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CAPÍTULO I
GENERALIDADES
1.1. Introducción
Se ejecutará dos Estudios de Tomografía Eléctrica c0n el objetivo de identificar con alta
probabilidad zonas con formaciones geológicas que contengan agua en cantidad suficiente
para el uso industrial.
1.2. Objetivos
1.2.1. Objetivo General
Determinar la probable presencia de agua subterránea.
1.2.2. Objetivo Específico
Obtener secciones 2D de resistividades del subsuelo.
Describir las características del subsuelo.
1.3. Hipótesis
“Que mediante la aplicación del conocimiento geológico y los parámetros geofísicos de
prospección, se puede concluir la probable presencia de aguas subterráneas con
saturación importante para poder ser extraídas”
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Abdón Ricardo Flores Chura
Tomografía Eléctrica 2. Ubicado a un costado donde inicia el circuito Turístico La Ruta del
Sillar, con orientación SO-NE, (Ver Figura 1.1).
A continuación se detalla las coordenadas UTM WGS-84:
Figura 1.1, Imagen satelital con ubicación de los estudios de Tomografía Eléctrica 1 y 2
1.5. Accesibilidad
Para llegar a la zona de estudio se toma la carretera que lleva al Parque Industrial de Río
Seco que va paralelo a la Quebrada de Añashuayco por su margen derecha, en el Distrito
de Cerro Colorado – Arequipa.
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Abdón Ricardo Flores Chura
CAPÍTULO II
GEOLOGÍA Y GEOMORFOLOGÍA DE LA ZONA
2.1. Geomorfología
En el cuadrángulo de Arequipa se han distinguido seis unidades geomorfológicas
relativamente diferentes; ellas son: Planicie-costanera, Cordillera de Laderas,
Estribaciones del Altiplano, Altiplanicies, Arco Volcánico del Barroso y Penillanura de
Arequipa.
Esta unidad se encuentra en el sector Suroccidental de la Hoja y está limitada por el Este,
con la Cordillera de Laderas, y por el Oeste, con la Cordillera de la Costa que se halla
ubicada fuera del área estudiada.
La Planicie costanera es una superficie llana, extensa, formada en sedimentos
subhorizontales de edad cenozoica; disectada medianamente por quebradas anchas, de
fondo plano y poco profundas, tributarias del río Vítor. Sus altitudes varían de 1,400
m.s.n.m., cerca de la esquina Suroeste, a poco más de 2,000 m.s.n.m., en las partes más
elevadas, con una pendiente de 2.5% inclinada hacia el Suroeste.
El río Vítor corta a la Planicie a través de un valle amplio, cuyo lecho está a 200 m. de la
superficie.
2.1.2. Cordillera de Laderas
Es una cadena montañosa con una elongación de Noroeste a Sureste que se prolonga
por muchos kilómetros fuera de la hoja de Arequipa.
La mayor parte de esta unidad, en el área de estudio, está constituida por rocas
plutónicas; pero, hacia el Noroeste, predominan las rocas metamórficas del Complejo
Basal y en la parte Sureste, dentro de la masa, intrusiva, se encuentran algunos
remanentes de rocas sedimentarias.
El relieve muestra pendientes altas hacia los flancos, cuyos puntos más elevados están
representados por las cumbres de los cerros Santa Rosa (2,982 m.), Torconta (3,040), Las
Laderas (2,620 m.) y San Ignacio (2,655 m.), caracterizados por sus formas redondeadas
o rugosas.
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CAPITULO II
Esta cadena de cerros presenta un sistema de drenaje detrítico y está atravesada por los
valles encañonados del Sihuas y Vítor.
Se caracteriza por presenta una topografía agreste, de relieves prominentes, surcada por
numerosas quebradas y valles profundos. Sus formas están íntimamente ligadas a la
estructura y a la diversa resistencia al intemperismo y erosión de las diferentes unidades
litológicas.
Así mismo, la erosión ha incidido sobre la antigua superficie de Laderas (W. Jenks, 1948),
labrada antes de la deposición de los volcánicos Tacaza.
2.1.4 Altiplanicies
En el límite Norte de la hoja, sobre las Estribaciones del Altiplano, se presente pequeñas
áreas, más o menos planas, con ligeras ondulaciones y de contornos irregulares,
separadas por quebradas profundas que cortan capas volcánicas sub-horizontales. A
estas áreas, en el presente informe, se les da el nombre de Altiplanicies.
Las altiplanicies presentan una inclinación hacia el Oeste Suroeste, con un pendiente de
4 a 5% y sus altitudes varían de 3,600 a 3,800 m.
Parte de esta cadena se encuentra en el sector Noreste de la hoja y está formada por los
aparatos volcánicos del Chachani (6057 m.), Nocarena (5784 m.), y Las Minas (5015 m.),
además de numerosos conos adventicios de menor altitud. Estos aparatos volcánicos se
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CAPITULO II
elevan, con respecto al nivel del mar, a partir de los 4,000 m. en el Altiplano (Hoja de
Characato) y de los 2,800 m. en el área de estudio.
El río Chili que ingresa al área de Arequipa con una cota de 2,600 m., forma un profundo
cañón que separa los volcanes Chachani y Misti, este último situado en la hoja de
Characato.
Las cumbres escarpadas del Chachani y Nocarane, son las únicas cubiertas por nieve
perpetua; sin embargo, en las épocas de mayor precipitación, gran parte de esta
Cordillera se halla cubierta por una capa de nieve poco persistente.
La penillanura se ha formado en los tufos del volcánico Sencca, que ocuparon una
depresión originada, posiblemente, por erosión.
Las altitudes de esta superficie ascienden desde los 1,800 m. hasta los 2,600 m.s.n.m.,
con una pendiente de 5%, inclinada hacia el Suroeste.
