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Abdón Ricardo Flores Chura

CAPÍTULO I
GENERALIDADES

1.1. Introducción

En el presente trabajo se realizará un estudio de investigación Geofísica, priorizando el


subsuelo del área de estudio, considerando las propiedades eléctricas de las rocas en la
quebrada de Añashuayco, distrito de Cerro Colorado

Se ejecutará dos Estudios de Tomografía Eléctrica c0n el objetivo de identificar con alta
probabilidad zonas con formaciones geológicas que contengan agua en cantidad suficiente
para el uso industrial.

1.2. Objetivos
1.2.1. Objetivo General
 Determinar la probable presencia de agua subterránea.
1.2.2. Objetivo Específico
 Obtener secciones 2D de resistividades del subsuelo.
 Describir las características del subsuelo.

1.3. Hipótesis
“Que mediante la aplicación del conocimiento geológico y los parámetros geofísicos de
prospección, se puede concluir la probable presencia de aguas subterráneas con
saturación importante para poder ser extraídas”

1.4. Ubicación del área de Estudio


El área de estudio pertenece al Parque Industrial de Rio Seco, distrito de Cerro Colorado,
departamento de Arequipa, (Ver Mapa 1.1).
Se adjunta los datos de las coordenadas de cada estación tomadas con un GPS manual,
por lo que se debe tomar en cuenta los márgenes de error.
Tomografía Eléctrica 1. Ubicado aproximadamente a 1 kilómetro del Aeropuerto
Rodríguez Ballón, con orientación NE-SO, (Ver Figura 1.1).
A continuación se detalla las coordenadas UTM WGS-84:

ESTUDIO NORTE ESTE


TOMOGRAFÍA ELÉCTRICA 1 8190285N 222860E

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Abdón Ricardo Flores Chura

Tomografía Eléctrica 2. Ubicado a un costado donde inicia el circuito Turístico La Ruta del
Sillar, con orientación SO-NE, (Ver Figura 1.1).
A continuación se detalla las coordenadas UTM WGS-84:

ESTUDIO NORTE ESTE


TOMOGRAFÍA ELÉCTRICA 2 8189542N 221692E

Figura 1.1, Imagen satelital con ubicación de los estudios de Tomografía Eléctrica 1 y 2

1.5. Accesibilidad
Para llegar a la zona de estudio se toma la carretera que lleva al Parque Industrial de Río
Seco que va paralelo a la Quebrada de Añashuayco por su margen derecha, en el Distrito
de Cerro Colorado – Arequipa.

En un tiempo aproximado de 30 minutos, vía carretera asfaltada y trocha carrozable.

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Abdón Ricardo Flores Chura

Mapa 1.1, Mapa de Ubicación de la zona de estudio. 3


CAPITULO II

CAPÍTULO II
GEOLOGÍA Y GEOMORFOLOGÍA DE LA ZONA

2.1. Geomorfología
En el cuadrángulo de Arequipa se han distinguido seis unidades geomorfológicas
relativamente diferentes; ellas son: Planicie-costanera, Cordillera de Laderas,
Estribaciones del Altiplano, Altiplanicies, Arco Volcánico del Barroso y Penillanura de
Arequipa.

2.1.1. Planicie Costanera

Esta unidad se encuentra en el sector Suroccidental de la Hoja y está limitada por el Este,
con la Cordillera de Laderas, y por el Oeste, con la Cordillera de la Costa que se halla
ubicada fuera del área estudiada.
La Planicie costanera es una superficie llana, extensa, formada en sedimentos
subhorizontales de edad cenozoica; disectada medianamente por quebradas anchas, de
fondo plano y poco profundas, tributarias del río Vítor. Sus altitudes varían de 1,400
m.s.n.m., cerca de la esquina Suroeste, a poco más de 2,000 m.s.n.m., en las partes más
elevadas, con una pendiente de 2.5% inclinada hacia el Suroeste.

El río Vítor corta a la Planicie a través de un valle amplio, cuyo lecho está a 200 m. de la
superficie.
2.1.2. Cordillera de Laderas
Es una cadena montañosa con una elongación de Noroeste a Sureste que se prolonga
por muchos kilómetros fuera de la hoja de Arequipa.
La mayor parte de esta unidad, en el área de estudio, está constituida por rocas
plutónicas; pero, hacia el Noroeste, predominan las rocas metamórficas del Complejo
Basal y en la parte Sureste, dentro de la masa, intrusiva, se encuentran algunos
remanentes de rocas sedimentarias.

El relieve muestra pendientes altas hacia los flancos, cuyos puntos más elevados están
representados por las cumbres de los cerros Santa Rosa (2,982 m.), Torconta (3,040), Las
Laderas (2,620 m.) y San Ignacio (2,655 m.), caracterizados por sus formas redondeadas
o rugosas.

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CAPITULO II

Esta cadena de cerros presenta un sistema de drenaje detrítico y está atravesada por los
valles encañonados del Sihuas y Vítor.

2.1.3. Estribaciones del Altiplano


Esta unidad está comprendida entre la Cordillera de Laderas y el curso superior del río
Yura, entre las altitudes de 3,000 y 3,700 m.

Se caracteriza por presenta una topografía agreste, de relieves prominentes, surcada por
numerosas quebradas y valles profundos. Sus formas están íntimamente ligadas a la
estructura y a la diversa resistencia al intemperismo y erosión de las diferentes unidades
litológicas.

Así mismo, la erosión ha incidido sobre la antigua superficie de Laderas (W. Jenks, 1948),
labrada antes de la deposición de los volcánicos Tacaza.

2.1.4 Altiplanicies
En el límite Norte de la hoja, sobre las Estribaciones del Altiplano, se presente pequeñas
áreas, más o menos planas, con ligeras ondulaciones y de contornos irregulares,
separadas por quebradas profundas que cortan capas volcánicas sub-horizontales. A
estas áreas, en el presente informe, se les da el nombre de Altiplanicies.

Las altiplanicies presentan una inclinación hacia el Oeste Suroeste, con un pendiente de
4 a 5% y sus altitudes varían de 3,600 a 3,800 m.

Algunas de estas superficies, principalmente las labradas en el volcánico Tacaza, parecen


ser remanentes de una superficie de erosión que se inclina hacia el Suroeste. Esta
superficie pudo abarcar grandes extensiones, porque áreas de similares altitudes
aparecen en las hojas vecinas de Chivay y Characato. Esta superficie podría corresponder
a la superficie Puna de Mc. Laughlin.

2.1.5. Arco Volcánico del Barroso


S. Mendívil (1965), describe a esta unidad como una cadena de montañas agrestes de
origen volcánico siguiendo un alineamiento claramente circular con su concavidad hacia
el Pacífico.

Parte de esta cadena se encuentra en el sector Noreste de la hoja y está formada por los
aparatos volcánicos del Chachani (6057 m.), Nocarena (5784 m.), y Las Minas (5015 m.),
además de numerosos conos adventicios de menor altitud. Estos aparatos volcánicos se

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CAPITULO II

elevan, con respecto al nivel del mar, a partir de los 4,000 m. en el Altiplano (Hoja de
Characato) y de los 2,800 m. en el área de estudio.

En ellos se han desarrollado un sistema de drenaje de diseño radial.

El río Chili que ingresa al área de Arequipa con una cota de 2,600 m., forma un profundo
cañón que separa los volcanes Chachani y Misti, este último situado en la hoja de
Characato.

Las cumbres escarpadas del Chachani y Nocarane, son las únicas cubiertas por nieve
perpetua; sin embargo, en las épocas de mayor precipitación, gran parte de esta
Cordillera se halla cubierta por una capa de nieve poco persistente.

La erosión glaciar parece no haber modificado mayormente el relieve, quedando sus


productos circundando las partes más elevadas entre los 4,600 m. y los bordes de los
casquetes de hielo.

2.1.6. Penillanura de Arequipa


Es una superficie suavemente ondulada de forma groseramente triangular, comprendida
entre las localidades de Arequipa. Yura y la confluencia de los ríos Chili y Yura. A su vez
está rodeada de cerros altos que forman parte de la Cordillera de Laderas, de las
Estribaciones del Altiplano y del Arco de Barroso.

La penillanura se ha formado en los tufos del volcánico Sencca, que ocuparon una
depresión originada, posiblemente, por erosión.

Presenta un sistema de quebrada paralelas, con caudales temporales y secciones


transversales en “ V “, drenando hacia los ríos Chili y Yura.

Las altitudes de esta superficie ascienden desde los 1,800 m. hasta los 2,600 m.s.n.m.,
con una pendiente de 5%, inclinada hacia el Suroeste.

2.1.7. Drenaje
El drenaje del área estudiada se realiza por los ríos Sihuas, Vítor, Yura, Chili y por
numerosas quebradas y riachuelo.

El río Sihuas fluye hacia el Suroeste, atravesando el conjunto de rocas mesozoicas y del
Complejo Basal, formando un cañón abrupto en su corto recorrido dentro del área en
mención.

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CAPITULO II

Sus principales tributarios son los ríos Pichirigma, Huanca, Taya y Lluta, los cuales tienen
agua permanente y corren a lo largo de valles profundos y encañonados, generalmente
con una sección transversal en “V”.

El río Yura, tiene su cuenca de colección en la falda Sur del Nevado Ananta, dentro de la
hoja de Chivay. El tramo superior, desde su ingreso a la hoja de Arequipa hasta la altura
de La Calera, recibe el aporte de numerosos riachuelos y sigue un rumbo Sur-Suroeste
hasta su confluencia con el río Chili.

El río Yura a lo largo de su recorrido, 50 Km. aproximadamente, forma un profundo cañón


de fondo estrecho y flancos escarpados; sin embargo, cuando atraviesa las lutitas de la
Formación Cachíos, presenta un ensanchamiento del fondo, flancos más separados y
menos escarpados.

El río Chili se origina en la confluencia de los ríos Sumbay y Blanco, en la hoja de Characato,
é ingresa al área por el borde oriental, a través de un cañón profundo de flancos
escarpados, entre el volcán Chachani y el Misti.

El valle de Chili empieza a ensancharse a la altura de Acequia Alta, continuando con un


perfil asimétrico hasta las inmediaciones de la estación de Huayco. De aquí, sigue
nuevamente encañonado, bordeando o cortando las rocas intrusivas de la Cordillera de
Laderas hasta su confluencia con el río Yura.

El río Vítor se forma por la unión de los ríos Yura y Chili en el caserío de Palca a 1,500
m.s.n.m.

El tramo inicial está representado por un valle encañonado transversal a la Cordillera de


Laderas. Aguas abajo, donde el río corta rocas más blandas de origen sedimentario, ha
formado un valle amplio, cuyo fondo tiene 1.5 Km. de ancho. En este tramo ensanchado
del valle, a la altura de la hacienda La Quebrada, desembocan las quebradas Millo, Las
Laderas y La Quebrada.

El río Vítor, que en el área de estudio sólo recorre 23 kms. se une con el río Siguas

2.2. Estratigrafía
En el área de Arequipa ocurren las siguientes unidades litológicas:

El basamento: En la zona puede estar constituido por rocas metamórficas (gnéis de


Charcani), rocas sedimentarias representadas por las rocas clásticas y carbonatadas del

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CAPITULO II

Jurásico (Grupo Yura) y por rocas intrusivas pertenecientes al Batolito de la Caldera que
afloran en la parte meridional de la ciudad.

Encima del Basamento ocurren unas rocas que han sido poco estudiadas y que
corresponden a andesitas y basaltos que afloran en la zona del puente Cincel (Cárdenas,
1960); inmediatamente son sobreyacidos por el volcánico ignimbrítico Sencca, que
corresponde a coladas en forma de “nubes ardientes” eyectadas en las etapas finales de
la erupción del Chachani. Se distinguen en la región de Arequipa hasta cuatro (4) tipos de
tufos:

El Tufo Basal (20 m.): Caracterizado por su color blanco a rosáceo y formar un agregado
de fragmentos de pómez, vidrio y cristales de cuarzo, feldespatos y otros minerales; se
presenta a veces bien consolidado (tufo macizo en Yura de Jenks, 1948), aflora en
Mollebaya Chico (Frente a la est. El Arenal), en Quishuarani, en la Qda. Canaura. En la zona
de Casablanca (Huaico) en la parte superior se han depositado sedimentos tufáceos de
probable origen lagunar (hasta 10 m.), intercalados con brechas de rocas intrusivas
(batolito).

Según la secuencia de la estratigrafía reconocida (Cárdenas, 1960), en la margen


izquierda del cañón del Chili (Chilina) afloran unos derrames riolíticos de tonos rosáceos
y tufos bastante compactos (30 m.), estos infrayacen a un flujo de lavas traquíticas
(Charcani) de textura porfirítica, color marrón claro, mucho más duras y compacta que
las riolitas anteriormente descritas.

Luego ocurre un Tufo Rosado que se caracteriza por la ausencia de cuarzo y corresponde
a flujos fragmentarios que afloran en Quishuarani, Uchumayo, Mollebaya Chico, Tiabaya,
etc. Estos tufos se originaron por una explosión muy violenta y de gran distribución
alcanzando un espesor de hasta 80 m. y en general se presenta inconsolidado.

Hacia arriba distinguimos el Tufo Blanco compacto (o sillar) de naturaleza riolítica,


formado por la descarga de nubes de gases calientes y móviles cargados de polvos con
abundantes fragmentos pesados; se presenta coherente y está constituido por mezclas
heterogéneas de material desmenuzado fino y grueso, en gran parte vidrioso y poroso,
con algunos fragmentos de cuarzo, feldespatos y biotitas y además fragmentos (10 cm.)
de pómez y lava redondeados o angulosos. Se caracteriza por presentar junturas
columnares que facilitan su explotación como roca de construcción (Jenks, 1948). En la
zona de la Qda. Canaura parece presentar dos miembros: el inferior con tonos blanco

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CAPITULO II

grisáceo, debido a la mayor cantidad de inclusiones, mas recristalizado y desvitrificado


que le da mayor compacidad y dureza; además responde al golpe con una tonalidad
característica la que es más reducida en el típico sillar (2do miembro). Este tufo
piroclástico esta rellenando superficies de erosión del tufo rosado y a veces se muestra
en posición concordante.

El Tufo Estratificado “salmón”, que se dispone en capas (separadas según el tamaño de


partículas) que siguen la topografía subyacente, son de composición riolítica y un grado
avanzado de uniformidad, carecen de cuarzo y presentan propiedades puzolánicas
(cementantes). En general es poco coherente, sobreyaciendo al compacto “sillar”,
alcanza un espesor de 50 metros. La ocurrencia de depósitos de puzolanas, muchos de
ellos de valor comercial, lo diferencia del tufo rosado, con el que se puede fácilmente
confundir por su gran similitud. Ocupa una extensa área en el triángulo formado por el
río Yura y río Chili.

Los mejores afloramientos de esta unidad se les observa en el corte del río Chili entre
Chilina y Charcani, en la margen derecha donde se asocia con capas de piedra pómez.
Todas estas etapas eruptivas correspondientes a la actividad del volcán Chachani y en
menor grado por el Misti y Pichu Pichu, han sido clasificadas por Jenks (1948) y por
Cárdenas, 1960.

