Vous êtes sur la page 1sur 7

LVCE/VTV/W XVII-XVIII, 1998-1999

LAS CIUDADES COSTERAS DEL CONVENTUS CARTHAGINENSIS DURAN-


TE EL SIGLO III D.C.: SAETABIS, DIANIUM, ILICIY LUCENTUM

Ma DEL ROSARIO PÉREZ CENTENO


Universidad de Valladolid

Una de las ¡deas preconcebidas de la historiografía hispana, es la de considerar al


siglo III d.C. como un período de crisis, en el que las ciudades dejan de desempeñar las
funciones administrativas, económicas, sociales o religiosas, para las que habían sido crea-
das, sin haber contado con un análisis detallado de toda la documentación existente, ni tener
en cuenta las diferencias regionales o cronológicas en su globalidad. Este trabajo quiere suplir
ese vacío documental para el caso de las ciudades de Saitabi, Dianium, lliciy Lucentum.

One of the traditional ¡deas in spanish historiography is that of considering the Third
Century A.D. as a period of crisis, in which cities progressively left their administrative,
economical, social and religious functions. But this statement did not offer a detailed study of
the whole evidence or the regional and cronological differences. This paper has the object of
covering this lack of research for the román cities of Saitabi, Dianium, lliciand Lucentum.

El conventus Carthaginensis era el de más, la zona de Cástulo y Acci, conserva los


mayor extensión territorial, aunque su rasgos propios de las ciudades béticas.
poblamiento era muy disperso, comprendía la El límite entre los conventos Tarra-
mitad sur de la provincia Citerior, con las islas conensis y Carthaginensis estaría en el río
Baleares y, desde Augusto, una parte de la Júcar, accediéndose a la capital del segundo,
Bética, la zona de Cástulo y Guadix que for- Carthago Nova, a través de un territorio domi-
maban parte de la antigua Bastetania, junto con nado por cuatro ciudades Saetabis, Dianium,
la parte oriental de la provincia de Granada, llici y Lucentum.
una parte de Jaén oriental, casi toda la provin- La actual ciudad de Játiva está bien do-
cia de Almería, la mayor parte de Albacete y la cumentada como núcleo ibérico importante,
práctica totalidad de Murcia; y una parte de la pero desconocemos la estructura urbana de
Betuna turdulorum, los núcleos de Mirobriga y época romana dada la falta de excavaciones,
Sisapo, para tener bajo control imperial la im- e incluso, los hallazgos casuales no permiten
portante zona minera del Saltus Castulonensis más que meras conjeturas, ya que se ignora
y las minas de cinabrio de Sisapo. La comple- incluso el emplazamiento originario de la im-
jidad de poblamiento viene dada por la diversi- portante serie epigráfica (TARRADELL 1978,
dad del territorio; mientras la zona costera, lo 294-5). De los restos arquitectónicos tan sólo
que hoy son las comunidades valenciana y nos ha llegado un capitel corintio tallado en
murciana, presentan similitud de rasgos con las mármol blanco, decorado con hojas de acanto
ciudades del conventus Tarraconensis, el inte- con marcada incisión y con perfil en forma de
rior, es decir, la meseta sur castellana, es una abanico; su labra es tosca, probablemente de
mezcla entre el modelo puramente mediterrá- un taller local y fechado (CHINER 1991, 173)
neo y el céltico; la zona de los montes de las en la primera mitad del siglo III d.C.
actuales sierras de Alcaraz, Segura y La Sagra, Al terhtoriumüe Saetabis se pueden ads-
debían ser tierras propicias para los ladrones, cribir cuatro villae cuya cronología abarca todo
y, aunque recientemente se está viendo que el Imperio y que se localizan en La Ribera (SE-
esta zona contaba con un poblamiento pro- RRANO 1987, 75).
tohistórico bastante urbanizado, en contra de
El material epigráfico nos permite cono-
lo hasta ahora dicho, era de tipo atomizado y
cer el mantenimiento del culto Imperial con una
articulado en base a alianzas eventuales; es
dedicatoria (VENTURA 1972, 35) al empera-

