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 SENTENCIA 27460 DE 12 DE OCTUBRE DE 2011

 CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

 CONTENIDO:DE LA CAPTACIÓN MASIVA Y HABITUAL DE DINEROS. DEL ANÁLISIS DEL CONTENIDO DE LOS TIPOS
PENALES DE ESTAFA Y URBANIZACIÓN ILEGAL, SE CONCLUYE QUE SE TRATA DE FIGURAS DELICTIVAS AUTÓNOMAS
TOTALMENTE INDEPENDIENTES QUE REGULAN SITUACIONES DISTINTAS Y TIENEN UN ÁMBITO DE APLICACIÓN DIFERENTE.

 TEMAS ESPECÍFICOS:CAPTACIÓN ILÍCITA DE DINEROS, URBANIZACIÓN ILEGAL, ESTAFA

 SALA:PENAL

 PONENTE:SOCHA SALAMANCA, JULIO ENRIQUE

Sentencia 27460 de octubre 12 de 2011


CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
SALA DE CASACIÓN PENAL
Proceso 27460
Magistrado Ponente:

Dr. Julio Enrique Socha Salamanca


Aprobado acta 364
Bogotá, D.C., doce de octubre de dos mil once.

EXTRACTOS: «Consideraciones
1. Aun cuando José Gerardo Piamba Castro no ostenta la calidad de congresista, pues lo fue por la circunscripción
electoral del departamento del Cauca para el período constitucional 2006-2010, de conformidad con las razones
expuestas en el proveído de 17 de noviembre de 2010(5), esta Corporación conserva la competencia para conocer
del proceso.
2. De conformidad con lo previsto en el artículo 395 de la Ley 600 de 2000, el sumario se calificará profiriendo
resolución de acusación o preclusión de la instrucción. El primer evento procede, cuando de los medios
válidamente recaudados se halle demostrada la ocurrencia del hecho y exista confesión, testimonio que ofrezca
serios motivos de credibilidad, indicios graves, documento, peritación, o cualquier otra prueba que señale la
responsabilidad del sindicado. El segundo, cuando se establezca probatoriamente que el comportamiento no ha
existido, o que el sindicado no lo ha llevado a cabo, o que es atípico, o porque se halla demostrada una causal
excluyente de responsabilidad, o que la actuación no podía iniciarse o no puede proseguirse, según lo establecen
los artículos 36 y 399 respectivamente de la Ley 600 de 2000.
3. Atendiendo a que son tres comportamientos delictivos los endilgados al procesado, la Sala abordará su análisis
de manera separada, en aras a determinar si resulta procedente proferir resolución de acusación por todos, o por el
contrario su comportamiento se enmarca en alguna preceptiva que torne viable precluir la investigación respecto
de alguno de ellos.
3.1. De la captación masiva y habitual de dineros.
El artículo 335 de la Constitución Política dispone que la actividad financiera o cualquiera otra relacionada con el
manejo, aprovechamiento e inversión de los recursos captados son de interés público “y solo pueden ser ejercidas
previa autorización del Estado”.
De conformidad con el Estatuto Orgánico del Sistema Financiero, tal actividad únicamente puede ser cumplida por
una institución financiera debidamente autorizada por la Superintendencia financiera(6).
El artículo 316 del Código Penal vigente para la fecha de los hechos, establecía que incurría en tal comportamiento
ilícito:
“Quien capte dineros del público, en forma masiva y habitual sin contar con la previa autorización de la autoridad
competente, incurrirá en prisión de dos (2) a seis (6) años y multa hasta de cincuenta mil (50.000) salarios mínimos
legales mensuales vigentes.
Se trata de un delito cuyo bien jurídico tutelado es el orden económico y social, de tipo pluriofensivo, con un
sujeto activo indeterminado y de conducta instantánea, constituyendo el objeto material el dinero recibido, por lo
cual, cualquier persona, natural o jurídica, sin requisitos especiales, eventualmente podría incurrir en ese ilícito.
Como corresponde a un tipo penal en blanco, para establecer su estructura, debe acudirse a la disposición que
determina los eventos en que una persona natural o jurídica desarrolla aquel comportamiento, la cual no es otra que
el Decreto 1981 de 1988, la que en su artículo 1º, expresa:
“Para los efectos del Decreto 2920 de 1982 se entiende que una persona natural o jurídica capta dineros del público
en forma masiva y habitual en uno cualquiera de los siguientes casos:
“1. Cuando su pasivo para con el público está compuesto por obligaciones con más de veinte (20) personas o por
más de cincuenta (50) obligaciones, en cualquiera de los dos casos contraídas directamente o a través de
interpuesta persona.

