3.
7 ESTRUCTURA INTERNA DE LA TIERRA
i1
a1
i2
r1
Fig. 3.74 Refracción de un rayo sísmico en una Tierra esféricamente
estratificada, en la que la velocidad sísmica es constante en cada
capa y la velocidad de la capa aumenta con la profundidad.
La constante p se llama nuevamente parámetro de rayo,
aunque tiene dimensiones diferentes a las de la Eq. (3.142)
para capas planas horizontales. Aquí el rayo sísmico es una
línea recta dentro de cada capa esférica con velocidad
constante. Si la velocidad aumenta continuamente con la
profundidad, el rayo sísmico se refracta continuamente y su
forma se curva de forma cóncava hacia arriba. Alcanza su
punto más profundo cuando sin i =1, en el radio r0 dónde la
velocidad es V0; estos parámetros están relacionados por la
relación de Benndorf:
r sin i = r0 = p (3.147)
V V0
La determinación del parámetro del rayo es la clave para
determinar la variación de la velocidad sísmica dentro de la
Tierra. El acceso al interior de la Tierra se proporciona
mediante el análisis de los tiempos de viaje de las ondas
sísmicas que han atravesado las diversas regiones internas y
emergen en la superficie, donde se registran. Veremos en la
Sección 3.7.3.1 que el tiempo de viaje (t) de un rayo sísmico
a una distancia conocida epicentral (A) puede invertirse
matemáticamente para dar la velocidad V0 en el punto más
profundo de la trayectoria. La teoría se aplica a las ondas P y
S, siendo la velocidad general V reemplazada por la velocidad
apropiada a o b, respectivamente.
3.7 ESTRUCTURA INTERNA DE LA TIERRA
3.7.1 Introducción
Es bien sabido que la Tierra tiene un núcleo fundido. Lo que
ahora es conocimiento general, fue lento para desarrollarse.
Para explicar la existencia de los volcanes, algunos
científicos del siglo XIX postularon que la Tierra debe
consistir en una corteza externa rígida alrededor de un
interior fundido. También se sabía en el siglo pasado que la
densidad media de la Tierra es aproximadamente 5,5 veces
mayor que la del agua. Esto es mucho más grande que la
densidad específica conocida de rocas superficiales, que es
de aproximadamente 2.5-3. De esto se infirió que la densidad
aumentaba hacia el centro de la Tierra bajo el efecto de la
presión gravitacional. La densidad en el centro de la Tierra
se estimó comparativamente alta, superior a 7000 kg m-3 y
probablemente en el rango de 10,000-12,000 kg m-3. Se
sabía que algunos meteoritos tenían una composición
similar a una roca, mientras que otros eran mucho más
densos, compuestos principalmente de hierro. En 1897, E.
Wiechert, que posteriormente se convirtió en un famoso
sismólogo alemán, sugirió que el interior de la Tierra podría
consistir en un núcleo metálico denso, envuelto en una capa
exterior rocosa. Llamó a esta capa el "Mantel", que más
tarde se convirtió en anglicismo al manto.
La clave del entendimiento moderno del interior de la
Tierra, su densidad, presión y elasticidad, fue
proporcionada por la invención del sismógrafo Milne. El
refinamiento progresivo de este instrumento y su empleo
sistémico en todo el mundo condujo al rápido desarrollo de
la ciencia moderna de la sismología. Se obtuvieron
resultados importantes a principios del siglo XX. El núcleo
fluido de la Tierra fue detectado sismológicamente por
primera vez en 1906 por R.D. Oldham.
El observó que, si los tiempos de viaje de las ondas P
observadas a distancias epicentrales inferiores a 100 ° se
extrapolaban a distancias mayores, los tiempos de viaje
previstos eran menores que los observados. Esto significaba
que las ondas P que llegaban a grandes distancias
epicentrales se retrasaron en su paso por la Tierra. Oldham
dedujo de esto la existencia de un núcleo central en el cual
la velocidad de la onda P se redujo. Predijo que habría una
región de distancias epicentrales (una "zona de sombra ")
en la que las ondas P no pudieron llegar. Aproximadamente
en esta época se descubrió que las ondas P y S pasaban a
través del manto, pero que ninguna onda S llegaba más allá
de una distancia epicentral de 105º.
En 1914, B. Gutenberg verificó la existencia de una zona
de sombra para ondas P en el rango de distancias
epicentrales entre 105° y 143° . Gutenberg también localizó
la profundidad del límite núcleo-manto con una precisión
impresionante a aproximadamente 2900 km. Una
estimación moderna del radio del núcleo es 3485 ±3 km,
dando un manto de 2885 km de espesor. Gutenberg también
predijo que las ondas P y las ondas S se reflejarían desde el
límite del manto central. Estas ondas, conocidas hoy como
ondas PcP y ScS, no se observaron hasta muchos años
después. En honor a Gutenberg, el límite del manto central
se conoce hoy como la discontinuidad sísmica de
Gutenberg.
Mientras estudiaba las llegadas de ondas P de un terremoto
en Croacia en 1909, Andrija Mohoroviçiç encontró una sola
llegada (Pg) a distancias cercanas al epicentro. Más allá de
unos 200 km hubo dos llegadas; el evento (Pn) fue
superado por otra llegada Pn que evidentemente había
viajado a mayor velocidad. Mohoroviçiç identificó Pg
como la onda directa del terremoto y Pn como una onda
doblemente refractada (equivalente a una onda de la
cabeza) que viajó parcialmente en el manto superior.
Mohoroviçiç calculó velocidades de 5.6 km s-1 para Pg y
7.9 km s-1 para Pn y estimó que el aumento repentino de
velocidad ocurrió a una profundidad de 54 km. Esta
discontinuidad sísmica ahora se llama discontinuidad de
Mohoroviçiç, o Moho para abreviar. Representa el límite
entre la corteza y el manto.
 3.7 ESTRUCTURA INTERNA DE LA TIERRA
Fig. 3.75 A SW–NE refraction
seismic profile
Fig. 3.75 parallel
Un perfil to thede
sísmico
refracción SW-NE paralelo al
5
(seg)
golpe de los Alpes suizos. Los
sismogramas de las estaciones
adyacentes se han modificado 4
para mostrar tiempos de viaje
reducidos en función de la 3
[x/6.0]
distancia desde el punto de
disparo. La estructura
subsuperficial en capas se traza 2 PmP
mediante la conexión de las
llegadas principales, como la 1 P2P
onda directa cortical Pg, la
cabeza del manto onda Pn, y t 0
manto reflejo PmP (según
Maurer y Ansorge, 1992).
90 100
Distancia desde el punto de disparo, x (km)
Se sabe que el espesor de la corteza es muy variable.
Promedia unos 33 km, pero mide tan solo 5 km bajo los
océanos y hasta 60-80 km bajo algunas cadenas
montañosas. El Moho sismológico se define comúnmente
como la profundidad a la cual la velocidad de la onda P
excede los 7.6 km s-1. Esta definición sísmica depende de
la densidad y las propiedades elásticas de las rocas de la
corteza y el manto, y no tiene por qué corresponder
exactamente a un cambio de tipo de roca. Una definición
alternativa del Moho como la profundidad donde cambian
los tipos de roca se llama Moho petrológico. Para la
mayoría de los propósitos, las dos definiciones del límite
corteza-manto son equivalentes. Ahora se sabe que la
corteza no es homogénea, sino que tiene una estructura
vertical en capas. En 1925 V. Conrad separó las llegadas
de un terremoto de Tauern (Alpes orientales) de 1923 en
ondas Pg y Sg en una capa cortical superior y ondas P* y
S* más rápidas que viajaron con velocidades de 6.29 km
s-1 y 3.57 km s-1, respectivamente, en una capa más
profunda. Debido a que las velocidades P* y S* son
significativamente más lentas que las correspondientes
velocidades del manto superior, Conrad dedujo que eran
ondas de la cabeza de una capa cortical inferior. La
interfaz que separa la corteza continental en una capa
cortical superior y una capa cortical inferior se llama
discontinuidad de Conrad. Influenciados por los primeros
modelos petrológicos de la composición de la corteza y
en comparación con las velocidades sísmicas en
materiales conocidos, los sismólogos se refirieron a las
capas de la corteza superior e inferior como la capa
granítica y la capa basáltica, respectivamente. Ahora se
sabe que esta separación petrológica es demasiado
simplista. En contraste con el Moho, que se encuentra en
todas partes, la discontinuidad de Conrad está mal
definida o ausente en algunas áreas. La aparición de
algunas de estas llegadas en los registros sísmicos de
refracción de la corteza continental europea se ilustra en
la figura 3.75. El eje vertical en esta figura muestra un
tiempo de recorrido reducido, que se obtiene al dividir el
punto de disparo a la distancia del receptor por una
velocidad de corte representativa (6 km s-1 en este caso) y
restarlo del tiempo de viaje observado. Este método de
mostrar los datos evita que la trama se vuelva difícil de
manejar en general a largas distancias. La onda directa
cortical Pg se representa como una llegada casi
horizontal, PmP es una onda P reflejada desde
P3P
110 120 130 140 150 160 170 180
el Moho, y Pn es la onda superior de la cabeza del manto a lo
largo del Moho. Las reflexiones intracrurales adicionales se
etiquetan como P2P, P3P, etc.
Designaciones similares se usan para eventos en las secciones
sísmicas de la corteza oceánica. Las capas oceánicas de la
corteza consisten en la capa sedimentaria 1, la capa basáltica
2 y la capa 3 gabbroica (sección 3.7.5.1). La onda directa en
la Capa 2 se llama P2, la onda de la cabeza en la interfaz de
basalto-gabro se conoce como P3, y la onda de la cabeza de
Moho es Pn.
La zona de sombra central y su interpretación en términos de
un núcleo fluido se establecieron bien en 1936 cuando Inge
Lehmann, una sismóloga danesa, notificó llegadas débiles de
ondas P dentro de la zona de sombra. Ella los interpretó en
términos de un núcleo interno con mayor velocidad sísmica.
Sin embargo, la existencia del núcleo interno siguió siendo
controvertida durante muchos años. El diseño mejorado del
sismómetro, el tratamiento de la señal digital y la
configuración de matrices sísmicas han proporcionado
pruebas que corroboran. La existencia de un núcleo interno
sólido también se apoya en el análisis de las vibraciones
naturales de la Tierra.
La estructura interna gruesa de la Tierra se modela como un
conjunto de capas concéntricas, correspondientes al núcleo
interno, el núcleo externo y el manto (figura 3.76). Un paso
importante en la comprensión de esta estructura estratificada
ha sido el desarrollo de curvas de tiempo de viaje para los
rayos sísmicos que pasan a través de los diferentes
caparazones. Para facilitar la identificación de las llegadas de
estos rayos en sismogramas, se utiliza una notación abreviada
conveniente. Una onda P o S que viaja desde un terremoto
directamente a un sismómetro se etiqueta con la letra
apropiada P o S; hasta el margen de la zona de sombra central,
las ondas P y S siguen trayectorias curvas idénticas. (La
curvatura, como se explica en la Sección 3.6.6.3, surge del
aumento de la velocidad sísmica con la profundidad.) Una
onda que llega al sismómetro después de ser reflejada una vez
desde la corteza se etiqueta PP (o SS), ya que su trayectoria
consiste en dos segmentos P o S idénticos.
La energía de una onda P o S incidente se divide en una
interfaz en ondas P y S reflejadas y refractadas (véase la
Sección 3.6.4). Un incidente de onda P en el límite entre el
manto y el núcleo exterior del fluido se refracta hacia la
normal a la interfaz, porque la velocidad de la onda P cae de
aproximadamente 13 km s-1 a aproximadamente 8 km s-1 en el
límite. Después de una segunda refracción emerge más allá
 3.7 ESTRUCTURA INTERNA DE LA TIERRA

