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5.3. DIFERENCIAS DE ESTILO

(a) J.D. Salinger, (The Catcher in the Rye, 1945): El guardián entre el centeno.
Traducción de Carmen Criado. El Libro de Bolsillo, Alianza Editorial, Madrid Primera
edición, 1978. Vigésima reimpresión, 1995

(b) J.D. Salinger, (The Catcher in the Rye, 1945): El guardián entre el centeno. Traducción
de Carmen Criado. El Libro de Bolsillo, Alianza Editorial, Madrid, Segunda edición
revisada, 2006. Tercera reimpresión, 2012.

5.3. Diferencias de expresión

§ 1. Uso no referencial de UNO / TÚ

§ 2. Adverbios

§ 3. Otros casos singulares

Concluíamos la lección anterior destacando algunas de las condiciones de la


lengua del protagonista narrador del texto. Las reiteramos para que nos sirvan de
referencia:

En las versiones de El guardián entre el centeno (a), de 1978; y (b), de (2006), en


general, los exponentes expresivos elegidos en (b) acentúan las marcas de registro y
de tono de la lengua adolescente del narrador Holden Caulfield: de lenguaje
coloquial, reiterativo, con tics expresivos propios pero con rasgos de ponderación,
encarecimiento, amplificación, y exceso.

Esta caracterización de la lengua de El Guardián… puede servir de referencia para


situar las observaciones de los últimos aspectos que se van a considerar a
continuación. Los asuntos de manifestaciones más abundantes son: el cambio de
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formato en la manifestación ‘impersonal’ o no referencial, en (a) y en (b), el uso de


los adverbios, y otros asuntos singulares de algunas variaciones o invenciones de
lengua en (a) y (b): la reiteración, la coordinación, y el uso de algunas conjunciones.

§ 1. Uso no referencial de UNO / TÚ

El uso de las construcciones ‘no referenciales’ o ‘arbitrarias’ con UNO o con TÚ no


es un asunto de relevancia particular en la lengua ni en las gramáticas porque es algo
poco común, con cierta marca de registro ¿coloquial?, ¿familiar?, y, por lo tanto, no
es muy sobresaliente su manifestación y uso. Según Fernández Ramírez (1986: §8)

o «La elección entre tú y usted, para este uso general, depende del tratamiento
que damos a quien nos oye. Pero a veces se produce la anomalía del uso de tú
con personas a las que se trata de usted, nunca, ciertamente, al revés. Hay, sin
embargo, fijación de las formas de tratamiento con fórmulas como ¡Vaya usted
a saber! ¡Vete tú a saber! […] Frente a uno/a, que es en ocasiones modo de
disimulo, encubrimiento de yo, y al cual suelen acompañar como sentimientos
y disposiciones subyacentes la desilusión, la cautela, la exasperación y otros
estados de ánimo negativos, tú y usted suelen moverse en dirección contraria,
con intención comunicativa y efusiva abundancia.»

Evidentemente, estas últimas consideraciones de S. Fernández Ramírez no pasan de


ser especulaciones impresionistas, que tienen la autoridad indiscutible; pero
cualquier interesado en el asunto puede fijarse en las diferencias de procedimiento
expresivo con UNO de sentido arbitrario en la versión de El guardián entre el centeno
de Carmen Criado, de 1978, en contraste con el uso alternativo exclusivo del
paradigma de TÚ arbitrario en la versión ‘corregida’, de 2006, de la misma obra y de
la misma Carmen Criado. En esos textos se pueden estudiar las consideraciones
anteriores de Fernández Ramírez, con la orientación de lo que decimos aquí al
respecto, y lo que se dirá, más adelante, en el capítulo 6.1., con datos de las
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versiones argentinas de la misma obra, publicada en Buenos Aires con el título de El


cazador oculto de Manuel Méndez de Andes, en 1961; y de Pedro B. Rey, en 1998.

Por eso vamos a dedicar a este asunto una mayor atención y consideraciones
más detalladas en los siguientes puntos:

o 1º. Definición de los referentes UNO / TÚ de ‘sentido general’ o


‘arbitrario’.

o 2º Usos de las dos alternativas UNO / TÚ en distintas variedades


geográficas de lengua.

o 3º Usos de las dos alternativas en las versiones de El Guardián entre el


centeno.

 No son ocurrencias anecdóticas, por eso facilitamos unos cuantos


ejemplos muy variados, que ponen de manifiesto los diferentes
‘activadores’ de este procedimiento de expresión ‘no referencial’,
de ‘persona general’ o también llamado de ‘sentido arbitrario’.

 Y porque se hace una sustitución sistemática de las


manifestaciones de sentido arbitrario con UNO en la versión (a),
de 1978, de El guardián entre el centeno, por las distintas formas
del paradigma de TÚ en la versión (b), de 2006.

o 4º A la vista de las manifestaciones de los datos de las dos versiones de


El Guardián, apuntaremos algunas consideraciones de uso sobre la
elección en la expresión de TÚ de sentido arbitrario o no referencial.

1. Los referentes UNO / TÚ de sentido ‘general’ o ‘arbitrario’

Sobre las expresiones de sentido general o arbitrario de UNO y de TÚ ya dice algo


el Diccionario de Uso de María Moliner en la acepción 4 de la entrada de impersonal,
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que citamos como prueba de que el asunto es tan general y común en la lengua, que
merece la presencia sancionadora de un diccionario de uso:

o 4 Gram. Se aplica a la forma del verbo en que la acción se enuncia sin


determinar qué persona la realiza; como en ‘dicen que te casas’ o ‘se
habla demasiado’. Pueden también considerarse formas impersonales
las construidas con uno o con tú o usted empleados sin referirse
precisamente a la persona a quien se habla: ‘Uno se fía y después... Si tú
crees [o usted cree] una cosa y luego sale otra, te llevas un chasco’.
[Moliner, 3ª ed. digital]

o Cuando el sujeto presumible es la generalidad de la gente, en la cual se


incluye el mismo que habla y, frecuentemente, con particular o exclusiva
referencia a éste, se emplea como sujeto uno: ‘Uno no puede menos de
asustarse’. [Moliner, 3ª ed. digital]

Pero donde se dedica más espacio y detalles al asunto es en la Gramática Española


de 1951, de Salvador Fernández Ramírez (1986, vol. 4: §7 y §8). En concreto, allí se hace
distinción, por un lado, entre las personas de referencia en la comunicación (hablante,
1ª persona; oyente, 2ª persona; ni hablante ni oyente, 3ª persona) que se manifiestan
con sentido deíctico en los pronombres y personas del enunciado de la oración (yo, 1ª;
tú, 2ª; él, 3ª) y, por otro lado, lo que llama las ‘personas generales’, para referirse a una
persona cualquiera, en general, o a una persona indeterminada en una circunstancia
concreta, con el sentido de “un agente o sujeto general de la acción, que es ‘persona’,
no cosa”.

Entre los estudios de detalle dedicados específicamente a este tipo de enunciados


de referentes generales o arbitrarios, son de referencia obligada, y esenciales en la
bibliografía de los estudios de nuestra lengua para entender este procedimiento
expresivo, los trabajos de Hernanz (1987) y Hernanz (1990). En concreto, en estos
trabajos de la profesora Hernanz se estudian las condiciones sintácticas, la
interpretación semántica y los activadores expresivos y condiciones enunciativas de uso
de lo que denomina “singulares arbitrarios”, que explica por la presencia de un elemento
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abstracto (operador) responsable de la interpretación no referencial de este tipo de


expresiones.

En los estudios citados, M. L. Hernanz se centra en los enunciados (1-4), a


continuación, a los que Casielles (1996) añade el caso de (5)

(1). Infinitivo con sujeto de interpretación arbitraria: Es difícil cantar.

(2). Impersonales reflejas: Se come bien en este restaurante. En la reunión se habló


de política.

(3). Plurales arbitrarios: Han dado la noticia a las dos. b. Llaman a la puerta.

(4). Singulares arbitrarios: En México disfrutas de un clima envidiable. b. Si


duermes poco, envejeces prematuramente. c. En estos casos no puedes hacer
nada.

(5). Plural arbitrario NOSOTROS: Aquí luchamos por nuestros derechos. En este país
respetamos a las mujeres.

Refiriéndose a los casos anteriores de (1-4), Hernanz advierte que estos


enunciados “presentan notables paralelismos en las características semánticas del
sujeto, aunque son construcciones heterogéneas en la forma y en la sintaxis, porque en
todos estos enunciados el sujeto recibe una interpretación no referencial” (Hernanz,
1987: 152-153). Sería la interpretación como de “cualquier persona”, “cualquiera y TÚ”,
“cualquiera y YO”, porque ese sujeto abstracto al que se refiere la frase “adopta valores
próximos en algunos casos a la cuantificación universal (la gente, cualquiera), mientras
que en otros casos son prácticamente identificables con un YO encubierto (No, no me
asusté al producirse el terremoto. ¿Qué puedes hacer cuando estás en el piso 30 de un
hotel?). Esa aparente diversidad responde más bien a factores contextuales”, (Hernanz,
1987: 160). Serían referentes interpretables como “la gente”, “uno cualquiera”, incluido
el TÚ y el YO o se hace una referencia tácita al YO en el sentido de una generalización
como “YO y cualquiera”.
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Hernanz, en los trabajos citados, se centra en los casos de (4), que denomina
“singulares arbitrarios” (Si duermes poco, envejeces pronto), porque

 “Son de uso muy frecuente, sobre todo en el registro coloquial,”

 “y se caracterizan por el empleo no referencial de la segunda persona del


singular: En México disfrutas de un clima envidiable.”

Pero con las diferencias formales y semánticas apuntadas por M. L. Hernanz, es


Salvador Fernández Ramírez en su Gramática Española de 1951, quien presenta una
tipología detallada de este tipo de enunciados y lo sanciona con abundantes ejemplos
de autor, en Fernández Ramírez (1986, vol. 4: §7 y §8), cuando se refiere a lo que llama
“personas generales” (TÚ, USTED, NOSOTROS, VOSOTROS, etc.) como trasposición de
algunas personas gramaticales, y que se manifiestan con interpretación no referencial,
como en los casos anteriores de (1-5), que “comparten la propiedad de referirse a un
sujeto [personal] carente de contenido referencial” (Hernanz, 1987: 153).

Entre los referentes o exponentes de sentido general o arbitrario, Fernández


Ramírez distingue entre las formas singulares (TÚ/USTED, UNO, UNA, SE) y las formas
plurales (NOSOTROS, VOSOTROS), que presentamos a continuación, con ejemplos de
autorización, de autor, aducidos por el mismo Salvador Fernández Ramírez en los citados
párrafos (1986, vol. 4: §7 y §8); o de otras fuentes que se mencionan: de Manuel Puig,
del CREA oral, de dos versiones de Un cuarto propio, de Virginia Woolf, la de J. L. Borges,
de 1936, y la de María Milagros Rivera, de 2003; y de una columna de Luz Sánchez-
Mellado, actual.

