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KOMUNISMO

revista de los proletarios internacionalistas de vallekas


nº 2, abril de 2018.

Editorial (APVK) – pág. 2


La lucha de clases como motor de la historia (APVK) – pág. 3
Algunas reflexiones sobre el estado del trabajo y su relación con el proletariado
(APVK) – pág. 65
Tesis sobre la lucha de la clase obrera (A. Pannekoek – 1947) – pág. 66
Los progres y el trabajo domestico (APVK) – pág. 68
La revuelta de Lavapies (APVK) – pág. 71
Extractos de “La Llama del Suburbio” (Proletariuso Internacionalistas) – pág. 73
Sobre la actualidad de la CNT (El Miliciano) – pág. 76
Extractos de “El Monstruo de la Vivienda” - pág. 80
EDITORIAL

La ideología del proletariado es el comunismo.

La teoría debe de ser patrimonio del proletariado.

No somos ni católicos, luteranos, ortodoxos, anglicanos o evangelistas, la religión la crean nuestras


cabezas y hablamos con Jesucristo de igual a igual, no nos limitamos a interpretarlo. No somos ni
comunistas autoritarios, ni libertarios, ni marxistas, leninistas, bakuninistas, maoistas, porque
somos de todos y ninguno a la vez. Somos comunistas, comunistas vivos, sin ídolos, ni dioses, el
movimiento comunista vivo y no condenado a la escolástica, sino a la transformación.

No queremos el comunismo muerto, no queremos la idiotez. El comunismo ha estado muy vivo,


sobre todo en la época de los grandes acontecimientos revolucionarios (Comuna de París,
Revoluciones Rusa y Alemana...), aprender de verdad y en la practica las lecciones del movimiento
comunista y romper a su vez en la practica con el modo supersticioso cristiano – musulmán de
actuar. El comunismo no esta en la lectura evangélica de los clásicos, sino en los revolucionarios
decididos a transformar el mundo en su hacer diario. Dialoguemos con los clásicos de tu a tu

No nos interesan mucho las opiniones de las cientos de sectas, que se creen en la posesión de la
verdad, sabemos que nosotros como grupo no la tenemos, no somos dios, ni somos perfectos. Ni
pretendemos tratar como dioses a nadie. Todos tenemos, como personas humanas, nuestros
aciertos y nuestros errores. Es propio de las sectas la creencia de seres perfectos celestiales o
terrenales, eso no es practica comunista.
SOBRE LA LUCHA DE CLASES COMO MOTOR DE LA HISTORIA

Muchos historiadores, son críticos con entender que las luchas sociales del pasado tienen que ver
con una verdadera lucha de clases consciente. Algunos de ellos parten del idealismo histórico y
otros parten del materialismo histórico mal entendido. Hay que considerar, que en las épocas
precedentes a la contemporánea industrial, las luchas de clases desarrolladas, tenían las
características propias de las sociedades que reproducían su vida material. La razón proletaria y la
cosmovisión del mundo planteada por Marx, ya se hacia cuenta del hecho problemático que
suponía la diferencia entre pensarse en clase en si o en clase para si. Gracias al conocimiento
acumulado durante siglos y al desarrollo de las técnicas de comunicación y de información,
permitieron a los filósofos y humanistas tener una concepcion global mas a mano para pasar a la
interpretación del mundo. Hay que entender que esta cosmovision marxista, no existio antes de la
epoca industrial. El marxismo es producto de la sociedad de clases capitalista que se conformaba
en la epoca de K. Marx y F. Engels. Por ello la cosmovision marxista puede explicar de manera
historica las luchas de clases dadas, pero estas no puede ser explicadas bajo el punto de vista del
esquema revolucionario marxista.

Espartaco, Fray Dolcino o el movimiento Husita, no fueron marxistas, no manejaban su


cosmovision del mundo, no se organizaron como partidos socialistas o comunistas, como podamos
entender hoy dia en clave de la I, la II y la III Internacional. Ellos fueron producto de su epoca y
tuvieron una idea particular de entender la lucha contra la opresion en diversos grados de
consciencia. Cada uno de estos movimientos, fue revolucionario en su epoca, negaban el orden
material de las cosas, e intentaron transformar las relaciones a las que estaban sometidos.

Si hay algo que conecta a todos los tipos de luchas de clases de todas las epocas es el hecho de que
estas han existido, gracias a la desigualdad generada por diferentes sistemas economicos basados
en la explotación del hombre por el hombre. Los sistemas de produccion injustos y generadores de
clases, crean toda una serie de opresiones politicas, sociales e incluso culturales, que desatan la
lucha entre opresores y oprimidos.

1. LUCHAS DE CLASES VIOLENTAS EN LA ANTIGÜEDAD.

La lucha de clases en general, es tan antigua como la explotación del hombre por el hombre. Antes
de que el marxismo a mediados del siglo XIX, conceptualizara que: “la lucha de clases es el motor
de la historia conocida”1, se había conformado ya históricamente, las bases del análisis, por las
cuales Karl Marx y Federico Engels, llegaran a esas conclusiones; no podía ser de otra manera. Y
esas bases no son otras que la propia practica humana en referencia con la producción en medio
del proceso de transformación del mundo y los choques sociales revolucionarios provocados

1
N. del a. Cuando K. Marx y F. Engels se referían a la historia conocida, lo hacían partiendo de la consideración de
historia de la humanidad a partir de los primeros documentos escritos encontrados en tiempo.
según el modo dado a estas practicas.

Los diferentes sistemas de producción, han conducido a diferentes sistemas de clases, que se han
ido sucediendo a través de cambios revolucionarios, propiciados por las propias contradicciones
sociales, y que han dado lugar a un nuevo sistema clasista. La conformación y desarrollo de las
primeras civilizaciones de la antigüedad, bajo el régimen de explotación esclavista, darán lugar a
una gran cantidad de convulsiones sociales violentas, que se extenderán por mas de 7.000 años,
desde la aparición de las primeras ciudades, hasta la caída del Imperio Romano de occidente.

Con los primeros asentamientos humanos y las primeras ciudades, nace el “estado” como forma de
dominación de una clase social sobre otra. El control del poder estatal por parte de las clases
poderosas, es totalmente necesario y vital para mantener el orden entre las clases enfrentadas
desde el punto de vista hegemónico de los esclavistas de la época antigua.

Para haber llegado la humanidad a este estadio de desarrollo, fue necesario el lento desarrollo por
parte de esta, de la tecnología aplicada al trabajo y todo lo que ello conllevaría a cada paso de
desarrollo social. El hombre del Paleolítico fue recolector y después cazador—recolector, lo que
propició la procuración de alimento para una masa humana más densa. En el Paleolítico aun las
bandas de hombres debían de practicar el nomadismo, ya que las practicas de la caza y la
recolección de frutos, como actividad mas fundamental para la supervivencia del hombre, de este
modo lo exigía. En el paleolítico superior se empiezan a utilizar las pieles trabajadas con
herramientas de hueso o de astas de animales.

En el Neolítico, se seguirá trabajando la piedra, pero de una manera mas perfeccionada y por fin
el hombre ira desarrollando la agricultura y la ganadería mediante la observación de la
naturaleza y la domesticación progresiva de numerosos tipos de animales.2 Con ello, poco a poco
el hombre ira abandonando las cuevas y se empezara a establecer en poblados ubicados cerca de
los cultivos. Las principales consecuencias de la aparición de la agricultura y la ganadería, es que
su practica hará posible el sedentarismo3 y con ello, la concentración de poder y una nueva
ordenación del trabajo. En Europa, la cultura megalítica, que será capaz de realizar
construcciones de piedra de gran envergadura, será la que cierre el periodo Neolítico y de lugar a
la Edad del Bronce con algo de retraso respecto a las civilizaciones del Oriente Próximo.

El largo proceso de neolitización incidió en todos los aspectos de la vida del hombre: su
organización social e ideológica, su hábitat y componente demográfico, su tecnología y cultura
2
La domesticación del perro está documentada en Oriente Próximo hace unos 13.000 años, en Europa 10.000 años, y en
América 10.400. En general, el cordero unos 8.500 años; el buey unos 8.000 años; el cerdo unos 8.000 años; el caballo
unos 5.800 años; por citar algunos animales.
3
Se ha demostrado que en ocasiones la sedentarización es anterior a la agricultura y pastoreo (mesolítico natufiense),
aunque a partir del Neolítico la sedentarización se generaliza, debido a las nuevas técnicas agrícolas y ganaderas, que
facilitan al mismo tiempo la posibilidad de agrupamientos mayores de población y organizaciones sociales más
complejas.
material. Se empieza a practicar el comercio y se conoce la tecnología para hacer cerámica, cuyo
descubrimiento es muy importante; sus aplicaciones fueron múltiples, desde su uso en la
fabricación de silos de almacenamiento y construcción de paredes, hasta recipientes y otros
utensilios de uso doméstico y elementos de adorno.

El paso del Neolítico a la Edad del Bronce, es muy importante, para el objeto de nuestro estudio, ya
que precisamente esta es la época en la cual se empiezan a consumar el “estado” (en forma de
ciudades estado teocráticas), como medio de dominación de una clase sobre otra; y la guerra de
conquista como método de dominación de un pueblo sobre otro. En el Neolítico ya se conocía el
oro y el cobre, y también en esta larga época del hombre, se fueron consumando los primeros
asentamientos humanos permanentes; pero la aparición de la metalurgia con el hallazgo del
bronce mediante la aleación del cobre y del estaño, revolucionaría a toda la humanidad. El Bronce
suponía un endurecimiento y embellecimiento del cobre, la aparición de la minería como practica
de gran importancia y la posibilidad de que los pueblos ricos en estos metales pudieran imponerse
a otros. La llegada a la Edad del Bronce por las diferentes culturas Neolíticas será desigual
geográficamente; pueblos de la actual Armenia y el actual Kurdistán lo utilizaban hacia unos
4.500 años a. de C., en Mesopotamia se conoce hace unos 3.500 años a. de C., en Egipto poco
después y en Europa alrededor del 2.500 a. de C.

A su vez la aparición posterior de la industria del hierro supuso un nuevo logro de la Edad de los
Metales, que llevaría al abandono del trabajo con piedra y que llegaría a tener una utilización mas
popular debido a ser un metal muy abundante y más barato y accesible para las diferentes clases
sociales. El pueblo Hitita se llego a erigir como gran imperio, gracias al monopolio que tuvo sobre
las armas de este metal,4 que se mostraba mucho mas duro que el bronce. Tras la desaparición de
este imperio, la cultura del hierro se extendió por todos los rincones, llegando a regiones donde
aun se desarrollaban culturas prehistóricas.

Todo lo expuesto aquí, esta contado, con las limitaciones científicas de la época, por F. Engels,
siguiendo el esquema de Lewis H. Morgan,5 la humanidad ha conocido tres grandes momentos;

4
Los Hititas fueron un pueblo de origen indoeuropeo (se cree que procedían del Caucaso) que se instaló en la región
central de la península de Anatolia entre los siglos XVIII y XII a. C. A través de guerras y conquistas el imperio que se
conocerá como Hitita se conformara aglutinando a numerosas ciudades-estado de diferentes culturas forjándose como
un influyente Imperio gracias a su superioridad militar y a su gran habilidad diplomática y llegándose a constituir como
gran potencia de Oriente Medio junto con los imperios babilónico y egipcio. Perfeccionaron el carro de combate ligero
utilizándolo con buenos resultados en las batallas, además se les atribuye una de las primeras utilizaciones del hierro en
Oriente Medio como objeto de lujo. Erigieron ciudades en la rivera del Eufrates como Alepo y Karkemish.
5
F. Engels en el prologo a la 4ª edición de su obra “El Origen de la Familia, la Propiedad Privada y el Estado” de 1891,
advierte que: “Algunas hipótesis de Morgan han llegado a bambolearse y hasta a caducar. Pero los nuevos datos no
han sustituido en parte alguna por otras sus muy importantes ideas principales. El orden introducido por él en la
historia primitiva subsiste aún en lo fundamental. Incluso puede afirmarse que este orden va siendo reconocido
generalmente en la misma medida en que se intenta ocultar quién es el autor de este gran avance” . Engels,
Friederich. El origen de la familia, la propiedad privada y el estado (Prologo a la 4ª edición). Obras Escogidas.
Editorial Progreso. Moscú. 1981. URSS. Pág. 216.
Salvajismo, Barbarie y Civilización.6 Cada uno con sus distintas fases. Al salvajismo le
corresponderían tres fases; inferior, media y superior e iría desde los primeros pasos del hombre,
hasta que este llega a dominar la caza. A la barbarie se le correspondían también tres fases;
inferior, media y superior, e irían desde la introducción de la alfarería, a la ganadería, la
agricultura, la tecnología en los metales y la aparición de la escritura.

Con la culminación de esta ultima fase de la barbarie, nace la civilización, la historia conocida y el
estado como medio de dominación de clase.

Los primeros estados conocidos, se construirán en base a teocracias y se dotaran de unas leyes,
como las representadas en el “Código de Hammurabi”, que entre otras cosas imponían penas muy
duras contra los delitos contra la propiedad privada7; de unos ejércitos, como los conocidos de las
ciudades—estado de Sumeria que guerreaban entre sí; y se constituirán en sociedades clasistas,
donde el esclavo pertenece a la clase social mas baja y donde el rey-dios o semi-dios concentra el
poder con el beneplácito e interés de las clases privilegiadas.

Respecto a la conformación originaria de los “Estados”, como estructuras de dominación clasista, F.


Engels comentará que: “(…) Así, pues, el Estado no es de ningún modo un poder impuesto desde
fuera de la sociedad; tampoco es "la realidad de la idea moral", "ni la imagen y la realidad de la
razón", como afirma Hegel. Es más bien un producto de la sociedad cuando llega a un grado de
desarrollo determinado; es la confesión de que esa sociedad se ha enredado en una irremediable
contradicción consigo misma y está dividida por antagonismos irreconciliables, que es impotente
para conjurar. Pero a fin de que estos antagonismos, estas clases con intereses económicos en pugna
no se devoren a sí mismas y no consuman a la sociedad en una lucha estéril, se hace necesario un
poder situado aparentemente por encima de la sociedad y llamado a amortiguar el choque, a
mantenerlo en los límites del "orden". Y ese poder, nacido de la sociedad, pero que se pone por
6
Engels, Friederich. El origen de la familia, la propiedad privada y el estado. Obras Escogidas. Editorial Progreso.
Moscú. 1981. URSS. Pág. 217 y siguientes.
7
El llamado Código de Hammurabi, creado alrededor del año 1760 a. de c. (según la cronología media) por el rey de
Babilonia Hammurabi, es una recopilación legislativa de las mas antiguas (no la única) que se han encontrado con
un gran estado de conservación. Escrito en Babilonio antiguo, las leyes recogidas en este código tratan sobre la
diferenciación de clases sociales (hombres libres, “subalternos” y esclavos), sobre la organización de la producción
(precios, salarios, responsabilidades profesionales, organización de la actividad agrícola), y también se ocupa de
asuntos como el matrimonio, o la organización y procedimiento del sistema judicial. Para que el lector se aproxime
mejor al código reseño aquí, algunas de las transcripciones mas ilustrativas al respecto del sistema clasista en la
época antigua:
15. Si un señor ayuda a escapar por la gran puerta (de la ciudad) a un esclavo estatal o a una esclava estatal o a un
esclavo de un subalterno o a una esclava de un subalterno recibirá la muerte.
16. Si un señor dio refugio en su casa a un esclavo o a una esclava fugitivos, perteneciente al estado o a un
subalterno y si no lo entregó a la llamada del pregonero el dueño de la casa recibirá la muerte.
17. Si un señor prende en campo abierto a un esclavo o esclava fugitivos y (si) lo devuelve a su dueño, el dueño del
esclavo le dará dos siclos de plata.
18. Si este esclavo no ha querido mencionar el nombre de su dueño, le llevará al palacio; (allí) se realizará una
investigación y se lo devolverán a su dueño.
19. Si retiene al esclavo en su casa (y si) después el esclavo es hallado en su posesión, el señor recibirá la muerte.
20. Si el esclavo huye de la casa de aquel que lo prendió, este hombre lo jurará (así) por el dios al dueño del esclavo
y se marchará libre.
encima de ella y se divorcia de ella más y más, es el Estado.”8

Y lo que diferencia a una sociedad con estado de una sociedad sin el es: “Frente a la antigua
organización gentilicia, el Estado se caracteriza en primer lugar por la agrupación de sus súbditos
según divisiones territoriales. Las antiguas asociaciones gentilicias, constituidas y sostenidas por
vínculos de sangre, habían llegado a ser, según lo hemos visto, insuficientes en gran parte, porque
suponían la unión de los asociados con un territorio determinado, lo cual había dejado de suceder
desde largo tiempo atrás. El territorio no se había movido, pero los hombres sí. Se tomó como punto
de partida la división territorial, y se dejó a los ciudadanos ejercer sus derechos y sus deberes
sociales donde se hubiesen establecido, independientemente de la gens y de la tribu. Esta
organización de los súbditos del Estado conforme al territorio es común a todos los Estados… (…)
El segundo rasgo característico es la institución de una fuerza pública, que ya no es el pueblo
armado. Esta fuerza pública especial hácese necesaria porque desde la división de la sociedad en
clases es ya imposible una organización armada espontánea de la población. Los esclavos también
formaban parte de la población; los 90.000 ciudadanos de Atenas sólo constituían una clase
privilegiada, frente a los 365.000 esclavos. El ejército popular de la democracia ateniense era una
fuerza pública aristocrática contra los esclavos, a quienes mantenía sumisos; mas, para tener a raya
a los ciudadanos, se hizo necesaria también una policía, como hemos dicho anteriormente. Esta
fuerza pública existe en todo Estado; y no está formada sólo por hombres armados, sino también
por aditamentos materiales, las cárceles y las instituciones coercitivas de todo género, que la
sociedad gentilicia no conocía. (…) Para sostener en pie esa fuerza pública, se necesitan
contribuciones por parte de los ciudadanos del Estado: los impuestos. La sociedad gentilicia nunca
tuvo idea de ellos, pero nosotros los conocemos bastante bien. Con los progresos de la civilización,
incluso los impuestos llegan a ser poco; el Estado libra letras sobre el futuro, contrata empréstitos,
contrae deudas de Estado.”9

Las luchas de clases en la antigüedad se han caracterizado por desarrollarse de dos grandes
formas; la consistente en dominar otros pueblos y la consistente en mantener la dominación de
clase entre el propio pueblo o imperio.

Si consideramos la Época Antigua, como la época que se extiende desde la aparición de la


civilización en Mesopotamia, Oriente Próximo y Egipto, hasta la descomposición del Imperio
Romano de Occidente, podemos ver como la dinámica esclavista, llevaría a la humanidad a una
sucesión de imperios que han marcado las grandes culturas regionales y han sido base de
desarrollo de la humanidad.

8
Engels, Friederich. El origen de la familia, la propiedad privada y el estado. Editorial Progreso. Moscú. 1981. URSS.
Pág. 347.
9
Engels, Friederich. El origen de la familia, la propiedad privada y el estado. Editorial Progreso. Moscú. 1981. URSS.
Págs. 344 y 345.
La dominación por parte de un pueblo sobre los otros pueblos, constituía el principal desarrollo
impulsivo de la economía. Las guerras entre las ciudades—estado de Sumeria, hacia el 2450 a. de
C., por disputas territoriales u hegemónicas de otro tipo 10, son las primeras pruebas de ello. En
realidad no se sabe con exactitud desde cuando data la aparición de los primeros ejércitos, siendo
estos ubicados alrededor del 9.000 a. de C. con el surgimiento de los primeros “mini-estados”
agrícolas sedentarios, según la opinión de algunos historiadores. Sargón de Acad, junto a su
pueblo, se apoderaran de las ciudades-estado de Mesopotamia, convirtiéndose de este modo los
acadios en el primer imperio conocido (2350– 2150 a. de C.) y que con lo cual abrirán una nueva
época imperialista que se desarrollara en la propia Mesopotamia. Al imperio de Sargón le sucedió
el de los Asirios (2500—1700 a. de C.) y el Babilónico de Hammurabi (1728—1686 a. de C.) que
llegaría a extenderse desde los desiertos de Siria hasta el Golfo Pérsico. Nuevamente los Asirios
obtendrán la hegemonía en 1112 a. de C. bajo el reinado de Asurubalit, que se denominara “rey
del universo” y seguirán desarrollando en el poder con épocas de altibajo hasta el 612 a. de C., con
la llegada de un nuevo imperio babilónico de manos del general caldeo Nabopolasar y su hijo
Nabucodonosor. También por esta época los Medos se erigirán en otro importante imperio.

Por su parte, imperialismo egipcio se desarrollaría en tres grandes momentos de expansión, que
fueron superándose territorialmente el uno sobre el otro: el Reino Antiguo de Egipto (2650—2150
a . De C.), donde se forjaría un ejercito de defensa frente a las incursiones de tribus de Libia, y de
Nubia, hacia donde a veces se llevaban a cabo acciones punitivas, hasta que este imperio se
hundiera por diferentes guerras civiles; el Reino Medio de Egipto (2050—1640 a. de C.) que seria
defenestrado por los Hicsos y el Reino nuevo de Egipto (1550—1069 a. de C.), que se extendería
hacia Nubia y llevaría la guerra a Siria.

Aqueos, Dorios, Hurritas, Indos, Hititas, Hicsos, Filisteos, Cananeos y Hebreos, serán otros reinos
que practicaran la guerra, el saqueo y el esclavismo. En el caso hebreo, el Antiguo Testamento de
la Biblia da buena cuenta, de lo que supuso para este pueblo el paso de ser un pueblo nómada y
esclavo a erigirse en un reino “moderno” a través de los pasajes en relación con la toma de
posesión de la llamada “tierra prometida” por el dios de los judíos, que les dotará de una fantástica
e invencible capacidad guerra, y que les ayudara a someter a los distintos pueblos que se
encuentran en su camino (31 reyes derrotados por los judíos en la época de Josué según datos
bíblicos) y que llegaría con los años a los “gloriosos” días del rey Salomón.

El mundo imperialista antiguo se va perfeccionando y a mediados del siglo VI a. de C., se ira


conformado el gran Imperio Persa, superando a todo imperio conocido. Los Persas llegaran a
dominar una gran territorio que incluían territorios al Sur, Este y Oeste del Mar Caspio, el Este y
Oeste del Golfo Pérsico, las tierras al Norte del Golfo de Omán, Mesopotamia, Asia Menor, Norte

10
Véase, la guerra entre las ciudades estado sumerias de Lagash y Umma comentadas en la introducción.
de Arabia, Siria e Israel, el Sinaí, Egipto y parte de la actual Libia, llegando a penetrar en Europa
por Tracia.

A este gran Imperio Persa, le sucederá un imperio aun mayor y causante de su destrucción, que no
es otro que el de Alejandro Magno. El rey de Macedonia, Filipo II, consigue unir, al belicoso entre
sí, pueblo griego, bajo su reinado. A su muerte, su hijo Alejandro, se pondrá a la cabeza de la liga
griega que luchara contra el hostil y desestimado agresor Persa. Para ello lleva la guerra al
territorio Persa en el 334 a. de C. y termina derrotándolo. Este gran imperio no sobrevivirá a
Alejandro Magno y será desgajado a manos de sus lugartenientes que se lo repartirán, iniciándose
así las “Guerras de los Diadocos”.

El siguiente gran imperio conocido por el mundo, será el último de la época esclavista, de la que
es, muy representativo y su máximo exponente. En el siglo VIII a. de C. se funda Roma y a partir
del siglo V a. de C. comienza la conquista de la actual Italia, a mediados del siglo III desarrolla la
Primera Guerra Púnica contra los Cartagineses y a partir del siglo II a. de C. su expansión
abarcara la Europa Occidental y el control de toda la cuenca mediterránea y no parara hasta la
victoria sobre los Partos y la declaración de provincias romanas a Armenia, Mesopotamia y Asiría,
que supone el limite mas extenso del Imperio, en época del emperador Marco Ulpio Trajano (98—
117).

La época del Imperio Romano, será la época de los grandes imperios esclavistas y el cenit de la
sociedad esclavista. La existencia mas o menos contemporánea del Imperio Romano con los
Imperio Parto, el Sacio, el Reino de Baitana o la China unificada bajo la dinastía Han (25—250) en
Asia y el Imperio de Etiopia en África, son pruebas de ello.

Si he visto necesario explicar brevemente, la practica de la guerra y el imperialismo en el mundo


antiguo, es simplemente para hacer ver al lector, las características del esclavismo en su versión
de dominación de unos pueblos sobre otros. El que un pueblo fuese conquistado, suponía en la
mayoría de los casos el paso de que casi todos sus miembros pasaran al régimen esclavista o a un
régimen de servidumbre basado en el pago de unos impuestos bastantes agresivos. De este modo
muchos levantamientos de carácter “nacional”, tenían que ver con el abuso que tenían que
aguantar muchos de los pueblos sometidos. La diferencia entre las clases dirigentes, las clases
ciudadanas y los esclavos era muy grande ya que esta afectaba a todos los ámbitos de la vida social
de una persona de una manera muy evidente. Según que civilización antigua, el esclavo, no tenia
derechos o tenia alguno tímidamente, e incluso podían llegar a tener vidas gloriosas como es el
caso de esclavos intelectuales o el caso de los gladiadores de los circos del Imperio Romano, que
sin llegar de dejar a ser esclavos disponían de unos privilegios que otros esclavos, como los
empleados en la minería, en la agricultura, en las tareas domesticas o en las galeras no disponían.
El régimen de esclavitud, tuvo sus particularidades en cada zona geográfica y en cada momento
histórico de la extensa Edad Antigua, pero su esencia era compartida en lo fundamental.

La lucha de clases por parte de los oprimidos fue desarrollada en la doble vertiente,
antiimperialista y anti-teocrática, una nacida directamente en respuesta a la dominación
extranjera y otra nacida de la propia contradicción de clases que había en un mismo pueblo,
estado u imperio. En definitiva y simplificando la época antigua, fue la época del esclavismo. Un
esclavismo que nació con las primeras ciudades - estado mesopotámicas y la civilización egipcia
y que muchos años después incluso filósofos griegos como Aristóteles llegaran a fundamentar su
necesidad, tanto en cuanto estos se veían necesarios para que los hombres libres se dedicaran a la
política y el gobierno.

Para ver el desarrollo de la lucha de clases por parte de los oprimidos en la época antigua voy a
exponer brevemente algunos ejemplos notables:

1.1 EGIPTO

Si bien las primeras civilizaciones de Mesopotamia, ya se organizaban en base clasista, contando


con una oligarquía compuesta por el rey, los grandes propietarios de tierra, los guerreros y la
casta sacerdotal; una clase intermedia, representada por los hombres libres dedicados a la
artesanía, la agricultura y el comercio; y una clase oprimida representada por los esclavos, que en
su mayor parte eran prisioneros de guerra o personas totalmente arruinadas; los choques entre
clases dentro de esas ciudades estado, no llegaron a ser muy agudos. En Mesopotamia, la
esclavitud como recurso económico iba a tener menor importancia relativa que para Egipto; la
posibilidad que tenía un esclavo, en la antigua Mesopotamia, para librarse de la esclavitud pasaba
por el simple hecho de que este huyera de una ciudad – estado a otra.

El surgimiento de la cultura egipcia data de finales del IV milenio a. de C., coincidiendo con el
período de formación del régimen esclavista. La economía egipcia se basaba en la agricultura de
regadío y la ganadería, que eran labores normalmente no practicadas por los esclavos. El control
de los ciclos agrícolas del Nilo y el desarrollo de la ganadería permitieron un considerable
desarrollo del arte de la construcción, la elaboración de la piedra, la alfarería, la astronomía, la
aritmética y la geometría, ciencias.11

La dominación esclavista egipcia tuvo sus particularidades. En la sociedad egipcia el faraón


representa el poder político y religioso centralizado bajo su figura divina (a partir de la III
Dinastía). El faraón gobernaba junto a una elite sacerdotal y nobiliaria, apoyándose en un
funcionariado que era el encargado de la organización estatal y un ejército; bajo ellos estaba una
distinguible masa de profesionales libres (artesanos, alfareros, tejedores), que aun gozaban de
derechos. Los esclavos, junto con los agricultores, representaban la verdadera base económica del
estado; sin identidad jurídica, en el caso de los prisioneros de guerra, eran considerados como
animales, a los cuales había que alimentarlos y mantenerles en buena forma física, para asegurar
su rendimiento en el trabajo desempeñado. Principalmente estos esclavos procedían de haber sido
hechos prisioneros en la guerra y normalmente pertenecían al faraón. 12 Aunque también familias
particulares poseían esclavos forzosos, teniéndose constancia de estos distribuidos en casas y
templos del Bajo Egipto durante el Imperio antiguo.

