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Importancia de los medicamentos bipolares

Tras confirmar un diagnóstico de trastorno bipolar, el psiquiatra usualmente prescribe medicamentos como paso
inicial para controlar los síntomas lo más rápido que se pueda.

Una vez que los síntomas están bajo control, el paciente recibe un tratamiento de mantenimiento para disminuir los
riesgos de recaídas. Este tratamiento preventivo también reduce la probabilidad de que cambios de humor menores
se transformen en una manía o una depresión.

El trastorno bipolar es tratado con varios tipos de medicamentos, que incluyen fármacos para estabilizar el estado de
ánimo, medicamentos contra la ansiedad y antidepresivos. Tu médico puede recetarte un medicamento o una
combinación de varios, buscando obtener el mejor efecto posible.

Establecer cuál es el medicamento apropiado, o la combinación de varios, puede suponer un poco de ensayo y error.
Posiblemente tengas que cambiar algún medicamento a causa de sus efectos secundarios.

Es posible que tengan que pasar hasta dos meses para apreciar los efectos plenos de un medicamento. Casi siempre,
el médico solo cambia un medicamento a la vez. Esto ayuda a identificar los fármacos que no están funcionando y a
controlar mejor la enfermedad.

1. Litio:

El litio es un elemento químico alcalino cuyas propiedades para estabilizar el estado de ánimo vienen siendo
aprovechadas consistentemente desde la década de los años 1970.

Las sales de litio ayudan a controlar los síntomas de las manías severas y contribuyen a la prevención de la
recurrencia de episodios maníacos y depresivos.

2. Anticonvulsivos:

Los anticonvulsivos actúan ayudando a estabilizar el estado de ánimo de las personas con trastorno bipolar, y se
vienen empleando con este fin desde mediados de la década de 1990.

Los anticonvulsivos también se usan para tratar a los pacientes con episodios mixtos, caracterizados por manía y
depresión al mismo tiempo. Entre estos medicamentos están incluidos:

Divalproato sódico (marca comercial Depakote).

Ácido valproico (Depakene).

Lamotrigina (Lamictal).

Los efectos secundarios más comunes de los anticonvulsivos incluyen:

Aumento de peso.

Somnolencia.

Incapacidad para permanecer sentado.

Los anticonvulsivos han sido asociados con un aumento del riesgo de pensamientos y conductas suicidas. El ácido
valproico puede causar defectos de nacimiento.

Se sabe que el Lamictal ocasiona una erupción que puede ser riesgosa para la salud. Si estás consumiendo Lamictal,
informa inmediatamente a tu médico sobre la aparición de cualquier erupción.

3. Antipsicóticos

Los fármacos antipsicóticos constituyen otra opción para el tratamiento del trastorno bipolar y entre los más
comúnmente recetados se encuentran:
Olanzapina (Zyprexa).

Quetiapina (Seroquel).

Risperidona (Risperdal).

Asenapina (Saphris).

Los efectos secundarios más comunes de los medicamentos antipsicóticos incluyen:

Aumento de peso.

Somnolencia.

Resequedad en la boca.

Reducción de la libido.

Visión borrosa.

Estos fármacos también pueden afectar la concentración y la memoria, así como causar movimientos corporales
involuntarios, particularmente faciales.

4. Antidepresivos:

Estos medicamentos incluyen Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina (ISRS), Inhibidores de la


Recaptación de Serotonina-Norepinefrina (IRSN), Inhibidores de la Monoamino oxidasa (IMAO) y Tricíclicos.

En algunas ocasiones, los antidepresivos pueden ocasionar episodios maníacos y con frecuencia son recetados junto
con un estabilizador del estado de ánimo con la finalidad de controlar posibles síntomas de manías.
Diagnóstico
Para determinar si padeces trastorno bipolar, tu evaluación puede comprender:

 Exploración física. El médico puede realizarte una exploración física y análisis de laboratorio para
identificar cualquier problema médico que pudiera estar causando los síntomas.

 Evaluación psiquiátrica. El médico puede derivarte a un psiquiatra, quien hablará contigo acerca de
tus pensamientos, sentimientos y patrones de comportamiento. Es posible que también completes una
autoevaluación psicológica o un cuestionario. Con tu permiso, les podría solicitar a tus familiares o
amigos cercanos que brinden información sobre tus síntomas.

 Llevar un registro del estado de ánimo. Es posible que te soliciten que lleves un registro diario de
tu estado de ánimo, los patrones de sueño u otros factores que podrían ayudar con el diagnóstico y a
encontrar el tratamiento correcto.

 Criterios para el trastorno bipolar. El psiquiatra puede comparar tus síntomas con los criterios
para el trastorno bipolar y trastornos relacionados que se describen en el Diagnostic and Statistical
Manual of Mental Disorders DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales
DSM-5), publicado por la American Psychiatric Association (Asociación Estadounidense de
Psiquiatría).

Diagnóstico en niños

Aunque el diagnóstico de trastorno bipolar en niños y adolescentes comprenda los mismos criterios
aplicados a los adultos, sus síntomas suelen tener patrones diferentes y es posible que no se ajusten
exactamente a las categorías de diagnóstico.