Entre los datos propuestos en la tabla siguiente como autorización de los distintos
referentes de sentido arbitrario, singulares o plurales, podemos destacar los de la
versión de Borges, de Un cuarto propio, (Borges-W.36), y las correspondientes paráfrasis
de María Milagros Rivera, (Rivera-W.03). Estas fuentes de datos son especialmente
relevantes porque los datos de cada fuente, al ser paráfrasis, son especialmente
significativos y permiten establecer algunas consideraciones fundadas empíricamente:
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1º. Los datos de Borges en la fila de UNO corroboran la observación de Kany (1945:
177-179) de que “UNA se emplea en América con menos frecuencia que en España”, tal
como también destaca S. Fernández Ramírez. Por eso Borges usa UNO en los ejemplos
(2-4) de su fila, mientras que Rivera (en la versión española) usa UNA en los ejemplos
correspondientes de (6-8), en la fila de UNA.

2º. La preferencia de Borges por UNO para un referente arbitrario de ‘yo, mujer’
abarca hasta el elemento comparativo metonímico (haciendo algo que a uno no le gusta
y de hacerlo como un esclavo), frente a la paráfrasis española de Rivera, que prefiere
UNA y la concordancia correspondiente (siempre haciendo un trabajo que una no
deseaba hacer, y hacerlo como una esclava).

3º. Pero Borges, aunque raras veces, también usa UNA arbitrario, como se aprecia
en los ejemplos (2, De cualquier modo, no sería motivo de vergüenza que a una la
sorprendieran escribiendo Pride and Prejudice.) y (4, Cada vez que una lee de una bruja
tirada al agua, […] pienso que estamos en la pista de un novelista,) de la fila de UNA. Por
eso contrasta con la versión de Rivera, que lo usa sistemáticamente cuando conviene.

4º. Sobre el uso de VOS con sentido no referencial o arbitrario, que, por motivos
obvios, no se menciona en la gramática de Salvador Fernández Ramírez, trataremos en
detalle en el capítulo 6.1; pero lo incluimos y sancionamos o documentamos con
ejemplos aquí, para facilitar una presentación general. Aunque no es una propuesta de
S. Fernández Ramírez, ni se usa en las versiones argentinas de El cazador oculto, cuyos
datos estudiaremos en este curso, hemos de mencionarlo aquí, como referente
alternativo al TÚ en los territorios voseantes, donde la alternativa al UNO o USTED, de
sentido arbitrario, sería el VOS, (tácito o expreso) y su paradigma de pronombres átonos
y de flexión verbal, determinado por diferencias de forma de tratamiento en la
expresión.

El uso del paradigma de VOS con sentido no referencial o arbitrario, según


veremos en la versión revisada de 6.1., tiene restricciones a la mención explícita del
pronombre tónico VOS, porque en esta variedad de lengua se prefieren las formas de
flexión verbal o los pronombres átonos del paradigma, con VOS tácito, según
informantes argentinos o de Uruguay. Así, aunque no aparece en El cazador oculto, una
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de las fuentes de estudio de este curso, había que mencionarlo y documentarlo en esta
presentación de las formas de la lengua usadas para hacer manifestaciones de sentido
general o arbitrario, y no referenciales.

Referentes ‘arbitrarios’ como UNO/TÚ, (Fernández Ramírez, 1986: vol. 4: §7 y §8)

Exponentes Ejemplos

Singulares Arbitrarios

1. Según te adentras en ti mismo y en ti mismo ahondas, vas


descubriendo tu propia intimidad. Mira si es grande que andas todo el
día y no llegas al final. (Citados en Fernández Ramírez, 1986)

2. Así la acosaban como el gentío en una pista de carreras, y su


problema era saltar el cerco sin mirar a izquierda o derecha. Si te
TÚ = ‘cualquier detienes a renegar estás perdida, le dije; lo mismo, si te detienes a reír.
persona’ Una vacilación o una torpeza y estás perdida. (Borges-W.36)

3. Así la acosaban, como la muchedumbre en la barrera de un


circuito de carreras, y era problema de ella saltar su valla sin mirar ni a
la derecha ni a la izquierda. Si te paras a blasfemar, estás perdida -le
dije-; lo mismo si te paras a reír. Vacila o titubea, y estás acabada.
(Rivera-W.03)

1. Pero los extranjeros cuando van a Buenos Aires salen de allá


encantados. Les gusta sobre todo eso, la cantidad de confiterías para
sentarse. Y podés estar horas con un pocillo de café y ningún mozo te
viene a presionar que le dejes la mesa libre o que pidas algo más. Es la
costumbre, de allá nada más, de pasarse horas sentado conversando.
(Manuel Puig, Cae la noche tropical).

VOS = ‘cualquier 2. Lloraba porque cualquier cosa que él decía la impresionaba,


persona y tú’ pero en el fondo era feo lo que había pasado. Lloraba porque se dio
cuenta que no era ella lo más importante para él, y basta. ¿Para qué
darle tantas vueltas a las cosas? En estos asuntos de amores alguien te
gusta o no te gusta, te conquista o no. El porqué... vaya a saber, pero los
resultados son bien claros, si no llamás a alguien por teléfono es porque
no lo querés ver, y chau. (Manuel Puig, Cae la noche tropical).

3. Qué te importa que sea ceniza, qué te importa que sea ceniza
de humano, es ceniza de perra... gracias... gracias pichón, porque la
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muerta Caracola me dijo que anduviera cuidándome de los demonios, y


sin que te des cuenta uno se te puede meter dentro a vos para entrar
en mi carpa, puede pasarle a cualquiera. (Manuel Puig, Boquitas
pintadas).

4. Una de las cosas que decía ciento treinta policías para diez mil
espectadores. Pero una de las cosas que decía ayer el comisario es que
no se podía calcular el ingreso de cinco mil personas, todas al mismo
tiempo. Que además es cierto. ¿Y la organización? ¿Y entonces quién
organizó eso? Además es cierto. ¡Bueno!, lo que pasa es que uno no
puede suponer que cinco mil le van a llegar diez minutos antes del
partido. Vos tenés que hacer un cacheo, vos tenés que palparlos de
armas. (CREA. ORAL. Sexta Edición, 10/12/98, Radio Rivadavia.
ARGENTINA. 09. Magacines.)

5. Yo salgo corriendo. Yo ahí no me quedo. Yo ahí no me quedo.


¡Vieras la vulgaridad de estudiantes! Entonces uno es un ogro. Yo soy
un ogro. Tengo fama de ser fatal porque, claro, ante ese pachuquismo
que no te respetan nada, vos tenés que tener entonces vos desde el
principio empezás a pescozón limpio los tratás. Así así así es. (CREA.
ORAL. CR-9. Mujer de 46 años. Profesora universitaria. COSTA RICA. 09.
FORMALIDAD = baja, AUDIENCIA = interlocutor, CANAL = cara a cara.)

¿Y qué hace usted con un hombre así? - Eso digo yo. ¿Qué hace
USTED =
usted? // ¿y qué hace usted con un hombre así? - Eso digo yo. ¿Qué hace
‘cualquiera’
usted? (Citados en Fernández Ramírez, 1986)

1. En un día así tropieza uno con su sombra. Es mejor que le falte


a uno razón que no que le sobre. // Si uno regañaba, entonces las
amistades le decían a uno que se había subido al pescante. // Se ha
abandonado uno a su suerte y ha renunciado a toda esperanza de que
sus hijos hereden de uno ninguna cosa. (Citados en Fernández Ramírez,
UNO = ‘cualquier 1986)
persona, hombre
o mujer’ 2. Encerrarse en el campo, en una pieza para escribir, y ser
desgarrada por la amargura, y tal vez los escrúpulos, aunque su marido
fuera de lo más bondadoso y perfecta su vida matrimonial. «Tal vez»,
digo, porque cuando uno quiere investigar la vida de Lady Winchelsea,
uno halla, como de costumbre, que casi nada se sabe de ella. (Borges-
W.36)
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3. O quizá la Naturaleza, en un momento muy irracional, ha


trazado con tinta invisible en las paredes del entendimiento una
premonición que los grandes artistas confirman: un croquis que basta
exponer al fuego del genio para que sea visible. Cuando uno lo expone
y lo ve animarse, uno exclama encantada: ¡Pero esto es lo que siempre
he sentido y sabido y deseado! Y uno está efervescente de entusiasmo,
y, cerrando el libro con una especie de reverencia como si fuera algo
muy precioso, un refugio que le durará mientras uno viva, lo vuelve a su
sitio en el estante, yo dije, tomando La Guerra y la Paz y guardándolo
en su lugar. (Borges-W.36).

4. Una mujer, por más que se esfuerce, no dará en ellas con esa
fuente de vida inmortal que según los críticos está ahí. No es tan sólo
porque celebran virtudes masculinas, imponen valores masculinos y
describen el mundo de los hombres; es que hasta la emoción que las
satura es incomprensible a una mujer. «Ya se viene, ya se acumula, ya
está por reventar», uno empieza a decir mucho antes del fin. (Borges-
W.36).

1. Yo fui la primera en reírme, pero está visto que no puede una


reírse de nada en este mundo. // ¿Les ha cansado la escalera, verdad?
Es claro. Vive una en las nubes. (Citados en Fernández Ramírez, 1986)

2. De cualquier modo, no sería motivo de vergüenza que a una la


sorprendieran escribiendo Pride and Prejudice. Pero Jane Austen se
alegraba de que chirriara un gozne antes que alguien entrara. (Borges-
W.36)

3. En cualquier caso, a una no le habría dado vergüenza que la


UNA = ‘cualquier
sorprendieran escribiendo Orgullo y prejuicio. Y sin embargo, Jane
mujer’
Austen se alegraba de que chirriase una bisagra para poder esconder su
manuscrito antes de que entrara alguien. (Rivera-W.03)

4. Cada vez que una lee de una bruja tirada al agua, de una mujer
poseída por los demonios, de una curandera vendiendo hierbas y aun
de la madre de un hombre célebre pienso que estamos en la pista de un
novelista, un poeta abortado, o una Jane Austen muda y sin gloria, una
Emily Brontë rompiéndose los sesos en el páramo o recorriendo con
desolación los caminos, trastornada por la tortura de su genio. (Borges-
W.36)
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5. Sin embargo, cuando una lee de una bruja que es echada al


agua, de una mujer poseída por el demonio o de una sabia vendiendo
hierbas o, incluso, de un hombre muy notorio que tenía una madre,
pienso que entonces estamos sobre la pista de una novelista perdida,
una poeta suprimida, de una Jane Austen muda y sin fama, una Emily
Bronte que se estampó los sesos contra el páramo o recorrió haciendo
muecas los caminos, enloquecida por la tortura que le había traído su
talento. (Rivera-W.03)

6. Debió de encerrarse a escribir en un cuarto en el campo, y


desgarrarse, tal vez, entre la amargura y los escrúpulos, aunque su
marido era de lo mejorcito, y su vida de casada, perfecta. Digo "debió"
porque, cuando una se pone a buscar los hechos en torno a Lady
Winchilsea, una encuentra, como de costumbre, que no se sabe casi
nada de ella. (Rivera-W.03)

7. O tal vez sea, más bien, que la Naturaleza, en su humor más


irracional, ha trazado con tinta invisible en las paredes del
entendimiento un presentimiento que esos o esas grandes artistas
confirman; un esbozo que basta poner al fuego de la genialidad para
que se haya visible. Cuando una lo expone a él y ve cómo viene a la vida,
exclama extasiada: ¡pero si esto es lo que siempre he sentido, sabido y
deseado! Y una hierve de entusiasmo y, cerrando el libro con una
especie, incluso, de veneración, como si fuese algo preciosísimo, un
refugio al que volver mientras viva, lo coloca otra vez en la balda, -dije,
cogiendo Guerra y paz y volviéndolo a poner en su sitio-. (Rivera-W.03)

