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i)

DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA


DE LA INSURRECCION COMUNERA EN LA
PROVINCIA DE ANTIOQUIA
1765 — 1798

1 Archivo Histórico de Antioquia,


Comuneros, Tomo 332

UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS
DEPARTAMENTO DE HISTORIA
1982
Ptimera Edición:

Universidad de Antioquia.

Facultad de Ciencias Humanas. Departamento de Historia.

Medellín, Julio de 1982.


Imprenta de la Universidad de Antioquia

PRESENTACION

HUELLAS EN LA HISTORIA

Inicia Extensión Cultural la publicación de su serie,


"Huellas en la Historia".

Ha motivado la presente, una necesidad sentida en cuan-


to al rescate de los hechos que conforman el legado
generador o muchas veces explicativo de las situaciones
históricas actuales en todos los campos.

La serie "Huellas en la Historia", pretende nutrir la re-


flexión sobre los hechos que han acontecido y que han
originado la historia de nuestro pueblo; se propone ade-
más, estimular la investigación y proporcionar herra-
mientas de trabajo a los "estudiosos del por qué" de lo
que acontece a nivel de la Historia, la Literatura, el arte,
la ciencia y a nivel del proceso social en general.

Seleccionó Extensión Cultural para ésta su primera en-


trega, una serie de documentos integrados, pacientemen-
te recopilados por un grupo de investigadores del Depar-
tamento de Historia de la Facultad de Ciencias Humanas
de la Universidad de Antioquia, bajo el título de "Docu-
mentos para la Historia de la Insurrección Comunera en
la Provincia de Antioquia".

Al exaltar esta Dependencia Universitaria la tarea del


grupo de docentes del Departamento de Historia por
este meritorio trabajo, manifiesta su complacencia al lo-
grar la edición de la obra porque está segura de estar
estimulando con ello, reflexiones sobre el alcance histó-
rico de la REVOLUCION COMUNERA EN SUS
DOSCIENTOS AÑOS.

JAIRO GOMEZ MONTOYA LUZ ELENA ZABALA DE ACEVEDO


Vice- Rector A cadémico Directora de Extensión Cultural
-

,
CONTENIDO

Pág.

Presentación

Introducción 5

Orden Superior o despacho del Excelentísimo Se-


ñor Virrey para que se destruya y abandone la se-
mentera de tabaco de hoja. 1765 7

Introducciones dictadas para la provincia de Ando-


uia sobre el modo de establecer las Reales Rentas
de tabaco y aguardiente. 1777 61

Instrucciones enviadas, las que obran en imprenta,


sobre el manejo y arreglo de las administraciones
de tabaco y aguardiente.1777. 65

Expediente sobre los cosecheros de tabaco en hoja


en la Ciudad' de Sante Fe de Antioquia. 1778. . . . 111

- Instrucción sobre la Real Renta de tabacos. 1779. . 129

Orden superior sobre la rebaja de tabaco y aguar-


diente. 1781. 135

Orden superior del Excelentísimo Señor Virrey so-


bre la rebaja de la cuarta parte aumentada en los
precios del tabaco y aguardiente, que no se cobre la
armada de carlovento y se cobre el dos por ciento
de alcabala. 1781. 141
Testimonio de unos autos relativos a un motín de
comuneros a orillas de Guarne. 1781. 147

Testimonio del expediente formado por el Gober-


nador con ocasión del levantamiento de los vecinos
de Sacahojal y otros lugares de la Provincia de An-
tioquia.-1781. 385

Auto del Gobernador y del Cabildo de Antioquia


por medio del cual el Virrey manda suspender la
publicación y cumplimiento de las capitulaciones
hechas por los levantados en la Provincia del Soco-
rro. 1781. 419

Orden superior del Virrey por medio de la cual


concede a los cosecheros y subletiados del tabaco
que el producto que tienen sembrado lo lleven a la
administración y se les pague, prohibiéndoles que
vuelvan a sembrarlo. 1781. 421

Testimonio de un expediente relativo al levanta-


miento o insurrección de esclavos en la provincia
de Antioquia. 1782. 441

Edicto para manifestar al público el indulto general


concedido por el monarca Don Carlos 111 a todos
los comprendidos en las revoluciones acaecidas en
el año de 1781-1782. 589

Juicio civil instaurado por el comunero Remigio


Pérez por haberles decomisado una escopeta. 1788. 605

Documentos sobre la libertad de los esclavos en


Medellín. 1788. 617
INTRODUCCION

Por diversas razones y circunstancias, distintos sectores


de la sociedad colombiana vuelven hoy los ojosa! pasa-
do buscando en él los elementos que les permitan una
clara ubicación en el presente. Parece como si la historia,
más que .la deleitación erudita con el pasado, alimentara
la necesidad de responder a la cotiyuntura aetual de
nuestra sociedad. No en vano nos aprestamos así a con-
memorar los 200 años de la revolución comunera.

En el marco del bicentenario comunero la Universidad


de Antioquia y su oficina de Extensión Cultural han
colaborado eficazmente para que un grupo de profesores
del Departamento de Historia diera a conocer los docu-
mentos que hacen referencia al proceso cumplido en la
Provincia de Antioquia y que por ausencia de estudios
sistemáticos, es uno de los aspectos menos tratados en la
historiografía colombiana. En ocasiones pareciera que
sólo las provincias del oriente de la Nueva Granada hu-
bieran sido escenario de lo que podríamos calificar como
el inicio de la crisis del mundo colonial Americano.

En la serie de documentos que queremos difundir y po-


ner al alcance de los investigadores es posible observar
de qué manera los cosecheros de Tabaco de la zona de
Antioquia, los mazamorreros de Guarne y Rionegro, los
esclavos de toda la provincia y los indígenas de Buriticá
fueron partícipes de diversas expresiones de lucha tanto
contra el régimen impositivo español, como contra el
sistema económico-social que los oprimía.
Tr •

En la transcripción se ha actualizado la ortografía, se ha


establecido puntuación y se han dispuesto los documen-
tos en un orden cronológico que haga comprensible la
secuencia de los diversos procesos. En esta colección se
hallan recogidos únicamente los documentos compilados
en el fondo comuneros, volumen 332, del archivo Histó-
rico de Antioquia.

El Departamento •de Historia agradece la colaboración


de todas las personas que aportaron sus esfuerzos e inte-
rés para cumplir esta tarea en labores de corrección,
mecanografía, revisión e impresión y quiere destacar la
labor del grupo de profesores y estudiantes que trabajó
en la transcripción de los documentos.

Departamento de Historia.
ORDEN SUPERIOR O DESPACHO DEL
EXCELENTISIMO SEÑOR VIRREY
PARA QUE SE DESTRUYA Y ABANDONE
LA SEMENTERA DE TABACO DE HOJA
1765

(AHA, Comuneros, Tomo 332, Doc. 6315).

Señor Gobernador y Comandante General.

Don Lorenzo Eopera vecino de esta ciudad de Antio-


quia, por mí y a nombre de todos los cosecheros de
tabaco de hoja de esta jurisdicción, y en virtud de su
poder que solemnemente acepto, manifiesto y juro, y
pido que se me devuelva, parezco ante Vuestra Excelen-
cia como mejor proceda en derecho y con el debido
respeto digo: que habiéndose publicado en bando por el
que se manda que las cosechas de tabaco que en éstas y
otras ciudades y sus inmediaciones se ha acostumbrado
de inmemorial tiempo a esta parte sembrar y coger, se
demuelan y arrojen consumiéndose su semilla; y por que
nos vemos precisados a suplicar y exclamar por el perjui-
cio tan considerable, que nos resulta de llevarse a debida
ejecución lo mandado, y necesitar para documentar
nuestra exclamación, de que se nos de testimonio autén-
tico de dicho superior despacho y diligencias en su vir-
tud practicadas por el ilustrísimo antecesor de Vuestra
Excelencia, capitán Don José Barón de Chávez en igual
asunto y cuando tuvo principio el entable de esta venta;
el tabaco que se cosecha en Honda y Ambalema como
también el recudimento, que se despachó a favor de Don
Manuel Ortiz de la Torre; en esta atención, suplico
a vuestra ilustrísima rendidamente, se sirva mandar se me_
de atento testimonio íntegro que estoy pronto a pagar
su compulsa por tanto a vuestra ilustrísima pido y supli-
r., co se sirva proveer, como/ solicito en justicia; sobre que
juro lo necesario.

Lorenzo Lopera y San Pedro

Antioquia y Enero 17, de 1778

Por presentado con el poder, que se refiere el presente


escribano se dará a esta parte los testimonios que solici-
ta, dando los recaudos necesarios y hágase saber, así lo
proveyó, mandó y firmó el señor Don Cayetano Buelta
Lorenzana, gobernador y comandante general de esta
ciudad de Antioquia y sus provincias en el dicho día mes
y año por ante mí de que doy fe y (devuelvo el poder).

Don Cayetano Buelta


Lorenzana

Juan Antonio de Orellana


Escribano Público del Número

En dicho día mes y año, yo el escribano hice saber lo


provehido a Don Lorenzo Lopera, y le devolví el poder
como se da, doy fe.

Orellana/

2i El Bailio de Lora, Frey Don Pedro Messía de la Cerda,


caballero gran cruz de justicia en la religión de San Juan,
gentil hombre de cámara de Su Majestad con llave de
entrada de su consejo en el real y supremo de guerra,
Teniente general de la real armada, Virrey, gobernador y
capitán general de este Nuevo Reino de Granada y pro-
vincias adyacentes y presidente de la audiencia y canci-
llería real. Al gobernador de la ciudad de Antioquia hago
saber que a Don Diego Antonio Viana se le remató por
junta de Real Hacienda el proyecto del Tabaco en hoja,
que se trafica de la villa de Honda, esas provincias y
demás lugares de su distrito, por lo que ahora se ha
ocurrido por parte de dicho Viana a este Superior go-
2v bierno haciendo la represen/tación siguiente: Excelentí-

8
simo señor: Agustín Blanco procurador y apoderado de
Don Diego Antonio Viana en los autos sobre el proyecto
de Tabaco y su remate, según derecho, digo, que esta
renta se ha fundado sobre el cimiento de que en la pro-
vincia de Antioquia y demás lugares que comprende el
remate se ha de gastar el tabaco que se cultiva en lo alto
del río de fa Magdalena y se trafica a la villa de Honda en
la misma conformidad que se ha practicado en todos los
tiempos anteriores, de tal modo que no es posible tenga
efecto alguno el remate ni que se verifique la venta si
falta el expresado consumo de los tabacos. Y porque
con el motivo del remate ha ocurrido que en la ciudad
de Antioquia y su jurisdicción se han dedicado a sem-
brar el tabaco para que por este medio no se gaste el de
Honda, y que por el mismo caso no se verifique en
3r aquella provincia la renta que por el remate se halla en/
cincuenta mil pesos por tres años. Se ha de servir Vuestra
Excelencia y lo pido expresamente y en justicia de man-
dar librar las órdenes más eficaces y cumplideras prohi-
biendo enteramente la siembra de tabaco en la dicha
provincia, y de lo contrario se ha de servir Vuestra Exce-
lencia de declarar que no debe subsistir el remate una
vez que no subsiste el consumo y tráfico del tabaco de
Honda sobre que se fundamentó y recayó. Y que por el
mismo caso, de las superiores órdenes prohibiendo estre-
chamente la dicha siembra, se proceda con las penas ciñe
la superioridad de Vuestra Excelencia se sirviese de esta-
blecer contra los transgresores a fin de que la ten(? ) que
han inventado contra el establecimiento de la renta que-
de del todo extinguida y a su consecuencia aquella pro-
vincia en el mismo pie, que sobre el gasto y tráfico del
3v taba/co de Honda, se ha versado en ella por tiempo
inmemorial y de más de cien años de cuya verdad noto-
ria es que se originó el proyecto y de sus experimentos
el remate y es también que la prohibición propuesta de
la siembra no es cosa nueva, sino providenciar la superio-
ridad de Vuestra Excelencia que al presente y en lo futu-
ro se haga lo mismo que se ha hecho en todos los pasa-
dos tiempos hasta la experiencia que de nuevo ha ocurri-
do y que se le ha noticiado a dicho Don Diego por Don
Francisco de Lara y Moncada y Don José Eusebio Ra-
mos como sus administradores de la ciudad de Antio-
quia y de la Villa de Medellín, el primero en cartas de 26
de marzo y 10 de abril y el segundo en carta del 14 del
mismo abril del corriente año, previniéndole que en de-

9
fecto de el superior despacho prohibitorio de la siembra
4r del tabaco no tiene para que remitir tabaco/ alguno de
Honda para el consumo de aquella provincia mediante a
que entre otros arbitrios se han dedicado a la dicha siem-
bra con tal exceso que todos generalmente y los mismos
clérigos han difundido abiertamente que sólo en las
siembras de tabaco han de ocupar sus esclavos y demás
gentes y que con efecto ya lo estan practicando con
algunos adminículos de desprecio de las superiores órde-
nes dirigidas al establecimiento de esta renta y con una
patente oposición a que no se verifique, y que del todo
quede excluida de aquella provincia; como indubitable-
mente ha de suceder si se permite la siembra de los
tabacos, cuyo punto por ser el centro de la misma razón
en que estriba la renta no me detengo en otras que la
califican, ni en que el constitutivo de la renta consiste en
4v el despacho en calidad/ de ordenanza prohibiendo estre-
chamente en toda la provincia de Antioquia la siembra
del tabaco y sus cosechas, con las penas más conformes
y eficaces a los transgresores y su alianza, y a todas las
justicias con la prevención de exequibles y de ninguna
manera dispensables por el mismo hecho y caso de con-
travenir y en cualquier manera y con el pretexto que
fuese, y la de proceder al exterminio de los tabacos
luego que se siembren y en cualquier estado que se ha-
llen, por el mismo hecho de publicarse la superior provi-
dencia a censo. Por semejantes razones no se permiten
otros cultivos, siembras y cosechas de diferentes frutos y
el de la hoja de la coca, y así como en el presente caso
de esta renta se ha prohibido enteramente el tráfico y la
negociación del tabaco que hacían los mercaderes, antes
5r de procederse a crear y establecer/ esta renta, la cual
negociación y con las mayores ventajas y frecuente giro
hacían los negociantes de la dicha provincia. Y con refle-
xión a que en ese asunto del tabaco no puede prevalecer
la facción de los que se han dedicado a su siembra ni
privilegio alguno que en sufragio suyo se intente, por el
mismo caso de que tampoco ha podido prevalecer la
recomendable libertad del tráfico que hacían los comer-
ciantes y más si se atiende que la disposición de la ley
municipal sobre permitir que la siembra de el tabaco
fuere libre, se refunde en que los vecinos de la tierra
firme y otras partes donde entonces (que a más tiempo
de ciento y cincuenta años) se sembraba y cogia el taba-
co no perdiesen el aprovechamiento que en él tenían y

10
que la real Hacienda gosase el beneficio que resultaba de
5v su comercio/, porque de este contexto se califica que el
permiso de la siembra del tabaco se concedió a las tierras
y partes donde entonces se hacía; y se califica también
que igualmente se permitió el comercio del tabaco y que
así mismo como éste se ha prohibido estrechamente para
verificar el establecimiento de esta renta cn beneficio de
la real hacienda, del mismo modo se ha de prohibir la
siembra y cosechas que del todo lo impiden, y con supe-
rioridad de razón en la provincia de Antioquia a causa
de que sus gentes y vecinos han'inventado la siembra del
tabaco después de remantada la renta con el fin de que
por sus cosechas no se verifique en aquella provincia su
establecimiento con las mismas circunstancias que se tu-
6r bieron por infali/bles con los experimentos del tiempo
del proyecto y que en defecto del despacho prohibitorio
se hace forzosa la declaratoria sobre no deber subsistir el
remate, es punto tan claro y de tal justicia como lo es
que ningún hecho ni contrato subsiste, no subsistiendo
la causa formal que lo constituye y de cuya práctica
vino la alma de la obligación como sucede en el remate
que celebró mi parte en la conformidad que con los
autos llevo deducida; sobre que protestando y jurando
conforme a derecho y haciendo el pedimento más útil a
la real Hacienda con el establecimiento y conservación
de esta renta a Vuestra Excelencia suplico rendidamente
se sirva de proveer como he pedido. Otrosí digo que la
6v integridad/ y el celo de Vuestra Excelencia se ha de
servir de mandar que se providencie con toda aquella
presteza que pide la materia y sus circunstancias, así
mismo que se libre el correspondiente oficio con exhor-
to al ilustrísimo señor Obispo de Popayán y su vicario
general en cuya Diócesis cae la provincia de Antioquia,
para que en inteligencia de lo representado se sirva el
señor Diocesano de librar las providencias más eficacez
que contengan atestado eclesiástico en aquella provincia
y que hagan efectivas las que se sirviese dar la superiori-
dad de Vuestra Excelencia que de otro modo quedarían
ilusorias, que así corresponde a la justicia de mi parte y
al establecimiento de la renta y su conservación que
pido y juro ut supra: Doctor Vélez, Agustín Blan-
7r co. De lo que/ mandé correr vista al señor fiscal
quien con su reconocimiento expuso lo siguiente: Exce-
Respuesta del fis- lentísimo señor, el fiscal de Su Majestad ha visto la repre-
cal sentación de la parte de Don Diego Viana en quien se

11
remató el estanco del Tabaco de hoja de Honda, Mom-
Os, sus veredas, Antioquia y Santa Marta por el tiempo
de tres años en la cantidad de cincuenta mil pesos co-
rrespondiendo a cada uno 16.660, con la perjudicial no-
vedad que han maquinado los vecinos de la ciudad de
Antioquia y Villa de Medellín de establecer en odio de
esta renta crecidas sementeras de tabaco de hoja para
embarazar el estanco y dar por el pie a esta planta, que
el superior celo y vigilancia de Vuestra Excelencia ha
animado en virtud de las facultades comunicadas y de lo
7v que/ se practica en el Perú y México y aunque los auto-
res de esta novedad.se hacían dignos y merecedores de
un severo castigó y de que sufriesen las penas que previe-
nen las leyes centrales que embarazan se arrienden las
rentas con todo esperándose que estos vecinos como
leales vasallos recibiendo y considerando el atentado
mudaran de consejo por ahora, y por el peligro que
amenaza la dilación en la quiebra de esta considerable
renta puede Vuestra Excelencia si es servido mandar que
el gobernador de la ciudad y provincia de Antioquia
convocando a aquel agitamiento y llamando a algunos
de los principales vecinos los coarte y prevenga no conti-
8r núen/ en la nueva sementera de tabaco. La que menda-
rán el exceso cometido, manifestándose rendidos a los
soberanos preceptos de su monarca sin que manchen su
lealtad con elte borrón y que ejecuten lo mismo en la
Villa de Medellín. Y porque puede suceder que algunos
eclesiásticos hayan intervenido en esta odiosa y perjudi-
cial novedad, puede Vuestra Excelencia así mismo si es
servido, mandarse libre oficio al ilustrísimo señor Obis-
po de la ciudad de Popayán de cuya diócesis es esta
provincia para que advierta y amoneste a todos los ecle-
siásticos de ella se contengan y no apadrinen ni hagan ni
aconsejen las sementeras de tabaco, pues dado y conce-
dido que los mantenimientos, bastimentos y viandas son
comerciables libremente en todas las provincias de las
indias como lo disponen las leyes. Es sin disputa y lo
8v tienen los/ más célebres regnicolas que en las especies
que no son necesarias para la vida humana puede el
soberano coartar y limitar su libre comercio en alguna
provincia como sucede en la ciudad de Panamá que se
halla prohibido por ley que los pulperos ni otras perso-
nas puedan vender ni llevar a la dicha ciudad, ni otros
lugares de su jurisdicción, ningún tabaco a que concurre
que el proyecto experimental que se hizo en el principio

12
y el arrendamiento establecido fueron con condiciones
tan reflexivas a la utilidad de los labradores de esta se-
mentera, de que el arrendador hubiere de comprarles los
9r tabacos a los precios corrientes en Honda y su/ circuito.
Añadiéndose a los inconvenientes que el fiscal lleva refe-
ridos que si los vecinos de esta provincia se dedican a las
sementeras de tabaco desertarán la labor de los preciosos
minerales de oro; como de un caballo troyano, nacerán
los considerables perjuicios a los derechos de quintos y
cobos y a la causa pública y si a Vuestra Excelencia pare:
ciere conveniente para el más seguro acierto podrá man-
dar que para las demás providencias que se ofrecieran en
lo de adelante pase este expediente a Junta general de
Hacienda que asi es en justicia que el fiscal pide. Santa
Fe y Mayo 21 de 1765. Peñalver.

Y en vista de todo lo referido tuve a bien de proveer el


Decreto 9v decreto que su tenor/ es como sigue: Santa Fe 21 de
mayo de 1765 líbrese despacho al gobernador de Antio-
quia con el orden más apretado y estrecho para que
luego averigüe y se informe si es cierto la nueva semente-
ra de tabacos que en este escrito se representa quererse
entablar o haberse de hecho puesto en práctica en aque-
llas provincias en perjuicio y destruccion del asiento ce-
lebrado con Don Diego de Viana, para proveerlas por su
cuenta de este efecto y en caso de hallar verdadera su
narrativa hará inmediatamente convocar a su presencia a
los sujetos que hubieren intentado semejante perniciosa
10: novedad a quienes/ prevendrá, abandonen y desistan del
empeño bajo los términos que propone el señor fiscal;
pero si así amonestados no lo hicieren, pretendiendo
continuar en su maliciosa deliberación, dispondrá se des-
truyan las sementeras que tuvieren de la naturalez referi-
da, procediendo contra los inobedientes con todo el ri-
gor que mereciere su asistencia directamente opuesta a
las rentas e intereses del rey y líbrese ruego y encargo al
ilustrísimo señorObispo de Popayán en cuya consecuen-
cia mandé librar el presente y por él ordeno y mando al
gobernador de la provincia de Antioquia que siendo re-
querido o como le fuese entregado este despacho en
cualquier manera por parte de Don Diego Antonio Via-
10v na, luego luego y sin nin/guna dilación, escasa réplica ni
embarazo pasareis a averiguar e informar de si es cierta
la nueva sementera de tabaco que en su escrito inserto se
representa quererse entablar o haberse de hecho puesto

13
en práctica en aquellas provincias, en perjuicio y des-
trucción del asiento celebrado con dicho Viana para pro-
veerlas de su cuenta, de este efecto y en el caso de hallar
verdadera su narrativa haréis inmediatamente comparez-
ca en su presencia a los sujetos que hubieren intentado
semejante perniciosa novedad a quienes prevendréis
abandonen y desistan de su empeño bajo los mismos
términos que propone el señor fiscal, pero si así amones-
llr tado no lo hicieren pretendiendo/ continuar en su mali-
ciosa deliberación dispondréis con la mayor brevedad, se
destruyan las sementeras que tuvieren de esta naturale-
za, procediendo contra los inobedientes con todo el ri-
gor que mereciere su resistencia directamente opuesta a
las rentas e intereses de Su Majestad y sobre todo, veréis
lo inserto y lo guardaréis, cumpliréis y ejecutaréis y ha-
réis guardar cumplir y ejecutar en todo y por todo según
y como se expresa contiene Y declara, sin ir ni pasar ni
consentir se vaya ni pase contra su tenor y forma de
manera alguna llevándolo y haciéndolo se lleve a pura y
debida ejecución su contenido y bajo la pena de quinien-
tos pesos aplicados en la forma ordinaria que por su
contravención en la más mínima cosa se os sacará irremi-
nv siblemente/ bajo la cual mando a cualesquier escribano
lo intime y. haga saber y dé. testimonio para que conste
de su cumplimiento dado en Santa Fe a 22 de mayo de
1765 años.

Arzobispo Pedro Messia de la Cerda

Por mandato de Su Excelencia

Juan Ronderos

Presentado con petición y obedecido por el señor gober-


nador y comandante general en 14 de agosto de 1765
años como consta del decreto de dicha petición a que
me remito. Yo el escribano Juan Antonio de Orellana.
Escribano Público del Número. Para que el gobernador
de la provincia de Antioquia siendo cierto las sementeras
de Tabaco que se han entablado en perjuico del asiento
celebrado con don Diego Antonio Viana Haga se aban-
donen y desistan conforme se le previene en el decreto
12r inserto/.

14
Señor gobernador y comandante general: Jorge Antonio
Viana vecino de la Villa de Honda y residente en esta
dudad como apoderado substituto de Don Diego Anto-
nio Viana-cuyo poder presento por testimonio (ilegible)
para otros efectos, ante vuestra señoría conforme a dere-
cho, parezco y digo que hago solemne manifestación de
un superior despacho que mi parte granjeó del excelentí
simo señor Virrey de este reino su fecha en Santa Fe de
22 de mayo del presente año en orden a la prohibición
de la cosecha del tabaco de hoja en esta provincia y
extinción del que se hallase sembrado conforme a la
capitulación del remate celebrada a favor de mi parte
para su provisión del que se ha gastado en esta mencio-
nada provincia, río de la Magdalena,:Mompós y provin-
cia de Santa Marta y viniendo a vuestra señona para la
ejecución de dicho superior despacho, suplico se sirva
darle y mande se le dé su más derecho y puntual cumpli-
miento a que efectivamente se verifiquen todos sus par-
ticulares y proceder en beneficio de este ramo de la real
Hacienda y del arrendamiento de mi parte; y de lo con-
trario gravemente perjudicados; para lo cual y en su
nombre ofrezco dar y afrontar los recaudos necesarios
sin que por falta de ello se deje de obrar. En cuyos
términos a vuestra señoría pido y suplico se sirva haber-
me por presentado con el poder y despacho que refiero
y en consecuencia mande y ejecute como aqui llevo pe-
dido sobre que haré los pedimentos más útiles y protes-
to, juro lo necesario.

José Antonio Viana

12v Por presentada con el poder y superior despacho que


refiere de 22 de mayo del presente año, el cual obedezco
en forma ordinaria y en su consecuencia mando se pro-
ceda por mí a lo prevenido p-o-r-siu d5ttelencia conforme a
las cláusulas del superior contexto y en cuanto al poder
presentado, se copiara en este expediente para su ins-
trucción y hecho, se devuelva como lo pide; trayéndose
todo para proceder en la materia.

Jose Barón de Cluivez

Así lo obedeció, proveyó, mandó y firmó el señor Don


José Barón de Chávez, capitán de infantería de los reales
ejércitos, gobernador y comandante general de esta ciu-

15
dad de Antioquia y su provincia en dicha ciudad a 14 de
agosto de 1765 años. Por ante mí, de que doy fe.

Juan Antonio de Orellana


Escribano Público del Número

notificación Incontinenti yo el escribano hice saber el auto decreto


del obedecimiento a Don José Antonio Viana, quien me
entregó el papa para la copia del poder que se refiere y
para que conste lo firmo.

Orellana

Yo Don Pedro Rodríguez de Zea, el escribano público


13: del nú/mero de esta villa de nuestra señora de la Cande-
laria de Medellín y su jurisdicción certifico que en el
registro corriente de este año se halla en poder que en su
tenor a la letra es el siguiente: En la Villa de nuestra
señora de la Candelaria de Medellín en lo. de agosto de
1765 años ante mí, Don Pedro Rodríguez de Zea escri-
bano público del número y testigos que en su lugar ex-
presarán, pareció presente Don José Eusebio Ramos a
quien certifico doy fe conozco y dije que como adminis-
trador del estanco de tabaco de esta provincia de Antio-
quia y apoderado de Don Diego Antonio Viana como
consta del que me puso a la vista y mediante tener nom-
brado a Don José Antonio Viana para que corra en la
ciudad Antioquia con la administración de esta renta
por fallecimiento de Don Salvador de Lara le da y otor-
ga todo el poder cumplido, lleno y bastante el que de
derecho se requiere, y para valer es necesario, al predi-
cho Don José Antonio Viana, especial para que en nom-
bre y representando la persona de su poderdante siem-
pre que ocurra alguna cosa concerniente a dicha admi-
nistración o que reconozca algún fraude, o que se le
perturbe en ella parezca y se presente ante la real justicia
pidiendo se proceda contra los desfraudadores y pertur-
badores de dicha renta, que para todo ello cada cosa y
lav parte con lo/ anexo, concerniente y dependiente le da y
otorga todo el poder cumplido que por falta de él, cláu-
sula u otro cualquier requisito que necesite de expresa e
individual mención que inserto no vaya por eso ha de
dejar de ejecutar lo mismo que su poderdante y otorgan-
te ejecutaria, si presente estuviere; que el poder que para
todo es necesario, ese husmo le da y otorga, con libre

16
franca y general admistración sin limitación alguna en el
caso y facultad de enjuiciar, alegar jurar, apelar y susti-
tuir, revocar en sustituto y nombrar otro que a todos en
nombre de su parte releva en debida forma obligándole
sus bienes y rentas al cumplimiento de lo que en virtud
del presente ejecutare, con sumisión a la justicia de Su
Majestad y denuncias en derecho necesarias para ser
obligados a su cumplimiento como por instrumento eje-
cutivo y sentencia pasada en cosa juzgada. Así lo dijo
otorgó y firmó en Medellín en lo. de agosto de 1765
años siendo testigos don Félix y don Francisco Rodrí-
guez de Zea y Don Manuel Mutis vecinos y residentes de
que doy fe; José Eusebio Ramos ante mi Pedro Rodri-
guez de Zea Escribano Público del Número. Según que lo
referido así consta y parece del expresado poder original
de donde saqué corregí, concerte y enmendé esta cierto
14r y verdadero a que en lo necesario me/ remito en cuya fe
la signo y firmo en el día de su otorgamiento: en testi-
monio de verdad.

Pedro Rodríguez de Zea Escribano Público del Número.


Presentado con petición ante el señor gobernador y co-
mandante general y pedido su devolución que fue decre-
tado en 14 de agosto de 1765 años.

Orellana

Concuerda este 'translado con el testimonio del poder,


comprobación y diligencia que hace mención con quien
lo corregí y concerte, está cierto y verdadero y así lo
certifico, signo y firmo en Antioquia a 20 de agosto de
1765 años en testimonio de verdad •

Juan Antonio de Orellana


Escribano Público del Número

Auto 14v En la ciudad de Antioquia a 20 de agosto de /1765 años


el señor Don José Barón de Chávez, capitán de infante-
ría de los reales ejércitos, gobernador y comandante ge-
neral de esta ciudad y provincia de Antioquia por el rey
nuestro señor digo; que para poder dar cumplimiento
con la debida justificación, propiedad y certeza al supe-
rior despacho del Excelentísimo señor Virrey de este
reino, que viene por cabeza en orden a la extinción de la
cosecha de tabaco de hoja en esta provincia, con arreglo

17 .
al decreto en el contenido de 21 del mismo mes y año
en los términos que propone el señor fiscal en su pedi-
mento de la prop.ia fecha como su excelencia lo ordena,
debía de mandar y mandó que para imponerse en quie-
nes sean las personas que han sembrado y cosechado en
esta jurisdicción y las demás de la provincia el referido
tabaco se proceda a sumaria información con sujetos de
las más palpable integridad, especialmente con los que
son y han sido arrendadores de los diezmos que digan y
especifiquen los sujetos, tiempos, parajes y cantidades
15r que/ se hayan sembrado de dicho género y en su vista
proceder a lo demás prevenido por su excelencia y para.
ello se cite a Don José Antonio Viana. Así lo dijo y
firma de que doy fe.

José Barón de Chávez

ante mí

Juan Antonio de Orellana


Escribano Público del Número

En la ciudad de Antioquia a 21 de agosto de 1765 años,


cité como se manda a Don José Antonio Viana y lo
firma conmigo de que doy fe.

José Antonió Viana

Juan Antonio de Orellana

Deelaraci6n de En la ciudad de Antioquia a 21 de agosto de 1765 años


don Juan José de
Lora Sandoval.
el señor don José Barón de Chávez capitán de infantería
de los reales ejércitos, gobernador y comandante general
de esta dicha ciudad y su provincia por el rey nuestro
señor para proceder a informarse sobre los particulares
contenidos en el superior despacho de 22 de mayo del
presente año, y auto de ayer 20 del corriente mes hizo
comparecer/ en su presencia a Don Juan José de Lara
Sandoval, vecino de esta ciudad a quien yo el escribano
certifico conozco, y por ante mí le recibió juramento,
que lo hizo por Dios vuestro señor y una señal de cruz
conforme a Derecho en cuyo cargo prometió decir ver-
dad, de lo que supiere y le fuere preguntado, y habién-
dosele leído el citado auto de veinte de este mes impues-

18
to en los particulares dijo; no haber sido nunca arrenda-
dor de diezmos. Que es cierto se siembra tabaco de la
tierra por varios cuyos nombres se acuerda; los tres her-
manos Ortiz. Julián Betancurt, Leandro de la Cruz, Luis
Pulgarin, los Agudelo, Felipe y Javier Jaramillo y otros
muchos más del Tablazo, que en los resguardos de Sope-
trán siembran los más y que sólo se acuerda de Don
Alejandro Velásquez. Y que la otra banda del Cauca,
16r Don Antonio de la Fuente/ y que en la Quebrada Seca
hasta la quebrada de Juan Martínez siembran los más; y
en tiempos antiguos sembraban en la comunidad y que
ahora ignora si se continúa, o no, y que habrá otros más
que no tiene noticia el declarante. Y que en cuanto al
tiempo responde con distinción en cuanto a la siembra
se ejecuta por el mes de mayo y que en cuanto a la
costumbre afirma que desde que tiene uso de razón
siempre ha visto que en esta jurisdicción de Antioquia y
sus inmediaciones se ha sembrado y cogido tabaco de la
tierra y han pagado los diezmos a la iglesia de Dios sin
contradicción de ninguno, y que en cuanto a los parajes
donde se ha hecho esta cosecha es desde el sitio del
sacaojal hasta la quebrada de Juan Martín de una banda,
y otra del río de Cauca que habrá de un sitio a otros 3
leguas poco más o menos y que no tiene entendido ni
jamás lo ha sido que fuera de la jurisdicción de esta
ciudad y en las tierras calientes ni medio templadas se
haya sembrado dicho tabaco ni en las tierras frías como
lo son los altos de los minerales, el Valle de Medellín, los
tres Valles del Río Negro, la Sabana de Canean, y los
Remedios .Las ciudades de Zaragoza y Cáceres y solo
sabe que los pocos vecinos de Arma siembran dicho ta-
baco, aunque dicen, que es de mala calidad por pie el
declarante no lo usa. Y que en cuanto a las cantidades
que se siembra, no la sabe y que de ello darán razón los
arrendadores de Diezmos, con lo cual se concluyó esta
diligencia y habiéndosele leído, en ella se afirmó y ratifi-
có, en fuerza del juramento que hecho lleva, sin tener
que añadir ni quitar declaró ser de edad de setenta y seis
años poco más o menos y que no es cosechero, fírmalo
con Su Señoría de que doy fe.
Barón de Chávez José de Lata y Sandoval
Ante mí
Juan Antonio de Orellana
Escribano Público lel Número

19
incontinenti para proseguir esta información/.

Compareció Don Felipe Agustín de Castañeda, vecino de


Declaración de esta ciudad a quien certifico conozco y el señor goberna-
Don Felipe dor y comandante general por ante mí le recibo jura-
Agustín de Can
tañeda mento que lo hizo por Dios nuestro señor y una señal de
cruz, conforme Derecho, cual cuyo cargo prometió
decir verdad en lo que supiere y le fuere preguntado y
habiéndosele leído el auto de 20 de este mes, impuesto
en los particulares, dijo; que aunque ha sido arrendador
del partido de Murrí por una vez, que es cierto también,
que se siembra tabaco en esta jurisdicción de Antioquia
y que son varios los sujetos que lo siembran aunque de
ellos sólo se acuerda haber oido decirlo, por que no es
gastador de dicho género que lo siembra Felipe Jarami-
llo, Don Alejandro Velásquez, Don Antonio de la Fuen-
te, Leandro de la Cruz, un fulano de la Cruz, y que en fin
son varios de ambos sexos los que lo siembran. Y que en
cuanto al tiempo, en que ha que se comenzó a cosechar
dicho tabaco lo hallo así desde que abrió los ojos a la
razón y no sólo desde que comenzó, que es una cosecha
al año y que la estación de sembrado la ignora; Y que en
l'iv cuanto a los parajes, sabe que / son en la jurisdicción de
esta Ciudad a orillas del río Cauca de una banda y otra; y
así mismo tiene noticia que en la ciudad de Arma que
también siembran algún tabaco, aunque ignora los para-
jes y distinción de sujetos, no ha llegado a su noticia que
en las tierras frías, en la jurisdicción de Medellín, los tres
valles de Rionegro, los Remedios, Cáceres y Zaragoza se
ha sembrado en algún tiempo y que en cuanto a las
cantidades que en esta dicha jurisdicción se ha sembrado
en todos tiempos enteramente las ignora, Y que quien
dará razón serán los arrendadores de diezmos y respon-
de) con lo cual se concluyó estai diligencia que habién-
dose leído en ella se afirmo', y ratificó sin tener que
añadir ni quitar en fuerza de su juramento, declaro ser
de edad de 39 años y /que no es cosechero de tabaco,
firmado con Su Señoría de que doy fe.

Barón de Chlvez Felipe Agustín de Castañeda Zapata

Ante mí
Juan Antonio de Orellana
Escribano Público del Número

20
18r En dicho día, mes y año, para proseguir la información
mandada efectuar, compareció Don Juan de Mendoza
Declaración de vecino de esta ciudad y a quien certifico conozco, y el
don Juan de señor gobernador y comandante general, por ante mí le
Mendoza
recibió juramento que lo hizo por Dios nuestro Señor y
una señal de cruz conforme a derecho bajo el cual pro-
metió decir verdad en 'lo que supiere y le fuere pregunta-
do y habiéndosele leído el auto de 20 del corriente mes
y sus particulares dijo; que ha sido arrendador de diez-
mos varias veces y que actual lo es del partido de esta
ciudad; en cuanto a los sujetos que siembran tabaIco en
esta jurisdicción 'son varios, y que de sus nombres sólo se
acuerda son; José Gómez, Luis y Salvador Gómez, Don
Gregorio López, Carlos Agudelo, la familia de los Cruz
que todos los siembran. Jose de Espinosa. Los Agudelo
que son muchos, Felipe y Javier Jaramillo, los Ortiz,
Julián de Betancurt y otros varios de quienes por ahora
no hace mención y por lo que mira al tiempo que ha que
18v se cosecha dicho tabaco/ dice que desde que tiene uso
de razón, lo ha visto cosechar y que el tiempo de sem-
brar lo es por el mes de mayo y en cuanto a los parajes
en tres o cuatro leguas alrededor de esta ciudad, vertien-
tes al río Cauca y en alguna cortedad los vecinos de la
ciudad de Santiago de Arma en las propias orillas y que
no ha entendido ni oído que en otra jurisdicción ni
parajes de esta provincia se haya cosechado dicho taba-
co, Y que por lo que mira a las cantidades que se hayan
aprovechado con esta dicha jurisdicción no puede dar
individual razón, sin embargo de haber sido y ser diez-
mero así de esta jurisdicción como de la de Tonusco y
Obregón, lo uno por que en el presente año no ha reco-
gido los diezmos de su arrendamiento, y lo otro por que
ha diez y nueve años que lo fue del partido de Obregón
donde se coge tabaco y que con el transcurso del tiempo
se le ha olvidado, pero que sí afirma que en dicho paraje
se ha cogido bastante tabaco, y responde. Con lo cual se
concluyó esta diligencia, que habiéndose leído en ella se
afirmó y ratificó sin tener que añadir ni quitar por ser la
19r verdad, en fuerza de juramento que hecho/ tiene declaró
ser de edad de sesenta y cuatro años y que no es cose-
chero ni usa del dicho tabaco y lo firma con Su Señoría
por ante mí de que doy fe.
Barón de Chávez Juan de Mendoza
Ante mí
Juan Antonio de Orellana
Escribano Público del Número
21
Declaración del En dicho día, mes, y año para proseguir la información
protector Don mandada efectuar compareció el protector Don Juan
Juan Andrés de
Zabala.
Andrés de Zabala vecino de esta ciudad a quien certifico
conozco, y el señor gobernador y comandate general por
ante mí, le recibió juramento que lo hizo por Dios nues-
tro señor y una señal de cruz bajo cuyo cargo prometió
decir verdad en lo que supiere y le fuere preguntado y
habiéndosele leído el auto del 20 del corriente mes y
todos sus particulares, dijo; no haber sido arrendador de
diezmos, en ningún tiempo y que en'cuanto a los sujetos
que han sembrado tabaco no le es dable especificarlos
por que desde que tiene uso de razón ha visto sembrarlo
por varios individuos en las inmediaciones de esta ciudad
19v que se lo sabe es en/ un número grande. Y en lo que
mira al tiempo de la siembra en la estación del año, lo
ignora, pero que si sabe, como viene dicho, que desde
que tuvo uso de razón ha visto hacer esta cosecha en
esta jurisdicción la cual oyo' decir a sus mayores ser
antigua; y por lo que mira los parajes, sabe que se ha
sembrado en todos tiempos en las vertientes del rio de
Cauca, tres o cuatro leguas distantes de esta ciudad co-
mo lo son Quirimará, Mandinga, Obarco, Comunidad,
Quebrada Seca, Obregón, Tonusco en esta ciudad, San
Jerónimo, Sopetrán, El Tablazo, Sacaojal, Coyas y el
Junco. Por lo que mira a la ciudad de Arma, vertientes a
Cauca sabe, que se cosecha algún poco de tabaco, y no
de buena calidad y que no ha oído jamás decir que en
los altos de esta misma jurisdicción, el distrito de Mede-
llín, los tres valles del Rionegro, Yolombó, Cancán, los
Remedios Zaragoza y Cáceres, se haya tenido cosecha de
20r semejan/te tabaco y que en cuanto a las cantidades de
los sujetos, que siembran adonde tiene dicho, no puede
dar razón con propiedad y responde. Y habiéndosele
leído ésta su declaración, en ella se afirmó y ratificó por
ser la verdad en fuerza de su juramento; declaró ser de
edad de sesenta y tres años poco más o menos y que no
es cosechero de dicho tabaco y lo firma con Su Señoría
de que doy fe.

Barcin de Chávez Juan Andrés de Zabala y Aguirre

Ante mi

Juan Antonio de Orellana


Escribano Público del Número

22
D tela alción de En dicho día, mes y año para proseguir la información
Don Pedro Félix mandada efectuar compareció Don Pedro Félix Pastor,
Pastor
juez sub delegado del juzgado general de bienes de di-
funtos, a quien yo el escribano certifico conozco y el
señor gobernador y comandante general, por ante mí, le
20v recibió juramento que lo hizo por Dios nuestro señor/ y
una señal de cruz, sub cuyo cargo prometió decir verdad
en lo que supiere y le fuere preguntado y habiéndosele
leído el auto de ayer veinte del corriente y enterado de
sus particulares, dijo; no haber sido jamás arrendador de
diezmos y que en cuanto a los sujetos que siembran
tabaco en esta jurisdicción y cercamos de la ciudad, han
sido varios, y en diferentes tiempos no puede tener pre-
sentes nombres, mayormente cuando son de ambos se-
xos pero de los que se acuerda dirá, que son don Alejan-
dro Velásquez, Marcos Mejía, Felipe Jaramillo, Dionisio
y Francisco Ortiz y que éstos asegura por haberles com-
prado tabaco y los demás no tiene comunicación, ni
noticia de sus nombres. Que en cuanto al tiempo de la
siembra es por el mes de mayo. Y en cuanto al uso de
este tabaco en esta jurisdicción dijo haber veintiún años
que se halla en la tierra y por lo que mira a los parajes en
que se siembra, está cierto que sólo se hace en las cerca-
21r nías de la ciudad, vertientes al río Cauca de una a/ otra
banda buscando siempre la tierra caliente y también en
la cercanía de la ciudad de Arma de ésta dicha provincia,
vertientes a dicho río aunque no de muy buena calidad.
Y por ello muy poco apetecido, pero que en los valles y
jurisdicción de la Villa de Medellín, Valles de Rionegro,
Yolombó, Cancán, Remedios, Zaragoza y Cáceres no ha
visto ni sabido, que haya habido costumbre de sembrar
dicho tabaco. Y por lo que mira a las cantidades no
puede dar razón con propiedad respecto a lo que lleva
dicho no haber sido ntínca diezmero, que es por donde
pudiera tantear el numero que se solicita saber. Y que
los sitios, en donde regularmente se siembra es desde la
quebrada de Juan García hasta la de Obarco de uno y
otro lado del río de Cauca, que podrá haber como de
tres o cuatro leguas de dicho Cauca arriba, y responde.
Con lo cual, se concluyó esta diligencia, que habiéndose-
le leído en ella se afirmó, y ratificó por ser la verdad so
21v cargo del juramento que hecho/ tiene; declaró ser de
edad de treinta y siete años poco más o menos, que no
es cosechero de tabaco y lo firma con Su Señoría por
ante mí que doy fe.

23
Barón de Chávez Pedro Félix Pastor

Ante mí,

Juan Antonio de Orellana


Escribano Público del Número

Declaración de En dicho día, mes, y año para proseguir la información


Don Sebastián
mandada efectuar, compareció el corregidor Don Sebas-
de Salazar
tián de Salazar, vecino de esta ciudad,, a quien yo el
escribano certifico conozco y el señor gobernador y co-
mandante general, por ante mi le recibió juramento que
lo hizo por Dios nuestro señor, y una señal de cruz, sub
cuyo cargo prometió decir verdad en lo que supiere y le
fuere preguntado y teniéndose leido el auto del día de
ayer veinte del corriente, enterado de sus particulares,
dijo; que ha ski() arrendador de diezmos de varios parti-
22 r dos de la jurisdicción/ de esta ciudad y actualmente lo es
de los partidos de Obregón, Buriticá y Murrl. Que en
cuanto a los sujetos que siembran tabaco, así' en los
dichos partidos, como en los demás de esta jurisdicción;
son Javier de Agudelo, Ignacio Javier su hijo, Agustín
Jaramillo, Ignacio Eugenio Jarana°, José Ruiz, José
Santana, Juan Esteban de Vargas, Pedro Ureña, Juan
Feria, José de Espinosa, Felipe Jaramillo, Dionisio Ortiz,
Francisco Ortiz, Ignacio y Antonio Ortiz, Leandro de la
Cruz, Bernardo Pulgarm, Marcos Mejía, Sebastián de
Agudelo, Luis de Agudelo, Julián Betancurt, Antonio
de Vargas y sus hijos Joséy Antonio Santana, Don Alejan-
dro Velásquez, Ignacio Bermúdez, José y Juan de Here-
ra, Juan Esteban de la Cruz, José Pérez y Antonio Pérez,
Bernardo Hidalgo, Salvador de Espinosa, Hipé:dúo Legar-
22v da, los Garcías, Rafael de Muriel/ Luis y Salvador Gó-
mez con otros varios que en lo pronto no se acuerda y
que de todos los referidos igualmente se emplean sus
mujeres, y otros varios en dicha siembra. Y que en cuan-
to al tiempo de efectuarla se comienza en abril y mayo,
y que no es más de una cosecha y que en lo que mira al
tiempo en que se usa de esta cosecha de tabaco de la
- tierra dijo el declarante que le consta que desde que se
conoce y que desde mozo oyó decir a los viejos, que es
antigua cosecha de esta jurisdicción, sin que ninguno lo
contrajera. Y que por lo que mira a los parajes de su
siembra, le consta que es la quebrada de Obarco, la Co-
munidad, Quebrada Seca, Obregón, Río de Aburrá, So-

24
petrán, el Tablazo, Tahamí, Goyas, Sacaojal y Juan Car-
ca todo el contorno de esta ciudad como en término de
cuatro leguas y que en la ciudad de Arma se siembra y se
coge tabaco muy malo, y poco, pero que en lo restante
de la provincia, como lo son los partidos de los altos, los
23r de la Villa de/ Medellín, los tres Valles de Rionegro,
Yolombó, Cancán, los Remedios, Zaragoza y Cáceres,
nunca ha oído ni entendido que tengan cosechas de di-
cho tabaco en poca o mucha cantidad, por que todos
ellos se proveen de tabaco de Honda y parte del que se
siembra alrededor de esta ciudad y que como diezmero
sabe que los referidos cosecheros de este género han
pagado siempre diezmos, pero que no por eso puede dar
razón individual de la cantidad de arrobas que se cose-
chan por todos los sembradores y responde. Con lo cual
se concluyó esta diligencia y habiéndosele leído, en ella
se afirmó, y ratificó por ser la verdad en cargo de su
juramento que hecho tiene; declaró ser de edad de cin-
cuenta y cinco años poco más o menos; que no es cose-
chero en dicho tabaco, y lp firma con Su Señoría por
ante mí de que doy fe.

Barón de Chávez Sebastián de Salazar


Juan Antonio de Orellana
Escribano Público del Número

23v En dicho día mes y año para efecto de proseguir/ la


Declaradbn de información mandada efectuar, compareció Martín de
Don Mardn de Aldana, a quien yo el escribano certifico conozco y el
Aldave
señor gobernador y comandante general, por ante mí, le
recibió juramento, que lo hizo por Dios nuestro señor y
una señal de cruz, sub cuyo cargo prometió decir verdad
en lo que supiere y le fuere preguntado, y habiéndosele
leído el auto del día de ayer veinte del corriente, entera-
do de sus particulares, dijo que ha más de cuarenta años
que fue diezmero del río arriba del Cauca, que después
acá no lo ha sido y que en cuanto a los sujetos que
siembran tabaco de hoja en esta jurisdicción de mucho
tiempo a ésta parte conoce a Dionisio, Ignacio, José
Antonio Ortiz, Leandro de la Cruz, Francisco Ortiz y su
hijo Pulgarín, su yerno y así mismo Bernardo Pulgar-in
Manuel Ruiz, Felive Jaramillo, Antonio de Vargas y sus
hijos, Marcos Mejia, José de Espinosa el cuñado de los
24r Ortiz/ Julián Betancurt, y todos los Agudelo que son
muchos, Don Alejandro Vellsquez, Juan García, Juan

25
Esteban de la Cruz, Pablo de Olivera, Manuel de Benál-
cazar, Don Antonio de la Fuente, Doña Angela de Loro,
Luis Gómez y Salvador Gómez, Hipólito Legarda y sus
hijos, Juan, y: José de Herrera, con otros muchos que
por ahora no tiene presente y que a éstos igualmente
acompañan sus mujeres, y otras a las cosechas, y que la
siembra es por lo regular en abril y mayo, que es cosecha
de una vez al año y que en cuanto al tiempo que ha, que
se usa sembrar este tabaco en la tierra, lo ha visto desde
que tiene uso de razón unas veces más y otras menos, y
se le han pagado al declarante el dieztno. Que por lo que
mira a los parajes donde se siembra en esta jurisdicción
lo ha sido y son: Juan García, Sacaojal, el Dormido,
24v Goyas,/ el Tablazo, Miranda, Isima, los resguardos de
Sopetrán, río de Aburrá, Quebrada Seca, la Comunidad,
Obarco y Obregón, todo alrededor de esta ciudad, como
de tres a cuatro leguas, vertientes del río de Cauca, bus-
cando la tierra caliente y que sabe también lo siembran
los cortos vecinos de la ciudad de Arma, pero que es
tabaco de mala calidad y olor. Y que no sabe ni ha
llegado a su noticia, que en los demas parajes y de la
provincia tengan cosecha de dicho tabaco como lo son
las tierras -frias de los altos, jurisdicciones de Medellín
los tres valles de Río Negro, el partido de Yolombó,
Cancán y los Remedids, Cáceres y Zaragoza que todos
éstos se proveen de tabaco de Honda y parte del que se
coje en esta ciudad cuya cantidad ignora, y responde.
Con lo cual se concluyó esta diligencia que habiéndosele
leído, en ella se afirmó y ratificó por ser la verdad en
25r cargo del/ juramento que hecho tiene; declaro' ser de
edad de setenta años y que no es cosechero de dicho
tabaco y lo firma con Su Señoría, de_que doy fe.

Barón de Chívez Martín de Aldave Aguirre

ante mi

Juan Antonio de Orellana


Escribano Público del Número

Declaración. de En la ciudad de Antioquia a 22 de agosto de 1765 años,


Don Alonso José
del Campillo
para proseguir la información mandada efectuar, compa-
reció el capitán Don Alonso José del Campillo vecino de
dicha ciudad a quien yo el escribano certifico conozco,

26
y el señor gobernador y comandante general por ante mí
le recibió juramento que lo hizo por Dios Nuestro Señor
y una señal de cruz, sub cuyo cargo prometió decir ver-
dad en lo que supiere y le fuere preguntado, y habiéndo-
sele leído el, auto de veinte del corriente mes, enterado
de sus particulares dijo: que nunca ha sido arrendador
de diezmos y que en cuanto a los que cosechan el tabaco
de hoja en esta jurisdicción de dicha ciudad conoce a
Don Alejandro Velásquez, a Don Mathías Navas, a Dio-
nisio Ortiz con otros dos o tres hermanos, que tiene,.
Felipe Jaramillo, José de Espinosa, Leandro de la Cruz,
Luis Pulgarín, Dionisio Santana, Sebastían Ortiz y sus
25v hijos, Luis de Aglidelo, con otros/ muchos de este apelli-
do, Marcos Mejía, Agustín de la Cruz con seis o más
hijos, que tiene, Salvador Errada, José de Santana, Lau-
ro de Vargas, Don Pedro de Figueroa, José y Juan de
Herrera, Manuel y Felipe Rodríguez, Félix de Montoya,
Don Jerónimo de Guzmán, Hipólito Legarda, Luis Gó-
mez y sus hermanos, Doña Angela de Loro y sus hijos,
Don Antonio Fuente, Don Gregorio López, Tomás de la
Chica, Agustín de Figueroa y sus hijos con otros mu-
chos, que por lo pronto no se acuerda, así de hombres,
como mujeres. Que desde el año de 31 que vino a esta
dudad lo ha visto sembrar a éstos y otros en las inmedia-
dones de esta dicha ciudad, sin contradicción, y que
igualmente le consta al declarante que en la ciudad de
Arma se siembra un poco de tabaco de mala calidad, por
lo que en el común no tiene estimación. Y que en cuan-
to al tiempo en que se siembra es entre abril y mayo una
sola cosecha al año, y por lo que mira a su antigüedad
afirma (como viene dicho) que desde el ,'año que vino a
esta ciudad lo vió coger sin contradicción en la propia
26 r forma que ahora lo cojen, y los parajes en donde/ han
sembrado son; en las inmediaciones de esta ciudad, co-
mo en cuatro leguas vertientes a Cauca y tierra caliente,
de una banda, y otra, cuales son; Juan García, Sacaojal,
Dormido, Tablazo, Miranda, Isina, los resguardos de So-
petrán, río de Aburrá y San Jerónimo, Quebrada Seca,
Comunidad, La Loma del Padre Luis, Juan Martín, Obar-
co, Mandinga, en la boca del Nopre, Baraona, Cañaveral,
Cubrunco, Juanes, Obregón, Tonuzco, arriba, goteras de
la ciudad, el Contador, Cayanán y todo Coyas, hasta la
boca de la quebrada de Buriticá y así mismo en el valle
de San Andrés y que fuera de estos parajes no sabe, ni
ha oído decir se traiga cosechado dicho tabaco en nin-

27
gun partido de la provincia como son los altos jurisdic-
ción de Medellín, los tres valles de Rionegro, Yolombó
Cancán, los Remedios, Zaragoza, Cáceres, con sus terri-
torios, los cuales se proveen de tabaco de Honda y algu-
na parte del que se coge en esta ciudad!; que en Cuanto a
la cantidad que se cosecha no puede dar formal razón
pero que no duda que es cantidad considerable y respon-
de con lo cual se condujo esta diligencia que habiéndose-
le leido en ello se afirmo y ratifico sin tener que añadir
ni quitar por ser la verdad en cargo del juramento que
hecho tiene; declaró ser de edad de 52 años poco más o
menos y que no es cosechero de dicho tabaco y lo firma
con Su Señoría de que doy fe.

Barón de Chávez Alonso José de Campillo

ante mi

Juan Antonio de Orellana


Escribano Público del Número

D e claración del En dicho día, mes y año para proseguir la información


Doctor Cristóbal mandada efectuar compareció el Doctor Don Cristóbal
García Zapata
García Zapata capitán de caballos corasas vecino de esta
ciudad a quien yo el escribano certifico conozco y el
señor i gobernador y comandante general por ante mi le
recibió juramento, que lo hizo por Dios nuestro señor y
una señal de cruz sub cuyo cargo prometió decir verdad
en lo que supiere y le fuere preguntado, y habiéndosele
leído el auto del 20 del corriente mes, enterado de sus
27r particulares dijo que no ha sido/ arrendador de diezmos
y que en cuanto a los que siembran el tabaco de hoja de
esta jurisdicción de esta ciudad, conoce a Don Alejandro
Velásquez, a Don Matías Navas, a Don Antonio de la
Fuente, a Dionisio Ortíz con otros dos o tres hermanos
que tiene, Felipe Jaramillo, José- de Espinosa y sus tres
hijos, Salvador, J ose' y otro que ignora el nombre, Lean-
dro de la Cruz, Sebastián Ortiz y sus hijos, Luis de Agu-
delo, Javier de Agudelo, Luis Pulgarin, Bernardo Pulga-
Dionisio Santana con otros muchos de este apellido,
Don Josel Mejía, Marcos Mejía, Agustín de la Cruz, con
siete hijos, Manuel, Juan, Elías, Alejandro, Agustín, Ca-
yetano, Juan de Mata y otros que no hace memoria de
su nombre Salvador Erradas, José Santana, Juan García,

28
Esteban de la Cruz, Lauro de Vargas, Don Pedro Figue-
roa, Jose y Juan de Herrera, Félix de Montoya, Hipólito
Legarda, Miguel Durango, Don Jerónimo de Guzmán,
Luis Gómez, y sus herynanos Don Gregorio Lopez, To-
más de la Chica, Agustin de Figueroa, Bernardo Alcaraz,
y el declarante en sus tierras con otros agregados y por
27v lo pronto no hace memoria de otros hombres!, como de
mujeres que lo siembran. Y que el declarante desde que
tiene uso de razón ha visto sembrar dicho tabaco en esta
jurisdicción sin contradicción, y lo ha oído a sus mayo-
res que siempre ha sido costumbre sembrar dicho taba-
co. Y que cuando se siembra es por abril y mayo una
cosecha al año y que en la ciudad de Arma ha oído decir
que siempre han sembrado dicho tabaco, pero que le
consta que es de mala calidad. Y los parajes donde se
siembra dicho tabaco en esta jurisdicción son de una
banda y otra del río de Cauca, y tierra caliente como
cuatro leguas vertientes a dicho no, Juan García, Saca-
ojal, Dormido, Tablazo, Miranda, Isimaj los resguardos
de Sopetráin, río de Aburrá y San Jerónimo, Quebrada
Seca, comunidad la Loma del Padre Luis, Juan Martín,
°barco, Mandinga, Noque, Baraona, Cañaveral, Cubrun-
co, Juanes, Obregón, Tonusco arriba, goteras de la ciu-
dad, el Contador!, Caimán y todo Goyas, hasta la que-
brada de Buritid y que fuera de estos parajes no sabe ni
ha oído decir se haya cosechado dicho tabaco en ningún
partido de la provincia como son los altos jurisdicción
de Medellín, los tres Valles del Rionegro, Yolombó,
Cancán, los Remedios, Zaragoza, Cáceres, con sus terri-
torios los cuales se proveen de tabaco de Honda y alguna
parte del tabaco que se coge en esta ciudad y que en
cuanto a la cantidad qué se cosecha no puede dar razón,
aunque considera ser bastante y responde. Con lo cual se
concluyó esta diligencia, que habiéndosele leido en ella
se afirmó y ratificó sin tener que añadir ni quitar por ser
la verdad en cargo del juramento que hecho tiene; decla-
ró ser de edad de 27 años poco más, o menos y lo firma
con Su Señoría de que doy fe.

Barón de Chávez Dr. Cristóbal García Zapata

Ante mí

Juan Antonio de Orellana


Escribano Público del Número

29
Declaración de En dicho día mes y año para prosecución de la informa-
Francisco de Lo. ción mandada a efectuar compareció Don Francisco de
m y Nuño
Lora y Nuño, vecino de esta ciudad, a quien yo el escri-
bano doy fe conozco, y el señor gobernador y coman-
dante general por ante mi le recibió juramento que lo
hizo por Dios nuestro Señor yuna señal de cruz, confor-
me a derecho, sub cuyo cargo prometió decir verdad en
lo que supiere y le fuere preguntado y habiéndosele leí-
do el auto del veinte del corriente mes, enterado de sus
particulares, dijo: no haber sido arrendador de diezmos
en: ningún tiempo, y que en cuanto al número de los
sujetos que han cosechado y cosechan el tabaco de hu-
mo en esta jurisdicción dirá los que supiere y se acorda-
ie, aunque son muchos los que se han ejercitado en ésto,
y de los que hace memoria son Ignacio Javier de Agude-
lo, José Ruiz, José. Santana, Felipe Jaramillo, Dionisio
Ortiz, Ignacio Ortiz, Leandro de la Cruz, Don Alejandro
Velásquez, Juan Esteban de la Cruz, Bernardo Hidalgo,
con otros [ muchos que no hace memoria, y que en cuan-
to al tiempo que se siembra y coge este tabaco, lo ha
visto corriente, sin contradicción desde que tiene uso de
razón y que de ello se paga el diezmo. Y que ignora el
29r tiempo que al año se siembra; que en la ciudad/ de Arma
se siembra poco y de mala calidad, y por lo que mira a
los parajes donde se siembra dicho tabaco es en las inme-
diaciones del río de Cauca en las partes calientes, de una
y otra banda, cercanos a esta ciudad como tres o cuatro
leguas de dicho río, comenzando a subir desde la quebra-
da de Juan García hasta la de Obarco por la otra banda,
y que de ésta desde la quebrada de Buriticd hasta la de
Noque y que ignora que en otra parte de la provincia
haya cosecha alguna, ni en los altos ni en la jurisdicción
de Medellín, ni en los tres valles de Rionegro, ni Yolom-
bó, Cancán, Zaragoza, Cáceres, pues todos estos parajes
se proveen del tabaco de Honda y parte del que se cose-
cha en esta ciudad, y en cuanto a la cantidad que cogen
en el distrito referido de esta ciudad del dicho tabaco,'
no puede dar razón individual, pero sólo sabe que es
mucho, y responde. Con lo cual se concluyó esta diligen-
cia y habiéndosele leído en ello dijo que se afirma y
ratifica en lo que viene dicho /por ser la verdad; sin tener
29v que/ añadir ni quitar. Declaro ser de edad de 32 años y
que no es cosechero de tabaco y lo firma con Su Señoría
de que doy fe.

30
Barón de Chávez Francisco José de Lora

ante mí

Juan Antonio de Orellana


Escribano Público del Número

D e elaración del En la ciudad de Antioquia a veinte y tres de agosto de


Capitán Don mil setecientos sesenta y cinco años, para proseguir la
Luis Antonio de
Toro
información mandada a efectuar, compareció el capitán
de Infantería Española Don Luis Antonio de "Foro Cata-
ño, vecino de dicha ciudad a quien yo el escribano certi-
fico conozco, y el Señor gobernador y Comandante ge-
neral por ante mí le recibió juramento que lo hizo por
Dios nuestro señor y una señal de cruz sub cuyo cargo
30r prometió decir verdad en lo que supiere y le fuere/ pre-
guntado y habiéndosele leído el auto de veinte del co-
rriente mes, enterado de sus particulares, dijo que nunca
ha sido arrendador de diezmos en esta ciudad ni en otra
parte, y que por lo que mira al número de sujetos que
han cosechado y cosechan el tabaco de hoja de la tierra,
no puede decirlo determinantemente por ser•muchos, y
de los que se acuerda en lo presente, son: Don Alejandro
Velásquez, Juan García, Esteban de la Cruz, Bernardo
Hidalgo, Teresa de Rada, Feliciana García, Josefa Duar-
te, Pablo de Oliveras, Felipe Jaramillo, Dionisio Ortiz,
Marcos Mejía, Luis Pulgann, Antonio de Vargas y que
éstos antiguamente siembran tabaco y que por lo que
mira al tiempo en que se siembra dicho tabaco es por el
mes de abril y mayo, una cosecha al año y que ha que se
siembra y coge es muy antiguo, según ha tenido noticia
y le consta desde que vino que habrá 19 años y que
desde antes 'que viniese a esta dicha ciudad de la Villa de
30v Medellín/ vid llevar a ella tabaco de esta tierra y por lo
que toca a los parajes donde se siembra dicho tabaco es
únicamente en las vertientes del río Cauca, en tierras ca-
lientes cercanías de esta dudad cuyos sitios por lo gene-
ral son, Juan García, Sacaojal, el Tablazo, llano de Mi-
randa, Río de Aburrá, Quebrada Seca, Comunidad, Obar-
co, Juan Martín, Anzá, Noque, Obregón, Tonusco, Go-
yas, Caimán y Brujo; que también sabe que en Arma ha
sido muy antiguo el sembrar tabaco, pero de muy poca
estimación por su mala calidad; y que fuera de los para-
jes referidos sabe muy bien que no se ha sembrado el
dicho tabaco, como lo son los altos fríos, jurisdicción

31
del Medellín, las tres jurisdicciones de los tres valles de
Río Negro, Yolombó, Cancán, Zaragoza y Cáceres, las
cuales jurisdicciones se proveen del tabaco de Honda y
parte del que se cosecha en esta dicha ciudad y que en
cuanto a la cantidad que cosechan estos vecinos no pue-
de dar razón. Con lo cual se concluyó esta diligencia que
habiéndose leído, en ella se afirmó, y ratificó sin tener
que añadir ni quitar por ser la verdad en cargo del jura-
mento que hecho tiene, declaro ser de edad de treinta y
cinco años y que no es cosechero, firma con Su Señoría
de que doy fe.

Barón de Chávez Luis Antonio de Toro Cataño

ante mí

Juan Antonio de Orellana


Escribano Público del Número

Declaración de En dicho día mes y año para la prosecusión de la infor-


Don Francisco mación mandada efectuar comparecio Don Francisco Ja-
Javier Ruiz
vier Ruiz de Alarcón vecino de esta ciudad y a quien yo
el escribano certifico conozco, y el señor gobernador y
comandante general, por ante mí le recibió juramento
que lo hizo por Dios nuestros señor y una señal de cruz,
sub cuyo cargo prometió decir verdad en lo que supiere
y le fuere preguntado y habiéndosele leído el auto del
20 del corriente mes y enterado de los particulares del
referido auto dijo que ha sido una vez diezmero del
partido para arriba de Cauca y que desde donde comien-
za dicho partido para arriba hay pocos cosecheros de
31v tabaco, que sólo dos le pagaron diezmo y que ambos/ se
han muerto que aunque hay otros varios que lo siembran
en aquel partido, es sólo para su gasto, y en cuanto a los
sujetos que en distintos parajes de esta jurisdicción han
sido antiguos cosecheros desde sus abuelos como le
consta 'de cuarenta y un años a esta parte, son Dionisio
Ortiz y tres hermanos suyos, Don Basilio Rodríguez,
Luis Pulgarín, Marcos Mejia, Antonio de Vargas, Felipe
Jaramillo, Juan de Agudelo, Sebastián Ortiz, Manuel Or-
tiz, Javier de Muriel, Don Juan Joséde Leyva, Don José
Antonio Enrique, Don Alejandro Velásquez, Don Loren-
zo Lescano, Josei cle Herrera, Salvador Gómez, Victorino
Oquendo, Lauro de Vargas, Juan de Santana, Sebastían

32
de Santana, José' de Santana, José Hernández, Matheo
Olguln, Pedro Ureña, Juan de Ureña, Agustín de la Cruz,
Esteban de la Cruz, Salvador de Espinosa, Lorenzo Ci-
fuentes, Pablo de Fié/Tez, Htpólito de Legarda, Luis y
32r Salvador Gómez/ Eugenio Diaz, Luis de Guzmán, Igna-
do de Ibarra, Lucas y Carlos de Agudelo, Bernardo Gar-
cía, Leandro de la Cruz, Agustín de Figueroa, Ignacio
Garcés, José* y Antonio Pérez, José Garcia, Joséde Espi-
noza , y su hijo José, Don Jose Mejía, Don Salvador
Mejía, Andrés de Figueroa, Don José Rodríguez, Hipóli-
to de Valderrama, y su hermano Bernardo Pulgarin,
Juan Feria y sus hijos ,Bernardino, Diego y Francisco
Holguín, Julián Betancur,Martín de la Bastida y su hijo
Ignacio y aunque hay otros muchos cosecheros no sabe
sus nombres y que en la Quebrada Secay Tablazo hay
muchas mujeres que también son cosecheras. Que los
sitios donde se siembran son desde la quebrada de Juan
García arriba, Sacaojal, Tablazo, Miranda, de Montaña,
32v río de Aburrá, Quebra/da Seca, Comunidad, Obarco,
Juan Martín, Obregón, Goyas y el Brujo, todas vertien-
tes del río de Cauca de una banda y otra, que no hace
memoria si en otros parajes de esta jurisdicción se siem-
bra. Y que los tiempos de la sementera son por abril y
mayo y las cogiendas por agosto y también sabe que en
la ciudad de Arma ha sido antigua cosecha el tabaco de
humo'aunque poco apetecido por su mala calidad y que
en cuanto a las cantidades que se cogen no pueden dar
razón formal y que nunCa ha oído decir que en la Villa
de Medellín, los tres valles del Rionegro, Yolombó, Can-
cán, Zaragoza, Cáceres y los Remedios nunca han sem-
brado tabaco, que se proveen de Honda y varias veces de
esta ciudad y responde. Con lo cual se concluyó esta
diligencia que habiéndosele leído, en ella se afirmó y
ratificó sin tener que añadir, ni quitar por ser la verdad
33r en cargo del juramento que hecho tiene/; declaró ser de
edad de 61 años poco más o menos y que no es coseche-
ro de dicho tabaco y lo firma con Su Señoría de que doy
fe.

Barón de Chávez Francisco Javier Ruiz de Alarccín

Ante mí

Juan Antonio de Orellana


Escribano Público del Número

33
Auto En la ciudad de Antioquia a 25 de agosto de 1765 años
el señor Don José Barón de Chávez, capitán de infante-.
ría de los reales ejércitos, gobernador y comandante ge-
neral de esta dicha ciudad y su provincia por el rey
nuestro señor, dijo que para poder mejor decir en conoci-
miento del número de individuos de ambos sexos que
han sembrado tabaco de Hoja en esta jurisdicción debía
de mandar y mando se remitan papeles de justicia a los
arrendadores de los partidos de Diezmos ordenándoles
remitan una lista de los que cosechan este género en sus
33v respectivos partidos y habi/das que sean se agreguen a
esta diligencias para proceder al cumplimiento de lo pre-
venido en el despacho que las motiva. Así lo mando y
firmo de que doy fe •

JoséBarón de Chlvez

Ante mí, Juan Antonio de Orellana


Escribano Público del Número

Anotación En dicho día mes y año se libraron los papeles de justicia


prevenidos para los que están fuera de la ciudad y para
los que están en ella se les dio recado verbal lo que y
firmo yo el escribano para que conste.

Orellana

34r /Cumpliendo con el mandato del señor gobernador y


comandante general Don José Barón de Chávez de que
le remita una lista de los sujetos que siembran la cosecha
de tabaco en este mi partido de San Jerónimo en donde
soy diezmero; es como sigue:

Primeramente el señor cura de este sitio sembró este


año, y

Don Cristóbal Díaz Don Manuel de Chavarría


Don Pedro José de Punta Ramón de Montoya
Juan Antonio de Legarda Pedro Buitrago
Diego Sánchez Isidro Pineda
Javier Cortes Pedro de Lebros
Lazar° Urquijo José Rodríguez

34
Las señoras Chavarrias, Doña Rita, Doña Josefa, Doña
Juana María y Doña Francisca y no habiendo otras en
mi partido que siembren esta yerba que lo sepa yo lo
firmo en San Jerónimo en primero de septiembre de
1765 años/.

Manuel Corceis

34r Razón que yo y don Ignacio Díaz doy como diezmero


que he sido y soy del partido de Diezmos del partido de
la Quebrada Seca de todas las personas que siembran
tabaco en dicho partido, no pudiendo darla de la que se
apercibe de Diezmos porque siempre he vendido a cada
uno su casa y los cosecheros son los siguientes:

cosecheros del Juan de Ureña Pablo García José García


tabaco en hola Javier de Vargas Ignacio Garcés Esteban de la Cruz
Manuel Carvajal Francisco Carvajal Benito Quintanilla
José Pérez Salvador de Espinosa Juana de Mora
José de Figueroa Juan de Figueroa Bautista de Silva
Felipe Quiroz Bonifacio de Lorza Pedro Moreno
Salvador de Errada Don Fermín García Francisco Ramírez
Dionisio Holguín Andrés Holguín Juan Manuel Silva
Juan Bernardo Santamaría Antonio Montes Tcodor Jaramillo
Juan Ignacio Holguín Matías Jiménez Pablo Jaramillo
Juan Angel Antonio Pérez Manuel Car doña
Medís Cardeña Miguel Cardeña Francisco de Aguirre
Bernardo Cañas Juan Moreno Calixto Angel
Juan Gregorio Santamaría Hilario Mariaca Juan José Holguín
Francisco Mariaca Gabriel Duarte Agustín de la Cruz
Juan Ellas de la Cruz Bernardo de la Cruz Eugenio Díaz
Don Manuel del Río Ambrosio de Espinosa Matías Espinosa
Francisco Espinosa Lorenzo de Espinosa Javier de Espinosa
Bernardo Hidalgo Juan García Nicolás de la Cruz
Don Gregorio López Juan Gil Juan José Sánchez
Don Antonio de la Fuente Salvador Garro Luis Correa
Juan Correa Javier Gómez Salvador Gómez
José Berrera José Santana Matías de Guzmán
Francisco Medina Lauro de Vargas Patricio de Vargas
35v Juan de Letal Antonio Delgado Victorino Agudelo
José Percafie José Antonio de Arango Juan Santana
Juan María Gonillez Francisco Montoya José Miguel de Montoya
Juan de Cañola Felipe Cañ ola

Mujeres solteras que se ocupan en el ejercicio de sem-


brar tabaco en el dicho partido de la Quebrada Seca
Antonia Valderrama, Teresa Herrada, María Holguín,
Juana Macías, Tiburcia García, Eugenia Quiróz, María
Luisa de Silva, Paula de la Cruz, Ignacia de la Cruz, Rosa

35
Holguín, Hipólita de la Cruz, Javiera de la Chica, Luisa
de la Chica, Bárbara Rendón, María Oquendo, Nicolasa
Silva, Josefa Holg-u(n, Tomasa González, Hilarla Pérez,
Liberata Montes. La cual relación es cierta y verdadera
para entregar al señor gobernador y comandante general
la firmo en Antioquia a 2 de septiembre de 1765 años.
Ignacio Díaz del Maso/

36r Razón que yo el capitán Don Sebastián de Salazar doy


al señor Gobernador y comandante general don José
Barón de Chávez de la costumbre que hay en esta ciudad
a sembrar la yerba de tabaco es a saber :

Partido de Antioquia

Marcos Mejía Ignacio Bastilla Bernardo García


Lucas de Agudelo Juan de Agudelo José Lenes
Miguel Pérez José Herrera Carlos de Agudelo
Manuela Agudelo Magdalena Agudelo Antonio Hidalgo
Hipeilito Gómez Javier Marina Cristóbal Pérez
Juan Bautista Herrera José de Sepúlveda Teresa de Flórez
Fernando Lizcano Rafael Oquendo Miguel de Vargas
Javier de Guzmán Antonio Sama Juan Gallo
Manuel de Guzmán María !pacta Guzmán

Partido de Tonusco

Vicente Urrego Manuela Serna Mana Hidalgo


Salvador Becerra Bernardino Becerra Luis Madrid
Esteban Madrid Ignacio Madrid Salvador Ochoa
Antonio Machado

Partido de Obregón

Santiago Rivera José Rivera Ignacio Rivera


Bartola Cartagena Teodora Rivera Rafael Muriel
Agustín del Pino Manuel Quiróz Miguel Marín
blicolls Garro Juan Bautista Enríquez Antonio Caro
José Lezcano Manuel Berrio Doña Angela de Toro
36v illip6lito Legarda Ignacio Santamaría Juana María Amasara
Miguel Cortés Luis Gómez Salvador Gómez
Manuela Gómez José Miranda Domingo Quináz
Martín Quiróz Ignacio Arias Ignacio Ibarra
Antonia Tabares Francisco Yépes Antonio Valenzuela
Fermín Valenzuela José Piedrahíta Lorenzo Lopera

36
Don Francisco Zabala Juan de Ibarra Juana de Guzmán
José Garcés Juan Elial Ramírez Manuel Belalcázar
Melansio Cano Juan de Agudelo Segundo Agudelo
Tomás •Quiráz Nicolás García Sebastián García
Francisco Salazar Julián Quin:1 María Miranda
Gertrudis Bolívar

Partido de la Quebrada Seca

Bernardo Hidalgo Bernardo Cruz Don Manuel del Río


Agustín de la Cruz Juan Esteban de la Cruz Antonio Gómez
Paula Herrara Ignacio Herrera Antonio Pérez
José Pérez Salvador Espinosa José Cardeña
Salvador Errada José Errada Teresa Errada
Juan Gregorio Ambrosio Espinosa Matías Espinosa
Lorenzo Espinosa Manuel Cardona Ignacio Carees
Nicolasa Espinosa Pedro de Castro Juana de Mora
Gertrudis de Mora Francisco Espinosa Javier Espinosa
Juana García Eugenio Díaz Rosa Holguin
Manuel Carvajal (el folis 37 no está)
Don Lorenzo Lopera Don Francisco Zabala Juan de Ibarra
Juan de Guzmán José Calvas Juan Ramírez
Manuel Benaleázar Melansio Cano Juan Agudelo
Segundo Agudelo Tomás Quirdz Nicolás García
Sebastián García Francisco Salazar Julian Quirée
María Miranda Gertnidiz Bolívar

38r Cumpliendo con el mandato del señor Gobernador y


Comandante general Don José Barón de Chávez de que
le remita una lista de los sujetos que siembran la cosecha
de tabaco en el partido de diezmos de ésta ciudad de
Antioquia del que soy diezmero _primeramente Francis-
co Antonio de Hoyos, Fermín de Urrego, Andrés de
Figueroa, Don José Mejía, Salvador Callejas, Bernardo
García, Carlos de Agudelo, Antonio Serna, José de
Lenes, Lucas de Agudelo, Juan de Agudelo, Ignacio Bas-
tilla, José Callejas, Juan de la Rosa Callejas, Cristóbal
Pérez, Miguel Pérez, Juan Barrera, Miguel Rodríguez,
Timoteo Varela, Manuel de Guzmán, Javier de Guzmán.

Y no constándome otros que en este mi partido siem-


bren dicho tabaco lo firmo en dicha ciudad a tres de
septiembre de 1765 años.

Juan de Mendoza

37
39r Yo Don Miguel Santana arrendador del partido de Diez-
mos del río arriba del Cauca, digo, que en dicho partido
no se siembra la yerba del tabaco porque no se me ha
pagado diezmo alguno de él y que para que le conste al
señor Gobernador y comandate general doy la presente
noticia en esta ciudad de Antioquia a 4 de septiembre de
1765 años.
Miguel Santana

Petición Señor Gobernador y Comandante General Don José


40r Antonio Viana, vecino de la Villa de Honda y asistente
en esta ciudad con la administración de la renta del real
estanco de tabaco de hoja, ante Vuestra Señoría como
más haya lugar parezco y digo: que en virtud de poder a
mí conferido por el asentista de ésta renta, presenté ante
Vuestra Señoría un Superior Despacho del Excelentísi-
mo Señor Virrey de este Reino, a fin de que se extingan
las cosechas que de dicho tabaco se pretenden entablar
en esta provincia en perjucio de la renta. Y para que no
se demore el cumplimiento de lo preceptuado por Su
Excelencia, se ha de servir Vuestra Señoría mandar li-
brar despacho ejecutivo con inserción del que llevo refe-
rido, su presentación y obedecimiento cometido a los
jueces de los distritos de esta referida provincia para su
cumplimiento y práctica, como son la Villa de Medellín,
los Valles de Rionegro y demás que comprende esta
gobernación, y vaya siguiendo su destino para que el
último lo vuelva original a mi poder con todas las dili-
gencias que se hubiesen practicado. Y que dicho despa-
cho se me entregue, en el que suplico rendidamente a
Vuestra Señoría se diga entenderse con todos los admi-
nistradores de la renta, mediante a que considero pru-
dente que respecto a sus considerables ocupaciones, no
40v podrá ejecutarlo todo personalmente en dichos parajes/.
Que en hacerlo así recibirá mi parte merced con justicia
que pido y para conseguirla juro lo necesario.
José Antonio Viana

Decreto Por presentada, y en atención a que ésta parte tiene


legitimada su persona en el expediente con el poder sus-
tituido del asentista general del real estanco de tabaco
de hoja, líbrese despacho como lo pide insertándose el

38
del Excelentísimo Señor Virrey que cita, su presenta-
ción, obedecimiento en este escrito y su proveído, come-
tida su ejecución en Medellín ami lugarteniente que allí
reside, y para los tres Valles de Rionegro a los alcaldes
de aquellos tres partidos, bien entendido que el del Lla-
nogrande de Arma lo hará ejecutar en aquella ciudad,
todos conforme a lo preceptuado por Su Excelencia,
devolviéndolo cada uno original con las diligencias que
practicare a los administradores que hubiere en cada par-
tido, para que como les convenga lo vayan presentando
a los Jueces de esta provincia. Entendiéndose las diligen-
cias que se efectuaren con dichos administradores, o
quien tenga poder bastante del asentista, para lo que
pueda convenir .a la conservación de esta renta, entregan-
41r dose a, esta parte el despacho/ que se pide para que use
de él y se agregará este pedimento al expediente de su
materia.

Así lo proveyó, mandó y firmó el Señor Don José Ba-


rón de Chávez, Capitán de Infantería de los Reales Ejér-
citos, Gobernador y Comandante General de esta ciudad
y su Provincia de Antioquia, en ella a 12 de septiembre
de 1765 años, de que doy fe.

Barón de Chávez.

Ante mi, Juan Antonio de Orellana, escribano 'Público


del Número.

Notificación. En 13 de septiembre de-1765 años, hice saber el decreto


antecedente a don José Antonio Viana, quien me entre-
gó cl papel para el despacho y lo firmo para que conste.

Orellana

A notación En 16 de septiembre de 1765 años, se libró el despacho


prevenido en el pedimento y decreto antecedente, en 15
hojas, que entregué a la -parte de Don José Antonio
Viana, lo que firma conmigo para que conste.

José Antonio Viana


Juan Antonio de Orellana/

39
Peticibn Señor Gobernador y Comandante General. Don José
42r Antonio Viana, residente én esta ciudad y apoderado de
Don Diego Antonio Viana, vecino de la Villa de Honda,
asentista de la renta del 'tabaco de hoja, ante Vuestra
Señoría como más haya lugar en derecho parezco y di-
go: que en cumplimiento de lo mandado por el excelen-
tísimo Señor Virrey de este Reino en el Superior Despa-
cho que tengo presentado, para que se extinga la cose-
cha de tabaco en esta dicha Provincia por ser sumamente
pernicioso a la subsistencia y aumento de este ramo y a
los intereses de mi parte, en quien se remató dicha renta
por la cantidad de cincuenta mil patacones en tres años,
y la precisa condición de que por si solo y de su cuenta
se haya de vender en esta dicha Provincia, como en los
demás parajes de su remate. Y Vuestra Señoría para
imponerse en los sujetos, que hayan sembrado este géne-
ro, se sirvió de recibir información y mandar que los
arrendadores de los partidos de diezmos diesen una rela-
ción firmada de las personas que hubieren cosechado sin
duda, para en su vista proceder con personas ciertas a la
ejecución de dicho Superior Despacho. Y porque tengo
entendido que por las citadas declaraciones y algunas
relaciones que han dado dichos diezmeros, constan nú-
mero bastante de sujetos que cosechan dicho género,
para que entre ellos se puedan escoger los más princi-
pales a quienes se les intime lo proceptuado por Su Exce-
lencia y proceder a lo más que haya lugar, suplico a
Vuestra Señoría se sirva, que escogiendo los que parez-
can bastantes, mande que comparezcan a su presencia y
42v se les haga/ saber dicho Superior Despacho según y co-
mo en él se previene, porque hallándose actualmente
beneficiando y cogiendo dicho tabaco puede de su dila-
ción resultarle a mi parte algún perjuicio irreparable, lo
que se evita privando su venta hasta que en vista de
todas las diligencias practicadas por Vuestra Señoría,
que pido se me entreguen concluida ésta que ahora soli-
cito, pueda pedir lo que sea conveniente a la conserva-
ción y arrendamiento de este ramo, sin que para ésto se
deje de acumular al expediente las diligencias o relacio-
nes que faltaren y deben remitir los diezmos (sic), sobre
que haciendo los pedimentos más conformes con las
protestas necesarias, juro no proceder de malicia, con
costas y en lo demás.

José Antonio Viana

40
Decreto Por presentada, póngase con el expediente de su materia
y visto por el Señor Gobernador dijo: que mediante a
que para darle el más puntual cumplimiento al Superior
Despacho que esta parte cita, para que produzca el más
eficáz y debido efecto ha practicado Su Señoría las dili-
gencias que le han parecido convenientes, respecto a ser
a éstas relativas la intimación mandada por Su Excelen-
cia hacer a los cosecheros del tabaco de hoja, hágase
como la parte lo pide, para lo cual se librarán comparen-
dos en forma de billetes a Don Alejandro Velásquez,
Basilio Rodríguez, José de Espinosa, Antonio de Vargas,
Luis Pulgarin, José Antonio Pérez, Ignacio Garcés, José
43r García, Luis y Salvador/ Gómez y Javier Agudelo, por
ser estas doce personas, que han parecido bastantes ra-
cionales, de los que en los autos consta han cosechado el
expresado tabaco, para que el día viernes veinte del co-
rriente mes concurran ante dicho Señor Gobernador,
donde yo el presente escribano les he de hacer saber el
despacho del Excelentísimo Señor Virrey, reservando Su
Señoría explicarles cuanto convenga a su mejor obser-
vancia, reservando proveer para su debido efecto.

Así lo proveyó, mandó y firmó el Señor Don José Barón


de Chávez, Capitán de Infantería de los Reales Ejércitos,
Gobernador y Comandante General de esta ciudad de
Antioquia y su Provincia, a 16 de septiembre de 1765
años,. por ante mí de que doy fe.

Barón de Chávez

Juan Antonio de Orellana, escribano público del núme-


ro.

Notificación. Incontinenti, yo el escribano hice saber el decreto ante-


cedente a Don José Antonio Viana, quien me entregó el
papel para los billetes prevenidos y de ello doy fe.

Orellana

En 17 de septiembre de 1765 años, yo el escribano en-


tregué las cartas mandadas librar en el auto antecedente
a Don José Antonio Viana, como apoderado de
43 v Don/Diego Antonio Viana su padre, asentista del real
estanco de tabaco de hoja, una por una para cada indivi-

41
duo de los contenidos en dicho auto, y lo firma conmi-
go, de que doy fe.
José Antonio Viana
Juan Antonio de Orellana

Auto En la Ciudad de Antioquia a 20 de septiembre de 1765


años, el Señor Don José Barón de' Chávez, Capitán de
Infantería de los Reales Ejércitos, Gobernador y Coman-
dante General de esta ciudad de Antioquia y su Provin-
cia por el Rey Nuestro Señor etc., dijo que siendo este
día señalado para intimarles a los más señalados coseche-
ros del tabaco de esta jurisdicción el Superior Despacho
del Excelentísimo Señor Virrey de este Reino que viene
por cabeza, dado en Santa Fe a 22 del último mayo,
mediante que dichos cosecheros por auto de 16 del co-
44r rriente/ més han sido convocados una parte de ellos por
papel de justicia, no siendo dable que viniese todo el
considerable núméro que consta de los autos haber de
cosecheros de este género, reservando como reserva Su
Señoría providenciar sobre la notoriedad judicial que
corresponde a los demás. Y estando en esta forma los
nominados en el auto referido de 16 del corriente en
presencia del Señor Gobernador y de mí el escribano, a
saber: Don Alejandro Velásquez, José de Espinosa, An-
tonio de Vargas, Basilio Rodríguez, Luis Pulgarín, José y
Antonio Pérez, Ignacio Garcés, José García, Luis y Sal-
vador Gómez, Javier de Agudelo, a quienes yo el presen-
te escribano certifico conozco y en este estado dicho
Señor Gobernador y Comandante General me mandó,
que a todos los referidos y en la forma que vienen nomi-
nados, les leyese y les intimase el Superior Despacho del
Excelentísimo Señor Virrey que viene arriba citado, lo
44v que/ejecuté con la mayor claridad, que oyeron con todo
sociego y en su vista dijeron llanamente que obedecían y
obedecen el Superior Despacho que se les acaba de inti-
mar del Excelentísimo Señor Virrey de este reino, como
fieles y leales vasallos de Su Majestad. Y habiendo reco-
nocido el informe inserto hecho por Don Salvador de la
Laxa, dicen también que el dicho Don Salvador debió
excluir en su informe con claridad de (sic) esta ciudad y
sus alrededores por ser en ella muy antigua y no inventa-
da las cosechas de tabacos, y que sólo no han oído nun-
ca que en Medellín, tres Valles de Rionegro y demás
lugares de esta Provincia hayan tenido cosechas de taba-

42
cos, y que en esta dicha ciudad y sus inmediaciones
como costumbre tan antigua lo han sembrado y cogido en
buena fe y que el de la presente cosecha, que aun toda-
vía no esta acabado de coger, estan prontos a venderlo al
administrador en caso de no concederles licencia de que
corno poseedores de buena fe lo expendan por si mis-
mos, y que siempre del tabaco que han cogido han paga-
45r do diezmos. Y que así mismo saben que en la/ ciudad de
Arma tienen y han tenido cosechas de tabacos, aunque
de mala calidad, y añaden que los que se han ocupado y
ocupan en sembrar tabacos es porque no tienen minas,
ni. otro modo de mantenerse con sus familias, y que es
cierto también que los dueños de minas no siembran
tabacos, en cuya virtud esperan sean amparados en la
piedad de Su Excelencia. Lo que visto por el Señor Go-
bernador y Comandante General, mandó se les intime a
los circunstantes que no dispongan en manera alguna del
tabaco, en la forma que refieren se haya al presente
cosechado, so la pena establecida en el citado Superior
Despacho, en tanto que se:dé pronta providencia relativa
y conforme al superior intento que Su Excelencia ha
manifestado en dicho despacho, con reflexión a los inte-
reses de Su Majestad en cuanto haya lugar en su comi-
sión, dejando lo demás a la disposición de Vuestra Exce-
lencia. Y enterados de lo aqui prevenido por dicho Se-
ñor Gobernador dijeron que obedecen lo mandado por
Su Señoría y que lo ejecutarán conforme se previene y
lo firman,

Luis Pulgarín, José y Antonio Pérez,


Ignacio Carees Don Alejandro Veldsquez

45v Y los demás contenidos/no supieron firmar.

Barón de Chávez Alejandro Velásquez


Luis Pulgarín José Pérez
José Antonio Pérez Ignacio Garcés

Ante mí, Juan Antonio de Orellana, Escribano Público


del Número.

Auto En la ciudad de Antioquia a 24- de septiembre de 1765


años, el señor Don José Barón de IChávez, Capitán de
Infantería de los Reales Ejércitos, Gobernador y Coman-
dante General de esta dicha ciudad y su Provincia por el

43
46r Rey Nuestro Señor, dijo que siendo impracticable/haber
podido juntar todos los sujetos que cosechan el tabaco
de hoja en estas inmediaciones para intimarles el Supe-
rior Despacho del Excelentísimo Señor Virrey, con el
fin de su más puntual observancia reservo, en diligencia
de 20 del corriente, providenciar como conviene en térmi-
nos legales 'la expresada intimación. Y siendo la más
conforme respecto dicha imposibilidad el que se publi-
que y haga notorio el enunciado despacho en los distri-
tos donde habitan los ya expresados cosecheros, para
que de ésta suerte quede purificada dicha intimación y
ninguno pretenda alegar ignorancia, mandaba y mandó
que el Oficial de Cabildo José Pablo de Orellana (me-
diante las graves ocupaciones de mi el presente escribano
por ser único en el despacho) proceda a dicha publica-
46v ción/en los sitios de Sopetrán y San Jercinimo, el Sa-
caojal, Quebrada Seca y °brega, que son los sitios prin-
cipales de la enunciada habitación. Y mediante a que hay
en ellos algunas personas ignorantes de ambos sexos, que
por las diligencias consta se ejercitan en esta siembra,
procurará dicho oficial leer y explicar con toda claridad
y sosiego el referido despacho, sentando las diligencias
en los propios originales que para ello se le entregaran y
fenecidas las traiga, todo con citación del administra-
dor de este ramo y apoderado del asentista general, re-
servando providenciar en vista todo.
Asi lo proveyó, mandó y firmó por ante mf de que doy
fe.
Barón de Chávez
Juan Antonio de Orellana,
Escribano Público del Número.

Diligencia Incontinenti, yo el escribano solicité por Don José An-


tonio Viana en la casa donde mora y no lo encontriy lo
pongo por diligencia para que conste.'

Orellana

Notificación En 24 de septiembre de 1765/años, yo el escribano pasé


47r a la casa donde vive Don José Antonio Viana y le notifi-
qué el auto antecedente en su persona y de ello doy fe.

Orellana.

44
Notificación En este sitio de Sacaojal, jurisdicción de la ciudad de
Antioquia, en 29 de septiembre de 1765 años, yo José
Pablo de Orellana, oficial de cabildo de dicha ciudad, en
virtud de lo mandado por el Señor Don José Barón de
Chávez, Capitán • de Infantería de los Reales Ejércitos,
Gobernador y Comandante General de esta dicha ciudad
y su Provincia, en su auto de 24 del corriente, pasé a
este sitio 'en el cual en la casa de Juan Antonio Zabala
congregué varias personas para que oyeren leer el despa-
cho de Excelentísimo Señor Virrey de este Reino, libra-
do a pedimento del asentista de la nueva renta del taba-
co de hoja, en cuya presencia lel el dicho Superior Des-
pacho con la mayor 'claridad, en modo que todos los
entendieron y enterados de su contenido dijeron:: que lo
obedeclan y obedecen con debido respeto y entre los
concurrentes se hallaron Don Salvador Mejía, Martín
Bastida, Juan Andrés Montoya y el referido Juan Anto-
nio Zabala y los demás cosecheros de dicho tabaco,
quienes dijeron pasarían a componerse con el adminis-
trador y que en el interín no dispondrán del que benefi-
ciaren en la presente cosecha. Y conmigo lo firman el
dicho Martín de la Bastida, Don Salvador Mejía y el
mencionado Juan Antonio Zabala, quedando encarga-
dos de participar esta providencia a todos los coseche-
47v ros de este partido/ para que no aleguen ignorancia.

Martín Santos de la Bastida


Salvador Mejía
Juan Andrés Montoya
Juan Antonio Zabala
José Pablo de Orellana

En el sitio del Dormido, jurisdiceión de la ciudad de


Antioquia, en 29 de septiembre de 1765 años, yo José
Pablo de Orellana, oficial de Cabildo de dicha ciudad,
en virtud de lo mandado por el Señor Don J osé Barón
de Chávez, Capitán de Infantería de los Reales Ejercitos,
Gobernador y Comandante General de dicha ciudad y su
Provincia, en su auto de 24 del corriente, pasé' a este
sitio en el cual en la casa de Juan Esteban de Vargas
congregué varias personas para que oyesen leer el despa-
cho del Excelentísimo Señor Virrey de este Reino, libra-
do a pedimento del asentista de la nueva renta del taba-
co de hoja, en cuya presencia leí el dicho Superior Des-
pacho con la mayor claridad en modo que todos los

45
entendieron, y enterados de su contenido dijeron: que
obedecen y obedecían con debido respeto, y entre los
concurrentes se hallaron Ignacio de Sarria y Gaspar de
48r Muriel, que vive en la/ misma casa, cosecheros de dicho
tabaco, quienes dijeron pasarían a .componerse. con el
Administrador, y que en el interín no dispondrán del
que beneficiaren en la presente cosecha. Y conmigo lo
firma el referido Gaspar de Muriel y no firma el dicho
Ignacio Sarria, porque dijo que aunque sabe firmar no
firma por hallarse enfermo, y el referido Juan Esteban
de Vargas dijo no saber; quedando encargados de partici-
par esta providencia a todos los cosecheros de este parti-
do, para que no aleguen ignorancia

Gaspar de Muriel
José Pablo de Orellana

(Siguen otras notificaciones hechas por José Pablo de


Orellana, Oficial del Cabildo de Antioquia, en los si-
guientes lugares, fechas y personas:

29 de septiembre, Sitio del Dormido a: Bernardo Pulga-


..
nn, José Miguel de Sepúlveda y Salvador Machado.

29 de septiembre, Sitio de Tajamí a: Agustín Feria, Dio-


nisio Santana, José de Vargas, José de Legarda, Francis-
co de Cárdenas y José Pablo Flórez.

30 de septiembre, Sitio de la Quebrada Seca de Marmato


a: Tomás Agudelo, José Jaramillo, Marcos Mejía y Luis
de Agudelo.
30 de septiembre, Sitio del Tablazo a: José Holguín,
Francisco Holguín, Juan Lázaro Holguín y Javier Hol-
guln.

30 de septiembre, Sitio de la Noarque a: José Pablo de


Lezcano, Agustín Cardefia y Valentín de Lezcano.

1 de octubre, Sitio del Guayabal a: Patricio Pérez,Lauro


de Varga, Antonio Delgado y Juan Bernardo Pérez.

1 de octubre, Sitio de San Jerónimo de los Cedros a:


Ignacio Franco de Tovar y Francisco Antonio Franco de
la Cerda.

46
1 de octubre, Pueblo de Nuestra Señora de Sopetrán a:
Gabriel de Rivero, Juan de Escobar y Tomás Gorrón.

2 de octubre, Sitio del Arado a: José de Herrera, Fran-


cisco Medina y Salvador Gómez.

2 de octubre, Sitio de la Quebrada Seca a: Hipólita de la


Cruz, Agustín de la Cruz, Juan Esteban de la Cruz, Juan
José Garcia y Francisco de Espinosa.
3 de octubre, Sitio de la Quebrada Seca a Bárbara
Ronden-1, Juan de Figueroa, José Ubaldo de Figueroa,
Pedro Moreno y Felipe Quiroz.

3 de octubre, Sitio de Obregón a: Luis Gómez, Tomás


Quiroz y Antonio Quiroz.
Folios 48 r a 53v.)

Auto En la ciudad de Antioquia a 4 de octubre de 1765 años,


53v el Señor Don José Barón de Chávez, Capitán de Infante-
ría de los Reales Ejércitos, Gobernador y Comandante
General de dicha ciudad y su Provincia por el Rey Nues-
tro Señor, dijo que habiendose concluido en estas dili-
gencias por los que consta la intimación y publicado el
Superior Despacho del E5ccelentísimo Señor Virrey a los
que se ejercitan en el sembrar la yerba del tabaco, por
54r los que pertenecen a esta ciudad, y teniendo presente/la
respuesta que han dado constantemente dichos coseche-
ros a lo pedido el día 16 del pasado por el administrador
de este género, para que se de vista de esta diligencia
concluidos que fueron, mandaba y mandó se le entre-
guen con recibo para que con su inspección deduzca lo
que le convenga a favor de esta renta y con lo que dijere
proveer como convenga en justicia en cuya consecuencia
así lolmandó y firmó de que doy fe.

José Barón de Chávez

Ante mí, Juan Antonio de Orellana, Escribano Público


del Número.

En 5 de octubre de dicho año, yo el escribano entregué


estos autos a Don José Antonio Viana en 53 hojas y para
que conste lo firmo.
55r Orellana/

47
Petición. Señor Gobernador y Comandante General.

Don José Antonil Viana, residente en está ciudad con la


administración de la renta del tabaco de hoja de Honda,
como apoderado del asentista general de este ramo ante
Vuestra Señoría parezco y digo: que el dra cinco del
corriente se me dio vista de las diligencias que produjo el
superior despacho del Excelentísimo Señor Virrey, libra-
do a favor de mi parte, para que se extinga la siembra de
tabaco en esta Provincia en caso de ser inventada des-
pués de rematada la renta en mi parte. Y sin embargo a
que por la información que Vuestra Señoría se sirvió
recibir y corre en el expediente desde el folio 14, se
halla bastantemente justificada ser en esta ciudad y su
distrito cosecha muy antigua la de dicha yerba y no
recien inventada. Como quiera que dicho superior despa-
cho no trata en orden a las cosechas antiguas, ni sobre la
materia tener yo de mi parte instrucción ni orden espe-
cial de lo que deba practicar en el caso, consideran-
do así mismo el perjuicio que se irroga a mi parte con el
corto y dilatado expendio que tiene este género en la
dudad, a causa del abasto del tabaco de la tierra, lo que
también cede en perjuicio de la renta, suplico a Vuestra
Señoría rendidamente se sirva mandar, se cumpla la pro-
videncia que tiene reservada en auto de 20 del que aca-
bó, con lo más que contiene desde la línea nona llana del
55v folio 44, y que de todo se me de/testimonio para remitir
a mi parte para que con el uso de su derecho ante dicho
Señor Excelentísimo y para todo pido providencia de
justicia y en sus méritos.

A Vuestra Señoría pido y suplico se sirva de haber por


devueltos los autos en las 53 hojas que se me entregaron,
habiendo por admiíida esta respuesta, y según la serie y
substancia céntrica de ella con reflexión a los reales inte-
reses de Su Majestad, proveer como llevo pedido. Que
para conseguirla juro en anuma de mi parte y en la mía
lo necesario en derecho.

José Antonio Viana

Decreto Por presentada con los autos y vistos conforme al siste-


ma que ofrece de su materia, notifíquesele a Don José
Antonio Viana, apoderado sustituto del asentista general

48
del de tabaco de hoja, que con reflexión a las condicio-
nes con que se remató el de Ambalema de este género,
por el que se cosecha en lo alto del río de la Magdalena,
el proyecto experimental que se manejó por dicho asen-
tista, el superior despacho que viene por cabeza en orden
al tabaco de esta tierra y finalmente los autos que en su
consecuencia ha producido, de que se tiene dado vista y
aquí responde, diga si le tiene cuenta o no admitir la
propuesta que hacen los cosecheros de la tierra en las
ser diligencias de la intimación/ del superior despacho, que
se cita y comienza el día 20 del último septiembre desde
la hoja 42 vuelta y en el reverso de la 43, que venderán
los tabacos al administrador. Y lo haga prontamente y
con la propia calidad como pidió el despacho que se ha
librado por este gobierno, para que en todas las otras
partes de la Provincia no se consienta la siembra de di-
cho tabaco, y con lo que dijere se proverá como conven-
ga a la buena administración de justicia.
Barón de Chávez

As( lo mandó y firmó el Señor Don José Barón de Chá-


vez, Capitán de Infantería de los Reales Ejércitos, Gober-
nador y Comandante General de esta ciudad de Ando-
quia y su Provincia, en dicha ciudad a 16 de octubre de
1765 años, por ante mí de que doy fe. •
Juan Antonio de Orellana, Escribano Público del Núme-
ro.
Incontinenti yo el escribano pasé. a la casa donde vive
Don José Antonio Viana, administrador de la renta del
56v real estanco de tabaco de hoja, y le hice/saber la provi-
dencia antecedente y enterado de ella y de los autos
citados dijo: que mediante a que tiene dicho en el escri-
to antecedente no tener orden especial sobre este parti-
cular de su parte para la compra de los tabacos que se
han cosechado o puedan cosechar', no le es dable en la
estación presente comprarlos hasta que tenga nueva or-
den del asentista general, remitiéndose en lo demás al
escrito antecedente que tiene presentado y lo firma con-
migo de que doy fe.
José Antonio Viana

Juan Antonio de Orellana, Escribano Público del Núme-


ro.

49
Auto En la ciudad de Antioquia a 19 de octubre de 1765
años, el Señor Don José Barón de Chávez, Capitán de
Infantería de los Reales Ejércitos, Gobernador y Coman-
dante General de esta ciudad y su Provincia por el Rey
57r Nuestro Señor./ Habiendo visto estos autos con particu-
lar reflexión halla que el superior despacho que los moti-
va Su Excelencia se proceda al informe y averiguación
de las nuevas sementeras de tabacos en esta dicha Pro-
vincia, y que siendo cierto lo que se relata por parte del
asentista de este género, se proceda a intimarles a dichos
emprendedores abandonen el intento y de lo contrario
se proceda contra los inobedientes.

En cuyo cumplimiento se ha practicado la sumaria infor-


mación para el conocimiento cierto de los parajes y
quienes lo han ejecutado, y resultando en ella constante-
mente que en las inmediaciones a esta ciudad vertientes
al Río de Cauca, siempre se ha cosechado este género
por crecido número de gentes de ambos sexos, como
consta en los autos aunque no ha venido las relaciones
de Sabanalarga, Sopetrán, sin ser nuevo en esta parte,
aunque también se prueba que en el resto de esta dicha
Provincia nunca ha habido tal costumbre. Y así mismo,
no obstante de ésto, se les ha intimado dicha providen-
cia despachando para lo restante las que por convenien-
tes ha tenido el administrador y apoderado de dicho
asentista, quien en su escrito de 16 del pasado mes sep-.
tiembre pidió la privación de la venta de esta presente
cosecha, y por las diligencias de 20 de septiembre se
intimó a los principales cosecheros suspendiesen el ven-
dedo hasta que otra cosa se providencie prontamente,
en la cual obedecieron y proponen estar prontos a ven-
der sus tabacos al administrador, como que lo han sem-
brado en buena fe desde tiempo antiguo, proponiendo
lo mismo los demás en las subsecuentes diligencias que
practicó con el campo por comisión el Oficial Mayor de
Cabildo. Y que habiendo pedido vista de las diligencias
el citado administrador_ se le mandaron entregar en cua-
tro del presente mes y en 17 respondió confesando la
antigüedad de esta siembra en estas inmediaciones, y
que no se hallaba con instrucción, ni orden de su intere-
sado para entrar en acomodamiento con dichos coseche-
ros. Y aunque por decreto de a9uel día se le previno
dijese acertivamente si le convenia o no el acomodarse
con ellos, reserva de lo que hubiese lugar, y en aquel

50
propio día respondió ratificándose en su anterior res-
puesta. Lo que visto todo por Su Señorita, y que para
este caso no le franquea el Superior Despacho otras fa-
cultades, creyendo haber concluido hasta ahora con las
de su comisión y que el enunciado• administrador tiene
en su poder todas las providencias que ha pedido sobre
el cumplimiento del despacho, considerándolo todo con
la posible cordura, y que la superioridad de Su Excelen-
cia tendrá a bien en imponerse en este particular que
OCUITC.

Por lo que respecta a la cercanía de esta ciudad, que
Don Francisco Salvador de Lara y Moncada no tuvo
presente en sus. dos cartas que se citan de 26 de marzo y
10 de abril de este año, dijo: que debía de mandar y
manda que quedando la cosa como -estaba se remitan
estos autos por testimonio al Excelentísimo Señor Vi-
rrey, para que en su vista y conforme a sus altas faculta-
des se digne (si es de su agrado) resolver sobre la materia
de dicho particular, Y que en cuanto a lo restante de la
Provincia se continúe el exterminio de este género don-
de quiera se haya intentado de nuevo, y que asi mismo
se le de el testimonio que pide el asentista, haciéndole
saber esta providencia como también a los principales
cosecheros. En cuya conformidad lo firma de que doy fe,

José Barón de Chávez

Ante mi:
Juan Antonio de Orellana
Escribano Público del Número

Incontinenti, yo el escribano pasé. a la casa donde vive


Don José Antonio Viana y le hice saber el auto antece-
dente y dijo que estaba bien y lo firma conmigo de que
doy fe.

José Antonio Viana


Juan Antonio de Orellana

Diligencia. En este sitio del Tajaml, jurisdicción de la ciudad de


Antioquia a 22 de octubre de 1765 años, yo Don Fran-
cisco Javier Ruiz de Alarcón, por orden verbal del Señor
Don José Barón de Chávez, Capitán de Infantería de los

51
59r Reales Ejércitos, Gobernador y/Comandante General de
dicha ciudad de Antioquia y su Provincia, pasé a esta
banda del río de Cauca a hacer saber a los cosecheros del
tabaco de hoja el auto prevenido por Su Señoría en 19
del corriente. Y habiendo llegado a las casas de Ignacio
Ortiz, Antonio Ortiz y José de Espinosa, y no hallando a
ningún hombre en dichas casas les dije a lo que iba a sus
mujeres y familia, y les explique con toda claridad el
dicho auto dándoles a entender pues que se mandaba
quedar la cosa corno estaba, era decir que pues el asen-
tista del dicho tabaco no se convenía a comprar en lo
producido en la presente cosecha, que podía cada uno
libremente vender el que tuviese, pero que no vuelvan a
sembrar hasta ver lo qué determina el Señor Virrey.
Quedaron contentos con lo determinado por el Señor
Gobernador y dijeron Dios se lo pague, que estabamos
con bastante susto sin atrevemos a vender una hoja de
tabaco. Y como aquí supe que los hombres que viven del
otro lado de la quebrada están todos en la montaña
excusé pasar allá y les encargué corriesen la noticia y lo
firmo para que conste.

Francisco Javier Ruiz de Alarcón

Otra En dicho día pasé a la casa de Antonio Santana, coseche-


ro antiguo y le hice saber el referido auto con la misma
explicación y quedó enterado y contento, no firma por-
que dijo no saber, fírmolo yo para que conste.

Francisco Javier Ruiz de Alarcón

- Otra Incontinenti en dicho sitio pasé a la casa de Antonio de


Vargas cosechero y sólo estaban la mujer, una hija gran-
de/y otros pequeños, y les hice la misma explicación,
dijeron avisarían a su marido y correrían la noticia y lo
firmo para que conste.

Francisco Javier Ruiz de Alarcón.

Folios 59v a 61v (La misma constancia de notificación en los siguientes


lugares, fechas y personas:

52
22 octubre 1765, Tahami: Juan de Valderrama
22 octubre 1765, Tablazo: B a si 1 io Rodríguez,
Juan Bautista Carva-
jal, Diego Ortiz, Se-
bastián Ortiz, José
de Agudelo.
22 octubre, 1765,La Noarque: Agustin Cardeña,
Lorenzo de Ochoa
23 octubre Santa Rosa: José Antonio Enri-
quez..
23 octubre, San Roque: Pablo Miguel de
Vargas, Salvador
Galván y Francisco
José Barrantes .
23 octubre Sopetrán: Juan de Escobar
23 octubre Llano de Montaña: Javier de Santana
24 octubre Guaimaral: Laura de Vargas
24 octubre Quebrada Seca: José Pérez, Antonio
Pérez, Salvador de
Espinosa, Pablo F16-
rez Juan Bautista de
Piedrahlta.
24 octubre Otra banda de Agustín de la Cruz,
Quebrada Seca: Ignacio Garcés, Ber-
nardo Hidalgo, Juan
García, Lorenzo de
Espinosa, Juan Elías
de la Cruz.
24 octubre Obregón: Antonio Quiroz,
Luis Gómez y Salva-
dor Gómez).

Mediante a que tengo cumplido el encargo del señor


gobernador y comandante General por no Itaber otros
parajes de cosecheros de tabaco a excepción de los que
van referidos en estas diligencias pasará a entregarlas a su
señoría reservando informarle religiosamente lo que he
podido comprender de estas gentes en la sujeta materia:
lo firmo en Antioquia a 25 de octubre de 1765.

Francisco Javier Ruiz de Alarcón

Anotación entregado en dicho día mes y año para que pase noticia
al señor Gobernador.

53
Anotachlin En Antioquia a 29 de octubre de dicho año se sacaron
dos testimonios de 85 folios cada uno: el uno para en-
tregar al administrador del tabaco de hoja y el otro para
el excelentísimo señor Virrey de este reino y entregué al
señor' dobernador y comandante general lo que anoto' y
firmo para que conste.

Orellana
Visitador en residencia/

Despacho 62r El Marquéz de la Vega, de Armijo, Baylio de Lora Frey


D, Pedro Messía de la Cerda, caballero gran cruz de justi-
cia en la rsligión de San Juan, gentil hombre de la cáma-
ra de Ñu Majestad, con llave de entrada de su consejo en
el Real y Supremo de Guerra, Teniente General de la
Real Armada, Virrey, Gobernador y Capitán General del
Nuevo Reino de Granada y Provincias agregadas,Presi-
dente en su Audiencia y Cancillería. Por cuanto en Junta
de la Real Hacienda de hoy el corriente mes de remate
de la Administración de Estanco de Tabaco de hoja de
62v las Villas de Honda, Mompós/ y demás lugares que ade-
lante se hará mención en .don Manuel de la Torre en
cantidad de ochenta y tres mil trescientos pesos, dos
reales, y dos tercios de otro por tiempo de cinco años,
tres precisos y dos voluntarios, a pagar en cada uno lo
correspondiente a los reales cajas de la dudad de Carta-
gena y afianzar a satisfacción del oficial Real de Honda
bajo varias capitulaciones entre ellas las que siguen: 1 que
en atención a tenerse experimentado que algunos veci-
nos mercaderes de la Villa de Honda recogen anormal-
mente en cada porción de tabaco que la más han vendi-
63r do al rentista, que por si/ o por medio de otros comer-
ciantes se han introducido en fardos con la ficción de ser
otro género de la tierra bajo cuyo color!, los han dirigido y
vendido a otros lugares de este asiento, pedía se declara-
se que auxiliado el nuevo asentista el juez conservador
de la renta o de otro ordinario de la Villa pueda sin
distinción de personas estado y calidades hacer abrir los
fardos en que se sospeche puede haber tabaco y encon-
trándolo, decomisado con todos sus abrigos, aplicar su
producto de por mitad a la Real Hacienda y Asentista y
pertenencias partes habiendo denunciante; con prohibi-
63v don/ a los tales defraudadores el que traten con este
género directa ni indirectamente; que respecto a que por

54
sólo el asentista se ha de remitir tabaco de la villa de
Honda a las provincias y ciudades del asiento, el oficial
real y juez de puertos no puedan dar guías ni aún de
corta cantidad, sin que preceda libramiento o boleta fir-
mada del asentista, mediante a que sin este requisito no
puede sujeto alguno conducir tabacos y que la pena que
se ha de imponer a todos las personas que contraviniesen
traficando o negociando con el tabaco de Honda a los
lugares de la contrata sea la de doscientos pesos, aplica-
dos en la forma expresada a más de la perdida de taba-
64r co/ en que fuese aprendido el contraventor, quien sien-
do destituido de bienes para la satisfacción de dicha
pena quede incurso en otra a arbitrio del juez con aten-
ción a las circunstancias ocurrentes en el infractor o
como fuese de mi superior agrado.

Que precisamente se le ha de noticiar al asentista, de las


canoas, harquetas y balsas que salieren de puertos de
dicha villa no abajo cargadas de fardos y efectos de la
tierra o aunque vayan vacías, para que teniéndolo por
conveniente al celo de la renta, reconocer los cargos por
64v si o por otra persona, lo pueda/hacer con la forzoza
obligación de que si para dicho reconocimiento abriese
algunos fardos, no hallando tabaco en ellos, los ha de
reponer a su costa en el estado en que se hallaren para su
navegación; cuya diligencia no se ha de impedir con pre-
texto alguno ni el oficial real juez de puertos dar guía
hasta que le coste de este reconocimiento, ni embarca-
ción alguna pueda salir de los puertos de dicha villa
antes del día, bajo la pena de ser retenida y los bogas
reducidos a prisión. Y que igualmente se pueda ejecutar
la apertura de los fardos por cualesquiera jueces y admi-
nistradores en cualesquiera lugares, siempre que ocurra
el juicio prudente de que en los fardos se introduce o
lleva tabaco y en los mismos términos ha de ser, le per-
mito hacer el reconocimiento de petacas, baúles de otras
cualesquiera cargas y tercios siendo obligados indistinta-
mente los jueces a vigilar este fraude con la exactitud
que pide el celo de la real hacienda, con apercibimiento
de que por la más breve omisión que se verifique en
cualesquiera de ellos se procederá hasta resarcir los per-
juicios directos e indirectos que por su descuido propio
de consentimiento y disimulo se hubiesen ocasionado
65v contra la renta, su aumento/ y conservación y contra el
asentista. Que a los bodegueros de Honda y Puerto de

55
Nare han de comprender las penas en caso-de fraude o
de omisión y, por el mismo hecho, removidos del oficio
de bodegueros procediéndose contra ellos a insinuación
justificada del asentista por el juez de puerto de 1-fonda;
siendo esta remoción a más de las otras penas que asi en
éstos como en todos han de ser exequibles y por el
mismo caso de la aprehensión y sin otra figura de juicio
ni la de ocurrir a este superior gobierno sino sólo para
dar cuenta de la aprehensión de la pena que la respecta
66r para que con/su práctica se acredite la observancia de las
superiores órdenes y que del mismo modo y con el ma-
yor rigor se proceda contra los administradores que fue-
sen aprehendidos en algún fraude con la capa del minis-
terio de su administración y encargo; por deberse caute-
lar más, la infidelidad en aquellos que se requiere la
fidelidad porque puede suceder semejante procedimien-
to sin embargo que el administrador en la providencia de
sus subalternos aplicará su mayor esmero sobre que sean
sujetos de buena fe y de integridad como que estos
66v fundamentos estriba todo para que la renta sea/ aumen-
tada y el asentista sin las pérdidas que de lo contrario
había de sufrir.

Que el asentista de ninguna manera faltará a tener las


providencias correspondientes de tabacos en todos los
lugares de su contrato, como son todas las ciudades,
villas, lugares, sitios, minerales y todo el continenti de la
provincia de Antioquia, en los que, como hasta ahora,
será obligado el asentista a vender el tabaco al precio
corriente; en la inteligencia de que las aumentadas siem-
bras de Antioquia se han de destruir precisamente sin
que el asentista se oponga a las que antiguamente había ;
entendiéndose que la misma providencia tendrá en los
67r lugares/ que capitulare a los precios corrientes que hasta
ahora se ha vendido el tabaco sin novedad alguna; los
cuales se deben entender precisos las ciudades de Santa
Marta, Río de Hacha, Villas, ciudades, lugares, sitios y
pueblos comprendidos en estas jurisdicciones, aunque
expresamente no se nominen, entrando en esta contrata
la ciudad de los Remedios y su jurisdicción, San Bartolo-
me, Villa de Mompós y todos cuantos lugares ha proveí-
do de tabaco dicha administración, exceptuando la ciu-
dad de Cartagena y los demás lugares en que está esta-
blecido por cuenta de ' Su Majestad, y se provee de la
ciudad de la Habana, e isla de Cuba, y que sólo el asen-

56
tista ha de poder vender en ellos el tabaco que necesiten,
67v dándose/ por perdido el que otro llevase con agregación
de las penas que se tengan por convenientes. Que el
asentista será obligado a pagar a Su Majestad a más de la
cantidad del remate de esta renta, todos los derechos
que siempre se han acostumbrado de salida del puerto
de Honda, y alcabala en los lugares donde se vendiese el
tabaco; bien entendido que no deben pagar más dere-
chos de salida de Mompós para los lugares de su contra-
ta bajo la calidad de haber de llevar guía, por razón del
oficial real de Honda de quedar pagados los derechos de
los tabacos que remitiese a los lugares de su destino.

68r Que mediante a estar/ determinado poner en Cartagena


administracción el tabaco de cuenta de Su-Majestad,
siempre que aquel administrador para el despacho nece-
site valerse de los tabacos de este reino, precisamente ha
de tratar con el asentista de Honda y no con otro algu-
no, se le remita de las calidades que convengan en bene-
ficio de la Real Hacienda y ajuste de uno y otro.

Que en caso de que las ocurrencias de los tiempos trai-


gan la necesidad que apriete y aún sin este requisito, se
le han de franquear los botes, canoas, barquetas y balsas
en esta Villa por su corriente precio al asentista para la
conducción y providencia de dicho tabaco y de todos
68v modos en/utilidad de la Real Hacienda y del asentista,
todo lo que fue concedido en el asiento precedente.

Que con ningún motivo, causa, ni pretexto se ha de


prohibir al asentista el nombrar administradores, en to-
das las ciudades, Villas, sitios, minerales y todos los po-
blados sujetos a las jurisdicciones de la provincia de An-
tioquia, Santa Marta, Río del Hacha, y demás, para que
vendan los tabacos que por cuenta de este asiento se les
remitieren, sin que se le 'pueda precisar al administrador
de Mompós el que venda en aquella villa el tabaco a
particulares para que negocien en los otros lugares.

69r Que no se ha de hacer novedad/ en lo que está declarado


en anterior asiento de que libremente lleve una canoa
para el gasto de sus bogas 2 arrobas de tabaco yendo a
Mompós o Barranca y a los mercadores que siguieren de
Honda a la provincia de Antioquia, se les permita una
arroba para el gasto del camino y lo mismo a los que

57
pasaren a Cartagena cuyas proposiciónes eran ventajosas
a la Real Hacienda y a la conservación de la renta; y
aceptando el remate y jurado el cumplir con su conteni-
do, se produjo el escrito, cuyo tenor y el del decreto que
proveen con dictamen del señor Don Manuel Rondero ;
oidor honorario de esta Real Audiencia y mi asesor ge-
neral es como sigue: Excelentilsimo Señor: Pedro José de
Hinestrosa procurador de esta Real Audiencia, en nom-
69 v bre de D. Manuel Ortiz de la Torre Vecino de la villa de
Honda y en virtud de su poder que tengo presentado en
los autos sobre la a]dministración del tabaco de hoja de
dicha villa parezca ante V. Excelencia y digo: que en mi
parte se remató el referido asiento bajo de varias capitu-
laciones y siendo una de ellas la de afianzar en aquella
villa, suplico a V. Excelencia se sirva mandar, se libre el
rendimiento correspondiente como así mismo los despa-
chos que pudiera para los lugares/ que comprende su
administración; para que en ellos se le tenga por tal
administrador y las justicias no permitan se le perjudi-
que en manera alguna, antes bien le den todos los auxi-
lios que necesitare en dicha administración y que le ten-
gan por tal administrador precediendo haber dado la
fianza que es de su cargo en la expresada Villa de Hon-
da; mediante lo cual a Vuestra Excelencia suplico provea
como pido que es justicia.

Pedro José de Hinestrosa.

Decreto Santa Fe 10 de diciembre 1767

Como lo pide, con la calidad de que al pie de los despa-


70v chos se ponga razón por el oficial real de la Villa/ de
Honda de tener dadas las fianzas para la seguridad de la
Real Hacienda En consecuencia de lo cual libro el pre-
sente y por él mando a vos, las justicias de la ciudad de
Antioquia que siendo requeridas o como os sea entrega--
do en cualquier manera, presta la razón que se previniere
en mi decreto, luego y sin dilación en vista de las capitu-
laciones y escrito inserto por lo que a vos toque o tocar
puede, lo guardéis, cumpláis y ejecutéis, y hagáis guardar
cumplir y ejecutar, sin ir pasar ni consentir que contra
su tenor y forma se vaya ni pase en manera alguna,
71r dándole/y haciéndole dar en todo su entero y cabal

58
cumplimiento habiendo y tenido al expresado D. Ma-
nuel Ortiz de la Torre por administrador de la referida
renta de tabaco de hoja, en cuyo ministerio no permiti-
réis que con ningún motivo causa o pretexto se le perju-
dique y ponga impedimento; dándole los auxilios que os
pidiere en lo que los haya menester, sin consentir que
persona alguna de cualquier estado calidad cualquiera
que sea, introduzca y venda tabaco en esa jurisdicción a
excepción de aquél que es permitido según lo capitula-
do. Lo que cumpliréis puntualmente sin cosa en contra-
7Tv rio bajo las penas contenidas/ en dichas capitulaciones.

Hecho en Santa Fe a 16 de diciembre 1767.

Dr. Pedro Messia de la r Cerda

Certifico que por escritura de este diciembre otorgado


ante el escribano del número deja D. Manuel Ortiz de la
Torre como principal y don Diego Antonio Viana su
fiador afianzado a satisfacción de estos reales oficios la
cantidad del remate que se hace constar por la adminis-
tración de Tabaco de hoja de la contaduria de Honda 13
de abril de 1768.

José Palacio

Por mandato de S. Excelencia

Juan Ron deros

Para que las justicias de la ciudad de Antiorinia hayan y


tengan por administrador del estanco del tabaco de hoja
de ella a D. Manuel Ortiz de la Torre sin consentir sea
perjudicado y le den los auxilios que le pidiere.

59
INSTRUCCIONES DICTADAS PARA LA
PROVINCIA DE ANTIOQUIA
SOBRE EL MODO DE ESTABLECER LAS
REALES RENTAS DE TABACO Y AGUARDIENTE

1777

(A.H.A. Comuneros. Tomo 332. Documento 6316)

ir Señor Gobernador de la Provincia de Antioquia.

Los adjuntos ejemplares de instrucciones sobre el modo


con que en esa Provincia se han de establecer las Rentas
de Tabacos y Aguardientes por cuenta de Su Majestad, y
copia del decreto relativo a ellas, impondrán a Vuestra
Merced de las circunstancias a que se ha de arreglar para
poner en ejecución luego al punto la de aguardientes;
pues la del tabaco sólo se le comunica a Vuestra Mer-
Estas instruccio- ced para su inteligencia. Y a fin de que así lo ejecute,
nes no corren, si- ciñéndose en todo a su contenido, se la remito a Vuestra
no las fosmadas
después por el Se- Merced de orden del Excelentísimo Señor Virrey, dán-
ñor Regente. dome aviso de su recibo para pasarlo a su superior noti-
cia.

Dios guarde a Vuestra Merced muchos años.

Santa fe, 28 de febrero de 1777.

Francisco Iturrate

2r Santa Fe, 28 de Febrero de 1777.


Decreto No hallándose inconveniente en el pensamiento vertido
en decreto de 22 de Febrero, para que se nombren por

61
administraciones (sic) de tabaco y aguardiente sujetos en
quienes concurriendo las calidades de idoneidad, ha-
bilidad, pureza, desinterés y celo que para tales destinos
se necesitan, asistan fondos con que ejecutar el estableci-
miento con la calidad de su reintegro del primer caudal
que se hiciere en su administración, he resuelto por pun-
to general que las instrucciones de aguardientes y taba-
cos que han de comunicarse a todas las provincias del
virreinato se acompañe copia de éste decreto, a fin de -
que el sujeto o sujetos a quienes se corneta su ejecución,
haciéndolo publicar, me proponga si hay alguno que
quiera ser administrador de aguardientes o tabacos con
la condición de costear la construcción, de fabricar
alambiques y demás conducentes a la fábrica, y las pri-
meras compras de tabacos y gastos anexos a la adminis-
tración, y reintegrarse de tal gasto del primer caudal que
se hiciere en su respectivo ramo, en inteligencia que para
nombrarles y despacharles sus títulos han de obligarse a
observar los capítulos siguientes:

2v 10. Que respecto-al tamaño de la fábrica que deberá/


proporcionarse al del paraje que haya de proveer y
número de alambiques necesarios, se le ha de dar mode-
lo a que se arregle en su construcción, cuyo modelo se
remitirá de esta capital caso de no haber en aquel paraje
quien lo haga con la perfección que se desea.

2o. Que se ha de avaluar el costo de la obra y construc-


ción de alambiques por peritos inteligentes y se le
ha de poner un interventor nombrado por el goberna-
dor, o sujeto a quien se encargue el establecimiento de
las instrucciones, porque vigile sobre si la obra se hace
con la debida solidez y con arreglo al modelo que se le
entregó. -

3o. Que ha de llevar una prolija cuenta de sus costos, la


que finalizada con sus comprobantes ha de presen-
tar a Oficiales Reales o a quien corresponda.

4o. Que esta cuenta ha de ir intervenida por aquel in-


terventor sin cuya firma no se le pasará ninguna de
sus partidas; pues para ello deben en su presencia hacer
los ajustes de todos los materiales, maestros y peones.

62
So. Que se le ha de señalar por el mismo comisionado
de esta ejecución un término dentro del cual finali-
ce la obra, el que se procurará no extender fuera de lo
preciso.

6o. Que. concluida ésta, se ha de reconocer por peritos


inteligentes que nombre el mismo comisonado, los
que bajo de juramento declaren, sobre su solidez y per-
3r manencia/.

7o. Si no hubiere metal ni fundidor en algún paraje de


en los que hubiere de establecerse la fábrica será
del cargo del administrador buscarlo en otro cualquiera
donde tenga noticia haberlo, y del del (sic) comisionado
del establecimiento pedir a esta superioridad los mode-
los- de fábricas o alambiques para que se les remitan.

80. Que el Administrador de Tabacos, corno que no


tiene que hacer obra y sólo si los gastos de comprar
el género, efectos para la administración, bestias para las
guardias y demás contenido en la instrucción, deberá
llevar su cuenta intervenida por el interventor, y desde
luego se le nombre, y presentarla con sus comprobantes
ante Oficiales Reales a quienes toque.

Se espera del celo con que tan importante objeto debe


mirarse por todos los Ministros del Rey, el que por to-
dos medios promuevan sujetos de calidad que se encar-
guen de las administraciones bajo de esta obligaciones;
pues no hay duda que el corto servicio que hicieren en
emplear parte de su caudal por cierto tiempo en benefi-
cio del erario, y sobre una finca tan sentada que está en
su propia mano su cobranza, les queda un empleo con
que toda su vida pueden pasarlo con ostentación, decen-
cia y honor.

Iturrate

Es copia del decreto original que trata de su asunto.


Santa Fe, 28 de Febrero de 1777.

Iturrare

63

ay Medellín, Mayo 16/ de 1777

Queda obedecido por este Gobierno el superior decreto


que antecede y para que tenga su debido efecto mando
se publique como se preceptúa, para que llegando a noti-
cia de todos pueda informar a Su Excelencia los sujetos
que sean más oportunos para las administraciones que
expresa y medios más útiles para su mejor establecimien-
to.

Don Cayetano Buelta Lorenzana.

64
INSTRUCCIONES ENVIADAS,
LAS QUE OBRAN EN IMPRENTA,
SOBRE EL MANEJO Y ARREGLO DE LAS
ADMINISTRACIONES DE TABACO Y AGUARDIENTE

1777

(A HA, Comuneros, Tomo 332, Doc: 6317). .

EXCETENTISIMO SEÑOR

Por varios medios solicitaron los Excelentísimos Señores


antecesores de Vuestra Excelencia, el fomento de estas
provincias y aumento de sus reales intereses que consi-
guieron en parte con sus acertadas providencias: Cono-
ciendo pues Vuestra Excelencia que la verdadera máxi-
ma para la mayor felicidad del estado, consiste en el
fomento de los vasallos, que premiada su industria y
trabajo, se estimulan a aumentarla, con la que se enri-
quecen ellos, y suben los reales derechos, se desvela en el
modo de conseguirlo; y aunque ha llegado a mandar este
reyno, cuando se mira constituido en su mayor decaden-
cia; viendo sus moradores el continuado anhelo con que
Vuestra Excelencia procura averiguar - la verdad de las
cosas, y medios tan oportunos de que se vale para reme-
diarlas, se lisonjean de ocasión tan dichosa para el logro
de sus aumentos. Uno de los principales puntos con que
el Excelentísimo Señor Don Pedro Messía de la Cerda,
discurrió el aumento de las rentas de Su Majestad, y bien
universal del virreynato, fue el estanco de los tabacos;
cuyo discurso se apoyó, y favoreció con repetidas reales
ordenes, porque considerando el daño que sufría el cose-

65
chero antes vendiendo el género al mercader, que se los
2.2 pagaba a cambio de sus efectos/ entregándole éstos por
muy subidos precios, y tomándole aquel en los más ba-
jos a que su necesidad le obligaba a reducirlo: se pensó
que comprando el Rey el tabaco, y pagando de contado,
a moneda corriente se fomentarían, y sembrando cada
día más, consiguieran a pocos años enriquecerse. El éxi-
to (como regularmente sucede) no correspondió en todo
a los deseos; pues que ya fuese, que los émulos de este
proyecto, tiraron por todos los medios a desvanecerlos,
ya por la natural inconstancia de estos habitantes, y su
aborrecimiento al trabajo: •o ya por las variaciones, alte-
raciones, y diferencias que en su manejo ha sufrido: no
sólo se ha dejado de coger para el Rey aquel ventajoso
fruto, que debía prometerse; sino que aminorándose las
cosechas de tabaco; han abandonado muchos las siem-
bras, y otros las prosiguen con lentitud, y desconfianza
de su utilidad.

Aunque de España, vinieron a entablar la renta, a imita-


ción de como está en aquel Reino, varios sujetos inteli-
gentes, no se sabe por qué no los ejecutaron, y se ha
permitido Estancos, y arrendamientos, en unos propios
e inmediatos parajes; haciendo por otra parte, un mixto
de administración, y asiento; con otras en consecuencia,
que además de no estar establecidas, sino es en muy
pocas porciones de tierra, no produce ésta las ventajas, y
objetos con que se discurrió su establecimiento.

Visto por Vuestra Excelencia y conociendo su penetra-


P.3 CiÓn» (como mismas de una vez se lo he oído) que
nuestras Américas ; estarán en un todo bien gobernadas,
cuando cada una de sus provincias, se parezcan en lo
posible a las de España ; quiere que a semejanza de las
adininistraciones de tabacos de aquella península, se
pongan las de su mando en este nuevo 'Reino de Grana-
da, y conforme a lo prevenido por Su Majestad, en sus
Reales órdenes, que tratan del asunto, para lo que me ha
mandado Vuestra Excelencia formar una Institución ge-
neral, que sirva de regla fija a tal pensamiento, lo que
ejecuto así con la más gustosa obediencia.

Deben crearse y establecerse, en todos los dominios


de este Virreynato, diversas administraciones gene-
rales, donde se compre y acopie el tabaco, demarcándo-

66
se a cada una, una delatadísima extensión de territorios,
en que pongan muchos particulares subalternos de aque-
llas, en quienes se subdivida por partidos toda su com-
prehensión y demarcación, dependiendo de éstas los Es-
tancos, que se pondrán al arbitrio de los administrado-
res, .en cuantos pueblos, parajes, y parroquias consideren
oportunos, y scan correspondientes al respectivo territo-
rio, que se delineará a cada, una de las administraciones
particulares.

2. En cada Administración general, deben considerar-


se dos calidades de terrenos, uno en que por cos-
tumbre anterior, se hayan sembrado tabacos, y otro en
P.4 que sin haberse aplicado a este cultivo/. se hallen sus
habitantes acostumbrado 'a gastarlo de primero: cuando
un territorio en que se hayan acostumbrado a cultivar el
tabaco, se halla en' proporción de proveer a otro, que lo
esté a gastarlo de distinto, debe prohibirse en éste la
siembra, para que todo el que se gaste en la demarcación.b- '•
de la administración, sea del producido en aquél; pues
que si en diversos parajes permite será costosísimo; e
imposible; estorbar los fraudes, e ilicitar introducciones.

3. Así como se debe extender cuanto sea dable' el


territorio de cada administración general, débese
reducir lo más posible, el donde se permita la siembra, y
cosecha del género; tanto porque reducido éste, deja
menos confines, que guardar, como porque cuando se
reduzca el de la sementera, tanto más producirá el del
consumo, sin que, por Isto se ciña en disposición, que
no sea capaz de producir con que proveer el consumo
necesario, en el territorio de la administración; a cuya
consideración, debe atenderse muy particularmente, pa-
ra su demarcación, porque si falta con la dejazón que
por ello sufre el vasallo, pierde la lenta más en su pro-
ducto y fama.

4. Toda administración general, debe constar de su


administrador, un fiel interventor, que sea inteli-
gente, y conocedor de los tabacos, un oficial de libros,
un guarda de a pie permanente en ella; administradores
P.5 particulares, en cada ciudad, o villa donde pareciere/.
destinarse estanqueros en todos los pueblos, o parro-
quias de alguna consideración; un guarda mayor visita-
dor de la renta; y varios menores de a pie, y de a caba-

67
llo: cuyo número se graduará por la calidad del terreno,
y ministerio a que se apliquen, substituyéndose en los
ríos navegables; las embarcaciones, para las Rondas, que
de aquellos hayan de formarse, en lugar de los caballos
con que por tierra sirven.

Delineado el terreno, que haya de comprehenderse


en la Administración general se deberá saber pun-
tualmente, si en él hay introducidas varias clases; y (Ve-
rencias de tabacos; a qué precios han acostumbrado a
vender los cosecheros, y lo han pagado los consumido-
res, para que, de cuenta del Rey, se les compre al mis-
mo, si fuere bastante ventajoso, o mayor; atendiéndose a
que reporten tanta utilidad que les sirva de estímulo
para sembrar cada día más; formando juicio por el costo
de este principal, y demás que tenga el tabaco al Rey;
hasta ponerlo en estado de venta ; el precio a que deberá
venderse de cuenta de Su Majestad con consideración a
que sacados todos los costos; le quede una considerable,
y ventajosa ganancia: pues como género, cuyo uso, no es
de necesidad, y si de conocido vicio, no se considera
inconveniente, ni lo hay para imponerle el precio arbi-
trario; y con sólo de atención, y mira en esta parte a la
P.6 mayor utilidad del Prado/.

La Administración general se situará siempre en el


primer lugar del territorio donde establezca la ren-
ta, y venta de el género, confinante con él en que permi-
te su siembra, para que así esté menos distante, para las
compras a los cosecheros, y remesas a las administracio-
nes; particulares, como también, porque debiéndose te-
ner algunas ilícitas introducciones, está más inmediato
a contenerlas, con su respeto, y guardas de su comando.

Para excusar molestias, a los cosecheros, sus justas


qhejas, y que acaso no se resfrien 'en el cultivo del
género en conocido detrimento de la renta, se les pagará
a todos por los administradores generales en plata de
contado, y sin la menor omisión.

Aunque el fiel interventor es la segunda persona de


la Administración general, en el orden de jerarquía,
es el priMero en sus funciones, y en cuya conducta se
deposita la recíproca buena fe, que debe guardarse, en-
tre el público, y Real hacienda: a él se presentarán los

68
tabacos por los vendedores, primero que a otro alguno,
y en presencia del administrador los reconocerá, dicien-
do si son o no de recibo; a qué clase corresponde cada
uno, si en efecto los hubiere diversos; para que el admi-
nistrador los pague al precio que a cada cual, se hubiere
señalado.

Llevará un libro, en que vaya asentando por separa-


do, y con distinción de las citadas clases, lo que de
P.7 cada una se compre, y precios/. a que se pagaren; en qué
día, mes y año, a quién y de qué lugar.

En este mismo libro, apuntará las remesas de taba-


cos, que el administrador general, haga a los parti-
culares, el precio, en que ajustare cada una, nombre del
conductor, y día, mes y año, en que salió con ella, con
expresión de las cargas, que condujere.

A fin de año entregará este libro en la oficina,


donde deba dar cuenta al Administrador general,
formado en todas sus partidas para que por él, se le haga
cargo al citado administrador.

Será también obligación del fiel interventor, como


práctico, inteligente reconocer todas las cosechas
de los tabacos, al tiempo, que estén ya bien crecidas, de
suerte que pueda conocer, cuantos pies hayan cada una,
y por ellas inferir, qué cargas producirá según su inteli-
gencia.

De ésto traerá a la Administración general, un


apunte el más exacto, con el nombre de cada cose-
chero, paraje de su finca, y número de cargas, que podrá
dar, con respecto a los pies, de que cada uno conste, el
que se tendrá presente al tiempo de la compra del géne-
ro, para por él hacerles cargos a los citados cosecheros, si
no trajeren a vender el propio número de cargas, que
constaren debían coger, con corta diferencia.

Después de cortado el tabaco, y al tiempo que va-


yan creciendo/, las ocas o volverá el mismo inter-
ventor a hacer iguales reconocimientos, y cálculos para
que por semejante apunte, se vuelva a preguntar al cose-
chero, cuando vuelva a vender su género, por las cargas,
que llevaré de menos, y no pueda: alegar pérdida de la
oca, o que no la produjo el principal.

69
15. El Administrador general, llevará igual libro al del
fiel y que en todas sus partidas 'corresponda con
aquél, bajo la pena de que no se le pagará alguna, que
ponga de más, o no sea conforme con aquellas.

16, Como en algunos parajes hay la costumbre de enca-


jonar, o enzurronar los tabacos, vendiéndose en
otros sin esta circunstancia, y en longanizas, o andullos;
donde fuere preciso encajonarlos,. por ser los manojos
pequeños, se establecerá la práctica al arbitrio del vende-
dor, de comprárselo suelto, o encajonado; según él pre-
fiere venderlos: si en efecto se le compraren encajona-
dos, procurará el administrador general ver si el cajón va
bien cosido, y unido por las costuras, y liado con una lía
de cuero, que para seguridad debe llevar; y al mismo
tiempo de hacer la remesa a las administraciones particu-
lares, marcará a fuego cada cajón (con la marca que para
ello debe tener) sobre el nudo en que remate, para que
por aquí se conozca haberse abierto el cajón, si se reco-
nociere aquella violada/.

Cuanta fueren las clases de tabacos, a que se reduje-


ren las compras, deberán ser las marcas, diferen-
ciándose precisamente entre sí, para 'que que cada una se
adapte a aquellas, y por ellas se conozca, sin abrirse el
cajón, a que clase corresponde.

Todo administrador y estanquero, deberá ser sabe-


dor de estas marcas, para conocer por ellas, sin
abrir el cajón, la clase a que corresponde; cuya noticia
pasará el general a los particulares, y éstos a sus estan-
queros.

La pura construcción de semejantes marcas, queda-


rá al arbitrio de cada Administrador general, para
que conforme se vayan creando las administraciones, las
elijan, y ejecuten enviando su modelo al superior gobier-
no; el que será invariable a no concurrir gravísimos fun-
damentos.

Cuando el tabaco se compre sin encajonar, será de


cuenta del administrador ejecutarlo, cuyo costo co-
rrerá a cargo del vendedor, pues que el administrador al
pagarle la rebajará en cada carga, o arroba, lo que se
regulare importar el hacerla, encajonarla, y liarla.

70
Si el tabaco se comprare en longanizas, o andullos,
lo enfardelará igualmente el administrador, cuando
los vendedores no lo entreguen con alta calidad, rebaján-
P,10 doles el importe corno el de los cajones/.

La arroba de tabaco está precisamente de veinte y


cinco libras, y no se le comprará de menos al cose-
chero, procurándose que cada lío, o tango, tenga precisa-
mente aquel peso, de que se regulare deba ser.

Habiéndose de conducir el género a las administra-


ciones particulares enfardelado, será la mejor pre-
caución, entregarlo por peso al conductor, para que éste
haga lo mismo al tiempo de dejarlo en ellas; sin que ésto
embarace, que el administrador general, ponga los demás
que juzgare oportunos, para que no pueda ser abierto el
fardo sin conocerse, avisándoles a los administradores
particulares para su inteligencia.

Como el administrador general, ha de recibir cada


mes los caudales de sus Estanqueros dependientes,
y cada dos los de sus administradores particulares: siem-
pre que no los necesite precisamente para las compras,
hará sus entregas cada tres meses; en las cajas que se les
destinaren.

Dará su cuenta general todos los años, en el mes de


Abril ante los oficiales reales, que se les señalare,
precediendo haber tomado las de sus subalternos parti-
culares, para que confiando de ellos los tabacos existen-
tes, tanto en su administración, como en las otras, resul-
ta el producto de la renta, y género, que queda corres-
P.11 pondiente a la siguiente cuenta/.

Con ella entregará los alcances que tuviere, reser-


vando en su poder lo que considere preciso para las
compras, y conducciones de tabacos a las administracio-
nes subalternas.

27, Reservando el administrador general, los tabacos


que juzgue necesarios para el consumo en el parti-
do de su residencia, en el que deben ser de su cuenta los
subalternos Estancos; que juzgue oportuno poner, como
sucede con los demás administradores particulares, re-
partirá, y enviará los demás a éstos al lugar cabeza de

71
partido donde residiere, de cuyo cargo, será pedir opor-
tunamente los tabacos que necesitare para el consumo
de su distrito.

Cuando se verifique haber diversas clases de tabaco,


cuidará el administrador general remitir primero,
para el consumo de las administraciones particulares, los
de las inferiores; con lo que se evitará el riesgo de que se
averíe, como de menos consistencia.

El conductor, a quien el administrador general, en-


tregue los tabacos, para llevarlos a las citadas admi-
nistraciones, se hará cargo de ellos, y obligarán de
ponerlos, en la misma disposición que se los entregue, en
el paraje de su destino, por un recibo que le hará dar el
administrador general, firmado de su mano, o de algún
testigo, si él no supiere escribir: por cuyas resultas, siem-
pre se le retendrá la mayor parte del precio de su aca-
rreo, hasta recibir, noticias, en que conste haber entrega-
do el género, como lo recibió/.

El administrador general, celebrará ajustes para la


conducción del tabaco, a sus administraciones par-
ticulares; de suerte que nunca se verifique en ellos altera-
ción; pues que según lo que pagare en el primer año, se
le abonará en los subsiguientes, y no mayores, ni diver-
sos partidos; a que atenderán muy particularmente, los
oficiales que hubieren de fenecer sus cuentas, y por lo
mismo anticipadamente aquellos avisarán a éstos el pre-
cio en que celebraren semejantes ajustes.

Los Administradores particulares, reconocerán


muy por menos, si los tercio o cajones, van como
se entregaron en la administración general, sin que se les
haya tocado a sus costuras, ni violado la marca; y si en
efecto reconocieren haberse así ejecutado harán cargo al
conductor de las fallas, que se notaren, so pena que no
constando esta diligencia, no se le abonarán aquellas; y
de ello avisarán al administrador general, para que rebaje
a dicho conductor, lo que importare la falla, del precio
que de su porte le tuviere retenido.

Los administradores particulares han de poner a su


arbitrio, estanqueros, que vendan el género, en
cuantos pueblos, sitios, y parroquias sean de algún con-

72
curso; de suerte que tenga venta, encargando esa ocupa-
ción al vecino más acaudalado, y honrado, que en cada
paraje encontraren, de quien recibirán fianzas a su satis-
P.13 facción, como que en un todo son de su cuenta/, y a su
cargo corre el buen o mal obrar por estos estanqueros, y
sus alcances o pérdidas, advirtiendo que mientras más
estancos hubiere, más utilidad se seguirá a la renta.

Como los citados Administradores han de pagar el


porte de los tabacos, que remitieren a cada uno de
sus estanqueros se les pasará en sus cuentas lo que im-
pendieren en ésto: más para excusar toda solución, y
dudas; el primer año de su administración, ajustarán di-
chos portes en un precio cómodo con respecto a la dis-
tancia de cada paraje de que avisarán al administrador
general.

Este precio será al en que siempre paguen la expre-


sada conducción sin que se verifique variación, ni al-
teración: pues en sus cuentas no se les pasará otra ma-
yor, a no ser que algunas gravísimas y urgentes causas lo
motiven.

Cuando en efecto sea indispensable alterar dicho


precio no podrá ejecutarlo así el administrador par-
ticular, y hará una sumaria información, que justifi-
que la justa razón que para ello hubiere, y con ella ocu-
rrirá al administrador general quien i'nformado reserva-
damente, si lo hallare preciso consentirá en ello, dando
cuenta a esta superioridad con la misma justificación,
que el particular le remitió, y su aprobación.

Los estanqueros remitirán al administrador particu-


lar cabeza de su partido mensualmente los caudales
que hicieren y aquél cada dos meses al general cuanto
P.14 recoja de su comprehensión, y venta/.

A principios de Enero de cada año remitirán estos


estanqueros sus cuentas a su administrador, quien
formando las suyas las deberá enviar en todo Febrero al
Administrador general, y éste en todo Abril entregará las'
de su cargo al Ministro Oficial Real, que se le destinare.

A todos se les recibirá por descargo las existencias


del tabaco por certificación auténtica, justificación

73
de quedar en su poder: igualmente quedaran a favor de
los Administradores particulares, y estanqueros, los cajo-
nes o sacos en que se les remita el género; pues que
beneficiándolos ellos se les consigna sus precios para los
gastos de oficina, en cuya clase no se les pasarán algunos.

A todo administrador se le pasará también en cuen-


ta el porte de cartas de oficio, que certifiquen ha-
ber recibido: apercibiéndoseles con graves penas si abu-
saran de este beneficio.

A ningún administrador particular se la pasará ama-


nuense, ni oficial de libros, tercenario, ni otra per-
sona que quiera introducir en su administración; pues
que por sí debe formar las cuentas, y ocuparse en lo
demás necesario de ella, pagándolo de su bolsillo cuando
quisiere eximirse de este trabajo.

Si por algún accidente se pasare, o averiare algún


tabaco de suerte que sea preciso quemarlo por
enteramente inútil, no podrá ejecutarlo el administra-
P.15 dor particular, sin dar de ello anticipadamente cuenta/.
al general quien nombrará un interventor, que con asis-
tencia de un oficial Real si lo hubiere, y en su defecto el
gobernador, corregidor, alcalde mayor, ordinario, u
otras cualesquiera justicias del pueblo por ante escriba-
no, o en su defecto testigos, lo reconozcan, y hallándolo
del todo perdido, contado, lo quemen, cuya diligencia,
puesta por escrito, y en forma, la agregará a sus cuentas,
el administrador particular, para su descargo.

Tanto los administradores generales, como los par-


ticulares, estarán obligados a dar las fianzas, que al
tiempo de sus nombramientos, les señalaren los genera-
les, a satisfacción de oficiales Reales, que se les preven-
ga; y los particulares a la del general, a quien correspon-
dan.

Debe ser el objeto principal de todo administrador,


el aumento de la renta de su cargo, por cuyo éxito,
se graduará su mérito; despreciándose cualesquiera otros
documentos de informes, o certificaciones con que pro-
cure acreditarlo.

La Ronda principal, con el guarda mayor, que se


destine parad resguardo, estará de continuo en el
paraje de la administración general; ésta será de a pie, y

74
fija, cuando fuere uno solo el camino, que una con el
territorio de la administración, el de la cosecha ; y de a
caballo, y volante, cuando aquél sea abierto, y con diver-
sos caminos, para que sin estabilidad, vele sobre todos
ellos; reconociendo los caneyes, en que los tabacos se
recogen, y no permitiendo su salida, para otra parte que
P.16 para la administración/..

Todos los guardas, estarán al mando del guarda ma-


yor que obrará en virtud de lo que le ordenare el
administrador general, acudiendo a los parajes y Minis-
terios a que los destinare, ya unidos, ya separados, según
la ocasión lo pida, acompañando la S remesas de cauda-
les, cuando el citado administrador lo hallaré por con-
veniente; y si el fiel interventor estuviere precisamente
tan ocupado en la administración que no pueda en tiem-
po oportuno desempeñar, y ejecutar el reconocimiento
de las siembras, que se le encargan en los párrafos trece,
catorce y quince, se hará ésto por el guarda mayor, ob-
servando en un todo lo prevenido en dicho párrafo, y
para ello el administrador procurará destinarlo con tiem-
po, y en compañía de alguno de los guardas menores de
su comando, repartiendo los demás en los parajes que
hallare más necesarios para el celo de la renta.

Habiendo de ser fija la Ronda, deberá ser en menor


número y siempre el guarda mayor será montado,
con alguno, o algunos que haya de esta calidad, para
recorrer todo el territorio, comprendiendo en la admi-
nistración y ver si en donde no es permitido, se ejecutan
algunas siembras, los que de contado estorbarán, o
arrancarán, estando nacidas, procediendo a formar su-
maria, y arrestar la persona de quien lo haya ejecutado,
se pondrán a disposición del administrador particular de
aquel partido, para que éste lo entregue al juez conserva-
P.17 don, o justicias más eminentes para su castigo.

47. Además de la obligación impuesta, al guarda ma-


yor, y sus subalternos, para que celen, y eviten las
siembras en todo el territorio de la administración gene-
ral; la tendrán igual los administradores particulares y
sus estanqueros; informándose cada uno en su territorio,
si se ejecutaren algunas, para contenerlas, y excusarlas.

75
Si en la circunferencia del territorio, donde se esta-
bleciere cada administración quedare por casuali-
dad, algún paraje donde se siembre tabaco, hasta que se
pueda comprehender en otra; se pondrá algún guarda
que impida la introducción según el peligro que se nota-
re.

Todo administrador tendrá facultad, para celar el


que no se hagan introducciones ilícitas perseguir los
introductores; y hacer los comisos que pueda, con auxi-
lio de las justicias donde las ,haya; y donde no, por si
entregando los introductores a los jueces, más inmedia-
tos para que los castiguen, según las penas, que se esta-
blecerán.

Los jueces por oficio deberán celar el que no se ha-


gan introducciones en fraude de la Real Hacienda;
y si fueren omisos en ésto, o en auxiliar a los administra-
dores, se les hará responsables de los perjuicios, y se les
P.18 impondrán las demás penas, que se juzgaren oportunas/.

Los guardas de aguardiente, y demás rentas celarán


igualmente la del tabaco, entregando a los adminis-
tradores de este ramo, lo que decomisaren de él; si hicie-
ren algúri costó particular para ello, se les satisfará de lo
que aprehendan.

Si algún juez, o administrador tuviere sospecha, o


denuncia de alguna introducción, podrá costear lo
necesario para aprehenderla, deduciéndose éstos gastos,
de importe de lo que se decomisare.

A los 'administradores generales, se les señalará un


tanto por cada carga de las que remitan a sus parti-
culares con consideración, a que con esta cuota llegue a
componer un sueldo ventajoso, y que sirva de premio al
mucho trabajo, que impende para el acopio de tabacos,
sus remesas, percibo de las cuentas foráneas, formación
de la suya, y recursos, con que indispensablemente será
molestado.

Para que con respecto a su propia conveniencia,


procuren los administradores, el mayor aumento de
la renta no se les señalará nunca sueldo fijo, sino siempre
eventual, y contingente, según su celo, y diligencias;

76
aplicándoles, el tanto por ciento, con que se juzgue jun-
tará cada uno el proporcionado para su decente subsis-
P.19 tencia; según lo caro, o barato del país./

55. Los fieles interventores gozarán cuatrocientos pe-


sos de salario anual.

56, Los oficiales de libros de las administraciones gene-


rales doscientos cuarenta.

57 Los guardas mayores cuatrocientos pesos; y los me-


nores: si fueren de a pie, doce pesos mensuales; y si
de a caballo quince, considerándosele los tres más, para
el mantenimiento de las bestias, que se les entregarán
aparejad as.

58, Estos sueldos, se aumentarán, o disminuirán, con


respecto a lo caro o barato de cada país; y para ello
se expresará así en la instrucción particular, que para el
gobierno de cada administración haya de formarse.

En la instrucción que se formare para el peculiar


gobierno de cada administración, se expresarán
las particulares circunstancias o diferencias que con res-
pecto a lo local de cada una sea indispensable, alterar, o
añadir, lo que no se ejecutará sin grave motivo, para que
no se varíe la uniformidad, que se desea en el manejo de
la renta,

No se permitirá en las administraciones generales,


ni particulares, ningún empleado, bajo de otro cual-
quier título, que los expresados en este reglamento, a no
ser, que la necesidad, y circunstancias locales, obliguen
a ponerles; y entonces se ejecutará siempre por ésta su-
P.90 perioridad, a consulta de los administradores generales./

MODO DE SUBSTANCIARS E LAS CAUSAS DE COMISOS,


SU APLICACION, E IMPOSICION DE SUS
CORRESPONDIENTES PENAS

Estando prevenido por Real Cédula de su Majestad, dada


en al Pardo, a 19 de Marzo del año pasado 1772 ; que
subsista como hasta aquí el orden de substancias, las
causas de comisos, y girar las cuentas de su importe; se

77
ejecutará en los mismos términos, bajo algunas adverten-
cias, con la imposición de las siguientes penas:

61. El conocimiento de las causas sobre tabacos, tocará


privadamente al juez conservador de rentas, si lo
hubiere en el Distrito de la Administración general, don-
de se aprehenda el contrabando; y de no, al gobernador,
o corregidor, cabeza de partido de aquella provincia, o a
los alcaldes ordinarios, caso de hallarse muy distante el
dicho gobernador, o corregidor.

62. Luego que se aprehenda el fraude por el guarda


mayor, u otro cualquiera aunque sea de los meno-
P.21 res, Administrador particular/, o estanquero, por ante
Escribano, si lo hubiere inmediato o lo llevare consigo, y
en su defecto por ante testigos; proveerá su auto, en que
refiriendo el hecho, prevenga justificarlo, depositando el
género aprehendido en la Administración más inmedia-
ta, y embargando el carruaje, embarcación o bestias en
que se conducía.

63. Como a semejantes aprehehsores se les da facultad


para que formen la sumaria en estas causas proce-
derán a ello, examinando los guardas, y testigos, que se
hallaron presentes a la aprehensión y haciendo recono-
cer el género por algún perito y resultando por las dispo-
siciones de .aquellos, y este reconocimiento, ser de con-
trabando, y su Real aprehensión, lo conducirán a la Ad-
ministración inmediata, con el Reo o Reos, si los apresa-
ren; donde entregarán dicha sumaria, para que se prosiga
por el juez correspondiente, a cuya disposición se pon-
drán los citados reos.

64. Se pasará en esta Administración el género, y pon-


drá •fe en los autos, •de su peso, con separación de
sus calidades que para distinguirlas se hará reconocer por
algún perito; e inteligente sin ocupar en esto más termino
que el de seis días, cuando en menos no pueda hacerse,
por causa de las largas distancias de estos países, se pren-
derán los reos; si ya no estuviere ejecutado, embargándo-
les todos sus bienes: comprendiéndose bajo el nombre
de reos, los dueños del tabaco, conductores, expendedo-
P.22 res, vendedores/, encubridores, compradores, los que lo
sembraren en parajes, expresamente no liermitidos, y
cuantos les ayuden a beneficiarlo.

78
Después de recibida la confesión a los citados reos,
por lo que de la sumaria resulte, proseguida la cau-
sa por sus trámites, y declarado el género por comisado;
se venderá en la Administración de su depósito, al precio
que le corresponda, según la clase a que se hubiere apli-
cado.

Sentenciada la causa, e impuesta al reo, o reos, la


pena correspondiente, no podrá ejecutarse, hasta
consultarla con la Superintendencia general, del Exce-
lentísimo Señor Virrey, de donde únicamente, se admiti-
rá la apelación, para el Señor Superintendente de todas
las Rentas, y Ministro del Despacho Universal de Indias.

Si cualquier Administrador, Estanquero o Guarda


mayor, tuviere fundada sospecha, de que alguna
persona cornete fraude o es comprehendida en él, por
los términos referidos; proveerá su auto por Ante Escri-
bano, o testigos en su defecto, con expresión de algunas
cosas particulares, de que tenga noticias mandando pro-
ceder a la justificación, y resultando suficiente, que no
sea vaga, ni general, sino,contraída a algunos singulares
hechos; procederá a la prisión de los comprehendidos,
con embargo de todos sus bienes; los que remitirá al
juez, a quien corresponda, con la citada información, el
P.23 que/. procederá a la substanciación de la causa, y su
determinación, bajo los términos prevenidos y consulta,
que deben hacer antes de la ejecución, a la Superinten-
dencia General.
Cuando se presente a acualquier Administrador, Es-
tanquero, o guarda mayor, algún denunciador de-
mostrando el género de contrabando, y diciendo el suje-
to, y parajes donde se emplea en él, mandará recibir
justificación, y hecha la entregará al juez donde corres-
ponda, para que resultando de ella el delito bastante
justificado, prosiga la causa como va prevenido en los
antecedentes, en que haya aprehensión Real.

Las causas, cuyós Reos, no pudieren ser aprehendi-


dos, se substanciarán, como las demás criminales de
reos ausentes librándose las correspondientes requisito-
rias, para su prisión; y sentenciado después de ser llama-
dos por edictos, y pregones, se venderá el comiso y será
ejecutiva la sentencia, cuanto a éste las penas pecunarias,
y costas.

79
70. Se advertirá, que en los casos de fraudes, está dero-
gado todo fuero, con inclusión del Militar; debién-
dose registrar cuantas cosas se juzgaren necesarias, sean
de la excepción y privilegio que fueren.

71. Los Ilustrísimos Señores Arzobispos, u Obispos


Diocesanos, a quienes corresponda el territorio de
cada administración darán a su administrador general,
P.24 un Despacho amplio, y facultativo para él/ y sus depen-
dientes, a fin de que puedan registrar las Iglesias, con-
ventos, lugares sagrados, religiosos, y otros cualesquiera
eclesiásticos; el que cada año revalidará el mismo admi-
nistrador, y entregará una copia a sus guardas, y admi-
nistradores particulares, para que siempre lo lleven con-
sigo, por las incidencias que puedan ocurrir.

72. En virtud de tal Despacho, entrarán al registro de


los lugares sagrados, siempre que tengan justifica-
ción, o fundada sospecha de ocultarse en ellos el contra-
bando, dando noticia a su prelado, Vicario, Párroco, o
Superior, de la precisión del reconocimiento, para que
no lo impidan, bajo pretexto alguno; lo que ejecutarán
también, para el registro, o aprehensión de fraude, o
contrabandista en cualquiera casa, en que viva Eclesiásti-
co, sea de la clase o esfera que fuere.

73. Si por. olvido, u otro casual accidente no llevaren el


despacho los administradores de Rentas, impartirán
el auxilio del juez Eclesiástico, Vicario, o Cura del terri-
torio donde estuviere el lugar, o casa que deban registrar
quien inmediatamente se lo franquearan y caso de negár-
selo, o dilatárselo, bajo algún pretexto, como el de dar
noticia a su superior Cura Párroco, o Prelado del lugar
sagrado, entrarán a reconocer y aprehender el fraude, sin
aguardarlo.

74. Los jueces conservadores y cualequiera justicias,


P.25 que conocieren/ de semejantes causas, darán inme-
diatamente cuenta de cada una a esta Superintendencia
general.

75. La primera pena, que general e indistintamente, se


impondrá a todo fraude, será la del comiso del gé-
nero, y perdición del carruaje, bestias o embarcación, en
que se conduzca, con los demás efectos que se hallaren

80
en el cajón, lío, petacas o fardos donde venga; aunque
sea de lícita introducción, y traigan sus correspondientes
Despachos y gulas.

Además de esta pena, se impondrá a todo defrauda-


dor, conductor, auxiliador, encubridor, expende-
dor y comprador la de cuatro años de presidio, por la
primera vez; seis por la segunda; y ocho por la tercera: y
para ello se enviarán a las otras, y trabajos del Rey, que
hubiere en las plazas o castillos más inmediatos a la
Administración donde fueren aprehendidos.

Al que sembrare el tabaco en paraje no permitido


para la cosecha, en el territorio de la Administra-
ción, y 'a cuantos le ayudasen a ello; se les impondrán
dos años más de presidio, y se les condenará en la pérdi-
da de los instrumentos de la siembra.

A todo el que resistiere con armas a los Ministros


de esta Renta, sean de la clase que fueren, justifica-
do el delito se les impondrá la pena de cuatro años de
presidio, y para su defensa, y casos, que puedan ocurrir-
les, se permitirá a aquéllos, el que traigan todo género/
de armas, a excepción de puñales, cuchillos, rejones, na-
vajas de firme y seguro golpe, o con punta.

Se procederá con mayor rigor, contra las justicias,


y contra los militares, como también contra otro
cualesquiera, que encubriéndose los fraudes, embara-
zaren su averiguación, o aprehensión, o no dieren el de-
bido pronto auxilio; debiendo imponérseles mayor pena,
que al propio defraudador; lo que se justificará por inci-
dencia en la causa principal, y en ella se sentenciará, sin
ser necesario formarla separada.

Si los jueces tuvieren por conveniente regrabar es-


tas penas con respecto, a las circunstancias que
concurran en la causa, ya de la insolencia de los Reos,
frecuencia de cometerse los fraudes; y otras justas razo-
nes podrán ejecutarlo, imponiendo siempre la de priva-
ción de empleo a todo el que delinquiere de los destina-
dos en la Renta.

81, La aplicación del comiso, se ejecutará conforme a


la mente de la Real Cédula, dada en el Pardo 19 de

81
Marzo de 1772; y a lo dispuesto en los Reinos de Espa-
ña, para semejantes contrabandos, en cuya virtud se divi-
dirá por tercias partes; para el denunciador ; y otra para
los guardas administradores, estanqueros, o justicias que
lo aprehendieron.

Cuando no hubiere denunciador, se repartirá entre


e.27 dichos guardas/ administradores, estanqueros, o
justicias aprehensores, la parte que debería tocar a
aquél, para que así estimulados todos, procuren la
aprehensión, y descubrimientos de los fraudes.

A los denunciadores, se les ofrecerá guardar el ma-


yor secreto, y que sus personas no serán descubier-
tas, procurando tenerlas siempre gratas, pues que por lo
común, se logra la aprehensión por ellos, mejor que por
los propios guardas,

Los tabacos que se comisaren, se venderán en la


Administración, donde se depositarán, según va
prevenido, a los géneros, efectos o herramientas, que
con él se aprehendieren, y comisaren, se venderan públi-
camente, de lo que hecho un cuerpo, se pagarán las tres
partes prevenidas, dividiéndose por iguales, y sacándose
antes los derechos que puedan tocar a Su Majestad, por
lo perteneciente a éstos géneros, o efectos; y las costas,
gastos de la causa, y alimentos, que se expendieren en
los Reos, hasta ponerlos en sus destinos, caso que no
tengan otros bienes, con que pagarlos.

Los carruajes, bestias o embarcaciones, en que se


aprehendiere el contrabando, se aplicarán a los
guardas, administradores, estanqueros, o justicias, que lo
apresaren.

