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TEMA 9

LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL (1931-1939)

T 9.A LA II REPÚBLICA
1. LA CONSTITUCIÓN DE 1931 Y EL BIENIO REFORMISTA.

Los partidos de la oposición presentaron las elecciones municipales del 12 de abril como un plebiscito
entre monarquía y república. El triunfo de las candidaturas republicanas en 41 de las 50 capitales de
provincia, condujo a la proclamación de la II república el 14 de abril de 1931.
En Madrid, los firmantes del Pacto de San Sebastián constituyeron un Gobierno Provisional, presidido
por Niceto Alcalá Zamora. Alfonso XIII renuncia y se exilia.
El Gobierno Provisional convoca elecciones a Cortes Constituyentes por sufragio universal masculino
para el 28 de junio. Elecciones que dieron la mayoría a la conjunción republicano-socialista: 250 de 464
diputados.
La constitución de 1931 fue muy avanzada y tuvo un carácter democrático y progresista. Estableció la
soberanía popular y la posibilidad de autonomía para algunas regiones.
Dio el predominio del poder legislativo, que residía en unas Cortes unicamerales; el poder ejecutivo al
Jefe de Gobierno y Consejo de Ministros. El presidente de la República: es el Jefe del Estado y lo
representa.
Introdujo el laicismo mediante la libertad religiosa, la separación de la Iglesia y el Estado, el matrimonio
civil y el divorcio. También el sufragio universal pleno, estableciendo el derecho de voto de la mujer.
Refleja los valores laicos e izquierdistas de la mayoría de las Cortes, pero creando profundas
discrepancias: la derecha la rechaza por la cuestión autonómica y religiosa.

EL BIENIO REFORMISTA
Tras la aprobación de la Constitución, Alcalá Zamora pasa a ser Presidente de la República y se forma un
gobierno de coalición de republicanos de izquierda y socialistas, presidido por Azaña.
Entre diciembre de 1931 y septiembre de 1933 impulsa un programa de reformas, con el fin de
modernizar y democratizar España.
1. La cuestión religiosa:
El objetivo era poner fin a la influencia de la Iglesia y secularizar la sociedad. Para ello suprimió el
presupuesto de culto y clero, secularizó de los cementerios y prohibió de enseñanza a las órdenes
religiosas. Se aprobó la “Ley de Congregaciones” y se expulsó a los jesuitas. Se produjeron Actos
anticlericales: incendio de edificios religiosos en mayo de 1931.
Las jerarquías eclesiásticas (Cardenal Segura) y muchos católicos muestran su antagonismo hacia la
República.
2. La reforma del Ejército:
El objetivo era crear un ejército profesional y democrático; además de poner fin a la macrocefalia,
modernizarlo técnicamente y subordinar los militares al poder civil. Para ello se aprobó la “Ley de Retiro
de la Oficialidad” que exigía juramento de fidelidad a la República y permitía jubilarse con sueldo
íntegro a los militares que lo desearan. Se clausuró la Academia Militar de Zaragoza, se reorganizaron las
regiones militares y se creó la Guardia de Asalto.
Los militares africanistas recibieron la reforma como una agresión a la tradición militar.
3. La reforma agraria:
Fue el proyecto de mayor envergadura de la Republica. Pretendía poner fin al latifundismo y el acceso
de los campesinos a la propiedad de la tierra. Para ello aprobó la “Ley de Reforma Agraria” que
establecía la expropiación de los latifundios y su reparto entre campesinos sin tierra.
De los problemas técnicos, indemnizar a los propietarios y asentar a los campesinos su aplicación se
encargaría el Instituto de Reforma Agraria (IRA) para resolver. El proceso de implantación fue muy
lento: doce mil familias entre 1932-34. Los grandes propietarios se opusieron a la reforma y los
campesinos quedaron decepcionados por la lentitud.
4. La reforma autonómica:
En Cataluña se redactó el Estatuto de Nuria, que fue recortado por las Cortes y aprobado en 1932.
Se constituyó la Generalitat de Cataluña, con Macià como primer presidente.
En el País Vasco el proceso fue más lento y complejo por la desconfianza inicial del PNV hacia la
República y por la cuestión de Navarra. Un proyecto inicial de Estatuto Vasconavarro, aprobado en la
Asamblea de Ayuntamientos en Estella (1931), fue rechazado por el gobierno debido a su carácter
confesional. En 1932, tras la Asamblea de alcaldes en Pamplona, Navarra se desvincula del proyecto.
El Estatuto Vasco, para las tres provincias vascongadas, no se aprueba hasta octubre de 1936: José
Antonio de Aguirre es el primer presidente.
5. La reforma educativa:
El objetivo fue extender la educación primaria a toda la población con un modelo de escuela mixta,
pública y laica. Se crearon diez mil escuelas y siete mil puestos de maestro, a los que se aumentó el
salario. En el plano cultural, las Misiones Pedagógicas llevaron la cultura al ámbito rural.
6. Las reformas laborales:
Impulsadas por Largo Caballero desde el Ministerio de Trabajo. Aprobó la “Ley de Contratos de Trabajo”
que regulaba la negociación colectiva.
La “Ley de Jurados Mixtos” creaba el poder de arbitraje en caso de desacuerdo. Se estableció la jornada
semanal de 40 horas.
LOS PROBLEMAS DEL BIENIO
El cambio de régimen coincidió con la fase más grave de la depresión económica mundial que
imposibilitó el crecimiento económico a la vez que las reformas polarizaron la vida social, asuntos que
supusieron un fuerte desgaste para el gobierno de coalición.
La impaciencia de los trabajadores por la lentitud de las reformas da lugar a una radicalización: La CNT
vio la ocasión idónea para su proyecto revolucionario y fomentó la conflictividad social (aumentaron las
huelgas y ocupaciones de tierras, hubo insurrecciones revolucionarias).
Las reformas disgustaron a las élites: propietarios agrarios, Iglesia, Ejército, empresarios. Sectores de
clases medias consideraron los cambios demasiado radicales. Los partidos de derecha se reorganizaron.
Fracasa el intento de golpe de Estado del general Sanjurjo (1932).
En otoño de 1933, la investigación de los hechos de Casas Viejas dio lugar a la dimisión de Azaña, la
ruptura del gobierno de coalición y la convocatoria de elecciones.
2. EL BIENIO RADICAL-CEDISTA