8. Haga lo que haga, una mujer no puede encontrar en ellos la


fuente de vida perenne que los críticos le aseguran que está ahí. No es
solamente que celebren virtudes masculinas, impongan valores
masculinos y describan el mundo de los hombres; es que la emoción que
impregna esos libros le resulta incomprensible a una mujer. Está
llegando, se está madurando, me va a estallar en la cabeza, empieza una
a decir mucho antes del final. (Rivera-W.03)

1. Si no te quisiera una tanto, sería menos celosa // A mí me


estaba hartando con tan poca educación. No es que uno fuera un
príncipe, ciertamente // Una se pasa todo el día rompiéndose las manos
UNO/UNA = ‘yo’
(...) Pero no hay forma de arreglar esa pocilga // Ahora que una lo sabe
ya cae una en la cuenta de que era mucho regalar a la muchacha.
(Citados en Fernández Ramírez, 1986).
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2. Lo que aún sigue atormentándome es el veneno de amargura


y temor que engendraron aquellos días. El hecho inicial de estar
continuamente haciendo algo que a uno no le gusta y de hacerlo como
un esclavo, con acompañamiento de lisonjas y adulaciones, quizá no
imprescindibles, […]. (Borges-W.36)

3. Pero lo que todavía llevo dentro como un castigo peor que las
dos cosas es el veneno de miedo y amargura que esos tiempos
alimentaron en mí. Primero, el estar siempre haciendo un trabajo que
una no deseaba hacer, y hacerlo como una esclava, adulando y
halagando, no siempre necesariamente quizá, […]. (Rivera-W.03)

4. Este año, el último grito en la costa han sido los macropareos.


Un híbrido entre mantel de rancho, colcha de matrimonio y manta de
mula torda que, plantado sobre la arena, convertía tu trozo de playa en
efímero coto privado de tus glorias y miserias. Una, que no es cotilla sino
curiosa, ha visto toda suerte de esplendores y ocasos sobre esa hierba.
Cuerpos de élite y de tropa. Adolescentes de toda edad dándose lotazos
de escándalo. Parejas de todo sexo montando broncas de campeonato.
Ha visto una, lo juro, correr sangre, sudor, lágrimas y toda la gama de
fluidos corporales, si nos ponemos explícitos. (Luz Sánchez-Mellado,
“Depre posvac”, en El País, 1/09/2016)

1. Eso se hace por la mañana, al levantarse uno. // Se vive


confiando en algo que está y acontece fuera de lo que uno hace // Se
van a comprar y cuestan un dineral; va uno a venderlas y (...) (Citados
en Fernández Ramírez, 1986)

2. Primero nueve meses para que nazca la criatura. Después tres


o cuatro meses para criar la criatura. Una vez despechada la criatura se
necesitan a lo menos cinco años para jugar con la criatura. No se puede,
SE = ‘cualquiera’ parece, dejarlos corretear por las calles. Gente que las ha visto sueltas
en Rusia dice que el espectáculo no es agradable. También dice la gente
que la naturaleza humana se forma antes de cumplir los cinco años.
(Borges-W.36)

3. Primero, hay nueve meses antes de que nazca la criatura. Luego


nace. Luego hay que pasar tres o cuatro meses criándola. Cuando está
criada, hay que pasar al menos cinco años jugando con ella. No se puede
-parece- dejar que las criaturas anden sueltas por las calles. La gente
que las ha visto sueltas en Rusia dice que no es un espectáculo
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agradable. La gente dice, además, que la naturaleza humana se


configura entre el primero y el quinto año de vida. (Rivera-W.03)

Plurales Arbitrarios

1. ¿Qué es lo real, lo que vemos o lo que somos? Hay en nuestro


corazón como dos fuerzas impulsivas. Notamos, en seguida, si la otra
persona se halla dentro o fuera de nuestro "campo" histórico.
Reservamos nuestras burlas para aquello que no nos es semejante.
(Citados en Fernández Ramírez, 1986)

NOSOTROS y su 2. Sufría una triste melancolía que podemos de algún modo


paradigma, muy explicar, cuando la encontramos diciéndonos que bajo su poder ella se
frecuente imaginaba: My lines decried, and my employment thought An useless
folly of presumptuous fault. (Borges-W.36)

3. Padeció terriblemente de melancolía, que podemos al menos


en parte explicar cuando la encontramos diciéndonos que bajo sus
efectos imaginaba: “Mis versos denigrados y mi ocupación juzgada
locura inútil o vanidosa culpa”. (Rivera-W.03)

A menudo ocurre que se pasa uno la vida combatiendo la


intolerancia de los demás, y si lográis arrimaros a su espíritu y registrarlo
con vuestra mirada, veréis que está combatiendo su propia intolerancia.
VOSOTROS, que se
// Un día de primavera empiezan a aparecer mariposas blancas,
emplea menos
grandes, muy hermosas. Quizá si tenéis una superstición literaria
creeréis que es un presagio de buena suerte. (Citados en Fernández
Ramírez, 1986)

5º. Las observaciones anteriores y la advertencia de Kany (1945: 177-179) se


confirman con ejemplos, más orales, más coloquiales, de las tiras de Mafalda de Quino.
Son datos menos literarios que los citados de Borges, pero más representativos de una
variante argentina más actual, de hablantes de clase media:
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UNO arbitrario ‘mujer’: «Mirá por donde viene a enterarse uno de que los indios
son comunistas»

UNO arbitrario ‘mujer’: «Siempre consuela un poco saber que uno no está solo
¿no te parece?»

UNO arbitrario ‘mujer’: «¿Por qué demonios los adultos se la pasan haciendo y
diciendo cosas que uno no entiende?»

NOSOTROS arbitrario: Bueno, con los adultos ocurre lo mismo ¿cómo vamos a
entenderlos? ¡Si cuando nosotros llegamos, ellos ya estaban todos empezados!
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UNO arbitrario ‘mujer + cualquiera’: «El drama de ser presidente es que si uno se
pone a resolver problemas de estado no le queda tiempo para gobernar»

UNO arbitrario ‘mujer’: «Decime, cuando uno llega a tu edad… ¿logra distinguir
una línea política de un garabato ideológico, o tampoco?»

Por el entorno gráfico de estos datos se infiere el sentido de UNO FEMENINO en


“Mirá por donde viene a enterarse uno de que los indios son comunistas”, “Siempre
consuela un poco saber que uno no está solo”, “¿Por qué demonios los adultos se la
pasan haciendo y diciendo cosas que uno no entiende?”, “El drama de ser presidente es
que si uno se pone a resolver problemas de estado no le queda tiempo para gobernar”,
y “Decime, cuando uno llega a tu edad… ¿logra distinguir una línea política de un
garabato ideológico, o tampoco?”

6º. Pero también en Mafalda (como en el Borges de Un cuarto propio, de 1936),


aunque raras veces, se encuentra UNA arbitrario (general en la versión española de Un
cuarto propio, de Mª Milagros Rivera Garreta, de 2003), como se aprecia en el ejemplo
siguiente, donde Susanita se pregunta ¿Qué será más sano para una?:
5.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 16 de 41

UNA arbitrario ‘mujer’: «¿El día de mañana qué será más sano para una?
¿Cuidarse de este muchacho porque tal cosa, de aquel porque tal otra, del de más
allá porque patatín, y así?»

Esta presentación panorámica y sancionada con los ejemplos se justifica como


presentación general del procedimiento de las expresiones de sentido arbitrario y de
todas las formas más sobresalientes del que dispone la lengua, porque permite situar
convenientemente el uso de UNO / TÚ no referenciales, que es abundantísimo en la
fuente de datos de este curso, El guardián entre el centeno, y constituye una nota
definitoria del idiolecto del personaje Holden Caulfield. Y también porque en los textos
de las sucesivas versiones se hace una elección ¿literaria? y se usa exclusivamente UNO,
tanto en la versión de Carmen Criado de 1978, como en El cazador oculto, argentino, de
1961, de Manuel Méndez de Andes; o bien se usa exclusivamente el paradigma de TÚ,
con sentido paráfrasis, en la versión corregida de El guardián, de 2006, y de la misma
autora Carmen Criado.

Entre las condiciones sintácticas de los referentes arbitrarios, se destacan:

Primero, no manifiestan una referencia temporal definida; “están desprovistas de


concreción temporal”, y, por eso, “la forma verbal más frecuente (aunque no la única)
en que aparecen estos enunciados es el presente”, porque es el tiempo no marcado.

Segundo, la interpretación no referencial del pronombre (tú, nosotros, vosotros)


se extiende a las formas del paradigma de que se trate: tú (nominativo), te (acusativo),
5.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 17 de 41

ti (preposicional), tu (posesivo); nosotros (nominativo), nos (acusativo), nuestro


(posesivo); vosotros (nominativo), os (acusativo), vuestro (posesivo).

Tercero, en un mismo enunciado, apuntaba ya Fernández Ramírez, pueden


coincidir distintas formas y procedimientos con una misma función no referencial o de
sentido arbitrario en ejemplos como estos:

 TÚ & SE: Cuando tienes un desengaño, se aprende mucho de la vida.

 SE & INF & TÚ: De poco sirve arrepentirse, si vuelves a tropezar con la misma
piedra.

 UNO & ALGUIEN & TÚ: Eso tiene que descubrirlo uno mismo. No sirve de nada
que alguien te lo diga

 UNO & INF: Cuando a uno empieza a faltarle el resuello, lo mejor es continuar a
pie.

 INF & UNO: Andrews empezó a descansar de pie como ellos; era más llevadero y
mucho menos fatigoso reanudar la ascensión si uno había descansado de pie, no
sentado.

En cuanto a la interpretación semántica de los referentes arbitrarios (UNO, TÚ,


etc.), ya se ha apuntado sus sentidos “próximos en algunos casos a la cuantificación
universal (la gente, cualquiera), mientras que en otros casos son prácticamente
identificables con un "yo" encubierto.” (Hernanz, 1987: 160).

En Casielles (1996: 362) se intenta responder a la pregunta ¿qué significa


«arbitrario» y qué tipos de interpretación recubre este término?, y se argumenta que
“lo que se ha denominado «interpretación arbitraria» cubre diferentes interpretaciones
que resultan de factores diversos tales como las diferentes características de la forma
verbal en cuanto a la persona, número, tiempo y aspecto o la aparición de ciertos
adjuntos”. Y que “Aunque se pueden diferenciar tres tipos de interpretación arbitraria -
Cuasi-universal (Aquí dejas la puerta de la casa abierta / Aquí dejamos la puerta de la
5.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 18 de 41

casa abierta / Aquí no es peligroso dejar la puerta de la casa abierta), Cuasi-existencial


(Se ha encontrado un bebé en una caja) y Corporativa (Se venden libros usados en las
librerías), en algunos casos no es fácil determinar cuál de estas interpretaciones se
acerca más a la interpretación del sujeto arbitrario”.

Al tratar este asunto, se habla de ‘activadores del valor genérico’ porque


frecuentemente se manifiestan con la presencia de algún constituyente o elemento de
la expresión, que se han denominado "activadores" del valor genérico de una oración.
En los trabajos de Hernanz, que estamos usando para describir el procedimiento, se
destacan estos exponentes:

Algunos "ACTIVADORES" del valor genérico de una oración

Exponentes Ejemplos

Un niño tiene que dormir. Este champú es tan suave que puedes usarlo
Verbos Modales
para los niños. Los libros que tienes que leer son aburridos

Conector "si ... Si dices las verdades, pierdes las amistades. Si comes mucho,
entonces" engordas.

