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Albert MOSSERI

SALUD, ALIMENTACION Y
LEYES DE LA NATURALEZA

DISCIPLINAS DE
LA SALUD NATURAL
@ Albert Mosseri

@ Mandala Ediciones S A. (1.990)


Cl Costanilla de Santiago, 2
28013 - MADRID Tel.J^7 75 21

Realización gráfica:
Navagraf S A.

Traducción: André Torcque

Depósito Legal :M-37.752-1990


I.S.B.N.: 84-86961-25-4

Impreso en España

Producción:
Mandala Ediciones S A.
Dedicado a mi hijo André,
quien, habiendo visto un día a su madre
comer carne, le dijo con malicia:
“Atención, mamá, esto se mueve”
Ella se paró en el acto. El había ganado.

Nuestro lema:
Todo lo que los medicamentos supues­
tamente hacen, lo hace mejor la natu­
raleza si se la obedece. Es la naturaleza la
que cura.
PRIMERA PARTE

LOS PLACERES DEL HAMBRE


10

LOS PLACERES DEL HAMBRE

Las principales causas

No abordaremos todas las causas de la enfermedad —es


imposible en vista de su extensión- sino únicamente las
principales, que conciernen a todo el mundo, es decir:

1) La mayor parte de la gente come sin tener realmente


hambre, únicamente porque es la hora de comer. La in­
mensa mayoría de los niños, que tienen el instinto más
natural que los adultos, sólo comen cuando tienen hambre,
al igual que los animales.

Puede hablarse de los placeres del hambre cuando se


come, ¡y no cuando el hambre se prolonga!

2) La mayoría de la gente come alimentos no específicos


de la especie humana, es decir, alimentos que la naturaleza
no ha destinado para el hombre (carnes, cereales, etc.).

Es así como la mayoría de la gente, apenas se despierta


por la mañana, come o bebe alguna cosa. Al despertar, no
puede tenerse realmente hambre. A menudo la boca está
pastosa, mala, seca, amarga, la mente no está clara, y es
entonces cuando uno busca detener todos estos síntomas de
eliminación con la ayuda de una bebida caliente que con­
tiene venenos: café, té, chocolate o tisanas. Para ciertas
personas, es el cigarro o la ducha fría lo que detiene la
eliminación de la noche (catabolismo). A continuación, se
11
come sin hambre, lo que sobrecarga el organismo en un
momento en que sus fuerzas vivas se movilizan para acabar
la eliminación nocturna.

En ciertas personas que sufren de desnutrición (a pesar


de la plétora en su alimentación), el hambre puede aparecer
una o dos horas después del despertar. Pero en la mayoría,
la verdadera hambre se anuncia sólo varias horas más tarde.

Cada vez que trato de este tema en mis charlas cotidianas


para los ayunadores, éstos me replican que tienen hambre
por la mañana muy temprano. Es entonces cuando pido que
se haga la distinción entre la falsa hambre y la verdadera.

El hambre verdadera

< <E1 hambre verdadera -escribe SHELTON- es una


llamada fisiológica hacia el alimento. Sobreviene cuando el
cuerpo tiene necesidad de ser nutrido. Es la “voz de la
naturaleza”, que nos informa de esta necesidad. La verda­
dera hambre nos obliga a buscar el alimento y no se aplaca
hasta que no comamos > >.

Estas últimas palabras contienen la clave del problema.


La falsa hambre desaparece en poco tiempo, reaparece otra
vez, y desaparece de nuevo. En cambio, la que es verdadera
persiste. En consecuencia, para poder distinguirlas, basta
esperar al menos una hora, o incluso un poco más. Así, uno
sabrá a qué atenerse.

Según SHELTON, la verdadera hambre se parece a la


sed, en el sentido de que la percibimos en la boca y en la
garganta, pero no en otra parte. Pensamos, sin embargo,
que empieza en el estómago, que se ahueca en ciertas
12
personas, mientras que en otras se presenta como una
sensación difusa en todo el abdomen. Cuando el hambre es
demasiado aguda, el sujeto se siente “desfallecer” por falta
de alimento y no puede trabajar ni hacer nada hasta que no
sea alimentado. En estos casos, la desnutrición es entonces
profunda, y no puede ignorársela.

La verdadera hambre no se acompaña de síntomas alar­


mantes como la mayoría se imagina. Es una sensación muy
agradable, que proporciona una profunda satisfacción física
y psicológica a la vez.

< < El apetito es una imitación del hambre. No es la


expresión de una necesidad, sino la de una costumbre o la
de unas ganas imaginarias. El apetito es una criatura de la
costumbre y de la rutina, y puede ser debido a varios
factores como la hora de la comida, la vista, el sabor y el olor
de los alimentos; e incluso, la idea de comer puede desen­
cadenar el apetito > >. Los condimentos y los aliños pueden
también despertar el apetito. Pero eso no es la verdadera
hambre. El apetito es la falsa hambre.

La bulimia

Los bulímicos, que comen por placer, pueden ingerir


cantidades considerables de alimentos, no porque tengan
hambre, sino por sus ganas mentales. De todas maneras, no
llegan nunca a satisfacer su placer. El verdadero placer se
satisface cuando se tiene hambre real. Esta es la satisfac­
ción de una necesidad auténtica. Los bulímicos no alcanzan
nunca el verdadero placer mediante la comida, y es por ello
por lo que lo buscan en el hartazgo y la saciedad. Pero ni el
hartazgo ni la saciedad jamás proporcionan una satisfac­
ción real.
13
La única manera que conocemos de remediar la bulimia
es esperar la verdadera hambre antes de comer sea lo que
sea. En efecto, cuando se aguarda el hambre, el estómago
disminuye de volumen y ya no puede contener muchos
alimentos. Es así como se consigue la saciedad que satis­
face. En cambio, si se come antes del hambre, el estómago
está todavía distendido por la comida anterior, pudiendo así
contener cantidades muy grandes. SHELTON compara el
apetito con las ganas que puedan tenerse por la nicotina, el
alcohol, el té, el café, etc., y dice:

< < Nadie, jamás, puede tener hambre por estas substan­
cias venenosas > >. En efecto, ellas no responden a ninguna
necesidad fisiológica y por consecuencia, son siempre no­
civas. Nunca puede sobrevenir una llamada fisiológica por
esas substancias.

< < A veces ocurre que el apetito se acompaña de sensaciones


diversas de malestar e incluso de dolor, de sensación de
debilidad, depresión nerviosa, roeduras estomacales, bor­
borigmos intestinales, náuseas, dolores de cabeza y otras
sensaciones mórbidas > >.

SHELTON cita también entre las sensaciones de falsa


hambre la de sentirse “desfallecer” pero nosotros la consi­
deramos más bien como un síntoma agudo de desnutrición
y de hambre auténtica. En cambio, la debilidad no es un
síntoma de hambre sino de envenenamiento que reclama,
no una taza de café, un cigarro o algún alimento como es
costumbre en la mayoría de la gente, sino un reposo, si es
posible tumbado.

Algunos me replican que en la vida cotidiana no siempre


se tiene la oportunidad de tumbarse cuando uno está
14
cansado, fatigado, y que un cigarro o una taza de café
“despierta” y permite proseguir con las actividades. Yo
contesto que eso se produce siempre en detrimento de la
salud, y que tendrán que soportar las consecuencias a corto
o a largo plazo. Siempre habrá una factura que pagar.

Volvamos a la sensación de “sentirse desfallecer”, que no


debe ignorársela ni tomársela a la ligera. En ese momento,
es necesario comer, ya que el cuerpo reclama comida. Al
cabo de varias semanas, este tipo de hambre desaparece
para dar paso a un hambre menos apremiante, cuando las
reservas ya han salido a flote.

< <Los síntomas mórbidos del hambre falsa -prosigue


SHELTON- son idénticos a los que sufren los drogadictos
cuando se les priva de su droga habitual > >. En efecto, los
síntomas de la narcodependencia suelen ser más fuertes,
pero la costumbre alimentaria, la embriaguez alimentaria y
la glotonería, producen sus propios síntomas, que se con­
funden sin razón con el hambre. Estos síntomas son alivi­
ados temporalmente mediante la comida, exactamente
como el café alivia temporalmente el dolor de cabeza
provocado por la anterior taza de café. Es así como uno se
imagina tener la necesidad de comer. Las personas ulcero­
sas y los enfermos del estómago comen a menudo para
aliviar sus dolores estomacales. Se hunden cada vez más en
un círculo vicioso sin término.

Pero estos síntomas siempre desaparecen cuando se deja


de comer durante algún tiempo y se espera el hambre ver­
dadera. Esta no se acompaña de ningún síntoma, no se tiene
dolor de cabeza, ni ningún trastorno. Las ideas son claras,
la mente es lúcida, uno se siente optimista, feliz, tranquilo
y sereno. El hambre verdadera no aparece por fuerza a la
15
hora de la comida, como en el caso de la falsa hambre.
Puede surgir espontáneamente en cualquier momento del
día, pero nunca en plena noche. En efecto, durante la
noche, los músculos están relajados y el estómago, que es un
músculo, también se relaja y no está en condiciones para
amasar la comida durante el reposo nocturno.

Los condimentos

La verdadera hambre no puede ser provocada por la idea,


el olor, ni siquiera por el sabor de un alimento. No es
estimulada por los condimentos, los aliños ni la sal. Estas
substancias son venenos. La saliva que se vierte sobre la sal,
no contiene jugos digestivos, sino que sólo es agua para
diluir el veneno y volverlo así menos corrosivo.

Cuando uno experimenta la verdadera hambre, ésta se


satisface con un alimento sencillo, en su estado natural, sin
ningún aliño ni preparación. El hambre es la mejor de las
salsas. Pero en el caso de hambre falsa, de apetito y de
ganas, uno es exigente, difícil de contentar. Se rehúsan los
alimentos simples, y se desean preparaciones sofisticadas,
alimentos salados, azucarados o aromáticos...

Se dice que el hambre aparece comiendo, pero es el


apetito o las ganas lo que aparece comiendo, y no el hambre
verdadera. Cuando uno tiene verdadera hambre, i se co­
mería hasta las piedras!

Cuando uno tiene hambre auténtica, se satisface con poca


cosa. Pero el hambre falsa y el apetito no se aplacan más que
con la saciedad “patológica” o cuando se proporciona la
estimulación deseada.
16
El apetito y el hambre falsa pueden ser excitados por la
variedad. Es así como, cuando uno ya no tiene ganas de
comer un alimento del que se ha hartado, puede excitar su
apetito comiendo otro alimento. Es por eso por lo que la
variedad lleva a la glotonería, y es mejor limitarse a una sola
clase de alimento en cada comida. < < ¿Cuánta gente está
todavía hambrienta cuando llega la hora del postre? —
pregunta SHELTON-. ¡Y sin embargo, son muy pocos los
que rehúsan el postre! > >.

Según el doctor CLAUNCH, puede distinguirse el hambre


del apetito de la siguiente manera: < < Cuando tengáis
hambre y estéis cómodos, esa es la verdadera hambre; pero
cuando tengáis supuesta “hambre” y estéis incómodos, esa
es la falsa hambre>>. Sin embargo, haremos una ex­
cepción a esta regla, cuando la persona se siente “desfa­
llecer”. En efecto, al principio del cambio de régimen, la
digestión es muy débil, las células se quejan de hambre, y
ésta es muy frecuente e imperiosa. Uno se siente “desfa­
llecer”, y es necesario comer lo más pronto posible en ese
momento. Más tarde, al mejorarse el poder digestivo, las
reservas son más substanciales, el hambre es más espaciada
y más agradable de soportar. Con el antiguo régimen de
alimentos cocidos y desnaturalizados, no se digería más que
el 20%, pasando el resto a las deposiciones al día siguiente.
Por el contrario, con el nuevo régimen de alimentos vivos,
se digiere el 90%, y las deposiciones son poco abundantes,
de consistencia pastosa y sin olor. Es así como el paso de
una etapa a otra provoca una llamada urgente de alimento,
hasta que se refuerze el poder digestivo. Por eso, es siempre
útil empezar con un ayuno como PREPARACION al
cambio de régimen. En ese caso, el hambre es un síntoma
de desnutrición, y es necesario satisfacerla enseguida.
17
< < Cuando una persona enferma suprime una comida,
se debilita antes de tener hambre. En cambio, cuando la
suprime una persona con buena salud, tiene hambre antes
de debilitarse > >.

Esta conclusión del doctor CLAUNCH ignora los hechos


que acabamos de examinar. Nosotros pensamos, en efecto,
que si uno se siente “desfallecer”, es absolutamente nece­
sario comer y no ayunar, tanto si uno está gordo como si está
delgado. El peso del individuo no es una indicación de las
reservas esenciales. A menudo son los más gordos los que
tienen menos reservas esenciales necesarias para la eli­
minación.

Por supuesto, es necesario distinguir entre la sensación de


debilidad y la de sentirse “desfallecer”. En la sensación de
debilidad, uno se siente sin fuerza, incapaz de concentrarse
o de realizar un esfuerzo muscular. Esta debilidad es ge­
nerada por la toxemia, el hígado obstruido acaparando toda
la sangre y la energía. Entonces, los músculos y el cerebro
disponen de poca energía. En este momento, es necesario
abstenerse de comer, y las fuerzas volverán rápidamente,
así como toda la lucidez mental. Por el contrario, cuando
uno “se siente desfallecer”, experimenta un vacío interior,
un hambre difusa que parte del estómago y sube hacia la
garganta y la boca. En este momento es necesario comer,
y luego descansar o hacer una siesta.

< < Siguiendo la regla de comer sólo cuando se tiene


hambre, las personas que tienen supuesta “hambre”, pero
que están cansadas, débiles e incómodas, deberían ayunar
hasta el regreso del bienestar y de las fuerzas. Es así como
el ayuno se convertiría en una de las prácticas más corrien­
tes de la vida, hasta el momento en que aprendiésemos a
18
vivir y a comer de tal manera que ya no tuviésemos la
necesidad de ayunar>>. Estamos perfectamente de a-
cuerdo con SHELTON. En la vida diaria, no siempre pode­
mos ser dueños de las circunstancias. Entonces, cuando uno
se encuentra sin fuerza, débil, con la mente vacía, incapaz
de concentrarse, asaltado por ideas pesimistas y poco claras,
con la moral baja y sin ánimos, bastará que espere al
hambre verdadera para recobrar el buen humor, el op­
timismo, la claridad y lucidez mental, y la disponibilidad de
las fuerzas musculares.

< < Mientras la cantidad, la calidad y la frecuencia de las


comidas sean reguladas por la etiqueta, por las convenien­
cias, por las costumbres y por las teorías oficiales de la
probeta y del laboratorio, muchas veces nos veremos obli­
gados a ayunar. Y mientras las sensaciones de malestar
sean confundidas con la verdadera hambre, las desgra­
ciadas víctimas de la alimentación errónea y de la vida
desequilibrada, no reconocerán la llamada de la abstinen­
cia. En efecto, muy poca gente sabe interpretar el lenguaje
de sus sentidos. Todo el mundo está impulsado, por la
“ciencia oficiar’, a ignorar la “voz de la naturaleza” y a
comer “muchos alimentos nutritivos” para mantener las
fuerzas > >.

Se me pregunta a menudo cuántas comidas son necesa­


rias cada día. Yo contesto siempre que eso depende del
hambre, y que no existe una cifra intocable.

El hambre es un principio sagrado en nuestra vida, y es


necesario respetarlo en todas las circunstancias. El error
más corriente y más grave es llenar su estómago porque es
la hora de la comida, o por orden del médico, o también
como pasatiempo social para complacer a los huéspedes o
19
a los invitados. Comer sin que exista una llamada natural, es
desaprovechar lo que se come. Es exactamente como el que
practica la respiración forzada y profunda sin tener necesi­
dad ni jadeo, o también como el que bebe sin tener sed. Esta
manera de comer transforma el cuerpo en una fábrica de
abonos.

La llamada natural

La verdadera hambre representa la llamada natural para


comer e indica que el alimento será realmente elaborado
por el cuerpo. En efecto, en ese momento los órganos de la
digestión están en condiciones para recibir el alimento y
digerirlo. El hambre indica, además, que las células están
preparadas para recibir los nutrientes y para asimilarlos.
Cuando comemos en esas circunstancias, podemos estar
seguros de que el cuerpo estará nutrido, y no envenenado
por los alimentos consumidos. La opinión médica y popular
dicta que el hambre es una sensación dolorosa y penosa. Se
habla de los sufrimientos del hambre y se dice, por ejemplo:
“he sufrido hambre”. Ahora bien, el hambre es una manifes­
tación del funcionamiento normal del cuerpo, y todas las
funciones normales proporcionan placer. El hecho de ori­
nar, de evacuar, de mirar, de dormir, etc., todas son fun­
ciones agradables.

En su libro, Bodily Changes in Pain, Hunger, Fear and


Rage *, el doctor Walter CANNON escribe lo siguiente:
<<La sensación de hambre es difícil de describir con
precisión, pero todo el mundo ha experimentado, desde la
infancia, ese dolor sordo que nos roe en el epigastrio y que,
de manera imperiosa, toma el control del individuo. Como
STERNBERG lo ha recalcado, el hambre puede volverse
bastante persistente, hasta el punto de forzar al individuo a
Los cambios orgánicos en el dolor, el hambre, el miedo y la rabia.
20
ingerir alimentos muy desagradables, que no solamente no
excitan el apetito, sino que provocan náuseas. Entonces,
traga de prisa todo lo que encuentra. Los placeres del
apetito no existen para este individuo, pues él quiere canti­
dad más que calidad, y la quiere enseguida.

< < Se puede describir el hambre como un punto central,


del cual surgen diversos rayos secundarios. Un dolor sordo
en el epigastrio representa habitualmente la primera peti­
ción del cuerpo por el alimento. Después, cuando esta
primera petición no ha sido satisfecha, la sensación podría
transformarse en roeduras desagradables, menos locali­
zadas a medida que se vuelven más intensas. He aquí, pues,
las principales características del hambre. Pero, además de
ese dolor sordo, pueden experimentarse cansancio, atur­
dimiento, desvanecimiento, dolor de cabeza violento, irrita­
bilidad y agitación, que hacen cada vez más difícil la continua­
ción de la actividad en los quehaceres cotidianos. Estos
estados varían de un individuo a otro: en uno es el dolor de
cabeza, en otro el desvanecimiento, etc.; lo que indica que
ellos no constituyen lo esencial, sino manifestaciones acce­
sorias no constantes. Incluso la sensación de vacío, men­
cionada como un elemento constante de esta experiencia,
es más una consecuencia que una información clara de la
conciencia, y puede ser entonces también eliminada en
nuestras consideraciones. Queda, pues, la sensación sorda
y acuciante que constituye la característica constante, el
hecho central que es necesario examinar con detalle > >.

De esta descripción del profesor CANNON resultan más


bien los síntomas del hambre falsa, tal y como los experi­
mentan aquellos que están mal alimentados o que todos los
días abusan de la comida. Todos los síntomas mórbidos
descritos por el profesor CANNON pertenecen al hambre
21
falsa: cansancio, dolor de cabeza, desvanecimiento, roedu­
ras desagradables, etc.

Una sensación agradable

Sin embargo, el hambre verdadera es siempre agradable


y placentera, incluso si es apremiante. Un hueco en el
estómago, un vacío acompañado de contracciones rítmicas,
una sensación de relajación que sube desde el estómago
hacia la garganta atravesando el esófago, todos estos sínto­
mas son agradables y placenteros. En los casos de desnutri­
ción y de falta de reservas, el sujeto puede experimentar un
hambre difusa, una incapacidad para trabajar o para con­
centrarse, o sentirse “desfallecer”. Pero estas sensaciones
desaparecerán rápidamente en unas semanas, a medida
que se reconstituyan las reservas. Es entonces cuando el
hambre surge con menos frecuencia. Con el hambre, el
sujeto se vuelve vivaz y su mente clara y lúcida, su humor
optimista y sereno. Ve la vida color de rosa.

Todos los síntomas mórbidos que hemos descrito sobre el


hambre falsa, se parecen de manera patente a los síntomas
que se dan en el fumador y el bebedor de café o de té, e
incluso en el drogadicto, cuando dejan sus venenos. Estos
síntomas son los del hambre falsa, son síntomas de eli­
minación. El hambre falsa es un síntoma de eliminación de
los residuos de la comida anterior.

Estos síntomas de desintoxicación son bien conocidos por


los drogadictos, los fumadores y los bebedores de café o de
té. Sin embargo, la gente que come como todo el mundo los
ignora.
22
Es evidente que si un drogadicto o un fumador en plena
desintoxicación vuelve a su veneno, los síntomas desa­
gradables de desintoxicación cesan enseguida. Ahora bien,
no hay que detener nunca una desintoxicación.

SHELTON, que razona a la inversa, escribe: < <Para


comprender el hambre, veamos lo que ésta no es, antes de
intentar saber lo que es. El dolor de cabeza no es hambre.
El dolor en el abdomen no es hambre. Las roeduras
estomacales no son hambre. El cansancio no es hambre.
Los vértigos no son hambre. La irritabilidad no es hambre.
El desvanecimiento no es hambre. La sensación de vacío no
es hambre. La agitación no es hambre > >. (La sensación de
vacío podría ser hambre, según nuestro punto de vista).

< < Pensad en la sed: ¿es ésta un dolor? ¿un vértigo? ¿un
desvanecimiento? ¡Nada de todo esto! La sed se nota en la
boca y en la garganta, y se experimenta un deseo consciente
de beber agua. Nadie confunde nunca el dolor de cabeza
con la sed, pues ésta es bien conocida. Es lo mismo para el
hambre auténtica: se siente un deseo auténtico por comer,
se está cómodo, sin sufrimientos ni trastornos. La saliva
fluye abundantemente en la boca, y a menudo se desea un
alimento en concreto > >.

Los alimentos sencillos

Según nuestro punto de vista, cualquier alimento sencillo


puede satisfacer el hambre verdadera. SHELTON piensa
que la verdadera hambre es una sensación localizada,
aunque no en el estómago. Pensamos que ella empieza en
el estómago para subir luego al esófago y a la garganta, que
se dilatan en lugar de quedarse contraídos como ocurre con
la falsa hambre.
23
Ciertos ayunadores experimentan dolores estomacales.
Esto no es hambre. Los que los sienten son los dispépticos,
los nerviosos, los ansiosos, los que padecen úlcera, gastritis,
etc. Este fenómeno es debido a contracciones espasmódi-
cas del estómago y de los intestinos, las cuales provienen de
un trastorno psíquico o emocional del nervio simpático
abdominal que controla esta región del cuerpo. La teoría
oficial está basada en “las contracciones estomacales del
hambre”, teoría encomiada por los investigadores ameri­
canos CANNON y CARLSON. Pero SHELTON rehúsa
esta teoría en estos términos: < < En el campo de la ciencia,
a menudo ha ocurrido que unas conclusiones apresuradas y
sacadas de datos incompletos, hayan sido aceptadas. Ahora
bien, el resultado ha sido una fuente de errores y de
confusiones que han persistido durante bastante tiempo,
hasta el día en que se demostró lo contrario. No negamos la
existencia de estas contracciones, pero discutimos el sen­
tido que quieren dárseles. Seguro que CARLSON ha hecho
ayunos cortos, y que ha estudiado también algunos casos,
pero esto no basta en absoluto para constituir una base
suficiente y para sacar las conclusiones a las que ha llegado.

< < A mi modo de ver -prosigue SHELTON--, sólo son


capaces de reconocer los signos del hambre auténtica
aquellos que han asesorado varios ayunos prolongados
estudiándolos, y no aquellos que sólo han observado algunos
ayunos cortos, que han catalogado las respuestas de hombres
y mujeres -que quizás jamás han ayunado- a unos cues­
tionarios, o que han realizado en condiciones psicológicas
adversas, experimentos infantiles con globos introducidos
en el estómago. Los signos del hambre auténtica pueden
observarse después de un ayuno prolongado, y muy pocas
veces después de uno corto > >.
24
Según nuestro punto de vista, el hambre verdadera puede
notarse después de un ayuno corto, e incluso posponiendo
buenamente la comida. Pero esto depende del estado de
salud del sujeto, de las circunstancias, etc. Cuando el cuerpo
no tiene una necesidad urgente de eliminar, el hambre se
inicia poco después de haber omitido una comida. Pero si se
persiste en ayunar, las energías disponibles se desvían
entonces hacia la eliminación. Por otra parte, en caso de
fatiga o de preocupaciones, el hambre desaparece. El
hambre sólo puede aparecer en condiciones favorables de
digestión y de total relajación psíquica y mental.

En la mente de todo el mundo, el hambre representa una


privación, sufrimientos, dolores, casi una tortura. A menudo,
se habla de los “sufrimientos del hambre”. Ahora bien, esto
es un mito. La verdadera hambre no se acompaña de ningún
sufrimiento, de ningún dolor. Como todas las funciones
normales del organismo, la verdadera hambre es agradable.
¿Por qué se habla entonces de sufrimientos? Es cierto que
sufrimientos y dolores existen y son efectivamente experi­
mentados por los individuos. Pero estos sufrimientos son
únicamente signos de eliminación y de desintoxicación para
borrar las irritantes secuelas de las comidas nocivas ante­
riores. Aquel que deja de fumar o de beber café, experi­
menta los mismos sufrimientos y los mismos dolores de de­
sintoxicación. Estos dolores no son indicadores del hambre
ni de la necesidad de fumar o de beber café.

He asesorado a miles de ayunadores. Todos se imaginan,


antes del ayuno, que atravesarán periodos de sufrimiento
provocado por el hambre. A continuación, desde los primeros
días del ayuno, se asombran de no sentir hambre y de no
tener ganas de comer. En verdad, si el hambre estuviese
presente durante todo el ayuno, muy pocos hubiesen po-
25
dido ayunar. Pero desde los primeros días, el hambre
desaparece por largo tiempo. Los ayunadores no sienten los
llamados “sufrimientos del hambre” que se suponen por
todas partes. Ellos notan más bien náusea y repulsión hacia
todo alimento. Repitámoslo: los sufrimientos a veces ex­
perimentados no son los del hambre, sino los de la desin­
toxicación. Cuando llega el hambre, no existe ningún su­
frimiento.

