ETICA Y FILOSOFIA
LECTURA #1
Además de
ser la disciplina filosófica que
estudia las acciones morales,
la ética también implica la
búsqueda racinal del mejor
modo de vivir y actuar en
relación con uno mismo y con
los demás.
Las preguntas sobre cómo debemos vivir se responden con base en estas circunstancias. Hay que recordar que,
además de los bienes materiales, las personas necesitamos de vienes humanos para vivir como tales: la amistad,
Cada uno de nosotros es el resultado de sus acciones. ¿Estás de
acuerdo? Considera esta afirmación con detenimiento para darte
cuenta de que resulta evidente y polémica a la vez. Por un lado, es
evidente porque sabemos que si tomamos decisiones acertadas por lo
general los resultados serán favorables, sin embargo, si elegimos de
forma errónea tendremos algún percance. Por el otro, es polémica
porque no todos gozamos de las mismas posibilidades y condiciones
para tomar decisiones. ¿Qué consecuencias tendrá para cada uno de
nosotros y para nuestra comunidad cuando actuamos de modo positivo
o negativo? Precisamente la ética es una disciplina filosófica que hace
esta clase de preguntas en forma sistémica. Se trata de cuestiones
prácticas referentes a lo que hacemos en los ámbitos individual y
colectivo.
Como forma parte de la filosofía, primero hay que explicar qué es
esta última, a la que es posible describir como el esfuerzo para
comprender de forma racional todo lo existente, desde el universo
natural hasta el universo interior de nuestras mentes. Por eso, desde
sus inicios, la filosofía se combinó con otras formas de pensamiento,
como las religiones, las historias y los mitos. Sin embargo, se distingue
de éstas por su insistencia en cuestionar de modo continuo, incluso
frente a situaciones donde al parecer ya sabríamos suficiente. En este
sentido implica una actitud de inconformidad con el estado presente de
nuestros saberes. Filosofar consiste en hacer visibles los límites tanto
de nuestros conocimientos como de nuestra ignorancia, de ahí que a
veces las preguntas filosóficas resulten incómodas.
La filosofía posee un aspecto práctico, pero no en el sentido de un
medio para la supervivencia, sino el de “cómo” y “para qué” vivimos. El
asunto se volvió más interesante conforme transcurría la historia de la
humanidad, pues no era lo mismo ganarse el sustento en la Prehistoria,
mediante la casa de animales con flechas y lanzas, que, en una sociedad
industrializada, tecnologizada, burocrática y superpoblada, como
ocurre en las grandes ciudades de hoy. Entre estos extremos oscilan
muchas circunstancias; por ejemplo, comunidades pequeñas o
pertenecientes a los ámbitos rural o urbano, industrial o de servicios.
el cariño, la autoestima, la valoración de los demás, así como la conquista de aquellas posibilidades, sueños y
proyectos que vamos forjando con nuestra inteligencia e imaginación.

Ya mencionamos que la filosofía es un esfuerzo para comprender el universo, lo cual no implica que sólo
se trate de mero reflejo o repetición de las ciencias naturales y sociales. Cada disciplina se distingue por sus
métodos y sus objetivos de estudio. Las ciencias naturales aplican métodos experimentales para explicar el
universo material; por eso sus resultados poseen características específicas y buscan enunciados de validez
general para las que llamamos leyes científicas. Por su parte, las ciencias sociales no aportan la misma clase de
resultados porque su objeto de estudio es el ser humano, el cual se comporta de modo distinto que los objetos y
fenómenos naturales. De igual forma, la filosofía cuenta con sus propios métodos y objetos, por lo que sus
resultados también son diferentes: sin ser científicos en sentido estricto, tienen en común con la ciencia que se
trata de conclusiones racionales, metódicas, abiertas a la discusión y la crítica, y susceptibles de mejorar.

Hoy en día los asuntos sociales se suelen discutir entre expertos en derecho, política, administración o
sociología, pero hace siglos estas ciencias y disciplinas formaban parte de una sola: la filosofía. Conforme la
sociedad se hizo más compleja, los conocimientos se dividieron en especialidades. Las primeras en separarse de
la filosofía fueron las ciencias naturales y luego las sociales. Sin embargo, la reflexión sobre qué es más
importante para la vida humana, sobre las estrategias válidas para alcanzar nuestras metas y sobre el sentido de
lo que hacemos (el por qué y el para qué) se siguieron considerando como una actividad filosófica.

En las sociedades de hoy los estudios filosóficos se realizan de manera primordial en las universidades y
mediante cursos especializados, lo cual no significa que la mayoría de las personas evaden esas mismas
preguntas (por qué vivir, para qué vivir y cómo vivir), aunque empleen un lenguaje diferente y no lo hagan en
voz alta. Es decir, no sólo los especialistas o la sociedad en conjunto necesitan hacerse las preguntas filosóficas,
sino que en el fondo todos necesitamos cuestionarnos sobre el valor y el sentido de nuestras acciones: cómo
hallar el amor, la alegría, la amistado, la belleza y la explicación sobre por qué ocurren las cosas y de dónde
provienen. De igual forma necesitamos encontrar algunas respuestas.

Las distintas religiones ofrecen una clase de respuestas muy extendida para las preguntas por qué, para
qué y cómo vivir. En general, apelan a la fe, lo cual implica creen en algo. El origen de tales creencias posee
múltiples raíces. Por ejemplo, en México y otros países muchas personas profesan una religión determinada
porque forma parte de una tradición que se conserva tanto de modo intencional y consciente como por inercia.
Es decir, mantienen estas costumbres y prácticas sólo porque así se ha hecho desde tiempo atrás. Como aquí
únicamente nos interesa diferenciar la manera en que proceden la filosofía y la fe, no profundizaremos en la
problemática religiosa.

La filosofía requiere que las respuestas a las preguntas se encuentren con base en La filosofía es
diferente de la
argumentos racionales en la medida de lo posible, en vez de hallarlas en la fe. Una diferencia
religión
fundamental es que las creencias religiosas no intentan comprender las cosas de manera
porque esta
racional, sino que también ponen en juego la emotividad y acaso otras facultades humanas a
última
las que la ciencia y la filosofía no recurren. La filosofía aspira a indagar mediante el raciocinio recurre a la fe.
sus objetos de estudio, sin detenerse en afirmaciones indiscutibles aceptadas por la fe. No
obstante, en una sociedad plural y democrática las creencias de cada persona deben
respetarse, sean religiosas o no, lo cual no significa que desaparezcan las diferencias entre
distintos tipos de creencias, en particular entre las religiosas y una teoría filosófica, ética o
científica.
 Nuestras creencias influyen en nuestro modo de vida. Éstas nos inclinan a buscar la compañía de aquellos
con quienes las compartimos, a realizar ciertas actividades, a comparar o evitar cierta clase de cosas, a dedicarnos
a ocupaciones o profesiones específicas y, en el ámbito social, a conformar un tipo de gobierno y sistema político,
integrar una familia y establecer cierta clase de relaciones con los demás. En suma, las ideas de cada persona son
importantes para definir nuestra vida tanto en el aspecto individual como en el social.

ACTIVIDAD

Después de leer el documento, responde en tu cuaderno:

1. ¿Qué es la filosofía?
2. ¿Qué disciplinas eran parte de la filosofía?
3. ¿Cuál es la diferencia entre la filosofía y la religión?
4. ¿Cuál es la definición para ética?
5. La lectura planteaba lo siguiente: “Cada uno de nosotros es el resultado de sus acciones. ¿Estás de
acuerdo?” Responde esta pregunta.