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INTRODUCCION
Para la mayor parte de los cristianos, el último libro de la Biblia es
uno de los menos leídos y más difíciles. Algunos pasajes del mismo
son muy conocidos y apreciados (por ejemplo 7.9–17); pero en
general los lectores modernos lo encuentran complicado. Esto se
debe en gran parte a que abunda en simbolismos de un tipo que no
se emplea actualmente, y cuya clave ya no poseemos. Y sin
embargo, este tipo de imágenes era fácilmente comprensible para la
gente de la época. Esto explica en parte nuestras dificultades. El
autor podía suponer que sus lectores detectarían las alusiones, y en
consecuencia no se sentía obligado a ofrecer explicaciones.
Este libro pertenece a la literatura llamada apocalíptica. Es el único
libro de este tipo en el NT, aunque hay pasajes apocalípticos en otros
libros (por ejemplo Mateo 24), y las visiones de Daniel en el AT
pertenecen a la misma clase.
ASPECTOS IMPORTANTES
Este libro es como una gran estación donde las grandes líneas
principales de profecía llegan desde otras porciones de Escritura. El
Apocalipsis no origina, sino más bien consuma.
GENERALIDADES
EL ESCRITOR.
El apóstol Juan (Apocalipsis 1:1). Según la tradición, el autor de
Apocalipsis es Juan el apóstol, quien también habría escrito el
Evangelio que lleva su nombre y tres epístolas. Ya en el año 135 se
cita a Juan como autor de Apocalipsis.
El autor se presenta en la frase inicial del libro como “su [de Dios]
siervo Juan”. Se refiere a sí mismo con frecuencia a lo largo del libro,
mayormente como profeta (1:2, 3, 9–11; 10:11; 19:10; 22:8, 9) pero
nunca como apóstol. A este respecto difiere señaladamente de Pablo
(por ejemplo Romanos 1:1; 11:13; 1ª Corintios 1:1; 2ª Corintios 1:1;
Gálatas 1:1). Desde la segunda mitad del siglo II se ha dado por
sentado que el cuarto Evangelio, las cartas de Juan y el Apocalipsis
fueron escritos por una misma persona, o sea Juan el hijo de
Zebedeo.
LUGAR
Patmos Isla que se encuentra unos 55 km al Sur Oeste de la costa
de Asia Menor. A esta isla fue desterrado el apóstol Juan desde
Éfeso, evidentemente por algunos meses, alrededor del año 95 d.C.,
y allí escribió su Apocalipsis (Apocalipsis 1.9). Esta isla tiene unos 12
km de largo, con una anchura de hasta 7 km, y se ha sugerido que el
panorama de las escarpadas montañas volcánicas y los mares que
la rodean tienen su reflejo en las imágenes del Apocalipsis. En la
actualidad esta isla pertenece a Grecia.
LA FECHA.
Alrededor del 95 D. de J.C. Ireneo (que vivió alrededor de 130-202)
dice que Juan escribió su revelación «no mucho tiempo atrás sino
casi en nuestra generación, hacia el fin del reinado de Domiciano».
Esta fecha encaja con las circunstancias del libro. El emperador
romano Domiciano (81-96) exigía que todos los ciudadanos le
rindieran culto a él y esto llevó a la persecución de los cristianos que
se negaban a hacerlo.
EL TEMA.
Pero, en tanto que Cristo es de esta manera el tema central del libro,
todos los eventos se mueven hacia un mismo fin, el establecimiento
del reino anunciado en el divino pacto. La frase que da la clave del
contenido de este libro es la declaración profética de las "grandes
voces en el cielo" (Apocalipsis 11:15), y cuyo significado literal es: "El
reino mundial de nuestro Señor y de su Cristo ha venido". El libro es,
por lo tanto, una profecía (Apocalipsis 1:3).
"Y el que vivo, y estuve muerto; más he aquí que vivo por los siglos
de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.
Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser
después de estas."
