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AMPARO EN REVISIÓN 528/2016

QUEJOSO: **********

MINISTRO PONENTE: ARTURO ZALDÍVAR LELO DE LARREA


SECRETARIO: JULIO CÉSAR RAMÍREZ CARREÓN

México, Distrito Federal. Acuerdo de la Primera Sala de la Suprema


Corte de Justicia de la Nación, correspondiente al **********

Visto bueno
Señor Ministro:

VISTOS los autos para resolver el juicio de amparo en revisión


528/2016, interpuesto por **********, por conducto de su autorizado; y

R E S U L T A N D O:
Cotejó:

PRIMERO. Antecedentes del presente asunto.

El diez de agosto de dos mil trece, la Secretaría de Relaciones


Exteriores recibió la nota diplomática ********** suscrita por la Ministra
Consejera de la Embajada de los Estados Unidos de América1. En dicha
nota se solicitó la orden de detención provisional con fines de extradición
de **********.

Ese mismo día, la nota fue remitida por la Secretaría de Relaciones


Exteriores a la Procuraduría General de la República. En atención a lo
anterior, el titular de esta última dependencia solicitó al Juez de Distrito

1
Expediente del juicio de amparo ********** del **********, foja 131.
AMPARO EN REVISIÓN 528/2016

********** en turno, la detención provisional con fines de


extradición de **********.2

El once de agosto de dos mil trece, el Juez ********** ordenó la


detención provisional con fines de extradición de **********, al considerar
que se encontraban satisfechos los requisitos de los artículos 1º, 2 y 11 del
Tratado de Extradición entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados
Unidos de América.

En su resolución, el Juez de Distrito determinó que en la nota


diplomática se expresaron los delitos por los cuales se pidió la detención
provisional con fines de extradición del reclamado; la descripción de
reclamado; su paradero; la promesa del Estado requirente de presentar la
solicitud formal de extradición y la declaración de la existencia de una
orden de aprehensión librada en contra del reclamado.3

SEGUNDO. Juicio de amparo indirecto.

El veintiocho de octubre de dos mil trece, ********** promovió juicio de


amparo indirecto ante el Juez de Distrito de Amparo en Materia Penal en
turno. En su demanda señaló como actos reclamados la orden de
detención provisional con fines de extradición; la orden de extradición y
cualquier otra medida precautoria que afectara sus derechos.

El veintidós de noviembre de dos mil trece, el Juez ********** rindió su


informe justificado en el cual manifestó que era cierto el acto reclamado en
relación a la orden de detención provisional con fines extradición.4

2
Ibídem, foja 106.
3
Ibídem, fojas 138-143.
4
Ibídem, foja 105.
2
AMPARO EN REVISIÓN 528/2016

El diecisiete de diciembre de dos mil trece,


********** presentó escrito de ampliación de la
demanda de amparo y señaló como actos reclamados
los artículos 3°, 10, 11 y 19 del Tratado de Extradición de los Estados
Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América y los artículos 2°,
17, 18 y 22 de la Ley de Extradición Internacional.5

El catorce de enero de dos mil catorce, el Agente del Ministerio


Público de la Federación ********** presentó su intervención ministerial y
solicitó que se negara el amparo al quejoso, en razón de que la orden de
detención provisional con fines de extradición dictada por la autoridad
judicial competente, se ajustó a los lineamientos establecidos en el artículo
11 de la Ley de Extradición Internacional.

El treinta y uno de marzo de dos mil catorce, el Juzgado **********


celebró la audiencia constitucional del juicio de amparo indirecto **********,
en la que determinó carecer de competencia en razón del territorio, en
virtud de que el acto reclamado no había tenido ejecución material en el
ámbito territorial donde dicho tribunal federal ejerce su jurisdicción. En
consecuencia, declinó competencia al Juez de Distrito ********** en turno.6

El ocho de abril de dos mil catorce, el Juzgado ********** aceptó la


competencia declinada; se avocó al conocimiento del asunto y lo registró
bajo el número **********.7

El dieciséis de junio de dos mil catorce, el Juez ********** dictó


sentencia en la que, por un lado, sobreseyó en el juicio de amparo
respecto a la inconstitucionalidad del artículo 3º del Tratado de Extradición
5
En sus conceptos de violación, el quejoso argumentó que estos preceptos fueron aplicados en
la resolución del procedimiento de extradición **********, dictada el once de agosto del dos mil
trece, en la que el Juzgado **********, emitió la orden de detención provisional con fines de
extradición en su contra. Ibídem, foja 184.
6
Ibídem, fojas 513-519.
7
Ibídem, fojas 534-536.
3
AMPARO EN REVISIÓN 528/2016

entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados


Unidos de América; y, por otro, negó el amparo respecto
de la alegada inconstitucionalidad de los artículos 2º, 17,
18 y 22 de la Ley de Extradición Internacional; así como respecto de los
artículos 10, 11 y 19 del Tratado de Extradición entre los Estados Unidos
Mexicanos y los Estados Unidos de América.

TERCERO. Interposición y trámite del recurso de revisión.

Inconforme con la anterior determinación, el primero de julio de dos


mil catorce, ********** interpuso recurso de revisión, mismo que se remitió al
**********.8

El quince de abril de dos mil quince, el ********** emitió una resolución


en la que consideró que debía reservarse jurisdicción a esta Suprema
Corte de Justicia de la Nación, al haberse impugnado la
inconstitucionalidad de un tratado internacional, respecto del cual no existe
criterio firme.9

Por resolución de dieciocho de noviembre de dos mil quince, esta


Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó devolver
los autos al Tribunal Colegiado del conocimiento, a fin de que se ocupara
del estudio de los agravios formulados por el quejoso, en relación con el
sobreseimiento decretado por el Juez de Distrito respecto del artículo 3 del
Tratado de Extradición entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados
Unidos de América.10

En atención a lo anterior, el seis de mayo de dos mil dieciséis el


Tribunal Colegiado de Circuito emitió una nueva resolución en la que, por

8
Cuaderno de amparo en revisión **********, del índice del **********, fojas 1-57.
9
Ibídem, fojas 221-226.
10
Ibídem, fojas 254-265.
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un lado, confirmó el sobreseimiento dictado por el Juez


de Distrito respecto del artículo 3 del tratado de
extradición y, por otro, reservó nuevamente
jurisdicción a esta Suprema Corte de Justicia de la Nación respecto a los
temas de su competencia.11

Mediante proveído de diecinueve de mayo de dos mil dieciséis, el


Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación admitió el recurso
de revisión, ordenó su radicación en la Primera Sala y lo turnó para su
estudio al Ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. En atención a lo anterior,
por acuerdo de cinco de julio de dos mil dieciséis, esta Primera Sala se
avocó al conocimiento del presente asunto.12

En contra del auto de admisión, el quejoso interpuso recurso de


reclamación, el cual fue resuelto por esta Primera Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación en sesión de veintiocho de septiembre de
dos mil dieciséis, en el sentido de confirmar el acuerdo impugnado.