La historia del esclavismo en Egipto durante las épocas imperiales, antigua, media y nueva, varía.
Si bien en el Imperio Antiguo el uso de esclavos se cree que no fue muy grande (algunos
egiptólogos la consideran casi inexistente, en total controversia con los escritos bíblicos y la
tradición hebraica) en comparación con otras fuerzas productivas como los agricultores, que
podrían representar más o menos el 80% de la población y disfrutaban de derechos jurídicos, sin
embargo, los esclavos eran económicamente importantes no solo por su empleo en diversos
trabajos, sino porqué también eran producto de comercio. Para muchos estudiosos de Egipto, sin
embargo, los esclavos fueron fundamentales para la construcción de las pirámides del Imperio
Antiguo, entrando en controversia con los que defienden la evidencia histórica consistente en
11
VV. AA. Historia de la Filosofía. Tomos I y II. Editorial Progreso. Moscú. 1978. URSS. Pág. 45.
12
Hay constancia de una expedición a Nubia llevada a cabo por el primer faraón de la IV dinastía, Snofru (Seneferu),
de la que regresó con 7.000 cautivos que acabarían convertidos en esclavos reales. Snofru mandó expediciones
militares a Nubia, Libia y Fenicia y llegará a establecer una colonia en las minas de cobre del Sinaí, donde muchos
esclavos trabajaron hasta la muerte.
atribuir la construcción de las pirámides, a los propios campesinos en épocas de inactividad
agrícola debido a la época de crecida del Nilo, bajo la firma de un contrato con la casa del faraón.

El empleo de esclavos aumentaría durante los imperios medio y nuevo.

Alrededor del 2350 a. de C. hasta el 2134 a. de C. (correspondientes a la VI, VII, VIII, IX y X


dinastías), periodo de descomposición del llamado Imperio Antiguo en el denominado I Periodo de
Transición13, sucederá lo que generalmente se conozca documentadamente 14 como la primera
revolución de carácter clasista documentada de la humanidad.

Si bien el papel de los esclavos en esta revuelta no será crucial para su desarrollo, las condiciones
de vida de los campesinos más humildes, dependía mucho de su empleo en otros trabajos para su
subsistencia.

En el Imperio Antiguo y su final, que es la época que nos interesa para este comentario sobre la
lucha de clases en Egipto, del esclavismo no eran presa solo los prisioneros de guerra, sino que
también había esclavos procedentes de familias arruinadas, los cuales gozaban de ciertos derechos
jurídicos y estaban algo protegidos contra los malos tratos.

Las convulsiones que se darán en esta época en Egipto y que estremecerán sobre todo a la VI y VII
dinastías, no solo se trataran de unas simples rebeliones políticas, sino que tendrán un fuerte
componente social. Aprovechando la invasión del delta del Nilo por parte de los Amoritas Sirios,
que prácticamente destruirá el ejercito real, el pueblo se revela contra la monarquía de Menfis y
saquea, mata y profana las tumbas de los faraones, los siervos se rebelaran contra la nobleza y el
clero, les desposeerán de sus bienes, y asesinaran a los que atesoraban mas riquezas. Un incipiente
movimiento ateo, cuyo movil era destruir la imagen de divinidad del faraón, dejará huérfanos a
los templos de sus sacerdotes y riquezas.

El Imperio Antiguo egipcio se fragmentara en mas de 40 estados rurales y urbanos y durante las
VII y VIII dinastías se vivirá una gran inestabilidad para los intereses de la nobleza, presa en todo
momento del movimiento revolucionario.

Un ejemplo ilustrativo lo tenemos al analizar los reinados de la VII Dinastía, la cual estuvo reinada
por setenta reyes por el periodo de 70 días cada uno. Teniendo en cuenta que para los egipcios de
la época 70 era un símbolo que indicaba algo “innumerable”, posiblemente de esta manera, el
reinado de los 70 reyes, por setenta días, representaría el mandato de los distintos jefes

13
Para muchos egiptólogos la Dinastía VI es considerada como la ultima del Imperio Antiguo.
14
Estos acontecimientos se conocen gracias a las llamadas “Lamentaciones” de Ipu-Ur: “… el rey ha sido echado
por los miserables (…) Hete aquí que unos pocos hombres sin leyes han llegado hasta el extremo de dejar la
tierra sin realeza”.
revolucionarios.15

De todas maneras el distribuir el mandato sobre distintas personas por periodos de poco mas de
dos meses, nos da una idea de que este movimiento se oponia a la teocracia, ya que esta forma de
gobierno impedia el centralizar el poder en una sola personalidad divina o semi-divina.

La VIII Dinastía, intento restaurar el viejo orden, pero su debilidad, respecto a las monarquías
regionales y su incapacidad para reprimir una serie de rebeliones. A esta época de rebeliones que
iban unidas a la incapacidad de gobernar de los reyes, títeres de los monarcas regionales Coptos,
le seguirá una guerra civil que se desarrollará durante la IX y X dinastías.

Actoes I, considerado fundador de la IX Dinastía, dará un golpe de estado y se hará proclamar rey
del Alto y Bajo Egipto, en un intento de poner orden sobre todo en la región de Menfis y en el delta
del Nilo, luchando a su vez contra el ocupante asiático. Si bien Actoes I y sus sucesores consiguen
recuperar la forma de estado centralizada desde Heracleópolis como centro estatal su influencia
real quedara reducida a toda la zona del delta del Nilo; en el Medio y Alto Egipto, tuvieron que
respetar el poder de los monarcas regionales que allí mandaban, los cuales, reconociendo cierta
autoridad de los monarcas heracleopolitanos, eran una especie de estados libres asociados. Hacia
el 2133 a. de C. el rey tebano Mantuhotep I, se revelará contra la monarquía de Heracleópolis y se
declarará independiente, provocándose así una cruenta guerra que traerá consigo periodos de
hambre y continuas sublevaciones de la población, lo que provocara una nueva desorganización
estatal.

Finalmente los tebanos se harán con el control del estado, tras la ofensiva general sobre
Heracleópolis (conquistada en el 2040 a. de C.) que organizará Mantuhotep II y que dará termino
a la guerra civil y a este gran periodo de convulsiones políticas y sociales.

1.2 INDIA

La conformación de los primeros estados en la actual India comenzaron a mediados del milenio I
a. de C. Las formas de gobierno no se diferenciaban en mucho a la de otros estados de la época de
otras partes del mundo, en los que el poder concentraba religión, riqueza y poder militar.

Cada estado formado en la India por aquella época estaba gobernado por un raja, cuya autoridad
se apoyaba en la aristocracia terrateniente y la nobleza sacerdotal gentilicia (brahmanes). La
sociedad india se dividía en varnas, grupos que más tarde constituirían la base del sistema de
castas. Eran cuatro las varnas: la sacerdotal (brahmanes); la de la aristocracia castrense (ksatryas);
3) la de los labriegos, artesanos y comerciantes (vaisyas), la inferior (de los sudras). Estos

15
Padró, Josep. El Egipto del Imperio antiguo. Historia 16. Madrid. 1989. España. Págs. 173 y 174.
hallábanse subordinados a los brahmanes, los ksatryas y los vaisyas, carecían de derecho sobre la
propiedad comunal, no eran admitidos en la comunidad ni participaban en la solución de los
asuntos de la misma. La religión santificaba la división en varnas. Las aristocráticas familias
sacerdotales ejercían una influencia considerable sobre la sociedad, eran sectores cultos, poseían
conocimientos especiales e influían sobre el desarrollo de la ideología religiosa. 16

En los siglos VI y V a. de C. surge la doctrina religiosa del budismo, hostil a la antigua religión
sacerdotal del brahmanismo. El budismo se propagó entre los sectores humildes de las ciudades,
donde eran más ásperas las contradicciones de clase. Tras cierta resistencia, las clases dominantes
admitieron y apoyaron el budismo con miras a sus intereses clasistas. Por entonces aparecían en la
India los grandes Estados. El brahmanismo amparaba los privilegios de los sacerdotes, en tanto que
en el budismo era vigorosa la tendencia anticlerical. Al propio tiempo, la ideología budista
recababa obediencia y resignación, por lo que no parecía peligrosa para la clase dominante. 17

Postulados básicos del budismo son: 1) la vida es sufrimiento; 2) el sufrimiento tiene su causa; 3)
existe la posibilidad de cesación del sufrimiento: hay un camino para salvarse del sufrimiento. 18

1.3 LOS HEBREOS

Otro caso de rebelión en el mundo antiguo, contra el esclavismo, es protagonizada por el pueblo
hebreo en ocasión del llamado “Éxodo” bíblico acaudillado por Moisés. Aunque muchos de los
relatos bíblicos, son muy difíciles de corroborar históricamente y la polémica sobre la cautividad y
la liberación del pueblo judío de Egipto sea a día de hoy muy controvertida, lo que se sabe con
certeza es que el pueblo hebreo unificado irrumpirá en Canaán19 a mediados del siglo XII a. de C.
y en un principio sus practicas y sus pensamientos eran contrarios a los de los imperios
esclavistas; quizás por tener aun una cultura tribal y nómada, dedicada sobre todo a la ganadería,
en la que la propiedad privada, no era comprendida aun como en las sociedades sedentarias mas
desarrolladas. Sea invención o realidad el hecho de la liberación hebraica de las fauces de los
faraones egipcios; por estos relatos, queda bastante claro la contrariedad con la que tratan a la
ordenación social egipcia. El establecimiento de los hebreos en la llamada “tierra prometida”,
supondrá que estos empezaran a adoptar las costumbres y la ordenación social de los reinos
ocupados ya constituidos en el tiempo y esto supone el abandono de las viejas leyes contenidas por
ejemplo en el Deuteronomio (defensoras de un tipo de socialismo arcaico nacional) 20 y el paso de
16
VV. AA. Historia de la Filosofía. Tomos I y II. Editorial Progreso. Moscú. 1978. URSS. Pág. 26.
17
VV. AA. Historia de la Filosofía. Tomos I y II. Editorial Progreso. Moscú. 1978. URSS. Pág. 28.
18
VV. AA. Historia de la Filosofía. Tomos I y II. Editorial Progreso. Moscú. 1978. URSS. Pág. 29.
19
Nombre bíblico de Palestina al oeste del Jordán. El marco temporal para la utilización del término Canaán suele
estar comprendido desde el año 3000 a. de c. hasta que el imperio romano, durante su extensa dominación, le
cambiara el nombre por Palestina como represalia inmediata contra los hebreos tras sofocar su rebelión de los años
132 a 135.
20
Quinta parte del Pentateuco (la Torá para los judíos): El Deuteronomio (palabra de origen griego, que significa
una vida pastoril y errante a una vida basada en la propiedad y en las riquezas. Para los distintos
profetas esta traición a las viejas costumbres y a las viejas leyes, serán motivo de castigo divino.
Amós de Tekoa, Miqueas, Isaías, Ezequiel, Zacarías o Jeremías,21 lanzaran sus proclamas contra los
ricos y las riquezas, contra la guerra, por la prescripción de las deudas (antigua ley con la que
acabarán los sacerdotes en estrecha relación con el poder) y en defensa de los mas desprotegidos,
como las viudas, los huérfanos o los mas pobres.

El reino de los judíos, tras pasar por las “gloriosas” épocas del rey David (que conquista Jerusalén
hacia el 1010 a. de C.) y el rey Salomón, será pasto de la dominación, de los distintos grandes
imperios antiguos que pasaron por su territorio. Después del reinado de Salomón, el reino se
dividirá en dos y la potencialidad judía como estado conquistador y dominador de otros pueblos se
vio mermada, en medio de una multitud de guerras regionales (Guerras Arameas y Moabitas, por
ejemplo). Los judíos obtuvieron éxitos conquistadores, pero su radio de acción nunca se excedió
mucha mas de la región Palestina, por lo que incluso en su época de máxima expansión y
esplendor, no dejaron de ser una potencia regional, que no seria capaz de llegar a los niveles de
imperios tan importantes como el Asirio, el Persa o el Romano. Con las derrotas ante el Imperio
Asirio, vinieron las primeras deportaciones e imposiciones. Los judíos terminarían siendo presa de
las potencias extranjeras.

1.4 LA ANTIGUA GRECIA: ESPARTA Y LICURGO

No se pudiera entender la Grecia clásica, sin entender su práctica esclavista. En Grecia uno

"segunda ley") está estructurado como una serie de discursos dirigidos por Moisés a los israelitas antes de su entrada en
Canaán. “Al cabo de tres años, deberás separar la décima parte de todo lo producido ese año, y lo depositarás en la
puerta de tu ciudad. Entonces vendrá a comer el levita, ya que él no tiene posesión ni herencia contigo; y lo mismo
harán el extranjero, el huérfano y la viuda que están en tus ciudades, hasta quedar saciados. Así el Señor te
bendecirá en todas tus empresas.” (…) “Al cabo de cada siete años, harás una remisión. La remisión consiste en lo
siguiente: Todo acreedor condonará a su prójimo el préstamo que le haya concedido. No hará ninguna demanda a
su prójimo –es decir, a su hermano– porque se ha proclamado una remisión en homenaje al Señor. Podrás, eso sí,
demandar al extranjero, pero deberás liberar a tu hermano del derecho que tengas sobre él. Por lo demás, no habrá
ningún pobre a tu lado, porque el Señor te bendecirá abundantemente en la tierra que él te da como herencia, con
esta sola condición: que escuches su voz, practicando cuidadosamente todo este mandamiento que hoy te prescribo.
Sí, el Señor, tu Dios, te bendecirá como te lo ha prometido: tú prestarás a muchas naciones, sin tener necesidad de
pedirles prestado, y dominarás a muchas naciones sin que ellas te dominen.” (…) “Si tu hermano hebreo –sea
hombre o mujer– se vende a ti, te servirá durante seis años y al séptimo año, lo dejarás en libertad. Cuando le
concedas la libertad, no lo envíes con las manos vacías. Llénalo de presentes tomados de tu ganado menor, de tu era
y de tu lagar, haciéndolo partícipe de los bienes con que el Señor, tu Dios, te bendiga. Recuerda que tú fuiste esclavo
en Egipto y que el Señor, tu Dios, te rescató. Por eso ahora te doy esta orden.” (…) “No obligues a tu hermano a
pagar interés, ya se trate de un préstamo de dinero, de víveres, o de cualquier otra cosa que pueda producir interés.
Podrás prestar a interés al extranjero, pero no a tu compatriota, para que el Señor, tu Dios, te bendiga en todas tus
empresas, en la tierra de la que vas a tomar posesión.” Biblia de Jerusalén. Desclée de Brouwer. Bilbao. 1975. España.
Pags. 205 a 219.

21
En líneas generales un profeta (ya sea entendido por un judío, católico o musulmán) es el que habla en nombre de
Dios o por inspiración divina directa; su representante en el seno del pueblo, para recordar las promesas entre Dios
y su pueblo, para enderezar y corregir. Los antiguos profetas son conocidos como los “mayores”: Isaías, Jeremías,
Ezequiel y Daniel; y los “menores”: Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonías, Ageo,
Zacarías, Malaquías y Baruc.
llegaba a ser esclavo por ser prisionero de guerra, por ser hijo de esclavo, por caer en la ruina
como pago de la deuda o por ser adquirido en el mercado de esclavos. Normalmente la
adquisición de esclavos era hecha por familias particulares; podían ser castigados o vendidos, pero
no podían ser matados ya que la ley protegía su vida. No era de recibo que un pueblo griego
esclavizara a otro.

“En tiempos del mayor florecimiento de Atenas, sus ciudadanos libres (comprendidos las mujeres y
los niños), eran unos 90.000 individuos; los esclavos de ambos sexos sumaban 365.000 personas y
los metecos (inmigrantes y libertos) ascendían a 45.000. Por cada ciudadano adulto contábanse, por
lo menos, dieciocho esclavos y más de dos metecos. La causa de la existencia de un número tan
grande de esclavos era que muchos de ellos trabajaban juntos, a las órdenes de capataces, en
grandes talleres manufactureros. Pero el acrecentamiento del comercio y de la industria trajo la
acumulación y la concentración de las riquezas en unas cuantas manos y, con ello, el
empobrecimiento de la masa de los ciudadanos libres, a los cuales no les quedaba otro recurso que
el de elegir entre hacer competencia al trabajo de los esclavos con su propio trabajo manual (lo que
se consideraba como deshonroso, bajo y, por añadidura, no producía sino escaso provecho), o
convertirse en mendigos. En vista de las circunstancias, tomaron este último partido; y como
formaban la masa del pueblo, llevaron a la ruina todo el Estado ateniense. No fue la democracia la
que condujo a Atenas a la ruina, como lo pretenden los pedantescos lacayos de los monarcas entre
el profesorado europeo, sino la esclavitud, que proscribía el trabajo del ciudadano libre.”22

El empleo de esclavos en la antigua Grecia estuvo muy extendido y asimilado en la sociedad, 23 si


bien su utilización se adecuaba a las formas de vida de los distintos pueblos que la poblaban.
Mientras que para los atenienses la utilización de esclavos era necesaria para que los hombres
libres se dedicaran a gobernar, comerciar, pensar e innovar, para los espartanos la utilización de
sus esclavos ilotas era necesaria para mantener sus continuas campañas militares. Mientras que
Atenas se fue convirtiendo en un gran centro comercial y logístico basado en la economía de las
colonias comerciales de su influencia en el Mediterráneo, la expansión espartana se fundamentó
en la conquista de las tierras anexas a su patria, hecho que hacia que los espartanos estuvieran
casi siempre militarmente movilizados, dejando los trabajos agrícolas a una gran masa de
esclavos.

Estas circunstancias hicieron de la sociedad espartana, una sociedad muy igualitaria, no solo entre
los varones espartanos, sino entre ambos sexos, donde las mujeres, que no participaban de las
campañas militares, tenían la gran responsabilidad de procurar el alimento mediante la vigilancia
de los ilotas que los superaban en número unas 6 o 7 veces. Los ilotas tenían su propia cultura,

22
Engels, Friederich. El origen de la familia, la propiedad privada y el estado. Editorial Progreso. Obras Escogidas.
Moscú. 1981. URSS. Pág. 301.
23
Ya en el siglo VIII a. de C. el gran poeta Homero (existiera realmente o no), en sus poemas épicos atribuidos
consideraba normal la esclavitud de los soldados derrotados e incluso una actitud humanitaria, ya que la esclavitud
de estos evitaba el tener que matarlos.
lengua y jerarquía, además vivían en su propia tierra, su carácter de explotados y el hecho de ser
la piedra angular de la economía alimenticia espartana, eran razones de sobra para que los
espartanos temiesen a una revuelta. El papel de las mujeres espartanas era fundamental, tanto en
cuanto se ocupaban del control de los esclavos que pertenecían al estado en calidad de propiedad
común de los espartanos; labor tan importante o mas que las propias campañas militares.

La conquista y la dominación de un pueblo sobre otro, era tan importante para el desarrollo
económico y social en el mundo antiguo, que incluso sociedades igualitarias como la espartana, en
tiempos del legislador Licurgo,24 necesitaban de esta práctica para su prosperidad. En época de
Licurgo, el estado de Esparta se tenia que hacer cargo de una muchedumbre de pobres de origen
espartano, mientras las riquezas eran propiedad de unas cuantas familias. Este legislador llevo a
cabo una profunda reforma que dio como resultado: el reparto de las tierras de Laconia en 39.000
partes iguales correspondientes a la totalidad del numero de ciudadanos espartanos; la supresión
de las monedas de oro y de plata, por unas voluminosas monedas de hierro de valor escaso;
cesaron el comercio y la navegación y sus comidas eran sencillas y tomadas en comunidad. Pero
todo este igualitarismo se circunscribía a la comunidad de posesión y usufructo por parte de los
espartanos, ya que la producción corría a cargo de los ilotas; que eran hombres no libres
(esclavos) pertenecientes al estado en calidad de propiedad común. De todas maneras en Esparta,
volverá a desaparecer la sociedad igualitaria. La participación victoriosa de los espartanos en las
guerras de los jonios contra los persas (492—479 a. de C.) y su hegemonía militar en las guerras
regionales durante el resto del siglo V y parte del IV a. de C., habían reportado muchas riquezas en
forma de oro y de plata, que fueron a recaer nuevamente sobre unas pocas familias. En el siglo III
a. de C., Agis de Esparta, intento de nuevo reformar el estado con un nuevo reparto de la riqueza
entre los espartanos y los periecos,25 pero fue destituido y condenado a muerte tras un golpe de
estado llevado a cabo por el enérgico caudillo Leónidas. Será el propio hijo de Leonidas, quien
intentara nuevas reformas influenciado por las ideas de Agis; Cleómanes se había casado con la

24
Muchos historiadores creen que Licurgo fue el responsable de las reformas comunalistas y militaristas que
transformaron la sociedad espartana en la segunda parte del siglo VII a. de C. denominadas con el nombre de “Gran
Retra”. Los principios sobre los que se fundan las reformas que se le atribuyen fueron: la subordinación de todos los
intereses privados al bien público, la imposición de una estructura social modelada sobre la vida militar, en la que la
educación de los jóvenes estaba encomendada al propio Estado, y la obligación de sobriedad en la vida privada. Más
genéricamente, se puede expresar en tres ámbitos: educación, austeridad y patriotismo.
25
Se cree que los periecos eran los habitantes de las ciudades costeras y de algunos asentamientos tierra adentro de
Laconia conquistados por los espartanos, pero no reducidos a la condición de ilotas (clase más baja). Eran personas
libres que gozaban de ciertos derechos, pero no podían intervenir en política.
A los individuos de esta clase social, el Estado les imponía varias obligaciones, fundamentalmente el servicio militar, ya
que, debían proporcionar contingentes de hoplitas, que combatían en los contingentes militares espartanos en unidades
separadas. También integraban la tripulación de la escasa marina espartana. Algunos se podían dedicar a la manufactura
de algunos artículos. Asimismo estaban sujetos a pago de tributos, igualmente que los ciudadanos espartanos). No
podían casarse con espartanas. No se encuentra registrada alguna rebelión o sublevación protagonizada por periecos.
Por ello se infiere que su posición en el Estado espartano era llevadera. La tierra donde habitaban era comprable y
vendible, pues no pertenecía al estado. Según fuera la ubicación de los asentamientos variaban sus actividades. Las
principales eran la artesanía y el comercio, luego la agricultura y la ganadería. Inclusive podían participar en los Juegos
Olímpicos y poseer esclavos.
viuda de Agis y esta le había puesto al tanto de las políticas reformadoras de su ex-marido. La
política guerrera de Cleómanes, llevo al desastre a Esparta y a sus intentos de reforma, y aunque
con gran dignidad lucharan los espartanos, terminarían sucumbiendo tras la batalla de Selasia en
el 222 a. de C., con la entrega de Esparta al rey de Macedonia Antigono.

1.5 EL IMPERIO ROMANO

“Todos los esclavos son enemigos”. Proverbio romano.

En el Imperio Romano (época de la republicana) se desarrollaron tres grandes guerras serviles y


varias guerras civiles, en las que el componente de clase fue el principal motor de estas. Para la
mayoría de los historiadores modernos, estas luchas mantenidas por un lado entre esclavos y otros
“hombres libres” arruinados, contra los romanos, no pueden ser denominadas como lucha de
clases, al carecer los esclavos de un plan general de ordenación social que superara al esclavismo
y según ellos al carecer de conciencia de clases. Los choques entre clases vienen generados por
una práctica económica y social determinada, que es la propia propulsora de esa lucha de clases y
esta se ha dado en cada época. Si bien es cierto que las revueltas de esclavos en la antigua Roma no
responden a un plan general político de liberación del esclavismo como sistema de producción,
estas revueltas dieron de si cambios políticos allí donde triunfaron efímeramente. También,
ciertamente los esclavos no desarrollaron una conciencia de clase tan clara como la desarrollada
por el movimiento obrero sobre todo con la I Internacional en el siglo XIX, pero el hecho de que
muchos esclavos se mantuvieran al lado de sus amos en plenas revueltas, no prueba que no
existiría un sentimiento de unión de estos, como si demuestra de hecho el propio acontecimiento
de estas revueltas. No todos los proletarios se han mantenido al lado de sus hermanos de clase en
las revoluciones y revueltas impulsadas por esta clase y por eso no podemos decir que la
conciencia de clase o cierta conciencia de clase no haya existido o sea existente en la actualidad.
Entender históricamente la conciencia de clase desde una posición moderna y post-marxista, es
un grave error. La incapacidad política de superar el esclavismo por parte de los esclavos no anula
el hecho de que estas revueltas no se correspondan con la lucha de clases, siempre y cuando esta
sea entendida en su doble vertiente objetiva y subjetiva. La falta de subjetividad al respecto, no
anula el hecho objetivo de que estas revueltas son la consecuencia propia de la practica de la
forma esclavista de ordenación social.

Aunque la esclavitud fue práctica en los inicios de Roma, esta se fue generalizando a raíz de la
invasión del caudillo cartaginés Aníbal, de la Península Itálica, la cual desplazo a miles de
pequeños campesinos independientes durante los 16 años que duró. Tras la derrota de los
cartagineses, la producción agrícola sufrió una gran transformación y los nuevos repartos de
tierra, propiciaron la aparición de latifundios en los que se iban a emplear una gran masa de
esclavos. Esta gran masa de esclavos principalmente estaba alimentada por prisioneros de guerra
de distinta procedencia: cartagineses, iberos, macedonios, helenos… Aunque también podían a
llegar a ser esclavos algunos convictos o personas arruinadas que para pagar sus deudas se
vendían a si mismos o a miembros de su familia. Dentro de los esclavos había varias clases, los
mas privilegiados se dedicaban al asesoramiento, instrucción en la educación y otros menesteres
de carácter intelectual dentro las ricas familias romanas. Luego en general los esclavos urbanos
dedicados al servicio domestico o a la artesanía tenían mejor trato que otros dedicados por
ejemplo a la agricultura; buenos sirvientes, buenos cocineros, peluqueros, sexo, labores de
espionaje… podían llegar a ser muy apreciados. Los gladiadores, que estaban obligados a luchar
por su vida podían llegar a ser muy populares y queridos dentro de lo que es un acto de diversión
macabra para los romanos. Los esclavos dedicados a la agricultura, que sobre todo fueron
ubicados en Sicilia y el sur de la Península Itálica, tuvieron vidas más penosas. Los peores trabajos
para un esclavo, estaban en las minas, las canteras o en las galeras de guerra. Fuera el tipo de
esclavo que fuera, ninguno de ellos estaba libre, de la furia de sus amos y todos ellos en un
momento dado podían ser arrojados a la muerte o ser enviados a galeras o al circo romano como
espectáculo de muerte humana. Los amos de los esclavos tenían total decisión sobre la vida o la
muerte de ellos.

Si tenemos un basto ejemplo de lo que suponía la explotación de clase entre los pueblos
conquistadores y los pueblos dominados, ese es el de la historia del desarrollo del Imperio Romano.
Del 264 a. de C. al 133 a. de C. Roma se fue convirtiendo en una de las grandes potencias
mundiales del mundo antiguo, extendiéndose sus territorios sobre tres continentes (Europa, Asia y
África). Las conquistas romanas importaran grandes riquezas y una gran masa de fuerza trabajo.
A partir del siglo II a. de C. los romanos comenzaran a desarrollar grandes explotaciones agrarias
(“latifundia”), a cargo de grandes ejércitos de esclavos, que también serán utilizados en las obras
civiles y privadas, en las tareas domesticas, en el entretenimiento del pueblo como gladiadores o
de remeros en galeras comerciales o de guerra. El esclavo en Roma, carecía de personalidad
jurídica, aunque tenia una serie de derechos menores como fueran el de casarse, o el poder
ahorrar dinero. Los esclavos al servicio de Roma eran prisioneros de guerra, hijos de esclavos o
condenados por la justicia. Podían acceder a la libertad mediante su compra, por inscripción en el
censo, porque su amo se la daba la libertad vía testamentaria o por rituales religiosos.

Las penosas condiciones a las que eran sometidos los esclavos por lo romanos, generaban muchas
contradicciones de clase que harían estallar revueltas. La sociedad romana dependía tanto de los
esclavos, que la fuga por parte de estos podía llegar a penarse con la crucifixión. La violencia
clasista hacia los oprimidos era una práctica rutinaria y normal.

Con la entrada del siglo II a. de C. se empiezan a documentar varias revueltas de esclavos de forma
muy superficial. En el 198 a. de C. se amotinaron 500 esclavos cartagineses en Setia, que
terminarían siendo matados En el 196 a. de C. estallo otra revuelta de esclavos en Etruria siendo
estos también aniquilados. En el 187 a. de C. estalló en Apulia la primera gran revuelta de
esclavos, que fue reprimida por el Pretor Licio Postumio y que acabo con la crucifixión de unos
7.000 rebeldes.26

Mas sangrienta que la revuelta de Apulia, fue la primera de las grandes insurrecciones de esclavos
de Sicilia27 (h. 134—132 a. de C.)28, donde una gran masa de esclavos trabajaba en las extensas
explotaciones de trigo y en las plantaciones de olivo, haciendo de la isla una verdadera despensa
de Roma, principal importadora de productos alimenticios para sostenerse en medio de sus
múltiples guerras. Sicilia, con tierra fértil y con muy buen clima, recogía a una gran masa de
esclavos al servicio de los romanos que se habían apoderado de grandes extensiones de tierras
(algunas compradas a los lugareños o arrebatadas a los antiguos pobladores cartagineses) y las
convertían en haciendas. En esta época a diferencia de la organización de la agricultura mediante
pequeñas y medianas explotaciones que funcionaban en la península itálica, el latifundio era
predominante en Sicilia. Los romanos trataban con gran brutalidad a sus hacendados y pastores
esclavos (mayoritariamente sirios) casi sin darles de comer ni de vestir, siendo empujados estos a
vivir del robo y del asalto.29

La primera rebelión de Sicilia la comenzaron unos esclavos de Demófilo30 en el 136 a. de C. que


durante la media noche penetraron en Enna junto con otros esclavos y unidos comenzaron a
matar esclavistas. El ensañamiento contra los esclavistas fue amplio y de la ira de los esclavos no
escaparon ni los hijos de los esclavistas. Este comportamiento de los esclavos solo es entendible
teniendo en cuenta con la crueldad con la que ellos mismos fueron tratados.

