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TEMA 38

REVOLUCIÓN INDUSTRIAL E INDUSTRIALIZACIÓN.

1. LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL: PRIMERAS ETAPAS, TEORÍAS Y ANÁLISIS.

La Revolución industrial se define como un proceso de cambio constante y


crecimiento continuo en el que intervienen máquinas, descubrimientos teóricos, capitales y
transformaciones sociales, todo acompañado de una renovación en la agricultura que permite
el desplazamiento de una parte de la población de una parte de la población campesina a las
ciudades. Este concepto de Revolución Industrial pertenece a Auguste Blanqui, aunque
concepciones similares son utilizadas por Engels, Pierre Vilar, Arnold J. Toynbee, Thomas
Carlyle, etc. Desde el punto de vista de la Geografía, definimos Industria como un conjunto
de los procesos técnicos que hacen posible la transformación de un producto primario en otro
elaborado previamente diseñado.

PRIMERAS ETAPAS

El historiador español Víctor Morales Lezcano, en su obra “Historia universal


contemporánea” (2009), divide los inicios de la Revolución Industrial:

 1750-1792. Periodo de aceleración industrial.

A mediados del s. XVIII comienza la Revolución Industrial en Gran Bretaña,


caracterizada por el desarrollo de la Industria textil, las mejoras de Watt incorporadas a la
máquina de vapor y el crecimiento de la industria metalúrgica. Se desarrolla en Gran Bretaña
debido a una serie de gobiernos estables, a guerras llevadas a cabo por profesionales que no
dañan la economía, a un comercio en expansión, y a una clase media que puede optar a un nivel
de vida superior y aspirar a ser mejor valorada. Adam Smith publicó “Teoría de los
sentimientos morales” y “La riqueza de las naciones”, este economista escocés, fundador de
la ciencia económica y de la Escuela clásica de Economía, sostiene que la riqueza de un país
tiene origen en el trabajo, cuyo nivel de eficacia será mayor gracias a la división y
especialización del trabajo, y cuyo nivel de demanda aumentará con la aplicación del principio
de la libertad de comercio por medio de la política librecambista.

 1792-1815. Periodo de las guerras napoleónicas.

Con las guerras napoleónicas la Revolución Industrial se vio afectada por la economía
de guerra; como consecuencia se desarrollaron la industria armamentística, naval y textil.
Surgen modificaciones en las reglamentaciones legales como la supresión del sindicalismo. A
medida que la máquina de vapor sustituyó a la rueda hidráulica como fuente de energía, el

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trabajo se concentró a las ciudades, dando lu8gar a zonas urbanas que presentan viviendas
de un nivel de calidad muy bajo.

 1815-1851. Periodo de Waterloo a la Gran Exposición.

Las naciones europeas intentan seguir a Gran Bretaña en relación a los avances de su
industria. Se desarrolló el ferrocarril con una ampliación de su red de comunicaciones, siendo
el avance tecnológico promovido por Gran Bretaña mas significativo de la época, seguido de
Estados Unidos. Los inventores americanos destacaron rápidamente en la tardea de patentar
diversos medios para ahorrar fuerza de trabajo. Esto se hizo evidente en la Gran Exposición
de 1851, donde los americanos llamaron la atención con su segadora McCormick, la máquina
de coser y el revolver Colt.

 1851-1871. Periodo de luchas nacionalistas.

Este periodo se denomina así porque coincide con la guerra civil estadounidense y
diversas guerras europeas. En esta época Gran Bretaña se convirtió en el taller del mundo,
vendía todo lo que fabricaba y mantenía la supremacía en la industria textil. La invención del
acero barato (gracias a los procedimientos de Bessemer, Siemens, etc.), permitió a Gran
Bretaña forjar y trabajar un nuevo material y aplicarlo en la construcción de railes para el
transporte ferroviario. John Stuart Mill publicó “Primarios de Economía Política”, donde pone
en duda que el progreso hubiera disminuido las penalidades de los obreros; de hecho, estos
tuvieron que esperar unos años para ver sus salarios incrementados.