211
dor Claudio II, aunque desconocemos quiénes mitad del siglo III; así como un conjunto de
fueron sus dedicantes. Al mismo tiempo nos lucernas de los siglos I, II y III d.C.
informa de la presencia, relativamente eleva- El yacimiento de La Almadrava, en el
da del elemento liberto, como el matrimonio término municipal de Setla-Mirarosa-Miraflor,
formado por Agathe y Mystes, de un ara-osa- perteneciente al territoriumóe Dianium, presen-
rio de mármol de Buixcarró, con base y corni- ta (ABASCAL y GISBERT 1990-91, 133) res-
sa (CORELL 1994, n. 46); o la difunta Grattia tos de un núcleo rural de un complejo alfarero,
Philonina, de 70 años de edad, cuyo cognomen con estructuras aisladas de hornos, talleres con
es un derivado de QiXcoi/, con la particularidad áreas cubiertas que albergarían el proceso de
de estar formado por un sufijo -¡na, típicamen- preparación de la arcilla y la fabricación de las
te romano, por lo que se trata de un cognomen piezas, y zonas de residencia, que se comuni-
híbrido y sugiere (CORELL 1994, n. 30) un ori- caban a través de estancias porticadas con
gen servil para la difunta, que además porta áreas descubiertas; al este se ha encontrado
un gentilicio muy característico de la zona de un complejo termal, provisto de hypocaustum
Saguntum; o la liberta pública Publ(icia) Eraste, de canales.
muerta a los 14 años (CORELL 1994, n. 49); Al oeste del alfar se han localizado quin-
así como Voconianus, 'alumno pientissimo' de ce sepulturas de inhumación en fosa, cubier-
un difunto del que por desgracia desconoce- tas con tégulas, y con ajuares de los siglos II y
mos más datos (CORELL 1994, n. 53); por otra III, tratándose, sin duda, de la necrópolis del
parte, el liberto Terentius Thaumasius dedica establecimiento. La extensión de todo el con-
un epígrafe (APARICIO 1983, 319) a su patro- junto supera las 2 Ha. por lo que se trataría de
no M. Terentius lanuarius, difunto de 90 años. una de las villas o establecimientos rústicos
De cognomen también griego (SOLIN 1982, más extensos del territorio de Dianium.
559) es la difunta Valeria Chryseis (CORELL El alfar entraría en actividad en el se-
1994, n. 41), cuyo estatus puede ser Igualmen- gundo tercio del siglo I d.C, posteriormente,
te liberto. También conocemos a un ciudadano en el siglo II, se construyó el gran complejo
que expresa su filiación y la tribu, algo bastan- arquitectónico, momento de gran productividad
te infrecuente ya en el siglo III d . C , G. de ánforas vinarias tipo Dressel 2/4; en un ter-
Cornelius G.f. Gal. Murranus (VENTURA 1975, cer momento, durante los tres primeros cuar-
59). tos del siglo III, se produce una remodelación
La ciudad romana de Dianium se asienta total del conjunto arquitectónico vinculado a la
sobre la Denia actual pudiendo haber existido producción alfarera, reparándose los edificios
una ciudad ibérica en los cerros inmediatos, anteriores y creando nuevas instalaciones ane-
aunque la Dianium romana es de nueva crea- jas a los edificios originarios, destinadas al
ción (TARRADELL 1978, 299). No llegaría a habitat o vivienda de la mano de obra del cen-
formar un núcleo denso de población pero ten- tro artesano; en este momento se fabrica el tipo
dría cierta categoría y unos habitantes bastan- de ánfora Dressel 30.
te enriquecidos, dada la gran cantidad de esta- Se ha hallado gran cantidad de material
tuas encontradas (MARTIN 1970, 97). En la numismático de todo el período de actividad,
prolongación de la calle Temple Sant Telm, en al siglo III d.C. pertenecen: un sestercio y un
el sector SE del antiguo núcleo urbano, desta- as de Alejandro Severo; un sestercio de
can los restos de una domus del siglo III d.C. Gordiano III, Filipo I y Filipo II, un antoniniano
con un interesante ajuar metálico en el que se de Macrino, otro de Trajano Decio, 6 de
encuentra un balsamario de bronce con la re- Galleno, 13 de Claudio II, uno de Victorino y
presentación del dios Mercurio; esta domus Floriano, y otros dos de atribución indetermi-
podría inscribirse como modelo de un sector nada del período 255-275 d.C.
de expansión del núcleo urbano que en el siglo También se han localizado 40 tégulas con
III conlleva la desaparición de, al menos, un la marca de alfarero (RICO 1995, 204), que
sector del foro (GISBERT 1986, 26). contrasta con el resto de las aparecidas en
En la propiedad de Morand se han loca- Hlspania, ya que la información abarca tres lí-
lizado (MARTIN 1970, 20) los restos de la ne- neas, y en ella se menciona a un senador, L.
crópolis que estaría en uso entre los siglos I y Lucretius Servilius Gallus Sempronianus c.v. y
IV-V d.C, hallándose numerosas inscripciones, a un esclavo o liberto, Felicius. Una de estas
sobre todo del siglo II, y seis ánforas griegas tégulas se había encontrado en Villajoyosa,
con cadáveres inhumados en su interior, tipo localidad muy próxima a Dianium, creyéndose
de enterramiento que se emplea en la segunda (RABANAL y ABASCAL 1985, 221) que este