“Por pasivo para con el público se entiende el monto de las obligaciones


contraídas por haber recibido dinero a título de mutuo o a cualquiera
otro en que no se prevea como contraprestación el suministro de bienes
o servicios (resaltado fuera de texto).
“2. Cuando, conjunta o separadamente, haya celebrado en un período
de tres (3) meses consecutivos más de veinte (20) contratos de mandato
con el objeto de administrar dineros de sus mandantes bajo la
modalidad de libre administración, o para invertirlos en títulos o
valores a juicio del mandatario, o haya vendido títulos de crédito o de
inversión con la obligación para el comprador de transferirle la
propiedad de títulos de la misma especie, a la vista o en un plazo
convenido, y contra reembolso de un precio (resaltado fuera de texto).
“Para determinar el período de los tres (3) meses a que se refiere el inciso anterior, podrá tenerse como fecha
inicial la que corresponda a cualquiera de los contratos de mandato o de las operaciones de venta.
“PAR. 1º—En cualquiera de los casos señalados debe concurrir además una de las siguientes condiciones:
“a) Que el valor total de los dineros recibidos por el conjunto de las operaciones indicadas sobrepase el 50% del
patrimonio líquido de aquella persona; o
“b) Que las operaciones respectivas hayan sido el resultado de haber realizado ofertas públicas o privadas a
personas innominadas, o de haber utilizado cualquier otro sistema con efectos idénticos o similares.
“PAR. 2º—No quedarán comprendidos dentro de los cómputos a que se refiere el presente artículo las operaciones
realizadas con el cónyuge o los parientes hasta el 4º grado de consanguinidad, 2º de afinidad y único civil, o con
los socios o asociados que, teniendo previamente esta calidad en la respectiva sociedad o asociación durante un
período de seis (6) meses consecutivos, posean individualmente una participación en el capital de la misma
sociedad o asociación superior al cinco por ciento (5%) de dicho capital.
“Tampoco se computarán las operaciones realizadas con las instituciones financieras definidas por el artículo 24
del Decreto 2920 de 1982”.
De acuerdo con los estatutos que regían las corporaciones Corpopaz y Corpoccidente y las pruebas allegadas a la
actuación, ninguna duda surge en cuanto a que dentro de sus funciones no se encontraba la intermediación
financiera y tampoco se trataba de entidades que conformaran el sistema financiero, por lo cual no podían captar
masiva y habitualmente dineros del público(7).
A pesar de ello, durante el interregno comprendido entre los años 2004 al 2006, en algunas ocasiones de manera
directa y otras a través de las cuentas bancarias abiertas para el efecto, Corpopaz y Corpoccidente recibieron de un
considerable número de personas interesadas en adquirir las unidades de vivienda de los proyectos Balcones de
Santa Isabel, Torreón de Aranjuez y Cabú, promocionados por aquellas no solo el valor del formulario de
inscripción, que de acuerdo al programa que escogieran fluctuaba entre 30 y 50 mil pesos, sino sumas que
oscilaban entre uno a siete millones de pesos.
En este sentido, amplia es la prueba aportada a la actuación, entre las que se destacan las denuncias de Jesús
Alberto peña(8) Claudia Patricia Chaves Martínez(9), Diego Reinel Fernández Gómez, Leonardo Africany Villamil,
Jorge Arbey, Juan Carlos y Clara Milena Tobar de Jesús, Marisol Fernández Ordóñez, Sandra Luisa Fernández
Joaqui, Gladis Margoth Campo Vidal, Clara Isabel Ordóñez, Amalfi Ordóñez Ñáñez, Olga Eugenia Ordóñez
Ñáñez, Sandra Nayibi Ordóñez Ñáñez, Aidé Cabanillas de Hoyos(10), Harold Castillo Escobar, Martín Castrillón
Orozco, Ana María Quintana G., Edilberto Ponce Rengifo, Dora Ligia González V., Raúl Fernando Rodríguez,
Juan Carlos Orozco Gómez, Mario Baos López, Nixon Alexander Correa, Blanca Patricia Fajardo Córdoba, Everth
Trochez Larrahondo, Carlos Humberto Trochez Velasco, Olmedo Trochez Larrahondo, Iván Orlando Belarcázar
Velásquez, Juan Carlos Belarcázar Velásquez, Felipe Andrés López Mosquera, Carolina López Mosquera y
Jennyfer Mirella Cabrera(11), quienes además de referir los hechos, la forma en que conocieron los proyectos y la
manera en que se les indujo a su adquisición, dan cuenta de las consignaciones por ellos realizadas a las
corporaciones Corpopaz y Corpoccidente como cuota inicial para la obtención de una vivienda.
También obran como —prueba trasladada— los recibos de caja entregados por Corpopaz y las consignaciones
realizadas a la cuenta 2-300-01425-8 del Banco Santander por Alexandra Paola Ibarguen(12), Olmedo y Carlos
Humberto Trochez, Everth Trochez Lorrahondo, Blanca Patricia Fajardo, Nixon Alexander Correa, Javier Eduardo
Pérez Puerta, Juan Carlos Orozco, Raúl Fernando Rodríguez, Dora Ligia González, Ana María Quintana, Martín
Castrillón, Harold Castillo, Iván Orlando Belarcázar, Felipe Andrés Mosquera, Carolina López Mosquera, Juan
Carlos Belarcázar y Jeniffer Mireya Cabrera Ramírez(13).
Así mismo, con el informe de 8 de junio de 2006, suscrito por el detective Juan Carlos Clavijo Bergaño(14) del
Departamento Administrativo de Seguridad, DAS, al cual acompaña el listado de 135 asociados al programa
Balcones de Santa Isabel, quienes consignaron entre cuatro y cinco millones para un total de seiscientos noventa y
un millones setenta mil trescientos pesos ($ 691.070.300.oo), señalando que en el caso de Torreón de Aranjuez el
número de unidades habitacionales correspondía a 2.154 y el recaudo por tal concepto fue de dos mil ciento
cincuenta y cuatro millones ($ 2.154.000.000.oo) de pesos.
Y con el informe número 2197 de 30 de marzo de 2006, rendido por los investigadores del CTI, poniendo de
presente que en el caso del plan denominado Cabú, las unidades habitacionales serían 197, habiendo recaudado la
suma de mil trescientos setenta y nueve millones ($ 1.379.000.000.oo) de pesos.
En dicha conducta José Gerardo Piamba Castro resultó involucrado, pues si bien no hay prueba indicativa de que
en sus cuentas de manera habitual y masiva se hubieran consignado los dineros del público destinados a cubrir la
cuota inicial de las viviendas, sí se estableció el acuerdo común celebrado con Isabel Cristina Ceballos y Carlos
Armando Guancha para defraudar a quienes acudían con la esperanza de acceder a una vivienda y la real
afectación en el patrimonio de aquellos que creyeron en los proyectos, siendo su función la de utilizar su imagen
política para darle credibilidad a los planes habitacionales, promocionarlos y defenderlos públicamente para lograr
que más personas hicieran parte de estos.
Así lo refieren Jesús Alberto Peña, Claudia Patricia Chaves Martínez, Diego Reinel Fernández Gómez, Leonardo
Africany Villamil, Jorge Arbey, Juan Carlos y Clara Milena Tobar de Jesús, Marisol Fernández Ordóñez, Sandra
Luisa Fernández Joaqui, Gladis Margoth Campo Vidal, Clara Isabel Ordóñez, Amalfi Ordóñez Ñáñez, Olga
Eugenis Ordóñez Ñáñez, Sandra Nayibi Ordóñez Ñáñez, Aidé Cabanillas de Hoyos, Alexandra Paola Ibarguen(15).
No obstante lo anterior, tratándose como se dijo de un tipo penal en blanco, ese solo comportamiento no resulta
suficiente para la estructuración del ilícito, se requiere, además que se den todas las condiciones establecidas en el
Decreto 1981 de 1988, aspectos que no se acreditan, comoquiera que la relación de Piamba Castro con los
interesados en los proyectos no lo fue por haber contraído obligaciones a título de mutuo, o cualquiera otra en que
no se proveyera como contraprestación el suministro de bienes o servicios, tampoco por haber celebrado conjunta
o separadamente en un período de tres (3) meses consecutivos más de veinte (20) contratos de mandato con el
objeto de administrar dineros de sus mandantes bajo la modalidad de libre administración o para invertirlos en
títulos o valores a juicio del mandatario, o por haber vendido títulos de crédito o de inversión con la obligación
para el comprador de transferirle la propiedad de títulos de la misma especie, a la vista o en un plazo convenido, y
contra reembolso de un precio.
Recuérdese que lo que motivó a la población payanesa a entregar los recursos, fue precisamente el hacerles creer
en virtud de los engaños utilizados por José Gerardo Piamba Castro —y los otros procesados en actuación
separada y por distinta autoridad—, que consignando la cuota inicial que oscilaba entre uno y siete millones de
pesos, dependiendo del proyecto que escogieran, resultarían beneficiados, no solo con el subsidio por ellos
otorgado, sino además que se les entregaría una vivienda(16).
Por ello, aun cuando es evidente como fueron esquilmados los recursos económicos de los afectados, también lo es
que dicho comportamiento no se actualiza como captación ilegal de dineros en razón de las precisas exigencias
establecidas en las normas antes citadas, circunstancia que impide tener tal comportamiento como conducta
punible, razón por la cual se declarará la preclusión a favor del procesado, por la atipicidad de la misma.

3.2. De la urbanización ilegal. Artículo 318 del Código Penal.


Establece la norma que incurrirá en tal comportamiento, “el que adelante, desarrolle, promueva, patrocine,
induzca, financie, facilite, tolere, colabore o permita la división, parcelación, urbanización de inmuebles, o su
construcción, sin el lleno de los requisitos de ley, incurrirá por esa sola conducta, en prisión de tres (3) a siete (7)
años y multa de hasta cincuenta mil (50.000) salarios mínimos legales mensuales vigentes...”.
Se trata de un tipo penal de conducta alternativa regido por diferentes expresiones verbales que permiten concretar
las acciones constitutivas de la infracción.
El ingrediente normativo —“sin el lleno de los requisitos de ley”—, indica que requiere integrarse a través de
disposiciones legales que no se encuentran contenidas en la norma penal, que regula los temas de la división,
parcelación, urbanización de inmuebles, o su construcción.
Así, previamente a iniciar obras de construcción, modificación y demolición de edificaciones, de urbanización y
parcelación en terrenos urbanos, de expansión urbana y rurales, lo mismo que para el loteo o subdivisión de
predios para urbanizaciones o parcelaciones en toda clase de suelo, debe obtenerse licencia expedida por los
municipios, los distritos especiales, el distrito capital, el Departamento Especial de San Andrés y Providencia, o los
Curadores Urbanos, según el caso(17).
Para obtener la licencia, se hace necesario acompañar la documentación a que se refiere el artículo 10 del Decreto
1052 de 1998, como es:
“1. Copia del certificado de libertad y tradición del inmueble o inmuebles objeto de la solicitud, cuya fecha de
expedición no sea anterior en más de tres (3) meses a la fecha de la solicitud.
“2. Si el solicitante de la licencia fuera una persona jurídica, deberá acreditarse la existencia y representación de la
misma mediante el documento legal idóneo.
“3. Copia del recibo de pago del último ejercicio fiscal del impuesto predial del inmueble o inmuebles objeto de la
solicitud donde figure la nomenclatura alfanumérica del predio.
“4. Plano de localización e identificación del predio o predios objeto de la solicitud.
“5. La relación de la dirección de los vecinos del predio o predios objeto de la solicitud y si fuere posible el
nombre de ellos. Se entiende por vecinos las personas titulares de derechos reales, poseedoras o tenedoras de los
inmuebles colindantes con el predio o predios sobre los cuales se solicita la licencia de urbanismo o construcción o
alguna de sus modalidades.

