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Perú: esterilizadas a la fuerza


Cientos de miles de mujeres fueron esterilizadas durante los años 90 en Perú,
bajo el programa de planificación familiar de Fujimori. ¿Cuántas operaciones
se hicieron sin consentimiento, bajo chantaje o amenazas?

Algunas mujeres eran llevadas a la fuerza a la sala de operaciones, otras directamente


esterilizadas sin su consentimiento cuando acudían al médico por otras razones. En
muchos casos sufrían amenazas, coacciones e incluso chantajes para someterse a
esterilizaciones quirúrgicas. La mayor cantidad de denuncias por estas prácticas
proceden de las zonas más pobres de Perú, como Huancavelica, Piura, Ayacucho, Cuzco,
Apurímac, La Libertad, Puno y Cajamarca y las víctimas son quechuas, aymaras,
shipibas, asháninkas de zonas rurales, aunque también hay en las periferias urbanas.
Mujeres a las que se privó del derecho a decidir sobre su reproducción.

Hilaria Supa, excongresista peruana y actual parlamentaria andina de origen quechua,


fue pionera en formalizar las primeras denuncias: “Las mujeres sabían que les
atenderían la salud, pero nunca les explicaron qué eran las ligaduras o lo que llamaron
las AQV (Anticoncepción Quirúrgica Voluntaria). Fueron engañadas”, asegura Supa a
Deutsche Welle. “Por ejemplo, Micaela. Fueron a su casa dos veces a decirle que habría
campaña de salud para la familia y la recogieron en la ambulancia con su esposo e hijo.
Al llegar al centro médico, le dicen: ‘el esposo y niño, afuera. Solo entra la señora'.
Micaela entró, la encerraron y anestesiaron. Se quiso oponer y no la dejaron salir, salió
cuando ya la habían operado.”

¿Un plan sistemático de esterilización?


El informe oficial de la Defensoría del Pueblo peruano afirma que entre 1996 y 2001
hubo un total de 272.028 ligaduras de trompas en mujeres y 22.004 vasectomías en
hombres, cifras que superan con creces las esterilizaciones de años anteriores. ¿Se trató
de un programa sistemático de eliminación de los derechos reproductivos de mujeres
indígenas en zonas rurales? ¿O fueron “prácticas negligentes” en la aplicación del
Programa de Planificación Familiar promulgado por Fujimori? Hasta en tres ocasiones
ha archivado la Justicia peruana el caso.

“Las primeras investigaciones se archivaron porque los hechos habían prescrito. Se


consideraron lesiones u homicidios negligentes y tales delitos prescriben en tiempos
muy cortos”, explica a Deutsche Welle Yván Montoya, Coordinador del Proyecto
Anticorrupción, Instituto de Democracia y Derechos Humanos de la Universidad
Católica del Perú. “En dicho momento no se consideraron los actos como crímenes de
lesa humanidad.” En una segunda ocasión, la Fiscalía continuó tratando los hechos
como “prácticas lesivas negligentes”, prosigue Montoya, “pero lo central para su archivo
fue considerar que las mujeres esterilizadas no lo fueron en realidad sin su
consentimiento.”

Es aquí donde entra en juego el contexto de las víctimas, un factor de enorme


importancia para el proceso: ¿fueron estas mujeres amenazadas para someterse a las
esterilizaciones? “La Fiscalía sostuvo que en realidad no hubo coacciones. Cuando se las
amenazaba con suspenderles el apoyo social del Gobierno o con el hecho de que serían
denunciadas, la Fiscalía dice que no se trata de amenazas creíbles”, relata Montoya y
aclara: “Claro, compara a las mujeres andinas, quechuahablantes, pobres y de zonas
rurales con mujeres de la costa o de las ciudades con instrucción. En los dictámenes
fiscales se nota en gran medida el desconocimiento de la realidad y situación de las
mujeres andinas.”

La intervención de la CIDH
Gracias al activismo de varias ONG y asociaciones de víctimas, el caso de una de estas
mujeres, Mamérita Mestanza, que falleció tras ser esterilizada, llegó a la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos. Cuando por tercera vez las investigaciones
fueron archivadas por la Fiscalía, que trató los hechos como delitos comunes que ya
habían prescrito, el caso suscitó una honda indignación en Perú. La CIDH pidió entonces
que se reabriera el asunto. Tras esa intervención, se reiniciaron las investigaciones, que
siguen actualmente su curso y está previsto que concluyan en febrero de 2016.

Recientemente, Juan Jiménez, valoró, como representante del Estado peruano ante la
CIDH, la importancia de la elaboración de un registro único de víctimas. Esa es la
reivindicación de Amnistía Internacional Perú en su campaña “Contra su voluntad”.
Pero hay otras que están en marcha. La organización feminista DEMUS presentó
recientemente “Somos 2074 y muchas más”. Sus objetivos son la creación de una
Comisión de la Verdad, la elaboración del registro único de víctimas, la investigación a
Fujimori por delitos de lesa humanidad y que el Estado implemente una política de
reparaciones integrales. “La idea central es que la indignación sobre este tema se torne
en solidaridad concreta: que la gente salga a las calles a luchar junto a las víctimas para
que el Estado exponga un plan de implementación con los compromisos que ha
adquirido con la CIDH”, dice a Deutsche Welle María Ysabel Cedano, directora de
DEMUS.

Reducir la pobreza mediante el control de natalidad


Cedano cree que Perú sigue siendo un país “profundamente racista y profundamente
machista, donde muchos todavía creen que las mujeres campesinas indígenas de zonas
rurales no deberían tener muchos hijos.” El propio Alberto Fujimori dijo a principios de
su mandato que los 90 serían “la década de la planificación familiar”.

Cedano opina que en Perú se implementó una política económica mediante la que, “para
luchar contra la pobreza, había que llevar políticas de control de natalidad”. “Si esto se
lleva a cabo mediante esterilizaciones quirúrgicas, sin medidas adecuadas y sin
garantizar consentimientos informados, existe una responsabilidad”, reivindica Cedano.
La parlamentaria andina Hilaria Supa, por su parte, tiene esperanza en que el futuro
traiga la reparación debida a las víctimas: “Luego de 18 años, esperamos que la Fiscalía
haga la denuncia respectiva. Han pasado también tres Gobiernos, el de transición de
Valentín Paniagua, el de Alejandro Toledo y el de Alan García, que no hicieron nada.
Pienso que este Gobierno sí reparará a las víctimas”, concluye.

Fuente:
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25C3%25BA-esterilizadas-a-la-fuerza/a-18815867+&cd=1&hl=es-419&ct=clnk&gl=pe

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