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Cristina Angélica Martínez Morales

Con respecto al patrimonio y las políticas públicas relacionadas a éste, solemos


considerar que los únicos agentes con incidencia en él son los relacionados con el
estudio del pasado (restauradores, arqueólogos, historiadores o antropólogos), y de
hecho son ellos quienes casi exclusivamente estudian y toman decisiones acerca
de todo ello. Pero esta praxis no corresponde con la reformulación que se hizo del
concepto de patrimonio cultural, los cambios realizados fueron los siguientes:

a) El patrimonio no sólo incluiría expresiones muertas de la cultura como sitios


arqueológicos, arquitectura colonial, objetos antiguos en desuso, etc.;
también incluiría el llamado patrimonio vivo, las manifestaciones culturales
actuales.
b) En las nuevas políticas patrimoniales la conservación y administración de
dichos bienes se extiende a los usos sociales contemporáneos,
c) Anteriormente, se privilegiaba los bienes culturales producidos por la
aristocracia (ej. basamentos piramidales, palacios, etc.), pero ahora, se
consideran también como patrimonio de la Nación, los producidos por la
cultura popular.

Esta ampliación del concepto de patrimonio aún no posee la legislación suficiente


para proteger todas estas manifestaciones culturales. Por lo tanto, García Canclini
(1994) menciona cinco de las nuevas cuestiones políticas y teóricas que aún
requieren ser trabajadas:

 Relación del patrimonio cultural con la desigualdad social.


 Los usos simbólicos en contraposición con los usos mercantiles del
patrimonio.
 El papel de los usuarios en la preservación, desarrollo y valoración del
patrimonio.
 Los nuevos desafíos presentados al patrimonio en la época de las industrias
culturales.
 La definición de criterios filosóficos y estéticos que orienten las políticas
culturales en el nuevo panorama y medien las prácticas concretas.

1. Patrimonio cultural y desigualdad social: a pesar de que a simple vista el


patrimonio parece pertenecer a todos y luzca como si todos nos
relacionáramos en igualdad de condiciones con él, esto no es así. Desde la
teoría de la reproducción social podemos observar diferencias derivadas de
nuestros capitales económicos y culturales, incluso siendo gratuitos los
museos, no asimilaremos el conocimiento proporcionado de la misma
manera, debido a las limitaciones educacionales o de otro tipo de algunas
personas. De igual forma, dentro de la manera en que simbolizamos la vida
social existen jerarquías: el arte sobre las artesanías, la medicina alópata
frente a la tradicional, la cultura escrita sobre la oral. Por ello, al realizar la
reformulación del patrimonio puede ser visto como un proceso social capaz
de ser acumulado, renovado, que produce rendimientos y es apropiado
desigualmente por los distintos sectores.

2. Apropiación del patrimonio y participación social. Como espacio de disputa


económica, política y simbólica, el patrimonio se ve atravesado por la acción
de tres tipos de agentes: el sector privado, el Estado y los movimientos
sociales. Con respecto al ámbito privado cabe destacar que debido al interés
por la acumulación de capital se ha explotado, a veces de manera
indiscriminada tanto del patrimonio natural como cultural, y no se puede
englobar los intereses mercantiles ya que estos grupos tampoco son
homogéneos, incluso puede llegar a haber contradicciones también entre
ellos.

Debido a esta situación, la defensa y eso del patrimonio se volvió de interés


para los movimientos sociales, preocupados por la expansión demográfica y
su impacto en los bienes patrimoniales, pero esta preocupación tampoco es
compartida, ya que los grupos populares, en este caso, dadas sus
circunstancias, no sólo se ven poco involucrados en esta defensa, o llega a
no interesarles.

Han surgido nuevos planteamientos en el debate sobre el patrimonio por


parte de algunos de estos sectores, que pueden resumirse en tres rasgos:

a) La cuestión del patrimonio ambiental (natural y urbano) no se ve como


responsabilidad exclusiva del gobierno.
b) Se comprende que si no hay movilización social por el patrimonio, es
difícil que el gobierno lo vincule con las necesidades actuales y cotidianas
de la población,
c) El rescate efectivo del patrimonio incluye su apropiación colectiva y
democrática, o sea, crear las condiciones materiales y simbólicas para
que todas las clases puedan compartirlo y encontrarlo significativo.

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