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CATEDRA DE CIENCIAS BIOLOGICAS


ESCUELA DE FONOAUDIOLOGIA
FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS
U.N.R.

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PRÓLOGO A LA SEGUNDA EDICIÓN


La idea de hacer una monografía sobre los músculos faciales surgió ya hace algunos años
con el objeto de jerarquizar estos contenidos para estudiantes de Fonoaudiología. La
idea de que el futuro desarrollo profesional devengará en un enfrentamiento con la
gestualidad, hace necesario presuponer que el conocimiento de una sólida base
anatómica se transforma en una necesidad básica.

.
Dr. Felipe Alberto Nicastro. Profesor Titular. Cátedra de Ciencias Biológicas
Escuela de Fonoaudiología. Facultad de Ciencias Médicas. UNR
.

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La ciencia médica ha tenido en cuenta la gestualidad facial desde mucho tiempo atrás. Un
clásico ejemplo siempre puesto sobre la mesa debido a su enorme frecuencia es la
enfermedad de Parkinson. Descripta en 1817 por el médico inglés James Parkinson con
el nombre de parálisis agitante (An Essay on the Shalking Palsy. Whittingham and
Rowland, London, 1817), sus descripciones se basaron fundamentalmente en la
observación de los pacientes, pero llamativamente no hace en su trabajo ninguna
referencia a la facie características de la afección. Esto recién surge mucho tiempo
después a partir de las observaciones de E. Brissaud, un médico de la Salpetriére quien
reparó sobre la “cara de máscara” de dicha enfermedad. Esta no fue la única
circunstancia, pero quizás sí la mas conocida o las mas usada habitualmente como
ejemplo cuando se intenta recalcar el valor de observar el gesto del paciente. Todos
aquellos que ejercemos la Medicina hemos experimentado alguna vez una cuasi certeza
diagnóstica con solo ver el rostro de un paciente. Es nuestro anhelo que esta experiencia
pueda no solo ser transmitida también a futuros profesionales fonoaudiólogos, sino que
ellos comprendan también el valor práctico de todo esto.

Por eso, en esta segunda edición hemos incluido no tanto cambios de texto en la
descripción anatómica clásica, sino que incluimos una profusa ilustración iconográfica,
atento quizás al nombre que le hemos puesto a nuestro programa de enseñanza docente,
Andreas Vesalius, precursor de la anatomía ilustrada. También en orden a ciertos cambios
curriculares que lentamente se están operando en el seno de la Escuela, hemos incluido
un capítulo sobre las parálisis faciales, relacionadas con la inervación de los músculos de
la mímica, y sobre conceptos acerca de la anatomía funcional de los gestos

Ansiamos, pues, que esta segunda edición pueda ser útil a los noveles alumnos que se
sumergen por primera vez en una disciplina como la Anatomía.

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MÚSCULOS FACIALES
Los músculos de la cara se dividen en masticadores y faciales, y de estos últimos nos
referiremos ahora

Los músculos faciales tienen una serie de características distintivas:

1. se originan embriologicamente el segundo arco braquial


2. tienen una distribución periorificial
3. carecen, a excepción del buccinador, de aponeurosis
4. tienen al menos una inserción subcutánea
5. están inervados por el nervio facial (VII par craneal)
6. su función radica en la expresión y la mímica

Embriológicamente se originan del segundo arco braquial o arco hioideo, de donde se


desarrollan la porción proximal del hueso hioides, el aparato estilohoideo y el músculo
del estribo (stapedius). La inervación común de todas estas estructuras es el nervio
facial.

La distribución de estos músculos se realiza alrededor de los orificios de la cara. Así


pues, topográficamente se distinguen músculos periorbiculares, perinasales, peribucales
y periauriculares. Una excepción al concepto sería el cutáneo del cuello y el occipital
aunque una relación indirecta con la órbita y la boca pueden ser interpretadas.