30

SKIKS

SKS

PKP

Tiempo de viaje, t (min)

20
FOCUS PKIKP
interno Externo
PKIKP

ScS

SKS
Onda P
Onda S
Fig. 3.76 Trayectos de ondas sísmicas de algunas fases
importantes refractadas y reflejadas de ondas P y S a partir de
un terremoto con foco en la superficie de la Tierra.
la zona de sombra y se llama una onda PKP (la letra K
representa Kern, la palabra alemana para "núcleo"). Una
onda S incidente en el mismo punto tiene una velocidad
de manto inferior de aproximadamente 7 km s -1. Parte de
la energía incidente se convierte en una onda P en el
núcleo externo, que tiene una velocidad más alta de 8 km
s-1. La refracción está fuera de lo normal a la interfaz.
Después de una refracción adicional, la onda S incidente
alcanza la superficie como una fase SKS. Una onda P que
viaja a través del manto, el núcleo fluido y el núcleo
interno se denomina PKIKP. Cada uno de estos rayos se
refracta en una interfaz interna. Para indicar las fases
sísmicas que se reflejan en el límite del núcleo exterior, se
utiliza la letra c, dando lugar, por ejemplo, a las fases PcP
y ScS (figura 3.76). Las reflexiones del núcleo interno se
designan con la letra i, como por ejemplo en la fase
PKiKP.
3.7.2 Refracciones y reflexiones en el interior de la Tierra
Si posee suficiente energía, una perturbación sísmica puede
refractarse y reflejarse, o convertirse de una onda P a una
onda S, o viceversa, muchas veces en las diversas
discontinuidades sísmicas dentro de la Tierra y en su
superficie libre. Como resultado, el sismograma de un gran
terremoto contiene numerosas señales sísmicas superpuestas
y la identificación de fases individuales es una tarea difícil.
Las fases de llegada tardía que se han reflejado de forma
múltiple o que han viajado a través de varias regiones del
interior de la Tierra son difíciles de resolver a partir de la
perturbación causada por las llegadas más tempranas. En el
período 1932-1939 H. Jeff reys y
K. E. Bullen analizó una gran cantidad de buenos registros
de terremotos registrados en una distribución mundial,
aunque dispersa, de estaciones sísmicas. En 1940 publicaron
un conjunto de tablas que daban los tiempos de viaje de las
ondas P y S a través de la Tierra. B. Gutenberg y C. F. Richter
informaron un conjunto ligeramente diferente de tablas. El
10
PcP
P
zona de
sombra central
para ondas P
directas
zona de sombra
central para ondas S
directas
0
0 30
60 90 120 150 180
Distancia epicentral  ()
Fig. 3.77 Curvas de tiempo de viaje versus distancia epicentral (t-A) para
algunas fases sísmicas importantes (modificadas de Jeffreys y Bullen,
1940).
buen acuerdo de los análisis independientes confirmó la
fiabilidad de los resultados. Las tablas sismológicas
Jeffreys-Bullen fueron utilizadas por la comunidad sísmica
internacional como el estándar de referencia durante muchos
años.
El tiempo de viaje de una onda sísmica a una distancia
epicentral dada se ve afectado por la profundidad focal del
terremoto, que puede ser de varios cientos de kilómetros.
Las curvas de tiempo de viaje versus distancia de algunas
fases importantes se muestran en la figura 3.77 para un
terremoto que ocurre en la superficie de la Tierra. El modelo
asume que la Tierra es esféricamente simétrica, con la
misma estructura vertical debajo de cada lugar en la
superficie. Esta suposición funciona bastante bien, aunque
no es del todo cierto. Se han encontrado variaciones laterales
de la velocidad sísmica a muchas profundidades dentro de
la Tierra. Por ejemplo, hay diferencias laterales en la
velocidad sísmica entre la corteza oceánica y continental, y
entre la litosfera oceánica y continental. A profundidades
aún mayores se han detectado importantes desviaciones
laterales del modelo esférico. Estas discrepancias forman la
base de la rama de la sismología llamada tomografía
sísmica, que examinaremos más adelante.
3.7.2.1 Rayos sísmicos en una Tierra uniformemente en
capas
Es importante entender claramente la relación entre las
curvas de tiempo de viaje (t) versus distancia epicentral (A)
y las trayectorias de las ondas sísmicas en la Tierra, como
las que se muestran en la figura 3.76. Considera primero una
 3.7 ESTRUCTURA INTERNA DE LA TIERRA
Fig. 3.78 Trayectos de las
ondas sísmicas y sus curvas
t–A para las ondas P que
pasan a través de una Tierra Manto
esférica con velocidades
 constantes en el manto, el Núcleo
núcleo externo y el núcleo
interno, respectivamente.
(a) Desarrollo de una zona
de sombra cuando la
velocidad del manto (V1) es
mayor que la velocidad del
núcleo exterior (V2). (b)
Penetración de la zona de
sombra por rayos
refractados en un núcleo
interno con mayor
velocidad que el núcleo
externo (V>V).
Tierra que consiste en dos capas concéntricas que
representan el manto y el núcleo (figura 3.78a). La
velocidad de la onda P en cada capa es constante, y es
más rápida en el manto que en el núcleo (V 1> V2). La
figura muestra las trayectorias de 18 rayos que dejan una
fuente de superficie a intervalos angulares de 5°. Los
rayos 1-12 viajan directamente a través del manto como
ondas P y emergen a distancias epicentrales
progresivamente mayores. La forma convexa hacia arriba
de la curva t-Δ se debe aquí a la superficie exterior curva,
siendo la velocidad de la capa constante. El Rayo 13 se
refracta parcialmente en el núcleo y se refleja
parcialmente (no se muestra en la figura). Debido a que
V2 <V1, el rayo refractado está doblado hacia el radio de
la Tierra, que es normal a la interfaz de refracción. Este
rayo está más inclinado a abandonar el núcleo y alcanza
la superficie de la Tierra como una fase de PKP a una
distancia epicentral mayor de 180°. Los rayos 14 y 15
inciden más directamente en el núcleo y se refractan con
menos severidad; sus distancias epicentrales se vuelven
sucesivamente más pequeñas y sus tiempos de viaje se
vuelven más cortos que los del rayo 13, como lo indican
las ramificaciones 13-15 de la curva t-Δ. Esta rama se
establece en el tiempo a partir de la extrapolación de la
rama 1-12 debido a la menor velocidad en el núcleo. Las
trayectorias de los rayos 16, 17 y 18 (que es una línea
recta a través del manto y el núcleo y emerge a una
distancia epicentral de 180°) se vuelven progresivamente
más largas, y una segunda rama 16-18 se desarrolla en la
curva t-Δ. Las dos ramas se encuentran en un punto
agudo, o cúspide. Ninguna onda P alcanza la superficie
en el espacio entre los rayos 12 y 15 en este modelo
simple. Hay una zona de sombra entre la última onda P
que solo toca el núcleo y la onda PKP con la distancia
epicentral más pequeña. La existencia de una zona de
sombra para ondas P es evidencia de un núcleo con
velocidades de onda P más bajas que el manto. Las ondas
S en el manto siguen las mismas trayectorias de rayos que
las ondas P. Sin embargo, no llegan ondas S directas a la
zona de sombra, lo que indica que el núcleo debe ser
fluido. Ahora supongamos un núcleo interno con una
Velocidad constante (Fig. 3.78b). Los caminos de los rayos
Manto
Núcleo Externo
1-15 son los mismos que antes, a través del manto y el
núcleo externo. Los segmentos 1-12 y 13-15 de la curva t-
Δ son los mismos que los anteriores. El rayo 16 incide
sobre el núcleo interno y se refracta bruscamente lejos del
radio de la Tierra; al regresar al núcleo externo, vuelve a
refractarse, de vuelta al radio. Después de una mayor
refracción en la interfaz núcleo-manto, este rayo emerge en
la superficie de la Tierra a una distancia epicentral más
pequeña que el rayo 15, dentro de la zona de sombra de la
onda P, como un evento PKIKP. Los sucesivos rayos
PKIKP se curvan con menos fuerza. Los rayos PKIKP
trazan una nueva ramificación 16-18 de la curva t-A (ver
también la Fig. 3.77).
3.7.2.1 Curvas de tiempo de viaje para ondas P, PKP y
PKIKP
En general, las velocidades de las ondas P y las ondas S
aumentan con la profundidad. Como se describe en la
Sección 3.6.6.3 e ilustrado en la Fig. 3.73a, las trayectorias
del rayo son líneas curvas, cóncavas hacia la superficie. Sin
embargo, la explicación de las trayectorias de las fases P,
PKP y PKIKP que se muestran en la figura 3.79 sigue de
cerca la discusión precedente. Hay una zona de sombra
para ondas P directas entre aproximadamente 103° y 143°,
y no se encuentran ondas S directas más allá de 103°. El
rayo PKP menos profundo (A en la figura 3.79) se desvía
el más oscuro, emergiendo a una distancia epicentral
mayor de 180°. Los rayos PKP sucesivamente más
profundos (B-E) emergen a distancias epicentrales cada
vez más pequeñas hasta aproximadamente 143°, después
de lo cual la distancia epicentral aumenta nuevamente a
casi 170° (rayos F, G). Durante mucho tiempo se creyó que
el límite entre el núcleo interno y externo era una región de
transición (llamada región F en modelos terrestres
estándar) con mayor velocidad de onda P, y que los rayos
PKP que atraviesan esta región emergerían nuevamente a
distancias epicentrales más pequeñas (rayo H) . Los
primeros rayos que penetran en el núcleo interno se
refractan bruscamente y emergen en la zona de sombra de
la onda P. El más fuertemente desviado (rayo I) se observa
a una distancia epicentral de aproximadamente 110 °; rayos
más profundos (J-P) llegan a distancias cada vez mayores
 3.7 ESTRUCTURA INTERNA DE LA TIERRA
Fig. 3.79 Las
trayectorias de onda
de algunos rayos P,
PKP y PKIKP (después
de Gutenberg, 1959).
Manto
Núcleo
Interior
hasta 180°. Hay al menos dos ramas de la curva t-Δ para A>
143°, correspondientes a las fases PKP y PKIKP,
respectivamente (figura 3.77). De hecho, dependiendo de
cómo se modele la región de transición F, la curva t-Δ
cercana a 143° puede tener varias ramificaciones.
Los bordes de la zona de sombra definida por las fases P y
PKP no son nítidas. Una razón es la intrusión de fases
PKIKP en el borde de 143°. Otro es el efecto de la distorsión
de las ondas P en el borde de 103° (figura 3.79). La flexión
de las ondas planas en un borde a la sombra de una
obstrucción se describió en la Sección 3.6.2.3 y se explicó
con la ayuda del principio de Huygens. La diferencia de las
ondas planas se llama difracción Fraunhofer. Cuando su
fuente no está en el infinito, las ondas deben manejarse
como ondas esféricas. Los frentes de onda esféricos que
pasan por un obstáculo también se difieren. Este tipo de
comportamiento se llama diferencia de Fresnel, y también
se puede explicar con el principio de Huygens como
producto de la interferencia entre el frente de onda primario
y las ondas secundarias generadas en el obstáculo. La
energía de las olas penetra en la sombra del obstáculo, como
si el frente de onda estuviera doblado alrededor del borde.
De esta forma, las ondas P muy profundas se difunden
alrededor del núcleo y hacia la zona de sombra. La
intensidad de los rayos difractados disminuye a medida que
aumenta la distancia angular desde el borde de difracción,
en este caso el límite entre el manto y el manto. La
instrumentación moderna permite la detección de ondas P
difusas de período largo a grandes distancias epicénicas
(figuras 3.77, 3.79). La estructura de velocidad sobre el
límite núcleo-manto, en particular en la capa D "- (Sección
3.7.5.3), tiene una gran influencia en los trayectos de rayos,
tiempos de viaje y formas de onda de las ondas difractadas
3.7.3 Variaciones radiales de velocidades sísmicas
Los modelos de las variaciones radiales de los
parámetros físicos dentro de la Tierra asumen
implícitamente la simetría esférica. Por lo tanto, son
modelos "promedio" de la Tierra que no toman en cuenta
Exterior
las variaciones laterales (por ejemplo, de velocidad o
densidad) a la misma profundidad. Este es un primer paso
necesario para acercarse a las distribuciones verdaderas
siempre que las variaciones laterales sean relativamente
pequeñas. Este parece ser el caso; aunque geofísicamente
significativas, las variaciones laterales en las propiedades
físicas permanecen dentro de un pequeño porcentaje del
valor promedio a cualquier profundidad.
Hay dos formas principales de determinar las distribuciones
de las velocidades de la onda corporal en una Tierra
esféricamente simétrica. Se los conoce como modelado
directo e inverso. Ambos métodos deben emplear los
mismos conjuntos de observaciones, que son los tiempos de
viaje de las diferentes fases sísmicas hasta las distancias
epicentrales conocidas. La técnica de avance comienza con
una variación conocida o supuesta de las velocidades
sísmicas y calcula los tiempos de viaje correspondientes. El
método de inversión comienza con las curvas t-Δ observadas
y calcula un modelo de las distribuciones de velocidad que
podrían producir las curvas. El método de inversión es el más
antiguo, en uso desde la primera parte del siglo XX, y forma
una rama importante de la teoría matemática. El modelado
directo es un método más reciente que se ha empleado con
éxito desde la llegada de las computadoras potentes.
3.7.3.1 inversión de tiempo de viaje vs curvas de distancia
En 1907, el geofísico alemán E. Wiechert, basándose en
una evaluación del problema de Benndorf (Ec. (3.147))
por el matemático G. Herglotz, desarrolló un método
analítico para calcular las distribuciones internas de las
velocidades sísmicas a partir de las observaciones
realizadas en el Superficie de la Tierra. La técnica se llama
inversión de tiempos de viaje, y se considera uno de los
métodos clásicos de geofísica. Los datos de observación
consisten en las curvas t-Δ para fases sísmicas
importantes (figura 3.77). Las pistas para descifrar las
distribuciones de velocidad fueron la relación de
Benndorf para el rayo parámetro p (Ec. (3.147)) y el
reconocimiento de que el valor de p puede obtenerse de la
 3.7 ESTRUCTURA INTERNA DE LA TIERRA
Focus
i i
Q núcleo de la Tierra, la refracción de las ondas P en el límite
P'
R 3.79). Sin embargo, SKS-waves fondo en el núcleo externo.