212
senador era originario de la primera, pero la vexillatio de la Legio Vil, cuya presencia en la
abundancia de ejemplares hallados en la zona se justifica por el temor de una interven-
Almadrava evidencian que éste era el centro ción de los adversarios de Maximino durante
de producción, y por tanto es más fácil pensar los acontecimientos del 238 d.C, y al mando
que este senador fuera originario de Dianium, de la cual estaría el legado de la Citerior Q. L.
estando sus propiedades en este gran fundus. Decius Valerius que ocuparía el trono en el año
Dentro de su territorium también pode- 249, con el nombre de C. Messius Q. Decius
mos encontrar una serie de factorías de sala- Traianus. Una inscripción (RABANAL y ABAS-
zón que se mantienen activas hasta el siglo III CAL 1985, 201) grabada en una roca en el ac-
d.C. (PONSICH 1988, 171 ss) como la locali- ceso a la Cova de l'Aigua, en la ladera del
zada en el peñón de Ifach, o las de la Punta Montgó, fue realizada por L. Alfius Donatus,
del Castell y Acequia de la Noria, ambas en el posiblemente un compañero de lulius Urbanus.
municipio de Jávea, al igual que la más cono- Una familia de origen africano sería la de P
cida de 'Punta de l'Arenal', ubicada sobre la Statilius Pammon, que dedica un bajorrelieve
playa y cerca de la desembocadura del río (RABANAL y ABASCAL 1985, 214) a su difun-
Gorgos, junto a la instalación industrial apare- to hijo P. Statilius Afrícanus de 14 años, 2 me-
cen restos de una villa que data del siglo I d.C. ses y 13 días. Otra familia sería la formada por
y que fue destruida de forma violenta a media- Sesquiplicanus y Rogata que dedican un epí-
dos del siglo II d.C, no volviéndose a recons- grafe (RABANAL y ABASCAL 1985, 213) a su
truir (MARTIN 1970, 139), al contrario que la hija Capraria de 51 años, esposa de Valens.
factoría que entre mediados del siglo II y me- La posibilidad de que en la actual
diados del III presenta el momento de mayor Villajoyosa existiera un municipio romano ven-
actividad, construyéndose nuevos depósitos dría avalada por una inscripción de finales del
con mortero gris que tienen mezclada sigillata siglo II (CIL II, 3570) en la que un evergeta M.
clara A; la cerámica del siglo III es abundante Sempronius Hymnus, y su hijo M. Sempronius
y se mantiene hasta el siglo IV. Una de las cons- Reburrus restauran el macellum de la ciudad;
trucciones más interesantes es un depósito ta- y otra inscripción (RABANAL y ABASCAL 1985,
llado en la roca y comunicado con el mar que 222) nos informa de la difunta Voconia Mace-
serviría como vivero (MARTIN y SERRES donia de 26 años y 7 meses. Aún así, los res-
1970, 7 ss). tos arquitectónicos son inexistentes o precisan
A esta factoría se asocia (GONZÁLEZ de excavación.
1987,128) la necrópolis de 'El Muntanyar', que Sin embargo, en las proximidades se lo-
presenta un importante conjunto de sepulturas calizan tres villae, una en el yacimiento de 'To-
excavadas en la roca, de forma trapezoidal rre de Abajo', con vestigios entre la Edad del
antropomórfica, y con posible tapa de argama- Bronce y el siglo IV d.C, que muestra una
sa; los ajuares son tardíos, utilizándose esta mansión monumental en el centro y otras de
necrópolis desde el siglo II al Vil d.C. menor cuantía a su alrededor, rodeado todo ello
El territorio de Dianium pudo llegar has- de murallas a las que se adosa, en la segunda
ta el interior, concretamente hasta Alcoy, don- mitad del siglo III d.C, bastiones macizos, y
de se ha localizado un monte, estratégicamen- se construyen unas termas que luego fueron
te ubicado, en cuya cima se hallan restos de remodeladas y ampliadas a finales del mismo
una casa con muchos materiales, tanto siglo. Se encontraron (RAMOS FOLQUES
cerámicos, como metálicos, estampillas de al- 1964-65, 259) además 20 monedas, entre ellas
farero y varias monedas que proporcionan una pequeños bronces de Volusiano, Galieno, Té-
cronología desde Augusto hasta Constantino, trico y Claudio II.
entre ellas un cobre de Galieno, otro de Claudio La otra villa se localiza en la partida de
II, y un tercero de Valeriano, este último ade- la Pila, próxima al río Algar, con una cronolo-
más tiene otras dos monedas de plata; su utili- gía del siglo I al IV-V d.C, hallándose (ABAD
dad (VISEDO 1920-21, 10) sería la de vigía. 1989, 743) entre otras monedas un sextercio
La epigrafía nos aporta también el nom- de Filipo I. Y la tercera en el yacimiento de
bre de un escriba del despacho del quaestor •Torre la Cruz, que presenta (ESPINOSA 1990,
de tres decurias, T. lunius Gal. Achules, a quien 219 ss) restos de estructuras con pavimentos
su esposa Pacideia Hedone, con la que había de mosaico, en la que se documentan dos
vivido 35 años, dedica el monumento (RA- momentos constructivos, una primera fase que
BANAL y ABASCAL 1985, 216); así como el sería altoimperial, y una segunda fase que ten-
de un militar, C. lulius Urbanus, centuriode una dría a su vez dos momentos y que se aprecia

