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UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS
DEPARTAMENTO DE HISTORIA
1982
Ptimera Edición:
Universidad de Antioquia.
PRESENTACION
HUELLAS EN LA HISTORIA
,
CONTENIDO
Pág.
Presentación
Introducción 5
Departamento de Historia.
ORDEN SUPERIOR O DESPACHO DEL
EXCELENTISIMO SEÑOR VIRREY
PARA QUE SE DESTRUYA Y ABANDONE
LA SEMENTERA DE TABACO DE HOJA
1765
Orellana/
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simo señor: Agustín Blanco procurador y apoderado de
Don Diego Antonio Viana en los autos sobre el proyecto
de Tabaco y su remate, según derecho, digo, que esta
renta se ha fundado sobre el cimiento de que en la pro-
vincia de Antioquia y demás lugares que comprende el
remate se ha de gastar el tabaco que se cultiva en lo alto
del río de fa Magdalena y se trafica a la villa de Honda en
la misma conformidad que se ha practicado en todos los
tiempos anteriores, de tal modo que no es posible tenga
efecto alguno el remate ni que se verifique la venta si
falta el expresado consumo de los tabacos. Y porque
con el motivo del remate ha ocurrido que en la ciudad
de Antioquia y su jurisdicción se han dedicado a sem-
brar el tabaco para que por este medio no se gaste el de
Honda, y que por el mismo caso no se verifique en
3r aquella provincia la renta que por el remate se halla en/
cincuenta mil pesos por tres años. Se ha de servir Vuestra
Excelencia y lo pido expresamente y en justicia de man-
dar librar las órdenes más eficaces y cumplideras prohi-
biendo enteramente la siembra de tabaco en la dicha
provincia, y de lo contrario se ha de servir Vuestra Exce-
lencia de declarar que no debe subsistir el remate una
vez que no subsiste el consumo y tráfico del tabaco de
Honda sobre que se fundamentó y recayó. Y que por el
mismo caso, de las superiores órdenes prohibiendo estre-
chamente la dicha siembra, se proceda con las penas ciñe
la superioridad de Vuestra Excelencia se sirviese de esta-
blecer contra los transgresores a fin de que la ten(? ) que
han inventado contra el establecimiento de la renta que-
de del todo extinguida y a su consecuencia aquella pro-
vincia en el mismo pie, que sobre el gasto y tráfico del
3v taba/co de Honda, se ha versado en ella por tiempo
inmemorial y de más de cien años de cuya verdad noto-
ria es que se originó el proyecto y de sus experimentos
el remate y es también que la prohibición propuesta de
la siembra no es cosa nueva, sino providenciar la superio-
ridad de Vuestra Excelencia que al presente y en lo futu-
ro se haga lo mismo que se ha hecho en todos los pasa-
dos tiempos hasta la experiencia que de nuevo ha ocurri-
do y que se le ha noticiado a dicho Don Diego por Don
Francisco de Lara y Moncada y Don José Eusebio Ra-
mos como sus administradores de la ciudad de Antio-
quia y de la Villa de Medellín, el primero en cartas de 26
de marzo y 10 de abril y el segundo en carta del 14 del
mismo abril del corriente año, previniéndole que en de-
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fecto de el superior despacho prohibitorio de la siembra
4r del tabaco no tiene para que remitir tabaco/ alguno de
Honda para el consumo de aquella provincia mediante a
que entre otros arbitrios se han dedicado a la dicha siem-
bra con tal exceso que todos generalmente y los mismos
clérigos han difundido abiertamente que sólo en las
siembras de tabaco han de ocupar sus esclavos y demás
gentes y que con efecto ya lo estan practicando con
algunos adminículos de desprecio de las superiores órde-
nes dirigidas al establecimiento de esta renta y con una
patente oposición a que no se verifique, y que del todo
quede excluida de aquella provincia; como indubitable-
mente ha de suceder si se permite la siembra de los
tabacos, cuyo punto por ser el centro de la misma razón
en que estriba la renta no me detengo en otras que la
califican, ni en que el constitutivo de la renta consiste en
4v el despacho en calidad/ de ordenanza prohibiendo estre-
chamente en toda la provincia de Antioquia la siembra
del tabaco y sus cosechas, con las penas más conformes
y eficaces a los transgresores y su alianza, y a todas las
justicias con la prevención de exequibles y de ninguna
manera dispensables por el mismo hecho y caso de con-
travenir y en cualquier manera y con el pretexto que
fuese, y la de proceder al exterminio de los tabacos
luego que se siembren y en cualquier estado que se ha-
llen, por el mismo hecho de publicarse la superior provi-
dencia a censo. Por semejantes razones no se permiten
otros cultivos, siembras y cosechas de diferentes frutos y
el de la hoja de la coca, y así como en el presente caso
de esta renta se ha prohibido enteramente el tráfico y la
negociación del tabaco que hacían los mercaderes, antes
5r de procederse a crear y establecer/ esta renta, la cual
negociación y con las mayores ventajas y frecuente giro
hacían los negociantes de la dicha provincia. Y con refle-
xión a que en ese asunto del tabaco no puede prevalecer
la facción de los que se han dedicado a su siembra ni
privilegio alguno que en sufragio suyo se intente, por el
mismo caso de que tampoco ha podido prevalecer la
recomendable libertad del tráfico que hacían los comer-
ciantes y más si se atiende que la disposición de la ley
municipal sobre permitir que la siembra de el tabaco
fuere libre, se refunde en que los vecinos de la tierra
firme y otras partes donde entonces (que a más tiempo
de ciento y cincuenta años) se sembraba y cogia el taba-
co no perdiesen el aprovechamiento que en él tenían y
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que la real Hacienda gosase el beneficio que resultaba de
5v su comercio/, porque de este contexto se califica que el
permiso de la siembra del tabaco se concedió a las tierras
y partes donde entonces se hacía; y se califica también
que igualmente se permitió el comercio del tabaco y que
así mismo como éste se ha prohibido estrechamente para
verificar el establecimiento de esta renta cn beneficio de
la real hacienda, del mismo modo se ha de prohibir la
siembra y cosechas que del todo lo impiden, y con supe-
rioridad de razón en la provincia de Antioquia a causa
de que sus gentes y vecinos han'inventado la siembra del
tabaco después de remantada la renta con el fin de que
por sus cosechas no se verifique en aquella provincia su
establecimiento con las mismas circunstancias que se tu-
6r bieron por infali/bles con los experimentos del tiempo
del proyecto y que en defecto del despacho prohibitorio
se hace forzosa la declaratoria sobre no deber subsistir el
remate, es punto tan claro y de tal justicia como lo es
que ningún hecho ni contrato subsiste, no subsistiendo
la causa formal que lo constituye y de cuya práctica
vino la alma de la obligación como sucede en el remate
que celebró mi parte en la conformidad que con los
autos llevo deducida; sobre que protestando y jurando
conforme a derecho y haciendo el pedimento más útil a
la real Hacienda con el establecimiento y conservación
de esta renta a Vuestra Excelencia suplico rendidamente
se sirva de proveer como he pedido. Otrosí digo que la
6v integridad/ y el celo de Vuestra Excelencia se ha de
servir de mandar que se providencie con toda aquella
presteza que pide la materia y sus circunstancias, así
mismo que se libre el correspondiente oficio con exhor-
to al ilustrísimo señor Obispo de Popayán y su vicario
general en cuya Diócesis cae la provincia de Antioquia,
para que en inteligencia de lo representado se sirva el
señor Diocesano de librar las providencias más eficacez
que contengan atestado eclesiástico en aquella provincia
y que hagan efectivas las que se sirviese dar la superiori-
dad de Vuestra Excelencia que de otro modo quedarían
ilusorias, que así corresponde a la justicia de mi parte y
al establecimiento de la renta y su conservación que
pido y juro ut supra: Doctor Vélez, Agustín Blan-
7r co. De lo que/ mandé correr vista al señor fiscal
quien con su reconocimiento expuso lo siguiente: Exce-
Respuesta del fis- lentísimo señor, el fiscal de Su Majestad ha visto la repre-
cal sentación de la parte de Don Diego Viana en quien se
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remató el estanco del Tabaco de hoja de Honda, Mom-
Os, sus veredas, Antioquia y Santa Marta por el tiempo
de tres años en la cantidad de cincuenta mil pesos co-
rrespondiendo a cada uno 16.660, con la perjudicial no-
vedad que han maquinado los vecinos de la ciudad de
Antioquia y Villa de Medellín de establecer en odio de
esta renta crecidas sementeras de tabaco de hoja para
embarazar el estanco y dar por el pie a esta planta, que
el superior celo y vigilancia de Vuestra Excelencia ha
animado en virtud de las facultades comunicadas y de lo
7v que/ se practica en el Perú y México y aunque los auto-
res de esta novedad.se hacían dignos y merecedores de
un severo castigó y de que sufriesen las penas que previe-
nen las leyes centrales que embarazan se arrienden las
rentas con todo esperándose que estos vecinos como
leales vasallos recibiendo y considerando el atentado
mudaran de consejo por ahora, y por el peligro que
amenaza la dilación en la quiebra de esta considerable
renta puede Vuestra Excelencia si es servido mandar que
el gobernador de la ciudad y provincia de Antioquia
convocando a aquel agitamiento y llamando a algunos
de los principales vecinos los coarte y prevenga no conti-
8r núen/ en la nueva sementera de tabaco. La que menda-
rán el exceso cometido, manifestándose rendidos a los
soberanos preceptos de su monarca sin que manchen su
lealtad con elte borrón y que ejecuten lo mismo en la
Villa de Medellín. Y porque puede suceder que algunos
eclesiásticos hayan intervenido en esta odiosa y perjudi-
cial novedad, puede Vuestra Excelencia así mismo si es
servido, mandarse libre oficio al ilustrísimo señor Obis-
po de la ciudad de Popayán de cuya diócesis es esta
provincia para que advierta y amoneste a todos los ecle-
siásticos de ella se contengan y no apadrinen ni hagan ni
aconsejen las sementeras de tabaco, pues dado y conce-
dido que los mantenimientos, bastimentos y viandas son
comerciables libremente en todas las provincias de las
indias como lo disponen las leyes. Es sin disputa y lo
8v tienen los/ más célebres regnicolas que en las especies
que no son necesarias para la vida humana puede el
soberano coartar y limitar su libre comercio en alguna
provincia como sucede en la ciudad de Panamá que se
halla prohibido por ley que los pulperos ni otras perso-
nas puedan vender ni llevar a la dicha ciudad, ni otros
lugares de su jurisdicción, ningún tabaco a que concurre
que el proyecto experimental que se hizo en el principio
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y el arrendamiento establecido fueron con condiciones
tan reflexivas a la utilidad de los labradores de esta se-
mentera, de que el arrendador hubiere de comprarles los
9r tabacos a los precios corrientes en Honda y su/ circuito.
Añadiéndose a los inconvenientes que el fiscal lleva refe-
ridos que si los vecinos de esta provincia se dedican a las
sementeras de tabaco desertarán la labor de los preciosos
minerales de oro; como de un caballo troyano, nacerán
los considerables perjuicios a los derechos de quintos y
cobos y a la causa pública y si a Vuestra Excelencia pare:
ciere conveniente para el más seguro acierto podrá man-
dar que para las demás providencias que se ofrecieran en
lo de adelante pase este expediente a Junta general de
Hacienda que asi es en justicia que el fiscal pide. Santa
Fe y Mayo 21 de 1765. Peñalver.
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en práctica en aquellas provincias, en perjuicio y des-
trucción del asiento celebrado con dicho Viana para pro-
veerlas de su cuenta, de este efecto y en el caso de hallar
verdadera su narrativa haréis inmediatamente comparez-
ca en su presencia a los sujetos que hubieren intentado
semejante perniciosa novedad a quienes prevendréis
abandonen y desistan de su empeño bajo los mismos
términos que propone el señor fiscal, pero si así amones-
llr tado no lo hicieren pretendiendo/ continuar en su mali-
ciosa deliberación dispondréis con la mayor brevedad, se
destruyan las sementeras que tuvieren de esta naturale-
za, procediendo contra los inobedientes con todo el ri-
gor que mereciere su resistencia directamente opuesta a
las rentas e intereses de Su Majestad y sobre todo, veréis
lo inserto y lo guardaréis, cumpliréis y ejecutaréis y ha-
réis guardar cumplir y ejecutar en todo y por todo según
y como se expresa contiene Y declara, sin ir ni pasar ni
consentir se vaya ni pase contra su tenor y forma de
manera alguna llevándolo y haciéndolo se lleve a pura y
debida ejecución su contenido y bajo la pena de quinien-
tos pesos aplicados en la forma ordinaria que por su
contravención en la más mínima cosa se os sacará irremi-
nv siblemente/ bajo la cual mando a cualesquier escribano
lo intime y. haga saber y dé. testimonio para que conste
de su cumplimiento dado en Santa Fe a 22 de mayo de
1765 años.
Juan Ronderos
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Señor gobernador y comandante general: Jorge Antonio
Viana vecino de la Villa de Honda y residente en esta
dudad como apoderado substituto de Don Diego Anto-
nio Viana-cuyo poder presento por testimonio (ilegible)
para otros efectos, ante vuestra señoría conforme a dere-
cho, parezco y digo que hago solemne manifestación de
un superior despacho que mi parte granjeó del excelentí
simo señor Virrey de este reino su fecha en Santa Fe de
22 de mayo del presente año en orden a la prohibición
de la cosecha del tabaco de hoja en esta provincia y
extinción del que se hallase sembrado conforme a la
capitulación del remate celebrada a favor de mi parte
para su provisión del que se ha gastado en esta mencio-
nada provincia, río de la Magdalena,:Mompós y provin-
cia de Santa Marta y viniendo a vuestra señona para la
ejecución de dicho superior despacho, suplico se sirva
darle y mande se le dé su más derecho y puntual cumpli-
miento a que efectivamente se verifiquen todos sus par-
ticulares y proceder en beneficio de este ramo de la real
Hacienda y del arrendamiento de mi parte; y de lo con-
trario gravemente perjudicados; para lo cual y en su
nombre ofrezco dar y afrontar los recaudos necesarios
sin que por falta de ello se deje de obrar. En cuyos
términos a vuestra señoría pido y suplico se sirva haber-
me por presentado con el poder y despacho que refiero
y en consecuencia mande y ejecute como aqui llevo pe-
dido sobre que haré los pedimentos más útiles y protes-
to, juro lo necesario.
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dad de Antioquia y su provincia en dicha ciudad a 14 de
agosto de 1765 años. Por ante mí, de que doy fe.
Orellana
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franca y general admistración sin limitación alguna en el
caso y facultad de enjuiciar, alegar jurar, apelar y susti-
tuir, revocar en sustituto y nombrar otro que a todos en
nombre de su parte releva en debida forma obligándole
sus bienes y rentas al cumplimiento de lo que en virtud
del presente ejecutare, con sumisión a la justicia de Su
Majestad y denuncias en derecho necesarias para ser
obligados a su cumplimiento como por instrumento eje-
cutivo y sentencia pasada en cosa juzgada. Así lo dijo
otorgó y firmó en Medellín en lo. de agosto de 1765
años siendo testigos don Félix y don Francisco Rodrí-
guez de Zea y Don Manuel Mutis vecinos y residentes de
que doy fe; José Eusebio Ramos ante mi Pedro Rodri-
guez de Zea Escribano Público del Número. Según que lo
referido así consta y parece del expresado poder original
de donde saqué corregí, concerte y enmendé esta cierto
14r y verdadero a que en lo necesario me/ remito en cuya fe
la signo y firmo en el día de su otorgamiento: en testi-
monio de verdad.
Orellana
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al decreto en el contenido de 21 del mismo mes y año
en los términos que propone el señor fiscal en su pedi-
mento de la prop.ia fecha como su excelencia lo ordena,
debía de mandar y mandó que para imponerse en quie-
nes sean las personas que han sembrado y cosechado en
esta jurisdicción y las demás de la provincia el referido
tabaco se proceda a sumaria información con sujetos de
las más palpable integridad, especialmente con los que
son y han sido arrendadores de los diezmos que digan y
especifiquen los sujetos, tiempos, parajes y cantidades
15r que/ se hayan sembrado de dicho género y en su vista
proceder a lo demás prevenido por su excelencia y para.
ello se cite a Don José Antonio Viana. Así lo dijo y
firma de que doy fe.
ante mí
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to en los particulares dijo; no haber sido nunca arrenda-
dor de diezmos. Que es cierto se siembra tabaco de la
tierra por varios cuyos nombres se acuerda; los tres her-
manos Ortiz. Julián Betancurt, Leandro de la Cruz, Luis
Pulgarin, los Agudelo, Felipe y Javier Jaramillo y otros
muchos más del Tablazo, que en los resguardos de Sope-
trán siembran los más y que sólo se acuerda de Don
Alejandro Velásquez. Y que la otra banda del Cauca,
16r Don Antonio de la Fuente/ y que en la Quebrada Seca
hasta la quebrada de Juan Martínez siembran los más; y
en tiempos antiguos sembraban en la comunidad y que
ahora ignora si se continúa, o no, y que habrá otros más
que no tiene noticia el declarante. Y que en cuanto al
tiempo responde con distinción en cuanto a la siembra
se ejecuta por el mes de mayo y que en cuanto a la
costumbre afirma que desde que tiene uso de razón
siempre ha visto que en esta jurisdicción de Antioquia y
sus inmediaciones se ha sembrado y cogido tabaco de la
tierra y han pagado los diezmos a la iglesia de Dios sin
contradicción de ninguno, y que en cuanto a los parajes
donde se ha hecho esta cosecha es desde el sitio del
sacaojal hasta la quebrada de Juan Martín de una banda,
y otra del río de Cauca que habrá de un sitio a otros 3
leguas poco más o menos y que no tiene entendido ni
jamás lo ha sido que fuera de la jurisdicción de esta
ciudad y en las tierras calientes ni medio templadas se
haya sembrado dicho tabaco ni en las tierras frías como
lo son los altos de los minerales, el Valle de Medellín, los
tres Valles del Río Negro, la Sabana de Canean, y los
Remedios .Las ciudades de Zaragoza y Cáceres y solo
sabe que los pocos vecinos de Arma siembran dicho ta-
baco, aunque dicen, que es de mala calidad por pie el
declarante no lo usa. Y que en cuanto a las cantidades
que se siembra, no la sabe y que de ello darán razón los
arrendadores de Diezmos, con lo cual se concluyó esta
diligencia y habiéndosele leído, en ella se afirmó y ratifi-
có, en fuerza del juramento que hecho lleva, sin tener
que añadir ni quitar declaró ser de edad de setenta y seis
años poco más o menos y que no es cosechero, fírmalo
con Su Señoría de que doy fe.
Barón de Chávez José de Lata y Sandoval
Ante mí
Juan Antonio de Orellana
Escribano Público lel Número
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incontinenti para proseguir esta información/.
Ante mí
Juan Antonio de Orellana
Escribano Público del Número
20
18r En dicho día, mes y año, para proseguir la información
mandada efectuar, compareció Don Juan de Mendoza
Declaración de vecino de esta ciudad y a quien certifico conozco, y el
don Juan de señor gobernador y comandante general, por ante mí le
Mendoza
recibió juramento que lo hizo por Dios nuestro Señor y
una señal de cruz conforme a derecho bajo el cual pro-
metió decir verdad en 'lo que supiere y le fuere pregunta-
do y habiéndosele leído el auto de 20 del corriente mes
y sus particulares dijo; que ha sido arrendador de diez-
mos varias veces y que actual lo es del partido de esta
ciudad; en cuanto a los sujetos que siembran tabaIco en
esta jurisdicción 'son varios, y que de sus nombres sólo se
acuerda son; José Gómez, Luis y Salvador Gómez, Don
Gregorio López, Carlos Agudelo, la familia de los Cruz
que todos los siembran. Jose de Espinosa. Los Agudelo
que son muchos, Felipe y Javier Jaramillo, los Ortiz,
Julián de Betancurt y otros varios de quienes por ahora
no hace mención y por lo que mira al tiempo que ha que
18v se cosecha dicho tabaco/ dice que desde que tiene uso
de razón, lo ha visto cosechar y que el tiempo de sem-
brar lo es por el mes de mayo y en cuanto a los parajes
en tres o cuatro leguas alrededor de esta ciudad, vertien-
tes al río Cauca y en alguna cortedad los vecinos de la
ciudad de Santiago de Arma en las propias orillas y que
no ha entendido ni oído que en otra jurisdicción ni
parajes de esta provincia se haya cosechado dicho taba-
co, Y que por lo que mira a las cantidades que se hayan
aprovechado con esta dicha jurisdicción no puede dar
individual razón, sin embargo de haber sido y ser diez-
mero así de esta jurisdicción como de la de Tonusco y
Obregón, lo uno por que en el presente año no ha reco-
gido los diezmos de su arrendamiento, y lo otro por que
ha diez y nueve años que lo fue del partido de Obregón
donde se coge tabaco y que con el transcurso del tiempo
se le ha olvidado, pero que sí afirma que en dicho paraje
se ha cogido bastante tabaco, y responde. Con lo cual se
concluyó esta diligencia, que habiéndose leído en ella se
afirmó y ratificó sin tener que añadir ni quitar por ser la
19r verdad, en fuerza de juramento que hecho/ tiene declaró
ser de edad de sesenta y cuatro años y que no es cose-
chero ni usa del dicho tabaco y lo firma con Su Señoría
por ante mí de que doy fe.
Barón de Chávez Juan de Mendoza
Ante mí
Juan Antonio de Orellana
Escribano Público del Número
21
Declaración del En dicho día, mes, y año para proseguir la información
protector Don mandada efectuar compareció el protector Don Juan
Juan Andrés de
Zabala.
Andrés de Zabala vecino de esta ciudad a quien certifico
conozco, y el señor gobernador y comandate general por
ante mí, le recibió juramento que lo hizo por Dios nues-
tro señor y una señal de cruz bajo cuyo cargo prometió
decir verdad en lo que supiere y le fuere preguntado y
habiéndosele leído el auto del 20 del corriente mes y
todos sus particulares, dijo; no haber sido arrendador de
diezmos, en ningún tiempo y que en'cuanto a los sujetos
que han sembrado tabaco no le es dable especificarlos
por que desde que tiene uso de razón ha visto sembrarlo
por varios individuos en las inmediaciones de esta ciudad
19v que se lo sabe es en/ un número grande. Y en lo que
mira al tiempo de la siembra en la estación del año, lo
ignora, pero que si sabe, como viene dicho, que desde
que tuvo uso de razón ha visto hacer esta cosecha en
esta jurisdicción la cual oyo' decir a sus mayores ser
antigua; y por lo que mira los parajes, sabe que se ha
sembrado en todos tiempos en las vertientes del rio de
Cauca, tres o cuatro leguas distantes de esta ciudad co-
mo lo son Quirimará, Mandinga, Obarco, Comunidad,
Quebrada Seca, Obregón, Tonusco en esta ciudad, San
Jerónimo, Sopetrán, El Tablazo, Sacaojal, Coyas y el
Junco. Por lo que mira a la ciudad de Arma, vertientes a
Cauca sabe, que se cosecha algún poco de tabaco, y no
de buena calidad y que no ha oído jamás decir que en
los altos de esta misma jurisdicción, el distrito de Mede-
llín, los tres valles del Rionegro, Yolombó, Cancán, los
Remedios Zaragoza y Cáceres, se haya tenido cosecha de
20r semejan/te tabaco y que en cuanto a las cantidades de
los sujetos, que siembran adonde tiene dicho, no puede
dar razón con propiedad y responde. Y habiéndosele
leído ésta su declaración, en ella se afirmó y ratificó por
ser la verdad en fuerza de su juramento; declaró ser de
edad de sesenta y tres años poco más o menos y que no
es cosechero de dicho tabaco y lo firma con Su Señoría
de que doy fe.
Ante mi
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D tela alción de En dicho día, mes y año para proseguir la información
Don Pedro Félix mandada efectuar compareció Don Pedro Félix Pastor,
Pastor
juez sub delegado del juzgado general de bienes de di-
funtos, a quien yo el escribano certifico conozco y el
señor gobernador y comandante general, por ante mí, le
20v recibió juramento que lo hizo por Dios nuestro señor/ y
una señal de cruz, sub cuyo cargo prometió decir verdad
en lo que supiere y le fuere preguntado y habiéndosele
leído el auto de ayer veinte del corriente y enterado de
sus particulares, dijo; no haber sido jamás arrendador de
diezmos y que en cuanto a los sujetos que siembran
tabaco en esta jurisdicción y cercamos de la ciudad, han
sido varios, y en diferentes tiempos no puede tener pre-
sentes nombres, mayormente cuando son de ambos se-
xos pero de los que se acuerda dirá, que son don Alejan-
dro Velásquez, Marcos Mejía, Felipe Jaramillo, Dionisio
y Francisco Ortiz y que éstos asegura por haberles com-
prado tabaco y los demás no tiene comunicación, ni
noticia de sus nombres. Que en cuanto al tiempo de la
siembra es por el mes de mayo. Y en cuanto al uso de
este tabaco en esta jurisdicción dijo haber veintiún años
que se halla en la tierra y por lo que mira a los parajes en
que se siembra, está cierto que sólo se hace en las cerca-
21r nías de la ciudad, vertientes al río Cauca de una a/ otra
banda buscando siempre la tierra caliente y también en
la cercanía de la ciudad de Arma de ésta dicha provincia,
vertientes a dicho río aunque no de muy buena calidad.
Y por ello muy poco apetecido, pero que en los valles y
jurisdicción de la Villa de Medellín, Valles de Rionegro,
Yolombó, Cancán, Remedios, Zaragoza y Cáceres no ha
visto ni sabido, que haya habido costumbre de sembrar
dicho tabaco. Y por lo que mira a las cantidades no
puede dar razón con propiedad respecto a lo que lleva
dicho no haber sido ntínca diezmero, que es por donde
pudiera tantear el numero que se solicita saber. Y que
los sitios, en donde regularmente se siembra es desde la
quebrada de Juan García hasta la de Obarco de uno y
otro lado del río de Cauca, que podrá haber como de
tres o cuatro leguas de dicho Cauca arriba, y responde.
Con lo cual, se concluyó esta diligencia, que habiéndose-
le leído en ella se afirmó, y ratificó por ser la verdad so
21v cargo del juramento que hecho/ tiene; declaró ser de
edad de treinta y siete años poco más o menos, que no
es cosechero de tabaco y lo firma con Su Señoría por
ante mí que doy fe.
23
Barón de Chávez Pedro Félix Pastor
Ante mí,
24
petrán, el Tablazo, Tahamí, Goyas, Sacaojal y Juan Car-
ca todo el contorno de esta ciudad como en término de
cuatro leguas y que en la ciudad de Arma se siembra y se
coge tabaco muy malo, y poco, pero que en lo restante
de la provincia, como lo son los partidos de los altos, los
23r de la Villa de/ Medellín, los tres Valles de Rionegro,
Yolombó, Cancán, los Remedios, Zaragoza y Cáceres,
nunca ha oído ni entendido que tengan cosechas de di-
cho tabaco en poca o mucha cantidad, por que todos
ellos se proveen de tabaco de Honda y parte del que se
siembra alrededor de esta ciudad y que como diezmero
sabe que los referidos cosecheros de este género han
pagado siempre diezmos, pero que no por eso puede dar
razón individual de la cantidad de arrobas que se cose-
chan por todos los sembradores y responde. Con lo cual
se concluyó esta diligencia y habiéndosele leído, en ella
se afirmó, y ratificó por ser la verdad en cargo de su
juramento que hecho tiene; declaró ser de edad de cin-
cuenta y cinco años poco más o menos; que no es cose-
chero en dicho tabaco, y lp firma con Su Señoría por
ante mí de que doy fe.
25
Esteban de la Cruz, Pablo de Olivera, Manuel de Benál-
cazar, Don Antonio de la Fuente, Doña Angela de Loro,
Luis Gómez y Salvador Gómez, Hipólito Legarda y sus
hijos, Juan, y: José de Herrera, con otros muchos que
por ahora no tiene presente y que a éstos igualmente
acompañan sus mujeres, y otras a las cosechas, y que la
siembra es por lo regular en abril y mayo, que es cosecha
de una vez al año y que en cuanto al tiempo que ha, que
se usa sembrar este tabaco en la tierra, lo ha visto desde
que tiene uso de razón unas veces más y otras menos, y
se le han pagado al declarante el dieztno. Que por lo que
mira a los parajes donde se siembra en esta jurisdicción
lo ha sido y son: Juan García, Sacaojal, el Dormido,
24v Goyas,/ el Tablazo, Miranda, Isima, los resguardos de
Sopetrán, río de Aburrá, Quebrada Seca, la Comunidad,
Obarco y Obregón, todo alrededor de esta ciudad, como
de tres a cuatro leguas, vertientes del río de Cauca, bus-
cando la tierra caliente y que sabe también lo siembran
los cortos vecinos de la ciudad de Arma, pero que es
tabaco de mala calidad y olor. Y que no sabe ni ha
llegado a su noticia, que en los demas parajes y de la
provincia tengan cosecha de dicho tabaco como lo son
las tierras -frias de los altos, jurisdicciones de Medellín
los tres valles de Río Negro, el partido de Yolombó,
Cancán y los Remedids, Cáceres y Zaragoza que todos
éstos se proveen de tabaco de Honda y parte del que se
coje en esta ciudad cuya cantidad ignora, y responde.
Con lo cual se concluyó esta diligencia que habiéndosele
leído, en ella se afirmó y ratificó por ser la verdad en
25r cargo del/ juramento que hecho tiene; declaro' ser de
edad de setenta años y que no es cosechero de dicho
tabaco y lo firma con Su Señoría, de_que doy fe.
ante mi
26
y el señor gobernador y comandante general por ante mí
le recibió juramento que lo hizo por Dios Nuestro Señor
y una señal de cruz, sub cuyo cargo prometió decir ver-
dad en lo que supiere y le fuere preguntado, y habiéndo-
sele leído el, auto de veinte del corriente mes, enterado
de sus particulares dijo: que nunca ha sido arrendador
de diezmos y que en cuanto a los que cosechan el tabaco
de hoja en esta jurisdicción de dicha ciudad conoce a
Don Alejandro Velásquez, a Don Mathías Navas, a Dio-
nisio Ortiz con otros dos o tres hermanos, que tiene,.
Felipe Jaramillo, José de Espinosa, Leandro de la Cruz,
Luis Pulgarín, Dionisio Santana, Sebastían Ortiz y sus
25v hijos, Luis de Aglidelo, con otros/ muchos de este apelli-
do, Marcos Mejía, Agustín de la Cruz con seis o más
hijos, que tiene, Salvador Errada, José de Santana, Lau-
ro de Vargas, Don Pedro de Figueroa, José y Juan de
Herrera, Manuel y Felipe Rodríguez, Félix de Montoya,
Don Jerónimo de Guzmán, Hipólito Legarda, Luis Gó-
mez y sus hermanos, Doña Angela de Loro y sus hijos,
Don Antonio Fuente, Don Gregorio López, Tomás de la
Chica, Agustín de Figueroa y sus hijos con otros mu-
chos, que por lo pronto no se acuerda, así de hombres,
como mujeres. Que desde el año de 31 que vino a esta
dudad lo ha visto sembrar a éstos y otros en las inmedia-
dones de esta dicha ciudad, sin contradicción, y que
igualmente le consta al declarante que en la ciudad de
Arma se siembra un poco de tabaco de mala calidad, por
lo que en el común no tiene estimación. Y que en cuan-
to al tiempo en que se siembra es entre abril y mayo una
sola cosecha al año, y por lo que mira a su antigüedad
afirma (como viene dicho) que desde el ,'año que vino a
esta ciudad lo vió coger sin contradicción en la propia
26 r forma que ahora lo cojen, y los parajes en donde/ han
sembrado son; en las inmediaciones de esta ciudad, co-
mo en cuatro leguas vertientes a Cauca y tierra caliente,
de una banda, y otra, cuales son; Juan García, Sacaojal,
Dormido, Tablazo, Miranda, Isina, los resguardos de So-
petrán, río de Aburrá y San Jerónimo, Quebrada Seca,
Comunidad, La Loma del Padre Luis, Juan Martín, Obar-
co, Mandinga, en la boca del Nopre, Baraona, Cañaveral,
Cubrunco, Juanes, Obregón, Tonuzco, arriba, goteras de
la ciudad, el Contador, Cayanán y todo Coyas, hasta la
boca de la quebrada de Buriticá y así mismo en el valle
de San Andrés y que fuera de estos parajes no sabe, ni
ha oído decir se traiga cosechado dicho tabaco en nin-
27
gun partido de la provincia como son los altos jurisdic-
ción de Medellín, los tres valles de Rionegro, Yolombó
Cancán, los Remedios, Zaragoza, Cáceres, con sus terri-
torios, los cuales se proveen de tabaco de Honda y algu-
na parte del que se coge en esta ciudad!; que en Cuanto a
la cantidad que se cosecha no puede dar formal razón
pero que no duda que es cantidad considerable y respon-
de con lo cual se condujo esta diligencia que habiéndose-
le leido en ello se afirmo y ratifico sin tener que añadir
ni quitar por ser la verdad en cargo del juramento que
hecho tiene; declaró ser de edad de 52 años poco más o
menos y que no es cosechero de dicho tabaco y lo firma
con Su Señoría de que doy fe.
ante mi
28
Esteban de la Cruz, Lauro de Vargas, Don Pedro Figue-
roa, Jose y Juan de Herrera, Félix de Montoya, Hipólito
Legarda, Miguel Durango, Don Jerónimo de Guzmán,
Luis Gómez, y sus herynanos Don Gregorio Lopez, To-
más de la Chica, Agustin de Figueroa, Bernardo Alcaraz,
y el declarante en sus tierras con otros agregados y por
27v lo pronto no hace memoria de otros hombres!, como de
mujeres que lo siembran. Y que el declarante desde que
tiene uso de razón ha visto sembrar dicho tabaco en esta
jurisdicción sin contradicción, y lo ha oído a sus mayo-
res que siempre ha sido costumbre sembrar dicho taba-
co. Y que cuando se siembra es por abril y mayo una
cosecha al año y que en la ciudad de Arma ha oído decir
que siempre han sembrado dicho tabaco, pero que le
consta que es de mala calidad. Y los parajes donde se
siembra dicho tabaco en esta jurisdicción son de una
banda y otra del río de Cauca, y tierra caliente como
cuatro leguas vertientes a dicho no, Juan García, Saca-
ojal, Dormido, Tablazo, Miranda, Isimaj los resguardos
de Sopetráin, río de Aburrá y San Jerónimo, Quebrada
Seca, comunidad la Loma del Padre Luis, Juan Martín,
°barco, Mandinga, Noque, Baraona, Cañaveral, Cubrun-
co, Juanes, Obregón, Tonusco arriba, goteras de la ciu-
dad, el Contador!, Caimán y todo Goyas, hasta la que-
brada de Buritid y que fuera de estos parajes no sabe ni
ha oído decir se haya cosechado dicho tabaco en ningún
partido de la provincia como son los altos jurisdicción
de Medellín, los tres Valles del Rionegro, Yolombó,
Cancán, los Remedios, Zaragoza, Cáceres, con sus terri-
torios los cuales se proveen de tabaco de Honda y alguna
parte del tabaco que se coge en esta ciudad y que en
cuanto a la cantidad qué se cosecha no puede dar razón,
aunque considera ser bastante y responde. Con lo cual se
concluyó esta diligencia, que habiéndosele leido en ella
se afirmó y ratificó sin tener que añadir ni quitar por ser
la verdad en cargo del juramento que hecho tiene; decla-
ró ser de edad de 27 años poco más, o menos y lo firma
con Su Señoría de que doy fe.
Ante mí
29
Declaración de En dicho día mes y año para prosecución de la informa-
Francisco de Lo. ción mandada a efectuar compareció Don Francisco de
m y Nuño
Lora y Nuño, vecino de esta ciudad, a quien yo el escri-
bano doy fe conozco, y el señor gobernador y coman-
dante general por ante mi le recibió juramento que lo
hizo por Dios nuestro Señor yuna señal de cruz, confor-
me a derecho, sub cuyo cargo prometió decir verdad en
lo que supiere y le fuere preguntado y habiéndosele leí-
do el auto del veinte del corriente mes, enterado de sus
particulares, dijo: no haber sido arrendador de diezmos
en: ningún tiempo, y que en cuanto al número de los
sujetos que han cosechado y cosechan el tabaco de hu-
mo en esta jurisdicción dirá los que supiere y se acorda-
ie, aunque son muchos los que se han ejercitado en ésto,
y de los que hace memoria son Ignacio Javier de Agude-
lo, José Ruiz, José. Santana, Felipe Jaramillo, Dionisio
Ortiz, Ignacio Ortiz, Leandro de la Cruz, Don Alejandro
Velásquez, Juan Esteban de la Cruz, Bernardo Hidalgo,
con otros [ muchos que no hace memoria, y que en cuan-
to al tiempo que se siembra y coge este tabaco, lo ha
visto corriente, sin contradicción desde que tiene uso de
razón y que de ello se paga el diezmo. Y que ignora el
29r tiempo que al año se siembra; que en la ciudad/ de Arma
se siembra poco y de mala calidad, y por lo que mira a
los parajes donde se siembra dicho tabaco es en las inme-
diaciones del río de Cauca en las partes calientes, de una
y otra banda, cercanos a esta ciudad como tres o cuatro
leguas de dicho río, comenzando a subir desde la quebra-
da de Juan García hasta la de Obarco por la otra banda,
y que de ésta desde la quebrada de Buriticd hasta la de
Noque y que ignora que en otra parte de la provincia
haya cosecha alguna, ni en los altos ni en la jurisdicción
de Medellín, ni en los tres valles de Rionegro, ni Yolom-
bó, Cancán, Zaragoza, Cáceres, pues todos estos parajes
se proveen del tabaco de Honda y parte del que se cose-
cha en esta ciudad, y en cuanto a la cantidad que cogen
en el distrito referido de esta ciudad del dicho tabaco,'
no puede dar razón individual, pero sólo sabe que es
mucho, y responde. Con lo cual se concluyó esta diligen-
cia y habiéndosele leído en ello dijo que se afirma y
ratifica en lo que viene dicho /por ser la verdad; sin tener
29v que/ añadir ni quitar. Declaro ser de edad de 32 años y
que no es cosechero de tabaco y lo firma con Su Señoría
de que doy fe.
30
Barón de Chávez Francisco José de Lora
ante mí
31
del Medellín, las tres jurisdicciones de los tres valles de
Río Negro, Yolombó, Cancán, Zaragoza y Cáceres, las
cuales jurisdicciones se proveen del tabaco de Honda y
parte del que se cosecha en esta dicha ciudad y que en
cuanto a la cantidad que cosechan estos vecinos no pue-
de dar razón. Con lo cual se concluyó esta diligencia que
habiéndose leído, en ella se afirmó, y ratificó sin tener
que añadir ni quitar por ser la verdad en cargo del jura-
mento que hecho tiene, declaro ser de edad de treinta y
cinco años y que no es cosechero, firma con Su Señoría
de que doy fe.
ante mí
32
de Santana, José' de Santana, José Hernández, Matheo
Olguln, Pedro Ureña, Juan de Ureña, Agustín de la Cruz,
Esteban de la Cruz, Salvador de Espinosa, Lorenzo Ci-
fuentes, Pablo de Fié/Tez, Htpólito de Legarda, Luis y
32r Salvador Gómez/ Eugenio Diaz, Luis de Guzmán, Igna-
do de Ibarra, Lucas y Carlos de Agudelo, Bernardo Gar-
cía, Leandro de la Cruz, Agustín de Figueroa, Ignacio
Garcés, José* y Antonio Pérez, José Garcia, Joséde Espi-
noza , y su hijo José, Don Jose Mejía, Don Salvador
Mejía, Andrés de Figueroa, Don José Rodríguez, Hipóli-
to de Valderrama, y su hermano Bernardo Pulgarin,
Juan Feria y sus hijos ,Bernardino, Diego y Francisco
Holguín, Julián Betancur,Martín de la Bastida y su hijo
Ignacio y aunque hay otros muchos cosecheros no sabe
sus nombres y que en la Quebrada Secay Tablazo hay
muchas mujeres que también son cosecheras. Que los
sitios donde se siembran son desde la quebrada de Juan
García arriba, Sacaojal, Tablazo, Miranda, de Montaña,
32v río de Aburrá, Quebra/da Seca, Comunidad, Obarco,
Juan Martín, Obregón, Goyas y el Brujo, todas vertien-
tes del río de Cauca de una banda y otra, que no hace
memoria si en otros parajes de esta jurisdicción se siem-
bra. Y que los tiempos de la sementera son por abril y
mayo y las cogiendas por agosto y también sabe que en
la ciudad de Arma ha sido antigua cosecha el tabaco de
humo'aunque poco apetecido por su mala calidad y que
en cuanto a las cantidades que se cogen no pueden dar
razón formal y que nunCa ha oído decir que en la Villa
de Medellín, los tres valles del Rionegro, Yolombó, Can-
cán, Zaragoza, Cáceres y los Remedios nunca han sem-
brado tabaco, que se proveen de Honda y varias veces de
esta ciudad y responde. Con lo cual se concluyó esta
diligencia que habiéndosele leído, en ella se afirmó y
ratificó sin tener que añadir, ni quitar por ser la verdad
33r en cargo del juramento que hecho tiene/; declaró ser de
edad de 61 años poco más o menos y que no es coseche-
ro de dicho tabaco y lo firma con Su Señoría de que doy
fe.
Ante mí
33
Auto En la ciudad de Antioquia a 25 de agosto de 1765 años
el señor Don José Barón de Chávez, capitán de infante-.
ría de los reales ejércitos, gobernador y comandante ge-
neral de esta dicha ciudad y su provincia por el rey
nuestro señor, dijo que para poder mejor decir en conoci-
miento del número de individuos de ambos sexos que
han sembrado tabaco de Hoja en esta jurisdicción debía
de mandar y mando se remitan papeles de justicia a los
arrendadores de los partidos de Diezmos ordenándoles
remitan una lista de los que cosechan este género en sus
33v respectivos partidos y habi/das que sean se agreguen a
esta diligencias para proceder al cumplimiento de lo pre-
venido en el despacho que las motiva. Así lo mando y
firmo de que doy fe •
JoséBarón de Chlvez
Orellana
34
Las señoras Chavarrias, Doña Rita, Doña Josefa, Doña
Juana María y Doña Francisca y no habiendo otras en
mi partido que siembren esta yerba que lo sepa yo lo
firmo en San Jerónimo en primero de septiembre de
1765 años/.
Manuel Corceis
35
Holguín, Hipólita de la Cruz, Javiera de la Chica, Luisa
de la Chica, Bárbara Rendón, María Oquendo, Nicolasa
Silva, Josefa Holg-u(n, Tomasa González, Hilarla Pérez,
Liberata Montes. La cual relación es cierta y verdadera
para entregar al señor gobernador y comandante general
la firmo en Antioquia a 2 de septiembre de 1765 años.
Ignacio Díaz del Maso/
Partido de Antioquia
Partido de Tonusco
Partido de Obregón
36
Don Francisco Zabala Juan de Ibarra Juana de Guzmán
José Garcés Juan Elial Ramírez Manuel Belalcázar
Melansio Cano Juan de Agudelo Segundo Agudelo
Tomás •Quiráz Nicolás García Sebastián García
Francisco Salazar Julián Quin:1 María Miranda
Gertrudis Bolívar
Juan de Mendoza
37
39r Yo Don Miguel Santana arrendador del partido de Diez-
mos del río arriba del Cauca, digo, que en dicho partido
no se siembra la yerba del tabaco porque no se me ha
pagado diezmo alguno de él y que para que le conste al
señor Gobernador y comandate general doy la presente
noticia en esta ciudad de Antioquia a 4 de septiembre de
1765 años.
Miguel Santana
38
del Excelentísimo Señor Virrey que cita, su presenta-
ción, obedecimiento en este escrito y su proveído, come-
tida su ejecución en Medellín ami lugarteniente que allí
reside, y para los tres Valles de Rionegro a los alcaldes
de aquellos tres partidos, bien entendido que el del Lla-
nogrande de Arma lo hará ejecutar en aquella ciudad,
todos conforme a lo preceptuado por Su Excelencia,
devolviéndolo cada uno original con las diligencias que
practicare a los administradores que hubiere en cada par-
tido, para que como les convenga lo vayan presentando
a los Jueces de esta provincia. Entendiéndose las diligen-
cias que se efectuaren con dichos administradores, o
quien tenga poder bastante del asentista, para lo que
pueda convenir .a la conservación de esta renta, entregan-
41r dose a, esta parte el despacho/ que se pide para que use
de él y se agregará este pedimento al expediente de su
materia.
Barón de Chávez.
Orellana
39
Peticibn Señor Gobernador y Comandante General. Don José
42r Antonio Viana, residente én esta ciudad y apoderado de
Don Diego Antonio Viana, vecino de la Villa de Honda,
asentista de la renta del 'tabaco de hoja, ante Vuestra
Señoría como más haya lugar en derecho parezco y di-
go: que en cumplimiento de lo mandado por el excelen-
tísimo Señor Virrey de este Reino en el Superior Despa-
cho que tengo presentado, para que se extinga la cose-
cha de tabaco en esta dicha Provincia por ser sumamente
pernicioso a la subsistencia y aumento de este ramo y a
los intereses de mi parte, en quien se remató dicha renta
por la cantidad de cincuenta mil patacones en tres años,
y la precisa condición de que por si solo y de su cuenta
se haya de vender en esta dicha Provincia, como en los
demás parajes de su remate. Y Vuestra Señoría para
imponerse en los sujetos, que hayan sembrado este géne-
ro, se sirvió de recibir información y mandar que los
arrendadores de los partidos de diezmos diesen una rela-
ción firmada de las personas que hubieren cosechado sin
duda, para en su vista proceder con personas ciertas a la
ejecución de dicho Superior Despacho. Y porque tengo
entendido que por las citadas declaraciones y algunas
relaciones que han dado dichos diezmeros, constan nú-
mero bastante de sujetos que cosechan dicho género,
para que entre ellos se puedan escoger los más princi-
pales a quienes se les intime lo proceptuado por Su Exce-
lencia y proceder a lo más que haya lugar, suplico a
Vuestra Señoría se sirva, que escogiendo los que parez-
can bastantes, mande que comparezcan a su presencia y
42v se les haga/ saber dicho Superior Despacho según y co-
mo en él se previene, porque hallándose actualmente
beneficiando y cogiendo dicho tabaco puede de su dila-
ción resultarle a mi parte algún perjuicio irreparable, lo
que se evita privando su venta hasta que en vista de
todas las diligencias practicadas por Vuestra Señoría,
que pido se me entreguen concluida ésta que ahora soli-
cito, pueda pedir lo que sea conveniente a la conserva-
ción y arrendamiento de este ramo, sin que para ésto se
deje de acumular al expediente las diligencias o relacio-
nes que faltaren y deben remitir los diezmos (sic), sobre
que haciendo los pedimentos más conformes con las
protestas necesarias, juro no proceder de malicia, con
costas y en lo demás.
40
Decreto Por presentada, póngase con el expediente de su materia
y visto por el Señor Gobernador dijo: que mediante a
que para darle el más puntual cumplimiento al Superior
Despacho que esta parte cita, para que produzca el más
eficáz y debido efecto ha practicado Su Señoría las dili-
gencias que le han parecido convenientes, respecto a ser
a éstas relativas la intimación mandada por Su Excelen-
cia hacer a los cosecheros del tabaco de hoja, hágase
como la parte lo pide, para lo cual se librarán comparen-
dos en forma de billetes a Don Alejandro Velásquez,
Basilio Rodríguez, José de Espinosa, Antonio de Vargas,
Luis Pulgarin, José Antonio Pérez, Ignacio Garcés, José
43r García, Luis y Salvador/ Gómez y Javier Agudelo, por
ser estas doce personas, que han parecido bastantes ra-
cionales, de los que en los autos consta han cosechado el
expresado tabaco, para que el día viernes veinte del co-
rriente mes concurran ante dicho Señor Gobernador,
donde yo el presente escribano les he de hacer saber el
despacho del Excelentísimo Señor Virrey, reservando Su
Señoría explicarles cuanto convenga a su mejor obser-
vancia, reservando proveer para su debido efecto.
Barón de Chávez
Orellana
41
duo de los contenidos en dicho auto, y lo firma conmi-
go, de que doy fe.
José Antonio Viana
Juan Antonio de Orellana
42
cos, y que en esta dicha ciudad y sus inmediaciones
como costumbre tan antigua lo han sembrado y cogido en
buena fe y que el de la presente cosecha, que aun toda-
vía no esta acabado de coger, estan prontos a venderlo al
administrador en caso de no concederles licencia de que
corno poseedores de buena fe lo expendan por si mis-
mos, y que siempre del tabaco que han cogido han paga-
45r do diezmos. Y que así mismo saben que en la/ ciudad de
Arma tienen y han tenido cosechas de tabacos, aunque
de mala calidad, y añaden que los que se han ocupado y
ocupan en sembrar tabacos es porque no tienen minas,
ni. otro modo de mantenerse con sus familias, y que es
cierto también que los dueños de minas no siembran
tabacos, en cuya virtud esperan sean amparados en la
piedad de Su Excelencia. Lo que visto por el Señor Go-
bernador y Comandante General, mandó se les intime a
los circunstantes que no dispongan en manera alguna del
tabaco, en la forma que refieren se haya al presente
cosechado, so la pena establecida en el citado Superior
Despacho, en tanto que se:dé pronta providencia relativa
y conforme al superior intento que Su Excelencia ha
manifestado en dicho despacho, con reflexión a los inte-
reses de Su Majestad en cuanto haya lugar en su comi-
sión, dejando lo demás a la disposición de Vuestra Exce-
lencia. Y enterados de lo aqui prevenido por dicho Se-
ñor Gobernador dijeron que obedecen lo mandado por
Su Señoría y que lo ejecutarán conforme se previene y
lo firman,
43
46r Rey Nuestro Señor, dijo que siendo impracticable/haber
podido juntar todos los sujetos que cosechan el tabaco
de hoja en estas inmediaciones para intimarles el Supe-
rior Despacho del Excelentísimo Señor Virrey, con el
fin de su más puntual observancia reservo, en diligencia
de 20 del corriente, providenciar como conviene en térmi-
nos legales 'la expresada intimación. Y siendo la más
conforme respecto dicha imposibilidad el que se publi-
que y haga notorio el enunciado despacho en los distri-
tos donde habitan los ya expresados cosecheros, para
que de ésta suerte quede purificada dicha intimación y
ninguno pretenda alegar ignorancia, mandaba y mandó
que el Oficial de Cabildo José Pablo de Orellana (me-
diante las graves ocupaciones de mi el presente escribano
por ser único en el despacho) proceda a dicha publica-
46v ción/en los sitios de Sopetrán y San Jercinimo, el Sa-
caojal, Quebrada Seca y °brega, que son los sitios prin-
cipales de la enunciada habitación. Y mediante a que hay
en ellos algunas personas ignorantes de ambos sexos, que
por las diligencias consta se ejercitan en esta siembra,
procurará dicho oficial leer y explicar con toda claridad
y sosiego el referido despacho, sentando las diligencias
en los propios originales que para ello se le entregaran y
fenecidas las traiga, todo con citación del administra-
dor de este ramo y apoderado del asentista general, re-
servando providenciar en vista todo.
Asi lo proveyó, mandó y firmó por ante mf de que doy
fe.
Barón de Chávez
Juan Antonio de Orellana,
Escribano Público del Número.
Orellana
Orellana.
44
Notificación En este sitio de Sacaojal, jurisdicción de la ciudad de
Antioquia, en 29 de septiembre de 1765 años, yo José
Pablo de Orellana, oficial de cabildo de dicha ciudad, en
virtud de lo mandado por el Señor Don José Barón de
Chávez, Capitán • de Infantería de los Reales Ejércitos,
Gobernador y Comandante General de esta dicha ciudad
y su Provincia, en su auto de 24 del corriente, pasé a
este sitio 'en el cual en la casa de Juan Antonio Zabala
congregué varias personas para que oyeren leer el despa-
cho de Excelentísimo Señor Virrey de este Reino, libra-
do a pedimento del asentista de la nueva renta del taba-
co de hoja, en cuya presencia lel el dicho Superior Des-
pacho con la mayor 'claridad, en modo que todos los
entendieron y enterados de su contenido dijeron:: que lo
obedeclan y obedecen con debido respeto y entre los
concurrentes se hallaron Don Salvador Mejía, Martín
Bastida, Juan Andrés Montoya y el referido Juan Anto-
nio Zabala y los demás cosecheros de dicho tabaco,
quienes dijeron pasarían a componerse con el adminis-
trador y que en el interín no dispondrán del que benefi-
ciaren en la presente cosecha. Y conmigo lo firman el
dicho Martín de la Bastida, Don Salvador Mejía y el
mencionado Juan Antonio Zabala, quedando encarga-
dos de participar esta providencia a todos los coseche-
47v ros de este partido/ para que no aleguen ignorancia.
45
entendieron, y enterados de su contenido dijeron: que
obedecen y obedecían con debido respeto, y entre los
concurrentes se hallaron Ignacio de Sarria y Gaspar de
48r Muriel, que vive en la/ misma casa, cosecheros de dicho
tabaco, quienes dijeron pasarían a .componerse. con el
Administrador, y que en el interín no dispondrán del
que beneficiaren en la presente cosecha. Y conmigo lo
firma el referido Gaspar de Muriel y no firma el dicho
Ignacio Sarria, porque dijo que aunque sabe firmar no
firma por hallarse enfermo, y el referido Juan Esteban
de Vargas dijo no saber; quedando encargados de partici-
par esta providencia a todos los cosecheros de este parti-
do, para que no aleguen ignorancia
Gaspar de Muriel
José Pablo de Orellana
46
1 de octubre, Pueblo de Nuestra Señora de Sopetrán a:
Gabriel de Rivero, Juan de Escobar y Tomás Gorrón.
47
Petición. Señor Gobernador y Comandante General.
48
del de tabaco de hoja, que con reflexión a las condicio-
nes con que se remató el de Ambalema de este género,
por el que se cosecha en lo alto del río de la Magdalena,
el proyecto experimental que se manejó por dicho asen-
tista, el superior despacho que viene por cabeza en orden
al tabaco de esta tierra y finalmente los autos que en su
consecuencia ha producido, de que se tiene dado vista y
aquí responde, diga si le tiene cuenta o no admitir la
propuesta que hacen los cosecheros de la tierra en las
ser diligencias de la intimación/ del superior despacho, que
se cita y comienza el día 20 del último septiembre desde
la hoja 42 vuelta y en el reverso de la 43, que venderán
los tabacos al administrador. Y lo haga prontamente y
con la propia calidad como pidió el despacho que se ha
librado por este gobierno, para que en todas las otras
partes de la Provincia no se consienta la siembra de di-
cho tabaco, y con lo que dijere se proverá como conven-
ga a la buena administración de justicia.
Barón de Chávez
49
Auto En la ciudad de Antioquia a 19 de octubre de 1765
años, el Señor Don José Barón de Chávez, Capitán de
Infantería de los Reales Ejércitos, Gobernador y Coman-
dante General de esta ciudad y su Provincia por el Rey
57r Nuestro Señor./ Habiendo visto estos autos con particu-
lar reflexión halla que el superior despacho que los moti-
va Su Excelencia se proceda al informe y averiguación
de las nuevas sementeras de tabacos en esta dicha Pro-
vincia, y que siendo cierto lo que se relata por parte del
asentista de este género, se proceda a intimarles a dichos
emprendedores abandonen el intento y de lo contrario
se proceda contra los inobedientes.
50
propio día respondió ratificándose en su anterior res-
puesta. Lo que visto todo por Su Señorita, y que para
este caso no le franquea el Superior Despacho otras fa-
cultades, creyendo haber concluido hasta ahora con las
de su comisión y que el enunciado• administrador tiene
en su poder todas las providencias que ha pedido sobre
el cumplimiento del despacho, considerándolo todo con
la posible cordura, y que la superioridad de Su Excelen-
cia tendrá a bien en imponerse en este particular que
OCUITC.
•
Por lo que respecta a la cercanía de esta ciudad, que
Don Francisco Salvador de Lara y Moncada no tuvo
presente en sus. dos cartas que se citan de 26 de marzo y
10 de abril de este año, dijo: que debía de mandar y
manda que quedando la cosa como -estaba se remitan
estos autos por testimonio al Excelentísimo Señor Vi-
rrey, para que en su vista y conforme a sus altas faculta-
des se digne (si es de su agrado) resolver sobre la materia
de dicho particular, Y que en cuanto a lo restante de la
Provincia se continúe el exterminio de este género don-
de quiera se haya intentado de nuevo, y que asi mismo
se le de el testimonio que pide el asentista, haciéndole
saber esta providencia como también a los principales
cosecheros. En cuya conformidad lo firma de que doy fe,
Ante mi:
Juan Antonio de Orellana
Escribano Público del Número
51
59r Reales Ejércitos, Gobernador y/Comandante General de
dicha ciudad de Antioquia y su Provincia, pasé a esta
banda del río de Cauca a hacer saber a los cosecheros del
tabaco de hoja el auto prevenido por Su Señoría en 19
del corriente. Y habiendo llegado a las casas de Ignacio
Ortiz, Antonio Ortiz y José de Espinosa, y no hallando a
ningún hombre en dichas casas les dije a lo que iba a sus
mujeres y familia, y les explique con toda claridad el
dicho auto dándoles a entender pues que se mandaba
quedar la cosa corno estaba, era decir que pues el asen-
tista del dicho tabaco no se convenía a comprar en lo
producido en la presente cosecha, que podía cada uno
libremente vender el que tuviese, pero que no vuelvan a
sembrar hasta ver lo qué determina el Señor Virrey.
Quedaron contentos con lo determinado por el Señor
Gobernador y dijeron Dios se lo pague, que estabamos
con bastante susto sin atrevemos a vender una hoja de
tabaco. Y como aquí supe que los hombres que viven del
otro lado de la quebrada están todos en la montaña
excusé pasar allá y les encargué corriesen la noticia y lo
firmo para que conste.
52
22 octubre 1765, Tahami: Juan de Valderrama
22 octubre 1765, Tablazo: B a si 1 io Rodríguez,
Juan Bautista Carva-
jal, Diego Ortiz, Se-
bastián Ortiz, José
de Agudelo.
22 octubre, 1765,La Noarque: Agustin Cardeña,
Lorenzo de Ochoa
23 octubre Santa Rosa: José Antonio Enri-
quez..
23 octubre, San Roque: Pablo Miguel de
Vargas, Salvador
Galván y Francisco
José Barrantes .
23 octubre Sopetrán: Juan de Escobar
23 octubre Llano de Montaña: Javier de Santana
24 octubre Guaimaral: Laura de Vargas
24 octubre Quebrada Seca: José Pérez, Antonio
Pérez, Salvador de
Espinosa, Pablo F16-
rez Juan Bautista de
Piedrahlta.
24 octubre Otra banda de Agustín de la Cruz,
Quebrada Seca: Ignacio Garcés, Ber-
nardo Hidalgo, Juan
García, Lorenzo de
Espinosa, Juan Elías
de la Cruz.
24 octubre Obregón: Antonio Quiroz,
Luis Gómez y Salva-
dor Gómez).
Anotación entregado en dicho día mes y año para que pase noticia
al señor Gobernador.
53
Anotachlin En Antioquia a 29 de octubre de dicho año se sacaron
dos testimonios de 85 folios cada uno: el uno para en-
tregar al administrador del tabaco de hoja y el otro para
el excelentísimo señor Virrey de este reino y entregué al
señor' dobernador y comandante general lo que anoto' y
firmo para que conste.
Orellana
Visitador en residencia/
54
sólo el asentista se ha de remitir tabaco de la villa de
Honda a las provincias y ciudades del asiento, el oficial
real y juez de puertos no puedan dar guías ni aún de
corta cantidad, sin que preceda libramiento o boleta fir-
mada del asentista, mediante a que sin este requisito no
puede sujeto alguno conducir tabacos y que la pena que
se ha de imponer a todos las personas que contraviniesen
traficando o negociando con el tabaco de Honda a los
lugares de la contrata sea la de doscientos pesos, aplica-
dos en la forma expresada a más de la perdida de taba-
64r co/ en que fuese aprendido el contraventor, quien sien-
do destituido de bienes para la satisfacción de dicha
pena quede incurso en otra a arbitrio del juez con aten-
ción a las circunstancias ocurrentes en el infractor o
como fuese de mi superior agrado.
55
Nare han de comprender las penas en caso-de fraude o
de omisión y, por el mismo hecho, removidos del oficio
de bodegueros procediéndose contra ellos a insinuación
justificada del asentista por el juez de puerto de 1-fonda;
siendo esta remoción a más de las otras penas que asi en
éstos como en todos han de ser exequibles y por el
mismo caso de la aprehensión y sin otra figura de juicio
ni la de ocurrir a este superior gobierno sino sólo para
dar cuenta de la aprehensión de la pena que la respecta
66r para que con/su práctica se acredite la observancia de las
superiores órdenes y que del mismo modo y con el ma-
yor rigor se proceda contra los administradores que fue-
sen aprehendidos en algún fraude con la capa del minis-
terio de su administración y encargo; por deberse caute-
lar más, la infidelidad en aquellos que se requiere la
fidelidad porque puede suceder semejante procedimien-
to sin embargo que el administrador en la providencia de
sus subalternos aplicará su mayor esmero sobre que sean
sujetos de buena fe y de integridad como que estos
66v fundamentos estriba todo para que la renta sea/ aumen-
tada y el asentista sin las pérdidas que de lo contrario
había de sufrir.
56
tista ha de poder vender en ellos el tabaco que necesiten,
67v dándose/ por perdido el que otro llevase con agregación
de las penas que se tengan por convenientes. Que el
asentista será obligado a pagar a Su Majestad a más de la
cantidad del remate de esta renta, todos los derechos
que siempre se han acostumbrado de salida del puerto
de Honda, y alcabala en los lugares donde se vendiese el
tabaco; bien entendido que no deben pagar más dere-
chos de salida de Mompós para los lugares de su contra-
ta bajo la calidad de haber de llevar guía, por razón del
oficial real de Honda de quedar pagados los derechos de
los tabacos que remitiese a los lugares de su destino.
57
pasaren a Cartagena cuyas proposiciónes eran ventajosas
a la Real Hacienda y a la conservación de la renta; y
aceptando el remate y jurado el cumplir con su conteni-
do, se produjo el escrito, cuyo tenor y el del decreto que
proveen con dictamen del señor Don Manuel Rondero ;
oidor honorario de esta Real Audiencia y mi asesor ge-
neral es como sigue: Excelentilsimo Señor: Pedro José de
Hinestrosa procurador de esta Real Audiencia, en nom-
69 v bre de D. Manuel Ortiz de la Torre Vecino de la villa de
Honda y en virtud de su poder que tengo presentado en
los autos sobre la a]dministración del tabaco de hoja de
dicha villa parezca ante V. Excelencia y digo: que en mi
parte se remató el referido asiento bajo de varias capitu-
laciones y siendo una de ellas la de afianzar en aquella
villa, suplico a V. Excelencia se sirva mandar, se libre el
rendimiento correspondiente como así mismo los despa-
chos que pudiera para los lugares/ que comprende su
administración; para que en ellos se le tenga por tal
administrador y las justicias no permitan se le perjudi-
que en manera alguna, antes bien le den todos los auxi-
lios que necesitare en dicha administración y que le ten-
gan por tal administrador precediendo haber dado la
fianza que es de su cargo en la expresada Villa de Hon-
da; mediante lo cual a Vuestra Excelencia suplico provea
como pido que es justicia.
58
cumplimiento habiendo y tenido al expresado D. Ma-
nuel Ortiz de la Torre por administrador de la referida
renta de tabaco de hoja, en cuyo ministerio no permiti-
réis que con ningún motivo causa o pretexto se le perju-
dique y ponga impedimento; dándole los auxilios que os
pidiere en lo que los haya menester, sin consentir que
persona alguna de cualquier estado calidad cualquiera
que sea, introduzca y venda tabaco en esa jurisdicción a
excepción de aquél que es permitido según lo capitula-
do. Lo que cumpliréis puntualmente sin cosa en contra-
7Tv rio bajo las penas contenidas/ en dichas capitulaciones.
José Palacio
59
INSTRUCCIONES DICTADAS PARA LA
PROVINCIA DE ANTIOQUIA
SOBRE EL MODO DE ESTABLECER LAS
REALES RENTAS DE TABACO Y AGUARDIENTE
1777
Francisco Iturrate
61
administraciones (sic) de tabaco y aguardiente sujetos en
quienes concurriendo las calidades de idoneidad, ha-
bilidad, pureza, desinterés y celo que para tales destinos
se necesitan, asistan fondos con que ejecutar el estableci-
miento con la calidad de su reintegro del primer caudal
que se hiciere en su administración, he resuelto por pun-
to general que las instrucciones de aguardientes y taba-
cos que han de comunicarse a todas las provincias del
virreinato se acompañe copia de éste decreto, a fin de -
que el sujeto o sujetos a quienes se corneta su ejecución,
haciéndolo publicar, me proponga si hay alguno que
quiera ser administrador de aguardientes o tabacos con
la condición de costear la construcción, de fabricar
alambiques y demás conducentes a la fábrica, y las pri-
meras compras de tabacos y gastos anexos a la adminis-
tración, y reintegrarse de tal gasto del primer caudal que
se hiciere en su respectivo ramo, en inteligencia que para
nombrarles y despacharles sus títulos han de obligarse a
observar los capítulos siguientes:
62
So. Que se le ha de señalar por el mismo comisionado
de esta ejecución un término dentro del cual finali-
ce la obra, el que se procurará no extender fuera de lo
preciso.
Iturrate
Iturrare
63
•
64
INSTRUCCIONES ENVIADAS,
LAS QUE OBRAN EN IMPRENTA,
SOBRE EL MANEJO Y ARREGLO DE LAS
ADMINISTRACIONES DE TABACO Y AGUARDIENTE
1777
EXCETENTISIMO SEÑOR
65
chero antes vendiendo el género al mercader, que se los
2.2 pagaba a cambio de sus efectos/ entregándole éstos por
muy subidos precios, y tomándole aquel en los más ba-
jos a que su necesidad le obligaba a reducirlo: se pensó
que comprando el Rey el tabaco, y pagando de contado,
a moneda corriente se fomentarían, y sembrando cada
día más, consiguieran a pocos años enriquecerse. El éxi-
to (como regularmente sucede) no correspondió en todo
a los deseos; pues que ya fuese, que los émulos de este
proyecto, tiraron por todos los medios a desvanecerlos,
ya por la natural inconstancia de estos habitantes, y su
aborrecimiento al trabajo: •o ya por las variaciones, alte-
raciones, y diferencias que en su manejo ha sufrido: no
sólo se ha dejado de coger para el Rey aquel ventajoso
fruto, que debía prometerse; sino que aminorándose las
cosechas de tabaco; han abandonado muchos las siem-
bras, y otros las prosiguen con lentitud, y desconfianza
de su utilidad.
66
se a cada una, una delatadísima extensión de territorios,
en que pongan muchos particulares subalternos de aque-
llas, en quienes se subdivida por partidos toda su com-
prehensión y demarcación, dependiendo de éstas los Es-
tancos, que se pondrán al arbitrio de los administrado-
res, .en cuantos pueblos, parajes, y parroquias consideren
oportunos, y scan correspondientes al respectivo territo-
rio, que se delineará a cada, una de las administraciones
particulares.
67
llo: cuyo número se graduará por la calidad del terreno,
y ministerio a que se apliquen, substituyéndose en los
ríos navegables; las embarcaciones, para las Rondas, que
de aquellos hayan de formarse, en lugar de los caballos
con que por tierra sirven.