 1871-1900. La época del materialismo.

Hacia 1900 el ferrocarril había cuadruplicado su red con el fin de unir las grandes
zonas continentales con los numerosos puertos en los que atracaban los buques de vapor, y a
los cuales el Canal de Suez proporcionó una ventaja importante sobre los veleros en relación
al transporte intercontinental. El consumo mundial del carbón se incrementó muy rápido,
mientras que la sustitución del hierro por el acero como material básico en construcción de
máquinas, barcos y edificios contribuyó a la durabilidad de los bienes de la industria pesada.
Surgen nuevas técnicas, y se introduce el motor de combustión interna, que va a proporcionar
nuevas comodidades en el transporte.

TEORÍAS Y ANALISIS

Walter Whitman Rostow formuló el mayor análisis realizado sobre la Revolución


Industrial; en él, muestra las etapas por las que todas las sociedades atraviesan en su proceso
de industrialización y examina las condiciones previas para que ésta tenga lugar. Las fases
son:

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 La sociedad tradicional. Existe un predominio de una economía agraria de
autosubsistencia de baja productividad, escasez de inversiones productivas,
mantenimiento de una estructura sociopolítica estática. La ciencia y la técnica se
encuentran en fase prenewtoniana.

 Condiciones previas para el impulso inicial. Solo se dieron en determinados países:


incremento del capital; incremento de inversión; existencia de recursos energéticos
(como el carbón); importantes transformaciones culturales, sociales y políticas, que
pusieron en marcha el capitalismo industrial; mejora de la ciencia moderna, que
comenzó a tener aplicaciones prácticas en la agricultura y en la industria.

 El impulso inicial (Take off). Se superan todos los obstáculos del crecimiento
permanente y tiene lugar un aumento de la inversión por encima del 10% de la renta
nacional; el trasvase de mano de obra del sector primario al secundario, según la ley
de Petty-Clark; el desarrollo de un marco político-social dominado por la nueva
burguesía capitalista; importante desarrollo tecnológico.

 La madurez. Difusión del crecimiento económico y las mejoras técnicas. Amplía su


radio de acción, tanto física como técnicamente, lo que permitía desarrollar industrias
complementarias, por ejemplo, la industria metalúrgica, se deriva la industria
siderúrgica, química, mecánica y eléctrica. Según Rostow, esta fase sería la de la
sociedad de consumo de masas (última fase).

2. LOS CONDICIONANTES FINANCIEROS Y TÉCNICOS.

LA SITUACIÓN DE PARTIDA: ECONOMÍA DEL ANTIGUO RÉGIMEN.

La economía del Antiguo Régimen del siglo XVIII presentaba las siguientes características:

Predominio de la agricultura, el modelo feudal continuó siendo dominante. Entre sus


características: baja productividad por hectárea; uso de utillaje rudimentario, nula inversión
de capital en la agricultura; escaso empleo de abonos biológicos; destinada al autoconsumo;
cultivos de carácter alimenticio (trigo, cebada, etc.).

Escasa importancia de la industria, excepto en Inglaterra, se continúan las viejas formas


de organización industrial como el artesanado. Las normas gremiales se encargaban del
control de la producción y de los precios de los productos. Al artesanado se le añade el
sistema inglés “putting out system”, trabajo realizado en el campo o en las ciudades por
gentes de poca preparación en sus dominios, después un comerciante recoge la producción y,
a cambio, les pagaba un dinero, según la cantidad producida. Otro modo de producción es la
manufactura, en ella el comerciante pone la materia prima, el utillaje y el local, y los obreros
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trabajaban a cambio de un jornal. Se diferencia del trabajo en fábricas en que el nivel
tecnológico es muy bajo.