EL IDIOMA
Este libro, al igual que el resto del NT, fue redactado originalmente
en griego; comienza con la misma palabra del título: Apocalipsis, que
significa «revelación» (Apocalipsis 1.1). Juan, el autor, se sirve de
ella para poner de relieve el carácter profético de su escrito
(Apocalipsis 1.3; 10.11; 22.7, 9,10).
Es muy importante tener en cuenta el contexto en el cual se
desarrollan los acontecimientos del libro (máxime si nos disponemos
a estudiar e interpretar la profecía).
Veamos una de las características más relevantes: el idioma del
apóstol.
Todos los acontecimientos y las visiones son narrados en el lenguaje
de su tiempo.
Por eso es necesario conocer algunos rasgos del origen o la raíz
etimológica de las palabras del idioma griego en que está escrito el
libro del Apocalipsis aunque más exactamente se escribió en un
papiamento llamado "Coiné" (mezcla del idioma griego cosmopolita
y del latín Romano).
Cuando investigamos la raíz etimológica de las palabras de este
idioma entendemos el porqué de muchos textos bíblicos que al ser
traducidos en nuestro idioma dejan un vació en nuestro
entendimiento.
Por ejemplo:
Revisemos el siguiente texto:
Lucas 14:26
“Si alguno viene a mi, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e
hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su vida, no puede ser
mi discípulo”.
1º En nuestro lenguaje "aborrecer" es odiar, menospreciar, abominar.
2° ¿Por qué Jesús, que mandó a amar y a honrar a padre y madre,
ahora habla de odiar a padre, madre, hijos, etc.?
Sin conocer la raíz etimológica de las palabras en Coiné no
entenderíamos el pasaje, más la palabra que se traduce como
"aborrecer" en este caso es "anteponer" ó "preferir" y que es
ligeramente distinta de la palabra que traduce odiar como detestar,
menospreciar.
Este vocablo de Lucas 14 traduce: "Preferir relativamente una cosa
por encima de otra".
Entonces entendemos que lo que Jesús quiso decir es: "Cualquiera
que viene a mí y no me prefiere por encima de su padre, madre, hijo,
etc. no puede ser mi discípulo".
Así encontramos en el Nuevo Testamento y especialmente en el
Apocalipsis algunas palabras y frases traducidas a nuestro idioma
difíciles de entender, pero cuando investigamos su raíz original
entendemos la razón de ser de ellas y el mensaje que nos transmite.
NUMEROLOGÍA
SIETE = PLENITUD
Ejemplo:
Hay dos pasajes muy importantes que los intérpretes del Apocalipsis
deben tomar siempre en cuenta: 1ª Pedro. 1:12 y 2ª Pedro. 1:20, 21.
Sin duda alguna, mucho de lo que es evidentemente oscuro para
nosotros, llegará a aclararse, conforme el tiempo se acerque, para
aquellos a quienes esto fue escrito.
1:1-8 Prólogo
4-8 Salutación.
Verso 19. La orden de escribir las cosas que has visto, y las que son,
y las que han de ser después de éstas se considera generalmente
que indica la división en Apocalipsis. A base de este entendimiento
“las cosas que has visto” se refieren a la visión ya dada; “las que
son” se refiere a las cartas a las iglesias en los capítulos 2 y 3; “las
que han de ser después de éstas” comprende las visiones de los
capítulos 4 al 22.
Las “siete iglesias de Asia” y la isla de Patmos donde Juan recibió la
revelación.
CAPÍTULO 2
Hay cuatro maneras en que los mensajes a las siete iglesias pueden
aplicarse:
Verso 1. El saludo inicial cita Apocalipsis 1:12, 20; el Señor “tiene las
siete estrellas en su mano”. Esto indica que él mantiene la vida
espiritual de las iglesias; “camina en medio de los siete candeleros y
de ese modo está presente en todas las iglesias.