68
tabacos por los vendedores, primero que a otro alguno,
y en presencia del administrador los reconocerá, dicien-
do si son o no de recibo; a qué clase corresponde cada
uno, si en efecto los hubiere diversos; para que el admi-
nistrador los pague al precio que a cada cual, se hubiere
señalado.
69
15. El Administrador general, llevará igual libro al del
fiel y que en todas sus partidas 'corresponda con
aquél, bajo la pena de que no se le pagará alguna, que
ponga de más, o no sea conforme con aquellas.
70
Si el tabaco se comprare en longanizas, o andullos,
lo enfardelará igualmente el administrador, cuando
los vendedores no lo entreguen con alta calidad, rebaján-
P,10 doles el importe corno el de los cajones/.
71
partido donde residiere, de cuyo cargo, será pedir opor-
tunamente los tabacos que necesitare para el consumo
de su distrito.
72
curso; de suerte que tenga venta, encargando esa ocupa-
ción al vecino más acaudalado, y honrado, que en cada
paraje encontraren, de quien recibirán fianzas a su satis-
P.13 facción, como que en un todo son de su cuenta/, y a su
cargo corre el buen o mal obrar por estos estanqueros, y
sus alcances o pérdidas, advirtiendo que mientras más
estancos hubiere, más utilidad se seguirá a la renta.
73
de quedar en su poder: igualmente quedaran a favor de
los Administradores particulares, y estanqueros, los cajo-
nes o sacos en que se les remita el género; pues que
beneficiándolos ellos se les consigna sus precios para los
gastos de oficina, en cuya clase no se les pasarán algunos.
74
fija, cuando fuere uno solo el camino, que una con el
territorio de la administración, el de la cosecha ; y de a
caballo, y volante, cuando aquél sea abierto, y con diver-
sos caminos, para que sin estabilidad, vele sobre todos
ellos; reconociendo los caneyes, en que los tabacos se
recogen, y no permitiendo su salida, para otra parte que
P.16 para la administración/..
75
Si en la circunferencia del territorio, donde se esta-
bleciere cada administración quedare por casuali-
dad, algún paraje donde se siembre tabaco, hasta que se
pueda comprehender en otra; se pondrá algún guarda
que impida la introducción según el peligro que se nota-
re.
76
aplicándoles, el tanto por ciento, con que se juzgue jun-
tará cada uno el proporcionado para su decente subsis-
P.19 tencia; según lo caro, o barato del país./
77
ejecutará en los mismos términos, bajo algunas adverten-
cias, con la imposición de las siguientes penas:
78
Después de recibida la confesión a los citados reos,
por lo que de la sumaria resulte, proseguida la cau-
sa por sus trámites, y declarado el género por comisado;
se venderá en la Administración de su depósito, al precio
que le corresponda, según la clase a que se hubiere apli-
cado.
79
70. Se advertirá, que en los casos de fraudes, está dero-
gado todo fuero, con inclusión del Militar; debién-
dose registrar cuantas cosas se juzgaren necesarias, sean
de la excepción y privilegio que fueren.
80
en el cajón, lío, petacas o fardos donde venga; aunque
sea de lícita introducción, y traigan sus correspondientes
Despachos y gulas.
81
Marzo de 1772; y a lo dispuesto en los Reinos de Espa-
ña, para semejantes contrabandos, en cuya virtud se divi-
dirá por tercias partes; para el denunciador ; y otra para
los guardas administradores, estanqueros, o justicias que
lo aprehendieron.
82
DECRETO:
EXCELENTISIMO SEÑOR
83
Instrucción que forme para las Administraciones de ta-
bacos, pues que así quiere Vuestra Excelencia se ejecute,
y conviene a la Uniformidad, que en la Administración,
y cobro de sus rentas, debe guardar la Real Hacienda.
84
de todas las medidas, que hay en aquella administración
de aguardientes, de mayor o menor, por donde general-
mente se podrán arreglar las demás de las administracio-
nes.
85
El territorio o jurisdicción de cada administración,
se extenderá todo lo posible, con respecto a que no
sea excesivo; tanto porque las conducciones, por más que
se economicen, son arriesgadas, y costosas; como porque
el aguardiente, transitando por tierra continuamente, va
perdiendo mucho en su vigor, y fuerza; y también por-
que siendo tan fácil su destilación, en cualquiera casa, o
rincón y aún detrás de cualquiera mata, es muy difícil
estorbarla ; y por consecuencia, se hace preciso repartir
entre muchos, el celo y vigilancia necesaria para ello, y
que no sean muy dilatados los territorios, que a cada
uno toque guardar, para que con facilidad puedan co-
l'. 5 rrerlos y reconocerlos a menudo/.
86
7, Por el mismo orden, entregará al sacador todos los
utensilios, y pertrechos, que corresponda para la
batición, y destilación, de cuyo cargo deben correr esta
entrega.
87
14, Estos ajustes y convenios, los sentarán en el libro
de compras, cada partida por separado, la que fir-
marán los cosecheros, a quienes cada una toque respecti-
vamente; o por ellos un testigo, caso de no saber.
19: Como del libro del fiel, han de constar las ventas,
que se hicieren de las dichas cántaras a los pulpe-
ros, por él se conocerá, cuando cualquiera de ellos se
tarde en repetir sus compras, el fraude que pueda come-
ter, mezclando con el de la administración el aguardien-
te de ilícita introducción, y se tendrá presente su tar-
danza, para no volver a vendérselo.
88
21. Tendrá el administrador muy particular cuidado,
P.9 de tener siempre/ bien provista su administración,
y fábrica,, tanto de utensilios, como de simples, y licor
para que no se verifique la menor falta, en cuyo caso, se
le hará el más estrecho cargo.
89
29. Se les abonará lo necesario, para casa, y almacenes
. de la administración, cuando no sea propia de Su
Majestad.
90
nistración; ya sea al menudeo, o por mayor; y una y
media, por el que remitan a los estancos subalternos
para su venta, con respecto al trasiego, y detención que
tenga en la administración el licor, en inteligencia que se
P.12 graduará por mérito particular,. el administrador/ que
diere menos mermas.
91
Los administradores, están obligados a llevar los
mismos libros que se encargarán al fiel, para que en
los propios términos ejecuten los apuntes.
FIEL INTERVENTOR
- 92
cacla partida que se comprare con fecha de día, mes y
año; diciendo a qué sujeto, y de dónde es vecino, sacará
al margen su importe, y lo sumará al fin de cada plana.
93
57. En otro llevará apuntes de las ventas del licor, en
P.16 que exprese/ el que semanalmente se venda en la
administración, el que se vendiere a los pulperos, y el
que remitiere a los estancos: todo con expresión de día,
mes y año.
SACADOR
94
Como suele sueceder, que por no haber tiempo pa-
ra destilar los guarapos, que se sazonan en un día,
se prevee el que éstos puedan pasarse, o en efecto, •se
pasan, para detener la fermentación, o hacer volver a ella
los ya pasados, el echarles una porción de miel, con
respecto a la cantidad del guarapo; lo que el administra-
dor anotará en su libro, por Data, y el fiel interventor
ejecutará lo propio en el de su cargo.
95
Para que sepa mejor la calidad de la miel, y la que
aguanta la batición en su sexta parte, se podrá gra-
P.19 duar por lo común, según su peso/: de suerte que igual
buque de miel, tenga un cuarenta por ciento más, que
del agua; y por cuya consecuencia, la azumbre que de
agua pese cinco libras de la miel buena, por lo regular
pesará siete, y una cántara de ocho azumbres, cuyo bu-
que de agua pese cuarenta libras, pesará de aquella miel
cincuenta y seis.
96
El sacador, graduará y pedirá al administrador la
leña que fuere necesaria, al respecto de la citada
regulación de alambiques que hiciere.
97
cerá cuántos quintos de azumbre tiene; y por así, gra-
duará las que debe dejar correr, después de haber que-
r.= brado el licor; conociendo cuando estén, ya los que/ le
correspondan al fino, o al ordinario, según la clase que
quiera sacar: por el mismo orden de meter en la vasija la
varita, y ver las marcas, que llega a cubrir el aguardiente,
por cuyo medio, sin derrames, ni desperdicios verificará
esta operación.
ESTANQUEROS
98
que van maltratados, o que tiene algún indicio, de haber
sido adulterados en el camino, los abrirán y probarán,
para dar aviso a su administrador, del daño que hubiere
y en qué consiste.
99
Así como los estanqueros estan obligados a ir por
el licor a la administración, o enviar persona de su
satisfacción, que lo ejecute, son también responsables a
P25 las faltas, pérdidas y derrames y quiebras/ de vasijas, que
sufriere en el camino, por cuyo importe, el administra-
dor general repetirá contra, sin aguardar otra circunstan-
cia, que la de el conductor, no tenga de pronto con que
pagarlo; o no alcancen a ello, la mitad del precio de
conducción, que le retuvo, y bestias en que lo transpor-
tó.
100
les dictare su celo, atraer denunciadores: considerando
siempre, que éste es el único camino para descubrir los
fraudes; que de otro modo, por acaso llegue así a efec-
tuarse.
Todo Administrador y Estanquero, tendrá facultad
para celar el que no se hagan clandestinas, destila-
ciones, ni introducciones ilícitas; perseguir los defrauda-
dores, y hacer los caminos que pueda, con auxilio de las
justicias; y entregando aquéllos abs jueces más inmedia-
tos, a quienes corresponda, para que los castiguen, según
las. penas que se establecerán.
SUELDOS
101
98. Los Fieles interventores, gozarán de 'quinientos pe-
sos de salario anual.
102
añadir: lo que no se ejecutará sin grave motivo, porque
no se varíe la uniformidad, que se desea en el manejo de
la Renta.
103
tas, si lo hubiere en el Distrito de la Administración
General, donde se aprehenda el contrabando; y de no al
gobemador, o corregidor cabeza de partido de aquella
provincia, o a los alcaldes ordinarios, caso de hallarse
muy distantes los dichos gobernador o corregidor.
104
do; se venderá en el estanco de su depósito; al precio
que le corresponda según su calidad.
105
de plano, y sin estrépito, y figura de juicio: sabida la
verdad, con la Real aprehensión, o una sumaria informa-
ción a imponerles la pena; dando siempre yen todo caso
cuenta a la Superintendencia General, antes de su ejecu-
P.34 don/.
106
PENAS
107
131. Si los jueces, tuvieren por conveniente regrabar es-
tas penas con respecto a las circunstancias que con-
servan en la causa, ya de la insolencia de los reos, fre-
P.37 cuencia de cometer los fraudes y otras justas razones/
podrán ejecutarlo, imponiendo siempre la de privación
de empleos a todo el que delinquiere de los empleados
en la Renta.
APLICACION DE COMISOS
108
135. Los carruajes, bestias, o embarcaciones que se apre-
hendieren del contrabando, se aplicarán a los guar-
das, administradores, estanqueros, o justicias que lo
apresaren. Habiendo Vuestra Excelencia mandar pasar al
señor fiscal de esta audiencia el borrador de esta instruc-
ción, para que sobre ella dijera su dictamen, antes de
ponerla en limpio, como juez conservador de Rentas, e
instruido de semejantes asuntos; lo expuso por separado
en oficio de veinte de éste (Que debe unirse a esta ins-
trucción) conformándose en todo lo más substancial de
ella; y por algún otro reparo que insinúe, he aumentado
en su lugar algunas precauciones que me han parecido
convenientes; como la del paso de la miel, al recibirla, y
comprar la de los cosecheros; la del dos y medio por
ciento, y cuatro y medio de mermas, con la calidad de
por ahora, para los administradores, y expendedores:
borrando el párrafo ochenta que podía causar equivoca-
ción, como le sucedió a dicho señor, y la que en las
causas de poca monta, y miserables, se proceda sumaria-
P.39 mente, sin tocar/en punto mayores facultades de los jue-
ces conservadores, pues éstos (fuera del conocimiento en
las causas de fraude, no deben tener otros) que los que
quisiere concederle la Super Intendencia General al
tiempo de su nombramiento, como en su lugar lo ex-
presa.
FRANCISCO ROBLEDO
109
discrepancia, aunque algunos hallan guardado otra prác-
tica. Que iguales copias se envíen a los gobernadores y
corregidores del Virreynato, a fin de que por su espíritu
y temor discurran uniformemente el establecimiento de
La Renta del aguardiente, cada uno respectivamente en su
P.40 provincia valiéndose de los/ medios que juzguen más
oportunos, para que efectivamente se entable la renta; y
que sea con tanta eficacia que más tarde en el discurso
de todo el año que viene del 77, se logre verla en todo el
Virreynato establecida: en inteligencia, que de lo contra-
rio se procederá contra los mismos gobernadores, corregi-
dores, con el mayor rigor, como contra los malos servi-
dores del rey.
FRANCISCO IT URRATE
110
EXPEDIENTE SOBRE LOS
COSECHEROS DE TABACO EN HOJA EN LA
CIUDAD DE SANTAFE DE ANTIOQUIA
1778
Salvador Mejía
111
estando pronta al demás recaudo necesario. Así lo pro-
veyeron, mandaron y firmaron los señores Don Juan
José de Lora y › Nuno regidor y alcalde ordinario más
antiguo de esta ciudad, Don Francisco Rincón su com-
pañero, Don Bernardo Martínez, Alférez Real, Don Ber-
nardo González, Alguacil Mayor y Don Lorenzo Zapata,
Regidor, y depositario general y todos por estar ausentes
los demás regidores, en dicha ciudad a 19 de febrero de
1778 años, por ante mí, de que doy fe.
112
fuerza y vigor la anticuada costumbre en los terminos de
esta dicha ciudad de la siembra de tabaco de hoja; así
ante el superior gobierno de este reino como en cual-
quiera otro tribunal de su Majestad dentro y fuera de
esta provincia, y si necesario fuere ante la misma real
persona de Nuestro Católico Monarca Rey y señor natu-
ral en su real y supremo consejo. Por el presente damos
3v y otorgamos todo nuestro poder cual bastante/ y necesa-
rio sea para el caso, y todo su anexo, y conveniente y
dependiente para valer en primer lugar al señor don Sal-
vador Mejía actual alcalde Juez pedaneo del Partido del
Sacaojal, y en segundo a don Lorenzo Lopera, y en
tercero a Bernardo Hidalgo todos vecinos de esta dicha
ciudad, y en todos grados, a cualesquiera procurador del
Número de los de la Real Audiencia y Cancillería de la
ciudad de Santa Fe, que no tengan embarazo, a todos y
cada uno de por si y solidum, para que cualquiera de
ellos a nuestro nombre, pueda presentarse, y se presente
judicial o extrajudicialmente ante cualesquiera de los ni-
4r buna/les, que necesario sea y corresponda, y haga todas
y las más necesarias representaciones, que al asunto con-
venga, a fin de que no se prive ni destruya la siembra de
dicho tabaco de hoja en esta dicha jurisdicción; y para
esforzar y documentar cuantas razones y motivos expu-
sieren a nuestro favor, puedan pedir, que se reciban to-
das la informaciones necesarias, presentando para ello
testigos y que sean examinados por el tenor de los inte-
rrogatoris, que informaren y presentaren; pidan así mis-
mo, y adquieran cualesquiera documento, que conside-
rasen conducentes al caso, y los presenten donde, cuan-
do y como convenga presentes escritos y alegatos, y
4v cuales/quieras pedimentos, oigan la notificación y cita-
ciones, que se les hiciesen, como también las providen-
cias, sentencias y declaraciones que se pronunciasen;
consientan en las favorables, y por las de contrario supli-
quen y apelen, sigan la supliéación y apelación don-
de según derecho competan y deban; pidan térmi-
nos y receptorias, recusen jueces, letrados y escriba-
nos y juren las tales recusaciones, ganen reales cédulas,
provisiones reales y superiores despachos a nuestro fa-
vor, y últimarhente hagan todo lo que fuese necesario, y
lo mismo que nosotros hicieramos, o pudieramos hacer
debidamente presentes siendo hasta conseguir el intento.
Que el poder, que para todo ello su anexo concerniente
y pendiente sea necesario ese mismo, les damos y otor-
113
gamos a los nominados don Salvador Mejía, don Loren-
zo Lopera, Bernardo Hidalgo, y Procurador del Número
sin embarazo, con libre, franca y general administración
sin limitación alguna para el caso, y con la facultad de
poder enjuiciar, jurar, y sustituir, revocar sustitutos y
nombrar otros de nuevo, que a todos relevamos en debi-
5r da forma. Y a la firmeza y validación/ de todo lo que en
justicia de este poder obraren con arreglo a instruccio-
nes, nos obligarnos con nuestras personas y bienes habi-
dos y por haber; y damos facultad para que cualesquiera
justicia de su Majestad a ello nos compela, como por
instrumento ejecutivo y sentencia pasada y no apelada,
renunciando como renunciamos nuestro fuero, domici-
lio y vecindad, y cuantas leyes y derechos le sean de
nuestro favor con la general, y la de si convenit de
jurisdictione omnium judicium, y última de las sumisio-
nes. En cuya virtud así lo otorgamos y firmamos ante el
presente escribano público y del número de esta dicha
5v ciudad: Yo Juan Antonio de Orellana escri/bano público
del número de ella así lo certifico, que lo otorgan, y
firman en Antioquia, a 29 de diciembre de 1777 años,
siendo testigos Escolástico Delgado y. Antonio Holguín
vecinos, de que doy fe Dionisio Rodríguez-José de Espi-
noza - Manuel Salvador de Santana - Dionisio López -
Ignacio Javier de Agudelo - Maioriano Pimienta - Miguel
Bastidas - Don Sebastián Mejía - Andrés Agudelo - José
Manuel Rodríguez - A ruego de Marco Rengifo - Nicolás
Zaucedo - Fabián de Agudelo - A ruego de José Manuel
de Villa - José Joaquín de Celis lo firma - A ruego de
Gr Felipe Jaramillo - José M./ Ignacio Tamayo - Ibaldo
Agudelo- José de Legarda - Juan Esteban de Vargas -
Ignacio Arias - Borja Quintero - Javier de Agudelo -
Pedro José Quintero - Miguel de Sepúlveda - Francisco
Antonio de Legarda - Juan Andrés Jaramillo - Juan José
Ballesteros - Juan Bernardo de Villa - Gregorio Legarda -
Juan José González - Ignacio de Corses - A ruego de
Juan Ignacio Ruiz - Antonio Correa - Nicolás Cardeña -
Manuel Salvador Garcés - Luis Durando del Pino - Juan
Antonio de .Orellana Escribano Público del Número -
Gv concuer/da este traslado con el poder original que va
referido, con el cual se corrigió y concertó, está cierto y
verdadero a que en lo necesario me refiero; en cuya fe lo
certifico, signo y firmo en esta ciudad de Antioquia a 10
de enero de 1778 años - con testimonio de verdad - Juan
Antonio de Orellana Escribano Público del Número - pre-
114
sentado con petición ante el señor Gobernador y Co-
mandante General y mandado devolver por decreto de
así está 17 de Enero de 1777 años, lo que yo el escribano anoto,
Petición 7r y firmo Orellana - Señores del Muy Ilustre/ Cabildo -
Don Salvador Mejía vecino de esta ciudad de Antioquia
por mí, y a nombre de todos los demás vecinos, y cose-
cheros del tabaco de hoja que en las cercanías de ella y
riberas del río de Cauca se ha acostumbrado de inmemo-
rial tiempo a esta parte su siembra y cosecha, y en virtud
de su poder, que con la debida solemnidad acepto, pre-
sento y juro ante Vuestra Señoría conforme a derecho
parezco, y con el más sumiso rendimiento y debido res-
peto digo: que según lo que comprenden hemos podido
así de noticias como por lo que se ha dado al púlbico en
un bando hecho publicar en ésta, se ha proyectado y
7v mandado por/ el Excelentísimo Señor Virrey actual de
este reino, que se consuma y destruya la cosecha y semi-
lla del tabaco de hoja, que en nuestra patria, y a las
riberas del río de Cauca de dicha jurisdicción se ha acos-
tumbrado sembrar, coger y gastar para que de este modo
tenga más expendio y consumo el que se cosecha en la
villa de Honda y sitio de Ambalema por hallarse éste en
administración de cuenta de la Real Hacienda; y porque
de haber de tener efecto dicha superior providencia (ha-
blando con la más captada venia y sumisa veneración
debida a los superiores mandatos) se seguirá a esta ciu-
dad a todos sus mercaderes y cosecheros una inevitable
Sr ruina y desolación de una tan antigua/ capital como es la
nuestra. Para que así no se verifique nos hallamos com-
pelidos a nuestra propia miseria y necesidad, y con obli-
gación inexcusable a exclamar por el remedio y a expo-
ner y representar a Vuestra Señoría los gravísimos per-
juicios que se puedan dar por ciertos, y sin duda se
seguirán a todo este común de ponerse en ejecución
dicho superior mandato. Y por otra parte a hacer visi-
bles y demostrables que no los padecerá el real erario en
los ingresos que por este ramo o renta deba lucrarse, y
percibir si mereciese nuestra lealtad, el que sean admiti-
dos y aceptados los más regulares y legítimos medios
8v que alcanza a proponer nuestra rudeza apoyada/ de los
fundamentos y razones siguientes - es tan antigua la cos-
tumbre inveterada en esta ciudad y sus riberas del río de
Cauca de cosechar el tabaco de hoja cuanto lo es su
fundación, ésto se halla justificado plenamente desde el
principio y entable de esta renta o asiento del tabaco de
115
hoja de Honda, pues habiéndose quejado ante el supe-
rior gobierno de este reino, don Diego Antonio Viana
primer arrendador de ella, de que en esta provincia se
intentaba como cosa nueva establecer la siembra de di-
cho género, y que por ello seda gravemente perjudicado
su asiento, como el real haber se proveyó en el asunto,
lo que se conceptúo por conveniente y de ésto resultó
con una plena información de testigos no cosecheros
gr que en esta ciudad no se/ verificaba novedad, sino con-
tinuación de la anticuada costumbre de que siempre ha-
bía gozado sin la menor interrupción ni contradicción;
en cuya vista y sin otro documento no sólo no se privó
su siembra y cosechas, sino que al siguiente arrenda-
miento hecho por don Manuel Ortiz de la Torre por éste
expresa, clara y distinta condición, de que sin perjuicio
de las antiguas cosechas de esta ciudad de Antioquia
hada postura de él con tal de que no se adelantasen ni
permitiesen en las partes o lugares donde nunca se había
acostumbrado su siembra, Así consta y se puede ver el
cuaderno de autos seguidos en virtud del primer despa-
sv cho librado a pedimento del citado/ Viana. Y lo segundo
se patentiza del mismo rendimiento despachado a favor
del enunciado Ortiz. Pero aún lo que más fuerza hace a
nuestro intento es que aunque se ha pretendido por
otros arrendadores posteriores al Ortiz, de que se priva-
sen nuestras cosechas con sólo lo que produjeron en la
superior mente aquellas primeras diligencias, o pruebas
arriba citadas, siempre fue negada a los arrendadores
semejante pretensión. Y aún lo que más levanta de pun-
to este concepto, es que en los tres últimos años anterio-
res al citado nuevo proyecto estuvo esta renta en Admi-
nistración de cuenta de la Real Hacienda en la villa de
Honda y cuando pudiera pensar que ya en este caso por
tor el mayor aumento/ se privarán las cosechas de esta ciu-
dad no se verificó novedad, y prosiguió corriendo la
anticuada costumbre de nuestras siembras, esto supues-
to, si desde el entable de esta renta no sólo cuando ha
corrido de cuenta de particulares, sino lo que es más, a
beneficio de la Real Hacienda, tenida que fue presenta la
antigua costumbre de cosechar aquel fruto en esta ciu-
dad con otros graves inconvenientes que no se duda pu-
do penetrar el superior gobierno, no se privó su conti-
nuación; bien claro se deja ver y considerar que en este
asunto es muy valorizada y poderosa la costumbre, y
que no se puede derogar auncuando medien reales inte-
116
reses: mayormente cuando por otra parte sin hacer no-
iov ve/dad con el vasallo, puede acopiar su Majestad los mis-
mos con sólo aquello que se le niegue para sus negocia-
ciones y tratos, de los que le resulta al mismo real erario,
sino mayores iguales ingresos. Y pues este nuevo proyec-
to, según hemos entendido, se halla afianzado y acredi-
tado en lo que para el entable de estas rentas tuvo por
asentado y conveniente providenciar el Excelentísimo
Señor Bailío Fray, don Pedro Messía de la Cerda siendo
virrey de este Nuevo Reino, como tan justificado y celo-
so ministro de los aumentos del real haber, habiendo
sido el mismo Excelentísimo Señor, quien hecho cargo
de lo que ocurría en las siembras de tabaco de hoja se
lir cosechaba a las riberas del/ río de Cauca de esta ciudad
se digna mandar que corriesen las antiguas cosechas de
tabaco en ellas establecidas sin pensión alguna, de que
bien claro se manifiesta de que al providenciar lo que
ahora nuevamente se ha proyectado por el actual Supe-
rior Gobierno, no se le pusieron presentes a su Excelen-
cia aquellas anteriores providencias, pues sin duda es de
creer, y aún afirmar, hubiera acortado su celosa y justifi-
cada superior conducta con arreglo de ellas, y por ésto
las recordamos en esta exclamación, con los más funda-
mentos que para la consecución de nuestro tan justo
pido exponemos. Por la misma razón de costumbre anti-
cuada se deja entender que no se privaron las cosechas, y
liv siem/bras de este género en la provincia de Popayán, y
se ha propendido a establecer en ella administración de
cuenta de su Majestad. Luego no gozando de mayor
antigüedad aquella provincia en esta costumbre, ni de
privilegios especiales en este asunto que la nuestra, pare-
ce regular débese mantener en los mismos, y cuando más
si su Excelencia tuviese a bien, cuando no de que corra,
como hasta aquí, sin ninguna pensión, fundar o estable-
cer en ella administración de este género de cuenta de la
Real Hacienda, no hay motivos que puedan impedirlo,
antes bien experimentará el real erario conocidos au-
mentos, se evitarán los costos y riesgos de la conducción
del de Honda, en que según los dilatados y fragosos
12r caminos de aquélla a ésta, y lo que la expe/riencia tiene
acreditado, ocasionará muchas pérdidas. Y por el mismo
hecho privada la libertad del comercio en la mayor parte
para la conducción de sus intereses de que se excusaba,
corriendo esta renta del modo que se pretende estable-
cer. Y siendo del agrado de su Excelencia en los térmi-
117
nos siguientes - Que con lo que cosecharen las riberas de
este río de Cauca se mantenga lo comprensivo en esta
misma provincia de Antioquia entregándole a su Majes-
tad, o por su real nombre del Administrador las dos
clases de tabaco, principal y desecho bueno a 2 pesos, 4
tomines arroba, y de esa calidad para abajo a peso, a
excepción del ínfimo.bajero, que éste se dará al despre-
cio. Y que de cuenta de su Majestad se vendan los nomi-
12v na/dos de a 2 castellanos, 4 tomines, a 5 la arroba, y el
que sigue a 2, de que le resulte un ciento por ciento de
aumento con la eXcusación de los costos y riesgos referi-
dos, y los más que a continuación se expresarán, y a
nosotros el provecho de saber con seguridad lo que nos
produce nuestro trabajo, cuya proporción tan regular
como digna de atención suplicarnos reverente a Vuestra
Señoría manifiesten a la tan alta consideración de su
Excelencia, pues con tan ventajosas propuestas no duda-
mos se consiga el fin, mayormente cuando en nosotros
concurre la imposibilidad de mantenernos quitada esta
siembra, por reducirse esta provincia a una isla remota
en tierra adentro apartada de todo trato y comercio,
más que el que si encierra conducido de lejanas tierras y
13r sólo/ con la producción de maíz, tabaco y dulces, lo que
no acontece en los de la villa de Honda y Ambalema por
estar orillados al camino real de la carrera principal del
vasto comercio de todo este reino, y con este motivo
tener sus moradores distintas inteligencias en que ocupar
sus personas para poderse mantener, a que se agrega el
distinto provecho que ha dado esta provincia y dará a su
Majestad a el que le ha dado aquella para que viva ésta y
muera la nuestra, quedándoles a éstos a más de los arbi-
trios dichos el de mantener de sus cosechas de tabaco las
demás provincias y lugares asignados en el establecimien-
to de esta venta, y en pedir nosotros nuestra provincia
con obligación de mantenerla de este fruto, parece no
13v pedimos ningún exceso y /más cuando redunda en bene-
ficio de la real hacienda que es nuestro principal objeto,
corno enseñará el tiempo, y también del aumento que se
experimentará por el comercio en el real erario por ser
uno de los renglones que a continuación de las minas de
oro ha estado sosteniendo dicha provincia y de la que su
Majestad se ha utilizado más que de otra ninguna de su
reino, teniendo Vuestra Señoría entendido que de verifi-
carse el que se nos impida la siembra del tabaco de hoja
se estrecha en tal modo dicha provincia y especialmente
118
esta ciudad que no es regular, y aún acertivamente lo
afirmamos, pueda permanecer sin aniquilarse enteramen-
te antes de 12 años por sernos preciso a los más morado-
res de esta dicha ciudad de desampararla, de que resultará
14r a su Majestad/ un considerable deterioro por ser esta
provincia tan rica, que por todas panes están sus entra-
ñas cuajadas de oro, y nos atrevemos a decir con más
que sólidos fundamentos que la provincia del Dorado
tan solicitada no es otra que ésta de Antioquia, de lo
que enterado por Vuestra Señoría la piadosa y cristiana
consideración de su Excelencia no dudamos providencie,
no sólo a que se nos conceda este tan justo pido, sino
que extienda su conocida benignidad a todo cuanto con-
sidere en favor de estos humildes y leales vasallos, y más
cuando de impedírsenos esta siembra quedamos expues-
tos a perecer con mucha parte de mujeres que a este
aviso conseguían la diaria sustentación, y cubrir sus des-
nudeces por no poder a causa de nuestra conocida desdi-
14v cha y ningunos/ medios labrar minas que sólo ejecuten
los que tienen cuadrilla y fondo de que se sigue (por no
ser de menos momento)las muchas ofensas a las majesta-
des por todos los géneros de pecados a que nos obligará
la ruina en que nos deja; y por el contrario concediéndo-
senos lo que siempre hemos poseído quedaremos en
tranquilidad con excusa de las ofensas que amenazan,
revivirá este pobre vecindario y su Majestad conocerá
gran ventaja en sus reales erarios por las razones expues-
tas, y siguiente consideramos se consuman en dicha pro-
vincia de 10 a 12 mil arrobas de tabaco anual, suponga-
mos las 10, que vendidas de cuenta de su Majestad a los
5 pesos referidos montan 50 mil, enterada la mitad a los
15r cosecheros, queda otro tanto / no trayendo a considera-
ción el de a peso por ser poco el de esta consideración, y
aunque de ésta se rebaje la mitad para divertir en costos
de administracioneS, interventoras, guardas (que no es
dable) para velar el que no entre de otras partes, quedan
por sobrante líquido a favor de su Majestad 12 mil y
quinientos pesos de oro libres, a que no aspira el produc-
to de sus reales cajas cuya conjetura es prudencial, por
lo que la experiencia de muchos años nos enseña a los
cosecheros sobre el consumo de este género experimen-
tado en esta provincia, y con diferencia corta: enseñan-
15v do esta demostración que de no tener lugar/ nuestro
legal pedimento se testifica la total ruina de ella por la
diferencia que se ve de la contra en quedar o no en ella
119
el caudal que se conjetura sufrague esta planta, lo que
antecede ante nos ha obligado a decir ocasionara su total
destrucción. No creemos experimentar esta ruina por las
razones manifestadas y por aquellas palabras de que en
sus Reales Leyes vierte Nuestro católico y soberano mo-
narca en donde viendo por sus vasallos dice con real
franqueza encargando a sus ministros que se esté antes a
lo útil de sus vasallos, que a sus argumentos cuyas reales
palabras, aunque rústicos hemos llegado a comprender,
16r y de ellas nos aprovechamos para con/ más seguridad
expresar la consecución de nuestro pido por medio del
esfuerzo que con la solidez, cristiandad y cordura que
esperamos de Vuestra Señoría esfuerzo y como padres
escogidos de esta república ante el Excelentísimo Señor
Virrey de este Nuevo Reino suplicándole tenga a bien
revocar lo mandado en este asunto, exponiendo para
ello, lo que Vuestra Señoría tenga por conveniente en el
logro del mejor aumento del real erario de Su Majestad y
comodidad de este vecindario, y que tenga a bien conce-
dernos la utilidad que sufrague esta provincia en la venta
de este fruto que mantendremos en su acostumbrada
16v siembra, sobre que ex/clamamos en consecución de la
justicia. Y por cuanto se halla ausente de esta capital el
señor Gobernador y Comandante General, y que no nos
pare perjuicio a un negocio tan grave, hago a mi nombre
y de los demás esta solemne representación ante ese
Ilustre Ayuntamiento con los documentos que en com-
probación de lo dicho acompaño por testimonio, pidien-
do y suplicando con toda ansia a Vuestra Señoría se
sirvan providenciar a fin de que estas nuestras razones, y
a las que a su continuación tengan a bien exponer, lle-
guen a los piadosos oídos de su Excelencia para que
siendo atendidas con reflexión, que demandan, y mere-
17r cen/ se digne proveer, como solicita nuestra lealtad en
equidad de justicia, la que para merecer yo en nombre
de todo el cuerpo de cosecheros, juro no proceder
de malicia y en lo demás necesario - Salvador Mejía
- Otro sí: digo: por no quedar pendiente lo que
ofrecí y concurre en el nuevo proyecto en cuan-
to a embarazos y riesgos contra los intereses reales,
es que habiendo de conducirse los tabacos de cuenta y
riesgo de la Real Hacienda y esos por la montaña de
Nare, que las pestes que de continuo se levantan en
dicha montaña son muchas como es público y por ello y
morirse muchas bestias mulares se ven precisados los
120
17v arrieros a dejar a una total inclemencia las cargas/ mien-
tras encuentran proporción de volver por otras mulas
para sacarlas, en este intermedio debe considerar la pér-
dida que puede experimentar su Majestad pues con las
lluvias se pudren los cueros de los cajones en que se
conduce el tabaco, y éste por lo consiguiente, sin que
por ésto pueda compelérseles ni obligárseles a los mule-
ros ni arrieros a su reemplazo, por no depender de cosa
que puedan remediar, pues ni peste ni invernadas, están
sujetas a obedecerles y harto les queda que sentir con la
pérdida de sus bestias sin el logro de su flete quedando
expuesta esta provincia (caso que no se pierdan las cose-
chas de Ambalema y Honda) a carecer de este fruto por
18r los evidentes riesgos/ de los que y sus costos se excusa su
Majestad sembrándose como hasta aquí en las riberas del
río de Cauca de esta jurisdicción y no en otros parajes
de esta provincia y se logra el desembarazo de las recuas
de mulas para el tráfico de los comerciantes que es el
más por esas bodegas para Cartagena y Santa Re. A cuyo
alivio se debe propender como principal objeto de nues-
tro católico monarca por este el nervio más sólido y
fuerte que tiene el cuerpo de su real corona y de haberse
de mantener el entable de dicho tabaco por dichas bode-
gas se hace verosímil se atrase y pierda el comercio por
quedar sujetos sus intereses a dilatadas esperas en dichas
18v bodegas hasta desahogar el a/carreto de los tabacos y
serle insufrible la corrupción a que exponen sus ropas en
las humedades, comejenes y ratas, de que de preciso han
de participar. Poniendo así mismo en la consideración
de Vuestra Señoría que acercándose el tiempo de el coli-
no de tabaco, si se nos priva de la semilla, que por el
bando publicado se manda recoger para consumirla, no
podremos en llegando el tiempo de la siembra tecnificar-
la. En esta atención suplicamos a Vuestra Señoría se
sirva dispensarnos la entrega de ella, entre tanto que su
Excelencia por más inmediato acierto resuelve sobre
nuestro pedimento, que desde luego estamos prontos a
no usar de ella hasta que se determine otra cosa, o que
19r se deposite y mantenga/ en sujeto de la satisfacción de
Vuestra Señoría juro Salvador Mejía .
121
cedente los señores del Muy Ilustre Cabildo arriba fir-
mados 'en este Ayuntamiento en Antioquia a 10 de fe-
brero de 1778 año, por ante mí de que doy fe - Juan
Antonio de Orellana Escribano Público del Número - In
continente, yo el oficial de cabildo hice saber el decreto
antecedente a don Salvador Mejía en su persona, lo que
pongo por diligencia y firmo - Escolástico Delgado.
122
con el logro del trabajo que apliquen a la cosecha del
tabaco como único medio que la misma tierra propor-
ciona parece se hace ver lo útil cjue será al común, al
21r erario y a los cosecheros/ el que a éstos no se les prive,
antes si se les concede y anime a su continuación y
adelantamientos de los que logrará mayores la Real Ha-
cienda haciendo lo que sin riesgo ni mayores costos pue-
de buscar comprando y vendiendo a los precios que se
propone en que no encuentra embarazo el Procurador
como por el término de aumentarse los reales quintos
siempre que se fomenten mayores o más útiles labores
de minas en cuya atención Vuestra Señoría con su man-
dado acuerdo proveerá lo que estimare por más arregla-
do y conveniente a los reales intereses y a la causa públi-
ca y de justicia Antioquia 14 de Febrero de 1778.
Felipe Agustín de Castañeda Zapata.
123
capital de su provincia, en virtud de lo representado por
los cosecheros y de lo expuesto por el Procurador Gene-
ral como de lo que parece más arreglado y conveniente
al bien público, conservación y aumento de esta repúbli-
ca que acredita una constante y dilatada experiencia,
Como por la atenta reflexión a que obliga y atrae el
oficio y ministerio instituido para sólo este fin en satis-
facción de las piadosas intenciones de su Majestad para
el bien de sus vasallos, conservación y aumento de su
23r monar/quía; con el debido respeto, manifiesta a Vuestra
Excelencia lo más digno de su prudente consideración
para la dirección de cualquier providencia, y sea lo pri-
mero el estado de esta capital de la provincia desde don-
de tiene este cabildo el honor de hacer su respetuoso
informe, creyendo que nada expresara que no haya di-
vulgado la fama o acreditado la experiencia aún en los
más remotos lugares de este reino. Se halla, Excelentísi-
mo Señor, esta ciudad en tan miserable estado que a no
darle algún fomento con prudentes arbitrios se considera
inevitable su próxima ruina; por esta causa y a este fin
23v Don Francisco Silvestre Gober/nador interino el año
próximo pasado aplicó todo su cuidado y eficacia en
establecer un cabildo de que carecía hablando y supli-
cando personalmente a los sujetos que hoy le componen
para que pusiesen los oficios y regimientos como así se
ejecutó hasta conseguirse por su medio, y a lo mismo
propendió el actual Gobernador Don Cayetano Buelta
Lorenzana adhiriendo uno y otro a la necesidad que
palpaban de este pronto auspicio: la causa inmediata y
principal de este descaecimiento es manifiesta en la po-
breza e inopia a que ha llegado este corto vecindario, y
que motiva el no laborearse los ricos minerales de que
24r abunda de cuyo beneficio se ven privados/ no por deci-
dia o cobardía, sino por la falta de medios necesarios
para poner en estado sus labores y aunque éstos pudie-
ran proporcionar el tiempo con los frutos que suministra
la fertilidad del terreno su corto o ningún expendio los
extraña de este auxilio mayormente que cuando se ven
hoy amenazados del exterminio de más pingüe y único
en que afincaban sus esperanzas con el aumento de sus
cosechas, cual es el tabaco de hoja, que sólo se cultiva de
tiempo inmemorial en las vegas del río de Cauca, en
donde se halla situada esta ciudad. Y como de la incum-
bencia de su cabildo sea proyectar los medios más efica-
24v ces y convenientes a su reparo,/ Subsistencia y aumento
124
se promete de la benignidad y acreditada justificación de
Vuestra Excelencia el permiso para, con el más profun-
do respeto, representar que después de las más serias
reflexiones, en consideración del deplorable estado de
esta república, no se encuentra otro arbitrio de reparar
su miseria que el que actualmente se facilita con la admi-
nistración del tabaco de hoja por su Majestad, siempre
que se expenda en ésta el mismo que fructifica esta
ciudad y sus contornos para toda la provincia, para cuyo
abasto se procurará el aumento en las cosechas no per-
mitiéndose se siembre en otra parte; así porque solamen-
25r te en ésta de tiempo inmemorial se ha/sembrado, como
porque sólo esta ciudad necesita del expendio de este
fruto para su restablecimiento y subsistencia por el con-
siderable atraso en que se halla. Propone este cabildo a
la sabia comprensión de Vuestra Excelencia el expresado
proyecto conceptuándolo por útil al real erario y conve-
nientísimo a esta república. En el presente estado es útil
al real erario porque se hace evidente el aumento que
pueda tener en su expendio de un ciento por ciento sin
los riesgos que atrae anexos la conducción del de Amba-
lema a esta provincia que son deteriorarse en parte o de
perderse enteramente en la bodega de Nare, o en el trán-
25v sito del camino áspero y dilatado que son no/torios, y lo
demuestra una constante experiencia porque en los
tiempos de lluvia y con la alternativa de más o menos, y
sino se pierden las cargas de corrupción en las bodegas,
se pierden en el tránsito del monte por el atraso que
frecuentemente padece el carruaje a que se sigue; o bien
por la demora o por la pérdida; faltan en todo o en parte
para el abasto como se ha verificado en muchas ocasio-
nes en la villa de Medellín, el valle del Río Negro y
Marinilla en el tiempo de las administraciones anteriores,
siéndoles preciso apelar al de Antioquia siguese también
el riesgo de descaecer y debilitarse en mucha parte el
26r comercio porque embargado el carruaje/ para la conduc-
ción de tabaco, con la retención de sus cargas en la
bodega, es casi segura su pérdida o detrimento que la
experiencia hará con el tiempo muy sensible al comercio
de esta provincia y por consiguiente perjudicial a la Real
Hacienda. Es convenientísimo igualmente el propuesto
arbitrio a esta república (como se dijo arriba) porque
con el seguro expendio de este fruto, se aumentarán las
cosechas y por consiguiente las ganancias con las que es
creíble se habiliten para el laboreo y trabajo de las minas
125
y con él se verifique no sólo el restablecimiento de esta
ciudad que se halla casi arruinada sino también el que
26v sea la provincia/ de Antioquia la más florida de todas
las del Nuevo Reino; porque se puede asegurar, sin que
intervenga hipérbole o exageración alguna, que los mine-
rales que en sí encierra la comarca de Antioquia y se
hallan hoy sin quien los trabaje por la falta de propor-
cionados medios si no son más fecundos y poderosos
que los que han tributado y 'tributan hoy tan inmensas
riquezas en una y otra América, no les son inferiores. Y
al contrario no teniendo efecto el propuesto arbitrio y
ejecutándose el orden de consumir este fruto antiguo de
27r la tierra es indispensable a este cabildo a cuyo/ cargo
está procurar el bien de esta república respetuosamente
patentizar a Vuestra Excelencia que a más del desmedro,
que es forzoso padezca el comercio y las rentas decima-
les es gravísimo el perjuicio que se infiere a los habitado-
res de esta ciudad porque aunque produce la tierra tres
especies de frutos como son el maíz, el dulce y el taba-
co, de los dos primeros no tiene expendio alguno por
causa que del mismo fruto abundan los otros lugares, y
así solo es el tabaco el único pingüe fruto de que
subsisten por su expendio en cualquier tiempo, de modo
que su privación no se duda sea su total exterminio y
desolación porque las gentes que la habitan huyendo la
necesidad han de solicitar en otras partes su alivio y
comodidad. /
126
Juan José de Lora y Nuno - Francisco Rincón - Bernar-
do Martínez - Bernardo González y Cossio - Diego Her-
nández de Sierra - Lorenzo Zapata y Pino - Dionisio
López - Salvador Mejía.
En Testimonio de Verdad
Simón Robledo,
Escribano Público y de Cabildo/
ROBLEDO/
127
viene de que siendo cierta la novedad de esta siembra
procediole a su exterminio y se halla lo contrario en esta
parte, tuve a bien que en ella se suspendiesen las diligen-
cias y dar cuenta a Vuestra Excelencia con los autos,
como lo hago; y que en tanto que se digne Vuestra
Excelencia ver lo conveniente, se quede este particular
29v en el estado que se estaba y mande/ que por lo que
respecta al todo dicha provincia, que no ha sido costum-
bre continuase la negación de su siembra y a lo que
tengo librada la providencia conveniente que me ha pe-
dido dicho apoderado, y yo creo, que sin don Salvador
de Lara, hubiera escrito a su interesado con la distinción
que aquí se halla en sus dos cartas que recuerda el Supe-
rior Despacho, la una de 2 de Marzo y la otra de 10 de
Abril cercano, sin duda que dicho interesado hubiera
dividido su pretensión y Vuestra Excelencia tomado dis-
tinta y separada la providencia, y si Vuestra Excelencia
tiene por conveniente la proposición que hacen estos
cosecheros sobre el fundamento que exponen de su anti-
güedad, me parecía en tal caso, y conforme al tema de
su materia, se le recibiese por arrobas a los precios que
han sido corrientes y que tuviese determinada labor al
menudeo del Asentista, de modo que liquidase su ganan-
cia quedando divididos unos y otros, y por fin evitando
toda controversia y contestación que no he juzgado re-
mota, me resuelvo a poner en manos toda la determina-
ción de este particular para que se digne arbitrar en ella
como lo hallare por conveniente su alta penetración -
Dios guarde la importante vida de Vuestra Excelencia
muchos y felices arios como desea/.
128
INSTRUCCION SOBRE LA REAL RENTA DE TABACOS
1779
129
deberán facilitar prontamente cuantos auxilios se les pi-
dan por los administradores y ministros del Resguardo,
pena de responsabilidad.
130
Conocerán también los subdelegados de todas las
respectivas a empleados en la Renta que dimanen del
ejercicio de sus destinos o tengan conexión con ellos,
con igual inhibición de las Justicias Ordinarias y éstas no
podrán proceder a la prisión y embargo de bienes de
dichos empleados (cuando por tratarse de delitos y casos
comunes tengan facultad para hacerlo) sin dar antes avi-
so al Jefe y al procesado para que ponga otro en su lugar
y disponga lo demás que sea conducente a precaver los
perjuicios del Ramo.
131
por las Justicias a quienes se comunique esta orden,
quienes de su obedecimiento y cumplimiento remitirán
certificación a éste para que esté inteligenciado de que
se haya verificado lo mandado.
132
destinos o no tengan conexión con ellos, procesaren a
alguno de los dependientes de la Renta de Tabaco, no
pasarán la prisión ni embargo dé bienes antes de dar aviso
a su señóría para que ponga otro en Su lugar y disponga
lo que sea conducente a precaver los perjuicios del ramo;
y de haberlo así obedecido mandaron sus mercedes se 'dé
por mí, el Escribano, certificación para con otra misiva
darle el aviso prevenido a Su Señoría y que este testimo-
nio y carta se agregue al libro capitular de este año, para
que sirva de Gobierno en lo venidero. Así lo proveyeron,
mandaron y firmaron sus mercedes por ante mí, de que
doy fe.
3
e
1781.
135
Hace saber al público de ella, que habiéndose convocado
en este día, conforme a su instituto a tratar los graves e
importantes asuntos de la tranquilidad pública, y de to-
do lo que pueda contribuir a su alivio, y beneficio: y
considerando que ningún medio será más adaptable al
intento que el de aliviar a todo el reino de las contribu-
ciones que en el día se exigen en los reales estancos) ha
resuelto a proposición del Señor Director General de
Rentas, Don Francisco Fernández de Córdova, y con
previo ,asenso, y expreso pedimento del Señor Fiscal
2v Real,Don MarMel Silvestre Mar/tInez, Mandar publicar
por bando solemne, haberse determinado, que desde es-
te día en adelante, cese y se suspenda, la cobranza del
aumento en el precio con que se habían gravado última-
mente las rentas de tabaco, y aguardiente. De suerte que
únicamente se vendan estos géneros como antes de di-
cho aumento, quedando consiguientemente el público
beneficiado en los dos reales en azumbre de aguardiente,
e igual cantidad en la libra de tabaco que es lo que se
rebaja. Que conceptuando igualmente benéfico al co-
mercio y común de vecinos el abolir la cobranza del
derecho nombrado Armada de Barlovento, se dispuso
con la misma formalidad que se cortase en adelante esta
recaudación, continuándose la del dos por ciento del
derecho de alcabala, del mismo modo que se ejecutaba
antes de estas novedades. Y últimamente que se quiten
las formalidades con que se expiden las guías y torna-
guías, siguiendo las cosas en esta parte como antes de
este establecimiento. Por tanto y en uso de las faculta-
3r des que residen en esta junta, se dan desde/ ahora, para
lo sucesivo, por abolidos y exterminados los referidos
aumentos y derechos, y que sólo se deberán recaudar las
contribuciones de aguardiente y tabaco, al precio que
antes del aumento estaban y de ningún modo la Armada
de Barlovento, ni la formalidad del de guías. Y para que
llegue a noticia de todos, y en esta inteligencia corres-
pondan con la debida fidelidad y amor al soberano, que
.con tanta piedad les mira, damos el presente y firmamos
.en Santafe a 14 de mayo de 1781.
136
gas, Juan de Mora, Pedro de Ugarte, Francisco Fernán-
3v dez de Córdova, por/ su mandado.
137
uno y otro su fecha en Santa fe. La copia legalizada a 14
de mayo y a 16 del mismo, la citada carta del presente
año; (e impuesto), dijeron sus señorías obedecer en todo
y por todo la superior providencia citada, en todos sus
particulares, y para que en todo tenga su puntual y debi-
do cumplimiento, mandan se publique por bando en los
parajes acostumbrados, y hecho se dé cuenta como se
previene por dicho tribunal; y en este estado dijo su
Señoría dicho Señor Gobernador, que siendo los puntos
de que trata la superior providencia concernientes al mi-
nisterio de la Junta de Real Hacienda, de esta ciudad, a la
que según se halla informado, no se le ha comunicado
orden alguna para su observancia, en cuyo concepto y
en el de que Su Señoría se halla requerido por los seño-
res oficiales reales de las cajas de esta ciudad, a presencia
del presente escribano, para que no diese permiso a que
se publicase la providencia que antecede, de que dijeron
tener noticia, hasta tanto que se comunicase por el exce-
5r lentísimo Señor Virrey, a quien/ compete expedirlas,
por cuya razón tiene por conveniente el que por este
ilustre cabildo, se mande pasar copia legalizada de este
expediente a la referida real junta de hacienda, antes de
hacerse notorio para que uniformemente en dicha real
junta se proceda, con la circunspección y conocimiento
que corresponde en las circunstancias de tan importante
asunto y el presente escribano certificará de dicho re-
querimiento lo que hubiese comprendido para los efec-
tos que convengan a Su Señoría, dicho señor Goberna-
dor, con lo cual concluyó su dictamen, el cual visto por
los señores del mismo ayuntamiento, dijeron que en
consideración de un bien tan útil, como el que resulta de
la superior providencia citada, la benignidad y eficacia
con que han procedido los señores del Tribunal mayor y
real acuerdo, de que considerando que él, Su Señona el
señor Gobernador, en todo ha propendido siempre al
mejorestar y alivio del pueblo y hallándose aún presente
en dicha sala capitular, se le hará presente por mí el escri-
bano, franquéese la plaza y calles para poner en ejecu-
ción, hoy en este día, el bando público y hecho que sea,
verificado dicho bando, se pasará copia de la orden supe-
rior a los señores oficiales reales, para su inteligencia, en
cuyo estado, impuesto su seño.ría dicho señor Goberna-
dor de lo últimamente resuelto por éste ilustre cabildo y
5v con/reflexión a que su ánimo nunca ha sido el que se
demorase al público las gracias y alivios que en dicha
138
superior providencia se le dispensa y concede y aten-
diendo también a que éstas seran muy conducentes para
los fines que se han dirigido y las motivaron, no impide
el que se haga notoria como se le representa por este
ilustre cabildo, en cviya virtud este dió por respuesta y
quedando de común acuerdo todos los señores, mandan
se verifique el bando a las cuatro de la tarde de este día,
autorizando el acto, el señor regidor Alguacil Mayor de
este mismo cabildo y hecho, el presente escribano sacará
copias legalizadas para remitir a los parajes que se previe-
nen. Así lo dijeron, obedecieron, mandaron y firmaron,
Su Señoría, por ante mí, doy fe.
Simón Robledo.
139
ORDEN SUPERIOR DEL EXCELENTISIMO
SEÑOR VIRREY SOBRE LA REBAJA DE LA
CUARTA PARTE AUMENTADA EN LOS
PRECIOS DEL TABACO Y AGUARDIENTE,
QUE NO SE COBRE LA ARMADA DE
BARLOVENTO Y SE COBRE EL
DOS POR CIENTO DE ALCABALA
1781
141
Y para cortar interpretaciones y errores en el vulgo igno-
rante y acreditarles que las intenciones de Nuestro Sobe-
rano son las más benignas y siempre con deseos de ali-
viar a sus fieles vasallos de las cargas que a su pesar
obliga muchas veces el honor de la Corona y conserva-
ción de sus Reales Dominios, determipó la Superior Jun-
ta nombrada en Santa Fe por el Real Acuerdo de Justi-
cia para resolver sobre' estos asuntos, a propuesta del
Director General de Rentas y pedido por el Señor Fiscal,
que se bajase en el precio del tabaco lo que se había
aumentado en virtud de dicha Real Orden dejándolo en
él a que corría antes del referido aumento, lo mismo
debía practicarse en el Ramo de Aguardiente, que no se
2r cobrase el restáblecido derecho/ de la Armada de Barlo-
vento, que por razón de Alcabala sólo se cobrase el 2o/o
en los términos que se ejecutaba antes y que no se obser-
vasen las formalidades últimamente establecidas para el
modo de dar guías y tornaguías, sino que se observase lo
que antes.
142
respectiva que se aumentó en su valor al tiempo del
remate, para que se lo hagan entender a los mismos
3r asentistas no tengan/que reclamar la baja del precio.
143
lico celo, las muchas misiones que para tan santos fines
costea su paternal amor para que se conserve la pureza
de la religión y se contengan los vicios, sin omitir medios
ni arbitrio alguno para el alivio temporal y bien espiri-
tual de sus amados vasallos de estas Américas, que por
hallarse más distantes las mira con mayor atención y
piedad. Cuyos beneficios son tan acreedores al reconoci-
miento y gratitud de sus fieles y amados vasallos que no
deja la menor duda el que se pueda esperar se distingan
4v en las / circunstancias actuales a dar las más evidentes
pruebas del amor y respeto que tan justamente deben a
nuestro Augusto Soberano, en lo que a más de la justa
gratitud a sus beneficios se interesa la conservación de la
patria y la religión que profesamos. Así lo espera este
gobierno que justamente se lisonjea tener la felicidad del
mando de una provincia la más obediente y fiel arMo-
narca, y para que en toda ella consten las gracias última-
mente concedidas en dicha Superior Carta Orden, se sa-
carán por el presente escribano copias legalizadas de ella
y este auto de obedecimiento para dirigir a todas las
justicias y cabildos a fin de que en sus respectivos distri-
tos la hagan publicar con las formalidades de estilo y se
fijen carteles según queda prevenido para esta ciudad,
remitiendo certificación que acredite su debido cumpli-
miento. Y se Pasará igual copia a los Señores Oficiales
Reales de las Cajas de esta ciudad para que por si y sus
tenientes cumplan con lo que les toca acerca de la rebaja
de la cuarta parte de los arriendos y asientos cualesquie-
ra que hubieren hecho en los ramos de Alcabalas y
Aguardientes los que las administran, y se les hará saber
a éstos que desde la publicación de esta Superior Orden
deben rebajar el precio del aguardiente la cuarta parte,
que últimamente se aumentó y lo mismo los administra-
dores de tabacos y los recaudadores administradores o
arrendatarios de la renta de Alcabalas, sólo cobrarán es-
tos derechos a razón de un dos por ciento como antes se
5r ejecutaba / y desde dicha publicación cesarán también
las formalidades prevenidas últimamente para las guías y
tornagutas y de consiguiente cesará también la exacción
del derecho de Armada de Barlovento en los términos
prevenidos en la citada Carta Orden, y todo se cumplirá
precisamente sin la menor contravención bajo la respon-
sabilidad a los perjuicios que se ocasion‘asen al real servi-
cio y al público. Así la obedeció y mandó cumplir Su
Señoría el Señor Don Cayetano Buelta Lorenzana, Capi-
144
tán del Regimiento Provincial de León, Gobernador y
Comandante General de esta ciudad de Antioquia y su
provincia, por ante mí el escribano que doy fe.
Robledo
Robledo
145
TESTIMONIO DE UNOS AUTOS RELATIVOS A UN
MOTIN DE COMUNEROS
LEVANTADO EN LA ORILLA DE GUARNE •
1781
147
2r porque con ellas se les priva el be/neficio de merced
que allí en dicho Guarne se ha estatuido de comestibles,
que no se les exija la contribución de mazamorreros y
que no la sufren y también no estan contentos con la
rebaja que se ha hecho al tabaco y todos en voz tumul-
tuaria conspiran a que se les quiten estos impuestos y
que por lo respectivo a la asignación que les compete
exhibir por vía de donativo conforme a la real voluntad,
están prontos pecho por tierra sus personas y sus bienes
a sacrificarlos en servicio de su Majestad, ésto en subs-
tancia es lo que a una voz aclaman sin otras particulari-
dades de que todavía no estoy bien informado cuyo
movimiento no esperado en este valle y que según las
2v presuntas son de que / va tomando cuerpo, me hallo
perplejo sin poder deliberar para esta contención sin pri-
mero participarle a Vuestra Señoría para que me preven-
gan como me debo portar en este asunto por ser esta gen-
te inflexible a la razón y estar según sus preparativos ex-
puestos a todo trance y el quererlos dominar fuera expo-
nemos a unos muy fatales resultos no darnos por enten-
didos en semejantes excesos es darles "hanza" para ma-
yores insultos y en semejante perplejidad solamente he
dicho que todo se compondrá; bien se hará cargo Vuestra
Señoría que ésto no proviene de otra cosa que de las
3e novedades que ellos perciben mal entendidas / de los
asuntos de los socorreños y a un pueblo insultado y
amotinado para su contención necesita toda la entereza
y prudencia, de Vuestra Señoría quien atendidas las cir-
cunstancias de los antecedentes, providenciará, ordenará
los medios proporcionados al asunto con consideración
que este cuerpo amotinado profieren que los jueces y los
demás principales vecinos, somos los que más culpa te-
nemos para estos impuestos que a ellos les cargan, por-
que no los defendemos ni hablamos nada en su favor
sino que antes propendemos a ellos porque su falta de
reflexión y de quienes les sugieren no alcanzan la razón
y aunque el alcalde de aquel partido concurrió al tiempo
3v de que tumultuad/os se hallaban a la pacificación y a
inquirir el motivo bien que no le perdieron el respeto
aunque le faltaron a él en hacerle poco caso y solamente
le dijeron que por los fines de los resultos, sacaría los
principios de aquella causa a que dicho juez procuró
eximirse de ellos sin contradecirles ni persuadirles en
contra de sus designios, usando de prudencia y por ésta
misma, ni aún judicialmente le he tratado de hacer nin-
148
guna averiguación que la pueden percibir y exasperarse
más y arrojarse a mayores despechos y ahora en el prin-
cipio se puede atajar con .alguna cuerda y madu/ra pro-
videncia, la que Su Señoría premeditará, conforme a las
ocurrentes circunstancias siendo la mayor según tengo
entendido, el derecho de mazamorreros, porque éstos la
mayor parte son los mulatos. Dios ponga remedio a estas
novedades y guarde la importante vida de Vuestra Seño-
ría muchos años. Rionegro y junio 21 de 1781. Muy
señor mío. Beso las manos de Vuestra Señoría, su aten-
to obligado servidor. Alonso Jaramillo.
149
para sus urgencias y necesidades y que con motivo de
haber mirado con repugnancia dicha orden y el sujetarse
a matrícula, los más se han separado de lavar oro y son
pocos los que lo verifican, de que resulta no sólo el I
I
perjuicio del público sino también considerablemente el
de elErario por el oro que dejan de sacar, que es de
bastante consideración y en vista de lo que Su Excelencia
resuelva acerca de estos puntos y de la remisión de ciento
6e o / doscientos fusiles con las municiones necesarias y
demás preciso, para la subsistencia de la tropa que sea
precisa, para contener cualesquiera insulto que intenten
los levantados y otros que se les quieran agregar para
llevar adelante los designios de un rebelión, injusto y
tirano como se experimenta en las providencias del reino
cuyo ejemplar debe servir de estímulo para precaver en
tiempo los daños y que en esta provincia no se experi-
menten los insultos que en las otras entre tanto que su
excelencia resuelva que fuere de su mayor aprobación,
queda este gobierno a la mira de lo que vaya ocurriendo
para sostener la paz pública y subordinación debida en
6v cuanto t le sea posible. Buelta. Fui, presenté; Simón
Robledo Escribano Público y de Cabildo, en este día por
el correo ordinario die, su señoría noticia de todo al
excelentísimo señor virrey, con copia legalizada de la
carta del capitán a Guerra y esta providencia que con mis-
ma fecha en carta incluyo para su cumplimiento al refe-
rido capitán a Guerra lo que anoto y firmo. Robledo.
150
pueblos de españoles / pues deben estarlo dentro de
ellos y no en otra parte. Por lo que respecta a los maza-
morreros, no se precisará, a que sé matriculen, los qüe
no quisieren hacerlo, ni tampoco por ahora se les impe-
dirá cl que trabajen en calidad de tales sin embargo de la
necesidad actual de recaudar los reales derechos para los
crecidos costos de la presente guerra, pero considerando
que esta clase de contribución ha sido mal recibida de
todos y en su sustancia de cortfsima utilidad para el
Erario, por el cortísimo número de contribuyentes, me
ha parecido conveniente, el que no se tome con empeño
su exacción para que por tan corto motivo, no se pertur-
be la paz de la república, Vuestra Merced ha procedido
con la reflexión y madurez que corresponde en avisarme
con la individualidad que lo ha ejecutado para que opor-
tunamente se puedan evitar los disgutos, que de lo con-
trario pudieran ocasionarse y espero que con el debido
celo y prudencia procure sosegar esas gentes haciéndoles
ver que las intenciones de Su Majestad y de sus ministros
son las más justas, piadosas y equitativas dirigidas todas
ellas al bien y utilidad de sus vasallos, gastando de su
real Erario muchos millones de pesos para defenderlos de
los enemigos del estado y de la religión para cuyo efecto
8, en tan críticas circunstancias es cuando necesita el, /
que sus fieles vasallos den las muestras más evidentes de
su amor y fidelidad a su señor, pues lo contrario sería
abusar de la benignidad con que los mira y dar motivo a
que usando de su soberana autoridad y poder, tome las
más severas providencias para su contención y escar-
miento; debe Vuestra Merced también insinuarles que los
medios únicos y prudentes son el representar con humil-
de sumisión y respecto a Su Majestad o a sus ministros el
gravamen que les oprime en el caso de tenerlo, que
siendo justo no deben dudar se les concederá, pero de
ningún modo deben aspirar a ello por los medios tan
9r irregulares y opuestos / al honor de la patria, al de sus
personas y familias que precisamente incurrirán en la
nota de sediciosos y rebeldes como lo quedarán los le-
vantados de la provincia del Socorro y sus parciales,
quienes si no se reducen a la obediencia debida serán
como es justo castigados, según merecen su exceso y
tendrán que llorar sus atentados y por lo mismo no
deben los de esa jurisdicción imitar a unos sediciosos tan
perjudiciales a la causa pública previniéndoles de que en
el caso de abusar de la piedad con que ahora se les trata,
151
se tomarán las más severas providencias para dejar escar-
mentada su inobediencia porque en esta provincia hay
muchos sujetos de honor y lealtad que auxilien la dcfen-
9v sa, justamente / debida para sostener la autoridad del
monarca y la que tiene concedida a sus ministros en
cuyo caso me avisará Vuestra Merced con tiempo con
expresión de los motores para que yo pueda dar las pro-
videncias convenientes para cuyo acierto, paso con esta
fecha noticia de todo al excelentísimo señor virrey.
Nuestro señor guarde a Vuestra Merced muchos años,
Antioquia y junio 23 de 1781. Beso las manosde Vues-
tra Merced. Seguro servidor Cayetano Buclta Lorenzana,
Señor Don Alonso Elías Jaramillo. Es copia fiel y legal
de su original a que me remito, para que conste lo firmo
yo, el capitán aGuerra en Rionegro a primero de agosto
mi. de 1781. Alonso / Jaramillo.
152
un guarda del estanco de aguardiente le desarrajó una
escopeta, dígalo Don Joaquín de Baza a quien le desa-
rrajó un guarda del estanco un pistoletazo y se paso la
bala zumbando por delante y era alcalde ordinario,
Dígalo Don Lorenzo Bustamante, Juez de Copacabana,
a quien un guarda de aguardiente le envistió con una
escopeta; digan tantos rondados por los guardas que es
lo que hoy más se practica ya por dichos guardas, que es
entrar amarrar al que quieren sin más auxilio que su
liv autoridad; díganlo en la / Marinilla que dichos guardas
como consta de causa justificada, ir dando sablazos a
cuantos se les ponían por delante sin más autoridad que
las suyas y estando el señor alcalde en el lugar y no
decimos más por no ser molestos, pero está claro que ya
el respeto de la real justicia se acabó, a nosotros nos
habían enseñado que temer y reverenciar a la justicia
porque en ella se venera al rey y como creeremos éstos
ahora, porque no hay más rey que los estanqueros de tal
modo que nosotros en viendo ya a un sujeto, temblamos
que nos venga a matar es ésto así señor capitán, hay algo
12r de fideón, no señor, nosotros vivimos en / un país que
no tiene otro mantenimiento que el tabaco y éste da
sólo una vez al año y en cuanto cerró la cosecha queda-
mos expuestos a perecer pues por lo general cada tres
años lo experimentamos y no nos queda más asilo que el
dulce que traen de la villa y para ésto ahora con las
pulperías ya está estancado, pues el pulpero lo venderá
como le diera la gana, pues ni precio ni arreglo en las
pesas y medidas se le han puesto, sólo un auto del señor
antecesor de ahí Don Pedro Biturro con pena de veinte
y cinco pesos no se venda nada fuera de las pulperías y
así suplicamos que Vuestra Señoría vea la orden de ella á
12v ver si es de nuestro soberano y nos lo haga constar / y si
se mandan poner las pulperías en los minerales y campos
sean hechado bando, que todos los mazamorreros con-
curran o por mejor todos los de este valle, pena de diez
pesos y ésta será orden de nuestro rey y señor que Dios
guarde, así lo dicen y que para dos pesos que son los que
nos imponen de pecho nos echen diez y cuantos días de
cárcel, ésto será orden de nuestro soberano si lo dicen
haganoslo saber y ahora un peso de donativo y todo
13r ésto último porque es el juez chapetón y és/tos como
vienen de tantas grandezas y lo que es más, porque son
muy amigos de mandarnos circunstanciar de tal modo
los impuestos que suben tanto grado que ya más vale
153
morir que aguantarlos y así señor pues no hay ya respeto
a la justicia pues si lo hubiera no hicieran lo que hacen
los estanqueros y que son tan tiranos los jueces chapeto-
nes y para ésto no hay más remedio que morir de necesi-
dad y desdicha y talvez impenitentes a manos de los
guardas y lo que más sin delito pues señor capitán para
no dar en que sentir a la justicia nosotros nos ofrecemos
a los cuchillos y protestamos traer a nuestras familias y
13v en la plaza pública cortarles las cabezas 1, para que sobre
su sangre caigan nuestros cuerpos a manos de verdugos
que hay puede nombrar de nosotros los que hallaré por
convenientes y con el fin de nuestras vidas y familias
determinará todo y quede vacio el valle, para los guardas
y los. forasteros ésto ha de ser si la piedad no quita tanto
perjuicio y el mando y el gobierno a los forasteros y sino
que vivan ellos y muramos nosotros y en ésto no hay
mis medio muramos todos como dicho llevamos no hay
recelo que nosotros pretendamos matar a nadie vivan
todos seguros que la muerte para quien la buscamos es
14r para nosotros si la piedad / no lo remedia. Así es y así era
cierto y por última protesta para no cansar a Vuestra
Señoría lo juramos en su real insignia decimos que a Dios
soberano en el cielo y en sus imágenes al rey nuestro
señor en su trono y en sus ministros y pues éstos los
vemos despreciados por los guardas de los estanqueros
vive Dios nuestro señor y vive nuestro católico monarca
Carlos Tercero.
