho en más de una ocasión, debe ser- participado ha surgido esta pregunta ¿qm~nes. ~ como consti-
vir para ·el desarrollo personal de sus participantes. Eso signi- tuyen una relación de pareja digna de admrraci?n? Es una~es­
fica que lo importante no es la relación, sino las personas que puesta difícil, pero quiero señalar a una pareJa que admiro.
están comprometidas en ella. La relación ha de estar al servi- Creo que cumplen muchos de estos siete criterios Y al~unos
cio de las personas; es un medio, no un fin. ¿Se puede espe- otros. Se trata de una relación ficticia que, una vez mas, en-
cificar en qué consiste el desarrollo personal? No en un sen- contramos en personajes del cine: el matrimonio que forman
tido objetivo y general; sí en un sentido local y provisional.
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392 1

l
La pareja de ficción que forman los Adams, nos ilustra de
Morticia Y Gómez Addams (interpretados por Angélica Hous- qué forma puede ser la relación más deseable. Un hombre y
to~ _Y Raúl Juliá) en las películas La familia Addams y Laja- una mujer diferentes que viven esa diferencia, y a la vez, la
mzlza Addams. La tradición continua. A pesar de los años que articulan con la del otro, creando una relación más compleja,
se supone que llevan casados (cientos de años), se muestran íntima y sofisticada. Yo creO' que en su matrimonio inciden
contentos de estar juntos; se quieren, pero no se necesitan. Se dos dimensiones recíprocas, que mencionaba al principio de
muestran activos e imaginativos en su vida. Disfrutan con lo esta sección. Pero al tiempo, aunque pueda parecer paradóji-
que consideran bello y lo cultivan. También se muestran ele- co, el mismo dispositivo relacional que ha de apoyar los pro-
gantes Y guapos, con evidente afán de gustar al otro. Por lo yectos personales de cada cónyuge ha de convertirse él
que intuimos, llevan una vida sexual imaginativa y se mues- Inismo en un proyecto. Lo que quiero destacar ahora es que
tran seductores y agradables hacia su pareja. Son diferentes la relación de pareja, como todo dispositivo, ha de ser mane-
e~~e sí~ gustan de s~s diferencias. No existe entre ellos pre- jada consciente y voluntariamente por sus miembros. De lo
sm~ hacia la homogeneidad; antes al contrario, se dedican a contrario, inexorablemente seguirá las caininos trazados por
estimular al otro en su particularidad. Aman su vida, sus gus- el orden social. La relación de pareja se convertirá en un ma-
tos, los desarrollan, los recuerdan y los reviven en ocasiones trimonio convencional. Veamos ahora esta segunda dimen-
especiales. Los rituales son importantes entre ellos. Una de
sión con detalle.
sus características más importantes es que viven de acuerdo Estoy hablando de un proyecto común de la pareja. Es
con su tradición e idiosincrasia. Lo convencional no les im- decir, se trata de que dos personas asuman como propio cons-
porta: ~ero lo respetan y acogen. Se sienten en igualdad de truir una relación de una manera compartida, discutida (en
condiciOnes co~ el resto del mundo, aunque tengan formas y todos los sentidos de la palabra), y negociada con el otro. La
maneras muy diferentes. Están interesados por el mundo que relación de pareja se convierte en un proyecto del que los dos
les rodea. S~ trato con los demás es cordial y tolerante. y no deben sentirse responsables, apoyados y orgullosos. Y, como
se ~~ede o~vidar que, además, son muy ricos, lo que sin duda todo proyecto, éste también tiene dimensiones éticas, estéti-
facili~ el. tlpo de vida que llevan. Su riqueza no proviene del cas y lógicas, que les aleje de la alienación y de la suinisión
tra?~o, smo de su tradición familiar. Se supone que son ri- y que satisfaga los intereses deseos y valores de los cónyuges.
~msimos desde ~ace muchas generaciones. El trabajo no Estoy hablando de la creación de una singularidad. Una sin-
t~ene para ellos nmguna significación si supone, como casi gularidad es un punto, una situación, una característica Y tam-
s~empre suc.ede, un esfuerzo alienador. Mantienen unas cor- bién una relación en la que no se cumplen las condiciones o
diales relaciOnes con la familia a la que reunen de vez en leyes habituales. Es una rareza, una fuente _de novedad y de
c~.ando, pero no interfieren con su vida. Tienen además unos sorpresa de características imprevisibles. Los cosmólogos,
hiJOS encantadores (¿No es su hija Miércoles adorable?) y les 1 cuando intentan explicarse el origen del universo, hablan del
1
preocupa su educación y su vida; pero los hijos están clara- 1 "big bang", y lo describen como una singularidad (Hawking,
men~e separado~ ~e la pareja. Son unas personas que disfru- 1
1 1990). Por eso, creo que una relación de pareja puede ser des-
\
tan JUntos, se divierten. En definitiva, para mí constituyen crita con la metáfora de la singularidad. Desde luego, no me
una pareja envidiable. ' 1

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Morticia y Gómez Addams C t
ton y Raúl Juliá) en las pelíc~l:;;;tado~ ~or Angélica Hous- La pareja de ficción que forman los Adams, nos ilustra de
milia Addams La ....ad· ·~ . famllza Addams y La fa- qué forma puede ser la relación más deseable. Un hombre y
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se supone que llevan casados e. . pes~ e 1os anos que una mujer diferentes que viven esa diferencia, y a la vez, la
contentos de estar juntos· \ Ientos de anos), se muestran articulan con la del otro, creando una relación más compleja,
muestran activos e ;..... : se .qmeren, pero no se necesitan. Se íntima y sofisticada. Yo creo que en su matrimonio inciden
.u.uagmativos en su v·da 1 n· fru dos dimensiones recíprocas, que mencionaba al principio de
que consideran bello y lo culti" '11 . , · IS tan con lo
gantes y guapos con "d van., ~ambien se muestran e1e- esta sección. Pero al tiempo, aunque pueda parecer paradóji-
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' na VI a sexual ima . a .
tran seductores y agrad bl h . gm tiva Y se mues- yectos personales de cada cónyuge ha de convertirse él
a es aCia su parei s difi
entre sí y gustan de sus difi . . :~a. on erentes Inismo en un proyecto. Lo que quiero destacar ahora es que
sión hacia la homogeneida:encias. No eXIste. entre ellos pre- la relación de pareja, como todo dispositivo, ha de ser mane-
estimular al otro en su partic~::. al contrano, ~e dedican a jada consciente y voluntariamente por sus Iniembros. De lo
tos, los desarrollan los rec d d. Aman su VIda, sus gus- contrario, inexorablemente seguirá las caminos trazados por
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maneras muy diferentes Est ~~n o, aunque tengan fonnas y truir una relación de una manera compartida, discutida (en
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se puede olvidar que ade _emas es cor~Ial y tolerante. y no relación de pareja se convierte en un proyecto del que los dos
facilita el tipo de vida' q mllas, son muy neos, lo que sin duda deben sentirse responsables, apoyados y orgullosos. Y, como
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traba.Jo, sino de su tradición f T ueza no proviene del todo proyecto, éste también tiene dimensiones éticas, estéti-
quísimos desde hace m h ami Iar. s.e supone que son ti- cas y lógicas, que les aleje de la alienación y de la sulnisión
tiene para ellos ninguna~~ ~~en.e;aci?nes. El trabajo no y que satisfaga los intereses deseos y valores de los cónyuges.
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. · e Irutiva para • .
una pareJa envidiable. ' mi, constituyen 1990). Por eso, creo que una relación de pareja puede ser des-
crita con la metáfora de la singularidad. Desde luego, no me

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estoy refiriendo a la diferencia "snobista"; no me refiero a relación independiente que ofrecer a los demás con generosi-
esas conductas cuyo único objetivo es no arriesgar ni cambiar dad si ese era su deseo, pero siempre bajo sus reglas y sin di-
en nada, y sí hacer las cosas de forma impactante para pro- solverse como pareja. Por ejemplo, se habían casado el día de
ducir en los otros admiración o envidia. Me refiero aquí a la Reyes, de forma que, en esa fecha, se podían encontrar ele-
construcción de singularidades, derivadas de la c"nversión de mentos tanto para celebrar lo familiar como lo conyugal, lo
posibilidades virtuales en prácticas actualizadas en la. rela- público y lo privado, lo religioso y lo profano. Había muchas
ción.
potencialidades, en toda su vida, de celebración y de rito que
Las posibilidades de prácticas concretas de relación entre podían convertirse en reales. Este dato muestra lo intrincado
una pareja son muy variadas. Precisamente la labor del orden y mezclado que en ellos estaban todas estas cosas, y lo difícil
social intenta anular y reducir esas virtualidades a una única que era encontar una solución. La enfermedad fue un camino
concreción práctica: la institución matrimonial y sus especi- fácil (¡aunque bien duro en la práctica!), pero existían en su
ficaciones sociales y jurídicas. Lo virtual significa que exis- relación posibilidades de poner en funcionamiento prácticas
ten posibilidades de acción, de sentimiento, de placer, de opi- singulares, autónomas y vinculadas a su trayectoria. En estas
nión, no establecidas, pero contenidas en la historia y en la personas, la idea de que la relación debía consistir en un pro-
existencia de las personas que forman la pareja. Sobre ellas se yecto era muy clara. Apenas tuvieron la tentación de explicar
puede construir un modo de relacionarse que incluya estímu- sus problemas, responsabilizando al mundo o a los demás.
los, preguntas o problemas que han sido determinados.como Vieron claro cuál era el origen de la enfermedad y la estrate-
tales por la propia actividad de las personas que mantienen gia que habían de llevar a cabo. Pero estaban demasiado cerca
una relación de pareja. Un ejemplo quizá aclare esto. Se trata de las situaciones y problemas como para manejarlos con ha-
de una pareja que había mantenido una historia, desde el bilidad. Por ello no podían moverse hacia la actualización de
punto de vista de un observado, caracterizada por acciones de lo que siempre había sido una actitud autónoma. Conseguirlo
insumisión y autonomía. Eran un especie de Romeo y Julie.., era tarea de la psicoterapia. ,
ta, con tensiones familiares incluidas, pero con un fmal feliz. La transformación de las virtualidades en realidades se
Su historia estaba repleta de transgresiones y libertades que convierte en una prioridad fundamental, que orienta las ac-
eo
ellos no habían definido como tales. En los últimos años, su ciones de los miembros de una pareja. De este modo, podrán
singularidad les había colocado en un umbral: o seguían así y
ci
de desarrollar prácticas de relación entre ellos y con el mundo
las familias
.. ,
les consideraban malos y traidores o acentaban
p .
la externo, que signifiquen un enorme cambio en su experiencia
ex
SUIIUSIOn con un sentimiento de indignidad, pero con la apro- de sí y en la verdad que sobre sí mismos se narran. El pasa-
de
bación general. No querían ni una. cosa ni la otra. La solución do, el presente y el futuro cambian. La narración histórica que
fue que uno de ellos enfermó. Y la enfermedad era metáfora les explica a sí mismos como seres humanos se modifica pro-
de muchas cosas: de crítica al otro, a las familias, y era tam- gresivamente, por la práctica de una relación y de una expe-
bién una manera de protegerse de todas las presiones con una riencia de vida que supone una singularidad como la que he
buena disculpa. Pero en su historia había muchos elementos descrito.
tanto simbólicos como prácticos, sobre los que construir un~ Esta prioridad implica plantearse qué acciones han de de-

