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 El camino hacia un desarrollo con equidad
como alternativa al proyecto neoliberal

GUILLERMO JUSTO CHAVES

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 Chaves, Guillermo Justo
De los indignados a la épica del porvenir : el camino hacia un desarrollo con
equidad como alternativa al proyecto neoliberal / Guillermo Justo Chaves. - 1a ed . -
Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Fundación CICCUS, 2017.
240 p. ; 23 x 16 cm.

ISBN 978-987-693-737-5

1. Economía Política. I. Título.

CDD 330.1

Corrección: Teodoro Boot

Producción, Coordinación y Diseño: Andrea Hamid

© Ediciones CICCUS - 2017

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merecedora del reconoci-
miento Embajada de Paz,
en el marco del Proyecto-
Campaña “Despertando Con-
ciencia de Paz”, auspiciado por la Orga-
Impreso en Argentina nización de las Naciones Unidas para la
Printed in Argentina Ciencia y la Cultura (UNESCO).

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 A los indignados y a los oprimidos, a las víctimas y perseguidos.

A los discriminados y a los agredidos, a los que sufren y a los olvidados.

A los que sueñan.

A los que siempre están.

A los seres queridos.

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 De los indignados a la épica del porvenir - Guillermo Justo Chaves

Índice

Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
I. Indignos e indignados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
Marcando la cancha . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
Injusticia social y desigualdad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
Hipocresía, mentira y doble discurso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
Corrupción y privilegios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
Violencia y discriminación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
Muertes evitables. Indolencia y desidia . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64

II. Combates . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
Combate. Disputa. Disenso. Debate. Tensiones. Conflictos . . 71
La batalla de las ideas. La disputa por la verdad.
Los hechos y su interpretación. La producción de sentido
común. La “posverdad” . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
La puja distributiva y las políticas redistributivas . . . . . . . . . . 84
El combate a la corrupción. Los actores . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92

III. Las conquistas. Los derechos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101

Los Derechos son Humanos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101
Reparación. Perdón. Compensación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
Ampliación y nuevos derechos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113
Recuperación de derechos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 126
Derechos Humanos: Contenido moral de la democracia . . . 135

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 IV. Francisco en clave política . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 141
El origen. De la Compañía de Jesús a Roma.
Giovanni Montini. Albino Luciani. Karol Wojtyla.
Joseph Ratzinger . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 141
Formación e influencias. Concilio Vaticano II.
Teología de la Liberación. Guardia de Hierro. Puebla . . . . . . 149
El mensaje. El Documento de Aparecida.
Evangelii Gaudium. Laudato Si. Tierra, techo y trabajo . . . . 164
Misión pastoral, social y política.
Su postura frente al mundo en desequilibrio.
Volver a Jesucristo con mirada política y social . . . . . . . . . . . 176
Iglesia y Estado para el desarrollo. Autoridad moral.
Relación entre los Estados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 182

V. Épica del porvenir. Los desafíos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 187

Épica del porvenir . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 187
Cambios geopolíticos y económicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 190
Cambios culturales y sociales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 200
Visión estratégica del porvenir: Desarrollo. Pobreza.
Energía. Recursos naturales. Medioambiente . . . . . . . . . . . . 209
Visión táctica del porvenir: Educación, trabajo,
seguridad, inflación, infraestructura, transporte.
Ciencia y tecnología . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 225

Epílogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 241

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 “Emancipate de tu esclavitud mental.

Nadie, excepto nosotros mismos, podemos liberar nuestras mentes.”

“Emancipate yourselves from mental slavery.

None but ourselves can free our minds.”

Bob Marley, Redemption Song, 1979

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 De los indignados a la épica del porvenir - Guillermo Justo Chaves

Prólogo
(Intenciones y contenidos)

“Tener razón antes de tiempo es lo mismo que estar equivocado”

Tener razón antes de tiempo es lo mismo que estar equivocado. Se

trata de una reflexión muy conocida de –según tengo entendido–
autor innominado. “Tener razón”. Desde el triunfo del raciona-
lismo hace varios siglos, la “razón” humana reemplazó a la “reve-
lación” divina, por lo que tenerla de nuestro lado, es decir “tener
razón” implica poseer una dosis de autoridad moral semejante a
una certeza sagrada. Todos queremos tener razón. Los problemas
comienzan cuando esas razones esgrimidas no coinciden con el
espíritu de la época. O, hablando de manera más actual, las cues-
tiones tratadas no están en la agenda inmediata.
Más aún, en el campo de la política tener razón no equivale
a contar con el consentimiento popular. No siempre las deman-
das de los ciudadanos coinciden con lo que los dirigentes pien-
san como lo mejor para la comunidad. Por lo que en numerosas
ocasiones debemos optar, decidir. O queremos “tener razón”. O
deseamos “construir mayorías”. Porque en democracia, en defini-
tiva, Vox populi, vox Dei.
No siendo suficiente con lo antedicho, nos enfrentamos a una
nueva realidad expresada crudamente por Francis Underwood,
el conocido protagonista de la serie House of Cards. La frase del
cuestionado actor Kevin Spacey en la piel del presidente de los