Todos estos músculos carecen de aponeurosis, a excepción del buccinador que tiene una
capa conjuntiva (aponeurosis bucinatriz) que lo cubre. Esto está en relación también con
la presencia de una inserción en la dermis profunda de la piel de la cara, cosa que permite
que realice su función específica, que es la expresión (o una actitud involuntaria del
estado de ánimo a través de la cara) y la mímica, cosa similar pero con franco
componente voluntario.

Hemos dicho que la inervación motora de estos músculos esta a cargo del par nervioso
VII, pero haremos referencia mas adelante al origen de las fibras que transporta este
nervio.

Anatomía Funcional.
Desde el punto de vista topográfico vamos a agrupar a estos músculos en orden a los
sectores en donde se localizan, considerando:

1. músculos cutáneos localizados en el cráneo


2. músculos periorbiculares
3. músculos periauriculares
4. músculos perinasales
5. músculos peribucales
6. músculo cutáneo del cuello

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1.- Músculos cutáneos del cráneo y aponeurosis epicránea . El


músculo occipito frontal es un músculo digástrico extendido por encima de la calota
craneal (fig.1). Pueden distinguirse tres sectores perfectamente diferenciados: el músculo
occipital, el músculo frontal y un tendón intermedio denominado aponeurosis epicránea o
galea aponeurótica. El músculo occipital se inserta en la línea curva occipital superior y
se extiende hacia adelante para terminar en la aponeurosis epicránea. El frontal, por el
contrario se extiende desde el sector anterior de ésta y sus fibras terminan
confundiéndose con los músculos periorbitarios orbicular, piramidal y superciliar en la
cara profunda de la piel de la región de las cejas. La aponeurosis epicránea se extiende
desde las proximidades de a apófisis mastoides hasta las cercanías del bregma y
lateralmente se extiende hasta el arco cigomático, donde se adelgaza notablemente para
confundirse con el tejido celular que rodea a la aponeurosis temporal. Su cara profunda
se desliza por encima de la calota, y su cara superficial esta adherida a la piel por tractos
conjuntivos. delimitando un espacio ricamente vascularizado.

Figura 1: músculo occipito frontal y aponeurosis epicránea. También se ve la inserción de los


músculos auriculares.
Acción: El músculo occipital sirve de punto fijo para la contracción del sector frontal al
poner tensa la galea aponeurótica. El frontal arruga la frente denotando una actitud de
prestar atención o, si es posible contraerlo de un solo lado, de interrogante. La
aponeurosis epicránea junto a la piel forma el cuero cabelludo. Hay tejido celular que
facilita su deslizamiento por sobre la calvaria (si se toca esta región se comprobará que
puede deslizarse ampliamente) y eso explica el denominado scalp. Este es un mecanismo
traumático por avulsión (arrancamiento) que practicaban los indígenas norteamericanos
con sus prisioneros. También es posible de ver en accidentes por tracción del cuero
cabelludo (al quedar, por ejemplo, atrapado entre los rodamientos de una máquina).

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Figura 2: Contracción del músculo frontal


Entre la galea y la piel existen tractos conjuntivos que mantienen adheridas ambas
superficies. Por aquí discurren vasos dependientes de las arterias temporal superficial,
auricular posterior, occipital, frontal interna y supraorbitaria, que se distribuyen en forma
abundante por la región. Los vasos están entre los tractos conjuntivos que suelen
dificultar su cierre frente a traumatismos (cortes) lo que explica él porque las lesiones del
cuero son tan sangrantes.

Los nervios sensitivos del cuero cabelludo pueden desdoblarse por un plano transversal
que pase a nivel del bregma: por delante el ramo frontal del oftálmico (V’), y por detrás
el nervio suboccipital mayor de Arnold (rama anterior de C2).El nervio aurículotemporal
y las ramas auricular y mastoidea del plexo cervical superficial terminan inervando la
porción lateral del cuero cabelludo y la región de la oreja.1

2.- Músculos de la región auricular . Los músculos en relación con el


pabellón auricular se dividen en extrínsecos e intrínsecos, y su consideración será
abordada al estudiar el oído. De todos modos, diremos ahora que los músculos
extrínsecos son los considerados “faciales” y son tres; anterior, superior y posterior,
extendiéndose desde la aponeurosis epicránea y la mastoides al pabellón (fig. 1). Estos
músculos tienen importancia en animales con pabellón en forma de cucurucho, en donde
este puede moverse para ser orientado en dirección al sonido. En el hombre son atróficos
aunque muchas personas conservan la capacidad de mover sus orejas, sin que esto tenga
importancia funcional, aunque pueda ser una manifestación expresiva.

