¿SE PUEDEN CORREGIR Y/O TRATAR ESTOS TRASTORNOS MENTALES
DIRECTAMENTE EN LA BASE MOLECULAR? ¿CÓMO?
En la actualidad, no hay una erradicación a nivel molecular sobre enfermedades
mentales, ya que los diferentes métodos que se han desarrollado, tal es el caso de CRISPR/Cas9, que busca poder llevar nucleasas por medio de un plásmido con el objetivo de cortar una parte específica del AND, el causante de estos padecimientos, que apenas fue desarrollado en 2013, no se ha probado en humanos. La vía que actualmente se sigue, es la farmacogenética y farmacogenómica; la primera estudia la relación de las diferentes variaciones génicas y su relación con la respuesta a diferentes medicamentos y sus posibles efectos secundarios, es decir, el poder lograr un muy personalizado tratamiento sobre enfermedades dependiendo de la variabilidad de respuesta a los diferentes fármacos. Por otra parte, la farmacogenómica tiene como objetivo el análisis y compresión de la base genética de la enfermedad, definiendo blancos claros y marcadores moleculares, logrando evaluar la eficiencia de nuevos fármacos.
En 2005, cuando se logró el primer estudio de asociación del genoma completo
(GWAS-Genome-wide association study) con éxito, dentro de la psiquiatría se llevaron a cabo varios estudios, en los cuales se encontraron cerca de 100 GWAS para TDAH, autismo, trastorno afectivo bipolar, esquizofrenia, trastorno depresivo mayor, trastornos ansiosos, trastornos de personalidad y neurocognición. Como ejemplo: en esquizofrenia, por medio de un estudio GWAS se han determinado varios polimorfismos de nucleótido simple (SNP) en las regiones de los cromosomas 9p21, 16p12 y 10q21.
Explicando todo lo anterior, se logra comprender que con la administración de un
fármaco, se tendrá diferente reacción debido a la variabilidad genética de las enzimas encargadas de metabolizar los diferentes fármacos. En el caso de los medicamentos empleados para el manejo de la depresión y los episodios psicóticos, el metabolismo es efectuado por enzimas del citocromo P450 a nivel hepático, aunque también estos han sido encontrados en el riñón y cerebro, principalmente por CYP2D6, CYP1A2, CYP3A4 y CYP2C19. Dada la importancia de las principales enzimas del citocromo P450, las más importantes han sido secuenciadas y sometidas a procedimientos de clonación, identificando de esta manera las variantes genéticas más relevantes.
Por lo anterior, también debemos comprender otra variabilidad genética, la de
metabolismo lento y rápido, ya que en el caso del lento, se va a requerir una dosis más baja del fármaco a diferencia del rápido, donde se requieren dosis anormalmente altas para alcanzar el efecto deseado. Comprendiendo todo lo anterior, podemos entender que no hay una corrección molecular para las enfermedades mentales pero si tratamientos, que gracias a la farmacogenética y farmacogenómica variaran debido a que cada organismo responderá de diferentes manera a los diferentes sustratos, inhibidores e inductores que se administraran al organismo con el objetivo de disminuir los efectos ocasionados por la falla génica relacionada con los diferentes trastornos mentales así como para otras enfermedades.