Sigue hacia arriba en la columna, la Fm. Cuíco (Laharie, 1973) o Capillune regionalmente
(Mendivil, 1965) conformada por conglomerados y areniscas color negro en la parte basal
los cuales erosionan a los tufos “salmón”.

Esta unidad no ha sido mapeada por Vargas (1970), solo reconoce un conglomerado
aluvial Pleistoceno que está en discordancia erosional sobre el volcánico Sencca. Esta
unidad fue reconocida por Guizado (1968) en el cuadrángulo de Aplao y que continúa
hacia el sector SO del cuadrángulo de Arequipa (pampas de Vitor y Siguas). Aunque es
importante mencionar que Vargas (1970) cita unos afloramientos en el valle del río Chili
(Charcani) y en Yura viejo entre los tufos Sencca y los volcánicos Chila, conformados por
piroclásticos redepositados de color gris oscuro y amarillo pardo, que tienen reducido
espesor. Esta Fm. ha sido ampliamente cartografiada en la zona NO del cuadrángulo de
Characato. En la zona del cono norte de Arequipa aflora muy bien en los cortes de las
quebradas, erosionando y rellenando paleorelieves del tufo “salmón“ a veces
redepositado. La litología que caracteriza esta unidad son conglomerados fluviales a la
base luego areniscas volcánicas de color negro, interestratificada con capas delgadas de

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CAPITULO II

arcillas y areniscas friables, arcillas, piroclásticos y niveles de tufos horizontales


redepositados; en el sector del cono norte alcanza un espesor de aproximadamente 30
m. Además en este sector se ha distinguido dos miembros (González, 1984): uno inferior
(Capillune 1) con tonos gris oscuros y de baja coherencia y el superior (Capillune 2) con
litología lodolítica de tono más claros (beige y pardo), bien cohesiva. La parte inferior
presenta interestratificaciones de bancos delgados de ceniza volcánica (15 m.) más o
menos horizontales y facies clásticas finas aluviales. El Capillune 2 se caracteriza por
presentar una interestratificación de arenas, arenas gravosas y lodos gravosos y con
bloques (10 m), más o menos con estratificación horizontal y regularmente compacta.

En la zona norte, antes de llegar al balneario de Yura, en la quebrada El Cuico ocurren


unas facies de arenas volcánicas, algo calcáreas, interestratificadas con 30 capas
delgadas de arcillas y tufos redepositados, que se presentan como terrazas pequeñas y
que se les ha definido como una unidad estratigráfica por los geomorfólogos franceses y
que se le correlaciona con la Fm. Capillune ampliamente distribuida ( Laharie, 1973). Esta
unidad ha sido correlacionada por Palza (1974), con la segunda crisis climática del
Pleistoceno.

Inmediatamente encima del de la Fm. Cuíco se caracteriza la paleosuperficie de


meteorización y erosión (P - II) que marca el contacto con los basaltos de la Fm. Chila.
Esta unidad altamente cohesiva es considerada como la inferior del volcánico Barroso,
aflora restringidamente como frentes de coladas, que se prolongan un corto trecho hacia
el inicio del pedimento. Litológicamente está constituido por andesitas gris claras a
oscuras y, afaníticas y algunos derrames basálticos con textura vesicular.

En la zona urbana de Ciudad de Dios se aprecia que sobreyaciendo a la Fm. Cuíco


(Capillune), en la zona de inicio del pedimento, ocurre los volcánicos andesíticos del Chila;
unidad inferior del Barroso que infrayace a 3 unidades lenticulares de materiales aluviales
que probablemente representen diferentes crisis climáticas, (fases húmedas) que
afectaron el área en el Pleistoceno. Estas unidades están separadas por típicas
paleosuperficies de meteorización - erosión, caracterizadas por la presencia de niveles de
tonos claros que corresponden a niveles tobáceos fácilmente reconocibles, con
abundantes fragmentos de pómez con espesores de 30 a 50 cm. pero bien notorios, que
probablemente representen etapas de volcanismo piroclástico explosivo en la zona de la
cordillera.

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CAPITULO II

A estos materiales hasta la actualidad se les ha englobado bajo el término de “Aluviales


del Aeropuerto”, los cuales ocupan las pampas del Cural y zonas aledañas al aeropuerto,
como la zona norte de Arequipa. En general están constituidos de materiales de
aluvionamiento, en algunos casos conglomerados poco consolidados, algunas gravas
(guijas, guijarros y cantos) y matrices limo - arcillosas sin mostrar mayor selección;
alcanzan espesores superiores a 30 31 metros; más adelante los trataremos en forma
detallada teniendo en cuenta su importancia en el establecimiento de una estratigrafía
detallada y precisa para el Pleistoceno, lo cual siempre ha sido dejada de lado, y no ha
sido investigada.

Después y por intermedio de una paleosuperficie de erosión y meteorización ocurren los


volcánicos Barroso, que sobreyacen a las unidades del abanico aluvial del aeropuerto.
Este volcánico constituye la mayor parte del Chachani (1000 m.) y está constituido por
coladas de lava andesíticas (color gris) con disyunción columnar que a veces por
intemperismo toman tonalidades rojizas a marrones. También se ha observado en el
sector NE de Ciudad de Dios unas facies de aglomerados volcánicos andesíticos que
alcanzan hasta 50 m. de potencia con bloques que muestran una alta esfericidad
(Gonzáles, 1984). Se le asigna una edad 700,000 (Tamayo, 1971) es decir del Pleistoceno
medio.

El volcánico Barroso en su parte superior presenta unas coladas de lava (Volcánico


Cortaderas) que muestran poca alteración en comparación a las del resto de grupo
Barroso y que representan la etapa paroxismal de la erupción del Chachani, originando el
complejo de domos de Cortaderas. Las lavas constituidas de andesitas porfiríticas de
colores gris rosáceo a abigarrado, parecen haber sido más viscosas; los bloques son
porosos y presentan un aspecto escoriáceo con ”arrugas”, de dimensiones que varían de
algunos centimetros hasta 3 metros y el conjunto puede alcanzar espesores de hasta 800
m. En la zona de la carretera a Yura se le encuentra muy fracturada mostrando una
disposición caótica compuesta de fragmentos semiredondeados de tallas variadas
(máximo 2 m.). El frente fracturado de aspecto caótico de las coladas podría estar
relacionado al arrastre de los bloques de andesita por la lava viscosa de avance (Diban,
1971).

Como Depósitos Recientes tenemos (Columna Estratigráfica del Cenozoico en el


piedemonte del Sur del Perú):

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CAPITULO II

Los Fluvioglaciares, caracterizados por material de aluvionamiento conformado por


conglomerados poco consolidados; pertenecen a las últimas etapas glaciares, acarreados
por la fusión de glaciares y depositados como morrenas, pero de origen volcánico.
Alcanzan espesores de hasta 20 m.

Los depósitos Piroclásticos (ceniceros), que representan la actividad volcánica mas


reciente están constituidos por capas de lapilli de colores blanco-amarillentas, con
fragmentos de pómez, lavas, escorias y bombas, las cuales alternan con delgados niveles
de areniscas volcánicas, capas de arenas y algunas cenizas volcánicas negras. Pueden
alcanzar espesores de 15 a 20 m., pero es variable según la topografía. Se infiere que este
evento ocurrió entre las dos últimas crisis climáticas (80,000 - 8,000 años).

Los depósitos Morrénicos, que se localizan cerca a las cumbres de los principales conos
volcánicos. Los materiales son de origen volcánico y la potencia variable;
corresponderían a la última glaciación (8000 - 6000 años).

Los materiales Aluviales recientes son producidos por aluvionamientos que rellenan el
fondo de las quebradas. Litológicamente presentan conglomerados poco consolidados,
gravas y arenas y menor arcilla; la potencia de estos depósitos depende del carácter de
la depositación y configuración topográfica.

2.2.1. Volcánico Chocolate


La formación Chocolate fue estudiada por W. Jenks en 1948, siendo su lugar típico las
canteras del mismo nombre, en Yura, otro afloramiento se localiza en la zona de estudio
en el extremo noroccidental, sobre la formación Socosani y en parte cubierto por la
formación Añashuayco perteneciente al volcánico Sencca. Su nombre se debe a la
coloración de las calizas con corales que se encuentran intercaladas con derrames lávicos
y piroclásticos, está suprayaciendo al Complejo Basal de la Costa e infrayace en
discordancia erosional a la Formación Socosani, (Ver Cuadro 2.1).

Su litología consiste de calizas grises y marrones con corales, sobre brechas volcánicas,
tufos piroclásticos, derrames lávicos, y capas de calizas ferruginosas con muy pocos
fósiles, su afloramiento en la zona de estudio es irregular con dirección predominante
NE-SO, hacia la parte inferior alternan derrames y brechas volcánicas y tufos de color
violáceo, marrón oscuro y verdoso, con una marcada esquistosidad hacia la base, en la
parte intermedia se exponen areniscas de color violáceas oscuras, calizas, lutitas
pizarrosas, cuarzo a manera de sílex bandeada rojo ladrillo y verde claro, calizas

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CAPITULO II

silicificadas, alternan con derrames lávicos, brechas volcánicas moradas. En los niveles de
calizas se observa fósiles tipo Arnioceras.

Los derrames son de tipo dacítico y andesítico, el contenido fosilífero es un indicador de


un medio deposicional marino, la presencia de arrecifes muestra un relieve de arco de
islas volcánicas rodeado de aguas someras y ligada directamente a la actividad volcánica,
los arrecifes coralinos se ubicaron alrededor de los sedimentos calcáreos.

2.2.2. Formación Socosani


La formación Socosani fue descrita por W. Jenks (1948), determinando dos miembros, V.
Benavides (1962) determina tres miembros en esta formación, se encuentra
suprayaciendo a los volcánicos Chocolate en discordancia erosional e infrayace a la
formación Puente del Grupo Yura en discordancia erosional.

Sus afloramientos se presentan en el cerro Nicholson sobre el volcánico Chocolate,


constituyendo estratos calcáreos de grano grueso de tonos grises oscuros que han sido
recristalizados por metamorfismo con gran contenido de wollastonita y cambia
gradualmente a lutitas, areniscas cortadas por diques de sills pórfido tonalíticos.

Al SO de Cerro Negro esta formación aflora rodeado de tufos y consta de calizas gris
claras a gris oscuras en niveles delgados intercalados con areniscas fosilíferas y lutitas
bituminosas, hacia la base presenta areniscas calcáreas con contenido de gasterópodos
y concreciones, calizas fosilíferas y coquinas de tonos rojizos.

En la quebrada Liquiña en Yura afloran calizas de tonos gris azuladas a negruzcas


atravesadas con venillas de calcita, con intercalación de areniscas con concreciones
esféricas y de tonos oscuros y limolitas gris oscuras y ligera esquistosidad.

En el extremo suroccidental de la zona de estudio aflora sobre el volcánico Chocolate


entre los cerros Socosani y Yanacoto, presentando calizas gris oscuras, carbonosas que
intemperizan a amarillo anaranjado, con intercalaciones de lutitas verde amarillentas, gris
oscuras, algunos niveles de calizas con braquiópodos mal conservados que por
intemperización presentan tonos rojizo oscuro, los niveles calcáreos están rellenando
delgadas capas de calcita y yeso.

El ambiente de deposición es de tipo marino de aguas de poca profundidad y con aporte


de material volcánico, de acuerdo a su posición estratigráfica y al contenido de fósiles
tipo Dactylioceras Phymatoceras Graphoceras y Belemnopsis se le considera del

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CAPITULO II

Toarciano Superior a Bajociano medio, se correlaciona con las formaciones San Francisco
y la parte superior de la formación Pelado en la zona de Pachía- Palca, como las
formaciones Chunumayo y Condorsinga de la zona central del Perú.

2.2.3. Grupo Yura


El Grupo Yura en la zona de estudio se presenta con cinco formaciones, Puente, Cachios,
Labra, Gramadal y Hualhuani, (Ver Cuadro 2.1).

2.2.3.1. Formación Puente


Esta formación es de una serie sílico-clástica que se depositó en la desembocadura de un
canal principal o cañón submarino, se presenta con direcciones de paleo corrientes NO-
SE, cuyos afloramientos se localizan en los sectores de Yura, Chapí y Omate, se
caracteriza por presentar tres componentes: alternancia de lutitas grises con areniscas
negras y grises; serie de areniscas y lutitas carbonosas; carbón bituminoso y areniscas.

Se encuentra encima de la formación Socosani en discordancia gradacional e infrayace a


la formación Cachíos en discordancia erosional, la litología se inicia con grauwacas que
pasan en forma gradual a cuarcitas, con secuencias negativas en la base a positivas en la
parte media y superior, con niveles de restos de plantas con anmonites mal conservados,
con estructuras de load cast por la presión ejercida por los sedimentos superiores y en
menor frecuencia estructuras de paleocanal y slumping, La dirección de toda esta
secuencia es NO-SE, se divide en tres miembros:

El primer miembro consta de bancos delgados de areniscas con intercalaciones de lutitas


de tonos grises intercalados con bancos de areniscas verdosas y grises en superficie
fresca y de tonos pardo amarillentos en superficie intemperizada, las areniscas son
grauwacas, con marcas de corriente y estructuras pequeñas de slumping, los estratos
basales están alterados por un stock diorítico, presenta material pelítico con nódulos de
anmonites, finaliza esta secuencia con restos de vegetales tipo troncos.

El segundo miembro de 120 m de potencia, presenta una serie rítmica de areniscas y


lutitas carbonosas de estratos muy finos, en las superficies de contacto entre las lutitas y
areniscas se ubican superficies de sobrepeso y formación de pseudonódulos.

El tercer miembro de 250 m de potencia se caracteriza por presentar una alternancia de


areniscas y lutitas carbonosas con delgados niveles de carbón bituminoso, con presencia
de paleocanales con marcas de corrientes deformadas por estructuras de sobrepeso, el

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CAPITULO II

cuarzo se incrementa a medida que disminuye los feldespatos, el material pelítico se


incrementa.

En la zona de Chapí las areniscas se alternan con lutitas, presentan restos fósiles y niveles
de slumping, hacia el techo se observa turbiditas proximales, en Omate los niveles de
areniscas son más potentes con altos niveles de slumping y acanalamientos y algunos
diques clásticos.

Por su posición estratigráfica y los fósiles Reineckeia y Macrocephalites localizados en


esta formación se le asigna una edad Caloviano-Oxfordiano, y se correlaciona con la
formación Guaneros en Tacna y la parte media del Grupo Lagunillas en Puno.

Su análisis deposicional es de un abanico submarino donde la depositación de las


turbiditas proximales se ubica en los lóbulos del suprafan hasta la presencia de los
paleocanales, los restos vegetales se han propiciado en un ambiente deltaico
desarrollado en la plataforma continental y las estructuras de slumping se han originado
en pendientes suaves del abanico, (Ver Cuadro 2.1).

2.2.3.2. Formación Cachios


La Formación Cachios se caracteriza por la presencia de lutitas con niveles delgados de
areniscas con estructuras sedimentarias de olistolitos, paleocanales, slumping y burrows,
presenta una potencia de 600 m.