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 Prólogo

Estados Unidos es, por demás, sugestiva: “Asistimos al final de la

Era de la Razón. Ya no importa lo que está bien o lo que está mal.
Si los hechos son verdad o son mentira. Lo único importante para
estos tiempos es si estás adentro o estás afuera”.
De manera que la disputa política, además, se debate entre lo
racional y lo emocional. Pero volvamos a lo anterior. Tener razón
antes de tiempo es lo mismo que estar equivocado. Expresa el
riesgo al que se somete quien plantea la posibilidad de innovar en
cualquier universo o ser un poco disruptivo. Ya sea en el campo
de las ideas, la ciencia, la política, el deporte o el arte. Llegar a “la
historia” antes de tiempo genera, cuanto menos, la incomprensión
y la crítica feroz del momento o, peor aún, el ser ignorado o invi-
sibilizado. Abundan en el devenir histórico de la humanidad, y en
pequeña escala en nuestro país, los casos y ejemplos célebres.
Sin embargo, aquellos aportes innovadores a la larga son los
artífices de los cambios o las transformaciones que se operan en
los mismo ámbitos donde fueron descartados, negados y hasta ri-
diculizados. Por eso aquí, en pequeña escala, en forma modesta,
pero sin temores, trataremos de reflexionar y expresar “razones”
con el horizonte en el porvenir, más allá del espíritu imperante o
el clima de época dominante.
Y para exponer argumentos debemos elegir entre hablar o es-
cribir. Como profesor en la universidad me sucede con frecuencia
algo curioso. Al momento de las evaluaciones escucho a los estu-
diantes sostener con determinación la postura de ser evaluados de
manera “oral” pues consideran que hablar es más sencillo que es-
cribir. Me resulta siempre extraño. Porque, por ejemplo, muchos
escritores o personas que cuentan con amplios recursos en el uso
del lenguaje, al momento de verbalizar un discurso, dicen entrar
en pánico al padecer la sensación de hallarse frente a un mar de
vocablos para elegir. Y para colmo, a medida que se avanza en la
disertación, aparecen de manera permanente opciones de pala-
bras donde la que llega a la mente es más ajustada a la realidad
que la anterior. Y entonces comienzan los problemas.

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 De los indignados a la épica del porvenir - Guillermo Justo Chaves

Por el contrario, al momento de volcar los pensamientos al pa-

pel sucede lo opuesto. Allí contamos con el tiempo y la posibilidad
de utilizar con precisión el idioma y desarrollar esas ideas en un
texto. Esta es una de las razones por las que aquí estamos. Ele-
gimos escribir. Un nuevo ensayo. Lo podés leer como una segun-
da parte de Herederos del futuro, publicado hace algunos años,
o también en forma autónoma, individual. De cualquier manera
intenta autosustentarse.
Sin embargo, quiero reforzar algunos argumentos ya esbozados
en aquel libro. Estos giran en torno a definir desde qué lugar te
hablo. Dónde nos situamos para sostener determinada postura, ya
sea en el campo de disputa de las ideas o cuando debemos enfren-
tar la realidad y actuar.
En primer lugar, tomamos posición para ejercer nuestra mira-
da desde una perspectiva generacional. Esto significa que somos
hijos de una época, productos de un momento histórico en el que
crecimos, recibimos pautas de conducta y certezas de diversas ins-
tituciones: familia, iglesia(s), escuela, universidad, fábrica, que
hoy son diferentes o se hallan en crisis, y como tales poseemos
una matriz propia que nos pone bajo un condicionante cultural.
De forma consciente o inconsciente nos induce a evaluar las ideas
y los hechos con algunas características comunes. Por ejemplo, mi
generación es la de los “hijos de la democracia”, porque hemos
sido educados bajo las incipientes libertades recuperadas.
Antes de continuar quiero pedirte disculpas si observás repeti-
ciones de algunas palabras o ideas, pero creo que a veces resultan
necesarias. El formato de este comienzo, incitando a la reflexión
crítica, se vincula con la propuesta de ir haciendo un calentamien-
to previo. Tal cual lo hacen los deportistas pero sólo a nivel men-
tal, para luego avanzar en el camino de la deliberación, el abordaje
de temas y la acción para el porvenir.
Como punto de partida, sostener la posición que nuestro mun-
do cambia en forma acelerada suena a frase hecha. Claro que lo
es. Sin embargo, no es menos cierto que se trata de una verdad.