Conector "cuando... Cuando dices las verdades, pierdes las amistades. Cuando comes
" mucho, engordas.

ADVERBIOS (o
Con este profesor, trabajas. Sin dinero, no vives. En Maxim 's, comes
locuciones) con
bien. En primavera, te sientes optimista.
valores diversos

En definitiva se puede concluir con esta explicación de la profesora Hernanz de los


singulares arbitrarios, que se puede aplicar a todas las formas (singulares: TÚ, USTED,
UNO, UNA, SE; plurales: NOSOTROS, VOSOTROS) de este procedimiento de expresión
de sentido no referencial:

La interpretación arbitraria, salvo cuando va asociada a una forma léxica


concreta, es consecuencia de la incapacidad por parte de algunas marcas de
flexión (TIEMPO, ASPECTO, PERSONA, y NÚMERO) para identificar la posición
sujeto. Ahora bien, como en la categoría de FLEXIÓN del enunciado se incluyen las
5.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 19 de 41

especificaciones de dos categorías, la de TIEMPO y la de CONCORDANCIA (de


PERSONA y NÚMERO), es previsible que dicha incapacidad pueda derivarse bien
sea del carácter no definido del primero, el de TIEMPO -es el caso de los ‘singulares
arbitrarios’- bien sea del carácter no definido del segundo, de CONCORDANCIA (de
PERSONA y NÚMERO) -como ocurre con las ‘impersonales reflejas’-, bien sea del
carácter no definido de ambos, de la marca de TIEMPO y de la marca de
CONCORDANCIA, según demuestran los INFINITIVOS [que no expresan TIEMPO ni
CONCORDANCIA en NÚMERO y PERSONA] con sujeto arbitrario. Hernanz (1987:
176)

En Fernández Soriano y Táboas Baylín (1999) podemos encontrar un estudio


pormenorizado sobre los enunciados impersonales de sujeto indeterminado en un
epígrafe sobre las “oraciones con sujetos de referencia inespecífica o genérica”.

Según la NGRAE (2009): “La interpretación genérica de la segunda persona se


obtiene también en singular, sobre todo en contextos modales, irreales, y en general
prospectivos. Se manifiesta este significado en la flexión verbal, como en Si quieres
la paz, prepara la guerra (es decir, ‘Si uno quiere la paz...’); en los pronombres de
segunda persona, sean átonos o tónicos (Si tú no te preocupas por ti mismo en esta
sociedad...), y también en los posesivos (Honrarás a tu padre y a tu madre). […] La
interpretación genérica de la segunda persona es característica de los tiempos
imperfectivos, que constituyen inductores de genericidad: Si vives en esta ciudad, no
tienes tiempo para nada (es decir, ‘Si uno vive..:), frente a Si viviste en esta ciudad...
(‘Tú en particular, la persona con la que hablo’)”. En NGRAE (2009: 16.2u).

Los factores o exponentes activadores o inductores de la ‘genericidad’ o sentido


genérico del TÚ , establecidos originalmente en Hernanz (1990), como vimos antes,
se facilitan resumidos en la tabla siguiente, donde se especifica el ‘tipo’ de cada clase
de procedimientos de activación o inducción del sentido genérico en el TÚ y sus
variantes contextuales. Se detalla en las gramáticas: Mendikoetxea (1999: §
26.1.1.2), Soriano y Táboas Baylín (1999) y NGRAE (2009).
5.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 20 de 41

Activadores exponentes de ‘genericidad’ en el TÚ

Verbos en aspecto ‘imperfectivo’

Verbos modales: deber, poder, tener que…

Circunstancias de lugar, tiempo, modo,…: siempre, a veces, a menudo…

Delimitación ‘condicional’: si… entonces, siempre que,…

Delimitación subjetiva ‘condicional’

Delimitación de tiempo: cuando, siempre que, todos los días que, ahora,..

Delimitación de lugar: cuando..., en tal situación…, aquí…

Delimitación de manera: como…

Delimitación de causa: porque, como,…

Entorno impersonal

Estos diferentes tipos de expresión de impersonalidad, según los distintos


inductores de ‘genericidad’ nos permiten identificar las distintas clases de ejemplos de
manifestación de UNO / TÚ genéricos en las versiones de El Guardián…, más adelante.

2º: Usos de las dos alternativas UNO / TÚ en distintas variedades geográficas de la


lengua.

Sobre los usos de UNO / TÚ arbitrarios en distintas variedades de la lengua, se


pueden recordar un par de estudios de Guirado (2011a) y (2011b) sobre ‘tú y uno
[arbitrarios] en el habla de Caracas y otras ciudades’ cuyas observaciones tendremos en
cuenta al tratar sobre las diferencias de sentido entre ambos procedimientos de
expresión de la ‘no referencia’ mediante UNO en El guardián, de 1978, o bien TÚ en El
guardián, de 2006.

En concreto, de las conclusiones de Guirado (2011a) podemos recordar aquí que:


5.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 21 de 41

o La diferencia fundamental entre ambas formas [de UNO / TÚ arbitrarios]


parece radicar en la estrategia persuasiva asociada a cada argumento:

 tú apela a la adhesión, lo cual es explicable si se piensa en su


función originaria de pronombre que representa a la persona a la
que se habla;

 en cambio uno apela a la aprobación, en virtud del sentido


proverbial y de verdad generalizada asociados a su empleo
impersonal. De Guirado (2011a).

o Uno es la variante de uso más frecuente en el habla de Caracas en 1987.


Esta tendencia al empleo del pronombre indefinido para ocultar el
agente o actor de la acción verbal es compartida en porcentajes similares
por la comunidad de hablantes colombianos costeños. Guirado (2011b).

o Creciente incidencia en el habla del empleo no deíctico de la 2ª persona


del singular: […] el porcentaje de casos de tú impersonal confirma, por
una parte, la existencia de la variación en el habla caraqueña, y por otra,
la productividad del uso. Guirado (2011b).

o Se confirma que “Los hablantes de clase alta, especialmente los jóvenes,


usan con mayor frecuencia la variante innovadora”. Guirado (2011b).

o Se propone una explicación a

 la oposición entre dialectos de fuerte ustedeo y dialectos de fuerte


tuteo.

 las diferencias en el uso no específico o impersonal de los


pronombres tú y uno en las distintas variedades del español
pueden estar determinadas por las normas culturales de
tratamiento. Guirado (2011b).
5.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 22 de 41

 Las probabilidades de que el pronombre tú se use como


impersonal dependerán de su empleo frecuente como deíctico
entre los hablantes de una comunidad. Guirado (2011b).

o Esta última consideración se confirma en la situación y el contraste entre


UNO / TÚ en las variedades de lengua tuteantes, o bien UNO / VOS en
zonas de voseo de Argentina y amplios territorios americanos hasta
Chiapas en México. Veremos algo al respecto en 6.1., más adelante,
cuando entren en liza los datos de las versiones argentinas de El cazador
oculto, que aunque no son voseantes, van a dar pie a comentar el uso
arbitrario de VOS.

Para la variedad del español de Chile, Hugo Rojas (2011) estudia el uso del TÚ , que
llama ‘evidencial’, con el rasgo de ‘generalidad’ y ‘encubrimiento del yo’, en una muestra
del español de Chile (CODICACH, Corpus dinámico del castellano de Chile).

Y para la variedad de Canarias, Serrano (2013) estudia este TÚ arbitrario, expreso


tácito, en textos de conversación y de los medios de comunicación del Corpus
Conversacional del español de Canarias. En Serrano (2013: 195) se concluye que “La
expresión [del TÚ] es más frecuente en las conversaciones y es notable también en los
medios de comunicación, aunque por causas diversas.”

¿Por qué este alarde de referencias de documentación sobre el sentido y los usos
del TÚ genérico o impersonal en español actual?

o 1º, porque la construcción de TÚ no referencial es algo descrito en español,


como en otras lenguas del entorno: el inglés y el francés.

o 2º, porque está descrito, aunque sea con perspectivas diferentes, en muy
distintas variedades del español: la peninsular, la de Caracas, la de Chile, y la
de Canarias. Por tanto, es una manifestación del español en general y no de
esta o aquella variedad en particular.
5.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 23 de 41

o 3º, el paradigma de TU arbitrario se usa sistemática y exclusivamente en una


de las versiones de El guardián…, precisamente la que denominamos (b), más
reciente, de 2006, frente al uso sistemático y exclusivo de UNO, en la primera
versión española, de 1978, de la misma autora, Carmen Criado.

o 4º, porque, según este proceder y el contraste entre las dos versiones, de
2006, con TÚ; y de 1978, con UNO, se podría pensar que el uso de TÚ es más
actual y moderno en español de España, preferible, y más común; cuando,
en realidad, según se argumenta más adelante en el capítulo 6.1., los
paradigmas de UNO y de TÚ son dos soluciones distintas, alternativas,
coexistentes en la lengua, y que, si tienen alguna restricción es, en esencia,
la debida a motivos del tratamiento predominante en cada variedad de
lengua: con tuteo, con ustedeo, o con voseo.

o 5º, porque, como alternativas de uso en un texto como las que se pueden
apreciar en las sucesivas versiones de El guardián, la diferencia sustancial
consiste en la mayor variedad y alternancia expresiva por el uso del
paradigma de TÚ (más ¿literario?, por tanto), frente a la reiteración que
supone el uso de UNO arbitrario, monocorde (menos ¿literario?), con escasas
alternativas o variaciones expresivas de UNO, con el mismo sentido, tal como
se va a concluir en el capítulo 6.1.

3º: Usos de UNO / TÚ arbitrarios en las versiones de El guardián entre el centeno.

A continuación se reúnen unos cuantos ejemplos para poner de manifiesto los


distintos usos de los exponentes sintácticos de expresión de sentido arbitrario con la
configuración de UNO o bien de TÚ en las dos versiones españolas de El guardián de
1978 y de 2006. Los datos aducidos, quizá más numerosos de lo habitual, están
justificados por estos motivos:

o No son ocurrencias anecdóticas; es un recurso abundante en El guardián.


5.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 24 de 41

o Cada configuración, de UNO / TÚ, es sistemática y exclusiva de una


versión de El Guardián, de 1978, con UNO; y de 2006, con TÚ,
respectivamente.

o Se hace una sustitución sistemática de la expresión no referencial con


UNO en la versión (a) por las distintas formas del paradigma de TÚ en la
versión 2006

o Por eso se facilitan tantos ejemplos:

 Que ponen de manifiesto que el asunto tiene peso específico.

 Que manifiestan una amplia variedad de procedimientos de


expresión en cada configuración, y en la de (b), con sintaxis de TÚ,
en particular.

 Que apuntan las tendencias más relevantes entre los activadores


o inductores de ‘genericidad’ o sentido arbitrario o no referencial.

Los ejemplos de la tabla siguiente se agrupan según los diferentes activadores o


exponentes de ‘genericidad’, que se destacan en cada ejemplo, en los datos de la
columna (1a) de la versión de 1978, o de la versión de 2006, en datos paráfrasis
correspondientes de la columna (1b) de la derecha.

Cuando se citan varios ejemplos de una clase de activadores se pretende indicar que
esa clase es más abundante en términos relativos.