En su libro Perfect Health *, HASKELL dice que ha


< < pedido a varios millares de personas, incluso a médicos,
que describan la sensación del hambre natural: desvanec­
imiento y sensación de vacío en el estómago, hueco, roedu­
ras, etc. Ahora bien, estas sensaciones son las del apetito y
no las del hambre, y provienen de un mal modo de alimen­
tación > >. Según CARRINGTON, la gente toma por hambre
ciertas sensaciones, cuando no es la verdadera hambre. En
efecto, < <las ganas mórbidas provocadas por un estado
anormal del cuerpo, por la estimulación, la congestión, la
irritación, etc., no son los signos del hambre verdadera. Esta
no se manifiesta jamás en el estómago, sino como la sed,
siempre en las glándulas de la garganta y de la boca> >.
Según nuestro punto de vista, el hambre comienza en el
estómago, luego sube al esófago y la garganta, que se
relajan.

Según FLETCHER, para distinguir la verdadera hambre


de la falsa, se observará que en la primera, el “agua se vierte
en la boca”. A nuestro juicio, para distinguirlas, bastaría
esperar de media a una hora: la verdadera hambre persiste,
mientras la falsa desaparece con todos sus síntomas mórbi­
dos y engañosos.

* La salud perfecta.
26
Según el doctor DODDS, la sensación de “desfallecer” en
ciertos casos, no proviene de una falta de alimento, sino de
la ausencia del estimulante habitual, lo que no es en abso­
luto nuestro parecer en la materia. En efecto, esta sensación
no debe ser ignorada ni menospreciada. El sujeto sufre de
desnutrición grave, puesto que no digiere más que el 10%
de lo que come. No puede prolongarse este estado sin
riesgo mortal. Es necesario alimentarle convenientemente
con pequeñas cantidades, en condiciones favorables (sobre­
todo reposo antes y después de la comida) y en ausencia de
cualquier trastorno psicológico, emotivo, etc. Los que se
sienten “desfallecer” después de haber omitido una comida,
obligatoriamente deben ser alimentados. Hemos conocido
varios casos que habían ignorado, a sabiendas, esta sensación
de hambre y persistían en no comer, para caer a continua­
ción en bulimias incontroladas, o muriendo por desnutri­
ción.

Cuando se tiene hambre, cuando uno se siente “desfa­


llecer”, es necesario alimentarse. Sin embargo, una copiosa
comida no es digerida, pasa a las deposiciones, y la desnu­
trición se agrava para acarrear finalmente la muerte por
inanición. En estas condiciones, son necesarias de cinco a
siete pequeñas comidas por día, bajo control de un asesor
enérgico que no permitirá al sujeto hartarse, ni siquiera
comer hasta saciarse.

La mayor parte de los higienistas profesionales atribuyen


a las glándulas de la garganta y a las de la boca el principal
papel activo en las manifestaciones del hambre, mientras
que SHELTON lo atribuye a los nervios. Nosotros estamos
en perfecto acuerdo con SHELTON, puesto que, sin lugar
a duda, los nervios son los que mandan esta sensación de
vacío y de dilatación que sube por el esófago y la garganta.
27
Es así como, durante la fatiga, los disgustos, las preocu­
paciones, las emociones, la cólera, el odio, etc., incluso si el
cuerpo tiene necesidad de alimento, no lo pide ni manifiesta
hambre. Los nervios guardarán la garganta y el esófago
contraídos.

***

CONSEJOS PRACTICOS
PARA LOS PRINCIPIANTES

Cuando quiere conservarse o restablecerse la salud, es


imprescindible rechazar todo cuanto no sea natural, es
decir tal como la naturaleza lo presenta, y no como sale de
una fábrica de alimentos o de laboratorios farmacéuticos.
Eso para empezar.

Sin embargo, todo lo que es natural no tiene que ser


forzosamente bueno para el organismo humano, ya que el
hombre no es el único animal sobre la tierra. Es necesario
que lo natural tenga una relación normal con el ser humano.

Así por ejemplo, entre los millares de plantas que se


encuentran en la tierra, apenas unos centenares son comes­
tibles. Todas las demás son venenosas. En cambio, la
belladona, que es venenosa para nosotros, es perfectamente
apropiada para los conejos. El tabaco es natural, al igual
que la hoja de té o el chocolate, pero su amargor los
convierte en venenos para nosotros. La arcilla es natural,
pero como alimento, no cumple con el requisito esencial de
ser agradable al gusto. Referente a su supuesta calidad de
remedio natural, en Jeüner pour revivre * hemos explicado
que los remedios no existen. El único remedio es la supre-
* Ayunar para volver a vivir. Quince capítulos traducidos al castellano
aparecen en la Antología pro salud (Editada por PUERTAS ABIERTAS
A LA NUEVA ERA).
28
sión de la causa. El poder curativo es la prerrogativa única
de lo que es vivo. Ahora bien, la arcilla no es VIVA (ver más
adelante la definición de lo que es VIVO, en la segunda
parte).

El que busca la salud debería ante todo eliminar los


siguientes venenos:

Los medicamentos

La naturaleza no produce medicamentos. Todo lo que


supuestamente hacen los medicamentos, la naturaleza lo
hace mejor si se la obedece. Los medicamentos corroen el
organismo, agotan los órganos vitales, envenenan todos los
tejidos y ocultan los síntomas. Si uno tiene dos enferme­
dades, los medicamentos las convierten en tres. Incluso la
aspirina y los laxantes deben ser abandonados. ¿Para qué
sirve combatir los síntomas? Hay que combatir las causas.
Los productos químicos no deben ser introducidos en el
cuerpo, ya que éste debe expulsarlos con mucho gasto de
energía. Pero como las causas no han sido suprimidas, los
mismos problemas vuelven al mismo lugar, o si no, a otras
partes del cuerpo.

Se verán más adelante dos excepciones, en las que ciertos


medicamentos son necesarios:

1. en algunas enfermedades parasitarias;


2. en caso de destrucción o de ablación de órganos
endocrinos.

Las operaciones

En general, hay que rehusar las operaciones, salvo en


29
raras ocasiones, en caso de accidentes con máquinas o
vehículos, y en otras menos frecuentes, como las cataratas,
los abscesos internos, las oclusiones, etc. Para eso, consul­
tar a un higienista antes que a un médico. En general, las
operaciones no suprimen las causas de la enfermedad.
Rehusad la operación para las hernias, las fístulas, las
hemorroides, las úlceras, los tumores, el cáncer, los cálcu­
los, la apendicitis, la sinusitis, las amígdalas inflamadas, la
gangrena, los riñones, el corazón, los pólipos, los ganglios,
las vegetaciones, la vesícula, los intestinos, el estómago, el
glaucoma, la tiroides, los ovarios, la matriz, la artrosis, etc.

El alcohol y el tabaco

El alcohol proviene de alimentos naturales, como por


ejemplo las uvas, pero estas uvas han fermentado para dar
un producto qué ya no es ni alimento ni bebida.

La hoja del tabaco también es natural, pero si uno


comiera en ensalada las hojas del tabaco, se envenenaría
rápidamente. Me dirán que el tabaco no se come, sino que
se fuma. Pero los pulmones están preparados para recibir
aire puro y no el humo del tabaco o de las fábricas.

Creo que no es necesario recomendar la supresión de


estos dos venenos, pues todo el mundo está de acuerdo en
reconocerlo.

Digamos simplemente que incluso la cerveza y el vino


son nocivos, sobre todo después de la comida. En efecto,
favorecen la fermentación de todo el bolo alimenticio, el
cual pasa por el organismo sin aportarle ningún provecho.
Las heces se vuelven nauseabundas en lugar de ser inodoras
y de consistencia idónea.
30
¿Cómo dejar de fumar sin mucha dificultad? Se ha
lanzado al mercado un sinfín de métodos más o menos
eficaces. Pero el único que está garantizado, es el ayuno
corto. En efecto, al cabo de sólo tres días, las ganas de fumar
desaparecen. El cuerpo elimina todos los venenos, incluso
la nicotina. El sabor de la boca se vuelve amargo y malo.
Hay que beber agua a discreción. El método es radical. Si
uno tiene dolores de cabeza, debe beber más y esperar a que
pasen. Al pasar a la sangre, los venenos provocan dolores de
cabeza antes de ser eliminados por la orina. Esta se vuelve
muy oscura, ya que contiene todos los venenos eliminados.

Este método para dejar de fumar, sólo requiere un


mínimo de voluntad.

El café y el té

En su estado natural, el café y el té son amargos. Ahora


bien, todo lo que es amargo o insípido contiene veneno.

Es cierto que todos los alimentos contienen venenos,


pero las cantidades son tan ínfimas que no tiene la menor
importancia. Por ejemplo, la lechuga contiene laúdano,
pero en forma de indicios tan insignificantes que no pueden
tener influencia sobre la salud. Por el contrario, una sola
gota de laúdano puro bastaría para matar. No porque un
producto sea natural debemos tomarlo ciegamente.

Estas bebidas contienen venenos que atacan primero a


los nervios y a los riñones, luego al estómago, a la sangre,
etc. Son estimulantes, es decir, que detienen la eliminación
natural del organismo y provocan por ello una euforia
artifical. El cuerpo entra en acción para expulsarlos. Toda
estimulación parece dar fuerzas, pero en realidad, las agota.
31
Los nervios acaban por quebrantarse, lo que genera insom­
nio, fatiga nerviosa, enervamiento, inestabilidad de los
nervios frente a las contrariedades, vulnerabilidad de todo
el sistema nervioso, que manda con menos eficacia las otras
funciones orgánicas. Cuando se da un latigazo a un caballo
cansado, no debe pensarse que este latigazo le dará fuerzas.
La energía es evidente sólo en su gasto, jamás en su
acumulación.

Por otra parte, el café no sólo contiene cafeína, sino más


de una treintena de venenos. Son los riñones los encargados
de eliminar todos estos venenos, y con el tiempo, acaban por
desgastarse. Ahora bien, cuando los riñones están dege­
nerados, ninguna regeneración es posible. Los casos de
nefritis son muy graves y acaban matando al enfermo.

Conocí a un adepto al ayuno y a la vida sana, que nunca


dejó el café, del que bebía varios tazones a diario. A la edad
de sesenta y cinco años, su vientre se hinchó y se hinchó, ya
que sus riñones eran incapaces de filtrar toda la orina, por
lo que ésta se acumulaba en el vientre. Los cirujanos
hicieron punciones, una vez, dos veces... Sin embargo,
acabó envenenándose y murió al cabo de poco tiempo. Sin
café, hubiera vivido veinte años más, y además con los
riñones sanos. El placer que se obtiene del café no com­
pensa todos estos sufrimientos infernales que genera en los
riñones y sobre todo en los nervios.

Aquellos que toman café por la mañana para desper­


tarse, podrán prescindir de esta droga cuando ya no tengan
el estómago cargado de alimentos artificiales. Con una
mala alimentación artificial, la eliminación nocturna pro­
sigue durante una parte de la mañana. Esta eliminación se
detiene con café, y con el paso del tiempo, los venenos se
32
acumulan peligrosamente. Para dejar el café, puede con­
sumirse descafeinado, o mejor aún, un sucedáneo a base de
cereales tostados, sin café. Este producto tiene casi exac­
tamente el sabor del café, pero no contiene todos sus
venenos *. En las tiendas de dietética, también existe té sin
teína.

El chocolate

En su estado natural, el cacao es amargo y, por lo tanto,


contiene venenos. Todo lo que es amargo es venenoso para
el hombre. El gusto nos advierte de lo que es bueno o de lo
que no lo es. Este veneno es neutralizado por el hígado, que
acaba por alterarse. Se utiliza el azúcar para disimular el
amargor de este mismo veneno. No es, pues, un alimento en
su estado natural.

Existe chocolate blanco a base de leche en polvo y casi sin


cacao, que no es tan nocivo como el chocolate negro.

Vinagre, mostaza, pimienta, sal

El vinagre es, al igual que el alcohol, el producto de la


fermentación, es decir, de la putrefacción de alimentos
totalmente naturales. No es motivo suficiente para con­
sumirlo. No contiene ningún alimento. Aunque perfec­
tamente naturales, el aceite de mostaza, la pimienta y la sal
son venenos. El rayo de Dios también es natural, pero ¡es
mejor evitarlo!

Todos estos ingredientes son demasiado fuertes y fatigan


el estómago. El cuerpo los rechaza al mismo tiempo que
rechaza el bolo alimenticio, el cual no puede ser digerido.
Las heces se vuelven blandas en lugar de ser de consistencia
♦Aunque sí unos cuantos, procedentes sobre todo de latorrefacción (ver
El alimento vivo , de Christian JAIME, editado por PUERTAS ABIER­
TAS A LA NUEVA ERA).
33
correcta. El bolo pasa demasiado de prisa para poder
asimilarse. Se vuelve voluminoso en lugar de existir en
cantidades pequeñas.

Se acepta las plantas aromáticas suaves: perifollo, tomillo,


cebolleta, laurel, comino, albahaca, perejil, etc.

La cocción

La cocción no es natural, puesto que la naturaleza no ha


creado hornillos ni cocinas. Ningún animal cuece sus ali­
mentos. Sin embargo, el retorno a una alimentación to­
talmente cruda supone una gran dificultad para los seres
“civilizados” que somos, y estamos pues obligados a hacer
unas concesiones sobre este tema *.

La cocción siempre debe hacerse con agua, jamás con


aceite ni mantequilla. Todos los cuerpos grasos se con­
vierten en venenos cuando se cuecen. En efecto, durante la
cocción, se desintegran y se deterioran, mientras liberan
peligrosos ácidos grasos. Además, los alimentos quedan tan
completamente empapados de grasa, que ya no pueden ser
alcanzados por los jugos digestivos. Eso explica lo indiges­
tas que resultan las frituras, las cuales son muy nocivas para
el hígado.

En cambio, puede añadirse aceite o mantequilla cruda a


los alimentos cocidos o a la ensalada. Preferentemente
aceite virgen.

Puesto que la cocción destruye la mayor parte de las


vitaminas, hay que cocer lo menos posible. Las hortalizas
deben quedar consistentes, y no demasiado blandas. Por un
kilo de hortalizas, bastarán diez minutos a fuego vivo, con
Sobre el tema de la alimentación cruda, ver también El alimento vivo
34
un vaso de agua, y a fuego lento, serán necesarios quince
minutos. El agua de la cocción puede beberse al principio
de la comida.

Las ollas

Las ollas a presión no son aceptables, puesto que destru­


yen las vitaminas. El aluminio parece nocivo, ya que deja
sales de aluminio en la pared. Se utilizarán ollas de fundi­
ción sin esmaltar, de barro o de otro material que no
desprenda ningún producto químicoXLas ollas de vidrio
especial quizás sean válidas. Cuidado con el esmalte, que se
descascarilla liberando las peligrosas sales de plomo que
habían servido como pegamento.

Las hortalizas se pondrán en agua fría a fuego muy alto,


y se utilizará un reloj para contar el tiempo a partir del
momento en que se encienda el fuego.* Las ollas de cocción
al vapor no sirven, por necesitar demasiado tiempo, y
además, el jugo de las hortalizas cae en el agua de cocción,
que se colorea y se pierde.

Las hortalizas más duras se pondrán en el fondo de la


olla. Las patatas grandes se partirán en dos o tres trozos. No
cortar las patatas pequeñas ni las hortalizas pequeñas.
Cortar en trozos o en rodajas la coliflor, la col, el apio nabo,
etc., aunque no en trozos muy pequeños, salvo en ocasiones
para hacer una sopa.

Las leguminosas

Las leguminosas no pueden comerse crudas. Aunque


sean productos naturales, la naturaleza las ha dedicado a la
propagación, y no al consumo. Son semillas.
35
Entre estos alimentos se encuentran: las judías blancas,
los garbanzos, los guisantes y habas secas, la soja, etc. Son
alimentos casi imposibles de digerir y que provocan gases e
hinchazones de vientre. Hay que eliminarlos totalmente.
No son alimentos que puedan comerse crudos. Al con­
trario, exigen demasiada cocción. Contienen proteínas y
almidones en exceso. El aparato digestivo humano jamás
puede digerir tal combinación. En efecto, las proteínas
deben elaborarse en un medio estomacal ácido, mientras
que los almidones requieren un medio intestinal alcalino.
Los farináceos esperan, pues, en el estómago el final de la
digestión gástrica y, por consiguiente, fermentan. Según
SHELTON *. la digestión simultánea no parece posible.
Los elementos protídicos y farináceos se encuentran mezcla­
dos en estos alimentos de manera demasiado estrecha para
que el estómago pueda separarlos rápidamente. De lo
contrario, los almidones hubieran pasado al intestino de­
jando los prótidos en el estómago. O también, el estómago
hubiera enquistado los almidones en una bolsa hasta que se
terminase la elaboración de las proteínas.

La clara de huevo

La clara de huevo contiene demasiada albúmina, y es


preciso evitarla en todas sus formas, puesto que es muy
nociva. En cambio, es aceptable la yema cruda, pasada por
agua o cocida.

Los quesos

La naturaleza no produce quesos, los cuales sólo son el


producto de la fermentación de la leche. Ahora bien, quien
dice fermentación dice pudrimiento, es decir, descomposi­
ción y degradación.
* Ver La combinación de los alimentos, del doctor Herbert SHELTON.
(Coedición OBELISCO/PUERTAS ABIERTAS A LA NUEVA ERA).
36
El queso fermentado es el alimento más venenoso que
podamos conocer. La dosis más pequeña tiene un efecto
catastrófico sobre el organismo. Produce la fermentación
de todo el bolo alimenticio, el cual al día siguiente pasa a las
heces sin digerirse y sin provecho para el organismo. Evitar
pues, como veneno, el camembert, el roquefort, el brie, el
munster, el saint-florentin, los quesos de cabra y todos los
quesos curados, aunque estén cocidos. En cambio, pueden
consumirse los quesos cocidos más suaves y menos salados,
tales como: el saint-paulin, el cantal tierno, el gruyere muy
joven, el holanda, el mimolette. Los quesos fundidos, como
“La vaca que ríe” y otras marcas, son válidos. Sin embargo,
por desgracia contienen conservantes químicos.

El requesón sin azúcar es excelente. Es mejor que el


yogur a causa del ácido láctico que éste contiene. Puede
cuajarse sobre una estufa la leche cruda o pasteurizada, que
luego se escurre en una tela colocada en un colador. Si
acaso, pueden añadirse por encima unas pasas en lugar de
azúcar, el cual es nocivo.

Los quesos cocidos son, pues, aceptables.

La carne

La carne es natural para los perros y los tigres, no para


nosotros. Cuando uno tiene hambre, no va a morder el
muslo de una vaca.

Aquellos a quienes les gusta la carne, pueden reservarla


para los fines de semana únicamente. Sin embargo, aque­
llos a quienes no les apetece, deberían suprimirla to­
talmente. Nunca hay que tomarla cocida con mantequilla o
aceite, sino únicamente asada. El ser humano no está hecho
para comer carne.
37
Las setas y las ostras

Las setas y las ostras son naturales, aunque poco atracti­


vas sin condimentos fuertes. Estos alimentos son nocivos.
Cada año, se relata en los periódicos los frecuentes enve­
nenamientos que siguen a su consumo. Contienen pro­
teínas indigestas que envenenan la sangre. La putrefacción
de las proteínas es mucho más grave que la de los far­
ináceos. La primera produce venenos virulentos, mientras
que la segunda produce alcohol y ácido acético.

El azúcar

El azúcar, ya sea blanco o moreno, no es un alimento


natural puesto que sale de una fábrica. Hoy en día, en todo
se pone azúcar: en el café, las galletas, los pasteles, las
tisanas, el melón, las fresas, etc.

El azúcar artificial es un producto peligroso porque actúa


como un estimulante y no como un nutrimiento. Ahora
bien, quien dice estimulación dice depresión consiguiente
(ver en este mismo libro la Ley nQ 14 de LINDLAHR sobre
la dualidad de los efectos).

El azúcar pasa rápidamente a la sangre, puesto que


supuestamente se lo ha purificado y blanqueado, como si
fuese sucio o impuro en su estado natural. ¿Qué le han
hecho? Se le ha quitado las preciosas sales minerales y
vitaminas, y se le ha blanqueado químicamente. Liberado
de sus elementos vitales, el azúcar penetra muy rápida­
mente en la sangre alterándola, y la reacción que sigue es
una depresión.
38
En cambio, el azúcar que existe en los alimentos natu­
rales está cargado de sales minerales y vitaminas, que le
impiden entrar rápidamente en la sangre. Entra gota a gota
y alimenta el cuerpo durante mucho tiempo sin provocar
ningún choque ni depresión consecutiva.

El azúcar puede producir fiebre, gripe, agujetas, sensación


de frío, mente turbia, dolores de cabeza, etc., puesto que es
altamente acidificante. El doctor Paul CARTON lo califi­
caba de alimento mortífero.

Los naturópatas prefieren el azúcar moreno por estar


menos adulterado. Sin embargo, este azúcar no es tal como
lo presenta la Naturaleza. Esta no produce terrones de
azúcar, ni moreno ni blanco.

El principal defecto del azúcar es el de tratarse de una


substancia CONCENTRADA. El ser humano no puede
vivir sin azúcar natural tal como se encuentra, en una forma
diluida, en las frutas y hortalizas, es decir, en los alimentos
acuosos.

No le conviene al ser humano ninguna substancia con­


centrada, por desequilibrar la composición de la sangre.
Ese es el argumento principal contra el azúcar. Otros
argumentos menos importantes son a veces presentados
por los autores higienistas o naturistas:

- El azúcar impide la digestión de todos los alimentos a


los que se encuentra asociado. Para más detalles, referirse
a mi libro La nourriture idéale et les combinaisons simpli­
fies .
39
- El azúcar provoca caries dentales, puesto que el cuerpo
extrae calcio de los dientes para neutralizar la acidez de los
productos derivados de su digestión. Luego, las sales de
calcio que de esta manera se forman, sientan las bases de
todas las enfermedades reumáticas, en las cuales estas sales
se depositan en las articulaciones, etc.

El pan, las pastas

Estos alimentos a base de cereales están destinados por


la naturaleza a los granívoros, es decir, a los pájaros y a las
gallinas, y no a los seres humanos. Su difícil digestión deja
desechos acidificantes que producen, a la larga, la primera
serie de enfermedades que indicamos a continuación, las
cuales son catarrales. La segunda serie representa las
infecciosas:

1) Resfriados, sinusitis, asma, gastritis, bronquitis,


neumonía, colitis, etc.
2) Infección, pus, abscesos, cáncer, fiebres, enferme­
dades de la piel (eczemas, psoriasis, granos, etc.).

La supresión de los cereales, entre ellos el pan, conduce


a la eliminación definitiva de los catarros. La supresión de
los alimentos protídicos concentrados (con más del 2% de
proteínas) permite evitar todas las enfermedades infeccio­
sas.

Las frutas

Se puede comer la fruta acuosa mezclándola y añadiendo


requesón o aguacate: manzanas, peras, uvas, melocotones,
albaricoques, higos, naranjas, pomelos, mangos, fresas,
frambuesas, melones, sandías, piña tropical.
40
Conviene evitar las ciruelas, mirabeles, ciruelas secas,
etc., puesto que contienen ácidos que el hígado no puede
neutralizar. En efecto, todas ellas son algo laxantes, lo que
demuestra que son indigestas.

Nunca deben mezclarse las frutas con farináceos, tales


como patatas, pan, etc.

En cuanto a los plátanos, prohibimos su consumo porque


contienen un veneno que daña los riñones y la vejiga.
Provocan hinchazones de vientre y heces voluminosas, lo
que demuestra que no se digieren. En Africa, los indígenas
los comen cocidos. Los grandes primates (gorilas, orangu­
tanes, chimpancés) no se los comen, al contrario de los
demás monos, de los cuales existen unas cien variedades.
Ahora bien, el hombre es un gran primate que se parece a
los que acabamos de nombrar. Cuando los gorilas asolan
una plantación de plátanos, es sólo para comerse los brotes
tiernos.

Se ha aconsejado a los obesos que hagan una cura de


plátanos. El adelgazamiento obtenido demuestra que estos
plátanos no se digieren.

Los estudiantes saben que, raspando el interior de la piel


del plátano, pueden preparar una substancia que, una vez
seca, fuman como una droga.

El doctor VALNET aconseja pelar dos veces los plátanos.


Preferimos secarlos sobre una estufa después de haberlos
pelado y partido en dos, longitudinalmente.

Se pueden también cocer a fuego muy lento durante


quince minutos con una cucharada sopera de agua. De esta
41
manera, son más dulces que una confitura. Los plátanos
cocidos al horno son exquisitos con un poco de nata este­
rilizada.

Los dátiles, etc.

Se pueden tomar de cinco a diez dátiles unos quince


minutos después de una comida. Si uno abusa de ellos,
tendrá hinchazones de vientre y gases desagradables. Del
mismo modo, como postre pueden consumirse de dos a
cinco higos secos, albaricoques secos, o unas quince pasas,
pero no ciruelas secas, como acabamos de decir.

Cualquier comida puede terminarse con este tipo de


postre, con la condición de que no cuente con queso cocido.
En efecto, los quesos cocidos no se combinan bien con el
azúcar, puesto que éste necesita una digestión intestinal,
mientras que las proteínas (quesos) exigen un medio estomacal
ácido. La mezcla de ambos productos provoca problemas
digestivos y malas heces.

Las hortalizas crudas

Es indispensable comer una fuente entera de hojas


verdes cada día: lechuga, escarola, milamores, endivia, etc.,
de doscientos a quinientos gramos según el individuo, su
edad, su poder digestivo y sus actividades.