2.1.7. Drenaje
El drenaje del área estudiada se realiza por los ríos Sihuas, Vítor, Yura, Chili y por
numerosas quebradas y riachuelo.
El río Sihuas fluye hacia el Suroeste, atravesando el conjunto de rocas mesozoicas y del
Complejo Basal, formando un cañón abrupto en su corto recorrido dentro del área en
mención.
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CAPITULO II
Sus principales tributarios son los ríos Pichirigma, Huanca, Taya y Lluta, los cuales tienen
agua permanente y corren a lo largo de valles profundos y encañonados, generalmente
con una sección transversal en “V”.
El río Yura, tiene su cuenca de colección en la falda Sur del Nevado Ananta, dentro de la
hoja de Chivay. El tramo superior, desde su ingreso a la hoja de Arequipa hasta la altura
de La Calera, recibe el aporte de numerosos riachuelos y sigue un rumbo Sur-Suroeste
hasta su confluencia con el río Chili.
El río Chili se origina en la confluencia de los ríos Sumbay y Blanco, en la hoja de Characato,
é ingresa al área por el borde oriental, a través de un cañón profundo de flancos
escarpados, entre el volcán Chachani y el Misti.
El río Vítor se forma por la unión de los ríos Yura y Chili en el caserío de Palca a 1,500
m.s.n.m.
El río Vítor, que en el área de estudio sólo recorre 23 kms. se une con el río Siguas
2.2. Estratigrafía
En el área de Arequipa ocurren las siguientes unidades litológicas:
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CAPITULO II
Jurásico (Grupo Yura) y por rocas intrusivas pertenecientes al Batolito de la Caldera que
afloran en la parte meridional de la ciudad.
Encima del Basamento ocurren unas rocas que han sido poco estudiadas y que
corresponden a andesitas y basaltos que afloran en la zona del puente Cincel (Cárdenas,
1960); inmediatamente son sobreyacidos por el volcánico ignimbrítico Sencca, que
corresponde a coladas en forma de “nubes ardientes” eyectadas en las etapas finales de
la erupción del Chachani. Se distinguen en la región de Arequipa hasta cuatro (4) tipos de
tufos:
El Tufo Basal (20 m.): Caracterizado por su color blanco a rosáceo y formar un agregado
de fragmentos de pómez, vidrio y cristales de cuarzo, feldespatos y otros minerales; se
presenta a veces bien consolidado (tufo macizo en Yura de Jenks, 1948), aflora en
Mollebaya Chico (Frente a la est. El Arenal), en Quishuarani, en la Qda. Canaura. En la zona
de Casablanca (Huaico) en la parte superior se han depositado sedimentos tufáceos de
probable origen lagunar (hasta 10 m.), intercalados con brechas de rocas intrusivas
(batolito).
Luego ocurre un Tufo Rosado que se caracteriza por la ausencia de cuarzo y corresponde
a flujos fragmentarios que afloran en Quishuarani, Uchumayo, Mollebaya Chico, Tiabaya,
etc. Estos tufos se originaron por una explosión muy violenta y de gran distribución
alcanzando un espesor de hasta 80 m. y en general se presenta inconsolidado.
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Los mejores afloramientos de esta unidad se les observa en el corte del río Chili entre
Chilina y Charcani, en la margen derecha donde se asocia con capas de piedra pómez.
Todas estas etapas eruptivas correspondientes a la actividad del volcán Chachani y en
menor grado por el Misti y Pichu Pichu, han sido clasificadas por Jenks (1948) y por
Cárdenas, 1960.
Sigue hacia arriba en la columna, la Fm. Cuíco (Laharie, 1973) o Capillune regionalmente
(Mendivil, 1965) conformada por conglomerados y areniscas color negro en la parte basal
los cuales erosionan a los tufos “salmón”.
Esta unidad no ha sido mapeada por Vargas (1970), solo reconoce un conglomerado
aluvial Pleistoceno que está en discordancia erosional sobre el volcánico Sencca. Esta
unidad fue reconocida por Guizado (1968) en el cuadrángulo de Aplao y que continúa
hacia el sector SO del cuadrángulo de Arequipa (pampas de Vitor y Siguas). Aunque es
importante mencionar que Vargas (1970) cita unos afloramientos en el valle del río Chili
(Charcani) y en Yura viejo entre los tufos Sencca y los volcánicos Chila, conformados por
piroclásticos redepositados de color gris oscuro y amarillo pardo, que tienen reducido
espesor. Esta Fm. ha sido ampliamente cartografiada en la zona NO del cuadrángulo de
Characato. En la zona del cono norte de Arequipa aflora muy bien en los cortes de las
quebradas, erosionando y rellenando paleorelieves del tufo “salmón“ a veces
redepositado. La litología que caracteriza esta unidad son conglomerados fluviales a la
base luego areniscas volcánicas de color negro, interestratificada con capas delgadas de
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Los depósitos Morrénicos, que se localizan cerca a las cumbres de los principales conos
volcánicos. Los materiales son de origen volcánico y la potencia variable;
corresponderían a la última glaciación (8000 - 6000 años).
Los materiales Aluviales recientes son producidos por aluvionamientos que rellenan el
fondo de las quebradas. Litológicamente presentan conglomerados poco consolidados,
gravas y arenas y menor arcilla; la potencia de estos depósitos depende del carácter de
la depositación y configuración topográfica.
Su litología consiste de calizas grises y marrones con corales, sobre brechas volcánicas,
tufos piroclásticos, derrames lávicos, y capas de calizas ferruginosas con muy pocos
fósiles, su afloramiento en la zona de estudio es irregular con dirección predominante
NE-SO, hacia la parte inferior alternan derrames y brechas volcánicas y tufos de color
violáceo, marrón oscuro y verdoso, con una marcada esquistosidad hacia la base, en la
parte intermedia se exponen areniscas de color violáceas oscuras, calizas, lutitas
pizarrosas, cuarzo a manera de sílex bandeada rojo ladrillo y verde claro, calizas
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silicificadas, alternan con derrames lávicos, brechas volcánicas moradas. En los niveles de
calizas se observa fósiles tipo Arnioceras.