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 Prólogo

Sabemos que las frases hechas expresan cuestiones obvias. Así

también, nos pronunciamos con la verdad cuando decimos que
para operar sobre el mundo e intentar cambiarlo –aunque sea un
poco– resulta imprescindible conocer esa realidad.
Por lo tanto, el segundo de los aspectos que nos condiciona está
determinado por el cúmulo de transformaciones geopolíticas, eco-
nómicas, culturales, sociales, tecnológicas y ambientales por las que
atravesamos en los últimos –poco más de– veinticinco años. Los
cambios estructurales a nivel global desde los noventa a esta parte
nos exigen ser poseedores de una nueva mirada para poder manio-
brar con algún suceso sobre la coyuntura social. Se considera –y
esto va a modo de ejemplo– que en los últimos diez años se produ-
jeron mayores avances científicos y tecnológicos que en un siglo.
Como consecuencia, tanto la matriz generacional como las mo-
dificaciones profundas sucedidas en el mundo y en la región habi-
litan no sólo una perspectiva propia –la mirada hacia atrás con su
análisis crítico y conclusiones–, sino quizá algo más importante:
la posibilidad de una prospectiva –la proyección y el accionar ha-
cia el futuro–, diferente, nueva, creadora y, por supuesto, audaz.
Te propongo un breve ejercicio mental. La palabra “gobernar”
deriva del griego “kubernao”, que significa conducir el barco, la
nave. Nos encontramos en pleno siglo xxi. Si hoy tuvieras que de-
cidir qué herramientas o dispositivos utilizar para llevar el barco a
buen puerto, ¿qué harías? ¿Navegarías con los dispositivos sateli-
tales que te llevarían con rapidez y precisión a destino, o utilizarías
el astrolabio, cual marino medieval?
De eso se trata muchas veces la disputa de la dirigencia, no sólo
política. En ocasiones nos encontramos con sujetos que no logran
interpretar los tiempos que corren e intentan actuar sobre la rea-
lidad con herramientas perimidas. Con parámetros mentales, cul-
turales o técnicos propios de la Guerra Fría, de la Pax Americana
–como se le denominó a la etapa post-caída del muro de Berlín y
de la URSS–. O, peor aún, con las recetas de la ortodoxia neocon-
servadora del superado Consenso de Washington, que hoy en un

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 De los indignados a la épica del porvenir - Guillermo Justo Chaves

nuevo formato se presenta en la región bajo la máscara engañado-

ra de Metas de inflación o Modernización.
En los últimos casi treinta años, como te decía, asistimos a
modificaciones estructurales a nivel local, regional y global. En el
ámbito económico, en el mundo social, en el universo político. A
nosotros, como productos culturales de una época, nos toca la mi-
sión de operar una realidad volátil y fugaz, efímera.
Los escenarios que se construyeron luego de la caída del muro
de Berlín y del socialismo real, el Consenso de Washington, pasan-
do por el atentado a las Torres Gemelas en 2001 hasta la actuali-
dad, son pruebas concretas de tres mundos vividos absolutamente
diferentes entre sí en sólo tres décadas: 1) Guerra Fría-mundo bi-
polar (EEUU, URSS), 2) Fin de las ideologías - Consenso de Wash-
ington, 3) Torres Gemelas - Fin Consenso Washington - Multipo-
laridad (EEUU, China, Rusia).
Todavía no queda claro hacia dónde va el mundo porque, a
contrario de las expectativas, no se consolidó ningún nuevo orden
mundial. Los problemas y conflictos del último cuarto de siglo son
producto de la erosión y deconstrucción de lo anterior, principal-
mente en lo social y político. La forma en que se sigan desarro-
llando y sus resultados definirán el mundo de mediados y fines
del siglo xxi. Mientras tanto continuamos en una etapa de colisión
entre viejas y nuevas formas de vida. Y a través de los avances
tecnológicos, hoy podemos analizarlo todo desde la perspectiva de
los resultados y las estadísticas.
Y aquí, si me permitís, voy a tomar como referencia e introducir
en este recorrido –en el que ojalá lleguemos juntos al epílogo–, la
obra del reconocido economista Thomas Piketty, El capital en el
siglo xxi. Lo cito como ejemplo, entre otros, porque nos muestra el
mundo como es hoy y como puede ser a futuro. Coloca, junto a va-
rios más, la discusión sobre la mesa. Este intelectual francés pone
luz sobre las consecuencias de las políticas llevadas adelante por
los gobiernos de las naciones desarrolladas en Occidente duran-
te los últimos tres decenios y que han generado sociedades cada