Esta insurrección estuvo acaudillada por el sirio Euno (que se autoproclamaba profeta) y el
macedonio Cleón (erigido por sus compañeros como caudillo militar), quienes, entre ambos,
llegara a congregar a un ejército de unos 130.000 hombres,31 (entre esclavos y algunos artesanos
empobrecidos) llegando a dominar la isla casi por completo. Controlaron las ciudades de Enna,
Morgantina, Taurominiun y posiblemente Catania; Agrigento fue devastada por las 5.000 tropas
de Cleón al inicio de la revuelta y en Etna la matanza de esclavistas fue generalizada. A pesar de
derrotar varias veces a las fuerzas romanas que fueron enviadas contra ellos, finalmente

26
El historiador Tito Livio da cuenta de ello.
27
Conocida como la Primera “Guerra Servil”.
28
Las insurrecciones de esclavos de Sicilia del 136 a. de C. al 132 a. de C. y la del 104 a. de C. y la del 100 a. de C.
fueron narradas por el historiador siciliano Diodoro, en base a fuentes bastante fiables, aunque sus textos no nos han
llegado de manera original. Posidonio, Estrabón, Cicerón, Tito Livio, Floro, Frontino, Valerio Máximo, Orosio,
Apiano y San Agustín, fueron otros autores que escribieron sobre el suceso.
29
Se cuenta, que en cierta ocasión los esclavos desnudos se presentaron ante el rico esclavista siciliano Demófilo, de la
ciudad de Enna y le rogaron que les diera qué ponerse. Demófilo ordenó azotarlos y devolverlos al trabajo. La esposa de
Demófilo, Megallis, también era muy conocida por su crueldad para con sus esclavos. Demófilo y Megallis terminaran
siendo ejecutados en esta rebelión.
30
Ver nota anterior para conocer un poco a Demófilo.
31
Según el historiador clásico Floro. Blázquez Martínez, José María. Las revueltas de esclavos en Sicilia. Memorias
de historia antigua, Nº 1, 1977, págs. 89-102. España. Algunos creen que este ejercito llego a componerse de la
cifra de 200.000 hombres, como afirma Diodoro de Sicilia.
sucumbieron ante el poder romano y unos 20.000 insurrectos fueron crucificados. Los esclavos
derrotaron a cuatro pretores (Manlio, Lentulo, Calpurnio Pisón Frugi y Plaucio Hipseo) que fueron
enviados contra ellos, hasta que finalmente Roma puso en manos de un Cónsul la pacificación de
la isla. Los romanos enviaron tropas consulares en numero de dos legiones bajo el mando del
cónsul Fulvio Flaco a la isla para ahogar la rebelión, pero no consiguió derrotarla siendo sustituido
por Calpurnio Pisón Frugi, que volvio a dirigir las fuerzas romanas tras su fracaso como mando
pretoriano. Pisón Frigi, tampoco conseguiria derrotar la rebelión pero al menos se apodero de la
ciudad de Morgantiun dejando fuera de combate a unos 8.000 esclavos. En el 132 a. de C. fue
enviado un nuevo cónsul, Publio Rupilio, para acbar de una vez la rebelion terminando por cercar
la ciudad de Taurominium (que fue entregada por el traidor sirio Sarapión) y después bajo el
mando del cónsul Marco Perpena la ciudad de Enna, haciendo que los revolucionarios murieran
de hambre. Cleón murió en batalla al intentar romper con sus tropas el cerco de Enna y Euno,
proclamado rey al estilo helenístico,32 fue atrapado y torturado.

La sublevación de Sicilia tuvo gran repercusión en el Asia menor, especialmente en Pérgamo.


Los disturbios de los esclavos y de los pobres fueron aprovechados en su propio interés por
Aristónico, pariente cercano del rey de Pérgamo Atala III, que no tenía descendiente y entregaría
Pérgamo a Roma en el 133 a. de C. Este hecho hizo que Aristónico se aliara con el movimiento
revolucionario, con el interés personal de hacerse rey de Pérgamo se puso a la cabeza de este
movimiento. Algunas ciudades del Asia menor, que se hallaban predispuestas contra Roma,
apoyaban a Aristónico, pero los ricos esclavistas de Éfeso, creyendo que les convenía más el
dominio de Roma, se le opusieron e le inflingieron una importante derrota en un combate naval.

Aristónico continuo la lucha. Libertó a los esclavos y les prometió fundar un Reino del Sol en el
que todos los ciudadanos serían libres e iguales, lo que atrajo a una enorme masa de oprimidos.
Apoyado por esa gran masa de oprimidos, Aristónico derrotó al poderoso ejército romano, a pesar
de la ayuda que prestaron a éste los reyes del Asia Menor. Al propio cónsul romano que mandaba
ese ejército cayó prisionero y le dieron muerte y el poder de Aristónico se extendió a todo el reino
de Pérgamo. En el año 130 a. de C. los romanos enviaron contra los rebeldes a otro cónsul que
mediante un ataque por sorpresa logró derrotar al ejército de Aristónico, quien se oculto en una
de las islas del Asia menor. Cercado, le obligaron a rendirse de hambre. Fue llevado a Roma y
estrangulado en prisión, siendo el reino de Pérgamo anexado a los
dominios romanos.

32
Euno adoptaría una indumentaria propia de la realeza que incluía el uso de la diadema sobre su cabeza. Cambió su
nombre por el de Antíoco, muy identificable con la dinastía real seléucida que gobernaba en Siria, región de la que él
mismo y gran parte de los esclavos eran originarios, por lo que no es de extrañar que a sus súbditos los nombrara como
“sirios”. Proclamó reina a su mujer, nacida como él en la ciudad de Apamea. Euno nombró un consejo real, del que se
sabe que formaba parte Aqueo, que era un rebelde que había demostrado una gran capacidad como organizador y como
hombre de acción.
La primera gran revuelta de esclavos de Sicilia, estuvo acompañada de otras pequeñas revueltas
que se extendieron por la geografía romana, por la misma época. Según Diodoro y otros
historiadores clásicos, 450 esclavos fueron crucificados en Miturne, en Sinuessa 4.000 esclavos
fueron derrotados en el 133 a. de C., hubo 1.000 sublevados en las minas del Ática, y también
hubo movimiento en Délos y en Asia, llegándose a registrar la rebeldía de unos 150 esclavos en la
misma Roma.33

Tras las fallidas reformas de los Graco y la reforma militar de Mario; treinta años después de la
primera sublevación, nuevamente en Sicilia se vivirá una revuelta de esclavos (104—101 a. de
C.), esta vez la lucha será acaudillada por el sirio Salvio y el macedonio Artenión, y en la que en el
transcurso de ella, ambos morirán en los combates. Las causas de esta nueva revuelta fueron
similares a la primera, los malos tratos y abusos por parte de los amos hacia los esclavos hacian
insostenible su vida. La revuelta comenzó en cuatro focos distintos; por un lado los esclavos de
Siracusa, por otro los de Alice bajo el mando de Vario, un tercer foco seguía a Salvio y un cuarto a
las ordenes de Atenión en Lilibeo y Segesta.34 Todas estas fuerzas se llegarían a juntar formando
una sola y esta vez su organización estuvo más perfeccionada al organizarse las fuerzas rebeldes
entre militares y trabajadores. Aunque los esclavos infringirán varias y sorprendentes derrotas al
enemigo, y llegaran a cercar Morgantina y a ocupar Triocola, nuevamente los romanos aplastaran
la insurrección de los esclavos y la mayoría serán despeñados. Un grupo de 1.000 esclavos se
entregaron bajo promesa de salvar sus vidas, pero estos posteriormente quisieron ser enviados a
morir al circo romano a manos de las bestias, hecho que no fue posible porque estos se suicidaron.
La segunda rebelión siciliana tubo, como la primera, gran repercusión y alentaron levantamientos
en Atenas y en la fronteriza región grecorromana del Bósforo; donde se dio otra sublevación al
mando de Saumaco. Ninguna de ellas dos tuvo éxito. La segunda gran revuelta de Sicilia no fue
tan numerosa como la primera y posiblemente en sus momentos mas álgidos contaran con unos
40.000 esclavos y campesinos libres sin tierra, conformados en unidades de infantería y de
caballería.

La “Rebelión de los Itálicos”, la guerra civil entre Mario y Sila (democráticos contra aristócratas),
las luchas de los pueblos de la península ibérica contra el poder romano como fuera el de los
lusitanos, arévacos o cantabros, también son episodios en los que aparece el componente de clase
como uno de los factores políticos de la lucha. En la “Rebelión de los Itálicos”, se demandaban
derechos para un pueblo que era considerado como aliado, pero que no tenía derecho a ocupar
cargos públicos; en el caso de los arévacos, estos no entendían socio-culturalmente la esclavitud.

Por su importancia histórica y por su magnitud hay una revuelta de esclavos en la antigüedad que
33
Blázquez Martínez, José María. Las revueltas de esclavos en Sicilia. Memorias de historia antigua, Nº 1, 1977, págs.
89-102. España.
34
Blázquez Martínez, José María. Las revueltas de esclavos en Sicilia. Memorias de historia antigua, Nº 1, 1977,
págs. 89-102.
sobrepasa a todas las demás. Sin duda, esta es la revuelta dirigida por Espartaco 35 (junto con los
Galos Crixio y Enomao) del 73 al 71 a. de C. en la Península Itálica. Espartaco era un tracio
proveniente de una horda nómada, llegando a Roma en calidad de prisionero de guerra. Fue
vendido como esclavo y huyo haciéndose mercenario del ejercito romano del que desertara y será
nuevamente apresado y hecho esclavo. Después será comprado por el propietario de una escuela
de gladiadores de Capua, donde junto a unos 200 compañeros de origen tracio y galo, planean
escaparse. Descubierto su plan de escape, Espartaco conseguirá fugarse con unos 70 hombres,
blandiendo como armas diferentes artilugios de cocina y consiguiendo escapar, después con los
cuales asaltará un carro de transporte de armas con las cuales se defenderán con éxito de las
primeras expediciones mandadas contra ellos, compuestos por milicianos de la ciudad de Capua.

El grupo de Espartaco pronto crecería a 200 y empezaran a ejercer acciones punitivas contra los
propietarios, a la vez que se retiraban hacia el Vesubio. Los romanos enviarían al pretor Claudio
Púlquero con una fuerza de 3.000 soldados, para acabar con lo que consideraban una turba de
bandidos; siendo derrotados a manos de las fuerzas de Espartaco en el Vesubio, gracias a una
maniobra ingeniosa de esta consistente en atacar el flanco desprotegido de los romanos por un
sitio que estos consideraban improbable. Esta victoria junto con la victoria obtenida ante el pretor
Publio Varinio será el punto de despegue de la gran rebelión. La fama obtenida por Espartaco, lo
hará celebre y alimentara los deseos de libertad de muchos esclavos, gente sin tierra, no
poseedores e incluso itálicos expropiados de sus tierras, quienes irán engrosando las filas de un
ejercito multicultural de unos 50.000 hombres (tracios, sirios, galos, germánicos, itálicos, etc.) y
poco cohesionado.

Las campañas de este ejército errante asolaron toda la fértil Campania, hasta que nuevamente se
formo un ejército romano de unos 8.000—10.000 hombres, que salio en su busca. Espartaco no
era partidario de batirse frontalmente a campo abierto con esta fuerza legionaria, pero las
disensiones dentro de su ejercito patrocinadas por los lugartenientes galos, que consideraban
cobardes las decisiones de Espartaco, llevaron suicidamente a la batalla contra los romanos a
3.000 hombres. Esta derrota dejara algo tocado el ejercito de esclavos, que había perdido a
muchos de sus mejores combatientes, pero la jefatura de Espartaco, sin embargo, se vio fortalecida
y consolidada, tras verse que la estrategia de los galos era imprudente.

En ambos extremos de la República se estaban librando dos largas guerras, una a cargo de L.

35
Espartaco nació sobre el 113 a.C. en un poblado al suroeste de la actual Bulgaria, en tierras ocupadas por los “maedi”
(etnia de la antigua Tracia). Sobre Espartaco tenemos los escritos de Plutarco, Floro y Apiano (por citar las fuentes
principales) los cuales coinciden en que fue auxiliar de las legiones, que desertó del ejército romano y que, cuando fue
apresado, lo vendieron y acabó en una mina de yeso hasta que el afamado lanista G. Cornelio Léntulo Batiato lo
adquirió para su negocio gladiatorio en Capua. Los tres historiadores lo consideraron como un hombre cultivado,
conocedor de la táctica militar y coherente en sus juicios y pareceres. Sobre su historia y la historia de la revueltas han
escrito Plutarco, Apiano de Alejandría, Tito Livio, Floro, Orosio, Veleyo Patérculo y Frontino. También Horacio,
Cicerón, César, Tacito y Varron, lo citaron alusivamente.
Licinio Lúculo contra Mitrídates del Ponto en Oriente, mientras que G. Pompeyo trataba de
conjurar la revuelta de Quinto Sertorio en Hispania. Este fue uno de los dos factores que se
sumaron para garantizar un descalabro: no había legiones en Italia y el asunto de los esclavos no
era para nada honorífico ni meritorio, más bien un trabajo sucio.

El ejercito de esclavos, se empezó a recuperar y tras proseguir con los ataques y las escaramuzas,
se empeño una batalla que dejo en manos de Espartaco toda la baja Italia. La victoria abría un
montón de posibilidades para el ejercito esclavo; para Espartaco (apoyado por los tracios y los
itálicos) era el momento de cruzar la Península Itálica hacia el norte, liberando mas esclavos, con
la rapidez suficiente, antes de que llegaran las experimentadas fuerzas de combate romanas
empeñadas en las conquistas de Hispania y el Bajo Danubio; para los galos y los germanos, bajo la
dirección de Crixio, lo que había que hacer era dirigirse a Roma y asaltarla. Los ejércitos de
Espartaco y Crixio se separaran y operarán independientemente. Entretanto, los romanos
prepararon tres ejércitos, dos de ellos mandados por cónsules (los más altos funcionarios del
estado romano) y otro mandado por un pretor. Estas fuerzas considerables, eran un verdadero
peligro al que aun no habían tenido que enfrentar los esclavos, que habían luchado contra fuerzas
menores y Espartaco y Crixio se reconcilian sabedores del peligro, aunque esta reconciliación no
llevara a la unión de sus ejércitos que seguirán operando separadamente.

Espartaco con 40.000 hombres y Crixio con 30.000 invaden Apulia. Las fuerzas de Crixio se
enfrentaran contra el ejercito mandado por el propretor Arrio (ayudante de Lucio Gelio
Publicola), en Apulia (cerca del Monte Gargajo), al que en un primer momento conseguirá
dispersar y hacerlo huir; pero el ejercito romano se consigue reagrupar y pillar por sorpresa a las
fuerzas galas y germanas en un contraataque, infringiéndoles una dura derrota y la propia muerte
de Crixio en el campo de batalla. Unos 10.000 hombres de las fuerzas de Crixio consiguieron
escapar y poder unirse posteriormente a las fuerzas de Espartaco, que por su parte, conseguiría
vencer a los dos ejércitos consulares enviados contra el mientras marchaba hacia el norte y que
tenían el objetivo de coparlos.

Tras derrotar a los ejércitos consulares nuevamente reorganizados de Lentulo y Gelio en el Piceno
y sin detenerse, Espartaco y sus fuerzas (unas 120.000), prosiguieron su marcha hacia el Norte,
aplastando todas las fuerzas que se reunían a toda prisa, ante su rápido avance, consiguiendo
llegar a Módena donde derroto a las fuerzas de Casio Longino. En este momento álgido de la
rebelión Espartaco parecía invencible. La solemnidad funeraria celebrada en honor a Crixio, se
convertirá en una dura humillación para los romanos, ya que en ella se obligo a 300 prisioneros
romanos a batirse a muerte entre si como unos verdaderos gladiadores. Nunca Roma había sufrido
una ofensa más ignomiosa. Los romanos estaban acostumbrados a juzgar reyes y príncipes
conquistados y tratarlos como animales, estaban acostumbrados a tratar a pueblos enteros como
rebaños, pero la ofensa que suponía, ya no solo la muerte de un romano a manos de un esclavo,
sino, que estos fueron obligados a matarse entre si para espectáculo de ellos, era algo que no cabía
en la imaginación de los ciudadanos del imperio.

No se pueden entender las diferentes revueltas romanas, haciendo caso omiso a otras clases
productivas que actuaban en la sociedad romana, como fueran, los campesinos pobres, los
pastores o los artesanos. Si bien los historiadores marxistas36 parten de la base del análisis
consistente en considerar como fundamental, para entender el desarrollo de la humanidad, la
lucha entre amos y esclavos como el motor de la época antigua, cosa que es correcta desde mi
punto de vista, algunos de ellos llevan esto al extremo de la simplificación absoluta de la lectura
de una sociedad como la romana donde existían otras clases aparte de los esclavos que estaban
mas o menos reprimidas según la época. En los casos donde el esclavismo estaba mas desarrollado
como es Sicilia, las rebeliones fundamentalmente eran totalmente de esclavos y se daban en forma
de insurrección general debido a la concentración en grandes latifundios de estos, sin embargo en
el caso de Espartaco, lo que se inició como un plan de huida por parte de un numero escaso de
esclavos, terminó siendo un movimiento general de desobediencia al que se fueron sumando
además de otros esclavos, sobre todo dedicados al servicio domestico, las pequeñas explotaciones y
los espectáculos circenses, algunos campesinos pobres y otras clases productoras que se veían de
una forma u otra atropellados por la oligarquía romana.

Continuando con el desarrollo de esta revuelta, los planes iniciales para dirigirse al norte con el
posible cometido de escapar de Roma, fueron cambiados y ahora las tropas de Espartaco debían de
dirigirse hacia el sur, e intentar un nuevo cometido, que consistía en levantar la isla de Sicilia y
posiblemente crear en ella un punto fuerte de resistencia, aunque se cree que antes de ello se
pensó en tomar y saquear Roma. Tras atravesar la Península Itálica de norte a sur, al llegar las
tropas de Espartaco a Calabria, se dan cuenta de que no tienen transporte marítimo, ya que los
piratas cilicios, con los que se había negociado el embarque no se presentarían al encuentro. De
mientras el patricio romano Marco Licinio Craso, tomo la determinación de ponerse al frente del
aplastamiento de esta revuelta, reorganizando las fuerzas derrotadas y sumándoles nuevas
unidades. Craso salio con su ejercito en busca de las tropas de Espartaco y las consiguió cercar en
la zona Reggio (Península de Calabria), construyendo un muro de unos 65 kilómetros, sin
embargo Espartaco en un movimiento enérgico consiguió romper el cerco, dejándose para ello en
el campo de batalla unos 12.000 hombres.

Este nuevo éxito de Espartaco condujo al senado a mandar llamar a las legiones que combatían en
Hispania y en Grecia, pero Craso, celoso de querer compartir la victoria contra los esclavos con
Pompeyo y Lúculo, decidió perseguir a estos. Tras la llegado de ambos generales y sumando las
fuerzas de Craso, unas 20 legiones (unos 120.000 hombres) andaban detrás de dar caza a
Espartaco, bajo el plan de coparlo en tres direcciones Pompeyo con 7 legiones al noroeste, Craso
36
Sobre estudios marxistas de esta época, se puede consultar Historia de Roma de S. I. Kovaliov, Ed. Akal, 1975,
Madrid y Cicerón y su época de S. L. Utcenko, Ed. Reuniti, 1975, Roma.
con 8 legiones por el suroeste y Luculo con 5 legiones por el este.

En el 71 a. de C. Espartaco, contaba ya con las tropas bastante mermadas, después de tantos


combates y persecuciones y de algunas escisiones, como las encabezadas por Gaunico y Casto que
se llevaron consigo a unos 30.000 hombres que serán derrotados por Craso . El y sus tropas en
constante huida decidieron ir a Brindisi, para intentar conseguir barcos para huir a Tracia, pero se
toparon con las legiones de Lúculo. En verano del 71 a. de C. no tuvo mas remedio que plantar
combate a estas legiones y desplegó a sus tropas en numero de 80.000 en el rio Silaro (Apulia),
para combatir las fuerzas de Lúculo y Craso que disponían de unos 40.000 combatientes. La
batalla se torno muy cruenta y en medio de ella Espartaco fue muerto, hecho por el cual sus tropas
empezaron a huir en desbandada donde fueron masacrados. Unos 6.000 de estos rebeldes fueron
crucificados a lo la largo de la carretera de Capua a Roma (Vía Apia), como muestra publica de
castigo ejemplar. Unos 1.000 esclavos consiguieron huir y unirse a los piratas cilicios, otros 5.000
que escaparon de la batalla sucumbieron ante las tropas de Pompeyo.

1.6 LOS CRISTIANOS PRIMITIVOS

El cristianismo se desarrolló en la última época de lo que normalmente en historia se denomina


Edad Antigua, siendo su foco de inicial de implantación la región Palestina. En el siglo I tanto
Galilea (por medio de reyes serviciales) como Judea y Samaria (gobernada directamente), eran
presa del imperio romano, que imponía una importante presión económica a través de tasas,
peajes y aduanas, que luego los gobernantes locales recuperaban a través de la recaudación de
impuestos al pueblo judío. Nobleza y Clero (Sumos Sacerdotes) eran las elites judías de la época, a
unas les pertenecían grandes superficies de tierra y otras gozaban de la economía del templo de
Jerusalén. Bajo ellos estaban una serie de profesionales y artesanos, que solían cubrir sus
necesidades básicas. Y en el escalafón mas bajo de la sociedad nos encontraríamos con esclavos
laborales (campesinos, cocineros, limpieza, docencia) y mendigos resultantes de las grandes tasas
de paro que había en la época respecto a los ciudadanos no esclavos. Los huérfanos y las viudas,
también pasaban muchas calamidades; los disminuidos físicos o mentales eran considerados como
“malditos” y los enfermos estaban desatendidos. Los prestamistas y los recaudadores de impuestos,
estaban muy mal vistos por el pueblo en general.

Siempre que en el mundo antiguo judío, la situación de su pueblo se ha visto agarbada por los
abusos de los poderosos, han surgido voces proféticas, que en nombre de dios han denunciado la
situación y han intentado cambiar las cosas. En la época del nacimiento del cristianismo, la
concentración de tierras en manos de la nobleza en Galilea, propicio el aumento de mendigos; y el
control del templo de Jerusalén, como centro económico 37 y espiritual por parte de los Sumos

37
Según el historiador romano Josefo, en el templo se encontraba toda la riqueza judía, era como una especie de
“banco nacional”. En su reconstrucción (18 a. de C.), se llegaron a emplear hasta unos 18.000 obreros. Dentro del
templo había un amplio comercio.
Sacerdotes, en connivencia con la autoridad romana, propicio el aumento de disidentes.

El cristianismo nació en una época de gran división socio – política, en la que por un lado se
encontraban encuadrados reyes, gobernadores, sumos sacerdotes, recaudadores de impuestos,
prestamistas…; puestos ocupados por romanos, saduceos y fariseos y por otro lado sacerdotes y
campesinos empobrecidos, profesionales, esclavos, mendigos y otros oprimidos representados por
zelotes, apocalípticos y esenios.

Si bien los zelotes, apocalípticos y esenios, fueron distintas respuestas (aunque relacionadas) que
dio el pueblo judío ante la injusticia social, finalmente será el cristianismo el que mejor sepa
sintetizar en la teoría y en la practica, la conciencia social y el movimiento popular.

Los zelotes (fervorosos de la ley religiosa), estaban compuestos de sacerdotes pobres de


procedencia campesina que consideraban a los Sumos Sacerdotes, infieles a las leyes de dios, y
opresores y colaboradores con el régimen de ocupación extranjero, el cual les garantizaba los
privilegios. Por su parte los esenios, desencantados de como los fariseos y saduceos dirigen la vida
religiosa, deciden retirarse al desierto y crear comunidades cerradas, consideradas por ellos como
el verdadero Israel. El movimiento apocalíptico, mas que un grupo de personas fue una corriente
de pensamiento, que se extendió mucho entre el pueblo judío y que en líneas generales, esperaba
un mundo mejor que barrería con todos los sufrimientos de los hombres buenos, esperándose la
venida de un hombre que traerá la salivación y la justicia.

El cristianismo al ser producto de esta época recoge en si los pilares ideológicos de todos estos
movimientos de disidencia hacia el sistema. Los cristianos desarrollaran una actividad incesante,
denunciando sistemáticamente a la nobleza clerical y a la nobleza laica, trabajando con los
sectores mas desprotegidos de la sociedad, llevando la sanidad a los pobres, saliendo en defensa de
las prostitutas y las viudas y haciéndoles moralmente personas de derecho, fomentando la vida en
comunidad y dotando de Mesías a una sociedad, que albergaba todas las esperanzas en su
aparición, ante tanta injusticia social.

El cristianismo, en sus orígenes, no se ha destacado por ser un movimiento violento, aunque entre
las primeras comunidades cristianas posteriores a la época en la que se supone que vivió
Jesucristo, hubo algunas que las practicaron.38 El hecho de que el cristianismo en su origen no
fuera violento, sino más bien apologista de la no violencia, no quiere decir que la historia de este
desde sus inicios se haya visto envuelta en episodios de extrema violencia. La persecución hacia el
cristianismo fue feroz hasta que fue asimilada por el estado y posteriormente fuera la religión
dominante en Europa durante la Edad Media.

38
Incluso en los propios evangelios oficiales de la iglesia católica se muestra al Apóstol Pedro, blandiendo una
espada, cuando hace frente al proceso del supuesto arresto de Jesús por parte de los fariseos.
Parece ser que la represión se cebó con los fundadores del cristianismo, en primer lugar esta fue
dirigida por la nobleza laica, la clerical y el funcionariado. Y esa represión se hará más grande y
tendrá un mayor calado al traspasar este movimiento las fronteras de las zonas de influencia
cultural judía. La decisión que tomó el I Concilio de Jerusalén respecto a hacer extensibles las
comunidades cristianas hacia poblaciones no judías, es una de las más importantes tomadas, tras
superar algunas discusiones. Gracias a ello el cristianismo, en sus diversas fases de desarrollo será
muy importante en la vida social del mundo.

La tradición cristiana supone que a partir del año 36, es cuando se empieza a llevar la doctrina
cristiana mas haya de Judea y Samaria por parte de sus seguidores, que en los años posteriores
deberían de esparcir la fe cristiana por todas las provincias del Imperio Romano. En poco menos
de 150 años, la fe cristiana ya estaba muy esparcida, a pesar de las distintas persecuciones de las
que fueron objeto los cristianos.

El cristianismo en Roma no dejaba de ser algo muy oscuro y extraño, ya que predicaba cosas tan
inconcebibles por los romanos de la época como la igualdad de todos los hombres. El hecho de que
fueran seguidores de un judío, que no era noble y que había sido juzgado por un gobernador
romano, con la muerte mas ignomiosa que había como era la crucifixión, ejecución reservada a
los esclavos y a los delincuentes de mas “baja estofa” condenados por delitos muy inmorales, por lo
menos para la mente de los romanos, no dejaban de ser gentes raras que tenían unos valores
extraños. El emperador Claudio firmo un edicto para echar a todos los judíos de Roma incluidos a
los cristianos. Para muchos, el cristianismo no era un movimiento esclavista militante, es decir, el
cristianismo nunca organizo, una respuesta militante ante el esclavismo romano. Si bien esto es
verdad, no prueba del todo que el cristianismo no fuera un movimiento transgresivo de la
organización social esclavista. El simple hecho de que para los cristianos, subjetivamente, trataran
en igualdad a un amo o a un esclavo, que pensaran que la vida de ambos valía lo mismo, por la
época que hablamos por lo menos denota una ruptura con el sistema esclavista.

Fuera como fuese Roma empezó a no querer a los cristianos, que para vivir tenían que esconderse
en las catacumbas, únicos sitios libres de actos de violencia por parte de los romanos. La iglesia
católica cuenta por diez el número de persecuciones que fueron efectivas contra ellos de forma
generalizada en todo el territorio imperial romano.

La primera gran persecución fue la del emperador Nerón, el cual terminaría por culpar a los
cristianos del incendio de Roma, haciendo con ellos todo tipo de barbaridades entre las que se
encontraban su decoración por animales hambrientos o el que fueran utilizados como antorchas
humanas. La tradición cristiana pone como victimas de estas persecuciones a Pedro (discípulo de
Jesús el Nazareno y creador de la iglesia romana) y a Pablo. La segunda gran persecución fue en
tiempos del emperador Domiciano, que tras los reinados de los emperadores Vespasiano y Tito que
supusieron algún respiro de la comunidad cristiana, volvió a rehabilitar los edictos de Nerón. La
tercera persecución fue en tiempos de Trajano y la cuarta en el reinado de Marco Aurelio, que
llegaría a parar la persecución durante tres años, debido a la acción de sus legiones en Germania,
compuestas por cristianos, aunque luego volvería a iniciar la represión. La quinta persecución fue
bajo el reinado de Septimio Severo. La sexta y la séptima bajo los emperadores Maximino y Decio,
la octava y la novena bajo los emperadores Valeriano y Aureliano y la décima y ultima bajo el
reinado de Diocleciano donde se producirá el martirio de la legión Tebea, compuesta por
cristianos.