Al SO de Cerro Negro esta formación aflora rodeado de tufos y consta de calizas gris
claras a gris oscuras en niveles delgados intercalados con areniscas fosilíferas y lutitas
bituminosas, hacia la base presenta areniscas calcáreas con contenido de gasterópodos
y concreciones, calizas fosilíferas y coquinas de tonos rojizos.
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Toarciano Superior a Bajociano medio, se correlaciona con las formaciones San Francisco
y la parte superior de la formación Pelado en la zona de Pachía- Palca, como las
formaciones Chunumayo y Condorsinga de la zona central del Perú.
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En la zona de Chapí las areniscas se alternan con lutitas, presentan restos fósiles y niveles
de slumping, hacia el techo se observa turbiditas proximales, en Omate los niveles de
areniscas son más potentes con altos niveles de slumping y acanalamientos y algunos
diques clásticos.
El miembro Inferior tiene una potencia de 250 m y consiste de lutitas de color negras con
contenido de restos orgánicos de plantas, intercalados con cuarzo arenitas desde 0.50
hasta 3.0 m, las lutitas en algunos niveles inferiores está en forma laminada interrumpida
por paleocanales, el 1º canal fue rellenada posteriormente por paleocanales menores con
estructuras de slumping y cantos de arcillas que indican una sedimentación caótica, el
segundo canal con estructuras de slumping y cantos de arcilla con sedimentación
intercalada de areniscas arcillosas y lutitas.
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de areniscas tipo olistolitos con grandes bloques de arenisca que rodaron pendiente
abajo. El miembro superior consta de lutitas de color negras con intercalaciones de
areniscas arcillosas de tonos grises, las areniscas son de grano subangulosos a
subredondeados con contenido de 70% de cuarzo englobado en una matriz arcillosa, las
estructuras son de slumping, continúan una sedimentación de lutitas con contenido de
anmonites y estructuras de burrows, hacia el tope contiene sedimentos terrígenos.
Su análisis deposicional del primer miembro pertenece a una corriente turbidítica de alta
energía, posteriormente los canales mayores fueron rellenadas por canales menores por
decrecimiento de la energía de corriente con presencia de derrumbes y slumping debido
a sismos ocurridos en este periodo, hacia el tope se depositan sedimentos de grano fino
perturbadas por slumping para terminar con una mayor estabilidad del substratum
marino. Se observa un progresivo relleno del desnivel existente entre la plataforma y el
fondo marino lo que generó una mejor estabilidad del medio y pierde profundidad.
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Por su posición estratigráfica y los fósiles reconocidos se le asigna una edad Barremiano
Inferior perteneciente al cretáceo Inferior, (Ver Cuadro 2.1).
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y areniscas en estratos delgados, mientras que hacia el tope las areniscas se presentan
en bancos con fracturas de tensión. Litológicamente en la base se compone de lutitas
marrón rojizas, verdosas y gris oscuras fisibles, deleznables, alternando con areniscas de
grano medio de tonos blanco-rojizos, areniscas gris blanquecinas con tintes rojo púrpura
de estratificación cruzada, lutitas abigarradas de estratificación laminar intercaladas con
areniscas y niveles delgados de calizas, la parte media se caracteriza por la presencia de
areniscas de tonos blanquecinos a pardo amarillentas en superficie fresca y cambian a
tonos rojo violáceos en superficie intemperizada, grano medio a grueso y conglomerático
de estratificación cruzada, encima al tope se presenta lutitas de tonos purpúreos y
gradan a areniscas, con intercalaciones de yeso y calizas, estos últimos han actuado como
material lubricante favoreciendo los sobreescurrimientos.
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Es conocido los volcánicos Sencca compactos que están constituidos por tufos de color
blanco algo poroso y originado de nubes ardientes de alta temperatura denominados
sillares, y los volcánicos Sencca Salmón que son tufos de color rosáceo, su presentación
es en bancos subhorizontales algunas veces siguiendo los lineamientos de la topografía
pre-existente, (Ver Cuadro 2.1).
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una edad Pleistocénica, se le correlaciona con parte del Volcánico Sillapaca, (Ver Cuadro
2.1).
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CAPITULO III
CAPÍTULO III
HIDROGEOLOGÍA
3.1. Definiciones
El agua subterránea es uno de los componentes de la hidrosfera. El flujo subterráneo y sus
procesos hidroquímicos asociados pertenecen al ciclo hidrológico, que depende de
estructura ecológico-geológica y la composición petrológica de la litosfera.
Una muy pequeña parte del agua subterránea (agua joven) se origina a partir del magma
procedente del interior de la Tierra.
Poros, son los intersticios intergranulares que hay entre los granos de los sedimentos
clásticos consolidados y no consolidados, o en las tobas volcánicas sueltas, (Figura
3.1a).
Fisuras, son fracturas o grietas en las rocas, (Figura 3.1b) y
Cavidades, presentes en las rocas carbonatadas, (Figura 3.1c) y en los tufos de lava de
las rocas volcánicas.
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CAPITULO III
En las zonas fisuradas se forman caminos de flujo duales, que pueden contribuir
substancialmente a la recarga de agua subterránea o interconectar acuíferos mediante
acuitardos que gotean. La composición petrológica (litológica) del acuífero y la interfaz
agua-roca controla las reacciones hidroquímicas de los componentes disueltos en el agua
subterránea.
El importante sistema carbonato- CO2 del agua subterránea es uno de los casos que se
han de considerar cuando se realiza la datación del 14C del CID del agua subterránea; Clark
y Fritz 1997).