“6. Derogado por el artículo 7º, Decreto Nacional 1788 de 2004. La


constancia de pago de la plusvalía si el inmueble o inmuebles objeto de
la solicitud se encontrara afectado por ese beneficio.
“7. La manifestación de si el proyecto sometido a consideración se destinará o no a vivienda de interés social, de lo
cual se dejará constancia en el acto que resuelva la licencia.
Es un hecho acreditado que la Corporación Corpopaz ofreció a partir del 24 de septiembre de 2004 un proyecto de
vivienda en la ciudad de Popayán denominado “Balcones de Santa Isabel”, con un valor por unidad de $
86.000.000.oo, de los cuales los beneficiarios pagarían la suma de $ 53.600.000.oo a 15 años en cuotas módicas y
el resto sería subsidiado a través de donaciones por ONGS internacionales.
También que Corpoccidente, a partir del mes de agosto de 2004 ofreció dos planes de vivienda en la misma ciudad;
uno, denominado Torreón de Aranjuez, en el cual se construirían 2.154 soluciones habitacionales en un lote del
Fondo Nacional del Café ubicado en la granja cafetera José María Obando al frente de las instalaciones del Sena.
En este, los interesados debían cancelar como cuota inicial la suma de $ 1.000.000 y; el otro, denominado Cabú,
consistente en la construcción de 197 unidades habitacionales, en el que los beneficiarios darían como cuota inicial
$ 7.000.000,oo estableciéndose que parte de las viviendas serían subsidiadas con recursos del exterior del país.
Sin embargo, en ninguno de los casos contaban con las licencias de construcción requeridas. Así, en relación con
Corpopaz, la respuesta suministrada por la Curaduría Urbana número 2 de Popayán el 9 de marzo de 2007 a la
Fiscalía 06-002 de esa ciudad —aportada como prueba trasladada—, señala: “Revisados los archivos que reposan a
la fecha en este despacho, no se encontró solicitud de trámite de licencia a nombre de la señora Isabel Cristina
Ceballos Sierra, ni del proyecto de vivienda Santa Isabel”(18). En similares términos, lo refiere el informe número
2197 de 30 de marzo de 2006, suscrito por miembros del Cuerpo Técnico de Investigación(19).
Respecto de Corpoccidente, si bien el 4 de noviembre de 2004 se celebró el contrato de promesa de venta número
198 con la Federación Nacional de Cafeteros, donde presuntamente se realizaría el proyecto de vivienda
denominado Torreón de Aranjuez y se llevaron a cabo algunas gestiones ante la Curaduría 1ª de Popayán en aras de
obtener la licencia de construcción; al no allegar la documentación exigida, se declaró anulado el trámite.
Presentado nuevamente el 11 de mayo de 2006, y verificada la inobservancia de los requisitos exigidos, mediante
Resolución 3055 de 29 de junio siguiente dicha oficina declaró “desistido el proyecto” de conformidad con lo
previsto en el Decreto 564 de 24 de febrero de ese mismo año(20).
Corrobora lo anterior el oficio 006106 de 10 de noviembre de 2010, suscrito por los detectives Juan Carlos Clavijo
y Diego Alexander Caro(21), en el cual se indica que: “... la solicitud hecha por Corpoccidente con fecha 25 de
agosto de 2004, como urbanizador de construcción de viviendas, fue negada por la oficina de planeación
municipal...”.
Los informes de 15 de diciembre y 8 de junio de 2006 emanados del Cuerpo Técnico de Investigación señalan:
“... Desde la oficina de planeación del municipio de Popayán, se recibió el oficio 36454 (fls. 1 a 36, cdno. de
anexos), suscrito por la doctora Derly Gutiérrez Vidal jefe de la oficina asesora de planeación municipal, en donde
se da a conocer los siguientes aspectos: 3.1. (...) 3.2. Que Corpoccidente no ha inscrito ningún proyecto de
vivienda (...) 3.3. Que Corpoccidente, a pesar de no haber tramitado los permisos de captación, enajenación,
escrituración, promoción y venta del proyecto, se encuentra recaudando dineros...” y “... 3.3. El día siete (7) de
junio de 2006, se visitaron las oficinas de la Curaduría Urbana número 2 en donde fui atendido por el arquitecto
Alexander Ricardo Vargas, Curador Urbano número 2, quien en desarrollo de la entrevista surtida, manifiesta que
la gestión o el trámite adelantado por los representantes de la Corporación Corpoccidente, para la obtención de la
licencia de construcción de la urbanización denominada “Cabú”, se encuentra paralizada y no se ha realizado
ningún avance en ese trámite, por cuanto no se ha aportado el certificado de tradición que demuestre que
Corpoccidente, es propietaria del lote en el cual se realizaría el proyecto de vivienda “Cabú”...”.
Irregularidades que al ser investigadas administrativamente por la gobernación del departamento del Cauca,
conllevaron a que mediante Resolución 1556-0-2006 se ordenara la cancelación del registro como persona jurídica
de Corpoccidente(22).
La presunta responsabilidad penal de José Gerardo Piamba Castro en el tipo penal de urbanización ilegal, está
acreditada con los medios de prueba legal y oportunamente allegados a la actuación, pues como viene de verse, sin
obtener las licencias requeridas, procedió, de manera conjunta y de común acuerdo con Isabel Cristina Ceballos
Sierra y Carlos Armando Guancha Gómez a promover los proyectos de vivienda Balcones de Santa Isabel, Torreón
de Aranjuez y Cabú en la ciudad de Popayán.
Clara Isabel Ordóñez Mora(23), expuso que lo que la motivó a vincularse al programa de soluciones habitacionales
fue el “poder adquirir una casa de buenas proporciones y sobre todo que iba a ser subsidiada con dineros
extranjeros de una ONG situación que me pareció favorable y accedí a ir a la oficina de esta empresa Corpopaz
para enterarme del proyecto porque quería enterarme e (sic) las garantías y demás situaciones de que se trataba la
asociación de vivienda. Seguidamente fuimos a la oficina y me explicaron en qué consistía el proyecto me
mostraron planos... Otra de las seguridades que me dieron es que ya tenían un lote y el lugar era frente de
Olímpica.
Más adelante, al ser interrogada respecto a su aspiración a adquirir vivienda, expuso:
“Fue el aprovecharse de las personas por la confianza que la imagen de personas (sic) de sociedad y de nivel
político les daban... Otra de las cosas bien llamativas y que me parece no creíble, es que una hermana del doctor
Piamba en una reunión en el ITC informa que el doctor Piamba nunca se enteró de este proyecto “como es posible
que la esposa reciba miles de millones viaja gestionar (sic) otros miles de millones y el esposo no se da ni por
enterado que la esposa está en un proyecto grande” eso es imposible...”.
Agréguese que en la residencia del hoy procesado funcionaba la sede de Corpopaz ubicada en el barrio Loma de
Cartagena, lugar en el que no solo existía un pendón con su fotografía invitando a su reelección a la Cámara; sino
que allí sus familiares y allegados a su campaña política se encargaban de suministrar la información relacionada
con el plan habitacional, recibían el valor del formulario de inscripción, les indicaban los números de las cuentas
donde debían consignar el dinero de la cuota inicial y les mostraban los planos de la urbanización, e incluso a
algunos se les permitía escoger la ubicación de la casa(24).
Ruth Eugenia Calvache Daza, fue contundente al endilgar el compromiso delictual de Piamba Castro en dicho
ilícito cuando señaló:
“... lo vi y lo escuché porque él dirigía estas reuniones, esto arrancó con el proyecto de vivienda como en el 2004 ó
2005, no tengo clara la fecha, pero fue antes de las elecciones...”.
Seguidamente, en relación con la colaboración prestada por aquel, indicó:
“... Él no me atendió pero si estaba presente recibiendo formularios diligenciados a otras personas, ellos ayudaban
a diligenciar, él ayudaba a diligenciar... Preguntado. En esta segunda oportunidad estuvo presente el doctor Piamba
Castro. Contestó. Él siempre estaba... el señor Gerardo Piamba en todas ellas era quien las dirigía, él tomaba el
micrófono, saludaba, presentaba a los que estaban en la mesa directiva, leía el orden y daba la palabra de acuerdo
al punto de la reunión. Preguntado. En qué calidad participaba el doctor Piamba Castro en estas reuniones.
Contestó. A mi concepto como dueño del proyecto...”(25).
Alexandra Paola Ibarguen Valverde, en declaración rendida el 14 de junio de 2007 ante la Fiscalía 06-002 de
Popayán —allegada a la actuación como prueba trasladada—(26), al preguntársele por la relación que tuvo el
procesado José Gerardo Piamba Castro con el programa de vivienda Santa Isabel, expuso:
“Yo llegué al proyecto porque mi familia participó en la campaña de él, habló a título personal pues no tengo
pruebas y esto fue en las fechas cuando se estaba en campañas, la única vez que el señor Piamba habló de los
proyectos de vivienda fue porque le preguntaron en la reunión que se hizo en un colegio de la María y los
proyectos eran una realidad y que la plata la iban a consignar en el Banco de Occidente, porque las personas que se
encargaban de vender la idea eran su esposa y su hermana...”.
Estas versiones fueron corroboradas por Aidé Cabanillas de Hoyos, a quien su amiga Patricia Urbano le dijo “...
que el cupo era político que me lo daban por intermedio del doctor Gerardo Piamba (...) yo hice mis diligencias
políticas y me mandaron a hablar con la hermana del doctor Gerardo Piamba, señora Carmen Piamba por los lados
de Empaques del Empaques (sic) Cauca, donde ella vive, ella me recibió y me dijo que el cupo me lo estaban
dando por orden de Gerardo...”(27).
Martín Castrillón Orozco, afirmó que en el año 2006, en vísperas de las elecciones para representante a la Cámara,
Isabel Cristina les informó que los recursos ya habían llegado y que como se había agrandado el problema con la
negociación del lote donde inicialmente se iba a desarrollar el proyecto, ella contaba con dos mil millones de pesos
para la compra del nuevo, lo cual les llamó “poderosamente la atención esto dado que su esposo el Dr. José
Gerardo Piamba estaba aspirando a una curul y por información brindada por otros socios del plan de vivienda del
municipio de Piendamó nos dimos cuenta que por esos días también les habían solicitado a las personas que
quisieran hacerse parte del plan que ellos tenían para ese municipio que deberían entregar los dineros de forma
inmediata so pena de no ser beneficiados posteriormente, nosotros atando cabos y con la duda que ya teníamos
sembrada entramos a suponer que estos recursos estaban siendo utilizados por el Dr. Gerardo Piamba en su
campaña...”(28).
Los señores Leonardo Africano Villamil, Juan Carlos Tobar de Jesús, Memo Libardo Fernández Ordóñez, Clara
Isabel Ordóñez Mora, Aidé Cabanillas, Harold Castillo Escobar, Martín Castrillón, Marisol Fernández Ordóñez,
Tulio Sayd Bravo Bolaños(29), Guillermo Alberto Fajardo Muñoz(30) y Emiro Alirio Vidales Zúñiga(31), ratificaron la
participación activa de José Gerardo Piamba Castro en la promoción y defensa de los proyectos de Corpopaz y
Corpoccidente atendiendo a las personas interesadas, defendiendo los planes habitacionales en las reuniones
políticas e interviniendo para que algunos de sus seguidores obtuvieran el cupo.
De acuerdo con lo anterior, surge diáfana la realización del tipo penal de urbanización ilegal y la presunta
responsabilidad penal del aquí procesado, pues es un hecho cierto, que Carlos Armando Guancha Gómez e Isabel
Cristina Ceballos Sierra (ya condenados)(32) y José Gerardo Piamba Castro, a través de las corporaciones
Corpoccidente y Corpopaz, promocionaron en la ciudad de Popayán los programas de vivienda denominados
Balcones de Santa Isabel, Torreón de Aranjuez y Cabú, sin contar con las licencias de construcción requeridas,
propósito para el cual hubo división de labores, siendo la contribución consciente y voluntaria del hoy procesado
en orden a producir un resultado típico, la de promoverlos e intervenir en las diferentes reuniones en aras de hacer
creer que los proyectos se realizarían y de esta forma burlar a los incautos ciudadanos que confiados en su
prestigio político creyeron que los proyectos de vivienda eran una realidad y que se encontraban ajustados a la
legalidad.
Las anteriores consideraciones por tanto, permiten acusar a José Gerardo Piamba Castro, por el concurso material
homogéneo de delitos de urbanización ilegal, atendiendo que fueron tres proyectos de vivienda: Balcones de Santa
Isabel —dirigido a 150 profesionales—; Torreón de Aranjuez —con 2.154 soluciones habitacionales para personas
de escasos recursos económicos— y finalmente Cabú, con 197 soluciones de vivienda(33).
El acusado, con su comportamiento, como ha podido observarse, promovió, patrocinó y prestó su colaboración
para presentar proyectos de vivienda, que a conciencia sabía no se iban a desarrollar.
En síntesis, los medios de prueba regular y oportunamente allegados a la actuación dejan establecida no solo su
ocurrencia, sino la presunta responsabilidad penal del procesado.