3.- Músculos periorbitarios

a) Músculo piramidal: es un vientre carnoso extendido entre la parte superior de la nariz


y la piel del entrecejo. Toma una inserción ósea en la parte lateral de los huesos propios y
se extiende hacia arriba y un poco hacia afuera hasta la piel de la región interciliar, para
confundirse con las fibras del frontal y del superciliar.

Acción: arruga la piel del entrecejo y es antagonista de la función del frontal.

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debe tenerse en cuenta que esto se refiere a la inervación sensitiva de la calota, no la motora que será
considerada en forma oportuna.

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Figura 3: Acción del músculo piramidal

b) Músculo superciliar: es un fascículo pequeño que se inserta en la apófisis orbitaria


interna del frontal y en el arco superciliar para terminar en la dermis de la cabeza de la
ceja.. (Fig 2)

Acción: aproxima a la línea media la porción interna (cabeza) de las cejas.

Figura 4: Acción del músculo superciliar


c) Músculo orbicular de los párpados: es un verdadero esfínter de la abertura palpebral,
constituido por dos porciones perfectamente diferenciadas, una palpebral y otra orbitaria.
En ambas pueden diferenciarse un hemiorbicular superior y otro inferior. La porción
palpebral toma inserción, por dentro, en un ligamento que se fija a la zona de articulación
ungueo-maxilar, por medio de un tendón directo y un tendón reflejo. Ambos se unen en
forma de horquilla y conforman un espacio en donde se aloja el saco lagrimal. Por fuera,
termina en el ligamento palpebral externo del tarso. Su cuerpo se extiende sobre el tarso,
que es el esqueleto fibroso del párpado, al cual mueve (fig. 2)

La porción orbitaria toma inserciones periféricas en el reborde de la órbita,


extendiéndose a la cara profunda de la piel adyacente. Un pequeño fascículo
diferenciado, el Músculo de Horner, se desprende desde la cresta lagrimal del unguis y
se dirige hasta los puntos lagrimales.

Acción: el orbicular actúa como esfínter de los párpados. La porción palpebral cierra el
párpado actuando en el parpadeo, sueño y otras situaciones de reposo. La porción
orbitaria solo se contrae voluntariamente, haciendo que la piel de la región oculte
párpados y pestañas. El músculo de Horner dilata los puntos lagrimales favoreciendo la
circulación de la lágrima hacia las fosas nasales.

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Figura 5: músculos periorbitarios

4.- Músculos Perinasales:


a) Músculo Transverso de la Nariz: se extiende desde el dorso de la nariz hasta la
cara profunda de la piel del surco naso geniano (Fig. 3)

Acción: es dilatador de las ventanas nasales.

b) Músculo Dilatador de la Ventana Nasal: es un pequeño haz que desde cartílago alar
de la nariz se extiende hacia delante, terminando en la piel del borde de la ventana nasal.
(Fig.3)

Acción: homóloga a su denominación.

c) Músculo Mirtiforme: desde la fosita mirtiforme del maxilar superior, se dirige hacia
arriba para alcanzar el borde posterior de la ventana nasal (Fig.3)

Acción: depresor del ala de la nariz.

Figura 6: Músculos perinasales

5.- Músculos Peribucales : comprenden el conjunto de músculos situados


alrededor de la abertura bucal. Pueden diferenciarse en dos grupos funcionales: los
constrictores y los dilatadores del orificio bucal. Estos últimos están distribuidos en dos
planos, superficial y profundo. Además debe tenerse en cuenta aquí un plano imaginario
que pase por la comisura labial y que demarca el territorio de inervación de las dos ramas
del nervio facial, como se considerará mas adelante.