Figura.3.1, Tipos de intersticios de roca y su relación con la textura y la porosidad. (A) Depósitos sedimentarios
con una elevada porosidad, (B) rocas porosas por fisuración, y (C) rocas porosas debido a fracturas disueltas.
3.3.1. Porosidad
Se supone un elemento sólido con un volumen total Vtot y una masa total Mtot, un volumen
de la fase sólida Vsol con una masa Msol, una fase líquida representada por agua y sales
disueltas con un volumen Vliq y una masa Mliq, y finalmente el volumen de la fase gas Vgas
(aire y vapor de agua) con una masa despreciable, (Figura 3.2).
El volumen relativo de poros de la roca es la porosidad total, mtot, que se define como:
𝑉𝑝𝑜𝑟
𝑚𝑡𝑜𝑡 =
𝑉𝑡𝑜𝑡
Donde Vpor es el volumen de poros, llenos de gas (Vgas) y llenos de líquido (Vliq):
Sólo parte del agua de los poros (Vliq) es libre y móvil (Vmov); el resto (Vret) se halla ligada
por las fuerzas capilares y las higroscópicas y presentan un tiempo de retención elevado.
De esta manera, el agua libre (o gravitatoria o gravífica) y el agua ligada (por capilaridad y
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CAPITULO III
por higroscopia) poseen tiempos de retención diferentes, que se pueden estimar a partir
de análisis isotópicos.
El volumen de poros disponible para el movimiento de agua gravífica (Vef) en relación con
el volumen total se denomina porosidad efectiva o porosidad cinemática o porosidad
drenable):
𝑉𝑒𝑓
𝑚𝑒𝑓 =
𝑉𝑡𝑜𝑡
Al volumen de poros que contiene agua ligada por efecto de las fuerzas capilares (Vret) en
relación con el volumen total (Vtot) se denomina retención específica porosidad capilar o
porosidad de retención.
La zona saturada consta de fase sólida y fase líquida. En la zona no saturada los poros de
la roca se encuentran parcialmente llenos de agua y de aire (medio con tres fases).
Figura 3.2, Saturación de los poros con agua. Vtot = volumen bruto de la roca, Vsol = volumen del material sólido
(matriz), Vpor = volumen de los poros, Vliq = volumen lleno de agua, Vgas = volumen lleno de gas, Vmob = volumen
de poros libres mediante el flujo gravífico del agua móvil, Vret = volumen de poros lleno de agua que se encuentra
ligada por las fuerzas capilares e higroscópicas.
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CAPITULO III
𝑉𝑙𝑖𝑞
Φ=
𝑉𝑡𝑜𝑡
3.3.2. Almacenamiento
Hay dos tipos de acuíferos: el acuífero freático, que tiene el techo a la presión atmosférica,
y el acuífero confinado, que tiene en su techo una capa confinante.
Es igual al volumen de agua que sale del acuífero cuando el nivel piezométrico disminuye
1 metro. Es adimensional y se expresa como:
En la mayoría de los acuíferos confinados, los valores de S abarcan valores que van desde
5×10-5 hasta 5×10-3. Esto implica que para obtener un gran volumen de agua se han de
producir importantes cambios de presión sobre enormes áreas. El valor de S se determina
a partir de los ensayos de bombeo de los pozos. En los acuíferos no confinados el
coeficiente de almacenamiento S iguala la porosidad efectiva m ef cuando se libera casi
todo el agua al descender el nivel freático no confinado (“libre”) como consecuencia del
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CAPITULO III
Figura.3.3, Relación entre el tamaño de grano medio y las propiedades de almacenamiento de agua (porosidad
total, porosidad drenable y retención específica) de los aluviales de las grandes cuencas (según Davis y DeWiest
1966).
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CAPITULO III
Las líneas equipotenciales se desvían de las hidroisocronas en aquellas regiones donde las
líneas equipotenciales son muy densas, es decir, el gradiente hidráulico es muy elevado y
por consiguiente la velocidad del agua será más grande que en cualquier otro lugar. Esto
también ocurre en el caso de que el flujo subterráneo actual sea diferente del flujo
subterráneo pasado. Por ejemplo, si la edad del agua subterránea aumenta de forma
rápida cuando se acerca al área de descarga, esto puede indicar que la tasa de recarga de
agua subterránea aumentó en el pasado.
Las redes de flujo sólo son válidas cuando el flujo subterráneo se halla en el estado
estacionario. Cualquier cambio en la situación geohidráulica modificará la red de flujo. Este
hecho se ha de tener en cuenta, siempre y cuando los datos isotópicos de la recarga de
agua subterránea del pasado hayan de relacionarse con la red de flujo actual, la cual
también queda modificada por extracciones de agua subterránea.
Para construir una red de flujo generalmente se utilizan secciones verticales del sistema
flujo subterráneo o proyecciones verticales sobre un plano horizontal (por ejemplo, para
ilustrar el flujo subterráneo horizontal a escala regional en un mapa). En un medio rocoso
homogéneo e isótropo, el nivel freático controla la forma de la red de flujo que, en las
regiones húmedas con recarga directa de agua subterránea procedente de la
precipitación generalmente se adapta a la morfología.
Figura 3.4, Líneas equipotenciales (líneas con punteado largo), líneas de flujo (l líneas con flechas – v) e
hidroisocronas (líneas con punteado grueso t 1 a t 6) en el contorno y dentro de un acuífero con diferentes
conductividades hidráulicas (según Seiler y Rodriguez 1980). Las líneas equipotenciales y las líneas de flujo son
perpendiculares entre sí.
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CAPITULO III
Tóth (1963) utilizó las redes de flujo para representar el flujo subterráneo a escala regional.