Sería interesante estudiar la sintaxis exacta de cada tipo y un estudio preciso, que
podría servir de base para apuntar las circunstancias pragmáticas y de entorno, que
determinan la elección de los diferentes activadores o exponentes de genericidad del
UNO / TÚ .
5.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 25 de 41

(1)a (1)b

Verbos en aspecto ‘imperfectivo’

(1)a Cualquiera diría que le estaba haciendo a (1)b Cualquiera diría que te estaba haciendo
uno un favor. un gran favor.

Verbos modales: deber, poder, tener que…

—Hola —dijo. Siempre lo decía como si —Hola —dijo. Siempre lo decía como si
estuviera muy aburrido o muy cansado. No estuviera terriblemente aburrido o
quería que uno pensara que venía a hacerle terriblemente cansado. No quería que
una visita o algo así. Quería que uno creyera pensaras que venía a hacerte una visita o algo
que venía por equivocación. Tenía gracia. así. Quería que pensaras que había entrado
por equivocación, por el amor de Dios.

Circunstancias de lugar, tiempo, modo,…: siempre, a veces, a menudo…

Selma Thurner, la hija del director, sí iba con Selma Thurmer —la hija del director— iba a
bastante frecuencia, pero, vamos, no era los partidos con bastante frecuencia, pero no
exactamente el tipo de chica como para era exactamente el tipo de chica como para
volverle a uno loco de deseo. Aunque volverte loco de deseo. Aunque era bastante
simpática sí era. simpática.

—¿Qué? —dijo. Siempre le hacía a uno —¿Qué? —dijo. Siempre te hacía repetirlo
repetir las cosas. todo.

Cuando llamé, me miró. Cuando llamé, me miró.

—¿Quién es? —gritó—. ¡Caulfield! ¡Entra, —¿Quién es? —gritó—. ¡Caulfield! ¡Entra,
muchacho! muchacho!

Fuera de clase estaba siempre gritando. A Fuera de clase, siempre estaba gritando. A
veces le ponía a uno nervioso. veces te ponía nervioso.

Siempre le estaba interrumpiendo a uno. Siempre te estaba interrumpiendo.

Siempre estaba pidiendo favores a todo el Siempre te estaba pidiendo que le hicieras un
mundo. gran favor.

Siempre estaba acariciándose el pecho y la Siempre estaba acariciándose el pecho o el


cara. Se quería con locura, el tío. estómago. Se quería con locura.

Delimitación ‘condicional’: si… entonces, siempre que,…


5.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 26 de 41

Eso es lo malo. No me importaría pelear si No aguanto ver la cara del otro tío, ése es mi
tuviera los ojos vendados. Sé que es un tipo problema. No estaría tan mal si los dos
de cobardía bastante raro, la verdad, pero tuviéramos los ojos vendados o algo así. Si lo
aun así es cobardía. No crean que me engaño. piensas bien, es un tipo de cobardía bastante
raro, pero aun así es cobardía. No me engaño.

Cuando ya había cerrado la puerta y volvía Cuando ya había cerrado la puerta y volvía
hacia el salón me gritó algo, pero no le oí muy hacia el salón me gritó algo, pero no le oí muy
bien. Creo que dijo «buena suerte». Ojalá me bien. Estoy casi seguro de que me gritó
equivoque. Ojalá. Yo nunca le diré a nadie «Buena suerte!». Espero que no. Dios quiera
«buena suerte». Si lo piensa uno bien, suena que no. Yo nunca le gritaría a nadie «buena
horrible. suerte». Si lo piensas bien, suena horrible.

Con un tío como Ackley uno estaba perdido si Con un tío como Ackley, si levantabas la vista
levantaba la vista de lo que leía. La verdad es del libro estabas perdido. Si no le mirabas
que estaba perdido de todos modos, pero si enseguida estabas perdido igual, pero no tan
no se le miraba en seguida, al menos se deprisa.
retrasaba un poco la cosa.

Pensarán que tengo mala idea, pero de Pensarán que lo digo con mala idea, pero no
verdad no lo digo con esa intención. Lo que lo digo con mala idea. Sólo quiero decir que
quiero decir es que solía pensar en Spencer a solía pensar en Spencer a menudo, y que si
menudo, y que cuando uno pensaba mucho pensabas demasiado en él, empezabas a
en él, empezaba a preguntarse para qué preguntarte para qué demonios seguía
demonios querría seguir viviendo. viviendo.

Delimitación subjetiva ‘condicional’

Luego me dijo: —Me voy. Te veré luego. Luego me dijo:

—Bueno —le contesté. La verdad es que no —Creo que me voy. Te veré luego.
se le partía a uno el corazón al verle salir por
la puerta. —Bueno —le dije. No te partía exactamente
el corazón que volviera a su habitación.

Delimitación de tiempo: cuando, siempre que, todos los días que, ahora,..

Siguió de pie. Era de esos tíos que le oyen a Siguió allí de pie. Era exactamente la clase de
uno como quien oye llover. Al final hacía lo tío que no se apartaba de la luz cuando se lo
que le decías, pero bastaba que se lo dijeras pedías. Al final lo hacía, pero tardaba mucho
para que tardara mucho más en hacerlo. más si se lo pedías.
5.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 27 de 41

—¡Qué maravilla! —dijo Lillian. Luego me —¡Qué emocionante! —dijo Lihian Simmons.
presentó al oficial de Marina. Se llamaba Luego me presentó al oficial de Marina. Se
Comandante Blop o algo así, y era uno de llamaba capitán Blop o algo así. Era uno de
esos tíos que consideran una mariconada no esos tíos que consideran una mariconada no
partirle a uno hasta el último dedo cuando le partirte cuarenta dedos cuando te dan la
dan la mano. ¡Dios mío, cómo me revientan mano. Dios, cómo odio esas cosas—.
esas cosas!

Eso es lo que tienen las chicas. En cuanto Eso es lo que tienen las chicas. En cuanto
hacen algo gracioso, por feas o estúpidas que hacen algo gracioso, aunque de aspecto no
sean, uno se enamora de ellas y ya no sabe ni sean gran cosa y aunque sean un poco tontas,
por dónde se anda. Las mujeres. ¡Dios mío! Le acabas enamorándote de ellas y entonces ya
vuelven a uno loco. De verdad. no sabes dónde demonios estás. Las chicas.
Dios santo. Pueden volverte loco. De verdad.

Era una de esas tardes extrañas, Era una de esas tardes de locos,
horriblemente frías y sin sol ni nada, y uno se horriblemente frías y sin sol ni nada, y te
sentía como si fuera a esfumarse cada vez sentías como si estuvieras desapareciendo
que cruzaba la carretera. cada vez que cruzabas una carretera.

Delimitación de manera: como…

Era una de esas tardes extrañas, Era una de esas tardes de locos,
horriblemente frías y sin sol ni nada, y uno se horriblemente frías y sin sol ni nada, y te
sentía como si fuera a esfumarse cada vez sentías como si estuvieras desapareciendo
que cruzaba la carretera. cada vez que cruzabas una carretera.

Entorno impersonal

Le dije que iba con Mal Brossard. Le dije que iba Mal Brossard. Dijo:

—Ese cabrón... Bueno. Espera un segundo. —Ese desgraciado... Bueno. Espera un


segundo.
Cualquiera diría que le estaba haciendo a uno
un favor. Cualquiera diría que te estaba haciendo un
gran favor.

Esta sustitución sistemática de UNO por TÚ en los ejemplos anteriores culminan


por el caso siguiente de (2) donde el TÚ arbitrario de la versión (2b) sustituye a una
construcción en primera persona del plural en (2a), de sentido impersonal, sancionando
5.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 28 de 41

así este uso en sentido ‘genérico’, del NOSOTROS señalado en S. Fernández Ramírez
como un plural arbitrario de uso frecuente.

Delimitación de causa: porque, como,…

(2)a. Todos esos tíos que se creen muy (2)b. Imagínense un tío muy guapo o un tío que
guapos o muy importantes son iguales. se cree un fuera de serie y siempre te está
Como se consideran el no va más, piensan pidiendo que le hagas un gran favor. Como están
que todos les admiramos muchísimo y que locos por ellos mismos piensan que tú también
nos morimos por hacer algo por ellos. estás loco por ellos y que te mueres por hacerles
un favor.

En efecto, la gramática ya describe con precisión este uso llamado ‘genérico’ de la


primera persona del plural, tal como señalamos al principio.

Esta interpretación ‘genérica’ de (2a) se corrobora en el sentido cercano al de


‘cualquiera, alguien en general’ cuando se considera todo el enunciado y nos fijamos en
los destacados:

o Como se consideran el no va más, piensan que todos les admiramos


muchísimo y que nos morimos por hacer algo por ellos.

Es evidente la ecuación de paráfrasis:

o Piensan que todos les admiramos y nos morimos por… = piensan que
cualquiera, (alguien en general) les admira y se muere por…

Los datos anteriores de (1) y de (2) de El Guardián… ponen de manifiesto, en


términos relativos:

1. La existencia de ejemplos de TÚ arbitrario con todas las clases de


activadores propuestos por las gramáticas y los estudios especializados.
5.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 29 de 41

2. El uso predominante o más frecuente y previsible de algunos exponentes


(delimitación condicional, manifestación de circunstancias de tiempo,
siempre, a veces, etc.) más frecuentes con TÚ no referencial.

3. La brillante creación expresiva de la versión (b), de 2006, de El Guardián…


puesta de manifiesto en el uso de este recurso de manera ajustada a las
condiciones textuales o sintácticas de cada entorno y según
procedimientos extremadamente variados, que transmiten el sentido
familiar o coloquial, pero no la sensación de reiteración rutinaria, de la
versión correspondiente, de 1978.

Lo significativo aquí es el uso que se hace en la versión (b), de 2006, del TÚ arbitrario,
de sus condiciones y de sus maneras de significar, de su riqueza o la variación expresiva
de este paradigma puesta de manifiesto en la muestra reducida de los ejemplos
anteriores de (1) y (2); frente a la reiteración de las pocas alternativas de UNO en las
versiones paráfrasis de la versión (a), de 1978.

Más adelante, en el capítulo 6.1., con los datos de las versiones de El cazador oculto,
podremos concluir que la alternativa de UNO / TÚ en El guardián, de 1978 y de 2006, es
una elección literaria entre ‘reiteración’ / ‘variedad’; pero no es un cambio de
preferencia de la lengua o de diferencias de variedades geográficas o de frecuencia de
uso de cada paradigma de UNO / TÚ en un momento anterior, de 1978, con UNO; frente
a la solución de TÚ en otro momento posterior de la lengua, en 2006.

En efecto, la elección del paradigma de TÚ arbitrario como uso exclusivo en la


versión de El guardián de 2006, como es más variado y con más formas que el paradigma
de UNO, supone una apuesta por la ‘variedad’ literaria como manifestación del registro
y el tono de idiolecto adolescente del protagonista narrador en el momento (1945-1951
de Nueva York). La voz del narrador Holden Caulfield, con estos modos de expresión,
sigue siendo coloquial, pero menos reiterativa, más variada, y en fin, más ‘literaria’;
aunque, quizás por eso, más alejada de la monótona reiteración del idiolecto
adolescente del narrador, propio de la “oralidad” original de la obra, estudiada en Génin
(2010), con abundantes muletillas y palabras o expresiones reiteradas.
5.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 30 de 41

A continuación vamos a presentar y estudiar unos cuantos casos donde el uso del
adverbio o de una locución adverbial varía de una versión a otra, con las consiguientes
diferencias expresivas que pueden ser interesantes por algún motivo.

