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TEORÍA DEL MAPA MENTAL

El mapa mental es por tanto un esquema a modo de mapa o plano que el sujeto
ha ido desarrollando con la experiencia con su entorno y que le permite
desenvolverse y desplazarse por su territorio, todos poseemos un mapa mental de
la zona en la que residimos, de la ciudad y en general de todo el territorio por el
cual nos desplazamos a lo largo de nuestra vida.

En el tema que nos ocupa, los delincuentes usan su mapa mental para dirigirse a
determinados lugares, escoger determinadas zonas, acceder y huir por
determinadas vías, en definitiva, la relación que establece el criminal con su
entorno para cometer sus actos está condicionada por su mapa cognitivo.

La importancia de conocer este mapa mental radica en la posibilidad de poder


determinar con su análisis el punto de partida de sus desplazamientos, lugar que
generalmente suele ser su casa, aunque también puede ser su lugar de trabajo u
otro domicilio anterior ya que esto es lo que se suele denominar punto de anclaje y
que más tarde se desarrollará.

El conocimiento geográfico que conforma el mapa mental como hemos visto


anteriormente es un representación personal y propia de la persona, personas
distintas pueden tener un mapa mental distinto aunque vivan en una misma zona,
ya que parten de interpretaciones personales y de la experiencia particular que
cada persona tiene con la zona en la que vive y por los lugares donde transita.

El criminal por tanto consulta y usa su mapa cognitivo para analizar qué puede
hacer en determinadas zonas, cómo puede llegar y salir de allí, qué tipo de
víctimas y obstáculos se puede encontrar, qué sitios le son más cómodos y
familiares para moverse, dónde se siente seguro...

(Garrido) muchos asesinos en serie siguen una lógica definida a la hora de decidir
dónde cometen sus crímenes, siguiendo una lógica de coste-beneficio: cuando
invertimos un esfuerzo importante en algo, el lugar que elegimos para realizar esa
inversión ha de minimizar los costes en relación a los beneficios que se pretenden
obtener. Cabe pensar entonces que los asesinos se desplacen hasta lugares

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donde creen que pueden encontrar víctimas más vulnerables, donde pueda estar
más seguro de que no serán sorprendidos o puedan escapar con facilidad.

Es por tanto, un objetivo del perfil geográfico, hacerse con una copia de ese mapa
mental del criminal y ser capaz de entenderlo y usarlo como él lo haría para
detectar próximas zonas de actuación y acotar lo máximo posible la base de
operaciones desde la que inicia sus crímenes.

TEORÍA DE LA LEY DE COSTO BENEFICIO

1) En la primera etapa, surge la motivación. Esto sugiere que los principales


deseos que actualmente producen actos delictivos son deseos
de bienes materiales, de prestigio social y búsqueda de excitación. Estos deseos
pueden ser inducidos culturalmente o puede responder a situaciones específicas y
seguido puede ser que el deseo de búsqueda de excitación sea más grande entre
jóvenes de familias pobres porque la excitación es más altamente valorada por la
gente de clase baja que por la gente de clase media, porque los jóvenes pobres
llevan una vida más aburrida o porque son menos capaces de posponer
gratificaciones inmediatas a favor de metas a largo plazo.

2) En la segunda etapa, se busca el método legal o ilegal de satisfacer sus


deseos. Es muy sugerente que algunas personas (sobre todo los jóvenes de clase
baja) tengan menos posibilidades o capacidad de satisfacer sus deseos
mediante métodos legales o socialmente aprobados, y por ello tiendan a elegir
métodos legales o desaprobados socialmente. La relativa incapacidad de los
jóvenes pobres para alcanzar metas u objetivos mediante métodos legítimos
puede ser, en parte, porque tienden a faltar a la escuela y, por tanto, tienden a
llevar comportamientos erráticos y empleos de bajo nivel y seguido la falta a la
escuela resulta, a menudo, una consecuencia de la falta de estímulo intelectual
proporcionado por sus padres en un entorno de clase baja, y a la falta de énfasis
en conceptos abstractos.

3) En la tercera etapa, la motivación para cometer actos delictivos se magnifica o


disminuye por las creencias y actitudes interiorizadas sobre el significado de

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infringir la ley, que han sido desarrolladas mediante
un proceso de aprendizaje como resultado de una historia de recompensas y
castigos seguido la creencia de que la delincuencia es mala o una
firme conciencia tiende a desarrollarse sus padres se muestran a favor de
las normas legales, se llevan a cabo una estrecha supervisión sobre los niños, y si
castigan los comportamientos socialmente desaprobados usando disciplinas de
cariño y orientación. Por el contrario, la creencia de la delincuencia es tiende a
fortalecerse si los niños han sido expuestos a actitudes y comportamientos
favorables a la delincuencia, especialmente por miembros de su familia y sus
amigos.