C O N S I D E R A N D O:

PRIMERO. Competencia.

Esta Suprema Corte de Justicia de la Nación es competente para


conocer del presente recurso de revisión, de conformidad con los artículos
107, fracción VIII, inciso a), de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos; 83, 86 y 91 de la Ley de Amparo; 10, fracción II, inciso
a) de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación; así como con el
punto segundo, fracción III, aplicado en sentido contrario y tercero del
Acuerdo General Plenario 5/2013, en virtud de que se interpuso en contra
11
Ibídem, fojas 301-318.
12
Cuaderno del recurso de revisión, foja 184.
5
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de una sentencia dictada por un Juez de Distrito en


audiencia constitucional, en la que se analizó la
constitucionalidad de una ley federal, así como de un
tratado internacional.

SEGUNDO. Oportunidad del recurso revisión.

Resulta innecesario analizar la oportunidad con la que fue interpuesto


el presente recurso de revisión, habida cuenta de que el Tribunal Colegiado
que conoció del asunto ya examinó dicha cuestión, concluyendo que el
mismo fue presentado en los términos legalmente establecidos13.

TERCERO. Cuestiones necesarias para resolver.

Antes de abordar el fondo del asunto, es necesario describir


brevemente los argumentos que el quejoso esgrimió en sus escritos y la
determinación que respecto de ellos realizó el juez de distrito y el tribunal
colegiado de circuito.

I. En los conceptos de violación hechos valer en la demanda de amparo,


el recurrente indicó que:

i. La solicitud de detención con fines de extradición es ilegal porque es


contraria al artículo 23 de la Constitución y al artículo 14.7 Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Ambos preceptos
contemplan el principio ne bis in ídem o la prohibición de ser juzgado
dos veces por el mismo delito. En su caso, él ya ha sido juzgado y
absuelto por diversos tribunales del país, por lo que en su oportunidad
deberá concedérsele la protección de la justicia federal que solicita.

ii. Al respecto, añadió que no es posible conceder la extradición cuando


la persona reclamada haya sido sometida a proceso o haya sido
juzgada y condenada o absuelta por el país requerido, por el mismo
delito por el cual se solicita la extradición, como sucede en su caso.
13
Cuaderno de Amparo en Revisión **********, foja 58.
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AMPARO EN REVISIÓN 528/2016

iii. Asimismo, argumentó que de las constancias de


autos se desprende que él ya fue procesado y absuelto por
un tribunal competente, por lo que no puede volver a cumplir
otra pena por esos mismos hechos. Razón por la cual el juzgador de
control constitucional debe aplicar la apariencia del buen derecho en
términos del artículo 138 de la Ley de Amparo y conceder la
suspensión del acto reclamado que se solicita.

II. En su ampliación de demanda, presentada el diecisiete de diciembre


de dos mil trece, el recurrente señaló como actos reclamados diversos
artículos de la Ley de Extradición Internacional y del Tratado de Extradición
entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América. En sus
conceptos de violación, sostuvo que:

i. El concepto de violación toral nace de la aplicación de los artículos 2º y


11 del Tratado de Extradición entre los Estados Unidos Mexicanos y
los Estados Unidos de América y los artículos 2º, 17, 18 y 22 de la Ley
de Extradición Internacional, los cuales transgreden su derecho a la
libertad personal.

ii. Al respecto, el quejoso destacó que el artículo 19 de la Constitución


indica que ninguna detención ante autoridad judicial podrá exceder del
plazo de setenta y dos horas desde que el indiciado sea puesto a su
disposición, sin que se justifique con un auto de vinculación a proceso
en el que se expresará el delito que se impute al acusado; el lugar,
tiempo y circunstancias de ejecución, así como los datos que
establezcan que se ha cometido un hecho que la ley señale como
delito y que exista la probabilidad de que el indiciado lo cometió o
participó en su comisión.

iii. Por otro lado, señaló que, de acuerdo con el artículo 16 de la


Constitución, una persona solamente puede ser molestada en su
persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, en virtud de
mandamiento escrito emitido por autoridad competente y esté
correctamente fundado y motivado.

iv. En ese sentido, el quejoso argumentó que el contenido del Tratado de


Extradición entre México y Estados Unidos (artículos 3, 10, 11 y 19), y
de la Ley de Extradición Internacional (artículos 17 y 18), es contraria a
la Constitución. Lo anterior, ya que de acuerdo con los artículos 16 y 19
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de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
existen tan solo tres supuestos para detener a una persona,
a saber: una orden de aprehensión, una orden de caso
urgente y la flagrancia. Por lo que cualquier otra forma de
detención o de aprehensión, atenta contra la libertad personal del
gobernado.

v. Así, señaló que en ninguna parte de la Constitución se contempla


la figura de la detención provisional con esa temeraria duración de
sesenta días, sin que la misma se justifique en términos del
artículo 16 constitucional. Por tanto, los artículos 17 y 18 de la Ley
de Extradición Internacional y los numerales 3º, 10, 11 y 19 del
Tratado de Extradición celebrado entre los Estados Unidos de
América y México, son contrarios a los artículos 1º, 16, 19 y 23 de
la Constitución.

vi. Por otro lado, el quejoso argumentó que la solicitud de detención y


medidas cautelares, con fines de extradición, es ilegal, toda vez que es
contraria al artículo 23 constitucional, el cual contempla el principio ne
bis in ídem. Lo anterior, sostuvo, ya que él ya ha sido juzgado y
sentenciado en primera y segunda instancia, cuyo proceso duró más
de veintisiete años.

vii. De acuerdo con el quejoso, el artículo 3º del Tratado de Extradición


entre México y Estados Unidos señala que sólo se concederá la
extradición si se determina que las pruebas son suficientes de
conformidad con las leyes de la Parte requerida, bien para justificar el
enjuiciamiento del reclamado si el delito del cual se le acusa hubiese
sido cometido en ese lugar, bien para probar que es la persona
condenada por los tribunales de la Parte requirente. Por lo tanto, la
extradición solamente puede ser concedida si se ajusta a las leyes de
la parte requerida, de lo contrario, devendrá en ilegal.

viii. Así, ante la petición de un Estado extranjero para que se entregue a


una persona que deba ser juzgada por sus autoridades, los
funcionarios mexicanos tienen que asegurarse que las pruebas en las
que se apoye la solicitud deben ser suficientes, de tal manera que se
acrediten los requisitos exigidos por el artículo 16 de la Constitución.
Es decir, dichas pruebas deben sustentar que se cumplen los
elementos que integran el tipo penal del delito de que se trate y la
existencia de datos que hagan probable la responsabilidad del
inculpado en su comisión.