396 397
sarrollarse para estimular y hacer más interesante en el plano y una mujer, no se encuentra fácilmente. No hay patrones es-
afectivo, intelectual y sexual el hecho de estar juntos. Las ac- tablecidos. Se exige pensamiento, reflexión, consciencia, ne-
ciones que van surgiendo exigen otras acciones siguientes y gociación, diálogo con el otro y con los otros. Posiblemente
así se va creando la relación en común. Un ejemplo lo tene- exige búsqueda, pruebas, ensayos y errores. No se pueden ga-
mos en el viajar. Hay personas que siempre viajan al mismo rantizar, ni exigir resultados. Uno sólo se puede exigir com-
sitio, con todo planeado y conocido. Ciertamente, es una ma- promiso en unas acciones susceptibles de generar un proyec-
nera de hacerlo y tiene sus placeres, pero no es lo mismo to singular de vida.
cambiar de sitio, ir sin planes, correr ciertas aventuras ... de Si la relación de pareja se constituye como proyecto en el
esa manera la interacción no sólo se hace posible, sino inévi- que los dos miembros de la pareja están comprometidos, debe
table. Unas conversaciones llevan a otras. Unas acciones lle- dar respuesta positiva a dos prácticas especialmente signifi.:.
van a otras y así se ponen en marcha ciclos de relación más cativas en una relación amorosa, y que funcionan a modo de
interesantes y complejos. Lo mismo puede decirse de la prác- test de calidad:
tica sexual o la participación en actividades sociales o políti- - la práctica erótica,
cas. Del tipo de acciones y conversaciones en las que uno se - la presencia cotidiana.
implica, se deriva el mundo en el que vive. Y éste es un fe- Cuando la relación de pareja, entendida como un proyec-
nómeno constante. Por eso es tan importante que uno mismo to personal_, sirve al desarrollo de los cónyuges, tiene una in-

lleve sus propias riendas en el filo entre lo necesario y lo aza- cidencia muy clara en estas dos prácticas. La relación modi-
ci
roso (Monod, 1975). fica a los miembros de la pareja y les hace más complejos y
fi
Motivación y relación se vinculan y se refuerzan a través personales. Diferentes del mundo, privados, de forma tal que
del placer. La capacidad de darse placer -y, en primer lugar, ambas prácticas fundamentales pueden tomarse como ejes de
p~a~e: sexual-, hace que dos personas se comprometan para la
la calidad de una relación de pareja.
v1vrr JUntos (Masters et al., 1978). Esta capacidad de gozar y En una relación de pareja hay práctica erótica y presencia .
enriquecerse es, quizá, el único antídoto contra el miedo y la cotidiana. Pero puede haber otras presencias y otras formas
e
rutina que acaba degradando las relaciones de pareja. d de erotismo en la vida de cada uno. Pero ni otras presencias,
Cuando una pareja se embarca en un proyecto como el que ni otros erotismos han de ser incompatibles con lo que cada
estoy describiendo, no sabe cómo va a ser. Precisamente, por- miembro de la pareja decide que pertenece sólo al ámbito de
que se trata de hacer real lo virtual, porque no está ya dado, la relación. Existe, por ejemplo, la seducción. Hay fantasías y
no se puede saber cómo va a ser, es un riesgo, es una apues- hay relaciones sexuales simbólicas que pueden enriquecer
ta. Puede salir bien, o salir mal. Se puede acabar como Don una vida sexual y no ser un peligro para la pareja. Lo mismo
Quijote, vencido y con la armadura sobre la grupa del caba- se puede decir de la presencia. y de la ausencia. Una pareja
llo. Un proyecto singular exige un compromiso y una moti- puede estar separada durante un tiempo o intermitentemente.
vación por algo que se desconoce pero que, con toda seguri- Prácticas específicas y singulares de erotismo y de presencia
dad, será diferente de como se ha previsto. pueden encajar en el devenir de una relación, si así ha sido
Un proyecto singular como el que pueden vivir un hombre decidido por las dos personas de una manera consciente y vo-
1.

398 399

.l
luntaria. Una pequeña historia ilustrará esto. Se trata de una - ¿Qué contradicciones en su relación de pareja y en
pareja que llevan juntos varios años. El trabaja de animador ellos mismos podemos encontrar en este conflicto?
de fiestas. Ella no trabaja, pero le ayuda en algunos aspectos Este episodio del canapé nos sirve también para ilustrar el
de su trabajo. El concibe su trabajo de una manera muy am- trabajo de interpretación y de creación de realidad, que supo-
plia, es decir, está siempre trabajando, hasta cuando va por la ne la psicoterapia y que he mencionado en el capítulo ante-.
calle y se para a saludar a alguna persona. Su trabajo es ser rior. Interpretar es o~ecer alternativas de comprensión a unas
amable y seductor, especialmente con las mujeres, ya que, acciones que se viven como dolorosas e incomprensibles y
es? _le crea una buena prensa, y una amplia red· social que que, por ello, generan ansiedad y/o depresión. En este último
utiliza para las fiestas que organiza. Un día ocurrió este in- caso, ambas personas pueden ser descritas en los mismos tér-
cidente. En una fiesta, el hombre iba de acá para allá con minos. Actúan buscando certezas y no quieren compromisos
una bandeja de canapés. Estaba animado y se acercó a dos ni riesgos si no tienen garantías acerca del otro. Ella, que en
invitadas desconocidas, y les introdujo un canapé en la la sesión de terapia ofrece una explicación mucho más rica y
boca. Obviamente, era una actitud seductora y coqueta que, sugerente, pide una constante reaseguración del amor del
por otra parte, había realizado con otras mujeres y hombres otro. No está segura si no obtiene confirmación a cada se-
conocidos de otras ocasiones a lo largo de la noche. La gundo. Aunque no sea el objetivo de este trabajo, no quiero
mujer había observado la escena y los comentarios zalame- dejar pasar la oportunidad de señalar que esta actuación es lo
r~s d~ las chicas, y ~ontó en cólera por varios días. A su jui- que denominamos, en términos clásicos y un tanto descalifi-
CIO, esta era una actitud constante en el marido, y la consi- cadores, "angustia de castración". Sucede exactamente igual
deraba tan humillante que podía justificar la ruptura de su con el hombre. Como no tiene certeza acerca del amor de
relación. El, por el contrario, sostenía que era una actitud ella, actúa como si no hubiera diferencias entre unas mujeres
i~ocente y que formaba parte de su trabajo. Por otra parte, y otras. Desmiente la especificidad del ser amado. Quizá lo
mnguno de los dos mantenía relaciones sexuales con otras niega para no sufrir riesgos, para no ser rechazado, para que
personas. El problema, en una situación como ésta, estriba no se cuestione su hombría. También podemos decir que el
no en decidir quién tiene la razón, sino en plantearse pre- hombre tiene componentes sádicos o perversos, pero esto nos
guntas como éstas: lleva a la misma situación de generación de irresponsabilidad
- ¿Qué tipo de relación explica que este asunto se con- que decir que la mujer Úene angustia de castración, porque,
vierta en un problema? como también ha señalado Schafer (1976), decir de alguien
- ¿Cuál es la naturaleza de este conflicto? que "tiene" angustia de castración o componentes sádicos es
-¿Cómo se establecen en ellos las negociaciones? introducirle una idea extraña de la que no puede sentirse res-
- ¿Qué es lo que consideran parte de su intimidad y qué ponsable. Se plantea como algo que se tiene de la misma
n~ . forma que se "tiene" una gripe. Se trata de una pareja que,
- ¿Qué quiere ella obtener al calificar esta situación de aunque vienen juntos desde hace años y se consideran pareja,
humillante? no están casados de forma legal. Ella no es "su mujer", él no
-¿Qué quiere él con la postura contraria? es "su marido" de una forma pública. Con esta idea ofrece