Fig. 3.80 Las trayectorias de dos rayos que dejan un foco de
terremoto en ángulos infinitesimalmente diferentes, alcanzan la
superficie en los puntos P y P 'en las distancias epicentrales Δ y Δ +
dΔ, respectivamente.
curva de tiempo de viaje a la distancia epicentral donde
el rayo regresa a la superficie.
ConsidereRddos rayos que dejan un foco de terremoto en
ángulos infinitesimalmente diferentes, alcanzando (3.150)
la
superficie
0 en los puntos P y P 'en las distancias
1
epicentrales0 Δ y Δ + dΔ, respectivamente (figura 3.80).
La distancia PP 'es R dΔ (donde R es el radio de la
Tierra) y la diferencia en distancias de arco a lo largo de
los rayos adyacentes es V dt, donde V es la velocidad
en la capa superficial y dt es la diferencia en tiempos de
viaje de los dos rayos En el triángulo pequeño PP'Q, el
ángulo QPP 'es igual a i, el ángulo de emergencia
(incidencia). Por lo tanto,
Esto significa que el valor de p para el rayo que emerge en
la distancia epicentral A puede obtenerse calculando la
pendiente (dt / dΔ) de la curva de tiempo de viaje para esa
distancia. Este es un paso importante para encontrar la
velocidad V0 en el punto más profundo del rayo, en el radio
r0, porque V0 = r0 / ρ. Sin embargo, antes de que podamos
encontrar la velocidad, necesitamos saber el valor de r 0. La
continuación del análisis, conocida como inversión de
Herglotz-Wiechert, es un intrincado procedimiento
matemático, más allá del alcance de este texto, que
afortunadamente da como resultado una fórmula bastante
simple:
donde ρ (Δ1) es la pendiente de la curva t-Δ en Δ1, la
distancia epicentral de emergencia, y p (Δ) es la
pendiente en cualquier distancia epicentral intermedia Δ.
La ecuación (3.150) se puede usar para integrar
numéricamente a lo largo del rayo para dar el valor de r 0
para el rayo, y V0 = r0 / ρ.
La inversión de Herglotz-Wiechert es válida para regiones
de la Tierra en las que ρ varía monótonamente con Δ+. No
puede usarse en la corteza terrestre, porque las condiciones
son
son demasiado heterogéneas. Las distribuciones de velocidad
sísmica en la corteza se deducen empíricamente a partir de
perfiles de refracción sísmica larga. El método Herglotz-
Wiechert no se puede usar donde hay una zona de baja
velocidad, porque el rayo no está en el fondo de la zona.
Funciona bien para el manto de la Tierra, pero se debe tener
cuidado cuando existe una discontinuidad sísmica. En el
núcleo-manto significa que ninguna onda PKP alcanza su
punto más profundo en las capas externas del núcleo (figura
La inversión de los tiempos de viaje de la onda SKS
complementa la inversión de los datos de la onda PKP para
proporcionar la distribución de la velocidad de la onda P en
el núcleo.
3.7.3.2 Modelado frontal: parametrización polinomial
El método de modelado directo comienza con una
dependencia presupuesta de la velocidad sísmica con
la profundidad. El método supone que la variación de
velocidad puede expresarse mediante una función
polinomial uniforme de distancia radial dentro de
rangos de profundidad limitados. Este procedimiento
se llama parametrización polinomio y en la
construcción de modelos de interior de la Tierra se
aplica a la onda P y las velocidades de onda S, la
atenuación sísmica, y la densidad.
Los viajes de los tiempos de P y las ondas S a cualquier
distancia epicentral se calculan sobre la base del
modelo de simetría esférica, en capas. Los tiempos de
viaje calculados se comparan con las curvas t-Δ
observadas, y el modelo se ajusta para tener en cuenta
las diferencias. El procedimiento se repite tantas veces
como sea necesario hasta un acuerdo aceptable entre
los tiempos de viaje calculados y reales. El método
requiere buenos datos de tiempo de viaje para muchas
fases sísmicas e implica un cálculo intensivo.
En 1981 A. M. Dziewonski y D. L. Anderson
construyeron un Modelo de Tierra de Referencia
Preliminar (siglas: PREM) en el cual las distribuciones
de las velocidades de la onda corporal en capas
importantes de la Tierra fueron representadas por
polinomios cúbicos o cuadráticos de distancia radial
normalizada; en capas delgadas del manto superior, se
usaron relaciones lineales. Un modelo revisado similar
de velocidad parametrizada (iasp91) fue propuesto por
B. L. N. Kennett y E. R. Engdahl en 1991. Las
variaciones de las velocidades de las ondas P y S con la
profundidad en la Tierra según el (iasp91) modelo se
muestran en la figura 3.81....
3.7.4 Variaciones radiales de densidad, gravedad y presión
Para determinar la densidad, la gravedad y la presión en el
interior de la Tierra se deben hacer varias suposiciones
simplificadoras, que parecen estar justificadas por la
experiencia. Se supone que la Tierra es esféricamente
simétrica y está compuesta de capas o capas homogéneas
concéntricas (ejemplo: núcleo interno, núcleo externo, manto,
etc.). No se tienen en cuenta los posibles cambios químicos y
de fase dentro de un depósito.
 3.7 ESTRUCTURA INTERNA DE LA TIERRA
Velocidad de la onda del cuerpo (km s–1)
0 5 10
0 35
1000
 