3.3. La estafa.
Determina el artículo 246 del Código Penal, que: “El que obtenga provecho ilícito para sí o para un tercero, con
perjuicio ajeno, induciendo o manteniendo a otro en error por medio de artificios o engaños, incurrirá en prisión de
dos (2) a ocho (8) años y multa de cincuenta (50) a mil (1.000) salarios mínimos legales mensuales vigentes”.
La pena, de acuerdo al artículo 247 ibídem será de cuatro (4) a ocho (8) años cuando el medio fraudulento tenga
relación con vivienda de interés social; sanción que se aumenta de una tercera parte a la mitad, según el artículo
267 ibídem, cuando la conducta se cometa sobre una cosa cuyo valor fuere superior a cien (100) salarios mínimos
legales mensuales vigentes, o que siendo inferior, haya ocasionado grave daño a la víctima, atendida su situación
económica.
La conducta, como se anotó al momento de definirle la situación jurídica provisional, consiste en el empleo de
artificios o engaños, para inducir en error a otro, o para mantener a la víctima en el error en que se encuentra,
dirigida a obtener para sí o para otro un provecho ilícito con perjuicio ajeno.
Para su tipificación, se exige que el resultado (obtención de un provecho ilícito), esté antecedido de varios actos, a
saber:
i) Que el sujeto agente emplee artificios o engaños sobre la víctima.
ii) Que la víctima incurra en error por virtud de la actividad del sujeto agente.
iii) Que debido a esta falsa representación de la realidad (error) el sujeto agente obtenga un provecho económico
ilícito para sí o para un tercero, y,
iv) Que este desplazamiento patrimonial cause un perjuicio ajeno correlativo.
El precepto además de exigir la presencia de ciertas modalidades conductuales previas a la obtención del resultado
(provecho ilícito), requiere que las mismas se presenten en específico orden cronológico (primero el artificio,
luego el error y después el desplazamiento patrimonial), y que entre ellas exista un encadenamiento causal
inequívoco, es decir que el uno conduzca necesariamente al otro, de suerte que si estos presupuestos no se dan, o
presentándose concurren en desorden, o la cadena causal se rompe, trastoca o invierte, no podrá hablarse de delito
de estafa(34).
El artificio, según el Diccionario de la Real Academia Española, es el disimulo, cautela o doblez. El mismo entraña
actividad hábil e ingeniosa para producir el efecto perseguido en condiciones eficaces.
El engaño es dar a la mentira apariencia de verdad, inducir a otro a creer y tener por cierto lo que no es, valiéndose
de palabras o de obras aparentes y fingidas(35). Este se concreta en acciones positivas para hacer nacer o mantener
en error.
De la valoración conjunta de los medios de prueba frente a las reglas de la sana crítica, la Sala advierte
estructurado un delito de estafa agravada en la modalidad de delito masa(36), en el que sumadas sus cuantías supera
ampliamente la circunstancia prevista en el artículo 267 del Código Penal, conducta ilícita que se encuentra
sancionada con prisión en su mínimo, de cinco años y cuatro meses.
En relación con esta figura, ha sostenido la jurisprudencia de la Sala que:
“... Es una especie de delito continuado pero limitado a las acciones dirigidas a la afectación del patrimonio
económico de un colectivo humano. Se presenta cuando el sujeto activo realiza una pluralidad de actos que genera
una multiplicidad de infracciones a un tipo penal, todo lo cual se ejecuta de acuerdo con un plan con el que se
pretende afectar el patrimonio económico de un número indeterminado de personas”(37).
La probable responsabilidad del ex congresista José Gerardo Piamba Castro como coautor de ese comportamiento,
surge a partir de los diversos medios de prueba allegados legal y oportunamente a la actuación, específicamente, de
los siguientes:
Los testimonios de Jesús Alberto Peña, Claudia Patricia Chaves Martínez, Diego Reinel Fernández Gómez,
Leonardo Africany Villamil, Jorge Arbey, Juan Carlos y Clara Milena Tobar de Jesús, Marisol Fernández Ordóñez,
Sandra Luisa Fernández Joaqui, Gladis Margoth Campo Vidal, Clara Isabel Ordóñez, Amalfi Ordóñez Ñáñez, Olga
Eugenis Ordóñez Ñáñez, Sandra Nayibi Ordóñez Ñáñez, Aidé Cabanillas de Hoyos, Alexandra Paola Ibarguen,
contestes al afirmar que lo que los motivó a entregar los recursos, fue precisamente el hacerles creer en virtud del
engaño utilizado por Isabel Cristina Ceballos Sierra, Carlos Armando Guancha Gómez y José Gerardo Piamba
Castro, que consignando la cuota inicial que oscilaba entre uno y siete millones de pesos, dependiendo del
proyecto que escogieran, resultarían beneficiados no solo con la entrega de una vivienda, sino que gran parte de su
valor sería subsidiado con recursos internacionales que estaban gestionando.
El rol que José Gerardo Piamba Castro desempeñó en esa ilicitud fue fundamental, pues a sabiendas de que no
existían los recursos, predios, ni las licencias de construcción, utilizó su residencia para que allí funcionara
Corpopaz, dirigida por su esposa Isabel Cristina Ceballos Sierra, circunstancia a través de la cual se indujo a un
grupo numeroso de personas que confiadas en la seriedad que tenía quien representaba el pueblo en el Congreso,
entregaron la suma de dinero exigida como cuota inicial ya que el resto sería financiado con recursos
internacionales.
Para hacer más creíble la trama, colocó en ese lugar un pendón invitando a votar por su reelección, involucró a
algunas de sus hermanas, amigos y miembros de su unidad de trabajo legislativo.
Agréguese que su actuación comprendía suministrar información acerca de los requisitos para hacerse parte en los
proyectos, ayudando incluso a llenar los formularios de inscripción, logrando de esta forma desarrollar el plan
trazado previamente para defraudar a quienes careciendo de vivienda entregaron sus recursos económicos.
Fue tal el grado de compromiso en la construcción del fraude por parte de Piamba Castro, que según lo
manifestado por los deponentes Emiro Alirio Vidales Zúñiga, Alexandra Paola Ibarguen, Guillermo Alberto
Fajardo Muñoz, Mabel Adriana Lara Valdés, Memo Libardo Fernández Ordóñez, María Emérita Llantén Astaiza,
Fabián Gustavo López Granda, Juan Bautista Oviedo Herrera, Dora Inés Bolaños de Bravo, Tulio Sayd Bravo
Bolaños, Clara Isabel Ordóñez Mora, Lorena Perafán Velasco y Ruth Eugenia Calvache(38), defendió los planes
habitacionales en las reuniones políticas, e intervino para que a algunos de sus seguidores les asignaran el cupo,
haciéndoles creer que obtendrían vivienda.
Maritza Aminta Díaz Muñoz, escuchó que José Gerardo Piamba Castro “... iba a ayudar y como en ese momento él
era de la asamblea él iba a ayudar para poder comprar el lote que él (sic) iba a hablar con la federación de cafeteros
para poder comprar el lote...”(39).
Eruin Alonso Sánchez Ordóñez, manifestó que en una de las reuniones llevadas a cabo para tratar el tema del
proyecto de vivienda “hubo presencia del Dr. Piamba...”(40).
Jaime Fajardo Muñoz, además de corroborar el dicho de los exponentes anteriores suministró detalles que permiten
ratificar el presunto compromiso penal de José Gerardo Piamba Castro en los hechos materia de calificación.
En efecto, narró que: “... a fines de 2004 que hablé con Carlos Guancha, me manifestó telefónicamente que estaba
trabajando con mi hermano Guillermo Alberto Fajardo y que se estaba adelantando el proyecto de construcción en
un lote de la federación de cafeteros y que a través de esa negociación los estaban acompañado varias personas
importantes incluyendo al Dr. Piamba (...) El día que volví a llamarlo me dijo que estaba en el proyecto un
congresista, pero no le di mayor importancia a eso. En este momento que me plantea esa pregunta traigo a la
memoria que él me mencionó que la negociación con la federación nacional de cafeteros se había facilitado con la
intervención del Dr. Piamba, pero de ahí nunca le pregunté detalles ni me interesé porque no era mi intensión (sic)
involúcrame con nada que tuviera que ver con Guancha a esas alturas”(41).
Del rol del procesado en esta defraudación desde otra arista, lo refiere Nubia Mariana Obando Arteaga cuando
señaló que aún cuando Carlos Armando Guancha Gómez “era el que gestionaba todo”, la parte política la
desempeñaba José Gerardo Piamba Castro. Al efecto, así lo refirió:
“Preguntado: Cómo se enteró usted de que la parte política de ese proyecto sería asumida por el Dr. José Gerardo
Piamba Castro (sic). Contestó: por María del Carmen Piamba. Preguntado: puede usted precisar en cuántas
oportunidades la señora María del Carmen Piamba le señaló que su hermano llevaba la representación política.
Contestó: en dos ocasiones, una en la casa de ella en la sala y otra en la oficina que recibían los formularios
ubicadas frente a empaques del Cauca. Preguntado: supo usted en qué forma el Dr. José Gerardo Piamba
colaboraría políticamente con el proyecto y si le consta que gestiones y ante que entidades realizó. Contestó: yo lo
único que supe es que el era el representante político que se necesitaba para el proyecto, no se más, no se las