Además, se tomará zanahorias, hinojo, apio nabo o tallos


de apio, pimiento verde o morrón, habas tiernas con su
vaina, etc., todo ello crudo y rallado. Aquellos que no
tengan dientes utilizarán una licuadora para exprimir el
jugo, pero deberán recuperar la pulpa, que se añadirá al
zumo.
42
Se evitará las hortalizas con sabor fuerte: rábano, ce­
bolla, ajo, etc.

Los aliños

Ningún animal aliña sus alimentos. A pesar de que los


condimentos son productos naturales, no tienen un sabor
agradable cuando se toman solos. Son demasiado fuertes.
En este tema hacemos algunas concesiones sin mayor
importancia para la salud, aceptando los condimentos sua­
ves: cebolleta, perifollo, perejil, etc.

Se podrá utilizar el aceite de oliva, el gruyere rallado, las


aceitunas negras, el yogur o una mayonesa. Esta se hará con
aceite, una yema de huevo, limón, olivas troceadas, un poco
de cebolla, pero sin sal, ni mostaza, ni vinagre.

Con los dátiles, puede utilizarse nata esterilizada.

Las hortalizas

Se cocerán todas las hortalizas que no puedan comerse


crudas: calabacines, col blanca, verde o lombarda, coliflor,
apio nabo, pimientos, alcachofas, judías verdes, habas tier­
nas con sus vainas, berenjenas, nabos, colinabo, cebolla,
ajo, patatas, boniatos, etc.

Se evitará las espinacas debido al ácido oxálico que


contienen en exceso, así como el ruibarbo y la acedera,
demasiado ácidos. Son buenos los guisantes tiernos, pero
no los secos.

Para un estudio detallado, hay que remitirse a mis otros


libros sobre la alimentación, en primer lugar La santé par
43
la nourriture, y luego La nourriture idéale et les combina-
sions simplifiées *.

Los demás factores

Un régimen correcto no es el único factor de salud,


aunque sí el más importante. Las preocupaciones, la tris­
teza, las contrariedades, el miedo, la angustia, el odio, el
rencor, la envidia, la inquietud, la prisa, la precipitación,
etc., pueden tener influencia nociva sobre la salud y destruirla.

El agotamiento, la falta de sueño, las veladas, las sobreex­


citaciones demasiado frecuentes y los abusos sexuales,
también pueden frenar cualquier progreso hacia la salud.
Hacen falta de ocho a diez horas de sueño cada día, según
los individuos. La siesta es excelente, siempre que sea
posible.

El deporte para tener buena salud, es un factor ilusorio.


Erróneamente se cree que el esfuerzo físico ayuda a la
eliminación, y lo que ocurre es todo lo contrario. En efecto,
durante el esfuerzo físico, las energías están dirigidas hacia
los músculos, y la eliminación se aminora por no recibir el
influjo nervioso necesario para su realización. Para fun­
cionar, los órganos de eliminación y las células necesitan
tanta energía nerviosa como los músculos.

Ahora bien, el cuerpo no tiene reservas inagotables de


energía y no podemos gastarla en todas las direcciones a la
vez.

Es por ello por lo que no es posible concentrarse men­


talmente durante una carrera a pie, ni trabajar cuando el
estómago está lleno. El trabajo digestivo requiere tanta
* La salud por la alimentación y La alimentación ideal y las com­
binaciones simplificadas. No traducidos al castellano. Agotados en
francés.
44
energía como la que necesitamos en dos horas de dura labor
física.

He aquí lo que explica la muerte de los nadadores que


entran en el agua con el estómago lleno. Su digestión se
detiene, puesto que la sangre está desviada hacia los múscu­
los y hacia la piel para resistir el frío. El agotamiento es
fatal.

Los alimentos industriales

Hay que comer los alimentos en su estado natural, tal y


como nos los ofrece la naturaleza. Jamás en conserva ni en
compota, sino crudos siempre que sea posible. Los alimen­
tos elaborados o que salen de una fábrica no son admisibles.

Las contrariedades

Cuando tenemos contrariedades, graves preocupaciones,


mucha pena, cuando estamos obligados a apresurarnos, a
correr, cuando estamos obsesionados, entonces, hay que
suprimir la comida, puesto que el estómago no puede
digerir nada durante estos periodos difíciles de la vida. Las
glándulas digestivas están paralizadas y ya no segregan
nada. Todo lo que se come durante estos momentos no da
ningún provecho al cuerpo, sino al contrario, queda sin
digerirse y envenena el organismo. En efecto, lo que no se
digiere fermenta o se pudre.

A veces, será necesario ayunar durante veinticuatro


horas para recobrar la tranquilidad mental y la pondera­
ción. Las peores dificultades de la vida se atenúan cuando el
estómago está vacío. Vuelve la calma y se instala la paz, el
desaliento desaparece, el entusiasmo renace y la esperanza
45
empieza de nuevo. Probad y quedaréis convencidos. En­
tonces todas las miserias parecerán menos graves de lo que
os habían parecido al principio.

Por último, si estamos obligados a conducir nuestro


vehículo durante muchas horas, sacaremos provecho al no
comer nada antes ni durante el viaje. Una comida impor­
tante desviaría las energías hacia el estómago para realizar
la digestión, lo que privaría al sistema nervioso y a los
reflejos de la energía necesaria para evitar accidentes.

Clasificación de los alimentos

Las proteínas (alimentos azoados o prótidos):

— La carne, el pescado, las aves de corral.


— Las leguminosas (garbanzos, lentejas, habas secas,
judías
secas, guisantes secos, cacahuetes, etc.).
— Los huevos.
— Las nueces diversas (nueces, almendras, anacar­
dos, avellanas, pacanas, pistachos, pepitas, etc.).
— Los productos lácteos (quesos, leche, yogur, etc.).
— Las setas y los champiñones.
— El pan integral y el arroz integral.

Los alimentos protídicos contienen del 10% al 50% de


materia azoada. Las frutas acuosas sólo contienen el 0’5%
y las lechugas el 1%.

Los farináceos:

— El pan y los cereales (arroz, avena, etc.).


46
- Las patatas, los boniatos, los colinabos, etc.

Las grasas:

— El aceite, la mantequilla, el aguacate, todas las


grasas animales y vegetales.

Horario de las comidas

Se comerá cuando se tenga hambre. Los horarios no son


indispensables.

Peso de las comidas

Los obesos, los ancianos y los enfermos graves se limi­


tarán a uno o a dos kilos de comida por día. Los demás
tomarán tres kilos por día. Aquellos cuyo trabajo exija un
gran gasto físico necesitarán cuatro kilos diarios.

El número de comidas puede variar de dos grandes a seis


pequeñas diarias. Las comidas pequeñas son preferibles a
las grandes, las cuales necesitan una siesta. Los animales
carnívoros, como el león, toman grandes cantidades de
alimento, pero esperan a menudo dos o tres días antes de
volver a comer. El perro se satisface con una sola comida
importante al día. Al contrario, los monos comisquean
durante casi todo el día, y los pájaros también.

Los horarios de trabajo parecen ser un obstáculo para el


cumplimiento de las reglas de la naturaleza, pero cada uno
siempre puede arreglárselas para cascar una manzana o
comer unos dátiles en la oficina, mientras que los demás
fuman y beben café.
47

EL ARBOL DE LA ENFERMEDAD
El sueño

El sueño es un factor muy importante para la salud. Nada


es tan destructivo como la falta de sueño y el agotamiento
por exceso de trabajo.

Sobre todo las personas delgadas deben dormir o acostarse


por lo menos nueve horas al día. De lo contrario, no pueden
esperar ganar peso, sea cual sea el régimen.

Una señora española pesaba sólo cuarenta y cuatro kilos,


a pesar de tomar tres kilos de alimentos higienistas por día,
sobre todo frutas y hortalizas. Acudió para ayunar con vistas
a mejorar la asimilación. Incluso, le había aconsejado
conservar cincuenta gramos de arroz blanco cocido en su
49
dicta diaria. Sólo había podido ganar dos o tres kilos, como
máximo. Sin embargo, no padecía ninguna enfermedad, y
su digestión era buena. Tampoco había tomado medicamen­
tos en exceso, lo que hubiera podido motivar una falta de
asimilación. Por lo tanto, fui incapaz de encontrar la causa
de su delgadez. Otros muchos casos parecidos se habían
presentado en el transcurso de los años sin que hubiera
podido encontrar la causa.

A veces, uno debe ser un MAIGRET o un Sherlock


HOLMES para conseguir descubrir la causa escondida.
Hay que cuestionar al paciente a lo largo y a lo ancho, sin
olvidar nada de sus hábitos de vida.

Total, este problema llegó a su término cuando esta


mujer vino a nuestra casa en dos ocasiones, para pasar una
semana. Sin ningún cambio en el régimen, sino sólo con
mucho sueño y reposo, engordó con facilidad dos kilos en
cada ocasión. Por cierto, los perdió rápidamente nada más
volver a su casa. Parece que los españoles no se van a dormir
antes de medianoche. Desde luego, puede ser muy agradable,
¡aunque no para la salud! La noche es para dormir, incluso
para los españoles. No pueden violarse impunemente las
leyes de la naturaleza. El cansancio de la mañana no puede
ser abolido más que mediante la supresión de la causa. No
existe ningún remedio, ni siquiera natural. La supresión de
la causa basta por sí misma. Entonces, ni café, ni té, ni nada
semejante.
50
EVOLUCION DE LA ENFERMEDAD

Las causas principales de la enfermedad

a) Los alimentos no específicos de la especie


humana (pan, cereales, carne, ostras, etc.).
b) Los venenos (medicamentos, drogas, alcohol,
café, té, tabaco, chocolate, productos químicos, condi­
mentos fuertes, etc.).
c) Los quesos fermentados (roquefort, camem-
bert, munster, cabra, etc.).
d) El agotamiento físico y mental.
e) Las tensiones nerviosas, provocadas por las
emociones fuertes, tales como: miedo, ansiedad, ren­
cor, tapujo, odio, envidia, cólera, etc.
f) La prisa y la precipitación.
g) Las carencias afectivas.
h) Los excesos sexuales, provocados sobre todo
por los alimentos azoados, los cuales son afrodisiacos.
i) El exceso de sol, de viento, de baños, de frío, de
calor, de sensaciones.
j) La falta de reposo y de sueño.

EL REGIMEN HIGIENISTA CLASICO

DESAYUNO: Frutas mezcladas (de trescientos a seiscien­


tos gramos).

ALMUERZO: Lechuga o escarola (de doscientos a cuatro­


cientos gramos) - hortalizas crudas (de doscientos a cuatro­
cientos gramos) - requesón sin azúcar, o aguacate - cinco
dátiles o tres higos secos.
51
MERIENDA: Frutas mezcladas.

CENA: Hortalizas y patatas cocidas - de dos a cuatro


plátanos al horno, con nata esterilizada.

EL REGIMEN IDEAL PRIMITIVO CONFORME CON


LAS LEYES DE LA NATURALEZA

AL DESPERTAR: No beber ni comer nada y no usar


dentífrico. Una boca mala es un signo de eliminación.
Esperar a que la boca se limpie por sí misma.

EN EL TRANSCURSO DEL DIA: Esperar un hambre


aguda (boca limpia, ni pastosa ni seca, sin eructos, ni
retortijones, ni mente confusa). Aplacar esta hambre con
algunas frutas. Esperar de nuevo el hambre, y volver a
empezar varias veces.

AL FINAL DE LA TARDE: Ensalada verde (de doscientos


a cuatrocientos gramos) u hortalizas crudas - hortalizas
cocidas (de doscientos a cuatrocientos gramos) o patatas
cocidas - requesón, o cincuenta gramos de gruyere, o medio
aguacate - ocho dátiles, o plátanos cocidos al horno o
secados, con un poco de nata esterilizada.

LA SEMICOCCION

Utilizar una olla de fundición negra, no esmaltada. Lavar


las hortalizas sin pelarlas, y cortarlas en rodajas. Echar más
o menos un vaso de agua y poner a fuego alto de siete a diez
minutos, según las cantidades. Una cocción prolongada
destruye las vitaminas.
52
(Para más detalles acerca de la alimentación, conviene
referirse a mis demás obras).

LOS ALIÑOS

Aliños tolerados:

Aceite virgen, limón, aceitunas negras, mayonesa (aceite,


yema de huevo, limón y cebolla; sin vinagre, ni mostaza, ni
sal), gruyere rallado, plantas aromáticas suaves.

Aliños prohibidos:

Vinagre, mostaza, sal, pimienta, plantas aromáticas fu­


ertes, rábanos, salsas.

Las personas muy delgadas conservarán provisionalmente


cincuenta gramos de arroz blanco por día.

Los obesos seguirán con preferencia el régimen ideal


primitivo, que puede comportar cinco o seis minicomidas
cada día.

El peso de las comidas será, por día:

— un kilo para los obesos;


— de dos a cuatro kilos para los demás.
SEGUNDA PARTE

LAS LEYES DE
LA NATURALEZA VIVIENTE
55

PRINCIPIO FUNDAMENTAL

Axiomas
a) Somos conscientes de nuestra existencia. Según
DESCARTES:
< < Pienso, luego existo > >.
b) Todo lo que nuestros sentidos perciben existe,
sin excluir lo que no podemos percibir.
c) Reconocemos el tipo de fuerza por la calidad
del trabajo realizado. Siempre está produciéndose algún
trabajo en la naturaleza. El que perciben nuestros
sentidos existe, sin excluir todo lo que no perciben.

Enunciado
Conocemos tres divisiones principales de la existencia:
química, física y vital.

La química está gobernada por fuerzas y leyes químicas.


La física, por fuerzas y leyes físicas.
La vital, por fuerzas y leyes vitales.

Estas tres divisiones están unidas unas con otras en un


orden particular.

Ejemplos
1) La explosión de la dinamita es regida sobre todo por
las leyes de la química, independientemente de las de la
física o de las de MENDEL sobre la herencia.
2) La “manzana de NEWTON” es regida ante
todo por las leyes de la gravedad, independientemente
de las leyes de LAVOISIER sobre química, o de las de
la vida.
3) La reproducción es regida ante todo por las
leyes de la vida, independientemente de las de la química
o de las de la física.

Asimismo, todas las acciones (enfermedades) que el


cuerpo lleva a cabo cuando se ingieren productos químicos
(medicamentos), todas estas acciones (diarrea, vómitos,
torpor, tranquilidad, “sueño”, anestesia, caída de la tem­
peratura, etc.), son regidas por las leyes vitales, y no por las
químicas.

Reducción al absurdo

Si no existiesen las leyes de la química, ¿cómo podríamos


explicar la oxidación del hierro y el aumento de su peso? No
se dirá nunca que el hierro se reproduce.

Si no existiesen las leyes de la física, un objeto podría caer


en cualquier dirección.

Si no existiesen las leyes de la vida, nos sería imposible


elaborar vitaminas u hormonas naturales, y los huevos
serían incapaces de generar polluelos. No hay que explicar
mediante las leyes de la química las acciones del cuerpo
cuando introducimos productos químicos (medicamentos)
en el organismo.

El principio de la inercia de NEWTON

< <Todo cuerpo guarda un estado de reposo o de moví-


57
miento rectilíneo y uniforme, a no ser que una fuerza
exterior le obligue a modificar su estado > >.

Este principio significa que un cuerpo en reposo no


puede ponerse en movimiento por sí mismo, del mismo
modo que un cuerpo en movimiento tampoco puede dete­
nerse por sí mismo.

Hay que dar dos explicaciones a este enunciado:

1) La palabra “cuerpo” tendría que haber sido sustituida


por la palabra “objeto”. De hecho, este principio no puede
aplicarse a los seres vivos, ya que el hombre puede andar,
franquear obstáculos, ir de prisa, lentamente o detenerse.
No depende de ninguna fuerza exterior para moverse. Anda
por su propia voluntad. En cambio, un objeto inanimado
que cae o que prosigue su carrera alrededor de un astro, no
puede desviarse de su trayectoria.

2) La palabra “rectilíneo” debería sustituirse por la


palabra “uniforme”, puesto que los astrónomos han de­
mostrado que el camino más corto entre dos puntos no es
por fuerza la línea recta. La luna gira alrededor de la tierra
según un recorrido que no es rectilíneo. La luna, al igual que
la tierra, es inerte.

Notemos, por último, que la palabra “inerte” no significa


“inmóvil”, ya que nada es inmóvil en la naturaleza. Debe­
mos siempre tener presente esta advertencia capital.

Definiciones
LA VIDA: es el estado de lo vivo.

Existen por lo menos cuatro condiciones:


58
1) Lo vivo debe poder multiplicarse (los animales, las
plantas).
2) Debe poder moverse por su propia voluntad.
3) Debe poder cicatrizarse en caso de herida.
4) Debe poder restablecerse en caso de enfermedad.

Así pues, una piedra no es viva, puesto que no se multi­


plica, ni puede cicatrizarse en caso de herida.

LA VITALIDAD (fuerza vital): es la suma de todas las


energías físicas y químicas que obran conjuntamente en las
funciones del cuerpo vivo.

LA ENERGIA NERVIOSA: se genera aparentemente


en el cerebro, la médula espinal y los plexos, transmi­
tiéndose a los órganos del cuerpo mediante los nervios. Es
la energía de control orgánico.

LA FUERZA BIOTICA: es la fuerza primordial de la


vida.

Escolio
La mayor parte del organismo no es viva. En efecto, todo
lo que sigue no es vivo:

— los depósitos de grasa del cuerpo;


— los depósitos de glucógeno en el hígado;
— la bilis, la orina, el quilo, la leche, las uñas, el
cabello, la epidermis.
— la linfa, el plasma sanguíneo, etc.

Sólo las unidades histológicas de un organismo, una


parte de los huesos, de los dientes, etc., son vivos.
59
LEY NQ 1
LEY ORTOBIONOMICA DE LA CELULA *

Enunciado
Cada célula del cuerpo va cumpliendo, durante todo su
ciclo de vida, las funciones para las cuales ha sidó creada, si
su medio se mantiene favorable.

Desarrollo
En efecto, las células nerviosas no tienen las mismas
funciones que las células del hígado, de los riñones, del
intestino delgado, del intestino grueso, de la epidermis, de
los músculos, etc. La función de cada tipo de célula está
inserta de manera indeleble, por la naturaleza, en sus genes
y cromosomas.

Escolios
1) El medio exterior. La vida depende de los siguientes
factores exteriores, que forman el ambiente favorable para
su funcionamiento, su desarrollo y su reproducción:

- La alimentación específica.
- El agua.
- El oxígeno.
~ Una temperatura apropiada.
- La ausencia de todo tipo de envenenamiento.
- La ausencia de todo tipo de accidente.
- Factores psicológicos: la fe, el optimismo, etc.
- El sol.
- Numerosos factores desconocidos.

El organismo se adapta sanamente a estos factores.


60
2) El medio interior. Este medio está constituido, en los
animales superiores e inferiores, por la sangre y la linfa, y en
las plantas, por la savia.

En el organismo animal, las células vivas están inmersas


en un medio que tiene la función de suministrarles las
substancias nutritivas y el oxígeno, y de eliminar sus de­
sechos, el bióxido de carbono inclusive.

Para el organismo animal complejo, la vida depende de


los tres factores siguientes:

a) La nutrición: engloba la digestión, la absorción y la


asimilación de los alimentos, del agua y del oxígeno. La
nutrición comprende el conjunto de los procesos que
mantienen una condición celular normal, así como el
crecimiento y la reparación del organismo.

b) El drenaje: es el proceso por el cual los desechos y las


materias tóxicas son transportados, por medio de la sangre
y de la linfa, desde las células y los tejidos hasta los órganos
excretores, también llamados emuntorios, con vistas a su
rechazo. La eliminación se realiza por las células. Los
emuntorios (riñones, pulmones, etc.), sólo rechazan lo que
ya ha sido eliminado por las células, y no eliminan nada por
sí solos. *

* La bionomía es la ciencia que trata de la sana adaptación del


organismo a su medio. La palabra “ortobionómica” ha sido forjada por
el doctor SHELTON en 1934 para designar la adaptación correcta al
medio exterior. En cambio, la adaptación “malbionómica” es una
adaptación a las influencias nocivas que acaba en una degeneración,
como por ejemplo el endurecimiento de los tejidos, la cancerización, la
inflamación, etc.
61
El drenaje comprende, además, los procesos de desin­
toxicación para neutralizar las toxinas en el hígado, los
procesos de excreción por los emuntorios, y las acciones de
vaciado.

c) La inervación: significa la distribución constante y


regular de la energía nerviosa a los órganos y a los tejidos
del cuerpo.

Escolios suplementarios
1) La nutrición y el drenaje son más importantes que la
inervación, puesto que si los dos primeros factores le faltan
a un órgano, éste muere en el acto. En cambio, si le falta la
energía nerviosa, el órgano pierde la sensación, el movi­
miento y, a veces, se atrofia, pero no siempre muere. Se han
realizado experimentos de laboratorio sobre este tema.

2) La nutrición y el drenaje son esenciales para las


estructuras nerviosas, para nutrirlas y mantenerlas en buen
estado de funcionamiento.

3) El cuerpo humano cuenta con órganos especializados,


cuyas funciones son: proveer continuamente las células de
nutrimientos, agua y oxígeno, y eliminar los desechos y los
venenos que se forman en su interior (endógenos) o que se
introducen del exterior (exógenos). Es así como estos
órganos crean el medio en el cual viven las células.

Además, el cuerpo es capaz de regular su temperatura al


grado deseado, que varía según las circunstancias. Así,
cuando es necesario elevar su temperatura para quemar
más de prisa los desechos, desencadena una fiebre. Una
fiebre, incluso muy elevada, nunca es peligrosa, puesto que
el cuerpo la ajusta con precisión. Enseguida que ya no la
62
necesita, la baja automáticamente. No hay que preocuparse
por ella. Al contrario, cuando se entorpece el funciona­
miento del cuerpo y cuando quiere bajarse la fiebre con
medicamentos, existe el peligro de agotamiento. La fiebre
requiere reposo, ayuno, agua, etc. *.

La vida eterna

El doctor Alexis CARREL logró mantener con vida


durante mucho tiempo a tejidos vivos, alimentándolos y
quitándoles los desechos con regularidad.

Se puede hacer la siguiente experimentación en un labo­


ratorio. Se toma fragmentos de tejidos extraídos de ani­
males, y cada día se limpian, se lavan y se quitan sus
desechos y sus toxinas, colocándolos acto seguido en un
medio nutritivo fresco y en condiciones apropiadas de luz y
de calor.

Estos fragmentos pueden vivir indefinidamente. Crecen,


se reproducen y las células viejas se regeneran. No parecen
envejecer mucho, en el sentido de una disminución de
vitalidad.

De este modo, parece que la ameba posee una vida


eterna y no muere nunca, salvo por accidente, envenena­
miento o inanición. Parece multiplicarse de manera con­
tinua.

Al no poder vivir eternamente, nos contentaremos, por el


momento, con vivir novecientos años como nuestro an­
tepasado Matusalén.

* Ver el importante capítulo La fiebre, un proceso de curación de fuerza


insospechada , en la Antología pro salud (Edición PUERTAS ABIER­
TAS A LA NUEVA ERA, Palma de Mallorca, 1987)
63
LEY N° 2
LEY DEL MINIMO

Enunciado
La salud de un ser vivo depende de los factores necesa­
rios de los cuales está menos provisto.

Desarrollo
Los factores necesarios para la salud son:

— La alimentación específica de la especie.


— El reposo.
— El equilibrio nervioso, las emociones positivas.
— La herencia, etc.

Supongamos que una persona haya satisfecho todos


estos requisitos excepto uno. Su salud será perfecta sólo en
la medida en la que este único factor esté cubierto, es decir,
en proporción a la ventaja que proporciona.

Ejemplos

Tomemos como ejemplo a una persona que se alimenta


de manera sana, que goza de un equilibrio emotivo favo­
rable y que vive de forma equilibrada, pero que trabaja en
exceso. Su salud será proporcional al escaso reposo que se
otorga.

Otra persona come sanamente, hace ejercicio, no le falta


aire puro, ni sol, ni reposo, pero sufre tensiones mentales en
su trabajo o en su hogar. Entonces, su salud será propor­
cional a su tranquilidad y a su quietud mental.
64
Escolios
1) Todos los factores de salud antes citados están unidos
entre sí unos con otros.

La carencia de cualquiera de ellos influye en todos los


demás e impide su utilización. Es así como la falta de sueño
altera la digestión, detiene el desarrollo muscular, descom­
pone los nervios, etc.

Una alimentación azoada sobreexcita los nervios, pro­


voca una tensión nerviosa y muscular, e impide el sueño y la
relajación.

Las emociones fuertes, como el miedo, el odio, la envidia,


una intensa alegría, etc., causan la indigestión, provocan el
insomnio y descomponen la salud general.

2) Sería en vano, pues, querer mejorar su salud li­


mitándose a un solo factor, como la alimentación, el ejer­
cicio o la relajación. El conjunto de los factores de salud es
indispensable.

Conclusión
No existe ningún factor de salud específico como reme­
dio milagroso. Es así como los remedios específicos para el
rejuvenecimiento no tienen ningún valor. Decir que los
habitantes del Cáucaso son centenarios porque comen
yogur es un absurdo.
65
LEY No 3
LEY DE WALTER SOBRE EL INSTINTO
DE CONSERVACION

Postulado
El instinto de conservación es un impulso vital accionado
por una fuerza igualmente vital, que no es química ni física.

Enunciado
Cada célula viva de un cuerpo organizado está dotada de
un instinto de conservación mantenido por una fuerza in­
herente al organismo, que se denomina generalmente “fuerza
vital” o “vida”, y cuyo éxito en su trabajo es directamente
proporcional a la magnitud de esta fuerza, e inversamente
proporcional a su actividad.

Desarrollo
La fuerza biótica tiende siempre a preservar y a man­
tener el organismo un estado tan perfecto como sea posible.

La reacción de todo ser vivo frente a cualquier condición


o circunstancia adversa, siempre ha sido calculada para
salvaguardar su propia integridad.