Finalmente el emperador Constantino se convertirá el mismo al cristianismo y en el 313 firmara el


Edicto de Milán, por el cual se permitía a los cristianos practicar su culto libremente. Despues
vendria el importante Concilio (ecumenico) de Nicea, que vendria a influir enormemnte en el
desarrollo social, politico y cultural de Europa y partes de Asia y Africa durante toda la llamada
Edad Media y del cual hablaremos mas adelante.

2. LA LUCHA DE CLASES EN LA EDAD MEDIA.

La lucha de clases dentro del largo periodo de la Edad Media, se pueden dividir en tres periodos
distintos: un primer periodo que se centra en la lucha de los campesinos contra el avasallamiento,
un segundo periodo que se caracteriza por la lucha de las incipientes urbes o ciudades, contra el
poder rural de los señores y una tercera fase en la que predominara la lucha en el interior de las
ciudades entre la nobleza y los artesanos.

El paso de la sociedad esclavista a la sociedad feudal, tuvo un periodo de transición, en el que unas
clases se cambiaron por otras, en medio de la propia descomposición de las relaciones de
producción basadas en el amo – esclavo.

Este proceso de descomposición, comenzó en el siglo II, por diversos factores. En Europa el factor
principal fue la descomposición paulatina del Imperio Romano, junto con las invasiones de los
pueblos germánicos y la presión en Asia de los persas sasánidas.

Para entender la descomposición del Imperio Romano hay que tener en cuenta varias causas. A
partir del siglo II, las conquistas romanas no reportaran tanto flujo de esclavos como en las épocas
anteriores, por lo que la tenencia y compra de esclavos disparó su precio. Ante el gran coste que
suponía la adquisición y manutención de los esclavos, los latifundistas romanos, se decidieron por
otorgar la libertad a muchos de ellos. Esta libertad solía ir acompañada de la concesión al ex
esclavo de una pequeña propiedad de tierra destinada a la explotación agrícola, a cambio del pago
de unos impuestos. Esta fue una de las maneras porque la sociedad se fue inmiscuyendo en la
nueva sociedad feudal. En hipótesis las razones por las cuales los dueños de esclavos que poseían
grandes propiedades, preferían buscar nuevos sistemas de explotación alternativos al esclavismo
partía del pensamiento de que el esclavo era un mal trabajador productivamente hablando, ya que
su rendimiento era bajo en relación a su coste, y además constituía un capital invertido
perecedero, ya que cuando el esclavo moría debía comprar otro, perdiendo la suma que había
invertido en él por su compra y mantenimiento. En cambio, si el latifundista entregaba una parte
de tierra al antiguo esclavo, con ello, este ya estaba pagado y solo debía de esperar el pago de
ciertos impuestos, que en momentos dados provocaran revueltas, entre emperadores y
latifundistas; entre latifundistas y campesinos de servidumbre y entre emperadores y latifundistas
contra campesinos de servidumbre.

Para tener un mejor entendimiento de la descomposición del Imperio romano y del sistema
esclavista en Europa, hay que tener en cuenta también que la falta de territorios conquistables que
reportaran valiosos beneficios, se tradució en una subida de impuestos que provocaría rebeliones
sobre todo a partir del siglo III. Muchos de los esclavos del Imperio, estaban empleados en tareas
domesticas y eran considerados cada vez mas como artículos de lujo, que poco a poco los
ciudadanos de romanos de derecho, empezaron a dejarse de permitir su tenencia.

Con las guerras civiles del siglo III y las grandes invasiones “bárbaras” del IV, el proceso de
descomposición de la sociedad esclavista se aceleró. Muchos campesinos al no poder pagar los
impuestos (constantemente en aumento por los gastos del Estado y la falta de botín de guerra y
conquista), se vieron obligados a ceder sus tierras a los latifundistas a cambio de poder seguir
cultivándolas, bajo pago de impuestos. El Estado, para ahorrar costos, encargó a los latifundistas la
recaudación de los impuestos de su territorio; esto les permitió presionar más a los campesinos.
Los saqueos de las ciudades, el corte de las rutas comerciales por las guerras, la gran inflación y la
presión fiscal, hicieron que la vida urbana fuera difícil; muchos fueron al campo y se convirtieron
en colonos. Ante las convulsiones guerreras cada territorio empezó a autoabastecerse para no
depender de productos que no se sabía cuando podrían llegar, dada la crisis.

Apareció así una clase de grandes propietarios, que en muchos casos contaban con ejércitos
privados para la protección de sus propiedades y colonos. Al mismo tiempo los antiguos esclavos y
los desplazados de las ciudades, fueron empeorando su condición, hasta quedar imposibilitados de
abandonar la tierra que cultivaban. De esta manera comenzó también la descomposición del
ejército imperial permanente y la aparición de armadas particulares mandadas por jefes locales
como principal institución armada.

Campesinos dependientes, latifundistas armados cada vez más independientes, y abandono de las
ciudades fueron los elementos sobre los que se conformará la Edad Media y el sistema de
explotación feudal.

Convulsiones sociales interiormente de los términos del Imperio, como son la revuelta de los
panonios en el 406, que cansados de tener que pagar los altos tributos exigidos, e incapaces de
hacerlo, se rebelan invocando la presencia de los bárbaros como una liberación, o como la de
Mauritania son pruebas de que el cambio de régimen económico estuvo acompañado de revueltas.

Estas transformaciones sociales y económicas fueron acompañadas por graves transformaciones


políticas. Las invasiones bárbaras (así nombradas por los romanos a las invasiones
desencadenadas por pueblos que no eran de cultura greco – romana) del siglo III fueron
superadas en gravedad por las del siglo IV. La zona más expuesta del Imperio Romano fue la
occidental. El emperador Teodosio trató de revitalizar la unidad del Imperio apoyándose en el
cristianismo, como único factor de unión entre los habitantes. Pero a su muerte el Imperio
Romano se dividió entre sus hijos. Esta medida fue permanente: en Oriente se formaría el Imperio
Bizantino, relativamente estable y que se iría helenizando cada vez más, y en Occidente, se
formaría otro imperio mucho más inestable políticamente y donde los bárbaros tendrían cada vez
más influencia.

Desde el siglo III, los germanos, pueblos nómadas a quienes los romanos llamaron bárbaros,
comenzaron a penetrar las fronteras septentrionales del Imperio Romano. Habitaban en el norte y
el este de Europa y su actividad principal era el pastoreo y el aprovechamiento de los bosques,
aunque no dejaron de formar pequeños pueblos y realizar trabajos agrícolas. Los germanos no
eran un solo pueblo ni respondían a un jefe único. Cada pueblo germano estaba integrado por
diferentes grupos unidos por lazos de parentesco.

Al principio, cuando se instalaron en las tierras del Imperio Romano, establecieron pactos de
alianza: a cambio de reconocer a las autoridades romanas, grupos de germanos se incorporaron al
ejército romano y sus jefes se convirtieron en oficiales y recibieron tierras.

En el siglo IV otros pueblos que llegaban desde el centro de Asia comenzaron a ocupar el
territorio. Eran los hunos, un pueblo de jinetes nómadas que había comenzado a emigrar tres
siglos antes desde el norte de China. Los hunos estaban organizados como una alianza de bandas
de guerreros bajo la dirección de Atila. Los germanos debieron iniciar una nueva migración y, en
el siglo V, su violenta invasión al Imperio Romano provocó la caída definitiva del Imperio de
Occidente en el año 476. El Imperio de Occidente se fragmentó en numerosos reinos, donde
comenzaron a fusionarse los elementos romanos y bárbaros.
Las invasiones continuaron y una multitud de pequeños y cambiantes reinos surgió en lugar del
Imperio Romano de Occidente. En cambio, el Imperio de Oriente pudo resistir a la invasión
bárbara y se convirtió en el Imperio Bizantino, que sobrevivió hasta 1453, fecha en la cual,
muchos historiadores sitúan la frontera entre la Edad Media y la llamada Edad Moderna.

El paso de las sociedades esclavistas a las sociedades feudales fue desigual en el tiempo a lo largo
del mundo y a excepción de sociedades que se habían quedado en estados prehistóricos y de otras
que se quedaran en fase esclavista se dará desde el siglo II al siglo VI.

2.1 EL CONCILIO DE NICEA

Si nos preguntamos que relacion directa tiene el Concilio de Nicea, con la lucha de clases, a simple
vista puede parecer que no tiene nada que ver, pero si nos detenemos a analizar, el porque de su
convocatoria, sus resultados y sus consecuencias, nos daremos cuenta, que este evento, no solo es
de gran importancia para entender la lucha de clases de una epoca sino que nos sirve para
entender la conoformacion de Europa, Asia Menor y el Norte y Este de Africa durante la Edad
Media.

La relación entre religion y poder ha sido siempre estrecha por varias razones. Las religion desde
la antigüedad ha sido un rasgo cultural distintivo utilizado por varios grupos, pueblos y
civilizaciones, teniendo un carácter universal en cada uno de ellos. A su vez la religion como rasgo
cultural perteneciente a una comunidad social determinada, ha sido interpretada en varias
vertientes, en favor del opresor y en favor del oprimido. La religion al ser algo social y ademas de
representar el nexo de union de comunidades enteras, siempre fue la mejor forma que tuvieron
los poderosos de justificar su posicion o justificar el funcionamiento determinado de una
organización social, ante algo reconocido por todos.

En el caso hebreo esto es muy evidente. Si bien el monoteismo hebreo pretende dar fuerza al
sistema de leyes por el que se regian las tribus ganaderas y recolectoras nomadas del desierto, con
la llegada de los reyes de Israel, el monoteismo hebreo justifica su posición y el nuevo sistema
nacido de la vida sedentaria, se asienta sobre la comunidad cultural hebrea.

Egipcios, Persas, Israelitas, Romanos, monoteistas o politeistas etc. fueron representados por gentes
a su vez presentadas por designio o gracia divina.
El caso del cristianismo, tiene su desarrollo particular.

2.2 HEREJIAS EN EL IMPERIO BIZANTINO (S. VII - XV)

Los movimientos considerados herejes por parte de la iglesia “oficial” catolica adquirieron gran
importancia en los territorios del Imperio Bizantino, destacandose los movimientos de los
Pauliciani (Paulicioanos) y los Bogomili (bogomilos).

Los Pauliciani aparecen a mediados del siglo VII en la Anatolia central actual. Su nombre se le
debe a Paulo el Armenio que guiaba el movimiento desde el 688-718, sin ser su fundador. A pesar
de que este movimiento se divulgo sobre todo entre población armena, culturalmente era más un
movimiento bizantino que armenio, extendido entre la población rural en la zona oriental de
Imperio Bizantino. Según tradiciones del siglo IX, los Pauliciani enseñaban un dualismo radical
con dos fuerzas iguales que se representaban mediante un dios malvado creador del mundo
visible, material y un Dios bueno creador del mundo invisible y espiritual. En la practica, bajo esta
visión, se enfrentaron al poder político del estado bizantino, consideradndolo como obra del dios
malvado, al que le se le llegaria a combatir de manera militar.

De manera particular luchaban contra la iglesia bizantina; rechazaban los sacramentos, los días
festivos y los ayunos, detestando la veneración de la cruz y de las imágenes, tambien rechazaban
al clero por cosiderarlo inutil en cuanto a los haceres de la vida religiosa.

Creian en Jesucristo como un ser bueno enviado Dios, con el fin de enseñar la verdad escondida.
Para ellos la “Encarnación” y “Pasión de Cristo” son interpretaciones erróneas del Evangelio,
ademas, al Antiguo Testamento lo consideraban obra del Dios malo. Su culto consistia en oración,
lectura del Evangelio y su interpretación.

Desde mediados del siglo VIII, el Imperio Bizantino toma medidas para acabar con los Pauliciani
creando una especie de “policía ética”. Con el tiempo y debido a su colaboración con los arabes en
contra de los intereses del Imperio Bizantino fueron transferidos a los Balcanes donde desaperece
este movimiento en el siglo IX.

Muchos consideran herederos de la doctrina de los Pauliciani a los Bogomili ya que varias de sus
cocepciones sobre el mundo son compartidas aunque profesaran un dualismo menos
intransigente. Se sabe de la existencia de los Bogomili, debido a un tratado anti heretico redactado
por el sacerdote búlgaro Kosma, hacia el 970 (oficialmente bulgaria estaba cristianizada con el
bautismo del principe Boris en 865), derivando su nombre de un sacerdote de origen búlgaro
llamado Bogomil (uno que ama a Dios.), el cual desde mediados del X había sido un predicador
ambulante.

Las tensiones entre el rico alto clero búlgaro dependiente de la iglesia de Bizancio y la pobreza de
los sacerdotes favoreció la difusión de ideas críticas en relación con la Iglesia oficial. Los Bogomili,
sostenían un dualismo moderado y afirmaban que Dios a creado el Universo con sus 4 elementos
(fuego, aire, agua y tierra) y afirmaban que toda la Iglesia oficial es obra de Satanás, la vida de los
clérigos demuestra que siguen a Satanás, ya que no son puros y pobres sino borrachos, avaros
lujuriosos y litigantes. El culto de la Iglesia es inútil, los sacramentos no valen nada, las reliquias
son sólo huesos y se rechaza la cruz como simbolo cristiano.De la Biblia sólo aceptan partes del
Nuevo Testamento, sobre todo el Evangelio de San Juan, siendo el Antiguo Testamento obra de
Satanás.

No se limitaban a atacar la Iglesia sino que consideraban en general el poder y la riqueza como
obra y seducción de Satanás. Los que detentaban el poder eran considerados servidores del diablo.

A finales del XI los Bogomilos aparecen en Constantinopla donde son procesados. El movimiento
se en Macedonia, Tracia, Asia Menor, Servia y Bosnia. Desde el siglo XIII decae el bogomilismo
comenzando en Constantinopla.

En el siglo XII los bogomili irrumpirán en Bosnia difundiéndose su doctrina sin obstáculos, sobre
todo entre los campesinos en zonas aisladas. En Bosnia central la mayoría de la población rural se
adhiere a este movimiento. La Iglesia Ortodoxa se limitó al sur y sudeste del país, mientras que la
Latina intentó entrar desde Eslovenia y Croacia sin grandes resultados. Los príncipes de Bosnia
favorecieron el Bogomilismo ya que garantizaba mejor la independencia del país con relación a
Hungría y a Venecia. De este modo se formó una Iglesia Bosniaco-Bogomila con una estructura
jerárquica cuyos centros eran las comunidades de los perfectos (comparables a los monjes). Al
conquistar Bosnia los turcos en 1463 y Herzegovina en 1482, gran parte de la población se
convirtió al Islam y entre ellos los Bogomili que no estaban ligados a una gran iglesia como la
catolica o la ortodoxa cristiana.

2.3 HEREJIAS EN EUROPA CENTRAL Y DEL OESTE SIGLOS XI - XV


A partir del siglo xi, el cristianismo en general y la iglesia catolica en particular estaban ya
fuertemente implantadas en europa central y del oeste, en un proceso progresivo que desde finales
del siglo i fue apagando, las llamadas por estos, religiones paganas, las cuales habian servido de
subterfugio para quienes renegaban del catolicismo ya no solo como forma cultural, sino como
forma de rebeldia contra el orden establecido.

La primera ola de herejías aparece timidamente en la Europa catolica hacia la segunda mitad del
XI, en tiempos de la Reforma Gregoriana en la que el papado intenta adaptar la Iglesia Católica a
las nuevas condiciones sociales, y constituir el papado como centro eclesiástico y político de
Europa. Tras la Reforma Gregoriana nacerá otro tipo de herejía, no de grupos retirados y
silenciosos, sino activos y beligerantes en la vida social y política donde actuaron. A partir del siglo
XII, estos grupos en rebeldia contra el papado aparecen en zonas de desarrollo economico como
Italia septentrional, Sur de Francia, y Flandes.

En 1220, hizo su aparición él ultimo de los movimientos reformistas catolicos, el de las ordenes
mendicantes, aceptado por la Iglesia; un siglo mas tarde, estos movimientos perdieron su fervor
inicial y se institucionalizaran en la Iglesia con el aumento de sus riquezas (vease por ejemplo la
orden franciscana); el descontento ante esto, que antes era canalizado en estas órdenes y su
precepto de pobreza (como ejemplo de la vida de Jesús y sus apóstoles), desencadenaron una serie
de movimientos irregulares. Desde el punto de vista religioso, el desarrollo de estos movimientos,
no reconocidos por la Iglesia, marca la diferencia entre el año 1200 y el 1300. Estos medios no
eclesiásticos, se convirtieron en la única vía para la eterna aspiración a la pobreza apostólica. Esto
en manos de laicos, inevitablemente, se convirtió en objeto de sospecha de herejía.

2.3.1 LOS HERMANOS DEL LIBRE ESPIRITU

Los Hermanos del Libre Espíritu39 fue una comunidad surgida en las regiones de Flandes y
Renania que duró entre mediados del siglo XIII y principios del XVI.

Las ideas principales de Los Hermanos del Libre Espíritu fueron las desarrolladas por el teologo
Amaury de Bene40 y fundamentalmente eran de carácter anti-jerárquico, y en defensa de ideas
panteístas. Sostenían que Dios estaba en todo y en todos a través de la presencia del Espíritu Santo,
llegandose con ello a negar la existencia del pecado y la necesidad de los sacramentos ya que el

39
También conocidos como “Frailes del Libre Espíritu, amaurinos, bons enfants, pauperes Christi, picardos o
mineros.”
40
Influenciado por el pensamiento de Juan Escoto Erígena y por la Escuela Palatina.
hombre no debía someterse a las limitaciones que impone la moral cultural y social. También
desconocieron la divinidad de Jesucristo como su acción redentora hacia el pecado original de la
Humanidad. Se opusieron a todo orden establecido, y fueron acusados de promover el libertinaje,
por sus prácticas de amor libre, nudismo41 y otras actitudes calificadas como "desviaciones".

El rechazo de la validez de la Iglesia, los sacramentos y las Sagradas Escrituras hicieron que fuesen
condenados por el Papa Inocencio III, lo cual hizo que Amaury de Bene se retractara. Finalmente,
al ser duramente reprimidos tanto por las autoridades eclesiásticas como por las seculares, los
Hermanos del Libre Espíritu desaparecieron en 1411, aunque siguió difundiéndose su doctrina
clandestinamente en los telares flamencos, para reencarnarse años después en la secta de los
"Libertinos".

2.3.2 JOAQUINISTAS

Los joaquinistas,42 fueron los seguidores de las enseñanzas del Abad Joaquín de Fiore, iniciador de
un movimiento heterodoxo surgido en el siglo XII, que proponía una reinterpretación de la
historia y del evangelio, para seguir el llamado «Evangelio eterno». Influyeron notablemente en
diversos grupos heterodoxos y heréticos, fundamentalmente en los franciscanos espirituales y en
los fraticelli, así como en diversos grupos milenaristas a lo largo de la historia.

En 1215, algunas de sus ideas fueron condenados en el IV Concilio de Letrán. Por lo tanto, en el
pensamiento joaquinista, la Iglesia Católica era la ramera de Babilonia y el papa el mismo
anticristo, pensamiento que sería recuperado por Lutero en la reforma protestante.

El pensamiento de Joaquín de Fiore ha sido una influencia constante en algunos místicos y


teólogos, siendo estudiada con profunidad. Algunos autores destacan la influencia del joaquinismo
en San Bernardino de Siena, Buenaventura, Gerardo de Borgo San Donnino, Juan de Parma,
Salimbene de Adán, Ubertino de Casale, Hugo de Digne, Pedro Juan Olivi, Arnaldo de Vilanova y
movimientos religiosos, como el de las beguinas, los fraticelli, los hermanos del libre espíritu, los
ranters y los flagelantes. Durante el Renacimiento se releyeron sus escritos, influyendo en
Jerónimo Savonarola, Juan Bautista Vico, Cola de Rienzo, Nicolás de Cusa, John Wickliffe, que usó
en su Trialogus la obra joaquinita “De Semine Scripturarum” y, posteriormente, incluso en los
socialistas utópicos de Henri de Saint-Simon.

41
Las practicas nudistas y de amor libre ya se daban entre los “adamistas”, que era una secta cristiana declarada
hereje por la iglesia “oficial” y que tiene su origen en el cristianismo primitivo del siglo II.
42
También llamados “joaquinitas”.
2.3.3 FRATICELLI

Los “Fraticelli”, eran un amplio grupo de comunidades consideradas herejes pòr la iglesia oficial
en los siglos XIV y XV en la Edad Media tardía. Tenian su origen en los llamados “franciscanos
espirituales”, que se constituyeron en rebeldia contra las disposiciones y declaraciones del papa
Juan XXII referentes a la regla de pobreza franciscana. Ya que la regla de pobreza franciscana era
muy severa, muchos de estos estuvieron a favor de suavizarla, cosa que no ocurrio con el grupo
correspondiente a los “franciscanos espirituales” de los que salieran los fraticelli y con los que
estuvieron emparentados.

Las ideas principales seguidas por los fraticelli eran; el cumplimiento absoluto de la regla de
pobreza referente a la primera orden franciscana, las ideas joaquinistas (de la que hablaremos
mas adelante), el maniqueismo aplicado a la iglesia (dos iglesias, una mala y material y otra buena
y espiritual), la negacion de los sacramentos, y en algunos casos el cuestionamiento de la regla de
castidad.

El radio de acción de los fraticelli fue la actual Italia en un primer momento, extendiendose este
grupo por Grecia, Persia y Cataluña a raiz de su peresecución en Italia, e incluso tendrian relación
con los husitas de Bohemia.

2.3.4 LOS CATAROS

Los antecedentes inmediatos a los cataros, los encontramos a mediados de siglo XII, cuando
aparecen en Renania, los Pauperes Christi o Hermanos del Espiritu Libre. Evervino de Steinfeld en
un carta a San Bernardo de Claraval, se refiere a un interrogatorio a un nuevo grupo de heréticos
en Colonia en 1143. Con disposición se dejan quemar en el fuego en Colonia y a Bonn. Entre
1144-45, el clero de Lieja percibe la presencia de esta secta y lo comunica al papa. En 1147
alcanzan el sudoeste de Francia, llevando vida apóstolica, despreciando las posesiones y orando 7
veces al día. En el sur de Francia Bernardo de Claraval llegará a conocerlos en 1144-47.

En los años 60 del siglo XII hacen una campaña de propaganda en muchos lugares de Francia y de
norte Italia. En 1162 unos 30 Cátaros alemanes, campesinos hombres y mujeres pasan a
Inglaterra y empiezan a predicar su fe. El rey inglés Enrique II les hace arrestar y condenar a
muerte.

Desde finales de los 60 los centros del catarismo se sitúan en Italia septentrional y en el sur de
Francia, la Región de Langedoc.
Una referencia sobre la influencia de los Cátaros en el sur de Francia y su influencia nos lo
presenta la descripción de una disputa entre católicos y Cátaros en 1165 en Lombers, a pocos
kilómetros de Albi, al sur de Francia. En esta discusión toman parte 7 obispos católicos entre los
que se encuentra el arzobispo de Narbone, en presencia de muchos nobles y laicos, entre los que
está la Condesa de Tolosa, y de la población de Lombers y Albi. En esta reunión los Cátaros
evitaron discusiones sobre cuestiones dogmáticas, pero criticaron la vida de los obispos a los que
calificaron de hipócritas y seductores, contrarios al ideal sacerdotal del cristianismo. Las críticas
sobre la vida no evangélica del clero recibieron gran acogida entre el pueblo.

Hacia 1167 se presentó en Venecia un cierto Papas Nichetas, probablemente un obispo bogomili
de Constantinopla, que trajo a occidente la doctrina de la iglesia Dragovítica, cuyo nombre deriva
de un lugar de incierta localización en la actual Bulgaria, Dragowitsa, que sostenía un dualismo
radical. Papas Nichetas tuvo gran influencia sobre los cátaros franceses. En el concilio cátaro de
1167 en Saint-Félix-de-Caraman consagró de nuevo a los perfectos cátaros, según el rito de la
iglesia Dragovítica, y desde este momento los Cátaros franceses serán dualistas radicales, mientras
que en Italia existirán las dos variantes del catarismo. Bajo la dirección de Nichetas se procedió a
construir una organización juntando a las dos diócesis cátaras que existían en Francia, una para el
norte y otra para el sur en Albi, por lo que a estos ultimos se les llamó Albigenses, se nombró un
obispo para Lombardía y otros para las nuevas diócesis de Francia, sobre todo en Tolosa,
Carcassone y Ayen. Geográficamente el centro cátaro del sur de Francia se extendía sobre bastos
territorios del Condado de Tolosa a lo largo del río Verone hasta los Pirineos.

En Italia la diócesis Lombarda se dividió hacia el 1200 en 4 diócesis septentrionales: Concorezzo,


Esenzano, Vicenza y Bagnolo, además una diócesis cátara en Florencia y otra en Spoleto. Los
puntos de aceptación del catarismo italiano eran Milán, Piacenza, Cremona,Brescia, Bérgamo,
Vicenza, Verona, Ferrara, Florencia y Orvieto. Así se formaron en Italia diversas iglesias cátaras
que estaban en relación entre ellas, pero no tenían ninguna organización centralizada.

Menos difundido estaba el catarismo en otras partes de Europa. Intentaron penetrar en


Champagne, en Borgoña y en Flandes, incluso estaban presentes en algunas ciudades alemanas,
como Colonia, Maguncia, Bonn, Coblenza, Pasavia o Viena. También hay rastros de grupos cátaros
en Inglaterra y en el norte de Aquitania, pero el catarismo no consiguió convertirse en un
fenómeno de masas fuera de sus centros de Francia meridional y de Italia septentrional.

En los cátaros encontramos dos formas de dualismo; un dualismo moderado que se remonta al
bogomilismo y que afirma un único principio, y un dualismo radical, con la doctrinade la iglesia
cátara Dragovítica del Imperio Bizantino, que a lo largo del XII ha entrado en Occidente mediante
Papas Nichetas.

La nueva religión penetra en los castillos de Provenza sobre todo a través de la mediación
femenina. En las iglesias cátaras que admitían un único principio y profesaban un dualismo
moderado, la mujer tenían muchas más posibilidades de acción que en la Iglesia Católica. No
había diferencias entre “boni ominis” y “boni mulieres” en el campo ritual. Más reservado era el
catarismo radical, pero parece que también esta doctrina se haya ganado a las mujeres.

Otro estrato propicio para el catarismo lo constituye la burguesía de Italia comunal, del norte de
Francia y de Renania, por tanto el sector medio, mercantil, artesano y financiero. Por tanto no se
unen sólo las clases más míseras a la nueva religión. Al revés de lo que ocurría en el valdismo, la
religión cátara no se funda sobre el ideal de la pobreza voluntaria. Para ellos todo lo material es
del diablo, sin distinciones.

El catarismo no llegó a los estratos cultos de la época. Tampoco encontramos en esta religión
ningún teólogo o pensador de relieve. La gran difusión se debió a factores sociales y eclesiásticos,
siendo sostenida por una estructura organizativa que de manera clara se contraponía a la de la
Iglesia Católica.

La contraofensiva católica comenzará en los años 20 del XIII en tiempos de Inocencio III, el cual
proclama la cruzada contra los Albigenses, y al mismo tiempo el trabajo de los predicadores con el
fin de convertir a los cátaros entre los que destacará Santo Domingo de Guzmán y después los
franciscanos. La cruzada durará hasta 1229 y no conseguirá eliminar completamente a los cátaros
en el sur de Francia, naciendo así la Inquisición.

A partir de aquí el catarismo se convierte en un movimiento clandestino. Las formas organizativas


de los obispos cátaros franceses desaparecerán hacia 1275. En esta situación cátaros franceses se
van a Lombardía donde había todavía “buenos cristianos”.

La última reordenación del catarismo la llevará a cabo Pedro Autier o Autieric. Bajo su influjo el
catarismo de Langedoc se transforma en un movimiento clandestino que se basa en hospicios o
casas privadas. La propia religión cátara se transforma en una religión de redención .

El inquisidor dominico Bernardo Guidone busca a Pedro Autier con un mandato de captura. En
1309 es capturado, siendo condenado tras un proceso de inquisición y quemado vivo en Tolosa
(Touluse) en 1310. Los últimos cátaros reconocidos como tales vivían en torno a 1380 en
Piamonte estando en contacto con la Iglesia Bogomila de Bosnia, perdiendo así el rastro del
catarismo.