Importante comercio internacional de base mercantilista. En siglo XVIII contemplo un


importante desarrollo del comercio mundial. En 1700 los países occidentales eran conscientes
de que el comercio se encontraba en América, por lo que tuvieron que desarrollar una
poderosa flota. Por este motivo, muchos historiadores, incluido John Lynch consideran que
antes de la Revolución Industrial, se produjo una revolución comercial y marítima. El comercio
del siglo XVIII fue un medio de enriquecimiento nacional, aumentó el volumen y la variedad
de productos en mercado y originó la acumulación de capital con la que posteriormente pudo
llevarse a cabo la Revolución Industrial.

Escaso desarrollo del sector financiero. Este hunde sus raíces en el siglo XVII, cuando
Holanda e Inglaterra desarrollaron un complejo aparato económico que se manifiesta con la
aparición de la Bolsa, de las primeras casas de cambio y del primer banco central (Banco de
Ámsterdam, 1609).

CONDICIONANTES FINANCIEROS: CAPITAL Y BANCA.

El cambio industrial y económico requirió fuertes sumas de capital, lo que trajo consigo el
desarrollo de la Banca y de la organización del crédito. La moneda metálica seguía existiendo,
pero había mayor demanda de ella, y hasta mediados del siglo XIX, con el descubrimiento de
nuevos yacimientos de estos metales, no se producían en cantidad suficiente como para
satisfacer al mercado. Se emitía también pape-moneda o moneda fiduciaria a cargo de bancos
de emisión con garantía estatal. Este papel-moneda era convertible en monedas de oro o plata
en cualquier momento. De hecho, los bancos estaban obligados a mantener una reserva de
oro y plata para garantizar dicha conversión y facilitar así su empleo.

CONDICIONAMIENTOS TECNICOS: EL MAQUINISMO.

La aparición de la fábrica moderna, y con ella la Revolución Industrial, tuvo lugar a mediados
del siglo XVIII en Gran Bretaña, y supuso la incorporación de la maquina al proceso de
producción. Hasta ese momento, el hombre solo había utilizado herramientas; el instrumento
se hace hábil cuando gracias a u movimiento mecánico reproduce el trabajo humano, y el
motor aparece cuando se consigue transformar la energía de la naturaleza en movimiento. La
unión del instrumento hábil y el motor señala la aparición de la máquina. El maquinismo tenía
como consecuencia el rápido crecimiento de la producción industrial, el descenso de los
precios de los productos industriales, la reducción de la mano de obra necesaria en la
producción y, con ello, la reducción de los costes productivos.

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3. LA REVOLUCIÓN DEL TRANSPORTE, LA AGRICULTURA Y LA DEMOGRAFÍA.

Junto a la Revolución Industrial se desarrolló también una revolución demográfica,


agricultura y de los transportes, que mantuvieron con ésta una relación causa-efecto, es
decir, se retroalimentaron.

LA REVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA.

Si en 1789 el inglés Malthus, en su “Ensayo sobre la población”, se aterrorizaba sobre el


ritmo del crecimiento demográfico era porque el fin del siglo XVIII asistió al fin del
estancamiento demográfico plurisecular. Puede fecharse en 1710 la última de las grandes
crisis que cada cierto tiempo provocaban el violento retroceso de una población que crecía
lentamente. Durante el siglo XVIII se produce un despegue, pese a la persistencia de abres
y epidemias. La tasa de natalidad sigue siendo muy elevada, pero la mortalidad disminuye, de
modo que la vida humana se alarga y la población aumenta.

El profesor de Historia Moderna de la universidad de Cambdridge Timothy C. W Blanning


estima que la población europea pasa de unos 115 millones a finales del siglo XVII a 187
millones en torno a 1789. Sin embargo, este crecimiento no fue igual en todos los países (en
Inglaterra creció un 133%, en Francia un 39%, en Provincias Unidas 8%, etc.). El despegue
demográfico español es similar al francés. Pasó de 7´5 a 11 millones de habitantes a lo largo
del siglo. La población mundial se duplicó entre 1800 y 1914 a consecuencia de las mejoras
alimentarias, higiénicas (planes de urbanismo) y sanitarias que permitieron un descenso de la
mortalidad y el mantenimiento de una misma natalidad, que empleará a descender a principios
del siglo XX.