Profundidad (km)
2000
3000
4000
5000
6000
Fig. 3.81 Las variaciones con la profundidad de las velocidades
longitudinales y de onda de corte, a y b, respectivamente, en el
interior de la Tierra, según el modelo de tierra (iasp91) (fuente de
datos: Kennett y Engdahl, 1991).
Se supone que la presión y la densidad aumentan de manera
puramente hidrostática. Si se conocen las distribuciones de las
velocidades sísmicas de la onda corporal a y b, se puede definir
un parámetro sísmico 0 importante:
Al comparar Ec. (3.151) y Ec. (3.48) vemos que 0 es
igual a K / r, donde K es el módulo de masa y r la
densidad.
3.7.4.1 Densidad dentro de la Tierra
Considere un prisma vertical entre las profundidades z y dz
(figura 3.82). La presión hidrostática aumenta desde ρ en la
profundidad z hasta (ρ + dρ) en profundidad (z + dz) debido a
la presión adicional debida al material extra en el pequeño
prisma de altura dz. El aumento de presión dp es igual al peso
w del prisma dividido por el área A de la base del prisma, sobre
el que se distribuye el peso.
A partir de la definición de módulo de volumen, K (ecuación
(3.17)) se puede escribir
Combinando Ecs. (3.151), (3.152) y (3.153) da
15 corteza
p
manto
410
superi z r + dr
660 or
densidad
profundidad
= 
manto
inferio p + dp rádio
r
2889
z + dz r
área
núcle
o
de
exter base
no =A
Fig. 3.82 Cálculo de la presión hidrostática en la Tierra,
5154 suponiendo que un cambio en la presión dp con aumento de
profundidad dz se debe solo al aumento de peso del material
núcle superpuesto.
o
inter
no La ecuación (3.155) se conoce como la ecuación de
Adams Williamson. Primero fue aplicado a la
estimación de la densidad en la Tierra en 1923 por E. D.
Williamson y L. H. Adams. Produce el gradiente de
densidad en el radio r, cuando se conocen las cantidades
en el lado derecho. El parámetro sísmico 0 se conoce
con precisión, pero la densidad r es desconocida; de
hecho, es el objetivo del cálculo. El valor de gravedad g
usado en la ecuación, debe calcularse por separado para
el radio r. Se debe solo a la masa contenida dentro de la
esfera de radio r, porque las capas externas
(homogéneas) de la Tierra no contribuyen a la
gravitación dentro de ellas. Esta masa es la masa total E
de la Tierra menos la masa acumulativa de todas las
capas esféricas externas a r.
El procedimiento requiere que se asuma un valor inicial
para r a una profundidad conocida. Los análisis de la
estructura cortical y del manto superior en áreas
isostáticamente balanceadas dan estimaciones de la
densidad del manto superior alrededor de 3300 kg m -3.
Utilizando esto como un valor inicial en un radio inicial
r1, el gradiente de densidad en el manto superior se
puede calcular a partir de Eq. (3.155). Extrapolación
lineal de este gradiente
a una mayor profundidad elegida da la densidad r en el
radio r2; el nuevo valor correspondiente de g puede
calcularse restando la masa del caparazón entre las dos
profundidades; junto con el valor de 0 (r 2) el gradiente
de densidad puede ser computado en r2. Este tipo
iterativo de cálculo da la variación de densidad con
profundidad (o radio). Finos pasos en las
extrapolaciones dan una distribución de densidad
uniforme (Fig. 3.83). Hay dos condiciones de frontera
importantes en la distribución de densidad calculada.
Integrado sobre el el radio de la Tierra debe dar la masa
total correcta (E = 5.974 × 1024 kg). También debe
cumplir la relación C = 0.3308ER2 entre el momento de
inercia (C), la masa (E) y el radio (R) de la Tierra, como
se explica en la Sección 2.4.3.
La densidad cambia abruptamente en las principales
discontinuidades sísmicas (figura 3.83), lo que muestra
que se afecta principalmente por cambios en la
composición. Si pudiera medirse a la presión y tempera-
 3.7 ESTRUCTURA INTERNA DE LA TIERRA
Radio (km)
6000 4000 2000
15
Densidad (10 3 kg m– 3 )
10
5 manto
manto núcle
o eo
exter
0 no
0 2000 4000
Profundidad (km)
Fig. 3.83 Distribución radial de la densidad dentro de la Tierra según
el modelo de tierra PREM (fuente de datos: Dziewonski, 1989).
tura del nivel del mar, la densidad se encontraría
alrededor de 4200 kg m-3 en el manto, 7600 kg m-3 en
el núcleo exterior y 8000 kg -33 en el núcleo interno. El
aumento suave de la densidad entre las principales
discontinuidades compositivas es el resultado de los
aumentos de presión y temperatura con la profundidad.
3.7.4.2 Gravedad y presión dentro de la Tierra.
La variación radial de la gravedad se puede calcular a partir
de la distribución de densidad. Como se indicó
anteriormente, el valor de g (r) se debe solo a la masa m (r)
contenida dentro de la esfera de radio r. Deje que la densidad
en el radio x (≤ r) sea ρ (x); la gravedad en el radio r es dada
por
Una característica notable de la gravedad interna (Fig. 3.84)
es que mantiene un valor cercano a 10 m s-2 en todo el manto,
elevándose desde 9.8 m s-2 en la superficie hasta
10.8 m s-2 en el límite núcleo-manto. Luego disminuye casi
linealmente a cero en el centro de la Tierra.
La presión hidrostática se debe a la fuerza (N) por unidad de
área (m2) ejercida por el material superpuesto. La unidad de
presión SI es el pascal (1 Pa = 1 N m-2). En la práctica, esta
es una unidad pequeña. Las altas presiones en la Tierra se
cotizan comúnmente en unidades de gigapascales (1 GPa =
109 Pa), o alternativamente en kilobares o megabares (1 bar
= 105 Pa; 1 kbar = 108 Pa; 1 Mbar = 1011 Pa = 100 GPa ).
Dentro de la Tierra, la presión hidrostática p (r) en el radio r
se debe al peso de las capas de la Tierra superpuestas entre r
y la superficie de la Tierra. Se puede calcular integrando Ec.
(3.152) usando las distribuciones derivadas de densidad y
Radio (km)
0 6000 4000 2000 0
400
10
Gravedad (m s – 2)
300
Presión (GPa)
200
5 núcle núcle
o o
Núcl exter inter
no no 100
inter
no
6000
0 0
0 2000 4000 6000
Profundidad (km)
Fig. 3.84 Variaciones radiales de la gravedad interna (curva
gruesa) y la presión (curva delgada) según el modelo de
tierra PREM (fuente de datos: Dziewonski, 1989).
La presión aumenta continuamente al aumentar la
profundidad en la Tierra (Fig. 3.84). La tasa de aumento
(gradiente de presión) cambia en las profundidades de las
principales discontinuidades sísmicas. La presión alcanza un
valor cercano a 380 GPa (3,8 Mbar) en el centro de la Tierra,
que es aproximadamente 4 millones de veces la presión
atmosférica a nivel del mar.
3.7.5 Modelos de la estructura interna de la Tierra
Una vez que se conocieron las distribuciones de velocidad de
las ondas P y S dentro de la Tierra, la amplia estructura interna
de la corteza terrestre, el manto y el núcleo interno y externo
podrían refinarse aún más. En 1940-1942 K. E. Bullen
desarrolló un modelo de la estructura interna que consiste en
siete caparazones concéntricos. Los límites entre los
caparazones adyacentes se ubicaron en cambios bruscos en las
velocidades de la onda del cuerpo o los gradientes de
velocidad. Para facilitar la identificación, las capas se
etiquetaron A-G (Tabla 3.4); esta nomenclatura ha sido
trasladada a modelos más modernos. La estratificación
sísmica de la Tierra es mejor conocida que la composición de
las capas, lo que debe inferirse a partir de experimentos de
laboratorio y modelos petrológicos.
En el Modelo A original, la distribución de densidad no estaba
bien restringida. Dos distribuciones de densidad diferentes (A
y A') que se ajustaron a la masa conocida y el momento de
inercia dieron densidades centrales dispares de 17,300 kg m-3
y 12,300 kg m-3, respectivamente. En 1950, Bullen presentó
el Modelo de Tierra B, en el cual el módulo de volumen
(K) y el parámetro sísmico (0) se supone que varían
 3.7 ESTRUCTURA INTERNA DE LA TIERRA

Table 3.4 Comparación de las divisiones internas de la Tierra de acuerdo con el Modelo A (Bullen, 1942) y PREM
(Dziewonski y Anderson, 1981))

PREM

Modelo A Rango de
Región [km] Capa profundidad Comentarios
[km]
A (0–33) Corte litósferae 0–80 km
za
super 0–15
ior
inferior 15–24

B (33–410) manto superior: manto

superior 24–80

capa de baja velocidad 80–220 astenósfera

capa de baja velocidad 220–400

C (410–1000) manto
superior: zonas 400–670
de transición
670–770

D (1000–2900) manto inferior:

capa D ' 770–2740

capa D " 2740–2890

E (2900–4980) núcleo externo 2890–5150

F (4980–5120) capa de transición

G (5120–6370) Núcleo interno 5150–6370

sin problemas con la presión por debajo de una profundidad
de 1000 km. El modelo sugirió una densidad central de
alrededor de 18,000 kg m-3.
En la década de 1950, el desarrollo de sismógrafos de
período largo hizo posible la observación de las
oscilaciones naturales de la Tierra. Después de terremotos
muy grandes, se excitan numerosos modos de oscilación
libre con periodos de hasta una hora (Sección 3.3.4). Estos
se observaron por primera vez sin ambigüedades después
del gran terremoto de Chile de 1960. Las oscilaciones libres
forman una restricción independiente en los modelos de la
Tierra. Los modos esferoidales de frecuencia más baja
implican desplazamientos radiales que tienen lugar contra
la fuerza restauradora de la gravitación y, por lo tanto, se
ven afectados por la distribución de densidad. Partiendo de
un modelo de Tierra esféricamente simétrico con
distribuciones conocidas de densidad y propiedades
elásticas, el problema directo consiste en calcular cómo
reverberará dicho modelo. Los modos normales de
oscilación calculados y observados se comparan y el
modelo se ajusta hasta que se obtiene el ajuste requerido. El
problema inverso consiste en calcular el modelo de
densidad y propiedades elásticas invirtiendo el espectro de
frecuencias de las oscilaciones libres. El modelo
parametrizado PREM, basado en la inversión de datos de
onda corporal, onda de superficie y oscilación libre, es el
modelo estándar actual de la estructura interna de la Tierra.
Predice una densidad central de 13,090 kg m-3
3.7.5.1 La corteza
la corteza terrestre corresponde a la región A de Bullen. Las
estructuras de la corteza y el manto superior son complejas y
muestran fuertes variaciones laterales. Esto prohíbe utilizar la
inversión de los tiempos de viaje de la onda corporal para
obtener una distribución vertical de las velocidades sísmicas. La
información más confiable sobre la estructura sísmica de la
corteza proviene de los perfiles de refracción sísmica y el sonido
profundo de reflexión cortical. La variación de la velocidad
sísmica con la profundidad en la corteza difiere según dónde se
llevan a cabo los perfiles. Los dominios del escudo continental
antiguo tienen diferentes perfiles de velocidad vertical que los
dominios continentales u oceánicos más jóvenes. En vista de
esta variabilidad, cualquier modelo petrológico generalizado de
estructura de la corteza está destinado a ser una simplificación
excesiva. Sin embargo, con esta reserva, aún es posible resumir
algunas características generales de la estructura de la corteza
y la correspondiente estratificación petrológica.
En la figura 3.85 se muestra un modelo generalizado de la
estructura de la corteza oceánica. La corteza oceánica tiene solo
5-10 km de espesor. Bajo una profundidad media de agua de
aproximadamente 4.5 km, la parte superior de la corteza
oceánica consiste en una capa de sedimentos que aumenta de
espesor lejos de las crestas oceánicas. El sótano ígneo oceánico
consiste en una delgada capa superior (~ 0.5 km) de flujos de
lava basáltica superpuesta sustentada por un complejo de
intrusiones basálticas, el complejo del dique laminado. Debajo
de esto, la corteza oceánica consiste en rocas gabbroic.
 3.7 ESTRUCTURA INTERNA DE LA TIERRA
Vel. Onda P (km s– 1)
Velocidad de onda P (km s– 1) 4 6 8
0 2 4 6 8 0
0 parte superior del
basemento

fondo oceánico
Profundidad (km)

5
corteza 10

Profundidad (km)
~7 km Conrad
……
10 grue laminaciones
so
20
Moho
Moho
15
30
océano Agua de mar

Sedimentos oceánicos
Capa 1
basalto cerca de la superficie
Capa 2 Sedimentos Cenozoicos
gabro
capa de baja velocidad
Capa 3 Sedimentos Paleozoicos y
ultramaficos Mesozoicos
Manto superior zona de gradiente de Basemento superior cristalino
velocidad positiva
Fig. 3.85 Modelo petrológico generalizado y perfil de velocidad de la onda P
para la corteza oceánica.
capa sialic de baja velocidad
lacolitos graníticos
La estructura vertical de la corteza continental es más
complicada que la de la corteza oceánica, y la estructura bajo capa media de la corteza migmatitas
áreas de escudo antiguas difiere de la de las cuencas más
jóvenes. Es más difícil generalizar un modelo representativo diente de alta velocidad anfibolitas