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__L
luntaria. Una pequeña historia ilustrará esto. Se trata de una - ¿Qué contradicciones en su relación de pareja y en
pareja que llevan juntos varios años. El trabaja de animador ellos mismos podemos encontrar en este conflicto?
de fiestas. Ella no trabaja, pero le ayuda en algunos aspectos Este episodio del canapé nos sirve también para ilustrar el
de su trabajo. El concibe su trabajo de una manera muy am- trabajo de interpretación y de creación de realidad, que supo-
plia, es decir, está siempre trabajando, hasta cuando va por la ne la psicoterapia y que he mencionado en el capítulo ante-.
calle y se para a saludar a alguna persona. Su trabajo es ser rior. Interpretar es ofrecer alternativas de comprensión a unas
amable y seductor, especialmente con las mujeres, ya que, acciones que se viven como dolorosas e incomprensibles y
eso le crea una buena prensa, y una amplia red· social que que, por ello, generan ansiedad y/o depresión. En este último
utiliza para las fiestas que organiza. Un día ocurrió este in- caso, ambas personas pueden ser descritas en los mismos tér-
cidente. En una fiesta, el hombre iba de acá para allá con minos. Actúan buscando certezas y no quieren compromisos
una bandeja de canapés. Estaba animado y se acercó a dos ni riesgos si no tienen garantías acerca del otro. Ella, que en
invitadas desconocidas, y les introdujo un canapé en la la sesión de terapia ofrece una explicación mucho más rica y
boca. Obviamente, era una actitud seductora y coqueta que, sugerente, pide una constante reaseguración del amor del
por otra parte, había realizado con otras mujeres y hombres otro. No está segura si no obtiene confirmación a cada se-
conocidos de otras ocasiones a lo largo de la noche. La gundo. Aunque no sea el objetivo de este trabajo, no quiero
mujer había observado la escena y los comentarios zalame- dejar pasar la oportunidad de señalar que esta actuación es lo
ros de las chicas, y montó en cólera por varios días. A su jui- que denominamos, en términos clásicos y un tanto descalifi-
cio, ésta era una actitud constante en el marido, y la consi- cadores, "angustia de castración". Sucede exactamente igual
deraba tan humillante que podía justificar la ruptura de su con el hombre. Como no tiene certeza acerca del amor de
relación. El, por el contrario, sostenía que era una actitud ella, actúa como si no hubiera diferencias entre unas mujeres
inocente y que formaba parte de su trabajo. Por otra parte, y otras. Desmiente la especificidad del ser amado. Quizá lo
ninguno de los dos mantenía relaciones sexuales con otras niega para no sufrir riesgos, para no ser rechazado, para que
personas. El problema, en una situación como ésta, estriba no se cuestione su hombría. También podemos decir que el
no en decidir quién tiene la razón, sino en plantearse pre- hombre tiene componentes sádicos o perversos, pero esto nos
guntas como éstas: lleva a la misma situació~ de generación de irresponsabilidad
- ¿Qué tipo de relación explica que este asunto se con- que decir que la mujer tiene angustia de castración, porque,
vierta en un problema? como también ha señalado Schafer (1976), decir de alguien
- ¿Cuál es la naturaleza de este conflicto? que "tiene" angustia de castración o componentes sádicos es
-¿Cómo se establecen en ellos las negociaciones? introducirle una idea extraña de la que no puede sentirse res-
- ¿Qué es lo que consideran parte de su intimidad y qué ponsable. Se plantea como algo que se tiene de la misma
no? · forma que se "tiene" una gripe. Se trata de una pareja que,
- ¿Qué quiere ella obtener al calificar esta situación de aunque vienen juntos desde hace años y se consideran pareja,
humillante? no están casados de forma legal. Ella no es "su mujer", él no
- ¿Qué quiere él con la postura contraria? es "su marido" de una forma pública. Con esta idea ofrece
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una perspectiva relacional muy rica en contenidos, de la que 7.3 Modos de relación práctica
sí son responsables y sobre la que sí se puede trabajar en la
psicoterapia. Se sitúa el conflicto en un contexto, a partir del Hasta ahora, he establecido algunos conceptos acerca de
cual ellos ya pueden opinar y no simplemente recibir irÍter- l~s condiciones básicas y algunas ideas de lo que puede con-
pretaciones acerca de lo que son o dejan de ser. Gracias a siderarse una relación deseable. Siguiendo con esta línea .
este planteamiento, surgen otras muchas preguntas destina- . '
q qmer?, :mora, avanzar en la comprensión de lo que pueden
das a ofrecer una narración coherente y responsable de lo constituir modos de relación de pareja. Para ello, hay que re-
que está siendo una experiencía dolorosa. Se trata de encon- tomar los conceptos de "acción", "aventura" y "conversa-
trar una explicación que suponga una alternativa al "no me ción", que han aparecido en numerosas ocasiones a lo largo
quiere"' único argumento que su dolor les ha permitido ob- de este trabajo.
tener.
Muchas otras preguntas pueden ser interesantes respecto Acción en la relación de pareja
· a este caso. Lo que me interesa destacar es que una situación
que se define como conflicto, o en otro caso como gratifi- Ll~o ac~ión a aquella conducta humana en la que pode-
cante, muestra el tipo de relación que dos personas han mos diferenciar una práctica específica, y a la que podemos
· construido y nos remite a la necesidad de comprender la re-. d dotar de significado. Así, leer un libro es una acción; respirar
!ación de pareja como un tipo de relación que se construye (en el sentido de automatismo corporal) no lo es. Los cónyu-
~
en la interacción de los dos cónyuges. Eso implica que no ges producen acciones que conforman la relación de pareja.
podemos organizar, "a priori", la práctica de la vida de rela- Podemos decir que, siguiendo determinados enfoques la re-
ción. Por eso decía en la sección anterior que la terapia debe lación de pareja es una acción de los dos cónyuges. AÍgunas
lograr acuerdos ideológicos en la pareja. A través del análi- ~deas de Navarro (1994) pueden ayudarnos a comprender esta
sis y reflexión formal e informal de situaciones concretas se Idea. Para Navarro la conducta es la constitución de situacio-
extrae la "filosofía" que esa pareja quiere, con el fin de que n nes. Y ¿qué es una situación? Una situación es un escenario
sea útil al desarrollo de su relación. Para terminar, me atre- e en que una persona asume el papel protagonista. Podemos
vería a desaconsejar los manuales de orientación sobre prác- d dis~ngu~~ en una situación un aspecto "objetivo" (de qué va
ticas concretas de relación fundamentalmente por dos razo- la la sttuacwn) y un aspecto "subjetivo" (qué nos va en la situa-
nes: porque, como hemos ido viendo en el análisis de lo que ci ción). Una acción es el conjunto de significados y prácticas
pueda ser o no ser una relación de pareja, una guía "a prio- específicas con las que una persona crea o constituye una si-
ri" no tiene ningún sentido; y, en segundo lugar, porque, en ~ación. Por lo tanto, podemos considerar la r~lación de pare-
muchos casos son, además, un claro intento de opresión. Ja como una situación creada por los dos cónyuges, de la que
Mucho más interesante sería discutir con esta pareja qué son protagonistas y en la que están inmersos. Esa relación se
prácticas de presencia-ausencia, y qué prácticas de erotismo constituye, por consiguiente, en su responsabilidad y en su
desean incluir en su vida para que puedan establecer una re- h horizonte de realidad. Tenemos la relación que queremos, y
lación satisfactoria. so somos según la relación que tenemos.
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Con los significados -,-o las interpretaciones- el sujet_o de problemas. Es importante señalar que el paso del tiempo
establece dónde, cómo, para qué, etc. se encuentra en tal_ ~I­ erosiona la univocidad y firmeza de la conexión consensuada
tuación. Con la práctica el sujeto realiza alguna operaci_on entre los significados y las prácticas en una relación de pare-
que puede, o no, transformar esa situación. C?~o he menciO- ja. Es lo que a veces se denomina "el efecto de la rutina". Esto
nado ya, la relación de pareja supone una accwn const~te ~e quier:e decir que la relación no se conserva firme y clara a no
creación de significados o interpretaciones que d:termman_ ~I­ ser que s·e invierta esfuerzo, tiempo, energía, creatividad... o
tuaciones que son la "vida" de esa relación. Asi, la relacwn sea, hay que crear acciones a favor de la relación, que clarifi-
de pareja es una situación creada por los cónyuges. ~e una q quen la importancia que se concede a la relación y las accio-
manera muy consciente o de una manera un ~ant_o mcons- n nes que se ponen en juego. Con ello se recrea una relación
ciente sobreentendida, los sujetos van dando sigmficados a q que no es nueva, pero que resulta satisfactoria para sus parti-
su rel~ción y eso les conduce a determin~das práctic~s. Las cipantes. Por eso el concepto de aventura, que analizaré un
prácticas les exigen nuevos significados. SI eso ~era Siemp:e poco más adelante, es tan importante. Se trata, en pocas pala-
tan fácil, la relación sería siempre clara: habna coherencia b' bras, de lo que tradicionalmente se ha denominado "cultivar"
entre lo que se interpreta y lo que se hace y, en todo momen- u una relación.
to, los cónyuges tendrían una clara visión y el cont:ol de _su 2.- Un segundo problema es el de la "cerrazón mental",
relación. No digo buena, sino clara. Por ejemplo, SI uno In- como bien define Navarro (1994). Los seres humanos necesi-
terpreta que su relación de pareja vale poco y ~ctúa ~n cons~­ tamos mantener una coherencia entre las sucesivas acciones
cuencia, podrán surgir conflictos, pero habra cland~d: Sm que realizamos y las situaciones a las que van dando lugar
embargo, con mucha frecuencia las cosas no son tan faciles Y esas acciones y en las que, en consecuencia, vivimos. Nece-
se producen problemas. Señalemos tres de ellos .. si sitamos vivir en un mundo que nos sea fácilmente predecible.
1.- A diferencia de otras situaciones de la VIda, la rela- y Y esa necesidad a vecesjuega en nuestra contra. La necesi-
dad de coherencia puede volver a las personas r;ígidas y ce-
~o
ción de pareja es una situación en la que es nec:sario llegar a
consensos. Prácticas y significados deben realizarse de una rradas, incapaces de innovar, de crear o aún de considerar
manera imbricada. Pero, algunas veces, surge un cierto desa- otros significados u otras prácticas, que no sean las que siem-
coplamiento entre significados y prácticas en un~ misma ac- ' p pre se han puesto en juego. Desde luego, siempre es más fácil
ción o secuencia de acciones según el punto de VIsta de cada
cónyuge. Así, por ejemplo, puede haber gente que pong~ en
¡ V ver esa característica en los demás que en uno mismo. Y es
curioso lo que llega a irritar lo que denominamos "cerrazón
alto valor su relación de pareja y la interprete como algo Im- 1
1
mental" de los demás. Este fenómeno tiene mucha importan-
portante y necesario y, sin embargo, realiza: prácticas que, a cia en la relación de pareja. La relación se construye a través
ojos del otro, se interpreten de forma contrana. Y es que la :e- de una laboriosa elaboración de consensos. Pero el devenir va
1
lación de pareja obliga a un cierto consenso entre las acciO- 1
transformando siempre a los cónyuges. La tendencia de su
nes (significados y prácticas), que se van a llevar a cabo de~­ devenir es hacerse cada vez más particulares y, como resulta-
tro del horizonte de la relación. El caso del hombre que poma
canapés en la boca de otras mujeres es un eje~ylo de este tipo
l do, se separan de los consensos establecidos. Los cónyuges
son como dos líneas paralelas, pero ligeramente divergentes:
1

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J ,·~ ~:....
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1

cuando uno quiere darse cuenta, la separación es enorme. definir en estos términos: el hombre necesitaba una coheren-
Pero desde el punto de vista de cada uno, él no ha cambiado cia que no le apartara de los logros personales que había con-
y está convencido de que no tiene motivos para hacerlo, es el seguido. Se sentía frágil y se apoyaba en la rigidez como ga-
otro el que ha cambiado y ha traicionado los consensos esta- rantía. Ella exigía una aprobación y una validación a su vida
blecidos. Desde el otro lado, la situación es la misma. Estas que había de· ser externa. No se atrevía a hacerlo desde ella
posiciones hacen la conversación imposible y exasperante. misma. Esta pareja veía su relación como un problema que
3.- Si entendemos la relación de pareja como la situación les había acaecido y no como una situación generada por sus
que van creando las acciones de los cónyuges, no pude con- propias acciones. Se sentían víctimas, no responsables.
cebirse la pareja como algo dado, que es bueno o malo al
margen de lo que es la realidad de sus miembros. La relación Acción y aventura
de pareja, lo he mencionado varias veces porque me parece
muy importante, es responsabilidad del modo de acción de Decía anteriomente que el paso de tiempo erosiona la uni-
sus miembros. Son responsables activos de su relación. A vocidad y firmeza de la conexión entre los significados y las
ellos hay que atribuir lo que ocurra, precisamente porque es a prácticas en una relación de pareja. La relación no se conser-
ellos a quienes les ocurre. Una idea fundamental para com- va firme y clara a no ser que se invierta esfuerzo, tiempo,
. prender y vivir la relación de pareja y para la psicoterapia. energía, creatividad o novedad. Conceptos todos estos que
Veamos un ejemplo de estos problemas. En una pareja, pueden reunirse en el de aventura.
una mujer sostenía que al marido no le interesaban para nada Y ¿qué se puede decir de la aventura· y de su vinculación
las actividades artísticas que constituían su trabajo. Para ella, con la relación amorosa y la pareja? De nuevo algunas ideas
la explicación de ello era que el marido ganaba mucho· dine- de Jankelevitch (1989) pueden sernos útiles. Para él, la aven-
ro, mientras que la aportación económica de ella era pequeña. tura es sobre todo una tentación, es decir, una fascinación
El marido, por su parte, creía que su opinión acerca de las producida por el deseo y el miedo, potenciándose mutuamen-
artes era correcta y que el problema del dinero era un "com- te. Describe varios tipos de aventuras según la proporción de
plejo de inferioridad" de la mujer. Ella trataba de rebatir esas seriedad y juego que haya implicada en ellas. En la aventura
ideas para que el cambiara de opinión. O bien se enredaba en que denomina mortal, lo serio prevalece sobre el juego. Es
la argumentación un tanto cruel de su marido o se retiraba de una aventura que con frecuencia se muda en tragedia. El prin-
la discusión enfadada. En ambos casos ella giraba alrededor cipio de esta aventura es un decreto autocrático de nuestra li-
de las posiciones de su marido. No tenía una línea propia. El bertad. Empieza frívola, continúa seria y, con frecuencia, ter-
marido nunca aceptaba nada, y llegaba a sostener cosas ex- mina trágica. ¿Y qué es lo serio cuando habl~os de aventu-
trañas de argumentar para casi cualquier persona. Pero nin- ras? Lo serio es la muerte. La muerte es lo que constituye lo
guno podía ceder. Se trataba· de ganar -y recoger la satisfac- serio en todo azar. Una aventura sólo es tal cuando contiene
ción por el triunfo-- o de perder y abrirse a un cambio de per- una dosis de muerte posible. Quizá el juego de la "ruleta
cepción que se veía como peligroso por lo depresivo. En ellos rusa" sea el paradigma más terrible de esta aventura. Luego
se producía una situación de "cerrazón mental". que se puede Jankelevitch distingue la aventura estética. En ella prevalece