8
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ix. No obstante lo anterior, a juicio del quejoso y
recurrente, en el presente caso no existe ningún dato que
demuestre que las pruebas se recabaron o desahogaron con
los requisitos o con las formalidades respectivas, lo cual
causa un agravio irreparable y deja al recurrente en un total estado de
indefensión.

x. Finalmente, el quejoso destacó que el artículo 53 de la Convención de


Viena sobre el Derecho de los Tratados señala que es nulo todo
tratado que en el momento de su celebración esté en oposición con
una norma imperativa de derecho internacional general. Para los
efectos de dicha Convención, una norma imperativa de derecho
internacional es una norma aceptada y reconocida por la comunidad
internacional de Estados en su conjunto como norma que no admite
acuerdo en contrario y que sólo puede ser modificada por una norma
ulterior de derecho internacional general que tenga el mismo carácter.

xi. Una de las herramientas convencionales de mayor importancia para la


armonización del Derecho Internacional de los Derechos Humanos con
la normatividad interna consiste en la obligación de los Estados
nacionales de adoptar disposiciones de derecho interno (legislativas o
de otro carácter) para otorgar efectividad a los derechos y libertades
previstas en los tratados internacionales. Lo anterior de conformidad
con el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la
Convención Americana sobre Derechos Humanos.

xii. En ese sentido, el quejoso considera que el Tratado de Extradición


Internacional entre México y Estados Unidos es caduco, toda vez que,
en dicho tratado, las partes contratantes no adoptaron disposiciones de
derecho interno para otorgar efectividad a los derechos y libertades
previstas en los tratados internacionales mencionados. En particular,
en relación con la figura de la prisión preventiva y la duración de la
prisión.

III. En la sentencia de amparo, el juez de distrito consideró lo siguiente:

i. En primer lugar, determinó que en el caso debía sobreseerse en el


juicio de amparo, con fundamento en el artículo 61, fracción IV de la
Ley de Amparo, respecto de los actos atribuidos a diversas autoridades
ejecutivas y judiciales, quienes negaron la existencia de la orden de
detención provisional con fines de extradición y al no haberse
desvirtuado la negativa de su existencia.

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AMPARO EN REVISIÓN 528/2016

ii. Por otro lado, determinó que en el caso quedó


actualizada la causal de improcedencia contenida en la
fracción XXIII del artículo 61, en relación con el artículo 107
fracción I, ambos de la Ley de Amparo, respecto al artículo 3º del
Tratado de Extradición entre los Estados Unidos Mexicanos y los
Estados Unidos de América. De acuerdo con el Juez de Distrito, el
artículo 3º del mencionado instrumento internacional es una norma de
carácter heteroaplicativa, y de las constancias se advierte que dicho
artículo no se ha aplicado en perjuicio del quejoso en ningún momento.
Consecuentemente, al no irrumpir en la individualidad del quejoso y al
no existir alteración en su ámbito jurídico, el Juez determinó que debía
sobreseerse en el juicio de amparo respecto de dicho artículo.

iii. A la luz de lo anterior, el Juez de Distrito determinó que los artículos 2º,
17, 18 y 22 de la Ley de Extradición Internacional ni los artículos 10, 11
y 19 del Tratado de Extradición entre los Estados Unidos Mexicanos y
los Estados Unidos de América, no son inconstitucionales, ya que los
mismos encuentran su fundamento en el artículo 119 constitucional.

iv. Al respecto, el Juez de Distrito destacó que en el artículo 119 de la


Carta Magna se encuentra establecida claramente la figura de la
“detención provisional con fines de extradición”. Dicho precepto
además prevé que, una vez cumplimentada dicha detención, ésta
puede tener una duración de hasta sesenta días naturales. En ese
sentido, consideró que, contrario a lo que alegó el quejoso, la
detención provisional con fines de extradición no podía calificarse como
inconstitucional, dado que se encuentra prevista en el artículo 119 de la
Constitución General.

v. Para sustentar tal determinación, el juez de distrito citó la tesis de


rubro: “EXTRADICIÓN. LA DETENCIÓN PROVISIONAL PARA ESE
FIN, PREVISTA EN LOS ARTÍCULOS 17 DE LA LEY DE
EXTRADICIÓN INTERNACIONAL Y 11 DEL TRATADO DE
EXTRADICIÓN ENTRE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS Y LOS
ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA, NO ES INCONSTITUCIONAL”14.

vi. Por otro lado, el Juez de Distrito señaló que la orden de detención
provisional con fines de extradición se encuentra apegada a los
lineamientos que la Constitución Política de los Estados Mexicanos, la

14
Datos de localización: Tesis aislada 2a. XLVII/2002, Novena Época, Suprema Corte de
Justicia de la Nación, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo XV, abril de 2002,
pág. 583.
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ley general y el tratado internacional prevén para dicha
figura. Lo anterior, toda vez que cumple con los requisitos
de: i) urgencia; ii) petición15 mediante vía diplomática por
parte de los Estados Unidos de detener a una persona
acusada o sentenciada y iii) fundamentación y motivación de acuerdo
con el artículo 16, párrafo primero de la Constitución Federal.

IV. Finalmente, en su recurso de revisión, el autorizado del quejoso


esgrimió en esencia los siguientes argumentos:

i. La sentencia reclamada deja al recurrente en completo estado de


indefensión y vulnera sus derechos humanos y garantías de legalidad y
seguridad, las cuales se encuentran contenidas en los artículos, 1º, 14,
16 y 21 de la Constitución General.

ii. La sentencia reclamada viola también el derecho a la libertad del


recurrente, contenido en el artículo 9, y el derecho al debido proceso
contemplado en el artículo 14, ambos del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos.

iii. La ejecutoria reclamada carece de fundamentación y motivación.

iv. Es incorrecto que el juez de distrito haya sobreseído el amparo en


relación al artículo 3º del Tratado de Extradición celebrado entre
México y Estados Unidos porque dicho sobreseimiento carece de
fundamentación y motivación. Contrario a lo que afirmó el juez de
distrito, en el caso sí se aplicó en sentido negativo el artículo 3º de
dicho tratado porque, a su vez, este precepto es necesario para aplicar
los preceptos 10 y 11 de ese mismo tratado internacional. Todos estos
numerales deben aplicarse tomando en cuenta lo señalado en el
artículo 16 de la Constitución, pues de aplicarse en contra, serían nulos
de pleno derecho, al igual que el tratado que los contiene.

v. De conformidad con la parte dogmática de la Constitución (artículos 16


y 19) toda detención debe estar fundada y motivada, esto es, la
persona debe ser detenida en flagrancia o con un mandato de captura
que es la orden de aprehensión. Es decir, para su dictado deben existir