5.1.Músculos Constrictores del Orificio Bucal. Esta conformado por dos músculos, el
orbicular y el compresor de los labios

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a) Orbicular de los Labios: esta conformado por fibras extendidas desde la eminencia
canina del maxilar superior y desde las proximidades de los incisivos inferiores (fibras
intrínsecas) y otras que se desprenden de los músculos circunvecinos (fibras extrínsecas)
hasta la comisura labial. Pueden distinguirse un hemiorbicular superior y otro inferior,
cuyo plano de clivaje es, justamente, la comisura. (Fig 4)

A nivel de ambas comisuras, existe una especie de “tendón conjunto” formado por la
convergencia de ambos hemiorbiculares, a los cuales se suman fibras de un gran número
de músculos dilatadores. Este rafe aponeurótico se conoce con el nombre de Modéolus

Acción: ocluye la abertura bucal, e interviene en acciones como silbar, soplar, besar,
succionar.

Figura 7: Acción del músculo orbicular de los labios


b) Músculo Compresor de los Labios: esta constituido por fibras de disposición
transversal que se dirigen desde la cara profunda de la piel a la mucosa labial, cruzando
en ángulo recto a las fibras del orbicular. Tiene mayor importancia y desarrollo en el
recién nacido en relación con el acto de succión. Su disposición podría rememorar a las
fibras longitudinales y radiadas que tienen casi todas las vísceras huecas.

Acción: es un músculo sinérgico de la acción del orbicular sobre todo en el recién nacido.

5.2.: Músculos Dilatadores del Orificio Bucal. Describiremos sucesivamente los planos
superficial y profundo, que es como se encuentran en la disección anatómica o en el acto
quirúrgico

5.2.1.: Plano Superficial: se encuentra en él los músculos elevador común y propio del
ala de la nariz, los zigomáticos, el risorio, el triangular de los labios y el borla de la barba

a) Músculo Elevador Común del Ala de la Nariz y del Labio Superior: se extiende
desde la apófisis ascendente del maxilar y la apófisis orbitaria interna del frontal, en
íntima relación con el orbicular palpebral, para terminar en la cara profunda de la dermis
del ala de la nariz y del labio superior. (fig.4)

Acción: eleva el ala nasal y el labio superior, produciendo además la eversión de este
último.

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Figura 8: Acción del músculo elevador común


b) Músculo Elevador Propio del Labio Superior: se extiende desde el margen orbitario
inferior hasta la cara profunda de la piel del labio superior. (Fig.4)

Acción: asciende el labio superior

c) Músculos Zigomáticos Mayor y Menor: el zigomático mayor esta formado por fibras
de disposición acintada que desde la porción malar del arco zigomático se extienden
hasta el modéolus y la región adyacente del labio superior. El zigomático menor tiene
una disposición paralela, más externa, pero inconstante. (Fig.4)

Acción: tiran hacia arriba y afuera la comisura labial

Figura 9: Acción de los músculos zigomáticos


d) Músculo Risorio (de Santorini): es un conjunto de fibras de difícil disección e
inconstantes que se extiende desde la aponeurosis maseterina hasta el modeolus. (Fig.4)

Acción: tiran hacia atrás de la comisura, produciendo la sonrisa . Esto es puesto en duda
por algunos autores como Aprile, que consideran que el músculo es demasiado débil, y
sobre todo inconstante, como para hacer efectiva esta acción.

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Figura 10: Acción del músculo risorio


e) Músculo Triangular de los labios: es un fascículo muscular con la forma en que su
nombre designa, que desde la línea oblicua externa de la mandíbula se dirige hacia la
comisura labial para terminar en el modéolus. (Fig.4)

Acción: tira hacia abajo y afuera de la comisura.