Para lo que aquí prevenido, tenga su más puntual obser-


vancia, se servirá Vuestra Excelencia aprobarlo, y man-
P.28 dar que se publique, y comunique esta/, instrucción en
los parajes, y a los sujetos a quienes se juzgue necesario,
o dispone, lo que fuere del agrado de Vuestra Excelen-
cia Pues mi mayor deseo es el cumplimiento de mi obli-
gación desempeño de los preceptos de Vuestra Excelen-
cia, Santa Fe 16 de Octubre de 1776 - Francisco Roble-
do.

82
DECRETO:

Santa Fe 17 de octubre de 1776. Apruebo en un todo la


antecedente instrucción formada por mi asesor general,
para la Buena Administración de tabacos, en todo este
Virreinato según sus actuales circunstancias, y las en
que debe ponerse conforme a la mente de Su Majestad,
en cuya virtud se pondrá desde luego en ejecución empe-
zándose por la Administración de Honda, y esta Capital,'
pues que sobre variación, y manejo de una, y otra se
trate en expediente, que se hallan pendientes en esta
Superioridad; comuníquense copias de ellas al Señor
Presidente de Quito y a cada uno de los Gobernadores de
las provincias 'de este Virreinato, a fin de que luego,
procedan a su ejecución, formando las administraciones
en los términos, que cita la Instrucción de que remitirán
planos con separación de cada una, para su aprobación,
y para que sea subsistente, e inalterable este orden, y
Método, que sin duda es el más proporcionado, para que
se verifique conforme a las ideas de su Majestad, el esta-
P.29 blecimiento de los tabacos, en todo este Virreynato/; se
pondrá testimonio de esta Instrucción, con que se dé
cuenta al Ilustrísimo Señor Superintendente General de
todas las Rentas en estos Reinos, Ministro del Despacho
Universal de Indias, para que su Ilustrísimo se sirva apro-
barla, o disponer lo que fuere de su agrado; y que si en
efecto fuere de su aprobación, sea con la calidad de inal-
terable por voluntarios, y no fundadores, y justificados
motivos = Tiene una Rúbrica= Iturrate.

Es copia de la Original a que me remitió.


FRANCISCO ITURRATE

EXCELENTISIMO SEÑOR

Conforme a los preceptos de Vuestra Excelencia, y sus


finas y particulares ideas, paso a formar la Instrucción
General, para el mejor manejo, y arreglo de las Adminis-
traciones de Aguardientes; pero antes de entrar en las
Reglas, que generalmente deben observarse en ellas, pro-
pondré ideas de lo que debe ejecutarse, y por cuya falta
se han experimentado graves, y bien conocidos perjui-
cios arreglando en todo lo posible,3/' adaptable ésta, a la

83
Instrucción que forme para las Administraciones de ta-
bacos, pues que así quiere Vuestra Excelencia se ejecute,
y conviene a la Uniformidad, que en la Administración,
y cobro de sus rentas, debe guardar la Real Hacienda.

Solamente en Cartagena, se hallan arregladas las medidas


de los líquidos, sin que en otra parte del Virreynato se
verifique; no obstante que las leyes Municipales, previe-
nen, el que se use de la medida de Toledo, sobre lo que
debe darse la más seria providencia, para que unifor-
memente se ejecute el arreglo de medidas.

La Cántara Toledana por donde en Castilla se miden los


líquidos, se compone de ocho azumbres: aquí llaman
r.2 botijas/ a la medida que quieren equivalga a aquella, la
que forman de ocho frascos en lugar de azun-ibres; éstas
deben pesar cinco libras cada una de agua común, en
cuya virtud la cántara o botija pesará cuarenta.

En cada paraje o administración, hay una diversa medida


bajo de varios nombres y tamaños, comprándose con
unas la miel, y vendiéndose con otras el aguardiente: en
Honda, y esta capital se llaman reemillón, y totuma, por
donde se recibe aquella, y frasco por la que se vende
éste, sin que guarden ninguna proporción entre sí; de
que resulta la mayor confusión, no siendo fácilmente
averiguable la dicha proporción, por la notable dificul-
tad de adaptarse una con otra, sin un práctico, y especu-
lativo conocimiento de ellas.

De aquí proviene una grave dificultad en el recibo de las


cuentas de cada administración, con que se da al tribu-
nal muy considerable era bajo, y de que redundan innu-
merables, e interminables pleitos. Estará remediado este
abuso, luego que se verifique la providencia, que Vuestra
Excelencia se ha servido prevenir, para el arreglo de me-
didas, y pesos en todo este Virreynato, desproveído en-
teramente de circunstancia tan precisa; pero debiéndose
poner remedio, por lo que hace a los aguardientes pron-
tamente, y sin aguardar el tiempo, que tardará aquella
providencia, por lo difícil que son siempre empresas de
semejante naturaleza; y que sin arreglar este punto, no
pueden estarlo uniformemente las administraciones: se
P.3 ha servido Vuestra Excelencia mandar al Gobernador/
de Cartagena, que inmediatamente remita un ejemplar

84
de todas las medidas, que hay en aquella administración
de aguardientes, de mayor o menor, por donde general-
mente se podrán arreglar las demás de las administracio-
nes.

Si acaso no convinieren perfectamente, las medidas que


vengan de Cartagena, con lo que deben pesar, según la
correspondencia que deben tener con la cántara toleda-
na ; será preciso construir una medida de cobre llamada
cántara toledana, que tenga ocho azumbres, y cada una
pese cinco libras de agua común. También se fundirá
media cántara, y azumbre, para el recibo y consumo al
menudeo, con las demás medidas menores, para la subdi-
visión y venta por menor.

De cada una de éstas, o de las que vengan de Cartagena


(Si estuvieren arregladas) se remitirá un ejemplar a las
administraciones de aguardientes, establecidas, y que se
establecieren en el Virreynato, para que por ellas reciban
las mieles, y expendan el licor, rebajando o subiendo en
las ya establecidas el precio de una, y otro, al respecto
de lo que baje, o suba de la medida actual de cada una,
la que se les comunicare; y mandando a las que se esta-
blezcan, arreglar los nuevos precios por los que se les
comuniquen.

Respecto a que se halla mucha parte de la tierra arrenda-


da por partidos, para el abasto de aguardiente, y que
P.4 ésto Lestan perjudicial/ y contrario a la administración,
conforme fueren cumpliendo los tres años precisos de
los arrendamientos de cuenta de su Majestad en cada
partido de este Virreynato, sus obligados arrendadores,
irán censando en sil abasto, e incorporándose los parti-
dos a la administración donde se agregaren, pues que
desde luego, deberán incluirse en la demarcación de cada
una, los que se juzgare pertenecer, para que a su tiempo
se provean de ella:

1. Esto supuesto: en todo el Virreynato deben esta-


blecerse administraciones generales de aguardiente,
demarcando a cada una el territorio, que se juzgare más
a propósito, y acomodado, para que de ella se provea
todo él, por el orden que se expresará.

85
El territorio o jurisdicción de cada administración,
se extenderá todo lo posible, con respecto a que no
sea excesivo; tanto porque las conducciones, por más que
se economicen, son arriesgadas, y costosas; como porque
el aguardiente, transitando por tierra continuamente, va
perdiendo mucho en su vigor, y fuerza; y también por-
que siendo tan fácil su destilación, en cualquiera casa, o
rincón y aún detrás de cualquiera mata, es muy difícil
estorbarla ; y por consecuencia, se hace preciso repartir
entre muchos, el celo y vigilancia necesaria para ello, y
que no sean muy dilatados los territorios, que a cada
uno toque guardar, para que con facilidad puedan co-
l'. 5 rrerlos y reconocerlos a menudo/.

Toda administración general de aniardiente, se ha


de componer de un administrador general, un fiel
interventor, un sacador del licor, un oficial de libros, un
vendedor, los peones que se juzgaren necesarios para el
trabajo, un guarda mayor, y varios menores de a caballo,
y a pie, cuyo se graduará a proporción del terreno que
hubieren de celar, y estancos subalternos, que a su arbi-
trio pondrá el administrador, en cuantos parajes, sitios,
o vecindades, juzgare tendrá consumo el licor.

Esta administración estará situada en el paraje más


proporcionado de todo el territorio que se le de-
marcare, y donde haya más abundancia de mieles, aguas,
leñas, y demás simples, y que estén más baratos los peo-
nes, para economizarla en lo posible.

OBLIGACIONES DE LOS ADMINISTRADORES

Será de cuenta del administrador, solicitar los sim-


ples para la fábrica, y destilación con la anticipa-
ción, y en la cantidad que juzgare necesarios, según su
conocimiento los que presentará al fiel, para que los
reconozca, y diga si , son, o no de la correspondiente
calidad.

Retendrá en su poder los dichos simples y utensi-


lios, por inventario, con los demás bienes de la ad-
L6 ministración entregándose de ellos!, como también de
las llaves de sus oficinas, y almacenes, pues que de todo
quedará responsable.

86
7, Por el mismo orden, entregará al sacador todos los
utensilios, y pertrechos, que corresponda para la
batición, y destilación, de cuyo cargo deben correr esta
entrega.

También la entregará todas las tardes la leña, anís y


demás simples que pidiere para la destilación del
siguiente día, según los guarapos que para ello tenga
aparejados,

Desde el instante que entregue los simples al saca-


dor del ¡icor para su destilación, serán de cuenta de
éste hasta que los devuelva reducidos a aguardiente.

El administrador con intervención del fiel, cada día


que hubiere saca, recibirá en frío los aguardientes,
que en él se hubieren destilado, anotando de cuántas
cántaras de miel es el producto.

Los administradores, darán en las reales cajas que


se les señalaren las fianzas correspondientes, y que
se juzgaren necesarias para la seguridad de la Real Ha-
cienda,

12, Para el acopio de mieles, hará un padrón de cuanto


cosecheros se comprehendieren en su territorio, y
con respecto a, la cosecha de cada uno, y número de
cántaras, que para el consumo de la administración se
P. 7 necesiten, les repartirán las que cada uno de contribuir/.

13. Para ésto, procurarán convocarlos a todos juntos, o


convenir separadamente a cada uno a fin de que se
obliguen a concurrir a la administración, con las cántaras
de miel que se les fijare por cierto término que a lo
menos sea el de cinco años; ajustando con ellos el pago
de cada cántara, según la costumbre que hubiere en
aquellos parajes, el costo que tenga sacarla, y gastos que
expendan para conducirla a la administración; en que
atenderán, que quede el cosechero una ventajosa utili-
dad; advirtiendo a cada uno, que la obligación que con-
trae de proveer la administración, con las cántaras que se
les señalen, debe ser constante, e inalterable por el tér-
mino que ajustaren y que a su cumplimiento, se les obli-
gará por todo rigor.

87
14, Estos ajustes y convenios, los sentarán en el libro
de compras, cada partida por separado, la que fir-
marán los cosecheros, a quienes cada una toque respecti-
vamente; o por ellos un testigo, caso de no saber.

Sin otro instrumento que el de este asiento, les


obligarán al cumplimiento de su contrato con el
mayor rigor, aún cuando aleguen motivos de esterilidad,
u otros, que plenamente no justifiquen.

Aunque va prevenido, que los ajustes que se hicie-


ren con los cosecheros, para la miel con que cada
uno debe concurrir, a la administración, sean por cánta-
ras; al acto de comprársela, se les tornará por peso, gra-
duando al que corresponda a siete libras, que es lo que
P.8 debe pesad la azumbre, veintiocho la media cántara ; y
cincuenta y seis la cántara entera.

17, Para remover aún la sospecha de fraude; como


quiera que al sacador de licor, se le ha de entregar
por medida la miel, luego que haya pesado cada porción,
y pagado por su peso al cosechero, se medirá y deposita-
rá en su respectiva alberca, o estanque.

18. Establecida así la fábrica, proveerá ésta a la pobla-


ción o vecindario donde se situare, vendiéndose en
ella el aguardiente, y dando a los pulperos, o tenderos,
las cántaras, que a su arbitrio regulare el administrador
para cada uno, a fi'n de que las menudeen en sus pulpe-
rías o tiendas.

19: Como del libro del fiel, han de constar las ventas,
que se hicieren de las dichas cántaras a los pulpe-
ros, por él se conocerá, cuando cualquiera de ellos se
tarde en repetir sus compras, el fraude que pueda come-
ter, mezclando con el de la administración el aguardien-
te de ilícita introducción, y se tendrá presente su tar-
danza, para no volver a vendérselo.

20. Igualmente proveerá todos los territorios del con-


torno: del lugar, o paraje donde se sitúe, y partidos
que en su demarcación se comprehendieren, poniendo
estanquillos de su cuenta en cuantos vecindarios, parro-
quias o sitios que juzgare convenientes.

88
21. Tendrá el administrador muy particular cuidado,
P.9 de tener siempre/ bien provista su administración,
y fábrica,, tanto de utensilios, como de simples, y licor
para que no se verifique la menor falta, en cuyo caso, se
le hará el más estrecho cargo.

22. Celará sobre las operaciones de todos sus subalter-


nos, para que cada uno cumpla las de su cargo,
despidiendo los inferiores, como peones y otros seme-
jantes, que le fuere facultativo poner a medida de su
voluntad, y dando cuenta a la Superintendencia general
de los defectos de los otros, que por si no pusiere, para
que lo ejecute, o castigue, como hallarse conveniente.

23. Como los venderos del licor en la administración,


no han de tener otro Instituto que el del expendio,
de que el administrador les entregue, se pondrán éstos
por él mismo; y en un todo será responsable de sus
operaciones; por lo que no tendrán otras facultades que
las que le franquee el propio administrador.

24. El Oficial de libros, como sujeto que es de su con-


fianza lo elegirá a su arbitrio, y despedirá lo mismo.

25. Como el administrador general, ha de recibir cada


mes los entregos de los estanqueros sus subalternos;
él los hará cada dos, en las cajas donde le correspondan.

26. Dará su cuenta general en el mes de febrero de cada


año; comprehendiéndose en ella, las que habrá ya
recibido, y tomado de sus estanqueros, en las que se le
pasarán las existencias que hubiere, tanto en su adminis-
P.10 tración/ como en aquellos estancos, y con ella entregará
los alcances que tuviere.

27. A todo administrador, se le pasará en sus cuentas,


el porte que hubieren pagado por las cartas de ofi-
cio, apercibiéndoseles, como se les apercibe, si abusaren
de esta confianza.

28. No se les pasarán ningunos gastos de escritorios, ni


luces, pues para ello se deja a su beneficio, el car-
bón que saliere de la fábrica.

89
29. Se les abonará lo necesario, para casa, y almacenes
. de la administración, cuando no sea propia de Su
Majestad.

30, El pago y transporte de las remesas del licor a los


estancos subalternos, será de cuenta del administra-
dor, él celebrará ajustes fijos, a los más cómodos precios
para cada ,paraje; en inteligencia de que en sus cuentas,
no les pasaián diversas, ni mayores cantidades, que aque-
llas que de una vez llegare a ajustar; a no ser con un
justificadtsimo motivo, de que con la competente averi-
guación, dará cuenta a la Super-Intendencia General, pa-
ra que se permita la alteración de dichos precios.

Iguales ajustes y bajo el mismo orden, y método,


procurará celebrar para la conducción de leñas, y
demás simples los que apuntará en sus respectivo libro;
con la correspondiente separación y claridad.

Los quebrantos, derrames, rotura de vasijas y de-


más perjuicios, que puedan seguirse en los acarre-
tos, serán de cuenta de los conductores; y por lo mismo,
.n los administradores se lo advertirán a todos!, para que
no carezcan de este conocimiento y para seguridad de la
renta, les harán dejar un recibo en la administración de
donde salieren obligándose por él, a poner el licor en el
paraje _de su destino, con iguales condiciones, circuns-
tancias y peso que lo recibieren, a cuya seguridad son
responsables sus caudales, y Haciendas, y las bestias en
que lo condujeren, sean suyas, o no: y por mayor segu-
ro, se les retendrá en la administración a lo menos la
mitad del precio, que deba dárseles por la conducción,
hasta tener noticia de haber llegado, como se le entego.

No dilatará la paga de ningún simple, ejecutándola


siempre a plata de contado; pues que, si se le justi-
fica, que lo verificó en otra cualquiera especie, o género,
será severamente castigado.

Las mermas que deben abonar a todo administra-


dor por ahora, en el licor, a lo más han de ser, las
de dos y media cántaras por cada ciento.

Estas mermas se les abonarán por lo respectivo al


aguardiente que se consuma, y venda en su admi-

90
nistración; ya sea al menudeo, o por mayor; y una y
media, por el que remitan a los estancos subalternos
para su venta, con respecto al trasiego, y detención que
tenga en la administración el licor, en inteligencia que se
P.12 graduará por mérito particular,. el administrador/ que
diere menos mermas.

36, Con el tiempo, y práctico especulativo conocimien-


to, de que en la actualidad se carece, según se fuere
notando por los mismos administradores, de cuyo celo,
aplicación y experiencia se esperan estas noticias; se
moderarán dichas mermas, con miramiento a que ni la
Renta, ni los administradores, queden perjudicados.

Para ello, procurarán los administradores hacer


experimentos, y observaciones con que den cuenta
a la Super Intendencia General, acreditándolos con do-
cumentos, por donde conste la verdadera merma, que en
cada paraje sufriere el licor; y por lo que de ellos resulte,
y demás informes, que parezca conveniente tomar, se
proveerá lo conveniente; sin que hasta tanto se les abone
en sus cuentas más, que el enunciado dos y medio por
ciento, del aguardiente que se expenda en su adminis-
tración y uno y medio, por el que lleven sus estanqueros
para el consumo de sus respectivos partidos.

Procurará el Administrador, imponerse muy bien


del modo de extraer los aguardientes (cuyo método
se pone, donde se trata de las obligaciones del Sacador)
para que por sí, pueda reprehender, moderar, o enmen-
dar lo que hallare digno de repaso.

Así como debe ser de superior calidad a todo otro,


el que se extrajere, y vendiere de cuenta de la Real
Hacienda; deberá regularse para su venta, por el más
P.13 ventajoso precio; de suerte que sacados todos los costos/
le quede al Rey una bien conocida ganancia.

Este precio, deberá regular cada administrador ge-


neral, por lo que hace a su administración, verifi-
carlo, con aprobación de la super Intendencia General.

En cada uno de sus estancos subalternos, lo subirá


según el costo, que se le aumente por su conduc-
ción.

91
Los administradores, están obligados a llevar los
mismos libros que se encargarán al fiel, para que en
los propios términos ejecuten los apuntes.

El principal objeto de todo administrador, ha de


ser el aumento de la renta de su cargo, por cuyo
éxito se graduará su mérito, y no por papeles, informe, ni
certificaciones con que quiera demostrarlo.

Por esta misma razón, procurará averiguar si la


quiebra de botijas, y deterioros en todos los mue-
bles, y utensilios de la administración, se ejecutan culpa-
blemente, y justificado en quien consiste, exigirle de su
salario, su compostura, reedificación o construcción.

Todos los capítulos de esta instrucción,lque hablan


con el común o particulares individuos, no emplea-
dos en la fábrica, los hará publicar en su capital al princi-
pio de cada año, por bando y fijación de edictos, para
que ninguno alegue ignorancia.

Para ello pedirá permiso a las justicias, o goberna-


dores, quienes se lo darán sin las más mínimas ex-
P.14 cusas, con cuantos auxilios necesite/.

FIEL INTERVENTOR

El Fiel - Interventor, que ha de ser persona de ca-


rácter y la segunda en la administración, será de
grande inteligencia en todo lo correspondiente a ella:
deberá elegirse para este cargo sujeto en quien concurran
las mejores prendas, y con especialidad las de integridad
y pureza.

Será de su obligación, hallarse presente a cuantos


ajustes, compras y ventas, se ejecuten por el admi-
nistrador, consumos, expendios, y demás asuntos pene-
necientes a la administración.
Advertirá, si son las cosas compradas o vendidas a
los precios corrientes, comunes y cómodos, presen-
ciando, y apuntando éstos su peso, medida y número.

Llevará un libro, en que con la mayor proligidad lo


ejecute, expresando por separado, y en su lugar,

- 92
cacla partida que se comprare con fecha de día, mes y
año; diciendo a qué sujeto, y de dónde es vecino, sacará
al margen su importe, y lo sumará al fin de cada plana.

En el mismo libro pondrá por separado, el número


de peones que cada día trabajaren, anotando su
nombre, y vecindades, y el salario que cada uno tirare:
pondrá también razón de todos los gastos extraordina-
rios, adebios menores que se ejecuten, muebles y utensi-
lios que se rompieren, o inutilizaren, y el costo de su
P.15 composición, o construcción/.

También se asentará en el mismo libro, los ajustes


que el administrador celebre, con los cosecheros de
mieles, con separación de partidas, respectivas a cada
uno, en que diga su precio, día, mes y año de ajuste, y el
nombre y vecindad del cosechero; los que haga con los,
conductores de leña y otros menesteres, y los 'que veri-
fique con los de aguardientes a sus estancos subalternos.

Apuntará igualmente el peso de cada porción de


miel que trajere el cosechero, y las cántaras que
hubiere en cada una, para lo que presenciará los actos de
comprarla, pesarla y medirla.

Deberá llevar otro libro para la distribución de sim-


ples, donde apunte por separado los que se consu-
mieren en cada día, su calidad, peso y medida, con la
mayor expresión y puntualidad, para que por él pueda
saberse hasta la menor carga de leña que en la adminis-
tración se consuma.

Apuntará también por separado las cántaras de


miel, que cada cajón hace, según el número de la
tablilla que cada uno tuviere.

Llevará en otro libro, una exacta apuntación del


producto de los líquidos, •que se entregaren al
sacador, en que debera expresar la cantidad de aquellos,
y número de cántaras de aguardiente que produjeren,
con anotación de día mes y año, y con la mayor clari-
dad; pues este es el principal, por donde deberá hacérse-
le el cargo al administrador.

93
57. En otro llevará apuntes de las ventas del licor, en
P.16 que exprese/ el que semanalmente se venda en la
administración, el que se vendiere a los pulperos, y el
que remitiere a los estancos: todo con expresión de día,
mes y año.

58. Al fin de cada año, entregará los tres libros, forma-


dos en todas sus partidas a los oficiales reales, en
cuyas cajas deba presentar su cuenta al administrador,
para que por ellos se les haga cargo.

59. Si en la administración, se establece fábrica de ba-


rriles, para la conducción del licor, o de otros seme-
jantes utensilios; será de su obligación llevar iguales
apuntes por el orden prevenido, de suerte que exprese
los materiales que se compraren, para ello, a quien, en
que día, mes y año, y su precio; las herramientas que se
necesitaren ; los maestros, o peones, que cada un día
trabajaren, y salario que llevaren.

60. Por punto general: es de su obligación, inspeccio-


nar, presenciar, y ver cuantas diligencias operacio-
nes, compras, ventas, composturas y expendios que sean
o puedan ser útiles y conciernan manejo de la administra-
ción; sin que nadie pueda decirle, que no corresponde a
su obligación, cualquiera asunto en que quiera fomar
conocimiento, y apuntes; pues queda a su arbitrio inge-
rirse en todos, siendo un fiscal de las operaciones de
cada uno.

SACADOR

61. El sacador de aguardiente, que es el maestro de la


fábrica, deberá ser muy inteligente en el asunto;
P.17 tendrá un perfecto conocimiento/ de todos los simples,
que para ello se necesitan: el número que de cada uno se
requiere para preparar los guarapos, y extraer el licor: la
fermentación que debe dar a aquellos, y calidad con que
ha de quedar éste: los utensilios y materiales que para la
fábrica fueren precisos, su calidad, y tamaño; con todo
lo demás concerniente al mejor desempeño de su oficio.
Y para que no alegue ignorancia, y esté perfectamente
instruido del mejor orden, método y economía, para la
extracción de los aguardientes, observará inviolablemen-
te las siguientes prevenciones.

94
Como suele sueceder, que por no haber tiempo pa-
ra destilar los guarapos, que se sazonan en un día,
se prevee el que éstos puedan pasarse, o en efecto, •se
pasan, para detener la fermentación, o hacer volver a ella
los ya pasados, el echarles una porción de miel, con
respecto a la cantidad del guarapo; lo que el administra-
dor anotará en su libro, por Data, y el fiel interventor
ejecutará lo propio en el de su cargo.

El sacador reconocerá cada cajón que hay con gua-


rapo, y verá los que están en el estado de destilarse,
con cuyo conocimiento, y al respecto de su cantidad,
proveerá los alambiques, que ha de destilar; infiriendo
por este número, sobre poco más, o menos, el aguardien-
te que de éstos saldrá, para regular el anís, que será
preciso echarle.

Para que el sacador no se equivoque, y conozca los


P.18 guarapos, que/ que están en estado de destilarse,
observará el de la fermentación pues para ello, debe ser
el mismo punto de cesar ésta, o casi muy inmediato, a
ejecutarlo; advirtiendo que si antes de este punto se des-
tila, rinde muy poco aguardiente, y ninguno, si después.
El punto de la cesación en la citada fermentación, se
'conoce en lo remiso de ella, y en que forme muy menu-
das las ampollas.

Impuesto el sacador, de cuantas cántaras hace cada


cajón, o canoa de batición, hará marcar cada una
con números grandes, para que siempre se sepa, y nunca
se olvide: sabiendo este número, y partiendo por seis,
será una parte de éstas la que ponga de miel, en cada
cajón, o canoa.
Por cada cántara, de que se componga la dicha sex-
ta parte; echará tres de mosto, y dos de agua, ejecu-
tándolo al contrario, cuando los mostos estuvieren muy
fuertes, o resquemados: de suerte que esté en este caso,
deberan ser tres las botijas del agua, y dos las del mosto.

Como suele haber miel tan delgada, que no admite


batirse según va expresada por la sexta parte; será
preciso para la batición de esta miel, partir la cantidad,
del cajón por cinco; y entonces a cada cántara, de que se
componga la quinta parte, se le mezclarán dos y medio
de mosto, y una y media de agua.

95
Para que sepa mejor la calidad de la miel, y la que
aguanta la batición en su sexta parte, se podrá gra-
P.19 duar por lo común, según su peso/: de suerte que igual
buque de miel, tenga un cuarenta por ciento más, que
del agua; y por cuya consecuencia, la azumbre que de
agua pese cinco libras de la miel buena, por lo regular
pesará siete, y una cántara de ocho azumbres, cuyo bu-
que de agua pese cuarenta libras, pesará de aquella miel
cincuenta y seis.

No basta pues el peso, para graduar la miel, por la


de mejor calidad: las requemadas, o mal espuma-
das, que llaman descachazadas, cuyo defecto se conoce a
la vista por su color: las de tierras salubres, que se les
conoce el gusto: y las de primer corte de caña, o caña
cortada sin sazón, cuyo conocimiento por falta de dulce,
es muy delicado, y alcanzan pocos, bajando mucho de
calidad, y no de peso; por lo que es imposible hacer
cómputo fijo, si no es con una continuada experiencia, y
práctico especulativo conocimiento del aguardiente que
deba rendir y por lo mismo, se encarga muy particular-
mente a los Administradores, fieles interventores, y saca-
dores del licor, que se apliquen con especialidad a este
conocimiento, para formar una idea cierta, de lo que en
cada paraje rinden las mieles; y para que las cuentas
puedan formarse, y fenecerse, bajo un seguro norte, pro-
cediendo en esta parte, de su inteligencia y especulación.

El exceso con que hasta ahora se ha usado en la


administración de Santa Fe, del anís; a nada más
contribuye, que a mayores gastos para su costo; y a que
los aguardientes no salgan de la calidad correspondien-
P. 20 te/; pues así como usado con moderación aquel, compo-
ne y sazona éstos siendo con exceso les dá acrirtionía
desagradable; consiguiéndose también que las mieles rin-
dan más licor, con el uso de menos anís, porque sus
alcalis, embotan los ácidos del guarapo, y quiebra mu-
cho el aguardiente, que lleva mucho de él.

Para evitar este daño, no se pondrá más de este


género, para la destilación del licor, que lo que
corresponda a cuatro onzas, para cada azumbre del
aguardiente, que lleva mucho de él.

96
El sacador, graduará y pedirá al administrador la
leña que fuere necesaria, al respecto de la citada
regulación de alambiques que hiciere.

Luego que el sacador haya puesto por la mañana a


destilar los alambiques, y antes que éstos empiecen
a ejecutarlo, si pudiere ser dejando encendidas las horni-
lbs, irá echando en los cajones, que aquel día pensare
batir, primeramente los mostos, después la miel, y luego
el agua correspondiente; cada partida al respecto de su
buque, según va expresado. Finalmente lo hará batir to-
do muy bien con unas palas al modo de remos; pues que
de omitirlo, se suele bajar la miel al fondo, como más
pesada: y no haciéndose por consecuencia bien el mixto,
se sigue mala o ninguna fermentación.

Procurará el sacador del licor, que éste salga de la


mejor calidad, y superior a Cuanto pueda extraerse
P.21 de contrabando; pues así por/ ser calidad se conocerá el
de esta clase, lo aborrecerá el comprador, y se vendrá
por él a la administración lográndose por este medio,
contentar al público y utilizar la real Hacienda.

Para lograrlo, destilará los guarapos en buena sa-


zón, y bajo el orden y conocimiento prevenido;
estando continuamente ab pie de los alambiques, para
reconocer, cuando van a quebrar de calidad los aguar-
dientes, que con gran facilidad lo verá, si toma en un
vaso bien cristalino, el que actualmente se destila, pues
que no saliendo perfectamente diafano, y si con una nie-
blecita, como de color de leche, ya empezó a quebrar.

Para sacar el superfino, sólo dejará correr, de aque-


lla especie menos diáfana, como la cantidad de una
azumbre, por cada cinco de las que hubiere ya destila-
das; y para el ordinario, azumbre y media, o dos, por
cada cinco de las anteriormente destiladas.

Para el cómputo de esta proporción, deberá el saca-


dor de antemano, saber la cantidad de azumbres de
aguardiente, que hace la vasija, en que se van recibiendo
destilados: tendrá marcado en una varita muy limpia,
hasta donde cubren cada cinco azumbres, multiplicando
las marcas sucesivamente, hasta diez, quince, veinte,
veinticinco, etc. metiendo ésta en la dicha vasija, cono-

97
cerá cuántos quintos de azumbre tiene; y por así, gra-
duará las que debe dejar correr, después de haber que-
r.= brado el licor; conociendo cuando estén, ya los que/ le
correspondan al fino, o al ordinario, según la clase que
quiera sacar: por el mismo orden de meter en la vasija la
varita, y ver las marcas, que llega a cubrir el aguardiente,
por cuyo medio, sin derrames, ni desperdicios verificará
esta operación.

Como el aguardiente va continuamente perdiendo


su fuerza, en el mismo progreso de su destilación:
se incorporará siempre, el primero que se destilare, con
el último, en siendo uno, y otro correspondientes a igual
clase; y cuando quisiere el sacador componer algún mal
aguardiente, que por casualidad hubiere salido así; lo
ejecutará, echándole una porción del de superior cali-
dad: y para este fin, separará el primero que se destile,
sin unirlo con el demás.

Advertirá el sacador, que antes de hervir el alambi-


que, debe ayudarle con un fuego muy activo: que
el anís, no se le ha de echar hasta que no rompa el pri-
mer hervor, en cuyo acto se ha de tapar, y el fuego ha de
quedar lento, para que ejecute bien la destilación.

ESTANQUEROS

Respecto a que los estanqueros, dependientes de


las administraciones generales, han de ser puestos
por éstos, y de su cuenta les recibirán las fianzas a su
satisfacción y como el premio, que se les ha de consignar
por esta ocupación, será precisamente corto; elegirán pa-
ra ello el vecino más rico y honrado de cada pueblo,
r.23 parroquia o vecindad, donde pusieren estanco/.

81; Es obligación precisa de estos Estanqueros, acudir a


la administración por el licor, al tiempo oportuno,
que para cada uno señalare el administrador, o enviaren
en su nombre sujeto que se lo conduzca: para lo que
podrán valerse en caso necesario, y que por sí no puedan
ejecutarlo, de algunos de los guardas, si lo hubiere en su
territorio.

82. Luego que llegue el género a su casa, reconocerán


los barriles, o botijas en que se les remita, y si viere

98
que van maltratados, o que tiene algún indicio, de haber
sido adulterados en el camino, los abrirán y probarán,
para dar aviso a su administrador, del daño que hubiere
y en qué consiste.

83. Siempre le avisarán, los términos en que llegare a su


estanco el licor, para que a la vuelta pague al con-
ductor, la mitad del porte que le retuvo, o le haga cargo
de las averías.

84, Cada mes entregarán los estanqueros, a sus adminis-


tradores los caudales que recaudaren, y en el de
enero de cada año las cuentas del antecedente, con la
mayor formalidad.

En ellos no le pasarán ningunos gastos: pues que, si


algunos se ofrecieren en su territorio, deberá dar
aviso a su administrador para que lo ejecute.

Habiéndose experimentado en la administración de


esta capital, que en las remesas del licor, que se han
P.24 hecho a sus partidos,/ han mermado éste, cuarterón y
medio por botija, que equivale a cuarto y media por
cada ciento, respecto a que transitándose y trasegándose
el aguardiente, es indispensable que sufra semejantes
mermas: se abonará por ahora, por cada cien botijas, de
las que se remitieren a los estancos subalternos, las refe-
ridas cuatro y media por ciento; de las que según el
concepto explicado en el párrafo 35 se considera la una
y media, a favor del administrador; y las tres al del
respectivo estanquero, a quien se entreguen para su ven-
ta: reservándose moderar esta cuota, para cuando la ex-
periencia acredite, la que verdaderamente debe fijarse. Y
por lo mismo; se encarga de los estanqueros, como a los
administradores, se apliquen a averiguada, dando noticia
a esta superioridad, de los experimentos que cada uno
haga: es inteligencia que el descubrimiento de menor
merma se les considerará por muy particular mérito, por
el que, se les tendrá presente para mayores ascensos.

También se les abonará casa, para la venta y depósi-


to del licor, cuando no fuere del Rey, que siempre
se procurará lo sea; ya comprándola y reedificándola o
ya construyéndola de nuevo.

99
Así como los estanqueros estan obligados a ir por
el licor a la administración, o enviar persona de su
satisfacción, que lo ejecute, son también responsables a
P25 las faltas, pérdidas y derrames y quiebras/ de vasijas, que
sufriere en el camino, por cuyo importe, el administra-
dor general repetirá contra, sin aguardar otra circunstan-
cia, que la de el conductor, no tenga de pronto con que
pagarlo; o no alcancen a ello, la mitad del precio de
conducción, que le retuvo, y bestias en que lo transpor-
tó.

En cada administración general, se regularán los


guardas que fueren, y se juzgaren necesarios; ya de
a pie o de a caballo, al arbitrio de su administración; y
con respecto a los parajes, y distancias, que en sus tér-
minos, se comprehendan, de que el mismo administra-
dor, avisará a la Superintendencia General, para su nom-
bramiento y aprobación; se pondrán a las órdenes de un
guarda mayor que dirija sus operaciones, bajo de las que,
el administrador general le comunique.

Procurarán tener denunciadores, que les avisen de


las clandestinas sacas del licor, a quienes guardarán
secreto, sin descubrir en ningún tiempo sus personas y
congratulándolos para que no se retraigan, de avisar
cuanto supieren: pues el mejor camino para conseguir
los comisos.

En las Villas y lugares que fueren muy populosos,


se pondrán uno o dos guardas de a pie, según la
necesidad lo pidiere, que continuamente están celando
el pueblo; averigüen por medio de los denunciadores, si
P.26 hay sacas clandestinás, y registren cuantas casas/ sitios o
parajes les pareciere; y donde tuvieren sospecha de que
se destila el licor: siendo excusados éstos en los lugares
pequeños, pues que lo chico, e infeliz de sus habitacio-
nes, la cantidad de agua, y emulación de los vecinos,
entre sí, darán muy luego a conocer, quien sea el defrau-
dador.

Los guardas de a caballo, correrán continuamente


campos, comprendidos en los territorios de la ad-
ministración; reconociendo las casas, solares y trapiches
que en ellos hubiere y procurando, por cuantos medias

100
les dictare su celo, atraer denunciadores: considerando
siempre, que éste es el único camino para descubrir los
fraudes; que de otro modo, por acaso llegue así a efec-
tuarse.
Todo Administrador y Estanquero, tendrá facultad
para celar el que no se hagan clandestinas, destila-
ciones, ni introducciones ilícitas; perseguir los defrauda-
dores, y hacer los caminos que pueda, con auxilio de las
justicias; y entregando aquéllos abs jueces más inmedia-
tos, a quienes corresponda, para que los castiguen, según
las. penas que se establecerán.

Los jueces por oficio: deberán celar, el que no se


hagan destilaciones, ni introducciones, en fraude de
la Real Hacienda, y si fueren omisos en ésto o en auxi-
liar a los administradores, estanqueros, o guardas, se les
hará responsables de los perjuicios, y se les impondrán
P. 27 las demás penas que se juzgaren oportunas/.

Los guardas de tabacos y demás rentas celarán


igualmente la de aguardiente: entregando a los ad-
ministradores, o estanqueros de este ramo, lo que deco-
misaren de él y si hicieren algún costo particular para
ésto, se les satisfacerá de lo que aprehendan.
Si algún juez, administrador, o estanquero, tuviere
sospecha o denuncio de alguna destilación clandes-
tina ; podrá costear lo necesario para aprehenderla; dedu-
ciéndose estos gastos del importe de lo que se comisare,

SUELDOS

97, Según la idea manifestada: para que ningún admi-


nistrador, abandone su obligación; y que con la se-
guridad de tener su sueldo cierto, no descuiden el princi-
pal objeto, en que consiste el aumento de la renta; como
es el de la venta del licor: a ninguno se le señalará salario
fijo, sino es un tanto por ciento; del producto de su
administración; el que se graduará mayor o menor, se-
gún el cuanto que le corresponda, con consideración a
su trabajo, y lo caro, o barato del país, para que tenga
suficiente a su descendente subsistencia; ejecutándose lo
mismo con los estanqueros, por lo respectivo al licor, que
por si consumieren y su producto.

101
98. Los Fieles interventores, gozarán de 'quinientos pe-
sos de salario anual.

P.28 99. El Sacador cuatrocientos.

100. Los oficiales de libros, de las administraciones ge-


nerales: doscientos cuarenta pesos.

El vendedor, quince pesos mensuales.

A los peones, se pagará en cada administración,


según fuere costumbre en el país de su situación.

Los guardas mayores, cuatrocientos pesos al año.


Los menores si fueren de a pie, doce pesos mensua-
les, si de a caballo, quince; considerándoseles los tres
para mantenimiento de las bestias, que se les entregarán
aparejadas.

Estos sueldos, se aumentarán o disminuirán, con


respecto a o caro, o barato de cada país; y para
ello, se expresará así en la instrucción particular, que
para el gobierno de cada administración, haya de for-
marse.

Por ningún caso se crearán, ni permitirán, en ningu-


na administración de las existentes, y que en ade-
lante se establezca, más empleso, ni destinados, con al-
gún otro pretexto, que los contenidos en esta instruc-
ción: relevándose de ellos, los que hubieren en las actua-
les, que no fueren aquí comprenhendidos: a los que se
tenga presente para emplearlos en las otras que se fueren
creando.

Cuando por alguna particular circunstancia, se con-


siderare indispensable el aumento de algún otro in-
dividuo: no podrán por si ejecutarlo, ningún administra-
p.29 dor; sino que habrán de ocurrir con información/ dé la
necesidad a la Superintendencia General, para que se
verifique,

En la instrucción que se formare, para el peculiar


gobierno de cada administración; se expresarán las
particulares circunstancias o diferencias, que con respec-
to a lo local de cada una, sea indispensable alterar, o

102
añadir: lo que no se ejecutará sin grave motivo, porque
no se varíe la uniformidad, que se desea en el manejo de
la Renta.

MODO DE SUBSTANCIARSE LAS CAUSAS


DE COMISOS, IMPOSICION DE SUS
CORRESPONDIENTES PENAS Y SU APLICACION

108. Estando prevenido, por Real Cédula de Su Majes-


tad dada en el Pardo a 19 de Marzo del año pasado, .
de 1772: que subsista como hasta aquí, el modo de
substanciar las causas de comisos, y girar las cuentas de
su importe; se ejecutará en los mismos términos, bajo
algunas advertencias, con la imposición de las siguientes
penas:

109, Por Real Cédula, dada en Aranjuez a 29 de Abril de


este año; se previene que en junta de Real Hacien-
da, se examine la necesidad que hubiere en algunos para-
jes de jueces conservadores, y que gratificaciones que se
les haya de consignar: y estándose actualmente tratán-
dose sobre ello, para dar cuenta de su Majestad, según
que lo previene la citada Real Cédula; conocerán éstas en
£30 los parajes donde se nombrare/ de las causas de e-Orinsas
en éste -género de Rentas, y alteraciones o disturbios,
que hubiere en las administraciones, entre sus guardas,
administradores, y demás dependientes, procurando cor-
tarlas y apaciguarlas por los menores medios.

Resérvase en esta instrucción, conferir a los jueces


conservadores más facultades, que para el co-
nocimiento de las causas, comisos, registros, y disencio-
nes entre los administradores, con sus dependientes, y
demás relativo a estos asuntos: pues que al tiempo del
nombramiento de cada uno, se les concederán las que se
juzguen oportunas; con respecto a la persona nombrada,
y circunstancias del país con cuyo conocimiento, no se
aventurará el acierto, en materia que debe mirarse con
tanta delicadeza; y en qué comúnmente claudican los
hombres, abrogándose mayores facultades, que las que
le fueron concedidas.

El conocimiento de las causas sobre aguardientes,


tocará privativamente al juez conservador de ren-

103
tas, si lo hubiere en el Distrito de la Administración
General, donde se aprehenda el contrabando; y de no al
gobemador, o corregidor cabeza de partido de aquella
provincia, o a los alcaldes ordinarios, caso de hallarse
muy distantes los dichos gobernador o corregidor.

112. Luego que se aprehenda el fraude, por el guarda


mayor, u otro cualquiera, aunque sea de los meno-
P.31 res o estanqueros, por ante Escribano/ si lo hubiere
inmediato o lo llevare consigo, y en su defecto por ante
testigos; expedirá su auto cabeza de proceso, en que
refiriendo el hecho, provenga justificarlo; depositando el
género aprehendido, en el estanco más inmediato; em-
bargando el carruaje, embarcación o bestias en que con-
ducía.

113. Como a semejantes aprehensores se les da facultad


para que formen la sumaria en estas causas proce-
derán a ello, examinando los guardas, testigos, que se
hallaron presentes a. la aprehensión; y haciendo recono-
cer el género por un perito, resultando por las deposicio-
nes de aquéllos, y este reconocimiento ser de contraban-
do, y su real aprehensión; lo conducirán al estanco más
inmediato con el reo, o reos si lo apresare; donde entre-
garán dicha sumaria para que se prosiga por el juez co-
rrespondiente, -a cuya disposición se pondrán los reos.

114. Se medirá en estos estancos el género, y pondrán fe


en los autos de su medida, con separación de sus
calidades, si las hubiere, aplicándolo, a la que según su
mérito corresponda: que para distinguirlos se hace reco-
nocer por algún perito inteligente; sin ocupar en ésto
más término que el de seis días, cuando en menos no
pueda hacerse, por causa de las largas distancias de estos
países. Se prenderán los reos, si ya no estuviere ejecutan-
do, embargándoles todos sus bienes, y comprehendién-
P.32 dose bajo el nombre/ de reos, los dueños de los aguar-
dientes, conductores, expendedores, vendedores, encu-
bridores, y compradores, los que lo destilaren y cuantos
lo ayudaren a ello.

115. Después de recibida la confesión a los citados reos


por lo que de la sumaria resulte, proseguida la cau-
sa por SUS trámites, y declarando el género por lo mira-

104
do; se venderá en el estanco de su depósito; al precio
que le corresponda según su calidad.

Sentenciada la causa, e impuesta al reo, o reos , la


pena correspondiente, no podrá ejecutarse hasta
consultarla con la superintendencia General del Excelen-
tísimo Señor Virrey, de donde únicamente se admitirá la
apelación, para el señor Superintendente de todas las
Rentas y Ministros del Despacho Universal de Indias.

Si cualquiera estanquero o guarda mayor tuviere


fundada sospecha, de que alguna persona comete
fraude o es comprehendida en él, por los términos refe-
ridos; proveerá su auto por ante Escribano, o testigos en
su defecto, con excepción de algunos casos particulares,
de que tenga noticia, mandando proceder a la justifica-
ción; y resultando suficiente, que no sea vaga, ni general,
sino contraida a algunos singulares hechos; procederá a
la prisión de todos los comprehendidos, con embargo de
todos sus bienes, los que remitirá al juez a quien corres-
ponda con la citada información, el que seguirá la subs-
tanciación de la causa, determinándola bajo los térmi-
P.33 nos/ y consulta que debe hacer antes de su ejecución a la
Superintendencia General.

Cuando se presente a cualquier administrador, es-


tanquero o guarda mayor algún denunciador, de-
mostrando el género de contrabando, y diciendo el suje-
to, y parajes donde se emplea en él; mandará recibir
justificación, y hecha la entregará al juez donde corres-
ponda, para que resultando de ella el delito, bastante
justificado, prosiga la causa como va prevenido en las
antecedentes, en que haya aprehensión real.

Las causas, cuyos reos no pudieren ser aprehendi-


dos, se substanciarán como las demás criminales de
reos ausentes, librándose de las correspondientes requisi-
torias para su prisión; y sentenciado después de ser Ila-
nudos por edictos y pregones; se venderá el comiso y
será ejecutiva la sentencia cuando a éste las penas peen-
nadas y costas.

Cuando los fraudes fueren de corta cantidad, y los


defraudadores miserables, se excusará este procedi-
miento, y conocerá en las causas breve y sumariamente

105
de plano, y sin estrépito, y figura de juicio: sabida la
verdad, con la Real aprehensión, o una sumaria informa-
ción a imponerles la pena; dando siempre yen todo caso
cuenta a la Superintendencia General, antes de su ejecu-
P.34 don/.

Se advertirá, que en los casos de fraude, está dero-


gado todo fuero, con inclusión del militar; debién-
dose registrar cuantas casas se juzgare necesarias, sean de
la excepción, y privilegio que fueren.

Los ilustrísimos señores Arzobispos, u Obispos Dio-


cesanos, a quienes corresponda el territorio de cada
administración: para él y sus dependientes; a fin de que
puedan registrar las Iglesias, Conventos, lugares sagrados,
religiosos y otros cualesquiera eclesiásticos; el que, cada
año revalidará el administrador, y entregará una copia a
los guardas, y estanqueros, para que siempre lo lleven
consigo, por las incidencias que puedan ocurrir.

En virtud de tal Despacho, entrarán al registro de


los lugares sagrados, siempre que tengan justifica-
ción, o fundadas sospechas de ocultarse en ellos el con-
trabando, dando noticia a su prelado, vicario, párroco, o
superior, de la precisión del reconocimiento, para
que no lo impida bajo pretexto alguno; lo que ejecuta-
rán también para el registro o aprehensión de fraude, o
contrabandista, en cualquier casa que viva algún eclesiás-
tico, sea de la clase o esfera que fuere.

Si por olvido, u otro casual accidente, no llevare el


despacho los Ministros de Rentas; impartirán el au-
xilio del juez eclesiástico, vicario, o cura del territorio
P,35 donde estuviere el lugar, o casa que/ se va a registrar;
quien inmediatamente se lo franqueará; y caso de negár-
selo bajo algún pretexto, como el dar noticia a su supe-
rior, párroco o prelado del lugar sagrado, entrará a reco-
nocer, y aprehender el fraude sin aguardarlo.

Los jueces conservadores, y cualquier justicia, que


conocieren de semejantes causas; darán inmediata-
mente cuenta de cada una, a esta super Intendencia Ge-
neral.

106
PENAS

La primera pena general; e inmediatamente se im-


pondrá a todo fraude, será la del comiso del géne-
ro, y perdición del carruaje, bestias o embarcaciones en
que se conduzcan, con el cuatro tanto del valor del géne-
ro, por la primera vez; que debe exigirse a todo defrau-
dador: por la segunda, además de esta pena la de cuatro
años de presidio; y seis por la tercera: para lo que, se
enviarán a las obras y trabajos del Rey que hubiere en
las plazas o Castillos más inmediatos a la Administra-
ción, donde fueren aprehendidos.

Al que hiciere clandestinas destilaciones, y a cuan-


tos le ayudaren a ello; se les impondrán por la pri-
mera vez cuatro años de presidio; seis por la segunda; y
ocho por la tercera; y se le condenará en la pérdida de
P,36 los instrumentos, y utensilios con que lo hicieren/.

Como en este género de contrabando, comúnmente


se emplean las mujeres; siempre que sean ellas las
delincuentes se les impondrá por la primera vez, además
del perdimiento del género, instrumentos de su destila-
éión, bestias, carruajes, o embarcaciones en que lo trans-
porte un mes de cárcel y treinta pesos de multa; doble
por la segunda; y la tercera sobre la misma multa y
cárcel que salga perpetuamente de la provincia donde
cometiere el fraude.

A todo el que resistiere con armas a ministros de esta


Renta; sean de clase que fueren; justificando el de-
lito, se les impondrá la pena de cuatro años de presidio.
Y' para su defensa, y casos que puedan ocurrirles, se
permitirá a aquellos el que traigan todo género de armas
a excepción de puñales, cuchillos, rejones, navajas de
firme y seguro golpe, o con punta.

Se procederá con el mayor rigor contra las justicias


y contra los militares como también contra otro
cualquiera que encubriere los fraudes, embarazacen su
averigúación, o aprehensión o no dieren el debido pron-
to auxilio; debiendo imponérseles mayor pena que el
propio defraudador, lo que se justificará por incidencia
en la causa principal, y en ella se sentenciará, sin ser
necesario formarla separada.

107
131. Si los jueces, tuvieren por conveniente regrabar es-
tas penas con respecto a las circunstancias que con-
servan en la causa, ya de la insolencia de los reos, fre-
P.37 cuencia de cometer los fraudes y otras justas razones/
podrán ejecutarlo, imponiendo siempre la de privación
de empleos a todo el que delinquiere de los empleados
en la Renta.

APLICACION DE COMISOS

132. Aunque se haya prevenido por Junta general de


tribunales, celebrada en cinco de Diciembre del año
pasado de 1774: que se entregue a los aprehensores la
mitad de los comisos; como allí se trató de los que se
verifican por las introducciones de ropas y géneros ex-
tranjeros en los puertos por cuya naturaleza deben co-
rrer bajo aquel pies atendido el trabajo, que es necesario
impender para su aprehensión, tiempo y diligencias que
para ello se neceSitan permaneciendo lo dispuesto en la
citada junta, según se acordó, para en aquel género de
contrabando: se ejecutará en los del aguardiente ; la apli-
cación del comiso, conforme a la mente de la Real Cédu-
la, dada en el Pardo a 19 de Marzo, del año pasado de
1772: en cuya virtud, se dividirá por tercias partes, una
para el juez que lo sentencia y declarare ; otra para el
denunciador; y otra para los guardas, administradores,
estanqueros, o justicias que lo aprehendieren.

133. Cuando no hubiere denunciador, se repartirá entre


los dichos guardas, administradores, estanqueros, o
justicias aprehensores, la parte que debería tocar a
aquél; para que así, estimulados todos, procuren la apre-
P.38 hensión y descubrimiento de los Fraudes/.

134. Los aguardientes que se comisaren, se venderán en


la Administración, o estanco donde se depositaren
según va prevenido, y de su importe se pagarán las tres
partes prevenidas, dividiéndose por iguales partes, y sa-
cándose ante las costas, gastos de la causa y alimentos
que se expendieren en los reos, hasta ponerlos en sus
destinos, caso que no tengan otros bienes con que pagar-
los,

108
135. Los carruajes, bestias, o embarcaciones que se apre-
hendieren del contrabando, se aplicarán a los guar-
das, administradores, estanqueros, o justicias que lo
apresaren. Habiendo Vuestra Excelencia mandar pasar al
señor fiscal de esta audiencia el borrador de esta instruc-
ción, para que sobre ella dijera su dictamen, antes de
ponerla en limpio, como juez conservador de Rentas, e
instruido de semejantes asuntos; lo expuso por separado
en oficio de veinte de éste (Que debe unirse a esta ins-
trucción) conformándose en todo lo más substancial de
ella; y por algún otro reparo que insinúe, he aumentado
en su lugar algunas precauciones que me han parecido
convenientes; como la del paso de la miel, al recibirla, y
comprar la de los cosecheros; la del dos y medio por
ciento, y cuatro y medio de mermas, con la calidad de
por ahora, para los administradores, y expendedores:
borrando el párrafo ochenta que podía causar equivoca-
ción, como le sucedió a dicho señor, y la que en las
causas de poca monta, y miserables, se proceda sumaria-
P.39 mente, sin tocar/en punto mayores facultades de los jue-
ces conservadores, pues éstos (fuera del conocimiento en
las causas de fraude, no deben tener otros) que los que
quisiere concederle la Super Intendencia General al
tiempo de su nombramiento, como en su lugar lo ex-
presa.

Si he acertado a desempeñar la confianza de Vuestra


Excelencia, habiendo logrado mi mayor satisfacción
como en que Vuestra Excelencia, se sirva aprobar esta
instrucción, o disponer de lo que fuere de su mayor
agrado. Santa Fe, 25 de Noviembre de 1776.

FRANCISCO ROBLEDO

DECRETO: Santa Fe, 25 de Noviembre de 1776 - la


antecedente instrucción, formada por mi asesor General,
para el mejor arreglo de la Real Renta de aguardiente en
este Virreynato, es digna de ponerse en ejecución, por
considerarse con ella dada las mejores reglas para su se-
mejante manejo, y administración y por lo mismo, he
venido en aprobarla, y que se remitan copias de ellas a
los administradores de las actuales administraciones; ya
establecidas; para que en todos la observen; arreglándose
precisamente a sus capítulos, sin la menor alteración, ni

109
discrepancia, aunque algunos hallan guardado otra prác-
tica. Que iguales copias se envíen a los gobernadores y
corregidores del Virreynato, a fin de que por su espíritu
y temor discurran uniformemente el establecimiento de
La Renta del aguardiente, cada uno respectivamente en su
P.40 provincia valiéndose de los/ medios que juzguen más
oportunos, para que efectivamente se entable la renta; y
que sea con tanta eficacia que más tarde en el discurso
de todo el año que viene del 77, se logre verla en todo el
Virreynato establecida: en inteligencia, que de lo contra-
rio se procederá contra los mismos gobernadores, corregi-
dores, con el mayor rigor, como contra los malos servi-
dores del rey.

Diríjaseles copias al Señor presidente de Quito para que


por lo que hace a todo el distrito de aquella audiencia, la
haga poner en ejecución, inteligencia; que se le remita
por separado a los gobernadores de Panamá, Veraguas,
Popayán y Guayaquíl, bajo el mismo encargo.

Unase a esta instrucción, el oficio que cita mi asesor


general, con que el Señor Fiscal Real contestó a mi or-
den, en razón de que expusiera su dictamen sobre ella. Y
de todo se pondrá testimonio, con que se dé cuenta al
Ilustrísimo Señor Don José de Gálvez, Ministro del Des-
pacho Universal y Superintendente General de todas las
Rentas, en estos Reynos, solicitando su aprobación, bajo
la calidad de inalterable, por no justificados motivos,
para que así sea subsistente este método, sin duda el más
útil y proporcionado, para que en ésta se logre a favor
de Su Majestad las mayores y más conocidas ventajas
-Flérez.

En copia de su original a que me remito.

FRANCISCO IT URRATE

110
EXPEDIENTE SOBRE LOS
COSECHEROS DE TABACO EN HOJA EN LA
CIUDAD DE SANTAFE DE ANTIOQUIA

1778

(AllA, Comuneros, Tomo 332, Doc. 6318)

ir, Señores del muy Ilustre Cabildo,

Don Salvador Mejía vecino de esta ciudad por mí, y


como apoderado de los cosecheros de tabaco de hoja de
esta ciudad, ante Vuestra Señoría con el más reverente
respeto parezco, y digo: que para efectos, que me con-
vienen, y convenir puedan, se ha de servir Vuestra Seño-
ría mandar, se me dé testimonio del poder, y del escrito
por mí, y a nombre de dichos cosecheros presentado,
como también de lo respuesto por el señor Procurador
General, y así mismo el informe, que a continuación
tuvo Vuestra Señoría por conveniente exponer para ante
el Excelentísimo Señor Virrey de este Nuevo Reino Don
Manuel Antonio Flórez: y que todo sea a continuación
de este escrito, y el superior decreto de Vuestra Señoría
por ir en papel correspondiente, y en lo demás estoy
pronto a dar el recaudo necesario que por ser todo tan
conforme a la distributiva de Vuestra Señoría pido justi-
cia, jurando a mi nombre, y el de mis partes no proceder
de malicia, y en los demás,

Salvador Mejía

tv Por presen/tada dése a esta parte el término que pide a


continuación, por venir en el papel, que corresponde

111
estando pronta al demás recaudo necesario. Así lo pro-
veyeron, mandaron y firmaron los señores Don Juan
José de Lora y › Nuno regidor y alcalde ordinario más
antiguo de esta ciudad, Don Francisco Rincón su com-
pañero, Don Bernardo Martínez, Alférez Real, Don Ber-
nardo González, Alguacil Mayor y Don Lorenzo Zapata,
Regidor, y depositario general y todos por estar ausentes
los demás regidores, en dicha ciudad a 19 de febrero de
1778 años, por ante mí, de que doy fe.

Juan José de Lora y Nuno Francisco Rincón


Bernardo Martínez Bernardo González y Cossio
Lorenzo Zapata y Pino Simón Robledo,
Escribano público y de cabildo/

Testimonio Sea notorio a los que el presente poder tienen, como


2r nos, todos los que abajo firmamos, por nos, y a nombre
de los demás cosecheros del tabaco de hoja de esta ciu-
dad de Antioquia, vecinos de ella, por cuyos ausentes
prestamos voz, y caución de rato grato ; o como mejor •
en derecho haya lugar decimos: que por cuanto a nues-
tra noticia ha llegado, que por nuevo proyecto y provi-
dencia superior del Excelentísimo Señor Virrey de este
Nuevo Reino de :Granada se ha resuelto que de cuenta
de la Real Hacienda de su Majestad (que Dios guarde) se
forme estanco y se administre el tabaco de hoja que se
siembra y coje en las cercanías y jurisdicción de la Villa
de San Bartolomé de Honda, privando al mismo tiempo
2v la siembra y cosecha que desde la fun/dación de esta
dicha ciudad de Antioquia ha estado en costumbre inve-
terada, y se ha practicado, en lo que comprenden los
sitios nombrados Sacaojal, Dormido, Tajamí, Tablazo,
Miranda, Quebrada Seca y Obregón todos inmediatos a
ella y de su jurisdicción; fundando dicha prohibición, en
que tenga el tabaco de Honda más consumo, y que no
sea necesario costear más en guardas y rondas, y porque
de dicha superior providencia resulta gravísimo perjuicio,
no sólo a los que por oficio y trabajo tenemos el ejerci-
cio y destino de sembrar dicho tabaco esta jurisdicción,
sino también a todo el común y público de sus habitado-
res, y lo que es más, que por varios diferentes términos,
3r puede igualmente resultar contra el descaeci/miento de
los reales intereses. Por tanto y para que a nuestro nom-
bre se puedan hacer las más arregladas, sólidas y eficaces
representaciones a fin de que no se prive, y quede en su

112
fuerza y vigor la anticuada costumbre en los terminos de
esta dicha ciudad de la siembra de tabaco de hoja; así
ante el superior gobierno de este reino como en cual-
quiera otro tribunal de su Majestad dentro y fuera de
esta provincia, y si necesario fuere ante la misma real
persona de Nuestro Católico Monarca Rey y señor natu-
ral en su real y supremo consejo. Por el presente damos
3v y otorgamos todo nuestro poder cual bastante/ y necesa-
rio sea para el caso, y todo su anexo, y conveniente y
dependiente para valer en primer lugar al señor don Sal-
vador Mejía actual alcalde Juez pedaneo del Partido del
Sacaojal, y en segundo a don Lorenzo Lopera, y en
tercero a Bernardo Hidalgo todos vecinos de esta dicha
ciudad, y en todos grados, a cualesquiera procurador del
Número de los de la Real Audiencia y Cancillería de la
ciudad de Santa Fe, que no tengan embarazo, a todos y
cada uno de por si y solidum, para que cualquiera de
ellos a nuestro nombre, pueda presentarse, y se presente
judicial o extrajudicialmente ante cualesquiera de los ni-
4r buna/les, que necesario sea y corresponda, y haga todas
y las más necesarias representaciones, que al asunto con-
venga, a fin de que no se prive ni destruya la siembra de
dicho tabaco de hoja en esta dicha jurisdicción; y para
esforzar y documentar cuantas razones y motivos expu-
sieren a nuestro favor, puedan pedir, que se reciban to-
das la informaciones necesarias, presentando para ello
testigos y que sean examinados por el tenor de los inte-
rrogatoris, que informaren y presentaren; pidan así mis-
mo, y adquieran cualesquiera documento, que conside-
rasen conducentes al caso, y los presenten donde, cuan-
do y como convenga presentes escritos y alegatos, y
4v cuales/quieras pedimentos, oigan la notificación y cita-
ciones, que se les hiciesen, como también las providen-
cias, sentencias y declaraciones que se pronunciasen;
consientan en las favorables, y por las de contrario supli-
quen y apelen, sigan la supliéación y apelación don-
de según derecho competan y deban; pidan térmi-
nos y receptorias, recusen jueces, letrados y escriba-
nos y juren las tales recusaciones, ganen reales cédulas,
provisiones reales y superiores despachos a nuestro fa-
vor, y últimarhente hagan todo lo que fuese necesario, y
lo mismo que nosotros hicieramos, o pudieramos hacer
debidamente presentes siendo hasta conseguir el intento.
Que el poder, que para todo ello su anexo concerniente
y pendiente sea necesario ese mismo, les damos y otor-

113
gamos a los nominados don Salvador Mejía, don Loren-
zo Lopera, Bernardo Hidalgo, y Procurador del Número
sin embarazo, con libre, franca y general administración
sin limitación alguna para el caso, y con la facultad de
poder enjuiciar, jurar, y sustituir, revocar sustitutos y
nombrar otros de nuevo, que a todos relevamos en debi-
5r da forma. Y a la firmeza y validación/ de todo lo que en
justicia de este poder obraren con arreglo a instruccio-
nes, nos obligarnos con nuestras personas y bienes habi-
dos y por haber; y damos facultad para que cualesquiera
justicia de su Majestad a ello nos compela, como por
instrumento ejecutivo y sentencia pasada y no apelada,
renunciando como renunciamos nuestro fuero, domici-
lio y vecindad, y cuantas leyes y derechos le sean de
nuestro favor con la general, y la de si convenit de
jurisdictione omnium judicium, y última de las sumisio-
nes. En cuya virtud así lo otorgamos y firmamos ante el
presente escribano público y del número de esta dicha
5v ciudad: Yo Juan Antonio de Orellana escri/bano público
del número de ella así lo certifico, que lo otorgan, y
firman en Antioquia, a 29 de diciembre de 1777 años,
siendo testigos Escolástico Delgado y. Antonio Holguín
vecinos, de que doy fe Dionisio Rodríguez-José de Espi-
noza - Manuel Salvador de Santana - Dionisio López -
Ignacio Javier de Agudelo - Maioriano Pimienta - Miguel
Bastidas - Don Sebastián Mejía - Andrés Agudelo - José
Manuel Rodríguez - A ruego de Marco Rengifo - Nicolás
Zaucedo - Fabián de Agudelo - A ruego de José Manuel
de Villa - José Joaquín de Celis lo firma - A ruego de
Gr Felipe Jaramillo - José M./ Ignacio Tamayo - Ibaldo
Agudelo- José de Legarda - Juan Esteban de Vargas -
Ignacio Arias - Borja Quintero - Javier de Agudelo -
Pedro José Quintero - Miguel de Sepúlveda - Francisco
Antonio de Legarda - Juan Andrés Jaramillo - Juan José
Ballesteros - Juan Bernardo de Villa - Gregorio Legarda -
Juan José González - Ignacio de Corses - A ruego de
Juan Ignacio Ruiz - Antonio Correa - Nicolás Cardeña -
Manuel Salvador Garcés - Luis Durando del Pino - Juan
Antonio de .Orellana Escribano Público del Número -
Gv concuer/da este traslado con el poder original que va
referido, con el cual se corrigió y concertó, está cierto y
verdadero a que en lo necesario me refiero; en cuya fe lo
certifico, signo y firmo en esta ciudad de Antioquia a 10
de enero de 1778 años - con testimonio de verdad - Juan
Antonio de Orellana Escribano Público del Número - pre-

114
sentado con petición ante el señor Gobernador y Co-
mandante General y mandado devolver por decreto de
así está 17 de Enero de 1777 años, lo que yo el escribano anoto,
Petición 7r y firmo Orellana - Señores del Muy Ilustre/ Cabildo -
Don Salvador Mejía vecino de esta ciudad de Antioquia
por mí, y a nombre de todos los demás vecinos, y cose-
cheros del tabaco de hoja que en las cercanías de ella y
riberas del río de Cauca se ha acostumbrado de inmemo-
rial tiempo a esta parte su siembra y cosecha, y en virtud
de su poder, que con la debida solemnidad acepto, pre-
sento y juro ante Vuestra Señoría conforme a derecho
parezco, y con el más sumiso rendimiento y debido res-
peto digo: que según lo que comprenden hemos podido
así de noticias como por lo que se ha dado al púlbico en
un bando hecho publicar en ésta, se ha proyectado y
7v mandado por/ el Excelentísimo Señor Virrey actual de
este reino, que se consuma y destruya la cosecha y semi-
lla del tabaco de hoja, que en nuestra patria, y a las
riberas del río de Cauca de dicha jurisdicción se ha acos-
tumbrado sembrar, coger y gastar para que de este modo
tenga más expendio y consumo el que se cosecha en la
villa de Honda y sitio de Ambalema por hallarse éste en
administración de cuenta de la Real Hacienda; y porque
de haber de tener efecto dicha superior providencia (ha-
blando con la más captada venia y sumisa veneración
debida a los superiores mandatos) se seguirá a esta ciu-
dad a todos sus mercaderes y cosecheros una inevitable
Sr ruina y desolación de una tan antigua/ capital como es la
nuestra. Para que así no se verifique nos hallamos com-
pelidos a nuestra propia miseria y necesidad, y con obli-
gación inexcusable a exclamar por el remedio y a expo-
ner y representar a Vuestra Señoría los gravísimos per-
juicios que se puedan dar por ciertos, y sin duda se
seguirán a todo este común de ponerse en ejecución
dicho superior mandato. Y por otra parte a hacer visi-
bles y demostrables que no los padecerá el real erario en
los ingresos que por este ramo o renta deba lucrarse, y
percibir si mereciese nuestra lealtad, el que sean admiti-
dos y aceptados los más regulares y legítimos medios
8v que alcanza a proponer nuestra rudeza apoyada/ de los
fundamentos y razones siguientes - es tan antigua la cos-
tumbre inveterada en esta ciudad y sus riberas del río de
Cauca de cosechar el tabaco de hoja cuanto lo es su
fundación, ésto se halla justificado plenamente desde el
principio y entable de esta renta o asiento del tabaco de

115
hoja de Honda, pues habiéndose quejado ante el supe-
rior gobierno de este reino, don Diego Antonio Viana
primer arrendador de ella, de que en esta provincia se
intentaba como cosa nueva establecer la siembra de di-
cho género, y que por ello seda gravemente perjudicado
su asiento, como el real haber se proveyó en el asunto,
lo que se conceptúo por conveniente y de ésto resultó
con una plena información de testigos no cosecheros
gr que en esta ciudad no se/ verificaba novedad, sino con-
tinuación de la anticuada costumbre de que siempre ha-
bía gozado sin la menor interrupción ni contradicción;
en cuya vista y sin otro documento no sólo no se privó
su siembra y cosechas, sino que al siguiente arrenda-
miento hecho por don Manuel Ortiz de la Torre por éste
expresa, clara y distinta condición, de que sin perjuicio
de las antiguas cosechas de esta ciudad de Antioquia
hada postura de él con tal de que no se adelantasen ni
permitiesen en las partes o lugares donde nunca se había
acostumbrado su siembra, Así consta y se puede ver el
cuaderno de autos seguidos en virtud del primer despa-
sv cho librado a pedimento del citado/ Viana. Y lo segundo
se patentiza del mismo rendimiento despachado a favor
del enunciado Ortiz. Pero aún lo que más fuerza hace a
nuestro intento es que aunque se ha pretendido por
otros arrendadores posteriores al Ortiz, de que se priva-
sen nuestras cosechas con sólo lo que produjeron en la
superior mente aquellas primeras diligencias, o pruebas
arriba citadas, siempre fue negada a los arrendadores
semejante pretensión. Y aún lo que más levanta de pun-
to este concepto, es que en los tres últimos años anterio-
res al citado nuevo proyecto estuvo esta renta en Admi-
nistración de cuenta de la Real Hacienda en la villa de
Honda y cuando pudiera pensar que ya en este caso por
tor el mayor aumento/ se privarán las cosechas de esta ciu-
dad no se verificó novedad, y prosiguió corriendo la
anticuada costumbre de nuestras siembras, esto supues-
to, si desde el entable de esta renta no sólo cuando ha
corrido de cuenta de particulares, sino lo que es más, a
beneficio de la Real Hacienda, tenida que fue presenta la
antigua costumbre de cosechar aquel fruto en esta ciu-
dad con otros graves inconvenientes que no se duda pu-
do penetrar el superior gobierno, no se privó su conti-
nuación; bien claro se deja ver y considerar que en este
asunto es muy valorizada y poderosa la costumbre, y
que no se puede derogar auncuando medien reales inte-

116
reses: mayormente cuando por otra parte sin hacer no-
iov ve/dad con el vasallo, puede acopiar su Majestad los mis-
mos con sólo aquello que se le niegue para sus negocia-
ciones y tratos, de los que le resulta al mismo real erario,
sino mayores iguales ingresos. Y pues este nuevo proyec-
to, según hemos entendido, se halla afianzado y acredi-
tado en lo que para el entable de estas rentas tuvo por
asentado y conveniente providenciar el Excelentísimo
Señor Bailío Fray, don Pedro Messía de la Cerda siendo
virrey de este Nuevo Reino, como tan justificado y celo-
so ministro de los aumentos del real haber, habiendo
sido el mismo Excelentísimo Señor, quien hecho cargo
de lo que ocurría en las siembras de tabaco de hoja se
lir cosechaba a las riberas del/ río de Cauca de esta ciudad
se digna mandar que corriesen las antiguas cosechas de
tabaco en ellas establecidas sin pensión alguna, de que
bien claro se manifiesta de que al providenciar lo que
ahora nuevamente se ha proyectado por el actual Supe-
rior Gobierno, no se le pusieron presentes a su Excelen-
cia aquellas anteriores providencias, pues sin duda es de
creer, y aún afirmar, hubiera acortado su celosa y justifi-
cada superior conducta con arreglo de ellas, y por ésto
las recordamos en esta exclamación, con los más funda-
mentos que para la consecución de nuestro tan justo
pido exponemos. Por la misma razón de costumbre anti-
cuada se deja entender que no se privaron las cosechas, y
liv siem/bras de este género en la provincia de Popayán, y
se ha propendido a establecer en ella administración de
cuenta de su Majestad. Luego no gozando de mayor
antigüedad aquella provincia en esta costumbre, ni de
privilegios especiales en este asunto que la nuestra, pare-
ce regular débese mantener en los mismos, y cuando más
si su Excelencia tuviese a bien, cuando no de que corra,
como hasta aquí, sin ninguna pensión, fundar o estable-
cer en ella administración de este género de cuenta de la
Real Hacienda, no hay motivos que puedan impedirlo,
antes bien experimentará el real erario conocidos au-
mentos, se evitarán los costos y riesgos de la conducción
del de Honda, en que según los dilatados y fragosos
12r caminos de aquélla a ésta, y lo que la expe/riencia tiene
acreditado, ocasionará muchas pérdidas. Y por el mismo
hecho privada la libertad del comercio en la mayor parte
para la conducción de sus intereses de que se excusaba,
corriendo esta renta del modo que se pretende estable-
cer. Y siendo del agrado de su Excelencia en los térmi-

117
nos siguientes - Que con lo que cosecharen las riberas de
este río de Cauca se mantenga lo comprensivo en esta
misma provincia de Antioquia entregándole a su Majes-
tad, o por su real nombre del Administrador las dos
clases de tabaco, principal y desecho bueno a 2 pesos, 4
tomines arroba, y de esa calidad para abajo a peso, a
excepción del ínfimo.bajero, que éste se dará al despre-
cio. Y que de cuenta de su Majestad se vendan los nomi-
12v na/dos de a 2 castellanos, 4 tomines, a 5 la arroba, y el
que sigue a 2, de que le resulte un ciento por ciento de
aumento con la eXcusación de los costos y riesgos referi-
dos, y los más que a continuación se expresarán, y a
nosotros el provecho de saber con seguridad lo que nos
produce nuestro trabajo, cuya proporción tan regular
como digna de atención suplicarnos reverente a Vuestra
Señoría manifiesten a la tan alta consideración de su
Excelencia, pues con tan ventajosas propuestas no duda-
mos se consiga el fin, mayormente cuando en nosotros
concurre la imposibilidad de mantenernos quitada esta
siembra, por reducirse esta provincia a una isla remota
en tierra adentro apartada de todo trato y comercio,
más que el que si encierra conducido de lejanas tierras y
13r sólo/ con la producción de maíz, tabaco y dulces, lo que
no acontece en los de la villa de Honda y Ambalema por
estar orillados al camino real de la carrera principal del
vasto comercio de todo este reino, y con este motivo
tener sus moradores distintas inteligencias en que ocupar
sus personas para poderse mantener, a que se agrega el
distinto provecho que ha dado esta provincia y dará a su
Majestad a el que le ha dado aquella para que viva ésta y
muera la nuestra, quedándoles a éstos a más de los arbi-
trios dichos el de mantener de sus cosechas de tabaco las
demás provincias y lugares asignados en el establecimien-
to de esta venta, y en pedir nosotros nuestra provincia
con obligación de mantenerla de este fruto, parece no
13v pedimos ningún exceso y /más cuando redunda en bene-
ficio de la real hacienda que es nuestro principal objeto,
corno enseñará el tiempo, y también del aumento que se
experimentará por el comercio en el real erario por ser
uno de los renglones que a continuación de las minas de
oro ha estado sosteniendo dicha provincia y de la que su
Majestad se ha utilizado más que de otra ninguna de su
reino, teniendo Vuestra Señoría entendido que de verifi-
carse el que se nos impida la siembra del tabaco de hoja
se estrecha en tal modo dicha provincia y especialmente

118
esta ciudad que no es regular, y aún acertivamente lo
afirmamos, pueda permanecer sin aniquilarse enteramen-
te antes de 12 años por sernos preciso a los más morado-
res de esta dicha ciudad de desampararla, de que resultará
14r a su Majestad/ un considerable deterioro por ser esta
provincia tan rica, que por todas panes están sus entra-
ñas cuajadas de oro, y nos atrevemos a decir con más
que sólidos fundamentos que la provincia del Dorado
tan solicitada no es otra que ésta de Antioquia, de lo
que enterado por Vuestra Señoría la piadosa y cristiana
consideración de su Excelencia no dudamos providencie,
no sólo a que se nos conceda este tan justo pido, sino
que extienda su conocida benignidad a todo cuanto con-
sidere en favor de estos humildes y leales vasallos, y más
cuando de impedírsenos esta siembra quedamos expues-
tos a perecer con mucha parte de mujeres que a este
aviso conseguían la diaria sustentación, y cubrir sus des-
nudeces por no poder a causa de nuestra conocida desdi-
14v cha y ningunos/ medios labrar minas que sólo ejecuten
los que tienen cuadrilla y fondo de que se sigue (por no
ser de menos momento)las muchas ofensas a las majesta-
des por todos los géneros de pecados a que nos obligará
la ruina en que nos deja; y por el contrario concediéndo-
senos lo que siempre hemos poseído quedaremos en
tranquilidad con excusa de las ofensas que amenazan,
revivirá este pobre vecindario y su Majestad conocerá
gran ventaja en sus reales erarios por las razones expues-
tas, y siguiente consideramos se consuman en dicha pro-
vincia de 10 a 12 mil arrobas de tabaco anual, suponga-
mos las 10, que vendidas de cuenta de su Majestad a los
5 pesos referidos montan 50 mil, enterada la mitad a los
15r cosecheros, queda otro tanto / no trayendo a considera-
ción el de a peso por ser poco el de esta consideración, y
aunque de ésta se rebaje la mitad para divertir en costos
de administracioneS, interventoras, guardas (que no es
dable) para velar el que no entre de otras partes, quedan
por sobrante líquido a favor de su Majestad 12 mil y
quinientos pesos de oro libres, a que no aspira el produc-
to de sus reales cajas cuya conjetura es prudencial, por
lo que la experiencia de muchos años nos enseña a los
cosecheros sobre el consumo de este género experimen-
tado en esta provincia, y con diferencia corta: enseñan-
15v do esta demostración que de no tener lugar/ nuestro
legal pedimento se testifica la total ruina de ella por la
diferencia que se ve de la contra en quedar o no en ella

119
el caudal que se conjetura sufrague esta planta, lo que
antecede ante nos ha obligado a decir ocasionara su total
destrucción. No creemos experimentar esta ruina por las
razones manifestadas y por aquellas palabras de que en
sus Reales Leyes vierte Nuestro católico y soberano mo-
narca en donde viendo por sus vasallos dice con real
franqueza encargando a sus ministros que se esté antes a
lo útil de sus vasallos, que a sus argumentos cuyas reales
palabras, aunque rústicos hemos llegado a comprender,
16r y de ellas nos aprovechamos para con/ más seguridad
expresar la consecución de nuestro pido por medio del
esfuerzo que con la solidez, cristiandad y cordura que
esperamos de Vuestra Señoría esfuerzo y como padres
escogidos de esta república ante el Excelentísimo Señor
Virrey de este Nuevo Reino suplicándole tenga a bien
revocar lo mandado en este asunto, exponiendo para
ello, lo que Vuestra Señoría tenga por conveniente en el
logro del mejor aumento del real erario de Su Majestad y
comodidad de este vecindario, y que tenga a bien conce-
dernos la utilidad que sufrague esta provincia en la venta
de este fruto que mantendremos en su acostumbrada
16v siembra, sobre que ex/clamamos en consecución de la
justicia. Y por cuanto se halla ausente de esta capital el
señor Gobernador y Comandante General, y que no nos
pare perjuicio a un negocio tan grave, hago a mi nombre
y de los demás esta solemne representación ante ese
Ilustre Ayuntamiento con los documentos que en com-
probación de lo dicho acompaño por testimonio, pidien-
do y suplicando con toda ansia a Vuestra Señoría se
sirvan providenciar a fin de que estas nuestras razones, y
a las que a su continuación tengan a bien exponer, lle-
guen a los piadosos oídos de su Excelencia para que
siendo atendidas con reflexión, que demandan, y mere-
17r cen/ se digne proveer, como solicita nuestra lealtad en
equidad de justicia, la que para merecer yo en nombre
de todo el cuerpo de cosecheros, juro no proceder
de malicia y en lo demás necesario - Salvador Mejía
- Otro sí: digo: por no quedar pendiente lo que
ofrecí y concurre en el nuevo proyecto en cuan-
to a embarazos y riesgos contra los intereses reales,
es que habiendo de conducirse los tabacos de cuenta y
riesgo de la Real Hacienda y esos por la montaña de
Nare, que las pestes que de continuo se levantan en
dicha montaña son muchas como es público y por ello y
morirse muchas bestias mulares se ven precisados los

120
17v arrieros a dejar a una total inclemencia las cargas/ mien-
tras encuentran proporción de volver por otras mulas
para sacarlas, en este intermedio debe considerar la pér-
dida que puede experimentar su Majestad pues con las
lluvias se pudren los cueros de los cajones en que se
conduce el tabaco, y éste por lo consiguiente, sin que
por ésto pueda compelérseles ni obligárseles a los mule-
ros ni arrieros a su reemplazo, por no depender de cosa
que puedan remediar, pues ni peste ni invernadas, están
sujetas a obedecerles y harto les queda que sentir con la
pérdida de sus bestias sin el logro de su flete quedando
expuesta esta provincia (caso que no se pierdan las cose-
chas de Ambalema y Honda) a carecer de este fruto por
18r los evidentes riesgos/ de los que y sus costos se excusa su
Majestad sembrándose como hasta aquí en las riberas del
río de Cauca de esta jurisdicción y no en otros parajes
de esta provincia y se logra el desembarazo de las recuas
de mulas para el tráfico de los comerciantes que es el
más por esas bodegas para Cartagena y Santa Re. A cuyo
alivio se debe propender como principal objeto de nues-
tro católico monarca por este el nervio más sólido y
fuerte que tiene el cuerpo de su real corona y de haberse
de mantener el entable de dicho tabaco por dichas bode-
gas se hace verosímil se atrase y pierda el comercio por
quedar sujetos sus intereses a dilatadas esperas en dichas
18v bodegas hasta desahogar el a/carreto de los tabacos y
serle insufrible la corrupción a que exponen sus ropas en
las humedades, comejenes y ratas, de que de preciso han
de participar. Poniendo así mismo en la consideración
de Vuestra Señoría que acercándose el tiempo de el coli-
no de tabaco, si se nos priva de la semilla, que por el
bando publicado se manda recoger para consumirla, no
podremos en llegando el tiempo de la siembra tecnificar-
la. En esta atención suplicamos a Vuestra Señoría se
sirva dispensarnos la entrega de ella, entre tanto que su
Excelencia por más inmediato acierto resuelve sobre
nuestro pedimento, que desde luego estamos prontos a
no usar de ella hasta que se determine otra cosa, o que
19r se deposite y mantenga/ en sujeto de la satisfacción de
Vuestra Señoría juro Salvador Mejía .

- Decreto Por presentada con el poder, que se refiere, corra trasla-


do al señor Procurador General y con lo que dijese reser-
va y hágase saber - Lora Rincón - Martínez - Ponsdies -
Sierra - Zapata - Proveyeron y firmaron el decreto ante-

121
cedente los señores del Muy Ilustre Cabildo arriba fir-
mados 'en este Ayuntamiento en Antioquia a 10 de fe-
brero de 1778 año, por ante mí de que doy fe - Juan
Antonio de Orellana Escribano Público del Número - In
continente, yo el oficial de cabildo hice saber el decreto
antecedente a don Salvador Mejía en su persona, lo que
pongo por diligencia y firmo - Escolástico Delgado.

19v Después de lo cual hice saber el decreto/ antecedente al


señor Procurador General Don Felipe Agustín de Casta-
ñeda en su persona y le entregué el traslado como se
manda en diez hojas útiles y para que conste lo pongo
por diligencia y firmo - Escolástico Delgado.

Petición. Señores del Muy Ilustre Cabildo - El Síndico procurador


de esta ciudad a la vista de que se ha dado una represen-
tación hecha por parte y a nombre de los cosecheros de
tabaco de hoja, que se siembra en las cercanías y térmi-
nos de esta dicha ciudad dice: que hábida en el asunto la
más reflexiva y prudente consideración no le párece di-
sonante el que Vuestra Señoría si lo tuviese por conve-
niente, acredite con legal informe, a quien corresponda,
lo que sobre la materia hallare ser útil al público, al
20r Real/ Erario, y a los mismos cosecheros. Y en el concep-
to de que a éstos se les priva y demuele la antigua cos-
tumbre de cosechar dicho género es exponer a un total
exterminio, y asolación a esta república, pues siendo el
único de los que produce la tierra, con que. mantiene
algún comercio con los demás de la provincia (por no
haber sido costumbre en sus demás villas y ciudades de
cosecharlo) si se le quita este auxilio será lo mismo que
privarles de él con que mantienen la vida humana y por
conservarla se verán reducidas tanta copia de gentes que
en ello por no tener otro arbitrio y se ejercitan a deser-
tar de su patria, y quedarla poco menos que desierta
20v como por el contra/rio si se les permite su continuación
no admite duda, que le será a todos en efectivo fomen-
to, para que restablezca del descaecimiento en que se
halla pues con lo que pueden adquirir por este término
podrán emprender el descubrir y trabajar nuevas minas
de oro respecto a que las que hoy se laboran o por
consumidas o porque demandan sus situaciones muchos
y crecidos costos, y numerosas cuadrillas de esclavos de
los más carecen, no fructifican respecto de a lo que se
impide en ellas. Y pudiéndose facilitar esta habilitación

122
con el logro del trabajo que apliquen a la cosecha del
tabaco como único medio que la misma tierra propor-
ciona parece se hace ver lo útil cjue será al común, al
21r erario y a los cosecheros/ el que a éstos no se les prive,
antes si se les concede y anime a su continuación y
adelantamientos de los que logrará mayores la Real Ha-
cienda haciendo lo que sin riesgo ni mayores costos pue-
de buscar comprando y vendiendo a los precios que se
propone en que no encuentra embarazo el Procurador
como por el término de aumentarse los reales quintos
siempre que se fomenten mayores o más útiles labores
de minas en cuya atención Vuestra Señoría con su man-
dado acuerdo proveerá lo que estimare por más arregla-
do y conveniente a los reales intereses y a la causa públi-
ca y de justicia Antioquia 14 de Febrero de 1778.
Felipe Agustín de Castañeda Zapata.

21v Antioquia/ y Febrero 14 de 1778. Visto lo expuesto por


el síndico Procurador General a lo pedido por los coseche-
ros de tabaco este cabildo informe a su Excelencia lo que
halló por conveniente en la materia y acompañe del infor-
me, que se hiciere todo lo obrado en este asunto y por lo
que respecta a la suspensión de la quema y extinción de la
semilla, siendo ésto peculiar al señor Gobernador como
comisionado en el asunto, quien se halla ausente de esta
ciudad: líbrese carta suplicatoria para que en virtud de
informe que se hace a su Excelencia por este Cabildo se
sirva suspender la quema de dicha semilla, en tanto que
22r de el / Superior Juzgado de su Excelencia resulta su
nueva determinación con inspección de nuestra súplica:
así lo proveyeron, mandaron y firmaron los señores
Don Juan José de Lora y Nuno, Regidor y Alcalde ordi-
nario más antiguo y don Francisco Rincón Alcalde ordi-
nario, su compañero; Don Bernardo Martínez, Alférez
Real; Don Bernardo González, Alguacil Mayor; Don Die-
go Hernández de Sierra, Regidor Decano y Don Lorenzo
Zapata, Depositario General, en el dicho día, mes y año,
por ante mí, de que doy fe - Juan José de Lora y Nuno -
Francisco Rincón - Bernardo Martínei - Bernardo Gon-
2 2v zález y Cossio - Diego Her/nández de Sierra - Lorenzo
Zapata y Pino - Simón Robledo Escribano Público y de
Cabildo.

Informe. Excelentísimo Señal- - El Cabildo Justicia y Regimiento


recientemente establecido en esta ciudad de Antioquia

123
capital de su provincia, en virtud de lo representado por
los cosecheros y de lo expuesto por el Procurador Gene-
ral como de lo que parece más arreglado y conveniente
al bien público, conservación y aumento de esta repúbli-
ca que acredita una constante y dilatada experiencia,
Como por la atenta reflexión a que obliga y atrae el
oficio y ministerio instituido para sólo este fin en satis-
facción de las piadosas intenciones de su Majestad para
el bien de sus vasallos, conservación y aumento de su
23r monar/quía; con el debido respeto, manifiesta a Vuestra
Excelencia lo más digno de su prudente consideración
para la dirección de cualquier providencia, y sea lo pri-
mero el estado de esta capital de la provincia desde don-
de tiene este cabildo el honor de hacer su respetuoso
informe, creyendo que nada expresara que no haya di-
vulgado la fama o acreditado la experiencia aún en los
más remotos lugares de este reino. Se halla, Excelentísi-
mo Señor, esta ciudad en tan miserable estado que a no
darle algún fomento con prudentes arbitrios se considera
inevitable su próxima ruina; por esta causa y a este fin
23v Don Francisco Silvestre Gober/nador interino el año
próximo pasado aplicó todo su cuidado y eficacia en
establecer un cabildo de que carecía hablando y supli-
cando personalmente a los sujetos que hoy le componen
para que pusiesen los oficios y regimientos como así se
ejecutó hasta conseguirse por su medio, y a lo mismo
propendió el actual Gobernador Don Cayetano Buelta
Lorenzana adhiriendo uno y otro a la necesidad que
palpaban de este pronto auspicio: la causa inmediata y
principal de este descaecimiento es manifiesta en la po-
breza e inopia a que ha llegado este corto vecindario, y
que motiva el no laborearse los ricos minerales de que
24r abunda de cuyo beneficio se ven privados/ no por deci-
dia o cobardía, sino por la falta de medios necesarios
para poner en estado sus labores y aunque éstos pudie-
ran proporcionar el tiempo con los frutos que suministra
la fertilidad del terreno su corto o ningún expendio los
extraña de este auxilio mayormente que cuando se ven
hoy amenazados del exterminio de más pingüe y único
en que afincaban sus esperanzas con el aumento de sus
cosechas, cual es el tabaco de hoja, que sólo se cultiva de
tiempo inmemorial en las vegas del río de Cauca, en
donde se halla situada esta ciudad. Y como de la incum-
bencia de su cabildo sea proyectar los medios más efica-
24v ces y convenientes a su reparo,/ Subsistencia y aumento

124
se promete de la benignidad y acreditada justificación de
Vuestra Excelencia el permiso para, con el más profun-
do respeto, representar que después de las más serias
reflexiones, en consideración del deplorable estado de
esta república, no se encuentra otro arbitrio de reparar
su miseria que el que actualmente se facilita con la admi-
nistración del tabaco de hoja por su Majestad, siempre
que se expenda en ésta el mismo que fructifica esta
ciudad y sus contornos para toda la provincia, para cuyo
abasto se procurará el aumento en las cosechas no per-
mitiéndose se siembre en otra parte; así porque solamen-
25r te en ésta de tiempo inmemorial se ha/sembrado, como
porque sólo esta ciudad necesita del expendio de este
fruto para su restablecimiento y subsistencia por el con-
siderable atraso en que se halla. Propone este cabildo a
la sabia comprensión de Vuestra Excelencia el expresado
proyecto conceptuándolo por útil al real erario y conve-
nientísimo a esta república. En el presente estado es útil
al real erario porque se hace evidente el aumento que
pueda tener en su expendio de un ciento por ciento sin
los riesgos que atrae anexos la conducción del de Amba-
lema a esta provincia que son deteriorarse en parte o de
perderse enteramente en la bodega de Nare, o en el trán-
25v sito del camino áspero y dilatado que son no/torios, y lo
demuestra una constante experiencia porque en los
tiempos de lluvia y con la alternativa de más o menos, y
sino se pierden las cargas de corrupción en las bodegas,
se pierden en el tránsito del monte por el atraso que
frecuentemente padece el carruaje a que se sigue; o bien
por la demora o por la pérdida; faltan en todo o en parte
para el abasto como se ha verificado en muchas ocasio-
nes en la villa de Medellín, el valle del Río Negro y
Marinilla en el tiempo de las administraciones anteriores,
siéndoles preciso apelar al de Antioquia siguese también
el riesgo de descaecer y debilitarse en mucha parte el
26r comercio porque embargado el carruaje/ para la conduc-
ción de tabaco, con la retención de sus cargas en la
bodega, es casi segura su pérdida o detrimento que la
experiencia hará con el tiempo muy sensible al comercio
de esta provincia y por consiguiente perjudicial a la Real
Hacienda. Es convenientísimo igualmente el propuesto
arbitrio a esta república (como se dijo arriba) porque
con el seguro expendio de este fruto, se aumentarán las
cosechas y por consiguiente las ganancias con las que es
creíble se habiliten para el laboreo y trabajo de las minas

125
y con él se verifique no sólo el restablecimiento de esta
ciudad que se halla casi arruinada sino también el que
26v sea la provincia/ de Antioquia la más florida de todas
las del Nuevo Reino; porque se puede asegurar, sin que
intervenga hipérbole o exageración alguna, que los mine-
rales que en sí encierra la comarca de Antioquia y se
hallan hoy sin quien los trabaje por la falta de propor-
cionados medios si no son más fecundos y poderosos
que los que han tributado y 'tributan hoy tan inmensas
riquezas en una y otra América, no les son inferiores. Y
al contrario no teniendo efecto el propuesto arbitrio y
ejecutándose el orden de consumir este fruto antiguo de
27r la tierra es indispensable a este cabildo a cuyo/ cargo
está procurar el bien de esta república respetuosamente
patentizar a Vuestra Excelencia que a más del desmedro,
que es forzoso padezca el comercio y las rentas decima-
les es gravísimo el perjuicio que se infiere a los habitado-
res de esta ciudad porque aunque produce la tierra tres
especies de frutos como son el maíz, el dulce y el taba-
co, de los dos primeros no tiene expendio alguno por
causa que del mismo fruto abundan los otros lugares, y
así solo es el tabaco el único pingüe fruto de que
subsisten por su expendio en cualquier tiempo, de modo
que su privación no se duda sea su total exterminio y
desolación porque las gentes que la habitan huyendo la
necesidad han de solicitar en otras partes su alivio y
comodidad. /

27v Nada intenta el cabildo de esta ciudad con tan justas


representaciones que no sea mover la piedad de Vuestra
Excelencia a este equitativo acomodo en quc igualmente
atiende así al servicio de Su Majestad con lealtad y celo.
como al bien y utilidad de esta república en satisfac-
ción de la real confianza y de su recta y clemente inten-
ción manifestada en tantas sabias y justas disposiciones
por el bien y felicidad de su vasallos. Igual protección y
amparo se promete este cabildo de la integridad y credi-
ta prudencia de Vuestra Excelencia cuya importante
vida guarde Dios muchos años. Antioquia y Febrero 18
de 1778 años.

Excelentísimo Señor de Vuestra Excelencia sus más esti-


213r mados y obsequiosos servidores/.

126
Juan José de Lora y Nuno - Francisco Rincón - Bernar-
do Martínez - Bernardo González y Cossio - Diego Her-
nández de Sierra - Lorenzo Zapata y Pino - Dionisio
López - Salvador Mejía.

Concuerda este traslado con sus originales de donde se


sacó y con ellos se corrigió y concertó, está cierto y
verdadero, corregido y concertado con dichos originales
a que en lo necesario me refiero: en cuya fe, lo certifico,
signo, rubrico y firmo, en esta ciudad de Antioquia a 21
de Febrero de 1778 años.

En Testimonio de Verdad

Simón Robledo,
Escribano Público y de Cabildo/

28v Se remitieron los originales de estas diligencias al Exce-


lentísimo Virrey en 16 hojas, en 23 de Febrero de 1778
años, lo que anoto y firmo.

ROBLEDO/

22r Luego que con el Superior despacho de Vuestra Excelen-


cia de 22 del último Mayo fui requerido por parte del
rentista de la venta de tabaco de hoja para que se embar-
case en dicha provincia la siembra que se dijo haberse
intentado, procedí a la averiguación de los sujetos que
hubiesen intervenido la dicha novedad para intimarles lo
resuelto por Vuestra 'Excelencia y proceder•a lo demás
prevenido y hallé que en los contornos de esta ciudad
vertientes al río de Cauca es antigua ésta cosecha y que
nunca se ha ejecutado en otra parte de la provincia, pero
no obstante mandé venir a mi presencia 12 cosecheros, a
quienes les hice constante dicho Superior .despacho y
despues lo mandé intimar a los habitantes de aquellos
sitios donde se siembra y que según mi concepto pasarán
de 600 personas de ambos sexos y en estas diligencias
(que adjunto por testimonio) encontrará Vuestra Exce-
lencia que todos contestan y responden, que siendo co-
secha antigua siempre la habían sembrado y que ofre-
cían venderlos al fentista, y dado vista de los autos a su
apoderado (que ya los había pedido) respondió no ha-
llarse con instrucción, ni orden de su interesado para
admitir la propuesta y como Vuestra Excelencia me pre-

127
viene de que siendo cierta la novedad de esta siembra
procediole a su exterminio y se halla lo contrario en esta
parte, tuve a bien que en ella se suspendiesen las diligen-
cias y dar cuenta a Vuestra Excelencia con los autos,
como lo hago; y que en tanto que se digne Vuestra
Excelencia ver lo conveniente, se quede este particular
29v en el estado que se estaba y mande/ que por lo que
respecta al todo dicha provincia, que no ha sido costum-
bre continuase la negación de su siembra y a lo que
tengo librada la providencia conveniente que me ha pe-
dido dicho apoderado, y yo creo, que sin don Salvador
de Lara, hubiera escrito a su interesado con la distinción
que aquí se halla en sus dos cartas que recuerda el Supe-
rior Despacho, la una de 2 de Marzo y la otra de 10 de
Abril cercano, sin duda que dicho interesado hubiera
dividido su pretensión y Vuestra Excelencia tomado dis-
tinta y separada la providencia, y si Vuestra Excelencia
tiene por conveniente la proposición que hacen estos
cosecheros sobre el fundamento que exponen de su anti-
güedad, me parecía en tal caso, y conforme al tema de
su materia, se le recibiese por arrobas a los precios que
han sido corrientes y que tuviese determinada labor al
menudeo del Asentista, de modo que liquidase su ganan-
cia quedando divididos unos y otros, y por fin evitando
toda controversia y contestación que no he juzgado re-
mota, me resuelvo a poner en manos toda la determina-
ción de este particular para que se digne arbitrar en ella
como lo hallare por conveniente su alta penetración -
Dios guarde la importante vida de Vuestra Excelencia
muchos y felices arios como desea/.

30r Antioquia y Octubre 30 de 1779.

128
INSTRUCCION SOBRE LA REAL RENTA DE TABACOS
1779

(AFIA, Comuneros, Tomo 332, Doc.6320)

lt Instrucción en que se establece regla fija para que en


todo este reino sea uniforme el modo de substanciar las
causas de fraudes de tabacos. Se declaran los jueces que
pueden y deben conocer de ellas; . se señalan las penas
que se haii de imponer a los reos y la aplicación que se
ha de dar a los comisos y condenaciones. Arreglada en
cuanto lo permitan las circunstancias territoriales a lo
que está mandado y se ,practica en Nueva España

La asignación de jueces privativos que conozcan de


los asuntos de la Renta del Tabaco, es uno de los puntos
que más conducen a su fomento. Hasta ahora no se ha
podido arreglar en este Reino Por las diversas variaciones
que ha tenido el ramo y debiendo al presente ponerse en
un pie fijo y estable conforme a las piadosas Reales •
intenciones, se considera oportuno declarar en esta Ins-
iv trucción lo conveniente para que sirva de gobierno así/ a
los jueces que serán competentes como a los inhibidos y
cumplan todos por su parte con lo que respectivamente
les corresponde,

En. cada administración principal deberá haber un


subdelegado de la Renta con jurisdicción privativa para
conocer de cuantos asuntos y negocios judiciales y con-
tenciosos pertenzcan a ellos en toda la extensión de su
territorio, inhibición de las Justicias Ordinarias quienes

129
deberán facilitar prontamente cuantos auxilios se les pi-
dan por los administradores y ministros del Resguardo,
pena de responsabilidad.

Si en los partidos de las Administraciones subalter-


nas por su distancia de la principal u otras razones pare-
ciese conveniente nombrar subdelegado ha de ser con el
carácter de particular y con subordinación general de la
Provincia, a menos que en su título se prevenga lo con-
trario.

Así el subdelegado general de la provincia como los


particulares, conocerán en primera instancia de todas las
causas de fraudes contra la Renta, pero con la diferencia
que los primeros deberán sentenciarlas definitivamente y
los segundos, siendo subordinados, las remitirán en esta-
2r do de sentencia al respectivo subde/ legado general para
que por sí ponga la que corresponda y en cualquier
estado del juicio que les pidiere el proceso se lo remiti-
rán sin réplica.

Los administradores principales, los subalternos, los


guardas mayores, los cabos y ministros del Resguardo y
los estanqueros podrán aprehender todo fraude que ad-
viertan o averigüen contra la Renta y formarán las pri-
meras diligencias hasta concluir el sumario, en cuyo esta-
do y sin declarar el comiso deberán remitirlas al subdele-
gado para que continúe la causa y los factores conocerán
la definitiva inclusive de los fraudes que aprehendan.

A todo individuo de justicia, a los ministros o em-


pleados en otras cualesquiera rentas y aún a los sujetos
particulares será, no sólo permitido sino que se tendrá
por especial mérito el que hagan aprehensión de fraudes
de tabaco. Pero en cuanto al orden de seguir la causa se
procederá con distinción, porque los primeros y segun-
dos, recibida la sumaria, la entregarán son el tabaco
2v aprehendido/y reos al juez de la Renta, sin declarar el
comiso y los sujetos particulares no harán otra cosa que
detener a los defraudadores con el fraude o sólo el taba-
co si no hubiere reos, dando aviso al juez, administrador,
guarda o estanqueros más inmediatos para que formen la
causa.

130
Conocerán también los subdelegados de todas las
respectivas a empleados en la Renta que dimanen del
ejercicio de sus destinos o tengan conexión con ellos,
con igual inhibición de las Justicias Ordinarias y éstas no
podrán proceder a la prisión y embargo de bienes de
dichos empleados (cuando por tratarse de delitos y casos
comunes tengan facultad para hacerlo) sin dar antes avi-
so al Jefe y al procesado para que ponga otro en su lugar
y disponga lo demás que sea conducente a precaver los
perjuicios del Ramo.

Declarando así quiénes han de ser los jueces compe-


tentes para la formación y seguimiento de las causas de
la Renta del tabaco, se pasa a explicar el método unifor-
me en substanciarlas con distinción de casos.

3r Antioquia y noviembre 20 de 1778. Por recibido el su-


perior despacho en el que el Excelentísimo Señor Virrey
de este Nuevo Reino de Granada se ha dignado nombrar
a su Señoría el Señor Gobernador y Comandante Gene-
ral de esta Provincia Juez subdelegado Privativo General
de ella, para el conocimiento de todas las causas pertene-
cientes al juzgado de la Real Renta de Tabaco con inhi-
bición absoluta de que pueda conocer las Justicias Ordi-
narias ni otras algunas que no sean comisionadas o estén
empleadas en el servicio de dicha Renta. Y para que
tenga en todo su más puntual cumplimiento y observan-
cia lo dispuesto y mandado en el expresado superior
despacho, se sacaron por testimonio copias de la Instruc-
ción formada por el Señor Regente Visitador General de
este Nuevo Reino aprobada por su Excelencia para el
seguimiento de todas las causas pertenecientes a la refe-
rida renta y sus incidencias la que se verificará desde el
capítulo primero hasta el octavo de ella para que comu-
nicándose a todas las Justicias de esta Provincia la ten-
gan así entendido y que ninguna alegue ignorancia, de-
biendo remitir a este juzgado de Gobierno todas y cua-
lesquiera causas en que estén entendiendo, pertenecien-
tes a dicha Renta y sus dependientes, así por motivos de
fraudes como por cualesquiera otra incidencia, para que
por este juzgado se puedan determinar con arreglo al
método, forma y penas establecidas en la referida Ins-
trucción general; y para que llegue a noticia de todos los
vecinos y residentes en esta Provincia, se publicará en
esta capital en forma de bando y se ejecutará lo mismo

131
por las Justicias a quienes se comunique esta orden,
quienes de su obedecimiento y cumplimiento remitirán
certificación a éste para que esté inteligenciado de que
se haya verificado lo mandado.

Don Cayetano Suelta Lorenzana


José Dionisio de Villar,
Escribano Público del Número

Concuerda este traslado con su original de donde le hice


sacar y con él le corregí y concerté va cierto y verdadero
a que en lo necesario me refiero, en cuya virtud así lo
ratifico, signo y firmo.

Yo, Don José Dionisio de Villar,


Escribano público de esta
ciudad de Antioquia.

En ella a 13 de enero de 1779.


En testimonio de verdad,

José Dionisio de Villar,


Escribano Público den Número

av En la ciudad de Antioquia, en 18 de enero de 1779, los


señores Don Diego Hernández de Sierra, Regidor Deca-
no y Alcalde Ordinario más antiguo y Don Carlos José
de Piedrahíta, alcalde ordinario, su compañero, habien-
do visto el testimonio de la Instrucción de su señoría el
señor don Cayetano Suelta Lorenzana, Gobernador y
Comandante General de esta dicha ciudad y su Provin-
cia, se sirvió remitir por esa misiva de 15 del corriente y
visto el auto en el mismo testimonio inserto y proveído
allí mismo por su señoría, dijeron sus mercedes que obe-
decían, como debían, las órdenes contenidas en dicha
instrucción tornadas por el señor Regente Visitador y
aprobada por su Excelencia y que quedaban inteligencia-
dos de lo contenido en sus capítulos y de la facultad que
por el sexto de ellos se les concede de aprehender o
hacer aprehensión de fraudes y seguida de la sumaria
remitir a su señoría, como juez de la Renta, la misma
sumaria y tabaco aprehendido y que quedaban así mis-
mo inteligenciados que cuando por tratarse de delitos y
casos comunes y que no dimanen del ejercicio de sus

132
destinos o no tengan conexión con ellos, procesaren a
alguno de los dependientes de la Renta de Tabaco, no
pasarán la prisión ni embargo dé bienes antes de dar aviso
a su señóría para que ponga otro en Su lugar y disponga
lo que sea conducente a precaver los perjuicios del ramo;
y de haberlo así obedecido mandaron sus mercedes se 'dé
por mí, el Escribano, certificación para con otra misiva
darle el aviso prevenido a Su Señoría y que este testimo-
nio y carta se agregue al libro capitular de este año, para
que sirva de Gobierno en lo venidero. Así lo proveyeron,
mandaron y firmaron sus mercedes por ante mí, de que
doy fe.

Diego Hernández de Sierra.


Carlos de Piedrahíta.
Simón Robledo, escribano.

3
e

ORDEN SUPERIOR SOBRE LA REBAJA DE


TABACO Y AGUARDIENTE

1781.

(AHA, Comuneros, Tomo 332, Doc. 6321).

Sobre rebaja y Señores Cabildo o justicias de la ciudad de Antioquia:


relevación de de-
rechos.
A ntioquia.

En alivio del coman de vecindarios de este reino, ha


dispuesto la superior junta establecida para conocer y
proveer lo que convenga a su tranquilidad: lo que consta
de la copia legalizada del bando que se publicó en esta
capital, concediendo la rebaja y relevación de derechos
que en él se expresan. Y a fin de que Vuestra Merced
haga notoria esta gracia en todos los pueblos, lugares y
parroquias de esa jurisdicción, se la dirijo de orden de la
misma junta, previniéndoles que sin dilación me remitan
documento, que acredite haberlo así puntualmente cum-
plido, quedando responsables por cualquier demora u
lv omisión a lo perjuicios que/ por ello se ocasionen.

Dios guarde a Vuestra Merced, muchos años.

Santafe 16 de mayo de 1781. Juan Francisco Pey Ruiz/

2r La Superior Junta General compuesta de los señores del


Real Acuerdo de Justicia de esta Audiencia, y su Fiscal
Real, de los del Tribunal de Cuentas, del Superintenden-
te de la Real Caja de Moneda, y de la Justicia, Cabildo, y
Regimiento de esta ciudad etc:.

135
Hace saber al público de ella, que habiéndose convocado
en este día, conforme a su instituto a tratar los graves e
importantes asuntos de la tranquilidad pública, y de to-
do lo que pueda contribuir a su alivio, y beneficio: y
considerando que ningún medio será más adaptable al
intento que el de aliviar a todo el reino de las contribu-
ciones que en el día se exigen en los reales estancos) ha
resuelto a proposición del Señor Director General de
Rentas, Don Francisco Fernández de Córdova, y con
previo ,asenso, y expreso pedimento del Señor Fiscal
2v Real,Don MarMel Silvestre Mar/tInez, Mandar publicar
por bando solemne, haberse determinado, que desde es-
te día en adelante, cese y se suspenda, la cobranza del
aumento en el precio con que se habían gravado última-
mente las rentas de tabaco, y aguardiente. De suerte que
únicamente se vendan estos géneros como antes de di-
cho aumento, quedando consiguientemente el público
beneficiado en los dos reales en azumbre de aguardiente,
e igual cantidad en la libra de tabaco que es lo que se
rebaja. Que conceptuando igualmente benéfico al co-
mercio y común de vecinos el abolir la cobranza del
derecho nombrado Armada de Barlovento, se dispuso
con la misma formalidad que se cortase en adelante esta
recaudación, continuándose la del dos por ciento del
derecho de alcabala, del mismo modo que se ejecutaba
antes de estas novedades. Y últimamente que se quiten
las formalidades con que se expiden las guías y torna-
guías, siguiendo las cosas en esta parte como antes de
este establecimiento. Por tanto y en uso de las faculta-
3r des que residen en esta junta, se dan desde/ ahora, para
lo sucesivo, por abolidos y exterminados los referidos
aumentos y derechos, y que sólo se deberán recaudar las
contribuciones de aguardiente y tabaco, al precio que
antes del aumento estaban y de ningún modo la Armada
de Barlovento, ni la formalidad del de guías. Y para que
llegue a noticia de todos, y en esta inteligencia corres-
pondan con la debida fidelidad y amor al soberano, que
.con tanta piedad les mira, damos el presente y firmamos
.en Santafe a 14 de mayo de 1781.

Don Juan Francisco Pey Ruiz, Pedro Catani, Manuel Sil-


vestre Martínez, Doctor Don Francisco de Vergara, Juan
Martín de Sarratea, Don Nicolás de la Lastra, Manuel
Revilla, Juan Manuel de Sornoza, Don José Grot de Var-

136
gas, Juan de Mora, Pedro de Ugarte, Francisco Fernán-
3v dez de Córdova, por/ su mandado.

Nicolás Prieto Dávila.

En la ciudad de Santa fe, a 14 de mayo de 1781. Yo el


infrascrito Escribano Público del Número certifico: que
en este mismo día, siendo como las seis de la tarde,
asociado con el Señor Alguacil mayor de esta real
audiencia, Doctor Don Francisco Javier de la Serna, y de
gran concurso de milicianos de los de esta capital, hice
públicar por voz del pregonero público, el antecedente
bando, por todas las calles ordinarias y extraordinarias
de esta ciudad, con claras e inteligibles voces, para que
cada uno de los estantes y moradores de ella lo llegasen
a percibir y pudiesen participar la noticia a las demás
personas que no hubiesen concurrido. Y para que conste
de diligencias, pongo la presente y firmo, fecha ut supra.

José Ignacio Ramírez. Es copia de su original de que


certifico, Santa fe y Mayo 15 de 1781 años.

Nicolás Prieto Dávila.

En la ciudad de Antioquia a 3 de junio de 1781 años, los


4r señores que componen/ este ilustre ayuntamiento, a sa-
ber, el Señor Don Cayetano Buelta Lorenzana, Capitán
del regimiento provincial de León, Gobernador y Co-
mandante general de esta dicha ciudad y su provincia;
Don Juan Pablo Pérez Rubias, Regidor y alcalde ordina-
rio de primer voto; Don Felipe Agustín de Castañeda,
alcalde ordinario; su compañero. Don Bernardo Martí-
nez regidor y Alférez real, Don Bernardo González y
Cossio, regidor y alguacil mayor; Don Diego Hernández
de Sierra, regidor decano; Don Lorenzo Zapata, regidor
y Depositario general; Don José Cruz Robledo y Don
Alejo Cano, regidores. illanos;.con asistencia del Señor
Procurador general, don Manuel Ladrón de Guevara; es-
tando todos juntos, en esta sala capitular y puéstose
presente por mí el escribano, un pliego rotulado a este
ilustre cabildo, que abierto por el señor alcalde de pri-
mer voto y mandado a mí, el dicho escribano, hiciese
relación de él; impuesto su Señoría de la copia legalizada
4v de los señores del Tribu/nal y Junta general, con la carta
del señor oidor, decano Don Juan Francisco Pey Ruiz;

137
uno y otro su fecha en Santa fe. La copia legalizada a 14
de mayo y a 16 del mismo, la citada carta del presente
año; (e impuesto), dijeron sus señorías obedecer en todo
y por todo la superior providencia citada, en todos sus
particulares, y para que en todo tenga su puntual y debi-
do cumplimiento, mandan se publique por bando en los
parajes acostumbrados, y hecho se dé cuenta como se
previene por dicho tribunal; y en este estado dijo su
Señoría dicho Señor Gobernador, que siendo los puntos
de que trata la superior providencia concernientes al mi-
nisterio de la Junta de Real Hacienda, de esta ciudad, a la
que según se halla informado, no se le ha comunicado
orden alguna para su observancia, en cuyo concepto y
en el de que Su Señoría se halla requerido por los seño-
res oficiales reales de las cajas de esta ciudad, a presencia
del presente escribano, para que no diese permiso a que
se publicase la providencia que antecede, de que dijeron
tener noticia, hasta tanto que se comunicase por el exce-
5r lentísimo Señor Virrey, a quien/ compete expedirlas,
por cuya razón tiene por conveniente el que por este
ilustre cabildo, se mande pasar copia legalizada de este
expediente a la referida real junta de hacienda, antes de
hacerse notorio para que uniformemente en dicha real
junta se proceda, con la circunspección y conocimiento
que corresponde en las circunstancias de tan importante
asunto y el presente escribano certificará de dicho re-
querimiento lo que hubiese comprendido para los efec-
tos que convengan a Su Señoría, dicho señor Goberna-
dor, con lo cual concluyó su dictamen, el cual visto por
los señores del mismo ayuntamiento, dijeron que en
consideración de un bien tan útil, como el que resulta de
la superior providencia citada, la benignidad y eficacia
con que han procedido los señores del Tribunal mayor y
real acuerdo, de que considerando que él, Su Señona el
señor Gobernador, en todo ha propendido siempre al
mejorestar y alivio del pueblo y hallándose aún presente
en dicha sala capitular, se le hará presente por mí el escri-
bano, franquéese la plaza y calles para poner en ejecu-
ción, hoy en este día, el bando público y hecho que sea,
verificado dicho bando, se pasará copia de la orden supe-
rior a los señores oficiales reales, para su inteligencia, en
cuyo estado, impuesto su seño.ría dicho señor Goberna-
dor de lo últimamente resuelto por éste ilustre cabildo y
5v con/reflexión a que su ánimo nunca ha sido el que se
demorase al público las gracias y alivios que en dicha

138
superior providencia se le dispensa y concede y aten-
diendo también a que éstas seran muy conducentes para
los fines que se han dirigido y las motivaron, no impide
el que se haga notoria como se le representa por este
ilustre cabildo, en cviya virtud este dió por respuesta y
quedando de común acuerdo todos los señores, mandan
se verifique el bando a las cuatro de la tarde de este día,
autorizando el acto, el señor regidor Alguacil Mayor de
este mismo cabildo y hecho, el presente escribano sacará
copias legalizadas para remitir a los parajes que se previe-
nen. Así lo dijeron, obedecieron, mandaron y firmaron,
Su Señoría, por ante mí, doy fe.

Don Cayetano Buelta Lorenzana.


Felipe Agustín de Castañeda Zapata.
Bernardo González Cossio.
José Cruz Robledo.
Juan Pablo Pérez Rublas.
Don Bernardo Martínez.
Diego Hernández de Sierra.
Lorenzo Zapata.
Alejo Cano.
Manuel Ladrón, de Guevara.

6r Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo/. En


este mismo se publicó el bando prevenido a la hora seña-
lada a son de cajas, con asistencia del señor Alguacil
mayor de este ilustre cabildo, por las calles públicas y
plaza mayor, en alta e inteligible voz y para qu'e conste
lo anoto y firmo.

Simón Robledo.

139
ORDEN SUPERIOR DEL EXCELENTISIMO
SEÑOR VIRREY SOBRE LA REBAJA DE LA
CUARTA PARTE AUMENTADA EN LOS
PRECIOS DEL TABACO Y AGUARDIENTE,
QUE NO SE COBRE LA ARMADA DE
BARLOVENTO Y SE COBRE EL
DOS POR CIENTO DE ALCABALA

1781

(ANA. Comuneros. Tomo 332. Doc. 6325)

Señor Gobernador de Antioquía.

ir Para poder sufragar a los considerables gastos que oca-


siona la guerra con los Ingleses, y que interesa particular-
mente la conservación y defensa de sus amados vasallos
de estos dominios, había mandado Su Majestad al Señor
Regente Visitador General se aumentase el precio de
cada cántara o botija de aguardiente y libra de tabaco una
cuarta parte más de la que entonces corría.

Conforme a lo que Su Majestad tenía mandado al referi-


do Señor Visitador General había arreglado la renta de
Alcabala y establecido método para su más clara .y mejor
administración, restableciendo al propio tiempo el redu-
cido derecho de Sisa cobrado con el nombre de Armada
de Barlovento; pero mal entendido todo ésto por algu-
nas Villas o Pueblos del Reino, o erradamente cumplido
lv por/ los empleados ejecutores, ha ocasionado algunos
alborotos que pueden traer muy fatales consecuencias a
los respectivos distritos y al estado.

141
Y para cortar interpretaciones y errores en el vulgo igno-
rante y acreditarles que las intenciones de Nuestro Sobe-
rano son las más benignas y siempre con deseos de ali-
viar a sus fieles vasallos de las cargas que a su pesar
obliga muchas veces el honor de la Corona y conserva-
ción de sus Reales Dominios, determipó la Superior Jun-
ta nombrada en Santa Fe por el Real Acuerdo de Justi-
cia para resolver sobre' estos asuntos, a propuesta del
Director General de Rentas y pedido por el Señor Fiscal,
que se bajase en el precio del tabaco lo que se había
aumentado en virtud de dicha Real Orden dejándolo en
él a que corría antes del referido aumento, lo mismo
debía practicarse en el Ramo de Aguardiente, que no se
2r cobrase el restáblecido derecho/ de la Armada de Barlo-
vento, que por razón de Alcabala sólo se cobrase el 2o/o
en los términos que se ejecutaba antes y que no se obser-
vasen las formalidades últimamente establecidas para el
modo de dar guías y tornaguías, sino que se observase lo
que antes.

Se ha publicado en aquella capital y librado las órdenes


convenientes a que se observe, lo mismo que en los de-
más lugares de aquellas Provincias. Y no siendo regular
ni justo que generalmente no logren los demás súbditos
este beneficio; especialmente cuando concurren particu-
lares circunstancias que los hacen acreedores a ser con la
mayor benevolencia atendidos, por la sumisión y fideli-
dad con que han obedecido las Ordenes Superiores co-
municados sobre esta materia, he deliberado prevenir a
Vuestra Merced, como por ésta lo ejecuto, haga publicar
por bando, fijando carteles para la más clara inteligencia
2v de todos en esa/ capital, que desde su publicación en
adelante se baje y venda a los precios establecidos antes
del referido aumento, que no se cobre el Real derecho
de Armada de Barlovento, que sólo se cobre por el Real
derecho de Alcabala el 2o/o según que anteriormente se
practicaba y que se quiten las formalidades con que se
expedian las guías y tornaguías, siguiendo las cosas en
esta parte como antes del nuevo establecimiento.

Si acaso hubiere algún arrendador de una u otra renta


deberá pasar Vuestra Merced copia de ésta para que los
Oficiales Reales, Administradores, o los que de ellos ten-
gan que percibir lo que importe el arriendo, les rebajen
así mismo desde que cesare el mayor precio la parte

142
respectiva que se aumentó en su valor al tiempo del
remate, para que se lo hagan entender a los mismos
3r asentistas no tengan/que reclamar la baja del precio.

Dios guarde a Vuestra Merced muchos años.

Cartagena, 26 de mayo de 1781.

Manuel António Flórez.

3v Antioqu a y Ju/nio 20 de 1781.

Obedécese la Superior Carta Orden del Excelentísimo


Señor Virrey de este Nuevo Reino de Granada Don Ma-
nuel Antonio Flórez que se halla por cabeza, y para que
tenga su más pronto y efectivo cumplimiento en todas
sus partes se publicará por bando en esta ciudad con la
solemnidad acostumbrada en el día de mañana 21 del
corriente y se fijarán carteles en los parajes más públi-
cos, para que con mejor proporción llegue a noticia de
todos los vecinos de ella, para que satisfechos de las
benignas piadosas resoluciones de Su Majestad y de sus
Ministros, reconociendo los alivios que se les franquean
generosamente, sin embargo de los insoportables costos
que para la justa defensa de estos dominios sufre el Real
Erario para sostener con el decoro debido la guerra ac-
tual contra la nación Inglesa, continuen con el mayor
celo, amor y fidelidad a tan justos designios, como siem-
pre se ha experimentado así en esta Provincia con utili-
dad y honor de ella y de la católica religión que profesa-
mos, que nos obliga a los mayores esfuerzos para conser-
varla ilesa de la cizaña herética que sembrarían los ingle-
4r ses si su ambición llegara a con/quistarla y tenerla bajo
de su tirano yugo. El amor y fidelidad tan justamente
debido a Nuestro Benigno Soberano que incesantemen-
te, sin embargo de tan precisos como crecidos costos,
está facilitando a sus amados vasallos de América como
lo acreditan la considerable rebaja de la mitad de los
derechos de Quinto y Cobo, los del comercio libre, las
limosnas que de sus Reales Cajas ha mandado dar para la
reedificación de iglesias pobres, los sínodos que de ellas
se pagan a los curas párrocos cuyos feligreses no produ-
cen la congrua suficiente para su precisa mantención•y
sólo con el piadoso fin de que no carezcan proporciona-
damente del pasto espiritual principal objeto de su catét

143
lico celo, las muchas misiones que para tan santos fines
costea su paternal amor para que se conserve la pureza
de la religión y se contengan los vicios, sin omitir medios
ni arbitrio alguno para el alivio temporal y bien espiri-
tual de sus amados vasallos de estas Américas, que por
hallarse más distantes las mira con mayor atención y
piedad. Cuyos beneficios son tan acreedores al reconoci-
miento y gratitud de sus fieles y amados vasallos que no
deja la menor duda el que se pueda esperar se distingan
4v en las / circunstancias actuales a dar las más evidentes
pruebas del amor y respeto que tan justamente deben a
nuestro Augusto Soberano, en lo que a más de la justa
gratitud a sus beneficios se interesa la conservación de la
patria y la religión que profesamos. Así lo espera este
gobierno que justamente se lisonjea tener la felicidad del
mando de una provincia la más obediente y fiel arMo-
narca, y para que en toda ella consten las gracias última-
mente concedidas en dicha Superior Carta Orden, se sa-
carán por el presente escribano copias legalizadas de ella
y este auto de obedecimiento para dirigir a todas las
justicias y cabildos a fin de que en sus respectivos distri-
tos la hagan publicar con las formalidades de estilo y se
fijen carteles según queda prevenido para esta ciudad,
remitiendo certificación que acredite su debido cumpli-
miento. Y se Pasará igual copia a los Señores Oficiales
Reales de las Cajas de esta ciudad para que por si y sus
tenientes cumplan con lo que les toca acerca de la rebaja
de la cuarta parte de los arriendos y asientos cualesquie-
ra que hubieren hecho en los ramos de Alcabalas y
Aguardientes los que las administran, y se les hará saber
a éstos que desde la publicación de esta Superior Orden
deben rebajar el precio del aguardiente la cuarta parte,
que últimamente se aumentó y lo mismo los administra-
dores de tabacos y los recaudadores administradores o
arrendatarios de la renta de Alcabalas, sólo cobrarán es-
tos derechos a razón de un dos por ciento como antes se
5r ejecutaba / y desde dicha publicación cesarán también
las formalidades prevenidas últimamente para las guías y
tornagutas y de consiguiente cesará también la exacción
del derecho de Armada de Barlovento en los términos
prevenidos en la citada Carta Orden, y todo se cumplirá
precisamente sin la menor contravención bajo la respon-
sabilidad a los perjuicios que se ocasion‘asen al real servi-
cio y al público. Así la obedeció y mandó cumplir Su
Señoría el Señor Don Cayetano Buelta Lorenzana, Capi-

144
tán del Regimiento Provincial de León, Gobernador y
Comandante General de esta ciudad de Antioquia y su
provincia, por ante mí el escribano que doy fe.

Cayetano Buelta Lorenzana

Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

Hoy 21 de dicho mes y año, yo el escribano, con asisten-


cia del Señor Alguacil Mayor del Ilustre Cabildo de esta
ciudad, publiqué esta orden a son de caja por los parajes
acostumbrados por un pregonero, para que llegue a noti-
cia de todos y lo firmo para que conste.

Robledo

5v En 22 del corriente se fijaron los carteles prevenidos en


el auto de obedecimiento y lo firmo para que conste.

Robledo

145
TESTIMONIO DE UNOS AUTOS RELATIVOS A UN
MOTIN DE COMUNEROS
LEVANTADO EN LA ORILLA DE GUARNE •

1781

(A,H.A. Comuneros. Tomo 332. Doc. 6326)

ir Señor gobernador y comandante general. Muy señor


mío y mi mayor veneración participo a Vuestra Señoría,
que he recibido la Real Cédula de Su Majestad dirigida a
la contribución que en calidad de donativo deben ejecu-
tar todos los sujetos, que se comprehenden en cuyo obe-
decimiento he dado principio a lo que se previene ; de
que en otra primera ocasión remitiré a Vuestra Señoría
certificación que compruebe su cumplimiento como si
ocurriere alguna dificultad o dada, que consultarle lo
haré, aplicaré toda mi atención que tenga el total cum-
plimiento, la importancia del asunto en todo este valle y
su jurisdicción; este chasquí dirijo a Vuestra Señoría a
informar el acontecimiento que el domingo diecisiete
Di del corriente, hubo en el / sitio de Guarne de esta juris-
dicción y es el caso que habiendo en aquel paraje dos
pulperlas de las de ordenanza, aquellos habitadores que
los más son de gente libre y pardos, se mmultuaron en
cantidad de más de doscientos hombres y derrotaron de
allí a los dos pulperos quienes fugitivos ocurrieron a este
valle temerosos de perder la vida y representaron al te-
niente de oficiales reales Don Pedro Biturro, que venían
a hacer dejación de dichas pulperias, quien les dijo que
expusiesen y justificasen los motivos y siendo notorio
este motín de los tumultuantes y que su pretensión la
encaminan como vociferan a que no haya dichas tiendas

147
2r porque con ellas se les priva el be/neficio de merced
que allí en dicho Guarne se ha estatuido de comestibles,
que no se les exija la contribución de mazamorreros y
que no la sufren y también no estan contentos con la
rebaja que se ha hecho al tabaco y todos en voz tumul-
tuaria conspiran a que se les quiten estos impuestos y
que por lo respectivo a la asignación que les compete
exhibir por vía de donativo conforme a la real voluntad,
están prontos pecho por tierra sus personas y sus bienes
a sacrificarlos en servicio de su Majestad, ésto en subs-
tancia es lo que a una voz aclaman sin otras particulari-
dades de que todavía no estoy bien informado cuyo
movimiento no esperado en este valle y que según las
2v presuntas son de que / va tomando cuerpo, me hallo
perplejo sin poder deliberar para esta contención sin pri-
mero participarle a Vuestra Señoría para que me preven-
gan como me debo portar en este asunto por ser esta gen-
te inflexible a la razón y estar según sus preparativos ex-
puestos a todo trance y el quererlos dominar fuera expo-
nemos a unos muy fatales resultos no darnos por enten-
didos en semejantes excesos es darles "hanza" para ma-
yores insultos y en semejante perplejidad solamente he
dicho que todo se compondrá; bien se hará cargo Vuestra
Señoría que ésto no proviene de otra cosa que de las
3e novedades que ellos perciben mal entendidas / de los
asuntos de los socorreños y a un pueblo insultado y
amotinado para su contención necesita toda la entereza
y prudencia, de Vuestra Señoría quien atendidas las cir-
cunstancias de los antecedentes, providenciará, ordenará
los medios proporcionados al asunto con consideración
que este cuerpo amotinado profieren que los jueces y los
demás principales vecinos, somos los que más culpa te-
nemos para estos impuestos que a ellos les cargan, por-
que no los defendemos ni hablamos nada en su favor
sino que antes propendemos a ellos porque su falta de
reflexión y de quienes les sugieren no alcanzan la razón
y aunque el alcalde de aquel partido concurrió al tiempo
3v de que tumultuad/os se hallaban a la pacificación y a
inquirir el motivo bien que no le perdieron el respeto
aunque le faltaron a él en hacerle poco caso y solamente
le dijeron que por los fines de los resultos, sacaría los
principios de aquella causa a que dicho juez procuró
eximirse de ellos sin contradecirles ni persuadirles en
contra de sus designios, usando de prudencia y por ésta
misma, ni aún judicialmente le he tratado de hacer nin-

148
guna averiguación que la pueden percibir y exasperarse
más y arrojarse a mayores despechos y ahora en el prin-
cipio se puede atajar con .alguna cuerda y madu/ra pro-
videncia, la que Su Señoría premeditará, conforme a las
ocurrentes circunstancias siendo la mayor según tengo
entendido, el derecho de mazamorreros, porque éstos la
mayor parte son los mulatos. Dios ponga remedio a estas
novedades y guarde la importante vida de Vuestra Seño-
ría muchos años. Rionegro y junio 21 de 1781. Muy
señor mío. Beso las manos de Vuestra Señoría, su aten-
to obligado servidor. Alonso Jaramillo.

Después de haber concluido ésta, se me dió noticia, de


que los dichos tumultuantes en número de más de tres-
cientos por el día; de hoy, pasaban a este sitio donde mí
sin saber con que designios y que por hoy lo suspendie-
4v ron por la solemnidad de la octava del corpus / y que
mañana aportarán; si así fuere procuraré suavizarlos con
alguna entretenida hasta la resolución de Vuestra Señoría
e interín, investigaré de raíz los fundamentos y preten-
siones a que aspiran. Vala. Jaramillo. Antioquia y junio
23 1781, llágase presente al excelentísimo señor virrey
esta noticia y pase orden al capitán,aguerra de Rionegro
a fin de que haga quitar las pulperías establecidas en los
minerales de Guarne, dejándolas únicamente en los pue-
blos de españoles, como previene la superior orden expe-
dida a este 'fin y que por ahora sin embargo de los
crecidos gastos de la presente guerra no se estrechen los
Sr mazamorreros a que se ma/triculen, ni a la exacción de
los derechos de quintos asignados, percibiendo los de
aquellos que buenamente quieran pagarlos sin que se
impida a éstos el que se ejerciten en lavar oro conside-
rando que el corto producto de este ramo poco contri-
buye para las actuales urgencias teniéndose por más con-
comitante, suspender dicha contribución por ahora, que
el llevarla a debido efecto de que podrían resultar mayo-
res perjuicios y de esta providencia se dará igual noticia
a este cabildo a la que acompaña, informe de este go-
bierno, haciéndole presente lo mal recibida que ha sido
en esta dicha provincia, la orden comunicada para la
matrícula de dichos mazamorreros y exacción de dere-
chos que en ella se mandó imponerles y que en realidad
5V dichos / matriculados pagan los derechos de quinto por
el conducto de los comerciantes y estancos de tabaco y
aguardiente, a donde va a parar todo el oro que sacan

149
para sus urgencias y necesidades y que con motivo de
haber mirado con repugnancia dicha orden y el sujetarse
a matrícula, los más se han separado de lavar oro y son
pocos los que lo verifican, de que resulta no sólo el I
I
perjuicio del público sino también considerablemente el
de elErario por el oro que dejan de sacar, que es de
bastante consideración y en vista de lo que Su Excelencia
resuelva acerca de estos puntos y de la remisión de ciento
6e o / doscientos fusiles con las municiones necesarias y
demás preciso, para la subsistencia de la tropa que sea
precisa, para contener cualesquiera insulto que intenten
los levantados y otros que se les quieran agregar para
llevar adelante los designios de un rebelión, injusto y
tirano como se experimenta en las providencias del reino
cuyo ejemplar debe servir de estímulo para precaver en
tiempo los daños y que en esta provincia no se experi-
menten los insultos que en las otras entre tanto que su
excelencia resuelva que fuere de su mayor aprobación,
queda este gobierno a la mira de lo que vaya ocurriendo
para sostener la paz pública y subordinación debida en
6v cuanto t le sea posible. Buelta. Fui, presenté; Simón
Robledo Escribano Público y de Cabildo, en este día por
el correo ordinario die, su señoría noticia de todo al
excelentísimo señor virrey, con copia legalizada de la
carta del capitán a Guerra y esta providencia que con mis-
ma fecha en carta incluyo para su cumplimiento al refe-
rido capitán a Guerra lo que anoto y firmo. Robledo.

Muy señor mío habiendo visto la carta de Vuestra Mer-


ced de veinte y uno del corriente que me entregó el
chasqui', Bonifacio su esclavo y reflexionando acerca de
los motivos que ha ocasionado el tumulto y alboroto en
los minerales de Guarne de que Vuestra Merced me da
7r noticia y también me la había comunicado elte / niente
de oficiales reales Don Pedro Biturro Pérez he resuelto,
el que en atención a 9ue la orden expedida para'el esta-
blecimiento de pulpenas sólo manda que éstas se pongan
en los pueblos de españoles y no en los minerales o en
sus inmediaciones, porque a más de no prevenirlo la
citada orden, sería muy perjudicial a los dueños de mi-
nas el que se privase a los rescatantes surtilas de lo nece-
sario y que los esclavos tuvieran que ocurrir a los pulpe-
ros a comprar lo preciso para sus menesteres; en cuyo
concepto prevengo a Vuestra Merced haga retirar a todos
los pulperos que estuvieren establecidos fuera de los

150
pueblos de españoles / pues deben estarlo dentro de
ellos y no en otra parte. Por lo que respecta a los maza-
morreros, no se precisará, a que sé matriculen, los qüe
no quisieren hacerlo, ni tampoco por ahora se les impe-
dirá cl que trabajen en calidad de tales sin embargo de la
necesidad actual de recaudar los reales derechos para los
crecidos costos de la presente guerra, pero considerando
que esta clase de contribución ha sido mal recibida de
todos y en su sustancia de cortfsima utilidad para el
Erario, por el cortísimo número de contribuyentes, me
ha parecido conveniente, el que no se tome con empeño
su exacción para que por tan corto motivo, no se pertur-
be la paz de la república, Vuestra Merced ha procedido
con la reflexión y madurez que corresponde en avisarme
con la individualidad que lo ha ejecutado para que opor-
tunamente se puedan evitar los disgutos, que de lo con-
trario pudieran ocasionarse y espero que con el debido
celo y prudencia procure sosegar esas gentes haciéndoles
ver que las intenciones de Su Majestad y de sus ministros
son las más justas, piadosas y equitativas dirigidas todas
ellas al bien y utilidad de sus vasallos, gastando de su
real Erario muchos millones de pesos para defenderlos de
los enemigos del estado y de la religión para cuyo efecto
8, en tan críticas circunstancias es cuando necesita el, /
que sus fieles vasallos den las muestras más evidentes de
su amor y fidelidad a su señor, pues lo contrario sería
abusar de la benignidad con que los mira y dar motivo a
que usando de su soberana autoridad y poder, tome las
más severas providencias para su contención y escar-
miento; debe Vuestra Merced también insinuarles que los
medios únicos y prudentes son el representar con humil-
de sumisión y respecto a Su Majestad o a sus ministros el
gravamen que les oprime en el caso de tenerlo, que
siendo justo no deben dudar se les concederá, pero de
ningún modo deben aspirar a ello por los medios tan
9r irregulares y opuestos / al honor de la patria, al de sus
personas y familias que precisamente incurrirán en la
nota de sediciosos y rebeldes como lo quedarán los le-
vantados de la provincia del Socorro y sus parciales,
quienes si no se reducen a la obediencia debida serán
como es justo castigados, según merecen su exceso y
tendrán que llorar sus atentados y por lo mismo no
deben los de esa jurisdicción imitar a unos sediciosos tan
perjudiciales a la causa pública previniéndoles de que en
el caso de abusar de la piedad con que ahora se les trata,

151
se tomarán las más severas providencias para dejar escar-
mentada su inobediencia porque en esta provincia hay
muchos sujetos de honor y lealtad que auxilien la dcfen-
9v sa, justamente / debida para sostener la autoridad del
monarca y la que tiene concedida a sus ministros en
cuyo caso me avisará Vuestra Merced con tiempo con
expresión de los motores para que yo pueda dar las pro-
videncias convenientes para cuyo acierto, paso con esta
fecha noticia de todo al excelentísimo señor virrey.
Nuestro señor guarde a Vuestra Merced muchos años,
Antioquia y junio 23 de 1781. Beso las manosde Vues-
tra Merced. Seguro servidor Cayetano Buclta Lorenzana,
Señor Don Alonso Elías Jaramillo. Es copia fiel y legal
de su original a que me remito, para que conste lo firmo
yo, el capitán aGuerra en Rionegro a primero de agosto
mi. de 1781. Alonso / Jaramillo.

Señor capitán a Guerra, nuCstra rúdeza nos hace incurrir


en mayores defectos por medio de éste diremos nuestra
cuitas, quien como tan prudente perdonará nuestros de-
fectos y así aunados decimos todos los vecinos del Rio-
negro, en particular los de color humilde que en vista de
la Real Cédula de Su Majestad que Dios guarde hallamos,
o que ésta no es cierta o que somos tiranizados sin orden
de nuestro soberano por las mismas bocas de ellas y lo
que hay ve y experimenta, pues el estanco de aguardien-
te se puso llanamente y luego paso a tener una medida
para recibir las mieles y otra para vender el aguardiente
y ésta ha venido a tal estado que con un tomín no hay
iov para un leve remedio y el estanco del / tabaco se esta-
bleció bajo el pie que no había novedad en el precio
pero ahí le consta que el mazo que ahora nos venden es
casi de la mitad del mazo de antes y &te con la circuns-
tancia que el señor Dávila estanquero de este valle, sopla
el oro y decimos lo sopla pues es oro el que sopla para
dejarlo en su tienda y quién le replicará? nadie; pues
fueramos severamente castigados, quejamos a la real jus-
ticia, no hay para que; pues hasta estos entables aquí no
había más que Dios y la justicia y hoy que a señor
capitán, Dios y los estanqueros hoy no hay respeto a la
real justicia en quien siempre se ha venerado nuestro
lir soberano / ya no hay tal respeto nosotros lo decimos y
aunque parezca temeridad esta probado con casos prác-
ticos y a la vista y si no dígalo Don Manuel de Uribe
siendo alcalde ordinario en la villa de Medellín, a quien

152
un guarda del estanco de aguardiente le desarrajó una
escopeta, dígalo Don Joaquín de Baza a quien le desa-
rrajó un guarda del estanco un pistoletazo y se paso la
bala zumbando por delante y era alcalde ordinario,
Dígalo Don Lorenzo Bustamante, Juez de Copacabana,
a quien un guarda de aguardiente le envistió con una
escopeta; digan tantos rondados por los guardas que es
lo que hoy más se practica ya por dichos guardas, que es
entrar amarrar al que quieren sin más auxilio que su
liv autoridad; díganlo en la / Marinilla que dichos guardas
como consta de causa justificada, ir dando sablazos a
cuantos se les ponían por delante sin más autoridad que
las suyas y estando el señor alcalde en el lugar y no
decimos más por no ser molestos, pero está claro que ya
el respeto de la real justicia se acabó, a nosotros nos
habían enseñado que temer y reverenciar a la justicia
porque en ella se venera al rey y como creeremos éstos
ahora, porque no hay más rey que los estanqueros de tal
modo que nosotros en viendo ya a un sujeto, temblamos
que nos venga a matar es ésto así señor capitán, hay algo
12r de fideón, no señor, nosotros vivimos en / un país que
no tiene otro mantenimiento que el tabaco y éste da
sólo una vez al año y en cuanto cerró la cosecha queda-
mos expuestos a perecer pues por lo general cada tres
años lo experimentamos y no nos queda más asilo que el
dulce que traen de la villa y para ésto ahora con las
pulperías ya está estancado, pues el pulpero lo venderá
como le diera la gana, pues ni precio ni arreglo en las
pesas y medidas se le han puesto, sólo un auto del señor
antecesor de ahí Don Pedro Biturro con pena de veinte
y cinco pesos no se venda nada fuera de las pulperías y
así suplicamos que Vuestra Señoría vea la orden de ella á
12v ver si es de nuestro soberano y nos lo haga constar / y si
se mandan poner las pulperías en los minerales y campos
sean hechado bando, que todos los mazamorreros con-
curran o por mejor todos los de este valle, pena de diez
pesos y ésta será orden de nuestro rey y señor que Dios
guarde, así lo dicen y que para dos pesos que son los que
nos imponen de pecho nos echen diez y cuantos días de
cárcel, ésto será orden de nuestro soberano si lo dicen
haganoslo saber y ahora un peso de donativo y todo
13r ésto último porque es el juez chapetón y és/tos como
vienen de tantas grandezas y lo que es más, porque son
muy amigos de mandarnos circunstanciar de tal modo
los impuestos que suben tanto grado que ya más vale

153
morir que aguantarlos y así señor pues no hay ya respeto
a la justicia pues si lo hubiera no hicieran lo que hacen
los estanqueros y que son tan tiranos los jueces chapeto-
nes y para ésto no hay más remedio que morir de necesi-
dad y desdicha y talvez impenitentes a manos de los
guardas y lo que más sin delito pues señor capitán para
no dar en que sentir a la justicia nosotros nos ofrecemos
a los cuchillos y protestamos traer a nuestras familias y
13v en la plaza pública cortarles las cabezas 1, para que sobre
su sangre caigan nuestros cuerpos a manos de verdugos
que hay puede nombrar de nosotros los que hallaré por
convenientes y con el fin de nuestras vidas y familias
determinará todo y quede vacio el valle, para los guardas
y los. forasteros ésto ha de ser si la piedad no quita tanto
perjuicio y el mando y el gobierno a los forasteros y sino
que vivan ellos y muramos nosotros y en ésto no hay
mis medio muramos todos como dicho llevamos no hay
recelo que nosotros pretendamos matar a nadie vivan
todos seguros que la muerte para quien la buscamos es
14r para nosotros si la piedad / no lo remedia. Así es y así era
cierto y por última protesta para no cansar a Vuestra
Señoría lo juramos en su real insignia decimos que a Dios
soberano en el cielo y en sus imágenes al rey nuestro
señor en su trono y en sus ministros y pues éstos los
vemos despreciados por los guardas de los estanqueros
vive Dios nuestro señor y vive nuestro católico monarca
Carlos Tercero.

Que el guarda o estanquero que cometiere algún atenta-


do de los dichos que ha de servir de escarmiento en todo
el reino y pues los estanqueros son forasteros, los guar-
das forasteros, protestamos siempre que sean jueces o
administradores de la Hacienda Real que no lo consenti-
14v mos/ por tiranos, arbitristas y amigos de oro y 9ue todos
hablan una lengua. Perdone señor capitán que esto es así
y no es temeridad, oiga por Dios quien le guarde muchos
años por haber considerado la gran desdicha que pudiera
resultársenos en el común en privamos de todo trato y
diligencia de mantenemos de donde pudieran resultarse
hurtos y otros gravísimos daños que se pueden conside-
rar por razón natural fue el motivo que viendo la pulpe-
na con tan mala disposición de surtimiento y requisitos
necesarios para permanecer en buena orden nos determi-
namos sin intención dañada a oponernos a ella y como
15e el en/gaño priva la perfección verdadera hemos procura-

154
do evitar culpas y ofensas a Dios en el común y siendo
así no debemos temer la muerte porque no dañamos a
nadie, ni en pensamiento, ni en palabra, ni en obra como
consta y también llega a nuestra rústica consideración
que no es posible que porque vivan cinco o seis, perezca
todo el común ni será justo de nuestro católict, Rey a
quien pedimos humildes perdón de nuestros yerros y
humildes ofrecemos a su servicio la sangre de nuestras
venas, Dios le guarde muchos años.

Por lo que mina armas, nos han privado de ellas a los


pobres humildes como que no fueramos vasallos de
15v nuestro Rey y Señor Carlos III que / Dios guarde y en
eso nos dan a entender mil deshonrras como de alevosos,
desobedientes o matadores y no nos han dado a saber
cuál es el ejemplar o motivo que ha habido para esa
disposición porque en este valle que ningún pobre de los
criollos haya hecho ningún absurdo ni aún con los pe-
rros porque somos tan cristianos que cuando más arma-
dos más humildes con nuestros superiores y aún con los
'que no lo son, como lo justificaremos en cualquier
tiempo pero para ésto nos hacemos el, cargo que
fue el motivo de privarnos las armas para que los
guardas y estanqueros en cualquiera parte nos amarren y
16r descalabren / con sus cables como se ha experimentado
y visto en estos valles pero daremos gracias a Dios que
siendo tan capaces no advirtieron a sacarnos o arrancar-
nos las uñas y los dientes, ni a privarnos de otras armas
que no le faltan al hombre para defenderse en los tiem-
pos antecedentes, cuando no habia nada de ésto porque
estaba el mundo al derecho, no se experimentaban tan-
tas necesidades y desdichas ni huertos ni enredos como
vemos al presente, ni nuestro católico monarca necesitó
de apurar a sus vasallos y si ahora conviene así, Dios lo
remedie; Señor capitán con toda veneración y humildad
le pedimos todos, lo más del común, que no permita que
los haberes reales los administren chapetones ni foraste-
itv ros por ningún pretexto y ésto / lo pedimos porque
conviene al servicio de Dios nuestro señor y que también
conviene el eximirnos de su mando y gobierno de ellos,
por punto de justicia, no los queremos por jueces más
que a los criollos de la tierra y volvemos de nuevo decir
nos oiga en justicia por Dios que nos lo guarde muchos
años.

155
Carta Señor gobernador y comandante general. Muy señor mío
y mi mayor veneración por no perder ocasión dirijo esta
a Vuestra Señoría participándole de que el domingo pri-
mero del corriente, pase al mineral de Guame a hacer
saber y publicar la cédula de SuMajestad en orden a la
contribución del donativo y publicado que fue se me
cercaron en aquella plazuela sobre cuatrocientos poco
17r más o menos de mulatos / mestizos y demás castas, los
más armados pidiéndome con aclamación popular les
oyese a que les franquee audiencia, con la mayor afabili-
dad que pude y procuré persuasirlos al silencio y dos o
tres de ellos hablaron diciendo que en cuanto al donati-
vo estaban prontos a contribuirlo lo más brevemente
que pudieran y también sacrificar sus personas siempre
que Su Majestad fuere servido, pero que sobre los otros
impuestos como son de pulperías, derechos de mazamo-
rreros y obligaciones que sobre ellos les han hecho ha-
cer, era necesario se les quitase infieriendo de la misma
cédula o que ésta no es verdadera o que los otros im-
17v puestos no lo eran, añadiendo muchas más repre / Sen-
taciones y en la que más altercaban era, sobre las absolu-
tas facultades de los guardas y sobre el maltratamiento
que han experimentado de los jueces forasteros que los
han mandado antes de ahora y por menor presentaron
en el mismo acto, un papel explanando ésto y demás
particulares el cual en otra ocasión remitiré a Vuestra
Señoría con más extensión de las ocurrencias yo procura-
ré suavizarlos y contenerlos, diciéndoles que a todo se
pondría remedio y para que se hiciesen acreedores de la
piedad de nuestro soberano, era necesario que se mostra-
Br sen humildes y obedientes y que sus repre/sentaciones
las proporcionarán a lo regular sin desarreglo y a ésto
todos aunados, expusieron que solamente aspiraban a no
ser tiranizados como lo estaban experimentando y des-
pués que les admití el papel que me presentaron y que les
ofrecí poner su representación en manos de los superio-
res y que serian oídos y bien despachadas sus suplicas, se
aquietaron y .concluí mi diligencia, lo que participo a
Vuestra Señoría para el gobierno que es lo que ocurre en
lo presente y el solicitar por su salud que le deseo con
perfección y que con ella Dios Nuestro Señor, prospere
y guarde la vida de Vuestra Señoría muchos años. Rione-
gro y Julio 7 de 1781. Muy señor mío, beso las manos
18v de Vuestra Señoría su atento seguro servidor. Alonso/
Jaramillo.

156
Antioqu a y julio 15 de 1781.

En atención a que las noticias que comunica a este go-


bierno el Capitán a Guerra de Rionegro y la representa-
ción que le hicieron los mulatos y mestizos de los mine-
rales de Guame, no corresponde a respuesta categórica,
según se esperaba de los efectos que tuvo la orden que
sobre el asunto se le comunicó en 23 de junio anterior,
repítasele nueva carta orden para que en respuesta de
aquella dé razón individual de su cumplimiento y resul-
tas que de ella se hayan observado en los sublevados y
agréguese el papel simple y sin firmas que incluye, for-
mado por éstos, no para ser oídos en los términos tan
19r inicuos y reprobados/ que proponen sus quejas y si súlo
para tener a la vista sus intenciones.

Buelta.

Fui presente: Simón Robledo, Escribano Público de Ca-


bildo.

Carta Señor Gobernador y Comandante General: Muy Señor


Mío y mi mayor Veneración. En contestación de la
Vuestra Señoría de 8 del corriente, digo que inmediata-
mente remití al Buey, el pliego que vino rotulado al
maestro de campo Don Felipe de Villegas, quien pronta-
mente salió y puso en ejecución el orden de Vuestra
Señoría y yo le pasé y le previne estar pronto a fran-
quearle todos los auxilios que necesitara para su cumpli-
miento. También he puesto, en ejecución lo que Vuestra
Señoría me previene de que tome razón de la cantidad
de pólvora, estaño y plomo que tuvieren los comercian-
tes u otras personas en estos valles y prevenirles a los que
de ésto tuvieren, no los vendan ni gasten en otros desti-
19v nos hasta nueva/ orden con lo más que en este asunto Su
Señoría me encarga sobre que en todo quedo inteligen-
ciado en orden al movimiento que se había notado en
los mulatos y demás gente popular del sitio de Guarne y
de los demás de toda esta Jurisdicción, ya avisé a Vues-
tra Señoría lo que había producido la concurrencia que
hice a dicho sitio con el fin de hacer publicar la Real
Cédula en orden al donativo y que allí en el mismo auto
de su comparecencia, fuera de las razones que expusie-
ron me presentaron un papel que es el que incluyo; y a
todas sus representaciones los procure suavizar con toda

157
mansedumbre, como Su Señoría me lo tenía prevenido,
dándoles ha entender la lealtad, amor y fidelidad que
debemos a Nuestro Soberano como sus vasallos y al con-
20r trario, notándose desobediencia o infidelidad/ serían tra-
tados y castigados con la mayor severidad como a rebel-
des y amotinados y que, para no dar semejante nota
desistiesen de los tumultos que tenían hechos, causando
escándalo y dando con ello a conocer estar sublevados o
conspirados y que se hacían indignos de los indultos y
gracias con que Nuestro Soberano nos estaba benefician-
do siempre; y advertidos en todo, expusieron que ellos
no era su ánimo oponerse a ningún orden superior; y
pasando a tratar sobre la excepción del donativo queda-
ron de acuerdo conmigo de que bajarían a- este sitio el
día 16 del corriente, con oro, o sin él y para ello, me
insinuaron de que su bajada la verificaban con sus armas
y éstas con sus personas para tenerlas a mi disposición y
zov aunque se me ocurrió de negarles esta proposición/ y no
condescender en ello, tan se me previno el venir en su
propuesta por examinar las armas que tenían y también
por no desconfiar de ellos y hacerlos sospechosos y así,
no tuve más que pensar que fue decirles que bajasen con
sus armas; y con efecto, el citado día 16 se presentaron
en esta plaza en número de 200 poco más o menos y
algunos trajeron el oro que fueron entregando y venían a
saber de mí si era cierto que ya el tabaco estaba a 2
mazos por tomín y por qué lo están vendiendo a tomín,
porque les habían informado, a que le dije no haber tal
cosa hasta lo presente y que se estuviesen quietos que si
era cierto no tardaría la providencia y de no, que sufrie-
sen como todos y así, que no hablasen sobre el asunto; a
21r que dijeron que obedecían y por ellos no se ofre/cería
cosa ninguna y como con efecto, no hubo novedad nin-
guna y antes bien, confirme se presentaron ante mí,
también lo hicieron al Maestro de Campo Don Felipe de
Villegas, diciéndole que sabían estaba alistando la gente
y que también iban a que los alistara porque eran vasa-
llos humildes de Su Majestad y no pasó ni precedió otra
cosa. Y a éste pasaje me lo han increpado de malo por-
que no procedí a implorar la voz del Rey para castigar-
los por haber presenciado con armas y éstas se reducían
a espadas, machetes, palos y sables y no todos, de cuya
increpancia hay algunos cornillos que tal vez habrán in-
formado de ello a Vuestra Señoría, quién se hará cargo
. de las circunstancias .y que mi resolución la he encamina-

158
do a aquietar movimientos que pueden resultar pésimas
21v consecuencias disimulando y desenitendiéndome de al-
gunas cosas y al mismo tiempo mandándoles con autori-
dad, se contengan de andar en turbamultas y ese mismo
día les mandé con apercibimiento se compusiesen los
caminos que les incumbe y dijeron que prontamente
pasaban a obedecer y no encontré motivo de reprensión
y si hubiera consagrado con los intentos de los inérepan-
tes, de querer castigarlos, ya puede Vuestra Señoría pe-
netrar qué mostruo hubiera resultado, fuera parte de
que se hubiera notado por mí causa alguna, para ello,
hubiera sido una muy reprensible imprudencia no ha-
biendo en este sitio más sujetos que los que Vuestra
Señoría conoce y únicamente los que bastan a increpar
y hacer crisis de las providencias de los otros y ésto lo
22r profieren/ en sus aposentos con sus mujeres y sus parcia-
les porque como no se hallan en él dentro disponen
teóricamente conforme a sus antojos y nada si llega el
caso lo reducen a la práctica. He dilatado esta narrativa
por informar suscintamente el ánimo de Vuestra Seño-
ría, por lo que tengo entendido de los informes que le
habrán hecho de contrario de esta genuina verdad, por-
que el contrariarla es causa de que se tomen por Vuestra
Señoría algunas providencias que tal vez no daría, si
todos nos salieramos de los límites de ella ; es cuanto
ocurre en lo presente noticiar a Vuestra Señoría que me
ha parecido congruente según me previene en su citada e
interín recibo sus órdenes y preceptos.

Quedo rogando a Dios guarde la vida de Vuestra Señoría


muchos años.

Rionegro y julio 21 de 1781.

Muy Señor Mío. Beso la mano de Vuestra Señoría, su


seguro servidor.

22v Alonso Jaramillo/.

Aunque aquí no se ha explicado que el donativo se en-


tienda de pesos de plata, así lo estoy exigiendo, ésto es,
a 4 tomines la gente popular ya peso de oro los princi-
pales porque así se está practicándd en Medellín, sobre
que Vuestra Señoría me avisará.

159
Antioquia y julio 26 de 1781. Agréguese al expediente
de que trata.

Suelta

Carta Señor Gobernador y Comandante General: 'muy Señor


Mío y mi mayor veneración: después que había escrito
a Vuestra Señoría, por cuarta vez con fecha 21 del co-
rriente y que remití con Don Manuel de Lara, recibí
otra de Vuestra Señoría con fecha de 16 del mismo en
que me previene no haberle dado cuenta de los resultos
que causaron el orden que me había comunicado para
que se quitasen las pulperías en Guarne, a lo que digo,
que todo cuanto ha ocurrido y me ha parecido con-
23r gruente he noticiado a Vuestra Señoría/ por el correo
próximo pasado con un mulato Varelas, vecino de esa
ciudad y últimamente con el dicho Don Manuel de Laxa
y ahora lo ejecuto, reiterando aquellas y participando
que en cuanto a los mulatos de Guarne y sus confedera-
dos, desde que se les quitaron las pulperías de aquel sitio
y se les impuso de que en cuanto al derecho de mazamo-
rreros, sólo se entendía a los que buenamente quisieran,
se sosegaron y aunque por aclamación y con muestras de
obediencia a la Real Justicia, se presentaron en esta pla-
za el 16 del corriente como ya avisé a Vuestra Señoría,
con armas de espadas, palos, machetes y sables, fue sig-
nificando que con ellas y sus personas estaban prontas a
23v dar favor a la Real Justicia/ a quien ciegamente obede-
cían y que venían a saber de mí, por qué causa no
experimentaban la rebaja del tabaco, cuando sabían que
afuera ya estaba mandado y puesto en ejecución, a lo
que les dije, que siendo cierto como decían no tardarían
los despachos y así que se aquietasen y no hiciesen nove-
dad ninguna, que el favor era para todos, pero no por
eso habíamos de dar muestra de desleales, ni inobedien-
tes y supuesto de que éste indulto venía por otro rum-
bo, nosotros participaríamos de él sin desacreditar la
obediencia y lealtad que toda la provincia ha tenido
siempre a todos los órdenes superiores, con otras más
24r razón, que conducían a la quietud y tran/quilidad por-
que éste ha sido y es mi principal objeto y así no he
tenido por conveniente reprenderlos con aspereza ni ha-
cer demostración Júrídica ninguna porque no lleguen a
entender o presumir de que se les quiere hacer ningún
.perjuicio y porque antes bien, les tengo prevenido de

160
d.<

que mantengan sus armas y estén prontos para siempre y


cuando sean presentados por mí a dar favor a la Real
Justicia al buen nombre de Nuestro Soberano y a la
Patria, haciendo con ésto con estudiosa máxima del la-
drón fiel; sin embargo, de que dichos mulatos los he
reconocido propensos y obedientes a lo que yo les man-
dare, asegurando a Vuestra Señoría que si llega el caso,
cual Dios no permita, de rechazar y contener alguna
24v rebelión de los que en el Reino se están/ en esta actuali-
dad experimentando y que ya se dice que el rebelde
nombrado Galán, que sigue un copioso número de inso-
lentes ha preferido que su destino lo encamina a distin-
tas regiones del Reino sin dejar de entrar a esta provin-
cia. No tenemos en ella otra gente más pronta para su
defensa que los mulatos por ser éstos, por lo regular,
gente más hábil y bélica y ser en número más crecido
que las primeras clases y así conviene mucho tener a
éstos contentos y en ninguna manera causarles disgusto
ni hacerlos dentrar en recelo, fuera 'de que aunque se han
juntado ya en varias veces hasta en número de 400 y
más, no han hecho demostración que merezca a lo me-
25r nos en las presentes circunstancias reprensión/ ni castigo
porque procuro siempre tenerlos gratos y con buenas
razones afearles y reprobarles los tumultos que han he-
cho y que el bien se castigue por bien como lo experi-
mentaremos y no quedaremos con la imputación y nota
de sediciosos y rebelados con cuyas razones que a todos
y en particular a muchos les he dicho. Estoy persuadido
que no habrá ya por parte de ellos la menor moción, ni
novedad y antes me parece tenerlos obligados y sujetos a
mi deber, por el motivo, de que como Vuestra Señoría
no ignora, son más propensos los ánimos del criollismo
que los mande un patricio que no ninguno otro y ésto se
acredita con lo que generalmente han proferido que de
haber suscitado mi antecesor con el empleo ya sin reme-
25v dio hubieran sublevádose/ y negárole la obediencia y
con todo se han manifestado mal contentos conque este
de Teniente administrando la Real Hacienda, porque así
me lo dijeron en Guarne cuando hice publicar la Cédula
del donativo que desde luego lo darían muy gustosos,
pero que este interés no había de dentrar a sus manos
sino que de las mías había de pasar al destino que Su
Majestad le diera, de que infiero la violencia que tienen
en no siendo Patricio que los mande y de ésto, no hay
quien los saque, y fundan esta idea de que siendo foras-

161
teros el que los manda como no tiene conocimiento de
ellos que aunque pobres tienen honra y pundonor que
los tiranizan con agrias demostraciones y los tratamien-
tos haciendo conmemoración de algunos y a todo
26r pro/curé como he procurado suavizarlos de forma que
según me parece, no queda que recelar de ellos y al
mismo tiempo he procurado satisfacer a los mal conten-
tos, de la presentación de los mulatos en esta plaza con
armas notándome de sufrido en no haberlos castigado y
que porqué no implore la voz del Rey y ya tengo ex-
puesto los motivos que para ello hubo y no había de ir a
romper talvez una guerra muy dolorosa y que roto el
freno de la obediencia una vez, quien sabe en lo que
pararamos y antes bien he deslumbrado en ellos que la
providencia de Vuestra Señoría en mandar alistar la gen-
te y prevenir la pólvora y plomo que hubiera, no tenía
ni tiene otro fin que el de estar con prevención para los
acaecimientos que resulten de las rebeliones del Reino
26v porque estaban con la expectativa de que esta/ providen-
cia terminaba a ellos, porque sabían que Su Señoría
estaba informado de contrario, tanto de la Villa, como
de este Valle y sin embargo de esta genuina narración
que es como me consta y como tengo comprendido me
ordenará Su Señoría lo que he de practicar pues ya digo
que de temer lo contrario o recelarlo hubiera participa-
do luego a Su Señoría y así lo ejecutado por mí hasta
aquí ha sido temiendo la cosa presente y el mayor cono-
cimiento que me asiste de todas las layas de gentes por
lo que Vuestra Señoría mirará con menos atención los
informes contrarios, porque los más son ficción deriva-
dos del temor con que los empleados en las rentas se
27r hallan y con la mucha cizaña que a éstos los introducen/
otros, porque de hallarme en contrario sentir de que
llevo expuesto yo fuera el primero que ocurriera al repa-
ro. Don Antonio de Leiva acaba de llegar de su viaje y
me persuado, le escribe y dará razón de las novedades de
afuera y la que trae es de que Honda a la fecha según los
movimientos estará arruinada si Dios no lo ha remedia-
do, porque el tal Galán con toda la plebe y con toda
insolencia estaba sobre ella, en lo presente no ocurre
otra cosa que participar a Vuestra Señoría con lo que
esperando sus superiores órdenes quedo rogando a Dios
nuestro Señor que con toda salud le guarde su vida mu-
chos años.
Rionegro y julio 24 de 1781.

162
Muy Señor Mío. Beso la mano de Vuestra Señoría.
Su atento servidor.

Alonso Jaramillo.

27v Antioquia y 28 de julio de 1781/ Agréguese también al


expediente de su materia.

Buelta.

Carta Señor Gobernador y Comandante General Don Cayeta-


no Buelta Lorenzana.

Muy Señor Mío y mi más venerado dueño: Participo a


Vuestra Señoría mi feliz arribo a esta su casa que fue el
día 22 del corriente y aunque con muchos trabajos; bue-
no, para servirlo en cuanto quiera ocuparme. Participo a
Vuestra Señoría las novedades que han ocurrido desde
que salí de Santa Fe para acá, pues los de Santa Fe creo
que Vuestra Señoría las sabrá ya y es que un capitán
fingido Juan Antonio Galán, Socorrano se desmandó de
las tropas que se hallaban acampanadas en el campo de
Chiquinquirá, digo de Zipaquirá y se vino con unos cor-
28r tos hombres de su parcialidad a Facatativá y los sublevó/
y aquí se hizo de más gente siguió a la Villeta con ellos y
también la sublevó quitó el Tabaco del Rey y lo puso a
vender a cuartillo y lo mismo aguardiente y se apropió-
el producto, y de aquí mandó gente a quebrada Negra,
Palma y otros pueblos para que los sublevasen, lo que
consiguió fácilmente en los mismos términos y que de
estos parajes le condujesen gente y luego que le llegó la
gente siguió para Guaduas, con número de 200 ó 300
hombres y se fue derecho a la casa que allí tenía el Rey
de las dos administraciones de 'tabaco y aguardiente y se
hizo dueño de uno y otro y puso en venta uno y otro
género a los precios referidos arriba, prendió a los admi-
nistradores y alcaldes y se hizo dueño del lugar, aquí
detuvo todos los bastimentos que venía de Santa Fe y
28v otras par/tes para Honda, mandó gente al paso de Barro-
so que es el río de la Magdalena para que detuvieran
todos los víveres que bajasen para Honda, mandó gente
a Lumbí para que a toda aquella gente la sublevasen con
pena de la vida al que no quisiera seguirlo, y junta toda
la gente mandó que detuviesen toda la gente y bastimen-

163
tos que viniesen para Honda, de manera que nos vimos
sin que comer, todo ésto fue dimanado de haber sabido
trataban de defenderse, a los cortos días se vino dicho
Galán al dicho paso de Barroso con algunos 500 hom-
bres y se pasó al lado de Honda, desde aquí siguió su
marcha para Mariquita, donde habiendo llegado, multó a
29r todo el cabildo y otros sujetos y les hizo exhibir las/
multas, se apoderó de los estancos y ejecutó lo mismo
que en los demás, pasó en casa de la mujer de don Juan
Basinez que se hallaba en, dicho Mariquita y le quitó
todo lo que tenía, de aquí pasó a la mina de Diago que
está distante de Mariquita, echó los negros por delante y
al minero y las alhajas que encontró llegarían de 4 a
6.000 pesos y se regresó a Mariquita, en este intermedio
mandó el General de Campo Don Juan Francisco Berbeo
3 capitanes, el principal Ardila con orden para que man-
dasen retirar todas las tropas Socorreñas por haberse
hecho ya las capitulaciones, las que trajo dico Arcila
para publicarlas en todos los parajes, hasta la Villa de
Honda, como en efecto se publicaron y se quitaron/ los
estancos y con éste motivo se le mandó por el cabildo de
Honda razón para que se retirara con su gente para su
tierra y la respuesta que dió al cabildo es la que incluyó
a Vuestra Señoría: de aquí paso Galán a Ambalema,
dónde se apoderó de 11.000 arrobas de tabaco y lo
vendió a 4 y 6 reales la arroba, de aquí mandó que se
sublevara Honda como con efecto, el día 23 del pasado
en la noche se ejecutó de que hubo algunas muertes y
muchos heridos dimanado de las voces que daban de
viva el Rey y muera el mal Gobierno y los blancos y
guerra contra Honda, dirigiéndose a la casa de todos los
hombres ricos y habiendo preso a los 3 días a 3 de las
30r cabezas de los amoti/nados, se dice que en las confesio-
nes de éstos han dicho que la orden que tenían de Galán
era que mataran a todos los blancos y que luego que lo
ejecutara le avisaran para venir a robar toda la Villa, en
este tiempo vinieron otros 3 capitanes, uno de ellos el
Secretario de Berbeo con los poderes de éste, nombrado
Don Nieto y con una Real provisión de su Alteza para que
todas las justicias le dieran todos los auxilios que pidiera
para la prisión de dicho Galán y como lo pidiese a la
Justicia de Honda, se les respondió por ésta, que la Villa
lo necesitaba para ella respecto de que se hallaba acuar-
telado, por cuyo motivo, dicho Nieto le mandó chasqui'
para que se retirara dicho Galán con su tropa y lo que

164
respondió fue que el día 7 de este corriente tendrían el
30v gusto de verlo en Honda. El día 5 salí/yo de Honda pero
con la noticia Ide que tenía ya junto más de 2.000 hom-
bres para venir a ella; el mismo día que yo salí se me
dijo en el río que había mandado Galán tres barquetas
cargadas de gente para las inmediaciones de Honda, sus
moradores quedaron esperando su ruina, por decir, se
venían a quemarla. Dicho Nieto trajo las capitulaciones
para esta provincia, a mí se me habló para que las trajera
y no se me entregaron por decir que con el correo ven-
drían más presto.

