Vous êtes sur la page 1sur 6

25/07/2011 - PENAL

273-2011

Doctrina

Cuando en una acusación se señala un hecho del que pueden desprenderse más
de un delito, no acreditar parcialmente la imputación, no impide que aquella parte
acreditada pueda subsumirse en un tipo delictivo.

Este es el caso, cuando habiéndose imputado dos delitos, los hechos acreditados
alcanzan para subsumir uno, el de allanamiento, razón por la cual no puede
absolverse al acusado por no haberse acreditado uno de ellos.

El artículo 183 del Código Procesal Penal establece, que los hechos pueden
acreditarse por cualquier medio de prueba, sin que sea razonable negarse
acreditarlos con el argumento de que no se dio un medio específico para
probarlos. Este es el caso cuando, la calidad de agente fiscal del Ministerio
Público no se acreditó con el nombramiento respectivo, pero se acreditó que en su
condición de tal ordenó al auxiliar fiscal y a la oficial de la fiscalía, que allanaran
una habitación de hotel, sin autorización legal y contra la voluntad del morador.

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, CÁMARA PENAL: Guatemala, veinticinco de


julio de dos mil once.

Se resuelve el recurso de casación interpuesto por el MINISTERIO PÚBLICO,


contra la sentencia dictada por la Sala Sexta de la Corte de Apelaciones del Ramo
Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente, el ocho de febrero de dos mil
once, dentro del proceso seguido contra Gerson Edgar De León Posadas, por el
delito de abuso de autoridad y allanamiento ilegal.
I ANTECEDENTES

1. HECHOS ACREDITADOS: a) El tres de enero de dos mil seis, a las ocho horas
con quince minutos, el procesado dio instrucciones a un auxiliar fiscal y a la oficial
de la fiscalía para que se constituyeran en el hospedaje que funciona en el Centro
Cultural Municipal de Playa Grande, Ixcán. Ordenó al auxiliar fiscal para buscar a
la encargada de recoger, lavar y planchar la ropa de los que se hospedan, para
que abriera la habitación número diez, lugar donde habitaba el psicólogo de la
fiscalía municipal. b) al presentarse al lugar la encargada de recoger, lavar y
planchar la ropa de las personas que se hospedan en el lugar, para que con las
llaves que ella posee abriera la puerta de la habitación número diez, por
instrucciones del acusado, la oficial de la fiscalía Ana Maritza Taquín Rodríguez
procedió a faccionar el libro de actas de la fiscalía de esa localidad, en el que se
documenta que en la habitación número diez se encontraba durmiendo el
licenciado Luis Raúl Sánchez Estrada.

2. FALLO DEL TRIBUNAL DE SENTENCIA: el Tribunal Primero de Sentencia


Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente del departamento de Alta
Verapaz, el ocho de septiembre de dos mil diez, por unanimidad, absolvió al
acusado de los delitos por los cuales se le acusó, argumentando que únicamente
se pudo determinar que el acusado estuvo presente en el momento y lugar de los
hechos a través de un acta, pero en ningún momento ésta sirvió para señalar
determinada conducta del acusado, por lo que en la dilación del debate no se
contó con medios de prueba que dieran por acreditados los hechos que se le
atribuyen al sindicado. Concluyó el tribunal que con los medios de prueba
presentados, lo único que generó para ese tribunal fue duda razonable y por ley
ésta le favorece al procesado, pues no fue posible acreditar su participación en los
hechos imputados.

3. RECURSO DE APELACIÓN ESPECIAL: contra lo resuelto por el tribunal de


sentencia, el Ministerio Público, interpuso recurso de apelación especial por
motivo de forma, presentando tres motivos de anulación formal, denunció
inobservancia del artículo 385 del Código Procesal Penal, argumentando que se
violó el principio de razón suficiente y principio de no contradicción en las
declaraciones de Luis Raúl Sánchez Estrada (agraviado), Olivia Juc Pitan
(encargada de la limpieza); Ana Maritza Maquin Rodríguez y Rubén Wilfredo
Milián Juárez (oficial y auxiliar fiscal, respectivamente), en donde se puede
establecer la participación y responsabilidad del acusado y en los documentos
consistentes en acta número uno guión dos mil seis, contrato de arrendamiento
suscrito entre la administradora del Centro Cultural Municipal de Playa Grande
Ixcan y el jefe del departamento de recursos humanos del Ministerio Público y la
constancia laboral del sindicado. Se infringió el artículo 388 del citado cuerpo
legal, ya que se violentó el principio de congruencia al consignar en la literal a) del
apartado de la determinación precisa y circunstanciada del hecho acreditado que
el procesado tiene la calidad de funcionario público. Por último, señaló infringido el
artículo 390 del Código Procesal Penal, pues no se cumplió con la obligación de
dar lectura a la sentencia y entregar las copias respectivas.

4. SENTENCIA DE LA SALA DE APELACIONES: La Sala Sexta de la Corte de


Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente, el ocho
de febrero de dos mil once, al realizar el estudio correspondiente, para los motivos
de forma planteados, estimó que se aplicó la sana crítica razonada en la sentencia
impugnada, así como los principios de no contradicción y razón suficiente, ya que
de los elementos de prueba valorados en forma lógica, no se acreditó la calidad de
funcionario del procesado, por lo que tal circunstancia imposibilitó al Tribunal
encuadrar la conducta a los tipos penales de allanamiento ilegal y abuso de
autoridad, atribuyó la deficiencia al ente acusador. Para la denuncia del artículo
388 del Código Procesal Penal, la Sala consideró que, el tribunal sentenciador no
incurrió en una errónea aplicación de la norma, pues en ningún momento el
tribunal pretendió probar (sic) si el sindicado dio instrucciones para que el hecho
se ejecutara como lo indica el apelante, así como también el ente acusador no
acreditó la calidad que ostentaba el acusado en el momento en que ocurrieron los
supuestos hechos. Por último, al conocer de la inobservancia del artículo 390 del
Código Procesal Penal, constató que en el folio 139 de la pieza de primera
instancia, se establece la notificación de la sentencia en forma escrita, además
que en la interposición del recurso, el apelante indicó que se dio por bien
notificado, configurando la aceptación expresa contemplada en el artículo 171 del
ya mencionado cuerpo legal.

