Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Para aprender de los espíritus de elementos individuales podemos utilizar cualquiera de los
elementos de la cultura pop, por ejemplo el comic de la tabla periódica:
https://www.uky.edu/Projects/Chemcomics/ o cualquier otra cosa-, cuentos de hadas, programas
educativos para niños y material similar. Para obtener correspondencias, posibilidades de uso e
inspiración para la apariencia y los atributos de los espíritus de los elementos químicos podemos
comenzar utilizando esta tabla periódica virtual:
http://www.rsc.org/periodic-table
Antes de evocar al arqui-espiritu de un componente químico, hay que realizar un contacto previo
con los espíritus de elementos individuales, de los cuales la molécula está compuesta. En este caso la
cafeína, la formula química es C8-N10-N4-O2. Primero evocamos o contactamos, en un estado de
gnosis fuerte a los espíritus de los elementos C, H, N, O.
Para la evocación del arqui-demonio de la cafeína podemos utilizar el signo químico de su molécula,
o podemos trazar un sigilo utilizando la tabla periódica de Mendelev.
Si queremos ser más elegantes y flexibles y tenemos que tratar con otras personas (por ejemplo en
los negocios), podemos expandir nuestro portafolio. Podemos crear una legión de servidores que
corresponden a las adicciones más frecuentes. Al crear servidores individuales, implantamos código
informacional en el espíritu de sustancias concretas que causan adicción. Azúcar, nicotina, cafeína,
alcohol y chocolate son buenos comienzos. Podemos programar a cada servidor de tal manera que
comience a trabajar áuricamente a partir de realizar cierto gesto o palabra. (Y utilizar un gesto
opuesto o palabra para detener su actividad). De esta manera podemos generar alteraciones de
magia áurica de acuerdo a la adicción de la persona con la que estamos tratando, cuya atención
queremos a traer o queremos atar. Observemos las tendencias de los vicios de cada persona y
posteriormente con o sin la ayuda de un servidor proyectemos su patrón como una atmosfera, un
fluido o un carisma de nuestra personalidad.