UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE LA MIXTECA

“RIESGOS DE LOS TRABAJADORES AL OPERAR CON EL ASBESTO”

ERGONOMÍA
M.D. ELIZABETH DUARTE BELTRÁN

INGENIERÍA INDUSTRIAL
611-A
ALAN DAVID MARTÍNEZ CRUZ

H U A J U A P A N D E L E Ó N, O A X A C A, M A R Z O 2 0 1 8.

El asbesto es un mineral de origen natural
compuesto de silicio y oxígeno, que se puede clasificar
en dos grandes familias: las serpentinas, entre las
cuales está el crisotilo o asbesto blanco; y los
anfíboles, entre los cuales está el asbesto azul, las
antofilitas, amositas, tremolitas y actinolitas.
El asbesto al ser de origen natural no es
fabricado en un laboratorio, las mayores minas de
asbesto se encuentran en Canadá, en el departamento
de Antioquia en Colombia hay una mina a cielo abierto
y en Rusia también existen minas.
Este mineral contiene fibras naturales que
por sus características tecnológicas excepcionales,
como su inflamabilidad, buena resistencia mecánica,
buena resistencia a los ácidos y alcalinos, y
resistencia al paso de la electricidad y los
microorganismos, se ha utilizado en múltiples
aplicaciones de ámbitos tan variados, como en
construcción, industria y productos de gran consumo.
La denominación de “asbesto” se utiliza más
en América y el norte de Europa, mientras que la de
“amianto” se usa en los países mediterráneos. Cuando
hablamos de fibras de amianto, designamos un
conjunto de miles de fibrillas elementales sólidamente
unidas en forma de acceso agregados de fibras de
distintas longitudes o diámetros; éstos pueden
separarse con facilidad longitudinalmente en fibras
cada vez más finas hasta llegar a las fibrillas de
tamaño microscópico. Cada fibra está formada de
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RIESGOS DEL ASBESTO
miles de fibrillas. De un haz de un milímetro de
diámetro de amianto pueden salir unas 50,000 fibras
respirables. Por su pequeño tamaño y forma
permanecen como nubes invisibles durante largos
periodos de tiempo y pueden ser transportadas por
corrientes de aire hasta distancias considerables.
Aquí es donde reside la clave de la
peligrosidad del asbesto, las fibras no se ven, no se
notan, no se tocan, no se huelen, no tienen sabor, es
decir, son imperceptibles. Puede que haya billones en
el aire.
La inhalación de fibras de amianto puede dar
lugar a varias alteraciones y enfermedades, algunas
benignas como las placas pleurales y otras muy
graves como la asbestosis o distintos tipos de cáncer;
pero no todos los que han estado expuestos al asbesto
acabarán sufriendo una enfermedad por este hecho;
que se desarrolle ó no una enfermedad y el tipo de
enfermedad que se presente dependerá de factores
cómo: la intensidad, la frecuencia y la duración de la
exposición, el tipo de asbesto y las características de
las fibras, el tiempo pasado desde el inicio de la
exposición, la exposición al tabaco u otros agentes
cancerígenos.
El asbesto afecta principalmente el aparato
respiratorio, cualquier estructura de este aparato se
puede ver afectada: bronquios, alveolos o pleura, es
decir, el tejido que recubre los pulmones. Por ellos,
hablamos de patologías pleuro-pulmonar por asbesto.

