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Hay una clasificación muy sencilla y muy fácil: derechos patrimoniales y derechos
extrapatrimoniales. Los derechos extrapatrimoniales, por ejemplo, derecho de
familia, derechos políticos, son aquellos que no son susceptibles de evaluación en
dinero; no tienen pues un valor económico. Los derechos patrimoniales son
aquellos, por el contrario que tienen un valor económico que pueden ser valorados
en dinero. A la vez a todos los derechos patrimoniales, a todos los derechos que
integran un patrimonio podemos agruparlos en dos subgrupos:
CONCEPTO DE OBLIGACION
Para Larenz, es aquella relación jurídica por la que dos o más personas se obligan
a cumplir y adquieren el derecho a exigir determinadas prestaciones.
Para Collins y Capitant es una necesidad jurídica por efecto de la cual una
persona está sujeta respecto a otra a una prestación, ya positiva, ya negativa, es
decir, a un hecho o a una abstención, o como dice el Código, a dar, a hacer, o a
no hacer alguna cosa.
NATURALEZA JURÍDICA
Desde hace mucho tiempo los autores han sostenido que la nota esencial del
derecho de las obligaciones es su carácter abstracto y a la vez preciso. Abstracto
porque la obligación es una noción de imprescindible conocimiento y uso en toda
comunidad jurídicamente organizada y sus efectos y estructura son invariables,
consustanciados con las necesidades del hombre, independientemente de los
aspectos circunstanciales de tales necesidades. Donde existan hombres habrá
necesidades por satisfacer y la satisfacción de tales necesidades envuelve la
aparición de obligaciones como instrumento jurídico apto. Es esta la base de la
naturaleza abstracta de las obligaciones cuyo mecanismo implica una lógica rígida
y disciplinada que ha causado siempre la admiración de los juristas, al punto de
haberse denominado “la ratio escrita” (la razón escrita).
Además, se observa la precisión del derecho de obligaciones, pues sus soluciones
tienden a ser siempre exactas e invariables al punto de ser frecuentemente
llamado “la matemática del derecho” por la naturaleza precisa de las soluciones
que aporta.
CARACTERES
a. Elemento subjetivo
Como su nombre lo indica, está integrado por los sujetos de la obligación: las
personas del deudor y del acreedor.
Desde el punto de vista del deudor existe una obligación. Desde le punto de vista
del acreedor existe un derecho de crédito.
Los deudores pueden ser varias personas, pueden estar obligadas cada una por
una parte (siempre que la obligación sea divisible), en cuyo caso se denominan
deudores mancomunados; o pueden estar obligados cada uno por la totalidad de
la prestación, que se denominan deudores solidarios. La solidaridad no se
presume (art. 1223); la regla general es la mancomunidad.
Pueden estar obligados en un mismo plano; cada uno responde por su parte
(mancomunados)o por el todo (solidarios), o en planos diferentes: un deudor
principal y otro subsidiario; en cuyo caso el deudor subsidiario solo está obligado
cuando el patrimonio del deudor principal es insuficiente para satisfacer (es el
caso del fiador no solidario art. 1812 CC).
Los acreedores, también pueden ser varios; pueden tener derecho a exigir solo
una parte de la prestación (acreedores mancomunados); pueden tener cada uno el
derecho de exigir la totalidad de la prestación (acreedores solidarios art. 1221 CC).
Pueden ser acreedores subordinados: solo pueden exigir el cumplimiento de su
acreencia después que el o los acreedores no subordinados hayan recibido su
prestación.
b. Elemento objetivo
Las obligaciones de género tienen como objeto una cantidad de cosas en género:
cien kilos de papa, diez bicicletas de tal marca y modelo; las de especie se
refieren a una cosa determinada, un cuerpo cierto: la casa N° 35 de la Avenida
Oeste.
Requisitos de la prestación
Para que la prestación sea válida, o sea, que produzca sus efectos jurídicos, es
necesario que cumpla ciertos requisitos:
2. La prestación debe ser lícita (art. 1155 CC) es decir, que su ejecución no
viole el orden público ni las buenas costumbres (deudor que se
compromete a suministrar drogas, o a instalar una casa de tolerancia, etc.
3. La prestación debe ser determinada o determinable. La prestación debe ser
determinada por las partes al asumir la prestación obligatoria, o puede ser
determinada por un tercero nombrado por las partes o por el juez. Basta
que la prestación sea determinable en el momento del nacimiento de la
obligación; su determinación puede ser posterior. No es de la esencia de
este requisito que la cosa sobre la cual recaiga la prestación exista en el
momento en el que se contrae la obligación, basta con que haya realmente
la posibilidad de su existencia futura para el momento de ejecutar la
prestación (deudor que se compromete a vender la cosecha que producirá
su hacienda el año próximo).
4. La prestación debe ser valorable económicamente. Debe ser susceptible de
apreciarse en dinero. No es necesario que se trate de una suma de dinero,
pero debe ser susceptible de valorarse en tales términos para poder
exigírsele al deudor una prestación compensatoria en caso de que no
cumpla. A veces, es difícil la valoración económica como lo es en el caso
del daño moral y las prestaciones de no hacer.
5. Debe corresponder a un interés legítimo del acreedor. El interés no tiene
que ser necesariamente económico, puede ser disfrute artístico o intelectual
por quien oye a un cantante o una charla (no tiene valor económico para
quien oye, pero es valorable económicamente: valor del trabajo del artista o
del conferencista).
Constituye una restricción a la libertad del deudor, pues debe observar una
conducta determinada frente a su acreedor.