(figura 3.86). La diferencia más llamativa es que la corteza diente de alta velocidad granulitas
continental es mucho más gruesa que la corteza oceánica. Bajo
las áreas continentales estables, la corteza tiene 35-40 km de manto superior ultramáfica
espesor y bajo las cadenas montañosas jóvenes a menudo tiene
Fig. 3.86 Modelo petrológico generalizado y velocidad-profundidad de la onda
50-60 km de espesor. El Moho continental no siempre es un
P de perfil para la corteza continental (después de Mueller, 1977).
límite agudo. En algunos lugares, la transición de la corteza al
manto puede ser gradual, con una estructura estratificada.
ocidad de la onda P excede 7.6 km s-1. La profundidad de Moho
Originalmente, se creía que la discontinuidad sísmica de
es muy variable, con un valor medio global de alrededor de 30-
Conrad separaba una capa cortical superior (granítica) de una
40 km. Un promedio ponderado de estructuras oceánicas y
capa cortical inferior (basáltica). Sin embargo, la
continentales igual a
discontinuidad de Conrad no se encuentra en todos los lugares
24.4 km se usa en el modelo PREM. La suposición de una Tierra
y existe cierta duda sobre su naturaleza real; puede representar
esféricamente simétrica no es válida para la corteza y el manto
un límite de fase o composición más complicado. Los estudios
superior. Las diferencias laterales en la estructura son
de velocidad de la corteza han definido dos zonas anómalas
importantes hasta profundidades de al menos 400 km. El manto
que a menudo interrumpen el aumento, por lo demás
superior entre el Moho y una profundidad de 80-120 km es
progresivo, de la velocidad con la profundidad. Se cree que
rígido, con velocidades de onda P y S crecientes. Esta capa a
una capa de baja velocidad dentro de la corteza media se debe
veces se llama la tapa de la capa subyacente de baja velocidad.
a lacolitos graníticos intrusionados; se llama la capa de baja
Junto con la corteza, la tapa forma la litosfera, la capa exterior
velocidad sialic. Está sostenido por una capa de corteza
rígida de la Tierra que participa en los procesos tectónicos de las
intermedia compuesta de migmatitas. Debajo de esta capa, la
placas (ver Sección 1.2). La litosfera se subdivide lateralmente
velocidad aumenta bruscamente, formando un "diente" en el
en placas tectónicas que pueden tener un tamaño de hasta 10.000
perfil de velocidad. Este diente y la capa debajo de él a
km (por ejemplo, la placa del Pacífico) o tan pequeñas como unos
menudo forman una corteza inferior finamente acodada. Se
pocos miles de kilómetros (por ejemplo, la placa de Filipinas).
cree que las refracciones y reflejos en la parte superior del
Las placas son muy delgadas en comparación con su extensión
diente explican la discontinuidad de Conrad.
horizontal. Se ha observado un aumento abrupto de las
velocidades de las ondas P y S en un 3-4% a una profundidad de
3.7.5.2 El manto superior
alrededor de 220 ± 30 km; se llama discontinuidad de Lehmann.
Al igual que la discontinuidad de Conrad en la corteza, no se
En su modelo de 1942 del interior de la Tierra (ver Tabla 3.4)
encuentra en todas partes y su verdadero significado está en
Bullen hizo una distinción entre el manto superior (capas B y
cuestión. Entre la tapa y la discontinuidad de Lehmann, en el
C) y el manto inferior (capa D). El manto superior se
rango de profundidad de 100-200 km, los gradientes de
caracteriza por varias discontinuidades de las velocidades de
velocidad de la onda corporal son débilmente negativos, es decir,
la onda corporal y los gradientes de velocidad pronunciada
las velocidades disminuyen al aumentar la profundidad. Esta
(figura 3.87). La parte superior del manto está definida por la
capa se llama capa de baja velocidad (LVL). Su naturaleza no se
discontinuidad de Mohorovicic (Moho) debajo del cual la vel-
puede evaluar a partir de las ondas corporales, ya que no forman
 3.7 ESTRUCTURA INTERNA DE LA TIERRA
Fig. 3.87 (a) perfil de Vel. Onda P (km s–1)
profundidad de 6 7
velocidad de onda P en el
manto superior debajo
del escudo canadiense, y
(b) trayectorias de rayos 200
Profundidad (km)
a través del modelo;
nótese la curvatura
brusca de los rayos en las
400
discontinuidades de
velocidad a
profundidades de 400 600
km y 670 km (después de
discontinuidad
800
1000
parte de la capa inferior y su límite inferior no es nítido. La
evidencia para entender el LVL proviene de la inversión de
datos de ondas de superficie. Solo las ondas de superficie de
período largo con períodos superiores a 200s
aproximadamente pueden penetrar hasta las profundidades
de la base del LVL. Los datos de las ondas de superficie no
son precisos. Su resolución de profundidad es pobre y solo
se puede determinar la velocidad de la onda S. Por lo tanto,
la parte superior e inferior de la LVL no están definidas
claramente.
El LVL generalmente se asocia con la astenosfera, que
también desempeña un papel importante en la teoría
tectónica de placas. Las disminuciones en las velocidades
sísmicas se atribuyen a una rigidez reducida en esta capa.
Durante los intervalos de tiempo geológicos, el manto
reacciona como un medio viscoso, con una viscosidad que
depende de la temperatura y la composición. Desde el punto
de vista de la tectónica de placas, la astenosfera es una capa
viscosa que desacopla la litosfera del manto más profundo;
al permitir una convección lenta, permite o promueve los
movimientos relativos de las placas globales. El LVL y la
astenosfera reflejan los cambios de las propiedades
reológicas del material del manto superior. El
comportamiento frágil en la corteza y la litosfera cede con el
aumento de la profundidad al comportamiento dúctil en la
astenosfera de baja rigidez. La transición frágil-dúctil es
gradual y depende de propiedades tales como la
composición de la roca, el gradiente geotérmico, el espesor
inicial de la corteza y la velocidad de deformación.
Probablemente se produzca de forma diferente en la litosfera
oceánica y continental, como se sugiere en la figura 2.69.
La composición del manto superior generalmente se
considera peridotítica, con olivino [(Mg, Fe) 2SiO4] como
el mineral dominante. Con el aumento de la profundidad
hidrostática
la presión aumenta y eventualmente causa una
transformación a alta presión de los minerales de silicato.
Esto se refleja en las propiedades sísmicas. Tiempo de viaje:
las curvas de las ondas corporales muestran un cambio
distintivo en la pendiente a distancias epicentrales de
aproximadamente 20°. Esto se atribuye a una discontinuidad
en las velocidades del manto a una profundidad de alrededor
de 400 km (figura 3.87). La discontinuidad de 400 km (o la
discontinuidad de 20°) se interpreta como un cambio
petrológico de una retícula de tipo olivino a una retícula de
tipo espinela más compacta.
Distancia Epicentral,  ()
8 9 10 11 0 5 10 15 20 25 30 35 40
corteza
tapa
capa de baja vel.
Manto superior
400 km
discontinuidad
670 km
Manto inferior
La tapa, la capa de baja velocidad y la zona hasta la
discontinuidad de 400 km juntas corresponden a la capa B en
el Modelo de Tierra A de Bullen. Se produce una mayor
discontinuidad sísmica a una profundidad de 650-670 km.
Esta es una característica importante de la estructura del
manto que se ha observado en todo el mundo. En la zona de
transición entre las discontinuidades de 400 km y 670 km hay
un cambio adicional en la estructura de þ-espinela a μ-
espinela, pero esto no va acompañado de cambios apreciables
en las propiedades físicas. A los 670 km, la espinela se
transforma en perovskita. Esta zona de transición
corresponde a la parte superior de la capa C de Bullen.
3.7.5.5 El manto inferior
El manto inferior ahora se clasifica como la parte debajo de
la discontinuidad sísmica importante a 670 km. Su
composición es bastante poco conocida, pero se cree que
consiste en óxidos de hierro y magnesio, así como silicatos
de hierro y magnesio con una estructura de perovskita. La
parte superior del manto inferior entre 670 y 770 km de
profundidad tiene un gradiente de velocidad positivo alto y
corresponde a la parte inferior de la capa C. de Bullen. Debajo
de ella se encuentra la capa D 'de Bullen, que representa un
gran espesor del manto normal, caracterizado por gradientes
de velocidad y la ausencia de discontinuidades sísmicas.
Justo por encima del límite núcleo-manto se ha identificado
una capa anómala, de aproximadamente 150-200 km de
espesor, en la que los gradientes de velocidad de la onda
corporal son muy pequeños e incluso pueden ser negativos.
Aunque parte del manto inferior, evidentemente sirve como
una capa límite entre el manto y el núcleo. Se etiqueta D "para
distinguirlo del manto normal sobre él. La estructura y el
papel de la capa D "aún no se conocen con confianza, pero es
el foco de una intensa investigación actual. Se han propuesto
modelos de la estructura interna de D "con gradientes de
velocidad positivos, otros con gradientes de velocidad
negativos y algunos con discontinuidades de velocidad
pequeñas. La última posibilidad es importante porque
implicaría cierta estratificación dentro de D ". El aspecto más
interesante de D "es la presencia - revelada por imágenes
tomográficas sísmicas (Sección 3.7.6.2)
 3.7 ESTRUCTURA INTERNA DE LA TIERRA
de variaciones de velocidad de varios por ciento que
tienen lugar a distancias laterales comparables en tamaño
a los continentes y océanos en la corteza terrestre. El
término "gran estructura" se ha acuñado para estas
regiones; las partes más gruesas también se han
denominado "continentes criptográficos" y las partes más
delgadas "criptocereales" (véase la Fig. 4.38). Además,
las regiones sísmicamente rápidas (en las cuales las
temperaturas se presumen más frías que lo normal) se
encuentran debajo de las zonas de subducción actuales.
Esto sugiere que la litosfera subducida en frío puede
llegar a hundirse en el fondo del manto, donde es más fría
y rígida que el manto circundante y, por lo tanto, tiene
velocidades de onda corporal más altas. Una gran región
de baja velocidad (caliente) subyace a la cuenca del
Pacífico, en la que se ubican muchos centros de
vulcanismo y un flujo de calor localmente alto ("puntos
de acceso", véase la Sección 1.2.8). Se sospecha que la
capa D "es la fuente de las plumas del manto que causan
estas anomalías. El material excepcionalmente caliente de
D "se eleva en penachos del manto delgados como tubos
hasta la discontinuidad de 670 km, que se opone a un
movimiento ascendente adicional del mismo modo que
resiste la subducción más profunda de las losas
litosféricas frías. Ocasionalmente, una pluma caliente
puede atravesar la barrera de 670 km, produciendo un
punto de acceso a la superficie.
Si nuestra comprensión actual de la capa D "es correcta,
juega un papel importante en el comportamiento
geodinámico y geotérmico. Por un lado, D "sirve como
fuente de material para las plumas del manto que dan
lugar a puntos de acceso, que son importantes en la
tectónica de placas. Por otro lado, las propiedades
térmicas de D "podrían influir en el transporte externo de
calor desde el núcleo de la Tierra; a su vez, esto podría
afectar los intrincados procesos que generan el campo
magnético de la Tierra.
3.7.5.4 El Núcleo
Al principio de la historia de la Tierra, se cree que los
elementos metálicos densos se asentaron hacia el centro
de la Tierra, formando el núcleo, mientras que los
silicatos más ligeros ascendieron y se solidificaron para
formar el manto. Los estudios de las composiciones de los
meteoritos y del comportamiento de los metales a alta
presión y temperatura dan una imagen plausible de la
composición y la formación del núcleo. Consiste
principalmente en hierro, con tal vez hasta 10% de níquel.
Las relaciones observadas de densidad de presión
sugieren que algunos elementos no metálicos menos
densos (Si, S, O) pueden estar presentes en el núcleo
externo. No se sabe si pequeñas cantidades de los
elementos radiactivos más comunes (40K, 232Th, 235U
y 238U) están presentes en abundancia lo suficientemente
grande como para contribuir al suministro de calor del
núcleo.
El núcleo tiene un radio de 3480 km y consiste en un
núcleo interno sólido (capa G en el modelo de Tierra A de
Bullen) rodeado por un núcleo externo líquido (capa de
Bullen E) que tiene 1220 km de espesor. La capa de
transición (F) fue modelada por Bullen como una zona en
la que el gradiente de velocidad de la onda P es negativo
(es decir, a disminuye al aumentar la profundidad). No
todos los sismólogos estuvieron de acuerdo con esta
interpretación de las curvas t-Δ, por lo que la naturaleza
de la capa F siguió siendo controvertida durante muchos
años. La necesidad de una capa F ahora se ha descartado.
La resolución sismográfica mejorada ha producido una
gran cantidad de datos de alta calidad para reflexiones
desde los límites del núcleo externo (PcP, ScS) y el
núcleo interno (PKiKP) que han ayudado a aclarar la
naturaleza de estos límites. La fase PKiKP contiene altas
frecuencias; esto implica que el límite interno del núcleo
es agudo, probablemente no más de 5 km de espesor.
Los eventos sísmicos interpretados anteriormente como
debidos a una capa F ahora se consideran como rayos
que se han dispersado por características de pequeña
escala en el fondo del manto.
El núcleo interno transmite ondas P (fase PKIKP)
pero las ondas S en el núcleo interno (fase PKJKP),
aunque en principio es posible, aún no se han observado
inequívocamente. Los tiempos de viaje de la onda
corporal no limitan la rigidez del núcleo interno. El
espectro de amplitud de las frecuencias de los modos
superiores de las oscilaciones libres de la Tierra muestra
que el núcleo interno es probablemente sólido. Sin
embargo, es posible que no sea completamente sólido.
Por el contrario, puede ser una mezcla de fases sólidas y
líquidas a una temperatura próxima a la temperatura de
solidificación. Se puede hacer una analogía con el estado
blando y semicongelado por el que pasa el agua al
congelarse en el hielo.
El núcleo externo es fluido, con una viscosidad
similar a la del agua. Se supone que es homogéneo y se
supone que su estado térmico es adiabático. Estas son
las condiciones que se esperan en un fluido que ha sido
bien mezclado, en el caso de la Tierra por convección y
rotación diferencial. Una teoría de la dinámica del
núcleo sostiene que el núcleo interno rico en hierro se
está solidificando desde el núcleo externo fluido,
dejando atrás sus elementos más ligeros. Estos
constituyen un fluido menos denso, por lo tanto
gravitacionalmente flotante, que se eleva a través del
líquido más denso que lo recubre. Este tipo de
flotabilidad composicional podría ser un importante
contribuyente a la convección en el núcleo externo, y por
lo tanto a la dinámica del núcleo y la generación del
campo magnético de la Tierra.
El límite núcleo-manto (CMB) también se denomina
discontinuidad de Gutenberg. Se caracteriza por
cambios muy grandes en las velocidades de la onda
corporal y es la discontinuidad sísmica más definida.
Los datos sísmicos muestran que el límite no es
uniforme, pero tiene una topografía de colinas y valles.
Las anomalías en los tiempos de viaje de las fases de
PKKP, que se reflejan una vez internamente en el CMB,
 3.7 ESTRUCTURA INTERNA DE LA TIERRA
se han atribuido a la dispersión por características
topográficas con un relieve de unos pocos cientos de
metros. Sin embargo, dependiendo de las condiciones
en la capa caliente D del manto inferior
inmediatamente arriba del CMB, algunas
características topográficas pueden tener hasta 10 km
de altura. La interferencia entre la topografía del CMB
y los movimientos del fluido en el núcleo más externo
puede acoplar el núcleo y el manto entre sí de forma
dinámica.
3.7.6 tomografía sísmica
Una traducción libre del término tomografía es "representación
en corte transversal". Las secciones transversales
bidimensionales vecinas se pueden combinar para obtener un
modelo tridimensional. El uso de la tomografía asistida por
computadora (TAC) en el diagnóstico médico es bien conocido
como un método no invasivo para examinar órganos internos en
busca de regiones anormales. Los rayos X o ultrasónicos son
absorbidos de manera desigual por diferentes materiales. CAT
consiste en estudiar la atenuación de los rayos X u ondas
ultrasónicas que atraviesan el cuerpo en secciones planas
claramente controladas. La tomografía sísmica utiliza los
mismos principios, con la diferencia de que se observan los
tiempos de viaje de las señales, así como su atenuación. Por lo
tanto, la técnica se puede describir como el modelado
tridimensional de la distribución de velocidad o atenuación de
las ondas sísmicas en la Tierra. La técnica requiere poderosas