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el juego sobre lo serio. En esa aventura solo se expone una amorosa. Desde este punto de vista, como bien señala Janke-
pequeña porción de la existencia. Tiene como centro la belle- levitch, el adulterio burgués, la pareja paralela y la "querida"
za. Las aventuras de los demás, o las de uno mismo, en tanto como institución, son una caricatura grotesca de la aventura
que uno mismo se ha convertido en otro o en una tercera per- amorosa. Pero la aventura es inestable, cambiante. Evolucio-
sona ante sí, tienen, por definición, un carácter estético. Es na rápido. La aventura desfallece cuando llega el desencanto
una aventura que no quiere. acabar mal, es una aventura con- o cuando llega la tragedia. Siempre es precaria, siempre está
servadora. ¿Y la aventura amorosa? ¿cómo situarla? Es, a punto de perder su carácter aventurero; unas veces se torna
quizá, la más difícil de describir. Para Jank.elevitch en la juego frívolo y no merece siquiera el nombre de aventura,
aventura mortal prevalece lo serio e incluso lo trágico; en la otras acaba en rutina o estalla trágicamente.
aventura estética prevalece el juego. En la primera, la perso- Amor aventurero y amor único son bien diferentes. El
na está dentro; en la segunda está fuera. ¿Y qué decir del amor, entendido como aventura, supone una posibilidad de
amor? ¿El hombre está dentro o fuera? Hay que distinguir la vivir y experimentar los diferentes aspectos contradictorios
aventura amorosa del enamoramiento. El enamoramiento es de uno mismo. La aventura amorosa es una manera de acep-
un concepto más simple, más trivial si se quiere. Como ya tar el reto de no conformarnos con una sola parte de lo real.
dije, el enamoramiento es la denominación que recibe un es- Pero vivir el amor como una aventura, como una sucesión de
tado emocional de fusión con otro, pero no es una aventura. amores sucesivos que iluminan distintos y contradictorios as-
Puede existir enamoramiento sin aventura amorosa y aventu- pectos de sí, es difícil. El no atarse implica que uno debe
ra amorosa sin enamoramiento. El enamoramiento implica a dejar cosas atrás, renunciar a amores, a deseos, vivir en cons-
otra persona, la aventura no. No hay en el enamoramiento esa tante movimiento para no permanecer inmóvil junto a otro
fascinación del deseo y el peligro que supone la aventura. En ser. No echar raíces. Para algunas personas, esta manera de
la aventura amorosa, el juego y lo serio se mezclan de un vivir es insoportable, es demasiado desgarradora y cruel. Pro-
modo inextricable. La aventura amorosa supone juego y duce hastío y descontento. Prefieren la vida en común, a largo
muerte, belleza y muerte. Quizá el mito de Don Juan (Zorri- plazo, cotidiana, comprometida. Como hemos visto, el deseo
lla, 1985 [edc.]) muestra mejor que ningún otro esta mezcla ~ de poseer al otro, de anular su diferencia y quedar inmerso en
d
de juego, apuesta, belleza y muerte que supone la aventura u una relación de odio mutuo es el peligro máximo de la rela-
amorosa. La aventura amorosa supone una ruptura de la vida ción cotidiana. Sólo si aprendemos a completar nuestra ma-
CJ
cotidiana. Jank.elevitch dice que todo lo que empieza por n nera de ser con lo que el otro tiene de diferente, lograremos
"extra" o "ex" está relacionado con la aventura. Es extravital, q que el amor cotidiano se convierta en una forma de realiza-
extravagante, excéntrica, extemporánea... Está fuera de en- ci ción y desarrollo del proyecto personal. Se trata de no com-
cuadre y es fuera de serie. Es un paréntesis y es una tentación, pl pletarse uno a sí mismo, sino de aceptar la complementarle-
pero, al tiempo, y en la medida que compromete toda la exis- d dad del otro. "Yo te doy lo mejor de mi mismo y tú me das lo
tencia y que deja suspendido todo el futuro, se convierte en q que más necesito" es lo que Gurméndez (1994 a,b y e) defi-
algo no excéntrico, sino central. Ese riesgo, esa transforma- n ne como la base del amor mutuo.
ción posible de la existencia, es lo que define a la aventura Así, pues, la aventura y lo cotidiano son incompatibles de

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vivir. Ambos son estimulantes. ¿Son iguales en valor? No - Introducir una cierta dosis de "juego con el destino".
creo que se pueda contestar a esa pregunta en general. De- Se viven experiencias, situaciones, momentos que, al menos,
pende de cada persona. Sin embargo, sabemos que la felici- tienen la posibilidad de cambiar la vida. Si eso ocurre, será
dad que es posible obtener se nutre de cierta dosis de rutina y necesario tomar una gran decisión: ¿me introduzco (nos in-
aburrimiento. Eso no quiere decir que la vida cotidiana sea la troducimos) en esa corriente o no? Quizá ese cambio sea una
panacea desde el momento en que mucha gente opta por la fantasía, pero existe como virtualidad.
fan - Vivir de manera "ex": excéntrica, extemporánea, ex-
aventura frente a la felicidad, per:o sí es cierto que cotidianei-
dad y aventura se toman incompatibles. Hay que apostar por trovertida, extraña...
lro -Vivir de tal manera que ocurran cambios, pero no como
una o por otra. Pero la aventura no es eterna. Don Juan Teno-
rio, que vive la aventura amorosa hasta al fmal, se coloca a las los que describía Lampedusa (cambiar para que todo siga
los
puertas de la muerte y es redimido por el amor cotidiano, no igual [ Lampedusa, 1984]), sino cambios que lleven a deci-
aventurero, de Doña Inés. Y sabiendo y aceptando que la siones irrevocables o modificaciones sin retomo. Nuevas po-
aventura no es eterna, hemos de aceptar y saber también que sibilidades que definan una vida nueva. Se puede trabajar de
el tedio o la tragedia aguardan de nuevo en el camino. Desde funcionario, pero no se ha de vivir como un funcionario de la
luego se puede elegir entre vivir la aventura hasta la muerte o vida. Se trata de desbaratar la vida.
el tedio hasta que sea imparable. Pero si se prefiere el amorco- -Buscar complejidades. Lo que no quiere decir vivir de
tidiano, ¿se puede salvar algo de la aventura? ¿se puede hacer una manera complicada, sino que el tipo de vida obligue a
un injerto de aventura en la cotidianeidad? No estoy seguro de meterse en situaciones complejas, sutiles, sofisticadas. Sólo
que sea posible, pero sí de que merece la pena intentarlo. Me- en la complejidad (que no en la complicación) pueden gene-
rece la pena intentar una relación de pareja amorosa y cotidia- rarse posibilidades nuevas.
na en la que se introduzcan algunos elementos que defmen la - Sorprenderse. Aceptar que aunque "no hay nada nuevo
aventura. Y se puede tener la esperanza de lograrlo y al mismo bajo el sol" hay muchas cosas que son tan variadas y origina-
tiempo ser escéptico. Ahora bien, la relación de pareja no les, que pueden sorprendemos. Nada más patético que el tu-
puede ser una aventura. Ya he señalado que, en sentido estric- rista que viaja y compara cualquier paisaje, gente o monu-
to, aventura amorosa y relación estable no tienen articulación mento con los de su tierra (generalmente para admitir que lo
en modo alguno. Sólo es posible que la relación y la vida en suyo es mejor y que no tenía sentido viajar para eso).
común tengan momentos de aventura, no de aventura amoro- - Decir lo que uno no ha dicho, pensar lo que uno no ha
sa, sino de aventura en general:.. Recordemos que la aventura pensado, hacer lo que uno no ha hecho.
era la fasCinación por el deseo y el peligro. Este tipo de fasci- Y, en general, cualquier cosa que introduzca lo contin-
nación sí puede introducirse en las acciones en las que se de- gen gente en la vida. Lo contingente, lo azaroso, precisamente por
sarrolla la relación de pareja. La relación con el otro puede su e su carácter impredecible, se presta mal a ser dirigido por el
i
aprovecharse para lograr, con más facilidad, compañía e inti- 1
orde orden social. Está más lejos del impulso normalizador y con-
1
midad, momentos de aventura que se injertan y rompen la vida 1 ven vencional y, por ello, se convierte en un espacio y en tiempo
cotidiana, vida que entonces se caracteriza por: deli de libertad.
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teligencia. Los animales, especialmente los menos desarrolla-
La relación de pareja puede constituir un marco y un dos, no parecen aburrirse. Su devenir se llena con el mero
apoyo en el que esta forma de vivir se realice de forma eficaz hecho de vivir y todo lo que ello implica (comer, copular, de-
y profunda. El orden social se encarga de domesticar (en el ambular, luchar... en fm sobrevivir). No así los humanos. Sin
sentido literal de "domos": casa) a los sujetos. Cuanto más se- aventura, sin retos y sin necesidades se encuentran como los
dentarios sean, mejor. Los nómadas siempre han sido vistos leones en el zoológico: aburridos, tristes y sin objetivo vital
con recelo por los poderosos ya que podían ser fuente de no- alguno. Es preciso, a mi_ modo de ver, una vida activa en ex-
vedades. Es preferible, para el orden social, que nadie se periencias. Eso es bueno para las personas y bueno para la re-
mueva de su casa. Mortunadamente, el azar viene a alterar el lación. Como dice Alberoni (1984), sólo la actividad quiebra
éxito de la domesticación. Paradójicamente, la informática el tedio, tedio que es incompatible con el estado naciente que
está permitiendo la creación, desde el aislamiento de la pro- él define en el fenómeno del enamoramiento. Y ha de quedar
pia casa, de inmensas redes de comunicación tipo "Internet" claro que con actividad no estoy proponiendo activismo de-
que, hoy por hoy, se mantienen como un sistema libre, varia- senfrenado. Existen parejas que no paran quietas, que nunca
do y no controlado por el poder (aunque ya se apuntan cam- están en casa, que nunca están solas ... son activistas que con-
bios en este sentido, ya que, los costos de mantenimiento sumen actividades y relaciones. No pueden apreciar el valor
están siendo tan grandes que algunas empresas ya empiezan que también tiene la monotonía y la rutina. Quizá huyen de la
a garantizarlos y, en consecuencia, a controlar algo estas po- convivencia. Muchas cosas importantes exigen monotonía Y
derosas redes). e rutina, y no por eso dejan de ser importantes o bellas. ¿Se
La aventura, así entendida, se convierte en un asunto de- ru puede leer un libro sin aceptar ciertas dosis de monotonía en
cisivo dentro de la construcción de una relación de pareja sa- p la acción? ¿Es aburrido el paisaje del desierto?
tisfactoria. Sólo la conjunción de proyectos y de experiencias lá
en común animará una relación de pareja. Eso no quiere decir
que los dos tengan que hacer lo mismo, qué tengan un único 7.4 Una pareja que simboliza. Una pareja en conversación
proyecto compartido. Significa que los proyectos de cada
uno, sean de los dos o no, deben pertenecer a ambos, deben Existen tres registros distintos en los que un ser vivo
estar apoyados y tienen que ser compartidos en el seno de la puede operar. La definición de tres registros en los que opera
relación. La relación de pareja sirve entonces para el desarro- el ser humano -real, imaginario y simbólico-- es una inte-
llo personal de los cónyuges. Eso supone que el futuro que les resante aportación de Lacan, con la que trata_ de defmir tres
espera juntos a los dos no sea algo estable, algo dado, algo maneras en las que pueden describirse los fenómenos huma-
previsible. Los proyectos y las experiencias crean novedad, m
nos. (Lacan, 1971, 1988; Dor, 1986; Harari, 1987). Las defi-
introducen el azar, alejan a la pareja de lo repetido, lo igual, no
niciones, que voy a dar a continuación, están inspiradas en su
lo previsto ... , situaciones que pueden hacer de la convivencia ni
pensamiento, pero no son las que Lacan da a estos conceptos.
algo insufrible. La curiosidad y la variación son una necesi- pe
Lo
Los tomo como punto de referencia para reflexionar con toda
dad humana. Tal vez fue la curiosidad, esa notable caracterís- libertad, y, alrededor de ellos, pensar. El registro real es
tica de los mamíferos, la que estimuló el des~ollo de la in-