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 Prólogo

vez más desiguales con niveles increíbles en la concentración de la

riqueza. Plantea el eje del conflicto político del capitalismo en de-
mocracia que, por otro lado, nunca desapareció: la puja distributi-
va y el combate a la desigualdad. Joseph Stiglitz, premio Nobel de
Economía, y el sueco Göran Therborn, por ejemplo, dos grandes
analistas de estas cuestiones también estarán presentes.
De modo que a partir de este cuadro de situación expuesto
comienzan a surgir las preguntas donde a través de un recorrido
conjunto por estas páginas, intentaremos responder: ¿qué socie-
dad queremos construir? ¿Una sociedad más justa, con igualdad
de oportunidades, con menos desigualdad? Pero, ¿se puede re-
ducir la desigualdad? ¿Quién o quiénes se oponen a esto? ¿Cómo
combatimos la pobreza? ¿Cuál es el eje de ese conflicto político en
una sociedad democrática? ¿La disputa se da entre sociedades o
es hacia adentro, es decir, intrasocial? ¿Cómo sobrellevamos esto
que ocurre no sólo en Argentina? ¿Queremos un país desarrolla-
do? ¿Cómo queremos vivir?
A la par de los interrogantes también existen certezas y convic-
ciones. Porque también hay muchas cosas que te indignan, que
nos indignan. Y nos negamos a aceptarlas. Desde la hipocresía y
la corrupción hasta la violencia en todas sus formas. Desde la in-
justicia social y la indolencia hasta la discriminación y las muertes
evitables. También nos indignan los privilegios y la desigualdad.
Hablaremos de eso.
Analizaremos juntos desde una perspectiva política y social la
importancia y el escenario de esperanza que provoca la presencia
del papa Francisco en el pontificado luego de lo que significaron
Wojtyla (Juan Pablo ii) y Ratzinger (Bendicto xvi). De qué forma
la combinación inesperada de un mundo multipolar y un Papa
latinoamericano pueden ser una excelente alquimia para torcer
rumbos e intentar equilibrar el orden global o, al menos, reducir
los desequilibrios producidos por un formato de capitalismo que
se ha radicalizado a partir de no contar con un sistema alternativo.
Francisco, China y Rusia han asumido ese protagonismo.

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 De los indignados a la épica del porvenir - Guillermo Justo Chaves

Por último, plantearemos una visión estratégica y táctica del

porvenir de nuestra Argentina. Los desafíos políticos, institucio-
nales, sociales y científicos que tenemos. En materia de recursos
naturales el enfoque consistirá en cómo generamos transformacio-
nes sustentables. En materia de recursos humanos –más allá del
debate sobre el término– la mirada irá hacia cómo logramos una
convivencia armónica, una cultura del encuentro y una dinámi-
ca de la distribución, diferente, más equitativa, con los problemas
que aparecen en el mundo del trabajo. Y finalmente, de qué forma
gestionamos los cambios frente al aumento en la expectativa de
vida, el salto tecnológico, la democratización del conocimiento y
de qué modo el poder de la política y la sociedad en democracia
pueden hacer realidad esos cambios, tal como viene sucediendo.
El “saber decir” lo provocamos a través de “la política”. El “saber
hacer” a través de “las políticas públicas”.
Insistimos con la certeza de que nos hallamos frente a un cam-
bio de época en materia geopolítica, cultural, social, económica,
de recursos naturales, y también en materia de capitalismo. Con
todo esto, el siglo xxi ha generado expectativas en la región. Me
refiero a América Latina. Los gobiernos, en su gran mayoría han
obtenido muy buenos resultados en términos de indicadores so-
ciales y económicos. Estos han sido muy satisfactorios en los úl-
timos años en materia de reducción de la desigualdad, empleo,
crecimiento, desarrollo científico y educación. No se trata de una
apreciación personal, las estadísticas de Naciones Unidas y hasta
de organismos multilaterales vinculados al pensamiento neolibe-
ral, así como de investigadores sociales prestigiosos, lo sostienen.
Resulta evidente que nos queda un largo trecho por recorrer, pero
los indicadores positivos están a la vista.
Sin embargo, se vislumbra un clima de época diferente. La
avanzada del neoliberalismo con una ola de gobiernos neoconser-
vadores pone en jaque o, al menos con un signo de interrogación,
al nuevo rumbo que parecía haber tomado nuestra región.