Figura 11:Acción del músculo triangular


f) Músculo Borla de la Barba: es un rodete extendido desde la sínfisis mentoniana y
adyacencias a la piel de la cara profunda del mentón. (Fig.4)

Acción: proyecta hacia afuera la piel del mentón

Figura 12: Acción del músculo borla de la barba


5.2.2: Plano Profundo: están constituido por el canino, el cuadrado del mentón y el
buccinador.

a) Músculo Canino: se extiende desde la fosa canina hasta el modeolus

Acción: tira hacia arriba de la comisura labial

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b) Músculo Cuadrado del Mentón: es un músculo de forma cuadrangular extendido


entre la mandíbula (entre las inserciones del triangular y el borla) hasta la piel del labio
inferior

Acción: desciende y evierte el labio inferior

c) Músculo Buccinador: es un músculo de forma rectangular, cuya extremidad anterior


parece una C abierta y forma la mayor parte de las mejillas o carrillos. Por atrás se
inserta en el sector alveolar del maxilar superior y en el ligamento ptérigomaxilar que lo
separa del constrictor superior de la faringe; las fibras se dirigen hacia la comisura labial
donde se entremezclan con los músculos de los sectores superior e inferior y participan
del modéolus., Esta recubierto por una capa de tejido conectivo denominada
Aponeurosis Bucinatriz, mucho mas densa en la parte posterior(Fig.4)

Acción: cuando la boca esta vacía y el orbicular labial relajado, el buccinador tira hacia
atrás de la comisura, configurando una sonrisa. Con las mejillas distendidas (por
irrupción del aire en la espiración) contribuye a la acción de soplar o silbar. Con la boca
cerrada permite remover alimento en el surco alvéolodentario

Bola adiposa de Bichat: es una masa de tejido adiposo que se ubica entre los planos
superfical y profundo de los músculos de la región peribucal. Da consistencia a la mejilla,
y tiene un mayor desarrollo en el recién nacido donde contribuye al acto de succión.

Figura 13: Músculos peribucales

6.- Músculo cutáneo del cuello: el cutáneo del cuello (Platysma) es el único de esta
región. Es una delgada capa muscular extendida entre el reborde inferior del maxilar
inferior hasta el borde esternal y clavicular. Suele estar segmentado por bandas
aponeuróticas a modo de división metamérica y se adhiere a la dermis de la piel del
cuello. Esta atravesado por la rama supraclavicular del plexo cervical superficial.

Acción: arruga la piel del cuello

INERVACION DE LOS MÚSCULOS FACIALES.

Los músculos cutáneos de la cara están inervados por el facial, séptimo par
craneano. Para comprender la fisiología de este grupo muscular deben tenerse en cuenta

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un componente de primera neurona piramidal, un componente extrapiramidal y por fin un


componente de segunda neurona o nuclear.

a) Primera neurona o piramidal: las fibras que inervan la cara nacen en el área motora
primaria, localizada en la porción mas inferior de la circunvolución frontal ascendente,
por delante de la cisura de Rolando. En la década del ‘50, Penfield y Rassmusen se
encargaron de diagramar un mapa de localizaciones funcionales de las áreas motoras en
esta zona que se conoce con el nombre de “homúnculo”. En el homúnculo es una suerte
de hombrecillo desproporcionado cuya cabeza corresponde a la parte mas baja del surco
rolándico un esta dispuesto “al derecho”, inversamente a lo que ocurre en los miembros.

Las fibras desde la corteza alcanzan el centro semioval y la cápsula interna. Desde su
localización cortical realizan una rotación para ubicarse en la cápsula en el sector de la
rodilla (haz geniculado), descendiendo por el pie del pedúnculo y del puente para
decusarse a nivel de la parte media de la protuberancia. En ese lugar alcanzan el núcleo
motor del facial, localizado en plena calota protuberancial.