154
do evitar culpas y ofensas a Dios en el común y siendo
así no debemos temer la muerte porque no dañamos a
nadie, ni en pensamiento, ni en palabra, ni en obra como
consta y también llega a nuestra rústica consideración
que no es posible que porque vivan cinco o seis, perezca
todo el común ni será justo de nuestro católict, Rey a
quien pedimos humildes perdón de nuestros yerros y
humildes ofrecemos a su servicio la sangre de nuestras
venas, Dios le guarde muchos años.
155
Carta Señor gobernador y comandante general. Muy señor mío
y mi mayor veneración por no perder ocasión dirijo esta
a Vuestra Señoría participándole de que el domingo pri-
mero del corriente, pase al mineral de Guame a hacer
saber y publicar la cédula de SuMajestad en orden a la
contribución del donativo y publicado que fue se me
cercaron en aquella plazuela sobre cuatrocientos poco
17r más o menos de mulatos / mestizos y demás castas, los
más armados pidiéndome con aclamación popular les
oyese a que les franquee audiencia, con la mayor afabili-
dad que pude y procuré persuasirlos al silencio y dos o
tres de ellos hablaron diciendo que en cuanto al donati-
vo estaban prontos a contribuirlo lo más brevemente
que pudieran y también sacrificar sus personas siempre
que Su Majestad fuere servido, pero que sobre los otros
impuestos como son de pulperías, derechos de mazamo-
rreros y obligaciones que sobre ellos les han hecho ha-
cer, era necesario se les quitase infieriendo de la misma
cédula o que ésta no es verdadera o que los otros im-
17v puestos no lo eran, añadiendo muchas más repre / Sen-
taciones y en la que más altercaban era, sobre las absolu-
tas facultades de los guardas y sobre el maltratamiento
que han experimentado de los jueces forasteros que los
han mandado antes de ahora y por menor presentaron
en el mismo acto, un papel explanando ésto y demás
particulares el cual en otra ocasión remitiré a Vuestra
Señoría con más extensión de las ocurrencias yo procura-
ré suavizarlos y contenerlos, diciéndoles que a todo se
pondría remedio y para que se hiciesen acreedores de la
piedad de nuestro soberano, era necesario que se mostra-
Br sen humildes y obedientes y que sus repre/sentaciones
las proporcionarán a lo regular sin desarreglo y a ésto
todos aunados, expusieron que solamente aspiraban a no
ser tiranizados como lo estaban experimentando y des-
pués que les admití el papel que me presentaron y que les
ofrecí poner su representación en manos de los superio-
res y que serian oídos y bien despachadas sus suplicas, se
aquietaron y .concluí mi diligencia, lo que participo a
Vuestra Señoría para el gobierno que es lo que ocurre en
lo presente y el solicitar por su salud que le deseo con
perfección y que con ella Dios Nuestro Señor, prospere
y guarde la vida de Vuestra Señoría muchos años. Rione-
gro y Julio 7 de 1781. Muy señor mío, beso las manos
18v de Vuestra Señoría su atento seguro servidor. Alonso/
Jaramillo.
156
Antioqu a y julio 15 de 1781.
Buelta.
157
mansedumbre, como Su Señoría me lo tenía prevenido,
dándoles ha entender la lealtad, amor y fidelidad que
debemos a Nuestro Soberano como sus vasallos y al con-
20r trario, notándose desobediencia o infidelidad/ serían tra-
tados y castigados con la mayor severidad como a rebel-
des y amotinados y que, para no dar semejante nota
desistiesen de los tumultos que tenían hechos, causando
escándalo y dando con ello a conocer estar sublevados o
conspirados y que se hacían indignos de los indultos y
gracias con que Nuestro Soberano nos estaba benefician-
do siempre; y advertidos en todo, expusieron que ellos
no era su ánimo oponerse a ningún orden superior; y
pasando a tratar sobre la excepción del donativo queda-
ron de acuerdo conmigo de que bajarían a- este sitio el
día 16 del corriente, con oro, o sin él y para ello, me
insinuaron de que su bajada la verificaban con sus armas
y éstas con sus personas para tenerlas a mi disposición y
zov aunque se me ocurrió de negarles esta proposición/ y no
condescender en ello, tan se me previno el venir en su
propuesta por examinar las armas que tenían y también
por no desconfiar de ellos y hacerlos sospechosos y así,
no tuve más que pensar que fue decirles que bajasen con
sus armas; y con efecto, el citado día 16 se presentaron
en esta plaza en número de 200 poco más o menos y
algunos trajeron el oro que fueron entregando y venían a
saber de mí si era cierto que ya el tabaco estaba a 2
mazos por tomín y por qué lo están vendiendo a tomín,
porque les habían informado, a que le dije no haber tal
cosa hasta lo presente y que se estuviesen quietos que si
era cierto no tardaría la providencia y de no, que sufrie-
sen como todos y así, que no hablasen sobre el asunto; a
21r que dijeron que obedecían y por ellos no se ofre/cería
cosa ninguna y como con efecto, no hubo novedad nin-
guna y antes bien, confirme se presentaron ante mí,
también lo hicieron al Maestro de Campo Don Felipe de
Villegas, diciéndole que sabían estaba alistando la gente
y que también iban a que los alistara porque eran vasa-
llos humildes de Su Majestad y no pasó ni precedió otra
cosa. Y a éste pasaje me lo han increpado de malo por-
que no procedí a implorar la voz del Rey para castigar-
los por haber presenciado con armas y éstas se reducían
a espadas, machetes, palos y sables y no todos, de cuya
increpancia hay algunos cornillos que tal vez habrán in-
formado de ello a Vuestra Señoría, quién se hará cargo
. de las circunstancias .y que mi resolución la he encamina-
158
do a aquietar movimientos que pueden resultar pésimas
21v consecuencias disimulando y desenitendiéndome de al-
gunas cosas y al mismo tiempo mandándoles con autori-
dad, se contengan de andar en turbamultas y ese mismo
día les mandé con apercibimiento se compusiesen los
caminos que les incumbe y dijeron que prontamente
pasaban a obedecer y no encontré motivo de reprensión
y si hubiera consagrado con los intentos de los inérepan-
tes, de querer castigarlos, ya puede Vuestra Señoría pe-
netrar qué mostruo hubiera resultado, fuera parte de
que se hubiera notado por mí causa alguna, para ello,
hubiera sido una muy reprensible imprudencia no ha-
biendo en este sitio más sujetos que los que Vuestra
Señoría conoce y únicamente los que bastan a increpar
y hacer crisis de las providencias de los otros y ésto lo
22r profieren/ en sus aposentos con sus mujeres y sus parcia-
les porque como no se hallan en él dentro disponen
teóricamente conforme a sus antojos y nada si llega el
caso lo reducen a la práctica. He dilatado esta narrativa
por informar suscintamente el ánimo de Vuestra Seño-
ría, por lo que tengo entendido de los informes que le
habrán hecho de contrario de esta genuina verdad, por-
que el contrariarla es causa de que se tomen por Vuestra
Señoría algunas providencias que tal vez no daría, si
todos nos salieramos de los límites de ella ; es cuanto
ocurre en lo presente noticiar a Vuestra Señoría que me
ha parecido congruente según me previene en su citada e
interín recibo sus órdenes y preceptos.
159
Antioquia y julio 26 de 1781. Agréguese al expediente
de que trata.
Suelta
160
d.<
161
teros el que los manda como no tiene conocimiento de
ellos que aunque pobres tienen honra y pundonor que
los tiranizan con agrias demostraciones y los tratamien-
tos haciendo conmemoración de algunos y a todo
26r pro/curé como he procurado suavizarlos de forma que
según me parece, no queda que recelar de ellos y al
mismo tiempo he procurado satisfacer a los mal conten-
tos, de la presentación de los mulatos en esta plaza con
armas notándome de sufrido en no haberlos castigado y
que porqué no implore la voz del Rey y ya tengo ex-
puesto los motivos que para ello hubo y no había de ir a
romper talvez una guerra muy dolorosa y que roto el
freno de la obediencia una vez, quien sabe en lo que
pararamos y antes bien he deslumbrado en ellos que la
providencia de Vuestra Señoría en mandar alistar la gen-
te y prevenir la pólvora y plomo que hubiera, no tenía
ni tiene otro fin que el de estar con prevención para los
acaecimientos que resulten de las rebeliones del Reino
26v porque estaban con la expectativa de que esta/ providen-
cia terminaba a ellos, porque sabían que Su Señoría
estaba informado de contrario, tanto de la Villa, como
de este Valle y sin embargo de esta genuina narración
que es como me consta y como tengo comprendido me
ordenará Su Señoría lo que he de practicar pues ya digo
que de temer lo contrario o recelarlo hubiera participa-
do luego a Su Señoría y así lo ejecutado por mí hasta
aquí ha sido temiendo la cosa presente y el mayor cono-
cimiento que me asiste de todas las layas de gentes por
lo que Vuestra Señoría mirará con menos atención los
informes contrarios, porque los más son ficción deriva-
dos del temor con que los empleados en las rentas se
27r hallan y con la mucha cizaña que a éstos los introducen/
otros, porque de hallarme en contrario sentir de que
llevo expuesto yo fuera el primero que ocurriera al repa-
ro. Don Antonio de Leiva acaba de llegar de su viaje y
me persuado, le escribe y dará razón de las novedades de
afuera y la que trae es de que Honda a la fecha según los
movimientos estará arruinada si Dios no lo ha remedia-
do, porque el tal Galán con toda la plebe y con toda
insolencia estaba sobre ella, en lo presente no ocurre
otra cosa que participar a Vuestra Señoría con lo que
esperando sus superiores órdenes quedo rogando a Dios
nuestro Señor que con toda salud le guarde su vida mu-
chos años.
Rionegro y julio 24 de 1781.
162
Muy Señor Mío. Beso la mano de Vuestra Señoría.
Su atento servidor.
Alonso Jaramillo.
Buelta.
163
tos que viniesen para Honda, de manera que nos vimos
sin que comer, todo ésto fue dimanado de haber sabido
trataban de defenderse, a los cortos días se vino dicho
Galán al dicho paso de Barroso con algunos 500 hom-
bres y se pasó al lado de Honda, desde aquí siguió su
marcha para Mariquita, donde habiendo llegado, multó a
29r todo el cabildo y otros sujetos y les hizo exhibir las/
multas, se apoderó de los estancos y ejecutó lo mismo
que en los demás, pasó en casa de la mujer de don Juan
Basinez que se hallaba en, dicho Mariquita y le quitó
todo lo que tenía, de aquí pasó a la mina de Diago que
está distante de Mariquita, echó los negros por delante y
al minero y las alhajas que encontró llegarían de 4 a
6.000 pesos y se regresó a Mariquita, en este intermedio
mandó el General de Campo Don Juan Francisco Berbeo
3 capitanes, el principal Ardila con orden para que man-
dasen retirar todas las tropas Socorreñas por haberse
hecho ya las capitulaciones, las que trajo dico Arcila
para publicarlas en todos los parajes, hasta la Villa de
Honda, como en efecto se publicaron y se quitaron/ los
estancos y con éste motivo se le mandó por el cabildo de
Honda razón para que se retirara con su gente para su
tierra y la respuesta que dió al cabildo es la que incluyó
a Vuestra Señoría: de aquí paso Galán a Ambalema,
dónde se apoderó de 11.000 arrobas de tabaco y lo
vendió a 4 y 6 reales la arroba, de aquí mandó que se
sublevara Honda como con efecto, el día 23 del pasado
en la noche se ejecutó de que hubo algunas muertes y
muchos heridos dimanado de las voces que daban de
viva el Rey y muera el mal Gobierno y los blancos y
guerra contra Honda, dirigiéndose a la casa de todos los
hombres ricos y habiendo preso a los 3 días a 3 de las
30r cabezas de los amoti/nados, se dice que en las confesio-
nes de éstos han dicho que la orden que tenían de Galán
era que mataran a todos los blancos y que luego que lo
ejecutara le avisaran para venir a robar toda la Villa, en
este tiempo vinieron otros 3 capitanes, uno de ellos el
Secretario de Berbeo con los poderes de éste, nombrado
Don Nieto y con una Real provisión de su Alteza para que
todas las justicias le dieran todos los auxilios que pidiera
para la prisión de dicho Galán y como lo pidiese a la
Justicia de Honda, se les respondió por ésta, que la Villa
lo necesitaba para ella respecto de que se hallaba acuar-
telado, por cuyo motivo, dicho Nieto le mandó chasqui'
para que se retirara dicho Galán con su tropa y lo que
164
respondió fue que el día 7 de este corriente tendrían el
30v gusto de verlo en Honda. El día 5 salí/yo de Honda pero
con la noticia Ide que tenía ya junto más de 2.000 hom-
bres para venir a ella; el mismo día que yo salí se me
dijo en el río que había mandado Galán tres barquetas
cargadas de gente para las inmediaciones de Honda, sus
moradores quedaron esperando su ruina, por decir, se
venían a quemarla. Dicho Nieto trajo las capitulaciones
para esta provincia, a mí se me habló para que las trajera
y no se me entregaron por decir que con el correo ven-
drían más presto.
Con Don Francisco Moyano que sale estos días para esa
ciudad, escribiré a Vuestra Señoría sobre otros asuntos.
165
que se retirase con su gente, mediante a estar publicados
ya los tratados dé pases y es a saber muy señor Mío,
recibí la suya fecha 17 del corriente la que expongo con
fecha 19 y debo decir a Vuestra Merced que cuando se
pone la pluma lo primero que se hace es la cruz, pues es
la primera palabra que se pone para seguir a exponer
cualesquiera obra. Muy Señor Mío, Puedo decir a Vues-
32r tra Merced que interín no vea ese/ su delegado que ha
mandado mi superior, no puedo seguir ni determinar
con la tropa, es cuanto debo decir a Dios que le guarde
la vida muchos años. Mariquita. Y cartas de unas fechas
y otras de diferentes fechas y escritas en un mismo y
determinado por el dicho Capitán de los Socorreños Ga-
lán.
Don Francisco lbargoytia.
Alonso Jaramillo.
, 166
Carta Señor Gobernador
Alonso Jaramillo.
167
con más', fundamentos este honor si las quejas que han
34v representado y constan del/ papel simple y sin firmas
que. Vuestra Merced me ha dirigido con su citada carta
de 21 del corriente, porque a la verdad en los términos
que allí se vierten, no puede ser admisible la representa-
ción sin que sea con desdoro del gobierno, en cuyo con-
cepto podrá Vuestra Merced advertirles reflexionen me-
jor los medios de representar sus quejas, asegurándoles
que no se faltará a cuanto sea justo para su alivio, por-
que las benignas y justificadas intenciones de Su Majes-
tad no son otras, que el alivio y bien de sus amados
vasallos, en cuanto lo permitan las circunstancias de la
presente guerra contra la Nación Inglesa, cuyos crecidos
35r costos no pueden soportar/ los fondos del Erario y siem-
pre debe contar con los auxilios que en semejante caso
deben facilitarle sus fieles vasallos, para cuya defensa y
librarlos de los insultos de los enemigos de la corona y
del Estado, mantienen un ejército numeroso; estas consi-
deraciones son muy eficaces para estimular a todos los
vasallos a contribuir generosamente a tan justos desig-
nios, bien, que en el particular con esta provincia se ha
verificado generalmente tan nobles demostraciones, a las
que no han faltado según Vuestra Merced me avisa, esos
pobres quienes sólo en el modo de manifestar sus quejas
lo han errado, pero como sus procedimientos no han
ocasionado daño alguno, según Vuestra Merced me in-
35v forma son acre/edores a se miren benignamente y mu-
cho más por ofrecersen voluntariamente si fuese necesa-
rio para concurrir con sus personas a la defensa de la
patria como es justo, a consecuencia de lo que Vuestra
Merced me avisa acerca de los insultos robos y excesos
cometidos en la provincia de arriba por el fingido Capi-
tán de levantados, Juan Antonio Galán, cuyos designios
parecen se extienden a venir a esta provincia de que con
toda expresión circunstanciadamente me avisa Don An-
tonio González de Leiva, debo prevenir a Vuestra Mer-
ced que expida sus órdenes a las que viven en las cerca-
nías de las Juntas de Nare y más parajes inmediatos, a
36r Palagua, como también/ a las justicias de Arma, para que
en el caso de que tengan noticias de que baja a la provin-
cia aquel rebelde, se lo avisen y Vuestra Merced me
pasará luego noticia para que yo pueda con tiempo pre-
venirme para la defensa de la provincia, no dudo de su
buen celo, lo ejecutará así y me comunicará las noticias
que merezcan atención. Aquí aún no han llegado las
168
capitulaciones que se dice haber hecho los Socorreños
en Santa fe.
Buelta.
Buelta
169
sitio de Guarne contra las dos pulperías establecidas allí
con título de ordenanza y los pulperos a quienes hicie-
ron salir fugitivos las gentes que se tumultuaron y que
no se les exija la contribución de mazamorreros, pasé el
oficio correspondiente para que me ilustrara sobre el
particular, como que las providencias eran referentes a
disposiciones suyas al Señor Regente Visitador General,
quien me expuso el 26 de julio siguiente que el estableci-
37v miento de pulpe/rías de ordenanza y su composición es
de ley y muy recomendada por Reales Cédulas posterio-
res, pero que aunque éstas deban establecerse en los
pueblos de Españoles no los Reales de Minas, por lo que
si Guarne es éste y no aquél no deberá subsistir y consi-
guiente a ésto está acorde y bien dada la providencia de
Vuestra Merced. En la contribución asignada a los maza-
morreros, dice que procedió con acuerdo de Junta de
Tribunales sobre que se formó expediente y para deter-
minar sobre si ha de continuar o no, se pedirá a aquél a
Santa Fe, aunque Vuestra Merced entre tanto, deberá
proceder con prudente cautela como lo ha hecho en' la
prevención comunicada a Don Pedro Biturro, si acaso
38r sobre/ este punto se hiciere mayor resistencia para no
dar lugar a que se aumenten las turbaciones, cuando se
trata de apagarlas, mayormente si es motivo para que los
mazamorreros se retraigan de trabajar en las minas y
más, cuando ni puede ni conviene reducirse a efecto los
mandatos por la fuerza, de que sólo importará usar
cuando no haya otro remedio, supuesta la dificultad de
enviar armas y municiones a todas las partes del Reino.
Aunque expresa también que a pedimento del Señor
Fiscal como su delegado de la Superintendencia General
de la Real Hacienda, había mandado que los mazamorre-
ros pudiesen sacar oro en los parajes inmediatos a las
38v minas, con tal de que no estuviesen compre/ndidos en
las cuadras de ordenanza permitidas a los mineros, con
todo, hecho cargo de lo que Vuestra Merced informa y
de la displicencia que ésto les causa, ha expuesto que su
intención en aquella resolución era dirigida y hablando
de las minas de veta, pero no de las de oro corrido y en
esta virtud libró la orden adjunta que circulará a Vuestra
Merced con inserción y copia a todos los lugares de esa
provincia, para que se publique, en que prevengo a Vues-
tra Merced, mantenga y haga mantener a los dueños de
minas en la posesión del terreno señalado a cada uno en
sus respectivos registros, sin permitir que los mazamorre-
170
ros, ni otra persona alguna, los inquieten ni trabajen
39r dentro de la demarcación de su mina/ y registro, sin
licencia de su propio dueño.
171
Obedecimiento Señor Gobernador de Antioquia, y Octubre 9 de 1781.
Robledo.
Robledo.
172
Carta He visto la carta de Vuestra Merced de 8 del pasado y
testimonio que la acompaña de la representación que
hicieron tumultuariamente los mineros de Guame al Ca-
pitán ,raGuerra del Rionegro, quejándose de las tropelías
que cometen los dependientes de Rentas Reales y el
increíble desacato con que dicen se ve trataba por éstos
la Real Jurisdicción depositada en sus Alcaldes Ordina-
rios, como así mismo, las providencias tomadas por
Vuestra Merced para cortar estos desórdenes en su prin-
cipio y oposición que manifiestan aquellas gentes levan-
42r tadas/ a entregar las pocas armas que tienen. Yo estoy
persuadido a que será infundada la queja de éstos como
Vuestra Merced me insinúa, pero conviene también que
Vuestra Merced vigile y procure apurar si tienen algo de
verídico los hechos 'que producen contra los guardas y
sus cabos, porque siempre conviene alejar la causa de los
males cuando no hay otro medio de estorbarlos, bajo de
este concepto, procure Vuestra Merced con precaución
y disimulo enterarse de la conducta de los sujetos que
dan motivo a estas quejas para informarme con claridad
y puntualidad de todo, por si fuere necesario aplicar
algún remedio encargando a Vuestra Merced muy parti-
42v cularmente pro/ceda en todo con la mayor prudencia y
dulzura, sin dar lugar a la menor inquietud, que pueda
ser peligrosa en las actuales críticas circunstancias.
Buelta
173
acaecido en el paraje de Guarne de la Jurisdicción de
Rionegro para que en su asunto se tome por quien corres-
ponda la providencia con la mayor brevedad por las cir-
cunstancias que no permiten demora y me han de perdo-
nar si en algo va la representación fuera del orden o
términos en que debiera dirigirla. Si se sirviesen mandar
hacer pesquisa, se servirán cometerla a quien sea del
superior agrado, excusándome a mí como rendidamente
lo suplico, poniendo presente que en Rionegro no hay
cárcel en donde encarcelar y así, los que se prendiesen
de los de la asonada deberán ser conducidos para la
43v seguridad a las Reales cárceles/ de esa capital Villa de
Medellín o a la de la Marinilla y conviene mucho que al
comisionado se le prevenga actúen con el Escribano,Isin
que otro entienda la actuación, pues de lo contrario, con
los enlaces de parentesco se puede ocultar la culpa de los
motores. Esta la escribo de mi casa de campo y a media
noche y por ser preciso que salga el peón a la madrugada
por lo mucho que importa al Real servicio, no hay pro-
porción cómoda de poderla marquillar en la Real estafe-
ta de correos, pero en el día de mañana daré en dicha
estafeta el tomín y medio del porte; y así, atento el
objeto y las circunstancias, suplico al Señor Gobernador
que por este defecto no se me siga perjuicio, ni tampoco
al peón que la conduzca.
174
Valles, con esta precisión no sólo he dado la obediencia
a las superiores órdenes que se me han comunicado, si
no también procurado su cumplimiento por los medios
más suaves y proporcionados al grado y que los nuevos
impuestos que son solamente el de mazamorrero y pul-
44v perías no hicieran mala impresión en el vulgo/ que ordi-
nariamente ve las cosas con poco entendimiento cuando
miran a su arreglo o a coartarles algo de las libertades
conque hasta lo presente han vivido, en estos dos pun-
tos, me he manejado no sólo con la mayor prudencia,
sino que hasta hacerles ver las utilidades que de estos
impuestos se les sigue en el amparo de minas y tener en
las pulperías pronto a todas horas sus menesteres a unos
precios corrientes y regulares con otras expresiones coin-
cidentes al mismo fin; pero hasta lo presente, no llegan a
cien mazamorreros los matriculados ni las pulperías a
diez, en cuanto a las pulperías no ha habido pretensores
para más y aún de las que hay dos de los pulperos han
ocurrido ha hacer dimisión del oficio y que se les tilde la
45r obligación por lo que después diré, en cuanto/ a los
mazamorreros y los que más rebeldes se han manifesta-
do son los de la Mosca, Palenque y más comprensión del
partido, en donde hay más de ciento y no han ocurrido
de este partido ni aún diez y éstos, a disputar la contri-
bución de los dos pesos con audacia y atrevimiento y
uno del dicho partido expresó con publicidad que sólo
esperaba a que se prendiese alguno por la razón de la
contribución, para venir todos de mano armada a soltar-
lo, a quemar la Real oficina y todo el sitio de San Nico-
las, otro expresó en casa de Don Nicolás Gutiérrez pre-
sente el Juez Conservador de la Real Renta de Aguar-
diente que a mí que corría con estas cobranzas me ha-
bían de coger a puñaladas, el que ésto expresó se llama
Francisco Zapata del partido de Guarne. Vuestra Serio-
45v ría y/ Mercedes proveeran en esta razón lo que sea de
justicia que yo desde luego pongo mi queja para que se
ejemplarice al público con la pena que a este osado le
corresponda. El 17 del corriente en el mineral de Guarne
y de su partido se tumultuaron o asonaron más de dos-
cientos hombres y a Don Jerónimo Mejía le quitaron la
licencia de su pulpería que allí tiene y a otro de más
abajo, también lo intimidaron amenazando a uno y a
otro que si no hacían dimisión de las pulperías les ha-
bían de quitar la vida por lo que concurrieron ya a hacer
dejación de ellas; este tumulto, estoy informado lo capi-
175
taneaba Brungiral Pardo del mismo Guarne. Si no se
46r ataja en su raíz este mal/ y se les deja en la osadía,
mañana llegará a tomar más cuerpo la tumultuación y
así, según las circunstancias graves de la asonada son
dignos los cabezas de ellas de que inmediatamente se
pongan en un cadalso para ejemplarizar la República y
contenerla en los debidoS límites. Se me informó igual-
mente que a los transeuntes le preguntaba, Vuestra Mer-
ced de qué bando es, si es del bando de los del Socorro y
San Gil arrimese acá, éste era el modo de ir propagando
el número de esta rebelión. Procedido también de las
novedades que hay esparcidas por la provincia escritas
de afuera me parece fuera muy conveniente el que se
reprimieran con penas graves porque en el vulgo obran
malos efectos semejantes noticias. Igualmente me acaba
46v de informar el presente Escribano Don Francisco/ Gutié-
rrez que los díscolos han dicho que el domingo que
viene han de vender tabaco y aguardiente públicamente
y que a pesar de los superiores han de hacer suspender
los nuevos impuestos, que el aguardiente se ha de vender
con la medida de la tierra y el tabaco como antes a dos
mazos al tomín y que de lo contrario, todo lo han de
devorar, ésto no me hace tanta novedad como la asona-
da, pues de ella provienen estas expresiones que pongo
en la superior noticia del Señor Gobernador como a
quien esta recomendada la provincia para el pronto re-
medio que conceptúo no debe ser escasa la demostra-
ción y por la brevedad que demanda la providencia hago
47r este chasqui a quien prevengo/ cuente los instantes del
tiempo en ida y vuelta antes que tome más cuerpo la
materia. Vuestra Señoría y Mercedes se servirán ordenar-
me lo que debo hacer en este caso de haber alzado la
obediencia los mazamorreros y también en el asunto de
pulperías, pues las circunstancias me hacen consultar pa-
ra mi asiento.
176
lar debemos prevenir a Vuestra Merced el que mandán-
47v dose poner éstas en los/ pueblos de Españoles no deben
estarlo en los minerales ni privar los rescatantes y a los
dueños de las minas abastecerlos de lo necesario porque
sería muy perjudicial a los mineros el que sus esclavos
tuvieran la precisión de salir a las pulperías a comprar lo
preciso para su subsistencia en cuyo concepto hará
Vuestra Merced inmediatamente retirar dichas pulperías
y otras cualesquiera establecidas en minerales y que se
hallen fuera de los referidos pueblos, por lo respectivo al
corto número de mazamorreros matriculados y los mu-
chos que no lo han querido hacer y es regular trabajo sin
este requisito según Vuestra Merced nos informa, con-
48r viene disimular por ahora/ Sobre el asunto hasta que
informado el Excelentísimo Señor Virrey de todo por
esta Real Junta nos comunique las órdenes que fueren
de su mayor aprobación y en el interin Vuestra Merced
vaya cobrando de aquellos que buenamente quieran pa-
garle anotando con toda expresión los que se excusan a
ella, reservadamente. Por lo que respecta a los demás
pasajes del levantamiento y bando de los sediciosos So-
correños que Vuestra Merced nos insinúa, queda al cui-
dado del gobierno tomar las precauciones convenientes a
fin de evitarlo, bien entendido que ésto no impide el que
Vuestra Merced le comunique en tiempo todas aquellas
noticias que merezcan su atención que es cuanto en el
asunto debemos prevenir a Vuestra Merced y rogamos a
48v Nuestro Señor guarde su vida/ muchos años.
Buelta.
177
avise las circunstancias dignas de atención acerca del de-
sorden popular de los mulatos de Guarne y sus inmedia-
ciones. Aviso que el día 16 del corriente, vinieron a este
49r sitio en forma tumultuaria hasta en el número/ de dos-
cientos negros, mulatos, mestizos, a pies con el pretexto•
de pagar el donativo y sólo setenta y tres pagaron a
cuatro tomines, los demás hasta el número referido no
pagaron nada, volviéndose junto para Guarne, el modo
de entrar en el sitio fue como dicho llevo juntos arma-
dos con palos, machetes, sables, espadas, lanzas y esco-
petas, en esta forma entraron los que cupieron en casa
del Capitán aGuerra, quedándose a la puerta los que no
cupieron en ella y luego que pagaron aquellos pocos el
donativo se andaron por todo.el sitio, así armados infun-
diendo terror, también me parece digno de informar a
Vuestra Señoría se me ha dicho que a la vista del sitio
quedaron otros armados en la misma forma observando
los resultos. Hasta este estado ha crecido la osadía con el
49v disimulo/ pasado y si no se ataja en tiempo nos veremos
cuando tome más fuerza en un mar de disgustos, bien
sabe Vuestra Señoría cuánto creció la sedición Socorre-
ña y cuánto contaminó por no haberse cortado en su
raíz y ahogado en sus principios pequeños. Por parecer-
me son injuriativas en mucha parte a la autoridad de
Nuestro Piísimo Monarca las Capitulaciones Socorrerías,
pienso que han de tener memorables resultos de escar-
miento, que sirva de freno a los siglos futuros porque
dichas capitulaciones miran mucho al menoscabo de la
autoridad Real y al deshonor de la Nación y en un pala-
bra a imponerle el pueblo leyes al legislador que es pro-
piamente subversión, estas circunstancias me obligan co-
mo fiel vasallo a poner presente a Vuestra Señoría para
50r que si mereciesen/ atención se le proponga al excelentí-
simo Señor Virrey se sirva remitir a esta provincia cua-
trocientos fusiles con sus adherentes, pólvora y metralla
correspondiente para echar mano de ellos cuando fuera
necesario reprimir el desorden popular o contener la in-
vasión de las provincias de afuera, pues según se me ha
informado un Galán Socorreño que anda con ochocien-
tos hombres en la provincia de Mariquita ha pensado
entrar a ésta a seducirla a la rebelión. Si Vuestra Señoría
determina hacer presente a Su Excelencia esta necesi-
dad, me parece fuera certado viviese.. por causa esta pro-
visión y que sus costos se repartierah a toda la provincia
como que se den en su utilidad por muchos títulos que
178
Vuestra Señoría tiene más a la vista . que yo y por eso
50v omito asentarlos/ y no fuera inconveniente el que se
condujeran con estas armas cuatro o seis pedreros para la
custodia de la casa en que se almácenarán estas armas
con guardía continúa de milicianos por sus turnos a lo
menos en tiempos revueltos como el presente.
Buelta.
179
dan las buenas reglas de política se me asimila la calami-
dad del tiempo presente a lo que ha de suceder en las
semanas dé Daniel, de que habla la Escritura. Dios lo
remedie y de fuerzas a los Ministros para que puedan
echar el Bozal al bruto indómito con que Cicerón equi-
paró el vulgo y lo vemos experimentado, éstos son los ,
tiempos en que los membrudos e ignorantes como
Roboan reinan a banderas desplegadas, pero pienso que
también llegará ocasión en que el gran León de Europa
en lugar del cetro Real, tome la espada vengadora en la
mano y con ella limpie el terreno de rebeldes, pues vasa-
52r lbs de esta naturaleza/ no los necesita nuestro Católico
Rey; puesta la consideración en las circunstancias del
tiempo en que han suspendido la obediencia, hecho mo-
tines y vuelto las espaldas al Soberano o por mejor decir,
toman las armas en su contra, se gradúa tanto el delito,
que me parece es necesario para el ejemplar de que se
estudie una nueva pena más elevada de las que hasta lo
presente están prevenidas por las leyes. Quisiera que to-
dos los seducidos y seductores de toda la América que
en la ocasión se han mostrado ingratos, que estuvieran
en un globo de pólvora y yo con la mecha en la mano,
vive Dios que me había de mostrar más leal que piadoso;
Vuestra Señoría perdone el que hable así con un supe-
rior que venero y considero igualmente por la lealtad y
52v nobleza tan abrazado como yo lo estoy a vista de/ tanta
infamia que se ve y se oye sin poderlo remediar y le he
de merecer -el honórico favor de que se acuerde en pri-
mer lugar de Biturro si fuese necesario y conveniente
empuñar la espada para reprimir y castigar bellacos en glo-
ria de Dios y honor del Rey que desde ahora ratifico el
homenaje de la lealtad, bien me hago cargo que el sufri-
miento de Vuestra Señoría proviene de la causa que me
expresa, pues de lo contrario estoy en el firme concepto
de que no habían de estar vírgenes del pescuezo algunos
que pareciera mejor estar como racimos de parra colga-
dos, pero tiempo llegará el que el gobierno se haga respe-
tar. Yo no me he ofrecido en estos términos al Excelen-
tísimo Señor Virrey, por parecerme que haciéndolo a
53r Vuestra Señoría es lo mismo servir al Rey bajo de/ sus
órdenes que las de su Excelencia, sobre todo Vuestra
Señoría se servirá ordenarme en este punto lo conve-
niente que eso mismo ejecutaré. Puede haber sucedido
que Su Excelencia por apaciguar, haya confirmado las
leyes que los Socorreños han impuesto al Gobierno has-
180
ta dar cuenta a Su Majestad, cuyos resultos, es preciso
que a los pocos Socorreños que quedan vivos les sirva de
memoria, de generación en generación, el horror del cas-
tigo y que jamás, piensen imitar a sus causantes, una
cosa es saber las Capitulaciones y otra el despotismo con
que las estorcieron todo se ha procesado aunque con mil
incomodidades y sobresaltos, pero ello, resultará talvez
antes que se les acabe la vanidad y contento de cuanto
53v han hecho, entrarán las lágrimas y sobresaltos entre/ las
Capitulaciones, me aseguran hay una que previene la
instrucción de la milicia sin dilación, ésta mira a mi poco
entender a que si el Soberano trata del ¡castigo estar
hábiles para la defensa, motivo que me persuade a creer
en que talvez hayan de subir las tropas por esta provin-
cia, Cauca arriba por Palagua, mediante a que de este
puerto para arriba ya no hay angosturas en que pudieran
impedir y con el auxilio de la lealtad de esta provincia
en guardando estas fronteras, que para ello hay parajes
que con poca gente se puede hacer, se logra con facili-
dad la conducción de la tropa que me parece que ya la
estoy viendo de este alboroto y función de los guarne-
ños, que todos son negros, mulatos y mestizos, hay bas-
tantes presunciones/ de quién lo causó y luego que fue-
ron creciendo casi a evidencia los indicios que han sido
entendidos por los sugestores, empezó a desmayar la
empresa y de no ser así, iba contaminando a mayores
empresas. No me atrevo a exponer a la pluma todas las
circunstancias observadas, receloso de que haya extravío
a ésta, pero si suplico a Vuestra Señoría que no pierda
papel de cuántos hayan ido a sus manos por todas perso-
nas y por mí también, que a su tiempo cotejados se
desatará la entimema con que a Vuestra Señoría se le
procuró deslumbrar un juego que ya iba subiendo al
tejado. En mi antecedente se me olvidó decir que cuando
bajaron los guarneños, algunos traían mochilas de pie-
dras por que no hallaron quiénes les prestaran armas
54v como a otros se las prestaron algu/nos cariblancos. Soy
de sentir, salvo el mejor acuerdo de Vuestra Señoría, el
que le escribiese una carta al cura de Marinilla, esforzán-
dole el ánimo a que exhorte a su vecindario al amor y
lealtad al Rey, porque aunque lo ha hecho, no sé que se
tiene que se le meta por la fidelidad que siempre han
manifestado y aunque es cierto que no tienen novedad
en estas funciones, es bueno el que no se dejen de la
mano; otra del mismo contexto, al alcalde, ensánchan-
181
dolo el ánimo con algunas expresiones que los obliguen
más y señalándole comunique la carta a los Señores veci-
nos principales, que Sto es para ellos agua de rosas,
55r están firmes, pero me parece que ésto sería el sello/ para
más obligarlos, en la Marinilla tiene Vuestra Señoría per-
sonas robustas en bastante número, capaces de sujetar
tres guarnes que fueran si volviesen a descomponerse y
es de la gente que me,parece se debiera valer principal-
mente en cualesquiera asunto de manos, pues todo aque-
llo que entienden les pueda servir de mérito y extender
el nombre, siendo mandado por Vuestra Señoría, ciega-
mente lo harán sin disputar el orden, ensáncheles bien el
ánimo si determinase escribirles que yo por mi parte,
también les digo el grande aprecio que Vuestra Señoría
hace de las personas de Marinilla.
182
que no experimenten los insultos que en otras partes
han ocasionado los rebeldes del Reino y que en atención
a que hay noticias de que algunos de éstos ocultamente
andan seduciendo algunos pueblos de esta provincia,
ronde de noche para que por este medio se consiga, a
más de evitar algunos excesos que puedan cometer algu-
nos vecinos, que talvez pueda ser aprendido alguno de
aquellos que ocultamente a deshora de la noche salen a
56v poner en ejecución/ sus malos intentos.
Buelm
Señor Doctor
Don Fabián Sebastián Jiménez
183
sus ánimos bien dispuestos a recibir la doctrina del Evan-
gelio, que Vuestra Merced les explique acerca de este
punto, haciéndoles entender aquellas palabras de Cristo
Nuestro Bien: "Al César lo que es del César y el que los
Reyes Reinan por Dios en la tierra", con lo cual no sola-
mente conseguirán si siguen corno es de esperar tan sa-
gradas máximas en honro título y nombre de fieles vasa-
llos y que para mayor lustre de su nación no solamente
aspiran a mantenersen neutrales si no que esfuercen su
celo a la defensa honrosa de la autoridad del Soberano y
58r bien de la Patria que siempre lo/ será tan gloriosa acción
y conseguirán con este motivo las Gracias y distinciones
que la generosidad de Nuestro Augusto Soberano conce-
de liberalmente a los que se distinguen con lealtad y
amor de su Real servicio, esta máxima ha sido la que
aunque algo tarde ha usado el Ilustrísimo Señor Arzobis-
po de Santa Fe y creo sea la más útil y oportuna. Con
esta fecha escribo al alcalde de ese sitio para que por su
parte propenda a tan justos designios lo que no dudo
ejecutará con toda eficacia, pues la experiencia me ha
enseñado durante mi Gobierno que en ese sitio ha sido
siempre una de las poblaciones que más se ha distingui-
58v do en el cumplimiento de las órdenes/ que se han comu-
nicado a esas Justicias, de todo espero me dé Vuestra
Merced el correspondiente aviso con la ingenuidad que
acostumbra, para que bajo el concepto de lo que Vues-
tra Merced me avise pueda yo tomar mis medidas para
poner la provincia a cubierto de cualquier insulto.
60r Buelta/.
184
ción secreta que han he-cho los Ministros del Real Acuer-
do de Justicia de la Ciudad de Santa Fe, para justificar
en juicio los motores de la sedición de aquella capital,
cuyo método le parece a Vuestra Merced conveniente
siga yo con los que se amotinaron en esta provincia, no
hay duda que ello así corresponde y lo hubiera yo ejecu-
tado muchos días hace, a no haberse serenado el motín
y como tengo dado cuenta de todo a su Excelencia no
me resuelvo hasta esperar su determinación, bien que
para éste asunto no prescribe tiempo determinado el
derecho; lo que si le encargo a Vuestra Merced es que
todas las noticias que pueda adquirir; para indagar el
autor o autores del motín de Guarne las vaya asentando
reservadamente para cuando llegue el caso, porque la
gravedad de él creo no se deba disimular, ni sea conve-
niente al servicio de Su Majestad y bien de la República
60v y por lo mismo me persuado/ que Su Excelencia no
omitirá el mandar que se pesquicen los autores de la
sedición. Yo tengo en el día la suficiente prevención de
armas y municiones para contenerlos si no creciese el
número y diesen nuevo motivo. He recibido las cartas
del Señor Cura y Alcalde de la Marinilla en respuesta de
las que le dirigí en 10 del pasado agosto en que acredi-
tan celo y cumplimiento. En el día no ocurre novedad
me merezca atención. Espero la que venga en el correo
que debe llegar el día 3, Vuestra Merced no omita conti-
nuar con las que tuviere y considere ser oportunas.
185
dad (hablando de los que notician a los Superiores lo
conveniente sobre bullicios) siempre que quieran no so-
nar en los Autos que se bagan, se pondrán sus nombres
en testimonio reservado, de modo que no conste del
proceso, etc.
186
ordenanzas y que en lo restante no impidan el trabajar y
lavar oro a los mazamorreros, pena de la responsabilidad
y la más conveniente.
187
fiesta acompañado solamente de José Sánchez a dormir
en la casa del memorado Don Manuel y el día siguiente
pasó el Capitán Sánchez y el Don Manuel a Guarne que
está a un cuarto de legua de distancia; lo que trataron
esa noche los tres referidos no he podido traslucir, pero
el mismo Capitán me dijo que habiendo llegado a Guar-
ne, halló en aquel campo de la iglesia por más de cuatro-
cientos hombres armados, con lanzas, espadas, mache-
tes, garrotes, etc., que les dijo: caballeros qué es ésto,
qué se ofrece. Que a ésto su hermano Don Manuel dijo a
los tumultuados: hablen todos a un tiempo, pidan todo
lo que se les ofrece pedir, que aquí está el Señor Capi-
tán. Que a una voz respondieron los sediciosos: lo que
queremos y pedimos es que se nos quite todos los pe-
chos.
188
benignamente Su Majestad las minas, sin interés alguno,
no es mucho que del oro que sacan de ellas, le corres-
pondan con dos pesos anuales que es la pensión que se
les ha impuesto. La injusticia de estos sediciosos, aún se
descubre más si se atiende, que siendo para ellos un
derecho nuevo que nunca han pagado, y solo tres de
todo el número de Guarneños han concurrido a pagar
cada uno los dos pesos y ésto, antes que levantasen la
obediencia, que después ninguno ha concurrido, mal pu-
dieran contar esta pensión por pecho que les oprimiese,
para haber ejecutado demostracción tan detestable y ex-
clamar al Capitán que se les quitasen los pechos, pues no
los tenían ni los habían sufrido y menos razón tuvo Don
Manuel Jaramillo para sugerirles que pidieran en alta voz
y aún tiempo lo que pretendían.
189
espiran por la desunión de éstos y unión de aquellos, se
hacían respetar con más osadía, esparciendo con más
desvergüenza aquellos rumores tumultuarios, para que se
les fuese agregando lo más de la provincia y sacudir el
yugo a todo precepto y obediencia.
190
de Oficiales Reales, más por observar y vigilar los pasajes
que por otra cosa, pasé a la casa del citado Capitán, en
donde estaba José Sánchez, el referido Don Manuel y un
yerno del Capitán y un hijo de éste; a corto rato dijo el
hijo del Capitán: miren, miren el escuadrón de los mula-
tos que venían bajando por el altillo; a ésto, volteamos
la vista a ver el tumulto, el Capitán se sonrió, y Don
Manuel Jaramillo y Sánchez manifestaban mucha com-
placencia y contento con expresiones que lo denotaban,
semblante alegre y todo lo demás que lo denota. En el
intermedio tiempo hasta la llegada del tumulto, me dijo
el Capitán: esta mañana vino aqui muy azorado el estan-
quero del tabaco Don Francisco Dávila, a decirme que
pusiera algún remedio que sabía que venían ya un gran
número de mulatos armados y que como la pretensión
de ellos era contra las rentas Reales, se tenía de la forma
de venir armados y que su hermano Don Manuel y él lo
habían desengañado de que no venían a hacer daño, sino
a pagar el donativo, a pedir se le bajase al tabaco y al
aguardiente y que se les devolviese lo que hubiesen dado
por título de mazamorreros, que no tuviese cuidado que
ellos los apaciguarían. Oh expresión de seguridad tan
sospechosa. Luego aquel tumulto se gobernaba por el
Capitán y su hermano Don Manuel.
191
y también, el Escribano Don Francisco Gutiérrez y no
tengo presente quienes más; luego propuso Don Manuel,
exhibamos con el donativo y se pusieron dos pesos para
ir pesando el uno en la antetienda y el otro en la pieza
en que se dá audiencia, proporcionando el que Sánchez
llevase la pluma del asunto de la antetienda y yo me
ofrecí a llevar el de adentro corno lo ejecuté; y al tiempo
de ir pesando dijo un mulato( y ésto cómo es, respondió
Don Manuel Jaramillo; ci Vuestras Mercedes les corres-
ponda dar a cuatro tomines de oro; replicó a ésto el
Capitán; pero quedan a dar los otros cuatro; si, fuese a
más; a ésto dijo Don Manuel: yo estoy informado que
en la Villa se declaró que la plebe sólo debía dar a
cuatro. Siguióse el cobro en esta forma a dos manos que
breve se concluyó y después pesando junto el todo me
parece oí decir que sólo había ascendido a treinta y
cinco pesos; a ésto dije yo; pues entonces no han pagado
todos; replicó Don Manuel y el Capitán, cuando si los
que han venido son más de doscientos, y efectivamente
era así, .
192
que pamplinada del Doctor Villa que quiere que le
manden allá los mulatos, que se lo mande a decir a ellos
si los necesita; muy mal les asentó al Capitán y al Don
Manuel esta razón del Doctor Villa de que fueran allá los
mulatos; luego supe que el celo del Doctor Villa mandó
a llamar los mulatos y que fueron bastantes y así,
agravado de unas fuertes calenturas que lo tenían
rendido a la cama, desde ella, como su párroco y pastor
que había sido en este Valle, les hizó una grave y: seria‘
exhortación para que desistiesen de demostraciones tan
escandalosas e intentos tan malos como los que
anunciaban de tanto, desdoro a la provincia y tan
contrarios al Rej/ y a la buena cristiandad; sabedor de
ésto es Don Francisco Montoya.
193
motivos para ello, que ha sido en este valle varias veces
alcalde y que en la actualidad su hermano es Capitán
a Guerra, a quien igualmente le hacía mal consonante. A
ésto me respondió, todas esas razones las vio por el con-
trario; asu favor, el engaño de los hombres ahí consiste.
Ya sabe Vuestra Merced que Don Manuel Jaramillo vive
casi en Guarne, sabe también que tiene alguna inteligen-
cia en la medicina y en las enfermedades que tienen esas
gentes, les suministra recetas; éstos agradecidos oyen co-
mo a oráculo a Don Manuel y si los mandase echar por
un despeñadero no lo pensarán mucho por darle gusto,
el grande concurso que los Guarneños tienen en la casa
de dicho Jaramillo prueba la parcialidad; a más de ésto,
como ha sido varias veces juez y es persona de viso, lo
miran con 'respeto circunstancias, porque tiene a su de-
ber a los mulatos y circunvecinos, lo que él no ignora y
cualesquiera pasión que tenga la desquita por mano de
esos miserables que no tienen que perder. En lo que dice
Vuestra Merced, de ser hombre bien reputado y bien
emparentado, eso mismo le persuadiría que nunca se
había de creer que persona de tal fomentase la sedición
teniendo que perder reputación y caudal.
194
Vuestra Merced Luego que se publicó se empezó a mo-
ver la máquina que antes estaba parada la idea bien se ve
que sobre estancos y mazamorreros, deduciéndose de
esto último que siempre que se les liberte a éstos de los
dos pesos, tienen mejor campo los mineros para defen-
der las que tienen ocupadas aunque sean inmensas y los
mazamorreros menos título para introducirse a trabajar -
en ellas, éste parece el objeto de la conmoción, reglándo-
se que con éste quite quedará olvidada la ejecución del
despacho en que se permitía a los mazamorreros que
trabajasen en las minas sobrantes que tienen los dueños
de cuadrillas y así libertar Jaramillo las muchas que tie-
ne; pero los Guarneños no han entendido esta máxima
que tomándola por beneficio antes les es perjudicial,
como que por lásatisfacción de los dos pesos tuvieran
privilegio a trabajar en buenas minas y resistiendo el
pago con esto mismo le retiran los mineros el que no le
toquen las minas supuesto que nada pagan a Su Majes-
tad; hasta aquí la conversación con Isaza.
Otras más grave El alcalde Don Juan Francisco Echeverry me dijo, tuvie-
ra presente que el día 16 de julio que bajaron armados a
este sitio los de Guarne, dos de ellos que están casados
con criadas del Doctor Don José Ignacio de Ossa, habían
ido armados a casa de éste Eclesiástico y que reprendién-
doles el hecho por no permitido y malo así de haber
venido en el tumulto como armados, les respondieron,
que si aquello era malo? les dijo: que sz y muy reproba-
do y que saliesen de su casa; que a ésto le dijeron: que
no pensaban que un hombre como Don Manuel Jarami-
llo les hubiera inducido y aconsejado cota mala, como lo
era el haber venido de aquel moda
195
El mismo alcalde igualmente me expresó, que según lo
que había observado y los rumores públicos, no tenía
duda en estar en el concepto de que Don Manuel Jarami-
66r lb o había sido la cabeza/ oculta directora de la conmo-
ción popular por sus fines particulares de las minas y por
lograr el tabaco a dos mazos por tomín.
196
publicar la Real Cédula del donativo, que no lo llevó
consigo como debió, por ser único Escribano en este
Valle ni le hizo siquiera una mediana insinuación de que
66v le acompañara/ como que era asunto de su obligación.
Que desde este día y las circunstancias que había notado
y después notó vino a hacer cabal concepto de que la
trama del motín y pretensiones de los Guarneños la ha-
dan entre el Capitán Don Alonso, su hermano Don Ma-
nuel, y José Sánchez, a quienes no convenía que lo su-
piera el Escribano por la prueba de su testimonio. Que el
concepto de que entre los tres está el misterio, ha sido
general con la prueba de las acciones .que se han notado
y las palabras que vierten a favor de los de Guarne y en
odio de las rentas, que aunque han procurado proceder
con cautela, con todo eso no ha dejado de salirles a la
boca el sentimiento interior. El mismo me expresó que
estando cn el paraje de Chachafruto autorizando unos
inventarios y avalúos de los bienes que quedaron por
muerte de Doña Juana Manuela Gallón, estando allí el
Capitán como juez de la causa mortuoria y su hermano
Don Manuel Jaramillo como avaluador, llegó a aquella
casa de campo Bruno Giraldo, que era uno de los princi-
pales caudillos del levantamiento de Guarne y que habló
reservadamente con el dicho Capitán a Guerra y con Don
Manuel, que allí se estuvo un buen rato y que al descui-
do se le arrimó dicho Gutiérrez al Bruno y le dijo por-
qué se han levantado Vuestras Mercedes los de Guarne? ,
que no le respondió nada, sino que se sonrió con sofla-
ma y viendo la falta de respuesta le. volvió a decir, no
hagan eso mire que después les pesará, no dice que bajan
al sitio, cuándo baja, entonces le dijo: "Nosotros tene-
rnos quien nos dirija y todavía no sabemos que día será"
que ésto fue en el intermedio tiempo del levantamiento
que hicieron en Guarne, al de la bajada en tumulto al
sitio; que en el mismo intermedio tiempo bajó otra vez
al sitio a hablar con el -Capitán el mismo Bruno y tam-
bién en otra ocasión un Francisco Zapata caudillo de los
mismos levantados.
197
do por ser caso digo, de que lo sepa el superior. Que
entonces dispuso despachar chasquí al día siguiente con
67r fecha atrasada/ y más cercana al día en que acaeció el
levantamiento según entendió, aunque se le ocultó lo
que se informaría pero que la prueba de si se atrasó o no
la fecha la remite al recibo del chasqui en Antioquia
cotejada con el que se recibió despachado por mí el Te-
niente.
198
a la del lince y sobre todo en materias de traición y de
Estado, pienso que las leves presunciones siendo funda-
67v das/ y racionales se deben apreciar más que pruebas gra-
ves de otras materias de daño reparable, por lo mucho
que se aventura en aquellas y ser regla contraria a la
buena prudencia, dejar crecer el fuego a su magnitud
para apagarlo; bien que en ésto como acostumbra el
celo de Vuestra Señoría en sus providencias, ha procedi-
do con tanto acierto que ha sabido degollar al gigante,
ya en buena estatura y con mucho menos cuerpo, bien
se ve lo que creció la rebelión del Reino, quizá por no
haber allí inmediato un Ministro de Resolución que de-
sarmando al público por un lado y por el otro mostrán-
dose serio y fuerte hiciera caer el ánimo de la hidra
como aquí se ha observado. Pero si la superior expresión
de Vuestra Señoría fuese por lo que antes llevo dicho,
paso a manifestar otros pasajes que influye en la verdad
y manifiestan como con el dedo a los autores de la
conmoción de Guame.
199
están procesando por el levantamiento de estos Guarne-
ños; también nos avisa que un mulato del mismo Guarne
dijo a Don Juan Bautista Barreneche preguntado por
éste, de quién los dirigía en sus pretensas, que el Capitán
a Guerra y Don Manuel Jaramillo; que igualmente les
68r avisaban que en aquella Villa estaba extendida la/ voz de
que eran los motíneros que fomentaban la sedición. En-
tonces dijo Don Alonso como enfadado: deje hermano
que si es cierto que nos están sumariando, el remolino
que hemos de armar en la provincia les ha de dar a
morder del ajo. Aprovechándome yo de esta noticia, por
disimular mi curiosidad, les dije, no piensen Vuestras
Mercedes en esa fríolera, no tengan cuidado• que esos
han de ser decires vulgares que no importan tres caraco-
les; quien ha de poner puertas al campo, ni quién ha de
atajar las presunciones temerarias de los hombres, que
siempre se inclinan a juzgar las cosas por la cara más fea
y sobre todo (les adelanté) los Guarneños que han hecho
lo más malo que a mí me ha parecido, ha sido el que
hubiesen bajado al sitio apercibidos de armas. A ésto
respondió Don Manuel, y ésto porque yo les mandé que
bajasen con ellas y sacándole la palabra de la boca el
Capitán, le reformó la preposición de este modo: pero
eso fue por que yo le dije a Vuestra Merced, les dijese
que bajasen con sus armas al sitio y lo mismo les advertí
cuando pasé a Guarne a publicarles la Cédula del Donati-
vo, todo con el fin de reconocer las armas que tenían,
pero ellos, qué daño hicieron con ello en Guarne ni
cuando bajaron a Rionegro; y lo hubieran hecho dijo
Don Manuel si nosotros no los estuviéramos contenien-
do y no eran capaces los conos blancos que hay en
Rionegro de resistirles a los mulatos; a que respondió el
Capitán, así es, por que en Rionegro no hay más de
ciento y tres personas de blancos que se les pudieran
oponer y la plebe son en número más de setecientos
hombres de fuerza. Quedóse la conversación en este es-
tado por haberse acercado a nosotros algunos de los
concurrentes:
200
tán, me dijo no ve lo que me escribe el Gobernador y me
fue entregando una carta de Vuestra Señoría para que la
leyera; en ella se le daba respuesta a otra con agradeci-
mientos de la prudencia y madurez con que se había
portado con los Guarneños y como en ella se decía de
un papel de Capitulaciones sin firma, sobre que por éste
defecto y estar desarreglado no se podía proveer cosa
alguna; y concluida la carta le dijo: como no me ha
enseñado Vuestra Merced este papel de Capitulaciones.
La respuesta fue se me había olvidado, y fue sacando de
la tienda un cuaderno de cartas de Vuestra Señoría en
que tiene cosido el dicho papel y poniendómelo en la
mano para que lo leyese, en él reconocí estilo y puntua-
6 8v ción propio / de Don Manuel Jaramillo, que estaba pre-
sente y algunos términos que acostumbra y proposicio-
nes que antes de ver el papel le había notado, por ésto y
lo mucho que en él se dice contra mí, me provocó cosa,
la que causó mutación de semblante a los referidos Capi-
tán y Don Manuel, talvez trascendiendo que yo había
firmado juicio recto del acto de aquellas iniquidades,
concluido de leer, le entregué el cuaderno diciéndoles,
mucho le tira al pobre de Biturro, y Biturro ni a los
Guarneños ni a nadie le ha hecho daño y si, no por qué
no manifiestan siquiera un caso determinado y entonces
yo mismo me sentenciaré por indigno e inmérito de los
honores con que los Superiores me han honrado. A ésto
respondió el Capitán, quién hace caso de lo que dicen
unos mulatos alzados y consecutivamente dijo Don Ma-
nuel, así es, pues hasta están entendiendo esos mulatos
que éstos pechos de mazamorreros, estancos y de que se
les quite a los mineros la demasía de minas, es por causa
de informes de Vuestra Merced. Y ahora quince días
yendo yo para una minita que tengo en un aventadero,
me encontré con más de veinte mulatos armados y les
pregunté a dónde iban en aquella forma y me respondie-
ron que a donde Vuestra Merced a sacarle por bien o por
mal el oro de todos los mazamorreros que hubiesen pa-
gado y les disuadí del intento y que le atendieron.
201
Vuestra Merced llevaba derecho por el apunte de los
mazamorreros y habiéndose mandado por el Capitán
que compareciesen allí los que habían concurrido a ma-
tricularse y a pagar, sólo tres hubo que hubiesen concu-
rrido y se les preguntó si les había llevado derechos, que
respondieron, que no y que entonces les devolvió el Ca-
pitán el papel para que quitasen aquella circunstancia y
después se le entregase. Esto mismo afirmó Sánchez y el
Capitán, como dándome a entender me habían hecho
este beneficio. De ésto se concluye que de todo lo que
consta en el papel, sólo tuvieron por injusta aquella cir-
cunstancia, que allí mismo se comprobó de falsa y todo
lo demás no les hizo mal asiento supuesto que sólo ésto
le mandaron quitar y que después se lo entregase. Con-
69r clúyese también que el/ papel no era hecho por los mu-
latos, supuesto a que éstos antes dijeron en aquel acto
que no les había llevado derechos algunos y ésto no
estando yo presente para convencerles la falsedad; lo
cierto es, que de estas consecuencias se pueden inferir
infinitas de lo hasta aquí expuesto, unas derechamente y
otras a contrario scnsu. Y no es de poca entidad aquel
argumento que forma el entendimiento racional a seña-
lar por los efectos la causa; por que siendo el Capitán
a Guerra, hermano de Don Manuel Jaramillo y Sánchez
amigo íntimo de entre ambos y que solas estas tres per-
sonas han andado metidas en las funciones de Guarne
abrigando con buen semblante sus proposiciones y he-
chos, omisos al remedio y procurando deslumbrar los
excesos disminuyéndolos la gravedad y exponiendo la
República a los riesgos de mayores desórdenes y desgra-
cias, con el hecho de mandarles y aconsejarles a los su-
blevados que bajasen con armas, cuyo grande yerro no
se puede honestar aunque se exponga para ello el fin
más Santo y justificado, por qué ésto, es como se suele
decir, poner la espada en manos del loco. Concedámosle
de gracia y juzguemos con más piedad de la necesaria en
el caso de que el consejo y orden que les dieron para que
bajasen con armas, fuese como dicen estudioso para re-
conocerlas que tenían y qué se sacaba de esta curiosi-
dad? No hallo ninguna utilidad que ponerle en la balan-
za, supuesto de que no se las quitó cuando entraron en
su casa con ellas, ni tampoco advirtió a los que concurri-
mos que pusiésemos cuidado a las clases y número de
armas, que si era para este efecto, ya se deja entender
que debió anticipar sus cautelas a precaver el daño ha-
202
ciendo congregar los vecinos de honor con sus armas
para desarmar los que esperaba, por que aunque quieran
decir que tenían moral seguridad de que no había de
suceder nada, es vana y temeraria presunción suponer
que tiene las riendas en la mano para sujetar una hidra
de tantas cabezas. De modo Señor Gobernador, que el
no haberse desolado Rionegro, no consistió después de
la providencia Divina en otra cosa que en no haberse
emborrachado cuatro o seis mulatos de aquellos que
rompiesen el velillo a la animosidad de los demás. Ade-
más de que la expresión de que fue estudioso mandarles
bajar con armas para reconocerlas, tengo y tendré por
estudiosa expresión para honestar el delito, por que has-
ta que no reconocieron la gravedad a fuerza de reconven-
ciones de hombres cuerdos, nunca habían puesto seme-
jante disculpa.
203
el indicio general por que cuando se procede con limpie-
za, más bien autorizadas van las cosas que pasan por la
presencia de un Escribano y en cualquier tiempo con su
fe se desvanece contrarias interpretaciones.
204
lb o y tratando sobre el asunto le afeó su buen oficio,
diciéndole si él también era su contrario, o procuraba
hacerle pasar la beca de que los mulatos saliesen desluci-
dos, dándole a entender que él era el toturn Contines de
los progresos de aquellos.
205
Antes de cerrar este papel, no puedo omitir hacer pre-
sente que en caso de tomar resolución sobre la materia
para que no quede el padrastro de la reiteración, toman-
do primero las noticias que se estimen necesarias, me
parece muy conveniente que se hicieran salir de la pro-
vincia los dos principales y validos, pues de lo contrario
la industria y los respetós de presencia optarán a la prue-
ba de la verdad y quedará impugne la malicia y la Repú-
blica sin ejemplo.
206
-
Biturro.
207
y con su hermano Don Manuel para que éstos no se•
recelasen mucho de mí y disiparles en lo posible los
recelos, me propuso Don Alonso que si le trasuntaba un
informe de confianza para su Excelencia que él no lo
hacía por no tener letra apropósito para ello, le dije
que sí y habiendo pasado a mi oficina Don Manuel llevó
un borrador que se reducía a dar cuenta a su Excelencia
de los acaecimientos de Guarne al cabo de mucho tiem-
po, honestando y truncando los pasajes de cómo suce-
dieron y suponiendo haber tomado providencias eficaces
para contener y apaciguar el motín, lo cual es falso y
ajeno de la verdad como es notorio que no tomó ningu-
na eficaz, ni se previno contra el desorden, y habiéndole
transutado dicho informe, le dije, que motivo tenía ya
72r en aquel tiempo./
Continúa nota
de /Milano. Señor Teniente; oficial Real.
De decir a su Ex- Don Jerónimo Mejía, vecino de este Valle ante Vuestra
celencia que iba Merced con mi mayor rendimiento y en la más bastante
a hacer informa-
ciones sobre los forma que en derecho a su lugar y el mío convenga,
pasajes, no ha- parezco y digo que en virtud de la Orden Superior expe-
biéndole hecho, dida por el Señor Regente sobre el establecimiento de
oído los alboro-
tos estaban en su pulperías, tanto de Ordenanza como de composición
fuerza, me res- que en este sitio y sus jurisdicción se habían de estable-
pondió a ésto cer a fin de que los pulperos de ellas pagasen el Real
que era . para
aprender la causa Derecho de Alcabala, en cuya virtud me opuse a una de
Y que no se co- las de Ordenanza en el sitio de la Candelaria, minerales
metiese a otro de Guarne, la que para su apertura se me concedió por
Juez y que te-
niendo él la Pre-
Vuestra Merced y el señor alcalde la correspondiente
vención no se le licencia, habiendo precedido antes dado la fianza para el
quitaría, de cuyo aseguro del Real Derecho de Alcabala; y como quiera
modo podría po-
ner en debido or-
que el día 17 del corriente a horas de las once del mismo
den las actuacio- día, se tumultuaron los vecinos de aquel sitio, unos con
nes sin perjuicio palos largos,, otros con sables y a son de tambor marcha-
de nadie; éito
ron a la casa de mi morada, donde tengo dicha pulpería,
me dijo el Capi-
tán en virtud del la que me rondaron y entraron en ella, diciendo todos
campe que ienslos tumultuarios (que según regulé serían al pie de/ dos-
abrí con el he- cientas personas algo más,) "Viva el Rey Español y mue-
cho de copiarle
el informe para ra su mal Gobierno a cuyas griterías de alboroto no dejó
que no se recela- de causarme un total susto de forma que acaeció hasta el
se. de ponerme trémulo, pero recobrando el espíritu les dije
Biturro.
con razones: cariñosos señores, qué les ha movido a us-
tedes venir a mí así armados y a son de tambor con las
vocerías que están profiriendo, a lo cual enfuerecidos
me dijeron que a lo que iban a mí casa era a fin de que
208
les había de dar licencia franca para comprar y vender
géneros de pulpería, pero señor Teniente, no residiendo
en mí como no reside jurisdicción para dar la licencia
que por ellos se me pedía me denegué y sin embargo de
ello volvieron a reiterar que si no la daba me quitarían la
vida presentándome las armas con demostración de dar-
me con ellas, a lo que viendo aquel lance tan riesgoso y
por escapar con la vida que es natural a todo viviente les
di dicha licencia y no habfendo parado solo en ésto se me
pidió por los tumultuarios la licencia que por usted se
me dio, la que igualmente me vi precisado, como dicha
llevo a entregarla la que se llevaron y dijeron que siem-
pre que yo volviese a permanecer en aquel paraje de
pulpero, volvería a suceder lo mismo, pero sin embargo
de tanto tumulto de gente acaecido del susto que dicho
lleva me acompañaba no pude en tanta revolución cono-
cer más que a Ignacio Zapata, Joaquín Morales, Maestro
73r de herrero y Alberto Idárraga Y como quiera Señor/
Teniente que de permanecer yo con el ejercicio que has-
ta aquí he estado de pulpero, se expone mi vida a un
manifiesto peligro, como protestaron los tumultuarios
con sus amenazas, en cuya virtud y viéndolo Vuestra
Merced con bastante reflexión atentas las circunstancias
y que según los vulgos el Domingo venidero que conta-
mos veinticuatro del corriente, éstas ponen en aquellos
parajes mercado franco, expresando que los que se halla-
sen hombres vayan a impedir. Suplico a usted, se sirva
en méritos de Justicia de admitirme dejación que hago
de la dicha pulpería, pues estoy pronto a entregar rela-
ción jurada de la cantidad que he vendido en el tiempo
que la he obtenido y satisfacer el real derecho de alcaba-
la sirviéndose igualmente a cancelarme la obligación que
a favor de Su Majestad tengo hecha y no siendo admitida
ésta mi propuesta pongo presente a Vuestra Merced, el
que no prosigo en ella aunque tenga la pensión de pagar
la alcabala de mi peculio; que en hacerlo Vuestra Merced
como solicito recibiré merced con justicia y para conse-
birla juro lo necesario en derecho.
Jerónimo Mejía.