El cerco que se le hizó a Santa Fedpor los Socorreños fue


de diez y siete mil hombres y 5.000 que tenían prontos
si fueren necesarios. El Señor Arzobispo siguió para el
Socorro con el General Berbeo, por no estar contenta la
atr plebe/ con las capitulaciones hechas; según se me ha
dicho los 500 hombres con su Coronel que es Carbonel
quedaron según me dijeron en la boca de San Bartolo-
mé. Se sublevó también la ciudad de Neiva el día 26 del
pasado en la noche y habiendo salido su Gobernador
sólo a la pacificación de él, preguntándoles con mucho
cariño, que que querían, que si era por los estancos de
tabaco y aguardiente que se quitarían; le dijo uno: ésto-.
pedimos. Y le metió una lanza por los pechos que lo
dejó muerto y a éste mismo que mató al Gobernador lo
mató Don Pedro López que salió al alboroto, de un
balazo y no se ha sabido que otra cosa pasaría, piles
hasta que yo me vine no había más novedad.

Con Don Francisco Moyano que sale estos días para esa
ciudad, escribiré a Vuestra Señoría sobre otros asuntos.

Quedo de i./uestra Señoría para servirle en cuanto se le


31v ofrezca y rogando/ a Dios guarde a Vuestra Señoría mu-
chos años.

Rionegro y julio 24 de 1781.

Beso la mano de Vuestra Señoría, su afectísimo servidor


Antonio González de Leiva.

Copia de carta escrita por el Capitán Juan Antonio Ga-


lán de su acampamento de Mariquita en respuesta de
una que le escribió el Cabildo de la Villa de Honda para

165
que se retirase con su gente, mediante a estar publicados
ya los tratados dé pases y es a saber muy señor Mío,
recibí la suya fecha 17 del corriente la que expongo con
fecha 19 y debo decir a Vuestra Merced que cuando se
pone la pluma lo primero que se hace es la cruz, pues es
la primera palabra que se pone para seguir a exponer
cualesquiera obra. Muy Señor Mío, Puedo decir a Vues-
32r tra Merced que interín no vea ese/ su delegado que ha
mandado mi superior, no puedo seguir ni determinar
con la tropa, es cuanto debo decir a Dios que le guarde
la vida muchos años. Mariquita. Y cartas de unas fechas
y otras de diferentes fechas y escritas en un mismo y
determinado por el dicho Capitán de los Socorreños Ga-
lán.
Don Francisco lbargoytia.

Cartas bien hechas escritas de sujetos como son los fir-


mados o pueden ser, hemos visto que contrario las que
pondré de presente sin menesteres a Dios es quien nos
gobierna y después mi General:

Carta Señor Gobernador y Comandante General.

Muy Señor Mío: iecibí la de Vuestra Señoría y con ella


el adjunto decreto superior el que con esta misma fecha
queda obedecido, el cual se hará notorio el 10 del co-
32v rriente a todo el vecindario por ser/ festivo, en que con-
curre la mayor parte de él, de cuya publicación con los
más resultos que se ofrezcan, avisaré a Vuestra Señoría
como me previene y de que no dejaré de hacer las co-
rrespondientes insinuaciones a dichos vecinos de la obli-
gación en que se hallaban constituidos a conservar la paz
y buena armonía con unos y otros, como leales vasallos
de Su Majestad.
Nuestro Señor guarde la vida de Vuestra Señoría mu-
chos años.
Rionegro 7 de agosto de 1781 'años.

Beso la mano de Vuestra Señoría, su seguro afecto servi-


dor.

Alonso Jaramillo.

, 166
Carta Señor Gobernador

Señor: Remito a Vuestra Señoría la copia que me encar-


ga de la carta del 23 del primero Junio; Vuestra Señoría
33r vea en qué le puedo servir/ que lo haré con toda volun-
tad, con la que pido a Dios le guarde muchos años.

Rionegro 7 de agosto de 1781.

Beso la mano a Vuestra Señoría, su seguro servidor;

Alonso Jaramillo.

Carta Muy Señor Mío: [ por la carta de Vuestra Merced de 24


del corriente en respuesta a la que dirigí con fecha de 16
del mismo, por no haber aún recibido la que Vuestra
Merced me dirigió con Don Manuel de Lara porque la
anterior que Vuestra Merced me cita haberme escrito,
no me instruía conducente para que pudiese yo dar
cuenta a su excelencia de los efectos que había causado
la providencia que dí para la pacificación de las inquie-
33v tudes ocurridas en el partido de/ Guarne, por cuyo moti-
vo le repetí la citada de 16 del corriente al fin de que
Vuestra Merced, me diese una noticia circunstanciada de
todo como la que acaba de comunicarme y lo ha sido
también la que me dirigió por el dicho Don Manuel de
Lara y en vista de una y otra, debo decir a Vuestra
Merced que me ha parecido muy bien la providencia y
precauciones con que Vuestra Merced ha procedido para
que estos miserables mal aconsejados, no buscasen tan
ciegamente la ruina total de sus personas y familias, pues
a la verdad, mayor daño hacían a sus propios intereses y
conveniencias, que el que podían ocasionar al Estado,
porque no me sería difícil el contenerlos en tiempo,
34r porque no vivo desprevenido/ de lo preciso para sostener
con el decoro debido, el orden de la corona y debida
subordinación al Rey Nuestro Señor y sus Ministros y
así, ha sido para mí de gran complacencia, el que esos
vecinos recapacitados conociesen las obligaciones de lea-
les vasallos de un monarca tan católico, piadoso y justifi-
cado, como lo es Nuestro Soberano y que usen de unas
demostraciones que en la presente ocasión acrediten su•
lealtad para honor de sus personas y de la patria, con lo
que logrará esta provincia distinguirse de las demás con
el glorioso título de leal, fiel y obediente y adquirirían

167
con más', fundamentos este honor si las quejas que han
34v representado y constan del/ papel simple y sin firmas
que. Vuestra Merced me ha dirigido con su citada carta
de 21 del corriente, porque a la verdad en los términos
que allí se vierten, no puede ser admisible la representa-
ción sin que sea con desdoro del gobierno, en cuyo con-
cepto podrá Vuestra Merced advertirles reflexionen me-
jor los medios de representar sus quejas, asegurándoles
que no se faltará a cuanto sea justo para su alivio, por-
que las benignas y justificadas intenciones de Su Majes-
tad no son otras, que el alivio y bien de sus amados
vasallos, en cuanto lo permitan las circunstancias de la
presente guerra contra la Nación Inglesa, cuyos crecidos
35r costos no pueden soportar/ los fondos del Erario y siem-
pre debe contar con los auxilios que en semejante caso
deben facilitarle sus fieles vasallos, para cuya defensa y
librarlos de los insultos de los enemigos de la corona y
del Estado, mantienen un ejército numeroso; estas consi-
deraciones son muy eficaces para estimular a todos los
vasallos a contribuir generosamente a tan justos desig-
nios, bien, que en el particular con esta provincia se ha
verificado generalmente tan nobles demostraciones, a las
que no han faltado según Vuestra Merced me avisa, esos
pobres quienes sólo en el modo de manifestar sus quejas
lo han errado, pero como sus procedimientos no han
ocasionado daño alguno, según Vuestra Merced me in-
35v forma son acre/edores a se miren benignamente y mu-
cho más por ofrecersen voluntariamente si fuese necesa-
rio para concurrir con sus personas a la defensa de la
patria como es justo, a consecuencia de lo que Vuestra
Merced me avisa acerca de los insultos robos y excesos
cometidos en la provincia de arriba por el fingido Capi-
tán de levantados, Juan Antonio Galán, cuyos designios
parecen se extienden a venir a esta provincia de que con
toda expresión circunstanciadamente me avisa Don An-
tonio González de Leiva, debo prevenir a Vuestra Mer-
ced que expida sus órdenes a las que viven en las cerca-
nías de las Juntas de Nare y más parajes inmediatos, a
36r Palagua, como también/ a las justicias de Arma, para que
en el caso de que tengan noticias de que baja a la provin-
cia aquel rebelde, se lo avisen y Vuestra Merced me
pasará luego noticia para que yo pueda con tiempo pre-
venirme para la defensa de la provincia, no dudo de su
buen celo, lo ejecutará así y me comunicará las noticias
que merezcan atención. Aquí aún no han llegado las

168
capitulaciones que se dice haber hecho los Socorreños
en Santa fe.

Nuestro Señor guarde muchos años.

Antioquia y julio 28 de 1781.

Beso la mano de Vuestra Merced, su seguro servidor;

Cayctano Buelta Lorenzana.

Señor Capitán a Guerra Don Alonso Elías Jaramillo.

Concuerda con la que dirigí al Capitán a Guerra de R o-


negro.

Buelta.

Decreto Antioquia y julio 28 de 1781, debiendo precaver todo


36,., insulto en esta provincia y atender por todos medios/ a
la paz interior de ella y siendo preciso adelantar las pro-
videncias' más oportunas a este fin y al de evitar a que
tome cuerpo la sedición y que talvez si se verificase el
que el rebelde Juan Antonio Galán, intente proseguir
con sus designios a esta provincia, no faltaran algunos
que sigan su partido, de los mismos que en el día aparen-
tan estar obedientes y otros, que aún mantendrán ocul-
tos sus intentos que todo por la de la más vigilante
atención y consideración y para que se tomen las provi-
dencias convenientes y se pueda usar de los medios
oportunos y necesarios para tratar con formalidad los
que se deban tomar, puse este expediente a Junta de Real
Hacienda para acordar en ella la deliberación que se
37r deba tomar/se en tan importante asunto y con lo que Se
resolviese, volverá este expediente al gobierno.

Buelta

Carta Fui presente, Simón Robledo Escribano Público de Ca-


bildo.

En vista de lo que Vuestra Merced n-ie informó con do-


cumentos en 23 de junio último, sobre lo acecido en el

169
sitio de Guarne contra las dos pulperías establecidas allí
con título de ordenanza y los pulperos a quienes hicie-
ron salir fugitivos las gentes que se tumultuaron y que
no se les exija la contribución de mazamorreros, pasé el
oficio correspondiente para que me ilustrara sobre el
particular, como que las providencias eran referentes a
disposiciones suyas al Señor Regente Visitador General,
quien me expuso el 26 de julio siguiente que el estableci-
37v miento de pulpe/rías de ordenanza y su composición es
de ley y muy recomendada por Reales Cédulas posterio-
res, pero que aunque éstas deban establecerse en los
pueblos de Españoles no los Reales de Minas, por lo que
si Guarne es éste y no aquél no deberá subsistir y consi-
guiente a ésto está acorde y bien dada la providencia de
Vuestra Merced. En la contribución asignada a los maza-
morreros, dice que procedió con acuerdo de Junta de
Tribunales sobre que se formó expediente y para deter-
minar sobre si ha de continuar o no, se pedirá a aquél a
Santa Fe, aunque Vuestra Merced entre tanto, deberá
proceder con prudente cautela como lo ha hecho en' la
prevención comunicada a Don Pedro Biturro, si acaso
38r sobre/ este punto se hiciere mayor resistencia para no
dar lugar a que se aumenten las turbaciones, cuando se
trata de apagarlas, mayormente si es motivo para que los
mazamorreros se retraigan de trabajar en las minas y
más, cuando ni puede ni conviene reducirse a efecto los
mandatos por la fuerza, de que sólo importará usar
cuando no haya otro remedio, supuesta la dificultad de
enviar armas y municiones a todas las partes del Reino.
Aunque expresa también que a pedimento del Señor
Fiscal como su delegado de la Superintendencia General
de la Real Hacienda, había mandado que los mazamorre-
ros pudiesen sacar oro en los parajes inmediatos a las
38v minas, con tal de que no estuviesen compre/ndidos en
las cuadras de ordenanza permitidas a los mineros, con
todo, hecho cargo de lo que Vuestra Merced informa y
de la displicencia que ésto les causa, ha expuesto que su
intención en aquella resolución era dirigida y hablando
de las minas de veta, pero no de las de oro corrido y en
esta virtud libró la orden adjunta que circulará a Vuestra
Merced con inserción y copia a todos los lugares de esa
provincia, para que se publique, en que prevengo a Vues-
tra Merced, mantenga y haga mantener a los dueños de
minas en la posesión del terreno señalado a cada uno en
sus respectivos registros, sin permitir que los mazamorre-

170
ros, ni otra persona alguna, los inquieten ni trabajen
39r dentro de la demarcación de su mina/ y registro, sin
licencia de su propio dueño.

Dios guarde a Vuestra Merced muchos años.

Cartagena 10 de septiembre de 1781.

Manuel Antonio de Flórez.

Carta Como a instancia del Señor Fiscal y despachando por la


Superintendencia General, los asuntos de Real Hacienda
al Señor Regente Visitador General, hubiese librado pro-
videncias dando facultad a los mazamorreros o lavadores
de oro para sacar y lavarlo en los parajes que aunque
inmediatos a las minas y registros concedidos a cada uno
de sus dueños, no estén comprendidos en las cuadras
señaladas por la Ordenanza de Minas y habiéndome in-
formado lo perjudicial que puede ser esta providencia
para el fomento y labor de ellas, contrayéndose a las
3 9v minas que se llaman de oro / corrido, porque teniendo
que hacer considerables gastos en ponerlas corrientes y
dar cuerda a las aguas, no habría quien emprendiese su
labor porque sólo servirían para solicitar trabajo para
dos o tres meses, necesitando para resarcir los gastos
causados continuar su labor muchos. Prevengo a Vuestra
Merced que la dicha providencia puede contraerse a las
minas de veta y que en cuanto a las de oro corrido, no
debe permitirse a ningún mazamorrero, ni otra alguna
persona, el que se introduzcan a trabajar sin licencia de
sus dueños dentro de los linderos de su registro , que le
está con la debida formalidad concedido, pero con tal de
40r que las mantenga una en labor y otra en estaca con/
arreglo a las citadas ordenanzas de minas y que esta
providencia la comunique a todos los lugares de la com-
prensión de su mando para que haciéndola pública, las
Justicias lo tengan entendido y así, éstas como Vuestra
Merced cuiden en sus casos de su más exacta observan-
cia.

Dios Guarde a Vuestra Merced muchos años.

Cartagena 10 de septiembre de 1781

Manuel Antonio de Flórez.

171
Obedecimiento Señor Gobernador de Antioquia, y Octubre 9 de 1781.

Por recibida la superior carta orden del excelentísimo


Señor Virrey que antecede la que se obedece por este
gobierno en la forma ordenada y debida y désele el más
pronto y debido cumplimiento y para que lo tenga se-
40v gún en ella se previene/ y manda hágase notoria en esta
ciudad en la forma acostumbrada y el presente Escriba-
no lo pondrá por diligencia a continuación de este decre-
to y hecho, líbrense despachos con inserción de todo a
los Cabildos y Justicia de esta provincia para que hacién-
dola publicar en sus respectivas Jurisdicciones, procedan
a su cumplimiento y observancia y de haberlo así ejecu-
tado remitirán a este gobierno certificación que lo acre-
dite. Buelta.

Así lo obedeció, proveyó y firmó su Señoría el Señor


Gobernador Don Cayetano Buelta Lorenzana, Capitán
del Regimiento Provincial de León, Gobernador y Co-
mandante General de esta Ciudad y su Provincia, por
ante mí que doy fe.

Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

41r Publicóse en/ esta ciudad la superior carta orden que


antecede en forma de bando a usanza de guerra, según
previene Su Señoría en su Decreto de Obedecimiento,
en las calles, plazas públicas de esta ciudad según cos-
tumbre y para que conste lo pongo por diligencia y
firmo en el día de su publicación, 15 del corriente mes
de octubre de 1781.

Robledo.

En 23 de octubre de este año de 1781 se libraron y


remitieron por el correo ordinario, siete despachos con
inserción de la superior carta orden del Excelentísimo
Señor Virrey que está por cabeza y del Decreto de Obe-
decimiento y diligencia de su publicación en esta ciudad
41v dirigidos a las Justicias de Medellín/ Rionegro, Marinilla,
Arma, Cáceres, Zaragoza y los Remedios y para que
conste lo anoto y firmo;

Robledo.

172
Carta He visto la carta de Vuestra Merced de 8 del pasado y
testimonio que la acompaña de la representación que
hicieron tumultuariamente los mineros de Guame al Ca-
pitán ,raGuerra del Rionegro, quejándose de las tropelías
que cometen los dependientes de Rentas Reales y el
increíble desacato con que dicen se ve trataba por éstos
la Real Jurisdicción depositada en sus Alcaldes Ordina-
rios, como así mismo, las providencias tomadas por
Vuestra Merced para cortar estos desórdenes en su prin-
cipio y oposición que manifiestan aquellas gentes levan-
42r tadas/ a entregar las pocas armas que tienen. Yo estoy
persuadido a que será infundada la queja de éstos como
Vuestra Merced me insinúa, pero conviene también que
Vuestra Merced vigile y procure apurar si tienen algo de
verídico los hechos 'que producen contra los guardas y
sus cabos, porque siempre conviene alejar la causa de los
males cuando no hay otro medio de estorbarlos, bajo de
este concepto, procure Vuestra Merced con precaución
y disimulo enterarse de la conducta de los sujetos que
dan motivo a estas quejas para informarme con claridad
y puntualidad de todo, por si fuere necesario aplicar
algún remedio encargando a Vuestra Merced muy parti-
42v cularmente pro/ceda en todo con la mayor prudencia y
dulzura, sin dar lugar a la menor inquietud, que pueda
ser peligrosa en las actuales críticas circunstancias.

Dios guarde a Vuestra Merced muchos años.

Cartagena 22 de septiembre de 1781.

Manuel Antonio de Flórez.

Obedecimiento Señor Gobernador de Antioquia


Antioquia y Noviembre 10 de 1781
Agréguese al expediente de su materia y en cuanto a la
queja de los guardas que representaron los sublevados de
los minerales de Guarne, queda este gobierno en tornar
reservadamente las noticias convenientes para informara
43r Su Excelencia, según le previene en la superior/ carta que
antecede.

Buelta

Muy Señor Mío y de mi mayor estimación: remito a


Carta Vuestra Señoría y Mercedesíel adjunto informe de lo

173
acaecido en el paraje de Guarne de la Jurisdicción de
Rionegro para que en su asunto se tome por quien corres-
ponda la providencia con la mayor brevedad por las cir-
cunstancias que no permiten demora y me han de perdo-
nar si en algo va la representación fuera del orden o
términos en que debiera dirigirla. Si se sirviesen mandar
hacer pesquisa, se servirán cometerla a quien sea del
superior agrado, excusándome a mí como rendidamente
lo suplico, poniendo presente que en Rionegro no hay
cárcel en donde encarcelar y así, los que se prendiesen
de los de la asonada deberán ser conducidos para la
43v seguridad a las Reales cárceles/ de esa capital Villa de
Medellín o a la de la Marinilla y conviene mucho que al
comisionado se le prevenga actúen con el Escribano,Isin
que otro entienda la actuación, pues de lo contrario, con
los enlaces de parentesco se puede ocultar la culpa de los
motores. Esta la escribo de mi casa de campo y a media
noche y por ser preciso que salga el peón a la madrugada
por lo mucho que importa al Real servicio, no hay pro-
porción cómoda de poderla marquillar en la Real estafe-
ta de correos, pero en el día de mañana daré en dicha
estafeta el tomín y medio del porte; y así, atento el
objeto y las circunstancias, suplico al Señor Gobernador
que por este defecto no se me siga perjuicio, ni tampoco
al peón que la conduzca.

Nuestro Señor guarde a Vuestra Señoría y Mercedes mu-


44r chos años, de ésta muy suya y junio 20 de 1781./

Beso la mano a Vuestra Señoría y Mercedes, su más


rendido servidor.

Pedro Biturro Pérez

Carta Señores: Gobernador y Comandante General Don Caye-


tano Buelta Lorenzana, Don Andrés Pardo y Don Fran-
cisco José Visadías.

Señores: Gobernador y Oficiales Reales- no puedo silen-


ciar lo que conviene al Real Servicio llegue sin dilación a
noticia de Vuestra Señoría y Mercedes y fuera en mí
muy reprobado el silencio respecto de que acabo de ser
Capitán aGuerra, Justicia Mayor en los tres Valles que
serví con honor y lealtad y en la actualidad ejerzo el
empleo de Teniente de Oficiales Reales en los mismos

174
Valles, con esta precisión no sólo he dado la obediencia
a las superiores órdenes que se me han comunicado, si
no también procurado su cumplimiento por los medios
más suaves y proporcionados al grado y que los nuevos
impuestos que son solamente el de mazamorrero y pul-
44v perías no hicieran mala impresión en el vulgo/ que ordi-
nariamente ve las cosas con poco entendimiento cuando
miran a su arreglo o a coartarles algo de las libertades
conque hasta lo presente han vivido, en estos dos pun-
tos, me he manejado no sólo con la mayor prudencia,
sino que hasta hacerles ver las utilidades que de estos
impuestos se les sigue en el amparo de minas y tener en
las pulperías pronto a todas horas sus menesteres a unos
precios corrientes y regulares con otras expresiones coin-
cidentes al mismo fin; pero hasta lo presente, no llegan a
cien mazamorreros los matriculados ni las pulperías a
diez, en cuanto a las pulperías no ha habido pretensores
para más y aún de las que hay dos de los pulperos han
ocurrido ha hacer dimisión del oficio y que se les tilde la
45r obligación por lo que después diré, en cuanto/ a los
mazamorreros y los que más rebeldes se han manifesta-
do son los de la Mosca, Palenque y más comprensión del
partido, en donde hay más de ciento y no han ocurrido
de este partido ni aún diez y éstos, a disputar la contri-
bución de los dos pesos con audacia y atrevimiento y
uno del dicho partido expresó con publicidad que sólo
esperaba a que se prendiese alguno por la razón de la
contribución, para venir todos de mano armada a soltar-
lo, a quemar la Real oficina y todo el sitio de San Nico-
las, otro expresó en casa de Don Nicolás Gutiérrez pre-
sente el Juez Conservador de la Real Renta de Aguar-
diente que a mí que corría con estas cobranzas me ha-
bían de coger a puñaladas, el que ésto expresó se llama
Francisco Zapata del partido de Guarne. Vuestra Serio-
45v ría y/ Mercedes proveeran en esta razón lo que sea de
justicia que yo desde luego pongo mi queja para que se
ejemplarice al público con la pena que a este osado le
corresponda. El 17 del corriente en el mineral de Guarne
y de su partido se tumultuaron o asonaron más de dos-
cientos hombres y a Don Jerónimo Mejía le quitaron la
licencia de su pulpería que allí tiene y a otro de más
abajo, también lo intimidaron amenazando a uno y a
otro que si no hacían dimisión de las pulperías les ha-
bían de quitar la vida por lo que concurrieron ya a hacer
dejación de ellas; este tumulto, estoy informado lo capi-

175
taneaba Brungiral Pardo del mismo Guarne. Si no se
46r ataja en su raíz este mal/ y se les deja en la osadía,
mañana llegará a tomar más cuerpo la tumultuación y
así, según las circunstancias graves de la asonada son
dignos los cabezas de ellas de que inmediatamente se
pongan en un cadalso para ejemplarizar la República y
contenerla en los debidoS límites. Se me informó igual-
mente que a los transeuntes le preguntaba, Vuestra Mer-
ced de qué bando es, si es del bando de los del Socorro y
San Gil arrimese acá, éste era el modo de ir propagando
el número de esta rebelión. Procedido también de las
novedades que hay esparcidas por la provincia escritas
de afuera me parece fuera muy conveniente el que se
reprimieran con penas graves porque en el vulgo obran
malos efectos semejantes noticias. Igualmente me acaba
46v de informar el presente Escribano Don Francisco/ Gutié-
rrez que los díscolos han dicho que el domingo que
viene han de vender tabaco y aguardiente públicamente
y que a pesar de los superiores han de hacer suspender
los nuevos impuestos, que el aguardiente se ha de vender
con la medida de la tierra y el tabaco como antes a dos
mazos al tomín y que de lo contrario, todo lo han de
devorar, ésto no me hace tanta novedad como la asona-
da, pues de ella provienen estas expresiones que pongo
en la superior noticia del Señor Gobernador como a
quien esta recomendada la provincia para el pronto re-
medio que conceptúo no debe ser escasa la demostra-
ción y por la brevedad que demanda la providencia hago
47r este chasqui a quien prevengo/ cuente los instantes del
tiempo en ida y vuelta antes que tome más cuerpo la
materia. Vuestra Señoría y Mercedes se servirán ordenar-
me lo que debo hacer en este caso de haber alzado la
obediencia los mazamorreros y también en el asunto de
pulperías, pues las circunstancias me hacen consultar pa-
ra mi asiento.

Rionegro y Junio 20 de 1781.

Pedro Biturro Pérez.

Muy Señor Mío: con la carta de Vuestra Merced de 20


del corriente, hemos recibido la representación que nos
hace acerca de las inquietudes y alborotos que por algu-
nos sujetos de los minerales de Guarne se han verificado
contra los pulperos establecidos allá, sobre cuyo particu-

176
lar debemos prevenir a Vuestra Merced el que mandán-
47v dose poner éstas en los/ pueblos de Españoles no deben
estarlo en los minerales ni privar los rescatantes y a los
dueños de las minas abastecerlos de lo necesario porque
sería muy perjudicial a los mineros el que sus esclavos
tuvieran la precisión de salir a las pulperías a comprar lo
preciso para su subsistencia en cuyo concepto hará
Vuestra Merced inmediatamente retirar dichas pulperías
y otras cualesquiera establecidas en minerales y que se
hallen fuera de los referidos pueblos, por lo respectivo al
corto número de mazamorreros matriculados y los mu-
chos que no lo han querido hacer y es regular trabajo sin
este requisito según Vuestra Merced nos informa, con-
48r viene disimular por ahora/ Sobre el asunto hasta que
informado el Excelentísimo Señor Virrey de todo por
esta Real Junta nos comunique las órdenes que fueren
de su mayor aprobación y en el interin Vuestra Merced
vaya cobrando de aquellos que buenamente quieran pa-
garle anotando con toda expresión los que se excusan a
ella, reservadamente. Por lo que respecta a los demás
pasajes del levantamiento y bando de los sediciosos So-
correños que Vuestra Merced nos insinúa, queda al cui-
dado del gobierno tomar las precauciones convenientes a
fin de evitarlo, bien entendido que ésto no impide el que
Vuestra Merced le comunique en tiempo todas aquellas
noticias que merezcan su atención que es cuanto en el
asunto debemos prevenir a Vuestra Merced y rogamos a
48v Nuestro Señor guarde su vida/ muchos años.

Real Contaduría de Antioquia Junio 23 de 1781.

Beso la mano de Vuestra Merced, sus servidores

Don Cayetano Buelta Lorenzana


Andrés Pardo
Francisco José de Visadías

Es copia de la carta que se dirigió en Junta de Hacienda.

Buelta.

Contestaci6n en Muy Señor Mío, de mi mayor estimación, en cumpli-


31 de julio de miento de la de Vuestra Señoría de 23 del pasado que
1781
en consorcio de los señores oficiales Reales se sirvió es-
cribirme en respuesta de otra mía en que me previene le

177
avise las circunstancias dignas de atención acerca del de-
sorden popular de los mulatos de Guarne y sus inmedia-
ciones. Aviso que el día 16 del corriente, vinieron a este
49r sitio en forma tumultuaria hasta en el número/ de dos-
cientos negros, mulatos, mestizos, a pies con el pretexto•
de pagar el donativo y sólo setenta y tres pagaron a
cuatro tomines, los demás hasta el número referido no
pagaron nada, volviéndose junto para Guarne, el modo
de entrar en el sitio fue como dicho llevo juntos arma-
dos con palos, machetes, sables, espadas, lanzas y esco-
petas, en esta forma entraron los que cupieron en casa
del Capitán aGuerra, quedándose a la puerta los que no
cupieron en ella y luego que pagaron aquellos pocos el
donativo se andaron por todo.el sitio, así armados infun-
diendo terror, también me parece digno de informar a
Vuestra Señoría se me ha dicho que a la vista del sitio
quedaron otros armados en la misma forma observando
los resultos. Hasta este estado ha crecido la osadía con el
49v disimulo/ pasado y si no se ataja en tiempo nos veremos
cuando tome más fuerza en un mar de disgustos, bien
sabe Vuestra Señoría cuánto creció la sedición Socorre-
ña y cuánto contaminó por no haberse cortado en su
raíz y ahogado en sus principios pequeños. Por parecer-
me son injuriativas en mucha parte a la autoridad de
Nuestro Piísimo Monarca las Capitulaciones Socorrerías,
pienso que han de tener memorables resultos de escar-
miento, que sirva de freno a los siglos futuros porque
dichas capitulaciones miran mucho al menoscabo de la
autoridad Real y al deshonor de la Nación y en un pala-
bra a imponerle el pueblo leyes al legislador que es pro-
piamente subversión, estas circunstancias me obligan co-
mo fiel vasallo a poner presente a Vuestra Señoría para
50r que si mereciesen/ atención se le proponga al excelentí-
simo Señor Virrey se sirva remitir a esta provincia cua-
trocientos fusiles con sus adherentes, pólvora y metralla
correspondiente para echar mano de ellos cuando fuera
necesario reprimir el desorden popular o contener la in-
vasión de las provincias de afuera, pues según se me ha
informado un Galán Socorreño que anda con ochocien-
tos hombres en la provincia de Mariquita ha pensado
entrar a ésta a seducirla a la rebelión. Si Vuestra Señoría
determina hacer presente a Su Excelencia esta necesi-
dad, me parece fuera certado viviese.. por causa esta pro-
visión y que sus costos se repartierah a toda la provincia
como que se den en su utilidad por muchos títulos que

178
Vuestra Señoría tiene más a la vista . que yo y por eso
50v omito asentarlos/ y no fuera inconveniente el que se
condujeran con estas armas cuatro o seis pedreros para la
custodia de la casa en que se almácenarán estas armas
con guardía continúa de milicianos por sus turnos a lo
menos en tiempos revueltos como el presente.

Quedo para servir a Vuestra Señoría con fina voluntad y


con la misma ruego a Dios le guarde muchos años.

Rionegro y julio 22 de 1781.

Beso la •mano a Vuestra Merced su más afecto, seguro


servidor;

Pedro Biturro Pérez

Señor Gobernador y Comandante General Don Cayeta-


no Buelta Lorenzana.

Antioquia y julio 30 de 1781.

En atención a que por decreto de ayer 29 del que corre


mandé pasar el expediente de que tratan las representa-
51r dones/ antecedentes a Junta de Real Hacienda a conse-
cuencia de las noticias ultimamente recibidas del Capi-
tán a Guerra de Rionegro y de Don Antonio González de
Leiva, vecino del mismo sitio pasará también éste para
que con vista de uno y otro se resuelva lo que se consi-
dere más conveniente y se avisará a Don Pedro Biturro
del recibo de su última representación.

Buelta.

Fui presente Simón Robledo.

Contestada en Mí Muy Señor Mío, de mi mayor estimación: recibí la


10 de agosto de
apreciable de Vuestra Señoría de 31 del pasado julio en
1781.
contestación de la mía de 22 del mismo y sea lo primero
dar a Vuestra Señoría las debidas gracias por la resolu-
ción que tomó en pedir a Su Excelencia prevención que
hace respetar el Gobierno y Justicia a los rebeldes por-
que debo asegurar que mi espirítu está atormentado a
51v vista de que la inso/lencia y osadía triunfen sin poderse
en lo presente remediar ni ponerle el freno que deman-

179
dan las buenas reglas de política se me asimila la calami-
dad del tiempo presente a lo que ha de suceder en las
semanas dé Daniel, de que habla la Escritura. Dios lo
remedie y de fuerzas a los Ministros para que puedan
echar el Bozal al bruto indómito con que Cicerón equi-
paró el vulgo y lo vemos experimentado, éstos son los ,
tiempos en que los membrudos e ignorantes como
Roboan reinan a banderas desplegadas, pero pienso que
también llegará ocasión en que el gran León de Europa
en lugar del cetro Real, tome la espada vengadora en la
mano y con ella limpie el terreno de rebeldes, pues vasa-
52r lbs de esta naturaleza/ no los necesita nuestro Católico
Rey; puesta la consideración en las circunstancias del
tiempo en que han suspendido la obediencia, hecho mo-
tines y vuelto las espaldas al Soberano o por mejor decir,
toman las armas en su contra, se gradúa tanto el delito,
que me parece es necesario para el ejemplar de que se
estudie una nueva pena más elevada de las que hasta lo
presente están prevenidas por las leyes. Quisiera que to-
dos los seducidos y seductores de toda la América que
en la ocasión se han mostrado ingratos, que estuvieran
en un globo de pólvora y yo con la mecha en la mano,
vive Dios que me había de mostrar más leal que piadoso;
Vuestra Señoría perdone el que hable así con un supe-
rior que venero y considero igualmente por la lealtad y
52v nobleza tan abrazado como yo lo estoy a vista de/ tanta
infamia que se ve y se oye sin poderlo remediar y le he
de merecer -el honórico favor de que se acuerde en pri-
mer lugar de Biturro si fuese necesario y conveniente
empuñar la espada para reprimir y castigar bellacos en glo-
ria de Dios y honor del Rey que desde ahora ratifico el
homenaje de la lealtad, bien me hago cargo que el sufri-
miento de Vuestra Señoría proviene de la causa que me
expresa, pues de lo contrario estoy en el firme concepto
de que no habían de estar vírgenes del pescuezo algunos
que pareciera mejor estar como racimos de parra colga-
dos, pero tiempo llegará el que el gobierno se haga respe-
tar. Yo no me he ofrecido en estos términos al Excelen-
tísimo Señor Virrey, por parecerme que haciéndolo a
53r Vuestra Señoría es lo mismo servir al Rey bajo de/ sus
órdenes que las de su Excelencia, sobre todo Vuestra
Señoría se servirá ordenarme en este punto lo conve-
niente que eso mismo ejecutaré. Puede haber sucedido
que Su Excelencia por apaciguar, haya confirmado las
leyes que los Socorreños han impuesto al Gobierno has-

180
ta dar cuenta a Su Majestad, cuyos resultos, es preciso
que a los pocos Socorreños que quedan vivos les sirva de
memoria, de generación en generación, el horror del cas-
tigo y que jamás, piensen imitar a sus causantes, una
cosa es saber las Capitulaciones y otra el despotismo con
que las estorcieron todo se ha procesado aunque con mil
incomodidades y sobresaltos, pero ello, resultará talvez
antes que se les acabe la vanidad y contento de cuanto
53v han hecho, entrarán las lágrimas y sobresaltos entre/ las
Capitulaciones, me aseguran hay una que previene la
instrucción de la milicia sin dilación, ésta mira a mi poco
entender a que si el Soberano trata del ¡castigo estar
hábiles para la defensa, motivo que me persuade a creer
en que talvez hayan de subir las tropas por esta provin-
cia, Cauca arriba por Palagua, mediante a que de este
puerto para arriba ya no hay angosturas en que pudieran
impedir y con el auxilio de la lealtad de esta provincia
en guardando estas fronteras, que para ello hay parajes
que con poca gente se puede hacer, se logra con facili-
dad la conducción de la tropa que me parece que ya la
estoy viendo de este alboroto y función de los guarne-
ños, que todos son negros, mulatos y mestizos, hay bas-
tantes presunciones/ de quién lo causó y luego que fue-
ron creciendo casi a evidencia los indicios que han sido
entendidos por los sugestores, empezó a desmayar la
empresa y de no ser así, iba contaminando a mayores
empresas. No me atrevo a exponer a la pluma todas las
circunstancias observadas, receloso de que haya extravío
a ésta, pero si suplico a Vuestra Señoría que no pierda
papel de cuántos hayan ido a sus manos por todas perso-
nas y por mí también, que a su tiempo cotejados se
desatará la entimema con que a Vuestra Señoría se le
procuró deslumbrar un juego que ya iba subiendo al
tejado. En mi antecedente se me olvidó decir que cuando
bajaron los guarneños, algunos traían mochilas de pie-
dras por que no hallaron quiénes les prestaran armas
54v como a otros se las prestaron algu/nos cariblancos. Soy
de sentir, salvo el mejor acuerdo de Vuestra Señoría, el
que le escribiese una carta al cura de Marinilla, esforzán-
dole el ánimo a que exhorte a su vecindario al amor y
lealtad al Rey, porque aunque lo ha hecho, no sé que se
tiene que se le meta por la fidelidad que siempre han
manifestado y aunque es cierto que no tienen novedad
en estas funciones, es bueno el que no se dejen de la
mano; otra del mismo contexto, al alcalde, ensánchan-

181
dolo el ánimo con algunas expresiones que los obliguen
más y señalándole comunique la carta a los Señores veci-
nos principales, que Sto es para ellos agua de rosas,
55r están firmes, pero me parece que ésto sería el sello/ para
más obligarlos, en la Marinilla tiene Vuestra Señoría per-
sonas robustas en bastante número, capaces de sujetar
tres guarnes que fueran si volviesen a descomponerse y
es de la gente que me,parece se debiera valer principal-
mente en cualesquiera asunto de manos, pues todo aque-
llo que entienden les pueda servir de mérito y extender
el nombre, siendo mandado por Vuestra Señoría, ciega-
mente lo harán sin disputar el orden, ensáncheles bien el
ánimo si determinase escribirles que yo por mi parte,
también les digo el grande aprecio que Vuestra Señoría
hace de las personas de Marinilla.

Quedo para servir a Vuestra Señoría con fina voluntad y


con ella ruego a Dios le guarde muchos años.

55v Rionegro y Agosto 7 de 1781/

Beso la mano a Vuestra Señoría su más atento servidor.

Pedro Biturro Pérez.

Señor Gobernador y Comandante General.


Don Cayetano Buelta Lorenzana.
Antioquia y Agosto 9 de 1781.

Agréguese al expediente y respóndasele acusando el reci-


bo de ésta, encargándole que con la mayor atención
observe los movimientos de aquellos vecinos y los de las
poblaciones inmediatas, avisando lo que hallare digno de
atención y que así mismo procure adquirir noticias por
el río de la Magdalena y monte del Herve si recalan por
aquellas partes algunos de los rebeldes del Socorro y de
todo avisará sin perder tiempo si el caso lo urgiere y
escríbase carta al cura de la Marinilla para que exhorte a
56r sus feligreses a que no se dejen seducir de los de Guarne/
que como más inmediatos podrían ser pervertidos por
ellos; y otra carta al alcalde de la Marinilla para que cele
con vigilancia acerca del buen orden de aquellos vecinos
y que los exhorte no solamente a que no se dejen sedu-
cir sino, que como leales vasallos de su Majestad se es-
fuercen a la defensa de la Patria si fuere necesario, para

182
que no experimenten los insultos que en otras partes
han ocasionado los rebeldes del Reino y que en atención
a que hay noticias de que algunos de éstos ocultamente
andan seduciendo algunos pueblos de esta provincia,
ronde de noche para que por este medio se consiga, a
más de evitar algunos excesos que puedan cometer algu-
nos vecinos, que talvez pueda ser aprendido alguno de
aquellos que ocultamente a deshora de la noche salen a
56v poner en ejecución/ sus malos intentos.

Buelm

Fui presente: Simón Robledo.

Señor Doctor
Don Fabián Sebastián Jiménez

Muy señor Mío y de mi mayor estimación: Vuestra Mer-


ced no ignora las actuales turbulencias del Reino y aun-
que las que dentro de esta provincia han tenido un prin-
cipio bastante sospechoso y aunque los vecinos de ese
sitio merecen toda mi confianza especialmente los de la
primera distinción con todo, bien conoce Vuestra Mer-
ced que cuando una enfermedad contagiosa se halla ya a
las puertas de las casas, deben los que las habitan preca-
versen con mayor cuidado para que no se introduzca
dentro tan maligna enfermedad, especialmente la plebe
que como menos instruida en las cosas y conocimiento
57r de los riesgos no repara en los futuros resultos/ de tan
pestilente contagio, en este concepto y en el de que su
conocido celo al servicio de su Majestad, su literatura,
eficacia y rectas intenciones acompañadas de su autori-
dad y respeto debido a su Pastoral Ministerio, me per-
suade a que si como lo espero se dedicase a Vuestra
Merced a hacer sus exhortaciones a la grey de su cargo,
podrá preservarla de las sediciones injustas y temerarias
que algunos con fea nota de sus personas y desdoro de la
provincia han intentado por tan inicuos medios oponer-
se al cumplimiento de las órdenes de nuestro Católico
Monarca y benigno Soberano faltando a la obediencia y
respeto debido a su Católica persona y Soberanía que el
Todopoderoso puso en sus manos para el Gobierno Polí-
57v tico y Cristiano de estos vastos dominios/ no dudando
que unos feligreses también disciplinados en la Religión
como instruidos en las obligaciones de Cristianos, esten

183
sus ánimos bien dispuestos a recibir la doctrina del Evan-
gelio, que Vuestra Merced les explique acerca de este
punto, haciéndoles entender aquellas palabras de Cristo
Nuestro Bien: "Al César lo que es del César y el que los
Reyes Reinan por Dios en la tierra", con lo cual no sola-
mente conseguirán si siguen corno es de esperar tan sa-
gradas máximas en honro título y nombre de fieles vasa-
llos y que para mayor lustre de su nación no solamente
aspiran a mantenersen neutrales si no que esfuercen su
celo a la defensa honrosa de la autoridad del Soberano y
58r bien de la Patria que siempre lo/ será tan gloriosa acción
y conseguirán con este motivo las Gracias y distinciones
que la generosidad de Nuestro Augusto Soberano conce-
de liberalmente a los que se distinguen con lealtad y
amor de su Real servicio, esta máxima ha sido la que
aunque algo tarde ha usado el Ilustrísimo Señor Arzobis-
po de Santa Fe y creo sea la más útil y oportuna. Con
esta fecha escribo al alcalde de ese sitio para que por su
parte propenda a tan justos designios lo que no dudo
ejecutará con toda eficacia, pues la experiencia me ha
enseñado durante mi Gobierno que en ese sitio ha sido
siempre una de las poblaciones que más se ha distingui-
58v do en el cumplimiento de las órdenes/ que se han comu-
nicado a esas Justicias, de todo espero me dé Vuestra
Merced el correspondiente aviso con la ingenuidad que
acostumbra, para que bajo el concepto de lo que Vues-
tra Merced me avise pueda yo tomar mis medidas para
poner la provincia a cubierto de cualquier insulto.

Nuestro Señor guarde a Vuestra Merced muchos años.


Antioquia y agosto 10 de 1781.

Beso la mano de Vuestra Merced, su seguro servidor;

Cayctano Buclta Lorenzana.

Es copia de la que se le remitió al cura de la Marinilla y


con esta misma fecha se le remitió carta al alcalde de
aquel sitio y para que conste lo firmo en Antioquia a 10
de agosto de 1781.

60r Buelta/.

Muy Señor Mío: véo lo que Vuestra Merced me dice en


su carta de 19 de agosto último, acerca de la averigua-

184
ción secreta que han he-cho los Ministros del Real Acuer-
do de Justicia de la Ciudad de Santa Fe, para justificar
en juicio los motores de la sedición de aquella capital,
cuyo método le parece a Vuestra Merced conveniente
siga yo con los que se amotinaron en esta provincia, no
hay duda que ello así corresponde y lo hubiera yo ejecu-
tado muchos días hace, a no haberse serenado el motín
y como tengo dado cuenta de todo a su Excelencia no
me resuelvo hasta esperar su determinación, bien que
para éste asunto no prescribe tiempo determinado el
derecho; lo que si le encargo a Vuestra Merced es que
todas las noticias que pueda adquirir; para indagar el
autor o autores del motín de Guarne las vaya asentando
reservadamente para cuando llegue el caso, porque la
gravedad de él creo no se deba disimular, ni sea conve-
niente al servicio de Su Majestad y bien de la República
60v y por lo mismo me persuado/ que Su Excelencia no
omitirá el mandar que se pesquicen los autores de la
sedición. Yo tengo en el día la suficiente prevención de
armas y municiones para contenerlos si no creciese el
número y diesen nuevo motivo. He recibido las cartas
del Señor Cura y Alcalde de la Marinilla en respuesta de
las que le dirigí en 10 del pasado agosto en que acredi-
tan celo y cumplimiento. En el día no ocurre novedad
me merezca atención. Espero la que venga en el correo
que debe llegar el día 3, Vuestra Merced no omita conti-
nuar con las que tuviere y considere ser oportunas.

Nuestro Señor guarde a Vuestra Merced muchos años.


Antioquia y septiembre 1 de 1781.

Beso la mano de Vuestra Merced, su seguro servidor,


Cayetano Buelta Lorenzana.

filr Señor Don Biturro Pérez. Rionegro y Septiembre/4 de


Reservado al Go- 1781. Por recibida la antecedente superior orden No.2
bierno de Ando' Mi lealtad al Rey y la antecedente confianza me obligan
quia y Superio-
res en Grado en buena Ley, mucho más que pudieran obligarme las
penas más graves, pero para proceder a dar la razón y
hacer análisis cronológico de la conmoción popular de
las gentes de Guarne y sus inmediaciones, según la he
percibido, pido ante todas cosas se me guarde religiosa-
mente el capítulo quinto de la Ley octava título quince
Libro ocho de las de Castilla, que dice: y para su seguri-

185
dad (hablando de los que notician a los Superiores lo
conveniente sobre bullicios) siempre que quieran no so-
nar en los Autos que se bagan, se pondrán sus nombres
en testimonio reservado, de modo que no conste del
proceso, etc.

El motivo de esta súplica y valerme del sagrado de esta


Ley no es por otro motivo que por ser Europeo sin
parentela en esta provincia y que aunque estoy matrimo-
niado en ella, es en familia corta y pobre, respectos
suficientes para tener insultos irremediables como perso-
na sola, dejando las más circunstancias a la prudencia
superior que sin duda disculparán esta cautela. Y para
que no se entienda que bajo de este sagrado pretexto,
intente exponer cosa ajena de la verdad, quitando toda
sospecha juro por Dios Nuestro Señor y esta señal + de
cruz, que cuanto asentase en esta relación será la verdad
de como he entendido los pasajes y motivos, lo cierto
como cierto y lo dudoso como dudoso.

Hecho y Circunstancias del Levantamiento de los


de Guame y sus Inmediaciones.

Con el motivo de haber mandado el Señor Regente Visli


tador General de este Reino, para el buen orden y utili-
dad de las Repúblicas, se estableciesen pulperías en esta
provincia, comunicada esta superior orden. por el Go-
bierno de Antioquia al alcalde Don Juan Francisco
Echeverry la hizo publicar en la forma acostumbrada,
convocando pretensores que pusiesen pulperías y prohi-
biendo las ventas de géneros de-la clase de aquellas por
menor, a menos de que fuesen en las que se habían de
entablar. En esta virtud concurrieron algunos a hacer
oposiciones o pretensiones componiéndose por un tanto
a favor de Su Majestad y entre ellos ocurrió Don Jeróni-
mo Mejía y puso una en el paraje de Guarne y de ello se
le libró licencia en forma, por haber afianzado lo corres-
pondiente a Su Majestad. Y es/tando en ejercicio pacífi-
co de su pulpería un mes más o menos sin novedad ni
odio de aquellos vecinos, vino en estos intermedios una
orden del mismo Señor Regente comunicada por el Se-
ñor Gobernador de la provincia al Mismo alcalde Eche-
verry, que prevenía y previene a los dueños-de minas no
ocupen más.que las cuadras que les concede las leyes y

186
ordenanzas y que en lo restante no impidan el trabajar y
lavar oro a los mazamorreros, pena de la responsabilidad
y la más conveniente.

Publicada esta orden causó mucha novedad a los dueños


de mina, sobre que hacían entre sí grande crítica parti-
cularmente, aquellos que tienen treinta veces más de las
que les permiten las Leyes y Ordenanzas. A Don Manuel
Jaramillo que es dueño de minas en la Mosca inmediato
a Guarne, y que tiene en cincuenta años, con cien negros
no acabará de trabajar las que tiene ocupadas y defendi-
das, le causó tanta displicencia esta• legal providencia
coartativa del abuso y útil al Estado, que llegó a proferir
que si se ponía en ejecución el mandato, entregaría su
cuadrilla y que se determinase de ella y que en tal caso
ya se había acabado para él la honra, que se pondría una
camiseta y lo mismo sus hijos, que para qué servía ser
hombre de República y cargar sus cargas; con este desa-
sosiego anduvo algunos días reciente la publicata del
despacho.

Luego inmediatamente el día 17 de junio próximo pasa-


do, que fue feriado, congregadas las gentes de los mine-
rales de Guarne y sus inmediaciones a oir misa en la
ayuda de parroquia que allí hay, saliendo de ella la mul-
titud de gentes que habían concurrido armados tocaron
tambor y en forma tumultuaria se enderezaron para la
pulpería del memorado Don Jerónimo Mejía, con vocin-
glería diciendo: viva el Rey de España y muera su mal
Gobierno, como consta del escrito del mismo Mejía que
a éste acompaña, a quien quitaron con violencia la licen-
cia que se le había dado, amenazándole con que si no la
entregaba le quitarían la vida, consta también ésto del
mismo escrito con otras particularidades que en él se
pueden reconocer.

Sucedida esta novedad estoy informado que el día 18


siguiente al del motín, Don Manuel Jaramillo despachó
peon al Capitán a Guerra su hermano Don Alonso Jara-
62r millo, con instancia/ de que subiese de este sitio Mosca
arriba a su casa que tiene inmediata a Guarne, no pasó
tan inmediato el Capitán como se le urgía por el herma-
no, difiriendo el viaje para pasar la víspera del primer
día de fiesta con el pretexto de publicar en Guarne la
Real Cédula del Donativo; fuese la víspera de este día de

187
fiesta acompañado solamente de José Sánchez a dormir
en la casa del memorado Don Manuel y el día siguiente
pasó el Capitán Sánchez y el Don Manuel a Guarne que
está a un cuarto de legua de distancia; lo que trataron
esa noche los tres referidos no he podido traslucir, pero
el mismo Capitán me dijo que habiendo llegado a Guar-
ne, halló en aquel campo de la iglesia por más de cuatro-
cientos hombres armados, con lanzas, espadas, mache-
tes, garrotes, etc., que les dijo: caballeros qué es ésto,
qué se ofrece. Que a ésto su hermano Don Manuel dijo a
los tumultuados: hablen todos a un tiempo, pidan todo
lo que se les ofrece pedir, que aquí está el Señor Capi-
tán. Que a una voz respondieron los sediciosos: lo que
queremos y pedimos es que se nos quite todos los pe-
chos.

Es de notar aquí, que cuando este pasaje, aún no se


había publicado la Real Cédula del Donativo; es de no-
tar también, que el estanco del tabaco y aguardienténo
es pecho, aunque se pusiera a peso de oro por peso
género, mediante hacer un contrato oneroso su compra
y venta que a nadie se obliga a que lo use, ni lo compre,
sucediendo lo mismo en esta parte como a los comer-
ciantes con sus géneros que a nadie obligan que se los
compre si están caros, porque ésto está en albedrío del
comprador, mayormente cuando el aguardiente y el ta-
baco es género no necesario para la vida y que cuánto
más caro, se sigue más utilidad al vasallo porque se con-
tendrá más en el vicio y cuidarán de que sus hijos no se
enseñen a un vicio costoso, indecente y nada útil, que es
la causa principal de haberse estancado para reprimir en
lo posible el exceso.

La única pensión que tenían los de Guarne que sufrir,


era los dos pesos tasados en Junta de Tribunales que se
hizo en la ciudad de Santa Fe, y ésto solamente a los
que fuesen mazamorreros lavadores de oro. Esta pensión
no se determinó solamente para los Guarneños, sino pa-
62v ra todos los de esta/ clase de todo el Reino por vía de
quintos, para que los oros que en los contratos andan
divertidos, no anden sin quitar en perjuicio de este dere-
cho que fue la causa impulsiva de la determinación de la
Superior Real Junta significada en el mismo Auto en
que se proveyo. Esta Legal providencia es tan justa, que
aún por el título de gratitud es debida, porque dando

188
benignamente Su Majestad las minas, sin interés alguno,
no es mucho que del oro que sacan de ellas, le corres-
pondan con dos pesos anuales que es la pensión que se
les ha impuesto. La injusticia de estos sediciosos, aún se
descubre más si se atiende, que siendo para ellos un
derecho nuevo que nunca han pagado, y solo tres de
todo el número de Guarneños han concurrido a pagar
cada uno los dos pesos y ésto, antes que levantasen la
obediencia, que después ninguno ha concurrido, mal pu-
dieran contar esta pensión por pecho que les oprimiese,
para haber ejecutado demostracción tan detestable y ex-
clamar al Capitán que se les quitasen los pechos, pues no
los tenían ni los habían sufrido y menos razón tuvo Don
Manuel Jaramillo para sugerirles que pidieran en alta voz
y aún tiempo lo que pretendían.

Voy refiriendo Desembarazado de estas circunstancias y reparos, publi-


lo que me dilo el coles el Capitán la Cédula del Donativo y ,concluido el
Capitán y su hm-
mano Don Ma-
acto les señaló día para que bajasen al sitio de Rionegro
nuel. a pagarlo, que a ésto preguntó aquella congregación de
gentes: y cómo bajamos? , que les respondió el mismo
Capitán y su hermano todos juntos y con sus armas.
Desde que se les publicó en Guarne la Real Cédula, hasta
el día 16 de julio, que me dió casi un mes, se mantuvie-
ron los Guarneños en continuo movimiento entre sí,
despachando casi diariamente razones vagas a este sitio
de Rionegro de que bajaban en tumulto a ponerlo en
confusión a injuriar al Teniente de Oficiales Reales y a
sacarle con violencia el oro que hubiese cobrado de los
mazamorreros y si se rehusaba a entregarlo, lo matarían;
a hacer y obligar al estanquero del tabaco que lo vendie-
se a 2 mazos y de lo contrario, a matarlo; al estanquero
de aguardiente que vendiese este género a dos tomines la
limeta y de lo contrario hacer lo mismo; y que si hálla-
ban resistencia habían de hacer destrozos y azotar la
población. Estos mismos rumores sonaban respecto de la
63r Villa de Medellín/ que esta de Guarne a poca más distan-
cia de la que hay de Guarne a este Rionegro;. de modo
que tanto el Oficial Real y administradores y vecinos
honrados de aquella Villa como los de este valle, pade-
cieron las tristezas y revoluciones de Espíritu que se deja
entender y como los viles levantados, hubiesen entendi-
do por la indiscreción de algunas personas que los veci-
nos de honor y lealtad estaban atimidados y caídos de

189
espiran por la desunión de éstos y unión de aquellos, se
hacían respetar con más osadía, esparciendo con más
desvergüenza aquellos rumores tumultuarios, para que se
les fuese agregando lo más de la provincia y sacudir el
yugo a todo precepto y obediencia.

Es común sentir de los valles de Rionegro Arma y Mar-


nula y aún de la mayor parte de la Villa de Medellín,
que esta sisma y levantamiento fue dirigida y fomentada
por Don Manuel Jaramillo y su hermano Don Alonso
Jaramillo, Capitán a Guerra, aunque éste con mayor cau-
tela, Gobernándose por el conducto de su hermano que
vive como va dicho inmediato a Guarne. Las circunstan-
cias expuestas y se expondrán serán los índices de la
realidad. Pero Señor Gobernador, que desdicha de tierra
ésta, me atrevo a asegurar (por la experiencia adquirida
en catorce años que la vivo)que si se propone hacer
pesquisa de los autores de esta sublevación en no siendo
con las mayores cautelas y advertencias, nada se sacará
porque la religión del juramento la veo propuesta a las
congruencias de intereses, parentescos y otras de patrio-
tismo y vecindad; parece proposición temeraria pero es
tan cierta como lo es la luz meridiana y aún en este caso,
en que todos tienen obligación de denunciar a los cabe-
zas delincuentes, me temo que han de abrigar con la
paliación y el silencio la sirpe venenosa que les roe el
mismo corazón y despedaza el alma sin atreverse a
echarla fuera, por las congruencias referidas. No digo
que falten algunas personas ajustadas a razón y cristian-
dad, pero éstas, es necesario buscarlas como con candil
encendido.

El día 16 de julio en que se celebraba la fiesta de Nues-


tra Madre del Carmen, bajaron a este sitio los Guarneños
tumultuados, lo menos, hasta en el número de doscien-
tos con el pretexto de pagar el donativo, entraron ar-
63v mados con escopetas/, lanzas, espadas, sables, machetes,
garrotes y hasta con mochilas de piedras y a pie. En esta
forma los ví por mis propios ojos. Don Manuel Jaramillo
aunque es vecino de Medellín, bajó delante de este tu-
multo a este sitio de Rionegro, acompañado de un mula-
to llamado Patricio Londoño que es y fue de los del
tumulto pasó dicho Don Manuel en la pieza de la casa
en que dá audiencia su hermano y sabiendo yo que ya
llegaban aquellas gentes, con el motivo de ser Teniente

190
de Oficiales Reales, más por observar y vigilar los pasajes
que por otra cosa, pasé a la casa del citado Capitán, en
donde estaba José Sánchez, el referido Don Manuel y un
yerno del Capitán y un hijo de éste; a corto rato dijo el
hijo del Capitán: miren, miren el escuadrón de los mula-
tos que venían bajando por el altillo; a ésto, volteamos
la vista a ver el tumulto, el Capitán se sonrió, y Don
Manuel Jaramillo y Sánchez manifestaban mucha com-
placencia y contento con expresiones que lo denotaban,
semblante alegre y todo lo demás que lo denota. En el
intermedio tiempo hasta la llegada del tumulto, me dijo
el Capitán: esta mañana vino aqui muy azorado el estan-
quero del tabaco Don Francisco Dávila, a decirme que
pusiera algún remedio que sabía que venían ya un gran
número de mulatos armados y que como la pretensión
de ellos era contra las rentas Reales, se tenía de la forma
de venir armados y que su hermano Don Manuel y él lo
habían desengañado de que no venían a hacer daño, sino
a pagar el donativo, a pedir se le bajase al tabaco y al
aguardiente y que se les devolviese lo que hubiesen dado
por título de mazamorreros, que no tuviese cuidado que
ellos los apaciguarían. Oh expresión de seguridad tan
sospechosa. Luego aquel tumulto se gobernaba por el
Capitán y su hermano Don Manuel.

Luego, inmediatamente llegaron los mulatos y mestizos


y entre ellos un hijo natural del referido Don Manuel
Jaramillo, en la forma arriba dicha y llegando a la puerta
dijeron en voz alta unos: viva Nuestro Capitán. Respon-
dieron otros: que viva; y saliendo sin dilación muy agen-
te Don Manuel y el Capitán a la puerta, les hicieron
acatamiento alegre y les dijeron: entren Caballeros, vá-
yanse acomodando, enseñándoles en donde se habían de
64r poner hasta que se llenó la sala y la otra pieza en donde/
dá audiencia, ésto es, estando en pie los más y los demás
que no cupieron se quedaron en la plaza. Noté después
de ésto, que por dos veces aquellos mulatos que venían
haciendo cabeza, llamaron de la pieza de donde yo esta-
ba al Capitán y a Don Manuel a la sala como a tratar
algún asunto, los cuales fueron rompiendo por entre los
que había en la pieza y una antetienda que hay que
pasar para ir a la sala, más no sé ni pude comprender lo
que alla hablaron, o trataron. A corto rato llegó allí el
alcalde Don Juan Francisco Echeverry acompañado de
Don Joaquín Echeverry y Don José Domingo de lsaza

191
y también, el Escribano Don Francisco Gutiérrez y no
tengo presente quienes más; luego propuso Don Manuel,
exhibamos con el donativo y se pusieron dos pesos para
ir pesando el uno en la antetienda y el otro en la pieza
en que se dá audiencia, proporcionando el que Sánchez
llevase la pluma del asunto de la antetienda y yo me
ofrecí a llevar el de adentro corno lo ejecuté; y al tiempo
de ir pesando dijo un mulato( y ésto cómo es, respondió
Don Manuel Jaramillo; ci Vuestras Mercedes les corres-
ponda dar a cuatro tomines de oro; replicó a ésto el
Capitán; pero quedan a dar los otros cuatro; si, fuese a
más; a ésto dijo Don Manuel: yo estoy informado que
en la Villa se declaró que la plebe sólo debía dar a
cuatro. Siguióse el cobro en esta forma a dos manos que
breve se concluyó y después pesando junto el todo me
parece oí decir que sólo había ascendido a treinta y
cinco pesos; a ésto dije yo; pues entonces no han pagado
todos; replicó Don Manuel y el Capitán, cuando si los
que han venido son más de doscientos, y efectivamente
era así, .

Luego que ya no concurrían al peso dijo el Capitán:


pues caballeros, los que no han traído el oro y los demás
que faltan vayan concurriendo con él allá a la casa de mi
hermano Don Manuel, que los irá apuntando; aceptó
con mucho gusto Don Manuel y ellos ofreciéronlo así
con el mismo. Luego salieron de allí con sus armas ter-
ciadas en la sangradera del brazo izquierdo que nunca las
soltaron ni aún, para entregar los cortos que pagaron y
en esa forma andaron por todo el sitio ostentando la
osadía y atemorizando a los pulperos para que hiciesen
dimisión de las licencias que se les habían concedido
para ello y diciendo que todos vendieran publicamente
por menor efectos de pulpería y de ello dieron escrito al
alcalde Echeverry los pulperos, renunciando el permiso,
64v cuyo escrito está hecho y dirigido por José Sánchez/.

Acabando de dar aquellas cortas porciones y aún


congregados allí los mulatos y mestizos, llegó a la puerta
Circunstancia una esclava del Doctor Don José Pablo de Villa, con
recado al Capitán de parte de su amo en que le decía
que le besaba las manos y que por estar enfermo de
cama, le hiciera el favor de mandarle allá la gente de
Guarne que había llegado, cuya insinuación despreció el
Capitán y Don Manuel, diciendo: vea Vuestra Merced

192
que pamplinada del Doctor Villa que quiere que le
manden allá los mulatos, que se lo mande a decir a ellos
si los necesita; muy mal les asentó al Capitán y al Don
Manuel esta razón del Doctor Villa de que fueran allá los
mulatos; luego supe que el celo del Doctor Villa mandó
a llamar los mulatos y que fueron bastantes y así,
agravado de unas fuertes calenturas que lo tenían
rendido a la cama, desde ella, como su párroco y pastor
que había sido en este Valle, les hizó una grave y: seria‘
exhortación para que desistiesen de demostraciones tan
escandalosas e intentos tan malos como los que
anunciaban de tanto, desdoro a la provincia y tan
contrarios al Rej/ y a la buena cristiandad; sabedor de
ésto es Don Francisco Montoya.

Otra Estando Don José Domingo de lsaza sentado junto a mí


Circunstancia cuando estaba apuntando en las treguas que daba el
peso, al descuido de los circunstantes, le dije: que le
parece de ésto. y entendiéndome como hombre
advertido me dijo: "Quemado estoy en ver la tolerancia
que se le hace a estos canallas y el modo de cortejados y
dejarlos estar tan armados con armas que ni aún a los
caballeros les son permitidas y menos a presencia de los
jueces y de hombres de bien y en la República". Des-
pués, otro día tratando con este mismo sujeto reservada-
mente sobre los pasajes de los Cuarneños, haciéndome de
nuevas de lo que comunmente sonaba, le dije: "Amigo,
no sabe Vuestra Merced cómo me acaban de decir que
Don Manuel Jaramillo y el Capitán, son los autores de la
conmoción de los de Guarne". Me respondió: "Me es-
panto que Vuestra Merced lo ignorara, cuando ha sido
sentir común y que los mulatos así lo han dicho, sin
mayor reparo cuando se les ha hecho cargo por algunas
personas celosas del Estado, afeándoles los procedimien-
tos, aquéllos respondían que no eran malos supuestos
que una persona capaz como Don Manuel Jaramillo los
dirigía en lo que habían de hacer". Para más satisfacer
mi amor al Rey, hice algunos extremos de incrédulo y
admiración, pues cómo ha de ser ésto, en un hombre
como Don Manuel Jaramillo, de buena reputación y ri-
co, bien emparentado; no lo creo que fiase a la contin-
6 6r gencia/ tantos respetos de honor y bienestar, un hombre
de sus circunstancias que son otros tantos frenos que
habían de contener cualesquiera idea desarreglada que la
imaginativa le propusiese, mayormente cuando.no tiene

193
motivos para ello, que ha sido en este valle varias veces
alcalde y que en la actualidad su hermano es Capitán
a Guerra, a quien igualmente le hacía mal consonante. A
ésto me respondió, todas esas razones las vio por el con-
trario; asu favor, el engaño de los hombres ahí consiste.
Ya sabe Vuestra Merced que Don Manuel Jaramillo vive
casi en Guarne, sabe también que tiene alguna inteligen-
cia en la medicina y en las enfermedades que tienen esas
gentes, les suministra recetas; éstos agradecidos oyen co-
mo a oráculo a Don Manuel y si los mandase echar por
un despeñadero no lo pensarán mucho por darle gusto,
el grande concurso que los Guarneños tienen en la casa
de dicho Jaramillo prueba la parcialidad; a más de ésto,
como ha sido varias veces juez y es persona de viso, lo
miran con 'respeto circunstancias, porque tiene a su de-
ber a los mulatos y circunvecinos, lo que él no ignora y
cualesquiera pasión que tenga la desquita por mano de
esos miserables que no tienen que perder. En lo que dice
Vuestra Merced, de ser hombre bien reputado y bien
emparentado, eso mismo le persuadiría que nunca se
había de creer que persona de tal fomentase la sedición
teniendo que perder reputación y caudal.

En punto al encadeno del largo parentesco precisamente


le figuraría que en caso de traslucirse alguna cosa, no se
atreverían a castigarlo y se disimularía por tal de que no
se ofreciesen mayores inconvenientes y si se trata de
probársele y 'castigarlo, verá Vuestra Merced como lo
primero que alega es de cómo había de fiar un hombre
de su condición, su reputación y bienestar y su total
destrucción que debía esperar de semejante hecho, a una
plebe canalla sin honor, ni que perder, mayormente
cuando de ello no podía esperar beneficio alguno, aun-
que los mulatos consiguiesen cuanto pretendían. Tam-
bién me dijo, Don Manuel Jaramillo es un hombre que
su caudal consiste en esclavos y minas, de ésto último,
tiene abundancia en la Mosca y que las estima en más de
veinte mil pesos; como vino esa orden de que los maza-
morreros pagasen a dos pesos de oro y que los más de
Guarne son de esa clase, no se hizo novedad con esta
orden hasta que vino la otra que ordena que los mineros
no tengan más minas de las que les permite las leyes y
ordenanzas y que en el resto no impidan trabajar a los
mazamorreros, esta providencia le ha sido muy dolorosa
65v y aún se ha dicho/ que fue librada por informes de

194
Vuestra Merced Luego que se publicó se empezó a mo-
ver la máquina que antes estaba parada la idea bien se ve
que sobre estancos y mazamorreros, deduciéndose de
esto último que siempre que se les liberte a éstos de los
dos pesos, tienen mejor campo los mineros para defen-
der las que tienen ocupadas aunque sean inmensas y los
mazamorreros menos título para introducirse a trabajar -
en ellas, éste parece el objeto de la conmoción, reglándo-
se que con éste quite quedará olvidada la ejecución del
despacho en que se permitía a los mazamorreros que
trabajasen en las minas sobrantes que tienen los dueños
de cuadrillas y así libertar Jaramillo las muchas que tie-
ne; pero los Guarneños no han entendido esta máxima
que tomándola por beneficio antes les es perjudicial,
como que por lásatisfacción de los dos pesos tuvieran
privilegio a trabajar en buenas minas y resistiendo el
pago con esto mismo le retiran los mineros el que no le
toquen las minas supuesto que nada pagan a Su Majes-
tad; hasta aquí la conversación con Isaza.

Circunstancia Da crédito a ésto el que Don Félix José Echeverry me


expresó que queriendo un mazamorrero venir a pagar los
dos pesos que se le han tasado, Don Manuel Jaramillo se
lo estorbó y diciéndole que no hiciera tal, por lo que no
vino, dicho sujeto dirá quien fue.

otra_ Tratando el Doctor Don José Ignacio de Ossa en presen-


cia del escribano Don Francisco Gutiérrez y de otras
personas que éste sabe, sobre la conmoción de los de
Guarne, expresó que todo se había ofrecido por un due-
ño de mina indicando que lo era Don Manuel Jaramillo.

Otras más grave El alcalde Don Juan Francisco Echeverry me dijo, tuvie-
ra presente que el día 16 de julio que bajaron armados a
este sitio los de Guarne, dos de ellos que están casados
con criadas del Doctor Don José Ignacio de Ossa, habían
ido armados a casa de éste Eclesiástico y que reprendién-
doles el hecho por no permitido y malo así de haber
venido en el tumulto como armados, les respondieron,
que si aquello era malo? les dijo: que sz y muy reproba-
do y que saliesen de su casa; que a ésto le dijeron: que
no pensaban que un hombre como Don Manuel Jarami-
llo les hubiera inducido y aconsejado cota mala, como lo
era el haber venido de aquel moda

195
El mismo alcalde igualmente me expresó, que según lo
que había observado y los rumores públicos, no tenía
duda en estar en el concepto de que Don Manuel Jarami-
66r lb o había sido la cabeza/ oculta directora de la conmo-
ción popular por sus fines particulares de las minas y por
lograr el tabaco a dos mazos por tomín.

Es de advertir que Don Manuel Jaramillo es tuerto de un


ojo y de genio satírico. Encargando yo a Don Francisco
Dávila, pusiese especial cuidado en observar movimien-
tos en orden a la sedición y factores de ella, quedó llano
en ello y me expresó tenía en Guarne prevenido un
sujeto de cuidado para esta misma diligencia y que ya
había visto o tenía un papel como referente a la bajada
en tumulto y armados de los Guarneños, que escribió un
sujeto a otro en que le decía haber salido tuerta la em-
presa o nuestra empresa, pero la enmendaremos viéndola
con el otro ojo; lo que percibí de ésto fue que me dió a
entender que era papel escrito por Don Manuel Jarami-
llo a su hermano D on Alonso Jaramillo Capitán a Guerra,
pues la conversación era sobre el bullicio en que se acer-
caba a ellos, como que han andado en medio y ha sido
tiro general de los discursos, por las señales exteriores
que lo denotan.

El Escribano Don Francisco Gutiérrez, a quien advertí


llevara cuidado con lo que observara acerca del levanta-
miento y me dijo que antes de bajar el tumulto le había
dicho el Capitán a Guerra, que cuando bajasen los Guar-
neños si pedían el tabaco a dos mazos y el aguardiente a
dos tomines que es a la mitad de lo que está puesto,
mandaba a los administradores que lo vendiesen a este
precio, que a ésto le replicó dicho Gutiérrez que no
podía ni que tenía mando alguno en las rentas y que si
metía la mano en ellas se perdería; que volvió a replicar,
pues para una función como la que se espera de tanta
multitud de gente no se ha de remediar concediéndoles
lo que piden para que no sucedan desgracias ; que le
volvió a decir lo mismo, de que no tenía jurisdicción
para disponer en jas rentas y que le asentó muy mal el
que le hubiera contradicho su intento.

El mismo Escribano me expresó que cuando subió el


Capitán a Guerra acompañado de José Sánchez a dormir
a casa de su hermano Don Manuel y pasar a Guarne a

196
publicar la Real Cédula del donativo, que no lo llevó
consigo como debió, por ser único Escribano en este
Valle ni le hizo siquiera una mediana insinuación de que
66v le acompañara/ como que era asunto de su obligación.
Que desde este día y las circunstancias que había notado
y después notó vino a hacer cabal concepto de que la
trama del motín y pretensiones de los Guarneños la ha-
dan entre el Capitán Don Alonso, su hermano Don Ma-
nuel, y José Sánchez, a quienes no convenía que lo su-
piera el Escribano por la prueba de su testimonio. Que el
concepto de que entre los tres está el misterio, ha sido
general con la prueba de las acciones .que se han notado
y las palabras que vierten a favor de los de Guarne y en
odio de las rentas, que aunque han procurado proceder
con cautela, con todo eso no ha dejado de salirles a la
boca el sentimiento interior. El mismo me expresó que
estando cn el paraje de Chachafruto autorizando unos
inventarios y avalúos de los bienes que quedaron por
muerte de Doña Juana Manuela Gallón, estando allí el
Capitán como juez de la causa mortuoria y su hermano
Don Manuel Jaramillo como avaluador, llegó a aquella
casa de campo Bruno Giraldo, que era uno de los princi-
pales caudillos del levantamiento de Guarne y que habló
reservadamente con el dicho Capitán a Guerra y con Don
Manuel, que allí se estuvo un buen rato y que al descui-
do se le arrimó dicho Gutiérrez al Bruno y le dijo por-
qué se han levantado Vuestras Mercedes los de Guarne? ,
que no le respondió nada, sino que se sonrió con sofla-
ma y viendo la falta de respuesta le. volvió a decir, no
hagan eso mire que después les pesará, no dice que bajan
al sitio, cuándo baja, entonces le dijo: "Nosotros tene-
rnos quien nos dirija y todavía no sabemos que día será"
que ésto fue en el intermedio tiempo del levantamiento
que hicieron en Guarne, al de la bajada en tumulto al
sitio; que en el mismo intermedio tiempo bajó otra vez
al sitio a hablar con el -Capitán el mismo Bruno y tam-
bién en otra ocasión un Francisco Zapata caudillo de los
mismos levantados.

El mismo Escribano me expresó que luego que se levan-


taron los de Guarne le dijo al Capitán Vuestra Merced
no informa este acaecimiento al Señor Gobernador? ,
que le respondió: para qué se le ha de informar eso; que
lo sintió tres o cuatro días sin ánimo de noticiarlo al
Gobierno hasta que le dijo pues el teniente ha informa-

197
do por ser caso digo, de que lo sepa el superior. Que
entonces dispuso despachar chasquí al día siguiente con
67r fecha atrasada/ y más cercana al día en que acaeció el
levantamiento según entendió, aunque se le ocultó lo
que se informaría pero que la prueba de si se atrasó o no
la fecha la remite al recibo del chasqui en Antioquia
cotejada con el que se recibió despachado por mí el Te-
niente.

También el Escribano me expresó que habiendo regresa-


do Don Francisco Moyano de la ciudad de Antioquia a
últimos de agosto le preguntó al Capitán, qué noticias
había tenido de Antioquia, que le respondió: las noti-
cias que tengo son que el Gobernador está ya muy sofo-
cado con tanto que le escriben de Rionegro acriminán-
dole los de los Guarnaos, ya entendía el Señor Gober-
nador según la ponderación que Rionegro estaría arrasa-
do, de esta hecha hemos de salir muchos por embuste-
ros, nunca en mí ha reinado el espíritu de soberbia,
tampoco el de venganza, ni de tomar al rostro del supe-
rior cualesquiera razón con que castiguen mi subordina-
ción y ésto, aunque tenga fundamentos de disculpa por
que se Gloria a Dios, como los tengo de Venerar y que a
mí no me corresponde examinar el motivo o causa de la
ley o del precepto superior, porque éste no es oficio del
súbdito, sino el de rendir sinceramente la obediencia.
Pero porque hallo no se qué tropiezo en mi inteligencia
a la orden de Vuestra Señoría que va por cabeza de este
papel en aquella cláusula que dice: "Porque la gravedad
del creo no se deba disimular, ni sea conveniente al servi-
cio de Su Majestad y bien de la República", etc, no he
podido conciliar debidamente si esta cláusula hace rela-
ción a mis antecedentes informes que fuesen defectuo-
sos, con algún creo vago e indeterminado o que hayan
sido mal recibidas las noticias comunicadas a Vuestra
Señoría, talvez porque no concluían el acto o hecho a
que terminan. Esto puede proceder de dos causas, la una
por la falta de instrucciones en mí para la clara explica-
ción y la otra, por que suele no poderse percibir los
hechos completos para afirmarlos corno ello conviene
mayormente cuando los culpados en semejantes excesos
se gobiernan con cautelas, contra cautelas y cuanto más
grave es la culpa, tanta mayor exigencia ponen al cuida-
do, por lo que, el que en estos casos llega a percibir la
vislumbre como entre tinieblas, puede equiparar su vista

198
a la del lince y sobre todo en materias de traición y de
Estado, pienso que las leves presunciones siendo funda-
67v das/ y racionales se deben apreciar más que pruebas gra-
ves de otras materias de daño reparable, por lo mucho
que se aventura en aquellas y ser regla contraria a la
buena prudencia, dejar crecer el fuego a su magnitud
para apagarlo; bien que en ésto como acostumbra el
celo de Vuestra Señoría en sus providencias, ha procedi-
do con tanto acierto que ha sabido degollar al gigante,
ya en buena estatura y con mucho menos cuerpo, bien
se ve lo que creció la rebelión del Reino, quizá por no
haber allí inmediato un Ministro de Resolución que de-
sarmando al público por un lado y por el otro mostrán-
dose serio y fuerte hiciera caer el ánimo de la hidra
como aquí se ha observado. Pero si la superior expresión
de Vuestra Señoría fuese por lo que antes llevo dicho,
paso a manifestar otros pasajes que influye en la verdad
y manifiestan como con el dedo a los autores de la
conmoción de Guame.

Con el motivo de ser Don Manuel Jaramillo padrino de


un casamiento y velaciones que se hacían en la capilla
que éste tiene en su ranchería de la Mosca, de unos no-
vios de Guame, convidó al Capitán y a mí para que
asistiésemos a la función y que habíamos de subir a su
casa desde la víspera, aceptamos el convite (ésto fue a
cortos días de la venida de los Guarneños al sitio y aún
constante el levantamiento) y pasando como había que-
dado, al día siguiente de mañana vino un clérigo (que
asiste en Guame diciendo misa) acompañado de los no-
vios y bastantes de los individuos del levantamiento ; ce-
lebrado el matrimonio y velaciones después de la comida
observé caímiento de ánimo y con alguna tristeza al
Capitán y al referido Don Manuel y en consultas reserva-
das, cuando poco antes estaban muy festivos y alegres.
Y como yo en estas revoluciones para actuarme más a
mi satisfacción de los pasajes, reprimir y reprimo en mi
pecho el sentimiento y dolor que me causan las cosas
contrarias al Rey y al Estado, osé decirles: qué tienen
Vuestras Mercedes de novedad que los noto triste cuan-
do no hace un minuto que estaban dando reglas a la
alegría? ; entonces se apartaron conmigo un tanto y me
dijeron: acabamos de recibir de la Villa de Medellín una
carta en que nos avisa que el teniente Don Antonio
Rivera y el alcalde ordinario Don Juan José Callejas, nos

199
están procesando por el levantamiento de estos Guarne-
ños; también nos avisa que un mulato del mismo Guarne
dijo a Don Juan Bautista Barreneche preguntado por
éste, de quién los dirigía en sus pretensas, que el Capitán
a Guerra y Don Manuel Jaramillo; que igualmente les
68r avisaban que en aquella Villa estaba extendida la/ voz de
que eran los motíneros que fomentaban la sedición. En-
tonces dijo Don Alonso como enfadado: deje hermano
que si es cierto que nos están sumariando, el remolino
que hemos de armar en la provincia les ha de dar a
morder del ajo. Aprovechándome yo de esta noticia, por
disimular mi curiosidad, les dije, no piensen Vuestras
Mercedes en esa fríolera, no tengan cuidado• que esos
han de ser decires vulgares que no importan tres caraco-
les; quien ha de poner puertas al campo, ni quién ha de
atajar las presunciones temerarias de los hombres, que
siempre se inclinan a juzgar las cosas por la cara más fea
y sobre todo (les adelanté) los Guarneños que han hecho
lo más malo que a mí me ha parecido, ha sido el que
hubiesen bajado al sitio apercibidos de armas. A ésto
respondió Don Manuel, y ésto porque yo les mandé que
bajasen con ellas y sacándole la palabra de la boca el
Capitán, le reformó la preposición de este modo: pero
eso fue por que yo le dije a Vuestra Merced, les dijese
que bajasen con sus armas al sitio y lo mismo les advertí
cuando pasé a Guarne a publicarles la Cédula del Donati-
vo, todo con el fin de reconocer las armas que tenían,
pero ellos, qué daño hicieron con ello en Guarne ni
cuando bajaron a Rionegro; y lo hubieran hecho dijo
Don Manuel si nosotros no los estuviéramos contenien-
do y no eran capaces los conos blancos que hay en
Rionegro de resistirles a los mulatos; a que respondió el
Capitán, así es, por que en Rionegro no hay más de
ciento y tres personas de blancos que se les pudieran
oponer y la plebe son en número más de setecientos
hombres de fuerza. Quedóse la conversación en este es-
tado por haberse acercado a nosotros algunos de los
concurrentes:

A los siete u ocho días de este pasaje, bajó Don Manuel


al sitio de Rionegro y posando a donde su hermano el
Capitán, pasé a verlo y me dijo que con el desasosiego
que le había causado lo que le avisaban de la Villa, había
pasado a ella a indagar sobre el asunto y que no había
podido descubrir nada, interrumpiéndole el hilo el Capi-

200
tán, me dijo no ve lo que me escribe el Gobernador y me
fue entregando una carta de Vuestra Señoría para que la
leyera; en ella se le daba respuesta a otra con agradeci-
mientos de la prudencia y madurez con que se había
portado con los Guarneños y como en ella se decía de
un papel de Capitulaciones sin firma, sobre que por éste
defecto y estar desarreglado no se podía proveer cosa
alguna; y concluida la carta le dijo: como no me ha
enseñado Vuestra Merced este papel de Capitulaciones.
La respuesta fue se me había olvidado, y fue sacando de
la tienda un cuaderno de cartas de Vuestra Señoría en
que tiene cosido el dicho papel y poniendómelo en la
mano para que lo leyese, en él reconocí estilo y puntua-
6 8v ción propio / de Don Manuel Jaramillo, que estaba pre-
sente y algunos términos que acostumbra y proposicio-
nes que antes de ver el papel le había notado, por ésto y
lo mucho que en él se dice contra mí, me provocó cosa,
la que causó mutación de semblante a los referidos Capi-
tán y Don Manuel, talvez trascendiendo que yo había
firmado juicio recto del acto de aquellas iniquidades,
concluido de leer, le entregué el cuaderno diciéndoles,
mucho le tira al pobre de Biturro, y Biturro ni a los
Guarneños ni a nadie le ha hecho daño y si, no por qué
no manifiestan siquiera un caso determinado y entonces
yo mismo me sentenciaré por indigno e inmérito de los
honores con que los Superiores me han honrado. A ésto
respondió el Capitán, quién hace caso de lo que dicen
unos mulatos alzados y consecutivamente dijo Don Ma-
nuel, así es, pues hasta están entendiendo esos mulatos
que éstos pechos de mazamorreros, estancos y de que se
les quite a los mineros la demasía de minas, es por causa
de informes de Vuestra Merced. Y ahora quince días
yendo yo para una minita que tengo en un aventadero,
me encontré con más de veinte mulatos armados y les
pregunté a dónde iban en aquella forma y me respondie-
ron que a donde Vuestra Merced a sacarle por bien o por
mal el oro de todos los mazamorreros que hubiesen pa-
gado y les disuadí del intento y que le atendieron.

En este estado entró allí José Sánchez y prosigiéndose la


conversación sobre el papel de Capitulaciones y lo mu-
cho que me tiraban en él, dijo Don Manuel y antes cuando
lo entregaron en Guarne al Señor Capitán, allí mismo lo
vindicamos de una imputación que le hacían porque ha-
biendo entregado el papel se leyó y decían en él que

201
Vuestra Merced llevaba derecho por el apunte de los
mazamorreros y habiéndose mandado por el Capitán
que compareciesen allí los que habían concurrido a ma-
tricularse y a pagar, sólo tres hubo que hubiesen concu-
rrido y se les preguntó si les había llevado derechos, que
respondieron, que no y que entonces les devolvió el Ca-
pitán el papel para que quitasen aquella circunstancia y
después se le entregase. Esto mismo afirmó Sánchez y el
Capitán, como dándome a entender me habían hecho
este beneficio. De ésto se concluye que de todo lo que
consta en el papel, sólo tuvieron por injusta aquella cir-
cunstancia, que allí mismo se comprobó de falsa y todo
lo demás no les hizo mal asiento supuesto que sólo ésto
le mandaron quitar y que después se lo entregase. Con-
69r clúyese también que el/ papel no era hecho por los mu-
latos, supuesto a que éstos antes dijeron en aquel acto
que no les había llevado derechos algunos y ésto no
estando yo presente para convencerles la falsedad; lo
cierto es, que de estas consecuencias se pueden inferir
infinitas de lo hasta aquí expuesto, unas derechamente y
otras a contrario scnsu. Y no es de poca entidad aquel
argumento que forma el entendimiento racional a seña-
lar por los efectos la causa; por que siendo el Capitán
a Guerra, hermano de Don Manuel Jaramillo y Sánchez
amigo íntimo de entre ambos y que solas estas tres per-
sonas han andado metidas en las funciones de Guarne
abrigando con buen semblante sus proposiciones y he-
chos, omisos al remedio y procurando deslumbrar los
excesos disminuyéndolos la gravedad y exponiendo la
República a los riesgos de mayores desórdenes y desgra-
cias, con el hecho de mandarles y aconsejarles a los su-
blevados que bajasen con armas, cuyo grande yerro no
se puede honestar aunque se exponga para ello el fin
más Santo y justificado, por qué ésto, es como se suele
decir, poner la espada en manos del loco. Concedámosle
de gracia y juzguemos con más piedad de la necesaria en
el caso de que el consejo y orden que les dieron para que
bajasen con armas, fuese como dicen estudioso para re-
conocerlas que tenían y qué se sacaba de esta curiosi-
dad? No hallo ninguna utilidad que ponerle en la balan-
za, supuesto de que no se las quitó cuando entraron en
su casa con ellas, ni tampoco advirtió a los que concurri-
mos que pusiésemos cuidado a las clases y número de
armas, que si era para este efecto, ya se deja entender
que debió anticipar sus cautelas a precaver el daño ha-

202
ciendo congregar los vecinos de honor con sus armas
para desarmar los que esperaba, por que aunque quieran
decir que tenían moral seguridad de que no había de
suceder nada, es vana y temeraria presunción suponer
que tiene las riendas en la mano para sujetar una hidra
de tantas cabezas. De modo Señor Gobernador, que el
no haberse desolado Rionegro, no consistió después de
la providencia Divina en otra cosa que en no haberse
emborrachado cuatro o seis mulatos de aquellos que
rompiesen el velillo a la animosidad de los demás. Ade-
más de que la expresión de que fue estudioso mandarles
bajar con armas para reconocerlas, tengo y tendré por
estudiosa expresión para honestar el delito, por que has-
ta que no reconocieron la gravedad a fuerza de reconven-
ciones de hombres cuerdos, nunca habían puesto seme-
jante disculpa.

En materia de delito de esta clase, el que más los quiere


esconder más los descubre. Vea Vuestra Señoría si los
69v in/formes que le ha hecho el Capitán le ha dado todas
estas razones con el espíritu y claridad conveniente; si le
ha dicho el número de los que bajaron armados, si igual-
mente le refirió con sinceridad cuántos de los que se le
presentaron armados en su casa y puerta pagaron el do-
nativo; si le ha informado que requirió a los vecinos de
honor para que asistiesen a favorecer la justicia aquel
día; si le informó quién de los levantados le entregó el
papel de Capitulaciones, porque doscientos o trescientos
hombres imposible es que pueda acomodar sus manos en
un pliego de papel para entregarlo; quién o quiénes esta-
ban presentes cuando se lo entregaron ; si hizo averigua-
ción de quién lo dirigió, quién lo escribió, etc., para dar
de este modo en el principio y origen; delante de quién
quiénes les hizo ver la carta de Vuestra Señoría en que
le ordena que les requiera a los Guarneños que se sosie-
guen y vivan arreglados y si tienen alguna cosa que pedir
que les aflija que la representen por los medios legales
con toda su misión, actuándoles al mismo tiempo que de
lo contrario se procedería contra ellos con el rigor que
previenen las leyes; la prueba de éstos asuntos, será de-
mostrativa de lo dicho y sólo Vuestra Señoría que tiene
sus informes la podrá saber y reebilocer en el debido
cotejo.
La precaución que se ha tenido en todos estos pasajes
con el Escribano Gutiérrez, no deja de favorecer mucho

203
el indicio general por que cuando se procede con limpie-
za, más bien autorizadas van las cosas que pasan por la
presencia de un Escribano y en cualquier tiempo con su
fe se desvanece contrarias interpretaciones.

Luego que empezaron a pasar a evidencias los indicios


de que estos sujetos alimentaban el levantamiento fue-
ron decayendo del intento y aflojando la asonada y su
orgullo hasta que enteramente se sosegó, quizá por el
desamparo de la dirección, acobardados por el castigo
que les esperaba a los que la hacían. Yo lo que noto es
que aunque están informados generalmente en cl delito
no se atreven a solicitar vindicación y hacen constar la
indemnidad y estoy en el concepto de que ésto no lo
conseguirán, a menos de que sea milagrosamente. Don
Antonio Leiva me dijo, le había expresado Don Manuel
Jaramillo que últimamente había pasado a la Villa de
Medellín a pedir certificación al Cabildo y al Teniente y
parece que también Don Antonio Abad del Valle, de si
70r se había/ actuado algo en su contra acerca del levanta-
miento de Guame, que no se la dieron por no haberse
actuado. Que el Teniente Don Antonio Rivera le dijo
que él no había actuado pero si quería la certificación se
la daría, de que en Rioncgro, Marinilla y Villa de Mede-
llín era público y notorio, que se había hecho juicio de
que él era uno de los principales que fomentaban las
inquietudes de los de Guarne, que así no la quiso y se
volvió con el mismo remordimiento de no hallar desague
a la presa de su pecho. Las noticias de que todos están
en el firme concepto haber sido los motores de la suble-
vación, no sé como las han adquirido, si sea acusación
propia del delito que golpea por salir más claramente a
luz o si sea por noticias o inteligencias de otros indivi-
duos, ésto último no se ajusta mucho al deseo de vindi-
carse por que si alguno se lo dió a entender es cosa
natural que judicialmente pidiesen que a quién dijese
cómo o de quién sabía aquella circunstancia, corriendo
toda la cadena hasta dar en el último eslabón, si es que
se tema adecuar por esta vía la causa.

Don Félix José Echeverry, me expresó que Don Francis-


co Vallejo alcalde del partido de San Vicente le había
dicho, se halló en el primer impulso de los Guarneños y
que procuró cuánto pudo contenerlos lo que no consi-
guió, que después se encontró con Don Manuel Jarami-

204
lb o y tratando sobre el asunto le afeó su buen oficio,
diciéndole si él también era su contrario, o procuraba
hacerle pasar la beca de que los mulatos saliesen desluci-
dos, dándole a entender que él era el toturn Contines de
los progresos de aquellos.

El Escribano Gutiérrez me expresó haber visto sobre la


mesa del Capitán aGuerra la licencia que se le había
dado a Don Jerónimo Mejía para que pusiese y tuviese
.pulpería. Es de saber que ésta licencia se la quitó el
tumulto con violencia al citado Mejía y no se ha com-
prendido por qué conducto vino a poder del Capitán,
con qué pretexto o motivo si las circunstancias sentadas
no tienen valor para formar un juicio, que no padezca
nota de temerario, no sé cuáles serán suficientes, ni me-
70v nos -puede quedar esperanza/ de que en semejantes deli-
tos se puedan adquirir mayores noticias. Y en verdad
que cuando los indicios son cómo éstos me parece a mí
que no hay necesidad de más testigos, para dar un delito
por bien probado, especialmente si es atroz y perjudicial
al Rey y a la seguridad de la República como éstos lo
fueron, parecíendome también que se engañan algunos
Juristas, que nunca les parece que se puede tener por reo
convencido al que no tiene dos testigos contestes contra
sí y es contra una ley expresa del Emperador Justiniano,
que dice, que si los indicios son más claros que la luz la
causa es acabada, sin tener necesidad de recurrir a otras
pruebas. Que sea grave la causa del que seduce al pueblo
a una conmoción, consta en la sagrada página en que se
explicó la Justicia Divina con el castigo de los tres sacer-
dotes, Coré, Datán y Abirón que cayeron vivos al infier-
no por haber conspirado doscientos cincuenta del pue-
blo de Israel contra Moisés. Igual castigo fue ejecutado
en los diez explotadores de la tierra de promisión por
haber seducido al mismo pueblo y cómo la Sabiduría de
Dios observa siempre proporción entre los delitos y su-
plicios se viene en conocimiento de la horrenda culpa que
comete el que causa desorden en el pueblo, por tantas
malas consecuencias que trae aparejadas. Las leyes de
Nuestro Católico Monarca, que son prestadas de las Divi-
nas, aunque piadosas, con todo, no olvidaron prevenir
los graves castigos con pruebas privilegiadas contra los
que incurren en estos delitos.

205
Antes de cerrar este papel, no puedo omitir hacer pre-
sente que en caso de tomar resolución sobre la materia
para que no quede el padrastro de la reiteración, toman-
do primero las noticias que se estimen necesarias, me
parece muy conveniente que se hicieran salir de la pro-
vincia los dos principales y validos, pues de lo contrario
la industria y los respetós de presencia optarán a la prue-
ba de la verdad y quedará impugne la malicia y la Repú-
blica sin ejemplo.

Rionegro, Septiembre 7 de 1881.

Pedro Biturro Pérez,

Otros sí: que habiendo bajado otro día a este sitio de


71r Rionegro/ Don Manuel Jaramillo a casa de su hermano
el Capitán hallándome yo allí a la sazón, sacó un papel y
me dijo que lo leyera que eran las Capitulaciones de los
Socorreños y habiéndolo leído me preguntó: qué le pa-
rece, a ésto le respondí, que por lo que miraba a que los
criollos se prefiriésen a los Europeos en los empleos,
siendo hábiles, era sentir de muchos doctos y en particu-
lar lo trataba Solórzano en su política Indiana. Mucho
celebró esta expresión y repitió sucesivamente y no ha
visto Vuestra Merced en el papel de los de Guarne que
hacen la misma Capitulación? , complaciéndose de que
en esta parte conviniesen las del Socorro con las de
Guarne, repitiendo con alegría, mire Vuestra Merced
qué conformes están las Capitulaciones de los de Guarne
con éstas y aún las de Guarne están más bien hiladas y
expresivas, el que las dirigió no era bobo. Vuestra Mer-
ced aunque es Europeo (me dijo) se llega a lo que es de
razón y como mi ánimo siempre en este asunto ha sido
descubrir terreno, le hablé en la manera referida ésta
circunstancia aunque parece frívola la apunto como in-
dicativo de la facción de las Capitulaciones inicuas de los
Guarneños que aún están peores que las del Socorro y lo
mucho que en ellas se golpea sobre que ningún Europeo
sea alcalde es alusivo a la expresión, pues a los de Guar-
ne que son mulatos y mestizos, poco les importa de que
sean o no Españoles los alcaldes, supuesto que ellos no
lo han de ser ni lo pueden esperar por su color. Esta
carta de Jaramillo siempre ha sido puesta a los Españoles
Europeos, por que se tienen los pobres por de mejor
calidad y otro Don Manuel Jaramillo (lúe hay en la Villa

206
-

le dijo a Don Pedro Diago que si supiera en que vena


tenía la sangre de España que la había de hacer echar
afuera. Es alusivo a ésto otro particular, que pretendien-
do el Capitán a Guerra casar a una hija con un Jaramillo
pariente inmediato, puso en interrogatorio la expresión
71v de que no podía casarla/ con alguno de los Españoles
que había por no saber la limpieza de su estirpe y remiti-
da la información al ilustrísimo Señor Obispo de Popa-
yán le causó alguna novedad la expresión tan soberbia y
negó por mucho tiempo la dispensa, hasta que por em-
peño del Doctor Don José Joaquín González se consi-
guió, fecho ut supra.

Biturro.

Nota: 'más que en otra ocasión me dijo Don Manuel


Jaramillo en presencia de su hermano Don Alonso Jara-
millo que Don Próspero de Guzmán había dicho en la
Villa de Medellín que en tiempo de las revoluciones de
Guarneños, que él y su hermano Don Alonso habían
sido los motores del levantamiento. Y pasados algunos
días pregunté al mismo Don Próspero Guzmán, qué era
lo que había sobre esta especie y me respondió lo si-
guiente: que yendo para Medellín en tiempo que los
Guarneños estaban en sus revoluciones, salió de este Va-
lle en compañía de un Doctor Alvarez, que llegaron a
casa de Don Manuel Jaramillo inmediata a Guarne, que
luego se tocó la especie del levantamiento y afeándolo
dicho Don Próspero que Don Manuel se empeñó en ho-
nestar los pasajes y que hasta lo presente no habían
hecho ni pedido cosa que no fuere muy justa, que hubo
alguna alteración sobre el asunto hasta que el referido
Doctor le pudo hacer a Don Próspero una seña para que
cediese sobre el asunto que después tuvo ocasión de
decirle que no disputará más sobre el particular, que bien
se veía que dicho Don Manuel y Don Alonso Jaramillo
eran los principales motores del levantamiento y que
aunque él lo conocía así, que qué había de hacer si
dichos Jaramillos eran sus parientes que por el mismo
asunto no había querido replicarle y que hacía de la
vista gorda.

Nota: más que en mostrándome yo como indiferente


sobre los particulares de los de Guarne, en las ocasiones
que han ocurrido conversaciones con el Capitán a Guerra

207
y con su hermano Don Manuel para que éstos no se•
recelasen mucho de mí y disiparles en lo posible los
recelos, me propuso Don Alonso que si le trasuntaba un
informe de confianza para su Excelencia que él no lo
hacía por no tener letra apropósito para ello, le dije
que sí y habiendo pasado a mi oficina Don Manuel llevó
un borrador que se reducía a dar cuenta a su Excelencia
de los acaecimientos de Guarne al cabo de mucho tiem-
po, honestando y truncando los pasajes de cómo suce-
dieron y suponiendo haber tomado providencias eficaces
para contener y apaciguar el motín, lo cual es falso y
ajeno de la verdad como es notorio que no tomó ningu-
na eficaz, ni se previno contra el desorden, y habiéndole
transutado dicho informe, le dije, que motivo tenía ya
72r en aquel tiempo./
Continúa nota
de /Milano. Señor Teniente; oficial Real.
De decir a su Ex- Don Jerónimo Mejía, vecino de este Valle ante Vuestra
celencia que iba Merced con mi mayor rendimiento y en la más bastante
a hacer informa-
ciones sobre los forma que en derecho a su lugar y el mío convenga,
pasajes, no ha- parezco y digo que en virtud de la Orden Superior expe-
biéndole hecho, dida por el Señor Regente sobre el establecimiento de
oído los alboro-
tos estaban en su pulperías, tanto de Ordenanza como de composición
fuerza, me res- que en este sitio y sus jurisdicción se habían de estable-
pondió a ésto cer a fin de que los pulperos de ellas pagasen el Real
que era . para
aprender la causa Derecho de Alcabala, en cuya virtud me opuse a una de
Y que no se co- las de Ordenanza en el sitio de la Candelaria, minerales
metiese a otro de Guarne, la que para su apertura se me concedió por
Juez y que te-
niendo él la Pre-
Vuestra Merced y el señor alcalde la correspondiente
vención no se le licencia, habiendo precedido antes dado la fianza para el
quitaría, de cuyo aseguro del Real Derecho de Alcabala; y como quiera
modo podría po-
ner en debido or-
que el día 17 del corriente a horas de las once del mismo
den las actuacio- día, se tumultuaron los vecinos de aquel sitio, unos con
nes sin perjuicio palos largos,, otros con sables y a son de tambor marcha-
de nadie; éito
ron a la casa de mi morada, donde tengo dicha pulpería,
me dijo el Capi-
tán en virtud del la que me rondaron y entraron en ella, diciendo todos
campe que ienslos tumultuarios (que según regulé serían al pie de/ dos-
abrí con el he- cientas personas algo más,) "Viva el Rey Español y mue-
cho de copiarle
el informe para ra su mal Gobierno a cuyas griterías de alboroto no dejó
que no se recela- de causarme un total susto de forma que acaeció hasta el
se. de ponerme trémulo, pero recobrando el espíritu les dije
Biturro.
con razones: cariñosos señores, qué les ha movido a us-
tedes venir a mí así armados y a son de tambor con las
vocerías que están profiriendo, a lo cual enfuerecidos
me dijeron que a lo que iban a mí casa era a fin de que

208
les había de dar licencia franca para comprar y vender
géneros de pulpería, pero señor Teniente, no residiendo
en mí como no reside jurisdicción para dar la licencia
que por ellos se me pedía me denegué y sin embargo de
ello volvieron a reiterar que si no la daba me quitarían la
vida presentándome las armas con demostración de dar-
me con ellas, a lo que viendo aquel lance tan riesgoso y
por escapar con la vida que es natural a todo viviente les
di dicha licencia y no habfendo parado solo en ésto se me
pidió por los tumultuarios la licencia que por usted se
me dio, la que igualmente me vi precisado, como dicha
llevo a entregarla la que se llevaron y dijeron que siem-
pre que yo volviese a permanecer en aquel paraje de
pulpero, volvería a suceder lo mismo, pero sin embargo
de tanto tumulto de gente acaecido del susto que dicho
lleva me acompañaba no pude en tanta revolución cono-
cer más que a Ignacio Zapata, Joaquín Morales, Maestro
73r de herrero y Alberto Idárraga Y como quiera Señor/
Teniente que de permanecer yo con el ejercicio que has-
ta aquí he estado de pulpero, se expone mi vida a un
manifiesto peligro, como protestaron los tumultuarios
con sus amenazas, en cuya virtud y viéndolo Vuestra
Merced con bastante reflexión atentas las circunstancias
y que según los vulgos el Domingo venidero que conta-
mos veinticuatro del corriente, éstas ponen en aquellos
parajes mercado franco, expresando que los que se halla-
sen hombres vayan a impedir. Suplico a usted, se sirva
en méritos de Justicia de admitirme dejación que hago
de la dicha pulpería, pues estoy pronto a entregar rela-
ción jurada de la cantidad que he vendido en el tiempo
que la he obtenido y satisfacer el real derecho de alcaba-
la sirviéndose igualmente a cancelarme la obligación que
a favor de Su Majestad tengo hecha y no siendo admitida
ésta mi propuesta pongo presente a Vuestra Merced, el
que no prosigo en ella aunque tenga la pensión de pagar
la alcabala de mi peculio; que en hacerlo Vuestra Merced
como solicito recibiré merced con justicia y para conse-
birla juro lo necesario en derecho.
Jerónimo Mejía.

Rionegro y junio 22 de 1781.


Resérvese para su tiempo.

73v Biturro./

209
74r Muy Señor Mío:
Remito a Vuestra Señoría las noticias adquiridas sobre
cabezas de motín pasado, no he tenido por conveniente
retardarlas por lo que pueda convenir al servicio, el pa-
pel está cansado pero me ha parecido asentar los pasajes
como ellos fueron para que se les dé sólo la fe que
merezcan y estimaré mucho el favor de Vuestra Señoría
que si hallase alguna cosa digna de informar a Su Exce-
lencia, que pase por la pluma de amanuense fiel, pues la
materia pudiera traerme muchos perjuicios sabida, por
los dolientes, en esa ciudad hay algunos parientes de
ellos y en la Villa muchos más.

Mucha tierra se puede descubrir cotejando estos pasajes


con los informados por otra mano y estoy en el concep-
to que a Vuestra Señoría no se le había escapado esta
sutileza y conocimiento de penetración; como también,
aunque sea después sí no se hace algún castigo a los
culpados, quedaremos con el padrasto de que acada por-
que me dio la gana, hagan iguales o mayores demostra-
ciones,

Estimaré a Vuestra Señoría me dé su sentir del concepto


que formé sobre lo apuntado, verificada la prueba nece-
saria. Llevaré minutero de lo más que fuese ocurriendo
eh descubrimiento de lo pasado. Mucho me temo que la
malicia y el temor solapen el delito y que no depongan
sobre él con aquella claridad debida, ello es cierto que el
74v cristiano que tuviese tintura de instrucción/ antes que
ocultarlo debe denunciarlo.

Por las cartas de Vuestra Señoría no he podido com-


prender si es cierta o no la expresión que le hizo al escriba-
no el Capitán, pero aunque lo sea, yo he satisfecho a mi
lealtad en escribir los casos como en realidad son.

Quedo para servir a Vuestra Señoría con fina voluntad y


con la misma ruego a Dios le guarde muchos años.

Rionegro y septiembre 7 de 1781.

Beso la mano a Vuestra Señoría su más afecto, atento


servidor:

Pedro Biturro Pérez.

210
Señor Gobernador y Comandante General
Don Cayetano Buelta Lorenzana
Antioquia y octubre 20 de 1781.

Por recibida ésta carta con el informe reservado que lo


acompaña y en atención a que las actuales circunstancias
de las inquietudes y levantamientos ocurridos en esta
provincia recientemente, no permiten por ahora hacer
pesquisas que talvez en la ocasión presente pueden ser per-
judiciales a la quietud pública que es la que se desea conse-
guir y lo que encarga el Excelentísimo Señor Virrey a éste
Gobierno. En este concepto tendráse estas noticias reser-
vadas hasta tanto que se tenga por conveniente adelantar
la justificación sobre los parajes que refiere el informe
que antecede.

75r Buelta/..

Comisión. Reservada.
Muy Señor Mío: Conviene al servicio del Rey y a la paz
y quietud del público, averiguar con la competente justi-
ficación, qué personas han sido las que han seducido,
aconsejado y promovido y hecho cabeza en los tumultos
y sublevaciones que han sucedido en esta provincia.

En este concepto prevengo a Vuestra Merced que con la


mayor reserva y cautela proceda a la averiguación de los
que han hecho cabeza, seduciendo y aconsejando para
fomentar el levantamiento ejecutado en el año inmedia-
to pasado por los vecinos de los minerales de Guarne y
la Mosca; para cuyo efecto, confiera a Vuestra Merced la
comisión, facultad y jurisdición necesaria; y para que el
Capitán a Guerra de aquellos Valles, no le ponga el me-
nor embarazo y facilite a Vuestra Merced todo el favor y
auxilio que le pida y necesite, le entregará Vuestra Mer-
ced la carta que le incluyo abierta y si en alguna cosa
faltare (que no lo espero) al cumplimiento de lo que le
prevengo me hará Vuestra Merced pronto aviso. Si Vues-
tra Merced tiene satisfacción del escribano de Rione-
7 5v gro, podrá actuar la sumaría/ con él con tal precaución
que por ahora no llegue a transcenderse, en cuanto sea
posible. el fin a que se dirige, para evitar el que los culpa-
dos fomenten alguna nueva inquietud. Luego que Vues-
tra Merced concluya dicha sumaría, me la remitirá origi-
nal con la seguridad que corresponde.

211
No dudo que Vuestra Merced desempeñará este encargo
con la prudencia, celo y eficacia que requiere el asunto.

Nuestro Señor guarde a Vuestra Merced muchos años.


Antioquia y Febrero 23 de 1782.

Beso las manos de Vuestra Merced, su seguro servidor:

Cayetano Buelta Lorenzana.

Señor Teniente Gobernador, Don Antonio Ruiz de Ri-


vera.

Obedecimiento Medellín y febrero 26 de 1782, obedécese la carta comi-


sión orden, de su Señoría el Señor Don Cayetano Buelta
Lorenzana Capitán del Regimiento Provincial del Reino
de León, Gobernador y Comandante General de la Ciu-
dad de Antioquia y su provincia, su fecha en aquella 23
del corriente mes de febrero, la que mando se agregue y
ponga por cabeza de las diligencias que por ella se deben
practicar según lo prevenido que se debe estar a su con-
texto, para cuyo efecto y el pronto cumplimiento a tan
importante fin, se pasará por mi propia persona el día
de mañana 27 del corriente a el valle de Rionegro a
76r evacuar su ejecución/ en los términos que por dicha pro-
videncia se previene, que concluidas éstas originales se
remitirán al Señor Gobernador, quedando testimonio a
quien del recibo de ésta providencia, se le avisará y de la
marcha a su ejecución por carta, lo:que se anotará para
que conste.

Rivera.
Proveyó, mandó y firmó el auto que antecede el Señor
Don Antonio Ruiz de Rivera, Teniente de Gobernador,
por ante mí de que doy Fe.
Ante Mí
Jacobo Fascio y Linze, Escribano Público del Número.

Nota Que hoy 26 de febrero, se libró la carta respuesta a Su


Señoría, el Señor Gobernador y Comandante General, lo
que anoto,
Lin ze.

Providencia En el valle de Señor San Nicolás el Magno de Rionegro,


a 6 de marzo de 1782 años, el Señor Don Antonio Ruiz

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de Rivera, Teniente de Gobernador de la Villa de Mede-
llín y Juez comisionado en seguimiento de éste sumario,
habiéndome preguntado a mí el escribano, qué sujeto o
sujetos tenía de amanuenses y entera satisfacción por lo
que respecta al oficio de mi cargo, sobre cuyo asunto y
habiendo dicho a su Merced, que el único que lo era
76v según la experiencia, hon/radez y conciencia, éste única-
mente me he fíado de Don Mateo Cardona, en cuya
virtud y en conformidad de lo expuesto le recibió al
expresado Cardona el juramento acostumbrado de fideli-
dad, que lo hizo por ante mí el escribano, conforme a
derecho por Dios Nuestro Señor y una señal de Cruz,
bajo el cual ofreció guardar todo sigilo en lo que se
actuare y da principio a ello para este sumario, no decir
a persona alguna directa ni indirectamente el dicho de
los testigos, ni lo que a éstos se le preguntase y lo firma
con su nombre, por ante mí de que doy Fe.

Antonio Ruiz de Rivera


Mateo Cardona.
Ante mí, Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Públi-
co del Número.

Auto. En el Valle de San Nicolás el Magno de Rionegro, en 6


de marzo de 1782 años, yo Don Antonio Ruiz de Rive-
ra, Teniente de Gobernador de la Villa de Medellín, sus
términos y jurisdicción y en la actualidad, de Juez de
Comisión por su Señoría el Señor Don Cayetano Suelta
Lorenzana, Capitán del Regimiento Provincial de León,
Gobernador y Comandante General de la ciudad y provin-
77r cia de Antioquia, para que pasase a éste dicho valle/ y en
él hiciese sumaría y pesquisa secreta con la mayor vigi-
lancia, a fin de descubrir los motores y cabezas de la
sublevación y levantamiento de las gentes de los minera-
les de Guame y sus inmediaciones y por lo que hace la
carta que se refiere en la orden para el Señor Capitán
a Guerra, Don Alonso Jaramillo, se entregará a tiempo
oportuno y cuando se considere necesario y para que se
cumpla lo prevenido en la citada orden de comisión,
debo mandar y mando se proceda con el mayor sigilo a
verificar la más exacta averiguación, justificación, a fin
de descubrir los motores y cabezas del motín y levanta-
miento, para lo cual se recibirán las declaraciones de
cuantos sujetos se tenga por conveniente y se le hará to-
das las preguntas y repreguntas tocantes al caso y los su-

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jetos que declarasen, jurarán también de guardar sigilo y
que no revelarán directa ni indirectamente a persona algu-
na nada de lo que se le preguntase y lo mismo de lo que
declarasen. Y deseando proceder con el mayor acierto a
desempeñar tan alta confianza en que inmediatamente se
interesa la causa del Rey y Estado, se apreciarán para
proceder a las averiguaciones referidas hasta los más le-
77v ves/ indicios y por principio de estas diligencias el pre-
sente escribano, certificará en qué día se levantaron los
de Guarne y sus inmediaciones; cuánto tiempo duró el
levantamiento; qué armas trajeron; qué demostraciones
hicieron; si ha sabido qué pretensiones traían, cuáles ; si
andaron en tumulto con sus armas; y qué día se regresa-
ron. Con lo más que haya sabido en esta razón, sin
omitir nada. Así mismo certificará si hay alguna persona
-o personas inf-amadas de haber sido cabeza o cabezas
del motín, induciendo a él o fomentándolo de algún
modo, si consta por pública voz, si por fama fundada o
si por indicios que lo hayan manifestado con alguna
evidencia, expresando menudamente todas las circuns-
tancias que haya visto, oído u observado de algún modo,
citando todas las personas que sepan alguna cosa que
pueda conducir a la averiguación de la verdad. Cuyo
cumplimiento de lo aquí mandado, ejecutará con la po-
sible brevedad y por éste así lo proveo, mando y firmo
con el presente escribano de que quedo enterado de su
cumplimiento.

Antonió Ruiz de Rivera.


78r Por su mandado: Francisco Antonio/Gutiérrez, Escriba-
no Público del Número.

Don Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público y


Certificación del Número en este Valle de Rionegro sus términos y
jurisdicción por el Rey Nuestro Señor, etc, certificó en
pública forma y en manera que haga fe a los Señores y
demás personas que la presente vieren y en virtud de lo
mandado por el auto que antecede, como habiendo pa-
sado a la casa de mi morada Don Jerónimo Mejía, pulpe-
ro que era de una de las pulperías de Ordenanza en el
sitio de Guarne, el día 17 de junio del año próximo
pasado; éste me participó cómo en aquel mismo día por
la mañana se habían amotinado y levantados los vecinos
de Guarne y sus inmediaciones, armados unos con espa-

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das, otros con sables, y los otros con garrotes y un tam-
borcito que uno de ellos venía tocándoles y marchando
delante y que habiéndose asomado a la puerta de su casa
notó que dicho tumulto se enderezaba para él, por lo
que se recogió dentro del cajón de su tienda; pero que a
ésto dichos tumultuarios entraron adentro de dicha su
casa y otros por la parte de afuera la rodearon y que
78v empezando a dar voces de que muriese el/ mal Gobier-
no. Algunos de aquellos haciendo demostraciones en las
armas que tenían de querer acometerle algún tiro con
ellas, le dijeron que les entregase la licencia que se le
había dado para la apertura de aquella pulpería y que si
no la entregaba le habían de quitar vida y que habiéndo-
lo así ejecutado, entregó dicha licencia a un fulano Za-
pata o a un Alberto Idárraga, con lo que todos en alta
voz le habían dicho que si volvía a hacer más pulpero, lo
habían de quemar y que no dilataban en bajar a éste sitio
y arreglar todo. Cuyas razones oídas por mí, reconvine
al dicho Mejía el que me dijese cuántos sujetos de aque-
llos levantados había conocido, a lo que me respondió
que con tanto tumulto como había, no pudo conocer más
que a Bruno Girald o, al dicho Zapata y al Idárraga y que
así temeroso de aquellos había pasado a éste sitio a po-
nerle presente al Señor Teniente de Oficiales Reales Don
Pedro Biturro lo ya referido para que le mandase a can-
celar la obligación que había otorgada

Así mismo certifico, el que habiendo yo pasado peno-


nalmente el día 18 del mismo mes de junio a la casa de
79r Don Juan Francisco/ Echeverry que en aquel tiempo era
alcalde Pedáneo de éste sitio, en ella encontré al Señor
Capitán a Guerra D on Alonso Jaramillo y al referido Don
Jerónimo Mejía, quién en la sazón estaba participando a
uno y otro Señor el levantamiento que el anterior día
había habido en Guarne ; en cuya conformidad me ví
precisado para haber referido verbalmente en aquel mis-
mo auto a dicho Señor Capitán a Guerra, diciéndole el
que cediese alguna providencia para sostener los tumul-
tuarios y que no pasase adelante por que se decía que
éstos querían abocarse a este sitio y de fuerza a fuerza,
quitar los estancos de tabaco y aguardiente ; a lo que me
respondió dicho Señor, que qué gente había en este sitio
para hacer frente a aquellos?. Cuya tibieza que noté me
bastó para no haber instado sobre el asunto.

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Certifico, que la supra citada licencia que llevo referida
y los tumultuarios la licitaron al dicho Mejía, ésta a los
dos meses poco más o menos de haber pasado este suce-
so, la alcancé a ver que el Señor Capitán a Guerra, la
tenía debajo de la carpeta de la mesa donde escribía,
pero ignoro el modo con que dicha licencia vino a poder
79v del referido Señor/.

Igualmente certifico, aunque sin embargo de ello no ha-


go entera reminicencia del día fijo, pero sí la hago que a
cortos días de haberse levantado los vecinos de Guarne,
formó viaje el Señor Capitán Aguerra para aquel sitio a
publicar una Real Cédula en asunto al donativo que por
ella pidió su Majestad y aunque esta dicha publicación
era de mi incumbencia leerla para su publicación, como
tal escribano que soy, no se me reconvino por dicho
Señor el 'que le acompañase y cuando de aquel sitio se
regresó a éste, en mi presencia dijo, que los vecinos de
Guarne en tumulto y armados de lanzas, espadas, sables,
y machetes, le habían rodeado en la plazuela de la Capi-
lla que está en el mineral de Guarne y que éstos en alta
voz habían proferido, el que viva Nuestro Capitán y que
habiéndoles dicho su Merced, que dijeran lo que pedían,
éstos le habían respondido que bajarían a R ionegro y
manifestarían su pretensión, pero que les había de decir
él, cómo bajaban, si lo ejecutaban con sus armas, a lo
cual les había respondido 'que viniese en la forma que
80r quisieran y trajesen el/donativo.

Así mismo certifico, que habiendo pasado el Señor Capi-


tán a Guerra en mi consorcio de Don José Domingo de
Isaza y Don Juan Bautista Vallejo, el día 9 de julio del
año pasado a unos inventarios que por la final del Doc-
tor Don Francisco Javier de Echeverry, quedaron y ha-
biéndose ofrecido por el camino parlar sobre que los
vecinos de Guarne con sus aliados venían a este sitio a
quitar los estancos y todo el impuesto, le oí decir a
dicho Señor Capitán a Guerra que si venían a pedir algu-
na cosa mandaba a que el tabaco se vendiese en la Real
Administración a dos mazos por tomín de oro y el
aguardiente a menos precio del que tenía, que con aque-
llo se sosegaría la gente y que aquello mismo se había
hecho en Santa Fe cuando la sublevación del Socorro.
Igualmente me consta por haberlo visto en el mismo día
que aquí llevo citado el que Bruno Giraldo pasó a aquel

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sitio de Chachafruto y casa en que nosotros estábamos
en los inventarios y éste llamó aparte al Señor Capitán
aGuerra y a su hermano Don Manuel Jaramillo y con
uno y otro sujeto estuvo parlando a secreto y con el
motivo de que en aquella sazón se hallaba allí el dicho
señor teniente de Oficiales Reales Don Pedro Biturro y
movido alas noticias comunes que andaban de que el di-
80v cho Bruno era uno de los capitanes que/ comandaba a
los levantados y que tanto a éste como a los demás
capitanes en la sublevación que intentaban estaban auxi-
liados del dicho señor capitán y su hermano. Por lo que
el referido señor teniente como tan celoso y leal a Nues-
tro Rey, se arrimó a mí y en secreto me ordenó el que
tuviese cuidado a fin de ver si podía percibir alguna cosa
de las que Bruno estaba hablando con dichos señores y
aunque hice bastantes diligencias por así ejecutarlo no
percibí cosa alguna, por lo que sobre este asunto y otros
pasajes cl señor Teniente puede dar más individual ra-
zón.

En la misma conformidad, certifico que el día 15 de


julio de el año que llevo citado, pasó a esta mi casa de
morada, Sebastián Gutiérrez y éste me comunicó el que
los vecinos de Guarnc, tanto a él como a sus hijos, ha-
bían pasado a Llanogrande y les habían citado para que
al día siguiente que era 16, se juntasen en un altico que
hace a la entrada de este sitio camino de la Mosca para
que juntados que fueran, entrar en este dicho sitio y
resistir con la fuerza el establecimiento de pulperías y
derechos de los matriculados en mazamorriar y hacer
81r poner/ el que se vendiese el tabaco a dos mazos por
tomín y lo mismo bajar el precio al aguardiente; lo cual
oído que por mí fue, aconsejé al dicho Sebastián Gutié-
rrez a que no se metiese en tal cosa y se mudara oculta-
mente para su casa, lo que me parece así ejecutó ; pero
temeroso yo de lo ya relacionado y corno fiel vasallo de
mi Rey y Señor (que Dios guarde) incontinente pasé a la
Real Administración de tabaco y al Administrador que
lo es Don Francisco Dávila, a éste le reconvine diciéndo-
le que los vecinos de Guame, aliados con los de toda
esta Jurisdicción entraban en este sitio el día siguiente y
que la mira de ellos, era el poner el tabaco a dos mazos y
que por lo que se pudiera ofrecer echase fuera de la
Administración los intereses de Su Majestad y los pusie-
se en parte que ninguno los viera y que fuésemos a la

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casa del Capitán aGuerra a que diese alguna Prividencia
de que juntase gentes y sostener los levantados, a lo que
me respondió el dicho Dávila que ya estaba cansado de
haber reconvenido a dicho señor capitán sobre el mismo
asunto y que no sabia en qué fundaba su frescura de no
remediar lo que se decía.

En igual conformidad certifico, que el día 16 del mismo


mes de julio al amanecer con el motivo de estar esta mi
81, casa en la entrada de/ este sitio y camino de la Mosca,
con el sobresalto de esperarse el que viniesen los tumul-
tuarios, noté el que por esta mi calle pasaba mucha de la
gente que venía de afuera, lo que me movió para con un
anteojo de larga vista que tengo mirar hacia un alto que
está en el camino que viene de la Mosca y observé que
había multitud de gente, unos parados y otros sentados,
pero a poco instante habiendo llegado a esta mi casa
Don Joaquín de Echeverry a éste le pregunté que si
sabía con que pretensiones venía a este sitio los levanta-
dos, a lo que me dijo, que había tenido medias noticias
de que sus fines eran, unos abocarse al estanco de aguar-
diente, otros al de tabaco y los otros a la oficina de Real
Hacienda, a que el señor teniente les devolviese el dinero
que habían dado en razón de la matricula de mazamo-
rreros y que no querían que ningún chapetón estuviese
empleado en oficio honorífico en estos valles y que ha-
biendo pasado por el camino en que estaban hechos
trozos los dichos levantados, algunos de ellos les había
oído decir que si los demás compañeros les faltaban
como habían quedado, los habían de matar. Igualmente
82r observé en el mismo día 16 que la gente disuelta/ que
venía de los que estaban en el alto y entraban en este
sitio, éstos se enderezaban para la casa de Don Manuel
Jaramillo, lo que vide por haber salido de ini casa a
observar y a poco tiempo alcancé a ver al citado Jarami-
llo que venía a caballo y en su casa se apeó e incontinen-
ti se fue a la casa de su hermano el capitán a Guerra;
cuyos movimientos y noticias me motivaron para haber
pasado sin pérdida de tiempo a la Real oficina de cargo
del Señor Teniente de Oficiales Reales, a quien le puse
presente todo lo ya relacionado como el que estuviese
con cuidado y asegurase los intereses y libros Reales por
que ya veía las bandadas de gente que andaban en la
plaza y los que estaban a la puerta de Don Manuel Jara-
millo. Pero como quiera que entre nueve y diez de este

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mismo día los tumultuarios entraron en este sitio y par-
tieron derecho a la casa del Señor Capitán aGuerra, me
fue preciso (aunque por dicho Señor no se me mandó a
llamar) el ir a ella, a cuyo tiempo que llegué los levanta-
dos vide que éstos estaban armados, unos con lanzas,
otros con mojarras, otros con chuzos, otros con sables,
otros con espadas, otros con escopetas y otros con mo-
chilas de piedra, los que en alta voz y con bastante
82v alegría empezaron/ a decir todos a una: Viva Nuestro
Capitán. y habiéndome restituido adentro de la casa, en
ella vide (que según tengo entendido fueron de oficio,
sin haber sido llamados por el Capitán) el Señor Tenien-
te Don José Domingo de Isaza, Don Joaquín y Don
Juan Francisco Echeverry quienes junto conmigo se
mantuvieron allí hasta que dichos tumultuarios se fue-
ron y sí noté que en el tiempo que los amotinados allí
pararon, Don Manuel Jaramillo que acompañando a su
hermano el Capitán, estaba el uno y el otro secretiaban
con los Capitanes o mandones como lo era con el consa-
bido Bruno y un fulano Zapata y según hago cálculo,
éstos tales sujetos que armados estaban podrían llegar al
número de doscientos cincuenta personas y el donativo
que en aquel mismo día dieron, su cantidad me parece no
llegaría a cuarenta pesos.

Así mismo certifico, que pasados bastantes días vide en


la mesa del Señor Capitán a Guerra un papel que oí decir
en él se contenía las Capitulaciones de los de Guarne,
pero nunca éste se me dio lugar a que yo lo leyese y
siendo cuanto por lo presente me acuerdo pongo la pre-
83r sente en Rionegro a 8 de marzo/ de 1782 años.

En este estado y con inspección a lo que se pregunta en


el auto que lo motiva, certifico que es público y notorio,
pública voz y fama que los sujetos que sobre el consabi-
do levantamiento se hallan miscuidos en la fomentación -
de ello, lo es, el Señor Capitán a Guerra y su hermano
Don Manuel y en prueba de ello, Don Ignacio Ramos en
un escrito que presentó ante dicho Señor Capitán, en él
le puso las palabras siguientes: a Vuestra Merced le
consta y por esta razón ha despreciado Vuestra Merced
la que en días pasados se ha levantado en estos valles y
aún en toda la provincia que publicaba haber tenido
Vuestra Merced parte en el levantamiento de los vecinos
de Guarne y . sus contornos y por ésto me atreveré yo

219
afirmar fuese Vuestra Merced partidario en dicho levan-
tamiento? Cuyas razones proferidas a dicho Señor Juez,
a ellas en su decreto se desentendió Su Merced; con lo
cual, queda absuelta dicha pregunta. Y para que conste
la firmo en el mismo día, mes y año, de la fecha que
antecede.
Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público del Nú-
mero.

Declaración. En Rionegro a 8 de marzo de 1782 años, en cumpli-


miento de esta pesquisa secreta, Su Merced el Señor
Teniente de Gobernador, y Juez de comisión, para ello
hizo compadecer en su Juzgado a Don Francisco/ Dávi-
la, Administrador de la Real Renta de tabaco y naipes
en él, a quien por ante mí, el presente escribano, se le
recibió juramento conforme a derecho que lo hizo por
Dios Nuestro Señor y una Señal de Cruz, bajo el cual
ofreció decir verdad én lo que fuere preguntado, como
así mismo ofreció guardar sigilo sobre el asunto en con-
formidad de ni directa, ni indirectamente decir a persona
alguna tanto lo que se asentase como lo que se le pre-
guntase.
1. Preguntado: Si sabe y que cómo las gentes de todas
castas que vive en los minerales de Guame y sus
inmediaciones se amotinaron y levantaron el domingo
17 de junio del año de 1781, para resistir con la fuerza
el establecimiento de pulperías, matrículas de 'mazamo-
rreros y derechos que a éstos se le mandaron cobrar para
allanar a que en el Real estanco de aguardiente se ven-
diese la limeta de este licor a dos tomines y en el de
tabaco a dos mazos por tomín de oro corriente?
Dijo: Que es cierto de que en el día que se nomina por
la pregunta, los vecinos de Guarne y sus aliados se levan-
taron para resistir con la fuerza el establecimiento de
pulperías, matriculas de mazamorreros y derechos que a
éstos se les cobraba, como así mismo allanar el que en el
Real estanco de Tabaco éste se vendiese a dos mazos por
84r romín/ y en el de aguardiente la limeta a dos tomines y
que por lo que respecta a lo que tiene depuesto en esta
pregunta le consta por haberse así pretendido el que se
ejecutase por algunos de los levantados que se presencia-
ron en la administración de su cargo, pero que a éstos no
pudo conocer.

220
Preguntado: Si sabe cómo y cuánto tiempo duró el
levantamiento y motín y qué número de gentes se
juntaron para hacer la resistencia a los estables y estan-
cos, si tenían todo género de armas y si amenazaban
ruina a todas las rentas Reales, a esta población de San
Nicolás y a la Villa de Medellín?

Dijo: Que según hace reminiscencia, el levantamiento de


los de Guame y sus aliados, éste se mantuvo desde el día
17 de junio hasta el 16 de julio del año próximo pasado,
que dichos tumultuarios entraron en este sitio armados
de espadas, sables, machetes, algunas escopetas y que así
mismo traían otros instrumentos de armas, como son,
calabozos y chuzos. Y que ésto lo depone por haberlo
visto y que de oídas supo que algunos de estos tumul-
tuarios traían mochilas con piedras y que por lo que
respecta al número de éstos serían a su parecer como
trescientos poco más o menos. Y que por el mismo he-
cho ya referido, se evidencia que estos levantados ame-
84v nazaban/ ruina a las rentas Reales y a este sitio; lo que le
fue bastante al deponente para no haber desamparado
en aquel día la Real administración de su cargo.

Preguntado: Si sabe y cómo y quiénes fueron los


capitanes del levantamiento y motín, quiénes go-
bernaban aquellas gentes.

Dijo: Que por haberle dicho Francisco Cardona, estan-


quillero en el sitio de Guame, puesto por el deponente
sabe, que los capitanes que comandaban a los levanta-
dos, lo eran Bruno Giraldo y Francisco Zapata; y que
igualmente le dijo el Cardona el que varios sujetos habían
ido a inducirle a que fuese uno de los capitanes, lo cual
no había admitido y que los de este proyecto fueron los
sublevados.

Preguntado: Si sabe fue sentir común que los capi-


tanes y mandones del levantamiento y motín, te-
nían otros sujetos que ocultamente les seducía y sugería
lo que habían de hacer y el modo que habían de pedir y
gobernarse en el levantamiento, o si también pública-
mente les advirtieron algunas cosas sobre que pidieran,
hablaran, hicieran ésto o aquello para lograr sus inten-
tos?

221
Dijo: Que sobre el contenido de esta pregunta, público y
notorio, pública voz y fama es el que Don Manuel Jara-
85r millo era el que dirigía a los levantados y tu/multuarios
sobre sus pretensiones.

5. Preguntado: Si de antemano el día que bajaron los


levantados a este sitio, se supo que venían con las
pretensiones arriba expresadas y si no les condescendían
con éstas allanarlo con la fuerza?

Dijo: Que desde que quitaron la pulpería' en Guarne,


que fue el día 17 de junio, como dicho lleva, ya se decía
y publicaba que los dichos levantados bajaban a este
sitio en la solicitud de sus pretensas y que éstas no consi-
guiéndolas, hacerlo ellos con la fuerza.

6, Preguntado: Si sabe y le consta a dónde se dirigie-


ron luego ¿itie llegaron a este sitio así armados, qué
personas había presentes y qué demostración hicieron
los amotinados, si en éstos términos se presentaron jun-
tos al Señor Capitán a Guerra Don Alonso Jaramillo, o si
pagaron todos o algunos el donativo?

Dijo: Que oyó decir que los tumultuarios a donde se


dirigieron luego que llegaron a este sitio así armados fue
a casa del Señor Capitán a Guerra Don Alonso Jaramillo
y que ignora qué personas- habían en ese acto cuando
éstos llegaron y que igualmente oyó decir de público y
notorio que lo que dieron éstos de donativo fue treinta o
cuarenta pesos más o menos, que no sabe según así mis-
85v mo oyó/ decir, con el número de personas que represen-
taron a dicho Señor Capitán.

7. Preguntado: Si sabe que alguna persona o personas


les hubiese aconsejado bajasen en esa forma y ar-
mados con las armas referidas, diga quiénes y en qué
día?

Dijo: Que lo que oyó decir (pero que no se acuerda a


quien) fue- que habiendo pasado el Señor Capitán a
Guarne, aquellos tumultuarios se presentaron ante dicho
Señor, a quien le preguntaron de que si bajaban a este
sitio armados a pagar el donativo y que a ello les respon-
dió el Señor juez que bajaran en la forma que quisieran.

222
Preguntado: Si sabe que para esperarlos en la forma
referida se les previno a los vecinos de honor y
leales se recogiesen al sitio con sus armas para contener
cualesquier desorden que quisiesen intentar, o si para
ésto se hizo prevención o usó de alguna cautela?

Dijo: Que no llegó a noticia del que declara el que se


hubiese hecho las prevenciones que se requieren para
sostener los levantados, pues el mismo día que éstos vinie-
ron a este sitio, luego que empezó a verlos bajar a él,
pasó donde el Señor Capitán a Guerra, a quien en presen-
86r cia de Don Joaquín/ de Londoño, Don Carlos Gaviria y
Don Manuel Jaramillo, le requirió que mirase que venían
bajando mucho tumulto de gente armados y que diese
Providencia de contenerlos, a que respondió ellos venían
a pagar el donativo.

Preguntado: Si antemano de ésto requirió al Señor


Capitán sobre el que los tumultuarios bajaban a
este sitio:

Dijo: Que muchos días antes del que lleva referido en


varias ocasiones requirió a dicho Señor Capitán sobre el
asunto y que en prueba de ello, la tarde del día antes
que hubiesen entrado a este sitio los levantados, el ac-
tuario escribano pasó a la administración y le avisó el
que echase fuera los intereses de Su Majestad porque le
habían dicho que al día siguiente venían dichos tumul-
tuarios y que fuese con él a requerir al Señor Capitán
a G uerra, a lo cual respondió el deponente a mi el escri-
bano, que ya estaba cansado de reconvenir a dicho Se-
ñor.

Preguntado: Si después que salieron de casa del


Señor Capitán aGuerra, andaron por todo el sitio
así armados en patrullas y si se les embarazó por algún
Juez?

Dijo: Que es constante que luego que salieron los tumul-


86v tuarios de la casa del Señor/Capitán a Guerra y aún antes
andaban por estas calles, armados en patrullas, sin que se
'hubiese verificado se les impidiese por algún Juez.

Preguntado: Si sabe que el 1Señor Capitán a Guerra


les haya hecho saber alguna orden del Señor Gober-

223
nador de esta provincia a los levantados, para que se
apaciguasen y apartasen de su injusta pretensión y que si
tenían que pedir lo hicieran por representación y dando
la obediencia que debían como vasallos del Rey?

Dijo: Que no supo ni menos llegó a entender que dicho


Señor Capitán a Guerra hubiese hecho saber tal providen-
cia.

12. Preguntado; Si sabe que ha sido pública voz y fama


'en estos valles que el Señor Capitán a Guerra y su
hermano Don Manuel Jaramillo han sido los promovedo-
res y fomentadores ocultos del levantamiento de los de
Guame, si ésto se ha inferido por varias señales exterio-
res, acciones relativas, dichos, demostraciones y tibieza
con que dicho Señor Capitán procedía a la contención
del desorden?

Dijo: Que como tiene dicho ha sido de público que Don


Manuel Jaramillo fomentaba a los levantados a sus pre-
tensiones y que por la misma tibieza con que se ha
manifestado el Señor Capitán a Guerra se viene en cono-
cimiento estar iniciado en el contagio.

Y responde que lo que tiene dicho y declarado es la


87r verdad/, so cargo de juramento que fecho tiene en que
se afirmó y ratificó, leída que le fue esta su declaración
y dijo ser de edad de treinta y dos arios poco más o
menos y lo firma con su nombre por ante mí de que doy
fe.

Antonio Ruiz de Rivera.


Francisco Dávila
Por mandado, Francisco Antonio Gutiérrez Escribano
Público del Número.

Declaración. En dicho día mes y año y en prosecución del sumario


secreto, Su Merced el Señor Teniente de Gobernador y
Juez de Comisión hizo compadecer a Don José Ignacio
Callejas, natural de los Reinos de España y administra-
dor del Real estanco de aguardiente en este valle a quien
por ante mí el presente escribano se le recibió juramento
que lo hizo conforme a derecho, por Dios Nuestro Señor
y una Señal de Cruz, bajo el cual ofreció decir verdad en
lo que supiere y le fuere preguntado, como así mismo de

224
guardar sigilo tanto en lo que se preguntase como en lo
que se asentase, sin dar a entender a persona alguna
directa ni indirectamente. En cuyo supuesto se le hacen
las preguntas siguientes:

Preguntado: Si sabe y que cómo las gentes de todas


castas que viven en los minerales de Guarne y sus
inmediaciones se amotinaron y levantaron el domingo
17 de junio pasado de 1781 para resistir con la fuerza el
establecimiento de pulperías, matrículas de mazamorre-
ros y derechos que a éstos se les mandaron cobrar para
allanar a que en el Real estanco de aguardiente se ven-
diese la limeta de este licor a dos ,tomines y en el de
tabaco a dos mazos por tomín de oro corriente?

87v Dijo: Que es cierto haber/ sabido el contenido de la •


pregunta que antecede, como igualmente se dice de pú-
blico y notorio.

Preguntado: Si sabe y cómo, cuánto tiempo duró el


levantamiento y motín y que número de gentes se
juntaron para hacer la resistencia a los entables y estan-
cos, si tenían todo género de armas y si amenazaban
ruina a todas las rentas Reales, a esta población de San
Nieblas?

Dijo: Que el tiempo que duró el levantamiento no hace


remiscencia de él y que sobre el demás asunto que se
refiere en la pregunta, oyó decir que el número de gente
que se había agolpado armados a la pulpería de Don
Jerónimo Mejía, que tenía éste en Guarne, eran doscien-
tos poco más o menos, los cuales habiéndolo amenazado
quitarle la vida, le recogieron la licencia que para dicha
pulpería se le había dado y que igualmente se decía el
que los levantados pasaban a este sitio a quitar los estan-
cós.

Preguntado: Si sabe y cómo, quiénes fueron los


capitanes del levantamiento y motín que goberna-
ban a aquellas gentes?

Dijo: Que de público oyó decir que el un Capitán lo era


Bruno Giraldo y que de los demás que se mencionan no
hace memoria.

225
Preguntado: Si sabe o fue sentir común que los
Capitanes y mandones del levantamiento y motín
tenían otros sujetos que ocultamente les seducían y su-
gerían lo que habían de hacer y el modo que habían de
pedir y gobernarse en el levantamiento, o si también
88r públicamente les/ advirtieron alguna cosa sobre que pi-
dieran, hablarán, hicieran ésto o aquello para lograr sus
intentos?

Dijo: Que es constante público y notorio, pública voz y


fama que el que dirigía a los levantados lo eran Don
Manuel Jaramillo y según le parece igualmente oyó decir
que Don Lorenzo de Castrillón, acompañaba a la direc-
ción.

Preguntado: Si sabe que en el mes de julio del mis-


mo año bajaron los del levantamiento en tumulto a
este sitio de San Nieblas, qué número de personas, en
qué día, si traían todo género de armas, como son: espa-
das, sables, cutoes, machetes, mojarras, lanzas, escope-
tas, garrotes y aún piedras?

Dijo: Que el día 16 del mes que se refiere como a las


ocho del día entraron a este sitio los levantados armados
y formados en pelotones y con las mismas armas que se
refieren; y que el número de estos calculó el que lo
podían ser de trescientos más o menos y que todo le
consta por haberlo visto.

Preguntado:Si de antemano al día de esta bajada se


supo que venían al sitio con las pretensiones arriba
preguntadas de estancos, pulperías, etc., y de no conce-
dérseles allanarlo todo con la fuerza?

Dijo: Que según y como consta en la antecedente pre-


gunta se sabía y lo oyó decir como tan público que lo
era, el que dichos tumultuarios bajaban.

Preguntado: si sabe y le consta adónde se dirigie-


ron luego que llegaron a este sitio así armados que;
88v personas había/ presentes y qué demostración hicieron
los amotinados si en estos términos se presentaron jun-
tos al Señor Capitán a Guerra Don Alonso Jaramillo y si
pagaron todos o algunos el donativo, en qué número?

226
Dijo: Que luego que entraron en este sitio los levanta-
dos, éstos fueron derecho a la casa de dicho Señor Capi-
tán y en alta voz todos dijeron: Viva el Señor Capitán y
así armados en la forma que dicho tiene, se formaron
alrededor de dicha casa y aún de la parte de adentro en
pelotones y que los que acompañaban a dicho señor
Capitán, eran, su yerno Don Carlos Gaviria y Don Ma-
nuel Jaramillo su hermano, y que éste, los iba llamando
por sus nombres a los tumultuarios para que entrasen a
pagar el donativo y que de las tres partes de esta gente,
la una, no pagaría, según le parece al deponente.

Preguntado: Si sabe que alguna persona o personas


les hubiesen aconsejado bajasen en esa forma y ar-
mados con las armas referidas, diga quiénes y en qué
día?

Dijo: Que igualmente en aquel tiempo oyó decir, algu-


nos sujetos que no hace memoria quiénes fueron éstos,
pero que solo si la hace el que uno de ellos lo fue Dor'
Juan Bautista Barreneche, el que de orden del Señor
Capitán aGuerra los levantados bajaron a este sitio así
armados y que no se acuerda el día, en que dicho Señor
les ordenó.

Preguntado: Si sabe: que para esperarlos en la for-


ma referida se les previno a los vecinos de honor y
89r leales se re/cogiesen al sitio con sus armas para contener
cualquier desorden que pudiesen intentar, o si para ésto
se hizo alguna prevención, o usó de alguna cautela?

Dijo: Que nada de él contesto de la pregunta, sabe se


hubiese observado ni menos prevenido.

Preguntado: Si después que salieron de en casa del


Señor Capitán aGuerra, anduvieron por todo el si-
tio así armados en patrullas y si se les embarazó por
algún Juez?

Dijo: Que le consta por haberlo visto el que los tumul-


tuarios andaban en patrullas por estas calles después que
salieron de la casa de dicho Señor Capitán a Guerra así
armados, que por ningún Juez se les impidió.

227
Preguntado: Si notó que los mandones o capitanes
de levantados hablasen secretos con éste u. otro su-
jeto qué indicase malicia de su dirección?

Dijo: Que en un callejón de los que hay en este sitio,


observó y vió que dos de los capitanes el uno lo era
Bruno Giraldo y el otro no pudo el declarante conocer,
estos estaban secreteando con el referido Señor Capitán
a Guerra y su hermano Don Manuel Jaramillo.

Preguntado: Si sabe que los amotinados dieron al


Señor Capitán a Guerra un papel en que constaban
sus pretensiones, quién lo entregó, quién lo escribió y
quién lo notó o dictó, en qué día se lo entregaron y
delante de quién?

Dijo: que lo que sabe acerca de lo que se pregunta, es


por haberlo oído el que en el mismo día en que vinieron
los díscolos a este sitio le entregaron al Señor Capitán
89v aGuerra un papel de sus pretensiones y que lo demás/ de
la pregunta lo ignora.

Preguntado: Si sabe que el Señor Capitán a Guerra


les haya hecho saber alguna orden que del Señor
Gobernador a esta Provincia a los levantados, para que
se apaciguasen y apartasen de su injusta pretensión y
que si tenían que pedir que lo hicieran por representa-
ción y dando la obediencia que debían como vasallos del
Rey?

Dijo: que no sabe ni menos tiene oído se ejecutase lo


que se refiere en la pregunta.

Preguntado: Si sabe y ha sido pública voz y fama


en estos valles que el Señor i Capitán a Guerra y su
hermano Don Manuel Jaramillo han sido los promovedo-
res y fomentadores ocultos del levantamiento de los de
Guarne, si ésto se ha inferido por varias señales exterio-
res, acciones relativas, dichos, demostraciones y tibieza
con que dicho Señor Capitán procedía a la contención
del desorden?

Dijo: Que lo que acerca del contenido de la pregunta


sabe, es que ha sido público y notorio que Don Manuel
Jaramillo es el que ha fomentado la sedición de los de

228
Guame y sus aliados y que posterior a esta publicidad a
oído estar mixturado en este contagio el Señor Capitán
a G uerra Don Alonso Jaramillo, lo que se trasluce bastan-
te por la tibieza con que ha manejado asunto de tanta
gravedad y que igualmente sabe el declarante que le
consta a dicho Don Manuel Jaramillo decirse estar inicia-
do en este delito.

Y responde que lo que lleva dicho y declarado es la


verdad, so cargo del juramento que fecho tiene en que se
90r afirmó y ratificó leída que/ le fue ésta su declaración y
dijo ser de edad de treinta y dos años poco más o me-
nos, y lo que firma con su nombre, por ante mí de que
doy fe.

Antonio Ruiz de Rivera.


José Ignacio Callejas.
Por mandado, Francisco Antonio Gutiérrez, escribano
Público del Número.

Declaración. En Rionegro a 9 de marzo de 1782 años, en seguimiento


del sumario secreto, Su Merced el Señor Teniente de
Gobernador y Juez de Comisión para lo suso dicho, ha-
biendo presenciado al Señor Don Andrés Jerónimo Mon-
toya, que para ello se le hizo llamar a quien por ante mí
el presente escribano se le recibió juramento que lo hizo
conforme a derecho y por la Cruz de su vara, como
alcalde del partido de San Vicente, so cuyo cargo ofre-
ció decir verdad en lo que supiere y le fuere preguntado,
como así mismo el guardar sigilo en ello como asuntos
del Real servicio del Rey Nuestro Señor, bajo de cuyo
supuesto de fidelidad se le hacen las preguntas siguien-
tes:

1. Preguntado: Si sabe y qué cómo las gentes de todas


castas que viven en los minerales de Guarne y sus
inmediaciones se amotinaron y levantaron el Domingo
17 de Junio pasado de 1781, para resistir con la fuerza
el establecimiento de pulperías, matrículas clq mazamo-
rreros, y derechos que a éstos se les mandaron cobrar
para allanar a que en el Real estanco de aguardiente se
vendiese la limeta de este licor a dos tomines y en el de
tabaco a dos mazos por tomín de oro corriente?

229
90v Dijo: Que/ es cierto por haberlo oído que el día 17 de
Junio pasado los vecinos de Guarne y sus aliados se
levantaron y fueron en aquel sitio a quitar las pulperías
que en él había y que para ello se enderezaron única-
mente a quitar la que tenía a su cargo Don Jerónimo
Mejía y que en aquel tiempo no supo él de más contesto
de la pregunta:

2, Preguntado: Si sabe y cómo, cuánto tiempo duró el


levantamiento y motín y qué número de gentes se
juntaron para hacer la resistencia a los entables y estan-
cos, si tenían todo género de armas y si amenazaban
ruina a todas las rentas Reales y a esta población de San
Nicolás?

Dijo: Que acertivamente no puede decir el tiempo que


duró el levantamiento pero si hace reminiscencia, haber
éste durado el bastante tiempo y que igualmente oyó
decir que el número de gente que se juntó en el motín
para quitar la pulpería en el sitio de Guarne, esta! fue
bastante considerable.

Preguntado: Si sabe y cómo, quiénes fueron los


capitanes del levantamiento y motín que goberna-
ban a aquellas gentes?

Dijo: Que según lo que en aquel tiempo oyó decir'fue


que los capitanes que comandaban a los levantados eran
Bruno Giraldo y un fulano Zapata y un tal Quiceno que
de sus nombres no se acuerda

Preguntado: Si sabe fue común que los capitanes


del levantamiento y motín, tenían otros sujetos
91r que ocultamente les seducían y sugerían lo que/ habían
de hacer y del modo que habían de pedir y gobernarsen
en el levantamiento, o si también públicamente les advir-
tieron alguna cosa sobre que pidieran, hablaran, hicieran
ésto o aquello para lograr sus intentos?

Dijo: Que lo que públicamente oyó decir en aquel tiem-


po, fue que el Señor Capitán aGuerraDon Alonso Jara-
millo y su hermano Don Manuel Jaramillo eran los que
sugerían y fomentaban a los levantados.

230
5. Preguntado: Si sabe que en el mes de Julio del
mismo año, bajaron los del levantamiento en tu-
multo a este sitio de San Nicolás, qué número de perso-
nas y en qué día, si traían todo género de armas, como
son espadas, sables, cutoes, machetes, mojarras, lanzas,
escopetas, garrotes y aún piedras?

Dijo: Que es cierto que el día 16 de Julio del año que se


refiere, entraron a este sitio los levantados del sitio de
Guame y sus aliados, los cuales vió el deponente con el
motivo de tener su casa de morada, inmediato al camino
de la Mosca por donde en aquel día pasaron dichos le-
vantados y que el número de éstos no puede decir pero,
sí lo era bastante considerable y que en aquel mismo día
oyó decir que éstos habían venido armados de todas las
armas que refiere la pregunta.

6, Preguntado: Si de antemano al día de esta bajada


se supo que venían al sitio con las pretensiones
arriba preguntadas de estancos, pulperías, etc, y de no
concedérceles, allanarlo todo con la fuerza?

Dijo: Que de público y notorio, pública voz y fama, en


91v aquel tiempo oyó decir/ el contexto de la • pregunta co-
mo así mismo se publicaba de anterior el que los levan-
tados bajaban a este sitio con las pretensas ya referidas.

Preguntado: Si sabe y le consta a dónde se dirigie-


ron luego que llegaron a este sitio así armados, qué
personas habían presentes y si pagaron todos o algunos
el donativo?

Dijo: Que igualmente oyó de público decir que los le-


vantados luego que llegaron a este sitio derechamente se
fueron a la casa del Señor Capitán a Guerra y que según
le dijeron al deponente, la menor parte de ellos pagaron
el donativo.

Preguntado: Si sabe que alguna persona o personas


les hubiesen aconsejado bajasen en esta forma y
armados con las armas referidas, diga quiénes y en qué
día?

Dijo: Que el día no sabe, ni menos tiene oído pero si


con la misma generalidad de publicidad oyó decir que el

231
Señor Capitán a Guerra D on Alonso Jaramillo había pa-
sado al sitio de Guarne y les había ordenado a los tumul-
tuarios bajasen a este sitio en la forma que quisiesen
(ésto es) armados o sin ellas el día que hubiesen de venir
a pagar el donativo.

Preguntado: Si, para esperarlos en la forma referida


se les previno a los vecinos de honor y leales se
recogiesen al sitio con sus armas para contener cuales-
quier desorden que quisiesen intentar, o si para ésto se
hizo alguna prevención o uso de alguna cautela?

92r Dijo: Que no le consta, aunque de/ antemano se sabía el


que los levantados bajaban a este sitio el que se hiciese
alguna prevención para sostenerlos.

Preguntado: Si sabe que el día que bajaron arma-


dos los levantados, El Señor Capitán a Guerra antes
de que llegasen estaba en la deliberación de hacer vender
el tabaco a dos mazos al tomín y a dos tomines la limeta
de aguardiente?

Dijo: Que de público y notorio, pública voz y fama, en


aquel tiempo corrió la voz de que el Señor Capitán
a Guerra estaba en la deliberación de hacer poner el taba-
co a dos mazos por tomín y que por lo que respecta al
aguardiente no oyó decir nada y que dicha providencia,
la esperaba en el correo y que en estos términos entien-
de sería la baja del tabaco:

Preguntado: Si sabe que los amotinados dieron al


Señor Capitán en el día que bajaron un papel en
que se contenía sus pretensiones de capitulaciones, qué
pretendían?

Dijo: Que como que hace reminiscencia de haber sido así


y según como consta en la pregunta.

Preguntado: Si sabe, cómo Don Manuel Jaramillo


retó a Don Francisco Vallejo, alcalde del partido de
Guame y San Vicente, porque en el primer impulso del
levantamiento procuró contener a los de la sedición, si le
dijo que había hecho mal y que si le quería hacer pasar
befa, con lo más que en este asunto sepa?

232
Dijo: Que el mismo Don Francisco Vallejo, siendo alcal-
de de los partidos de San Vicente y Guarne en el año
próximo pasado, le dijo al deponente que habiendo que-
rido poner remedio al primer impulso de los levantados
de Guarne sobre ello se le había retado por Don Manuel
92v Jaramillo// ésto es, haberse enojado con dicho alcalde.

Preguntado: Si sabe -que el Señor Capitán a Guerra,


haya hecho saber alguna orden de el Señor Gober-
nador de esta provincia a los levantados para que se
apaciguasen y apartasen de su injusta pretensión y que si
tenían que pedir que lo hiciesen por presentación y dan-
do la obediencia que deben como vasallos del Rey?

Dijo: Que en un todo ignora el que se hubiese practica-


do el contenido de la pregunta.

Preguntado: Si saben, que ha sido pública voz y


fama en éstos valles que el Señor Capitán a Guerra y
su hermano Don Manuel Jaramillo han sido los promo-
vedores y fomentadores ocultos del levantamiento de los
de Guarne, si ésto se ha inferido por varias señales exte-
riores, acciones relativas, dichos, demostracción y tibie-
za con que dicho Señor Capitán procedía a la conten-
ción del desorden?

Dijo: Que según y como consta en la pregunta ha sido


público en estos valles, aunque sobre su asunto no tiene
visto demostracción alguna.

Y responde que lo que tiene dicho y declarado, es la


verdad en fuerza del juramento que por la Cruz de su
vara como Ministro del Rey Nuestro Señor y habiéndo-
sele leído esta su deposición en ella se afirmó y ratificó
y lo firma con su nierced, por ante mí de que doy fe -

Antonio Ruiz de Rivera


Andrés Jerónimo Montoya.
Por su mando, Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano
Público del Número.

Auto Rionegro y Marzo 10 de 1782 años.

Respecto el hallarse a concluir el papel sellado para el


98r seguimiento de este sumario/ secreto y no haberlo en

233
este valle ni el de la Marinilla, por tanto y para que no
pare asunto de tanta importancia, hágase chasqui yente
y viniente a la villa de Medellín para que se compre allí
cuatros manos de él de este número, pagándose por aho-
ra uno y otro por mí y al sujeto que se le recomiende la
remisión de este papel, se le prevendrá el sigilo por carta
misiva,

Rivera.

Lo proveyó, mandó y firmó el señor Teniente de Gober-


nador de la Villa de Medellín y Juez de Comisión en este
valle de Rionegro, por ante mí, el presente escribano de
que doy fe.

Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público del Nú-


mero.

Declaración En dicho día,. mes y año en prosecusión de este sumario


secreto Su Merced el Señor Teniente hizo comparecer a
Don Juan Francisco Echeverry vecino de este valle a
quien por ante mí el presente escribano se le recibió el
juramento que lo hizo conforme a derecho por Dios
Nuestro Señor y una Señal de Cruz, so cuyo cargo ofre-
ció decir verdad en lo que supiere y le fuere preguntado,
como así mismo el guardar sigilo y no revelar a persona
alguna lo que se le preguntare y depusiere, bajo de cuyo
supuesto se le hace las preguntas siguientes:

1, Preguntado: Si sabe y cómo las gentes de todas


castas que viven en los minerales de Guame y sus
inmediaciones, se amotinaron y levantaron el domingo
17 de junio pasado del año 1781 para resistir con la
fuerza el establecimiento de pulperías y matrículas de
93v mazamorreros/ y derechos que a éstos se le mandaron
cobrar, para allanar el que en el Real estanco de aguar-
diente se vendiese la limeta de este licor a dos tomines y
en el de tabaco a dos mazos por tomín de oro corrien-
te?

Dijo: Que le consta por haber venido a este sitio el


mismo día que se cita Don Jerónimo Mejía y éste haber
puesto la queja al Señor Capitán aGuerra de cómo en
aquel mismo día los vecinos de Guarne y su inmediacio-
nes se habían levantado y amotinado y que éstos habían

234
pasado a su casa y a fuerza con ademanes violentos le
habían quitado la licencia que se le había dado para la
apertura de pulpería que tenía en aquel sitio y que éstos
habían proferido bajaban a este sitio a de fuerza a fuerza
quitar los Reales estancos y derechos que se cobraban a
los mazamorreros.

Preguntado: Si sabe y cuánto tiempo duró el levan-


tamiento y motín que número de gentes se junta-
ron para hacer la resistencia a los enrabies y estancos, si
tenía todo género de armas y .si amenazaban ruina a
todas las rentas Reales, y a esta población de San Nico-
lás?

Dijo: Que el levantamiento y motín duró desde el día


17 de Junio, hasta el 16 de Julio que vinieron los levan-
tados a este sitio y que aún después oyó decir que éstos
se mantenían en sus pretensas como así publicamente se
decía, que el número de estos levantados no puede de-
cir, pero sí de público se dijo que era bastante considera-
ble y que estos marchaban a la voz de un tambor que
adelante llevaban y que por ello mismo se esperaba ruina
el que estos ejecutasen contra las reales Rentas.

Preguntado: Que lo que en aquel tiempo pública-


mente oyó decir que los capitanes que comandaban
los amotinados lo eran Bruno Giraldo, Francisco Zapata
94r e Ignacio Zapata, aunque de éste/ último no hace mayor
remiscencia.

Preguntado: Si sabe fue sentir común que los capi-


tanes y mandones del levantamiento y motín te-
nían otros sujetos que ocultamente les seducían y suge-
rían lo que habían de hacer y del modo que lo habían
de pedir y gobemarsen en el levantamiento, o si también
publicamente les advirtieron alguna cosa sobre que pi-
dieran, hablaran, hicieran ésto o aquello para lograr sus
intentos?

Dijo: Que públicamente oyó decir que Don Manuel Jara-


millo era el que estaba sugiriendo a los levantados para
que éstos se gobernasen por su dirección, y que igual-
mente en la misma conformidad se decía de público
que, el Señor Capitán a Guerra, acompañaba a su herma-

235
no Don Manuel, a favor de los levantados y para que
éstos lograsen sus intentos.

Preguntado: Si sabe que •en el mes de Julio del


mismo año bajaron los del levantamiento en tumul-
to a este sitio de San Nicolás, qué número de personas y
en qué días, si traían todo género de armas como son:
espadas„oables, cutoes, machetes, mojarras, lanzas, esco-
petas, garrotes y aún piedras?

Dijo: Que el día 16 de Julio del año pasado entraron en


este sitio los levantados en tumulto y armados en la
misma forma que refiere la pregunta que el número de
éstos según hace cálculo, serían doscientos más o menos.

Preguntado: Si de antemano, se sabía que venían al


sitio con las pretensiones arriba preguntadas de es-
tancos, pulperías, etc, y de no concedérseles allanarlo
todo con la fuerza?

Dijo: Que lo sabe por haberlo oído decir al Señor Capi-


tán que estaba esperando en aquel tiempo por un día
lunes o martes a los tumultuarios en este sitio y que
igualmente oyó decir de público y notorio, que éstos
venían con la mira de poner el tabaco a dos mazos al
94v tomín/ y por consiguiente el aguardiente a dos tomines
la limeta allanándolo todo con la fuerza.

Preguntado: Si sabe y le consta a donde se dirigie-


ron luego que llegaron a este sitio así armados, qué
personas habían presentes y que demostración hacían
los amotinados; si en estos términos se presentaron jun-
tos al Señor Capitán 'a Guerra D on Alonso Jaramillo y si
pagaron todos 9 algunos el donativo?

Dijo: Que le consta por haberlo visto, el que los dichos


levantados luego que llegaron a este sitio derechamente
se fueron a la casa del dicho Señor Capitán, así armados
con las mismas armas que se refiere en la pregunta y
todos en alta voz dijeron: Viva el Señor Capitán y que
las personas que vió el deponente había en la casa del
referido Señor Capitán lo fueron, Don Manuel Jaramillo
y el Señor Teniente de Oficiales Reales Don Pedro Bi-
tuno y José Sánchez y que también a ello se halló pre-
sente Don José Domingo de lsaza y Don Joaquín de

236
Echeverry, los cuales acompañaron al que declara para ir
a dicha casa y que las demostraciones que estos hicieron
fueron con algunas precauciones, y que por lo que mira
al donativo que dieron, todos los más no dieron cosa
alguna y en prueba de ello le parece se recogería en
aquel día treinta pesos poco más o menos.

8, Preguntado: Si sabe que alguna persona o personas


les hubiesen aconsejado bajasen en esa forma y ar-
mados con las armas referidas, diga quiénes y en qué
día?

Dijo: Que estando el Señor Capitán a Guerra en aquellos


tiempos en la casa del declarante que en aquella actuali-
dad era Alcalde Pedáneo de este sitio, le dijo a dicho
Señor Capitán, siendo presente Don Manuel Jaramillo y
Don José Domingo de Isaza, sabe Vuestra Merced Señor
Capitán lo que hay es que en la Villa de Medellín un
mulato de los de Guarne ha dicho que Vuestra Merced
es su Capitán y que los está dirigiendo en el levantamien-
9 5r to/ y que a más de ésto el declarante le hizo a dicho
Señor Capitán reconvención (como único Juez ordinario
que hay en este sitio) sobre haber consentido el que los
levantados hubiesen bajado a este sitio así armados, a
cuyo razonamiento respondió el dicho Don Manuel Jara-
millo, que quien había mandado el que viniesen los le-
vantados a este sitio en la forma ya dicha de armados, lo
había sido el Señor Capitán a Guerra y que a este mismo
pasaje se halló presente el actuario escribano.

9. Preguntado: Si sabe que para esperarlos en la forma


referida se les previno a los vecinos de honor y
leales se recogiesen al sitio con sus armas para contener
cualesquier desorden que quisiesen intentar, o si para
ésto se hizo alguna prevención o usó de alguna cautela?

Dijo: Que •para esperar dichos levantados en la forma


que refiere la pregunta, no se hizo ninguna prevención a
vecinos alguno, para sostener a éstos, pues sin embargo
dé que el deponente en aquel tiempo era (como dicho
tiene) Alcalde Pedáneo y que el Juez ordinario, éste en
varias ocasiones le había notado su frescura y habiéndo-
los mandado venir con sus armas a este sitio discurrió
por ello tener dicho Señor Capitán satisfacción y por

237
ésto y el ser muy limitada su jurisdicción, no hizo pre-
vención alguna el deponente, por lo ya referido.

Preguntado: . Si mediante s que estuvo presente


cuando llegaron a casa del Señor Capitán a Guerra,
95v se les hizo a éstos buen/ semblante por el método en que
vinieron armados si los presentes fueron llamados para
presenciar el auto, por quién y si se les advirtió tuviesen
cuidado y atención a las armas que aquellos traían para
de este modo reconocerlas, o si se les mandaron dejar?

Dijo: que .cuándo llegaron dichos amotinados a la casa


del Señor Capitán a Guerra, por dicho Señor a éstos se
les mandó entrar hasta la parte que cupieron, en cuyo
tiempo llegó el declarante con Don José Domingo de
lsaza y Don Joaquín Echeverry y que notó habérseles
hecho buen semblante a los tales levantados por el refe-
rido Señor Capitán y su hermano Don Manuel y que al
deponente no se le mandó a llamar por el suproeitado
Señor Capitán para que presenciara ni menos sabe el que
hubiese llamado a los que ya lleva citado y que en aquel
acto durante su estada no oyó decir al Señor Capitán a
los que presentes estaban, el que tuviesen cuidado y
atención a las armas de aquellos ni menos, éstas se les
mandaron dejar, pues con ellas mismas después de haber
salido de dicha casa anduvieron por las calles de este
sitio armados.

Preguntado: Si sabe •que el día que bajaron arma-


dos los levantados, el Señor Capitán a Guerra antes
de que llegasen estaba en la deliberación de hacer vender
el tabaco a dos mazos al romín y a dos tomines la
limeta de aguardiente?

96r Dijo: /Que lo oyó decir al Mismo Señor Capitán antes


que bajasen los levantados a este sitio que si éstos pe-
dían rebaja en aguardiente y tabaco, él concederles su
pretensión.

Preguntado: Si sabe que con estas noticias y las


públicas de la bajada de los levantados por alguna
persona o personas se le hubiesen requerido al Señor
Capitán para que se preparara y pusiese remedio?

238
Dijo: Que sabe que el presente escribano antes que baja-
sen los levantados a este sitio, estando el Señor Capitán
a Guerra en la casa del que declara, en su presencia le
reconvino con estas voces: "Señor Capitán vea Vuestra
Merced qué remedio se pone a la gente levantada en
Guame; para que ésto no pase adelante"; pero que no
hace memoria de lo que dicho Capitán respondió.

Preguntado: Si sabe que los amotinados dieron al


Capitán a Guerra un papel en que constaban sus
pretensiones?

Dijo: Que oyó decir de público y notorio, el que los


amotinados habían entregado al Señor Capitán a Guerra
un papel de sus pretensiones, pero qüe ésto no lo vió el
que declara.

Preguntado: Si sabe que ha sido pública voz y fa-


ma en estos valles, que el Señor Capitán a Guerra y
su hermano Don Manuel Jaramillo, han sido los promo-
vedores y fomentadores ocultos y sabe que dicho Señor
Capitán y el referido Don Manuel sabían que general-
mente estaban en la inteligencia de que ellos eran los
que fomentaban dicho levantamiento y pretensiones de
96v los levantados y si con toda esta noticia que tenía/ nun-
ca han procurado, indemnizarse de esta infamia?

Dijo: Que de público y notorio, pública voz y fama, ha


oído el contenido de la pregunta como ya lo tiene dicho
y que sobre la indemnización, no saben que lo hayan
procurado ejecutar, sin embargo que también lo sabía
Don Manuel Jaramillo de que se le culpaba en la misma
nota de que era sabedor, pues ésto se lo oyó decir el que
declara a él mismo.