b) Componente extrapiramidal: es evidente que además del componente motor


voluntario o piramidal, existe otro involuntario o extrapiramidal. La misma fisiología
(expresión facial) como la patología (por ejemplo la facie inexpresiva de la enfermedad
de Parkinson) son evidencias clínicas de la existencia de esto. Las vías exactas son
difíciles de localizar, pero se sabe que el locus niger, el cuerpo estriado (pálido y
putámen) y el subtálamo, tienen que ver en todo esto. Últimamente se ha incriminado a la
cabeza del núcleo caudado en la participación de producción de movimientos anormales
en la cara (y otros sectores corporales). Sin lugar a dudas, el sistema límbico, como
sector cerebral encargado de la emoción (una forma primaria de conducta encargada de
expresar los sentimientos como placer, miedo o ira), se involucra de alguna manera en la
inervación facial, como podrá apreciarse mas adelante.

c) Componente periférico: El núcleo motor del nervio facial recibe esta doble
inervación señalada anteriormente.. Sin embargo, anatómicamente, es importante tener
en cuenta que el núcleo motor no es el único involucrado en la fisiopatología de ciertos
síntomas (ver mas adelante). Este núcleo motor, localizado en plena sustancia reticular
de la protuberancia, esta conformado por dos subnúcleos: superior e inferior. Cada uno
de éstos origina a la respectiva rama homóloga ( nervios témporo facial y cérvico facial
respectivamente), destinado a un territorio definitivo.

A partir del núcleo, las fibras del facial hacen un rulo dentro del tronco cerebral rodeando
al núcleo del VI par o motor ocular externo; desde allí se dirigen hacia abajo y adelante
para hacer su origen aparente en la unión pontobulbar, entre los pares VI y VIII,
acompañando a este último en el trayecto de la cisterna del ángulo pontocerebeloso hasta
el conducto auditivo interno (CAI). Junto a la arteria auditiva interna ambos nervios
alcanzan el fondo de este conducto, y el facial se introduce en la fosita anterosuperior
para ingresar al “acueducto de Falopio” (nerviducto del facial). Este es un fino
conductillo labrado en el interior del peñasco con tres porciones perfectamente
diferenciadas (laberíntica, timpánica y mastoidea). Tras discurrir a través de ellas, el
facial alcanza el orificio estilomastoideo, por donde sale para introducirse
inmediatamente en la región parotidea. Dentro de la intimidad de la glándula parótida, el
VII se divide en sus dos ramas terminales: la témporo facial (nervio facial superior) y la
cérvico facial (nervio facial inferior). Cada unas de estas ramas tiene un territorio
delimitado por una línea imaginaria que pasa a nivel de la comisura labial. Sin embargo,
es fundamental tener en cuenta que la inervación de cada uno de los núcleos por medio

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de la neurona motora superior - la que depende el área motora voluntaria- es distinta


para cada uno de estos segmentos: mientras que el subnúcleo motor superior tiene
inervación bilateral, el territorio inferior posee solo inervación contralateral. Este es
un hecho anatómico fundamental para recordar, ya que permitirá explicar la diferencia
clínica entre parálisis faciales centrales y periféricas.

Figura 14. Inervación de los músculos faciales. Obsérvese que la primera neurona tiene una
proyección bilateral sobre el subnúcleo facial superiore y solo contralatral sobre el inferior.

PARÁLISIS FACIAL O PROSOPLEGIA.


La parálisis de la cara puede ser central o periférica. Se entiende por parálisis facial
central a una lesión de la primera neurona, o sea la que se extiende entre la corteza y el
núcleo protuberancial del nervio facial. Si se atiende al esquema, se verá que el sector
superior de este núcleo recibe inervación de la corteza de ambos hemisferios cerebrales,
razón por la cual la parálisis primará en el sector inferior. El enfermo tiene la “boca
torcida” hacia el lado sano por la hipotonía que acompaña a la parálisis del lado enfermo.

Figura 15: Parálisis facial central

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La parálisis facial periférica implica una lesión que se extiende desde el núcleo
protuberancial del facial hacia abajo. Entonces, la doble inervación del subnúcleo
superior no compensa ya, y la prosoplegia abarca todo el territorio del VII par. En
el esquema se demuestran sus características: la boca “torcida hacia el lado sano”
igual que en el caso anterior, pero por lo general mas pronunciado; el párpado no
puede cerrarse (lagoftalmos) y al intentar hacerlo el globo ocular se mueve rotando
hacia arriba y hacia fuera (signo de Bell)

Figura 16: Parálisis facial periférica

FUNCIÓN DE LOS MÚSCULOS FACIALES.