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1
común a todo tipo de ser vivo. El imaginario y el simbólico los órdenes humanos. Aun cuando puede incorporarse a un
son propios de los seres humanos. Antes de aplicar su signi- orden humano a través de la simbolización, exige un cambio
ficado a las relaciones de pareja, quizá convenga precisar su tal que las dimensiones humanas básicas, como la libertad, la
definición. capacidad de interrogarse y la comunicación, se ven seria-
Lo real es aquello que nos limita, aquello que nos pone di- mente alteradas.
ficultades a nuestros deseos, intereses y valores. Es aquello Lo real !!S también el ser del otro, su ser autónomo, sus
que debemos tener en cuenta para seguir conservando nues- motivaciones (intereses, ~eseos y valores que no nos pertene-
tra organización ·y coherencia como seres vivos. Por ello, lo cen). También es real la necesidad de intercambio. Esa nece-
real también es aquello que nos permite vivir, que está en ill- sidad de intercambio de sujetos, objetos y mensajes que nos
teracción con nosotros y que constituye nuestro nicho ecoló- hi~o humanos y que se constituyó en el registro simbólico en

gico. Lo real es aquella parte de la realidad que nos rodea, · el que nos desenvolvemos y sin el que no podemos existir. Es
pero que está fuera de nuestro psiquismo. No nos pertenece, precisamente en esa necesidad real de intercambio en la que
no lo podemos transformar, no lo podemos comunicar. Sin se apoya el orden social para ofrecer los sucedáneos que han
embargo, no por eso hay que pensar que lo real es algo que venido a sustituir a los intercambios básicos. La política, la
nosviene dado. Es algo que se modifica y se crea constante- publicidad y la moda alteran la capacidad de discernir lo
mente a través del ejercicio de la inteligencia. La inteligencia, bueno, lo bello y lo verdadero, y, por ello, el intercambio deja
es decir, la capacidad de resolver problemas y de aprender, va de ser una fuente de riqueza, complejidad y humanidad y se
creando el mundo en que nos es posible desenvolvernos sin convierte en fuente de opresión y sumisión.
destruirnos. Nuestra actividad inteligente (diferente del pen- Lo imaginario es creado por el pensamiento, es decir, por
samiento y de la consciencia) nos permite ponernos en con- la capacidad que tenemos los seres humanos de crear con-
tacto con nuestros límites. Lo real es lo presente, lo que nos ceptos, agruparlos y modificarlos. No necesitarnos lo real
limita. Por ello, es también lo que nos posibilita el gozo. La para ello, aunque lo real sea una condición previa indispen-
capacidad de gozar siempre se encuentra en los límites. Lo sable para el pensamiento. El pensamiento se apoya en los
real es lo que deja de ser virtual para ser presente en nuestra sentidos, especialmente en las percepciones. Percibir supone
vida y, como todo presente, nos limita y nos pone condicio- reconocer un medio externo a nosotros. Va más allá que la re-
nes. Límites y condiciones que nos definen y nos crean como acción a un estímulo que dispara o no una conducta. Se per-
seres vivos. Lo real es lo que va quedando fuera tras nuestras cibe, se atiende, se reconoce y se actúa (o no). Una vez per-
operaciones mentales. Lo real, que puede ser causa de gozo, cibido, se puede actuar sobre ese estímulo para modificarlo.
puede ser, ·también, causa de destrucción; es también aquello Es decir, el pensamiento se basa en los sentidos pero los tras-
que no puede ser-incorporado a los otros órdenes porque nos ciende. De esta manera podemos autoinformarnos, organizar
destruiría. Ha de ser mantenido fuera. Eso ocurre, por ejem- nuestras reacciones, agruparlas, estimular unas u otras e in-
plo con la violencia física. La violencia física es destructiva y · ventar percepciones derivadas de nuestra inserción en el
cuanto más joven se es al recibirla, más difícil resulta mane- medio. Percibir es incorporar a nuestro mundo el hecho real
jarla sin destruirse. La violencia ha de ser mantenida fuera de de nuestro acoplamiento estructural con otros seres, pero aún

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de una forma no simbólica, no en el lenguaje. Lo imaginario capacidad supone ya la existencia de la consciencia, es decir,
es como los sueños: algo que es nuestro pero que no nos per- la capacidad de pensar acerca de nuestros pensamientos o de
tenece, y no se puede articular con nuestro mundo si no es a hablar acerca de nuestro habla. En el orden simbólico pode-
través de la interpretación. Interpretación que supone la en- mos conceptualizar y conceptualizar acerca de nuestras con-
trada del lenguaje, de la consciencia y de la relación con los ceptualizaciones. En el orden simbólico nos hacemos huma-
otros en el sueño. El paradigma de lo imaginario es lo que nos y en él se desarrollan las cualidades ontológicas básicas:
Lacan llamaba la construcción del Yo imaginario, que se pro- libertad, comunicación e interrogación.
duce en el niño en lo que él denomina la "fase del espejo". En En resumen, la dinámica de lo presente, lo ausente y lo re-
ella, el niño se reconoce en la imagen del espejo y piensa que presentado (real, imaginario y simbólico) definen los órdenes
eso es él. Se identifica y se conoce en lo imaginario. La en los que el ser humano se desarrolla. Dinámica que se
madre reafirma ese reconocimiento y, por ello, queda fijailó · apoya en la inteligencia, el pensamiento y la consciencia. Lo
como tal. El niño, por tanto, aprende a reconocerse en lo ima- real, lo simbólico y lo imaginario forman un bucle del que
ginario. Lo imaginario es lo ausente; lo que no nos pertenece, emerge nuestro ser humano. Al hablar podemos referirnos a
pero podemos incluirlo a través del lenguaje, en nuestra ca- todos los registros, podemos analizar cómo es ese lenguaje,
dena de significados y significantes. Cuando incluimos lo es decir, cómo son las metáforas que utilizamos, y podemos,
imaginario, como ocurre con el niño que incorpora su imagen en un nivel mayor de abstracción, analizar y tomar conscien-
del espejo como su concepción de sí, se da un cierto fenóme- cia de ese proceso y sus implicaciones.. También podemos
no de desconocimiento y de alienación. Lo imaginario es la analizar la conversaciones en las que estamos inmersos, y po-
ensoñación, la fantasía, las creencias. Todo aquello que en de- demos así ver nuestra vinculación, dependencia y capacidad
finitiva nos permite jugar con la idea de que el uno mismo y de creación en un mundo humano de realidades intersubjeti-
de
el otro son como yo creo que son. Por eso el amor, como tal, vas.
vas Las mujeres para los hombres, los hombres para las muje-
es algo imaginario. Decir "te amo" es sólo posible en el re-
gistro imaginario en el que el otro es creado según nuestra res, constituyen una parte fundamental de eso que he deno-
res,
conveniencia y como tal se le ama. Por eso, al igual que ocu- minado lo "real". Cada persona del sexo contrario es un ob-
rre con el Yo, el amor es un concepto que crea desconoci- jeto en el operar del otro. Constituye una fuente de deseos po-
miento porque nos arraiga en lo imaginario. sibles, de virtualidades que se hacen presentes o permanecen
La consciencia en su operar crea lo simbólico. Me gusta la ajenas. El otro tiene esa cualidad objeta!, distinta, fascinante
definición de la consciencia que da Navarro (1994): "capaci- y misteriosa; también peligrosa. Algo que es ajeno hasta que
dad de autorrepresentación capaz de crear un temporalidad la mirada, el olor, el sabor... , nos hacen "capturar" en la ima-
biográfica". Lo simbólico es aquello que pertenece a nuestra gmación, en el espacio privado, al otro, convertido en un su-
mente Y que está representado en códigos lingüísticos. De jeto imaginario. Estamos entonces enamorados. Es la segun-
este modo, podemos operar con esas representaciones como da gran situación de desconocimiento (la otra es la "fase del
con los objetos y podemos crear nuevos códigos acerca de espejo'; que tan bellamente ha descrito Lacan). Desde la pri-
espe
esos códigos. Podemos hablar acerca de lo que hablamos. Esa mitiva fase del espejo los seres humanos no atraviesan por un
mi ti

