Vous êtes sur la page 1sur 2

Llamamiento a la clase obrera y al pueblo de Madrid

La Coordinadora de Organizaciones Republicanas de Madrid, ante el gravísimo ataque a


los derechos de trabajadoras y trabajadores, decretado por el Gobierno, y la convocatoria de
Huelga General, hace los siguientes planteamientos:

1. Ni aquí, ni en otros países, habrá “brotes verdes” para la clase obrera y los sectores
populares. El capitalismo, como sistema general, está en la más grave crisis de su
historia. Los grandes poderes económicos del mundo, y los gobiernos a cuyos intereses
sirven como sus auténticos consejos de administración, han decidido poner directamente
a su servicio los fondos públicos. Pretenden que, como en otras grandes crisis, se
destruya el 40 % de las empresas “no competitivas” y sus empleos, se reduzcan salarios
y pensiones a los límites de la subsistencia en el resto y funcione libremente la
competencia entre estados para ofrecer menores impuestos al capital y menores
derechos sociales y laborales.
2. El capitalismo español continúa siendo atrasado, dependiente y corrupto, subordinado al
imperialismo euro-estadounidense. Los sucesivos ejecutivos del PSOE y el PP han
gobernado para la oligarquía y propiciado la extensión de la corrupción en todos los
aparatos del Estado y desde la Casa Real a los Ayuntamientos. Desde la mal llamada
reconversión industrial de 1984, han liquidado industrias públicas cuya competencia no
interesaba al gran capital europeo, han privatizado la banca pública y todas las empresas
que proporcionan servicios estratégicos y está muy avanzada la de la sanidad y la
educación. Se han sucedido las contrarreformas fiscales y laborales haciendo del Estado
español el paraíso para los impuestos sobre el capital y el infierno para los derechos
sociales y laborales. No contento con ello, y mientras deja sin tocar o incluso incrementa
los presupuestos de la monarquía, de la iglesia católica o de los gastos militares y de
policía, el gobierno de Zapatero ha decretado un nuevo ataque sin precedentes en los
últimos 30 años y además anuncia otros como el “pensionazo”.

3. A pesar de que la respuesta obrera europea no está todavía a la altura de los tremendos
ataques que los gobiernos – sobre todo los del sur y el este de Europa – pretenden llevar
a cabo, las movilizaciones están siendo muy importantes y van creciendo. En Grecia,
Francia, Italia, Portugal y hasta en Rumania las huelgas generales y las manifestaciones
de millones de trabajadores y trabajadoras se suceden, y la participación y combatividad
aumentan.
4. ¿Qué sucede en el Estado español, vergonzoso campeón de la UE en paro, precariedad,
privatizaciones y accidentes laborales y donde se han sucedido las reformas laborales
más salvajes, para que todo ello se haya producido sin apenas respuesta popular? ¿Cómo
es posible que una clase obrera que durante la lucha contre la Dictadura era la
vanguardia de Europa en cuanto a organización y combatividad, se caracterice ahora por
el individualismo y el miedo, el sentimiento de derrota y la impotencia?
5. Frente a la capacidad de lucha que caracterizó al movimiento obrero y popular sobre
todo en los últimos años de la Dictadura, desde la Transición y los Pactos de la Moncloa
se cambió de registro y se instauraron la claudicación, el consenso y la paz social como
mecanismos de resolución de los conflictos. Claudicación, consenso y mordaza social
que fueron indispensables para perpetuar a los herederos del franquismo en los aparatos
del Estado y para asegurar a la burguesía tres décadas de acumulación de beneficios, a
partir de la intensificación de la explotación. Consenso y paz social por las alturas,
convertido en silencio de los corderos ante la brutalidad de la agresión, cuando por abajo
los trabajadores lo que recibían y reciben es la violencia del despido, del desahucio, de
la negación de derechos y de la falta de futuro.

6. Esta situación nos conduce individual y colectivamente a la barbarie y a la


autodestrucción, y no puede continuar. Es preciso sobreponerse al sentimiento de
impotencia, a las dificultades de organización e incluso a la desconfianza que este tipo
de prácticas han generado. No hay que errar el objetivo pensando que esta convocatoria
de Huelga General no sirve. El poder popular y, sobre todo, el de las trabajadoras y
trabajadores es lo único que puede empezar a cambiar la situación. Para acabar con las
nefastas políticas de consenso, desmovilización y sometimiento la Huelga General del
29 de septiembre debe ser un éxito. Y el objetivo debe ser claro y sin concesiones:
retirada total de la Ley de Reforma Laboral y de cualquier plan dirigido a debilitar la
negociación colectiva, a retrasar la edad de jubilación o a reducir la capacidad
adquisitiva de las pensiones. La Huelga General del 29 de septiembre debe ser el final
de unas políticas de consenso y de diálogo que nos han llevado, de derrota en derrota, a
la ruina. Y un primer paso en el camino de la imprescindible continuidad de la lucha y
del fortalecimiento de la organización y la conciencia del movimiento obrero.
7. La lucha será larga y difícil. No nos engañemos; no se trata sólo de retirar la Reforma
Laboral. Estamos ante una ofensiva en todos los frentes del capital y de sus
representantes políticos: el PSOE, el PP y las derechas nacionalistas. El objetivo general
no puede ser otro que acumular las fuerzas suficientes para acabar con el poder de
quienes son capaces de todo – contra los seres humanos y la naturaleza – para asegurar
sus beneficios; máxime en momentos de crisis. En el Estado español, el movimiento
obrero que debe renacer, de viejos luchadores y de jóvenes precarios, de mujeres,
inmigrantes y trabajadores autónomos, debe – ineludiblemente - incluir en su programa
de lucha acabar con la Monarquía heredera de la dictadura y con toda la corrompida
estructura de poder – de viejos fascistas y nuevos ricos - que dirige los aparatos del
Estado, los gobiernos y las políticas públicas. Soberanía popular es República.

¡POR EL ÉXITO DE LA HUELGA GENERAL Y LA CONTINUIDAD DE LA LUCHA!

¡CONTRA LA CRISIS DEL CAPITAL, POR LA III REPÚBLICA

Vous aimerez peut-être aussi