II RECURSO DE CASACIÓN

El Ministerio Público interpone recurso de casación por motivo de forma, e invoca


como caso de procedencia el contenido en el numeral 6 del artículo 440 del
Código Procesal Penal. Denuncia como norma infringida el artículo 11 Bis del
mismo cuerpo legal, afirma que la Sala dictó un fallo que adolece del requisito
formal de validez, como es la fundamentación, pues en su escrito de apelación
especial denunció la violación a la sana crítica razonada (artículo 385),
específicamente la ley de la lógica en sus principios de razón suficiente y de no
contradicción, pues el a quo emitió pronunciamientos contradictorios como, el no
haberse acreditado la calidad de funcionario del procesado, y al no haber la
resuelto Sala ese agravio le deja en un estado de indefensión.

III ALEGACIONES

Con ocasión del día y hora señalados para la vista pública, la entidad casacionista
presentó sus alegatos por escrito.

CONSIDERANDO

El requisito de fundamentación consiste en mostrar al sindicado y al pueblo que se


ha estudiado el fondo del asunto, por lo que los jueces deben de cumplir con
otorgar las razones lógicas, coherentes y en una forma sencilla el por qué de la
resolución, siempre actuando con respeto al ámbito de la acusación, los hechos
de la causa y a las reglas de valoración de la prueba.

En el presente caso, se establece que existe falta de fundamentación de la


sentencia dictada por la Sala de Apelaciones, al confirmar la del a quo, pues es
evidente la contradicción entre los hechos acreditados y la decisión de absolver
por los dos delitos imputados, pues quedó probado, y así lo reconoce el tribunal
sentenciante que, el sindicado Gerson Edgar de León Posadas, dio instrucciones
al auxiliar fiscal Rubén Wilfredo Milián Juárez y a la oficial de la fiscalía Ana
Maritza Maquin Rodríguez, para que buscara a la encargada de limpieza, para
abrir la habitación del agraviado, con el propósito de constatar que la víctima se
encontraba durmiendo, hecho que lo necesitaba como medio de prueba para
acreditar el incumplimiento de las obligaciones de la víctima, en tanto funcionario
del Ministerio Público. De ahí que, existe irrazonabilidad en la afirmación que no
se acreditó la calidad de funcionario público que ostentaba el procesado al
momento de la ejecución de los hechos que se le imputan, con la consideración
que, no se contó con un medio de prueba que acredite la calidad o cargo que tenía
el procesado en el momento de la ejecución de los hechos. El Tribunal se basó
para tal conclusión en la inexistencia de un documento formal que probara el
carácter de agente fiscal del sindicado, sin realizar el razonamiento que permitía
extraer de los hechos acreditados esa condición.

Por otra parte, aún cuando fuera razonable estimar que no se acreditaba esa
condición de funcionario público, que no lo es, el Tribunal no puede fundamentar
por qué dejó sin sanción el delito de allanamiento, cuando de los hechos
acreditados aparece que es el sindicado el responsable de que los funcionarios
subalternos, hayan ingresado a la habitación de la víctima sin orden de juez
competente. Por todo lo anterior, se concluye que la sentencia de la Sala ha
incumplido con la obligación que le impone el artículo 11 Bis del Código Procesal
Penal de fundamentar su fallo, y por lo mismo, debe declararse procedente el
recurso de casación interpuesto por motivo de forma.

DISPOSICIONES LEGALES APLICADAS

Artículos citados, 1, 2, 12, 203, 204, 211 de la Constitución Política de la


República de Guatemala; 5, 7, 11, 11 Bis, 16, 20, 21, 37, 43 numeral 7, 50, 160,
166, 437, 438, 439, 440, 442 del Código Procesal Penal; 1, 9, 16, 57, 58, 74, 75,
76, 79 inciso a, 141 inciso c, 142, 143, 147 y 149 de la Ley del Organismo Judicial.
POR TANTO

LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, CÁMARA PENAL, con base en lo


considerado y leyes aplicadas, al resolver DECLARA: I. PROCEDENTE el recurso
de casación por motivo de forma, interpuesto por el Ministerio Público, en contra
de la sentencia dictada por la Sala Sexta de la Corte de Apelaciones del ramo
Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente, el ocho de febrero de dos mil
once. II. En consecuencia, anula la sentencia dictada por la Sala, debiendo
pronunciar otra, sin los vicios apuntados. III. Notifíquese y con certificación de lo
resuelto, devuélvase los antecedentes a donde corresponda.

César Ricardo Crisóstomo Barrientos Pellecer, Magistrado Vocal Segundo,


Presidente de la Cámara Penal; Gustavo Adolfo Mendizábal Mazariegos,
Magistrado Vocal Cuarto; Héctor Manfredo Maldonado Méndez, Magistrado Vocal
Quinto; Gustavo Bonilla, Magistrado Vocal Décimo Tercero. Jorge Guillermo Arauz
Aguilar, Secretario de la Corte Suprema de Justicia.

Vous aimerez peut-être aussi