213
en la sala de baños, donde en un primer perío- tal, decoraciones figuradas y el empleo básico
do, fechado en ei segundo tercio dei siglo ili de las técnicas dei tempie y ei fresco (RAMOS
d . C , se pavimentaría con cuatro mosaicos FERNANDEZ 1992, 155).
eclécticos, mezclando zonas bícromas con zo- En otras casas, como la localizada en el
nas polícromas; hacia el 260 d.C. se produce sector 4-D, o la del sector 5-F, la remodelación
un incendio que el autor relaciona con las in- (RAMOS FERNANDEZ 1991, 72) se hizo a
vasiones de esos momentos, volviéndose a base de piedras planas unidas con mortero de
pavimentar inmediatamente con mosaicos, cal y con dinteles de sillería.
dándose una fecha del tercer cuarto del siglo Los restos cerámicos aparecidos en todo
III para éstos, que podrían ser obra de un taller el solar de la Alcudia son numerosos; en el pro-
local, posiblemente de la cercana llici, que en montorio conocido por 'la loma de la Alcudia',
un primer momento seguiría la tradición itálica aparecieron una serie de moldes que parecen
y posteriormente se iría decantando por la te- demostrar la existencia de un alfar, uno de esos
mática y el estilo de tradición norteafricana. moldes, datado (RAMOS FOLQUES 1953, 143)
Hasta el momento, con los restos apa- en el siglo III d.C, presenta labrada la fachada
recidos, no podemos afirmar que en la actual de un edificio, con sus puertas, ventanas, es-
Villajoyosa existiera un municipio romano, por calinata y a sus pies un rebaño paciendo, pu-
lo que hasta nuevas pruebas que lo confirmen, diendo representar el dibujo una villa rústica.
nosotros consideramos que se trata de También parecen existir restos de un taller de
asentamientos tipo villa en el territorium de sigillata hispánica, hallándose diferentes mol-
Dianium, pudiendo corresponder la inscripción des y un punzón, en un estrato con cronología
que habla del arreglo del macellum precisamen- del siglo III, observándose (MONTESINOS
te al de esta ciudad, teniendo el evergeta una 1991,133) la presencia de un horno circular en
copia del acto en su villa, que es la que se ha la zona norte de la ciudad, junto a la muralla. Y
recuperado. otro taller (ABASCAL 1986, 125) de cerámica
Establecida sobre una ciudad ibérica en pintada a mano de tradición indígena, que abas-
el solar de la Alcudia de Elche, se alza la colo- tecería a la propia Alcudia, el Tossal de Manises
nia de llici fundada a partir de una deductio de y Santa Pola.
veteranos en época de Augusto, con una su- En Santa Pola se encuentran los restos
perposición casi exacta, desde el punto de vis- del Portus llicitanus, que se asienta sobre es-
ta topográfico, con la ciudad indígena que ya tructuras ibéricas, hallándose (FERNANDEZ
tendría una gran relevancia (TARRADELL 1978, 1986, 134) muros de una serie de habitaciones
297), aunque hasta el momento apenas se ha de tamaño reducido, orientadas en dirección
excavado, desconociéndose la zona del foro y NE-SO, y un aljibe comunal para la recogida
sus alrededores, así como otros edificios im- de agua de lluvia; se trata de un conjunto de
portantes. casas con carácter doméstico en las que se
Entre los restos aparecidos se encuen- observa una superposición de muros, lo que
tran los de una vivienda que fue habitada en indica que la zona se remodeló entre fines del
dos fases, la de su construcción a finales del siglo III y IV d.C.
siglo I que se mantuvo hasta mediados del si- Los restos hallados demuestran que no
glo III, y la de su reutilización desde la segun- dependía sólo de llici, sino que tenía su propio
da mitad de este siglo hasta el V d.C; se es- núcleo de consumo (GONZÁLEZ PRATS 1984,
tructura en torno a un patio central porticado 101). La intensidad del comercio marítimo de-
con piscina interior, con la sala principal en la sarrollado en el Portus llicitanus viene demos-
zona norte comunicada con la piscina por tres trado por la gran cantidad de ánforas en él en-
arcos; cuatro habitaciones con pavimentos de contradas, hasta principips del siglo III predo-
mosaico y otras cinco con pavimentos de mor- minan las Dr. 7-11, de origen bético, destina-
tero pero decoradas con pintura mural, unas das a la exportación de salazones; a partir de
dependencias asociables a la cocina y una es- mediados de dicho siglo, llega masivamente el
tancia-almacén con una gran prensa de aceite aceite africano, en ánforas de la forma 'africa-
y conducciones de agua, nos revelan (RAMOS na I I ' , constatándose (SÁNCHEZ y LLO-
FERNANDEZ 1986, 137) una domus de gran- BREGAT 1984, 135) hasta el siglo IV d.C, sien-
des proporciones e importancia. El repintado do una etapa de incremento comercial y eco-
de las paredes en la segunda mitad del siglo III nómico con el norte de África. El hallazgo de
d.C, muestra el mantenimiento de las modas una sepultura en la que apareció como ajuar
imperiales, con tripartición vertical y horizon- un frasco de vidrio con decoración en relieve