4) La cuarta etapa supone un proceso de decisión en una situación particular que


se verá afectada por los factores situacionales inmediatos. Si la motivación para
cometer el acto delictivo sobrevive a la tercera etapa, que esta se convierta en
realidad, en cada situación, dependerá de los costes, beneficios y probabilidades
del posible resultado.

5) Las consecuencias del delinquir influyen en la tendencia criminal y en los


cálculos costo-beneficio de futuros delitos.

Farrington, en base a los resultados obtenidos luego de la aplicación práctica de


su teoría en el London Longitudinal Project, concluye que los jóvenes
pertenecientes a familias de clase baja serán especialmente propensos a cometer
actos delictivos porque no podrán alcanzar legalmente sus metas u objetivos (en
parte por su tendencia a faltar a la escuela) y, posiblemente, porque valoran
altamente algunas metas. Los niños que han sido maltratados por sus padres
tendrán más probabilidad de cometer delitos porque no tienen adquiridos controles
internos sobre comportamientos desaprobados socialmente, mientras que los
niños pertenecientes a familias criminales y los que tienen amigos delincuentes
tienden a desarrollar actitudes en contra del sistema y a creer que la delincuencia
tiene justificación.

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TEORÍA DE LAS ACTIVIDADES RUTINARIAS

La teoría de las actividades rutinarias, Cohen y Felson, 1979, en el que se basará


lo que se expondrá. Mejorar las condiciones de vida no reduce la delincuencia
Cohen y Felson comienzan constatando que durante las últimas décadas se ha
producido una paradoja sociológica importante: las condiciones económicas y de
bienestar han mejorado sustancialmente y, sin embargo, la delincuencia no sólo
no ha disminuido sino que ha aumentado espectacularmente. Estos autores
consideran que la mejora de las condiciones de vida de la gente, eliminación de la
pobreza y aumento de la escolarización y del empleo, constituye un objetivo
político en si mismo, pero que la relación entre tales condiciones de vida y la
delincuencia no es directa.

Los cambios en las actividades rutinarias incrementan las oportunidades para el


delito como permanentes desplazamientos de un lugar a otro y el aumento del
tiempo que se pasa fuera de casa respecto a otras épocas. También han
cambiado las actividades rutinarias que tienen que ver con el movimiento de
propiedades, que ha aumentado considerablemente. Tal es el caso del dinero, que
es objeto de continuas transacciones, de pagos, de ingresos y de reintegros
bancarios. Se mueven también las propiedades visibles y materiales: los
vehículos, los artículos de consumo, etc.

En la teoría de las actividades rutinarias / de la oportunidad, se encuentran tres


espacios totalmente delimitados. En el primero se encuentran los cambios en las
actividades rutinarias de vida diaria: como son las transacciones bancarias, el
movimiento de propiedades, continuos desplazamientos, aumento del tiempo
pasado fuera de casa, confluencia de muchas personas en lugares públicos.

En el segundo espacio se encuentra el aumento de las oportunidades y de las


tendencias para el delito, como resultado de la convergencia en el espacio y en el
tiempo de tres elementos: delincuentes motivados, objetos victimas apropiados y
ausencia de 4 eficaces protectores.

El tercero es el espacio se encuentra el aumento de las tasas de criminalidad.

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La existencia de delincuentes motivados para el delito Los delincuentes deben
haber aprendido, además, las habilidades apropiadas para delinquir. La presencia
de objetivos o víctimas apropiadas: La presencia de objetivos o víctimas
apropiados, visibles, descuidados, descontrolados. Son muchas las razonas por
las cuales se les llega a calificar de víctimas.

 La existencia de delincuentes motivados para el delito: Los delincuentes


deben haber aprendido, además, las habilidades apropiadas para delinquir.
 La presencia de objetivos o víctimas apropiadas: La presencia de objetivos
o víctimas apropiados, visibles, descuidados, descontrolados. Son muchas
las razonas por las cuales se les llega a calificar de víctimas.
 La ausencia de eficaces protectores: Los autores se refieren aquí no solo,
ni principalmente, a la policía, según Felson, 1994, sino a cualquier
ciudadano capaz de protegerse a si mismo, de proteger a otros o de
proteger las propiedades, tanto propias como ajenas. Se pueden ser
eficaces en la protección a nosotros mismos, la propia familia y los amigos,
así como los ciudadanos desconocidos y también guardas jurados o
policías.

