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¿QUÉ ES?
El ciclo del carbono es un ciclo biogeoquímico por el cual el carbono se intercambia
entre la biosfera, la litosfera, la hidrosfera y la atmósfera de la Tierra. Los
conocimientos sobre esta circulación de carbono posibilitan apreciar la intervención
humana en el clima y sus efectos sobre el cambio climático.
Suele considerarse que este ciclo está constituido por cuatro reservorios principales
de carbono interconectados por rutas de intercambio. Los reservorios son la
atmósfera, la biosfera terrestre (que, por lo general, incluye sistemas de agua dulce
y material orgánico no vivo, como el carbono del suelo), los océanos (que incluyen
el carbono inorgánico disuelto, los organismos marítimos y la materia no viva), y los
sedimentos (que incluyen los combustibles fósiles). Los movimientos anuales de
carbono entre reservorios ocurren debido a varios procesos químicos, físicos,
geológicos y biológicos. El océano contiene el fondo activo más grande de carbono
cerca de la superficie de la Tierra, pero la parte del océano profundo no se
intercambia rápidamente con la atmósfera.
IMPORTANCIA
El ciclo del carbono es uno de los ciclos biogeoquímicos más complejos y es crucial
para el equilibrio de la Tierra al ser el carbono el principal componente de la materia
de los seres vivos. Asimismo, el dióxido de carbono influye en el clima del planeta,
ya que atrapa parte de la radiación del Sol y así el calor se mantienen constante e
idóneo para la supervivencia. Sin embargo, en las últimas décadas los niveles de
dióxido de carbono han aumentado bastante, debido principalmente a la quema de
combustibles fósiles, lo que ha contribuido al fenómeno conocido como
calentamiento global, y subsecuentemente, al cambio climático.
TIPOS DE CICLOS
Ciclo biológico
Comprende los intercambios de carbono (CO2) entre los seres vivos y la atmósfera,
es decir, la fotosíntesis, proceso mediante el cual el carbono queda retenido en las
plantas y la respiración que lo devuelve a la atmósfera. Este ciclo es relativamente
rápido, estimándose que la renovación del carbono atmosférico se produce cada 20
años.
Ciclo biogeoquímico
Regula la transferencia de carbono entre la Hidrósfera, la atmósfera y la litosfera
(océanos y suelo). El CO2 atmosférico se disuelve con facilidad en agua, formando
ácido carbónico que ataca los silicatos que constituyen las rocas, resultando iones
de bicarbonato. Estos iones disueltos en agua alcanzan el mar, son asimilados por
los animales para formar sus tejidos, y tras su muerte se depositan en los
sedimentos. El retorno a la atmósfera se produce en las erupciones volcánicas tras
la fusión de las rocas que lo contienen. Este último ciclo es de larga duración, al
verse implicados los mecanismos geológicos. Además, hay ocasiones en las que la
materia orgánica queda sepultada sin contacto con el oxígeno que la descomponga,
produciéndose así la fermentación que lo transforma en carbón, petróleo y gas
natural.
ALMACENAMIENTO
El almacenamiento del carbono en los depósitos fósiles supone en la práctica una
rebaja de los niveles atmosféricos de dióxido de carbono. Si estos depósitos se
liberan, como se viene haciendo desde hace tiempo con el carbón, o más
recientemente con el petróleo y el gas natural, el ciclo se desplaza hacia un nuevo
equilibrio en el que la cantidad de CO2 atmosférico es mayor; más aún si las
posibilidades de reciclado de este se reducen al disminuir la masa boscosa y
vegetal.
EXPLOTACIÓN
La explotación de combustibles fósiles para sustentar las actividades industriales y
de transporte (junto con la deforestación) es hoy día una de las mayores agresiones
que sufre el planeta, con las consecuencias por todos conocidas: cambio climático
(por el efecto invernadero), desertificación, etc.
ACEITES CRUDOS
El aceite que proviene de un yacimiento, después de separarle cualquier gas
asociado y procesado en una refinería; a menudo se le conoce como crudo.
Los aceites crudos son combustibles fósiles que se redefinen y separan
adicionalmente en un vasto rango de productos del consumidor, desde gasolina
hasta plásticos.
Los aceites crudos así obtenidos se pueden someter a las operaciones siguientes:
1) Decantación.
2) Desalado.
3) Deshidratación.
4) Estabilización para regular la presión de vapor.
5) Eliminación de fracciones muy ligeras para reinyectarlas en el yacimiento con
objeto de mejorar el drenaje y mantener la presión.
6) Adición de hidrocarburos recuperados previamente por métodos físicos durante
los trabajos contemplados anteriormente (excepto cualquier otra adición de
hidrocarburos).
7) Cualquier operación de mínima importancia que no modifique el carácter esencial
del producto.
El aceite crudo se destila normalmente a presión atmosférica para, posteriormente,
pasar a destilarlo a vacío; se obtienen así destilados a vacío y fracciones residuales
que pueden ser refinadas posteriormente a aceite mineral base.
CLASIFICACIÓN
Petróleos parafinicos:
Predominan los hidrocarburos saturados o parafínicos (75%)
Son muy fluidos de colores claros y bajo peso específico.
Elevados rendimientos de naftas, bajo contenido de azufre y poseen altos
puntos de congelación.
Por destilación producen abundante parafina y poco asfalto.
Útiles para obtener gasolina, solventes para pinturas, entre otros.
Petróleos asfaltenicos:
Elevado rendimiento de residuos.
Alto contenido de azufre y metales.
Alta viscosidad.
Por destilación producen un abundante residuo de asfalto.
Petróleos de base mixta
Composición de bases intermedias, formados por toda clase de
hidrocarburos: parafínicos, nafténicos, aromáticos y asfalténicos.
La mayoría de los yacimientos mundiales son de esto tipo.
Crudo ecuatoriano: Oriente y Napo.