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INTRODUCCIÓN AL CRISTIANISMO II

2018_1
Hno. Lic. Alexandre José Rocha de Hollanda Cavalcanti

Texto 02: La economía sacramental


1. Sacramentos e Iglesia
A partir de Pentecostés los Apóstoles comenzaron a ejercer la potestad de ministrar los
sacramentos, conferida por Cristo durante su presencia entre los hombres, inaugurando un
tiempo nuevo, durante el cual el Señor actúa en la Iglesia por los sacramentos. A esto la
tradición llama la “economía sacramental”, que consiste en la dispensación y comunicación
de los frutos del misterio pascual de Cristo en la liturgia sacramental de la Iglesia1. En el
Catecismo, la única palabra para describir la acción sacramental es «celebración», calificada
como eclesial.
La Lumen gentiun (11) afirma que la Iglesia actualiza su carácter sagrado por medio de
los sacramentos y de las virtudes. Así los sacramentos son acciones de la Iglesia, cuyo efecto
recae de forma individual sobre cada sujeto que lo recibe y actúan sobre la vitalidad de toda la
Iglesia, incorporando cada vez más, por la “economía sacramental”, a los fieles con Cristo y
por ende con la Iglesia. El bautismo incorpora a los creyentes a la Iglesia, la confirmación los
une más íntimamente a la Iglesia, y la eucaristía los inserta plenamente en el cuerpo de Cristo2,
que es la Iglesia3.
2. Obra de Cristo en la liturgia
En la liturgia eclesial Cristo actualiza y realiza su misterio pascual, con el cual destruyó
a la muerte y mantiene permanentemente presente el acontecimiento de su muerte redentora y
gloriosa resurrección.
El Catecismo enseña que en la liturgia terrena “pregustamos y participamos en la
liturgia celestial que se celebra en la Ciudad Santa [...] donde Cristo está sentado a la derecha
del Padre”4.
3. Liturgia y acción pneumatológica
El Espíritu Santo puede ser considerado como alma de la Iglesia, principio de vitalidad
interior desde su origen y a lo largo de su edificación.
El Espíritu Santo realiza en la economía sacramental las figuras de la Antigua Alianza,
haciéndolas suyas y utilizando algunos elementos cultuales veterotestamentarios:
• Lectura del Antiguo Testamento
• Oración de los Salmos
• Memoria de los acontecimientos salvíficos que encontraron su cumplimiento en
el misterio de Cristo.
Por eso la Iglesia, especialmente durante los tiempos de Adviento, Cuaresma y muy
particularmente en la vigilia Pascual, relee y revive todos los acontecimientos salvíficos
veterotestamentarios en el “hoy” de la liturgia.

1
Cf. CEC n. 1076.
2
LG 11 y PO 5.
3
Cf. ARNAU, Ramón. Tratado general de los Sacramentos. Madrid: BAC, 2007, pp. 194-195.
4
CEC n. 1099.

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4. El Misterio Pascual en los sacramentos de la Iglesia
La Constitución Sacrosanctum concilium (6) enseña que toda la vida litúrgica de la
Iglesia gravita en torno al sacrificio eucarístico y a los sacramentos. Es enseñanza magisterial
que todos los sacramentos de la nueva Ley fueron instituidos por nuestro Señor Jesucristo.5
Los sacramentos son fuerzas que brotan del Cuerpo de Cristo y por eso son necesarios
para la vida del hombre y de la Iglesia. El Concilio de Trento define los sacramentos que son
necesarios para la salvación:
a. Sacramentos de necesidad estricta: Bautismo y Penitencia (ésta para los que pecaron
después del Bautismo).
b. Sacramentos de necesidad condicionada a ciertas circunstancias de la vida:
Confirmación, Matrimonio y Orden.
c. La Eucaristía y la Unción de los Enfermos, en las circunstancias normales de la vida
cristiana adulta, también se hacen necesarios para la salvación.

5
Cf. Concilio de Trento. DS 1600-1601.

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