Y responde que lo que tiene dicho y declarado es la


verdad en fu'erza del juramento que fecho tiene en que
se afirmó y ratificó leida que le ,fue esta su declaración,
dijo ser de edad de treinta años más o menos lo que
firma con su merced, por ante mí de que doy fe.

Antonio Ruiz de Rivera


Juan Francisco Echeverry
Por mandado Ignacio Antonio Gutiérrez, Escribano Pú-
blico del Número.

239
Auto Rionegro y Marzo 11 de 1782,

Considerándose ya el ser necesario que se le entregue la


carta que el Señor Gobernador escribe, para el Señor
Capitán a Guerrapara que franquée a este Juzgado el
auxilio o auxilios que por él se le pidan, según se deja
ver todo por la carta comisión que motiva estas diligen-
cias y da principio a su actuación. Por lo tanto se pasará
por mí y con asistencia del presente escribano a la casa
de morada de dicho Señor Capitán a Guerray se le entre-
97r gará en su mano la dicha carta, poniéndose a con/tinua-
ción de ésto por el mismo escribano razón de su entrega,
precediendo sacar copia legalizada de ella, para los efec-
tos que puedan convenir.

Rivera.
Lo proveyó mandó y firmó el Señor D on Antonio Ruiz
de Rivera, Teniente de Gobernador de la Villa de Mede-
llín y Juez Comisionado en este valle de Rionegro, por
ante mí el presente escribano de que doy fe..

Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público del Nú-


mero.

Diligencia En dicho día, mes y año, Su Merced el Señor Teniente


de Gobernador, entregó la carta al Señor Capitán a Gue-
rra en mi presencia y expresó dicho Señor estar pronto a
dar los auxilios que pida dicho Señor Teniente sobre el
contexto a que se dirige aquella y para que conste lo
pongo por diligencia y de ello doy fe.

Gutiérrez.

Declaración. Incontinenti para el sumario secreto que se sigue, Su


Merced el Señor Teniente de Gobernador y Juez de Co-
misión hizo comparecer en su juzgado a Francisco Mo-
rales vecino de este valle con residencia en la Mosca y a
quien por anie mí el presénte escribano, le recibió su
juramento que hizo conforme a derecho, por Dios Nues-
tro Señor y una Señal de Cruz, so cuyo cargo prometió
decir verdad en aquello que supiere y le fuere pregunta-
do y de guardar sigilo sobre todo su contexto a que se
dirige esta su declaración, dijo:

240
1, Preguntado: Si sabe y que cómo las gentes de todas
, 97v castas que viven en los mi/nérales de Guarne y sus
inmediaciones se amotinaron el Domingo 17 de Junio
pasado de 1781 años para resistir con la fuerza el esta-
blecimiento de pulperías, matrículas de mazamorreros y
derechos que a éstos se les mandaron cobrar parar alla-
nar a que en el Real estanco de aguardiente se vendiese
la limeta de este licor a dos tomints y en el de tabaco a
dos mazos por tomín de oro corriente:?

Dijo: Que oyó decir de público y notorio, que las gentes


de todas castas que viven en los minerales de Guarne y
sus inmediaciones se amotinaron el Domingo 17 de Ju-
nio pasado de 1781 para resistir con la fuerza el estable-
cimiento de pulperías y demás que contiene la pregunta
y allanar se vendiese la limeta de aguardiente a dos tomi-
nes y el tabaco a dos mazos el tomín de oro corriente.

Preguntado: Si sabe y cómo, cuánto tiempo duró el


levantamiento y motín y qué número de gente se
juntaron para hacer la resistencia a los entables de estan-
cos, si tenían todo género de armas y amenazaban ruina
a todas las rentas Reales, a esta población de San Nico-
lás?

Dijo: Que igualmente oyó decir que el número de gentes


que se juntaron para pasar a la pulpería que en Guarne
98r tenía Don Jerónimo Mejía fue bastante/ considerable y
que igualmente oyó decir, fueron allí armados con todo
género de armas y que en la misma conformidad de
oídas supo que estos tumultuarios, pasaban a este valle a
arruinar todas las rentas Reales y a su población.

3, Preguntado: Si sabe y cómo, quiénes fueron los


capitanes del levantamiento y motín que goberna-
ban a aquellas gentes?

Dijo: Que de público y notorio se ha dicho que los


capitanes del levantamiento y motín que gobernaban a
aquellas gentes eran Bruno Giraldo, Francisco Zapata y
José Ignacio Zapata.

4. Preguntado: Si sabe fue sentir común que los capi-


tanes y mandones del levantamiento y motín te-
nían otros sujetos que ocultamente les seducían y suge-

241
rían lo que habían de hacer y del modo que habían de
pedir y gobemarsen en el levantamiento, o si también
públicamente les advirtieron alguna cosa sobre que pi-
dieran, hablaran, hicieran, ésto o aquello para lograr sus
intentos?

Dijo: Que es público y notorio que Don Manuel Jarami-


llo, era el que gobernaba el levantamiento ocultamente,
según así lo oyó decir con la misma publicidad.

Preguntado: Si sabe que en el mes de Julio del


mismo año bajaron los del levantamiento en tumul-
to a- este sitio de San Nicolás, qué número de personas y
en qué día, si traían género de armas como son: espadas,
sables, cutoes, machetes, mojarras, lanzas, escopetas, ga-
rrotes y aún piedras?

93v Dijo: / que le consta por haber venido el mismo día del
mes Julio del año pasado cuando bajaron los levantados
en tumulto a este sitio de San Nicolás, vió que traían las
armas de espadas, sables, cutoes, machetes, lanzas y ga-
rrotes y que el número de los alevantados no puede
afirmar en que fue, pero sí bastante considerable.

Preguntado: Si de antemano al día de esta bajada


se supo que venían al sitio con las pretensiones
arriba preguntadas de estancos y pulperías etc, y de no
concedérseles allanarlo todo con la fuerza?

Dijo: Que de antemano al día que bajaron los levanta-


dos, ya se sabía que éstos venían a este sitio con las
pretensiones de que se les diese el tabaco a dos mazos a
tomín y la limeta de aguardiente por dos tomines y que
de no concedérseles allanarlo todo con la fuerza.

Preguntado: Si sabe y le consta a dónde se dirigie-


ron luego que llegaron a este sitio así armados y
qué personas había presentes y qué demostración hicie-
ron los amotinados, si en estos términos se presentaron
juntos al Señor Capitán a Guerra Don Alonso Jaramillo y
si pagaron todos o algunos el donativo, en qué número?

Dijo: Que vió el declarante que el día que entraron los


levantados a este sitio se dirigieron éstos así armados a la
casa del Señor Capitán a Guerra, que la rodearon como

242
que lo iban a hacer salva a dicho Señor, pero que ignora
99r las personas que dicho Señor Capitán tendría en su casa/
y que oyó decir que los díscolos alguna parte de éstos
habían pagado el donativo y no todos.

Preguntado: Si sabe que para esperarlos en la forma


referida se les previno a los vecinos de honor y
leales se recogiesen a este sitio con sus armas para conte-
ner cualquier desorden que quisiesen intentar, o si para
ésto se hizo alguna prevención o usó de alguna cautela?

Dijo: Que abiertamente se halla la pregunta que antece-


de descubierta, pues no vió nada de su contexto si ob-
servará, ni previno.

Preguntado: Si después que salieron de casa del


Señor Capitán a Guerra, anduvieron por todo el si-
tio así armados en patrullas y si se les embarazó por
algún Juez?

Dijo: Que después que salieron de casa del Señor Capi-


tán a Guerra los amotinados anduvieron algunos de éstos
por este sitio así armados y no supo se les embarazase
por algún Señor Juez anduviesen así.

Preguntado: Si ha sabido, visto o oído, o entendido


que otras personas o personas se hallen mixturadas
en el levantamiento que pretendiesen sugerir a él oculta-
mente?

Dijo: Que no ha sabido haya otra persona que sugiriese a


levantamiento ocultamente que Don Manuel Jaramillo y
ésto por haberlo oído público y notorio, como dicho ya
lleva.

Y responde que ésto que tiene dicho y declarado es la


verdad en fuerza del juramento que fechó tiene en que
se afirmó y ratificó leída que le fue ésta su declaración ;
dijo ser de edad de 50 años más o menos; no firma por
no saberlo hacer. Lo hace que su Merced por ante mí de
que doy fe.
Antonio Ruiz de Rivera.
99v Por mandado,/ Francisco AntoniolGutiérrei, Escribano
Público del Número.

243
Declaración Incontinenti, su Merced hizo comparecer en su Juzgado
a Don Joaquín Echeverry, vecino de estos valles, de
quien por ante mi el presente escribano, se le recibió
juramento que lo hizo conforme al derecho, por Dios
Nuestro Señor y una señal de la cruz, so cuyo cargo
prometió decir verdad en lo que supiese y le fuere pre-
guntado, como de igualmente el guardar secreto como
asunto de tanta importancia, bajo de cuyo supuesto se le
hacen las preguntas siguientes:

1. Preguntado: Si sabe y cómo las gentes de todas


castas que viven en los minerales de Guarne y sus
inmediaciones, se amotinaron y levantaron el Domingo
17 de Junio pasado de 1781 para resistir con la fuerza al
establecimiento de pulperías, matrículas de mazamorre-
ros y derechos que a éstos se les mandaron cobrar para
allanar a que en el Real Estanco de aguardiente se ven-
diese la limeta de este licor a dos tomines y en el de
tabaco a dos mazos por tomín de oro corriente?
Dijo: Que oyó públicamente que los vecinos de Guarne
y sus aliados se levantaron el día 17 de Junio, a conspi-
rarse a quitar las pulperías en aquel sitio y que a más de
la publicidad, hace memoria el declarante de haberle
oído decir al día siguiente, que éstos le habían quitado
la licencia que se le había dado a Don jerónimo Mejía
para la apertura de una pulpería que en aquel dicho sitio
tenía y que para ello se había juntado número de gente.

100r 2. Preguntado: Si sabe y cómo/ cuánto tiempo duró


el levantamiento y motín y qué número de gentes
se juntaron para hacer la resistencia a los entables y
estancos, si tenían todo género de armas y si amenaza-
ban ruina a todas las Rentas Reales y a esta población de
San Nicolás?
Dijo: Que según le parece, el levantamiento duró desde
el día 17 de Junio hasta el día 16 de Julio y que el
número de éstos no puede nominar y sí lo fue considera-
ble y que con cuyo motivo se esperaba el que éstos
arruinaran las Rentas Reales, como de público y notorio
pública voz y fama, así lo oyó el testigo.
3. Preguntado: Si sabe y cómo, quiénes fueron los ca-
pitanes del levantamiento y motín que gobernaban
aquellas gentes?

244
Dijo: Que la misma publicidad que lleva dicho y de
pública voz y fama, los capitanes que comandaban a los
levantados, lo eran Francisco y José Ignacio Zapata y
también Bruno Giraldo.

Peguntado: Si sabe que en el mes de Julio del mis-


mo año, bajaron los del levantamiento en tumulto
a este sitio de Rionegro, qué número de personas y en
qué día, si traían todo género de armas, como son espa-
das, sables, cutoes, machetes, mojarras, lanzas, escope-
tas, garrotes y aún piedras?

Dijo: Que le consta por haberlo visto que el día 16 de


Julio, bajaron a este sitio los tumultuarios con las armas
que refiere la pregunta a excepción de las piedras que se
nominan por no haberlas visto el testigo.

Preguntado: Si sabe y le consta a dónde se dirigie-


loov ron luego que/ llegaron a este sitio así armados,
qué personas había presentes y qué demostración hicie-
ron los amotinados, si en estos términos se presentaron
juntos al Señor Capitán aGuerra Don Alonso Jaramillo y
si pagaron todos, o algunos el donativo, en qué núme-
ro?

Dijo: Que luego que llegaron a este sitio los amotinados,


éstos derechamente fueron a la casa del actual señor
Capitán a Guerra, con las mismas armas que se refiere en
la pregunta y que los sujetos que se hallaron presentes,
lo fueron: el Señor Teniente de Oficiales Reales, Don
Pedro Biturro Pérez, Don Juan Francisco Echeyerry,
Don José Domingo de lsaza, Don Carlos Gaviria yerno
del Señor Capitán aGuerra, el declarante y el presente
escribano y que los dichos amotinados, solamente éstos en
la menor parte de ellos se pagó el donativo, como que
para ello el deponente por su propia mano pesó quince
pesos y que oyó decir el que otros que igualmente esta-
ban pesando y recibiendo dicho donativo habían recogi-
do veinte pesos y que el número de estos levantados era
bastante considerable, como que los

Preguntado: Si sabe que alguna persona o personas


hubiesen aconsejado bajasen en la forma dicha de
armados con las armas de todas clases?

245
Dijo: Que ignora el contenido de la pregunta.

Preguntado: Si sabe que para esperarlos en la forma


referida . se les previno a los vecinos de honor y
imr leales se recogiesen/a este sitio con sus armas para conte-
ner cualesquier desorden que quisiesen intentar, o si pa-
ra ésto se hizo alguna prevención, o usó de alguna caute-
la?

Dijo: Que no supo d que se hubiese hecho ninguna


prevención a los vecinos de este sitio para sostener los
tumultuario; pero sí el Señor Capitán aGuerra le provi-
no al que declara el día anterior, que dichos levantados
venían a este sitio, el que por cl siguiente día compare-
ciese a su casa, a causa de que esperaba a las gentes de
todas castas de los minerales de Guarne, con armas, pero
no le dijo dicho Señor, qué prevención tenía para resistir
los tumultuarios, ni menos el testigo notó prevención
alguna en aquel acto.

Preguntado: Si mediante a que estuvo presente


cuando llegaron los levantados a casa del Señor Ca-
pitán a Guerra, se les hizo a éstos buen semblante por el
método con que vinieron armados, si los presentes nota-
ron alguna demostración, o si por el Juez, se les manda-
ron dejar las armas que traían?

Dijo: Que en el acto que presenciaron los amotinados


ante el Señor Capitán a Guerra, no notó el que declara, el
que dicho Señor se hubiese inmutado, ni menos notó, ni
vió, el que éstos se hubiesen reconocido las armas que
traían, ni tampoco mandóseles a que éstas las dejasen.

Preguntado: Si después que salieron de casa del


Señor Capitán a Guerra, anduvieron por todo el si-
tio así armados en patrullas y si se les embarazó por
algún Juez.

Dijo: Que es constante como que el que declara


lo vió que después/ de haber salido los amotinados
de la casa de dicho Señor Capitán a Guerra, éstos
anduvieron por las calles de este sitio en trozos o peloto-
nes con las armas mismas con que se presentaron a dicho
Señor Capitán a Guerra, sin que sobre ello hubiese oído,

246
ni entendido el declarante a éstos por Juez alguno se les
hubiese puesto impedimento y que así mismo le consta
por haberlo visto y oído el que con el motivo de que
habiéndose despedido algunos tumultuarios, del Señor
Capitán a Guerra, el deponente en consorcio de su her-
mano, el Alcalde Don Juan Francisco Echeverry, éste le
dijo al que declara lo acompañase y fuesen juntos a su
casa por que precedió el que uno de los tumultuarios le
había dicho el que lo necesitaba allá, con cuyo motivo
se vinieron y salieron acompañándole al que había insi-
nuado al Alcalde lo necesitaba en su casa, cinco díscolos
o tumultuarios sus compañeros y que así mismo estando
el testigo ya en casa de dicho Alcalde, luego después de
haberse despedido, éstos que llegaron con sus armas en
casa del Juez, llegó a ella Rita de Cárdenas y su hija
Josefa y Juana Escudero, quiénes iban a devolver las
licencias que se les había dado para la apertura de pulpe-
rías en este sitio de ordenanza, a causa de que algunos
de los tumultuarios, éstos se habían abocado a su casa y
ordenándoles que devolviesen la licencia que para ello se
102: les había dado/ y, por que ya no habían más pulperías y
que a ésto el memorando Alcalde en cumplimiento de su
obligación les intimó lo muy bastante a que le dijese si
conocían a aquellos sujetos que les habían ordenado
semejante atentado, por lo que dichas pulperas en pre-
sencia del que declara, dijeron no haberles conocido.

10, Preguntado: Si en el discurso del levantamiento el


Señor Capitán y su hermano Don Manuel Jarami-
llo, fueron a Guarne?

Dijo: Que oyó decir (aunque no se acuerda a quién) pie


el Señor Capitán aiGuerra en consorcio de su hermano
Don Manuel Jaramillo, pasó al sitio de Guarne, un día
festivo en tiempo del levantamiento.

11. Preguntado: Si sabe que el Señor Capitán a Guerra,
les haya hecho saber alguna providencia del Señor
Gobernador de esta provincia a los levantados, para que
se apaciguasen y apartasen de su injusta pretensión y
que si tenían que pedir que lo hicieran por representa-
ción dando la obediencia como vasallos del Rey?

Dijo: Que ignora en un todo el que se hubiese hecho


saber providencia alguna a los levantados.

247
Preguntado: Qué notó en el día 16 de Julio cuando
pasó a este sitio del de la Mosca y vinieron dichos
tumultuarios y si a éstos les oyó algunas expresiones
tanto en aquel, como anteriormente y también si supo
que los fines de éstos eran, unos abocarsen al estanco de
aguardiente, otros al de tabaco y los otros a la oficina de
la Real Hacienda, a que el Señor Teniente les devolviese
el dinero que habían dado en razón de las matrículas de
102v mazamorreros/ y que no querían que gobernasen en es-
tos valles ningún forastero?

Dijo: Que anteriormente del día que se cita, oyó decir


que.venían a este sitio y en especial a José Ignacio Zapa-
ta uno de los capitanes que se decía que venían a este
sitio y agolparse a las Reales Administraciones de tabaco
y aguardiente a que se les diese lo primero a dos mazos
por tomín y lo segundo la limeta a dos tomines ésta ; y
que también pasaban a la Real Oficina que a su cargo
tenía el Señor Teniente de Oficiales Reales, Don Pedro
Biturro, a que éste les devolviese lo que había apercibido
de derechos de mazamorrero y que también el mismo
Zapata le expresó al deponente el que procuraba que en
este valles no gobernase forastero alguno en asunto a
Justicia.

Preguntado: Si ha sabido, oído o entendido el que


haya habido alguna persona o personas que hubie-
sen sugerido y gobernado ocultamente a los tumultua-
rios para sus pretensiones?

Dijo: Que no ha sabido, ni entendido el contexto de la


pregunta.

Y responde que ésto que lleva dicho y declarado es la


verdad en fuerza del juramente que fecho tiene en que
se afirmó y reatificó leída que le fue ésta su declaración
y dijo ser de edad de 45 años poco más o menos, lo que
firma con Su Merced, por ante mí de que doy fe.

Antonio Ruiz de Rivera


Joaquín de Echeverry
Por mandado Francisco Antonio Gutiérrez escribano Pú-
103r blico del Número/.

248
Declaración, En Rionegro y Marzo a 12 de 1782 años, en prosecución
de este sumario secreto, Su Merced hizo compaíecer a
Don Francisco Vallejo, vecino de este valle a quien por
ante mí el presente escribano se le recibió juramento
que lo hizo con fortne a derecho por Dios Nuestro Señor
y una Señal de Cruz, bajo el cual ofreció decir verdad en
lo que supiere y le fuere preguntado, como así mismo el
de guardar sigilo sobre el particular a que se dirige esta
su declaración.

1. Preguntado: Si sabe y qué cómo las gentes de todas


castas que viven en los minerales de Guarne y sus
inmediaciones se amotinaron y levantaron el Domingo
17 de Junio pasado de 1781, para resistir con la fuerza
el establecimiento de pulperías matrículas de mazamo-
rreros y derechos que a éstos se les mandaron cobrar
para allanar a que en el Real estanco de aguardiente, se
vendiese M limeta de este licor a dos tomines y en el de
tabaco a dos mazos por tomín de oro corriente?

Dijo: Que le consta el que las gentes de Guarne y sus


inmediaciones se amotinaron y levantaron el día que se
cita y éstos con el motivo de que el que declara, en
aquel tiempo era Alcalde de aquel partido, luego que
supo de dicho levantamiento pasó a contenerlos y a las
reconvenciones que les hizo, éstos descaradamente a una
voz dijeron, que querían allanar el que se pusiese a dos
mazos de tabaco por tomín y la limeta de aguardiente a
dos tomines la limeta y hacer el que el Señor Teniente
de Oficiales Reales, Don Pedro Biturro, les devolviese los
derechos que había cobrado en razón de la matrícula de
mazamorreros.

103v 2. Preguntado: Si sabe y cómo/ cuánto tiempo duró


el levantamiento y motín y qué número de gente se
juntaron para hacer la resistencia a los entables y estan-
cos, si tenían todo género de armas y si amenazaban ruina
a todas las Rentas Reales y a esta población de San
Nicolás?

Dijo: Que le parece. que el tiempo que duró el dicho


levantamiento fue desde el día que se cita hasta que
bajaron a este sitio, sin embargo de que le parece al de-
clarante se habían sosegado los tumultuarios por precep-
to que les había impuesio como Juez que era en aquel

249
año; pero ,con motivo de haber pasado el actual Señor
Capitán 'a Guerra en aquel intermedio al sitio de Guarne
a publica' una Real Cédula en asunto al donativo, según
oyó decir después de ello los tumultuarios se volvieron a
alborotar. Que el número de eltos que se juntaron para
pasar a la pulpería que tenía Don Jerónimo Mejía en
aquel sitio, no sabe cuántos serían, pero sí oyó decir lo
era considerable, como que éstos llevaban todo género
de armas y que igualmente oyó decir el que éstos
amenazaban ruina a todas las Rentas Reales que hay en
este sitio.

Preguntado: Si sabe y cómo, quiénes fueron los


capitanes del levantamiento y motín que goberna-
ban a aquellas gentes?

Dijo: Que le consta el que los capitanes que gobernaban


a los amotinados lo eran, José Ignacio Zapata, Francisco
Zapata y que Bruno G irald o en aquel tiempo le dijo al que
declara, el que se había juntado con aquel escuadrón
para ser Capitán no llevándoles otro objeto que era el
104r contener a los levantados de algún / absurdo que quisie-
sen cometer.

Preguntado: Si sabe que en el mes de Julio del


mismo año bajaron los del levantamiento en tumul-
to a este sitio de San Nicolás, qué número de personas,
qué día, si traían todo género de armas como son espa-
das, sables, cutoes, machetes, mojarras, lanzas, escope-
tas, garrotes y aún piedras?

Dijo: Que le consta por haberlo visto el que los tumul-


tuarios bajaron a este sitio el día 16 de Julio y que las
armas que se refiere en la pregunta las traían, a excep-
ción de las piedras que no vió el que declara.

Preguntado: Si de antemano al día de esta bajada,


se supo que venían al sitio con las pretensiones
arriba preguntadas de estancos, pulperías, etc, y de no
concedérceles allanarlo todo con la fuerza?

Dijo: Que oyó decir en aquel mismo tiempo a los mis-


mos tumultuariós que pasaban a este sitio el mismo día
en que vinieron a pagar primeramente el donativo y a
que se les diese el tabaco a dos mazos por tomín y la

250
limeta de aguardiente a dos tominél y que de antemano
de la bajada ya se sabía públicamerke.

Preguntado: Si sabe y le consta a dónde se dirigie-


ron luego que llegaron a este sitio así armados y
qué personas había presentes y sí éstos se presentaron
juntos al Señor Capitán aGuerra Dem Alonso Jaramillo y
si pagaron todos o algunos el donativo, en qué número?

Dijo: Que luego que llegaron a este sitio los tumultua-


rios vió el declarante que así armados se fueron a la casa
de dicho Señor Capitán a Guerra y que oyó aecir que el
104v donativo/ que habían patado éstos en aquel día había
sido treinta y tantos pesos y que esta cantidad no sale al
crecido número de gente que vino y que ignora las per-
sonas que habría en casa del Señor Capitán.

Preguntado: Si sabe qué alguna persona o personas


les hubiesen aconsejado bajasen en esa forma y ar-
mados con las armas referidas, diga quiénes, y en qué
día?

Dijo: Que con el motivo de haber el que declara-pregun-


tado (que no hace memoria a quien) de que cuando el
consabido Señor Capitán •aGuerra estuvo m Guarne, si
los tumultuarios habían recibido a dicho Señor con sus
armas y que a ésto le dijeron al testigo así mismo habían
recibido al Juez a quien preguntaron dichos amotinados
que en qué forma bajaban a este sitio a pagar el donativo
y que a ello se les había insinuado bajasen en la forma
que quisiesen. Que el día de este pasaje no sabe.

Preguntado: Si sabe que para esperarlos en la forma


referida, se les previno a los vecinos de honor y •
leales se recogiesen al sitio con sus armas para contener
cualesquier desorden que quisiesen intentar o si para
ésto se hizo alguna prevención o usó de alguna cautela?

Dijo: Que ignora el que se hubiese ejecutado el conteni-


do de la pregunta, por no haber visto prevención alguna.

Preguntado: Si después que salieron de casa del


Señor Capitán a Guerra, anduvieron por todo el si-
tio así armados en patrullas, y si se les embarazó por
algún Juez?

251
Dijo: Que luego que salieron los amotinados de casa del
io 5r Señor Capitán a Guerra, éstos anduvieron por las/ calles
de este sitio con las mismas armas que trajeron sin que
hubiese sabido el que declara se les hubiese puesto em-
barazo por algún Juez.

10. Preguntado: Si sabe que durante el tiempo del le-


vantamiento Bruno Giraldo, Francisco e Ignacio Za-
pata capitanes de los levantados, frecuentaban las éasas•
del señor Capitán y la de su hermano Don Manuel Jara-
millo y si antes o después a notado igual frecuencia?

Dijo: Que al único que había visto frecuentar como an-


tes lo hacía es a Bruno Giraldo en casa de Don Manuel
Jaramillo y no a los otros y que ésto no ha notado el
que declara el que Bruno y los demás hayan ido ni vayan
a casa del Señor Capitán.

11. Preguntado: Si sabe que los amotinados dieron al


Señor Capitán aGuerra un papel en que constaban
sus pretensiones, quién lo entregó, quién lo escribió, y
quién lo notó o dictó, diga en qué día se lo entregaron y
delante de quién?.

Dijo: Que lo que sabe acerca de la pregunta que se le


hace es que los amotinados le entregaron un papel de sus
pretensiones al Señor Capitán el día que fue a Guarne y
que ésto lo tiene oído de público y notorio.

12. Preguntado: Si siendo Alcalde del partido de Guar-


ne en el año pasado,. habiendo procurado en el pri-
mer impulso del levantamiento contener a los de la sedi-
ción, le dijo por ello Don Manuel Jaramillo que había
hecho mal y que si le quería hacer pasar befa, con lo
más que en este asunto sepa?

Dijo: Que lo que pasó fue que habiéndose visto el que


105v declara con, Don Manuel Jaramillo / en'e1 rebelión pri-
mero que tuvieron las gentes de Guarne, se ofreció el
que el deponente le dijo a dicho Jaramillo que iba a
contenerles como Juez que era en aquel ario y quitarles
el título que atrevidamente le habían quitado a Don
Jerónimo Mejía, a que le respondió Don Manuel Jarami-
llo con bastante enfado, según le parece, el que se qui-
tase de eso que la demanda estaba puesta ante el Señor
Capitán l'a Guerra, quien cumpliría con su obligación.

252
Preguntado: Si sabe que el SeñorCapitán a Guerra,
les haya hecho saber algún orden del Señor Gober-
nador de esta provincia a los levantados para que se
apaciguasen de su injusta pretensión y que si tenían que
pedir que lo hiciesen por representación y dando la obe-
diencia que debían como vasallos del Rey?
Dijo: Que ignora el que se hubiese ltecho saber providen-
cia alguna a los levantados en la foilna que consta en la
pregunta ni en otra.

Preguntado: Si sabe que ha sidci. pública voz y fama


en estos valles que el Señor Capitán a Guerra y Su
hermano Don Manuel Jaramillo, han sido los promovec-
dores y fomentadores ocultos del levantamiento de los
de Guarne, si ésto se ha inferido por" varias señales exte-
riores, acciones relativas, dichos, .demostracciones y ti-
bieza en que dicho Señor Capitán procedía a la conten-
ción del desorden, si saben que dicho Señor Capitán y el
referido su hermano Don Manuel, sabían que general-
mente estaban en la inteligencia de que ellos eran los
que fomentaban dicho levantamientó y pretensiones de
los levantados y si con toda esta noticia que tenían nun-
106r ca han procurado indemnizarse de/está infamia.

Dijo: Que es público y notorio en estos valles que el


Señor Capitán aGuerra y su hermano Don Manuel Jara-
millo han sido los fomentadores ocultos del levanta-
miento y por lo que mira a la tibieza de su método, se
traslucirá su evidencia ; y que si les costaba a dicho Señor
Capitán y su hermano o no, el cine éstos estaban en la
inteligencia de que generalmente sé decía, que •eran los
protectores del levantamiento, lo ignora sólo por parte
del Señor Capitán que estuviese en esta inteligencia y
sólo sí por Don Manuel Jaramillo viene en conocimiento
que éste no lo ignoraría, respecto que le pidió al que
declara le diese certificación, de si le había insinuado el
que si sabía que las gentes de San Vicente (que está
bastante trasmano de los de Guarne) estaban en las mis-
mas Pretensiones que los contuviesen, de cuya reconven-
ción como cierta dice el declarante haberlo dado dicha
certificación.

Preguntado: Si ha sabido o entendido que haya


otro sujeto o sujetos que ocultámente les hubiesen
sugerido a los tumultuarios en sus pretensiones?

253
Dijo: Que no ha sabido, ni entendido que haya otra
persona o personas que sugiriesen a los tumultuarios en
sus pretensiones que los ya dichos.

Y responde que lo que tiene dicho y declarado es la


verdad, so cargo del juramento que fecho tiene en que se
afirmó y ratificó leída que le fue ésta su declaración y
dijo ser de edad de 43 años poco más o menos lo que
firma con su nombre, por ante mí de que doy fe.

loáv Antonio Ruiz de Rivera/


Juan Francisco Vallejo
Por mandado Francisco Antonio Gutiérrez Escribano Pú-
blico del Número.

Declaración En dicho .día mes y año para la información sumaria


secreta Su Merced hizo compadecer a Nicolás Barco,
vecino de este valle a quien por ante mí el presente
escribano le recibió juramentó que lo hizo conforme a
derecho por Dios Nuestro Señor y una Señal de Cruz, so
cuyo cargo ofreció decir verdad en lo que supiere y le
fuere preguntado, como así mismo de guardar sigilo so-
bre el asunto a que se dirige su declaración:

1, Preguntado: Si sabe y qué cómo las gentes de todas


castas que viven en los minerales de Guarne y sus
inmediaciones se amotinaron y levantaron el Domingo
17 de Junio pasado de 1781, para resistir con la fuerza
el establecimiento de pulperías, matrículas de mazamo-
rreros y derechos que a éstos se les mandaron cobrar,
para allanar a que en el Real estanco de aguardiente se
vendiese la limeta de este-licor a dos tomines y en el de
tabaco a dos mazos por tomín?

Dijo: Que es cierto constarle el que los de Guarne y sus


aliados se amotinaron y levantaron en el mismo día que
se cita en la pregunta y que éstos se dirigieron en prime-
ra instancia a quitar la pulpería que tenía en el sitio de
Guarne Don Jerónimo Mejía para lo que se juntó consi-
derable gente y al son de un tamborcito que a éstos
guiaba, ejecutaron lo ya referido, lo que depone el testi-
go por haberlo visto y que así mismo de público oyó
decir que estos tales ainotinados, sus pretensiones eran las
107r de allanar a que el/tabaco se pusiese a dos mazos al

254
tomín y el aguardiente a dos tomines la limeta, como
así mismo el quitar los derechos de mazamorreros y que
para ello habían de pasar a este sitio.

2. Preguntado: Si sabe y cómo por cuánto tiempo


duró el levantamiento y motín y qué número de
gente se juntaron para hacer la resistencia a los entables
y estancos si tenían todo género de armas, si amenaza-
ban ruina a todas las Rentas Reales y a esta población de
San Nicolás?

Dijo: Que le consta el que el dicho levantamiento duró


desde el día 17 de Junio hasta cierto día que el Señor
Capitán aGuerra, fue a aquel sitio a hacer leer una Real
Cédula en razón del donativo y que aquellas gentes tu-
multuarias, recibieron al dicho Señor Capitán con sus
armas, algunos con mojarras y otros con escopetas y los
otros con espadas que es de lo único que se acuerda
haber visto y que en aquel mismo tiempo oyó decir de
público el que los dichos tumultuarios pasaban a este
sitio a que se les diese el tabaco a dos mazos al tomín y
a dos tomines la limeta, de aguardiente y hacer que el
Señor Teniente de Oficiales Reales, Don Pedro Biturro
les devolviese los derechos que había apercibido de ellos
como mazamorreros y que por dichas pretensiones se
vendrá en conocimiento de la ruina que se podía esperar
en las rentas Reales.

3, Preguntado: Si sabe cómo quiénes fueron los capi-


tanes del levantamiento y motín que gobernaban a
aquellas gentes?

Dijo: Que de público se decía que los capitanes que


comandaban los levantados lo eran Bruno Giraldo, Fran-
cisco José Ignacio Zapata.

107v 4, Preguntado: Si sabe que en el mes de Julio/ del


mismo añobajaron los del levantamiento en tumulto
a este sitio de San Nicolás, qué día, si traían todo género
de armas como son espadas, sables, cutoes, machetes,
mojarras, lanzas, escopetas, garrotes y aún piedras. Dijo
que es cierto que en el mes de Julio, que el día no se
acuerda, bajaron a este sitio los levantados, armados de
las mismas armas que refiere la pregunta a excepción de
que no vió el testigo de que éstos trajesen piedras y que

255
el número de éstos no puede nominar y sí le fue consi-
derable.
Preguntado si de antemano, al día de esta bajada se
supo que veñían al sitio con las pretensiones arriba
preguntadas de estancos, pulperías, etc, y de no conce-
dérseles, allanarlo todo con la fuerza. Dijo que de ante-
mano sé decía el que los levantados bajaban a este sitio
con las pretensiones ya referidas y que de no concedér-
seles, allanarlo con la fuerza (ésto es) con el administra-
dor del aguardiente.
Preguntado si sabe y le consta a dónde se dirigieron
dichos levantados así armados y si pagaron todos o
algunos el donativo en qué número. Dijo que de público
y notorio se dijo que los amotinados con las mismas
armas que traían derechamente se dirigieron a la casa del
señor Capitán a Guerra y que la mayor parte de ellos no
pagaron el donativo según oyó decir.

Preguntado si sabe si alguna persona o personas les


hubiesen aconsejado bajasen en esa forma y arma-
108r dos con las armas referidas, diga quiénes y en qué días/
dijo que cuando subió el Señor Capitán a Guerra, corno
tiene dicho, al sitio de Guarne, en donde estaban los
levantados, uño •de los capitanes le preguntó a dicho
Señor Capitán dijese cómo habían de bajar a este sitio.
A lo cual respondió dicho Señor Capitán que bajasen
como quisiesen. Esto, como estaba allí el testigo presen-
te, se lo oyó decir a dicho Señor Capitán.

Preguntado: en qué sentido les dio a entender el dicho


Capitán bajasen a este sitio como quisiesen. Y que juicio
hizo de ésto el deponente. Si sería y se debía entender el
que viniesen con armas o sin ellas. Dijo: que ya se deja
verdad a que bajaron con armas los levantados que la
insinuación fue del Señor Capitán que bajasen con ellas
o sin ellas. Cuyo juicio igualmente forma el declarante.

Preguntado si sabe que para esperarlos en la forma refe-


rida, se les previno a los vecinos de honor y lealtad se
recogiesen al sitio con sus armas, para contener cual-
quier desorden que quisiesen intentar, o si para ésto vió
alguna cautela. Dijo: que no sabe ni menos oyó decir
'que se hubiese hecho ninguna prevención para sostener
los levantados.

256
Preguntado si sabe que el día que hubo el levantamien-
to, el Señor Capitán y su hermano, Don Manuel Jarami-
llo, fueron a Guarne, en donde estaban los levantados. Y
si Don Manuel invitó a éstos que bajasen y pidieran
cuanto se les ofreciese al Señor Capitán. Si se les enseña-
108v ba y decían lo que habían de decir./ diciendo y aún
tomando la palabra por ellos. Si habló en su nombre en
razón de las pretensiones. Dijo: que en el decurso del
levantamiento vió, en el sitio de Guarne, al Señor Capi-
tán y a su hermano Don Manuel y que con el motivo del
mucho tumulto que allí había, con las armas, como ya
dicho tiene, no pudo percibir lo que en aquel acto les
decía Don Manuel Jaramillo, ni menos oyó lo que éstos
le decían porque aconteció que el declarante presenció
muy poco aquel acta Sólo lo que vió en él fue que
dichos levantados le entregaron un papel de sus preten-
siones. No recuerda si al Señor Capitán o al referido Don
Manuel,

Preguntado: si sabe cómo Don Manuel Jaramillo re-


tó a Don Francisco Vallejo, Alcalde del Partido de
Guarne y San Vicente, por que en el primer impulso del
levantamiento procuró contener a los de la sedición. Si
le dijo que había hecho mal. Dijo que el mismo Don
Francisco Vallejo le dijo al declarante que Don Manuel
Jaramillo le había retado porque le había quitado o in-
tentaba quitar (que no se acuerda bien) el título que los
levantados le habían quitado a Don Jerónimo Mejía.
Quien lo tenía como pulpero de aquel sitio. Por la mu-
cha contención que intentó hacer con los levantados.

Preguntado si sabe que el Señor Capitán a Guerra les


haya hecho saber alguna orden del Señor Gobernador de
esta Provincia a los levantados para que se apaciguaran y
apartasen de la injusta pretensión. Que si tenían que
pedir, que lo hicieran por representación y dando la
109r obediencia/ que debían como vasallos del Rey. Dijo:
que no sabe que se hubiese ejecutado o hecho saber la
providencia que consta en la pregunta.

Preguntado: Si sabe. que ha sido pública voz y fama que


el Señor Capitán a Guerra y su hermano Don Manuel
Jaramillo, han sidó los promotores y fomentadores ocul-
tos del levantamiento de los de Guarne. Dijo: que ha
oído decir de público y notorio que puede ser hubiesen

257
fomentado el tal levantamiento Don Manuel Jaramillo y
Don Ignacio Jiménez.

Preguntado: Si ha sabido o entendido haya habido otra


persona o personas que ocultamente secundasen y aseso-
rasen a los levantados para que dijesen sus pretensiones.
Dijo que no ha sabido ni entendido haya otra persona o
personas vinculadas en este contagio.

Dice que ésto que lleva dicho es la verdad en fuerza del


juramento que tiene hecho. Se reafirmó y ratificó. Sién-
dole leída esta su declaración, dijo ser de edad de cua-
renta y seis años poco más o menos. Lo cual firma con
Su Merced.
Por ante mí de que doy fe.

Antonio Ruiz de Rivera

José Francisco del Barco


por ante mí. Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano
Público de Número.

Rionegro, marzo 13 de 1782.

Para que . este sumario informativo secreto vaya por los


términos cohibidos, en consideración a evacuar las citas
que hacen los declarantes en él. Ya algunas se evacuaron
109v en él o se curse este seguimiento. Las que se considera-
sen poder suministrar razón bastante para formar el de-
bido el concepto que a él se debe hacer, en considera-
ción de haber citado uno de los testigos al Teniente de
Oficiales Reales de este valle, Don Pedro Biturro Pérez,
y que en la actualidad se halla en la ciudad de Antioquia
en cumplimiento de cierta comisión de Su Alteza. Por
ésto pues y por ser necesario se evacuen dichas citas,
libraré exhorto requerimiento, convocación de ella, in-
sertándose la comisión que causa la diligencia y también
las preguntas siguientes que en su inteligencia debe eva-
cuarlas por su certificado de lo que le constase. Y que
son las siguientes:

1. Si sabe como la gente de todas las castas que viven


en los minerales de Guarne y sus inmediaciones, se

258
amotinaron el domingo 17 de junio de 1781 para resistir
por la fuerza el establecimiento de pulperías, matrículas
de mazamorreros, para conseguir que en el Real Estanco
de Aguardiente se vendiese la limeta de este licor a dos
tomines, y que en Real Estanco de Tabaco se pagase un
tomín de oro por dos mazos.

2, Si sabe cuánto tiempo duró el levantamiento y mo-


tín y que número de gentes se juntaron para hacer
la resistencia a los entables y estancos. Si tenían todo
género de armas y si amenazaban ruina a todas las Ren-
tas Reales de esta población de San Nicolás.

3. Si sabe quienes fueron los capitanes del levantamien-


to y motín que gobernaban a aquellas gentes.

itor 4. Si sabe que fue sentir/ común que los capitanes y


mandones del levantamiento y motín tenían otros
sujetos que ocultamente les sugerían lo que debían de
hacer y de este modo sabían como y gobernarse en el
levantamiento. También si les advirtieron alguna cosa
que pidieran o hablaran éstos o aquellos para lograr sus
intentos.

Igualmente si sabe que el mes de junio del mismo


año bajaron los del levantamiento en tumulto a
este sitio de San Nicolás. Qué número de personas eran.
Si traían todo género de armas, como son espadas, sa-
bles, machetes, garrotes y aún piedras.

En seguimiento si de antemano al día de esta baja-


da se supo que venían al sitio con las armas y las
pretensiones arriba preguntada de estancos, pulperías. Y
de no concederlo, allanarlo todo con la fuerza,

Así mismo, si sabe y le consta a donde se dirigieron


luego que llegaron a este sitio así armados, y que
demostración hicieron los amotinados. Si en estos térmi-
nos se presentaron junto al Señor Capitán a Guerra,
Don Alonso Jaramillo, si pagaron todos o algunos el
donativo, a que cantidad ascendió.

Por consiguiente, si sabe que alguna persona les


hubiese aconsejado bajasen en esta forma y arma-
dos con las armas referidas.

259
llov 9. Así mismo, si sabe que para / esperarlos en las
formas referidas se les previno a los vecinos de ho-
nor y lealtad, se recogiesen al sitio con sus armas para
contener cualquier desorden que quisiesen intentar o si
para ésto se hizo alguna prevención o vió de alguna cau-
tela.

Por consiguiente, si sabe que llegaron los amo-


tinados a la casa del Señor Capitán a Guerra. Si les
hizó a éstos buen semblante por el método con que
vinieron armados. Si hubo algo de presente. Si éstos
fueron llamados para presencir el acto, por quien, y si
les advirtió tuviesen atención y cuidado a las armas que
aquellos tenían, para de este modo reconocerlas.

Así mismo, si sabe que después que salieron de casa


del Señor Capitán a Guerra anduvieron por todo
el sitio así armados en cuadrillas y si se les embarazó por
algún juez.

También si sabe que en el tiempo que estuvieron en


la casa del dicho señor Capitán los amotinados, los
mandaderos de éstos llamaron aparte y en secreto al
dicho Señor Capitán y a su hermano, Don Manuel Jara-
millo, o éstos a aquéllos. Si dicho Señor Capitán y su
hermano se manifestaban muy alegres y complacidos
con los amotinados.

Si sabe y le consta que durante el tiempo del levan•


-
tamiento Bruno Giraldo, Francisco José Rodríguez
Zapata, capitanes de los levantados, frecuentaban las ca-
sas del Señor Capitán y de su hermano Don Manuel.

Así mismo, si sabe que en el decurso del levanta-


111r miento el Señor Capitán a Guerra y su hermano,
Don Manuel Jaramillo fueron a Guarne, en donde
estaban los levantados instó a éstos que hablaran y
pidieran lo que se les ofreciese al señor Capitán. Si les
enseñaban y decían lo habían diciendo y aún tomandb
la palabra por ellos. Si habló en su nombre en razón de
las pretensiones. Si les dijo a los levantados, bajasen al
sitio con sus armas.

Así mismo, si sabe que el día que bajaron armados los


levantados, el Señor Capitán .a Guerra, antes de que

260
llegasen estaba en la deliberación de hacer vender el ta-
baco a dos mazos el tomín, a dos tomines la limeta de
aguardiente. Si sabe que los amotinados dieron un papel
al Señor Capitán en el que constaba sus pretensiones y
quién lo entregó.

Por consiguiente si sabe que Don Manuel Jaramillo


retó al Alcalde del Partido de Guarne, Don Francis-
co Vallejo, por que al primer impulso de este levanta-
miento procuró contener a los de la sedición y lo demás
que supiese sobre el particular.

Si sabe que el Señor Capitán a Guerra les haya


hecho saber alguna orden del gobierno a los levan-
tados para que se apaciguasen y apartasen de esta injusta
pretensión. Si tenían que pedir lo hicieran por represen-
tación y dando la cabeza que como vasallos del Rey.

Por consiguiente si sabe que haya sido pública voz


111 y fama en estos valles que el Señor/ Capitán a
Guerra y su hermano Don Manuel Jaramillo han sido los
promovedores y fomentadores ocultos del levantamien-
to de los de Guarne. Y si se ha inferido por varias seña-
les, expresiones, acciones relativas a dichas demostracio-
nes y tibieza que haya habido por dicho Señor a proce-
der a la contenciAm del desorden y también si sabe que
el dicho Señor Capitán y el referido su hermano sabían
que generalmente estaban en la inteligencia de que ellos
eran los que fomentaban los levantamientos y preten-
sión de aquellas gentes.

Si por ello ha sabido hayan hecho alguna demostración


en indemnizarse de tan:atroz culpa.

Así mismo si sabe que ocultamente haya otra per-


sona o personas que aconsejasen a la sedición sobre
las pretensiones. Con lo demás que sobre el asunto su-
piere se servirá certificar reservando su contexto por la
gravedad del particular. Evacuada la certificación se ser-
virá dicho Señor Teniente de Oficiales Reales devolverla
original para agregarla a su expediente. Por así lo pro-
veo, mando y firmo yo Don Antonio Ruiz de Rivera,
Teniente de Gobernador de la Villa de Medellín y juez
de Comisión por el seguimiento de este secreto sumario.
Por ante mí de que doy fe.

261
Antonio Ruiz de Rivera.
11 2r Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público/, del
Número.

Declaraci6n En Rionegro, Marzo 15 de 1782 años.

En seguimiento de este sumario hizo comparecer e Nico-


lás Cardona, vecino de este Valle.

Por ante mi el presente escribano. Le recibí juramento


conforme a derecho, por Dios Nuestro Señor y una señal
de Cruz. Prometió decir verdad en lo que supiere y fuere
preguntado. Como así mismo, guardar sigilo tanto en lo
que le preguntare como en lo que asentare.

Si sabe que las gentes que viven en los minerales de


Guarne se amotinaron el domingo 17 de junio pasado
de 1781, para resistir por la fuerza el establecimiento de
pulperías, matriculas de mazamorreros y otros derechos
que a éstos se les mandaban cobrar, para conseguir que
en el Real Estanco del Aguardiente se vendiese la limeta
de este licor a dos tomines y el de tabaco, dos mazos por
tomín en oro corriente.

Dijo que le consta también que las gentes de estas castas


que viven en los minerales de Guarne y sus inmediacio-
nes se amotinaron y levantaron el mismo día y año que
menciona la pregunta, para resistir por la fuerza el esta-
blecimiento de pulperías, matrículas de mazamorreros y
otros derechos que a éstos se les mandaron cobrar, para .
conseguir que en el Real Estanco de aguardiente se ven-
112v diese la limeta/ de este licor a dos tomines y en el del
tabaco a dos mazos por tomín.

Preguntado si sabe cuánto tiempo duró el levanta-


miento de los de Guarne y qué número de gentes se
juntaron para resistir por la fuerza el establecimiento de
pulperías, matrículas y estancos. Si tenían todo género
de armas y si amenazaban ruina a todas las rentas Reales
y a esta población de San Nicolás.

Si supo que en el tiempo que duró el levantamiento y


motín fue desde el mismo día que tiene dicho en la
pregunta que antecede hasta el día 16 de julio que vinie-

262
ron a este sitio y que el número de,gentes que se junta-
ron para hacer la resistencia a los entables y estancos, >
oyó de púlbico y no vió, según el declarante, que fue
crecidisimo y traían todo género de armas. Así mismo
amenazaban ruina a todas las rentas Reales y a esta po-
blación de San Nicolás,

Preguntado si sabe quienes fueron los capitanes del


levantamiento y motín que gobernaban a aquellas
gentes, dijo: que es público y notorio que los capitanes
del levantamiento y motín que gobernaban a aquellas
gentes eran Bruno Giraldo, Francisco y José Ignacio Za-
pata.

Preguntado si sabe fue sentir común que los capita-


nes del levantamiento y motín tenían otras perso-
nas que ocultamente les decían y sugerían lo que habían
113r de hacer y el modo que/ habían de pedir y gobernarse
en este levantamiento. Si también públicamente advirtie-
ron alguna cosa sobre que hablaran, pidieran, hicieran,
ésto o aquello para lograr sus intentos. Dijo habiendo el
declarante reconocido a Juan Gallego y su hijo Juan
Bautista sobre lo mal de su procedimiento en orden a su
levantamiento, por el cual les hizo cargo, de que no
dejarían de ir por ello a Bocachica. A lo cual le respon-
dieron éstos que primero irían quienes los habían meti-
do en dicho levantamiento. Pero no le expresaron al
declarante quienes fueron. Pero por ello se ve que tenía
sujeto o sujetos determinados a su solicitud.

Preguntado si sabe que en el mes de julio del mis-


mo año bajaron los del levantamiento en tumulto a
este sitio de San Nicolás. Qué número de personas eran
y si traían todo género de armas como son: espadas,
sables, cutoes, mojarras, lanzas, escopetas, garrotes y
piedras. Dijo que el día que bajaron los levantados a este
sitio de San Nicolás fue el 16 de julio, como tiene dicho,
del mismo año. Que el número de levantados fue de
trescientos poco más o menos, según le pareció al decla-
rante por haberlos visto pasar desde su casa, la cual está
cercana al Camino Real. Así mismo, vil.) él que todos
estos levantados venían armados con las mismas armas
113v que expresa la/ pregunta y motiva ésta su respuesta.

263
Preguntado si de antemano al día de esta bajada se
supo que venía a este sitio con las pretensiones
arriba preguntadas de estancos, pulperías, y de no con-
cedérseles, allanarlo tbdo con la fuerza, dijo que de pú-
blico y notorio se supo de antemano al día que bajaron
a este sitio los levantados, que venían a él con las pre-
tensiones que constan en la pregunta, y de no concedér-
selas, allanarlo todo con la fuerza. Lo cual lo oyó decir
con la misma publicidad.

Preguntado si sabe y le consta a dónde se dirigieron


luego que llegaron a este sitio armados y si igual-
mente supo qué demostración hicieron los amotinados.
Si con las armas que traían se presentaron juntos al
Señor Capitán a Guerra Don Alonso Jaramillo, y si
pagaron todos o algunos el donativo. Dijo que es público
y notorio que luego que llegaron este sitio los levantados
así 'armados, se presentaron juntos al Señor Capitán a
Guerra, Don Alonso Jaramillo, pues derecho y con la
misma velocidad, oyó decir fueron a la casa de dicho
Señor. Así mismo, oyó decir que la parte de los levan-
tados habían p.agado el donativo. Quienes no lo hicieron
quedaron comprometidos a entregarlo a Don Manuel Ja-
ramillo.

Preguntado si sabe qué alguna persona o personas


114r la hubiesen/aconsejado bajasen en esta forma y ar-
mados, con las armas referidas, diga quiénes y en qué
día. Dijo que. ignora en un todo la pregunta por no
haber oído ni sabido cosa alguna.

9 Preguntado si sabe que para esperarlos en la forma


referida, armados como vinieron a este sitio, se les
previno a los vecinos de honor y leales se recogiesen a
este dicho sitio con sus armas para contener cualquier
desorden que quisiesen intentar. O si para ésto se hizo
alguna prevención o vil) lagunas cautelas. Dijo que no
vió ni supo ni menos entendió que se hubiesen preveni-
do, viniesen a este sitio los vecinos con sus armas para la
contención que expresa la pregunta. Ni menos sabe se
diese alguna cautela.

10. Preguntado si les vió que después que salieron de


este sitio los tumultuarios, llevaban las mismas ar-
mas con que vinieron ',a éL Si reconoció algunas de ellas. •

264
De qué sujeto o sujetos sedan. Dijo que con el motivo
de venir bajando para su casa, de donde había seguido
para arriba, luego que pasaron los tumultuarios a este
sitio de regreso, el declarante encontró la mayor parte
de ellos y vió que subían con las mismas armas que
trajeron el mismo día a este sitio.

11, Preguntado si sabe que durante el tiempo que duró


el levantamiento, Bruno Giraldo, José Ignacio Zapa-
114v ta con su hermano Francisco ve/nían a este sitio. Si supo
que casa o casas visitara. Dijo que vió que durante el
tiempo que duró el levantamiento Bruno Giraldo y José
Ignacio Zapata, capitanes de los levantados, frecuenta-
ban el bajar bastante necesario a este sitio pero que no
sabe a qué casa o casas éstos irían.

12. Preguntado si sabe .que durante el decurso del le-


vantamiento, el Señor Capitán y su hermano Don
Manuel Jaramillo, fueron a Guarne en donde estaban los
levantados. Y si Don Manuel instó a éstos que hablaran
y pidieran cuanto se les ofreciese al Señor Capitán. Dijo
que lo que sabe es que durante el tiempo del levanta-
miento el Señor Capitán a Guerra fuese una vez a Guar-
ne con su hermano Don Manuel Jaramillo.

13, Preguntado si sabe que ha sido pública voz y fama


en estos valles que el Señor Capitán a Guerra y su
hermano Don Manuel Jaramillo han sido los promovedo-
res y fomentadores ocultos del levantamiento de los de
Guame. Dijo que no ha sido público en estos valles que
el Señor Capitán a Guerra y su hermano Don Manuel
Jaramillo hayan sido los fomentadores ocultos, porque
siempre ha procurado el declarante evitar saber asuntos
de igual naturaleza. Pero que según el juicio que por sí
hace, considera habrán sido los motores del levantamien-
to.

Dice que ésto que lleva dicho y declarado es la verdad en


fuerza del juramento que hecho tiene, en que se afirmó
y ratificó, siéndole leída ésta su declaración.

Dijo ser edad de sesenta años poco más o menos. Lo que


firma con Su Merced. Por ante mide que doy fe.

116r Antonio Ruiz de Rivera/

265
Nicolás Cardona
Por mandado: Francisco Antonio Gutiérrei, Escribano
Público del Número.

Declaración En este sitio de San Nicolás de Rionegro, a 15 de marzo


de 1782, en seguimiento de este sumario secreto Sumer-
ced el Señor Teniente de Gobernador Juez de Comisión,
hizo comparecer ante sí y en su juzgado a Don Salvador
Montoya, a quien por ante mí el presente Escribano se
recibió su juramento. Que lo hizo conforme a derecho,
por Dios Nuestro Señor y una señal de cruz. Bajo el cual
prometió decir verdad en lo que supiere y le fuere pre-
guntado. Como también guardar sigilo sobre el asunto al
que se dirige esta su declaración.

Preguntado si sabe que las gentes de todas las castas


que viven en los minerales de Guarne y sus inme-
diaciones, se amotinaron y levantaron el domingo 17 de
junio pasado de 1781, para resistir por la fuerza el esta-
blecimiento de pulperías, matriculas de mazamorreros y
otros derechos que a éstos se le mandaron cobrar. Para
conseguir que en el Real estanco del aguardiente se ven-
da la limeta de licor a dos tomines, y el de tabaco a dos
mazos por tomín de oro. Dijo que sabe que es público y
notorio que las gentes que viven en los minerales de
Guarne y sus inmediaciones se amotinaron y levantaron
el domingo 17 de junio del mismo año que expresa la
pregunta, para resistir con la fuerza el establecimiento
de pulperías, matrículas y lo demás que contiene la pre-
115v g-unta. Y para conseguir que el Real estanco de/ aguar-
diente se vendiese la limeta de este licor a dos tominés y
en el de tabaco a dos mazos el tomín de oro.

Preguntado qué tiempo duró el levantamiento y


motín de Guarne. Qué número de gentes se junta-
ron para hacer la resistencia a los entables, estancos. Si
tenían todo género de armas. Si amenazaban ruina a
todas las rentas Reales y a esta población de San Nico-
lás. Dijo que no hace memoria del tiempo que duró el
levantamiento y motín de aquellas gentes. Que el núme-
ro de las gentes que se juntaron y fueron a la pulpería
que tenía Don Jerónimo Mejía en el sitio de Guarne, el
mismo día que expresado tiene, le dijeron al declarante
que sería su número de ochenta más o menos. Igualmen-
.
266
té oyó decir que las armas que llevaban los levantados
fueron sables y palos. Que por el mismo hecho del injus-
to procedimiento de dichos levantados no cabe disputa
que amenazaban ruina a todas las Rentas Reales y a esta
población de San Nicolás.

Preguntado si sabe y cómo, quienes fueron los capi-


tanes del levantamiento y motín que gobernaban a
aquellas gentes. Dijo que de público y notorio se ha
dicho, y así lo ha sabido el declarante, que los capitanes
del levantamiento y motín que gobernaban a aquellas
gentes lo eran Bruno Giraldo y un tal Zapata, cuyo nom-
bre ignora.

Preguntado si sabe que es sentir común que lo capi-


tanes y mandones del levantamiento y motín tenían
otros sujetos que ocultamente les seducían y sugerían lo
116r que habían/ de hacer y el modo como habían de pedir y
gobernarse en este levantamiento. Dijo que no ha sabido
que los levantados tuviesen otros sujetos que les sugerie-
sen sus intenciones, a causa de hallarse el declarante en
su mina que tiene en el Chaparral.

Preguntado, si sabe que en el mes de julio del año


pasado bajaron los del levantamiento en tumulto a
este sitio de San Nicolás. Qué número de personas y en
qué días. Si traían todo género de armas como son:
espadas, sables, cutoes, machetes, mojarras, lanzas, es-
copetas, garrotes y piedras. Dijo que de público y noto-
rio oyó decir el declarante que bajaron a este sitio los
levantados, pero que no supo que día fue. Y traían sus
armas como son: chafarotes, espadas y garrotes. Que el
número de éstos lo ignora.

Preguntado si de antemano al día que bajaron los


levantados a este sitio si se sabía que venían a él con la
pretensión arriba preguntadas de estancos y pulperías. Y
de no concedérseles allanarlo todo con las armas. Dijo
que igualmente se sabía de público y notorio que venían
a este sitio los levantados antes que éstos lo hubiesen
ejecutado con las pretensiones de estancos, pulperías y
que ignora si vendrían desalmadamente. Si no se les con-
cedía allanarlo todo con la fuerza.

267
Preguntado si sabe y le consta a dónde se dirigieron
luego que llegaron a este sitio así armados y si en
116v estos términos se presentaron juntos/ en casa del Señor
Capitán a Guerra Don Alonso Jaramillo. Si pagaron
todos el donativo o algunos. Dijo que con la misma
publicidad ha oído decir el declarante que luego llegaron
a este sitio así armados fueron a la casa del Señor Capi-
tán a Guerra y a su vista se presentaron. Igualmente ha
oído decir que no todos los levantados pagaron el dona-
tivo.

Preguntado si sabe que ha sido pública voz y fama


que el Señor Capitán a Guerra y su hermano Don
Manuel Jaramillo han sido los fomentadores ocultos del
levantamiento. Dijo que no ha oído cosa alguna sobre el
contenido de la pregunta, pues siempre huye de saber
asuntos de semejante naturaleza y aún expresa que si va
éste u otro sujeto a hacerlo sabedor de éste u otro asun-
to de gravedad, les decía no querer saber nada. Con
cuyo motivo se excusa de saber su contexto. •

Dice que ésto que lleva dicho es al verdad en fuerza del


juramento que tiene hecho, en el cual se afirmó y ratifi-
có, siéndole leída esta su declaración.

Dijo ser de edad de cuarenta y tres años poco más me-


nos y vecino de este valle. Lo cual firmaton Su Merced.
Por ante mí de que doy fe.

Antonio Ruiz de Rivera


Manuel Salvador Montoya

Por mandado Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano


Público del Número.

Declaración. En dicho día, mes y año, para la información secreta Su


Merced el Señor Teniente de Gobernador y Juez de Co-
117r misión, en seguimiento/ de él hizo comparecer ante sí y
en su juzgado a Santiago García, vecino de éste Valle,
con residencia en el sitio de Palenque, a quien por ante
mí el Escribano, se le recibió juramento. El que hizo
conforme a derecho, por Dios Nuestro Señor y una
señal de cruz. En cargo del juramento prometió decir
verdad en aquello que supiese y le fuese preguntado.
Así. mismo, guardar sigilo y no decir a persona alguna

268
directa ni indirectamente, lo que sobre el particular se le
preguntase y asentase.

Preguntado si sabe y cómo que las gentes de todas


las castas que viven en los minerales de Guarne y
sus inmediaciones, se amotinaron y levantaron el domin-
go 17 de junio de 1781, para resistir con la fuerza el
establecimiento de pulperías, matrículas de mazamorre-
ros y otros derechos que a éstos se les mandaron cobrar.
Para conseguir que en el Real estanco de aguardiente se
venda la limeta de este licor a dos tomines y el del
tabaco a dos mazos por tomín de oro. Dijo que de públi-
co y notorio oyó decir que se levantaron y amotinaron
las gentes de Guarne para resistir con la fuerza el estable-
cimiento de pulperías, matrículas de mazamorreros y
otros derechos que a éstos se les mandaba cobran Para
conseguir que en el Real estanco de aguardiente se'venda
la limeta de este licor a dos tomines y en el de tabaco a
dos mazos por tomín de oro. Pero que no se acuerda el
día en que se levantaron.

Preguntado si sabe y cómo cuánto tiempo duró el


levantamiento y motín y qué número de gentes se
juntaron para hacer la resistencia a los entables, estancos.
117v Si traían todo género de armas y si amenazaban/ ruina a
todas las rentas reales y a esta población de san Nicolás.
Dijo que por consiguiente de público y notorio oyó de-
cir que el levantamiento y motín duró hasta que éstos
bajaron a este sitio. Que no se acuerda qué día fue y que
el número de gentes que se juntaron para resistir con la
fuerza a los entables y estancos, oyó decir igualmente,
era bastante. Y que tenían todo género de armas, por lo
que amenazaban ruina a todas las rentas reales. Ignoran-
do el que si no se les concediese sus proyectos, intenta-
sen arruinar esta población de San Nicolás.

Preguntado si sabe y cómo quiénes fueron los capi-


tanes del levantamiento y motín que gobernaban
aquellas gentes. Dijo que los capitanes de los levantados,
oyó decir, lo eran Bruno Giraldo, Francisco Zapata -y
León Castaño.

Preguntado si sabe fue sentir común que los capita-


nes de los levantados tenían a otros sujetos que
ocultamente les seducían y sugerían lo que habían de

269
hacer y el modo que habían de pedir y,gobernarse en
dicho levantamiento. Dijo que oyó decir de público que
los capitanes y mandones del levantamiento tenían a
Don Manuel Jaramillo que ocultamente les sugería lo
que habían de hacer y el modo que habían de pedir y
gobernarse. Pero que después de ésto oyó decir que el
dicho Don Manuel los contenía.

Preguntado si sabe que en el mes de julio del año


ya expresado arriba, bajaron los del levantamiento
en tumulto a este sitio de San Nicolás. Qué número de
personas? Si traían todo género de armas como son
118: sables, cutoes, machetes, mojarras,/ lanzas, escopetas,
garrotes y piedras. Dijo que de público y notorio oyó
decir el declarante que el año fue 1781. Pero que no se
acuerda del mes, bajaron los del levantamiento en tu-
multo a este sitio de San Nicolás. Que su número fue
bastante considerable, y que las armas que éstos traían
eran de todo género como consta en la pregunta. Excep-
tuando las piedras pues éstas no oyó decir que bajasen.

Preguntado al día de esta bajada se supo que ve-


nían a este sitio con la pretensión ya expresada de
estancos y pulperías. Dijo que de público y notorio se
decía de antemano al día que bajaron los levantados a
este sitio, que venían éstos a él.

Preguntado si luego que llegaron a este sitio así


armados a dónde se dirigieron y qué demostración
hicieron los amotinados. Si en estos términos se presen-
taron juntos al Señor Capitán a Guerra, Don Alonso
'Jaramillo. Si pagaron todos el donativo o algunos. Dijo
que oyó decir de público y notorio que luego que llega-
ron a este sitio los levantados, se fueron siguiendo a la
Casa del Señor Capitán a Guerra, Don Alonso Jaramillo
y a su vista se presentaron armados. Aún que sabe el
declarante que éstos venían a pagar el donativo, ignora si
todos cumplieron.

Preguntado si supo que se les hubiese tenido cuida-


do por las armas que los levantados trajeron para
de este modo reconocerlas. Dijo que no oyó decir se
hubiese tratado reconocer las armas que los levantados
trajeron a este sitio.

270
Preguntado si sabe que en el decurso del levantamiento
el Señor Capitán a Guerra y su hermano Don Manuel
Jaramillo fueron á Guarne en donde estaban los levanta-
118v dos. Dijo que oyó decid el que declara que el decurso
del levantamiento fue a Guame el Señor Capitán a
Guerra con su hermano Don Manuel Jaramillo con el
motivo de éstos hacer saber la Cédula del donativo. Y
que el Señor Capitán a Guerra les mandó que bajasen a
este sitio a pagar dicho donativo.

Preguntado si sabe que los amotinados dieron al


Señor Capitán a Guerra un papel en el que consta-
ba sus pretensiones. Dijo que ignora el contenido de la
pregunta.

Preguntado si ha sido pública voz y fama en estos


valles que el Señor Capitán a •Guerra y su hermano
Don Manuel Jaramillo han sido los fomentadores ocul-
tos del levantamiento de los de Guame. Dijo que del
Señor Capitán a Guerra no ha oído nada. Sólo de Don
Manuel Jaramillo, como tiene ya expresado en la pre-
gunta anterior.

Responde que ésto que lleva declarado es la verdad en


fuerza del juramento que hecho tiene, en que se afirmó
y ratificó, leída que le fue ésta su declaración.

Dijo ser de edad de 50 años poco más o menos. Lo firma


con Su Merced poi- ante mí de que doy fe.

Antonio Ruiz de Rivera


Santiago García

Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público del Nú-


mero.

Diligencia En el mismo día, mes y año. Se libró el oficio que


se previene por-el auto anterior y por el plieguecito que
se pasó por el correo. Se dieron siete tomines que para
que conste pongo por diligencia y firmo.

Gutiérrez.

Declaración En Rionegro, marzo 16 de 1782. En prosecución de la


información mandada recibir Su Merced el Señor Te-

271
niente de Gobernador y Juez comisionado, hizo compa-
119r recer al Ayudante Mayor de Milicias/ Don Francisco Ja-
vier Montoya, vecino de este Vallé, y por ante mf el
presente Escribano se le recibió juramento, que lo hizo
conforme a derecho, por Dios Nuestro Señor y una señal
de cruz. En el cargo ofreció decir verdad en lo que supie-
se y le fuere preguntado. Así mismo, a guardar secreto
sobre el asunto a que se dirige ésta su declaración. En
conformidad con lo cual se le hacen las preguntas si-
guientes.

Preguntado si sabe que las gentes de todas las castas


que viven en los minerales de Guarne y sus inmedia-
ciones se amotinaron y levantaron el domingo 17 de
junio pasado de 1781, para resistir con la fuerza el esta-
blecimiento de pulperías, matriculas de mazamorreros y
derechos que a éstos se les mandaron cobrar, para hacer
que en el Real estanco de aguardiente se vendiese la
limeta de este licor a dos tomines y en el de tabaco a dos
mazos por tomín de oro. Dijo que de público y notorio
ha oído decir que los vecinos de Guame y sus aliados se
amotinaron y levantaron en el mes de junio pasado, para
resistir el establecimiento de pulperías y derechos que a
los mazamorreros se les cobraba. Como también para
hacer que en el Real estanco de tabaco se vendiese a dos
mazos por tomín y en el de aguardiente a dos tomines la
limeta.

Preguntado si sabe cuanto tiempo duró el levanta-


miento y motín. Qué número de personas se junta-
ron pata hacer la resistencia a los entables y estancos. Si
tenían todo género de armas y si 'amenazaban ruina a
todas las rentas reales y a esta población de San Nicolás.
Dijo que según en aquellos tiempos oyó decir bajo la
misma publicidad que las gentes que se juntaban en el
sitio de Guame para la resistencia a los entables y estan-
119v cos, unos/ consideran que su número ha sido de ciento y
otros el de 200. Estos todos estaban armados con sus
armas y que el levantamiento duró desde el mes que se
cita hasta que dichos levantados bajaron a este sitio.
También es constante que por ello se patentiza que los
tumultuarios amenazaban ruina a las rentas reales y a
este sitib de San Nicolás de Rionegro.

272
Preguntado si sabe y como quienes fueron los capi-
tanes del levantamiento y motín que gobernaban
aquellas gentes. Dijo que públicamente se decía que los
capitanes que gobernaron a los tumultuarios lo eran Bru-
no Giraldo, Francisco y José Ignacio Zapata.

Preguntado si sabe fue sentir común que los capita-


nes y mandones del levantamiento y motín tenían
otros sujetos que ocultamente les seducían y sugerían lo
que habían de hacer y el modo como habían de pedir y
gobernarse en el levantamiento. O si también públicamen-
te les advirtieron alguna cosa sobre que pidieron, habla-
ron, hicieron, ésto o aquello para lograr sus intentos. Dijo
que es cierto se decía en aquel tiempo, y aún por los mis-
mos levantados, que éstos tenían jefe que les sugería sobre
lo habían de hacer y de como se habían de gobernar. En
aquel mismo tiempo habiendo pasado a la casa del que
declara Lucas Rodríguez y Jaramillo, éste le expresó
cómo los dichos levantados le estaban influyendo a que
se agregase a la tropa que tenían y a ésto el declarante le
nor reprendió lo muy bastante afín de que no permi/tiera
dejarse llevar los injustos designios de los levantados y
que así mismo lo dijese a su medio hermano Esteban
Jaramillo porque habría de venir tiempo en que nuestro
Rey castigue semejantes atrocidades. Con cuyo motivo
le pareció al que declara que el dicho Lucas admitió su
consejo. Este le dijo que los arriba citados levantados le
habían dicho que el jefe que los gobernaba lo era Don
Manuel Jaramillo. Pero a ello expone por haber recorda-
do la memoria que el citado Lucas no le dijo que los
levantados le habían dicho que Don Manuel Jaramillo
era el jefe sino que así decían.

Preguntado si sabe que en el mes de julio del mismo


año bajaron los del levantamiento en tumulto a
este sitio. Qué número de persona. En qué día y si
traían todo género de armas como son: espadas, sables,
cutoes, machetes, mojarras, lanzas, escopetas, garrotes y
piedras. Dijo que le consta por haberlo visto que los
levantados entraron a este sitio el día 16 de julio arma-
dos con las mismas armas referidas en la pregunta a
excepción de las piedras por no haberles visto al que
declara y que el número de estos tumultuarios cien poco
más o menos, según le pareció al tanteo.

273
6.- Preguntado si de antemano al día de esta bajada se
supo que venían a este sitio con las pretensiones
arriba preguntadas, de pulperías y de no concedérselos
120v allanarlo todo en la fuerza, dijo que oyó decir/ de ante-
mano, de la bajada de los levantados que éstos venían a
este sitio con las pretensiones referidas de estancos y
pulperías y de no concedérselo allanarlo todo con la
fuerza.

Preguntado si sabe y le consta a donde se dirigieron


luego que llegaron a este sitio así armados, Qué
personas había presentes y que demostración hicieron
los armados. Si en estos términos se presentaron juntos
al Señor Capitán a Guerra Don Alonso Jaramillo, y si
pagaron todos o algunos el donativo. Dijo que los tales
tumultuarios luego que entraron en este sitio, en forma
de escuadrón así armados se dirigieron a la casa del Se-
ñor Capitán a Guerra. Que es lo que vio el declarante.
Pero no sabe las personas que había en dicha casa pre-
sentes. Por lo que respecta al donativo, habiéndole pre-
guntado el declarante al dicho Señor Capitán a Guerra
cuánto había recogido en aquel día el donativo le dijo
que unos cuarenta pesos poco más o menos y que los
demás de los tumultuarios habían quedado, los que no
lo habían pagado en traerlo.
Preguntado si sabe que alguna persona o personas
les hubiesen aconsejado bajasen en esa forma y ar-
mados con las armas referidas, diga quienes y en qué
día. Dijo que el mismo día que entraron los tumultua-
rios a este sitio estando el Señor Capitán a Guerra en la
casa del que declara, por la noche del mismo día le dijo
el declarante: Señor Capitán, por qué si usted sabía que
121r los tumultuarios venían armados a este sitio usted no/
nos avisó para habernos prevenido y que a este razona-
miento le expresó el dicho Señor Capitán que él les
había así mandado que bajasen con sus armas para reco-
nocer éstas.
Preguntado si sabe que para esperarlos en la forma
referida se les previno a los vecinos de honor y
leales, se recogiesen al sitio con sus armas para contener
cualquier desorden que intentasen hacer. O si para ello
se hizo alguna prevención o vi6 alguna cautela. Dijo que
nada del contexto de la pregunta se observó. Ni menos
se vió cautela alguna.

274
Preguntado si sabe que durante el decurso del le-
vantamiento el Señor Capitán a Guerra y su her-
mano Don Manuel fueron a Guarne en donde estaban
los levantados. Dijo que oyó decir que el Señor Capitán
a Guerra en el decurso del levantamiento pasó a Guarne
a publicar una Real Cédula en razón del donativo. Así
mismo, oyó decir que dichos levantados en aquel paraje
se habían juntada

Preguntado si sabe que los amotinados le entrega-


ron al Señor Capitán un papel en que constaban sus
pretensiones. Dijo que es cierto por haber visto el papel
que se nomina, sin firmas, en que constaban las preten-
siones de los levantados. Que ésto lo vió como dicho
tiene el declarante, después de estar en poder del Señor
Capitán y que oyó decir que a dicho señor los amotina-
dos se lo habían entregado.

Preguntado si sabe que Don Manuel Jaramillo retó


a Don Francisco Vallejo, Alcalde del Partido, por-
que éste en el primer impulso del levantamiento procu-
121 v ró/ contener a los de la sedición. Si le dijo que había
hecho mal si le quería hacer pasar befa, con lo demás
que en este asunto sepa. Dijo que en el mismo tiempo
del levantamiento Don Francisco Vallejo, Alcalde del
Partido de Guarne pasó a la casa del declarante y éste
pidiéndole su consejo le preguntó el dicho Vallejo que
había hecho mal en haber desarmado a algunos de los
levantados en el primer impulso del dicho levantamiento
porque por haberlo ejecutado, le había dicho Don Ma-
nuel Jaramillo, por ello había quedado feo. Que habían
tenido sus razones. A estos respondió el declarante: Se-
ñor Alcalde usted no ha hecho mal en ello y no debe
llevar usted apuro y debido efecto. Si en su Partido no
hay sujetos que lo acompañen prontamente, avíseme us-
ted que yo le acompañaré e iré a sacrificar mi vida con
otros vecinos que no faltaran.
Preguntado si sabe que ha sido pública voz y fama
en estos valles que el Señor Capitán a Guerra y su
hermano Don Manuel Jaramillo, han sido los fomenta-
dores ocultos del levantamiento de los de Guarne. Si
ésto se ha inferido por varias señales, ejecuciones, accio-
nes relativas a dicha demostración y tibieza conque di-
cho Señor Capitán procedía a la contención del desor-
den.

275
Si sabe que dicho Señor Capitán y el referido Don Ma-
nuel, sabían que generalmente estaban en la inteligencia
de que ellos eran los que fomentaban a dicho levanta-
miento y pretendían a los levantados y si con toda esta
noticia nunca han procurado indemnizarse de esta infa-
mia. Dijo que por lo que respecta al Señor Capitán a
122r Guerra/ no ha oído decir cosa alguna y solo si haber
notado en dicho señor lo desentendido que se halla a no
contener tales desórdenes y, por lo que mira, a Don
Manuel Jaramillo —ya tiene dicho lo que sobre este indi-
viduo sabe— y que le parece al declarante que una vez
que era tan público que Don Manuel era quien patroci-
naba a los levantados, no dejaría él de ser ésto. Que no
ha oído que para ello haya procurado indemnizarse de
tan fea culpa.

Responde que ésto que lleva dicho y declarado es la


verdad en cargo del juramento que hecho tiene, en el
cual se afirmó y ratificó, leída que le fue esta su declara-
ción.

Dijo ser de edad de 52 años poco más o menos. Firma


con Su Merced.

Por ante mí de que doy fe.

Francisco Ruiz de Rivera

Francisco Javier IMontoya. Por mandado.

Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público del Nú-


mero.

Declaración En dicho día, mes y año Su Merced el Señor Teniente de


Gobernador y Juez Comisionado, hizo comparecer al
Teniente de Capitán de Infantería de Milicias Españolas
Don Ignacio Jiménez de Restrepo, vecino de este valle, a
quien Su Merced por ante mí el presente Escribano le
recibió juramento que lo hizo conforme a derecho, por
Dios Nuestro Señor y una señal de cruz. En el cargo
ofreció decir verdad en lo que supiere y fuere pregunta-
do. Como así mismo, de guardar secreto en todo lo que
contuviese esta su declaración, en cuyo supuesto se le
hacen las preguntas del siguiente tenor.

276
1 Preguntado si y cómo las gentes de todas las castas
que viven en los minerales de Guarne y sus inme-
diaciones se levantaron y amotinaron el domingo 17 de
junio pasado de 1781, para resistir con la fuerza el esta-
blecimiento de pulperías, matrículas de mazamorreros y
122, otros derechos que a éstos se les mandaron/ cobrar. Para
hacer que en el Real estanco de aguardiente se vendiese
la limeta de este licor a dos tomines y el de tabaco a dos
mazos por tomín de oro. Dijo que ha oído decir pública-
mente que en el tiempo que se cita se juntaron en el sitio.
de Guame aquella gente y sus aliados. Estos se amotina-
ron y levantaron a quitar la pulpería que en aquel paraje
tenía Don Jerónimo Mejía. Lo que para ellos, los dichos
tumultuarios con un tamborito que a éstos iba guiando
fueron a la casa del citado Mejía y a éste a fuerza le
quitaron la licencia que para la apertura de la pulpería
se le había dado. Que los dichos amotinados, según oyó
decir, sus pretensiones eran de quitar dichas pulperías y
que se le pusiese el tabaco a dos mazos por tomín y el
aguardiente a dos tomines la limeta. Por lo que respecta
a los derechos de los mazamorreros no sabe ni menos ha
oído decir que hubiesen opuéstose a los derechos que
éstos pagaban.

Preguntado si sabe y cómo cuanto tiempo duró el


levantamiento y motín y qué número de gentes se
juntaron para hacer la resistencia a los estancos y si
amenazaban ruina a todas las rentas reales y a esta po-
blación de San Nicolás. Dijo que no se acuerda del tiem-
po que duró el levantamiento y que oyó decir publica-
mente y notoriamente, y así lo presume el deponente,
que los dichos levantados amenazaban ruina a todas las
rentas reales y a esta población de San Nicolás.

Preguntado si sabe y como quienes fueron los capi-


tanes del levantamiento y motín que gobernaban
aquellas gentes. Dijo que oyó decir que los capitanes que'
gobernaban a los levantados lo eran el mestizo León
123r Castaño/y de mulatos José Ignacio Zapata y Alférez de
éste, Bruno Giraldo y que este hablando con el que decla-
ra, le dijo que sin embargo que seguía para su casa, volvió
con el tumulto, no pira hacer daño -sino para contener-
los a los otros que no lo hicieran.

277
4.. Preguntado si sabe fue sentir común que los capita-
nes mandones del levantamiento y motín tenían
otros sujetos que ocultamente les seducían y sugerían lo
que habían de hacer y del modo que debían de pedir y
gobernarse en el levantamiento. O si también pública-
mente les advirtieron alguna cosa sobre que pidieran,
hablaran, hicieran ésto o aquello para lograr sus inten-
tos. Dijo que sobre la pregunta que se le hace oyó decir
el deponente que los sujetos que ocultamente aconseja-
ban o dirigían a los tumultuarios lo eran: el Capitán Don
Lorenzo de Castrillón, el Capitán Don Manuel Jaramillo,
Don Joaquín Echeverri, Don Joaquín García y el que de-
clara. Pero que por su parte justificará no sólo no haberlos
protegido, sino antes sujetado en su injusto procedi-
miento. El demás contexto de la pregunta lo ignora.

Preguntado si sabe que en el mes de julio del mis-


mo año bajaron los del levantamiento en tumulto a
este sitio de San Nicolás. Qué número de personas. Si
traían todo género de armas como son: espadas, sables,
cutoes, machetes, mojarras, lanzas, escopetas, garrotes y
piedras. Dijo que oyó decir que en el mes de julio del
año pasado bajaron los del levantamiento en tumulto a
este sitio de San Nicolás y que su número fue considera-
ble, según en la misma conformidad de oídas lo supo y
vinieron armados con las que expresa la pregunta a
123v excepc/ión de las piedras y que antes de que vinieran a
este sitio se le dijo al declarante que los que no i tenían
otras armas de los levantados todos habían hecho unas
ondas al largor del codo para tirar piedra.

Preguntado si de antemano al día de esta ba-


jada se supo que venían al sitio con las pre-
tensiones arriba preguntadas de estancos y pulpe-
rías y de no concedérselos allanarlo todo con la
fuerza. Dijo que habiendo pasado José Ignacio Zapata,
uno de los capitanes de los levantados al camino de la
mina que decía que tiene el sitio de la Mosca. A cuyo
tiempo el testigo seguía el destino para su mina. Se en-
contró con el dicho Zapata que estaba paseando con un
sable terciado y que habiéndole preguntado a éste el que
declara para donde iba le respondió que para el sitio de
Rionegro. Preguntándole qué se le ofrecía le respondió
que si no sabía lo sucedido en Guarne. A lo que le
dijo el declarante que si sabía qué habían hecho de la

278
pulpería de Don Jerónimo Mejía. A lo que le replicó
José Ignacio Zapata: pues señor y que estamos perdidos
estoy esperando la gente de Guarne, Palenque, Honda y
las Canoas para ir a dar alto al sitio de Rionegro. Para
que no quede estanco de ninguna clase. A cuyo razona-
miento y despacho el declarante lo persuadió y reconvi-
no a que se apartase de semejante intento. Lo que con-
siguió, según le parece, se sosegó el Zapata. De cuyo hecho
el testigo se lo participó al alcalde Don Francisco Vallejo
y también a Don Manuel Jaramillo corno hermano del
Señor Capitán a Guerra para que le pasase la noticia y
por cuyo/ hecho se puede venir en tumulto el levanta-
124r miento si sabía de antemano que éstos bajarían a este
sitio y las retenciones que éstos tenían.

Preguntado si sabe y le consta a donde se dirigieron


luego que llegaron así armados. Dijo que oyó decir
públicamente que éstos una vez llegaron se fueron
directamente a la casa del Señor Capitán a Guerra y que
la menor parte, oyó decir, pagaron el donativo.
Preguntado si sabe qué personas les hayan aconseja-
do bajasen en esta forma y armados con las armas
referidas. Diga quiénes y en qué día. Dijo que en la
misma publicidad que tiene dicho oyó decir que por el
Señor Capitán se les había concedido licencia a los tu-
multuarios para que bajasen en aquella conformidad.
Preguntado si sabe que para esperarlos en la forma
referida se les previno a los vecinos de honor y
leales se recogiesen al sitio con sus armas para contener
cualquier desorden que intentaran hacer o si para éstos
se hizo alguna prevención y vió alguna cautela. Dice que
no sabe que se hubiese observado el contenido de la
pregunta ni menos viosc ninguna cautela.
Preguntado si sabe que durante el tiempo que duró
el levantamiento Bruno Giraldo, José Ignacio Zapa-
ta, León Castaño, capitanes de los levantados, frecuenta-
ban la casa del Capitán a Guerra y de su hermano Don
Manuel Jaramillo. Que si antes o después notaron igual
frecuencia. Dijo que ,ignora la pregunta.

Preguntado si sabe que el discurso del levantamien-


to del Señor Capitán a Guerra y su hermano Don
124v Manuel/ Jaramillo fueron a Guarne a donde estaban los
levantados. Si Don Manuel instó a éstos que hablaran o

279
pidiere cuanto se les ofreciere al señor Capitán a Guerra, y
si su hermano Don Manuel habían ido al sitió de Guar-
ne.
Dijo que en el decurso del levantamiento el Señor Capi-
tán a Guerra y su hermano Don Manuel, oyó al que
declara en aq. uel tiempo uno y otro habían ido al sitio
de Guarne con el motivo de la publicación de una Cédu-
la en razón del donativo. Que en la misma conformidad
oyó que los levantados armados todos en aquel paraje se
juntaron y hablando éstos, el uno decía una cosa y el
otro otra cosa. De suerte que para ello les dijo Don
Manuel Jaramillo a los levantados que mejor era que
hablaran por escrito. Y que entonces escribieran un me-
Morial en que contentase lo que pretendían.

Preguntado si sabe que el día que bajaron armados


los levantados, el Señor Capitán a Guerra antes de
que llegasen estaba la deliberación de que se vendiese el
tabaco a dos mazos por tomín y a dos tomines la lime-
ta de aguardiente. Dijo que lo que oyó decir en aquel
tiempo fue que cuando el Señor Capitán a Guerra subió
al sitio del Guarne y les recibió el memorial que lleva
dicho a los levantados. A éstos les dijo: que bajasen a
este sitio y todo se arreglaría.
Preguntado si sabe que ha sido pública voz y fama
en estos valles que el señor Capitán a Guerra y su
hermano Don Manuel Jaramillo, han sido los fomenta-
dores ocultos del levantamiento de Guarne. Dijó que
125= José Antonio Osorio/ le dijo al declarante y otros que
no se acuerda, que Don Manuel Jaramillo era quien fo-
mentaba a los levantados y que por lo que mira al Señor
Capitán no ha oído nada verídico. Que no se acuerda con
perfección por haber puesto mayor atención.
Dice que ésto que lleva dicho y declarado es la verdad en
fuerza del juramento que dicho tiene, en el que se afir-
mó y ratificó, siéndole leída esta su declaración.
Dijo ser de edad de 61 años poco más o menos. Lo cual
firma con Su Merced, por ante mí que doy fe.

Antonio Ruiz de Rivera.


Ignacio de Restrepo.
Francisco Antonid Gutiérrez; Escribano Público del Nú-
mero.

280
Declaración. Incontinenti para la información mandada recibir Su
Merced, el Señor Teniente de Gobernador y Juez de
Comisión, hizo comparecer ante sí y en su juzgado a
Gregorio Cardona, vecino de este valle y con residencia
en San Vicente, a quien por ante mí el Escribano le
recibió juramento, que lo hizo conforme derecho, por
Dios Nuestro Señor y una señal de cruz. En el cargo
prometió decir verdad en lo que supiese y le fuere pre-
guntado. Como así mismo de guardar sigilo de lo que se
refiriese su declaración.

Preguntado si sabe que las gentes de todas las castas


que viven en los minerales de Guarne y sus inme-
diaciones se amotinaron y levantaron el domingo 17 de
junio pasado de 1781 para resistir con la fuerza el esta-
125v ble/cimiento de pulperías, matrículas de mazamorreros
y derechos que a éstos se les mandaron cobrar. Para
hacer que en el real estanco de tabaco se vendiese dos
mazos por tomín y en el de aguardiente a dos tomines
la limeta. Dijo que de público tiene oído el contenido de
la pregunta, según y como en ella se expresa.

Preguntado si sabe y corno cuánto tiempo duró el


levantamiento y motín. Qué número de gente se
juntaron para hacer la resistencia a los entables y estan-
cos. Si tenían todo género de armas y si amenazaban
ruina a todas las rentas reales. Dijo que no sabe el tiem-
po que duró el levantamiento y motín y que menos oyó
decir el número de gentes que se juntaron para hacer la
resistencia a los entables y estancos. También ignora las
armas que éstos tendrían.

Preguntado quienes fueron los capitanes de los le-


vantados. Dijo que José Ignacio y Francisco Zapa-
ta, oyó decir que eran los capitanes de los levantados. Y
que es lo único que sabe en razón de dicho levantamien-
to, a causa de que luego de que se ejecutó el primer
alboroto se retiró el que declara a su montaña del Pal-
mar, hacia las Ovejas, y aunque solía salir una y otra vez,
huía de saber ni entender nada de lo ejecutado en dicho
levantamiento.

Que ésto es la verdad en fuerza del juramento que dicho


126r tiene, en que se afirmó y ratificó/ Siéndole leída esta su
declaración.

281
Preguntado si de antemano al día de esta bajada se
supo qué venían al sitio con las pretensiones arriba
preguntadas de estancos, pulperías y de concedérselos
allanarlo todo con la fuerza. Dijo que mucho anterior al
día de la bajada al sitio los levantados, públicamente se
decía que habiendo el Señor Capitán a Guerra pasado al
sitió de Guarne a publicar una real Cédula, los tumultua-
rios en aquel paraje se habían juntado armados con sus
armas. Que éstos le hablan preguntado a dicho Señor
que como bajaban a este sitio? Que a ello le respondió
viniesen en la forma que quisiesen.

Preguntado si sabe que para esperarlos en la forma


referida se les previno a los vecinos de honor y
leales se recogiesen al sitio con sus armas para contener
cualquier desorden que quisieran hacer. O si para ésto se
hizo alguna prevención o vió de alguna cautela. Dijo que
le consta no haberse practicado diligencia alguna en ra-
zón del contenido de la pregunta.

Preguntado si sabe que después que salieron de casa


del Señor Capitán a Guerra, anduvieron por todo el
128r sitio así armados y en patrullas y si se les embarazó•por/
algún juez. Dijo que luego que llegó a este sitio en el día
y se refiere que vinieron los tumultuarios a este sitio y
que andaban en patrullas por las calles armados. Que no
supo que juez ninguno se los hubiese irimedido.

Preguntado si sabe que durante el tiempo que duró


el levantamiento Bruno Girald o y José Ignacio Zapa-
ta, capitanes de los levantados, frecuentaban las casas
del Señor Capitán de su hermano Don Manuel Jaramillo.
Si antes o después han notado igual frecuencia. Dijo que
el tiempo delievantamiento el que declara vió que Bru-
no Giraldo por tres ocasiones había pasado a la referida
casa del Señor Capitán a Guerra y que ésto después no
lo ha visto lo que lleva dicho.

11. Preguntado si sabe que durante el decurso del le-


vantamiento el Señor Capitáni -a :Guerra y su her-
mano Don Manuel Jaramillo fueron 'a Guarne en donde
estaban los levantados, si Don Manuel instó a éstos que
hablaran y pidiesen cuanto se les ofreciere al Señor Capi-
tán. Dijo que lo que oyó decir en aquel tiempo pública-
mente fue gire el Señor Capitán a Guerra en consorcio

284
de su hermano y de José Sánchez (ya difunto) habían
subido al sitio de Guarne con el motivo -de la publica-
ción de la Real Cédula. Que habiéndose en aquel paraje
juntado los amotinados en tumultos y armados con sus
armas, por el dicho Don Manuel Jaramillo se les había
dicho a los levantados que pidiesen al Señor Capitán á
Guerra lo que quisieran y a ésto el dicho Señor Capitán
les había dicho que bien pudieran pedir, con cuyo moti-
vo los levantados le habían entregado un papel en que
constaban sus pretensiones.

128v Preguntado si sabe que el día que/ bajaron los levanta-


dos, el Señor Capitán a Guerra, antes que bajasen estaba
en la deliberación de hacer vender el tabaco a dos mazos
por tomín y a dos tomines la limeta de aguardiente. Dijo
que es cierto que públicamente lo oyó decir en aquel
tiempo que dicho Señor a Guerra estaba con la determi-
nación antes de que bajasen los levantados a hacer poner
el tabaco a dos mazos por tomín y la limeta de aguar-
diente a dos tomines. Pero que hace cargo el declarante
que dicha determinación sería fundada en contener a los
tumultuarios.

Preguntado si sabe que el Señor Capitán a Guerra


les haya hecho saber alguna orientación del Señor Go-
bernador de esta Provincia a los levantados para que se
apaciguasen y apartasen en su injusta pretensión. Que si
tenían que pedir lo hicieran por representación y dando
la obediencia que debían COMO vasallos al Rey. Dijo que
ignora que se le hubiese hecho saber próvidencia alguna.

Preguntado si sabe que ha sido pública voz y fama


en estos valles que el Señor Capitán a Guerra y su
hermano Don Manuel Jaramillo han sido los promovedo-
res y fomentadores ocultos del levantamiento de los de
Guarne. Si ésto se le infería por varias señales, :expresio-
nes, acciones relativas a dichas demostraciones y tibieza
conque dicho Señor Capitán procedía a la contención
del desorden. Dijo que en estos valles ha sido pública
voz y fama que el Señor Capitán :a Guerra y su hermano
Don Manuel han sido los fomentadores ocultos del le-
vantamiento y que el que declara lo más que hayasido
por el motivo de que siendo guardia de la real renta de
129r alcabala en/ aquel tiempo, cumpliendo con el cargo de
su obligación encontró a un mozo que estaba vendiendo

285
unas arrobas de dulce menudiado y que habiendo res-
tringido dicho menudeo en los pulperos totalmente el
deponente emplazó dicho dulce y dio parte de ello al
Señor Capitán a Guerra para que pasase y remedio a ello
pusiese. Quitase aquel precio por orden el Señor Regen-
te. Sin embargo de ello nunca pasó dicho señor aunque
le pasó dos recados y si lo que hizo fue mandar a llamar
al declarante y en presencia del actuario Escribano le
dijo dicho Señor: conque Ud.le ha complacido a este
hombre, que igualmente presente estaba, un poco de
dulce. Ud. quiere oprimir más a la gente de lo que está.
Quiere que suceda alguna cosa y fuera de ello no se hace
cargo Ud. de que se venda el dulce menudiado es en
beneficio del común? Cuyas razones proferidas por di-
cho Señor Capitán y temeroso el que declara por lo muy
enfadado que estaba y aún intentado ponerle preso, tu-
vo a bien callarse y no volverle a reconvenir. Sin embargo
de haberle oído decir al referido Señor Capitán, al mis-
mo dueño del dulce me lo vendiera como pudiera con lo
cual se puede inferir la tibieza conque dicho señor Capi-
tán procedió en aquel tiempo del levantamiento.

Responde que lo que lleva dicho y declarado es la ver-


dad en fuerza del juramento que dicho tiene, con el que
se afirmó y ratificó, habiéndosele leído esta su declara-
ción.

Dijo ser de edad 35 años poco más o menos lo que


129v firma con/ Su Merced por ante mí de que doy fe.

Antonio Ruiz de Rivera.


José Ignacio Ramos.
Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público del Nú-
mero.

Declaración. En Rionegro, marzo 18 de 1782. En seguimiento de este


sumario secreto Su Merced el Señor Teniente de Gober-
nador y Juez de comisión, hizo comparecer en su juzga-
do a Don Félix Ebheverri, vecino de este valle, a quien
por ante mi el Escribano le recibió su juramento. Que
hizo conforme a derecho, por Dios Nuestro Señor y una
señal de cruz. En el cargo prometió decir verdad en lo
que supiese y fuese preguntado. Como así mismo, no
revelar directa ni indirectamente a persona alguna esta

286
su declaración, en cuya conformidad se le hacen las pre-
guntas que siguen.

1. Preguntado si sabe que las gentes de todas las castas


que viven en los minerales de Guarne y sus inme-
diaciones se amotinaron y levantaron el domingo 17 de
junio pasado de 1781. Para resistir con la fuerza el esta-
blecimiento de pulperías, matrículas de mazamorreros y
derechos que a éstos se les mandaron cobrar, para allanar
que en el real estanco de aguardiente se vendiese la
limeta a dos tomines y en el de tabaco a dos mazos por
tomín de oro. Dijo que es cierto que las gentes de todas
las castas que viven en los minerales de Guarne y sus
inmediaciones se levantaron en el mismo día y año que
relaciona la pregunta, para resistir con la fuerza el esta-
blecimiento de pulperías, matrículas de mazamorreros, y
derechos que a éstos se les mandaron cobrar, para hacer
130r que en el real estanco de/aguardiente se vendiese la lime-
ta de este licor a:dos tomines y en el de tabaco a dos
mazos el tomín. Dijo que así lo oyó el deponente públi-
co y notorio.

2, Preguntado si sabe y como cuánto tiempo duró el


levantamiento y motín. Qué número de gentes se
juntaron para hacer la resistencia a los entables y estan-
cos. Si tenían todo género de armas y si amenazaban
ruina a todas las rentas reales y a esta población de San
Nicolás. Dijo que oyó decir igualmente con la misma
publicidad que el tiempo que duró el levantamiento y
motín fue como cosa de 15 días de que bajaron a este
sitio. Así mismo la gente que se juntó para el levanta-
miento fue su número bastante considerable y que éstos
estaban. armados con todo género de ellas para hacer la
resistencias a los entables y estancos. Por ello amenaza-
ban ruina a todas las rentas reales y a esta población de
San Nicolás.

Preguntado si sabe que fueron los capitanes del le-


vantamiento y motín que gobernaban a aquella
gente. Dijo que ha sido de público y notorio que los
capitanesd el levantamiento lo eran Bruno Giraldo, Fran-
cisco José Zapata.

Preguntado si sabe que los capitanes y mandones


del levantamiento y motín tuviesen otros sujetos

287
que oeultamente les seducían y sugerían lo que habían
de hacer, lo que debían de pedir y el modo en que
debían gobernarse en el:levantamiento. Dijo fue público
ha oído /decir al declarante que los capitanes y mandones
del levantamiento y motín tenían otros sujetos que
ocultamente les seducían lo que habían de hacer y el
modo en que habían de pedir y gobernarse en el levanta-
miento. Dijo que de público ha oído decir que los capi-
tanes del levantamiento y motín tenían otros sujetos
130v que ocultamente les seducían y sugerían lo/ que habían
de hacer y el modo como debían gobernarse en el levan-
tamiento.

Preguntado si sabe que en el mes de julio del mis-


mo año bajaron los del levantamiento en tumulto a
este sitio de San Nicolás. Qué número de personas. En
qué día. Si traían todo género de armas como son: espa-
das, sables, cutoes, machetes, mojarras, lanzas, escope-
tas, garrotes y piedras? Dijo que igualmente oyó el de-
clarante de público y notorio que en el mes de julio del
año que se expresa bajaron los del levantamiento a este
sitio. Pero no recuerda el día, Y que el número de ellos
fue bien considerable. Que las armas que traían son las
que contiene la pregunta. Pues todo así lo había oído de
público y notorio.

Preguntado si de antemano al día de esta bajada se


supo que venían a este sitio con las pretensiones
arriba preguntadas de estancos y pulperías. Y de no con-
cedérselo, allanarlo todo con la fuerza. Dijo que con la
misma publicidad se sabía que de antemano al día que
bajaron los tumultuarios a este sitio que venían a él con
las mismas pretensiones que constan en la pregunta. Y
que si no se les concedían, allanarían todo con la fuerza.

Preguntado si sabe a dónde se dirigieron después


que llegaron a este sitio así armados los tumultua-
rios. Si en esta conformidad se presentaron juntos al
Señor Capitán a Guerra, pon Alonso Jaramillo. Si paga-
ron todos o algunos el donativo. Dijo que oyó decir que
luego que llegaron los amotinados a este sitio fueron en
131r derechura a la casa del Señor Capitán a Guerra/ a quien
así armados se presentaron a su casa y por consiguiente
supo de oídas que del donativo que éstos traían se reco-
gió muy poco. Que no salía a su número.

288
Preguntado si sabe alguna persona o personas les
hubiesen aconsejado bajasen en esa forma y arma-
dos con las armas referidas, diga quién y en qué día.
Dijo que estando él en su casa que tiene en la montaña
llegó a ella Don Miguel de Echeverri y le expresó que el
Señor Capitán a Guerra con su hermano Don Manuel
Jaramillo, habían pasado al sitio de Guarne, en donde
estaban los levantados, en día festivo con el motivo de
darles a saberuna Real Cédula del donativo. Que estando
éstos juntos les dijo Don Manuel Jaramillo que qué que-
rían? Que hablaran todos. Que por ello hicieron su rela-
ción que, dice el que declara, no haber sabido lo que fue
pero si que el mismo Don Miguel de Echeverri le dijo
que los mulatos en aquel día que ellos llamaban al Señor
Capitán, "Mi Amo el Capitán" y a Don Manuel "Mi amo
Capitán" Que dicho Señor Capitán les había mandado
que bajasen al sitio. Pero no supo si el precepto fue de
que armados o sin ellas.

Preguntado si sabe que durante el tiempo del levan-


tamiento Bruno Giraldo, Francisco y José Ignacio
Zapata, frecuentaban las casas del Señor Capitán y de su
hermano Don Manuel. Si antes o después ha notado
igual frecuencia. Dijo que ignora el contenido de la pre-
gunta.

Preguntado si sabe que Don Manuel Jaramillo retó


131v a Don Francisco Vallejo, Alcalde del Partido / de
San Vicente porque en el primer impulso del levanta-
miento procuró contener a los de la sedición. Dijo que el
contenido de la pregunta, as( en esos términos, se lo
expresó al declarante Don Francisco Vallejo siendo al-
calde el año pasado.

Preguntado si sabe haya sido pública voz y fama en


estos valles que el Señor Capitán a Guerra, su herma-
no Don Manuel, Don Ignacio (ilegible) de Restrepo, Don
Joaquín de Echeverri, Don Lorenzo Castrillón y Don
Ignacio Gaviria han sido los promovedores y fomentado-
res ocultos de los de Guarne. Dijo que solamente han
sido algunas personas que malician y presumen que los
fomentadores del levantamiento sean solamente el Señor
Capitán a Guerra y su hermano Don Manuel Jaramillo y
no los otros que contiene la pregunta. Que la misma
malicia forma el deponente según lo que tiene visto.

289
Que ésto que lleva dicho y declarado es la verdad so
cargo del juramento que hecho tiene, en el que se afirmó
y ratificó, leída que le fue ésta su declaración.

Dijo ser de edad de 31 años poco más o menos. Lo que


firma con Su Merced por ante mí de que doy fe

Antonio Ruiz de Rivera


José Félix de Echeverri
Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público del Nú-
mero.

Auto. Rionegro, marzo 14 de 1782, En atención a que Don


Ignacio Ramos expresa en su declaración cierto pasaje
sucedido entre éste y el Señor Capitán a Guerra. Expre-
sando aquel haber sido en presencia del Escribano Don
132r Francisco Gutiérrez, por ésto/ éste expondrá por certifi-
cación sobre el particular sobre lo que le constase. Ejecu-
tando este cumplimiento brevemente. Rivera proveyó y
mandó el auto de arriba por orden del señor Antonio
Ruiz de Rivera, Teniente de Gobernador de la Villa de
Medellín y Juez de Comisión. Por ante mí el presente
Escribano.

Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público del Nú-


mero.

Certificación. En este Valle de Rionegro, sus términos y jurisdicciones


por el Rey Nuestro Señor. Certifico en forma y en mane-
ra que haga' fea los señores y demás personas que la
presente vieran, como siendo Don Ignacio Ramos guar-
dia del real derecho de alcabala en el año pasado de
1781, a pocos días de haber pasado la primer subleva-
ción que hicieron las gentes de todas castas en el sitio de
Guarne. Por el dicho Ramos se emplazó unas arrobas de
dulce que un mulato estaba vendiendo menudeado y
para el decomiso que de ello se había de hacer, mandó a
llamar al Señor Capitán a Guerra Don Alonso Jaramillo.
Habiendo a ello dicho señor pasado a la casa de mi
morada acompañado del dueño del dulce, mandó a
llamar al referido guardia el que habiendo venido se
le interrogó en mi presencia por el Señor Capitán que él
así había emplazado dicho dulce. A lo cual habiéndole •

290
respondido que así lo había ejecutado a causa de que
estaba mandado por orden superior que quien no fuese
pulpero no vendiese víveres y que en dicha virtud quería
cumplir con su obligación y que para ello le diese auxi-
lio. Con lo que el dicho Señor Capitán algo enfadado le
132v dijo al/ guarda que si quería oprimir la gente más de lo
que estaba que tuviera presente el levantamiento que los
vecinos de Guarne habían hecho en aquel sitio. Por lo
que dicho señor ordenó al dueño del dulce que lo ven-
diese como pudiera. Que es todo cuanto puede certificar
en virtud del auto que antecede.

Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público del Nú-


mero.

Declaración. En 12ionegro a 19 de marzo de 1782. Su Merced, el


Señor Teniente de Gobernador y Juez de Comisión, para
la sumaria información hizo comparecer a Juan José de
Arboleda, vecino de este valle, a quien por ante mí el
presente Escribano le recibió su juramento. Que hizo
conforme a derecho, por Dios Nuestro Señor y una señal
de cruz. So cuyo cargo ofreció decir verdad en lo que
supiese y fuese preguntado, como así Mismo, de guardar
sigilo en lo que se contuviere en esta su declaración.

1, Preguntado si sabe y como que las gentes de todas


las castas que viven en los minerales de Guame y
sus inmediaciones se amotinaron y levantaron el domin-
go 17 de junio pasado de 1781. Para resistir con la fuerza
el establecimiento de pulperías, matrículas de mazamo-
rreros y derechos que a éstos se le mandaron cobrar.
Para hacer que en el real estanco de aguardiente se ven-
diese la limeta de este licor a dos tomines y en el. de
tabaco a dos mazos por tomín. Dijo que es cierto el
contenido de la pregunta. Haber sucedido el levanta-
133r miento el día que/ se expresa como así mismo solicita-
ban las pretensiones que se expresan.

2. Preguntado si sabe cuanto tiempo duró el levanta-


miento y motín y que número de gentes se junta-
ron para hacer la resistencia a los entables y estancos. Si
tenían todo género de armas y amenazaban a todas las
rentas•reales y a esta población de San Nicolás. Dijo que
no hace memoria el tiempo que duró el levantamiento y

291
si oyó decir que estos estaban armados con todo género
de armas.

Preguntado si sabe quienes fueron los capitanes del


levantamiento y motín que gobernaban aquellas
gentes. Dijo que oyó decir que los capitanes de los le-
vantados que gobernaban aquellas gentes lo eran Bruno
Giraldo, Francisco y José Ignacio Zapata y León Cas-
taño.

Preguntado si sabe fue sentir común que los capita-


nes y mandones del levantamiento y motín tenían
otros sujetos que ocultamente les seducían y sugerían lo
que habían de hacer y el modo en que habían de pedir Si
gobernarse en el levantamiento. Dijo que igualmente
oyó decir de público que Don Manuel Jaramillo y el
Señor Capitán a Guerra, su hermano, aunque ésto último
lo depone el testigo por sospecha. Si oyó decir que Don
Manuel el que los capitanes de los levantados tenían
ocultamente este les sugería lo que habrían de hacer.

Preguntado si sabe que en el mes de julio bajaron


los del levantamiento a este sitio. Qué número de
personas. Qué armas traían. Si antes de esta bajada se
sabía que venían con las pretensiones y si no se les
133v concedian allanar con la fuerza. Dijo que con la misma/
publicidad oyó el declarante decir que los levantados en
tumulto bajaron a este sitio en el mes de julio. Que
traían todo género de armas. Y que el número de éstos
amotinados lo había sido bastante considerable. Que an-
tes de la bajada ya se sabía que venían a este sitio.

Preguntado si sabe que persona o personas les hu-


biesen aconsejado bajasen en esa forma y armados.
Si pagaron el donativo. Dijo que el motivo de haber
subido el Señor Capitán a Guerra y su hermano Don
Manuel al paraje de Guarne fue hacer saber una real
Cédula del donativo. Oyó decir que el Señor Capitán en
aquel paraje en donde estaban los levantados a éstos que
bien podían andar con sus armas. Oyó decir que pagaron
algunos el donativo de los que bajaron.

Preguntado si sabe que ha sido pública voz y fama


en estos valles que el Señor Capitán a Guerra y su
hermano Don Manuel Jaramillo, Don Lorenzo Castri-

292
llón, Don Joaquín de Echeverri, Don Ignacio (ilegible)
de Restrepo y Don Joaquín Gaviria han sido los promove-
dores y fomentadores ocultos del levantamiento de los
de Guarne. Si ésto se ha inferido por varias señales, ex-
presiones o acciones relativas a dichas demostraciones y
tibieza ,con que el Señor Capitán procedía a la conten-
ción del desorden. Dijo que no ha oído más que lo que
tiene dicho de Don Manuel Jaramillo y lo que se malicia
de su hermano el Señor Capitán. De los demás conteni-
dos en la pregunta ignora estén iniciados en el levanta-
miento.

Responde que lo que lleva dicho y declarado es la ver-


134r dad en fuerza del juramento que hecho tiene/ en que se
afirmó y ratificó. Leída que le fue ésta su declaración
Dijo ser de edad de 53 años poco más o menos. No
firma por decir no saber. Lo hace Su Merced por ante
mí de que doy fe.

Antonio Ruiz de Rivera.


Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público del Nú-
mero.

Declaración. En dicho día, mes y año Su Merced hizo comparecer a


Don Agustín de Hinestroza, vecino del valle de Llano
Grande, a quien Su Merced por ante mí el presente Es-
cribano le recibió juramento, que lo hizo conforme a
derecho, por Dios Nuestro Señor y una Señal de cruz.
So cuyo cargo ofreció decir la verdad en lo que supiese y
le fuese preguntado. Así mismo, de guardar sigilo en
todo lo que se le preguntase.

lo. Preguntado si sabe que las gentes de todas las


castas que viven en los minerales de Guarne y sus
inmediaciones se amotinaron y levantaron el día domin-
go 17 de junio pasado de 1781. Para resistir con la fuer-
za el establecimiento de pulperías, matrícula de maza-
morreros y derechos que a éstos se les mandaron cobrar,
para allanar que en el Real estanco de aguardiente se
venda la limeta de este licor a dos tomines y en el de
tabaco dos mazos por tomín de oro. Dijo que es cierto
que los vecinos de Guarne con sus aliados se amotinaron
y levantaron el día que se cita, para resistir con la fuerza
el establecimiento de pulperías y derechos que a los

293
mazamorreros se les cobraban, corno también para alla-
nar a que se vendiese el tabaco a dos mazos por tomín y
el aguardiente a dos tomines la limeta.

Preguntado si sabe y como que día ocurrió el levan-


tamiento y motín. Qué número de gentes se junta-
134v ron para la resisten/cia a los entables y estancos. Si
tenían todo género de armas y si amenazaban ruina a
todas las rentas reales. Dijo que de pública y notorio
oyó decir que el levantamiento duró desde el día que se
amotinaron en Guarne hasta que bajaron a este sitio los
levantados. Que igualmente oyó decir que el número de
éstos era bastante considerable y que no sabe las armas
que éstos traían.

Preguntado si sabe y como quiénes fueron los capi-


tanes del levantamiento y motín que gobernaban
aquellas gentes. Dijo que igualmente oyó decir de pú-
blica que Bruno Giraldo era capátán de los levantados.

Preguntado si sabe que en el mes de julio del mis-


mo año bajaron los del levantamiento a este sitio
de Rionegro. Qué número de personas. En qué día. Si
traían todo género de armas. Dijo que en la misma pu-
blicidad oyó el que declara decir que los tumultuarios
habían bajado a este sitio el día 16 de julio y que habían
traído toda provisión de armas.

Preguntado si sabe que de antemano al día de esta


bajada se supo que venían a este sitio con las pre-
tensiones arriba preguntadas, y de concedérselos allanar-
lo todo con la fuerza. Dijo que es cierto que mucho
antes de que bajaran a este sitio se sabía que los levanta-
dos venían con las pretensiones referidas.

Preguntado si sabe que para esperarlos en la forma


referida se previnota los vecinos de honor y leales
se recogiesen con sus armas en el sitio para contener
135r cualquier desorden que quisiesen intentar/ dijo que no
sabe ni menos oyó decir de que se hubiese el contenido
de la pregunta.

Preguntado si sabe que el Capitán a Guerra les haya


hecho saber alguna/ advertencia a los levantados. Si
tenían que decir lo hiciese por representación y dando la

294
obediencia que debían como vasallos del Rey. Dijo que
ignora que se hubiese ejecutado lo contenido en la pre-
gunta.

8. Preguntado si sabe que ha sido pública y fama en


los valles que el Señor Capitán, Don Manuel Jara-
millo, Don Lorenzo de Castrillím, Don Ignacio Jiménez,
Don Joaquín de Echeverri y Don Joaquín Gaviria hayan
sido los promovedores y fomentadores ocultos del levan-
tamiento de los de Guarne. Dijo que sabe ni menos oyó
decir que ninguno de los sujetos expresados hayan sido
los fomentadores del levantamiento.

Dice que lo que lleva dicho y declarado es la verdad en


fuerza del juramento que dicho tiene en que se afirmó y
ratificó leída que le fue ésta su declaración.

Dijo ser de edad de 40 poco más o menos. Lo firma con


Su Merced por ante mí de que doy fe.

Antonio Ruiz de Rivera.


José de Hinestroza.
Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público del Nú-
mero.

Declaración. Incontinenti Su Merced hizo comparecer a su juzgado a


Don Sancho de Villegas, vecino de este valle, a quien
por ante el presente Escribano, se le recibió juramento
que lo hizo conforme a derecho, por Dios Nuestro Señor
y una señal de cruz. So cuyo cargo prometió decir ver-
dad en, lo que supiese y fuere preguntado. Como así
guardar secreto de todo lo que contuviese su declara-
135v ción/.

1. Preguntado si sabe que las gentes de todas las castas


que viven en los minerales de Guarne y sus inmedia-
ciones se amotinaron y levantaron el domingo 17 de julio
pasado de 1781. Para resistir con la fuerza el estable-
cimiento de pulperías, matrículas de mazamorreros y
derechos que a éstos se les mandaron cobrar. Para hacer
que en el Real Estanco de aguardiente se vendiese la lime-
ta de este licor a dos tomines y en el de tabaco a dos
mazos por tomín de oro. Dijo que de público y notorio
ha oído decir que los vecinos de Guarne con sus aliados

295
se amotinaron y levantaron el día que cita la pregunta
para resistir con la fuerza el establecimiento de pulpe-
rías, derechos de mazamorreros y hacer que en el real
estanco de tabaco se vendiese a dos mazos por tomín y
que éstos estaban prevenidos de todas especies de armas.

Preguntado si sabe y como quienes fueron los capi-


tanes del levantamiento y motín que gobernaban
aquellas gentes. Dijo que no sabe qué capitanes goberna-
ban a dichos levantados.

Preguntado si sabe fue sentir común que los levan-


tados tenían otros sujetos que ocultamente les se-
(lucían y sugerían lo que habían de hacer y el modo
como habían de pedir y gobernarse en el levantamiento.
Dijo que en la misma conformidad oyó decir a varios
sujetos que el Señor Capitán Don Alonso Jaramillo, su
hermano Don Manuel y Don Ignacio Jiménez eran los
que ocultamente seducían y sugerían a los levantados.

Preguntado si sabe que en el mes de julio del mis-


mo aíío bajaron los del levantamiento en tumulto a
136r este sitio/ Qué número de personas y en qué día. Si
traían todo género de armas. Dijo cuando bajaron a este
sitio los levantados se hallaba ausente el declarante. Pero
que oyó decir él que éstos habían entrado al sitio arma-
dos con todo género de armas.

Preguntado si de antemano al día de esta bajada se


supo que venían al sitio con las intenciones arriba
preguntadas, de estancos, pulperías, y de concederlo
allanarlo todo con la fuerza. Dijo que es cierto que de
antemano al día de esta bajada se supo que estos venían
a este sitio con la pretensión que refiere la pregunta.

Preguntado si sabe que para esperarlos en la forma


referida se les previno a los vecinos de honor y
leales se recogiesen al sitio con sus armas para contener
cualquier desorden que quisiesen intentar. Dijo que no
sabe de que se hubiese ejecutado prevención alguna.

Preguntado si sabe que el día que bajaron los levan-


tados armados el Señor Capitán a Guerra antes de
que llegasen estaba en la deliberación de hacer vender el
tabaco a dos mazos el tomín y a dos tomines la limeta

296
de aguardiente. Dijo que lo que sabe acerca del conteni-
do de la pregunta es que dicho Señor Capitán estaba con
la determinación antes que bajasen y después que baja-
ron según parece haberlo así oído, que a los 8 días se
daría el tabaco a dos mazos por tomin.

Preguntado si sabe que el Señor Capitán a Guerra


les haya hecho saber alguna orden del Señor
136v Gobernador de esta Provincia para que se apaci/ guasen
y apartasen de su injusta pretensión y que si tenían que
pedir lo hiciesen por presentación dando obediencia co-
mo vasallos del Rey. Dijo que no sabe ni menos oyó
decir que se hubiese ejecutado el contenido de la pre-
gunta.
Preguntado si sabe que ha sido pública voz y fama
en estos valles que el Señor Capitán a Guerra, su
hermano Don Manuel Jaramillo, Don Ignacio Jiménez,
Don Joaquín Gaviria, Don Joaquín de Echeverri y Don
Lorenzo Castrillón han sido los fomentadores ocultos
del levantamiento de los de Guarne. Dijo que a excep-
ción de los tres primeros, no ha oído que los demás
estén inmiscuidos en ello.

Responde que ésto que lleva dicho y declarado es la


verdad en fuerza de juramento que hecho tiene, en que
se afirmó y ratificó, leída que le fue ésta su declaración.

Dijo ser de edad de 42 años poco más o menos. Lo que


firma con Su Merced por ante mí de que doy fe.

Antonio Ruiz de Rivera.


Nicolás Sancho de Villegas.
Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público del Nú-
mero.

Declaración. En el mismo día, mes y año, en seguimiento de este


sumario secreto Su Merced el Señor Teniente de Gober-
nador y Juez de Comisión, hizo comparecer a su juzgado
a Juan José Gallegos, vecino de este valle, a quien por
ante mí el presente Escribano le recibió juramento que
hizo conforme a derecho, por Dios Nuestro Señor y una
137r señal de cruz. So cuyo cargo prometió decir/ verdad en
lo que supiese y fuere preguntado. Así como guardar
secreto en todo lo que contuviese ésta su declaración.

297
Preguntado si y como las gentes de todas las castas
que viven en los minerales de Guarne y sus inme-
diaciones, se amotinaron y levantaron el domingo 17 de
junio pasado de 1781, para resistir con la fuerza el esta-
blecimiento de pulperías, matrículas de mazamorreros y
derechos que a éstos se les mandaba cobrar, para allanar
que en el real estanco de aguardiente se vendiese limeta
de este licor a dos tomines y que en el de tabaco a dos
mazos por tomín de oro. Le consta por haberlo visto,
oído y así entendido a los mismos levantados que éstos
se amotinaron el día que se cita en la pregunta, después
de haber salido de la plaza en el sitio de Guarne, para
resistir lo que se denomina en la referida pregunta. Se
tocó un tambor para llamar abs congregados tumultua-
rios y que éstos habiéndose juntado armados de todo
género de armas cien personas poco más o menos fueron
como cosa de 50 de éstos a la pulpería de Don Jerónimo
Mejía a fuerza si éste no tenía aquellos efectos que los
tumultuarios le pedían anexos a la pulpería. Quitarle la
licencia que para ello se le había dado. Lo que en efecto
se quitó y supo el declarante que el Mejía el mismo día
137v vino a dar cuenta de lo acaecido/ a los jueces de este
sitio que así se presume.

Preguntado si sabe cuánto tiempo duró el levanta-


-miento y motín para hacer la resistencia a los enta-
bles y estancos. Si amenazaban a todas las rentas reales y
a este sitio de San Nicolás. Dijo que el tiempo que duró
el levantamiento fue hasta el día que el Señor Capitán a
Guerra subió a aquel sitio a hacer publicar una Real Cédu-
la en razón del donativo y después se sosegaron los tu-
multuarios y que ésto lo oyó decir porque los mismos
levantados le comunicaban al declarante que Su inten-
ción era quitar los estancos y pulperías por lo que se
pondrá en conocimiento que amenazaban ruinas, y que
se podría esperar, a dichas rentas y de esta población.

Preguntado si sabe y quienes fueron los capitanes


del levantamiento y motín que gobernaban a aque-
llas gentes. Dijo que oyó decir que al que nombraban de
capitán de los tumultuarios era a Francisco Cardona y
Bruno Giraldo.

Preguntado si concurrió el mismo que declara junto


con los tumultuarios el día que bajaron a este sitio

298
los levantados. Refiere el declarante que los alcanzó y el
arma que traía era un garrote y las que los demás tralan
eran espadas, sables, machetes, mojarras, lanzas, escope-
tas y garrotes,

Preguntado si sabe fue sentir común que los capita-


nes y mandones del levantamiento y motín tenían
138r otros sujetos que ocultamente/ seducían y sugerían lo
que habían de hacer y el modo en que debían pedir y
gobernarse en el levantamiento. Dijo que ignora el con-
tenido de la pregunta.

Preguntado y reconvenido como niega la pregunta


que antecede, cuando consta por la deposición de
un testigo de cargo, que corre a las hojas 37, vuelta, 38,
39 y 40 las palabras el haber dicho que la reconvención
se le hizo por el tal testigo sobre lo mal de su procedi-
miento en orden a su levantamiento cuando por ello se
le hizo cargo de que no dejarían de ir a Bocadfica, a lo
que le respondió el declarante que primero irían los que
los habían metido en dicho levantamiento. D'ijo que el
sentido con que hablaría al testigo de la cita, sería y se
debe entender, ser, los que los habían metido en el le-
vantamiento, los mismos de unos a otros que éstos la
pagarían.

Preguntado si de antemano al día de esta bajada se


supo que venían al sitio con las pretensiones arriba
preguntadas de estancos, pulperías, y de no concedérse-
los allanarlo todo con la fuerza. Dijo que es cierto que
de antemano a esta bajada ya estaba esparcido que los
tumultuarios venían con las pretensiones referidas de
estancos, pulperías, haciendo que en el estanco el tabaco
se venda a dos mazos por tomín de oro y la limeta de
aguardiente a dos tomines.

Preguntado a donde se dirigieron luego que llega-


ron a este sitio así armados. Qué personas había
138v allí presentes y qué demostra/ción hicieron. Si pagaron
todos el donativo. Dijo que luego que entraron a este
sitio, directamente así armados se fueron a la casa del
Señor Capitán a Guerra. Unos en fila entraron a la sala y
la mayor parte se quedaron en la parte de afuera de la
calle. Las personas que vió el declarante estar en casa del
Señor Capitán fueron un yerno del Señor Capitán, de su

299
nombre ni apellido se acuerda, y el actuario Escriba-
no. Por lo que respecta al donativo no sabe si pagaron
todos. Sólo si oyó decir que la mayoría de los levanta-
dos vinieron sólo por venir.

Responde que ésto que lleva dicho y declarado es la


verdad en fuerza del juramento que hecho tiene, en que
se afirmó y ratificó. Dice ser de edad de 48 poco más o
menos. No firma por decir no saber. Lo hace su Merced
por ante mí que doy fe.

Antonio Ruiz de Rivera,


Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público del Nú-
mero.

Declaración. En dicho día, mes y año. Para la cita hecha por el testigo
y que consta en las hojas 37 vuelta, 38, 39 y 40, su
Merced hizo comparecer a Bautista Gallego, vecino de
este valle, a quien por ante mí el presente Escribano, se
le recibió su juramento y por ser menor de edad se le
nombró por su curator a José Gallego, su padre, quien
estaba presente le prestó su consentimiento en cuya vir-
tud y habiendo admitido lo hizo por Dios Nuestro Señor
139r y una/ señal de cruz, so cuyo cargo ofreció decir verdad
en lo que supiere y le fuere preguntado.

Habiéndosele leído la dicha cita de verbo ad-


verbum, dijo que es •cierto que estando rosan-
do el que declara en consorcio de sus padres José
Gallegos en tierras de Don Nicolás Cardona y Monsal-
ve en la montaña que tiene en la sabaneta. Dicho Cardo-
na reprendienao al padre del que declara lo mal que
había hecho en levantarse y que por ello no dejarían de
ir a Bocachica. A cuya insinuación, dice el deponente,
que le respondió su padre a Cardona que primero irían
los que los habían metido en el levantamiento.

Preguntado si supo o si se lo oyó decir a su padre


los sujetos que los metieron en el levantamiento.
Dijo que no supo ni se lo oyó decir a su padre los sujetos
que fueron y los metieron en el levantamiento.

Preguntado si sabe quienes fueron los capitanes del


levantamiento y motín. Dijo que no supo quienes

300
fueron los capitanes del levantamiento a causa de haber-
se retirado a Graciano, jurisdicción de la Villa, a trabajar
en una montaña que allí se le ha dado para su labranza.
Cuya ausencia fue durante el levantamiento.

Responde 'que lo que lleva dicho y declarado es la verdad


en fuerza del juramento que hecho tiene en que se afir-
mó y ratificó leída que le fue ésta su declaración.

Dijo ser de edad de 18 años y no firma por decir no


139v saber. Lo que hace/ Su Merced por ante mí que doy fe.
Antonio Ruiz de Rivera.
Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público del Nú-
mero.

Declaracibn, En Rioncgro a 20 de marzo de 1782. Para el seguimien-


to de este sumario secreto Su Merced el Señor Teniente
de Gobernador y Juez de Comisión, hizo comparecer en
su juzgado a José Antonio Osorio, vecino de este valle,
citado por un deponente en el que corresponde hojas
49,50 y siguientes. A quien por ante mí el presente Es-
cribano, se le recibió su juramento que lo hizo conforme
a derecho, por Dios Nuestro Señor y una señal de cruz.
En el cargo prometió decir verdad en lo que supiere y
fuere preguntado. Como así mismo, guardar sigilo de
todo cuanto a que se dirigiese esta su declaración.

1. Preguntado si sabe que las gentes que viven en los


minerales delGuame y sus inmediaciones se amoti-
naron y levantaron el domingo 17 de julio pasado de
1781, para resistir con la fuerza el establecimiento de
pulperías, matrículas de mazamorreros y derechos que a
éstos les mandaron cobrar. Para hacer que en el real
estanco de aguardiente se vendiese la limeta de este licor
a dos tomines y en el de tabaco a dos mazos por tomín
de oro. Dijo que es pública y notoria oyó el que declara
decir que d domingo 17 de julio del año que expresa la
140r pregunta se amotinaron y levan/taron las gentes de todas
castas que viven en los minerales deleuarne para resistir
con la fuerza el establecimiento de pulperías, matrículas
de mazamorreros y derechos que a éstos se les mandaron
cobrar, para hacer que el Real estanco de aguardiente se
vendiese la limeta de este licor a dos tomines y en el de
tabaco a dos mazos por tomín.

301
2. Preguntado si sabe cuánto tiempo duró el levanta-
miento y motín. Qué número de gentes se reunie-
ron para hacer la resistencia a los entables y estancos. Si
traían todo género de armas y si amenazaban ruina a
todas las rentas reales y a esta población de San Nicolás.
Dijo que el tiempo que duró el levantamiento no se
acuerda y que el número de éstos que se juntaron para
pasar a la pulpería de Don Jerónimo Mejía, que tenía en
Guarne, como 200 personas más o menos. Las armas
que éstos llevaban eran sables y palos largos. Que por
todo lo dicho se ponían en conocimiento que amenaza-
ban ruina a todas las rentas Reales y a esta población de
San Nicolás.

Preguntado si sabe quiénes fueron los capitanes del


levantamiento y motín que gobernaban aquellas
gentes. Dijo que oyó decir que los capitanes del levanta-
miento lo eran León Castaño y Jo sé Ignacio Zapata.

Preguntado si sabe fue sentir común que los capita-


nes y mandones del levantamiento y motín tenían
otros sujetos que ocultamente les seducían y sugerían lo
que habían de hacer y el modo en que debían de pedir y
gobernarse en el levantamiento. Si también públicamen-
te les advirtieron alguna cosa sobre que pidieran, habla-
140v ran/ hicieron ésto o aquello. Dijo que un tal Galeano,
que no se acuerda el nombre de éste, pero ,sí que está
casado con una que vive en Guarne, siendo de los
tumultuarios le dijo al declarante que Don Manuel Jara-
millo los había metido en el tal levantamiento, diciéndo-
les que sacaría la cara por ellos. A cuya expresión dice el
deponente haberle persuadido con varios razonamientos
para que se apaciguasen y quitasen de semejante error y
que no creyera a nadie, sólo obedeciese a los ministros
de Su Alteza. Sobre el contenido restante de la pregunta
lo ignora.

Preguntado si sabe que en el mes de julio del mismo


año bajaron los del levantamiento en tumulto a
este sitio de San Nicolás. Qué número de personas. En
que día. Si traían todo género de armas como son: espa-
das, sables, cutoes, machetes, mojarras, lanzas, escope-
tas, garrotes y piedras. Dice que no hace memoria el,día
ni el mes en que bajaron a este sitio los tumultuarios.

302
Pero sí que vinieron a él por haberlos visto de lejos y no
le constan las armas que traían, solo sí haber oído decir
que habían venido a este dicho sitio, armados todos
ellos. Que el número serían cien más o menos según
le pareció de lejos.

Preguntado si de antemano al día de esta bajada, se


supo que venían a este sitio con las pretensiones
arriba enunciadas de estancos, pulperías y de no conce-
dérselos allanarlo todo con la fuerza.Dijo que es cierto
se sabía de antemano que bajasen los levantados. Se su-
po que venían a él los levantados con las pretenciones
de estancos, pulperías y de no concedérselo allanarlo
141r todo con la fuerza, según así lo oyó el deponente/ decir.

Preguntado si sabe que ha sido pública voz y fama


en estos valles que el Señor Capitán a Guerra y su
hermano Don Manuel Jaramillo, José Ignacio Zapata,
Don Joaquín Echeverri, Don Severo de Castrillón y Don
Joaquín García hayan sido los fomentadores ocultos de
los de Guarne y si se ha inferido por varias señales, digan
las que sean. Dijo que a excepción de lo que ya tiene
dicho de Don Manuel Jaramillo no ha oído ni sabido
nada de los demás contenidos en la pregunta cosa algu-
na.

Dice que ésto que lleva dicho y declarado es la verdad en


fuerza de su juramento que tiene hecho, en el cual se
afirmó y ratificó, leída que le fue ésta su declaración.

Dijo ser de edad de 53 años poco más o menos. En este


estado dice el declarante haberse acordado haber,oído
que Bruno Giraldo había entrado de Capitán de los levan-
tados, no con otro fin sino para contenerlos porque no
hicieron daño alguno. También Don Ignacio Jiménez le
dijo al declarante; que había contenido a José Ignacio
Zapata, Capitán de los levantados, para que no pasasen
éstos a este sitio. Todo lo que bajo el mismo juramento
hecho tiene. En ello se ratifica y firma con Su Merced,
por ante mí de que doy fe.

Antonio Ruiz de Rivera.


José Antonio de Osorio Hoyos.
Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público del Nú-
mero.

303
Declaracl6n. En el mismo día, mes y año, para la cita hecha por uno
de los testigos, contenido en el sumario que corre a
hojas 45, 46, 47 y 48 vuelta. Y para las demás preguntas
que se le harán. Su Merced hizo comparecer a Lucas
Rodríguez y Jaramillo, vecino de este valle, a quien por
mí el presente Escribano se le recibió juramento que lo
141v hizo conforme a/ derecho, por Dios Nuestro Señor y
una señal de cruz. So cuyo cargo prometió decir verdad
en lo que supiese y fuese preguntado y guardar sigilo.

1. Preguntado si sabe que las gentes de todas las castas


que viven en el sitio de Guarne y sus inmediaciones
se amotinaron y levantaron el domingo 17 de julio pasa-
do de 1781, para resistir con la fuerza el establecimiento
de pulperías, matrículas de mazamorreros y derechos
que a éstos se les mandaron cobrar. Para hacer que en el
Real Estanco de tabaco se vendiese a dos mazos por to-
Sil y en el de aguardiente a dos tomines la limeta. Dijo
que es constante que en el día que se cita se amotinaron
y levantaron los vecinos de Guarne y sus aliados para
resistir con la fuerza el contenido de la pregunta.

2, Preguntado si sabe cuánto tiempo duró el levanta-


miento y motín y qué número de gentes se junta-
ron para hacer la resistencia a los entables y estancos. Si
tenían todo género de armas y si amenazaban ruina a
todas las rentas reales. Dijo que el levantamiento duró su
tiempo desde el día 17 de junio hasta el día 16 de julio
que vinieron los levantados a este sitio. Que supo que
éstos en el primer impulso se aprevinieron de todo géne-
ro de armas. Y que con cuyo motivo de su sublevación
se esperaba ruina en toda renta real.

Preguntado si sabe quiénes fueron los capitanes del


levantamiento y motín que gobernaban a aquellas
gentes. Dijo que públicamente ha oído decir que los
capitanes que comandaron a los levantados lo eran Bru-
142r no Giraldo/ Francisco y José Ignacio Zapata.

Preguntado si fue sentir común que los capitanes de


los levantados tenían otros sujetos que los seducían
y sugerían lo que habían de hacer y el modo como
debían pedir y gobernarse en el levantamiento. O si tam-
bién públicamente advirtieron cosa alguna sobre que pi-
dieran, hablaran ésto o aquello para lograr sus intencio-

304
nes. Dijo que lo que sabe acerca de la pregunta es lo que
ha oído .y hablado con el declarante que al tiempo le
dijo León Castaño, (siendo éste uno de los mandones de
los levantados) le dijo que Don Manuel Jaramillo era
quien los estaba sugiriendo y fomentando a que sé levan-
taran para conseguir sus pretensiones con cuyo calor el
Castaño, propendiendo a que el testigo se agregase a los
tumultuarios le amenazó de que de no ejecutarlo le ha-
bían de cortar el pescuezo. Pero que conociendo el que
declara el atentado que se iba a cometer contra Nuestro
Rey, no condescendió a ello.

Preguntado que en el mes de julio del mismo año,


bajaron los del levantamiento y motín en tumulto
a este sitio. Qué número de persona. En que día. Si
traían -todo género de armas. Dijo que el tiempo que
bajaron los tumultuarios a este sitio estaba el testigo
enfermo. Pero que oyó decir públicamente que éstos
habían bajado a dicho sitio el día 16 de julio, con la
pretensión arriba preguntada.

Preguntado si de antemano al día de esta bajada se


supo que venían al sitio con la pretensión arriba
preguntada de entables, estancos y de no concedérselos
allanarlo todo con la fuerza. Dijo que es constante que
en aquel tiempo antes de que bajasen los levantados, se
decía públicamente que éstos venían al sitio con las pre-
142v tensiones/ que refiere la pregunta.

Preguntado si sabe que alguna persona o personas


les aconsejasen bajaran en esa forma y armados con
las armas referidas. Dijo que oyó decir públicamente que
el Señor Capitán a Guerra, habiendo pasado al sitio de
Guarne a publicar una Real Cédula, les mandó a los le-
vantados que bajasen a este sitio con sus armas.

Preguntado si sabe si ha sido pública voz y fama en


estos valles que, el Señor Capitán a Guerra, su her-
mano Don Manuel Jaramillo, Don Lorenzo Castrillón, Don
Ignacio Jiménez, Don Joaquín Echeverri y Don Joaquín
Gaviria hayan sido los promovedores y fomentadores
ocultos del levantamiento de los de Guarne. Dijo que
como tiene dicho, Don Manuel Jaramillo ha sido el fo-
mentador oculto, según y como se lo dijo al que declara
León Castaño y que así mismo de público ha oído que el

305
Señor Capitán a Guerra también está comprometido en
dicho levantamiento y de los otros contenido no ha oído
cosa alguna.

Responde que ésto que lleva dicho y declarado es la


verdad en fuerza del juramento que hecho tiene, en el
que se afirmó y ratificó, leída que le fue ésta su declara-
ción.
Dijo ser de edad de 60 años poco más o menos. No
firma por decir no saber. Lo hace Su Merced por ante mí
de que doy fe.

Antonio Ruiz de Rivera.

Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público del Nú-


mero.

Declaración En este sitio de San Nicolás el Magno de Rionegro, a 21


de 1782. En seguimiento de eSte sumario secreto Su
Merced el Señor Teniente de Gobernador y Juez de Co-
143r misión, hizo comparecer a su juzgado a Don José/ Do-
mingo de lsaza, vecino de este Valle, a quien por ante mí
el presente Escribano le recibió su juramento, que lo
hizo conforme a derecho, por Dios Nuestro Señor y una
señal de cruz. So cuyo cargo prometió decir verdad en lo
que supiere y fuere preguntado. Así mismo de guardar
secreto sobre todo lo contenido en su declaración.

1. Preguntado si sabe y cómo las gentes de todas las


castas que viven en los minerales de Guarne y sus
inmediaciones se amotinaron y levantaron el domingo
17 de junio pasado de 1781, para resistir por la fuerza el
establecimiento de pulperías, matrículas de mazamorre-
ros y derechos que a éstos se les mandaron cobrar, para
allanar, que en el Real estanco de aguardiente se vendiese
a dos tomines de oró la limeta de este licor y en el de
tabaco a dos mazos por tomín de oro. Dijo que lo que
oyó decir en aquel tiempo fue que las gentes de Guarne
y sus aliados se levantaron el día que cita la pregunta a
conspirarse a quitar las pulperías que había en aquel
sitio, como con efecto vió el declarante que los armados
quitaron la licencia que para una pulpería se le había
dado a Don Jerónimo Mejía. Que así mismo, igualmente
oyó decir que los tumultuarios se quejaban en razón a la

306
contribución que habían de pagar los mazamorreros.
Que de la última parte del contenido de la pregunta la
ignora.

Preguntado si sabe cuánto tiempo duró el levanta-


miento y motín. Qué número de personas se junta-
ron para hacer la resistencia a los entables y estancos. Si
tenían todo género de armas y si amenazaban ruina a
todas las Rentas Reales y a este sitio de Rionegro. Dijo
14.3v que según oyó decir en el primer/ impulso de los levan-
tados, su número sería de cien poco más o menos. Que
por el mismo hecho de su sublevación y que estaban
prevenidos de sus armas, se puede poner en conocimien-
to que amenazaban ruina a todas las rentas reales y a
este sitio de Rionegro.

Preguntado si sabe y cómo, quiénes fueron los capi-


tanes del levantamiento y motín que gobernaban a
aquellas gentes. Dijo que oyó decir que los capitanes que
gobernaban los levantados lo eran Francisco Zapata y
Bruno Girald o.

Preguntado si sabe fue sentir común que los capita-


nes y mandones del levantamiento tenían otros su-
jetos que ocultamente les seducían y sugerían lo que
habían de hacer y el modo como habían de pedir y
gobernarse en el levantamiento. O si también pública-
ment& es advirtieron alguna cosa sobre que pidieron,
hablaran, hicieran ésto o aquello para lograr sus preten-
siones. Dijo que igualmente en aquel tiempo oyó decir
que los mismos levantados proferían que el sujeto que
ocultamente los patrocinaba era Don Manuel Jaramillo.

Preguntado si sabe que en el mes de julio del mis-


mo año bajaron los del levantamiento en tumulto
bajaron a este sitio. Qué número de personas. Qué día.
Sí traían todo género de armas como son espadas, sables,
cutoes, machetes, mojarras, lanzas, escopetas, garrotes y
piedras. Dijo que le consta por haber concurrido por
casualidad que en el día 16 de julio del año pasado
entraron a este sitio los levantados en tumulto. El núme-
ro de éstos lo serían 170 poco más o menos. Todos
traían las armas que refiere la pregunta, a txcepción de
144r las piedras/ que no vió.

307
• Preguntado si de antemano al día de ésta bajada se
supo que venían a este sitio con las pretensiones de
entables, estancos y de no concederlo, allanarlo todo
con la fuerza. Dijo que ya se sabía de antemano que los
tumultuarios venían •a este sitio y que las pretensiones
que éstos traían, según el declarante le oyó decir a Don
Francisco Santa, que era sobre los estancos. Que se ven-
diese el tabaco a dos mazos por tomín. Dijo que no oyó
decir cosa alguna.

Preguntado si sabe y le consta a dónde se dirigieron


luego que llegaron a este sitio así armas. Qué perso-
nas había presente y qué demostración hicieron los
amotinados. Si en estos términos se presentaron juntos a
la casa del Señor Capitán a Guerra,Don Alonso Jaramillo
y si pagaron todos o algunos el donativo, y en qué nú-
mero? Dijo que directamente los amotinados se dirigie-
ron a la casa del Señor Capitán a Guerra con las mismas
armas que traían. Las personas que concurrieron a dicha
casas fueron: el Señor Teniente de Oficiales Reales, Don
Pedro Biturro Pérez, Don Juan Francisco y Don Joa-
quín Echeverri, Don Próspero de Guzmán, el que decla-
ra, Don Manuel Jaramillo, José Sánchez y el actuario
Escribano. Los demás levantados fueron luego que llega-
ron a la citada casa, fue el decir: "Viva nuestro Señor
Capitán" ! Presentándose en los términos referidos ante
dicho Señor Capitán. Que por lo qué vió y oyó decir el
donativo que pagaron sería como 35 pesos poco más o
menos. No habiéndolo ésto ejecutado la mayor parte de
ellos.

Preguntado si sabe que alguna persona o personas


les hubiesen aconsejado bajasen en esa forma y ar-
144v mados con las armas referidas. Dijo que ignora el.../

Preguntado si mediante que estuvo presente cuan-


do llegaron a casa del Señor Capitán a Guerra los
amotinados, se les hizo a éstos buen semblante por el
método conque venían armados y si los presentes fueron
mandados para presenciar el acto. Por quién? Si se les
advirtió tuviesen cuidado y atención de las armas que
aquellos traían para de este modo reconocerlas. O si se
les mandaron dejar. Dijo que no puso reparo del sem-
blante que se les haya hecho en aquel acto a los amoti-
nados. Y que las personas que se hallaron presentes,

308
como nominado tiene, no sabe el que declara si fueron
llamados o no para presenciar. Pero sí, el deponente
habiendo visto que los tumultuarios así armados siguie-
ron para la casa de dicho Señor Capitán a Guerra, le dijo
a Don Juan Francisco Echeverri, en cuya compañía esta-
ba, que fueran a la casa del dicho Señor Capitán a Guerra
lo que lo motivó a ello por el antecedente de haberle
oído decir al administrador de tabaco querían hacerlo
poner a dos mazos para con su presencia y el respecto de
juez, hacer forma de persuadirlos a que de ello se aparta-
sen y que en aquel dicho acto a que concurrió no notó
que se hubiese mandado a hacer reconocimiento de las
armas ni menos que se les hubiese mandado dejarlas.

Preguntado si después que salieron de casa del Se-


ñor Capitán a Guerra andaban por todo el sitio así
armados en patrullas y si se les embarazó por algún juez.
Dijo que inmediatamente que los levantados salieron de
145r la casa del Señor Capitán a Guerra el que declara/ montó
a caballo y se fue pero, no sabe el contenido de la pre-
gunta.

Preguntado si durante el tiempo que duró el levan-


tamiento, Bruno Giraldo y Francisco Zapata, capita-
nes de los levantados, frecuentaban las casas del Señor
Capitán a Guerra y de su hermano Don Manuel Jarami-
llo. Si sabe que antes o después hubiese la misma fre-
cuencia, Dijo que el día de dicho levantamiento habién-
dose llevado el testigo por el Señor Capitán a Guerra a
unos inventarios al sitio de Chachafruto, en consorcio con
Juan Bautista Vallejo y del Escribano, en la casa en que
se fue a ejecutar dicha diligencia se encontró a Don
Manuel Jaramillo, por lo que en aquel mismo día o al
siguiente, vió que llegó Bruno Giraldo, uno de los capita-
nes como se decía. Pero que no se acuerda con cual sujeto
hubiese hablado y es la única vez que haya visto al
dicho Bruno presente ante el Señor Capitán y su herma-
no Don Manuel, a excepción del día que bajaron a este
sitio los tumultuarios.

Preguntado si sabe que en el decurso del levanta-


miento el Señor Capitán y su hermano Don Manuel
fueron a Guarne, en donde estaban los levantados. Dijo
que oyó decir que en aquel tiempo el Señor Capitán a
Guerra y su hermano fueron a Guarne a publicar una
Real Cédula en razón del donativo:

309
13. Preguntado si sabe que los amotinados dieron al
Señor Capitán un papel en que constaban sus pre-
tensiones. Dijo que el dicho Señor Teniente Don Pedro
Biturro, le parece al que declara, le dijo que los levanta-
dos le habían entregado al Señor Capitán a Guerra un
papel en que constaban sus pretensiones.

14, Preguntado si sabe que el Señor Capitán a Guerra


les haya hecho alguna orden del Señor Gobema-
145v don/ de esta provincia a los levantados para que se apaci-
guasen y apartasen de esta injusta pretensión y mandó la
obediencia que debían corno vasallos, del Rey. Dijo que
oyó decir que el Señor Capitán había pasado a Guam& a
hacerles saber cierta providencia.

15. Preguntado si sabe ha sido pública voz y fama en


estos valles que el Señor Capitán a Guerra, su herma-
no Don Manuel Jaramillo, Don Lorenzo Castrill6n, Don
Joaquín Echeverri, Don Joaquín Gaviria y Don Ignacio
Jiménez hayan sido los promovedores y fomentadores
ocultos del levantamiento de los de Guarne. Si ésto se ha
inferido por varias señales, expresiones, acciones relati-
vas a dichas demostraciones y tibieza con que el Señor
Capitán a Guerra procedía a la contención del desor-
den. Dijo que a excepción de lo que tiene dicho de Don
Manuel Jaramillo no sabe nada demás sujetos que con-
tiene la pregunta cosa alguna. Por lo que respecta a la
tibieza del Señor Capitán a Guerra, su misma declara-
ción declara si ha habido o no.

Responde que ésto que lleva dicho y declarado es la


verdad en fuerza del juramento que hecho tiene, en el
que se afirmó y ratificó, leída que le'fue esta su declara-
ción.

Dijo ser de edad de sesenta años poco más o menos. Lo


que firma con Su Merced por ante mí de que doy fe.

Antonio Ruiz de Rivera.


José Domingo de Isazá.
Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público del Nú-
mero.

Declaración. En dicho día, mes y año Su Merced el Señor Teniente de


Gobernador y Juez de Comisión, hizo comparecer a su

310
juzgado a Don Juan Bautista Vallejo, vecino de este va-
lle, a quien Su Merced por ante mí el presente Escriba-
146r no/ le recibió su juramento que lo hizo conforme a dere-
cho, por Dios nuestro señor y una señal de cruz. So
cuyo cargo prometió decir verdad en lo que supiere y
fuere preguntado. Así mismo guardar sigilo sobre el con-
tenido a que se dirige ésta su declaración.

1. Preguntado si sabe que las gentes de todas las castas


que viven en los minerales de Guarne y sus inme-
diaciones se amotinaron y levantaron el domingo 17 de
junio pasado de 1781, para resistir con la fuerza el esta-
blecimiento de pulperías, matrículas de mazamorreros y
otros derechos que a éstos se les mandaba cobrar, para
allanar que en el Real estanco de aguardiente se vendiese
la limeta de este licor a dos tomines de oro y en el de
tabaco a dos mazos por tomín de oro. Dijo que sabe por
haberlo oído decir que en el mes de junio se amotinaron
y sublevaron los vecinos de Guarne y sus aliados bien
comprendido que éstos se comprendieron con los mula-
tos para resistir con la fuerza al establecimiento de pul-
perías, matrículas de mazamorreros, y los derechos que
a éstos se les mandaba cobrar.

2, Preguntado si sabe y cómo, cuánto tiempo duró el


levantamiento y motín. Qué número de gentes se
juntaron para hacer la resistencia a los entables y estan-
cos. Si traían todo généro de armas y amenazaban ruina
a todas las rentas reales y a este sitio de Rionegro. Dijo
que el levantamiento duró desde el día de la sublevación
que se hizo en Guarne hasta el día que los amotinados
vinieron a este sitio. No nomina el día de ésto último a
146v causa de no acordarse. Y que el número/ de gente que se
juntó en el primer impulso no supo y sí oyó decir que
éstos se conspiraban al establecimiento de pulperías, ma-
trículas de mazamorreros y que por ello se conceptúa, se
pudo haber ofrecido alguna ruina en las rentas reales.

3. Preguntado si sabe que en el mes de julio del mis-


mo año bajaron en tumulto los levantados a este
sitio. Qué número de personas. En que día. Si traían
todo género de armas como son: espadas, sables, cutoes,
mojarras, lanzas, escopetas, machetes, garrotes y piedras.
Dijo que le consta por haberlo visto que los amotinados
vinieron a este sitio con las armas que refiere la pregunta

311
a excepción de piedras que no vió el que declara. Que no
se acuerda del mes y día que éstos vinieron y que en el
número de éstos no puso cuidado.

Preguntado si de antemano al día de esta bajada se


supo que venían a este sitio con sus pretensiones.
Dijo que es cierto que anterior al día que vinieron los
tumultuarios se decía que éstos venían más hoy, más
mañana. Que las pretensiones de éstos se hace cargo el
que declara, sería como dicho tiene, en asunto de pulpe-
rías y mazamorreros.

Preguntado si sabe y le consta dónde se dirigieron


luego que llegaron a este sitio así armados. Dijo
que notó que en el mismo día que llegaron los tumultua-
rios a este sitio se dirigieron así armados a la casa del
Señor Capitán a Guerra.

Preguntado si sabe que para esperarlos en la forma


147r referida se les/ previno a los vecinos de honor y
leales que se recogiesen al sitio con sus armas para conte-
ner cualquier desorden que intentasen. Si para ésto se
hizo alguna prevensión o vió alguna cautela. Dijo que no
sabe ni menos ha oído ni entendido que se hubiese he-
cho prevención alguna, sobre el contenido de la pregun-
ta.

Preguntado si sabe que en el decurso del levanta-


miento el Señor Capitán a Guerra y su hermano
Don Manuel fueron a Guarne en donde estaban los levan-
tados, a qué fin se dirigió la ida de uno y otro.

Dijo que sabe, por haberlo oído, que el Señor Capitán


en consorcio de su hermano subió al sitio a hacer cono-
cer una Real Cédula en razón del donativo.

Preguntado si sabe que el Señor Capitán, el día que


bajaron los levantados, antes de que llegasen estaba
con la deliberación de hacer vender a dos mazos de taba-
co por tomín de oro. Pero que ésto no se acuerda a que
sujeto o sujetos lo oyó decir.

Preguntado si sabe que durante el tiempo que duró


el levantamiento Bruno Girald o, Francisco y José Ig-
nacio Zapata y León Castaño, capitanes de los levanta-

312
dos, frecuentaban las casas del Señor Capitán y de su
hermano Don ManueL O si en otra parte se veían. Dijo
que no sabe si los capitanes hayan frecuentado las casas
de los que refiere la pregunta. Sólo sí, que Bruno Giraldo
147v estando/ el que declara en unos inventarios y que para
ello se le llevó a la casa del Doctor Don Francisco Javier
Echeverri, ya difunto, a aquella casa llegó el nominado
Bruno Giraldo. Pero no supo con cuales sujetos de los que
allí estaban presentes hubiese hablado.

10. Preguntado si sabe que ha sido pública voz y fama


en estos valles que el Señor Capitán a Guerra, su
hermano Don Manuel Jaramillo, Don Lorenzo Castrillón,
Don Joaquín Echeverri, Don Joaquín Gaviria y Don Ig-
nacio Jiménez hayan sido los promovedores y fomenta-
dores ocultos del levantamiento de los de Guarne. Si
ésto se ha inferido por varias señales, expresiones y
acciones relativas a dichas demostraciones y tibieza con-
que el Señor Capitán a Guerra procedía a la contención
del desorden. Dijo que no ha sabido nada en contrario
de los sujetos que se contienen en la pregunta y sí oyó
decir a José Sánchez, ya 'difunto, que por dos ocasiones
había atajado a los tumultuarios Don Manuel Jaramillo a
que no vinieran a este sitio y que, tibieza en el Señor
Capitán no la ha habido, porque el declarante dice que
el mismo Sánchez le dijo, que dicho Señor Capitán ha-
bía consultado ya en aquel entonces al Señor Goberna-
dor sobre la sedición de los de Guarne.

Responde que ésto que lleva dicho y declarado es la


verdad en fuerza del juramento que hecho tiene, en que
se afirmó y ratificó, leída que le fue ésta su declaración.

Dijo ser de edad de 47 años poco más o menos. Lo que


firma con Su Merced por ante mí de que doy fe.

Antoriio Ruiz de Rivera.


Juan Bautista Vallejo.
148r Francisco Antonio Gutiérrez/ Escribano Público del Nú-
mero.

Declaración. En Rionegro a ventidos de marzo de 1782, Su Merced


hizo comparecer a Don Jerónimo Mejía, vecino de este
valle, a quien por ante mí el presente Escribano se le

313
recibió juramento, que lo hizo con forme a derecho, por
Dios Nuestro Señor y una Señal de Cruz. So cuyo cargo
prometió decir verdad en lo que supiere y le fuere pre-
guntado.

Siéndolo ofreció igualmente guardar secreto en lo que


contenga esta su declaración.

Preguntado si sabe que las gentes de todas castas


que viven en los minerales de Guarne y sus inmedia-
ciones se amotinaron y levantaron cl domingo 17 de
junio del año pasado de 1781. Para resistir con la fuerza
el establecimiento de pulperías, matrículas de mazamo-
rreros y derechos que a éstos se les cobraban, para alla-
nar que en el Real estanco de aguardiente se venda la
limeta de este licor a dos tomines yen el de tabaco a dos
mazos por romín. Dijo que le consta por haberlo visto y
oído que la gente de Guarne y sus aliados se amotinaron
y levantaron el día que cita la pregunta. Cuyo suceso en
el mismo día, después de haber salido de misa y para
ello a la voz de un tamborito se recogió toda aquella
gente y éstos, armados con sables y garrotes, se fueron a
la casa del que declara, que en aquel sitio tiene, la cual
los tumultuarios la rodearon y parte de ellos entrarán
adentro y con grande violencia acometiéndole a poner a
los pechos la punta de un sable, le pidieron que entrega-
se la licencia que se le había dado para la pulpería lo
148v que/ con el temor a que no lo mataran, el declarante les
entregó la licencia y luego que ésta percibieron los tu-
multuarios le dijeron que si volvía a ser más pulpero le
habrían de quitar la vida. Ptofiriendo aquellos que no
había de quedar ni una pulpería. Como también quitar
Las matrículas de mazamorreros y los estancos de tabaco
y aguardiente o hacer que en el de tabaco se vendiese a
dos mazos por tomín y en el de aguardiente a dos tomi-
nes la limeta. En cuyo supuesto el que declara, en aquel.
mismo díaybajó a este sitio y al día siguiente de ello dio
parte al Señor Capitán a Guerra en presencia del actua-
rio Escribano.

Preguntado si sabe cuánto tiempo duró el levanta-


miento y motín. Qué número de personas se junta-
ron para hacer la resistencia a los entables y estancos. Si
amenazaban ruina a todas las rentas reales y a este sitio
de 12 ionegro. Dijo que el levantamiento y motín duró

314
desde el día 17 de junio hasta el 16 de Julio que bajaron
a este sitio y que por ello se esperaba ruina a todas las
rentas reales.

3. Preguntado si sabe y como quienes fueron los capi-


tanes del levantamiento y motín que gobernaban a
aquellas gentes: Dijo que en aquel tiempo oyó decir el
que declara que los capitanes lo eran José Ignacio Zapa-
ta y que Francisco Zapata, vió el que declara, gobernaba
el tambor y que aunque Bruno Giraldo se decía que era
también uno de los capitanes, este le dijo al testigo que
había concurrido con ocasión de haberlos visto que iban
derecho a la pulpería y por tal de sujetarlos que no
sucediera alguna avería.

149r 4. Preguntado si sabe que/ en el mes de julio del mis-


mo año, bajaron los del levantamiento en tumulto
a este sitio. Qué número de personas. Si traían todo
género de armas como son espadas,sables, cutoes, ma-
chetes, mojarras, lanzas, escopetas, garrotes y piedras.
Dijo que es cierto por haberlo visto que el día 17 de
julio bajaron a este sitio los levantados en tumulto y con
las mismas armas que refiere la pregunta, a excepción de
las piedras que no las vió.

Preguntado que de antemano al día de esta bajada


se supo que venía a este sitio con la pretensión
arriba preguntada de estancos y pulperías. Y de no con-
cedérselos allanarlo todo con la fuerza. Dijo que desde el
primer día que se amotinaron los de Guarne pública-
mente corrió la noticia de que éstos venían a este sitio
con la pretensión referida. Y de no concedérseles lo que
pretendían, allanarlo todo por la fuerza.

Preguntado si sabe que alguna persona o personas


les hubiesen aconsejado bajasen en esa forma arma-
dos con las armas referidas. Dijo que oyó decir que ha-
biendo subido el Señor Capitán a Guerra al sitio de
Guarne a publicar una Real Cédula, en razón del donati-
vo,los tumultuarios en aquel paraje se juntaron armados,
cada uno con sus armas y quien no tenía éstas, las pedía
prestadas, para las traer lo que ésto le consta al declaran-
te por loen aquel acto por dicho Señor Capitán se les
mandó se dirigiesen con sus armas a pagar el donativo
dentro del término de quince días.

315
149v 7. Preguntado que para esperarlos en la/ forma referi-
da se les previno a los vecinos de honor y leales se
recogiesen en este sitio con sus armas para contener
cualquier desorden que quisiesen intentar. Dijo que no
sabe que se haya hecho prevención alguna sobre el con-
tenido de la pregunta.

S. Preguntado si sabe que los levantados dieron al Se-


ñor Capitán a Guerra un papel en constaban sus
pretensiones. Dijo que oyó decir en aquel tiempo que
habiendo subido el Señor Capitán a publicar la dicha
Cédula, los levantados le entregaron un papel en que
constaban sus pretensiones.

Preguntado si sabe que el Señor Capitán a Guerra


les haya hecho saber a los levantados alguna provi-
dencia del Señor Gobernador de esta provincia para que
se apartasen y apaciguasen de esta-injusta pretensión y
que si tenían que pedir lo hiciesen por representación y
dando la obediencia como vasallos del Rey. Dijo que no
sabe se hubiese hecho saber providencia alguna.

Preguntado si sabe que ha sido pública voz y fama


en estos valles que el Señor Capitán a Guerra, su
hermano Don Manuel Jaramillo, Don Lorenzo Castri-
llón, Don Joaquín Echeverri, Don Joaquín Gaviria y
Don Ignacio Jiménez, hayan sido los promovedores y
fomentadores ocultos del levantamiento de los de Guar-
ne. Dijo que con el motivo de la poca asistencia en el
lugar ni en la jurisdicción no sabe nada del contenido de
la pregunta.

Responde que ésto que lleva dicho y declarado es la


verdad en fuerza del juramento que hecho tiene, en que
se afirMó y ratificó, leída que leifue ésta su declaración.

Dijo ser de edad de 37 años poco más o menos. Lo que


firma con Su Merced por ante mí de que doy fe.

Isor Antonio/ Ruiz de Rivera


Miguel Gel-él-limo Mejía.
Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público del Nú-
mero.

316
Declaraci6n. En dicho día, mes y año, Su Merced para la cita hecha
por Don José Antonio Mejía, hizo comparecer a Ignacio
Galeano, vecino de este valle, a quien por ante mí, el
presente Escribano, se recibió juramento el cual hizo
conforme derecho, por Dios Nuestro Señor y una señal
de cruz, so cuyo cargo prometió decir verdad en lo que
supiere y le fuere preguntado como de guardar secreto
en lo que se le interrogase.

Habiéndose leído de verbo adverbum la dicha cita.


Dijo que es cierto haberle dicho al testigo que lo cita
que Don Manuel Jaramillo los había metido en el
levantamiento y ofreciéndose a sacar la cara por ellos.
Pero que ésto lo oyó decir el declarante a los mismos sus
compañeros tumultuarios y que no se acuerda cuáles de
éstos se lo hubiesen dicho.

Preguntado si sabe y corno cuánto tiempo duró el


levantamiento y motín. Qué número de gentes se
juntaron apara hacer resistencia a los entables, estancos.
Dijo que le consta que el levantamiento y motín duró
desde el 17 de junio. hasta el 16 de julio, que vinieron a
este sitio y que el número de gentes que se juntó le
parece sería de cien y más poco más o menos, para hacer
quitar las pulperías porque el Señor Capitán a Guerra y
su hermano Don Manuel Jaramillo habían ordenado a
uno de los capitanes de los levantados, según hace remi-
niscencia haberlo así oído, que quitaran la pulpería de
Guarne y que las armas quc tenían lo eran sables, garro-
tes, mojarras, escopetas y machetes.

gav 3. Preguntado si sabe quiénes fueron/ los capitanes


del levantamiento y motín. Dijo que los capitanes
que los comandaban lo eran Bruno Giraldo, Francisco y
José Ignacio Zapata y también León Castaño. Que de
oídas oyó decir que también era capitán Joaquín Mora-
les.

4. Preguntado si tenían otros sujetos que ocultamente


les seducían y sugerían lo que habían de hacer y el
Modo que habían de pedir y gobernarse en el levan-
tamiento. O si también públicamente les advirtieron al-
guna cosa sobre que pidieran, hablaran, hicieran ésto o
aquello para lograr sus pretensiones. Dijo que a excep-
ción de lo que ya tiene dicho del Señor Capitán a Guerra

317
y su hermano Don Manuel Jaramillo, no ha sabido de
otro cosa alguna sobre que les sugeriese a sus pretensio-
nes las que, discurría el declarante, se dirigía no contra
Su Majestad según su juicio campestre sino, antes, en su
beneficio.

Preguntado si Don Ignacio Jiménez, Don Joaquín


Gaviria, Don Joaquín de Echeverri y Don Lorenzo
de Castrillón hayan sido los promotores ocultos del le-
vantamiento y si así se ha dicho públicamente. Dijo que
no ha oído cosa alguna del contenido de la pregunta.

Preguntado a dónde se dirigieron luego que llega-


ron a este sitio así armados y si pagaron todos o
algunos el donativo. Dijo que derechamente así armados
se fueron a la casa del Señor Capitán a Guerra ante
quien se presentaron. Que el donativo que algunos paga-
ron este fríe, según le parece, muy poco por no haber la
mayor parte de la gente contribuido a ello y que el
declarante fue uno de ellos por no haber tenido en aquel
151r tiempo/ dinero aunque ésto lo hizo presente pero que
sin embargo de ello, le insinuaron que viniese aunque no
trajera el donativo.

Preguntado si después de haber presenciado al Se-


ñor Capitán a Guerra se mandó por dicho señor re-
conocer las armas que traían o si les quitó o consintió
que anduviesen después por todo el sitio con ellas. Dijo
que nada, por el Señor Capitán a Guerra, se mandó eje-
cutar, pues después que dejaron a dicho señor en su casa
anduvieron con sus armas por las calles de este sitio y
responde.

Dice que lo que lleva dicho y declarado es la verdad en


fuerza del juramento que tiene hecho, en el cual se afir-
mó y ratificó, siéndole leída ésta su declaración.

Dijo ser de edad de cuarenta años poco más o menos. No


firma por decir no saber. Lo hace Su Merced por ante
mí que doy fe.

Antonio Ruiz de Rivera


Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público del Nú-
mero.

318
Declaración En Rionegro a 23 de marzo de 1782, para la sumaria in-
formación Su Merced el Señor Teniente hizo comparecer
a Francisco Cardona, vecino de este valle, a quien Su
Merced por ante mí el presente Escribano le recibió el
juramento. El cual hizo conforme a derecho, por Dios
Nuestro Señor y una señal de Cruz. En el cargo ofreció
decir verdad en lo que supiere y fuere preguntado.

Preguntado: si sabe, y cómo, las gentes de to-


das las castas que viven en los minerales de Guar-
ne y sus inmediaciones se amotinaron y levantaron el
día domingo 17 de junio pasado, para resistir con la
fuerza el establecimiento de pulperías, matrículas de ma-
151v zamorreros . y derechos que a éstos se les mandaron/
cobrar. Para hacer que en el real estanco de aguardiente
se vendiese la limeta de este licor a dos tomines y en el
de tabaco a dos mazos por romín de oro. Dijo que es
cierto que en el mes de junio del año pasado se levanta-
ron y amotinaron los de Guarne y sus aliados para resis-
tir con la fuerza el establecimiento de pulperías. Y que
por lo que respecta a los estancos de tabaco y aguardien-
te se dirigieron contra ellos en la primera rebelión pues
en el mismo día de él pasaron algunos de los levantados
a comprar tabaco a su corriente a casa del declarante
como que es el administrador del estanquillo.

Preguntado si sabe ,cuánto tiempo duró el levanta-


miento y motín. Qué número de gentes se juntaron
para hacer la resistencia a la pulpería de Guarne. Si te-
nían todo género de armas y si amenazaban ruina de
todas las rentas reales y a esta población de Rionegro.
Dijo que el tiempo que duró el levantamiento y motín
no hace memoria el que fue y que el número que se
juntaron de éstos en Guarne en la primer rebelión, se-
rían como cien más o menos y que las armas que los
dichos levantados tenían eran palos y sables. Que no
sabe si amenazaban ruinas a las rentas reales ni a esta
población de San Nicolás.

Preguntado si sabe quiénes fueron los capitanes del


levantamiento y motín que gobernaban a aquellas
gentes. Dijo que a los levantados mismos le oyó decir el
declarante que sus capitanes eran Francisco Zapata, José
Ignacio Zapata y Bruno Giraldo. Que de éste se quejaban
porque decían que antes los reprendía sobre sus proyec-

319
152: tos y aunque/ procuraron también los mismos levanta-
dos de Capitán al deponente. No quiso aceptarles tan vil
cargo.