§ 2. Adverbios

1. En (1) tenemos un mismo adverbio, ‘bastante’ en las dos versiones, pero referido
en cada versión a un evento expresado de manera distinta: había anochecido, en (a), y
era de noche, en (b):

(1)a. De pronto pensé en una cosa que me (1)b. Tuve suerte. De pronto pensé en una
ayudó a sentir que me marchaba. Me acordé cosa que me ayudó a saber que me largaba
de un día en octubre o por ahí en que yo, de allí. Me acordé de una vez, en octubre o
Robert Tichener y Paul Campbell estábamos por ahí, en que yo, Robert Tichener y Paul
jugando al fútbol delante del edificio de la Campbell estábamos lanzándonos un balón
administración. Eran unos tíos estupendos, delante del edificio académico. Eran buenos
sobre todo Tichener. Faltaban pocos minutos tíos, sobre todo Tichener. Faltaba muy poco
para la cena y había anochecido bastante, para la cena y ya era bastante de noche,
pero nosotros seguíamos dale que te pego pero nosotros seguíamos dándole al balón.
metiéndole puntapiés a la pelota.

En seguida se aprecia una cierta ‘incomodidad’ con la versión (a) ya que se siente
una aplicación ‘figurada’ del adverbio bastante referido a ‘había anochecido’. Parece
más natural el uso del adverbio bastante en la versión (b), referido a ‘era de noche’.

El motivo de las diferencias se puede resolver con el diccionario, recordando los


sentido más relevantes de ‘anochecer’:

o anochecer intr. Comenzar la noche. Puede llevar un complemento de


persona: ‘Procura que no te anochezca en descampado’. 1 Oscurecer,
hacerse de noche.
5.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 31 de 41

También se aprecia mejor el contraste en estas versiones hipotéticas respectivas


de cada una de las alternativas:

(a). (b).

había anochecido bastante, era bastante de noche,

había anochecido ??mucho, era !!muy de noche,

había anochecido ??poco, era !!poco de noche,

había anochecido ??algo, … era !!algo de noche,

¿Dónde están las diferencias entre ambas versiones?

o En el sentido del evento expresado:

En (a) ‘había anochecido’ se refiere al comienzo de evento anochecer: ‘comenzar la


noche’ o bien ‘oscurecer, hacerse de noche’.

En (b) ‘era de noche’ se refiere al evento ya terminado, completado o terminado en


el resultado de alcanzar el estado de la ‘noche’, ‘era de noche’.

Y como los adverbios de ‘grado de cumplimiento de un evento’ como bastante,


mucho, poco, algo, etc., no se pueden referir a eventos incoativos, en comienzo, su
referencia figurada parece algo violenta al estar refiriéndose a algo que está
comenzando a ocurrir como puede ser lo de ‘anochecer’.

Solo con el segundo sentido de ‘anochecer’, Oscurecer, hacerse de noche, parecen


entenderse con más coherencia el uso de los adverbios de grado como bastante,
mucho, poco, algo, etc., porque en ese sentido de ‘oscurecer’, estamos ante un
evento progresivo, en desarrollo, que se puede considerar como ‘más o menos
avanzado’, como graduable.

Pero, con este sentido de anochecer, en (b) se propone una solución literal:
5.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 32 de 41

o (b). era bastante de noche, era !!muy de noche, era !!poco de noche, era
!!algo de noche.

Por eso, en esta versión el uso del adverbio no es ambiguo y se siente como más
natural.

Los casos de (2) son distintos, con los adverbios perfectamente oportunos en sentido
transactivo respecto a la proposición negativa ‘sin darme cuenta’ a la que se refiere.

(2)a. Si seguía clavado al suelo, era por ver si me (2)b. Si seguía allí era por ver si me entraba
entraba una sensación de despedida. Lo que una sensación de despedida. Quiero decir
quiero decir es que me he ido de un montón de que me he ido de un montón de colegios y
colegios y de sitios sin darme cuenta siquiera de de sitios sin darme cuenta siquiera de que
que me marchaba. me iba.

El artículo del Diccionario de Uso de María Moliner permite advertir de las


diferencias de estilo (más o menos literario) o de registro con distintas alternativas.

o siquiera 2 En su uso actual corriente significa que la cosa representada


por la palabra o frase a que afecta se pide o se da como un mínimo a falta
de otra más completa, o sea, que expresa, en realidad, una transacción.
2 Transigir (Expresiones transactivas: si acaso, en todo caso, al menos, a
lo menos, cuando menos, por lo menos, a [con, por] poco que, aunque
sea, aunque sólo [o nada más] sea, siquiera, con tal que, ya que no).
(Moliner, 3ª ed., digital)

2. Veamos algunas de esas alternativas a (2) con las diferentes propuestas


sancionadas por el diccionario:

o b. me he ido… sin darme cuenta siquiera de que me iba.

o c. me he ido… sin darme cuenta al menos de que me iba.

o d. me he ido… sin darme cuenta apenas de que me iba.

o e. me he ido… sin apenas darme cuenta de que me iba.


5.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 33 de 41

3. El uso de siquiera en (2) satisface perfectamente las condiciones expresivas de


sus alternativas (c-e), que no se ‘mejoran’ con ellas, y, por tanto, constituye un
acierto expresivo.

En (3) tenemos dos versiones de locuciones adverbiales referidas al adjetivo


‘cobarde’.

(3)a. Quizá por eso sea un poco cobarde. (3)b. Quizá por eso sea en parte cobarde.
Aunque no es excusa, de verdad. No se debe Aunque no es excusa. No lo es. No se debe
ser cobarde en absoluto, ni poco ni mucho. Si ser cobarde en absoluto; si tienes que atizar
llega el momento de romperle a uno la cara, a alguien un puñetazo en la mandíbula y te
hay que hacerlo. Lo que me pasa es que yo no apetece hacerlo, debes hacerlo. Pero yo no
sirvo para esas cosas. sirvo para esas cosas.

Una consulta atenta al Diccionario de Uso, con algunos años, pero perfectamente
satisfactorio y actual, permite apuntar ciertas diferencias entre las dos versiones de
(3):

o (a) Quizá por eso sea un poco cobarde.

o (b) Quizá por eso sea en parte cobarde.

o (c) Quizá por eso sea algo cobarde.

o un poco: Una pequeña cantidad: ‘Dame un poco de pan’. 5 *Algo: ‘Está


un poco mejor. Tengo un poco de prisa’. 5 A veces es expresión expletiva
o enfática: ‘Ten un poco de paciencia. Sal a distraerte un poco’. 5 Puede
un poco emplearse sin complemento con verbos intransitivos,
equivaliendo a «algo» y haciendo realmente papel de adverbio: ‘Ríete un
poco. Esfuérzate un poco’. (Moliner, 3ª ed., digital)

o en parte 1 Parcial o incompletamente: ‘Eso me satisface sólo en parte’. 5


Si no va acompañado de sólo o adverbio semejante, tiene, en realidad, el
5.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 34 de 41

sentido de atenuar la afirmación contraria: ‘En parte, me alegro de que


venga’ (lo que equivale a ‘no me molesta del todo que venga’). (Moliner,
3ª ed., digital)

4. Con estas precisiones del diccionario, y teniendo en cuenta el contexto de (3),


esa última proposición con tono de ‘disculpa’: Lo que me pasa es que yo no sirvo
para esas cosas; parecería preferible el sentido expletivo o enfático (coherente
con otras muchas manifestaciones del joven narrador), que parece desprenderse
de la versión (a), más que el sentido de atenuar, que se manifiesta en (b).

5. El sentido de la versión hipotética (c), ‘Quizá por eso sea algo cobarde’ parece
más neutro y equidistante entre las dos alternativas: entre lo expletivo (“Dicho
de una voz o de una partícula: Que se emplea para hacer más llena o armoniosa
la locución; p. ej., no me voy hasta que (no) me echen”) o enfático, ponderativo,
de (a), y lo meramente atenuante de (b). Por eso (c) es más plano y menos
expresivo o literario.

6. En este epígrafe sobre los adverbios, se incluye este ejemplo por el sentido
adverbial de la locución ‘en mi vida’, sinónima de ‘nunca’, en (4a), y la paráfrasis
(expresión sinónima, con el mismo sentido, pero con otros elementos léxicos o
de otro formato sintáctico) correspondiente, Qué solo me sentía,
extremadamente expresiva, en (4b).

(4)a. ¡Jo! ¡Estaba hecho polvo! En mi vida me había (4)b. Jo, estaba hecho polvo. Qué solo
sentido tan solo. me sentía.

De la versión (a) podemos decir que es narrativa y literal:

o a. En mi vida me había sentido tan solo. = Nunca me había sentido tan


solo.
5.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 35 de 41

Es evidente el contraste con la correspondiente construcción sintáctica alternativa


en (b), que transmite el mismo sentido ponderativo:

o Qué solo me sentía.

No se usen los correspondientes signos de admiración ortográficos ¡Qué solo me


sentía!, porque no hacen falta ya que son redundantes ante la fuerza expresiva y
literaria de la sintaxis de la frase.

Esta consideración se corrobora cuando recordamos el viejo verso de G. A. Bécquer


en (c) y se compara con la expresión literal de adverbio explícito, antepuesto por el
verso, en (d) o, mejor, con la expresión en prosa recta de (e):

o c. ¡Dios mío, qué solos / se quedan los muertos!

o d. ¡Dios mío, muy solos / se quedan los muertos!

o e. ¡Dios mío, los muertos se quedan muy solos!

La fuerza literaria de la sintaxis exclamativa del verso en (c) es equiparable a la de la


versión de (4b) de El Guardián… frente a la versión correspondiente, de tres décadas
antes, en (4a), menos expresiva.

El ejemplo siguiente de (5) es semejante al anterior.

(5)a. —Si no te gusta cómo huele, ya sabes lo (4)b. —Si no te gusta, ya sabes lo que
que tienes que hacer —dijo Ackley. Era la mar tienes que hacer —dijo Ackley. Qué tío tan
de ingenioso—. ingenioso—.

De manera parecida podemos destacar el contraste:

o a. Era [un tío] la mar de ingenioso. = Era muy ingenioso.

o b. Qué tío tan ingenioso.

Tampoco en (5) se usa la ortografía de signos de admiración ¡Qué tío tan ingenioso!,
porque son redundantes ante la expresividad literaria de la sintaxis de (5b), donde
5.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 36 de 41

la configuración prosódica y sintáctica exclamativa sustituye perfectamente, con


más fuerza literaria, a la locución adverbial de (5a) ‘la mar de’, y al adverbio
correspondiente ‘muy’.

Vamos a dedicar un comentario particular a ejemplos como los de (6) por la locución
adverbial ‘la mar de’, que aparece en las versiones de (a).

(6)a (6)b

Encendí un cigarrillo, me vestí, bajé las dos Encendí un cigarrillo, me vestí y luego hice
maletas que tenía, y me puse a guardar lo que las dos maletas que tengo. Me llevó como
me quedaba por recoger. Acabé en dos dos minutos. Para hacer equipajes soy muy
minutos. Para todo eso soy la mar de rápido. rápido.

Lo malo de ese tipo de cosas es que, por mucho Lo malo era que ese tipo de porquerías,
que uno no quiera, resultan fascinantes. Por aunque uno no quiera, resultan fascinantes
ejemplo, la chica que tenía la cara chorreando, de mirar. Por ejemplo, la chica que tenía la
era la mar de guapa. cara chorreando era muy guapa.