gestiones ni la forma”.
Más adelante informó que asistió a dos reuniones relacionadas con este proyecto y que a la segunda de ellas “...
arribó el señor Gerardo Piamba y con mi esposo nos fuimos porque dijimos que ya le metieron política. Eso fue
más o menos después de un año de haber nosotros cancelado el dinero para pertenecer al proyecto. Preguntado: se
enteró usted qué participación en los citados proyectos tenía el Dr. José Gerardo Piamba Castro, bien en la junta
directiva, bien como socio fundador. Contestó: no, solo sabía que era el político que debería estar en el
proyecto”(42).
En el mismo sentido declaró Juan Bautista Oviedo Herrera(43), precisando que José Gerardo Piamba Castro en una
reunión que se hizo en el barrio Pandiguando dijo: “que la gente que no tenía casita aprovechara para hacerse a ella
puesto que la financiación iba a salir muy favorable ya que ellos se habían puesto en contacto con varias entidades
de carácter internacional para financiar el resto de platas o de capital... quiero agregar que cuando yo fui a comprar
el formulario a dicha oficina me encontré con el Dr. Piamba en compañía de varios empleados, me saludé con él,
luego me pasaron el formulario y cancelé los veinte mil pesos y me despedí, apenas fue un saludo de amistad”.
También Wilson Pino Salazar cuando al indagársele por la participación concreta de Piamba Castro en el proyecto,
expuso “... él lideraba el proyecto según manifestó la señora Constanza y el señor Diego Guzmán...”(44).
Y en cuanto a la labor de defender los proyectos ante los diversos medios de comunicación, se cuenta con el
testimonio de Emiro Alirio Vidales Zuñiga, quien al respecto indicó:
“El Dr. Piamba defendió los proyectos de vivienda lo hacía en la radio, diciendo que era realidad y en plena
campaña política... A comienzos del año 2006 en intervenciones radiales defendió los proyectos de vivienda ante la
opinión pública, manifestando de que eso era una realidad, y como en ese entonces ya se hizo más claro la estafa,
entonces él manifestaba que eran los detractores políticos, pero que los proyectos eran un hecho, recuerdo que era
muy cerca para las elecciones de parlamentarios para el mes de marzo de 2006. Los defendía de los detractores
políticos, ya que había gente que decía que eso era una estafa, pero él decía que eso era un hecho. Preguntado: de
manera concreta indique qué proyectos de vivienda eran los que defendía, es decir de Corpopaz y Corpoccidente.
Contestó: él se refería a todo en su conjunto de los proyectos de Corpoccidente y Corpopaz (sic)”.
Fue enfático en señalar que escuchó a José Gerardo Piamba a comienzos de 2006, y antes de las elecciones en el
mes de marzo “diciendo de que no le hicieran caso a los rumores de una posible estafa con los proyectos de
vivienda que eso lo hacían era por politiquería los detractores de él, pero que esos proyectos eran un hecho”.
Además, de que para ser favorecido con los proyectos de vivienda se requería en algunos casos “ser amigo
conservador del representante Piamba”, quien para esa época estaba buscando la reelección en el Congreso.
Para darle más credibilidad a los planes de vivienda Balcones de Santa Isabel, Torreón de Aranjuez y Cabú y de
esta forma seguir atrayendo aparentes beneficiarios, participó también en la negociación para la adquisición del
lote de propiedad de la Federación Nacional de Cafeteros donde se realizaría el plan habitacional denominado
Torreón de Aranjuez, a pesar de que para ese momento ni se contaba con los dineros para cancelar el valor del
predio, ni se había inscrito ningún plan habitacional ante las autoridades competentes y mucho menos estaban
garantizados los recursos internacionales con los que presuntamente se cubrirían los subsidios.
Al respecto, Guillermo Alberto Fajardo Muñoz al ser indagado por la razón para que el representante Piamba
Castro estuviera presente al momento de la negociación y discusión de los términos en que se suscribiría el
contrato del lote de la Federación Nacional de Cafeteros, contestó: “El primer sorprendido fui yo de encontrarse
con nosotros, la respuesta exacta del porqué él se encontraba allí la tiene el señor Guancha Gómez que era con
quien tenía hasta ese momento más contacto que conmigo”(45).
Y en relación con el compromiso de Piamba Castro en los programas de vivienda, sostuvo:
“... un hecho especial sobre lo antes afirmado radica en que sus hermanas María del Carmen y Mónica Piamba
Castro participaron activa y decididamente en Corpopaz atendiendo a la clientela política de su hermano el
representante Castro Piamba inclusive por encima de la dirección en cabeza de doña Isabel Cristina como
representante legal de Corpopaz, en otras palabras las referidas hermanas y los mismos asesores del señor Gerardo
Piamba atendían personalmente a los recomendados del Representante y demás seguidores suyos en la sede de
Corpopaz Loma de Cartagena, entregándoles los formularios de inscripción, tramitándolos y explicándoles en qué
consistía el proyecto Torreón de Aranjuez”(46).
“... Preguntado: precise a la Corte los nombres de los asesores del representante Piamba Castro que participaron en
la promoción del proyecto Torreón de Aranjuez. Contesto: tengo presente al señor Diego Guzmán, de manera
especial, la señora ex diputada Omayra Ñáñez afecta política incondicional del representante Piamba Castro (...)
para el proyecto Cabú se le entregaron 20 formularios para que los distribuyera como bien quisiera el
representante”.
Manifestación de la cual se infiere que el procesado José Gerardo Piamba Castro conocía y participaba de la
tramoya creada para despojar de los recursos económicos de los aspirantes a obtener una vivienda en alguno de los
proyectos habitacionales.
Michel Enrique Jaller Paternina(47), se enteró extraoficialmente que sirvió de contacto con la Federación Nacional
de Cafeteros para la obtención del lote de Torreón de Aranjuez, hecho que él mismo reconoció públicamente.
Y la declaración de Luis Felipe Acero Torres, quien sostuvo que ante el eventual incumplimiento de Corpoccidente
en la negociación del lote, José Gerardo Piamba buscó reunirse con el gerente administrativo de la federación para
buscar alternativas que permitieran llevar a buen término dicha operación(48).
Véase entonces que su participación en este aspecto fue trascedente, pues utilizando su cargo e imagen de
congresista infundió confianza en la gente para que entregaran sus recursos económicos y medió ante la
Federación de Cafeteros para que otorgara dos plazos adicionales a Corpoccidente con el fin de suscribir la
escritura pública del lote(49), intentando legitimar un proceder que ya había incursionado en la órbita penal, y si bien
aduce que lo hizo motivado por la petición especial que en este sentido le hiciera Carlos Armando Guancha
Gómez, y por el problema social previsto ante el incumplimiento de esa corporación, tal afirmación no resulta de
recibo.
Ello, porque su explicación acerca de la relación con el citado es contradictoria de acuerdo con su declaración,
pues aseguró que antes de esa ocasión no mediaba amistad o cercanía con dicho personaje. Sin embargo, otra cosa
se establece de la declaración rendida por Diego María Pizo Ruiz(50), quien expuso que lo conoció “una vez que
entró a la oficina de Corpoccidente y de ahí me vine a enterarme (sic) que era representante a la cámara y siempre
lo he visto en las noticias, pero no he tenido conversaciones con él. La vez que yo vi por primera vez al señor
Gerardo Piamba que entró a la oficina de Carlos Guancha fue de un lapso de cinco a diez minutos, lo que se haya
hablado haya (sic) dentro no tengo conocimiento, lo que sí sé fue que después hablando con Carlos Guancha me
comentaba ‘ojalá que Gerardo pueda conseguirme la cita con Silva’”.
En efecto, no se ajusta a las reglas de la experiencia que una persona de la calidad que ostentaba el procesado —
representante a la Cámara—, que presuntamente ninguna relación comercial, de amistad o de familia tiene con
otra, se dirija hasta su oficina a dialogar, y menos que aquel se refiera a este con esa familiaridad.
Ese proceder, solo encuentra justificación cuando existe algún vínculo de amistad o de negocios, el que en el caso
que nos ocupa se infiere con la relación que su esposa y sus hermanas tenían con Carlos Armando Guancha
Gómez, director de Corpoccidente y de este con su hermano Pedro a quien le suministró en calidad de préstamo la
suma de 10 millones de pesos.
De otra parte, los demás medios de prueba permiten deducir fundadamente el vínculo del aforado con
Corpoccidente y Corpopaz dentro del plan creado para defraudar a la población y beneficiarse política y
económicamente junto con los ya condenados Isabel Cristina Ceballos y Carlos Armando Guancha Gómez.
Tulio Sayd Bravo Bolaños(51), quien conocía al procesado porque fueron compañeros de estudio desde preescolar,
refirió que en las dos ocasiones en que fue a la sede de Corpopaz, él estaba presente e incluso lo felicitó por hacer
