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Espera, es la palabra que más he escuchado estos últimos días, parece que es tan fácil

decirla, pero, vaya que es demasiado complicado cuando uno es el que tiene que poner en
práctica la paciencia. ¿Pero qué es lo que espero? ¿Qué es eso que ha sido capaz de no
dejarme dormir?, pero también soñar en el poco tiempo que duermo, incluso hasta
despierto. Bueno, lo que espero es una respuesta ya sea un si o un no, pero por el momento
solo esperar. De obtener un si como respuesta sería para mi estar en libertad y gozar de
eso que da felicidad a la vida, la segunda respuesta, un no daría como resultado algo
doloroso para mí, condenaría a este demonio a vivir en como siempre lo ha hecho, en
soledad, no es que sea nada nuevo para mí, es más podría decirse que así lo quise en su
momento, por ahora es aprender a esperar, ¿Cuánto tiempo? No tengo la más remota idea,
pero debo de hacerlo.

Vaya que es extraño despertar de un sueño tan profundo en el que me mantenía, un sueño
en el que fui sellado, es más tan acostumbrado estaba a este sueño que hasta a mí me
causo confusión, sé que no es normal en mi jurar algo, pero en esta ocasión juro que no
había despertado con tal fuerza, tal es la fuerza con la que he despertado que más de uno
de mis amigos se han percatado de esa diferencia, que en años de conocerme nunca me
habían visto de tal manera, ver que también tengo la capacidad de manifestar un
sentimiento.

Vayamos tiempo atrás y hablemos de eso a lo que llamaremos “el sello”, fue colocado
después a los 19 años, después de que en los años anteriores a ellos haya visto lo que en
si momento para mí fue la luz, creo que en su momento espere demasiado, hasta que llego
el punto de que recibí ese mensaje que mejor prefiero no mencionar pero esto derivo en
ese sello, sello custodiado por otros demonios y temores que a la más mínima señal de que
yo pudiese despertar se encargaron de no dejarme ver la luz, con el paso del tiempo puede
que suene estúpido, pero me acostumbre a esa oscuridad, ahí a pesar de estar solo,
también estaba seguro de que nadie me ocasionaría daño alguno, fue como una especie
de tregua conmigo, pero a final de cuentas no se puede ser feliz estando de esa manera,
aún añoraba ver nuevamente un poco de luz y así ocurrió, la luz de la luna fue la encargada
esta vez de despertarme de ese sueño que parecía sería eterno, la luna es aquella que me
ha quitado el sueño, ¡Así es! ¡Si a aquel que juraba que así estaba bien!, cayó rendido al
encanto de la luna.

Pero que tiene de distinto ver la luz de la luna a ver la luz del sol, es demasiado simple la
diferencia al menos para mí, ver directamente al sol es prácticamente imposible, no es que
sea algo imposible sino que no se puede soportar por mucho tiempo, pero la luna, ¿quién
se puede cansar de ver ese resplandor? Al menos yo nunca, es un placer verla, sentir que
esa luz puede iluminar hasta la más oscura de las noches, en mi fue aún mayor el encanto
ya que me regresó la habilidad de soñar, cosa que si bien es cierto era algo que pasaba
pero no con la frecuencia con la que esta luna llena lo logró, por fin al menos en los sueños
fui capaz de saborear un poco de felicidad, no niego que también tuve un sueño que me
costó un par de día de insomnio y desesperación, bien podría platicar más de mi historia,
la historia de quien llaman un demonio, cuyo único crimen es estar enamorado de la Luna.
Sin embargo, esa luna aún espera con ansias el ver nuevamente al sol, ese sol que le
alimentó de su energía y la hacía brillar intensamente, según ella perdió el brillo y aún ese
que para ella era su más tenue resplandor basto sacarme del letargo en el que me
encontraba, ya que antes era un murmullo tan fácil de ignorar y ahora por fin tomaba la
decisión de gritar tan fuerte que mi primera reacción fue asustarme y tapar mis oídos para
silenciar el grito que emergía mi interior.

Pero vayamos más atrás en el tiempo, pareciera que en su vida jamás había visto esta luna,
pero no lo es así, fue cerca de hace cuatro años la última vez que me sentí atraído a ella
pero para no variar esos demonios que custodian del sello, se dieron cuenta de ese sentir
aunque en aquel momento yo mismo me encargué de ahogar en silencio esas palabras que
pensé decir, llegó el punto en el que mis amigos preguntaron si es que estaba atraído por
la luna, a lo cual ambos dije que no, por el miedo de que esas palabras la alejara de mi
vista, demasiado tonto el pensamiento que tuve en aquel momento pero siempre en esto
he puesto por delante callar que herir a los demás o verme herido, y así nuevamente fui
dejado en la oscuridad a la cual me encuentro más que familiarizado

Esa luna que por momentos para mí no fue más que una niña hermosa pero caprichosa por
hacer lo que ella quería a fin de mantener su brillo, brillo que con el paso del tiempo se
incrementó con la llegada de un sol que la hizo resplandecer más bueno al menos fue lo
que ella aparentaba, a fin de cuentas siempre ha sido muy valiosa su amistad amistad,
amistad por la cual estoy dispuesto a aceptar esperar el tiempo que sea necesario, y
esperar a que ella recupere todo su brillo que siempre la ha caracterizado, que despierte
nuevamente su creatividad y que libere todo su dolor.

He tenido la oportunidad de hablar con mis amigos, quienes un par de ellos ya se percataron
de cambios en mí, siendo esa la primera vez en la que pronuncio una palabra y demás
cosas que jamás pensaron llegarían a ver, ver a ese ser, el que siempre ha marchado con
la bandera de ser frío y racional, por primera derramar su llanto delante de alguien más por
amor, decir que a pesar de ser un ser que gusto de la soledad, encontré en la luna a ese
ser con el que quería compartir algo más que una amistad, ese ser que fue capaz de que
me enfocara solo en ella y no en el móvil que siempre suelo mirar, ese ser donde la
sensaciones que al estar a su mano solo es capaz de provocar es la sensación de paz y
felicidad. Esa fue la primera vez que me escuchan decir eso, manifestar ese sentimiento y
decir que estaba enamorado de la luna. Que para alguien como yo, que si puede evitar al
máximo el contacto con las personas, el mantener mi espacio personal, ahora lo que más
tranquilidad y comodidad era estar junto a ella tomados de la mano, que a pesar de toda
esa tristeza que la inunda hasta lo más profundo de su ser tiene el suficiente brillo para
iluminar hasta el último rincón de mi alma y que también me despertó pero a su vez me
devolvió los sueños.

Como notarán aún a mí no he hablado con ella, así que he encontrado en la música la
manera de apaciguar mis ganas de hablar a través de esas letras y canciones que siempre
me han gustado, letras llenas de melancolía y esperanza, pero también canciones plagadas
de sonidos que a más de uno dejarían sordos y de gritos que resultan desgarradores, pero
es tal vez el resultado de lo que quiero decirle a ella, un simple par de palabras que no diré
hasta que termine la espera y ocultarlas en esos “gritos” que su vez me tranquilizan.

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