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El misterio pascual de Cristo

La Semana Santa es el tiempo para disponerse con el corazón y con la vida para celebrar un año
más la Pascua, la eterna presencia del Señor que anima, alimenta y fortalece la fe de la
comunidad.

El misterio pascual de Cristo es la celebración de tres pasos o momentos importantes que se


conmemoran en la Semana Santa: la pasión, la muerte y la resurrección de Cristo. En ese sentido,
la Iglesia Católica, que predomina en Colombia, realiza celebraciones litúrgicas y actos de piedad
popular, con el fin de que la comunidad renueve su fe y comunión con Dios.

En charla con el presbítero Gabriel Jaime Molina, de la parroquia Santa María de los Dolores de El
Poblado, explicó cuáles son esos momentos más importantes y en qué consisten las celebraciones
litúrgicas, lo mismo que los actos de piedad popular, que se realizan como complemento de estas,
los cuales han permanecido por la devoción de los creyentes.

La pasión

Este momento se revive entre el Jueves y el Viernes Santo, en el que el Señor antes de su muerte
instituye la Eucaristía y en un gesto de humildad se hace servidor de todos. El Jueves Santo incluye
cuatro actos litúrgicos: La misa como conmemoración de la Última Cena, el Lavatorio de los Pies, la
reserva del Monumento y se desnuda el Altar. Como acto de piedad en la noche muchas
comunidades llevan a cabo la procesión de Prendimiento, recordando las horas de agonía de
Jesús, además se acostumbra hacer la visita al Monumento.

En la misa de la Cena del Señor se canta el Gloria, suenan las campanas muy solemnemente, hay
una Liturgia de la Palabra que recuerda el mandato memorial de la muerte del Señor.

“El Lavatorio de Pies lo hizo Jesús en la Última Cena como un signo de humildad y de servicio que
todo cristiano tendría que realizar, para que nosotros vayamos a hacer lo mismo”, explica el
presbítero Molina.

La reserva del Santísimo o Monumento, afirma, es para orar, y orar en acción de gracias, según el
mandato del amor. También, para poder comulgar el Viernes Santo y para agradecer lo que el
Jueves Santo se instituyó en la Cena, que fue la primera vez que Jesús dijo: ‘Hagan esto en
memoria mía’. “El día en que Jesucristo nos dio los sacerdotes para que puedan celebrar la
Eucaristía”.

La razón fundamental por la cual se desnuda el altar es porque al otro día no va a haber misa.
También tiene un significado de limpieza espiritual, así como Cristo fue despojado de sus vestidos,
“es el momento para prepararnos para la fiesta de la Pascua”.

La muerte

“Los momentos más significativos de esta son: la lectura de la palabra, la lectura de la Pasión
según el evangelio de San Juan, la adoración de la Cruz, que es el elemento más dramático, Este
momento se rememora entre el Viernes y el Sábado Santo, mediante la oración y el ayuno. La
única gran celebración litúrgica de este día es la que se hace a las tres de la tarde, en la que se
conmemora la muerte del Señor.
donde la besamos, en señal de humillación y victoria de Cristo”, explica el padre Molina.

Entre los actos de piedad se realiza el Vía crucis y la Procesión del Sepulcro.

Ambos son una devoción, el primero se realiza en la mañana y en la tarde luego del sermón de las
Siete Palabras se lleva a cabo la Procesión del Sepulcro.

El tercer día, el Sábado Santo, en la tarde no hay ningún acto litúrgico, pero algunas iglesias sí se
reúnen para meditar los dolores de la Virgen, mediante la Procesión de la Soledad, que es otro
acto de piedad popular. Luego viene la Vigilia Pascual, que es la celebración más importante.

Resurrección

La vigilia pascual es la noche más significativa del año y en ese sentido se anuncia la resurrección
de Cristo a través de una fiesta nocturna, que consta de cuatro momentos: El primero, una
celebración de la luz; la segunda, una celebración de la palabra muy larga; la tercera, una
celebración bautismal y la cuarta, la que siempre se celebra los domingos, la liturgia eucarística.

Estos actos tienen un sentido especial, así lo explica el padre Molina: “La luz, nos recuerda el
momento de la creación; la palabra, la historia de nuestra salvación; la liturgia bautismal, de cómo
la Iglesia recibe nuevos miembros por el bautismo, y la liturgia eucarística, donde la comen los que
tienen que ver con Jesús; comulgar es estar en la amistad con el Señor, de ahí ese sentido”.

Como acto de piedad para el Domingo de Pascua está el “encuentro de la Madre del Señor con el
Resucitado, que se puede hacer dentro de la procesión de Pascua, algunos lo hacen después de la
Vigilia Pascual.

En la vigila pascual se ingresa al templo a oscuras y luego se enciende el cirio pascual y se dice:
‘esta es la luz de Cristo, Cristo como luz del mundo’, con la que se da inicio a un nuevo año
litúrgico.

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