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(I)
CODA
“El dinero es tanto una religión como la negación de la religión,
porque el complejo del dinero está motivado por nuestra necesidad
religiosa de redimirnos (llenar nuestro sentido de carencia). En
términos budistas, los resultados demoníacos del sentido del yo que
intenta hacerse real (es decir, objetivarse) aferrando lo espiritual en
este mundo. Esto sólo puede ser hecho inconscientemente, es decir,
simbólicamente. Hoy en día, nuestro símbolo más importante es el
dinero. Schopenhauer remarca que el dinero es la felicidad humana en
abstracto; en consecuencia, la persona que ya no es capaz de ser feliz
concretamente, pone todo el corazón en el dinero. Es cuestionable si
realmente hay algo como la felicidad en abstracción, pero la segunda
mitad es cierta: en la medida en que uno se preocupa por la felicidad
simbólica, no vive para la felicidad concreta. La dificultad no es con el
dinero como medio de intercambio conveniente, sino con el "complejo
del dinero" que surge cuando el dinero se convierte en el objeto
deseado – es decir, deseable en sí mismo. ¿Cómo sucede esto? Dado
nuestro sentido de la carencia, ¿cómo podría dejar de suceder?”( David
R. Loy)
El dinero y el azúcar
Por: Luis Antonio Azócar Bates | Martes, 20/02/2018 08:49
AM | Versión para imprimir
«♦♦♦»Dedicado a los perversos hijos de Mamona responsables,
Permítase aducir unos cuantos textos que son (o deberían ser) muy
conocidos por los cristianos, aunque quizá no tanto por los usuarios
creyentes de este portal (Aporrea).
"¡Ay de vosotros, los ricos y los que estáis hartos ahora!" (Lc 6,24-
25)...
"Es más fácil enhebrar una aguja con una soga de barca que el que
un rico entre en el reino de Dios" (Mc 10,25)...
"¿No son los ricos y los que os tratan despóticamente y los que os
arrastran a los tribunales? ¿No son ellos los que blasfeman el
hermoso nombre [de cristianos] con que os apellidáis?... Llorad
vosotros, ricos, dad gritos por las desventuras que os van a venir.
Vuestra riqueza se ha podrido, y vuestros vestidos se han
apolillado. Vuestro oro y vuestra plata se han enmohecido, y su
moho servirá de testimonio contra vosotros y devorará vuestras
carnes como fuego. El jornal defraudado a los trabajadores que
siegan vuestros campos clama al cielo, y ese clamor ha llegado a los
oídos del Señor de las multitudes..." (Sant 2,6-8 y 5,1-4)
"El rico se las da de sabio"(Pr 28,11)
Por tanto: de un medio que es a la vez tan útil y tan peligroso, el ser
humano solo debe tomar aquello que sea indispensable para las
utilidades prácticas del dinero, como ocurre con tantas otras realidades
de la vida: pensamos, por ejemplo, en el alcohol, del que la Carta a
Timoteorecomienda una dosis moderada .Pensemos también en el
azúcar, que es indispensable en dosis moderadas, pero encierra graves
peligros por ambos lados: el de una hipoglucemia (por carencia de él)
o el de una hiperglucemia (en dosis excesivas). El dinero es, en este
sentido, hermano gemelo del azúcar.
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