15
De conformidad con el artículo 11.1 del Tratado de Extradición entre los Estados Unidos
Mexicanos y los Estados Unidos de América, dicha petición debe contener: a) la expresión del
delito por el cual se pide la extradición; b) la descripción del reclamado y su paradero; c) la
promesa de formalizar la solitud de extradición; y d) la declaración de la existencia de una orden
de aprehensión librada por autoridad judicial competente o de una sentencia condenatoria en
contra del reclamado.
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datos que acrediten el cuerpo del delito y la probable
responsabilidad del implicado. No obstante, la detención del
recurrente ordenada por el juez no cumple con los requisitos
mencionados.

vi. Es incorrecto que el juez de distrito haya considerado como válido el


contenido del artículo 119 de la Constitución, el cual permite que en el
procedimiento de extradición, el juez ordene la detención provisional
hasta por sesenta días naturales. Lo anterior —argumenta— ya que
el artículo 119 está contenido en la parte orgánica de la
Constitución, no obstante, esta parte no puede estar por encima
de la parte dogmática de la Carta Magna, la cual contempla al
artículo 16 en los términos ya señalados.

vii. De acuerdo con el recurrente, la detención de sesenta días sería como


una especie de prisión preventiva, la cual debe ser limitada al máximo.
La prisión preventiva reviste un carácter excepcional, por lo tanto, es
necesario definirla con objetividad y proporcionalidad. Además, es
necesario tomar en cuenta que esta figura se encuentra en clara
tensión con el principio de presunción de inocencia y que es la medida
más severa que se le puede aplicar al imputado de un delito.
Finalmente, alegó que la prisión preventiva no puede durar más allá de
un plazo razonable ni más allá de la persistencia causal que se invocó
para justificarla. No cumplir con estos requisitos equivale a anticipar
una pena sin sentencia.

viii. Así, insiste en que el tratado entre México y Estados Unidos es caduco,
toda vez que los países no adoptaron disposiciones de derecho interno
para otorgar efectividad a los derechos y libertades previstas en el
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y en la Convención
Americana sobre Derechos Humanos.

ix.Finalmente, las consideraciones del juez de distrito para sustentar su


conclusión de que el principio ne bis in ídem no fue transgredido por la
orden de detención provisional con fines de extradición son incorrectas.
De acuerdo con el Juez de Distrito, el momento adecuado para alegar
una violación a este principio sería cuando el recurrente estuviera ante
el juez, es decir, una vez que sea detenido y formalizada la petición de
extradición. Sin embargo, es evidente que en la nota diplomática que
dio inicio al procedimiento de extradición, se está solicitando al quejoso
por delitos respecto de los cuales ya fue juzgado aquí en México y
alcanzaron el carácter de cosa juzgada.

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AMPARO EN REVISIÓN 528/2016

CUARTO. Consideraciones y fundamentos.

Como una cuestión preliminar, debe precisarse que la materia de la


revisión, competencia de esta Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, se circunscribe a determinar si son fundados y
suficientes los agravios del recurrente en relación con la
inconstitucionalidad de los artículos 2°, 17, 18 y 22 de la Ley de Extradición
Internacional, así como los artículos 10, 11 y 19 del Tratado de Extradición
entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América.

En su demanda de amparo, el quejoso sostuvo que dichos artículos


son inconstitucionales, toda vez que la figura de “detención provisional con
fines de extradición” constituye una forma de detención y de afectación a la
libertad personal que no se encuentra prevista en los artículos 16 y 19 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ni en ningún otro
precepto constitucional.

En la sentencia recurrida, el Juez de Distrito determinó que los


argumentos del quejoso debían calificarse como infundados, ya que en el
artículo 119 de la Constitución General sí se encuentra prevista la
figura de la detención provisional con fines de extradición, el cual,
claramente establece que una vez cumplimentada la detención ésta puede
tener una duración de hasta sesenta días naturales. En ese sentido, el
Juez de Distrito determinó que los artículos impugnados no podían
estimarse inconstitucionales puesto que únicamente regulan una
disposición constitucional.

En apoyo a lo anterior, el Juez de Distrito invocó la tesis 2ª.


XLVII/2002, sustentada por la Segunda Sala de esta Suprema Corte de
rubro: “EXTRADICIÓN. LA DETENCIÓN PROVISIONAL PARA ESE FIN,

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AMPARO EN REVISIÓN 528/2016

PREVISTA EN LOS ARTÍCULOS 17 DE LA LEY DE


EXTRADICIÓN INTERNACIONAL Y 11 DEL TRATADO
DE EXTRADICIÓN ENTRE LOS ESTADOS UNIDOS
MEXICANOS Y LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA, NO ES
INCONSTITUCIONAL.”16

En desacuerdo con la anterior determinación, el recurrente sostiene


en sus agravios que el parámetro de constitucionalidad empleado por el
Juez de Distrito para analizar la validez de las normas impugnadas es
incorrecto, pues aun cuando el citado artículo 119 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos prevé la figura de la detención
con fines de extradición, dicho precepto se ubica en “la parte orgánica”
de la Constitución, la cual —sostiene— “nunca debe estar por encima
de la parte dogmática”.

En opinión del inconforme, la parte orgánica de la Constitución es un


complemento de la parte dogmática, ya que la organización del Estado
tiene por objeto “que prevalezcan las instituciones que conforman el Estado
en sí, para la convivencia de sus miembros”. Así, si bien tanto la parte
orgánica y la dogmática pertenecen a la Constitución en sentido material, la
primera nunca debe estar por encima de la segunda.

16
De texto: “Aun cuando los artículos 17 de la Ley de Extradición Internacional y 11 del Tratado
de Extradición entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América, no
señalan los requisitos de forma y fondo que deben satisfacerse para que el Juez pueda motivar
la detención del reclamado hasta por sesenta días naturales, cuando un Estado ha manifestado
la intención de solicitar su extradición formal, ni prevén la garantía de audiencia a favor del
gobernado, pues al no tener intervención en su defensa en esta etapa precautoria, no tiene otra
opción más que esperar, privado de su libertad, hasta que el Estado requeriente formalice la
solicitud de su extradición o transcurra el plazo de la detención provisional, ello no significa que
tal detención sea inconstitucional porque en el último párrafo del artículo 119 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, expresamente está permitida esa detención
provisional con fines de extradición internacional hasta por sesenta días naturales, como una
medida precautoria o provisional y los numerales señalados no hacen sino recoger esa
disposición al reproducir el texto constitucional; además de que, si ninguna disposición
contenida en la Constitución Federal puede adolecer de vicios de inconstitucionalidad, tampoco
las hipótesis normativas que las reproducen pueden estimarse contrarias a la Ley Suprema.”
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AMPARO EN REVISIÓN 528/2016

En ese sentido, el recurrente insiste en que de


acuerdo con los artículos 16 y 19 de la Constitución
General sólo existen tres supuestos para detener a
una persona, a saber: (i) una orden de aprehensión; (ii) la comisión de un
delito de manera flagrante; y (iii) el arraigo, con la finalidad de integrar una
averiguación para luego consignar ante un juez.