Los Músculos Faciales intervienen en la expresión y en la mímica.

El término expresión esta relacionado con la gestualidad, una acción involuntaria pero
que puede ser mas o menos consciente.

La mímica está relacionada con la expresión consciente y voluntaria, como por ejemplo
un trabajo actoral.

Gesto: es una expresión corporal determinada culturalmente que amplía, complementa o


modifica el habla, o que se emplea como una forma de comunicación no verbal. 2 En el
cuadro siguiente se clasifican los gestos.

Gestos fisiológicos
a) con habla: gesticulaciones
b) sin habla: pantomima
c) gestos simbólicos: reir, llorar, etc.
d) gestos menos voluntarios: bostezar

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los gestos no son necesariamente faciales, aunque por la gran importancia que tienen los músculos de
la cara en su producción, los explicamos en este punto

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Gestos patológicos: ejemplos:


Risa-llanto inmotivado que se ve en las demencias (respuesta desmesurada a
una situación emotiva)
Facies inexpresiva (sin mímica o facies del jugador de póker que se ve en la
enfermedad de Parkinson).

Facies inexpresiva típica de la enfermedad

Figura 17 : a la izquierda se observa el pliegue de Veraguth en un enfermo depresivo. La figura de


la derecha es un dibujo de Paul Richer acerca de la facie inexpresiva de la enfermedad de
Parkinson

El pliegue de Veraguth es una forma particular de la ceja que se observa en la


depresión

Duchenne3 ha estudiado por electromiografía la acción de los músculos faciales en la


expresión. Su conclusión fundamental se basa en que existe un grupo exclusivo de
músculos que actúan en una determinada gestualidad, mientras que el resto se convierte
solo en sinérgicos de esta función. En un artículo comentado por Delmas 4, a cuyo texto
original remitimos al lector, puede apreciarse una suerte de clasificación de la acción
muscular en la gestualidad. Se consideran aquí músculos involucrados en la alegría, la
tristeza, la atención y las emociones.

A continuación reproduciremos una serie de esquemas basados en los propuestos por


Duchenne y Delmas, de fácil reproducción en donde puede aprenderse sin demasiada
dificultad como se lleva a cabo el mecanismo muscular en cada tipo básico de expresión.

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no se trata del mismo Duchenne quien en 1855 describiera la distrofia muscular que lleva su nombre
4
Rouviére – Delmas. “Anatomía Humana”. Tomo I. Ed. Masson 9º edición , 1987

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Figura 18: Músculos que intervienen en la expresión de alegría

Figura 19: Músculos que intervienen en la expresión de tristeza

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Figura 20: Músculos que intervienen en el gesto de la atención

respecto a la gestualidad de la emoción, no coincidimos con la definición propuesta por


Duchenne. La emoción, repetimos, es una forma de conducta que sirve para expresar el
contenido de los sentimientos, y su regulación está a cargo del denominado sistema
límbico (hipocampo y amígdala entre otras estructuras cerebrales) que constituyen una
parte antigua en la evolución del cerebro. Lo que se demuestra en el esquema siguiente
está relacionado con cierto tipo de emociones como la ira o el miedo.

Figura 21: Músculos que intervienen en la expresión de ciertas reacciones emotivas

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Lecturas Recomendadas. (en base a la bibliografía consultada y a disposición del


alumnado)
1. Rouvière – Delmas. “Anatomía Humana”, tomo I. Masson 1987
2. Holinshead, Henry. “Anatomía Humana”. Editorial La Médica, 1966
3. Micheli, Federico “Enfermedad de Parkinson y trastornos relacionados”.
Panamericana, 1998
4. Moore, Keith; Dalley, Arthur. “Anatomía con orientación clínica”.
Panamericana, 2002.

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