73v Biturro./
209
74r Muy Señor Mío:
Remito a Vuestra Señoría las noticias adquiridas sobre
cabezas de motín pasado, no he tenido por conveniente
retardarlas por lo que pueda convenir al servicio, el pa-
pel está cansado pero me ha parecido asentar los pasajes
como ellos fueron para que se les dé sólo la fe que
merezcan y estimaré mucho el favor de Vuestra Señoría
que si hallase alguna cosa digna de informar a Su Exce-
lencia, que pase por la pluma de amanuense fiel, pues la
materia pudiera traerme muchos perjuicios sabida, por
los dolientes, en esa ciudad hay algunos parientes de
ellos y en la Villa muchos más.
210
Señor Gobernador y Comandante General
Don Cayetano Buelta Lorenzana
Antioquia y octubre 20 de 1781.
75r Buelta/..
Comisión. Reservada.
Muy Señor Mío: Conviene al servicio del Rey y a la paz
y quietud del público, averiguar con la competente justi-
ficación, qué personas han sido las que han seducido,
aconsejado y promovido y hecho cabeza en los tumultos
y sublevaciones que han sucedido en esta provincia.
211
No dudo que Vuestra Merced desempeñará este encargo
con la prudencia, celo y eficacia que requiere el asunto.
Rivera.
Proveyó, mandó y firmó el auto que antecede el Señor
Don Antonio Ruiz de Rivera, Teniente de Gobernador,
por ante mí de que doy Fe.
Ante Mí
Jacobo Fascio y Linze, Escribano Público del Número.
212
de Rivera, Teniente de Gobernador de la Villa de Mede-
llín y Juez comisionado en seguimiento de éste sumario,
habiéndome preguntado a mí el escribano, qué sujeto o
sujetos tenía de amanuenses y entera satisfacción por lo
que respecta al oficio de mi cargo, sobre cuyo asunto y
habiendo dicho a su Merced, que el único que lo era
76v según la experiencia, hon/radez y conciencia, éste única-
mente me he fíado de Don Mateo Cardona, en cuya
virtud y en conformidad de lo expuesto le recibió al
expresado Cardona el juramento acostumbrado de fideli-
dad, que lo hizo por ante mí el escribano, conforme a
derecho por Dios Nuestro Señor y una señal de Cruz,
bajo el cual ofreció guardar todo sigilo en lo que se
actuare y da principio a ello para este sumario, no decir
a persona alguna directa ni indirectamente el dicho de
los testigos, ni lo que a éstos se le preguntase y lo firma
con su nombre, por ante mí de que doy Fe.
213
jetos que declarasen, jurarán también de guardar sigilo y
que no revelarán directa ni indirectamente a persona algu-
na nada de lo que se le preguntase y lo mismo de lo que
declarasen. Y deseando proceder con el mayor acierto a
desempeñar tan alta confianza en que inmediatamente se
interesa la causa del Rey y Estado, se apreciarán para
proceder a las averiguaciones referidas hasta los más le-
77v ves/ indicios y por principio de estas diligencias el pre-
sente escribano, certificará en qué día se levantaron los
de Guarne y sus inmediaciones; cuánto tiempo duró el
levantamiento; qué armas trajeron; qué demostraciones
hicieron; si ha sabido qué pretensiones traían, cuáles ; si
andaron en tumulto con sus armas; y qué día se regresa-
ron. Con lo más que haya sabido en esta razón, sin
omitir nada. Así mismo certificará si hay alguna persona
-o personas inf-amadas de haber sido cabeza o cabezas
del motín, induciendo a él o fomentándolo de algún
modo, si consta por pública voz, si por fama fundada o
si por indicios que lo hayan manifestado con alguna
evidencia, expresando menudamente todas las circuns-
tancias que haya visto, oído u observado de algún modo,
citando todas las personas que sepan alguna cosa que
pueda conducir a la averiguación de la verdad. Cuyo
cumplimiento de lo aquí mandado, ejecutará con la po-
sible brevedad y por éste así lo proveo, mando y firmo
con el presente escribano de que quedo enterado de su
cumplimiento.
214
das, otros con sables, y los otros con garrotes y un tam-
borcito que uno de ellos venía tocándoles y marchando
delante y que habiéndose asomado a la puerta de su casa
notó que dicho tumulto se enderezaba para él, por lo
que se recogió dentro del cajón de su tienda; pero que a
ésto dichos tumultuarios entraron adentro de dicha su
casa y otros por la parte de afuera la rodearon y que
78v empezando a dar voces de que muriese el/ mal Gobier-
no. Algunos de aquellos haciendo demostraciones en las
armas que tenían de querer acometerle algún tiro con
ellas, le dijeron que les entregase la licencia que se le
había dado para la apertura de aquella pulpería y que si
no la entregaba le habían de quitar vida y que habiéndo-
lo así ejecutado, entregó dicha licencia a un fulano Za-
pata o a un Alberto Idárraga, con lo que todos en alta
voz le habían dicho que si volvía a hacer más pulpero, lo
habían de quemar y que no dilataban en bajar a éste sitio
y arreglar todo. Cuyas razones oídas por mí, reconvine
al dicho Mejía el que me dijese cuántos sujetos de aque-
llos levantados había conocido, a lo que me respondió
que con tanto tumulto como había, no pudo conocer más
que a Bruno Girald o, al dicho Zapata y al Idárraga y que
así temeroso de aquellos había pasado a éste sitio a po-
nerle presente al Señor Teniente de Oficiales Reales Don
Pedro Biturro lo ya referido para que le mandase a can-
celar la obligación que había otorgada
215
Certifico, que la supra citada licencia que llevo referida
y los tumultuarios la licitaron al dicho Mejía, ésta a los
dos meses poco más o menos de haber pasado este suce-
so, la alcancé a ver que el Señor Capitán a Guerra, la
tenía debajo de la carpeta de la mesa donde escribía,
pero ignoro el modo con que dicha licencia vino a poder
79v del referido Señor/.
216
sitio de Chachafruto y casa en que nosotros estábamos
en los inventarios y éste llamó aparte al Señor Capitán
aGuerra y a su hermano Don Manuel Jaramillo y con
uno y otro sujeto estuvo parlando a secreto y con el
motivo de que en aquella sazón se hallaba allí el dicho
señor teniente de Oficiales Reales Don Pedro Biturro y
movido alas noticias comunes que andaban de que el di-
80v cho Bruno era uno de los capitanes que/ comandaba a
los levantados y que tanto a éste como a los demás
capitanes en la sublevación que intentaban estaban auxi-
liados del dicho señor capitán y su hermano. Por lo que
el referido señor teniente como tan celoso y leal a Nues-
tro Rey, se arrimó a mí y en secreto me ordenó el que
tuviese cuidado a fin de ver si podía percibir alguna cosa
de las que Bruno estaba hablando con dichos señores y
aunque hice bastantes diligencias por así ejecutarlo no
percibí cosa alguna, por lo que sobre este asunto y otros
pasajes cl señor Teniente puede dar más individual ra-
zón.
217
casa del Capitán aGuerra a que diese alguna Prividencia
de que juntase gentes y sostener los levantados, a lo que
me respondió el dicho Dávila que ya estaba cansado de
haber reconvenido a dicho señor capitán sobre el mismo
asunto y que no sabia en qué fundaba su frescura de no
remediar lo que se decía.
218
mismo día los tumultuarios entraron en este sitio y par-
tieron derecho a la casa del Señor Capitán aGuerra, me
fue preciso (aunque por dicho Señor no se me mandó a
llamar) el ir a ella, a cuyo tiempo que llegué los levanta-
dos vide que éstos estaban armados, unos con lanzas,
otros con mojarras, otros con chuzos, otros con sables,
otros con espadas, otros con escopetas y otros con mo-
chilas de piedra, los que en alta voz y con bastante
82v alegría empezaron/ a decir todos a una: Viva Nuestro
Capitán. y habiéndome restituido adentro de la casa, en
ella vide (que según tengo entendido fueron de oficio,
sin haber sido llamados por el Capitán) el Señor Tenien-
te Don José Domingo de Isaza, Don Joaquín y Don
Juan Francisco Echeverry quienes junto conmigo se
mantuvieron allí hasta que dichos tumultuarios se fue-
ron y sí noté que en el tiempo que los amotinados allí
pararon, Don Manuel Jaramillo que acompañando a su
hermano el Capitán, estaba el uno y el otro secretiaban
con los Capitanes o mandones como lo era con el consa-
bido Bruno y un fulano Zapata y según hago cálculo,
éstos tales sujetos que armados estaban podrían llegar al
número de doscientos cincuenta personas y el donativo
que en aquel mismo día dieron, su cantidad me parece no
llegaría a cuarenta pesos.
219
afirmar fuese Vuestra Merced partidario en dicho levan-
tamiento? Cuyas razones proferidas a dicho Señor Juez,
a ellas en su decreto se desentendió Su Merced; con lo
cual, queda absuelta dicha pregunta. Y para que conste
la firmo en el mismo día, mes y año, de la fecha que
antecede.
Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público del Nú-
mero.
220
Preguntado: Si sabe cómo y cuánto tiempo duró el
levantamiento y motín y qué número de gentes se
juntaron para hacer la resistencia a los estables y estan-
cos, si tenían todo género de armas y si amenazaban
ruina a todas las rentas Reales, a esta población de San
Nicolás y a la Villa de Medellín?
221
Dijo: Que sobre el contenido de esta pregunta, público y
notorio, pública voz y fama es el que Don Manuel Jara-
85r millo era el que dirigía a los levantados y tu/multuarios
sobre sus pretensiones.
222
Preguntado: Si sabe que para esperarlos en la forma
referida se les previno a los vecinos de honor y
leales se recogiesen al sitio con sus armas para contener
cualesquier desorden que quisiesen intentar, o si para
ésto se hizo prevención o usó de alguna cautela?
223
nador de esta provincia a los levantados, para que se
apaciguasen y apartasen de su injusta pretensión y que si
tenían que pedir lo hicieran por representación y dando
la obediencia que debían como vasallos del Rey?
224
guardar sigilo tanto en lo que se preguntase como en lo
que se asentase, sin dar a entender a persona alguna
directa ni indirectamente. En cuyo supuesto se le hacen
las preguntas siguientes:
225
Preguntado: Si sabe o fue sentir común que los
Capitanes y mandones del levantamiento y motín
tenían otros sujetos que ocultamente les seducían y su-
gerían lo que habían de hacer y el modo que habían de
pedir y gobernarse en el levantamiento, o si también
88r públicamente les/ advirtieron alguna cosa sobre que pi-
dieran, hablarán, hicieran ésto o aquello para lograr sus
intentos?
226
Dijo: Que luego que entraron en este sitio los levanta-
dos, éstos fueron derecho a la casa de dicho Señor Capi-
tán y en alta voz todos dijeron: Viva el Señor Capitán y
así armados en la forma que dicho tiene, se formaron
alrededor de dicha casa y aún de la parte de adentro en
pelotones y que los que acompañaban a dicho señor
Capitán, eran, su yerno Don Carlos Gaviria y Don Ma-
nuel Jaramillo su hermano, y que éste, los iba llamando
por sus nombres a los tumultuarios para que entrasen a
pagar el donativo y que de las tres partes de esta gente,
la una, no pagaría, según le parece al deponente.
227
Preguntado: Si notó que los mandones o capitanes
de levantados hablasen secretos con éste u. otro su-
jeto qué indicase malicia de su dirección?
228
Guame y sus aliados y que posterior a esta publicidad a
oído estar mixturado en este contagio el Señor Capitán
a G uerra Don Alonso Jaramillo, lo que se trasluce bastan-
te por la tibieza con que ha manejado asunto de tanta
gravedad y que igualmente sabe el declarante que le
consta a dicho Don Manuel Jaramillo decirse estar inicia-
do en este delito.
229
90v Dijo: Que/ es cierto por haberlo oído que el día 17 de
Junio pasado los vecinos de Guarne y sus aliados se
levantaron y fueron en aquel sitio a quitar las pulperías
que en él había y que para ello se enderezaron única-
mente a quitar la que tenía a su cargo Don Jerónimo
Mejía y que en aquel tiempo no supo él de más contesto
de la pregunta:
230
5. Preguntado: Si sabe que en el mes de Julio del
mismo año, bajaron los del levantamiento en tu-
multo a este sitio de San Nicolás, qué número de perso-
nas y en qué día, si traían todo género de armas, como
son espadas, sables, cutoes, machetes, mojarras, lanzas,
escopetas, garrotes y aún piedras?
231
Señor Capitán a Guerra D on Alonso Jaramillo había pa-
sado al sitio de Guarne y les había ordenado a los tumul-
tuarios bajasen a este sitio en la forma que quisiesen
(ésto es) armados o sin ellas el día que hubiesen de venir
a pagar el donativo.
232
Dijo: Que el mismo Don Francisco Vallejo, siendo alcal-
de de los partidos de San Vicente y Guarne en el año
próximo pasado, le dijo al deponente que habiendo que-
rido poner remedio al primer impulso de los levantados
de Guarne sobre ello se le había retado por Don Manuel
92v Jaramillo// ésto es, haberse enojado con dicho alcalde.
233
este valle ni el de la Marinilla, por tanto y para que no
pare asunto de tanta importancia, hágase chasqui yente
y viniente a la villa de Medellín para que se compre allí
cuatros manos de él de este número, pagándose por aho-
ra uno y otro por mí y al sujeto que se le recomiende la
remisión de este papel, se le prevendrá el sigilo por carta
misiva,
Rivera.
234
pasado a su casa y a fuerza con ademanes violentos le
habían quitado la licencia que se le había dado para la
apertura de pulpería que tenía en aquel sitio y que éstos
habían proferido bajaban a este sitio a de fuerza a fuerza
quitar los Reales estancos y derechos que se cobraban a
los mazamorreros.
235
no Don Manuel, a favor de los levantados y para que
éstos lograsen sus intentos.
236
Echeverry, los cuales acompañaron al que declara para ir
a dicha casa y que las demostraciones que estos hicieron
fueron con algunas precauciones, y que por lo que mira
al donativo que dieron, todos los más no dieron cosa
alguna y en prueba de ello le parece se recogería en
aquel día treinta pesos poco más o menos.
237
ésto y el ser muy limitada su jurisdicción, no hizo pre-
vención alguna el deponente, por lo ya referido.
238
Dijo: Que sabe que el presente escribano antes que baja-
sen los levantados a este sitio, estando el Señor Capitán
a Guerra en la casa del que declara, en su presencia le
reconvino con estas voces: "Señor Capitán vea Vuestra
Merced qué remedio se pone a la gente levantada en
Guame; para que ésto no pase adelante"; pero que no
hace memoria de lo que dicho Capitán respondió.
239
Auto Rionegro y Marzo 11 de 1782,
Rivera.
Lo proveyó mandó y firmó el Señor D on Antonio Ruiz
de Rivera, Teniente de Gobernador de la Villa de Mede-
llín y Juez Comisionado en este valle de Rionegro, por
ante mí el presente escribano de que doy fe..
Gutiérrez.
240
1, Preguntado: Si sabe y que cómo las gentes de todas
, 97v castas que viven en los mi/nérales de Guarne y sus
inmediaciones se amotinaron el Domingo 17 de Junio
pasado de 1781 años para resistir con la fuerza el esta-
blecimiento de pulperías, matrículas de mazamorreros y
derechos que a éstos se les mandaron cobrar parar alla-
nar a que en el Real estanco de aguardiente se vendiese
la limeta de este licor a dos tomints y en el de tabaco a
dos mazos por tomín de oro corriente:?
241
rían lo que habían de hacer y del modo que habían de
pedir y gobemarsen en el levantamiento, o si también
públicamente les advirtieron alguna cosa sobre que pi-
dieran, hablaran, hicieran, ésto o aquello para lograr sus
intentos?
93v Dijo: / que le consta por haber venido el mismo día del
mes Julio del año pasado cuando bajaron los levantados
en tumulto a este sitio de San Nicolás, vió que traían las
armas de espadas, sables, cutoes, machetes, lanzas y ga-
rrotes y que el número de los alevantados no puede
afirmar en que fue, pero sí bastante considerable.
242
que lo iban a hacer salva a dicho Señor, pero que ignora
99r las personas que dicho Señor Capitán tendría en su casa/
y que oyó decir que los díscolos alguna parte de éstos
habían pagado el donativo y no todos.
243
Declaración Incontinenti, su Merced hizo comparecer en su Juzgado
a Don Joaquín Echeverry, vecino de estos valles, de
quien por ante mi el presente escribano, se le recibió
juramento que lo hizo conforme al derecho, por Dios
Nuestro Señor y una señal de la cruz, so cuyo cargo
prometió decir verdad en lo que supiese y le fuere pre-
guntado, como de igualmente el guardar secreto como
asunto de tanta importancia, bajo de cuyo supuesto se le
hacen las preguntas siguientes:
244
Dijo: Que la misma publicidad que lleva dicho y de
pública voz y fama, los capitanes que comandaban a los
levantados, lo eran Francisco y José Ignacio Zapata y
también Bruno Giraldo.
245
Dijo: Que ignora el contenido de la pregunta.
246
ni entendido el declarante a éstos por Juez alguno se les
hubiese puesto impedimento y que así mismo le consta
por haberlo visto y oído el que con el motivo de que
habiéndose despedido algunos tumultuarios, del Señor
Capitán a Guerra, el deponente en consorcio de su her-
mano, el Alcalde Don Juan Francisco Echeverry, éste le
dijo al que declara lo acompañase y fuesen juntos a su
casa por que precedió el que uno de los tumultuarios le
había dicho el que lo necesitaba allá, con cuyo motivo
se vinieron y salieron acompañándole al que había insi-
nuado al Alcalde lo necesitaba en su casa, cinco díscolos
o tumultuarios sus compañeros y que así mismo estando
el testigo ya en casa de dicho Alcalde, luego después de
haberse despedido, éstos que llegaron con sus armas en
casa del Juez, llegó a ella Rita de Cárdenas y su hija
Josefa y Juana Escudero, quiénes iban a devolver las
licencias que se les había dado para la apertura de pulpe-
rías en este sitio de ordenanza, a causa de que algunos
de los tumultuarios, éstos se habían abocado a su casa y
ordenándoles que devolviesen la licencia que para ello se
102: les había dado/ y, por que ya no habían más pulperías y
que a ésto el memorando Alcalde en cumplimiento de su
obligación les intimó lo muy bastante a que le dijese si
conocían a aquellos sujetos que les habían ordenado
semejante atentado, por lo que dichas pulperas en pre-
sencia del que declara, dijeron no haberles conocido.
247
Preguntado: Qué notó en el día 16 de Julio cuando
pasó a este sitio del de la Mosca y vinieron dichos
tumultuarios y si a éstos les oyó algunas expresiones
tanto en aquel, como anteriormente y también si supo
que los fines de éstos eran, unos abocarsen al estanco de
aguardiente, otros al de tabaco y los otros a la oficina de
la Real Hacienda, a que el Señor Teniente les devolviese
el dinero que habían dado en razón de las matrículas de
102v mazamorreros/ y que no querían que gobernasen en es-
tos valles ningún forastero?
248
Declaración, En Rionegro y Marzo a 12 de 1782 años, en prosecución
de este sumario secreto, Su Merced hizo compaíecer a
Don Francisco Vallejo, vecino de este valle a quien por
ante mí el presente escribano se le recibió juramento
que lo hizo con fortne a derecho por Dios Nuestro Señor
y una Señal de Cruz, bajo el cual ofreció decir verdad en
lo que supiere y le fuere preguntado, como así mismo el
de guardar sigilo sobre el particular a que se dirige esta
su declaración.
249
año; pero ,con motivo de haber pasado el actual Señor
Capitán 'a Guerra en aquel intermedio al sitio de Guarne
a publica' una Real Cédula en asunto al donativo, según
oyó decir después de ello los tumultuarios se volvieron a
alborotar. Que el número de eltos que se juntaron para
pasar a la pulpería que tenía Don Jerónimo Mejía en
aquel sitio, no sabe cuántos serían, pero sí oyó decir lo
era considerable, como que éstos llevaban todo género
de armas y que igualmente oyó decir el que éstos
amenazaban ruina a todas las Rentas Reales que hay en
este sitio.
250
limeta de aguardiente a dos tominél y que de antemano
de la bajada ya se sabía públicamerke.
251
Dijo: Que luego que salieron los amotinados de casa del
io 5r Señor Capitán a Guerra, éstos anduvieron por las/ calles
de este sitio con las mismas armas que trajeron sin que
hubiese sabido el que declara se les hubiese puesto em-
barazo por algún Juez.
252
Preguntado: Si sabe que el SeñorCapitán a Guerra,
les haya hecho saber algún orden del Señor Gober-
nador de esta provincia a los levantados para que se
apaciguasen de su injusta pretensión y que si tenían que
pedir que lo hiciesen por representación y dando la obe-
diencia que debían como vasallos del Rey?
Dijo: Que ignora el que se hubiese ltecho saber providen-
cia alguna a los levantados en la foilna que consta en la
pregunta ni en otra.
253
Dijo: Que no ha sabido, ni entendido que haya otra
persona o personas que sugiriesen a los tumultuarios en
sus pretensiones que los ya dichos.
254
tomín y el aguardiente a dos tomines la limeta, como
así mismo el quitar los derechos de mazamorreros y que
para ello habían de pasar a este sitio.
255
el número de éstos no puede nominar y sí le fue consi-
derable.
Preguntado si de antemano, al día de esta bajada se
supo que veñían al sitio con las pretensiones arriba
preguntadas de estancos, pulperías, etc, y de no conce-
dérseles, allanarlo todo con la fuerza. Dijo que de ante-
mano sé decía el que los levantados bajaban a este sitio
con las pretensiones ya referidas y que de no concedér-
seles, allanarlo con la fuerza (ésto es) con el administra-
dor del aguardiente.
Preguntado si sabe y le consta a dónde se dirigieron
dichos levantados así armados y si pagaron todos o
algunos el donativo en qué número. Dijo que de público
y notorio se dijo que los amotinados con las mismas
armas que traían derechamente se dirigieron a la casa del
señor Capitán a Guerra y que la mayor parte de ellos no
pagaron el donativo según oyó decir.
256
Preguntado si sabe que el día que hubo el levantamien-
to, el Señor Capitán y su hermano, Don Manuel Jarami-
llo, fueron a Guarne, en donde estaban los levantados. Y
si Don Manuel invitó a éstos que bajasen y pidieran
cuanto se les ofreciese al Señor Capitán. Si se les enseña-
108v ba y decían lo que habían de decir./ diciendo y aún
tomando la palabra por ellos. Si habló en su nombre en
razón de las pretensiones. Dijo: que en el decurso del
levantamiento vió, en el sitio de Guarne, al Señor Capi-
tán y a su hermano Don Manuel y que con el motivo del
mucho tumulto que allí había, con las armas, como ya
dicho tiene, no pudo percibir lo que en aquel acto les
decía Don Manuel Jaramillo, ni menos oyó lo que éstos
le decían porque aconteció que el declarante presenció
muy poco aquel acta Sólo lo que vió en él fue que
dichos levantados le entregaron un papel de sus preten-
siones. No recuerda si al Señor Capitán o al referido Don
Manuel,
257
fomentado el tal levantamiento Don Manuel Jaramillo y
Don Ignacio Jiménez.
258
amotinaron el domingo 17 de junio de 1781 para resistir
por la fuerza el establecimiento de pulperías, matrículas
de mazamorreros, para conseguir que en el Real Estanco
de Aguardiente se vendiese la limeta de este licor a dos
tomines, y que en Real Estanco de Tabaco se pagase un
tomín de oro por dos mazos.
259
llov 9. Así mismo, si sabe que para / esperarlos en las
formas referidas se les previno a los vecinos de ho-
nor y lealtad, se recogiesen al sitio con sus armas para
contener cualquier desorden que quisiesen intentar o si
para ésto se hizo alguna prevención o vió de alguna cau-
tela.
260
llegasen estaba en la deliberación de hacer vender el ta-
baco a dos mazos el tomín, a dos tomines la limeta de
aguardiente. Si sabe que los amotinados dieron un papel
al Señor Capitán en el que constaba sus pretensiones y
quién lo entregó.
261
Antonio Ruiz de Rivera.
11 2r Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público/, del
Número.
262
ron a este sitio y que el número de,gentes que se junta-
ron para hacer la resistencia a los entables y estancos, >
oyó de púlbico y no vió, según el declarante, que fue
crecidisimo y traían todo género de armas. Así mismo
amenazaban ruina a todas las rentas Reales y a esta po-
blación de San Nicolás,
263
Preguntado si de antemano al día de esta bajada se
supo que venía a este sitio con las pretensiones
arriba preguntadas de estancos, pulperías, y de no con-
cedérseles, allanarlo tbdo con la fuerza, dijo que de pú-
blico y notorio se supo de antemano al día que bajaron
a este sitio los levantados, que venían a él con las pre-
tensiones que constan en la pregunta, y de no concedér-
selas, allanarlo todo con la fuerza. Lo cual lo oyó decir
con la misma publicidad.
264
De qué sujeto o sujetos sedan. Dijo que con el motivo
de venir bajando para su casa, de donde había seguido
para arriba, luego que pasaron los tumultuarios a este
sitio de regreso, el declarante encontró la mayor parte
de ellos y vió que subían con las mismas armas que
trajeron el mismo día a este sitio.
265
Nicolás Cardona
Por mandado: Francisco Antonio Gutiérrei, Escribano
Público del Número.
267
Preguntado si sabe y le consta a dónde se dirigieron
luego que llegaron a este sitio así armados y si en
116v estos términos se presentaron juntos/ en casa del Señor
Capitán a Guerra Don Alonso Jaramillo. Si pagaron
todos el donativo o algunos. Dijo que con la misma
publicidad ha oído decir el declarante que luego llegaron
a este sitio así armados fueron a la casa del Señor Capi-
tán a Guerra y a su vista se presentaron. Igualmente ha
oído decir que no todos los levantados pagaron el dona-
tivo.
268
directa ni indirectamente, lo que sobre el particular se le
preguntase y asentase.
269
hacer y el modo que habían de pedir y,gobernarse en
dicho levantamiento. Dijo que oyó decir de público que
los capitanes y mandones del levantamiento tenían a
Don Manuel Jaramillo que ocultamente les sugería lo
que habían de hacer y el modo que habían de pedir y
gobernarse. Pero que después de ésto oyó decir que el
dicho Don Manuel los contenía.
270
Preguntado si sabe que en el decurso del levantamiento
el Señor Capitán a Guerra y su hermano Don Manuel
Jaramillo fueron á Guarne en donde estaban los levanta-
118v dos. Dijo que oyó decid el que declara que el decurso
del levantamiento fue a Guame el Señor Capitán a
Guerra con su hermano Don Manuel Jaramillo con el
motivo de éstos hacer saber la Cédula del donativo. Y
que el Señor Capitán a Guerra les mandó que bajasen a
este sitio a pagar dicho donativo.
Gutiérrez.
271
niente de Gobernador y Juez comisionado, hizo compa-
119r recer al Ayudante Mayor de Milicias/ Don Francisco Ja-
vier Montoya, vecino de este Vallé, y por ante mf el
presente Escribano se le recibió juramento, que lo hizo
conforme a derecho, por Dios Nuestro Señor y una señal
de cruz. En el cargo ofreció decir verdad en lo que supie-
se y le fuere preguntado. Así mismo, a guardar secreto
sobre el asunto a que se dirige ésta su declaración. En
conformidad con lo cual se le hacen las preguntas si-
guientes.
272
Preguntado si sabe y como quienes fueron los capi-
tanes del levantamiento y motín que gobernaban
aquellas gentes. Dijo que públicamente se decía que los
capitanes que gobernaron a los tumultuarios lo eran Bru-
no Giraldo, Francisco y José Ignacio Zapata.
273
6.- Preguntado si de antemano al día de esta bajada se
supo que venían a este sitio con las pretensiones
arriba preguntadas, de pulperías y de no concedérselos
120v allanarlo todo en la fuerza, dijo que oyó decir/ de ante-
mano, de la bajada de los levantados que éstos venían a
este sitio con las pretensiones referidas de estancos y
pulperías y de no concedérselo allanarlo todo con la
fuerza.
274
Preguntado si sabe que durante el decurso del le-
vantamiento el Señor Capitán a Guerra y su her-
mano Don Manuel fueron a Guarne en donde estaban
los levantados. Dijo que oyó decir que el Señor Capitán
a Guerra en el decurso del levantamiento pasó a Guarne
a publicar una Real Cédula en razón del donativo. Así
mismo, oyó decir que dichos levantados en aquel paraje
se habían juntada
275
Si sabe que dicho Señor Capitán y el referido Don Ma-
nuel, sabían que generalmente estaban en la inteligencia
de que ellos eran los que fomentaban a dicho levanta-
miento y pretendían a los levantados y si con toda esta
noticia nunca han procurado indemnizarse de esta infa-
mia. Dijo que por lo que respecta al Señor Capitán a
122r Guerra/ no ha oído decir cosa alguna y solo si haber
notado en dicho señor lo desentendido que se halla a no
contener tales desórdenes y, por lo que mira, a Don
Manuel Jaramillo —ya tiene dicho lo que sobre este indi-
viduo sabe— y que le parece al declarante que una vez
que era tan público que Don Manuel era quien patroci-
naba a los levantados, no dejaría él de ser ésto. Que no
ha oído que para ello haya procurado indemnizarse de
tan fea culpa.
276
1 Preguntado si y cómo las gentes de todas las castas
que viven en los minerales de Guarne y sus inme-
diaciones se levantaron y amotinaron el domingo 17 de
junio pasado de 1781, para resistir con la fuerza el esta-
blecimiento de pulperías, matrículas de mazamorreros y
122, otros derechos que a éstos se les mandaron/ cobrar. Para
hacer que en el Real estanco de aguardiente se vendiese
la limeta de este licor a dos tomines y el de tabaco a dos
mazos por tomín de oro. Dijo que ha oído decir pública-
mente que en el tiempo que se cita se juntaron en el sitio.
de Guame aquella gente y sus aliados. Estos se amotina-
ron y levantaron a quitar la pulpería que en aquel paraje
tenía Don Jerónimo Mejía. Lo que para ellos, los dichos
tumultuarios con un tamborito que a éstos iba guiando
fueron a la casa del citado Mejía y a éste a fuerza le
quitaron la licencia que para la apertura de la pulpería
se le había dado. Que los dichos amotinados, según oyó
decir, sus pretensiones eran de quitar dichas pulperías y
que se le pusiese el tabaco a dos mazos por tomín y el
aguardiente a dos tomines la limeta. Por lo que respecta
a los derechos de los mazamorreros no sabe ni menos ha
oído decir que hubiesen opuéstose a los derechos que
éstos pagaban.
277
4.. Preguntado si sabe fue sentir común que los capita-
nes mandones del levantamiento y motín tenían
otros sujetos que ocultamente les seducían y sugerían lo
que habían de hacer y del modo que debían de pedir y
gobernarse en el levantamiento. O si también pública-
mente les advirtieron alguna cosa sobre que pidieran,
hablaran, hicieran ésto o aquello para lograr sus inten-
tos. Dijo que sobre la pregunta que se le hace oyó decir
el deponente que los sujetos que ocultamente aconseja-
ban o dirigían a los tumultuarios lo eran: el Capitán Don
Lorenzo de Castrillón, el Capitán Don Manuel Jaramillo,
Don Joaquín Echeverri, Don Joaquín García y el que de-
clara. Pero que por su parte justificará no sólo no haberlos
protegido, sino antes sujetado en su injusto procedi-
miento. El demás contexto de la pregunta lo ignora.
278
pulpería de Don Jerónimo Mejía. A lo que le replicó
José Ignacio Zapata: pues señor y que estamos perdidos
estoy esperando la gente de Guarne, Palenque, Honda y
las Canoas para ir a dar alto al sitio de Rionegro. Para
que no quede estanco de ninguna clase. A cuyo razona-
miento y despacho el declarante lo persuadió y reconvi-
no a que se apartase de semejante intento. Lo que con-
siguió, según le parece, se sosegó el Zapata. De cuyo hecho
el testigo se lo participó al alcalde Don Francisco Vallejo
y también a Don Manuel Jaramillo corno hermano del
Señor Capitán a Guerra para que le pasase la noticia y
por cuyo/ hecho se puede venir en tumulto el levanta-
124r miento si sabía de antemano que éstos bajarían a este
sitio y las retenciones que éstos tenían.
279
pidiere cuanto se les ofreciere al señor Capitán a Guerra, y
si su hermano Don Manuel habían ido al sitió de Guar-
ne.
Dijo que en el decurso del levantamiento el Señor Capi-
tán a Guerra y su hermano Don Manuel, oyó al que
declara en aq. uel tiempo uno y otro habían ido al sitio
de Guarne con el motivo de la publicación de una Cédu-
la en razón del donativo. Que en la misma conformidad
oyó que los levantados armados todos en aquel paraje se
juntaron y hablando éstos, el uno decía una cosa y el
otro otra cosa. De suerte que para ello les dijo Don
Manuel Jaramillo a los levantados que mejor era que
hablaran por escrito. Y que entonces escribieran un me-
Morial en que contentase lo que pretendían.
280
Declaración. Incontinenti para la información mandada recibir Su
Merced, el Señor Teniente de Gobernador y Juez de
Comisión, hizo comparecer ante sí y en su juzgado a
Gregorio Cardona, vecino de este valle y con residencia
en San Vicente, a quien por ante mí el Escribano le
recibió juramento, que lo hizo conforme derecho, por
Dios Nuestro Señor y una señal de cruz. En el cargo
prometió decir verdad en lo que supiese y le fuere pre-
guntado. Como así mismo de guardar sigilo de lo que se
refiriese su declaración.
281
Preguntado si de antemano al día de esta bajada se
supo qué venían al sitio con las pretensiones arriba
preguntadas de estancos, pulperías y de concedérselos
allanarlo todo con la fuerza. Dijo que mucho anterior al
día de la bajada al sitio los levantados, públicamente se
decía que habiendo el Señor Capitán a Guerra pasado al
sitió de Guarne a publicar una real Cédula, los tumultua-
rios en aquel paraje se habían juntado armados con sus
armas. Que éstos le hablan preguntado a dicho Señor
que como bajaban a este sitio? Que a ello le respondió
viniesen en la forma que quisiesen.
284
de su hermano y de José Sánchez (ya difunto) habían
subido al sitio de Guarne con el motivo -de la publica-
ción de la Real Cédula. Que habiéndose en aquel paraje
juntado los amotinados en tumultos y armados con sus
armas, por el dicho Don Manuel Jaramillo se les había
dicho a los levantados que pidiesen al Señor Capitán á
Guerra lo que quisieran y a ésto el dicho Señor Capitán
les había dicho que bien pudieran pedir, con cuyo moti-
vo los levantados le habían entregado un papel en que
constaban sus pretensiones.
285
unas arrobas de dulce menudiado y que habiendo res-
tringido dicho menudeo en los pulperos totalmente el
deponente emplazó dicho dulce y dio parte de ello al
Señor Capitán a Guerra para que pasase y remedio a ello
pusiese. Quitase aquel precio por orden el Señor Regen-
te. Sin embargo de ello nunca pasó dicho señor aunque
le pasó dos recados y si lo que hizo fue mandar a llamar
al declarante y en presencia del actuario Escribano le
dijo dicho Señor: conque Ud.le ha complacido a este
hombre, que igualmente presente estaba, un poco de
dulce. Ud. quiere oprimir más a la gente de lo que está.
Quiere que suceda alguna cosa y fuera de ello no se hace
cargo Ud. de que se venda el dulce menudiado es en
beneficio del común? Cuyas razones proferidas por di-
cho Señor Capitán y temeroso el que declara por lo muy
enfadado que estaba y aún intentado ponerle preso, tu-
vo a bien callarse y no volverle a reconvenir. Sin embargo
de haberle oído decir al referido Señor Capitán, al mis-
mo dueño del dulce me lo vendiera como pudiera con lo
cual se puede inferir la tibieza conque dicho señor Capi-
tán procedió en aquel tiempo del levantamiento.
286
su declaración, en cuya conformidad se le hacen las pre-
guntas que siguen.
287
que oeultamente les seducían y sugerían lo que habían
de hacer, lo que debían de pedir y el modo en que
debían gobernarse en el:levantamiento. Dijo fue público
ha oído /decir al declarante que los capitanes y mandones
del levantamiento y motín tenían otros sujetos que
ocultamente les seducían lo que habían de hacer y el
modo en que habían de pedir y gobernarse en el levanta-
miento. Dijo que de público ha oído decir que los capi-
tanes del levantamiento y motín tenían otros sujetos
130v que ocultamente les seducían y sugerían lo/ que habían
de hacer y el modo como debían gobernarse en el levan-
tamiento.
288
Preguntado si sabe alguna persona o personas les
hubiesen aconsejado bajasen en esa forma y arma-
dos con las armas referidas, diga quién y en qué día.
Dijo que estando él en su casa que tiene en la montaña
llegó a ella Don Miguel de Echeverri y le expresó que el
Señor Capitán a Guerra con su hermano Don Manuel
Jaramillo, habían pasado al sitio de Guarne, en donde
estaban los levantados, en día festivo con el motivo de
darles a saberuna Real Cédula del donativo. Que estando
éstos juntos les dijo Don Manuel Jaramillo que qué que-
rían? Que hablaran todos. Que por ello hicieron su rela-
ción que, dice el que declara, no haber sabido lo que fue
pero si que el mismo Don Miguel de Echeverri le dijo
que los mulatos en aquel día que ellos llamaban al Señor
Capitán, "Mi Amo el Capitán" y a Don Manuel "Mi amo
Capitán" Que dicho Señor Capitán les había mandado
que bajasen al sitio. Pero no supo si el precepto fue de
que armados o sin ellas.
289
Que ésto que lleva dicho y declarado es la verdad so
cargo del juramento que hecho tiene, en el que se afirmó
y ratificó, leída que le fue ésta su declaración.
290
respondido que así lo había ejecutado a causa de que
estaba mandado por orden superior que quien no fuese
pulpero no vendiese víveres y que en dicha virtud quería
cumplir con su obligación y que para ello le diese auxi-
lio. Con lo que el dicho Señor Capitán algo enfadado le
132v dijo al/ guarda que si quería oprimir la gente más de lo
que estaba que tuviera presente el levantamiento que los
vecinos de Guarne habían hecho en aquel sitio. Por lo
que dicho señor ordenó al dueño del dulce que lo ven-
diese como pudiera. Que es todo cuanto puede certificar
en virtud del auto que antecede.
291
si oyó decir que estos estaban armados con todo género
de armas.
292
llón, Don Joaquín de Echeverri, Don Ignacio (ilegible)
de Restrepo y Don Joaquín Gaviria han sido los promove-
dores y fomentadores ocultos del levantamiento de los
de Guarne. Si ésto se ha inferido por varias señales, ex-
presiones o acciones relativas a dichas demostraciones y
tibieza ,con que el Señor Capitán procedía a la conten-
ción del desorden. Dijo que no ha oído más que lo que
tiene dicho de Don Manuel Jaramillo y lo que se malicia
de su hermano el Señor Capitán. De los demás conteni-
dos en la pregunta ignora estén iniciados en el levanta-
miento.
293
mazamorreros se les cobraban, corno también para alla-
nar a que se vendiese el tabaco a dos mazos por tomín y
el aguardiente a dos tomines la limeta.
294
obediencia que debían como vasallos del Rey. Dijo que
ignora que se hubiese ejecutado lo contenido en la pre-
gunta.
295
se amotinaron y levantaron el día que cita la pregunta
para resistir con la fuerza el establecimiento de pulpe-
rías, derechos de mazamorreros y hacer que en el real
estanco de tabaco se vendiese a dos mazos por tomín y
que éstos estaban prevenidos de todas especies de armas.
296
de aguardiente. Dijo que lo que sabe acerca del conteni-
do de la pregunta es que dicho Señor Capitán estaba con
la determinación antes que bajasen y después que baja-
ron según parece haberlo así oído, que a los 8 días se
daría el tabaco a dos mazos por tomin.
297
Preguntado si y como las gentes de todas las castas
que viven en los minerales de Guarne y sus inme-
diaciones, se amotinaron y levantaron el domingo 17 de
junio pasado de 1781, para resistir con la fuerza el esta-
blecimiento de pulperías, matrículas de mazamorreros y
derechos que a éstos se les mandaba cobrar, para allanar
que en el real estanco de aguardiente se vendiese limeta
de este licor a dos tomines y que en el de tabaco a dos
mazos por tomín de oro. Le consta por haberlo visto,
oído y así entendido a los mismos levantados que éstos
se amotinaron el día que se cita en la pregunta, después
de haber salido de la plaza en el sitio de Guarne, para
resistir lo que se denomina en la referida pregunta. Se
tocó un tambor para llamar abs congregados tumultua-
rios y que éstos habiéndose juntado armados de todo
género de armas cien personas poco más o menos fueron
como cosa de 50 de éstos a la pulpería de Don Jerónimo
Mejía a fuerza si éste no tenía aquellos efectos que los
tumultuarios le pedían anexos a la pulpería. Quitarle la
licencia que para ello se le había dado. Lo que en efecto
se quitó y supo el declarante que el Mejía el mismo día
137v vino a dar cuenta de lo acaecido/ a los jueces de este
sitio que así se presume.
298
los levantados. Refiere el declarante que los alcanzó y el
arma que traía era un garrote y las que los demás tralan
eran espadas, sables, machetes, mojarras, lanzas, escope-
tas y garrotes,
299
nombre ni apellido se acuerda, y el actuario Escriba-
no. Por lo que respecta al donativo no sabe si pagaron
todos. Sólo si oyó decir que la mayoría de los levanta-
dos vinieron sólo por venir.
Declaración. En dicho día, mes y año. Para la cita hecha por el testigo
y que consta en las hojas 37 vuelta, 38, 39 y 40, su
Merced hizo comparecer a Bautista Gallego, vecino de
este valle, a quien por ante mí el presente Escribano, se
le recibió su juramento y por ser menor de edad se le
nombró por su curator a José Gallego, su padre, quien
estaba presente le prestó su consentimiento en cuya vir-
tud y habiendo admitido lo hizo por Dios Nuestro Señor
139r y una/ señal de cruz, so cuyo cargo ofreció decir verdad
en lo que supiere y le fuere preguntado.
300
fueron los capitanes del levantamiento a causa de haber-
se retirado a Graciano, jurisdicción de la Villa, a trabajar
en una montaña que allí se le ha dado para su labranza.
Cuya ausencia fue durante el levantamiento.
301
2. Preguntado si sabe cuánto tiempo duró el levanta-
miento y motín. Qué número de gentes se reunie-
ron para hacer la resistencia a los entables y estancos. Si
traían todo género de armas y si amenazaban ruina a
todas las rentas reales y a esta población de San Nicolás.
Dijo que el tiempo que duró el levantamiento no se
acuerda y que el número de éstos que se juntaron para
pasar a la pulpería de Don Jerónimo Mejía, que tenía en
Guarne, como 200 personas más o menos. Las armas
que éstos llevaban eran sables y palos largos. Que por
todo lo dicho se ponían en conocimiento que amenaza-
ban ruina a todas las rentas Reales y a esta población de
San Nicolás.
302
Pero sí que vinieron a él por haberlos visto de lejos y no
le constan las armas que traían, solo sí haber oído decir
que habían venido a este dicho sitio, armados todos
ellos. Que el número serían cien más o menos según
le pareció de lejos.
303
Declaracl6n. En el mismo día, mes y año, para la cita hecha por uno
de los testigos, contenido en el sumario que corre a
hojas 45, 46, 47 y 48 vuelta. Y para las demás preguntas
que se le harán. Su Merced hizo comparecer a Lucas
Rodríguez y Jaramillo, vecino de este valle, a quien por
mí el presente Escribano se le recibió juramento que lo
141v hizo conforme a/ derecho, por Dios Nuestro Señor y
una señal de cruz. So cuyo cargo prometió decir verdad
en lo que supiese y fuese preguntado y guardar sigilo.
304
nes. Dijo que lo que sabe acerca de la pregunta es lo que
ha oído .y hablado con el declarante que al tiempo le
dijo León Castaño, (siendo éste uno de los mandones de
los levantados) le dijo que Don Manuel Jaramillo era
quien los estaba sugiriendo y fomentando a que sé levan-
taran para conseguir sus pretensiones con cuyo calor el
Castaño, propendiendo a que el testigo se agregase a los
tumultuarios le amenazó de que de no ejecutarlo le ha-
bían de cortar el pescuezo. Pero que conociendo el que
declara el atentado que se iba a cometer contra Nuestro
Rey, no condescendió a ello.
305
Señor Capitán a Guerra también está comprometido en
dicho levantamiento y de los otros contenido no ha oído
cosa alguna.
306
contribución que habían de pagar los mazamorreros.
Que de la última parte del contenido de la pregunta la
ignora.
307
• Preguntado si de antemano al día de ésta bajada se
supo que venían a este sitio con las pretensiones de
entables, estancos y de no concederlo, allanarlo todo
con la fuerza. Dijo que ya se sabía de antemano que los
tumultuarios venían •a este sitio y que las pretensiones
que éstos traían, según el declarante le oyó decir a Don
Francisco Santa, que era sobre los estancos. Que se ven-
diese el tabaco a dos mazos por tomín. Dijo que no oyó
decir cosa alguna.
308
como nominado tiene, no sabe el que declara si fueron
llamados o no para presenciar. Pero sí, el deponente
habiendo visto que los tumultuarios así armados siguie-
ron para la casa de dicho Señor Capitán a Guerra, le dijo
a Don Juan Francisco Echeverri, en cuya compañía esta-
ba, que fueran a la casa del dicho Señor Capitán a Guerra
lo que lo motivó a ello por el antecedente de haberle
oído decir al administrador de tabaco querían hacerlo
poner a dos mazos para con su presencia y el respecto de
juez, hacer forma de persuadirlos a que de ello se aparta-
sen y que en aquel dicho acto a que concurrió no notó
que se hubiese mandado a hacer reconocimiento de las
armas ni menos que se les hubiese mandado dejarlas.
309
13. Preguntado si sabe que los amotinados dieron al
Señor Capitán un papel en que constaban sus pre-
tensiones. Dijo que el dicho Señor Teniente Don Pedro
Biturro, le parece al que declara, le dijo que los levanta-
dos le habían entregado al Señor Capitán a Guerra un
papel en que constaban sus pretensiones.
310
juzgado a Don Juan Bautista Vallejo, vecino de este va-
lle, a quien Su Merced por ante mí el presente Escriba-
146r no/ le recibió su juramento que lo hizo conforme a dere-
cho, por Dios nuestro señor y una señal de cruz. So
cuyo cargo prometió decir verdad en lo que supiere y
fuere preguntado. Así mismo guardar sigilo sobre el con-
tenido a que se dirige ésta su declaración.
311
a excepción de piedras que no vió el que declara. Que no
se acuerda del mes y día que éstos vinieron y que en el
número de éstos no puso cuidado.
312
dos, frecuentaban las casas del Señor Capitán y de su
hermano Don ManueL O si en otra parte se veían. Dijo
que no sabe si los capitanes hayan frecuentado las casas
de los que refiere la pregunta. Sólo sí, que Bruno Giraldo
147v estando/ el que declara en unos inventarios y que para
ello se le llevó a la casa del Doctor Don Francisco Javier
Echeverri, ya difunto, a aquella casa llegó el nominado
Bruno Giraldo. Pero no supo con cuales sujetos de los que
allí estaban presentes hubiese hablado.
313
recibió juramento, que lo hizo con forme a derecho, por
Dios Nuestro Señor y una Señal de Cruz. So cuyo cargo
prometió decir verdad en lo que supiere y le fuere pre-
guntado.
314
desde el día 17 de junio hasta el 16 de Julio que bajaron
a este sitio y que por ello se esperaba ruina a todas las
rentas reales.
315
149v 7. Preguntado que para esperarlos en la/ forma referi-
da se les previno a los vecinos de honor y leales se
recogiesen en este sitio con sus armas para contener
cualquier desorden que quisiesen intentar. Dijo que no
sabe que se haya hecho prevención alguna sobre el con-
tenido de la pregunta.
316
Declaraci6n. En dicho día, mes y año, Su Merced para la cita hecha
por Don José Antonio Mejía, hizo comparecer a Ignacio
Galeano, vecino de este valle, a quien por ante mí, el
presente Escribano, se recibió juramento el cual hizo
conforme derecho, por Dios Nuestro Señor y una señal
de cruz, so cuyo cargo prometió decir verdad en lo que
supiere y le fuere preguntado como de guardar secreto
en lo que se le interrogase.
317
y su hermano Don Manuel Jaramillo, no ha sabido de
otro cosa alguna sobre que les sugeriese a sus pretensio-
nes las que, discurría el declarante, se dirigía no contra
Su Majestad según su juicio campestre sino, antes, en su
beneficio.
318
Declaración En Rionegro a 23 de marzo de 1782, para la sumaria in-
formación Su Merced el Señor Teniente hizo comparecer
a Francisco Cardona, vecino de este valle, a quien Su
Merced por ante mí el presente Escribano le recibió el
juramento. El cual hizo conforme a derecho, por Dios
Nuestro Señor y una señal de Cruz. En el cargo ofreció
decir verdad en lo que supiere y fuere preguntado.
319
152: tos y aunque/ procuraron también los mismos levanta-
dos de Capitán al deponente. No quiso aceptarles tan vil
cargo.
320
por ésto se hizo alguna prevención o vi") alguna cautela.
Dijo que aunque estuvo en este sitio el declarante el día
que bajaron los amotinados a él, no supo ni oyó decir se
hiciese alguna prevención sobre el contenido de la pre-
gunta.
321
Preguntado si sabe que las gentes de Guarne y sus
inmediaciones se amotinaron y levantaron el día
domingo 17 de junio pasado de 1781, para resistir por la
fuerza el establecimiento de pulperías, matrículas de
mazamorreros y derechos que á éstos se les mandaban
cobrar, para allanar que el Real estanco de aguardiente
vendiese la limeta de este licor a dos tomines y en el de
tabaco a dos mazos por tomín de oro. Dijo que ni el día,
ni el mes tiene presentes, en los cuales se amotinaron los
de Guarne. Pero que sí fue en el año pasado en el que
era Alcalde la Santa Hermandad el declarante. Que se
juntaron como cien poco más o menos y que los vió el
declarante con sus machetes y palos en la casa de Fran-
cisco Cardona. No sabe si éstos se levantaron ni que se
dirigiesen contra los estancos y solo sí en el mismo día y
antes de verse con los de Guarne el deponente le dijeron
153v que/ pretendían aquellos quitar la pulpería de Guarne.
Quien ésto dice -buscó cinco hombres para que le acom-
pañasen y pasó encontrándolos como tiene dicho, en
casa de Cardona, quien dice les dijo: "Caballeros que es
ésto? " y que le respondieron: "señor aquí no se ofrece
nada". Fue todo lo que precedió y la reconvención que
pasó.
322
declarante serían como cosa de cincuenta. Que las armas
que traían eran machetes, espadas y palos o bordones.
No vió otras armas trajesen.
323
Rivera lo proveyó y mandó y firmó el Señor Teniente de
154v Gobernador de la Villa de Medellín y comisionado/ en
este valle de Rionegro en el mismo día de la fecha por
ante mí el presente Escribano de que doy fe.
Gutiérrez
324
quien por ante mí el presente Escribano se recibió su
juramento que hizo conforme a derecho, por Dios Nues-
tro Señor y una señal, de Cruz. En el cargo prometió
decir verdad en lo que supiere y fuere preguntado/ Co-
mo igualmente de guardar sigilo en todo lo que se contu-
.viese en esta su declaración.
325
armados con las armas que se refieren. Dijo que estando
el que declara en el sitio de Guarne, un día de los del
decurso del levantamiento, el Señor Capitán a Guerra y
su hermano Don Manuel Jaramillo pasó a aquel sitio a
hacer publicar una Real Cédula en razón del donativo.
En cuya virtud vió el que declara que se juntó en aquel
paraje crecido número de gentes. Y , con el bullicio que
tenían solo percibió el que depone que dicho Señor Ca-
pitán a Guerra le dijo a los tumultuarios que con qué
motivo habían quitado la pulpería y que a ello por un
fulano Zapata, _respondió en alta voz que a lo que se
conspiraban era a quitar la matrícula de mazamorreros.
Que no hubiera más pulperías porque no querían regen-
tarse aún a comprar los víveres a ningún pulpero. Porque
estaban enseñados a comprar éstos en la parte que más
cuenta les tuviese y a distintos precios. Que así se que-
rían guardar de la aduana, matrículas de mazamorreros y
pulperías. Igualmente vió el que declara, en el mismo
auto que lleva referido que el capitán Zapata, en alta voz
a dicho Señor Capitán, le pidió que les había de conce-
der permiso para andar o que anduvieran con sus armas.
A ello dicho Señor Capitán les preguntó que para que?
a lo cual por Zapata se respondió que el permiso que
pedía de las armas era para defender al Rey y defender
nier igualmente sus casas/ y mujeres de los estanqueros, que
por ello no pudo percibir más el que declara. Solo s-if vió
que antes de despedirse dicho Señor Capitán de los tu-
multuarios- el referido capitán Zapata- de un grito di-
ciendo "a ver mi gente y vitoreen a mi amo el Señor
Capitán". Que sobre el tratamiento de Don Manuel no
se acuerda.. Así mismo, depone el testigo que el Señor
Capitán a Guerra les mandó que bajasen a este sitio en
día señalado a traer el donativo.
326
a dos mazos por tomín y a dos tomines la limeta de
aguardietite. Dijo que lo que sabe acerca del contenido
de la pregunta es, por habérselo oído decir al Señor
Capitán, ,es que el tabaco se pondría a dos mazos por
tomín de oro. Pero que no oyó por lo tocante al aguar-
diente nada.
327
157r Dijo ser de edad de 40 años poco/ más o menos. Lo que
firma con Su Merced por ante mí de que doy fe.
328
Diligencia En dicho día, mes y año yo el presente Escribano pasé a
la casa del Señor Alcalde Don Francisco Estebanes para
efectos de ponerle presente el auto que antecede y ha-
biéndolo encontrado enfermo en cama. Suplica a Su
Merced el Señor Teniente que se suspenda esta diligencia
hasta tanto que mejore y para que de ello conste lo
pongo por diligencia de que doy fe.
157v Gutiérrez/
329
1 58r la/ resistencia a los entables y estancos. Si tenían todo
género de armas y si amenazaban ruina a todas las rentas
reales y a este sitio de Rionegro. Dijo que el levanta-
miento y motín le parece que duró desde el mes que se
cita hasta que bajaron a este sitio, que lo fue el 16 de
julio de 1781. El número de éstos oyó decir que lo era
bastante copioso por estar inmiscuido el vecindario de
baja esfera de los de Guarne con los demás de sus inme-
diaciones. Y que las armas que éstos tenían en el primer
impulso, que no sabe a causa de no haberlas visto. Pero
sí, que dicha sublevación se esperaba ruina a las rentas
reales.
330
lesquier movimiento y para ello convocó algunos sujetos
de excepción y que esto lo hizo de oficio, sin que para
lo cual precediera orden de ningún juez, pues no lo moti-
vó de ninguna como tiene dicho.
331
desorden que quisiesen intentar. O si para ésto se hizo
alguna prevención o si vió alguna cautela. Dijo que a
excepción de lo que ya tiene dicho haber el deponente
159v prevenido algunos sujetos no/ ha sabido, oyó ni enten-
dió que por otras personas alguna se hubiese hecho pre-
vención sobre el contenido de la pregunta.
332
Ruiz de Rivera, Teniente de Gobernador de lá Villa de
Medellín y Juez Comisionado para el seguimiento del
sumario secreto que se está siguiendo contra los vecinos
de Guarne. Cuya interrogación me ha puesto a la vista el
presente Escribano para que inteligenciado de él certifi-
que lo que me conste sobre el contenido de sus pregun-
tas. Habilitándose el día que es hoy por ser esta causa de
la naturaleza que es, certifico en la manera y forma que
puedo y por derecho a los señores y demás personas que
esta vieren que me consta de oídas que en el año pasado
de 1781, porque no me acuerdo el día ni el mes, oí decir
se habían amotinado los vecinos de los minerales de
Guarne y sus inmediaciones, de todas castas, a querer
allanar una pulpería que estaba establecida en dicho
Guarne. La cual la administraba Don Jerónimo Mejía a
quien oí decir que con violencia le habían hecho entre-
gar la licencia que de dicha pulpería tenía. Así mismo,
he oído decir en aquel entonces de público y notorio
que no quisieron contribuir con los derechos reales los
mazamorreros. Y sí temían los vecinos de honor que en
estos movimientos se experimentase alguna ruina en las
rentas de tabaco y aguardiente. Igualmente certifico que
de público y notorio he oído decir que los que comanda-
160v han este tumulto/ eran Bruno Giraldo, Francisco y José
Ignacio Zapata y que por el mes que se expresa bajaron
acompañados de multitud de mulatos a este sitio de San
Nicolás. Ignoro en que forma por haberme hallado au-
sente antes de dicho mes. Después en mi labranza de la
Miel oí decir que todos éstos o la mayor parte habían
venido a pagar el donativo. Siendo ésto todo cuanto
puedo certificar en el asunto y para que conste firmo.
Francisco Antonio Estebanes.
333
correo que viene en Medellín donde ha de hacer esta-
ción. Su• Merced pague el chasqui. Quedo para servir a
Su Merced y ruego a Dios le guarde muchos años.
334
y facilite a Su Merced todo el favor y auxilio que le pida
y necesite. Le entregará Su Merced la carta que le inclu-
yo abierta y si en alguna cosa faltare (que no lo expreso)
al cumplimiento de lo que prevengo me dará Su Merced
pronto aviso. Si Su Merced tiene satisfacción del Escri-
bano de Rionegro para actuar la sumaria con él con tal
161v precaución que por ahora no/ llegue a trascender en
cuanto sea posible, el fin a que se dirigió para evitar que
los culpados fomenten algo de nueva inquietud. Cuando
Ud. concluya dicho sumario me remitirá original con la
seguridad que corresponda. No dudo que Ud. desempe-
ñará este encargo con la reserva, celo y eficacia que
requiere el asunto.
335
que en el estanco de aguardiente se vendiese la limeta de
este licor a dos tomines y en el de tabaco a dos mazos
162r por tomín de oro/.
336
Así mismo, si sabe que para esperarlos en la forma
referida se les previno a los vecinos de honor y se re-
cogiesen en el sitio con sus armas para contener cualquier
162v desorden o vió alguna cautela/. Por consiguiente si supo
que llegaron los amotinados a casa del señor Capitán a
Guerra, se les hizo a éstos buen semblante por el método
con que vinieron armados y si hubo algo de presente.
337
Si sabe que los amotinados dieron un papel al Se-
163r ñor Capitán a Guerra en que/ costaban sus preten-
siones y quién lo entregó.
338
163v Por ante/ mí, de que doy fe •
339
En Rionegro a 15 del corriente marzo. Dándose como
me doy por requerido, póngase por mí la certificación
de lo que me conste tanto en razón de las citas que se
incluye el oficio como así en las preguntas que tiene por
conveniente hacerme. Y devolverle a dicho señor origi-
nal como previene. Sirviendo este auto de respuesta en
la forma al citado oficio.
340
si seguía de pulpero y le quitaron con violencia los tu-
multuarios la licencia que se le había dado para que
pudiese tener pulpería. Mediante haberse compuesto y
afianzado pagar a su Majestad la parte correspondiente y
en arreglo a las órdenes del Señor Regente Visitador -
General del Reino. Esta licencia que fue dada por escrito
y en papel de sello segundo quitaron los levantados a
Mejía. Al cabo de algunos días la vi sobre el bufete del
Señor Capitán a Guerra Don Alonso Jaramillo. Me pare-
ce la vió también el Escribano Don Francisco Gutiérrez.
Pero no sé el motivo o modo que hubo para que fuese a
su poder esta licencia, ni quien de los amotinados se la
entregó. Aunque se establecieron los estancos de tabaco,
aguardiante y naipes y subsistían corrientes en el pie en
que se hallaban sin novedad en el público ni tampoco la
hubo en más de un mes que había corrido después de
establecidas las pulperías y que sin ellas también arregla-
do e iba arreglándose por los medios suaves la matrículas
de mazamorreros, lavada de oro„cobrando los dos pesos
de oro (que era lo tasado en junta de Tribunales) por el
año que habían dejado de traer los de este ejercicio y
ocupación. Luego y a los pocos días de haberse publica-
do una orden del Señor Regente Visitador General que
mandaba se arreglasen los mineros que tenían mucha
165r extensión de / minas en perjuicio público y en propor-
ción mayor de lo que permiten las leyes y ordenanzas. Y
que en lo demás no impidiesen a los mazamorreros que
pudiesen trabajar y lavar oro, pena de la responsabilidad.
Esta providencia causó mucho desagrado entre los que
tenían grandes extensiones de minas. Luego se explica-
ron los sentimientos que causó en esta sedición de los de
Guame para descomponer con otros pretextos la obser-
vancia de esta de parte de los mismos mazamorreros.
Estos sentimientos me constan por las críticas que hacían
algunos dueños de minas sobre este mandato. El Escriba-
no Gutiérrez que también notó lo mismo que yo me dijo
que en casa del Doctor Don José Ignacio de Ossa se
había ofrecido la inteligencia del levantamiento de los
de Guarne y que dicho Doctor Don José Ignacio dijo
que todo era por causa de un dueño de minas. Al día
siguiente o dos días después de haberse formado y con-
gregado la sedicción al levantaMiento, Me refirió cl Escri-
bano Don Francisco que en su presencia había llegado
un recado de Don Manuel Jaramillo, que vive inmediato
a Gutiérrez, a al Señor Capitán su hermano, en el que le
341
decía con instancia que pasase a su casa. Que dicho
señor disimuló cuanto pudo la persuación y que diri-
gió el papel. Me- parece me expuso fue para el día de
fiesta siguiente. Yendo la víspera de éste en compañía
de José Sánchez a dormir a la casa. de pon Manuel.
Tornando como motivo que pasaba .á Guarne a publicar
a aquellas gentes levantadas la Real Cédula del donativo.
Sin embargo de haberse publicado en el sitio de Rione-
gro de donde son vecinos y parroquianos y para esta
diligencia no llevó al referido Escribano. De la casa de
Don Manuel pasó éste acompañando al Señor Capitán y
165v a José Sánchez a Guarne y hallando Congregado/ aquel
mucho número de gentes con todo género de armas,
como después me lo dijeron ambos Jaramillos. Sánchez
le-preguntó al Señor Capitán que se le ofrecía para estar
en esa forma armados juntos en tanto número. Que a
esta reconvención dijo Don Manuel a los tumultuarios:
"hablen todos aún tiempo y pidan todo cuanto se les
ofreciese al Señor Capitán a Guerra". No tengo presente
que como supe después, que cuando loslumultuarios se
erraban-con las palabras en dirección a sus pretensiones,
se las reformaba, dictada o hablaba por ellos el referido
Don Manuel Jaramillo con la mayor eficiencia que podía
percibirse de aquellos a este unos antecedentes de inteli-
gencia sobre los asuntos de sus pretensiones. Después de
este pasaje se siguió la publicación de la Cédula del do-
nativo, según lo referieron los mismos Jaramillos, seña-
lándose la fijo para que bajasen al sitio de Rionegro a
pagarlo. Que a ésto preguntó aquella congregación de
gentes levantadas:Cómo bajamos? Les respondió el mis-
mo Señor Capitán y su hermano Don ManuekTodos
juntos con sus armas. Efectivamente bajaron en tumulto
el día 16 de julio, en número de más de doscientos
hombres armados, con.espadas, sables, escopetas, lanzas,
machetes, garrotes, piedras en mochilas y otras armas.
Sin que yo viese alguno sin ellas aunque estuve en vigi-
lante observancia. Llegados en esta forma a la puerta del
Señor Capitán a Guerra donde estaba ya Don Manuel su
hermano que bajó ese mismo día del tumulto José Sán-
chez y yo. No tengo muy presente qué otras personas
que habíamos concurrido de oficio y sin que se hubiese
166r hecho alguna insinuación por el memorado señor/ Capi-
tán y al llegar a la puerta dijeron: "Que viva nuestro
Señor". Y respondió la otra parte del tumulto: "Que
viva". Esto fue saliendo a la puerta el referido Señor
342
Capitán y su hermano mandaron aquella gentes que en-
traran y se fueran acomodando en la casa hasta donde
cupieran, tratándolos con un familiar agrado según ma-
nifestaban exteriormente la complacencia que se hubie-
sen presentado en aquella forma. Que no se les reprobó
ni supo se hubiese prevenido alguna defensa para repeler
o contener cualquier intento ni los desaparecieron las
armas un instante aunque de este número fueron pagan-
do el donativo de cuatro tomines hasta unos setenta
poco más o menos. Quedaron sin pagar por lo menos 150
de los concurrentes. Que en el tiempo que pasaron en
dicha casa llamaron los mandones del tumulto a secreto
algunas veces al referido Señor Capitán a Guerra y a su
hermano Don Manuel, más no me consta qué trataban
en citas reservas. Luego que ya no siguieron contribu-
yendo les dijo el Señor Capitán: "Ea caballeros: los que
no han traído el oro y los demás que faltan vayan concu-
rriendo con él a la casa de mi hermano Don Manuel, que
los irá apuntando. Que aunque no es vecino de este valle
(eslo de Medellín) tengo por conveniente acompañarme
con él". Y el referido Don Manuel que estaba presente
aceptó correr con el recibo. No tengo presente que pala-
bras el referido dijo. Y habiéndose despedido de allí,
aquella turba anduvo en la misma conformidad en patru-
llas armadas por todo el sitio y entrando en las pulperías
166v amenazando/ y atemorizando a los pulperos porque hi-
ciesen renuncia del permiso y licencia para ello tenían
exclusivo de la generalidad. Si ella y efectivamente po-
seídos del temor que les infundieron con aquella resolu-
ción armada fueron haciendo dimisión de las licencias
expresadas. Expresando la causa para que se les cancela-
se la obligación que tenían otorgada a favor del Rey de
pagar la cantidad en que se habían compuesto en virtud
de orden del Señor Regente Visitador General. Estas
demostraciones de los levantados no tuvieron oposición
de parte de la justicia ni esta pidió se le favoreciese para
la contención de la osadía y vulneración que con el
escándalo de todos le causaron. Antes bien porque José
Ignacio Callejas, administrador del Real Estanco de
Aguardiente se presentó con sus armas al Señor Capitán
á Guerra ofreciéndose para si quisiese contener aquellas
demostraciones, fue recibido con bastante desagrado el
dicho Señor y criticado por su hermano Don Manuel.
Como los demás sujetos que nos hallábamos en el sitio
recelasemos igual desagrado y considerabamos mucho
343
misterio en este su levantamiento y conmoción popular
hicimos los disimulados como en semejante situación
correspondía.
344
que los mulatos salieran deslucidos y hacerle pasar a él.
vergüeza. Con lo que les dio a entender que él era quien
los movía y aconsejaba del modo que se habían de go-
bernar. Don Próspero de Guzmán me expresó que yendo
para Medellín en consorcio de un Doctor Alvarez,de
Hatoviejo, llegaron a la Mosca a la casa del mencionado
Don Manuel y que ofreciéndose la conversación del le-
vantamiento, afeándolo Don Próspero, dicho Don Ma-
nuel se empeñó en disculpar y cohonestar las acciones
y proeederes de los levantados. Conociendo por las pala-
bras tenia parte en el asunto, le pudo hacer una seña el
Doctor Alvarez para que cediese en contradecirle y no
tengo presente que otras razones me dijo precedieron
con las que tanto él como Alvarez salieron para seguir su
destino, conceptuados con fundamento de que Don Ma-
nuel era motor del levantamiento. Y cl mismo Don José
Félix Echeverri me informó -que en el tiempo del levan-
tamiento quiso un mazamorrero pasar a la Real Oficina
a pagar los dos pesos de la tasa y que aconsejándose con
Don Manuel se lo estorbó. Don Juan Francisco Echeverri
168r me dijo que dos hombres/ casados con dos libertinas del
Doctor Don José Ignacio de Osa, habiendo concurrido
estos armados el día que bajaron a San Nicolás los levan-
tados, los reprendió dicho Doctor por el hecho y que el
descargo que dieron fue que no sabían que aquello fuera
malo, su puesto que se los había aconsejado Don Manuel
Jaramillo.