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 Prólogo

Lo concreto es que existe un nuevo juego a nivel global que

brinda a nuestros gobiernos y pueblos otro margen de acción y
que muchas veces –y vuelvo a lo anterior–, aquella generación
del mundo bipolar o unipolar de la “Pax Americana” no puede
comprender. La emergente multipolaridad nos permite opcio-
nes contra-hegemónicas. China, Rusia y algún nuevo protagonis-
ta más, generan novedosas condiciones para el intercambio no
sólo comercial, también político, científico, tecnológico y cultural.
Otorgan mayores posibilidades en un mundo que tiempo atrás no
dejaba demasiadas opciones. Aunque, como contrapartida, nos
enfrentamos a la dinámica incontrolable y desigualitaria de la ex-
trema financiarización de la economía.
Hemos vivido con intensidad estos últimos más de quince años
de política en Argentina. Como espectadores o protagonistas pu-
dimos verificar como fue el recorrido, lo que hicimos bien como
sociedad. Lo que hicimos mal y lo mucho que queda por hacer. Los
problemas y las posibles soluciones. Intentaremos mirar el por-
venir. Lo que nos aguarda, según el contexto y las posibilidades
teniendo en cuenta que, cuanto menos sepamos del pasado y el
presente, más incierto será nuestro porvenir.
Un saludable ejercicio, así como la memoria es indispensable,
consiste en simular que el presente se transforma en pasado para
tomarlo como referencia o punto de apoyo para elaborar y pro-
yectar el futuro. Porque, en general como consecuencia de muchí-
simos factores propios y externos vivimos el presente sin poder
apreciarlo, analizarlo.
Luego, para proyectarnos, necesitamos esbozar una mirada
panorámica, un pensamiento estratégico que contemple todas las
ramificaciones “tácticas”. No se trata de caer en la tentación de la
predicción. En la historia argentina reciente los economistas de la
ortodoxia son un ejemplo de lo que no hay que hacer. Transfor-
mados en futurólogos han sido funcionales a los intereses de los
grupos concentrados de poder –en realidad sus patrones, quienes
les pagan– y enemigos del interés nacional. El presente nos pone

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 De los indignados a la épica del porvenir - Guillermo Justo Chaves

frente al peligroso dilema de que el futuro se transforme en pa-

sado, o como dice la letra de la Bersuit: “veo al futuro repetir el
pasado”.
El análisis estratégico debe partir desde el campo popular, así
como desde el interés nacional y regional. Esa es la mirada desde
lo colectivo. Al mismo tiempo, en un análisis desde lo individual
intentaremos proyectarlo hacia las expectativas personales, hacia
la vida misma, sabiéndola plagada de fracasos y éxitos, alegrías y
tristezas. Debemos intentar conciliar ambas visiones y proyectos.
Si te gustan las novelas con seguridad conocés a Haruki Mu-
rakami, y, si no, carece de importancia. Igual te cuento la historia.
Murakami es un gran novelista japonés. Se trata de unos de los
escritores más leídos del mundo. Sólo le falta el Nóbel. Al mismo
tiempo es poseedor de una particularidad. Es un gran corredor. Sí,
es maratonista. Aunque luego mutó a triatlonista. En realidad, no-
velas y maratones son actividades gemelas para él, ya que comen-
zó su trayectoria como escritor cuando empezó a correr. Según
dice, sus obras las piensa, imagina, crea, mientras corre. Muchos
intentamos repetir sus costumbres sin su talento ni repercusión.
Así fue como nacieron este ensayo y también el anterior.
El correr genera momentos de introspección, mezcla de re-
flexión y sufrimiento; de paciencia y dolor; de catarsis. Y también
de euforia. Dicen que la liberación de las hormonas llamadas en-
dorfinas a partir de cierto momento de la carrera provocan un es-
tado en donde fluyen los pensamientos y existe una gran conexión
entre cuerpo y mente. Mejor si no hay auriculares ni música. Lo
mejor es sentirse a uno mismo y después transcribirlo.
Así intentaré compartir con vos lo que pienso. Lo que siento.
Lo que me indigna. Lo que me motiva. De forma natural. Ojalá
las reflexiones y pensamientos aparezcan ordenados. Dos o tres
párrafos fueron suficientes para hablar de sensaciones personales.
Supongo que era necesario. De paso te recomiendo el running.
Ahora vamos a lo nuestro.

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