La interculturalidad hace referencia a la relación, al dialogo, a la interacción dinámica
entre culturas (Jiménez, 2005: 96) Según Catherine Wash (2005: 10-11) la intercultural es: 1. Un proceso dinámico y permanente de relación, comunicación y aprendizaje entre culturas en condiciones de respeto, legitimidad e igualdad.
2. Un intercambio que se construye entre personas, conocimiento, saberes y
prácticas culturalmente distintas, buscando desarrollar un nuevo sentido de convivencia de estas en su diferencia.
3. Un espacio de negociación y de traducción donde las desigualdades sociales,
económicas y políticas, y las relaciones y los conflictos de poder de la sociedad no son mantenidos ocultos sino reconocidos y confrontados.
4. Una meta por alcanzar.
Xavier Albó nos proporciona una definición sencilla de interculturalidad:
interculturalidad es, ante todo, cualquier relación entre personas o grupos sociales de diversa cultura. Naturalmente, en relaciones entran también en juego las identidades de los diversos participantes (Albo y romero 2005:29) Como concepto y práctica, la interculturalidad significa “entre culturas”, pero simplemente un contacto entre culturas, sino un intercambio que se establece en términos equitativos, en condiciones de igualdad. Además de ser una meta por alcanzar, la interculturalidad debería ser entendida como un proceso permanente de relación, comunicación, valores y tradiciones distintas, orientadas a generar, construir y propiciar un respeto mutuo y a un pleno de las capacidades de los individuos, por encima de sus diferencias culturales y sociales. Wash (2005:4). La interculturalidad se puede desarrollar en el ámbito interpersonal, conceptual u estructural. En el ámbito interpersonal, la interculturalidad se en actitudes y conductas de aceptación tanto de la propia identidad cultural como también del otro culturalmente distinto, que favorezcan la convivencia. Este ámbito es desarrollado por la educación. En el ámbito conceptual, se da en el campo académico y filosófico, produciendo nuevas transformaciones o síntesis culturales productos de los intercambios culturales, que puede influir en la construcción y legislación de una nueva sociedad. La interculturalidad en el ámbito estructural, se puede dar en las nuevas modalidades que adquieren las instituciones y estructuras sociales estatales, que faliten las relaciones interpersonales de convivencia. Los tres ámbitos contribuirán a una verdadera relación intercultural en las sociedades actuales (Albó y Barrios, 2006:50). Es decir, mientras que en los procesos de la interculturalidad, a nivel personal, se enfoca en la necesidad de construir relaciones entre iguales, a nivel social se enfocan en la necesidad de transformar las estructuras de la sociedad y las instituciones que las soportan, haciendo sensibles a las diferencias culturales y a la diversidad de prácticas culturales (educativas, jurídicas, de medicina salud, etc.) Que están en pleno ejercicio (Walsh, 2005: 10). En la interculturalidad participan el polo de la propia identidad y el polo del otro distinto, es decir se establece una relación entre el yo y el tú, entre el nosotros cultural y el otro cultural. El polo de la propia identidad permite fortalecer las raíces culturales y la estructura interna persona y grupal, a través de la relación con la familia, el país, el género, la clase social y el grupo cultural así formando un nosotros. En cambio el polo del otro distinto permite la apertura hacia afuera, hacia los distintos por su género, partido o cultura, que incluso son desconocidos. Al ir al encuentro del otro distinto y conocido, y entrar en comunicación con ellos Por otra parte el término interculturalidad hace referencia a la interacción entre culturas, de una forma respetuosa, donde se concibe que ningún grupo cultural esté por encima del otro, favoreciendo en todo momento la equidad y convivencia entre culturas. En las relaciones interculturales se establece una relación basada en el respeto a la diversidad y el enriquecimiento mutuo; sin embargo no es un proceso exento de conflictos, estos se resuelven mediante el respeto, el diálogo, la escucha mutua, la concertación y la sinergia. Por supuesto, la interculturalidad está sujeta a variables como: 1. Diversidad, definición del concepto de cultura. 2. Obstáculos comunicativos como la lengua, políticas poco integradoras de los Estados. 3. Jerarquizaciones sociales marcadas, y/o sistemas económicos excluyentes, etc. Es decir que la interculturalidad se ha utilizado para la investigación de problemas comunicativos entre personas de diferentes culturas y en la discriminación de etnias, principalmente. Otros ámbitos de los estudios interculturales son aplicados en el ámbito de la educación, los estudios de mercado y su aplicación en el diseño de políticas en salud y educación. Según Almaguer, Vargas y García (2007), la interculturalidad del siglo XXI tiene referentes precisos en los modelos de comunicación de masas en los Estados Unidos en la década de 1950, los modelos de comunicación intercultural y migración en España y la integración Europea, cuyo principal teórico es Miquel Rodrigo Alsina, investigador de la comunicación en la Universidad Autónoma de Barcelona.