214
en la que se representan escenas de Hércules oferentes de la Cueva debían ser gentes loca-
y fechado en la primera mitad dei sigio iil, ori- íes, romanizadas y bastante pudientes; las ins-
ginario de Corinto, demuestra (GRANADOS cripciones cesan a partir del período de la Anar-
1979, 210) las relaciones comerciales con esta quía Militar, aunque el culto se mantendría.
zona. Gracias a la epigrafía conocemos tam-
El monetario aparecido (ABASCAL 1989, bién a Lucretia Maura (CIL II, 3559), difunta
41) en Santa Pola correspondiente al siglo III de la que desconocemos más datos. En las
muestra dos fases, durante la primera mitad proximidades apareció la lápida funeraria
del siglo apenas se contabilizan 12 piezas, asis- (GARCÍA 1991. 457) de C. Licinius Licinianus,
tiendo al fin del sistema antiguo sustentado en de 38 años de edad, nombre muy frecuente en
la plata y el bronce, mientras que en la segun- la provincia Baetica (ABASCAL 1994, 171),
da mitad se recogen 47 piezas en las que pre- pudiendo ser pariente de un sodal Augusta!del
domina el antoniniano, siendo en época de año 169 (CIL II, 1136), o del senador del 223
Galieno cuando se inicia en Santa Pola un Licinius Serenianus (CIL II, 1024).
abastecimiento monetal de grandes proporcio- Aunque son varios los autores (RAMOS
nes. FOLQUES 1964-65, 264) que consideran que
Próximo a la playa de Santa Pola, en la la ciudad fue arrasada por las invasiones fran-
desembocadura del río Vinalopó, se encontra- cas del 256 d.C, y que incluso lo ponen en
ron restos de una factoría de salazón, con ma- relación con la aparición de balas de catapulta
teriales fechables (PONSICH 1988, 174) en el y glandes de plomo, recientemente, los estu-
siglo III d.C, al igual que en el lado Este de la dios (ABAD y ARANEGUI 1993, 98) se enca-
Isla de Tabarca, donde apareció (BELDA 1956, minan a constatar una reducción del períme-
290) un gran yacimiento de ánforas que abar- tro, el cegamiento de pozos, aljibes y alcanta-
can una cronología desde el siglo I a.C. hasta rillado, pero como consecuencia de una crisis
el lll-IV d.C, en la isla aparecen además res- económica y social, más que de unas invasio-
tos de construcciones púnico-romanas bajo la nes.
población actual de Tabarca. Ambas factorías Entre lliciy Carthago Nova se encuentra
pertenecientes al terrítorium ilicitanum al igual la mansión Thiarde la Vía Augusta (SILLIERES
que el yacimiento La D'Eula, situado a dos ki- 1990, 68), localizada en Pilar de la Horadada,
lómetros al SE de Crevillente, donde se han en cuyas proximidades se halló un miliario de
registrado diversos hallazgos (GONZÁLEZ y Maximino que data del último año de vida del
ABASCAL 1987, 183) arqueológicos de época emperador, 238 d.C.
ibérica y romana, aunque no se ha podido rea- La ubicación de la ciudad romana de
lizar una correcta valoración del asentamien- Lucentum ha planteado grandes controversias.
to, que podría ser un núcleo de población. En Tradicionalmente se ubicó (LAFUENTE 1957,
sus inmediaciones apareció un vaso de cerá- 109) en el yacimiento del Tossal de Manisses,
mica común en cuyo interior había un lote de al norte de la Alicante actual; sin embargo, otros
monedas constituido por siete antoninianos y autores (LLOBREGAT 1981, 34) consideran el
cincuenta y cinco sestercios, datables entre los Tossal como una ciudad ibérica que alcanza el
reinados de Nerón y Galieno, siendo el conjun- estatuto municipal y que llega hasta la crisis
to datado entre 222 y 259, con treinta y cinco del siglo III, pero que no sería Lucentum,
ejemplares, el más significativo. localizándose ésta en el actual barrio de
Benalúa. Los últimos hallazgos arqueológicos,
Al territorio ilicitano pertenecía también han venido a corroborar la tesis tradicional de
el yacimiento de Cueva Negra, en Fortuna, pro- ubicar a Lucentum en el Tossal, siendo por tanto
vincia de Murcia, en cuyo interior se hallaron una ciudad ibérica que se adapta a los usos
cuatro fuentes que lo relacionan con el culto a romanos, aunque con una orientación distinta,
las aguas, o más concretamente, con un bal- al menos en algunos lugares (OLCINA 1991),
neario consagrado a la diosa Fortuna Balnearis pudiendo ser la zona de Benalúa una parte de
cercano a la cueva, del que se han conservado la ciudad, o de su territorium, con restos de
restos romanos bajo el actual. Cueva Negra villas aisladas e industrias, tal vez relaciona-
sería (BLAZQUEZ y GARCÍA-GELABERT das con el puerto del Baber, que aún continua-
1992, 21) un antrumen el que se produce una ba activo en la Edad Media (ABAD y ARA-
asociación de dioses, siendo una religión de NEGUI 1993, 100).
salvación, aunque en principio fuese naturalis- Las cerámicas tardorromanas halladas
ta, posteriormente se convirtió en una religión en las laderas del Castillo de Santa Barbara y
mistérica, hallándose un poema báquico; los las tumbas tardías de los yacimientos próximos