Asimismo, a los niños que padecen trastorno bipolar a menudo también se les diagnostican otras
enfermedades de salud mental, como trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) o
problemas de conducta, lo que puede hacer que el diagnóstico sea más complicado. Se recomienda la
derivación a un psiquiatra infantil con experiencia en trastorno bipolar.

Tratamiento
La mejor persona para guiar el tratamiento es un médico especializado en diagnosticar y tratar enfermedades
mentales (psiquiatra) que esté capacitado en el tratamiento del trastorno bipolar y otros trastornos
relacionados. Es posible que cuentes con un equipo de tratamiento que también conste de un psicólogo, un
asistente social y un enfermero psiquiátrico.

El trastorno bipolar es una afección de por vida. El tratamiento está dirigido a controlar los síntomas. De
acuerdo con tus necesidades, el tratamiento puede comprender:

 Medicamentos. A menudo, deberás comenzar a tomar medicamentos para equilibrar de inmediato


tus estados de ánimo.

 Tratamiento continuo. El trastorno bipolar requiere tratamiento con medicamentos de por vida,
incluso durante los períodos en los que te sientas mejor. Aquellas personas que se saltean el
tratamiento de mantenimiento tienen un mayor riesgo de que reaparezcan los síntomas o de que los
cambios menores en su estado de ánimo se conviertan en episodios completos de manía o de
depresión.
 Programas de tratamiento de día. Es posible que el médico recomiende un programa de
tratamiento de día. Estos programas brindan el apoyo y la terapia que necesitas mientras mantienes
los síntomas bajo control.

 Tratamiento del abuso de sustancias. Si tienes problemas de consumo de alcohol o drogas, también
necesitarás un tratamiento para el abuso de sustancias. De lo contrario, puede que sea difícil
controlar el trastorno bipolar.

 Hospitalización. El médico puede recomendar la hospitalización si estás teniendo comportamientos


peligrosos, si tienes pensamientos de suicidio o si te sientes desconectado de la realidad (en estado
psicótico). Recibir tratamiento psiquiátrico en un hospital puede ayudarte a mantenerte calmado y
seguro, así como también puede estabilizar tu estado de ánimo, ya sea que estés teniendo un episodio
maníaco o depresivo mayor.

Los tratamientos principales para el trastorno bipolar consisten en medicamentos y terapia psicológica
(psicoterapia) para controlar los síntomas, y pueden comprender grupos de apoyo y de educación.

Medicamentos

Se utiliza una serie de medicamentos para tratar el trastorno bipolar. Los tipos y las dosis de medicamentos
se recetan según los síntomas en particular.

Los medicamentos pueden comprender:

 Estabilizadores del estado de ánimo. Generalmente, necesitarás tomar medicamentos


estabilizadores del estado de ánimo para controlar los episodios maníacos o hipomaníacos. Los
ejemplos de estabilizadores del estado de ánimo comprenden el litio (Lithobid), el ácido valproico
(Depakene), el divalproato sódico (Depakote), la carbamazepina (Tegretol, Equetro u otros) y la
lamotrigina (Lamictal).

 Antipsicóticos. Si persisten los síntomas de depresión o manía a pesar del tratamiento con otros
medicamentos, puede resultar útil añadir un medicamento antipsicótico como olanzapina (Zyprexa),
risperidona (Risperdal), quetiapina (Seroquel), aripiprazol (Abilify), ziprasidona (Geodon),
lurasidona (Latuda) o asenapina (Saphris). El médico puede recetarte algunos de estos medicamentos
solos o junto con un estabilizador del estado de ánimo.

 Antidepresivos. El médico puede añadir un antidepresivo para ayudar a controlar la depresión.


Debido a que, en ocasiones, los antidepresivos pueden desencadenar un episodio maníaco, por lo
general, se recetan junto con un estabilizador del estado de ánimo o un antipsicótico.

 Antidepresivo-antipsicótico. El medicamento Symbyax combina el antidepresivo fluoxetina y el


antipsicótico olanzapina. Funciona como tratamiento contra la depresión y como un estabilizador del
estado de ánimo.

 Medicamentos para la ansiedad. Las benzodiacepinas pueden ayudar con la ansiedad y mejorar el
sueño, pero suelen utilizarse a corto plazo.

Encontrar el medicamento adecuado

Encontrar los medicamentos adecuados para ti probablemente requiera un poco de prueba y error. Si alguno
no funciona contigo, hay otros que puedes probar.

Este proceso requiere paciencia, ya que algunos medicamentos tardan de semanas a meses en hacer efecto
por completo. Por lo general, solo se modifica un medicamento por vez, para que el médico pueda
identificar cuáles son aquellos que alivian los síntomas con la menor cantidad de efectos secundarios
molestos. Quizás también sea necesario ajustar los medicamentos a medida que cambian los síntomas.

Efectos secundarios

Por lo general, los efectos secundarios leves mejoran a medida que se hallan los medicamentos indicados y
las mejores dosis para ti, y tu cuerpo se adapta a la medicación. Habla con el médico o el profesional de
salud mental si tienes efectos secundarios molestos.