Finalmente, el recurrente argumenta que la jurisprudencia ha puesto


en claro que entre la prisión preventiva y la presunción de inocencia existe
una severa tensión; que aquella reviste un carácter excepcional; así como
que es preciso definir con objetividad la necesidad y la proporcionalidad de
la medida a la hora de regular y aplicar esta privación cautelar de la
libertad.

Así, el recurrente insiste en que el tratado de extradición resulta


caduco, ya que no contempla disposiciones de derecho interno para
otorgar efectividad a los derechos y libertades previstos en los
tratados internacionales, de conformidad con el artículo 2.2 del Pacto
Internacional de los Derechos Civiles y Políticos y 2.1 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos.

Pues bien, a juicio de esta Primera Sala, los agravios expuestos por
el recurrente son infundados, toda vez que el parámetro de
constitucionalidad empleado por el Juez de Distrito fue correcto, por lo que
los preceptos impugnados por el quejoso no resultan inconstitucionales.
Consecuentemente, al no advertirse queja deficiente que suplir, lo
procedente es confirmar la sentencia recurrida. Se explica:

A lo largo de su jurisprudencia, esta Suprema Corte de Justicia de la


Nación ha sostenido que la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos es, ante todo, una norma jurídica. Tal situación implica

15
AMPARO EN REVISIÓN 528/2016

reconocer además que todo el contenido de la


Constitución tiene un valor normativo inmediato y
directo, por lo que goza de eficacia jurídica plena,
teniendo la posibilidad de facto de desenvolverse en todo su contenido.17

Asimismo, el Pleno de este Alto Tribunal ha señalado que la


Constitución General “se encuentra en el origen del sistema jurídico y
ocupa la posición suprema en su estructura jerárquica”, en función de lo
cual “establece la relación jerárquica y material entre las normas del
sistema y determina su significado”. Así, en tanto Norma Fundamental,
esta determina las relaciones entre las normas jurídicas y su forma de
aplicación. De ahí que, atendiendo a su propia y especial naturaleza, la
Constitución debe ser interpretada siempre y en todo momento como
una “unidad coherente y homogénea”.18

Acorde con estos postulados, la doctrina y la jurisprudencia


constitucional comparada han reconocido la existencia de un “principio de
unidad de la Constitución”, según el cual, la relación e interdependencia
existentes entre los diferentes elementos de la Constitución “obligan a no
contemplar en ningún caso sólo la norma aislada sino siempre además en
el conjunto en el que debe ser situada”. En ese sentido, “todas las normas
constitucionales han de ser interpretadas de tal manera que se eviten
contradicciones con otras normas constitucionales”.19

17
Véase la tesis 1ª. CXXXV/2015, publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación, Libro 17, abril de 2015, Tomo I, pág. 485, de rubro: CONSTITUCIÓN. SU
CONCEPCIÓN COMO NORMA JURÍDICA.
18
Véase la tesis P. VIII/2015 (10a.), publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación, Libro 21, agosto de 2015, Tomo I, Página: 357, de rubro: RETROACTIVIDAD DE
LAS NORMAS CONSTITUCIONALES, NO ATENTA CONTRA EL PRINCIPIO DE
SUPREMACÍA CONSTITUCIONAL.
19
Sobre el “principio de unidad de la Constitución” en la interpretación constitucional véase
Hesse, Konrad, Escritos de Derecho Constitucional, 2da. ed., Madrid, Centro de Estudios
Constitucionales, 1992, p. 45; Häberle, Peter, “Métodos y principios de la interpretación
constitucional”, en Ferrer Mac-Gregor, Eduardo (coord.), Interpretación constitucional, México,
Porrúa, 2005, p. 696; así como Ezquiaga Ganuzas, Francisco Javier, La argumentación en la
justicia constitucional, Perú, Grijley, 2013, pp. 121-187.
16
AMPARO EN REVISIÓN 528/2016

En otras palabras, “la Constitución debe


interpretarse como un conjunto armónico, en el cual el
significado de cada parte debe determinarse en la
armonía con el de las partes restantes”, de tal suerte que “ninguna
disposición debe ser considerada aisladamente, y siempre debe preferirse
la interpretación que armonice y no la que coloque en pugna a las
diferentes cláusulas de la ley suprema”.20 Así, la interpretación de la
Constitución debe estar orientada a preservar su unidad como punto de
partida de todo el ordenamiento jurídico.21

De acuerdo con lo anterior, esta Primera Sala estima que el agravio


del recurrente en el que sostiene que el parámetro de constitucionalidad
empleado por el Juez de Distrito es inexacto, toda vez que el artículo 119
se ubica en “la parte orgánica” de la Constitución, la cual “nunca debe estar
por encima de la parte dogmática”, es infundado.

Como bien refiere el inconforme, los artículos 16 y 19 de la


Constitución General establecen un listado de supuestos en los cuales se
encuentra constitucionalmente justificado restringir o afectar la libertad de
una persona. Tal es el caso de: a) la comisión flagrante de un delito; b)
casos urgentes tratándose de delios graves y ante el riesgo fundado de
que el indiciado se sustraiga a la justicia y no se pueda acudir ante un juez;
c) orden de aprehensión dictada por autoridad judicial; d) la prisión
preventiva dictada con motivo de un auto de vinculación a proceso; y e) el
arraigo, tratándose de delitos de delincuencia organizada.