Dejó la máquina de afeitar. De pronto levantó Dejó la maquinilla de afeitar y de pronto


los brazos y me obligó a soltarle. Tenía levantó los brazos y me obligó a soltarle. Era
muchísima fuerza y yo soy la mar de débil. un tío muy fuerte. Yo soy muy débil.

También en este caso es preferible documentarse en el Diccionario de Uso.

o la mar de... informal. Mucha cantidad o mucho número de cierta cosa:


‘Tengo la mar de proyectos. Ha caído la mar de nieve. Se hace la mar de
ilusiones’. 5 informal. Muy: ‘Está la mar de contento’. [Moliner, 3ª ed., digital]

Porque en ese diccionario, primero, se distingue entre el sentido adjetivo de la


locución ‘la mar de’, cuando se refiere a nombres y se entiende como ‘mucho’, y
segundo, el sentido adverbial, cuando se refiere a adjetivos, como en (6a), y se
entiende como ‘muy’.
5.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 37 de 41

Hecha esta precisión de sentido y de documentación sobre la locución ponderativa


‘la mar de’ de los ejemplos como (6a), es interesante advertir que aparece en 22
casos en la versión (a) de El Guardián…, y que se reduce a un solo caso en la versión
(b).

La locución ‘la mar de’ se sustituye sistemáticamente por ‘muy’, más común y
ordinario, en ejemplos como los de (6b), o por construcciones alternativas como
‘Qué tío tan ingenioso’, del ejemplo de (5), examinado antes.

El motivo puede estar en la calificación de registro, ‘informal’, que se apunta en el


mismo diccionario.

Se consideró, quizás, que esa reiteración de la locución ‘la mar de’ (hasta 22 veces)
en la versión (a) producía un exceso de eco ‘informal’, que no convenía al registro
de la lengua del narrador adolescente.

Con parecido fundamento nos podemos referir a las diferencias entre las
construcciones ponderativas de (7a), que se sustituyen por los adverbios de grado
superlativo rectos de (7b).

(7)a (7)b

1. ¡Vaya escuela que tenía! Empezó por Qué técnica tenía el tío. Lo que hacía era
largarle a su pareja un rollo larguísimo en una empezar a liar a su pareja con una voz muy
voz muy baja y así como muy sincera, como si baja, muy sincera, como si no sólo fuera un
además de ser muy guapo fuera muy buena tío muy guapo sino también muy buena
persona, un tío de lo más íntegro. persona, muy sincero.

2. Dicen que los pelirrojos tienen mal genio, Se supone que los pelirrojos se enfadan con
pero Allie era una excepción, y eso que tenía el mucha facilidad, pero Allie nunca se
pelo más rojo que nadie. enfadaba, y eso que tenía el pelo muy rojo.

3. Para colmo tenía un carácter horrible. Era un Y para colmo tenía una personalidad
tipo bastante atravesado. Vamos, que no me horrible. Era un tío bastante atravesado. La
caía muy bien. verdad es que no me caía demasiado bien.
5.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 38 de 41

También en los dos primeros ejemplos de (7a) se producían un tono ‘informal’, que
se ha preferido neutralizar con la forma recta ‘muy’, de (7b), en sustitución de la
construcción superlativa ‘de lo más íntegro’, o comparativa absoluta, ‘más rojo que
nadie’.

En el tercer ejemplo de (7) la sustitución de los adverbios se hace en sentido inverso:


desde el ‘Vamos, que no me caía muy bien’, de (a), a la versión ‘La verdad es que no
me caía demasiado bien’, en (b).

En este caso parece que se pretende ‘acentuar, reforzar’ el sentido irónico que, en
(b), con el ‘demasiado’, se siente como ‘sarcasmo’.

 El caso de (8) es diferente. La posible ambigüedad en el término al que se refiere


el adverbio en (a) se resuelve convenientemente y en sentido unívoco (a primera
vista) en la versión propuesta en (d).

(8)a. Después de repetirle a Lillian que tenía que (8)b. Después de decirle que había
ver a un amigo, no me quedaba más remedio quedado, no tenía más remedio que irme.
que largarme. No podía quedarme a ver si, por No podía quedarme siquiera para oír tocar
alguna casualidad, Ernie tocaba algo a Ernie algo medianamente pasable.
pasablemente.

En efecto, en (a), el adverbio ‘pasablemente’ puede entenderse en dos sentidos,


como referido a ‘tocar algo’, en (a1), o bien referido a ‘tocar’, en (a2):

o a. No podía quedarme a ver si, …, Ernie tocaba algo pasablemente.

 1. No podía quedarme a ver si, …, Ernie tocaba algo


pasablemente.

 2. No podía quedarme a ver si, …, Ernie tocaba pasablemente


algo.
5.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 39 de 41

En cambio, en (b), la expresión adverbializada correspondiente ‘medianamente


pasable’ se refiere exclusivamente al objeto, al ‘algo’ que se espera que interprete
Ernie:

o No podía quedarme siquiera para oír tocar a Ernie algo medianamente


pasable.

Es más preciso el sentido de (b), perfectamente coherente con el contexto narrativo;


y, entonces, parece preferible, porque el sentido ambiguo de (a) carece de
fundamento expresivo y no es un efecto narrativo significativo.

La variación en (9), desde el adverbio superlativo ‘muchísimo’ hasta la expresión


ponderativa ‘como un demonio’ puede parecer algo sorprendente en una primera
impresión.

(9)a. Lo que hizo después fue pegarme (9)b. Lo que hizo después fue disparar un dedo
bien fuerte en el pijama. No les diré golpearme muy fuerte en el pijama. No les diré
dónde me dio, pero me dolió muchísimo. dónde me dio, pero me dolió como un demonio.
Le dije que era un cerdo y un tarado. Le dije que era un cretino y un cerdo asqueroso—
.

La versión de la locución adverbial ‘como un demonio’ de (9b) está, como


recordamos, perfectamente sancionada por el diccionario, lo mismo que las variantes
adjetivas (de mil demonios, del demonio), que recordamos a continuación:

o como el [o un] demonio (también con diablo, demontre o diantre)


informal. Expresión para ponderar o exagerar algo, aunque no sea malo:
‘Esto amarga como un demonio’. [Moliner, 3ª ed. digital]

o de mil [o de todos los] demonios (también con diablos) inf. Grandísimo:


‘Un escándalo [o borrachera] de todos los demonios’. [Moliner, 3ª ed.
digital]
5.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 40 de 41

o del demonio (también con diablo) inf. Expresión con que se pondera la
gran magnitud de algo, particularmente de un lío, jaleo o escándalo:
‘Armaron un jaleo del demonio’. [Moliner, 3ª ed., digital]

¿Qué justifica entonces la versión de (b)?

El valor añadido al sentido superlativo de la locución:

o 1º La condición de registro ‘informal’ de la expresión.

o 2º El sentido añadido de ‘expresión para ponderar o exagerar algo’ en el


que coincide la locución adverbial con las nominales correspondientes de
‘grandísimo’ y de ‘expresión con que se pondera la gran magnitud de
algo’, tal como se aprecia en las magníficas definiciones y ejemplos del
diccionario.

En (b), por tanto, se hace una reformulación que no es esporádica ni casual; que es
intencionada, con sentido y que acentúa la coherencia del texto.

§ 3. Otros casos singulares

A continuación, para terminar, vamos a comentar algunos casos singulares.

Son casos marginales porque no son muy abundantes pero pueden ser
aleccionadores y sorprendentes por el efecto expresivo que manifiestan.

Son asuntos que pertenecen a diferentes ámbitos y que se reúnen como


curiosidades que nos han sorprendido por sus evocaciones propias, por su originalidad
o por el contraste entre la manifestación de la versión (a) y la versión (b) de las
traducciones españolas de El Guardián…
5.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 41 de 41

Y decimos de las traducciones españolas, porque en esta ocasión, como advertimos


al principio de esta parte del curso, no nos referimos a las argentinas, de 1961 y de 1998,
cuyos asuntos más relevantes estamos vaciando, para poder referirnos, en otra ocasión,
a las diferencias de ESTILO, de expresión, entre las distintas versiones de El Guardian…
EN ESPAÑOL de las dos variantes.

Los distintos ejemplos de (1) ponen de manifiesto algunas diferencias en el


aprovechamiento expresivo del recurso de la ‘reiteración’.

(1)a (1)b

1. Luego saqué del bolsillo un horario de Luego empecé a leer un horario de trenes que
trenes que llevaba y me puse a leerlo para llevaba en el bolsillo. Sólo para dejar de mentir.
no seguir mintiendo. Una vez que me Una vez que empiezo, puedo seguir horas y
disparo puedo seguir horas enteras si me da horas si me da la gana. En serio. Horas.
la gana. De verdad. Horas y horas.

2. Le sentí en el borde de la ducha, justo Podía sentirlo de pie en el borde de la ducha,


detrás de mi sillón. Miraba a ver si estaba justo detrás de mi sillón, mirando a ver si
Stradlater. Le odiaba a muerte y nunca estaba Stradlater. Odiaba a muerte a
entraba en el cuarto si él andaba por allí. La Stradlater y nunca entraba en la habitación si
verdad es que odiaba a muerte a casi todo Stradlater andaba por allí. Odiaba a muerte a
el mundo. todo el mundo, o casi.

3. El primer bailarín no puede salir a escena. El primer bailarín no puede salir a escena. Está
Tiene una curda monumental. ¿A quién como una cuba. ¿Así que a quién llaman para
llaman para reemplazarle? A mí. Al hijo del reemplazarle? A mí, a mí es a quien llaman. Al
gobernador. puñetero hijito del gobernador.

La reiteración es una manifestación expresiva nada recomendable frente a la fuerza


creativa de la ‘invención’ sistemática.

Pero para apreciar la fuerza expresiva de una reiteración pertinente, bien


administrada y justificada, no hay más que leer y releer los anteriores ejemplos de (1),
que repetimos para facilitar el seguimiento de las consideraciones.
5.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 42 de 41

1. Luego saqué del bolsillo un horario de trenes Luego empecé a leer un horario de trenes
que llevaba y me puse a leerlo para no seguir que llevaba en el bolsillo. Sólo para dejar
mintiendo. Una vez que me disparo puedo de mentir. Una vez que empiezo, puedo
seguir horas enteras si me da la gana. De verdad. seguir horas y horas si me da la gana. En
Horas y horas. serio. Horas.

Las diferencias de estos ejemplos se aprecian mejor con las expresiones fuera de
contexto:

o a. puedo seguir horas enteras… De verdad. Horas y horas.

o b. puedo seguir horas y horas… En serio. Horas.

Fuera de contexto, en la versión (a) con la reiteración situada al final, ‘horas y


horas’, la expresión cobra un sentido ‘indefinido’, referida al tiempo, como sin límite.

En cambio en la versión (b), la reiteración ‘horas y horas’ se sitúa delante,


también con sentido ‘indefinido’, garantizado por la expresión modal ‘En serio’. Y,
en punto y seguido, en frase nominal distinta, se repite un simple ‘horas’, de efecto
tajante absoluto, que alude, como en un grito, a la duración concreta de esas ‘horas’
especiales, interminables.

Las diferencias son notables y evidentes.

Los efectos, como los de la pintura impresionista, dependen de la aproximación


del lector a la trama del texto.