Muchos sistemas de agua subterránea local poco profunda descansan sobre otros
intermedios y más profundos a escala regional. Las líneas equipotenciales de un acuífero
isótropo demuestran que el potencial hidrológico bajo depresiones superficiales decrece
en sentido ascendente. Por lo tanto, tales depresiones descargan agua subterránea. En
los piezómetros profundos, la presión hidráulica en el fondo del pozo es mayor que la de
la parte superior (flujo subterráneo ascendente), lo que no ha de estar necesariamente
relacionado con la estratificación geológica de un sistema de acuíferos y acuitardos.
Figura 3.5, Sección vertical de una red de flujo en un área con relieve. Las líneas más gruesas: líneas de flujo; las
líneas punteadas: líneas equipotenciales (según Tóth 1963).
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CAPITULO III
Figura.3.6, Red de flujo de agua subterránea en regiones áridas y húmedas. Las líneas de flujo de la recarga de
agua subterránea en las regiones húmedas siguen la morfología (línea punteada). En las regiones áridas el nivel
freático es plano; R = descarga hacia los ríos en las regiones húmedas; B = descarga hacia las cubetas u oasis en
las regiones áridas (según Seiler y Rodriguez 1980).
3.4. Hidrogeología
Por este motivo la matriz rocosa solo puede ser considerada homogénea e isótropa a gran
escala. En este caso los términos porosidad y permeabilidad hidráulica no se aplican de
manera sencilla en los estudios geohidráulicos de los sistemas rocosos fisurados.
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CAPITULO III
sistemas más jóvenes de fisuras de los últimos fenómenos tectónicos son a menudo más
permeables que las más antiguas, las cuales pueden estar rellenas por minerales
secundarios. Los análisis realizados con el uranio pueden ayudar a distinguir entre fisuras
antiguas y jóvenes.
El flujo subterráneo en las rocas karstificadas y en los tubos de lava no suele ser laminar;
la distribución de las cavidades rocosas es aleatoria. Por consiguiente la ley de Darcy
conduce a resultados erráticos. Debido a las interconexiones hidráulicas de las cavidades
kársticas, los resultados de las experiencias de trazadores son a veces ambiguos y siempre
representan el tiempo de tránsito mínimo en el momento de la experiencia. Los estudios
isotópicos ambientales proporcionan tiempos de residencia medios del flujo base del agua
subterránea mayores.
Las rocas plutónicas duras (por ejemplo, el granito), que son ricas en cuarzo, son
propensas a sufrir fisuración. Mediante meteorización mecánica éstas crean aluviones
arenosos que son permeables en la superficie; mientras que las rocas pobres en cuarzo
están sujetas a la meteorización química, generando así minerales arcillosos, que son
menos permeables y a menudo obturan las fisuras de la roca subyacente.
Las rocas volcánicas habitualmente contienen fracturas que se originan a partir del
enfriamiento de la lava. Durante el flujo de lava se crean zonas fracturadas permeables
que se extienden horizontalmente, tanto en la superficie como en el fondo. Estas se
convierten generalmente en acuíferos importantes y se localizan en los extensos sistemas
de flujo de lava de las mesetas basálticas.
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CAPITULO III
Las rocas sedimentarias, que son ricas en carbonatos y sulfatos, se dividen en varios
grupos. Los procesos geoquímicos pueden influir la composición isotópica del agua
subterránea.
Las areniscas constituyen generalmente importantes acuíferos, mientras que las arcosas
y grauwacas no. Las rocas arcillosas, las margas y las pizarras generalmente presentan una
permeabilidad hidráulica muy baja. Esta es la razón por la que generalmente dan lugar a
los acuícludos que se forman entre acuíferos y que determinan la distribución del sistema
de flujo.
Las rocas sedimentarias muy solubles (evaporitas), que incluyen el yeso, la anhidrita, el
cloruro sódico (halita), y otras sales. Si entran en contacto con el agua subterránea
rápidamente se forman enormes cavidades kársticas. Esto provoca la subsidencia del
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CAPITULO III
terreno y crea serios problemas, como la irrupción de agua en las minas de sal. Los análisis
isotópicos estables permiten identificar tanto el origen del agua subterránea como las
salmueras, y orientan medidas contra tales fenómenos catastróficos.
Sedimentos orgánicos de tipo biolítico (carbón, lignito, turba, arcillas con carbón). Forman
acuíferos insignificantes, pero son importantes debido a su influencia en la composición
química e isotópica del agua subterránea, proporcionando componentes carbónicos
orgánicos. Pueden perturbar la aplicación del 14C para datar las aguas subterráneas.
En las regiones húmedas los finos eólicos y las dunas de arena bien clasificada forman
importantes acuíferos con excelentes propiedades de filtración.
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CAPITULO III
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CAPITULO III
En las zonas más profundas puede existir un flujo subterráneo lateral tipo pistón. Las
intensas extracciones de agua subterránea de los acuíferos profundos cautivos puede
disminuir el nivel piezométrico, lo que provoca una mezcla con el agua subterránea poco
profunda. En los terrenos disectados morfológicamente, en las partes superiores de los
acuíferos dominan los flujos subterráneos locales poco profundos.
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CAPITULO III
permeabilidad elevada que constituyen una zona con alto riesgo de contaminación desde
la superficie. En ingeniería hidráulica, los sistemas kársticos ocasionan a menudo
problemas de fugas (Dreybroth 1984). Durante la evaluación de los resultados isotópicos
se ha de tener en cuenta los procesos geoquímicos que afectan a la karstificación.
En las estructuras del tipo cuenca que se dan debajo de flujos volcánicos importantes o a
lo largo de fallas de gran profundidad se pueden confinar rocas carbonatadas
karstificadas.