2.3.5 VALDENSES

Las fuentes sobre la conversión de Valdés son muy pocas y de procedencia católica. El primer
cronista fue un premostratense de la diócesis de Laon, el cual escribe en los años 20 del XIII
Chronicon Laudunense o Anonimi Laudunensis. El segundo es el dominico Esteban de Borbone o
de Bellavilla muerto hacia 1261 en Lyon, que escribe hacia 1250; su relación tiene la preferencia
ya que está escrita por un inquisidor experto y bien informado que había conseguido tener
conocimiento por un testigo ocular inmediato del propio evento, y se encuentra en su obra
Tractatus de diversis materiis Predicabilibus, una obra típica para los mendicantes de los siglos
XIII y XIV que recoge anécdotas y episodios que puedan ser útiles a los predicadores en sus
predicaciones. En este tratado introduce, en un texto sobre los dones del Espíritu Santo muchas
anécdotas y lo referente a la conversión de Valdés.

Esteban nos describe a Valdés como un rico mercader de Lyon que de improviso descubrió el
Evangelio, para conocerlo mejor habría encargado a un sacerdote gramático traducir del latín a la
lengua vulgar una selección del texto sagrado. Era una empresa costosa y Valdés la emprendió
antes de deshacerse de sus bienes. Esta iniciativa se introduce en el proceso según el cual las
lenguas europeas se desligan de la matriz bajo latina, inicio de las lenguas .provence..

Valdés y sus amigos comenzaron a leer el Evangelio y encontraron al Jesús del Evangelio en el
contexto de una ciudad medieval, Lyon caracterizada por un régimen de tipo episcopal, es decir el
señor de la ciudad era el obispo. Valdés pertenecía sin duda a la nueva clase burguesa constituida
por mercaderes y artesanos, los cuales se estaban afirmando. En Lyon, como en otras ciudades de
Europa, este movimiento de libertad, comunal, tendía a estructurarse de forma institucional, de
suyo en un municipio con el esquema de los surgidos en el norte de Francia y en las ciudades
septentrionales de Italia.

Las fuentes son unánimes en afirmar que Valdés experimentó una conversión, se deshizo de sus
bienes y comenzó a predicar por las calles hacia finales de 1170-1180, quizá la fecha de
conversión sea 1176-77. Los puntos fundamentales de su conversión serán: La pobreza voluntaria
y la predicación. Según el cronista de Laon la ocasión para el cambio de Valdés fue la leyenda de
san Alejo, el joven que dejaba la casa paterna y las riquezas para irse a oriente y que regresaba
años después a su patria de Roma y vivió durante años, sin ser reconocido por los suyos, como
mendicante a la puerta de su padre y bajo la escalera de la casa de su padre. Valdés abría oído por
casualidad un domingo por la calle a un músico giróbago que cantaba la leyenda de san Alejo y
poco después habría decidido imitarlo. Dejó a su mujer, a la que dejó sus bienes y muebles,
mientras que parte de su dinero lo utilizó para instalar a sus dos hijas que confió a un monasterio.

El arzobispo Guichard de Lyon, que era un cisterciense y señor de la ciudad presentó dificultades
a la voluntad de Valdés de predicar. La predicación estaba reservada al clero, y el arzobispo temía
que la predicación laica de Valdés pudiese favorecer o desviar la difusión de opiniones heréticas.

En 1179 se tenía en Roma el III Concilio Lateranense, es comprensible que Valdés y los suyos
pensasen resolver sus dificultades con el arzobispo de Lyon acercándose a Roma y presentando al
propio Concilio su proyecto de vida y acción para que fuese sancionado por el mismo. Los
Valdenses cayeron en la red de los razonamientos escolásticos, ellos no eran teólogos y no han
sabido darse cuenta de la insidia contenida en las preguntas que les hicieron. Este asunto
demuestra el desprecio y la superficialidad con la que es acogida la petición de los Valdenses por
la Comisión conciliar.

De suyo los Valdenses no han olvidado nunca aquel momento en que vieron romperse su
confianza en el concilio y quizá incluso en el clero y en toda la Iglesia. Afortunadamente para los
Valdenses, el catarismo en Francia meridional se reforzaba en concomitancia con la aparición del
Valdismo. Los seguidores de Valdés no eran cátaros, quieren diferenciarse de los cátaros, pero irán
siempre ayudados de su brazo en la posición a una sociedad deficiente y hostil. El cronista de Laon
cuenta que el Papa Alejandro III en el Concilio habría abrazado a Valdés, aprobado su voto de
pobreza, prohibido la predicación si no era con invitación de los sacerdotes.

Tras el Concilio Lateranense parece que el Arzobispo de Lyon había recobrado el pleno control del
movimiento Valdense. En 1181 Valdés será convocado ante una asamblea compuesta por
representantes del clero y de la nobleza de Lyon, presidida por el cisterciense junto al Arzobispo
de Chartres que era el legado pontificio, Enrique de Marsi y el Abad de Altaconva. Esta comisión
hace jurar a Valdés una profesión de fe. Suscribiendo esta profesión Valdés demuestra lo
sustancial que era su fidelidad a la enseñanza católica, él quiere ser católico, era católico. El
Valdismo no se contrapone a la Iglesia como una antiiglesia, Valdés y sus .Pobres de Lyon. quieren
ser católicos e imitar la vida de los apóstoles.

En 1181 Valdés suscribe una larga profesión de fe propuesta por el arzobispo de Lyon, con lo que
se demuestra claramente que Valdés no era cátaro, sino que quería ser miembro de la iglesia
católica.
Muere el arzobispo Guichard en 1180, un año después es nombrado arzobispo de Lyon un inglés
amigo de Tomás Becket, Jeans Bellesmains. El nuevo arzobispo tuvo rápidamente la sensación que
a pesar de la profesión de fe del grupo de los pobres, éstos escapaban de su control. Surge de
nuevo el conflicto entre los pobres de Lyon con la jerarquía, representada por el arzobispo. Frente
a la prohibición de predicar en público, los pobres de Lyon, desobedecieron, por lo que fueron
amonestados, prosiguieron y al final fueron excomulgados y expulsados de la ciudad de Lyon.
Según la tradición Valdés tomo la palabra del apóstol Pedro. Es mejor obedecer a Dios que a los
hombres. En 1184 en Verona el papa Lucio III condena a los Valdenses, junto con otros grupos
heréticos como los humildes lombardos, por su predicación sin mandato, la bula fue Ad
Abolendam, el IV concilio Lateranense ha confirmado la excomunión en 1205.

Los pobre de Lyon continuaron considerándose como católicos, su excomunión no les produjo
impresión porque lo consideraron una medida injusta. Sobre la doctrina de los Valdenses en el
primer decenio del siglo XIII, tenemos algunas fuentes, como, “Contra herejes” de Durando de
Huesca, que era el jefe de un grupo de Valdenses, que se reconcilió con la iglesia con el papa
Inocencio III, y que pasaron a llamarse “Pobres católicos”.

Se rechazan todos los elementos de la iglesia católica que derivan de la institución jerárquica o
tienen un relación directa con ella, por ejemplo: rechazan la confesión a los sacerdotes, la creencia
en el purgatorio, las ofrendas por las ánimas del purgatorio, las indulgencias, los laicos pueden
celebrar la Eucaristía si es necesario, algunos permiten a las mujeres consagrar la Eucaristía. Los
buenos laicos tiene el poder de absolver como los sacerdotes. Rechazan las cruzadas a las que
califican de homicidas. Los verdaderos sarracenos que hay que combatir son los demonios.
Rechazan por obediencia al Sermón de la montaña, toda prestación de juramento. Entre las
características que nos da Stefano está la veneración por los textos bíblicos, sobre todo los
evangelios, muchos Valdenses se saben de memoria largos pasajes del Nuevo Testamento en
lengua vulgar, y su método de evangelizar es recitar de memoria, en lengua vulgar, el Nuevo
Testamento delante de aquellos que les quieran escuchar.

Después de la muerte de Valdés sus seguidores en Francia meridional tuvieron que vivir en la
clandestinidad, sobre todo después de la cruzada contra los Albigenses que duró 15 años.
Tuvieron durante estos años influencias del pensamiento cátaro. Su situación durante el siglo XIII
en Lombardía fue menos precaria, pero en la segunda mitad del siglo fueron buscados y
perseguidos en las ciudades Lombardas, encontrando refugio en el Piamonte donde se
mantendrán en el medievo, en la zona llamada valle de los Valdenses.
Hasta el final del siglo XIII hay testimonio de ellos en el Alto Reno, en Suecia, en Baviera y Austria.
En el siglo XIV están ciertamente presentes en Turingia y Sajonia. En el XV un centro importante
de difusión de los Valdenses en Bohemia, en la cual se pueden insertar en el mundo religioso
popular, preparando así el movimiento Husita. En el sínodo de Chanforan en 1532 los Valdenses
de los valles declararon su adhesión a la Reforma Suiza. Este es el fin del movimiento Valdense, y
el nacimiento de algo nuevo, la Iglesia Evangélica. Hoy los Valdenses forman con 20.000 fieles
adultos la más grande iglesia evangélica en Italia.

2.3.6 DOLCINITAS

Secta de claros rasgos apocalípticos e influenciada por Joaquín del Fiore, los dolcinianos se
consideraban una secta de perfectos que observaban un modo de vida semejante al de los
primitivos apóstoles. Dolcino cuestionaba la jerarquía eclesiástica desde el Papa hasta los
inquisidores, y no le reconocía capacidad de criticar, modificar o condenar la vida de los
apostólicos.

Además de esa iluminación de conocimiento, pretendía tener otra previsión de acontecimientos.


Decía que se producirían novedades en el dominio temporal y en el espiritual, habría diversas
etapas que se sucederían hasta la entronización de Dolcino como Papa, entonces predicarían la
recta fe de Cristo a la que todos serian convertidos.

Al ser perseguidos y capturados, en sus declaraciones ante la Inquisición se sacan las siguientes
conclusiones: Se declaran apostólicos. Al parecer, no moran siempre en comunidad de grupos
extensos pero tratan de mantenerse en contacto, por lo menos con alguno de los suyos. Tienen
conciencia de constituir un grupo con una doctrina determinada, consideran a Dolcino apóstol y
piensan que será Papa antes de su muerte de acuerdo con su propia predicción; creen en el
Anticristo que les ha anunciado. Se declaran contrarios a la jerarquía religiosa, representada por
el Papa y la Iglesia, consideran que solo la Iglesia primitiva fue perfecta, luego perdió esa
perfección debido a las riquezas y las posesiones que adquirió.

Lo más destacado de esta doctrina es la prédica, pero también es posible que hubiera formas de
culto como practicas nudistas para probar que eran capaces de vencer la tentación de la carne, al
igual que se les acuso de doctrinas demoníacas como orgías incestuosas, muertes rituales de niños
y adoración a Satanás.

La secta al final desapareció, tanto por la persecución como porque al extenderse, perdió cohesión
y precisión de doctrina, algunos años mas tarde de la muerte del heresiarca, aparecen algunos
aspectos de sus tesis; pero sin duda alguna fue una secta de gran influencia durante este periodo y
ejemplificadora del estado de la sociedad de la época que permitía que estas herejías florecieran.

No se conoce con exactitud el lugar de nacimiento de Dulcino, cuyo verdadero nombre era al
parecer Davide Tornielli. Se cree que nació en la provincia italiana de Novara, perteneciente al
Piamonte. Según la inquisición de Bernardo Gui, era hijo ilegítimo de un cura, que huyó a Vercelli
tras ser condenado por ladrón, para unirse a la secta de Segarelli, "ese mendigo loco y sodomita",
donde se dedicaban a los robos y al sexo libre. Sin embargo, la mayoría de las fuentes coinciden en
apuntarle como hijo de una rica familia, predicador competente y carismático, con buen
conocimiento de la Biblia, y que cursó, desde joven, estudios eclesiásticos.

A la muerte de Segarelli, Dulcino se convirtió en cabeza de los Hermanos Apostólicos, y en 1303


emigró con sus seguidores a las montañas del Trentino, cerca del Lago de Garda, donde conoció a
Margherita di Trento, hija de la condesa Oderica di Arco, que a partir de entonces fue su
compañera.

En 1304, los dulcinitas atravesaron las montañas lombardas hasta Valsesia, donde su número se
incrementó con siervos que huían de los dominios de los obispos de Novara y Vercelli.

La secta fundada por Dulcino contó en su apogeo con un número máximo de entre cinco mil y
diez mil adherentes. El papa Clemente V despachó desde Aviñón una cruzada contra los
dulcinitas, concediendo a quienes participaran en ella una indulgencia plenaria. Las tropas fueron
dirigidas por el obispo de Vercelli, Raniero.

Los dulcinitas se procuraron alimento por medio de pillajes cometidos en las campiñas de
Valsesia, mientras se refugiaban en una improvisada fortificación en el monte Rubello, cerca de
Biella, soportando la hambruna y las nevadas. Cuando fueron derrotados, durante la Semana
Santa del año 1307, la mayoría de los Hermanos Apostólicos fueron pasados por las armas
inmediatamente, pero el propio Dulcino, su compañera Margherita y su lugarteniente Longino di
Bérgamo fueron capturados para su posterior juicio por la Inquisición. Los dos últimos fueron
condenados y quemados en la hoguera en Biella en junio de 1307, y Dulcino fue obligado a
presenciar sus suplicios, oportunidad en que mostró una entereza notable, según las memorias de
la época. En julio del mismo año Dulcino fue torturado y quemado vivo en Vercelli, sorprendiendo
a público y verdugos por su templanza ante los tormentos.

Ideas de los dolcinistas eran: la oposición a la jerarquía eclesiástica y la conversión de la iglesia a


los ideales de pobreza y humildad. La oposición al sistema feudal. La liberación de los hombres de
cualquier restricción. La organización de una sociedad igualitaria, de ayuda y respeto mutuos,
basada en la propiedad comunitaria y en la igualdad de sexos. Por estas ideas, fue considerado uno
de los reformadores de la iglesia, y uno de los fundadores de los ideales de la Revolución francesa,
e incluso del anarquismo y del socialismo.

Dulcino dejó escritas sus ideas en una serie de cartas enviadas a los Apostólicos entre el 1300 y el
1307, de las cuales al menos tres fueron compiladas por Bernardo Gui en su De secta illorum qui
dicunt esse de ordine Apostolorum.

2.3.7 EL MOVIMIENTO HERETICO EN GENERAL DE LA EDAD MEDIA EN EUROPA.

Los movimientos hereticos en la Edad Media Europea, se erigieron en muchas ocasiones como el
componente protopolitico de los movimientos disidentes de clase. Franciscanos Espirituales,
Fraticelli, Hermanos del Espirirtu Libre, dolcinistas, joaquinistas, apostolicos, miguelistas,
begardos, beguinas, frates de opinione, la iglesia dragovitica, fueron movimientos opuestos, ya no
solo a la iglesia oficial, sino tambien, a todo lo que legitimaba esta en materia de ordenacion social.

Era muy común que detras de muchas revueltas de esta epoca, estuviera la sombra de estos
movimientos hereticos en el imaginario colectivo.

Un componente que abunda en muchas revueltas es el mesiánico o milenarista. Un cauce mítico-


religioso para el descontento social y la aspiración de reforma radical de la sociedad, basado en un
igualitarismo utópico, que restaura la perfección primitiva del paraíso terrenal, en espera de la
inmediata segunda venida del Mesías cuando ocurriera ya el próximo fin de los tiempos.

El paso de corrientes milenaristas antiguas en el cristianismo al contexto de la revuelta social


ocurrió durante la depresión bajomedieval, al difundirse con más rapidez en unos medios
cristianos llenos de sentimiento de culpa, la idea que asimilaba la riqueza y dominio social a
presencia del mal. Los rebeldes encontraban así un soporte ideológico para su reivindicación, pero
la absoluta heterogeneidad entre sus objetivos y la posibilidad concreta de cambio, producía que
fueran demasiado irreales sus triunfos (no tenían objetivos precisos ni claros) a pesar de que
dejaron una profunda huella en las mentalidades colectivas campesinas.
Uno de esos movimientos es el de los grupos y procesiones de flagelantes que habían surgido en
Italia desde 1260, en relación con las profecías joaquimitas sobre el advenimiento de la tercera
edad del mundo, y se extendieron a Renania y Alemania del sur. Desde finales del siglo XIII, con
hostilidad hacia la riqueza y la jerarquía eclesiástica, que se agudizó más tras la gran epidemia de
1348, especialmente en Alemania, Países Bajos y el norte de Francia. Entre sus excesos los
progroms (o razias) contra judíos en 1349 y asaltos contra ciudadanos ricos. Todo ello provocaría
su condena por Clemente VI. Pero continuaron sus manifestaciones, y sobre todo su espíritu
milenarista y escatológico, que se nutre aún más por las tensiones sociales.

2.4 VIOLENCIA ANTISEÑORIAL EN EUROPA – SIGLO XIV Y MEDIADOS DEL XV


Las revueltas antifeudales del siglo XIV, se diferencian de las del siglo XII y XIII, en que estas
empiezan a ser capitaneadas por elementos de una naciente burguesia, que poco a poco ira,
capitaneando, los movimientos antifeudales, mientras luchan por sus intereses de clase en forma
aun defensiva frente al poder feudal.

El siglo XIV, en general es un siglo azotado por la crisis economica que afecta mucho al
campesinado y a la pequeña nobleza que se verá arruinada. La herencia de la guerra de los 100
años, epocas de peste, algunas inclemnecias metereologicas que arruinan cosechas y un
descontento social, que se manifestaba en protestas ante el pago de impuestos, y en el terreno
ideologico movimientos religiosos que atacaban a la iglesia oficial que iba de la mano de lka gran
nobleza, fueron el resultado de un siglo muy convulso en Europa.

Los motivos de los enfrentamientos y revueltas urbanos, tan frecuentes en la baja Edad Media,
solían ser más nítidos y precisos que en el caso de las revueltas rurales. Las principales revueltas
urbanas se produjeron donde el artesanado era más fuerte, especialmente en el campo textil, y su
componente principal fue de tipo reivindicativo, tanto en el campo salarial como en el de
participación en los órganos de gobierno de las ciudades, que estaban acaparados por la clase
nobiliaria, primero y, después, por los grandes representantes de los gremios.

El enfrentamiento entre las diversas facciones del patriciado urbano encontró apoyo en el
descontento del pueblo. Motines tales como el de los ciompi en Florencia; el de Cola di Rienzo, en
Roma; el de Esteban Marcel, en París; o el de Felipe de Artavalde, en Flandes, responden a este
esquema.

Las reivindicaciones más frecuentes se referían al derecho al trabajo, los niveles salariales y la
jornada laboral, y se manifestaron a través de movimientos generalmente breves (pues los oficiales
no tenían medios de resistir económicamente más) y a veces encubiertos bajo protestas contra
cambios fiscales o de luchas políticas o urbanas.
En la segunda mitad del siglo XIV abundaron más las revueltas producidas por problemas de tasas
salariales y formas coactivas de contratación que pretendían compensar la escasez de mano de
obra. En la forma de revuelta ya eran frecuentes las huelgas y destrozos de utillajes. Más adelante
(entre 1440 y 1460), destacan las protestas de gentes sin oficio especializado, acuciadas por el
paro que comenzaba a crecer en relación con los primeros momentos del auge poblacional.
Después se entra en una época de apaciguamiento. Es imposible fijar una cronología común para
todo Occidente, pues se producían en circunstancias muy específicas.

También tenían la dimensión del enfrentamiento de linajes y bandos. Había auténticas


“solidaridades verticales” con miembros de toda extracción social que se alternaban o sustituían en
el gobierno para poder excluir a otros. Resaltan los intentos de los maestros artesanos
(encuadrados en gremios) para dominar o participar en el gobierno de sus ciudades, intentos que
proliferaron desde fin del siglo XIII con muy variadas consecuencias. En los Países Bajos destacan
las revueltas en Douai, Brujas, Bruselas, y Lieja, que abrieron los gobiernos municipales a los
maestros tejedores en la primera década del XIV, y las resistencias a que otros artesanos
consiguieran lo propio, provocando fuertes enfrentamientos entre tejedores y bataneros en Gante,
Brujas e Yprés entre 1319 y 1350.

En ciudades del imperio hubo revueltas de artesanos agremiados, en varias oleadas (1300, 1327, y
a mediados de siglo XIV), pero los resultados fueron muy dispares: en algunas las reivindicaciones
gremiales triunfaron ampliamente (como en Magderburgo, Spira, Worms e incluso en Colonia
desde 1396), en otros sitios se mantuvo un equilibrio de fuerzas entre antiguo y nuevo patriciado
(como sucedió en Vienne o Constanza).

En Italia, hacia 1300, el antiguo patriciado de muchas ciudades, había sido desplazado por la
burguesía mercantil, y los enfrentamientos ocurrían entre éste y los diversos grupos de artesanos
que buscaban la intervención en el gobierno. Esto propició revueltas y malestar y a consecuencia
de ellas, a mediados del siglo XIV, en la mayor parte de las ciudades del norte y centro de Italia, el
nuevo patriciado burgués había desplazado ya por completo a la antigua nobleza urbana y
conseguido contener el proceso de promoción de nuevos grupos dirigentes, que habría
deteriorado a su vez, el predominio obtenido por ellos mismos. Desde entonces en Italia, como en
otras partes, las revueltas para conseguir el acceso al poder fueron más escasas y corrieron a
menudo a cargo de sectores sociales poderosos pero marginados del gobierno.

Un ejemplo de excepción es la revuelta de Paris, de los mercaderes parisinos, dirigidos por Esteban
Marcel, en 1357 y 1358, coetánea a la Jacquerie e inducida por los mismos factores coyunturales
de la crisis militar y los impuestos fiscales extraordinarios, en medio de la lucha política que
consumía el reino, y también con causas y objetivos muy específicos, en especial el control de la
fiscalidad y de la administración reales por los miembros de la burguesía mercantil parisina y por
nobles desplazados de la corte regia. El fracaso de Marcel y su asesinato apagaron la revuelta.

Las revueltas de Flandes, Gante 1379 y 1382 en París (llamada de los maillotins) surgen por
motivos concretos distintos: la parisina contra nuevos impuestos pero sujeta a las misma
coyuntura general, así como los desordenes de diversas ciudades hanseáticas entre 1374 y 1382, e
incluso o los progroms antijudaicos en España en 1391.

2.4.1 LEVANTAMIENTO CAMPESINO EN FLANDES 1323 – 1328

Tras la Batalla de Courtrai en 1302, en la que los artesanos amotinados de la ciudad de Brujas
junto al conde de Flandes consiguen una victoria memorable frente a la todopoderosa caballería
francesa, Flandes volvió a ser escenario de conflictividad social. Después de la primera gran crisis
de subsistencia de 1314-1316 y de la subsiguiente desorganización de los precios de cereales, el
intento de aumentar los impuestos por parte del conde de Flandes, a instancias del rey de Francia,
desencadenó la rebeldía en medios urbanos (tejedores, bataneros) y en los rurales, donde tomaron
la dirección de los sublevados (karls) campesinos de nivel económico acomodado. Son estos
últimos los principales protagonistas, por más que su eco llegara a algunas ciudades, como Yprès
y Brujas. Estaban recientes también los malos años de 1321 y 1322, en los que a consecuencia de
la adversa climatología se perdieron las cosechas. Como ya hemos dicho, la causa principal es una
protesta antifiscal: rechazo de los labriegos a pagar el tributo del conde, pero también se negaban
al diezmo de la iglesia.

Se sumaron a la revuelta muchos campesinos de condición modesta, pero todo parece indicar que
el más compacto de los grupos sublevados procedía del campesinado de tipo medio. Por lo demás,
al frente del movimiento figuraban gentes notables, como el señor de Sijsele, el burgomaestre de
Brujas (Guillaume de Deken) o los campesinos acomodados Nicolás Zannekin y Jacques Peite.

La revuelta se prolongó durante casi cinco años, ocasionando más de 3.000 víctimas. La
insurgencia, que se desarrolló con grandes excesos y violencias como era habitual en aquellas
situaciones, fue reprimida con igual dureza después de la victoria del rey de Francia venido en
auxilio del conde, en Cassel (agosto de 1328).

2.4.2 LOS DISTURBIOS DE ROMA EN 1347

Poco antes de que mediara el siglo XIV, tuvo lugar en Roma una aventura sorprendente. Nos
referimos a los sucesos del año 1347, protagonizados por Cola di Rienzo, un singular personaje,
nacido en 1313 en el seno de una humilde familia. Por lo que sabemos de su vida, Rienzo alcanzó
el notariado, tuvo amistad con Petrarca y adquirió un gran conocimiento de la historia antigua de
Roma. Su vida pública se inició en 1343, año en el que le vemos como delegado del popolo de
Roma en una embajada a la corte pontificia de Avignon enviada por el gobierno de la ciudad de
Roma, para exponer al papa Clemente VI las reivindicaciones del Partido Popular Romano, que
había ganado ascendencia. El Papa le nombró “notario y protector de los tesoros de Roma”, y Cola
regresó a su ciudad en 1344. Allí comprobó las ansias de recuperación de gloria existentes entre
la población, por lo que promovió y protagonizó una revolución que estalló el 20 de mayo de
1347. Apoyado en el popolo y en la gentilezza (grupo integrado por la pequeña aristocracia y los
comerciantes), dirigió a los ciudadanos al capitolio y allí anunció una serie de edictos contra los
nobles. Ante la aclamación popular asumió poderes dictatoriales y unos días después tomo el
antiguo título de “tribuno”, que le fue renovado unos meses más tarde con carácter vitalicio.
Partidario del igualitarismo mesiánico de Joachim de Fiore, parece que Rienzo odiaba
profundamente a la alta nobleza. No obstante es posible ver en Cola di Rienzo, como han puesto de
manifiesto M. Mollat y Ph. Wolff, "una mezcla de sinceridad e intriga, de violencia y seducción, de
idealismo y pragmatismo, de rusticidad y cultura".

Pero más allá de los solemnes fastos, celebrados al modo de la antigua historia de Roma, la
principal obsesión de Cola di Rienzo era acabar con la alta nobleza, lo que explica la afirmación
de Villani: "algunos de los Orsini y los Colonna, así como otros de Roma, huyeron fuera de la
ciudad a sus tierras y a sus castillos para escapar al furor del tribuno y del pueblo". Pero el tribuno
estaba asimismo muy interesado en perseguir viejos males que estaban anidados en la sociedad
romana, como el vicio y la corrupción. Claro que al mismo tiempo decidió organizar espectáculos
aparatosísimos, como el que tuvo lugar el día 15 de agosto en la iglesia de Santa Maria la Mayor
de Roma, acto en el que Rienzo fue coronado. El historiador Dupré-Theseider calificó al citado
acto de "caricatura fantástica de la coronación imperial".

Realizó reformas fiscales, judiciales y de la estructura política romana. Entre sus pretensiones
estaba la de unificar Italia, formando de nuevo un “Sacro Imperio”, bajo el mando de un
emperador italiano. Roma sería de nuevo la “sagrada capital” de una hermandad de italianos cuya
misión sería llevar la paz y la justicia al mundo entero. Para ello concedió la ciudadanía romana a
todos los italianos el 1 de agosto de 1347, preparando la elección del emperador para el año
siguiente.

Los nobles romanos, dirigidos por las familias de los Orsini y los Colonna, se alzaron contra Cola,
que repelió el ataque el 20 de noviembre de 1347. Pero su triunfo no fue duradero. El pueblo dejó
de seguirle, los aristócratas siguieron organizándose contra él, y el Papa promulgó una bula
declarándole como criminal, pagano y herético. Un nuevo levantamiento forzó su rendición el 15
de diciembre de 1347 y se refugió con los ermitaños de las montañas de Maiella.

En 1350 Cola fue a Praga, e intentó ganarse la amistad del emperador Carlos IV con profecías
místicas. Pero el emperador le entregó al arzobispo de Praga y este a su vez al papa Clemente en
julio de 1352. Después de ser absuelto de herejía por la Inquisición, fue liberado y enviado a Italia
por el nuevo Papa, Inocencio VI, para ayudar al cardenal Gil de Albornoz a restaurar la autoridad
en Roma. Con el nuevo título de “senador”, Cola tuvo un regreso triunfal el 1 de agosto de 1354.

Su rehabilitación en el poder fue breve. Acosado por la familia Colonna y la falta de dinero,
gobernó de una manera arbitraria. Los impuestos que aplicó y la oposición de la curia papal y la
nobleza romana a su figura animaron el descontento y Cola di Rienzo acabo linchado por la
enfebrecida multitud el 8 de octubre de 1354.

2.4.3 LA JAQUERIE.

En mayo y junio de 1358, tenia lugar otra famosa revuelta campesina en las tierras de Île de
France (Isla de Francia) próximas a París, paralelamente a la protagonizada en la ciudad a
principios del año por Etienne Marcel (Esteban Marcel) al frente de la burguesía parisina. La
Jacquerie movilizó a varios miles de campesinos, que contaron con dirigentes como Guillermo
Cale, pero no a la totalidad de la población.

Sin duda, el motivo último de la revuelta se inscribía en la estructura social del mundo feudal, con
la contradicción, señores-campesinos. Pero los azotes que habían padecido los franceses en los
años anteriores, desde la peste negra y los malos años hasta la negativa evolución de la Guerra de
los Cien Años (la crisis política y los excesos de gentes de armas después de la derrota del rey
francés en Poitiers; el país estaba a merced de los ingleses y el monarca galo Juan II el Bueno había
sido hecho prisionero) y la demanda de contribuciones extraordinarias que se derivan de aquel
conflicto, contribuyeron sin duda a agravar el panorama. Es posible incluso que uno de los
principales motivos de la revuelta fuera la caída de los precios de los granos (la Jacquerie se
produce en una de las principales regiones cerealísticas de Francia). Es decir la Jacquerie fue, en
cierta medida, una revuelta "contra las secuelas de la crisis frumentaria de principios de siglo".