Así, por ejemplo, cuando nos herimos, el cuerpo se


esfuerza por cicatrizar la herida, y el restablecimiento es
continuo y nunca se interrumpe. Cuando el cuerpo es
fulminado por algo nocivo, realiza esfuerzos para resta­
blecerse. Los esfuerzos del cuerpo siempre se dirigen en la
dirección correcta.

Estos vigorosos y universales esfuerzos de conservación


son inherentes:
1) a las unidades más microscópicas de existencia orgánica,
66
2) a las células asociadas en una comunidad,
3) a las células organizadas que forman órganos distintos,
4) a los organismos enteros.

Excepción
El instinto de conservación de la raza es una escasa
excepción al instinto de conservación individual. En este
caso, el individuo se sacrifica para proteger a sus crios o a su
clan. Una madre, para salvar a sus hijos, incluso se arrojaría
al agua o al fuego.

El éxito o el fracaso del instinto de conservación

Es evidente que el resultado del trabajo de la fuerza vital


depende de su magnitud de manera proporcional. Cuánto
más fuerte es uno, mejor sobrevive.

Por el contrario, el resultado del trabajo de la fuerza vital


es inversamente proporcional a su actividad. Cuánto más se
fatiga uno, menos sobrevive.

Así, la actividad es un gasto que agota las fuerzas,


mientras que la pasividad las recobra y las preserva. El gran
proceso de recuperación de la salud es representado por la
inactividad del sueño, y no por la excitación, ni por la
estimulación, ni por la fuerza desplegada. El aumento de la
actividad vital va a la par con la disminución de la fuerza
vital y no con su aumento.

Por lo tanto, una respiración rápida, un pulso acelerado,


nervios muy sensibles, una mente activa y sobreexcitada, o
la agitación general del sistema, son ejemplos de debilita­
miento y no de fortalecimiento.
67
El atleta sano tiene un pulso lento, una respiración lenta,
nervios de acero muy tranquilos, ninguna agitación inútil.
Gasta poco y se recupera pronto.

De ello se desprende que el cuidado de los enfermos


debe parecerse lo más posible al sueño, en el sentido de que
debe reducir la actividad y aumentar las fuerzas, en lugar de
aumentar la actividad y disminuir las fuerzas mediante el
derroche, tal y como se practica en la medicina. Cualquier
estimulación debe excluirse.

< <La inactividad del sueño recupera la fuerza vital,


mientras que la actividad y el trabajo la consumen > >, dice
el doctor Robert WALTER, quien descubrió esta ley im­
portante hacia mediados del siglo pasado y la formuló en
términos aproximativos.

Reducción al absurdo
Si fuesen los alimentos, el aire, el agua, los ejercicios o
los estimulantes los que elaboran la fuerza vital, y si dicha
fuerza fuese el producto de la actividad, resultaría que el
aumento de la actividad sería el mejor medio para aumen­
tar esta fuerza, mientras que la inactividad del sueño sería
una pérdida de tiempo, y esto es una conclusión absurda.

Una de dos:
— o bien la actividad consume la fuerza,
— o bien la aumenta.

Si la actividad vital aumentara las fuerzas, entonces el


reposo y el sueño serían una pérdida de tiempo.

Así se comprende por qué la práctica médica basada en


la estimulación de las funciones agota las fuerzas vitales
disminuyendo la eficacia del sistema nervioso.
68
Ejemplos del instinto de conservación

1) Facultad de protección. Según el experimento del


doctor Lloyd ARNOLD, de la Universidad de Illinois
(1933-1935), cuando se colocan millares de bacterias de
diferentes tipos durante diez minutos sobre la piel de un
individuo sano, el 98% de estas bacterias son aniquiladas.

Bacterias peligrosas, tales como las de la tifoidea, de la


disentería, etc., desaparecen tan pronto como las más
benignas.

Por otra parte, un estómago sano destruye rápidamente


todas las bacterias, todos los microbios y todas las amebas
que se encuentran en los alimentos.

Cuando la luz es demasiado fuerte, el iris se cierra de


manera automática para dejar paso a tan sólo un poco de
luz. Si algún objeto es arrojado al ojo, los párpados se
cierran por sí solos.

Cuando se ingiere sal o un veneno corrosivo, el cuerpo


retiene el agua para diluirlos y proteger así los tejidos.

Cuando las toxinas amenazan el organismo, éste desa­


rrolla una fiebre para quemarlas. Podemos dar mil ejem­
plos de este tipo sacados de la fisiología.

2) Facultad de ajuste. El instinto de conservación se hace


evidente durante el ayuno. A lo largo del mismo, se pierden
primero los tejidos no vitales, tales como la grasa, las
toxinas, los desechos, el pus, los tumores, etc., los cuales son
digeridos, oxidados.
69
Este proceso está regulado de manera precisa. En efecto,
los órganos y las partes vitales del cuerpo no son digeridos,
excepto en casos extremos y como último recurso. El
cuerpo sólo sacrifica las partes inútiles. Ocurre lo mismo
con el renacuajo que se metamorfosea en rana. Mientras
vive en el agua, su cola le ayuda a nadar. Una vez en tierra,
ya no la necesita. Entonces ayuna y la cola es digerida,
desapareciendo por completo. Es la autólisis de la cola.

En Physiology , de YEO, pueden leerse las siguientes


cifras, que representan las pérdidas que el organismo sufre
como consecuencia de la privación de alimento llegando a
la muerte: grasa 97%, bazo 63%, hígado 56%, músculos
30%, sangre 17%, centros nerviosos 0%.

Observaremos que la grasa inútil es digerida en primer


lugar, mientras que los centros nerviosos, cuya utilidad es
primordial, quedan intactos.

Apasionantes ejemplos de la facultad de ajuste se obser­


van en la enfermedad crónica. En efecto, para conservar sus
fuerzas, el cuerpo que se encuentra agotado por repetidos
esfuerzos (enfermedad aguda), acaba por establecer una
resistencia pasiva mediante enfermedades crónicas.

LEY No 4
LEY DE LA DISTRIBUCION VITAL

Enunciado
Las fuerzas del cuerpo, sea cual sea su magnitud, son
distribuidas a los diferentes órganos y tejidos según su
importancia y sus necesidades.
70
Explicación
La suma total de las fuerzas del organismo puede consi­
derarse como un depósito de fuerzas capaz de responder a
cualquier petición, y en cualquier dirección.

Se puede decir lo mismo de la suma total de los recursos


nutritivos del cuerpo (tejidos y fluidos inclusive), que deben
considerarse como una reserva alimenticia capaz de res­
ponder a cualquier petición, en cualquier lugar, y según las
necesidades.

En la distribución de las fuerzas y de los recursos alimen­


ticios, toda parte del cuerpo que las necesita recibe lo que
pide mientras el depósito disponga de ellas. Pero, cuando la
reserva es escasa, la distribución se reparte de tal manera
que la petición de las estructuras más vitales esté satisfecha
antes de las de menor importancia.

En la indisposición o en cualquier circunstancia impre­


vista, las fuerzas se retiran de ciertos órganos para concen­
trarse en otros, en provecho del organismo entero.

Este trabajo de la naturaleza no puede ser imitado por el


hombre ni por la medicina.

Ejemplos
1) Cuando el cuerpo necesita calcio y cuando éste es­
casea en el régimen, lo saca de los dientes, que se carian, e
incluso de los huesos.

2) Cuando los intestinos contienen demasiados desechos


en putrefacción, las fuerzas del organismo se retiran más o
menos de los demás órganos para concentrarse en los
intestinos y ayudar así a expulsarlos mediante una diarrea.
Es por ello por lo que se siente un cierto cansansio en el
71
curso de la diarrea, y sobre todo en el curso de una
disentería.

3) La prostación que acompaña la fiebre significa la


retirada de las fuerzas de los músculos y su concentración
en los órganos cuya función es aumentar la temperatura del
cuerpo, siempre en provecho del paciente.

4) En el curso de la digestión, las fuerzas se concentran


en el abdomen y se retiran de los músculos. Es por eso por
lo que se experimenta una cierta fatiga en ese momento.

5) Cuando ayunamos, si la toxemia es profunda, las


fuerzas se retiran de los músculos, del estómago, etc., para
concentrarse en la eliminación. De ahí resulta una aparente
fatiga y una falta de apetito.

LEY N° 5
LEY DE GRAHAM SOBRE EL OBJETIVO CONSTI­
TUCIONAL APLICADO A LA NUTRICION Y A LA
SEXUALIDAD

Enunciado
El ser vivo no puede hacer del goce de ninguno de sus
sentidos, una fuente de placer que vaya más allá de la
realización del objetivo constitucional para el cual fueron
creados, sin comprometer los intereses de su naturaleza.

Desarrollo
1) Alimentación. Los alimentos nos proporcionan un
placer que no es ni su motivo, ni su objeto, sino sólo un
incidente. Así, si se da rienda suelta al apetito con el único
fin de deleitarse, sin tener en cuenta las necesidades nutri­
tivas del organismo, se llega a un triple desastre orgánico:
72
~ pérdida del hambre,
- pérdida de la salud,
— pérdida de la vida, como última consecuencia.

Las verdaderas necesidades del cuerpo son reveladas por


el hambre.

2) La sexualidad. El placer del que se acompaña el acto


sexual, no es el objetivo de éste, sino sólo un incidente. La
búsqueda de la felicidad mediante una sexualidad desenfre­
nada, desemboca en la tristeza, la pena y la enfermedad. El
acto sexual es el plan natural que tiene como objetivo la
perpetuación de la raza. Tal vez sea posible que la sexuali­
dad sólo tenga como objetivo la procreación.

El freno natural

En la ley nQ 28 (Ley de la limitación), veremos que el


cuerpo pone un freno natural en caso de abusos alimentar­
ios o sexuales.

Es así como desaparecen el hambre, el gusto y el placer


cuando se cometen abusos alimentarios.

En el caso de abusos sexuales, el placer va embotándose


cada vez más. El líquido genital (esperma) se diluye hasta
llegar a la esterilidad. A veces, es la impotencia la que frena
las pérdidas vitales.

El margen de seguridad

Este margen depende de la herencia, y varía de un


individuo a otro. Por otra parte, la sublimación sexual no
parece posible, de ahí nuestra tolerancia dentro de los
límites mínimos.
73
LEY NQ 6
LEY GENERAL DEL DESARROLLO

Enunciado
El desarrollo de cualquier parte del cuerpo es direc­
tamente proporcional a las corrientes vitales (nerviosas y
nutritivas) que, para el desempeño de su función, están
dirigidas a esta parte.

Escolio
El enunciado de esta ley explica claramente la necesidad
absoluta, para el desarrollo del cuerpo, de influencias
nerviosas favorables, de una nutrición sana, de reposo, y por
último, del desempeño de su propia función, es decir, para
cada órgano su función respectiva.

Nota : Cada órgano tiene, pues, una función propia, que


difiere de la de los demás.

Ejemplo
1) La función del estómago es digestiva. No es ayunando
como puede desarrollarse esta función, sino comiendo.

2) La función de los riñones es filtrar la sangre. No es una


función muscular. El ejercicio muscular no debe, pues,
dirigirse a los diversos órganos cuya función no sea muscu­
lar. Por consiguiente, el ejercicio muscular de los órganos es
un error.

3) Los masajes no pueden ser asimilados a ninguna


función, de ahí su utilidad limitada.

4) Si uno guarda cama durante un año o dos, sus múscu­


los se atrofian.
74
5) Si uno vive en la oscuridad total durante un año, su
vista se atrofia.

Enunciado erróneo
Se ha dicho demasiado de prisa que LA FUNCION
CREA EL ORGANO.

La palabra “crea” tendría que haber sido sustituida.

LEY NQ 7
LEY ESPECIAL DEL DESARROLLO MUSCULAR

Enunciado
El ejercicio intensivo produce un gran desarrollo, el
ejercicio moderado un desarrollo moderado, y poco ejer­
cicio un desarrollo escaso. La falta de ejercicio provoca la
atrofia.

Escolio
Esta ley es el corolario de la ley anterior.

1) El ejercicio intensivo tiene un límite variable según el


individuo, su herencia, su poder de asimilación de los
elementos nutritivos (la logística nutritiva), su edad, su
estado general de salud, el reposo, etc.

2) No puede rebasarse este límite sin sufrir consecuen­


cias nefastas.

LEY N° 7 Bis
LEY DE LA ATROFIA

Enunciado
Cualquier órgano o función que se asiste, poco a poco se
atrofia.
75
Ejemplos
1) Cuando uno toma regularmente insulina, su páncreas
acaba por no segregaría. Es el caso de los diabéticos que
han tomado insulina durante más de dos años.

2) Cuando uno anda siempre apoyándose en muletas, los


músculos de los miembros inferiores se debilitan.

3) Cuando un brazo se lleva en cabestrillo durante mucho


tiempo, sus músculos acaban por decaer.

4) Cuando se toman medicamentos que contienen pep­


sina para ayudar a la digestión, las secreciones estomacales
disminuyen.

5) Cuando se toma cortisona, las cápsulas suprarrenales


acaban por no segregar nada, atrofiándose al cabo de dos
años.

6) Cuando frecuentemente durante las infecciones ayuda­


mos al cuerpo a matar los microbios y virus mediante
antibióticos, las defensas naturales (glóbulos blancos) aca­
ban por hundirse: es el sida.

7) Las transfusiones debilitan los glanglios que producen


la sangre, reduciendo así la producción sanguínea.

8) Mediante la síntesis de los aminoácidos, el cuerpo


elabora en su flora intestinal todos los prótidos que nece­
sita. Cuando comemos alimentos nitrogenados concentra­
dos (carne, nueces diversas, queso, legumbres secas, etc.),
la flora intestinal deja de hacer esta síntesis proteínica.
76
9) Cuando empleamos dentífricos (todos contienen an­
tisépticos), la saliva contiene cada vez menos antiséptico
natural.

LEY N° 8
LEY DE LA ECONOMIA ESPECIAL

Enunciado
Cuando las condiciones son favorables, el organismo
vivo acumula cualquier exceso de fondo vital que rebase los
gastos del momento, con vistas a constituir un fondo de
reservas que podrá, más adelante, utilizarse en caso de
necesidad.

Desarrollo
El ritmo y la periodicidad son atributos remarcables de la
vida. Ejemplo: la alternancia entre la actividad y el reposo.

Durante el reposo y el sueño, el cuerpo almacena fuer-


zas;luego, durante la actividad, las gasta.

En general, el cuerpo almacena más de lo que gasta. La


inteligencia somática del cuerpo es previsora. Preve reser­
vas para los posibles casos de urgencia.

Ejemplos
1) La naturaleza almacena, en el hígado del bebé, canti­
dades considerables de hierro, que utilizará para sus nece­
sidades durante varios años. En efecto, durante la lactancia,
que debería durar dos años por lo menos, el bebé sólo toma
leche. Ahora bien, la leche está desprovista de hierro.

Se sabe que el hígado del ternera posee mucho hierro, al


contrario de lo que ocurre con el de la vaca.
77
2) El cuerpo almacena, un poco en todas sus partes,
hígado, riñones, huesos, etc., substancias nutritivas, vitami­
nas, hormonas, enzimas, sales minerales, etc.

En caso de penuria alimentaria o de ayuno voluntario, el


cuerpo tiene bastantes reservas para sobrevivir durante
semanas, e incluso meses.

3) Las reservas nutritivas abundantes son preciosas du­


rante la vejez, cuando ésta debe prolongarse hasta los
ciento veinte años o más. Aquellos que las han despilfar­
rado durante su juventud, tomando medicamentos por
ejemplo, quedarán entonces desprovistos.

Todos los órganos del cuerpo tienen un gran margen de


funcionamiento. Es así como el hígado puede funcionar
incluso si las dos terceras partes están destruidas, como en
el caso de la cirrosis. Una tercera parte es suficiente para el
organismo.

Se puede vivir con un solo riñón.

Observación
En esta ley, cuando se habla de las reservas “esenciales”,
no se trata de los desechos, ni de la grasa, ni de los venenos
con su agua de retención.

Así, es posible que uno pese ochenta y cinco kilos y no


posea más que minúsculas reservas, las cuales no pueden
ser suficientes en caso de emergencia (ayuno largo, etc.).
Por regla general, aquellos que toman cada día medicamen­
tos apenas tienen reservas esenciales, y no pueden sobre­
vivir a diez o a veinte días de ayuno.
78
Los medicamentos, tomados a diario, agotan rápida­
mente todas las reservas esenciales del organismo, que se
esfuerza por eliminarlos, lo que supone un desgaste impor­
tante.

LEY NQ 8 Bis
LEY DE MOSSERI SOBRE LA INSUFICIENCIA DE
LAS RESERVAS PARA UNA ELIMINACION CELULAR
PROFUNDA

Enunciado
El organismo sigue eliminando de manera continua
durante todo el día y sobre todo por la noche. Sin embargo,
no puede mantenerse al día en cuanto a la eliminación de
los numerosos venenos químicos y vacunas, ni tampoco de
los desechos cuya eliminación está suspendida o retrasada
y que se acumulan constantemente. Este hecho se debe a
que las reservas esenciales del organismo son insuficientes
para llevar a cabo durante el ayuno este trabajo de eli­
minación celular profunda.

Las reservas
El hígado almacena glucógeno, el cual se transforma en
azúcar a medida que lo necesita el organismo. Estas reser­
vas pueden durar desde tan sólo tres días en las personas
delgadas, hasta tres meses en los obesos.

Por otra parte, ciertas reservas llamadas esenciales —


tales como las vitaminas, las sales minerales y los enzimas-
no se almacenan sino en cantidad limitada. Por ejemplo,
cuando sobra la vitamina B12, puede almacenarse en el
cuerpo de tres a cinco años, la vitamina A de uno a dos años,
el ácido fólico varios meses, las vitaminas C, B2 y B6 varias
semanas. En cambio, la vitamina B1 sólo puede mantenerse
unos pocos días.
79
Las cifras máximas de duración conciernen a la gente con
perfecta salud, y las mínimas a los enfermos.

Por lo que resulta que la persona que ayuna treinta o


cuarenta días seguramente sufrirá carencias. Ahora bien,
puesto que la eliminación exige vitaminas y que el cuerpo
reserva para su funcionamiento -es decir, para sobrevivir­
ías pocas que le quedan, la eliminación se reduce y, llegada
esta fase, el ayuno se torna inútil.

Debe recalcarse que la cantidad de vitaminas almacena­


das no es la misma para todos los individuos. Una persona
puede tener vitaminas B1 para diez días, mientras que otra,
más débil, sólo tendrá para tres días. Incluso la vitamina C,
que puede almacenarse durante varias semanas, al final no
tendrá el mismo valor que la vitamina fresca. Estará desgas­
tada, envejecida y de menor valor.

Los síntomas que indican el agotamiento de las reservas


esenciales durante el ayuno, son los siguientes:

1) El peso se mantiene, dejando de bajar durante tres o


cuatro días consecutivos.

2) El mal gusto de la boca desaparece o disminuye. La


lenguahasta entonces blanca se descarga.

3) El ayunador ya no duerme de noche debido a la


carencia de vitamina B6, que es con toda seguridad la
vitamina de los nervios.

Llegada esta fase del ayuno, debe darse nuevo impulso a


la eliminación suministrando al organismo las vitaminas
esenciales que le faltan. De este modo, se pasará al régimen
80
llamado de eliminación, y observaremos asombrados cómo
se intensifica la eliminación, que se manifestará por el
sorprendente síntoma que se describe a continuación.

Entre uno y siete días después (siete para la gente gorda),


la lengua, en toda su superficie o a rayas, tomará color
negro, marrón, amarillo o cualquier otro, según el color de
los antiguos medicamentos incrustados en el organismo y
que ahora se eliminan (negro para los tranquilizantes,
amarillo para el azufre, etc.).

Las fases de la eliminación


1) La fase superficial, con eliminación suave durante el
día y más intensa de noche. Esta fase afecta a la sangre y la
linfa. La lengua apenas se carga de moco blanco.

2) La fase media, en la cual la lengua se carga fuerte­


mente de moco blanco. Esta fase no se obtiene sino me­
diante el ahorro energético (reposo en la camay ayuno). El
terreno se limpia con vistas a una eliminación más pro­
funda.

3) La fase celular profunda. Esta fase no puede con­


seguirse sino mediante la prosecución del ahorro energético
(reposo y ayuno) y la aportación de las substancias vitales
esenciales que faltan. Durante esta fase de intensa elim­
inación, la lengua se colorea como lo hemos indicado
arriba.

Mediante una antena de televisión, los investigadores


podrán observar el mismo color en toda la longitud del tubo
digestivo (unos diez metros).
81
De no proporcionarle las vitaminas que empiezan a
faltar al cabo de siete a veinticinco días, según el caso, el
cuerpo guarda para su supervivencia las pocas reservas que
le quedan, y no las utiliza para la eliminación. Es por eso por
lo que el peso se queda estacionado y que el mal gusto de la
boca disminuye o desaparece.

Esta fase puede evitarse suministrando al cuerpo una


mínima cantidad de vitaminas mediante un menú de eli­
minación que de un nuevo impulso a ésta. De lo contrario,
es la fase última, que acaba en la inanición y la muerte una
vez agotadas todas las reservas.

De este modo, el régimen de eliminación supera al ayuno


cuando las reservas de vitaminas son agotadas por un ayuno
más o menos largo. En cambio, cuando se ingieren canti­
dades superiores a las mínimas de dicho régimen, de­
masiada energía se desvía hacia la digestión, resultando
retrasada la eliminación.

El régimen de eliminación consiste en tomar, según la


estatura, de trescientos a quinientos gramos de fruta y la
misma cantidad de verduras crudas al día.

La intensa eliminación celular desatada por este régimen


que sigue al ayuno, permite eliminar los residuos de las
vacunas y venenos químicos tomados desde la infancia.

El descubrimiento en 1986 de esta modalidad práctica en


el terreno de la salud, es el más prodigioso desde el del
ayuno en el comienzo de la humanidad. Como resultado de
su aplicación, se volverán más optimistas los pronósticos
hasta ahora mediocres que se emiten en los casos difíciles,
y se abreviará el tiempo preciso para restablecerse, limi-
82
tando o suprimiendo la necesidad de varios ayunos conse­
cutivos.

Por último, notemos que los ayunos prolongados nunca


han podido generar una eliminación tan profunda ni una
lengua coloreada. Por otra parte, ignoramos si un régimen
de eliminación sólo, sin previo ayuno, puede producir dicho
color de lengua. Nunca se llevó a cabo semejante experi­
mentación, la cual, de hacerse, deberá durar tal vez varios
meses. El doctor LOVEWISDOM lo experimentó durante
seis meses y luego siete meses, pero i se olvidó de observar
su lengua!

LEY N° 9
LEY DE LA COMPENSACION FISIOLOGICA

Enunciado
Los órganos no tienen existencia de por sí, pero forman
parte de un conjunto fisiológico cuya eficacia depende de
los factores sintéticos de simbiosis: cooperación, subor­
dinación y compensación.

Desarrollo
El cuerpo es una unidad orgánica en la que todas las
partes se complementan desde el punto de vista estructural
y funcional.

Todo lo que afecta a un órgano, también afecta necesa­


riamente al organismo entero, atendiendo a un mecanismo
particular de reciprocidad. Así, la pérdida o la alteración de
un órgano es compensado por el aumento del volumen y de
la actividad de los demás órganos.
83
Ejemplos
1) La destrucción de unas cuantas células de los riñones
es compensada por la formación de nuevas células.

2) Cuando se extrae un riñón mediante una operación


quirúrgica, el otro riñón se hipertrofia para llevar a cabo un
trabajo doble. He aquí la explicación del pretendido éxito
de la ablación de un riñón.

3) La pérdida de un ojo produce la mejora de la vista del


otro.

4) La pérdida de ambos ojos conduce a la mejora de los


demás sentidos.

5) La eliminación supletoria es un modo de compensación


fisiológica. Ejemplo: cuando los riñones están sobrecarga­
dos, la piel toma el relevo para eliminar mediante granos,
furúnculos, eczema, psoriasis, etc.

6) Cuando un órgano es destruido o eliminado (páncreas,


glándula tiroides, etc.), es necesario suministrar al cuerpo la
secreción que le hace falta (insulina, extracto de tiroides,
etc.), so pena de muerte.

LEY NQ 10
LEY DE LA ADAPTACION MALBIONOMICA O DE
TOLERANCIA PATOLOGICA

Postulado
La tolerancia se aplica únicamente a los procesos pa­
tológicos, y no a los procesos fisiológicos.
84
Enunciado
El comportamiento vital del organismo frente al estímulo
exterior, es un comportamiento instintivo cuyo motor es el
instinto de conservación, y que se adapta a todas las influen­
cias que no puede destruir, controlar o evitar.

Desarrollo
Al principio, cuando los productos químicos penetran en
el cuerpo, éste lucha violentamente para deshacerse de
ellos. Luego, se cansa y prefiere ahorrar sus fuerzas vitales,
posponiendo la lucha hasta que no haya recuperado sus
fuerzas. La lucha se vuelve entonces pasiva.

Es por eso que a la larga los medicamentos ya no tienen


efecto, o mejor dicho, que el cuerpo ya no actúa violen­
tamente contra ellos.

Ocurre lo mismo con el tabaco. Al principio, el cuerpo


actúa con violencia, luego viene la tolerancia. El fumador
inveterado absorbe una dosis de nicotina que podría matar
a un principiante. Esta tolerancia es un medio natural de
conservación, ya que si el fumador inveterado gastara su
energía para expulsar toda la nicotina absorbida, se ago­
taría fatalmente de un solo golpe.