Suprayace a la formación labra en discordancia erosional e infrayace a la formación


Puente también en discordancia erosional, sus afloramientos más resaltantes se ubican
en la quebrada Cachíos localizado a 1.5 km de la Calera (Yura). Litológicamente se divide
en tres miembros:

El miembro Inferior tiene una potencia de 250 m y consiste de lutitas de color negras con
contenido de restos orgánicos de plantas, intercalados con cuarzo arenitas desde 0.50
hasta 3.0 m, las lutitas en algunos niveles inferiores está en forma laminada interrumpida
por paleocanales, el 1º canal fue rellenada posteriormente por paleocanales menores con
estructuras de slumping y cantos de arcillas que indican una sedimentación caótica, el
segundo canal con estructuras de slumping y cantos de arcilla con sedimentación
intercalada de areniscas arcillosas y lutitas.

El miembro medio consta de lutitas con intercalaciones delgadas de areniscas, lo cual


indica una sedimentación de relativa calma perturbada por grandes masas derrumbadas

15
CAPITULO II

de areniscas tipo olistolitos con grandes bloques de arenisca que rodaron pendiente
abajo. El miembro superior consta de lutitas de color negras con intercalaciones de
areniscas arcillosas de tonos grises, las areniscas son de grano subangulosos a
subredondeados con contenido de 70% de cuarzo englobado en una matriz arcillosa, las
estructuras son de slumping, continúan una sedimentación de lutitas con contenido de
anmonites y estructuras de burrows, hacia el tope contiene sedimentos terrígenos.

Su análisis deposicional del primer miembro pertenece a una corriente turbidítica de alta
energía, posteriormente los canales mayores fueron rellenadas por canales menores por
decrecimiento de la energía de corriente con presencia de derrumbes y slumping debido
a sismos ocurridos en este periodo, hacia el tope se depositan sedimentos de grano fino
perturbadas por slumping para terminar con una mayor estabilidad del substratum
marino. Se observa un progresivo relleno del desnivel existente entre la plataforma y el
fondo marino lo que generó una mejor estabilidad del medio y pierde profundidad.

De acuerdo a su posición estratigráfica se le asigna una edad KimmeridgianoTitoniano, y


se correlaciona con la formación Sacramento del valle de Majes y equivalente a las
unidades de Cincha, Huambo, Pampacolca, (Ver Cuadro 2.1).

2.2.3.3. Formación Labra


El lugar típico se ubica en Yura, la orientación general de la cuenca es NO-SE, presenta
una geometría de manto, se le considera al Macizo Arequipa y el Alto de Ilo como los
proveedores principales de material, se encuentra suprayaciendo a la formación Cachíos
en discordancia gradacional, e infrayace a la formación Gramadal en igual discordancia.
En la subcuenca de Arequipa se divide en dos miembros: Hacia la base presenta una
litología de 300 m de espesor que consiste de areniscas grauwacas de estratificación
oblicua con intercalación de lutitas de color verdosas de estratificación laminar,
continúan las areniscas en bancos gruesos adelgazando las lutitas y niveles laminares de
areniscas calcáreas, al tope presenta 400 m de cuarzo arenitas de estratificación oblicua,
aumentando la proporción de lutitas hacia el Este con bancos de bioesparuditas y niveles
delgados de carbón, hacia la margen oriental de la cuenca presenta lutitas de tonos
negruzcos con intercalaciones de areniscas gris oscuras y calizas en capas delgadas. La
potencia promedio es de 700 m. El nivel inferior indica presencia de paleocanales con
abundantes guijas de arcillas y restos de troncos y plantas así como marcas de corriente
tipo bounce y prodcast, dunas hidráulicas que alcanzan de 2.0 a 3.0 m, los niveslutíticos
están biodisturbados, las areniscas hacia el tope son más limpias y con mayor cantidad

16
CAPITULO II

de cuarzo, con presencia de dunas y barras submarinas, niveles de slumping y pequeños


paleocanales y un nivel con abundantes restos de plantas. El nivel superior está
constituido de bancos delgados de areniscas laminadas (lajas), continúan con bancos de
areniscas de estratificación oblicua, remata con bancos muy gruesos de estratificación
entrecruzada. La primera etapa se define como un ambiente de plataforma marina silito
clástica de poca profundidad donde alternan periodos de baja y alta energía, la segunda
etapa son de facies de litoral, la acción de los flujos laminares de las corrientes de retorno
permitieron la formación de las lajas.

De acuerdo a su posición estratigráfica y fósiles tipo orthotrigonia, se le asigna una edad


Oxfordiano- Kimmeridgiano, y se correlaciona con la formación Chuquibambilla, (Ver
Cuadro 2.1).

2.2.3.4. Formación Gramadal


La formación Gramadal se encuentra suprayaciendo a la formación Labra en discordancia
gradacional e infrayace a la formación Hualhuani en discordancia erosional, constituye
una serie calcárea con una potencia de 80 m en promedio, uno de los mejores
afloramientos se ubica en Cincha y cerro Gramadal, consiste de calizas arrecifales de
tonos marrón oscuro a gris oscuro en bancos de 1.0 m a 3.5 m, con contenidos de fósiles
tipo gasterópodos, lamelibranquios y corales mal preservados, se intercalan con lutitas y
limolitas de tonalidades amarillo verdosas a marrón violáceas, y areniscas blanquecinas.

En la base se localizan calizas en bancos medianos de tonos grises claros en superficie


fresca y marrón amarillento en superficie intemperizada, los fósiles son de gasterópodos
y exacorales, con intercalaciones de areniscas arcillosas de estratificación laminar, su
potencia es de 15 m, en la parte media se observa calizas biostrómicas con niveles de
areniscas arcillosas de tonos grises de estratificación laminar y oblicua con 41 m de
potencia, y al tope se tiene calizas oolíticas grises con niveles de bioesparitas, y fósiles
tipo pelecípodos.

Su medio de depositación es el sedimentario marino, la presencia de calizas indican que


los carbonatos se precipitaron por acción de aguas marinas y la fauna indica poca
profundidad.

Por su posición estratigráfica y los fósiles reconocidos se le asigna una edad Barremiano
Inferior perteneciente al cretáceo Inferior, (Ver Cuadro 2.1).

17
CAPITULO II

2.2.3.5. Formación Hualhuani


Esta formación se encuentra suprayaciendo en discordancia erosional a la formación
Gramadal e infrayace a la formación Murco en discordancia gradacional, constituye una
depositación detrítica y consistente con un relieve de escarpas y crestas.

Su presentación es en bancos macizos de cuarzoarenitas de potencias irregulares entre


60 y 110 m, de tonos blanquecinos con contenidos de oxidación presentando tonos
amarillentos y rojizos, presenta un solo nivel, el grano es medio a fino, con desarrollo
secundario en sus bordes de cuarzo por procesos diagenéticos, la arenisca es de grano
subredondeado y bien seleccionado. Hacia la base presenta areniscas de tonos
amarillentos y amarillo ocre, la estratificación es heterogénea, hacia la parte superior las
areniscas están intercaladas con lutitas y cuarzoarenitas gris blanquecino con tintes
rosados.

El medio de depositación es de línea de mareas, la acción del flujo y reflujo origina


estratificación sesgada localizada en los bancos silicoclásticos, se observa microondulitas
con manifestaciones de reflujo y superficies de reactivación dominando la acción del
flujo. Se ha formado en un ambiente medio litoral a intertidal predominantemente
arenoso.

Por su posición estratigráfica se le asigna una edad Barremiano Inferior, se correlaciona


con la formación Mamas del valle de Majes, (Ver Cuadro 2.1).

2.2.4. Formación Murco


Inicialmente fue estudiado por Jenks (1948) en Arequipa, y Benavides posteriormente en
el año 1962, se encuentra muy bien distribuido en la localidad típica del pueblo de Murco
cerca de Lluta, está suprayaciendo al Grupo Yura en concordancia e infrayaciendo a la
formación Arcurquina en concordancia, sus afloramientos son pequeños y de dirección
NW- SE, entre Cerro Liquiña y Cerro Redondo aparecen por erosión formando ventanas
estructurales, se presenta a manera de un arco rodeando a las quebradas Liquiña-Cincha-
Hualhuani con rumbos NO y NE.

En el sector de Luzmirca presenta un afloramiento continuo de Lluta hasta Capiza, está


cubierta en parte por el Grupo Tacaza, en el extremo occidental superior del cuadrángulo
de Arequipa aflora debajo del Complejo Basal de la Costa y la formación Socosani por el
accidente estructural, está formando un núcleo de anticlinal, con contenido de limolitas
de tonos blanquecinos y púrpuras en forma laminada alternando con lutitas abigarradas

18
CAPITULO II

y areniscas en estratos delgados, mientras que hacia el tope las areniscas se presentan
en bancos con fracturas de tensión. Litológicamente en la base se compone de lutitas
marrón rojizas, verdosas y gris oscuras fisibles, deleznables, alternando con areniscas de
grano medio de tonos blanco-rojizos, areniscas gris blanquecinas con tintes rojo púrpura
de estratificación cruzada, lutitas abigarradas de estratificación laminar intercaladas con
areniscas y niveles delgados de calizas, la parte media se caracteriza por la presencia de
areniscas de tonos blanquecinos a pardo amarillentas en superficie fresca y cambian a
tonos rojo violáceos en superficie intemperizada, grano medio a grueso y conglomerático
de estratificación cruzada, encima al tope se presenta lutitas de tonos purpúreos y
gradan a areniscas, con intercalaciones de yeso y calizas, estos últimos han actuado como
material lubricante favoreciendo los sobreescurrimientos.

La potencia aproximada es de 700 m, en la zona de Corire se halla conformando un


pliegue sinclinal y anticlinal cortada en su flanco por el Batolito de la Caldera. El medio de
sedimentación es de un ambiente marino en un mar agitado y de poca profundidad por
la presencia de las areniscas de estratificación cruzada, no se les ha encontrado fósiles.

Por su posición estratigráfica se le asigna una edad Neocomiana Superior- Albiana, y se le


correlaciona con las formaciones farrat y Goyllarisquizga del centro del Perú,
formaciones Atocongo y Pamplona de la Costa Central del Perú, Aguas Calientes y
Oriente de la Amazonía Peruana y formación Huancané de la región del Lago Titicaca,
(Ver Cuadro 2.1).

2.2.5. Grupo Tacaza


El Grupo Tacaza se encuentra localizado en el extremo norte y noroccidental de la zona
de estudio, (fue estudiada por Newell 1948) Yace en discordancia angular sobre la
formación Huanca que no aflora en la zona de estudio y sobre las rocas intrusivas del
Batolito de la Caldera, e infrayace a la formación Sencca en discordancia angular, se
extiende ampliamente entre el río Yura y el borde oriental de Huanca, sus afloramientos
se hacen extensivos hacia la Cordillera Oriental, Lago Titicaca y Cuzco. En la zona de
Arequipa es conocido como un metalotecto y que alberga mineralizaciones polimetálicas
de oro y plata. Caldas propone en el levantamiento Geológico de Orcopampa dividirla en
formaciones Orcopampa y Alpabamba con un espesor promedio de 1000 m, se observa
configurando una morfología de relieves con desniveles y elevaciones suaves a
moderadas, son considerados como formas de erosión residuales, su potencia es de 1000
m en promedio. Presenta tres unidades bien establecidas.

19
CAPITULO II

La unidad inferior es sedimentaria, litológicamente consta de conglomerados de clastos


de andesitas afaníticas y de rocas más antiguas, englobados en una matriz areno tufácea,
subredondeados a subangulosos, se alternan areniscas tufáceas deleznables de
estratificación cruzada, tufos y niveles delgados de limos. La unidad intermedia se
caracteriza por estar compuesta de tufos brechoides de tonos pardo grisáceos con
piroclásticos de cantos angulosos originados de rocas volcánicas, intercalados con tufos
ignimbríticos blanquecinos y rosados con contenido de cuarzo, biotita y fragmentos de
volcánicos, tufos con lapilli, pómez y laminillas de mica. La unidad superior está
representada por una serie de derrames lávicos de color gris oscuro, con fenocristales de
cuarzo y feldespatos, textura porfirítica y pasta afanítica.

Por su posición estratigráfica se le asigna una edad Mioceno Medio a Superior y se


correlaciona con el Grupo Tacaza de Puno y Orcopampa, (Ver Cuadro 2.1).

2.2.6. Volcánico Sencca


El volcánico Sencca se encuentra distribuido en forma extensa en la Pampa de Arrieros
hasta el Sur de Yura conformando una faja angosta y que abarca Yura, Arequipa y
Quishuarani, se encuentra yaciendo sobre la formación Millo en discordancia erosional y
en discordancia angular sobre el Grupo Tacaza, y por debajo del Volcánico Barroso así
como del Conglomerado Aluvial Pleistocénico. Ingemmet lo ha dividido en dos
formaciones: Añashuayco hacia la base y Ocoruro en la parte superior, (Ver Cuadro 2.1).

2.2.6.1. Formación Añashuayco


Se encuentra suprayaciendo al Grupo Tacaza y rocas más antiguas, e infrayaciendo a la
formación Ocoruro en concordancia, litológicamente se compone de tufos y tobas
soldadas y no soldadas, de composición dacítica, riolítica con contenido de granos de
cuarzo, lamelas de biotita, feldespatos, fragmentos de pómez y lavas, redondeados a
angulosos, de cohesión moderada a fácilmente desmenuzable, su presentación es en
bancos gruesos con disyunción prismática, los tonos son gris claros a la base y en la parte
superior de tonos rosados a marrón rojizos.

Es conocido los volcánicos Sencca compactos que están constituidos por tufos de color
blanco algo poroso y originado de nubes ardientes de alta temperatura denominados
sillares, y los volcánicos Sencca Salmón que son tufos de color rosáceo, su presentación
es en bancos subhorizontales algunas veces siguiendo los lineamientos de la topografía
pre-existente, (Ver Cuadro 2.1).

20
CAPITULO II

2.2.6.2. Formación Ocoruro


Esta formación se encuentra encima de la formación Añashuayco en concordancia, y
debajo de los Volcánicos Barroso en aparente discordancia erosional, su litología es de
tefrasvolcano sedimentario, constituido por tufos de color blanco redepositado de grano
grueso y liviano, intercalado con arenas de tonos gris parduzcas de grano fino a grueso,
gravas gruesas con clastos de diorita, tufos de tonos blanco, gris blanquecino, tufos
riolíticos compactos, tufos gris blanquecinos compactos, porosos, y arenas con gravas y
tufos retrabajados.

La potencia estimada del Volcánico Sencca es de 150 m, por su suposición estratigráfica


se asigna una edad Plioceno medio a Superior, se le correlaciona con los tufos del río
Maure descritos por Ahfeld y Branisa en 1960 en la frontera de Perú-Bolivia, (Ver Cuadro
2.1).