instalaciones computacionales y programación sofisticada.
El tiempo de viaje de una onda sísmica desde un foco de
terremoto a un sismógrafo está determinado por la distribución
de velocidad a lo largo de su trayectoria. Para un modelo de
tierra idealizado, esféricamente simétrico, se conocen las
distribuciones radiales de velocidad. Las velocidades en el
modelo son valores medios, que promedian las fluctuaciones
laterales. Si se utilizara dicho modelo de velocidad para calcular
los tiempos de viaje de las diferentes fases a cualquier distancia
epicentral, se obtendría un conjunto de curvas indistinguibles de
la figura 3.77. En realidad, los tiempos de viaje observados
generalmente muestran pequeñas desviaciones de los tiempos
calculados. Estas discrepancias se llaman residuales o anomalías
del tiempo de viaje, y pueden tener varias causas. Una causa
obvia es que la profundidad focal de un terremoto no es cero,
como se supone en la figura 3.77, pero puede ser de hasta varios
cientos de kilómetros. El modelo de tierra parametrizado iasp91
tiene esto en cuenta y tabula los tiempos de viaje para varias
profundidades focales. Claramente, la determinación precisa de
los parámetros focales del terremoto (ubicación epicentral,
profundidad y tiempo de ocurrencia) son requisitos previos
esenciales para la tomografía sísmica. Un factor importante es
la asunción de la simetría esférica, que no es perfectamente
válida, por lo que debe tenerse en cuenta la elipticidad de la
figura de la Tierra.
Una fuente local de residuos de tiempo de viaje es la distribución
particular de profundidad-velocidad bajo una red de
observación. Idealmente, se debe conocer el perfil de velocidad
vertical local, para permitir la compensación de un tiempo de
viaje observado para la estructura anómala local. En la práctica,
las señales de un terremoto seleccionado se promedian para
varias estaciones en un área determinada de la superficie
(ejemplo: aproximadamente 3° cuadrados) para reducir las
perturbaciones locales. Las variaciones laterales en la velocidad
de las ondas P y S a cualquier profundidad dada pueden presen-
tar un pequeño porcentaje de la velocidad "promedio" para esa
profundidad asumida en el modelo de referencia. Si, a cierta
profundidad, un rayo sísmico pasa a través de una región en la
cual la velocidad es ligeramente más rápida que la media, la
onda llegará un poco antes de lo esperado en el receptor; si la
velocidad anómala es más lenta que la media, la onda llegará
tarde. Esto permite clasificar el tiempo de viaje como
"temprano" o "tarde" dependiendo de si un rayo ha atravesado
una región que es "rápida" o "lenta" con respecto al modelo
supuesto.
La velocidad de una onda sísmica está determinada por los
parámetros elásticos y la densidad, que se ven afectados por la
temperatura. Por lo tanto, las anomalías de velocidad obtenidas
de la tomografía sísmica a escala global se interpretan
generalmente en términos de temperatura anormal y rigidez.
Una región "lenta" se asocia comúnmente con una temperatura
superior a la media y una menor rigidez, mientras que una
región "rápida" se atribuye a una temperatura más baja y una
mayor rigidez.
3.7.6.1 Residuos de tiempo de viaje y anomalías de velocidad
La distribución de velocidad en la Tierra es más heterogénea
que en un modelo de velocidad estándar. El tiempo (t) que toma
un rayo sísmico para viajar a lo largo del camino desde un
terremoto hasta una estación de registro difiere así del valor (t0)
predicho por el modelo. La diferencia (At = t0 - t) es una
anomalía del tiempo de viaje. Se obtiene un residuo de tiempo
de viaje (At / t0) para la ruta expresando la anomalía como un
porcentaje del tiempo de viaje esperado (Recuadro 3.4). Si una
ruta dada se subdivide en segmentos con diferentes velocidades,
el tiempo de viaje es equivalente a la suma de los tiempos de
viaje a través de los segmentos individuales. Esto es como una
ecuación con un valor conocido (At / t0) y varios términos
desconocidos (las anomalías de velocidad en cada segmento).
Para un terremoto dado, varias estaciones sísmicas pueden
registrar rayos que atraviesan la región de interés. Cada estación
también puede tener rayos grabados que cruzaron la región de
diferentes terremotos. Se obtiene un gran conjunto de resultados
residuales de tiempo de viaje, equivalente a una gran cantidad
de ecuaciones. Un procedimiento matemático llamado
inversión de matriz se usa para resolver el conjunto de
ecuaciones y obtener las anomalías de velocidad. El análisis
sofisticado implica un procesamiento de datos intensivo y está
más allá del alcance de este texto. Sin embargo, el Recuadro 3.5
ilustra para un patrón simple de residuos de tiempo de viaje
(Cuadro 3.4, Fig. B3.4) cómo puede deducirse una distribución
de anomalías de velocidad por retro proyección. En este
método, se realizan ajustes sucesivos a una distribución de
velocidad inicial para tener en cuenta los residuales de tiempo
de viaje observados. Las imágenes tomográficas de la
distribución tridimensional de la velocidad de la Tierra pueden
resolver pequeñas diferencias en las velocidades sísmicas. En
algunos estudios, las señales son de origen local, generadas por
terremotos o explosiones dentro o cerca del volumen de interés.
Otros estudios se basan en señales telesísmicas, que se
originaron en terremotos a más de 20° de distancia epicentral.
El análisis requiere una ubicación precisa de la fuente del
terremoto, correcciones para los efectos locales (como la
estructura de la corteza cerca de cada estación de medición) y
la reconstrucción de los rayos sísmicos entre la fuente y el
sismómetro. La tomografía sísmica puede basarse en ondas
corporales u ondas superficiales. La base de datos para estudios
de ondas P consta de cientos de miles de primeros tiempos de
llegada de terremotos que ocurrieron en los últimos 30 años, que
 3.7 ESTRUCTURA INTERNA DE LA TIERRA
Recuadro 3.4: Cálculo de residuos de tiempo de viaje
Considere el paso de los rayos sísmicos en seis
direcciones a través de una región cuadrada que
contiene cuatro áreas iguales, cada una un cuadrado con
un borde de 5 km, donde las velocidades de la onda P
(V) son 4.9 km s-1, 5.0 km s-1, 5.1 km s-1 y 5.2 km s-1
(Fig. B3.4). Deje que la velocidad esperada (V0) en toda
la región sea 5.0 km s-1. La diferencia de velocidad (AV)
en cada área se encuentra al restar el valor de referencia,
y la anomalía de velocidad (AV / V0) se obtiene
expresando la diferencia como un porcentaje del valor
esperado. Esto da zonas que son 2% y 4% rápidas, una
zona que es 2% lenta y una zona sin anomalías.
Supongamos que seis rayos sísmicos atraviesan la
región cuadrada como en la figura B3.4. Si la velocidad
fuera 5.0 km s-1 en cada área, el tiempo de viaje
esperado (t0) sería 2.0 s para cada uno de los rayos
horizontales y verticales y 2√2 = 2.828 s para los rayos
diagonales más largos. Sin embargo, la velocidad real
es diferente en cada área. Como resultado, algunos de
los tiempos de viaje observados son más cortos y
algunos son más largos que el valor esperado. Una
anomalía de tiempo de viaje (At) se calcula restando los
tiempos de viaje observados (t) del valor esperado (Fig.
B3.4d). El tiempo de viaje residual (At / t0) se obtiene
expresando la anomalía como un porcentaje del tiempo
de viaje esperado (Fig. B3.4e). Tenga en cuenta que los
residuos no son promedios simples de las anomalías de
velocidad a lo largo de cada ruta.5 km
Velocidades de la anomalías de
onda P (km s-1) velocidad
(porcentaje)
tiempos de viaje anomalías del tiempo de
(seg) viaje (segundos rápidos)
Residuos de tiempo de viaje (porcentaje rápido)
Fig. B3.4 Cálculo de los residuos relativos de tiempo de
viaje (en porcentaje) para una estructura simple de cuatro
bloques (modificada después de Kissling, 1993).
han sido catalogados por el Centro Internacional de Sismología.
Además, los modelos de onda S se han derivado para conjuntos de
datos de estaciones sísmicas de banda ancha digital. Las estructuras
de velocidad de ambas ondas P y S se han obtenido para modelos
globales de todo el manto, así como para estudios regionales (por
ejemplo, zonas de subducción individuales).
3.7.6.2 Tomografía de manto
La inversión de los datos de la onda corporal proporciona evidencia
de las variaciones laterales en la velocidad en el interior más
profundo. Las variaciones laterales a una profundidad dada son
equivalentes a las variaciones en la superficie de una esfera a esa
profundidad, y así se pueden representar con la ayuda de funciones
armónicas esféricas. Las anomalías de velocidad contorneadas
obtenidas por análisis armónico esférico para una profundidad de
2500 km en el manto inferior están dominadas por un anillo de
velocidades rápidas de onda P alrededor del Pacífico y una región de
velocidad lenta en el centro (figura 3.88). Las velocidades lentas
también están presentes en profundidad bajo África. El patrón está
presente en casi todas las profundidades en el manto inferior (es
decir, por debajo de 1000 km). Esto se muestra claramente mediante
una sección transversal vertical a lo largo de un perfil alrededor del
ecuador (figura 3.89, marco inferior). Las velocidades lentas se
interpretan como la expresión del material cálido del manto que
puede estar elevándose desde el límite núcleo-manto como las
llamadas "superpigmentaciones". El papel de estas
superpigmentaciones en el patrón de circulación de la convección del
manto no es aún entendido. Las regiones de velocidad rápida
profunda ("frías") en América e Indonesia y las regiones de baja
velocidad ("cálidas") bajo los océanos Pacífico y Atlántico se
extienden desde aproximadamente 1000 km de profundidad hasta
el límite núcleo-manto. Las anomalías de velocidad del manto
inferior muestran poca correlación con los elementos tectónicos de
placa, que son características de la litosfera. Las anomalías de
velocidad en el manto superior, por otro lado, están claramente
relacionadas con las características tectónicas de las placas. Las
estructuras de velocidad del manto superior pueden modelarse
invirtiendo ondas telesísmicas del cuerpo, pero estas profundidades
también pueden ser sondeadas por ondas superficiales de largo
período, que son más sensibles a las variaciones en la rigidez (y por
lo tanto a la temperatura). La inversión de los datos de ondas de
superficie de período largo es una técnica efectiva para modelar las
velocidades de la onda S del manto superior, especialmente bajo
áreas oceánicas, donde la resolución de las anomalías de la onda
corporal es pobre. El patrón de anomalías de la velocidad de la onda
S en el manto superior a lo largo de la sección transversal ecuatorial
(figura 3.89, fotograma medio) muestra velocidades generalmente
elevadas bajo los continentes "fríos" y velocidades reducidas bajo los
sistemas de cordilleras oceánicas "cálidas". En estos análisis, las
grandes variaciones locales en las velocidades de las ondas S en la
corteza heterogénea constituyen un impedimento para una mayor
resolución. Se han realizado avances importantes en la comprensión
del estado geodinámico del manto de la Tierra como resultado de
numerosos estudios de tomografía sísmica regional, que se han
centrado en entornos tectónicos específicos, como zonas de
convergencia de placas tectónicas. En particular, En particular, las
investigaciones de las zonas de subducción han proporcionado
nuevos conocimientos sobre los efectos de la convección del manto
de las discontinuidades sísmicas a 400 km y profundidad de 670 km.
 3.7 ESTRUCTURA INTERNA DE LA TIERRA
Cuadro 3.5: Cálculo de anomalías de velocidad
Para ilustrar cómo se puede deducir una estructura de velocidad
a partir de residuos de tiempo de viaje observados, tomamos
como punto de partida el conjunto de residuos de tiempo de
viaje (At / t0) calculados para la distribución de velocidad en el
Cuadro 3.4. El tiempo de viaje esperado a lo largo de una
trayectoria sísmica de longitud L es t0 = L / V0, donde V0 es la
velocidad de referencia. Si la verdadera velocidad es V = V 0 +
AV, el tiempo de viaje observado es:
A continuación, suponemos que las anomalías de velocidad
porcentual (AV / V0) son las mismas que los porcentajes de
tiempo de viaje residuales. Como se muestra por Ec. (2), esto
no es estrictamente cierto; la discrepancia es del orden de (AV
/ V0). Sin embargo, las anomalías de velocidad suelen ser muy
pequeñas (véanse las Figuras 3.88-3.90), por lo que suponiendo
que la anomalía de velocidad es igual al tiempo de recorrido
residual es una aproximación razonable.
Considere un rayo horizontal que atraviesa los dos bloques
"rápidos" superiores en la figura B3.5. Para tener en cuenta la
anomalía (temprana) del tiempo de viaje de + 2.9%, se debe
asignar a cada bloque superior una anomalía de velocidad
(rápida) de + 2.9%. De manera similar, deje que a cada uno de
los dos bloques inferiores se le asignen anomalías de velocidad
de -1.02%. Esta distribución de velocidad simple (figura B3.5a)
satisface las anomalías de tiempo de viaje para los rayos
horizontales. Sin embargo, en la dirección vertical da anomalías
Como se analiza en mayor profundidad en la Sección 4.2.9.3,
prevalecen dos modelos de convección del manto. Difieren
principalmente en los roles desempeñados por estas
discontinuidades sísmicas. En el primero, la convección del manto
entero, todo el manto participa en el proceso de convección. En la
segunda convección en capas, las discontinuidades sísmicas se unen
a una zona de transición que separa un sistema de células de
convección en el manto superior de un sistema de células de
convección en el manto inferior.
Sin embargo, la realidad es más compleja y ninguno de los modelos
satisface todas las restricciones observacionales. En una zona de
subducción, la placa de subducción es más fría y más densa que la
placa superior y se hunde en el manto (figura 3.90). La evidencia de
la tomografía sísmica regional muestra que, en algunas zonas de
subducción (p. Ej., El arco del Egeo, Fig. 3.90a) la losa fría de
subducción puede penetrar a través de la zona de transición y
hundirse más profundamente en el manto inferior. En otros casos
(por ejemplo, el arco de Kurile, figura 3.90b), la discontinuidad de
670 km parece bloquear el movimiento hacia abajo de la losa de
subducción, que luego se desvía horizontalmente. Algunas losas que
penetran en la discontinuidad de 670 km parecen hundirse
profundamente en el manto inferior.
Modelo de
anomalía de
Modelo
Observada
Modelo de
anomalías y
modelo de
velocidad
corrección correcciones corregido
velocidad inicial
(porcentaje rápido)
Modelo
Observada
corrección
Modelo
Observada
Modelo de modelo de velocidad
corrección
anomalías y final (porcentaje rápido)
correcciones
de tiempo de viaje de + 0.94% (la media de + 2.90% y -1.02%)
para cada rayo (Fig. B3.5b) no concuerda con las anomalías
observadas para los dos rayos verticales (+ 0.98% y + 0.90%,
respectivamente); una anomalía vertical es 0.04% demasiado
grande, la otra es 0.04% demasiado pequeña. Las velocidades
en los bloques se ajustan en consecuencia haciendo una
corrección de + 0.04% a los bloques de la izquierda y -0.04%
a los bloques de la derecha (Fig. B3.5c). Esto proporciona una
nueva distribución de anomalías de velocidad que satisface
los rayos horizontales y verticales (Fig. B3.5d).
El modelo ahora proporciona anomalías de tiempo de viaje a
lo largo de cada uno de los rayos diagonales de + 0.94%, en
comparación con las anomalías observadas de + 1.92% y -
0.04%, respectivamente (Fig. B3.5e). Ahora se realizan más
correcciones de + 0.98% a los bloques superior derecho e
inferior izquierdo, y
-0.98% a los bloques inferior derecho e izquierdo superior
(Fig. B3.5f). La distribución resultante de las anomalías de
velocidad (figura B3.5g) satisface los seis rayos a través de la
región anómala, y está cerca de la distribución original de las
anomalías de velocidad (figura B3.4b).
De hecho, algunos pueden alcanzar el límite del núcleo y el
manto.
La tomografía sísmica es una técnica potente para describir
las condiciones en el manto. Muchas preguntas, como la
naturaleza de las estructuras de "súper pluma" debajo del
Pacífico y África, siguen sin respuesta. A pesar de la mezcla
convectiva, puede haber más heterogeneidad en la
composición del manto de lo que a menudo se supone. De
hecho, la suposición de que las velocidades sísmicas rápidas
y lentas implican temperaturas frías y calientes,
respectivamente, puede ser demasiado simplista. Sin
embargo, la tomografía sísmica es la mejor herramienta
actualmente disponible para investigar procesos
geodinámicos en el interior de la Tierra.
 3.7 ESTRUCTURA INTERNA DE LA TIERRA