La chispa que provocó el incendio fue un enfrentamiento entre los campesinos de una comarca
limítrofe del Beauvais y una banda de caballeros saqueadores, conflicto que se saldó con la
degollación de cuatro caballeros y cinco escuderos. Así pues, el origen del conflicto fue una
reacción defensiva de los labriegos. Pero a los pocos días la revuelta ya tenía varios focos. Desde el
Beauvais la insurrección se propagó hacia Beauce y Brie, así como hacia Picardía, Normandía,
Champagne y las proximidades de Lorena, si bien en estas últimas regiones el movimiento tuvo
muchos menos bríos.

El movimiento parecía una explosión de cólera, más o menos espontánea, protagonizada por los
campesinos de más baja condición. Así fue considerado por la historiografía tradicional, aunque
en estos últimos años se han matizado estos puntos de vista. Es innegable, desde luego, que la rabia
de los campesinos miserables jugó un papel muy destacado en la insurrección de la Jacquerie.
Pero no es menos cierto que en la misma participaron también labriegos de buena posición
económica. Hay que indicar, asimismo, que la Jacquerie contó con el apoyo de algunos sectores
urbanos, particularmente de artesanos.

Por otra parte, el movimiento no fue tan anárquico como en principio podía parecer y a pesar de
cómo lo describen los cronistas de la época. Tuvo una organización y tuvo, sobre todo, jefes, por
ejemplo resalta Guillaume Carle (Guillermo Cale), caudillo indiscutido de la insurrección. Carle
organizó dentro del movimiento una especie de cancillería. A él se debía igualmente la idea de
ocupar sólo aquellos castillos que en verdad tuvieran interés desde el punto de vista estratégico,
evitando ataques innecesarios a los restantes.

En cualquier caso, la Jacquerie fue un movimiento de gran intensidad pero de corta duración. Ni
los esfuerzos de Marcel, por una parte, ni los de Carle, por otra, lograron que llegara a conectar el
movimiento campesino con el que, por las mismas fechas, había estallado en París.

Los testimonios que se han conservado de dicha sublevación campesina nos pintan un cuadro
ciertamente terrible, insistiendo, una y otra vez, en la violencia y la crueldad de que dieron
muestras los labriegos. De todas formas no se puede generalizar pues la violencia campesina,
únicamente se dirigió contra la nobleza laica, respetando en todo momento, en cambio, los bienes
eclesiásticos. Su desarrollo y sobre todo su final fueron extremadamente violentos, pues existe en
ella (como en otras) un “nerviosismo patológico”, que afecta a los nobles represores (obsesionados
por la necesidad del castigo ejemplar y fuerte).

Su consecución fue rápida, el 10 de junio de 1358 Carlos el Malo acababa con la resistencia de los
jacques. Su líder, Guillaume Carle, fue hecho prisionero y, posteriormente, ajusticiado. A
continuación se puso en marcha una dura represión contra los participantes en la revuelta. A
comienzos de agosto, el delfín Carlos emitía ya una carta de remisión de faltas que permitió la
pacificación.
No obstante, las inseguridades, secuela de la guerra, contribuyeron a la aparición de fenómenos
locales de bandidismo en diversas regiones francesas hasta el siglo XV. Y aunque fracasó, no se
puede olvidar que la Jacquerie dejó una huella muy profunda en la conciencia colectiva del
campesinado del país galo.

El periodo comprendido entre los años 1358 y 1378 fue, dentro de lo que cabe, una era de paz
social. No puede negarse que si analizamos con un mínimo de detalle los acontecimientos de esos
años pueden señalarse movimientos populares en este o en aquel lugar, aunque por lo general
todos ellos fueran de escasa incidencia. Tal sería, por ejemplo, el caso de la sublevación que se
produjo en la ciudad alemana de Augsburgo en 1368, o de determinados movimientos que
tuvieron lugar por esas mismas fechas en el mundo rural inglés. Es posible que ejercieran un peso
muy fuerte, en esa situación de relativa paz social, los gravísimos trastornos que habían padecido
los europeos en los años medios de la centuria, lo que habría originado un cansancio generalizado
en todos los sectores sociales. Pero en 1378 el fuego se reavivó, con inusitada fuerza, inaugurando
una etapa, ciertamente breve (apenas duró cinco años, desde 1378 hasta 1383), pero de especial
intensidad por lo que a las luchas sociales se refiere siendo la revuelta de los ciompi florentinos su
máxima expresión.

2.4.4 LA REVUELTA DE PARIS DE 1358

La Jacquerie, así como la revuelta, casi coetánea, de Esteban Marcel, sacudieron un país en ruinas,
tanto por las derrotas militares ante los ingleses (Poitiers, en 1356) como por la reciente peste
negra. Los conflictos de los años 1378-1383, en cambio, fueron protagonizados por las gentes
nacidas en la época de las grandes tormentas, es decir, en los años medios del siglo XIV. El año
1358 fue crucial para Francia. No sólo estaba el país a merced de los ingleses, sino que el propio
monarca galo, Juan II el Bueno, había sido hecho prisionero por sus enemigos. A todo ello se
añadieron dos sublevaciones, que estallaron con sólo unos meses de diferencia. Al comenzar el
año se produjo en París una sublevación popular, dirigida por el preboste de los mercaderes,
Etienne Marcel. Sólo unos meses después, en la primavera, las llanuras del centro de Francia se
hallaban en pie de guerra a consecuencia de la insurrección campesina conocida como la
Jacquerie.

Esteban Marcel, miembro de la alta burguesía parisina, había tenido una destacada actuación
política en los años que precedieron a la revuelta que le hizo famoso. En particular había sido
notoria su participación en la reunión de los Estados Generales, en representación del estamento
ciudadano. Allí había defendido en todo momento reformas de clara inspiración popular, como la
Grande Ordenance de 1357, que intentaba poner a la Corona bajo el control parlamentario. Pero
su colaboración con Carlos el Malo, conde de Evreux y rey de Navarra, a la par que personaje
político sumamente turbio, dañó su reputación ante el delfín Carlos, futuro monarca Carlos V.
Esta circunstancia personal, unida al clima de descontento que se vivía en París en los sectores
populares, desembocó en los sucesos del 28 de febrero de 1358.

Un contingente integrado por unos 3.000 artesanos, capitaneados por Esteban Marcel, asaltó el
palacio real, asesinando a algunos de los principales asesores del delfín. Inmediatamente se
estableció en París un gobierno revolucionario, de carácter comunal, liderado por Marcel. No
obstante, el gobierno del preboste de los mercaderes apenas duró unos meses. Por de pronto
fracasó en su intento de aunar los intereses de los grandes comerciantes, por una parte, y de los
oficios, por otra. Tampoco tuvo éxito en su pretensión de buscar apoyos en algunas ciudades
flamencas, ni en su propósito de conectar con los campesinos del centro de Francia que se habían
sublevado en el mes de mayo. El 31 de julio de 1358, Etienne Marcel caía asesinado por antiguos
partidarios suyos. Carlos, el delfín, pudo recuperar fácilmente el control de París.

2.4.5 REVUELTA CAMPESINA EN INGLATERRA DE 1381

La revuelta campesina en Inglaterra de 1381, se desarrolla en un momento agitado de la historia


social europea, en situación depresiva y de crisis, donde los conflictos de carácter anti – señorial,
se suceden.

Tuvo como detonante la resistencia frente a la contribución extraordinaria acordada por el


Parlamento en 1377 y 1380 (poll-tax), y tuvo relación con el descontento de habitantes de
ciudades y con el de pequeños nobles arruinados o empobrecidos que actuaron como jefes
militares de los rebeldes. La utilización por parte de muchos señores territoriales de los malos usos
y la animadversión que existía contra algunos hombres públicos, como sobre todo, contra el
poderoso Juan de Gante, duque de Lancaster, tambien eran motivos de la revuelta.

Las principales reivindicaciones del movimiento consistian en poner fin de las cargas de
servidumbre que permanecían en Inglaterradesde mediados del siglo XIII, abolición de la
legislación limitadora de los niveles salariales (contraria a los intereses de los campesinos), e
incluso en el momento de mayor exaltación, la demanda de supresión de bienes de la Iglesia,
inspirada en los ideales de los predicadores.

La revuelta tuvo su comienzo en el territorio de Essex, a fines de mayo, propagándose


inmediatamente a Kent. Los rebeldes envalentonados por sus primeros éxitos, decidieron proseguir
el avance hacia otros territorios vecinos. La revuelta abierta se desarrolló en junio, después de un
periodo de creciente resistencia al fisco. Tras ocupar las localidades de Dartford y Maidstone, el
10 de junio hacían su entrada triunfal en Canterbury. Aquí aparece como líder Wav Tyler, y
también liberan al clérigo John Ball, encarcelado por sus predicaciones heréticas y su apoyo a las
clases populares más bajas. Los cronistas de la época retratan a ambos de una manera muy oscura.

Los rebeldes no se detenían en su avance. Hubo ataques a castillos y destrucción de archivos


señoriales (eran el testimonio de derechos sobre el campesinado), por ejemplo llegaron a quemar
en Canterbury el palacio del arzobispo y el archivo condal. En Essex fueron atacados los dominios
de “los hospitalarios”, como muestra de protesta contra sir Robert Hales, el gran maestre de la
Orden de Inglaterra, tesorero del rey, y al parecer, inspirador de la percepción del poll-tax. Ahora
bien, los rebeldes no sólo no manifestaban hostilidad al monarca inglés, Ricardo II, sino que
pensaban que con su acción le ayudarían a desprenderse de los malos consejeros que le rodeaban.
Al menos así respondieron al monarca cuando esté, el día 11 de junio, les envió un mensaje
pidiéndoles que le explicaran los motivos por los que se habían sublevado. El 13 de junio
cruzaban el puente de Londres, entrando en la capital con ayuda de parte de la población. Una vez
allí persiguieron sin piedad a sus enemigos. Los capturados fueron decapitados, como Robert
Hales. Se prendió fuego al palacio del duque de Lancaster y se atacaba a los juristas y a los
extranjeros, en particular a los tejedores flamencos que trabajaban en Londres.

Pero uno de los objetivos fundamentales seguía siendo el rey, del que esperaban mucho los
rebeldes (uno de los lemas de la revolución era “con el rey Ricardo y el auténtico pueblo”). El 14 de
junio se reunieron con el monarca (refugiado en la Torre de Londres), imponiéndole la aceptación
de sus condiciones (en primer lugar libertades, poniendo fin a los restos de servidumbre que
quedaban en el país; arrendamiento de tierras mediante el pago por los cultivadores de un censo
anual, evaluado en diez peniques por hectárea). El rey y sus oficiales redactaron las cartas de
libertad que habían solicitado los campesinos, al tiempo que daban buenas palabras a los rebeldes.
Pero esto sólo era una treta para ganar tiempo. La sorpresiva muerte del dirigente de los
campesinos, Wat Tyler, que fue decapitado el día 15 de junio por el alcalde de Londres, poco antes
de que se reanudaran las conversaciones, bastó para desorganizar a sus miles de seguidores que se
dispersaron a gran velocidad. Ricardo II, traicionando las esperanzas que en él habían depositado
los insurrectos, había tratado a los campesinos como rebeldes culpables de sedición. Esa era, al fin
y al cabo, la opinión dominante entre los cronistas de la época.

La contrarrevuelta, dirigida por Robert Knowles, se prolongó hasta la promulgación de una


amnistía regia a mediados de noviembre. Como en otros casos similares hubo secuelas de
inquietud en diversas partes, atizadas por la predicación popular de los lolardos (especialmente
entre 1408-1420).
Entre los estamentos sociales que participaron en esta revuelta, los campesinos constituían el
grupo más numeroso, pero también secundaron la sublevación gentes de las ciudades, tanto del
mundo artesanal como del mercantil. Por lo demás, en la revuelta tuvieron un papel muy
destacado diversos núcleos urbanos, entre los cuales pueden citarse a St. Albans, Bury, St. Edmonds
o Cambridge, aparte naturalmente de la propia ciudad de Londres. También contó la revuelta con
el apoyo de algunos clérigos. El más significativo de todos fue el ya citado John Ball, pero asimismo
hubo otros que se pusieron del lado de los rebeldes, como John Wrawe, que llegó a ser un
destacado dirigente en la región de Suffolk; John Batisford, antiguo rector de Bucklesham, o el
capellán de la catedral de Ely John Michel. Incluso personas de notable poder económico
estuvieron en el bando de los sublevados, entre ellos Thomas Sampson, líder de los insurrectos en
la región de Suffolk. Ahora bien, la heterogeneidad del bando rebelde, en cuanto a su composición
social se refiere, no contradice el hecho cierto de que la sublevación iba dirigida, básicamente,
contra los enemigos de clase de los sectores populares.

La sublevación inglesa de 1381, tuvo también un componente mesiánico en la intención y


propaganda de sus líderes. Wat Tyler es uno de los pocos líderes de revueltas medievales que se
parece a un jefe revolucionario, y es debido precisamente a que utiliza el mito de la sociedad
igualitaria y comunitaria, extraído de los sermones de los ingleses (Wycliff y sus primeros
discípulos en Oxford, así como de John Ball). Desde este punto de partida se desarrolló la corriente
heterodoxa, con influencia de ideas sobre la perfección de la pobreza y la inminencia del fin de los
tiempos, en los que influye Wicliff y también miembros de la secta del Libre Espíritu y de
begardos o picardos de Lille y Tournai llegados en 1418.

2.4.6 LA REVUELTA DE LOS CIOMPI DE 1378

Este fue el primer gran conflicto de los que se abrieron en 1378 y tuvo como escenario la ciudad
de Florencia. Los ciompi eran trabajadores de baja condición social y económica, principalmente
del sector textil. Asalariados sin derecho a formar parte de los gremios existentes, equiparados al
popolo minuto.

El desarrollo de las actividades artesanales había sido espectacular, lo que había derivado en la
aparición de un amplio sector de obreros asalariados, que vendían su fuerza de trabajo a cambio
de un salario. Sin duda había grandes desigualdades entre los trabajadores y abundaban los
obreros que cobraban salarios muy bajos. Además, esa masa proletaria no tenía de hecho
posibilidades de asociarse, al tiempo que estaba totalmente excluida de la participación en la
administración y el gobierno local. En Florencia se puede decir que se encontraba el germen del
sistema de producción capitalista.
Salarios bajos, falta de derechos, imposibilidad de asociación y nula participación en los órganos
de gobierno locales. Ese era el trasfondo, que nos presenta unos sectores populares dominados y
discriminados, y que explica la tensión social florentina, por lo menos desde mediados del XIV.
Una de las quejas más frecuentes de los popolani era la dificultad para ascender, debido a las
trabas que les ponían los maestros. También protestaban por los elevados impuestos.

Mas para entender la explosión que tuvo lugar en 1378, a los factores de fondo mencionados hay
que añadir otros de carácter puramente coyuntural. Tales fueron la escasez de granos del año
1375 y la caída, por más que relativa, que se produjo en la producción textil de Florencia en el
año 1377. Pero también desempeñó un importante papel el sinsabor causado en la ciudad por la
reciente guerra que había sostenido con la Santa Sede, de la cual se había derivado un fuerte
incremento de los impuestos, destinados a hacer frente a los gastos bélicos.

La primera fase de la conmoción popular que vivió Florencia en el año 1378 tuvo lugar en los
meses de mayo y junio, y se la puede calificar sin duda de “reformista”. El 1 de mayo fue
nombrado gonfaloniero de la justicia Silvestre de Médicis, que, aunque de origen patricio, se
presento como valedor de las clases populares, en especial de los artesanos. Su propósito era
restablecer las medidas favorables que habían derogado los poderosos, en especial las
“Ordenanzas de justicia”, pero ante las trabas que se encontró, decidió, en junio, utilizar como
presión al pueblo, incitándole a la rebelión. A finales de junio se produjeron los primeros
tumultos. El retroceso de la Señoría les dio alas y a principios de julio la ciudad estaba tomada por
las milicias populares en un claro ambiente de preguerra civil.

La segunda fase, eminentemente “revolucionaria”, se desarrolló en el mes de julio de 1378.


Dirigido por Michele de Lando al frente de los sottopostise produjo el gran estallido el día 20,
sitiaron la Señoría e incendiaron varios palacios de la ciudad del Arno, entre ellos la residencia del
podestá de la ciudad, quemando los archivos de justicia y saqueando las existencias de grano.
Como acto puramente testimonial, capturaron el “estandarte urbano”, verdadero símbolo de la
ciudad de Florencia.

Entre el 21 y el 22, en medio de una gran actividad, se dedicaron a redactar un programa, en el


que se recogían las principales reclamaciones de las artes menores y de los ciompi, como la
creación de un arte del popolo minuto. Era una venganza del monopolio ejercido por las artes
mayores. El triunfo se produjo el día 22, en que los priores de la ciudad capitularon y las masas
entraron en el Palacio Viejo. Los populares formaron una nueva balia, formada por 37 miembros
(32 nuevos) y nombraron 60 caballeros entre los ciudadanos. Este sería en adelante el verdadero
poder ejecutivo en Florencia, lo que no dejaba de ser una imitación de los poderosos anteriores,
aunque se hiciera “por el bien del pueblo”.

El día 4 de agosto se produjo la toma de poder de los populares, sancionada en una solemne
ceremonia religiosa. Esta nueva fase, de claro “carácter descendente”, demostró que el poder
quedó en manos de gentes medias (que buscaban mantener los logros conseguidos) y no de los
radicales. Los ciompi pensaban que la revolución no les había servido para nada. Además el paro
había aumentado por el cierre de talleres y el desabastecimiento de la ciudad era preocupante, por
el corte de suministros.

La pésima situación económica y el hambre generalizada, llevaron a los ciompi a asaltar la señoría
el 31 de agosto, declarando que Michele de Lando era un traidor a la revolución, pero el intento
fue fallido y fueron reducidos. Se volvía poco a poco a la situación previa y en los meses
siguientes, debilitada definitivamente la revuelta, se procedió a reprimir a los sediciosos. Lando y
Silvestre fueron desterrados. Los más radicales fueron condenados a muerte. Se suprimían las artes
creadas a favor de los ciompi.

2.4.7 FLANDES 1379

El mundo urbano flamenco fue escenario de luchas sociales a partir del año 1379. Las relaciones
entre los artesanos y el patriciado eran una fuente permanente de tensiones, agudizadas, si cabe,
por el impacto negativo en tantos aspectos que se derivaba de la crisis general. Pero al mismo
tiempo seguía presente, como se había puesto de manifiesto años atrás, el enfrentamiento entre
unos y otros oficios. Así aconteció en 1379, con motivo de la sublevación popular que estallo en
Brujas, liderada por Jean Yoens, un banquero, y apoyada por los tejedores. La falta de solidaridad
de los artesanos de otros oficios facilitó el aplastamiento de la rebelión.

Dos años después, en 1381, la llama pasaba nuevamente a Gante. Felipe van Artevelde, nieto de
Jacobo, el histórico dirigente revolucionario de los años treinta del siglo, se puso al frente de un
amplio movimiento popular. A comienzos de 1382 se constituyó en la ciudad flamenca una
comuna popular. Felipe fue designado capitán de la misma. El movimiento se propagó a la ciudad
de Brujas, donde encontró apoyos en los sectores populares, sobre todo entre los tejedores.
“Solidaridad de intereses, de odios y de venganzas” era uno de sus lemas. La intervención del rey
de Francia, Carlos VI, dio al traste con los sublevados, aplastados en la batalla de Roosebeke
(1382). Artevelde fue una de las víctimas de aquel encuentro, considerado por los franceses la otra
cara de la moneda de Courtrai . Fue una humillación para las milicias populares flamencas. Pero
su influencia se dejó sentir también en la conflictividad social, notablemente suavizada a partir de
aquella fecha.
2.4.8 EL MOVIMIENTO LOLARDO

El movimiento lolardo o wyclifista fue un movimiento político y religioso de finales del siglo XIV e
inicios del siglo XV en Inglaterra, generalmente identificado como un precursor de la Reforma
eclesiastica. Sus objetivos principales eran precisamente la reforma de la Iglesia. Los orígenes del
movimiento lolardo (Lollardy) se encuentra en las enseñanzas de John Wyclif, un teólogo de la
Universidad de Oxford hacia 1350.

Entre sus principales doctrinas estaba aquella que propugnaba que la devoción era un
requerimiento para que un sacerdote fuera de "verdad" o para que llevara a cabo los sacramentos
debidamente, y además la que afirmaba que el laico devoto tenía la facultad de ejecutar los
mismos ritos y funciones, pues el poder religioso y la autoridad resultaban de la devoción y no de
la jerarquía eclesiástica.

Buscaban también eliminar las leyes que limitaban el salario de los campesinos y se llegaron a
asaltar posesiones nobiliarias e Iglesias, a las que se achacaba el mantenimiento de una estructura
social concreta. Abogaban por la pobreza apostólica y la tasación de las propiedades de la Iglesia.

Un grupo de lolardos dirigió al Parlamento una petición con doce conclusiones que fueron fijadas
en las puertas de Westminster Hall en febrero de 1395. La primera conclusión que rechaza la
adquisición de riqueza temporal de los líderes de la Iglesia, ya que la acumulación de riqueza aleja
de las preocupaciones religiosas y provoca la codicia. La cuarta conclusión afirma que la Biblia no
dice que el pan de la Eucaristía se convierte en Cristo. La conclusión sexta establece que los
funcionarios de la Iglesia no deben ejercer el poder temporal o secular, pues esto constituye un
conflicto de intereses entre las cosas del espíritu y los asuntos del Estado. La octava conclusión
señala como absurda la reverencia hacia las imágenes en la iglesia. Otras conclusiones más
relevantes se oponían a la pena de muerte, rechazaban los juramentos y el celibato obligatorio de
los religiosos y afirmaban que los miembros del clero deben rendir cuentas a las leyes civiles.
Declaraban que todo cristiano verdadero es un sacerdote delante de Dios y denunciaban las
guerras, la violencia y el aborto.

El manuscrito conocido como Ecclesiae Regimen o Treinta y siete artículos contra la corrupción
en la Iglesia, expresa la opinión de los lolardos sobre la necesidad de una reforma eclesial. Era
atribuido a Wycliff pero varios expertos consideran que fue redactado por John Purvey, un
lolardo que murió en prisión en 1414.
El edicto del rey Enrique IV De heretico comburendo en 1401 prohibió las Biblias traducidas por
Wycliff y ordenó perseguir bajo pena de muerte en la hoguera a los lolardos por oponerse a los
juramentos y al bautismo de niños y subvertir el orden de la iglesia. El primer ejecutado fue John
Badby, en 1410.

El movimiento fue declarado oficialmente herejía en el concilio de Constanza en el año 1415.

Ejecución de John Badby. Ilustración del Libro de los Mártires de John Foxe.

Wyclif distribuye ejemplares de su traducción al inglés de la Biblia entre los "sacerdotes pobres".
William Frederick Yeames.

2.4.9 LA REVOLUCIÓN HUSITA

Con el término de husitas se define a un movimiento reformador y revolucionario surgido en


Bohemia en el siglo XV. El nombre procede del teólogo bohemio Jan Hus.
En el Concilio de Constanza, Jan Hus fue condenado y ajusticiado el 16 de julio de 1415. Hus
mantenía una posición muy crítica frente al poder eclesiástico, posiciones muy cercanas a las de
John Wyclif y los Valdenses.

Los husitas se dividieron en dos grupos: los moderados utraquistas y los radicales taboritas (de la
ciudad de Tábor en Bohemia del Sur). En 1420, después de la muerte del rey Wenceslao, lograron
ponerse de acuerdo en un programa común: los Artículos de Praga, en el que exigían al poder real
el reconocimiento de: La comunión bajo las dos especies (los comulgantes debían comer la hostia y
beber el vino), La libertad de predicación, La pobreza de los eclesiásticos, El castigo de los pecados
mortales sin distinciones según el rango o nacimiento del pecador.

Las cruzadas contra los husitas implicaron las acciones militares contra los partidarios de Jan Hus
en Bohemia durante el período comprendido entre 1420 hasta casi 1434. Estos fueron los
primeros combates en Europa en los que las armas portátiles de fuego, como los mosquetes,
tuvieron una contribución decisiva.

Contrariamente a su hermano Wenceslao, que toleró el movimiento husita, Segismundo decidió


eliminarlo. Un numeroso grupo de husitas liderados por Nicolás Hus (sin relación alguna con Jan
Hus) dejó Praga. Se reunieron en diversos lugares de Bohemia, en particular en Ústí, cerca del
lugar en el que fue fundada la ciudad de Tábor, atacando violentamente a Segismundo y
preparándose para la guerra.

Aunque muchos husitas influyentes habían abandonado la ciudad, las revueltas continuaron en
Praga. El 30 de julio de 1419, una manifestación husita encabezada por Jan Želivský defenestró a
los consejeros imperiales desde las ventanas del Ayuntamiento de Praga. Esta defenestración,
conocida como la primera Defenestración de Praga, fue el inicio de las hostilidades religiosas

La muerte del rey aumentó las revueltas en Praga, a las que enseguida se unió Bohemia. Muchos
católicos, la mayor parte alemanes y representantes del poder imperial, fueron expulsados de las
ciudades. En Praga tuvieron lugar, en noviembre, muchos combates entre los husitas y los
mercenarios que la reina Sofía (viuda de Wenceslao y regente) había reclutado con urgencia.
Después de destruir gran parte de la ciudad, los combatientes acordaron el 13 de noviembre una
tregua. Los nobles, que eran partidarios de los husitas y apoyaban a la regente, animaron a
Segismundo para que interviniera como mediador, mientras que los ciudadanos de Praga
accedieron a entregar a las fuerzas reales el Castillo de Vyšehrad. Jan Žižka, que desaprobaba este
compromiso, abandonó Praga y se trasladó a Pilsen. Desde ahí avanzó hasta el sur de Bohemia y,
después de haber derrotado a los católicos en la Batalla de Sudoměř el 25 de marzo de 1420 llegó
a Ústí, pero sintiéndose inseguro se unió a los combatientes de Tábor. Cuatro capitanes (hejtman),
entre ellos Žižka, fueron elegidos e introdujeron una estricta disciplina militar.

Segismundo se convirtió en rey de Bohemia tras la muerte de su hermano Wenceslao, pero no


estaba nada claro si la sucesión debía ser hereditaria o por elección. Como quiera que Segismundo
apoyaba a la Iglesia de Roma, consiguió la ayuda del Papa Martín V, que promulgó, el 14 de mayo
de 1420, una cruzada para acabar con los herejes. Un importante ejército reunió a un gran
número de príncipes e innumerables aventureros que, atraídos por el pillaje, vinieron de toda
Europa e iniciaron el asedio de Praga el 30 de junio, abandonándolo poco después. Se iniciaron
entonces una serie de negociaciones con el fin de intentar solucionar las diferencias religiosas.

Segismundo mantenía sus fortalezas de Vyšehrad y de Hradčany que, si bien dominaban Praga, se
encontraban aisladas la una de la otra. Al intentar avituallarlas, Segismundo fue abatido el 1 de
noviembre cerca de Pancrack (sitio de Praga). Bohemia quedó, de inmediato, bajo el control de los
rebeldes.

Las revueltas internas no permitieron a los gobernadores organizarse eficazmente. En Praga, el


padre Jan Želivský se convirtió en el dictador de Tábor, el movimiento igualitario (promovedor de
la igualdad absoluta de todos ante Dios y sobre la tierra, y del reparto de los bienes materiales) fue
reprimido por Žižka. Poco tiempo después empezó una nueva cruzada. Un gran ejército alemán
invadió y puso sitio, en agosto de 1421, a la ciudad de Žatec. Los cruzados confiaban en la ayuda
de Segismundo, pero éste estaba prisionero en Hungría. Al anunciarse la llegada de las tropas
husitas, los cruzados huyeron. Segismundo no volvió a Bohemia hasta últimos de ese año, tomando
posesión de la ciudad de Kutná Hora, y sufrió una derrota decisiva en la Batalla de Německý Brod
(Deutschbrod) el 6 de enero de 1422.

Jan Želivský fue arrestado el 9 de marzo de 1422 por el consejo municipal de Praga y fue
decapitado. Žižka tuvo que reprimir las sublevaciones de Tábor. El príncipe Segismundo
Korybutovic de Polonia fue gobernador del país durante un corto período. Pero poco después de
su marcha, la guerra civil estalló nuevamente entre los utraquistas de Praga y los taboritas. Los
taboritas, al mando de Žižka derrotaron a los utraquistas dirigidos por Čeněk de Wartenberg;
poco tiempo después se firmó un armisticio en Konopilt. Los rebeldes invadieron la Moravia
católica, en la que una parte de la población era favorable a sus creencias.

Se formó una nueva cruzada, y Segismundo Korybutovic, que había tomado el mando de las
huestes husitas tras la muerte de Žižka, infligió una cruel derrota a los alemanes en Ústí nad
Labem y después en 1427 en Tachov, lo que le permitió hacer una incursión en Alemania.