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~

momento tan delicado para su evolución mental y personal, "hombre" o una "mujer". El problema es que la nominaliza-
"h ción de lo que es un hombre o una mujer toma cuerpo en mi-
como es la construcción del enamoramiento y la elaboración ci
de ese desconocimiento y alienación, que necesariamente im- tologías muy ambivalentes. Por un lado, al ser nominaliza-
to ciones, se prestan a ser objetos de consumo, pero por.otro hay
plica. Ambas son fases peligrosas, ambas son fascinantes. ci
Con el tiempo, el otro se convierte en algo que pertenece a que tener en cuenta una serie de consideraciones con las que
nuestro universo simbólico, en un sujeto creado en una rela- los hombres y las mujeres de una época se identifican. Qué
ción que definimos como intersubjetiva. Alguien que es dife- parte de objetivización hay y qué parte hay de radicalidad
rente Y de quien y a quien podemos hablar. Por eso puede de- libre sólo puede dilucidarse en el seno de cada relación espe-
cirse que la percepción y la interacción lingüística son los ele- cifica (Ibáñez C., 1995). Una relación intersubjetiva exige
mentos formales de los que depende el enamoramiento. El que lo masculino y lo femenino sean una creación singular
enamoramiento, la fusión, el estado naciente del que he veni- propia de esa relación. Y, para que sea atractiva esa creación,
do hablando, es mediado por esos elementos formales. Son debe respetar un principio: el otro debe ser radicalmente di-
los elementos que trasportan la capacidad de seducción. Son ferente de uno. Pero eso no es todo. Se exige algo más. Se
los elementos que permiten el acoplamiento entre las dos es- exigen unas características gracias a las cuales una mujer o un
tructuras personales de los enamorados. hombre diga, a través de un complejo fenómeno identificato-
Ese acoplamiento que permite una relación de pareja se rio: "ese es un hombre"; "esa es una mujer". Ese algo más se
produce porque cada uno ha construido una imagen de un muestra, en lo que se refiere a los hombres, de forma emble-
hombre y de una mujer, expresiones simbólicas personales de mática en la película Casablanca , especialmente con Ricks,
1~. generalidad de los hombres y mujeres. Una paciente me
el personaje que encarna Bogart. Ese personaje es para mu-
diJo muy segura, hablando de por qué le gustaba su marido: chas mujeres "un hombre". ¿Identificación liberadora o con-
"porque es un hombre". Lo que atrae a una mujer es un hom- sumo mitómano? Para contestar deberíamos analizar que sig-
bre Y lo que atrae a un hombre es una mujer. Y ¿qué es un nificado tiene para quien hace uso de esa afirmación y cómo
hombre y qué es una mujer? El mayor riesgo que se corre con se aplica a su vida de relación. Dejemos la pregunta pendien-
esta pregunta es responderla muy rápidamente. Si así se hace, te, pero veamos cómo es el Ricks que una mujer puede ima-
se asume que tiene una respuesta objetiva y por lo tanto que ginar, cómo es "un hombre" para imaginar que uso podría
hay un hombre o una mujer que son objetivamente eso: hom- tener ese concepto. Ricks es un hombre con el que el futuro
bre o mujer. Pero, si se convierten en algo objetivo, dejan de está abierto, aunque viva apartado en Casablanca. Es un hom-
s_er una con_strucción que se realiza en la relación intersubje- bre leal con sus amigos, y conserva una gr~ capacidad de
tiva entre dos personas para transformarse en algo cuantifica- Ju lucha y de compromiso aunque él lo niega en un juego sutil
ble y susceptible de ser consumido. Si se responde de forma qu que nunca llega a ser hipócrita. Su pasado lleno de ideales
objetiva, no hay más remedio que aceptar lo que la publici- ro rotos da profundidad a su persona. Aparece como un hombre
dad, en el_orden social decide qué es un hombre o una mujer. só j sólido, integro, autónomo. Es curioso que físicamente no
Pero es Cierto que muchas personas sienten que hablan de 1 o i obedezca a los habituales estereotipos: no es joven, no es alto,
algo personal y claro cuando dicen que lo que les gusta es un no 1
no es fuerte. Es independiente y pide independencia. Por eso
1

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1

l l 419
una de las funciones de la preocupación por la estética en los
ama. Y no ama en una ambigüedad calculada y excitante. Es hombres y en las mujeres. La ropa, el maquillaje, el perfume,
sentimental pero nunca cursi, y posee un punto de cinismo son simbolismos que ofrecen al hombre una visión de la
provocador que aumenta su atractivo personal. Es capaz de mujer como ser distinto de él. Lo mismo ocurre en la otra di-
o~ecer un amor contenido pero "eterno", capaz de superar las rección, aunque el machismo lo haya disimulado ("el hombre
dificultades de la vida. Un personaje, en definitiva, con cuanto más feo más hermoso"). Y esa diferencia genera ad-
"cl~e:'. A su lado, es decir, con un hombre que cumpla estos miración ydeseo. De esa manera, el poseer al otro tiene una
reqUisitos, no hay duda de que una mujer -y la película lo importancia y valor indispensables para la reladón amorosa.
muestra maravillosamente co_q la sentida actuación de 1. En las parejas que se matrimonializan, uno de los principales
B.ergman-, está en presencia de lo más importante de ;u fenómenos que se d.a es la pérdida de la admiración y la dis-
VIda. A muchas mujeres les habría gustado estar allí con él. A tinción.._¿ Cómo se aprecia el contenido de la diferencia del
muchos hombres les habría gustado ser, allí, él. Como decía otro? ¿vale cualquier diferencia con tal de que sea diferencia?
el director de cine Garci en un reportaje: "Casablanca habla Para que la diferencia de uno sea atractiva ha de satisfacer las
d~ ti". Estas especificaciones muestran cómo la mujer -lo motivaciones fundamentales del otro. Tiene que llenar los in-
~s~o ~uede ~ecirse del hombre- constituye el concepto de m tereses, deseos y valores del otro. Eso explica que se pueda
mujer' .a partrr del concepto "un hombre" que haya produci- te ser atractivo para uno y no para otro. Pero también es verdad,
do antenormente. De esa diferencia puede surgir la pasión y se y lo hemos visto en el personaje de Ricks, que puede haber
el amor. Lo extraordinario de la película Casablanca es que y gustos generales que no se deban sólo a la publicidad. Casa-
confiere las b~es para construir una imagen de hombre, que blanca no fue lanzada para proponer un modelo de conducta
puede ser fascmante para muchas mujeres. Es un buen ejem- a seguir. Es bien sabido que su rodaje fue muy accidental y el
plo de cómo en una relación amorosa son necesarios un hom- azar jugó un papel importantísimo. Fue el público quien dio
bre Y una mujer con una construcción de sí y del otro singu- reconocimiento a la película, descubriendo y tomando de ella
lar (Sanz 1., 1995). ideas que les servían para explicarse a sí mismos. Por eso es .
Ya he dicho en otra sección que el enamoramiento surge
arte y no consumo.
cuando hay una. similitud en el fondo personal sobre el que se El análisis de los registros es útil para comprender el com-
crean las narraciOnes que le explican a uno mismo. Pues bien plejo sistema de construcción de realidades, de construcción
1~ evolución de la.re~ación amorosa exige que el otro, a par~ de verdad, en los seres humanos (Manrique, 1994). Lo real,
O: de esas bases similares, construya una narración de sí, un lo verdadero, no es algo que esta "ahí afuera" y que el ser
sistema de pe.t;.sonalidad, que sea radicalmente distinto. El humano capte. Por el contrario, es algo que se· construye en la
otro debe ser diferente. La relación amorosa se consolida inserción continua de la propia historia con el orden social
cuando cada uno posee al otro como ser diferente. Es proba- (Glaserfeld, 1984, 1991; Bruner, 1987; Gergen et al., 1985).
ble que este gusto por la diferencia sea un resto de nuestro di- Las relaciones de pareja también son una verdad y una reali-
morfismo. sexual. Nos atrae lo diferente y cuanto más dife- dad que se construye, y los conceptos precedentes pueden
rente, mejor, pero dentro de una similitud que en los anima- 1
ayudar a entender ese complejo fenómeno. Para avanzar en
les es biológica y en los humanos personal y cultural. Esta e:;; 1
1

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esta comprensión quizá el ejemplo de las relaciones sexuales relación y que no se supera fácilmente. Un paciente queman-
nos sea de especial interés. Como todo lo humano, la relación rela tuvo una relación de este tipo se sorprendía por la reacción de
sexual tiene dimensiones reales, imaginarias y simbólicas. El tuv su mujer: después de veinticinco años de matrimonio, tras un
sexo real viene definido por la prácticas sexuales específicas su episodio de sexo extramatrimonial, la mujer decidió romper
que o~u~en de ~·~uerpo a cuerpo". Son las prácticas dadas y epi
con su relación y le pidió que abandonara la casa. El hombre
las practicas recibidas. Ocurren en los sentidos, no pertenecen estaba totalmente sorprendido y decía que era ella la que co-
a lo psicológico. Son lo presente, lo efímero. metía una deslealtad con la relación y no él. Y no se trataba
El sexo imaginario es el anhelo de goce, de placer total. Es de un cínico. Se trataba de alguien que no hacía distinciones
el ideal . de la inexistencia
-
del sexo. El sexo imaoinario
o
nieaa
o como las que he mencionado al hablar de los .tres registros en
su propia existencia. Es romántico y ausente. la práctica sexual. Una conversación terapéutica con estema-
El sexo simbólico es placer y es dolor. A veces simultáneo trimonio habría de centrarse en la elaboración de distinciones
a veces sucesivo. Su producto final no es tanto el gozo, sin~ personalmente relevantes en los tres registros, en la elabora-
la mutualidad, la intimidad profunda (en ocasiones). Es una ción de las claves que les permitiera construir una relación in-
creación. No imita lo real. No se basa en lo corporal, ni es un tersubjetiva en lugar de la relación en paralelo que parecían
sueño. Es un juego, es una creación sobre el mundo. Ocurre mantener. Al margen de los componentes que un trabajo psi-
~n la conversación, en la relación intersubjetiva. Quizá estas coanalítico nos revelaría en estas situaciones clínicas, me in-
tdeas pu~~en entende~se mejor aplicándolas, por ejemplo, a teresa ahora señalar cómo la incorporación de elementos rea-
una relacwn extramatnmonial de las que se definen como "no les e imaginarios en una relación (como puede ser una rela-
comprometidas" o esporádicas. Estas relaciones pertenecen ción extraconyugal) no siempre es fácil y en ocasiones pro-
al sexo real, se anclan en la sexualidad biológica de los seres duce grietas en la capacidad de crear acciones (prácticas y
humanos. Son posibles porque en el ser humano los diversos significados en común). El trabajo terapéutico estriba, con
~lanos de una conducta, en este caso la sexual, pueden exis- cualquier método, por ejemplo el psicoanalítico, en que lapa-
trr por separado, al menos durante un tiempo. Lo sexual reja consiga recuperar la capacidad de seguir creando reali-
puede darse sin entrar en el terreno de lo simbólico, sólo dades compartidas.
como real .o como imaginario, pero no es fácil que luego
~ueda ser I~corporado en una relación intersubjetiva. Este Una pareja que conversa
ttpo de accwnes sexuales se localizan en uno sólo de los
miembros de la pareja. No es un producto de su relación, es En el enamoramiento, el inicio de la relación surge, sobre
producto de la historia de uno de ellos, y eso la hace difícil de todo, a partir de las percepciones. Nos enamoramos de una
compartir. Ingresa en el mundo intersubjetiva como un cuer- percepción. Nos enamoramos de un gesto, de una mirada, de
po extraño que no se simboliza, o que, si lo hace, ocurre de un color de piel, de un sabor, de una palabra, de unos ojos, de
manera diferente para cada uno. No puede pactarse su signi- una boca, de unos pechos, de una idea, de una opinión ... Por
ficado Y crea graves conflictos. Su existencia ocasiona una eso es una relación que nace en el plano imaginario. El aco-
fractura en la relación intersubjetiva que crea problemas de plamiento entre los amantes es imaginario. La tarea de con-