En el segundo ejemplo de (1) se pueden apreciar las diferencias entre el uso de los
pronombres en (a) y el uso de la reiteración en (b):

2. Le sentí en el borde de la ducha, justo Podía sentirlo de pie en el borde de la ducha,


detrás de mi sillón. Miraba a ver si estaba justo detrás de mi sillón, mirando a ver si
Stradlater. Le odiaba a muerte y nunca estaba Stradlater. Odiaba a muerte a Stradlater
entraba en el cuarto si él andaba por allí. La y nunca entraba en la habitación si Stradlater
verdad es que odiaba a muerte a casi todo andaba por allí. Odiaba a muerte a todo el
el mundo. mundo, o casi.
5.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 43 de 41

En este caso ‘Stradlater’ es el tema de un sentimiento de ‘odio’, pero en forma


de una emoción extremadamente violenta, ‘a muerte’, y entonces las diferencias
expresivas son claras:

o a. a ver si estaba Stradlater. Le odiaba a muerte y nunca entraba… si él


andaba por allí.

o b. a ver si estaba Stradlater. Odiaba a muerte a Stradlater y nunca entraba


… si Stradlater andaba por allí.

El sujeto odiado ‘Stradlater’ en (a) se oculta bajo la forma de los pronombres (le, él),
y en (b) se reitera, con fuerza, con violencia, porque se le odia ‘a muerte’.

La versión (b), con la violencia de la reiteración, transcribe, como si fuese una


onomatopeya, la violencia extrema de la emoción: ‘a muerte’.

En el tercer ejemplo de (1) las diferencias entre (a), con yuxtaposición, y (b), con
reiteración, también se refieren a un sentimiento.

El sentimiento del ejemplo siguiente es de SARCASMO, pero también, como en el


caso anterior, violento y extremo.

3. El primer bailarín no puede salir a El primer bailarín no puede salir a escena. Está
escena. Tiene una curda monumental. ¿A como una cuba. ¿Así que a quién llaman para
quién llaman para reemplazarle? A mí. Al reemplazarle? A mí, a mí es a quien llaman. Al
hijo del gobernador. puñetero hijito del gobernador.

En este caso las diferencias apreciables entre la versión (a) y la versión (b), con
reiteración, son las diferencias que uno puede sentir entre la simple ironía y el sarcasmo:

o a. ¿A quién llaman para reemplazarle? A mí. Al hijo del gobernador.

o b. ¿Así que a quién llaman para reemplazarle? A mí, a mí es a quien


llaman. Al puñetero hijito del gobernador.
5.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 44 de 41

El sentido fuertemente sarcástico de la versión (b) se manifiesta en la reiteración


y se corrobora en la distinta denominación con el adjetivo antepuesto ‘Al puñetero hijito
del…’ en (b) y ‘Al hijo del…’ en la versión (a).

Son estas diferencias de estilo las que nos ocupan.

Aquí tratamos de poner de manifiesto las diferencias de expresión y ‘sentido’ por


sus distintos procedimientos o exponentes o ‘maneras’ en el decir.

El asunto de la traducción es otro. Y cuál de las versiones sea más o menos fiel al
sentido original no es el propósito que nos ocupa.

Cambiando de tema nos vamos a referir al caso de (2) con dos versiones de
‘locuciones preposicionales’ alternativas en (a) y en (b).

(2)a. Por fin se largó, pero al cabo de (2)b. Al final se largó, pero después de
remolonear horas y horas. tomarse su tiempo, como de costumbre.

A la sorpresa literaria de ‘al cabo de’ en (a), frente al sentido más común y
ordinario de la propuesta ‘después de’, en (b), quizá haya que sumarle las restricciones
de uso general y territorial que se ponen de manifiesto en los diagramas siguientes:

 Primero, se confirma la intuición del uso más general y más común y ordinario
de la locución ‘después de’ (en azul) frente al uso raro y escaso de la alternativa
de (a) (en rojo).
5.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 45 de 41

 Segundo, el diagrama siguiente de CORPES de distribución territorial de las


manifestaciones de (a) pone de manifiesto su uso predominante en España.

Si sumamos estas dos observaciones podemos encontrar un motivo para la


elección de la versión (b), más general, más común y más extendida.

Veamos ahora el caso de (3) donde se advierte una elisión, por coordinación, de
algunos elementos conectivos en (a), que son difíciles de recuperar, y que se corrige en
(b).

(3)a. Como decía, es una de esas personas (3)b. Bueno, pues ella era una de esas personas
con las que da gusto hablar por teléfono, con las que siempre te apetece hablar por
pero me dio miedo llamarla, que teléfono. Pero tenía miedo de que contestaran
contestaran mis padres, y que se dieran mis padres y se enteraran de que estaba en
cuenta de que estaba en Nueva York y me Nueva York y de que me habían expulsado de
habían echado de Pencey. Pencey y todo eso.

También aquí pondremos de manifiesto las diferencias entre la versión (a) y la


versión (b), reiterando los enunciados fuera de contexto:

o a. ???me dio miedo llamarla, que contestaran mis padres, y que se dieran
cuenta de que estaba en Nueva York y ∆ me habían echado de Pencey.

o a. ???que se dieran cuenta de que estaba en … y ∆ me habían echado de


Pencey.
5.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 46 de 41

o b. tenía miedo de que contestaran mis padres y se enteraran de que


estaba en Nueva York y de que me habían expulsado de Pencey y todo
eso.

o c. !!!me dio miedo llamarla, que contestaran mis padres, y que se dieran
cuenta de que estaba en Nueva York y de que me habían echado de
Pencey.

o c. !!!que se dieran cuenta de que estaba en … y de que me habían echado


de Pencey

El inconveniente (único en este sentido) de la versión (a), fácil de encontrar en


textos menos cuidados, se debe a que se eliminan por coordinación (tal como
indicamos con el símbolo ∆) elementos difíciles de recuperar en la interpretación del
enunciado:

o a. que se dieran cuenta de que [(estaba en … ) y (me habían echado de)]

o b. que se dieran cuenta [(de que estaba en … ) y (de que me habían


echado de)]

Independientemente de la calificación cualitativa de la versión (a), es evidente


que parece preferible la versión (b) de (3), por los motivos que se deducen del contraste
entre las dos interpretaciones representadas mediante los paréntesis y corchetes.

En estos ejemplos de (4) nos encontramos ante distintos procedimientos de


expresión de la relación ‘adversativa’ (que denota oposición o contrariedad de sentido,
según el diccionario) entre las proposiciones de diferentes enunciados.

(4)a (4)b

1. Dormían en habitaciones separadas y Cada uno tenía su propia habitación y todo.


todo. Debían tener como setenta años cada Tenían los dos como setenta años y hasta
uno y hasta puede que más, y, sin embargo, puede que más. Pero se lo pasaban bomba con
aún seguían disfrutando con sus cosas. Un sus cosas, un poco a lo tonto, claro.
poco a lo tonto, claro.
5.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 47 de 41

2. Llevaba en el abrigo un prendido de Llevaba un prendido de orquídeas, como si


orquídeas como si volviera de una fiesta. volviera de una fiesta o algo así. Tenía como
Debía tener como cuarenta o cuarenta y cuarenta o cuarenta y cinco años, supongo,
cinco años y era muy guapa. Me encantan pero era muy guapa. Las mujeres me dejan sin
las mujeres. De verdad. No es que esté habla. De verdad. No es que esté obsesionado
obsesionado por el sexo, aunque claro que por el sexo ni nada de eso, aunque puedo
me gusta todo eso. ponerme bastante cachondo.

3. Volví al hotel andando. Cuarenta Volví al hotel andando todo el camino.


manzanas como cuarenta soles. No lo hice Cuarenta y una manzanas estupendas. No lo
porque me apeteciera caminar, sino hice porque me apeteciera andar ni nada de
porque no quería pasarme la noche entera eso. Fue porque no quería entrar y salir de otro
entrando y saliendo de taxis. taxi.

En el primer ejemplo contrasta el uso literal y explícito, de manera perifrástica, del


elemento coordinativo y de la expresión de adversatividad (y, sin embargo), en la versión
(a), frente a la forma sintética (pero) de (b), que reúne ambos sentidos de coordinación
y de adversativa, de manera seca y rotunda, en punto y seguido.

En el segundo ejemplo, en (a), se expresa solo coordinación (y), lo cual se ha de


entender, en lectura superficial como agregación (cuarenta años y guapa); aunque, por
el contexto de toda la situación, se ha de entender mejor en lectura adversativa
(cuarenta años pero guapa).

2. Llevaba en el abrigo un prendido de Llevaba un prendido de orquídeas, como si


orquídeas como si volviera de una fiesta. volviera de una fiesta o algo así. Tenía como
Debía tener como cuarenta o cuarenta y cuarenta o cuarenta y cinco años, supongo,
cinco años y era muy guapa. Me encantan pero era muy guapa. Las mujeres me dejan sin
las mujeres. De verdad. No es que esté habla. De verdad. No es que esté obsesionado
obsesionado por el sexo, aunque claro que por el sexo ni nada de eso, aunque puedo
me gusta todo eso. ponerme bastante cachondo.

En cambio, en (b) se expresa una única lectura ‘adversativa’ (cuarenta años pero
guapa) unívoca.

Las diferencias consisten en la ambigüedad de (a) frente a la univocidad de (b).


5.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 48 de 41

En casos como este, cuando la ambigüedad no está justificada por algún motivo de
‘doble sentido’ o expresión figurada, es preferible la expresión de un solo sentido
preciso, de sentido unívoco; y, por tanto, de (b), en este caso.

En el último caso de (4), que reiteramos para mayor comodidad, también se ponen
de manifiesto las diferencias con las respectivas expresiones aisladas.

3. Volví al hotel andando. Cuarenta manzanas Volví al hotel andando todo el camino.
como cuarenta soles. No lo hice porque me Cuarenta y una manzanas estupendas. No lo
apeteciera caminar, sino porque no quería hice porque me apeteciera andar ni nada de
pasarme la noche entera entrando y saliendo eso. Fue porque no quería entrar y salir de
de taxis. otro taxi.

También aquí pondremos de manifiesto las diferencias entre la versión (a) y la


versión (b), reiterando los enunciados fuera de contexto:

o a. No lo hice porque me apeteciera caminar, sino porque no quería


pasarme la noche entera entrando...

o b. No lo hice porque me apeteciera andar ni nada de eso. Fue porque no


quería entrar y salir de...

o c. No lo hice porque me apeteciera andar ni nada de eso. Lo hice porque


no quería entrar y salir de...

En este caso, a diferencia de lo que ocurre en el ejemplo anterior, la secuencia


yuxtapuesta de proposiciones en (b) recoge perfectamente el sentido adversativo
(pero) ordinario de (a).

El sentido adversativo de (b) se deduce de la contraposición entre la proposición


negativa ‘No lo hice porque’ y la proposición afirmativa ‘fue porque’.

También hubiera sido posible una versión hipotética (c), que reducimos y
contrastamos con la correspondiente (b):

o b. No lo hice porque… Fue porque...


5.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 49 de 41

o c. No lo hice porque... Lo hice porque...

En esta reducción de las expresiones se aprecian las diferencias entra la versión


literal de (c) y la más expresiva, rotunda, literaria de (b).

Parece bien fundada la preferencia por (b) que, de manera tan fina, acierta en esta
como en otras muchas intervenciones, por diferentes sentidos y motivos, estudiadas
hasta aquí.
5.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 50 de 41

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