2.2.7. Grupo Barroso


El Grupo Barroso fue estudiado por S. Mendivil (1965), diferenciando tres unidades:
Volcánico Chila, Volcánico Barroso propiamente dicho y Volcánico Purupurini, en el área
de Arequipa solamente se observan los dos primeros. El Volcánico Barroso aflora desde
las faldas del cerro Las Minas o Suni hasta las proximidades del Aeropuerto, yace sobre
el Volcánico Chila y Volcánico Sencca en discordancia erosional, y se ubica debajo de los
flujos de barro, fluvioglaciares y depósitos recientes. Ingemmet en el estudio del
Cuadrángulo de Arequipa a escala 1/50000 ha dividido al Grupo Barroso en seis unidades:
Estrato Volcán cajón Puquio, Estrato Volcán Nocarane, Estrato Volcán Chachani, Domo
Colada Cortaderas, Conos a Escorias y Lavas, Depósitos Piroclásticos de Flujo y Caída de
Tefras. En la zona de estudio se observa el estrato Volcán Chachani y Conos a Escorias y
Lavas. El estrato Volcán Chachani está delimitado hacia el Oeste por la línea de ferrocarril
del Sur, está considerado como la unidad más extensa del Nevado Chachani, consta de
derrames lávicos de composición andesítica, en bancos gruesos y de tonos grises claros
a grises oscuros, porfiríticas con plagioclasas y biotita, por intemperismo se tornan de
tonos rojizos y marrones, la textura es porfídica con contenido de fenocristales de
plagioclasas, hornblenda y biotita, en las faldas de las laderas se presentan inclinadas y
en las partes bajas son subhorizontales, la disyunción es irregular.

Los Conos a Escorias y Lavas se presentan como afloramientos muy restringidos y


localizados en el valle del río Yura, en Yura Viejo y Uyupampa están constituidos de lavas
y escorias de composición andesítica-basáltica. Por su posición estratigráfica se le asigna

21
CAPITULO II

una edad Pleistocénica, se le correlaciona con parte del Volcánico Sillapaca, (Ver Cuadro
2.1).

2.2.8. Depósitos Recientes


Los depósitos recientes están compuestos por materiales coluvionales que se han
depositado en las laderas cuyos bloques se exponen ladera abajo, algunas veces
rellenando quebradas que se han originado por aluvionamientos, están ocupando el
lecho del valle del río Yura y laderas de quebradas, los depósitos aluviales están formando
terrazas en la parte baja del valle o cubriendo formaciones pre-existentes, están
constituidos de arenas, gravas y limos inconsolidados, de espesor variable dependiendo
de la configuración topográfica de la superficie sobre la que se depositaron. Sobre estos
depósitos se han acumulado materiales fluviales que son utilizados como terrenos de
cultivo, (Ver Cuadro 2.1).

Cuadro 2.1, Columna Estratigráfica Regional Descripción de la Zona de Estudio

22
CAPITULO II

23
CAPITULO III

CAPÍTULO III
HIDROGEOLOGÍA

3.1. Definiciones
El agua subterránea es uno de los componentes de la hidrosfera. El flujo subterráneo y sus
procesos hidroquímicos asociados pertenecen al ciclo hidrológico, que depende de
estructura ecológico-geológica y la composición petrológica de la litosfera.

Esto último influye en los procesos geoquímicos y en la composición hidroquímica del


agua subterránea. Ambos factores explican la velocidad relativamente lenta del flujo
subterráneo, su normalmente largo tiempo de residencia y el amplio rango de la escala de
tiempos que cubre el agua subterránea, en comparación con el del agua superficial en el
ciclo hidrológico.

La mayoría de las aguas subterráneas son de origen meteórico, esto es atmosférico. El


agua de lluvia se infiltra directamente en el terreno o indirectamente a partir del flujo de
entrada de agua superficial (almacenado en las márgenes de los ríos).

Una muy pequeña parte del agua subterránea (agua joven) se origina a partir del magma
procedente del interior de la Tierra.

3.2. Presencia de Agua Subterránea en las rocas


También existe agua subterránea en los intersticios de las rocas, los que presentan varias
formas, tamaños y orígenes. A la capacidad de las rocas para transmitir el agua a través de
sus intersticios se la denomina permeabilidad. Ésta depende de las propiedades físicas de
la roca y de su historia genética (factores y procesos geológicos). Los intersticios de la
roca, en cuanto a caminos por los que pasa el flujo subterráneo y la circulación (acuífero),
se clasifican en:

 Poros, son los intersticios intergranulares que hay entre los granos de los sedimentos
clásticos consolidados y no consolidados, o en las tobas volcánicas sueltas, (Figura
3.1a).
 Fisuras, son fracturas o grietas en las rocas, (Figura 3.1b) y
 Cavidades, presentes en las rocas carbonatadas, (Figura 3.1c) y en los tufos de lava de
las rocas volcánicas.

24
CAPITULO III

La distribución espacial de un acuífero controla la forma y el tipo de hidrodinámica del


flujo, el tiempo de tránsito y el tiempo de residencia del agua subterránea.

En las zonas fisuradas se forman caminos de flujo duales, que pueden contribuir
substancialmente a la recarga de agua subterránea o interconectar acuíferos mediante
acuitardos que gotean. La composición petrológica (litológica) del acuífero y la interfaz
agua-roca controla las reacciones hidroquímicas de los componentes disueltos en el agua
subterránea.

El importante sistema carbonato- CO2 del agua subterránea es uno de los casos que se
han de considerar cuando se realiza la datación del 14C del CID del agua subterránea; Clark
y Fritz 1997).

Figura.3.1, Tipos de intersticios de roca y su relación con la textura y la porosidad. (A) Depósitos sedimentarios
con una elevada porosidad, (B) rocas porosas por fisuración, y (C) rocas porosas debido a fracturas disueltas.

3.3. Parámetros Geohidráulicos

3.3.1. Porosidad
Se supone un elemento sólido con un volumen total Vtot y una masa total Mtot, un volumen
de la fase sólida Vsol con una masa Msol, una fase líquida representada por agua y sales
disueltas con un volumen Vliq y una masa Mliq, y finalmente el volumen de la fase gas Vgas
(aire y vapor de agua) con una masa despreciable, (Figura 3.2).

El volumen relativo de poros de la roca es la porosidad total, mtot, que se define como:

𝑉𝑝𝑜𝑟
𝑚𝑡𝑜𝑡 =
𝑉𝑡𝑜𝑡

Donde Vpor es el volumen de poros, llenos de gas (Vgas) y llenos de líquido (Vliq):

𝑚𝑡𝑜𝑡 = 𝑉𝑔𝑎𝑠 + 𝑉𝑙𝑖𝑞

Sólo parte del agua de los poros (Vliq) es libre y móvil (Vmov); el resto (Vret) se halla ligada
por las fuerzas capilares y las higroscópicas y presentan un tiempo de retención elevado.
De esta manera, el agua libre (o gravitatoria o gravífica) y el agua ligada (por capilaridad y

25
CAPITULO III

por higroscopia) poseen tiempos de retención diferentes, que se pueden estimar a partir
de análisis isotópicos.

El volumen de poros disponible para el movimiento de agua gravífica (Vef) en relación con
el volumen total se denomina porosidad efectiva o porosidad cinemática o porosidad
drenable):

𝑉𝑒𝑓
𝑚𝑒𝑓 =
𝑉𝑡𝑜𝑡

Al volumen de poros que contiene agua ligada por efecto de las fuerzas capilares (Vret) en
relación con el volumen total (Vtot) se denomina retención específica porosidad capilar o
porosidad de retención.

La porosidad total es la suma de la porosidad es efectiva y de retención. Generalmente, al


aumentar el tamaño de los granos de los sedimentos clásticos, la porosidad total m tot
disminuye, la porosidad efectiva nef de alguna manera aumenta y la porosidad de
retención mret decrece, (Figura 3.2). La porosidad efectiva es un parámetro fundamental
en los cálculos geohidráulicos (modelación del transporte de masas); mientras que la
porosidad total relaciona el transporte de masa y el flujo de trazadores.

La zona saturada consta de fase sólida y fase líquida. En la zona no saturada los poros de
la roca se encuentran parcialmente llenos de agua y de aire (medio con tres fases).

Figura 3.2, Saturación de los poros con agua. Vtot = volumen bruto de la roca, Vsol = volumen del material sólido
(matriz), Vpor = volumen de los poros, Vliq = volumen lleno de agua, Vgas = volumen lleno de gas, Vmob = volumen
de poros libres mediante el flujo gravífico del agua móvil, Vret = volumen de poros lleno de agua que se encuentra
ligada por las fuerzas capilares e higroscópicas.

26
CAPITULO III

La humedad volumétrica o contenido volumétrico de agua es el cociente entre el volumen


de agua y el volumen total de roca:

𝑉𝑙𝑖𝑞
Φ=
𝑉𝑡𝑜𝑡

La máxima humedad volumétrica que puede quedar retenida en contra de la gravedad se


la denomina capacidad de campo.

3.3.2. Almacenamiento
Hay dos tipos de acuíferos: el acuífero freático, que tiene el techo a la presión atmosférica,
y el acuífero confinado, que tiene en su techo una capa confinante.

Si disminuye la presión hidrostática de un acuífero confinado, por ejemplo por la


extracción de agua subterránea, aumenta el peso a soportar por el acuífero y la presión
que resulta expulsa cierta cantidad de agua al acuífero. Al mismo tiempo, el descenso de
la presión produce una pequeña expansión y consiguiente liberación de agua. La
capacidad de producir agua de un acuífero cautivo se expone mediante el coeficiente de
almacenamiento.

El coeficiente de almacenamiento S se define como el volumen de agua que un acuífero


libera o incorpora al almacenamiento por unidad de superficie de acuífero y por unidad de
cambio de potencial.

Es igual al volumen de agua que sale del acuífero cuando el nivel piezométrico disminuye
1 metro. Es adimensional y se expresa como:

𝑆 = 𝑔. 𝑑. (𝑚𝑒𝑓 𝛽𝑙𝑖𝑞 + 𝛽𝑟𝑜𝑐𝑎

Donde g es la aceleración de la gravedad, d es el espesor del acuífero, m ef es la porosidad


eficaz; ß liq y ß roca son respectivamente los coeficientes de compresibilidad del agua y de
la roca.

En la mayoría de los acuíferos confinados, los valores de S abarcan valores que van desde
5×10-5 hasta 5×10-3. Esto implica que para obtener un gran volumen de agua se han de
producir importantes cambios de presión sobre enormes áreas. El valor de S se determina
a partir de los ensayos de bombeo de los pozos. En los acuíferos no confinados el
coeficiente de almacenamiento S iguala la porosidad efectiva m ef cuando se libera casi
todo el agua al descender el nivel freático no confinado (“libre”) como consecuencia del

27
CAPITULO III

drenaje gravitacional. En los acuíferos no confinados formados por sedimentos aluviales


en los llanos aluviales S va desde 0,15 hasta 0,25, mucho mayor que los de los acuíferos
confinados, (Figura 3.3).

Figura.3.3, Relación entre el tamaño de grano medio y las propiedades de almacenamiento de agua (porosidad
total, porosidad drenable y retención específica) de los aluviales de las grandes cuencas (según Davis y DeWiest
1966).

3.3.3. Permeabilidad y Conductividad Hidráulica


La permeabilidad es la capacidad de la roca o del terreno para transmitir agua u otros
fluidos. Ésta determina la relación entre la velocidad y el gradiente hidráulico, que da
origen al flujo de agua a través de la roca o del medio sólido.

3.3.4. Redes de flujo


El flujo subterráneo en sistemas acuíferos extensos se puede representar mediante redes
de flujo. En el espacio tridimensional, las líneas de flujo son perpendiculares a las
superficies equipotenciales; en el caso 2-D las líneas de flujo son perpendiculares a las
líneas equipotenciales y forman una red de flujo de rectángulos curvilíneos, (Figura.3.4).
A las líneas equipotenciales se las denomina isopiezas o hidroisohipsas.

La forma de las hidroisocronas (misma edad) de un acuífero es normalmente similar a la


de las líneas piezométricas.

No obstante, existen desviaciones sistemáticas que pueden reflejar anomalías espaciales


del sistema del flujo subterráneo o perturbaciones geohidráulicas debido a la extracción
del agua subterránea.

28
CAPITULO III

Las líneas equipotenciales se desvían de las hidroisocronas en aquellas regiones donde las
líneas equipotenciales son muy densas, es decir, el gradiente hidráulico es muy elevado y
por consiguiente la velocidad del agua será más grande que en cualquier otro lugar. Esto
también ocurre en el caso de que el flujo subterráneo actual sea diferente del flujo
subterráneo pasado. Por ejemplo, si la edad del agua subterránea aumenta de forma
rápida cuando se acerca al área de descarga, esto puede indicar que la tasa de recarga de
agua subterránea aumentó en el pasado.

Las redes de flujo sólo son válidas cuando el flujo subterráneo se halla en el estado
estacionario. Cualquier cambio en la situación geohidráulica modificará la red de flujo. Este
hecho se ha de tener en cuenta, siempre y cuando los datos isotópicos de la recarga de
agua subterránea del pasado hayan de relacionarse con la red de flujo actual, la cual
también queda modificada por extracciones de agua subterránea.

Para construir una red de flujo generalmente se utilizan secciones verticales del sistema
flujo subterráneo o proyecciones verticales sobre un plano horizontal (por ejemplo, para
ilustrar el flujo subterráneo horizontal a escala regional en un mapa). En un medio rocoso
homogéneo e isótropo, el nivel freático controla la forma de la red de flujo que, en las
regiones húmedas con recarga directa de agua subterránea procedente de la
precipitación generalmente se adapta a la morfología.

Figura 3.4, Líneas equipotenciales (líneas con punteado largo), líneas de flujo (l líneas con flechas – v) e
hidroisocronas (líneas con punteado grueso t 1 a t 6) en el contorno y dentro de un acuífero con diferentes
conductividades hidráulicas (según Seiler y Rodriguez 1980). Las líneas equipotenciales y las líneas de flujo son
perpendiculares entre sí.

29
CAPITULO III

Tóth (1963) utilizó las redes de flujo para representar el flujo subterráneo a escala regional.
Muchos sistemas de agua subterránea local poco profunda descansan sobre otros
intermedios y más profundos a escala regional. Las líneas equipotenciales de un acuífero
isótropo demuestran que el potencial hidrológico bajo depresiones superficiales decrece
en sentido ascendente. Por lo tanto, tales depresiones descargan agua subterránea. En
los piezómetros profundos, la presión hidráulica en el fondo del pozo es mayor que la de
la parte superior (flujo subterráneo ascendente), lo que no ha de estar necesariamente
relacionado con la estratificación geológica de un sistema de acuíferos y acuitardos.

La conductividad hidráulica de los acuíferos es varios órdenes de magnitud mayor que la


de los estratos confinados (acuitardos). De manera que para un determinado caudal la
pérdida de carga a lo largo de una línea de flujo por unidad de distancia es menor en un
acuífero que en un acuitardo. Por lo tanto el flujo lateral en los estratos confinados desde
el punto de vista geohidráulico es despreciable, mientras que la composición isotópica se
ve afecta por la contribución de larga duración del lento rezume que se produce en la
recarga subterránea del acuífero confinado (Geyh et al. 1984). En los acuíferos las líneas
de flujo se estrechan y son paralelas a los contornos del acuífero. Por este motivo, la red
de flujo de un sistema acuífero anisótropo puede ser muy compleja. Como la red de flujo
de agua subterránea viene controlada por la carga y la descarga, su forma será diferente
si se trata de regiones áridas o húmedas, Figuras 3.5 y 3.6.

Figura 3.5, Sección vertical de una red de flujo en un área con relieve. Las líneas más gruesas: líneas de flujo; las
líneas punteadas: líneas equipotenciales (según Tóth 1963).