215
a! Tossa!, parecen confirmar la teoría de un tu evergético, como muestran la reparación de!
abandono de la ciudad en el siglo III d.C, a macellum de Dianium, y el templo de Juno en
raíz del incendio provocado por los francos, llici, aspecto que nos sirve para constatar el
según algunos autores (RAMOS FOLQUES continuismo de la religión tradicional romana,
1964-65, 263), aunque este aspecto está por con el culto a Juno o la Fortuna Balnearis, así
confirmar, pasando sus habitantes a ocupar las como el culto imperial con la dedicatoria a
villas y establecimientos de los alrededores, y, Claudio II en Saetabi.
posiblemente, la parte superior del Castillo de En contra de la historiografía tradicional
Santa Barbara. que evidenciaba la crisis, e incluso la ruina y
Los testimonios pertenecientes al siglo destrucción de las ciudades del litoral levantino,
III son muy escasos, tan sólo se documenta un a causa de las invasiones francas de media-
complejo termal (MORA 1981, 46) localizado dos del siglo III d.C, nuestro trabajo muestra
en la Albufera, del que se conserva un depar- un continuismo con la etapa anterior, sin sig-
tamento circular con restos de los pilares del nos evidentes de destrucción alguna, por lo que
hypocaustum. Y en cuanto a los epigráficos, debemos rechazar ésta como una de las cau-
una inscripción (RABANAL y ABASCAL 1985, sas de la 'crisis del siglo MI', e incluso ésta como
197) de caliza local nos habla de Sicceia P(ubli) tal, al menos para la zona que acabamos de
l(iberta) Donata, que dedica el monumento a ver.
su hijo Pierus de 14 años de edad. Otra mani-
festación religiosa (CIL II, 3557) la tenemos en
el hecho de que dos miembros ilustres de la BIBLIOGRAFÍA
ciudad, uno de ellos duovir P. Fabricius
ABAD VÁRELA, M. 1989: "Una villa romana en La Pila,
Respectus, y P Fabricius lustus, corren con los Altea (Alicante", XIX CNA, Zaragoza, 743 ss.
gastos de la reparación del templo de ¡uno, en ABAD, L. y ARANEGUI, C. 1993: "Las ciudades romanas
un momento del siglo III d . C , 'ex decreto de los ámbitos levantino y baleárico", La ciudad
ordin(is)'. hispanorromana, Barcelona, 98 ss.
Si las excavaciones realizadas en la ciu- ABASCAL PALAZON, J.M. 1986: La cerámica pintad ro-
mana de tradición indígena en la Península Ibérica,
dad no nos permiten por el momento conocer Madrid.
con más profundidad su situación en el siglo ABASCAL PALAZON, J.M., 1989: La circulación mone-