345
cierto era lo que decía por los pasajes referidos. Otros
que ya no tengo presente por el tiempo que va corrido,
por el público y común sentir de todo fundado en he-
chos sospechosos, en los de la familiaridad con los del
168v levantamiento y del afecto que manifiestan hacia/ ellos.
Siempre he estado y estoy en el firme concepto sin mo-
tivo de duda que el Señor Capitán a Guerra Don Alonso
Jaramillo y su 'hermano Don Manuel Jaramillo fueron
los principales motores del levantamiento de los de
Guarne y sus contornos. Que éstos .dirigean por sus fines
particulares sus pretenciones y acciones para lograr por
la mano armada de estos idiotas rústicos el desbarate de
las Rentas Reales. Desligar las instrucciones recientes del
Señor Regente Visitador General que las pone en arreglo
y restablecer otros ramos con cautelas contra los fraudes
y también para vengar sus sentimientos y porque aunque
sabían y saben de público y notorio corría y corre por
constante que ellos eran el principio y los que formenta-
ban con la sugestión el levantamiento y sus pretensiones
de lo cual no se han vindicado ni procurado hacerlo por
los medios regulares e inocentes. Antes han discimulado
y conformándose con lo mismo que todos entienden
con los fundamentos dichos que no habían llegado a mí
noticias. Por lo que puede convenir al servicio del Rey y
causa pública, certifico, igualmente questa provincia de
Antioquia estaba pacífica y sosegada sin rumores de le-
vantamiento hasta que se verificó el citado de los mine-
rales de Guarne que con este pernicioso ejemplo se puso
la provincia o los ánimos de la plebe en la mayor fer-
mentación y a poco tiempo hicieron el levantamiento
169r también/ los indios del pueblo de Sopetrán. Otro incon-
tinenti las gentes de la Quebrada Seca, Miranda y Tabla-
zo. Otro los indios del pueblo de Buriticá. Otro muy
alevoso que intentaron los esclavos que son más de cinco
mil en número. Otra posteriormente intentaban para ro-
bar y matar los de la Quebrada Seca, Río de Cauca
arriba, Miranda, Tablazo y Sacaojal, poniéndose la pro-
vincia con aquel mal ejemplo en riesgo de la total perdi-
ción que se hubiera verificado a no haberse anticipado el
celo con acertadas providencias del gobierno, impidién-
dose para esta contención sumas considerables sacadas de
las Reales Cajas que se esperan ver funestos espectáculos
para poner en consonancia el buen orden y disciplina
que hizo claudicar aquel primer desorden de Guarne.
Que se reconoce como origen de los posteriores. Luego
346
como la Provincia también el deshonor que le han causa-
do las demostraciones de los ingratos hijos que se le han
conspirado.
347
o
Rivera.
348
hen 8 tomines y medio que se le deben al Señor
Teniente Don Pedro Biturro que importó el porte
de correo del plieguecito que remitió al Señor Te-
niente de Gobernador de su certificado. 0,7
17 y media onzas que pesa este proceso y que por
su porte de correo se debe satisfacer las 9 primeras
a 2 tomines y las restantes a la mitad que todo im-
porta 25 tomines y medio. 3,1,6
Totales '19-3-4
Diligencia 171r Rionegro,/ abril dos del mismo año, say)se de este suma-
rio en letra bien menuda en 160 hojas, cuyo papel de mi
peculio yo el Escribano compré como igualmente tres
cuadernillos más de dicho papel para las cartas y demás
comparendos que al Señor Juez se le han ofrecido. Que
éstos con los primeros hacen 19 cuadernillos que a to-
mín cada uno importa dos pesos y tres tomines. Lo que
para que conste y en fe de ello lo firmo.
349
Nota Nota que estos autos contienen de hojas útiles 105. Las
cuales contienen en razón del sumario contra las gentes
de todas las castas del sitio de Guarne y sus inmediacio-
nes. Lo que para que conste lo pongo por diligencia y
-firmo.
- ---Gutiérrez
350
Bien Su Señoría reparará que habiéndome comisionado
y puesto en mis manos la inquisición o pesquisa porque
no los favorecí pero al mismo tiempo su alta compren-
sión y capacidad responderá por mí que siendo negocio
que se me había confiado, lo había de verificar con
aquella exactitud y pureza que demanda la comisión.
Sin que por ella tuviera yo arbitrio para la gracia y esté
en ella como principal juez puede usar de la piedad gra-
ciable que acostumbra con los sujetos de esta naturaleza
y honrados a los que en el día 9 de abril da el auto que se
manda publicar para que se ponga silencio sobre los del
Socorro y al mismo tiempo puede escudarles aquel per-
dón que Su Excelencia cuando los primeros alborotos de
esa ciudad (ilegible) lo que Su Señoría había ejecutado.
Espero merecerle este favor que numeraré con los demás
172r que se ha/ dignado haberme dejado ocasión para poderlo
manifestar mi gratitud y así mismo que Dios Nuestro
Señor le guarde la importante vida de Su Señoría mu-
chos años.
Suelta.
Copia de la res- Muy Señor Mío: • En su carta de 5 del mes corriente veo
puesta a esta car- la eficacia y fundamentos que se mueven para interesar-
ta que antecede.
se por Don Manuel Jaramillo a fin de que yo le aplique
la indulgencia posible para que no padezca deshonor su
familia. Yo bien conozco la sana intención de Su Merced
y que para lo mismo que Don Manuel Jaramillo le ha
reputado enemigo suyo. Le corresponde con la cristiana
demostración de rogar por él. Su Merced hizo la sumaria
información y reservadamente le encargué que también
Su Merced lo que de ella resulta. Y antes de llegar a mis
manos ha llegado a trascender en disposición de que la
parte de Don Manuel Jaramillo ocurrió antes de que Su
Merced la concluyese. Recusando a su Merced en este
gobierno y siendo el asunto de tanta gravedad y perjudi-
cial al Real servicio y al público por la naturaleza. Pues
351
no hay otro más perjudicial que el de los sediciosos o los
172v que fomentan o inducen. No puede/ ni debe disimularse
por ningún pretexto y lo único que podré y debo hacer
es oírlo en justicia y según ésta será juzgado. La orden
que Su Merced cita a lo último de su Carta tiene distinta
inteligencia de la que Su Merced explica en este concep-
to quedará Su Merced inteligenciado de los justos moti-
vos que tengo para no complacer sus buenos deseos en el
asunto, porque la caridad bien ordenada la ha de ejercer
uno consigo mismo, Y en el caso presente no la podría
ejercitar con su recomendado sin que fuera en grave
perjuicio por faltar a la justicia y al 'celo conque debe
desempeñar el empleo que Su Majestad se ha dignado
confiarme, Nuestro Señor Guarde a Su Merced.
352
fique. Excluyendo en todo caso al lugarteniente de Vos,
Don Antonio Ruíz de Rivera y al Teniente de Oficiales
Reales, por necesitarlo para este caso, Don Pedro Bitu-
no, y al primero por ser mi capitán Como en caso nece-
sario estoy pronto a justificarlo y si de la: sumaria que
solicito resultare (lo que no es posible) reo convicto,
174r está pronta mi cabeza/ pecho por tierra, para darla por
mi Soberano. Si de resultas del sumario y los descargos
que el derecho me permite, saliese libre como por mi
propia conciencia lo juzgo sólo pretendo que Vuestra
Señoría me franquee la satisfacción judicial correspon-
diente. Para que nadie en tiempo alguno se atreva a
sindicarme con tan vil nota. Ni quede en opiniones mi
lealtad sospechosa como al presente, sin fundamento al-
guno. Mediante lo cual, haciendo el pedimento más útil
y conforme a justicia, pido y suplico se sirva de proveer
y determinar, según en el cuerpo de éste llevo pedido, por
ser así de justicia que solicite y juro la verdad en dere-
ch o.
Buelta
Antioqu a, 20 de 1782.
353
concepto a fin evitar todo motivo de inquietud y queja.
Y que sin agravio de la inocencia con la integridad y
justificación que corresponde, se pueda dar la providen-
cia más conforme a derecho mediante a que el Doctor
Don Ignacio de Uribe, abogado de la Real Audiencia de
este Reino y alcalde ordinario más antiguo de la Villa de
Medellín, que de orden mía pasó a esta ciudad para
varias consultas en asunto del real servicio y justicia que
se hallan ya concluidas y está próximo a regresar a dicha
Villa. Que por su reconocida integridad como por consi-
derarlo imparcial en el asunto, merece mi confianza para
que reservadamente proceda jurídicamente a la averigua-
ción de si es cierto lo que Don Manuel Jaramillo expone
175v en un citado escrito acerca de la enemistad/ que dice le
profesa el Teniente de este gobierno, Don Antonio Ruiz
de Rivera, y Don Pedro Biturro Pérez. Evacuada en lo
que basta para poner en conocimiento si es cierto o no
la eneinistad. Con igual reserva hará igual averiguación
judicial de si es cierto que el dicho Don Manuel Jarami-.
llo fue quien promovió, fomentó o aconsejó a los habi-
tantes de los minerales de Guarne para el alboroto o
inquietud tumultuaria que ejecutaron en el mes de junio
del año inmediato pasado de ochenta y uno. Si Don
Alonso Jaramillo, hermano del dicho Don Manuel, diri-
gido y aconsejado por éste; protegió a los tumultuarios
apoyando sus designios. Con lo que resultare justificado
dará cuenta a este gobierno, con las diligencias origina-
176r les, para cuya ejecu/ción y cumplimiento le confiero la
comisión necesaria, cuanta por derecho se requiere. Sir-
viendo éste que se lo 'entregará original de despacho y
comisión en forma. Esperando que todo se verifique con
la más posible brevedad. Así lo proveo, mando y firmo
el Señor Don Cayetano-Buelta Lorenzana, Capitán del
Regimiento Provincial de León, Gobernador y Coman-
dante General de esta Provincia.
354
nómina, habiendo visto el auto de comisión que antece-
de y a mí conferido por el Señor Gobernador y Coman-
dante General de esta Provincia para hacer pesquisa se-
176v creta que en dicha comisión se previene en/ que debo de
obedecer y obedezco en la forma ordenada. Para que
tenga su debido cumplimiento serán llamados por mi los
testigos que tenga por conveniente. Examinados según el
tenor de la referida comisión. Para que se proceda en
esta pesquisa con la mayor precaución y cautela que
corresponden al servicio del Rey Nuestro Señor, que
Dios guarde, se les encargará a los testigos que declara-
sen como así mismo a los que sirvieren autorizar
esta actuación, guarden sigilo bajo la gravedad del jura-
mento. Estos últimos serán nombrados los de mi mayor
satisfacción. Siéndolo mediante el conocimiento que de
ellos me asiste el Doctor Don Félix de Restrepo y Don
Pedro Rodríguez de Zea los nombro por tales cuyo
nombramiento se les hará saber por mi persona para que
177r aceptando lo juren conforme a derecho no re/velar a
persona alguna el sigilo de esta actuación. Así lo mando •
y firmo y así lo certifico.
355
Siéndolo de sisabe o ha oído decir que el Señor
Teniente Don Antonio Ruiz de Rivera le profesa
mala voluntad a Don Manuel Jaramillo Gallón y lo mis-
mo Don Pedro Biturro Pérez. Responde que ha oído
decir de varias personas que dicho Señor Teniente le
tiene odio y mala voluntad al referido Don Manuel. No
sabe si Don Pedro Biturro le tiene la misma mala volun-
tad.
356
para que aprobase lo que el declarante y sus compañeros
habían hecho. Afirma que ésto que lleva dicho y decla-
rado es la verdad so cargo del juramento que hecho
tiene, en el que se afirmó y ratificó. Siéndole leída ésta
su declaración, dijo ser de edad de 48 años poco más o
menos. No le tocan generales de ley. Lo firma conmigo
y los testigos por la distancia del Escribano.
357
donativo, por no haberse publicado en aquel paraje has-
ta aquel tiempo, les preguntó que alboroto era el que
habían tenido con el pulpero y que a esto rindieron las
armas e hinéando las rodillas respondieron que en cuan-
to al donativo que pedía su Majestad estaban prontos
como fieles vasallos a pasar a pagarlo, como así lo hicie-
ron en pocos días. En cuanto a lo demás su intento sólo
había sido de que se quitase la pulpería que se había
puesto en aquellos minerales, en consideración a que el
tsov pulpero/ no les daba abasto de los comistrajos que nece-
sitaban para irse a los montes a sus trabajos de minas. Ni
consentía que les vendiese. Que el que declara al princi-
pio no tuvo intención -alguna en dicho alboroto y que
después por contenerlos que no hicieran algún desacier-
to, hubo de consentir en el nombramiento de capitán
que en él hicieron. Habiendo pensado pasar a donde el
Señor Teniente de Oficiales Reales Don --Pedro Biturro
Pérez a preguntarle que por qué habían de pagar el dere-
cho que se les cobraba a los mazamorreros, no teniendo
mina propia, -donde trabajar. Pues si trabajaban era en
algunos retacitos que les solía dar los dueños de cuadri-
llas. Les aconsejó el referido Don Manuel se quitaran de
181r eso/ y se sosegaran, apartándose de todo escándalo reti-
rándose a sus trabajos.
358
Luego a incontinenti en prosecución de lo mandado hice
Declaración de comparecer en este juzgado a Luis Morales, vecino de
Luís Morales Guarne, a quien en presencia de testigos le recibí jura-
mento que lo hizo conforme a derecho, por Dios Nues-
tro Señor y una señal de Cruz, bajo cuyo cargo prometió
guardar sigilo y decir verdad en lo que supiere y le fuere
preguntado.
359
tes bien, como tiene dicho, les aconsejó que se aquieta-
sen y quitasen de alborotos.
360
procederes de dicho Don Manuel no puede persuadirse a
tal cosa.
361
tió por Don Joaquín de Henao, siendo Alcalde de la
Santa Hermandad en el año inmediato pasado y que a
varios de los que ha oído decir que dicho Señor Teniente
le tiene odio y mala voluntad al expresado Don Manuel
Jaramillo es Don Francisco Campuzano, Prudente Ibarra
y Nicolás Gutiérrez. Que de los demás no hace memoria.
362
chor de Castro, vecino de La Mosca, lindando con Guar-
ne, a quien en presencia de los testigos nombrados les
187v recibí que lo hizo conforme/ a derecho, por Dios Nues-
tro Señor y una señal, de Cruz. Prometió decir verdad en
lo que supiere le fuere preguntado y de guardar sigilo.
363
por decir no saber. Fírmolo yo con los testigos nombra-
189r dos por la distancia de los/ Escribanos.
Don Ignacio Uribe
Don Félix José de Restrepo (Testigo)
Don Pedro Rodríguez de Zea (Testigo)
364
Declaración de En la Villa de Nuestra Señora de la Candelaria de Mede-
DOn Franciscollín, a dos de mayo de 1782, para efecto de evacuar la
Alvarez
cita que se hace al Señor Alcalde del Partido de Hatovie-
190v jo, Don Francisco Alvarez/ compareció ante mí dicho
juez en presencia de testigos, juró por la cruz de su vara
decir verdad en lo que supiese y fuese preguntado como
así mismo, de guardar sigilo en el particular. Habiéndo-
sele puesto presente la cita que se le hace por Patricio
Londoño.
1. Certificando dice que lo que puede decir sobre el
asunto es que habiéndole manifestado el Señor Te-
niente de Gobernador Don Antonio Ruiz de Rivera un
papel escrito en términos poco correspondientes a la
circunstancia de Don Manuel Jaramillo y Gallón, llaman-
do a éste para reprenderle aunque no hace memoria en
191r qué términos intentaba hacer dicha reprehensión/ sobre
cierto exhorto que por dirección de Don Manuel había
remitido al citado Señor Teniente, Don Joaquín de
Henao siendo Alcalde de la Santa Hermandad el año pasa-
do de 1781, se empeñó con el nombrado Señor Teniente
para que se quitase y no procediera en el asunto. Ponién-
dole presente que no parecía regular fuese a haber un
sujeto de las circunstancias de Don Manuel y que serían
ruidosas las consecuencias que cualesquiera procedi-
miento se podía originar mediante el valimento del men-
cionado Don Manuel y su crecida parentela. A este em-
peño le movió, primero las razones que deja expresadas
y segundo, haberle parecido no tener culpa alguna el
referido Don Manuel en la dirección del mencionado
191v asunto. Pues ninguna/ palabra de él era contra el-Señor
Teniente de Gobernador. Siéndolo contra el Escribano
por no haberle dado este al Señor Juez Don Joaquín de
Henao, el correspondiente tratamiento. Que a su empe-
ño le respondió el Señor Teniente que no pasaría adelan-
te en su intento. Que sólo privadamente lo reprendería.
Que ésto es lo que sabe y la verdad dice en cargo del
juramento que hecho tiene. En ' el que se afirmó y ratifi-
có y en ésta su declaración siendole leía y oída.
Dijo ser de edad de 36 años poco más o menos y la
firma conmigo y los testigos.
Don Ignacio Uribe
Don Francisco Alvarez y Tamayo
Don Félix José de Restrepo (Testigo)
Don Pedro Rodríguez de Zea (Testigo)
365
En la Villa de Nuestra Señora de la Candelaria de Mede-
192r llín, a tres de mayo 1782/ años, yo el Doctor Don Igna-
D e c la ración de cio Uribe, abogado de la Real Audiencia y alcalde ordi-
Don Manuel Ja- nario de primera nominación, en prosecución de esta
ramillo Molina.
información hice comparecer en mi juzgado al Capitán
Don Manuel Jaramillo y Molina. A quien-en presencia de
los testigos le recibí juramento que lo hizo conforme a
derecho, por Dios Nuestro Señor y una señal de Cruz.
Prometió decir'verdad en lo que supiere y le fuere pre-
guntado.
366
to que se halla evacuada la información prevenida por el
Señor Gobernador y Comandante General de esta pro-
vincia. Y que se haya examinado suficiente número de
testigos. Mandó se remita original en pliego cenado y
sellado. Con chasqui de toda seguridad y confianza de su
Señoría el Señor Gobernador. Así lo proveo, mando y
isav firmo con los/ testigos de esta actuación:
367
Virrey para que vista se digne dar la providencia que
fuere de su mayor aprobación. Se pondrá por cabeza de
ellos al expediente formado acerca del levantamiento de
Guarne. Por lo que hace a las diligencias practicadas por
el Capitán a Guerra, de Rionegro Don Alonso Elías
Jaramillo, noticias comunicadas por Don Pedro Biturro
Pérez Teniente de Oficiales Reales en aquel sitio, provi-
dencias dadas en el asunto y las dos cartas que a conse-
cuencia de todo se •ha dignado dirigirme el Excelentísi-
mo Señor Virrey y la orden que me ha comunicado para
que la hiciese publicar en la Provincia, agregándose por
195r testimonio el informe reservado que se/ me ha dirigido
omitiendo en él el nombre de quien lo dirigió y que fue
el que dio motivo a la sumaria hechas últimamente para
la justificación de quienes fueron los principales actores
de la inquietud.
Buelta
368
me hubiese hecho saber providencia alguna acerca de mi
referida solicitud y para precaver cualesquiera perjuicio
que me pudiese hacer dicho sumario que desde luego, lo
conceptuaba nada favorable a mi honor y arreglada con-
ducta por estarse haciendo por un juez que me profesa
odio y mala voluntad a mi como a mi hermano Don
196r Alonso, y aunque no me diera otra cosa ésto basta para/
que el Señor Teniente procure aunqúe sea mi ruina para
que la sienta el Señor Capitán a Guerra, mi hermano,
pues cierto y no se me justificara el que yo le haya dado
motivo alguno para tanto extremo al Señor Teniente.
Sólo hallo la hermandad dicha y buena armonía que
guardamos. Así tuve por conveniente pedir la informa-
ción que con la debida solemnidad y juramento presento
la que suplico rendidamente a la justificación .de Vuestra
Señoría se sirva mandar que a los autos de su materia
que así es justicia y ella mediante, haciéndolo el pedi-
mento más útil y arreglado a Vos, pido y suplico mandar
a hacer como llevo pedido, que en hacerlo así recibiré
mando y justicia-La cual pido y juro en debida forma y
lo necesario en derecho,
Buelta
369
necesitasen más pruebas está pronto a darlas. Lo firmo
conmigo que doy fe.
370
ítem digan si habiendo encontrado en el camino a
algunos de aquellos vecinos de Guame si les hablé
alguna palabra o les hice alguna. seña.
Vallejo
371
Decreto 199r Por presentada con el interrogatorio que/ se refiere los
testigos que esta parte presentare bajo la religión del
juramento serán examinados al tenor de las preguntas
que en dicho interrogatorio se contienen y se pondrá la
certificación que se pide como-lo supiere y me constare.
Evacuada se le devolverá todo original y obre lo que
haya lugar en derecho. Así lo proveo, mando y firmo
Don Juan Francisco Vallejo y Hoyos Alcalde de este Par-
tido de La Mosca, jurisdicción del Valle de Rionegro, 2
de noviembre de 1781 años. Actuando con testigos por
ocupaciones y distancia del único Escribano.
372
A la tercera dijo que expresamente que en la tarde
del mismo día pasó el declarante a casa del que lo
zoov presenta/ en compañía de Javier García y le notificó del
tumulto que había sucedido en el sitio de Guarne y su
revolución en casa del pulpero Don Jerónimo Mejía por-
que no tuvo efectos de los que buscaban. Que el decla-
rante siendo pulpero en el mismo sitio vino a consultar
lo que debería hacer mediante el recelo que le asistía y
que le aconsejó que pasara y diera parte a la Real Justi-
cia que era lo que correspondía y en efecto así lo hizo y
responde.
373
de Don Francisco de Molina que criminalmente sigue
202r contra Ubaldo Silva por estado/ protegiendo, como que
es su tío,,y responde que lo que tiene dicho y declarado
es la verdad en cargo del juramento que hecho tiene, en
el que se afirmó y ratificó y en ésta su declaración.
Siéndole leída. Dijo ser de edad 39- años y lo firmó
conmigo y los testigos por ocupaciones y distancia del
Escribano
374
presenta. Este lo supo y con el mismo declarante los
envió a alcanzar. Volvieron en efecto y a éstos también
203 v les hizo el mismo razonamiento y en consecuencia/ de-
sistieron como los otros y algunos de ellos con desagra-
do según lo reconoció. Que ésto es lo que sabe y es la
verdad en cargo del juramento que hecho tiene, en que
se afirmó y ratificó, siéndole leída ésta su declaración.
Dijo ser de edad de 35 años poco más o menos y lo
firmó conmigo y los testigos por la distancia del Escriba-
no.
375
A la tercera, dijo: Que del mismo modo es cierto
que ese día referido en la anterior pregunta, vino el
que declara en compañía de Patricio Londoño a casa del
que lo presenta y le participaron del alboroto y tumulto
acaecido en el dicho sitio de Guarne. En casa del pulpe-
ro Don Jerónimo Mejía, que por serlo se originó, según
se supo luego, el dicho Patricio, que también era pulpero
en Guarne, le preguntó al que declara: Qué debía hacer
en tal caso? Y que le respondió que pasase y diese
cuenta a la Real Justicia que era lo que correspondía y
que así lo ejecutó, y responde .
376
A la primera pregunta respondió; Que conoce al que lo
presenta de vista, trato y comunicación y que no le
tocan generales de la ley.
En cuanto al contenido de las demás preguntas solamen-
te sabe que el día que los vecinos de Guarne bajaban al
sitio de San Nicolás a entregar el donativo, llegó el que
206r declara en compañía/de Patricio Eondoño a la casa de
quien lo presenta. Quien se iba también para el dicho
sitio y a poco trecho se encontraron conmigo, el Alcalde
y todos cuatro seguimos al referido sitio. Aunque en el
camino nos encontramos con algunos de los de Guarne,
no vió el que declara que el que lo presenta hablase con
alguno de ellos ni les hiciese insinuación ni seña alguna.
Llegaron al expresado sitio y derecho pasó a la casa del
Señor Capitán a Guerra, en donde se apeó. Porque al
otro día se iba, como se fue, con el dicho Señor Capitán
a Guerra a la Ceja de Guatapé, a avaluar bienes de la
difunta Doña Juana Gallón, que avaluador que supo era.
En este ministerio supo igualmente el que declara que
206v quien lo presenta había estado ocupado la semana/ antes
de dicho alboroto de Guarne.
Esta es la verdad en cargo del juramento que hecho tiene
en que se afirmó y ratifica. Siéndole leída ésta su decla-
ración dijo ser de edad de 32 años poco más o menos.
No firmó porque dijo no saber. Hícelo yo con testigos
por distancia del Escribano.
Juan Francisco Vallejo
José Sánchez y Hernández (Testigo)
José Ignacio de Rojas y Tirado (Testigo)
Don Francisco Vallejo y Hoyos,
Alcalde de este partido de la-Mosca y sus
Certificación agregados de Guarne, Palenque y Ovejas.
377
En cuanto a lo segundo, ignoro su contenido y lo mismo
a la tercera.
378
respondieron que allí 'no había nada. En efecto no hubo.
No obstante les aconsejé fraternalmente que se contuvie-
ran y no dieran qué decir ni causaran escándalo ninguno.
A todo lo cual me respondieron que ya estaba quitado
de todo y que su hermano Don Manuel Jaramillo los
había ya quitado de semejante designio con sus persua-
siones y buenos consejos. Porque si no ya hubieran que-
dado dentro fuera, así se explicaron, siendo cuanto so-
bre el asunto puedo y debo certificar. Para que conste
donde convenga, mediante lo pedido y mandado.
Juan Francisco V
. anejo
José Sánchez y Hernández (Testigo)
Pedro Luis Botero (Testigo)
379
Escrito Señor Alcalde Juez Partidario, don Manuel José Jarami-
llo, residente en este Valle de Rionegro, ante Ud. com-
parezco como mejor haya lugar en derecho y al mío
convenga. Digo que para efectos que me puedan conve-
nir de servir a Ud. serenamente le suplico que a conti-
nuación de éste su decreto darme certificación en forma
de si el día 10 del mes pasado (julio) estuve de avaluador
y avaluando la hacienda de Doña Juana Manuela Gallón,
210r difunta, en consorcio de Don José/ Domingo de Isaza y
de Don Juan Bautista Vallejo con asistencia del Señor
Capitán a Guerra de este valle. Si seguimos en dicho
oficio hasta el día 13 de dicho mes. Si este día nos
citamos para juntarnos en este sitio, el día 16 del co-
mentado mes para seguir el día 17 para las sabanas de
Guatapé, a avaluar la hacienda de la ya nombrada Doña
Juana tenía allí. Si en efecto seguimos Ud., el Señor
Capitán la Guerra y yo a las citadas de . Ontapé. Así
mismo, se dignará Ud. de certificar si el día 16 que
vinieron los pardos de Guame a dar el donativo de Su
Majestad estaba yo en casa del Señor Capitán a Guerra y
en compañía de quién y en qué me ocupé en dicho
tiempo. Dicho que sea devolverme todo original. Que
todo me parece tiene lugar en justicia.
Jaramillo
380
Don Juan Francisco Echeverri, alcalde de este Valle de
Rionegro, sus términos y juri dicciones, por el Rey Nues-
tro Señor. Certifico en la manera que por derecho puedo
211 r y debo a los señores que la presente vieren/ como Don
Manuel José Jaramillo, habiéndose nombrado avaluador
de los bienes que por fin y muerte de Doña Juana Ma-
nuela Gallón, a mí me quedaron. Lo que se efectuó
dando principio el día 9 de julio pasado. Que fueron los
primeros avalúos que se hicieron en el sitio de Chacha-
fruto. Para ello el arriba citado, Don Manuel Jaramillo,
en aquel mismo día siguió para aquel referido sitio en
consorcio del Señor Capitán a Guerra, Don Juan Bautis-
ta Vallejo, yo el Alcalde, y el presente escribano en cuyo
paraje nos mantuvimos hasta el día siguiente que conta-
mos diez y el once nos restituímos a los avalúos de los
demás bienes que se hallaban en el sitio de La Mosca.
Por la tarde, evacuada esta diligencia, nos retiramos a
este sitio de Rionegro y acordamos para seguir a avaluar
e inventariar los que había en el sitio de Guatapé, juris-
dicción del Valle de Marinilla, se pasó el 17 del mismo
mes, concurriendo igualmente el arriba citado, Don Ma-
211v nuel Jaramillo/.Así mismo certifico que el día que los
pardos de Guarne se abocaron a la casa del Señor Capi-
tán a Guerra que tiene en este sitió, a cuyo paraje me
hallé presente en dicha casa y vi que en ella estaba acom-
pañando al Señor Capitán a Guerra, su hermano Don
Manuel Jaramillo y el Señor Teniente de Oficiales Reales
Don Pedro Biturro Pérez. Noté que el primero se dedicó
a recibir el dinero que en aquel día dieron de donativo a
favor de Su Majestad. Siendo ésto todo cuanto del asun-
to me consta.
381
de Rionegro, ante Vuestra merced parezco como mejor
haya lugar en derecho y al mío convenga. Digo que se ha
de servir Ud,, y rendidamente se lo suplico, mandarse
certificación de manera que haga fe de las palabras que
hablamos en la puerta de su casa de este sitio. El día
martes 17 próximo pasado. Lo que suplico para el efec-
to que me pueda convenir. Que sea a continuación de
éste su decreto, mediante lo cual pido y suplico a V.M.
mandar a hacer como llevo pedido. Devolviéndome todo
original que en ello recibiere merced y justicia. Juro en
debida forma lo necesario en derecho.
382
213v Acabado este acto les/ mandó que pasase a mi casa a
alistarse, porque en la actualidad me hallaba ocupado en
alistar todas las gentes de estos tres valles, por orden del
Señor Gobernador y comandante General de esta Pro-
vincia. Inmediatamente pasaron a mi casa haciendo ca-
beza José Bruno Giraldo, Francisco Zapata y José Igna-
cio Zapata.
383
TESTIMONIO DEL EXPEDIENTE FORMADO
POR EL GOBERNADOR CON OCASION DEL
LEVANTAMIENTO DE LOS VECINOS DE
SACAOJAL Y OTROS LUGARES DE LA
PROVINCIA DE ANTIOQUIA
1781
385
lv sio//alguacil mayor del ilustre cabildo de esta ciudad y
administrador de la renta de tabaco en ella, hará que en
compañ ía del presente escribano, de Don Manuel Rome-
ro y Don Nicolás Hurtado yen caso necesario de los más
que tenga por conveniente, pase a los parajes que consta-
re del apunte que para dicho fin- tiene en su poder y a
los demás de que tenga noticia se haya sembrado tabaco
y encontrado alguno tomará razón formal de la cantidad
del que fuere y lo hará arrancar y descepar todo, que-
mándolo de modo que no quede semilla, ni mata que
pueda volver a producir y averiguará quién lo sembró y
de quién son las heredades, en donde la encontrare y
verificando quiénes son los reos, los arrestará y conduci-
rá presos a esta ciudad, embargándole sus bienes por
inventario formal y depositándolos conforme a derecho
y de todo poniéndolo por diligencia dará cuenta a este
gobierno para proseguirles causa o causas hasta su final
determinación y para que más bien pueda cumplir y
desempeñar dicha comisión manda Su Señoría que sus
justicias y vecinos del territorio a donde pasare a dicho
reconocimiento le den todo favor y auxilio que necesite,
así para la prisión de los reos y su conducción a esta
ciudad como para el embargo de sus bienes y depósito
2r de ellos, lo que// cumplirán bajo la multa de doscientos
pesos de buen oro, aplicados en la forma ordenada y de
proceder a lo demás que haya lugar contra los que no lo
ejecutaren a quienes en caso necesario podrá arrestar si
fueren inobedientes y se denegaren a darle el favor y
ayuda que necesite pues para todo se le dá y confiere la
jurisdicción y facultades que para su mejor cumplimien-
to se requiere. Así lo proveyó, mandó y firma Su Seño-
ría el señor gobernador y comandante general por ante
mí de que doy fe. Don Cayetano Suelta Lorenzana.
Simón Robledo, escribano Público y del Cabildo.
386
sospecha, en cuyas tierras en frente de su casa se encon-
tró un pedazo de tabacal que preguntado quien lo sem-
bró, respondió Doña Ana María Galván su esposa, ser
ella quien lo sembró para mantenerse con su marido que
se halla enfermo e hijos; con cuya noticia pasó su mer-
ced en mi compañía y demás contenidos a su reconoci-
miento en cuyo marco de tierra y ámbito se encontraron
Cuatrocientos Treinta y Siete pies de tabaco para coger
y Doscientos Noventa y Ocho recién sembrados, a que
expuso dicho Montoya haber dádole orden a su esposa
para su siembra, todo el cual tabaco se arrasó, desepó e
consumió de modo que no produzca y en ejecución de
lo mandado pasó al embargo y depósito de los bienes
que se encuentran en la casa, a que se les preceptuó
manifestasen todos los que en ella tuvieren y se ejecutó
en esta forma:
387
blico tabacal que con todo descaro tiene en perjuicio de
la reñta real y. con efecto se encontraron en las tierras
que cultiva dicho Lastra cuatro pedazos de tabacal y en
uno de ellos se le encontraron ciento y seis pies de taba-
co bastante coposo y bien beneficiado al que se advirtió
tenerle ya cogicló la suerte general como haber arranca-
do el demás, del que se encontraron en el monte bas-
3v tan//tes hojas, catabros y tarros con porción de tabaco
inútil del que Se lleva alguna parte-para muestra a Su
Señoría y el demás se consumió, arrancó y arrasó condu-
ciéndolo todo al río de Cauca para su verdadera destruc-
ción y en este estado, esperando en la casa del mismo
Lastra a la mujer de éste para que diera razón de los
bienes de su marido, por no estar en la casa ni uno, ni
otro y haberla mandado llamar de orden del señor algua-
cil mayor, para este fin como también a Juan de Urrego
para depositario de ellos y no habiendo parecido alguno
de los dos, llegó el dicho Juan de Lastra con más de cien
hombres de lanzas, chuzos de palo, sables, espadas, cala-
bozos, machetes, navajas y azadas viniendo de capitán
de todo ellos el dicho Lastra el cual, empuñando una
espada desnuda que traía en la mano y acometiendo con
ella a su merced, el señor alguacil mayor; le dijo: Qué
atrevimientos son éstos y diciéndole su merced se contu-
viese, que qué era lo que quería! repitió, que era mucho
atrevimiento, que no estando él en su casa, fuesen a ella
y paseasen su rastrojo y arrojasen al río el tabaco que él
había arrancado y escondido en el monte; a cuyo tiem-
po, cercándolo todos con las armas desnudas a una voz
dijeron: Que todos tenían sus tabacales y que pasaban
de ciento y que a costa de su pellejo lo habían sembrado
y lo sembrarían y defenderían hasta morir, cuya voz
repitió con mucha soberbia y arrogancia Pablo Flórez
clavando la lanza en el suelo con mucha ira y diciendo
, 4r que// él era uno de los muchos que tenían tabacales
repitiendo que había más de ciento, que a costa de su
:pellejo lo había de sembrar, que no temía bocas de fue:
go, lo que también dijeron los demás del tumulto y que
aunque se las habían quitado con engañito, no les causa-
ba miedo ni espantaban tintos de pólvora y algunos dije-
ron que quitaran las armas a su merced, dicho señor
alguacil mayor y a los cinco hombres que lo acompaña-
ban lo que hubieran ejecutado según su osadía y atrevi-
miento a no haberlos procurado sosegar su merced con
buenos modos; su merced Joseph Ruiz e Ignacio Monto-
388
ya vecinos de aquel paraje quienes con el mayor empeño
y eficacia procuraron apaciguarlos para que no se propa-
sasen a cometer un insulto y atentado grave con su mer-
ced, dicho señor alguacil mayor y su ronda lo cual estu-
vo muy cerca de malograrse porque hablándoles dicho
Ruiz sobre pacificarlos dijeron que a su capitán Joseph
Ruiz obedecerían y no a otro alguno porque él, los ha-
bía de defender porque le debían sus haciendas y él dijo
que en lo que fuera justo lo haría pero no en el asunto
4v que estaban ejc//cutando porque él era vasallo del Rey y
no podía, ni debía protegerlos en semejantes atentados
y entonces, levantando la voz los de el tumulto dijeron
que ya no lo querían por su capitán ni lo obedecerían,
ni a Dios, ni al Rey y que de el tablazo para abajo donde
ellos residen, no pasaría persona alguna y que la que lo
intentase procurase ir confesada y comulgada y recono-
ciendo su merced que volvía a tener más cuerpo la sedi-
ción tumultuaria resolvió por evitar mayores riesgos el
suspender el embargo-de los bienes del dicho Juan de
Lastra y omitir el reconocimiento de los demás tabacales
y otra comisión que llevaba de Su Señoría el señor go-
bernador y comandante general retirándose con su ron-
da antes que sucediera alguna desgracia para dar cuénta
de todo •a Su Señoría a fin de que impuesto de los
atentados cometidos con su merced y de los graves per-
juicios que está experimentando la Real Hacienda en
aquel paraje se sirva dar la providencia que fuere de su
mejor aprobación para lo cual se le entregarán estas dili-
gencias originales a Su Señoría en cuya conformidad así
lo proveyó, mandó y firmó en dicho día, mes y año
arriba expresados por ante mí de que doy fe. Bernardo
González y Cosio, Simón Robledo escribano Público y
de Cabildo.
389
ella resultase se provea lo que corresponda en justicia,
para cuya jústificación comparecerán a declarar los suje-
tos que acompañaron al comisionado quienes serán exa-
minados al tenor de la diligencia que relaciona el tumul-
to y más preguntas que tuviere por conveniente hacerles,
para mayor claridad y justificación de los lances que
hubieren visto y advertido según lo que les constare, lo
que ejecutarán bajo la gravedad y religión del juramento
que se les reciba conforme a derecho y el presente escri-
bano certifique lo que le constare. Don Cayetano Buelta
5v Lorenzana. Lo preovenyó el señór Don Cayetano Suelta
Lorenzana Capitán del regimiento Provincial de León,
gobernador y comandante general de esta ciudad de An-
tioquia y su provincia, .por ante mí, el escribano que doy
fe. Simón Robledo escribano Público y de Cabildo. En
la ciudad de Antioquia a 21 de septiembre de 1781.
390
Ruiz por las razones que constan en la citada diligencia,
haber tenido la oportunidad de retirarse de dicho tumul-
to como lo ejecutó con su ronda para pasar a esta ciu-
dad, a dar cuenta de todo a Su Señoría y responde,
preguntado si a más de Juan de Lastra libertino que
consta de dicha diligencia capitaneaba el tumulto y Pa-
blo Flórez que también resulta de ella, conoció quienes
eran los demás sediciosos que los acompañaron, expre-
sando por sus nombres y apellidos los que hubiere cono-
cido, dijo que a más de los dos referidos conoció a Salva-
dor y a Ubaldo Agnidelo, Ignacio de Vargas con un hijo
suyo cuyo nombre ignora a Juan Angel Mejía, a Leandro
de la Cruz, a un hijo de Bernardino Holguín, a un Barre-
6v ra, a otro IlaMado el To//rrejano y que a los demás no
los ha conocido, pero que los dichos Joseph Ruiz e Igna-
cio Montoya que residen en aquellos parajes de la otra
banda de Cauca, podrán dar noticia más extensa de quié-
nes fueron los de el tumulto y responde preguntado
quienes fueron los que se quejaron de que con engañifa
se les había quitado las armas de fuego, para después,
irlos a matar con ellas y que mediante a que su capitán
no los quería defender, no lo obedecerían, ni tampoco
habían de obedecer a Dios, ni al Rey, dijo que no perci-
bió particularmente quienes profirieron tan excecrables
palabras por haberlas oído a una voz a todo el tumulto y
con la misma osadía tumultuariamente, dijeron que te-
nían sembrado más de cien tabacales y que los habían de
defender a costa de su pellejo, hasta perder la vida, pre-
viniendo que el que pasase del tablazo para abajo fuera
confesado y comulgado y responde que lo que lleva di-
cho y declarado es la verdad, en cargo del juramento que
fecho tiene, en que se afirmó y ratificó, siéndole leída su
declaración dijo ser de edad de 29 años poco menos y lo
firmó con Su Señoría por ante mí de que doy fe. .Don
Cayetano Buelta Lorenzana. Escolástico Delgado, Simón
Robledo escribano Público y de Cabildo.
391
tenor de la diligencia, que consta en estos autos acerca
del tumulto acaecido en la casa de Juan de Lastra Liber-
tino -en el día de ayer 20 del corriente para impedir a la
ronda que acompañó al señor alguacil mayor al recono-
cimiento de los tabacales 'sembrados en el otro lado de
Cauca, que por mí el escribano le ha sido leída ; y entera-
do de todo su contexto dijo que todo cuanto en ella se
menciona es cierto y verdadero lo que le consta por
haberlo así visto, oído y entendido ; por haber estado
presente en todos los lances ejecutados por el tumulto
con motivo de haber pasado de orden de Su Señoría
acompañando a dicho señor alguacil mayor para la ron-
da de los referidos tabacales y que según ha observado
en la osadía y atrevimiento de los sediciosos, hizo for-
mal juicio de que a no haber, dicho, señor alguacil ma-
7v yor, cedido de la empresa de reconocer los tabacales// y
suspender el embargo de bienes de dicho Juan de Lastra
que estaba para hacer y decirles otras razones suaves,
dándoles a entender que no les haría daño alguno en lós
referidos tabacales ni a sus personas con lo cual los bue-
nos oficios que hicieron Joseph Ruiz e Ignacio Montoya,
los hubiera muerto porque, a dicho señor alguacil ma-
yor, le cercaron con lanzas y espadas y otras armas blan-
cas, luego que el referido Lastra se encaró a él con la
espada desnuda y al presente escribano lo cercaron otros
ocho, con iguales armas y a no haber acudido el decla-
rante y Juan Ignacioleón que ya estaba allí, no pudiera
acaso eximirse de una 'desgracia lo que aún pudiera ha-
ber sucedido, si no se retirara con su ronda dicho señor
alguacil mayor, antes que volviera a tomar más cuerpo
dicho tumulto como ya se iba reconociendo por las ra-
zones y motivos que constan de la citada diligencia lo
que tuvieren a bien ejecutar sin pérdida de tiempo así
para salvar sus vidas como para dar cuenta a Su Señoría
de todo lo acaecido y responde.
392
bres, ni apellidos y responde preguntando quienes fue-
ron los que, se quejaron; de que con engañifa se les ha-
bía quitado las armas de fuego para después irlos a ma-
tar con ellas y que mediante a que su capitán no los
quería defender no lo obedecerían, ni tampoco habían
de obedecer a Dios,, ni al Rey, dijo que no percibió
particularmente quienes profirieron tan excecrables pa-
labras por haberlas oído a una voz a todo el tumulto y
con la misma osadía tumultuariamente dijeron que te-
nían sembrado más de cien tabacales y que los habían
de defender a costa de su pellejo, hasta perder la vida
previniendo que el que pasase del Tablazo para abajo,
fuera confesado y comulgado y añade que cuando dicho
señor alguacil mayor con su ronda acompañado también
del expresado Ruiz, se retiraron del tumulto, quedaban
los que lo componían con grande gritería y viva dando a
entender que huian de miedo y responde que lo que
lleva dicho y declarado es la verdad en cargo del jura-
mento que fecho tiene, en que se afirmó y ratificó sién-
dole leída ésta su declaración; dijo ser de edad de cua-
renta años y lo firma con Su Señoría por ante mí de que
doy fe. Don Cayetano Buelta Lorenzana. Nicolás Hurta-
8v do//, Simón Robledo, escribano Público y de.Cabildo.
393
señor Alguacil mayor no hubiera cesado en la empresa
en embargar los bienes a dicho Lastra y proseguir en el
reconocimiento de los tabacales disculpándose con bue-
nas razones con ellos y el haber interpuesto sus buenos
9r oficios al declarante e Ignacio Montoya// poniéndose de
su parte, lo hubieran muerto con los demás de su ronda
porque lo tenían cercado en disposición de que no po-
dría salvar la vida lo que también ejecutaron con el pre-
sente escribano otra porción de los sediciosos a quien
para eximirse de una desgracia acudieron a socorrerlo
Don Nicolás Hurtado y Juan Ignacio León con cuyo
auxilio pudo salir del riesgo en que estaba, entre ocho
que lo cercaron y con todo, aún no estuvieran seguros
sino se hubieran retirado con brevedad dicho señor Al-
guacil mayor, con los de su ronda y el declarante que los
acompañó hasta esta ciudad según se iba ya reconocien-
do nueva inquietud en los sediciosos por no haber con-
descendido el declarante a defenderlos de su inicua pre-
tensión y atentados que habían cometido como con to-
da expresión consta de la citada diligencia informativa y
porque dicho Ignacio Montoya a quien gritaron dicién-
dole que "para cuándo era hombre", no condescendió
con ellos a sostener el mismo atentado quedaron blasfe-
mando y con grande gritería y risa como burlándose de
todos porque se venían huyendo y responde.
394
ron al que declara que estaba en compañía de dicho
señor Alguacil mayor a quien como ya consta cercaron
con sus armas y aunque era muy crecido el número de
los tumultuarios según ha reconocido y los que estaban
lOr en el monte que se hallaba muy cercano// no pudo co-
nocerlos por estar bajo de unos árboles chaparros ni a
los otros porque los primeros que se acercaron impedían
la vista para conocer a los que Veían detras de ellos pero
conceptúa que el número de los amotinados llegaría a
125 hombres poco más o menos y responde.
395
osadía y atrevimiento de los sediciosos hizo formal jui-
cio de que a no haber, dicho señor Alguacil mayor, cedi-
do de la empresa de reconocer los tabacales y suspender
el embargo de bienes de dicho Juan de Lastra que estaba
para hacer y decirles otras razones suaves dándoles a
entender que no les hacía daño alguno en los referidos
tabacales, ni en sus personas con lo cual y los buenos
oficios que hicieron Joseph Ruiz y Ignacio Montoya los
Ilr hubie//ran muerto porque a dicho señor Alguacil mayor
lo cercaron con lamas y espadas y otras armas blancas,
luego que el referido Lastra se encaró a él con la espada
en el suelo y al presente escribano lo cercaron otros
ocho con iguales armas y a no haber acudido el declaran-
te y Don Nicolás Hurtado no pudiera eximirse de una
desgracia la que aún pudiera haber sucedido sino se reti-
rara con su ronda dicho señor Alguacil mayor antes que
volviera a tomar más cuerpo dicho tumulto como ya se
iba reconociendo por las razones y motivos que constan
de la citada diligencia informativa lo que tuvieron a bien
ejecutar sin pérdida de tiempo así para salvar sus vidas
como para dar cuenta de todo lo acaecido a Su Señoría
y responde.
396
perder la vida previniendo que el que pasase del tablazo
para abajo fuera confesado y comulgado y responde;
que lo que lleva dicho y declarado es la verdad so cargo
el juramento que fecho tiene en que se afirmó y ratificó
siéndole leída esta su declaración dijo ser de edad de 22
años y lo firmó con Su Señoría por ante mí de que doy
fe. Don Cayetano Ruelta Lorenzana. Juan Ignacio León.
Simón Robledo escribano Público y de Cabildo.
397
expresando por sus nombres y apellidos los que hubiere
conocido, dijo que a más de Juan de Lastra y Pablo
Flórez conoció de vista a un hijo de Bernardino Holguin
cuyo nombre ignora, a Juan Angel Mejía, a Gregorio
Barrera, a Leandro de la Cruz, a Salvador Agudelo, al
Torrejano, a Ignacio de Vargas y su hijo, a Joseph Ruiz,
a un hijo de Juan de Lastra y que aunque algunos otros
conoce de vista no sabe sus nombres, ni apellidos.
398
yor y ronda y lo mismo con mi persona que en ella se
expresan son ciertos según lo he visto por estar presente
a todo y así mismo certifico que según he comprendido
18v // del arrojo temerario y audacia con que estaban los
sediciosos hubiéramos perecido todos a sus manos si el
referido señor Alguacil mayor no hubiera cesado en el
embargo de bienes de Juan de Lastra y capitán del tu-
multo y lo mismo en cuanto a proseguir en el reconoci-
miento de los tabacales que faltaba por hacer que con
buenas razones procuró sosegarlos ayudado de los bue-
nos oficios de Joseph Ruiz e Ignacio Montoya que por
su parte uno y otro procuraron también sosegarlos y lo
mismo por habemos retirado luego de entre ellos porque
a causa de no haber querido condescender el dicho Jo-
seph Ruiz a defenderlos como capitán de la compañía
de mestizos que comprende aquel partido ya se recono-
cía nueva inquietud en ellos pues dijeron tumultuaria-
mente que ya no lo obedecían como a su capitán ni
obedecían a Dios, ni al Rey y que tenían más de cien
tabacales que a costa de su pellejo los habían sembrado
y habían de defender hasta perder la vida y que el que
pasase del tablazo para abajo había de ir confesado y
comulgado y otras expresiones sediciosas y excecrables
y cuando nos retiramos quedaban con grande gritería,
14r algasara y risa dando a entender // huíamos de miedo
todo lo cual pasó a mi presencia según queda referido
así mismo certifico, cómo de los que concurrieron a
insultarnos en dicho tumulto conocí por sus nombres y
apellidos ser los siguientes: Ignacio de Vargas y un hijo
de éste que ignoro su nombre, Juan Angel Mejía, Ubaldo
de Agudelo, Salvador de Agudelo, Leandro de la Cruz,
un hijo de Bernardino Holguín, Joseph Ruiz, Gregorio
Barrera, Nicolás Rodríguez, Salvador de Espinoza, Salva-
dor y Francisco Santana y a más de los referidos a Juan
de Lastra, un hijo suyo y a Pablo Flórez, y aunque según
he reconocido por mayor que los tumultuarios serían
como unos 130 poco más o menos no pude con indivi-
dualidad conocer más que los que llevo expresados así
por no tener mayor conocimiento de aquellas gentes
como porque muchos estaban escondidos entre unos
chaparros muy cercanos a donde estábamos y sólo de los
que se presentaron con sus armas a cercar a dicho señor
Alguacil mayor y a mí con los demás de la ronda pude
reconocer los que dejo expresados todo lo cual para que
conste así lo certifico, signo y firmo en esta dicha ciu-
dad en 21 de septiembre de 1781 años.
399
Vista la sumaria que antecede y sin perjuicio de prose-
guirla según convenga y de recibir la declaración de Igna-
cio Montoya como uno de los que presenciaron el tu-
14v multo// y consta citado por los testigos lo que no se pudo
hacer en el día por no estar en esta ciudad y consideran-
do que no se debe demorar un instante de tiempo para
evitar un fraude tan grande contra la Real Hacienda
como el que resulta justificado ni omitir la prisión de los
reos y embargo de sus bienes y que para arrasar y desce-
par los tabacales prontamente se requiere crecido núme-
ro de peones según los muchos que consta haber sembra-
dos y tropa de gente armada, competente para auxiliar-
los y arrestar los reos para que uno y otro se haga con el
debido acuerdo pasarán estos autos a junta de hacienda
y guerra para que en ella se confiera lo más conveniente
y medios necesarios para el fin de destruir y arrasar los
tabacales y gastos de la tropa en los días que se ocupe en
tan importante servicio de Su Majestad y quietud públi-
ca. Don Cayetano Buelta Lorenzana. Lo proveyó, man-
dó y firmó Su Señoría el señor gobernador Don Cayeta-
no Suelta Lorenzana Capitán del Regimiento Provicio-
nal de León, Gobernador y Comandante general de esta
ciudad de A ntioquia y su provincia por ante mí el escri-
16r bano// Simón Robledo, escribano Público y de Cabildo,
de que doy fe. ,
400
toy con bastante recelo no me inquieten los esclavos así
los míos como otros muchos que hay para este lado
espero órdenes de Vuestra Señoría en que pueda servirle
mientras ruego a Dios le guarde años, Juan García. Sep-
16v tiembre 20 de 1781. Beso las manos de //Vuestra Mer-
ced su mejor servidor Joseph Joachin Botero Cosio. Se-
ñor acabo de saber que por esta noche han hecho reco-
gimiento hasta de muchachos y que han derramado el
aguardiente y que han quitado el tabaco, que a este lado
se ha pasado mucha gente de Antioquia y considero se
había juntado mucha multitud de gente dicen que a
esperar la gente que viniera de Antioquia que las barqui-
tas las tienen baradas so presentir que Vuestra Señoría si
tiene ánimo de pasar con gente lo vea con más reflexión
porque según me han asegurado éstos están sobremanera
muy resueltos y puede ocurrir alguna fatalidad muy con-
siderable. Botero Cosio. Antioquia y septiembre 21 de
1781. Agréguese el expediente de la sedición y guárdese
el sigilo que se encarga. Buelta. En la ciudad de Ando-
16r quia en 22 de septiembre de 1781 // los señores Don
Cayetano Buelta Lorenzana gobernador y comandante
general de esta ciudad y su provincia, Don Andrés Pardo
y Don Francisco Joseph Visadías tesorero y contador,
oficiales reales de estas cajas de Antioquia y su provincia
por su merced. Estando juntos en la sala de contaduría
por convocatoria de dicho señor gobernador les hizo Su
Señoría presente el expediente que me mandó leer for-
mado sobre el motín o resistencia de los labradores del
Tablazo de la parroquia del Sacaojal a los fines de que
según lo mandado por Su Señoría en la providencia del
día de ayer se trate y confiera en la presente junta lo
que parezca más conveniente al servicio de Su Majestad
y de esta provincia exponiéndoles que aunque del citado
expediente sólo resalta el contrabando de la siembra de
tabaco y la resistencia armada que hicieron los labrado-
res del Tablazo de la comisión del Alguacil mayor Don
Bernardo González presume de las circunstancias de. ha-
berse sembrado el tabaco por los referidos en el camino
real cuando otras veces hacerlo en las barrancas y parajes
más ocultos, por haberse juntado en tan gran número y
tan prontamente y por la carta que manifiesta de nuevo
parece haber recibido anoche escritura del día de ayer
por el regidor Don Joachin Cosio el que participa a Su
Señoría que tres o cuatro sujetos de los del Tablazo
habían ido a convocar a un dependiente suyo y otro
401
para que se levantaran amenazándolos de quemarles las
16v casas y quitarles las vidas y que iban a // convocar a
Obregón, Quebrada Seca y Sopetrán y tenían dada or-
den a los pasadores del río para que a nadie pasasen
amenazándoles con la vida; más el punto de esta junta
no debe ser sólo discurrir sobre lo conveniente en el
contrabando y resistencia pasada sino sobre la conspira-
ción que manifiesta lo referido que tiene por cierto por
habérselo también venido a decir Don Luis de Herrera
vecino de ésta que anoche vino ala ocupante del río y le
notició haber visto más de ciento cincuenta hombres
juntos que andaban congregando los de los parajes
dichos en inteligencia de todo unánimes y de un acuerdo
dijeron Su Señoría y ministros que sin pérdida de
tiempo arme Su Señoría la compañía de blancos de esta
ciudad con las escopetas y municiones que han recogido
desde los principios de las turbaciones del reino y de los
pardos a aquellos de quienes por sus circunstancias
puedan confiar que el objeto y fin único de esta
prevención y armamento no sea el de una guerra
ofensiva cual podría y convendría. hacerse a otros
enemigos del estado sino sólo el de mantener y
17r sos//tener el gobierno de la provincia a favor de Su Ma-
jestad y procurar sostener sus derechos sin perdonar me-
dio alguno pero procurando al mismo tiempo cuantos
puedan producir la obediencia y reconocimiento de par-
te de cuantos se amotinen que a éstos fines no pudiendo
por ahora acordar las operaciones que podrían convenir
y dejándolas a la prudencia y ciencia militar del señor
gobernador como que las ocurrencias han de dictarlas y
dirigirlas sin embargo y por lo que claramente conduce a
poner a cubierto a esta ciudad y contener cualesquier
intento de los amotinados luego y sin pérdida de tiempo
acá con la guardia necesaria y con la misma brevedad
acuda a contenerlos tomando el paso del río y si lo
hallare necesario pida a Medellín y Rionegro los soco-
rros de gente y armas convenientes que si para el arma-
mento de los hombres que no hubieren escopetas fuere
necesario hacerles lanzas, mantenerlos y demás gastos
que en estas ocasiones son forzosos y por ahora no pue-
17v den tenerse prevenidos// se libre a Su Señoría lo conve-
niente contra el administrador de tabaco en ésta Don
Bernardo González y si lo que tenga en oro suelto no
alcanzare y fuere necesario más se le libre y de cuales-
quiera ramo de hacienda y dinero que haya en las cajas
402
reales llevándose la cuenta posible en conformidad de la
ley 13, libro 8, título 28, con lo cual se feneció esta
junta que firmaron dichos señores por ante mí de que
doy fe. Don Cayetano Buelta Lorenzana. Andres Pardo.
Francisco Joseph Visadias. Simón Robledo escribano
Público y de Cabildo. Concuerda con su original que
queda en el libro de juntas y acuerdos de hacienda de
esta real contaduría a que me remito y hará que conste
en testimonio de verdad lo signo y firmo en esta ciudad
de Antioquia a 22 de septiembre de 1781.
403
Nota prontos veinte y cinco. Antonio de la Fuente. Los que
contiene esta lista estuvieron prontos a la defensa de los
reales intereses de la ciudad y se portaron con el celo y
18v honor que corresponde a unos // leales vasallos de Su
Majestad lo mismo ejecuto el maestre de campo Don
Joseph Ignacio Montoya, el capitán Don Valerio Ramón
de Uruburu y el ayuntamiento Don Lorenzo Zapata que
no constan en la' lista y concurrieron con sus armas a la
defensa referida por lo cual con los demás que expresa la
lista son acreedores a que se tenga presente su mérito.
Buelta. Lista de los soldados de la companlía de pardos de
esta ciudad que yo Joseph Antonio Valenzuela Alférez
de ella mandé convocar de orden del señor gobernador y
comandante general de esta provincia para la defensa de
los sediciosos y tumultuarios de las parroquias de Sa-
caojal, Sopetrán y Quebrada Seca que con distinción son
los siguientes: Alférez José Antonio Valenzuela, Sargen-
to Luis María Fran, Sargento Antonio Valenzuela, Sar-
gento Pablo Palacio, Cabo de escuadra Juan Bernardo
Borja, cabo Julián de Lorza, cabo Gregorio González,
cabo Salvador Loasola; Soldados: Ignacio Layos, José
de Layos, José Garcés, Joseph Jaraba, Jacinto Benítez,
Manuel Rueda, Joseph Antonio Vidales, José Sánchez,
Mateo Valenzuela, Lorenzo López, Salvador Guzmán,
Ignacio Suescún, Juan Esteba n Zabala, Pedro Castro,
Fermín Zarrazola, Francisco José Zarrazola, Francisco
Pérez, Francisco Flórez, Francisco Piedrahíta, Juan
Ignacio León, Matías Espinoza, Agustín Pérez, Manuel
19r Felmas, Juan Gómez, Pedro Joseph Benalcazar, Pe//dro
Savala, Manuel Antonio de Villa, Antonio Osorio, Cor-
nelio Zapata, Vicente Castro, Francisco Castro, Gregorio
Lezcano, Raymundo Ferraro, Ignacio de Villa, Javier
Balemuela, Gabriel de Layos, Maximiliano Valencia,
Joseph Blabin, Cristóbal Gómez, Gregorio Zarrazola,
Calixto Suárez, Miguel Marín, Escolástico Delgado, Enri-
que Alcaraz, Max Antonio Zapata, Narciso Martínez,
Manuel Mena, Pedro José Mendoza, Cornelio Moreno;
cuyo número de cabos y de soldados es el de cincuenta
y siete hombres y para que se verifique el cumplimiento
de la orden de Su Señoría el señor gobernador y coman-
dante general y que está inteligenciado de la 'tropa que
tiene de dicha compañía he formado la presente lista y
la firmo en Antioquia y septiembre 21 de 1781 Joseph
Antonio Valenzuela. Nota—que esta compañía no tiene
armas de fuego, ni blancas, solamente yo el referido
404
Alférez y el sargento Antonio Valenzuela tenemos cada
uno su escopeta lo que hago presente a Su Señoría para
su inteligencia Valenzuela.
405
nuestros cuerpos de modo que tanta desdicha nos trae a
la última desesperación de no apetecer tan amarga vida
por tanto pedimos a Vuestra Señoría y le suplicamos
nos conceda el libre ejercicio de nuestras cosechas de
tabaco sin usufructo, sin pensión alguna sin oponemos
al Real estanco del tabaco de Ambalema como así mis-
20v mo // el perdón general de todas las personas que se han
juntado a hacer esta representación a Vuestra Señoría
afirmándolo para la quietud de los ánimos y seguridad
de todos bajo la religión y el fundamento que con sólo
estos dos capítulos o condiciones estamos prontos a reti-
rarnos a nuestras casas y proseguir en nuestros trabajos
prontos siempre a obedecer a Vuestra Señoría y demás
ministros de Su Majestad como leales vasallos suyos.
Septiembre 23 de 1781. Manuel Salvador López y Ho-
yos. Juan Bautista Herrera. Lorenzo Agudelo, Juan Sal-
vador Ruiz. Manuel Salvador Gaicés. Juan Ignacio Tabe-
ra. Pedro José Espinosa, Román Castañeda. Miguel
Montoya. Cayetano Agudelo. Narciso González. Miguel
Cárdenas. Firmo yo, Juan Lorenzo de Fernández. Javier
de Pinar. Matero Dries, Manuel García. Antioquia y sep-
tiembre 23 de 1781.
406
constantemente lo que ofrecen en dicha representación
retirándose prontamente a sus casas al cultivo de sus.
estancias sin causar nuevos alborotos ni inquietarles, ni
impedir la venta del tabaco de Honda en sus respectivos
21v // estanquillos según también tienen ofrecido porque si
lo contrario hicieren no podrá tener efecto la gracia que
se les concede y para que tengan el correspondiente res-
guardo se sacará testimonio de la representación de este
decreto autorizado del presente escribano el que se les
entregará en el día de mañana 24 del corriente así lo
proveyó, mandó y firmó Su Señoría el señor Don Caye-
tano Buelta Lorenzana capitán del regimiento provincial
de León, gobernador y comandante general de esta ciu-
dad y su provincia por ante mí de que doy fe.
407
capitanes yo me hallo aquí con bastante recelo de que
éstos sabiendo las diligencias que he practicado para
contener la gente que he podido no me vayan a hacer
algún daño pues éstos están muy despechados pero yo
estoy resuelto a que si llegado el fallo rendiré la vida
mucho más pudiera decir a Vuestra Señoría pero como
llevo dicha a nuestra vista diré por menudo lo más que
ha ocurrido y ocurriere. Vala. Cossio. Antioquia y sep-
tiembre 24 de 1781. Agréguese a la antecedente y guár-
dese el correspondiente sigilo. Buelta.
En testimonio de verdad.
Simón Robledo
Escribano Público y de Cabildo
408
Don Bernardo y los de su compañía y injuriándolos y
amenazándolos les dijeron que tenían sus tabacales y
habían de defenderlos hasta morir haciendo retirar por
fuerza al enunciado Don Bernardo y sus guardas.
409
y demás de las otras castas que pudieran y con estas
gentes pensaba por el pronto contenerlos poniéndome y
fortificándome de ésta otra parte del río interin a lo
menos la sorpresa ofrecía algún corte que evitara un
rompimiento que han sido siempre todas mis miras con-
siderando que aún cuando pudiera (la voluntad de Su
Majestad y la de Vuestra Excelencia) no sería nunca al
destruirlos sino el reducirlos y con los fines también de
impedirles que pasando a esta ciudad corno supe querían
hacerlo no cometieran los excesos propios y regulares de
estas ocasiones más aún ésto no me fue dable realizarlo
porque las personas blancas que pude juntar por no ha-
ber más en la ciudad no pasaron de veinte y dos y de las
25r demás castas que pudieran// haber llegado a más de qui-
nientos supe que estaban unidos con los otros en la
misma confederación y no quisieron acudir al llama-
miento más que los que constan de las listas y al mar-
char al paso faltaron muchos de éstos a quienes coman-
daba el Alférez de ellos Joseph Antonio Balenzuela que
a lo que me ha parecido se ha portado con honor y amor
a la causa del Rey y lo mismo los que lo siguieron y en
tan mala disposición y con tan pocas fuerzas recelé que
de ir a contenerlos al paso real de Cauca los mal conten-
tos de esta ciudad, que quedaban en ella se aprovecha-
rían de la ocasión para saquearla a robar las cajas reales
y por tanto lo único que pude hacer, fue resolverme a
esperarlos para contener al mismo tiempo a los que te-
mía de la ciudad, ponerme con la gente a la entrada de
ella en el camino que es angosto guardando antes en la
casa de mi morada por ser de las más fuertes de la ciu-
dad, el oro del Rey que había en cajas con una guardia
con cuya posición que la hacía ventajosa, lo estrecho del
camino por ser pocos los que me acompañaban puse a
cubierto la ciudad y podía acudir donde la necesidad me
25v llamara o por último re//curso y fortificarme en mi casa
para defender los intereses de Su Majestad con la ayuda
de los oficiales reales y de los regidores y los vecinos
principales que con la nota puesta constan de las listas
agregadas al expediente y a los pocos pardos dichos que
con mis criados con quienes siempre contaba y de hecho
se han particularizado todos los referidos y manifestan-
do en la ocasión el mayor recelo por la causa del Rey
habiéndome servido en cuanto me ha ocurrido con sus
talentos, armas y personas.
410
En este estado, el cura del Sacaojal Don Vicente Cele-
dón Jaramillo, de quien los amotinados se valieron para
que pasase a mi casa como con efecto así lo verificó la
noche del 22 informándome del crecido número de los
amotinados que a una voz pedían la extinción de los
estancos de tabaco y aguardiente y que no se les impi-
diera a ellos la siembra y beneficio del primero sobre
cuyos particulares esperaban en la mañana del día si-
guiente mi resolución y sin embargo de mi situación por
excesiva e inmoderada y no caber en mis facultades me
negué a concederles lo que pedían y en el siguiente día
noticioso de las circunstancias en que me hallaba se me
ofreció a irlos a ver y reducir el cura vicario y juez
eclesiástico de ésta, Doctor Don Joseph Salvador Cano
cuya oferta la admití constándome de su celo por la
causa del Rey y su gran concepto para con estas gentes a
que le han hecho acreedor sus conocidos talentos y reco-
26r menfidables prendas y habiendo con efecto pasado don-
de los amotinados y hécholes desistir de su primera pre-
tensión cuanto al fin pudo obtener de ellos fue el que se
redujeran a pedir se les perdonara y permitiera la siem-
bra del tabaco en la jurisdicción de esta ciudad sin qTue
en ella, ni en los más pueblos de la provincia se quitara
el estanco y venta establecida del tabaco de Ambalema
de cuenta de Su Majestad.
411
ron ningun género de exceso aunque tan propio de
estos casos.
412
Vuestra Merced obedece al Virrey o a la audiencia, y así
uno de sus clamores ha sido que la audiencia era lo que
debió haberse obedecido y cumplirse lo que ella mandó.