30
CAPITULO III

Figura.3.6, Red de flujo de agua subterránea en regiones áridas y húmedas. Las líneas de flujo de la recarga de
agua subterránea en las regiones húmedas siguen la morfología (línea punteada). En las regiones áridas el nivel
freático es plano; R = descarga hacia los ríos en las regiones húmedas; B = descarga hacia las cubetas u oasis en
las regiones áridas (según Seiler y Rodriguez 1980).

La representación de la red de flujo en forma de mapas hidrogeológicos refleja el flujo


subterráneo a escala regional. Esto puede ayudar a resolver los problemas prácticos de la
exploración y la explotación del agua subterránea. Esta representación es creíble solo en
el caso de que se disponga de valores de los potenciales hidráulicos de un gran número
de piezómetros del acuífero en cuestión. La modelación matemática puede facilitar la
construcción de una red de flujo.

3.4. Hidrogeología

3.4.1. Propiedades hidrogeológicas de las rocas


Las rocas se pueden clasificar según sus propiedades hidrogeológicas, geohidráulicas
(almacenamiento de agua, permeabilidad hidráulica) y edafológicas. La ecuación de Darcy
solo es válida para un régimen de agua subterránea laminar, que se da en los acuíferos
aproximadamente homogéneos e isótropos, por ejemplo, en los sedimentos clásticos
(granulares) y en las rocas sedimentarias (arena, grava o arenisca). La distribución espacial
de las fisuras en las rocas fisuradas es normalmente discreta, aunque a menudo una
orientación espacial preferente puede provocar una permeabilidad anisótropa.

Por este motivo la matriz rocosa solo puede ser considerada homogénea e isótropa a gran
escala. En este caso los términos porosidad y permeabilidad hidráulica no se aplican de
manera sencilla en los estudios geohidráulicos de los sistemas rocosos fisurados.

La permeabilidad de los sistemas fisurados refleja la historia geológica de las rocas,


especialmente las exposiciones a tensiones tectónicas. Los procesos de meteorización y
otros procesos geológicos pueden ocasionar cambios durante el pasado geológico. Los

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CAPITULO III

sistemas más jóvenes de fisuras de los últimos fenómenos tectónicos son a menudo más
permeables que las más antiguas, las cuales pueden estar rellenas por minerales
secundarios. Los análisis realizados con el uranio pueden ayudar a distinguir entre fisuras
antiguas y jóvenes.

El flujo subterráneo en las rocas karstificadas y en los tubos de lava no suele ser laminar;
la distribución de las cavidades rocosas es aleatoria. Por consiguiente la ley de Darcy
conduce a resultados erráticos. Debido a las interconexiones hidráulicas de las cavidades
kársticas, los resultados de las experiencias de trazadores son a veces ambiguos y siempre
representan el tiempo de tránsito mínimo en el momento de la experiencia. Los estudios
isotópicos ambientales proporcionan tiempos de residencia medios del flujo base del agua
subterránea mayores.

3.4.1.1. Rocas Ígneas


Las rocas ígneas (plutónicas y volcánicas) son permeables en las zonas donde las fisuras
están abiertas. Normalmente el ancho de las fisuras y por lo tanto la permeabilidad
decrecen con la profundidad.

Las rocas plutónicas duras (por ejemplo, el granito), que son ricas en cuarzo, son
propensas a sufrir fisuración. Mediante meteorización mecánica éstas crean aluviones
arenosos que son permeables en la superficie; mientras que las rocas pobres en cuarzo
están sujetas a la meteorización química, generando así minerales arcillosos, que son
menos permeables y a menudo obturan las fisuras de la roca subyacente.

Las rocas volcánicas habitualmente contienen fracturas que se originan a partir del
enfriamiento de la lava. Durante el flujo de lava se crean zonas fracturadas permeables
que se extienden horizontalmente, tanto en la superficie como en el fondo. Estas se
convierten generalmente en acuíferos importantes y se localizan en los extensos sistemas
de flujo de lava de las mesetas basálticas.

3.4.1.2 Rocas Metamórficas


Las rocas metamórficas son normalmente permeables en la zona donde las fisuras están
abiertas. Éstas se forman por meteorización a una cierta profundidad. Los gneis ácidos
que contienen cuarzo (por ejemplo, el granito) están sujetos a meteorización, dando lugar
a aluviones arenosos. Las calizas (carbonatos) metamórficas cristalinas son propensas a
sufrir karstificación, de manera que suelen contener agua subterránea kárstica.

32
CAPITULO III

3.4.1.3 Rocas sedimentarias consolidadas


Según sus propiedades hidrogeológicas, existe una gran variedad de rocas sedimentarias,
y forman los acuíferos más importantes. Pueden presentar varios tipos de intersticios y
poseen un rango muy grande de permeabilidad. La permeabilidad puede ser anisótropa,
de modo que la modelación del flujo subterráneo regional y el movimiento de los
contaminantes y trazadores es muy complicado. Cuando se está evaluando el flujo
subterráneo y el movimiento de los contaminantes y trazadores en dichos medios se debe
considerar la doble porosidad. Ésta implica componentes rápidos y componentes más
lentos.

El flujo subterráneo en las rocas sedimentarias depende de la composición de la roca, la


litología y las facies de la secuencia sedimentaria completa, esto es, del tamaño de grano
y de la composición horizontal (lateral) y vertical. Generalmente la permeabilidad del
sedimento en la dirección horizontal (lateral) es órdenes de magnitud mayor que la de la
dirección vertical. En las rocas sedimentarias consolidadas el flujo subterráneo también
depende del proceso de fisuración. Esto se debe a las perturbaciones tectónicas y a las
alteraciones exógenas secundarias (meteorización, karstificación, etc.). En resumen:

Las rocas sedimentarias, que son ricas en carbonatos y sulfatos, se dividen en varios
grupos. Los procesos geoquímicos pueden influir la composición isotópica del agua
subterránea.

Las areniscas constituyen generalmente importantes acuíferos, mientras que las arcosas
y grauwacas no. Las rocas arcillosas, las margas y las pizarras generalmente presentan una
permeabilidad hidráulica muy baja. Esta es la razón por la que generalmente dan lugar a
los acuícludos que se forman entre acuíferos y que determinan la distribución del sistema
de flujo.

Las rocas carbonatadas (calizas y dolomías), que generalmente están karstificadas,


forman excelentes acuíferos. El dióxido de carbono del agua disuelve la roca, amplia las
fisuras y crea cavidades kársticas con secciones generalmente grandes. Como la
capacidad de filtrar la recarga es baja, el agua subterránea a menudo está contaminada y
fluye muy rápidamente.

Las rocas sedimentarias muy solubles (evaporitas), que incluyen el yeso, la anhidrita, el
cloruro sódico (halita), y otras sales. Si entran en contacto con el agua subterránea
rápidamente se forman enormes cavidades kársticas. Esto provoca la subsidencia del

33
CAPITULO III

terreno y crea serios problemas, como la irrupción de agua en las minas de sal. Los análisis
isotópicos estables permiten identificar tanto el origen del agua subterránea como las
salmueras, y orientan medidas contra tales fenómenos catastróficos.

Sedimentos orgánicos de tipo biolítico (carbón, lignito, turba, arcillas con carbón). Forman
acuíferos insignificantes, pero son importantes debido a su influencia en la composición
química e isotópica del agua subterránea, proporcionando componentes carbónicos
orgánicos. Pueden perturbar la aplicación del 14C para datar las aguas subterráneas.

3.4.1.4. Sedimentos no consolidados


Los sedimentos no consolidados están formados por varios tipos de grava, arena y arcilla;
algunas veces están constituidos por una mezcla de materiales orgánicos. Estos
sedimentos se presentan como aluviones en los valles fluviales, sedimentos lacustres en
las cuencas lacustres, o sedimentos de plataforma a lo largo de la costa. También se
encuentran en forma de sedimentos deltaicos, sedimentos de los abanicos aluviales de las
depresiones intramontanas, y sedimentos glaciofluviales arrastrados de las morrenas.

Normalmente los sedimentos no consolidados forman excelentes y muy eficientes


acuíferos. Su porosidad y su permeabilidad son generalmente elevadas, a menos que se
mezcle con material arcilloso, y depende de la distribución del tamaño de grano (Figura
3.3) en lugar del tamaño absoluto de los granos. El factor decisivo es la presencia de las
partículas de arcilla extremadamente finas. Al aumentar la porosidad efectiva, aumenta la
permeabilidad. Si la presión hidráulica decrece debido a intensas extracciones de agua
subterránea, los depósitos de gran espesor pueden llegar a experimentar subsidencia.

En las regiones húmedas los finos eólicos y las dunas de arena bien clasificada forman
importantes acuíferos con excelentes propiedades de filtración.

3.4.2. Estructuras hidrogeológicas y regímenes de flujo subterráneo


La estructura hidrogeológica describe la configuración de los acuíferos y acuícludos
dentro del ambiente geológico. Determina la circulación de agua subterránea desde la
zona de recarga, a lo largo de los caminos de percolación y circulación (reservorio de agua
subterránea), hasta la zona de descarga. Las divisorias de agua, condicionadas por la
orografía o la geología de la región, separan las zonas de recarga de agua subterránea de
los sistemas hidrogeológicos colindantes. Así una estructura hidrogeológica tiene límites
fijos que se establecen a partir de la geomorfología y la estructura geológica.

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CAPITULO III

El caudal de flujo en el sistema hidrogeológico depende del gradiente hidráulico o de la


pendiente de la superficie piezométrica. Ésta última normalmente cambia debido a la
recarga subterránea, que varía estacionalmente (ya que la precipitación controla la
fluctuación del nivel de agua subterránea) o debido a las influencias antrópicas (por
ejemplo, las causadas por el bombeo de agua del acuífero.

Bajo condiciones favorables las estructuras hidrogeológicas contienen un recurso de agua


subterránea que se puede explotar. El valor económico depende del caudal (caudal de
descarga del agua subterránea utilizada) y del volumen de almacenamiento (reserva de
agua o almacenamiento).

A las complejas condiciones que gobiernan el cambio espacio-temporal de los factores


cuantitativos y cualitativos del flujo subterráneo se las denomina régimen subterráneo.
Para estudiar dicho régimen subterráneo se pueden realizar análisis de isótopos
ambientales, para que complementen los estudios hidrológicos clásicos. Entre ellos
destacan: la datación con radionucleidos que en combinación con los análisis de los
isótopos estables pueden determinar el periodo y las condiciones climáticas durante la
recarga subterránea (datación de agua subterránea y paleohidrología. En concreto, los
estudios isotópicos ayudan a identificar el origen del agua subterránea, a determinar los
problemas ecológicos relacionados con el ciclo hidrológico, y proporcionan información
necesaria para la gestión y la protección sustentable del agua subterránea. Para
interpretar los datos isotópicos se requiere un modelo simplificado que describa el
comportamiento hidrodinámico a partir de la estructura hidrogeológica y del flujo
subterráneo. En esta tarea se necesita tener un conocimiento básico de las principales
estructuras hidrogeológicas.

3.4.3. Regiones cristalinas


Las estructuras hidrogeológicas de las regiones cristalinas (rocas plutónicas y
metamórficas) se caracterizan por presentar una circulación de agua subterránea poco
profunda en la zona de meteorización y fisuración, que alcanza una profundidad de unos
metros. Se supone que estos flujos subterráneos poco profundos son reservorios
perfectamente mezclados.

En el área de descarga se crean un gran número de pequeños manantiales y lugares


húmedos a lo largo de fallas y líneas tectónicas. Su distribución espacial refleja la
estructura geológica y la morfología siempre que las zonas tectónicas y las fallas actúen
como sistemas de drenaje de agua subterránea.

35
CAPITULO III

Cualquier circulación de agua subterránea profunda que se encuentre separada del


sistema de flujo superficial local presenta tiempos de residencia largos (por ejemplo, el
agua subterránea termal).

3.4.3.1. Rocas volcánicas


En las estructuras tipo cuenca pueden encontrase recursos de agua subterránea
abundantes y significativos (por ejemplo, en la cuenca de Columbia en el NO de los
Estados Unidos, y en algunas zonas de la llanura del Dekkan en la India). Estas estructuras
se desarrollan en algunas ocasiones en regiones volcánicas con flujos de lava basáltica.
Normalmente los cuerpos que surgen de las efusiones volcánicas proporcionan pequeños
recursos de agua subterránea.

En las zonas más profundas puede existir un flujo subterráneo lateral tipo pistón. Las
intensas extracciones de agua subterránea de los acuíferos profundos cautivos puede
disminuir el nivel piezométrico, lo que provoca una mezcla con el agua subterránea poco
profunda. En los terrenos disectados morfológicamente, en las partes superiores de los
acuíferos dominan los flujos subterráneos locales poco profundos.

3.4.3.2. Secuencias de plegamientos de las rocas sedimentarias


En las secuencias de plegamientos de las rocas sedimentarias (por ejemplo, caliza,
arenisca), el flujo subterráneo depende del tipo, el grosor y la extensión de los acuíferos
y acuícludos. En las estructuras tectónicas profundas pueden encontrarse grandes
sistemas de flujo, además de pequeños sistemas de circulación (Figura 3.7), lo que resulta
en anomalías en la temperatura de las aguas de los manantiales y grandes
concentraciones de sólidos disueltos.

Generalmente el agua subterránea está formada por componentes que presentan


diferentes tiempos de residencia, complicando así la evaluación de los datos isotópicos
(Mal/oszewski y Zuber 1993, 1996,1998; Zuber 1986; Sección VI). Se debe considerar cada
sistema independientemente.

3.4.3.3. Rocas karstificadas


La distribución espacial de los sistemas de flujo subterráneo de las rocas karstificadas varía
de un lugar a otro y viene controlada por la variación constante de la evolución geológica
y morfológica. El flujo subterráneo se da en forma de grandes ríos y manantiales
subterráneos. Estos proporcionan, por un lado, excelentes condiciones para la
explotación de agua subterránea y por otro lado generan cavidades con una

36
CAPITULO III

permeabilidad elevada que constituyen una zona con alto riesgo de contaminación desde
la superficie. En ingeniería hidráulica, los sistemas kársticos ocasionan a menudo
problemas de fugas (Dreybroth 1984). Durante la evaluación de los resultados isotópicos
se ha de tener en cuenta los procesos geoquímicos que afectan a la karstificación.

El flujo subterráneo responde rápidamente a la precipitación. La velocidad de flujo del


componente a corto plazo es elevada (dentro el rango de los cientos de metros por día),
de manera que el tiempo de residencia del agua subterránea del sistema kárstico es
normalmente pequeño. No obstante, el flujo base puede presentar tiempos de residencia
del orden de años o incluso décadas. En la interpretación de datos isotópicos se considera
que los reservorios están perfectamente mezclados (modelo exponencial). En los
sistemas de agua subterránea poco profundos, las fluctuaciones de la recarga por la
precipitación se propagan a través del sistema; mientras que en los sistemas más grandes
y profundos éstas se igualan.

La evolución geológica y morfológica del ambiente rocoso en el pasado determina el


estadio y la profundidad de karstificación del sistema de flujo presente.

La karstificación de las rocas carbonatadas comienza generalmente en la superficie y se


propaga hacia el interior. Una red de drenaje profunda puede haberse desarrollado de
forma similar a una red fluvial superficial.

En las estructuras del tipo cuenca que se dan debajo de flujos volcánicos importantes o a
lo largo de fallas de gran profundidad se pueden confinar rocas carbonatadas
karstificadas.

