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Señor
JUEZ DE POPAYÁN OFICINA DE REPARTO
E. S. D
Cordial Saludo:
ANA PAOLA ESPINOSA GUAUÑA, mayor de edad vecina de esta ciudad, identificada
con cédula de ciudadanía cuyo número y lugar de expedición figura al pie de mi
correspondiente firma, residente en Popayán - Cauca, en nombre propio, acudo
respetuosamente ante su despacho para promover ACCION DE TUTELA, para que
judicialmente se me conceda la protección de los derechos constitucionales
fundamentales, como el derecho a existir como sujeto de derechos y obligaciones, a la
personalidad, a la ciudadanía, a ejercer legalmente actividad, profesión u oficio, a ejercer
derechos políticos, a la identificación plena, el derecho a ejercer plenamente mis
derechos sin ningún tipo de perturbación, los cuales vienen siendo conculcados por la
Registraduría Nacional del Estado Civil por no expedir mi cédula de ciudadanía en forma
oportuna.
HECHOS
1. Tramité mi cédula cuando cumplí mi mayoría de edad ante la REGISTRADURIA
NACIONAL DEL ESTADO CIVIL de la ciudad de Popayán.
6. El día veintinueve (29) de noviembre del 2016 mi registro civil fue corregido y
cambiaron mi sexo a femenino.
8. El día dos (2) de marzo del 2017 radico solicitud para que realicen la corrección
del sexo en mi cedula, respondido el 8 de marzo del mismo año por parte de la
Registraduría Nacional Del Estado Civil, donde me informan que se ha dado
traslado a mi solicitud a las oficinas centrales de la misma, que además me envían
comprobante de documento en trámite Nº 46243754 el cual podré presentar como
identificación mientras corrigen mi cédula.
1
En la sentencia C-511 de 1999 (M.P. Antonio Barrera Carbonell) la Corte declaró la exequibilidad de la
expresión "renovación", contenida en el artículo 65 del Decreto-ley 2241 de 1986, por el cual se adoptó el
Código Electoral, que señala: “El Registrador Nacional del Estado Civil periódicamente señalará el valor
de los duplicados, renovaciones, rectificaciones de las cédulas de ciudadanía y tarjetas de identidad y de
los libros y publicaciones que edite la Registraduría y la tarifa de los servicios que ésta preste”.
Constitución y, en fin, desempeñar cargos públicos, etc. (C.P. arts. 40, 99, 103, 107,
241).
2
Sentencia T-964 de 2001 (M.P. Alfredo Beltrán Sierra).
3
De hecho, en la sentencia T-497 de 2006 (M.P. Jaime Córdoba Triviño), la Corte Constitucional sostuvo
que el término de un año para surtir el trámite de expedición de la cédula era razonable, porque se adecuaba
con los tiempos de diseño y elaboración del documento, que además necesita cumplir estándares de
seguridad, y correspondía con “(…) las intuiciones ciudadanas en el sentido de que duplica el asignado
para la vigencia de la contraseña, a saber, de seis meses. Así el ciudadano contará con un documento
provisional por un semestre para identificarse, la contraseña, y una vez vencido éste, podrá disponer de
Constitucional dijo que si bien eran comprensibles los problemas en el diseño y
elaboración de los documentos, que además necesitan cumplir altos estándares de
seguridad, debía exhortarse a la Registraduría para que otorgara las respectivas cédulas
a quienes llevaban esperando un año. De igual forma, en la sentencia T-497 de 2006, se
afirmó lo siguiente respecto del término de un año:
“El límite temporal de un año se configura, pues, en un periodo razonable para que la
entidad nacional pueda diseñar y elaborar la cédula según las altas exigibilidades
relativas a la seguridad del documento, sin que con ello, se vulnere el ejercicio de los
derechos fundamentales a la identidad y la participación política de los ciudadanos.
Incluso éste plazo máximo de un año, para la elaboración y entrega de la cédula, se
corresponde con las intuiciones ciudadanas en el sentido de que duplica el asignado
para la vigencia de la contraseña, a saber, de seis meses. Así el ciudadano contará con
un documento provisional por un semestre para identificarse, la contraseña, y una vez
vencido éste, podrá disponer de una constancia por un periodo igual.”
FUNDAMENTOS DE DERECHO
La constitución política en su artículo 14 nos dice que toda persona tiene derecho al
reconocimiento de su personalidad jurídica.
Asi mismo la declaración universal de los derechos humanos en su artículo 1 indica que todos
los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están
de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
La Constitución y la ley han asignado a la cédula de ciudadanía, tres funciones
particularmente diferentes pero unidas por una finalidad común, cual es la de identificar
a las personas, permitir el ejercicio de sus derechos civiles y asegurar la participación de
los ciudadanos en la actividad política que propicia y estimula la democracia.
Jurídicamente hablando, la identificación constituye la forma como se establece la
individualidad de una persona con arreglo a las previsiones normativas. La ley le otorga
a la cédula el alcance de prueba de la identificación personal, de donde se infiere que
sólo con ella se acredita la personalidad de su titular en todos los actos jurídicos o
situaciones donde se le exija la prueba de tal calidad. En estas condiciones, este
documento se ha convertido en el medio idóneo e irremplazable para lograr el aludido
propósito.
