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MAGÍSTER EN PSICOLOGÍA INFANTO JUVENIL

EN CONTEXTOS ESCOLARES

Percepción de los Desafíos en la Prevención


de la
Violencia Escolar

Autor : Claudio Andrés Rojas Dávila


Fecha : 19 Diciembre de 2011
Módulo : Violencia Escolar
Tutor (a) : Nicolás Pierry Dagnino
Evaluación : Ensayo
En primer lugar y a manera de introducción deseo dejar en claro que lo
amplio y lo complejo del tema de la violencia humana me lleva inevitablemente a
reflexionar, tal y como lo hace el enfoque ecológico de Bronfenbrenner la
constante interacción de los diversos sistemas, así como también aparecen otros
elementos como la violencia explícita en los medios de comunicación, o por
ejemplo la abundante información en internet relacionada a la violencia, en fin; es
indudable que en las instituciones educativas se vean reflejados estos aspectos de
la sociedad, concebir la convivencia escolar a partir de mirarnos críticamente
como sociedad es el primer gran desafío debido a que dificulta aún más la tarea
de la prevención de la violencia escolar, sobretodo en tiempos en que el discurso
de algunos sectores se centra en la rol que tiene la escuela para mitigar estos
fenómenos, endosándole la responsabilidad casi exclusivamente a esta institución.
"No debemos caer en la contradicción de guardar silencio ante las graves
distorsiones de los valores en casi todos los entornos sociales y pretender que las
instituciones educativas acaben transformándolo todo como si no existieran otras
influencias." Esperanza, (2001).

Pese a lo anterior tengo la convicción que la escuela bien direccionada,


consciente de sus fortalezas, debilidades, amenazas y oportunidades puede hacer
frente a aspectos de la sociedad reflejados al interior de ésta, como es el caso de
la violencia, elementos básicos pero centrales como mejorar el clima escolar. En la
Región Metropolitana un estudio del Departamento de Psicología Educacional de
la Universidad de Chile, dio algunas luces de cómo mejorar esto. "A partir de los
resultados obtenidos en este estudio nos parece que iniciativas que apunten a
construir un mayor sentido de pertenencia e identificación de los jóvenes con sus
liceos tendrán efectos de mejora en el clima escolar de la institución", Redondo
(2001). El mismo estudio critica otros factores que en la época no estaban siendo
tomados en cuenta, como es el caso de las orientaciones respecto a la necesidad
de enriquecer las relaciones interpersonales en la escuela como factor básico de
la mejora de los aprendizajes y la convivencia. Afortunadamente eso está
cambiando hoy en día con la implementación de políticas específicas para mejorar
la convivencia escolar, como es el caso del Manual de Orientaciones para
abordarla Convivencia Escolar en las Comunidades Educativas, del Ministerio de
Educación. "La Convivencia Escolar se constituye, entonces, en una
responsabilidad compartida por toda la Comunidad Educativa, en beneficio de
todos" MINEDUC (2010).
Dado el contexto global en los párrafos anteriores, y enfocándome en el
tema propuesto para este ensayo, creo que es indispensable preparar o
implementar un plan de prevención escolar, actuando en lo posible de manera
preventiva y no reactiva, como muchas veces sucede, ya que, sabemos que la
violencia y/o las manifestaciones de la agresividad en la sociedad actual, es parte
de la humanidad, sin embargo, propender a buscar soluciones o re-direccionar
pedagógicamente los conflictos en los microsistemas sociales que se dan en las
instituciones educativas; requiere de comenzar desde algún punto de la realidad.
En efecto esa comunidad educativa debe conocer esa realidad, por lo que en mi
parecer, el segundo desafío, es decir, es tener un conocimiento acabado,
desarrollando un buen diagnóstico de la situación de cada institución donde se
pretende llevar a cabo este plan preventivo. A su vez, este diagnóstico debe estar
sustentado en las características de la comunidad en particular, el proyecto
educativo, la misión y la visión, el reglamento interno de la institución; considerar
además las fortalezas y debilidades de la comunidad. Todo esto permitirá contar
con información valiosa a la hora de acotar y/o definir áreas temáticas, las fuentes
de información, muestras y métodos de recolección y análisis de datos.