La Industrialización también provocó enormes movimientos migratorios, tanto interiores


como internacionales; los buques de vapor y ferrocarriles no solo transportaron
manufacturas y fuentes de energía, sino que también trasportaron personas, que nutrieron
los espacios menos poblados. El colonialismo fue consecuencia de muchos factores, la
expansión de mercados, la presión demográfica europea, las crisis agrarias que provocaron
la huida masiva de la población y la falta de oportunidades, de modo que más de 45 millones
de personas emigraron fuera de Europa a lo largo del siglo XIX. El éxodo rural fue algo lento
durante el siglo XVIII y la primera mitad del siglo XIX, produciéndose una aceleración a
partir de 1870, producto de campesinos necesarios en las actividades agrícolas.

Las causas de esta revolución demográfica están aún discutidas: relativa disminución de las
guerras y sus influencias, mejoras en medicina (lucha contra la viruela), mejora de las
condiciones meteorológicas que trae consigo mejores cosechas, menos hambrunas, etc. Según
Bartolomé Benassar, el europeo vive más porque se alimenta mejor, pudiéndose extrapolar a
todos los lugares en los que se produjo la Revolución Industrial.

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LA REVOLUCIÓN AGRÍCOLA.

El modelo agrario capitalista apareció exclusivamente en Inglaterra; se caracteriza por una


alta productividad por hectárea; empleo de técnicas modernas; inversiones de capital,
compensados por los altos beneficios; abundante empleo de abonos biológicos;
comercialización de la producción; y su especialización regional, con una amplia variedad de
cultivos. Para este cambio de modelo, hubo que expulsar a los campesinos de sus tierras y
crear grandes latifundios, fenómeno conocido como “enclousures”. La causa que llevó a los
enclousures fue el aumento de precio de los cereales (en parte provocado por las guerras
coloniales); consistía en acabar con el régimen de campo abierto (openfield) y cercar las
propiedades (bocage). El proceso finalizó en 1830 con el apoyo de varias leyes parlamentarias.

Las consecuencias de este proceso fueron enormes, las enclousures eran algo contra lo que
no se podía competir y provocaron la ruina a los pequeños campesinos, lo que dio lugar a una
mano de obra más barata, sin la cual la Revolución Industrial jamás habría sido posible; por
otro lado, la aparición de una nueva figura social, el empresario agrícola.

LA REVOLUCIÓN DE LOS TRANSPORTES.

Transporte por carretera: con las nuevas técnicas de construcción (como la apisonadora a
vapor, 1860), se mejoraron los sistemas de comunicaciones y la red viaria.

Transporte por ferrocarril: Stephenson convirtió la locomotora en un medio de transporte.


En 1829 construyó la primera locomotora (la célebre Rocket) que unirá Manchester y
Liverpool. Esto trajo consigo muchos capitales, permitiendo un rápido desarrollo de las redes
ferroviarias en casi toda Europa. A mediados de siglo existían tres grandes zonas
ferroviarias en el mundo: Gran Bretaña, Europa Occidental y Estados Unidos.

Transporte fluvial: es la vía mas barata para transportar mercancía pesada y voluminosa.
Gran Bretaña contaba con una gran red de vías fluviales y además era una isla, la ruta
marítima fue la principal carretera de las Islas Británicas durante el siglo XVIII. La
construcción de canales requería grandes inversiones de capital, pero proporcionarían
enormes rendimientos a largo plazo (tal y como demostraría el Canal de Suez). La navegación
a vapor se inició con Fulton en el río Sena en 1803. La propulsión a hélice empezó a sustituir
a las palas en los años treinta. La navegación a vela también fue actualizada con la aparición
de los “clippers”, barco cuyo diseño y velamen permitía competir en velocidad con los vapores.
La construcción de buques con casco de acero aumentó la seguridad en la mar.

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4. LAS CONSECUENCIAS DE LA INDUSTRIALIZACIÓN.