Cuarta, el que el tabaco en ésta lo vende Su Majestad a
diez pesos de oro la arroba, que del que cogen de sus
propias cosechas lo pueden vender y vendían cuando les
permitía a dos pesos, a peso y medio y a un peso la
arroba y es tan grande y tan imponderable lo radicado y
extendido que está este vicio en todo género de personas
27v de cuantas habitan esta// provincia sin distinción de se-
xos ni edades que de todas sin temeridad puede decirse
que dejarían antes de comer que de chupar tabaco a
todas horas y porque a muchos les faltaba o no les alcan-
zaba a comprarlo ya no les había quedado árbol, planta
ni yerba que no hubiesen probado por si podía suplir y
parecerse en algo al gusto del tabaco por cuya falta, su
sentimiento y queja ha sido general. Quinta; su situación
y pobreza, ésta es menester verla para poderla creer,
todos los hombres pasan y subsisten o por la agricultura
o por las artes o por algun otro ramo de industria o
entretenimiento que son bien conocidos en esta provin-
cia en que como en toda la América el comercio está en
los blancos y no hay artes, ni manufacturas, subsisten
solamente de las minas y la agricultura porque aún los
otros oficios de sastres, zapateros, herreros. Siendo así
que la población de la provincia está calculada por sesen-
ta mil almas si llegaren los oficiales a cincuenta será
cuanto pueda extenderse y las minas principalmente las
de lavadero el que sabe lo que son sabe que si para el
estado es mucho para los que las trabajan son muy poco
porque pudiendo computarse que los más laboriosos en
esta ocupación saquen unos con otros a dos tomines por
día no les alcanza casi a comer por lo carísimo que aquí
son los víveres y mucho más en los minerales faltándoles
para vestirse y mantener la mujer e hijos que las tienen
los más y la agricultura a causa así mismo de que en
28r toda la provincia no hay extracción alguna// ni puede
haberla por la calidad de los caminos y de los frutos que
es lo que alienta y suele enriquecer al labrador pero ni
aún venta en el interior de la misma provincia porque
cada cual siembra el maíz, caña dulce, y algunos frisoles
que necesita (que es a lo que se reducen las cosechas) y
si a algún mercader venden algunos de estos frutos no es
sino a cambio de cacao, de lienzo u otras cosas de esta
clase y sobre los carísimos precios a que corren los labra-
413
dores principalmente los de la jurisdicción de esta ciu-
dad son todos tan pobres y viven tan infelizmente que
solo son comparables con los ermitaños de la Tebayda y
por su desaliño desaseo y barbarie en que viven con los
moros argelinos porque no se encontraría entre millares
de ellos hombres y mujeres un par de zapatos o siquiera
un plato de loza o estaño en que comer y a este tenor es
todo su pasar, usos y costumbres ni en su abstinencia
habrán exéedicto aquellos grandes penitentes porque vi-
ven como ellos en el destierro de sus desiertos en unas
chozas pobrísimas, no comen más que algun maíz con la
salsa de algún poco de ají o pimienta y su vestir es
cuando más una chamarra de algodón bastísimo o unos
calzones de lo mismo o un hábito de jerga que los cubre
de pies a cabeza y como no haya cosa más natural que el
despecho en los que tienen hombres y no tienen que
perder desean ocasiones que puedan mejorar su suerte y
pudo su miseria (y así lo creemos) haber sido una de las
causas que los han precipitado porque el tabaco que a
28v diferencia del maíz porque sólo se co//sechaba en deter-
minados parajes de la jurisdicción de esta ciudad y por la
generalidad con que todo lo gastan era el fruto más
vendible que tenía, era por consiguiente cuando se les
permitía venderla con lo que se vestían y formaba para
ellos el único ramo de comercio. Informado Vuestra Ex-
celencia de lo que ha sido el motín sus autores y causas
que pueden haberlo movido los perjuicios que a Su Ma-
jestad podían y rogarse si Vuestra Excelencia les confir-
mará el permiso de que en esta jurisdicción cosecharan
sus tabacos, entendemos serían los siguientes si el permi-
so fuera Ilaño sin ninguna restricción para Su Majestad,
cuando menos en las dos tercias partes de la que ahora le
produce el estanco de tabaco en esta ciudad y su juris-
dicción y en la Villa de Medellín y sitio de Rionegro
porque aunque en estas dos últimas jurisdicciones gustan
poco del que se cosecha en ésta y las personas de algunas
conveniencias gastarían siempre del de Ambalema pues
así sucedía antes que este ramo se estancase por el Rey
cuando aquí se permitía la siembra ; como por una parte
los sujetos acomodados son los menos y la diferencia de
los precios con que lo comprarían a Su Majestad y po-
drían venderles los de aquí es tan grande, los más com-
prarían sólo el de ésta, si se les concediera con arreglo y
sujeción a lo que el cabildo de esta ciudad pidió a Vues-
tra Excelencia en su representación que hizo en 18 de
414
febrero de 1778 que es lo pedido por los amotinados y
29r lo que pidió entonces el// cabildo que a los cosecheros de
ésta se les permitiera la siembra del tabaco para el gasto
de esta provincia ofreciendo dar el necesario a los pre-
cios siguientes: el principal y desecho y bueno a 2 pesos,
4 tomines de oro la arroba y el demás de esta calidad
para abajo excepto el ínfimo bajero que se había de
quemar a un peso la arroba y, de cuenta de Su Majestad,
se había de vender el que comprase a dos pesos, cuatro
tomines a cinco y el que a uno a dos, cuya ganancia era
la de un ciento por ciento sin deducir los gastos de la
administración no podremos decir con fijeza lo que en
ésto podría venir a ganar o perder Su Majestad porque el
administrador del tabaco no ha dado sus cuentas en es-
tas cajas y era menester saber a cómo compra Su Ma-
jestad el de Ambalema y lo que tiene de costos de con-
ducción, mermas y pérdidas hasta ponerlo aquí pero
sería fácil con estos informes, que podían darse por la
administración principal de Honda calcular la diferencia
e igualar está computando para ello los gastos de con-
ducción y avería que aquí se iban a ahorrar; más aún en
este caso sería más de sentir que la cosecha de tabaco
que se permitiera a los de esta jurisdicción fuese a sólo
éstos y para sólo su consumo, ya porque son por la
esterilidad del terreno y su ninguna industria los más
necesitados, ya porque los de Medellín y Rionegro no
gustando del tabaco que aquí se coge, resistirían quizá
se les abasteciese de él y ya porque viniendo a ser menos
el que sembraran para sólo Antioquia y su jurisdicción
29v se haría más fácil contener el contrabando arreglando//
respectivamente las siembras a cada labrador, las cuales
podrían reconocerse por la administración del tabaco a
los tiempos de sembrarlo y cosecharlo quemando el so-
brante e impedirse que este se introdujera en los territo-
rios de Medellín y Rionegro, en consecuencia la superio-
ridad de Vuestra Excelencia podrá providenciar lo que
juzgase más conveniente; si Vuestra Excelencia eligiere
castigar y contener los amotinados para reducirlos á lo
mandado, nos parece no queda a Vuestra Excelencia
otro arbitrio que el que autorice y haga respetar al go-
bierno de la provincia mandando para ello trecientos
hombres de tropa y doscientos fusiles más son sus co-
rrespondientes fornituras a poder armar; otros tantos de
los sujetos de confianza y amantes de la causa del Rey
que aquí podían hallarse, porque ya ésto no está eh
415
estado de gobernarse por solos despachos y reales provi-
siones que a no tenerles cuenta no obedecerían y si
Vuestra Excelencia no lo tuviere así a bien, porque con-
sidere el gasto extraordinario que podría ofrecer ésto y
que excedería sin duda a lo que pudiere adelantarse o no
pudiere por las actuales circunstancias de la guerra y
necesitar de la gente en esa plaza y quisiere preferir los
medios suaves y políticos con que podrá conseguirse el
mismo fin a nosotros tampoco nos parece estos indables.
416
tad y con los cuales con unos podrá introducirse alguna
industria de que necesitan y que es una de las muchas
que hay y deben adaptarse por compatibles con los mu-
tuos intereses de la España y la América, con otros po-
dría aumentarse la agricultura, con otros se fomentarían
las minas y los derechos reales que de estos ramos dima-
narán y no siendo para la ejecución de estos arbitrios
necesario que ni el Rey ni el vasallo tengan tampoco que
gastar un real serían del gusto de todos y serían a nues-
tro entender el medio más seguro de perpetuar la fideli-
dad, amor y subordinación conveniente a Su Majestad
pues es principio político que el freno mayor y más fijo
para el hombre ha sido, es y será siempre su propia y
respectiva conveniencia su bienestar y el temor de no
perder éste. Dios guarde a Vuestra Excelencia muchos
años. Antioquia, octubre 8 de 1781. Excelentísimo Se-
ñor Don Cayetano Buelta Lorenzana. Excelentísimo Se-
ñor Don Manuel Antonio Flórez.
Simón Robledo
Escribano Público y del Cabildo
417
AUTO DEL GOBERNADOR Y DEL CABILDO
DE ANTIOQUÍA POR MEDIO DEL CUAL
EL VIRREY MANDA SUSPENDER LA
PUBLICACION Y CUMPLIMIENTO DE LAS
CAPITULACIONES HECHAS POR LOS LEVANTADOS
EN LA PROVINCIA DEL SOCORRO
1781
419
lencia previene a este insigne cabildo, suspenda el cum-
plimiento y publicación de las capitulaciones hechas a
pedimiento del comandante general de las comunidades
de la Villa del Socorro y San Gil, confirmadas por los
señores del Real Acuerdo de Justicia, de dicha ciudad de
Santa Fe, como ejecutadas más a impulso de la fuerza
que de la razón y justicia", como más por extenso cons-
u de la ciiada superior orden de Su Excelencia "la cual
lv ha sido obedecida por dichos // señores gobernador y
capitulares de este insigne cabildo" y en su consecuencia
"mandaron se le dé el más debido cumplimiento según.
en ella se previene y que sacándose por el presente escri-
bano copia legalizada de este auto de obedecimiento se
dirija con la correspondiente misiva a manos de su Exce-
lencia para que le conste quedar cumplida; así lo prove-
yeron, mandaron y firmaron Sus Señorías por ante mí
de que doy fe.
420
ORDEN SUPERIOR DEL VIRREY
POR MEDIO DE LA CUAL CONCEDE A LOS
COSECHEROS Y SUBLEVADOS DEL TABACO
QUE EL PRODUCTO QUE TIENEN SEMBRADO
LO LLEVEN A LA ADMIN1STRACION Y SE LES PAGUE,
PROHIB1ENDOLES QUE VUELVAN A SEMBRARLO
1781
421
En mi carta de 6 de julio, dirigida al cabildo, justicia,
regimiento de esa ciudad, está bien patentizada la noto-
ria nulidad y sumo desacato que inducen las capitulacio-
nes que en un fatal momento de violencia, se concedie-
ron a los socorreños, quienes ya las conocen y en ningu-
na parte han tenido ni tienen observancia y por lo mis-
mo, encargo mucho al gobernador, se dedique con la
actividad y celo que corresponde, a desimpresionar las
equivocadas idas esparcidas en esa plebe, valiéndose pa-
ra ésto y para inspirar la fidelidad y amor al soberano de
la autoridad de los curas, personas eclesiásticas y vecinos
honrados, dando las gracias en nombre de Su Majestad a
lv los que han/ distinguido en sostener la buena causa, y
animándolos a que prosigan defendiéndola, con el con-
cepto de que tendré presente el particular mérito que en
ello contraigan. Por un efecto de benignidad y sin que
sirva de ejemplar apruebo el permiso concedido por el
gobernador de esa provincia, para que los que tenían
sembrados tabacos prosiguiesen en su beneficio; con tal
de que registren en esa Administración las porciones que
cada uno tenga, y a su tiempo las entreguen para que se
vendan en los Reales estancos, bajo las mismas reglas
que se observaron en el año de 1778. Pero advirtiendo a
los dichos cosecheros, y a todos los demás vecinos y
habitantes de esa provincia, que en lo sucesivo observa-
ran religiosamente, la absoluta prohibición de siembras,
bajo las penas establecidas en las Nuevas Instrucciones
aprobadas por Su Majestad.
422
tan poca cosa que apenas alcanzarían a sufragar los gas-
tos de la administración.
Juan de Casamay-or.
423
esta junta, con la separación de asuntos y posible breve-
dad que manda.
424
vecinos y habitantes de esa provincia, que en lo sucesivo
han de observar religiosamente la absoluta prohibición
de siembras, bajo las penas establecidas en las nuevas
instrucciones aprobadas por Su Majestad. Y para que en
los partidos expresados, llegue a noticia de todos sus
habitantes la gracia y la piedad de Su Excelencia, se ha
dignado concederles en los términos expresados, se pu-
blicará y fijará por nueve días en las parroquias de di-
chos partidos, expresando este gobierno que los vecinos
y habitantes en ellos, no abusen de la benignidad con
que se les ha mirado y que en agradecimiento, den las
muestras de leales y obedientes vasallos de nuestro cató-
lico monarca, y cumpliendo prontamente con lo que por
Su Excelencia se ordena y manda, bajo el apercibimiento
que si se notare alguna contravención a sus superiores y
justos mandatos, serán tratados como rebeldes los con-
traventores, y quedarán privados del perdón concedido
en el referido indulto, previniendo a dichos cosecheros
de tabaco, que dentro de ocho días siguientes al de la
publicación del bando, entreguen todo el tabaco que
hayan cogido, en el estanco de esta ciudad, cuyo admi-
nistrador satisfará prontamente en oro en polvo el im-
porte del que le entreguen, a los mismos precios que se
les pagó el año de setenta y ocho, cuando se estableció
por cuenta de Su Majestad dicha venta en esta provincia,
lo que cumplirán con apercibimiento, que a más de ser
4v reputados// por rebeldes y contraventores, incurrirán en
las penas impuestas en la instrucción de la renta de taba-
co contra los defraudadores de ella, y para prueba de su
cumplimiento, en lo sucesivo arrancarán y deceparan
dentro de dicho término, los tabacales que tengan se,m-
brados nuevamente y entregarán las semillas que tuvie-
ren en su poder para sembrar colino, al administrador
del estanco de esta ciudad, quien llevará apunte de los
que con el tabaco las entregasen, para cuyo efecto y
prontamente pague el impuesto del tabaco que le entre-
garen. Se le pasará copia de esta providencia y para que
le sirva de comprobante en sus cuentas y otra al adminis-
trador de Medellín, adonde es subalterno el estanco de
esta ciudad, para que en el caso de no tener oro éste,
para pagar el tabaco que le entregare dichos cosecheros,
le remita el que fuere necesario, previniéndoles a uno y
otro, que el que así se comprare, se debe vender a los
mismos precios que el de su clase se vendía en dicho año
de setenta y ocho, y para que se reciba en el estanco de
425
5r esta ciudad con la// formalidad que el referido año de
setenta y ocho, asistirá a su entrega y reconocimiento en
calidad de interventor, Don José Marulanda, guarda de
la rentas de alcabalas de esta ciudad, quien firmará las
partidas del que después de reconocida su calidad y clase
de reuniese en dicho estanco. Y para la publicación del
referido bando se sacarán cuatro copias de este auto,
Para las justicias del Sacaojal, Sopetrán, San Jerónimo y
Río de cauca arriba, y éste se publicará en la misma
conformidad en esta ciudad. Y dichas justicias pasado el
término asignado, darán cuenta a este gobierno con las
diligencias originales que acrediten su cumplimiento, y a
su tiempo se dará con ellas al excelentísimo Señor Vi-
rrey, para su superior inteligencia.
6r Robledo.//
426
Al alcalde juez pedáneo del partido de Sopetrán, don
Pablo de Avila, hago saber cómo, en virtud de superior
carta orden, del excelentísimo señor virrey de este reino,
hecha en Cartagena, a tres de diciembre último, recibida
en junta de Real Hacienda de esta ciudad,_por el correo
ordinario que llegó a ella, el día veinte del corriente mes
de enero y trata del indulto general concedido por su
excelencia a los cosecheros de tabaco que concurrieron
tumultuosamente al levantamiento ejecutado en el mes
de Septiembre de dicho año de ochenta y uno, y de el
permiso que se les concedió para la cosecha de dicho
tabaco con motivo de el referido tumulto, en cumpli-
miento de la citada superior orden, para que llegue a
noticia de todos tuve a bien, con fecha de 20 de dicho
mes de enero, proveer el auto del tenor siguiente:
427
tiempo las entreguen para que se vendan en los reales
estancos bajo las mismas reglas que se observaron en el
año de 1778, pero advirtiendo a los dichos cosecheros y
a todos los demás vecinos y habitantes de esa provincia,
que en lo sucesivo han de observar religiosamente la
absoluta prohibición de siembras, bajo las penas estable-
cidas en las nuevas instrucciones aprobadas por Su Ma-
jestad.
428
y para que le sirva de comprobante en sus cuentas y otra
al administrador de Medellín adonde es subalterno el
estanco de esta ciudad, para que en el caso de no tener
oro éste, para pagar el tabaco que le entregaren dichos
cosecheros, le remita el que fuere necesario, previnién-
dole a uno y otro que el que así se comprare, se debe
vender a los mismos precios que el de su clase se vendió
en dicho año de setenta y ocho y para que se reciba en
el estanco de esta ciudad con la formalidad que el referi-
do año de setenta y ocho, asistirá a su entrega y recono-
cimiento en calidad de interventor, Don José Martínez,
guarda de la renta de alcabalas de esta ciudad, quien
firmará las partidas del que después de reconocida su
calidad y clase, se recibiese en dicho estanco, y para la
publicación de el referido bando, se sacarán cuatro co-
pias de este auto, para las justicias del Sacaojal, Sope-
trán, San Jerónimo, Río arriba de cauca, y éste se publi-
cará en esta ciudad y dichas justicias. Pasado el término
asignado, darán• cuenta a este gobierno con las diligen-
cias originales que acrediten su cumplimiento, y a su
tiempo, se dará con ellas al excelentísimo Señor Virrey,
para su superior inteligencia. Así lo proveyó, mandó y
firma, Su Señoría el señor don Cayetano Buelta Lorenza-
nal capitán del regimiento provincial de León, goberna-
dor y comandante general de esta ciudad y su provincia,
por ante mí, de que doy fe. Don Cayetano Buelta Lo-
renzana. Simón Robledo, Escribano Público y de Cabil-
do.
Por su mandado
Simón Robledo Escribano Público y de Cabildo/.
429
cuya atención debía de mandar y mando se publicase y
publicado que sea, quedase de esta suerte acreditado su
puntual cumplimiento. Así lo proveí, mandé y firmé,
con testigos por falta de escribano.
Pablo de Avila, . •
Tgo. Manuel Salvador Galván y Espinosa.
Tgo. José Javier Domínguez.
Avila.
9r Pablo de Avila//
430
dad, por el correo ordinario que llegó a ella el día 20 del
corriente mes de enero y trata del indulto general conce-
dido por Su Excelencia a los cosecheros de tabaco que
concurrieron tumultuariamente al levantamiento ejecu-
tado en el mes de septiembre de dicho año de ochenta y
uno y del permiso que se les concedió para la cosecha de
tabaco, con motivo del referido tumulto, en cumpli-
miento de la citada superior orden; para que llegue a
noticia de todos, tuve a bien con fecha de 28 de dicho
mes de enero, proveer el auto del tenor siguiente:
431
na, capitán del regimiento provincial de León, goberna-
dor y comandante general de esta ciudad y su provincia,
y ante mí que doy fe, Don Cayetano Buelta Lorenzana,
Simón Robledo escribano público y de cabildo, que es
dado y librado en esta ciudad de Antioquia en primero
de febrero de mil setecientos y ochenta y dos años,
firmado y refrendado en la forma ordinaria.
432
jurisdicción no sea ninguno osado de sembrarlo, y si
alguno tuviere la audacia de prescribir la siembra, proce-
deré contra él como contraventor a las superiores orde-
nes y defraudador de las rentas reales, así lo proveo,
mando y firmo con testigos, por distancia de escribano.
433
rán las semillas que tengan en su poder para sembrar
colino, al administrador del estanco de esta ciudad, que
llevará apuntes de los que con el tabaco las entregaren
para cuyo efecto y que prontamente pague el importe
del tabaco que le entregaren, se le pasará copia de esta
providencia y para que le sirva de comprobante en sus
cuentas. Y otra al administrador. subdelegado de Mede-.
Ilfn a donde es subalterno el estanco de esta ciudad, para
que en el caso de no tener oro éste para pagar el tabaco
que le entregaren, dichos cosecheros, le remita el que
fuere necesario, previniéndoles a uno y otro que el que
así se comprare, se debe vender a los mismos precios que
el de su clase se vendió en dicho año, de setenta y ocho,
y para que se reciba en el estanco de esta ciudad con la
formalidad que el referido año de setenta y ocho asistirá
a su entrega y reconocimiento en calidad e interventor
Don José Martínez, guarda de la renta de alcabalas de
esta ciudad, quien firmará las partidas del que, después
de reconocida su calidad y clase, se recibiere en dicho
estanco. Y para la publicación del referido bando, saca-
rán cuatro copias de este auto, para las justicias del Sa-
caojal, Sopetrán, San Jerónimo, Río arriba de Cauca, y
éste se publicará en la misma conformidad, en esta ciu-
12v dad. Y dichas justicias//.
434
En dicho día se publicó el bando, según tengo mandado
en el auto que antecede, lo que anoto y firmo y se fijó
en las puertas de la cárcel.
Jaramillo
435
semilla y el que cogió lo gastó del mismo modo; item
Felipe Jaramillo trajo semilla y que el tabaquitó que
cogió lo vendió a Basilio Jaramillo, que fueron diez li-
bras; item Nicolás de Vargas trajo semilla y que el taba-
co que cogió lo vendió .en Sabanalarga y fue un cuarte-
rón; item Manuel Ruiz trajo semilla y confiesa que el
tabaco que cogió lo vendió en Urrao a Sebastián Monto-
ya; item Miguel García trajo semilla y confiesa que el
que cogió, lo gastó en su uso; item Nicolás Rodríguez y
confesó que el que cogió fueron seis pesos y lo vendió a
Bernardino Holguín ; item José Antonio Rodríguez trajo
semilla y confesó que lo que cogió fue media arroba y la
vendió a Basilio Jaramillo; item Gervasio de Cárdenas
trajo semilla y confesó 'qué el que cogió fue media arro-
ba y la vendió a Basilio' Jaramillo. Y hasta hoy día de la
14r fecha que abajo diré no han// concurrido mas sujetos
que los dichos y para que conste lo firmo yo Francisco
Javier Jaramillo, juez pedáneo de este partido, con ad-
vertencia de que los cosecheros que sembraron tabaco
en dichos•partidos, se hallan presos de orden de Su Seño-
ría el señor gobernador, en la ciudad de Antioquia: Juan
de Lastra, Ignacio Montoya, Ignacio de Vargas, Pablo
Flórez, Lorenzo Agudelo y José Agudelo ; y otros no
cogieron el que tenían sembrado porque antes del levan-
tamiento se arrancaron de orden de Su Señoría, losuba-
cales que tenían, de que se movió la sedición por aquel
motivo. Y también se hallan ausentes otros varios cose-
cheros, después de la prisión de los que quedan expre-
sados, con el recelo de que con ellos se hiciese lo mismo
y por dicho motivo no concurrieroni más que los que
quedan mencionados y para que conste, doy la presente
certificación en este sitio del Sacaojal, en lo. de marzo
de este año de 1782 y lo firmo.
436
zo Espinosa, Thelmo Chica, Juan de Sanpedro, Gabriel
Duarte, José Pimienta, Eugenio Díaz, Juan Cruz Gonzá-
lez, Francisco Chavarría, Luis Hidalgo, los que fueron
reconvenidos a que entregaren la semilla, y se denegaron
diciéndome no haberlo sembrado después del estanco,
por cuya causa no la tenían, la que firmo para que cons-
te.
437
fin de que le sea constante el cumplimiento de su supe-
rior orden,de tres de diciembre del año inmediato pasa-
do de 81 y la otra al señor regente visitador general por
Su Majestad en este Nuevo Reino a cuyo cargo se halla la
superintendencia general 'de Real Hacienda a fin de que
siéndole también constante haberse entregado la siembra
de dicho tabaco, pueda prever a este gobierno lo que
tuviere por conveniente para su observancia.
438
signo en esta dicha ciudad, en el expresado día 2 de abril
del año de 1782
Simón Robledo.
Escribano Público y de Cabildo.
Robledo.//
439
TESTIMONIO DE UN EXPEDIENTE RELATIVO
AL LEVANTAMIENTO O INSURRECCION DE
ESCLAVOS EN LA PROVINCIA DE
ANTIOQ UIA
1782
441
consecuencia del aviso que le comunicó el Doctor Don
Sancho Londoño, en carta del nueve del corriente, que
Su Señoría recibió el día catorce, acerca de la subleva-
ción intentada por los negros esclavos para proclamar la
libertad por bien o por mal, como en dicha carta se
2r expresa, y se pondrá por cabeza de este/ expediente,
sobre cuyo asunto, y para evitar con tiempo una suble-
vación tan peligrosa, como perjudicial a los intereses de
Real Hacienda y a los del público, y contener los insul-
tos que podrían cometer con su barbarie, dichos escla-
vos, ha procedido inmediatamente Su Señoría a la averi-
guación del caso, con aquel sigilo y precaución, que para
conseguirlo se requieren. Y habiendo logrado noticias
bastante evidentes de ser cierto que los referidos escla-
vos intentaban sublevarse, y en virtud de ellas, haber
arrestado a algunos de los esclavos contra quienes resul-
taron ser principales cabezas del levantamiento, y otros
2v que como cómplices, en tan enorme delito/ también se
hallan arrestados, y como para la justificación formal de
sus intentos y descubrir los demás que hayan convidado
con éstos en la sublevación, así para castigar a los que
resulten reos, a proporción del delito de cada uno, corno
para que sabiendo "el número de los conspirados, se pue-
dan precaver en tiempo los insultos que puedan come-
ter, conviene que sin pérdida de tiempo se reciban las
declaraciones judiciales a los que se hallan arrestados,
haciéndoles las preguntas convenientes, para la mejor
claridad de sus éxposicioner y verificar en todo la ver-
3r dad, procediendo a recibir la's de otras personas/ de quie-
nes se tenga noticia, puedan saber en el asunto los inten-
tos de dichos esclavos y de sus cómplices y auxiliadores,
y con vista de lo que resultare se reserva proveer lo que
corresponda en justicia. Así lo proveyó, mandó y firmó
Su Señoría, por ante mí, el presente escribano, de que
doy fe.
442
3v referido Maestro, la sublevación intentada/ por varios
esclavos de esta ciudad, para que evitase los perjuicios
que podrían ocasionar, de que el expresado Don Juan
José de Lora, inmediatamente dio noticia a Su Señoría,
en cuya virtud, con asistencia de mí el infrascrito escri-
bano, pasó a la casa del referido Maestro y, habiendo
precedido la demostración política que corresponde a su
estado y circunstancias, inmediatamente puso a presen-
cia de Su Señoría dicho mulato Manuel Marín, dándole
licencia para que declarase lo que supiere en el asunto;
para lo cual Su Señoría le recibió, por ante mí, juramen-
to conforme a derecho, que lo hizo por Dios Nuestro
Señor y una señal de cruz, bajo el cual prometió decir la
4r ver/dad, en lo que la supiere y le fuere preguntado y,
siéndolo de si sabe que los negros esclavos de esta ciudad
y otros parajes tenían intentado sublevarse y proclamar
la libertad por bien o por mal; diga quiénes y desde qué
tiempo lo sabe, dijo, sabe que varios esclavos tenían •
intentado levantarse para proclamar la libertad y pedir
una Cédula que decían había en el Cabildo de esta ciu-
dad a favor de ellos, Y que ésto lo sabe porque yendo a
los minerales de las Petacas, se lo dijeron unos hombres
libres, que no los ha conocido y que ésto habrá cosa de
catorce días; y que el mulato Pelayo, esclavo también de
4v su amo, le oyó decir que se habían de levantar/ y que
solicitó al declarante para que les ayudase a dicho le-
vantamiento y, habiéndole respondido que no, le dijo
dicho Pelayo que los esclavos que no entraran en el
levantamiento por bien, les habían de hacer entrar por
mal, y que le han dicho los libres que ha referido de "
Petacas, que estaban nombrados para capitanes del le-
vantamiento de los esclavos, el referido Pelayo, Javier
García, esclavo de Juana García, José esclavo del Padre
Don Salvador de Lastra, y uno de los esclavos de Pablo
Zarrazola, que no sabe cuál es y José, esclavo de la he-
rencia del difunto Padre Díaz.
443
Preguntado si sabe qué otros esclavos están comprendi-
dos en el levantamiento o fuesen sabedores de él, dijo
que en cuanto a saber si había más esclavos comprendi-
dos en el levantamiento, no lo sabe con certeza, pero sí
ha oído decir que todos estaban convidados para ejecu-
tarlo dicho día de año nuevo y responde que lo que lleva
5v dicho/ y declarado es la verdad y lo que sabe en fuerza
del juramente hecho en que se afirmó y ratificó, siéndo-
le leída ésta su declaración. Dijo ser de edad de veinte
años, no lo firma por no saber, lo hace su amo Don Juan
José de Lora, con Su Señoría, por ante mí, el escribano
que doy fe.
444
drés, con los otros, se quedaron atrás y que si alguna
cosa más se explicaron, sería con su compañero Casimi-
ro quien podrá explicarlo. Y que entre lo que le oyó esa
noche al dicho negro Javier García, de que se querían
levantar por la libertad, le reconvino el declarante que
Tr para qué era aquello, teniendo el dicho Javier/ una se-
ñora tan buena y que ya le tenía dada la libertad, a que
le respondió, dicho Javier, que así era pero que, si veía a
sus compañeros empeñados, cómo no les había de ayu-
dar y que les daba a saber cómo llevaba cartas para los
minerales de Rionegro y Marinilla, para donde iba con
unas cartas, dirigidas a convocar los esclavos de aquellos
parajes para la sublevación.
445
declarados. Dijo que aunque es cierto, oyó lo que lleva
declarado, por no haberle dado asenso a que aquello
pudiera ser cierto, lo tomó como cosa de cuentos o
habladurías y que por ello no se consideró obligado a
8v decirlo/ a su amo ni a nadie y mucho menos, porque el
declarante ni sus compañeros (aún cuando fuera cierto)
nunca hubieran entrado en semejante absurdo. Y que lo
que lleva dicho y declarado es la verdad y lo que sabe, es
fuerza del juramento que hecho tiene, en que se afirmó
y ratificó, siéndole leída ésta su declaración, siendo de
edad, al parecer, de veinticinco a veintiseis años, no lo
firma porque dijo no saber, por él lo hace el dicho su
amo, junto con Su Señoría, por ante mí, de que doy fe.
446
lOr de los días de ésta era la libertad/ que le había dado y
que también le contó al declarante el citado mulato An-
drés que ellos tenían su seguro de salir bien del levanta-
miento. porque Don Esteban Gracet se lo aseguraba y
que dicho Gracet había escrito unas cartas a Pelayo,
esclavo del dicho Maestro Lora para la convocatoria de
los esclavos de Rionegro las que llevaba dicho negro
Javier García y que también le contó dicho Andrés al
declarante que el citado Pelayo costeaba el paso real de
Cauca para los negros que vinieran de afuera y que así
mismo le dijo dicho Andrés al declarante que aunque él
les había dicho que entraba, ya no entraba porque duda-
10v ba cómo saldrían./
447
D en 1 e rad ton de En el mismo día, mes y año, en prosecución de esta
Crisóstomo, de
Don Luís Porto
sumaria, compareció ante Su Señoría, Crisóstomo, escla-
II v vo de Don Luis Porto, y con licencia de/ éste y adverti-
do de la gravedad y religión del juramento, Su Señoría,
por ante mí, se lo recibió y lo hizo, según derecho, por
Dios Nuestro Señor y una señal de cruz, bajo el cual
ofreció decir verdad en lo que supiere y le fuere pregun-
tado.
448
13r oportunamente/ pudieran remediar los daños que se ha-
bían de ocasionar con un levantamiento tan peligroso,
dé razón por qué no lo ejecutó. Dijo que no había adver-
tido que lo debía de avisar porque a conocer que debía
hacerlo, no lo omitiría y que por falta de advertencia no
dio el aviso que dice la pregunta y que lo que lleva dicho
y declarado es la verdad 'y lo que sabe, en fuerza del
juramento hecho en que se afirmó y ratificó siéndole
leída ésta su declaración; dijo ser de edad de veintinueve
años, no lo firma por no saber; por él lo hace el dicho su
amo, con su Señoría, por ante mí de que doy fe.
449
conversación le dijo que hiciera un queso para el día de
inocentes y siguió su camino y responde.
450
claraciones que por mí el escribano le fueron leídas, dijo
ser cierto haber pasado la conversación en los términos
que en ella se refiere y que lo referido por el declarante
en cuanto a que el esclavo Pelayo pagaba el paso real de
Cauca a los esclavos que concurriesen de afuera de esta
ciudad al levantamiento, se lo oyó al mismo Pelayo y
que en cuanto a las cartas que llevaba el esclavo Javier
16v García no las vió el que declara/ y sólo lo sabe porque el
mismo Javier le dijo que dicho Pelayo le había dicho
que le daría una carta para convocar al levantamiento a
los esclavos de los minerales de Rionegro y Marinilla y
que en todo lo demás están dichas declaraciones confor-
mes a la verdad de lo que hablaron en el Cabuyal los
expresados Javier García, Narciso, Casimiro y el decla-
rante y responde.
451
nos que lo lleva declarado y que lo que lleva dicho y
declarado es la verdad en fuerza del juramento que tiene
hecho en que se afirmó y ratificó, siéndole leída ésta su
declaración. Dijo ser de edad como de veinticuatro años,
no lo firma por no saber, a su ruego lo hace Don Nicolás
de Lara con Su Señoría, por ante mí de que doy fe.
452
Auto 19v En la ciu/ dad de Antioquia, a 19 días del mes de Di-
ciembre de este año de 1781, el señor Don
Cayetano Buelta Lorenzana, Capitán del regi-
miento provincial de León, Gobernador y Coman-
dante General de esta dicha ciudad y su provincia, por
ante mí el escribano, dijo que por cuanto teniendo reser-
vadamente dado las providencias más estrechas para la
prisión de un mulato llamado Pelayo, esclavo del Maes-
tro Don Antonio de Lora y de otros esclavos que resul-
tan reos en estos autos por el levantamiento que tenían
intentado para proclamar la libertad por bien o por mal
99r y no/ pudiendo ser habido a prisión por haber hecho
fuga el expresado Pelayo, uno de los más principales
reos; habiendo pasado a la casa de Su Señoría el señor
Doctor Don José Salvador Cano, cura vicario y juez ecle-
siástico de esta ciudad a insinuarle cómo el referido Pela-
yo se había valido de cierta persona de confianza para
que reservadamente, con todo sigilo hablase a dicho vi-
cario para que con él mismo le hiciese el favor de notifi-
car a Su Señoría y suplicarle a fin de que se sirviese
perdonarle la pena en que ha incurrido por el levanta-
miento intentado con los demás esclavos, se presentaría
zov y declararía todo cuanto para dicho/ levantamiento te-
nían intentado y acordado los referidos esclavos de lo
que en el asunto fuese sabedor y descubriría los reos que
como él ha sabido, incurrieron en el mismo delito, y en
vista de la noticia que antecede, considerando Su Seño-
ría lo difícil de conseguir la prisión de un reo que no se
podía saber su paradero, por medio de dicha noticia ni
por otro, en la presente ocasión y considerando también
que, siendo el levantamiento de los esclavos sumamente
peligroso y perjudicial a esta Real Hacienda y al público,
por el crecido número de ellos que hay en esta provincia
21r y según el padrón último pasan de cinco mil/ y mucho
más por resultar de los autos bastantes pruebas de que la
sublevación era general y por lo mismo más temible y
para que en tiempo oportuno se pudiese cortar tan grave
daño y arrestar a las personas de los principales reos,
cabezas del levantamiento y dar las demás providencias
convenientes para la seguridad de la república y dueños
de esclavos; ha tenido Su Señoría por conveniente conce-
derle el perdón que ha solicitado en cuanto a la pena
capital, si resultare mérito para ella, la de azotes y otra
cualesquiera de mutilación de miembro o efusión de san-
gre con la expresa condición de que el referido esclavo
453
21 v Pe/layo ha de cumplir con lo que ofrece de presentarse
preso y decir la verdad de todo lo que supiere en el
asunto del levantamiento, así por lo tocante a los com-
prendidos en él, como a los intentos que para ejecutarlo
tenían premeditados y, si para ello han sido inducidos o
aconsejados de algunas personas expresando las que lo
fueron, con apercibimiento que si resultare justificado
faltar a la verdad en lo que tiene ofrecido en materia
sustancial o grave, no le servirá el perdón que le está
concedido en manera alguna; en cuya inteligencia se le
22r dará esta noticia por medio de dicho señor/ vicario para
que si, en virtud de ella quisiere presentarse, lo•ejecute
y, de lo contrario, si no lo hiciere, se proseguirá en
perseguirlo hasia tanto que se verifique el arresto de
su persona y, si conformándose con lo mandado,
recurriere a presentarse, según tiene ofrecido, se pondrá
por diligencia y, después de asegurada su persona, se le
recibirá declaración conforme a derecho, siendo la princi-
pal pregunta si lo que va relacionado con este auto es lo
mismo que él prometió y por este gobierno se le conce-
dió, lo que se ejecutará con asistencia de Don Juan José
22v de Lora y Nuño, vecino de esta ciudad/ y hermano del
expresado Maestro Don Antonio de Lora, presbítero,
quien ante el presente escribano dijo a Su Señoría que
para la sustanciación de esta causa contra sus esclavos se
entendiesen todas las diligencias con el referido su her-
mano, para cuyo efecto le daba todas sus facultades,
acción y derecho de lo cual, así lo certificará a continua-
ción de este auto dicho escribano. Así lo proveyó, man-
dó y firma Su Señoría, por ente mí de que doy fe.
454
se entendiesen con su hermano, Don Juan José de Lora
y Nuño, a quien para ello tenía conferidas y de nuevo le
confiere para el asunto, todas sus facultades, acción y
derecho, y por haber pasado así, según queda relaciona-
do, en cumplimiento de lo mandado en el auto que
23v antecede lo/ certifico, firmo y signo, en dicha ciudad, a
19 de Diciembre de 1781. años.
Diligencia de ha- En el mismo día, mes y año, como a cosa de las nueve y
berse Presentado media de la noche, yo el escribano doy fe de que el
Pelayo.
referido esclavo Pelayo se presentó ante Su Señoría, en
la casa de su habitación y a su disposición, en cumpli-
miento de lo que había ofrecido y Su Señoría lo mandó
conducir preso a una pieza separada en el colegio de esta
ciudad que sirve de cárcel, por no haber otra segura para
los muchos reos que en el día se hallan presos, en donde
quedó entregado a los guardas en la referida pieza, con
24r una barra de grillos/ y se les entregó la llave de ella, para
que conste lo pongo por diligencia y firmo, en dicho
día, mes y año.
Simón Robledo.
455
19 del corriente y se le concedió en los mismos
y con las condiciones que en él se expresan, para
cuyo efecto, por ante mí el escribano, le ha sido leído
en clara e inteligible voz, de que bien enterado de todo
su contenido dijo ser cierto todo lo que en él se refiere,
25r así por lo tocante a lo ofrecido por el declarante/ para
conseguir el perdón que ha solicitado, como por la con-
cesión de éste con las condiciones que Su Señoría en él
refiere, bajo cuyo concepto, cumpliendo con parte de lo
que 'había ofrecido, en aquella buena fe de conseguir
dicho perdón, se presentó en la noche del mismo día,'a
la disposición de Su Señoría, con ánimo de cumplir con
lo demás que tiene ofrecido y responde.
456
7S había cosa de un mes, que el declarante habiendo/ ido a
buscar una yegua a las tierras de la Puttinga, pasando
por la estancia del Espinal que también es del referido
Padre Lastra, encontrando en ella a otros dos esclavos
del mismo Padre, llamados José y Martín les dijo que
fueran a pedir al cabildo la dicha Cédula, a que respon-
dieron que estaban prontos y que era cierto que estaba
en el cabildo, que así lo decía dicho Gracet; y entonces
el declarante le dijo al esclavo José que por ser más
viejo, estaba bueno para capitán y que hiciera cabeza de
los demás esclavos; y aunque dijo dicho esclavo José que
27r estaba viejo, con todo eso, aunque/ aceptó el ser capi-
tán, se ofrecía a concurrir al levantamiento, y también
convidó el declarante para el mismo intento a otro mula-
tico llamado Paulino, en el paso real de Cauca y es escla-
vo de Pablo Zarrazola, quien también se ofreció a concu-
rrir a lo mismo; que lo mismo ejecutó con un esclavo del
señor Vicario, llamado Salvador quien le dijo que bueno
estaba, que asistiría;y lo mismo ejecutó con un mulato
llamado José perteneciente a la testamentaria del Padre
Díaz, cura de San Jerónimo el cual aceptó prontamente
entrar en dicho levantamiento y también a convidar los
compañeros de todo el partido de San Jerónimo que
27v encontrara según le encargó el declarante/ y después ha
sabido el declarante que el dicho mulato José pasó a
convidar, para el mismo fin de levantarse y juntarse los
esclavos a pedir dicha Cédula, a nombre del que declara,
según también le había prevenido, todos los esclavos de
los minerales que pudiese andar y sabe que pasó a este
fin con el pretexto de buscar amo, a los de San Jacinto y
de la Villa y con efeCto sabe, por haberlo dicho el referi-
do esclavo José, que los tenía convocados a todos los
que había encontrado, pero que no sabe cuántos ni quié-
nes y responde.
457
clarante acordado con el referido mulato José, del Padre
Día; y los cuatro esclavos del Padre Don Salvador de
Lastra, Lorenzo, Domingo, Martín y José, que así ellos,
como los demás que por su parte convocasen, se habían
28v de juntar todos en el camino /del paso a la entrada en la
ciudad, en el día de Año Nuevo, al tiempo que los seño-
res Gobernador y capitulares estuvieran en el cabildo
todos, como lo acostumbran para las elecciones de ofi-
cios concejiles y que el expresado Domingo del Padre
Lastra, dijo que entraría en dicho levantamiento, con-
forme fuera el escrito que para ello habían de llevar y
responde.
458
Preguntado si, en el caso de que no les admitiesen
80r el que pagasen tributo, como era regular/ admitirlo
por no haber tal Cédula, y si tampoco quisieran admitir-
los a trabajar en sus haciendas, en calidad de libres, por
el jornal de dos tomines, como así mismo no era regular
los admitiesen, cuál era el intento que tenían acordado
para mantenerse, dijo que, en los casos que dice la pre-
gunta tenían resuelto huírse a tierras remotas con sus
mujeres y familias, a donde pudiesen encontrarlas al pro-
pósito, para mantenerse en ellas libremente trabajándo-
las y siempre prontos en ellas a pagar el tributo a Su
Majestad, según les habían dicho constaba en la citada
Cédula.
1
claración, enterado de toda ella, dijo ser lo mismo que
tiene declarado y que en ello se afirma y ratifica y que
es de edad de treinta y ocho años poco más o menos; no
lo firma porque dice no saber, lo firmó a su ruego el
expresado Don Juan José de Lora y Nuño, con Su Seño-
ría, por ante mí de que doy fe.
459
pieza de su audiencia para dicho asunto, a un hombre
que de su orden se halla preso, al cual, habiéndole expli-
cado la gravedad y religión del juramento, se lo recibió
Su Señoría, por ante mí el escribano, por Dios Nuestro
Señor y una señal de cruz, bajo el cual prometió decir
verdad en lo que supiere y le fuere preguntado.
460
mente daría los dos tomines sino también diez pesos si
fuera cierto, con lo cual, sin tratar más del asunto, se
marchó el declarante para San Jerónimo y que no sabe si
estaba o no nombrado para capitán de los esclavos levan-
tados y responde.
461
de hacer la convocatoria para el levantamiento, si los
había convidado a todos y le respondió expresamente
que a todos los había convidado para dicho fin, dijo es
35r cierto, le dijo que en los referidos partidos los había/
convocado a dichos esclavos y que éstos pasaban de cin-
co mil, lo cual aunque se lo dijo así, por satisfacer el
encargo que le había hecho, no lo había ejecutado y
responde.
•
6. Preguntado qué día tenían determinado juntarse
para pedir la referida Cédula, dijo que el referido
Pelayo le había dicho que el día de año nuevo se habían
de juntar a pedir la referida Cédula y que para que todos
los que tenía convidados el declarante estuviesen pron-
tos aquél día, él despacharía peón a llamarlos y después
le dijo que no sabía si sería aquel día, porque tenía que
ir con su amo a matar un tigre a la hacienda de campo,
pero que él dispondría en tiempo el día que había de ser
y responde.
462
Lara, junto con Su Señoría por ante mí el escribano, de
que doy fe.
463
puede dar razón alguna acerca de lo que es preguntado y
responde.
464
Y siéndolo al tenor de la cita que en su declaración
a la segunda pregunta hace el referido José Ortiz
que por mí el escribano le ha sido leída y habiéndose
inteligenciado de su contenido, dijo que en cuanto a que
hubiese, el que declara, mandado al esclavo Prudente a
los salados de Noarque a llamar al referido José, no ha
sido así como éste dice porque sabiendo dicho Prudente
que el declarante anteriormente había solicitado noticia
del referido José, se lo insinuó o dijo de que lo buscaba
con cuyo motivo, por otro que ignora el declarante, es
40r cierto que el referido José Ortiz se vino/ de esta ciudad,
inmediatamente luego que llegó a ella mandó avisar al
que declara por un hermanito suyo llamado Vicente pa-
ra que viniese a hablar con él, y con efecto, vino y lo
encontró junto a la puerta principal de la casa de Don
Bernardo Martínez, a donde después de saludarse, le dijo
el declarante que ya había algunos días aunque pocos
que deseaba verlo porque Pelayo, su compañero y pa-
drastro le había encargado lo buscara a fin de decirle de
su parte si quería pasar a los minerales de Petacas y San
Jacinto y otros a convocar a los esclavos porque había
quien diera la Cédula de Su Majestad que mandaba que
40v los esclavos fueran libres pagando/ tributo como los in-
dios, a que le respondió el dicho José, que los iría a
convocar a todos y que sabe el declarante que con efec-
to pasó a convocarlos porque así lo dijo dicho José,
luego que volvió del viaje, al referido Pelayo, en presen-
cia del que declara, que los había convocado a todos
pero que no expresó el número a presencia del que de-
clara y que en cuanto a lo que en la referida cita declara
dicho José, de que el declarante le dijo que la dicha
Cédula se la había manifestado un escribano mulato es
supuesto y falso, porque no le dijo semejante cosa, por-
que lo que le dijo fue que la Cédula ahí estaba y ésto
41r porque se lo había/ dicho el referido Pelayo y que para
que la diera el dicho escribano, había de dar cada escla-
vo dos tomines a que respondió dicho José que sí los
daría pero que no hace memoria si dijo los diez pesos
que expresa en su declaración. Y que lo que lleva dicho
es lo que pasó en el asunto y responde.
465
que intentaban conseguir la libertad, porque sobre el
• asunto ha oído sólo a dicho Pelayo que habían de pre-
41 v sentar un escrito al cabildo pero que ignora lo/ demás
que teñían proyectado y responde.
466
Preguntado con qué motivo le dijo dicho Don Este-
ban Gracet lo que acaba de declarar acerca de la
libertad de los esclavos y cuánto tiempo y quiénes esta-
ban presentes, dijo que el motivo fue estar hablando del
levantamiento de los socorreños y en la conversación
dijo el expresado Don Esteban Gracet que si los'esclavos
hablaran para pedir la libertad, hallarían algún favor en
el cabildo para conseguirla y que ésto pasó habrá cosa de
tres meses poco más o menos en la misma habitación de
dicho Gracet quien lo refirió así a presencia de Luis
María Laynes y el que declara y responde.
467
Y siéndolo al tenor de la cita que de la tercera
pregunta consta de la declaración del dicho Pelayo,
que por mí el escribano le ha sido leída, enterado de su
contenido, dijo que en cuanto a lo que el referido Pela-
yo expresa de haber pasado de la ranchería de la cañada
de Canguerejo del amo del que declara, y haber propues-
45r to el que se viniesen con él/ para pedir una Cédula que
dijo estaba en el cabildo en la que concedía libertad a
los esclavos pagando tributo como los indios ha sido
cierto y, según refiere dicho Pelayo, pero que también lo
es, que Lorenzo, esclavo del referido Maestro le respon-
45v dió quella Cédula ahí/ estaba en cabildo, que así lo había
oído a Javier Esteban, esclavo del Maestro Don Luis de
la Serna, que lo decía Don 'Esteban Gracet y que con
cuatro negros de resolución se podía pedir fficha Cédula
al cabildo a que respondió dicho Pelayo que bueno esta-
46r ba y que ya tenía apunta) dos doscientos y cincuenta
esclavos para dicho fin y responde.
468
uno de ellos como dicho Pelayo tiene declarado, dijo
que no sabe cuáles eran los esclavos que entraban en el
levantamiento y a los que para él tenía convocados por-
que no se lo expresó el referido Pelayo y que el decla-
47v rante como/ya tiene dicho, no se ha querido dejar dedu-
cir (sic) a entrar en él y responde.
469
bajo el cual prometió decir verdad en lo que supiere y le
fuere preguntado.
470
te; a que le respondió dicho Venancio que negro por
negro a Roma por todo. Y que lo que lleva dicho y
declarado es la verdad en cargo del juramento que hecho
es, en que se afirmó y ratificó siéndole leída ésta su
declaración. Dijo ser de edad de cincuenta y cinco años,
no lo firma por decir (sic) no saber, a su ruego lo
hace Don Nicolás de Lara con Su Señoría, por ante mí
51v de que doy fe/.
471
señal de cruz, bajo el cual e impuesto dé su gravedad,
prometió decir verdad en lo que supiere y le fuere pre-
guntado.
472
comparecer en este juzgado de gobierno y con licencia
del dicho su amo, por ante mí, le recibió juramento que
lo hizo según derecho, por Dios Nuestro Señor y una
señal de cruz, bajo el cual e impuesto de su gravedad,
prometió decir verdad en lo que supiere y le fuere pre-
guntado.
473
go que lo irían a convidar para dicho fin y, con este
motivo, habiéndolo pasado a los minerales de Petacas el
que declara, dijo en conversación que los referidos escla-
vos se querían levantar para proclamar la libertad y que
aunque estaban presentes varios esclavos de aquellos mi-
nerales, no hace memoria quiénes eran los que pudieron
haberlo oído, de donde pudo pasar la noticia a los mine-
rales de San Jacinto porque el declarante no llegó a
56r ellos/ y responde.
474
Declaración de En el mismo día, mes y año, para el mismo efecto que
Bautista, esclavo
los antecedentes, compareció ante Su Señoría, Bautista,
de Don Francis-
co de Lora, esclavo de Don Francisco de Lora, vecino de esta ciu-
dad, a quien explicada la gravedad y religión del jura-
mento, Su Señoría se lo recibió, por ante mí el escriba-
57v no, que lo hizo/ por Dios Nuestro Señor y una señal de
cruz conforme a derecho, bajo el cual prometió decir
verdad en lo que la supiese y le fuere preguntado.
475
Señor y una señal de Cruz conforme a derecho explicada
su gravedad, enterado de ella, ofreció decir la verdad en
lo que la supiere y le fuere preguntado.
476
lo, con lo que se concluyó la conversación. Y pasando a
la tercera cita de dicho Javier Esteban al folio 28 de estos
autos, dijo que el lance pasó conforme deja declarado en
cuyos términos se lo dijo dicho Javier Esteban y'no en
los términos que dicho Javier Esteban dice.
477
ante mí le recibió juramento que hizo según derecho por
Dios Nuestro Señor y una señal de cruz, bajo el cual e
62v impuesto de sú gravedad/ prometió decir la verdad en lo
que supiere y le fuere preguntado y siéndolo al tenor de
la cita que al folio quinto de los autos hace Narciso,
esclavo de Don Pedro Pastor, que por mí el escribano le
ha sido leída, enterado de ella, dijo que es cierto que el
declarante dijo a Crisóstomo esclavo de Don Luis Porto,
lo que dice la cita de que Pelayo, esclavo del Maestro
Don Antonio de Lora le había dicho que estando escon-
dido debajo de un escaño había oído a Don Juan José y
Don Francisco de Lora, hermanos de su amo, que si los
esclavos supieran de la Cédula que había para que los
63e esclavos fueran libres: qué cosas no/ habrían; y que en
cuanto a lo que dice la cita de Don Esteban Gracet, no
se habló cosa alguna y responde.
478
Pelayo; también ratificándose en lo que tiene declarado
dice que no ha querido condescender a las demás propo-
siciones que para dicho levantamiento hizo dicho Pela-
yo, según consta de las últimas preguntas de su declara-
ción que le fueron leidas aunque no todas ellas llegaron
a noticia del que declara y por lo mismo las ha ignorado
65r hasta los presente y responde sí sabe que algunos otros/
esclavos entraron en el levantamiento referido y porque
mediante tiene dicho se excusó a ello, no dio aviso a la
real justicia o a su amo para que pusieran el remedio
conveniente, dijo que no ha tenido noticia que otros
esclavos entrasen en la sublevación que intentaba dicho
Pelayo y que en cuanto a no haber dado aviso a la
justicia ni a su amo, fue por no haberle dado crédito a la
propuesta referida y que no ha sido otro el motivo para
callarlo y que lo que lleva dicho y declarado es la verdad
65v en/fuerza del juramento hecho en que se afirmó y ratifi-
có, siéndole leída ésta su declaración. Dijo ser de edad
de veintidós años poco más o menos, no lo firma por no
saber, a su ruego lo hace Don Nicolás de Lara con Su
Señoría, por ante mí de que doy fe.
479
declaración dicho Casimiro, pues lo que entre los dos se
conversó sólo ha sido el haber dicho el referido Casimiro
al que declara que los esclavos de los señores Loras lo
habían convidado para el levantamiento que intentaban
hacer para proclamar la libertad y le preguntó al decla-
67r rante si entraba a dicho levanta/miento a que le res-
pondió no tenía necesidad de entrar en él y dicho
Casimiro dijo lo mismo y que se acabó entre los dos la
conversación eri el asunto y responde.
480
dula para que los esclavos fueran libres por cuyo motivo
lo tuvo preso mucho tiempo y que no pasó otra cosa y
que el declarante no ha sido convidado para dicho levan-
69r tamiento ni entró en él y/ responde que lo que lleva
dicho y declarado es la verdad, bajo el juramento que
tiene hecho y, siéndole leída ésta, su declaración, en ella
se afirmó y ratificó, siendo de veinticinco años poco más
o menos. No lo firma porque dijo no saber, a su niego lo
hace Don Nicolás de Lara con Su Señoría, por ante mí
de que doy fe.
481
70v Don Cayetano/ Buelta Lorenzana.
Esteban Gracet.
Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.
482
Lara lo firme por él, con Su Señoría, por ante mí de que
doy fe.
483
g-untas que se le hicieronl y, si se afirma y ratifica en ella,
respondiendo bajo el mismo juramento la verdad a las
reconvenciones que por dichos reos se le hicieron y, con
efecto, habiendo comparecido el expresado Luis María
Laínez, habiéndole recibido Su Señoría el juramento
prevenido en dicho auto, el que hizo conforme a dere-
73 v cho por Dios Nuestro/ Señor y una señal de cruz, bajo el
cual prometió decir verdad en lo que supiere y le fuere
preguntado.
484
Don Cayetano Buelta Lorenzana.
Esteban Gracet
75r Por/ Javier Esteban, Nicolás de Lara
Luis María Fernández
Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.
Esteban Gracet.
Nicolás de Lara.
485
su virtud salió libre de la real cárcel donde estaba preso,
lo que firmó para que conste.
Nicolás de Lara.
486
78v tienen/ confesado saberlo todos los esclavos de esta ciu-
dad, por lo que conviene usar de destreza y de rigor,
especialmente con los de las cuadrillas .de minas y los
que eran arrieros de mulas con cargas para el rescate de
las minas, sin omitir por eso ejecutar lo mismo con los
de las estancias y servicio de las casas, pues aquí hasta
éstos estaban convocados y eran sabedores. El proyecto
de estos malvados era matar a sus amos y de consiguien-
tes a todos los blancos, quemar los papeles de los archi-
79r vos de cabildo, proclamar la libertad/ y hacerse dueños
de todo, lo cual, si no se hubieran conseguido el descu-
brirlo con tiempo, según el sigilo que guardaron, que
podrían juntarse más de cinco mil esclavos, no es duda-
ble, lo consiguiesen. Y por lo mismo éste ha sido el lance
más temible y de mayor perjuicio de cuantos han ocurri-
do. Hay fundamentos para creer han sido inducidos para
ello y los que pudieron haberlo sido, ya los tengo presos;
Vuestra Merced ya conocerá la gravedad del caso y así
no dudo, procederá con aquel celo y vigilancia que pide
79v tan urgente necesidad/ y porque no tengo lugar para
más, se ha de servir Vuestra Merced pasar inmediatamen-
te esta noticia de mi orden a las justicias de Rionegro y
Marinilla. Enterado Vuestra Merced de la copia que va
inserta, no dudo practicará las diligencias que correspon-
den a un bueno y acreditado ministro de justicia.
487
ma hora he dado la providencia de comunicar con copia
80v de la misma/ a las justicias de la Marinilla esta misma
noticia, para que en lo conducente a la materia, con
sigilo, con prudencia y rectitud, practique las diligencias
que corresponde; y yo de mi parte, inmediatamente voy
a poner en ejecución las mismas diligencias sin embargo
de que aquí estaba en el todo secreta semejante facción,
que ni aún el menor ni más leve indicio se había trascen-
dido por ninguna manera, sobre que he de merecer a
Vuestra Merced me comunique la fundada noticia que
ha adquirido en el asunto para el Gobernador y sus pre-
81r ceptos. ínterin, ruego a Dios Nuestro Señor guarde/ su
vida muchos años.
Alonso Jaramillo.
Gutiérrez.
488
los ocupan, sin dejarlos salir a otra parte alguna, obser-
vando los movimientos que sus dichos esclavos ejecuta-
ren, dando pronto aviso a Su Merced de lo más mínimo,
para proceder a la averiguación y castigo de ello y que,
igualmente, en la misma conformidad, se le haga saber a
riav cada estanciero/ y otros individuos que tengan esclavos,
procuren el más bastante celo y sujeción con dichos sus
esclavos, dando aviso de lo que ocurra sin pérdida de
tiempo y que así mismo se le ponga presente estas dili-
gencias y carta orden a los señores y demás justicias de
este valle, para que por su parte propendan, enterados
de la referida orden, en practicar las diligencias que co-
rrespondan a un bueno y acreditado ministerio, para
cuyo fin se le encarga al señor Alcalde Don Juan Fran-
cisco Echeverri, haga su ronda todas las noches en este
ezr sitio y a todo negro/ esclavo que en la calle encontrase,
sea de la persona que fuese, y a su servidumbre sujeto
estuviese, lo aprisione y conduzca a la real cárcel, po-
niéndole bien asegurado y con custodia, para de ese mo-
do proceder a la averiguación y que para más cautela,
por mí el escribano se le escriba al señor alcalde de la
Santa Hermandad, Don Joaquín de Henao el que pron-
tamente pase a este sitio en el que se mantendrá y hará
en él y sus rededores las más bastantes rondas propen-
83v diendo a lo ya expresado/ y por éste, así lo proveyó,
mandó y firmó,- por ante mí de que doy fe.
Alonso Jaramillo.
Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público
del Número.
489
En el mismo día, mes y año, yo el escribano hice otra
notificación al Comisario de la Caballería, Don Ignacio
Mejía, lo que firma conmigo, de que doy fe.
Mejía.
Gutiérrez.
490
En 24 días del dicho me l y año, yo el presente
escribano notifiqué e hice saber al Maestro de Campo,
Don Felipe de Villegas la carta orden que antecede para
que en su vista convoque a sus milicianos y haga las
rondas competentes al fin de cortar los proyectos inten-
8 Ew tados de los ne/gros esclavos, lo que para que conste lo
firma conmigo de que doy fé.
Jaramillo.
86 r Justo Peláez./
491
alistara su gente y le mandase razón y estuviesen preve-
nidos para el día que les avisara, y con esta noticia 5eguí
para el sitio de Guarne a indagar y saber quién es este
dicho mulato liberto y, habiendo llegado a la casa y
ranchería de Don Manuel Jaramillo; allí conferimos e
inquirimos quién fuese este mulato y no habiendo podi-
do sacar acertativamente quien fuese„determinó mandar-
86 v le un misivo a Don Carlos Londoño, como minero que
es del prenotado Marulanda, para que con toda cautela
me trajese al dicho negro Eugenio para de éste saber
quién fue el que le mandó el recado y quién se lo llevó.
Y con efecto, puntualmente vino el prenotado Don Car-
los y trajo el predicho negro al que con toda maña exa-
minado sobre el asunto y lo que ha respondido, acertivo
es que quien le llevó el recado es un pardo llamado
Pablo Rodríguez, pero que no conoce al que le mandó el
recado ni sabe cómo se llama; y dice más que el negro
José Ignacio, capitán de la cuadrilla de los Chaverras le
había dicho que estaba convidado para el mismo asunto
y que también el negro Juan Ignacio, capitán de la cua-
drilla del Doctor Don José Antonio Ruiz, le había dicho
que Sereno Ruiz, liberto, le había dado recado de parte
del dicho Eugenió para que se vieran a ver si entraba en
87r la convocatoria/ que estaban haciendo, a lo que dice el
prenotado Eugenio, le respondió el dicho Juan Ignacio
que no entraba y siendo éste un asunto de tanta impor-
tancia, debía de mandar y mandó que sin pérdida de
tiempo sean solicitados y traídos a este juzgado y que
estrictamente sean examinados sobre el asunto y con lo
que resultare se proveerá lo que conVenga. Así lo proveí,
mandé y firmé, con testigos, por falta de escribano, en
este real de minas ide La Mosca de Don Manuel Jaramillo,
en 29 de Diciembre del año de 1781.
Alonso Jaramillo.
Manuel José Jaramillo.
Testigo, Pedro Francisco Jaramillo.
492
una señal de cruz conforme a derecho, so cuyo cargo
prometió decir verdad en lo que supiere y le fuere pre-
guntado y, habiéndole leído lo expuesto por el negro
Eugenio dijo que el negro José, esclavo de Don Juan
Bernal y de la cuadrilla de donde es el Eugenio, capitán,
le dijo que le dijera a Juan Ignacio, capitán de la cuadri-
lla del Doctor Ruiz, que el capitán Eugenio le mandaba
decir que se viera con él, para que hablaran con él y que
él lo necesitaba y que el declarante le mandó este mismo
recado al dicho Juan Ignacio con Joaquín Morales, par-
do liberto, y preguntado si supo a qué fin se querían ver
o qué trataban, dice que no supo en aquel tiempo, para
88r qué se querían/ ver; que después le oyó decir al dicho
negro José Bernal, que estaban tratando de libertarse
por medio de los negros de Antioquia y que andaban
convidando en este valle y en la Villa de Medellín, para
ese fin y, habiéndole hecho otras varias preguntas, a
todas respondió que no sabia nada y habiéndole leído
ésta su declaración, en ella se afirmó y ratificó y dijo ser
de edad de sesenta años poco más o menos y no firma
por decir no sabe; hágolo yo con testigos con quienes
actúo por el defecto dicho.
Alonso Jaramillo.
Testigo, Manuel José Jaramillo.
Testigo, Pedro Francisco Jaramillo.
493
que en poco tiempo mandaría razón para que le respon-
dieran y que este declarante se lo contó a sus otros
89r compañeros y que se pusieron a hacer/ burla de la pro-
puesta de dicho negro y que no ha habido otra cosa ni
con éste ni con otro negro y para que conste, anoto y
firmo esta razón.
Alonso Jaramillo.
494
Preguntado si este pasaje lo comunicó a otros negros,
capitanes o no capitanes, dijo que no ha hablado sobre
el asunto con ningún negro capitán ni negro particular,
que quien supo el pasaje fue el negro Valerio de su
misma cuadrilla porque delante de él fue que aquel refi-
rió lo que lleva dicho.
495
de reconocerse bastantemente y sabido como negro crio-
llo y que su edad es al parecer de más de sesenta años y
lo firmó Su Merced con dicho señor Alcalde, por ante
mí de que doy fe.
Alonso Jaramillo.
92r Juan Francisco Echeverri./
Fui presente, Fco. Antonio Gutiérrez, Escribano.
Alonso Jaramillo.
Por su mandado, Francisco Antonio Gutiérrez,
Escribano Público del Número.
496
como a• los demás otros sus negros esclavos, pero que
ésto se entienda siempre que no hagan dichos esclavos
fuga de la servidumbre a que están constituidos; esto dio
por respuesta, lo que firma conmigo de que doy fe.
497
era aquel negro que en días pasados había estado allí' y
que éste, haciendo recuerdo, dijo que dicho negro era
esclavo del Padre Porras de Antioquia.
Alonso Jaramillo.
Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público.
498
Y siéndolo por la cita que lo motiva, dijo que habiendo
estado el declarante en el laboreo de la mina de su amo
que sitúa en el sitio de La Mosca, llegó a ella, habrá
94v cerca de un mes, un negro caratejo/ en las muñecas de
las manos y éste llamó al capitán negro de la cuadrilla de
dichos señores Chaverris (sic) llamado Ignacio y, siendo
presente el testigo, le dijo el tal negro antioqueño que la
gente de Rionegro era muy infame y que así previniera
el dicho capitán de la cuadrilla, José Ignacio, todos sus
negros compañeros esclavos para el día de año nuevo
pasar a la ciudad de Antioquia a pedir una Cédula del
Rey en la que manda se dé toda libertad a los negros
esclavos, y que habiéndolo notado el testigo de que
aquella proposición de tal negro antioqueño, que dio a
su compañero el negro capitán José Ignacio, era conde-
nada, no hizo aprecio de ello y por ello no hizo el más
mínimo concepto de aquella influción y que bajo de
cuyo supuesto, el que declara no participó cosa alguna y
que el tal negro inducidor es de buena edad, color negro
y carate blanco • en las muñecas de la mano y que aun-
95r que/ propendió el testigo de saber su nombre, no lo
pudo adquirir y que sólo sí dio razón de que todos
estuvieran prontos a su aviso para ocurrir a la ciudad de
Antioquia a pedir que se manifestara la Real Cédula en que
se franqueaba su libertad y que, teniendo el que declara
semejante proposición a burla, no hizo el más mínimo
aprecio de ella y con cuyo motivo no avisó a los otros
sus compañeros y que esta es la verdad so cargo del
juramento que hecho tiene en que se afirmó y ratificó y
dijo ser de edad de treinta años poco más o menos y dijo
no saber firmar, lo que hace su dicho amo con el señor
juez, por ante mí de que doy fe.
Alonso Jaramillo.
Juan Francisco Echeverri.
Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público,.