Preguntado si sabe que Me sentir común que los


capitanes y mandones de los levantados tenían
otros sujetos que ocultamente les seducían y sugerían lo
que habían de hacer y el modo como debían de pedir y
gobernarse en dicho levantamiento. Dijo que no haoído
que los capitanes del levantamiento tuviersen otros suje-
tos que les sugeriesen sus pretensiones. Pues los levanta-
dos se cuidaban mucho del declarante a no decirle nada
sin duda sería por no haberles aceptado la capitanía.

Preguntado si sabe que en el mes de julio del mis-


mo año bajaron los del levantamiento en tumulto a
este sitio. Qué número de personas, en qué día y si
traían todo género de armas como son: espadas, sables,
cutoes, machetes, mojarras, lanzas, garrotes y piedras.
Dijo que es cierto por haberlo visto desde la casa de su
madre que tiene ese sitio en el camino de la Mosca, que
los levantados bajaron a este sitio en el mes de julio.
Pero que no se acuerda del día. Sí notó que venían
armados con las armas, que refiere la pregunta a excep-
ción de las piedras que no vió y que el número fue
bastante crecido.

Preguntado si de antemano al día de esta bajada se


supo que venían a este sitio con la pretensión de
estancos, que se vendiese la limeta de aguardiente por
dos tomines y en el de tabaco dos mazos por tomín.
Dijo que de antemano al día de esta bajada se supo que
venían a este sitio ya se sabía que venían a él pero que
ignora el declarante las pretensiones que traían.

152v 7. Preguntado/ si sabe que alguna persona o personas


les hubieran aconsejado bajasen en tumulto y arma-
dos con las ya referidas. Dijo que no sabe ni oyó decir se
les hubiese aconsejado bajasen los amotinados así arma-
dos a este sitio.

8. Preguntado si sabe que para esperarlos en la forma


referida se les previno a los vecinos de honor y
leales que se recogiesen a este sitio con sus armas para
contener cualquier desorden que intentasen hacer. O si

320
por ésto se hizo alguna prevención o vi") alguna cautela.
Dijo que aunque estuvo en este sitio el declarante el día
que bajaron los amotinados a él, no supo ni oyó decir se
hiciese alguna prevención sobre el contenido de la pre-
gunta.

Preguntado si sabe que durante el decurso del le-


vantamiento el Señor Capitán a Guerra y su her-
mano Don Manuel Jaramillo fueron a Guarne en donde
estaban los levantados. Dijo que no vió ni supo que
durante el levantamiento fuese a Guarne el señor Capi-
tán a Guerra y su hermano Don Manuel Jaramillo.
Ahora recuerda que el dicho Señor Capitán fue a hacer
saber una Real Cédula del donativo al paraje de Guarne
en el tiempo del levantamiento.

Preguntado si sabe que ha sido pública voz y fama


en estos valles que el Señor Capitán a Guerra, su
hermano Don Manuel Jaramillo, Don Lorenzo de Castri-
llón, Don Joaquín Gaviria, Don Ignacio Jiménez y Don
Joaquín Echeverri hayan sido los promovedores y fo-
mentadores ocultos del levantamiento de los de Guarne.
Dijo que no sabe cosa alguna del contenido de la preg-un-
isar ta. Sin embargo de vivir en el mismo paraje que/ los de
Guarne.

Dice que ésto que lleva dicho y declarado en fuerza del


juramento que dicho tiene, en el que se afirmó y ratifi-
có, leída que le fue ésta su declaración.

Dijo ser de edad de 33 años poco más o menos. Lo cual


firmó con Su Merced por ante mí de que doy fe,

Antonio Ruiz de Rivera


Francisco Antonio Gutiérrez
Escribano Público del Número.

Declaración En dicho día, mes y año, en prosecución del sumario


secreto, Su Merced hizo comparecer en su juzgado a
Don Joaquín de Henao, vecino de este valle, a quien por
ante mí Su Merced le recibió juramento, que lo hizo con-
forme a derecho, por Dios Nuestro Señor y una señal de
Cruz, En el cargo prometió decir verdad en lo que supie-
re y le fuere preguntado. Como así mismo guardar sigilo
en lo contuviese y se dirigiese ésta su declaración.

321
Preguntado si sabe que las gentes de Guarne y sus
inmediaciones se amotinaron y levantaron el día
domingo 17 de junio pasado de 1781, para resistir por la
fuerza el establecimiento de pulperías, matrículas de
mazamorreros y derechos que á éstos se les mandaban
cobrar, para allanar que el Real estanco de aguardiente
vendiese la limeta de este licor a dos tomines y en el de
tabaco a dos mazos por tomín de oro. Dijo que ni el día,
ni el mes tiene presentes, en los cuales se amotinaron los
de Guarne. Pero que sí fue en el año pasado en el que
era Alcalde la Santa Hermandad el declarante. Que se
juntaron como cien poco más o menos y que los vió el
declarante con sus machetes y palos en la casa de Fran-
cisco Cardona. No sabe si éstos se levantaron ni que se
dirigiesen contra los estancos y solo sí en el mismo día y
antes de verse con los de Guarne el deponente le dijeron
153v que/ pretendían aquellos quitar la pulpería de Guarne.
Quien ésto dice -buscó cinco hombres para que le acom-
pañasen y pasó encontrándolos como tiene dicho, en
casa de Cardona, quien dice les dijo: "Caballeros que es
ésto? " y que le respondieron: "señor aquí no se ofrece
nada". Fue todo lo que precedió y la reconvención que
pasó.

Preguntado si sabe cuánto tiempo duró el levanta-


miento y motín y si amenazaban ruina a todas las
rentas reales y a esta población de San Nicolás. Dijo que
no recuerda el tiempo que duró el levantamiento ni si lo
hubo (ésto es) constarle. Y sólo sí de oídas.

Preguntado si sabe quiénes fueron los capitanes del


levantamiento y motín. Dijo que oyó decir que
José Ignacio, Francisco Zapata, José Bruno Giraldo, y Joa-
quín Morales eran los capitanes de los de Guarne.

Preguntado si sabe que éstos tenían otros sujetos


ocultos que les seducían y sugerían lo que habían
de hacer en el levantamiento. Dijo que no oyó decir
nada del contenido de la pregunta.

Preguntado si sabe que el año pasado bajaron los


'del levantamiento en tumulto a este sitio de San
Nicolás. Qué número de personas. Dijo que supo que
bajaron a este sitio y aún los vil) el declarante venir a él a
pagar el donativo. Que el número de éstos le parece al

322
declarante serían como cosa de cincuenta. Que las armas
que traían eran machetes, espadas y palos o bordones.
No vió otras armas trajesen.

6. Preguntado si sabe y le consta a donde se dirigieron


luego que llegaron a este sitio así armados. Si en
estos términos se presentaron juntos al Señor Capitán a
Guerra Don Alonso Jaramillo. Y si pagaron todos el
154r donativo. Dijo/ que aunque estuvo en este sitio el día
que bajaron a él los del levantamiento, no vió ni supo a
donde se dirigían o si fueron a casa del Señor Capitán a
Guerra. Así mismo ignora si pagaron todos o algunos el
donativo.

Responde que ésto que lleva dicho es la verdad según su


alcance y en fuerza del juramento que hecho tiene, en el
que se afirmó y ratificó, Siéndole leída ésta su declara-
ción.

Dijo ser de edad de 40 años poco más o menos. Lo


firmó con Su Merced por ante mí de que doy fe.

Antonio Ruiz de Rivera


Joaquín de Henao — Por mandado
Francisco Antonio Gutiérrez,
Escribano Público del Número.

Auto. Rionegro, marzo 26 de 1782. Segréguese el interrogato-


rio que consta en el folio 35 de este sumario y póngasele
a la vista del Señor Alcalde de este sitio Don Francisco
Estabanes, para que en su inteligencia se sirva extender
su certificado de lo que le constase con arreglo a las
preguntas contenidas en él contenidas. Sirva éste de re-
querimiento en forma. Para ello pasará el presente Escri-
bano con recado político y urbano al juzgado de dicho
señor Alcalde. Por lo que hace a las citas que en este
expediente consta a Don Miguel de Echeverri se remitirá
el comparendo al dicho a los minerales de la Concepción
en donde se halla.con chasqui y se pagará por este juzga-
do. Respecto a obtenerse ya el permiso del Señor Vica-
rio eclesiástico del sitio de la Marinilla, por cuanto su
Ilustrísima se encuentra desterrado de estos tres valles,
como consta en la carta respuesta de dicho Señor Vica-
rio, la que mando se agregase este particular.

323
Rivera lo proveyó y mandó y firmó el Señor Teniente de
154v Gobernador de la Villa de Medellín y comisionado/ en
este valle de Rionegro en el mismo día de la fecha por
ante mí el presente Escribano de que doy fe.

Francisco Antonio Gutiérrez,


Escribano Público del Número.

En dicho día, mes y año, yo el presente Escribano en


virtud de lo mandado,, pisó a interrogar al Señor Alcalde
Don Francisco Estebanes. Este expediente en dos hojas
y el auto interrogatorio en tres con otra que empieza
cabeza de declaración. No lo encontré en su casa, de lo
cual doy fe.

Gutiérrez

Carta Señor Teniente de Gobernador Don Antonio Ruiz de


Rivera M.S.M. y de mi mayor veneración, recibí la de
Ud. y enterado de su contenido digo que Don Manuel
Echeverri no está desterrado por mí, si no por el Ilustrí-
simo Señor Obispo. Pero atendiendo a la atención de
Ud. y a la urgente causa que me expresa para compare-
cer en Rionegro y a su juzgado. Como comisionado de
Su Ilustrísima y usando de la explicación que ya le sus-
pendo la excomunión para que sin temor de incurrir en
ella pueda comparecer a su juzgado y efectuado el oficio
le preceptuará cumpla con el mandato. Que no se demore
en este valle por este pretexto. Quedo a la obediencia de
Ud., deseando la continuación de su salud. Ofreciéndo-
me a su mandar con fina voluntad con la que ruego a
Dios le guarde muchos años.

Marinilla, marzo 23 de 1782.

Beso la mano de Vuestra Merced, Segundo Capitán Don


Fabián Sebastián Jiménez Fajardo.

Declaración En Rionegro a 27 de marzo de 1782. Para el seguimien-


to de este sumario secreto, Su Merced el Señor Teniente
de Gobernador y Juez de comisión, hizo comparecer en
su juzgado a Don Miguel Echeverri, vecino de este valle,
155r que/ se hallaba en los minerales de la Concepción, a

324
quien por ante mí el presente Escribano se recibió su
juramento que hizo conforme a derecho, por Dios Nues-
tro Señor y una señal, de Cruz. En el cargo prometió
decir verdad en lo que supiere y fuere preguntado/ Co-
mo igualmente de guardar sigilo en todo lo que se contu-
.viese en esta su declaración.

Preguntado si sabe que las gentes de todas las castas


que viven en los minerales de Guarne y sus inme-
diaciones se amotinaron y levantaron el domingo 17 de
junio pasado de 1781, para resistir por la fuerza el esta-
blecimiento de pulperías, matrículas de mazamorreros y
derechos que a éstos se les mandaban cobrar, para alla-
nar a que en el Real estanco de Aguardiente se venda la
limeta de este licor a dos tomínes y en el de tabaco a
dos mazos por tomín. Dijo que el contenido de la pre-
gunta, tal y corno en ella Consta públicamente lo ha oído
decir.

Preguntado si sabe cuánto tiempo duró el levanta-


miento y motín. Qué número de gentes se juntaron
para resistir por la fuerza a los entables y estancos. Si
tenían todo género de armas. Si amenazaban ruina todas
las rentas reales. Dijo que igualmente bajo la misma pu-
blicidad oyó decir que el levantamiento y motín había
durado desde el primei- impulso hasta que bajaron a este
sitio de Rionegro y que para ello se había juntado bas-
tante gente armada.

3. Preguntado si sabe quiénes fueron los capitanes del


levantamiento y motín que gobernaban a aquellas
gentes. Dijo que en aquel tiempo oyó decir que los capi-
tanes que gobernaban a los levantados lo eran Bruno Gi-
raldo y un fulano Zapata.

4. Preguntado si sabe que de antemano al día de esta


bajado al sitio se supo que venían con las pretensio-
155v nes arriba dichas de estancos y pulperías/ y no de conce-
dérselo allanarlo todo con la fuerza. Dijo que de antema-
no al día de la bajada ya se sabía que los tumultuarios
venían a este sitio con las pretensiones contenidas en la
pregunta.

5. Preguntado si sabe que alguna persona o personas


les hubiesen aconsejado bajasen en la forma dicha y

325
armados con las armas que se refieren. Dijo que estando
el que declara en el sitio de Guarne, un día de los del
decurso del levantamiento, el Señor Capitán a Guerra y
su hermano Don Manuel Jaramillo pasó a aquel sitio a
hacer publicar una Real Cédula en razón del donativo.
En cuya virtud vió el que declara que se juntó en aquel
paraje crecido número de gentes. Y , con el bullicio que
tenían solo percibió el que depone que dicho Señor Ca-
pitán a Guerra le dijo a los tumultuarios que con qué
motivo habían quitado la pulpería y que a ello por un
fulano Zapata, _respondió en alta voz que a lo que se
conspiraban era a quitar la matrícula de mazamorreros.
Que no hubiera más pulperías porque no querían regen-
tarse aún a comprar los víveres a ningún pulpero. Porque
estaban enseñados a comprar éstos en la parte que más
cuenta les tuviese y a distintos precios. Que así se que-
rían guardar de la aduana, matrículas de mazamorreros y
pulperías. Igualmente vió el que declara, en el mismo
auto que lleva referido que el capitán Zapata, en alta voz
a dicho Señor Capitán, le pidió que les había de conce-
der permiso para andar o que anduvieran con sus armas.
A ello dicho Señor Capitán les preguntó que para que?
a lo cual por Zapata se respondió que el permiso que
pedía de las armas era para defender al Rey y defender
nier igualmente sus casas/ y mujeres de los estanqueros, que
por ello no pudo percibir más el que declara. Solo s-if vió
que antes de despedirse dicho Señor Capitán de los tu-
multuarios- el referido capitán Zapata- de un grito di-
ciendo "a ver mi gente y vitoreen a mi amo el Señor
Capitán". Que sobre el tratamiento de Don Manuel no
se acuerda.. Así mismo, depone el testigo que el Señor
Capitán a Guerra les mandó que bajasen a este sitio en
día señalado a traer el donativo.

Preguntado si sabe que para esperarlos en la forma


referida se les previno a los vecinos de honor y
leales se recogiesen en el sitio con sus armas para conte-
ner cualesquier desorden que intentasen hacer. O si para
ello se hizo alguna prevención o notó alguna cautela.,
Dijo que no sabe si se hizo las prevenciones que contiene
la pregunta.

Preguntado si sabe que el día que bajaron armados •


los levantados, el Señor Capitán a Guerra, antes
que llegasen estaba en la deliberación de hacer el tabaco

326
a dos mazos por tomín y a dos tomines la limeta de
aguardietite. Dijo que lo que sabe acerca del contenido
de la pregunta es, por habérselo oído decir al Señor
Capitán, ,es que el tabaco se pondría a dos mazos por
tomín de oro. Pero que no oyó por lo tocante al aguar-
diente nada.

Preguntado si sabe mediante a que estuvo presente


el sitio de Guame cuando el Señor Capitán a Gue-
rra pasó a hacer publicar la Real Cédula. Si vió que los
amotinados en aquel paraje entregar al Señor Capitán ún
papel en que estaban sus pretensiones. Dijo que el mis-
mo tumulto de aquellas gentes no le permitió por qué
156v sujeto se/ entregó dicho papel ni menos a quien se lo
entregaron. Sí, decir que el enunciado papel de sus pre-
tensiones en aquel acto se había entregado. Y que el
Señor Capitán en su vista les había dicho que no venía
arreglado conforme a derecho y que haciéndolo en estos
términos daría cuenta a Su Excelencia el Señor Gober-
nador.

Preguntado si sabe que haya sido pública voi y


fama en estos valles que el Señor Capitán a Gue-
rra, su hermano Don Manuel Jaramillo, Don Lorenzo de
Castrillón, Don Joaquín Echeverri, Don Joaquín Gaviria
y Don Ignacio Jiménez hayan sido los promovedores y
fomentadores ocultos del levantamiento de Guarne y si
ésto se ha inferido por varias señales, expresiones, accio-
nes relativas a dichas demostraciones y tibieza con que el
Señor Capitán a Guerra procedía a la contención del
desorden. Dijo que oyó decir que Don Ignacio Jiménez
era capitán de mestizos. Pero que no sabe si de los levan-
tados o nó. Que José Antonio Valencia le dijo al decla-
rante que Don Manuel Jaramillo le había dicho que no
pagara los derechos de mazamorrero hasta saber el resul-
tado de los del Socorro. O si se les ampliaban las míni-
mas o no. De los demás no ha oído cosa alguna de
contenido de la pregunta. Antes si supo y aún así se lo
oyó decir el mismo Zapata, que Don Joaquín Echeverri
le había aconsejado se quitase de semejante empresa.

Responde que ésto que lleva dicho y. declarado es la


verdad en fuerza del juramento que hecho tiene, en el
que se afirmó y ratificó, leída que le fue esta su declara-
ción.

327
157r Dijo ser de edad de 40 años poco/ más o menos. Lo que
firma con Su Merced por ante mí de que doy fe.

Antonio Ruiz de Rivera


Miguel de Echeverri
Francisco Antonio Gutiérrez,
Escribano Público del Número.

Auto Rionegro y marzo 27 de 1782. Mediante haberse evacua-


da la diligencia porque fue llamado a este juzgado Don
Miguel de Echavarría. Hágasele saber la carta permisoria
del Señor Vicario eclesiástico de Marinilla para que le
sirva de inteligencia y gobierno de restituirse .a su desti-
no.
Rivera

Proveyólo el Señor Teniente de Gobernador de este valle


de Medellín Don Antonio Ruiz de Rivera, Juez Comisio-
nado dc este valle, por ante mí de que doy fe.

Francisco Antonio Gutiérrez,


Escribano Público del Número.

Notificación Incontinenti yo el Escribano notifiqué e hice saber a


Don Miguel de Echeverri el auto que antecede y carta
que lo motivó, quien quedó enterado de. su contenido y
de ello doy fe.
Gutiérrez

Auto Rionegro, Marzo 27 de 1782. Evacúese el contenido del


auto de 26 del corriente mes, respecto a hallarse ya en
su casa el Señor Alcalde Don Francisco Estehanes, a
quien solo se le pondrá de presente el particular de que
se solicita.
Rivera

Proveyólo Su Merced el señor Antonio Ruiz de Rivera,


Teniente de Gobernador y Juez de Comisión. Por ante
mí de que doy fe.

Francisco Antonio Gutiérrez,


Escribano Público del Número.

328
Diligencia En dicho día, mes y año yo el presente Escribano pasé a
la casa del Señor Alcalde Don Francisco Estebanes para
efectos de ponerle presente el auto que antecede y ha-
biéndolo encontrado enfermo en cama. Suplica a Su
Merced el Señor Teniente que se suspenda esta diligencia
hasta tanto que mejore y para que de ello conste lo
pongo por diligencia de que doy fe.

157v Gutiérrez/

En Rionegro a 31 días del mes de marzo de 1782

Declaración Su Merced el Señor Teniente de Gobernador y juez co-


misionado, sin embargo de ser hoy, día feriado, dijo por
ante mí que para que no se demore la conclusión del
sumario, se cita 4 la declaración siguiente.

Por ante mí hizo comparecer al Mariscal de Campo Don


Felipe de Villegas y Córdova, vecino de la ciudad de
Santiago de Lima y residente en este valle de Rionegro,
a quien por ante mí el presente escribano se le mandó a
hacer la señal de la cruz. Quien dijo que, sin que sea
entendida como tal Mariscal de Campo de las milicias de
estos valles el renunciar a sus fueros, hace el juramento
que se le previene. Que lo hizo conforme a derecho, por
Dios Nuestro Señor y una señal de cruz. Bajo el cual
prometió decir verdad en lo que supiere y le fuere pre-
guntado. Como así mismo guardar secreto sobre el
particular. En cuyo asunto se hacen las preguntas si-
guientes.

Preguntado si sabe y cómo las gentes de todas las


castas que viven en los minerales de Guarne y sus
inmediaciones, se amotinaron y levantaron el domingo
17 de junio del año pasado de 1781, para resistir por la•
fuerza el establecimiento de pulperías, matrículas de ma-
zamorreros y derechos que a éstos se Mandaron cobrar.
Para hacer que en el real estanco de aguardiante se ven-
diese la limeta de este• licor a dos tomines y en el de
tabaco a dos mazos por tomín de oro. Dijo que según y
como consta en la pregunta llegó a su noticia como tan
públiCo y notorio que lo era.

Preguntado si sabe cuánto tiempo duró el levanta-


miento y motín y cuánta gente se juntó para hacer

329
1 58r la/ resistencia a los entables y estancos. Si tenían todo
género de armas y si amenazaban ruina a todas las rentas
reales y a este sitio de Rionegro. Dijo que el levanta-
miento y motín le parece que duró desde el mes que se
cita hasta que bajaron a este sitio, que lo fue el 16 de
julio de 1781. El número de éstos oyó decir que lo era
bastante copioso por estar inmiscuido el vecindario de
baja esfera de los de Guarne con los demás de sus inme-
diaciones. Y que las armas que éstos tenían en el primer
impulso, que no sabe a causa de no haberlas visto. Pero
sí, que dicha sublevación se esperaba ruina a las rentas
reales.

Preguntado si sabe quiénes fueron los capitanes del


levantamiento y motín que gobernaban aquellas
gentes. Dijo que en primera instancia no supo quienes
eran los capitanes y si cuando los amotinados bajaron a
este sitio los amotinados vió que los que gobernaban
aquellas gentes, los capitanes y mandones lo eran, en
primer lugar Bruno Giraldo y de éste se seguía Francisco
y José Ignacio Zapata y también Javier García.

Preguntado si sabe que en el mes de julio del mis-


mo año bajaron los del levantamiento en tumulto a
este sitio. Qué número de personas? En qué día. Si
traían todo género de armas como son: espadas, sables,
cutoes, machetes, mojarras, lanzas, escopetas, garrotes y
piedras. Dijo que saliendo de un entierro que se hizo en
este, sitio de Rionegro el día 16 de julio vió que los
tumultuarios anduvieron armados con las mismas armas
que se refiere la pregunta y éstos derechamente se ende-
158v rezaron a la casa del Señor/ Capitán a Guerra que sitúa
en esta Real Plaza y habiéndole repugnado al deponente
lo mucho el modo con que aquellas gentes habían entra-
do así armados como dicho tiene y que su número com-
prendía el 150 poco más o menos. Sin otros muchos que
estaban en la reguardia de los que habían adentrado en
la casa del Señor Capitán a Guerra y que éstos, según
oyó decir, estaban esperando en los altos que hay en
este sitio y mirando hacia esa plaza en observación de
los movimientos que pudiesen haber resultado de sus
otros compañeros y aliados. Cuyo desorden le motivó al
deponente como fiel vasallo de Nuestro Rey y Señor. Y
en cumplimiento del cargo que se obtiene para haberse
retirado de su casa y prevenídose-para el reparo de cua-

330
lesquier movimiento y para ello convocó algunos sujetos
de excepción y que esto lo hizo de oficio, sin que para
lo cual precediera orden de ningún juez, pues no lo moti-
vó de ninguna como tiene dicho.

Preguntado si de antemano al día de esta bajada se


supo que venían a este sitio con las pretensiones
arriba preguntadas de estancos y pulperías y de no con-
cedérselo allanarlo todo con la fuerza. Dijo que general-
mente oyó decir de mucho de antemano que los tumul-
tuados bajasen, que éstos venían a quitar estancos, pulpe-
rías y todo allanarlo con la fuerza.

Preguntado qué hicieron los amotinados cuando


entraron a este sitio y si éstos pagaron todos o
algunos el donativo. Dijo que no vió demostración algu-
na= na en los tumultuados ni los que pagaron/ el donativo y
sí oyó decir que muchos no pagaron.

Preguntado si sabe que alguna persona o personas


les hubiesen aconsejado bajasen en esa forma arma-
dos con las armas referidas. Dijo que por el motivo de
hacer publicar una Real Cédula en razón del donativo le
insinuó el deponente al Señor Capitán a Guerra que pa-
sase al paraje de Guame y allí le hiciese saber a aquellos
díscolos la real orden. Que en efecto pasó dicho Señor
Capitán a cumplir con aquella orden y les hizo saber,
recogidos que fueron los levantados, les insinuó a éstos
que estaba bien quitasen la pulpería y con ello se les
concedía el mercado por haberse presentado y no tener
otra forma de mantener éste. Que ésto fue motivado por
no haber encontrado los tumultuarios en la pulpería los
bastimentos concebidos en ella y de estar, de allí este
sitio, bastante apartado. Que los referidos tumultuados
le preguntaron en aquel acto al Señor Capitán que
cómo bajaban a este sitio si armados o sin ellas. Y les
respondió que bajasen como quisiesen a pagar el donati-
vo. Si ésto lo permitió el Señor Capitán (pot habérselo
dicho al que declara) en consideración de las críticas
circunstancias que así se lo insinuó por haberlo tenido el
que declara a mal semejante permiso.

Preguntado si para esperarlos en la forma referida


se les previno a los vecinos de honor y leales se
recogiesen al sitio con sus armas para contener cualquier

331
desorden que quisiesen intentar. O si para ésto se hizo
alguna prevención o si vió alguna cautela. Dijo que a
excepción de lo que ya tiene dicho haber el deponente
159v prevenido algunos sujetos no/ ha sabido, oyó ni enten-
dió que por otras personas alguna se hubiese hecho pre-
vención sobre el contenido de la pregunta.

9. Preguntado si sabe que haya sido pública voz y


fama en estos valles que el Señor Capitán a Guerra
su hermano Don Manuel Jaramillo, Don Lor-enzo de
Castrillón. Don Joaquín Echeverri, Don Joaquín Ga-
viria hayan sido los promovedores y fomentadores
ocultos del levantamiento de los de Guame. Si és-
to se lo ha inferido por varias señales, expresiones,
acciones relativas a dichas demostraciones y tibieza
con que dicho Señor Capitán procediera a la contención
del desorden. Dijo que de oídas sabe que los fomentado-
res de los levantados lo eran el Señor Capitán a Guerra y
su hermano Don Manuel Jaramillo que de los otros no-
minados en la pregunta no ha oído ni sabido cosa alguna
y que con aquellas voces que corrían de los fomentado-
res, los que ya tiene dicho, les preguntó el declarante a
los tumultuados el día que éstos vinieron a este sitio de
quienes eran los que los fomentaban y prevenían porque
se decía que eran los Jaramillos. A lo que le respondie-
ron a la pregunta que no había tal que ni ellos ni otras
personas alguna les patrocinaba ni sugería en las preten-
siones que tenían sobre las pulperías y mercado.

Responde que lo que lleva dicho y declarado es la ver-


dad en fuerza del juramento que dicho tiene en el que se
afirmó y ratificó, leída que le fue ésta su declaración.

Dijo ser de edad 64 años poco más o menos. Lo que


firma con Su Merced por ante mí que doy fe.

Antonio Ruiz de Rivera


110r Felipe de Villegas y Córdoba/ por madado
Francisco Antonio Gutiérrez,
Escribano Público del Número,

Certificación En este Valle de Rionegro a 31 de marzo de 1782. Yo


Francisco Estebanés,-- Alcalde de dicho Valle, habiendo
visto el requerimiento hecho por el señor Don Antonio

332
Ruiz de Rivera, Teniente de Gobernador de lá Villa de
Medellín y Juez Comisionado para el seguimiento del
sumario secreto que se está siguiendo contra los vecinos
de Guarne. Cuya interrogación me ha puesto a la vista el
presente Escribano para que inteligenciado de él certifi-
que lo que me conste sobre el contenido de sus pregun-
tas. Habilitándose el día que es hoy por ser esta causa de
la naturaleza que es, certifico en la manera y forma que
puedo y por derecho a los señores y demás personas que
esta vieren que me consta de oídas que en el año pasado
de 1781, porque no me acuerdo el día ni el mes, oí decir
se habían amotinado los vecinos de los minerales de
Guarne y sus inmediaciones, de todas castas, a querer
allanar una pulpería que estaba establecida en dicho
Guarne. La cual la administraba Don Jerónimo Mejía a
quien oí decir que con violencia le habían hecho entre-
gar la licencia que de dicha pulpería tenía. Así mismo,
he oído decir en aquel entonces de público y notorio
que no quisieron contribuir con los derechos reales los
mazamorreros. Y sí temían los vecinos de honor que en
estos movimientos se experimentase alguna ruina en las
rentas de tabaco y aguardiente. Igualmente certifico que
de público y notorio he oído decir que los que comanda-
160v han este tumulto/ eran Bruno Giraldo, Francisco y José
Ignacio Zapata y que por el mes que se expresa bajaron
acompañados de multitud de mulatos a este sitio de San
Nicolás. Ignoro en que forma por haberme hallado au-
sente antes de dicho mes. Después en mi labranza de la
Miel oí decir que todos éstos o la mayor parte habían
venido a pagar el donativo. Siendo ésto todo cuanto
puedo certificar en el asunto y para que conste firmo.
Francisco Antonio Estebanes.

C arta Muy Señor mío. Remito a Ud. el oficio que me dirigió y


a su contenido la certificación que en él se previene no
he dejado de sentar que hubiere sujetos que me citasen
para verme en la precisión a declarar en su comisión por
los sentimientos que suele causar a las partes (ilegible) la
misma verdad. Pero la causa del Estado y del Rey de
necesidad estamos todos obligados en ambos fueros a
referirla... (ilegible) más inmediato y amigos.

Como Su Merced me encarga la brevedad dar con chas-


qui esta certificación para que no se detenga hasta el

333
correo que viene en Medellín donde ha de hacer esta-
ción. Su• Merced pague el chasqui. Quedo para servir a
Su Merced y ruego a Dios le guarde muchos años.

Antioquia, marzo 23 de 1782. Beso la mano de su Mer-


ced su afecto atento servidor.

Pedro Biturro Pérez

Oficio Antonio Ruiz de Rivera, Teniente de Gobernador de la


Villa de Medellín, sus términos y juridicción, por el
Excelentísimo Señor Virrey de este Nuevo Reino de
Granada, y Juez de Comisión en estos valles por Su
Señoría el Señor Gobernador de esta Provincia.

Conservaré de la reservada que da principio al requeri-


161 r miento y que ha de hacer/ el Señor Don Pedro Biturro
Pérez, Teniente de Oficiales Reales en estos tres valles de
Rionegro, Arma y Marinilla y sus jurisdicciones por (ilegi-
ble) en la ciudad de Antioquia. Hago saber por el segui-
miento de este sumario secreto que por comisión de Su
Señoría el Señor Gobernador y Comandante General de
esta provincia Don Cayetano Buelta Lorenzana, me ha-
llo entendiendo en este sitio de Rionegro y en virtud de
las citas que en el sumario se han hecho a Su Merced de
haberse hallado presente algunos pasajes que motivaron
a los tumultuarios de Guarne. Siendo una de las princi-
pales cosas que para la recordación de su memoria he
tenido por bien proveer el auto interrogatorio y en se-
guimiento los demás documentos que se acompañan y
unos en pos de otros, es del tenor siguiente. Reservada:
Muy Señor mío conviene al servicio del Rey y a la paz y
quietud del público averiguar con la competente justifi-
cación qué personas han sido las que han seducido,
aconsejado, promovido y hecho cabeza en los tumultos
y sublevación que han sucedido en esta provincia. En
este concepto prevengo a Su Merced que con la mayor
reserva y cautela proceda a la averiguapión de los que
han hecho cabeza, promovido y fomentado para hacer el
levantamiento ejecutado en el año inmediato pasado por
los vecinos de los Minerales de Guarne y de la Mosca.
Para cuyo efecto confiero a Su Merced la comisión, fa-
cultad y jurisdicción necesarias para que el Capitán a
Guerra de aquellos valles no le ponga el menor embarazo

334
y facilite a Su Merced todo el favor y auxilio que le pida
y necesite. Le entregará Su Merced la carta que le inclu-
yo abierta y si en alguna cosa faltare (que no lo expreso)
al cumplimiento de lo que prevengo me dará Su Merced
pronto aviso. Si Su Merced tiene satisfacción del Escri-
bano de Rionegro para actuar la sumaria con él con tal
161v precaución que por ahora no/ llegue a trascender en
cuanto sea posible, el fin a que se dirigió para evitar que
los culpados fomenten algo de nueva inquietud. Cuando
Ud. concluya dicho sumario me remitirá original con la
seguridad que corresponda. No dudo que Ud. desempe-
ñará este encargo con la reserva, celo y eficacia que
requiere el asunto.

Nuestro Señor guarde a Su Merced muchos años.

Antioquia, Febrero 25 de 1782.

Beso las manos de Su Majestad. Su seguro servidor Caye-


ran() Buelta Lorenzana.

Auto Señor Teniente de Gobernador Don Antonio Ruiz de


Rivera, Rionegro Marzo 13 de 1782, para que este suma-
rio vaya por los términos debidos en consideración a
evacuar las citas que en el decurso de este seguimiento
las que se considerasen poder suministrar razón bastante
para formar el debido concepto que a él debe hacerse,
en consideración de haber citado uno de los testigos al
Señor Teniente de Oficiales Reales de estos valles, Don
Pedro Biturro Pérez y que en la actualidad se halla en la
ciudad de Antioquia en cumplimiento de cierta comi-
sión de Su Alteza. Porque es necesario que se evacuen
dichas citas. Líbrese exhorto requerimiento con recorda-
ción de ellas e insertando la comisión que causa la dili-
gencia y también las preguntas siguientes que en su in-
vestigación de evacuarlas por su certificado de lo que le
constase y que son las que siguen.

1. Si sabe y cómo que las gentes de todas castas que


viven en los minerales de Guarne y sus inmediacio-
nes se amotinaron y levantaron el domingo 17 de junio
pasado de 1781, para resistir por la fuerza el estableci-
miento de pulperfas,Matrículas de mazamorreros y de-
rechos que a éstos se les mandaban cobrar. Para hacer

335
que en el estanco de aguardiente se vendiese la limeta de
este licor a dos tomines y en el de tabaco a dos mazos
162r por tomín de oro/.

Así mismo, si sabe cuánto tiempo duró el levanta-


miento y motín. Qué número de gentes se juntaron
para hacer la resistencia a los entables y estancos. Si
tenían todo género de armas y si amenazaban ruina to-
das las rentas reales y a esta población de San Nicolás.

Por consiguiente si sabe quiénes fueron los capita-


nes del levantamiento y motín que gobernaban
aquellas gentes.

También si sabe fue sentir común que los capitanes


y mandones del levantamiento y motín tenían
otros sujetos que ocultamente les deducían y sugerían lo
que habían de hacer y el modo que habían de pedir y
gobernarse el levantamiento. O si también públicamente
se advirtió alguna cosa sobre que pidieran, hicieran, ha-
blaran ésto o aquello para lograr sus intentos.

Igualmente si sabe que en el mes de junio del mis-


mo año bajaron los del levantamiento en tumulto a
este sitio de San Nicolás. Qué número de personas y en
que día. Si traían todo género de armas como son espa-
das, sables, cutoes, machetes, mojarras, lanzas, escope-
tas, garrotes y piedras.

En seguimiento, si de antemano el día de esta baja-


da se supo que venían al sitio con las pretenciones
arriba preguntadas de estancos y pulperías y de conce-
dérselo allanarlo todo con la fuerza.

Así mismo si sabe y le consta a donde se dirigieron


luego que llegaron a este sitio así armados y que
demostración hicieron los amotinados. Si en estos térmi-
nos se presentaron juntos al Señor Capitán a Guerra Don
Alonso Jaramillo y si pagaron todos o algunos el donati-
vo.

Por consiguiente si sabe que alguna persona o per-


sonas les hubiesen aconsejado bajasen en esa forma
armados con las armas referidas.

336
Así mismo, si sabe que para esperarlos en la forma
referida se les previno a los vecinos de honor y se re-
cogiesen en el sitio con sus armas para contener cualquier
162v desorden o vió alguna cautela/. Por consiguiente si supo
que llegaron los amotinados a casa del señor Capitán a
Guerra, se les hizo a éstos buen semblante por el método
con que vinieron armados y si hubo algo de presente.

Si éstos llamados para presenciar el acto. Por


quién? y si se les advirtió tuviesen atención y cui-
dado de las armas que aquellos traían, para de este mo-
do reconocerlas o si se les mandaron a dejar.

Así mismo, si sabe que después que salieron de casa


del Señor Capitán a Guerra anduvieron por todo
el sitio así armados en patrullas. Si se les embarazó por
algún juez.

También si sabe que en el tiempo que estuvieron en


casa del Señor Capitán los amotinados, los mando-
nes de éstos llamaron aparte a dicho Señor-Capitán y a
su hermano Don Manuel Jaramillo y si dicho Señor Ca-
pitán y su hermano se manifestaban muy alegres y com-
placidos con los amotinados.

Si sabe que durante el tiempo del levantamiento


Bruno Girald o, Francisco y José Ignacio Zapata, ca-
pitanes de los levantados, frecuentaban las casas denSe-
ñor Capitán y de su hermano Don Manuel Jaramillo.

Preguntado si sabe que en el decurso del levanta-


miento el Señor Capitán a Guerra y su hermano
Don Manuel Jaramillo fueron a Guarne en donde esta-
ban los levantados. Y si Don Manuel instó a éstos a que
hablaran y pidiesen cuanto se les ofreciese al Señor Capi-
tán y si les enseñaba y decían lo que habían de ir dicien-
do y aún tomando la palabra por ellos. Si habló a su
nombre en razón de las pretensiones. Si fue él quien les
dijo a los levantados bajasen al sitio con las armas.

Así mismo si sabe que el día que bajaron los levan-


tados, el Señor Capitán antes de que bajasen estaba
en la deliberación de hacer vender el tabaco a dos mazos
por tomín y a dos tomines la limeta de aguardiente.

337
Si sabe que los amotinados dieron un papel al Se-
163r ñor Capitán a Guerra en que/ costaban sus preten-
siones y quién lo entregó.

Por consiguiente si sabe que Don Manuel Jaramillo


retó a Don Francisco Vallejo, Alcalde del Partido
de Guame y San Vicente porque en los primeros impul-
sos del levantamiento. procuró contener a los de la sedi-
ción. Con lo de más que supiere en el particular.

18. Si sabe que el Señor Capitán a Guerra les haya


hecho saber alguna orden del Señor Gobernador de
esta Provincia a los levantados, para que se apaciguasen
y apanasen de su injusta pretensión. Que si tenía que
pedir lo hicieran por representación y dando la obedien-
tia que debían como vasallos del Rey.

Por consiguiente si sabe haya sido pública voz y


fama en estos valles que el Señor Capitán a Guerra
y su hermano Don Manuel Jaramillo han sido los promo-
vedores y fomentadores ocultos del levantamiento de los
de Guarne.. Y si se ha inferido por varias señales, expre-
siones, acciones relativas a dicho demostración y tibieza
que haya habido por dicho Señor Capitán a proceder a la
contención del desorden. Como también si sabe que
dicho Señor Capitán y el referido su hermano Don Ma-
nuel sabían que generalmente estaban en la inteligencias
de que ellos eran los que fomentaban el levantamiento y
pretensión de aquellas gentes. Y si por ello ha sabido
hayan hecho alguna demostración en indemnizarse de
tan atroz culpa.

Así mismo, si sabe que haya otra persona o perso-


nas que ocultamente aconsejasen a la sedición so-
bre sus pretenciones. Con lo demás que sobre el asunto
supiere, se servirá certificar reservando su contexto por
lo gravedad del particular y evacuada la certificación se
servirá dicho Señor Teniente de Oficiales Reales devol-
verme original es para agregarlos a su expediente. Y por
éste asi lo proveo, mando y firmo yo.

Don Antonio Ruiz de Rivera, Teniente de Gobernador


de la Villa de Medellín y Juez de Comisión sobre el se-
guimiento de este sumario secreto.

338
163v Por ante/ mí, de que doy fe •

Antonio Ruiz de Rivera


Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público del Nú-
mero.

Citas. Que el día nueve de julio del año pasado, estando en la


casa del difunto Doctor Don Francisco Javier Echeverri
en ciertos inventarios y que en ésta estaban el Señor
Teniente de Oficiales Reales y Don Manuel Jaramillo,
Don José Domingo de Isaza, Don Juan Bautista Vallejo,
el Escribano y el Señor Capitán a Guerra Don Alonso
Jaramillo, a la cual llegó Bruno Giraldo y con la llegada
de éste se notó cierto movimiento.

Otra. Que dicho Señor Teniente se halló presente en la casa


del Señor Capitán a Guerra el día 10 de julio cuando
vinieron los levantados a este sitio.

Decisión, Mediante lo cual Señor Don Pedro Biturro Pérez, Te-


niente de Oficiales Reales de estos valles de Rionegro y
Juez Comisionado por su Señoría en la ciudad de Antio-
quia de parte del Rey Nuestro Señor (que Dios guarde).
Le exhorto y requiero y de la mía ruego y encargo
mande a ver el auto por mi proveído aquí inserto y en su
virtud a continuación de este poner su certificación por
el tenor de lo que le constare en las insertas preguntas.
Como igualmente en razón de las citas. Que en hacerlo
así cumplirá con el noble empleo que ejerce. Yo haré el
tanto por los suyos siempre que los vea. Que es dicho
librado en este valle de Rionegro a 15 de marzo de
1782. Firmado y refrendado en la forma ordenada, de-
volviendo original las diligencias con la correspondiente
seguridad.

Antonio Ruiz de Rivera


Francisco Antonio Gutiérrez,
Escribano Público del Número

Antioquia, 18 de marzo de 1782. Visto el exhorto que


antecede librado por el señor Antonio Ruiz de Rivera,
Teniente de Gobernador de la Villa de Medellín y Comi-
164 r sionado/ para los efectos que en él se anuncian.

339
En Rionegro a 15 del corriente marzo. Dándose como
me doy por requerido, póngase por mí la certificación
de lo que me conste tanto en razón de las citas que se
incluye el oficio como así en las preguntas que tiene por
conveniente hacerme. Y devolverle a dicho señor origi-
nal como previene. Sirviendo este auto de respuesta en
la forma al citado oficio.

Don Pedro Biturro Pérez


Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

Certificación Don Pedro Biturro Pérez, Teniente de Oficiales Reales


en tres valles de Rionegro, Marinilla y arma por Su Ma-
jestad y Juez de Comisión por Su Excelencia para que
:en esta ciudad de Antioquia conozca de las causas todas
de Don Manuel Pazos. Para exponer con claridad los
asuntos del exhorto librado en Rionegro a 16 de marzo
de 1782 por el señor Don Antonio Ruiz de Rivera, Te-
niente de Gobernador de la Villa de Medellín, que es
contraído a justificar los pasajes y autores del levanta-
miento de los vecinos de Guarne y sus inmediaciones
acaecido el año pasado de 1781. No llevaré el método de
ir satisfaciendo interrogación por interrogación de las
que separadamente se incluyen en el referido exhorto ni
a las citas de testigos que testifiquen. Pero si en lo gene-
ral de lo que me consta, con lo que quedarán las relacio-
nes de los acaecimientos y en virtud de dicho requeri-
miento y de mi auto de 18 del corriente, certifico que el
día 17 de junio del año pasado de 1781, bajaron al sitio
de San Nicolás de Rionegro noticias vulgares de los mi-
nerales de Guarne. Que aquel día, lo r fue de fiesta, des-
pués de misa se tocó un tambor para asonarse o con-
gregarse las personas de aquel paraje y sus inmediaciones
que habían concurrido a misa. Así amotinados y capita-
neados por Bruno Giraldo, Francisco Zapata y otro que
164v no tengo/ presentes mandaron a otras personas rescatan-
tes que habían ido a vender sus efectos que de adelante
podían llevar para vender aquí sin embargo toda clase de
géneros, sin excepción de los prohibidos y que sólo en
los Reales Estancos se pueden beneficiar. Y con gritería
y armados siguieron para la casa en que Don Jerónimo
Mejía tenía pulpería, diciendo en voz alta: Viva el Rey
de España y muera su mal gobierno. Llegando a la casa
de Mejía le injuriaron y amenazaron con darle la muerte

340
si seguía de pulpero y le quitaron con violencia los tu-
multuarios la licencia que se le había dado para que
pudiese tener pulpería. Mediante haberse compuesto y
afianzado pagar a su Majestad la parte correspondiente y
en arreglo a las órdenes del Señor Regente Visitador -
General del Reino. Esta licencia que fue dada por escrito
y en papel de sello segundo quitaron los levantados a
Mejía. Al cabo de algunos días la vi sobre el bufete del
Señor Capitán a Guerra Don Alonso Jaramillo. Me pare-
ce la vió también el Escribano Don Francisco Gutiérrez.
Pero no sé el motivo o modo que hubo para que fuese a
su poder esta licencia, ni quien de los amotinados se la
entregó. Aunque se establecieron los estancos de tabaco,
aguardiante y naipes y subsistían corrientes en el pie en
que se hallaban sin novedad en el público ni tampoco la
hubo en más de un mes que había corrido después de
establecidas las pulperías y que sin ellas también arregla-
do e iba arreglándose por los medios suaves la matrículas
de mazamorreros, lavada de oro„cobrando los dos pesos
de oro (que era lo tasado en junta de Tribunales) por el
año que habían dejado de traer los de este ejercicio y
ocupación. Luego y a los pocos días de haberse publica-
do una orden del Señor Regente Visitador General que
mandaba se arreglasen los mineros que tenían mucha
165r extensión de / minas en perjuicio público y en propor-
ción mayor de lo que permiten las leyes y ordenanzas. Y
que en lo demás no impidiesen a los mazamorreros que
pudiesen trabajar y lavar oro, pena de la responsabilidad.
Esta providencia causó mucho desagrado entre los que
tenían grandes extensiones de minas. Luego se explica-
ron los sentimientos que causó en esta sedición de los de
Guame para descomponer con otros pretextos la obser-
vancia de esta de parte de los mismos mazamorreros.
Estos sentimientos me constan por las críticas que hacían
algunos dueños de minas sobre este mandato. El Escriba-
no Gutiérrez que también notó lo mismo que yo me dijo
que en casa del Doctor Don José Ignacio de Ossa se
había ofrecido la inteligencia del levantamiento de los
de Guarne y que dicho Doctor Don José Ignacio dijo
que todo era por causa de un dueño de minas. Al día
siguiente o dos días después de haberse formado y con-
gregado la sedicción al levantaMiento, Me refirió cl Escri-
bano Don Francisco que en su presencia había llegado
un recado de Don Manuel Jaramillo, que vive inmediato
a Gutiérrez, a al Señor Capitán su hermano, en el que le

341
decía con instancia que pasase a su casa. Que dicho
señor disimuló cuanto pudo la persuación y que diri-
gió el papel. Me- parece me expuso fue para el día de
fiesta siguiente. Yendo la víspera de éste en compañía
de José Sánchez a dormir a la casa. de pon Manuel.
Tornando como motivo que pasaba .á Guarne a publicar
a aquellas gentes levantadas la Real Cédula del donativo.
Sin embargo de haberse publicado en el sitio de Rione-
gro de donde son vecinos y parroquianos y para esta
diligencia no llevó al referido Escribano. De la casa de
Don Manuel pasó éste acompañando al Señor Capitán y
165v a José Sánchez a Guarne y hallando Congregado/ aquel
mucho número de gentes con todo género de armas,
como después me lo dijeron ambos Jaramillos. Sánchez
le-preguntó al Señor Capitán que se le ofrecía para estar
en esa forma armados juntos en tanto número. Que a
esta reconvención dijo Don Manuel a los tumultuarios:
"hablen todos aún tiempo y pidan todo cuanto se les
ofreciese al Señor Capitán a Guerra". No tengo presente
que como supe después, que cuando loslumultuarios se
erraban-con las palabras en dirección a sus pretensiones,
se las reformaba, dictada o hablaba por ellos el referido
Don Manuel Jaramillo con la mayor eficiencia que podía
percibirse de aquellos a este unos antecedentes de inteli-
gencia sobre los asuntos de sus pretensiones. Después de
este pasaje se siguió la publicación de la Cédula del do-
nativo, según lo referieron los mismos Jaramillos, seña-
lándose la fijo para que bajasen al sitio de Rionegro a
pagarlo. Que a ésto preguntó aquella congregación de
gentes levantadas:Cómo bajamos? Les respondió el mis-
mo Señor Capitán y su hermano Don ManuekTodos
juntos con sus armas. Efectivamente bajaron en tumulto
el día 16 de julio, en número de más de doscientos
hombres armados, con.espadas, sables, escopetas, lanzas,
machetes, garrotes, piedras en mochilas y otras armas.
Sin que yo viese alguno sin ellas aunque estuve en vigi-
lante observancia. Llegados en esta forma a la puerta del
Señor Capitán a Guerra donde estaba ya Don Manuel su
hermano que bajó ese mismo día del tumulto José Sán-
chez y yo. No tengo muy presente qué otras personas
que habíamos concurrido de oficio y sin que se hubiese
166r hecho alguna insinuación por el memorado señor/ Capi-
tán y al llegar a la puerta dijeron: "Que viva nuestro
Señor". Y respondió la otra parte del tumulto: "Que
viva". Esto fue saliendo a la puerta el referido Señor

342
Capitán y su hermano mandaron aquella gentes que en-
traran y se fueran acomodando en la casa hasta donde
cupieran, tratándolos con un familiar agrado según ma-
nifestaban exteriormente la complacencia que se hubie-
sen presentado en aquella forma. Que no se les reprobó
ni supo se hubiese prevenido alguna defensa para repeler
o contener cualquier intento ni los desaparecieron las
armas un instante aunque de este número fueron pagan-
do el donativo de cuatro tomines hasta unos setenta
poco más o menos. Quedaron sin pagar por lo menos 150
de los concurrentes. Que en el tiempo que pasaron en
dicha casa llamaron los mandones del tumulto a secreto
algunas veces al referido Señor Capitán a Guerra y a su
hermano Don Manuel, más no me consta qué trataban
en citas reservas. Luego que ya no siguieron contribu-
yendo les dijo el Señor Capitán: "Ea caballeros: los que
no han traído el oro y los demás que faltan vayan concu-
rriendo con él a la casa de mi hermano Don Manuel, que
los irá apuntando. Que aunque no es vecino de este valle
(eslo de Medellín) tengo por conveniente acompañarme
con él". Y el referido Don Manuel que estaba presente
aceptó correr con el recibo. No tengo presente que pala-
bras el referido dijo. Y habiéndose despedido de allí,
aquella turba anduvo en la misma conformidad en patru-
llas armadas por todo el sitio y entrando en las pulperías
166v amenazando/ y atemorizando a los pulperos porque hi-
ciesen renuncia del permiso y licencia para ello tenían
exclusivo de la generalidad. Si ella y efectivamente po-
seídos del temor que les infundieron con aquella resolu-
ción armada fueron haciendo dimisión de las licencias
expresadas. Expresando la causa para que se les cancela-
se la obligación que tenían otorgada a favor del Rey de
pagar la cantidad en que se habían compuesto en virtud
de orden del Señor Regente Visitador General. Estas
demostraciones de los levantados no tuvieron oposición
de parte de la justicia ni esta pidió se le favoreciese para
la contención de la osadía y vulneración que con el
escándalo de todos le causaron. Antes bien porque José
Ignacio Callejas, administrador del Real Estanco de
Aguardiente se presentó con sus armas al Señor Capitán
á Guerra ofreciéndose para si quisiese contener aquellas
demostraciones, fue recibido con bastante desagrado el
dicho Señor y criticado por su hermano Don Manuel.
Como los demás sujetos que nos hallábamos en el sitio
recelasemos igual desagrado y considerabamos mucho

343
misterio en este su levantamiento y conmoción popular
hicimos los disimulados como en semejante situación
correspondía.

Esta revolución y conmoción popular me parece duró


cerca de dos meses y en el tiempo intermedio del 17 de
junio hasta el 16 de julio. Constantes los aliados y uni-
dos para sus intentos el Bruno Giraldo y el Francisco Ig-
nado Zapata, capitanes de los levantados, vinieron algunas
veces a casa del Señor Capitán a Guerra y una de ella a
167r principio/ de julio estando dicho señor y su hermano
Don Manuel, el Escribano Gutiérrez, Don José Domingo
de Isaza, otros sujetos y yo en úna casa de campo en
Chachafruto, llegó a ella el referido Bruno Giraldo y se
retiró aparte con el Señor Capitán y su hermano Don
Manuel. Y se estuvieron un buen rato conversando sin
que los demás concurrentes y al menos yo, hubiese per-
cibido cosa alguna de aquella conversación privada. Des-
pués que la declaración se le asentó el Escribano Don
Francisco Gutiérrez. Hablándole algunas palabras con-
traídas al levantamiento y persuadiéndolo que depusie-
ran tan malos intentos como sonaba en el público. Le
respondió según me refirió el mismo Escribano: "Noso-
tros tenemos quien nos dirija y todavía no sabemos en
que día bajaremos al sitio". Al cabo de un buen rato,
tuve yo ocasión de hablar al mismo Bruno, afeándole los
intentos que le habían propuesto y el motín que habían
formado. Disculpándose me dijo en sustancia lo mismo
que al Escribano volteando la cara para donde estaba el
Señor Capitán a Guerra y su hermano Don Manuel Dán-
dome a entender que estos sujetos eran los que goberna-
ban sus acciones. No sé si los demás individuos pondrían
atención a este pasaje. Pero después todos los que allí
estabamos, habiéndose sucitado la especie del levanta-
miento por Don Manuel Jaramillo y por su hermano, del
mucho número de hombres que se habían juntado con
alguna complacencia en referirlo, respondí yo: :"No
obstante no deja de haber, personas blancas con qué re-
sistirlos y castigarlos" y prontamente dijo el señor que
167v no porque había/ por setecientos multatos y blancos
poco más o menos ciento en el valle. Don José Félix
Echeverri me dijo que Don Francisco Vallejo, Alcalde,
había intentado contener a los Guarneños en los prime-
ros impulsos del levantamiento y que Don Manuel Jara-
millo lo retó, a feo este hecho diciéndole que si quería

344
que los mulatos salieran deslucidos y hacerle pasar a él.
vergüeza. Con lo que les dio a entender que él era quien
los movía y aconsejaba del modo que se habían de go-
bernar. Don Próspero de Guzmán me expresó que yendo
para Medellín en consorcio de un Doctor Alvarez,de
Hatoviejo, llegaron a la Mosca a la casa del mencionado
Don Manuel y que ofreciéndose la conversación del le-
vantamiento, afeándolo Don Próspero, dicho Don Ma-
nuel se empeñó en disculpar y cohonestar las acciones
y proeederes de los levantados. Conociendo por las pala-
bras tenia parte en el asunto, le pudo hacer una seña el
Doctor Alvarez para que cediese en contradecirle y no
tengo presente que otras razones me dijo precedieron
con las que tanto él como Alvarez salieron para seguir su
destino, conceptuados con fundamento de que Don Ma-
nuel era motor del levantamiento. Y cl mismo Don José
Félix Echeverri me informó -que en el tiempo del levan-
tamiento quiso un mazamorrero pasar a la Real Oficina
a pagar los dos pesos de la tasa y que aconsejándose con
Don Manuel se lo estorbó. Don Juan Francisco Echeverri
168r me dijo que dos hombres/ casados con dos libertinas del
Doctor Don José Ignacio de Osa, habiendo concurrido
estos armados el día que bajaron a San Nicolás los levan-
tados, los reprendió dicho Doctor por el hecho y que el
descargo que dieron fue que no sabían que aquello fuera
malo, su puesto que se los había aconsejado Don Manuel
Jaramillo.

El Señor Escribano Francisco Gutiérrez me expresó que


el Señor Capitán a Guerra no tenía hecha la información
del levantamiento hasta que supo que había informado
yo. El referido Don Manuel y su hermano el Señor Capi-
tán me dijeron a mí que se decía de público que ellos
eran los motores del levantamiento de los de Guarne y
que era cierto tenían parte en él, no para sugerirles ma-
los procedimientos sino para inspirarles lo contrario a su
contención. Que ya hubieran hecho daño si no fuera por
la contención que es causa de sus buenos oficios y por el
concepto que se habían formado de ellos como lo hubie-
ron verificado en un papel de capitulaciones de sus pre-
tensiones que les habían dado. •Que por tener algunas
cosas no correspondientes, se le mandaron reformar y
que así lo verificaron dando otro con aquellas menos.
Que aunque no podrán probar dijo Don Manuel que la
entrega que hicieron los levantados de este papel, lo

345
cierto era lo que decía por los pasajes referidos. Otros
que ya no tengo presente por el tiempo que va corrido,
por el público y común sentir de todo fundado en he-
chos sospechosos, en los de la familiaridad con los del
168v levantamiento y del afecto que manifiestan hacia/ ellos.
Siempre he estado y estoy en el firme concepto sin mo-
tivo de duda que el Señor Capitán a Guerra Don Alonso
Jaramillo y su 'hermano Don Manuel Jaramillo fueron
los principales motores del levantamiento de los de
Guarne y sus contornos. Que éstos .dirigean por sus fines
particulares sus pretenciones y acciones para lograr por
la mano armada de estos idiotas rústicos el desbarate de
las Rentas Reales. Desligar las instrucciones recientes del
Señor Regente Visitador General que las pone en arreglo
y restablecer otros ramos con cautelas contra los fraudes
y también para vengar sus sentimientos y porque aunque
sabían y saben de público y notorio corría y corre por
constante que ellos eran el principio y los que formenta-
ban con la sugestión el levantamiento y sus pretensiones
de lo cual no se han vindicado ni procurado hacerlo por
los medios regulares e inocentes. Antes han discimulado
y conformándose con lo mismo que todos entienden
con los fundamentos dichos que no habían llegado a mí
noticias. Por lo que puede convenir al servicio del Rey y
causa pública, certifico, igualmente questa provincia de
Antioquia estaba pacífica y sosegada sin rumores de le-
vantamiento hasta que se verificó el citado de los mine-
rales de Guarne que con este pernicioso ejemplo se puso
la provincia o los ánimos de la plebe en la mayor fer-
mentación y a poco tiempo hicieron el levantamiento
169r también/ los indios del pueblo de Sopetrán. Otro incon-
tinenti las gentes de la Quebrada Seca, Miranda y Tabla-
zo. Otro los indios del pueblo de Buriticá. Otro muy
alevoso que intentaron los esclavos que son más de cinco
mil en número. Otra posteriormente intentaban para ro-
bar y matar los de la Quebrada Seca, Río de Cauca
arriba, Miranda, Tablazo y Sacaojal, poniéndose la pro-
vincia con aquel mal ejemplo en riesgo de la total perdi-
ción que se hubiera verificado a no haberse anticipado el
celo con acertadas providencias del gobierno, impidién-
dose para esta contención sumas considerables sacadas de
las Reales Cajas que se esperan ver funestos espectáculos
para poner en consonancia el buen orden y disciplina
que hizo claudicar aquel primer desorden de Guarne.
Que se reconoce como origen de los posteriores. Luego

346
como la Provincia también el deshonor que le han causa-
do las demostraciones de los ingratos hijos que se le han
conspirado.

Para que conste pongo la presente certificación en virtud


del oficio que la motiva y juro por Dios Nuestro Señor y
una señal de cruz que los pasajes y demás que expongo
en el modo que en la presente los retiene la memoria y
en todo arreglado al concepto que he formado. En testi-
monio de ello firmo en Antioquia 22 de marzo de 1782.

Pedro Biturro Pérez

Auto 169v Rionegro,/abril 7 de 1782. Vista esta certificación de 22


de marzo pasado puesta por el Señor Teniente de Oficia-
les Reales de estos valles, en virtud de mi oficio del 15
del mismo, la del Señor Alcalde de este sitio y la del
presente Escribano. Agréguese al respectivo expediente
de mi comisión, En cuyo (ilegible) se siguió este suma-
rio, a fin de justificar los pasajes y descubrir los cómpli-
ces del levantamiento y conmoción popular que hicieron
en este Valle los vecinos citados en Guarne y sus inme-
diaciones por los meses de junio y julio del año próximo
pasado. Constatado el sumario con plenitud, justificados
los sucesos y que las ideas de la sedición y levantamiento
era la de destruir las Rentas Reales y de oponerse a las
órdenes superiorés que miraban a su perfección y acerta-
do método con lo demás que se reconoce de las decep-
ciones. Sin embargo de que faltan en este sumario por
evacuar las citas del Doctor Don Francisco Alvarez, Don
Próspero de Guzmán y José Antonio Valencia. Porque
los primeros se hallaban fuera de esta jurisdicción de mi
comisión y el segundo por no haber sido,dable saber de
su paradero aunque se han hecho las más vivas diligen-
cias en su solicitud. Y por lo que hace a otras citas que
no de mayor consideración se omiten para que sobre
ellas provea el Señor Gobernador antes si lo tuviese por
conveniente y para que sigan los originales con la pronti-
tud demandada por el proceso a su Señoría dicho Señor
Gobernador.Sáquese brevemente testimonio para los
170r efectos que pueda convenir/ como está mandado y síga-
se aquellos a entregar al insinuado Señor Gobernador..
Cuyo costo se pagará por este juzgado y se anotará su
importe por el presente Escribano con lo demás que se

347
o

ha desembolsado, porte de correo. Agregándose al expe-


diente la carta que acompaña al certificado del Señor
Teniente Don Pedro Biturro Pérez.

Rivera.

Proveyó y firmó el auto de arriba. Su Merced el señor


Don Antonio Ruiz de Rievera, Teniente de Gobernador
de la Villa de Medellín y Juez de Comisión en este expe-
diente por ante mí de que doy fe •
Francisco. Antonio Gutiérrez,
Escribano Público del Número

Recibo De manos del Señor Teniente de Gobernador recibí 3


pesos 6 tomines del viaje que hice de Antioquia a este
valle a entregar un plieguecito que le remitió el Señor•
Teniente de Oficiales Reales Don Pedro Biturro Pérez.
Para que conste lo firmo, Francisco Varelas

Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público del Nú-


mero.

En cumplimiento de lo presentado en el auto que ante-


cede pongo la nota de los desembolsos que tiene hechos
el Señor Teniente de Gobernador en este expediente:

El importe de 47 pliegos de papel de oficio inverti-


dos en este sumario que importa. 2, 2
Iten 12 tomines del alquiler de la casa en que se ha
estado actuando. 1, 4
!ten 12 tomines del chasqui que fue traer el papel
de oficio a Medellín. 1, 4
Iten 12 tomines del peón que llevó los primeros pa-
peles a Don Félix Echeverri a su montaña, a Don
José Domingo de Isaza y a Don Juan Francisco
Echeverri para su comparecencia. 1, 4
Iten 3 pesos, 6 tomines del chasqui que trajo el
170v plieguecito que / remitió el Señor Teniente Don
Pedro Biturro de su certificado. 3,6
¡ten 3 pesos, 6 tomines del chasqui que lleva este
proceso. 3,6
Iten 7 tomines del correo que lleva el plieguecito
exhorto a dicho señor Don Pedro Biturro. 0,7

348
hen 8 tomines y medio que se le deben al Señor
Teniente Don Pedro Biturro que importó el porte
de correo del plieguecito que remitió al Señor Te-
niente de Gobernador de su certificado. 0,7
17 y media onzas que pesa este proceso y que por
su porte de correo se debe satisfacer las 9 primeras
a 2 tomines y las restantes a la mitad que todo im-
porta 25 tomines y medio. 3,1,6
Totales '19-3-4

Todo lo cual para que así conste lo anoto y firmo en


Rionegro a dos de abril de 1782.

Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público del Nú-


mero en este Valle de Rionegro y sus términos por el
Rey Nuestro Señor.

Certificación Certifico en pública forma yen manera que haga fe a los


señores y demás personas que la presente vieren como el
Señor Teniente de Gobernador y Juez Comisionado en
este Valle de Rionegro, en mi presencia y por ante mí el
día 17 de junio le recibió juramento a Don Ignacio Ra-
mos, que lo hizo conforme a derecho, bajo el cual ofre-
ció guardar secreto en todo y cuanto como amanuense
escribiere y haya escrito. Lo que en fe de ello así lo
certifico y firmo en Rionegro a 2 de abril de 1782.

Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público del Nú-


mero.

Diligencia 171r Rionegro,/ abril dos del mismo año, say)se de este suma-
rio en letra bien menuda en 160 hojas, cuyo papel de mi
peculio yo el Escribano compré como igualmente tres
cuadernillos más de dicho papel para las cartas y demás
comparendos que al Señor Juez se le han ofrecido. Que
éstos con los primeros hacen 19 cuadernillos que a to-
mín cada uno importa dos pesos y tres tomines. Lo que
para que conste y en fe de ello lo firmo.

Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público del Nú-


mero.

349
Nota Nota que estos autos contienen de hojas útiles 105. Las
cuales contienen en razón del sumario contra las gentes
de todas las castas del sitio de Guarne y sus inmediacio-
nes. Lo que para que conste lo pongo por diligencia y
-firmo.

- ---Gutiérrez

Carta Señor Gobernador y Comandante General Don Cayeta-


no Suelta Lorenzana. Muy Señor mío: En cumplimiento
de la comisión que Su Señoría me confió para que pro-
cediese a la investigación de los pasajes de los levantados
de Guarne y demás. Tengo cumplido con este presente
como lo requería el sumario del asunto que acontinua-
ción a esta se remitió con chasqui para que en su vista se
sirva prover lo que convenga en beneficio de su Majestad.
La divina guarde a Su Señoría con cumplidad salud, vida
muchos años.

Rionegro, abril 2 de 1782. Besa la mano de Su Señoría


su seguro servidor Antonio Ruiz de Rivera,

Carta Señor Gobernador y Comandante General Don Cayeta-


no Buelta Lorenzana. Muy Señor Mío de mi mayor ve-
neración. Aunque en la ocasión presente tengo escrito a
Su Señoría dando cubierta a las diligencias que puso a mi
cuidado. Se me hace preciso duplicar ésta sólo con el fin
171v que en cuanto fuere graciable me/ atienda a estos eaba-
llerosjaramillos como resultantes a mi parecer en la
inquisición que se ha hecho, a cuya súplica me mueve lo
primero el ser éstos de las primeras familias de esta pro-
vincia. Lo segundo hallarse emparentados con los veci-
nos principales. Lo tercero por lo que he llegado a en-
tender que uno de estos dos caballeros me recusó ante
Su Señoría, teniéndome por sospechoso y para que se
reconozca que las obligaciones que Dios Nuestro Señor
se ha servido ponerme en este mundo no permiten ren-
cores ni semejante modo de desquite. Por eso- -mismo
aún esfuerzo más mi súplica y lo cuarto finalmente, que
por el mismo hecho de tenerme por enemio debo pro-
pender a que se le haga todo-ibien y empeñarse como
fuere mi amigo.

350
Bien Su Señoría reparará que habiéndome comisionado
y puesto en mis manos la inquisición o pesquisa porque
no los favorecí pero al mismo tiempo su alta compren-
sión y capacidad responderá por mí que siendo negocio
que se me había confiado, lo había de verificar con
aquella exactitud y pureza que demanda la comisión.
Sin que por ella tuviera yo arbitrio para la gracia y esté
en ella como principal juez puede usar de la piedad gra-
ciable que acostumbra con los sujetos de esta naturaleza
y honrados a los que en el día 9 de abril da el auto que se
manda publicar para que se ponga silencio sobre los del
Socorro y al mismo tiempo puede escudarles aquel per-
dón que Su Excelencia cuando los primeros alborotos de
esa ciudad (ilegible) lo que Su Señoría había ejecutado.
Espero merecerle este favor que numeraré con los demás
172r que se ha/ dignado haberme dejado ocasión para poderlo
manifestar mi gratitud y así mismo que Dios Nuestro
Señor le guarde la importante vida de Su Señoría mu-
chos años.

Medellín abril 3 de 1782. Beso las manos de Su Señoría


su afecto seguro servidor Antonio Ruiz de Rivera.

Antioquia abril 5 de 1782. Agréguese a los autos de que


trata y respóndasele por mí quedando copias a la carta
que a continuación de este decreto.

Suelta.

Copia de la res- Muy Señor Mío: • En su carta de 5 del mes corriente veo
puesta a esta car- la eficacia y fundamentos que se mueven para interesar-
ta que antecede.
se por Don Manuel Jaramillo a fin de que yo le aplique
la indulgencia posible para que no padezca deshonor su
familia. Yo bien conozco la sana intención de Su Merced
y que para lo mismo que Don Manuel Jaramillo le ha
reputado enemigo suyo. Le corresponde con la cristiana
demostración de rogar por él. Su Merced hizo la sumaria
información y reservadamente le encargué que también
Su Merced lo que de ella resulta. Y antes de llegar a mis
manos ha llegado a trascender en disposición de que la
parte de Don Manuel Jaramillo ocurrió antes de que Su
Merced la concluyese. Recusando a su Merced en este
gobierno y siendo el asunto de tanta gravedad y perjudi-
cial al Real servicio y al público por la naturaleza. Pues

351
no hay otro más perjudicial que el de los sediciosos o los
172v que fomentan o inducen. No puede/ ni debe disimularse
por ningún pretexto y lo único que podré y debo hacer
es oírlo en justicia y según ésta será juzgado. La orden
que Su Merced cita a lo último de su Carta tiene distinta
inteligencia de la que Su Merced explica en este concep-
to quedará Su Merced inteligenciado de los justos moti-
vos que tengo para no complacer sus buenos deseos en el
asunto, porque la caridad bien ordenada la ha de ejercer
uno consigo mismo, Y en el caso presente no la podría
ejercitar con su recomendado sin que fuera en grave
perjuicio por faltar a la justicia y al 'celo conque debe
desempeñar el empleo que Su Majestad se ha dignado
confiarme, Nuestro Señor Guarde a Su Merced.

Antioquia, abril 13 de 1782. Beso la de Su Merced, Su


seguro servidor. Cayetano Buelta Lorenzana.

Señor Teniente Don Antonio Ruiz de Rivera. Concuerda


con la que en esta fecha le escribí a mi Teniente Don
Antonio Ruiz de Rivera en cuya fe lo firmo hoy 13 de
abril del1782.

173r Buelta/ Señor Gobernador y Comandante General:

Escrito Don Manuel José Jaramillo, vecino de la Villa de Mede-


llín y residente en el Real de Minas de La Mosca, ante
Vos conforme a derecho.

Comparezco por persona de mi confianza por hallarme


enfermo. Digo que contra la lealtad, admiración y obe-
diencia que siempre he profesado a Nuestro Católico
Monarca (que Dios guarde) se ha expandido en los terri-
torios de mi domicilio y circunvecinos, la infame (en
cuanto a mí, vergonzosa voz) de haber sido yo protector
del alboroto pasado de Guarne. Lo cual habiendo llega-
do a mí noticia y desdiciendo tanto de la acreditada
173v conducta tanto mía como de mi fami/ ha. Procurando
en cuanto me sea posible, sacudir de mí tan atroz cri-
men de que me hallo inocente. Acudo a la gran justifica-
ción de vos, suplicándole rendidamente se digne recibir
por sí mismo la información que sobre el particular ten-
ga por conveniente. En caso de no poderlo así ejecutar,
nombre Juez comisionado que en nombre de voz lo ved-

352
fique. Excluyendo en todo caso al lugarteniente de Vos,
Don Antonio Ruíz de Rivera y al Teniente de Oficiales
Reales, por necesitarlo para este caso, Don Pedro Bitu-
no, y al primero por ser mi capitán Como en caso nece-
sario estoy pronto a justificarlo y si de la: sumaria que
solicito resultare (lo que no es posible) reo convicto,
174r está pronta mi cabeza/ pecho por tierra, para darla por
mi Soberano. Si de resultas del sumario y los descargos
que el derecho me permite, saliese libre como por mi
propia conciencia lo juzgo sólo pretendo que Vuestra
Señoría me franquee la satisfacción judicial correspon-
diente. Para que nadie en tiempo alguno se atreva a
sindicarme con tan vil nota. Ni quede en opiniones mi
lealtad sospechosa como al presente, sin fundamento al-
guno. Mediante lo cual, haciendo el pedimento más útil
y conforme a justicia, pido y suplico se sirva de proveer
y determinar, según en el cuerpo de éste llevo pedido, por
ser así de justicia que solicite y juro la verdad en dere-
ch o.

Manuel José Jaramillo

Antioquia, Marzo 17 de 1782.

Por presentado y no habiéndose recibido en este gobier-


174v no la sumaria que refiere, fuerza que se reciba, se/ servi-
rá proveer lo que corrcsponde y sea de justicia.

Buelta

Antioqu a, 20 de 1782.

Vista la sumaria hecha por Don Antonio Ruiz de Rivera,


mi lugarteniente en la Villa de Medellín, en virtud de la
carta orden reservada que le comuniqué con fecha
de 23 de febrero último, que se halla por cabeza
de ella y en consideración a lo que de ella resulta justifi-
cado. A lo que Don Manuel Jaramillo representa en el
escrito que antecede presentado el 20 de marzo próximo
pasado, antes que se concluyere dicha sumada y a lo que
también representa dicho Teniente en la carta que me ha
dirigido con fecha 3 del presente mes de abril. Con refle-
xión a que un asunto de esta gravedad requiere un pro-
ceso sólido que no padezca la nota de la menor sospe-
175r cha/ en la legalidad con que se debió ejecutar en este

353
concepto a fin evitar todo motivo de inquietud y queja.
Y que sin agravio de la inocencia con la integridad y
justificación que corresponde, se pueda dar la providen-
cia más conforme a derecho mediante a que el Doctor
Don Ignacio de Uribe, abogado de la Real Audiencia de
este Reino y alcalde ordinario más antiguo de la Villa de
Medellín, que de orden mía pasó a esta ciudad para
varias consultas en asunto del real servicio y justicia que
se hallan ya concluidas y está próximo a regresar a dicha
Villa. Que por su reconocida integridad como por consi-
derarlo imparcial en el asunto, merece mi confianza para
que reservadamente proceda jurídicamente a la averigua-
ción de si es cierto lo que Don Manuel Jaramillo expone
175v en un citado escrito acerca de la enemistad/ que dice le
profesa el Teniente de este gobierno, Don Antonio Ruiz
de Rivera, y Don Pedro Biturro Pérez. Evacuada en lo
que basta para poner en conocimiento si es cierto o no
la eneinistad. Con igual reserva hará igual averiguación
judicial de si es cierto que el dicho Don Manuel Jarami-.
llo fue quien promovió, fomentó o aconsejó a los habi-
tantes de los minerales de Guarne para el alboroto o
inquietud tumultuaria que ejecutaron en el mes de junio
del año inmediato pasado de ochenta y uno. Si Don
Alonso Jaramillo, hermano del dicho Don Manuel, diri-
gido y aconsejado por éste; protegió a los tumultuarios
apoyando sus designios. Con lo que resultare justificado
dará cuenta a este gobierno, con las diligencias origina-
176r les, para cuya ejecu/ción y cumplimiento le confiero la
comisión necesaria, cuanta por derecho se requiere. Sir-
viendo éste que se lo 'entregará original de despacho y
comisión en forma. Esperando que todo se verifique con
la más posible brevedad. Así lo proveo, mando y firmo
el Señor Don Cayetano-Buelta Lorenzana, Capitán del
Regimiento Provincial de León, Gobernador y Coman-
dante General de esta Provincia.

Por ante mí ¿I Escribano que doy fe.


Don Cayetano Buelta Lorenzana
Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.
En el sitio de Hatogrande, jurisdicción de la Villa de
Medellín. En 29 de abril de 1782.

Yo el Doctor Don Ignacio Uribe, abogado de la Real


Audiencia de este Reino y alcalde ordinario de primera

354
nómina, habiendo visto el auto de comisión que antece-
de y a mí conferido por el Señor Gobernador y Coman-
dante General de esta Provincia para hacer pesquisa se-
176v creta que en dicha comisión se previene en/ que debo de
obedecer y obedezco en la forma ordenada. Para que
tenga su debido cumplimiento serán llamados por mi los
testigos que tenga por conveniente. Examinados según el
tenor de la referida comisión. Para que se proceda en
esta pesquisa con la mayor precaución y cautela que
corresponden al servicio del Rey Nuestro Señor, que
Dios guarde, se les encargará a los testigos que declara-
sen como así mismo a los que sirvieren autorizar
esta actuación, guarden sigilo bajo la gravedad del jura-
mento. Estos últimos serán nombrados los de mi mayor
satisfacción. Siéndolo mediante el conocimiento que de
ellos me asiste el Doctor Don Félix de Restrepo y Don
Pedro Rodríguez de Zea los nombro por tales cuyo
nombramiento se les hará saber por mi persona para que
177r aceptando lo juren conforme a derecho no re/velar a
persona alguna el sigilo de esta actuación. Así lo mando •
y firmo y así lo certifico.

Don Ignacio Uribe.

Incontinenti hice saber el auto y nombramiento que an-


tecede al Doctor Don Félix de Restrepo y a Don Pedro
Ruíz de Zea quienes enterados dijeron que como
fieles vasallos y por interesarse el Real serVicio de Su
Majestad, aceptaban dicho nombramiento. Juraron con-
forme aderecho guardar sigilo. Lo firmaron conmigo y
así lo certifico.

Don Ignacio Uribe


Doctor Don Félix de Restrepo
Pedro Rodríguez de Zea

Declaración de En d icho día, mes y año, en cumplimiento de lo mandado


José Ignacio Za- hice comparecer a este Juzgado a José Ignacio Zapata,
pata vecino del sitio de -Guame uno de los que se dice concu-
rrió como principal en el alboroto acaecido en dicho
sitio, aquí en presencia de los testigos nombrados le
recibí juramento que lo hizo por Dios nuestro Señor y
177v por una señal de Cruz. Prometió guardar/ sigilo y decir
verdad en lo que supiere y le fuere preguntado.

355
Siéndolo de sisabe o ha oído decir que el Señor
Teniente Don Antonio Ruiz de Rivera le profesa
mala voluntad a Don Manuel Jaramillo Gallón y lo mis-
mo Don Pedro Biturro Pérez. Responde que ha oído
decir de varias personas que dicho Señor Teniente le
tiene odio y mala voluntad al referido Don Manuel. No
sabe si Don Pedro Biturro le tiene la misma mala volun-
tad.

Preguntado si Don Manuel Jaramillo fue el que pro-


movió, aconsejó o fomentó en algún modo el tu-
multo de Guarne, que sacudió en el mes de junio del año
inmediato pasado de ochenta y uno. Responde que no
tuvo parte Don Manuel Jaramillo en el tumulto sucedi-
do. No sólo no promovió ni lo fomentó sino que antes
por el contrario, habiendo pensado el declarante con sus
178r compañeros pasar al/ Valle de Rionegro a donde •Don
Pedro Biturro a preguntarle que por que habían de pagar
cl derecho que se les cobraba a los mazamorreros, no
teniendo mina propia, les aconsejó el referido Don Ma-
nuel se quitaran de eso y se Sosegaran en todo, que les
podía resultar perjuicio de persistir en semejante inten-
to. Lo mismo les aconsejó el Señor Capitán Don Alonso
Jaramillo. Quien habiendo sabido la expresada actitud,
vino a dicho sitio de Guarne y les preguntó al declarante
y sus compañeros qué alboroto era aquel y que entonces
rindieron las armas e hincando las rodillas dijeron a una
voz que su intento sólo, era que se quitase la pulpería
que, contra lo ordenado, se había puesto en aquel sitio.
No teniendo el pulpero con que abastecerlos de comistra-
178v jos y al mismo tiempo, celar el que/ otros no los vendie-
sen. Esto los exponía a que el principio de la semana se
fuesen a los montes sin alimentos alguno.

Siendo preguntado si el Señor Capitán Don Alonso


Jaramillo protegió a los tumultuarios aconsejado de
su hermano Don Manuel. Responde: que no sólo no los
protegió sino que antes bien, los persuadió que se quita-
sen de semejante inquietudes. Que así el declarante co-
mo los demás que concurrieron a dicha pulpería, prome-
tieron a dicho Señor Capitán sosegarse y que no se ofre-
ceda nada, como así lo han ejecutado, pues sólo, aspira-
ban a que se quitase la citada pulpería de los minerales.
No sabe que el dicho Don Manuel aconsejase al Señor
179r Capitán para que pro/tegiese la consabida inquietud ni

356
para que aprobase lo que el declarante y sus compañeros
habían hecho. Afirma que ésto que lleva dicho y decla-
rado es la verdad so cargo del juramento que hecho
tiene, en el que se afirmó y ratificó. Siéndole leída ésta
su declaración, dijo ser de edad de 48 años poco más o
menos. No le tocan generales de ley. Lo firma conmigo
y los testigos por la distancia del Escribano.

Don Ignacio Uribe


José Ignacio Zapata
Pedro Rodríguez de Zea (testigo)
Doctor Don Félix José de Restrepo (testigo)

Declaración de En el mismo día, mes y año, en prosecución de lo man-


José Bruno dado hice comparecer a este juzgado a José Bruno Giral-
Chalé°
do, vecino del sitio de Guarne, y uno de los principales
de la inquietud que acaeció en dicho sitio de Guarne, a
quien en presencia de los testigos nombrados recibí jura-
mento y lo hizo conforme a derecho, por Dios Nuestro
179v Señor y una señal de Cruz. Cuyo cargo/ prometió guar-
dar sigilo y decir verdad en lo que supiere y fuera pre-
guntado.

Siéndolo de si sabe o ha oído decir que el Señor


Teniente, Don Antonio Ruiz de Rivera, le profesa
mala voluntad a Don Manuel José Jaramillo y lo mismo
el Señor Teniente de Oficiales Reales Don Pedro Biturro
Pérez. Responde: [Que ha oído decir por varias personas
que dicho Señor teniente Rivera le tiene odio y mal
afecto a Don Manuel Jaramillo, y Don Pedro Biturro al
Señor Capitán Don Alonso Jaramillo. En el presente no
hace memoria a que sujetos lo ha oído.

Preguntado si Don Manuel Jaramillo fue quien pro-


movió, aconsejó o fomentó de algún modo el tu-
multo de Guarne que sucedió en el mes de junio, del año
inmediato pasado de 1781, Responde: Que no fomentó
de modo alguno dicho alboroto. Por el contrario, sabe y
le consta que los estuvo aconsejando y persuadiendo a
180r que se aquie/tasen. Que mirasen lo que hacían, que eso
no podía parar en bien. Al mismo tiempo aconsejó se
humillasen y pasasen a pagar el donativo. Que habiendo
después pasado el Señor Capitán Don Alonso Jaramillo
al dicho sitio de Guarne a hacerles saber la Cédula del

357
donativo, por no haberse publicado en aquel paraje has-
ta aquel tiempo, les preguntó que alboroto era el que
habían tenido con el pulpero y que a esto rindieron las
armas e hinéando las rodillas respondieron que en cuan-
to al donativo que pedía su Majestad estaban prontos
como fieles vasallos a pasar a pagarlo, como así lo hicie-
ron en pocos días. En cuanto a lo demás su intento sólo
había sido de que se quitase la pulpería que se había
puesto en aquellos minerales, en consideración a que el
tsov pulpero/ no les daba abasto de los comistrajos que nece-
sitaban para irse a los montes a sus trabajos de minas. Ni
consentía que les vendiese. Que el que declara al princi-
pio no tuvo intención -alguna en dicho alboroto y que
después por contenerlos que no hicieran algún desacier-
to, hubo de consentir en el nombramiento de capitán
que en él hicieron. Habiendo pensado pasar a donde el
Señor Teniente de Oficiales Reales Don --Pedro Biturro
Pérez a preguntarle que por qué habían de pagar el dere-
cho que se les cobraba a los mazamorreros, no teniendo
mina propia, -donde trabajar. Pues si trabajaban era en
algunos retacitos que les solía dar los dueños de cuadri-
llas. Les aconsejó el referido Don Manuel se quitaran de
181r eso/ y se sosegaran, apartándose de todo escándalo reti-
rándose a sus trabajos.

1 Preguntado si el Señor Capitán Don Alonso Jarami-


llo protegió a los tumultuarios aconsejado de su
hermano Don Manuel y dirigido por éste. Responde:
Que antes de proteger sus designios antes les aconsejó y
persuadió se quitasen y no causasen alboroto. No sabe ni
se persuadió que Don Manuel aconsejase al Señor Capi-
tán Don Alonso Jaramillo para que fomentase el alboro-
to o aprobase el tul-ratito sucedido. Cuando antes estaba
procurando pacificarlos.
Que ésto que lleva dicho y declarado es la verdad so
cargo del juramento hecho tiene. En el que se afirmó y
181v ratificó y en esta decla/ración que le fue leída. Dijo ser
de edad de 62 años. Que en generales de la ley no lo
tacan. Lo firma conmigo y los testigos por los distancia
del Escribano.
Don Ignacio Uribe
José Bruno Giraldo
Don Félix José de Restrepo (Testigo)
Don Pedro Rodríguez de Zea (Testigo)

358
Luego a incontinenti en prosecución de lo mandado hice
Declaración de comparecer en este juzgado a Luis Morales, vecino de
Luís Morales Guarne, a quien en presencia de testigos le recibí jura-
mento que lo hizo conforme a derecho, por Dios Nues-
tro Señor y una señal de Cruz, bajo cuyo cargo prometió
guardar sigilo y decir verdad en lo que supiere y le fuere
preguntado.

Siéndolo de si sabe o ha oído decir que el Señor


182r Capitán Don Antonio Ruiz de Rivera/ le profesa
mala voluntad a Don Manuel Jaramillo y lo mismo el
Teniente de Oficiales Reales Don Pedro Biturro Pérez.
Responde que no sabe cosa alguna de su contexto.

Preguntado si Don Manuel Jaramillo fue quien pro-


movió, aconsejó o fomentó en algún modo el tu-
multo de Guarne que sucedió en el mes de junio del
1781. Responde que como uno de los de los que concu-
rrieron al alboroto le consta que Don Manuel Jaramillo
no tuvo parte alguna en él. Más bien los aconsejó para
que se sosegasen, fuesen leales y que como tales fuesen a
pagar el donativo que pedía Su Majestad. No obstante
todavía no se había publicado la Real Cédula y que
182v también les acon/sejó el predicho Don Manuel se aparta-
sen del pensamiento que tenía el que declara y sus com-
pañeros de irle a preguntar al Señor Teniente de Oficia-
les Reales Don Pedro Biturro que por que habían de
pagar el derecho que se les cobraba a los mazamorreros
si no tenían mina propia donde trabajar. El mismo con-
sejo les dio el Señor Capitán Don Alonso Jaramillo, el
día que pasó a publicar la Cédula del donativo. Poniendo
de presente lo mal que hacían en eso como en lo antece-
dente sucedido. Que si proseguían en eso no les podía ir
bien. Por los consejos y las persuaciones de uno y otro
se aquietaron y apartaron de dicho tumulto que sólo se
dirigía a que se quitase la pulpería de dicho sitio por las
183r graves necesidades/ que con ella se experimentaban y
sufrían por no tenerla abastecida el pulpero que la ma-
nejaba ni permitir que otros vendiesen los comistrajos
que se conducíah allí.:Veíanse precisados a abandonar
los trabajos que tienen en los montes.

Preguntado si el Señor Capitán Don Alonso Jarami-


llo protegió a los tumultuarios aconsejado por su
hermano Don Manuel Jaramillo, responde: Que no. An-

359
tes bien, como tiene dicho, les aconsejó que se aquieta-
sen y quitasen de alborotos.

Que ésto que lleva dicho es la verdad so cargo del jura-


mento que tiene hecho y en el que se afirmó y ratificó.
Siéndole leída ésta su declaración dijo ser de edad de
cuarenta años. No la firma porque dice no saber. Fírmo-
183 v lo yo con los expresados testigos por/ la distancia de los
Escribanos.

Don Ignacio Uribe


Don Félix José de Restrepo (Testigo)
Don Pedro Rodríguez de Zea (Testigo)

Declaración de En el mismo día, mes y año, para la información manda-


Don Joaquín He-
nao
da a efectuar hice comparecer a este juzgado a Don
Joaquín de Henao, vecino del sitio de Guarne, a quien
en presencia de los testigos nombrados le recibí jura-
mento conforme a derecho, que lo hizo por Dios Nues-
tro Señor y una señal de Cruz. Sobre el caso prometió
guardar sigilo y decir verdad en lo que supiese y fuere
preguntado.

Siéndolo de si sabe o ha oído decir que el Señor


Teniente Don Antonio Ruiz de Rivera le profesa
mala voluntad a Don Manuel Jaramillo y lo mismo el
Teniente de Oficiales Reales del Valle de Rionegro Don
Pedro Biturro Pérez, responde: Que además le ha oído
decir a varios sujetos que dicho Señor Teniente Rivera le
184v tiene odio/ y mala voluntad al referido Don Manuel. Se
lo deduce por el texto de un exhorto que libró el año
inmediato pasado, siendo Juez de la Santa Hermandad y
el que tiene•en su poder. Por cuyas expresiones relativas
a su director que lo fue Don Manuel Jaramillo. Así asen-
tía dicho Señor Teniente. Se reconoce la pasión y el
odio con que mira al expresado Don Manuel. Para acredi-
tar lo que lleva dicho pasará a mi el citado exhorto.

Preguntado si Don Manuel Jaramillo fue quien pro-


movió, aconsejó o fomentó de algún modo el tu-
multo de Guarne que sucedió en el mes de junio del año
inmediato pasado de 1781. Responde: Que no supo, oyó
ni entendió que Don Manuel Jaramillo hubiese aconseja-
185r do o promovido tal cosa y que mediante/ los horrorosos

360
procederes de dicho Don Manuel no puede persuadirse a
tal cosa.

3. Preguntado si el Señor Capitán Don Alonso Jarami-


llo protegió a los tumultuados aconsejado por su
hermano Don Manuel, responde: Que no sabido, oido ni
entendido tal cosa.

Que ésto que lleva dicho es la verdad so cargo del jura-


mento que tiene hecho en el que se ratificó. Siéndole
leída ésta su declaración dijo ser edad de 43 años. No lo
tocan generales de la ley y lo firma conmigo y los testi-
gos de esta actuación, por la distancialde los Escribanos.

Don Ignacio Uribe


Joaquín de Henao
Don José Félix de Restrepo (Testigo)
Don Pedro Rodríguez de Zea (Testigo)

Declaración de En el mismo día, mes y ario, en prosecución de esta


Patricio Londo- información hice comparecer a este juzgado a Patricio
no
185v Londoño, vecino de Guarne, a quien en pre/sencia de los
testigos nombrados le recibí juramento que lo hizo con-
forme a derecho, por Dios Nuestro Señor y una señal de
Cruz, Prometió decir verdad en lo que supiere y le fuere
preguntado.

1, Siéndolo de si sabe o ha oído decir que el Señor


Teniente de Gobernador Don Antonio Ruiz de Ri-
vera le profesa mala voluntad a Don Manuel Jaramillo y
lo mismo el Señor Teniente de Oficiales de los valles de
Rionegro, Don Pedro Biturro Pérez. Responde que ha
oído decir a varias personas que dicho señor Teniente
Rivera le profesa mala voluntad a Don Manuel Jaramillo.

Lo mismo a su hermano Don Alonso, para haberle puesto


un par de grillos en la casa del citado Don Manuel en el
año de 1781. Según le parece de dicha mala voluntad que
le tiene el Señor Teniente al nombrado Don Manuel po-
drán dar razón el Doctor Don Francisco Alvarez y Don
186r Manuel/ Jaramillo y Molina, por tener entendido que
estos sujetos se interpusieron con dicho Señor Teniente
para que prendiese al expresado Don Manuel Jaramillo y
Gallón, por haber dirigido cierto exhorto que se le remi-

361
tió por Don Joaquín de Henao, siendo Alcalde de la
Santa Hermandad en el año inmediato pasado y que a
varios de los que ha oído decir que dicho Señor Teniente
le tiene odio y mala voluntad al expresado Don Manuel
Jaramillo es Don Francisco Campuzano, Prudente Ibarra
y Nicolás Gutiérrez. Que de los demás no hace memoria.

Preguntado si dicho Don Manuel Jaramillo fue


quien promovió, aconsejó o fomentó en algún mo-
do el tumulto de Guarne que sucedió en el mes de junio
del año inmediato pasado de 1781; responde que aun-
186v .que cuando el/ tumulto sucedido estaba de pulpero en el
sitio de Carmen, inmediato a Guarne, no oyó decir ni
supo ni entendió que promoviese, ni aconsejase dicho
Don Manuel a los que promovieron la referida inquietud
y alboroto. Y que con el motivo de éste habiendo pasa-
do a preguntarle a dicho Don Manuel qué hacía en el
caso. Le respondió que fuese a dar cuenta prontamente
a la Real Justicia, como así lo ejecutó. Que el mismo día
antes de que sucediese el referido alboroto aconsejó a
todos en común que fuesen a pagar el donativo que
pedía Su Majestad.

Preguntado si el Señor Capitán Don Alonso Jarami-


llo protegió a los tumultuarios, aconsejado o dirigi-
do por su hermano Don Manuel. Responde que no ha
odio decir que dicho Señor Capitán aprobase-los desig-
\ -187r nios de los de/ Guarne ni menos que el referido Don
Manuel le aconsejase o dirigiese para ello.

Esto que lleva dicho y declarado es la verdad en cargo


del juramento que hecho tiene en el que se afirma y
ratifica yen esta su declaración. Siéndole leída dijo ser
de edad de más de 36 años. Que no le tocan generales de
la ley. Lo firma conmigo y los testigos por la distancia
de lst: Escribanos.
Don Ignacio Uribe
Patricio Londoño
Don Félix José de Restrepo (Testigo)
Don Pedro Rodríguez de Zea (Testigo)

Declaración de En el sitio de Hatogrande, juridicción de la Villa de


Melchor de Cae-
tro.
Medellín en 30 de abril 1782 años, para la información
mandada recibir hice comparecer a este juzgado a Mel-

362
chor de Castro, vecino de La Mosca, lindando con Guar-
ne, a quien en presencia de los testigos nombrados les
187v recibí que lo hizo conforme/ a derecho, por Dios Nues-
tro Señor y una señal, de Cruz. Prometió decir verdad en
lo que supiere le fuere preguntado y de guardar sigilo.

1, Siendo preguntado de si sabe o ha oído decir que el


Señor Teniente Don Antonio Ruiz de Rivera le
profesa mala voluntad a Don Manuel Jaramillo y Gallón
y lo- ! mismo el Señor de Oficiales Reales del Valle de
Rionegro Don Pedro Biturro Pérez. Respondió que sabe
que el Teniente Don Antonio Ruiz de Rivera le tiene
odio y mala voluntad a Don Manuel Jaramillo. Que supo
esta inteligencia por haberlo oído en el Valle de Rione-
gro y en el sitio de La Mosca. No sabe si Don Pedro
Biturro le profesa mala voluntad.

Preguntado si Don Manuel Jaramillo fue quien pro-


188r vocó, aconsejó/ o fomentó en algún modo el tu-
multo de Guarne que sucedió en el mes de junio del año
inmediato pasado de 1781. Responde que no sucedió tal
cosa y que antes bien, los aconsejó de que se quitasen de
esos alborotos. Que no les podía ir bien. Que no obstan-
te que todavía no se había publicado la Real Cédula en
aquel sitio para pagar el donativo y fuesen leales a nues-
tro Católico Monarca y que por haberles dicho Don Ma-
nuel y aconsejarlos tanto se aquietaron y pasaron a pa-
gar el donativo con toda voluntad. Manifestaban los que
habían conseguido el dinero para irlo a llevar en alegría
y regocijo que llevaban.

Preguntado si el Señor Capitán Don Alonso Jarami-


llo protegió a los tumultuarios aconsejado o dirigi-
188v do por su hermano Don Manuel/ responde que mal los
pudiera proteger por consejo o dirección de Don Manuel
Jaramillo, cuando éste con sus consejos a los que pro-
pendían era a pacificarlos y aquietados y lo mismo el
Señor Capitán Don Alonso Jaramillo. En ningún modo
los protegió, sinó con buenas razones, persuadió a que
profesasen lealtad al Rey Nuestro Señor.

Que ésto que lleva dicho y declarado es la verdad so


cargo del juramento que hecho tiene. Siéndole leída ésta
su declaración se firmó y ratificó. Dijo ser de edad de 37
años. Que generales de la ley no le tocan. No lo firma

363
por decir no saber. Fírmolo yo con los testigos nombra-
189r dos por la distancia de los/ Escribanos.
Don Ignacio Uribe
Don Félix José de Restrepo (Testigo)
Don Pedro Rodríguez de Zea (Testigo)

Declaración de En el mismo día, mes y año, yo el Juez comisionado en


Manuel Hernán-
dez
prosecución de esta información hice a este juzgado a
Manuel Hernández, a quien en presencia de los testigos
nombrados, le recibí juramento que lo hizo conforme a
derecho, por Dios Nuestro Señor y una señal de Cruz.
Prometió guardar sigilo y decir en lo que supiere y le
fuere preguntado.

Siéndolo de si sabe o ha oído decir que el Señor


Teniente Don Antonio Ruiz de Rivera le profesa
mala voluntad a Don Manuel Jaramillo y Gallón y lo
mismo el Señor Teniente de Oficiales Reales del Valle de
189v Rionegro/ Don Pedro Biturro Pérez, responde que no
sabe cosa alguna de su contexto.
Preguntado si Don Manuel Jaramillo fue quien pro-
movió, aconsejó o fomentó en algún modo el tu-
multo de Guarne. Que sucedió en el mes de junio del
año inmediato pasado de 1781, responde que muy ajeno
de fomentarlo y promover el tumulto estuvo Don Ma-
nuel que antes bien, por sus consejos y persuaciones se
contuvieron y sesogó el tumulto que se había comenza-
do a formar Preguntado si el Señor Don Alonso Jarami-
llo protegió a los tumultuarios, aconsejado o dirigido
por su hermano Don Manuel, responde que acerca de
190r esta pregunta lo que puede decir/ es que antes por con-
sejo de Don Manuel se sosegaron. A lo cual también
concurrió con sus persuaciones el Señor Capitán. Que
ésto que lleva dicho y declarado es la verdad so cargo del
juramento que hecho tiene en el que se afirmó y ratificó
y en esta su declaración que le fue leída.

Que generales de la ley no le tocan. Dijo ser de edad de


57 años poco más o menos. No lo firmó por que, dice no
saber firmar. FIrmolo yo con los testigos nombrados,
por la distancia de los Escribanos.
Don Ignacio Uribe
Don Félix José de Restrepo (Testigo)
Don Pedro Rodríguez de Zea (Testigo)

364
Declaración de En la Villa de Nuestra Señora de la Candelaria de Mede-
DOn Franciscollín, a dos de mayo de 1782, para efecto de evacuar la
Alvarez
cita que se hace al Señor Alcalde del Partido de Hatovie-
190v jo, Don Francisco Alvarez/ compareció ante mí dicho
juez en presencia de testigos, juró por la cruz de su vara
decir verdad en lo que supiese y fuese preguntado como
así mismo, de guardar sigilo en el particular. Habiéndo-
sele puesto presente la cita que se le hace por Patricio
Londoño.
1. Certificando dice que lo que puede decir sobre el
asunto es que habiéndole manifestado el Señor Te-
niente de Gobernador Don Antonio Ruiz de Rivera un
papel escrito en términos poco correspondientes a la
circunstancia de Don Manuel Jaramillo y Gallón, llaman-
do a éste para reprenderle aunque no hace memoria en
191r qué términos intentaba hacer dicha reprehensión/ sobre
cierto exhorto que por dirección de Don Manuel había
remitido al citado Señor Teniente, Don Joaquín de
Henao siendo Alcalde de la Santa Hermandad el año pasa-
do de 1781, se empeñó con el nombrado Señor Teniente
para que se quitase y no procediera en el asunto. Ponién-
dole presente que no parecía regular fuese a haber un
sujeto de las circunstancias de Don Manuel y que serían
ruidosas las consecuencias que cualesquiera procedi-
miento se podía originar mediante el valimento del men-
cionado Don Manuel y su crecida parentela. A este em-
peño le movió, primero las razones que deja expresadas
y segundo, haberle parecido no tener culpa alguna el
referido Don Manuel en la dirección del mencionado
191v asunto. Pues ninguna/ palabra de él era contra el-Señor
Teniente de Gobernador. Siéndolo contra el Escribano
por no haberle dado este al Señor Juez Don Joaquín de
Henao, el correspondiente tratamiento. Que a su empe-
ño le respondió el Señor Teniente que no pasaría adelan-
te en su intento. Que sólo privadamente lo reprendería.
Que ésto es lo que sabe y la verdad dice en cargo del
juramento que hecho tiene. En ' el que se afirmó y ratifi-
có y en ésta su declaración siendole leía y oída.
Dijo ser de edad de 36 años poco más o menos y la
firma conmigo y los testigos.
Don Ignacio Uribe
Don Francisco Alvarez y Tamayo
Don Félix José de Restrepo (Testigo)
Don Pedro Rodríguez de Zea (Testigo)
365
En la Villa de Nuestra Señora de la Candelaria de Mede-
192r llín, a tres de mayo 1782/ años, yo el Doctor Don Igna-
D e c la ración de cio Uribe, abogado de la Real Audiencia y alcalde ordi-
Don Manuel Ja- nario de primera nominación, en prosecución de esta
ramillo Molina.
información hice comparecer en mi juzgado al Capitán
Don Manuel Jaramillo y Molina. A quien-en presencia de
los testigos le recibí juramento que lo hizo conforme a
derecho, por Dios Nuestro Señor y una señal de Cruz.
Prometió decir'verdad en lo que supiere y le fuere pre-
guntado.

1. Siéndolo según la cita hecha por Patricio Londoño


que le fue leída, dijo que en efecto reconoció bas-
tante apasionado al Señor Teniente Don Antonio Ruiz
de Rivera, contra Don Manuel Jaramillo y Gallón. Por
haberle éste dirigido el exhorto que se menciona, a Don
Joaquín de Henao, cuya dirección se la asignó el Señor
192v Teniente/ haberlo hecho el citado Don Manuel. Aseve-
rándole estar de su puño y letra. Que así mismo, les
significó le mandaría comparendo y que desde luego, se
persuade según la desazón y encono que le notó. Sería
para ponerle preso o castigarle sobre el asunto. Que por
este motivo le suplicó Al Doctor Don Francisco Alvarez
se interpusiese con dicho Señor Teniente para que prosi-
guiese en su intento y que dicho Doctor le dijo después,
había corregido, que de algún modo se aquietase el refe-
rido Señor Teniente. Dándole esperanza de que cesaría
en el particular. Que ésto que lleva dicho y declarado es
la verdad en cargo del juramento que hecho tiene, en el
que se afirmó y ratificó siéndole leída ésta su declara-
ción.

193r Dijo ser de/ edad de más de cuarenta años. Lo firma


conmigo y los testigos y así lo certifico,

Don Ignacio Uribe


Manuel Jaramillo y Molina
Don Félix José de Restrepo (Testigo)
Don Pedro Rodríguez de Zea (Testigo)

Auto de Remi- En la Villa Nuestra Señora de la Candelaria de Medellín,


sión a tres de mayo de 1781 años, yo el Doctor Don Ignacio
de Uribe, abogado de la Real Audiencia de este Reino y
alcalde ordinario de primera nominación. Habiendo vis-

366
to que se halla evacuada la información prevenida por el
Señor Gobernador y Comandante General de esta pro-
vincia. Y que se haya examinado suficiente número de
testigos. Mandó se remita original en pliego cenado y
sellado. Con chasqui de toda seguridad y confianza de su
Señoría el Señor Gobernador. Así lo proveo, mando y
isav firmo con los/ testigos de esta actuación:

Don Ignacio Uribe


Don Félix José de Restrepo (Testigo)
Don Pedro Rodríguez de Zea (Testigo)

Carta Señor Gobernador y Comandante General Don Cayeta-


no Buelta Lorenzana- Muy señor Mío- y mi venerado
dueñó. Esta sirva de dar cuenta a la información secreta
que Vuestra Señoría se dignó confiar a mi conducta.
Celebraré mucho el haber acertado en desempeñar la
confianza ha hecho Vuestra Señoría de mi corto talento
y que dicha información haya salido conforme a la recta
intención. Echará de menos Vuestra Señoría el no ha-
berse examinado, evacuando las citas de todos los testi-
gos que aparecen en el sumario. Pero el no haberse prac-
ticado estas diligencias deriva lo uno por conceptuar por
194r suficiente la prueba producida sobre/ el particular a que
se dirigen dichas citas y lo otro porque los testigos se
hallan en el Valle de Rionegro y me es imposible poder
pasar a él a causa de estar bastante quebrantada mi salud.
Estime Vuestra Señoría que con el portador me comuni-
que recibo junto con órdenes de su mayor agrado pues
deseo obsequiarle con fino afecto. Con el mismo pido a
Dios que la vida de Vuestra Señoría dure muchos años.

Medellín, mayo 3 de 1782.

Besa las manos de Vuestra Señoría su afecto que lo


estima.

Don Ignacio Uribe

Decreto Antioquia, mayo 5 de 1782, agréguese esta carta con la


diligencias que la acompañan al expediente de su mate-
ria y sacándose testimonio de todo reservadamente dese
194v cuenta con los autos originales/ al Excelentísimo Señor

367
Virrey para que vista se digne dar la providencia que
fuere de su mayor aprobación. Se pondrá por cabeza de
ellos al expediente formado acerca del levantamiento de
Guarne. Por lo que hace a las diligencias practicadas por
el Capitán a Guerra, de Rionegro Don Alonso Elías
Jaramillo, noticias comunicadas por Don Pedro Biturro
Pérez Teniente de Oficiales Reales en aquel sitio, provi-
dencias dadas en el asunto y las dos cartas que a conse-
cuencia de todo se •ha dignado dirigirme el Excelentísi-
mo Señor Virrey y la orden que me ha comunicado para
que la hiciese publicar en la Provincia, agregándose por
195r testimonio el informe reservado que se/ me ha dirigido
omitiendo en él el nombre de quien lo dirigió y que fue
el que dio motivo a la sumaria hechas últimamente para
la justificación de quienes fueron los principales actores
de la inquietud.

Buelta

Lo proveo, mando y firmo. Su Señoría el Señor Don


Cayetano Suelta Lorenzana, Capitán del Regimiento
Provincial de León y Gobernador. Comandante General
de esta ciudad y Provincia de Antioquía.

Por ante mí el escribano que doy fe.

Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo•

Escrito Señor Gobernador y Comandante General, don Manuel


José Jaramillo y Gallón, vecino de la Villa de Medellín,
ante Vos por persona de mi confianza comparezco como
mejor haya lugar en derecho. Digo que con el motivo de
hallarme inteligenciado por el Señor Teniente de Gober-
nador Don Antonio Ruiz de Rivera, de orden Vuestra
Señoría me estaba sumariando sobre los alborotos suce-
didos en el sitio de Guarne Me presenté en días pasados
ante su juzgado representando entre otras cosas,, la -leal-
195v tad/ y amor que como leal vasallo profeso a mi soberano
y que muy lejos de incurrir en semejantes excesos. Antes
aconsejaba y persuadía los tumultuarios se apartasen de
sus designios dándoles a entender lo mal que harían.
Para poder probar mi inocencia supliqué a Vuestra Seño-
ría se dignase admitirme una información de testigos
que lo acreditasen. Como se pasase algún tiernrio y no se

368
me hubiese hecho saber providencia alguna acerca de mi
referida solicitud y para precaver cualesquiera perjuicio
que me pudiese hacer dicho sumario que desde luego, lo
conceptuaba nada favorable a mi honor y arreglada con-
ducta por estarse haciendo por un juez que me profesa
odio y mala voluntad a mi como a mi hermano Don
196r Alonso, y aunque no me diera otra cosa ésto basta para/
que el Señor Teniente procure aunqúe sea mi ruina para
que la sienta el Señor Capitán a Guerra, mi hermano,
pues cierto y no se me justificara el que yo le haya dado
motivo alguno para tanto extremo al Señor Teniente.
Sólo hallo la hermandad dicha y buena armonía que
guardamos. Así tuve por conveniente pedir la informa-
ción que con la debida solemnidad y juramento presento
la que suplico rendidamente a la justificación .de Vuestra
Señoría se sirva mandar que a los autos de su materia
que así es justicia y ella mediante, haciéndolo el pedi-
mento más útil y arreglado a Vos, pido y suplico mandar
a hacer como llevo pedido, que en hacerlo así recibiré
mando y justicia-La cual pido y juro en debida forma y
lo necesario en derecho,

Manuel José Jaramillo

Antioquiá, mayo 10 de 1782.

Agréguese con los documentos que retiene los autos de


su materia y estese a lo a mí mandado en derecho de 5
del corriente.

Buelta

Lo proveo, mando y firmo. El Señor Don Cayetano


196v Buelta Lorenzana Capitán del Regimiento Provincial de/
León Gobernador y Comandante General de esta Ciudad
y Provincia de Antioquia.

Por ante mi' el Escribano que doy fe .

Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

En 22 de mayo de dicho año, yo el Escribano hice saber


el auto de decreto anterior a Don Gregorio Gallón en su
persona, quien dijo que en nombre de su parte si se

369
necesitasen más pruebas está pronto a darlas. Lo firmo
conmigo que doy fe.

Gregorio Gallón García


Simón Robledo.

Interrogatorio por el cual suplico al Señor Juez Pedáneo


Don Francisco Vallejo, se sirva examinar los testigos que
por mí fuesen presentados.

Primeramente el conocimiento de mi persona y ge-


nerales de la ley.

Digan si el día que hubo el tumulto escandaloso de


Guarne por algunos vecinos de aquel territorio que
oí la primera misa con mi familia y con ella me volví a
mi casa. Si al salir de la plazuela estaban allí unos veci-
nos y les notifiqué haber venido la Real Cédula para el
donativo y los exhorté que se esforzasen que era materia
197r muy justa/ el dar porque así lo pedía Nuestro Señor y
Rey.

nem diga-Patricio Londoño y Javier García, si la


tarde que fueron a mi casa a darme noticia de di-
cho tumulto y revolución ejecutada en casa del pulpero
Mejía por razón de su oficio, pidiéndome consejo de lo
que haría Patricio por ser pulpero también. Si les res-
pondí fuera a dar cuenta a la Real Justicia y así lo hizo.

'tem digan otros de los testigos citados que con


noticia que tuve de que andaban asociándose los de
dicho tumulto _para pasar al sitio de donde el Señor
Teniente de Oficiales Reales. Sobre la asignación o ase-
gures de mazamorreros cogí algunos y les aconsejé se
quitasen de eso y se acuerdan de algunas razones conque
les persuadí y si saben lo conseguí y como lo saben.

[tem diga Patricio Londoño y Juan Arias si el día


que bajaron aquellos vecinos de Guarne a llevar el
197v do/nativo al sitio bajaron estos testigos conmigo. Y si a
corta distancia de haber salido de mi casa nos encontra-
mos con el Señor Alcalde Don-Francisco Vallejo y si
fuimos juntos hasta dicho sitio. Si me fui derecho a la
casa del Señor Capitán a Guerra.

370
ítem digan si habiendo encontrado en el camino a
algunos de aquellos vecinos de Guame si les hablé
alguna palabra o les hice alguna. seña.

Item digan si la semana antecedente había estado


yo avaluador de la hacienda de Doña Juana Gallón.
Si les dije iba a continuar este oficio. Si saben una causa
de Don Francisco Molina a quien yo protegía.

San Nicolás de Rionegro, uno de 1781.

Manuel José Jaramillo

198r Presentado con petición del Capitán Don Manuel/ José


Jaramillo. Ante el alcalde del Partido de La Mosca a dos
de noviembre de 1781.

Vallejo

Escrito Señor alcalde de Juez partidario, El Capitán Don Manuel


José Jaramillo, vecino de la Villa de Medellín, residente
en este Valle, comparezco en la mejor forma que haya
lugar en derecho y al mío convenga. Digo que para efec-
tos que me pueda importar se ha de servir, se lo suplico
rendidamente, de examinar los testigos que por mi fue-
ren presentados por el interrogatorio qué-solemnemente
presento. Que declarando al tenor -de las interrogaciones
den razones. Concluido que sea, daré noticia verbal a
Ud. de no presentar más testigos, se servirá no sólo certi-
198v ficarme a continuación lo que supiere al tenor de/ dicho
interrogatorio sino también si me comunicó Ud, la de-
terminación que tenían los vecinos de San Vicente de
bajar a dicho sitio a hacer otro alboroto o escándalo
semejante al de-Guarne y si les persuadí fuera. con pres-
teza y los redujese a que no bajaran y desistieran del
intento. Que para ello se empeñase con los vecinos de
mayor formalidad de aquel paraje especialmente con el
señor Cura de allí, y que de no conseguirlo, le avisaría-
mos al Señor Capitán a Guerra para que dieran cuenta al
Señor Gobernador. Que se me devuelva todo original
que para todo a Ud. pido y_suplico se sirva mandarme
como llevo pedido, que en ello recibiere mando y justi-
cia. Lo cual pido y juro lo necesario en derecho •

Manuel José Jaramillo

371
Decreto 199r Por presentada con el interrogatorio que/ se refiere los
testigos que esta parte presentare bajo la religión del
juramento serán examinados al tenor de las preguntas
que en dicho interrogatorio se contienen y se pondrá la
certificación que se pide como-lo supiere y me constare.
Evacuada se le devolverá todo original y obre lo que
haya lugar en derecho. Así lo proveo, mando y firmo
Don Juan Francisco Vallejo y Hoyos Alcalde de este Par-
tido de La Mosca, jurisdicción del Valle de Rionegro, 2
de noviembre de 1781 años. Actuando con testigos por
ocupaciones y distancia del único Escribano.

Juan Francisco Vallejo


José Sánchez y Hernández (Testigo)
José Ignacio de Rojas Tirado

199v En el sitio de La Mosca, jurisdicción/ del Valle de Rione-


necia.raci6n gro, a dos de noviembre 1781 años, para la información
pedida y mandada a recibir la parte presento por testigo
a Patricio Londoño, vecino de este Valle, de quien yo el
Alcalde de este Partido recibí juramento y lo hizo por
Dios Nuestro Señor y una señal de Cruz en forma de
derecho. Sobre el cargo prometió decir verdad en lo que
supiere y fuere preguntado.

Siéndolo al tenor de las preguntas contenidas en el inte-


rrogatorio presentado.

A la primera pregunta dijo que tiene conocimiento


de quien lo presenta desde muchos años y que no
le tocan generales de la ley y responde.

A la segunda dijo: Que es cierto y le consta porque


lo vio con otros muchos que había que quien lo
200r presenta/ el día que hubo el tumulto en la viceparroquia
de Guarne por algunos de aquellos vecinos, habiendo
habido dos misas, oyó la primera con su familia y con
ella se vino para su casa. Al salir de la plazuela estaba allí
el declarante esperando la segunda misa junto con Beni-
to García y Javier García. Al pasar los saludó y les dijo y
exhortó que había venido una Real Cédula para un cor-
to donativo que Su Majestad pedía. Que se -esforzaran a
darlo por ser una cosa muy justa respecto de que Nues-
tro Rey y Señor le pedía. Con lo cual se despidió y
siguió para su casa y responde.

372
A la tercera dijo que expresamente que en la tarde
del mismo día pasó el declarante a casa del que lo
zoov presenta/ en compañía de Javier García y le notificó del
tumulto que había sucedido en el sitio de Guarne y su
revolución en casa del pulpero Don Jerónimo Mejía por-
que no tuvo efectos de los que buscaban. Que el decla-
rante siendo pulpero en el mismo sitio vino a consultar
lo que debería hacer mediante el recelo que le asistía y
que le aconsejó que pasara y diera parte a la Real Justi-
cia que era lo que correspondía y en efecto así lo hizo y
responde.

A la cuarta de que supo porque lo oyó decir a José


Ignacio Zapata y a Manuel José García que quien
lo presenta por noticia que tuvo de que los tumultuantes
querían bajar donde el Señor Teniente de Oficiales Rea-
les. Sobre la obligación o aseguro de mazamorreros co-
201r gió alg/unos de los tales y los aconsejó y persuadió a que
se aquietaran de eso con razones de forma que los per-
suadió y cejaron de su intento y responde.

5, A la quinta: Que es cierto que el declarante y Juan


Arias el día mismo que los vecinos de Guarne baja-
ron al sitio de San Nicolás a llevar el donativo, se junta-
ron los dos con quien los presenta y bajaron también a
dicho sitio. A poca distancia se encontraron conmigo que
seguía al mismo sitio y todos cuatro sin apartarnos llega-
mos a él. El que lo presenta se fue en derechura a la casa
del Señor Capitán a Guerra en donde se apeo y responde.

A la sexta: Que aunque es cierto que en el camino


encontraron algunos de los de Guarne, no vió el
rony que declara que el que lo/ presenta les hablase palabra
alguna, ni les hubiese hecho seria ni insinuación ninguna.
y responde.

A la séptima dijo: Que sabe y le consta que el dicho


que lo presenta en toda la semana antecedente del
tumulto referido había estado preocupado como avalua-
dor en los inventarios y avalúos de los bienes de Doña
Juana Gallón, difunta, y que es cierto le dijo al que
declara aquel día de la bajada al sitio de San Nicolás, iba
a continuar dichos avalúos como que al otro día supo
siguió al efecto al otro día para la ceja de Guatapé y que
--también es cierto le dijo iba a saber el estado de la causa

373
de Don Francisco de Molina que criminalmente sigue
202r contra Ubaldo Silva por estado/ protegiendo, como que
es su tío,,y responde que lo que tiene dicho y declarado
es la verdad en cargo del juramento que hecho tiene, en
el que se afirmó y ratificó y en ésta su declaración.
Siéndole leída. Dijo ser de edad 39- años y lo firmó
conmigo y los testigos por ocupaciones y distancia del
Escribano

Juan Francisco Vallejo


Patricio Lon doñ o
José Ignacio de Rojas (Testigo)
José Sánchez y Hernández (Testigo)

En dicho Valle, dicho día, mes y año, en prosecución de


esta información la parte presentó por testigo a León
Castaño, vecino de este Valle, de quien recibí juramento
que lo hizo conforme a derecho, por Dios Nuestro Señor
y una señal de Cruz. Prometió decir verdad en lo que
202v supiere y fuere/ preguntado.

Siéndolo por el tenor del interrogatorio presentado.

En la primera pregunta dijo: Que conoce de vista, trato y


comunicación al que lo presenta hace muchos años o
desde que tiene uso de razón. Que con él no le tocan
generales de la ley.

Responde que en cuanto al contenido de las preguntas


de dicho interrogatorio solamente sabe y le consta de
ciencia cierta que quien lo presenta se interpuso con
persuasiones con varios individuos de los tumultuantes,
que intentaron bajar al sitio de San Nicolás donde el
Señor Teniente de Oficiales Reales, a que les devolviese
203r lo que habían dado como mazamorreros y que/ esta
resolución la habían tomado el día de la Octava del
Corpus Christi y que fueron -tantas las persuasiones y
razones que les expresó diciéndoles que no era justa su
pretensión y que antes por el contrario, inicua y de mala
nota y escandalosa, y aunque no fuera otra cosa que
atendiese a la solemnidad del día del Señor. Su preten-
sión la debían pedir en términos legales, sin descrédito
ni riesgo alguno con otras varias razones que el declaran-
te no tiene presente y bastó para que desistiese y que
otros varios que habían bajado sin avistarse con el que lo

374
presenta. Este lo supo y con el mismo declarante los
envió a alcanzar. Volvieron en efecto y a éstos también
203 v les hizo el mismo razonamiento y en consecuencia/ de-
sistieron como los otros y algunos de ellos con desagra-
do según lo reconoció. Que ésto es lo que sabe y es la
verdad en cargo del juramento que hecho tiene, en que
se afirmó y ratificó, siéndole leída ésta su declaración.
Dijo ser de edad de 35 años poco más o menos y lo
firmó conmigo y los testigos por la distancia del Escriba-
no.

Juan Francisco Vallejo


León Castaño
José Ignacio de Rojas (Testigo)
José Sánchez y Hernández (Testigo)

Declarad ehn En dicho Valle, a 3 de dicho mes y año, en prosecución


de esta información la parte presentó por testigo u Javier
García, vecino de este Valle, de quien yo el Alcalde de
este Partido de La Mosca, recibí juramento que lo hizo
por Dios Nuestro Señor y una señal de Cruz en forma de
derecho, En cargo prometió decir verdad en lo que su-
piere y fuese preguntado.

204r Siéndolo por el/ tenor de las preguntas que se contienen


en el interrogatorio presentado.

A la primera pregunta dijo: Que tiene conocimiento


de vista, trato y comunicación con el que lo presen-
tó desde que quien declara tiene uso de razón. Que no
les tocan generales de la ley, y responde.

A la segunda dijo: Que es cierto y le consta, por


haberlo visto estando fuera de la plazuela del sitio
de Guarne, en compañía de Patricio Londoño y Benito
García. Que quien lo presenta, el día que hubo el albo-
roto del tumulto en dicho Guarne, oyó la primera misa
con su familia y con ella se vino para su casa. Al salir de
la plazuela habló con quien declara con los otros dos
referidos. Les dijo que advirtieran que había una Cédula
de Su Majestad, en razón de un corto donativo que pe-
día a sus vasallos. Así que se esforzaran a dar lo que
204 v fuera, por ser justo, una vez que nuestro/ Soberano lo
pedía, y responde.

375
A la tercera, dijo: Que del mismo modo es cierto
que ese día referido en la anterior pregunta, vino el
que declara en compañía de Patricio Londoño a casa del
que lo presenta y le participaron del alboroto y tumulto
acaecido en el dicho sitio de Guarne. En casa del pulpe-
ro Don Jerónimo Mejía, que por serlo se originó, según
se supo luego, el dicho Patricio, que también era pulpero
en Guarne, le preguntó al que declara: Qué debía hacer
en tal caso? Y que le respondió que pasase y diese
cuenta a la Real Justicia que era lo que correspondía y
que así lo ejecutó, y responde .

A la cuarta: dijo que no supo cosa alguna de su


contenido y responde.

205r 5. ' A la quinta:/ y demás que no sabe cosa alguna de


su contenido. En las últimas si supo, porque lo oyó
decir, que el que lo presenta, la semana antecedente del
dicho alboroto había estado toda ella asistiendo como
avaluador a los inventarios y justiprecio de los bienes de
Doña Juana Gallón. Que no sabe otra cosa que lo que
tiene dicho y declarado.

Es la verdad en cargo del juramento que hecho tiene en


que afirmó y ratificó. Siéndole leída ésta su declaración,
dijo ser de edad de 40 años poco más o menos.

Lo firmó conmigo y los testigos por la distancia del


Escribano.

Juan Francisco Vallejo


Francisco Javier García
José Ignacio de Rojas Testigo)
José Sánchez y Hernández (Testigo)

En dicho Valle, dicho día, mes y año. En prosecución de


zo5, esta información la parte presentó por testigo/ a Juan
José de Arias, vecino de este valle, de quien yo dicho
Alcalde recibí juramento. Que lo hizo por Dios Nuestro
Señor y una señal de Cruz, en forma de derecho. So
cuyo cargo prometió decir verdad en lo que supiere y le
fuere preguntado.

Siéndolo por el contenido de las preguntas que se con-


tienen en el interrogatorio presentado.

376
A la primera pregunta respondió; Que conoce al que lo
presenta de vista, trato y comunicación y que no le
tocan generales de la ley.
En cuanto al contenido de las demás preguntas solamen-
te sabe que el día que los vecinos de Guarne bajaban al
sitio de San Nicolás a entregar el donativo, llegó el que
206r declara en compañía/de Patricio Eondoño a la casa de
quien lo presenta. Quien se iba también para el dicho
sitio y a poco trecho se encontraron conmigo, el Alcalde
y todos cuatro seguimos al referido sitio. Aunque en el
camino nos encontramos con algunos de los de Guarne,
no vió el que declara que el que lo presenta hablase con
alguno de ellos ni les hiciese insinuación ni seña alguna.
Llegaron al expresado sitio y derecho pasó a la casa del
Señor Capitán a Guerra, en donde se apeó. Porque al
otro día se iba, como se fue, con el dicho Señor Capitán
a Guerra a la Ceja de Guatapé, a avaluar bienes de la
difunta Doña Juana Gallón, que avaluador que supo era.
En este ministerio supo igualmente el que declara que
206v quien lo presenta había estado ocupado la semana/ antes
de dicho alboroto de Guarne.
Esta es la verdad en cargo del juramento que hecho tiene
en que se afirmó y ratifica. Siéndole leída ésta su decla-
ración dijo ser de edad de 32 años poco más o menos.
No firmó porque dijo no saber. Hícelo yo con testigos
por distancia del Escribano.
Juan Francisco Vallejo
José Sánchez y Hernández (Testigo)
José Ignacio de Rojas y Tirado (Testigo)
Don Francisco Vallejo y Hoyos,
Alcalde de este partido de la-Mosca y sus
Certificación agregados de Guarne, Palenque y Ovejas.

Por el Rey Nuestro Señor certifico por la manera que


puedo y por derecho debido a los señores y demás per-
sonas que la presente tienen, atento a lo pedido por la
presente y por mí mandado. Que verbalmente me ha
representado no presentar más testigos por parecerle ser
207r bastante para probar el contexto/ de-su interrogatorio.

A la primera pregunta: Certifico que conozco al supli-


cante de vista, trato y comunicación y que con él no me
tocan los generales de ley.

377
En cuanto a lo segundo, ignoro su contenido y lo mismo
a la tercera.

A la cuarta: Supe por haberlo oído decir, cómo de los


mismos que bajaron al sitio de San Nicolás, el efecto de
la obligación de los mazamorreros donde el Teniente de
Oficiales Reales que el suplicantt,-con persuación y con-
sejos les impidió la bajada porque iban a causar un-grave
escándalo. Anota que de esta manera, y en términos
legales, podían hacer su representación. Alcanzarían re-
medios con otras varias razones que les dijo y puso
de presente. De forma que recabó con los tales -d pretex-
to de aquella determinación.

A la quinta responde: 'Me 'consta de ciencia cierta que el


2i7v día que bajaron los vecinos de Guarne/ a llevar el donati-
vo, bajé yo también al dicho sitio a diligencia particular.
Me junté para bajar con el suplicante que también bajó,
porque habíamos quedado de acuerdo el día antes a
bajar juntos. Yo a mi diligencia y el dicho suplicante a
seguir el otro día para la Ceja, como en efecto siguió, a
avaluar bienes de Doña Juana Gallón. Así me lo comuni-
có además de que yo lo sabía y de que en este ejercicio
estuvo ocupado la semana antes del tumulto de Guarne.
Porque por la Real Justicia fue nombrado avaluador de
aquellos bienes. Habiendo entrado a dicho sitio nos se-
paramos. Porque pasé a la casa donde llevaba diligencia.
El suplicante después que habló con Don Francisco Me-
2013e jía, con quien nos encontramos a la entrada, se fue y se/
apeó en casa del Señor Capitán a Guerra v aunque en el
camino encontramos a alguno de los de Guarne, que
bajaban al dicho sitio de San Nicolás. Ni yo, ni el supli-
cante, les hablamos Palabra ninguna. Ni se les hizo la
menor insinuación y a ésto nos acompañaron Patricio
Londoño y Juan Arias.

A más de lo dicho, certifido que el día de-,San Juan,


habiéndose levantado unas voces que salieron falsas, de
que Don Pedro Biturro, siendo Capitán a Guerra, subía a
aprehender y amarrar a los mulatos de Guarne. Que a
ésto se habíanzjuntado varios para hacer resistencia, a
cuya noticia hallándome de Juez pasé inmediatamente y
hablé con José Ignacio Zapata, que era donde se le cele-
braba- la fiesta de San Juan y con otros que allí encontré
208v y les pregunté sobre lo que se/ había divulgado y me

378
respondieron que allí 'no había nada. En efecto no hubo.
No obstante les aconsejé fraternalmente que se contuvie-
ran y no dieran qué decir ni causaran escándalo ninguno.
A todo lo cual me respondieron que ya estaba quitado
de todo y que su hermano Don Manuel Jaramillo los
había ya quitado de semejante designio con sus persua-
siones y buenos consejos. Porque si no ya hubieran que-
dado dentro fuera, así se explicaron, siendo cuanto so-
bre el asunto puedo y debo certificar. Para que conste
donde convenga, mediante lo pedido y mandado.

Doy la presente y firmo, en este sitio de La Mosca, a 5


de noviembre de 1781 años. Actuando con testigos por
la distancia del Escribano.

Juan Francisco Vallejo


José Sánchez y Hernández (Testigo)
José Ignacio de Rojas y Tirado (Testigo)

209r Después de lo cual yo, el Alcalde/ advertí que en la


certificación de Suso no había absuelto la pregunta que
se contiene en el escrito con que se presentó el interro-
gatorio que está por cabeza de esta información. La, que
absolviendo certifico en debida forma, ser cierto haber•
comunicado al suplicante la determinación que tenían,
según que se me había informado, los vecinos de San
Vicente de pasar al sitio de San Nicolás tumultuados a
hacer otro alboroto corno el que hicieron los de 'Guarne.
A lo que dicho suplicante me instó y persuadió a que
prontamente pasase y los redujese a que no hiciesen tal,
y que siendo necesario me interpusiese con algunos suje-
tos de mejor nota de aquel territorio y hasta con aquel
Señor Cura a fin de que los contuviesen porque hacían
otra cosa que causar una nota tan perjudicial contra
todo el valle y que de no acceder ellos avisase al Señor
209v Capitán a Guerra/ para que lo participase al Señor Go-
bernador. Con efecto a la brevedad que pedía el caso,
pasé al dicho sitio y conseguí decistiesen los tales de su
determinación. Para que conste así lo certifico y firmo
en dicho día, mes y año. Con testigos.

Juan Francisco V
. anejo
José Sánchez y Hernández (Testigo)
Pedro Luis Botero (Testigo)

379
Escrito Señor Alcalde Juez Partidario, don Manuel José Jarami-
llo, residente en este Valle de Rionegro, ante Ud. com-
parezco como mejor haya lugar en derecho y al mío
convenga. Digo que para efectos que me puedan conve-
nir de servir a Ud. serenamente le suplico que a conti-
nuación de éste su decreto darme certificación en forma
de si el día 10 del mes pasado (julio) estuve de avaluador
y avaluando la hacienda de Doña Juana Manuela Gallón,
210r difunta, en consorcio de Don José/ Domingo de Isaza y
de Don Juan Bautista Vallejo con asistencia del Señor
Capitán a Guerra de este valle. Si seguimos en dicho
oficio hasta el día 13 de dicho mes. Si este día nos
citamos para juntarnos en este sitio, el día 16 del co-
mentado mes para seguir el día 17 para las sabanas de
Guatapé, a avaluar la hacienda de la ya nombrada Doña
Juana tenía allí. Si en efecto seguimos Ud., el Señor
Capitán la Guerra y yo a las citadas de . Ontapé. Así
mismo, se dignará Ud. de certificar si el día 16 que
vinieron los pardos de Guame a dar el donativo de Su
Majestad estaba yo en casa del Señor Capitán a Guerra y
en compañía de quién y en qué me ocupé en dicho
tiempo. Dicho que sea devolverme todo original. Que
todo me parece tiene lugar en justicia.

A Ud. pido y suplico se sirva mandar a hacer como llevo


110v pedido que en ello re/cibiré merced y justicia, la que
pido y juro lo necesario en derecho, Manuel José Jarami-
llo. Otro si digo que así mismo se ha de servir Vuestra
Merced Ud. mandar que el Escribano Público del Núme-
ro de este Valle me dé en la misma conformidad de lo
arriba pedido, certificación de lo que acerca del asunto
le constase.-Pido justicia y juro Ut Supra.

Jaramillo

Rionegro 7 de 1781, por presentada désele a esta parte


los certificados que pida y sobre los efectos que haya
lugar en derecho. Lo proveo, mandó y firmó el señor
Don Juan Francisco Echeverri, Alcalde de este Valle,
por ante mí de que doy fe.

Juan Francisco Echeverri


Francisco Antonio Gutiérrez,
Escribano Público del Número

380
Don Juan Francisco Echeverri, alcalde de este Valle de
Rionegro, sus términos y juri dicciones, por el Rey Nues-
tro Señor. Certifico en la manera que por derecho puedo
211 r y debo a los señores que la presente vieren/ como Don
Manuel José Jaramillo, habiéndose nombrado avaluador
de los bienes que por fin y muerte de Doña Juana Ma-
nuela Gallón, a mí me quedaron. Lo que se efectuó
dando principio el día 9 de julio pasado. Que fueron los
primeros avalúos que se hicieron en el sitio de Chacha-
fruto. Para ello el arriba citado, Don Manuel Jaramillo,
en aquel mismo día siguió para aquel referido sitio en
consorcio del Señor Capitán a Guerra, Don Juan Bautis-
ta Vallejo, yo el Alcalde, y el presente escribano en cuyo
paraje nos mantuvimos hasta el día siguiente que conta-
mos diez y el once nos restituímos a los avalúos de los
demás bienes que se hallaban en el sitio de La Mosca.
Por la tarde, evacuada esta diligencia, nos retiramos a
este sitio de Rionegro y acordamos para seguir a avaluar
e inventariar los que había en el sitio de Guatapé, juris-
dicción del Valle de Marinilla, se pasó el 17 del mismo
mes, concurriendo igualmente el arriba citado, Don Ma-
211v nuel Jaramillo/.Así mismo certifico que el día que los
pardos de Guarne se abocaron a la casa del Señor Capi-
tán a Guerra que tiene en este sitió, a cuyo paraje me
hallé presente en dicha casa y vi que en ella estaba acom-
pañando al Señor Capitán a Guerra, su hermano Don
Manuel Jaramillo y el Señor Teniente de Oficiales Reales
Don Pedro Biturro Pérez. Noté que el primero se dedicó
a recibir el dinero que en aquel día dieron de donativo a
favor de Su Majestad. Siendo ésto todo cuanto del asun-
to me consta.

Yo el Escribano Público de Número, certifico en la for-


ma y manera que haga fe, que lo arriba relacionado me
consta ser así según como se expresa. En fe de ello el
Señor Juez y yo firmamos ésta en Rionegro, a siete de
212r noviembre de 1781/.

Juan Francisco Echeverri


Francisco Antonio Gutiérrez,
Escribano Público del Número.

Señor Maestre de Campo Don Manuel José Jaramillo,


vecino de la Villa de Medellín y residente en este Valle

381
de Rionegro, ante Vuestra merced parezco como mejor
haya lugar en derecho y al mío convenga. Digo que se ha
de servir Ud,, y rendidamente se lo suplico, mandarse
certificación de manera que haga fe de las palabras que
hablamos en la puerta de su casa de este sitio. El día
martes 17 próximo pasado. Lo que suplico para el efec-
to que me pueda convenir. Que sea a continuación de
éste su decreto, mediante lo cual pido y suplico a V.M.
mandar a hacer como llevo pedido. Devolviéndome todo
original que en ello recibiere merced y justicia. Juro en
debida forma lo necesario en derecho.

Manuel José Jaramillo

212v Por presentado en cuanto/ ha lugar en derecho y confor-


me pueda y deba yo el Mariscal de Campo de las milicias
de estos tres valles de Rionegro, Llanogrande y Marini-
lla, Don Felipe de Villegas y Córdoba, certifico a los
señores y demás personas que la presente vieren, como
el 17 de Julio de este presente año, estando en la puerta
de mi casa, algo de mañana, pasaron de a caballo el
Señor Capitán a Guerra, Don José Domingo de lsaza, el
Escribano de este Valle, Don Francisco Gutiérrez, y el
suplicante. Con quien hablé y le pregunté que hasta don-
de iban y me respondió que a Guatapé. Que iban a los
inventarios y avalúo de los bienes de doña Juana Gallón,
a cuyo efecto, desde el día anterior había venido. Tam-
bién-porque se supo que la gente parda del sitio de
213r Guarne y de otros parajes bajaban a este sitio armados/
y que ignorando con qué designios, se vió precisado a
bajar a este sitio para estar a -la mira de que no fuese a
haber alguna demasía lo primero, como uno de tantos, y
lo segundo por hablarse de Capitán a Guerra sil hermano
Don Alonso Jaramillo. En el camino se acompañó con el
alcalde de Partido Don Francisco Vallejo y otros sujetos.
Llegó de mañana, se apeó y tomó posada en casa del
señor Capitán, en donde encontró varios sujetos .Era uno
el Señor Teniente de Oficiales Reales Don Pedro Bitu-
rro. Al cabo de un rato se aparecieron los dichos mula-
tos de Guarne. Con sus armas, aunque no todos, de
espadas, sables, machetes y palos. Sin otra demostración
que presentarse tumultuados y con las armas que así fue
público y notorio con humildad, sin demostración de
altivez fueron dando el oro, los que lo trajeron,. del do-
nativo. Los que no, suplicaron que después lo harían.

382
213v Acabado este acto les/ mandó que pasase a mi casa a
alistarse, porque en la actualidad me hallaba ocupado en
alistar todas las gentes de estos tres valles, por orden del
Señor Gobernador y comandante General de esta Pro-
vincia. Inmediatamente pasaron a mi casa haciendo ca-
beza José Bruno Giraldo, Francisco Zapata y José Igna-
cio Zapata.

Preguntándoles a que se debía su ida me respondieron


que de orden del Señor Capitán a Guerra. Iban a alistar-
se porque también son vasallos humildes del Rey Nues-
tro Señor. A lo cual les argüí que cómo proferían eso
cuando habían hecho el alboroto de bajar a este sitio en
tumulto y armados. A lo que dijeron que para ofrecer
sus personas y armas en favor de Su Majestad, que Dios
214r Guarde, y de la Real Justicia. A ésto le ordené/ al dicho
José Bruno, como Teniente de Alférez, que para el 20
del mismo julio me había de traer nómina de toda la
gente parda de su bandera. Lo que puntualmente ejecu-
tó él y no su Capitán, por estar este jubilado y no haber-
se, proveído otro. Haciéndole carga y aún fuerza con la
superioridad que en él y los otros tenía, les pedí me
dijesen quiénes eran los que les habían sugerido y quié-
nes les protegían y dirigían los actos que habían ejecuta-
do, tanto en Guarne con haber hecho quitar las pulpe-
rías que allí había. Que se decía que era Don Manuel
Jaramillo y Don Joaquín García. Me respondieron con
testigos el dicho Bruno y los dos Zapatas no haber tal.
Que mentían quienes lo habían dicho, fueron sus pala-
bras, que antes al contrario, el dicho Don Manuel les
214v aconsejó/ muchas veces de que no causaren alboroto
ninguno en que dieren mala nota Que el bien se conse-
guía por bien y que ellos de motu propio fue que hicie-
ron aquella demostración con los demás porque se v'eían
oprimidos y privados de su comercio de mercado que en
dicho Guarne había. En donde se proveían de los ali-
mentos. Que los pulperos habían estancado y querían
resumir a sus pulperías los comestibles. Que el gozar de
este beneficio y libertad fue lo que les obligó a hacer
aquella demostración, como que no fue otra cosa, por
que no hicieron ni causaron a ninguno el más leve daño.
Reconviniendo al dicho Bruno, como que era el princi-
pal cabeza por su título, por su mayor/.

383
TESTIMONIO DEL EXPEDIENTE FORMADO
POR EL GOBERNADOR CON OCASION DEL
LEVANTAMIENTO DE LOS VECINOS DE
SACAOJAL Y OTROS LUGARES DE LA
PROVINCIA DE ANTIOQUIA

1781

(A.H.A. Comuneros, Tomo 332, Doc. 6328

"Testimonio del expediente formado por el gobernador,


con ocasión del levantamiento de los vecinos del Saca-
ojal y otros lugares de la provincia de Antioquia". 1787.

ir En la ciudad de Antioquia, en 17 de septiembre en 1781


años, Su Señoría, el señor Don Cayetano Suelta L orenza-
na, capitán del regimiento provincial de León, goberna-
dor y comandante general de eta dicha ciudad y su
provincia dijo: Que habiendo tenido noticia de que en
algunos parajes de la parroquia del Sacaojal y pueblo de
Sopetrán se halla sembrado tabaco en contravención de
las órdenes superiores y bandos publicados que lo prohi-
ben, bajo las penas impuestas en la instrucción de esta
renta para contener los perjuicios que le ocasionan los
-defraudadores con las siembras del referido tabaco, tan
justamente - prohibidas como pdjudiciales a la RealHa-
cienda y no siendo justo que por falta de guardas de la
renta en esta ciudad se tolere y disimule un fraude de
tanta consideración y para que se verifique si es cierto, se
pasará para su reconocimiento a los parajes que Su Se-
ñoría tiene noticia y a otros. que se vayan adquiriendo,
hallarse sembrado, para lo cual y -que se ejecute con el
celo debido, da Su Señoría la comisión necesaria con la
jurisdicción y facultades que para su ejecución y cumpli-
miento se requieren a Don Bernardo González y Co-

385
lv sio//alguacil mayor del ilustre cabildo de esta ciudad y
administrador de la renta de tabaco en ella, hará que en
compañ ía del presente escribano, de Don Manuel Rome-
ro y Don Nicolás Hurtado yen caso necesario de los más
que tenga por conveniente, pase a los parajes que consta-
re del apunte que para dicho fin- tiene en su poder y a
los demás de que tenga noticia se haya sembrado tabaco
y encontrado alguno tomará razón formal de la cantidad
del que fuere y lo hará arrancar y descepar todo, que-
mándolo de modo que no quede semilla, ni mata que
pueda volver a producir y averiguará quién lo sembró y
de quién son las heredades, en donde la encontrare y
verificando quiénes son los reos, los arrestará y conduci-
rá presos a esta ciudad, embargándole sus bienes por
inventario formal y depositándolos conforme a derecho
y de todo poniéndolo por diligencia dará cuenta a este
gobierno para proseguirles causa o causas hasta su final
determinación y para que más bien pueda cumplir y
desempeñar dicha comisión manda Su Señoría que sus
justicias y vecinos del territorio a donde pasare a dicho
reconocimiento le den todo favor y auxilio que necesite,
así para la prisión de los reos y su conducción a esta
ciudad como para el embargo de sus bienes y depósito
2r de ellos, lo que// cumplirán bajo la multa de doscientos
pesos de buen oro, aplicados en la forma ordenada y de
proceder a lo demás que haya lugar contra los que no lo
ejecutaren a quienes en caso necesario podrá arrestar si
fueren inobedientes y se denegaren a darle el favor y
ayuda que necesite pues para todo se le dá y confiere la
jurisdicción y facultades que para su mejor cumplimien-
to se requiere. Así lo proveyó, mandó y firma Su Seño-
ría el señor gobernador y comandante general por ante
mí de que doy fe. Don Cayetano Suelta Lorenzana.
Simón Robledo, escribano Público y del Cabildo.

En el sitio de la Noarque, jurisdicción de la ciudad de


Antioquia en 20 de septiembre de 1781 años. El señor
Don Bernardo González Cosio, regidor y alguacil mayor
en observancia y cumplimiento de lo mandado por Su
Señoría, señor gobernador y comandante general Don
Cayetano Buelta Lorenzana como día señalado para la
investigación de los defraudadores de tabaco, acompaña-
do de Don Nicolás Hurtado, Escolástico Delgado, por
ante mí el escribano y otros guardas, pasó su merced a
2v esta casa de Diego Montoya// como uno de los que se

386
sospecha, en cuyas tierras en frente de su casa se encon-
tró un pedazo de tabacal que preguntado quien lo sem-
bró, respondió Doña Ana María Galván su esposa, ser
ella quien lo sembró para mantenerse con su marido que
se halla enfermo e hijos; con cuya noticia pasó su mer-
ced en mi compañía y demás contenidos a su reconoci-
miento en cuyo marco de tierra y ámbito se encontraron
Cuatrocientos Treinta y Siete pies de tabaco para coger
y Doscientos Noventa y Ocho recién sembrados, a que
expuso dicho Montoya haber dádole orden a su esposa
para su siembra, todo el cual tabaco se arrasó, desepó e
consumió de modo que no produzca y en ejecución de
lo mandado pasó al embargo y depósito de los bienes
que se encuentran en la casa, a que se les preceptuó
manifestasen todos los que en ella tuvieren y se ejecutó
en esta forma:

Primeramente derecho en las tierras que nom-


bran el Picacho en donde se encontró el tabacal. [tem se
encontraron dos vacas paridas, la una de hembra y la
otra de macho. 'tem un caballo colorado. !tem una ye-
gua saina. 'tem una silla de montar algo maltratada con
su estribadura de fierro, freno y espuelas. Rein una aza-
da vieja. !tem, estas tierras de cañafistolar que dijeron
ser de Don de Villa en las que se encontró
parte de tabacal y por esta razón se incluyeron en el
embargo con lo cual y por no haberse encontrado otros
bienes, los hasta aquí embargados se depositaron en Don
3r Juan Joseph de Leyva// persona de abono, quien los
recibió y dio por entregados a disposición de Su Señoría
y por hallarse enfermo dicho Montoya de bastante ries-
go se suspendió la prisión y lo firman los arriba referidos
con su merced por ante mí, de que así lo certifico y doy
fe. Bernardo González y Cosio, Juan Joseph de Leyva,
Escolástico Delgado escribano Público y de Cabildo.

En el mismo 'día, mes y año en prosecución de lo man-


dado pasó a merced el señor Don Bernardo González y
Cosio, regidor, alguacil mayor, en compañía de Don Ni-
colás Hurtado, Don Joseph Ruiz Delgado, Escolástico
Delgado, otros guardas y asistido de mí el presente escri-
bano a esta casa donde habita Juan de Lastra, libortino
y no encontrándose en ella al nominado y luego que
llegaron se desaparició su mujer Dorotea Lastra, también
liberta, motivador del fraude que se le encontró del pú-

387
blico tabacal que con todo descaro tiene en perjuicio de
la reñta real y. con efecto se encontraron en las tierras
que cultiva dicho Lastra cuatro pedazos de tabacal y en
uno de ellos se le encontraron ciento y seis pies de taba-
co bastante coposo y bien beneficiado al que se advirtió
tenerle ya cogicló la suerte general como haber arranca-
do el demás, del que se encontraron en el monte bas-
3v tan//tes hojas, catabros y tarros con porción de tabaco
inútil del que Se lleva alguna parte-para muestra a Su
Señoría y el demás se consumió, arrancó y arrasó condu-
ciéndolo todo al río de Cauca para su verdadera destruc-
ción y en este estado, esperando en la casa del mismo
Lastra a la mujer de éste para que diera razón de los
bienes de su marido, por no estar en la casa ni uno, ni
otro y haberla mandado llamar de orden del señor algua-
cil mayor, para este fin como también a Juan de Urrego
para depositario de ellos y no habiendo parecido alguno
de los dos, llegó el dicho Juan de Lastra con más de cien
hombres de lanzas, chuzos de palo, sables, espadas, cala-
bozos, machetes, navajas y azadas viniendo de capitán
de todo ellos el dicho Lastra el cual, empuñando una
espada desnuda que traía en la mano y acometiendo con
ella a su merced, el señor alguacil mayor; le dijo: Qué
atrevimientos son éstos y diciéndole su merced se contu-
viese, que qué era lo que quería! repitió, que era mucho
atrevimiento, que no estando él en su casa, fuesen a ella
y paseasen su rastrojo y arrojasen al río el tabaco que él
había arrancado y escondido en el monte; a cuyo tiem-
po, cercándolo todos con las armas desnudas a una voz
dijeron: Que todos tenían sus tabacales y que pasaban
de ciento y que a costa de su pellejo lo habían sembrado
y lo sembrarían y defenderían hasta morir, cuya voz
repitió con mucha soberbia y arrogancia Pablo Flórez
clavando la lanza en el suelo con mucha ira y diciendo
, 4r que// él era uno de los muchos que tenían tabacales
repitiendo que había más de ciento, que a costa de su
:pellejo lo había de sembrar, que no temía bocas de fue:
go, lo que también dijeron los demás del tumulto y que
aunque se las habían quitado con engañito, no les causa-
ba miedo ni espantaban tintos de pólvora y algunos dije-
ron que quitaran las armas a su merced, dicho señor
alguacil mayor y a los cinco hombres que lo acompaña-
ban lo que hubieran ejecutado según su osadía y atrevi-
miento a no haberlos procurado sosegar su merced con
buenos modos; su merced Joseph Ruiz e Ignacio Monto-

388
ya vecinos de aquel paraje quienes con el mayor empeño
y eficacia procuraron apaciguarlos para que no se propa-
sasen a cometer un insulto y atentado grave con su mer-
ced, dicho señor alguacil mayor y su ronda lo cual estu-
vo muy cerca de malograrse porque hablándoles dicho
Ruiz sobre pacificarlos dijeron que a su capitán Joseph
Ruiz obedecerían y no a otro alguno porque él, los ha-
bía de defender porque le debían sus haciendas y él dijo
que en lo que fuera justo lo haría pero no en el asunto
4v que estaban ejc//cutando porque él era vasallo del Rey y
no podía, ni debía protegerlos en semejantes atentados
y entonces, levantando la voz los de el tumulto dijeron
que ya no lo querían por su capitán ni lo obedecerían,
ni a Dios, ni al Rey y que de el tablazo para abajo donde
ellos residen, no pasaría persona alguna y que la que lo
intentase procurase ir confesada y comulgada y recono-
ciendo su merced que volvía a tener más cuerpo la sedi-
ción tumultuaria resolvió por evitar mayores riesgos el
suspender el embargo-de los bienes del dicho Juan de
Lastra y omitir el reconocimiento de los demás tabacales
y otra comisión que llevaba de Su Señoría el señor go-
bernador y comandante general retirándose con su ron-
da antes que sucediera alguna desgracia para dar cuénta
de todo •a Su Señoría a fin de que impuesto de los
atentados cometidos con su merced y de los graves per-
juicios que está experimentando la Real Hacienda en
aquel paraje se sirva dar la providencia que fuere de su
mejor aprobación para lo cual se le entregarán estas dili-
gencias originales a Su Señoría en cuya conformidad así
lo proveyó, mandó y firmó en dicho día, mes y año
arriba expresados por ante mí de que doy fe. Bernardo
González y Cosio, Simón Robledo escribano Público y
de Cabildo.

Antioquia y Septiembre 21 de 1781 vistas las diligencias


5r que// anteceden y con reflexión a que la gravedad del
insulto y audacia con que ha sido ejecutada, contra la
propia autoridad del soberano que la que reside a su real
nombre, en este gobierno y también contra los intereses
de su Real Hacienda requiere una providencia la más
seria y ejem piar para que el castigo de tan atroz y grave
delito quede debidamente ejecutado y que sirva de ejem-
plo a otros conviene también que antes de tomarse la
deliberación y providencia que corresponda, se proceda
la justifidación necesaria para que según el mérito que de

389
ella resultase se provea lo que corresponda en justicia,
para cuya jústificación comparecerán a declarar los suje-
tos que acompañaron al comisionado quienes serán exa-
minados al tenor de la diligencia que relaciona el tumul-
to y más preguntas que tuviere por conveniente hacerles,
para mayor claridad y justificación de los lances que
hubieren visto y advertido según lo que les constare, lo
que ejecutarán bajo la gravedad y religión del juramento
que se les reciba conforme a derecho y el presente escri-
bano certifique lo que le constare. Don Cayetano Buelta
5v Lorenzana. Lo preovenyó el señór Don Cayetano Suelta
Lorenzana Capitán del regimiento Provincial de León,
gobernador y comandante general de esta ciudad de An-
tioquia y su provincia, .por ante mí, el escribano que doy
fe. Simón Robledo escribano Público y de Cabildo. En
la ciudad de Antioquia a 21 de septiembre de 1781.

En virtud de lo mandado en el auto que antecede para


efecto de la justificación prevenida, hizo comparecer an-
te sí, Su Señoría el señor Don Cayetano Buelta Lorenza-
na, capitán del regimiento provincial de León, goberna-
dor y comandante general de esta dicha ciudad y su pro-
vincia a Escolástico Delgado, vecino de ella y como de
los que se hallaron presentes en el tumulto por haber
sido de amanuense a quién Su Señoría por ante mí el
escribano recibió juramento que hizo conforme a dere-
cho por Dios nuestro señor y una señal de la cruz bajo
del cual prometió decir verdad de lo que supiere y le
fuese preguntado y siéndolo al tenor de la diligencia
puesta sobre el asunto que consta en estos autos y por
mí el escribano le ha sido leída, enterado de su conteni-
do dijo, ser cierto cuanto en ella consta y se refiere y
afofando concepto evidente y fijo de que según la auda-
cia y resolución de los sediciosos tumultuarios hubieren
quitado la vida al señor Alguacil mayor, al escribano y a
los más sujetos que lo acompañaron a la ronda que fue a
hacer de orden de Su Señoría y son los siguientes: Don
6r Nicolás Hurtado,//Juan Ignacio León, Miguel Guardia y
el declarante, a no haber procurado él dicho señor algua-
cil mayor ceder de la comisión y apaciguarlos, lo que
ejecutó ayudado de los buenos oficios que al intento
hicieron Joseph Ruiz e Ignacio Montoya que también lo
acompañaron después que llegó con su ronda a aquel
paraje y últimamente cuando ya volvían a inquietarse,
por no haber condescendido a defenderlos dicho Joseph

390
Ruiz por las razones que constan en la citada diligencia,
haber tenido la oportunidad de retirarse de dicho tumul-
to como lo ejecutó con su ronda para pasar a esta ciu-
dad, a dar cuenta de todo a Su Señoría y responde,
preguntado si a más de Juan de Lastra libertino que
consta de dicha diligencia capitaneaba el tumulto y Pa-
blo Flórez que también resulta de ella, conoció quienes
eran los demás sediciosos que los acompañaron, expre-
sando por sus nombres y apellidos los que hubiere cono-
cido, dijo que a más de los dos referidos conoció a Salva-
dor y a Ubaldo Agnidelo, Ignacio de Vargas con un hijo
suyo cuyo nombre ignora a Juan Angel Mejía, a Leandro
de la Cruz, a un hijo de Bernardino Holguín, a un Barre-
6v ra, a otro IlaMado el To//rrejano y que a los demás no
los ha conocido, pero que los dichos Joseph Ruiz e Igna-
cio Montoya que residen en aquellos parajes de la otra
banda de Cauca, podrán dar noticia más extensa de quié-
nes fueron los de el tumulto y responde preguntado
quienes fueron los que se quejaron de que con engañifa
se les había quitado las armas de fuego, para después,
irlos a matar con ellas y que mediante a que su capitán
no los quería defender, no lo obedecerían, ni tampoco
habían de obedecer a Dios, ni al Rey, dijo que no perci-
bió particularmente quienes profirieron tan excecrables
palabras por haberlas oído a una voz a todo el tumulto y
con la misma osadía tumultuariamente, dijeron que te-
nían sembrado más de cien tabacales y que los habían de
defender a costa de su pellejo, hasta perder la vida, pre-
viniendo que el que pasase del tablazo para abajo fuera
confesado y comulgado y responde que lo que lleva di-
cho y declarado es la verdad, en cargo del juramento que
fecho tiene, en que se afirmó y ratificó, siéndole leída su
declaración dijo ser de edad de 29 años poco menos y lo
firmó con Su Señoría por ante mí de que doy fe. .Don
Cayetano Buelta Lorenzana. Escolástico Delgado, Simón
Robledo escribano Público y de Cabildo.

En el mismo día, mes y año para la justificación manda-


da hacer compareció ante Su Señoría el señor goberna-
dor y comandante//general, Don Nicolás Hurtado resi-
dente en esta ciudad a quien yo el escribano doy fe,
conozco y por ante mí le recibió Su Señoría juramento
que lo hizo por Dios Nuestro Señor y una señal de Cruz
conforme a derecho, bajo del cual prometió decir verdad
en lo que supiere y le fuere preguntado y siéndolo al

391
tenor de la diligencia, que consta en estos autos acerca
del tumulto acaecido en la casa de Juan de Lastra Liber-
tino -en el día de ayer 20 del corriente para impedir a la
ronda que acompañó al señor alguacil mayor al recono-
cimiento de los tabacales 'sembrados en el otro lado de
Cauca, que por mí el escribano le ha sido leída ; y entera-
do de todo su contexto dijo que todo cuanto en ella se
menciona es cierto y verdadero lo que le consta por
haberlo así visto, oído y entendido ; por haber estado
presente en todos los lances ejecutados por el tumulto
con motivo de haber pasado de orden de Su Señoría
acompañando a dicho señor alguacil mayor para la ron-
da de los referidos tabacales y que según ha observado
en la osadía y atrevimiento de los sediciosos, hizo for-
mal juicio de que a no haber, dicho, señor alguacil ma-
7v yor, cedido de la empresa de reconocer los tabacales// y
suspender el embargo de bienes de dicho Juan de Lastra
que estaba para hacer y decirles otras razones suaves,
dándoles a entender que no les haría daño alguno en lós
referidos tabacales ni a sus personas con lo cual los bue-
nos oficios que hicieron Joseph Ruiz e Ignacio Montoya,
los hubiera muerto porque, a dicho señor alguacil ma-
yor, le cercaron con lanzas y espadas y otras armas blan-
cas, luego que el referido Lastra se encaró a él con la
espada desnuda y al presente escribano lo cercaron otros
ocho, con iguales armas y a no haber acudido el decla-
rante y Juan Ignacioleón que ya estaba allí, no pudiera
acaso eximirse de una 'desgracia lo que aún pudiera ha-
ber sucedido, si no se retirara con su ronda dicho señor
alguacil mayor, antes que volviera a tomar más cuerpo
dicho tumulto como ya se iba reconociendo por las ra-
zones y motivos que constan de la citada diligencia lo
que tuvieren a bien ejecutar sin pérdida de tiempo así
para salvar sus vidas como para dar cuenta a Su Señoría
de todo lo acaecido y responde.

Preguntado si a más de Juan de Lastra Libertino que


consta de dicha diligencia, capitaneaba el tumulto y Pa-
blo Flórez que también resulta de ella, conoció quiénes
eran los demás sediciosos que los acompañaron expre-
sando por sus nombres y apellidos los que hubiere cono-
cido dijo que con motivo de no ser patricio, tenía poco
conocimiento de aquellos sediciosos y que sólo conoció
Sr al dicho Jiillan de Lastra y a Ubaldo de Agudelo y que
aunque algunos otros conoce de vista no sabe sus nom-

392
bres, ni apellidos y responde preguntando quienes fue-
ron los que, se quejaron; de que con engañifa se les ha-
bía quitado las armas de fuego para después irlos a ma-
tar con ellas y que mediante a que su capitán no los
quería defender no lo obedecerían, ni tampoco habían
de obedecer a Dios,, ni al Rey, dijo que no percibió
particularmente quienes profirieron tan excecrables pa-
labras por haberlas oído a una voz a todo el tumulto y
con la misma osadía tumultuariamente dijeron que te-
nían sembrado más de cien tabacales y que los habían
de defender a costa de su pellejo, hasta perder la vida
previniendo que el que pasase del Tablazo para abajo,
fuera confesado y comulgado y añade que cuando dicho
señor alguacil mayor con su ronda acompañado también
del expresado Ruiz, se retiraron del tumulto, quedaban
los que lo componían con grande gritería y viva dando a
entender que huian de miedo y responde que lo que
lleva dicho y declarado es la verdad en cargo del jura-
mento que fecho tiene, en que se afirmó y ratificó sién-
dole leída ésta su declaración; dijo ser de edad de cua-
renta años y lo firma con Su Señoría por ante mí de que
doy fe. Don Cayetano Buelta Lorenzana. Nicolás Hurta-
8v do//, Simón Robledo, escribano Público y de.Cabildo.

En dicho día, mes y año, para la justificación mandada a


hacer compareció ante Su Señoría dicho señor goberna-
dor y comandante general Joseph Ruiz de la compañía
de milicias de Mestizos cuarterones de esta ciudad, a
quien yo el escribano doy fe conozco y por ante mí lo
recibió Su Señoría, juramento que lo hizo por Dios
nuestro señor y una señal de cruz, conforme a derecho
bajo el cual prometió decir verdad en lo que le supiere y
le fuere preguntado y siéndolo al tenor de la diligencia e
informe que consta de estos autos acerca del tumulto
acaecido el día de ayer 20 del corriente en casa de Juan
de Lastra Libertino para impedir al señor Alguacil ma-
yor y su ronda el reconocimiento de los tabacales que,
iba a ejecutar de orden de Su Señoría en las tierras del
Tablazo y Tajamí y otros parajes, enterado de su con-
texto dijo: Ser cierto cuanto refiere la diligencia infor-
mativa, puesta por el dicho señor Alguacil mayor a testi-
monio del presente escribano lo que sabe y le consta por
haber estado presente a todos los lances que en ella se
refieren y que según la cólera y soberbia que reconoció
en los tumultarios hace concepto cierto de que si dicho

393
señor Alguacil mayor no hubiera cesado en la empresa
en embargar los bienes a dicho Lastra y proseguir en el
reconocimiento de los tabacales disculpándose con bue-
nas razones con ellos y el haber interpuesto sus buenos
9r oficios al declarante e Ignacio Montoya// poniéndose de
su parte, lo hubieran muerto con los demás de su ronda
porque lo tenían cercado en disposición de que no po-
dría salvar la vida lo que también ejecutaron con el pre-
sente escribano otra porción de los sediciosos a quien
para eximirse de una desgracia acudieron a socorrerlo
Don Nicolás Hurtado y Juan Ignacio León con cuyo
auxilio pudo salir del riesgo en que estaba, entre ocho
que lo cercaron y con todo, aún no estuvieran seguros
sino se hubieran retirado con brevedad dicho señor Al-
guacil mayor, con los de su ronda y el declarante que los
acompañó hasta esta ciudad según se iba ya reconocien-
do nueva inquietud en los sediciosos por no haber con-
descendido el declarante a defenderlos de su inicua pre-
tensión y atentados que habían cometido como con to-
da expresión consta de la citada diligencia informativa y
porque dicho Ignacio Montoya a quien gritaron dicién-
dole que "para cuándo era hombre", no condescendió
con ellos a sostener el mismo atentado quedaron blasfe-
mando y con grande gritería y risa como burlándose de
todos porque se venían huyendo y responde.

Preguntado si a más de Juan de Lastra Libertino que


consta de dicha diligencia capitaneaba el tumulto y Pa-
blo Flórez que también resulta de ella, conoció quienes
eran los demás sediciosos que los acompañaron expre-
9v sando por sus nom//bres y apellidos los que hubiere
conocido dijo: Conoció a los siguientes. Ignacio Espino-
za, Ignacio de Vargas y su hijo que no se sabe su nom-
bre. Luis de Vargas. Salvador Espinoza, Joseph Espino-
za. Joseph Antonio Espinoza. Manuel Ruiz, con dos hi-
jos cuyos nombres ignora. Nicolás Rodríguez. Miguel
García. Gregorio Barrera, el 'Forrejano. Leandro de la
Cruz. Juan Angel Mejía. Ignacio Holguín Salvador Agu-
delo. Joseph Ruiz. Juan Eugenio Flórez. Juan Esteban
Guzmán. Mateo Rodríguez. Nicolás de Vargas. Francis-
co Cárdenas. Martín de Agudelo con su mujer. El Negro
Bernardo. Juan Esteban Jaramillo, los cuales fueron los
que pudo conocer como también -Ubaldo -Agudelo, Sal-
vador y Francisco Santana por ser los referidos, con
Antonio de Vargas menor en días los que más se acerca-

394
ron al que declara que estaba en compañía de dicho
señor Alguacil mayor a quien como ya consta cercaron
con sus armas y aunque era muy crecido el número de
los tumultuarios según ha reconocido y los que estaban
lOr en el monte que se hallaba muy cercano// no pudo co-
nocerlos por estar bajo de unos árboles chaparros ni a
los otros porque los primeros que se acercaron impedían
la vista para conocer a los que Veían detras de ellos pero
conceptúa que el número de los amotinados llegaría a
125 hombres poco más o menos y responde.

Preguntado quiénes fueron los que se quejaron de que


con engañifa se les había quitado las armas de fuego
para después irlos a matar con ellas y que mediante a
que su capitán no los quería defender no lo obedecerían
ni tampoco habían de obedecer a Dios ni al Rey dijo
que no percibió particularmente quienes profirieron tan
excecrables palabras por haberlas oído a una voz a todo
el tumulto y con la misma osadía tumultuariamente di-
jeron que tenían sembrado más de cien tabacales y que
los habían de defender a costa de su pellejo hasta perder
la vida previniendo que el que pasase del Tablazo para
abajo fuera confesado y comulgado y responde y que
ésto que lleva dicho y declaro es la verdad so cargo el
juramento que fecho tiene en que se afirmó y ratificó,
siéndole leída ésta su declaración, dijo ser de edad de
cuarenta años más o menos y lo firma con Su Señoría
por ante mí de que doy fe. Don Cayetano Buelta Loren-
zana. Joseph Ruiz. Simón Robledo escribano Público y
de Cabildo.

lov En dicho día, mes y año en procecu//ción de lo manda-


do compareció Juan Ignacio León a quien Su Señoría
por ante mí el escribano le recibió el juramento que lo
hizo conforme a derecho por Dios Nuestro Señor y una
señal de cruz so cuyo cargo ofreció decir verdad en lo
que supiere y le fuere preguntado y siéndolo al tenor de•
la diligencia e informe que consta de estos autos acerca
de el tumulto acaecido el día de ayer 20 del corriente en
casa de Juan de Lastra Libertino que por mí el escribano
le fue leída, dijo ser cierto y verdadero su contexto lo
que le consta por haber estado presente en todos los
lances ejecutados por el tumulto con el motivo de haber
ido acompañando al señor alguacil mayor para la ronda
de los referidos tabacales y que según ha observado en la

395
osadía y atrevimiento de los sediciosos hizo formal jui-
cio de que a no haber, dicho señor Alguacil mayor, cedi-
do de la empresa de reconocer los tabacales y suspender
el embargo de bienes de dicho Juan de Lastra que estaba
para hacer y decirles otras razones suaves dándoles a
entender que no les hacía daño alguno en los referidos
tabacales, ni en sus personas con lo cual y los buenos
oficios que hicieron Joseph Ruiz y Ignacio Montoya los
Ilr hubie//ran muerto porque a dicho señor Alguacil mayor
lo cercaron con lamas y espadas y otras armas blancas,
luego que el referido Lastra se encaró a él con la espada
en el suelo y al presente escribano lo cercaron otros
ocho con iguales armas y a no haber acudido el declaran-
te y Don Nicolás Hurtado no pudiera eximirse de una
desgracia la que aún pudiera haber sucedido sino se reti-
rara con su ronda dicho señor Alguacil mayor antes que
volviera a tomar más cuerpo dicho tumulto como ya se
iba reconociendo por las razones y motivos que constan
de la citada diligencia informativa lo que tuvieron a bien
ejecutar sin pérdida de tiempo así para salvar sus vidas
como para dar cuenta de todo lo acaecido a Su Señoría
y responde.