parte del proyecto de Santa Isabel, lugar donde apreció un retrato grande de 1.20 de alto por 70 centímetros del
sindicado, como también a varias personas con blusas blancas con el logo de la campaña política del congresista,
quienes se veía eran trabajadores del lugar, así como mucha gente que llegaba de los pueblos con dichas camisetas
porque eran planes de vivienda que Corpopaz tenía en los municipios caucanos como Mercaderes, Piendamó,
Cajibio etc.
Sostuvo que después de que se vislumbró la defraudación, se comunicó telefónicamente con él al Congreso de la
República, quien en la primera llamada se mostró ajeno a lo ocurrido, pero al recordarle que al resultar beneficiado
en una de las casas del conjunto Santa Isabel lo había felicitado, le contestó que no se preocupara que el proyecto
se iba a llevar a cabo fuera como fuera y que en caso de no construirse tanto a él como a todos sus amigos les
responderían.
En una segunda llamada este le señaló que había decidido vender un piano que poseía en 40 millones de pesos, los
cuales tenía destinados para pagarles a los seis amigos que estaban involucrados en la estafa.
Mabel Adriana Lara Valdés(52), conoció a José Gerardo Piamba Castro en el año 2005 en Corpoccidente cuando
aspiraba a tener un cupo en el proyecto de vivienda que realizaba tal entidad, afirmando que se favorecía a los
simpatizantes o miembros de su movimiento político a través de las gestiones que realizaban María del Carmen,
Mónica y Constanza, ante la oficina de Carlos Guancha a quien le exponían que necesitaban un cupo “porque esta
persona nos ayudó en tal cosa o que fulanito es amigo de tal persona, los cupos extras que se abrían eran producto
de las gestiones de estas personas y que yo asumo estaban favoreciendo al doctor Piamba Castro o también
generando vínculos o favoreciendo vínculos políticos”.
Memo Libardo Fernández Ordóñez(53), afirmó que la razón por la cual ingresó a Corpopaz junto con sus dos hijos,
fue por ser amigo personal del doctor Piamba Castro, la señora Isabel Cristina ser la representante legal y la junta
directiva estar compuesta por la hija Margarita Piamba(54).
María Emérita Llantén Astaiza(55), refirió que se enteró del proyecto Torreón de Aranjuez en los inicios de la
campaña al Congreso del señor Piamba por parte de Omaira Ñáñez, habiendo consignado un millón de pesos y
entregándole un millón más a Carmen Piamba, quien le indicó que fuera a Corpoccidente por el recibo.
Posteriormente la llamaban a reuniones y les decían que tenían que esperar, sin que después se volviera a saber
nada. Sostiene que en una asamblea estuvo presente el doctor Piamba Castro con los representantes de las
asociaciones, persona a quien conoce físicamente desde hace varios años porque siempre ha estado en la política.
Fabián Gustavo López Granda(56), se enteró del proyecto de vivienda Balcones de Santa Isabel por comentarios de
gente y amigos, luego de ir a las oficinas —no dice cuales— donde fue atendido por Roxana Terán quien le
informó que entregando cinco millones de pesos tendría derecho a una vivienda estrato 4 ó 5 y que las cuotas a
pagar eran de $ 180.000.oo., aproximadamente. Afirmó que el motivo para ingresar, fue porque el proyecto estaba
respaldado por Gerardo Piamba, lo cual confirmó cuando llegó a las oficinas de Corpopaz donde había un afiche
de este para la campaña a la Cámara, y que su esposa, hijas y hermano, estaban vinculados al programa.
Lorena Burbano Samboni sostuvo que “Lo que yo tenía conocimiento era que él estaba apoyando el proyecto, con
unas gestiones desde Bogotá, lo que yo había escuchado fue eso, nada más...”(57).
Las maniobras engañosas continuaron hasta agosto de 2006, pues a pesar de haberse rescindido el contrato de
promesa de compraventa con la Federación Nacional de Cafeteros desde el 20 de mayo de 2005, por cuanto “la
Prometiente Compradora, no cumplió con las obligaciones derivadas de la Promesa...”(58), se mantuvo en error a los
interesados en los proyectos de vivienda, anunciándoles a través de la prensa que:
“... Se nos ha autorizado, por parte de los donantes del Exterior, confirmar y ratificar el giro de los primeros
recursos destinados a la financiación.
“2. El inicio de las obras físicas de los proyectos se realizará a partir del 2 de mayo de 2006, por motivos de la
Semana Santa, la magnitud de los proyectos y la programación muy dispendiosa a realizar.
“3. Corpoccidente se reunió muy cordialmente esta semana en la ciudad de Bogotá con la Federación Nacional de
Cafeteros, la cual definirá por escrito los términos legales relacionados con el pago del valor del lote y su
respectiva escrituración.
“4. Teniendo en cuenta que Corpoccidente ha realizado la preinversión técnica y financiera en el exterior para la
obtención de los recursos informa a las personas que han presentado su carta de renuncia a los diferentes proyectos
y a los que piensen retirarse, que el pago de las devoluciones de cuotas iniciales solo se hará a partir del día 2 de
mayo de 2006, fecha de inicio de las obras...”(59).
En un nuevo comunicado de prensa se informó:
“... 1. Se confirma la llegada de los primeros recursos para financiar la construcción de las viviendas de los
Proyectos “Cabú”, Torreón de Aranjuez” y Patía.
“2. Se están elaborando listados desde la semana entrante para la devolución de cuotas iniciales a los usuarios que
no quieren continuar en los proyectos.
“Tales devoluciones se efectuarán, los días14, 15, 16, 17 y 18 de agosto de 2006. Los listados se fijaran en la
cartelera de la fundación para que las personas conozcan su día de pago.
“Se programan las reuniones para informar el inicio de obras, con escrituras y licencias de construcción así:
Proyecto “Cabú” 12 de agosto Club Campestre 9:00 a.m.
“Proyecto “Torreón de Aranjuez” 13 de agosto coliseo la estancia 9:00 a.m.”(60).
Aseveraciones falsas, pues si bien al proceso se aportó como prueba trasladada el “Contrato de donación para(61) la
construcción de viviendas Fundación Corpoccidente”, suscrito entre Carlos Acosta de la empresa Distripoly Ltda.
Usa y Carlos Armando Guancha Gómez de Corpoccidente el 9 de abril de 2005, no lo es menos que, de acuerdo a
lo informado por las autoridades de los Estados Unidos a la dirección de asuntos internacionales de la Fiscalía
General de la Nación cuya respuesta también se aportara a la actuación como prueba trasladada “... Luego de una
revisión preliminar en la base de datos disponible, no encontramos información que demuestre que Distripoly,
Ltda. es un negocio legítimo. El número de identificación federal (EIN) suministrado en la petición al parecer es
falso y no existe registro de ninguna organización corporativa o de caridad bajo ese nombre en el Departamento de
Estado de Pensilvania. Es más al revisar la página de Internet de negocios www.distripolyusa.com no arroja
registro alguno de la compañía del señor Acosta. Esto nos indica que Distyripoly Ltda. no es una organización
legítima”(62).
El inició de las obras a que se aludió en dichos comunicados y la presunta reunión en la ciudad de Bogotá con la
Federación Nacional de Cafeteros, para definir los términos legales relacionados con el pago del valor del lote y su
respectiva escrituración, también resultaron falsos, pues como se indicó anteriormente y se reitera ahora, el
contrato de promesa de compraventa del lote, fue rescindido desde el mes de mayo de 2005 por el incumplimiento
de Corpoccidente en lo allí estipulado.
Así las cosas, establecida la tipicidad de la conducta que viene de examinarse y la presunta responsabilidad del
procesado José Gerardo Piamba Castro en su realización, atendiendo la pluralidad de actos engañosos atrás
referidos con el único propósito de inducir en error a un sinnúmero de personas de escasos recursos económicos,
que confiando en el prestigio político del entonces representante a la Cámara por el departamento del Cauca
entregaron sus dineros, con la creencia que tenían la oportunidad de acceder a una solución de vivienda y que parte
del valor de la misma sería subsidiado con recursos provenientes de organismos internacionales, se le acusará por
tal comportamiento.
Ahora bien, analizado el contenido de los tipos penales de estafa y urbanización ilegal, sin mayor esfuerzo se
concluye que se trata de figuras delictivas autónomas totalmente independientes que regulan situaciones distintas y
tienen un ámbito de aplicación diferente.
En consecuencia, si el aquí sindicado, en momentos separados ejecutó diversos comportamientos que estructuraron
una pluralidad de delitos con un resultado individual y autónomo, los cuales se investigan en una misma cuerda
procesal, no puede someterse a duda la modalidad prevista en el artículo 31 de la Ley 599 de 2000,
específicamente el concurso material homogéneo de urbanización ilegal —tres—, en concurso heterogéneo con
estafa agravada, en cuanto se afectaron dos bienes jurídicos distintos y claramente diferenciables: el orden
económico y social y el patrimonio económico de los particulares.