499
supiere y le fuere preguntado y siéndolo por la dicha
cita'y habiéndosele leído, dijo que el tal negro que se
nomina se llama Javier García, esclavo de Doña Juana
García, vecina de la ciudad de Antioquia y que este tal
negro pasó a este sitio en consorcio de unos esclavos de
Don Pedro Vicente Leal que junto con su amo pasaron
para dicho sitio de Rionegro en todo el mes de Noviem-
bre y que junto con el memorado negro García, venía
un mulato esclavo del Padre Porras, vecino de la ciudad
de Antioquia; que uno y otro junto con el dicho Don
Pedro Vicente Leal y sus esclavos, durmieron en la casa
del Maestro Don Diego Cataño que sitúa en el sitio de
Guarne y al día siguiente, éstos últimos siguieron para
este sitio y los dos primeros para el de Marinilla, según
unos y otros se lo dijeron al testigo con la ocasión de
vivir en la dicha casa en que se alojaron.
Alonso Jaramillo.
Nicolás Sauceda
Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público.
500
virtud se sirva ordenarme en cuanto a lo que debo prac-
ticar y fuere de su mayor agrado. Lo proveyó, mandó y
firmó el señor Don Alonso Elías .Jaramillo, Capitán a
Guerra, Juez Ordinario y Justicia Mayor por ante mí, el
presente escribano, de que doy fé.
Alonso Jaramillo.
Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público.
501
del pueblo de Buriticá el día 24 de Noviembre y no
habiendo divulgado el levantamiento hasta el 17 de Di-
ciembre, como consta de los autos, se hace preciso que
la persona que se lo refirió al que declara lo supiese
reservadamente y lo hubiese ocultado con el fin de que
no pudiese ponerse el debido remedio a tan grave atenta-
do y así expresará con toda claridad quién le dio dicha
noticia. Dijo que saliendo una noche del patrocinio de
98r Nuestra Señora de Chiquinquirá/ oyó a dos personas,
aunque no las conoció, el que los esclavos se querían
levantar y que después, con motivo de que algunos escla-
vos y uno de ellos el que declara querían poner una
comedia para San Juan y habiéndole pedido parecer a
Pelayo, esclavo del Padre Lora, para que le dijese cuándo
sacaban los papeles para poner dicha comedia, le respon-
dió que todavía no era tiempo, que tal vez se perdería el
costo de dicha comedia, porque se decía que los esclavos
se querían levantar; y sin decirle otra cosa, se quedó así
la conversación por haber llegado mucha gente a donde
estaban hablando y que esto fue el motivo que tuvo para
saberlo y por no haber hecho mayor aprecio, no dio
98v cuenta a su amo/ y que no sabe otra cosa que lo que
deja .declarado y todo ello es la verdad en fuerza del
juramento que tiene hecho y siéndole leída ésta su de-
claración, en ella se• afirmó y ratificó y dijo ser de edad
de 29 años poco más, no lo firma por decir no saber, a
su mego lo hace Don Nicolás de Lara junto con Su
Señoría, por ante mí de que doy fe.
502
lo que contiene la cita que le hace Javier García, por
haber pasado todo conforme en ella lo declara y respon-
de.
Preguntado a quien oyó decir que los esclavos se querían
levantar, diga con claridad sus nombres y apellidos, dijo
que al negro Tiburcio, esclavo que fue del difunto Don
99v José Barón de Chávez/ desde en vida de su amo levantó
la bulla de una Cédula que había de S.M. sobre que los
esclavos fueran libres por cuyo motivo lo castigó su amo
y mantuvo mucho tiempo preso y que no había otra
cosa antes que se cogieran a los esclavos y los prendie-
ran. Y que lo que lleva dicho y declarado es la verdad en
cargo del juramento en que se afirmó y ratificó siéndole
leída su declaración. Dijo ser de edad de 41 años poco
más o menos y no firma por decir no sabe, a su ruego lo
hace Don Nicolás de Lara con Su Señoría, por ante mí
de que doy fe.
Don Cayetano Buelta Lorenzana.
Por el declarante, Nicolás de Lara.
100r Simón Robledo/ Escribano Público y de Cabildo.
503
En el mismo día, mes y año, compareció en este juzgado
de gobierno Ventura, esclavo de Pablo de Zarrazola, a
lar quien Su Señoría por an/te mí le recibió juramento que
lo hizo según derecho por Dios Nuestro Señor y una
señal de cruz, bajo del cual ofreció decir verdad en lo
que supiere y le fuere preguntado.
504
enterado de ella dijo ser cierto lo que dice en su declara-
ción el expresado Jacinto, esclavo de Don José Ignacio
Montoya, porque le comunicó la noticia de que intenta-
ban levantarse los esclavos para proclamar la libertad en
los términos que refiere y añade que se lo ha dicho
aconsejándolo que no entrara en tal levantamiento y
respon de.
505
En .9 de Febrero de dicho año, compareció ante Su Se-
ñoría Ignacio, esclavo de Rafael de Muriel, a quien, por
ante mí el escribano, le recibió juramento que lo hizo
según derecho por Dios Nuestro Señor y una señal de
cruz, bajo el cual ofreció decir verdad en lo que supiere
y le fuere preguntado.
506
En 11 de Febrero de 1782 años, compareció ante Su
Señoría Faustino, esclavo del Doctor Don Sancho Lon:
doño, a quien Su Señoría, por ante mí le recibió jura-
mento, que lo hizo según derecho por Dios Nuestro Se-
ñor y una señal de cruz, bajo el cual ofreció decir verdad
106r en lo que/ supiere y le fuere preguntado.
507
Declaración de En 12 de Febrero de 1782 años, compareció en
pantano, escla-
yo de Josefa
este juzgado de gobierno Cayetano, esclavo de Josefa de
Oquendo, Oquendo a quien Su Señ oría, por ante mí, recibió jura-
mento que lo hizo según derecho, por Dios Nuestro Se-
ñor y una señal de cruz, bajo el cual prometió decir
verdad en lo que supiere y le fuere preguntado y siendo-
lo, según la cita que en su declaración le hace Ignacio,
esclavo de Rafael de Muriel que le ha sido leída, entera-
do de ella dijo 'que es cierto que el declarante dijo a su
sobrino Ignacio que no entrase en el levantamiento que
intentaban los esclavos para proclamar la libertad y tam-
bién es cierto que en virtud de lo que le aconsejó, ofre-
107v ció no entrar en semejante atentado/ lo uno porque dijo
estar enfermo y lo otro, porque no quería dejar su amo
y responde.
508
108v firma por/no saber, a su ruego lo hace Don Nicolás de
Lara, con Su Señoría, por ante mí de que doy fe.
509
fuere preguntado y siéndolo al tenor de las declaraciones
que dieron ante el Capitán a Guerra de Rionegro, el
negro Miguel, capitán de la cuadrilla de Don Manuel
Jaramillo, al folio 53, José Ignacio, esclavo capitán de la
110r cuadrilla de los Echeverri, a la .vuelta del folio /53 y 54,
Valerio, esclavo de los mismos Echeverri, al folio 57 y su
vuelta y Nicolás Saucedo, al folio 58, que por mí el
escribano le fueron leídas y, enterado de su contenido,
acerca de si es• cierto los convocó en los términos que
constan de sus declaraciones, dijo ser falso y ajeno de
verdad cuanto consta de las declaraciones que se le han
leído, porque no habló con alguno de los expresados
Miguel, José, Ignacio y Valerio ni aún en conversación
sobre otro asunto y que para mejor comprobante de su
verdad pide • que comparezca a careo con el confesante
porque como ya tiene dicho, no habló con alguno de ellos
sobre el asunto de convocarlos para pedir la Cédula ni
no, otro alguno y que lo que tiene/ dicho y declarado es la
verdad, bajo el juramento que tiene hecho y, siéndole
leída ésta su declaración, dijo que en ella se afirma y
ratifica y no lo firma porque dice no saber, a su ruego lo
hace Don Nicolás de Lara, con Su Señoría, por ante mi
de que doy fe.
510
género de presunción o pasión, se ha tenido por conve-
niente nombrar para el Ministerio fiscal de esta causa al
expresado Don Pedro Biturro Pérez, así por no hallarse
comprendido en ella esclavo aguno suyo, como por su
conocido celo e inteligencia para el mejor desempeño de
111v este encargo y se/ le hará saber este nombramiento a fin
de que lo acepte y jure conforme a derecho; y verificado
este requisito se le entregarán los autos, según está man-
dado.
Robledo.
511
parezco y digo que el día 10 del presente estando yo en
la prisión que por Vuestra Señoría me fue señalada, se
me hizo saber por el presente escribano auto para que
saliese de ella, libre y sin costas por ser falso el denuncio
112v que/ contra mí se dio en el juzgado de Vuestra Señoría
según lo resultado por las declaraciones y careos que
para aclarar la verdad, Vuestra Señoría mandó hacer,
compareciendo el impostor Javier Esteban de la Serna,
negro esclavo del Maestro Don Luis de la Serna, Luis
María Fernández, testigo citado por éste y siguiéndose de
dicho careo, proveer, conocida ni ninguna culpa, dicho
auto en el que Vuestra Señoría me deja mi derecho a
salvo, para que lo repita contra quien hubiere lugar en
cuya virtud me quejo civil y criminalmente contra el
citado Javier Esteban de la Serna por el feo y otros
delitos que me imputó falsamente; el que si se me hubie-
113r ra/ probado, era digno de las más severas penas, como
delito contra Dios, el Rey y la patria pública; en cuya
atención suplico a Vuestra Señoría, que habiéndose he-
cho público mi delito en esta ciudad y fuera de ella,
afeando mi honor, buena reputación y fama, para desa-
gravio de éste, atendiendo a la calidad sumamente infe-
rior del acusador y la mía, aplicarle toda la pena que las
leyes en semejantes cosas disponen contra tales crímenes
y así mismo que de su valor o bienes se me paguen los
daños y perjuicios que en 27 días de prisión he sufrido
113v por .su falsa e inicua acusación para que sirva el eco/ de
su castigo, de borrar la fama que se esparció de aquella.
Esteban Gracet.
Buelta.
Ante mí, Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.
512
Después de lo cual hice saber el decreto anterior a Don
Esteban Gracet. y lo firmo para que conste,
Nicolás de Lara.
513
Después de lo cual luce saber el decreto anterior a José
Blanqueser lo que firmo para que conste.
Nicolás de Lara.
514
Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.
515
Etione gro y De Rionegro y Marinilla:
Marinilla
516
restitución de una pequeña parte de las muchas felicida-
des que ha debido y de que no podría gozar si el gobier-
no no fuese sostenido. Si ésto es en lo general, en lo
particular de los gastos para contener la conspiración,
somos todos muy interesados, de ellos pende nuestra
conservación, nuestra vida y nuestro honor, la de nues-
tra familia y nuestros bienes, todo se vería expuesto y
los sujetos como Vuestra Merced, por ser uno de los
acomodados o que tenga esclavos, sería de los que más
perderían; cuya justa consideración ha movido hasta
ahora algunos vecinos de ésta a ofrecerse a este ministe-
rio de hacienda. Suponiendo la misma bella disposición
en todos los hombres visibles y acomodados de la pro-
vincia, resolvimos en Junta de Hacienda, el día 14 del
pasado que sin reserva ni pérdida de tiempo se gastase de
luiv éstas/ cajas y de cuenta de Su Majestad, cuanto fuese
necesario para la conservación y tranquilidad de la pro-
vincia pero que con respecto a que este gasto haría co-
nocida falta en los que está haciendo el excelentísimo
señor Virrey y a que particularmente, siendo en benefi-
cio de los dueños de esclavos y sujetos acomodados de
ésta, no dudarían contribuir gustosa y voluntariamente
al menos por una vez con lo que cada cual pudiera se les
pidiera esta ayuda de costa y donativo voluntario. En
consecuencia participamos a Vuestra Merced dicha reso-
lución y esperamos que concurriendo con lo que pueda
y quiera acredite al gobierno su amor y celo por la causa
del Rey y de la provincia y que dando en esa a Don José
de Gardeazábal, Teniente de oficiales reales la cantidad
119r que a bien tenga/ se sirva contestarnos a ésta, ya sea para
nuestra inteligencia y gobierno, caso que Vuestra Mer-
ced no pueda concurrir con cosa alguna o para que en-
tendiendo de lo que Vuestra Merced haya dado, poda-
mos contar con lo que fuere y lo participemos al Exce-
lentísimo señor Virrey a fin de que, conociendo el celo
de Vuestra Merced por la causa del Rey y su patriotis-
mo, le conceptué y atienda según su mérito.
517
Es copia fiel y legal, sacada de su original y de que va
hecha mención está cierto y verdadero y en caso necesa-
rio a dicho original que queda en esta real contaduría
me remito. En cuya fe lo certifico, signo y firmo en
119v Antioquia y Febrero 26 de 1782 años/.
En testimonio de verdad,
518
regimientos veteranos como los tiene para que sirviendo
a los fines referidos se acuartelen y disciplinen y arma-
dos con las escopetas que ha recogido, sirvan de arreglo y
pie de ejército a los más que si llegare el caso fuera
necesario juntar. Lo segundo, que se mande hacer de
cuenta de Su Majestad, 50 lanzas para que con las más
que hay repartidas, propias de los vecinos y las escopetas
sobrantes a los 30 hombres, formar cuando menos un
cuerpo de 150 a 200 hombres. Lo tercero, que a tales
121r escopetas/ se les hagan bayonetas. Lo cuarto, que seis
recámaras de bronce que tiene Don Bernardo Martínez
para las fiestas de Concepción y por su tamaño, figura y
fortaleza son otros tantos obuses o morteretes que les
serían utilísimos, se les pidan y de cuenta de Su Majes-
tad se les hagan otras tantas eureñas.
519
este gasto contribuirían gustosa y voluntariamente, por-
que principalmente cede en su beneficio, los hombres
ricos y hacendados de esta provincia, que entre ellos se
han ofrecido algunos por la vía de donativo y ayuda de
costa voluntaria, con lo cual quizás no llegaría el caso
que el Rey, que necesita del dinero de estas cajas viniera
a gastar algo de él. Sin perjuicio de lo resuelto, se escriba
y pida para que den los que gustaren por esta junta en
122v los términos/ niineros y dueños de cuadrillas de la juris-
dicción de esta ciudad, Villa de Medellín y Tenientazgo
de Rionegro y de todo se dé cuenta al Excelentísimo
señor Virrey impetrando su aprobación con copia de
este acuerdo en el próximo correo, con lo cual se fene-
ció esta junta que firmaron dichos señores, por ante mí
de que doy fe.
En testimonio de verdad,
520
ta haberlo cometido Pelayo Lora, Javier García, José
123v Ortiz, Javier/ Esteban Serna, José y Martín Lastra,
Andrés Porras, Lino Nicolás de Lora.
521'
Contra Javier Esteban Serna resulta, de la mayor parte
de todas las declaraciones qüe se han recibido conteste-
mente, que habiéndolo éste supuesto la falsedad de ha-
125r ber oído a Don/ Esteban Gracet que en el cabildo estaba
laCédula en que se declaraban libres los esclavos y que
este reo divulgó como verdad entre los de su esfera esta
perniciosa mentira, hidra de que resultaren tantas cabe-
zas, noticia que sorprendió los ánimos y puso en la ma-
yor fermentación a la comunidad de esclavos para que se
conspirasen y levantasen la obediencia a sus amos, ha-
ciéndose libres a impulsos de la violencia. Esta primera
chispa del fuego general se -debe tener muy presente para
que se aplique a su autor el más ejemplar castigo.
Sin exceptuar casos, éstos son los esclavos que según las
pruebas del proceso resultan reos convencidos dei delito
y tanto que por parte de ellos no faltó circunstancia que
les disminuya las penas merecidas al delito ejecutado,
porque si la vigilancia de Su Señoría no hubiera sido tan
inr eficaz a prevenir el daño,/ se hubiera experimentado la
subversión y ruina de la provincia por la calidad de estos
enemigos caseros, contra quienes es difícil tornar un re-
medio que asegure sus maquinaciones. El único que
considera el fiscal pueda ser provechoso es que se exceda
con ellos en el castigo de modo que se horroricen los
demás y teman imitarlos; que es el fruto que se saca de
522
la justicia criminal cuya máxima es la que lleva las rien-
das de la república en la mano y la clemencia con esta
casta de delincuentes es gravosa al estado por el riesgo
de sus consecuencias.
523
y; dueños de esclavos de la misma provincia, siente el
fiscal que no habiendo producido la súplica de dicha
carta lo suficiente al cubrimiento de los gastos, porque
éstos deben haber ascendido a mucho más de los 201
pesos que los sujetos de honor y verdaderamente patri-
cios, se han dado; cuanto de más pueda haberse gastado
con respecto a la conspiración y hasta la conclusión de
este proceso debe satisfacerse a pro-rata, sin distinción
del estado secular y eclesiástico por todos los dueños de
esclavos, según el número que resulte de los cálculos o
numeraciones políticas de la provincia que por el gobier-
129r no de ésta se han hecho en los años/ anteriores, qué
tiene cada dueño, al menos según el número de los escla-
vos hombres y mayores de edad que tengan los dueños
de la jurisdicción de esta ciudad, en la Villa de Medellín
y Rionegro, exceptuando sólo a los buenos patricios que
han contribuido a consecuencia de la carta referida,
pues sobre que por este medio, los dueños de esclavos
tendrán que contribuir muy poco y no les pasará de un
peso por cada uno. El que así se haga lo halla el fiscal
tan justo como debido porque según derecho, todo
aquel a cuyo favor se hace y por la conservación de sus
bienes algunas esperanzas necesarias, es obligado a pagar-
las, aunque el que las hizo, las hiciera verbigracia contra
su voluntad y fuese un detentor violento de la cosa que
129v con sus expensas conservó./
524
hubiese habido; por uno u otro, no deben regularse las
determinaciones que siempre son de sujetar por lo que
comunmente sucede.
525
Provincial de León, Gobernador y Comandante General
de esta Provincia, por ante mí de que doy fe.
526
Notificación. En 9 de Marzo de dicho año hice saber el auto
anterior al Señor Maestro Don Francisco de Porras. Ni-
colás de Lara.
527
en virtud de ella se les declarase por libres de la esclavi-
tud y servidumbre a sus amos. En haberlo así pensado,
creído y tratado de poner los medios que les parecieron
más legales y conformes, para que se le diese su cumpli-
135r miento a dicha Real Cédula, en ésto/ no se puede acrimi-
nar de delito, pues siendo como es tan amable y aprecia-
da la libertad de cualesquier esclavitud, que como vemos
aún los :brutos irracionales la conocen y apetecen y:aún
en aquellos qué se ven tratados con más humanidad que
quizá algunos esclavos anhelan y no pierden ocasión pa-
ra conseguirla y si ésto se experimenta con los irraciona-
les, que mucho que los que tienen pleno conocimiento
por lo racional de cuan grave miseria es la esclavitud,
con los fundamentos y credulidad de que nuestro Católi-
co Monarca (que Dios guarde) les había concedido y
declarado que fuesen libres de su cautiverio, propendie-
135v sen a que siendo así cierto se verificase./ En todo lo que
ministran los autos no se encúentra que tuviese otro
origen dicho pensamiento, que el de la afirmativa y cre-
dulidad de dichaiReal Cédula, y como quiera que la escla-
vitud es una muerte civil, y que sin violencia pudieron
conceptuar dichos esclavos que sus amos por no privarse
de su trabajo y servicio, ni perder el valor de ellos pudie-
sen haber ocultado dicha Real Cédula, atendiendo más a
lo gravoso que les era, que no al beneficio de tanto
miserable, de aquí es que en lo que creyeron y pensaron
dichos esclavos no incurrieron en delito. Dos apoyos se
encuentran por los autos que concurrieron a la creduli-
136 r dad de dicha RealCédula/ y ambos vestidos de circuns-
tancias que para quienes no son capaces (como no lo son
los esclavos) de tener otras reflexiones, fueron bastantes
para dar ascenso y creer, que realmente existía en el
archivo de esta ciudad la citada RealCédula. El primer
apoyó se registra en lo declarado por el esclavo Javier
García, desde el final de hojas 41 y principio de la 42, y
en lo declarado por Plácido esclavo a fojas 60 vuelta, en
que concordemente deponen y se descubre que desde el
tiempo en que gobernó esta Provincia el Señor Capitán
Don José Barón de Chávez, se divulgó por un esclavo
suyo nombrado Tiburcio, que había venido una Real Cé-
136v dula declarando por libres a "todos los esclavos./ A que
añade el defensor, que habiendo averiguado sobre si se-
ría o no cierto lo que divulgó dicho Tiburcio y declaran
el Plácido y Javier citado, no sólo encontró quien le
asegurara lo cierto de aquello, sino que dicho Tiburcio
528
añadió las expresiones de que por haber su amo ocultado
dicha Real Cédula estaba condenado, El otro apoyo está
más plenamente comprobado en los mismos autos y es,
de que Don Esteban Gracet había asegurado moderna-
mente de que d icha Real Cédula o documentos favorables
aquel intento existían en el cabildo (dejo para después el
hablar sobre dicho Gracet), y pasaré a combinar estas
dos especies y hacer la reflexión que sin violencia se
137r deduce a favor de la credulidad de dichos esclavos/. Di-
vulgar sin temor ni rebozo un esclavo de un señor Gober-
nador, sirviente de puertas adentro, que su amo había
recibido una Real Cédula del Rey Nuestro Señor, por la
que se dignaba de declarar por libres a todos los escla-
vos, y que dicho su amo la había ocultado. Divulgarse
también modernamente, que un oficial del Cabildo seña-
lado y destinado para el despacho judicial, que en el
cabildo de esta ciudad había documentos por los cuales
todos los esclavos debían ser libres, y ofrecerse a que si
le pagaban y en caso necesario lo defendían, él les pon-
dría en la mano dichos documentos. Hechos el cargo los
esclavos que ésto supieron de estas dos precedencias,
137v prudentemente/ debemos considerar que a vista de lo
que el esclavo del señor Barón había proferido años hace
y de lo que ahora les aseguraba Gracet, en quien no
tenían motivo de dudar, pues estando empleado en el
manejo de los papeles del archivo lo consideraban con
obligación de saber si era o no cierto lo que les ofrecía,
sin la menor duda ni repugnancia debemos suponer que
creyeron la existencia de dicha Real Cédula o de algún
otro documento semejante que favorecía la libertad de
su esclavitud. Esto asentado y que los mencionados es-
clavos se consideraban con legítimo derecho a solicitar
I38r un documento a su libertad tan favorable, que mucho/
que supuestas tales circunstancias para la credulidad in-
tentasen el solicitarla y que se verificase su cumpli-
miento y ejecución. Que sólo ésto hubiesen pensado y
tratado se comprueba de los mismos autos, sin que se les
pueda inducir de delito el que hubiesen procurado con-
vocar aquellos pocos a todos los demás esclavos; pues,
no siendo otro su intento que el de hacer y presentar
ante Vuestra Señoría y Señores Capitulares una repre-
sentación y pedimento, pidiendo esto mismo, como fa-
vorable al común de los esclavos en dicha convocatoria
no incurrieron; pues, en su modo de entender la debie-
138v ron considerar/ precisa e inexcusable y como más a pro-
529
pósito el día del ario nuevo, por considerar que todos los
señores juntos en la real sala de Cabildo podrían más
pronto y propiamente proveer en el asunto. No se debe
tener por nueva, ni por inventiva moderna la especie
divulgada de la citada Real Cédula, pues a más de que fue
pública en esta ciudad su noticia que de ella vertía el
citado esclavo Tiburcio del señor Barón, concuerda con
lo que depone el esclavo José Ortiz a fojas 22, de que
hablando con él esclavo capitán de la cuadrilla del Doc-
tor Londoño, nombrado Faustino, sobre la novedad de
139r dicha Cédula le respondió dicho negro/ capitán que ya
había mucho tiempo que se decía haber dicha Real Cédu-
la. De donde se deduce haber muchos años que la referi-
da especie andaba divulgada entre los mismos esclavos,
debiéndose creer que si en tanto tiempo no había hecho
novedad pudo motivarlo no estar radicados en su exis-
tencia, más como en el tiempo presente hubiese cogido
tanto cuerpo por decir que lo aseguraba el oficial de
cabildo Don Esteban Gracet, por ésto, pues, debemos
persuadirnos haber tomado tal incremento. De donde
resulta que todo el principio y aún el cuerpo que tomó
aquella especie, debe responder por sus resultos el que la
taav promovió y esparció, como causa/ primaria de todo lo
causado, Bien se hace cargo el defensor que dicho Gra-
cet al parecer se indemnizó con la declaración de Luis
María Laínez de fojas 32 vuelta, y con el careo de hojas
45, a que no puede de menos el defensor que hacer el
reparo y poner la tacha legal de que dicho Luis María
Laínez es intimo amigo, parcial y comensal del expresa-
do Gracet, que por público y notorio hasta releva de
prueba, y en este concepto resulta contra dicho Gracet
haber sido el origen de semejante alboroto. En cuanto a
los proyectos y medidas que el esclavo Pelay o declara
tener premeditadas, para en caso de que no se les entre-
140r gase la Real Cédula, aunque/ a primera vista suena a un
horrendo atentado, si se reflexiona sobre algunos de los
mismos particulares se encontrará que aquello de con-
gregarse en destinado paraje con obligación de pagar tri-
buto a.Su Majestad, (porque así entendieron lo prevenía
la Real Cédula), este pensamiento_ acredita su lealtad a
Nuestro Católico Soberano y desvanece cualesquiera pre-
sunción tiránica, y si se toma por la otra parte de que
pagarían jornal a sus amos aunque viviesen como libres,
en ello mismo daban un verdadero reconocimiento de
sumisión a sus dueños, como el vasallo que por el tribu-
530
140v to es reconocido por tal./ Y por cualesquiera de estos
dos términos no se trasluce otro objeto que el de aspirar
a verse libres del yugo de la esclavitud, que como al
principio dejo dicho, hasta los mismos irracionales aspi-
ran a sacudirlo. Y por último, que semejante pensamien-
to fue abrigado de un fundamento tan legal y poderoso,
como el de haber creído ser cierto lo declarado por
nuestro Soberano Monarca en la decantada Real Cédula,
que con tales circunstancias se les persuadió a la creduli-
dad de ella. Por todo lo cual, y no conceptuándose el
defensor con obligación de responder a la segunda parte
141r del pedimento fiscal/ sobre lo suplido de Real Hacienda
para gastos de armas y tropas, por cuanto ésto más resul-
ta contra los amos que contra los esclavos, concluyo
pidiendo que por el mérito de lo que dejo expuesto se
declare a éstos por absueltos del crimen acusado, sobre
que pido justicia en todo. Antioquia, y Marzo 25 de
1782, Luis María Pastor.
Auto para recibir Antioquia, y Marzo 26 'de 1782. Vistos estos autos y
a prueba la eau-
ea.
según su estado, recíbase esta causa a prueba por el
término de nueve días, dentro del cual serán ratificados
los reos en sus confesiones y los testigos del sumario en
sus declaraciones, con reserva de que en el caso de no
poderse verificar dentro de dicho término las ratificacio-
nes de los testigos que declararon ante el Capitán a
guerra de Rionegro sobre el asunto en estos autos, se
prorrogará el que sea preciso y se hará saber a las parte
fiscal y defensor, para que si tienen que dar alguna prue-
142r ba lo ejecuten dentro del término asignado. Y en! consi-
deración a que en auto de cuatro del corriente, a conse-
cuencia de lo pedido por la parte fiscal, se mandó trans-
ferir a la cárcel del colegio a José y Martín, esclavos del
Padre Don Salvador de la Lastra, a Lino, esclavo del
maestro Don Antonio de Lora y Andrés esclavo del Pa-
dre Don Francisco Porras; el presente escribano a conti-
nuación de este auto, pondrá por diligencia si dichos
531
esclavos se hallan arrestados en dicho colegio según está
mandado en el citado auto de cuatro del corriente, cuya
diligencia se nota faltar en estos autos. Don Cayetano
Buelta Lorenzana.
532
144r En el mismo día hice saber el auto anterior/ a Don Luis
Notificación María Pastor como defensor y de ello doy fe. Robledo.
533
tiene ofrecido la verdad bajo del juramento que tiene
hecho, declara haber convocado en dicho paraje de
Guame a los tres esclavos referidos, quienes respondie-
ron, luego que se impusieron de lo que les propuso para
pedir dicha Cédula, que no solamente darían a los dos
146r tomines que a cada uno les / pidió de orden de dicho
534
le dijo semejante cosa, porque aunque ,quedó de que le
escribiese cuantos eran los esclavos que había convocado
y el oro que había juntado, no fue en los términos que
refiere dicho Miguel, pues no usó el declarante de tal
precaución y siendo lo que deja declarado en esta oca-
sión todo ello la verdad bajo el juramento que tiene
hecho. Y en este estado añade que el referido Pelayo
noticioso de que Luis, esclavo de Francisco o de Grego-
148r rio Zarrazola, iba para/ el Valle de San Andrés de Cauca,
le dijo al declarante que le encargase el que convidase
para dar los dos tomines y pedir la Cédula a unos pocos
esclavos que hay en dicho valle, lo que con efecto le
encargó el declarante al dicho Luis y él ofreció hacerlo
así, pero que .no sabe si los convidó o, no. Y siéndole
leída ésta su declaración, enterado de todo su contenido
dijo se afirma y ratifica en todo lo que de ella consta,
por ser todo cierto y la verdad, que para descargo de su
conciencia ha declarado y que en lo que resulta de las
dos declaraciones anteriores también se afirma y ratifica,
menos en la parte que son contrarias a lo que en ésta
tiene dicho y confesado, pues esta última es la que debe
148v prevalecer como cierta/ y verídica, no lo firma por no
saber, a su ruego lo hace Don Nicolás de Lara con Su
Señoría por ante mí de que doy fe. Don Cayetano Buel-
ta Lorenzana. Por el declarante Nicolás de Lara. Simón
Robledo Escribano Público y de Cabildo.
535
ha recibido, y para descargo de su conciencia, el haber
convocado para el levantamiento intentado para pedir la
Cédula que consta de su confesión, a otros esclavos que
149v no declaró en ella y ahora los manifiesta/ y son los
siguientes: José Miguel y Basilio, esclavos de Don Fran-
cisco José de Osa, a Ignacio y Santos, esclavos de Don
Antonio Ferreiro, quienes también se ofrecieron volun-
tariamente a entrar en el levantamiento proyectado, co-
mo los expresados de Don Francisco José de Osa, Javier
García., esclavo de Juana García, quien a más de contri-
buir con los dos tomines para hacer el escrito para pedir
la,Cédula al cabildo se ofreció a concurrir a el levan-
tamiento referido como los antecedentes, y que con mo-
tivo de que el Javier García hizo viaje a la Marinilla,
luego que trataron de dicho levantamiento y medios de
150r ejecutarlo/ para pedir la cédula referida, le encargó con-
vocara a todos los esclavos de los minerales de Guarne,
Rionegro y Marinilla, lo que se ofreció ha ejecutar vo-
luntariamente y con efecto. A vuelta del viaje de aque-
llos parajes le dijo que había convocado a tres para que
éstos convocaran a los demás de aquellos partidos, y que
le dijo también que los tres a quien había hablado y
convocado, se había ofrecido no sólo a concurrir al le-
vantamiento, sino también a convocar a los demás sus
compañeros en aquellos minerales, por que así se lo refi-
150v rió/ el expresado Javier García. Y también, como ya
tiene dicho, por los de esta ciudad se ofrecieron los
convidados por dicho Javier a concurrir con el oro que
fuese preciso para hacer el escrito para pedir dicha Cédu-
la, y que éstos que deja referidos no los declaró en su
confesión por habérsele olvidado entonces. Y que tam-
bién tiene que añadir la circunstancia de que el haber
acordado entrar tumultuariamente el día de año nuevo,
ha sido con el fin de considerar el que para su intento
encontrarían juntos los Señores de Cabildo y porque
tur como de noche había rondas/ y gente armada para el
resguardo de la ciudad por causa del levantamiento de
los cosecheros de tabaco de la otra •banda de Cauca,
temiéndose de que entrando de noche los matarían cre-
yendo que eran los otros sediciosos, por eso dispusieron
entrar de día como que venían marchando. Pero que tam -
bién para descargo de su conciencia debe declarar que en
cuanto al proyecto de proclamar la libertad por bien o
por mal y demás resistencias que tiene confesadas, no lo
sabían los que tiene declarado haber sido convocados, y
536
sólo José y Martín, esclavos del Padre Lastra, con quie-
151v nes lo había hablado lo sabían y lo/ mismo Lorenzo y
Domingo, esclavos del mismo Padre Lastra, porque los
demás sólo tenían entendido que la convocatoria se ha-
cía para pedir la Cédula todos juntos, y si la había, pro-
clamarse libres y sino la había, volverse a servir a sus
amos. Y que todo lo dicho es la verdad bajo del jura-
mento que tiene fecho, y siéndole leída ésta su ratifica-
ción y lo que en ella consta añadido, dijo se afirma y
ratifica en uno y otro, no lo firma porque dijo no saber,
lo Firma a su mego Don Domingo Fontela, Cabo de la
Compañía Fija de esta ciudad, junto con Su Señoría por
152r ante mí de que doy ,fe. Don Cayctano/ Buelta Lorenza-
na. A ruego del confesante Domingo Fontela. Simón
Robledo Escribano Público y de Cabildo.
537
Lorenzo, esclavo del padre Salvador de Lastra.
Venancio, esclavo del padre Salvador de Lastra.
Clemente, esclavo de Don Juan de Lora.
Plácido, esclavo del Doctor Don José Manuel Gutiérrez.
Domingo, esclavó del padre Salvador de Lastra.
Bonifacio, esclavo de Rafael Muriel.
Ignacio, esclavo de Rafael Muriel.
Cayetano, esclavo de José Oquendo.
Jacinto, esclavo' de José Ignacio Montoya.
Salvador Becerra.
Paulino, esclavo de Pablo Zarrazola.
Prudente, esclavo de Juan Ignacio Ruíz.
Juan Bautista, esclavo de Don Francisco de Lora).
538
substanciación del proceso, y en su consecuencia se pro-
rroga por otros nueve días, con reserva de proseguir en
el que fuere necesario sino se pudiesen evacuar las com-
petentes pruebas. Y como todo lo mandado no impide
el que para cumplir la superior carta orden del Excelen-
tísimo Señor Virrey de este Nuevo Reino, su fecha en
166v Cartagena a 11 de Febrero último, en que/ previene a
este Gobierno la pronta remisión de los reos de los tres
últimos levantamientos ocurridos en esta Provincia a la
disposición de los Señores Ministros de la Real Audien-
cia de este dicho Reino con los respectivos procesos
estando en estado, y siendo uno de dichos levantamien-
tos, que expresa dicha Superior Carta Orden en capítulo
expreso en ella, que se remitan con los demás reos los
esclavos sublevados, y que para que quede algún escar-
miento, los que lo merezcan se les imponga la pena de
azotes que refiere antes de remitirse a Santa Fe, cuyo
capítulo de la citada Superior Carta Orden, pondrá el
presente escribano a continuación de este auto la copia
167r legalizada y fechos pasaron estos autos en asesoría/ al es-
tudio del Doctor Don Ignacio de Uribe, Abogado de la
Real Audiencia de este Reino y Alcalde Ordinario más
antiguo de la Villa de Medellín, que de orden de éste
Gobierno pasó a esta ciudad para esta consulta y otras
de esta naturaleza, a fin de que según el mérito de los
autos, gradué los esclavos que deben sufrir la pena de
azotes y deben remitirse a Santa Fe según lo prevenido
por Su Excelencia, cuya remisión se ha de verificar pre-
cisamente el miércoles diez del corriente por estar ya así
dispuesto y prevenido lo necesario, por cuyo motivo se
le encarga- la más posible brevedad en poner su dicta-
men, para que con vista de él, se pueda cumplir con lo
mandado por su Excelencia según corresponda en justi-
cia. Don Cayetano Buelta Lorenzana.
539
Capitulo sigue: Lo mismo que digo a Vuestra Merced en cuanto a
estos reos ejecute, deberá ejecutar con los negros escla-
vos primeros autores y fomentadores de la especie de
levantamiento sobre su libertad, su intento es uno de los
168r más perjudiciales al estado, a los mismos dueños/ y a la
patria de lo que puede imaginarse y por lo mismo impor-
ta escarmentarlo para no dar lugar a que en otro tiempo
puedan pensar en él, como la remisión pronta, que debe
hacerse por igtiales motivos y otros que los insinuados
impide que la ejecución de la sentencia se verificase en
esa capital como convendría, podrá a lo menos, sin per-
juicio de la causa y para que pueda servir de memoria y
ejemplo, atendida la vileza de las personas por su calidad
esclavos mandárseles dar por las calles públicas ciento o
docientos azotes; Una vez que el delito esté bien califica-
do y confesado, y proceder a remitirlos a Santa Fe con
sus respectivas causas o si éstas no estuvieren conclusas
168v luego que lo estén/, aunque aquellos se hayan enviado
antes, para que examinadas, sentenciadas o confirmadas
por aquella Real Audiencia se les aplique la que final-
mente merecieren según su delito, consultándolo Vues-
tra Merced en caso necesario con cualquiera de los abo-
gados que hay en Medellín. Es copia fielmente sacada de
su original a la que en caso necesario me remito. En
cuya fe lo certifico, signo y firmo en Antioquia en cinco
de Abril de 1782 años. Simón Robledo Escribano Públi-
co y de Cabildo.
540
169v de los alborotos acaecidos en esta Provincia demanda/
con más razón un ejemplar castigo que el de dichos
esclavos, para que éstos escarmentados con él sirva a los
otros de freno que les contenga dentro de la raya de la
razón, doblegando la cerviz a la servidumbre en que les
constituyó la suerte. No podrá negarse que el castigo
aplicado a los delincuentes es la base fundamental en
que el bien público descansa y se sostiene, y es tan
necesario y tan provechoso para la vida y compañía hu-
mana como los cuatro elementos con que respiramos,
porque la severidad de la justicia conserva la viaa-,--entre-
tiene la religión y es la salud de la Repúblicas como dijo
San Agustín en el libro de Duodecim Abusionibus, pues
si faltase el castigo para los malhechores en vez de una
170r vida civil y política/ sucedería una perdición desordena-
da, porque cuando el vicio no es refrenado con el temor
de la pena todo lo desola y consume, y el mismo San -
Agustín y Casiodoro dicen: Que la variedad de las cos-
tumbres que hay en la República no da lugar a defender
las leyes sino es con el terror, y la común de los Autores
siente repararse mejor la República con la severidad que
no con la remisión, porque con aquella sólo es ofendido
el punido y con ésta se ofende la Ley, el Rey y la Grey,
que es toda la República, San Gregorio llama pestilencia
de ésta al juez que con rigor no castiga los delitos, y
consta de varios lugares de la Sagrada Escritura, que
ningún sacrificio mayor se le puede hacer a Dios que
castigar al malo y perverso; porque como dice Bal-
do:Con quitar la vida a éstos se salvan la de muchos
170v inocentes: y contra los malhechores/ han de ser los jue-
ces inexorables, porque de éstos no hay otra esperanza
de que aborrezcan el vicio, sino es por temor de la pena,
y cuya extirpación como tan importante no hay ley que
no se recomiende, y la que no se consigue sino es a
fuerza del castigo, y en el que no puede el juez ser
indulgente, mayormente en delito de tan depravada na-
turaleza. En cuya conformidad, y en la de que la orden
de Su Excelencia que acompaña a este expediente, sólo
es de que a los esclavos que fueron primeros autores y
fomentadores de esta sublevación, se les imponga la pe-
na de azotes de vergúenza y sean remitidos al Supremo
Senado de su Audiciencia para 'be se les imponga el
castigo condigno que por su culpa mereciesen. En esta
virtud, y arreglándome a dicha orden, me parece deberse
rnr aplicar la pena/ de cien azotes y ser remitidos los si-
541
guientes esclavos: Javier García, José Ortiz, Javier Este-
ban Serna, José y Martín Lastra, mediante a que del
mérito del proceso se evidencia, que los unos fueron
primeros motores de dicho levantamiento, y los otros
fomentadores de él con sus perniciosos influjos. Y aun-
que contra varios de los otros resulten algunas declara-
ciones, como quiera que de ellas se convence haber acep-
tado el convite y ofrecfdose entrar en dicho levanta-
miento, más nó que fuesen los primeros motores y fo-
mentadores de él, por tanto no deben comprenderse en
la superior deliberación de Su Excelencia de que sean
azotados y remitidos a Su Audiencia, pues en ella sólo se
incluyen los reos de aquella calidad; pero sin embargo de
lo dicho se mantendrán en la correspondiente custodia
171v /y prisión hasta que con vista de la causa determine Su
Audiencia lo que fuese de su superior agrado. Estudiosa-
mente he reservado para lo último hablar del negro Pela
yo Lora, no obstante de resultar cabeza y primer actor
del pretendido motín, y a ésto me ha obligado el haber-
se presentado dicho esclavo, en la confianza y satis-
fación del perdón que Vuestra Señoría le prometió, y
que corre desde el reverso de fojas 12 hasta el dorso de
la 14, y como agriamente se agite la cuestión entre los
Autores de si el corregidor está obligado o no ha cumplir
estas promesas, me ha parecido conveniente detenerme
en su resolución, Tenían los Romanos eh tanto guardar
la palabra y fe prometida (por ser efecto de la constan-
cia y de la justicia) que pusieron su simulacro y estatua
172r en el mejor lugar del Capitolio. El Poeta Silio/ llamó a la
fe ornato y hermosura de los dioses y que sin ella no
puede subsistir la paz en la tierra, y en tanto encareció
Juan Andrés la obligación de cumplir lo prometido, que
por cosa admirable dice: Que aún el demonio con ser
padre de la mentira cumple a veces lo que promete, y así
parece más bien fundada la opinión de que esté obligado
el corregidor a cumplir la promesa que hace al reo por
ser parte principal de la justicia guardar la fe y necesaria
para la seguridad de la conciencia, para la reputación y
buen crédito con los súbditos y seguridad con los extra-
ños. Y finalmente en concepto de todos los políticos es
la fe arma muy poderosa para la conservación de los
estados. Que no debe el juez castigar al delincuente por
la confesión que hiciese movido de la promesa del per-
dón, es general Doctrina seguida por los Autores Reyni-
172v colas/ como afirman Immola y Hipólito de Marsilus, el
542
primero en la Ley: Si qui reum No 29 Digestis de pu-
blicis judituis y el segundo en la Ley la Parag. quest, fidez
digestic de question, y con lo dicho alude una ley impe-
rial estatuente, que el que contrata con el juez no sea
con su autoridad engañado, y el que se somete y pone
en sus manos se le ha de hacer gracia y no recibir agra-
vio, y siendo como lo es noble el oficio de juez, no se ha
de tener por dudosa su promesa, pues la del hombre
noble se tiene por cumplida. Y el Doctísimo Bobadilla
doctrinando el asunto en el libro tercero de su política
asienta las siguientes palabras: Y resolviendo esta cues-
tión digo: Que la última opinión de Juan de Immola y
de Hipólito es más admitida de los Autores de estos
Reinos, y aún nuevamente Tiberio Decicino (por autori-
1 73 r dad de dicho Immo14/ diciendo ser Opinión en que to-
dos concuerdan, afirma que obliga en conciencia al juez
a guardar la promesa y que la contraria es más seguida
de los extranjeros. En fuerza de estos legales fundamen-
tos me parece, que Vuestra Señoría en virtud del citado
perdón, no puede condenar al dicho Pelayo en la pena
de azotes. Pero como el referido Político Corregidor
aconseje, que en estos casos se consulte con el Príncipe
por el juez que lo prometió, me parece así mismo, que
este reo sea remitido con los demás a la ciudad de Santa
Fe, para que impuesto Su Alteza de la promesa y sus
circunstancias declare sobre ella lo que hallase ser de
justicia. Este es mi sentir, que sujeto a la.censura de
Vuestra Señoría. Antioquia, y Abril 27 de 1782. Doctor
Ignacio Uribe.
543
174r serán dados por mano/ del verdugo, sin perjuicio del
condigno castigo que por lo principal de sus delitos ten-
ga a bien imponerles la sabia justificación de Su Audien-
cia, a cuyo regio senado se remitirán dichos reos el miér-
coles diez del corriente con la custodia necesaria, si-
guiendo con ellos en la misma conformidad al esclavo
Pelayo primer actor de la sedición para qué Su Audien-
cia según el mérito del proceso y perdón que le tengo
concedido, con' los motivos que tuve por justos y conve-
nientes para concederlo, se digne resolver acerca de su
confirmación lo que hallare más conforme a justicia y
fuere de mayor aprobación. Y estanclii en estado se re-
mitirán los autos originales sacándose testimonio de
ellos para resguardo del archivo, y los demás reos, que
de ellos constan y se hallan presos, y otros que se espe-
174v ra/ arrestar, por haber sido nuevamente descubiertos en
las ratificaciones de Javier García y dicho Pelayo, se
mantendrán en la prisión hasta tanto que sentenciada
definitivamente por Su Audiencia esta causa, les impon-
ga la pena que proporcionalmente merecieren, para que
el castigo sirva de ejemplo y escarmiento de los demás y
consiga esta Provincia la paz entre sus habitantes y la de-
bida obediencia y sujeción de los Magistrados que
deben tener los díscolos y rebeldes. Y con reflexión a
que el esclavo Javier Esteban Serna hace días que se
halla muy enfermo de unas llagas, y que de orden de
este Gol?ierno lo asiste para su curación Agustín Pérez
que hace de médico en esta ciudad, comparecerá éste a
175r declarar el estado de la salud/ del referido esclavo Javier
Esteban, y si está en disposición de poder sufrir los azo-
tes y ponerse en viaje para Santa.Fe sin riesgo grave de la
salud o de la vida, y con vista de lo que resulte de su
declaración se reserva proveer lo que sea de justicia en
este particular, y todo lo demás se llevará a puro y debi-
do efecto y de su cumplimiento lo pondrá por diligencia
el presente escribano. Don Cayetano Buelta Lorenzana.
544
Agustín Pérez. donde se halla preso el esclavo Javier ¿Esteban Serna,
Agustín Pérez, médico nombrado para su asistencia en la
enfermedad que padece, a quien Su Señoría por ante mí
el Escribano le recibió juramento, que lo hizo por Dios
Nuestro Señor y una señal de cruz conforme a derecho,.
bajo el cual prometió decir la verdad en lo que supiere y
le fuere preguntado, y siéndolo de si el expresado escla-
vo, sin grave perjuicio de la salud o de la vida, podrá
sufrir en el día de mañana ocho del corriente la pena de
cien azotes a que por dicho auto se le impuso, y de
consiguiente si se halla en disposición de seguir con otros
reos en el término de dos o tres-días para la ciudad de
Santal Fe, dijo: Que a su concepto, según lo débil que se
176r halla el enfermo/ Javier Esteban, y que aún no le ha
cesado la reuma que le cae a una llaga que tiene en el
muslo izquierdo y nó habérsele quitado aún enteramen-
te la calentura, le parece que el castigo de los cien azotes
le será muy pernicioso y de riesgo grave para la salud, y
que dificulta que por su pie, ni aún a caballo, con moti-
vo de tener la Baga de la parte de afuera en donde se
sienta, pueda ir sin riesgo de la vida dentro de tan pocos
días para Santa Fe, lo que según su inteligencia y con-
ciencia le parece debe declarar bajo el juramento que
tiene hecho por ser así la verdad, y en ello se afirma y
ratifica, y que es de edad de treinta y ocho años poco
más o menos y lo firma con Su Señoría por ante mí el
176v escribano de que doy fe. Don Cayetano/ Suelta Loren-
zana, I Agustín Muriel Pérez, Simón Robledo Eseribano
Público y de Cabildo.
545
Pérez y lo firma conmigo de que doy fe. Iliturro. Roble-,
do.
546
hombre convidado estoy y tengo gallos y caballo para
dicho día, lo que con efecto era así por que lo había
convidado Calistro, esclavo de Don Juan José de Lora
que había salido por Alférez de las fiestas de San Juan
de este año, para las que siempre buscan ayudantes con
anticipación, y como dicho Pelayo es esclavo de la mis-
ma casa, creyó que el convite que le preguntaba era para
dichas fiestas, y que no pasó otra cosa ni le habló de
pedir ,Cédula ni libertad de la esclavitud, y que todo lo
179r que tiene dicho/ y declarado es la verdad bajo del jura-
mento que tiene hecho, y siéndole leída ésta su declara-
ción dijo que en ella se afirma y ratifica, que es de edad
de más de cincuenta años poco más o menos, no lo
firma porque dijo no saber, lo firma a su ruego Don
Nicolás de Lara junto con Su Señoría por ante' mí de
que doy fe. Don Cayetano Buelta Lorenzana. Por el
declarante Nicolás de Lara. Simón Robledo lEscribano
Público y de Cabildo.
547
Preguntado si ha tenido noticia, porque algún otro escla-
vo o persona se lo haya dicho, que los esclavos intenta-
ban levantarse para proclamar la libertad usando de la
1a)v fuerza, dijo:/ que hasta que se verificó la prisión de
algunos esclavos, no tuvo noticia de semejantes intentos.
Y que lo que tiene dicho y declarado es la verdad bajo el
juramento que tiene hecho y siéndole leída ésta su de-
claración, dijo que en ella se afirma y ratifica y que su
edad es como de veinte y cinco años poco más o menos,
no lo firma por no saber, a su ruego lo hace Don Nicolás
de Lara con Su Señoría por ante mí de que doy fe. Don
Cayetano Buelta Lorenzana. Por el declarante Nicolás de
Lara. Simón Robledo Escribano Público y de Cabildo.
548
Cédula a todos los más negros que pudiera, dijo: Que es
falso, que no le dijo tal cosa y responde.
549
el oro y vinieran a esta ciudad a pedir la referida Cédula,
y si también le dijo el declarante al dicho Javier García,
que convocara a todos los demás negros que pudiera
para el mismo fin, dijo: que de todo lo que contiene la
184r pregunta únicamente es cierto el que el declarante le/
dijo al expresado Javier García que convocaría a los
demás negros sus compañeros, pero para pedir la Cédula
y no para recoger oro ni darlo, pues no pasó tal cosa
como tampocó lo demás que contiene la pregunta y
responde.
550
2, Preguntado si luego que se impuso de la convocato-
ria que le hizo el negro Javier García para pedir la
Cédula, le respondió que no solamente daría los dos
tomincs, sino que hasta cinco o seis pesos si fuese nece-
185v sano y que estaba pronto a convocar a los demás/ negros
sus compañeros para que también dieran el oro y vinie-
ran a esta ciudad a pedir la referida Cédula, y si también
le dijo el declarante al dicho Javier García convocara a
todos los demás negros que pudiera para el mismo fin,
dijo: que es falso, que no le ha referido lo que contiene
la pregunta al referido Javier García en ninguna de sus
partes y responde.
551
dada ante el Capitán a Guerra y que por seria verdad se
afirma y ratifica en toda ella y responde.
552
Careo En el mismo día, mes y año en cumplimiento de lo
188v mandado/ en el auto que antecede, comparecieron a ca-
reo ante Su Señoría los referidos esclavos Pelayo Lora,
Ignacio y Santos Ferreira y habiéndoles Su Señoría re-
cibido de cada uno juramento, que por ante mí el escri-
bano lo hicieron por Dios Nuestro Señor y una señal de
cruz conforme a derecho, bajo el cual prometieron decir
la verdad en lo que la supieren y les fuere preguntado, y
siéndoles leídas a presencia de los tres, lo que en su ratifi-
cación declara dicho Pelayo y lo que en sus declaracio-
nes deponen los expresados Ignacio y Santos, acuerden
entre los tres el hecho cierto de la verdad acerca de la
convocatoria que el referido Pelayo declara haberles he-
18.9r cho,. y que estos aceptaron/ para pedir la Cédula que
suponía estar en el cabildo para con ella proclamar la
libertad de su esclavitud, y enterados de sus respectivas
declaraciones dijo el referido Pelayo: que en un día Do-
mingo en el mes de Noviembre en la casa de Juan Salva-
dor Escalante, vecino de esta ciudad, estaban haciendo
tapias los referidos Ignacio y Santos, y preguntándoles
por que trabajaban el Domingo, le respondió dicho Igna-
cio que tenía su -mujer sin saya y que quería ganar el
jornal para comprársela, a que le respondió el Pelayo,
que sino habían oído que había una Cédula del Rey en el
cabildo para que los esclavos fueran libres pagando tri-
buto y que sería bueno la fueran a pedir para ver si era
cierto que la había, a que le respondió dicho Ignacio,
189v que bueno/ sería pedida. Y que no pasó otra cosa entre
los dos y que ésto fue hablando con el Ignacio, y que
Santos su hijo lo oyó también, quien también le dijo que
bueno estaba y nada más, con lo que-se -despidió de ellos
y no volvió a hablarles más en el asunto. Y el referido
Ignacio dijo, que lo que pasó con dicho Pelayo sólo ha
sido el decirle este si estaban convocados, y le respondió
que si, entendiendo, como consta de su declaración, que
el convite que decía era para las fiestas de San Juan,
para el que era cierto lo estaba de Calistro, compañero
del dicho Pelayo, y que estaban solos a excepción de
Santos, hijo de Ignacio, que estaba arriba en el tapial y
190r lo pudo haber/ oída Y el dicho Santos impuesto de las
reconvenciones hechas entre Ignacio, su padre, y el refe-
rido Pelayo, dijo: que con él no había hablado cosa
alguna y por lo mismo no le respondió lo que dicho
Pelayo relaciona ni otra cosa, y que sólo oyó a su padre
responderle a Pelayo que tenía gallos y caballo para las
553
carreras de San Juan. Y no habiéndose hecho más recon-
venciones los unos al otro, porque dijeron no tenían
otras, y no pudiendo adelantarse más en el asunto para
aclarar la verdad, siéndoles leido este careo cada uno se
afirmó y ratificó en lo que tiene dicho y declarado, no
lo firmaron porque dijeron no saber, lo firmó a ruego de
190v dicho Pelayo Don Nicolás de Lara/ y por los dichos
Ignacio y Santos, Gregorio Lescano, Cabo de la Compa-
ñía Fija de está ciudad, a cuya presencia ha sido leido
este careo, firmolo Su Señoría con los referidos por ante
mí de que doy fe. Don Cayetano Suelta Lorenzana. Por
Pelayo, Nicolás de Lara. Por Ignacio y Santos, Gregorio
Lescano. Simón Robledo Escribano Público y de Cabildo.
554
persuadió y convocó para dicha •sublevación, a que res-
192r pondió/ Inmediatamente el referido Valerio, que era
cierto lo había convocado y que se había ofrecido a
concurrir con el oro que decía y con su persona a dicha
sublevación, pero que no había sido con ánimo de cum-
plirlo y sólo si con el fin de libertarse de las importunida
plirlo y sólo si con el fin de libertarse de las importunida-
des y repetidas instancias que para ello le tenía hechas di-
cho Javier García a que se había excusado, negando el que
se había ofrecido a convocar a sus compañeros y todo lo
demás que refiere el expresado Javier, en lo que se man-
tuvo sin embargo de repetirle éste las reconvenciones de
la conversación que tuvieron. Y no adelantándose con
ellas otra cosa por haber confesado uno y otro estar
solos y no ser posible mayor averiguación, mando Su
192v Señoría se concluyese este careo,/ el que siendo leído
por mí el escribano a uno y otro, dijeron que cada uno
se afirmaba y ratificaba en lo que en el asunto tiene
dicho y declarado bajo el juramento hecho, no lo firma-
ron porque dijeron no saber, lo firmó a su ruego de
ambos Don Nicolás de Lora, a cuya presencia fue leído
junto con Su Señoría por ante mi de que doy fe. Don
Cayetano Suelta Lorenzana. Por los declarantes Nicolás
de Lara. Simón Robledo Escribano Público y de Cabildo.
555
193v Nuestro Señor y una/ señal de cruz, bajo el cual prome-
tió decir verdad en lo que supiere y le fuere preguntado.
Y siendo de si es cierto que dicho Pelayo lo ha convoca-
do para pedir una Cédula que suponía haber en el cabil-
do de esta ciudad, en la que se declaraba fuesen libres
los esclavos, y que para su inteligencia siéndole leída lo
que dicho Pelayo declara en su ratificación, diga si acep-
tó como refiere concurrir a pedir dicha Cédula tumultua-
riamente con tos demás esclavos, y enterado de todo
dijo: Que dicho Pelayo no lo ha convocado para pedir
tal Cédula en ninguna ocasión y por lo mismo tampoco
el declarante aceptó concurrir a pedirla, porque todo es
ajeno de verdad y" responde.
556
riamente a ello, enterado de su contenido dijo: Que
cuanto- Pelayo declara de haberlo convocado para pedir
la Cédula que refiere la pregunta, ni para otra cosa algu-
na, es falso y ajeno de toda verdad, porque el declarante
no ha estado en esta ciudad ni en sus inmediaciones
desde el mes de Septiembre del ario pasado de ochenta y
uno hasta pasada la festividad de Nuestra Señora de la
Candelaria que se celebra en el mes de febrero del co-
195v rriente año/, que vino de la mina del Páramo donde tuvo
su residencia todo el tiempo que deja expresado, que su
amo le mando venir para ir sirviéndole en un viaje que'
hizo al Valle de San Andrés de Cauca, y siendo notoria
la mucha distancia que- hay de esta dicha ciudad a la
referida mina, se deja conocer que el expresado Pelayo
no lo ha convidado como dice, pues no ha estado en
dicha mina como en caso necesario lo dirán los demás
que en ella asisten. Y responde que lo que lleva dicho y
declarado es la verdad en cargo del juramento que hecho
tiene, en que se afirmó y ratificó siéndole leída su decla-
ración, dijo ser de edad de veinte y cinco años poco más
196r o menos, no lo firma por no saber/ a su ruego lo hace
Don José de 'Agreda junto con Su Señoría por ante mí
de que doy fe. Don Cayetano Buelta Lorenzana. A rue-
go del declarante José Vicente de Agreda. Simón Roble-
do Escribano Público y de Cabildo.
557
rante, aunque estaba bastante cerca, con motivo de estar
cuidando de las mulas de carga que llevaban él y dicho
197r Javier no atendió/ a lo que hablaban ni tampoco se lo
refirió dicho Javier García. Y que lo que lleva dicho y
declarado es la verdad en cargo del juramento que hecho
tiene, y leída que le fue ésta su ratificación dijo que en
ella y todo su contenido se afirma y ratifica, no lo firma
porque dice no saber, lo firma a su ruego Don José de
Agreda Sargento de la Compañía Fija de esta Ciudad,
junto con Su Señoría por ante mí de que doy fe. Don
Cayetano Buelta Lorenzana,,A mego del declarante José
Vicente de Agreda. Simón Robledo Escribano Público y
de Cabildo.
558
le el Luis María al Gracet en algunas tareas de escriba-
nía, comiendo y bebiendo juntos algunas veces, y ha-
ciendo otras demostraciones de demasiada intimidez. Y
evacuadas que sean dichas declaraciones, pide el Defen-
sor se agreguen a los autos como pruebas relativas a su
asunto y a lo que el Defensor de dichos esclavos tiene
alegado, sobre que en todo pide justicia. Antioquia y
Marzo 27 de 1782, Luis María Pastor.
559
oído a su amo el viejo, ya difunto, que una persona, que
no se acuerda si era hombre o mujer, había dicho y
hablado de que había dicha Cédula, pero que no hizo
entonces caso alguno de dicha noticia, y ésto ha sido lo
que refirió a los esclavos del Padre Lastra y responde.
Que no sabe otra cosa en el asunto y por lo que deja
200v declarado es la verdad en cargo del juramento/ que tiene
hecho, en que se afirmó y ratificó siéndole leida su de-
claración, y dijó ser de edad de treinta y ocho años poco
más o menos, y no firma por no saber, a su ruego lo
hace Don Domingo Fontela Cabo de la Compañía Fija
de esta ciudad por ante Su Señoría y conmigo de que
doy fe. Don Cayetano Buelta Lorenzana. Por el decla-
rante Domingo Fontela. Simón Robledo Escribano Pú-
blico y de Cabildo.
560
dijo ser de edad de sesenta y nueve años poco menos, no
202r lo firma por impedimento de la vista a su/ ruego lo hace
Don Nicolás de Lara con Su Señoría por ante mí de que
doy fe. Don Cayetano Buelta Lorenzana. Por el decla-
rante Nicolás de Lara. Simón Robledo Escribano Públi-
co y de Cabildo.
. 561
A la primera dijo, que por voces vagas ha oído que
Tiburcio, esclavo del Señor Don José Barón de
Chávez, Gobernador que fue de esta Provincia, decía que
su amo tenía guardada una Real Cédula en que se man-
daba que los esclavos fueran- libres y que por haberla
ocultado estaba en el infierno, pero que no ha oído, ni
204r entendido, que dicho Señor Barón lo hubiese/ mandado
prender ni castigar como dice la pregunta, sin embargo
de tener mucha intimidad con dicho Señor y frecuentar
su casa con este motivo y responde.
562
a Luis María Laínez la habitación de Don Esteban Gra-
cet con demostraciones de una amistad íntima entre los
dos. Y que lo que lleva dicho y declarado es la verdad y
lo que sabe so cargo del juramento que tiene hecho en
205v que se afirmó/ y ratificó lerda que le fue ésta su declara-
ción, dijo ser de edad de cincuenta y nueve años poco
más o menos y lo firma con Su Señoría por ante mi de
que doy fe. Don Cayetano Buelta Lorenzana. Francisco
José de Osa. Simón Robledo Escribano Público y de
Cabildo.
563
207t a dicho destino, asegurados los/ referidos esclavos de dos
en dos con un par de esposas con su argollar para pasar
una cadena de hierro, en que también iban asegurados
otros reos y el José Lastra con una manea, y dándose,
como se dio por entregado de ellos a su satisfacción el
expresado comisionado Don José Marín de Argote, y
obligándose a dar buena cuenta de ellos y entregarlos en
la Villa de Honda según las órdenes que llevaba de Su
Señoría dicho Señor para que de allí siguieran a Santa
Fe. Y habiendo pasado todo a mi presencia, según queda
relacionado, y ser todo cierto y verdadero, así lo certifi-
207v c6/, signó y firmó en Antioquia en dicho día, mes y año
arriba expresado. Simón Robledo Escribano Público y
de Cabildo.
564
se verifique, y con atención también a que de una más
dilatada prisión que la que ha sufrido puede resultarle,
sino la muerte natural, poco menos, pues se equipara
una prisión dilatada a una muerte civil a que no se hizo
acreedor dicho Lino respecto a que su delito no se gra-
duó por de mayor consecuencia. Proponiendo el Defen-
sor, que en caso de no tener lugar lo que solicita por las
razones expuestas, se sirva Vuestra Señoría dar en fiado
soltura a dicho esclavo Lino entregándosele a Don Eran-
209r cisco de Lora, hermano de dicho Padre/ bajo la obliga-
ción de que siempre que se le pida por Vuestra Señoría
por otra orden superior lo entregará, quedando de este
modo combinada la piedad con la justicia que es la que
el Defensor solicita. Antioquia y Abril 11 de 1782. Luis
María Pastor.
565
Cuya providencia no se entienda con dicho Javier Este-
ban Serna, por hallarse comprendido en la clase de los
fomentadores de la expresada sublevación, y hágaseles
saber a los interesados que asisten en esta ciudad y a los
210v que estuviesen a fuera se les avisara por misiva con/
chasqui cuyo costo satisfarán a prorrata. Así lo proveyó,
mandó y firma el Señor Gobernador y Comandante Ge-
neral de esta Provincia con dictamen de su asesor el
Doctor Don Ignacio de Uribe, Abogado de la Real
Audiencia de este Nuevo Reino de Granada y Alcalde
Ordinario de la Villa de Medellín, por ante mí de que
doy fe. Don Cayetano Buelta Lorenzana. Doctor Ignacio
Uribe. Simón Robledo Escribano Público y de Cabildo.
566
miento Don Domingo Ortiz y Don Nicolás de Lara veci-
nos de que doy fe. Francisco de Lora. Simón Robledo
Escribano Público y de Cabildo.
567
Echeverri, por decir ser cómplices en el levantamiento
que intentaban los esclavos de esta ciudad y su Provin-
cia, y porque según el auto anterior se les ha concedido
salir de dicha prisión bajo la fianza correspondiente se-
214r gún en el se previene, en/ esta virtud otorga que recibe al
fiado a los expresados tres esclavos, los que entregará a
Su Señoría el Señor Gobernador y Comandante General
u a otro Señor Juez que lo sea competente, siempre que
se le pidan y Se necesiten para el cumplimiento de la
Real Justicia, lo que ejecutará cierta y seguramente sin
cosa en contrario, renunciando, como renuncia todas y
cuantas leyes, fueros y derechos que en contra de esta
obligación le puedan favorecer. Y al cumplimiento de lo
aquí expresado obliga las personas y bienes habidos y
por haber de los dichos Jaramillo y Echeverri, con sumi-
sión a las justicias de Su Majestad en especial a las que
214v de la/ causa de dicho levantamiento conozcan, y renun-
cias en derecho necesarias para ser obligados a su cum-
plimiento como por instrumento ejecutivo y sentencia
pasada en autoridad de cosa juzgada, consentida y no
apelada. Así lo dijo, otorga y firma siendo testigos a su
otorgamiento Don Domingo Ortiz y Don Nicolás de La-
ra, vecinos de que doy fe. En este estado dijo el otorgan-
te que en la misma conformidad recibe en fiado el negro
Eugenio, de Don Juan de Marulanda, vecino de dichos
Valles de Rionegro, el que entregará a Su Señoría el
Señor Gobernador y Comandante General u a otro cua-
215r lesquier juez Competente/ siempre que se le pida y se
necesite para el cumplimiento de la Real Justicia obli-
gando, como obliga, la persona y bienes del expresado
Marulanda para su cumplimiento, renunciando, como re-
nunció cualesquiera leyes, fueros y derechos que le pue-
dan favorecer en contra de esta obligación. Así lo dijo,
otorga y firma siendo testigos a su otorgamiento Don
Domingo Ortiz y Don Nicolás de Lara vecinos de que
doy fe. Francisco José de Osa. Simón Robledo Escribano
Público y de Cabildo.
568
Antonio Ferreiro su padre, los que se hallan presos por
decirse ser cómplices en el levantamiento que intentaban
los esclavos de esta Provincia, y porque según el auto
anterior se les ha concedido salir de dicha prisión bajo la
fianza correspondiente según en él se previene, en esta
216r virtud otorga que recibe en fiado a los expresados/ dos
esclavos, los que entregará a Su Señoría el Señor Gober-
nador y Comandante General u a otro cualesquiera Se-
ñor Juez competente, siempre que se le pidan y necesi-
ten para el cumplimiento de la Real Justicia, lo que
ejecutará cierta y seguramente sin cosa en contrario, re-
nunciando, como renuncia todas y cuantas leyes, fueros
y derechos que en contra de esta obligación le puedan
favorecer. Y al cumplimiento de lo aqui expresado obli-
ga su persona y bienes habidos y pot- haber, con sumi-
sión a las justicias de Su Majestad de cualesquier partes
que sean, en especial a las que de dicha causa de levanta-
miento deban conocer, y renuncias en derecho necesa-
216 v rias para ser/ obligados a su cumplimiento como por
instrumento ejecutivo y sentencia pasada en autoridad
de cosa juzgada, consentida y no apelada. Así lo dijo,
otorga y firma siendo testigos a este su otorgamiento
Don Domingo Ortiz y Don Nicolás de Lara, vecinos de
que doy fe. Javier Antonio Ferreira Simón Robledo,
Escribano Público y de Cabildo.
569
plimiento de lo aquí expresado obliga su persona y bie-
nes habidos y por haber con sumisión a las justicias de
Su Majestad, en especial a las que de la causa de dicho
levantamiento deben conocer, para que a ello le obli-
guen y apremien como por instrumento ejecutivo y sen-
tencia pasada en autoridad de cosa juzgada, consentida y
no apelada. Así lo dijo, otorga y firma siendo testigos
'presentes a su otorgamiento Don Domingo Ortiz y Don
Nicolás de Lara; vecinos de que doy fe. José Manuel de
Ibarra. Simón Robledo Escribano Público y de Cabildo.