De otra parte, la cédula juega papel importante en el proceso de acreditación de la
ciudadanía, que se ejerce por los nacionales a partir de los 18 años y que, en los
términos del artículo 99 de la Constitución, es la "...condición previa e
una constancia por un periodo igual.” Lo anterior se sostuvo con base en la sentencia T-532 de 2001 (M.P.
Jaime Córdoba Triviño), que también había señalado que un término razonable para la expedición de la
cédula era de un año.
indispensable para ejercer el derecho de sufragio, para ser elegido y para
desempeñar cargos públicos que llevan anexa autoridad o jurisdicción".
La ciudadanía es pues el presupuesto esencial para el ejercicio de los derechos políticos
y éstos, a su vez, se traducen en la facultad de los nacionales para elegir y ser elegidos,
tomar parte en elecciones, plebiscitos, referendos, consultas populares, cabildos
abiertos, revocatorias de mandatos, constituir partidos, movimientos y agrupaciones
políticas, formar parte de ellos libremente y difundir sus ideas y programas, promover
acciones de inconstitucionalidad en defensa de la integridad y supremacía de la
Constitución y, en fin, desempeñar cargos públicos, etc. (C.P. arts. 40, 99, 103, 107,
241).
Pero, además de lo señalado, la cédula de ciudadanía constituye también un medio
idóneo para acreditar la "mayoría de edad", o sea, el estado en que se alcanza la
capacidad civil total, circunstancia en que se asume por el legislador que la persona ha
logrado la plenitud física y mental que lo habilita para ejercitar válidamente sus derechos
y asumir o contraer obligaciones civiles.
En resumen, la cédula de ciudadanía representa en nuestra organización jurídica, un
instrumento de vastos alcances en el orden social, en la medida en la que se considera
idónea para identificar cabalmente a las personas, acreditar la ciudadanía y viabilizar el
ejercicio de los derechos civiles y políticos.[1]
3. Pero la cédula de ciudadanía no sólo se desenvuelve en esos tres ámbitos funcionales
pues a través de éstos también se encuentra vinculada al principio democrático del
Estado de derecho y, por esa vía, a la legitimidad del Estado contemporáneo.
Esto es así en cuanto la cédula de ciudadanía, al constituir un presupuesto para el
ejercicio de los derechos políticos, está ligada a la realización de la democracia, esto es,
a la concurrencia de los ciudadanos a la configuración de las instancias del poder y del
ordenamiento jurídico a través de unos procedimientos que posibilitan la confluencia de
la voluntad y la opinión públicas. Son esos procedimientos los que permiten vincular a la
ciudadanía a la constitución de los órganos de poder y del derecho de tal manera que
ella pueda asumirse como autora de las instituciones jurídicas de las que luego es
destinataria.
De ese modo, la cédula de ciudadanía constituye un presupuesto para el ejercicio de
derechos que conducen, en últimas, a legitimar el ejercicio del poder y del derecho pues
viabiliza el acceso a los procedimientos mediante los cuales aquellos se configuran.
4. Esos ámbitos funcionales de la cédula de ciudadanía y su vinculación a la realización
del principio democrático como fundamento de legitimidad, son los que explican que el
Estado se encuentre especialmente comprometido a su trámite, expedición, renovación
y rectificación y que todo ese proceso, entre otros, se haya encomendado a una órbita
especializada de la función pública como la Organización Electoral. De allí por qué la
cedulación constituya un servicio público que debe prestarse con especial interés pues
no se trata sólo de la expedición de un documento público cualquiera sino de la
concreción, para el ciudadano, de sus posibilidades de acceso a los derechos civiles y
políticos reconocidos por el ordenamiento.
PRETENSIONES
Con fundamento en los hechos relacionados, de manera respetuosa solicito a usted
Señor(a) Juez(a) tutelar mis derechos fundamentales a: existir como sujeto de derechos
y obligaciones, a la personalidad, a la ciudadanía, a ejercer legalmente actividad,
profesión u oficio, a ejercer derechos políticos, a la identificación plena, y como
consonancia de lo anterior, ordenar quien corresponda en la entidad accionada
Con el fin de establecer la vulneración de los derechos, solicito señor Juez se sirva tener
en cuenta las siguientes pruebas documentales:
PROCEDIBILIDAD DE LA ACCIÓN
Como bien se acaba de mencionar en el acápite de los fundamentos, la Honorable Corte
Constitucional, estudiando el derecho a la salud, le otorga el carácter de Fundamental
que ostenta, su necesidad de protección inmediata y el hecho de que la Acción de Tutela
procede de manera directa para la protección y el reconocimiento del mismo.
COMPETENCIA
Es usted Señor (a) Juez (a) competente, según lo establecido en el artículo 37 del decreto
2591 de 1991 que preceptúa que ´´Son competentes para conocer de la acción de tutela,
a prevención, los jueces o tribunales con jurisdicción en el lugar donde ocurriere la
violación o la amenaza que motivaren la presentación de la solicitud.´´
JURAMENTO
Como lo señala los artículos 37 y 38 del decreto 2591 de 1991, manifiesto bajo la
gravedad de juramento, que con anterioridad a esta acción no he promovido acción
similar por los hechos relatados anteriormente.
NOTIFICACIONES
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