LEY NQ 11
LEY SOBRE LOS MEDIOS DE LA ADAPTACION
MALBIONOMICA O TOLERANCIA PATOLOGICA

Enunciado
La adaptación a toda influencia nociva es una adaptación
malsana que siempre se realiza en el cuerpo mediante
cambios que se alejan de lo ideal y conducen a la degenera­
ción.
85
Desarrollo
El cuerpo tiene la capacidad de ajustarse, con el tiempo,
a las condiciones antinaturales o antivitales. Sin embargo,
cada “violación” de las leyes de la naturaleza trae consigo
un castigo, el cual establece la diferencia entre lo que es el
hombre y lo que hubiese tenido que ser. Este ajuste es una
adaptación patológica.

Ejemplos
1) Cuando bebemos té regularmente, el estómago acaba
por endurecerse tanto como el cuero, para protegerse e
impedir un poco la absorción del tanino.

2) Cuando andamos descalzos, para evitar la irritación


continua de la planta de los pies, el cuerpo produce callos.

LEY NQ 12
LEY DE TRALL SOBRE LA UNIDAD DE LOS PROCE­
SOS DE LA SALUD Y DE LAENFERMEDAD *

Enunciado
El organismo utiliza los mismos materiales y los mismos
procesos en la salud (desarrollos fisiológicos) que en la
enfermedad.

Desarrollo
Para reparar una casa ruinosa, el albañil utiliza los
mismos materiales, las mismas herramientas y los mismos
métodos que los que le han servido para edificarla.

Nadie intenta, por ejemplo, reparar un chalet de madera


con ladrillos y mortero. Los procesos de reparación son,
pues, los mismos que los procesos de construcción.
86
La medicina va en contra de la sensatez. Se reemplazan
los alimentos por medicamentos, el reposo por estimula­
ción, el aseo por antisépticos y esterilización, las vitaminas
naturales por sintéticas, los rayos de sol por radiaciones
eléctricas de todo tipo. Se rechaza el agua pura a favor del
café, del té o de aguas minerales a veces nauseabundas.

Nadie cree que una casa pueda ser reparada instantáne­


amente, pero todo el mundo quiere siempre curaciones
inmediatas.

Se sabe que si se fuerza demasiado a los obreros en el


trabajo, se obtiene un mal rendimiento. No obstante, se
pretende que los procesos curativos se lleven a cabo siempre
más de prisa.

Sabemos que el crecimiento lento del roble da como


resultado un organismo vegetal más resistente que los
champiñones o que las endivias, cuyo crecimiento es rápido.
Y sin embargo, pensamos que puede provocarse por la
fuerza una curación rápida, ¡la cual daría, a pesar de todo,
estructuras resistentes!

Ejemplos
1) Para su salud, el cuerpo necesita calcio, hierro, etc.,
que sean biológicos y vivos, tal y como se encuentran en los
alimentos naturales y crudos.

Ocurre lo mismo durante la enfermedad. Sin embargo, el


papel del higienista es DOSIFICAR los alimentos según el
poder digestivo del enfermo, que se encuentra reducido y,
a veces, incluso inexistente durante un cierto tiempo. En
este momento, lo necesario es el ayuno.
87
2) En el estado de salud, el cuerpo necesita reposo,
ejercicio, etc. En la enfermedad, necesita exactamente los
mismos factores. No obstante, el papel del higienista es
DOSIFICAR estos factores según las necesidades del en­
fermo, es decir, más reposo y, por consiguiente, detención
momentánea de los ejercicios, por ejemplo.

3) Tanto en el estado de salud como en la enfermedad,


los procesos y las funciones son los mismos, salvo que en la
enfermedad, se encuentran exagerados o disminuidos según
las necesidades. Así, durante la enfermedad:

- la respiración se convierte en tos;


- la temperatura normal se convierte en fiebre;
- la evacuación intestinal se convierte en diarrea
o en estreñimiento;
- la tensión normal se convierte en hipertensión
o en hipotensión;
- el sueño normal se convierte en insomnio, etc.,
etc.

LEY N° 13
LEY DE TRALL SOBRE LAS RELACIONES VITALES *
Diagrama

Los cuerpos vivos


Fuerzas y leyes físicas
Los cuerpos inanimados

Fuerzas y leyes vitales


Fuerzas y leyes químicas
88
Enunciado
Cada vez que una acción se lleva a cabo en el organismo
vivo como resultado de influencias exteriores, la acción
debe ser atribuida a lo vivo, lo cual posee la facultad de
actuar, y no a lo inanimado, cuya característica principal es
la inercia.

Terminología
1) La palabra ACCION se utilizará sólo en lo que
concierne a los seres vivos.

2) La palabra UNION química se utilizará en la química,


en sustitución de la palabra REACCION química, la cual es
errónea.

3) La palabra MOVIMIENTO se dedicará al dominio de


la física.

Demostración
Sabemos que, cuando dos hechos están unidos por una
correlación entre la causa y el efecto (SPINOZA):

a) la relación es invariable, es decir, que mientras exista


la causa, existirá el efecto;

b) si desaparece la causa, desaparece el efecto;

c) el efecto varía de manera proporcional a la causa.

Ahora bien, puesto que:

a) la acción vital existe invariablemente mientras esté en


vida el organismo;
89
b) la acción desaparece en el momento de la muerte;

c) el efecto es proporcional al potencial vital;


entonces, la acción es debida al organismo vivo, y no a las
substancias inertes.

Escolios
1) La medicina, la fisiología y la biología atribuyen la
acción a substancias y a objetos inertes, y luego dicen que el
cuerpo reacciona. Es el error más grande que existe.

Por ejemplo, se dice que la purga “actúa” sobre los


intestinos, los cuales “reaccionan” después. He aquí el
error: lo inerte “actúa” primero, lo vivo “reacciona” luego.
De esta manera, se supone que los objetos inanimados
pueden tener una acción vital.

Ahora bien, lo cierto es que el organismo vivo es el único


capaz de desarrollar una acción vital.

La purgación no es la “reacción” de los intestinos en


contra de la purga, sino su acción para expulsarla.

La piel no “reacciona” al contacto con el agua fría, ya que


el agua no tiene acción. Es la piel la que actúa con­
trayéndose.

Los medicamentos no actúan sobre el organismo hu­


mano, es el organismo el que actúa sobre ellos para expul­
sarlos, puesto que son venenos inutilizables.

2) Se dice “un reflejo nervioso”, como se diría “una


reacción nerviosa”. La idea transmitida por este término es
errónea. En efecto, los nervios no reaccionan, sino que
actúan al contacto con un estímulo exterior inerte.
90
3) La digestión es una unión química que no se lleva a
cabo en el organismo propiamente dicho. Todo el canal ali­
mentario se encuentra en el exterior del cuerpo. Imagine­
mos un dátil del cual se ha quitado el hueso.

Experimentos
1) Puede observarse una ameba en el microscopio. Se
mueve hacia una partícula de alimento, emite seudópodos,
forma una bolsa, envuelve la partícula y la digiere. La
partícula alimenticia no se mueve hacia la ameba. Por otra
parte, la ameba se aleja de los venenos, no son éstos los que’
se alejan de ella.

2) En el Hospital Naval de Leningrado, se llevó a cabo


una experimentación con dos grupos de gatos, de los cuales
sólo uno fue anestesiado. A ambos grupos se les adminis­
traron dosis mortales de cianuro de potasio. Resultado: los
gatos no anestesiados murieron en el acto.

3) Se realizó otro experimento similar. Dos grupos de


cobayos, uno anestesiado y el otro no, fueron introducidos
en un refrigerador. Al cabo de un cierto tiempo, se les sacó,
resultando muertos los cobayos del grupo no anestesiado.
Los del grupo anestesiado se calentaron y sobrevivieron.

La acción vital del cuerpo para resistir el cianuro o el frío


acabó por agotarlos hasta la muerte. Pero si esta acción vital
es muy reducida, el animal no la gasta y sobrevive. Si el
cianuro y el frío actuaran, hubiesen matado igualmente a
los dos grupos, cosa que no ocurrió.

4) Los alcohólicos no se envenenan con facilidad, mien­


tras que, con la misma dosis de alcohol, las personas sobrias
se envenenan y pueden morir en el acto.
91
5) Cuando uno tiene buena salud y un organismo puro,
éste actúa más violentamente en contra de los venenos que
cuando uno está intoxicado. Siendo la vitalidad más impor­
tante en los niños y en la gente sana, éstos desarrollan
fiebres agudas, que los ancianos y las personas débiles son
incapaces de desarrollar.

COROLARIO DE LA LEY N° 13
LEY DE LA FUERZA Y DE SU GENERO

Postulado
Los procesos del organismo vivo están dirigidos por una
fuerza vital, y no por una fuerza mecánica o química.

Enunciado
La fuerza utilizada y gastada en cualquier acción vital es
una fuerza vital, una fuerza interna y no externa.

Demostración
Dado que es con toda seguridad el organismo mismo el
que actúa, resulta que es, sin duda alguna, la fuerza in­
trínseca del organismo la que se gasta en esta acción.

Experimento
Si se administra una purga o cualquier otro medicamento
a un muerto, éste no actúa, puesto que ya no existe fuerza
vital. Sin fuerza vital, no hay acción.

Escolios
1) La fuerza de funcionamiento (trabajo) es siempre la
misma, tanto en la salud como en la enfermedad. La fuerza
de la enfermedad, la fuerza de la fiebre, etc., son la fuerza
de la salud. Los resultados difieren sólo a causa de las
distintas condiciones.
92
2) La causa de la enfermedad es también la causa de la
salud.

Ejemplos
La fuerza de vomitar es una fuerza vital.
La fuerza de la diarrea es una fuerza vital.
La fuerza de la fiebre y de la inflamación son fuerzas
vitales del organismo vivo.

LEY NQ 14
LEY DE LINDLAHR SOBRE LA DUALIDAD DE LOS
EFECTOS *

Postulado
Todo cuanto se introduce en el cuerpo o se pone en
contacto con él, o bien es utilizado o bien expulsado, según
sea provechoso o nocivo, alimento o veneno.

Enunciado
Todo lo que es introducido en el cuerpo o que se pone en
contacto con él, con el tiempo ocasiona una acción doble y
contraria: la segunda acción reactiva es la opuesta a la
primera acción activa.

Demostración
La estimulación es un gasto de energía que merma las
fuerzas. En cambio, el reposo permite al cuerpo acumular
energía, por lo que ésta se acrecenta. De ello resulta que
cualquier efecto primario es seguido por otro secundario
que le es contrario y opuesto.

Ejemplos
1) La purgación tiene el estreñimiento como resultado
final.
* El descubrimiento de esta ley importante se debe al doctor Henry
LINDLAHR, médico y naturópata americano. La presente versión es la
del doctor SHELTON.
93
2) Los tónicos primero “fortalecen”, pero debilitan más
tarde.

3) Los tranquilizantes “calman” en un principio, pero


ponen más nervioso a continuación.

4) El alcohol “estimula”, para deprimir después. Parece


calentar en el momento de su absorción, pero enfría luego.

Escolio
Esta ley explica la COSTUMBRE o LA FUERZA DEL
HABITO, como suele decirse.

Las drogas, el café, el tabaco, el té, parecen necesarios


para curar el dolor de cabeza que ellos mismos han causado
como primer efecto. Todo cuanto momentáneamente ali­
via, reprime los síntomas, que luego reaparecen. Todo
cuanto momentáneamente estimula, va seguido de un re­
crudecimiento de los síntomas, peores que antes, así como
de una depresión.

El drogadicto necesita cada vez más drogas para estar


más aliviado, puesto que no puede soportar la depresión
que sigue infaliblemente a la estimulación.

Hay que recalcar que la depresión se acompaña siempre


de una eliminación.

COROLARIO A LA LEY N° 14

Enunciado
El grado de toda estimulación determina el grado de la
consiguiente depresión.
94
Escolios
1) Todo lo que momentáneamente fortalece, a la larga
debilita.

2) Si la intensidad de la estimulación es grande, o si el


potencial vital es bajo, entonces, el periQdo de estimulación
es abreviado mediante un gasto extraordinario de energía
nerviosa, hasta tal punto que una depresión se produce en
el acto.

LEY NQ 15
LEY DE LA ALTERNANCIA

Enunciado
En la naturaleza de los organismos vivos, el reposo
alterna siempre con la actividad.

Ejemplos
1) Los ovarios tienen un ritmo particular de actividad y
de reposo.

2) Los niños crecen mucho durante un tiempo y luego,


durante un segundo tiempo, no crecen casi nada.

3) Todos los órganos tienen un ritmo particular de


actividad y de reposo: el cerebro, el estómago, los ojos, las
glándulas, los músculos, etc.

4) La eliminación durante el ayuno no es igual ni uni­


forme. A veces es intensa, y otras reducida. Como regla
general, es intensa durante la noche y a veces prosigue por
la mañana.
95
5) En la vida diaria, la eliminación es más fuerte durante
la noche y a veces también prosigue por la mañana. Es por
eso por lo que, al despertar, uno tiene la mente poco clara
e intenta detener esta eliminación inacabada mediante
café, tabaco, una ducha fría, etc.

PRINCIPIO DEL DOCTOR WALTER SOBRE LA PUESTA


EN EVIDENCIA DE LA ENERGIA

Enunciado
Cualesquiera que sean las circunstancias, y sea cual sea
su naturaleza, la vitalidad (o energía) es invariablemente
evidenciada y percibida por nosotros en calidad de energía
en su gasto, nunca en su acumulación.

Ejemplos
1) No podemos darnos cuenta de la fuerza de un atleta
cuando duerme, como tampoco podemos conocer la fuerza
explosiva del grisú antes de su explosión.

2) En una batería, la energía se percibe cuando genera


algún trabajo, nunca cuando está inactiva.

3) Todos los estimulantes obligan a gastar energía y por


lo tanto, son contraproducentes y deben rechazarse. Ejem­
plos: los fortificantes químicos, el agua fría, el agua caliente,
la electricidad, las emociones fuertes, el café, los tónicos,
etc.

Escolio
El consumo constante de estimulantes acaba en el siguiente
resultado:
96
1) el periodo de excitación disminuye cada vez más;

2) la consiguiente depresión aumenta siempre más y se


vuelve menos tolerable.

LEY NQ 16
LEY DE LA ESTIMULACION

Definiciones
Conocemos tres variedades de estimulantes:

1) Los renovadores. Son las substancias, las fuerzas y lós


factores que suministran al cuerpo los materiales de recam­
bio y lo preparan para una actividad mayor. Ejemplos: los
alimentos, la luz solar, el aire, el sueño, etc.

2) Los tónicos. Son influencias favorables que incitan a la


acción, permitiendo movilizar, organizar y dirigir las fuer­
zas del cuerpo. Ejemplos: el calor moderado, el frescor, las
buenas causas, los buenos sentimientos, la alegría, el entu­
siasmo, la ambición, la perseverancia, la voluntad, la emu­
lación, el aliento, el deseo, la curiosidad, el prestar ayuda, el
luchar por sus hijos, el ayudar a los demás, etc.

3) Los irritantes. Son las substancias, las fuerzas y las


influencias que provocan una acción defensiva del orga­
nismo y que a la larga lo agotan. Ejemplos: un calor
excesivo, un frío intenso, la electricidad, los venenos, la
violencia, la sobreexcitación física o mental, todos los es­
timulantes energéticos, bien sean alimenticios (alimentos
azoados, azúcares industriales, etc.), medicamentos u otros
(café, etc.).
97
Estas tres variedades pueden resumirse en dos:

a) Los estimulantes compensados, llamados más bien


renovadores o tónicos, según el caso.

b) Los estimulantes no compensados, los cuales com­


prenden, sobre todo, los irritantes y los verdaderos estimu­
lantes.

Enunciado
Cada vez que un agente o una influencia tóxica o irritante
se introduce en un organismo vivo, ocasiona una resistencia
vital y una excitación, que se evidencian mediante una
acción mayor y perturbada que merma siempre las fuerzas
de manera proporcional a la amplitud de esta acción. El
aumento de la acción es generado por el gasto extraordi­
nario de las fuerzas vitales, y no por el proceso. De ello
resulta, pues, que las reservas de fuerzas sean mermadas.

Escolios
1) Por supuesto, los renovadores y los tónicos producen
una pequeña destrucción, la cual es ampliamente compen­
sada por su aportación y por la reparación que traen
consigo. Proporcionan, pues, más de lo que extraen, y
compensan las pérdidas.

2) Los irritantes o verdaderos estimulantes no propor­


cionan nada y extraen mucho. No compensan las pérdidas
que provocan.

3) Ahí donde los estimulantes parecen dar mucho provecho,


en realidad hacen mucho daño. En efecto, su nocividad es
proporcional a la energía que obligan a gastar.
98
4) La estimulación no compensada, es la excitación de la
irritación. No es el efecto vigorizante de la nutrición.

5) Según la ley sobre la dualidad de los efectos, cualquier


irritación produce un efecto secundario depresivo, en el
cual la función se debilita. En efecto, el órgano estimulado
está trabajando demasiado y se cansa, exigiendo reposo
para reponerse y recuperar sus energías y su substancia.

Sin duda alguna, es durante este periodo de debilidad, de


inactividad y de postración cuando el organismo se resta­
blece. En cambio, durante el periodo anterior de excitación,
de acción y de exaltación funcional, el organismo iba ago­
tándose.

Definición
Alimento y veneno: en la naturaleza, todo es o bien
alimento o bien veneno para el organismo humano. En
efecto, todo lo que éste no puede utilizar debe ser re­
chazado. El alimento es lo que es capaz de ser transformado
en tejidos o en fluidos por el cuerpo vivo.

Escolios
La naturaleza nos permite distinguir entre un veneno
estimulante y una substancia nutritiva, de la siguiente manera:

1) El sabor de todos los venenos es amargo, repulsivo o


insípido, la primera vez que los tomamos. Por lo general, el
grado de repulsión es proporcional a la virulencia del
veneno.

Luego, si continuamos a pesar de todo, no nos habi­


tuamos a un veneno más que a despecho de las protestas
enérgicas, aunque decrecientes, del instinto orgánico.
99
Ejemplos de venenos: la morfina, el hachís, el chocolate,
el cacao, el té, el café, el alcohol, la cerveza, el vino, el
tabaco, etc., y también el rábano, el berro, las setas, veneno­
sas o no, etc.

Observemos que a menudo los venenos van mezclados


con azúcar para ocultar su sabor, como por ejemplo el
chocolate, el café, algunos laxantes envueltos con choco­
late, etc.

2) El consumo continuo de un veneno transforma la


aversión en deseo específico. Es lo que llamamos “hábito”
o “tolerancia”, después de que se hayan parado las manifes­
taciones de rechazo.

Al tener que resistir estos venenos, el cuerpo se agota y


se organiza en una resistencia pasiva que le cuesta menos.
Es el paso de la enfermedad aguda a la crónica, con cambios
anormales que acompañan a cualquier “adaptación”, “hábito”
o “tolerancia”.

3) La fuerza del deseo antinatural hacia un veneno, es


proporcional a su virulencia, así como a la repugnancia
experimentada la primera vez que lo tomamos.

4) La excitación más o menos agradable inducida por la


satisfacción de este deseo, va siempre seguida de una
reacción depresiva. Tratándose de alimentos, no se da este
caso.

Los vicios tienden a progresar y a empeorar. En efecto,


el consumo de un veneno provoca una depresión que incita
a volver al estimulante. Ahora bien, el agotamiento del
organismo lleva al drogadicto a buscar la estimulación de
dos maneras:
100
a) Aumentando la dosis o su concentración. Así, uno
empieza con una sola taza de café flojo y acaba con varias
tazas diarias de café fuerte. Uno empieza con un cigarrillo
al día y acaba por fumarse dos paquetes. Uno empieza
bebiendo de manera moderada vino o cerveza, y acaba por
vaciar una botella entera de alcohol a la primera contrar­
iedad, a la primera pena o a la primera decepción.

b) Cambiando de droga. Uno empieza con un deter­


minado tranquilizante, y luego cambia de vez en cuando.

La locura

Cuando, a fin de cuentas, el cuerpo se encuentra de­


masiado agotado y ya no “reacciona” contra ningún veneno,
poco puede esperarse. Es la degeneración, si no el principio
de la locura y de otras enfermedades mentales.

LEY NQ 17
LEY DEL REPOSO DEL DOCTOR SHELTON

Definición
El reposo comprende:

1) El reposo mental, que consiste en evitar toda causa de


desorden o de enervamiento: ruido, habladuría prolon­
gada, miedo, ansiedad, preocupación, etc.

2) El reposo físico, que consiste en guardar cama.

3) El reposo fisiológico, que consiste en dejar reposar el


estómago, intestinos, hígado, corazón, etc., absteniéndose
totalmente de alimento, ya que la digestión cansa. Uno vive
de sus reservas durante algún tiempo.
101
Enunciado
Cada vez que la acción, en un organismo animal, ha
gastado la energía y la substancia de reserva, el reposo es
necesario para recobrar las fuerzas y reconstituir la subs­
tancia.

Escolio
1) El reposo es por fuerza triple: físico, fisiológico y
mental.

2) La persona enferma o cansada debe necesariamente


atravesar un periodo de debilidad antes de recobrar las
fuerzas.

3) Los periodos de reposo son proporcionales al grado de


fatiga.

4) En la naturaleza entera, el trabajo y el reposo se


alternan siempre. Tanto uno como otro son indispensables.
'ti

5) El trabajo llevado a cabo por el hígado, los pulmones,


los riñones, el corazón, el estómago, las glándulas, etc., es
determinado ante todo por la cantidad y la concentración de
los alimentos.

6) El trabajo realizado por todos estos órganos, es


determinado, en segundo lugar, por el esfuerzo muscular,
los abusos sexuales, el enervamiento provocado por las
preocupaciones, la pena, la hipocresía, el odio, la envidia, el
rencor, el despecho, la cólera, la persecución, la desespera­
ción, etc.

7) La abstención temporal de todo alimento proporciona


un reposo apreciable para los órganos vitales, y facilita el
102
reposo físico. De esta manera, uno guarda cama más
fácilmente cuando ayuna. Es casi imposible guardar cama
durante mucho tiempo cuando uno come, a menos que esté
obligado.

8) La ducha fría no estimula más que agotando las


fuerzas, a la inversa que el reposo, que las acumula.

LEY NQ 18
LA CAUSA PRIMERA DE LA ENFERMEDAD

Enunciado
Es la fuerza vital la que desencadena la enfermedad.

Explicación
La enfermedad es una eliminación (biogonía), que exige
una fuerza vital, que poseen todos los seres vivos. En una
persona muerta, ninguna enfermedad puede desencade­
narse.

Conclusión
Es, pues, sin lugar a dudas, la fuerza vital la causa primera
de la enfermedad en los seres vivos.

LEY NQ 19
LA ENERVACION

Axiomas
1) Todas las acciones gastan energía.

2) La energía se recupera durante los periodos de re­


lajación y reposo.
103
Definición de la enervación
La enervación representa la disminución de la energía
nerviosa, provocada por todos los gastos normales o anor­
males cuando éstos sobrepasan las reservas.

Postulado
La palabra VIDA es sinónima de FUERZA VITAL y de
ENERGIA NERVIOSA, o MOVIMIENTO ARMONIO­
SO, según el término del filósofo Herbert SPENCER.

Enunciado
Cada función, cada proceso vital y, sobre todo, cada
acción o hábito malsano, necesitan un gasto de energía
nerviosa. Cuando este gasto sobrepasa la energía nerviosa
de reserva, desemboca en la enervación.

Escolios
Las causas de la enervación

1) Todas las funciones del organismo humano, bien sean


voluntarias o involuntarias, requieren un gasto de energía
nerviosa. Ejemplos: la respiración, la digestión, el crecimiento,
la circulación sanguínea, la eliminación celular, la filtración
y el rechazo de los venenos por los riñones, la neutralización
de los venenos por el hígado, etc.

2) Las acciones y los hábitos malsanos requieren un gran


gasto de energía nerviosa, el cual agota rápidamente las
reservas, si éstas no son abundantes. Ejemplos: LOS ALI­
MENTOS NO ESPECIFICOS DE LA ESPECIE HU­
MANA (el pan, los cereales, la carne, las nueces diversas, la
leche para los adultos, las leguminosas). Estos alimentos
son muy difíciles de digerir y ensucian enormemente, puesto
que no están destinados a nuestra especie.
104
3) La costumbre de los venenos: café, alcohol, té, choco­
late, tabaco, bebidas heladas, medicamentos de todo tipo,
etc.

4) El exceso de trabajo físico o mental, la falta de


relajación y de reposo.

5) Los excesos sensoriales: el ruido, el abuso de te­


levisión, los abusos sexuales, las malas lecturas, la velocidad,
una gran alegría, un gran amor, el viento, etc.

6) Las causas mentales y emocionales: el miedo, la


aprensión, las preocupaciones, el odio, la maldad, la en­
vidia, los celos, el egoísmo, las intrigas, la mentira, la falta
de probidad, el robo, la codicia, la crueldad, la difamación,
la cólera, el rencor, el enojo prolongado, la rivalidad, las
pérdidas de dinero, las decepciones, las acusaciones injus­
tas, las persecuciones políticas, religiosas y médicas, los
procesos, la esperanza frustrada, las disputas familiares, las
vejaciones, los tormentos, los juegos de azar y, a veces, los
temores traumatizantes (fuego eterno, angustias religiosas,
remordimientos, etc.).

Todas estas causas son menos graves que la alimentación


malsana, ya que la mayor parte de ellas son pasajeras, al
contrario de los malos alimentos, que se ingieren todos los
días del año.

7) Los abscesos y el pus no drenados.

8) Los tratamientos: masajes, hidroterapia, electricidad,


etc.

9) Los excesos de frío, de calor, de humedad, de sol, etc.


105
10) La miseria, la promiscuidad, la incompatibilidad de
carácter entre cónyuges, entre vecinos, entre compañeros
de trabajo o con el jefe.

LEY NQ 20
EL DEBILITAMIENTO FUNCIONAL

Enunciado
La enervación (que es sinónimo de agotamiento de las
energías nerviosas) acaba en el debilitamiento de las fun­
ciones vitales del organismo, lo que hace que se reduzcan
las secreciones, la eliminación, la digestión, la absorción, la
asimilación, la excreción por los emuntorios, el peristaltismo
intestinal... y todas las funciones orgánicas.