Versos 2 y 3. Yo conozco tus obras, encabeza cada una de las
cartas a veces dando aliento (Apocalipsis 2:9, 13) y a veces
produciendo vergüenza (Apocalipsis 3:1, 15). Aquí introduce un
halago. Las obras de los efesios eran arduo trabajo y...
perseverancia; lo primero se muestra en los esfuerzos para vencer a
los falsos maestros, y lo segundo en la persistencia ante la oposición
tanto de los falsos profetas como de otras fuentes. Los malos son
aquellos que dicen ser apóstoles y no lo son. Es probable que se trate
de las personas mencionadas en el verso 6 como “nicolaítas”.
Versos 4 y 6. El fracaso de los efesios era la perversión de su
principal virtud: “has dejado tu primer amor”. El llamado al
arrepentimiento y a hacer “las primeras obras” sugiere que el fracaso
de estos cristianos no era primordialmente la pérdida del amor a Dios
sino a los demás. Cuando el rechazo de las prácticas de aquellos que
yerran (6) se transforma en odio hacia las personas que yerran, los
cristianos se apartan del amor redentor de Dios en Cristo (Juan 3:16)
y pervierten la fe. De allí la seria advertencia del v. 5: “Vendré pronto
a ti” denota una venida en juicio, aun del mismo modo que el Señor
vendrá al mundo un día para eliminar el mal. La remoción del
“candelero de su lugar” puede significar nada menos que el fin del
reconocimiento que Cristo ha hecho de la iglesia como algo propio.
Estará tan vacía de Cristo como el templo de Jerusalén quedó vacío
de Dios antes de su destrucción. (Ezequiel 11:22, 23; Mateo 23:38).
Así tan grave es el pecado de la falta de amor en una iglesia cristiana.
El término “nicolaítas” viene de las palabras
griegas nikao nikao "conquistar", y laoslaos "pueblo" o "los laicos".
La palabra es simbólica y se refiere a la noción más antigua de un
orden sacerdotal o "clero", la cual más tarde llegó a dividir en
"sacerdotes" y "laicos" a una hermandad en la que todos eran iguales
(Mateo 23:8). Lo que en Efeso era "obras" (2:6), en Pérgamo llegó a
ser una "doctrina" (Apocalipsis 2:15).
Verso 7 El mandato “el que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a
las iglesias” aparece en las promesas a los vencedores en todas las
siete cartas. Es improbable que el Espíritu hable sólo con sus
promesas; habla a lo largo de todas las cartas. Parecería que el
Señor resucitado se dirige a las iglesias por medio del Espíritu Santo.
Esto está plenamente de acuerdo con la enseñanza de Jesús en los
discursos del aposento alto en Juan 14-16; 16:12-15. El creyente que
venza lo logra por medio de la derrota que Cristo ha infringido sobre
los poderes del mal; comparte la victoria del Señor (Apocalipsis
12:11; Juan 12:31, 32; 16:33). “Al que venza le daré de comer del
árbol de la vida que está en medio del paraíso de Dios”: El
término paraíso es una palabra persa que denota especialmente
unparque rodeado por una pared. Se usó en la LXX para traducir la
palabra “jardín” (Edén).
En la literatura judía, “jardín del Edén” y “paraíso”, ambos se usaban
igualmente para la morada de los justos en la vida futura. Por lo
tanto, los maestros judíos hablaban del paraíso de Adán, el paraíso
de los benditos en el cielo y el paraíso de los justos en el reino
venidero de Dios. Lo que está en mente en esta promesa es el último
significado.
Adán y Eva perdieron el acceso al árbol de la vida y fueron echados
del jardín (Génesis 3:22, 23); el creyente que comparte la victoria del
Señor tiene la promesa de que le seránrestauradas ambas
bendiciones (Apocalipsis 22:2).
En el NT un término frecuente para la cruz de Cristo es “árbol”
especialmente de labios de Pedro; Hechos 5:30; 10:39; 1ª Pedro
2:24.
El templo de Artemisa estaba construido sobre un altar hecho con un
árbol, y con frecuencia un árbol simbolizaba a Efeso o a su diosa. Así
como los creyentes efesios alguna vez consideraron el árbol de
Artemisa como el asiento de la vida divina e intermediario entre la
vida y la naturaleza humana, ahora habían aprendido que la vida
eterna en el paraíso de Dios era suya por medio de la cruz de aquel
que murió y resucitó.