Esta patología se conoce desde hace tiempo
y no hay duda sobre su relación con el asbesto, así, al
principio del siglo XX se describieron los primeros
casos de fibrosis pulmonar, asbestosis relacionados
con el amianto en trabajadores de hilaturas.
La patología pleuro-pulmonar por asbesto se
puede dividir en dos grandes grupos, la patología no
cancerosa y la cancerosa. Toda esta patología tiene
en común un periodo de latencia, es decir, el tiempo
que pasó entre el inicio de la exposición y la aparición
de la enfermedad bastante largo, que puede oscilar
entre 10 y 40 años o más. En muchos casos no existe
un tratamiento curativo sino simplemente paliativo, de
aquí la importancia de evitar como sea posible la
exposición al amianto.
El amianto se encuentra en casi todos los
sectores y procesos productivos, lo podemos
encontrar en el sector del ferrocarril, construcción,
en los vehículos, en barcos y aviones, textiles,
edificios, tuberías, calderas, sistemas de calefacción,
etc. Se ha dicho que el amianto, forma fibrosa de
varios minerales y silicatos hidratados de magnesio,
está presente en más de 3.000 aplicaciones de la
industria moderna: siderometalúrgica, eléctrica,
química, automovilística, naval, aeronáutica y textil.
También en la construcción, en la que destacan las
siguientes aplicaciones:
• Fabricación de paneles aislantes térmicos, de ruido
e ignífugos.
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RIESGOS DEL ASBESTO
• Fabricación de conductos de aire acondicionado y
aislamiento de tuberías y calderas de fluidos
calientes.
• Aglomerado con cemento (fibrocemento) en
fabricación de cubiertas, paramentos, tuberías,
depósitos, etc.
• Aplicación en forma de aerosol sobre superficies y
estructuras, como protección frente al fuego.
El Departamento de Salud y Servicios
Humanos (DHHS), la Organización Mundial de la Salud
(WHO) y la EPA han determinado que el asbesto es
carcinógeno para seres humanos.
Se sabe que respirar asbesto puede
aumentar el riesgo de cáncer en seres humanos. Hay
dos tipos de cáncer producidos por exposición al
asbesto: cáncer del pulmón y mesotelioma. El
mesotelioma es un cáncer de la pleura o del tejido que
envuelve la cavidad abdominal (el peritoneo). El
cáncer producido por el asbesto no aparece
inmediatamente, sino que se manifiesta después de
varios años. Los estudios en trabajadores sugieren
también que respirar asbesto puede aumentar las
posibilidades de contraer cáncer en otras partes del
cuerpo (estómago, intestino, esófago, páncreas y los
riñones), aunque esto es más incierto. La
identificación y el tratamiento tempranos de todo
cáncer pueden aumentar la calidad de vida y la
sobrevivencia de la persona.

¿Cómo interviene la ergonomía en la
utilización del asbesto?
Sin duda, la ergonomía forma parte de
infinidad de áreas donde se requiere mejorar el
ambiente laboral de los trabajadores, ya sea
implementando mejoras en los procesos o previniendo
y corrigiendo malas posturas, acciones, funciones,
utilización incorrecta de material y herramienta, etc.
La ergonomía puede actuar justificadamente
dentro del uso del asbesto, existen dos áreas de la
ergonomía donde su pueden aplicar diferentes
métodos para reducir el uso de este mineral en la
industria y en cualquier espacio donde se encuentren
restos de amianto. La primera es la ergonomía
preventiva y la segunda es la ergonomía correctiva.
Dentro de la ergonomía preventiva se
propone una solución antes de que el trabajador tenga
contacto con cualquier material o área donde haya
asbesto, incluso con las partículas. El empleador debe
facilitar al trabajador una mascarilla que proteja e
impida la respiración del asbesto durante su trabajo,
esta mascarilla evitará que se aspiren diminutas
partículas de polvo de asbesto, también el empleador
debe facilitar al trabajador guantes y lentes de
protección a la vista, así como también, agua o agua
con jabón con un pañuelo desechable para limpiar el
polvo de las piezas o el lugar donde se encuentre
cubierto de fibras de asbesto.
RIESGOS DEL ASBESTO
Si el empleador tiene la oportunidad de
brindar al trabajador una traje de protección diseñado
especialmente para este tipo de labores, sería una
aplicación ergonómica preventiva muy segura y
eficaz, pues estos trajes ya diseñados con un material
que evita el traspaso de cualquier partícula de
cualquier material, ayudarían al trabajador a rebajar
el porcentaje de asbesto que se puede adherir a sus
prendas o extremidades descubiertas del cuerpo.
Dentro de la ergonomía correctiva se
propone la siguiente solución: muchas veces al
término de la jornada laboral de los trabajadores
expuestos al asbesto, éstos no tienen la costumbre y
prevención de quitarse las prendas usadas o desechar
el traje de protección usado, tampoco ordenan las
mascarillas, lentes y guantes de protección y las dejan
en el lugar dónde ellos quieran; y tampoco optan por
asearse antes y después de tener contacto con el
asbesto, por lo tanto se propone implementar un
riguroso proceso de mantenimiento, aseo y desecho
del equipo de protección de los trabajadores, así como
implementar áreas de regaderas para el aseo
personal de los trabajadores después de tener
contacto con el asbesto.
BIBLIOGRAFÍA
 Roselli, María. La mentira del amianto: fortunas y
mentiras. Ediciones del Genal, 2010.
 Junta de Andalucía. Amianto: impacto sobre la salud y el
medio ambiente [online] Disponible en:
tusaludnoestaennomina.com/wp-
content/uploads/2014/06/Amianto-impacto-sobre-la-
salud-y-el-medio-ambiente.pdf [Consultado 10 Mar. 2018].