Tras la dimisión de Azaña por el asunto de Casas Viejas, Alcalá Zamora convocó elecciones en otoño de
1933. La CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) proponía tres puntos clave: revisión
de la Constitución, supresión de la reforma agraria y amnistía para los sublevados en 1932.
Los carlistas organizan el requeté y Falange se funda en 1933.
El Partido Radical recoge el descontento de clases medias republicanas.

Las elecciones fueron favorables a las candidaturas de derecha y de centro: La CEDA obtuvo 115
diputados y el Partido Radical 102. Se formó un gobierno monocolor del Partido Radical presidido por
Alejandro Lerroux, con el apoyo parlamentario de la CEDA.
El gobierno radical paralizó las reformas del periodo anterior: Se frena la reforma agraria y se
devuelven las tierras a la nobleza. Se votó un presupuesto para culto y clero. Se concedió la amnistía a
Sanjurjo y los sublevados en 1932. El gobierno Lerroux se enfrentó a la Generalitat por la Ley de
Contratos de Cultivo y paralizó el proceso del Estatuto vasco.

El viraje conservador trajo la radicalización del PSOE: Se impone el ala izquierda de Largo Caballero,
que fomenta las huelgas y conflictos.
La CEDA endurece su posición, exige una política de orden público y la entrada en el gobierno. Lerroux
accedió en octubre de 1934 y entregó tres carteras ministeriales a la CEDA, lo que desencadena la
revolución de octubre.

Revolución de octubre de 1934. La izquierda interpretó la subida al poder de la CEDA como una puerta
abierta hacia el fascismo, en un contexto europeo enrarecido: ascenso de Adolf Hitler al poder en
Alemania, en enero de 1933, dictadura católica de Dollfuss en Austria.
La UGT hizo un llamamiento a la Huelga General: En Asturias los mineros protagonizan una revolución
social. Hubo una alianza de socialistas, comunistas y anarquistas (UHP= Uníos Hermanos Proletarios).
Columnas de mineros armados tomaron la cuenca minera y sitiaron Oviedo.
El gobierno declaró el estado de guerra y envió al ejército de África, mandado por Franco, que puso fin
al levantamiento, con 1500 muertos.
En Cataluña, Lluís Companys, presidente de la Generalitat, proclamó la República Catalana, dentro de la
República Federal Española. El ejército (general Batet) ocupó la Generalitat.

