Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
MATERIA: PSICOPATOLOGÍA II
Tabla de Contenido
La mayor parte de la gente utiliza la palabra antisocial para referirse a las personas a las que les
cuesta, no les gusta o no parece gustarles relacionarse. Básicamente se emplea como sinónimo de
persona retraída y selectiva.
Sin embargo, en psicología el término antisocial se emplea para designar algo completamente
diferente, un tipo de trastorno conocido como trastorno de personalidad antisocial que tiende a
vincularse a comportamientos contrarios a las normas sociales e incluso a las leyes, ignorando
los derechos ajenos en favor de los propios.
A nivel de personalidad se observa que quienes presentan este trastorno suelen tener un bajo
nivel de amabilidad y de responsabilidad, cosa que de manera conjunta facilita que se metan en
disputas con otros individuos y con el sistema.
Por lo general, estas personas son ambiciosas e independientes; se trata de individuos con poca
tolerancia a la frustración, poca sensibilidad a los sentimientos de los demás y un muy elevado
nivel de impulsividad. Actúan sin pensar en las consecuencias de sus actos tanto para ellos
mismos como para los demás.
“Al igual que ocurre con los psicópatas, muchos de ellos son personas extravertidas y tienen un
considerable encanto y facilidad de relación, pero solo a nivel superficial. Tienden a poseer
características narcisistas, considerando su bienestar por encima dell resto, y es frecuente que
usen el engaño y la manipulación para conseguir sus objetivos.
Estas personas tienen un estilo de vida inestable, debido a que tienen grandes para hacer planes
de futuro y considerar las repercusiones de sus acciones. Es por ello que en general son
irresponsables y les cuesta hacerse cargo de aquello que suponga un compromiso, cosa que junto
con el resto de características antes mencionadas provoca que las personas con trastorno de la
personalidad antisocial presenten graves problemas de adecuación a la sociedad teniendo
dificultades a nivel personal, laboral y social” (Merican Psychiatric Association. (2013).
4
Todo ello provoca que sea frecuente que padezcan problemas depresivos, tensiónales y
adicciones a diferentes sustancias o actividades. Si bien este trastorno facilita la realización de
conductas criminales, es necesario tener en cuenta que esto no implica que todos los criminales
sean antisociales ni que todos los antisociales sean criminales.
Una persona con Trastorno Antisocial de la Personalidad (TPA) a menudo siente poca o nada de
empatía hacia los otros y no ve problema alguno en transgredir la ley para su propio beneficio.
“Falta de conformidad con las normas sociales y quebrantamiento habitual de la ley. Engañar,
mentir y estafar a otros para beneficio propio o simplemente por placer. Impulsividad y fracaso
para planificar el futuro. Irritabilidad y agresividad, incluyendo peleas físicas repetidas y
agresiones. Indiferencia imprudente hacia la seguridad propia y de otros. Irresponsabilidad
habitual, como incapacidad de mantener un trabajo estable o mantener las obligaciones
financieras. La falta de remordimientos e indiferencia hacia los sentimientos de los demás. Según
el DSM-V, Trastorno Antisocial de la Personalidad no se puede diagnosticar en personas
menores de 18 años de edad” (Merican Psychiatric Association. (2013).
Los investigadores de hoy no saben qué causa el Trastorno de Personalidad Antisocial. Hay
muchas teorías sobre las posibles causas. La mayoría de los profesionales está de acuerdo con un
modelo biopsicosocial de la causalidad, es decir, las causas de son probablemente debidas a
factores biológicos, sociales (por ejemplo, cómo una persona interactúa en su desarrollo
temprano con su familia y amigos y otros niños), y psicológicos (factores de la personalidad y el
temperamento del individuo, moldeados por su entorno). Esto sugiere que un solo factor no es
responsable, más bien es la naturaleza compleja y probablemente entrelazada de los tres factores
los que desencadenan este trastorno.
Como ya hemos dicho, las personas con Trastorno de Personalidad Antisocial no admiten que
tengan un problema, y mucho menos que necesiten ayuda ni tratamiento. Por este motivo es
imprescindible que exista un estímulo externo lo suficientemente fuerte o importante que les
ayude a aceptar dicha condición. Esto puede venir de la propia familia o incluso de la justicia,
que le ordene tomar tratamiento.
6
No es extraño que este trastorno se agrave debido al consumo de drogas, algo relativamente
habitual en estos individuos. Por este motivo en muchas ocasiones la terapia debe abordar ambos
problemas. La terapia grupal puede ser clave para hacer entender a la persona que puede
interactuar con los demás sin necesidad de violencia o desprecio. La terapia de cognitivo-
conductual ayuda a modificar los patrones disfuncionales de pensamiento y a estimular los
comportamientos positivos en sociedad.
Referencias
Davidson, K.M. & Tyrer, P. (1996). Cognitive therapy for antisocial and borderline
personality disorders. Single case study series. British Journal of Clinical Psychology, 35
(3), 413-429.
Quiroga, E. & Errasti, J. (2001). Tratamientos psicológicos eficaces para los trastornos de
personalidad. Psicothema, Vol. 13, nº 3, pp. 393-406. Universidad de Almería y
Universidad de Oviedo.
Santos, J.L. ; García, L.I. ; Calderón, M.A. ; Sanz, L.J.; de los Ríos, P.; Izquierdo, S.;
Román, P.; Hernangómez, L.; Navas, E.; Ladrón, A y Álvarez-Cienfuegos, L. (2012).
Psicología Clínica. Manual CEDE de Preparación PIR, 02. CEDE. Madrid.