Algunos ejemplos son la cuenca de Dakota, la gran cuenca surgente de Australia, la cuenca
de arenisca de Nubia del norte de África, la cuenca de Siberia y la cuenca de Paris. La
calidad del agua subterránea depende de la composición litológica de las rocas y de los
procesos geoquímicos. En las regiones donde el clima es moderado y húmedo el agua
subterránea es generalmente de buena calidad y presenta una recarga continuada. En los
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CAPITULO III
Durante los periodos de lluvia, el nivel del río es elevado y el agua recarga indirectamente
el reservorio de agua subterránea. Si el nivel del río es bajo, el río se alimenta con agua
subterránea. La respuesta del nivel freático frente a la precipitación es rápida, y el tiempo
de residencia del agua subterránea es corto. A gran escala las llanuras aluviales se
consideran reservorios abiertos.
Se extienden sólo en determinadas zonas partes del cauce, son difíciles de localizar y son
las responsables de la recarga por escorrentía, que es el proceso de recarga dominante
en las regiones áridas
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CAPITULO III
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Abdón Ricardo Flores Chura
CAPÍTULO IV
MÉTODOS ELÉCTRICOS
R=ρ/L
De acuerdo con la ley de Ohm, la resistencia también se define en términos del cociente
de la caída de potencial y la corriente que pasa por el cubo, es decir,
R= V/I
Estas ecuaciones se combinan para tener una expresión para la resistividad, que resulta:
ρ = VL/I
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Abdón Ricardo Flores Chura
El agua pura es muy poco conductora, a causa de su muy reducida disociación, de modo
que la resistividad del agua tridestilada es de unos 3*105 Ω.m por lo que puede
considerarse como aislante. Las aguas que se encuentran en la naturaleza presentan, sin
embargo, conductividad apreciable, pues siempre tienen disuelta alguna sal,
generalmente NaCl. La cantidad y clase de estas sales depende de la naturaleza de las
rocas con que las aguas hayan entrado en contacto en su marcha por la superficie del
terreno o subterránea. La cantidad de sales de las aguas suele oscilar entre 0.1 g/l y 35 g/l,
cifra esta última que corresponde a las aguas marinas y que es superada por algunas aguas
de mina, lagos salados y notablemente por el Mar Muerto, que alcanza unos 250 g/l. A
continuación se presenta una lista de los márgenes de variación de la resistividad de las
aguas naturales, basada en datos de diferentes autores:
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cuarzo, los silicatos, la calcita, etc., lo son prácticamente. Sólo en el caso que la roca
contuviese minerales semi conductores en cantidad apreciable, podría considerarse como
conductora, es decir, sólo serían las menas (rocas) metálicas. Afortunadamente todos los
minerales tienen poros en proporciones variables, que suelen ser ocupados total o
parcialmente por electrolitos, de lo que resulta que las rocas se comportan como
conductores iónicos, de resistividad muy variable según el caso. La Figura 4.1 muestra los
márgenes de variación más comunes en algunas rocas y minerales. La fisuración y la
impregnación en agua salada, etc., pueden extender estos límites.
Los valores de resistividad en una roca por consiguiente estarán determinados por su
composición mineralógica, al igual que por su contenido de agua y las características de la
misma (más salinidad implica mayor conductividad). Todo esto hace que la resistividad de
cada tipo de roca presente una amplia variabilidad.
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El suelo es una mezcla de partículas sólidas, gases, agua y otros materiales orgánicos e
inorgánicos. Esta mezcla hace que la resistividad del suelo aparte de depender de su
composición intrínseca, dependa de otros factores externos como la temperatura, la
humedad, presión, etc. que pueden provocar que un mismo suelo presente resistividades
diferentes con el tiempo. De entre todos los factores, la humedad es el más importante;
además, es el que se puede alterar más fácilmente mediante la lluvia o el riego del suelo.
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En este punto debe destacarse que ni los modelos geoeléctricos ni su interpretación son
unívocos y que ello depende en gran medida del criterio del profesional a cargo del
estudio y de su conocimiento de la geología del área investigada.
Figura 4.2, Esquema de un equipo de medición geoeléctrica dispuesto en la configuración Schlumberger para un
sondeo eléctrico vertical.
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sus condiciones de saturación y calidad del agua intersticial o del entorno, como se aprecia
en la (Figura 4.3), en la cual el perfil de suelo se compone básicamente de gravas, pero el
registro de la resistividad aparente tiene una media del orden de 50 Ωm, magnitud inferior
a los valores reportados en la literatura técnica.
Figura 4.3, Curva de resistividad aparente vs profundidad del talud de corte, en un ambiente aluvial, comparado
con el registro fotográfico de la columna de suelo.
Con base en esta información básica se preparan los modelos matemáticos mencionados
anteriormente, en los que los valores de resistividad aparente versus profundidad
medidos en el campo son transformados en un conjunto de pares de valores de
resistividad real y de espesor de masas de igual resistividad.
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sino que requiere la aportación de una persona inteligente e informada, con suficiente
conocimiento sobre el medio físico en el que se hace la investigación. La labor
interpretativa no puede confiarse a un modelo computacional, ya que la inteligencia de
estas no es superior a las barras de acero usadas como electrodos. A este respecto
conviene citar la opinión del geofísico norteamericano Allan Spector, expresada en un
trabajo sobre prospección aeromagnética presentada en una reunión en Edimburgo
(1970): “La interpretación geofísica no puede automatizarse o mecanizarse. Las técnicas
matemáticas de cálculo electrónico son solo herramientas, que cuando son hábilmente
empleadas por el geofísico –conocedor de las aplicaciones y limitaciones de estas
técnicas- llevan a la utilización óptima de los datos.”.
Figura 4.4, Curva Dispositivo tetraelectródico para la medida de la resistividad del suelo.
