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El 83.

3% de mujeres no ha sufrido de violencia familiar

El 16.7% de mujeres ha sufrido de violencia familiar.

El 14% de mujeres describen como mala su relación con su pareja.

El 30% de mujeres describen como regular su relación con su pareja.

El 56% de mujeres describen como buena su relación con su pareja.

El 40% de mujeres se siente mal y/o decaída después de discutir con su pareja.
El 60% de mujeres no se siente mal y/o decaída después de discutir con su pareja.

El 10% de mujeres siempre tiene miedo de lo que su pareja diga o haga algo.
El 26% de mujeres a veces sienten miedo de lo que su pareja diga o haga algo

El 64% de mujeres no sienten miedo de lo que su pareja diga o haga.

El 82.7% de mujeres si denunciaría cualquier tipo de maltrato

Violencia contra la mujer es la violencia ejercida contra la mujer por su condición de


ser mujer. Siendo esta, consecuencia de la discriminación que sufre tanto en leyes
como en la práctica, y la persistencia de desigualdades por razones de género. Una
de cada tres mujeres de la población mundial se habría visto afectada por esta
violencia. Esta violencia puede serlo física, sexual o psicológica, incluyendo las
amenazas y coacciones, dándose en los ámbitos de la pareja, la familia, el social y el
de los Estados, pudiendo llegar al asesinato. Cuando nos referimos al maltrato
estamos siempre ante una conducta disvaliosa generada por el agresor, por lo general
el varón y dirigida hacia la víctima, en su mayoría mujeres y/ o a sus asimilados
porque vulnera derechos personalísimos y ataca a la dignidad de la persona. El origen
de la violencia contra la mujer y la intrafamiliar es una situación de abuso de poder,
por razón de sexo y también por edad.

La tensión y presión que soporta a causa de los malos tratos habituales la convierten
en una víctima especial, porque el maltrato es habitual y el delito continuado.

La violencia está presente en la mayoría de los momentos de nuestra vida


manifestándose de distintas formas de manera explícita e implícita por los medios de
comunicación influyendo destacadamente a la sociedad, y dentro de ella el núcleo
familiar. La mujer víctima de violencia pasa por momentos que le dejan secuelas, las
de mayor importancia y que mucho no se deja ver, es la secuela psicológica que a
medida que avanza estos actos agresivos, comienza con una disminución a cero del
autoestima y se cree menos que el hombre, por varios motivos tienen miedo a
separarse como ser motivos monetarios, el temor a llevar una familia sola, o de que le
haga peor daño a ella y sus hijos. Esta aflicción no deja ver que la mejor forma de
corregir esta situación es denunciando al golpeador, y aunque hoy en día la violencia
es más presente entre los pares, está más difundida la elección de denunciar estos
casos.

La violencia contra las Mujeres constituye una violación de sus derechos


fundamentales y libertades públicas y por ello, todas las conductas en que se
manifiesta, han de ser consideradas como delito. Los Estados tienen la obligación de
proteger a la ciudadanía de todo tipo de abusos sobre sus derechos y en
consecuencia promover las condiciones necesarias y suficientes para prevenir,
perseguir y sancionar el maltrato a las mujeres protegiendo eficazmente a las víctimas
y reparando sus perjuicios

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