Preguntado si a más de Juan de Lastra Libertino que


consta de dicha diligencia capitaneaba el tumulto y Pa-
blo de Flórez que también resulta de ella conoció quie-
nes eran los demás sediciosos que los acompañaron ex-
presando por sus nombres y apelativos los que hubiere
conocido dijo que conoció a más de los dichos Juan de
Lastra y Pablo Flórez, a Cayetano Agudelo, un hijo de
Bernardino Holguín cuyo nombre ignora, Leandro de la
Cruz. Ubaldo Agudelo, Salvador Agudelo. ',Gregorio Ba-
rrera; y que aunque algunos otros conoce de vista no
sabe-sus nombres ni apellidos y responde.

Preguntado quiénes fueron los que se quejaron de que


con engañifa se les había quitado las armas de fuego
para después irlos a matar con ellas y que mediante a
llv que su capitán // no los quería defender no lo obedece-
rían ni tampoco habían -de obedecer a Dios, ni al Rey
( dijo que no percibió particularmente quienes profirieron
tan excecrables palabras por haberlas oído a una voz a
todo el tumulto y con la misma osadía tumultuariamen-
te dijeron que tenían sembrado más de cien tabacales y
que los habían de defender a costa de su pellejo hasta

396
perder la vida previniendo que el que pasase del tablazo
para abajo fuera confesado y comulgado y responde;
que lo que lleva dicho y declarado es la verdad so cargo
el juramento que fecho tiene en que se afirmó y ratificó
siéndole leída esta su declaración dijo ser de edad de 22
años y lo firmó con Su Señoría por ante mí de que doy
fe. Don Cayetano Ruelta Lorenzana. Juan Ignacio León.
Simón Robledo escribano Público y de Cabildo.

En dicho día, mes y año para la justificación mandada a


hacer compareció Miguel ¡Guardia a quien Su Señoría
por ante mí le recibió juramento que lo hizo según dere-
cho por Dios Nuestro señor y una señal de Cruz so cuyo
cargo ofreció ¡decir verdad en lo que supiere y le fuere
preguntado y siéndolo al tenor de la diligencia e informe
12r que // consta de estos autos acerca del tumulto que
aconteció en el día de ayer en casa de Juan de Lastra
Libertino, que por mí el escribano le ha sido leído, dijo
ser cierto su contexto lo que le consta por haber estado
presente a todos los lances ejecutados por el tumulto
con el motivo de haber ido acompañando al señor Al-
guacil mayor para la ronda de los .tabacales que iba a
ejecutar y que según observó en la osadía y atrevimiento
de los tumultuados conceptuó de que a no haber dicho
señor Alguacil mayor cedido de la empresa de reconocer
los tabacales y suspender el embargo de bienes de dicho
Juan de Lastra que estaba para hacer y decirles otras
razones suaves con el fin de sosegarlos a lo que ayudaron
Joseph Ruiz y Ignacio Montoya los hubieran muerto
porque a dicho señor Alguacil mayor lo cercaron con
lanzas y espadas y otras armas blancas luego que el refe-
rido Lastra se encaró a él con la espada desnuda y al
presente escribano lo cercaron otros ocho con iguales
armas a cuya defensa acudieron Don Nicolás Hurtado y
Juan Ignacio León para que no sucediera una desgracia
la que hubiera sucedido sino se retirará con su ronda
dicho señor Alguacil mayor antes ¡que volviera a tomar
más cuerpo el tumulto como ya se iba reconociendo
como consta de la citada diligencia informativa y res-
ponde.

Preguntado si a más de Juan de Lastra Libertino que


consta de dicha diligencia capitaneaba el tumulto y Pa-
12v blo de Flórez que también resulta de ella conoció ¡-
quienes eran los demás sediciosos que los acompañaron

397
expresando por sus nombres y apellidos los que hubiere
conocido, dijo que a más de Juan de Lastra y Pablo
Flórez conoció de vista a un hijo de Bernardino Holguin
cuyo nombre ignora, a Juan Angel Mejía, a Gregorio
Barrera, a Leandro de la Cruz, a Salvador Agudelo, al
Torrejano, a Ignacio de Vargas y su hijo, a Joseph Ruiz,
a un hijo de Juan de Lastra y que aunque algunos otros
conoce de vista no sabe sus nombres, ni apellidos.

Preguntado quiénes fueron los que se quejaron de que


con engañifa se les había quitado las armas de fuego
para después irlos a matar con ellas y que una vez que su
capitán no los quería defender no lo obedecerían, ni
tampoco habían de obedecer a Dios, ni el Rey, dijo que
no percibió particularmente quienes profirieron tan se-
mejantes palabras por haberlas oído a una voz a todo el
tumulto y con el mismo orgullo tumultuario dijeron que
. tenían sembrado más de cien tabacales y que los habían
de defender a costa de su pellejo hasta perder la vida
previniendo que el que pasase del Tablazo para abajo
fuera confesado y comulgado y responde, que ésto que
lar lleva dicho y de//clarado es la verdad so cargo el jura-
mento que fecho tiene en que se afirmó y ratificó sién-
dole leída ésta su declaración dijo ser de edad de 24
años más o menos y lo firmó con Su Señoría por ante
mí de que doy fe. Don Cayetano Suelta Lorenzana.
Miguel Guardia.

Simón Robledo escribano Público y de Cabildo, minas y


registros de esta ciudad de Antioquia y su jurisdicción
por el rey nuestro señor en cumplimiento de lo manda-
do en auto proveído en este día por el señor gobernador
y comandante general Don Cayetano Buelta Lorenzana
acerca del tumulto que en el día de ayer 20 del corriente
insulto al señorAlguacil mayor del ilustre cabildo de esta
ciudad y a la ronda que lo acompañó para el reconoci-
miento de los tabacales sembrados en las tierras del Ta-
blazo y Tajamí a que me hallé presente certifico en
pública forma y manera que hago fe a los señores y más
personas que la presente vieren como teniendo a la vista
la diligencia informativa que ami testimonio paso a ma-
nos de Su Señoría dicho señor gobernador con las demás
que se habían practicado sobre el reconocimiento de
dichos tabacales que también fueron ante mí, me consta
que los pasajes acaecidos con dicho señor Alguacil ma-

398
yor y ronda y lo mismo con mi persona que en ella se
expresan son ciertos según lo he visto por estar presente
a todo y así mismo certifico que según he comprendido
18v // del arrojo temerario y audacia con que estaban los
sediciosos hubiéramos perecido todos a sus manos si el
referido señor Alguacil mayor no hubiera cesado en el
embargo de bienes de Juan de Lastra y capitán del tu-
multo y lo mismo en cuanto a proseguir en el reconoci-
miento de los tabacales que faltaba por hacer que con
buenas razones procuró sosegarlos ayudado de los bue-
nos oficios de Joseph Ruiz e Ignacio Montoya que por
su parte uno y otro procuraron también sosegarlos y lo
mismo por habemos retirado luego de entre ellos porque
a causa de no haber querido condescender el dicho Jo-
seph Ruiz a defenderlos como capitán de la compañía
de mestizos que comprende aquel partido ya se recono-
cía nueva inquietud en ellos pues dijeron tumultuaria-
mente que ya no lo obedecían como a su capitán ni
obedecían a Dios, ni al Rey y que tenían más de cien
tabacales que a costa de su pellejo los habían sembrado
y habían de defender hasta perder la vida y que el que
pasase del tablazo para abajo había de ir confesado y
comulgado y otras expresiones sediciosas y excecrables
y cuando nos retiramos quedaban con grande gritería,
14r algasara y risa dando a entender // huíamos de miedo
todo lo cual pasó a mi presencia según queda referido
así mismo certifico, cómo de los que concurrieron a
insultarnos en dicho tumulto conocí por sus nombres y
apellidos ser los siguientes: Ignacio de Vargas y un hijo
de éste que ignoro su nombre, Juan Angel Mejía, Ubaldo
de Agudelo, Salvador de Agudelo, Leandro de la Cruz,
un hijo de Bernardino Holguín, Joseph Ruiz, Gregorio
Barrera, Nicolás Rodríguez, Salvador de Espinoza, Salva-
dor y Francisco Santana y a más de los referidos a Juan
de Lastra, un hijo suyo y a Pablo Flórez, y aunque según
he reconocido por mayor que los tumultuarios serían
como unos 130 poco más o menos no pude con indivi-
dualidad conocer más que los que llevo expresados así
por no tener mayor conocimiento de aquellas gentes
como porque muchos estaban escondidos entre unos
chaparros muy cercanos a donde estábamos y sólo de los
que se presentaron con sus armas a cercar a dicho señor
Alguacil mayor y a mí con los demás de la ronda pude
reconocer los que dejo expresados todo lo cual para que
conste así lo certifico, signo y firmo en esta dicha ciu-
dad en 21 de septiembre de 1781 años.

399
Vista la sumaria que antecede y sin perjuicio de prose-
guirla según convenga y de recibir la declaración de Igna-
cio Montoya como uno de los que presenciaron el tu-
14v multo// y consta citado por los testigos lo que no se pudo
hacer en el día por no estar en esta ciudad y consideran-
do que no se debe demorar un instante de tiempo para
evitar un fraude tan grande contra la Real Hacienda
como el que resulta justificado ni omitir la prisión de los
reos y embargo de sus bienes y que para arrasar y desce-
par los tabacales prontamente se requiere crecido núme-
ro de peones según los muchos que consta haber sembra-
dos y tropa de gente armada, competente para auxiliar-
los y arrestar los reos para que uno y otro se haga con el
debido acuerdo pasarán estos autos a junta de hacienda
y guerra para que en ella se confiera lo más conveniente
y medios necesarios para el fin de destruir y arrasar los
tabacales y gastos de la tropa en los días que se ocupe en
tan importante servicio de Su Majestad y quietud públi-
ca. Don Cayetano Buelta Lorenzana. Lo proveyó, man-
dó y firmó Su Señoría el señor gobernador Don Cayeta-
no Suelta Lorenzana Capitán del Regimiento Provicio-
nal de León, Gobernador y Comandante general de esta
ciudad de A ntioquia y su provincia por ante mí el escri-
16r bano// Simón Robledo, escribano Público y de Cabildo,
de que doy fe. ,

Señor; -gobernador y comandante general Cayetano


Suelta Lorenzana. Señor de mi mayor veneración; por
medio de ésta paso a notificar a Vuestra Señoría que
hoy 21 del presente como a las tres de la tarde me dio
aviso un agregado mío que se le habían aparecido tres o
cuatro sujetos del Tablazo a convocado a él y a• otros
para hacer fuga del levantamiento y a la mañaná siguien-
te he avisaron ptros dos que a la media noche se les
había aparecido uno de los mismos haciéndoles el mis-
mo convite amenazándoles con quemarles las casas y
quitarles las vidas si no concurrían y que iban a convo-
car a Obregón, Quebrada Seca y Sopetrán y que tienen
dado orden a los posadores para que a nadie pasen ame-
nazándoles con quitarles las vidas y según me han dicho,
éstos están muy resueltos y atrevidos aviso ésto a Vues-
tra Señoría para que le sirva de gobierno ya quedo con
el cuidado se avisan a Vuestra Señoría de cualesquiera
novedad que ocurra suplicándole me guarde sigilo por-
que a saberlo éstos me podrán hacer algún daño yo es-

400
toy con bastante recelo no me inquieten los esclavos así
los míos como otros muchos que hay para este lado
espero órdenes de Vuestra Señoría en que pueda servirle
mientras ruego a Dios le guarde años, Juan García. Sep-
16v tiembre 20 de 1781. Beso las manos de //Vuestra Mer-
ced su mejor servidor Joseph Joachin Botero Cosio. Se-
ñor acabo de saber que por esta noche han hecho reco-
gimiento hasta de muchachos y que han derramado el
aguardiente y que han quitado el tabaco, que a este lado
se ha pasado mucha gente de Antioquia y considero se
había juntado mucha multitud de gente dicen que a
esperar la gente que viniera de Antioquia que las barqui-
tas las tienen baradas so presentir que Vuestra Señoría si
tiene ánimo de pasar con gente lo vea con más reflexión
porque según me han asegurado éstos están sobremanera
muy resueltos y puede ocurrir alguna fatalidad muy con-
siderable. Botero Cosio. Antioquia y septiembre 21 de
1781. Agréguese el expediente de la sedición y guárdese
el sigilo que se encarga. Buelta. En la ciudad de Ando-
16r quia en 22 de septiembre de 1781 // los señores Don
Cayetano Buelta Lorenzana gobernador y comandante
general de esta ciudad y su provincia, Don Andrés Pardo
y Don Francisco Joseph Visadías tesorero y contador,
oficiales reales de estas cajas de Antioquia y su provincia
por su merced. Estando juntos en la sala de contaduría
por convocatoria de dicho señor gobernador les hizo Su
Señoría presente el expediente que me mandó leer for-
mado sobre el motín o resistencia de los labradores del
Tablazo de la parroquia del Sacaojal a los fines de que
según lo mandado por Su Señoría en la providencia del
día de ayer se trate y confiera en la presente junta lo
que parezca más conveniente al servicio de Su Majestad
y de esta provincia exponiéndoles que aunque del citado
expediente sólo resalta el contrabando de la siembra de
tabaco y la resistencia armada que hicieron los labrado-
res del Tablazo de la comisión del Alguacil mayor Don
Bernardo González presume de las circunstancias de. ha-
berse sembrado el tabaco por los referidos en el camino
real cuando otras veces hacerlo en las barrancas y parajes
más ocultos, por haberse juntado en tan gran número y
tan prontamente y por la carta que manifiesta de nuevo
parece haber recibido anoche escritura del día de ayer
por el regidor Don Joachin Cosio el que participa a Su
Señoría que tres o cuatro sujetos de los del Tablazo
habían ido a convocar a un dependiente suyo y otro

401
para que se levantaran amenazándolos de quemarles las
16v casas y quitarles las vidas y que iban a // convocar a
Obregón, Quebrada Seca y Sopetrán y tenían dada or-
den a los pasadores del río para que a nadie pasasen
amenazándoles con la vida; más el punto de esta junta
no debe ser sólo discurrir sobre lo conveniente en el
contrabando y resistencia pasada sino sobre la conspira-
ción que manifiesta lo referido que tiene por cierto por
habérselo también venido a decir Don Luis de Herrera
vecino de ésta que anoche vino ala ocupante del río y le
notició haber visto más de ciento cincuenta hombres
juntos que andaban congregando los de los parajes
dichos en inteligencia de todo unánimes y de un acuerdo
dijeron Su Señoría y ministros que sin pérdida de
tiempo arme Su Señoría la compañía de blancos de esta
ciudad con las escopetas y municiones que han recogido
desde los principios de las turbaciones del reino y de los
pardos a aquellos de quienes por sus circunstancias
puedan confiar que el objeto y fin único de esta
prevención y armamento no sea el de una guerra
ofensiva cual podría y convendría. hacerse a otros
enemigos del estado sino sólo el de mantener y
17r sos//tener el gobierno de la provincia a favor de Su Ma-
jestad y procurar sostener sus derechos sin perdonar me-
dio alguno pero procurando al mismo tiempo cuantos
puedan producir la obediencia y reconocimiento de par-
te de cuantos se amotinen que a éstos fines no pudiendo
por ahora acordar las operaciones que podrían convenir
y dejándolas a la prudencia y ciencia militar del señor
gobernador como que las ocurrencias han de dictarlas y
dirigirlas sin embargo y por lo que claramente conduce a
poner a cubierto a esta ciudad y contener cualesquier
intento de los amotinados luego y sin pérdida de tiempo
acá con la guardia necesaria y con la misma brevedad
acuda a contenerlos tomando el paso del río y si lo
hallare necesario pida a Medellín y Rionegro los soco-
rros de gente y armas convenientes que si para el arma-
mento de los hombres que no hubieren escopetas fuere
necesario hacerles lanzas, mantenerlos y demás gastos
que en estas ocasiones son forzosos y por ahora no pue-
17v den tenerse prevenidos// se libre a Su Señoría lo conve-
niente contra el administrador de tabaco en ésta Don
Bernardo González y si lo que tenga en oro suelto no
alcanzare y fuere necesario más se le libre y de cuales-
quiera ramo de hacienda y dinero que haya en las cajas

402
reales llevándose la cuenta posible en conformidad de la
ley 13, libro 8, título 28, con lo cual se feneció esta
junta que firmaron dichos señores por ante mí de que
doy fe. Don Cayetano Buelta Lorenzana. Andres Pardo.
Francisco Joseph Visadias. Simón Robledo escribano
Público y de Cabildo. Concuerda con su original que
queda en el libro de juntas y acuerdos de hacienda de
esta real contaduría a que me remito y hará que conste
en testimonio de verdad lo signo y firmo en esta ciudad
de Antioquia a 22 de septiembre de 1781.

En cumplimiento de la orden de Vuestra Señoría de 22


del que corre para que cite a los milicianos españoles y
se apresten con sus armas de fuego y blancas según la
lista que igualmente se me entregó, digo a Vuestra Seño-
ría que he citado y que estan prontos los que por la que
acompaña son citados (por este pronto) y de los demás
se citarán cuando se hallen en ésta, porque al presente se
hallan fuera y ausentes y otros que estan notados por
decir estan enfermos como igualmente verá Vuestra Se-
ñoría para la lista citada que él que me entregó, sólo
18r espero de Vuestra Señoría orden en que me ocupe en//
servicio del Rey y desempeño de su persona y empleo
que me constituyó tanto como obligado deseoso y en la
salud de Vuestra Señoría interesado por la que pido a
Dios guarde muchos años. Antioquia y septiembre 23 de
1781. Beso las manos de Vuestra Señoría su muy afecto
y servidor. Antonio Joseph de la Fuente.

Señor gobernador y comandante general Don Cayetano


Buelta Lorenzana. Lista de los milicianos españoles cita-
dos y prontos para el servicio del Rey y a las órdenes y
comandancias del señor gobernador Don Cayetano Buel-
ta Lorenzana. El sargento mayor Don Antonio de la
Fuente, Don Francisco Joseph de Villa, Don Cruz Ro-
bledo, Don Luis María Pastor, Don Domingo Ortiz, Don
Juan de Barenilla, Don José Bernardo del Campillo, Don
Ambrosio Casido, Don Juan Esteban Urmi, Don Domin-
go de Villa, Don Joseph Marín y Argote, Don Cristóbal
de Toro, Don Alejo Cano, Don Manuel Ladrón, Don
Simón Robledo, Don Manuel Pardo, Don Vicente Pon-
ce, Don Francisco Santana, Don Esteban Gracete, Don
Juan Bernardo Aguirre, Don Antonio Salazar, Don An-
drés López, Don Ignacio de Vargas, Don Francisco Rue-
da; compone esta lista de los ya citados y que se ofrecen

403
Nota prontos veinte y cinco. Antonio de la Fuente. Los que
contiene esta lista estuvieron prontos a la defensa de los
reales intereses de la ciudad y se portaron con el celo y
18v honor que corresponde a unos // leales vasallos de Su
Majestad lo mismo ejecuto el maestre de campo Don
Joseph Ignacio Montoya, el capitán Don Valerio Ramón
de Uruburu y el ayuntamiento Don Lorenzo Zapata que
no constan en la' lista y concurrieron con sus armas a la
defensa referida por lo cual con los demás que expresa la
lista son acreedores a que se tenga presente su mérito.
Buelta. Lista de los soldados de la companlía de pardos de
esta ciudad que yo Joseph Antonio Valenzuela Alférez
de ella mandé convocar de orden del señor gobernador y
comandante general de esta provincia para la defensa de
los sediciosos y tumultuarios de las parroquias de Sa-
caojal, Sopetrán y Quebrada Seca que con distinción son
los siguientes: Alférez José Antonio Valenzuela, Sargen-
to Luis María Fran, Sargento Antonio Valenzuela, Sar-
gento Pablo Palacio, Cabo de escuadra Juan Bernardo
Borja, cabo Julián de Lorza, cabo Gregorio González,
cabo Salvador Loasola; Soldados: Ignacio Layos, José
de Layos, José Garcés, Joseph Jaraba, Jacinto Benítez,
Manuel Rueda, Joseph Antonio Vidales, José Sánchez,
Mateo Valenzuela, Lorenzo López, Salvador Guzmán,
Ignacio Suescún, Juan Esteba n Zabala, Pedro Castro,
Fermín Zarrazola, Francisco José Zarrazola, Francisco
Pérez, Francisco Flórez, Francisco Piedrahíta, Juan
Ignacio León, Matías Espinoza, Agustín Pérez, Manuel
19r Felmas, Juan Gómez, Pedro Joseph Benalcazar, Pe//dro
Savala, Manuel Antonio de Villa, Antonio Osorio, Cor-
nelio Zapata, Vicente Castro, Francisco Castro, Gregorio
Lezcano, Raymundo Ferraro, Ignacio de Villa, Javier
Balemuela, Gabriel de Layos, Maximiliano Valencia,
Joseph Blabin, Cristóbal Gómez, Gregorio Zarrazola,
Calixto Suárez, Miguel Marín, Escolástico Delgado, Enri-
que Alcaraz, Max Antonio Zapata, Narciso Martínez,
Manuel Mena, Pedro José Mendoza, Cornelio Moreno;
cuyo número de cabos y de soldados es el de cincuenta
y siete hombres y para que se verifique el cumplimiento
de la orden de Su Señoría el señor gobernador y coman-
dante general y que está inteligenciado de la 'tropa que
tiene de dicha compañía he formado la presente lista y
la firmo en Antioquia y septiembre 21 de 1781 Joseph
Antonio Valenzuela. Nota—que esta compañía no tiene
armas de fuego, ni blancas, solamente yo el referido

404
Alférez y el sargento Antonio Valenzuela tenemos cada
uno su escopeta lo que hago presente a Su Señoría para
su inteligencia Valenzuela.

De los que contienen la lista que anteceden se ausenta-


ron la tercera parte de los soldados de esta clase después
de estar formados para marchar al paso real de Cauca a
impedir el desembarco de los sediosos pero el Alférez y
cabos que de ella constan con las dos tercias partes de
soldados se mantuvieron constantemente hasta tanto
que se retiraron los rebeldes y también son acreedores a
19v que se tenga presente su // mérito, Buelta.

Señor gobernador y comandante general. Los labradores


y cosecheros de tabaco que abajo firmamos por nos y
los demás de la jurisdicción de esta ciudad postrados a
los pies de Vuestra Señoría en el término más respetuo-
so y obediente que nos sea posible hacemos una humilde
representación propia de unos pobres vasallos de Su Ma-
jestad constituidos en tanta miseria que se acerca una
necesidad extrema, diciendo que como tenemos repre-
sentado al ilustre cabildo de esta ciudad el sólo pingüe
fruto que teníamos en nuestras labranzas para el reme-
dio de nuestra desnudez y manutención era el tabaco
porque aunque demás de éste disfrutamos el maíz y la
caña dulce bien notorio es que por no tener éstos alguna
salida o expendio careciendo del que podemos vender
nos vemos enteramente privados de los medios para ad-
quirir el abrigo y subsistencia por tanto y de que toda la
gloria del gobierno de nuestro Rey y Señor y sus piado-
sas intenciones sólo miran a la felicidad de sus vasallos y
no a constituirlos en la última infelicidad y miseria ocu-
rrimos a la piedad de Vuestra Señoría para que en méri-
20r tos de constarle ser cierto lo mismo que // llevamos
relacionado y acredita lo consultado por el ilustre cabil-
do, se sirva por su d'ano dirigir nuestras súplicas al supe-
rior gobierno de Su Excelencia de cuya caridad y benig-
nidad esperamos dará la más acertada providencia, con
que se ocurra a la indigencia que es patente a Vuestra
Señoría y notoria a toda la provincia pues aún con el
goce y posesión de este fruto escasamente nos alimenta-
mos, qué será privados de él? las lágrimas y gemidos de
nuestras pobres familias y a nosotros mismos desnudos,
hambrientos, sin esperanza de socorro sin que nuestro
diario trabajo de sol a sol sirva de otra cosa que debilitar

405
nuestros cuerpos de modo que tanta desdicha nos trae a
la última desesperación de no apetecer tan amarga vida
por tanto pedimos a Vuestra Señoría y le suplicamos
nos conceda el libre ejercicio de nuestras cosechas de
tabaco sin usufructo, sin pensión alguna sin oponemos
al Real estanco del tabaco de Ambalema como así mis-
20v mo // el perdón general de todas las personas que se han
juntado a hacer esta representación a Vuestra Señoría
afirmándolo para la quietud de los ánimos y seguridad
de todos bajo la religión y el fundamento que con sólo
estos dos capítulos o condiciones estamos prontos a reti-
rarnos a nuestras casas y proseguir en nuestros trabajos
prontos siempre a obedecer a Vuestra Señoría y demás
ministros de Su Majestad como leales vasallos suyos.
Septiembre 23 de 1781. Manuel Salvador López y Ho-
yos. Juan Bautista Herrera. Lorenzo Agudelo, Juan Sal-
vador Ruiz. Manuel Salvador Gaicés. Juan Ignacio Tabe-
ra. Pedro José Espinosa, Román Castañeda. Miguel
Montoya. Cayetano Agudelo. Narciso González. Miguel
Cárdenas. Firmo yo, Juan Lorenzo de Fernández. Javier
de Pinar. Matero Dries, Manuel García. Antioquia y sep-
tiembre 23 de 1781.

Vista la representación hecha por los cosecheros de taba-


co de las parroquias de Sacaojal, Sopetrán y Quebrada
Seca que constan firmados sus nombres y apellidos en
sola por si y a nombre de los demás cosecheros que
21r firma//ron y en atención a que es muy conveniente con-
servar la paz y evitar los perjuicios que lo contrario pue-
de ocasionar a la República he tenido de bien suspendar
el procedimiento que tenía pendiente contra los que
habían sembrado tabaco y les concedo el permiso para
que puedan proseguir en lo presente en la siembra y
beneficio de dicho tabaco interín y hasta tanto que con
dicha representación de cuanto al excelentísimo señor
virrey que será en el próro correo para que si merecie-
se su aprobación gocen constantemente de este benefi-
cio de cuya superior resolución se les dará noticia a su
debido tiempo por lo que respecta al perdón general se
lo concedo en cuanto puede alcanzar mis facultades de
modo que por ello ahora ni en tiempo alguno se les
podrá hacer cargo ni serán castigados por este gobierno
lo que le cumplirá trabajo el juramento que piden y que
se verificará todo según queda relacionado con la expre-
sa condición de que por este presente han de cumplir

406
constantemente lo que ofrecen en dicha representación
retirándose prontamente a sus casas al cultivo de sus.
estancias sin causar nuevos alborotos ni inquietarles, ni
impedir la venta del tabaco de Honda en sus respectivos
21v // estanquillos según también tienen ofrecido porque si
lo contrario hicieren no podrá tener efecto la gracia que
se les concede y para que tengan el correspondiente res-
guardo se sacará testimonio de la representación de este
decreto autorizado del presente escribano el que se les
entregará en el día de mañana 24 del corriente así lo
proveyó, mandó y firmó Su Señoría el señor Don Caye-
tano Buelta Lorenzana capitán del regimiento provincial
de León, gobernador y comandante general de esta ciu-
dad y su provincia por ante mí de que doy fe.

Don Cayetano Buelta Lorenzana


Simón Robledo
Escribano Público y de Cabildo

Señor gobernador y comandante general Don Cayetano


Buelta Lorenzana, mi venerado señor, ayer 23 como a
las cuatro de la tarde determinando participar a Vuestra
Señoría de algunas noticias que este día había adquirido
y llegó a ésta Juan Zabala a darme razón que había
llegado al S acaojal Miguel Ruiz y otros de los concurren-
tes a la función y dieron noticia haberse retirado el tu-
multo por medio de haber pasado el Señor Vicario a
contenerlos por cuyo motivo suspendiera el aviso tanto
por no fiarme de la letra como por pasar personalmente
a informar a Vuestra Señoría de lo que he llegado a
saber por acá que me parece me podré explicar mejor
Vuestra Señoría no pierda ocasión de mandarme órde-
nes en que le pueda servir que lo ejecutaré con satisfac-
ción y en tanto ruego a Dios le guarde su estimable vida
22r muchos años.// Juan García y septiembre 24 de 1781.
Beso las manos de Vuestra Señoría su mejor servidor y
afecto. Joseph Jaochin de Botero y Cosio.

Señor lo que después he sabido de éstos es que han


quedado muy holgazanes gloriándose mucho por haber
conseguido el salirse con su atrevimiento me dicen que
el capitán nombrado Montoya está disponiendo a publi-
car para el domingo en el Sacaojal auto imponiendo la
multa de 10 pesos de oro y 100 azotes a los pobres que
no concurrieron y quien también quieren nombrar otros

407
capitanes yo me hallo aquí con bastante recelo de que
éstos sabiendo las diligencias que he practicado para
contener la gente que he podido no me vayan a hacer
algún daño pues éstos están muy despechados pero yo
estoy resuelto a que si llegado el fallo rendiré la vida
mucho más pudiera decir a Vuestra Señoría pero como
llevo dicha a nuestra vista diré por menudo lo más que
ha ocurrido y ocurriere. Vala. Cossio. Antioquia y sep-
tiembre 24 de 1781. Agréguese a la antecedente y guár-
dese el correspondiente sigilo. Buelta.

Concuerda con su original al que me remito en cuya fe


lo signo y firmo en Antoquia a 6 de octubre de 1781
años.

En testimonio de verdad.

Simón Robledo
Escribano Público y de Cabildo

23r Excelentísimo señor.


Señor
Según verá vuestra excelencia del adjunto expediente
que pasamos a superior mano y que no pudimos hacerlo
el correo inmediato pasado por no haber tenido tiempo
habiéndoseme dado a mí el gobernador denunció de que
en algunos de la parroquia del Sacaojal y pueblo de
Sopetrán, parajes se había sembrado tabaco comisioné al
Alguacil mayor de ésta y administrador de dicha renta
Don Bernardo González y Cossio con los guardas que
me parecieron precisos para que pasase a dichos parajes
para arrancar el tabaco y según las instrucciones de la
administración de este ramo procediera contra los que
resultasen culpados y habiéndolo así hecho con un taba-
cal que hallo en el paraje nombrado Noarque de la juris-
dicción de esta ciudad que tenía cuatrocientos treinta y
23v siete pies para co//ger y doscientos noventa y ocho re-
cien sembrados que eran de un Diego Montoya de cali-
dad de Pardo y con otros cuatro de un Juan de Lastra
Libertino estando para proseguir su comisión conforme
a un apunte que tenía y expresaba los tabacales conteni-
dos en el denuncio, se apareció el dicho Lastra con más
de cien hombres armados de lanzas, chuzos de palo,
sables, espadas, calabozos, machetes, navajas y azadas y
empuñando una espada que traía desnuda cercaron al

408
Don Bernardo y los de su compañía y injuriándolos y
amenazándolos les dijeron que tenían sus tabacales y
habían de defenderlos hasta morir haciendo retirar por
fuerza al enunciado Don Bernardo y sus guardas.

Luego que el dicho Don Bernardo me participó lo suce-


dido y que los tabacales a diferencia de lo que otras
veces habían hecho los habían sembrado públicamente
cerca del camino real sin temor de ser descubiertos con-
jeturé por este hecho por la prontitud con que se unie-
ron armados la resolución y atrevimiento con que confe-
saron los más tabacales protestando defenderlos hasta
morir que el hecho no era el de un simple contrabando
de los que se cometen a ocultas sino una conspiración
24r armada premed//itada que pedía otra atención en conse-
cuencia aunque haciéndome el desentendido y protes-
tando sólo sostener la prohibición de Vuestra Excelencia
de la siembra del tabaco en esta provincia, procuré y
comencé a tomar mis medidas para armarme en lo posi-
ble contra lo que fueran los intentos que recelaba de los
amotinados, a este fin, como tampoco hasta entonces y
cuando tuve esta noticia que se me dio por el Alguacil
mayor el 27 del pasado, no estaba cierto, ni sabía que
ellos estuviesen unidos en más del número referido de
cien hombres más o menos iba a convocar otros tantos
de los sujetos blancos de ésta y demás castas que me
parecieron más de confiar, juzgando que pudiendo ar-
mar de éstos hasta sesenta con otras tantas escopetas,
pólvora y balas de las turbaciones del reino viéndome•
dispuesto y armado podía bastar a contenerlos pero
como la conspiración la tenían premeditada sin haberme
dado tiempo a realizar mis intentos, al siguiente día 22
supe que unidos los del tal paraje de la Noarque, el
Tablazo, el Rodeo, La Miranda, los del Río Arriba, Que-
brada Seca, los del Sacaojal y S opetrán, todos depen-
dientes de ésta en número de más de ochocientos hom-
bres y armados con las armas referidas y unas doce esco-
24v peras, se//apoderaron del paso del Río de Cauca que
viene a esta ciudad y tres canoas que allí había con cuya
posición podían impedirme los socorros que puedieran ve-
nirme de Medellín y Rionegro y quedaban en disposi-
ción de obrar ofensivamente y definitivamente.

Declarados ya los amotinados apresuré mis primeras


ideas de convocar y armar a las personas blancas de ésta

409
y demás de las otras castas que pudieran y con estas
gentes pensaba por el pronto contenerlos poniéndome y
fortificándome de ésta otra parte del río interin a lo
menos la sorpresa ofrecía algún corte que evitara un
rompimiento que han sido siempre todas mis miras con-
siderando que aún cuando pudiera (la voluntad de Su
Majestad y la de Vuestra Excelencia) no sería nunca al
destruirlos sino el reducirlos y con los fines también de
impedirles que pasando a esta ciudad corno supe querían
hacerlo no cometieran los excesos propios y regulares de
estas ocasiones más aún ésto no me fue dable realizarlo
porque las personas blancas que pude juntar por no ha-
ber más en la ciudad no pasaron de veinte y dos y de las
25r demás castas que pudieran// haber llegado a más de qui-
nientos supe que estaban unidos con los otros en la
misma confederación y no quisieron acudir al llama-
miento más que los que constan de las listas y al mar-
char al paso faltaron muchos de éstos a quienes coman-
daba el Alférez de ellos Joseph Antonio Balenzuela que
a lo que me ha parecido se ha portado con honor y amor
a la causa del Rey y lo mismo los que lo siguieron y en
tan mala disposición y con tan pocas fuerzas recelé que
de ir a contenerlos al paso real de Cauca los mal conten-
tos de esta ciudad, que quedaban en ella se aprovecha-
rían de la ocasión para saquearla a robar las cajas reales
y por tanto lo único que pude hacer, fue resolverme a
esperarlos para contener al mismo tiempo a los que te-
mía de la ciudad, ponerme con la gente a la entrada de
ella en el camino que es angosto guardando antes en la
casa de mi morada por ser de las más fuertes de la ciu-
dad, el oro del Rey que había en cajas con una guardia
con cuya posición que la hacía ventajosa, lo estrecho del
camino por ser pocos los que me acompañaban puse a
cubierto la ciudad y podía acudir donde la necesidad me
25v llamara o por último re//curso y fortificarme en mi casa
para defender los intereses de Su Majestad con la ayuda
de los oficiales reales y de los regidores y los vecinos
principales que con la nota puesta constan de las listas
agregadas al expediente y a los pocos pardos dichos que
con mis criados con quienes siempre contaba y de hecho
se han particularizado todos los referidos y manifestan-
do en la ocasión el mayor recelo por la causa del Rey
habiéndome servido en cuanto me ha ocurrido con sus
talentos, armas y personas.

410
En este estado, el cura del Sacaojal Don Vicente Cele-
dón Jaramillo, de quien los amotinados se valieron para
que pasase a mi casa como con efecto así lo verificó la
noche del 22 informándome del crecido número de los
amotinados que a una voz pedían la extinción de los
estancos de tabaco y aguardiente y que no se les impi-
diera a ellos la siembra y beneficio del primero sobre
cuyos particulares esperaban en la mañana del día si-
guiente mi resolución y sin embargo de mi situación por
excesiva e inmoderada y no caber en mis facultades me
negué a concederles lo que pedían y en el siguiente día
noticioso de las circunstancias en que me hallaba se me
ofreció a irlos a ver y reducir el cura vicario y juez
eclesiástico de ésta, Doctor Don Joseph Salvador Cano
cuya oferta la admití constándome de su celo por la
causa del Rey y su gran concepto para con estas gentes a
que le han hecho acreedor sus conocidos talentos y reco-
26r menfidables prendas y habiendo con efecto pasado don-
de los amotinados y hécholes desistir de su primera pre-
tensión cuanto al fin pudo obtener de ellos fue el que se
redujeran a pedir se les perdonara y permitiera la siem-
bra del tabaco en la jurisdicción de esta ciudad sin qTue
en ella, ni en los más pueblos de la provincia se quitara
el estanco y venta establecida del tabaco de Ambalema
de cuenta de Su Majestad.

Yo el gobernador que me hallaba en el mismo caso en


que el gobernador de una plaza sitiada le obliga la guar-
nición de adentro a que abra las puertas al sitiador creí
no debía dejarles de conceder lo que no podía negarles y
concediéndoles en cuanto estaba de mi parte lo que pi-
dieron bajo la calidad de que Vuestra Excelencia lo con-
firmara o no según fuera de su superior agrado y se
retiraran a sus casas sin ocasionar nuevos alborotos o
inquietudes observando la subordinación y obediencia
debida a este gobierno y más ministros de justicia se
sosegó el motín y retiraron con lo cual duró desde el 21
hasta el 24 que a haber permanecido más, no dudo se-
gún lo que he comprendido y noticias que se me han
dado que se hubieran agregado todas las gentes de color
de la jurisdicción de esta ciudad pues en el último día
llegaron a unirse con el tumulto setecientos cincuenta
26v hombres de la parroquia de San// Jerónimo que unidos
exceden a los blancos en un ciento por uno y por fortu-
na mientras duró no han cometido los que lo compusie-

411
ron ningun género de exceso aunque tan propio de
estos casos.

Todos los amotinados fueron mestizos, mulatos y demás


castas excepto Don Juan Bautista Herrera que dicen ser
español que ha sido soldado y guarda de la renta de
aguardiente, casado avecindado en la Miranda. A consejo
de éste y por su dirección a lo que presumo formaron un
cuerpo con varios capitanes que fueron los que firmaron
la representación tenían dos tambores y guardaron algún
orden en su posición centinelas, espías y otras generales
que observan las tropas.

Las causas que a nuestro entender han precipitado a


estas gentes a tan culpable extremo creemos puedan ser
las siguientes:

Primera, el mal ejemplo y turbaciones actuales del reino.


27. Segunda, lo desautorizado que se halla// el gobierno y la
administración de justicia y hacienda en esta provincia
no habiendo en toda ella ni un soldado, ni un mero Al-
guacil por cuyo motivo yo el gobernador tube que de-
sentenderme de las inquietudes de los de Guarne, La
Mosca y indios de Sopetrán, contentándome con conte-
nerlos y pacificarlos de cuyos sucesos di cuenta a Vuestra
Excelencia y aún no ha resultado providencia y su im-
pugnidad a nuestro entender a alentado a los presentes
como era regular. Tercera, la orden que vino primero de
la junta de tribunales que alborotó la provincia que esta-
ba antes muy quieta y después la de la audiencia en que
mandó a este cabildo publicara y guardara las capitula-
ciones que había hecho con los amotinados del Socorro
pues aunque vino por fortuna en el mismo correo la or-
den contraria de Vuestra Excelencia con lo que el Cabil-
do no publicó la de la audiencia. No bastó ésto a sosegar
los ánimos ya movidos antes lo contrario han creído los
más que Vuestra Excelencia les ha hecho agravio.

Y este gobierno, otro igual, en que lo mandado por la


audiencia no haya prevalecido porque como no distin-
guen y están hechos a ver que en los asuntos de justicia
y casos de apelación, hoy revoca la audiencia lo que
Vuestra Excelencia mandó ayer, la creen muy superior a
Vuestra Excelencia en cuyo concepto preguntaban los
amotinados en el paso réal de Cauca a los transeúntes:

412
Vuestra Merced obedece al Virrey o a la audiencia, y así
uno de sus clamores ha sido que la audiencia era lo que
debió haberse obedecido y cumplirse lo que ella mandó.
Cuarta, el que el tabaco en ésta lo vende Su Majestad a
diez pesos de oro la arroba, que del que cogen de sus
propias cosechas lo pueden vender y vendían cuando les
permitía a dos pesos, a peso y medio y a un peso la
arroba y es tan grande y tan imponderable lo radicado y
extendido que está este vicio en todo género de personas
27v de cuantas habitan esta// provincia sin distinción de se-
xos ni edades que de todas sin temeridad puede decirse
que dejarían antes de comer que de chupar tabaco a
todas horas y porque a muchos les faltaba o no les alcan-
zaba a comprarlo ya no les había quedado árbol, planta
ni yerba que no hubiesen probado por si podía suplir y
parecerse en algo al gusto del tabaco por cuya falta, su
sentimiento y queja ha sido general. Quinta; su situación
y pobreza, ésta es menester verla para poderla creer,
todos los hombres pasan y subsisten o por la agricultura
o por las artes o por algun otro ramo de industria o
entretenimiento que son bien conocidos en esta provin-
cia en que como en toda la América el comercio está en
los blancos y no hay artes, ni manufacturas, subsisten
solamente de las minas y la agricultura porque aún los
otros oficios de sastres, zapateros, herreros. Siendo así
que la población de la provincia está calculada por sesen-
ta mil almas si llegaren los oficiales a cincuenta será
cuanto pueda extenderse y las minas principalmente las
de lavadero el que sabe lo que son sabe que si para el
estado es mucho para los que las trabajan son muy poco
porque pudiendo computarse que los más laboriosos en
esta ocupación saquen unos con otros a dos tomines por
día no les alcanza casi a comer por lo carísimo que aquí
son los víveres y mucho más en los minerales faltándoles
para vestirse y mantener la mujer e hijos que las tienen
los más y la agricultura a causa así mismo de que en
28r toda la provincia no hay extracción alguna// ni puede
haberla por la calidad de los caminos y de los frutos que
es lo que alienta y suele enriquecer al labrador pero ni
aún venta en el interior de la misma provincia porque
cada cual siembra el maíz, caña dulce, y algunos frisoles
que necesita (que es a lo que se reducen las cosechas) y
si a algún mercader venden algunos de estos frutos no es
sino a cambio de cacao, de lienzo u otras cosas de esta
clase y sobre los carísimos precios a que corren los labra-

413
dores principalmente los de la jurisdicción de esta ciu-
dad son todos tan pobres y viven tan infelizmente que
solo son comparables con los ermitaños de la Tebayda y
por su desaliño desaseo y barbarie en que viven con los
moros argelinos porque no se encontraría entre millares
de ellos hombres y mujeres un par de zapatos o siquiera
un plato de loza o estaño en que comer y a este tenor es
todo su pasar, usos y costumbres ni en su abstinencia
habrán exéedicto aquellos grandes penitentes porque vi-
ven como ellos en el destierro de sus desiertos en unas
chozas pobrísimas, no comen más que algun maíz con la
salsa de algún poco de ají o pimienta y su vestir es
cuando más una chamarra de algodón bastísimo o unos
calzones de lo mismo o un hábito de jerga que los cubre
de pies a cabeza y como no haya cosa más natural que el
despecho en los que tienen hombres y no tienen que
perder desean ocasiones que puedan mejorar su suerte y
pudo su miseria (y así lo creemos) haber sido una de las
causas que los han precipitado porque el tabaco que a
28v diferencia del maíz porque sólo se co//sechaba en deter-
minados parajes de la jurisdicción de esta ciudad y por la
generalidad con que todo lo gastan era el fruto más
vendible que tenía, era por consiguiente cuando se les
permitía venderla con lo que se vestían y formaba para
ellos el único ramo de comercio. Informado Vuestra Ex-
celencia de lo que ha sido el motín sus autores y causas
que pueden haberlo movido los perjuicios que a Su Ma-
jestad podían y rogarse si Vuestra Excelencia les confir-
mará el permiso de que en esta jurisdicción cosecharan
sus tabacos, entendemos serían los siguientes si el permi-
so fuera Ilaño sin ninguna restricción para Su Majestad,
cuando menos en las dos tercias partes de la que ahora le
produce el estanco de tabaco en esta ciudad y su juris-
dicción y en la Villa de Medellín y sitio de Rionegro
porque aunque en estas dos últimas jurisdicciones gustan
poco del que se cosecha en ésta y las personas de algunas
conveniencias gastarían siempre del de Ambalema pues
así sucedía antes que este ramo se estancase por el Rey
cuando aquí se permitía la siembra ; como por una parte
los sujetos acomodados son los menos y la diferencia de
los precios con que lo comprarían a Su Majestad y po-
drían venderles los de aquí es tan grande, los más com-
prarían sólo el de ésta, si se les concediera con arreglo y
sujeción a lo que el cabildo de esta ciudad pidió a Vues-
tra Excelencia en su representación que hizo en 18 de

414
febrero de 1778 que es lo pedido por los amotinados y
29r lo que pidió entonces el// cabildo que a los cosecheros de
ésta se les permitiera la siembra del tabaco para el gasto
de esta provincia ofreciendo dar el necesario a los pre-
cios siguientes: el principal y desecho y bueno a 2 pesos,
4 tomines de oro la arroba y el demás de esta calidad
para abajo excepto el ínfimo bajero que se había de
quemar a un peso la arroba y, de cuenta de Su Majestad,
se había de vender el que comprase a dos pesos, cuatro
tomines a cinco y el que a uno a dos, cuya ganancia era
la de un ciento por ciento sin deducir los gastos de la
administración no podremos decir con fijeza lo que en
ésto podría venir a ganar o perder Su Majestad porque el
administrador del tabaco no ha dado sus cuentas en es-
tas cajas y era menester saber a cómo compra Su Ma-
jestad el de Ambalema y lo que tiene de costos de con-
ducción, mermas y pérdidas hasta ponerlo aquí pero
sería fácil con estos informes, que podían darse por la
administración principal de Honda calcular la diferencia
e igualar está computando para ello los gastos de con-
ducción y avería que aquí se iban a ahorrar; más aún en
este caso sería más de sentir que la cosecha de tabaco
que se permitiera a los de esta jurisdicción fuese a sólo
éstos y para sólo su consumo, ya porque son por la
esterilidad del terreno y su ninguna industria los más
necesitados, ya porque los de Medellín y Rionegro no
gustando del tabaco que aquí se coge, resistirían quizá
se les abasteciese de él y ya porque viniendo a ser menos
el que sembraran para sólo Antioquia y su jurisdicción
29v se haría más fácil contener el contrabando arreglando//
respectivamente las siembras a cada labrador, las cuales
podrían reconocerse por la administración del tabaco a
los tiempos de sembrarlo y cosecharlo quemando el so-
brante e impedirse que este se introdujera en los territo-
rios de Medellín y Rionegro, en consecuencia la superio-
ridad de Vuestra Excelencia podrá providenciar lo que
juzgase más conveniente; si Vuestra Excelencia eligiere
castigar y contener los amotinados para reducirlos á lo
mandado, nos parece no queda a Vuestra Excelencia
otro arbitrio que el que autorice y haga respetar al go-
bierno de la provincia mandando para ello trecientos
hombres de tropa y doscientos fusiles más son sus co-
rrespondientes fornituras a poder armar; otros tantos de
los sujetos de confianza y amantes de la causa del Rey
que aquí podían hallarse, porque ya ésto no está eh

415
estado de gobernarse por solos despachos y reales provi-
siones que a no tenerles cuenta no obedecerían y si
Vuestra Excelencia no lo tuviere así a bien, porque con-
sidere el gasto extraordinario que podría ofrecer ésto y
que excedería sin duda a lo que pudiere adelantarse o no
pudiere por las actuales circunstancias de la guerra y
necesitar de la gente en esa plaza y quisiere preferir los
medios suaves y políticos con que podrá conseguirse el
mismo fin a nosotros tampoco nos parece estos indables.

No los proponemos a Vuestra Excelencia aunque tan del


cargo de los gobernadores y oficiales reales porque a
Vuestra Excelencia no parezca extraño de esta carta,
pero si Vuestra Excelencia quisiere oirlos y se dignare
30r mandárnoslo en confor//midad de la ley 17, del libro 3,
título 14 de las de estos reinos, que previenen a los
excelentísimos señores virreyes, presidentes y goberna-
dores que acuerden con oficiales reales medios sutiles y
justos al aumento de la Real Hacienda con que Vuestra
Excelencia mande primero al administrador del tabaco
de Honda que nos de la razón referida, no solo informa-
remos a su superioridad cuanto pueda convenir para que
Su Majestad si Vuestra Excelencia dejare a los coseche-
ros, a éstos el útil de sus siembras lucre lo mismo que si
el estanco de este género siguiera cerrado pero, si aún
cual creemos y debemos esperar de las luces y conoci-
mientos políticos .de Vuestra Excelencia pareciere toda-
vía a su bondad lo que nos parece a nosotros, ésto es,
que el remedio no sólo convendría ponerlo en ésto sino
que a Su Majestad sería mucho más agradable atento su
piadoso carácter, mucho más útil y mucho más honroso
que en lugar que una colonia de ermitaños y mendigos
tuviera unos vasallos lúcidos e industriosos que al paso
que sirviera de gloria a la nación pudieran producir a
ésta mucho más y serle de algún recurso en las ocasiones
y no sucediera lo que con los préstamos y lo que esta-
mos experimentando con la cortedad del donativo que
se les ha pedido que quizá no llegará en el todo de la
provincia a mil pesos, porque los más de ellos no tienen
un real dignándose igualmente Vuestra Excelencia de
ordenárnoslo, propondremos así mismo a su superiori-
dad varios arbitrios con que nos hallamos y no son de
30v aquellos // que se reducen a nuevos impuestos ni aumen-
to de los antiguos sino de los que haciendo igualmente
ricos a estos sujetos de su riqueza resulte la de Su Majes-

416
tad y con los cuales con unos podrá introducirse alguna
industria de que necesitan y que es una de las muchas
que hay y deben adaptarse por compatibles con los mu-
tuos intereses de la España y la América, con otros po-
dría aumentarse la agricultura, con otros se fomentarían
las minas y los derechos reales que de estos ramos dima-
narán y no siendo para la ejecución de estos arbitrios
necesario que ni el Rey ni el vasallo tengan tampoco que
gastar un real serían del gusto de todos y serían a nues-
tro entender el medio más seguro de perpetuar la fideli-
dad, amor y subordinación conveniente a Su Majestad
pues es principio político que el freno mayor y más fijo
para el hombre ha sido, es y será siempre su propia y
respectiva conveniencia su bienestar y el temor de no
perder éste. Dios guarde a Vuestra Excelencia muchos
años. Antioquia, octubre 8 de 1781. Excelentísimo Se-
ñor Don Cayetano Buelta Lorenzana. Excelentísimo Se-
ñor Don Manuel Antonio Flórez.

Simón Robledo
Escribano Público y del Cabildo

417
AUTO DEL GOBERNADOR Y DEL CABILDO
DE ANTIOQUÍA POR MEDIO DEL CUAL
EL VIRREY MANDA SUSPENDER LA
PUBLICACION Y CUMPLIMIENTO DE LAS
CAPITULACIONES HECHAS POR LOS LEVANTADOS
EN LA PROVINCIA DEL SOCORRO

1781

(A.H.A., Comuneros, Tomo 332, Doc. 6324)

Ir Sobre la Suspensión de una superior orden.

En la ciudad de Antioquia, en 3 de agosto de


1781 los señores Don Cayetano Suelta Loren-
zana, capitán del regimiento provincial de León,
gobernador y comandante general de esta dicha
ciudad y su provincia; Don Juan Pablo Pérez de Rubias,
Regidor y alcalde ordinario más antiguo; Don Felipe
Agustín de Castañeda, alcalde ordinario, su compañero;
Don Bernardo Martínez, regidor, Alférez Real; Don Ber-
nardo González y Cossio, regidor y Alguacil mayor; Don
Diego Hernández de Sierra, Regidor Decano; Don Lo-
renzo Zapata Regidor Depositario General; Don Joseph
Cruz Robledo, Regidor; asociados de Don Manuel La-
drón de Guevara procurador general, habiéndose junta-
do en la sala capitular donde acostumbran para tratar y
conferir asuntos concernientes al real servicio, bien y
utilidad de esta república, mandaron Sus Señorías que yo
el escribano, abriese un pliego rotulado para este insigne
cabildo que llegó en este mismo día por el correo ordina-
rio y habiéndolo abierto se halló ser una "Superior or-
den del Excelentísimo señor Virrey, en la que Su Exce-

419
lencia previene a este insigne cabildo, suspenda el cum-
plimiento y publicación de las capitulaciones hechas a
pedimiento del comandante general de las comunidades
de la Villa del Socorro y San Gil, confirmadas por los
señores del Real Acuerdo de Justicia, de dicha ciudad de
Santa Fe, como ejecutadas más a impulso de la fuerza
que de la razón y justicia", como más por extenso cons-
u de la ciiada superior orden de Su Excelencia "la cual
lv ha sido obedecida por dichos // señores gobernador y
capitulares de este insigne cabildo" y en su consecuencia
"mandaron se le dé el más debido cumplimiento según.
en ella se previene y que sacándose por el presente escri-
bano copia legalizada de este auto de obedecimiento se
dirija con la correspondiente misiva a manos de su Exce-
lencia para que le conste quedar cumplida; así lo prove-
yeron, mandaron y firmaron Sus Señorías por ante mí
de que doy fe.

Don Cayetano Suelta Lorenzana


Felipe Agustín de Castañeda Zapata
Bernardo González y Cossio
Lorenzo Zapata
Manuel Ladrón de Guevara-
Juan Pablo Pérez de Rubias
Bernardo Martínez
Diego Hernández de Sierra
Joseph Cruz Robledo
Simón Robledo,
Escribano Público y de Cabildo.

420
ORDEN SUPERIOR DEL VIRREY
POR MEDIO DE LA CUAL CONCEDE A LOS
COSECHEROS Y SUBLEVADOS DEL TABACO
QUE EL PRODUCTO QUE TIENEN SEMBRADO
LO LLEVEN A LA ADMIN1STRACION Y SE LES PAGUE,
PROHIB1ENDOLES QUE VUELVAN A SEMBRARLO

1781

(A.1-1..A., Comuneros, Tomo 332, Doc. 6322)

Ir He visto a la representación de vuestras mercedes de 8


de octubre y las diligencias que la acompañan, en que
me manifiestan el origen del alboroto, ocurrido en esa
provincia, sujetos que han hecho cabeza en ellos, provi-
dencias tomadas para contenerlos, aunque sin efecto,
por no haberse podido juntar más que 27 milicianos
blancos, y 57 de color, de los cuales habían huido la
tercera parte y del resto no se podia confiar, noticias
que se tuvieron de estar premeditada la sublevación en la
provincia, por los habitantes del paraje de la Noarque, el
Tablazo, el Rodeo, la Miranda, los de Río arriba de Cau-
ca, Quebrada Seca, el Sacaojal, y Pueblo de Sopetrán,
cuyo número pasaba de ochocientos proposiciones he-
chas por los amotinados a instancias del cura de Sa-
caojal, para dejar las armas, concesiones que les acordó.
ese gobernador para conseguir el sociego y lo demás que
en dicha difusa carta, me comunican vuestras Merce-
des.

En vista pues de estas ocurrencias, he venido en conce-


der en uso de las facultades que me competen, indulto y
perdón general a los tumultuosos, con tal de que arre-
pentidos de sus anteriores excesos, se mantengan en la
debida subordinación a la Real Justicia y respeten la
autoridad real.

421
En mi carta de 6 de julio, dirigida al cabildo, justicia,
regimiento de esa ciudad, está bien patentizada la noto-
ria nulidad y sumo desacato que inducen las capitulacio-
nes que en un fatal momento de violencia, se concedie-
ron a los socorreños, quienes ya las conocen y en ningu-
na parte han tenido ni tienen observancia y por lo mis-
mo, encargo mucho al gobernador, se dedique con la
actividad y celo que corresponde, a desimpresionar las
equivocadas idas esparcidas en esa plebe, valiéndose pa-
ra ésto y para inspirar la fidelidad y amor al soberano de
la autoridad de los curas, personas eclesiásticas y vecinos
honrados, dando las gracias en nombre de Su Majestad a
lv los que han/ distinguido en sostener la buena causa, y
animándolos a que prosigan defendiéndola, con el con-
cepto de que tendré presente el particular mérito que en
ello contraigan. Por un efecto de benignidad y sin que
sirva de ejemplar apruebo el permiso concedido por el
gobernador de esa provincia, para que los que tenían
sembrados tabacos prosiguiesen en su beneficio; con tal
de que registren en esa Administración las porciones que
cada uno tenga, y a su tiempo las entreguen para que se
vendan en los Reales estancos, bajo las mismas reglas
que se observaron en el año de 1778. Pero advirtiendo a
los dichos cosecheros, y a todos los demás vecinos y
habitantes de esa provincia, que en lo sucesivo observa-
ran religiosamente, la absoluta prohibición de siembras,
bajo las penas establecidas en las Nuevas Instrucciones
aprobadas por Su Majestad.

Cuanto sobre este particular me propone esa junta, se


reduce a reproducir lo que el cabildo de esa ciudad re-
presenta en el referido año de 1778 y examinada enton-
ces no se tuvo por adaptable. Nada perjudica tanto a la
tranquilidad pública ni es más arriesgado que el que en
tiempo turbulento se adapten, y quieran justificar como
zr úti//les y justas, por los ministros del Rey, especies anti-
guas, y desaprobadas como que con ellas talvez contra
su intención fomentan el disgusto de la plebe, y fortale-
cen su resistencia. Quien tiene conocimiento de la natu-
raleza del estanco del tabaco, no puede ignorar que es
incompatible su utilidad con la demasiada extensión de
las siembras, y que si éstas no se circunscribieren a terri-
torios susceptibles de resguardo, y distantes cuanto sea
posible de los lugares de consumo, se reducirían éstos a

422
tan poca cosa que apenas alcanzarían a sufragar los gas-
tos de la administración.

Por estas justas consideraciones encargo a vuestras mer-


cedes eviten semejantes especies, que son muy perjudi-
ciales, a las verdaderas ideas que deben gobernar este
ramo, importando mucho para ir poco a poco apagando
2r el espíritu de// sedición, extendido lastimosamente por
todo el reino, el que vuestras mercedes, como ministros
muestren firmeza, y no den oídos a las especies que se
esparcen para malquistar con el vulgo las imposiciones
solemnemente establecidas.

En la citada representación me exponen vuestras merce-


des que si tengo a bien oirlos y mandar (en conformidad
con la ley 17 del libro tercero titulo catorce, en que se
encarga a los virreyes acuerden con oficiales reales me-
dios útiles, y justos a el aumento de Real Hacienda)
informen lo que se les ofrezca en el particular que se
trata, y deseando conseguir todas las noticias que me
aseguren el acierto en el servicio del Rey, con beneficio
de sus vasallos: prevengo a vuestras mercedes hagan el
informe que ofrecen con separación de asuntos y con las
más posible brevedad.

Dios guarde a vuestras mercedes muchos años.

Cartagena 3 de diciembre de 1781.

Juan de Casamay-or.

2v Señores gobernador y oficiales reales de Antioquia.//

Antioquia y enero 29 de 1782.

Cúmplase lo mandado por el Excelentísimo Señor Vi-


3r rrey,// en su carta orden que antecede. Por ahora acuse-
se por esta junta, el recibo de ella a Su" Excelencia y a su
tiempo lo que fuere o se haga en su ejecución y para ésta
y que pueda publicarse lo ordenado, recogerse el tabaco,
pagarse y providenciar lo más que el caso pida. El pre-
sente escribano la pase al son de caja y sobre los medios
útiles al fomento de los intereses de su Majestad y del
público, infórmese a Su Excelencia según lo ofrecido por

423
esta junta, con la separación de asuntos y posible breve-
dad que manda.

Cayetano Buelta Lorenzana.

Andrés Pardo Francisco

Por ante mí, Simón Robledo


Escribano Público y de Cabildo
Antioquia-}/ enero 29 de 1781.

En atención a que el excelentísimo Señor Virrey de este


3v Nuevo Reino de// Granada, en carta de 3 de di-
ciembre del año inmediato pasado de 1781,
dirigida a la junta de Real Hacienda de esta ciudad,
a consecuencia y con vista de el expediente formado por
este gobierno, acerca del levantamiento ejecutado por
los cosecheros de tabaco de los partidos de Sacaojal,
Taxamí, Tablazo, Miranda, Sopetrán, Quebrada Seca,
San jerónimo, y Río de Cauca arriba, de que en consor-
cio de los Señores oficiales reales de las cajas de esta
ciudad, se le dio Cuentas a Su Excelencia por este gobier-
no, con fecha de ocho de octubre de dicho año, se ha
dignado conceder indulto y perdón general a todos los
tumultuosos de dicho levantamiento, con tal de que
arrepentidos de sus anteriores excesos, se mantengan en
la debida subordinación a la real justicia y respeten la
autoridad real, y por un efecto de su benignidad aprobó
también el permiso concedido por este gobierno para la
siembra de tabaco en dichos partidos, con las condicio-
nes que en dicha carta orden se expresa, que para inteli-
gencia de dichos cosecheros y de su puntual cumpli-
miento, se pondrá en este auto, a la letra, el capítulo
que trata de la concesión referida que es el siguiente:

Por un efecto de benignidad y sin que sirva de ejemplar


apruebo el permiso concedido por el gobierno de esa
proVincia, para que los que tenían sembrado tabaco,
prosiguiesen en su beneficio, con tal de que registren en
esa administración, las porciones que cada uno tenga, y
a su tiempo las entreguen para que se vendan en los
4e reales estancos, bajo las mismas reglas// que se observa-
ron en el año de mil setecientos setenta y ocho, pero
advirtiendo a los dichos cosecheros y a todos los demál

424
vecinos y habitantes de esa provincia, que en lo sucesivo
han de observar religiosamente la absoluta prohibición
de siembras, bajo las penas establecidas en las nuevas
instrucciones aprobadas por Su Majestad. Y para que en
los partidos expresados, llegue a noticia de todos sus
habitantes la gracia y la piedad de Su Excelencia, se ha
dignado concederles en los términos expresados, se pu-
blicará y fijará por nueve días en las parroquias de di-
chos partidos, expresando este gobierno que los vecinos
y habitantes en ellos, no abusen de la benignidad con
que se les ha mirado y que en agradecimiento, den las
muestras de leales y obedientes vasallos de nuestro cató-
lico monarca, y cumpliendo prontamente con lo que por
Su Excelencia se ordena y manda, bajo el apercibimiento
que si se notare alguna contravención a sus superiores y
justos mandatos, serán tratados como rebeldes los con-
traventores, y quedarán privados del perdón concedido
en el referido indulto, previniendo a dichos cosecheros
de tabaco, que dentro de ocho días siguientes al de la
publicación del bando, entreguen todo el tabaco que
hayan cogido, en el estanco de esta ciudad, cuyo admi-
nistrador satisfará prontamente en oro en polvo el im-
porte del que le entreguen, a los mismos precios que se
les pagó el año de setenta y ocho, cuando se estableció
por cuenta de Su Majestad dicha venta en esta provincia,
lo que cumplirán con apercibimiento, que a más de ser
4v reputados// por rebeldes y contraventores, incurrirán en
las penas impuestas en la instrucción de la renta de taba-
co contra los defraudadores de ella, y para prueba de su
cumplimiento, en lo sucesivo arrancarán y deceparan
dentro de dicho término, los tabacales que tengan se,m-
brados nuevamente y entregarán las semillas que tuvie-
ren en su poder para sembrar colino, al administrador
del estanco de esta ciudad, quien llevará apunte de los
que con el tabaco las entregasen, para cuyo efecto y
prontamente pague el impuesto del tabaco que le entre-
garen. Se le pasará copia de esta providencia y para que
le sirva de comprobante en sus cuentas y otra al adminis-
trador de Medellín, adonde es subalterno el estanco de
esta ciudad, para que en el caso de no tener oro éste,
para pagar el tabaco que le entregare dichos cosecheros,
le remita el que fuere necesario, previniéndoles a uno y
otro, que el que así se comprare, se debe vender a los
mismos precios que el de su clase se vendía en dicho año
de setenta y ocho, y para que se reciba en el estanco de

425
5r esta ciudad con la// formalidad que el referido año de
setenta y ocho, asistirá a su entrega y reconocimiento en
calidad de interventor, Don José Marulanda, guarda de
la rentas de alcabalas de esta ciudad, quien firmará las
partidas del que después de reconocida su calidad y clase
de reuniese en dicho estanco. Y para la publicación del
referido bando se sacarán cuatro copias de este auto,
Para las justicias del Sacaojal, Sopetrán, San Jerónimo y
Río de cauca arriba, y éste se publicará en la misma
conformidad en esta ciudad. Y dichas justicias pasado el
término asignado, darán cuenta a este gobierno con las
diligencias originales que acrediten su cumplimiento, y a
su tiempo se dará con ellas al excelentísimo Señor Vi-
rrey, para su superior inteligencia.

Así lo proveyó, mandó y firma su señoría el señor Don


Cayetano Buelta Lorenzana, Capitán del regimiento pro-
vincial de León, Gobernador y comandante general de
esta ciudad y su provincia, por ante mí, de que doy fe.

Don Cayetano Buelta Lorenzana.


5v Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo./

Nota En treinta y uno de enero se publicó en esta ciudad, por


bando, el auto que antecede y se fijó en las puertas de
cabildo, según en él se previó. Y en el mismo día se
remitieron las copias legalizadas del citado auto, dirigi-
das a las justicias del Sacaojal y Sopetrán y San Jeróni-
mo, y otra cometida al alcalde de la hermandad de esta
ciudad, Don Juan Bernardo Aguirre para que la publica-
se como se previene a los demás alcaldes en el partido de
Quebrada Seca y río de cauca arriba, y otras dos, una
para el administrador de tabacos de Medellín, y otra
para el de esta ciudad, a fin de que cada uno cumpla en
Ja parte que le toca, con lo que en el citado auto se
previene, lo que pongo por diligencia y firmo en el refe-
rido día, mes y año y de ello doy fe.

6r Robledo.//

Don Cayetano Suelta Lorenzana, Capitán del regimiento


provincial de León, Gobernador y Comandante general
de esta ciudad y provincia de Antioquia, juez subdelega-
do de la renta y conservador de la de correos y aguar-
diente en ella, por el Rey nuestro Señor etc.

426
Al alcalde juez pedáneo del partido de Sopetrán, don
Pablo de Avila, hago saber cómo, en virtud de superior
carta orden, del excelentísimo señor virrey de este reino,
hecha en Cartagena, a tres de diciembre último, recibida
en junta de Real Hacienda de esta ciudad,_por el correo
ordinario que llegó a ella, el día veinte del corriente mes
de enero y trata del indulto general concedido por su
excelencia a los cosecheros de tabaco que concurrieron
tumultuosamente al levantamiento ejecutado en el mes
de Septiembre de dicho año de ochenta y uno, y de el
permiso que se les concedió para la cosecha de dicho
tabaco con motivo de el referido tumulto, en cumpli-
miento de la citada superior orden, para que llegue a
noticia de todos tuve a bien, con fecha de 20 de dicho
mes de enero, proveer el auto del tenor siguiente:

Auto Antioquia y enero 28 de 1782: en atención a que el


excelentísimo Señor Virrey de este nuevo reino de Gra-
nada, en carta de tres de diciembre del año inmediato
pasado de 1781, dirigida a la junta de Real Hacienda de
esta ciudad, a consecuencia y con vista del expediente
formado por este gobierno, acerca del levantamiento eje-
cutado por los cosecheros de tabaco de los partidos de el
Sacaojal, Taxamí, Tablazo, Miranda, Sopetrán, Quebra-
da Seca, y San Jerónimo y Río de Cauca arriba, de que
en consorcio de los Señores oficiales reales de las cajas
de esta ciudad, se le dio cuentas aSu Excelencia, por este
gobierno, con fecha de ocho de octubre de dicho año, se
ha dignado conceder indulto y perdón general a todos
los tumultuosos de dicho levantamiento, con tal de que
arrepentidos de sus anteriores excesos se mantengan en
la debida subordinación a la real justicia y respeten la
autoridad real, y por un efecto de su benignidad, aprobó
también el permiso concedido por este gobierno, para la
siembra de tabaco en dichos partidos, con las condicio-
nes que en dicha superior carta orden se expresa. Y para
inteligencia de dichos cosecheros y de su puntual cum-
plimiento, se pondrá en este auto a la letra, el capítulo
que trata de la concesión referida, que es el siguiente:

Por un efecto de benignidad y sin que sirva de ejemplar


apruebo el permiso concedido por el gobernador de esa
provincia, para que los que tenían sembrado tabaco,
prosiguiesen en su beneficio, con tal de registren en esa
administración, las porciones que cada uno tenga, y a su

427
tiempo las entreguen para que se vendan en los reales
estancos bajo las mismas reglas que se observaron en el
año de 1778, pero advirtiendo a los dichos cosecheros y
a todos los demás vecinos y habitantes de esa provincia,
que en lo sucesivo han de observar religiosamente la
absoluta prohibición de siembras, bajo las penas estable-
cidas en las nuevas instrucciones aprobadas por Su Ma-
jestad.

Y para que en los partidos expresados, llegue a noticia


de todos sus habitantes la gracia y piedad de su excelen-
cia, se ha dignado concederles en los términos expresa-
dos, se publicará por bando y fijará por nueve días en las
parroquias de dichos partidos, expresando este gobierno
que los vecinos y habitantes en ellos, no abusen de la
benignidad con que se les ha mirado y que en agradeci-
miento, den las muestras de leales y obedientes vasallos
de nuestro católico monarca, cumpliendo prontamente
con lo que por Su Excelencia se ordena y manda, bajo el
apercibimiento que si se notare alguna contravención a
sus superiores y justos mandatos, serán tratados como
rebeldes los contraventores, y quedarán privados del per-
dón concedido en el referido indulto, previniendo a di-
chos cosecheros de tabaco, que dentro de ocho días
siguientes al de la publicación del bando, entreguen, to-
do el tabaco que hayan cogido, en el estanco de esta
ciudad, cuyo administrador satisfará prontamente en oro
en polvo, el importe del que le entregaren, a los mismos
7r precios que se les pagó//.

El año de setenta y ocho, cuando se estableció por cuen-


ta de Su Majestad dicha venta en esta provincia, lo que
cumplirán con apercibimiento, que a más de ser reputa-
dos por rebeldes y contraventores, incurrirán en las pe-
nas impuestas en la instrucción de la venta de tabaco,
contra los defraudadores de ella, y para prueba de su
cumplimiento, en lo sucesivo, arrancarán y deceparán
dentro de dicho término, los tabacales que tengan sem-
brados nuevamente y entregarán las semillas que tuvie-
ren en su poder para sembrar colino.

El administrador del estanco de esta ciudad quien llevará


apuntes de los que con el tabaco las entregare, para cuyo
efecto y que prontamente pague el importe del tabaco
que le entregaren, se le pasará• copia de esta providencia

428
y para que le sirva de comprobante en sus cuentas y otra
al administrador de Medellín adonde es subalterno el
estanco de esta ciudad, para que en el caso de no tener
oro éste, para pagar el tabaco que le entregaren dichos
cosecheros, le remita el que fuere necesario, previnién-
dole a uno y otro que el que así se comprare, se debe
vender a los mismos precios que el de su clase se vendió
en dicho año de setenta y ocho y para que se reciba en
el estanco de esta ciudad con la formalidad que el referi-
do año de setenta y ocho, asistirá a su entrega y recono-
cimiento en calidad de interventor, Don José Martínez,
guarda de la renta de alcabalas de esta ciudad, quien
firmará las partidas del que después de reconocida su
calidad y clase, se recibiese en dicho estanco, y para la
publicación de el referido bando, se sacarán cuatro co-
pias de este auto, para las justicias del Sacaojal, Sope-
trán, San Jerónimo, Río arriba de cauca, y éste se publi-
cará en esta ciudad y dichas justicias. Pasado el término
asignado, darán• cuenta a este gobierno con las diligen-
cias originales que acrediten su cumplimiento, y a su
tiempo, se dará con ellas al excelentísimo Señor Virrey,
para su superior inteligencia. Así lo proveyó, mandó y
firma, Su Señoría el señor don Cayetano Buelta Lorenza-
nal capitán del regimiento provincial de León, goberna-
dor y comandante general de esta ciudad y su provincia,
por ante mí, de que doy fe. Don Cayetano Buelta Lo-
renzana. Simón Robledo, Escribano Público y de Cabil-
do.

Que es dado y librado en esta ciudad de Antioquia en


primero de febrero de mil setecientos ochenta y dos
años. Firmado y refrendado en la forma ordinaria.

Por su mandado
Simón Robledo Escribano Público y de Cabildo/.

8r Poblado de Nuestra Señora.de Sopetrán.

En 3 de Febrero de este año de 1782, yo Don Pablo de


Avila, juez pedáneo de este partido, habiendo recibido el
auto que antecede.., por el señor Don Cayetano Buelta
Lorenzana, capitán del regimiento provincial de León,
Gobernador y comandante general de esta ciudad y su
provincia, para que hiciese publicar este auto en el dicho
pueblo, el que se le dé su rendido obedecimiento. En

429
cuya atención debía de mandar y mando se publicase y
publicado que sea, quedase de esta suerte acreditado su
puntual cumplimiento. Así lo proveí, mandé y firmé,
con testigos por falta de escribano.

Pablo de Avila, . •
Tgo. Manuel Salvador Galván y Espinosa.
Tgo. José Javier Domínguez.

En este dicho día, yo dicho juez, hice el auto que ante-


cede, cuando sea cha feriado, al tiempo de salir de misa
mayor, por estar allí recogidos los vecinos y publicado
que fue, lo hice fijar en la puerta de la audiencia del
señor Alcalde, Don Juan de Escobar, por ser ésta en este
pueblo la más decente y de mayor concurso, en cuya
virtud así lo certifico y pongo por diligencia con testigo
por falta de escribano. •

Avila.

testigo. Manuel Salvador Galván y Espinosa.


Testigo. José Javier Domínguez.

8v En el/Pueblo de nuestra Señora de Sopetrán, yo Don


Pablo de Avila, juez pedáneo de este partido, hoy día
doce de febrero del año de milsetencientos ochenta y
dos, desfijé el auto que antecede la parte a donde -por mi
dicho juez, fue fijado; y habiéndose cumplido el término
se previene, demandar y mando se le dé buena su origi-
nal al señor Don Cayetano Buelta Lorenzana, capitán
del regimiento provincial de León, Gobernador y co-
mandante general de la ciudad

9r Pablo de Avila//

Don Cayetano Buelta Lorenzana, Capitán del regimien-


to provincial de León, gobernador y comandante general
de la ciudad de A ntioquia y su provincia, juez subdelega-
do de la real renta de tabacos, y conservador de la de
correos y aguardiente en ella, por el Rey nuestro Señor:
Al alcalde juez peddneo del partido de San Jerónimo,
don José Manuel de Villa, hago saber como en virtud de
superior carta orden del excelentísimo señor Virrey, de
este reino. Su fecha en Cartagena a tres de diciembre
último, recibida en junta 'de Real Hacienda de esta ciu-

430
dad, por el correo ordinario que llegó a ella el día 20 del
corriente mes de enero y trata del indulto general conce-
dido por Su Excelencia a los cosecheros de tabaco que
concurrieron tumultuariamente al levantamiento ejecu-
tado en el mes de septiembre de dicho año de ochenta y
uno y del permiso que se les concedió para la cosecha de
tabaco, con motivo del referido tumulto, en cumpli-
miento de la citada superior orden; para que llegue a
noticia de todos, tuve a bien con fecha de 28 de dicho
mes de enero, proveer el auto del tenor siguiente:

Antioquia y enero 28 de 1782, en atención a que el


excelentísimo Señor Virrey de este Nuevo Reino de Gra-
nada, en carta de 3 de diciembre del año inmediato
pasado de 1781, dirigida a la junta de Real Hacienda de
esta ciudad, aconsejando y con vista del expediente for-
mado por este gobierno, acerca del levantamiento ejecu-
tado por los cosecheros de tabaco de los partidos de
Sacaojal, Taxamí, Tablazo, Miranda, Sopetrán, Quebra-
da Seca, San Jerónimo, Río Cauca Arriba, de que en con-
sorcio de los señores oficiales reales de las cajas de esta
ciudad, se le dio cuenta a Su Excelencia por este gobier-
no, en fecha de ocho de octubre de dicho año, se ha
dignado conceder indulto y perdón general a todos los
tumultuosos de dicho levantamiento, con tal de que
arrepentidos de sus anteriores excesos, se mantengan en
la debida subordinación a la real justicia y respeten a la
autoridad y por un efecto de benignidad aprobó tam-
bién el permiso concedido por este gobierno para la
siembra de tabaco en dichos partidos, con las condicio-
nes que en dicha superior carta orden se expresa, que
para inteligencia de dichos cosecheros y de su puntual
cumplimiento, se pondrá en este auto a la letra, el capí-
tulo que trata de la concesión referida, que es el siguien-
te:

Por un efecto de benignidad y sin que sirva de ejemplar


apruebo el permiso concedido por el gobernador de esa
provincia, para que los que tenían sembrado tabaco pro-
siguiesen en su beneficio, con tal de que registren en esa
lOr administración las porciones que cada uno tenga y/ pasa-
do el término asignado, darán cuenta a este cumplimien-
to y a su tiempo se dará con ellas al excelentísimo señor
virrey, para su inteligencia. Así lo proveyó, mandó y
firma, Su Señoría el señor don Cayetano Buelta Lorenza-

431
na, capitán del regimiento provincial de León, goberna-
dor y comandante general de esta ciudad y su provincia,
y ante mí que doy fe, Don Cayetano Buelta Lorenzana,
Simón Robledo escribano público y de cabildo, que es
dado y librado en esta ciudad de Antioquia en primero
de febrero de mil setecientos y ochenta y dos años,
firmado y refrendado en la forma ordinaria.

Don Cayetano Buelta Lorenzana.

Por su mando, Simón Robledo, Escribano Público y de


Cabildo.

En el sitio de San Jerónimo, de la jurisdicción de Ando-


quia, en primero de febrero de 1782 años, habiendo
recibido el despacho a mí cometido por el señor gober-
nador de esta provincia, inserto con la superior orden
del excelentísimo Señor Virrey, el cual para que se le dé
su debida ejecución, mando que el día de mañana por
ser de concurso se notifique en la plaza de este sitio, en
forma de bando y ejecutado que sea se fijará por el
término de nueve días según viene ordenado y cumplido
que sea, deberá proceder a las demás diligencias condu-
centes a este asunto, así lo proveo mando y firmo Don
José Manuel de Villa, alcalde Juez pedáneo de dicho sitio
y su jurisdicción con testigo, con quien actúo por falta
de escribano.

José Manuel de Villa y Cepeda.


Testigo - Francisco Antonio Cipriano Figueroa.

lov En el sitio de San Jerónimo de los Cedros, a catorce de


febrero de mil setecientos ochenta y dos, yo don José
Manuel Villa y Cepeda, ayudante mayor de caballería y
alcalde juez pedáneo de dicho sitio, en virtud de lo man-
dado en el auto de susopase (después de haberlo publica-
do por el término asignado) al reconocimiento de las
siembras de tabaco, percepción del que estuviese en sa-
zón, y de las semillas, y en toda mi jurisdicción no en-
contré tabaco alguno pasado ni sembrado, ni semilla, en
cuya atención se devolverán estas diligencias al Señor
gobernador y comandante general de esta provincia po-
niendo presente a Su Señoría que como fiel ministro de
Su Majestad, me mantengo y me mantendré celando la
venta y procutando evitar todo fraude y que en toda mi

432
jurisdicción no sea ninguno osado de sembrarlo, y si
alguno tuviere la audacia de prescribir la siembra, proce-
deré contra él como contraventor a las superiores orde-
nes y defraudador de las rentas reales, así lo proveo,
mando y firmo con testigos, por distancia de escribano.

José Manuel Villa Cepeda.


Testigo Cornelio Cipriano de Figueroa.
Testigo Juan Antonio Durán y Legarda

Ilr A su tiempo las entreguen, para que se vendan en los


dichos estancos, bajo las mismas reglas que se observa-
ron en el año de mil setecientos setenta y ocho, pero
advirtiéndoles a los dichos cosecheros y a todos los de-
más vecinos y habitantes de esa provincia que en lo
sucesivo han de observar religiosamente la absoluta pro-
hibición de sembrar bajo las penas establecidas en las
instrucciones aprobadas por Su Majestad. Y para que en
los partidos expresados llegue a noticia de todos sus
habitantes la gracia y la piedad de Su Excelencia, se ha
dignado conceder en los términos expresados, se publi-
cará por bando y fijará por nueve días en las parroquias
de dichos partidos, esperando este gobierno que los veci-
nos y habitantes, en ellos, no abusen de la benignidad
con que se les ha mirado den las muestras de leales y
fieles vasallos de nuestro católico monarca cumpliendo
prontamente con lo que por Su Excelencia se ordena y
manda, bajo el apercibimiento que si se notare alguna
contravención a los superiores y justos mandatos, serán
tratados como rebeldes los contraventores y quedarán
privados del perdón concedido en el referido indulto,
previniendo a los cosecheros de tabaco, que dentro de
ocho días siguientes del de la publicación del bando,
entreguen todo el tabaco que hayan cogido, en el estan-
co de esta ciudad, cuyo administrador, satisfará pronta-
mente en oro en polvo, el importe del que le entregaren
a los mismos precios que se les pagó el año de setenta y
ocho, cuando se estableció por cuenta de Su Majestad
dicha renta en esta provincia. Lo que cumplirán con
apercibimiento que a más de ser reputados por rebeldes
y contraventores, incurrirán en las penas impuestas en la
instrucción de renta de tabaco, contra los defraudadores
de ella; y pata prueba de su cumplimiento en lo sucesi-
vo, arrancarán y deceparán dentro de dicho término, los
tabacales que tengan sembrados nuevamente y entrega-

433
rán las semillas que tengan en su poder para sembrar
colino, al administrador del estanco de esta ciudad, que
llevará apuntes de los que con el tabaco las entregaren
para cuyo efecto y que prontamente pague el importe
del tabaco que le entregaren, se le pasará copia de esta
providencia y para que le sirva de comprobante en sus
cuentas. Y otra al administrador. subdelegado de Mede-.
Ilfn a donde es subalterno el estanco de esta ciudad, para
que en el caso de no tener oro éste para pagar el tabaco
que le entregaren, dichos cosecheros, le remita el que
fuere necesario, previniéndoles a uno y otro que el que
así se comprare, se debe vender a los mismos precios que
el de su clase se vendió en dicho año, de setenta y ocho,
y para que se reciba en el estanco de esta ciudad con la
formalidad que el referido año de setenta y ocho asistirá
a su entrega y reconocimiento en calidad e interventor
Don José Martínez, guarda de la renta de alcabalas de
esta ciudad, quien firmará las partidas del que, después
de reconocida su calidad y clase, se recibiere en dicho
estanco. Y para la publicación del referido bando, saca-
rán cuatro copias de este auto, para las justicias del Sa-
caojal, Sopetrán, San Jerónimo, Río arriba de Cauca, y
éste se publicará en la misma conformidad, en esta ciu-
12v dad. Y dichas justicias//.

(A continuación se halla el mismo documento dirigido a


Sacaojal al Juez Pedáneo, Francisco Javier Jaramillo).

En 2 de abril de 1782, yo don Francisco Javier Jarami-


llo, alcalde juez pedáneo de esta parroquia del Sacaojal,
habiendo visto la superior providencia inserta en el ban-
do que antecede, la que obedezco en la forma ordenada
y que se le dé pronto cumplimiento y para que lo tenga,
mando que se publique en este día en esta parroquia,
por ser festivo y de mucho concurso lo que ejecutará en
la forma acostumbrada y concluida la publicación, se
fija según se previene y manda por el término señalada y
concluido, se desfijará y remitirá a Su Señoría con las
diligencias que se actuaren, en virtud de los resultos que
produjesen. Así lo proveí, mandé y. firmé con testigos
por falta de escribano.

Francisco Javier Jaramillo.


Testigo. Javier Antonio Ferreiro y Pereira

434
En dicho día se publicó el bando, según tengo mandado
en el auto que antecede, lo que anoto y firmo y se fijó
en las puertas de la cárcel.
Jaramillo

El 12 de dicho mes desfijé el bando para remitirlo al-


Señor Gobernador, según se manda, con las diligencias
que por notificación mía acompañará de la razón dada
que los cosecheros de tabaco del que cogieron y semillas
que entregaron, hago por diligencia que firmo en este
sitio.
13r Francisco Javier Jaramillo.//

Francisco Javier Jaramillo, alcalde, juez pedáneo de la


parroquia del Sacaojal y su jurisdicción, por el Rey nues-
tro Señor:

Certifico conforme a derecho y según puedo y debo a


los habitantes y más personas que la presente vieron,
cómo en virtud de la orden a mí cometida por el señor
gobernador y comandante de esta ciudad y su provincia,
en _lo. de febrero del corriente año, para publicar
por bando el indulto general concedido por el excelentí-
simo Señor Virrey a los cosecheros de tabaco de aquella
jurisdicción, por el delito de levantamiento ejecutado
tumultuariamente en el mes de septiembre del año inme-
diato pasado de 81, el que al habiendo obedeci-
do para que tuviese su debido cumplimiento lo hice
publicar y fijar en los parajes acostumbrados, según se
me previene por Su Señoría, para que llegue a noticia de
todos los habitantes de esta jurisdicción, y después de
concluido el término señalado, lo mande desfijar para
dirigirlo aSu Señoríay en virtud de su publicación, hice
13v lo que en él se previene y manda, que han// compareci-
do ante mí los cosecheros de tabaco de los partidos del
Taxamí, el Tablazo y este sitio, que abajo se expresan, a
dar razón del tabaco que cogieron en la última cosecha
del año inmediato pasado y entregar las semillas que
tienen en su poder de este género, en obedecimiento de
la superior orden de Su Señoría dicho Señor gobernador
y comandante general, que son los siguientes:

Primeramente, José Espinosa, trajo semilla y el que co-


gió lo gastó, en su uso, item José Antonio Espinosa trajo

435
semilla y el que cogió lo gastó del mismo modo; item
Felipe Jaramillo trajo semilla y que el tabaquitó que
cogió lo vendió a Basilio Jaramillo, que fueron diez li-
bras; item Nicolás de Vargas trajo semilla y que el taba-
co que cogió lo vendió .en Sabanalarga y fue un cuarte-
rón; item Manuel Ruiz trajo semilla y confiesa que el
tabaco que cogió lo vendió en Urrao a Sebastián Monto-
ya; item Miguel García trajo semilla y confiesa que el
que cogió, lo gastó en su uso; item Nicolás Rodríguez y
confesó que el que cogió fueron seis pesos y lo vendió a
Bernardino Holguín ; item José Antonio Rodríguez trajo
semilla y confesó que lo que cogió fue media arroba y la
vendió a Basilio Jaramillo; item Gervasio de Cárdenas
trajo semilla y confesó 'qué el que cogió fue media arro-
ba y la vendió a Basilio' Jaramillo. Y hasta hoy día de la
14r fecha que abajo diré no han// concurrido mas sujetos
que los dichos y para que conste lo firmo yo Francisco
Javier Jaramillo, juez pedáneo de este partido, con ad-
vertencia de que los cosecheros que sembraron tabaco
en dichos•partidos, se hallan presos de orden de Su Seño-
ría el señor gobernador, en la ciudad de Antioquia: Juan
de Lastra, Ignacio Montoya, Ignacio de Vargas, Pablo
Flórez, Lorenzo Agudelo y José Agudelo ; y otros no
cogieron el que tenían sembrado porque antes del levan-
tamiento se arrancaron de orden de Su Señoría, losuba-
cales que tenían, de que se movió la sedición por aquel
motivo. Y también se hallan ausentes otros varios cose-
cheros, después de la prisión de los que quedan expre-
sados, con el recelo de que con ellos se hiciese lo mismo
y por dicho motivo no concurrieroni más que los que
quedan mencionados y para que conste, doy la presente
certificación en este sitio del Sacaojal, en lo. de marzo
de este año de 1782 y lo firmo.

15x Francisco Javier Jaramillo!!

Lista de los cosecheros de tabaco, que formo yo, Don


Juan Bernardo Aguirre, alcalde de la santa hermandad
de esta ciudad y su jurisdicción por orden verbal del
señor gobernador_y comandante general, de todos los
que lo han sido en este sitio de Quebrada Seca,y son los
siguientes:

Juan Bernardo Santamaría, José Pérez, Nicolás Cardona,


Andrés Holguín, Gregorio Suárez, Juan Santana, Loren-

436
zo Espinosa, Thelmo Chica, Juan de Sanpedro, Gabriel
Duarte, José Pimienta, Eugenio Díaz, Juan Cruz Gonzá-
lez, Francisco Chavarría, Luis Hidalgo, los que fueron
reconvenidos a que entregaren la semilla, y se denegaron
diciéndome no haberlo sembrado después del estanco,
por cuya causa no la tenían, la que firmo para que cons-
te.

Juan Bernardo Aguirre.

And oquia y abril 2 de 1782.

Vistos estos autos y resultando de ellas haberse cumpli-


do lo mandado, en auto de 28 de enero próximo pasado
de este año, acerca de extinguirse la siembra de tabaco,
en los partidos de jurisdicción de esta ciudad, donde se
habían sembrado meramente y sobre que los cosecheros
tumultuariamente intentaron sostener y proseguir en
15v sembrarlo y beneficiarlo en confitravención de las órde-
nes superiores y bandos publicados que lo prohiben, co-
mo consta del expediente formado en el asunto y con
reflexión a que debe ser notoria la extensión de la siem-
bra de dicho tabaco y haberse recibido en virtud de lo
mandado en el auto, crecida porción de semilla, se verifi-
que la quema de éstas en la plaza mayor de esta dicha
ciudad, a vista de todo el vecindario, lo que se hará a son
de caja para que concurran a ver la quema de ellas a que
asistirá el Alguacil Mayor de esta dicha ciudad, el presen-
te escribano público que pueda dar fe de haber consumi-
do el fuego la referida semilla y se percibe nuevamente
con las penas impuestas en el mencionado auto de 28 de
enero. Los que en contravención de lo que en él se
manda, se hubiesen quedado con alguna semilla de dicho
tabaco y lo sembraren en cualquier parte que sea, para
cuya aprehensión y reconocimiento pasará a sus respec-
tivos tiempos la ronda de esta renta, lo que se hará
notorio a todos publicándose este auto en forma de ban-
do, en los parajes acostumbrados, para que ninguno ale-
gue ignorancia y verificada que sea lo mandado, ponien-
16r do todo por diligencia formal, se sacarán// dos copias
legalizadas de dicho auto y diligenciadas en su virtud,
practicadas con las listas de los cosecheros de tabaco que
entregaron la semilla de este género, a fin de dar cuenta
con la vuestra merced al excelentísimo Señor Virrey, a

437
fin de que le sea constante el cumplimiento de su supe-
rior orden,de tres de diciembre del año inmediato pasa-
do de 81 y la otra al señor regente visitador general por
Su Majestad en este Nuevo Reino a cuyo cargo se halla la
superintendencia general 'de Real Hacienda a fin de que
siéndole también constante haberse entregado la siembra
de dicho tabaco, pueda prever a este gobierno lo que
tuviere por conveniente para su observancia.

Así lo proveyó, mandó y firmó el señor Don Cayetano


Buelta Lorenzana, gobernador y comandante general de
esta ciudad de Antioquia y capitán de la provincia, por
ante mí.

Cayetano Buelta Lorenzana.


Simón Robledo, escribano Público y de Cabildo, Minas y
registros de esta ciudald de Antioquia y su jurisdicción,
por eli Rey nuestro Señor.

16v Certifico en las más bastantes formas y maneras que//


haga fe a las tres y más personas que la presente vieron,
como en cumplimiento de lo mandado en el auto que
antecede, en el mismo, día martes dos del corriente, a las
once, de él, con asistencia del señor Alguacil mayor de
esta dicha ciudad, don Bernardo González y Cossio, un
piquete de seis soldados y un cabo, publiqué por voz de
Cristóbal, pregonero, el citado auto, habiendo mucho
concurso de gentes de todas clases, por ser día festivo y
publicado que fue en las formas acostumbradas y ha-
biendo conducido en una petaca grande toda la semilla
de tabaco que se había recogido de los cosecheros que
constan de las listas que obran en el expediente y otra
porción que estaba en rama en poder de dicho señor
Alguacil mayor de la que se aprehendió en las tierras de
Ignacio Montoya, José Salvador Agudelo, todos tres ve-
cinos de la parroquia del Sacaojal, y también un calaba-
zo que había medio cuartillo de semilla limpia, para
17r sembrar, habiéndose encendido candela// en el medio de
la plaza mayor, a vista de todo el numeroso concurso, se
echó fuego a mi presencia y del referido Alguacil mayor
y soldados que se mantuvieron armados hasta tanto que
el fuego la consumió toda y quedó hecha cenizas. Y para
que conste doy la presente certificación que firmo y

438
signo en esta dicha ciudad, en el expresado día 2 de abril
del año de 1782

Simón Robledo.
Escribano Público y de Cabildo.

Nota: Que en el correo del día ocho del presente mes se


remitieron las copias legalizadas que se previenen en el
auto que antecede, lo que pongo por diligencia para que
conste y de ello doy fe.

Robledo.//

439
TESTIMONIO DE UN EXPEDIENTE RELATIVO
AL LEVANTAMIENTO O INSURRECCION DE
ESCLAVOS EN LA PROVINCIA DE
ANTIOQ UIA

1782

(A .I-LA Comuneros, Tomo 332, Doc. 6323).

Señor Don Cayetano Buelta Lorenzana:

Muy señor mío, después de saludar a Vuestra Señoría y


ponerme con el mayor rendimiento a sus órdenes, digo
he sabido, que los esclavos de los señores Loras andan
inquietando a los demás de la provincia, para proclamar
libertad por bien o por mal. Quienes lo han dicho aquí
fue primeramente un mulato capitán de Don José Igna-
cio Montoya y un negro arriero de Pablo de Zarrazola.
Vuestra Señoría no desprecie la noticia, porque de una
chispa se arma una hoguera que no se puede apagar.
Dios Nuestro Señor guarde la importante vida de Vues-
v tra Señoría para bien de esta provincia. Su / mina y
Diciembre 9 de 81.

Besa las manos de Vuestra Señoría, su más obediente


súbdito y capellán,

Don Sancho José Londoño.

Auto En la ciudad de Antioquia a 17 días del mes de Diciem-


bre de 1781 años, el señor Don Cayetano Buelta Loren-
zana, Capitán del regimiento provincial de León, Gober-
nador y Comandante General de esta ciudad y su provin-
cia, por el Rey Nuestro Señor. Dijo Su Señoría que •a

441
consecuencia del aviso que le comunicó el Doctor Don
Sancho Londoño, en carta del nueve del corriente, que
Su Señoría recibió el día catorce, acerca de la subleva-
ción intentada por los negros esclavos para proclamar la
libertad por bien o por mal, como en dicha carta se
2r expresa, y se pondrá por cabeza de este/ expediente,
sobre cuyo asunto, y para evitar con tiempo una suble-
vación tan peligrosa, como perjudicial a los intereses de
Real Hacienda y a los del público, y contener los insul-
tos que podrían cometer con su barbarie, dichos escla-
vos, ha procedido inmediatamente Su Señoría a la averi-
guación del caso, con aquel sigilo y precaución, que para
conseguirlo se requieren. Y habiendo logrado noticias
bastante evidentes de ser cierto que los referidos escla-
vos intentaban sublevarse, y en virtud de ellas, haber
arrestado a algunos de los esclavos contra quienes resul-
taron ser principales cabezas del levantamiento, y otros
2v que como cómplices, en tan enorme delito/ también se
hallan arrestados, y como para la justificación formal de
sus intentos y descubrir los demás que hayan convidado
con éstos en la sublevación, así para castigar a los que
resulten reos, a proporción del delito de cada uno, corno
para que sabiendo "el número de los conspirados, se pue-
dan precaver en tiempo los insultos que puedan come-
ter, conviene que sin pérdida de tiempo se reciban las
declaraciones judiciales a los que se hallan arrestados,
haciéndoles las preguntas convenientes, para la mejor
claridad de sus éxposicioner y verificar en todo la ver-
3r dad, procediendo a recibir la's de otras personas/ de quie-
nes se tenga noticia, puedan saber en el asunto los inten-
tos de dichos esclavos y de sus cómplices y auxiliadores,
y con vista de lo que resultare se reserva proveer lo que
corresponda en justicia. Así lo proveyó, mandó y firmó
Su Señoría, por ante mí, el presente escribano, de que
doy fe.

Don Cayetano Buelta Lorenzana


Simón Robledo. Escribano Público y de Cabildo.

Declaración de En dicho día, mes y año, en cumplimiento‘de lo manda-


Manuel Marín,
esclavo del Padre
do en el auto que antecede, y en atención a que Manuel
Lusa. Marín, mulato esclavo del Maestro Don Antonio de
Lora, presbítero, fue el primero que voluntariamente
avisó a Don Juan José de Lora y Nuño, hermano del

442
3v referido Maestro, la sublevación intentada/ por varios
esclavos de esta ciudad, para que evitase los perjuicios
que podrían ocasionar, de que el expresado Don Juan
José de Lora, inmediatamente dio noticia a Su Señoría,
en cuya virtud, con asistencia de mí el infrascrito escri-
bano, pasó a la casa del referido Maestro y, habiendo
precedido la demostración política que corresponde a su
estado y circunstancias, inmediatamente puso a presen-
cia de Su Señoría dicho mulato Manuel Marín, dándole
licencia para que declarase lo que supiere en el asunto;
para lo cual Su Señoría le recibió, por ante mí, juramen-
to conforme a derecho, que lo hizo por Dios Nuestro
Señor y una señal de cruz, bajo el cual prometió decir la
4r ver/dad, en lo que la supiere y le fuere preguntado y,
siéndolo de si sabe que los negros esclavos de esta ciudad
y otros parajes tenían intentado sublevarse y proclamar
la libertad por bien o por mal; diga quiénes y desde qué
tiempo lo sabe, dijo, sabe que varios esclavos tenían •
intentado levantarse para proclamar la libertad y pedir
una Cédula que decían había en el Cabildo de esta ciu-
dad a favor de ellos, Y que ésto lo sabe porque yendo a
los minerales de las Petacas, se lo dijeron unos hombres
libres, que no los ha conocido y que ésto habrá cosa de
catorce días; y que el mulato Pelayo, esclavo también de
4v su amo, le oyó decir que se habían de levantar/ y que
solicitó al declarante para que les ayudase a dicho le-
vantamiento y, habiéndole respondido que no, le dijo
dicho Pelayo que los esclavos que no entraran en el
levantamiento por bien, les habían de hacer entrar por
mal, y que le han dicho los libres que ha referido de "
Petacas, que estaban nombrados para capitanes del le-
vantamiento de los esclavos, el referido Pelayo, Javier
García, esclavo de Juana García, José esclavo del Padre
Don Salvador de Lastra, y uno de los esclavos de Pablo
Zarrazola, que no sabe cuál es y José, esclavo de la he-
rencia del difunto Padre Díaz.

Sr Preguntado si sabe/ que para dicho levantamiento ha-


bían convocado los referidos, nombrados para capitanes,
a otros esclavos de esta ciudad y otras partes, dijo que
los referidos libres le dijeron que el dicho Pelayo, Javier
García y José Díaz habían convocado varios esclavos de
esta ciudad y de aquellos minerales, para hacer el levan-
tamiento que tenían premeditado, para el día de año
nuevo y responde.

443
Preguntado si sabe qué otros esclavos están comprendi-
dos en el levantamiento o fuesen sabedores de él, dijo
que en cuanto a saber si había más esclavos comprendi-
dos en el levantamiento, no lo sabe con certeza, pero sí
ha oído decir que todos estaban convidados para ejecu-
tarlo dicho día de año nuevo y responde que lo que lleva
5v dicho/ y declarado es la verdad y lo que sabe en fuerza
del juramente hecho en que se afirmó y ratificó, siéndo-
le leída ésta su declaración. Dijo ser de edad de veinte
años, no lo firma por no saber, lo hace su amo Don Juan
José de Lora, con Su Señoría, por ante mí, el escribano
que doy fe.

Don Cayetano Buelta Lorenzana


Juan José de Lora y Nuilo
Simón Robledo. Escribano Público.

Declaración de En 18 de Diciembre, de dicho año, en prosecución de


Narciso, esclavo
de Don Pedro
esta sumaria, presentó en este juzgado de gobierno, Don
Pastor. Pedro Félix Pastor, a Narciso, su esclavo, a quien con
licencia de dicho su amo, por ante mí, se le recibió
juramento, que lo hizo según derecho por Dios Nuestro
Señor y una señal de cruz y habiéndole advenido la
sr gravedad de/ él, prometió decir verdad en lo que supiere
y le fuere preguntado.

1. Y siéndolo sobre qué sabe o ha oído decir en ottlen


a si los esclavos de esta ciudad y sus contornos,
tuviesen tratado o dispuesto algún levantamiento acla-
mando su libertad, dijo que con el motivo de haberlo
despachado su amo al sitio de La Mata a traer tierra de
crisoles, junto con otro su compañero llamado Casimiro,
hicieron la primera jornada al sitio del Cabuya], en don-
de habiendo hecho noche y habiendo encontrado a un
negro llamado Javier García y a un mulatico llamado
Andrés, del Padre Porras, este dicho Andrés le contó al
declarante, que como se querían levantar para ser libres,
6v a que el declarante le respondió que se/ quitaran de
disparates y que no se metieran en eso ; y que el dicho
Andrés le dijo entonces, que aunque él había dicho que
entraría, ya no quería entrar y que acortando el decla-
rante la conversación, le dijo dicho Andrés que al otro
día, en el camino, le contaría lo que había; lo que no
verificó, porque el declarante se fue adelante y el An-

444
drés, con los otros, se quedaron atrás y que si alguna
cosa más se explicaron, sería con su compañero Casimi-
ro quien podrá explicarlo. Y que entre lo que le oyó esa
noche al dicho negro Javier García, de que se querían
levantar por la libertad, le reconvino el declarante que
Tr para qué era aquello, teniendo el dicho Javier/ una se-
ñora tan buena y que ya le tenía dada la libertad, a que
le respondió, dicho Javier, que así era pero que, si veía a
sus compañeros empeñados, cómo no les había de ayu-
dar y que les daba a saber cómo llevaba cartas para los
minerales de Rionegro y Marinilla, para donde iba con
unas cartas, dirigidas a convocar los esclavos de aquellos
parajes para la sublevación.

Fuéle preguntado qué personas se hallaron presen-


tes al razonamiento de lo que lleva dicho. Dijo que
sólo el dicho Javier, Andrés, Casimiro su compañero y el
declarante, porque la ente de la casa se hallaba en la
cocina y no pudieron cm- la conversación.

Fuéle preguntado si, sobre el asunto ha oído o entendido


7v alguna/ cosa más de lo qué lleva dicho,dijo que en el
sitio de Cañaveral en donde trabaja, le contó también,
después de lo que lleva referido, un mulatico llamado
Marcos, hijo de una mulata nombrada Eugenia, ambos
libres, en compañía de un esclavo de Don Luis Porto,
llamado Crisóstomo, cómo se querían levantar los ne-
gros, explicándose que un negro nombrado Martín, es-
clavo del Maestro Don José Salvador de Lastra, le había
dicho al Crisóstomo, de que Pelayo, esclavo del Maestro
Don Antonio Lora, le' había dicho que escondido bajo
de un escaño les oyó decir a sus amos, los señores Loras,
Sr que si los esclavos supieran de la Cédula que había para
que los esclavos fueran libres, qué cosas/ no habría. Y
que también contó dicho Crisóstomo haberle oído al
citado Martín, que el mismo Pelayo le había dicho que
Don Esteban Gracet, les había prometido mostrarles di-
cha Real Cédula y que a esta conversación del citado
Marcos y Crisóstomo, se halló presente su compañero
Casimiro y otro su compañero llamado Gonzalo.

Fuéle preguntado que por qué motivo no dio cuen-


ta o aviso a su amo o a la real justicia, de lo que
había llegado a entender y oír en los pasajes que lleva

445
declarados. Dijo que aunque es cierto, oyó lo que lleva
declarado, por no haberle dado asenso a que aquello
pudiera ser cierto, lo tomó como cosa de cuentos o
habladurías y que por ello no se consideró obligado a
8v decirlo/ a su amo ni a nadie y mucho menos, porque el
declarante ni sus compañeros (aún cuando fuera cierto)
nunca hubieran entrado en semejante absurdo. Y que lo
que lleva dicho y declarado es la verdad y lo que sabe, es
fuerza del juramento que hecho tiene, en que se afirmó
y ratificó, siéndole leída ésta su declaración, siendo de
edad, al parecer, de veinticinco a veintiseis años, no lo
firma porque dijo no saber, por él lo hace el dicho su
amo, junto con Su Señoría, por ante mí, de que doy fe.

Don Cayetano Buelta Lorenzana.


Pedro Félix Pastor.
Simón Robledo. Escribano Público.

Declaración de En el mismo día, mes y año, en prosecución de esta


Casimir°, esclavo
de Don Pedro
sumaria y para evacuar las citas que constan hechas por
Pastor. Narciso, esclavo de Don Pedro Fél ix Pastor, de Casimi ro
su cofripañero, presentó a éste, dicho su amo en este
juzgado y, precedida la advertencia de la gravedad del
juramento y licencia para él, se lo recibió por ante mí,
que lo hizo, según derecho, por Dios Nuestro Señor y
una señal de cruz, bajo el cual prometió decir verdad en
lo que supiere y le fuere preguntado y siéndolo sobre la
cita que a la primera pregunta hizo el dicho Narciso de
este testigo, dijo que es cierta la cita referida por haber
precedido lo mismo que allí se declara en presencia de
este testigo; y añade que lo que le contó al declarante el
Negro Javier García, fue de qué llevaba cartas para don-
9v de iba, las que enviaba/ Pelayo, esclavo del Maestro Don
Antonio de Lora, para efecto de convocar al levanta-
miento de los esclavos de los minerales de Rionegro,
para donde iba con unas cargas y que ésto mismo de las
cartas le contó el Andrés, del Padre Porras, que iba con
dicho Javier y que reconviniendo a éste el declarante,
sóbre si entraba en dicho levantamiento, le respondió
que había de hacer si sus compañeros estaban empeña-
dos y que habiendo vuelto a reconvenirlo el declarante,
que para qué se metía en aquello, teniendo una señora
tan buena, le respondió dicho Javier que era cierto, pero
que él se podía morir primero que su señora y después

446
lOr de los días de ésta era la libertad/ que le había dado y
que también le contó al declarante el citado mulato An-
drés que ellos tenían su seguro de salir bien del levanta-
miento. porque Don Esteban Gracet se lo aseguraba y
que dicho Gracet había escrito unas cartas a Pelayo,
esclavo del dicho Maestro Lora para la convocatoria de
los esclavos de Rionegro las que llevaba dicho negro
Javier García y que también le contó dicho Andrés al
declarante que el citado Pelayo costeaba el paso real de
Cauca para los negros que vinieran de afuera y que así
mismo le dijo dicho Andrés al declarante que aunque él
les había dicho que entraba, ya no entraba porque duda-
10v ba cómo saldrían./

Y añade que preguntándole al declarante el dicho negro


Javier, que si él no entraba, le respondió este declarante
que no, a que le dijo dicho Javier que el negro que no
entrase lo habían de pelar a azotes, a que dice le respon-
dió que adónde lo topaban a él después, para dárselos y
que oyendo ésto el Andrés dijo lo mismo, que a dónde
lo topaban a él para dárselos.

Y leídole la segunda cita de dicho Narciso, dijo ser


cierta la cita por haber precedido (sic) así en su
presencia.

Fuéle preguntado por qué motivo o causa, de todo


lo que había oído y entendido, como lleva declara-
do, no le dio noticia o aviso a algún señor juez o a su
lir amo. Dijo que/ porque nunca le dio asenso (sic) a nada
de lo que había oído, y que si no salía ser así y se
ofrecía alguna cosa, porque no dijeran que la chispa
había salido de su casa, que por ésto no lo avisó y que lo
que lleva dicho y declarado es la verdad y lo que sabe,
en fuerza del juramento hecho, en que se afirmó y ratifi-
có siéndole leída su declaración dijo ser de edad de
treinta y seis años más o menos, no lo firma por no
saber, lo hace el dicho su amo con Su Señoría, por ante
mí, de que doy fe.

Don Cayetano Buelta Lorenzana


Pedro Félix Pastor
Simón Robledo. Escribano Público.

447
D en 1 e rad ton de En el mismo día, mes y año, en prosecución de esta
Crisóstomo, de
Don Luís Porto
sumaria, compareció ante Su Señoría, Crisóstomo, escla-
II v vo de Don Luis Porto, y con licencia de/ éste y adverti-
do de la gravedad y religión del juramento, Su Señoría,
por ante mí, se lo recibió y lo hizo, según derecho, por
Dios Nuestro Señor y una señal de cruz, bajo el cual
ofreció decir verdad en lo que supiere y le fuere pregun-
tado.

Y siéndolo según las citas que se le hacen por Nar-


ciso y Casimiro, esclavos de Don Pedro Félix Pas-
tor, que por mí el escribano le han sido leídas, y entera-
do del contenido de ellas dijo que es cierto lo que decla-
ró Narciso, esclavo de Don Pedro Pastor acerca de lo que
dice le refirió el declarante de lo que le había dicho
Martín, esclavo del Maestro Don Salvador de la Lastra,
así en cuanto a la conversación que Pelayo, esclavo del
12r Padre Don Antonio de Lora, oyó a su/ amo, escondido
debajo de un escaño hablando con su hermano Don Juan
José de Lora, como también por lo tocante a que el
referido Martín le dijo que los esclavos se querían levan-
tar para sacar del cabildoruna Cédula que les había dicho
Don Esteban Gracet, había en él, en la cual se concedía
libertad a los esclavos, cuya conversación pasó en los
mismos términos y a presencia de las personas que refie-
re dicho Narciso y responde.

Preguntado si el expresado Martín convidó al decla-


rante para el levantamiento intentado por los escla-
vos mediante a que se lo ha comunicado en los términos
que deja declarados; dijo que es cierto lo convidó para
que se uniese a los demás esclavos a la sublevación inten-
12v tada, pero le res/pondió el declarante que en ningún
modo entraría en ella por que se hallaba bien con su
amo y no tenía para qué perder su gracia y responde.

Preguntado si saben cuáles otros esclavos estaban


convocados para el levantamiento, diga de quiénes
y por qué lo sabe, dijo no sabe otra cosa que lo que
tiene declarado por no haber tenido más noticia que la
que le 'dio el referido esclavo Martín y responde.

Preguntado cómo, luego que el referido Martín le


dio la noticia de que intentaban levantarse los es-
clavos, no dio aviso a la justicia y a su amo para que

448
13r oportunamente/ pudieran remediar los daños que se ha-
bían de ocasionar con un levantamiento tan peligroso,
dé razón por qué no lo ejecutó. Dijo que no había adver-
tido que lo debía de avisar porque a conocer que debía
hacerlo, no lo omitiría y que por falta de advertencia no
dio el aviso que dice la pregunta y que lo que lleva dicho
y declarado es la verdad 'y lo que sabe, en fuerza del
juramento hecho en que se afirmó y ratificó siéndole
leída ésta su declaración; dijo ser de edad de veintinueve
años, no lo firma por no saber; por él lo hace el dicho su
amo, con su Señoría, por ante mí de que doy fe.

Don Cayetano Buelta Lorenzana.


Por el declarante, Luis Antonio Fernández Porto
13v Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo./

Declaración de En 19 de Diciembre de dicho año, en prosecución de la


Juan María escla-
sumaria que antecede, compareció en este juzgado de
vo de Don José
Bernardo Campi- gobierno Juan María, esclavo de Don José Bernardo
llo. Campillo vecino de esta ciudad, al cual después de ins-
truido en la gravedad y religión del juramento y precedi-
da licencia de su amo y a su presencia y de mí, el infras-
crito escribano, Su Señoría le recibió juramento que lo
hizo por Dios Nuestro Señor 'y una señal de cruz confor-
me a derecho, bajo el cual prometió decir la verdad en lo
que la supiere y le fuere preguntado.

1. Y siéndolo de si ha tenido noticia del levantamien-


to que intentaban los esclavos de esta ciudad y
14r otros parajes, si ha sido/ inducido para él, dijo que Cle-
mente, esclavo de Don Juan José de Lora, vecino de esta
ciudad, le preguntó el domingo 25 de Noviembre
pasado si sabía que los esclavos se querían levantar y
si el declarante entraba en dicho levantamiento y en este
estado, con motivo de pasar Nuestro Amo y Señor Sa-
cramentado de viático a un enfermo, habiéndose puesto
de rodillas se separaron después sin tratar más del asunto
y que también el día 9 del corriente, Bautista, escla-
vo de Don Francisco de Lora, de esta misma vecindad,
pasando el que declara por la calle y estando dicho Bau-
tista en la ventana de la casa de su amo, le habló y
14v preguntó/ si entraba en el levantamiento que tenían in-
tentado los esclavos y que él estaba pronto a entrar y le
respondió que no entraba en él y que por cortarle la

449
conversación le dijo que hiciera un queso para el día de
inocentes y siguió su camino y responde.

Preguntado si los referidos esclavos Clemente y


Bautista le dijeron para qué fin era el levantamien-
to y cuáles los intentos de ejecutarlo dijo que el dicho
Bautista le dijo que el levantamiento era para pedir la
libertad porque les tenían ocultos los despachos que se
la concedían a los esclavos y que no sabe otra cosa
acerca de la pregunta y responde.

Preguntado que habiendo sabido el levantamiento


1.6r intentado por los esclavos/ según deja declarado, y
no debiendo ignorar que un hecho tan pernicioso sería
perjudicial, dé razón por qué no dio aviso a la justicia y
a su amo, para que oportunamente pudieran poner el
remedio conveniente, dijo que le pareció que aquel pen-
samiento de levantarse los esclavos sería infundado y así
reputó la noticia por una mera habladuría, y no habién-
dole dado asenso ni hecho aprecio, por eso omitió dar
noticia de ello a la justicia y lo mismo a su amo y lo que
lleva dicho y declarado es la verdad y lo que sabe en
fuerza del juramento hecho en que se afirmó y ratificó,
siéndole leída ésta su declaración, dijo ser de edad de
16v veinticinco años más/ o menos, no lo firma por no saber,
lo hace el dicho su amo junto con Su Señoría por ante
mí, de que doy fe.

Don Cayetano Buelta Lorenzana


Por mi esclavo Juan María, José Bernardo del Campillo
Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

Declaración de En el mismo día, mes y año, en prosecución de esta


Andrés, esclavo
sumada, compareció ante Su Señoría en este juzgado de
del Padre Ponte
gobierno, Andrés, esclavo del Maestro Don Francisco de
Porras y con licencia de éste, y advertido de la gravedad
y religión del juramento, por ante mí el escribano, se lo
recibió Su Señoría que lo hizo según derecho por Dios
Nuestro Señor y una señal de cruz so cuyo cargo ofre-
16r ció/ decir verdad en lo que supiere y le fuere pregunta-
do.

1. Y siéndolo al tenor de las citas que por Narciso y


Casimiro, esclavos de Don Pedro Pastor en sus de-

450
claraciones que por mí el escribano le fueron leídas, dijo
ser cierto haber pasado la conversación en los términos
que en ella se refiere y que lo referido por el declarante
en cuanto a que el esclavo Pelayo pagaba el paso real de
Cauca a los esclavos que concurriesen de afuera de esta
ciudad al levantamiento, se lo oyó al mismo Pelayo y
que en cuanto a las cartas que llevaba el esclavo Javier
16v García no las vió el que declara/ y sólo lo sabe porque el
mismo Javier le dijo que dicho Pelayo le había dicho
que le daría una carta para convocar al levantamiento a
los esclavos de los minerales de Rionegro y Marinilla y
que en todo lo demás están dichas declaraciones confor-
mes a la verdad de lo que hablaron en el Cabuyal los
expresados Javier García, Narciso, Casimiro y el decla-
rante y responde.

Preguntado si siguió su viaje a los minerales de Rio-


negro y Marinilla con el expresado Javier García y
si sabe que en ellos convocó e indujo al levantamiento a
algunos esclavos de dichos minerales, expresando a quié-
nes! dijo que había seguido con dicho Javier hasta el
sitio de la Marinilla, a donde llegó enfermo el declarante
y se mantuvo así hasta el día de venirse para esta ciudad,
por lo cual y no haberle dicho cosa alguna el menciona-
do Javier, no sabe si convidó a algunos esclavos para el
levantamiento intentado y responde.

Preguntado si sabe que algunos otros esclavos de


esta ciudad estuviesen convocados por el dicho Ja-
vier u otro para el referido levantamiento, exprese los
que supiere estarlo, dijo que con motivo de que su amo,
luego que vino del viaje lo había destinado a la hacienda
17v de campo a cuidar el ganado en donde/ se mantuvo
hasta pocos días hace, no ha sabido cosa alguna sobre lo
que dice la pregunta y responde.

Preguntado cómo habiendo sabido que se querían


levantar los esclavos y que ésto sería muy perjudi-
cial al bien común, no lo avisó a la justicia o a su amo,
para que pusieran el más pronto y debido remedio, dijo
que el motivo de no avisarlo a la justicia ni a su amo ha
sido haberse quedado en la referida hacienda de campo
de la otra parte del río de Cauca, sin haber pasado a esta
ciudad hasta estos días en ocasión que ya se sabía todo
18r y luego lo dijo a su amo según y en los/ mismos térmi-

451
nos que lo lleva declarado y que lo que lleva dicho y
declarado es la verdad en fuerza del juramento que tiene
hecho en que se afirmó y ratificó, siéndole leída ésta su
declaración. Dijo ser de edad como de veinticuatro años,
no lo firma por no saber, a su ruego lo hace Don Nicolás
de Lara con Su Señoría, por ante mí de que doy fe.

Don Cayetano Buelta Lorenzana.


Por él declarante, Nicolás de Lara.
Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

Dec laxación de En el mismo día, mes y año, para efecto de evacuar la


Marc os Serra.
cita que por Narciso, esclavo de Don Pedro Pastor, se la
hace a Marcos Serna, compareció éste ante Su Señoría, y
18v por ante mí/ el escribano, le recibió juramento que lo
hizo según derecho por Dios Nuestro Señor y una señal
de cruz, bajo el cual prometió decir verdad en lo que
supiere y le fuere preguntado.

Y siéndolo según la referida cita, que por mí el


escribano le ha sido leída, enterado de su conteni-
do dijo que es cierto que el declarante refirió al expresa-
do Narciso lo mismo que éste dice en su declaración a
presencia de los demás que en ella cita y responde.

Preguntado si después de aquel pasaje tuvo algunas


otras noticias acerca del levantamiento de los escla-
vos y de sus intentos, dijo no haber sabido otra cosa en
el asunto y responde.

19r 3. Preguntado por qué/ no dio aviso a la justicia del


levantamiento que sabía intentaban los esclavos,
para que oportunamente se pusiese el correspondiente
remedio, dijo que por falta de reflexión y no haber dado
asenso a lo que se decía y que ésto que lleva dicho y
declarado es la verdad en fuerza del juramento que he-
cho tiene, en que se afirmó y ratificó siéndole leida esta
su declaración; dijo ser de edad de veintiún años, no lo
firma por decir no saber y a su mego lo hace Don Nico-
lás de Lara, con Su Señoría, por ante mí de que doy fe.,

Don Cayetano Buelta Lorenzana.


Por el declarante, Nicolás de Lara
Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

452
Auto 19v En la ciu/ dad de Antioquia, a 19 días del mes de Di-
ciembre de este año de 1781, el señor Don
Cayetano Buelta Lorenzana, Capitán del regi-
miento provincial de León, Gobernador y Coman-
dante General de esta dicha ciudad y su provincia, por
ante mí el escribano, dijo que por cuanto teniendo reser-
vadamente dado las providencias más estrechas para la
prisión de un mulato llamado Pelayo, esclavo del Maes-
tro Don Antonio de Lora y de otros esclavos que resul-
tan reos en estos autos por el levantamiento que tenían
intentado para proclamar la libertad por bien o por mal
99r y no/ pudiendo ser habido a prisión por haber hecho
fuga el expresado Pelayo, uno de los más principales
reos; habiendo pasado a la casa de Su Señoría el señor
Doctor Don José Salvador Cano, cura vicario y juez ecle-
siástico de esta ciudad a insinuarle cómo el referido Pela-
yo se había valido de cierta persona de confianza para
que reservadamente, con todo sigilo hablase a dicho vi-
cario para que con él mismo le hiciese el favor de notifi-
car a Su Señoría y suplicarle a fin de que se sirviese
perdonarle la pena en que ha incurrido por el levanta-
miento intentado con los demás esclavos, se presentaría
zov y declararía todo cuanto para dicho/ levantamiento te-
nían intentado y acordado los referidos esclavos de lo
que en el asunto fuese sabedor y descubriría los reos que
como él ha sabido, incurrieron en el mismo delito, y en
vista de la noticia que antecede, considerando Su Seño-
ría lo difícil de conseguir la prisión de un reo que no se
podía saber su paradero, por medio de dicha noticia ni
por otro, en la presente ocasión y considerando también
que, siendo el levantamiento de los esclavos sumamente
peligroso y perjudicial a esta Real Hacienda y al público,
por el crecido número de ellos que hay en esta provincia
21r y según el padrón último pasan de cinco mil/ y mucho
más por resultar de los autos bastantes pruebas de que la
sublevación era general y por lo mismo más temible y
para que en tiempo oportuno se pudiese cortar tan grave
daño y arrestar a las personas de los principales reos,
cabezas del levantamiento y dar las demás providencias
convenientes para la seguridad de la república y dueños
de esclavos; ha tenido Su Señoría por conveniente conce-
derle el perdón que ha solicitado en cuanto a la pena
capital, si resultare mérito para ella, la de azotes y otra
cualesquiera de mutilación de miembro o efusión de san-
gre con la expresa condición de que el referido esclavo

453
21 v Pe/layo ha de cumplir con lo que ofrece de presentarse
preso y decir la verdad de todo lo que supiere en el
asunto del levantamiento, así por lo tocante a los com-
prendidos en él, como a los intentos que para ejecutarlo
tenían premeditados y, si para ello han sido inducidos o
aconsejados de algunas personas expresando las que lo
fueron, con apercibimiento que si resultare justificado
faltar a la verdad en lo que tiene ofrecido en materia
sustancial o grave, no le servirá el perdón que le está
concedido en manera alguna; en cuya inteligencia se le
22r dará esta noticia por medio de dicho señor/ vicario para
que si, en virtud de ella quisiere presentarse, lo•ejecute
y, de lo contrario, si no lo hiciere, se proseguirá en
perseguirlo hasia tanto que se verifique el arresto de
su persona y, si conformándose con lo mandado,
recurriere a presentarse, según tiene ofrecido, se pondrá
por diligencia y, después de asegurada su persona, se le
recibirá declaración conforme a derecho, siendo la princi-
pal pregunta si lo que va relacionado con este auto es lo
mismo que él prometió y por este gobierno se le conce-
dió, lo que se ejecutará con asistencia de Don Juan José
22v de Lora y Nuño, vecino de esta ciudad/ y hermano del
expresado Maestro Don Antonio de Lora, presbítero,
quien ante el presente escribano dijo a Su Señoría que
para la sustanciación de esta causa contra sus esclavos se
entendiesen todas las diligencias con el referido su her-
mano, para cuyo efecto le daba todas sus facultades,
acción y derecho de lo cual, así lo certificará a continua-
ción de este auto dicho escribano. Así lo proveyó, man-
dó y firma Su Señoría, por ente mí de que doy fe.

Don Cayetano Buelta Lorenzana.


Simón Robledo, Escribanol público y de Cabildo.

Certificacitm Don Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo,


23r minas y registros de esta ciudad del Antioquia y su juris-
dicción por el Rey Nuestro Señor. Certifico en pública
forma y según derecho, a los señores y demás personas
que la presente vieren, cómo me consta por haber pasa-
do a mi presencia, que el señor Maestro Don Antonio de
Lora, presbítero domiciliario de esta ciudad, dijo a Su
Señoría que en atención a que por ser eclesiástico, no
debía intervenir en una causa de esta naturaleza, cuales-
quiera diligencias que pudieran ocurrir con sus esclavos,

454
se entendiesen con su hermano, Don Juan José de Lora
y Nuño, a quien para ello tenía conferidas y de nuevo le
confiere para el asunto, todas sus facultades, acción y
derecho, y por haber pasado así, según queda relaciona-
do, en cumplimiento de lo mandado en el auto que
23v antecede lo/ certifico, firmo y signo, en dicha ciudad, a
19 de Diciembre de 1781. años.

Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

Diligencia de ha- En el mismo día, mes y año, como a cosa de las nueve y
berse Presentado media de la noche, yo el escribano doy fe de que el
Pelayo.
referido esclavo Pelayo se presentó ante Su Señoría, en
la casa de su habitación y a su disposición, en cumpli-
miento de lo que había ofrecido y Su Señoría lo mandó
conducir preso a una pieza separada en el colegio de esta
ciudad que sirve de cárcel, por no haber otra segura para
los muchos reos que en el día se hallan presos, en donde
quedó entregado a los guardas en la referida pieza, con
24r una barra de grillos/ y se les entregó la llave de ella, para
que conste lo pongo por diligencia y firmo, en dicho
día, mes y año.

Simón Robledo.

Declaración de En 21 de Diciembre de este presente año de 1781, Su Se-


Pelayo, esclavo
del Maestro Don
ñoría, dicho señor Gobernador y Comandante General,
Antonio de Lo- en cumplimiento de lo mandado en auto de 19 del corrien-
te, hizo comparecer ante sí en la pieza destinada para con-
fesionar los reos presos en este colegio, a Pelayo, esclavo
del Maestro Don Antonio de Lora, mencionado en el
citado auto, a quien con asistencia y licencia de Don
Juan José de Lora y Nuño, que representa la acción y
derecho de dicho su amo, como consta de la certifica-
24v ción que antecede, por ante mí/ el escribano, le recibió
Su Señoría juramento, que lo hizo por Dios Nuestro
Señor y una señal de cruz, conforme a derecho, bajo el
cual y impuesto de la gravedad y religión que debe ob-
servar, prometió decir verdad en lo que supiere y le
fuere preguntado.

1. Y siéndolo de si es cierto que ha solicitado el per-


dón en los términos que constan del citado auto de

455
19 del corriente y se le concedió en los mismos
y con las condiciones que en él se expresan, para
cuyo efecto, por ante mí el escribano, le ha sido leído
en clara e inteligible voz, de que bien enterado de todo
su contenido dijo ser cierto todo lo que en él se refiere,
25r así por lo tocante a lo ofrecido por el declarante/ para
conseguir el perdón que ha solicitado, como por la con-
cesión de éste con las condiciones que Su Señoría en él
refiere, bajo cuyo concepto, cumpliendo con parte de lo
que 'había ofrecido, en aquella buena fe de conseguir
dicho perdón, se presentó en la noche del mismo día,'a
la disposición de Su Señoría, con ánimo de cumplir con
lo demás que tiene ofrecido y responde.

Preguntado si es cierto estaba el declarante com-


prendido en el delito del levantamiento intentado
por los esclavos para pedir la libertad por bien o por mal
y, si al mismo tiempo es uno de los que estaban nombra-
25v dos para capitanes de la sublevación, dijo que es cierto/
estaba comprendido en dicho levantamiento con otros
esclavos, pero que no estaba nombrado para capitán,
como dice la pregunta y responde.

Preguntado si para dicho levantamiento ha sido in-


ducido y convocado Por otros, diga quiénes fueron
y desde qué tiempo, dijo que con motivo de haber cosa
de cinco meses más o menos que pasó a un paraje llama-
do los Tafetanes o Cañada de Canguerejo, donde el Pa-
dre Don Salvador de Lastra tiene una ranchería para sus
esclavos, hablando con Domingo y Lorenzo, esclavos del
referido Padre, les dijo: "esta ranchería parece un pue-
26r blecito, pero qué mejor/ fuera pedir la Cédula de Su
Majestad en que manda que los esclavos sean libres, pa-
gando tributo, como los indios", a que respondió dicho
Lorenzo, esclavo del Padre Lastra, pues ahí está la Cédu-
la, que así lo decía Don Esteban Gracet, que estaba en el
cabildo y que con cincuenta negros se podía pedir al
cabildo, con un escrito, a que respondió el declarante
que bueno estaba, que la fueran a pedir, con lo que se
concluyó la conversación y responde.

Preguntado si después del lance que refiere ha soli-


citado a otros esclavos para que concurriesen a pe-
dir dicha Cédula, exprese con claridad a quiénes ha con-
vocado para ello y los amos a quien servían, dijo que

456
7S había cosa de un mes, que el declarante habiendo/ ido a
buscar una yegua a las tierras de la Puttinga, pasando
por la estancia del Espinal que también es del referido
Padre Lastra, encontrando en ella a otros dos esclavos
del mismo Padre, llamados José y Martín les dijo que
fueran a pedir al cabildo la dicha Cédula, a que respon-
dieron que estaban prontos y que era cierto que estaba
en el cabildo, que así lo decía dicho Gracet; y entonces
el declarante le dijo al esclavo José que por ser más
viejo, estaba bueno para capitán y que hiciera cabeza de
los demás esclavos; y aunque dijo dicho esclavo José que
27r estaba viejo, con todo eso, aunque/ aceptó el ser capi-
tán, se ofrecía a concurrir al levantamiento, y también
convidó el declarante para el mismo intento a otro mula-
tico llamado Paulino, en el paso real de Cauca y es escla-
vo de Pablo Zarrazola, quien también se ofreció a concu-
rrir a lo mismo; que lo mismo ejecutó con un esclavo del
señor Vicario, llamado Salvador quien le dijo que bueno
estaba, que asistiría;y lo mismo ejecutó con un mulato
llamado José perteneciente a la testamentaria del Padre
Díaz, cura de San Jerónimo el cual aceptó prontamente
entrar en dicho levantamiento y también a convidar los
compañeros de todo el partido de San Jerónimo que
27v encontrara según le encargó el declarante/ y después ha
sabido el declarante que el dicho mulato José pasó a
convidar, para el mismo fin de levantarse y juntarse los
esclavos a pedir dicha Cédula, a nombre del que declara,
según también le había prevenido, todos los esclavos de
los minerales que pudiese andar y sabe que pasó a este
fin con el pretexto de buscar amo, a los de San Jacinto y
de la Villa y con efeCto sabe, por haberlo dicho el referi-
do esclavo José, que los tenía convocados a todos los
que había encontrado, pero que no sabe cuántos ni quié-
nes y responde.

Preguntado si en esta ciudad ha convidado a otros


28r más de/ los que tiene declarado, dijo que aunque es
cierto que a los demás esclavos de su amo, en conversa-
ción les dijo lo que tenían intentado acerca de dicho
levantamiento, ellos no dieron asenso y que no habló
sobre el asunto con otro alguno de esta expresada ciu-
dad y responde.

Preguntado qué día tenían determinado juntarse


para pedir la referida Cédula, dijo que tenía el de-

457
clarante acordado con el referido mulato José, del Padre
Día; y los cuatro esclavos del Padre Don Salvador de
Lastra, Lorenzo, Domingo, Martín y José, que así ellos,
como los demás que por su parte convocasen, se habían
28v de juntar todos en el camino /del paso a la entrada en la
ciudad, en el día de Año Nuevo, al tiempo que los seño-
res Gobernador y capitulares estuvieran en el cabildo
todos, como lo acostumbran para las elecciones de ofi-
cios concejiles y que el expresado Domingo del Padre
Lastra, dijo que entraría en dicho levantamiento, con-
forme fuera el escrito que para ello habían de llevar y
responde.

Preguntado si tenía acordado que para el día referi-


do en que se habían de juntar en el paraje que deja
declarado, habían de venir con armas, según cada uno
las tuviese o pudiese adquirir o sin ellas, dijo que es
cierto que los referidos tenían acordado venir a juntarse
29, en dicho paraje con armas/ de todas clases, según cada
uno las tuviese o pudiese adquirir, y lo mismo las habían
de traer todos los convocados al levantamiento y respon-
de.

Preguntado si es cierto que la disposición de venir


así armados era, para que en el caso de que llegan-
do al cabildo a pedir la referida Cédula y no consiguien-
do el que se la dieran, como era preciso que así fuese,
porque no la hay, eran sus intentos proclamar la libertad •
de su esclavitud, usando de la fuerza con dichas armas, y
salir del dominio de•sus amos, dijo que es cierto que el
motivo de venir todos armados en la disposición que
deja declarado, ha sido con el fin de que, en el caso de
que los señores de Cabildo no les entregasen la Cédula y
. 29v concediesen/ la libertad de su esclavitud, tenían acorda-
do proclamarla ellos y, en el caso de que dichos señores
se mostrasen rectos con ellos, defenderse con dichas ar-
mas y matar a los que se opusieran a ella y quisieran
prenderlos, para cuyo efecto tenían dispuesto fortificar-
se en un paraje oportuno o bien, en el río de Cauca o de
la otra banda, hacia la Miranda o tablazo, y allí pagar el
tributo a Su Majestad, según tenían entendido decía la
Cédula referida, y en caso de no conseguirlo así, trabaja-
rían para sus amos en calidad de libres, pagándoles dos
tomines por día y responde.

458
Preguntado si, en el caso de que no les admitiesen
80r el que pagasen tributo, como era regular/ admitirlo
por no haber tal Cédula, y si tampoco quisieran admitir-
los a trabajar en sus haciendas, en calidad de libres, por
el jornal de dos tomines, como así mismo no era regular
los admitiesen, cuál era el intento que tenían acordado
para mantenerse, dijo que, en los casos que dice la pre-
gunta tenían resuelto huírse a tierras remotas con sus
mujeres y familias, a donde pudiesen encontrarlas al pro-
pósito, para mantenerse en ellas libremente trabajándo-
las y siempre prontos en ellas a pagar el tributo a Su
Majestad, según les habían dicho constaba en la citada
Cédula.

Preguntado quién era el sujeto que les había de


30v hacer el escrito/ para presentar al Cabildo pidiendo
dicha Cédula, exprese el que lo había de hacer, dijo que,
mediante a que Don Esteban Gracet, según dijeron al
declarante los expresados esclavos del Padre Lastra, Lo-
renzo y José, fue el que decía que ahí estaba la Cédula,
habían acordado hablarle para que les hiciera dicho es-
crito; pero no llegó el caso de proponérselo, según pare-
ce al que declara, mediante a que se ha descubierto el
intento que tenían y se hallan algunos presos antes de
llegar el tiempo en que lo habían de pedir y a que tenían
dispuesto pagarlo entre todos los esclavos sublevados pe-
31r ro que no sabe a cuánto les había/ de tocar. Y responde
que lo que tiene dicho y declarado es la verdad, bajo el
juramento que tiene hecho y, siéndole leída esta su de-

1
claración, enterado de toda ella, dijo ser lo mismo que
tiene declarado y que en ello se afirma y ratifica y que
es de edad de treinta y ocho años poco más o menos; no
lo firma porque dice no saber, lo firmó a su ruego el
expresado Don Juan José de Lora y Nuño, con Su Seño-
ría, por ante mí de que doy fe.

Don Cayetano Buelta Lorenzana.


Juan José de Lora y Nuño.
Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

Declaración de En el mismo día, mes y año, en prosecución de la suma-


José Ortiz. escla- ria mandada recibir para justificación / del levantamien-
vo del Padre
Díaz. to intentado por los esclavos de esta ciudad y más para-
jes, hizoSu Señoría comparecer ante sí, en la referida

459
pieza de su audiencia para dicho asunto, a un hombre
que de su orden se halla preso, al cual, habiéndole expli-
cado la gravedad y religión del juramento, se lo recibió
Su Señoría, por ante mí el escribano, por Dios Nuestro
Señor y una señal de cruz, bajo el cual prometió decir
verdad en lo que supiere y le fuere preguntado.

- Y siéndolo de cómo se llama, de dónde es vecino,


qué estadó, edad, calidad y oficio tiene: dijo lla-
marse José Ortiz, esclavo de Don Vicente Tamayo veci-
32r no/ de Hato Viejo, a quien se halla entregado por la
parte de herencia que le toca de los bienes del difunto
Maestro Don Francisco Díaz, cura que fue de San Jeró-
nimo, a quien fue entregado hará veinticuatro días poco
más o menos: que su estado es el de casado, su calidad
mulato, su edad de cuarenta y seis años poco más o
menos y su oficio el de trabajador en el campo.y respon-
de.

Preguntado si es cierto, estaba el declarante com-


prendido en el delito del levantamiento intentado
por los esclavos para pedir la libertad por bien o por mal
y si al mismo tiempo es uno de los que estaban nombra-
dos para capitanes de la sublevación, dijo que viniendo
de Urrao y llegando a los salados de Noarque, encontró
32v con/ un esclavo de Juan Ignacio Ruiz llamado Prudente
y le dijo que iba a buscarlo con recado de un esclavo .del
Maestro Don Antonio de Lora, llamado Lino para que se
viniese a Antioquia el declarante, y aunque le preguntó
para qué lo llamaba, no le dio otra razón que el decirle
no lo sabía y que con efecto, habiéndose venido a esta
ciudad, junto a la puerta principal de la casa de Don
Bernardo Martínez encontró con el referido Lino y pre-
guntándole para qué lo había mandado a llamar, le res-
pondió que había parecido una Real Cédula que se la
había manifestado un escribano mulato de esta ciudad,
que no le expresó el nombre y que la Cédula decía que
33r los esclavos/ fuesen libres y que, dándole cada uno dos
tomines de oro a dicho escribano, se la entregaría ; la
cual dicho Lino dijo que se la había leído el referido
escribano y que si llegase el caso de que en el cabildo
supiesen que él la tenía y la había sacado, se había de
meter entre los esclavos para que lo defendieran; para
cuyo efecto el referido Lino preguntó al que declara si
daba sus dos tomines, a que le respondió que no sola-

460
mente daría los dos tomines sino también diez pesos si
fuera cierto, con lo cual, sin tratar más del asunto, se
marchó el declarante para San Jerónimo y que no sabe si
estaba o no nombrado para capitán de los esclavos levan-
tados y responde.

Preguntado si para dicho levantamiento ha sido in-


33v ducido y convocado por otros, diga quiénes/ fueron
y desde que tiempo, dijo que sólo el referido esclavo Li-
no fue el que lo convidó para que diera los dos tomines
en los términos que deja declarado y responde.

Preguntado si después del lance que refiere ha soli-


citado a otros esclavos para que concurriesen a pe-
dir dicha Cédula, exprese con claridad a quiénes ha con-
vocado para ello y los amos a quienes servían, dijo que
es cierto que Pelayo, esclavo del referido Maestro Don
Antonio de Lora le mandó convocar los esclavos del sitio
de San Jerónimo y minerales de San Jacinto y que tam-
bién ya él tenía convocados los de Medellín, Petacas,
Rionegro, Marinilla, Guarne, el Páramo y el Valle de San
34r Andrés/ pero que en San Jerónimo no convidó a ningu-
no de sus compañeros y que en San Jacinto, hablando
con el esclavo Capitán de la cuadrilla del Doctor Don
Sancho Londoño, llamado Faustino, preguntándole éste
qué novedad había en Antioquia, le respondió el que
declara que dicho mulato escribano les había manifesta-
do a los negros una Cédula para que fueran libres dando
cada uno dos tomines, a que le respondió dicho negro
capitán que la Cédula ya había mucho tiempo que se
decía que estaba y que no hablaron más sobre el asunto
y que en la parroquia de San Pedro de Osos encontró a
un negro y preguntándole si era esclavo, por no conocer-
lo, diciéndole que sí, también le dijo que había parecido
34v dichaCédula y que dando/ dos tomines le entregaba dicho
escribano, a que respondió que en todo tiempo los da-
ría, con lo cual siguió cada uno su camino y que no
convidó ni habló sobre el asunto y Cédula con otro algu-
no esclavo y responde.

PrCguntado cómo niega el haber convocado a todos


los negros esclavos de los minerales de Osos, San
Jerónimo y otros parajes de la Villa de Medellín a donde
estuvo, según consta de los autos y tiene declarado el
esclavo Pelayo, que habiéndole preguntado cuando vino

461
de hacer la convocatoria para el levantamiento, si los
había convidado a todos y le respondió expresamente
que a todos los había convidado para dicho fin, dijo es
35r cierto, le dijo que en los referidos partidos los había/
convocado a dichos esclavos y que éstos pasaban de cin-
co mil, lo cual aunque se lo dijo así, por satisfacer el
encargo que le había hecho, no lo había ejecutado y
responde.

6. Preguntado qué día tenían determinado juntarse
para pedir la referida Cédula, dijo que el referido
Pelayo le había dicho que el día de año nuevo se habían
de juntar a pedir la referida Cédula y que para que todos
los que tenía convidados el declarante estuviesen pron-
tos aquél día, él despacharía peón a llamarlos y después
le dijo que no sabía si sería aquel día, porque tenía que
ir con su amo a matar un tigre a la hacienda de campo,
pero que él dispondría en tiempo el día que había de ser
y responde.

35v 7. Preguntado si el declarante había ofrecido/ concu-


rrir por su persona al levantamiento el día que se-
ñalase dicho Pelayo, dijo que por su parte sólo había
ofrecido concurrir a dar los dos tomines pero no al le-
vantamiento y responde.

8. Preguntado que siendo así, según dice, de no haber


convocado los esclavos, ni haberse ofrecido a con-
currir al levantamiento, por qué se resistió a la prisión
echando mano de un sable que traía cuando lo fueron a
prender, porque semejante acción no la hace el que no
tiene delito, dijo que no se había resistido, que el haber
echado mano al sable fue para arrojarlo en el suelo y
entregarse desarmado a la prisión, para cuyo efecto, en
36r prueba de la verdad de lo que declara, cita/ por testigos
a los que estaban presentes y responde.

Y aunque se le hicieron las demás preguntas que constan


en la declaración de dicho esclavo Pelayo y otras que se
tuvieron por conveniente, dijo que no sabe otra cosa que
lo que tiene declarado y que todo ello es la verdad bajo
el juramento que tiene hecho, y siéndole leída ésta su
declaración, se afirma y ratifica en ella, no lo firma por-
que dijo no saber, lo firma a su ruego Don Nicolás de

462
Lara, junto con Su Señoría por ante mí el escribano, de
que doy fe.

Don Cayetano Buelta Lorenzana.


Por el declarante, Nicolás de Lara.
Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

Declaración de En 22 de dicho mes y año, compareció ante Su Señoría,


Lorenzo, esclavo
del Padre Lastra.
Lorenzo, mulato esclavo del Maestro Don José Salvador/
de Lastra, presbítero domiciliario de esta ciudad a quien
Su Señoría, por ante mi el escribano le recibió juramen-
to que lo hizo por Dios Nuestro Señor y una señal de
cruz conforme a derecho sobre que se le explicó su gra-
vedad y enterado de ella, prometió decir verdad, en lo
que supiere y le fuere preguntado y siéndolo en primer
lugar acerca de la cita que en declaración a la tercera
pregunta hizo Pelayo, esclavo del Maestro Don Antonio
de Lora, a la vuelta de la hoja diez y seis, gue por mí el
escribano le ha sido leída, y enterado de esta dijo que
con quien habló el expresado Pelayo en primer lugar, en
la ocasión que refiere, fue con Domingo, esclavo tam-
37r bién del referido Maestro Don Salvador de Lastra/ acer-
ca de pedir la Cédula para la libertad de los esclavos y
viniéndose a donde estaba el declarante hablaron del
mismo asunto y diciéndole dicho Domingo que él no se
metía en pedirla porque no había pasado trabajos ni los
quería pasar y dijo que el declarante entraría en su bulla
de ellos a que respondió que sólo que estuviera condena-
do o dado a los diablos entraría, que de otro modo no'y
que dicho Domingo dijo que la Cédula, según había di-
cho el declarante estaba en el cabildo a que le respondió
que él no lo había dicho, que lo que dijo ,fue haberlo
oído a Javier Esteban, esclavo del Padre Don Luis de la
37v Serna quien le había dicho que/ Don Esteban Gracet
decía estar en el cabildo la referida Cédula y que no pasó
otra cosa que lo que tiene declarado y responde.

2. Preguntado si sabe, por haberlo oído o por otro


cualesquier motivo, quiénes de los esclavos de esta
ciudad estaban convocados para entrar en el levanta-
miento que tenían intentado, dijo no sabe cosa alguna
acerca del contenido de la pregunta porque después del
lance que deja referido, no habló sobre el asunto con
ningunos esclavos ni 'otras personas y por lo mismo no

463
puede dar razón alguna acerca de lo que es preguntado y
responde.

Preguntado, mediante a qué conociendo que el pe-


38r dir la édula/ en los términos que le propuso dicho
'Pelayo, le pareció tan malo, como se infiere de la res-
puesta que le dio, porqué no avisó a la justicia o a su
amo para que pusieren en tiempo el debido remedio,
dijo que el no haberlo dicho a su amo ha sido por no
haber venido a esta ciudad hasta ahora, cosa de ocho
días, pero que luego que llegó se lo avisó y que unos
ocho días antes de venir para esta dicha ciudad, lo avisó
a Don Miguel de Aguirre, Alcalde juez pedáneo del parti-
do de Sopetrán, por motivo de haber pasado dicho alcal-
de por la hacienda del amo del declarante, diciéndole:
mi amo, mucha bulla anda sobre esta libertad de los
38v negros, a que le respondió dicho alcalde/ que eran bullas
y enredos y que no le dijo otra cosa y responde,

Preguntado de dónde supo que había tanta bulla


sobre la libertad de los negros cuando dice que no
trató sobre el asunto ni habló con .otro alguno que con
los referidos Pelayo y Domingo en aquella sola ocasión,
dijo que a ninguno le ha oído más que al mulato Pelayo
en dicha ocasión y responde. Y que lo que tiene dicho y
declarado es la verdad en fuerza del juramento que tiene
hecho y siéndole leída ésta su declaración en ella se
afirmó y ratificó y dijo ser de edad de cuarenta años más
o menos y no lo firma, por decir no saber, a su ruego lo
39r hace/ Don Nicolás de Lara con Su Señoría, por ante mí
de que doy fe.

Don Cayetano Suelta Lorenzana.


A ruego del declarante, Nicolás de Lara.
Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

Declaración de En 24 de Diciembre de este dicho año, en prosecución


Lino, esclavo del de esta sumaria y para efecto de evacuar la cita que José,
Padre Lora,
esclavo del difunto Padre Díaz a Lino, esclavo del Maes-
tro Don Antonio de Lora, lo hizo Su Señoría comparecer
en este juzgado y por ante mí le recibió juramento que
lo hizo según derecho, por Dios Nuestro Señor y una
señal de cruz, bajo el cual y advertido de su gravedad
39v prometió decir la verdad en lo que/ supiere y le fuere
preguntado.

464
Y siéndolo al tenor de la cita que en su declaración
a la segunda pregunta hace el referido José Ortiz
que por mí el escribano le ha sido leída y habiéndose
inteligenciado de su contenido, dijo que en cuanto a que
hubiese, el que declara, mandado al esclavo Prudente a
los salados de Noarque a llamar al referido José, no ha
sido así como éste dice porque sabiendo dicho Prudente
que el declarante anteriormente había solicitado noticia
del referido José, se lo insinuó o dijo de que lo buscaba
con cuyo motivo, por otro que ignora el declarante, es
40r cierto que el referido José Ortiz se vino/ de esta ciudad,
inmediatamente luego que llegó a ella mandó avisar al
que declara por un hermanito suyo llamado Vicente pa-
ra que viniese a hablar con él, y con efecto, vino y lo
encontró junto a la puerta principal de la casa de Don
Bernardo Martínez, a donde después de saludarse, le dijo
el declarante que ya había algunos días aunque pocos
que deseaba verlo porque Pelayo, su compañero y pa-
drastro le había encargado lo buscara a fin de decirle de
su parte si quería pasar a los minerales de Petacas y San
Jacinto y otros a convocar a los esclavos porque había
quien diera la Cédula de Su Majestad que mandaba que
40v los esclavos fueran libres pagando/ tributo como los in-
dios, a que le respondió el dicho José, que los iría a
convocar a todos y que sabe el declarante que con efec-
to pasó a convocarlos porque así lo dijo dicho José,
luego que volvió del viaje, al referido Pelayo, en presen-
cia del que declara, que los había convocado a todos
pero que no expresó el número a presencia del que de-
clara y que en cuanto a lo que en la referida cita declara
dicho José, de que el declarante le dijo que la dicha
Cédula se la había manifestado un escribano mulato es
supuesto y falso, porque no le dijo semejante cosa, por-
que lo que le dijo fue que la Cédula ahí estaba y ésto
41r porque se lo había/ dicho el referido Pelayo y que para
que la diera el dicho escribano, había de dar cada escla-
vo dos tomines a que respondió dicho José que sí los
daría pero que no hace memoria si dijo los diez pesos
que expresa en su declaración. Y que lo que lleva dicho
es lo que pasó en el asunto y responde.

Preguntado si sabe que el referido Pelayo y el ex-


presado José y demás esclavos convocados intenta-
ban proclamar la libertad por bien o por mal, en fuerza
de la supuesta Cédula, dijo que no sabe en los términos

465
que intentaban conseguir la libertad, porque sobre el
• asunto ha oído sólo a dicho Pelayo que habían de pre-
41 v sentar un escrito al cabildo pero que ignora lo/ demás
que teñían proyectado y responde.

3. Preguntado si el declarante tenía determinado unir-


se con los demás para pedir klicha Cédula, dijo que
en cuanto a pedirla y pagar la parte que le tocase, estaba
resuelto a hacerlo y a seguirlos en todo lo que hicieran
aunque, como tiene dicho, lo ignoraba y responde. Que
lo que tiene dicho y declarado es la verdad en fuerza del
juramento que tiene hecho en que se afirmó y ratificó y
siéndole leída ésta su declaración dijo ser de edad de
veinticinco años; no lo firma por decir no saber, a su
mego lo hace Don Nicolás de Lara junto con Su Señoría
42r por ante mí de que doy fe/.

Don CayetAno Buelta Lorenzana


A ruego del declarante, Nicolás de Lara.
Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

Declaración de En el mismo día, mes y año, en prosecución de esta


Javier Esteban
esclavo del Padre
sumaria y para efecto de evacuar la cita que Lorenzo,
Luis. esclavo del Maestro Don Salvador de Lastra le hace a
Javier Esteban, esclavo del Maestro Don Luis de la Ser-
na, lo hizo comparecer Su Señoría en este juzgado de
gobierno y por ante mí le recibió juramento que lo hizo
según derecho, por Dios Nuestro Señor y una señal de
cruz, bajo el cual e impuesto de su gravedad, prometió
decir la verdad en lo que la supiere y le fuere pregunta-
do.

42v 1. Y siéndolo según la cita que el referido Lorenzo le


hace en su declaración en la primera pregunta de
ella, que por mí el escribano le ha sido leída e impuesto
de su contenido, dijo que con el referido Lorenzo no
habló palabra sobre el asunto, que con quien habló fue -
con otro esclavo del dicho Maestro Don Salvador de
Lastra, llamado José a quien le dijo que había oído a
Don Esteban Gracet, que si los negros hablaran, tenían
algún favor en el cabildo para conseguir la libertad, pero
que no le dijo si había o noCédula para conseguirla,
43r corno dice dicho Lorenzo en su declara/ción y responde.

466
Preguntado con qué motivo le dijo dicho Don Este-
ban Gracet lo que acaba de declarar acerca de la
libertad de los esclavos y cuánto tiempo y quiénes esta-
ban presentes, dijo que el motivo fue estar hablando del
levantamiento de los socorreños y en la conversación
dijo el expresado Don Esteban Gracet que si los'esclavos
hablaran para pedir la libertad, hallarían algún favor en
el cabildo para conseguirla y que ésto pasó habrá cosa de
tres meses poco más o menos en la misma habitación de
dicho Gracet quien lo refirió así a presencia de Luis
María Laynes y el que declara y responde.

Preguntado si la noticia de lo que refirió Gracet


43v acerca de la libertad/ de los esclavos la comunicó a
otros y si al mismo tiempo, el declarante intentó unirse
con los demás para proclamar la libertad por bien o por
mal, según consta justificado en estos autos, dijo que
sólo comunicó *dicha noticia al expresado José, esclavo
del dicho Padre Don Salvador de Lastra quien le dijo
que él pasaría a tratar con dicho Don Esteban sobre el
asunto y que no habló con otros esclavos en la materia y
que nunca pensó unirse con los esclavos para proclamar
la libertad en los términos que refiere la pregunta y que
44r lo que lleva dicho y declarado es la verdad/ en fuerza del
juramento que hecho tiene, en que se afirmó y ratificó,
siéndole leída ésta su declaración. Dijo ser de edad de
cuarenta años, poco más o menos, no lo firma por no
saber, lo hace a su mego Don Nicolás de Lara junto con
Su Señoría, por ante mí de que doy fe. -

Don Cayetano 1:lucha Lorenzana.


A mego del declarante, Nicolás de Lara.
Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

Declaración de En el mismo día, mes y año, en prosecución de esta


Domingo inda- sumaria y para efecto de evacuar la cita que Pelayo,
vo del Padre Las-
tea esclavo del Maestro Don Antonio de Lora, le hace a
Domingo, esclavo del Maestro Don Salvador de Lastra,
44v Su Señoría lo hizo comparecer/ en este juzgado y por
ante mí le recibió juramento, que lo hizo según derecho
por Dios Nuestro Señor y una serial de cruz, bajo el cual,
y advertido de la gravedad de él, prometió decir verdad
en lo que supiere y le fuere preguntado.

467
Y siéndolo al tenor de la cita que de la tercera
pregunta consta de la declaración del dicho Pelayo,
que por mí el escribano le ha sido leída, enterado de su
contenido, dijo que en cuanto a lo que el referido Pela-
yo expresa de haber pasado de la ranchería de la cañada
de Canguerejo del amo del que declara, y haber propues-
45r to el que se viniesen con él/ para pedir una Cédula que
dijo estaba en el cabildo en la que concedía libertad a
los esclavos pagando tributo como los indios ha sido
cierto y, según refiere dicho Pelayo, pero que también lo
es, que Lorenzo, esclavo del referido Maestro le respon-
45v dió quella Cédula ahí/ estaba en cabildo, que así lo había
oído a Javier Esteban, esclavo del Maestro Don Luis de
la Serna, que lo decía Don 'Esteban Gracet y que con
cuatro negros de resolución se podía pedir fficha Cédula
al cabildo a que respondió dicho Pelayo que bueno esta-
46r ba y que ya tenía apunta) dos doscientos y cincuenta
esclavos para dicho fin y responde.

Preguntado al tenor de la cita que consta en la


declaración de dicho Pelayo a la sexta pregunta que
trata del día que tenían determinado para pedir la Cédu-
la referida, proclamar la libertad y más particulares que
de ella constan del paraje señalado para juntarse en tra-
tar (sic) en la ciudad y los intentos proyectados entre los
que allí se refiere, que también le ha sido leída y, entera-
do de su contenido, dijo que con el declarante y el dicho
46v Lorenzo/ su compañero no trató dicho Pelayo, ni acor-
dó con ellos cosa alguna de lo que declara en dicha
pregunta porque cuando se lo propuso, dijeron no entra-
ban en el semejante levantamiento pues antes le dijo el
que declara que él tenía buen amo y que para qué se
metía en aquel empeño a pasar un bochorno a que le
respondió que mañana se podía morir su amo y venderlo
los albaceas a otro y a los esclavos que no se vinieran
con ellos, para pedir la libertad, luego que la consiguie-
ran, los habían de desnudar y pelarlos a cueros, como a
47r un cabrito, con lo que se concluyó la conversación/ de
dicho Pelayo y se marchó para San Jerónimo, pero que
no sabe a qué fin y que en el asunto no pasó otra cosa
que lo que deja declarado y responde.

Preguntado si ha sabido o tenido noticia quiénes


eran los esclavos que el referido Pelayo tenía alista-
dos para el -dicho levantamiento y si el declarante era

468
uno de ellos como dicho Pelayo tiene declarado, dijo
que no sabe cuáles eran los esclavos que entraban en el
levantamiento y a los que para él tenía convocados por-
que no se lo expresó el referido Pelayo y que el decla-
47v rante como/ya tiene dicho, no se ha querido dejar dedu-
cir (sic) a entrar en él y responde.

Preguntado si en la misma conformidad ha sabido


cuáles eran los intentos de dicho Pelayo y los de-
más sediciosos que tenía convocados para pedir la liber-
tad, en el caso de no conseguirla, si era armados y el.día
que tenían determinado entrar en la ciudad, exprese con
claridad lo que en el asunto supiere, dijo no sabe cosa
alguna acerca del contenido de la pregunta y responde.

Preguntado mediante a que dice no quiso entrar en


el levantamiento de los esclavos, por luego que tu-
48r yo noticia de/ que lo intentaban, no dio aviso a la justi-
cia y a su amo, para que en tiempo pusieren el remedio
conveniente, dijo que aunque, cuando dicho Pelayo lo
fue a buscar la primera vez para proponerle que entrase
en el levantamiento, fue por San Simón y Judas y, con
motivo de no haberlo encontrado, volvió dos o tres días
antes de Nuestra Señora de la Concepción que fue cuan-
do hablaron en el asunto, no pudo hasta entonces por-
que no lo sabía, avisarlo, pero luego que lo supo, lo
48v avisó a su amo,/ por José de Sepúlveda, vecino de esta
ciudad y Salvador Becerra. Y que lo que lleva dicho y
declarado es la verdad en fuerza del juramento hecho en
que se afirmó y ratificó, siéndole leída ésta su declara-
ción. Dijo ser de edad de más de treinta años, no lo
firma por decir no sabe, a su ruego lo hace Don Nicolás
de Lara con Su Señoría, por ante mí de que doy fe.

Don Cayetano Buelta Lorenzana.


Por el declarante, Nicolás de Lara.
49. Simón Robledo, Escribano Público y dé Cabildo./

En 29 de Diciembre de 81, en prosecución de esta suma-


ria, y para efectos de evacuar la cita que hace Domingo,
esclavo de Don Salvador de Lastra, compareció en este
juzgado de gobierno José Sepúlveda a quien Su Señoría,
por ante mí, le recibió su juramento, que lo hizo según
derecho por Dios Nuestro Señor y una señal de cruz,

469
bajo el cual prometió decir verdad en lo que supiere y le
fuere preguntado.

Y siéndolo según la referida cita, que por mí el escriba-


49v no le ha sido leída, en/terado de ella, dijo que es cierto
lo que en ella declara el esclavo Domingo de haber man-
dado al declarante dar noticia a su amo de que los escla-
vos intentaban leVantarse contra sus amos y que lo ha-
' bían convidado para ello y porque no quería entrar en el
dicho levantamiento. Oyó decir el que declara a Salva-
dor Becerra que otro esclavo del referido Maestro, le
había dicho que los tenían amenazados con azotes los
demás esclavos de esta ciudad que entraban en el levan-
tamiento y que lo que lleva dicho y declarado es la
50r verdad, en fuerza/ del juramento que hecho tiene en que
se afirmó y ratificó siéndole leída ésta su declaración.
Dijo ser de edad de cuarenta y siete años y lo firma con
Su Señoría, por ante mí, de que doy fe.

Don Cayetano Buelta Lorenzana.


José de Sepúlveda
Simón Robledo, Escribano Público.

En el mismo día, mes y año, para efecto de evacuar la


cita que en su declaración hace Domingo, esclavo del
Maestro Don Salvador de Lastra, compareció en este
juzgado de gobierno, Salvador Becerra, a quien Su Seño-
ría, por ante mí, le recibió juramento que hizo según
derecho por Dios Nuestro Señor y una señal de cruz,
5ov bajo el cual/ prometió decir verdad en lo que supiere y
le fuere preguntado y, siéndolo según la referida cita,
que por mí el escribano le ha sido leída, enterado de
ella, dijo ser cierto lo que en su declaración expresa el
esclavo Domingo, del Maestro Don Salvador de Lastra,
en haber avisado a su amo el levantamiento de los escla-
vos por medio de él y José de Sepúlveda a quienes ex-
presaron que aunque los habían convocado, de ningún
modo entraban en dicho levantamiento y añade que Ve-
nanció, esclavo del mismo Maestro, le dijo que porque
51r no querían entrar en la sublevación los habían/ amena-
zado, José, esclavo de la herencia del Padre Díaz y que
también los fue a solicitar diciéndoles que, después que
salieran bien de su empresa, a todos los esclavos que no
entraban en dicho levantamiento les habían de dar azo-

470
te; a que le respondió dicho Venancio que negro por
negro a Roma por todo. Y que lo que lleva dicho y
declarado es la verdad en cargo del juramento que hecho
es, en que se afirmó y ratificó siéndole leída ésta su
declaración. Dijo ser de edad de cincuenta y cinco años,
no lo firma por decir (sic) no saber, a su ruego lo
hace Don Nicolás de Lara con Su Señoría, por ante mí
51v de que doy fe/.

Don Cayetano Buelta Lorenzana.


Por el declarante, Nicolás de Lara.
Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

Otra En el mismo día, mes y año, p-ara efecto de evacuar la


cita que en su declaración hace Javier 'Esteban, esclavo
del Maestro Don Luis de la Sema, a Luis María Laínez,
compareció éste en este juzgado de gobierno, a quien Su
Señoría, por ante mí el escribano, le recibió juramento,
que hizo según derécho, por Dios Nuestro Señor y una
señal de cruz, bajo el cual prometió decir verdad en lo
-que supiere y le fuere preguntado y, siéndolo según la
referida cita que le ha sido leída, enterado de ella, dijo
52r que no ha oído/ a Don Esteban Gracet proferir las pala-
bras que en su declaración dice. el esclavo Javier Esteban,
del Maestro Don Luis de la Sana, pues aunque a presen-
cia de dicho esclavo, se ofreció hablar del levantamiento
de los socorreños, no profirió Don Esteban Gracet, a
presencia del que declara dichas palabras, pues no las
oyó ni entendió el declarante; y que lo que tiene dicho y
declarado es la verdad en fuerza del juramento hecho en
que se afirmó y ratificó, siéndole leída ésta su declara-
ción. Dijo ser de treinta y siete años de edad y lo firmó
con Su Señoría, por ante mí de que doy fe.

52v Don Cayetano Suelta Lorenzana./


Luis María Fernández.
Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

Otra. En 31 de Diciembre de dicho año, en prosecución de


esta sumaria, compareció en este juzgado de gobierno,
Paulino, esclavo de Pablo de Zarrazola y con licencia de
éste, Su Señoría, por ante mí, le recibió su juramento
que hizo según derecho por Dios Nuestro Señor y una

471
señal de cruz, bajo el cual e impuesto dé su gravedad,
prometió decir verdad en lo que supiere y le fuere pre-
guntado.

Y siéndolo según la cita que hace el esclavo Pelayo en su


declaración a la cuarta pregunta, impuesto de ella, dijo
que es cierto que en la esquina de la casa de campo que
53r tiene en la estancia/ del Espinal el Maestro Don Salvador
de Lastra encoñtrando con dicho Pelayo que venía con
una yegua y le dijo que tenía deseos de encontrarlo para
convidarlo para una junta que tenían que hacer, para lo
cual también quería convidar a los demás compañeros
del declarante para cuyo fin le preguntó qué día los
podía encontrar juntos, a que le respondió que no sien-
do día de fiesta, en cualquiera día los hallaría trabajan-
do en las tierras de su amo, a que respondió dicho Pela-
yo, que él iba a matar un tigre a la hacienda de Don
Francisco de Lara, hermano de su amo y que el tiempo
estaba muy corto pero que a su vuelta de dicha hacienda
los convidaría para la referida junta y que lo referido ha
53v sido lo que ha pasado entre el declarante y el referido/
Pelayo, sin que éste le dijese para qué fin les hacía la
dicha junta y por lo mismo, el declarante creyendo fuese
para algún convite de trabajo en alguna hacienda, le dijo
que asistiría y que sobre el asunto no sabe ni puede
decir otra cosa y, aunque se le hicieron otras preguntas
conducentes a la justificación del levantamiento, respon-
dió no saber ni entender sobre los particulares que ha
sido preguntado cosa alguna y que lo que lleva dicho y
declarado es la verdad y lo que sabe, en fuerza del jura-
mento que tiene hecho en que se afirmó y ratificó, sién-
dole leída ésta su declaración. Dijo ser de treinta años de
edad, poco más o menos, no lo firma por decir no saber,
fírmalo a su niego Don Nicolás de Lara junto con Su
54r Señoría, por ante mí de que doy fe/.

Don Cayetano Buelta Lorenzana.


Por el declarante, Nicolás de Lara.
Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

Otra. En el mismo día, mes y año, en prosecución de esta


sumaria y para efecto de evacuar la cita que en su decla-
ración hace Salvador Becerra a Venancio, esclavo del
Maestro Don Salvador de la Lastra, Su Señoría lo hizo

472
comparecer en este juzgado de gobierno y con licencia
del dicho su amo, por ante mí, le recibió juramento que
lo hizo según derecho, por Dios Nuestro Señor y una
señal de cruz, bajo el cual e impuesto de su gravedad,
prometió decir verdad en lo que supiere y le fuere pre-
guntado.