20
Véase Linares Quintana, Segundo V., “La interpretación constitucional”, en Ferrer Mac-
Gregor, Eduardo (coord.), Interpretación constitucional, Porrúa, México 2005, p. 770-771.
21
En esos mismos términos se ha pronunciado el Tribunal Constitucional de España, quien
ha señalado que “los preceptos de la Constitución no pueden interpretarse de forma aislada”.
De acuerdo con dicho tribunal, la interpretación del contenido y alcance de la jurisdicción
ordinaria y el de la jurisdicción constitucional, “ha de hacerse considerando la Constitución
como un todo en el que cada precepto encuentra su sentido pleno valorándolo en relación con
los demás”, es decir, “como un todo sistemático exento de contradicciones lógicas”, como
consecuencia del “principio de unidad de la Constitución”, el cual exige considerar los preceptos
constitucionales “a partir de una interpretación sistemática y global”. Véase por todos, Tribunal
Constitucional de España, (Pleno), Sentencia núm. 118/2016, de 23 de junio de 2016.
17
AMPARO EN REVISIÓN 528/2016

No obstante, si lo que se pretende es comprender


a cabalidad la configuración constitucional del derecho a
la libertad personal, es evidente que estos preceptos no pueden ser
interpretados de manera aislada o independiente, como si se tratara de un
listado cerrado o taxativo. Siguiendo los postulados de eficacia normativa y
unidad de la Constitución a los que hemos hecho referencia, para ello es
indispensable tomar en consideración el resto de disposiciones y
normas constitucionales, en las cuales se prevén otros supuestos de
restricción a la libertad personal constitucionalmente admisibles.22

Una de esas hipótesis es precisamente la prevista en el artículo 119


de nuestra Constitución. En efecto, dicho precepto constitucional, en su
párrafo tercero, contempla la posibilidad de que una persona sea detenida
con motivo de una solicitud de extradición, hasta por sesenta días
naturales, en los siguientes términos:

“Las extradiciones a requerimiento de Estado extranjero serán


tramitadas por el Ejecutivo Federal, con la intervención de la autoridad
judicial en los términos de esta Constitución, los Tratados
Internacionales que al respecto se suscriban y las leyes reglamentarias.
En esos casos, el auto del juez que mande cumplir la requisitoria será
bastante para motivar la detención hasta por sesenta días naturales.”

De este modo, como bien lo determinó el Juez de Distrito en la


sentencia recurrida, la interpretación armónica y sistemática de la
Constitución permite concluir que la detención provisional con fines de
extradición a que este último precepto se refiere, constituye un supuesto
de restricción a la libertad personal, adicional a las hipótesis previstas
en los artículos 16 y 19 de la Ley Fundamental.

22
En ese sentido, por ejemplo, se encuentra el arresto hasta por treinta y seis horas, por
infracción a reglamentos gubernativos y de policía, previsto en el artículo 21 de la Constitución
General.
18
AMPARO EN REVISIÓN 528/2016

En este punto, debe decirse que el hecho de que


el artículo 119 se encuentre contenido en lo que un
sector de la doctrina constitucional generalmente
identifica como “parte orgánica” de la Constitución, de ninguna manera
implica que, por esa sola razón, deba privársele de eficacia normativa, o
bien, que deba ceder frente a otros preceptos ubicados en la “parte
dogmática”, como parece aducir el recurrente.

Si bien es cierto que nuestra Constitución contiene un conjunto


variado de disposiciones normativas de distinto tipo y naturaleza23, de ello
no se sigue que entre sus diferentes componentes exista una jerarquía
normativa o axiológica a priori. Como se ha señalado, todos los preceptos
que integran la Ley Fundamental, al margen de su ubicación, tienen valor
normativo pleno y deben ser interpretados de forma armónica y
sistemática, con miras a preservar su unidad como origen del
ordenamiento jurídico en su conjunto.24

Desde esta perspectiva, puede sostenerse que la distinción


generalmente trazada en la doctrina entre “parte orgánica” y “parte
dogmática” de la Constitución, si bien puede tener una utilidad pedagógica
o académica, no es un criterio útil o relevante a la hora de seleccionar la
norma o normas que integran el parámetro de control constitucional, bajo el
cual debe analizarse la validez de una disposición legal o un tratado
internacional.

23
Al igual que la mayoría de los textos constitucionales contemporáneos, nuestra Constitución
contiene normas de diverso tipo, entre otras: a) normas de organización; b) normas de
competencia; c) normas que adscriben derechos subjetivos; y d) normas de principio y
programáticas. Para una clasificación en este sentido, véase Guastini, Ricardo, Las Fuentes del
Derecho, Perú, Raguel Editores, 2016, pp. 267-268.
24
Como también lo ha destacado un sector de la doctrina, una concepción sustancial de la
Constitución permite afirmar que “no existen declaraciones (sean inoportunas u oportunas,
felices o desafortunadas, precisas o indeterminadas) a las que no haya que dar valor
normativo”, pues “sólo su contenido concreto podrá precisar en cada caso el alcance específico
de dicho valor en cuanto a sus efectos”. Cfr. García de Enterría, Eduardo, La Constitución como
norma y el Tribunal Constitucional, 3ª. Ed., Madrid, España, Editorial Civitas, 1993, pp. 68-71.
19
AMPARO EN REVISIÓN 528/2016

En efecto, como se ha insistido ya, la Constitución


debe ser interpretada como una unidad coherente y
homogénea, considerando el conjunto de sus
disposiciones de manera armónica y sistemática, a fin de determinar
aquello que efectivamente se encuentra constitucionalmente prohibido,
permitido u ordenado. Como es claro, una interpretación en sentido
contrario implicaría romper la unidad de la Constitución, con el riesgo de
generar inconsistencias o contradicciones lógicas entre las diferentes
disposiciones normativas que la integran.

En ese sentido, esta Primera Sala comparte la interpretación y la


conclusión a la que llegó el Juez de Distrito en la sentencia recurrida, al
considerar que la figura de la detención provisional con fines de
extradición, por un plazo de hasta sesenta días, contenida en el
artículo 119 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, constituye un supuesto de restricción a la libertad
personal, adicional a las hipótesis previstas en los artículos 16 y 19 de
la Ley Fundamental.

Precisado lo anterior, esta Primera Sala estima que fue igualmente


correcta la determinación adoptada por el Juez de Distrito, al sostener que
los artículos 225, 1726, 1827 y 2228 de la Ley de Extradición, así como los

25
Artículo 2.- Los procedimientos establecidos en esta ley se deberán aplicar para el trámite y
resolución de cualquier solicitud de extradición que se reciba de un gobierno extranjero.
26
Artículo 17.- Cuando un Estado manifieste la intención de presentar petición formal para la
extradición de una determinada persona, y solicite la adopción de medidas precautorias
respecto de ella, éstas podrán ser acordadas siempre que la petición del Estado solicitante
contenga la expresión del delito por el cual se solicitará la extradición y la manifestación de
existir en contra del reclamado una orden de aprehensión emanada de autoridad competente.
Si la Secretaría de Relaciones Exteriores estimare que hay fundamento para ello, transmitirá la
petición al Procurador General de la República, quien de inmediato promoverá ante el Juez de
Distrito que corresponda, que dicte las medidas apropiadas, las cuales podrán consistir, a
petición del Procurador General de la República, en arraigo o las que procedan de acuerdo con
los tratados o las leyes de la materia.
27
Artículo 18.- Si dentro del plazo de dos meses que previene el artículo 119 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, contados a partir de la fecha en que se hayan
cumplimentando las medidas señaladas en el artículo anterior, no fuere presentada la petición
20
AMPARO EN REVISIÓN 528/2016

artículos 1029, 1130 y 1931 del Tratado de Extradición


entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados
Unidos de América, no son inconstitucionales.