3.4.3.4. Sedimentos de plataforma


En los sedimentos de plataforma (sedimentos que se depositan en la superficie plana del
basamento que fue previamente plegado y consolidado) se pueden desarrollar
estructuras del tipo cuenca que luego se convierten en mesetas y escarpes en sus bordes.
De acuerdo con el desarrollo litológico y la estructura geológica, a menudo existen
recursos de aguas subterráneas importantes y abundantes.

Algunos ejemplos son la cuenca de Dakota, la gran cuenca surgente de Australia, la cuenca
de arenisca de Nubia del norte de África, la cuenca de Siberia y la cuenca de Paris. La
calidad del agua subterránea depende de la composición litológica de las rocas y de los
procesos geoquímicos. En las regiones donde el clima es moderado y húmedo el agua
subterránea es generalmente de buena calidad y presenta una recarga continuada. En los

37
CAPITULO III

acuíferos confinados el agua subterránea se encuentra protegida contra la


contaminación. Los acuíferos profundos de las regiones áridas también contienen agua
subterránea antigua muy mineralizada que se recargó en el pasado geológico bajo
condiciones climáticas más húmedas.

Dichos recursos de agua subterránea no renovable se agotan (sufren minería) cuando se


extraen. Los métodos hidrológicos con isótopos permiten identificar tales recursos de
aguas antiguas. Bajo las condiciones de recarga y descarga no estacionaria no es posible
ni datar el agua subterránea ni estimar la velocidad del flujo de agua subterránea.

3.4.3.5. Llanuras y abanicos aluviales, deltas fluviales y sedimentos glaciofluviales


Las llanuras y abanicos aluviales, los deltas fluviales, y los sedimentos glaciofluviales que
se depositaron durante el Cuaternario están formados por sedimentos no consolidados
que a menudo contienen grandes recursos de agua subterránea. En estos sedimentos
dominan las gravas y las arenas, que se intercalan con limos, barro y arcilla. La composición
del tamaño de grano depende de la evolución del cauce fluvial y de la cuenca de
sedimentación. Los acuíferos de las regiones húmedas están cubiertos generalmente de
tierra lodosa procedente de las inundaciones, que impiden la contaminación. Extensos
aluviales del Cuaternario, a menudo con un grosor de varios cientos de metros, se
localizan en aquellas áreas donde se produce subsidencia tectónica, por ejemplo, en las
llanuras aluviales de los ríos Amazonas, Ganges y Danubio.

Durante los periodos de lluvia, el nivel del río es elevado y el agua recarga indirectamente
el reservorio de agua subterránea. Si el nivel del río es bajo, el río se alimenta con agua
subterránea. La respuesta del nivel freático frente a la precipitación es rápida, y el tiempo
de residencia del agua subterránea es corto. A gran escala las llanuras aluviales se
consideran reservorios abiertos.

En las regiones áridas se producen inundaciones esporádicas en los cauces rellenos de


sedimentos (torrentes, wadis) que a menudo están disgregados, en algunas ocasiones
con permeabilidades bajas debido a la mezcla de material fangoso. Las zonas permeables
se desarrollan en los lugares donde el flujo fluvial se mantiene lo suficiente como para
clasificar los materiales más gruesos de los cauces fluviales.

Se extienden sólo en determinadas zonas partes del cauce, son difíciles de localizar y son
las responsables de la recarga por escorrentía, que es el proceso de recarga dominante
en las regiones áridas

38
CAPITULO III

39
Abdón Ricardo Flores Chura

CAPÍTULO IV
MÉTODOS ELÉCTRICOS

4.1. Resistividad de los Materiales


La resistividad se define a partir de un cubo eléctricamente homogéneo, de lado L a través
del cual pasa una corriente I. El material dentro del cubo resiste el paso de la corriente
eléctrica a través de él, resultando así en una caída de potencial (V) entre sus caras
opuestas. La resistencia es proporcional a la longitud (L) del material resistivo e
inversamente proporcional al área (L2). La constante de proporcionalidad es la resistividad
verdadera que se denota con el símbolo ρ. De aquí se tiene que la resistencia a través de
un volumen unitario está dada por:

R=ρ/L

De acuerdo con la ley de Ohm, la resistencia también se define en términos del cociente
de la caída de potencial y la corriente que pasa por el cubo, es decir,

R= V/I

Estas ecuaciones se combinan para tener una expresión para la resistividad, que resulta:

ρ = VL/I

cuyas unidades son ohm-metro (Ω-m). El inverso de resistividad (1/ ρ) es la conductividad


(σ) la cual tiene como unidades siemens/metro (S/m) que son equivalentes a ohms/metro.

La aplicación de los métodos geoeléctricos exige un conocimiento básico de las


propiedades eléctricas de las rocas, suelos y de los minerales que las constituyen. El
comportamiento físico de las rocas depende de las propiedades y modo de agregación de
sus minerales y de la forma, volumen y relleno (generalmente con agua o aire) de los
poros. Además de esta relaciones conviene estudiar el efecto que sobre dichas
propiedades ejercen la presión y la temperatura, efecto que puede ser muy importante a
grandes profundidades. Las propiedades que interesan al prospector son las de las rocas,
suelos y minerales, tal como se encuentran en la naturaleza, con sus impurezas, fisuras,
diaclasas, humedad, etc. Los datos que aparecen en algunas tablas de constantes,

40
Abdón Ricardo Flores Chura

obtenidas de muestras cuidadosamente escogidas y desecadas, carecen de interés para


la prospección.

En el caso de los suelos es necesario tener en cuenta que la conductividad y la resistividad


eléctricas son el resultado de dos componentes: uno, la conductividad electrónica,
asociada al movimiento de electrones en los geomateriales por efecto de la excitación de
la corriente eléctrica, y dos, la conductividad electrolítica por efecto de la cantidad y
características de los iones presentes en los fluidos intersticiales, que explican la magnitud
de los intervalos en los que puede variar la resistividad de un geomaterial en condiciones
de campo. El primero de estos componentes explica la baja resistividad de las arcillas si se
la compara con los limos, arenas y gravas. El segundo explica la variación de la resistividad
en función de la humedad, de la saturación y del contenido de sales de los fluidos
intersticiales de los geomateriales.

El agua pura es muy poco conductora, a causa de su muy reducida disociación, de modo
que la resistividad del agua tridestilada es de unos 3*105 Ω.m por lo que puede
considerarse como aislante. Las aguas que se encuentran en la naturaleza presentan, sin
embargo, conductividad apreciable, pues siempre tienen disuelta alguna sal,
generalmente NaCl. La cantidad y clase de estas sales depende de la naturaleza de las
rocas con que las aguas hayan entrado en contacto en su marcha por la superficie del
terreno o subterránea. La cantidad de sales de las aguas suele oscilar entre 0.1 g/l y 35 g/l,
cifra esta última que corresponde a las aguas marinas y que es superada por algunas aguas
de mina, lagos salados y notablemente por el Mar Muerto, que alcanza unos 250 g/l. A
continuación se presenta una lista de los márgenes de variación de la resistividad de las
aguas naturales, basada en datos de diferentes autores:

Agua de lagos y arroyos de alta montaña 103 a 3.103 Ω.m

Aguas dulces superficiales 10 a 102 Ω.m

Aguas salobres superficiales 2 a 10 Ω.m

Aguas subterráneas 1 a 20 Ω.m

Aguas marinas 0.2 Ω.m

Agua de los lagos salados 0.1 a 1 Ω.m

Aguas de impregnación en rocas 0.03 a 10 Ω.m

Si la resistividad de las rocas dependiese únicamente de los minerales constituyentes,


habría de considerarse como aislante en la inmensa mayoría de los casos, puesto que el

41
Abdón Ricardo Flores Chura

cuarzo, los silicatos, la calcita, etc., lo son prácticamente. Sólo en el caso que la roca
contuviese minerales semi conductores en cantidad apreciable, podría considerarse como
conductora, es decir, sólo serían las menas (rocas) metálicas. Afortunadamente todos los
minerales tienen poros en proporciones variables, que suelen ser ocupados total o
parcialmente por electrolitos, de lo que resulta que las rocas se comportan como
conductores iónicos, de resistividad muy variable según el caso. La Figura 4.1 muestra los
márgenes de variación más comunes en algunas rocas y minerales. La fisuración y la
impregnación en agua salada, etc., pueden extender estos límites.

Figura 4.1, Rangos de resistividad para algunos minerales.

La resistividad de las rocas también depende de la temperatura a la que se encuentre, ya


que la temperatura influye notablemente en la resistividad de los fluidos que hay en los
poros. En síntesis, un descenso de la temperatura provoca un aumento de la resistividad
y en el punto de congelación el agua pasa a ser un dieléctrico mal conductor. Por último,
cabe mencionar que la resistividad de algunos minerales, y como consecuencia de las
rocas que estos forman, varía según la dirección de medida que se toma, es decir, que
presentan anisotropía. La formación de estratos puede producir anisotropía. Tal es el caso
de las rocas sedimentarias. En general este efecto será débil dada la aleatoriedad de las
orientaciones de los minerales en la roca.

Los valores de resistividad en una roca por consiguiente estarán determinados por su
composición mineralógica, al igual que por su contenido de agua y las características de la
misma (más salinidad implica mayor conductividad). Todo esto hace que la resistividad de
cada tipo de roca presente una amplia variabilidad.

42
Abdón Ricardo Flores Chura

El suelo es una mezcla de partículas sólidas, gases, agua y otros materiales orgánicos e
inorgánicos. Esta mezcla hace que la resistividad del suelo aparte de depender de su
composición intrínseca, dependa de otros factores externos como la temperatura, la
humedad, presión, etc. que pueden provocar que un mismo suelo presente resistividades
diferentes con el tiempo. De entre todos los factores, la humedad es el más importante;
además, es el que se puede alterar más fácilmente mediante la lluvia o el riego del suelo.

Diferentes contenidos de humedad en un mismo terreno darían lugar a resistividades


diferentes que podrían llevarnos a interpretaciones erróneas de los materiales
constituyentes del suelo. En la Tabla 4.1 se encuentra un conjunto de valores típicos de
resistividad de geomateriales.

Tabla 4.1, Valores típicos de resistividad

Una limitación del método de resistividad es su alta sensibilidad a pequeñas variaciones


de la conductividad cerca de la superficie, debido por ejemplo al contenido de humedad.

Hablando en términos electrónicos, el nivel de ruido es alto. Una topografía accidentada


puede tener un efecto similar, ya que el flujo de corriente se concentra en los valles y se
dispersa en las colinas. Como resultado se distorsionan las superficies equipotenciales
produciendo falsas anomalías debido solo a la topografía.

Es importante anotar que en materiales detríticos la resistividad aumenta con el tamaño


del grano. Por tanto en una investigación geotécnica en materiales detríticos, las

43
Abdón Ricardo Flores Chura

resistividades elevadas indican materiales gruesos. Esta condición está asociada a la


presencia de cargas eléctricas en los minerales de arcilla que les confiere una elevada
conductividad electrónica. Los limos y arenas limosas contienen algunos de estos
minerales en tanto que los materiales gruesos como arenas y gravas limpias carecen de
ellos.

En rocas compactas (las que deben su permeabilidad a la ocurrencia de discontinuidades)


buscaremos las resistividades más bajas, que indicarán las zonas en las que la formación
presenta la mayor fracturación y/o alteración. En este caso también puede ocurrir que las
zonas o niveles de menor conductividad tampoco sean permeables si los planos de
fracturación han sido colmatados por arcillas de alteración.

En este punto debe destacarse que ni los modelos geoeléctricos ni su interpretación son
unívocos y que ello depende en gran medida del criterio del profesional a cargo del
estudio y de su conocimiento de la geología del área investigada.

En los sondeos geoeléctricos, la medición directa de la diferencia de potencial entre dos


electrodos, llamados electrodos de potencial, permite calcular la resistividad media
aparente del terreno hasta una cierta profundidad que es función de la distribución en
superficie de los electrodos de corriente En la Figura 4.2 se presentan esquemáticamente
los componentes de un equipo de resistividad.

Figura 4.2, Esquema de un equipo de medición geoeléctrica dispuesto en la configuración Schlumberger para un
sondeo eléctrico vertical.

En una región determinada, la experiencia nos indicará que valores concretos de


resistividad representan cada una de las formaciones. En otras ocasiones estos valores
pueden obtenerse realizando sondeos eléctricos en el mismo punto donde existan
perforaciones donde sea constante la columna litológica. En la interpretación de los
sondeos debe tenerse en cuenta que el valor de la resistividad puede variar en un intervalo
muy amplio para el mismo material dependiendo de sus características particulares y de

44
Abdón Ricardo Flores Chura

sus condiciones de saturación y calidad del agua intersticial o del entorno, como se aprecia
en la (Figura 4.3), en la cual el perfil de suelo se compone básicamente de gravas, pero el
registro de la resistividad aparente tiene una media del orden de 50 Ωm, magnitud inferior
a los valores reportados en la literatura técnica.

Figura 4.3, Curva de resistividad aparente vs profundidad del talud de corte, en un ambiente aluvial, comparado
con el registro fotográfico de la columna de suelo.

Con base en esta información básica se preparan los modelos matemáticos mencionados
anteriormente, en los que los valores de resistividad aparente versus profundidad
medidos en el campo son transformados en un conjunto de pares de valores de
resistividad real y de espesor de masas de igual resistividad.

En la interpretación geológica y geotécnica se combinan modelos matemáticos con la


información geológica para producir una interpretación física del sondeo geoeléctrico.
Finalmente, de la combinación de los modelos físicos con la información geológica e
hidrológica existente resulta un modelo que permite definir comportamientos mecánicos
probables del subsuelo.

Se deduce de lo mencionado que la interpretación de los SEV (y en general de todos los


métodos de prospección geofísica) no puede reducirse nunca a labor puramente
mecánica, realizable por aplicación automática de ciertas recetas o fórmulas matemáticas,

45
Abdón Ricardo Flores Chura

sino que requiere la aportación de una persona inteligente e informada, con suficiente
conocimiento sobre el medio físico en el que se hace la investigación. La labor
interpretativa no puede confiarse a un modelo computacional, ya que la inteligencia de
estas no es superior a las barras de acero usadas como electrodos. A este respecto
conviene citar la opinión del geofísico norteamericano Allan Spector, expresada en un
trabajo sobre prospección aeromagnética presentada en una reunión en Edimburgo
(1970): “La interpretación geofísica no puede automatizarse o mecanizarse. Las técnicas
matemáticas de cálculo electrónico son solo herramientas, que cuando son hábilmente
empleadas por el geofísico –conocedor de las aplicaciones y limitaciones de estas
técnicas- llevan a la utilización óptima de los datos.”.

4.2. Medida de la Resistividad Eléctrica


La Figura 4.4 muestra el principio de medida de la resistividad del suelo: se inyecta una
corriente I entre el par de electrodos AB y se mide la tensión 𝛥V entre el par de electrodos
MN.

Figura 4.4, Curva Dispositivo tetraelectródico para la medida de la resistividad del suelo.