Las consecuencias de la revolución industrial se vivieron en tres dimensiones:

a) Social. Por la creación de la desigualdad social, dominada por la burguesía, que


fundamentaba su riqueza en el dominio de la tecnología y en el trabajo de otro grupo
social: el proletariado. Es la sociedad capitalista. Las desigualdades sociales y las duras
condiciones impuestas a los trabajadores determinaron la formación del Mantenimiento
Obrero.

b) Económica. El desarrollo del capitalismo configuró un nuevo mapa económico mundial


debido a la especialización de ciudades, regiones y países enteros como productores,
transformadores o consumidores. Otros efectos económicos fueron el aumento de
producción agrícola, el desarrollo de la actividad industrial, progreso del comercio, de
los medios de transporte, del sector financiero, y un aparato económico capitalista
donde se limitaba la intervención del Estado en la economía.

c) Política. Se formaron gobiernos liberales que pusieron en marcha una política económica
beneficiosa para el desarrollo industrial y la economía de mercado, es decir, la
formación de políticas capitalistas. También se creó un nuevo mapa político a escala
mundial producto del dominio de la tecnología, como los ferrocarriles, el telégrafo o la
luz eléctrica, en manos de países desarrollados- subdesarrollados, y metrópolis y
colonias: la Era del Imperialismo, coincidiendo con la segunda Revolución Industrial,
denominada la “carrera del armamento” (Alemania, Gran Bretaña, Francia, etc.).
Adaptación tecnológica a la producción bélica, que llevó a los enfrentamientos en la
Primera Guerra Mundial.

5. LAS DIFERENTES REVOLUCIÓNES INDUSATRIALES.

La Primera Revolución Industrial tuvo su origen en Inglaterra a mediados del siglo XVIII y
se extendió por cada toda Europa a lo largo del siglo XIX. Utiliza como fuente de energía el
carbón, como energía el vapor y como materia prima el hierro. El transporte que la
caracteriza es el ferrocarril y sus industrias emblemáticas son la textil algodonera y más
tarde la siderúrgica. En ella hay un predominio de la pequeña empresa y la industria ligera.
Se pone en marcha un capitalismo concurrencial o competitivo regido por los principios de la
libre competencia.

La Revolución Industrial se extendió por Europa a principios del siglo XIX. Los niveles de
producción estuvieron muy alejados de los del Reino Unido, de tal modo que solo Bélgica

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(hasta 1850) se podía comparar con los ingleses. Francia y Alemania iniciaron su despegue
más tarde.

La Segunda Revolución Industrial se inició a finales del siglo XIX quedando consolidada tras
las dos guerras mundiales. En ella se detecta un estancamiento inicial de Gran Bretaña (Gran
Depresión, 1873-96) frente a Francia y Alemania, y el despegue industrial de Estados Unidos,
Japón y posteriormente la URSS. Se utiliza como fuente de energía el petróleo, como energía
la electricidad, su mas importante medio de transporte es el automóvil, al que se incorporó
más tarde el avión. Sus industrias emblemáticas son la nueva metalurgia, la química pesada,
la industria eléctrica, industria mecánica y, a partir de mediados del siglo XX, la farmacéutica
y la eléctrica. Existe un predominio de la gran empresa y de la industria pesada.

La Tercera Revolución Industrial, revolución científico-tecnológica o revolución de la


inteligencia, es un concepto y una visión esbozada por el sociólogo y economista
estadounidense Jeremy Rifkin y avalados por el Parlamento Europeo en una declaración
formal aprobada en 2006. Se originó con el din de la Guerra fría y el nacimiento de Internet
a finales del siglo XX. Sus líderes son Estados Unidos, Japón y la UE. Propone el uso de
fuentes de energía alternativas. Su medio de transporte sostenible es el vehículo eléctrico
e híbrido en consonancia con una propulsión procedente de la electricidad renovable. Su
industria emblemática es la de alta tecnología, vinculada a las Tecnologías de Información y
comunicación (TIC), que requiere una fuerte I+D+I (Investigación, desarrollo e innovación).
Esta fase de la industrialización actual se sustenta en la globalización de la economía mundial,
en la que predominan las grandes multinacionales.

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