Verso 8. Hay un tema que domina esta breve carta, el del sufrimiento
en la persecución. Eso lleva al saludo del Señor en la frase inicial: “El
primero y el último, el que estuvomuerto y vivió, dice estas
cosas”. Se recuerda a la iglesia que su Señor es el conquistador de
la muerte y ha vencido en favor de ellos. Ocurría que uno de los más
conocidos cristianos de la iglesia primitiva probablemente ya estaba
en la congregación cuando se leyó esta carta. Era Policarpo, que
luego llegó a ser obispo de Esmirna y fue martirizado alrededor del
año 160. Cuando en su juicio se le ordenó que maldijera a Cristo,
declaró que lo había servido durante 86 años y sólo había recibido la
bendición de él, ¿cómo podría traicionar a su rey?
Verso 18. Es un eco de Apocalipsis 1:14 y 15a. Los “ojos como llama
de Fuego” lo ven todo.
Sardis era una ciudad con un pasado ilustre del cual estaba orgullosa,
pero en los tiempos de Juan tenía menos motivos para vanagloriarse.
Como capital del antiguo reino de Lidia, alcanzó el clímax de su
riqueza alrededor de 700 a. de J.C. bajo Giges, conocido por los
asirios como Gugu. Los judíos dieron a este rey el nombre de Gog y
se lo consideraba un símbolo de los poderes del mal que se
levantarán al fin de los tiempos. Fue muerto en un ataque sorpresivo
de los cimerios.
Tres hechos sobre esa ciudad, conocidos por todo el mundo romano
arrojan luz sobre esta carta:
CAPÍTULO 4
1 – 3 El trono en el cielo
Los apóstoles del Señor eran doce y de las doce tribus de Israel hubo
profetas algunos instituidos como tal y otros que eran tomados por el
Espíritu profético del Señor y profetizaban en ocasiones
especiales; entonces cuando se dice: “El fundamento de los
apóstoles y profetas”, se piensa en doce apóstoles y doce
profetas de las doce tribus de Israel que profetizaron de los
sufrimientos de Cristo.
Las Seis Alas. Para analizar un poco esto de las alas es necesario
tener en cuenta que uno de los oficios de ellos es el de ayudar a los
herederos de la salvación, es decir, que son administradores del
poder de Dios a favor nuestro (Éxodo. 19: 3,4) Si revisamos
atentamente los pasajes donde el Señor libra a los hijos de
Israel junto al mar rojo, y en los demás sitios donde mostró su poder
y su gloria nos daremos cuenta que jamás fueron levantados en alas
por los aires, lo que nos lleva a pensar que a la salvación o ayuda del
Señor a favor del hombre en este caso a favor de Israel es lo que el
llama como alas de águilas.
CAPÍTULO 5
El equivalente de la exaltación se ve en el v. 5.
La presentación en el v. 6.
Pero lo real es que en su poder tiene un libro (rollo) escrito por ambos
lados y sellado con siete sellos, estos sellos son algo terrible para la
humanidad ya que al abrirlos suceden unos eventos catastróficos.
Acceso al Libro. “Ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete
sellos”. Es decir que para tener acceso a este libro y desatar a la
humanidad de las maldiciones en él escritas, era necesario pelear la
buena batalla y vencer, por eso en (Isaías 49:24, 25) leemos:"¿Será
quitado el botín al valiente? ¿Será rescatado el cautivo de un tirano?,
pero así dice Jehová: Ciertamente el cautivo será rescatado del
valiente, y el botín será arrebatado del tirano; y tu pleito yo lo
defenderá, y yo salvaré a tus hijos." Esta profecía corrobora el
comentario anterior. La raza humana estaba cautiva y era el botín en
las manos de Satanás. Y la promesa en esta profecía dice que el
botín será arrebatado al valiente y el cautivo liberado del tirano y que
nuestro pleito el mismo Señor lo defendería, por eso en el evangelio
según san (Lucas 11: 21, 22) Jesucristo con respecto a esto
dice: "Cuando el hombre fuerte armado guarda su palacio, en paz
está lo que posee. Pero cuando viene otro más fuerte que el y le
vence, y le quita todas sus armas en que confiaba, y reparte el botín".