El carácter fundamentalmente democrático de los husitas y sus continuas victorias provocaron en


los príncipes de los países cercanos un cierto temor ante la posibilidad de que sus súbditos
adoptaran esas ideas. Por otra parte, los utraquistas preferían consolidar sus conquistas. Las
negociaciones para conseguir la paz empezaron el 3 de marzo de 1431, en el Concilio de Basilea.
Los católicos solicitaron, ardientemente, que los representantes de la Iglesia Ortodoxa y otras
ramas cristianas estuvieran presentes. Antes de dar su consentimiento querían intentar un último
esfuerzo para conseguir la paz con los husitas. El 1 de agosto de 1431, un gran ejército de
Federico, conde de Brandeburgo, acompañado por el cardenal Cesarini, legado del Papa, atravesó
la frontera de Bohemia y el 14 de julio entró en la ciudad de Domažlice. Sin embargo, cuando el
husita Prokop Holý hizo acto de presencia, los cruzados emprendieron la fuga.

El 15 de octubre, los miembros del concilio enviaron una invitación formal a los rebeldes. Una
delegación encabezada por Prokop Holý, Jan de Rokycany, el abad de Tábor Nicolás de Pelhřímov
y otros, llegaron el 4 de enero de 1433. Las conversaciones fracasaron y el 30 de mayo de 1434, el
conflicto entre los extremistas y los moderados volvió a reproducirse. El ejército de los taboritas
fue derrotado en la Batalla de Lipany, muriendo el hejtman de los utraquistas, Prokop Holý.

Los moderados, que habían tomado la delantera, presentaron sus demandas, que fueron aceptadas
el 15 de julio de 1436 por el Vaticano después de algunas enmiendas referentes a las posesiones
de las órdenes católicas de Jihlava. Las compactata fueron el resultado de las negociaciones, según
las cuales la Iglesia permitía a los husitas la comunión bajo las dos especies. Fueron avalados,
asimismo, por el emperador Segismundo, ya que constituían el único obstáculo para que fuese
reconocido como rey de Bohemia por los Estados Generales de la corona de Bohemia. Las
compactata reconocían la confiscación, tras las sublevaciones husitas, de los bienes de la Iglesia,
confiscaciones que fueron aprovechadas por la nobleza checa y por las ciudades. Las peticiones
"democráticas" de las capas menos favorecidas del pueblo fueron, por lo general, desatendidas.

A la muerte del joven rey Ladislao el Póstumo de Hungría y Bohemia en 1457, el regente checo
Jorge de Podiebrad -de inclinaciones husitas- se hizo coronar como rey de los checos engañando a
los obispos húngaros, a los cuales les había prometido pasarse al catolicismo. Tras esto el Papa
Paulo II llamó a una cruzada contra el rey husita hereje, y el rey Matías Corvino de Hungría
respondió enviando sus ejércitos contra Podiebrad. De esta manera en 1468 las tropas húngaras
bajo el mando de Blas Magyar y dirigidas por guerreros como Pablo Kinizsi atacaron Bohemia,
pero finalmente solo lograron conquistar los territorios de Silesia y Moravia para el rey Matías. En
1469 las fuerzas del monarca húngaro forzaron al soberano checo a renunciar a su trono, tras lo
cual Matías se hizo coronar inmediatamente como rey de Bohemia el 3 de mayo de ese mismo
año. Podiebrad sugirió a los nobles checos que escogiesen a Vladislao Jagellón, hijo del rey de
Polonia, como su sucesor en vez del húngaro, pero eso no ocurrió así. Al morir el único rey husita,
Podiebrad en 1471, acabó definitivamente dicha "amenaza" para Bohemia y sus sucesores serán
todos católicos.

La mayor parte de los husitas de Bohemia se vieron influenciados, en el siglo XVI, por el
luteranismo. Los más fervientes taboritas entraron en la Iglesia de los Hermanos Moravos. Desde
la segunda década del siglo XX existe una Iglesia husita, escindida del catolicismo checo, que se
inspira en la antigua tradición husita.
ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE EL ESTADO DEL TRABAJO
Y SU RELACIÓN CON EL PROLETARIADO

Las empresas con mas de 1.000 trabajadores, han disminuido, en detrimento, de lo que se podía llamar en
referencia de la cantidad de asalariados, en mediana, pequeña o micro – empresa. Esta deslocalización tiene
que ver con el proceso de sub – contratación generalizado, que a su vez se traduce en el terreno de lo que le
interesa al proletario, en contratos temporales y de fin de obra. La gente ya no aprende el oficio en los tajos,
porque es imposible, porque la continuidad, en un puesto de trabajo se hace cada vez mas rara para los
proletarios. De esta manera afloran, academias y subvenciones estatales para cursillos. El modelo actual de
explotación, quiere abaratar gastos, que la formación la pague el proletario directamente o el estado (es decir
el proletario).

Las formas de abaratar costes en relación con la mercancía, fuerza de trabajo, que se han venido
implementando estos últimos tiempos, han sido ademas de las típicas: congelación o bajar sueldos, horas
extras legales e ilegales, el robo directo con descaro, el abaratamiento del despido o el trabajo a destajo; otras
mas modernas como, la subcontratación (legal o ilegal), la figura del falso autónomo, el trabajo temporal, los
contratos de fin de obra, los contratos de aprendizaje y becarios, desentenderse de la formación de los
trabajadores y las practicas terroristas para la salud del proletariado que vienen implementado las mafias de
las mutuas laborales.

Para el proletario, todas estas medidas solo suponen, temporadas en el paro, gran competencia, sueldos
bajos, dificultad de su organización en los centros de producción, mayor tasa de explotación y peores
condiciones de vida.

La organización de los obreros en el terreno económico desde la base tiene ante sí tres grandes realidades, la
de los consejos de fabrica (formula bastante conocida), la de los consejos de oficios (para organizarse los
trabajadores de empresas pequeñas, micro-empresas y errantes con contratos temporales) y los consejos
proletarios generales (para la organización de los proletarios sin oficio definido o que detentan varios oficios o
se encuentran desempleados). La organización del proletariado ha de ser completa, independientemente si es
industrial, trabaja en los servicios o es proletario del campo. Si pertenece a una empresa grande, mediana o
pequeña o es falso autónomo o trabajador ilegal.

Solo la organización general del proletariado, enfrentado con la burguesía, y con un objetivo común
revolucionario, puede superar el coorporativismo, el reformismo y las dinámicas a las que abocan las practicas
de las burocracias sindicales
Tesis sobre la lucha de la clase obrera contra el capitalismo

Anton Pannekoek - 1947

I. El capitalismo, en un siglo de desarrollo ha incrementado enormemente su poder, no sólo a través de la


expansión por toda la tierra, sino también a través del desarrollo bajo nuevas formas.

Con él, la clase obrera ha aumentado en poder, en número, en concentración masiva, en organización. Su
lucha contra la explotación capitalista, por el dominio sobre los medios de producción, también se está
desarrollando continuamente y se tiene que desarrollar bajo nuevas formas.

El desarrollo del capitalismo condujo a la concentración del poder sobre las ramas principales de la
producción, en manos de los grandes intereses monopolistas. Estos están íntimamente conectados con el
poder estatal, y lo dominan; controlan la parte principal de la prensa, dirigen la opinión pública. La democracia
de clase media se ha demostrado el mejor camuflaje de la dominación política del gran capital. Al mismo
tiempo, hay una tendencia creciente en la mayoría de los países a usar el poder organizado del Estado para
concentrar en sus manos la dirección de las industrias claves, como comienzo de la economía planificada. En
Alemania, una economía dirigida por el Estado unió la dirección política y la administración capitalista en una
explotación de clase combinada. En el capitalismo de Estado de Rusia, la burocracia es colectivamente la que
domina sobre los medios de producción, y mantiene en sumisión a las masas explotadas mediante un
gobierno dictatorial.

II. El socialismo, erigido como la meta de la lucha de los obreros, es la organización de la producción por el
Gobierno. Significa el socialismo de Estado, el mando de los funcionarios del Estado sobre la producción y el
mando de los gerentes, científicos, jefes, en la fábrica. En la economía socialista, este cuerpo, formando una
burocracia bien organizada, es el amo directo del proceso de producción. Tiene la disposición sobre el
producto total, determinando qué parte se asignará como salarios a los obreros, y apropiandose del resto para
las necesidades generales y para sí mismo. Los obreros, bajo la democracia, pueden escoger a sus amos,
pero no son ellos mismos amos de su trabajo; reciben sólo parte de lo producido, asignado a ellos por otros;
son aún explotados y tienen que obedecer a la nueva clase dominante. Las formas democráticas, que se
supone o se pretende que la acompañen, no alteran la estructura fundamental de este sistema económico.

El socialismo fue proclamado la meta de la clase obrera cuando, en su primer alzamiento, se sentía impotente,
incapaz de conquistar por sí misma el poder sobre las fábricas, y buscaba en el Estado protección contra la
clase capitalista por medio de reformas sociales. Los grandes partidos políticos que encarnaban estas
aspiraciones, la socialdemocracia y los partidos laboristas, se convirtieron en instrumentos para regimentar al
conjunto de la clase obrera al servicio del capitalismo, en sus guerras por el poder mundial, así como en la
política doméstica en tiempo de paz. El Gobierno obrero del Partido Laborista Británico ni siquiera podía
decirse que fuese realmente socialista, sino que era un modernizador del capitalismo. Mediante la abolición de
sus ignominias y del atraso, introduciendo la gestión estatal subordinada a la preservación -garantizada por el
Estado- de las ganancias para los capitalistas, fortalece la dominación capitalista y perpetúa la explotación de
los obreros.

III. La meta de la clase obrera es su liberación de la explotación. Esta meta no se alcanza y no puede
alcanzarse mediante una nueva clase dirigente y gobernante que sustituya a la burguesía. Sólo puede ser
realizada por los obreros mismos siendo dueños de la producción.

El dominio de los obreros sobre los medios de producción significa, en primer lugar, la organización del trabajo
en cada fábrica y empresa por su plantilla. En lugar de mediante el mando del gerente y sus subordinados,
toda la regulación es elaborada a través de la decisión del cuerpo entero de los obreros. Este cuerpo,
comprendiendo todas las clases de obreros, especialistas y científicos, todos tomando parte en la producción,
decide en asamblea todo lo relacionado con el trabajo común. El que aquéllos que han de efectuar el trabajo
también tengan que regular el mismo y asumir su responsabilidad dentro del propósito del conjunto, puede
aplicarse a todas las ramas de producción. Esto significa, en segundo lugar, que los obreros crean sus
órganos para coordinar las empresas separadas en una totalidad organizada de producción planificada. Estos
órganos son los consejos obreros.

Los consejos obreros son cuerpos de delegados, enviados por las plantillas de las fábricas separadas o por las
secciones de grandes empresas, llevando las intenciones y opiniones de las plantillas para discutirlas y tomar
decisiones acerca de los asuntos comúnes, llevando de vuelta los resultados a sus mandatarios. Ellos
plantean y proclaman las regulaciones necesarias, y, uniendo las diferentes opiniones en un resultado común,
forman la conexión de las unidades independientes en una totalidad adecuadamente organizada. No son un
cuadro permanente de dirigentes, sino que pueden ser revocados y cambiados en cualquier momento. Sus
primeros gérmenes aparecieron en el comienzo de las revoluciones rusa y alemana (soviets, arbitrate). Ellos han
de jugar un papel creciente en futuros desarrollos de la clase obrera.

IV. Los partidos políticos en los tiempos presentes tienen dos funciones. En primer lugar, aspiran al poder
político, a la dominación en el Estado, a tomar el gobierno en sus manos y a usar su poder para poner su
programa en práctica. Para este propósito, tienen, en segundo lugar, que ganarse a las masas de la población
trabajadora para sus programas: por medio de sus enseñanzas, clarificando la visión, o, mediante su
propaganda, intentando simplemente hacer de ella un rebaño de seguidores.

Los partidos de la clase obrera erigen como su meta la conquista del poder político; por consiguiente, gobernar
en interés de los obreros, y en especial para abolir el capitalismo. Se afirman como la vanguardia de la clase
obrera, su parte más clarificada, capaz de conducir a la mayoría desinstruida de la clase, actuando en su
nombre como sus representantes. Pretenden ser capaces de liberar a los obreros de la explotación. Una clase
explotada, sin embargo, no puede liberarse simplemente votando y trayendo al poder a un grupo de nuevos
gobernadores. Un partido político no puede traer la libertad, sino que, cuando gana, trae sólo nuevas formas
de dominación. La libertad sólo puede ser conquistada por las masas obreras a través de su propia acción
organizada, tomando su suerte en sus propias manos, dedicandose al ejercicio de todas sus facultades,
dirigiendo y organizando su lucha y su trabajo por sí mismas mediante sus consejos.
Para los partidos queda entonces la segunda función, extender la visión y el conocimiento, estudiar, discutir y
formular las ideas sociales, y, mediante su propaganda, iluminar las mentes de las masas. Los consejos
obreros son los órganos para la acción práctica y la lucha de la clase obrera; en los partidos recae la tarea de
vigorizar su poder espiritual. Su obrar forma una parte indispensable en la autoliberación de la clase obrera.

V. La forma más fuerte de lucha contra la clase capitalista es la huelga. Las huelgas son necesarias, siempre
de nuevo, contra la tendencia de los capitalistas a incrementar sus ganancias mediante la bajada de los
salarios y el incremento de las horas o de la intensidad del trabajo.

Los sindicatos se han formado como instrumentos de resistencia organizada, se basan en una solidaridad
fuerte y en la ayuda mutua. Con el crecimiento de las grandes corporaciones el poder capitalista ha aumentado
enormemente, por lo que sólo en casos especiales los obreros son capaces de aguantar la degradación de sus condiciones
de trabajo. Los sindicatos se convierten en instrumentos de mediación entre capitalistas y obreros; hacen tratos
con los patrones que intentan poner en vigor sobre los a menudo poco dispuestos obreros. Los jefes aspiran a
convertirse en una parte reconocida del aparato de poder del capital y el Estado que dominan a la clase obrera; los
sindicatos se convierten en los instrumentos del capital monopolista, por medio de los cuales dicta sus condiciones a los
obreros.

El derecho de la clase obrera, bajo estas circunstancias, toma cada vez más la forma de las huelgas salvajes.
Éstas son espontáneas, explosiones masivas del espíritu de resistencia largamente reprimido. Son acciones
directas en las que los obreros toman su lucha completamente en sus propias manos, dejando fuera a los
sindicatos y a sus dirigentes.

La organización de la lucha es acometida por los comités de huelga, delegados de los huelguistas, escogidos y
mandados por la plantilla. Por medio de las discusiones en estos comités los obreros establecen su unidad de
acción. La extensión de la huelga a masas cada vez mayores, la única táctica apropiada para arrancar
concesiones del capital, está opuesta fundamentalmente a las tácticas sindicalistas de restringir la lucha y
ponerle fin tan pronto como sea posible. Tales huelgas salvajes en los tiempos presentes son las únicas luchas de clase
reales de los obreras contra el capital. En ellas afirman su libertad, escogiendo y dirigiendo sus acciones ellos
mismos, no dirigidos por otros poderes para otros intereses.

Eso determina la importancia de tales contestaciones de la clase para el futuro. Cuando las huelgas salvajes
toman cada vez mayor extensión encuentran el entero poder físico del Estado contra ellas. De modo que
asumen un carácter revolucionario. Cuando el capitalismo se convierte en un gobierno mundial organizado -
aunque todavía sólo en la forma de dos poderes contendientes, amenazando a la humanidad con la total
devastación- la lucha por la libertad de la clase obrera toma la forma de una lucha contra el poder del Estado. Sus
huelgas asumen el carácter de grandes huelgas políticas, a veces huelgas universales. Entonces, los comités
de huelga necesitan asumir funciones generales sociales y políticas, y adquirir el carácter de consejos obreros.
La lucha revolucionaria por la dominación sobre la sociedad es al mismo tiempo una lucha por la dominación
sobre y en las fábricas. Entonces, los consejos obreros, como órganos de lucha, se convierten en órganos de
producción al mismo tiempo.
LOS PROGRES Y EL TRABAJO DOMESTICO

No vamos aquí a hacer un repaso a todos los focos de opresión que pueda tener la mujer proletaria y
solo vamos a hacer incapié en una cuestión de mucha importancia para cuando se habla de la
liberación de la mujer en algunos casos y de liberación social en otros.

Esta cuestión es sobre el trabajo domestico.

¿Que es el trabajo domestico? El trabajo domestico, es un trabajo no remunerado, aprovechado por


los capitalistas y que mantiene para su realización a los proletarios que se encargan de él atadas a
sus casas, como centro de desarrollo de las actividades básicas de sus vidas.

Para que el proletario, este en las mejores condiciones para ser explotado, necesita de unos cuidados
básicos (descanso, higiene, alimentación....), que si bien no son remunerados revierten, en la
productividad de los proletarios.

En el Estado Español, hay millones de proletarias, que dedican casi toda su fuerza de trabajo, o toda
en desempeñar estas labores (dependiendo de muchos factores, la carga de trabajo domestico puede
ser mayor o menor) y que revierten directamente, en la calidad productiva de los proletarios o en la
crianza de futuros “buenos” proletarios. Toda esta producción social, que revierte directamente en el
beneficio capitalista, ha de ser entendida como un plus-trabajo, cuyos beneficios totales,
materialista-mente hablando, los disfruta el capital.

En definitiva el trabajo domestico, no remunerado, es explotación (suma a la tasa de explotación


capitalista) haga, quien lo haga.

Hoy los progresistas, creen que una medida “feminista”, es remunerar el trabajo domestico, tal cual
lo conocemos ahora. Seria algo así como dar de alta en el régimen de la seguridad social, como
trabajadoras por cuenta ajena (ya que los progresistas no contemplan al hombre como sujeto activo
en el trabajo domestico).

Este tipo de medidas, lejos de emancipar a la mujer proletaria, la conducen nuevamente a la cueva
de la “pata quebrada en casa”. Quien no comprende, la necesaria socialización del trabajo, como
base material para liberación de la humanidad, no entiende la necesidad de ruptura que tiene el
proletario con todo tipo de trabajo domestico, símbolo de la dominación de clases en la historia.

Sin un trabajo domestico socializado, lo que significaría su desaparición, el vinculo de la mujer con
su papel domestico nunca se podrá destruir. Históricamente para el proletariado revolucionario, la
emancipación de la mujer proletaria, pasaba porque esta se incorporara al mundo del trabajo
asalariado en época capitalista, buscando así su independencia económica del ámbito familiar, lo
que sin duda era y es una base material, para caminar hacia la libertad.

El socialismo, lejos de las ideas de la pequeña -burguesía radicaloide, no tiene soluciones


individuales típicas que salen de esas mentes, sino que buscaba y busca soluciones sociales. Es
cierto que se pueden palpar en muchos hogares contradicciones generadas por la situación del
trabajo domestico, por lo que el comunismo plantea una negación total de estas contradicciones.

Las mentes izquierdo – capitalistas, piensan que es muy progresista el remunerar el trabajo
domestico, de manera individual, bajo pensamientos tales como : Si una rica tiene empleadas
domesticas remuneradas, se debería hacerlo con las “amas de casa”. El comunismo no quiere amas
de casa, sino mujeres emancipadas, en base a un orden social que lo propicie.

El trabajo domestico ha de ser socializado, debe de dejar de ser un problema para los proletarios y
su convivencia. Los burgueses, pocos problemas tiene en este sentido, si la casa o la ropa esta sucia
o llora el niño, ya esta la “chacha” o la “niñera”, que se encargan de ello y así nadie discute, quien
se levanta a altas horas de la madrugada a atender a la prole.

En este sentido, la lucha contra el trabajo domestico y no su potenciación, tiene un triple carácter:

1 - Romper las cadenas de la mujer con la casa familiar, con la figura de “ama de casa”
2 - Reducir la tasa de explotación de los capitalistas en general para con los proletarios en general,
reduciendo así la jornada laboral y que esta no se alargue fuera del centro de trabajo.
3 – Incorporación de la trabajadora domestica, a la sociedad plenamente. Trabajo asalariado en el
capitalismo, trabajo social en el comunismo. Si el trabajo domestico individual desaparece,
aumentarán los ya convertidos en trabajadores del sector servicios.

Para acabar con el trabajo domestico, es necesario, primero “profesionalizar” este y que a su vez sea
de carácter social. Todo ámbito del trabajo domestico, ha de pasar por su valorización real con la
creación de:

- Guarderías.
- Lavanderías.
- Comedores sociales.
- Servicios de trabajo de limpieza.
- Centros Sociales.
- Y todo tipo de trabajo domesti
co que se de realmente en según que sitios por su desarrollo económico (peluquerías, sastrerías,
panaderías......)

Todo esto ha de ser proyectado en base socialista, ya que si todos estos centros de servicios se
generalizaran y entraran a formar parte plena del ciclo productivo, como otra actividad económica
cualquiera, al final serian parte del negocio capitalista y no podrían ser disfrutados por todos.

Hoy día, Centros de Mayores, Residencias de Ancianos, Guarderías y otro tipo de centros que han
ido adoptando los trabajos que tradicionalmente venían siendo domésticos, están concebidos con
una mentalidad de negocio capitalista y no de servir a la comunidad, pues de hecho no lo hace.

LA LUCHA POR LA EMANCIPACIÓN DE LA MUJER PROLETARIA, ES LA LUCHA POR LA


SOCIALIZACIÓN DEL TRABAJO DOMESTICO TAMBIÉN

Ateneo Proletario de Vallecas. Marzo 2018.


LA REVUELTA DE LAVAPIES: ENTRE NO ENTENDER NADA Y EL NIDO DE LOS
BUITRES: TODOS CONTRA EL PROLETARIADO

A la hora de buscar los motivos de esta revuelta, la inmensa mayoría sigue sin querer entender nada.

Las fuerzas radicales del capitalismo bonito, nuevamente entienden estos sucesos de la manera que
mas les interesa a ellos. Por un lado tenemos al ayuntamiento, que se esta dedicando a exculpar a la
policía municipal (como mucho llegarán a culpar a tal o cual policía), poniendo el énfasis,
simplemente en los hechos ocurridos del día de ayer y a la vez desviando la atención de su
responsabilidad política, para con la represión que sufren manteros y otro tipo de vendedores
callejeros, que sin nada, se buscan la manera de comer y poder seguir subsistiendo con esta
actividad económica.

El ayuntamiento, al igual que los distintos medios de información del capitalismo, ponen el énfasis
en lo que le interesa; los hechos superficiales y el no cuestionamiento del sistema. Llevan el centro
del debate a sobre si la actuación policial, fue buena, o fue mala; a si la muerte de este hombre de
35 años se le puede relacionar directamente, con la actuación policial (redadas policiales para
proteger los comercios de pequeñoburgués y burgueses), o no.

La revuelta de Lavapies, tiene el detonante con el fallecimiento de Mmame Mgabe, pero este suceso
por si solo no explica todo el movimiento que ayer se generó y hoy se esta generando. La situación
de cierta parte del proletariado, es que se ve abocada a la venta ambulante (ilegal por el derecho
burgués), por su situación de no reconocimiento como trabajadores por parte del estado. O hacen
esto, o trabajan asalariademente sin contrato. El modo ilegal de ganarse las habichuelas, del que es
unica alternativa para muchos trabajadores ilegales, es continuamente hostigado por las fuerzas
policiales, en cumplimiento a ordenanazas del ayuntamiento, comunidad o estado. El problema es
simple: el proletariado necesita, comer, lavarse, protegerse del frio y la lluvia y para ello busca una
salida inmediata, en la venta ambulante ilegal; el proletariado es continuamente atacado en este
ejercicio. Desde las instituciones no les dejan vivir, solo ponen trabas, criminalizan la pobreza.

La revuelta de Lavapies, es simplemente una respuesta espontanea que tiene su raíz en la represión
por parte del estado al proletariado como clase. Las redadas en el centro de Madrid, contra el
proletariado, son continuas y vienen desde lejos. Esta situación dió origen a organizaciones tales
como el Sindicato de Manteros y Lateros.

Las organizaciones proclamadas de izquierda o izquierda radical, no reducen el tema al hecho de la


muerte de forma aislada. Reducen el hecho, al racismo (racismo institucional dicen algunos) o a la
represión policial, implementando por el ala izquierda la política del estado capitalista en su
conjunto. Reducir el problema al racismo o a la represión policial, es no ver el desarrollo las
contradicciones de clase en el seno del estado capitalista. Es quedarse en la critica a medias; critica
que en ultima instancia favorece la política reformista, ya que se dan argumentos de carácter
populista, en las que los partidos de la izquierda parlamentaria se sienten cómodos, ya que estos
argumentos son incorporados en los programas del “si se puede”, “abajo la casta” y el “cambia,
todo cambia”.

Grupos que acuden como buitres a todo conflicto social, para en la practica vaciarlo de contenido.
Todo tipo de arribistas, que pasando por alto la contradicción capital – trabajo, se centran en las
ideas del ciudadanismo, en apariencia anticapitalista, pero en esencia reformista y keynesiana. El
problema central, no es el racismo, ni la represión policial (cosas siempre a tener en cuenta), es la
situación del proletariado frente a la estructura y superestructura del capitalismo. Sin racismo y sin
represión policial, los proletarios seguiríamos en las mismas.

En frente de esta izquierda poseída por el keynesianismo, posmodernismo, democratismo radical


burgués, y demás, se oponen las voces de los “comunistas ortodoxos”, que en defensa del
“marxismo – leninismo”, echan basura y bilis por la boca, cegados por su “oposición” al
posmodernismo, llegando hasta el punto de considerar la revuelta espontanea, como algo jipy. Así
entre unos y otros el proletariado como clase con necesidad objetiva de revolución, se ve ignorado
por la política. Unos van contra el proletariado como clase, reduciendo el problema al racismo o a
ciertas maneras de actuar que tiene la policía y otros los critican no sabiendo diferenciar entre
movimiento proletario y lucha por hegemonizar oportunistamente

Estos cretinos, en vez de dar una explicación a esta situación partiendo de la contradicción capital –
trabajo, dedican su tiempo a contarte lo revolucionarios que son ellos mismos, a pesar de que estén
aislados de todos y su practica se reduzca a poco mas de lo que hace una secta de iluminados
ridículos. Estas vanguardias, como siempre, llegarán tarde y querrán ponerse los primeros, porque
como guardianes del saber proletario y la revolución, actuarán de arribistas, imponiendo muchas de
sus ideas atrasadas, que para nada habrán influido en la revolución. Estos, que separan la teoría de
la practica, ya que para ellos la unión entre teoría y practica solo se da de forma que los teóricos se
dedican a observar el mundo y no inciden en el. La unión entre teoría y practica se da en los salones
y no en las calles; de esta manera, no ayudan al movimiento vivo proletario a elevar su conciencia
revolucionaria, sino que lo abandonan a los arribistas de izquierda o posmodernos, que vacían de
sentido estas revueltas, simplemente porque no tienen capacidad ni siquiera teórica para erigirse en
vanguardia.

La revuelta en Lavapies, es la respuesta inmediata que han tenido los proletarios del centro de
Madrid, ante una dinámica capitalista cuyo cometido es hacer la vida imposible a los proletarios,
que los condena en vida. El proletariado comunista, en medio de su proceso de organización, debe,
por un lado, trabajar por superar las contradicciones que se dan dentro del capitalismo y elevarlas
contra el capitalismo, difundir la idea revolucionaria y abogar por la destrucción del poder burgués
y la creación del estado de consejos proletarios, en permanente lucha contra quienes, pretender dar
solución a los problemas del proletariado, mediante la forma de estado burgués.

La progresía, solo habla de basura capitalista como “racismo institucional”, como si el problema
es que hubiera racistas en las instituciones,no viendo que estas, dominadas bajo la ideología
burguesa criminalizan todo tipo de pobreza y no negando la institución burguesa; peticiones de
“investigación profunda”, denuncias al defensor del pueblo.... Oh! Zar, reparte justicia.
Extractos de "La Llama del Suburbio", editado por Proletarios Internacionalistas.

.... A pesar de todos estos medios de canalización puestos en movimiento, a pesar de tanta
policía, tanto asistencialismo, pese a tanta ideología ciudadana y parcializadora, pese a tanta
droga, una y otra vez todos estos elementos han saltado por los aires en importantes episodios de
enfrentamiento contra el orden capitalista. De suburbio en suburbio, de país en país, se ha creado
una tradición de lucha que ha mantenido en guardia a la burguesía internacional en las últimas
décadas de paz social planetaria, que parece por fin resquebrajarse por todas partes en mayor o
menor medida.

Cuando el proletariado irrumpe como fuerza, todos los esfuerzos que realizan las autoridades del
capitalismo local e internacional para intentar que los proletarios se masacren entre sí, sigan al
líder socialdemócrata de turno, acepten su propia miseria, o se chuten por la vena hasta la
muerte son destrozados. A lo largo del mundo y del tiempo podemos ver episodios y tradiciones de
lucha que se ha instalado en los suburbios pese a todas las tentativas de liquidación y
encuadramiento.