Las consecuencias de la revolución de octubre fueron notables: Treinta mil presos, entre ellos Azaña,
Largo Caballero o Companys. La CEDA aumentó su influencia en el gobierno: partidaria de una política
más dura. Suspensión del Estatuto de Autonomía y de las instituciones catalanas. Bloqueo del Estatuto
de Autonomía vasco. La Ley Agraria deshacía algunas de las conquistas del bienio anterior.
Nombramiento de Franco como Jefe de Estado Mayor.
En julio de 1935 la CEDA presentó un anteproyecto de revisión de la Constitución: restricción de las
autonomías, abolición del divorcio, imposibilidad de expropiación de tierras. En otoño de 1935, crisis de
gobierno por los casos de corrupción que salpicaron al Partido Radical: Escándalo del estraperlo (ruleta
trucada) y caso Nombela, de malversación de fondos. Suponen el fin de la coalición y del gobierno de
Lerroux.
3. El Frente Popular y los antecedentes de la Guerra Civil
Alcalá Zamora disolvió las Cortes y convocó elecciones para el 16 de febrero de 1936. Estas mostraron la
polarización de opinión pública española. Hay una clara división en dos bloques:
La IZQUIERDA unida en el Frente Popular, se presentó como una alianza democrática para detener el
fascismo. Reunía a republicanos de izquierda, socialistas y comunistas. Tenía un programa común
reformista: amnistía para los presos del 34, reincorporación de represaliados, aplicación de la legislación
reformista suspendida. Por primera vez la CNT no pidió la abstención: libertad de voto.
La DERECHA no se pudo presentar unida.
El Frente Popular ganó con un 48% de los votos. La derecha obtuvo el 46,5% y el centro el 5,4%:
La derecha se impuso en las dos Castillas, León, Navarra y parte de Aragón.
El Frente Popular en las grandes ciudades, zonas industriales, litoral, Extremadura y Andalucía.
Se formó un gobierno monocolor republicano, con apoyo parlamentario del resto de grupos de la
coalición: Azaña pasó a ser presidente de la República y Casares Quiroga jefe de Gobierno.
Se puso en marcha el programa reformista: amnistía, readmisión de los despedidos. Se restableció la
Generalitat y se reanudaron los procesos de los estatutos del País Vasco y Galicia. Se dio continuación a
la reforma agraria y se intensificó el desarrollo de la política educativa.
Aumenta la radicalización política. La izquierda revolucionaria lanza la movilización popular: anarquistas
y ala izquierda del PSOE, dirigida por Largo Caballero. Se producen huelgas obreras y ocupaciones de
tierras en el campo. Quema de edificios religiosos.
Las derechas reciben la situación con absoluto rechazo: Cierre de fábricas y expatriación de capitales.
Falange fomenta un clima de crispación y enfrentamiento civil.
Menudean los desórdenes públicos y la violencia: enfrentamientos armados. En este clima se va a
imponer la voluntad golpista de un sector del ejército: La noche de las elecciones Franco propuso la
declaración del Estado de guerra.

Antecedentes del golpe.


En principio fue la consecuencia directa del fracaso de un golpe de Estado, el del 18 de julio de 1936, en
un momento de máxima tensión y polarización políticas. En el fondo, es el resultado de la crisis social,
política y religiosa interminable que sufría España desde finales del siglo anterior.
Tras las elecciones de 1936 se inicia la conspiración militar, dirigida por Mola. Preveía un levantamiento
militar en todas las guarniciones, con especial importancia de Madrid y Barcelona. También previó un
posible fracaso y el avance de las tropas desde el norte y desde el sur para conquistar Madrid.
Ante los rumores de golpe de Estado, el gobierno envió a destinos alejados a militares dudosos: Franco a
Canarias, Goded a Baleares, Mola a Navarra.
La conspiración contaba con diferentes apoyos: Las fuerzas políticas de la derecha. La Italia fascista y la
Alemania nazi. El soporte financiero de una trama civil de importantes terratenientes y banqueros,
como Juan March. El apoyo de fuerzas paramilitares (Requeté carlista y de Falange).
El asesinato del dirigente monárquico Calvo Sotelo, en respuesta al del teniente Castillo, aceleró los
planes para aprovechar el impacto emocional, se fijó la fecha del 18 de julio.
El levantamiento militar se inició en el protectorado de Marruecos el 17 de julio y el 18 en la Península;
el fracaso del golpe dio lugar a una guerra civil de tres años.

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