III, su territorio tampoco nos aporta una gran taria del Portus llicitanus, Valencia.
información, posiblemente tapado por la impor- ABASCAL PALAZON, J.M., 1994: Los nombres persona-
tante colonia de llici, tan cercana. Tan sólo he- les en las inscripciones latinas de Híspanla, Murcia.
ABASCAL, J.M. y GISBERT, J.A. 1990-91: "Numismática y
mos documentado una factoría de salazón a evidencia arqueológica en el alfar romano de la
unos 5 kms al norte de la ciudad, en Isla de Almadrava (Setla-MIrarosa-MIraflor)", Lucentum, IX-
Campello, en la que aparece (MARTIN 1970, X, 133-160.
148) un depósito excavado en la roca de 12 APARICIO, J. 1983: Carta Arqueológica de La Safor,
por 8 metros, comunicado con el mar y subdi- Gandia.
BELDA, J. 1956: "Investigaciones submarinas en la isla
vidido en 4 compartimentos comunicados en- de Nueva Tabarca (Alicante)", / CEEC, Madrid, 290-
tre sí; proporcionando la instalación materia- 296.
les de los siglos II y III d.C. BLAZQUEZ, J.M. y GARCIA-GELABERT, MaP. 1992: "Re-
cientes aportaciones al culto de las aguas en la
Hispania romana", ETF, Serie II, tomo V, 21ss.
CORELL, J. 1994: Inscripcions romanes de Saetabis i el
seu territori, Valencia.
Como hemos podido ver en el estudio CHINER, P. 1991: "Un capitel corintio del Museo de Játiva",
precedente, no se puede hablar de crisis gene- Saguntum 24, 173-175.
ralizada en la estructura municipal, al menos ESPINOSA RUIZ, A. 1990: "Los mosaicos de la villa roma-
en las cuatro ciudades que componen el eje na de Torre la Cruz (Villajoyosa, Alicante)", CuPAUAM,
17, 219-253.
divisorio entre los conventos tarraconense y FERNANDEZ, J.M. 1986: "Portus llicitanus" en Arqueolo-
cartaginense en el siglo III d.C. gía en Alicante (1976-86), Alicante, 134 ss.
Como en épocas anteriores sigue desta- GISBERT, J.A. 1986: "Dianium" en Arqueología en Alican-
cando llici, en la que se mantiene a buen ritmo te (1976-1986), Alicante.
la construcción privada, el sector artesanal y GONZÁLEZ, R.J. 1987: "Aspectos de la romanización del
País Valenciano a través del estudio de las necrópolis
el comercial con un puerto que sigue desarro- rurales", Jornadas Internacionales d'Arqueología Ro-
llando un importante comercio marítimo con mana, Granollers, 128 ss.
todo el Imperio. Pero también vemos que las GONZÁLEZ PRATS, A. 1984: "Aportaciones al conoci-
altas clases sociales mantienen vivo el espíri- miento del Portus llicitanus: reseña de los trabajos de