formal de extradición a la Secretaría de Relaciones Exteriores, se levantarán de inmediato


dichas medidas.
El juez que conozca del asunto notificará a la Secretaría de Relaciones Exteriores el inicio del
plazo al que se refiere este artículo, para que la Secretaría, a su vez, lo haga del conocimiento
del Estado solicitante.
28
Artículo 22.- Conocerá el Juez de Distrito de la jurisdicción donde se encuentre el reclamado.
Cuando se desconozca el paradero de éste, será competente el Juez de Distrito en Materia
Penal en turno del Distrito Federal.
29
ARTICULO 10. Procedimiento para la Extradición y Documentos que son Necesarios
1.- La solicitud de extradición se presentará por la vía diplomática.
2.- La solicitud de extradición deberá contener la expresión del delito por el cual se impide la
extradición y será acompañada de:
a) una relación de los hechos imputados;
b) el texto de las disposiciones legales que fijen los elementos constitutivos del delito;
c) el texto de las disposiciones legales que determinen la pena correspondiente al delito;
d) el texto de las disposiciones legales relativas a la prescripción de la acción penal o de la
pena;
e) los datos y antecedentes personales del reclamado que permitan su identificación y, siempre
que sea posible los conducentes a su localización.
3.- Cuando la solicitud de extradición se refiera a una persona que aún no haya sido
sentenciada se le anexarán además:
a) una copia certificada de la orden de aprehensión librada por un juez u otro funcionario judicial
de la Parte requirente;
b) las pruebas que conforme a las leyes de la Parte requerida justificarían la aprehensión y
enjuiciamiento del reclamado en caso de que el delito se hubiere cometido allí.
4.- Cuando la solicitud de extradición se refiera a una persona sentenciada se le anexará una
copia certificada de la sentencia condenatoria decretada por un tribunal de la Parte requirente.
Si la persona fue declarada culpable pero no se fijó la pena, a la solicitud de extradición se
agregará una certificación al respecto y una copia certificada de la orden de aprehensión.
Si a dicha persona ya se le impuso una pena, la solicitud de extradición deberá estar
acompañada de una certificación de la pena impuesta y de una constancia que indique la parte
de la pena que aún no haya sido cumplida.
5.- Todos los documentos que deban ser presentados por la Parte requirente conforme a las
disposiciones de este Tratado deberán estar acompañadas de una traducción al idioma de la
Parte requerida.
6.- Los documentos que, de acuerdo con este artículo, deban acompañar la solicitud de
extradición, serán recibidos como prueba cuando:
a) en el caso de una solicitud que se origine en los Estados Unidos, estén autorizados con el
sello oficial del Departamento de Estado y legalizados además en la forma que prescriba la ley
mexicana;
b) en el caso de una solicitud que se origine en los Estados Unidos Mexicanos estén
legalizados por el principal funcionario diplomático o consular de los Estados Unidos en México.
30
ARTICULO 11. Detención Provisional
1.- En caso de urgencia, cualquiera de las Partes Contratantes podrá pedir, por la vía
diplomática, la detención provisional de una persona acusada o sentenciada. El pedimento
deberá contener la expresión del delito por el cual se pide la extradición, la descripción del
reclamado y su paradero, la promera (sic) de formalizar la solicitud de extradición y una
declaración de la existencia de una orden de aprehensión librada por autoridad judicial
competente o de una sentencia condenatoria en contra del reclamado.
2.- Al recibo de un pedimento de esa naturaleza, la Parte requerida tomará las medidas
necesarias para obtener la aprehensión del reclamado.
21
AMPARO EN REVISIÓN 528/2016

En efecto, de la lectura del artículo 2° de la Ley de


Extradición Internacional se advierte que éste
únicamente establece el ámbito material de aplicación de la Ley, mientras
que el artículo 22 se limita a establecer el juez competente para conocer
del procedimiento de extradición. En ese sentido, es evidente que tales
artículos de ninguna manera inciden en el derecho a la libertad personal,
por lo que tampoco resultan contrarios a los artículos 16 y 19 del a
Constitución General, como infundadamente lo alegó el quejoso.

En esa misma línea, esta Primera Sala observa que el artículo 10 del
Tratado de Extradición entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados
Unidos de América únicamente establece los requisitos de forma y el
procedimiento que debe seguirse en la solicitud de extradición, en tanto
que el artículo 19 de ese mismo tratado se refiere a la entrega de los
objetos relacionados con el delito. De ahí que tampoco pueda estimarse
que dichos preceptos vulneren el derecho a la libertad personal, invocado
por el recurrente.

Por otro lado, si bien es cierto que los artículos 17 y 18 de la Ley de


Extradición, así como el artículo 11 del Tratado de Extradición, hacen
referencia a las medidas cautelares que pueden ser adoptadas respecto de

3.- Se pondrá fin a la detención provisional si, dentro de un plazo de sesenta días después de la
aprehensión del reclamado, el Poder Ejecutivo de la Parte requerida no ha recibido la solicitud
formal de extradición con los documentos mencionados en el artículo 10.
4.- El hecho de que se ponga fin a la detención provisional en aplicación del párrafo 3 no
impedirá la extradición del reclamado si la solicitud de extradición y los documentos necesarios
para fundarla enumerados en el artículo 10 son entregados posteriormente.
31
ARTICULO 19. Entrega de Objetos
1.- En la medida en que lo permitan las leyes de la Parte requerida y sin perjuicio de los
derechos de terceros, los cuales serán debidamente respetados, todos los artículos,
instrumentos objetos de valor o documentos relacionados con el delito, aun cuando no hayan
sido utilizados para su ejecución, o que de cualquier manera puedan servir de prueba en el
proceso, serán entregados al concederse la extradición aun cuando la extradición no pueda
consumarse por la muerte, desaparición o fuga del acusado.
2.- La Parte requerida podrá condicionar la entrega de objetos a que la Parte requirente dé
seguridades satisfactorias de que tales objetos sean devueltos a la Parte requerida a la
brevedad posible.
22
AMPARO EN REVISIÓN 528/2016

la persona requerida, así como a la detención


provisional con fines de extradición, respectivamente,
también lo es que —tal y como lo ha sostenido el Pleno
de este Alto Tribunal— tales medidas encuentran su fundamento en el
artículo 119 de la Constitución General.

En efecto, al resolver el amparo en revisión 566/200532, el Tribunal


Pleno de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación expresamente
concluyó que el párrafo tercero del artículo 119 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos constituye el fundamento
de la “detención provisional con fines de extradición” prevista en el
11 del Tratado de Extradición impugnado, así como de los artículos 17
y 18 de la Ley de Extradición Internacional.