El propio funcionamiento de la cadena capitalista condensa en los suburbios todas sus


contradicciones, creando una atmósfera propicia a la subversión, que aflora a la superficie ante la
menor oportunidad, desbordando todas las medidas de control. Son muchos los casos en los que el
acto aislado ha dejado paso a una revuelta prolongada. Muchas veces en respuesta al terror burgués
que se ha escenificado en una acción policial, en otras ocasiones es una revuelta aislada que ante la
homogenización de las condiciones existente se extiende fácilmente. La característica general de
estas luchas es presentarse como fuertes explosiones que tras un tiempo más o menos breve vuelven
a su cauce, sea por agotamiento, por falta de alternativa, por no extenderse, por la represión o, más
exactamente, por la interrelación de todas estas causas. Esa es la debilidad que marca todas estas
revueltas y que necesariamente tendrá que ser superada en la época de convulsión en la que
entramos. Pese a todo, pese a lo efímero de tal episodio, su continuidad viene afirmada en otro
estallido que se presenta tiempo después en otro lugar y establece una conexión de intereses, de
lucha, que tiende a esbozar la guerra mundial contra el capital pese a la poca conciencia que se tiene
de ello. Aquí se presenta uno de los puntos donde se dan las condiciones para la reconstrucción del
proletariado como agente histórico.

Esta realidad combativa se contrapone a todos esos parloteos que hablan del
lumpemproletariado del suburbio, como llaman algunos a las capas más castigadas del
proletariado, adjundicándole un papel reaccionario. Sin embargo, la época que atravesamos no
ha hecho más que desmentir esas afirmaciones. En un periodo marcado por varias décadas de paz
social, sólo quebrantada por algunas importantes explosiones proletarias, fugaces y aisladas, que se
daban cada cierto tiempo en diversos países, periodo contrarrevolucionario por excelencia, donde el
proletariado atravesó uno de sus momentos más oscuros y de mayor sumisión, sumergido hasta el
tuétano por toda clase de ideologías ciudadanistas y democráticas que le liquidaban como
sujeto revolucionario, en esta época tenebrosa iniciada a principios de los ochenta tras la derrota
definitiva de la oleada de luchas internacionales de los sesenta-setenta del siglo pasado, y que ya en
los primeros años de este siglo comenzaba a dar signos de agotamiento, en esta terrible época
decíamos, salvo pequeñas excepciones puntuales, sólo el proletariado que vive en los suburbios
mantuvo en cierta medida la llama de la contestación proletaria.

Paradójicamente y pese a esta realidad, el cuento del lumpen reaccionario ha calado incluso
entre algunos sectores que se autodenominan revolucionarios y que no han dudado en
calificar de irracionales y sin objetivo las revueltas del suburbio, incapaces de ver en ellas la
respuesta más natural y humana contra la civilización. Si tenemos en cuenta que algunos de
estos «revolucionarios» glorifican ciegamente cualquier lucha protagonizada por obreros,
llegamos fácilmente a la conclusión de que esa «revolución» de la que hablan poco tiene que
ver con la lucha histórica de la humanidad contra la dictadura del valor. En este sentido no
hacen sino reproducir el discurso del poder que se escandaliza ante una revuelta que pone en
cuestión todos los fundamentos de esta sociedad. Como decía Marx, «no ven en la miseria nada
más que la miseria, sin ver en ella el lado revolucionario, destructivo, que ha de acabar con la
vieja sociedad».

VIII. Límites del movimiento

Junto al terrible aislamiento que padeció la lucha en los suburbios franceses existieron toda una
serie concepciones y prácticas nefastas, que pesaron demasiado y favorecieron el reflujo de la
revuelta. Asumir la crítica de las grandes debilidades que manifestamos en nuestras luchas es parte
inseparable del proceso de reemergencia y consolidación de nuestra clase. En realidad todas las
debilidades y carencias que existieron están ligadas y se engendran entre sí, y son, con más o menos
peso, expresadas en otras explosiones proletarias de estos últimos años.

Ante todo existe un desconocimiento total de pertenecer a una clase mundial que se contrapone al
capitalismo, que lucha históricamente por la revolución social, por la abolición de esta sociedad y
por la afirmación del comunismo. Este límite sigue siendo hoy en todo el mundo una de las mayores
trabas que tiene nuestra lucha.

El proletariado es forzado a luchar para defender su pellejo pero las banderas que levanta, la
mayoría de las consignas que lanza… son ajenas a sus verdaderos intereses. Así en los suburbios
pese a que la lucha contiene la afirmación proletaria contraponiéndose a todo el sistema mercantil,
pese a que la crítica a esta sociedad asume durante la revuelta unos niveles elevados, que pone en el
punto de mira una gran cantidad de elementos burgueses, no se asume la lucha explícitamente como
lo que es: una lucha revolucionaria por destruir el capitalismo, una lucha de clases entre el
proletariado y la burguesía, entre el comunismo y el capitalismo. Esto acarrea una gran cantidad de
carencias que permiten la proliferación de una serie de concepciones que acaban dominando y
acorralando la revuelta.

En primer lugar se consigue que todos nuestros enemigos secreten toda clase de veneno por la boca
contra la revuelta, sin que los proletarios en lucha respondan a las mayoría de esas mentiras. Se
propaga así toda clase de mitos sobre el proletariado que vive en los suburbios que sirve para
reprimir la revuelta.

En segundo lugar, esta inconsciencia de pertenecer a una clase mundial facilita el aislamiento en los
suburbios. Si como decíamos más arriba, la mayor integración democrática y encuadramiento de los
proletarios en las urbes fue una pieza clave para este aislamiento, no podemos dejar de anotar que
los proletarios en los suburbios tampoco reconocen a sus hermanos en las metrópolis que sufren sus
mismas penurias en mayor o menor medida. Para ellos son los habitantes del suburbio golpeados
por la miseria, los que encarnan el rechazo al capitalismo. En las ciudades ven a políticos,
empresarios, policías, pijos… todos en cierta manera incluidos en este mundo y por tanto
copartícipes. Identifican a todo habitante de la ciudad con el ciudadano democrático. Ni siquiera
reconocieron a los poquísimos proletarios que desde esas angustiosas ciudades se lanzaron de
alguna manera a solidarizarse con ellos. Así se cerró el círculo que hizo totalmente imposible tejer
una red entre los pocos solidarios de la ciudad y el suburbio. La revuelta era una cuestión del
suburbio, de los excluidos, y aquel que no viviera allí era rechazado.
Las chicas de la revuelta.

P- Según la opinión habitual, las mujeres en los suburbios viven en unas condiciones privadas
de toda visibilidad y ajenas totalmente a cualquier participación en la vida pública, sobre todo
en las tomas de decisión. Dicho esto, al hablar contigo y vuestro grupo, las cosas parecen
diferentes. Pero entonces, ¿qué papel tuvieron las mujeres en los acontecimientos del otoño
pasado en Francia?

R- Por lo general el papel fue importante. Pero antes de hablar de esto debemos hablar de lo que fue
el movimiento de lucha de este otoño. Detenerse en la actividad de las mujeres y separarla de todo
lo que pasó es una forma de minar la unidad que, difícilmente y hasta cierto punto, conseguimos
tejer durante la lucha entre las diferentes expresiones del suburbio.

Se habló mucho de nosotras, las mujeres del suburbio, aunque lo ridículo es que ninguno de los que
escribieron sobre nosotras se digno a traer su pequeño y precioso culo hasta aquí. Por consiguiente
pienso que lo primero que debemos tratar es de los objetivos centrales de la revuelta y no caer en un
terreno que no es el nuestro. Sobre esto –me refiero a los objetivos atacados– en los distintos
órganos de información no encontramos nada. Lo que se mostró, y yo añadirá que voluntariamente
y para gran alivio de todos, fue el aspecto irracional de la revuelta. Pero en realidad las cosas
transcurrieron de forma muy diferente. Se habló tanto de los coches quemados que pareció ser el
único objetivo, cuando en realidad los objetivos principales fueron otros: la policía y las comisarías.
Se dijo algo de esto último cuando comenzó a hablarse sobre la delincuencia organizada, algo, por
cierto, inexistente. Claro que hablar de los ataques a comisarías era muy práctico para sostener esta
tesis. Pero no sólo se atacó a la policía. Las oficinas de las agencias de trabajo «temporal» y las
estructuras y propiedades de trabajo ilegal, e incluso en algunos casos algunos de sus dignos
representantes, fueron atacados tanto como las comisarías. Y fueron las mujeres las que
mayoritariamente realizaron estas acciones. En la prensa o en la televisión no encontramos ni rastro
de esto. Teniendo en cuenta que todo el mundo parece tan interesado por las condiciones de las
mujeres en los suburbios, es importante destacar esas acciones, pues tienen mucho que ver con
ellas.

P- ¿Por qué?

R- Todo el mundo sabe lo que son las agencias de trabajo temporal. Son las que regulan el acceso al
mercado laboral, en tiempo y condiciones favorables a las empresas. También son organismos de
chantaje, control social, político y sindical. Si eres de los que organiza conflictos en tu lugar de
trabajo o si eres una chica que no se deja pisotear, te echan. Y debes tener claro que será muy difícil
que consigas un nuevo contrato. Terminarás entre los indeseables y no trabajarás más. Estas
agencias son una de las principales armas puesta a punto por el capitalismo para volver inofensivos
a los trabajadores, incluidos sus elementos más débiles y más sometidos al chantaje, es decir, las
mujeres. De ahí que exista un vínculo muy estrecho entre la reestructuración del trabajo capitalista y
nuestra condición de mujeres trabajadoras. Es por ello que los lugares de explotación estuvieron
entre los objetivos principales del movimiento, y fueron precisamente las mujeres quienes
concentraron mayoritariamente la atención en estos aspectos. Si se quiere hablar de diferencias de
género durante la lucha, hay que decir que los hombres miraban con más interés a las comisarías, y
las mujeres todo lo relacionado con la producción. Por otra parte, esto es bastante fácil de
comprender puesto que los hombres sufren más la represión policial y nosotras la de los jefes y
patronos.
P- Así pues, ¿es en la producción donde identificasteis la contradicción principal? ¿Puedes
contar alguna cosa de cómo actuasteis y cómo elegisteis los objetivos a golpear?

R- Al margen de las agencias, hubo otras estructuras productivas, que utilizan exclusivamente
trabajo ilegal y semiforzado, que también ardieron. La mayoría de estas ejercen la explotación
mediante la parcelación del trabajo, principalmente el femenino. Un trabajo a destajo que se
desarrolla en las casas. Otro caso nada raro es transformar almacenes y sótanos en fábricas donde
las mujeres trabajan prácticamente como en un campo de concentración, en condiciones exentas de
toda seguridad, sin ventilación, con jornadas superiores a diez horas, bajo vigilancia de jefes
violentos, agresivos y arrogantes. Ciertos grupos de mujeres, y esto puedo garantizártelo porque
contribuí en la organización de algunos, ajustaron cuentas con sus patronos y encargados mientras
la batalla tenía lugar en las calles. Cuando no fue posible atacar los almacenes, nos replegamos
sobre sus coches y viviendas. Incluso algún que otro «capo» nos buscó las cosquillas. Hubo huesos
rotos y puedo garantizarte que no fueron los nuestros. Todo esto debería dar una visión un poco
diferente de la revuelta, y sobre todo del papel para nada sometido, sino simplemente invisible, que
jugaron las mujeres. Pero creo que esta no es la cuestión que debe ponerse de relieve. Al contrario,
creo que es más importante hablar del silencio que reinó sobre todo esto por parte de los partidos y
movimientos de izquierda. El hecho de que la revuelta haya puesto la crítica de la organización
capitalista del trabajo en el centro, o entre los objetivos más importantes, y que esto haya pasado
completamente desapercibido, lo dice todo.
SOBRE LA ACTUALIDAD DE LA CNT

PUBLICADO POR EL MILICIANO EN MARZO DE 2018

La “CNT” denuncia por los tribunales a la CNT-AIT

La “CNT” denuncia por los tribunales a la CNT-AIT CONTRA LA CLEPTOCRACIA DEL


AUTORITARISMO AMARILLO

“Se puede engañar a tod@s poco tiempo, se puede engañar a algun@s todo el tiempo, pero no se
puede engañar a tod@s todo el tiempo”

Recientemente un número significativo de sindicatos de la CNT-AIT, principalmente de la


Regional de Levante, además de una asociación (Ateneo Anarquista) que comparte local con el
SOV de Albacete, han recibido una demanda presentada por la CNT no re-estructurada, en la que
se pide una indemnización de 50.000 € por el “uso fraudulento de siglas, dañar su imagen y
expansión”… Sin entrar en los fundamentos en los que se basa la misma, nos preguntamos cómo
se explica que una organización, que se autodenomina anarcosindicalista, puede llegar a
demandar a la sección de la AIT en España por estos motivos. Además nos consta que lo ha
decidido una ejecutiva a espaldas de la militancia ¿Se puede degenerar más en tan poco tiempo?

En primer lugar, diremos que la CNT-AIT la componen, en su mayoría, sindicatos y afiliades


desfederades en fraude, contra toda normativa y moral libertaria (decisión que encima se tomó
gracias a unos informes sesgados, elaborados por los “decentes observadores” del Secretariado
Permanente del Comité Confederal que tuvo su sede en Valladolid). Desde ese momento,
seguimos constituyendo la CNT-AIT en tanto que nunca dejamos de serlo. Después del último
congreso de la AIT celebrado en Belgrado, se ha despejado cualquier atisbo de duda, pues se ha
reconocido a la CNT-AIT re-estructurada como sección de la AIT en el territorio del Estado
español. Por tanto, el uso de las siglas “CNT-AIT” está más que legitimado por ser, además, y es
acuerdo de dicho congreso internacional, la continuación histórica de CNT.

En segundo lugar, consideramos que muchos de los acuerdos que se han tomado en la CNT en la
última década apartan a la dicha organización "CNT" -formalmente a secas- del
anarcosindicalismo y de sus propios Principios, Tácticas y Finalidades; y la llevan por una senda
que no sabemos dónde terminará, pero sí estamos convencidos de que será lejos del sindicalismo
revolucionario. No creemos necesario extendernos mucho, pero no podemos dejar de enumerar
algunos de estos cambios:

• Aumento del número de afiliades para constituir un sindicato y obligación de pasar un año
como núcleo confederal antes de poder constituirse como sindicato, aun teniendo afiliación
suficiente. Esto supone un ataque al federalismo, entorpecimientos a los nuevos sindicatos y
una centralización de la capacidad de decisión en torno a las grandes ciudades y núcleos de
población.

• Cambio del sistema de votación para favorecer la formación de mayorías simples, en lugar de
forzar la búsqueda del consenso. Intento de traslado de ese sistema de dominio al seno de la
AIT.

• Cambio progresivo del modelo de sindicato de militantes hacia el modelo de sindicato de


servicios, centrándose únicamente en conseguir toda la afiliación posible aunque no se traduzca
en militancia, renunciando por completo a la acción directa, a la implicación de les propies
trabajadores en las luchas, etc. El mejor ejemplo de esto es el SOV de Valencia, que declara
tener 180 afiliades pero que en sus asambleas no es capaz de reunir más de doce personas
habitualmente, según alguno de los últimos expulsados de dicho SOV. En otros casos, no
realizan ni asambleas, a pesar de afirmar que superan la centenas de afiliades. Hablan de
mayorías y de "organización", pero solo se ven individuos que dicen tener X votos porque
tienen mucha gente que nadie ve. Prueba de esto es la extrema dificultad de organizar
manifestaciones propias, necesitando confundirse en los actos de otras organizaciones.

• Importancia desmesurada a la capacidad de cotizar, llegando a quitarle el voto a los sindicatos


si sus militantes tienen problemas para pagar la cuota.

• Sustitución del Gabinete de Jurídica y Pro-Presos por un Gabinete Técnico Confederal que
deja de lado a les preses, al centrarse únicamente en conflictos laborales. Este Gabinete ha
supuesto una sangría económica terrible para los sindicatos, y en la mayoría de los casos sólo
realiza funciones de consultoría, que se podrían llevar a cabo de otras formas más económicas y
eficientes. Asimismo elegía arbitrariamente los conflictos laborales que agradaban a sus
integrantes y a los comités, marginando los conflictos de aquelles afiliades y sindicatos que no
fueran de sus amistades o favoritos.

• Carácter cada vez más vertical y menos horizontal en la toma de decisiones, con Plenarias de
los Comités que hacen propuestas y toman decisiones, dejando a las asambleas únicamente el
papel de ratificarlas o no. La consecuencia inevitable de esta deriva se ha producido, también,
en forma de “irregularidades” en la Tesorería. No hay transparencia en la Tesorería, lo que
facilitó el robo de 20.000 euros por parte de un Secretario General de la CNT, sin que ningún
sindicato pudiera darse cuenta ni tuviera derecho a ello.

• Frentepopulismo aberrante que, además de convocar campañas y actos con sindicatos


subvencionados como la CGT (que ha combatido activamente los principios de la CNT desde
sus orígenes), ha llegado a degenerar en compartir sede innecesariamente con partidos políticos
como Podemos (y sus marcas blancas) o la CUP, mientras no tienen contacto alguno con el resto
del movimiento libertario.

• Expulsión de quienes no comulguen con este cambio de rumbo, utilizando diversas excusas,
para consolidar su control y acallar las críticas y la diversidad. El trasfondo es que hay que
purgar a quienes luchan por conseguir que la CNT siga siendo lo que siempre ha sido, una
herramienta para el cambio social revolucionario.

Resulta “paradójico” que quien ha robado tenga la desfachatez de demandar a su víctima


pidiéndole una indemnización de 50.000 € por uso de siglas y dañar a su imagen y expansión. ¡Hay
que tener la cara muy dura! Evidentemente, estamos frente a un acto malintencionado con ánimo
provocador, cuyo único objetivo es confundir al proletariado, y, si se puede, sacar tajada en forma
de ganancia. Tan sólo hay que visitar la web de esa franquicia llamada “cnt” para darse cuenta de
ello: se puede observar que todavía se siguen utilizando las siglas de la AIT. ¿Acaso no fue la CNT
salida del Congreso de Zaragoza la que en comunicado público insultó, difamó y atacó
públicamente a la Asociación Internacional de los Trabajadores, renegando de la misma?

Pero cabe ahora preguntarse qué actitud tendrán los sindicatos todavía pertenecientes a la CNT no
re-estructurada que han decidido mantenerse en el seno de esa franquicia del capitalismo que
resultó expulsada de la AIT por sus prácticas. ¿Estarán de acuerdo con esta demanda contra la
AIT? ¿Estarán de acuerdo con aquella práctica de dejar de pagar las cuotas a la Internacional tras
ver que no podían controlar a la AIT con sus propuestas sobre el reparto de votos?
Se dejaron de pagar cuotas, incumpliendo acuerdos de congreso, con la impresentable
argumentación de que la AIT suponía un lastre económico terrible para la CNT. ¿Acaso no suponía
un lastre económico la existencia del Gabinete Técnico Confederal? ¿No suponía una sangría
económica para todos los sindicatos (el pago de una parte de la cuota para el GTC era obligado)
pese a no ser en absoluto necesario? ¿No se despilfarró dinero en propaganda de forma
escandalosa, con vídeos cuya elaboración costaron alrededor de 6000€ cuando profesionales del
sector aseguraban que el mismo vídeo se podría haber realizado con un presupuesto seis veces
menor? ¿No suponía un lastre la falta de informes de tesorería durante varios años pese a las
quejas de muchos sindicatos, y el descubrimiento posterior de que el Secretariado Permanente del
Comité Confederal de la CNT con sede en Valladolid había robado una cantidad de cinco cifras de
los fondos del Patrimonio?

¿A qué esperan para reaccionar los sindicatos “críticos”? ¿Qué piensan los anarcosindicalistas y,
por ende, internacionalistas que permanecen en la CNT sin AIT? ¿Enriquecerse también de estos
robos y de los venideros? ¿Esperar que alguno-a de nosotros-as sea incluso encarcelado-a ante la
posibilidad de que la demanda se traslade por lo penal en forma de querella? Nos consta que las
reuniones plenarias se han convertido en un cortijo privado de ejecutivistas, que hacen y deshacen
a espaldas de la militancia confederal, lo que a éstas alturas nos lleva a preguntarnos si es
desconocimiento o pasividad cómplice lo que involucra a cada SOV que no actúa ni reacciona. Por
suerte no todos se mantienen sólo a la expectativa y reconocemos compañeres donde los hay.

Compañeros y compañeras de la CNT no re-estructurada, ya no es tiempo para paños calientes,


autocomplacientes discursos, remedios caseros de estética, cómodos apegos… El hecho de que en
el territorio del estado español no hubiera una sección de la AIT (acuerdo congreso de Varsovia,
diciembre 2016), habiendo tantes anarcosindicalistas en ese mismo marco geográfico, ya tenía que
haber sido motivo suficiente para re-estructurarse e intentar volver a su seno. Hemos re-
estructurado la Organización y habéis estado informados desde el inicio de este proceso, hace ya
casi 3 años.

Nuestra propuesta es incluyente y movilizadora. Como anarcosindicalistas, como cenetistas


internacionalistas, que es lo que reivindicamos ser, sólo podemos y debemos tener una misma
línea en dirección y sentido de nuestros principios y sus consecuencias: UNIÓN, FEDERALISMO,
INTERNACIONALISMO, SOLIDARIDAD Y ACCIÓN DIRECTA. Es la que nos ha llevado,
después del proceso iniciado en Chinchón, seguido en Benissa y finalizado en Villalonga, a tener
una Confederación que solicitara la re-adhesión a la AIT y garantizara la unión de los
anarcosindicalistas que así lo sientan.

Hemos re-estructurado la Organización y ésta ha vuelto al seno de la AIT. La herramienta la tenéis


intacta, el ansiado objetivo vale la pena.

¡VIVA LA CNT-AIT!

¡ABAJO LOS LADRONES!

¡MUERTE AL CAPITALISMO!

¡VIVA LA ANARQUÍA!
Extraído de "El Monstruo de la Vivienda"

Siempre que es necesaria una crítica real del sistema, las pseudocríticas falsas, pesimistas y
distorsionadas se multiplican.
Quejarse del capital especulativo parásito es apoyar el capital industrial bueno y productivo.
Quejarse de los “beneficios obscenos” de las grandes empresas es apoyar los beneficios miserables
de los negocios pequeños. Quejarse de los hombres blancos ricos que gobiernan implica que si las
mujeres pobres de color estuviesen en la misma posición harían las cosas de manera diferente. El
millonario, cuya compañía depende de que existan masas de gente tan pobre que no tenga nada que
vender excepto su capacidad de trabajar —y que les paga lo justo para mantenerlos en esa situación
— dona parte de los beneficios que les arranca para “aliviar la pobreza”.
Todas las críticas a los hombres de negocios inmorales o los intentos por establecer negocios éticos
no hacen que el valor fluya a través de la economía de acuerdo a reglas éticas. Las críticas
estereotipadas del capitalismo solo sirven para convertir la crítica del capitalismo en un estereotipo.
Combinados con la moralización suficiente, los monstruos aparecen por todas partes: grandes
capitalistas malvados y ladrones, políticos mentirosos, especuladores codiciosos, policías sádicos,
criminales de guerra dementes. Llamar monstruo a algo es admitir que no se lo comprende. Hay
muchísimos jefes, banqueros, caseros y promotores inmobiliarios a los que habría que darles una
paliza en algún callejón, pero demonizarlos sólo esconde cómo el sistema recrea continuamente a
una policía represora, jefes de mierda y políticos con dos caras, por no mencionar a unos
trabajadores aislados, débiles, tímidos y llenos de prejuicios.
Y la crítica a medias fácilmente se convierte en una peligrosa caricatura de sí misma. La respuesta
de los periódicos a las huelgas de alquileres, disturbios y protestas de la clase trabajadora de Nueva
York tras la Primera Guerra Mundial fue denunciar al malvado “propietario judío ruso
bolchevique”. Más a menudo, los izquierdistas que explican el sistema sólo por sus peores
consecuencias lo único que logran es hacerle el juego a los políticos que denuncian dichas
consecuencias en nombre del sistema.

Un paso importante para deshacerse de los monstruos, es dejar de pensar en ellos como monstruos.
El capitalismo significa barrios periféricos y barrios marginales, condominios y guetos. Significa
desahucios y pago de depósitos, apartamentos fríos, mohosos, infectos y alquileres caros. Significa
trabajos repetitivos, aburridos y peligrosos, desempleo y falta de vivienda. Significa aislamiento,
fraternidades imaginarias y comunidades conservadoras reales, prejuicios, racismo y corrección
política. Significa especulación y regulación, crecimiento y estancamiento, crisis y guerra. Significa
caseros y prestamistas usureros, policía y políticos, burócratas y jefes. Pero todas estas cosas
ocurren porque funcionan. Se desarrollan a partir de las relaciones sociales capitalistas más
fundamentales, a las que refuerzan. Estas relaciones sociales no son opcionales. Si queremos
comida, vivienda o cualquier otra cosa, tenemos que comprarlas, y la única manera de conseguir
dinero es vendiendo nuestra capacidad de trabajar. Las presiones que sentimos en la vida cotidiana
son las mismas que acaban haciendo estallar las guerras y las crisis que perturban esa misma vida
cotidiana. El trabajo muerto necesita absorber trabajo vivo. El Capital necesita moverse y
expandirse. Nuestra actividad cotidiana se vuelve contra nosotros y parece una fuerza de la
naturaleza, un monstruo.

Cuanto más controladas están nuestras vidas por fuerzas abstractas más allá de nuestro control, más
crece el culto a la responsabilidad personal. Cuantas más elecciones nos imponen las “necesidades
de la economía”, más se considera el comportamiento social como un asunto moral. Cuanto más
compleja es la realidad, más quiere la gente respuestas simples. Arremetemos contra el primero que
esté cerca. El sistema crea conflictos que a veces son lentos y silenciosos, y otras veces
espectaculares e intensos. Estas constantes y caóticas luchas internas mantienen el sistema
funcionando.

Según podemos ver quiénes son nuestros verdaderos enemigos, podemos juntarnos y luchar por
nuestros intereses. Una comunidad de proletarios en lucha puede superar las comunidades
nacionales y étnicas y acabar con las divisiones y prejuicios. Luchando codo a codo nos
relacionamos bajo formas nuevas, descubrimos habilidades que no sabíamos que teníamos y
empezamos a sentir nuestro poder. Las reivindicaciones se ganan (y a veces se superan). Para que la
lucha crezca y se profundice, debe ir más allá de sus límites anteriores, involucrar a gente nueva y
cambiar estrategias. Debe radicalizarse o estancarse.

Según se van desarrollando y profundizando las luchas proletarias, más cosas se vuelven posibles,
más horizontes se amplían. En un determinado momento, cuando las luchas de los trabajadores
empujan y tiran hasta casi el punto de fractura, la crítica del sistema como un todo se convierte en
una necesidad. En estos momentos revolucionarios, han surgido ideas parecidas sobre la sociedad
futura.

En una sociedad en la que nadie pueda poseer los medios de producción, donde las cosas estén
disponibles para su libre uso, nadie se verá obligado a vender su fuerza de trabajo a otros. Sería una
sociedad donde no habría necesidad de medir el valor de las cosas, porque no habría ninguna
necesidad de algo que actue de intermediario entre las personas. La gente tendría que hacer las
cosas directamente para la comunidad sin tener que comprarlas y venderlas. Esto sólo podría ocurrir
si la actividad productiva fuese libremente elegida y una expresión de nuestras vidas, y no una
imposición a cambio de un salario. Construir y hacer cosas útiles no sería una actividad separada en
el tiempo y en el espacio del resto de nuestras vidas, ni algo que trataría de apoderarse de ellas. En
una sociedad así, no podría haber una economía o un gobierno separado con sus propias
necesidades y no habría necesidad de dividir y gobernar a la población. La comunidad sería posible
siempre en la vida cotidiana, no un caparazón defensivo al que retirarse. Esta perspectiva ha
aparecido una y otra vez allí donde los movimientos de proletarios han alcanzado cierto punto.

No se trata de comparar el presente con un futuro imaginario sin clases y sin dinero y encontrar lo
que falta. Se trata de imaginar lo que costaría dejar colectivamente de vivir nuestras vidas de la
manera en que lo hemos hecho hasta ahora. Se trata de desarrollar nuestras luchas cotidianas hasta
el punto en el que estemos en la posición de romper las relaciones sociales capitalistas de una vez
por todas. Necesitamos ideas decisivas y acciones elegantes.

BREVES
-BIBLIOTECA 10 DE MARZO

La biblioteca obrera “10 de marzo”, esta abierta de Lunes a Jueves de 19:00 a 22:00
horas. Sala de Estudio y Prestamo. También se reciben libros. Los domingos cada 15
dias a partir de las 18:00 horas: “Taller de Ciencias Sociales”. Para mas información
dirigirse a ateneoproletariodevallekas@gmail.com

- Puedes seguir las publicaciones del Ateneo Proletario de Vallecas a través de


diferentes maneras:

Por correo electronico: ateneoproletariodevallekas@gmail.com


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Por twiter: @AteneoVallecas

- Queremos enviar un saludo a los compañeros de Latinoamerica, Valladolid y Madrid, que nos han
enviado textos,los cuales algunos los estamos subiendo a la pagina digital.

Estamos abiertos a todo tipo de colaboraciones y sugerencias.

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