𝐼𝜌 1 1 1 1
𝛥𝑉 = ( − − + )
2𝜋 𝐴𝑀 𝐴𝑁 𝐵𝑀 𝐵𝑁
Donde AM, AN, BM, BN son las distancia entre electrodos. La resistividad viene dada por
la expresión:
𝛥𝑉
ρ=k 𝐼
Donde k es igual a:
1 1 1 1 −1
𝑘 = 2𝜋 ( − − + )
𝐴𝑀 𝐴𝑁 𝐵𝑀 𝐵𝑁
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1 1 1 1 −1
𝑘1 = 2𝜋 ( − − + )
𝐴𝑀 𝐴𝑁 𝐵𝑀 𝐵𝑁
1 1 1 1 −1
𝑘2 = 2𝜋 ( − − + )
𝐴𝑀 𝐴𝑁 𝐵𝑀 𝐵𝑁
Dado que las distancias cumplen AM=MA, AN=NA, etc., se obtiene que K1 = K2. Luego si el
medio es homogéneo, para una misma corriente de inyección las diferencias de potencial
leídas ΔV1 y ΔV2 serán iguales. Por tanto la resistividad medida ρ será independiente de la
posición de los electrodos de inyección y detección cuando estos se intercambian. Esta
propiedad se conoce con el nombre de principio de reciprocidad, que se cumple también
para medios heterogéneos (Orellana, 1982). No obstante, en la práctica no es conveniente
colocar los electrodos M y N tan separados como suelen estar los A y B, pues al ser grande
la distancia entre los primeros, la medida se vería afectada por las corrientes telúricas,
corrientes parásitas industriales, etc., cuyo efecto aumenta proporcionalmente con la
distancia entre M y N.
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El factor geométrico del dispositivo se deduce de k = 2π(1/AM – 1/AM –1/BM + 1/BN) Λ (--1)
Dónde: k = 2 πa
𝐿2 ΔV 𝐿2
𝜌𝑎 = lim π 3 = π 𝐸
𝑎→0 𝑎 𝐼 𝑎
La idea del dispositivo Schlumberger consiste, pues, en utilizar una distancia MN muy
corta, de tal modo que pueda tomarse como válida la ecuación anterior. Los desarrollos
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Además, la precisión de las mediciones geoeléctricas de campo está muy limitada por
heterogeneidades irrelevantes del terreno (ruido geológico). En ciertos casos, el
electrodo B se lleva a gran distancia de los demás de modo que no influya sobre el valor
de DV observado. Se tiene entonces el dispositivo denominado Schlumberger asimétrico,
o semi- Schlumberger
La idea del dispositivo Schlumberger consiste, pues, en utilizar una distancia MN muy
corta, de tal modo que pueda tomarse como válida la ecuación anterior. Los desarrollos
teóricos se establecen suponiendo que lo que medimos realmente es el campo E, el cual
en la práctica se toma igual a DV/a. Trabajar con el campo eléctrico conlleva ventajas
teóricas a la hora de trabajar con expresiones analíticas, el inconveniente es que la tensión
diferencial medida disminuye linealmente con la separación a, y es inversamente
proporcional al cuadrado de la distancia L.
Además, la precisión de las mediciones geoeléctricas de campo está muy limitada por
heterogeneidades irrelevantes del terreno (ruido geológico). En ciertos casos, el
electrodo B se lleva a gran distancia de los demás de modo que no influya sobre el valor
de DV observado. Se tiene entonces el dispositivo denominado Schlumberger asimétrico,
o semi- Schlumberger.
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Figura 4.10, Sondeo Eléctrico Vertical. Principio del SEV. A medida que A y B se separan, la corriente va
penetrando en las capas más profundas.
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4.2.2.2. Calicata
La finalidad de las calicatas eléctricas (CE) es obtener un perfil de las variaciones laterales
de resistividad del subsuelo, fijada una profundidad de investigación. Esto lo hace
adecuado para la detección de contactos verticales, cuerpos y estructuras que se
presentan como heterogeneidades laterales de resistividad. Orellana (1982) resalta que la
zona explorada en el calicateo eléctrico se extiende desde la superficie hasta una
profundidad más o menos constante, que es función tanto de la separación entre
electrodos como de la distribución de resistividades bajo ellos.
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Figura 4.11, Calicata Wenner. Los cuatro electrodos se desplazan a su vez manteniendo sus separaciones.
Figura 4.12, Calicata Schlumberger (segunda variante). Los electrodos M y N se mueven de A hasta B
manteniendo su separación
La Figura 4.13 muestra las distancias entre electrodos, donde se escoge el origen en el
punto medio entre los electrodos inyectores.
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Figura 4.13, Dispositivo de cuatro electrodos. La corriente se inyecta por los electrodos externos y la diferencia
de potencial se mide entre los electrodos M y N.
−1
1 1 1 1
g(x) = 2π( 𝑑− 𝑑 − 𝑑 + 𝑑 )
𝐿+(𝑥− 𝐿−(𝑥− ) 𝐿+(𝑥+ ) 𝐿−(𝑥+ )
2 2 2 2
𝜋(𝐿2 − 𝑥 2
ρa(x) = 𝐼(𝐿2 +𝑥 2 𝑥
𝐸
Si la distancia entre los electrodos inyectores es muy grande respecto a las otras
distancias, es decir, si L >> x, d, la resistividad aparente es:
𝜋𝐿2 ∆𝑉(𝑥)
ρa(x) =
𝐼 𝑑
Si en este último caso la distancia d tiende a cero (medida del campo eléctrico) tenemos
que:
𝜋𝐿2
ρa (x) 𝐼
𝐸𝑥
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necesaria resolución lateral y también que las medidas se realicen involucrando de forma
progresiva varios rangos de profundidad.