Respuesta a los alegatos


Sostiene el defensor que la Sala se limitó a reproducir, mediante un juicio valorativo, lo afirmado por los testigos
de cargo, sin analizar las pruebas de descargo, que superan en número y peso a las que señalan a su procurado
como responsable.
Así, en cuanto a la “existencia de un acuerdo de voluntades”, fue el propio sindicado, quien en sus diligencias de
versión libre e indagatoria expuso que si bien se enteró del proyecto que pretendía iniciar su ex esposa Isabel
Cristina Ceballos, tal situación no lo hacía conocedor de las singularidades del programa de vivienda para
cohonestar un acuerdo criminal tendiente a defraudar los intereses de una comunidad de personas, y mucho menos
estar al tanto de los mecanismos que se crearon artificiosamente para quebrantar el patrimonio económico de los
afectados.
A ello, responde la Sala que no es la cantidad de testimonios lo que determina la posible responsabilidad o la
ajenidad del procesado, en relación con los hechos a él atribuidos, sino el análisis serio, fundado y razonado que
sobre los mismos se realiza por el operador judicial, aspectos que valorados en su conjunto, atendiendo las reglas
de la sana crítica, hoy permiten inferir no solo la existencia del acuerdo de voluntades sino la presunta
responsabilidad de Piamba Castro en el concurso heterogéneo de delitos de urbanización ilegal y estafa agravada
en la modalidad de delito masa.
En relación con la manifestación de que el vínculo conyugal por sí mismo no convierte a uno de los miembros de
la pareja en el íntimo confidente de las situaciones del otro y que esa unión se había debilitado desde años
anteriores, siendo la persistencia de Isabel Cristina en el adelantamiento del proyecto lo que motivó la finalización
de la relación, hecho que fue público y notorio, tal y como lo refieren los declarantes Alfonso Dorado, Carlos
Armando Guancha Gómez, Constanza Arango Campo y Orlando Edison Almario Bravo, ha de señalarse que tales
atestaciones no tienen el alcance de restar credibilidad a la prueba de cargo indicativa del compromiso delictivo de
Piamba Castro en el acontecer aquí investigado, sino que adicionalmente hay otros medios de prueba que permiten
a la Sala concluir que ello no fue más que una estrategia para evitar resultar afectado en las elecciones
parlamentarias.
Así se infiere de lo dicho por la señora Inés Bolaños de Bravo(63), vecina por más de 35 años de Piamba Castro,
quien afirma que la separación fue una maniobra para tratar de mostrarse ajeno al hecho y salvar su
responsabilidad, comoquiera que aquellos vivían en la misma casa.
También lo afirmado por Hernando López Irragorri, en cuanto sostiene que en Popayán, la inconformidad de la
gente contra el señor Piamba era total, agravada porque según los comentarios endilgó toda responsabilidad en su
esposa(64).
Testimonios frente a los cuales no existe evidencia que estén faltando a la verdad o que los guíe el ánimo de
causarle daño al procesado, pues de manera espontánea y desinteresada se limitan a expresar su punto de vista
frente a la situación percibida.
Respecto a la inexistencia de vínculo, relación de amistad, política o de negocios con Carlos Armando Guancha
Gómez y menos una comunidad criminal con los intereses que señaló la Corte, ha de precisarse que de acuerdo con
la valoración probatoria realizada por la Sala y en especial al testimonio de Diego María Pizo Ruiz, tal aspecto fue
debidamente abordado y dilucidado en el cuerpo de esta providencia.
Ahora bien, no es cierta la apreciación del defensor de que esta corporación basara la responsabilidad penal de su
poderdante, en el supuesto hecho de compartir el domicilio entre Corpopaz y la sede política de este, lo que se dijo
en la providencia que definió su situación jurídica y que hoy concurre a afianzar el juicio de reproche que en su
contra se eleva, circunstancia que tenía como finalidad indiscutible llevar a los interesados en los planes de
vivienda que el procesado patrocinaba aquellas fundaciones y los programas habitacionales, todo ello, valiéndose
de su imagen política para crear confianza entre los inversionistas, objetivo que fue reforzado con la activa
participación del citado quien atendía a los interesados, les suministraba información de los proyectos y prestaba
su concurso para diligenciar los formularios; y cuando empezó a develarse el fraude defendió públicamente los
programas de vivienda, a sabiendas que no se llevarían a cabo.
Y en cuanto a que la resolución de situación jurídica, se apoyó en unos pocos testigos para responsabilizar a su
asistido de haber promocionado, participado y auspiciado el proyecto de vivienda con la finalidad de lograr réditos
económicos y políticos, razonamiento que en su criterio queda desvirtuado con las declaraciones de Luis Marino
Quiñónez, Carmen Cecilia Obando, Maritza Aminta Díaz, Francisco Javier Santacruz, Nubia Mariana Obando,
Diego María Pizo Ruiz, José Félix Torres Valencia, Orlando Edison Almario Bravo, Lorena Burbano Saboni,
Javier Pérez Puerta, Fabián Gustavo López Granada, Cristina Eugenia Zúñiga Caicedo, Carolina López Mosquera,
Lorena Perafán Velasco, Amalfi Socorro Ordóñez Ñáñez, Gladis Margoth Campo Vidal, María del Rosario Paredes
Toro, Fredy Saúl Gutiérrez Hurtado e Imer Oswaldo Rodríguez, ha de indicarle la Sala que la prueba testimonial,
fue valorada en armonía con todo el caudal probatorio.
De manera que el hecho de que algunos deponentes no hayan visto a José Gerardo Piamba Castro atendiendo al
público, defendiendo o auspiciando los proyectos, no significa que tal situación no haya ocurrido y menos que no
esté involucrado en los hechos investigados, o que los testigos que afirmaron lo contrario estén faltando a la
verdad, pues corresponde al juez dentro de las facultades que le otorga la ley y siguiendo los principios de la sana
critica, apreciarlos en su justo valor como elemento de convicción, sin soslayar que los medios de prueba aquí
analizados concurren a afianzar la credibilidad que la Sala le otorgó a tales testimonios.
Igual razonamiento se predica respecto a que los testigos Hover Humberto Mompotes Guachetá, Carmen Eugenia
Yanza Narváez, María Emirta Llantén Astaiza (sic), Wilsen Pino Salazar y Lorena Burbano Hoyos, expusieron que
no se les exigió filiación política determinada y menos que los obligaran o motivaran a votar por Piamba Castro
con la finalidad de tener acceso a un cupo dentro de alguna de las corporaciones de vivienda, ya que del análisis
realizado a los diversos medios de prueba, lo que se concluye es que esa específica situación no se dio, ni con
todos los interesados ni en todo momento, fue solo a partir de que los cupos se agotaron, que los interesados
acudieron a diferentes instancias y personas a fin de lograr su inscripción.
En cuanto a la manifestación de que fue su procurado, quien de manera pública y a través de los medios radiales y
escritos, dio explicaciones sobre las supuestas situaciones que lo vinculaban con los proyectos de vivienda, como
lo acreditó con la copia de una entrevista ofrecida para el periódico “El Liberal” de la ciudad de Popayán, en la
cual se lee su oposición y manifestación de rechazo frente a los proyectos de vivienda, desvinculando cualquier
actuación de su familia con la campaña política, aspecto que fue ratificado por el periodista Ovidio Reinaldo
Hoyos Mosquera, director de noticias de Radio Súper, al señalar que en las oportunidades que entrevistó a Jose
Gerardo Piamba Castro, este manifestó públicamente su oposición a los programas de vivienda, precisa la Sala que
de la lectura del documento aportado, antes que servir para deslindar la responsabilidad del acusado, lo que hace es
involucrarlo en los hechos investigados.
En efecto, allí se lee que: “... En la actualidad el parlamentario Gerardo Piamba se encuentra vinculado a la
