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CRISTINA BARILE comenta LA FORMA DEL AGUA

“Quédate con quien te abrace como lo hace el monstruo”


“En la imperfección no hay defectos, solo humanidad y compasión”

Hay en Guillermo del Toro un narrador excepcional. No es la primera vez que


presenta personajes de presencia horrorosa y desagradable que con el correr
del relato se transforman y nos ponen a reflexionar sobre los espacios en los que
habita lo verdaderamente monstruoso de la humanidad. Ello resulta evidente en
su versión de “Hellboy”, “La Cumbre Escarlata” y en “El Laberinto del Fauno”. Lo
bello no es forzosamente bueno y lo feo no es obligatoriamente malo.
En “La Forma del Agua”, los colores y los filtros representan estados de ánimo.
El sepia para la rutina, azules y verdes para los vínculos y el rojo para el amor.
La excelente música de Alexander Desplatt nos envuelve para disfrutar el sonido
del agua y dar profundidad a los sentimientos. La reconstrucción de época es
muy detallada incluso en la manifestación del patriarcado y la negación del otro,
ambos ciegos y sordos.
El film está ubicado en 1962 y la referencia es importante porque se trata de un
momento muy álgido para la intolerancia y la discriminación racial y social en los
Estados Unidos, al año siguiente se produce el asesinato de JFK. Aquí, el
Director recurre a un personaje marino del que poco se dice en este film sobre
su pasado. Nos informan sus carceleros que se trata de un ser que fue cazado
en el Amazonas donde era tratado como un Dios. Esta sola referencia resulta útil
para que los cinéfilos y memoriosos se remonten al film de Jack Arnold de 1954
“El monstruo de la laguna negra” y con ello descubrir que este monstruo es
idéntico a aquel ser.
Desde esta puesta en escena el relato fluye ya no desde la institución científica
militar que alberga al monstruo para experimentar con él, sino desde el lugar de
los otros, los que no importan, los trabajadores, los desclasados, las mujeres, los
gays. Son “los nadies”, aquellos que le importaban a Eduardo Galeano.
Ahora bien, ¿Cómo se conectan estos personajes? Ello es a partir de resolver
las limitaciones del lenguaje. Esto es muy interesante porque en los últimos dos
años se estrenaron films que, en cierta forma, abordan esta cuestión. Piénsese
en “Dunkerque” de Cristopher Nolan, escasamente tiene diálogos, o en “La
Llegada” dirigida por Denis Villeneuve, donde todo el lenguaje lógico matemático
de la ciencia es puesto en cuestión si se lo piensa como lenguaje del universo.
Ludwig Wittgenstein consideraba que los límites del lenguaje son también los
límites del mundo. Entendida esta afirmación desde el punto de vista cultural,
corremos el riesgo de no entendernos en la medida en que cada cultura
construye sus propios significados. Aquí, el personaje de Elisa logra comunicar
lo que nadie puede, no solo al ser acuático sino a todos los personajes. El hilo
conductor no estará dado por el lenguaje ausente, sino por la red de
solidaridades que se teje entre los personajes de carácter marginal en torno a
una injusticia, desdicha, dolor presente. El sentimiento de estar con el otro, de
apoyarlo en su empresa y de reconocer esto como una necesidad está en todas
las acciones de Octavia Spencer y, Richard Jenkins lo verbaliza al señalar que
ayudará a Elisa porque ella lo necesita.
Lo malvado se ha desplazado a la institución cuyos personajes son los
perseguidores que desconocen al otro, a los otros. Nuevos conquistadores del
espacio que desconocen a lo ajeno, lo extraño, a quienes solo piensan como
subordinados.
En este entramado, la salvación del presente requiere la superación del miedo,
descubrir a los traidores por acción u omisión y hacerse cargo, tempranamente,
de que las mujeres, los gays, los desclasados pueden dar respuesta apropiada,
en este caso, desde el sentimiento de humanidad liberador. Ese sentimiento es
el amor, no importa cuán improbable parezca. Pero ¿qué es el amor?. Tal y como
diría una colega, hay bibliotecas enteras escritas sobre el tema. Sigmund Freud,
Eric Fromm, Jacques Lacan y hasta el mismo Michel Foucault se manifestaron
acerca de lo que el amor es y no es, ese darse del todo a alguien que no es.
Pero a la hora del amor ninguna definición importa. Sólo el poema final activa,
vitaliza e ilumina nuestra humana comprensión:

Incapaz de percibir tu forma,


Te encuentro a mi alrededor.
Tu presencia llena mis ojos con tu amor,
Doblega mi corazón,
Porque estás en todas partes.
https://linuxmanr4.com/2018/01/17/poema-la-forma-del-
agua/

Cristina Barile, Comodoro Rivadavia, Febrero 24 de 2018

Esta banda sonora me atraviesa aún, hay una delicadeza y ternura que envuelve
profundamente al film de Guillermo del Toro "The Shape of water". Esta genialidad de
Alexandre Desplat acompaña mis horas de trabajo, el sol de la tarde y el relax. Cuando se
vaya de mi mente sabré que he disfrutado mucho de la música, de una poética
emocionante,de la fábula y del triunfo de un amor imposible que propone "The Shape of
Water". Ojalá les guste pero, tal como dice la canción "you never know..."

26.02.2018
Es amor y el miedo
Es alteridad, los nadies
Es la presencia activa de los que no son importantes, los desclasados
Es el límite del lenguaje, Wittgenstein, Benjamin
Es la a-dicción es quedarse sin palabras/ el poder de las palabras
Es la discriminación
Es la emergencia de la mujer
Es la emergencia de los gays
Es el hombre en la representación de su costado más malvado
Es la traición
Es la salvación
Es estar en todas partes
En la imperfección no hay defectos, solo humanidad y compasión

Aquí, el personaje de Elisa logra comunicar lo que nadie puede, no solo al ser
acuático sino a todos los personajes.
Pero cuando pienso en ella, en Elisa… Todo lo que me viene a la
mente es un poema. Susurrado por alguien enamorado, hace cientos
de años…

“Incapaz de percibir tu forma…te encuentro a mi alrededor. Tu


presencia llena mis ojos con tu amor, pone humilde a mi corazón,
porque estás por todas partes”.

Los nadies
Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de
pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a
cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana,
ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies
la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho,
o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la
vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa
local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.

Eduardo Galeano

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