Si el medio es homogéneo de resistividad R, la diferencia de tensión es (Orellana, 1982):

𝐼𝜌 1 1 1 1
𝛥𝑉 = ( − − + )
2𝜋 𝐴𝑀 𝐴𝑁 𝐵𝑀 𝐵𝑁

Donde AM, AN, BM, BN son las distancia entre electrodos. La resistividad viene dada por
la expresión:

𝛥𝑉
ρ=k 𝐼

Donde k es igual a:

1 1 1 1 −1
𝑘 = 2𝜋 ( − − + )
𝐴𝑀 𝐴𝑁 𝐵𝑀 𝐵𝑁

46
Abdón Ricardo Flores Chura

Es un factor geométrico que depende únicamente de la disposición de los electrodos. Dos


dispositivos tetraelectródicos lineales (los cuatro electrodos están en línea) en los que si
intercambiamos los electrodos de inyección y detección presentan unos coeficientes de
dispositivo:

1 1 1 1 −1
𝑘1 = 2𝜋 ( − − + )
𝐴𝑀 𝐴𝑁 𝐵𝑀 𝐵𝑁

1 1 1 1 −1
𝑘2 = 2𝜋 ( − − + )
𝐴𝑀 𝐴𝑁 𝐵𝑀 𝐵𝑁

Dado que las distancias cumplen AM=MA, AN=NA, etc., se obtiene que K1 = K2. Luego si el
medio es homogéneo, para una misma corriente de inyección las diferencias de potencial
leídas ΔV1 y ΔV2 serán iguales. Por tanto la resistividad medida ρ será independiente de la
posición de los electrodos de inyección y detección cuando estos se intercambian. Esta
propiedad se conoce con el nombre de principio de reciprocidad, que se cumple también
para medios heterogéneos (Orellana, 1982). No obstante, en la práctica no es conveniente
colocar los electrodos M y N tan separados como suelen estar los A y B, pues al ser grande
la distancia entre los primeros, la medida se vería afectada por las corrientes telúricas,
corrientes parásitas industriales, etc., cuyo efecto aumenta proporcionalmente con la
distancia entre M y N.

Los cálculos anteriores se basan en la consideración de que el suelo es homogéneo e


isótropo. Cuando el medio no es homogéneo, se obtiene la resistividad aparente ρa, y su
valor depende, además del factor geométrico K, de las resistividades de los diferentes
materiales. A partir de la interpretación de las resistividades aparentes medidas en un
terreno se podrán extraer conclusiones sobre la composición estructural del subsuelo.

4.2.1. Dispositivos tetraelectródicos lineales básicos


En cualquier dispositivo electródico, si conocemos el factor geométrico k, la corriente
eléctrica I inyectada por los electrodos A y B, y la diferencia de potencial entre los
electrodos M y N, podemos calcular la resistividad aparente mediante ρ=k ΔV/I. Los
dispositivos tetraelectródicos lineales más utilizados son los siguientes:

4.2.1.1. Dispositivo Wenner


Los electrodos se disponen equidistantes sobre una línea en el orden AMNB, (Figura4.5).

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Abdón Ricardo Flores Chura

Figura 4.5, Dispositivo Wenner

El factor geométrico del dispositivo se deduce de k = 2π(1/AM – 1/AM –1/BM + 1/BN) Λ (--1)
Dónde: k = 2 πa

4.2.1.2. Dispositivo Schulumberger


Se trata de una composición simétrica de los electrodos AMNB dispuestos en línea, donde
la distancia de los electrodos detectores MN es mucho menor que la de los inyectores AB,
(Figura 4.6). En la práctica, AB > 5MN.

Figura 4.6, Dispositivo Schulumberger

El coeficiente del dispositivo en este caso es.


𝑏(𝑏 + 𝑎)
𝑘 =π+
𝑎
Si definimos L = b + a/2, el factor geométrico se puede expresar como:
𝐿2 𝑎
𝑘 = π( − )
𝑎 4
Si la distancia de separación de los electrodos M y N tiende a cero, el factor geométrico
queda:
𝐿2
𝑘 = π( )
𝑎
que tiende a infinito. Sin embargo la resistividad aparente es finita ya que ΔV en
ΔV
ρ=k 𝐼
decrece al mismo tiempo que a. Tendremos, pues:

𝐿2 ΔV 𝐿2
𝜌𝑎 = lim π 3 = π 𝐸
𝑎→0 𝑎 𝐼 𝑎

Dónde: E: es el campo eléctrico.

La idea del dispositivo Schlumberger consiste, pues, en utilizar una distancia MN muy
corta, de tal modo que pueda tomarse como válida la ecuación anterior. Los desarrollos

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Abdón Ricardo Flores Chura

teóricos se establecen suponiendo que lo que medimos realmente es el campo E, el cual


en la práctica se toma igual a DV/a.

Además, la precisión de las mediciones geoeléctricas de campo está muy limitada por
heterogeneidades irrelevantes del terreno (ruido geológico). En ciertos casos, el
electrodo B se lleva a gran distancia de los demás de modo que no influya sobre el valor
de DV observado. Se tiene entonces el dispositivo denominado Schlumberger asimétrico,
o semi- Schlumberger

La idea del dispositivo Schlumberger consiste, pues, en utilizar una distancia MN muy
corta, de tal modo que pueda tomarse como válida la ecuación anterior. Los desarrollos
teóricos se establecen suponiendo que lo que medimos realmente es el campo E, el cual
en la práctica se toma igual a DV/a. Trabajar con el campo eléctrico conlleva ventajas
teóricas a la hora de trabajar con expresiones analíticas, el inconveniente es que la tensión
diferencial medida disminuye linealmente con la separación a, y es inversamente
proporcional al cuadrado de la distancia L.

Además, la precisión de las mediciones geoeléctricas de campo está muy limitada por
heterogeneidades irrelevantes del terreno (ruido geológico). En ciertos casos, el
electrodo B se lleva a gran distancia de los demás de modo que no influya sobre el valor
de DV observado. Se tiene entonces el dispositivo denominado Schlumberger asimétrico,
o semi- Schlumberger.

4.2.1.3. Dispositivo Polo-Dipolo


En este dispositivo el electrodo B se lleva a una gran distancia (teóricamente en el infinito)
de los otros tres. Figura 4.7.

Figura 4.7, Dispositivo polo-dipolo


𝑏+𝑎
El factor geométrico del dispositivo en este caso es 𝑔 = 2π +
𝑎

Cuando a << b este dispositivo es equivalente al semi-Schlumberger. Una variación del


dispositivo polo-dipolo se obtiene moviendo uno de los electrodos de potencial, por

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Abdón Ricardo Flores Chura

ejemplo N, a un punto distante (teóricamente al infinito). En este caso el factor


geométrico es K = 2πb que coincide con la expresión del dispositivo Wenner, por lo que
también recibe el nombre de dispositivo half-Wenner (Telford, Geldart y Sheriff, 1990).

4.2.1.4. Dispositivo doble dipolo (axil)


En este dispositivo los electrodos se disponen sobre una línea en el orden ABMN
formando así un doble dipolo, (Figura 4.8). En América del Norte este dispositivo se
denomina a veces dispositivo dipolo-dipolo.

Figura 4.8, Dispositivo doble dipolo.

El factor geométrico del dispositivo es en este caso g = −p.n(n+1)(n+2).a. Este dispositivo


se implementa normalmente con n >> 1 (entonces AB y MN se comportan como un dipolo
de corriente y de tensión respectivamente), aunque muchos autores utilizan este
dispositivo incluso con n = 1. El factor geométrico cuando n >> 1 se puede expresar como
g = - πn3a. El inconveniente de este dispositivo es que el campo dipolar decrece con el cubo
de la distancia entre los dipolos de corriente y tensión, por lo que necesita detectores más
sensibles que los otros dispositivos.

4.2.1.5. Dispositivos Wenner α β


La Figura 4.9 muestra la disposición de electrodos en los dispositivos Wenner α y β, donde
m es un número real positivo (Roy, 1972). Un caso particular del dispositivo α-Wenner son
los dispositivos Wenner (m = 1) y Schlumberger (m << 1). El dispositivo doble dipolo es un
caso particular del β-Wenner cuando m >> 1.

Figura 4.9, Dispositivos


4.2.2. Tipos de prospecciones α-Wenner (izquierda) y β -Wenner (derecha).
geoeléctricas
La finalidad de una prospección geoeléctrica es conocer la forma, composición y
dimensiones de estructuras o cuerpos inmersos en el subsuelo a partir de medidas en la

50
Abdón Ricardo Flores Chura

superficie. Mediante la prospección geoeléctrica conseguimos trazar una cartografía de


resistividades aparentes del subsuelo que nos darán información sobre las estructuras
que subyacen en él. Las prospecciones geoeléctricas que se realizan se dividen
generalmente en:

 Sondeo eléctrico vertical (S.E.V).


 Calicatas eléctricas (C.E).
 Tomografía eléctrica.

4.2.2.1. Sondeo eléctrico vertical


La finalidad del sondeo eléctrico vertical (SEV) es averiguar la distribución vertical en
profundidad de las resistividades aparentes bajo el punto sondeado a partir de medidas
de la diferencia de potencial en la superficie. Se utiliza sobre todo para detectar y
establecer los límites de capas horizontales de suelo estratificado, (Figura 4.10).

Figura 4.10, Sondeo Eléctrico Vertical. Principio del SEV. A medida que A y B se separan, la corriente va
penetrando en las capas más profundas.

La profundidad de penetración de la corriente eléctrica depende de la separación de los


electrodos inyectores AB. Si la distancia entre los electrodos AB aumenta, la corriente
circula a mayor profundidad pero su densidad disminuye. Para un medio isótropo y
homogéneo, el 50% de la corriente circula por encima de la profundidad AB/2 y el 70.6%
por encima de una profundidad AB (Orellana, 1982). Sin embargo, no es posible fijar una
profundidad límite por debajo de la cual el subsuelo no influye en el SEV, ya que la
densidad de corriente disminuye de modo suave y gradual, sin anularse nunca, podría
pensarse que es proporcional a AB. Sin embargo esto no es cierto en general puesto que
lo dicho sólo es válido para un subsuelo homogéneo.

Durante mucho tiempo, en prospección geoeléctrica en corriente continua, la


profundidad de investigación ha sido considerada sinónimo de la profundidad de
penetración de la corriente. Sin embargo, el efecto de una capa en los potenciales o

51
Abdón Ricardo Flores Chura

campos observados en superficie no depende únicamente de la densidad de corriente que


la atraviesa. Roy y Apparao (1971) definen la profundidad de investigación característica
como la profundidad a la que una capa delgada de medida de la resistividad eléctrica del
subsuelo (paralela a la superficie) contribuye con participación máxima a la señal total
medida en la superficie del terreno. Los autores indican que la profundidad de
investigación viene determinada por la posición de los electrodos inyectores y detectores,
y no sólo por la penetración o distribución de la corriente. Esto queda claro con un
ejemplo: si se intercambian entre sí las posiciones de los electrodos de potencial con los
de corriente, la distribución de las líneas de corriente cambia. Sin embargo, en virtud del
principio de reciprocidad visto anteriormente, la resistividad aparente y por tanto la
profundidad de investigación no cambia. Definiendo L como la distancia entre los dos
electrodos extremos (sin considerar los situados en el infinito), los mismos autores
determinan la profundidad de investigación de diversos dispositivos electródicos en un
suelo homogéneo, siendo para el dispositivo polo-polo de 0,35L, para Schlumberger de
0,125L y para Wenner de 0,11L. Edwards (1977) sugiere que un valor más útil puede ser la
profundidad a la cual la mitad de la señal medida en la superficie es debida a la porción de
suelo superior a esa profundidad y la otra mitad de la señal a la porción de suelo inferior.
Barker (1989) la define como la efectiva y muestra con ejemplos la mayor utilidad de ésta
sobre la utilizada por Roy y Apparao (1971). Las profundidades de investigación efectiva
para los dispositivos Wenner, Schlumberger y doble dipolo son respectivamente de 0,17L,
0,19L y 0,25L (para este último la profundidad de investigación característica es de 0,195L),
es decir ligeramente mayores que utilizando la definición.

4.2.2.2. Calicata
La finalidad de las calicatas eléctricas (CE) es obtener un perfil de las variaciones laterales
de resistividad del subsuelo, fijada una profundidad de investigación. Esto lo hace
adecuado para la detección de contactos verticales, cuerpos y estructuras que se
presentan como heterogeneidades laterales de resistividad. Orellana (1982) resalta que la
zona explorada en el calicateo eléctrico se extiende desde la superficie hasta una
profundidad más o menos constante, que es función tanto de la separación entre
electrodos como de la distribución de resistividades bajo ellos.

Experimentalmente, la CE consiste en trasladar los cuatro electrodos del dispositivo a lo


largo de aquél.

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Abdón Ricardo Flores Chura

4.2.2.2.1. Calicata Wenner


Partiendo de sus respectivos dispositivos base, esta calicata consiste en desplazar los
cuatro electrodos AMNB a la vez manteniendo sus separaciones interelectródicas a lo
largo de un recorrido, (Figura 4.11). Se representa la distancia del origen, O, al centro de
los electrodos MN en abscisas y en ordenadas el valor de ρa (Ωm) para cada distancia x.

Figura 4.11, Calicata Wenner. Los cuatro electrodos se desplazan a su vez manteniendo sus separaciones.

4.2.2.2.2. Calicata Schlumberger


En este tipo de calicata podemos citar dos variantes. La primera sería similar a la calicata
Wenner, desplazando lateralmente los cuatros electrodos del dispositivo Schlumberger a
la vez. La segunda consiste en desplazar los electrodos detectores M y N entre A y B, los
cuales están fijos y a una gran distancia de los electrodos detectores, (Figura 4.12). La
profundidad de penetración de la medida no es constante puesto que no es una verdadera
calicata, siendo máxima cuando los electrodos MN se hallan en el centro del segmento
AB.

Figura 4.12, Calicata Schlumberger (segunda variante). Los electrodos M y N se mueven de A hasta B
manteniendo su separación

La Figura 4.13 muestra las distancias entre electrodos, donde se escoge el origen en el
punto medio entre los electrodos inyectores.

53
Abdón Ricardo Flores Chura

Figura 4.13, Dispositivo de cuatro electrodos. La corriente se inyecta por los electrodos externos y la diferencia
de potencial se mide entre los electrodos M y N.

El factor geométrico es en este caso

−1
1 1 1 1
g(x) = 2π( 𝑑− 𝑑 − 𝑑 + 𝑑 )
𝐿+(𝑥− 𝐿−(𝑥− ) 𝐿+(𝑥+ ) 𝐿−(𝑥+ )
2 2 2 2

Si la medida es de campo eléctrico, es decir si d tiende a cero, la resistividad aparente es

𝜋(𝐿2 − 𝑥 2
ρa(x) = 𝐼(𝐿2 +𝑥 2 𝑥
𝐸

Si la distancia entre los electrodos inyectores es muy grande respecto a las otras
distancias, es decir, si L >> x, d, la resistividad aparente es:

𝜋𝐿2 ∆𝑉(𝑥)
ρa(x) =
𝐼 𝑑

Si en este último caso la distancia d tiende a cero (medida del campo eléctrico) tenemos
que:

𝜋𝐿2
ρa (x) 𝐼
𝐸𝑥

4.2.2.3. Sondeos de resistividad 2-D (Tomografía eléctrica)


En su sentido más amplio la Tomografía es una técnica geofísica para el estudio del
subsuelo que consiste en determinar la distribución de un parámetro físico característico
del mismo dentro de un ámbito espacial limitado, a partir de un número muy elevado de
medidas realizadas desde la superficie del terreno o desde sondeos.

