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LOS MOVIMIENTOS SOCIALES

Ensayo
INTRODUCCIÓN

Los movimientos sociales se incluyen en la categoría de los “actores políticos


colectivos” ya que a pesar de las grandes diferencias que éstos mantienen
con los partidos políticos y los grupos de presión o interés, los actores
políticos colectivos comparten: una relativa estabilidad organizativa; una
comunidad de objetivos, ideas e intereses entre sus miembros; una línea de
acción coordinada y organizada; y, finalmente, la voluntad de intervenir en la
política incidiendo así en la gestión de un conflicto social.

Con todo, es obvio que los movimientos sociales se distinguen de partidos


y grupos en muchos rasgos, entre los que cabría destacar: su débil
estructuración orgánica; su discurso, generalmente temático o transversal; su
ámbito preferencial de intervención, que suele ser la política no
convencional o contenciosa; su orientación hacia el poder, que suele ser
conflictiva; y la naturaleza de sus recursos, que no suele ser mayoritariamente de
carácter material, sino de carácter simbólico –como la cohesión emocional, la
disciplina y el compromiso de sus miembros.
LOS MOVIMIENTOS SOCIALES

Los movimientos sociales son manifestaciones de tipo colectivo que tienen algún
grado de repercusión en la manera en que se desenvuelve la sociedad en un
momento específico. En algunos casos, los movimientos sociales pueden ser
extremadamente relevantes en lo que respecta a los cambios que pueden
acarrear, generando un quiebre en la historia y dejando un legado de enorme
importancia para el futuro; un ejemplo al respecto puede encontrarse en la
Revolución Francesa, revolución que significó un quiebre abrupto con una
sociedad estamental y que dio lugar a valores burgueses y a una concepción
democrática y republicana de la política. Cada época tiene sus movimientos
sociales, pero solo en algunas oportunidades los mismos tienen una trascendencia
de esta tesitura.

Como estructuras de cambio social, surgieron históricamente como consecuencia


de distintas crisis sociales y presentaron distintas orientaciones ideológicas: tanto
revolucionarias como reaccionarias, y todos los estadios intermedios hasta los
marginados, a veces identificados con un campo político más o menos concreto, y
en otras ocasiones de forma interclasista y multipartidista.

Algunos ejemplos de estos movimientos son el movimiento feminista, el


movimiento ecologista, el movimiento obrero, el movimiento pacifista o
antimilitarista, o, más reciente en su surgimiento, el movimiento okupa y el
movimiento antiglobalización.

En una sociedad, los cambios distan de ser fulminantes, se van gestando con el
paso de los años y en algún momento determinado hacen una eclosión hacia la
superficie. Es así como el clima se va preparando en distintos niveles, como por
ejemplo, el filosófico, el político, el económico, etc. Cuando estas nuevas
concepciones en lo que respecta al comportamiento que debe tener la sociedad
son asimiladas por la mayoría de la población, llega un punto en que existe una
expresión concreta en nuevas instituciones y nuevas formas de organización.

Es importante considerar que no necesariamente los movimientos sociales tienen


un carácter definitivo; existen muchos casos en donde una nueva valoración
proveniente de la sociedad que se expresa en nuevas instituciones finalmente
queda eclipsada por el paso del tiempo. Un ejemplo de esta circunstancia quizá
pueda ofrecerlo el comunismo.
Los movimientos sociales muchas veces son liderados por grupos de menor
tamaño que son los encargados de hacer conocer nuevas ideas, de mantener
valores que podrían considerarse como novedosos o como poco considerados
dentro de un grupo humano. En estos casos existe lo que podría concebirse como
una masa crítica de individuos que tendrán un rol protagónico en lo que luego será
una mayor aceptación social.

En términos generales, un movimiento social es un tipo de acción colectiva, que


intencionalmente busca modificar los sistemas sociales establecidos o defender
algún interés material, para lo cual se organizan y cooperan con el propósito de
desplegar acciones públicas en función de esas metas o reivindicaciones.

Aparte de ser organizaciones expresivas de determinadas demandas y


necesidades colectivas que las instituciones políticas formales (partidos políticos)
no logran canalizar ya sea porque no tienen la capacidad mediadora, porque no
tienen contacto con la sociedad subalterna o porque están en contra de esa
demanda, son también sistemas organizativos de participación social, de
formación de discursos identitarios y de elaboración de propuestas capaces de
afectar la arquitectura institucional de los Estados.

En ese sentido, de manera más rigurosa se puede hablar de los movimientos


sociales (MS) como actores colectivos plurales conformados por una variedad de
organizaciones dotadas de intereses propios, que se proponen definir un objetivo
común, un cambio social, cultural o político, que permita que sus intereses sean
reconocidos.

En su fase inicial de formación los movimientos sociales clásicos en América


Latina tuvieron una fuerte influencia anarquista, a través de la migración europea,
principalmente italiana y española, de fines del siglo XIX y comienzos del XX.
Estos inmigrantes anarquistas, básicamente artesanos y trabajadores de
pequeñas actividades económicas, se dirigieron principalmente hacia las zonas
urbanas, formando las primeras levas de movimientos obreros.

A partir de la Primera Guerra Mundial y posteriormente durante los años veinte, la


expansión de las manufacturas en la región crea condiciones para el surgimiento
de un proletariado industrial, que tendrá su pleno desarrollo con los procesos de
industrialización de la década 1930.