Si estos tres elementos confluyen en el espacio y en el tiempo se producirá un


aumento de las tasas de criminalidad con independencia de que aumenten o
disminuyan las condiciones sociales, como pobreza, desempleo, etc., que podrían
motivar a más gente para delinquir.

La ecología de las actividades rutinarias

En síntesis, cohen y Felson establecen que la probabilidad de delincuencia es


igual a una función multiplicativa de la existencia de delincuentes motivados, la
presencia de víctimas apropiadas y la ausencia de eficaces protectores.

La actividad delictiva tiene, de este modo, una naturaleza ecológica, de interacción


de elementos en el espacio tiempo, una interdependencia entre delincuentes y
víctimas.

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Actividades ilegales como el asalto a una farmacia, a una gasolinera o a un banco
se nutren de otras actividades legales: la existencia de farmacias de guardia por
las noches, o la existencia de bancos o de gasolineras, también juega un papel
decisivo en la delincuencia la estructura espacial y temporal de las actividades
legales rutinarias. Por ejemplo, influye sobre la menor o mayor probabilidad de que
se produzcan concretas acciones delictivas por la noche la manera como las
farmacias expenden los medicamentos, o los mecanismos utilizados por las
gasolineras para el cobro a los clientes. En definitiva, la estructura de las
actividades rutinarias legales determina cómo se organiza el delito en la sociedad
y cuáles son los lugares donde se produce con mayor frecuencia.

Dos son las principales vías de influencia de las actividades rutinarias sobre la
criminalidad.

a) Las actividades rutinarias facilitan a los delincuentes medios más efectivos para
delinquir. La organización social actual, marcada por la tecnología moderna,
ordenadores, automóviles, etc. Influye sobre los medios sofisticados de que
disponen los delincuentes para cometer delitos. Es verdad que la tecnología
también puede servir para evitar el delito, por ejemplo, mediante alarmas y
cámaras, pero parece que los delincuentes generalmente llevan la delantera en
cuanto a innovación tecnológica se refiere.

b) Las actividades rutinarias ofrecen nuevos objetivos y nuevas víctimas.

Es evidente que si en vez de permanecer en casa, como hacían las generaciones


pasadas, salen por la noche con mayor frecuencia, se tiene más posibilidades de
que sean atracados o sean agredidos. Felson y Cohen entienden por objetivos o
víctimas apropiados aquéllos que tienen un elevado valor material, joyas, un
banco, un vehículo, o simbólico por ejemplo, una violación por razones distintas a
la mera satisfacción sexual, o el asesinato de un personaje famosos. También son
apropiados aquellos objetivos visibles y accesibles: escaparates no protegidos o
muy llamativos, que presentan el lujo propio de los más pudientes, en
contraposición con la imposibilidad de algunas personas de acceder a su
consumo. Son víctimas apropiadas o atractivas aquellas que por su ocupación

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profesional, el vigilante nocturno de un parqueo de vehículos, o un taxista, o por su
descuido personal se ven más expuestas al delito. Otro factor que afecta a la
existencia de víctimas propicias es la movilidad. Cada día las personas pasan
muchas horas fuera de los hogares familiares, en compañía de extraños. Por
supuesto que no todos son delincuentes, pero cabe la posibilidad de que algunos
de ellos lo sean. Además, las personas se separan cotidianamente de sus
propiedades más valiosas, tales como la casa, sus vehículos, que de este modo
se convierten en posibles objetivos del delito, o bien, víctimas potenciales.

c) Felson y cohen sostiene que el nivel de criminalidad no está vinculado


sistemática y únicamente a las condiciones económicas de la sociedad. De esta
manera, la paradoja que produce la mejora de las condiciones de vida y el
aumento paralelo de la delincuencia es sólo aparente. Las mejoras sociales y
económicas de una sociedad pueden efectivamente disminuir la delincuencia,
aunque sólo la delincuencia de subsistencia, que constituye una mínima parte de
la delincuencia de contacto. Es posible que estas mejoras en las condiciones de
vida alteren los objetivos del resto de la delincuencia, pero no tiene que ser la
capacidad de reducirla.