No hagas ningún cambio ni dejes de tomar los medicamentos. Si dejas de tomar los medicamentos, es
posible que sufras efectos de abstinencia o que los síntomas empeoren o regresen. Esto puede causar mucha
depresión, pensamientos suicidas o un episodio maníaco o hipomaníaco. Si crees que necesitas hacer un
cambio, llama a tu médico.

Medicamentos y embarazo

Existen varios medicamentos para el trastorno bipolar que pueden asociarse a defectos de nacimiento y que
pueden pasar al bebé a través de la leche materna. Hay ciertos medicamentos, como ácido valproico y
divalproato sódico, que no deben consumirse durante el embarazo. Además, los medicamentos
anticonceptivos pueden perder efectividad cuando se toman junto con ciertos tipos de medicamentos para el
trastorno bipolar.

Si es posible, habla con el médico acerca de las opciones de tratamiento antes de quedar embarazada. Si
tomas medicamentos para tratar el trastorno bipolar y crees que puedes estar embarazada, habla con el
médico de inmediato.

Psicoterapia

La psicoterapia es una parte fundamental del tratamiento para el trastorno bipolar y puede realizarse en
forma individual, familiar o grupal. Existen varios tipos de terapias que pueden ayudar. Estas comprenden
las siguientes:

 Terapia interpersonal y de ritmo social. La terapia interpersonal y de ritmo social se centra en la


estabilización de los ritmos diarios, como dormir, despertarse y comer. Una rutina regular permite
controlar mejor el estado de ánimo. Las personas con trastorno bipolar pueden beneficiarse si
establecen una rutina diaria de sueño, dieta y ejercicio.

 Terapia cognitiva conductual. La atención se centra en identificar creencias y comportamientos


negativos y poco saludables, y reemplazarlos por otros que sean positivos y saludables. La terapia
cognitiva conductual puede ayudar a identificar qué desencadena los episodios bipolares. También
aprendes estrategias eficaces para controlar el estrés y enfrentar situaciones angustiantes.

 Psicoeducación. Obtener información sobre el trastorno bipolar (psicoeducación) puede ayudarlos a


ti y a tus seres queridos a comprender esta enfermedad. Informarse sobre lo que sucede puede ayudar
a obtener el mejor apoyo, a identificar problemas, a elaborar un plan para prevenir recaídas y a
respetar el tratamiento.

 Terapia centrada en la familia. El apoyo familiar y la comunicación pueden ayudarte a respetar el


plan de tratamiento y pueden servir para que tú y tus seres queridos reconozcan y controlen los
signos de advertencia de los cambios en el estado de ánimo.

Otras opciones de tratamiento

Según tus necesidades, pueden añadirse otros tratamientos a la terapia para la depresión.
Durante la terapia electroconvulsiva, se aplican corrientes eléctricas a través del cerebro para desencadenar a
propósito una breve convulsión. Al parecer, la terapia electroconvulsiva provoca cambios en la química del
cerebro que pueden revertir los síntomas de algunas enfermedades mentales. La terapia electroconvulsiva
puede ser una opción de tratamiento para el trastorno bipolar si no mejoras con los medicamentos, si no
puedes tomar antidepresivos por razones de salud, como un embarazo, o si corres un alto riesgo de
suicidarte.

Se está investigando la estimulación magnética transcraneal como opción para quienes no responden a los
antidepresivos.

Tratamiento en niños y adolescentes

Por lo general, los tratamientos para niños y adolescentes se deciden de acuerdo con el caso, según los
síntomas, los efectos secundarios de los medicamentos y otros factores. Generalmente, los tratamientos
comprenden:

 Medicamentos. Por lo general, a los niños y adolescentes con trastorno bipolar se les recetan los
mismos tipos de medicamentos que a los adultos. Existen menos investigaciones sobre la seguridad y
la eficacia de los medicamentos para el trastorno bipolar en niños con respecto al trastorno bipolar en
adultos, por lo que las decisiones de tratamiento se suelen basar en las investigaciones sobre este
trastorno en los adultos.

 Psicoterapia. La terapia inicial y a largo plazo puede ayudar a evitar que regresen los síntomas. La
psicoterapia puede ayudar a los niños y a los adolescentes a vivir con sus rutinas, desarrollar la
capacidad de enfrentar desafíos o situaciones, abordar dificultades de aprendizaje, resolver
problemas sociales, y fortalecer la comunicación y los lazos familiares. Y, si es necesario, puede
ayudar a tratar los problemas de abuso de sustancias que son frecuentes en niños mayores y
adolescentes con trastorno bipolar.

 Psicoeducación. La psicoeducación puede consistir en conocer los síntomas del trastorno bipolar y
la manera en que difieren de la conducta relacionada con la edad de desarrollo de tu hijo, la situación
y la conducta cultural adecuada. Comprender el trastorno bipolar también puede ayudarte a brindarle
apoyo a tu hijo.

 Apoyo. El trabajo conjunto con maestros y terapeutas escolares y el apoyo de familiares y amigos
puede ser útil para identificar los servicios necesarios y lograr el éxito.

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