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L. ---"---
vertir ese enamoramiento en amor supone pasar del plano dades y que se pueden intercambiar: es el terreno de lo sim-
imaginario, dominado por las percepciones, al plano simbóli- bólico.
co, dominado por el lenguaje. Esto significa que el amor ocu- Podemos entonces decir que la construcción de una rela-
~e en el lenguaje. ¿Qué quiere decir esto? Empezaré por dis- ción de pareja supone elaborar en común un conjunto de sim-
tinguir lo lingüístico del lenguaje. Hay una conducta lingüís- bolizaciones, que han de ser valoradas a partir de los criterios
tica cuando ésta puede describirse en t~rminos semánticos. · que he venido mencionando y que, en último extremo, nos re-
qu
N~ es diferenciador de lo humano. Existen diversas especies miten al desarrollo progresivo de la libertad, la comunicación
llli y la interrogación (Arnau et al., 1995). Esa capacidad de sim-
animales cuya conducta puede ser descrita en términos se- ·
Yl bolización significa en la práctica de la relación de pareja la
mánticos. Pero, además, el ser humano es capaz de coordinar
bo construcción de una situación de conyersación entre ellos que
esas conductas lingüísticas a través de una conducta abstrac-
eo
ta de descripciones. De tal manera eso es importante en los · constituye una singularidad en su nicho ecológico. Por eso, la
eo
humanos que esas descripciones se convierten en el medio a conversación es el concepto fundamental que nos permite
co
través del cual ocurren las interacciones entre ellos. Se puede, comprender las relaciones de pareja. A continuación voy a
eo
entonces, entender por lengu~e la coordinación de conductas precisar algunos aspectos de la conversación, como modo
p
coordinadas (Maturana, 1978; Maturana et al., 1980). Es fundamental de acción en las relaciones de pareja.
fu
dec~, el lenguaje es un fenómeno de segundo orden. Hay len- La subjetividad, tal y como ha quedado expuesto en líne-
guaJe cuando hablamos acerca de lo que hacemos. El habla as anteriores, puede ser definida, en su sentido más amplio,
as
las distintas lenguas, son las formas concretas que toma ·es~ eo
como aquello que subyace, es decir,· aquello que origina y
coordinación de coordinaciones: un sistema variado flexible sostiene una conducta (Navarro, 1994). Lo subjetivo es, por
so
de riqueza y modulación infinitas. Naturalmente, e;a coordi~ lo
lo tanto, nuestra estructura y organización personal. Entiendo
nación de coordinaciones no se establece únicamente a través por estructura aquellas características que pueden ser descri-
po
de las lenguas, pero debemos reconocer que ésa es la forma tas de una manera uniforme y coherente por un observador,
que más posibilidades ofrece. Tanto es así que la capacidad de manera que constituyan nuestras invariantes, a través de
de aut~observación y la consciencia se sostienen en y por el las cuales podemos ser definidos. Por tanto, la conducta se
le~~aJe. El leng~aje tiene la virtud de crear significados y basa en esa subjetividad, y una persona al actuar reproduce
practicas. Se convierte en la acción principal entre los huma- esa subjetividad y se va modificando, sin por ello perder la
nos. El lenguaje es su nicho ecológico. Conversando se crean coherencia como ser. Pero esta definición es individual y bas-
c~nceptos que,pertenecen sólo a los hablantes y que existen tante abstracta. No es muy apropiada para def.inir a los seres
solo por ellos. Con ellos se van diferenciando de los otros, y humanos. La conducta nunca se da así porque somos seres en
con esos conceptos los seres humanos viven en el mundo y relación, somos seres en relación con otros seres. Para un ser
entre ellos (que viene a ser lo mismo). Todo lo que las perso- relacionarse con otro ser significa producirlo, y esa produc-
nas viven se va entendiendo a través de sus creaciones con- ción modifica· al productor. Con cada relación, aquello que
ceptuales. Se producen realidades que proceden de su rela- sostiene y origina la conducta se modifica, y desde este mo-
ción, que consideramos producto de cruce de dos subjetivi- me mento hemos de hablar de intersubjetividad. La acción, el

424 425

L
Por el contrario, lo que aquí mantengo es que la imposibili-
pensamiento, los significados ... se producen en relación con los dad de la comunicación es de orden ontológico, no un pro-
otros. Esa característica intersubjetiva de los seres humanos blema técnico. Eso supone que una pareja que desarrolla una
tiene su máxima importancia en la relación madre-hijo y la re- relación intersubjetiva y que la realiza en el lenguaje no
lación de pareja, ya que en ambas se establece una relación sos- puede llegar nunca a entenderse. del to~o. Ese "Yo-Tú" ~~e se
tenida, larga, íntima, sin comparación con otras relaciones hu- ·crea es incompleto, fragmentano, eqmvoco ... La relac10n de
manas igualmente importantes, como puede ser la de amistad. los amantes, la más intensa e íntima entre adultos, será siem-.
La relación intersubjetiva puede ser definida como una pre incompleta, imperfecta, imposible .... Siei?pre .~ay un
conversación en la que el diálogo se realiza en términos Yo-· resto, un espacio de incomunicación y de msat1s~acc10n. Por
Tú, tal y como los describe Navarro (1994). Navarro distin- ello la construcción de una relación intersubjetiva como la
gue un Yo-Tú al que quiere diferenciar del Yo-El, en el que par~ja origina siempre conflictos y problemas, pero :ambién
"El" se entiende como otro que es igual que Yo, pero radical- esa característica de la comunicación es lo que pernute man-
mente diferente. La relación entre los amantes ha de ser del es tener el diálogo de forma ininterrumpida. La incomprensión
tipo Yo-Tú. El "Tú", dice Navarro, surge de la experiencia de te es el motor que mueve a una pareja a intentar de nuevo la
la reciprocidad de Yo-EL El "Tu" surge de una relación, no es es comprensión. Cada paso que damos hacia la comprensión ge-
una experiencia "a priori" como la experiencia de "El". En · eo nera nuevas incomprensiones que estimulan nuevas formas
sentido estricto, una relación intersubjetiva casi no puede sos- ne de diálogo y de relación. Ese "Yo-Tú" que se produce. no es
tener el "El" más que como un artificio. Cada uno se proyec- de una estructura o una instancia, es una metáfora de un tipo de
ta en el amante y es proyectado por él. "Yo-Tu" se convierte relación que mueve a más relación y a más. c~n~ersació?.
en una identificación creada por la mutua relación. Por eso Uno al hablar, inicia una proyección de su subjetividad hacia
sólo los amantes se pueden "tutear" (entendido el tuteo desde el o~o convertido ya en un "tú". La conversación, el inter-
esta perspectiva ontológica). Un artículo de Shotter (1993) cambio, se materializa a través de expresiones, sentencias,
sobre los psicólogos rusos de la época soviética, Bakhtin y afirmaciones, que necesitan, que piden respuesta. N~ se p~e­
Vygotsk.y, pueden ser de interés en este punto. Ellos distin- den quedar en el vacío si no es sufriendo una gran V10lenc1~.
guen diferencias insalvables entre lo que es el mundo exterior de Por eso, el orgullo, la vanidad o la seguridad son fuente. d~ si-
y lo que es nuestro sistema de lenguaje para tratar acerca de · Po lencio. Si uno ya sabe, ya entiende, si ya está seguro, SI tiene
ese mundo. También defmen una separación insalvable entre las cosas claras, ¿para qué seguir hablando? La seguridad es
dos personas que hablan. Con ello se sitúan muy temprana- fuente de aburrimiento y de desamor. Posiblemente no haya
mente en las posiciones no objetivistas de la comprensión de nada peor que estar vinculado a una ~ersoná _v~dosa. ?e
los seres humanos, que hoy denominamos con el amplio y nada se puede hablar con ella. No tiene c~osid~d. Solo
poco preciso rótulo de constructivismo (Manrique, 1994; desea que su cónyuge. diga en voz alta lo que el ya piensa _de
Watzlawick, 1984). De acuerdo con estas posiciones, hay que sí mismo. Es otra de las paradojas de los seres humanos: sol?
desechar la idea de entender la comunicación como una emi- la ignorancia y la incomprensión son capaces de crear sabi-
sión y recepción de mensajes y la incomunicación como_ un duría y comprensión.
problema de orden técnico en la realización de ese proceso.
427
426
. Cada afirmación del otro, cada pronunciamiento, exige un
mtento de comprensión y una declaración de la posición de
1 peligro estriba en considerar esa unificación como el fm últi-
mo del sentimiento amoroso. Los individuos se disuelven en
uno en lo que se está diciendo. Eso produce dos efectos. Por 1 un "nosotros" que crea límites con los otros y que trata de
un lado ~amiza la conversación, hace que se amplíe, dé pla- !
evitar diferencias entre los amantes. Un "nosotros" que hace
cer ! se mtroduzca por caminos cada vez más complejos y a las personas menos complejas, que disminuye la dificultad
matlZa~os y, por otro, la convierte en productora de sentido y de estar juntos. Pero, además, el amor tiene otro peligro. Si el
de realidad cada vez más compleja y particular. Responder al amar··se entiende, como explica Gunnéndez (1994c), como
o~o es un compromiso ético necesario para cualquier rela- un sentir completo al otro en uno mismo , como la posibili-
cwn, mucho más para la relación de pareja. Es la vía de cons- dad de pensar y vivir todas las aristas del ser, se produce una
tru~ción de ~efdad propia, que tiene validez a nivel personal, satisfacción peligrosa. Hay entonces muchas posibilidades de
a mvel relaciOnal y a nivel político. Hablar permite ir crean- ' que ese amor se convierta en instrumento de dominación y
do realidad y ser, entonces, menos permeable a que la reali- aislamiento en cuanto tiende a imponer su visión gozosa del
dad Y la verdad que uno vive sea creada por el orden social. mundo a todos los demás. Pero, además, hay otro tercer peli-
Hab~ar Y actuar es revolucionario. No se olvide que, debido gro que es inherente a la relación amorosa. En la relación
~recis~ente a esta capacidad revolucionaria, el grupo social conyugal, cada uno le pide al otro un mensaje que subyace en
nene Sie~pre una_ cierta desconfianza del orden conyugal. En la comunicación consciente, de gran importancia para la evo-
otra seccwn antenor apunté que Freud (1976 [1921]) y Kern- lución de la relación. El mensaje es: "niega tu evidencia, no
berg (1~8~)~ han señalado de una manera muy perspicaz esta seas". Cada uno intuye que la existencia particular y concre-
contradiCCion. Por una parte, el orden social estimula los ma- ta del otro, como ser independiente, es una amenaza. Además,
U:UUonios porque son garantía de conservación del orden so- esa forma concreta de existir que el otro representa contiene,
Cial, pero, por otra, los teme, puesto que la relación de pareja como ya dije, aquellas partes que uno más odia. Esta cualidad
en la que se basa posee elementos de insumisión un tanto in- de larelación conyugal es la que Freud (1976[1905]) había
controlables. Por eso a la política familiar y matrimonial se definido como una fase del desarrollo psicosexual de los
les ?edican cuidados especiales en todo orden social. Su ca- niños. El lo llamaba negación del pene. El hombre pide a la
paci~ad de crear individuos libres o sometidos no debe des- mujer: "Niega que no tienes pene, no me sometas a la evi-
preciarse. dencia (en realidad a la fantasía) de la castración". La mujer
La relación de pareja como relación de conversación no hace otro tanto: "Niega que tienes pene, no me sometas a la
está exenta de,peligros. La construcción de esa relación "Yo- evidencia (fantasía) de la castración". La relación de pareja
Tú" que aeabo de mencionar pueda sufrir desviaciones en es el encuentro con el otro. Lo más fascinante y lo más odio-
cuanto proyecto de emancipación. Queda claro que uno de so para un ser humano. La relación amorosa es, por ello, pe-
los aspectos mas importantes de la relación amorosa es el ligrosa para los amantes y ha de ser controlada por ellos. Lo
desprendimiento del Yo para llegar a un "Yo-Tú" en el que que ocurre es qu<;:, a veces, ese peligro se evita cayendo en la
c~?a amant~ puede r.eencontrarse consigo mismo. Pero tam- disolución de la tensión propia de la relación amorosa. Al
bien he vemdo menciOnando los peligros del amor. El primer decir "ámame" se está diciendo "cambia, deja de ser quien