Estos movimientos anarquistas tuvieron su auge en toda la región entre 1917 y


1919, años en los que se organizaron huelgas generales bastante significativas
que abrieron un proceso de sindicalización del movimiento obrero, como el caso
de Perú en 1919, Brasil en 1917, Argentina en 1918 y México en el mismo
periodo. Se crea un clima político generalizado favorable a la huelga general como
forma de lucha principal, a pesar de que en algunos casos éstas no tenían un
objetivo claro o buscaban una especie de disolución del Estado. En esta fase se
consiguieron avances importantes en las luchas sociales y sindicales, colocándose
en el eje de las luchas reivindicaciones específicas como la reducción de la
jornada a ocho horas por día así como mejoras salariales y de condiciones de
trabajo y de vida de los obreros.

Actualmente en México se encuentran numerosos movimientos sociales los cuales


incluyen huelgas, movimientos armados, movimientos pacíficos, movimientos
revolucionarios, movimientos izquierdistas, etc.

Uno de los factores principales han sido la implantación de leyes que atentan la
libertad de expresión, la solidaridad o la equidad así como la lucha por combatir
problemas como el narcotráfico, el control de los medios masivos de
comunicación, las crisis alimentarías y las crisis económicas.

Uno de los movimientos mas conocidos a nivel mundial, ha sido a lo largo de las
historia uno de los mas grandes y la lucha ha durado varios años, este movimiento
es el movimiento obradorista encabezado por Andrés Manuel López Obrador, este
movimiento netamente mexicano tiene como objetivo lograr el cumplimiento de la
carta magna del país en cuanto a el derecho del voto y otros mas como las tierras,
las reformas agrarias e implantar nuevas leyes que beneficien y acrecienten la
libertad de expresión y la libertad de pensamiento ya que para la mayoría México
sigue siendo un país conservador.

En los últimos años han aparecido también los llamados “nuevos movimientos
sociales”, que son por ejemplo los Indignados en España y Grecia, producto de la
crisis en Europa. Pero esto también se ha manifestado en otras regiones. Por
ejemplo, de una manera similar a los Indignados, aunque con una característica
más propia a la cultura estadounidense, apareció el movimiento Ocupy Wall
Street, que tiene otros ejemplos o émulos en otras regiones del mundo pero que
son principalmente movimientos del Norte.

Un movimiento muy importante que apareció recientemente fue la denominada


Primavera Árabe, marcada por la revolución tunecina y egipcia y por movimientos
en otros países del Magreb y del Mashrek. Hay movimientos que, aunque
aparezcan muy localizados en distintos países, tienen una vinculación entre ellos:
se trata principalmente de los movimientos de los jóvenes estudiantes por los
derechos a la educación en Chile, Quebec, Colombia o México. Estos
movimientos, que están en general dinamizados por los sectores más jóvenes, se
apoyan en las nuevas redes de comunicación -sobre todo en Internet y redes
como Facebook, Twitter y otros sistemas de comunicación por teléfonos celulares-
que permiten una comunicación mucho más horizontal, más fluida y al mismo
tiempo con nuevas formas de eficacia social.

Quizás lo que más caracteriza a estos “nuevos movimientos sociales” es el


distanciamiento que tienen con los liderazgos políticos y con los sistemas políticos.
Aparece allí un abismo entre la práctica de los movimientos sociales y sus
representantes en los sistemas políticos vigentes. Esto es evidente en los niveles
nacionales y las instituciones propias al Estado-nación, pero también se manifiesta
a nivel mundial porque no existen hoy representaciones políticas transnacionales
de esos movimientos.

Es por eso que los movimientos sociales expresan principalmente un sentimiento


de rebelión. Muchos buscan cambios de la manera más rápida posible, pero se
mantienen dispersos y no son capaces de consolidarse en cambios de regímenes
políticos ni de inventar una nueva institucionalidad. Éste es quizás uno de los
mayores desafíos para la gobernanza mundial de nuestros días: poder articular
estos movimientos sociales con los nuevos actores políticos institucionales que
permitan superar las crisis y darle más consistencia a los cambios y a las
transformaciones de los sistemas de gobernanza, no sólo a nivel nacional,
regional o continental, sino también mundial.
CONCLUSIÓN

Existen enormes aspectos de nuestra vida cotidiana que hoy tomamos como algo
normal y que en realidad fueron la consecuencia de movimientos sociales que en
algunos casos implicaron procesos de gran conflicto. La democracia, los derechos
laborales, la división de poderes son todas posibilidades que cristalizaron gracias
a distintos movimientos sociales.

Es de esperarse que esta circunstancia continúe manifestándose en el tiempo,


aunque todavía es difícil de ver qué tipo de cambio de relevancia podría gestarse
en este sentido en el futuro.

Los movimientos sociales actuales demuestran la incapacidad del gobierno de


realizar de manera certera y firme sus funciones, no lo hacen de forma veraz.

Sin embargo por encima de todos los prejuicios, en estos siempre nos
encontraremos incluidos nosotros y nuestro bienestar.

El objetivo de miles de estos movimientos sociales es la defensa de los derechos


humanos, la libertad, la igualdad y la fraternidad, la mayoría de ellos son
socialistas.

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