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TEORÍA DEL PATRÓN DELICTIVO

A inicios de la década de los ochenta, Brantingham & Brantingham comenzaron a


trabajar en los movimientos (en el tiempo y el espacio) de las personas que
cometen delitos, desarrollando así la teoría de del patrón delictivo.

Los patrones delictivos locales pueden decirnos mucho acerca de cómo las
personas interactúan con su entorno físico y generan más o menos oportunidades
delictivas. La teoría del patrón delictivo, un componente central de la Criminología
ambiental, analiza cómo se mueven en el tiempo, el espacio de los sujetos y las
cosas involucradas en un delito. Coincidiendo con el enfoque de la actividad
rutinaria, esta teoría tiene tres conceptos principales: nodos, rutas y límites.
“Nodos”, un término proveniente del transporte, se refiere a desde dónde y hacia
dónde se trasladan las personas. No sólo se generan delitos en estos lugares,
sino también cerca de ellos.

Por ejemplo, un bar conflictivo puede generar más delitos fuera del local que en su
interior. De este modo, la palabra “nodo” expresa un sentido de movimiento y por
lo tanto aporta un significado adicional sobre la oportunidad delictiva.

Cada delincuente busca los objetivos del delito alrededor de los nodos de
actividad personal (tales como el hogar, la escuela o las zonas de ocio) y las rutas
entre ellos. Asimismo, las rutas seguidas por las personas en sus actividades
cotidianas están estrechamente relacionadas con los lugares donde son víctimas
del delito. Es por eso que la teoría del patrón delictivo presta tanta atención a la
distribución geográfica del delito y al ritmo de actividad diaria. Ello genera, por
ejemplo, mapas del delito según las horas del día y los días de la semana, y
permite relacionar el delito con los flujos de personas de camino al trabajo, la
salida de la escuela de los niños, el cierre de los bares o cualquier otro proceso
que mueva personas ente nodos y a lo largo de rutas.

El tercer concepto de la teoría del patrón delictivo, los límites, se refiere a los
confines de las áreas donde la gente habita, trabaja, compra o busca
entretenimiento. Algunos delitos –tales como ataques racistas, hurtos en

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comercios y atracos callejeros es más probable que ocurran en los límites, porque
en esos puntos coinciden personas de distintos barrios que no se conocen. La
distinción entre “propios” y “extraños” ayuda a subrayar la importancia de los
límites, dado que los propios normalmente cometen delitos más cerca de su
vecindario, mientras que los extraños consideran más seguro delinquir en los
límites y, a continuación, retirarse a sus áreas. Y, cosa más importante, los
teóricos del patrón delictivo y otros criminólogos ambientales han demostrado que
el diseño y la administración de las poblaciones, ciudades y áreas comerciales
pueden producir importantes cambios en los índices de criminalidad. Por ejemplo,
es posible reducir la criminalidad mediante la moderación del tráfico y la
orientación de las ventanas de forma tal que los vecinos puedan vigilar mejor sus
propias calles.

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TEORIA DEL DESPLAZAMIENTO DEL CRIMEN

El desplazamiento se produce cuando los agresores cambian su comportamiento


para evadir las acciones preventivas.

Es lo opuesto a la difusión de beneficios, es una trampa probable pero lejos de


ser inevitable, esta teoría ve el crimen como algo que se mueve alrededor de las
medidas en cinco formas principales:

1) el delito se mueve de un lugar a otro (geográfica)

2) el delito se mueve de un tiempo a otro (temporal)

3) el delito se dirige de un tipo de blanco a otro (blanco)

4) un método delictivo reemplaza a otro (táctico)

5) un tipo de crimen se sustituye por otro (tipo criminal)

En cada caso, la teoría asume que los agresores están obligados a delinquir, sin
importar los impedimentos que enfrenten. Para Felson & Ronald (1998), el delito
se puede prevenir reduciendo las oportunidades. De no ser así, nadie se tomaría
la molestia de adoptar ciertas precauciones rutinarias como, por ejemplo, cerrar
los coches y casas con llave, guardar el dinero en lugares seguros, aconsejar a los
niños que eviten a los desconocidos y vigilar la casa de los vecinos cuando no
están. De hecho, tomamos todas estas precauciones cada día de nuestras vidas.
Estas acciones podrían a veces desplazar el riesgo de ataque delictivo a otros
objetivos. Para que esto no ocurra y conseguir mayores reducciones generales de
los riesgos delictivos, la policía, el gobierno y otras instituciones deberían poner en
marcha acciones más amplias encaminadas a reducir las oportunidades, una idea
similar orienta muchos enfoques para la prevención del delito, entre ellos:

• Métodos policiales orientados a la resolución de problemas.