Al respecto, el Tribunal Pleno de esta Suprema Corte sostuvo que “el


tercer párrafo del artículo 119 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos debe interpretarse en el sentido de que el plazo de
sesenta días naturales se refiere exclusivamente a la detención provisional
que como medida precautoria regulan los artículos 17 y 18 de la Ley de
Extradición Internacional y 11 del Tratado de Extradición entre los Estados
Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América” (énfasis añadido).

Lo anterior, se dijo, toda vez que esta interpretación es la que permite


se haga posible la extradición que contempla el propio precepto
constitucional, como institución de derecho internacional basada en el
principio de reciprocidad, por virtud del cual se busca la colaboración en la

32
Resuelto el 21 de febrero de 2006, bajo la Ponencia del Ministro José de Jesús Gudiño
Pelayo, por unanimidad de votos. Dicho asunto forma parte de los cinco criterios que integran la
tesis de jurisprudencia por reiteración P./J. 25/2008, publicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Tomo XXVII, Febrero de 2008, pág. 7, de rubro: EXTRADICIÓN
INTERNACIONAL. EL HECHO DE QUE EL SUJETO RECLAMADO CONTINÚE PRIVADO DE
SU LIBERTAD DESPUÉS DE QUE EL ESTADO REQUIRENTE PRESENTA EN TIEMPO LA
SOLICITUD FORMAL RELATIVA, NO IMPLICA PROLONGACIÓN DE LA DETENCIÓN NI
VIOLACIÓN DIRECTA AL ARTÍCULO 119, PÁRRAFO TERCERO, DE LA CONSTITUCIÓN
POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.
23
AMPARO EN REVISIÓN 528/2016

entrega de un indiciado, procesado, acusado o


sentenciado por parte del Estado requerido, a efecto de
que el Estado requirente tenga garantizada la efectiva
procuración y administración de justicia en el territorio en donde ejerce
soberanía.

En ese orden de ideas, es incuestionable que los artículos 17 y 18 de


la Ley de Extradición, así como el artículo 11 del Tratado de Extradición
entre México y Estados Unidos (los cuales prevén la figura de la detención
provisional como medida cautelar), al tener su fundamento en el artículo
119 de la Constitución General, no pueden ser considerados
inconstitucionales, como lo pretende el recurrente.

Por último, esta Primera Sala estima que el argumento del


inconforme, en el que sostiene que el Tratado de Extradición en cuestión
contraviene lo dispuesto en los artículos 2.2 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos33, así como el artículo 2 de la Convención
Americana34, por no prever disposiciones de derecho interno tendientes a
garantizar los derechos y libertades fundamentales, deviene igualmente
infundado.

En relación con la obligación de adoptar disposiciones de derecho


interno, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha señalado que:

33
Artículo 2.
2. Cada Estado Parte se compromete a adoptar, con arreglo a sus procedimientos
constitucionales y a las disposiciones del presente Pacto, las medidas oportunas para dictar las
disposiciones legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para hacer efectivos los
derechos reconocidos en el presente Pacto y que no estuviesen ya garantizados por
disposiciones legislativas o de otro carácter.
34
Artículo 2. Deber de Adoptar Disposiciones de Derecho Interno
Si el ejercicio de los derechos y libertades mencionados en el artículo 1 no estuviere ya
garantizado por disposiciones legislativas o de otro carácter, los Estados Partes se
comprometen a adoptar, con arreglo a sus procedimientos constitucionales y a las disposiciones
de esta Convención, las medidas legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para
hacer efectivos tales derechos y libertades.
24
AMPARO EN REVISIÓN 528/2016
[…] el mismo obliga a los Estados Parte a
adoptar, con arreglo a sus procedimientos
constitucionales y a las disposiciones de la Convención,
las medidas legislativas o de otro carácter que fueren
necesarias para hacer efectivos los derechos y libertades protegidos
por la Convención. Es decir, los Estados no sólo tienen la obligación
positiva de adoptar las medidas legislativas necesarias para
garantizar el ejercicio de los derechos en ella consagrados, sino que
también deben evitar promulgar aquellas leyes que impidan el libre
ejercicio de estos derechos, y evitar que se supriman o modifiquen
las leyes que los protegen. En definitiva, "el Estado tiene el deber de
adoptar las medidas necesarias para hacer efectivo el ejercicio de
los derechos y libertades reconocidos en la Convención".35

En el presente caso, como ya se ha concluido, los preceptos del


Tratado de Extradición entre México y Estados Unidos que fueron
impugnados por el quejoso (en los cuales se prevé la figura de la detención
provisional con fines de extradición por un plazo de hasta sesenta días)
únicamente reflejan lo ya dispuesto por el artículo 119 constitucional. En
ese contexto, es evidente que los mismos de ninguna manera pueden
implicar una desatención al deber de adoptar disposiciones de derecho
interno, de acuerdo con los tratados internacionales de derechos humanos
invocados por el recurrente.

Por todo lo antes expuesto, esta Primera Sala estima que fue
correcta la determinación del Juez de Distrito recurrido, al sostener que lo
artículos 2, 17, 18 y 22 de la Ley de Extradición Internacional, así como los
artículos 10, 11 y 19 del Tratado de Extradición entre los Estados Unidos
Mexicanos y los Estados Unidos de América, no son inconstitucionales. En
consecuencia, lo procedente es confirmar en este aspecto la sentencia
recurrida.

QUINTO. Reserva de jurisdicción al Tribunal Colegiado

35
Corte IDH. Caso Familia Pacheco Tineo Vs. Bolivia. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 25 de noviembre de 2013. Serie C No. 272, Párrafo 236
25
AMPARO EN REVISIÓN 528/2016

Finalmente, en atención a que la competencia


originaria de esta Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación únicamente se constriñó al análisis
de la constitucionalidad de los artículos señalados por el quejoso en su
demanda de amparo, lo procedente es reservar jurisdicción al **********,
a fin de que se ocupe de los restantes agravios de legalidad hechos valer
por el recurrente y que son propios de su competencia.

Por lo anteriormente expuesto, esta Primera Sala resuelve:

PRIMERO.- En la materia de la revisión, competencia de esta


Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se confirma la
sentencia recurrida.

SEGUNDO.- La Justicia de la Unión no ampara ni protege a **********


en contra de los artículos 2, 17, 18 y 22 de la Ley de Extradición
Internacional y los artículos 10, 11 y 19 del Tratado de Extradición entre los
Estados Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América, por las
razones expresadas en esta ejecutoria.

TERCERO.- Se reserva jurisdicción al ********** para los efectos


precisados en el último considerando de esta ejecutoria.

Notifíquese. Con testimonio de esta ejecutoria; devuélvanse los


autos relativos al lugar de origen; y, en su oportunidad, archívese el toca
como asunto concluido.

26

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