Fig. 3.88 Mapa de

anomalías de velocidad
de la onda P en el manto
inferior (2500 km de
profundidad). Las
desviaciones se trazan
como un porcentaje
más rápido o más lento
que la velocidad de
referencia a esta
profundidad (después
de Dziewonski, 1984,
1989).

Ondas P
– 0.5% +0.5%
anomalía de velocidad

Fig. 3.89 Corte

tomográfico sísmico
a través del manto a
lo largo de un perfil
ecuatorial. Marco
medio: anomalías de
la onda S en el
manto superior a una 25

Superior
profundidad de 670

Manto
Profundidad (km)

km. Marco inferior:

anomalías de la onda
P en el manto 670
inferior en 670

profundidades
comprendidas entre

inferior
Manto
670 y 2890 km
(según Woodhouse
y Dziewonski,
1984). 2890
–3% Onda S +3%

–0.75% Ondas P +0.75%

anomalía de
velocidad

Kearey, P., Brooks, M. and Hill, I. 2002. An Introduction to

3.8 SUGERENCIAS PARA LA LECTURA ADICIONAL
Nivel introductorio
Bolt, B. A. 1993. Earthquakes, New York: W. H. Freeman.
Bryant, E. 2001. Tsunami: The Underrated Hazard, Cambridge:
Cambridge University Press.
Geophysical Exploration, 3rd edn, Oxford: Blackwell
Publishing.
Mussett, A. E. and Khan, M. A. 2000. Looking into the Earth:
An Introduction to Geological Geophysics, Cambridge:
Cambridge University Press.
Parasnis, D. S. 1997. Principles of Applied Geophysics, 5th edn,
London: Chapman and Hall.
Sharma, P. V. 1997. Environmental and Engineering Geophysics,
Cambridge: Cambridge University Press.
Walker, B. S. 1982. Earthquake, Alexandria, VA: Time-Life Books.
 3.7 ESTRUCTURA INTERNA DE LA TIERRA

SW NE W E
Fig. 3.90 Secciones 0 0
tomográficas sísmicas que
muestran diferentes estilos de 410 410
subducción. (a) En el arco del 660 660
Egeo la placa africana
subductora hacia el norte se
hunde a través de las
discontinuidades sísmicas de
410 km y 660 m, mientras que 1700 1700
(a) en el arco sur de Kurile la
placa del Pacífico subductora
hacia el oeste parece no poder
penetrar en el manto inferior y se
desvía horizontalmente (según 2890 2890
(CMB) lento Rápido (CMB)
Kárason y Van der Hilst, 2000).
-0.9% +0.9%
a) Arco del Egeo b) Arco del sur de Kurile

Nivel Intermedio 3.9 PREGUNTAS DE REVISIÓN

Dobrin, M. B. and Savit, C. H. 1988. Introduction to Geophysical 1. Describe el principio del sismómetro.
Prospecting, 4th edn, New York: McGraw-Hill.
Fowler, C. M. R. 2004. The Solid Earth: An Introduction to Global 2. Describe los movimientos de las partículas
Geophysics, 2nd edn, Cambridge: Cambridge University Press. en relación con la dirección de propagación
Gubbins, D. 1990. Seismology and Plate Tectonics, Cambridge: de las dos ondas sísmicas del cuerpo y las
Cambridge University Press.
dos ondas sísmicas de la superficie.
3. ¿Cuáles son las constantes de Lamé en la
Lay, T. and Wallace, T. C. 1995. Modern Global Seismology, San
teoría sísmica?
Diego, CA: Academic Press.
4. ¿Qué se entiende por dispersión con
Lillie, R. J. 1999. Whole Earth Geophysics: An Introductory Textbook respecto a la propagación de ondas
for Geologists and Geophysicists, Englewood Cliffs, NJ: Prentice superficiales?
Hall. 5. Dibuja cómo el tren de ondas de Rayleigh
Science: Special Section. 2005. The Sumatra–Andaman Earthquake. de un terremoto distante aparecería en un
Science, 308, 1125–1146. sismograma.
Shearer, P. 1999. Introduction to Seismology, Cambridge: 6. ¿Cuáles son las oscilaciones libres de la
Cambridge University Press. Tierra? ¿Qué tipos son posibles? ¿Qué se
Sleep, N. H. and Fujita, K. 1997. Principles of Geophysics, Oxford:
entiende por los modos normales? ¿Cuáles
son los modos más altos? ¿Cómo se
Blackwell Science.
relacionan con las ondas de superficie?
Stein, S. and Wysession, M. 2003. An Introduction to Seismology, 7. ¿Cómo explica el modelo de rebote elástico
Earthquakes and Earth Structure, Oxford: Blackwell Publishing. el origen de un terremoto tectónico?
Telford, W. M., Geldart, L. P. and Sheriff, R. E. 1990. Applied 8. ¿Cuál es el epicentro de un terremoto?
Geophysics, Cambridge: Cambridge University Press. Explica cómo se puede ubicar el epicentro
de un terremoto ¿Cuál es el número mínimo
de registros sísmicos necesarios?
Nivel Avanzado 9. Explicar la diferencia entre la intensidad del
terremoto y magnitud.
Aki, K. and Richards, P. G. 1980. Quantitative Seismology: Theory 10. Si la magnitud de un terremoto es 0.5 mayor
and Methods, San Francisco, CA: W. H. Freeman. que la de otro, ¿cuánto más grande es la
Iyer, H. M. and Hirahara, K. (eds) 1993. Seismic Tomography: cantidad de energía que libera?
Theory and Practice, London: Chapman and Hall. 11. ¿Cómo se origina un tsunami? ¿Por qué el
Nolet, G. (ed) 1987. Seismic Tomography: With Applications in tsunami apenas se nota en el océano abierto,
Global Seismology and Exploration Geophysics, New York: pero es muy peligroso cerca de la costa?
Springer.
12. distribución geográfica de las zonas
sísmicamente activas de la Tierra.
Officer, C. B. 1974. Introduction to Theoretical Geophysics, New
13. Describe con la ayuda de bocetos la
York: Springer. distribución de los terremotos en los tres
Sheriff, R. E. and Geldart, L. P. 1995. Exploration Seismology, 2nd límites principales de las placas
edn, Cambridge: Cambridge University Press.
3.7 ESTRUCTURA INTERNA DE LA TIERRA 203