Y siéndolo, según la referida cita que por mí, el escriba-


no, le ha sido leída, enterado de ella, dijo que la amena-
54v za/ de azote que en su declaración expresa Salvador Be-
cerra, fue cierto, pero el que amenazó con el azote no
fue José, esclavo del Padre Díaz, como dice Becerra, pár
haber sido Pelayo, esclavo del Padre Lora, el que dijo que
saliendo bien de la empresa del levantamiento de los es-
clavos, a los que no quisieran entrar los habían de castigar
con azotes y, aunque se le hicieron otras preguntas sobre
el asunto, dijo no saber otrá cosa que lo que deja declara-
do y que es la verdad en fuerza del juramento que hecho
tiene en que se afirmó y ratificó, siéndole leída ésta su
declaración. Dijo ser de edad de veinticinco años poco
55r más o menos. No lo firma/ por decir no saber, a su ruego
lo hace Don Nicolás de Lara, con Su Señoría, por ante
mí de que doy fe.

Don Cayetano Buelta Lorenzana.


Por el declarante, Nicolás de Lara.
Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

Declaración de En el mismo , para el mismo efecto, compareció ante Su


Jacinto, esclavo Señoría, Jacinto Montoya, capitán de la cuadrilla de es-
de Don José Ig-
nacio Montoya. clavos del señor Alcalde Provincial Don José Ignacio
Montoya, a quien Su Señoría, por ante mí, le recibió
juramento, que lo hizo según derecho por Dios Nuestro
Señor y una señal de cruz, bajo el cual e impuesto de su
gravedad prometió decir verdad en lo que supiere y le
fuere preguntado.

Y siéndolo al tenor del contexto de la carta del Doctor


Don Sancho Londoño que le ha sido leída, de que im-
55v puesto de su contenido, dijo que es cierto/ que estando
en esta ciudad le dijo Bonifacio, mulato esclavo de Ra-
fael Muriel que los esclavos se querían levantar para pro-
clamar la libertad, preguntando al declarante si lo ha-
bían convocado para el levantamiento, que se hacía car-

473
go que lo irían a convidar para dicho fin y, con este
motivo, habiéndolo pasado a los minerales de Petacas el
que declara, dijo en conversación que los referidos escla-
vos se querían levantar para proclamar la libertad y que
aunque estaban presentes varios esclavos de aquellos mi-
nerales, no hace memoria quiénes eran los que pudieron
haberlo oído, de donde pudo pasar la noticia a los mine-
rales de San Jacinto porque el declarante no llegó a
56r ellos/ y responde.

Preguntado que mediante a no saber quiénes le oyeron


la noticia de que los esclavos se querían levantar diga
cuyos eran los que en dichos minerales de Petacas, en
dónde lo dijo, conversaron con él y con qué motivo
habló de dicho levantamiento? , dijo que con los que allí
habló fue con los de las cuadrillas del Doctor Don Juan
Salvador de Villa y Castañeda, cura y vicario superinten-
dente en la villa de Medellín y de su hermano, Don
Gregorio de Villa, quienes por haber conversado con
ellos, lo han sabido, pero no hace memoria de decirlo
determinadamente a uno o a otro y sólo sí la hace de
56v haberlo dicho en conversación a los que/ estaban presen-
tes y que no tuvo motivo particular sino el de darles la
noticia que había oído, diciendo: "compañeros, parece
que los esclavos de Antioquia se quieren levantar" a que
respondieron que hacían mal y responde.

Preguntado por qué, luego que tuvo la noticia de que


intentaban levantarse los esclavos de esta ciudad, no dio
aviso a' la justicia o a su amo, para que en tiempo pusie-
ran el debido remedio, dijo que como él no pensaba en
entrar en el levantamiento, no le pareció preciso avisarlo
y sólo para que se supiése lo dijo a los esclavos de los
minerales de Petacas y que sin embargo .de habérsele
hecho otras preguntas al caso tocantes, no sabe otra
57r cosa/ que lo que deja declarado y que es la verdad en
fuerza del juramento que tiene hecho y, siéndole leída
ésta su declaración, en ella se afirmó y ratificó, y dijo
ser de edad de cuarenta años más o menos y no firma
por decir no saber, lo firma a su ruego Don Nicolás de
Lara, con Su Señoría, por ante mí de que doy fe.

Don Cayetano Buelta Lorenzana.


Por el declarante, Nicolás de Lara.
Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

474
Declaración de En el mismo día, mes y año, para el mismo efecto que
Bautista, esclavo
los antecedentes, compareció ante Su Señoría, Bautista,
de Don Francis-
co de Lora, esclavo de Don Francisco de Lora, vecino de esta ciu-
dad, a quien explicada la gravedad y religión del jura-
mento, Su Señoría se lo recibió, por ante mí el escriba-
57v no, que lo hizo/ por Dios Nuestro Señor y una señal de
cruz conforme a derecho, bajo el cual prometió decir
verdad en lo que la supiese y le fuere preguntado.

1. Y siéndolo al tenor de la cita que en su declaración,


al reverso del folio 9 de los autos hace Juan María,
esclavo de Don José Bernardo Campillo, que por mí el
escribano le ha sido leída, enterado de su contenido,
dijo que lo declarado en dicha cita por el referido Juan
María, no pasó según en ella refiere, que lo que le pre-
guntó el declarante, estando en una ventana de la casa
de su amo, ha sido el si era verdad que los esclavos se
querían levantar, cuya pregunta le hizo porque la noche
58r anterior de aquél día vio el declarante/ pasar dos hom-
bres que le pareció ser esclavos; le oyó al uno de ellos
decir al otro hombre: "cuándo será ese levantamiento?
pero que no oyó la respuesta del otro y que el dicho
Juan María le respondió que él también lo había oído y
que no pasó otra cosa. Y aunque se le hicieron otras
preguntas al caso tocantes, dijo que no sabía sobre los
particulares de ellas cosa alguna más que lo que tiene
declarado y que todo es la verdad bajo el juramento que
tiene hecho, en que se afirmó y ratificó, siéndole leída
su declaración. Dijo ser de edad de cuarenta y cinco
años poco más o menos y no firma por no saber, a su
ruego lo hace Don Nicolás de Laxa con Su Señoría, por
58v ante mí de que doy fe/.

Don Cayetano Suelta Lorenzana.


Por el declarante, Nicolás de Lara.
Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

Declaración de En 3 de Enero de 1782, pasó Su Señoría a


José, esclavo del la casa de habitación del Maestro Don Salvador
Padre Lastra,
de la Lastra a donde se hallan arrestados José y
Martín sus esclavos y habiendo comparecido el José,
estando libre de prisiones, Su Señoría dicho señor Go-
bernador y Comandante General, por ante mí el escriba-
no, le recibió juramento que lo hizo por Dios Nuestro

475
Señor y una señal de Cruz conforme a derecho explicada
su gravedad, enterado de ella, ofreció decir la verdad en
lo que la supiere y le fuere preguntado.

59t Y siéndolo al tenor de las citas que en sus declaraciones/


hacen Manuel Marín, esclavo del Padre Lora al folio
tercero; Pelayo, esclavo del mismo Padre Lora, al folio
17 y Javier. Esteban, esclavo del Padre Don Luis de la
Serna, al folio 28 de estos autos, que por mí el escribano
le han sido leídas, enterado de ellas, a la del folio tercero
de dicho Manuel Marín, dijo que es cierto que con moti-
vo de que Pelayo, esclavo del Maestro Don A ntonio de
Lora le fue a solicitar para que entrara en el levanta-
miento para pedir una Cédula que decía había en el
Cabildo de esta ciudad, por la cual eran libres, le propu-
so que a más de entrar en el levantamiento, había de ser
59v uno de los capitanes, pero que el declarante/ no había
querido entrar ni en el levantamiento ni tampoco en ser
uno de los capitanes de él; sin embargo de que dicho
Pelayo aseguraba que la Cédula era cierta, que así lo
había oído a sus amos, Don Juan José y Don Francisco
de Lora, estando escondido debajo de un escaño y ha-
blando los dos del levantamiento de los de la Miranda,
Tablazo y Sacaojal. Y pasando a la segunda cita de Pela-
yo, esclavo del mismo Maestro Don Antonio de Lora, al
folio 17, dijo que en cuanto a la propuesta que hizo
dicho Pelayo para que el declarante y sus compañeros
entrasen en el levantamiento, es cierto que pasó en los
términos que refiere en su declaración, pero que como
60r ya/ tiene dicho, no quiso entrar en semejante atentado y
que en cuanto a que sabía el declarante ser cierto que la
Cédula estaba en el cabildo para la libertad de los escla-
vos, aunque no lo dijo a dicho Pelayo, como él declara,
lo sabía porque antes se lo había dicho Javier Esteban,
esclavo del Padre Don Luis de la Serna, con motivo de
preguntarle si era cierto que su amo habla vendido ya a
un hijo de dicho Javier y diciéndole que sí, le dijo tam-
bién que Don Esteban Gracet le había dicho que había
en el cabildo la Cédula de Su Majestad, para que los
esclavos fueran libres y que si hubiera cuatro de dichos
soy esclavos que compraran cuatro/ pliegos de papel y la
pidieran, la consiguieran presentándose en cabildo, lo
que le dijo a presencia de Lorenzo, su compañero, escla-
vo del mismo Maestro Don Salvador de la Lastra y el
declarante le dijo que eso era menester verlo para creer-

476
lo, con lo que se concluyó la conversación. Y pasando a
la tercera cita de dicho Javier Esteban al folio 28 de estos
autos, dijo que el lance pasó conforme deja declarado en
cuyos términos se lo dijo dicho Javier Esteban y'no en
los términos que dicho Javier Esteban dice.

Preguntado qué otros esclavos o personas viles se halla-


61r han presentes cuando dicho Pelayo y/ el expresado Ja-
vier Esteban le hablaron acerca del levantamiento y Cé-
dula, dijo que estaban en cada una de dichas ocasiones
solos, a excepción de Lorenzo que se halló cuando fue el
lance de Javier Esteban y que sabe que dicho Pelayo
había hablado antes con Martín, compañero del decla-
rante, esclavo del mismo Padre Lastra, quien dijo a di-
cho Pelayo cuando le propuso que entrase en el levanta-
miento que hablase con el capitán de la cuadrilla de
dicho Maestro, que lo es el declarante y que no sabe si el
dicho Martín entraba en el levantamiento y responde.

Preguntado si sabe que algunos otros esclavos entraran


61v en el levantamiento/ referido y por qué, mediante tiene
dicho se excusó de ello, no dio aviso a la justicia o a su
amo, para que pusieran el remedio conveniente, dijo que
no ha tenido noticia de que otros esclavos entrasen en la
sublevación que intentaba dicho Pelayo y que, en cuan-
to a no haber dado noticia a la justicia ni a su amo, ha
sido por estar por medio los dos amos del referido Pela-
yo a quien dijo haberles oído que había la Cédula rece-
lándose de que lo harían quedar por embustero y que no
ha sido otro el motivo para callarlo y responde, que lo
que lo tiene dicho y declarado es la verdad bajo el jura-
62r mento hecho y siéndole/ leída ésta su declaración, en
ella se afirmó y ratificó. Dijo ser de edad de setenta
años, poco más o menos, no lo firma por decir no saber,
a su ruego lo hace Don Nicolás de Lara con Su Señoría,
por ante mí de que doy fe.

Don Cayetano Buelta Lorenzana.


Por el declarante, Nicolás de Lara.
Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

Declaración de En el mismo día, mes y año, en prosecución de esta


Martín, del Pa-
sumaria, Su Señoría hizo comparecer ante sí a Martín,
dre Lastra.
esclavo del Padre Don Salvador de la Lastra, a quien por

477
ante mí le recibió juramento que hizo según derecho por
Dios Nuestro Señor y una señal de cruz, bajo el cual e
62v impuesto de sú gravedad/ prometió decir la verdad en lo
que supiere y le fuere preguntado y siéndolo al tenor de
la cita que al folio quinto de los autos hace Narciso,
esclavo de Don Pedro Pastor, que por mí el escribano le
ha sido leída, enterado de ella, dijo que es cierto que el
declarante dijo a Crisóstomo esclavo de Don Luis Porto,
lo que dice la cita de que Pelayo, esclavo del Maestro
Don Antonio de Lora le había dicho que estando escon-
dido debajo de un escaño había oído a Don Juan José y
Don Francisco de Lora, hermanos de su amo, que si los
esclavos supieran de la Cédula que había para que los
63e esclavos fueran libres: qué cosas no/ habrían; y que en
cuanto a lo que dice la cita de Don Esteban Gracet, no
se habló cosa alguna y responde.

Y pasando a la que el folio 8 hace en su declaración


dicho Crisóstomo, parte que también le fue leída, ente-
rado de ella dijo que no habían convidado para el levan-
tamiento al Crisóstomo, como él declara, pues antes sa-
be que dicho Crisóstomo que así se lo contó al declaran-
te, que Pelayo, hermano del que declara, había encarga-
do a dicho Crisóstomo que se hallaba en el río de Cauca
arriba, en las minas de los titiribíes, que cuando bajase
63v para/ la pascua de navidad le trajese la escopeta y la
pólvora que tuviera, con motivo de avisarle que los escla-
vos se querían levantar para proclamar la libertad convi-
dándolo para dicho levantamiento, pero que 'no sabe si
la trajo o no y responde. Y pasando a la cita que en su
declaración al folio 17 hace dicho Pelayo, hermano del
declarante, que también le ha sido leída, enterado de
ella, dijo que es cierto que el referido Pelayo, su herma-
64r no, lo fue a solicitar para que/ entrata con él al levanta-
miento de los esclavos, asegurándole ser cieno la Cédula,
por haberlo oído que la habían a los expresados Don
Juan José y Don Francisco de Lora, hermanos de su
amo, estando escondido debajo de un escaño y que des-
pués dejaría reconvenciones que le hizo al declarante
para disuadirlo y de negarse a entrar con el dicho levan-
tamiento, volviendo a instarle dicho Pelayo, con que a
los que no entraran en él, pagarían multa, le respondió
el declarante que fuera a hablar con el capitán de la
my cuadrilla de su amo/ llamado José y que con efecto pasó
a hablarle y sabe que se excusó a la solicitud de dicho

478
Pelayo; también ratificándose en lo que tiene declarado
dice que no ha querido condescender a las demás propo-
siciones que para dicho levantamiento hizo dicho Pela-
yo, según consta de las últimas preguntas de su declara-
ción que le fueron leidas aunque no todas ellas llegaron
a noticia del que declara y por lo mismo las ha ignorado
65r hasta los presente y responde sí sabe que algunos otros/
esclavos entraron en el levantamiento referido y porque
mediante tiene dicho se excusó a ello, no dio aviso a la
real justicia o a su amo para que pusieran el remedio
conveniente, dijo que no ha tenido noticia que otros
esclavos entrasen en la sublevación que intentaba dicho
Pelayo y que en cuanto a no haber dado aviso a la
justicia ni a su amo, fue por no haberle dado crédito a la
propuesta referida y que no ha sido otro el motivo para
callarlo y que lo que lleva dicho y declarado es la verdad
65v en/fuerza del juramento hecho en que se afirmó y ratifi-
có, siéndole leída ésta su declaración. Dijo ser de edad
de veintidós años poco más o menos, no lo firma por no
saber, a su ruego lo hace Don Nicolás de Lara con Su
Señoría, por ante mí de que doy fe.

Don Cayetano Buelta Lorenzana.


Por el declarante, Nicolás de Lara
Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

En 4 de Enero de 1782 años en prosecución de estas


66r diligencias, pasó Su Señoría a este colegio/ en la pieza
destinada hizo comparecer en su presencia a Javier, es-
clavo de Juana Graciana, a quien Su Señoría, por ante
mí, le recibió juramento que hizo según derecho por
Dios Nuestro Señor, una señal de cruz, bajo el cual e
impuesto. de su gravedad, prometió decir verdad en lo
que supiere y le fuere preguntado y siéndolo según la
cita que al folio tres de estos autos le hace Manuel Ma-
rín, esclavo del Padre Don Antonio de Lora, enterado de
ella, dijo que nunca ha llegado a su noticia que los escla-
vos le hubiesen nombrado para uno de los capitanes del
levantamiento que dice la cita y responde.

66v Y pasando a la cita/ que a la vuelta del folio 6 y 7 le


hace Casimiro, esclavo de Don Pedro Pastor, que por mí
el escribano le ha sido leída, impuesto de ella, dijo que
no pasó cosa alguna entre los dos de cuanto dice en su

479
declaración dicho Casimiro, pues lo que entre los dos se
conversó sólo ha sido el haber dicho el referido Casimiro
al que declara que los esclavos de los señores Loras lo
habían convidado para el levantamiento que intentaban
hacer para proclamar la libertad y le preguntó al decla-
67r rante si entraba a dicho levanta/miento a que le res-
pondió no tenía necesidad de entrar en él y dicho
Casimiro dijo lo mismo y que se acabó entre los dos la
conversación eri el asunto y responde.

Y pasando a la cita que en su declaración hace Andrés,


esclavo del Padre Porras, a la vuelta del folio 10 y 11,
que por mí el escribano le ha sido leída, enterado de
ella, dijo que siendo dicha cita hecha por el expresado
Andrés, referente a lo declarado por Narciso y Casimiro,
67v esclavo de Don Pedro Pastor, se remite a lo que sobre/ el
asunto tiene declarado y responde.

Preguntado si ha sabido que los esclavos de esta ciudad y


de otros parajes, intentaron levantarse armados para pro-
clamar la libertad por bien o por mal usando de la fuerza
y si el declarante ha sido uno de ellos, como consta de
los autos exprese con claridad los demás que haya tenido
noticia fueron convocados para dicho levantamiento y
quiénes lo solicitaron para ello. Dijo que pasando una
68r noche por la puerta de la casa de Pablo de Zarrazola/
estaba allí un negrito llamado Ventura, esclavo del mis-
mo Zarrazola y habiéndolo saludado y reconociéndolo
que estaba triste le preguntó qué tenía, a que le respon-
dió que la tristeza cc:insistía en haber tenido noticia que
el Doctor Don Sancho Londoño había escrito una carta
al señor Gobernador, dándole noticia que él y los escla-
vos del Maestro Don Antonio de Lora, habían ido a
sonsacar a los esclavos del dicho Doctor Don Sancho
para que se levantaran contra sus amos y sin haberle
dicho cosa alguna, el declarante siguió su camino para su
68v casa y, anteriormente al pasaje que deja referido/ ha-
biendo pasado el declarante al otro lado del río de Cali-.
ca, estando en la hacienda de campo del Padre Porras,
llegó a ella Plácido, esclavo del Doctor Don José Manuel
Gutiérrez y le dijo que si no había oído que los esclavos
se querían levantar y respondióle que no; le volvió a
decir que esa revolución andaba desde que el señor Ba-
rón gobernó esta provincia, porque Tiburcio, esclavo del
dicho señor Barón, divulgó el que había venido una Cé-

480
dula para que los esclavos fueran libres por cuyo motivo
lo tuvo preso mucho tiempo y que no pasó otra cosa y
que el declarante no ha sido convidado para dicho levan-
69r tamiento ni entró en él y/ responde que lo que lleva
dicho y declarado es la verdad, bajo el juramento que
tiene hecho y, siéndole leída ésta, su declaración, en ella
se afirmó y ratificó, siendo de veinticinco años poco más
o menos. No lo firma porque dijo no saber, a su niego lo
hace Don Nicolás de Lara con Su Señoría, por ante mí
de que doy fe.

Don Cayetano Suelta Lorenzana. Por el declarante, Ni-


colás de Lara. Simón Robledo, Escribano Público y de
Cabildo.

En 10 de Enero de 1782 años, para efecto de evacuar la


cita que en su declaración hace Javier Esteban, esclavo
del Maestro Don Luis de la Sema, a Don Esteban Gracet,
69v hizo Su Señoría/ comparecer ante sí en esta pieza de
este colegio destinada a este fin y por ante mí le recibió
Su Señoría juramento que hizo según derecho, por Dios
Nuestro Señor y una señal de cruz, bajo el cual prome-
tió decir verdad en lo que supiere y le fuere preguntado.

Y siéndolo según la referida cita, que por mí el escriba-


no le ha sido leída, enterado de ella, dijo que hace me-
moria haber hablado del atentado cometido por los le-
vantados del Sacaojal a quienes dio el nombre de soco-
rreños, afeando su conducta y que mejor les estaría si
con la sumisión debida hubieran pedido sin tumultuarse
70r lo que solicitaban o bien por mano de Su Señoría/ el
señor Gobernador o del Cabildo, pero esta conversación
que ha tenido, no se afirma si estuvo en ella o no el
Javier Esteban y que en cuanto a lo que éste declara de
que le ha dicho que si los esclavos pidieran su Libertad,
hallarían mucho favor en el cabildo, es absolutamente
falso y voluntariosamente dicho por el referido Javier
Esteban, pues nunca habló con él sobre el asunto, ni sa-
bía ni había oído ni entendido semejante cosa, para que
pudiera haberlo dicho y que todo es la verdad, so cargo
el juramento que hecho tiene en que se afirmó y ratificó,
siéndole leída ésta su declaración. Dijo ser de edad de
treinta y nueve años y lo firma con Su Señoría, por an-
te mí de que doy fe.

481
70v Don Cayetano/ Buelta Lorenzana.
Esteban Gracet.
Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

Auto. Antioquia y enero 10 de 1782. Vista la declaración de


Don Esteban Gracet y en atención a concordar con ella
la recibida de Luis María LaInez, citado por Javier Este-
ban, en la que • se le recibió al reverso del folio 27 de
estos autos, para purificar más bien la verdad, compare-
cerá a careo el referido Javier Esteban con el expresado
Don Esteban Gracet, para que a vista de lo declarado
por uno y otro, se venga en conocimiento, según las
razones que expusieren, del hecho cierto en el asunto.
71r Precedido reconocimiento que cada uno hará de su/ res-
pectiva declaración.

Así lo proveyó, mandó y firmó Su Señoría, dicho señor


Gobernador, por ante mí de que doy fe.

Don Cayetano Buelta Lorenzana.


Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

En dicho día, mes y año, para el efecto de lo mandado


en el auto que antecede, compareció ante Su- Señoría
Javier Esteban, preso de su orden y estando libre de
prisiones le recibió juramento, por ante mí el escribano,
el cual hizo por Dios Nuestro Señor y una señal de cruz
según derecho y prometió decir verdad en lo que supiere
y le fuere preguntado.

Y siéndolo de si la declaración que tiene dada en estos


autos, al reverso de la hoja 27 hasta el de 28 de ellos y,
71 v por mí el escribano le ha sido leída, es la misma/ y con
las mismas palabras que respondió a las preguntas que se
le hicieron y si se ratifica en lo que consta haber declara-
do al tenor de ellas, de que enterado de todo dijo que
todo lo que ha respondido a las preguntas que constan
de su citada declaración es, según en ellas se expresa, sin
haber palabra más ni menos de lo que declaró y que por
lo mismo y haber sido todo ello cierto y verdadero, se
afirma y ratifica en lo que tiene dicho y declarado, sin
cosa en contrario y que su edad es la misma que tiene
dicho y, por no saber firmar, ruega a Don Nicolás de

482
Lara lo firme por él, con Su Señoría, por ante mí de que
doy fe.

Don Cayetano Buelta Lorenzana.


72r Por el declarante, Nicolás de Laral
Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

Luego in continenti, para el mismo fin, le fue leída a


Don Estéban Gracet la declaración que acaba de dar al
folio 42 de los autos y habiendo Su Señoría (sic) por
ante mí el escribano le recibió juramento por Dios Nues-
tro Señor y una señal de cruz, bajo el cual prometió
decir verdad, enterado de dicha su declaración, dijo ser
cierto lo que tiene declarado, lo mismo que de ella cons-
ta y la verdad y por lo mismo, se afirma y ratifica en
ella. Lo firma con Su Señoría, por ante mí de que doy
fe.

Don Cayetano Suelta Lorenzana.


Esteban Gracet.
Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

72v Luego in/ continenti, en virtud de lo mandado en el


citado auto, comparecieron a careo los expresados Don
Esteban Gracet y Javier Esteban, quienes habiendo he-
cho igual juramento y prometido decir verdad, impues-
tos de sus declaraciones que para dicho fin les fueron
leídas y dijo el expresado Javier Esteban que es cieno
que el expresado Don Esteban Gracet le refirió lo que
tiene declarado acerca de la libertad de los esclavos, a
presencia de Luis María Laínez, según deja declarado en
su declaración y el expresado Don Esteban Gracet ratifi-
cándose en lo mismo que tiene declarado, dijo que no ha
dicho semejante cosa, ni hablado acerca de la libertad de
los esclavos, ni le ha pasado por el pensamiento tratar de
73r la materia, ni a presencia/ de los dichos Luis María
Laínez y Javier Esteban, ni de otra alguna persona; y en
este estado, hallándose cada uno firme en lo que tiene
declarado, mandó SuSeñoría compareciese el dicho Luis
María, para que bajo de la religión y gravedad del jura-
mento, y con asistencia de los dos reos, diga si la decla-
ración que sobre el asunto se le ha recibido al folio 32,
está conforme a lo que tiene dicho al tenor de las pre-

483
g-untas que se le hicieronl y, si se afirma y ratifica en ella,
respondiendo bajo el mismo juramento la verdad a las
reconvenciones que por dichos reos se le hicieron y, con
efecto, habiendo comparecido el expresado Luis María
Laínez, habiéndole recibido Su Señoría el juramento
prevenido en dicho auto, el que hizo conforme a dere-
73 v cho por Dios Nuestro/ Señor y una señal de cruz, bajo el
cual prometió decir verdad en lo que supiere y le fuere
preguntado.

Y siéndolo de si la declaración que tiene dada al citado


folio 32 lo que de ella consta es lo mismo que ha decla-
rado, que para el intento le ha sido leída, a presencia de
los dos reos y, enterado, dijo estar en todo conforme a
lo que tiene dicho, al tenor de las preguntas que de ella
constan y que en todo se afirma y ratifica de no haber
oído al expresado Don Esteban Gracet el que si los es-
clavos pidieran la libertad hallarían mucho favor en el
cabildo como asegura en su declaración el citado Javier
Esteban. Y en este estado el expresado Don Esteban
74r Gracet preguntó/ al declarante, si a más de no haberle
oído tales palabras en la ocasión que dice el referido
Javier Esteban, se lo ha oído en otras ocasiones, ni ha-
blar de tal libertad de los esclavos en el tiempo de dos
años que se tratan y frecuentan su casa, a que respondió,
bajo el mismo juramento, ser cierto que nunca le ha
oído semejantes palabras acerca de la libertad de los
esclavos y, aunque Su Señoría previno al referido Javier
Estéban reconviniese al expresado Luis María, sobre el
asunto con algunas razones conducentes, a la certeza de
su dicho para recordarle el lance, a que sólo respondió
que no tenía otra que el que estaba presente y que no
74v dijo nada y, considerando que/ sobre el careo no se
adelantaba por el dicho Javier Estéban más razones a
favor de su dicho, ni por la parte de Don Esteban Gracet
se hacen más reconvenciones, mandó Su Señoría se con-
cluya esta diligencia y que leída a las partes, conformán-
dose con lo que cada uno expuso y dijo, bajo de dicho
juramento, lo firmen y, con efecto, siéndoles leída dije-
ron no tener más reconvenciones que hacer y lo firman
los dichos Don Esteban Gracet y Luis María Laínez y
por no saber el dicho Javier Esteban, por él lo firma a su
ruego, Don Nicolás de Lara, con Su Señoría, por ante
mí de que doy fe.

484
Don Cayetano Buelta Lorenzana.
Esteban Gracet
75r Por/ Javier Esteban, Nicolás de Lara
Luis María Fernández
Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

Auto. Antioquia y enero 10 de 1782. Visto lo resultivo del


careo hecho entre Don Esteban Gracet y Javier Estéban,
esclavo del Maestro Don Luis de la Serna y Luis María
Laínez, citado por éste, con lo que también resulta de
sus respectivas declaraciones y ratificaciones, se declara
por libre y sin costas al expresado Don Esteban Gracet,
dejándole su derecho a salvo, para que pueda pedir los
perjuicios ocasionados con motivo de la prisión que ha
sufrido, contra el impostor de la calumnia y será luego
15v suelto libremente de la prisión en que se/ halla y se le
entregarán sus bienes én el caso de que por el juez comi-
sionado por la prisión, se le hubiesen embargado ; y en
atención de que por indicios bastante fundamentales,
por igual calumnia se arrestó a José Banqueser y no
habiéndose justificado la certeza de ella, se declara tam-
bién por libre de la prisión en que se halla, de la que será
prontamente suelto, entregándosele sus bienes que estu-
vieron embargados, dejándole su derecho a salvo para
que repita a su tiempo los perjuicios según le convenga,
lo que se hará saber; y al dicho Javier Esteban se le
76r volverá a la prisión, según estaba./

Así lo proveyó, mandó y firma, Su Señoría el Señor


Gobernador y Comandante General; por ante mí de que
doy fé.

Don Cayetano Buelta Lorenzana.


Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

lii continenti hice saber el auto anterior a Don Estéban


Gracet quien dijo que se conforma con él y lo firma
comnigo para que conste.

Esteban Gracet.
Nicolás de Lara.

En 11 de dicho mes y año, hice saber el auto anterior


a José Banqueser y, enterado, dijo que se conforma y en

485
su virtud salió libre de la real cárcel donde estaba preso,
lo que firmó para que conste.

Nicolás de Lara.

Señor Capitán a Guerra, Don Alonso Elías Jaramillo.


76v Muy señor mío,/

El señor Gobernador de esta provincia me ha éscrito la


carta del tenor siguiente: Señor Alcalde Don Juan José
Callejas, muy señor mío: habiéndoseme dado aviso de
que los negros esclavos de esta ciudad intentaban suble-
varse y proclamar la libertad usando de la fuerza por
medios bárbaros y crueles, he ,procurado indagar la cer-
teza de sus intentos y habiendo logrado saberlos, tam-
bién pudo averiguar que los de la jurisdicción de esa Villa-
con los de Rionegro habían sido solicitados para el mis-
77r mo/ fin que todos tenían acordado día determinado
para unirse y ejecutar sus designios y como para evitar
en esta ciudad las desgracias que pudieran ocasionar di-
chos esclavos y vasallos y hallarse ya algunos presos, he
tomado las precauciones convenientes y siendo regular
de que, viendo que aquí ya no es fácil conseguir sus
ideas y que temerosos del castigo se retiren huídos para
unirse con los de esa jurisdicción y cometer en ella sus
insultos que tenían premeditados para ésta, he resuelto
77v avisárselo a Vuestra Merced con este chasqui para que/
acordando en ese ilustre cabildo las providencias conve-
nientes para precaverlos, así por lo que respecta a una
pronta averiguación de los principales reos, como para el
arresto de ellos y rondas que se deben hacer todas las
noches en esa Villa y lugares de su comprensión, para
cuyo efecto podrá Vuestra Merced, sin pérdida de tiem-
po, proceder al sumario y comisionar a las demás justi-
cias a quien tuviere por conveniente para el mismo efee-
78r to y la aprehensión de lós reos avisándome/ del recurso
de ésta y a su tiempo de la resulta que tuviere la causa.
Debo advertir a Vuestra Merced que dichos esclavos tra-
taron la sublevación con tanto sigilo que sin embargo de
haber pasado algún tiempo y tener medido el lance para
el día de año nuevo, nada se pudo trascender más que
unos leves indicios, pero a fuerza de azote en uno sospe-
choso, se consiguió saberlo de cierto y habiéndose arres-
tado algunos de los que éste descubrió, confesaron ser
cierto, aunque cada uno intenta disculparse así y ya lo

486
78v tienen/ confesado saberlo todos los esclavos de esta ciu-
dad, por lo que conviene usar de destreza y de rigor,
especialmente con los de las cuadrillas .de minas y los
que eran arrieros de mulas con cargas para el rescate de
las minas, sin omitir por eso ejecutar lo mismo con los
de las estancias y servicio de las casas, pues aquí hasta
éstos estaban convocados y eran sabedores. El proyecto
de estos malvados era matar a sus amos y de consiguien-
tes a todos los blancos, quemar los papeles de los archi-
79r vos de cabildo, proclamar la libertad/ y hacerse dueños
de todo, lo cual, si no se hubieran conseguido el descu-
brirlo con tiempo, según el sigilo que guardaron, que
podrían juntarse más de cinco mil esclavos, no es duda-
ble, lo consiguiesen. Y por lo mismo éste ha sido el lance
más temible y de mayor perjuicio de cuantos han ocurri-
do. Hay fundamentos para creer han sido inducidos para
ello y los que pudieron haberlo sido, ya los tengo presos;
Vuestra Merced ya conocerá la gravedad del caso y así
no dudo, procederá con aquel celo y vigilancia que pide
79v tan urgente necesidad/ y porque no tengo lugar para
más, se ha de servir Vuestra Merced pasar inmediatamen-
te esta noticia de mi orden a las justicias de Rionegro y
Marinilla. Enterado Vuestra Merced de la copia que va
inserta, no dudo practicará las diligencias que correspon-
den a un bueno y acreditado ministro de justicia.

Le he de merecer me mande respuesta a si Vuestra Mer-


ced, como el señor Alcalde de Marinilla, a quien le pasa-
rá Vuestra Merced la misma noticia. lnterin, ruego a
Dios guarde'su vida muchos años.

80r Medellín y Diciembre 19/ de 1781 años. Beso la mano


de Vuestra Merced,

Su Servidor, Juan José Callejas.

Señor Alcalde ordinario Don José Callejas.


Muy señor mío.

Acabo de recibir de la Vuestra Merced, con inserción de


la del señor Gobernador y Comandante General de esta
provincia en que comunica la noticia de la secreta conju-
ración que tenían premeditada los negros esclavos de la
ciudad de Antioquia, con coligación de los de esta villay
de estos valles, sobre cuyo importante asunto, a la• mis-

487
ma hora he dado la providencia de comunicar con copia
80v de la misma/ a las justicias de la Marinilla esta misma
noticia, para que en lo conducente a la materia, con
sigilo, con prudencia y rectitud, practique las diligencias
que corresponde; y yo de mi parte, inmediatamente voy
a poner en ejecución las mismas diligencias sin embargo
de que aquí estaba en el todo secreta semejante facción,
que ni aún el menor ni más leve indicio se había trascen-
dido por ninguna manera, sobre que he de merecer a
Vuestra Merced me comunique la fundada noticia que
ha adquirido en el asunto para el Gobernador y sus pre-
81r ceptos. ínterin, ruego a Dios Nuestro Señor guarde/ su
vida muchos años.

Rionegro y diciembre 20 de 1781; beso la mano, su


seguro servidor,

Alonso Jaramillo.

Es copia sacada de su original, hoy día de la fecha que


antecede, lo que para que conste lo anoto y firmo.

Gutiérrez.

En este valle de Rionegro, a 20 de Diciembre de 1781


años, el señor Don Alonso Elías Jaramillo, Capitán a
Guerra, Juez ordinario y justicia mayor de estos valles,
dijo por ante mí el presente escribano, que con el moti-
81v yo de haber, hoy día de la fecha, recibido/ carta orden
del señor Gobernador y Comandante General de esta
provincia, que con inserción de la escrita a Su Merced
por el señor Regidor y Alcalde Ordinario, de la Villa de
Medellín, con chasqui remitió, la que manda se ponga
por cabeza de este auto y que viendo en ella lo que se le
participa de los malévolos proyectos intentados por los
negros esclavos de la ciudad de Antioquia, coligados,
según se demuestra, con los de Medellín y estos valles,
teniendo destinado día fijo para ejecutar sus malvados
fines que a no cortarse se acasionará una total desgracia
82r en esta provincia/ a semejante sublevación, por lo que y
que cumpliendo con dicha orden debía de mandar y
mandó el que prontamente se le haga saber a los mine-
ros, dueños de cuadrillas de negros esclavos, el que a
éstos los tengan con toda sujeción en el trabajo en que

488
los ocupan, sin dejarlos salir a otra parte alguna, obser-
vando los movimientos que sus dichos esclavos ejecuta-
ren, dando pronto aviso a Su Merced de lo más mínimo,
para proceder a la averiguación y castigo de ello y que,
igualmente, en la misma conformidad, se le haga saber a
riav cada estanciero/ y otros individuos que tengan esclavos,
procuren el más bastante celo y sujeción con dichos sus
esclavos, dando aviso de lo que ocurra sin pérdida de
tiempo y que así mismo se le ponga presente estas dili-
gencias y carta orden a los señores y demás justicias de
este valle, para que por su parte propendan, enterados
de la referida orden, en practicar las diligencias que co-
rrespondan a un bueno y acreditado ministerio, para
cuyo fin se le encarga al señor Alcalde Don Juan Fran-
cisco Echeverri, haga su ronda todas las noches en este
ezr sitio y a todo negro/ esclavo que en la calle encontrase,
sea de la persona que fuese, y a su servidumbre sujeto
estuviese, lo aprisione y conduzca a la real cárcel, po-
niéndole bien asegurado y con custodia, para de ese mo-
do proceder a la averiguación y que para más cautela,
por mí el escribano se le escriba al señor alcalde de la
Santa Hermandad, Don Joaquín de Henao el que pron-
tamente pase a este sitio en el que se mantendrá y hará
en él y sus rededores las más bastantes rondas propen-
83v diendo a lo ya expresado/ y por éste, así lo proveyó,
mandó y firmó,- por ante mí de que doy fe.
Alonso Jaramillo.
Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público
del Número.

En dicho día, mes y año, yo el presente escribano notifi-


qué e hice saber la carta orden y auto que anteceden a
Don José Domingo de lsaza, lo que firma conmigo de
que doy fe.
Isaza.
Gutiérrez.

In continenti, yo el presente escribano, puse presente


estas diligencias al señor Alcalde Don Francisco Echeve-
rri, quien dijo que de su parte pondrá el mayor celo
mr que/corresponde, lo que firma conmigo, de que doy fe.

Juan Francisco Echeverri.


Gutiérrez.

489
En el mismo día, mes y año, yo el escribano hice otra
notificación al Comisario de la Caballería, Don Ignacio
Mejía, lo que firma conmigo, de que doy fe.
Mejía.
Gutiérrez.

In continenti, yo el escribano hice otra notificación co-


mo las que anteceden a Don Francisco Mejía y de ello
doy fé.
Francisco Ignacio Mejía.
Gutiérrez.

84v En 23 de Diciembre de 1781/yo el escribano hice otra


notificación como las antecedentes a Don Manuel José
Jaramillo como dueño de cuadrilla y tener en la misma
Ranchería a su cuadrilla, los negros de Don José García
y los de Don Joaquín de lsaza, y se dio por notificado y
ofrece tener todo celo y cuidado en cuanto se previene
en el auto y que rondará con toda vigilancia y de lo que
averigué dará pronto aviso y lo firmó conmigo.
Manuel José Jaramillo.
Gutiérrez.

85r En dicho día, mes y año, hice otra notificación/ como


las antecedentes a Don José Antonio Jaramillo y por sí
y por los negros que a su cargo tiene Don Cristóbal Ruiz
y lo firma conmigo.
José Antonio Jaramillo.
Gutiérrez.

En el mismo día, mes y año, yo el escribano hice otra


notificación como las que anteceden al señor Doctor
Don José Antonio Ruiz, como dueño de bastantes escla-
vos, lo que firma conmigo, de que doy fe.
Don José Antonio Ruiz
Gutiérrez.

In continenti, yo el escribano hice otra notificación a


Don Juan Prudencio de Marulanda, lo que firma conmi-
go de que doy fé.
Juan Prudencio de Marulanda.
Gutiérrez.

490
En 24 días del dicho me l y año, yo el presente
escribano notifiqué e hice saber al Maestro de Campo,
Don Felipe de Villegas la carta orden que antecede para
que en su vista convoque a sus milicianos y haga las
rondas competentes al fin de cortar los proyectos inten-
8 Ew tados de los ne/gros esclavos, lo que para que conste lo
firma conmigo de que doy fé.

Felipe de Villegas y Córdoba.


Gutiérrez.

En dicho día, mes y año, yo el escribano hice otra noti-


ficación como la antecedente a Don Pablo Jiménez, veci-
no de la Marinilla, como Capitán de Milicias, para que
convoque y prevenga en aquella jurisdicción a sus mili-
cianos a estar sobre las armas.

Pablo Jiménez Fajardo.


Gutiérrez.

En este Llanogrande, jurisdicción de la ciudad de Santia-


go de Arma, en 25 días del mes de Diciembre de este
presente ano de 81, yo Don Alonso Elías Jaramillo, Ca-
pitán a Guerra de estos valles puse presente la carta y
diligencias practicadas antecedentemente al señor Alcal-
de Ordinario Don Justo Peláez, quien dijo que por lo
que respecta a esta su jurisdicción, practicará las más
exactas diligencias y rondará de día y de noche para de
ese modo ver si se puede evitar los proyectos tan perni-
ciosos intentados por los negros esclavos, quien lo firma
conmigo,

Jaramillo.
86 r Justo Peláez./

Don Alonso Elías Jaramillo, Capitán a Guerra y Justicia


Mayor de estos tres valles, por el Rey Nuestro Señor.
Digo que habiendo hablado el día veintiocho del presen-
te con el Maestro de Campo Don Felipe Villegas, me
dijo que Don Juan de Marulanda le había dicho que su
negro Eugenio, Capitán que tiene en la cuadrilla de
Guarne dicho Marulanda, le había dicho éste, que el
capitán de los negros amotinados le había dejado razón
con un mulato liberto de persona de distinto fuero que

491
alistara su gente y le mandase razón y estuviesen preve-
nidos para el día que les avisara, y con esta noticia 5eguí
para el sitio de Guarne a indagar y saber quién es este
dicho mulato liberto y, habiendo llegado a la casa y
ranchería de Don Manuel Jaramillo; allí conferimos e
inquirimos quién fuese este mulato y no habiendo podi-
do sacar acertativamente quien fuese„determinó mandar-
86 v le un misivo a Don Carlos Londoño, como minero que
es del prenotado Marulanda, para que con toda cautela
me trajese al dicho negro Eugenio para de éste saber
quién fue el que le mandó el recado y quién se lo llevó.
Y con efecto, puntualmente vino el prenotado Don Car-
los y trajo el predicho negro al que con toda maña exa-
minado sobre el asunto y lo que ha respondido, acertivo
es que quien le llevó el recado es un pardo llamado
Pablo Rodríguez, pero que no conoce al que le mandó el
recado ni sabe cómo se llama; y dice más que el negro
José Ignacio, capitán de la cuadrilla de los Chaverras le
había dicho que estaba convidado para el mismo asunto
y que también el negro Juan Ignacio, capitán de la cua-
drilla del Doctor Don José Antonio Ruiz, le había dicho
que Sereno Ruiz, liberto, le había dado recado de parte
del dicho Eugenió para que se vieran a ver si entraba en
87r la convocatoria/ que estaban haciendo, a lo que dice el
prenotado Eugenio, le respondió el dicho Juan Ignacio
que no entraba y siendo éste un asunto de tanta impor-
tancia, debía de mandar y mandó que sin pérdida de
tiempo sean solicitados y traídos a este juzgado y que
estrictamente sean examinados sobre el asunto y con lo
que resultare se proveerá lo que conVenga. Así lo proveí,
mandé y firmé, con testigos, por falta de escribano, en
este real de minas ide La Mosca de Don Manuel Jaramillo,
en 29 de Diciembre del año de 1781.

Alonso Jaramillo.
Manuel José Jaramillo.
Testigo, Pedro Francisco Jaramillo.

En 30 de Diciembre de dicho año, yo el Capitán a Gue-


rra Don Alonso Jaramillo, en atención a lo mandado en
87v el auto que antecede, hice comparecer ante mi juzgado/
a Sereno Ruiz, por la cita que hizo el negro Eugenio al
que por ante testigos por la ausencia del escribano, le
recibí juramento, el que hizo por Dios Nuestro Señor y

492
una señal de cruz conforme a derecho, so cuyo cargo
prometió decir verdad en lo que supiere y le fuere pre-
guntado y, habiéndole leído lo expuesto por el negro
Eugenio dijo que el negro José, esclavo de Don Juan
Bernal y de la cuadrilla de donde es el Eugenio, capitán,
le dijo que le dijera a Juan Ignacio, capitán de la cuadri-
lla del Doctor Ruiz, que el capitán Eugenio le mandaba
decir que se viera con él, para que hablaran con él y que
él lo necesitaba y que el declarante le mandó este mismo
recado al dicho Juan Ignacio con Joaquín Morales, par-
do liberto, y preguntado si supo a qué fin se querían ver
o qué trataban, dice que no supo en aquel tiempo, para
88r qué se querían/ ver; que después le oyó decir al dicho
negro José Bernal, que estaban tratando de libertarse
por medio de los negros de Antioquia y que andaban
convidando en este valle y en la Villa de Medellín, para
ese fin y, habiéndole hecho otras varias preguntas, a
todas respondió que no sabia nada y habiéndole leído
ésta su declaración, en ella se afirmó y ratificó y dijo ser
de edad de sesenta años poco más o menos y no firma
por decir no sabe; hágolo yo con testigos con quienes
actúo por el defecto dicho.

Alonso Jaramillo.
Testigo, Manuel José Jaramillo.
Testigo, Pedro Francisco Jaramillo.

En dicho día, mes y año, Don Manuel Jaramillo puso de


presente, al negro Miguel, uno de los capitanes de su
cuadrilla al que tenía examinado en este asunto y pre-
88v guntándole a dicho negro qué sabía/ en este asunto de
estarse juntando los esclavos dijo que como a principios
de Diciembre pasó para el sitio una cargazón de dulce de
Antioquia y que entre los que la conducían iba un negro
alto, mozo, con algo de carate en las gargantas de los
pies y que al volver para arriba llegó el dicho negro y
llamó al que declara y le dijo que cuántos negros habían
en su cuadrilla y que si él era el capitán y respondió el
que declara que había treinta hombres y que él era el
capitán a lo que le dijo el dicho negro pues amigo,
junte su gente que los blancos, tienen tapada o escondida
y así junte su gente y escríbame y diga a Juan Francisco
García en el sobre escrito y no diga tengo tantos compa-
ñeros sino tengo tantas libras de cera" y que quedó de

493
que en poco tiempo mandaría razón para que le respon-
dieran y que este declarante se lo contó a sus otros
89r compañeros y que se pusieron a hacer/ burla de la pro-
puesta de dicho negro y que no ha habido otra cosa ni
con éste ni con otro negro y para que conste, anoto y
firmo esta razón.
Alonso Jaramillo.

En Rionegro, a 31 de Diciembre de 1781 años, Su Mer-


ced, el señor Capitán a Guerra, mediante la cita que el
negro capitán Eugenio, de la cuadrilla de Don Juan Ma-
rulanda hizo al negro capitán nombrado José Ignacio de
la cuadrilla de los señores Echeverris, verbalmente requi-
rió al señor Alcalde de este sitio Don Juan Francisco
Echeverri, como uno de los amos del dicho negro capi-
tán y su cuadrilla, para que lo hiciese presenciar en este
juzgado y con su licencia y asistencia, ser examinado
sobre dicha cita haciéndole todas las más preguntas y
repreguntas que convengan a este asunto y teniendo
89 v efecto la comparecencia del ex/ presado capitán José
Ignacio en esta real oficina en que da audiencia Su Mer-
ced, fue preguntado primeramente sobre la dicha cita, si
él }7 la cuadrilla de su comando eran convocados por los
negros conjurados de Antioquia al fin de proclamar su
libertad, dijo que en días pasados que hará corno dos
ineses poco más o menos, estando trabajando en la mina
de sus amos, llegó un, negro antioqueño, alto de cuerpo,
de buena edad que le reparó tenía carate en las manos
de pintas blancas, que a éste tal, el razonante nunca lo
había visto y que habiéndolo saludado le preguntó como
se llamaba y que si él era el capitán de esa cuadrilla a
sor que/ le dijo los nombres y que también que si era capi-
tárí y a esto repuso "qué gana tenían de ser esclavos?
que advirtieran eran libres porque había Real Cédula en
que se mandaba lo fueran y que así querían intentar en
Antioquiá el que se les entregase dicha Cédula para lo
sor que/ tenían por allá prevenida a mucha gente y que para
lo mismo convidaba a. este razonante y le hacía el encar-
go de que hablase a todos cuantos pudiera de los escla-
vos, para que cuando llegase el caso pasasen a Ando-
sir quia y que para ello él escribiría avisando; a lo que/ le
respondió que no aseguraba contestarle porque no se
quería meter en eso y que le dijo, porque le preguntó,
que él se llamaba Javier García.

494
Preguntado si este pasaje lo comunicó a otros negros,
capitanes o no capitanes, dijo que no ha hablado sobre
el asunto con ningún negro capitán ni negro particular,
que quien supo el pasaje fue el negro Valerio de su
misma cuadrilla porque delante de él fue que aquel refi-
rió lo que lleva dicho.

Repreguntado por qué niega no haber comunicado con


otro negro capitán este pasaje, cuando Eugenio, capitán
de la cuadrilla de Guarne, lo viene citando en la declara-
ción que ante Su Merced hizo en el sitio de La Mosca, y
para que a dicha cita responda la verdad se le leyó ínte-
gra como la hizo aquél; dijo que es cierto habló con el
dicho negro Eugenio capitán de la cuadrilla de Guarne y
le preguntó que si a él también lo habían convidado para
este asunto y que le respondió que sí le habían enviado
recado, pero que él no se metía en nada; a que respon-
dió este razonante que tampoco él, por su parte, se me-
tía en nada.

91v Repreguntado por qué, habiendo hablado/ con Eugenio


lo que lleva dicho, había negado no haber hablado sobre
el asunto con otro ningún negro?. Habiéndosele expre-
samente preguntado una y otra vez, diga la causa de esta
negativa, dijo que el poco caso que de la propuesta ha-
bía hecho, no se acordaba haber hablado con dicho
Eugenio lo que tiene referido.

Preguntado por qué había encubierto y sigilado este


asunto de sus amos y no les notició de ello, por el mis-
mo hecho de no hacer caso como dice, no hizo; y por
callarlo con sus amos y hablarlo con el negro Eugenio se
hace sospechoso, dijo que no se lo dijo a sus amos por-
que desde luego no hizo el menor aprecio y lo tuvo
siempre por una friolera, a más de que no advirtió en
ello y que el hablarlo con Eugenio, más fue por conver-
sación que por otra cosa.

Y habiéndole hecho otras varias preguntas y repregun-


tas, a todas dijo no saber otra cosa; que lo que lleva
declarado es la verdad y así lo juró por Dios Nuestro
Señor y una señal de cruz en forma de derecho, presente
el dicho señor Alcalde como su amo, que para ello le
prestó licencia, habiéndolo primero Su Merced, expli-
cándole la gravedad y fuerza del juramento sin embargo

495
de reconocerse bastantemente y sabido como negro crio-
llo y que su edad es al parecer de más de sesenta años y
lo firmó Su Merced con dicho señor Alcalde, por ante
mí de que doy fe.

Alonso Jaramillo.
92r Juan Francisco Echeverri./
Fui presente, Fco. Antonio Gutiérrez, Escribano.

En Rionegro a 31 de Diciembre de 1781 años, Su Mer-


ced, el señor Alcalde Don Alonso Elías Jaramillo, Capi-
tán a 'Guerra, Justicia Mayor con jurisdicción ordinaria y
administrador interino de la real hacienda de estos tres
valles; habiendo visto la declaración antecedente, dijo Su
Merced, que al dicho negro capitán José Ignacio, se le
entregue al señor Alcalde Don Juan Francisco Echeverri
y que esté en la inteligencia de que inmediatamente de
que como por la real justicia se mande comparecer dicho
negro u otro cualquiera de los de su cuadrilla, los ha de
entregar en la conformidad que convenga si presos o
sueltos, según y como convenga al descubrimiento de la
verdad y punición de los comprendidos, interin se prac-
tiquen las más diligencias que convengan y este auto se
notificará a los otros dueños de cuadrilla, para que en
los mismos términos, cumplan con su contenido y así lo
proveyó, mandó y firmó, por ante mí de que doy fe.

Alonso Jaramillo.
Por su mandado, Francisco Antonio Gutiérrez,
Escribano Público del Número.

En dicho día, mes y año, yo el presente escribano notifi-


92v qué el auto/ que antecede al señor Alcalde, Don Juan
Francisco Echeverri, quien enterado de su contenido
dijo que mediante a que la causa de que se trata es de
bastante consideración, tanto en servicio del Rey Nues-
tro Señor, como del bien público donde hace entre-
go a Su Merced de dicho su esclavo, para siempre y
cuando esté sobre de ello, se le encuentre delito, se le
castigue con las penas que merezca y que siempre que el
señor juez en la actualidad, como dicho lleva, no lo
asegure, lo pondrá de presente, manifiesto para siempre
y cuando se le pida, tanto si este dicho su negro capitán,

496
como a• los demás otros sus negros esclavos, pero que
ésto se entienda siempre que no hagan dichos esclavos
fuga de la servidumbre a que están constituidos; esto dio
por respuesta, lo que firma conmigo de que doy fe.

Juan Francisco de Echeverri.


Gutiérrez.

En dicho valle, dicho día, mes y año, en prosecución de


esta averiguación, Su Merced, el señor Capitán a Guerra,
hizo comparecer en este juzgado a Pablo Rodríguez, ne-
gro libre, vecino de la Villa de Medellín, de quien y por
ante mí el presente Escribano Público del Número, reci-
bió juramento que lo hizo por Dios Nuestro Señor y una
señal de cruz, en forma de derecho so cuyo cargo pro-
93r metió decir verdad en/ lo que supiere y le fuere pregun-
tado.

Y siéndolo por el contexto de la cita que le hizo el negro


Eugenio, capitán de la cuadrilla de Don Juan de Maru-
landa, dijo que unos cortos días antes de las misas de
aguinaldo que fue a los principios de este mes de Di-
ciembre, estando el que declara en la ranchería de Guar-
ne, llegó un negro antioqueño que no supo su nombre y
se le introdujo en conversación y reparó que era un
negro alto, delgado, de buena edad y buen arte y que
éste le suplicó que le dijera al negro capitán Eugenio, de
la cuadrilla de Guarne porque él no podía hablar con él
a causa de que iba de camino y que dicho negro estaba
en el trabajo que la limosna de las ánimas estaban traba-
jando, que se apartaran, que bajaran a la cuadrilla del
amo Don Manuel y que pasados unos dos o tres días, dio
el recado al dicho capitán y este respondió que así sería,
meneando la cabeza, de cuyo recado el declarante no
pudo inferir cosa ninguna, que lo que se le previno fue
que tal vez sería alguna misa que querían se cantase en
la capilla del dicho Don Manuel Jaramillo y que a ésto se
dirigía la limosna de las ánimas y así no tuvo para qué
hacer ningún asenso porque en tal caso, lo hubiera dicho
93v a su amo, el Padre Doctor Die/go Cataño con quien
asiste el declarante y que ahora, que por esta razón se le
ha hecho comparecer, preguntó a un mulato, Nicolás
Salcedo, antioqueño que vive con el dicho Padre Don
Diego Cataño, enseñando a leer a unos niños, que quién

497
era aquel negro que en días pasados había estado allí' y
que éste, haciendo recuerdo, dijo que dicho negro era
esclavo del Padre Porras de Antioquia.

Y aunque se le hicieron otras varias preguntas y repre-


guntas.en este asunto, a todas dijo que no sabe otra cosa
ni ha oído ni entendido nada porque su asistencia en aquél
mineral es accidental, que sólo viene a buscar un tomín
para mantener á su mujer que la tiene enferma en cama
y así, lo que tiene declarado es la verdad en cargo dcl
juramento que hecho tiene en que se afirmó y ratificó
siéndole leída ésta su declaración. Dijo ser de edad de
más de setenta años y no firmó por no saber, hízolo Su
Merced, por ante mí de que doy fe.

Alonso Jaramillo.
Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público.

In continenti yo el escribano notifiqué e hice saber el


94r auto que antecede a Don Juan/ Martín Bernal quien
enterado de su contenido lo firmó conmigo, de que doy
fé.

Juan Martín Bernal.


Gutiérrez •

En el mismo día, mes y año, yo el escribano hice otra


notificación como la que antecede a Don Juan de Maru-
landa lo que firmó conmigo, de que doy fe.

Juan Prudencio de Marulanda.


Gutiérrez.

En Rionegro a lo. de Enero de 1782 años, para la cita


de José Ignacio, negro esclavo de los señores Echeverri,
compareció Valerio, esclavo de dichos señores, al que
estando presente su amo que lo es el señor Alcalde Don
Juan Francisco de Echeverri, quien.habiéndole prestado
su consentimiento y dicho negro admitídolo y hécholo
conforme a derecho por Dios Nuestro Señor y una señal
de cruz, so cuyo cargo ofreció decir verdad en lo que
supiere y le fuere preguntado.

498
Y siéndolo por la cita que lo motiva, dijo que habiendo
estado el declarante en el laboreo de la mina de su amo
que sitúa en el sitio de La Mosca, llegó a ella, habrá
94v cerca de un mes, un negro caratejo/ en las muñecas de
las manos y éste llamó al capitán negro de la cuadrilla de
dichos señores Chaverris (sic) llamado Ignacio y, siendo
presente el testigo, le dijo el tal negro antioqueño que la
gente de Rionegro era muy infame y que así previniera
el dicho capitán de la cuadrilla, José Ignacio, todos sus
negros compañeros esclavos para el día de año nuevo
pasar a la ciudad de Antioquia a pedir una Cédula del
Rey en la que manda se dé toda libertad a los negros
esclavos, y que habiéndolo notado el testigo de que
aquella proposición de tal negro antioqueño, que dio a
su compañero el negro capitán José Ignacio, era conde-
nada, no hizo aprecio de ello y por ello no hizo el más
mínimo concepto de aquella influción y que bajo de
cuyo supuesto, el que declara no participó cosa alguna y
que el tal negro inducidor es de buena edad, color negro
y carate blanco • en las muñecas de la mano y que aun-
95r que/ propendió el testigo de saber su nombre, no lo
pudo adquirir y que sólo sí dio razón de que todos
estuvieran prontos a su aviso para ocurrir a la ciudad de
Antioquia a pedir que se manifestara la Real Cédula en que
se franqueaba su libertad y que, teniendo el que declara
semejante proposición a burla, no hizo el más mínimo
aprecio de ella y con cuyo motivo no avisó a los otros
sus compañeros y que esta es la verdad so cargo del
juramento que hecho tiene en que se afirmó y ratificó y
dijo ser de edad de treinta años poco más o menos y dijo
no saber firmar, lo que hace su dicho amo con el señor
juez, por ante mí de que doy fe.

Alonso Jaramillo.
Juan Francisco Echeverri.
Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público,.

En Rionegro a 2 de Enero de 1782 años, para la cita


hecha por Pablo Rodríguez, negro libre, Su Merced hizo
comparecer a Nicolás Salcedo, vecino de la ciudad de
Antioquia y residente en este valle, al que por ante mí el
95v presente escribano, se le recibió/ juramento que lo hizo
conforme a derecho por Dios Nuestro Señor y una señal
de cruz, so cuyo cargo ofreció decir verdad en lo que

499
supiere y le fuere preguntado y siéndolo por la dicha
cita'y habiéndosele leído, dijo que el tal negro que se
nomina se llama Javier García, esclavo de Doña Juana
García, vecina de la ciudad de Antioquia y que este tal
negro pasó a este sitio en consorcio de unos esclavos de
Don Pedro Vicente Leal que junto con su amo pasaron
para dicho sitio de Rionegro en todo el mes de Noviem-
bre y que junto con el memorado negro García, venía
un mulato esclavo del Padre Porras, vecino de la ciudad
de Antioquia; que uno y otro junto con el dicho Don
Pedro Vicente Leal y sus esclavos, durmieron en la casa
del Maestro Don Diego Cataño que sitúa en el sitio de
Guarne y al día siguiente, éstos últimos siguieron para
este sitio y los dos primeros para el de Marinilla, según
unos y otros se lo dijeron al testigo con la ocasión de
vivir en la dicha casa en que se alojaron.

Preguntado si sabe que el tal negro Javier García comu-


96r nicó alguna cosa con los negros/ que comprenden las
cuadrillas de Guarne y si sabe qué cosa parló con éstos.
Dijo que no sabe si el tal negro habló o no con dichos
otros negros pues aunque Pablo Rodríguez le preguntó
al que declara el que le dijese como se llamaba el ya
nominado negro, no supo a qué fin se dirigía tal pregun-
ta y que quien puede dar razón individual de tal negro es
el dicho Don Pedro Vicente, por haber venido en com-
pañía de sus esclavos y que ésto que lleva dicho y decla-
rado es la verdad so cargo del juramento que hecho
tiene, en que se afirmó y ratificó y dijo ser de edad de
cuarenta y tres años poco más o menos lo que firma por
ante mí, con Su Merced, de que doy fe.

Alonso Jaramillo.
Nicolás Sauceda
Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público.

96v Rionegro y Enero 3 de 1782. Vistas las diligencias/ que


anteceden, lo que de ellas resulta, debía de mandar y
mando se saque testimonio de ellas y los originales se
remitan con chasqui y viniendo al señor Gobernador y
Comandante General de esta provincia para que sin pér-
dida de tiempo sigan a manos de Su Señoría y con ins-
pección de ellas le sirva de método en razón a la causa y
pesquisa que sobre el asunto se halla siguiendo y en su

500
virtud se sirva ordenarme en cuanto a lo que debo prac-
ticar y fuere de su mayor agrado. Lo proveyó, mandó y
firmó el señor Don Alonso Elías .Jaramillo, Capitán a
Guerra, Juez Ordinario y Justicia Mayor por ante mí, el
presente escribano, de que doy fé.

Alonso Jaramillo.
Francisco Antonio Gutiérrez, Escribano Público.

Antioquia y Enero 11 de 1782, por recibidas estas dili-


97r gencias. Agréguese a los autos de la materia/ y a su
continuación se proseguirán las diligencias según corres-
ponde, en vista de lo que éstas y dichos autos producen.
Así lo proveyó, mandó y firma Su Señoría, el señor
Gobernador y Comandante General por ante mí de que
doy fe. Don Cayetano Buelta Lorenzana.

Simón Robledo, escribano público y de cabildo.

En 28 de Enero de 1782 compareció ante Su Señoría,


Clemente, esclavo de Don Juan José de Lora y Nuño, y
Su Señoría, por ante mí, le recibió su juramento que
hizo según derecho por Dios Nuestro Señor y una señal
de cruz, bajo el cual ofreció decir verdad en lo que
supiere y le fuere preguntado.

Y siéndolo según la cita que en su declaración le hace


Juan María, esclavo de Don José Bernardo del Campillo
y corre a la vuelta del folio 9 de estos autos, enterado de
ella dijo ser cierto lo que declara el expresado Juan
María de que el declarante le dijo "hombre, los negros
dicen que se quieren alzar" y que ésto lo dijo con moti-
vo de que al mismo tiempo vio a Ignacio Palacio, ayu-
97v dante de la compañía de pardos de/ esta ciudad salir
armado con veinte Soldados para prender los indios de
Buriticá por que se habían levantado y pareciendo que
con los esclavos se haría lo mismo si lo ejecutasen como
se decía, lo que fué motivo de haber dicho lo que lleva
referido y responde.

Preguntado a quién oyó decir que los esclavos se querían


levantar, porque habiendo salido dicho Ignacio Palacio
con los soldados que dice para prender los indios alzados

501
del pueblo de Buriticá el día 24 de Noviembre y no
habiendo divulgado el levantamiento hasta el 17 de Di-
ciembre, como consta de los autos, se hace preciso que
la persona que se lo refirió al que declara lo supiese
reservadamente y lo hubiese ocultado con el fin de que
no pudiese ponerse el debido remedio a tan grave atenta-
do y así expresará con toda claridad quién le dio dicha
noticia. Dijo que saliendo una noche del patrocinio de
98r Nuestra Señora de Chiquinquirá/ oyó a dos personas,
aunque no las conoció, el que los esclavos se querían
levantar y que después, con motivo de que algunos escla-
vos y uno de ellos el que declara querían poner una
comedia para San Juan y habiéndole pedido parecer a
Pelayo, esclavo del Padre Lora, para que le dijese cuándo
sacaban los papeles para poner dicha comedia, le respon-
dió que todavía no era tiempo, que tal vez se perdería el
costo de dicha comedia, porque se decía que los esclavos
se querían levantar; y sin decirle otra cosa, se quedó así
la conversación por haber llegado mucha gente a donde
estaban hablando y que esto fue el motivo que tuvo para
saberlo y por no haber hecho mayor aprecio, no dio
98v cuenta a su amo/ y que no sabe otra cosa que lo que
deja .declarado y todo ello es la verdad en fuerza del
juramento que tiene hecho y siéndole leída ésta su de-
claración, en ella se• afirmó y ratificó y dijo ser de edad
de 29 años poco más, no lo firma por decir no saber, a
su mego lo hace Don Nicolás de Lara junto con Su
Señoría, por ante mí de que doy fe.

Don Cayetano Buelta Lorenzana.


Por el declarante, Nicolás de Lara.
Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

En 30 de Enero de 1782 años, compareció ante Su Se-


ñoría Plácido, esclavo del Doctor Don José Manuel Gu-
tiérrez y Su Señoría por ante mí le recibió juramento
que lo hizo conforme a derecho por Dios Nuestro Señor
99r y una/ señal de cruz, bajo el cual prometió decir verdad
en lo que supiere y le fuere preguntado.

Y siéndole según la cita que en su declaración le hace


Javier, esclavo de Juana García, y corre al folio 41 su
vuelta, de estos autos, enterado de ella dijo que es cierto

502
lo que contiene la cita que le hace Javier García, por
haber pasado todo conforme en ella lo declara y respon-
de.
Preguntado a quien oyó decir que los esclavos se querían
levantar, diga con claridad sus nombres y apellidos, dijo
que al negro Tiburcio, esclavo que fue del difunto Don
99v José Barón de Chávez/ desde en vida de su amo levantó
la bulla de una Cédula que había de S.M. sobre que los
esclavos fueran libres por cuyo motivo lo castigó su amo
y mantuvo mucho tiempo preso y que no había otra
cosa antes que se cogieran a los esclavos y los prendie-
ran. Y que lo que lleva dicho y declarado es la verdad en
cargo del juramento en que se afirmó y ratificó siéndole
leída su declaración. Dijo ser de edad de 41 años poco
más o menos y no firma por decir no sabe, a su ruego lo
hace Don Nicolás de Lara con Su Señoría, por ante mí
de que doy fe.
Don Cayetano Buelta Lorenzana.
Por el declarante, Nicolás de Lara.
100r Simón Robledo/ Escribano Público y de Cabildo.

En lo, de Febrero de 1782 años compareció en este


juzgado de gobierno Prudente, esclavo de Juan Ignacio
Ruiz, a quien con licencia de éste, Su Señoría por ante
mí le recibió juramento que hizo según derecho por
Dios Nuestro Señor y una señal de cruz, bajo del cual
ofreció decir verdad en lo que supiere y le fuere pregun-
tado.
Y siéndolo según la cita que en su declaración hace José,
esclavo de la testamentaria del Doctor Díaz, al folio 20
su vuelta, enterado de ella, dijo que es falso, que no le
loov ha dado tal recado como dice en la refe/rida cita, aun-
que es cierto que lo encontró en los salados de Noarque;
y lo que lleva dicho y declarado es la verdad bajo del
juramento que tiene hecho y siéndole leída ésta su de-
claración, en ella se afirmó y ratificó. Dijo ser de edad
como de 40 años, no lo firma por decir no saber, a su
ruego lo hace Don Nicolás de Lara, con Su Señoría, por
'ante mí de que doy fe

Don Cayetano Buelta Lorenzana.


Por el declarante, Nicolás de Lara.
Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

503
En el mismo día, mes y año, compareció en este juzgado
de gobierno Ventura, esclavo de Pablo de Zarrazola, a
lar quien Su Señoría por an/te mí le recibió juramento que
lo hizo según derecho por Dios Nuestro Señor y una
señal de cruz, bajo del cual ofreció decir verdad en lo
que supiere y le fuere preguntado.

Y siéndolo según la cita que en su declaración le hace


Javier García al folio 41 vuelto de estos autos, enterado
de ella, dijo que lo que pasó en (tre) el declarante y
Javier García fue que una noche al pasar éste por la
calle, estando el declarante en la puerta de la casa de su
amo, lo llamó y le dijo: "señor Javier, estoy oyendo
unas palabras de que Vuestra Merced está metido en la
101v bulla/ de los esclavos y que ha venido una carta del
señor Doctor Don Sancho avisándole al señor Goberna-
dor", a lo que le respondió el Javier: "hombre, cállate la
boca, que hasta con mucho miedo estoy" y que el pasaje
que refiere, ha sido hablando acerca del levantamiento
intentado por los esclavos, descubierto por la carta que
el Doctor Don Sancho Londoño escribió a Su Señoría
del cual se decía que era capitán dicho Javier García,
sobre que admirado el declarante de que entrase dicho
Javier en la sublevación de dichos esclavos, le dijo las
palabras que deja expresadas. Y que lo que lleva dicho y
declarado es la verdad so cargo el juramento que tiene
102r hecho en que/ se afirmó y ratificó, siéndole Leída ésta su
declaración y dijo ser de edad como de 25 años, no lo
firma por no saber, a su ruego lo hace Don Nicolás de
Lara, con Su Señoría, por ante mí de que doy fé.

Don Cayetano Suelta Lorenzana.


Por el otorgante, Nicolás de Lara.
Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

En 7 de Febrero de 1782 años, compareció en este juz-


gado de gobierno, Bonifacio, mulato esclavo de Rafael
de Murield quien con licencia de éste, Su Señoría por
ante mí le recibió juramento que hizo según derecho por
Dios Nuestro Señor y una señal de cruz, bajo el cual
prometió decir verdad en lo que supiere y le fuere pre-
guntado.

102v Y siéndole según/ la cita que en su declaración hace


Jacinto Montoya a la vuelta del folio 34 de estos autos,

504
enterado de ella dijo ser cierto lo que dice en su declara-
ción el expresado Jacinto, esclavo de Don José Ignacio
Montoya, porque le comunicó la noticia de que intenta-
ban levantarse los esclavos para proclamar la libertad en
los términos que refiere y añade que se lo ha dicho
aconsejándolo que no entrara en tal levantamiento y
respon de.

Preguntado con qué motivo ha sabido que los esclavos


intentaron levantarse para proclamar la libertad, dijo
que un compañero suyo llamado Ignacio se lo dijo en el
Flato o Hacienda de campo que su amo, Rafael de Mu-
103r riel/ tiene en Juanes, expresándole que se levantaban los
esclavos y que Pelayo, esclavo del padre Lora, andaba en
eso y responde.

Preguntado si el declarante entró en dicho levantamien-


to o fue inducido para ello por alguno de los_otros escla-
vos de esta ciudad, dijo que no ha sido inducido, ni aun-
que lo fuera, no cometería tan semejante atentado y
responde.
Preguntado por qué no dio cuenta inmediatamente a la
justicia o a su amo, para que pudiera oportunamente dar
las providencias convenientes para evitar los daños que
pudiera ocasionar un levantamiento tan injusto y peli-
103 v groso, dijo que porque después de/ dos o tres días que se
lo dijo, marchó el declarante para Rionegro a llevar unas
cargas de dulce a vender y, cuando volvió de llevarlas, ya
se había descubierto el levantamiento y estaba preso
José, el del Padre Lastra y responde.

Preguntado porqué en los dos días que estuvo en la


hacienda de su amo, antes de hacer el viaje, no lo avisó,
de que se conoce con evidencia ha sido cómplice en la
sedición de los esclavo, dijo que porque tuvo la noticia
a cuento y no conceptuó pudiese tener efecto dicho
levantamiento. Que lo que lleva dicho y declarado es la
104r verdad, bajo el juramento que tiene hecho y siéndole/
leída esta su declaración, en ella se afirmó . y ratificó. No
lo firma por no saber, a su ruego lo hace Don Nicolás de
Lara con Su Señoría, por ante mí de que doy fe.

Don Cayetano Buelta Lorenzana.


Por el declarante, Nicolás de Lara.
Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

505
En .9 de Febrero de dicho año, compareció ante Su Se-
ñoría Ignacio, esclavo de Rafael de Muriel, a quien, por
ante mí el escribano, le recibió juramento que lo hizo
según derecho por Dios Nuestro Señor y una señal de
cruz, bajo el cual ofreció decir verdad en lo que supiere
y le fuere preguntado.

104v Y siéndolo según la cita que se le hace/ en la declaración


que antecede, que le ha sido leída, enterado de ella dijo
que es cierto refirió a Bonifacio esclavo de Rafael de
Muriel, de quien también lo es el declarante, el que los
esclavos- se querían levantar para proclamar la libertad,
según dicho Bonifacio refiere en .su declaración y res-
ponde.

Preguntado con qué motivo lo ha sabido, dijo que un tío


suyo llamado Cayetano, esclavo de Josefa Oquendo, se
lo dijo a fines .del mes de Noviembre del año inmediata-
mente pasado de 81 y responde.

Preguntado si há sido convocado por alguno de los escla-


105r vos que tenían intentada/ la sedición para que concurrier
sen a ella, dijo que no ha sido convocado por alguno
para dicha sedición y responde.

Preguntado por qué, sabiendo tan en tiempo el que se


intentaban levantar los esclavos para tan injusta y perju-
dicial sedición, no dio cuenta a la justicia o a su amo,
para que en tiempo se pudiera dar la providencia conve-
niente para cortar los gravísimos daños que pudieran
ocasionar si se verificara dicha sedición, dijo que por no
haber hecho aprecio de la noticia, dejó de dar el aviso
que dice la pregunta y responde.

Que lo que lleva dicho y declarado es la verdad en fuerza


del juramento que hecho tiene y siéndole leída su decla-
105v ración/ dijo que en ella se afirmó y ratificó y dijo ser de
edad de más de 40 años, no lo firma por no saber, a su
ruego lo hace Don Nicolás de Lara con Su Señoría, por
ante mí dd que doy fel

Don Cayetano Buelta Lorenzana.


Por el declarante, Nicolás de Cara..
Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

506
En 11 de Febrero de 1782 años, compareció ante Su
Señoría Faustino, esclavo del Doctor Don Sancho Lon:
doño, a quien Su Señoría, por ante mí le recibió jura-
mento, que lo hizo según derecho por Dios Nuestro Se-
ñor y una señal de cruz, bajo el cual ofreció decir verdad
106r en lo que/ supiere y le fuere preguntado.

Y siéndolo según la cita que en su declaración le hace


JOSÉ Ortiz, esclavo del difunto Padre Díaz, que corre al
folio 22 de estos autos y enterado, dijo que lo que pasó
con el referido esclavo José, del Padre Díaz, fue lo si-
guiente: estando en la ranchería de su amo, en los mine-
rales de San Jacinto, le preguntó el declarante a dicho
José qué novedades había en Antioquia, que cómo iba el
levantamiento de los libres y respondiendo que mal, que
no se acaban de componer porque los esclavos de Antio-
quia estaban también para levantarse para proclamar la
libertad y preguntándole por qué la querían proclamar,
le respondió que por una Cédula que habían encontrado
y que no hablaron otra cosa sobre el asunto y responde.

Preguntado si a otras personas les ha oído decir que los


106v esclavos se querían levantar, expresa a las que/ fueran,
dijo que no ha oído sobre el asunto otra cosa que lo que
deja referido y responde

Preguntado por qué, teniendo noticia del levantamiento


de los esclavos de esta ciudad, según tiene confesado, no
dio aviso a la justicia o a su amo, para que en tiempo
pusiera el remedio conveniente, dijo que por no haber
tenido certeza de lo que le dijo el referido José, dejó de
decirlo pues si formara juicio de que podía ser cierto el
levantamiento, lo hubiera avisado y responde que lo que
lleva dicho y declarado es la verdad y lo que sabe so
cargo del juramento que tiene hecho en que se afirmó y
ratificó siéndole leída ésta su declaración ; dijo ser de
edad de 50 años poco más o menos. No lo firma porque
dijo no saber, a su ruego lo hace Don Nicolás de Lara,
107r con Su Señoría, por ante mí de que doy fe.

Don Cayetano Buelta Lorenzana.


Por el declarante, Nicolás de Lara.
Simón Robledo,lEscribano Público y de Cabildo.

507
Declaración de En 12 de Febrero de 1782 años, compareció en
pantano, escla-
yo de Josefa
este juzgado de gobierno Cayetano, esclavo de Josefa de
Oquendo, Oquendo a quien Su Señ oría, por ante mí, recibió jura-
mento que lo hizo según derecho, por Dios Nuestro Se-
ñor y una señal de cruz, bajo el cual prometió decir
verdad en lo que supiere y le fuere preguntado y siendo-
lo, según la cita que en su declaración le hace Ignacio,
esclavo de Rafael de Muriel que le ha sido leída, entera-
do de ella dijo 'que es cierto que el declarante dijo a su
sobrino Ignacio que no entrase en el levantamiento que
intentaban los esclavos para proclamar la libertad y tam-
bién es cierto que en virtud de lo que le aconsejó, ofre-
107v ció no entrar en semejante atentado/ lo uno porque dijo
estar enfermo y lo otro, porque no quería dejar su amo
y responde.

Preguntado coñ qué motivo tuvo la noticia de que los


esclavos se querían levantar para proclamar la libertad y
conocer sus intentos para desviar su sobrinos de que los
siguiese, •con el consejo que le dio; dijo que a fines del
mes de todos los santos pasó el declarante a la estancia
del Espinal del Maestro Don Salvador de Lastra a cobrar
dos tomines que le debía el negro Martín, esclavo de
dicho Padre y habiéndose detenido un rato de tiempo
interin lo despachaba, oyó el declarante al expresado
Martín hablar del levantamiento que tenían intentado
con los demás esclavos con mucha algazara y alegría ;
108r pero que los que estaban allí, aunque todos/ eran escla-
vos y esclavas de la casa, no sabe sus nombres y que el
expresado Martín por hacer burla del declarante, a causa
de ser muy viejo, le decía que lo había de llevar para
Capitán con cuyo motivo tuvo la noticia del referido
levantamiento y aconsejó a su sobrino no entrase en él si
ya no lo había hecho y responde.

Preguntado por qué, teniendo noticia del levantamiento


de los esclavos, según tiene declarado, no dio aviso a la
justicia o a su amo para que en tiempo se pusiera el
remedio conveniente, dijo que no dio el aviso que se
refiere en la pregunta porque no hizo aprecio, tuviese
efecto el referido levantamiento y responde que lo que
lleva dicho y declarado es la verdad y lo que sabe en
fuerza del juramento que tiene hecho y siéndole leída
ésta su declaración en ella se afirmó y ratificó. No lo

508
108v firma por/no saber, a su ruego lo hace Don Nicolás de
Lara, con Su Señoría, por ante mí de que doy fe.

Don Cayetano Buelta Lorenzana.


Por el declarante, Nicolás de Lara.
Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

Mato Antioquia y Febrero 16 de 1782.

Vistos estos autos y resultando de las diligencias de la


sumaria hecha por el Capitán a Guerra del sitio de Rio-
negro, para justificar la certeza del levantamiento inten-
tado por los esclavos de esta provincia, el que Javier
García, esclavo de Juana García, ha sido el que los ha
convocado en dicho sitio de Rionegro y minerales de
Guarne, se le tomará otra vez confesión para que, bajo la
gravedad y religión • del juramento declare si es cierto
hizo dicha convocatoria en los términos que declaran los
109
.r esclavos/ de aquel .sitio y minerales, según que consta de
dichas diligencias y a fin de que así mismo, bajo la mis-
ma gravedad del juramento declare si aquellos esclavos
se ofrecieron voluntariamente a concurrir al referido le-
vantamiento en virtud de la convocatoria que les hizo
con expresión de los que se le hayan ofrecido a ello y
demás pasajes que hubieren ocurrido para la mejor jus. til
ficación del cuerpo del delito sobre que se le harán las
preguntas y repreguntas que se tengan por conveniente.

Así lo proveyó, mandó y firma, Su Señoría, el Señor


Don Cayetano Buelta Lorenzana, Capitán del regimiento
provincial de León, Gobernador y Comandante general
de esta ciudad y su provincia, por ante mí de que doy

Don Cayetano Buelta Lorenzana.


Simón Robledo,: Escribano Público y de Cabildo.

losi, En el mismo día, mes y / año, en la pieza de este cole-


gio, de audiencia compareció ante Su Señoría Javier
García, esclavo de Juana García y Su Señoría, por ante
mí el escribano, le recibió juramento que lo hizo según
derecho, Por Dios Nuestro Señor y una señal de cruz,
bajo lo cual prometió decir verdad de lo que subiere y le

509
fuere preguntado y siéndolo al tenor de las declaraciones
que dieron ante el Capitán a Guerra de Rionegro, el
negro Miguel, capitán de la cuadrilla de Don Manuel
Jaramillo, al folio 53, José Ignacio, esclavo capitán de la
110r cuadrilla de los Echeverri, a la .vuelta del folio /53 y 54,
Valerio, esclavo de los mismos Echeverri, al folio 57 y su
vuelta y Nicolás Saucedo, al folio 58, que por mí el
escribano le fueron leídas y, enterado de su contenido,
acerca de si es• cierto los convocó en los términos que
constan de sus declaraciones, dijo ser falso y ajeno de
verdad cuanto consta de las declaraciones que se le han
leído, porque no habló con alguno de los expresados
Miguel, José, Ignacio y Valerio ni aún en conversación
sobre otro asunto y que para mejor comprobante de su
verdad pide • que comparezca a careo con el confesante
porque como ya tiene dicho, no habló con alguno de ellos
sobre el asunto de convocarlos para pedir la Cédula ni
no, otro alguno y que lo que tiene/ dicho y declarado es la
verdad, bajo el juramento que tiene hecho y, siéndole
leída ésta su declaración, dijo que en ella se afirma y
ratifica y no lo firma porque dice no saber, a su ruego lo
hace Don Nicolás de Lara, con Su Señoría, por ante mi
de que doy fe.

Don Cayetano Buelta Lorenza.na.


Por el declarante, Nicolás de Lara,
Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

Auto. Antioquia y Febrero 16 de 1782.

Vistos estos autos y según su estado, dese vista de ellos a


Don Pedro Biturro Pérez, Teniente de los señores oficia-
les reales de las cajas de esta ciudad, a quien Su Señoría
nombra de Fiscal, para. que como tal formalice la acusa-
ción contra los reos y pida lo que corresponda en justi-
cia contra ellos, cuyo nombramiento hace Su Señoría
mr por no haber/ en los juzgados de esta ciudad, fiscal en
propiedad. Y aunque el procurador general es quien regu-
larmente ejerce el encargo del ministerio fiscal en todas
las causas que ocurren, no pudiéndo ejercitarlo en ésta el
actual procurador general Don Juan José de Lora y ,
Nuño, por resultar cómplices algunos esclavos suyos y
del Maestro Don Antonio de Lora, su hermano, como
consta de los autos. En este concepto y, para evitar todo

510
género de presunción o pasión, se ha tenido por conve-
niente nombrar para el Ministerio fiscal de esta causa al
expresado Don Pedro Biturro Pérez, así por no hallarse
comprendido en ella esclavo aguno suyo, como por su
conocido celo e inteligencia para el mejor desempeño de
111v este encargo y se/ le hará saber este nombramiento a fin
de que lo acepte y jure conforme a derecho; y verificado
este requisito se le entregarán los autos, según está man-
dado.

Don Cayetano Buelta Lorenzana.

Lo proveyó, mandó y firmó Su Señoría, el señor Don


Cayetano Buelta Lorenzana, Capitán del regimiento pro-
vincial de León, Gobernador y Comandante general de
esta provincia, por ante mí de que doy fe.

Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

Diligencia. En el mismo día, mes y año, hice saber el auto anterior a


Don Pedro Biturro Pérez, quien en su inteligencia dijo
que acepta el nombramiento de fiscal y en su virtud,
juró por Dios Nuestro Señor y una señal de cruz de
ejercer bien y fielmente el encargo de fiscal de esta cau-
112r sa y lo/ firma con Su Señoría, por ante mí de que doy
fe.

Don Cayetano Buelta Lorenzana.


Pedro Biturro Pérez.
Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

Ene! mismo día, mes y año, entregué estos autos Al señor


Don Pedro Biturro Pérez, como fiscal nombrado en 68
hojas útiles y de ello doy fe.

Robledo.

Escrito de Don Señor Gobernador y Comandante general.


EstebanGmeet

Don Esteban Gracet, natural de los reinos- de España,


residente en esta ciudad, ante Vuestra Señoría, con la
veneración debida y como más haya lugar en derecho,

511
parezco y digo que el día 10 del presente estando yo en
la prisión que por Vuestra Señoría me fue señalada, se
me hizo saber por el presente escribano auto para que
saliese de ella, libre y sin costas por ser falso el denuncio
112v que/ contra mí se dio en el juzgado de Vuestra Señoría
según lo resultado por las declaraciones y careos que
para aclarar la verdad, Vuestra Señoría mandó hacer,
compareciendo el impostor Javier Esteban de la Serna,
negro esclavo del Maestro Don Luis de la Serna, Luis
María Fernández, testigo citado por éste y siguiéndose de
dicho careo, proveer, conocida ni ninguna culpa, dicho
auto en el que Vuestra Señoría me deja mi derecho a
salvo, para que lo repita contra quien hubiere lugar en
cuya virtud me quejo civil y criminalmente contra el
citado Javier Esteban de la Serna por el feo y otros
delitos que me imputó falsamente; el que si se me hubie-
113r ra/ probado, era digno de las más severas penas, como
delito contra Dios, el Rey y la patria pública; en cuya
atención suplico a Vuestra Señoría, que habiéndose he-
cho público mi delito en esta ciudad y fuera de ella,
afeando mi honor, buena reputación y fama, para desa-
gravio de éste, atendiendo a la calidad sumamente infe-
rior del acusador y la mía, aplicarle toda la pena que las
leyes en semejantes cosas disponen contra tales crímenes
y así mismo que de su valor o bienes se me paguen los
daños y perjuicios que en 27 días de prisión he sufrido
113v por .su falsa e inicua acusación para que sirva el eco/ de
su castigo, de borrar la fama que se esparció de aquella.

Pido justicia, jurando corno juro por Dios Nuestro Señor


y esta señal de cruz, no proceder de malicia, sí sólo por
volver por mi honor injustamente agraviado y lo más
necesario en derecho, con las protestas de costas y cos-
tos.

Esteban Gracet.

Antioquia, Febrero 16 de 1782.

Agréguese a los autos y téngase presente para definitiva y


hágase saber.

Buelta.
Ante mí, Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

512
Después de lo cual hice saber el decreto anterior a Don
Esteban Gracet. y lo firmo para que conste,

Nicolás de Lara.

SeñorlGobernador y Comandante general:

114r José Blanqueser y Estrada,/ residente en esta ciudad,


ante Vuestra Merced con la debida humildad y obedien-
cia rendida, y como mejor, por derecho haya lugar digo:
que el día 11 del corriente me hizo saber el oficial ma-
yor de cabildo, Don Nicolás de Lara un auto por Vues-
tra Señoría proveído dándome por el sol (sic) que saliera
de la prisión en que estaba y sufrí 28 días, con las
penalidades de perjuicios y daños que dejo a considera-
ción de Vuestra Señoría, Siendo la honra que como pa-
trimonio del alma (que si después de muerto tiene el
hombre derecho a la honra, mejor la tiene en esta vida,
por ser la herida de la muerte una sola y la de la honra
muchas que el alma recibe) y por lo mismo se sirvió el
114v juzgado de Vuestra Señoría dejarme por/ dicho auto a
salvo mi derecho para que pidiera contra quien por dere-
cho tenga lugar, quejándome, como me quejo por la
pública voz y fama escandalosas, contra el negro Javier
Esteban, esclavo del Maestro Don Luis de la Serna, por
la falsa acusación que dio lugar al juzgado de Vuestra
Señoría procediese a mi prisión, por lo que se ha de
servir Vuestra Señoría en méritos de justicia, aplicarle a
dicho Javier Esteban la pena que para los deponentes
falsos previenen las reales leyes para que con dicho casti-
go le sirva de ejemplo al público y satisfacción a Dios, al
Rey y declarada la inocencia de mi persona en justicia
que pido y para conseguirla, juro no proceder de mali-
115r cia/ con la protesta de costas y costos, perjuicios, daños y
menoscabos que por su causa he recibido.

José 13Ianqueser y Estrada.

Antioquia, Febrero 16 de 1782.

Agréguese a los autos y téngase presente en definitiva y


hágase saber.
Buelta.

Ante mí, Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.


do.

513
Después de lo cual luce saber el decreto anterior a José
Blanqueser lo que firmo para que conste.

Nicolás de Lara.

Señor Gobernador y Comandante General:

Don Pedro Biturro Pérez, fiscal nombrado por Vuestra


Señoría para cine pida lo conveniente en la causa de la '
conspiración de los esclavos dice ha visto el proceso y
halla por necesario en la copia de la junta que se hizo
para levantar tropa, hacer armas y otras prevenciones de
costa de la Real Hacienda por lo que debe el de los autos
115v y para que Vuestra Señoría se sirva/ providenciar, se
ponga el testimonio de lo acordado en esta razón y un
tanto de las canas circulares que la misma junta de ha-
cienda escribió a los vecinos acomodados para que ayu-
dase a los costos de la contención de dichos esclavos y se
ponga razón de lo que han producido como requisito
que debe constar en la causa para lo que Vuestra Merced
se servirá librar los oficios que ¡convengan e instruidos así
los autos, se devuelvan para - responder a ellos pronta-
mente que es justicia. Antioquía y Febrero 24 de 1782.

Pedro Biturro Pérez.

Vistos estos autos y lo pedido por el fiscal nom-


brado para el seguimiento de esta causa y en atención
a que la Junta de Real Hacienda, se debe dar la
providencia conveniente para que se ponga en estos
116r autos, copia legalizada/ de la Junta celebrada para tomar
a sueldo los 30 soldados con motivo de la conspiración de
los esclavos • y otra de las cartas escritas a los vecinos
acomodados que refiere y razón de lo que produjeron
para ayuda de los costos ocasionados para sueldos de la
tropa y armas que se mandaron hacer; pasen estos autos a
la referida junta para que en ella se provea lo que corres-
ponde.
Buelta

Lo proveyó, mandó y firmó Su Señoría, el señor Don


Cayetano Buelta Lorenzana, Capitán del regimiento pro-
vincial de León, Gobernador y Comandante general de
esta provincia, por ante mí de que doy fe.

514
Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

Antioquia, Febrero 26 de 1782.

Vistos, hágase como pide el fiscal nombrado.

Buelta, Pardo. Visadíaz.

Lo proveyeron, mandaron y firmaron los señores que


componen la junta de Real Hacienda de esta ciudad, por
116v ante mí de/ que doy fe.

Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

Simón R obledo, Escribano Público y de Cabildo, minas y


registros de esta ciudad y su jurisdicción, por el Rey
Nuestro Señor, Certifico que por los señores Goberna-
dor y oficiales reales que componen la junta de Hacien-
da de esta provincia se manifestó un apunte o lista de los
sujetos a quienes escribieron pidéndoles que concurrie-
ran con lo que les pareciese a los gastos que ofrecía
contener la conspiración armada por los esclavos de la
provincia cuyos sujetos fueron el número de 158 de los
de esta ciudad, Villa de Medellín, Rionegro y Marinilla y
que según parece de la tal lista, habiéndose negado los
más a concurrir con cosa alguna, los que constribuyeron
fueron los siguientes con las cantidades que de cada uno
se dirán:

Antioquía. De los de Antioquía:

Don Bernardo Martínez con $20


117r Don Valerio Ramón Uruburu/ con 30
Don Antonio Ferreiro con 12
Don Joaquín Cossio con 10
Don José Rodríguez Paula 10
Don Juan de Lora 6
Don Juan Escobar 10
Don Antonio de la Fuente 4
Don Pedro Ruiz 10
Don Antonio Franco 10
Don Fermín García 4
Don Manuel Pajón 2

515
Etione gro y De Rionegro y Marinilla:
Marinilla

Doctor Don José Antonio Ruiz $25


Doctor Don José Marcos de Araiza 10
Doctor Don Manuel Jaramillo 10
Capitán Esteban Jaramillo 10
Don Francisco Javier Montoya 5
Don José Gómez • 3

Medellín. De la Villa de Medellín:

Don Carlos Alvarez 5


Don Carlos Paniagua 3
Don José María de Toro 2

Y para que conste donde convenga y de mandato de


dichos señores, pongo la presente que signo y firmo en
Antioquia y Febrero 26 de 1.782 años.

Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

Carta. Muy señor mío:

La conspiración armadaipor los esclavos de la provincia


117v cuyas resultas, si el gobierno no las previene serían más/
para imaginadas que para ponderadas, me ha puesto a
mí el Gobernador en la necesidad de armarme a cuyo fin
ha sido necesario hacer las armas convenientes, comprar
pólvora, plomo y otras municiones y poner a sueldo
algunos hombres que pudiéndolos instruir, sirvieran de
pie y arreglo a los otros muchos que en caso de Un rompi-
miento juntaría y armaría también. Estos gastos que han
sido y seráú de alguna consideración se van satisfaciendo
de estas cajas pero estando destinado el sobrante de ellas
para la defensa del reino y que está haciendo en la plaza
de Cartagena el Excelentísimo señor Virrey, podrá Vues-
tra Merced entender la falta que hará lo que aquí se
invirtiere contra tan importante fin.

El hombre de bien debe contribuir con sus fuerzas y


facultades todas al estado y sociedad para que nació y
de que es miembro; el que así no lo pensare es un hom-
bre indigno de tal sociedad, un hijo ingrato y tenaz/ que
niega a su patria, a los encargados de su gobierno la

516
restitución de una pequeña parte de las muchas felicida-
des que ha debido y de que no podría gozar si el gobier-
no no fuese sostenido. Si ésto es en lo general, en lo
particular de los gastos para contener la conspiración,
somos todos muy interesados, de ellos pende nuestra
conservación, nuestra vida y nuestro honor, la de nues-
tra familia y nuestros bienes, todo se vería expuesto y
los sujetos como Vuestra Merced, por ser uno de los
acomodados o que tenga esclavos, sería de los que más
perderían; cuya justa consideración ha movido hasta
ahora algunos vecinos de ésta a ofrecerse a este ministe-
rio de hacienda. Suponiendo la misma bella disposición
en todos los hombres visibles y acomodados de la pro-
vincia, resolvimos en Junta de Hacienda, el día 14 del
pasado que sin reserva ni pérdida de tiempo se gastase de
luiv éstas/ cajas y de cuenta de Su Majestad, cuanto fuese
necesario para la conservación y tranquilidad de la pro-
vincia pero que con respecto a que este gasto haría co-
nocida falta en los que está haciendo el excelentísimo
señor Virrey y a que particularmente, siendo en benefi-
cio de los dueños de esclavos y sujetos acomodados de
ésta, no dudarían contribuir gustosa y voluntariamente
al menos por una vez con lo que cada cual pudiera se les
pidiera esta ayuda de costa y donativo voluntario. En
consecuencia participamos a Vuestra Merced dicha reso-
lución y esperamos que concurriendo con lo que pueda
y quiera acredite al gobierno su amor y celo por la causa
del Rey y de la provincia y que dando en esa a Don José
de Gardeazábal, Teniente de oficiales reales la cantidad
119r que a bien tenga/ se sirva contestarnos a ésta, ya sea para
nuestra inteligencia y gobierno, caso que Vuestra Mer-
ced no pueda concurrir con cosa alguna o para que en-
tendiendo de lo que Vuestra Merced haya dado, poda-
mos contar con lo que fuere y lo participemos al Exce-
lentísimo señor Virrey a fin de que, conociendo el celo
de Vuestra Merced por la causa del Rey y su patriotis-
mo, le conceptué y atienda según su mérito.

Dios guarde a Vuestra Merced muchos años. Antioquia y


Enero 12 de 1782. Beso las manos de Vuestra Merced,
sus atentos servidores,
Don Cayetano Buelta Lorenzana.
Andrés Pardo.
Francisco José de Visadíaz.

517
Es copia fiel y legal, sacada de su original y de que va
hecha mención está cierto y verdadero y en caso necesa-
rio a dicho original que queda en esta real contaduría
me remito. En cuya fe lo certifico, signo y firmo en
119v Antioquia y Febrero 26 de 1782 años/.

En testimonio de verdad,

Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

Junta de Real En la ciudad de Antioquia a 14 de Diciembre de 1781,


Hacienda, los señores Don Cayetano Buelta Lorenzana, Goberna-
dor v Comandante general de esta provincia, Don An-
drés Pardo y Don Francisco José Visadíaz, tesorero y
contador, oficiales reales por Su Majestad de ella, estan-
do juntos y en acuerdo de hacienda en la sala de conta-
duda, por convocatoria particular del señor Goberna-
dor, les hizo presente Su Señoría e hizo leer los autos
que ha principiado por la carta denuncia que tuvo del
Doctor Don Sancho Londoño, vecino dé Medellín y mi-
nero de una de las mayores cuadrillas de esta provincia,
su fecha 9 del presente en que participando a Su Señoría
que los negros de Don Juan de Lora, vecino de ésta habían
pasado a su mina y cuadrilla a convocar y mover a los
nor suyos para/ que se levantaran y consiguieran por bien o
por mal su libertad ; presos y examinados que han sido
los tales negros, del dicho Lora, de las declaraciones de
éstos y de otros varios que también se han preso a quié-
nes han citado, resulta que tenían tramada la rebelión de
los negros todos de la jurisdicción de esta ciudad, Mede-
llín y Rlonegro a pretexto de pedir las libertades, Aun-
que el proceso no esté aún perfecto en el estado de
sumaria en cuya consecuencia se ha hecho presente por
el señor Gobernador que, aunque ya tiene presos los
principales motores, aún le faltan algunos que para veri-
ficar su prisión, guardar a los presos, poner de noche las
patrullas necesarias y ponerse en estado de que si por
tales ocurrencias y conmoción de los otros negros y mu-
latos libres, que se han experimentado llegare el caso de
120v un motín/ declarado, pueda defenderse y según el plan
que tiene premeditado, contenerlos y defender la ciudad
y los intereses de Su Majestad. Necesita, lo primero, po-
ner en pie y a sueldo 30 hombres de las milicias de ésta
con dos sargentos y dos cabos que hayan servido en

518
regimientos veteranos como los tiene para que sirviendo
a los fines referidos se acuartelen y disciplinen y arma-
dos con las escopetas que ha recogido, sirvan de arreglo y
pie de ejército a los más que si llegare el caso fuera
necesario juntar. Lo segundo, que se mande hacer de
cuenta de Su Majestad, 50 lanzas para que con las más
que hay repartidas, propias de los vecinos y las escopetas
sobrantes a los 30 hombres, formar cuando menos un
cuerpo de 150 a 200 hombres. Lo tercero, que a tales
121r escopetas/ se les hagan bayonetas. Lo cuarto, que seis
recámaras de bronce que tiene Don Bernardo Martínez
para las fiestas de Concepción y por su tamaño, figura y
fortaleza son otros tantos obuses o morteretes que les
serían utilísimos, se les pidan y de cuenta de Su Majes-
tad se les hagan otras tantas eureñas.

Y porque para todo lo dicho es necesario se libre de


estas cajas lo conveniente, lo pido así a la junta y oído
que fue por los más señores que la componen, después
de haber tratado y conferido cuanto juzgaron, acorda-
ron y dijeron que resultando del expediente lo expuesto
por el señor Gobernador, siendo la pacificación, sujeción
de los pueblos y casos de rebelión una de las causas que
se señalan por la ley 57, libro 3o., título 3o de las de•
estos reinos, para que pueda gastarse lo necesario de la
ni Real Hacienda si pareciere/ a la junta y acuerdo de ésta
que previene la otra ley 13, titulo 28 libro 80. Y siendo
la rebelión de los, negros tan considerable y digna de
remedio que a no ponerse desde luego, sin pérdida de
tiempo cual conviene y aún se puede, por estar aún sólo
premeditada; que no hacerse, si llegara a verificarse o se
perderla la provincia o tarde o mal se podría restaurar y
arreglar. Se libre a Su Señoría lo necesario de estas cajas
para que ponga a sueldo y arreglo los 30 hombres entre
ellos los dos sargentos y cabos con tal que éstos sean por
el tiempo preciso y llevándose la cuenta y orden de ésto
en el asiento y revistas que se llevan en el pago de las
tropas veteranas y señalándose a cada uno de los sargen-
tos, cabos y soldados lo que lleven los del regimiento
122r fijo de Cartagena/ y la misma orden y cuenta debida en
los demás gastos pero que en atención a que este gasto
extraordinario cedería en perjuicio de los que el Exce-
lentísimo señor Virrey debe precisamente de estar ha-
ciendo en la plaza de Cartagena, para lo cual están ente-
rados que no alcanzan las generalidades del reino a que

519
este gasto contribuirían gustosa y voluntariamente, por-
que principalmente cede en su beneficio, los hombres
ricos y hacendados de esta provincia, que entre ellos se
han ofrecido algunos por la vía de donativo y ayuda de
costa voluntaria, con lo cual quizás no llegaría el caso
que el Rey, que necesita del dinero de estas cajas viniera
a gastar algo de él. Sin perjuicio de lo resuelto, se escriba
y pida para que den los que gustaren por esta junta en
122v los términos/ niineros y dueños de cuadrillas de la juris-
dicción de esta ciudad, Villa de Medellín y Tenientazgo
de Rionegro y de todo se dé cuenta al Excelentísimo
señor Virrey impetrando su aprobación con copia de
este acuerdo en el próximo correo, con lo cual se fene-
ció esta junta que firmaron dichos señores, por ante mí
de que doy fe.

Ante mí,S imón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.


do.

Concuerda con su original a que me remito, en cuya:fe


lo certifico, signo y firmo, en Antioquia a 26 de Febrero
de 1782 años.

En testimonio de verdad,

Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

Señor Gobernador y Comandante general:

123r El fiscal nombrado/ en estos autos dice que según su


entender deben mirarse bajo de dos aspectos: uno, de la
criminalidad que envuelven y produce la conspiración
tramada por los negros y mulatos esclavos que de ellos
parece haberla intentado y el otro, el de los daños y
perjuicios que consta de los mismos autos haber irroga-
do a la Real Hacienda en los costos que se han hecho
por Vuestra Señoría para prevenir dicha conspiración, a
cuyo fin se ha comprado pólvora, plomo, etc. Se han
hecho cincuenta lanzas y se han puesto sobre las armas
30 hombres. El delito de la conspiración como uno de
los ocultos y que por derecho se prueba con testigos
singulares y presunciones en que también hace prueba
contra el compañero, el cómplice del delito, aunque sea
inhábil para testificar en causa de otra naturaleza, resul-

520
ta haberlo cometido Pelayo Lora, Javier García, José
123v Ortiz, Javier/ Esteban Serna, José y Martín Lastra,
Andrés Porras, Lino Nicolás de Lora.

Contra Pelayo Lora resulta por su confesión de hojas 15


v., haber sido cabeza principal de la conspiración 'que
intentaban los esclavos todos de la provincia, juntarse o
unirse armados en esta ciudad el día lo. de Enero del
presente año a tiempo que estuviesen congregados en la
sala de ayuntamiento los señores que lo componen a
Votar las elecciones de alcaldes para el mismo año y con
autoridad y resolución, pedir se les entregase una su-
puesta Real Cédula que declaraba fuesen libres los escla-
vos con la pensión de pagar tributos como los indios y
124r que si no se les entregaba/ (como de hecho no se les
entregaría por no haberla) usar de las armas y con la
violencia y fuerza activa proclamar la libertad y devastar
cuanto a ella se opusieron para cuyos designios procedió
sigiloso a hacer la general convocatoria de esclavos arma-
dos para el día citado, como consta de su declaración y
de todo el proceso.

Contra Javier García, resulta de las declaraciones del


mismo Pelayo Lora, de lá de Manuel Marín, lioja3, de la
de Narciso y Casimiro Pastor, hojas 4 y 6 v; de la de
Andrés Porras, hoja 10 v.; de la de Miguel Jaramillo,
hoja 53 ; de la de José Ignacio Echeverri, hoja 53v.; de la
de Pablo Rodríguez, hoja 55 ; de la de Nicolás Salcedo,
hoja 58; no sólo que aceptó concurrir personalmente a
cuanto tenía deliberado Pelayo Lora, sino que para que
124v se verificara/ la uniformidad de los esclavos armados pa-
ra el día citado, anduvo convocando los de los Valles de
Rionegro y Marinilla.

Contra José Ortiz resulta, por su confesión de hoja 20, la


de Pelayo Lora, hoja 15; de la de Manuel Marín, hoja 3 ;
de la declaración de Faustino Londoño, hoja 64 ; de la
de Lino Lora, hoja 26; que aceptando proceder omní-
modo con Pelayo Lora para que se lograsen los designios
que aquél tenía premeditado, se ofreció con su persona
e hizo cargo de proceder a citar y convocar los esclavos
como lo verificó, según él mismo lo confiesa; aunque
excepciona débilmente su culpa diciendo que dijo a Pe-
layo, había convocado, sin haberlo ejecutado.

521'
Contra Javier Esteban Serna resulta, de la mayor parte
de todas las declaraciones qüe se han recibido conteste-
mente, que habiéndolo éste supuesto la falsedad de ha-
125r ber oído a Don/ Esteban Gracet que en el cabildo estaba
laCédula en que se declaraban libres los esclavos y que
este reo divulgó como verdad entre los de su esfera esta
perniciosa mentira, hidra de que resultaren tantas cabe-
zas, noticia que sorprendió los ánimos y puso en la ma-
yor fermentación a la comunidad de esclavos para que se
conspirasen y levantasen la obediencia a sus amos, ha-
ciéndose libres a impulsos de la violencia. Esta primera
chispa del fuego general se -debe tener muy presente para
que se aplique a su autor el más ejemplar castigo.

Contra José y Martín Lastra, resulta de la declaración de


Pelayo Lora en hojas 17, de las de Manuel Marín, hoja 3;
de la de Crisóstomo Pastor, hoja 8; de la ale Cayetano
Oquendo, hoja 64 v. ; y se trasluce de la de ellos mismos
y de las demás del proceso, que aceptaron la propuesta
que se les hizo para que tomasen partido en la:sedición
125v a/ proclamar con las armas en la mano su libertad.

Contra Andrés Porras también resulta la misma culpa


por el contexto de su declaración de hoja 10, de las de
Narciso y Casimiro Pastor, a hojas 4 y 6 v.; por haber
aceptado y ofrecido concurrir al premeditado desorden.

Contra Lino Nicolás de Lora, resulta de su misma decla-


ración de hoja 25, tenía aceptado el partido de la cons-
piración y que estaba resuelto a seguir en todo lo que
ocurriera, congregados para la consecución de sus inten-
tos.

Sin exceptuar casos, éstos son los esclavos que según las
pruebas del proceso resultan reos convencidos dei delito
y tanto que por parte de ellos no faltó circunstancia que
les disminuya las penas merecidas al delito ejecutado,
porque si la vigilancia de Su Señoría no hubiera sido tan
inr eficaz a prevenir el daño,/ se hubiera experimentado la
subversión y ruina de la provincia por la calidad de estos
enemigos caseros, contra quienes es difícil tornar un re-
medio que asegure sus maquinaciones. El único que
considera el fiscal pueda ser provechoso es que se exceda
con ellos en el castigo de modo que se horroricen los
demás y teman imitarlos; que es el fruto que se saca de

522
la justicia criminal cuya máxima es la que lleva las rien-
das de la república en la mano y la clemencia con esta
casta de delincuentes es gravosa al estado por el riesgo
de sus consecuencias.

La impunidad de los delitos llega a ser el origen de mil


males en el estado y por consiguiente el de su debilidad.
El perdón concedido por auto de 19 de Diciembre pasa-
do a Pelayo Lora está repugnado por la ley de Castilla
127v que absolutamente niega a Vuestra Señoría la facultad
de poderlo hacer en semejantes delitos, por lo que no
debe tener efecto y sin respeto a él, debe ser castigado
este delincuente; como porque la causa de no haberse
logrado su prisión cuando se mandó ejecutar, combina-
do con el modo y circunstancias de su presentación,
tiene bastante misterio sobre cuyo punto pide el fiscal,
se apure la verdad por todos los medios conducentes a
descubrirla. A que se agrega que este reo no ha sabido
usar de la indulgencia que se le ofrecía, supuesto que
faltó a la buena fe, paliando los hechos en su confesión,
faltando a la verdad en parte de ellos, cuando el perdón
se le ofreció bajo de este supuesto; por cuyas razones y
las más que se pueden deducir, parece al fiscal se le debe
128r aplicar la pena del delito./

A los otros esclavos que han declarado sabían los prepa-


rativos de estos levantamientos, por no haberlo noticia-
do a quien pudiera noticiarlo, pide el fiscal se -les escar-
miente con la pena debida a su defidencia y es prueba
que siendo esclavos, como los otros, y que la causa de la
libertad la juzgarían como un beneficio común, siempre
al tiempo del rompimiento juntarían sus fuerzas ayudán-
dose entre sí a. conseguir el fin ciñe aspiraban, porque
como dilo Cicerón: A criores morsus sunt intermisse
quam rete.ntes libertatis por la natural inclinación de és-
tos a la independencia y descontentos con sus amos que
se les fermenta demasiado el espíritu de rebelión por lo
que decía Platón que los esclavos no habían de hablar
todos una lengua, ni ser, si se pudiese, de una patria,
para que esta diversidad les confundiera las ideas.

128v En cuanto a los costos que por Su Majestad se/ han


hecho con el fin de contener la conspiración, según re-
sulta de la junta de hacienda de hoja 75 y de la carta
escrita por la misma junta, de hoja 73, a los sujetos ricos

523
y; dueños de esclavos de la misma provincia, siente el
fiscal que no habiendo producido la súplica de dicha
carta lo suficiente al cubrimiento de los gastos, porque
éstos deben haber ascendido a mucho más de los 201
pesos que los sujetos de honor y verdaderamente patri-
cios, se han dado; cuanto de más pueda haberse gastado
con respecto a la conspiración y hasta la conclusión de
este proceso debe satisfacerse a pro-rata, sin distinción
del estado secular y eclesiástico por todos los dueños de
esclavos, según el número que resulte de los cálculos o
numeraciones políticas de la provincia que por el gobier-
129r no de ésta se han hecho en los años/ anteriores, qué
tiene cada dueño, al menos según el número de los escla-
vos hombres y mayores de edad que tengan los dueños
de la jurisdicción de esta ciudad, en la Villa de Medellín
y Rionegro, exceptuando sólo a los buenos patricios que
han contribuido a consecuencia de la carta referida,
pues sobre que por este medio, los dueños de esclavos
tendrán que contribuir muy poco y no les pasará de un
peso por cada uno. El que así se haga lo halla el fiscal
tan justo como debido porque según derecho, todo
aquel a cuyo favor se hace y por la conservación de sus
bienes algunas esperanzas necesarias, es obligado a pagar-
las, aunque el que las hizo, las hiciera verbigracia contra
su voluntad y fuese un detentor violento de la cosa que
129v con sus expensas conservó./

Y es claro o muy evidente, que si por los gastos y prepa-


rativos hechos por Su Señoría, que se han satisfecho de
la Real Hacienda, no se hubiera cortado la conspiración
en tiempo, cuantos en la provincia fuesen dueños de
esclavos, sin excepción dé alguno, todos los hubieran
perdido o, a buen librar, sublevados los esclavos, les hu-
bieran faltado sus respectivos servicios y ocupaciones en
que los tenían y en que siempre hubieran perdido in-
comparablemente mucho más del valor del peso o dos
pesos que en la prorata insinuada pueda caberles; pues
contra ésto no puede obstar el que por algunos dueños
se dijera el que hasta la presente no consta que esclavo
alguno de los suyos haya entrado por la causa de la
130r libertad a que con la conspiración aspiraron./ Debe con-
ceptuarse tan general y con unos principios tan connatu-
rales que prudentemente no es de juzgar que hubiese
habido alguno que, declarada la conspiración, no hubie-
se tomado partido en ésta, ni aunque por imposible lo

524
hubiese habido; por uno u otro, no deben regularse las
determinaciones que siempre son de sujetar por lo que
comunmente sucede.

Y para lo particular de los dueños de esclavos que en el


proceso resultan reos de la conspiración, basta el princi-
pio jurídico de la acción nobjal que compete contra el
dueño del esclavo o animal que causó algún daño contra
el que sea su dueño; que por ello es obligado, puede ser
reconvenido o al pago del daño que en el caso, son los
gastos hechos por la Real Hacienda, o a la entrega del
esclavo o animal. Lo cual con respecto a que lo más
justo y cómodo es que por todos los dueños se satisfaga
1$0v como/ que el principal fin fue mirar por su bien y el de
su propia conservación, podrá excusarse, concurriendo
los tales en la pro-rata general de los demas dueños y así
lo pide el fiscal. Antioquia y Febrero 28 de 1782.

Otro sí dice el fiscal que resultando de los autos más


esclavos cómplices en la conspiración que los que están
presos en el colegio y bajo del cuidado del cuerpo de
guardia, para precaver la fuga con la mejor seguridad, se
ha de servir Vuestra Señoría mandar se pasen al referido
colegio, que se les pongan las prisiones correspondientes
y se le encarguen al cabo de guardia y que sucesivamente
se hagan entrega de unos a otros cuando montan la guar-
dia, como lo hacen los demás; y así lo pide el fiscal.

Pedro Biturro Pérez.

Auto 131r Antioquia, y Marzo 4 de 1782. Visto lo pedido por


el Fiscal nombrado para el seguimiento de esta cau-
sa en el escrito de acusación que antecede, por lo
respectivo a los esclavos que resultan reos y se mantie-
nen arrestados en las casos de sus amos, pásense a la
prisión del colegio como lo pide, y sobre los demás par-
ticulares que expone, traslado a los amos de dichos es-
clavos para que en su defensa aleguen lo que a su dere-
cho convenga, y en el caso de negarse a ello, se les
nombrará de oficio defensor y hágase saber. Don iCaye-
tano Suelta Lorenzana.

Lo proveyó, mandó y firmó Su Señoría el Señor Don


131v Cayetano Suelta/ Lorenzana, Capitán del Regimiento

525
Provincial de León, Gobernador y Comandante General
de esta Provincia, por ante mí de que doy fe.

Simón Robledo Escribano Público y de Cabildo.

Notificación, En el mismo día hice saber el decreto anterior al fiscal


nombrado en estos autos, lo que firmo para que conste.
Nicolás de Lara.

Notificación. En 5 de Marzo de dicho año hice saber el decreto


antecedente al Señor Procurador General Don Juan José
de Lora, como que hace la personería de su hermano el
Maestro Don Antonio de Lora, y enterado dijo: que
solamente hizo la personería del dicho su hermano para
132r la entrega/ de los esclavos y que no teniendo dominio ni
propiedad en ellos, tampoco le es correspondiente hacer
defensa alguna ni otra entrega, y por tanto, que se le
noticie al dicho su hermano o provea su Señoría según
justicia, y lo firma conmigo, para que conste. Juan José
de Lora y Nuño. Nicolás de Lara.

Notificación, En dicho día, mes y año hice saber el decreto anterior al


Señor Maestro Don José Salvador Lastra y enterado,
dijo que por lo que respecta a los dos esclavos que se
hallan presos en esta su casa, en atención a que se dice
re sultan reos, por su estado no le es permitido
entregarlos, que están a la disposición de Su Señoría el
132v Señor/ Gobernador y Comandante General, y en cuanto
a la defensa de éstos, que no puede ejecutarla, que me-
diante a que Su Señoría ha seguido de oficio la causa,
que les nombre igualmente defensor de oficio, ésto dijo,
y lo firma conmigo para que conste. Juan Salvador de
Lastra. Nicolás de Lara.

Notificación. En 6 de dicho mes y año hice saber el auto anterior al


señor Maestro Don Luis de la Serna, y enterado dijo;
que en atención a que su Señoría el Señor Gobernador
Comandante General ha seguido esta causa de oficio y
que por su estado eclesiástico no puede defender su ne-
gro, que Su Señoría nombre igualmente de oficio defen-
133 r sor/ ésto dijo, lo firma conmigo para que conste. Luis
Francisco de la Serna Albarado. Nicolás de Lara.

526
Notificación. En 9 de Marzo de dicho año hice saber el auto
anterior al Señor Maestro Don Francisco de Porras. Ni-
colás de Lara.

Notificación. En dicho día, mes y año hice saber el auto antecedente a


Juana García, ama del negro Javier, y enterada dijo, que
en atención a haberse seguido de oficio esta causa, que
nombre su Señoría defensor de oficio, lo que firmo para
que conste. Nicolás de Lara.

Auto Antioquia, y Marzo- 12 de 1782. Vistas las respuestas


133v dadas por los amos de los esclavos que resultan reos en/
estos autos y que se excusan a la defensa de ellos, en
este concepto se nombra por defensor de los reos a Don
Luis María Pastor, Padre de Menores nombrado por el
Ilustre Cabildo de esta ciudad, a quien se dará vista de
estos autos, para que dentro del término de la ley, haga
la defensa que tuviere por conveniente a favor de dichos
esclavos que resultan reos, lo que así se le hará saber.
Don Cayetano Buelta Lorenzana.

Lo proveyó, mandó y firmó Su Señoría el Señor Don


Cayetano Suelta Lorenzana, Capitán del Regimiento
Provincial de León, Gobernador y Comandante General
134r de esta Pro/vincia por ante imí de que doy fe.

Simón Robledol Escribano Público y de Cabildo.

Petición Señor Gobernador y Comandante GeneraL El Defensor


General de Menores de esta ciudad, por los esclavos
comprendidos en el pensamiento de pedir se les hiciese
constar una Real Cédula por la que se les declaraba deber
ser libres de servidumbre y que pagasen tributo como
indios, respondiendo a los autos que sobre el asunto se
han formado y a la acusación fiscal que por ellos se les
hace, respecto lo que del sumario resulta dice: Que su-
puesta la noticia que corrió entre algunos de dichos es-
134v clavos, de que realmente existía en el Cabildo/ de esta
ciudad la Real Cédula, por la que Su Majestad declaraba
por libres a todos los esclavos. Supuesta también la cre-
dulidad de ello. En que hubiesen pensado congregarse
todos los más que pudieran a hacer una representación y
presentarla ante Vuestra Señoría y demás Señores que
componen este Ilustre Ayuntamiento, dirigida a que de
ser cierto haber dicha real declaratoria se les entregase o

527
en virtud de ella se les declarase por libres de la esclavi-
tud y servidumbre a sus amos. En haberlo así pensado,
creído y tratado de poner los medios que les parecieron
más legales y conformes, para que se le diese su cumpli-
135r miento a dicha Real Cédula, en ésto/ no se puede acrimi-
nar de delito, pues siendo como es tan amable y aprecia-
da la libertad de cualesquier esclavitud, que como vemos
aún los :brutos irracionales la conocen y apetecen y:aún
en aquellos qué se ven tratados con más humanidad que
quizá algunos esclavos anhelan y no pierden ocasión pa-
ra conseguirla y si ésto se experimenta con los irraciona-
les, que mucho que los que tienen pleno conocimiento
por lo racional de cuan grave miseria es la esclavitud,
con los fundamentos y credulidad de que nuestro Católi-
co Monarca (que Dios guarde) les había concedido y
declarado que fuesen libres de su cautiverio, propendie-
135v sen a que siendo así cierto se verificase./ En todo lo que
ministran los autos no se encúentra que tuviese otro
origen dicho pensamiento, que el de la afirmativa y cre-
dulidad de dichaiReal Cédula, y como quiera que la escla-
vitud es una muerte civil, y que sin violencia pudieron
conceptuar dichos esclavos que sus amos por no privarse
de su trabajo y servicio, ni perder el valor de ellos pudie-
sen haber ocultado dicha Real Cédula, atendiendo más a
lo gravoso que les era, que no al beneficio de tanto
miserable, de aquí es que en lo que creyeron y pensaron
dichos esclavos no incurrieron en delito. Dos apoyos se
encuentran por los autos que concurrieron a la creduli-
136 r dad de dicha RealCédula/ y ambos vestidos de circuns-
tancias que para quienes no son capaces (como no lo son
los esclavos) de tener otras reflexiones, fueron bastantes
para dar ascenso y creer, que realmente existía en el
archivo de esta ciudad la citada RealCédula. El primer
apoyó se registra en lo declarado por el esclavo Javier
García, desde el final de hojas 41 y principio de la 42, y
en lo declarado por Plácido esclavo a fojas 60 vuelta, en
que concordemente deponen y se descubre que desde el
tiempo en que gobernó esta Provincia el Señor Capitán
Don José Barón de Chávez, se divulgó por un esclavo
suyo nombrado Tiburcio, que había venido una Real Cé-
136v dula declarando por libres a "todos los esclavos./ A que
añade el defensor, que habiendo averiguado sobre si se-
ría o no cierto lo que divulgó dicho Tiburcio y declaran
el Plácido y Javier citado, no sólo encontró quien le
asegurara lo cierto de aquello, sino que dicho Tiburcio

528
añadió las expresiones de que por haber su amo ocultado
dicha Real Cédula estaba condenado, El otro apoyo está
más plenamente comprobado en los mismos autos y es,
de que Don Esteban Gracet había asegurado moderna-
mente de que d icha Real Cédula o documentos favorables
aquel intento existían en el cabildo (dejo para después el
hablar sobre dicho Gracet), y pasaré a combinar estas
dos especies y hacer la reflexión que sin violencia se
137r deduce a favor de la credulidad de dichos esclavos/. Di-
vulgar sin temor ni rebozo un esclavo de un señor Gober-
nador, sirviente de puertas adentro, que su amo había
recibido una Real Cédula del Rey Nuestro Señor, por la
que se dignaba de declarar por libres a todos los escla-
vos, y que dicho su amo la había ocultado. Divulgarse
también modernamente, que un oficial del Cabildo seña-
lado y destinado para el despacho judicial, que en el
cabildo de esta ciudad había documentos por los cuales
todos los esclavos debían ser libres, y ofrecerse a que si
le pagaban y en caso necesario lo defendían, él les pon-
dría en la mano dichos documentos. Hechos el cargo los
esclavos que ésto supieron de estas dos precedencias,
137v prudentemente/ debemos considerar que a vista de lo
que el esclavo del señor Barón había proferido años hace
y de lo que ahora les aseguraba Gracet, en quien no
tenían motivo de dudar, pues estando empleado en el
manejo de los papeles del archivo lo consideraban con
obligación de saber si era o no cierto lo que les ofrecía,
sin la menor duda ni repugnancia debemos suponer que
creyeron la existencia de dicha Real Cédula o de algún
otro documento semejante que favorecía la libertad de
su esclavitud. Esto asentado y que los mencionados es-
clavos se consideraban con legítimo derecho a solicitar
I38r un documento a su libertad tan favorable, que mucho/
que supuestas tales circunstancias para la credulidad in-
tentasen el solicitarla y que se verificase su cumpli-
miento y ejecución. Que sólo ésto hubiesen pensado y
tratado se comprueba de los mismos autos, sin que se les
pueda inducir de delito el que hubiesen procurado con-
vocar aquellos pocos a todos los demás esclavos; pues,
no siendo otro su intento que el de hacer y presentar
ante Vuestra Señoría y Señores Capitulares una repre-
sentación y pedimento, pidiendo esto mismo, como fa-
vorable al común de los esclavos en dicha convocatoria
no incurrieron; pues, en su modo de entender la debie-
138v ron considerar/ precisa e inexcusable y como más a pro-

529
pósito el día del ario nuevo, por considerar que todos los
señores juntos en la real sala de Cabildo podrían más
pronto y propiamente proveer en el asunto. No se debe
tener por nueva, ni por inventiva moderna la especie
divulgada de la citada Real Cédula, pues a más de que fue
pública en esta ciudad su noticia que de ella vertía el
citado esclavo Tiburcio del señor Barón, concuerda con
lo que depone el esclavo José Ortiz a fojas 22, de que
hablando con él esclavo capitán de la cuadrilla del Doc-
tor Londoño, nombrado Faustino, sobre la novedad de
139r dicha Cédula le respondió dicho negro/ capitán que ya
había mucho tiempo que se decía haber dicha Real Cédu-
la. De donde se deduce haber muchos años que la referi-
da especie andaba divulgada entre los mismos esclavos,
debiéndose creer que si en tanto tiempo no había hecho
novedad pudo motivarlo no estar radicados en su exis-
tencia, más como en el tiempo presente hubiese cogido
tanto cuerpo por decir que lo aseguraba el oficial de
cabildo Don Esteban Gracet, por ésto, pues, debemos
persuadirnos haber tomado tal incremento. De donde
resulta que todo el principio y aún el cuerpo que tomó
aquella especie, debe responder por sus resultos el que la
taav promovió y esparció, como causa/ primaria de todo lo
causado, Bien se hace cargo el defensor que dicho Gra-
cet al parecer se indemnizó con la declaración de Luis
María Laínez de fojas 32 vuelta, y con el careo de hojas
45, a que no puede de menos el defensor que hacer el
reparo y poner la tacha legal de que dicho Luis María
Laínez es intimo amigo, parcial y comensal del expresa-
do Gracet, que por público y notorio hasta releva de
prueba, y en este concepto resulta contra dicho Gracet
haber sido el origen de semejante alboroto. En cuanto a
los proyectos y medidas que el esclavo Pelay o declara
tener premeditadas, para en caso de que no se les entre-
140r gase la Real Cédula, aunque/ a primera vista suena a un
horrendo atentado, si se reflexiona sobre algunos de los
mismos particulares se encontrará que aquello de con-
gregarse en destinado paraje con obligación de pagar tri-
buto a.Su Majestad, (porque así entendieron lo prevenía
la Real Cédula), este pensamiento_ acredita su lealtad a
Nuestro Católico Soberano y desvanece cualesquiera pre-
sunción tiránica, y si se toma por la otra parte de que
pagarían jornal a sus amos aunque viviesen como libres,
en ello mismo daban un verdadero reconocimiento de
sumisión a sus dueños, como el vasallo que por el tribu-

530
140v to es reconocido por tal./ Y por cualesquiera de estos
dos términos no se trasluce otro objeto que el de aspirar
a verse libres del yugo de la esclavitud, que como al
principio dejo dicho, hasta los mismos irracionales aspi-
ran a sacudirlo. Y por último, que semejante pensamien-
to fue abrigado de un fundamento tan legal y poderoso,
como el de haber creído ser cierto lo declarado por
nuestro Soberano Monarca en la decantada Real Cédula,
que con tales circunstancias se les persuadió a la creduli-
dad de ella. Por todo lo cual, y no conceptuándose el
defensor con obligación de responder a la segunda parte
141r del pedimento fiscal/ sobre lo suplido de Real Hacienda
para gastos de armas y tropas, por cuanto ésto más resul-
ta contra los amos que contra los esclavos, concluyo
pidiendo que por el mérito de lo que dejo expuesto se
declare a éstos por absueltos del crimen acusado, sobre
que pido justicia en todo. Antioquia, y Marzo 25 de
1782, Luis María Pastor.

Decreto Antioquia, y Marzo 25 de 1782. Por presentado. Autos


a la vista, Suelta. Así lo proveyó, mandó y firmó el
señor Don Cayetano Suelta Lorenzana, Capitán del Re-
gimiento Provincial de León, Gobernador y Comandante
General de esta ciudad de Antioquia y su Provincia, por
141v ante mí de que doy fe. Simón Robledo/ Escribano Públi-
co y de Cabildo.

Auto para recibir Antioquia, y Marzo 26 'de 1782. Vistos estos autos y
a prueba la eau-
ea.
según su estado, recíbase esta causa a prueba por el
término de nueve días, dentro del cual serán ratificados
los reos en sus confesiones y los testigos del sumario en
sus declaraciones, con reserva de que en el caso de no
poderse verificar dentro de dicho término las ratificacio-
nes de los testigos que declararon ante el Capitán a
guerra de Rionegro sobre el asunto en estos autos, se
prorrogará el que sea preciso y se hará saber a las parte
fiscal y defensor, para que si tienen que dar alguna prue-
142r ba lo ejecuten dentro del término asignado. Y en! consi-
deración a que en auto de cuatro del corriente, a conse-
cuencia de lo pedido por la parte fiscal, se mandó trans-
ferir a la cárcel del colegio a José y Martín, esclavos del
Padre Don Salvador de la Lastra, a Lino, esclavo del
maestro Don Antonio de Lora y Andrés esclavo del Pa-
dre Don Francisco Porras; el presente escribano a conti-
nuación de este auto, pondrá por diligencia si dichos

531
esclavos se hallan arrestados en dicho colegio según está
mandado en el citado auto de cuatro del corriente, cuya
diligencia se nota faltar en estos autos. Don Cayetano
Buelta Lorenzana.

Así lo proveyó, mandó y firmó el Señor Don Cayetano


142v Buelta Lorenzana,/ Capitán del Regimiento Provincial
de León, Gobernador y Comandante General de esta
Ciudad de Antioquia y su Provincia por ante mí de que
doy fe. Simón Robledo Escribano Público y de Cabildo.

Certificación Don Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo,


minas y registros de esta Ciudad de Antioquia y su juris-
dicción por el Rey Nuestro Señor etc. Certifico en públi-
ca forma a los Señores y demás personas que la presente
vieren, y en virtud de lo mandado en el auto anterior,
como se hallan en el colegio que hoy sint de cárcel los
esclavos del Padre Don Salvador de Lastra, nombrados
José y Martín, y también se halla en dicho colegio Lino,
143r esclavo del Padre Don Antonio de Lora y / solamente
falta por poner en captura al mulato Andrés, esclavo del
Padre Don Francisco Porras, por haber dicho estaba en
su hacienda de campo de la otra banda del río de Cauca,
y por ser así lo certifico y signo en dicho día, mes y
año., Simón Robledo Escribano Público y de Cabildo.

Au to Antioquia, y Marzo 26 de 1782. Vista la certificación


del presente escribano y constando de ella hallarse arres-
tadolen el colegio José y Martín, esclavos del Padre Don
Salvador de Lastra, y Lino, esclavo del Maestro Don
Antonio de Lora, y que falta Andrés, esclavo del padre
Don Francisco Porras, quien se denegó a entregarlo, se-
gún consta de la diligencia de nueve del corriente, para
143 v que luego y sin/ pérdida de tiempo se verifique la cap-
tura de dicho esclavo Andrés, pasen a la hacienda de
campo donde dicho Padre Porras dijo lo tenía destinado
un cabo y dos soldados, para que en este día lo conduz-
can arrestado a la prisión donde se hallan los demás reos.
Don Cayetano Buelta Lorenzana.

Así lo proveyó, mandó y firmó el Señor Don Cayetano


Buelta Lorenzana, Capitán del Regimiento Provincial de
León, Gobernador y Comandante General de esta ciu-
dad de Antioquia y su Provincia por ante mí de que doy
fe. Simón Robledo Escribano Público y de Cabildo.

532
144r En el mismo día hice saber el auto anterior/ a Don Luis
Notificación María Pastor como defensor y de ello doy fe. Robledo.

Notificación En el mismo día, mes y año hice saber el auto antece-


dente al Fiscal nombrado Don Pedro Biturro Pérez y de
ello doy fe. Robledo.

Ra tificacibn de En el mismo día, mes y año para las ratificaciones de los


Javier García.
reos mandadas hacer, compareció ante Su Señoría en
esta sala de su audiencia Javier, esclavo de Juana García,
a quien por ante Mí el escribano Su Señoría le recibió
juramento, que lo hizo por Dios Nuestro Señor y una
señal de cruz conforme a derecho, bajo el cual prometió
decir verdad en lo que supiere y le fuere preguntado, y
siéndole leída las dos declaraciones que tiene dadas a los
144v folios cuarenta/ y sesenta y seis de estos autos, entera-
dos de ellas dijo: que las declaraciones que tiene dadas y
le han sido leídas están en los mismos términos que ha
declarado, sin que les falte expresión o palabra alguna de
lo que respondió al tenor de las preguntas que se le
hicieron. Pero para descargo de su conciencia, y con
reflexión a que tiene determinado decir la verdad, por
que el haber negado en sus declaraciones lo que sabía y
el haber convocado en Guarne a Miguel, esclavo de Don
Manuel Jaramillo, a José Ignacio y Valerio, esclavos de
los Echeverris, ha sido por miedo que tuvo de que sería
tratado con más rigor si lo declaraba, y porque Pelayo,
145r esclavo del -Maestro/ Don Antonio de Lora, que fue
quien le propuso pedir la Cédula (aunque ya antes lo
sabía por habérselo dicho Andrés esclavo del Padre Po-
rras) le encargó, noticioso de que el declarante pasaba a
Rionegro, convocase para pedir dicha Cédula cuantos es-
clavos pudiese en aquellos minerales, a fin de que contri-
buyesen con oro y viniesen juntos a esta ciudad a pedir-
la, y que los que convocara serían avisados el día que
habían de llegar a esta dicha ciudad para lo cual les
escribiría carta. Y que entre los dos acordaron que no se
habían de descubrir el uno al otro, por que habiendo el
145v declarante dicho al referido Pelayo que si/ acaso se des-
cubría el que convocan los otros esclavos y los prendían,
cómo se habían de componer, a que respondió dicho
Pelayo, "si nos prendiesen negaremos uno y otro, no
mentándome tu a mí, ni yo a tí", cuya palabra quedaron
de cumplirse el uno al otro y por lo mismo lo ha negado
hasta lo presente. Y en conformidad de decir, como

533
tiene ofrecido la verdad bajo del juramento que tiene
hecho, declara haber convocado en dicho paraje de
Guame a los tres esclavos referidos, quienes respondie-
ron, luego que se impusieron de lo que les propuso para
pedir dicha Cédula, que no solamente darían a los dos
146r tomines que a cada uno les / pidió de orden de dicho

Pelayo, sino que darían a cinco o seis pesos si fuese


necesario y que están. prontos a convocar a los demás
compañeros de Sus casas para que también dieran los dos
tomines y vinieran con ellos a esta ciudad a pedir la
referida Cédula. Y aunque los expresados Miguel, José
Ignacio y Valerio le dijeron que convocara para el mis-
mo intento a todos los demás esclavos que pudiera, no
lo hizo por el miedo de ser descubierto, pues aunque
durmió en la ranchería del Padre Cataño no se atrevió a
decir nada a los esclavos de ella, ni tampoco en Rione-
gro, ni Marinilla, pues aunque hablando con José San
146v Martín, esclavo de Don Pablo Jiménez, vecino/ de Mari-

nilla, le tocó la especie de la Cédula no lo solicitó para la


convocatoria ni él tampoco adelantó la conversación so-
bre el asunto. Y que Andrés, esclavo del Padre Porras,
que iba en su compañía estuvo presente cuando convidó
para pedir dicha Cédula a los dichos José Ignacio y Vale-
rio, esclavos de los referidos Echeverris, y habiendo re-
gresado a esta ciudad dio noticia al referido Pelayo de
los que había convocado y de que quedaban prontos al
primer aviso en los términos que deja expresados, quien
le respondió que estaba muy bien, volviendo a encargar-
le lo que tenían acordado de no descubrirse el uno al
147r otro si los llegaban/ a prender. Pero aunque el declarante

se ofreció a convocar los esclavos, como ya tiene confe-


sado, no se ofreció a que entraría con ellos a pedir la
Cédula, porque le dijo que no tenía necesidad de pedirla,
porque su ama le tenía hecha carta de libertad para
después de sus días,- a que respondió dicho Pelayo pues
yo tampoco tengo necesidad, pero por saber si es verdad
que haylla Cédula quería hacer la convocatoria, pero que
no le dijo el día en que se habían de juntar todos en esta
expresada ciudad para pedir la enunciada Cédula. Y en
estado pidió que se le leyese otra vez la declaratoria de
Miguel, esclavo de Don Manuel Jaramillo, que se halla al
147v folio cincuenta y tres/ y enterado de ella dijo que lo que

dicho Miguel refiere de que le pusiese en el sobre escrito


a Juan Francisco García, y que en vez de decir cuantos
esclavos tenía convocados dijese tantas libras de cera, no

534
le dijo semejante cosa, porque aunque ,quedó de que le
escribiese cuantos eran los esclavos que había convocado
y el oro que había juntado, no fue en los términos que
refiere dicho Miguel, pues no usó el declarante de tal
precaución y siendo lo que deja declarado en esta oca-
sión todo ello la verdad bajo el juramento que tiene
hecho. Y en este estado añade que el referido Pelayo
noticioso de que Luis, esclavo de Francisco o de Grego-
148r rio Zarrazola, iba para/ el Valle de San Andrés de Cauca,
le dijo al declarante que le encargase el que convidase
para dar los dos tomines y pedir la Cédula a unos pocos
esclavos que hay en dicho valle, lo que con efecto le
encargó el declarante al dicho Luis y él ofreció hacerlo
así, pero que .no sabe si los convidó o, no. Y siéndole
leída ésta su declaración, enterado de todo su contenido
dijo se afirma y ratifica en todo lo que de ella consta,
por ser todo cierto y la verdad, que para descargo de su
conciencia ha declarado y que en lo que resulta de las
dos declaraciones anteriores también se afirma y ratifica,
menos en la parte que son contrarias a lo que en ésta
tiene dicho y confesado, pues esta última es la que debe
148v prevalecer como cierta/ y verídica, no lo firma por no
saber, a su ruego lo hace Don Nicolás de Lara con Su
Señoría por ante mí de que doy fe. Don Cayetano Buel-
ta Lorenzana. Por el declarante Nicolás de Lara. Simón
Robledo Escribano Público y de Cabildo.

Ratificación del En la ciudad de Antioquia en 2 de Abril de 1782,


Peleen
en prosecución de las ratificaciones mandadas hacer
compareció ante Su Señoría en esta sala de su audiencia
Pelayo, esclavo del Maestro Don Antonio de Lora, y uno
de los reos, presos que constan de estos autos, a quien
por ante mi le recibió juramento que lo hizo conforme a
derecho por Dios Nuestro Señor y una señal de cruz,
bajo el cual prometió decir la verdad en lo que la supiere
149r y le fuere preguntado y siéndole/ leída su confesión, que
se halla desde la vuelta del folio 15 hasta el 20 de dichos
autos, se le preguntó si está conforme a lo que tiene
confesado y se afirma y ratifica en ella, o tiene que
añadir o quitar alguna cosa, y enterado de todo su con-
tenido dijo: que está arreglada a lo mismo que tiene
confesado según y con las mismas palabras con que res-
pondió a las preguntas que en ella se le hicieron y que
tiene que añadir bajo la gravedad del juramento que se le

535
ha recibido, y para descargo de su conciencia, el haber
convocado para el levantamiento intentado para pedir la
Cédula que consta de su confesión, a otros esclavos que
149v no declaró en ella y ahora los manifiesta/ y son los
siguientes: José Miguel y Basilio, esclavos de Don Fran-
cisco José de Osa, a Ignacio y Santos, esclavos de Don
Antonio Ferreiro, quienes también se ofrecieron volun-
tariamente a entrar en el levantamiento proyectado, co-
mo los expresados de Don Francisco José de Osa, Javier
García., esclavo de Juana García, quien a más de contri-
buir con los dos tomines para hacer el escrito para pedir
la,Cédula al cabildo se ofreció a concurrir a el levan-
tamiento referido como los antecedentes, y que con mo-
tivo de que el Javier García hizo viaje a la Marinilla,
luego que trataron de dicho levantamiento y medios de
150r ejecutarlo/ para pedir la cédula referida, le encargó con-
vocara a todos los esclavos de los minerales de Guarne,
Rionegro y Marinilla, lo que se ofreció ha ejecutar vo-
luntariamente y con efecto. A vuelta del viaje de aque-
llos parajes le dijo que había convocado a tres para que
éstos convocaran a los demás de aquellos partidos, y que
le dijo también que los tres a quien había hablado y
convocado, se había ofrecido no sólo a concurrir al le-
vantamiento, sino también a convocar a los demás sus
compañeros en aquellos minerales, por que así se lo refi-
150v rió/ el expresado Javier García. Y también, como ya
tiene dicho, por los de esta ciudad se ofrecieron los
convidados por dicho Javier a concurrir con el oro que
fuese preciso para hacer el escrito para pedir dicha Cédu-
la, y que éstos que deja referidos no los declaró en su
confesión por habérsele olvidado entonces. Y que tam-
bién tiene que añadir la circunstancia de que el haber
acordado entrar tumultuariamente el día de año nuevo,
ha sido con el fin de considerar el que para su intento
encontrarían juntos los Señores de Cabildo y porque
tur como de noche había rondas/ y gente armada para el
resguardo de la ciudad por causa del levantamiento de
los cosecheros de tabaco de la otra •banda de Cauca,
temiéndose de que entrando de noche los matarían cre-
yendo que eran los otros sediciosos, por eso dispusieron
entrar de día como que venían marchando. Pero que tam -
bién para descargo de su conciencia debe declarar que en
cuanto al proyecto de proclamar la libertad por bien o
por mal y demás resistencias que tiene confesadas, no lo
sabían los que tiene declarado haber sido convocados, y

536
sólo José y Martín, esclavos del Padre Lastra, con quie-
151v nes lo había hablado lo sabían y lo/ mismo Lorenzo y
Domingo, esclavos del mismo Padre Lastra, porque los
demás sólo tenían entendido que la convocatoria se ha-
cía para pedir la Cédula todos juntos, y si la había, pro-
clamarse libres y sino la había, volverse a servir a sus
amos. Y que todo lo dicho es la verdad bajo del jura-
mento que tiene fecho, y siéndole leída ésta su ratifica-
ción y lo que en ella consta añadido, dijo se afirma y
ratifica en uno y otro, no lo firma porque dijo no saber,
lo Firma a su mego Don Domingo Fontela, Cabo de la
Compañía Fija de esta ciudad, junto con Su Señoría por
152r ante mí de que doy ,fe. Don Cayctano/ Buelta Lorenza-
na. A ruego del confesante Domingo Fontela. Simón
Robledo Escribano Público y de Cabildo.

Ratificación de En el mismo día, mes y año en prosecución de estas


José Oras,
ratificaciones Su Señoría hizo comparecer a José Ortiz,
esclavo de la testamentaria del difunto Padre Díaz, y por
ante mí el escribano libre de todas prisiones le recibió
juramento, que hizo según derecho por Dios Nuestro
Señor y una señal de cruz, bajo el cual ofreció decir
verdad en lo que supiere y le fuere preguntado, y ha-
biéndosele leído su confesión, que tiene hecha en estos
autos al folio veinte, enterado de ella dijo: Que por ser
todo lo que consta en ella la verdad, se afirma y ratifica
152v en/ todo su contenido sin tener que añadir, ni quitar, no
lo firma por no saber, a su ruego lo hace Don Nicolás de
Lara con Su Señoría por ante mí de que doy fe. Don
Cavetano Buelta Lorenzana. Por el declarante Nicolás de
Lara. Simón Robledo Escribano Público y de Cabildo.

152v. a (Esta misma declaración y ratificación fue presentada


165r por los siguientes declarantes: ,

Lino, esclavo del padre Antonio de Lora.


Javier Esteban, esclavo del padre Luis de la Serna.
José,.esclavo del Maestro Don Salvador de Lastra.
Martín, esclavo del Maestro Don Salvador de Lastra.
Crisóstomo, esclavo de Don Luis Porto.
Juan María, esclavo de Don José Bernardo Campillo.
Manuel Marín, esclavo del padre Antonicrde Lora.
Narciso, esclavo de Don Pedro Pastor.
Casimiro, esclavo de Don Pedro Pastor.
Marcos Serna, libre.

537
Lorenzo, esclavo del padre Salvador de Lastra.
Venancio, esclavo del padre Salvador de Lastra.
Clemente, esclavo de Don Juan de Lora.
Plácido, esclavo del Doctor Don José Manuel Gutiérrez.
Domingo, esclavó del padre Salvador de Lastra.
Bonifacio, esclavo de Rafael Muriel.
Ignacio, esclavo de Rafael Muriel.
Cayetano, esclavo de José Oquendo.
Jacinto, esclavo' de José Ignacio Montoya.
Salvador Becerra.
Paulino, esclavo de Pablo Zarrazola.
Prudente, esclavo de Juan Ignacio Ruíz.
Juan Bautista, esclavo de Don Francisco de Lora).

Auto Antioquia y Abril 4 de 1782. Vistas las ratificaciones


que anteceden, y resultando de la de Pelayo, esclavo del
Maestro Don Antonio de Lora, principal cabeza del le-
vantamiento intentado por los esclavos de esta ciudad y
otras jurisdicciones de esta Provincia, el que Ignacio y
Santos, esaavos de Don Antonio Ferreiro, José Miguel y
Basilio, esclavos de Don Francisco José de Osa, han sido
convocados por él para dicho levantamiento y que se
ofrecieron a concurrir voluntariamente, se procederá
inmediatamente al arresto de dichos esclavos, y verifica-
165v da la prisión de ellos se les tornarán sus confesiones/ ,y
con vista de lo que éstos produjeren, se reserva proveer
lo que corresponda en justicia. Y corno con este motivo
y los otros tres esclavos de los minerales de Guarne, el
uno de Don Manuel. Jaramillo y dos de los Echeverris,
que en su ratificación declara haber convocado Javier
García, esclavo de Juana García, y que se ofrecieron a
concurrir al expresado levantamiento voluntariamente, y
por lo resultivo de lo declarado por dicho Javier García
tengo comunicado orden al Capitán a Guerra de Rione-
gro, para que los remita presos a la disposición de este
juzgado, y se espera que así lo verifique con la mayor
brevedad, y necesitándose con estos motivos tomar a
166r estos nuevos reos/ después de ratificados en sus declara-
ciones/ que tienen dadas ante dicho Capitán a Guerra y
constan de estos autos, tomarles sus confesiones, y en
caso necesario para completar la prueba y verificar la
verdad, recibir otras declaraciones y que sean reconve-
nidos en careo los unos con los otros, se hace preciso
prorrogar el término de prueba por lo que hace a estos
últimos reos por el tiempo que sea preciso para la debida.

538
substanciación del proceso, y en su consecuencia se pro-
rroga por otros nueve días, con reserva de proseguir en
el que fuere necesario sino se pudiesen evacuar las com-
petentes pruebas. Y como todo lo mandado no impide
el que para cumplir la superior carta orden del Excelen-
tísimo Señor Virrey de este Nuevo Reino, su fecha en
166v Cartagena a 11 de Febrero último, en que/ previene a
este Gobierno la pronta remisión de los reos de los tres
últimos levantamientos ocurridos en esta Provincia a la
disposición de los Señores Ministros de la Real Audien-
cia de este dicho Reino con los respectivos procesos
estando en estado, y siendo uno de dichos levantamien-
tos, que expresa dicha Superior Carta Orden en capítulo
expreso en ella, que se remitan con los demás reos los
esclavos sublevados, y que para que quede algún escar-
miento, los que lo merezcan se les imponga la pena de
azotes que refiere antes de remitirse a Santa Fe, cuyo
capítulo de la citada Superior Carta Orden, pondrá el
presente escribano a continuación de este auto la copia
167r legalizada y fechos pasaron estos autos en asesoría/ al es-
tudio del Doctor Don Ignacio de Uribe, Abogado de la
Real Audiencia de este Reino y Alcalde Ordinario más
antiguo de la Villa de Medellín, que de orden de éste
Gobierno pasó a esta ciudad para esta consulta y otras
de esta naturaleza, a fin de que según el mérito de los
autos, gradué los esclavos que deben sufrir la pena de
azotes y deben remitirse a Santa Fe según lo prevenido
por Su Excelencia, cuya remisión se ha de verificar pre-
cisamente el miércoles diez del corriente por estar ya así
dispuesto y prevenido lo necesario, por cuyo motivo se
le encarga- la más posible brevedad en poner su dicta-
men, para que con vista de él, se pueda cumplir con lo
mandado por su Excelencia según corresponda en justi-
cia. Don Cayetano Buelta Lorenzana.

167v Lo proveyó, mandó y firmó el Señor Don Cayetano


Buelta Lorenzana, Gobernador y Comandante General
de esta Ciudad de Antioquia y su Provincia, por ante mí
de que doy fe. Simón Robledo Escribano Público y de
Cabildo.

Certificación En virtud de lo mandado en el auto anterior, hago sacar


y saco la copia legalizada del Capítulo de la carta origi-
nal, que el Excelentísimo Señor Virrey escribió al Señor
Gobernador, que se me ha puesto presente y es como se

539
Capitulo sigue: Lo mismo que digo a Vuestra Merced en cuanto a
estos reos ejecute, deberá ejecutar con los negros escla-
vos primeros autores y fomentadores de la especie de
levantamiento sobre su libertad, su intento es uno de los
168r más perjudiciales al estado, a los mismos dueños/ y a la
patria de lo que puede imaginarse y por lo mismo impor-
ta escarmentarlo para no dar lugar a que en otro tiempo
puedan pensar en él, como la remisión pronta, que debe
hacerse por igtiales motivos y otros que los insinuados
impide que la ejecución de la sentencia se verificase en
esa capital como convendría, podrá a lo menos, sin per-
juicio de la causa y para que pueda servir de memoria y
ejemplo, atendida la vileza de las personas por su calidad
esclavos mandárseles dar por las calles públicas ciento o
docientos azotes; Una vez que el delito esté bien califica-
do y confesado, y proceder a remitirlos a Santa Fe con
sus respectivas causas o si éstas no estuvieren conclusas
168v luego que lo estén/, aunque aquellos se hayan enviado
antes, para que examinadas, sentenciadas o confirmadas
por aquella Real Audiencia se les aplique la que final-
mente merecieren según su delito, consultándolo Vues-
tra Merced en caso necesario con cualquiera de los abo-
gados que hay en Medellín. Es copia fielmente sacada de
su original a la que en caso necesario me remito. En
cuya fe lo certifico, signo y firmo en Antioquia en cinco
de Abril de 1782 años. Simón Robledo Escribano Públi-
co y de Cabildo.

Parecer Señor Gobernador y Comandante General. He visto los


autos criminales que de oficio se han creado sobre la
conspiración con que por los esclavos se pretendía sacu-
169r dir el yugo de la servidumbre!, que Vuestra Señoría por
modo consultivo se ha dignado de recomendar a mi cor-
ta inteligencia, para que impuesto de su mérito, dictami-
ne los que deban sufrir la pena de azotes de vergüenza y
ser remitidos a la ciudad de Santa Fe según lo prevenido
por la Superior Orden de Su Excelencia. Y ningún delito
por grave que sea trae aparejadas más funestas conse-
cuencias al Rey, al Público y al Estado que el de sedicio-
sa rebelión, pero éstas deben considerarse de mucho ma-
yor peso cuando el tumultuado lo es el cuerpo de los
esclavos, por ser muy difícil poderse cautelar los dueños
de los graves insultos a que les -incita su barbarie y mal
afecto que por lo general profesan al estado noble y con
especialidad a sus amos, y de que es visto que ninguno

540
169v de los alborotos acaecidos en esta Provincia demanda/
con más razón un ejemplar castigo que el de dichos
esclavos, para que éstos escarmentados con él sirva a los
otros de freno que les contenga dentro de la raya de la
razón, doblegando la cerviz a la servidumbre en que les
constituyó la suerte. No podrá negarse que el castigo
aplicado a los delincuentes es la base fundamental en
que el bien público descansa y se sostiene, y es tan
necesario y tan provechoso para la vida y compañía hu-
mana como los cuatro elementos con que respiramos,
porque la severidad de la justicia conserva la viaa-,--entre-
tiene la religión y es la salud de la Repúblicas como dijo
San Agustín en el libro de Duodecim Abusionibus, pues
si faltase el castigo para los malhechores en vez de una
170r vida civil y política/ sucedería una perdición desordena-
da, porque cuando el vicio no es refrenado con el temor
de la pena todo lo desola y consume, y el mismo San -
Agustín y Casiodoro dicen: Que la variedad de las cos-
tumbres que hay en la República no da lugar a defender
las leyes sino es con el terror, y la común de los Autores
siente repararse mejor la República con la severidad que
no con la remisión, porque con aquella sólo es ofendido
el punido y con ésta se ofende la Ley, el Rey y la Grey,
que es toda la República, San Gregorio llama pestilencia
de ésta al juez que con rigor no castiga los delitos, y
consta de varios lugares de la Sagrada Escritura, que
ningún sacrificio mayor se le puede hacer a Dios que
castigar al malo y perverso; porque como dice Bal-
do:Con quitar la vida a éstos se salvan la de muchos
170v inocentes: y contra los malhechores/ han de ser los jue-
ces inexorables, porque de éstos no hay otra esperanza
de que aborrezcan el vicio, sino es por temor de la pena,
y cuya extirpación como tan importante no hay ley que
no se recomiende, y la que no se consigue sino es a
fuerza del castigo, y en el que no puede el juez ser
indulgente, mayormente en delito de tan depravada na-
turaleza. En cuya conformidad, y en la de que la orden
de Su Excelencia que acompaña a este expediente, sólo
es de que a los esclavos que fueron primeros autores y
fomentadores de esta sublevación, se les imponga la pe-
na de azotes de vergúenza y sean remitidos al Supremo
Senado de su Audiciencia para 'be se les imponga el
castigo condigno que por su culpa mereciesen. En esta
virtud, y arreglándome a dicha orden, me parece deberse
rnr aplicar la pena/ de cien azotes y ser remitidos los si-

541
guientes esclavos: Javier García, José Ortiz, Javier Este-
ban Serna, José y Martín Lastra, mediante a que del
mérito del proceso se evidencia, que los unos fueron
primeros motores de dicho levantamiento, y los otros
fomentadores de él con sus perniciosos influjos. Y aun-
que contra varios de los otros resulten algunas declara-
ciones, como quiera que de ellas se convence haber acep-
tado el convite y ofrecfdose entrar en dicho levanta-
miento, más nó que fuesen los primeros motores y fo-
mentadores de él, por tanto no deben comprenderse en
la superior deliberación de Su Excelencia de que sean
azotados y remitidos a Su Audiencia, pues en ella sólo se
incluyen los reos de aquella calidad; pero sin embargo de
lo dicho se mantendrán en la correspondiente custodia
171v /y prisión hasta que con vista de la causa determine Su
Audiencia lo que fuese de su superior agrado. Estudiosa-
mente he reservado para lo último hablar del negro Pela
yo Lora, no obstante de resultar cabeza y primer actor
del pretendido motín, y a ésto me ha obligado el haber-
se presentado dicho esclavo, en la confianza y satis-
fación del perdón que Vuestra Señoría le prometió, y
que corre desde el reverso de fojas 12 hasta el dorso de
la 14, y como agriamente se agite la cuestión entre los
Autores de si el corregidor está obligado o no ha cumplir
estas promesas, me ha parecido conveniente detenerme
en su resolución, Tenían los Romanos eh tanto guardar
la palabra y fe prometida (por ser efecto de la constan-
cia y de la justicia) que pusieron su simulacro y estatua
172r en el mejor lugar del Capitolio. El Poeta Silio/ llamó a la
fe ornato y hermosura de los dioses y que sin ella no
puede subsistir la paz en la tierra, y en tanto encareció
Juan Andrés la obligación de cumplir lo prometido, que
por cosa admirable dice: Que aún el demonio con ser
padre de la mentira cumple a veces lo que promete, y así
parece más bien fundada la opinión de que esté obligado
el corregidor a cumplir la promesa que hace al reo por
ser parte principal de la justicia guardar la fe y necesaria
para la seguridad de la conciencia, para la reputación y
buen crédito con los súbditos y seguridad con los extra-
ños. Y finalmente en concepto de todos los políticos es
la fe arma muy poderosa para la conservación de los
estados. Que no debe el juez castigar al delincuente por
la confesión que hiciese movido de la promesa del per-
dón, es general Doctrina seguida por los Autores Reyni-
172v colas/ como afirman Immola y Hipólito de Marsilus, el

542
primero en la Ley: Si qui reum No 29 Digestis de pu-
blicis judituis y el segundo en la Ley la Parag. quest, fidez
digestic de question, y con lo dicho alude una ley impe-
rial estatuente, que el que contrata con el juez no sea
con su autoridad engañado, y el que se somete y pone
en sus manos se le ha de hacer gracia y no recibir agra-
vio, y siendo como lo es noble el oficio de juez, no se ha
de tener por dudosa su promesa, pues la del hombre
noble se tiene por cumplida. Y el Doctísimo Bobadilla
doctrinando el asunto en el libro tercero de su política
asienta las siguientes palabras: Y resolviendo esta cues-
tión digo: Que la última opinión de Juan de Immola y
de Hipólito es más admitida de los Autores de estos
Reinos, y aún nuevamente Tiberio Decicino (por autori-
1 73 r dad de dicho Immo14/ diciendo ser Opinión en que to-
dos concuerdan, afirma que obliga en conciencia al juez
a guardar la promesa y que la contraria es más seguida
de los extranjeros. En fuerza de estos legales fundamen-
tos me parece, que Vuestra Señoría en virtud del citado
perdón, no puede condenar al dicho Pelayo en la pena
de azotes. Pero como el referido Político Corregidor
aconseje, que en estos casos se consulte con el Príncipe
por el juez que lo prometió, me parece así mismo, que
este reo sea remitido con los demás a la ciudad de Santa
Fe, para que impuesto Su Alteza de la promesa y sus
circunstancias declare sobre ella lo que hallase ser de
justicia. Este es mi sentir, que sujeto a la.censura de
Vuestra Señoría. Antioquia, y Abril 27 de 1782. Doctor
Ignacio Uribe.

113v Antioquia, y Abril/ 7 de 1782. Vistos estos autos y con


Auto de Confin- consideración al mérito que de ellos resulta y al dicta-
mación. men dado en su virtud por el Doctor Don Ignacio de
Uribe, a cuyo estudio se remitieron para este fin, con el
que me conformo en todas sus partes, y en su conse-
cuencia para que sea debidamente cumplida la Superior
Orden del Excelentísimo Señor Virrey, que por copia
legalizada obra al folio ciento y cuatro de este proceso,
resultando justificado en él haber sido primeros actores
y fomentadores de la sublevación intentada por los es-
clavos de esta Provincia: Javier García, José Ortiz, Javier
Esteban Serna, José y Martín Lastra, se les condena a el
castigo de cien azotes a cada uno de ellos, el que sufrirán
mañana lunes ocho del corriente por las calles y plazas
más públicas de esta ciudad a las once del día, los que

543
174r serán dados por mano/ del verdugo, sin perjuicio del
condigno castigo que por lo principal de sus delitos ten-
ga a bien imponerles la sabia justificación de Su Audien-
cia, a cuyo regio senado se remitirán dichos reos el miér-
coles diez del corriente con la custodia necesaria, si-
guiendo con ellos en la misma conformidad al esclavo
Pelayo primer actor de la sedición para qué Su Audien-
cia según el mérito del proceso y perdón que le tengo
concedido, con' los motivos que tuve por justos y conve-
nientes para concederlo, se digne resolver acerca de su
confirmación lo que hallare más conforme a justicia y
fuere de mayor aprobación. Y estanclii en estado se re-
mitirán los autos originales sacándose testimonio de
ellos para resguardo del archivo, y los demás reos, que
de ellos constan y se hallan presos, y otros que se espe-
174v ra/ arrestar, por haber sido nuevamente descubiertos en
las ratificaciones de Javier García y dicho Pelayo, se
mantendrán en la prisión hasta tanto que sentenciada
definitivamente por Su Audiencia esta causa, les impon-
ga la pena que proporcionalmente merecieren, para que
el castigo sirva de ejemplo y escarmiento de los demás y
consiga esta Provincia la paz entre sus habitantes y la de-
bida obediencia y sujeción de los Magistrados que
deben tener los díscolos y rebeldes. Y con reflexión a
que el esclavo Javier Esteban Serna hace días que se
halla muy enfermo de unas llagas, y que de orden de
este Gol?ierno lo asiste para su curación Agustín Pérez
que hace de médico en esta ciudad, comparecerá éste a
175r declarar el estado de la salud/ del referido esclavo Javier
Esteban, y si está en disposición de poder sufrir los azo-
tes y ponerse en viaje para Santa.Fe sin riesgo grave de la
salud o de la vida, y con vista de lo que resulte de su
declaración se reserva proveer lo que sea de justicia en
este particular, y todo lo demás se llevará a puro y debi-
do efecto y de su cumplimiento lo pondrá por diligencia
el presente escribano. Don Cayetano Buelta Lorenzana.

Lo proveyó, mandó y firmó su Señoría el Señor Don


Cayetano Buelta Lorenzana, Capitán del Regimiento
Provincial de León, Gobernador y Comandante General
de esta Provincia por ante mí de que doy fe. Simón
Robledo. Escribano Público y de Cabildo.

176v Luego, incontinenti, en virtud de lo mandado en el auto


Declaración de que antecede, pasó de/ orden de Su Señoría a la cárcel

544
Agustín Pérez. donde se halla preso el esclavo Javier ¿Esteban Serna,
Agustín Pérez, médico nombrado para su asistencia en la
enfermedad que padece, a quien Su Señoría por ante mí
el Escribano le recibió juramento, que lo hizo por Dios
Nuestro Señor y una señal de cruz conforme a derecho,.
bajo el cual prometió decir la verdad en lo que supiere y
le fuere preguntado, y siéndolo de si el expresado escla-
vo, sin grave perjuicio de la salud o de la vida, podrá
sufrir en el día de mañana ocho del corriente la pena de
cien azotes a que por dicho auto se le impuso, y de
consiguiente si se halla en disposición de seguir con otros
reos en el término de dos o tres-días para la ciudad de
Santal Fe, dijo: Que a su concepto, según lo débil que se
176r halla el enfermo/ Javier Esteban, y que aún no le ha
cesado la reuma que le cae a una llaga que tiene en el
muslo izquierdo y nó habérsele quitado aún enteramen-
te la calentura, le parece que el castigo de los cien azotes
le será muy pernicioso y de riesgo grave para la salud, y
que dificulta que por su pie, ni aún a caballo, con moti-
vo de tener la Baga de la parte de afuera en donde se
sienta, pueda ir sin riesgo de la vida dentro de tan pocos
días para Santa Fe, lo que según su inteligencia y con-
ciencia le parece debe declarar bajo el juramento que
tiene hecho por ser así la verdad, y en ello se afirma y
ratifica, y que es de edad de treinta y ocho años poco
más o menos y lo firma con Su Señoría por ante mí el
176v escribano de que doy fe. Don Cayetano/ Suelta Loren-
zana, I Agustín Muriel Pérez, Simón Robledo Eseribano
Público y de Cabildo.

Auto Antioquia, y Abril 7 de 1782. Vista la declaración que


antecede, y según lo que de ella resulta acerca del riesgo
grave que puede sobrevenir en la salud y vida del esclavo
Javier Antonio Serna, suspéndase por ahora el castigo de
azotes a que ha sido condenado y la remisión de su
persona a Santa Fe•hasta nueva providencia. Buelta.

Lo proveyó, mandó y firmó Su Señoría el Señor Don


Cayetano Buelta Lorenzana, Capitán del Regimiento
Provincial de León, Gobernador y Comandante General
de esta Provincia por ante mí de que doy fe. Simón
Robledo ,Escribano Público y de Cabildo.

Notificación En 8 de Abril de dicho año hice saber el auto de


177r sentencia al Señor/ Fiscal nombrado Don Pedro Biturro

545
Pérez y lo firma conmigo de que doy fe. Iliturro. Roble-,
do.

En el mismo día hice saber el auto de sentencia al Señor


Procurador de Menores Don Luis María Pastor como
defensor de los reos y lo firmó conmigo de que doy fe.
Luis María Pastor, Robledo.

Certificación. Don Simón Robledo escribano Público y de Cabildo,


minas y registros de esta ciudad y su jurisdicción por el
Rey Nuestro Señor. Certificó en pública forma y según
derecho a los Señores y demás personas que la presente
vieren, como hoy día 8 del corriente a las once de él,'
con asistencia de el Señor Alguacil Mayor Don Bernardo
González y Cosio y un piquete de soldados, habiendo
177v hecho saber el auto que/ antecede a José y Martín Las-
tra, Javier García y José Ortiz, habiéndoseles puesto un
par de esposas atramojados de dos en dos dichos reos,
desnudos a medio cuerpo arriba, se dieron por mano del
verdugo en las esquinas de las calles más públicas de esta
ciudad a cada uno los cien azotes que previene el citado
auto, pregonándose en alta voz los delitos porque se
ejecutaba el castigo, el cual luego que se concluyó se
volvieron a poner los referidos reos en la prisión en que
antes se hallaban, lo que así certificó, signó y firmó en
Antioquia a 8 de Abril de 1782 años. Simón Robledo
Escribano Público y de Cabildo.

178r En 9 de Abril de dicho año, en virtud de la cita que


Declaración de Pelayo, esclavo del Maestro Don Antonio/ de Lora, le
Ignacio, esclavo
de Don Antonio
hace en su ratificación que corre al folio noventa y uno
Ferreiro de estos autos, a Ignacio, esclavo del Señor Maestre de
Campo Don Antonio Ferreiro, compareció ante Su Se-
ñoría y por ante mí el infrascrito escribano le recibió
juramento, que lo hizo según derecho por Dios Nuestro
Señor y una señal de cruz, bajo el cual ofreció decir
verdad en lo que supiere y le fuere preguntado, y siéndo-
lo al tenor de la referida cita que en su ratificación
declara Pelayo acerca de haberlo convidado para pedir la
Cédula con los demás esclavos convidados, dijo: que el
día de San Carlos estando haciendo unas tapias en casa
de Salvador Escalante, llegó dicho Pelayo y dijo al que
178v declara:/ "Hombre Estás convidado," sin decirle para
que, y entendiendo el declarante que sería para correr
gallos en el día de Corpus en el ario siguiente le dijo: sí

546
hombre convidado estoy y tengo gallos y caballo para
dicho día, lo que con efecto era así por que lo había
convidado Calistro, esclavo de Don Juan José de Lora
que había salido por Alférez de las fiestas de San Juan
de este año, para las que siempre buscan ayudantes con
anticipación, y como dicho Pelayo es esclavo de la mis-
ma casa, creyó que el convite que le preguntaba era para
dichas fiestas, y que no pasó otra cosa ni le habló de
pedir ,Cédula ni libertad de la esclavitud, y que todo lo
179r que tiene dicho/ y declarado es la verdad bajo del jura-
mento que tiene hecho, y siéndole leída ésta su declara-
ción dijo que en ella se afirma y ratifica, que es de edad
de más de cincuenta años poco más o menos, no lo
firma porque dijo no saber, lo firma a su ruego Don
Nicolás de Lara junto con Su Señoría por ante' mí de
que doy fe. Don Cayetano Buelta Lorenzana. Por el
declarante Nicolás de Lara. Simón Robledo lEscribano
Público y de Cabildo.