realización de un proyecto de vivienda de interés social, liderado por la ONG Corpopaz, con recursos de
cooperación internacional en Popayán, y en Santander de Quilichao con otro proyecto que coordina la ingeniera
Isabel Cristina Ceballos, anotó. Aprovechó para aclarar su relación con la empresa Corpoccidente, con la cual
nada tiene que ver, ni con sus proyectos de vivienda, ni de otra índole, a los cuales lo han querido vincular”(65)
(resaltado fuera de texto).
Y referente a la manifestación dada por el señor Ovidio Reinaldo Hoyos, Director de Noticias Radio Súper, si bien
sostiene que en las oportunidades que entrevistó a Piamba Castro, este negó cualquier participación en esos
hechos, tal afirmación no pudo ser corroborada atendiendo a que las grabaciones con esos reportajes ya no existen.
Así las cosas, reunidos a cabalidad los requisitos sustanciales y formales de que tratan los artículos 397 y 398 del
Código de Procedimiento Penal, se proferirá resolución de acusación contra José Gerardo Piamba Castro como
presunto coautor responsable de los delitos de urbanización ilegal, en concurso homogéneo y sucesivo, a la vez
concursando heterogéneamente con estafa agravada en la modalidad de delito masa.
Comportamientos respecto de los cuales se verifica como circunstancia de menor punibilidad la consagrada en el
numeral 1º del artículo 55 del Código Penal, esto es, “la carencia de antecedentes penales” y de mayor punibilidad
las consagradas en el numeral 9º y 10 del artículo 58 ibídem, referidas a la posición distinguida que ocupaba en la
sociedad, por razón de su calidad de representante a la Cámara por el departamento del Cauca y el haber obrado en
coparticipación criminal con Carlos Armando Guancha Gómez e Isabel Cristina Ceballos Sierra.
En mérito de lo expuesto, la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia,
RESUELVE:
1. PRECLUIR la instrucción a favor de José Gerardo Piamba Castro, de anotaciones civiles y personales conocidas
en autos, por el delito de captación masiva y habitual de dineros, por atipicidad de la conducta, de conformidad con
lo establecido en la parte considerativa de la presente decisión.
2 ACUSAR a José Gerardo Piamba Castro, como presunto coautor responsable del delito de urbanización ilegal,
en concurso homogéneo y sucesivo, a la vez en concurso heterogéneo con estafa agravada en la modalidad de
delito masa, conforme quedó señalado en la parte motiva de la presente decisión.
3. NOTIFICAR a los sujetos procesales la presente providencia, advirtiendo que contra la misma procede
únicamente el recurso de reposición.
Notifíquese y cúmplase».
(5) Folio 102, c.o. 6. De existir duda acerca de la competencia para conocer o seguir cursando la actuación cuando
el imputado no fue reelegido Congresista y constituir las conductas a él imputadas delitos comunes, concierne a la
Corporación definir si las mismas guardan relación con el cargo. Así, como Piamba Castro la prueba de cargo lo
acusa de “integrar supuestamente, el grupo de personas que utilizando artificios y engaños indujeron a los
interesados a adquirir inmuebles en los proyectos urbanísticos promovidos sin el lleno de los requisitos legales:
Balcones de Santa Isabel, Torreón de Aranjuez y Cabú; y a entregar los dineros de la cuota inicial, obteniendo
provecho patrimonial ilícito, toda vez que las viviendas no fueron construidas, ni el dinero devuelto a los
perjudicados. De demostrarse en la actuación que su proceder así ocurrió, cuyo esclarecimiento integra el objeto de
la investigación preliminar, es clara su conexión con el cargo a la sazón ostentado, provocando de inmediato la
prórroga de competencia en cabeza de la Corte”.
(6) De acuerdo con el artículo 1º del Decreto 663 de 1993, modificado por las leyes 458 de 1998, 510 de 1999 y
795 de 2003, el sistema financiero y asegurador se encuentra conformado de la siguiente manera: a.
Establecimientos de crédito. b. Sociedades de servicios financieros. c. Sociedades de capitalización. d. Entidades
aseguradoras. e. Intermediarios de seguros y reaseguros.
(7) Ver certificados cámara de comercio y estatutos folios 190 cuaderno anexos 1 y 46 cuaderno de anexos 7.
(8) Ver folio 232, consignó $ 5.050.000 c. anexos 1.
(9) Folio 225, su poderdante consignó $ 1.000.000 c.a. 1.
(10) Folio 323 consignaron entre 5.000.000 y 5.500.000 c.a. 1.
(11) Folios 68 a 113 c. original 2.
(12) Folio 265, 266 y 267 expedidos el 13, 24 y 27 de marzo de 2006 por $ 1.100.000, $ 800.000 y 4700.000,
como “abono voluntario Conjunto Cerrado Santa Isabel” c. anexos 2.
(13) Folios 241 a 282, cuaderno de anexos 3.
(14) Folio 95 y ss. c. anexos 7.
(15) Cuaderno de anexos 1.
(16) Así lo refieren Jesús Alberto Peña, Claudia Patricia Chaves Martínez, Diego Reinel Fernández Gómez,
Leonardo Africany Villamil, Jorge Arbey, Juan Carlos y Clara Milena Tobar de Jesús, Marisol Fernández Ordóñez,
Sandra Luisa Fernández Joaqui, Gladis Margoth Campo Vidal, Clara Isabel Ordóñez, Amalfi Ordóñez Ñáñez, Olga
Eugenis Ordóñez Ñáñez, Sandra Nayibi Ordóñez Ñáñez, Aidé Cabanillas de Hoyos, Alexandra Paola Ibarguen,
cuaderno de anexos 1.
(17) Ley 388 de 1999, artículo 99, numeral 1º y Decreto 1052 de 1998, artículos 5º y 6º.
(18) Folio 39, c. anexos 2.
(19) Folio 122 y ss., c.a.7.
(20) Folio 17, c. anexos 3.
(21) Folio 62 y ss., c. anexos 4.
(22) Folio 43, c. anexos 3.
(23) Folio 104, c.o. 2.
(24) Ver declaración de Clara Isabel Ordóñez Mora. folio 104, c.o.2., en el mismo sentido, el testimonio de Tulio
Sayd Bravo Bolaños, fl. 79, c.o. 5, Lorena Perafán Velasco, fl. 130, c.o.5.
(25) Ver testimonio de Ruth Eugenia Calvache Daza, fl. 223, c.o. 5.
(26) Folio 109, c.o. 2.
(27) Folio 113, c.o. 2.
(28) Folio 121, c.o. 2.
(29) Folios 33, 37, 101,104, 113, 116, 120, c.o. 2, 19, c.o. 3, 79, c.o. 5.
(30) Folio 135, c.o. 2.
(31) Folio 51, c.o. 5.
(32) A folios 14 a 93 del cuaderno original 6 obran las sentencias de primera y segunda instancia a través de la cual
se condenó anticipadamente a Carlos Armando Guancha Gómez, por los delitos de estafa agravada, urbanización
ilegal y captación masiva y habitual de dineros a la pena principal de 48 meses y 7 días de prisión. A folio 171 del
c.o. 2 obra la sentencia del Juzgado Primero Penal del Circuito de Popayán, a través de la cual se condenó a Isabel
Cristina Ceballos Sierra a la pena principal de 6 años de prisión por los delitos de estafa agravada, captación
masiva y habitual de dineros y urbanización ilegal.
(33) Ver declaración de Emiro Alirio Vidales Zúñiga, folio 51, c. 5.
(34) Así lo ha precisó esta corporación en proveído de 8 de junio de 2006, radicado 24729.
(35) Diccionario de la Real Academia Española. Vigésima segunda Edición.
(36) Parágrafo artículo 31 Código Penal.
(37) Sentencia 27383 de 25 de julio de 2007.
(38) Folios 101, 104, 106, 135, c.o. 2, 51,62, 74, 79, 104,124, 130, y 223, c.o. 5.
(39) Folio 237, c.o. 7.
(40) Folio 252, c.o. 7.
(41) Folio 278, c.o. 7.
(42) Folio 244, c.o. 7.
(43) Folio 215, c. 5.
(44) Folio 111, c. 5.
(45) Folio 11, c. 8.
(46) Folio 123, c. 3.
(47) Folio 98, c. 3.
(48) Folio 261, c. 3.
(49) Ver folio 178 del cuaderno de anexos 2.
(50) Folio 1, c.o. 5.
(51) Folio 79, c.o. 5.
(52) Folio 62, c.o. 5.
(53) Folio 101, c.o. 2.
(54) Folio 101, c. 2.
(55) Folio 104, c.o. 5.
(56) Folio 124, c.o. 5.
(57) Folio 117, c. 5.
(58) Folio 178, cuaderno de anexos 2.
(59) Informe de presa de fin de semana 25 y 26 de marzo de 2006.
(60) Recorte de prensa que según nota manuscrita fue publicada el 28 de julio de 2006, en el Diario el Liberal.
Folio 268, cuaderno de anexos 7.
(61) Folios 279 a 329, cuaderno de anexos 4.
(62) Folio 97 a 99, cuaderno de anexos 2.
(63) Ver folio 74, c.o. 5.
(64) Folio 89, c.o. 5.
(65) Folio 85, c. 4.

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