570
libra al otro de su promesa y le saca de la obligación en
que estaba frusta tibi fídem, quis postulat abeo servari
cui fidem a se prestitam servari recusat; ésto es en el
caso de que debiera ser firme el perdón, pero como la
ley lo resiste con su clara disposición no pueden obrar
contra ella las doctrinas de todos los autores y otros
muchos que hay, que si en el asesor porque teniéndose
todas estas consideraciones y cuantas se pueden aparar
por útiles, no obstante la Ley se estableció y no sería
para que ocupara inutilmente el papel. Sobre todo Vues-
219v tra Señoría determinará lo más que halle/ ser arreglado a
justicia. Antioquia y Abril 1 de 1782. Pedro Biturro
Pérez.
571
negocios judiciales y con manejo en los papeles del ar-
chivo, modernamente lo había confirmado, diciendo y
haciéndoles creer, que en el Cabildo de esta ciudad había
documentos por los que se declaraba que todos los escla-
vos fuesen libres. Bajo de cuyos supuestos, en que hubie-
221 r se algunos esclavos pensado, tratado o conferido/ de
hacer su representación para que de ser cierto se verifica-
se y tuviese en cuenta el menor delito de osadía, atrevi-
miento, ni arrojo temerario, pues no habiendo pasado de
un mero pensamiento, que aún el más santo está sujeto a
tenerlos muy pésimos, aún cuando todo no tuviera la
probabilidad de las circunstancias de quien vertió y pro-
mulgó la especie, pudo haber sido creída por otros me-
nos interesados y más advertidos, sin que en ello, ni en
el haber conferido alguna cosa conducente en términos
legales, hubiesen cometido culpa. Que la especie de que
había semejante Real Cédula fue vertida y esparcida, lo
ha justificado el defensor como consta desde hojas 124
221v hasta la 126, cuya prueba/ junto con lo vulgarizado y
creído por algunos esclavos de que Don Esteban Gracet,
oficial de Cabildo, le había dicho y asegurado al esclavo
Javier Esteban Serna, de que si los negros hablaran, te-
nían algún favor en el Cabildo para ser libres, como lo
depuso dicho Javier Esteban a hojas 27 vuelta uno y
otro pasaje se debe reputar por un apoyo tan fuerte a la
credulidad de semejante afirmativa, que no admite la
menor duda ni repugnancia; a que sólo ésto fue el origen
de semejante pensamiento y como todo asunto o mate-
ria se ha de tomar para averiguarla . o defenderla desde su
raíz, pasará el defensor a exponer lo que le ocurre sobre
este principio. Todos los dichos de los esclavos que de-
clararon sobre la noticia de que habla dicha Real Cédu-
222r la/ vinierorva parar (averiguando la verdad) en que dicho
negro Javier Esteban así se lo oyó al referido Don Este-
ban Gracet, dicho esclavo lo confiesa a hojas 21 vuelta y
siendo preguntado delante de qué personas lo dijo dicho
Gracet, afirma que a presencia de Luis María Laínez,
éste a hojas 32 vuelta, evacuando aquella cita, dijo no
haber oído tales palabras; el mismo Gracet, a hojas 42
vuelta, niega la precendencia y en el careo de hojas 44
vuelta y 45, cada uno de los tres se mantuvo firme en lo
que tenían declarado. Si ocurrimos a lo que en tales
casos está dispuesto en derecho, encontraremos en el
Autor de la Curia Philipica P.3. juicio criminal S 15.
No.7 estas palabras: Y si un testigo cita a otro que se
572
halló presente, y el citado niega sin embargo vale el
dicho del que le citó porque pudo ser el citado no lo
entendiese, y así ninguno de ellos puede ser punido,
222v pues para serlo no hay/ más tazón de creer a uno que a
otro como alegando lo dice Acevedo y lo trae claro: No
puede encontrarse doctrina más expresiva, a lo menos
para que con arreglo a ella respecto a no resultarle otro
cargo ni delito a dicho Javier Esteban en todos los autos;
ni en el asunto, no se le hubiese graduado por uno de los
principales cómplices, según lo dictaminado en estos au-
tos por el asesor, ni que merezca la pena que se le tiene
impuesta y declarada. La presunción a favor del acerto y
afirmativa de dicho Javier Esteban está de parte de éste,
pues si en realidad de verdad hubiera sido mentira o
falsa imputación lo que resulta contra Gracet, en haber
citado a dicho Luis Mana Laínez, claramente se exponía
a que éste lo desmintiese y no habiendo tenido necesi-
223r dad de nombrar a quien pudo haberlo oído/ con el reato
de calificarse de embustero. Si no hubiera sido cierto lo
que refirió Gracet, buen cuidado hubiera tenido Javier
Esteban de no citar a quien pudiera condenarlo o des-
mentirlo, pues con haber declarado que no había otro
presente, cuando no hiciera fe, su dicho quedara opina-
ble y dudosa la verdad, más habiendo afirmado que se
halló presente dicho Luis María, así se deja creer y pudo
verificarse la razón que da el autor arriba citado, porque
pudo no entender dicho Luis María las razones que pro-
fería Gracet, y si a ésto se agrega, lo notorio que es en
todo este común de que Gracet y Laínez pican bastante
en el exceso de beber, se sacará más clara la consecuen-
cia y sobre todo esto se atiende y reflexiona sobre la
223v parcialidad, comensalidad/, intimidez estrecha de amis-
tad entre Laínez y Gracet, como ha justificado el defen-
sor en las pruebas que ha producido desde hojas 124
hasta 126, las cuales reproduce a favor de teidos a cuya
defensa resulten; se hallará que el testigo que bonifica a
Gracet por ser los que el derecho declara por tachados e
inhábiles, como a mayor abundamiento lo tacha el de-
fensor. Deduciremos de todo lo expuesto en esta parte,
que la raíz y primer origen de los pensamientos de los
esclavos comprendidos fue dicho Don Esteban Gracet,
haciéndose digno de reparo en estos autos, que si a di-
cho Gracet aún constando haber sido el origen y princi-
pio de donde resultó los pensamientos no adelantados,
ni ejecutados, que tuvieron algunos esclavos se le miró
573
224r con tanta indulgencia como de/ los autos se deja ver, por
qué a los míseros esclavos, que seducidos y corno anima-
dos con aquella especie vertida por Gracet, se les ha
condenado a seis de ellos, en pena de castigo y vergüen-
za, despachados menos el Javier Esteban, que se quedó
por enfermo, a las cárceles de Santa Fe, a la disposición
de los Señores de aquella Real Audiencia y sujetos a la
sentencia que en aquel Superior Tribunal se pronuncia-
se, Y ya que effipezó el Defensor a exponer por el citado
Javier Esteban adelantará por parte de éste lo más que
ocurre en su defensa, y evacuado por lo que a éste co-
rresponda, seguirá por los demás en separados acápites,
para no confundir unos hechos con otros y exponer
mejor por el mérito de lo que a cada uno encontrase en
224v los/ autos resultarle. En esta inteligencia, a más de lo
que deja expuesto, añade a favor y defensa de dicho
Javier Esteban que, registrados todos los autos, no se
encuentra que le resulte el menor delito ni culpa por
seductor, cabeza, ni fomentador del levantamiento ni
sedición alguna; pues únicamente si en alguna de las
declaraciones del sumario o prueba lo nomina o trae a
consecuencia algún declarante, sólo es por referencia de
que dijo o contó lo que le había oído a Don Esteban
Gracet en razón de los docunientos que favorecían la
libertad de los esclavos, y aún esta especie o cuento sólo
consta de los autos que le refirió al negro José, esclavo
del Padre Lastra, quien al parecer no le dio crédito ni
225r asenso totalmente a dicha especie. pues/ añade dicho
Javier,Esteban en su declaración de hojas 28 vuelta que
dicho esclavo José le dijo o respondió que pasaría a
tratar con dicho Gracet sobre el asunto, como dando a
entender que por sólo decírselo el Javier Esteban no lo
creía hasta que el mismo Gracet se lo afirmase; sobre
que no consta haberse verificado comunicación alguna
entre aquellos dos. Asentado pues que no le resulta a
dicho Javier Esteban otra cosa que la de haber contado a
un sólo negro las especies que le aseguró Gracet, se hace
preciso hacer punto en este estado y registrar y traer a la
vista el Superior Orden del Excelentísimo Señor Virrey
de este Reino, según el capítulo que consta a hojas 104
copiado de su original, por los que se dignó Su Excelen-
225v cia prevenir a Vuestra Señoría/ en los términos, que
debía proceder con los esclavos comprendidos en la soli-
citud de su libertad; en cuya Superior Orden aún debien-
do suponer que fue dada y comunicada por mera rela-
574
ción e informe que Vuestra Señoría tendría por conve-
niente pasar anticipadamente a aquel Superior Gobier-
no, para obtener las órdenes de lo que fuese correspon-
diente ejecutar; se registra que lo que aquella Superior
Justificación ordena que se ejecute, es bajo la preven-
ción de que el delito esté bien calificado y confesado,
deduciéndose de tan expresa y justificada orden, que
faltando cualesquiera de las dos condiciones de califica-
do y confesado el delito, no debía entenderse deber
proceder a castigo mayor como el que fueron condena-
2r dos. Cuantas veces ha pasado el/ defensor estos autos
para instruírse de su mérito y fundar las defensas corres-
pondientes y se ha topado con el espíritu de dicho Supe-
rior Orden y luego ha encontrado el parecer del asesor
por el que graduó nominadamente a los que se les debía
aplicar la pena impuesta, no cesaba de maravillarse cuán
poco eco hizo en el asesor aquella tan justificada cláusu-
la en la orden de Su Excelencia sobre Que el delito esté
bien calificado y confesado; y cuán de prisa o de su-
perficie leyó dicho asesor los autos, para haber proce-
dido a semejante graduación en la clase de reos sujetos a
la pena impuesta bajo de aquellas dos condiciones y
dejando para el lugar de cada uno en particular exponer
lo que corresponda_ En esta parte proseguiré en cuanto
226v al Javier Esteban con/ esta reflexión o pregunta: Será
delito de la mayor gravedad y consecuencia en quien
debía recaer la pena de azotes y afrenta, y ésto aunque
sea en un esclavo, el oír que uno por solo que le dio la
gana sin haber sido preguntado ni consultado sobre ello,
diga, hablando con aquel: Que si los esclavos hablaran
tenían favor en el Cabildo para que todos fuesen libres y
que este razonamiento aquel que lo oyó lo dijese a otro
sin que conste hubiese adelantado otra especie ni pala-
bra, que condujese a incitar o promover algún hecho
disonante de parte de aquel a quien se lo contaba? Por
más que se quiera exprimir lo agrio de cualquier crítica
sobre semejante pasaje, se hace como imposible concebir
que en ello hubiese la menor sombra de delito, pues
siendo tan común y aún natural el referir y contar unos
227r a otros aquellas especies que/ tienen algo de singulares y
un aviso de noveleras, en haber contado Javier Esteban
al negro José las especies que le oyó a Don Esteban
Gracet fuesen o no ciertas, pudo delinquir en ésto dicho
Javier Esteban y porque se hubiese extendido y llegado
a tomar algún irregular semblante pudieran haber acaeci-
575
do algunos funestos resultos? . La pena condigna debiera
recaer en Gracet como promotor de la especie y no en
quien contó a otro lo que aquél le dijo sin medir con-
fianza, ni secreto, pues quién, a vista de encontrar decla-
rado por libre y absuelto a Gracet, no se admirará de
que hubiese sido condenado a pena grave el Javier Este-
ban sólo porque pudo oír lo que aquel habló y haberlo
contado, no a muchos, sino a uno solo como fue a José,
227v esclavo del Padte/ Lastra. Verdaderamente Señor Gober-
nador que el Defensor no alcanza, ni penetra, en qué
pudo fundarse el asesor si procedió con arreglo a los
autos para dictaminar de tal manera, el defensor no es
profesor del derecho y con todo, tiene entendido que
para semejantes penas debe constar plenamente justifica-
do el delito que las traiga aparejadas, y sin duda por ésto
tuvo por conveniente la sabia justificación de Su Exce-
lencia (como que no había visto los autos) hacer aquella
prevención arriba apuntada. Pero sin duda que (como
apuntado queda) no hizo eco esta prevención en el con-
cepto o ligereza de dicho asesor y pues (como se suele
decir) no hace Dios cosas 'acaso, y que por, la enferme-
228r dad de dicho/ Javier Esteban, no se le puede aplicar,
cuando a los otros la pena de afrenta y azotes, ni inclui-
dose en la conducta a Santa Fe, y por dicho acaecimien-
to está suspensa. Pide el Defensor se revoque, por con-
trario imperio, la aplicación de la pena impuesta a dicho
Javier Esteban y se le declare por no culpado ni cómpli-
ce en el delito de que son acusados por el ministerio
fiscal otros esclavos; pues contra éste no se encuentra en
todos los autos que fomentase, ni concurriese a nada. Ya
que el defensor deja expuesto sobre el origen y raíz del
consabido alboroto, manifesto que tuvo principio de lo
que Don Esteban Gracet aseguró al negro Javier 'Este-
ban, sobre la existencia en el cabildo de los documentos
228v que favorecían la libertad/ de los esclavos y que dicha
noticia se la Comunicó el mismo Javier Esteban al escla-
vo José del Padre Lastra, convendrá seguir el hilo por los
mismos trámites con que fue tomando cuerpo. En cuyo
supuesto expondrá el defensor sobre lo que encuentra
en los autos resultarle a dicho José del Padre Lastra lo
que ya queda dicho, de que Javier Esteban tiene confe-
sado a hojas 27 vuelta y 28, de que la misma noticia o
pasaje que tuvo con Gracet se lo comunicó a dicho ne-
gro José, no se ofrece sobre este particular reparo alguno
mediante a que el mismo José en su confesión a hojas 37
576
confiesa ser cierto. Pero si es para tenerlo muy presente
y hacer la reflexión más sincera, lo que dicho José res-
pondió a la referida noticia de que aquello que le decía
229r era menester verlo para creerlo/ lo que concuerda en
algún modo con lo que el mismo Javier Esteban dice en
su declaración citada de que le respondió dicho José
pasaría a tratar con Gracet sobre el asunto, lo que no
consta verificarse. Si pasamos a registrar la confesión del
negro Pelayo hallaremos al folio 17 todo lo que parece y
confirió sobre el asunto con el citado negro José que se
reduce a que pasando por la estancia del Padre Lastra
encontró a dicho negro José y otro nombrado Martín y
que dicho Pelayo les propuso que fueran a pedir al Cabil-
do la dicha Cédula, a que respondieron que estuvieran
prontos y que era cierto que allí entraba por que asi lo
decía Gracet, con cuyo motivo el Pelayo propuso al José
que por ser éste más viejo había de hacer de Capitán de
los demás esclavos y que aunque se excusó de tal cargo y
229v no lo aceptó se ofreció/ a concurrir a la solicitud de la
Real Cédula, dejo para su debido lugar lo más que sigue
declarado dicho Pelayo en su citada confesión, y pasará
el Defensor a traer a consecuencia lo que el mismo Pela-
yo añadió en su ratificación al folio 92 vuelta aqui dice:
Que para el descargo de su conciencia debe declarar que
en cuanto al proyecto d5 proclamar la libertad por bien
por mal y demás resistencias no lo sabían los que tenía
declarados haber sido convocados y solo José, Martín,
Lorenzo y Domingo esclavos del Padre Lastra lo sabían
porque lo habían hablado con ellos, por que los demás
sólo tenían entendido que la convocatoria se hacía para
pedir la Cédula todos juntos y si la había proclamarse
230r libres y si no la había volverse a servir a sus amos, sobre/
que se hacen dignos de la mayor reflexión algunos repa-
ros e inconsecuencias que se deben notar en dicha narra-
tiva y es el primero que el mismo Pelayo no cita ni
refiere que hubiese hablado ni tratado con los cuatro
esclavos citados del Padre Lastra más que una sola vez
con el Lorenzo y Domingo en el paraje de los Tafetanes
cañada de Cangrejo, en donde les propuso de estos dos
lo de pedir dicha Cédula, a lo que respondió el Lorenzo
que ahí estaba según decía Don Esteban Gracet y que
con cincuenta negros se podía pedir con un escrito al
cabildo, a que respondió el mismo Pelayo que bueno
estaba y que concluyeron con ésto aquella conversación.
Con el José y Martín sucede lo mismo de que una sola
577
230v vez habló con ellos las razones arribas/ apuntadas y no
SS, luego cuándo o cómo o en qué tiempo y ocasión
trató o confirió con dichos cuatro esclavos el modo o
proyecto de pedir la Real Cédula usando de la fuerza,
más, si como sólo dichos cuatro esclavos del Padre Las-
tra se había manifestado en orden al término o modo
que tenía pensado usar para ello y todos los demás escla-
vos estaban ignorantes, porque sólo se les había dicho y
estaban en la inteligencia de que si había y les daban
dicha Real Cédula se proclamarían libres y que en caso
de que saliese ser falso y que no hubiese tal Real Cédula
todos sin diferencia de ninguno se habían de volver a
servir a sus amos. Bajo de este concepto, no es cosa
risible, que el Pelayo con solo cuatro esclavos el uno
231r muy/ viejo y medio gafo cual es José y el otro muy
muchacho y majadero, cual es Martín, tuviese pensado
usar de la fuerza en el caso de que no le entregasen los
Señores de Cabildo la Cédula que solicitaban? Bien pu-
diera haber llegado el caso de que se hubieran juntado
algunos cuantos negros a favor de los intentos de solici-
tar y desengañarse de si había o no dicha Real Cédula y
de donde tenía previsto Pelayo que los que no venían
con otra intención ni ánimo de que de desengañarse y de
no haber nada volverse a servir a sus amos habían de
concurrir armados y si los incitaba o convidaba en aquel
pronto a que usasen de alguna fuerza los había de hallar
resueltos a cualquier exceso, sólo porque Pelayo los qui-
231 v sierse meter en tal/ absurdo. Verdaderamente que solo
Pelayo pudiera haberse formado semejante concepto de
tener premeditada una batalla sin saber si tendría con
quien darla, y aunque tuviera gente si está ignorando el
lance que estaba dispuesto la encontraba desarmada. Pe-
ro para que me canso (señor Gobernador) en intentar y
hacer crítica de semejantes pasajes si visto a buena luz
en el más sano concepto todos los proyectos y maquina-
ciones que vertió Pelayo en su confesión y ratificación
más se deben atribuir a chachara y habladuría de negros
que no a realidades, pues si se pasaba hacer cuenta por
número fijo de los convocados según resulta de lo que -
zazr han declarado los mismos convidadores/ no ascenderá el
número de quince a veinte y de éstos aunque consta que
fueron convidados a los más de ellos no se les ha justifi-
cado aceptación y antes bien procuraban disuadir seme-
jantes pensamientos, y dejando para otra más alta com-
prensión cuanto en este asunto se pudiera exponer, vol-
578
veré a seguir la defensa que con la antecedente digresión
dejé pendiente sobre el negro José del Padre Lastra y
diré: Que según lo que los autos manifiestan no resulta
otra cosa a dicho esclavo que lo que apuntado llevo de
lo que hablaron Javier Esteban y Pelayo con él, pues no
se encuentra testigo en todo el sumario ni plenario que
deponga ni diga que dicho José convidase, incitase, ni
persuadiese a ningún otro para los intentos de pedir di-
cha Real Cédula, fuese por bien o fuese por mal. Esto
232v supuesto, hagamos crítica de en que/ cometió delito di-
cho José de que Javier Esteban le hubiese contado lo
que le había asegurado Don Esteban Gracet ni de que
Pelayo lo hubiese solicitado y convocado para que con-
curriese a pedirla por el mismo hecho de la respuesta
que dio a Javier Esteban de que aquello que éste le decía
era menester verlo para creerlo, y sobre todo, que antes
de deliberar, nada pasaría como a desengañarse o a satis-
facerse de la verdad tratando del asunto con dicho Gra-
cet, en nada de ésto encuentra el Defensor que le resulte
delito a dicho negro José, otra cosa no encuentra contra
él en los autos, el dicho—de Pelayo es único y singular y
en lo esencial está negado por el mismo José. Luego,
aunque en delitos de esta naturaleza hagan prueba los
testigos viles y los cómplices en el delito, no habiendo
233r otro testigo que Pelayo/ en cuanto a lo que se le pueda
adaptar de delito, no alcanza el defensor en que pudo
fundarse el asesor para graduar a este esclavo José del
Padre Lastra por uno de los reos principales en esta
causa, para que se le haya aplicado la pena que es con-
tante, aquí vuelve el defensor y no dejará de hallar moti-
vos para repetirlo en lo que resta, exponer a traer a la
memoria aquella tan justificada cláusula de la orden de
Su Excelencia arriba citada de que el castigo que previene
se imponga a los reos en esta causa sea bajo el supuesto
de que el delito esté bien calificado y confesado. La
palabra de bien calificado no es menester explicar lo
233v que/ contiene, pues está claro que para que se diga o
tenga por bien calificada una cosa se ha de dar por asen-
tado que está tan probada que no admite cosa en contra-
rio, y ya se ve que semejante prueba no ha de consistir
en sólo el dicho de un testigo vil y cómplice por la plena
probanza que gradúa por tal el derecho consiste en la
deposición contexte de dos testigos de la mayor excep-
ción y aunque se quiera decir o suponer que en delitos
de esta naturaleza bastarán dos testigos aunque sean vi-
579
les y cómplices, no encontrándose otro que Pelayo pues
234r aunqué lo trae a referencia Manuel Marín/, esclavo del
Padre Lora, a hojas tres, éste se remite que así se lo contó
Pelayo, que es una misma cosa o un sólo testigo, luego si
por un mero indicio o presunción graduó el asesor por
calificada prueba y por confesión que no consta del reo,
que son los dos supuestos que previene Su Excelencia
para haber destinado al negro José a la pena impuesta,
no alcanza el defensor el modo que pudo haber tenido
en pensar •o graduar dicho asesor por reo principal de
calificado y confesado delito al dicho negro José, mucho
menos cuando no pudo habérsele ocultado si leyó con
234v despacio y atención la/ confesión de Pelayo a hojas 17
vuelta, en la que después de nominar o decir que convi-
dó a dicho negro José y que quedó de entrar en el
partido, pasa dicho Pelayo a decir lo mismo de que con-
vidó a un mulatico llamado Paulino, esclavo de Pablo
Zarrazola que se ofreció a concurrir y que lo mismo
ejecutó con un esclavo del Señor Vicario de esta Ciudad
llamado Salvador y que éste le dijo que bueno estaba
que asistiría. Aqui está claro. Si por que consta que
Pelayo convidó a José asegurando que quedó de entrar
en el partido aunque el José niega esto último hasta que
235r primero no se/ satisfaciese de si había o no dicha Real
Cédula, halló el asesor delito y cuerpo calificado de par-
te de dicho negro José para dictaminar que se le aplicase
la pena de afrenta y castigo, por que para con el mulati-
co Paulino, que también confiesa haber sido convidado
pero en inteligencia de que era para otro fin según en-
tendió y que aceptó y para el esclavo Salvador de dicho
Señor Vicario que también dice Pelayo haberlo convida-
do y aceptado y lo mismo resultar de otros esclavos sin
advertir ni reparar en cuanto a los del dicho esclavo del
Señor Vicario, ni aún siquiera consta que se le hubiese
llamado a evacuar la cita pues en todos los autos no se
235v encuentra/ ni se volvió hacerse mención de él, que si
bien se advierte era indispensable según que por iguales
citas se lo está se omitió el evacuarla. Haber pasado el
asesor, aún contra lo prevenido en expresa cláusula de la
orden de Su Excelencia, a graduar por reo de pena al
José del Padre Lastra y en iguales circunstancias haberse
desentendido en un todo de lo que conrrespondía al
Salvador y Paulino y demás citados. Verdaderamente
Señor Gobernador que no sabe explicar el Defensor
cuanto se le ofrece de extrañeza en la literatura de un
580
sujeto acreditado, como es en el concepto de algunos el
asesor que ha dictaminado en esta causa, sólo me atreve-
236r ré a decir que pudo haberla leído/ y repasado como
dicen de sobrepeine, pues de lo contrario parece imposi-
ble creer que estando en un mismo equilibrio el negro
José del Padre Lastra con los otros dos Salvador y Pauli-
no y demás citados para que hubiese procedido en su
dictamen al rigor de la pena aún excediéndose de lo
prevenido por Su Excelencia y para los otros apenas la
conmemoración de simples les hubiese dado.
581
convidó a Crisóstomo fue Pelayo y no Martín, pues
constando que 'éste no tuvo libertad ni acción para el
asenso, cuando Pelayo lo convidó por considerarse suje-
to a lo que José su capitán le mandase o dispusiese. Mal
puede creerse que hubiese pasado a convidar a Crisósto-
mo cuando por el pasaje referido es creíble que ya lo
238r sabía de Pelayo. Menos le puede agravar a dicho Martín/
lo que declara Cayetano, esclavo de Josefa Oquendo a
hojas 65 sobré que en ocasión de haber pasado a la
estancia del Padre Lastra a cobrar dos tomines que le
debía un negro y deteniéndose allí un rato mientras lo
despachaban, oyó al expresado Martín hablar del levan-
tamiento que tenían intentado los esclavos con mucha
algazara y alegría y aunque no expresa (como debiera
haberlo hecho) qué cosas o en qué términos fue lo que
oyó hablar por lo que después añade de que por hacerle
burla dicho Martín por muy viejo le decía que lo habían
de llevar para Capitán. De ésto no se infiere otra cosa si
238v no la de que por la rara figura que/ es el Cayetano y que
por apodo lo llaman tío candado, es regular que entre
la chusma de muchachos y entre ellos Martín como uno,
trayéndolo quiza a la memoria lo que ya antes se decía
de que los esclavos querían juntarse para pedir a los
Señores del Cabildo aquella imaginada Real Cédula de su
libertad, se pusiese con algazara a decirle algo al dicho
Cayetano y como por mofa puramente de muchacho
dijesen aquello de que había de ir de capitán de todo
ésto no se infiere, ni deduce otra cosa, si se ha de dar
asenso que la de hacer aprecio para asuntos de la mayor
gravedad de burlas, juegos y retozo de muchachos y será
239r posible que hubiese/ hecho eco este ridículo pasaje en el
concepto del asesor, para graduar a un simple mucha-
cho, cual es Martín, a semejante pena? Contra lo expre-
samente prevenido por Su Excelencia pues en el sentido
ésta sólo se pueden comprender los principales motores
y seductores, y no los que por los autos se manifiestan
que ni aún la libertad tenían para resolver, ni aceptar
sobre cualquier instigación, como le sucedió a este Mar-
tín, que se remitió cuando lo convidaron a lo que dispu-
siese su capitán José, ni se intente aludir ni apoyar cosa
en contrario de parte de dicho Martín por que se relacio-
na en los autos ser hermano del principal caudillo Pelayo
239v y que por ello forzosamente/ había de asentir y concu-
rrir a cualesquiera empresa de aquel, pues concurre lo
primero, que aunque en la realidad son hermanos desde
582
muy criaturas uno y otro han tenido distintos amos y
por consiguiente separados, por lo que no se puede con-
ceptuar que por la crianza en unión pudieran engendrar
un mismo genio y voluntad, ni conformidad en cuales-
quiera hechos, antes bien volviendo a suscitar la prece-
dencia del convite de Pelayo a Martín, sacaremos lo re-
pugnante que le fue a éste el hecho o acción para que lo
convidaba, pues aunque muchacho el Martín, procuró
como aconsejar a su hermano de que se apartase de
240r aquellos pensamientos. Si se ha de/ atender al mérito de
los autos y a lo que por ellos se justifica según aquella
regla del derecho de que sólo se debe estar a lo alegado y
probado, se encontrará que entre todos los esclavos de
que se hace expresa nominación de ellos, solamente Pe-
layo, esclavo del Padre Lora, Javier, esclavo de Doña
Juana García y José, esclavo de la testamentaria del Pa-
dre Díaz se encuentra resultarles haber sido los únicos a
quienes se les puede adaptar de principales seductores,
pues por las deposiciones de testigos y sus mismas confe-
siones aparece que intentaron seducir y atraer al intento
sus pensamientos a aquellos esclavos a quienes realmen-
240v te/ consta que convidaron, pues como el Defensor lleva
dicho y demostrado el Javier Esteban Serna, ni José, ni
el Martín del Padre Lastra concurrieron a seducir, ni a
convidar a nadie, ni a otra cosa que concurriese a fomen-
tar los pensamientos de aquellos, como con más indivi-
dualidad hablando por cada uno de estos tres, lo deja
expuesto y demostrado el Defensor. Y correspondiéndo-
le a éste la defensa por todos, por lo que respecta a los
dichos Pelayo, Javier y José si volveremos a tomar el
principio del origen y raíz que produjeron sus pensa-
mientos y principalmente de parte de Pelayo, que según
241r se deja) ver fue quien/ los comunicó a los otros dos y
quien les 'dio las órdenes y que los convidasen o convo-
casen a cuantos pudieran. Aséste como aquellos proce-
dieron bajo del supuesto de la afirmativa que vertió Don
Esteban Gracet y de que arriba se lleva hecha individual
mención. Esto supuesto y de que la dicha afirmativa y
motivos fundados que concibieron para la credulidad
fue el incentivo para que adelantasen aquellos pensa-
mientos, no habiendo sido éstos en realidad otros que
los de solicitar quien les hiciese un escrito o representa-
ción para hacerle presente el Día de Año Nuevo a los
Señores que componen el muy Ilustre Cabildo para que
de ser cierto que en él existía la divulgada y creída Real
583
Cédula de la libertad de todos los esclavos se les mostra-
se o diese cumplimiento. Ya dijo el Defensor en su pri-
mer escrito que reproduce y repite en éste que en aquel
241v primer paso o/ intento no se encuentra visos de delito,
pues creído por el miserable esclavo que no debe serlo
mediante la real declaratoria de Nuestro Católico Monar-
ca que Dios guarde, en aspirar por unos términos tan
legales y moderados y tan arreslados a lo que el mismo
derecho les concede de que asi lo hubiesen pensado eje-
cutar no cometieron culpa alguna de que para ello hu-
biesen convidado o convocado a otros respecto a que la
diligencia y beneficio resultaba a favor de todos. El mis-
mo Pelayo en su ratificación a hojas noventa y dos vuel-
ta depone y explica que los convidados sólo tenían en-
tendido que la convocatoria se hacía para pedir la Cédu-
la todos juntos y si la había' proclamarse libres y si no la
había volverse a servir a sus amos, ésto junto con que
ninguno de los esclavos convidados declara cosa en con-
trario es una formidable prueba de que los intentos no
se dirigían a otra cosa y en este concepto quién habrá
242r que gradúe del/ horrendo delito de sedición y levanta-
miento una solicitud al parecer aún justa y arreglada? .
Ya tiene también expuesto el Defensor sobre lo regular
que pudo serles a los esclavos la credulidad de que dicha
Real Cédula se hubiese ocultado como de común acuer-
do de todos los amos por no perder el servicio de sus
esclavos o el dinero que dieron por ellos, lo cual junto
con las especies vertidas por el negro Tiburcio del Señor
Barón y la afirmativa de Gracet, empleado en el manejo
de los i papeles del Cabildo, no pudieron menos que jun-
tando todas estas circunstancias haber concebido y
creído dichos esclavos que realmente existía dicha Real
Cédula y se les había ocultado. Si, de esta tan sustancial
especie Vuestra Señoría hubiese dado alguna noticia en
su informe al Excelentísimo Señor Virrey, no es dudable
que aquella Superior Justificación hubiera prevenido de
otro modo la ejecución de lo que se dignó ordenar, pero
bastante dijo en aquella cláusula arriba tan repetida y de
242v la que al parecer no hizo eco en el concepto/ ni aprecio
del asesor que dictaminó en esta causa. Nada de lo que
manifestó Pelayo en su confesión desde hojas 18 has-
ta 20, tener premeditado y acordado ejecutar en el
caso de que no se les entregase dicha Real Cédula le
ha causado novedad ni admiración al Defensor, porque
si bien se reflexiona todas aquellas máximas, ideas o
584
pensamientos que dijo tenía previstas ejecutar las supo-
ne el Defensor como producidas de calamo ocurrente y
al mismo tiempo que se le iban haciendo las preguntas.
Y es la razón el mismo Pelayo en su ratificación confiesa
que con solo cuatro esclavos tenía hablado y acordado
de lo que en sus respectivos casos habían de ejecutar y
que ninguno de todos los convidados ni de los demás
sabían de aquello, sino sólo que en caso (sic) de ser
cierta la Cédula volverse a servir a sus amos. Luego pre-
guntó con quienes había de efectuar alguna fuerza, ni
con que se había de retirar a atrincherarse en algún pa-
lenque con solo cuatro y sin contar que estos cuatro
hubiesen asentido a ello verdaderamente. Señor Gober-
243 r nador que no puede/ menos el defensor que producir
hasta lo que interiormente a juzgado y es que si todavía
estuviese Vuestra Señoría preguntándole a Pelayo que
tenía pensado hacer supuestas cuantas negativas cuantas
fueron sus pretensiones, todavía estuviera diciendo y no
le hubiera faltado que decir para responder a todas,
aunque fuera a costa de verter lo que no es imaginable ni
cupiese en la posibilidad. Y en cuanto a los demás escla-
vos que por lo declarado y añadido en la ratificación del
citado Pelayo de que convidó en esta Ciudad; y por los
otros que el negro Javier García dijo en su ratificación
haber convidado en los minerales de Guarne y La Mosca,
jurisdicción de Rionegro, y que por sólo el dicho de
estos dos cómplices fueron arrestados y en virtud de lo
que resultó de sus declaraciones se mandaron soltar con
calidad de fianza a los res-ultós de la causa, pone presen-
te el Defensor que por lo que respecta a los cuatro nomi-
nados por Pelayo se debe suponer como indubitable que
pues en su primera confesión expresamente dijo no ha-
243v ber convidado a otros que a los que/ allí citó, sin incluir,
nominar ninguno de estos últimos cuatro, fue sin duda
maliciosa esta agregación, sin otro objeto que tirar a
incluir esclavos de los dos vecinos de mayor graduación
que tiene esta Ciudad, cuales son el Maestro de Campo
Don Antonio Ferreiro y Don Francisco José de Osa, no
por otro fin que el de hacerse cargo Pelayo que metien-
do o comprendiendo a éstos era empeñar a sus amos a
que los defendiesen y que por donde aquellos salieran
ver si podían salir todos. Este concepto y sólida excep-
ción es tan persuadible que con sólo registrar las cuatro
declaraciones de Ignacio y Santos Ferreiro, a hojas 109
y siguientes, y las de José Miguel y Basilio de Osa desde
585
244r hojas 118 hasta la ciento veinte, no admite réplica/ se
prueba la malicia de dicho Pelayo, pues asegurando que
convidó al Basilio Osa en esta ciudad y resultar por la
declaración de éste no haberse hallado en ella cuando se
supone el convite por haber estado y permanecido largo
tiempo en la mina de su amo, dos o tres jornadas distan-
te, y sin venir a ella haber pasado con su amo al Valle de
San Andrés, mucho más distante, y que cuando de allí
vino ya estaba preso el Pelayo por sus alborotos, se con-
vence la máxima estudiada y maliciosa con que procedió
Pelayo en querer incluir a los que sólo por su antojo y
fines particulares quiso nominar, y estando tan clara la
244v mentira respecto al citado/ Basilio y que por regla del
derecho se supone que el que en una cosa falta a la
verdad, siempre se supone que miente por esta regía, y
por la negativa de dichos esclavos y no resultarles contra
ella otra prueba no solamente deben ser declarados por
libres en un todo de semejante capítulo, sino que se
deben cancelar las fianzas que hubieren otorgado sus
amos, así por ser muy conforme a la justicia, como por
que si los esclavos llegan a entender que a sus amos se les
ha constituido en obligación de entregarlos en algún
tiempo a la Real Justicia es muy factible que conciban
otra cosa, y agitados de algún temor hagan fuga y los
pierdan sus amos. No es menos maliciosa la estudiada
241r expresión de Pelayo por la que afirma en/ su ratificación
de hojas 92, que Domingo y Lorenzo, esclavos del
Padre Lastra, eran sabedor¿ y con quienes tenía trata-
dos todos sus proyectos, queriendo por este medio tirar
a incluirlos en la graduación de primeros cómplices, to-
do lo que se desvanece y está justificado de contrario
por lo que resulta de haber dado aviso en tiempo por el
uno de ellos al alcalde de aquel partido de la bulla que
estaban disponiendo los negros y el otro haberle pasado
noticia a su amo por Salvador Becerra y José Sepúlveda
245v COMO lo declaran éstos. Y-mal se pudiera conceptuar/ de
que dichos Lorenzo y Domingo estaban incluidos en
cualquiera sedición cuando éstos mismos dieron aviso en
tiempo para que. se atajara. Otra reflexión es digna y
pide el defensor que se haga si bien que cuanto de ella se
deduzca a favor de los esclavos convidados, tanto más
resulta contra quien inventó y produjo una tan pernicio-
sa especie como fue la de esparcir Pelayo que había oído
a sus amos Don Francisco y Don Juan de Lora, que si
los negros supieran la Cédula que había para que fueran
586
2462 libres qué cosas no habría. Y aunque preguntado sobre/
ésto a hojas 123 negó parte y algo confesó, verdadera-
mente que semejante aserto llevaba consigo más veneno
del que se puede pensar, pues haciéndose cargo Pelayo
que ni por su dicho, ni por el autor Gracet pudieran
creer lo que se decía inventó el citar a sus amos de
quienes ninguno de los negros pudieran dudar, y con
este ardid fraguado en la oficina de la mayor malicia, se
deja ceer que si algunos dieron asenso a la existencia
cierta de la Real Cédula esto sólo pudo incitarles a creer-
lo y bajo de este concepto no se les puede ni debe
246v imputar culpa en semejante credulidad. Ultimamente/
recordando el Defensor lo que la benignidad del Exce-
lentísimo Señor Virrey de este Reino previno en la Su-
perior Orden que le comunicó por los del levantamiento
sobre cosecha de tabaco, de que a excepción de aquellas
primeras cabezas, seductores y promovedores de aquel
atentado, todos los demás que aún por justificación
constase que hubiesen concurrido como convidados, no
se procediese contra éstos ni se les molestase porque
sería entonces acabar con toda una República o Provin-
cia. Del mismo modo entiende el defensor deberse pro-
ceder y declarar por todos los esclavos así de esta ciu-
247r dad/ como de Guarne y Rionegro que constase, aún por
legítima y bastante prueba, que fueron convidados para
el intento de los esclavos. Mayormente cuando por unos
no consta que aceptaron el convite y por otros que aún
que fue falso supuesto el decir que los convidaron. En
cuyos términos y reproduciendo todo lo favorable como
contradiciendo todo lo adverso concluye el Defensor
para definitiva pidiendo en todos y en cada uno de los
particulares que deja expuestos y con arreglo a los autos
y a lo que pedido lleva en todo como corresponde se
haga justicia. Antioquia y Abril 29 de 1782. Luis María
Pastor. ,
587
Así lo proveyó, manda y firma el Señor Don Cayetano
Buelta Lorenzana, Capitán del Regimiento Provincial de
León, Gobernador y Comandante General de esta Ciu-
dad de Antioquia y su Provincia por ante miel escribano
de que/.
588
EDICTO PARA MANIFESTAR AL PUBLICO
EL INDULTO GENERAL CONCEDIDO POR EL
MONARCA DON CARLOS III
A TODOS LOS COMPRENDIDOS EN LAS
REVOLUCIONES ACAECIDAS EN EL
AÑO DE 1781.
589
instando ya el tiempo de dar principio a nuestro gobier-
no, estableciendo sobre sólidos fundamentos la quietud
general y la tranquilidad pública, como fuentes de don-
de han de nacer todas las feli// --cidades, que deseamos
propagar por las provincias de este reino: tenemos la
dulce satisfacción de anunciar a sus moradores la más
plausible, más agradable, y más deseada gracia, cual es el
indulto general que nuestro amable soberano se ha dig-
nado , conceder a todos sus vasallos, perdonándoles los
delitos cometidos en las inquietudes y desórdenes ocu-
rridos en la sublevación aCaecida en el año anterior.
. 590
se hallan escondidos en los montes más ásperos, hasta
saber la última decisión de su próspera o adversa suerte:
justamente condolidos de sus aflicciones, en. que los he-
mos acompañado, y aún consolado por algunos meses;
para poner de una vez el deseado fin a tantas calamida-
des; y arrancar de ra(z, si fuere posible, tantas miserias,
determinamos publicar el presente indulto, por el cual a
nombre del Rey Nuestro Señor, y usando de las amplias
facultades, que nos ha comunicado, en la misma confor-
midad y propios términos con que Su Majestad ha sido
servido dispensarlo, concedemos desde ahora para siem-
pre indulto y perdón general, y declaramos indultados y
enteramente perdonados de sus delitos a todos los com-
prendidos en la horrible y escandalosa sublevación acae-
cida en estos dominios en el año último; salvos siempre
los perjuicios y derechos civiles de tercero, y del Real
Fisco. Como ésta legal exepción comprende una de las
obligaciones más esenciales en el fuero de la conciencia,
suponemos que nuestros venerables párrocos y apostóli-
cos misioneros habrán instruido suficientemente a la fe-
ligresías en una materia tan importante; y ya lo han
manifestado no pocas, esmerándose con gran consuelo
nuestro//--, en el cumplimiento de sus obligaciones en
esta parte, dando a las demás el ejemplo. Estamos en la
firme persuasión, de que lo imitarán todas, compitiendo-
se recíprocamente unas y otras, para remover un obs-
táculo, y redimir un reato, en que consiste su salvación
eterna, y su felicidad temporal. Una opinión contraria
degradaría mucho a nuestros queridos diocesanos, y a
sus pastores.
III. Para sosegar las desconfianzas de muchos vecinos
honrados, y precaver las siniestras interpretaciones
de otros, declaramos expresamente indultados y perdo-
nados, todos los que tuvieron la desgracia de acaudillar
gentes, y mandar las tropas sublevadas con el título de
capitanes, ya obligados de la necesidad, ya por un efecto
de su errónea y punible ignorancia. De muchos nos cons-
ta por propia ciencia, y de otros por seguros informes,
que si admitieron, y ejercieron estos empleos algunos,
fue por ceder a la fuerza, otros por precaver mayores
desórdenes, y todos compulsos y apremiados de una ple-
be desenfrenada.
Por tanto los consideramos acreedores a un concepto
muy diferente, del que por común explica el de capita-
591
nes, y caudillos de una premeditada y abominable rebe-
lión; y en su consecuencia los declaramos no solamente
comprendidos en este indulto, sino también habilitados,
para que sin aquella infame nota que trae consigo el
negro título del capitán de levantados, puedan obtener,
y ejercer todos los empleos honoríficos civiles y milita-
res, a que sean acreedores por su mérito. Al mismo tiem-
po prevenimos, que serán despreciadas por este superior
gobierno las excepciones,que les pongan con éste o seme-
jante// -- pretexto, y severamente castigados los que in-
tenten marchar en adelante a sus compatriotas con tan
feo borrón.
592
ron seducir, y engañar por un hombre de oscurísimo
vi nacimiento, exaltándolo//- por desgracia suya y por una
especie de fanatismo hasta el ridículo concepto de jefe
invulnerable; considerando por otra parte la heróica leal-
tad de aquellos fieles vasallos, que atropellando dificul-
tades y peligros se arrojaron a prender, y disipar esta
despachada tropa de fascinerosos, para quitar aquel ne-
gro borrón a su patria; y precaver, que se comunicara en
fuego de la rebelión a las provincias más remotas; nos ha
parecido muy propio del amor que les tenemos, borrar,
si fuere posible, de la memoria de las gentes aquel triste
monumento de infidelidad, apartando de la vista de los
hombres estas funestas reliquias, que habiendo servido a
todos de confusión, serán al mismo tiempo eLespectácu-
lo más horroroso y más desagradable para muchos honra-
dos y leales vecinos.
593
que prometemos ayudarlos de nuestra parte, dando el
impulso más vigoroso a todos los pensamientos útiles, y
sosteniéndolos con las providencias más oportunas.
594
1780, sin hacer novedad en cuanto a su d'iota o tanto
por ciento: que en los puertos 'del mar del sur correspon-
dientes a las provincias de Barbacoas, Iscuandé, El Rapo-
so, Nóvita, Citará, e islas de Tumaco se observe puntual-
mente lo establecido por el capítulo sexto de la Real
ix Cédula de veinte de Enero de setecientos setenta// -- y
cuatro, en que se concedió libre comercio entre ellas y las
demás de América con tal que satisfagan los frutos y
géneros del país los derechos de almojarijazgo, alcabala
y armada, exigiéndose de los dos últimos a razón de dos
por ciento por cada uno, como está prevenido a sus
respectivos oficiales reales en la instrucción que se les
dio con fecha de veinte y siete de Julio de mil setecien-
tos y ochenta, y acaba de mandarse para la provincia de
Nóvita, concordados así los intereses del Real Erario con
los de los contribuyentes, confiamos que cada uno de
nuestros súbditos satisfarán sin la menor- sospecha de
fraude los Reales derechos, no con tristeza, como quien
lo hace por necesidad, sino con gusto y alegría, según
nos lo encarga el apóstol, como_ hijos que contribuyen
para la opulencia-y-exaltación de su padre.
595
tada una de sus provincias, dignos de todo tiempo de la
vigilancia del gobierno, para removerlos oportunamente,
y rectificar el tráfico interior, reduciéndolo a un método
uniforme, invariable y constante por desgracia del vulgo,
que no penetra el espíritu de las providencias del gobier-
no, suele interpretar muy al contrario las que no llevan
otro fin, que la prosperidad del comercio, y la seguridad
de los reales intereses. Tales han sido las confusas quejas
del público cori la ocasión del establecimiento de guias y
tomagulas, tan confornies al espíritu-de las leyes; y ha-
biéndolas examinado con las más escrupulosa exactitud
hallamos por la mayor parte no pocas preocupaciones
del vulgo, complicadas con algunos impedimentos reales,
que resultan forzosamente de la informe y desordenada
población del reino; incapaz de admitir fácilmente desde
los principios todas aquellas formalidades, que podrían,
y deberían observarse, si los pueblos estuvieran reuni-
dos, o situados a distancias proporcionadas.
596
tos impedimentos y circunstancias locales. Por tanto,
para precaver en adelante semejantes desórdenes, decla-
ramos: que la formalidad de guías y tornaguías sólo se
verifique por ahora en los géneros y frutas de Castilla,
que viniendo del puerto de Cartagena, como puerta prin-
cipal del reino, o de algunos otros puertos, para ser con-
ducidos a lo interior de las provincias con destino 'al
trato y comercio, compongan carga, fardo, frangote, ca-
jón, o petaca; omitiéndola en los de poca consideración
y que sean para el uso de los conductores, sus familias, u
otros encargos distintos de la negociación: que se obser-
ve la formalidad de las guías, sin la obligación de torna-
guías, siempre que de esta capital o de la villa de Honda
se llevan géneros y frutos de Castilla destinados al comer-
xii interior de las provincias// las cuales guías deberán
manifestar los negociantes al administrador o recauda-
dor del ramo de alcabala, para que al pie les ponga certi-
ficación, de lo que hayan contribuido: que también se
observe la misma formalidad, y con las mismas condicio-
nes que anteceden; siempre que de esta capital se saquen
géneros de la tierra destinados para el tráfico interior del
reino;- que cuando salgan de esta capital o'de otros para-
jes del reino los referidos efectos y frutos de la tierra,
para circular por otras provincias, deberán llevar guía; y
si se embarcan en Honda, u otros, de los que se regulan,
y llaman puertos, deberán pagar los derechos estableci-
dos: que del todo se omitirán las guías en los géneros de•
Castilla y de la tierra, que no alcancen a componer me-
dia carga, ni sean destinados al tráfico y comercio: que
también se omitan las guías en todos los géneros y fru-
tos de la tierra, que desde sus haciendas sean encamina-
dos derechamente a los diferentes pueblos de las provin-
cias para su trato, y venta; pero están obligados los con-
ductores a manifestarlos al Recaudador del derecho de
alcabala, para contribuir lo perteneciente a este ramo,
verificada la venta: que las personas que salieren de esta
capital, para viajar por el reino con su equipaje, no nece-
sitan de guía; pero no por eso pueden excusarse al reco-
nocimiento, que hagan los empleados para ello con la
debida urbanidad, y correspondiente tratamiento;• final-
mente declaramos, y queremos, que a excepción de las
modificaciones que van expresadas, se observe puntual-
mente todo lo demás,-que contiene la instrucción gene-
Jun ml de 26 de Agostode 1780//.
597
En debido reconocimiento a las gracias y franque-
zas que acabamos de conceder a este reino, estamos
seguros, de que sus naturales observarán con las más
escrupulosa exactitud los reglamentos establecidos y
corresponderemos por nuestra parte a su buena fe con
la más despierta vigilancia, para que por los empleados
en el manejo de las Rentas Reales no se les haga la
menor extorsión, ni en la substancia, ni en el modo. El
que deben observar los Dependientes de rentas, especial-
mente los inferiores, está bien prevenido en sus instruc-
ciones; y cuando no lo tuviera, deberían tomar el de sus
jefes y superiores para deponer o a lo menos moderar
aquella intolerable aspereza, rusticidad, y grosería sola-
mente propia de siglos bárbaros, que ha ocasionado tan-
tos clamores.
598
XII. Pero siendo inseparables de nuestro pastoral Minis-
terio, como también de nuestro carácter, la manse-
dumbre, y la dulzura, con que igualmente deseamos ex-
hortar, y gobernar a unos pueblos tan amantes de su
Rey, como subordinados a sus ministros, desde la hora
felíz en que rayó la luz del desengaño en sus corazones,
descansa el nuestro en la dulcísima esperanza, de ver en
adelante más afianzado el justo concepto, que hicimos
de su lealtad. En premio de nuestras bien empleadas fati-
gas no pretendemos en lo temporal otra!, recompensa, que
la de ser fielmente correspondidos por aquellos mismos,
a cuyo beneficio se han dirigido nuestros desvelos, y
nuestra solicitud; esperando, que contribuirán, en la par-
te que les toca, para verificar las promesas, que a nom-
bre de todos tenemos hechas de su inviolable fidelidad a
nuestro Augusto Seberano. Asegurados en este concepto
rogamos como Pastor a todos y cada uno de nuestros
súbditos, y los exhortaremos por las entrañas misericor-
diosas de nuestro Dios, que acaba de visitar y redimir a
su heredad, haciendo, que de repente amanezca en este
xv reino entre las negras tiniblas// y los horribles desórde-
nes de la rebelión, el orden y la tranquilidad: con tan
poderoso motivo les rogamos, y encargamos, que procu-
ren con el más religioso cuidado conservar en sus genero-
sos pechos aquel tierno amor y aquellos filiales y nobles
sentimientos para con su monarca, que ya suponemos,
no solamente impresos, sino también profundamente
gravados en sus corazones.
599
dad; un soberano más amable por su religión y sus pren-
das personales, que por sus dignidad; un soberano más
generoso para remitir injurias, que severo para castigar
agravios; y al mismo tiempo tan justo, que cuando per-
sona los delitos con su clemencia, restablece las virtudes
con su ejemplo; un soberano sobre todo tan benigno
para estos dominios, que cuando lo suponía la expectati-
va común de las naciones, castigando los desacatos de sus
vasallos con sú brazo irresistible, lo vemos nosotros al
x vi contrario desvelado por su felicidad// --, asegurándoles,
que si fueren reconocidos a la inestable gracia del indul-
to que le concede, y borraren los excesos pasados con
las pruebas más positivas de obediencia y lealtad se ha-
rán acreedores a las felicidades, que se les preparan, y
gozarán perpetuamente de las ulteriores piedades de su
generoso Monarca.
600
curso de nuestras provincias, y la práctica de los utilísi-
mos medios,.que meditamos emplear para este fin.
601
a los pies del santuario y del trono, para interceder por
la seguridad de sus vidas y haciendas adquirido con tan
justos títulos cuales son los sudores, fatigas, y desvelos,
que por tanto tiempo hemos empleado, para establecer
la tranquilidad de los particulares, y promover la felici-
dad pública; y lugar que no desmerecemos en adelante,
por que desde ahora para siempre los abrazamos en
nuestro corazón, protestando amarlos como padre, que-
rerlos como hijos, y contribuir por nuestra parte con
todos nuestros arbitrios, para verificar su salvación eter-
na, y su felicidad temporal. Con el mismo afecto dirigi-
mos al cielo nuestros fervorosos votos y humildes súpli-
cas, para que llueva bendiciones abundantes sobre estos
XIX dominios por el omnipotente mano del altín--simo, en
cuyo admirable nombre damos a todos y cada uno de
sus habitantes nuestra pastoral bendición.
602
once de Febrero del corriente año y estando en esta
parte, evacuado el requisito de la remisión de dichos
autos como también los que se obraron con motivo de la
lv prisión// de Don Juan Bautista Herrera uno de los prin-
cipales capitanes de los levantamientos ocurridos en esta
dicha provincia en el referido año de ochenta y uno por
haberse huido de la en que estaba en la ciudad de Santa
Fe a donde había sido remitido con otros reos de su
clase de cuya remisión de autos originales certificará el
presente escribano y hallándose arrestados en las reales
cárceles de que sirve el colegio de los P.P. expatriados de
esta ciudad, el dicho Juan Bautista Herrera, Ignacio Es-
pinoza y Javier Serna como principales reos de dichos
levantamientos comprendidos en los procesos ,que se han
remitido a la real Audiencia se les hará saber el real
indulto y eSpecialmente el artículo once para que inteli-
genciados de su contenido a más del justo reconocimien-
to a la piedad con que Su Majestad los ha mirado prome-
tan cumplir con las obligaciones de fieles vasallos bajo
las penas impuestas en el citado artículo once y ejecu-
tándolo así serán sueltos inmediatamente de la prisión
en que se hallan para que puedan libremente restituirse a
sus casas a cuidar de sus haciendas y familias y todo se
pondrá por diligencia a continuación de este auto de
2r obedecimiento y con reflexión a que varios ca//pítulos
insertados en el edicto, tratan de el arreglo y método
que se debe observar en lo sucesivo para la recaudación
de la Real Hacienda se sacará copia legalizada del referi-
do real indulto y todos sus capítulos y este auto de
obedecimiento para dirigir a los señores oficiales reales
de las cajas de esta ciudad para su inteligencia y gobier-
no y que impuestos de su contexto comuniquen a las
cajas subalternas de su cargo iguales ejemplares para que
uniformemente se observe y cumpla lo mandado y para
el mismo fin se dirigirán iguales copias a las justicias y
cabildos de la provincia poniéndose también por diligen-
cias haberlas dirigido y sacándose copia legalizada de
este auto de obedecimiento y diligencia que acrediten el
cumplimiento de lo mandado en dicho real indulto, se
dará cuenta al excelentísimo señor Virrey de este reino
para su superior inteligencia; así lo obedeció y mandó
cumplir Su Señoría el señor Don Cayetano Buelta Loren-
zana capitán del regimiento provincial de León, goberna-
dor y comandante general de esta provincia por ante mí
de que doy fe.
603
Don Cayetano Suelta Lorenzana
Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.
Robledo
Robledo
604
JUICIO CIVIL INSTAURADO POR EL COMUNERO
REMIGIO PEREZ POR HABERLE
DECOMISADO UNA ESCOPETA
1.788
605
fue el que me la pidió en nombre de dicho señor y a
Gcrardo Lenes que éstos bajo el juramento digan si tuve
escopeta, y si la conocen, y si saben se la entregué a
dicho Señor Gobernador en aquel tiempo. Por todo lo
cual suplico a Vuestra Merced, se digne mandar como
llevo pedido que en hacerlo así recibiré merced con jus-
ticia.
Remigio Pérez.
Manuel Hurtado
Ante mí:
Miguel de Palacios
Escribano Público del Número y residencia.
Palacios
606
sin ver los autos de la materia. Yo bien creo que éste no
ha sido comprendido en los alborotos pero bueno será
reconocerlo. También hago presente a Vuestra Merced
que en las varias expediciones que hubo por conseguir la
pacificación se han perdido algunas armas a que no soy
yo responsable y también se ha cogido otras en lugar de
aquellas. Si acaso a la escopeta de dicho Remigio no le
tocó la suerte de las perdidas y Vuestra Merced mandase
entregarla, lo verificaré que es cuanto deba informar en
el asunto, advirtiendo a Vuestra Merced que las de los
comprendidos están confiscadas.
Antioquia y noviembre 26 de 1788
,Cayetano Buelta Lorenzana
Palacios
2r En la ciudad' de Antioquia, en cuatro días del mes de
diciembre de 1788 años, dijo Su Merced que habiendo
visto este expediente entre partes, la uno como actor
demandante, Remigio Pérez, y como reo demandando el
señor Don Cayetano Buelta Lorenn-na, sobre una esco-
peta que le mandó a pedir dicho señor, en tiempo de la
sublevación de las gentes del Sacaojal, Tajamí, para la
defensa de la ciudad. Vista la confesión del nominado
señor, de que la pidió y le fue entregada, y vistos los autos,
que cita en su respuesta, y mediante a que en ellos no
consta que tal escopeta fuere confiscada, ni dicho Remi-
gio comprendido en el número de los sublevados y que
al mismo tiempo por Real Provisión de Su Alteza, aún a
estas satisfechas las costas mandó se les devolviese sus
bienes; debía de declarar y declara deber el expresado
señor Don Cayetano devolver dicha escopeta al enuncia-
do Remigio o satisfacer su justo valor, en caso de que la
haya perdido; Así lo proveyó, mandó y firmó Su Merced
el Señor Juez de Residencia; por ante mí_de que doy fe.
Hurtado
Palacios
Escribano de Residencia
607
En el mismo día, hice saber el decreto anterior a Remi-
gio Pérez, quien quedó impuesto firmo doy fe.
Palacios
Remigio Pérez
Antioquia 18 de diciembre de 1788
Hurtado Palacios
Escribano de Residencia
Buelta
Palacios
608
4, Señor Juez de Residencia:
609
to la demanda en tantos años; o en el caso a• que la
hubiese puesto, no conseguir la entrega es bastante moti-
vo para graduar de malicia su nueva demanda y despre-
ciarla como extemporánea y sospechosa ; lo tercero por-
que en el año de 85 me mandó a pedir mi-sucesor en
este gobierno el señor Silvestre unas doce o catorce esco-
petas que le remití y no me ha devuelto, las cuales sirvie-
ron para la prisión y custodia del señor oficial real que
fue de las cajas- de esta ciudad, don Francisco José Visa-
días, don Francisco Piedrahita y don Gabriel de Rivera
que estuvieron algunos meses con ocho o diez guardas
armados con dichas escopetas que se mandaban todos
los días como es público y notorio en esta ciudad y
habiéndolas entregado a quien tenía facultad, para pedir-
las como Gobernador de la provincia, qué responsabili-
dad tengo yo de las que en aquella ocasión se hubiesen
perdido?
610
Lo quinto y último porque aún cuando yo fuera el res-
ponsable a pagar la referida escopeta, no debía darle los
diez castellanos de oro que él pide ni pagárselos la Real
Hacienda tampoco porque a menor precio que aquel se
venda en esta ciudad nuevas de Barcelona que cada una
de éstas da cinco o cuatro de las otras, que como se
puede reconocer de las que están en mi poder todas son
escopetas viejas que se han compuesto para habilitarlas
en aquel tiempo; por lo cual no basta que él diga que
valía diez pesos para que se le pagasen porque las demás
ni tres juntas los valen. En cuyo concepto, y en de que
realmente esta demanda por ser de tan corta cantidad no
pide contestación judicial; se ha de servir Vuestra Mer-
ced declararme por libre de ella y dejar su derecho a
salvo contra la Real Hacienda al referido Remigio Pérez
que lo puede repetir ante quien corresponda que así
parece de justicia que pido con costas juro lo necesario.
22 de diciembre de 1788.
Hurtado
Palacios
Escribano de Residencia
611
En el mismo día a las doce de él, pasé hice saber el auto
anterior al señor Don Cayetano Buelta Lorenzana, quien
impuesto dijo que apela de lo determinado para ante el
excelentísimo Señor Virrey de este reino por considerar
corresponderle con (este dicho) el agravio que se le hace
en la determinación que antecede en la que considera no
haber tenido, facultad por la comisión de residencia para
conocer en el asunto y para poder verificar el ocurro,
pide se le de teltimonio de estos autos que está pronto a
(roto).
Firma Buelta.
612
dimana no debió comprenderse en el juicio dé residen-
cia; pues como consta del escrito presentado por el refe-
rido Remigio no mandé recoger ésta y otras armas para
mi uso, y servicio, sino para el del Rey y del público
como de arriba queda expresado.
613
consta de los autos seguidos contra los expresados reos,
de que es visto, que de esta parte, y no a la Real Hacien-
da, incumbe la entrega de dicha escopeta o la satis-
7r fa/ción de su justo valor, que según me halló informado
por personas prácticas y fidedignas, es del mismo de diez
pesos que demanda su dueño; bien puede esta parte ex-
cusar darle cartilla al juzgado sobre el modo con que
deben determinarse las demandas de corta cuantía; pues
no ignoro que 'con la sola presentación de demanda de
dicho Pérez, y la respuesta que a su continuación expu-
so, sin más figurar el juicio, se determinó la referida
demanda, y si ha crecido el expediente ha sido por sus
voluntarios escritos, con que ha resistido tan debida sa-
tisfación; y por lo respectivo al recurso de apelación que
interpone para ante el superior gobierno de este reino, se
declara no tener lugar por tres razones: la primera por lo
frívola y capciosa de dicha apelación que sólo termina a
entorpecer la justa satisfación de la escopeta; la segunda -
por haberse interpuesto para el tribunal donde no co-
rresponde; y la tercera por haber sido interpuesta des-
pués de circunducto el término que predefine la ley para
instaurar dicho recurso, y si le apercibe bajo de la pena
de cincuenta pesos de buen oro aplicados a la Real Cá-
mara de Su Majestad, si en lo sucesivo vistiese sus libelos
con tan indecorosas expresiones ajenas del respeto y mo-
destia con que las partes deben promover sus defensas
en los magistrados, previniéndosele al alguacil mayor de
residencia, que en la ejecución que se le tiene preceptua-
da haga en los bienes de esta parte para el efecto debe
verificar su dinero; las cantidades en que ha sido conde-
7v nado para su formal depósito en cumplimiento de la/ de
la ley la enteriderá igualmente con consideración a di-
chos diez pesos valor de la citada escopeta, y costo que
se devengase. Proveyólo Su Merced dicho señor Juez de
Residencia por ante mí de que doy fe.
Hurtado
Palacios
Escribano de Residencia
614
do en su narrativa, sin embargo de no haberle dado vista
de ello para responder, y del agravio que se le hace, en
las expresiones vertidas en el decreto que antecede; que
nunca se ha negado a entregarla si estuviese en su poder
dando las señas, sólo si a pagarla en caso de haberse
perdido, en cuyo concepto puede venir Remigio Pérez a
reconocer si es alguna de las que existen en mi poder,
que se le entregará y para su resguardo pide se le dé
testimonio o copia legalizada de este ',expediente para
usar de su derecho como mejor le convenga.
Hurtado
Palacios
Escribano
615
nes y medio de costas con más dos tomines nueve granos
por no ser fusil equivalente a mi escopeta y para que
conste lo firma por mí, que no se firmar.
Pablo Garcés
A ruego del otorgante, Pablo Garcés.
616
DOCUMENTOS SOBRE LA LfilERTAD
DE LOS ESCLAVOS EN MEDELLIN
1798
617
moradores; ha dado principios por medio sigilosos y pre-
cautorios ha explorar la realidad de este movimiento, su
origen y progresos que están maquinando, dando órde-
nes y arbitrios políticos para que se pueda averiguar con
cautela y que de todo se de noticia aún ofreciendo pre-
mios a los exploradores que fielmente manifestaren su
lealtad al soberano y a la patria ; y a mayor abundamien-
to ha comunicado su Merced con algunos sujetos de
distinción recoMendándoles el celo sobre la sujeción de
sus esclavos, sin darse a entender con ellos; y no confi-
2r niendo la publicación de ninguna/ providencia contensi-
va que acaso pudiera el vasto cuerpo de esclavos por su
ignorancia y preocupación interponer a su favor lo que
racionalmente se conjetura de las quimeras con que apo-
ya el libertinaje y cuando no fuera así, mástse consegui-
ría con la reserva observativa por ahora ; pues aunque
pareciese cosa obvia la convocatoria de los señores capi-
tulares para un cabildo extraordinario deliberar lo con-
veniente, apareciendo a Su Merced más regular, y con-
forme dar parte de esta rebelión general que se anuncia
al Señor Gobernador y Comandante General de la Pro-
vincia, Don Víctor Salcedo, para que como jefe político
y militar de ella se sirva librar las providencias que halle
por conveniente poniendo presente a Su Señoría lo inde-
fenso que se halla el lugar por la falta de pertrechos
como son, pólvora y armas, y la escasez de frutos para en
caso que sea de su aprobación hacer un pozito común u
2v obligar a los cosecheros o a los que tengan/ sus trojes
surtidas para que, dejando lo suficiente para su gasto
administraren con total economía el restante sin permi-
tir su extracción a los lugares de la comarca, ni la venta a
los pulperos revendedores, ni a los sospechosos de baja
esfera como reservadamente se propenderá por este juz-
gado y la misma orden convendría para los mercaderes,
negociantes en cuanto a suprimir la venta de hierro, y
acero o economizar limitadamente a conocidas personas,
y casos urgentes como también la fábrica de cuchillos,
machetes, lanzas, chuzos, y toda especie de armas pun-
gentes y cortantes a personas sospechosas, cuyos sigilo-
sos prudentes arbitrios quedarán por ahora en una pura
reservada cautela con las personas de que se tenga total
satisfacción por vía de súplica interin Su Señoría provea
lo conveniente todo a fin de excusar la trascendencia de
los esclavos reservando si pareciese útil y necesario la
junta de cabildo en horas sigilosas por tenerse noticia de
618
3r que los cabildos que se/ han celebrado ordinarios, dicen
los esclavos temerariamente que son para intimarles a
sus amos y señores la orden supuesta de dar libertad
general a ellos y que la esperan el día de año nuevo
bautizando a su revolución y pensamiento con el nom-
bre de la candanga lo que se ha sabido así por rumores;
como por una de las espías, que de la misma esfera y de
condición libre, y muy racional se ha encargado pues
preguntando en secreto, añadió que aunque no sabía el
principio y fines que llevaban dichos esclavos ha oído
generalmente las malas impresiones con que se hallan
violentos, y que dicen que dando cada uno un peso de
oro quedan libres y sujetos a gobernarse por sí, y jueces a
su elección con un cura, en pueblo aparte, lo que servirá
a Su Señoría de inteligencia para cuya ,consulta se le
librará copia de este auto sin perjuicio de darle aviso de
cualesquiera novedad si la hubiere, reservando el juzgado
en lances precisos lo conveniente. Lo mandó y firmó el
señor Juez doy fe.
619
cias a fin de remediarlas se comisiona a mi teniente ase-
sor para que inmediatamente pase a la expresada Villa y
averiguando con el mayor sigilo el hecho de la verdad, de
cuenta a este gobierno obrando en las ocurrencias-urgen-
tes según le dicte su prudencia. Dejando testimonio para
resguardo.
Víctor de Salcedo
620
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