Ahora bien cuando dice que tomó de la mano del que estaba sentado
el libro no quiere decir literalmente que agarró el libro; sino que tomó
sobre sus hombros, bajo su responsabilidad las maldiciones que
pesaban sobre la humanidad y que estaban en poder del que estaba
sentado en el trono, esto significa que la condenación por la
desobediencia del hombre; pero también la salvación por la
obediencia eran de absoluta autonomía y poder de Dios y que en su
manifestación en carne cargó sobre su propio cuerpo todo el peso de
la muerte y nos libró de la condenación a los que hemos creído y
obedecido. (Isaías. 53: 4 y 5; Gálatas. 3: 13).
El discurso sobre los tiempos del fin en los Evangelios (Mateo 24;
Marcos 13; Lucas 21) contiene los siete juicios enumerados en
Apocalipsis 6, pero la forma de los cuatro juicios iniciales refleja la
visión de las cuatro carrozas y caballos de Zacarías 1:7-17, adaptada
por Juan para dar su mensaje. Notemos que, mientras que la
apertura de los sellos produce juicios, no son sino los precursores del
reinado final de Dios.
Todo eso indica una estrecha relación. ¿Qué quiere decir? Quiere
identificar las almas muertas en el quinto sello. Quiere que sepamos
la identidad, el origen y el lugar de procedimiento de esa multitud de
los ciento cuarenta y cuatro mil sellados.
CAPÍTULO 6
Ahora Jesucristo dijo en (Marcos. 16: 15) "El que creyere y fuere
bautizado será salvo, mas el que no creyere será
condenado", entonces a los que han creído los cobijó la justicia, a la
iglesia del Señor representada en los veinticuatro ancianos, pero a
los que no creyeron les espera el justo juicio de Dios.
Pero la voz autoritaria del primer ser viviente indica que ha llegado la
hora de juzgar al mundo, y nos presenta a un caballo blanco;
analicemos por la palabra de Dios el significado simbólico del caballo:
(Job. 39:19-25), por estos textos podemos entender que el caballo
representa, el dominio por la fuerza, el ímpetu, el menosprecio al
miedo, el coraje, la guerra, el caos que deja la batalla.
La voz del tercer ser viviente invitando al apóstol para que mire hacia
el sur, de donde se levantan las grandes hambrunas, al sur de la
tierra están ubicados los países africanos pioneros en aguantar
hambres, y primer lugar en hambrunas en toda la tierra, todos lo
hemos visto por televisión, cómo mueren los hombres por física
hambre; pero también ocupa el primer lugar en satanismo y brujería
en el mundo, el satanismo y la brujería constituyen una rebelión
pérfida contra Dios, por eso este continente es también número uno
en hambrunas porque de parte de Dios le ha sido quitado el sustento
del pan.
El hombre trabajará todo un día para apenas medio comer, dos libras
de trigo por un denario; el trigo es la base de los alimentos de los
judíos y un denario equivale al pago del jornal de un día de trabajo,
esto quiere decir que un obrero trabajará todo un día y el pago le
alcanzará para pagar dos libras de trigo o seis libras de cebada, sin
mas ingredientes ni más nada ¿Para qué pueden alcanzar dos libras
de trigo? Si un hombre con su trabajo tiene qué alimentarse el y toda
su familia.
Esto será una catástrofe para la humanidad, hambruna en toda la
tierra, las personas se pelearán por un bocado de pan, los artículos
de lujo estarán fuera del alcance económico de la gente por eso dice:
Pero no dañes, porque aunque esos artículos existen no serán
apetecidos ¿Por qué, quién se perfuma con hambre? ya que el olor
del perfume produce fatiga y ¿Quién querrá tomar vino? Ya que este
estimula o abre el apetito.