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Como ejemplo, si tenemos ℓ=0, el valor del número cuántico magnético (mℓ) es
de 0.
Si el valor de ℓ=1, los valores de mℓ pueden ser de -1,0 y +1. El valor de ℓ=1
corresponde al subnivel “p” y en este caso nos indica que tiene 3 orbitales que
se designan de la siguiente manera: px, py y pz.
NÚMERO CUÁNTICO ESPÍN: ms
El número cuántico espín, representado de esta manera ms, nos permite conocer
el sentido de rotación del electrón en su propio eje dentro de un orbital. Los
valores que puede tener son dos, ya que solo puede tener dos posibilidades de
giro, y son -1/2 o +1/2. cabe destacar que en cada orbital solo puede tener un
máximo de dos electrones con espines diferentes.
(http://significadodelosnumeros.com/significado-numeros-cuanticos/)
CONFIGURACIÓN ELECTRÓNICA
La configuración electrónica del átomo de un elemento corresponde a
la ubicación de los electrones en los orbitales de los diferentes niveles de
energía. Aunque el modelo de Schrödinger es exacto sólo para el átomo de
hidrógeno, para otros átomos es aplicable el mismo modelo mediante
aproximaciones muy buenas.
La flecha indica el valor del cuarto número cuántico, el de spin: para +1/2: y
para –1/2, respectivamente:
Para el Boro el quinto electrón se sitúa en un orbital 2p y al tener los tres orbitales
2p la misma energía no importa cuál de ellos ocupa.
En el carbono el sexto electrón podría ocupar el mimo orbital que el quinto u otro
distinto. La respuesta nos la da:
la regla de Hund: la distribución más estable de los electrones en los subniveles
es aquella que tenga el mayor número de espínes paralelos.
Los electrones se repelen entre sí y al ocupar distintos orbitales pueden situarse
más lejos uno del otro. Así el carbono en su estado de mínima energía tiene dos
electrones desapareados, y el nitrógeno tiene 3.
El neón completa el nivel dos y al igual que el helio tiene una configuración
estable.
Lo mismo ocurre a partir del elemento Sc (Z = 21) [Ar] 3d1 4s2. El último electrón
no se agrega al subnivel 4p, sino al 3d, como lo indica el orden energético. Lo
mismo sucede con las configuraciones de los elementos Ti (Z = 22) y V (Z = 23).
Con el cromo (Cr Z = 24) surge otra aparente anomalía porque su configuración
es [Ar] 3d5 4s1. La lógica de llenado habría llevado a [Ar] 3d4 4s2, sin embargo,
la distribución fundamental correcta es la primera. Esto se debe a que el
semillenado de orbitales d es de mayor estabilidad, puesto que su energía es
más baja.
Con el cobre Cu Z = 29 sucede algo similar al cromo, puesto que su configuración
fundamental es [Ar] 3d10 4s1. La configuración [Ar] 3d9 4s2 es de mayor
energía. La configuración con 10 electrones en orbitales d, es decir, el llenado
total de estos orbitales es más estable.
(http://apuntesquimica.weebly.com/nuacutemeros-cuaacutenticos.html)