Desarrollo
El sistema nervioso dirige todas las funciones orgánicas.
La enervación, al mermar la energía, las debilita todas: la
digestión, las funciones intestinal, renal, respiratoria, mus­
cular, mental, sensorial, etc.

Sin fuerza nerviosa, ninguna función es posible. Cuando


la fuerza nerviosa disminuye, la función se debilita.

Escolio
Calorimetría alimentaria. Se pretende que los alimentos
ingeridos se transforman automáticamente en un cierto
número de calorías, determinado según la categoría del
alimento. Incluso, se han establecido tablas, que son todas
erróneas. En efecto, el debilitamiento en la eficacia fun­
cional de los órganos digestivos y de otros, puede ocasionar
una digestión parcial, o incluso una indigestión.
106
LEY N° 20 Bis
LEY DE LA DISTRIBUCION DE LA ENERGIA

Enunciado
Cuando la energía del cuerpo se concentra en un mismo
lugar, se retira de todos los demás.

Ejemplos
1) Cuando el cuerpo desarrolla una fiebre, la energía se
retira de todas partes, y se experimenta debilidad.

2) Lo mismo ocurre cuando surge una crisis de hígado o


de cualquier otra clase. Se experimentan debilidad y falta de
concentración mental.

LEY NQ 21
LEY DE TILDEN SOBRE LA TOXEMIA

Definición de la toxemia
La toxemia es la presencia de cualquier substancia in­
compatible con la salud, en la sangre, la linfa, los fluidos del
cuerpo, los órganos, los tejidos y las células.

La toxemia es una CONSTANTE endógena en la sangre,


es decir, un producto natural del cuerpo. Se vuelve tóxica
cuando su acumulación sobrepasa el nivel de tolerancia.

Enunciado
La disminución de la eliminación y de las secreciones
produce la toxemia, causa fundamental de todas las enfer­
medades (biogonías) y de todos los estados patológicos.

Desarrollo
Nuestros millones de células eliminan constantemente
107
desechos en la sangre. La supresión de esta eliminación
significa la muerte instantánea; en cambio, una simple
disminución sólo eleva el nivel de los desechos, los cuales se
vuelven demasiado tóxicos e intolerables.

Escolios
Se puede dividir la toxemia en varias categorías:

1) La toxemia natural provocada por los desechos celu­


lares (toxemia endógena).

2) La toxemia intestinal (autointoxicación), procedente


de la descomposición de los alimentos no digeridos. Es una
toxemia exógena.

3) La toxemia orgánica. Ejemplo: el pus y los abscesos no


drenados. Hay que drenar y lavar las heridas con frecuen­
cia.

4) La toxemia química (exógena) producida por los


medicamentos, las vacunas, los sueros, los productos quími­
cos, los colorantes, los insecticidas, etc.

5) Estas cuatro toxemias producen a su vez una toxemia


celular endógena natural. Sin ésta, es poco probable que las
demás toxemias puedan, por sí solas, producir la enferme­
dad.

Escolios suplementarios
1) La herencia

a) La enfermedad (biogonía) siendo una eliminación,


nunca puede ser hereditaria.
108
b) Sin embargo, puede heredarse una predisposición,
una diátesis, órganos pequeños, un pecho estrecho o ancho,
etc.

c) En caso de toxemia, se desarrollará la enfermedad


para la cual estemos predispuestos, y no otra. Así, si
nuestros padres son tuberculosos, desarrollaremos una
tuberculosis, si llega el caso.

d) Sin una toxemia elevada, jamás padeceremos ninguna


enfermedad, sea cual sea nuestra herencia.

2) Los microbios no causan enfermedad. Ayudan a


eliminarla transformando los desechos. Lo mismo ocurre
con las amebas.

3) Infección significa toxemia procedente de los alimen­


tos azoados: pus, fiebre, inflamación, cáncer, etc.

4) El contagio no existe, puesto que la toxemia no puede


ser transmitida de una persona a otra. Excepción: algunos
parásitos (sarna, etc.).

5) Las epidemias son provocadas por condiciones mal­


sanas que afectan a todos los habitantes de una región:
pánico, miedo durante las guerras, humedad excesiva, frío
o calor excesivos, agua contaminada, las orgías de Navidad,
etc.

6) Los parásitos (Ejemplos: la sarna, la filaría, la bilhar-


zia, la solitaria, etc.). Estos parásitos son, a veces, mortales.
Hay que combatirlos mediante pomadas a base de azufre,
rayos ultravioletas, o con otros métodos. Las pepitas de
calabaza ahuyentan la solitaria. Ignoro qué producto químico
109
puede matar o ahuyentar los parásitos de la bilharziosis sin
perjudicar al enfermo.

7) La inmunidad no existe. Es un mito. Las mismas


causas producirán siempre los mismos efectos, a no ser que
se debilite la resistencia del individuo o que se le mate.

LEY N° 22
LEY DE SHELTON SOBRE LOS ESTADOS EMOTIVOS

Enunciado
Las preocupaciones, el miedo, los choques nerviosos, la
pena, etc., jamás o casi nunca producen una enfermedad en
un individuo verdaderamente sano, puesto que éste es
capaz de deshacerse de estos estados emotivos antes de que
ellos mismos puedan generar trastornos serios.

Desarrollo
Todo el mundo ha experimentado, en su vida, momentos
de cólera, de excitación mental, de preocupaciones y de
ansiedad. Sin embargo, no todo el mundo ha caído enfermo
por ello. En efecto, el hombre sano se deshace rápidamente
de dichas emociones ANTES de que éstas puedan perjudi­
carle.

Los trabajos del doctor P. E. MORHARDT, de París,


confirman la teoría del doctor SHELTON. Estos trabajos
han demostrado que los choques emotivos, tales como
emociones provocadas por la pérdida de un ser querido, de
una fortuna, de un empleo, etc., generan enfermedades
PORQUE el cuerpo se encuentra en un estado de toxemia
en el momento de la emoción. Pueden provocar trastornos
graves en los individuos cuya salud ya está deteriorada.
110
Ejemplo
La diabetes es un ejemplo llamativo. El desequilibrio
nutritivo conduce al sistema nervioso a una condición tal
que éste no puede soportar un choque o una tensión. En
efecto, las emociones muy fuertes pueden causar la diabe­
tes en las personas toxémicas. El choque que resulta de una
herida o de una operación puede hacer aparecer azúcar en
la orina. Ocurre lo mismo con el miedo, la pena, la cólera,
etc.

Evidentemente, esta diabetes es pasajera, ya que este


tipo de emociones también lo son. No se trata de la
verdadera diabetes, la cual está causada por la insulina y
otros medicamentos que provocan la atrofia del páncreas.

Una alimentación no específica de nuestra especie humana


produce efectos nefastos sobre el sistema nervioso —cere­
bro y nervios—, haciéndole susceptible al menor choque.

Conclusiones
1) Los estados emotivos no son sino causas secundarias
de la enfermedad. La causa principal siempre es una CONS­
TANTE, es decir, la toxemia provocada por una alimen­
tación no específica de nuestra especie.

2) Para tratar las enfermedades mentales, siempre es


necesario corregir en su base el estado fundamental, es
decir, eliminar la toxemia antes que cualquier otra cosa. En
la mayoría de los casos, esto basta para que se restablezcan
el cuerpo y la mente a la vez. Una alimentación específica
consolidará los resultados.

3) Tratar la mente, como lo hace el psicoanálisis, está,


pues, condenado al fracaso.
Ill
4) Los peores errores parecen ser los tranquilizantes y los
alimentos azoados, los cuales no son específicos de nuestra
especie: carne, nueces diversas, cereales integrales, legumi­
nosas, etc.

LEY N° 23
LEY DE LA ACCION VITAL ANORMAL

Enunciado
La enfermedad es una acción vital anormal del cuerpo
(biogonía).

Demostración
Puesto que cualquier acción que se lleva a cabo en el
organismo es debida a éste (Ley de TRALL), y puesto que
la enfermedad sólo concierne a los cuerpos vivos, resulta
entonces que la enfermedad es una acción vital del cuerpo.

Desarrollo
Es evidente que esta acción es anormal.

En esta ley, se trata de las enfermedades y no de los


estados patológicos como la parálisis, las cataratas, etc.
Estos estados no comportan ninguna acción.

LEY NQ 24
LA ENFERMEDAD: UNA ELIMINACION SUPLETO­
RIA

Enunciado
La enfermedad (biogonía) es una eliminación supletoria.

Desarrollo
1) El objetivo de la enfermedad es la eliminación de la
112
toxemia que ensucia el cuerpo. Prueba de ello es el aumento
de la eliminación durante la enfermedad: orina más car­
gada, aliento fétido, fiebre, furúnculos, diarrea, vómitos,
transpiración fétida, etc.

2) Durante la enfermedad, al encontrarse sobrecargados


los órganos cuya función normal es la de rechazar las
toxinas, se movilizan otros órganos para tomar el relevo y
ayudarles. Es el sentido de la palabra “supletoria”.

Ejemplos
1) A menudo la piel ayuda los riñones a eliminar, gene­
rando granos, manchas rojas, pústulas, etc.

2) Los pulmones ayudan, mendiante la tos, a expulsar los


catarros que las mucosas nasales no llegan a rechazar por la
nariz.

3) La fiebre ayuda al cuerpo entero, cuando éste está


sucio y cuando los emuntorios no bastan para purificarlo.

LEY NQ 25
LEY DE LA ELIMINACION SELECTIVA

Enunciado
Todas las substancias nocivas que, de cualquier manera,
son introducidas en el interior del ámbito vital, son com­
batidas, neutralizadas y eliminadas por las vías y de forma
que produzcan el mínimo desgaste en el cuerpo.

Desarrollo
Cuando tomamos un medicamento (veneno), el cuerpo
elige la manera y el camino más económicos para recha­
zarlo. Es así como algunos medicamentos son rechazados
113
por los intestinos (purgas), otros por los riñones (diuréti­
cos), otros por la piel (diaforéticos), otros por el estómago
(eméticos), etc. Y antes de ser eliminados, ciertos medicamen­
tos agotan el sistema nervioso (tranquilizantes, somníferos,
calmantes, etc.).

LEY N° 26 (LEY DE THOMSON)


EL ORGANO ENFERMO ES EL MAS FUERTE

Enunciado
El órgano enfermo (biogonía) es el órgano más fuerte
(enfermedad aguda). Se convierte en el más débil en la
enfermedad crónica.

Explicación
Cuando el cuerpo se vuelve demasiado toxémico y cuando
los emuntorios agobiados ya no consiguen llevar a cabo su
tarea normal, la inteligencia somática del organismo elige,
para tomar el relevo, el órgano más fuerte.

Hablamos aquí de la enfermedad aguda, y no de la


crónica. Es evidente que en ésta, es el órgano más débil el
que se ve afectado.

Escolios
1) El órgano más fuerte o el más débil no es el mismo en
todos los individuos, puesto que depende de la herencia.
Esto explica la diversidad y el número de enfermedades y
síntomas.

2) Habitualmente, la medicina se ensaña con el órgano


enfermo más fuerte, para impedir que éste haga su trabajo
de eliminación. Es así como se agota y se debilita. Otro
órgano, segundo en cuanto a fuerza, toma el relevo y
114
continúa el trabajo de eliminación suspendido. Este segundo
órgano difiere del primero en su estructura y en sus fun­
ciones. Desarrolla otros síntomas y otras enfermedades.
Así es como la medicina “cura” una enfermedad y provoca
otra.

3) Es un hecho probado que el cuerpo no desarrolla más


de una sola enfermedad importante a la vez, nunca dos. Así,
aquellos que tienen tuberculosis, no desarrollan cáncer, y
aquellos que tienen una enfermedad mental, raras veces
son cardíacos.

LEY NQ 27
LA ENFERMEDAD, UNA RESISTENCIA VITAL A LA
TOXEMIA

Enunciado
La enfermedad es una resistencia vital a la toxemia.

Desarrollo
Nuestro organismo expulsa todo lo que no necesita o lo
que le daña, dentro del límite de sus fuerzas. La enfermedad
es la acción del cuerpo para rechazar las substancias tóxicas.

LEY N° 28
LEY DE LA LIMITACION

Enunciado
Cuando el gasto de las fuerzas vitales (no importa el lugar
donde éste se produzca) llega al límite de un inminente
agotamiento fatal, la naturaleza pone freno a este gasto
inútil, y el organismo se rebela contra el consumo continuo
del estimulante habitual o contra un mal hábito.
115
Ejemplos
1) Se sabe que los abusos sexuales agotan la sangre y que
cada gota de esperma equivale a cuarenta gotas de sangre.
Cuando uno abusa de la sexualidad, la naturaleza pone
freno diluyendo el esperma, para evitar pérdidas vitales. El
hombre acaba por volverse estéril e incluso impotente.

El uso de tranquilizantes consume tanto los nervios, que


la naturaleza pone freno en los otros gastos nerviosos, como
por ejemplo en el terreno sexual tornando al hombre
impotente.

2) A menudo, se ha observado en los enfermos mentales


una repulsión hacia los medicamentos, hasta el punto de
que las enfermeras deben obligarles a tomarlos.

En un momento dado, cuando la persona drogada ya se


encuentra al borde del abismo y cuando una catástrofe es
inminente, el deseo por el tabaco, el alcohol, el opio, el
medicamento habitual, etc., cesa y el enfermo acaba abor­
reciéndolos.

3) En la fiebre, el cuerpo no sobrepasa nunca el límite


peligroso, si previamente no se ha contrariado la naturaleza
con los medicamentos, el frío, la fatiga, etc.

LEY NQ 29
LEY DE JENNINGS SOBRE LA ORTOPATIA *

Enunciado
El objetivo de la enfermedad (biogonía) es restablecer el
organismo.
116
Desarrollo
Siendo la enfermedad una eliminación, resulta que el fin
de la enfermedad es desintoxicar el cuerpo para purificarlo
y restablecer la integridad de sus funciones.

Ejemplos
1) El vómito restablece el cuerpo liberándolo de lo que es
indeseable.

2) La diarrea limpia los intestinos.

3) Los furúnculos purifican la sangre.

4) El desmayo proporciona al cuerpo la posición hori­


zontal necesaria para una mejor circulación sanguínea en
caso de necesidad.

5) La diabetes es una afección en la que el azúcar


superfluo es rechazado por medio de la sangre y la orina.

Escolio
La enfermedad no es un medio radical, puesto que, una
vez reencontrado el nivel de tolerancia toxémica, el orga­
nismo detiene su acción, es decir, deja de estar enfermo. No
obstante, permanece todavía bastante toxémico. *

* “Orthos”, palabra griega, quiere decir recto o correcto, y


“Pathos”, también griega, afección o enfermedad. La expresión “orto-
patía”, concebida por el doctor Isaac JENNINGS (EE.UU.), significa
que la enfermedad es una acción útil, correcta, un bien. El doctor
JENNINGS fue el primero en demostrar esta verdad.
117
LEY NQ 30
LA ENFERMEDAD AGUDA

Enunciado
La enfermedad se presenta en la forma aguda cuando el
potencial vital es alto.

Demostración
Puesto que la fuerza de la enfermedad es proporcional al
potencial vital, una persona vigorosa desarrollará una en­
fermedad aguda cada vez que la necesite. Cuanto más
vigorosa sea esa persona, más fuerte será la enfermedad.

Ejemplo
Los niños, que generalmente están provistos de vitalidad,
presentan síntomas muy violentos cuando caen enfermos.
En cambio, los ancianos sólo son capaces de desarrollar una
ligera fiebre y enfermedades crónicas.

Escolio
Cuanto más aguda sea la enfermedad, más rápido será el
restablecimiento.

Corolarios
1) Cuando uno está muerto o moribundo, el potencial
vital es nulo o demasiado débil. Es entonces cuando la
enfermedad desaparece en parte o por completo.

2) Con toda seguridad, es la vida la que genera la


enfermedad en caso de necesidad.

3) El pronóstico es más favorable cuando existen sínto­


mas agudos que cuando éstos son poco acusados.
118
LEY NQ 31
LA ENFERMEDAD CRONICA

Enunciado
La enfermedad (biogonía) se presenta en la forma crónica
cuando el potencial vital es escaso.

Explicación
Puesto que la fuerza de la enfermedad es proporcional al
potencial vital, resulta que la enfermedad se vuelve crónica
sólo cuando este potencial es bajo.

Clasificación de las enfermedades

1) La enfermedad aguda (biogonía * dinámica o activa):

Esta forma aguda se manifiesta a través de síntomas


violentos de eliminación. Tiene lugar mediante la exagera­
ción o la sobreactividad de ciertas funciones, con vistas a
desintoxicar el cuerpo. Ejemplos: la fiebre, el pulso rápido,
el dolor, las inflamaciones, la respiración rápida, la tos, la
diarrea, los vómitos, la expulsión de los cálculos con dolores
violentos, etc.

2) La enfermedad crónica (biogonía adinámica o pasiva):

Esta forma crónica se manifiesta con síntomas débiles


que ahorran energía. Tiene lugar mediante la disminución
de ciertas funciones. De esta manera, la energía ahorrada
* La palabra “Biogonía” fue concebida por el doctor SHELTON en 1939,
a partir de las palabras griegas “Bíos”, que significa vida, y “Agon”, que
significa lucha. El término “Biogonía” sólo se aplica a las enfermedades
agudas y crónicas, y no a los estados patológicos en los que los tejidos
están destruidos.
119
podrá ser utilizada más tarde en el trabajo de eliminación.
Ejemplos: lafalta de apetito, la ausencia de secreciones, el
estreñimiento,la fatiga, la mente turbia, los dolores ligeros,
etc.

3) Los estados patológicos:

No son síntomas de eliminación sino síntomas de dege­


neración y de alteración de los tejidos y fluidos. Son estruc­
turas generadas por los venenos, las toxinas, los desechos,
las quemaduras, los parásitos, etc. Ejemplos: la parálisis, la
cirrosis del hígado, la tuberculosis verdadera, el cáncer
verdadero, etc. Estos estados son irreversibles.

LEY NQ 32
EVOLUCION DE LA ENFERMEDAD

Enunciado
Cuando la toxemia no se elimina, la enfermedad evolu­
ciona del estado agudo al crónico, y finalmente pasa al
estado patológico irreversible.

Ejemplos
1) Los síntomas agudos de artritis y reumatismo aca­
ban porconvertirse en artrosis, y luego, finalmente los
huesos se soldán, se deforman y se deterioran.

2) El resfriado se convierte poco a poco en


sinusitis,bronquitis, neumonía, dilatación de los bronquios,
tuberculosis, etc.

3) Las crisis repetidas del hígado acaban por evolu­


cionar y convertirse en cirrosis irreversible.
120
4) Una simple depresión nerviosa y un ligero insom­
nio, ambos pasajeros al principio, evolucionan hacia enfer­
medades nerviosas graves o hacia trastornos mentales.

5) Un tumor benigno acaba por evolucionar y con­


vertirse en maligno, aunque este proceso requiere mucho
tiempo.

El diagnóstico

Cuando un enfermo se presenta con un diagnóstico


médico sobre una enfermedad grave, hay que buscar siempre
las enfermedades y los síntomas menos graves que deben,
necesariamente, haber precedido dutante muchos años a
esta enfermedad grave.

Si el pasado no revela nada particular, puede afirmarse


que el estado del individuo no es tan grave como se dice. El
diagnóstico es, pues, erróneo y alarmista.

Las enfermedades graves tienen, todas ellas, sus ante­


cedentes benignos tales como dolores de cabeza, falta de
apetito, resfriados repetidos, gripes numerosas, etc.

Escolios
1) Las diversas afecciones que podemos padecer no son
independientes unas de otras, sino que forman parte de un
proceso global del estado patológico.

2) La unidad y la continuidad de los procesos patológicos


sobre la base de la toxemia, son hipótesis más lógicas que las
del absurdo médico afirmando que una enfermedad puede
causar otra. Ejemplo: una gripe no puede causar una
bronquitis ni una neumonía. Todas estas afecciones tienen
121
una causa común, que es la toxemia. Evolucionan de lo
simple a lo complicado según el nivel toxémico.

No existe ningún síntoma aislado e independiente de


otro. Todos tienen la misma causa. Es, pues, absurdo
asignar un nombre distinto para cada etapa de la enferme­
dad, como lo hace la medicina.

COROLARIO A LA LEY N° 32
LAS ETAPAS DEL RESTABLECIMIENTO

Enunciado
Puesto que la enfermedad, cuando va agravándose, pasa
del estado agudo al estado crónico, el individuo en vía de
restablecimiento debe pasar del estado crónico al estado
agudo, es decir, seguir el camino inverso.

Explicación
Con la supresión de los hábitos que lo envenenan y con
el debido reposo fisiológico, el cuerpo ahorra mucha e-
nergía, lo cual le permite desarrollar una acción más enérgica
para eliminar (enfermedad aguda).

Ejemplo
Cuando un enfermo crónico ayuna, desarrolla a veces
crisis violentas de eliminación en forma de fiebre, dolores
de cabeza, diarrea, vómitos, palpitaciones, pulso rápido,
violentos dolores reumáticos, crisis hepáticas, convulsiones,
etc. Estas crisis representan una mejoría respecto a los
síntomas crónicos moderados.

El reumatismo crónico, cuando va desapareciendo, se


manifiesta a menudo con crisis violentas de dolores reumáti­
cos.
122
La medicina ya se ha dado cuenta del papel benéfico de
la fiebre, pero se equivoca intentando provocarla de una
manera artificial, del mismo modo que también ha inten­
tado provocar la eliminación de pus mediante abscesos de
fijación *.

LEY NQ 33
LEY DEL PODER DE RECUPERACION

Enunciado
El poder de recuperación es inherente a la materia viva.

Desarrollo
Los procesos vitales parecen ser animados por una
inteligencia somática que les guía, para el mayor provecho
del ser vivo, hacia un fin predeterminado.

El mismo ajuste de los medios disponibles hacia una


meta acertada, se encuentra de manera remarcable en las
condiciones anormales que pueden sobrevenir en la vida. El
cuerpo desarrolla entonces una enfermedad para enderezar
cada situación difícil. Los órganos siempre improvisan
medios para hacer frente a toda situación nueva.

Ejemplos
1) En caso de herida, el organismo se adapta a esta nueva
situación mediante una serie de medidas inmediatas o
retardadas que reparan los tejidos destruidos. Forma un
coágulo para evitar la efusión de sangre, provoca una
inflamación para encauzar una gran cantidad de sangre al
lugar de la herida, envía substancias nutritivas para reparar
los desgarrones, elimina los desechos, fabrica un tejido
cicatrizal provisional para proteger la herida, etc.
* Absceso de fijación: absceso producido artificialmente mediante
inyección de trementina o cualquier otro método. Con respecto a la
fiebre, leer el importante capítulo La fiebre, un proceso de curación de
fuerza insospechada , en la Antología pro salud (Edición PUERTAS
ABIERTAS A LA NUEVA ERA).
123
2) Cuando una astilla penetra debajo de la piel, el cuerpo
la enquista, vierte fluidos en el lugar, y luego, la rechaza con
estos fluidos y pus.

3) Los tejidos vivos, animales o vegetales, poseen la


capacidad de reintegración, a raíz de su desintegración. Es
así como se desarrollan los procesos de reparación que
siguen al eterno desgaste de los tejidos vivos.

4) El organismo vivo tiene la capacidad de reproducir de


inmediato alguna parte que se haya perdido. Esta ca­
pacidad es mayor a medida que bajamos en la escala de las
especies. Ejemplo: si se corta la cola de un lagarto, éste
reconstruye otra.

5) El organismo vivo tiene el poder innato de rechazar y


eliminar cualquier desecho o cualquier substancia inútil o
dañina. Utiliza frecuentemente medios especiales, tal como
la formación de abscesos, para deshacerse de las toxinas,
etc.

6) El organismo vivo posee la facultad de ordenar y


arreglar sus funciones y sus procesos, permitiéndole así
resistir las influencias patogénicas con el desgaste mínimo,
cuando éstas son demasiado extensas. Es así como los
primeros cigarros que uno fuma encuentran una acción
violenta del cuerpo. Pero, si estas acciones prosiguieran,
uno quedaría rápidamente agotado. Es por ello por lo que,
a continuación, el cuerpo resiste de manera pasiva y mode­
rada.

7) El cuerpo neutraliza el pus y las demás materias


perjudiciales aislándolas en quistes para convertirlas en
inocuas.
124
8) La energía no puede gastarse en todas las direcciones
a la vez y con la misma intensidad. Es por ello por lo que la
fatiga conserva las fuerzas. Es una medida de prudencia del
cuerpo.

9) La naturaleza favorece siempre los órganos más


vitales, como los ojos, los nervios, etc. Durante un ayuno, el
cuerpo pierde la grasa mientras que los nervios quedan
intactos.

Advertencia
Ningún medicamento, ninguna tisana, ninguna radia­
ción, ninguna substancia posee poder curativo. Este poder
sólo se encuentra en la materia viva. ‘No es transferible de
una persona a otra.

LEY NQ 34
LAS CONDICIONES DEL RESTABLECIMIENTO

Enunciado
El restablecimiento es posible siempre que se cumplan
las cuatro condiciones siguientes:

1) Supresión de la causa de la enfermedad.


2) Aportación de los elementos y de las condiciones
necesarios para la salud.
3) Recuperación de las fuerzas vitales.
4) Proporcionar el tiempo necesario a los procesos
reparadores.

Escolios
1) La supresión de la causa comprende: la corrección de
cualquier hábito nocivo, de cualquier alimento no específico
125
de la especie humana y de cualquier influencia malsana, con
la consiguiente abstención de todo veneno.

2) Los elementos y las condiciones necesarios para la


salud son: los alimentos específicos de la especie humana,
la serenidad mental, un clima templado, etc.

3) La recuperación de las fuerzas vitales se lleva a cabo


mediante el reposo físico, mental, sensorial y fisiológico
(ayuno).