Entre los objetivos más habituales a resolver mediante esta técnica cabe mencionar los
siguientes:
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Respecto a otros métodos geofísicos, como por ejemplo el método Sísmico de Refracción,
de aplicación frecuente en ciertos campos de las ciencias de la Tierra tal como la
Geotecnia, la Tomografía eléctrica no puede considerarse excluyente aunque tiene
algunas particularidades que la hacen aplicable en ciertas zonas y para la resolución de
ciertos problemas que el método Sísmico de Refracción no puede resolver. Por ejemplo,
cuando se trata de la detección y caracterización precisa de discontinuidades no
horizontales de los macizos rocosos o bien en el estudio de zonas situadas bajo niveles
rocosos con mayor grado de consolidación e integridad que los materiales subyacentes.
Esta capacidad hace que la Tomografía eléctrica sea particularmente atractiva en estudios
Geotécnicos donde es frecuente el empleo de técnicas geofísicas convencionales.
Esta técnica se conoce también como sondeo eléctrico continuo o CVES (Contiuous
vertical electrical sounding), que permite visualizar la distribución de la resistividad
eléctrica del subsuelo mediante secciones bidimensionales.
Figura 4.14, Arreglos de los electrodos en los sondeos eléctricos 2d y la secuencia de las medidas utilizadas para
la construcción de los pseudoperfiles (tomado de Wide World, presentación en Power Point “Prospección
Geofísica mediante Tomografía Eléctrica”).
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Figura 4.15, Caso práctico de Tomografía Eléctrica (tomado de Wide World, presentación en Power Point
“Prospección Geofísica mediante Tomografía Eléctrica”).
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CAPITULO V
CAPÍTULO V
METODOLOGÍA Y PROCESO DE DATOS
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CAPITULO V
Línea 1: Nombre.
Línea 2: Espaciamiento mínimo entre electrodos.
Línea 3: Número del arreglo. Wenner (1), Polo-Polo (2), Dipolo-Dipolo (3), Polo-Dipolo
(6), Schlumberger (7) y ecuatorial Dipolo-Dipolo (8).
Línea 4: Nro. Total de puntos.
Línea 5: Posición del punto. Si se da la posición del primer electrodo del arreglo se
digita 0, si se da la posición del punto medio del arreglo se digita 1.
Línea 6: Etiqueta para datos IP. Si existen datos de resistividad aparente se digita 0.
Línea 7: Si el arreglo es Dipolo-Dipolo, los datos deben ir en 4 columnas donde la
primera será de la posición, la segunda del abertura del dipolo, la tercera el nivel n y
la cuarta el valor de resistividad aparente. Si el arreglo es del tipo Wenner, los datos
irán en 3 columnas: la primera ser de la posición, la segunda de la abertura del arreglo
y la tercera el valor de resistividad. Al final del archivo se agregan 6 ceros
consecutivos.
En el caso de incluir la topografía se agrega un 2 bajo la última línea de datos, luego
en la línea siguiente se agrega la cantidad de datos topográficos y a continuación los
datos en 2 columnas, la primera con la posición respecto del primer electrodo y la
segunda columna con la altura de ese punto. Una vez ingresado esto, en la línea
siguiente se coloca un número entero correspondiente a la posición en los datos
topográficos del primer electrodo. A continuación se agregan 6 ceros consecutivos.
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CAPITULO V
Durante el proceso de inversión aparece una ventana de diálogo que pregunta si se quiere
realizar otra iteración. La respuesta queda a juicio del usuario. Con cada iteración se
recalcula el modelo idealizado y por lo tanto también los parámetros calculados, con el fin
de aproximar estos .últimos a los parámetros medidos. Luego de finalizado el proceso de
inversión se despliega el resultado del mismo, el cual consiste en tres gráficos: el gráfico
de los parámetros medidos, el gráfico de los parámetros calculados y el gráfico del modelo
de resistividades reales encontrado.
5.2. Instrumentación
A continuación se describen los Equipos utilizados en la ejecución del Estudio:
Receptor
Transmisor
Motor generador
Accesorios
5.2.1. Receptor
El Receptor es de la Marca IRIS Instrument, ELREC PRO, de 10 canales (Fig. 5.1), es un
receptor que tiene la capacidad de medir resistividades y cargabilidad del subsuelo,
posee 20 ventanas de cargabilidad y un display LCD grafico
Los datos (21 000 lecturas máximas) se almacenan en memorias flash.
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CAPITULO V
Potencia: 5000W.
Corriente máxima: 10Amp
Voltajes de salida: 200, 300, 500, 700, 1000, 1500, 2000, 2500 y 3000V referenciales.
Voltaje de entrada: 220 Vac trifásico
Frecuencia: 60Hz.
Módulo de control digital microcontrolado
Dominio de Tiempo: 1, 2, 4 y 8 Seg.
Resolución Amp.: 10mA
Componentes:
Módulo de control digital
Módulo de potencia
Cable de interconexión
Cable de poder
Caja de transporte
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CAPITULO V
Características
5.3. Accesorios
Electrodos: barras metálicas, cuyo número variara en función del problema.
Ordenador portátil; Implementado con los programas correspondientes para
procesar la información y visualizar los resultados obtenidos.
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CAPITULO V
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CAPITULO V
NE
SO
NE
SO
Mapa 5.1, Mapa de ubicación de los puntos de medición de los estudios de Tomografía Eléctrica
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CAPITULO V
BIBLIOGRAFÍA
DR. ING. HERNANDO NÚÑEZ DE PRADO S., ING. EDUARDO FARFÁN BAZÁN, BACH.
HÉCTOR DÍAZ URQUIZO, ING. ROBERTO KOSAKA MASUNO. “Geología y Estratigrafía
del cuaternario y zonificación geotécnica-sísmica del área urbana de arequipa” 2001.
Geotomo software, Malaysia “Rapid 2-D Resistivity & IP inversion using the least-
squares method, Geoelectrical Imaging 2D & 3D”, Febrero 2010.
LUIS ENRIQUE ALVAREZ GOMEZ: Diseño de explotación del sillar con enfoque racional
y sostenibilidad en la Quebrada de Añashuayco de Arequipa. 2012.