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ENCUENTRO CON EL AMOR DE DIOS

Jornada mundial de la vida consagrada


Iglesia de san Sebastián 31-1-18

CANTO DE SILENCIAMIENTO
BENDICIÓN DE LAS CANDELAS (encendemos las candelas y las bendecimos)
Oremos:
Oh Dios, fuente y origen de toda luz,
que has mostrado hoy a Cristo, luz de todas las naciones,
al justo Simeón;
dígnate bendecir estos cirios;
acepta los deseos de tu pueblo
que, llevándolos encendidos en las manos,
se ha reunido para cantar tus alabanzas,
y concédenos caminar por la senda del bien,
para que podamos llegar a la luz eterna.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

SALMO CON SED DE DIOS


1. Dios, Dios mío, yo te busco y no te encuentro;
sed de ti tiene mi pobre y alocado corazón;
te busco y me siento con frecuencia defraudado,
porque mi alma se levanta como tierra reseca, sin agua.

2. Tengo sed de ti: de tu amor y lealtad sinceros;


tengo sed de ti: de tu verdad y sinceridad;
tengo sed de ti: de tu justicia y fidelidad;
tengo sed de ti: de tu amor y misericordia.
Te busco, como la flor tiende al sol por la mañana;
te busco, como el río se alarga hasta el mar;
te busco, como la semilla crece y camina en libertad;
te busco, como el niño chiquito, la protección de su madre.

1. Tu amor, Señor, es vida; es mejor que mi propia vida;


tu rostro irradia la luz de tu gracia y verdad;
tus manos están abiertas al perdón y la acogida;
todo tu ser es fuerza de salvación para el hombre.
Empapa, oh Dios mío, mi corazón de tu bondad;
rocíame con la lluvia suave de tu ternura;
deja caer tu amor sobre mí como rocío de la mañana;
y abre mis labios para que te cante con labios jubilosos.

2. En las noches, cuando en soledad me encuentro, pienso en ti;


Y mi corazón hace camino hacia la luz de tu mirada;
tú llenas mi noche, tú das sentido a mi existencia,
y eres para mí como amigo bueno que me acompaña.
Por ti vigilo; por ti mi corazón no duerme
por ti estoy como centinela esperando tu llegada;
por ti mi corazón vuela hasta tocar tu rostro;
por ti mi alma se aprieta contra ti, buscándote en mi alma.
1. Líbrame, Señor, de los ídolos que gritan, como en ferias,
mercancías, baratijas, saldos viejos, hojarasca;
líbrame, Señor, de los dioses que disputan mi existencia
y que buscan manipular mi vida y deshacerla en sus garras.
Oh, Dios, mi corazón joven te busca, fascinado y apasionado,
porque sólo en ti hay respuesta a lo largo del camino;
te busco, después de dejar atrás cosas vacías que encontré
y que ahora, son para mí nada, ante ti, que eres mi
Tesoro escondido.

2. Tengo sed de ti, de tu pan y de tu palabra de vida;


tengo sed de ti, de la verdad de tu Evangelio;
tengo sed de ti, de comunión con tu Iglesia;
tengo sed de ti, de la fuerza de tu Espíritu.
Te busco, con mi comunidad al lado, que también busca;
te busco, con los hermanos que caminan conmigo como amigos;
te busco, y sé que estás vivo, presente entre nosotros,
que en tu nombre, Señor Jesús, nos hemos reunido.

LECTURA BÍBLICA: Lc 2,22-40

SILENCIO PERSONAL

ORACIÓN COMPARTIDA

ENVÍO A VIVIR NUESTRA VOCACACIÓN (De pie y con las velas encendidas)

Hermanos os envío en el nombre del Señor, con la fuerza de su Espíritu: Sed testigos de su
amor en medio de su pueblo. Armonizad vuestra vida con la dignidad de vuestra vocación.
Sed, de nombre y de hecho, siervos y siervas del Señor a imitación de la Madre de Dios. Sed
íntegros e íntegras en la fe, firmes en la esperanza, fervientes en la caridad. Sed prudentes y
vigilantes. Cuidad, en la humildad del corazón, el gran tesoro que os ha sido concedido.
Alimentad vuestra vida con el cuerpo de Cristo, fortificadla con el ayuno y la penitencia,
alimentadla con la meditación de la Palabra, con la oración frecuente y con las obras de
misericordia. Ocupaos de las cosas del Señor, vuestra vida esté escondida con Cristo en Dios.
Interceded incesantemente por la propagación de la fe y la unidad de los cristianos.
Acordaos de los que, olvidando el amor del Padre, se han alejado de Él, para que Él los salve
en su misericordia. Recordad que estáis al servicio de la iglesia y de los hermanos, amad a
todos y preferid a los pobres, socorredlos según vuestras posibilidades. Dad a todos la
caridad de la verdad, proteged a los niños, apoyad a los jóvenes, ayudad a los ancianos,
consolad a los que lloran, vuestra luz resplandezca ante a los hombres.
Haced la voluntad de Dios como y con Jesús, su Hijo, cooperando con amor a la llegada de Su
reino en el mundo, para que Cristo sea vuestro gozo.

PADRENUESTRO

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