4) El tiempo necesario puede variar entre unas horas y


unos días, o incluso unos meses, según el caso.

Conclusión
Al combatir los síntomas, la medicina agrava el caso,
crea complicaciones y recaídas, transforma los casos agudos
en crónicos, destruye los tejidos de manera irreversible y
ahoga los venenos a la vez que los aumenta en forma de
productos químicos. Los métodos utilizados por la medicina
a menudo matan al enfermo.
TERCERA PARTE

APENDICES
129

LA ADAPTACION

Por Albert MOSSERI.

Según la anatomía y la fisiología comparadas, estudiadas


por los grandes anatomistas Charles BELL, Richard OWEN,
William CARPENTER y Georges CUVIER, el hombre
pertenece a la categoría de los frugívoros, es decir, que se
alimenta de frutas, hortalizas y nueces diversas.

Estudiando el cuadro de anatomía y fisiología compara­


das *, puede comprobarse que la estructura de los dientes
en los carnívoros les permite matar a su presa con sus largos
colmillos, que la longitud de sus intestinos no les permite
pacer como los herbívoros, los cuales necesitan intestinos
desmedidos para poder digerir la hierba, que el estómago y
el hígado de los carnívoros son necesariamente enormes y
están constituidos para neutralizar todas las toxinas de la
carne -que además comen cruda, dicho sea de paso-, así
como muchos otros detalles apasionantes.

El hombre está, pues, constitucionalmente formado para


alimentarse de frutas, hortalizas y nueces diversas. Se
asemeja un poco al caso de ciertas máquinas que sólo
funcionan con un determinado tipo de carburante. La
estructura anatómica del hombre lo adapta a un régimen de
frutas, de verduras y, quizás, de nueces.

* Ver Fisiología y anatomía comparadas, en los boletines de PUERTAS


ABIERTAS A LA NUEVA ERA, noviembre y diciembre de 1979.
130
La adaptación

Se objetará que el hombre, por haber comido carne


desde hace siglos o milenios, se ha finalmente “adaptado”
a esta alimentación animal. La palabra clave “adaptación”
está lanzada así para sembrar la confusión. iComo si tal
adaptación no pudiese existir jamás! Basta con pensar un
solo instante en ello para darse cuenta de que la adaptación
es una ilusión.

En efecto, no porque haya vivido mucho tiempo en el


polo norte o sur, el hombre ha desarrollado una cabellera
túpida y pelos abundantes en la piel como los tiene el oso.
Desde que el hombre come carne, rio han crecido más sus
minúsculos colmillos, la longitud de sus intestinos ha quedado
prácticamente igual a lo largo de los siglos, y todavía no
tiene garras para matar a su presa.

Es cierto que su cuerpo ha experimentado cambios


después de este régimen animal, pero estos cambios no
pueden calificarse de adaptación, puesto que son cambios
en el peor sentido, en el sentido patológico.

Recordemos la ley nQ 10, llamada “Ley de la adaptación


vital o tolerancia”, que se encuentra en el presente libro.
Postulado: “La tolerancia se aplica únicamente a los proce­
sos patológicos y no a los fisiológicos”.
Enunciado: “El comportamiento del organismo vital (...)
se adapta a todas las influencias que no puede destruir,
controlar o evitar”.

Es así como el cuerpo tolera y se adapta al tabaco y a la
carne, pero no puede decirse que lo haga respecto a la fruta.
131
Luego, observemos la ley nQ 11, que es el corolario de la
anterior y que se denomina “Medios de adaptación malbio-
nómica”.
Enunciado: “La adaptación a cualquier influencia nociva es
una adaptación malsana que siempre se lleva a cabo en el
cuerpo mediante cambios que se alejan de lo ideal y que de­
sembocan en la degeneración”.

Es así como, con el tiempo, el cuerpo tiene la capacidad


de ajustarse a las condiciones antinaturales o antivitales. No
obstante, cada “violación” de las leyes de la naturaleza
comporta un castigo, que supone la diferencia entre lo que
es el hombre, y lo que hubiera tenido que ser. Este ajuste es
una adaptación patológica.

Bastará con un solo ejemplo. Aquel que bebe té de


manera habitual, acaba por tener una mucosa estomacal
endurecida como el cuero. Es el recurso de la naturaleza
para protegerse contra el té y para impedir en lo posible su
absorción o su mala influencia, aunque resulta en vano, por
supuesto. No olvidemos que el tanino se utiliza para curtir
el cuero que sirve para los sacos, las maletas, etc. Pues bien,
el té contiene tanino.

Es bien conocido el ejemplo del individuo que se acos­


tumbra o se adapta al arsénico hasta tal punto que puede
ingerir dosis que matarían a un principiante. Lo mismo
ocurre con el tabaco, la carne y el pan. Este tipo de
adaptación siempre se lleva a cabo mediante cambios en los
tejidos que se alejan cada vez más de lo ideal, tales como: el
cáncer de los pulmones, la úlcera gástrica o duodenal, etc.
Seguramente, soportar dosis de veneno que matarían a un
principiante, no es una ventaja. Aquellos que se han adap­
tado de esta manera están más muertos que vivos.
132
Hagamos notar, ante todo, que no hace tanto tiempo que
el hombre come carne con tanta frecuencia y en tan consi­
derables cantidades como ahora. Antaño, se comía carne en
muy pocas ocasiones, sólo una vez a la semana o al mes. En
Egipto, los campesinos, que componen la mayor parte de la
población, comen carne dos veces al año coincidiendo con
las fiestas. De ello resulta que el hombre no ha tenido
todavía el tiempo suficiente para adaptarse a la carne. Sin
embargo, cuando nos encontramos con generaciones en­
teras que han comido carne con regularidad y frecuencia
durante varios siglos, nos encontramos también con la
degeneración y el cáncer, y la raza va extingiéndose por sí
sola. La degeneración y el cáncer, he aquí los recursos de
adaptación de la naturaleza. Pero sólo hemos citado las
consecuencias últimas. Por supuesto, hay toda la gama
intermedia, la cual comprende la reducción de las ca­
pacidades funcionales y su alteración patológica.

Crítica de la adaptación

Se asegura que el hombre, después de tantos siglos


comiéndolos, se ha adaptado al régimen de la carne y los
cereales ¿Es cierto? ¿Pero en qué consiste, pues, esta
adaptación de la que tanto se habla? La palabra “adap­
tación” es una palabra mágica que encubre mucha ignoran­
cia, cuando no un prejuicio absoluto. SHELTON ha refu­
tado sin cuartel este pseudoargumento que no tiene valor.
No vacilemos, pues, en estudiar, leer y releer todas estas
citas, ya que son inestimables. Sería mejor que los diversos
movimientos vegetarianos se inspirasen en ellas, en lugar de
emitir los pobres argumentos, como lo suelen hacer.

< <E1 término “adaptación” —dice SHELTON— tiene


un sentido vago y se emplea corrientemente de varias
133
maneras. Según el uso que se hace de él, ¡expresa ideas tan
variadas como los pareceres de los individuos que lo em­
plean!

< < 1) He aquí unos ejemplos de un cierto tipo de


adaptación:
- El aumento de los músculos como consecuencia del
ejercicio.
- El bronceado de la piel expuesta al sol.
- El endurecimiento de las palmas de las manos y de las
plantas de los pies cuando son sometidas a una dura labor.

< <2) Seguiremos con otro género de adaptación, por


ejemplo:
- El porte de vestidos cuando hace frío.
~ La búsqueda de un abrigo cuando llueve o cuando
estalla la tormenta.

< <3) Terminamos con un tercer género de adaptación,


que llamamos tolerancia:

- La capacidad adquirida de fumar sin sufrir síntomas


agudos, o de tomar, sin aparentemente padecer de ello, una
cantidad de arsénico suficiente para matar a varias perso-
nas> >.

Exageración o disminución

Es cierto que muy poco se sabe sobre el “mecanismo de


la adaptación”, pero es evidente que la mayor parte de estas
adaptaciones son simplemente disminuciones o exagera­
ciones de las estructuras y de las funciones normales.

Ejemplo: el bronceado de la piel expuesta al sol, el


134
aumento de los músculos cuando se ejercitan. La piel de
algunos animales, que sirve para protegerles de los rigores
del invierno, es un ejemplo claro de una exageración estruc­
tural que resulta de un proceso de adaptación.

¿Util o dañino?

Cuando se dice que la humanidad es, en todas sus partes,


plástica, adaptable y sensible, no debemos deducir de ello
que cada adaptación es igualmente válida, o que sirve a los
intereses del hombre de manera tan correcta. No puede
pensarse que su plasticidad va siempre dirigida en la buená
dirección, o que el ser humano permanece tan sensitivo. En
efecto, la adaptación es una espada de dos filos.

Por ejemplo, ahí donde asegura una cierta protección


contra substancias nocivas como el tabaco, el arsénico, el
alcohol, etc., reduce con toda seguridad las capacidades
funcionales de las estructuras implicadas. Tales adaptaciones
se llevan a cabo mediante cambios en los tejidos que se
alejan siempre de lo ideal. Es así como el endurecimiento y
el aumento del espesor de las membranas protectoras
reducen a la vez la capacidad funcional de los tejidos.

No debemos aceptar sin reserva la repetida afirmación


de que el hombre puede adaptarse a todo... i salvo a la
horca! En efecto, cuando las condiciones o las circunstan­
cias son contrarias a su naturaleza, a su bienestar o a sus
necesidades fundamentales de crecimiento, de desarrollo y
de salud, el proceso de “adaptación” se convierte más bien
en el de la aceptación de las condiciones inhumanas, y eso
es invariablemente un proceso de deterioro, como lo de­
mostró Sylvestre GRAHAM, hace ya más de cien años.
135
Ejemplos: el hombre se adapta al tabaco y evoluciona
hacia el cáncer pulmonar, las enfermedades cardiacas, la
ambliopíadelos fumadores, la enfermedad de Buerger, etc.
El tabaco altera el gusto y el olfato, por lo que el adicto
saborea menos los alimentos. Es evidente qüe este tipo de
adaptación es una ilusión.

< <E1 tabaco, antes de que el hábito sea confirmado, es


desagradable y en absoluto atractivo. Ocurre lo mismo con
los demás venenos utilizados corrientemente: el té, el café,
el alcohol, el cacao, el chocolate, el buyo, etc., son repug­
nantes para el sentido del gusto cuando éste no está corrom­
pido. Aquel que no tiene el gusto alterado, encontrará la
cerveza como un líquido podrido y malsano. El vino tam­
bién le parecerá repugnante. Es necesario adquirir un gusto
para estos horrores > >.

Un cubo de basura, desprende un olor a alcohol que


recuerda el de las bebidas alcohólicas.

< <En este aspecto, recalquemos el hecho de que el


hombre no necesita adaptarse ni a las condiciones ni a las
cosas sanas. En efecto, no necesita adquirir un gusto para
los alimentos, ni para el agua. No necesita adaptarse al aire
puro. Estos elementos son utilizables sin ningún cambio en
los tejidos alejándose de lo ideal. Su legítimo empleo no
altera las estructuras ni las funciones vitales. Son agradables
a los sentidos normales del gusto, del olfato y también de la
sed, sin que éstos hayan tenido que sufrir previamente
modificaciones y adaptaciones > >.

El hombre no necesita adaptarse a las condiciones ni a las


cosas sanas. Razonamiento magistral de SHELTON. Aquel
136
que reemplaza el alcohol por agua, el aire contaminado de
la ciudad por el del campo, los alimentos malsanos por otros
sanos, deberá adaptarse mediante cambios físicos que le
acercarán a la salud verdadera.

Ciertas adaptaciones culturales

< <Se dice -prosigue SHELTON en su estudio crítico—


que el hombre posee particular habilidad por su capacidad
de cambios en su adaptación, con lo cual pudo colonizar la
tierra. Ahora bien, la colonización de la tierra fue posible,
no por cambios en el hombre, sino por su capacidad de
cambiar su entorno. Parece más capaz de adaptar la natu­
raleza a sus necesidades que de adaptárse él a la naturaleza.
Es así como fabrica vestidos, construye casas, enciende
fuego, acondiciona el aire, e inventa muchas más cosas para
vivir de manera confortable en un clima cálido o frío.

< <Las adaptaciones del hombre fueron más bien cultu­


rales que orgánicas. Es así como, en lugar de desarrollar
una tupida pilosidad en su piel cuando se fue a vivir a las
regiones frías, aprendió a construir casas, a vestirse y a
calentarse. Desprovisto de pelos, en lugar de convertirse en
una criatura velluda, se convirtió en tejedor y sastre. En
lugar de acumular grasa con vistas a invernar y de conver­
tirse en migratorio siguiendo las estaciones, aprendió a
almacenar los alimentos para el invierno. No tiene colmi­
llos ni garras para atrapar y matar a sus presas, pero ha
aprendido a fabricar útiles y armas. En lugar de tener un
hocico para remover la tierra como lo hace el cerdo, inventó
herramientas para cavarla. La ha cultivado para aumentar
sus alimentos, aprendió a irrigar, a cavar profundamente
hasta encontrar agua, y a transportar los alimentos y el agua
a largas distancias. Ha domesticado varios animales y ha
137
llevado consigo, durante sus migraciones, animales y plan­
tas que le sirvieron.

< <Es así como, en lugar de cambiarse a sí mismo, el


hombre ha cambiado su entorno. El poder de cambiar su
propio entorno -poder que algunos animales poseen a un
grado muy reducido— es su gran medio de supervivencia. La
adaptación orgánica desempeña un papel menor en su vida.
En lugar de sufrir cambios orgánicos para adaptarse a
diferentes entornos, simplemente ha adaptado el entorno a
sí mismo. Vive en los trópicos o en las regiones glaciales, no
gracias a cambios que él mismo ha sufrido, sino debido al
hecho de que puede proporcionarse un entorno cultural en
el cual puede sobrevivir. *

< < Con toda seguridad, el gorila es fuerte, pero incapaz


de adaptarse a las diversas condiciones climáticas y físicas
en las que el hombre sobrevive. Es justamente porque no
puede desarrollar las adaptaciones orgánicas requeridas ni
tampoco llevar a cabo las adaptaciones culturales, por lo
que se encuentra muy limitado en su hábitat. El hombre es
superior porque sus adaptaciones son culturales antes que
orgánicas. Esto nos indica los elementos principales para
determinar el antecesor (muy diferente del mono velludo
que los “científicos” le han asignado) del cual debería
proceder el hombre.

< < La capacidad del hombre para sobrevivir a las condi­


ciones de las regiones aborígenas, ha sido demostrada por
la manera en la que los aborígenes australianos han con­
seguido sobrevivir. Desgraciadamente, en tales condiciones,
la superviviencia necesita todo el tiempo y la energía de un
pueblo, sin dejarle ningún momento para los aspectos
culturales. El hombre sobrevive a las condiciones desfavo-
138
rabies en detrimento de su fuerza, de su resistencia y de su
longevidad > >.

Este es el caso de los esquimales que viven un promedio


de veintisiete años.

< < Lleguemos al hombre civilizado. ¿Por qué debemos


pedirle que se adapte a los males que existen en su civili­
zación? ¿Por qué no hacer del hombre más bien el centro de
nuestro universo y adaptar nuestra civilización a él?

< <Las adaptaciones culturales no son, todas ellas, fa­


vorables para su bienestar. En efecto, buena parte de lo que
llamamos progreso y civilización es resueltamente opuesto
a la salud, al vigor, a la fuerza, al equilibrio mental y a la
longevidad. Ejemplos: el refinado, la fabricación y el enve­
nenamiento de sus fuentes alimentarias, los numerosos
hábitos venenosos, su tendencia a desatender la actividad
física, los procedimientos médicos y la mayor parte de las
operaciones quirúrgicas, su forma de alimentarse, el hábito
de transformar la noche en día, y otros muchos hábitos
destructores de la salud > > ( Doctor Shelton’s Hygienic
Review , Vol. 32, nQ 10) .El hombre no se ha adaptado al
carnivorismo ni al régimen de cereales.

< <E1 principio según el cual un determinado tipo de


estructura anatómica tiene una correlación con un deter­
minado modo de conseguir el alimento y con un cierto tipo
de alimento, me parece en perfecta armonía con una gran
cantidad de hechos biológicos que conocemos. Conside­
rando al hombre estrictamente como un animal (una espe­
cie zoológica), estamos forzados, por todos los hechos de la
anatomía y de la fisiología comparadas, de clasificarlo entre
los frugívoros.
139
< <Los antropólogos, que se han adherido todos a la
tradición carnívora, no vacilan en hacer proceder al hombre
de los primates y a clasificarlo como tal. Sin embargo, lo ven
abandonar el régimen de los primates tan pronto cotqo sale
de este estado simiesco, y a pesar de que no esté anatómica
ni fisiológicamente provisto para la vida carnívora, en su
mente i pasa a ser más carnívoro que los verdaderos carnívo­
ros! Según dicen, recorrió durante siglos las selvas y los
llanos a la búsqueda de los animales para matarlos y
comérselos > >.

¿Omnívoro?

Casi todos los biólogos son culpables del supuesto de que


la estructura y la función del hombre les obligan a clasifi­
carlo entre los omnívoros, si no entre los verdaderos carnívo­
ros. Y cuando no llegan a conciliar sus estructuras con esta
hipótesis, echan mano de su extraordinaria “plasticidad”.
Dicha plasticidad sanciona en cualquier grado su alejam­
iento del género dietético al cual pertenece. Incluso algunos
sostienen que es la manducación de la carne la que originó
el desarrollo de su cerebro, clasificándole así aparte, lejos
de sus hipotéticos primates ancestrales. Comiendo un ali­
mento prohibido, salió de su inocencia de primate y pagó
esta locura conociendo el bien y el mal, o por lo menos el
mal.

Este es un ejemplo de cambio en los tejidos que se aleja


de lo ideal, pero salvo los cambios mentales procedentes del
carnivorismo, los siglos de alimentación a base de carne no
han conseguido alterar sus evidentes características frugívoras.
140
La adaptación

“Adaptación” es una palabra mágica empleada en la


actualidad para suplantar un término más antiguo: el destino.
En lugar de decir que una estructura particular ha sido
destinada para atender un objetivo particular, se dice que
está adaptada para ese objetivo. Sea cual sea el término
elegido, los hechos de anatomía y de fisiología comparadas
(e incluso de embriología) se encuentran en la peor confu­
sión cuando se los considera desde una óptica totalmente
diferente a la de las estructuras destinadas o adaptadas a
determinadas funciones, y en sus arreglos y capacidades
generales para un modo de vida particular.

Si no podemos pensar que los arreglos y las estructuras


orgánicas (anatómicas) de un organismo no lo destinan a
las funciones de la vida y al modo de existencia al cual se
conforma generalmente, debemos pensar entonces que la
naturaleza está gobernada por el caos.

Apliquemos esto al hombre. Si es emparentado con los


primates por sus estructuras y sus funciones aunque sea, a
pesar de ello, normal y primitivamente un carnívoro, re­
almente los arreglos y los equipos estructurales ya no
tendrían sentido. Dicho de otra manera, si desde su origen,
con su equipo de primate, el hombre hubiese sido un
carnívoro hasta el día en el que decidió establecerse y
abandonar su vida de cazador para convertirse en labrador
-como lo piensan los biólogos y los antropólogos-, en­
tonces es la única excepción en toda la naturaleza, cuya
regla inmutable es que los animales estén adaptados por sus
estructuras y sus funciones a un modo particular de nutri­
ción.
141
Cuando estudiamos con cuidado el equipo estructural y
funcional del hombre, no encontramos ninguna razón que
nos lleve a pensar que buscaba y mataba a los animales,
como tampoco podemos encontrar una en los monos su­
periores. Estamos, pues, obligados a pensar que la alimen­
tación a base de carne y de subproductos animales es una
desviación a su régimen primitivo, y no una reliquia que ha
sobrevivido a sus hábitos primitivos (y normales). Las
frutas, los vegetales y las nueces diversas constituyen, sin
duda alguna, su régimen ideal.

Así pues, si nos apoyamos en la anatomía comparada


para establecer las adaptaciones anatómicas de un animal —
lo cual es un hecho común en todos los animales que están
por debajo del hombre en la escala zoológica-, entonces
podemos afirmar que la alimentación apropiada para cada
tipo de animal y para cada individuo de dicho tipo, está
indicada por su organización física.

(Extraído de La nourriture idéale )


142

EL UNICO PODER DE CURACION

por Herbert SHELTON.

Las fuerzas y los procesos de la vida se llevan a cabo de una


manera perfectamente ordenada y con una total conformi­
dad a las leyes. Son:

1) Los procesos de reproducción*


2) El trabajo de crecimiento y de desarrollo.
3) La reparación y el reabastecimiento de las partes
desgastadas o desgarradas.
4) La recuperación de la energía por un cuerpo agotado.
5) La excreción de los desechos.
6) La reparación de los daños causados al organismo,
debidos a un accidente o un acto violento.
7) El restablecimiento y la restauración del cuerpo
enfermo.

Todo esto se añade al hecho de que la curación se realiza


mediante las operaciones, ordenadas y conformes con las
leyes, de las mismas fuerzas y procesos que dieron origen al
organismo, que lo indujeron a crecer y a desarrollarse, a
excretar sus desechos dañinos, a curar sus heridas y a unir
de nuevo sus huesos rotos. Esto constituye el único poder
curativo conocido del hombre. No existen otras fuerzas en
la naturaleza —y como consecuencia, ninguna conocida por
los científicos- que sean capaces de mantenernos con vida,
salvo la fuerza -o las fuerzas- que reside en el organismo
vivo, y que conocemos como vida o vitalidad.
143
El error fatal de todas las escuelas de pseudocuración,
radica en su esfuerzo por sustituir el poder curativo que
reside en el organismo vivo por sus métodos violentos. Han
sustituido los procesos de la vida por sus “curas”: han
intentado usurpar las prerrogativas de autocuración del
organismo. Sus métodos y sus sistemas han sido innume­
rables, y su desaparición progresiva es prueba de su fracaso.
No existe lógica tan válida como la de los acontecimientos
para demostrar la locura consistente en querer crear falsi­
ficaciones para suplir la manera propia de actuar de la
naturaleza. No existe ningún poder curativo en un baño
turco, en una corriente eléctrica, en un masaje o en cualquier
otra operación de este tipo, como tampoco lo hay en una
droga. Un baño de barro no tiene más poder de curación
que la penicilina, y sólo tiene sobre ésta última, la ventaja
negativa de ser menos nocivo, y es todo lo que puede decirse
en su favor.

Los medios o procesos por los cuales los enfermos se


restablecen, cuando se restablecen de verdad, y cualesquiera
que sean el nombre dado a su enfermedad y el tratamiento
empleado, son procesos estrictamente biológicos, los cuales
no pueden ser imitados o ayudados por parte de ningún
profesional de cualquier escuela de pretendida curación.

Unicamente los procesos y las fuerzas del organismo vivo


devuelven la salud, y estos procesos y fuerzas siempre están
conformes con los mismos principios generales de la vida:
la facultad y el proceso mediante los cuales el organismo se
desarrolla y se mantiene, son los mismos que aquellos
mediante los cuales se curan las heridas y se restablece la
salud en caso de enfermedad.
144

LA RESERVA VITAL

por C. L. THOMSON.

¿Qué decir del hombre tan enfermo que ha perdido toda


confianza? Realmente, ¿es conveniente empujarle al ca­
mino de la salud mediante un estimulante u otros medios
tranquilizadores? Si el medio es sincero y constructivo en su
principio, entonces alguna ayuda exterior es ciertamente
deseable y, a veces, muy necesaria. Sin embargo, no debe
ser algo que aporte un beneficio aparente mientras despilfarra
la reserva de energía vital del paciente; ni algo que aleje un
síntoma sólo para consolidar la masa de los desechos
tóxicos en el cuerpo; ni algo que prometa colmar un déficit
cuando sólo es una impostura indigna; ni algo que pretenda
neutralizar los errores del pasado sólo para favorecer la
continuación de estos hábitos; ni algo que produzca un
estado de ánimo en el cual las intenciones inteligentes del
cuerpo son gobernadas por un autoengaño histérico; ni algo
que empuje al hombre a aceptar, como naturales y con una
confianza ciega, productos de laboratorio de los que no
conoce nada en cuanto a su contenido, y de los que proba­
blemente desconoce su acción. Ninguna de estas cosas
puede formar la base sobre la cual se construye una salud
razonable.

Puede producirse un restablecimiento aparente, pero la


ignorancia de las causas, la mala interpretación de los
síntomas, la confusión entre los procesos de limpieza de los
145
tejidos y los signos de una salud delicada, la confianza en
apoyos externos sin consistencia en lugar de una constru­
cción realmente sana y equilibrada, la falta de comprensión
de las tendencias y fuerzas en presencia, todas estas cosas
constituyen indudables puntos débiles. No debe esperarse
de ello más que la decadencia y el hundimiento completo de
toda la estructura de la “curación”, como consecuencia
normal de tales “remedios”.

Los elementos básicos del restablecimiento no deben


encontrarse en frascos o paquetes, los cuales no podrían ser
sintetizados y administrados a la humanidad en dosis sufi­
cientes para tratar a todo el mundo a la vez. La clara
concepción de las raíces profundas que contribuyen al
bienestar de la humanidad, la verdadera comprensión de
las funciones vitales del cuerpo, la aceptación de su respon­
sabilidad personal total, y la determinación de llevar a cabo
reformas que pueden, a veces, revelarse difíciles, son empresas
con carácter estrictamente individual, y son partes esencia­
les de la práctica higienista.
146

LA TOXEMIA

Causa fundamental de todas las llamadas enfermedades

Por el doctor J. TILDEN.

Algunos creen saber lo que quiero decir cuando utilizo el


término “toxemia”, puesto que han encontrado su defini­
ción en el diccionario: “Envenenamiento por las toxinas.
Las toxinas: todo género de compuestos venenosos de
origen animal, bacteriano o vegetal, así como las ptomaínas
venenosas” ( Standard Dictionary).