428 429
eres"A. veces eso se logra y la relación consiguiente es muy
pobre. El miedo la mató. En una pareja a la que conocí se pro-
1¡ subjetiva. Hay una cierta incompatibilidad entre deseo y gozo
en una relación intersubjetiva. Gozar de un hombre, gozar de
ducía está situación. La mujer desplegó todos sus encantos una mujer, introduce siempre una dimensión de diferencia
sedu~t~res para _conquistar a un hombre que ella veía enérgi- que puede generar desigualdad.
co, v~ Y atractivo. Después de que se casaron, y con el paso 2.- Relativizar la diferencia. Se trata de decir: "Bien,
del tiempo, _la petición de la mujer, inconsciente a veces y todo no nos vale; hagamos que nuestra relación dependa
bastante evtdente otras, fue ésta: "no seas un hombre no menos de nuestras diferencias (es decir, hagámosla menos se-
quieras sexo, no me enseñes esa diferencia imposible d; su- xual). Aún sabiendo que sólo se goza de lo que no se tiene, en
perar". Ella no quería tener carencias. Y, por lo tanto~ recha::. esta relativización se trata de construir dos seres más iguales.
zaba el sexo e introducía este rechazo en una ideología repre- Hay menos deseo, hay menos gozo, pero hay una mayor po-
sora que ella confundía con feminismo. El, por su parte, fue sibilidad de relación igualitaria.
~ostrand_o un~ debilidad y un miedo a los hombres que le ha- La relación coñyugal se establece entonces entre esta ten-
ctan sentrrse mcapaz de ser uno de ellos. Por eso aceptaba sión. Necesita gozo, necesita igualdad. Cómo se articulan
esta destrucción, y se fue convirtiendo en un hombre huidizo ambas cosas es el arte de vivir en pareja y eso quiere decir
Y amargado que, en ocasiones, se revolvía con violencia con- que también la terapia marital debe ayudar a aclarar está ten-
tra ella. Así confrrmaba algo que, como manifestó en la con- sión y proporcionar posibilidades de articular una forma con-
sulta, necesitaba decirse: "Las mujeres son peligrosas". Mu- creta de vivirlo.
tuamente se dedicaban a un juego de destrucción. Por ello, Puede pensarse que una oscilación .entre ambas posibili-
hay que tener en cuenta que la relación de pareja es una me- dades sea algo deseable. Ya lo decía Ibáñez (1992) acerca de
táfora ~ompleja. Es metáfora de completitud y es metáfora de las clase sociales: "Lo malo no es que haya ricos y pobres, lo
c~encta. Y_ h~y que vivir con ambas al mismo tiempo. Si se malo es que seamos siempre los mismos". Exactamente igual
qmer~ ~upnmrr una: ocurrirá el desastre. La violencia psíqui- puede decirse de las parejas. Lo malo no es que se sean dife-
~a o fí~tca aparecera. De ahí que una buena relación de pare- rentes o iguales. Lo malo es que siempre los mismos sean lo
Ja, a mt entender, tenga dos caminos: mismo. Así que sería bueno oscilar, cambiar, no dejarse atra-
1.- Aceptar la diferencia. Se trata de decir: Bien, as.í son par por una única forma de vivir. Los conceptos psicoanalíti-
las cosas, gocemos de esa diferencia. Controlemos las desi- cos de castración nos hablan de este fenómeno. Como lo
gualdades para que no nos lleven a situaciones de injusticia muestran Freud y Lacan, este concepto nos remite a dos "ver-
(en f?rma d~ s~~smo), pero aumentemos y perfeccionemos dades" existenciales. No somos infinitos, no somos comple-
esa diferencia. St se escoge esta posición, se escoge también tos y, por lo tanto, no nos pertenecemos. No podemos tampo-
un sesgo relacional inevitable. Esta posición es generadora de co amar del todo, ni entregarnos del todo porque ¿cómo en-
deseo Y de gozo; es el "vive la difference". El hombre se de- tregar lo que no tenemos? La relación de pareja en su fase de
dica a ser social y culturalmente un hombre. Lo mismo la enamoramiento parece superar estos límites. Por un momen-
rr:ujer. Pero se produce una curiosa paradoja que ya he men., to pensamos que todo esto no es verdad, que el sueño eterno
ClOnado en otra ocasión: a más deseo, menos relación ínter- de los seres humanos es posible y es lo que nos atrae de la

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1
-~kk-
--~-
T
mística: su trascendencia. Pero después de esa etapa debe tra- mobiliarios o inmobiliarios, trabajar, ahorrar dinero, criar a
tar de asumir esa finitud e intranscendencia. Pero aceptar sólo los hijos, atender a las familias políticas ... es decir, se basa en
eso sería acomodaticio y resignado. Al tiempo, hay que trans- una relación dominada por un intercambio fundamentalmen-
gredir esos límites, tratar de que no existan, en una tarea que te económico y muy bien adaptada a la lógica de producción
Ibáñez (1985) describía como necesaria e imposible. ¿Cómo y reproducción del orden social. Pór el contrario, si se llega a
hacerlo? La respuesta ha de ser diferente para cada pareja, ese consenso que acepta y negocia las diferencias en cual-
pero también en estos términos se define el trabajo de terapia quiera de los dos caminos que he indicado ya, existe la posi-
marital. Hay que pretender una relación infinita, atemporal bilidad de crear una relación definida por un intercambio de
b conocimientos. Una relación que·crea símbolos, que produce
(aun sabiendo que no lo es) a la vez que se establece una dis-
tancia respecto al otro: "No estoy siempre disponible para y recibe información, que oscila entre la rutina y la imagina-
y ción. Son, por eso, amantes abiertos al mundo y al contacto
todo" han de decirse los amantes. Se trata de crear una rela-
ción que no hable en impersonal, porque esa es una relación con los otros (Gurméndez, 1994c). Son privados y comunita-
psicótica en la que no se puede identificar a un sujeto (es la rios. Establecen lazos con el mundo y eso permite a los aman-
ri tes conocer y explotar sus diferencias desde una posición ade-
forma de hablar que empieza por: "se dice..."). Que no hable
t
en un "nosotros" (es la forma de hablar que empieza por: "no- cuada, con el fin de alejarse de la monotonía que produce una
e
sotros decimos ..."), lo que niega de una manera perversa la proximidad excesiva y esterilizante.
p
realidad de la diferencia entre los amantes. Que no hable en Una relación de pareja es un espacio especialmente indi-
primera persona (Es la forma de hablar que empieza por: "Yo cado, aunque no exento de complicaciones, para conversar
e
d~go ... "), lo que supone un yo hipertrofiado y asustado, pro- con libertad. Nuestra mente se llena de contenido a través de
pio de conflictos neuróticos. Una pareja debería hablar desde la conversación con el otro. Por ello no nos pertenecemos del
una posición Yo-Tú, para la que ni siquiera existe en nues- todo. Estamos hechos de relación, de conversación. Si vivi-
tro idioma una palabra (Ibáñez, 1994b). Soy Yo y soy Tú, er~s mos inmersos en ricos diálogos, en ricas interacciones, ínti-
Tú Y eres Yo. No se puede diferenciar y diferenciamos siem- mas y libres, seremos y pensaremos más y mejor. Las rela-
pre que queremos. Es una posición que asume la complejidad ei ciones de conversación con los otros nos hacen más humanos
de la relación de los amantes, y que se rebela contra las defi- y y ello es especialmente importante en la vida de las personas
niciones y el lenguaje del orden social. e en lo que se refiere a las relaciones de pareja. Por la misma
¿Qué ocurre si no se aceptan estas posiciones? ¿Qué ocu- razón, pueden convertir a las personas en inhumanas y crue-
rre si los miem~ros de la pareja aceptan negar la evidencia de les hasta extremos insospechados. Eso explica la desmedida
su existend~ cómo otro diferente? Algo he adelantado ya. Si vi violencia y crueldad de las peleas entre cónyUges. Aparente-
no llegan a ningún consenso, el nivel de conflicto es tan alto m mente sorprende tanta violencia en personas que se han que-
que provoca la separación o la violencia. Se da un caso cu- ri rido. Pero no debe extrañar que la relación que creó amor y
rioso cuando sí se llega a un consenso, pero ese consenso in- di dignidad tenga la misma capacidad de crear odio y crueldad.
cluye la aceptación de negarse a sí mismo. En esta situación S Somos lo que conversamos para lo bueno y para lo malo.
el matrimonio se apoya fundamentalmente en poseer objeto~

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