• Arquitectura de espacios defendibles.

• Prevención del delito mediante el diseño ambiental.

• Prevención situacional del crimen.


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Estos autores afirman que la reducción de las oportunidades no suele desplazar
el delito., todas estas formas de reducir las oportunidades de delinquir se han
enfrentado a la misma objeción: no hacen más que cambiar el delito de lugar, pero
no lo evitan., esta teoría del “desplazamiento” considera que el delito es trasladado
básicamente de cinco modos:

1. El delito puede ser trasladado de un lugar a otro (desplazamiento geográfico).

2. El delito puede ser trasladado de un momento a otro (desplazamiento


temporal).

3. El delito puede ser desviado de un objetivo hacia otro (desplazamiento del


objetivo).

4. Un método de comisión del delito puede ser substituido por otro


(desplazamiento táctico).

5. Un tipo de delito puede ser substituido por otros (desplazamiento del tipo de
delito).

En cada caso, se parte de la base de que los delincuentes deben cometer un


delito, independientemente de los impedimentos que deban afrontar . Cualquiera
que sea la base no tiene en cuenta el importante papel causal de la tentación y la
oportunidad. Incluso en el caso de los delincuentes más comprometidos, la teoría
del desplazamiento atribuye demasiada poca importancia al papel causal de la
oportunidad. En muchos casos, las medidas preventivas disuaden a los
delincuentes de realizar actividades delictivas adicionales. También pueden tener
efectos positivos considerados en:

• Reducir la delincuencia más allá del foco de las medidas, lo que se conoce
como difusión de beneficios; y

• Reducir la delincuencia antes de que la medida sea realmente implantada,


conocido como beneficios anticipados. Sin embargo, las medidas preventivas no
siempre logran los efectos deseados, algunas veces porque los delincuentes no
están advertidos de las medidas establecidas. Por ejemplo, los criminales pueden

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continuar delinquiendo frente a la cobertura policial porque no perciben que el
riesgo se ha incrementado. En otros casos, los delincuentes pueden ajustarse
negativamente a las medidas implantadas. Esos ajustes negativos incluyen el
desplazamiento y la adaptación a largo plazo.

• El desplazamiento ocurre cuando los agresores cambian su comportamiento


hacia otras acciones delictivas. El desplazamiento es lo opuesto a la difusión de
beneficios. Es una trampa probable pero lejos de ser inevitable. Varias revisiones
muestran que muchos programas de prevención situacional tienen poca o ninguna
evidencia de desplazamiento y, cuando se encuentra, raramente compensa las
ventajas de la prevención

. • La adaptación se refiere a un proceso de largo plazo donde la población


criminal en su conjunto descubre nuevas vulnerabilidades después de que las
medidas preventivas han permanecido por un tiempo.

CONCLUSION

Desde mi punto de vista el delito es el producto de una interacción entre la


persona y el entorno físico teniendo en cuenta el estudio de los escenarios del
delito, no sólo podemos comprender los actos delictivos de un modo más
completo, sino que también podemos obtener más conocimientos sobre los
patrones y las tendencias delictivas.

GLOSARIO

DELITO: Es un comportamiento que, ya sea por propia voluntad o por


imprudencia, resulta contrario a lo establecido por la ley.

DESPLAZAR: Mover o trasladar a una persona o una cosa de un lugar a otro.

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Bibliografía
burrueco gallardo, pedro javier;. (30 de 06 de 2015). desplazamiento del delito. Recuperado el
2016 de 12 de 12, de crimipedia: http://crimina.es/crimipedia/topics/desplazamiento/

Lawrence E. Cohen y Marcus Felson. (1979). TEORÍA DE LAS ACTIVIDADES RUTINARIAS.

Marcus Felson. Ronald V. . (1998). "La oportunidad hace al Ladrón" Teoría práctica para la
prevención del delito. (M. D. Felip, Trans.) Londres.

Serrano, J. J. (s.f.). criminalistica.mx. Recuperado el 12 de 12 de 2016, de perfil geografico criminal:


http://criminalistica.mx/areas-forenses/psicologia-y-psiquiatria/1512-el-perfil-geografico-
criminal

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