La sangre puede ser envenenada de tantas maneras, que


a menos que explique claramente lo que entiendo por
TOXEMIA, la confusión más total reinará en las mentes.
Esta explicación es necesaria, puesto que incluso profesio­
nales me han dicho: < < Ah, sí, creo en el envenenamiento
que resulta de los excrementos retenidos (estreñimiento), y
en el envenenamiento por las ptomaínas > >.

Ahora bien, la ingestión de alimentos putrefactos o que


se pudren en las vías digestivas después de su consumo,
proporciona un envenenamiento mediante ptomaínas,
generalmente llamado autotoxemia, pero que no es un
envenenamiento autógeno. Estas dos categorías de ve­
nenos están producidas fuera del cuerpo y pueden enve­
nenar sólo si son absorbidos. Los alimentos o los venenos
que se encuentran en los intestinos, siempre están fuera del
cuerpo.
147
Una herida supurante, una úlcera o un cancro están fuera
del cuerpo, y si causan un envenenamiento séptico de la
sangre, es porque los desechos no están drenados, es decir,
que no se les permite que salgan. Al obstruirse la supura­
ción, ésta se vuelve séptica y su absorción forzada envenena
la sangre.

NOTA: Algunos naturistas atribuyen la enfermedad a las


materias extrañas, al estreñimiento y, sobre todo, al enve­
nenamiento causado por la fermentación o la putrefacción
de los alimentos antes o después de su absorción. Se ve
claramente el error de esta teoría, ya que la enfermedad
está originada por substancias normalmente producidas
por el cuerpo, y que son desechos del metabolismo, llama­
dos metabolitos o toxinas autógenas. Luego los alimentos
nocivos causan la enfermedad sólo porque enervan (el
gasto de energía es más rápido que su recuperación) el
organismo, aminorando la eliminación de los desechos y
provocando su acumulación. Generalmente, los alimentos
nocivos no envenenan el cuerpo por sí mismos tanto como
podría creerse. Pero el cuerpo gasta tanta energía nerviosa
para neutralizarlos y rechazarlos, que demora su propio
trabajo de eliminación de los desechos metabólicos. La
acumulación de estos desechos es la que envenena el
cuerpo. El envenenamiento por la absorción de alimentos
nocivos, de substancias extrañas o de materias fecales, no es
más que muy secundario con relación al envenenamiento
debido a la retención de los metabolitos (Albert MO-
SSERI).

La importancia de la energía nerviosa

Las toxinas (venenos que indican la toxemia) son produc­


tos del metabolismo. Es una constante, ya que son pro-
148
ducidas de manera constante, y cuando la energía nerviosa
es normal, son eliminadas también constantemente y tan
rápidamente como son producidas.

Que el cuerpo sea fuerte o débil, según el caso, depende


totalmente de la fuerza o de la debilidad de la energía
nerviosa. Debemos acordarnos de que las funciones del
cuerpo se llevan a cabo mejor o peor según la cantidad de
energía producida.

Sin energía nerviosa, las funciones de los diferentes


órganos del cuerpo no pueden efectuarse. Las secreciones
son necesarias para preparar el material de construcción
destinado a reemplazar los tejidos desgastados. Estos de­
ben ser apartados y eliminados de la sangre tan rápida­
mente como sean formados, ya que si no, se acumulan y,
puesto que son tóxicos, envenenan el organismo, con­
virtiéndose en una fuente de enervación.

La eliminación de los desechos producidos por los tejidos


es tan necesaria como el proceso de construcción de las
células. Puesto que estas dos funciones importantes depen­
den una de otra, y puesto que ambas dependen de una
cantidad apropiada de energía nerviosa para desarrollarse
bien, es importante que todos aquellos que quieran gozar al
máximo de la vida y de la salud, comprendan de qué manera
pueden ser moderados en el uso de la energía nerviosa, de
modo que puedan aprender cómo vivir de manera conser­
vadora o prudente, gozando así de la mayor capacidad
mental y física, y también de una vida más larga.
149
La vida agitada

Sin energía nerviosa, las funciones del cuerpo no pueden


realizarse satisfactoriamente. Ahora bien, la vida agitada
que sufrimos en nuestros días causa la enervación, la cual
demora la eliminación, y las toxinas retenidas ocasionan la
toxemia.

Todo lo que actúa sobre el cuerpo le hace gastar energía.


El frío y el calor necesitan un gasto de energía nerviosa para
ajustar el cuerpo a estos cambios. Las preocupaciones
acaban por despilfarrar la energía, es decir, que causan la
enervación.

Los pacientes en los cuales la toxemia se desarrolla más


rápidamente de lo que se elimina, nunca se restablecerán.

La buena salud en los ancianos denota el autocontrol, la


ponderación y la moderación en todas las cosas. Feliz aquel
que conoce sus limitaciones y las respeta. Del tal persona
puede decirse que es ponderada.

NOTA: Las palabras “enervación” y “enervamiento” tienen


sentidos distintos, que no debemos confundir, si no, jamás
comprenderemos nada sobre la causa de la enfermedad.
“Enervación” (o descarga nerviosa) es lo contrario de
recarga nerviosa, y significa gasto nervioso, contrariamente
al ahorro de las energías. La digestión, el esfuerzo físico o
mental, el hecho de oír, de ver, de hablar, etc., pueden
generar la enervación. La recarga nerviosa se realiza me­
diante el ahorro de las energías, con la ayuda del reposo
fisiológico (ayuno), del silencio, del reposo en la cama, etc.
(Albert MOSSERI).
150
La base de la salud

Cuando el sistema nervioso es normal, es decir, cuando


tenemos al máximo la reserva de energía nerviosa, la salud
es buena. La enfermedad empieza a manifestarse sólo
cuando el ambiente o los hábitos personales desgastan la
energía más de prisa de lo que ésta se renueva. Las personas
sensatas remedian enseguida esta eventualidad, superando
o suprimiendo todas las influencias enervantes.

La ausencia de enfermedad en el hombre requiere una


vida ordenada de tal manera que sus energías nerviosas
estén mantenidas a un nivel normal, o casi normal. Cuando
la energía nerviosa se gasta sin medida, se establece un
estado de enervación, y se demora la eliminación de los
desechos (toxinas), dejando éstos en la sangre y originando
así la toxemia (o autoenvenenamiento), la cual es la primera,
la última y la única enfermedad verdadera que puede
desarrollar el hombre. Todos los demás venenos son acci­
dentales y momentáneos, y sin toxemia, no tienen ningún
acceso al organismo. Tanto si los venenos son ingeridos,
inyectados o inoculados, no pueden envenenar ni matar.
Semejante experimento, como tampoco una pierna rota o
una herida procedente de un disparo, no deben clasificarse
como enfermedad.

La paliación de la naturaleza

Es un hecho comprobado que la mayor parte de las


enfermedades de todo género desaparecen, tanto si son
tratadas como si no, a condición de que no hayan pasado del
estado funcional al estado orgánico.

Expliquemos esta declaración. Se dice que el ochenta por


151
ciento de las personas que enferman, se reponen o pueden
reponerse con la ayuda del médico. En efecto, todos los
pseudoataques de enfermedades, sean éstas las que sean,
son crisis de toxemia, que significan una eliminación suple­
toria de toxinas que se habían acumulado por encima del
punto de saturación (tolerancia). Estas crisis pueden ser
síntomas a los cuales llamamos resfriado, gripe, gastritis,
dolor de cabeza, o cualquier otra afección benigna. Apare­
cen hoy, y se van unos días más tarde. Si se les trata, se dice
que se han curado. Si no se tratan, se dice que han desapare­
cido sin tratamiento. Ahora bien, la verdad es que este
excedente de toxinas (la cantidad acumulada por encima
del punto en que puede aguantarse sin trastornos) es
eliminado, y entonces vuelve a aparecer el bienestar. Esto
no es un restablecimiento, sino una de las paliaciones de la
naturaleza. Cuando la (o las causas) de la enervación es
descubierta y suprimida, la energía nerviosa se normaliza.
La eliminación expulsa las toxinas tan rápidamente como se
desarrollan por el metabolismo. Aquí está la salud. Reco­
brar la salud no puede constar de nada más. En pocas
palabras: corte con todos los hábitos enervantes, deje de
comer, descanse hasta que la energía nerviosa esté resta­
blecida y normalizada. Cuando haya realizado todo esto, el
enfermo se repondrá. Un ayuno corto o prolongado es útil
para la mayor parte de los enfermos. Todos los pseudorre-
medios son ilusiones; a lo sumo, son paliativos efímeros. Sin
embargo, cada día se realizan suficientes curaciones (palia­
ciones) de este tipo como para mantener una armada de
médicos y de curanderos, y para asegurarles el pan, la
mantequilla y un cierto grado de respetabilidad.

NOTA: “Las enfermedades que se eliminan son una palia­


ción de la naturaleza”. TILDEN quiere decir esto: el
enfermo recobra su bienestar en cuanto las toxinas en
152
exceso, es decir, por encima del punto de tolerancia, estén
eliminadas. Sin embargo, el sujeto permanece todavía lleno
de toxinas, y la salud verdadera sólo se obtiene mediante la
eliminación de las toxinas hasta un nivel muy por debajo del
nivel de.tolerancia (Albert MOSSERI).

La naturaleza de las toxinas

Las toxinas son subproductos tan constantes y necesarios


como la vida misma. Cuando el organismo funciona de
manera normal, se eliminan tan rápidamente como se
producen. Desde el principio de su producción hasta el final
de su eliminación, son transportadas por la sangre. Con lo
cual, se ve que en ningún momento el organismo está
desprovisto de toxinas en la sangre. En cantidades nor­
males, son ligeramente estimulantes, pero cuando el orga­
nismo está enervado, la eliminación se reprime. Entonces,
la cantidad retenida se vuelve demasiado estimulante (es
decir, tóxica), yendo desde un exceso leve hasta una canti­
dad tan importante que agobia la vida.

La debilidad

El cuerpo puede ser fuerte o débil, según el caso, de­


pendiendo enteramente de la energía nerviosa, según sea
ésta importante o escasa. Recordemos que las funciones del
cuerpo se realizan bien o mal según la cantidad de energía
disponible.

(Extraído de Toxemia Explained )


153

DEFINICION DE LA TOXEMIA
Y DE LAS CRISIS DE TOXEMIA

El proceso de construcción de los tejidos (metabolismo)


comprende la construcción de las células (anabolismo) y la
destrucción de las mismas (catabolismo). Los tejidos destrui­
dos son tóxicos y, cuando uno goza de buena salud, es decir,
cuando la energía nerviosa es normal, estos tejidos son
eliminados de la sangre tan pronto como son producidos.
Cuando la energía nerviosa se encuentra disipada, sea cual
sea la causa (física, sobreexcitación mental o malos hábitos),
el cuerpo se vuelve enervado. Entonces, la eliminación se
demora, originando una retención de las toxinas en la
sangre (toxemia). Esta acumulación de toxinas, una vez
establecida, continuará hasta que la energía nerviosa se
restablezca, gracias a la supresión de las causas. La supuesta
enfermedad es el esfuerzo de la naturaleza para eliminar las
toxinas de la sangre. Todas las supuestas enfermedades son
crisis de toxemia.
154

Albert MOSSERI
F.10290 RIGNY LA NONNEUSE
(Francia)
T° 25.21.60.05

Ayunos y semiayunos asesorados con máxima competencia


según el nuevo método llamado de la lengua coloreada.
Casos difíciles.

Escribir sólo en francés.

Suscripción a la revista Les hygiénistes (muestra gratuita


a simple petición).
155
EL MOVIMIENTO HIGIENISTA EN ESPAÑA

Desde 1975, la asociación PUERTAS ABIERTAS A LA


NUEVA ERA difunde en España las tesis higienistas,
fundamentos de una manera de vivir más divertida, libre y
densa, en la que espiritualidad y vida cotidiana se unen para
abrir nuevos horizontes.

De sus enseñanzas han salido muchos seguidores, entre


los cuales se encuentran profesionales que se dedican ahora
a guiar a los neófitos por el camino de la conquista de la
verdadera salud natural (física, mental, emocional y espi­
ritual).

Conscientes de la profunda mutación que está viviendo la


humanidad, muchas personas comprenden la necesidad
imperativa de fomentar la cooperación, la generosidad y el
amor, aportando su colaboración para un ideal cuyo desa­
rrollo se manifiesta cada día más urgente e indispensable.
PUERTAS ABIERTAS A LA NUEVA ERA es el foco de
una red -que va ampliándose- de profesionales, centros de
enseñanza, casas de reposo, editores y particulares, que
movilizan sus energías y recursos para la emergencia del
“hombre global” y de la “nueva conciencia”, siguiendo el
ejemplo y con el apoyo de movimientos extranjeros afines.

Todos los profesionales asociados a PUERTAS ABIER­


TAS A LA NUEVA ERA guardan sin embargo su identi­
dad propia, aunque por su alto nivel de conciencia, se
adhieren a unas pautas determinadas de ética, entre las
cuales figura el respeto a la pureza higienista (es decir, la
certeza inalterable de que el poder curativo sólo existe en el
mismo organismo, jamás en agentes exteriores: remedios,
tratamientos, etc.). Por todo ello, las direcciones que pro-
156
ponemos a continuación son dignas de confianza. En el
boletín de la asociación y en la revista Cuerpomente
seguiremos informando acerca de esta red de profesio­
nales.

La asociación PUERTAS ABIERTAS A LA NUEVA ERA:

* edita, para sus afiliados, un boletín con informa­


ciones sobre la higiene vital, la agricultura ortobiológica
y los grandes temas relacionados con la vida y la super­
vivencia del hombre. También ha editado las monografías
siguientes:

en edición propia (*):


- Final de los Tiempos (R. VEILLITH)
- Urgente vivir (Jean-Marc CARITE)
- Ayuno y salud (Désiré MERIEN)
- Los fundamentos de la higiene vital (Id.)
- Las fuentes de la alimentación humana (Id.)
- La biorrespiración (Id.)
- El alimento vivo (Christian JAIME)
- Cómo curar sin operación hernias, hemorroides, ptosis,
varices y desplazamientos de la matriz (Albert MOSSERI)
- In memoriam: Herbert M. SHELTON
y- Antología pro salud (André TORCQUE, André PASSE-
BECO, Albert MOSSERI, etc.)

en colaboración con Ediciones OBELISCO:


- i A tu salud! (Karmelo BIZKARRA)
-- La combinación de los alimentos (Herbert SHELTON)

en colaboración con MANDALA ediciones :


- Salud, alimentación y leyes naturales (Albert MOSSERI)
(*) Distribuido por Librería Verde. Escalinata,9 28013-MADRID
157
Próxima aparición (octubre 1990), en colaboración con
MANDALA ediciones:
- El huerto revolucionario (René PAPON)

En preparación:
- He vencido mi cáncer (Monique COUDERC)
-- Vivir sin sida (Albert MOSSERI)
- La antimedicina (Id.)
La alimentación ideal y las combinaciones simplificadas
/z La salud por la alimentación (Id.)
y'El hombre, el mono y el paraíso (Id.)
- Curso de psicosomática natural (André PASSEBECQ)
- Curso de agronomía ortobiológica (Jean-Marie ROGER
y André TORCQUE)
- La esclerosis múltiple o en placas: historia de mi curación
(André TORCQUE)
- Los factores naturales de salud y su aplicación correcta
(André TORCQUE)
- Pequeño tratado de fruticultura ortobiológica (André
TORCQUE) *

* Presta servicios y aconseja a sus afiliados en torno a su


evolución hacia una forma distinta de concebir la vida y la
salud física, psicológica y espiritual.
* Organiza, a petición de sus afiliados, reuniones, charlas
y cursillos, así como conferencias de iniciación, en todo el
territorio español y en el extranjero.
* Mantiene contactos con los principales organismos y
especialistas de todo el mundo, en relación con dichos
temas.
* Prepara también la versión española de los cursos por
correspondencia de NATURE ET VIE.
158
APLICANDO LOS PRINCIPIOS DE LA HIGIENE VITAL
y las enseñanzas de PUERTAS ABIERTAS A LA NUEVA
ERA ¿qué puedes conseguir?

* Te sentirás más a gusto en la vida, dinámico, lleno de


energía y confiado en el futuro.
* Después de un esfuerzo, te recuperarás con facilidad.
Dormirás bien, todas las funciones de tu organismo se
desarrollarán correctamente y tus músculos responderán
mejor.
* Gozarás de una mayor lucidez mental y espiritual, y
serás capaz de trabajar sin tensiones y de manera más
eficaz, tanto física como intelectualmente. Tu memoria
mejorará y tu imaginación se volverá más creadora.
* Te sentirás más joven y más tranqqilo, sin “nervios”.
* Estarás liberado para siempre del temor a la enferme­
dad. No tendrás miedo ni al cáncer, ni al sida, ni siquiera a
la muerte. La angustia, causa de trastornos digestivos,
cardiacos, nutritivos, etc., desaparecerá poco a poco.
* Aprenderás que la salud y la enfermedad no son cosa
del azar o de agresiones externas, sino simplemente el re­
sultado de nuestro modo de vida. La salud puede mante­
nerse y recuperarse -incluso en muchos casos que parecen
irreversibles— mediante sencillas medidas al alcance de
cualquier persona con buena voluntad y capaz de autoges-
tionarse.
* Disminuirán muy de prisa tus gastos de salud (o de
enfermedad), llegando a ser inexistentes. Se ahorran hospi­
tales, clínicas, consultas, medicamentos. Ya no conocerás ni
trastornos, ni sufrimientos, ni tiempo perdido por enferme­
dad, ni tampoco muchos otros sinsabores.
* El tiempo, la energía y los recursos así ahorrados,
pueden dedicarse a tareas positivas para tu propio provecho
o para el de tus allegados (y el de la sociedad entera),
159
permitiéndote evolucionar, estudiar y luego enseñar, es
decir, propalar salud y felicidad.

* Antología pro salud < < Jamás había visto una obra
higienista tan completa, clara, útil, etc. En fin, quisiera
felicitaros efusivamente porel trabajo que habéis realizado.

< <Sé que es una labor de equipo muy importante y


que, gracias a todos vosotros, podemos disfrutar, los que
pretendemos una vida más “armónica”, de la mejor obra
higienista editada hasta el momento.

<< E1 cuidado y rigurosidad del texto, la presen­


tación, calidad, variedad, encuadernación, el tipo de letra,
en fin todo cuidado al máximo.

<< Muchísimas gracias por todo, la bibliografía,


direcciones, experiencias, todas las cuestiones que inter­
esan a todo aquel que quiera llevar una vida más sana.

< <La labor iniciada debe ser continuada: con la ayuda


de todos se conseguirá. La continuación de los cursos de
psicosomática y bioagronomía natural será un hecho.

< < ¡Adelante! > >

Fdo: Suso.

Esta carta, recibida de un lector, resume a la perfección


el entusiasmo de todos aquellos que han podido disfrutar ya
de esta antología, la cual aporta una nueva luz sobre una
infinidad de temas importantes para la salud y el bienestar.
Del copioso índice, extraemos los siguientes títulos:
160
~ La fiebre, un proceso de curación de fuerza insos­
pechada (André TORCQUE).
- La no medicina, el único camino hacia la salud (André
TORCQUE).
- Curso de agronomía ortobiológica (Jean-Marie ROGER
y André TORCQUE).
- Curso de psicosomática natural (André PASSEBECQ
y André TORCQUE).
- El asma (Robert MAURTOT, Herbert SHELTON,
Eneko LANDABURU).
- Ayunar para volver a vivir (Albert MOSSERI).
— Cómo alimentar a los bebés higienistas (Hector COU­
TURE).
— Las vacunas, una bomba de la era médica (Robert S.
MENDELSOHN).
— Los “métodos naturales de curación” (James C. y C.
Leslie THOMSON).
—Cómo concibo una casa de reposo y ayuno (André
TORCQUE).
— La antimedicina (Albert MOSSERI).
— Vivir sin sida (Albert MOSSERI).
— El hombre, el mono y el paraíso (Albert MOSSERI).
161
DIRECCIONES HIGIENISTAS

CASAS DE REPOSO Y AYUNO


ESCUELAS DE SALUD

CASA MADRE (Emilia GONZALEZ LOPEZ)


Escuelas de Cesa
33520 NAVA (Asturias)
Ta (985) 35.70.51
Higiene vital, alimentación higienista, yoga, masaje, co­
consejo, juegos, tai-chi, transmisión de energías, conciencia
corporal y visualización creativa.

LOS MADROÑOS (Almudena MORENO NAVARRETE)


12594 OROPESA DEL MAR (Castellón)
Te (964) 33.13.25
Ayuno controlado, alimentación higienista, charlas-colo­
quio, estiramientos, distintos métodos de respiración y
relajación, meditación, yoga, biorrespiración, danzas, masaje
y automasaje, juegos.

SEGARIA (Francisca POQUET VICENS y Elisa AL-


BENTOSA LABUIGA)
Carlos Arniches, 4
03760 ONDARA (Alicante)
T° (96) 287.00.86
Centro de búsqueda espiritual. Alimentación básicamente
higienista.
162
ZUHAIZPE (Karmelo BIZKARRA MAIZTEGUI)
Las Casetas
31177 ARIZALETA (Navarra)
T° (948) 54.21.87
Ayuno controlado, alimentación higienista, estiramientos,
charlas con diapositivas, meditación, tai-chi, conciencia de
la respiración y de las energías de la naturaleza.

PROFESIONALES HIGIENISTAS
(consejos y asesor amiento)

Manuel ALVAREZ MUDARRA


Escuela de salud integral PENTALFA
Avda Sánchez Pizjuan, 9 - Detrás
41009 SEVILLA
TQ (95) 437.87.57
Enseñanza por correspondencia: higiene vital, iridodiag-
nosis, yoga, dietética.

Pedro ANSORENA ZABALEGUI


HODEIERTZ
Prim, 20
20006 SAN SEBASTIAN
TQ (943) 47.05.80
Higiene vital, alimentación sana

Enrique BORREDA LOPEZ


Avda Blasco Ibañez, 192 - 5Q - 17a
46021 VALENCIA
T? (96) 371.15.99
Higiene vital, bioespinología
163
María FUENTES CABALLERO
Cooperativa TASCO/TITIANA
Gran Vía, 439 - 5Q - 2*
08015 BARCELONA
T° (93) 426.65.59
Higiene vital. También preparación y asistencia al parto
domiciliario. Nacimiento sin violencia. Planificación por
métodos naturales y salud de la mujer.

Misericordia GOMIS MIQUEL


Cooperativa EL BROT
Alt de Sant Pere, 90
43201 REUS (Tarragona)
To (977) 34.53.51
Higiene vital, alimentación biológica

Antonio PALOMAR GARCIA


SUMENDI
La Torre, 5- 2° dcha-izda
48005 BILBAO
T» (94) 416.89.95
Consultas de higiene vital

Valentín PEREZ GARCIA


La Campana,
33192 PRUVLA DE LLANERA (Asturias)
T2 (985) 26.27.65
Consultas de higiene vital, asistencia en la gestación, parto
en casa (nacimiento sin violencia) y lactancia.
165
INDICE

Ia PARTE - LOS PLACERES DEL HAMBRE

Los placeres del hambre


Consejos prácticos para los principiantes
Evolución de la enfermedad
El árbol de la enfermedad
El régimen higienista clásico
El régimen ideal primitivo
Le semicocción
Los aliños

2a PARTE - LAS LEYES DE LA NATURALEZA


VIVIENTE

Principio fundamental
Ley nQ 1. Ley ortobionómica de la célula
Ley nQ 2. Ley del mínimo
Ley nQ 3. Ley de WALTER sobre el instinto de conser­
vación
Ley nQ 4. Ley de la distribución vital
Ley nQ 5. Ley de GRAHAM sobre el objetivo constitucional
aplicado a la nutrición y a la sexualidad
Ley nQ 6. Ley general del desarrollo
Ley nQ 7. Ley especial del desarrollo muscular
Ley nQ 7 Bis. Ley de la atrofia
Ley nQ 8. Ley de la economía especial
Ley nQ 8 Bis. Ley de MOSSERI sobre la insuficiencia de las
reservas para una eliminación celular profunda
Ley ne 9. Ley de la compensación fisiológica
Ley nQ10. Ley de la adaptación malbionómica o tolerancia
patológica
Ley nell. Ley sobre los medios de adaptación malbio­
nómica
166
Ley nQ12. Ley de TRALL sobre la unidad de los procesos de
la salud y de la enfermedad
Ley nQ13. Ley de TRALL sobre las relaciones vitales
Ley ηρ14. Ley de LINDLAHR sobre la dualidad de los
efectos
Ley nQ15. Ley de la alternancia
Ley nQ16. Ley de la estimulación
Ley ne17. Ley del reposo del doctor SHELTON
Ley ne18. La causa primera de la enfermedad
Ley nQ19. La enervación
Ley nQ20. El debilitamiento funcional
Ley ne20 Bis. Ley de la distribución de la energía
Ley nQ21. Ley de TILDEN sobre la toxemia
Ley nQ22. Ley de SHELTON sobre los estados emotivos
Ley nQ23. Ley de la acción vital anormal
Ley nQ24. La enfermedad, una eliminación supletoria
Ley nQ25. Ley de la eliminación selectiva
Ley ne26. El órgano enfermo es el más fuerte
Ley nQ27. La enfermedad, una resistencia vital a la toxemia
Ley ne28. Ley de la limitación
Ley nQ29. Ley de JENNINGS sobre la ortopatía
Ley nQ30. La enfermedad aguda
Ley nQ31. La enfermedad crónica
Ley ne32. Evolución de la enfermedad
Ley nQ33. Ley del poder de recuperación
Ley nQ34. Las condiciones del restablecimiento

3a PARTE - APENDICES

La adaptación (Albert MOSSERI)


El único poder de curación (Herbert SHELTON)
La reserva vital (C. L. THOMSON)
La toxemia (J. TILDEN)

EL MOVIMIENTO HIGIENISTA EN ESPAÑA


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