La Tomografía eléctrica tiene por objetivo específico determinar la distribución real de la


resistividad del subsuelo en el ámbito comprendido entre dos sondeos o bien hasta un
cierto rango de profundidad a lo largo de un perfil de medida, a partir de los valores de
resistividad aparente obtenidos mediante medidas realizadas por métodos
convencionales de corriente continua.

Un factor clave de esta técnica es el número y distribución de las medidas de campo ya


que de él depende tanto su resolución como la profundidad de investigación. Como regla
general, un estudio mediante Tomografía eléctrica requiere la obtención de un número
muy elevado de datos, con un pequeño espaciado entre medidas para conseguir la

54
Abdón Ricardo Flores Chura

necesaria resolución lateral y también que las medidas se realicen involucrando de forma
progresiva varios rangos de profundidad.

El resultado final de este tipo de estudio es una sección distancia-profundidad con la


distribución de la resistividad real del subsuelo, fácilmente comprensible en términos
geológicos o geotécnicos. En este sentido conviene aclarar que la Tomografía eléctrica no
es en modo alguno comparable a las Calicatas Eléctricas convencionales ya que estas
últimas únicamente proporcionan información de tipo cualitativo, aunque las medidas de
campo se efectúen de forma similar en ciertos aspectos.

Sin embargo la Tomografía eléctrica exige el empleo de una instrumentación específica


capaz de realizar un gran número de medidas de forma rápida y fiable. Las medidas de
resistividad aparente del terreno para un estudio mediante Tomografía eléctrica se
efectúan mediante técnicas de corriente continua con posibilidad de empleo de una gran
variedad de dispositivos en lo que a la distribución de los electrodos se refiere. Entre los
más habitualmente utilizados cabe citar los dispositivos polo-dipolo, dipolo-dipolo,
Schlumberger, etc. Combinando adecuadamente resolución lateral y profundidad de
investigación, la Tomografía eléctrica es, sin duda, una de las herramientas de carácter no
destructivo más eficaz para el estudio y caracterización de posibles discontinuidades del
subsuelo en el rango desde algunos metros hasta centenares de metros de profundidad.

4.2.3. Ámbitos de aplicación


Por su capacidad resolutiva al investigar hasta profundidades que pueden llegar a
centenares de metros, la Tomografía eléctrica es aplicable a cualquier estudio del
subsuelo donde interese identificar todo tipo de accidentes o discontinuidades que
representen un contraste suficiente en la distribución de resistividad del medio rocoso.

Entre los objetivos más habituales a resolver mediante esta técnica cabe mencionar los
siguientes:

 Detección y caracterización de fallas determinando su zona de influencia, rumbo,


buzamiento y extensión en profundidad.
 Detección de contactos entre unidades litológicas de diferente naturaleza,
determinando la morfología y localización precisa de tales discontinuidades.
 Detección y caracterización de accidentes kársticos, tales como cavidades, rellenos
arcillosos, etc.

55
Abdón Ricardo Flores Chura

Respecto a otros métodos geofísicos, como por ejemplo el método Sísmico de Refracción,
de aplicación frecuente en ciertos campos de las ciencias de la Tierra tal como la
Geotecnia, la Tomografía eléctrica no puede considerarse excluyente aunque tiene
algunas particularidades que la hacen aplicable en ciertas zonas y para la resolución de
ciertos problemas que el método Sísmico de Refracción no puede resolver. Por ejemplo,
cuando se trata de la detección y caracterización precisa de discontinuidades no
horizontales de los macizos rocosos o bien en el estudio de zonas situadas bajo niveles
rocosos con mayor grado de consolidación e integridad que los materiales subyacentes.

Esta capacidad hace que la Tomografía eléctrica sea particularmente atractiva en estudios
Geotécnicos donde es frecuente el empleo de técnicas geofísicas convencionales.

Esta técnica se conoce también como sondeo eléctrico continuo o CVES (Contiuous
vertical electrical sounding), que permite visualizar la distribución de la resistividad
eléctrica del subsuelo mediante secciones bidimensionales.

Un ejemplo de aplicación se presenta en la figura 4.14, en las cuales se muestra el equipo


de lectura, la distribución electródica utilizada, y el esquema del resultado esperado del
pseudoperfil en donde se aprecian los contrastes de los materiales.

Figura 4.14, Arreglos de los electrodos en los sondeos eléctricos 2d y la secuencia de las medidas utilizadas para
la construcción de los pseudoperfiles (tomado de Wide World, presentación en Power Point “Prospección
Geofísica mediante Tomografía Eléctrica”).

En la Figura 4.15, se presenta el resultado gráfico de un caso práctico, en donde se aprecian


los contrastes de los materiales y su interpretación para las condiciones locales del
estudio.

56
Abdón Ricardo Flores Chura

Figura 4.15, Caso práctico de Tomografía Eléctrica (tomado de Wide World, presentación en Power Point
“Prospección Geofísica mediante Tomografía Eléctrica”).

57
CAPITULO V

CAPÍTULO V
METODOLOGÍA Y PROCESO DE DATOS

5.1. Metodología de Estudio

5.1.1. Mediciones en el Perfil Geoeléctrico


Se realizaron las mediciones tomando en cuenta lo siguiente:
 Las lecturas comprenden la emisión de corriente enviada por el Transmisor a través
del cable de corriente y electrodos hacia el terreno.
 La recepción de potencial eléctrico y registro de valores a través del receptor.
 Comunicación constante entre el operador de transmisor, operador de receptor y
personal de apoyo mediante el uso de radios móviles.
 El operador del Transmisor (Tx), realizara el envío de corriente a solicitud del
operador del Receptor (Rx) y siempre en coordinación con el personal de apoyo
encargado de los cables de corriente, la confirmación del envió de corriente es
indicado al personal de corriente para que no toquen los cables mientras se envía
energía y junto a esta indicación se da el valor de la intensidad de corriente (mA) al
operador de Rx. Este valor es ingresado al Rx y se realiza las mediciones, en cada
medida se deberá considerar los valores de resistividad y cargabilidad, una vez
registrado y almacenado en el receptor, el operador de Rx indica al Operador de Tx
para que corte el flujo de corriente y este a su vez indicara al personal de cable de
corriente que la corriente está cortada y pueden avanzar al siguiente punto.

5.1.2. Base de Datos


Los datos obtenidos en Campo fueron almacenados en la memoria del Receptor, en el que
se consignan la ubicación de cada línea, los electrodos de medida, los electrodos de
emisión de corriente, los valores la Intensidad de corriente emitida, el Voltaje primario, el
número de repeticiones de intervalos de lecturas, el tiempo de domino de las lecturas
(2000 ms), los valores de Resistividad aparente.
Con esta información se procede a generar los primeros resultados como
Pseudosecciones, a través del cual se realiza un Control de calidad de los datos
observando los errores de la desviación estándar de los datos del potencial primario en
cada dipolo, cuyos valores menores al 4% son aceptados para el procesamiento de estos.

58
CAPITULO V

5.1.3. Revisión de datos


En esta etapa se validan los datos y se eliminan valores incoherentes o ruidos generado
por factores externos como; malas conexiones, errores de valores de Intensidad. Se
validan los valores de diferencias de potencial mayores a 0.1 mV.

5.1.4. Proceso de inversión

5.1.4.1. Formato del archivo de datos


El archivo requerido por el software RES2DINV debe ser de extensión.dat y con el formato
que se describe a continuación:

 Línea 1: Nombre.
 Línea 2: Espaciamiento mínimo entre electrodos.
 Línea 3: Número del arreglo. Wenner (1), Polo-Polo (2), Dipolo-Dipolo (3), Polo-Dipolo
(6), Schlumberger (7) y ecuatorial Dipolo-Dipolo (8).
 Línea 4: Nro. Total de puntos.
 Línea 5: Posición del punto. Si se da la posición del primer electrodo del arreglo se
digita 0, si se da la posición del punto medio del arreglo se digita 1.
 Línea 6: Etiqueta para datos IP. Si existen datos de resistividad aparente se digita 0.
 Línea 7: Si el arreglo es Dipolo-Dipolo, los datos deben ir en 4 columnas donde la
primera será de la posición, la segunda del abertura del dipolo, la tercera el nivel n y
la cuarta el valor de resistividad aparente. Si el arreglo es del tipo Wenner, los datos
irán en 3 columnas: la primera ser de la posición, la segunda de la abertura del arreglo
y la tercera el valor de resistividad. Al final del archivo se agregan 6 ceros
consecutivos.
 En el caso de incluir la topografía se agrega un 2 bajo la última línea de datos, luego
en la línea siguiente se agrega la cantidad de datos topográficos y a continuación los
datos en 2 columnas, la primera con la posición respecto del primer electrodo y la
segunda columna con la altura de ese punto. Una vez ingresado esto, en la línea
siguiente se coloca un número entero correspondiente a la posición en los datos
topográficos del primer electrodo. A continuación se agregan 6 ceros consecutivos.

5.1.4.2. Procedimiento para la inversión de datos


En primer lugar se abre el archivo de datos (file-read data file) y se eligen los parámetros
de inversión (tool bar - inversión). En caso de que los datos resulten ser muy ruidosos, se
recomienda usar el método de inversión que incluye un suavizado del modelo de

59
CAPITULO V

resistividad. A continuación se selecciona el método de inversión a utilizar, el cual puede


ser el de elementos finitos o el de mínimos cuadrados. En caso de tratar con datos que
incluyen topografía, se debe utilizar s. o s. el método de elementos finitos. Finalmente se
le ordena al software realizar el procedimiento de inversión mediante aproximación por
mínimos cuadrados.

Durante el proceso de inversión aparece una ventana de diálogo que pregunta si se quiere
realizar otra iteración. La respuesta queda a juicio del usuario. Con cada iteración se
recalcula el modelo idealizado y por lo tanto también los parámetros calculados, con el fin
de aproximar estos .últimos a los parámetros medidos. Luego de finalizado el proceso de
inversión se despliega el resultado del mismo, el cual consiste en tres gráficos: el gráfico
de los parámetros medidos, el gráfico de los parámetros calculados y el gráfico del modelo
de resistividades reales encontrado.

5.2. Instrumentación
A continuación se describen los Equipos utilizados en la ejecución del Estudio:
 Receptor
 Transmisor
 Motor generador
 Accesorios

5.2.1. Receptor
 El Receptor es de la Marca IRIS Instrument, ELREC PRO, de 10 canales (Fig. 5.1), es un
receptor que tiene la capacidad de medir resistividades y cargabilidad del subsuelo,
posee 20 ventanas de cargabilidad y un display LCD grafico
 Los datos (21 000 lecturas máximas) se almacenan en memorias flash.

Figura 5.1, Receptor ELREC PRO, de 10 canales

60
CAPITULO V

5.2.2. Transmisor de corriente, TIP5KW


En la Figura 5.2, se muestra el Transmisor de Corriente en la obtención de las mediciones
geoelectricas:
Características:

 Potencia: 5000W.
 Corriente máxima: 10Amp
 Voltajes de salida: 200, 300, 500, 700, 1000, 1500, 2000, 2500 y 3000V referenciales.
 Voltaje de entrada: 220 Vac trifásico
 Frecuencia: 60Hz.
 Módulo de control digital microcontrolado
 Dominio de Tiempo: 1, 2, 4 y 8 Seg.
 Resolución Amp.: 10mA
Componentes:
 Módulo de control digital
 Módulo de potencia
 Cable de interconexión
 Cable de poder
 Caja de transporte

Figura 5.2, Transmisor de Corriente

5.2.3. Motogenerador de corriente


En la Figura 5.3, se muestra el generador de corriente utilizado.

61
CAPITULO V

Características

 Tipo de maquina 6500 (D) DC


 Mode Single cylinder, 4-stroke, forced air cooling
 Tiempo de operación 9 hrs
 Carga de voltaje 12
 Carga de corriente (A) 8.3
 Voltaje 110/220/230/240
 Tensión de salida 5 Kw
 Máxima tensión 5.5 Kw
 Accesorios Voltímetro, regulador de voltaje automático

Figura 5.3, Motogenerador de corriente

5.3. Accesorios
 Electrodos: barras metálicas, cuyo número variara en función del problema.
 Ordenador portátil; Implementado con los programas correspondientes para
procesar la información y visualizar los resultados obtenidos.

5.4. Procesamiento de Datos


Los datos obtenidos se procesan en el Software de Interpretación: Res2DInv.

5.5. Resultados de la Tomografía de Resistividad Eléctrica


La Tomografía Eléctrica se muestra a través de un perfil de resistividad 2D, de la
distribución de la “verdadera” resistividad del subsuelo.
Se efectuó 2 Líneas de Tomografía Eléctrica):

62
CAPITULO V

 Tomografía eléctrica 1 con un espaciamiento de 30 metros entre cada electrodo y con


una longitud de 390 metros, ubicado a un costado de la pista y al frente del Terreno
objeto del Estudio.
Las coordenadas (UTM) de cada punto de medición se muestran en el siguiente
cuadro, (Cuadro 5.1).

Cuadro 5.1, Coordenadas UTM


Tomografía Eléctrica 1

DISTANCIA COORDENADAS ALTITUD


PUNTO
(m) ESTE NORTE (m)
0 0 222998 8190584 2473
1 30 282988 8190556 2473
2 60 222976 8190530 2473
3 90 222963 8190503 2473
4 120 222949 8190478 2471
5 150 222938 8190450 2470
6 180 222928 8190424 2470
7 210 222914 8190398 2474
8 240 222902 8190370 2471
9 270 222890 8190343 2471
10 300 222877 8190314 2470
11 330 222862 8190287 2468
12 360 222851 8190266 2466
13 390 222840 8190241 2466

 Tomografía eléctrica 2 con un espaciamiento de 25 metros entre cada electrodo y con


una longitud de 300 metros, ubicado en la Quebrada de Añashuayco a la altura donde
inicia la Ruta del Sillar.
Las coordenadas (UTM) de cada punto de medición se muestran en el siguiente
cuadro, (Cuadro 5.2).

63
CAPITULO V

Cuadro 5.2, Coordenadas UTM


Tomografía Eléctrica 2

DISTANCIA COORDENADAS ALTITUD


PUNTO
(m) ESTE NORTE (m)
0 0 221644 8189505 2397
1 25 221663 8189521 2399
2 50 221682 8189537 2399
3 75 221700 8189553 2401
4 100 221719 8189569 2402
5 125 221738 8189585 2403
6 150 221757 8189601 2405
7 175 221776 8189618 2406
8 200 221795 8189632 2407
9 225 221814 8189649 2408
10 250 221834 8189664 2409
11 275 221852 8189681 2411

La ubicación y dirección de los puntos de medición de los estudios de Tomografía


Eléctrica, se muestran en el siguiente mapa:

NE

SO

NE

SO

Mapa 5.1, Mapa de ubicación de los puntos de medición de los estudios de Tomografía Eléctrica

64
CAPITULO V
BIBLIOGRAFÍA
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HÉCTOR DÍAZ URQUIZO, ING. ROBERTO KOSAKA MASUNO. “Geología y Estratigrafía
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