Como lo vimos en la evaluación anterior este módulo, una convivencia


escolar saludable debe estar basada en el entendimiento involucrando a todos los
sistemas sociales que se vinculan con la comunidad educativa, apuntando así a
minimizar los factores externos de riesgo para la convivencia en la escuela, donde
la institución no tiene injerencia directa, como las familias de los alumnos, sus
barrios o amistades que se vinculen a los alumnos fuera del espacio escolar. Por
lo tanto, un segundo desafío creo, es el involucramiento de todos los actores de la
comunidad educativa; la participación no sólo es recomendable, sino podríamos
decir que un derecho, sin embargo también es un deber, aunque no todos los
involucrados, debido a sus respectivos roles, lo hagan de la misma manera, pero
todos deben participar, ya que, con esto se genera algo fundamental como es el
participar de un proyecto en el más amplio sentido de la palabra, y esto a su vez,
implica generar identidad de una determinada comunidad, claro los integrantes de
un determinado colegio o escuela de nuestro país difícilmente podría superar sus
vicisitudes sin participación de todos sus integrantes; esto por otro lado se
relaciona con el concepto de inclusión, ya que, una comunidad participe de las
decisiones y/o de la construcción de un proyecto lo siente parte suyo y se hace
responsable por el mismo. Quizá el desafío más importante de la participación es
que tampoco se impone, sino que se promueve y se educa. En este sentido una
gran tarea para La escuela de hoy en día, en que todavía es tildada de poco
democrática, cuando se le instruye permanentemente a los alumnos, padres,
funcionarios de cuándo, cómo y dónde se lleva a cabo cada aspecto de la
cotidianeidad escolar, sin dejar espacio a la proposición, y por qué no decirlo, al
juicio crítico; en otras palabras a la participación activa de los diversos actores de
este microsistema.
Por último, un tercer y gran desafío, quizá no sólo para la convivencia
escolar, sino para la sociedad en su conjunto, es internalizar el concepto de
igualdad, el cual de alguna manera es un pilar que subyace a cualquier plan de
convivencia, incluso que propicia desarrollar los desafío anteriormente expuestos,
debido a que en la interacción igualitaria está la posibilidad de construir y no
imponer, está la posibilidad de observar críticamente, pero con respeto, escuchar,
pero sin prejuicios. Lo difícil es que la sociedad misma, muchas veces, no lo es,
pero la educación debe propender a que esa utopía se concrete y para eso el
primer paso es sensibilizar a los integrantes de la comunidad educativa,
aceptando la diversidad y valorando la posibilidad de contar con un espacio amplio
y variado, donde la diferencia es la riqueza y no una debilidad, sin duda que para
eso cada plan de prevención debe preparar a la escuela en variadas
competencias, es decir, habilidades útiles y susceptibles de ser aplicadas, en la
gestión del conflicto, la comunicación, por ejemplo, en esta última se dificulta
cuando interpretamos antojadizamente una idea, que más bien es una percepción
subjetiva y no una escucha empática ni respetuosa del que piensa y/o actúa
distinto a mí.

Referencias:

MINEDUC (2010). Conviviendo Mejor en la Escuela y en el Liceo:


Orientaciones para abordar la Convivencia
Escolar en las Comunidades Educativas. Di-
visión de Educación General. Unidad de
Transversalidad. Chile.

Redondo, J., (2001) El clima escolar percibido por los alumnos de


enseñanza. Una investigación en algunos liceos
de la región metropolitana media. Última Década
nº15, Cidpa. Viña del mar. Octubre 2001, p.1152.

Esperanza, J., (2001) Los problemas de la convivencia escolar: Un


enfoque práctico. Edit: Federación de Enseñanza
de CC.OO. Secretaría Política Educativa y Estu-
dios de la FE.CC.OO. Madrid, España.

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