Dec la racibn de Luego, incontinenti, compareció ante Su Señoría San-


Sa n t os, esclavo tos, esclavo del Maestre de Campo Don Antonio Ferrei-
de Don Antonio
Ferreira ro y Servino arriba expresado, a quien Su Seoríañ por
ante mí el escribano le recibió juramento, que lo hizo
179v conforme a derecho/ por Dios Nuestro Señor y una se-
ñal de cruz, bajo el cual prometió decir la verdad en lo
que la supiere y le fuere preguntado, y siéndolo al tenor
de lo que en su ratificación declara Pelayo, esclavo del
Maestro Don Antonio de Lora, acerca de haberlo convo-
cado para pedir la Cédula y libertad de la esclavitud con
los demás que tenla reducidos para este fin, que por mí
el escribano le ha sido leída, enterado dijo: Que dicho
Pelayo nunca habló con el declarante sobre el asunto, ni
acerca de otro alguno, ni tampoco lo ha tratado, ni co-
nocido hasta lo presente que lo vio preso en este colegio
y le dijeron que se llamaba Pelayo; pues, aunque es cier-
to que el día de San Carlos lo vio hablar con su padre
180r Ignacio, estando/ haciendo unas tapias en casa de Salva-
dor Escalante, no sabía si se llamaba Pelayo o tenía otro
nombre, y que después de haber hablado con el referido
Ignacio, padre del declarante, le dijo éste que aquel
hombre le había convidado para ayudar a la fiesta de
San Juan para correr gallos y que ya los tenía y lo
mismo caballo y vestido, y que ésto fue lo que pasó y no
otra cosa, porque con él-no habló palabra como ya tiene
dicho y responde.

547
Preguntado si ha tenido noticia, porque algún otro escla-
vo o persona se lo haya dicho, que los esclavos intenta-
ban levantarse para proclamar la libertad usando de la
1a)v fuerza, dijo:/ que hasta que se verificó la prisión de
algunos esclavos, no tuvo noticia de semejantes intentos.
Y que lo que tiene dicho y declarado es la verdad bajo el
juramento que tiene hecho y siéndole leída ésta su de-
claración, dijo que en ella se afirma y ratifica y que su
edad es como de veinte y cinco años poco más o menos,
no lo firma por no saber, a su ruego lo hace Don Nicolás
de Lara con Su Señoría por ante mí de que doy fe. Don
Cayetano Buelta Lorenzana. Por el declarante Nicolás de
Lara. Simón Robledo Escribano Público y de Cabildo.

181r En 9 de Abril de dicho año compareció/ ante Su


Otra de Miguel, Señoría en esta referida pieza de su audiencia Miguel,
esclavo de Don esclavo capitán de la cuadrilla de Don Manuel Jaramillo,
Manuel Jaramillo
vecino de los Valles de Rionegro, a quien por ante mí el
escribano le recibió Su Señoría juramento, que lo hizo
según derecho por Dios Nuestro Señor y una señal de
cruz, bajo el cual ofreció decir verdad en lo que supiere
y le fuere preguntado, y habiéndosele leído su declara-
ción, que tiene hecha en estos autos ante el Capitán a
Guerra de los referidos Valles de Rionegro, que por', nií el
escribano le ha sido leída enterado de ella dijo: Que es
cierto en un todo lo que consta de ella y por lo mismo
181v se afirma y ratifica en todo su contexto/ y añade, que
aunque en ella consta de que le mandaría razón al negro
Javier García de los negrós que recogiese, no se la man-
dó, porque aunque se lo dijo el declarante a mis compa-
ñeros en la mina no dieron ascenso a ello y se pusieron
a hacer burla de la pregunta y responde.

2. Preguntado, que si luego que se impuso de la pro-


puesta que le hizo el negro Javier García-para pedir
la Cédula, le respondió que no solamente daría dos tomi-
nes, sino hasta cinco o seis pesos' si fuese necesario y que
estaba pronto a convocar a los demás negros sus compa-
ñeros, para que también dieran el oro y vinieran a esta
182r ciudad a pedir/ la referida Cédula dijo: Que es cierto en
todo el contenido de la pregunta por haber pasado así
entre el declarante y el dicho Javier García y responde.

1 Preguntado, si el declarante le dijo al expresado


Javier García, que convocara para pedir la referida

548
Cédula a todos los más negros que pudiera, dijo: Que es
falso, que no le dijo tal cosa y responde.

4. Preguntado: cuantos negros de los minerales de


Guarne convocó el declarante en virtud de la oferta
que le hizo al expresado Javier García, y sí recogió entre
ellos algún oro, dijo: Que no convocó a ninguno, y' sí
182v sólo estando en la mina les dijo a los demás/ negros de
su amo, que el expresado Javier García lo había convida-
do para que viniese a esta ciudad a pedir la Cédula que
les tenían escondida en el cabildo porque por ella se les
concedía su libertad, y que lo que hicieron fue hacer
burla de la propuesta. Y responde que lo que lleva dicho
y declarado es la verdad bajo el juramento, que tiene
hecho, en que se afirmó y ratificó, siéndole leída ésta su
declaración y dijo ser de edad de treinta años poco más
o menos, no lo firma por no saber, a su ruego lo hace
Don Nicolás de Lara con Su Señoría por antelmí de que
doy fe. Don Cayetano Buelta Lorenzana. Por el decla-
rante Nicolás de Lara. Simón Robledo Escribano Públi-
co y de Cabildo.

Otra 183r En el mismo día, mes y año compareció ante Su Señoría


en la referida pieza José Ignacio, esclavo capitán de la
cuadrilla de Don Joaquín de Echeverri, vecino de los
Valles de Rionegro, a quien por ante mí el escribano le
recibió Su Señoría juramento, que lo hizo según derecho
por Dios Nuestro Señor y una señal de cruz, bajo el cual
ofreció decir verdad en lo que supiere y le fuere pregun-
tado. Y habiéndosele leído su declaración, que tiene he-
cha en estos autos al folio cincuenta y tres de ellos ante
el Capitán a Guerra de aquellos Valles, que por mí el
escribano le ha sido E leída, enterado de ella dijo: Que es
cierto en un todo su contexto, por estar como está en
los mismos términos que ha declarado sin que falte cosa
183v alguna de lo que respondió al tenor de las preguntas/
que se le hicieron, y por lo mismo se afirma y ratifica de
nuevo en ella y responde.

2. Preguntado, si luego que se impuso de la propuesta


y convocatoria que le hizo el negro Javier García
para pedir la Cédula, le respondió que no solamente da-
ría los dos tomines, sino que hasta cinco o seis pesos si
fuese necesario, y que estaba pronto a convocar a los
demás negros sus compañeros para que también dieran

549
el oro y vinieran a esta ciudad a pedir la referida Cédula,
y si también le dijo el declarante al dicho Javier García,
que convocara a todos los demás negros que pudiera
para el mismo fin, dijo: que de todo lo que contiene la
184r pregunta únicamente es cierto el que el declarante le/
dijo al expresado Javier García que convocaría a los
demás negros sus compañeros, pero para pedir la Cédula
y no para recoger oro ni darlo, pues no pasó tal cosa
como tampocó lo demás que contiene la pregunta y
responde.

3. Preguntado cuantos negros convocó de los minera-


les de Guarne en virtud de la oferta que le hizo al
expresado Javier García, dijo: que no convocó a ningu-
no para el expresado fin de que vinieran a pedir la expre-
sada Cédula, y sólo con Eugenio, esclavo de Don Juan de
Marulanda, en conversación le explicó el declarante el
convite que le había hecho el dicho negro Javier García,
y le respondió que él no se metía en cosa alguna y no
ts.tx pasó otra cosa. Y responde que/ lo que lleva dicho y
declarado es la verdad y lo que sabe en fuerza del jura-
mento que tiene hecho en que se afirmó y ratificó sién-
dole:leída ésta su declaración y dijo ser de más de cin-
cuenta años de edad, no lo firma por no saber, a su
ruego lo hace Don Nicolás 'de Lara junto. con Su Señoría
por ante mí el escribano de que doy fe. Don Cayetano
Rucha Loreniana, Por el declarante Nicolás de Lara.
Simón Robledo Escribano Público y de Cabildo.

Otra En el mismo día, mes y año compareció ante Su Seño-


ría, Valerio, esclavo de Don Juan Francisco Echeverri,
vecino de los Valles de Rionegro, a quien por ante mí el
escribano Su Señoría le recibió juramento que lo hizo
según derecho por Dios Nuestro Señor y una señal de
185r cruz, bajo el/ cual ofreció decir verdad en lo que supiere
y le fuere preguntado. Y habiéndosele leído su declara-
ción, que tiene hecha en estos autos al folio cincuenta y
siete de ellos ante el Capitán a Guerra de los referidos
Valles de Rionegro, enterado de ella dijo: que es cierto
en un todo el contexto de ella, y por estar como está
arreglada a lo mismo que declaró, se afirma y ratifica de
nuevo en lo que de ella consta_por ser la verdad y res-
ponde.

550
2, Preguntado si luego que se impuso de la convocato-
ria que le hizo el negro Javier García para pedir la
Cédula, le respondió que no solamente daría los dos
tomincs, sino que hasta cinco o seis pesos si fuese nece-
185v sano y que estaba pronto a convocar a los demás/ negros
sus compañeros para que también dieran el oro y vinie-
ran a esta ciudad a pedir la referida Cédula, y si también
le dijo el declarante al dicho Javier García convocara a
todos los demás negros que pudiera para el mismo fin,
dijo: que es falso, que no le ha referido lo que contiene
la pregunta al referido Javier García en ninguna de sus
partes y responde.

Preguntado como niega el haberse ofrecido, según cons-


ta de la pregunta anterior que se le ha hecho, cuando en
los mismos términos que de ella consta lo tiene confesa-
do el negro Javier García en la ratificación que se le
tomó de su confesión, y corre a la vuelta del folio
ochenta y ocho de estos autos, que para mayor claridad
del hecho cierto de la verdad se le leerá en clara e inteli-
186 r gible voz al declarante/, y habiéndosele leído por mí-el
escribano, enterado dijo: Que es falso por no haber ha-
blado semejantes palabras con el expresado Javier, pues
el declarante no sabe otra cosa más, que es lo que tiene
declarado ante el Capitán a Guerra y todo ello es la
verdad bajo el juramento que tiene hecho, y siéndole
leída ésta su declaración en ella se afirmó y ratificó, dijo
ser de edad de treinta años poco más o menos, no lo
firma por no saber a su ruego lo hace Don Nicolás de
Lara con Su Señoría por ante mí de que doy fe. Don
Cayetano Buelta Lorenzana. Por el declarante Nicolás de
Laxa, Simón Robledo Escribano Público y de Cabildo.

Otra En el mismo día, mes y año compareció ante Su Señoría


186‘, en esta referida pieza Eugenio, esclavo capitán/ de la
cuadrilla de Don Juan de Marulanda, vecino de los Va-
lles de Rionegro, y Su Señoría por ante mi le recibió
juramento, que lo hizo según derecho por Dios Nuestro
Señor y una señal de cruz, so cuyo cargo ofreció decir
verdad en lo que supiere y le fuere preguntado. Y ha-
biéndosele leido su declaración que tiene hecha en estos
autos al folio cincuenta y dos de ellos ante el Capitán a
Guerra de aquellos Valles, enterado de ella dijo : Que es
cierto en todo lo que consta de su declaración que tiene

551
dada ante el Capitán a Guerra y que por seria verdad se
afirma y ratifica en toda ella y responde.

2. Preguntado, si ha sabido o tenido noticia cuántos


negros de los minerales de Guarne fueron convoca-
dos para proclamar por bien, o por mal, la libertad, y
187r quiénes los solicitaron para ello/, dijo: Que no sabe otra
cosa más que es lo que consta de su declaración la que
por ser en un todo la verdad, se afirma y ratifica en ella
como , en esta, bajo el juramento que tiene hecho, sién-
dole leída y dijo ser de edad de setenta y ocho años, no
lo firma por no saber, a su ruego lo hace Don Nicolás de
Lara con Su Señoría por ante mí de que doy fe. Don
Cayetano Suelta Lorenzana. Por el declarante Nicolás de
Lara. Simón Robledo Escribano Público y de Cabildo.

Auto Antioquia, y Abril 9 de 1782. Vistas las ratificaciones


que anteceden y declaraciones recibidas a Ignacio y San-
tos, esclavos del Maestre de Campo Don Antonio Ferrei-
ros, y hallándose discordes éstas con lo que en su ratifi-
187v cación/ declara Pelayo de Lora, esclavo del Maestro Don
Antonio de Lora, compareceran a careo en este día, me-
diante a que dicho Pelayo precisamente sale mañana con
otros reos para la ciudad de Santa Fe, y que después no
puede verificarse éste como único medio para aclarar la
verdad y venir en conocimiento de si es cierto fueron
convocados y aceptaron entrar en el levantamiento fo-
mentado por dicho Pelayo. Para el cual recibiéndoles a
cada uno el correspondiente juramento, se harán las re-
convenciones que cada uno tuviere que hacer más conve-
nientes a su favor para apoyo de sus deposiciones. Y
188r hallándose también discorde lo que en/ su ratificación al
tenor de las preguntas que se le hicieron declara Valerio,
esclavo de Don Juan Francisco Echeverri, con lo que en
su ratificación tiene declarado el negro Javier 'García,
comparezcan también estos dos a careo con las formali-
dades prevenidas para los anteriores. Don Cayetano
Buelta Lorenzana.

Lo proveyó, mandó y firmó Sú Señoría el Señor Don


Cayetano Buelta Lorenzana, Capitán del Regimiento
Provincial de León, Gobernador y Comandante General
de esta Provincia por ante mí de que doy fe. Simón
Robledo Escribano Público y de Cabildo.

552
Careo En el mismo día, mes y año en cumplimiento de lo
188v mandado/ en el auto que antecede, comparecieron a ca-
reo ante Su Señoría los referidos esclavos Pelayo Lora,
Ignacio y Santos Ferreira y habiéndoles Su Señoría re-
cibido de cada uno juramento, que por ante mí el escri-
bano lo hicieron por Dios Nuestro Señor y una señal de
cruz conforme a derecho, bajo el cual prometieron decir
la verdad en lo que la supieren y les fuere preguntado, y
siéndoles leídas a presencia de los tres, lo que en su ratifi-
cación declara dicho Pelayo y lo que en sus declaracio-
nes deponen los expresados Ignacio y Santos, acuerden
entre los tres el hecho cierto de la verdad acerca de la
convocatoria que el referido Pelayo declara haberles he-
18.9r cho,. y que estos aceptaron/ para pedir la Cédula que
suponía estar en el cabildo para con ella proclamar la
libertad de su esclavitud, y enterados de sus respectivas
declaraciones dijo el referido Pelayo: que en un día Do-
mingo en el mes de Noviembre en la casa de Juan Salva-
dor Escalante, vecino de esta ciudad, estaban haciendo
tapias los referidos Ignacio y Santos, y preguntándoles
por que trabajaban el Domingo, le respondió dicho Igna-
cio que tenía su -mujer sin saya y que quería ganar el
jornal para comprársela, a que le respondió el Pelayo,
que sino habían oído que había una Cédula del Rey en el
cabildo para que los esclavos fueran libres pagando tri-
buto y que sería bueno la fueran a pedir para ver si era
cierto que la había, a que le respondió dicho Ignacio,
189v que bueno/ sería pedida. Y que no pasó otra cosa entre
los dos y que ésto fue hablando con el Ignacio, y que
Santos su hijo lo oyó también, quien también le dijo que
bueno estaba y nada más, con lo que-se -despidió de ellos
y no volvió a hablarles más en el asunto. Y el referido
Ignacio dijo, que lo que pasó con dicho Pelayo sólo ha
sido el decirle este si estaban convocados, y le respondió
que si, entendiendo, como consta de su declaración, que
el convite que decía era para las fiestas de San Juan,
para el que era cierto lo estaba de Calistro, compañero
del dicho Pelayo, y que estaban solos a excepción de
Santos, hijo de Ignacio, que estaba arriba en el tapial y
190r lo pudo haber/ oída Y el dicho Santos impuesto de las
reconvenciones hechas entre Ignacio, su padre, y el refe-
rido Pelayo, dijo: que con él no había hablado cosa
alguna y por lo mismo no le respondió lo que dicho
Pelayo relaciona ni otra cosa, y que sólo oyó a su padre
responderle a Pelayo que tenía gallos y caballo para las

553
carreras de San Juan. Y no habiéndose hecho más recon-
venciones los unos al otro, porque dijeron no tenían
otras, y no pudiendo adelantarse más en el asunto para
aclarar la verdad, siéndoles leido este careo cada uno se
afirmó y ratificó en lo que tiene dicho y declarado, no
lo firmaron porque dijeron no saber, lo firmó a ruego de
190v dicho Pelayo Don Nicolás de Lara/ y por los dichos
Ignacio y Santos, Gregorio Lescano, Cabo de la Compa-
ñía Fija de está ciudad, a cuya presencia ha sido leido
este careo, firmolo Su Señoría con los referidos por ante
mí de que doy fe. Don Cayetano Suelta Lorenzana. Por
Pelayo, Nicolás de Lara. Por Ignacio y Santos, Gregorio
Lescano. Simón Robledo Escribano Público y de Cabildo.

Otro En el mismo día, mes y año a consecuencia de lo manda-


do en el auto que antecede, comparecieron a careo ante
Su Señoría Javier García, esclavo de Juana García y
Valerio, esclavo de Juan Francisco Echeverri, y a uno y
otro por ante mí el escribano le recibió Su Señoría jura-
mento, el cual hicieron por Dios Nuestro Señor y una
191r serial de cruz y prometieron decir la verdad/ en lo que la
supieran y les fuere preguntado, y habiendo leído yo el
escribano lo que en su ratificación al folio ochenta y
ocho vuelta, en que dice y confiesa haber convocado
para la general sublevación de los esclavos al dicho Vale-
rio y que este voluntariamente se ofreció a concurrir, no
solamente con los dos tomines de oro que a cada uno
pedía, sino también se ofreció a dar si fuere necesario
cinco o seis pesos del mismo oro, y a concurrir con su
persona a pedir tumultuariamente dicha Cédula y a con-
vocar a los demás esclavos sus compañeros para el mis-
mo fin, y prevenir a -Javier García convidase a todos los
demás que pudiese, y leida que fue la ratificación del
191v expresado ,Valerio, y lo que consta/ haber declarado al
tenor de las preguntas que se le hicieron acerca de la
convocatoria y circunstancias que en su ratificación con-
fiesa dicho Javier García según quedan explicadas, y ha-
biendo negado el expresado Valerio todo lo depuesto
por dicho Javier, les mandó Su Señoría acordasen con
las reconvenciones que cada uno tuviere que hacer para
aclarar la verdad del caso, y prontamente el expresado
Javier García reconvino al dicho Valerio con el paraje a
donde lo convocó, que dijo ser en el camino real de La
Mosca que pasa por la mina de los Echeverris, explican-
do las palabras y términos circunstanciados con que lo

554
persuadió y convocó para dicha •sublevación, a que res-
192r pondió/ Inmediatamente el referido Valerio, que era
cierto lo había convocado y que se había ofrecido a
concurrir con el oro que decía y con su persona a dicha
sublevación, pero que no había sido con ánimo de cum-
plirlo y sólo si con el fin de libertarse de las importunida
plirlo y sólo si con el fin de libertarse de las importunida-
des y repetidas instancias que para ello le tenía hechas di-
cho Javier García a que se había excusado, negando el que
se había ofrecido a convocar a sus compañeros y todo lo
demás que refiere el expresado Javier, en lo que se man-
tuvo sin embargo de repetirle éste las reconvenciones de
la conversación que tuvieron. Y no adelantándose con
ellas otra cosa por haber confesado uno y otro estar
solos y no ser posible mayor averiguación, mando Su
192v Señoría se concluyese este careo,/ el que siendo leído
por mí el escribano a uno y otro, dijeron que cada uno
se afirmaba y ratificaba en lo que en el asunto tiene
dicho y declarado bajo el juramento hecho, no lo firma-
ron porque dijeron no saber, lo firmó a su ruego de
ambos Don Nicolás de Lora, a cuya presencia fue leído
junto con Su Señoría por ante mi de que doy fe. Don
Cayetano Suelta Lorenzana. Por los declarantes Nicolás
de Lara. Simón Robledo Escribano Público y de Cabildo.

Nota Que hoy trece de Abril de este año fueron conducidos a


la prisión José Miguel y Basilio, esclavos de Don Francis-
co José de Osa, los que mandó Su Señoría arrestar y que
se mantuviesen en la prisión en que se hallan hasta nueva
193r providencia, y lo mismo Ignacio y Santos, esclavos/ de
Don Antonio Ferreiro, y de su orden han sido también
arrestados y conducidos a ella, y Andrés, esclavo del
Padre Don Francisco Porras, que por igual orden ha sido
también puesto en la misnia prisión, lo que para que
conste anoto y firmo en esta ciudad dicho día, mes y
año. Robledo.

Declaración de En el mismo día, mes y año para efecto de evacuar la


José Miguel, es- cita qué en su ratificación hizo Pelayo, esclavo del Maes-
clavo de Don
Francisco José tro Don Antonio de Lora, de haber convocado para el
de Osa levantamiento intentado por este y demás esclavos de la
Provincia, compareció ante Su Señoría Miguel, esclavo
de Don Francisco José de Osa, vecino de esta ciudad, a
quien por ante mí el escribano Su Señoría le recibió
juramento, que lo hizo conforme a derecho por Dios

555
193v Nuestro Señor y una/ señal de cruz, bajo el cual prome-
tió decir verdad en lo que supiere y le fuere preguntado.
Y siendo de si es cierto que dicho Pelayo lo ha convoca-
do para pedir una Cédula que suponía haber en el cabil-
do de esta ciudad, en la que se declaraba fuesen libres
los esclavos, y que para su inteligencia siéndole leída lo
que dicho Pelayo declara en su ratificación, diga si acep-
tó como refiere concurrir a pedir dicha Cédula tumultua-
riamente con tos demás esclavos, y enterado de todo
dijo: Que dicho Pelayo no lo ha convocado para pedir
tal Cédula en ninguna ocasión y por lo mismo tampoco
el declarante aceptó concurrir a pedirla, porque todo es
ajeno de verdad y" responde.

194r 2. Preguntado si ha oído o entendido, antes que se


verificase la prisión de dicho Pelayo, el que los es-
clavos de esta ciudad y otros parajes de la Provincia
tenían intentado levantarse contra sus amos en el caso
de no parecer la imaginaria Cédula que queda expresada,
dijo: Que antes de la prisión de dicho Pelayo y la de
Javier García no ha sabido cosa alguna acerca del conte-
nido de la pregunta y responde. Que lo que lleva dicho y
declarado es la verdad en cargo del juramento que hecho
tiene, en que se afirmó y ratificó siéndole leída su decla-
ración, dijo ser de edad de cuarenta años poco más o
menos y no firma por no saber, a su ruego lo hace Don
194v José de Agreda/ junto con Su Señoría por ante mí de
.que doy fe, Don Cayetano Buelta Lorenzana. A ruego
del declarante José Vicente de Agreda. Simón Robledo
Escribano Público y de Cabildo.

Declaración de En el mismo día, mes y año para efecto de evacuar la


Dadito, esclavo
de Don Francis-
cita que en su ratificación hizo Pelayo, esclavo del Maes-
co José de Osa. tro Don Antonio de Lorar de haber convocado para el
levantamiento intentado por éste y- demás esclavos de la
Provincia, compareció ante Su Señoría Basilio, esclavo
de Don Francisco José de Osa, vecino de esta ciudad, a
quien por ante mí le recibió Su Señoría juramento, que
lo hizo conforme a derecho por Dios Nuestro Señor y
una señal de cruz, bajo el cual prometió decir verdad en
195r lo que supiere y le fuere/ preguntado. Y siéndole leída la
ratificación de dicho Pelayo, en que declara y confiesa
haberlo convidado para que concurriese con los demás
esclavos a pedir la Cédula que suponía haber en el cabil-
do de esta ciudad, y que el declarante se ofreció volunta-

556
riamente a ello, enterado de su contenido dijo: Que
cuanto- Pelayo declara de haberlo convocado para pedir
la Cédula que refiere la pregunta, ni para otra cosa algu-
na, es falso y ajeno de toda verdad, porque el declarante
no ha estado en esta ciudad ni en sus inmediaciones
desde el mes de Septiembre del ario pasado de ochenta y
uno hasta pasada la festividad de Nuestra Señora de la
Candelaria que se celebra en el mes de febrero del co-
195v rriente año/, que vino de la mina del Páramo donde tuvo
su residencia todo el tiempo que deja expresado, que su
amo le mando venir para ir sirviéndole en un viaje que'
hizo al Valle de San Andrés de Cauca, y siendo notoria
la mucha distancia que- hay de esta dicha ciudad a la
referida mina, se deja conocer que el expresado Pelayo
no lo ha convidado como dice, pues no ha estado en
dicha mina como en caso necesario lo dirán los demás
que en ella asisten. Y responde que lo que lleva dicho y
declarado es la verdad en cargo del juramento que hecho
tiene, en que se afirmó y ratificó siéndole leída su decla-
ración, dijo ser de edad de veinte y cinco años poco más
196r o menos, no lo firma por no saber/ a su ruego lo hace
Don José de 'Agreda junto con Su Señoría por ante mí
de que doy fe. Don Cayetano Buelta Lorenzana. A rue-
go del declarante José Vicente de Agreda. Simón Roble-
do Escribano Público y de Cabildo.

Otm En el mismo día, mes y año compareció Andrés, esclavo


del Padre Don Francisco de Porras y Su Señoría por
ante mí le recibió juramento, que lo hizo según derecho
por Dios Nuestro Señor y una señal de cruz, bajo el cual
prometió decir verdad en lo que supiere y le fuere pre-
guntado, y siéndole leída su declaración, que corre al
folio diez y su vuelta de estos autos, enterado de ella
dijo: que por ser todo ello la verdad se afirma y ratifica
196, y estar conforme/ a lo que tiene en ella declarado y
responde.

2. Preguntado, si cuando Javier García convidó para


el levantamiento de los esclavos a José Ignacio y
Valcrio, esclavos de los Echeverris, estaba presente el
declarante en los términos que. el referido Javier García
confiesa en su ratificación que le ha sido leida y entera-.
do de ella dijo: que es cierto, que ene! Ríode La Mosca
donde esta la mina de los Echeverris vio al expresado
Javier García hablar con tres negros, pero que el decla-

557
rante, aunque estaba bastante cerca, con motivo de estar
cuidando de las mulas de carga que llevaban él y dicho
197r Javier no atendió/ a lo que hablaban ni tampoco se lo
refirió dicho Javier García. Y que lo que lleva dicho y
declarado es la verdad en cargo del juramento que hecho
tiene, y leída que le fue ésta su ratificación dijo que en
ella y todo su contenido se afirma y ratifica, no lo firma
porque dice no saber, lo firma a su ruego Don José de
Agreda Sargento de la Compañía Fija de esta Ciudad,
junto con Su Señoría por ante mí de que doy fe. Don
Cayetano Buelta Lorenzana,,A mego del declarante José
Vicente de Agreda. Simón Robledo Escribano Público y
de Cabildo.

Petición Señor Gobernador y Comandante General. El Defensor


General de Menores de esta Ciudad en los autos sobre el
197v pensamiento de intentar/ algunos esclavos solicitar su
libertad, dice que hallándose esta causa recibida a prue-
ba para aclarar algunos particulares y otros que condu-
cen a indemnizar los intentos que se manifiestan, pide el
Defensor que a Pelayo esclavo y nombrado principal se
le juramente conforme a derecho y declare, si en algún
tiempo hallándose escondido bajo de un escaño les oyó
a sus amos Don Francisco y Don Juan José de Lora de
que había Real Cédula por la que se declaraban a todos
los esclavos poflibres, y si lo que oyó lo ha 'comunicado
o conversado con algunos otros esclavos o personas. Así
198r mismo pide el Defensor que el Señor/ Regidor Decano
Don Diego Hernández de Sierra, Don Francisco José de
Osa, Don Antonio José de la Fuente y Don Juan Fer-
nández de Losada, como sujetos que tuvieron más conti-
nua entrada y amistad con el Señor Gobernador que fue
de esta Provincia Capitán Don José Barón de Chávez,
juren y declaren así mismo si supieron, oyeron o enten-
dieron que un negro nombrado Tiburcio, esclavo de di-
cho Señor Barón, hubiese proferido públicamente que
su amo había ocultado una Real Cédula por la que se
daban por libres a todos los esclavos, añadiendo que por
dicha ocultación el referido su amo estaba condenado, y
si supieron que por estas especies vertidas lo tuvo preso
y castigo dicho su amo al referido Tiburcio. Item digan/
198v los mismos si saben o les consta de ciencia cierta o por
haberlo oído, que Don Esteban Gracet y Luis María
Laínez han • mantenido y mantienen una estrecha amis-
tad y parcialidad, tratándose de compadres y ayudándo-

558
le el Luis María al Gracet en algunas tareas de escriba-
nía, comiendo y bebiendo juntos algunas veces, y ha-
ciendo otras demostraciones de demasiada intimidez. Y
evacuadas que sean dichas declaraciones, pide el Defen-
sor se agreguen a los autos como pruebas relativas a su
asunto y a lo que el Defensor de dichos esclavos tiene
alegado, sobre que en todo pide justicia. Antioquia y
Marzo 27 de 1782, Luis María Pastor.

Decreto 199r Antioquia/ y Abril 2 de 1782 años. Por presentado, co-


mo lo pide y hágase saber. Buelta.

Lo proveyó, mandó y firmó el Señor Don Cayetano


Buelta Lorenzana Gobernador y Comandante General
de esta ciudad de Antioquia y su Provincia por ante mí
de que doy fe. Simón Robledo Escribano Público y de
Cabildo.

Notificación Incontinenti yo el escribano hice saber el auto anterior a


Don Luis María Pastor y de ello doy fe. Robledo.

Notificación En el mismo día hice saber el decreto anterior a Don


Pedro Biturro Pérez y de ello doy fe. Robledo.

Declaracion de En el mismo día, mes y año a consecuencia de lo man-


Pelayo dado en cl decreto que antecede compareció ante Su
199v Señoría en esta sala de su audiencia, Pelayo, esclavo/ del
Maestro Don Antonio de Lora y reo en estos autos, a
quien por ante mi le recibió juramento, que lo hizo por
Dios Nuestro Señor y una señal de cruz conforme a
derecho, bajo del cual prometió decir la verdad en lo
que la supiere y le fuere preguntado. Y siéndolo al tenor
de lo pedido por el Defensor en la primera parte de su
escrito a cerca de si el declarante, estando escondido
debajo de un escaño, oyó decir a sus amos Don Juan
José y Don Francisco de Lora que había una Real Cédu-
la por la cual Su Majestad mandaba quelos esclavos
fueran libres, y si esta noticia la comunicó a otros escla-
200r vos, según lo pide el defensor, y siéndole leido dicho/
escrito en lo que trata del asunto enterado dijo: Que
nunca oyó a dichos sus amos Don Juan José y Don
Francisco de Lora hablar de tal Cédula, lo que es ajeno
de verdad como también el que lo hubiese dicho a otros
esclavos, porque lo que únicamente dijo fue el que sien-
do muchacho y estando acostado en un escaño había

559
oído a su amo el viejo, ya difunto, que una persona, que
no se acuerda si era hombre o mujer, había dicho y
hablado de que había dicha Cédula, pero que no hizo
entonces caso alguno de dicha noticia, y ésto ha sido lo
que refirió a los esclavos del Padre Lastra y responde.
Que no sabe otra cosa en el asunto y por lo que deja
200v declarado es la verdad en cargo del juramento/ que tiene
hecho, en que se afirmó y ratificó siéndole leida su de-
claración, y dijó ser de edad de treinta y ocho años poco
más o menos, y no firma por no saber, a su ruego lo
hace Don Domingo Fontela Cabo de la Compañía Fija
de esta ciudad por ante Su Señoría y conmigo de que
doy fe. Don Cayetano Buelta Lorenzana. Por el decla-
rante Domingo Fontela. Simón Robledo Escribano Pú-
blico y de Cabildo.

Otra En doce de Abril de dicho año para la justificación man-


dada recibir en el auto que antecede, compareció ante
Su Señoría Don Juan de Losada, testigo presentado por
el Defensor de los esclavos, a quien por ante mí el escri-
21r bano le recibió/ juramento, que lo hizo conforme a dere-
cho por Dios Nuestro Señor y una señal de cruz, bajo el
cual prometió decir verdad en lo que la supiere y le
fuere preguntado. Y siéndolo al tenor de las preguntas
contenidas en el escrito que promueve esta justificación
que por mí el escribano le fueron leidas:

A la primera pregunta dijo es cierto que después de


haber fallecido el Señor Don José Barón de Chávez,
Gobernador que fue de esta Provincia, un esclavo suyo
llamado Tiburcio ha dicho que-su amo estaba condena-
do porque había ocultado unaCédula del Rey en la que
se mandaba que los esclavos fueron libres, y que lo que
201v dice., la pregunta de haberlo proferido/ dicho esclavo en
vida de su amo y que por ello lo castigó según refiere, no
le consta que así fuese y responde.

A la segunda dijo, que lo que sabe en el asunto es


que se tratan de compadres Don Esteban Gracet y
Luis María Laínez, y que de lo demás que contiene la
pregunta lo ignora y responde.

Que lo que lleva dicho y declarado es la verdad y lo que


sabe en fuerza del juramento que hecho tiene, en que se
afirmó y ratificó leida que le fue ésta su declaración,

560
dijo ser de edad de sesenta y nueve años poco menos, no
202r lo firma por impedimento de la vista a su/ ruego lo hace
Don Nicolás de Lara con Su Señoría por ante mí de que
doy fe. Don Cayetano Buelta Lorenzana. Por el decla-
rante Nicolás de Lara. Simón Robledo Escribano Públi-
co y de Cabildo.

Otra En el mismo día, mes y año en prosecución de la justifi-


cación referida compareció ante Su Señoría, el Señor
Regidor Decano Don Diego Hernández de Sierra, testigo
presentado por el Defensor de los esclavos, a quien por
ante mí le recibió juramento que lo hizo según derecho
por Dios Nuestro Señor y una señal de cruz, bajo el cual
202v prometió decir verdad en lo que supiere/ y le fuere pre-
guntado. Y siéndolo al tenor de las dos preguntas que
contiene el escrito que promueve estas diligencias, que
por mit el escribano le fueron leídas, enterado de ellas a
la primera dijo que hace memoria de haber oído decir de
que Tiburcio, esclavo del Señor Don José Barón de Chi-
vez, había proferido la especie de que había la Cédula
que dice la pregunta, pero que no se acuerda si decía
que la tenía su amo, ni si lo ha castigado porque decía
tenerla en los términos que se pregunta y responde.

2. A la segunda dijo: que sabe y le consta que Don


Esteban Gracet y Luis María Laínez son amigos
203r íntimos y se tratan/ de compadres, comiendo, bebiendo
juntos algunas veces y responde. Que lo que tiene dicho
y declarado es la verdad en cargo del juramento que
tiene hecho y siéndole leída su declaración dijo que en
ella se afirma y ratifica, y que es de edad de sesenta y
cinco años poco más o menos y lo firma con Su Señoría
por ante mí de que doy fe. Don Cayetano Buelta Loren-
zana, Diego Hernández de Sierra. Simón Robledo Escri-
bano Público y de Cabildo.

Otra En el mismo día, mes y año en prosecución de la infor-


mación referida compareció ante Su Señoría Don Anto-
nio José de la Fuente, vecin6& esta ciudad, a quien por
ziay ante mí el escribano le recibió juramento/ que lo hizo
segun derecho por Dios Nuestro Señor y una señal de
cruz, bajo el cual ofreció decir verdad en lo que supiere
y le fuere preguntado. Y siéndolo según las preguntas
insertas en el escrito que mueve ésta su declaración:

. 561
A la primera dijo, que por voces vagas ha oído que
Tiburcio, esclavo del Señor Don José Barón de
Chávez, Gobernador que fue de esta Provincia, decía que
su amo tenía guardada una Real Cédula en que se man-
daba que los esclavos fueran- libres y que por haberla
ocultado estaba en el infierno, pero que no ha oído, ni
204r entendido, que dicho Señor Barón lo hubiese/ mandado
prender ni castigar como dice la pregunta, sin embargo
de tener mucha intimidad con dicho Señor y frecuentar
su casa con este motivo y responde.

A la segunda dijo, sabe y le consta. que Don Este-


ban 'Grace't y Luis María LaInez tienen la intimi-
dad, amistad y estrechez que dice la pregunta y respon-
de.

Que lo que lleva dicho y declarado es la verdad y lo que


sabe en cargo del juramento que hecho tiene y siéndole
leída ésta su declaración en ella se afirmó y ratificó. Dijo
ser de edad de sesenta años poco más o menos y lo firma
con Su Señoría por ante mí de que doy fe. Don Cayeta-
204v no Buelta Lorenzana. Antonio/ José de la Fuente. Si-
món Robledo Escribano Público y de Cabildo.

Otra En el mismo día, mes y año en prosecución de la justifi-


cación que antecede compareció ante Su Señoría Don
Francisco José de Osa, vecino de esta ciudad, a quien
,-
por ante nái el escribano le recibió juramento, que lo
hizo según derecho por Dios Nuestro Señor y una señal
de cruz, bajo el cual ofreció decir verdad en lo que
supiere y le fuere preguntado, y siendolo según el escrito
que mueve ésta su declaración:

A la primera pregunta- dijo, que oyó decir que Ti-


burcio, esclavo del Señor Don José Barón de Chá-
vez, Gobernador que fue de esta Provincia, en ocasiones
aosr que estaba ebrio o muy bebido de aguardiente/ decía
que su amo estaba condenado porque tenía oculta una
Real Cédula en la que se mandaba que los esclavos fue-
ran libres, pero que aunque sabe que algunas veces dicho
Señor su amo puso preso al esclavo Tiburcio, no sabe si
ha sido por aquel motivo o por otro y responde.

A la segunda dijo, que es cieno y lo sabe por haber-


lo visto y oído tratarse de compadres y frecuentar

562
a Luis María Laínez la habitación de Don Esteban Gra-
cet con demostraciones de una amistad íntima entre los
dos. Y que lo que lleva dicho y declarado es la verdad y
lo que sabe so cargo del juramento que tiene hecho en
205v que se afirmó/ y ratificó lerda que le fue ésta su declara-
ción, dijo ser de edad de cincuenta y nueve años poco
más o menos y lo firma con Su Señoría por ante mi de
que doy fe. Don Cayetano Buelta Lorenzana. Francisco
José de Osa. Simón Robledo Escribano Público y de
Cabildo.

Auto Antioquia y Abril 12 de 1782. En atención a que no


consta la entrega que hice el miércoles diez del corriente
a Don José Marín de Argote, comisionado para la con-
ducción de los reos que constan en estos autos a la villa
de Honda, para que de allí sigan a la Capital de Santa
Fe, de que dicho día le hice formal entrega de Pelayo
2£16 r Lora, José y Martín/ Lastra, José Ortiz y Javier García,
que con otros reos ha recibido con la correspondiente
seguridad a toda su satisfacción y se obligó a dar buena
cuenta de ellos y entregarlos en la Villa de Honda según
las órdenes que le tengo dadas, lo que se verificó con
asistencia del presente escribano. Lo pondrá por certifi-
cación a continuación de este auto, según y en los termi-
nos que lo ha visto y le constare. Don Cayetano Buelta
Lorenzana.

Lo proveyó, mandó y firmó Su Señoría el Señor Don


Cayetano Buelta Lorenzana, Capitán del Regimiento
Provincial de León, Gobernador y Comandante General
de esta Ciudad y su Provincia por ante mí de que doy fe.
20S v Simón/ Robledo Escribano Público y de Cabildo.

Certificación Don Simón Robledo Escribano Público y de Cabildo,


minas y registros de esta ciudad de Antioquia y su juris-
dicción por el Rey Nuestro Señor. Certificó en pública
forma y manera que haga fe a los Señores y demás per-
sonas que la presente vieren, como en la mañana del día
miércoles diez de Abril pasó Su Señoría con mi asisten-
cia al Colegio de los padres expulsos de esta dicha ciu-
dad, donde de su orden estaban presos los esclavos Pela-
yo Lora, José y Martín Lastra, José Ortiz y Javier Gar-
cía y a mi presencia hizo formal entrega de ellos para su
conducción a la ciudad de Santa Fe al expresado Don
José Marín de Argote, comisionado para su conducción

563
207t a dicho destino, asegurados los/ referidos esclavos de dos
en dos con un par de esposas con su argollar para pasar
una cadena de hierro, en que también iban asegurados
otros reos y el José Lastra con una manea, y dándose,
como se dio por entregado de ellos a su satisfacción el
expresado comisionado Don José Marín de Argote, y
obligándose a dar buena cuenta de ellos y entregarlos en
la Villa de Honda según las órdenes que llevaba de Su
Señoría dicho Señor para que de allí siguieran a Santa
Fe. Y habiendo pasado todo a mi presencia, según queda
relacionado, y ser todo cierto y verdadero, así lo certifi-
207v c6/, signó y firmó en Antioquia en dicho día, mes y año
arriba expresado. Simón Robledo Escribano Público y
de Cabildo.

Petición Señor Gobernador y Comandante General. El Defensor


General de Menores por Lino, esclavo del Padre Don
Antonio de Lora, en la más debida forma y con el debi-
do respeto dice: Que con arreglo a la Superior Orden del
Excelentísimo Señor Virrey de este Reino se sirvió
Vuestra Señoría .remitir a los esclavos, contra quienes .
resultó ser más comprendidos en el hecho que tenían
intentado de solicitar su libertad por bien o por mal, a
las Reales Cárceles de Santa Fe sujetos a lo que en virtud
de su respectiva carta se sentenciase por los Señores de
aquella Real Audiencia. Y como tenga entendido el De-
208r tensor que para aquellos que sólo resulte/ algún indicio
o menos grave culpa no se resuelve en dicho Superior
Orden el destino que se les haya de dar, y por lo tanto y
ser dicho Lino de los de esta clase, parece haber queda-
do en la prisión hasta los résuitos de lo que en virtud de
autos definitivamente se sentenciase por dicha Real Au-
diencia, y como quiera que según reglas del derecho
tiene a su favor este esclavo la más benigna inteligencia a
dicha Superior Orden, pues no conteniendo expreso des-
tino en que se le conmute alguna pena, parece debe
entenderse que la mente de Su Excelencia fue que a
aquellos contra quienes no resultase mayor delito, les
bastase para purgar algún indicio, la larga prisión que
hubiese sufrido. En este concepto pide el defensor se
sirva la justificación de Su Señoría poner en libertad de
.208v la citada prisión/ a dicho esclavo Lino, porque de perma-
necer en ella hasta los citados resultados de sentencia
sería equivalente pena a un grave delito, según lo que se
deja considerar en razón del tiempo necesario para que

564
se verifique, y con atención también a que de una más
dilatada prisión que la que ha sufrido puede resultarle,
sino la muerte natural, poco menos, pues se equipara
una prisión dilatada a una muerte civil a que no se hizo
acreedor dicho Lino respecto a que su delito no se gra-
duó por de mayor consecuencia. Proponiendo el Defen-
sor, que en caso de no tener lugar lo que solicita por las
razones expuestas, se sirva Vuestra Señoría dar en fiado
soltura a dicho esclavo Lino entregándosele a Don Eran-
209r cisco de Lora, hermano de dicho Padre/ bajo la obliga-
ción de que siempre que se le pida por Vuestra Señoría
por otra orden superior lo entregará, quedando de este
modo combinada la piedad con la justicia que es la que
el Defensor solicita. Antioquia y Abril 11 de 1782. Luis
María Pastor.

Decreto Antioquia y Abril 16 de 1782. Por presentado. Agrégue-


se a los autos de su materia y tráigase a la vista para
proveer, Buelta.

Lo proveyó, mandó y firmó el Señor Don Cayetano


Buelta Lorenzana, Capitán del Regimiento Provincial de
León, Gobernador y Comandante General de esta Ciu-
dad de Antioquia y su Provincia por ante mí de que doy
fe. Simón Robledo Escribano Público y de Cabildo.

Auto Antioquia y Abril 17 de 1782 años. Vistos y según su


zosv estado, hágase publicación de probanzas y en su/ conse-
cuencia se entregarán estos autos por sus turnos a las
partes, para que deduzcan sobre pruebas lo que hallasen
por convenientes en justicia y reflexionando que los es-
clavos que se mantienen presos, a excepción de Javier
Esteban Serna, no resultan reos de la primera gradua-
ción, ésto es de actores y fomentadores de la subleva-
ción que el cuerpo de dichos esclavos tenían maquinada,
y al mismo tiempo, haciéndome cargo así de los perjui-
cios que de mantenerse en la prisión redundaria contra •
sus amos y de las penalidades que dichos esclavos pade-
210r cerían fomentadas de lo caloroso del temperamento/ en
esta atención debía de mandar y mandó se le de soltura a
los referidos esclavos del arresto en que se hallan, bajo la
precisa calidad de que sus respectivos dueños han de
afianzar conforme a derecho a entregarlos a este juzgado
a cualesquiera otro competente siempre que se les pida
y se necesiten para el cumplimiento de la Real Justicia.

565
Cuya providencia no se entienda con dicho Javier Este-
ban Serna, por hallarse comprendido en la clase de los
fomentadores de la expresada sublevación, y hágaseles
saber a los interesados que asisten en esta ciudad y a los
210v que estuviesen a fuera se les avisara por misiva con/
chasqui cuyo costo satisfarán a prorrata. Así lo proveyó,
mandó y firma el Señor Gobernador y Comandante Ge-
neral de esta Provincia con dictamen de su asesor el
Doctor Don Ignacio de Uribe, Abogado de la Real
Audiencia de este Nuevo Reino de Granada y Alcalde
Ordinario de la Villa de Medellín, por ante mí de que
doy fe. Don Cayetano Buelta Lorenzana. Doctor Ignacio
Uribe. Simón Robledo Escribano Público y de Cabildo.

Notificación Incontinenti yo el escribano hice saber el auto anterior a


Don Francisco José de Lora, lo que firma conmigo para
que conste, Francisco José de Lora. Robledo.

Obligación En la Ciudad de Antioquia a 27 de Abril de 1782 años.


211r Ante mí Don Simón/ Robledo Escribano Público y del
Cabildo y testigos que en su lugar se expresarán, pareció
presente Don Francisco José de Lora, vecino de esta
ciudad, a quien certifico y doy fe conozco y dijo que
por cuanto se halla preso un mulato llamado Lino, escla-
vo de su hermano el Maestro Don Antonio de Lora, por
cómplice del levantamiento que intentaban los esclavos
de esta Provincia, y porque según el auto anterior se le
ha concedido el salir de dicha prisión bajo de fianza
correspondiente, según en él se previene, en esta virtud
otorga que recibe en fiado al expresado esclavo del refe-
rido su hermano, el que entregará a Su Señoría el Señor
Gobernador y Comandante General u otro cualesquiera
211v Señor Juez/ 'competente, siempre que se le pida y necesi-
te para el cumplimiento de la Real Justicia, lo que ejecu-
tarán cierta y seguramente sin cosa en contrario, renun-
ciando, como renuncio, todas y cuantas leyes, fueros y
derechos que en contra de esta obligación me puedan
favorecer. Y al cumplimiento de lo aquí expresado obli-
ga su persona y bienes habidos y por haber con sumisión
a las justicias de Su Majestad en especial a las que de la
referida causa de los esclavos conozcan, y renuncias en
derecho necesarias para ser obligado a su cumplimiento
como por instrumento ejecutiv.o y sentencia pasada en
autoridad de cosa juzgada, consentida y no apelada, así
212r lo dijo, otorga y firma, siendo/ testigos de su otorga-

566
miento Don Domingo Ortiz y Don Nicolás de Lara veci-
nos de que doy fe. Francisco de Lora. Simón Robledo
Escribano Público y de Cabildo.

Otra En la ciudad de Antioquia en 19 de Abril de 1782 años,


ante mí Don Simón Robledo Escribano Público y de
Cabildo y testigos que en su lugar se expresarán, pareció
presente Don Francisco José de Osa, vecino de esta ciu-
dad, a quien certifico y doy fe conozco y dijo, sitie por
cuanto se hallan presos dos mulatos sus esclavos llama-
dos José Miguel y Basilio, por decirse ser cómplices en el
delito del levantamiento que intentaron los esclavos de
esta Ciudad y su Provincia, y porque según el auto ante-
212v rior/ se les ha conferido salir de dicha prisión bajo de
fianza correspondiente y según en él se previene, en esta
virtud otorga que recibe en fiado a los expresados sus
dos esclavos, los que entregará a Su Señoría el Señor
Gobernador y Comandante General u a otro cualesquie-
ra Señor Juez competente siempre que se le pidan y •
necesiten para el cumplimiento de la Real Justicia, lo
que ejecutará cierta y seguramente sin cosa en contrario,
renunciando, como renuncia todas y cuantas leyes, fue-
ros y derechos que en contra de esta obligación le pue-
dan favorecer y al cumplimiento de lo aquí expresado
obliga su persona y bienes habidos y por haber, con
213r sumisión a las/ justicias de Su Majestad y en especial a
las que de la causa de dicho levantamiento conozcan, y
renuncias en derecho necesarias para ser obligado a su
cumplimiento como por instrumento ejecutivo y senten-
cia pasada en autoridad de cosa juzgada, consentida y no
apelada. Así lo dijo, otorga y firma siendo testigos a su
otorgamiento Don Domingo Ortíz y Don Nicolás de La-
ra, vecinos de que doy fe. Francisco José de Osa. Simón
Robledo Escribano Público y de Cabildo.

Otra En la ciudad de Antioquia en 19 de Abril de 1782 años,


ante mí Don Simón Robledo, Escribano Público y de
213v Cabildo y testigos que en su lugar/ se expresarán, pareció
presente Don Francisco José de Osa, vecino de esta ciu-
dad, a quien certifico y doy fe conozco y dijo, que
como confidente de Don Manuel Jaramillo y Don Juan
Francisco Echeverri, vecinos de los Valles de Rionegro,
que por cuanto se hallan presos tres negros de los referi-
dos, el uno llamado Miguel del expresado Jaramillo y los
otros dos nombrados • José Ignacio y Valerio del dicho

567
Echeverri, por decir ser cómplices en el levantamiento
que intentaban los esclavos de esta ciudad y su Provin-
cia, y porque según el auto anterior se les ha concedido
salir de dicha prisión bajo la fianza correspondiente se-
214r gún en el se previene, en/ esta virtud otorga que recibe al
fiado a los expresados tres esclavos, los que entregará a
Su Señoría el Señor Gobernador y Comandante General
u a otro Señor Juez que lo sea competente, siempre que
se le pidan y Se necesiten para el cumplimiento de la
Real Justicia, lo que ejecutará cierta y seguramente sin
cosa en contrario, renunciando, como renuncia todas y
cuantas leyes, fueros y derechos que en contra de esta
obligación le puedan favorecer. Y al cumplimiento de lo
aquí expresado obliga las personas y bienes habidos y
por haber de los dichos Jaramillo y Echeverri, con sumi-
sión a las justicias de Su Majestad en especial a las que
214v de la/ causa de dicho levantamiento conozcan, y renun-
cias en derecho necesarias para ser obligados a su cum-
plimiento como por instrumento ejecutivo y sentencia
pasada en autoridad de cosa juzgada, consentida y no
apelada. Así lo dijo, otorga y firma siendo testigos a su
otorgamiento Don Domingo Ortiz y Don Nicolás de La-
ra, vecinos de que doy fe. En este estado dijo el otorgan-
te que en la misma conformidad recibe en fiado el negro
Eugenio, de Don Juan de Marulanda, vecino de dichos
Valles de Rionegro, el que entregará a Su Señoría el
Señor Gobernador y Comandante General u a otro cua-
215r lesquier juez Competente/ siempre que se le pida y se
necesite para el cumplimiento de la Real Justicia obli-
gando, como obliga, la persona y bienes del expresado
Marulanda para su cumplimiento, renunciando, como re-
nunció cualesquiera leyes, fueros y derechos que le pue-
dan favorecer en contra de esta obligación. Así lo dijo,
otorga y firma siendo testigos a su otorgamiento Don
Domingo Ortiz y Don Nicolás de Lara vecinos de que
doy fe. Francisco José de Osa. Simón Robledo Escribano
Público y de Cabildo.

Otra En la ciudad de Antioquia en 19 de Abril de 1782 arios,


ante mí. Don Simón Robledo Escribano Público y de
215v Cabildo y testigos/ que en su lugar se expresarán, pareció
presente Don Javier Antonio Ferreht, vecino de
esta Ciudad,.a quien certifico y doy fe conozco y dijo,
que por cuanto se hallan presos dos mulatos llamados
Ignacio y Santos, esclavos del Maestre de Campo Don

568
Antonio Ferreiro su padre, los que se hallan presos por
decirse ser cómplices en el levantamiento que intentaban
los esclavos de esta Provincia, y porque según el auto
anterior se les ha concedido salir de dicha prisión bajo la
fianza correspondiente según en él se previene, en esta
216r virtud otorga que recibe en fiado a los expresados/ dos
esclavos, los que entregará a Su Señoría el Señor Gober-
nador y Comandante General u a otro cualesquiera Se-
ñor Juez competente, siempre que se le pidan y necesi-
ten para el cumplimiento de la Real Justicia, lo que
ejecutará cierta y seguramente sin cosa en contrario, re-
nunciando, como renuncia todas y cuantas leyes, fueros
y derechos que en contra de esta obligación le puedan
favorecer. Y al cumplimiento de lo aqui expresado obli-
ga su persona y bienes habidos y pot- haber, con sumi-
sión a las justicias de Su Majestad de cualesquier partes
que sean, en especial a las que de dicha causa de levanta-
miento deban conocer, y renuncias en derecho necesa-
216 v rias para ser/ obligados a su cumplimiento como por
instrumento ejecutivo y sentencia pasada en autoridad
de cosa juzgada, consentida y no apelada. Así lo dijo,
otorga y firma siendo testigos a este su otorgamiento
Don Domingo Ortiz y Don Nicolás de Lara, vecinos de
que doy fe. Javier Antonio Ferreira Simón Robledo,
Escribano Público y de Cabildo.

O tra En la ciudad de Antioquia en 20 de Abril de 1782 años,


ante mi Don Simón Robledo Escribano ;Público y de
Cabildo y testigos que en su lugar se expresarán, pareció
presente José Manuel de Ibarra, vecino de esta ciudad, a
quien certifico y doy fe conozco, y dijo que por cuanto
217r se halla preso/ un mulato llamado Andrés, esclavo de su
primo el Padre Don Francisco de Porras, por decirse ser
cómplice en el levantamiento que intentaban los escla-
vos de esta Provincia y porque según el auto anterior se
le ha concedido salir de dicha prisión, bajo de fianza
correspondiente según en él se previene, en esta virtud lo
otorga y recibe en fiado el expresado esclavo el que
entregará a Su Señoría el Señor Gobernador y Coman-
dante General u a otro cualesquier Señor Juez compe-
tente siempre que se le pida y necesite para el cumpli-
miento de la Real Justicia, lo que ejecutarán cierta y
seguramente sin cosa en contrario, renunciando, como
renunció •todas y cuantas leyes, fueros y derechos le
217v puedan favorecer en contra de esta obligación/ y al cum-

569
plimiento de lo aquí expresado obliga su persona y bie-
nes habidos y por haber con sumisión a las justicias de
Su Majestad, en especial a las que de la causa de dicho
levantamiento deben conocer, para que a ello le obli-
guen y apremien como por instrumento ejecutivo y sen-
tencia pasada en autoridad de cosa juzgada, consentida y
no apelada. Así lo dijo, otorga y firma siendo testigos
'presentes a su otorgamiento Don Domingo Ortiz y Don
Nicolás de Lara; vecinos de que doy fe. José Manuel de
Ibarra. Simón Robledo Escribano Público y de Cabildo.

Petición Señor Gobernador y Comandante General. El fiscal


nombrado en estos autos dice: Que las pruebas recibidas
en el término de ellas no han disminuido en modo algu-
21 8r no la gravedad del delito de conspiración que tramaban/
los esclavos para adquirirse la libertad usando de la fuer-
za y arrollando con la espada la autoridad y respecto de
la justicia, en cuyo caso era precisa consecuencia la de la
total sublevación de la República, por lo que no habien-
do cosa que haga variar el semblante de la causa, ratifi-
cando el concepto reproduce lo pedido en 28 de Febre-
ro y añade, que por la ratificación de Javier García y lo
que en ella declara a folios 88 vuelta, no sólo se acaba de
comprobar el delito de éste sino también al de Pelayo
Lora, que ocultó en su confesión de hojas 15 vuelta, en
que no declaró la convocatoria que por su orden había
hecho en los Valles de Rionegro el referido García cuan-
do la pregunta fue expresa, ni tampoco el que con éste
se había pactado de no descubrirse el uno al otro siem-
21 8v pre/ que fuesen presos o descubiertos y aunque añade
algo a la confesión en la ratificación de hojas 91 ha sido
después de habérsele acusado no haber cumplido con lo
que ofreció de descubrir la verdad con cuya condición se
le ofreció perdón de pena capital, y también después
que supo que Javier García había declarado el pacto y
convocatoria que de su orden hizo, lo que es verosímil
mediante a que ambos estaban en una pieza presos y se
comunicaron sobre el asunto. Por lo que no debe favore-
cerle el condicional perdón quedando sujeto a la pena
ordinaria del delito porque faltó a la fe de lo que prome-
tió bajo de lo cual se le indultará y según Acci: Neque
dedo ne quan deo infideli fidem porque cuando en un
219r mismo contrato/ una parte depende de otra cada uno de
los contrayentes está obligado, porque la obligación que
se contrae es condicional y el primero que falta a la fe,

570
libra al otro de su promesa y le saca de la obligación en
que estaba frusta tibi fídem, quis postulat abeo servari
cui fidem a se prestitam servari recusat; ésto es en el
caso de que debiera ser firme el perdón, pero como la
ley lo resiste con su clara disposición no pueden obrar
contra ella las doctrinas de todos los autores y otros
muchos que hay, que si en el asesor porque teniéndose
todas estas consideraciones y cuantas se pueden aparar
por útiles, no obstante la Ley se estableció y no sería
para que ocupara inutilmente el papel. Sobre todo Vues-
219v tra Señoría determinará lo más que halle/ ser arreglado a
justicia. Antioquia y Abril 1 de 1782. Pedro Biturro
Pérez.

Decreto Antioquia y Abril 2 de 1782. Corra el traslado como


está mandado en auto de 17 del corriente. Así lo prove-
yó, mandó y firmó Su Señoría el Señor Gobernador y
Comandante General por ante mí de que doy fe.Buelta.
Simón Robledo Escribano Público y de Cabildo.

Petición Señor Gobernador y Comandante General. El Defensor


General de Menores de esta ciudad, en vista de los autos
seguidos de oficio contra algunos esclavos por el pensa-
miento que concibieron de aclamar su libertad, bajo del
concepto y credulidad de que nuestro católico Monarca
220r (que Dios guarde) los tenía declarados/ por libres de
todo cautiverio, sujetándolos a pagar tributo como in-
dios, sobre cuyo pensamiento nada otra cosa adelanta-
ron ni ejecutaron, que la de por uno y otro comunicar la
noticia a otros esclavos, sólo con el fin de hacer una
representación por escrito pidiendo y suplicando se les
pudiese presente o hiciese saber para que tuviese efecto
su cumplimiento por haber aprendido en su concepto,
que por no quedar perjudicados sus amos privándose de
su servicio, se les había ocultado. Respondiendo y ale-
gando de conclusión con arreglo a lo que de los mismos
autos se patentiza, pide el Defensor la más atenta consi-
deración a las reflexiones siguientes. Ya tiene expuesto
220v en su escrito de defensa/ que corre a hojas 84 y aquí
reproduce, que la credulidad de la existencia de dicha
real declaratoria fue el origen de aquellos pensamientos
y que no procedieron con tanta ligereza en el asenso, a
vista de que un esclavo sirviente, de puertas adentro de
un Señor Gobernador, lo había publicado días había y
que un oficial de Cabildo, empleado en el despacho de

571
negocios judiciales y con manejo en los papeles del ar-
chivo, modernamente lo había confirmado, diciendo y
haciéndoles creer, que en el Cabildo de esta ciudad había
documentos por los que se declaraba que todos los escla-
vos fuesen libres. Bajo de cuyos supuestos, en que hubie-
221 r se algunos esclavos pensado, tratado o conferido/ de
hacer su representación para que de ser cierto se verifica-
se y tuviese en cuenta el menor delito de osadía, atrevi-
miento, ni arrojo temerario, pues no habiendo pasado de
un mero pensamiento, que aún el más santo está sujeto a
tenerlos muy pésimos, aún cuando todo no tuviera la
probabilidad de las circunstancias de quien vertió y pro-
mulgó la especie, pudo haber sido creída por otros me-
nos interesados y más advertidos, sin que en ello, ni en
el haber conferido alguna cosa conducente en términos
legales, hubiesen cometido culpa. Que la especie de que
había semejante Real Cédula fue vertida y esparcida, lo
ha justificado el defensor como consta desde hojas 124
221v hasta la 126, cuya prueba/ junto con lo vulgarizado y
creído por algunos esclavos de que Don Esteban Gracet,
oficial de Cabildo, le había dicho y asegurado al esclavo
Javier Esteban Serna, de que si los negros hablaran, te-
nían algún favor en el Cabildo para ser libres, como lo
depuso dicho Javier Esteban a hojas 27 vuelta uno y
otro pasaje se debe reputar por un apoyo tan fuerte a la
credulidad de semejante afirmativa, que no admite la
menor duda ni repugnancia; a que sólo ésto fue el origen
de semejante pensamiento y como todo asunto o mate-
ria se ha de tomar para averiguarla . o defenderla desde su
raíz, pasará el defensor a exponer lo que le ocurre sobre
este principio. Todos los dichos de los esclavos que de-
clararon sobre la noticia de que habla dicha Real Cédu-
222r la/ vinierorva parar (averiguando la verdad) en que dicho
negro Javier Esteban así se lo oyó al referido Don Este-
ban Gracet, dicho esclavo lo confiesa a hojas 21 vuelta y
siendo preguntado delante de qué personas lo dijo dicho
Gracet, afirma que a presencia de Luis María Laínez,
éste a hojas 32 vuelta, evacuando aquella cita, dijo no
haber oído tales palabras; el mismo Gracet, a hojas 42
vuelta, niega la precendencia y en el careo de hojas 44
vuelta y 45, cada uno de los tres se mantuvo firme en lo
que tenían declarado. Si ocurrimos a lo que en tales
casos está dispuesto en derecho, encontraremos en el
Autor de la Curia Philipica P.3. juicio criminal S 15.
No.7 estas palabras: Y si un testigo cita a otro que se

572
halló presente, y el citado niega sin embargo vale el
dicho del que le citó porque pudo ser el citado no lo
entendiese, y así ninguno de ellos puede ser punido,
222v pues para serlo no hay/ más tazón de creer a uno que a
otro como alegando lo dice Acevedo y lo trae claro: No
puede encontrarse doctrina más expresiva, a lo menos
para que con arreglo a ella respecto a no resultarle otro
cargo ni delito a dicho Javier Esteban en todos los autos;
ni en el asunto, no se le hubiese graduado por uno de los
principales cómplices, según lo dictaminado en estos au-
tos por el asesor, ni que merezca la pena que se le tiene
impuesta y declarada. La presunción a favor del acerto y
afirmativa de dicho Javier Esteban está de parte de éste,
pues si en realidad de verdad hubiera sido mentira o
falsa imputación lo que resulta contra Gracet, en haber
citado a dicho Luis Mana Laínez, claramente se exponía
a que éste lo desmintiese y no habiendo tenido necesi-
223r dad de nombrar a quien pudo haberlo oído/ con el reato
de calificarse de embustero. Si no hubiera sido cierto lo
que refirió Gracet, buen cuidado hubiera tenido Javier
Esteban de no citar a quien pudiera condenarlo o des-
mentirlo, pues con haber declarado que no había otro
presente, cuando no hiciera fe, su dicho quedara opina-
ble y dudosa la verdad, más habiendo afirmado que se
halló presente dicho Luis María, así se deja creer y pudo
verificarse la razón que da el autor arriba citado, porque
pudo no entender dicho Luis María las razones que pro-
fería Gracet, y si a ésto se agrega, lo notorio que es en
todo este común de que Gracet y Laínez pican bastante
en el exceso de beber, se sacará más clara la consecuen-
cia y sobre todo esto se atiende y reflexiona sobre la
223v parcialidad, comensalidad/, intimidez estrecha de amis-
tad entre Laínez y Gracet, como ha justificado el defen-
sor en las pruebas que ha producido desde hojas 124
hasta 126, las cuales reproduce a favor de teidos a cuya
defensa resulten; se hallará que el testigo que bonifica a
Gracet por ser los que el derecho declara por tachados e
inhábiles, como a mayor abundamiento lo tacha el de-
fensor. Deduciremos de todo lo expuesto en esta parte,
que la raíz y primer origen de los pensamientos de los
esclavos comprendidos fue dicho Don Esteban Gracet,
haciéndose digno de reparo en estos autos, que si a di-
cho Gracet aún constando haber sido el origen y princi-
pio de donde resultó los pensamientos no adelantados,
ni ejecutados, que tuvieron algunos esclavos se le miró

573
224r con tanta indulgencia como de/ los autos se deja ver, por
qué a los míseros esclavos, que seducidos y corno anima-
dos con aquella especie vertida por Gracet, se les ha
condenado a seis de ellos, en pena de castigo y vergüen-
za, despachados menos el Javier Esteban, que se quedó
por enfermo, a las cárceles de Santa Fe, a la disposición
de los Señores de aquella Real Audiencia y sujetos a la
sentencia que en aquel Superior Tribunal se pronuncia-
se, Y ya que effipezó el Defensor a exponer por el citado
Javier Esteban adelantará por parte de éste lo más que
ocurre en su defensa, y evacuado por lo que a éste co-
rresponda, seguirá por los demás en separados acápites,
para no confundir unos hechos con otros y exponer
mejor por el mérito de lo que a cada uno encontrase en
224v los/ autos resultarle. En esta inteligencia, a más de lo
que deja expuesto, añade a favor y defensa de dicho
Javier Esteban que, registrados todos los autos, no se
encuentra que le resulte el menor delito ni culpa por
seductor, cabeza, ni fomentador del levantamiento ni
sedición alguna; pues únicamente si en alguna de las
declaraciones del sumario o prueba lo nomina o trae a
consecuencia algún declarante, sólo es por referencia de
que dijo o contó lo que le había oído a Don Esteban
Gracet en razón de los docunientos que favorecían la
libertad de los esclavos, y aún esta especie o cuento sólo
consta de los autos que le refirió al negro José, esclavo
del Padre Lastra, quien al parecer no le dio crédito ni
225r asenso totalmente a dicha especie. pues/ añade dicho
Javier,Esteban en su declaración de hojas 28 vuelta que
dicho esclavo José le dijo o respondió que pasaría a
tratar con dicho Gracet sobre el asunto, como dando a
entender que por sólo decírselo el Javier Esteban no lo
creía hasta que el mismo Gracet se lo afirmase; sobre
que no consta haberse verificado comunicación alguna
entre aquellos dos. Asentado pues que no le resulta a
dicho Javier Esteban otra cosa que la de haber contado a
un sólo negro las especies que le aseguró Gracet, se hace
preciso hacer punto en este estado y registrar y traer a la
vista el Superior Orden del Excelentísimo Señor Virrey
de este Reino, según el capítulo que consta a hojas 104
copiado de su original, por los que se dignó Su Excelen-
225v cia prevenir a Vuestra Señoría/ en los términos, que
debía proceder con los esclavos comprendidos en la soli-
citud de su libertad; en cuya Superior Orden aún debien-
do suponer que fue dada y comunicada por mera rela-

574
ción e informe que Vuestra Señoría tendría por conve-
niente pasar anticipadamente a aquel Superior Gobier-
no, para obtener las órdenes de lo que fuese correspon-
diente ejecutar; se registra que lo que aquella Superior
Justificación ordena que se ejecute, es bajo la preven-
ción de que el delito esté bien calificado y confesado,
deduciéndose de tan expresa y justificada orden, que
faltando cualesquiera de las dos condiciones de califica-
do y confesado el delito, no debía entenderse deber
proceder a castigo mayor como el que fueron condena-
2r dos. Cuantas veces ha pasado el/ defensor estos autos
para instruírse de su mérito y fundar las defensas corres-
pondientes y se ha topado con el espíritu de dicho Supe-
rior Orden y luego ha encontrado el parecer del asesor
por el que graduó nominadamente a los que se les debía
aplicar la pena impuesta, no cesaba de maravillarse cuán
poco eco hizo en el asesor aquella tan justificada cláusu-
la en la orden de Su Excelencia sobre Que el delito esté
bien calificado y confesado; y cuán de prisa o de su-
perficie leyó dicho asesor los autos, para haber proce-
dido a semejante graduación en la clase de reos sujetos a
la pena impuesta bajo de aquellas dos condiciones y
dejando para el lugar de cada uno en particular exponer
lo que corresponda_ En esta parte proseguiré en cuanto
226v al Javier Esteban con/ esta reflexión o pregunta: Será
delito de la mayor gravedad y consecuencia en quien
debía recaer la pena de azotes y afrenta, y ésto aunque
sea en un esclavo, el oír que uno por solo que le dio la
gana sin haber sido preguntado ni consultado sobre ello,
diga, hablando con aquel: Que si los esclavos hablaran
tenían favor en el Cabildo para que todos fuesen libres y
que este razonamiento aquel que lo oyó lo dijese a otro
sin que conste hubiese adelantado otra especie ni pala-
bra, que condujese a incitar o promover algún hecho
disonante de parte de aquel a quien se lo contaba? Por
más que se quiera exprimir lo agrio de cualquier crítica
sobre semejante pasaje, se hace como imposible concebir
que en ello hubiese la menor sombra de delito, pues
siendo tan común y aún natural el referir y contar unos
227r a otros aquellas especies que/ tienen algo de singulares y
un aviso de noveleras, en haber contado Javier Esteban
al negro José las especies que le oyó a Don Esteban
Gracet fuesen o no ciertas, pudo delinquir en ésto dicho
Javier Esteban y porque se hubiese extendido y llegado
a tomar algún irregular semblante pudieran haber acaeci-

575
do algunos funestos resultos? . La pena condigna debiera
recaer en Gracet como promotor de la especie y no en
quien contó a otro lo que aquél le dijo sin medir con-
fianza, ni secreto, pues quién, a vista de encontrar decla-
rado por libre y absuelto a Gracet, no se admirará de
que hubiese sido condenado a pena grave el Javier Este-
ban sólo porque pudo oír lo que aquel habló y haberlo
contado, no a muchos, sino a uno solo como fue a José,
227v esclavo del Padte/ Lastra. Verdaderamente Señor Gober-
nador que el Defensor no alcanza, ni penetra, en qué
pudo fundarse el asesor si procedió con arreglo a los
autos para dictaminar de tal manera, el defensor no es
profesor del derecho y con todo, tiene entendido que
para semejantes penas debe constar plenamente justifica-
do el delito que las traiga aparejadas, y sin duda por ésto
tuvo por conveniente la sabia justificación de Su Exce-
lencia (como que no había visto los autos) hacer aquella
prevención arriba apuntada. Pero sin duda que (como
apuntado queda) no hizo eco esta prevención en el con-
cepto o ligereza de dicho asesor y pues (como se suele
decir) no hace Dios cosas 'acaso, y que por, la enferme-
228r dad de dicho/ Javier Esteban, no se le puede aplicar,
cuando a los otros la pena de afrenta y azotes, ni inclui-
dose en la conducta a Santa Fe, y por dicho acaecimien-
to está suspensa. Pide el Defensor se revoque, por con-
trario imperio, la aplicación de la pena impuesta a dicho
Javier Esteban y se le declare por no culpado ni cómpli-
ce en el delito de que son acusados por el ministerio
fiscal otros esclavos; pues contra éste no se encuentra en
todos los autos que fomentase, ni concurriese a nada. Ya
que el defensor deja expuesto sobre el origen y raíz del
consabido alboroto, manifesto que tuvo principio de lo
que Don Esteban Gracet aseguró al negro Javier 'Este-
ban, sobre la existencia en el cabildo de los documentos
228v que favorecían la libertad/ de los esclavos y que dicha
noticia se la Comunicó el mismo Javier Esteban al escla-
vo José del Padre Lastra, convendrá seguir el hilo por los
mismos trámites con que fue tomando cuerpo. En cuyo
supuesto expondrá el defensor sobre lo que encuentra
en los autos resultarle a dicho José del Padre Lastra lo
que ya queda dicho, de que Javier Esteban tiene confe-
sado a hojas 27 vuelta y 28, de que la misma noticia o
pasaje que tuvo con Gracet se lo comunicó a dicho ne-
gro José, no se ofrece sobre este particular reparo alguno
mediante a que el mismo José en su confesión a hojas 37

576
confiesa ser cierto. Pero si es para tenerlo muy presente
y hacer la reflexión más sincera, lo que dicho José res-
pondió a la referida noticia de que aquello que le decía
229r era menester verlo para creerlo/ lo que concuerda en
algún modo con lo que el mismo Javier Esteban dice en
su declaración citada de que le respondió dicho José
pasaría a tratar con Gracet sobre el asunto, lo que no
consta verificarse. Si pasamos a registrar la confesión del
negro Pelayo hallaremos al folio 17 todo lo que parece y
confirió sobre el asunto con el citado negro José que se
reduce a que pasando por la estancia del Padre Lastra
encontró a dicho negro José y otro nombrado Martín y
que dicho Pelayo les propuso que fueran a pedir al Cabil-
do la dicha Cédula, a que respondieron que estuvieran
prontos y que era cierto que allí entraba por que asi lo
decía Gracet, con cuyo motivo el Pelayo propuso al José
que por ser éste más viejo había de hacer de Capitán de
los demás esclavos y que aunque se excusó de tal cargo y
229v no lo aceptó se ofreció/ a concurrir a la solicitud de la
Real Cédula, dejo para su debido lugar lo más que sigue
declarado dicho Pelayo en su citada confesión, y pasará
el Defensor a traer a consecuencia lo que el mismo Pela-
yo añadió en su ratificación al folio 92 vuelta aqui dice:
Que para el descargo de su conciencia debe declarar que
en cuanto al proyecto d5 proclamar la libertad por bien
por mal y demás resistencias no lo sabían los que tenía
declarados haber sido convocados y solo José, Martín,
Lorenzo y Domingo esclavos del Padre Lastra lo sabían
porque lo habían hablado con ellos, por que los demás
sólo tenían entendido que la convocatoria se hacía para
pedir la Cédula todos juntos y si la había proclamarse
230r libres y si no la había volverse a servir a sus amos, sobre/
que se hacen dignos de la mayor reflexión algunos repa-
ros e inconsecuencias que se deben notar en dicha narra-
tiva y es el primero que el mismo Pelayo no cita ni
refiere que hubiese hablado ni tratado con los cuatro
esclavos citados del Padre Lastra más que una sola vez
con el Lorenzo y Domingo en el paraje de los Tafetanes
cañada de Cangrejo, en donde les propuso de estos dos
lo de pedir dicha Cédula, a lo que respondió el Lorenzo
que ahí estaba según decía Don Esteban Gracet y que
con cincuenta negros se podía pedir con un escrito al
cabildo, a que respondió el mismo Pelayo que bueno
estaba y que concluyeron con ésto aquella conversación.
Con el José y Martín sucede lo mismo de que una sola

577
230v vez habló con ellos las razones arribas/ apuntadas y no
SS, luego cuándo o cómo o en qué tiempo y ocasión
trató o confirió con dichos cuatro esclavos el modo o
proyecto de pedir la Real Cédula usando de la fuerza,
más, si como sólo dichos cuatro esclavos del Padre Las-
tra se había manifestado en orden al término o modo
que tenía pensado usar para ello y todos los demás escla-
vos estaban ignorantes, porque sólo se les había dicho y
estaban en la inteligencia de que si había y les daban
dicha Real Cédula se proclamarían libres y que en caso
de que saliese ser falso y que no hubiese tal Real Cédula
todos sin diferencia de ninguno se habían de volver a
servir a sus amos. Bajo de este concepto, no es cosa
risible, que el Pelayo con solo cuatro esclavos el uno
231r muy/ viejo y medio gafo cual es José y el otro muy
muchacho y majadero, cual es Martín, tuviese pensado
usar de la fuerza en el caso de que no le entregasen los
Señores de Cabildo la Cédula que solicitaban? Bien pu-
diera haber llegado el caso de que se hubieran juntado
algunos cuantos negros a favor de los intentos de solici-
tar y desengañarse de si había o no dicha Real Cédula y
de donde tenía previsto Pelayo que los que no venían
con otra intención ni ánimo de que de desengañarse y de
no haber nada volverse a servir a sus amos habían de
concurrir armados y si los incitaba o convidaba en aquel
pronto a que usasen de alguna fuerza los había de hallar
resueltos a cualquier exceso, sólo porque Pelayo los qui-
231 v sierse meter en tal/ absurdo. Verdaderamente que solo
Pelayo pudiera haberse formado semejante concepto de
tener premeditada una batalla sin saber si tendría con
quien darla, y aunque tuviera gente si está ignorando el
lance que estaba dispuesto la encontraba desarmada. Pe-
ro para que me canso (señor Gobernador) en intentar y
hacer crítica de semejantes pasajes si visto a buena luz
en el más sano concepto todos los proyectos y maquina-
ciones que vertió Pelayo en su confesión y ratificación
más se deben atribuir a chachara y habladuría de negros
que no a realidades, pues si se pasaba hacer cuenta por
número fijo de los convocados según resulta de lo que -
zazr han declarado los mismos convidadores/ no ascenderá el
número de quince a veinte y de éstos aunque consta que
fueron convidados a los más de ellos no se les ha justifi-
cado aceptación y antes bien procuraban disuadir seme-
jantes pensamientos, y dejando para otra más alta com-
prensión cuanto en este asunto se pudiera exponer, vol-

578
veré a seguir la defensa que con la antecedente digresión
dejé pendiente sobre el negro José del Padre Lastra y
diré: Que según lo que los autos manifiestan no resulta
otra cosa a dicho esclavo que lo que apuntado llevo de
lo que hablaron Javier Esteban y Pelayo con él, pues no
se encuentra testigo en todo el sumario ni plenario que
deponga ni diga que dicho José convidase, incitase, ni
persuadiese a ningún otro para los intentos de pedir di-
cha Real Cédula, fuese por bien o fuese por mal. Esto
232v supuesto, hagamos crítica de en que/ cometió delito di-
cho José de que Javier Esteban le hubiese contado lo
que le había asegurado Don Esteban Gracet ni de que
Pelayo lo hubiese solicitado y convocado para que con-
curriese a pedirla por el mismo hecho de la respuesta
que dio a Javier Esteban de que aquello que éste le decía
era menester verlo para creerlo, y sobre todo, que antes
de deliberar, nada pasaría como a desengañarse o a satis-
facerse de la verdad tratando del asunto con dicho Gra-
cet, en nada de ésto encuentra el Defensor que le resulte
delito a dicho negro José, otra cosa no encuentra contra
él en los autos, el dicho—de Pelayo es único y singular y
en lo esencial está negado por el mismo José. Luego,
aunque en delitos de esta naturaleza hagan prueba los
testigos viles y los cómplices en el delito, no habiendo
233r otro testigo que Pelayo/ en cuanto a lo que se le pueda
adaptar de delito, no alcanza el defensor en que pudo
fundarse el asesor para graduar a este esclavo José del
Padre Lastra por uno de los reos principales en esta
causa, para que se le haya aplicado la pena que es con-
tante, aquí vuelve el defensor y no dejará de hallar moti-
vos para repetirlo en lo que resta, exponer a traer a la
memoria aquella tan justificada cláusula de la orden de
Su Excelencia arriba citada de que el castigo que previene
se imponga a los reos en esta causa sea bajo el supuesto
de que el delito esté bien calificado y confesado. La
palabra de bien calificado no es menester explicar lo
233v que/ contiene, pues está claro que para que se diga o
tenga por bien calificada una cosa se ha de dar por asen-
tado que está tan probada que no admite cosa en contra-
rio, y ya se ve que semejante prueba no ha de consistir
en sólo el dicho de un testigo vil y cómplice por la plena
probanza que gradúa por tal el derecho consiste en la
deposición contexte de dos testigos de la mayor excep-
ción y aunque se quiera decir o suponer que en delitos
de esta naturaleza bastarán dos testigos aunque sean vi-

579
les y cómplices, no encontrándose otro que Pelayo pues
234r aunqué lo trae a referencia Manuel Marín/, esclavo del
Padre Lora, a hojas tres, éste se remite que así se lo contó
Pelayo, que es una misma cosa o un sólo testigo, luego si
por un mero indicio o presunción graduó el asesor por
calificada prueba y por confesión que no consta del reo,
que son los dos supuestos que previene Su Excelencia
para haber destinado al negro José a la pena impuesta,
no alcanza el defensor el modo que pudo haber tenido
en pensar •o graduar dicho asesor por reo principal de
calificado y confesado delito al dicho negro José, mucho
menos cuando no pudo habérsele ocultado si leyó con
234v despacio y atención la/ confesión de Pelayo a hojas 17
vuelta, en la que después de nominar o decir que convi-
dó a dicho negro José y que quedó de entrar en el
partido, pasa dicho Pelayo a decir lo mismo de que con-
vidó a un mulatico llamado Paulino, esclavo de Pablo
Zarrazola que se ofreció a concurrir y que lo mismo
ejecutó con un esclavo del Señor Vicario de esta Ciudad
llamado Salvador y que éste le dijo que bueno estaba
que asistiría. Aqui está claro. Si por que consta que
Pelayo convidó a José asegurando que quedó de entrar
en el partido aunque el José niega esto último hasta que
235r primero no se/ satisfaciese de si había o no dicha Real
Cédula, halló el asesor delito y cuerpo calificado de par-
te de dicho negro José para dictaminar que se le aplicase
la pena de afrenta y castigo, por que para con el mulati-
co Paulino, que también confiesa haber sido convidado
pero en inteligencia de que era para otro fin según en-
tendió y que aceptó y para el esclavo Salvador de dicho
Señor Vicario que también dice Pelayo haberlo convida-
do y aceptado y lo mismo resultar de otros esclavos sin
advertir ni reparar en cuanto a los del dicho esclavo del
Señor Vicario, ni aún siquiera consta que se le hubiese
llamado a evacuar la cita pues en todos los autos no se
235v encuentra/ ni se volvió hacerse mención de él, que si
bien se advierte era indispensable según que por iguales
citas se lo está se omitió el evacuarla. Haber pasado el
asesor, aún contra lo prevenido en expresa cláusula de la
orden de Su Excelencia, a graduar por reo de pena al
José del Padre Lastra y en iguales circunstancias haberse
desentendido en un todo de lo que conrrespondía al
Salvador y Paulino y demás citados. Verdaderamente
Señor Gobernador que no sabe explicar el Defensor
cuanto se le ofrece de extrañeza en la literatura de un

580
sujeto acreditado, como es en el concepto de algunos el
asesor que ha dictaminado en esta causa, sólo me atreve-
236r ré a decir que pudo haberla leído/ y repasado como
dicen de sobrepeine, pues de lo contrario parece imposi-
ble creer que estando en un mismo equilibrio el negro
José del Padre Lastra con los otros dos Salvador y Pauli-
no y demás citados para que hubiese procedido en su
dictamen al rigor de la pena aún excediéndose de lo
prevenido por Su Excelencia y para los otros apenas la
conmemoración de simples les hubiese dado.

Por el Martín de dicho Padre Lastra idem peridem re-


produce lo mismo el defensor que deja expuesto en
cuanto a José su capitán, pues lo era de la estancia de su
amo. Añadiendo que aunque dicho Martín confiesa a
hojas 39 que lo convidó su hermano Pelayo y se denegó
zasv al convite/ y antes persuadió a dicho Pelayo sobre disua-
dirlo de sus pensamientos que no quiso abrazar y vol-
viéndole a molestar con instancias a dicho Martín sobre
que entrara en sus ideas, por que de lo contrario se
sujetaba a la multa, le respondió dicho Martín última-
mente que sobre aquello fuera a hablar con el capitán
José de la cuadrilla o estancia de su amo en lo que
concuerda dicho negro José a hojas 38, de lo que se
infiere y deduce que aunque consta probado el convite
la aceptación no consta, antes bien se deduce de contra-
rio de las persuasiones que el Martín le hizo a Pelayo
sobre que se quitara éste de aquellos malos pensamien-
227r tos/, y aunque a hojas 8 declara Crisóstomo, esclavo de
Don Luis Porto, que dicho negro Martín lo convidó para
los consabidos intentos es despreciable y no tiene funda-
mento este acerto, porque cómo pudiera convidar un
esclavo que aún habiendo sido convidado por otro no
sólo se negó a la aceptación, sino que antes bien procuró
con instancia apartar de aquellos pensamientos al que lo
convidaba? y si se atiende a como explica el Martín el
pasaje con Crisóstomo vendremos a sacar que según lo
que éste le contó a Martín en la ocasión que hablaron
del asunto ya Crisóstomo se supone estaba convidado
237v mucho antes por Pelayo, pues pasó a referir/ que éste le
había mandado que cuando bajase para la Pascua se tra-
jese de la mina de su amo una escopeta con pólvora y
aunque no consta verificada esta cita, como parece se
debiera haber hecho y debiera haberlo pedido el ministe-
rio fiscal, con todo se convence más bien que si alguno

581
convidó a Crisóstomo fue Pelayo y no Martín, pues
constando que 'éste no tuvo libertad ni acción para el
asenso, cuando Pelayo lo convidó por considerarse suje-
to a lo que José su capitán le mandase o dispusiese. Mal
puede creerse que hubiese pasado a convidar a Crisósto-
mo cuando por el pasaje referido es creíble que ya lo
238r sabía de Pelayo. Menos le puede agravar a dicho Martín/
lo que declara Cayetano, esclavo de Josefa Oquendo a
hojas 65 sobré que en ocasión de haber pasado a la
estancia del Padre Lastra a cobrar dos tomines que le
debía un negro y deteniéndose allí un rato mientras lo
despachaban, oyó al expresado Martín hablar del levan-
tamiento que tenían intentado los esclavos con mucha
algazara y alegría y aunque no expresa (como debiera
haberlo hecho) qué cosas o en qué términos fue lo que
oyó hablar por lo que después añade de que por hacerle
burla dicho Martín por muy viejo le decía que lo habían
de llevar para Capitán. De ésto no se infiere otra cosa si
238v no la de que por la rara figura que/ es el Cayetano y que
por apodo lo llaman tío candado, es regular que entre
la chusma de muchachos y entre ellos Martín como uno,
trayéndolo quiza a la memoria lo que ya antes se decía
de que los esclavos querían juntarse para pedir a los
Señores del Cabildo aquella imaginada Real Cédula de su
libertad, se pusiese con algazara a decirle algo al dicho
Cayetano y como por mofa puramente de muchacho
dijesen aquello de que había de ir de capitán de todo
ésto no se infiere, ni deduce otra cosa, si se ha de dar
asenso que la de hacer aprecio para asuntos de la mayor
gravedad de burlas, juegos y retozo de muchachos y será
239r posible que hubiese/ hecho eco este ridículo pasaje en el
concepto del asesor, para graduar a un simple mucha-
cho, cual es Martín, a semejante pena? Contra lo expre-
samente prevenido por Su Excelencia pues en el sentido
ésta sólo se pueden comprender los principales motores
y seductores, y no los que por los autos se manifiestan
que ni aún la libertad tenían para resolver, ni aceptar
sobre cualquier instigación, como le sucedió a este Mar-
tín, que se remitió cuando lo convidaron a lo que dispu-
siese su capitán José, ni se intente aludir ni apoyar cosa
en contrario de parte de dicho Martín por que se relacio-
na en los autos ser hermano del principal caudillo Pelayo
239v y que por ello forzosamente/ había de asentir y concu-
rrir a cualesquiera empresa de aquel, pues concurre lo
primero, que aunque en la realidad son hermanos desde

582
muy criaturas uno y otro han tenido distintos amos y
por consiguiente separados, por lo que no se puede con-
ceptuar que por la crianza en unión pudieran engendrar
un mismo genio y voluntad, ni conformidad en cuales-
quiera hechos, antes bien volviendo a suscitar la prece-
dencia del convite de Pelayo a Martín, sacaremos lo re-
pugnante que le fue a éste el hecho o acción para que lo
convidaba, pues aunque muchacho el Martín, procuró
como aconsejar a su hermano de que se apartase de
240r aquellos pensamientos. Si se ha de/ atender al mérito de
los autos y a lo que por ellos se justifica según aquella
regla del derecho de que sólo se debe estar a lo alegado y
probado, se encontrará que entre todos los esclavos de
que se hace expresa nominación de ellos, solamente Pe-
layo, esclavo del Padre Lora, Javier, esclavo de Doña
Juana García y José, esclavo de la testamentaria del Pa-
dre Díaz se encuentra resultarles haber sido los únicos a
quienes se les puede adaptar de principales seductores,
pues por las deposiciones de testigos y sus mismas confe-
siones aparece que intentaron seducir y atraer al intento
sus pensamientos a aquellos esclavos a quienes realmen-
240v te/ consta que convidaron, pues como el Defensor lleva
dicho y demostrado el Javier Esteban Serna, ni José, ni
el Martín del Padre Lastra concurrieron a seducir, ni a
convidar a nadie, ni a otra cosa que concurriese a fomen-
tar los pensamientos de aquellos, como con más indivi-
dualidad hablando por cada uno de estos tres, lo deja
expuesto y demostrado el Defensor. Y correspondiéndo-
le a éste la defensa por todos, por lo que respecta a los
dichos Pelayo, Javier y José si volveremos a tomar el
principio del origen y raíz que produjeron sus pensa-
mientos y principalmente de parte de Pelayo, que según
241r se deja) ver fue quien/ los comunicó a los otros dos y
quien les 'dio las órdenes y que los convidasen o convo-
casen a cuantos pudieran. Aséste como aquellos proce-
dieron bajo del supuesto de la afirmativa que vertió Don
Esteban Gracet y de que arriba se lleva hecha individual
mención. Esto supuesto y de que la dicha afirmativa y
motivos fundados que concibieron para la credulidad
fue el incentivo para que adelantasen aquellos pensa-
mientos, no habiendo sido éstos en realidad otros que
los de solicitar quien les hiciese un escrito o representa-
ción para hacerle presente el Día de Año Nuevo a los
Señores que componen el muy Ilustre Cabildo para que
de ser cierto que en él existía la divulgada y creída Real

583
Cédula de la libertad de todos los esclavos se les mostra-
se o diese cumplimiento. Ya dijo el Defensor en su pri-
mer escrito que reproduce y repite en éste que en aquel
241v primer paso o/ intento no se encuentra visos de delito,
pues creído por el miserable esclavo que no debe serlo
mediante la real declaratoria de Nuestro Católico Monar-
ca que Dios guarde, en aspirar por unos términos tan
legales y moderados y tan arreslados a lo que el mismo
derecho les concede de que asi lo hubiesen pensado eje-
cutar no cometieron culpa alguna de que para ello hu-
biesen convidado o convocado a otros respecto a que la
diligencia y beneficio resultaba a favor de todos. El mis-
mo Pelayo en su ratificación a hojas noventa y dos vuel-
ta depone y explica que los convidados sólo tenían en-
tendido que la convocatoria se hacía para pedir la Cédu-
la todos juntos y si la había' proclamarse libres y si no la
había volverse a servir a sus amos, ésto junto con que
ninguno de los esclavos convidados declara cosa en con-
trario es una formidable prueba de que los intentos no
se dirigían a otra cosa y en este concepto quién habrá
242r que gradúe del/ horrendo delito de sedición y levanta-
miento una solicitud al parecer aún justa y arreglada? .
Ya tiene también expuesto el Defensor sobre lo regular
que pudo serles a los esclavos la credulidad de que dicha
Real Cédula se hubiese ocultado como de común acuer-
do de todos los amos por no perder el servicio de sus
esclavos o el dinero que dieron por ellos, lo cual junto
con las especies vertidas por el negro Tiburcio del Señor
Barón y la afirmativa de Gracet, empleado en el manejo
de los i papeles del Cabildo, no pudieron menos que jun-
tando todas estas circunstancias haber concebido y
creído dichos esclavos que realmente existía dicha Real
Cédula y se les había ocultado. Si, de esta tan sustancial
especie Vuestra Señoría hubiese dado alguna noticia en
su informe al Excelentísimo Señor Virrey, no es dudable
que aquella Superior Justificación hubiera prevenido de
otro modo la ejecución de lo que se dignó ordenar, pero
bastante dijo en aquella cláusula arriba tan repetida y de
242v la que al parecer no hizo eco en el concepto/ ni aprecio
del asesor que dictaminó en esta causa. Nada de lo que
manifestó Pelayo en su confesión desde hojas 18 has-
ta 20, tener premeditado y acordado ejecutar en el
caso de que no se les entregase dicha Real Cédula le
ha causado novedad ni admiración al Defensor, porque
si bien se reflexiona todas aquellas máximas, ideas o

584
pensamientos que dijo tenía previstas ejecutar las supo-
ne el Defensor como producidas de calamo ocurrente y
al mismo tiempo que se le iban haciendo las preguntas.
Y es la razón el mismo Pelayo en su ratificación confiesa
que con solo cuatro esclavos tenía hablado y acordado
de lo que en sus respectivos casos habían de ejecutar y
que ninguno de todos los convidados ni de los demás
sabían de aquello, sino sólo que en caso (sic) de ser
cierta la Cédula volverse a servir a sus amos. Luego pre-
guntó con quienes había de efectuar alguna fuerza, ni
con que se había de retirar a atrincherarse en algún pa-
lenque con solo cuatro y sin contar que estos cuatro
hubiesen asentido a ello verdaderamente. Señor Gober-
243 r nador que no puede/ menos el defensor que producir
hasta lo que interiormente a juzgado y es que si todavía
estuviese Vuestra Señoría preguntándole a Pelayo que
tenía pensado hacer supuestas cuantas negativas cuantas
fueron sus pretensiones, todavía estuviera diciendo y no
le hubiera faltado que decir para responder a todas,
aunque fuera a costa de verter lo que no es imaginable ni
cupiese en la posibilidad. Y en cuanto a los demás escla-
vos que por lo declarado y añadido en la ratificación del
citado Pelayo de que convidó en esta Ciudad; y por los
otros que el negro Javier García dijo en su ratificación
haber convidado en los minerales de Guarne y La Mosca,
jurisdicción de Rionegro, y que por sólo el dicho de
estos dos cómplices fueron arrestados y en virtud de lo
que resultó de sus declaraciones se mandaron soltar con
calidad de fianza a los res-ultós de la causa, pone presen-
te el Defensor que por lo que respecta a los cuatro nomi-
nados por Pelayo se debe suponer como indubitable que
pues en su primera confesión expresamente dijo no ha-
243v ber convidado a otros que a los que/ allí citó, sin incluir,
nominar ninguno de estos últimos cuatro, fue sin duda
maliciosa esta agregación, sin otro objeto que tirar a
incluir esclavos de los dos vecinos de mayor graduación
que tiene esta Ciudad, cuales son el Maestro de Campo
Don Antonio Ferreiro y Don Francisco José de Osa, no
por otro fin que el de hacerse cargo Pelayo que metien-
do o comprendiendo a éstos era empeñar a sus amos a
que los defendiesen y que por donde aquellos salieran
ver si podían salir todos. Este concepto y sólida excep-
ción es tan persuadible que con sólo registrar las cuatro
declaraciones de Ignacio y Santos Ferreiro, a hojas 109
y siguientes, y las de José Miguel y Basilio de Osa desde

585
244r hojas 118 hasta la ciento veinte, no admite réplica/ se
prueba la malicia de dicho Pelayo, pues asegurando que
convidó al Basilio Osa en esta ciudad y resultar por la
declaración de éste no haberse hallado en ella cuando se
supone el convite por haber estado y permanecido largo
tiempo en la mina de su amo, dos o tres jornadas distan-
te, y sin venir a ella haber pasado con su amo al Valle de
San Andrés, mucho más distante, y que cuando de allí
vino ya estaba preso el Pelayo por sus alborotos, se con-
vence la máxima estudiada y maliciosa con que procedió
Pelayo en querer incluir a los que sólo por su antojo y
fines particulares quiso nominar, y estando tan clara la
244v mentira respecto al citado/ Basilio y que por regla del
derecho se supone que el que en una cosa falta a la
verdad, siempre se supone que miente por esta regía, y
por la negativa de dichos esclavos y no resultarles contra
ella otra prueba no solamente deben ser declarados por
libres en un todo de semejante capítulo, sino que se
deben cancelar las fianzas que hubieren otorgado sus
amos, así por ser muy conforme a la justicia, como por
que si los esclavos llegan a entender que a sus amos se les
ha constituido en obligación de entregarlos en algún
tiempo a la Real Justicia es muy factible que conciban
otra cosa, y agitados de algún temor hagan fuga y los
pierdan sus amos. No es menos maliciosa la estudiada
241r expresión de Pelayo por la que afirma en/ su ratificación
de hojas 92, que Domingo y Lorenzo, esclavos del
Padre Lastra, eran sabedor¿ y con quienes tenía trata-
dos todos sus proyectos, queriendo por este medio tirar
a incluirlos en la graduación de primeros cómplices, to-
do lo que se desvanece y está justificado de contrario
por lo que resulta de haber dado aviso en tiempo por el
uno de ellos al alcalde de aquel partido de la bulla que
estaban disponiendo los negros y el otro haberle pasado
noticia a su amo por Salvador Becerra y José Sepúlveda
245v COMO lo declaran éstos. Y-mal se pudiera conceptuar/ de
que dichos Lorenzo y Domingo estaban incluidos en
cualquiera sedición cuando éstos mismos dieron aviso en
tiempo para que. se atajara. Otra reflexión es digna y
pide el defensor que se haga si bien que cuanto de ella se
deduzca a favor de los esclavos convidados, tanto más
resulta contra quien inventó y produjo una tan pernicio-
sa especie como fue la de esparcir Pelayo que había oído
a sus amos Don Francisco y Don Juan de Lora, que si
los negros supieran la Cédula que había para que fueran

586
2462 libres qué cosas no habría. Y aunque preguntado sobre/
ésto a hojas 123 negó parte y algo confesó, verdadera-
mente que semejante aserto llevaba consigo más veneno
del que se puede pensar, pues haciéndose cargo Pelayo
que ni por su dicho, ni por el autor Gracet pudieran
creer lo que se decía inventó el citar a sus amos de
quienes ninguno de los negros pudieran dudar, y con
este ardid fraguado en la oficina de la mayor malicia, se
deja ceer que si algunos dieron asenso a la existencia
cierta de la Real Cédula esto sólo pudo incitarles a creer-
lo y bajo de este concepto no se les puede ni debe
246v imputar culpa en semejante credulidad. Ultimamente/
recordando el Defensor lo que la benignidad del Exce-
lentísimo Señor Virrey de este Reino previno en la Su-
perior Orden que le comunicó por los del levantamiento
sobre cosecha de tabaco, de que a excepción de aquellas
primeras cabezas, seductores y promovedores de aquel
atentado, todos los demás que aún por justificación
constase que hubiesen concurrido como convidados, no
se procediese contra éstos ni se les molestase porque
sería entonces acabar con toda una República o Provin-
cia. Del mismo modo entiende el defensor deberse pro-
ceder y declarar por todos los esclavos así de esta ciu-
247r dad/ como de Guarne y Rionegro que constase, aún por
legítima y bastante prueba, que fueron convidados para
el intento de los esclavos. Mayormente cuando por unos
no consta que aceptaron el convite y por otros que aún
que fue falso supuesto el decir que los convidaron. En
cuyos términos y reproduciendo todo lo favorable como
contradiciendo todo lo adverso concluye el Defensor
para definitiva pidiendo en todos y en cada uno de los
particulares que deja expuestos y con arreglo a los autos
y a lo que pedido lleva en todo como corresponde se
haga justicia. Antioquia y Abril 29 de 1782. Luis María
Pastor. ,

247v Antioquia/ y Abril 30 de 1782. Por presentada con los


autos de su materia y hallándose como se halla conclusa
esta causa para sentencia, sáquese prontamente testimo-
nio íntegro de estos autos para resguardo del archivo y
hecho remítanse originales al Regio Senado de Su Alteza
a la ciudad de Santa Fe como está mandado y cumplién-
dose con lo demás que contiene el auto proveído con
dictámen de mi asesor en siete de este mes y hágase
saber a la parte fiscal y defensor.

587
Así lo proveyó, manda y firma el Señor Don Cayetano
Buelta Lorenzana, Capitán del Regimiento Provincial de
León, Gobernador y Comandante General de esta Ciu-
dad de Antioquia y su Provincia por ante miel escribano
de que/.

588
EDICTO PARA MANIFESTAR AL PUBLICO
EL INDULTO GENERAL CONCEDIDO POR EL
MONARCA DON CARLOS III
A TODOS LOS COMPRENDIDOS EN LAS
REVOLUCIONES ACAECIDAS EN EL
AÑO DE 1781.

Publicado en Santafe de Bogotá el 7 de Agosto de 1782,


y recibido en Antioquia el 6 de Octubre del mismo año.

(AHA, Comuneros, Tomo 332, Doc. 6327)

Antonio Caballero y Góngora por la gracia de Dios, y de


la Santa Sede Apostólica, arzobispo de Santa Fe, del
consejo de Su Majestad, Virrey, gobernador, y capitán
general de este Nuevo Reino de Granada, y presidente
de su Real Audiencia, y Cancillería.

A todos, y cada uno de nuestros súbditos de cualesquier


estado y condición, que sean.
Divulgada generalmente por todo este Reino la inespera-
da y nunca bien Sentida muerte del Excelentísimo Señor
Don Juan de Torrezar Díaz Pimienta, llorada con univer-
sal sentimiento de sus habitantes, por considerar desva-
necidas en este fatal momento las esperanzas que tenían
fundadas en las virtudes civiles y militares de tan digno
Virrey; publicado posteriormente otro acaecimiento no
menos inopinado, cual ha sido la elección anticipada,.
que nuestro augusto soberano había hecho de nuestra
pequeñez, para suceder a tan acreditado general en el
gobierno de esta preciosa porción de sus dominios; hon-
ra verdaderamente tan superior a nuestros méritos, co-
mo distante de nuestros deseos y de nuestro estado,

589
instando ya el tiempo de dar principio a nuestro gobier-
no, estableciendo sobre sólidos fundamentos la quietud
general y la tranquilidad pública, como fuentes de don-
de han de nacer todas las feli// --cidades, que deseamos
propagar por las provincias de este reino: tenemos la
dulce satisfacción de anunciar a sus moradores la más
plausible, más agradable, y más deseada gracia, cual es el
indulto general que nuestro amable soberano se ha dig-
nado , conceder a todos sus vasallos, perdonándoles los
delitos cometidos en las inquietudes y desórdenes ocu-
rridos en la sublevación aCaecida en el año anterior.

Para medir, y anunciar desde luego por esta singular


merced las demás, que prepara el Rey nuestro Señor a
sus arrepentidos vasallos, bastará reflexionar, que si
nuestros humildes ruegos y tiernas súplicas fueron pode-
rosas, para desarmar el brazo de su justicia, estando sola-
mente condecorados con el carácter de padre y pastor
de una grey, entonces amotinada, distraída, y transtor-
nada por la seducción y el engaño; muchos mayores
gracias y beneficios debemos prometernos de su liberali-
dad, ahora que revestidos de su autoridad podemos re-
presentarle frecuentemente los medios más proporciona-
dos para la prosperidad de unas provincias ya pacíficas,
y sujetas al suave yugo de su dominio, y solicitar al
mismo tiempo los alivios de unos vasallos arrepentidos
de sus yerros, y amantes de su Rey.

Lo decimos con toda la ternura de nuestro corazón ; ni


podemos renovar la memoria de esta prontísima y mara-
villosa pacificación, sin rendir las más cordiales gracias a
nuestro Dios, único pacificador de este reino, dando al
mismo tiempo un solemne testimonio de la filial inclina-
ción de sus naturales a su soberano y legítimo Señor,
conservando, como conservaron con gran consuelo nues-
tro, encendida la llama fervorosa de su lealtad entre las
ni confusas tinieblas de// - sedición y acreditando con su
pronta y sincera conversión al soberano, que sus corazo-
nes estaban en un estado violento, y como fuera de su
centro, enagenados de su monarca.

Deseando, pues, abreviar los momentos de la felici-


dad pública; estimando por más urgente, calmar los
mordaces recelos y continuos sobresaltos de muchos ve-
cinos, que han buscado su seguridad en la fuga, y acaso

. 590
se hallan escondidos en los montes más ásperos, hasta
saber la última decisión de su próspera o adversa suerte:
justamente condolidos de sus aflicciones, en. que los he-
mos acompañado, y aún consolado por algunos meses;
para poner de una vez el deseado fin a tantas calamida-
des; y arrancar de ra(z, si fuere posible, tantas miserias,
determinamos publicar el presente indulto, por el cual a
nombre del Rey Nuestro Señor, y usando de las amplias
facultades, que nos ha comunicado, en la misma confor-
midad y propios términos con que Su Majestad ha sido
servido dispensarlo, concedemos desde ahora para siem-
pre indulto y perdón general, y declaramos indultados y
enteramente perdonados de sus delitos a todos los com-
prendidos en la horrible y escandalosa sublevación acae-
cida en estos dominios en el año último; salvos siempre
los perjuicios y derechos civiles de tercero, y del Real
Fisco. Como ésta legal exepción comprende una de las
obligaciones más esenciales en el fuero de la conciencia,
suponemos que nuestros venerables párrocos y apostóli-
cos misioneros habrán instruido suficientemente a la fe-
ligresías en una materia tan importante; y ya lo han
manifestado no pocas, esmerándose con gran consuelo
nuestro//--, en el cumplimiento de sus obligaciones en
esta parte, dando a las demás el ejemplo. Estamos en la
firme persuasión, de que lo imitarán todas, compitiendo-
se recíprocamente unas y otras, para remover un obs-
táculo, y redimir un reato, en que consiste su salvación
eterna, y su felicidad temporal. Una opinión contraria
degradaría mucho a nuestros queridos diocesanos, y a
sus pastores.
III. Para sosegar las desconfianzas de muchos vecinos
honrados, y precaver las siniestras interpretaciones
de otros, declaramos expresamente indultados y perdo-
nados, todos los que tuvieron la desgracia de acaudillar
gentes, y mandar las tropas sublevadas con el título de
capitanes, ya obligados de la necesidad, ya por un efecto
de su errónea y punible ignorancia. De muchos nos cons-
ta por propia ciencia, y de otros por seguros informes,
que si admitieron, y ejercieron estos empleos algunos,
fue por ceder a la fuerza, otros por precaver mayores
desórdenes, y todos compulsos y apremiados de una ple-
be desenfrenada.
Por tanto los consideramos acreedores a un concepto
muy diferente, del que por común explica el de capita-

591
nes, y caudillos de una premeditada y abominable rebe-
lión; y en su consecuencia los declaramos no solamente
comprendidos en este indulto, sino también habilitados,
para que sin aquella infame nota que trae consigo el
negro título del capitán de levantados, puedan obtener,
y ejercer todos los empleos honoríficos civiles y milita-
res, a que sean acreedores por su mérito. Al mismo tiem-
po prevenimos, que serán despreciadas por este superior
gobierno las excepciones,que les pongan con éste o seme-
jante// -- pretexto, y severamente castigados los que in-
tenten marchar en adelante a sus compatriotas con tan
feo borrón.

En consecuencia, todos los reos, que se hallaren


actualmente presos por estas causas en la Real cár-
cel de corte, y en las demás de la jurisdicción del virrei-
nato, serán puestos en libertad, dando antes de su ejecu-
ción cuenta de sus causas, número y cualidad a la Real
Audiencia,

Igualmente los que se hallaren ausentes y prófugos por


las mismas causas se presentarán dentro del término de
un año desde la publicación de este edicto sus respecti-
vas justicias, quienes les declararán estar comprendidos
en el indulto, y darán cuenta a la Real Audiencia, y a
este superior gobierno para su inteligencia y aprobación.
Así mismo mandamos, que todas las causas de esta espe-
cie sean remitidas originales con razón de su estado a la
Real Audiencia por todas las justicias, a quienes prohibi-
mos, continuar eh adelante en su conocimiento, ni en el
de sus incidencias pasado el término de un mes desde la
publicación de este indulto; acompañándolas igualmente
con testimonio de no quedar ni haber otras causas de
esta naturaleza en sus juzgados.

Notorios han sido a todo el reino los escandalosos


delitos del nominado Joseph Antonio Galán, y el
ejemplar suplicio con que fue castigado con tres de sus
principales cómplices, separando las cabezas de sus cuer-
pos, para colocarlos, y además los miembros de su infa-
me caudillo, en los lugares, donde sus atrocidades fueron
mayores, y más visibles.

Sin embargo considerando por una parte satisfecha la


justicia, y escarmentados debidamente los que se deja-

592
ron seducir, y engañar por un hombre de oscurísimo
vi nacimiento, exaltándolo//- por desgracia suya y por una
especie de fanatismo hasta el ridículo concepto de jefe
invulnerable; considerando por otra parte la heróica leal-
tad de aquellos fieles vasallos, que atropellando dificul-
tades y peligros se arrojaron a prender, y disipar esta
despachada tropa de fascinerosos, para quitar aquel ne-
gro borrón a su patria; y precaver, que se comunicara en
fuego de la rebelión a las provincias más remotas; nos ha
parecido muy propio del amor que les tenemos, borrar,
si fuere posible, de la memoria de las gentes aquel triste
monumento de infidelidad, apartando de la vista de los
hombres estas funestas reliquias, que habiendo servido a
todos de confusión, serán al mismo tiempo eLespectácu-
lo más horroroso y más desagradable para muchos honra-
dos y leales vecinos.

En consecuencia queremos, y mandamos, que aquellos


míseros despojos, a saber, las cabezas de los cuatro ajus-
ticiados, y los cuatro miembros del mencionado Galán,
se quiten con acuerdo de las justicias y de sus respecti-
vos párrocos de los lugares, donde se hallan expuestos al
público, y sean depositados con el culto funeral, que
observa nuestra Madre Iglesia, y de que también es acree-
dora la memoria de unos hombres, que públicamente
arrepentidos, borraron sus delitos con sus lágrimas, y su
penitencia.

VI. Sepultada ya en su olvido eterno la memoria de tan


horrible ingratitud, y enterados todos los habitan-
tes del reino, especialmente los de aquellas provincias
donde más cundieron los desórdenes de la rebelión,, en
la seguridad de sus personas, vidas y haciendas; resta,
que verifiquemos las paternales intenciones del Rey
vn nuestro señor, promoviendo cada uno por// -- su parte la
felicidad pública, removiendo el mayor impedimento,
cual es el ocio, fatalísima raíz de todos los males físicos
y morales. La industria, las minas, las artes, y sobre todo
la agricultura, y el comercio interior, son otros tantos
ramos capaces de ocupar útilmente en beneficio propio
y del común a todos los habitantes del reino, poniéndo-
lo en breve tiempo en el último grado de prosperidad.
Abierta a la comunicación entre las provincias y esta
capital podrán circular por todas ellas los traficantes,
siguiendo sin el menor recelo su giro y su comercio, en

593
que prometemos ayudarlos de nuestra parte, dando el
impulso más vigoroso a todos los pensamientos útiles, y
sosteniéndolos con las providencias más oportunas.

VII. Ejecutándonos ya, el dar el debido curso al comer-


cio interior del reino, y facilitar sus progresos,
mientras meditamos otras importantes materias dignas
de la espectación del público ; considerando por una par-
te, que los intereses del soberano y los de sus vasallos
están unidos tan estrechamente, que no se pueden sepa-
rar sin recíproco perjuicio; deseando por otra, conciliar
los reales intereses, como carga forzosa del estado, con los
del común; para facilitar algunos medios, que puedan
proporcionar ambos fines, establecer principios ciertos,
que sirvan en adelante de regla para la recaudación de las
Rentas reales, y sobre todo para que los vasallos de Su
Majestad empiecen a conocer sus paternales intensiones:
declaramos Len uso de las reales facultades, con que nos
hallamos, que .por ahora, y hasta -que resuelva Su Majes-
tad lo más conveniente a su real servicio, se deberá co-
brar, y pagar el real derecho de alcabala de los frutos' y
vui géneros de la:// — tierra en todo el distrito de las adminis-
traciones principales de esta capital y Villa de Honda
por los antiguos aranceles, que se practicaban, y estuvie-
ron en observancia hasta fin de Diciembre del año pasa-
do de mil setencientos y ochenta, en que principio la
nueva planta: que de los frutos y géneros de Castilla se
deberá cobrar solo el dos por ciento de alcabala del
precio corriente y legítimo valor, que resulte por sus
aforos, conforme a lo dispuesto por real orden de diez y
siete de marzo del mismo año de 1780 debiendo cesar la
práctica de regular esta contribución por arrobas o carga
si acaso subsiste en algunos países contra la expresa or-
den de Su Majestad: que en las provincias del reino de
tierra firme se restablezca la costumbre inmemorial de
cobrar la alcabala a razón de cuatro por ciento, hasta
que con motivo de la equivocada y torpe inteligencia
que allí se dio a la orden expedida por nuestro atecesor
el excelendsmo señor Don Manuel Antonio Flórez en
veinte y seis de mayo de 1781, se redujo al dos por
ciento con notorio perjuicio del Erario Real: que en los
demás departamentos y Cajas Reales; se contiene exi-
giendo los derechos, que con el nombre de alcabala, de
siza, de puertos, de proyecto, o con cualquiera otro títu-
lo se pagaban hasta el citado día fin de Diciembre de

594
1780, sin hacer novedad en cuanto a su d'iota o tanto
por ciento: que en los puertos 'del mar del sur correspon-
dientes a las provincias de Barbacoas, Iscuandé, El Rapo-
so, Nóvita, Citará, e islas de Tumaco se observe puntual-
mente lo establecido por el capítulo sexto de la Real
ix Cédula de veinte de Enero de setecientos setenta// -- y
cuatro, en que se concedió libre comercio entre ellas y las
demás de América con tal que satisfagan los frutos y
géneros del país los derechos de almojarijazgo, alcabala
y armada, exigiéndose de los dos últimos a razón de dos
por ciento por cada uno, como está prevenido a sus
respectivos oficiales reales en la instrucción que se les
dio con fecha de veinte y siete de Julio de mil setecien-
tos y ochenta, y acaba de mandarse para la provincia de
Nóvita, concordados así los intereses del Real Erario con
los de los contribuyentes, confiamos que cada uno de
nuestros súbditos satisfarán sin la menor- sospecha de
fraude los Reales derechos, no con tristeza, como quien
lo hace por necesidad, sino con gusto y alegría, según
nos lo encarga el apóstol, como_ hijos que contribuyen
para la opulencia-y-exaltación de su padre.

Es verdad, que a nadie importa tanto como al Rey, que


sus vasallos sean felices: pero también lo es, que nadie se
interesa tanto como los vasallos, en que Su Monarca sea
poderoso y respetable; y sería no solamente una mons-
truosidad, sino también una injusticia, el que pagaran de
mala gana y fraudalentamente una deuda tan justa, y
que tanto les importa.

VIII. Si consideramos las grandes ventajas del comercio


en todos los países civilizados, y la facilidad con
que al mismo tiempo se asegura la recaudación de las
rentas reales, cumpliéndose con la más escrupulosa exac-
titud por los encargados, y la mayor subordinación por
los contribuyentes las disposiciones de los magistrados
sin gravámenes ni quejas del público ; nos parecerá in-
creíble el miserable atraso, en que por ambos títulos se
hallan estos dominio: Su origen radical está// -- muy
distante de las reflexiones políticas de un público, que
apenas ha logrado en dos siglos y medio otros ejemplos
que imitar dentro de los recintos del reino, que los pri-
meros reglamentos siempre confusos y nunca metódicos,
en fuerza de ciertos obstáculos de diversa naturaleza en

595
tada una de sus provincias, dignos de todo tiempo de la
vigilancia del gobierno, para removerlos oportunamente,
y rectificar el tráfico interior, reduciéndolo a un método
uniforme, invariable y constante por desgracia del vulgo,
que no penetra el espíritu de las providencias del gobier-
no, suele interpretar muy al contrario las que no llevan
otro fin, que la prosperidad del comercio, y la seguridad
de los reales intereses. Tales han sido las confusas quejas
del público cori la ocasión del establecimiento de guias y
tomagulas, tan confornies al espíritu-de las leyes; y ha-
biéndolas examinado con las más escrupulosa exactitud
hallamos por la mayor parte no pocas preocupaciones
del vulgo, complicadas con algunos impedimentos reales,
que resultan forzosamente de la informe y desordenada
población del reino; incapaz de admitir fácilmente desde
los principios todas aquellas formalidades, que podrían,
y deberían observarse, si los pueblos estuvieran reuni-
dos, o situados a distancias proporcionadas.

De aquí han resultado varias dificultades, que posterior-


mente se resolvieron, y conviene ahora declarar, para
reducir, si es posible, una materia tan delicada y tan
importante al estado de claridad, equidad, y exactitud,
que conviene para el arreglo de las rentas, y los intereses
del comercio.

IX. Las guías y tornaguías han sido en todos los países


XI cultos unos medios legales para la seguridad // --de
las rentas, tan antiguos como su establecimiento ; y tam-
bién lo ha sido el tedio, con que los más de los trafican-
tes han mirado siempre semejantes requisitos, únicamen-
te dirigidos a evitar los fráudes, y precaver las ilícitas y
clandestinas introducciones de géneros y efectos.

Con todo nos consta, que la ignorancia de algunos em-


pleados, y la malicia de otros, que olvidados de sus obli-
gaciones, de la suavidad, política y buen tratamiento, a
que siempre ha sido acreedor el público, y aún engreídos
con ciertas imaginadas facultades, que nunca tuvieron,
han ocasionado gravísimas extorsiones a los particulares,
y contribuido no poco, para que se hicieran más odiosas
estas formalidades legales, que con el uso, suavidad y
buen modo hubieran sido más tolerables; mientras des-
cubría el gobierno, para remediarlos en tiempb, aquellos
gravámenes, que manifestaba sufrir el común, por cier-

596
tos impedimentos y circunstancias locales. Por tanto,
para precaver en adelante semejantes desórdenes, decla-
ramos: que la formalidad de guías y tornaguías sólo se
verifique por ahora en los géneros y frutas de Castilla,
que viniendo del puerto de Cartagena, como puerta prin-
cipal del reino, o de algunos otros puertos, para ser con-
ducidos a lo interior de las provincias con destino 'al
trato y comercio, compongan carga, fardo, frangote, ca-
jón, o petaca; omitiéndola en los de poca consideración
y que sean para el uso de los conductores, sus familias, u
otros encargos distintos de la negociación: que se obser-
ve la formalidad de las guías, sin la obligación de torna-
guías, siempre que de esta capital o de la villa de Honda
se llevan géneros y frutos de Castilla destinados al comer-
xii interior de las provincias// las cuales guías deberán
manifestar los negociantes al administrador o recauda-
dor del ramo de alcabala, para que al pie les ponga certi-
ficación, de lo que hayan contribuido: que también se
observe la misma formalidad, y con las mismas condicio-
nes que anteceden; siempre que de esta capital se saquen
géneros de la tierra destinados para el tráfico interior del
reino;- que cuando salgan de esta capital o'de otros para-
jes del reino los referidos efectos y frutos de la tierra,
para circular por otras provincias, deberán llevar guía; y
si se embarcan en Honda, u otros, de los que se regulan,
y llaman puertos, deberán pagar los derechos estableci-
dos: que del todo se omitirán las guías en los géneros de•
Castilla y de la tierra, que no alcancen a componer me-
dia carga, ni sean destinados al tráfico y comercio: que
también se omitan las guías en todos los géneros y fru-
tos de la tierra, que desde sus haciendas sean encamina-
dos derechamente a los diferentes pueblos de las provin-
cias para su trato, y venta; pero están obligados los con-
ductores a manifestarlos al Recaudador del derecho de
alcabala, para contribuir lo perteneciente a este ramo,
verificada la venta: que las personas que salieren de esta
capital, para viajar por el reino con su equipaje, no nece-
sitan de guía; pero no por eso pueden excusarse al reco-
nocimiento, que hagan los empleados para ello con la
debida urbanidad, y correspondiente tratamiento;• final-
mente declaramos, y queremos, que a excepción de las
modificaciones que van expresadas, se observe puntual-
mente todo lo demás,-que contiene la instrucción gene-
Jun ml de 26 de Agostode 1780//.

597
En debido reconocimiento a las gracias y franque-
zas que acabamos de conceder a este reino, estamos
seguros, de que sus naturales observarán con las más
escrupulosa exactitud los reglamentos establecidos y
corresponderemos por nuestra parte a su buena fe con
la más despierta vigilancia, para que por los empleados
en el manejo de las Rentas Reales no se les haga la
menor extorsión, ni en la substancia, ni en el modo. El
que deben observar los Dependientes de rentas, especial-
mente los inferiores, está bien prevenido en sus instruc-
ciones; y cuando no lo tuviera, deberían tomar el de sus
jefes y superiores para deponer o a lo menos moderar
aquella intolerable aspereza, rusticidad, y grosería sola-
mente propia de siglos bárbaros, que ha ocasionado tan-
tos clamores.

Para precaverlos en adelante, prevenimos con anticipa-


ción, que velaremos incesantemente sobre la conducta
de los etnpleados, 'y castigaremos con la última severi-
dad, a los que faltaren al respecto debido a las justicias,
o causaren alguna vejación a los vecinos o:traficantes.

Después de un indulto tan general como el que ha


concedido nuestro Augusto Soberano, y de los inu- -
merables beneficios que prepara Su Majestad, a los que
tienen la dicha de vivir bajo el suave yugo de su imperio,
parece increíble, que haya vasallos tan olvidados de sus
obligaciones, que intenten violar la fidelidad correspon-
diente al más benigno y más liberal de sus monarcas, o
trastornar la debida subordinación a los magistrados y
jueces, que mandan, en su real nombre. Con todo, si a
pesar de la religión y de la razón quedaren reliquias de
tan horrenda ingratitud y se averiguase, que algunos con-
xiv la cadena de los// — pasados desórdenes, espar-
cen papeles ó noticias sediciosas, fijan pasquines, para
inquietar a los fieles vasallos del rey, o se atreven a
murmurar, criticar, o' desaprobar las providencias del go-
bierno: tengan desde ahora entendido, que muy lejos de
volvernos a interesar favor de semejantes monstruos, los
oprimiremos con todo el peso de la suprema potestad,
que a nombre del soberano ejercemos en estos dominios,
abandonándolos irremisiblemente a la severidad de las
leyes, y a las penas (borrado) a los perturbadores de la
tranquilidad pública.

598
XII. Pero siendo inseparables de nuestro pastoral Minis-
terio, como también de nuestro carácter, la manse-
dumbre, y la dulzura, con que igualmente deseamos ex-
hortar, y gobernar a unos pueblos tan amantes de su
Rey, como subordinados a sus ministros, desde la hora
felíz en que rayó la luz del desengaño en sus corazones,
descansa el nuestro en la dulcísima esperanza, de ver en
adelante más afianzado el justo concepto, que hicimos
de su lealtad. En premio de nuestras bien empleadas fati-
gas no pretendemos en lo temporal otra!, recompensa, que
la de ser fielmente correspondidos por aquellos mismos,
a cuyo beneficio se han dirigido nuestros desvelos, y
nuestra solicitud; esperando, que contribuirán, en la par-
te que les toca, para verificar las promesas, que a nom-
bre de todos tenemos hechas de su inviolable fidelidad a
nuestro Augusto Seberano. Asegurados en este concepto
rogamos como Pastor a todos y cada uno de nuestros
súbditos, y los exhortaremos por las entrañas misericor-
diosas de nuestro Dios, que acaba de visitar y redimir a
su heredad, haciendo, que de repente amanezca en este
xv reino entre las negras tiniblas// y los horribles desórde-
nes de la rebelión, el orden y la tranquilidad: con tan
poderoso motivo les rogamos, y encargamos, que procu-
ren con el más religioso cuidado conservar en sus genero-
sos pechos aquel tierno amor y aquellos filiales y nobles
sentimientos para con su monarca, que ya suponemos,
no solamente impresos, sino también profundamente
gravados en sus corazones.

El amor, que la religión y la naturaleza nos inspiran por


la patria, debe reunirse como en su centro, en el sobera-
no, que la gobierna.

La lealtad de los vasallos debe ser inseparable de la ter-


nura de los hijos; como que de una y otra resulta el pri-
mero y más precioso tributo, que debemos al padre co-
mún de 'la nación. La caridad cristiana, que nos hace
amar en el prójimo la imagen de nuestro criador, nos
obliga también, a que amemos en el rey, no sólo la
imagen de Dios, sino un Ministro suyo destinado según la
expresión del apóstol San Pablo para nuestro beneficio.
Siendo esta obligación general para todos los cristianos,
es más particular para los españoles, que siempre han
sido el ejemplo de la fidelidad, y mucho más respecto de
un soberano, que siempre ha sido el ejemplo de la bon-

599
dad; un soberano más amable por su religión y sus pren-
das personales, que por sus dignidad; un soberano más
generoso para remitir injurias, que severo para castigar
agravios; y al mismo tiempo tan justo, que cuando per-
sona los delitos con su clemencia, restablece las virtudes
con su ejemplo; un soberano sobre todo tan benigno
para estos dominios, que cuando lo suponía la expectati-
va común de las naciones, castigando los desacatos de sus
vasallos con sú brazo irresistible, lo vemos nosotros al
x vi contrario desvelado por su felicidad// --, asegurándoles,
que si fueren reconocidos a la inestable gracia del indul-
to que le concede, y borraren los excesos pasados con
las pruebas más positivas de obediencia y lealtad se ha-
rán acreedores a las felicidades, que se les preparan, y
gozarán perpetuamente de las ulteriores piedades de su
generoso Monarca.

XIII. En esta inteligencia resta únicamente, que demos


las más cordiales gracias a nuestro Dios y a nuestro
augusto soberano por los beneficios recibidos, y para •
que corresponda en lo sucesivo la prosperidad de este
reino a los paternales anhelos de Su Majestad, promete-
mos en su real nombre contribuir con todas las faculta-
des del superior, gobierno y todas las nuestras sin perdo-
nar fatigas ni desvelos para prosperar el comercio, fo-
mentar la industria, ocupar a los pueblos en un trabajo
útil y facilitar a estos dominios y sus habitantes las in-
mensas ventajas, con que les brinda el amentsimo terre-
no, que por dichosa suerte les ha tocado; agotando, si
fuere posible, todos los recursos, para sacarlos del estado
de miseria, y esterilidad, en que se han mantenido hasta
hoy con detrimento de sus moradores y su legítmo Se-
ñor, con la misma buena fe que lo prometemos, espera-
mos cumplirlo a beneficio del reino, siempre que sus
naturales, depuesta las preocupaciones que reinan por lo
común en la muchedumbre ciega, y poco instruida de sus
verdaderos y sólidos intereses; contribuyan con la docili-
dad necesaria para tan alta empresa.

No sería mucho, ni tampoco nuevo, si entre las muchas


dificultades que suelen concurrir en las grandes obras, en
que por lo común han de intervenir hombres sujetos al
xvu error, y a las demás flaquezas de la condición humana//
-- se presentasen algunos obstáculos puedan impedir el

600
curso de nuestras provincias, y la práctica de los utilísi-
mos medios,.que meditamos emplear para este fin.

Con este anticipado conocimiento no dudamos también


asegurar, emplearemos igualmente nuestros esfuerzos,
para remover los impedimentos y gravámenes legítimos
que ocurran (no aquellos aparentes que suele abortar la
preocupación), siempre que sean representados por legí-
timos y regulares conductos .con el decoro debido a Ca
Majestad y la competente sumición a los tribunales.

Dado en Santa Fea 6 de Agosto de 1782 años, día en


que la iglesia celebra la gloriosa transfiguración del Se-
ñor y esta capital renueva la memoria del primer sacrifi-
cio, que se ofreció al Dios de los ejércitos por la publica-
ción y extensión del evangelio en estos dominios; recor-
dándonos al mismo tiempo con esta ocurrencia, la nueva
obligación, en que nos hallamos de perpetuar nuestro
reconocimiento por las bendiciones, que actualmente
derrama sobre todo el reino, el mismo Señor de la paz,
único y verdadero autor de la tranquilidad que gozamos
después de tantas inquietudes, Volviendo a considerar
esta maravillosa transformación, obra verdaderamente
digna de la poderosa mano del altísimo, enajenados con
aquellos excesos de júbilo y alegría, semejantes en cierto
modo a los del apóstol San Pedro, repetimos nuestra
exhortación a todos los habitantes de estas provincias,
para que reflexionen, cuan bueno y suavísimo es, perma-
necer aquí reunidos en una misma familia, obedientes a
xviii nuestro padre// y concordes con nuestros hermanos,
gustando en su compañia los frutos sazonados de la paz
y quietud pública.

Igualmente los exhortamos a imitación del apóstol San


Pedro, para -que dilaten los senos de sus corazones, for-
mando en aquellos tres tabernáculos, que han de ser
primicias del que Dios nos tiene preparado por toda la
eternidad: uno por un tierno amor al Dios de las miseri-
cordias, fuente inagotable de nuestras felicidades, otro
por una obediencia filial y cordial a nuestro soberano
por cuya mano liberal nos la dispensa; y el tercero por
una respetuosa subordinación a sus magistrados y a nues-
tra persona; lugar que no desmerecemós, pues represen-
tamos al vivo la imagen de Dios y del soberano dibujada
con los tiernos colores de no pocas lágrimas derramadas

601
a los pies del santuario y del trono, para interceder por
la seguridad de sus vidas y haciendas adquirido con tan
justos títulos cuales son los sudores, fatigas, y desvelos,
que por tanto tiempo hemos empleado, para establecer
la tranquilidad de los particulares, y promover la felici-
dad pública; y lugar que no desmerecemos en adelante,
por que desde ahora para siempre los abrazamos en
nuestro corazón, protestando amarlos como padre, que-
rerlos como hijos, y contribuir por nuestra parte con
todos nuestros arbitrios, para verificar su salvación eter-
na, y su felicidad temporal. Con el mismo afecto dirigi-
mos al cielo nuestros fervorosos votos y humildes súpli-
cas, para que llueva bendiciones abundantes sobre estos
XIX dominios por el omnipotente mano del altín--simo, en
cuyo admirable nombre damos a todos y cada uno de
sus habitantes nuestra pastoral bendición.

Antonio Arzobispo Virrey de Santa Fe.

Por mandado de Su Excelencia.


José de Rojas.
Escribano de Su Majestad.

Antioquia y octubre 6 de 1782

Hágase notorio en forma de bando, según estilo el real


indulto y demás particulares que conviene para que re-
conocidos los habitantes de esta ciudad y provincia a las
piedades y benignidad con que los ha mirado la bondad
de nuestro augusto y amable soberano procuren acredi-
tar su gratitud con las demostraciones del amor, fideli-
dad y obediencia justamente debida, a su soberanía y a
las gracias que se ha dignado concederles y 'fecha la pu-
blicación y a consecuencia del indulto y perdón general
concedido a todos los comprendidos en las sublevacio-
nes y alborotos ocurridos-en el año pasado de setecien-
tos ochenta y uno; así en varias provincias del reino
como en ésta, sin exceptuar a los principales caudillos y
capitanes de los levantamientos en atención que por este
gobierno se han remitido los procesos originales de to-
dos los levantamiéntos ocurridos en esta provincia a su
debido tiempo en virtud de orden del excelentísimo se-
ñor Don Manuel Antonio Flórez que fue de este Nuevo
Reino de Granada su fecha en Cartagena de esta Indias a

602
once de Febrero del corriente año y estando en esta
parte, evacuado el requisito de la remisión de dichos
autos como también los que se obraron con motivo de la
lv prisión// de Don Juan Bautista Herrera uno de los prin-
cipales capitanes de los levantamientos ocurridos en esta
dicha provincia en el referido año de ochenta y uno por
haberse huido de la en que estaba en la ciudad de Santa
Fe a donde había sido remitido con otros reos de su
clase de cuya remisión de autos originales certificará el
presente escribano y hallándose arrestados en las reales
cárceles de que sirve el colegio de los P.P. expatriados de
esta ciudad, el dicho Juan Bautista Herrera, Ignacio Es-
pinoza y Javier Serna como principales reos de dichos
levantamientos comprendidos en los procesos ,que se han
remitido a la real Audiencia se les hará saber el real
indulto y eSpecialmente el artículo once para que inteli-
genciados de su contenido a más del justo reconocimien-
to a la piedad con que Su Majestad los ha mirado prome-
tan cumplir con las obligaciones de fieles vasallos bajo
las penas impuestas en el citado artículo once y ejecu-
tándolo así serán sueltos inmediatamente de la prisión
en que se hallan para que puedan libremente restituirse a
sus casas a cuidar de sus haciendas y familias y todo se
pondrá por diligencia a continuación de este auto de
2r obedecimiento y con reflexión a que varios ca//pítulos
insertados en el edicto, tratan de el arreglo y método
que se debe observar en lo sucesivo para la recaudación
de la Real Hacienda se sacará copia legalizada del referi-
do real indulto y todos sus capítulos y este auto de
obedecimiento para dirigir a los señores oficiales reales
de las cajas de esta ciudad para su inteligencia y gobier-
no y que impuestos de su contexto comuniquen a las
cajas subalternas de su cargo iguales ejemplares para que
uniformemente se observe y cumpla lo mandado y para
el mismo fin se dirigirán iguales copias a las justicias y
cabildos de la provincia poniéndose también por diligen-
cias haberlas dirigido y sacándose copia legalizada de
este auto de obedecimiento y diligencia que acrediten el
cumplimiento de lo mandado en dicho real indulto, se
dará cuenta al excelentísimo señor Virrey de este reino
para su superior inteligencia; así lo obedeció y mandó
cumplir Su Señoría el señor Don Cayetano Buelta Loren-
zana capitán del regimiento provincial de León, goberna-
dor y comandante general de esta provincia por ante mí
de que doy fe.

603
Don Cayetano Suelta Lorenzana
Simón Robledo, Escribano Público y de Cabildo.

2v En el mismo día, mes y año, se publicó el real!! edicto


que antecede en esta ciudad a son de caja y usanza de
—guerra en los parajes acostumbrados y para que conste
anoto y firmo.

Robledo

Luego incontinenti, en cumplimiento de lo mandado en


el auto de obedecimiento yo el escribano pasé al colegio
de los P.P. expatriados de esta ciudad que sirve de 'cárcel
en donde se hallan presos Don Juan Bautista Herrera,
Ignacio Espinosa y Javier Serna, comprendidos en el ci-
tado auto a quienes lo hice saber como también el real
indulto que Su Majestad se ha dignado concederles ente-
rándoles particularmente del contexto del capítulo once
y en su inteligencia dijeron quedaban muy reconocidos a
la piedad con que el Rey nuestro señor los había mirado
y prometían cumplir como fieles vasallos a sus justos
mandatos y los de sus ministros, ser obedientes y fieles
en todo cuanto condujere a su real servicio y por no
saber firmar los dichos Ignacio Espinosa, y Javier Serna,
lo firmó por sí y por ellos el dicho Don Juan Bautista
Herrera, de que doy fe.

Juan Bautista de Herrera


3r Robledo

Nota Luego incontinenti fueron sueltos de la prisión en que


estaban los dichos Don Juan' Bautista Herrera, Ignacio
Espinosa y Javier Serna, lo que para que conste anoto y
firmo.

Robledo

604
JUICIO CIVIL INSTAURADO POR EL COMUNERO
REMIGIO PEREZ POR HABERLE
DECOMISADO UNA ESCOPETA

1.788

(ATTA., Comuneros, Tomo 332, Doc. 6329).

Ir Señor Juez de Residencia.

Remigio Pérez, vecino de esta ciudad, ante Vuestra Mer-


ced y en el grado que más haya lugar, en derecho parez-
co y digo, que el Señor Gobernador Don Cayetano Buel-
ta Torenzana, que fue de esta ciudad, en el tiempo de su
gobierno, se sublevaron las gentes del Sacaojal y Tajamí
en contra de esta ciudad, y para la defensa de dicha
causa, el Señor Gobernador me mandó a pedir mi esco-
peta con Narcisó Marín, la cual traje, y yo mismo se la
entregué en su mano a dicho Señor Gobernador, y me
dijo que luego que se acabaran los alborotos de los le-
vantados me la volvería a dar diciendo que no correría
riesgo, la cual hasta lo presente aunque se la he pedido
muchas veces, no la he podido conseguir, careciendo de
ella en un todo de si servicio.

Suplico a Vuestra Merced encarecidamente, se sirva


mandar que_dicho Señor Gobernador, me entregue la
escopeta tal y conforme se la entregué, y de no entregár-
mela que me entregue diez pesos de oro que me constó
y la estimo en eso; y si por algún caso quisiese dicho
señor negar de que yo no le entregué la dicha escopeta,
se servirá Vuestra Merced llamar a Narciso Marín que

605
fue el que me la pidió en nombre de dicho señor y a
Gcrardo Lenes que éstos bajo el juramento digan si tuve
escopeta, y si la conocen, y si saben se la entregué a
dicho Señor Gobernador en aquel tiempo. Por todo lo
cual suplico a Vuestra Merced, se digne mandar como
llevo pedido que en hacerlo así recibiré merced con jus-
ticia.

Remigio Pérez.

lv Antioquia y noviembre 22 de 1788

El escribano de residéncia pondrá presente al señor Don


Cayetano Buelta Lorenzana este pedimento, y confesan-
do ser cierto su relato entregará la .escopeta a la parte
petente, proveyólo por Su Merced el señor Juez de resi-
dencia, por ante mí de que doy fe.

Manuel Hurtado
Ante mí:
Miguel de Palacios
Escribano Público del Número y residencia.

En el mismo día, hice saber el decreto a Remigio Pérez,


quien quedó impuesto. No firma por no saber, hágolo
yo de que doy fe.

Palacios

Señor Juez Mayor de Residencia:

He visto el escrito de Remigio Pérez que Vuestra Merced.


se sirvió mandar pasarme para que expusiera lo que so-
bre el asunto de-la escopeta,que demanda me costase y
en su consecuencia diré que hago memoria de ser cierto
la entrega de la escopeta, y también la hago de.que vino
a pedirla después de la pacificación de la provincia y
haber yo cesado en el mando de ella, y que le respondí
trajese orden-del Señor Gobernador mi sucesor para en-
tregársela, dando las señas de ella, porque yo no las
tenía presentes, pero él no consiguió tal orden o no la
solicitó, ni volvió a ocurrir por ella hasta lo presente.
Esta y demás armas de fuego que se recogieron de mi
orden ha sido de aquellos sujetos que se presumían sos-
pechosos para la sublevación, y no se pueden entregar

606
sin ver los autos de la materia. Yo bien creo que éste no
ha sido comprendido en los alborotos pero bueno será
reconocerlo. También hago presente a Vuestra Merced
que en las varias expediciones que hubo por conseguir la
pacificación se han perdido algunas armas a que no soy
yo responsable y también se ha cogido otras en lugar de
aquellas. Si acaso a la escopeta de dicho Remigio no le
tocó la suerte de las perdidas y Vuestra Merced mandase
entregarla, lo verificaré que es cuanto deba informar en
el asunto, advirtiendo a Vuestra Merced que las de los
comprendidos están confiscadas.
Antioquia y noviembre 26 de 1788
,Cayetano Buelta Lorenzana
Palacios
2r En la ciudad' de Antioquia, en cuatro días del mes de
diciembre de 1788 años, dijo Su Merced que habiendo
visto este expediente entre partes, la uno como actor
demandante, Remigio Pérez, y como reo demandando el
señor Don Cayetano Buelta Lorenn-na, sobre una esco-
peta que le mandó a pedir dicho señor, en tiempo de la
sublevación de las gentes del Sacaojal, Tajamí, para la
defensa de la ciudad. Vista la confesión del nominado
señor, de que la pidió y le fue entregada, y vistos los autos,
que cita en su respuesta, y mediante a que en ellos no
consta que tal escopeta fuere confiscada, ni dicho Remi-
gio comprendido en el número de los sublevados y que
al mismo tiempo por Real Provisión de Su Alteza, aún a
estas satisfechas las costas mandó se les devolviese sus
bienes; debía de declarar y declara deber el expresado
señor Don Cayetano devolver dicha escopeta al enuncia-
do Remigio o satisfacer su justo valor, en caso de que la
haya perdido; Así lo proveyó, mandó y firmó Su Merced
el Señor Juez de Residencia; por ante mí_de que doy fe.
Hurtado
Palacios
Escribano de Residencia

2v En cua/tro de diciembre, yo el escribano pasé e hice


saber el auto anterior al señor Don Cayetano Buelta
Lorenzana, quien quedó impuesto, doy fe en este esta-
do. Dijo respondería lo que le convenga.
Suelta
Palacios

607
En el mismo día, hice saber el decreto anterior a Remi-
gio Pérez, quien quedó impuesto firmo doy fe.

Palacios

3r Señor Juez de Residencia: Remigio Pérez, vecino de esta


ciudad, ante usted y en el grado que mayor proceda en
derecho parezco . , y digo, que habiendo pasado a la casa
del Señor Gobernador que fue don Cayetano Buelta Lo-
renzana, con orden de Su Merced a que me entregara la
escopeta, que por auto se le tiene mandado, y me dijo
que - se las había entregado a don Francisco Silvestre,
también Gobernador que fue, y que todavía no le ha-
bían entregado los autos para responder, dando a enten-
der que dicha escopeta se haya perdida:-Por lo que supli-
co a usted se sirva en méritos de la justicia que adminis-
tra en este particular, mandarle a dicho señor ponga o
entregue en su juzgado la escopeta que le entregué y no
al señor Don Francisco Silvestre, y si no su importe por
ser de las mejores y su valor es de diez pesos de oro que
se me entregarán por Su Merced. Que así es justicia que
pido y juro lo necesario en derecho.

Remigio Pérez
Antioquia 18 de diciembre de 1788

3v Por presentada, notifíquese a Don Cayetano/ Buelta Lo-


renzana, entregue prontamente la escopeta o su importe,
comozse le tiene mandado, sin dar lugar.a=nueva- queja,
pues de lo contrario se procederá a lo que corresponde
en justicia. Proveyólo Su Merced por ante mí de que
doy fe.

Hurtado Palacios
Escribano de Residencia

En 20 de diciembre del presente año pasé e hice saber el


decreto anterior al-señor Don Cayetano Buelta Lorenza-
na, quien impuesto dijo hablará por escrito firma doy fe.

Buelta
Palacios

608
4, Señor Juez de Residencia:

Presentado hoy Don Cayetano Suelta Lórenzana, Capitán del Regimien-


22 de diciembre to Provincial de León y Gobernador que he sido de esta
a las 5 de la tan
de, año de 88.
Provincia, ante Vuestra Merced en los autos con Remi-
gio Pérez, sobre demanda de una escopeta que dice
haber entregado a mi orden a Narciso Marín, para la
defensa de la ciudad y su provincia cuando la sublevación
ocurrida en los años de 81 y principio del de 82.

Que pide le devuelva ya o su importe, que dice ser de


diez castellanos de oro y Vuestra Merced así lo tiene
mandado sin embargo de las razones que yo expuse en el
expediente acerca de la ninguna responsabilidad que ten-
go a pagarla. Lo primero porque todos los gastos y cos-
tos de los alborotos ocurridos en aquellos años, los ha
sufrido la Real Hacienda en todo lo que no alcanzado
los bienes subastados a los reos. Así lo mandó el Señor
Virrey de este reino en aquel tiempo cuya orden original
tiene Vuestra Merced agregada a los mismos autos y
Vuestra Merced me confesó haberla visto. En estos autos
han entregado varias armas y prisiones que se han perdi-
do hechas de cuenta de la Real Hacienda y así como ha
pagado aquellos también pagará si fuese justo la referida
escopeta de Remigio Pérez para cuyo examen se hace
preciso remover los autos de dicha sublevación. Lo se-
gundo porque ese para no dar lugar a dudas debiera
haberla reclamado desde el principio, pues yo a todos
los que no consideré comprendidos o sospechosos en
aquellos alborotos les devolví las que habían entregado
para la defensa y ciertamente que si no lo hice con el
Remigio sería por una de dos: o porque (ilegible) de las
que se perdieron o por otra causa justa que ahora des-
4v pués de tanto tiempo no puedo tener presente./

Cuya demanda pudo poner ante el señor Oidor Visitador


de esta Provincia que estuvo en ella acerca de tres años
ante el referido señor mi sucesor Don Francisco Silves-
tre; y se la puso porque no mandaron devolvérsela; espe-
ró al penúltimo día de los treinta de la secreta a ponerla
creyendo que los-demás asuntos de mi residencia, se
harían titubear cou la contestación a esta demanda y a
la verdad no lo pensó más porque yo no puedo tener en
la memoria todas las menudencias y ocurrencias de
aquellos tiempos; pero el mero hecho de no haber pues-

609
to la demanda en tantos años; o en el caso a• que la
hubiese puesto, no conseguir la entrega es bastante moti-
vo para graduar de malicia su nueva demanda y despre-
ciarla como extemporánea y sospechosa ; lo tercero por-
que en el año de 85 me mandó a pedir mi-sucesor en
este gobierno el señor Silvestre unas doce o catorce esco-
petas que le remití y no me ha devuelto, las cuales sirvie-
ron para la prisión y custodia del señor oficial real que
fue de las cajas- de esta ciudad, don Francisco José Visa-
días, don Francisco Piedrahita y don Gabriel de Rivera
que estuvieron algunos meses con ocho o diez guardas
armados con dichas escopetas que se mandaban todos
los días como es público y notorio en esta ciudad y
habiéndolas entregado a quien tenía facultad, para pedir-
las como Gobernador de la provincia, qué responsabili-
dad tengo yo de las que en aquella ocasión se hubiesen
perdido?

Lo cuarto porque como también ha sido igualmente no-


torio cuando fue el primer levantamiento de los coseche-
ros de tabaco estando yo a cosa de las once de la noche
del día 22 de septiembre del referido año de 81, armado
para la defensa de la ciudad, con más de ciento cuarenta
hombres en la calle real, al tiempo de llegar a la salida de
la ciudad, con motivo de una voz que se oyó que dijo
(ya vienen) entendiéndolo por los sediciosos, fue tal el
temor con que se hicieron los más de los que me acom-
pañaron armados que me dejaron con solos unos veinte
hombres y de éstos cuatro eran criados míos. Con este
motivo tan impensado unos huyeron con las armas,
otros las dejaron en el suelo y tuve que recogerlas y
5r recoger los fugitivos en este lance le pa/rece a Vuestra
Merced que será, de justicia (roto) yo pague de mi pecu-
lio las armas que se hubiesen perdido. Creo que no le
pasará a Vuestra Merced por el pensamiento semejante
cosa en los frecuentes lances que ocurrieron en cinco
levantamientos seguidos para cuya pacificación me ví
precisado tomar tropa a sueldo que pagó la Real Hacien-
da, Se perdieron algunas armas y se cogieron otras de
estas últimas existen algunas en mi poder si Vuestra Mer-
ced se considera con facultad para disponer de e,Ilas se las
entregaré prontamente dándome el correspondiente reci-
bo para mi resguardo, y de una de ellas puede reponer la
de dicho Remigio Pérez, y acaso podrá suceder que cual-
quiera de ellas sea mejor que la suya.

610
Lo quinto y último porque aún cuando yo fuera el res-
ponsable a pagar la referida escopeta, no debía darle los
diez castellanos de oro que él pide ni pagárselos la Real
Hacienda tampoco porque a menor precio que aquel se
venda en esta ciudad nuevas de Barcelona que cada una
de éstas da cinco o cuatro de las otras, que como se
puede reconocer de las que están en mi poder todas son
escopetas viejas que se han compuesto para habilitarlas
en aquel tiempo; por lo cual no basta que él diga que
valía diez pesos para que se le pagasen porque las demás
ni tres juntas los valen. En cuyo concepto, y en de que
realmente esta demanda por ser de tan corta cantidad no
pide contestación judicial; se ha de servir Vuestra Mer-
ced declararme por libre de ella y dejar su derecho a
salvo contra la Real Hacienda al referido Remigio Pérez
que lo puede repetir ante quien corresponda que así
parece de justicia que pido con costas juro lo necesario.
22 de diciembre de 1788.

Cayetano Buelta Lorenzana

Antioquia 23 de diciembre de 1788. Por presentada sin


embargo de cuantas razones viene esta parte producien-
do contrariadas a lo mismo que tiene expresado en res-
5v puesta de 27 de noviembre del pre/sente año, cumplirá
prontamente con el tenor del auto de cuatro de diciem-
bre del mismo año, sin que sobre el particular se le
admitan más escritos, con que se procuran volver iluso-
rios los mandatos de este juzgado; apercibido que de
lo contrario se procederá por los términos de la más
rigurosa ejecución, de modo que este pobre demandante
quede reintegrado de su alhaja que no le ha sido confis-
cada ni dio motivo para ello, ni tampoco consta en nin-
guna parte de los autos creados contra los sublevados
que dicha escopeta, ni otra alguna se hubiese pregonado
para satisfacer los costos que con aquellos se impendió
la Real Hacienda, y.se contlna a esta parte en las costas
por haber dado lugar a ello. Así lo proveyó, .mandó y
firmó Su Merced el Señor Juez de Residencia por ante
mí de que doy fe.

Hurtado
Palacios
Escribano de Residencia

611
En el mismo día a las doce de él, pasé hice saber el auto
anterior al señor Don Cayetano Buelta Lorenzana, quien
impuesto dijo que apela de lo determinado para ante el
excelentísimo Señor Virrey de este reino por considerar
corresponderle con (este dicho) el agravio que se le hace
en la determinación que antecede en la que considera no
haber tenido, facultad por la comisión de residencia para
conocer en el asunto y para poder verificar el ocurro,
pide se le de teltimonio de estos autos que está pronto a
(roto).

Firma Buelta.

fir Señor Juez General de Residencia:

Don Cayetano Suelta Lorenzana, Capitán del Regimien-


to Provincial de León, Gobernador que he sido de esta
provincia, ante Vuestra Merced en los autos con Remi-
gio Pérez sobre devolución de una escopeta que de mi
orden entregó por mano de Narciso Marín, para la de-
fensa de esta ciudad, reales cajas y demás poblaciones de
esta provin'cia, la que Vuestra Merced se ha servido man-
dar que yo le encargué o diez castellanos de oro por
cantidad que a su arbitrio señaló el mismo Remigio
Pérez; condenándome en las costas de la actuación con
lo demás que consta del auto que parece definitivo, en el
que se vierte la indecorosa y voluntaria expresión de que
yo me he contrariado en mis respuestas. Sin otro funda-
mento, que la errada inteligencia que se quizo dar al
único escrito que presenté—én su juzgado sobre este asun-
to, combinado muy mal-con mi respuesta al primero que
presentó d referido Remigio, cuya equivocación resulta
de ks mismos autos y haré partente a donde corresponda, -
con todo lo-demás que sea conducente a mi justa defen-
sa.

Y como en lo determinado y mandado por Vuestra Mer-


ced,- se me sigue agravio, y perjuicio, así en cuanto a la
paga de dicha escopeta que no debe ser de mi cuenta,
sino de la -Real Hacienda en el caso de. deben pagarla;
como en la condenación de costas de esta demanda que
por su cortísima cantidad debía, de terminarse en juicio
verbal como está establecido por derecho y práctica uni-
versalmente -conservada en todos los juzgados y porque
he considerado que esta demanda por el origen de que

612
dimana no debió comprenderse en el juicio dé residen-
cia; pues como consta del escrito presentado por el refe-
rido Remigio no mandé recoger ésta y otras armas para
mi uso, y servicio, sino para el del Rey y del público
como de arriba queda expresado.

Por cuyas circunstancias, y las demás que en dicho mi


escrito hice presente a Vuestra Merced, con las más sóli-
6v das y legales razones; que ha despreciado/ en todas sus
partes tuve a bien en el auto de la notificación interpo-
ner apelación, para ante el Excelentísimo Señor Virrey
de este reino de cuya orden y con su aprobación he
procedido en el asunto la que (hablando con la debida
venia) de nuevo interpongo en este escrito dentro del
término legal en cuya tensión.

A Vuestra Merced pido y suplico se sirva concederla y


mandar sobreseer en la ejecución para el pago de la refe-
rida escopeta y costas, mediante la apelación interpuesta
y respeto debido al tribunal de Su Excelencia mandando
también al escribano a cuyos testimonios pasaren esos
autos me de testimonios fe y haciendo de ellos para
seguir la referida apelación que estoy pronto a darle el
. recado necesario:• •Que todo proceda y es conforme a
derecho y justicia que pido con costas, costos y perjui-
cios contra quien haya lugar en derecho.

Juro lo necesario, Antioquia diciembre 25 de 1788

Cayetano Suelta Lorenzana.

Antioquia 27 de diciembre de 1788

Por presentada en cuanto a lugar en derecho la contra-


riedad de las cláusulas, que esta parte-vierte en su res-
puesta del reverso de hoja primera, de este expediente,
allanándose a entregarles la escopeta que le tienen de-
mandada Remigio Pérez, siempre que por este juzgado
se le preceptúe con las de su escrito de hojas 4, están•
visibles, que nadie podría negarla; y constando por con-
fesión de la parte Real, haber percibido dicha escopeta, y
de ningún modo acreditado su confiscación y embargo,
ni menos haberse vendido para satisfacer ala Real Ha-
cienda los costos impendidos con los reos sublevados,
como ahora se intenta persuadir contra lo mismo que

613
consta de los autos seguidos contra los expresados reos,
de que es visto, que de esta parte, y no a la Real Hacien-
da, incumbe la entrega de dicha escopeta o la satis-
7r fa/ción de su justo valor, que según me halló informado
por personas prácticas y fidedignas, es del mismo de diez
pesos que demanda su dueño; bien puede esta parte ex-
cusar darle cartilla al juzgado sobre el modo con que
deben determinarse las demandas de corta cuantía; pues
no ignoro que 'con la sola presentación de demanda de
dicho Pérez, y la respuesta que a su continuación expu-
so, sin más figurar el juicio, se determinó la referida
demanda, y si ha crecido el expediente ha sido por sus
voluntarios escritos, con que ha resistido tan debida sa-
tisfación; y por lo respectivo al recurso de apelación que
interpone para ante el superior gobierno de este reino, se
declara no tener lugar por tres razones: la primera por lo
frívola y capciosa de dicha apelación que sólo termina a
entorpecer la justa satisfación de la escopeta; la segunda -
por haberse interpuesto para el tribunal donde no co-
rresponde; y la tercera por haber sido interpuesta des-
pués de circunducto el término que predefine la ley para
instaurar dicho recurso, y si le apercibe bajo de la pena
de cincuenta pesos de buen oro aplicados a la Real Cá-
mara de Su Majestad, si en lo sucesivo vistiese sus libelos
con tan indecorosas expresiones ajenas del respeto y mo-
destia con que las partes deben promover sus defensas
en los magistrados, previniéndosele al alguacil mayor de
residencia, que en la ejecución que se le tiene preceptua-
da haga en los bienes de esta parte para el efecto debe
verificar su dinero; las cantidades en que ha sido conde-
7v nado para su formal depósito en cumplimiento de la/ de
la ley la enteriderá igualmente con consideración a di-
chos diez pesos valor de la citada escopeta, y costo que
se devengase. Proveyólo Su Merced dicho señor Juez de
Residencia por ante mí de que doy fe.

Hurtado
Palacios
Escribano de Residencia

En 29 del corriente mes de diciembre de 1788 años yo


cl escribano pasé hice saber el decreto anterior al señor
Don Cayetano Buelta Lorenzana quien impuesto dijo:
que siempre tiene, y tendrá el que expone buen testigo
en los mismos autos de la consecuencia que ha observa-

614
do en su narrativa, sin embargo de no haberle dado vista
de ello para responder, y del agravio que se le hace, en
las expresiones vertidas en el decreto que antecede; que
nunca se ha negado a entregarla si estuviese en su poder
dando las señas, sólo si a pagarla en caso de haberse
perdido, en cuyo concepto puede venir Remigio Pérez a
reconocer si es alguna de las que existen en mi poder,
que se le entregará y para su resguardo pide se le dé
testimonio o copia legalizada de este ',expediente para
usar de su derecho como mejor le convenga.

Esto dijo, y firmó doy fe.


Suelta
Palacios

8r Antioquia lo, de julio de 1789

Vista la respuesta que antecede, y respecto a que esta


parte afirma que no se le ha dado vista de los autos
originales de los alzamientos siendo así que en el tiempo
de su gobierno los remitió a la ciudad de Santa Fe; y que
no es facultativo a las partes dejar de cumplir los manda-
tos judiciales; precisamente entregará la escopeta o su
importe por las costas dentro del segundo día;-porque
de lo contrario se procederá a embargo de prendas equi-
valentes; y no se le admita respuesta ni escrito en este
particular bajo la pena de veinte y cinco pesos aplicados
a la Real Cámara; y désele el testimonio que solicita sin
perjuicio de lo mandado; así lo proveyó, mandó y firma
su Merced por ante mí de que doy fe.

Hurtado
Palacios
Escribano

En 6 de julio del corriente año, yo el escribano pasé y


hice saber al señor Don Cayetano Buelta Lorenzana, Go-
bernador Comandante General que fue en esta provincia
el auto anterior, quien lo oyó y de ello doy fe.
Palacios

8v A ntioquia 7 de noviembre de 1789.

Recibí un fusil que me entregó el Señor Juez de Resi-


dencia en lugar de la escopeta que demandé y dos tomi-

615
nes y medio de costas con más dos tomines nueve granos
por no ser fusil equivalente a mi escopeta y para que
conste lo firma por mí, que no se firmar.

Pablo Garcés
A ruego del otorgante, Pablo Garcés.

616
DOCUMENTOS SOBRE LA LfilERTAD
DE LOS ESCLAVOS EN MEDELLIN
1798

(A.H.A. Comuneros, Tomo 332, D oc. 6330)

ir En la Villa de Nuestra Señora de la Candelaria de Mede-


llín, Gobernación de Antioquia, Virreinato de Santa Fe,
a 27 de diciembre de 1798 años, .El señor doctor Don
José Joaquín Gómez Londoño, abogado de la Real Au-
diencia y Alcalde Ordinario por Su Majestad dijo Su
Merced que por cuanto corren voces en este lugar de que
el considerable número de esclavos mal impresionados
aspiran a libertarse violentamente del yugo legítimo de
servidumbre que por su condición sufren instigados del
falso principio de que hay orden superior que los ampa-
ra suponiendo que los jueces de esta Villa la han oculta-
do por hacerlos servir en perpetua esclavitud a los blan-
cos cuyas noticias aunque parecen vagas y de poca soli-
dez pueden ser origen de fatales y perniciosas consecuen-
cias tanto al común del vecindario cuanto al Estado, ma-
yormente atendida la violencia con que los escla/vos se
conducen en su servidumbre y ser su número copiosísimo
de gente corpulenta, y robusta y maliciosa y de conoci-
mientos prácticos del lugar, sus montes, y guaridas; cu-
yas ventajas en caso de motín o levantamiento anuncian
lastimosamente funestos fines; considerando Su Merced
atendidas las circunstancias de estos rumores y las de
tomar las medidas más prudentes que debe proceder a
cuanto sea posible en beneficio de la República y sus

617
moradores; ha dado principios por medio sigilosos y pre-
cautorios ha explorar la realidad de este movimiento, su
origen y progresos que están maquinando, dando órde-
nes y arbitrios políticos para que se pueda averiguar con
cautela y que de todo se de noticia aún ofreciendo pre-
mios a los exploradores que fielmente manifestaren su
lealtad al soberano y a la patria ; y a mayor abundamien-
to ha comunicado su Merced con algunos sujetos de
distinción recoMendándoles el celo sobre la sujeción de
sus esclavos, sin darse a entender con ellos; y no confi-
2r niendo la publicación de ninguna/ providencia contensi-
va que acaso pudiera el vasto cuerpo de esclavos por su
ignorancia y preocupación interponer a su favor lo que
racionalmente se conjetura de las quimeras con que apo-
ya el libertinaje y cuando no fuera así, mástse consegui-
ría con la reserva observativa por ahora ; pues aunque
pareciese cosa obvia la convocatoria de los señores capi-
tulares para un cabildo extraordinario deliberar lo con-
veniente, apareciendo a Su Merced más regular, y con-
forme dar parte de esta rebelión general que se anuncia
al Señor Gobernador y Comandante General de la Pro-
vincia, Don Víctor Salcedo, para que como jefe político
y militar de ella se sirva librar las providencias que halle
por conveniente poniendo presente a Su Señoría lo inde-
fenso que se halla el lugar por la falta de pertrechos
como son, pólvora y armas, y la escasez de frutos para en
caso que sea de su aprobación hacer un pozito común u
2v obligar a los cosecheros o a los que tengan/ sus trojes
surtidas para que, dejando lo suficiente para su gasto
administraren con total economía el restante sin permi-
tir su extracción a los lugares de la comarca, ni la venta a
los pulperos revendedores, ni a los sospechosos de baja
esfera como reservadamente se propenderá por este juz-
gado y la misma orden convendría para los mercaderes,
negociantes en cuanto a suprimir la venta de hierro, y
acero o economizar limitadamente a conocidas personas,
y casos urgentes como también la fábrica de cuchillos,
machetes, lanzas, chuzos, y toda especie de armas pun-
gentes y cortantes a personas sospechosas, cuyos sigilo-
sos prudentes arbitrios quedarán por ahora en una pura
reservada cautela con las personas de que se tenga total
satisfacción por vía de súplica interin Su Señoría provea
lo conveniente todo a fin de excusar la trascendencia de
los esclavos reservando si pareciese útil y necesario la
junta de cabildo en horas sigilosas por tenerse noticia de

618
3r que los cabildos que se/ han celebrado ordinarios, dicen
los esclavos temerariamente que son para intimarles a
sus amos y señores la orden supuesta de dar libertad
general a ellos y que la esperan el día de año nuevo
bautizando a su revolución y pensamiento con el nom-
bre de la candanga lo que se ha sabido así por rumores;
como por una de las espías, que de la misma esfera y de
condición libre, y muy racional se ha encargado pues
preguntando en secreto, añadió que aunque no sabía el
principio y fines que llevaban dichos esclavos ha oído
generalmente las malas impresiones con que se hallan
violentos, y que dicen que dando cada uno un peso de
oro quedan libres y sujetos a gobernarse por sí, y jueces a
su elección con un cura, en pueblo aparte, lo que servirá
a Su Señoría de inteligencia para cuya ,consulta se le
librará copia de este auto sin perjuicio de darle aviso de
cualesquiera novedad si la hubiere, reservando el juzgado
en lances precisos lo conveniente. Lo mandó y firmó el
señor Juez doy fe.

3v Doctor José Joaquín/Gómez Londoño


Gabriel López de Arellano
Escribano Público del Número.

Suscripción Es ficl copia del auto reservado proveído por el señor


alcalde de la primera nominación Doctor Don José Joa-
quín Gómez Londoño para con ella dar cuenta al Señor
Gobernador Comandante General de esta provincia, Don
Víctor Salcedo Somo de Villa, de donde la saqué esta
cierta y verdadera y caso necesario a su original me re-
fiero en cuya fe, signo, y firmo la presente en Medellín a
27 de diciembre de 1798 años, Está signada.

Gabriel López de Arellano


Escribano Público del Número.

Auto Antioquia, diciembre 29 de 1798.

Por recibida en este instante: sin embargo de que el


alcalde ordinario de Medellín no ha documentado, como
debía, los recelos que le asisten de la novedad que dice
intentan hacer los esclavos de aquella Villa, no obstante
considerando lo delicado de la materia y las malas conse-
4r cuencias que pueden resultar/ caso de verificarse ; para
precaverlas a su tiempo, dar las más oportunas providen-

619
cias a fin de remediarlas se comisiona a mi teniente ase-
sor para que inmediatamente pase a la expresada Villa y
averiguando con el mayor sigilo el hecho de la verdad, de
cuenta a este gobierno obrando en las ocurrencias-urgen-
tes según le dicte su prudencia. Dejando testimonio para
resguardo.

Víctor de Salcedo

Proveyólo el Señor Don Víctor de Salcedo y Somo de


Villa, Coronel de Infantería de los Reales Ejércitos, Go-
bernador político y militar de esta Provincia. Por ante
mí de que doy fe.

José Pabtaleón González de Mendoza.

Concuerda este traslado con el auto de su contenido que


por copia dirigió el Señor Alcalde Ordinario de la Villa,
la cuál con el acto de comisión entregué al Señor Teniente
de Gobernador y Asesor General para que siguiese a
Medellín a cumplir con ella; está cierto y verdadero a
que me remito en cuya fe lo signo y firmo en Antioquia
4v a 29 de diciembre de 1798 años,

De oficio, José Pantaleón González de Mendoza.

En primero de febrero se compulsó copia de este expe-


diente en cuatro hojas de mandato de Su Señoría.

620
I

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4.

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