216
urgencia de 1976. La Terra Sigülata", Lucentum, III, RAMOS FERNANDEZ, R. 1986: "La Alcudia", en Arqueo-
101-111. logía en Alicante (1976-1986), Aiicanie, 137 ss.
GONZÁLEZ PRATS, A. y ABASCAL, J.M. 1987: "La ocul- RAMOS FERNANDEZ, R. 1991: "La casa hispanorromana
tación monetal de la D'Eula, Crevillente (Alicante) y su en llici", Congreso sobre la Casa Urbana Hispa-
significación para el estudio de las invasiones del si- norromana, Zaragoza 1988, 72-78.
glo III", Lucentum, VI, 183 ss. RAMOS FERNANDEZ, R. 1992: "La pintura mural romana
GRANADOS, J.O. 1979, "Cerámica corintio-romana en el en llici", / Coloquio de Pintura Mural Romana en Es-
Levante de la Península Ibérica", Saguntum, 14, 210- paña, Valencia 1989, 155-160.
212. RAMOS FOLQUES, A. 1953: "Molde romano hallado en la
LAFUENTE VIDAL, J. 1957: Alicante en la Edad Antigua, Alcudia de Elche", Zephyrus, IV, 143 ss.
Alicante. RAMOS FOLQUES, R. 1964-65: "Las invasiones de los
MARTIN, G. 1970 (a): Dianium. Arqueología romana de francos en España", Anales de la Universidad de
Murcia, XXIII, 259 ss.
Denla, Valencia.
RICO, CH. 1995: "Index de les marques epigráphiques
MARTIN, G. 1970 (b): "Las pesquería romanas de la cos-
sobre tegulae romanes de Catalunya i el Pais Valencia
ta de alicante", Saguntum, 10, 148 ss.
(antiga Tarraconense)", Saguntum, 28, 204 ss.
MARTIN, G.y SERRES, M.D. 1970: "La factoría pesquera
SÁNCHEZ, Ma.J. y LLOBREGAD, Ma T. 1984: "Estudio pre-
de Punta de L'Arenal y otros restos romanos de Jávea
liminar sobre las ánforas romanas del Portus llicitanus",
(Alicante)", Trabajos Varios, 38, 7 ss. Lucentum III, 135-151.
MONTESINOS, J. 1991: "Terra sigülata en llici: productos
SERRANO VAREZ, D. 1987: Yacimientos ibéricos y ro-
hispánicos", Saetabis, XLI, 133-147. manos de La Ribera (Valencia), Valencia.
MORA, G. 1981: "Las termas romanas en Hispania", AEA, SILLIERES, P. 1990: Les voies de communication de
143-144. l'Hispanie meridionale, París.
OLCINA, M. 1991: "Arquitectura monumental romana en el TARRADELL, M. 1978: "Las ciudades romanas en el este
País Valenciano", / Congreso de Historia del Arte del de Hispania", Symposio de Ciudades Augusteas, Za-
País Valenciano, Valencia. ragoza, 294 ss.
PONSICH, M. 1988: El aceite de oliva y las salazones de VENTURA, A. 1975: "Inscripciones romanas de la provin-
pescado, Madrid. cia de Valencia", APL, XIV, 59 ss.
RABANAL, M.A. y ABASCAL, J.M. 1985: "Inscripciones VISEDO MOLTÓ, C. 1920-21: "Excavaciones en el Monte
romanas de la provincia de Alicante", Lucentum, IV, 'La Serreta' próximo a Alcoy (Alicante)", MJSEA, Ma-
221 ss. drid, 10 ss.

217

Vous aimerez peut-être aussi